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La aportación de la fisiología

En el siglo XIX la fisiología tuvo grandes progresos especialmente en el conocimiento

del sistema nervioso, los cuales fueron muy importantes en la repercusión de la psicología

porque aportaban datos para aclarar la naturaleza del hombre. La fisiología fue muy importante

por sus estudios y métodos de investigación, fue una de las ciencias que más aporto al

nacimiento de la psicología científica.

La distinción entre nervios motores y sensoriales. La ley de la conducción nerviosa

A comienzos del siglo XIX hay una correcta clarificación de las vías nerviosas gracias a

Charles Bell y Francois Magendie quienes trabajando independientemente y realizando

experimentos en animales, descubrieron la existencia de unas vías ascendentes o aferentes (la de

los nervios sensoriales) y las vías descendentes o eferentes (la de los nervios motores), dando fin

a lo que se creía que las vías nerviosas trasmitían la sensación y el movimiento utilizando las

misma vías.

La acción refleja

“Las reacciones reflejas son independientes del cerebro, que son inconscientes y que, en

consecuencia, son automáticas y mecánicas” (Hall, 1833 citado en Saíz M. 2009). A través de

experimentos sobre la médula espinal en animales decapitados, se pudo concluir que las

respuestas involuntarias dependían de la médula espinal totalmente desconectada del cerebro, la

cual actuaba como una especie de cerebro espinal.

La clarificación de la especificidad de las vías sensoriales nerviosas

Con Muller se distinguen cinco clases de nervios (sentidos), vista, oído, olfato, gusto y

tacto, bajo su principio cada uno de estos nervios podía transmitir un tipo de sensación

específica. “La ley o principio de la energía específica de los nervios sensoriales de Muller
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establece la relación entre los nervios y la mente, en el sentido de que no conocemos nada

directamente sobre los objetos y estímulos que nos rodean, sino que solo tenemos conocimiento

directo de nuestros nervios, siendo éstos los intermediarios entre los objetos que percibimos y la

mente” (Saíz M, 2009).

La naturaleza y transmisión del impulso nervioso

Fue un gran avance conocer que existía corriente nerviosa para la estructura y

funcionamiento del ser humano, lo que dio paso a establecer como se transmite la electricidad

nerviosa, lo que ayudo a plantear que si en los nervios se produce corriente eléctrica, tarda un

determinado tiempo en recorrer un espacio y ese tiempo en velocidad es medible. A través de

estos experimentos se pudo establecer los “tiempos de reacción” los cuales son diferentes en

cada ser humano.

El estudio de los órganos sensoriales

Este estudio tuvo gran interés por parte de los fisiólogos ya que daban relevancia a los órganos

sensoriales, los cuales son los que captan la información del mundo exterior. En las primeras

décadas del siglo XIX, se realizaron estudios sobre los órganos sensoriales especialmente el

sentido de la vista y el oído por su importancia en la labor de captación de la estimulación

sensorial, donde abordaron diferentes problemas como visión de colores, percepción del espacio,

localización de la fuente sonora. El olfato y el gusto no recibieron tanta atención hasta finales del

siglo XIX, en cuanto al sentido del tacto el cual tuvo sus estudios en la década de los años 1830,

además de su funcionamiento, tuvo gran importancia para las futuras formulaciones de la

psicofísica.

La frenología

Esta disciplina se dio entre el siglo XVIII y XIX, la cual trato de establecer que el cerebro
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era el órgano de la mente, se creía que el cerebro se dividía en zonas de función independiente

con facultades mentales separadas, la cual ayudaría a identificar que los trastornos, y demás

pensamientos del ser humanos se podían identificar por la forma del cráneo. Según Saiz

“Contribuyó, además, a crear una mentalidad organicista en la psiquiatría y en la psicología, tuvo

una cierta influencia en la valoración jurídica del delito y constituyó un punto más en el avance

de la orientación positivista” (Saiz M, 2009).

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