1- ¿Qué efectos tiene la globalización en las problemáticas locales?
Existen muchas concepciones diferentes acerca de la definición de
globalización. Sin embargo, se puede resumir en que se trata de un proceso dinámico que está compuesto por una creciente interdependencia entre los países del mundo. Algo que ocurre usando como medio, una serie de transformaciones de carácter global. Las fronteras que antes tantas limitaciones representaban, con más frecuencia tienen menos relevancia. Este proceso, obviamente ha afectado también a la política. La noción de que las naciones no están solas en el mundo, ha provocado que determinadas decisiones de carácter global deban ser tomadas en consenso entre todos los países, a través de los organismos designados. Aunque bien es cierto que muchas veces los países con mayor poder llevan la voz cantante dentro de dichas organizaciones. Dando consigo responder esta pregunta en marcada en unas dinámicas de problemas social como: las etnias en donde La globalización ha acelerado la expansión geográfica de compañías globales involucradas en agricultura, explotación forestal, extracción minera, producción de electricidad hidroeléctrica, petróleo y demás recursos naturales. Inevitablemente, sus operaciones tocan cada vez más los territorios donde las poblaciones indígenas habitan. Los conflictos que se originan por la explotación económica de estas áreas hacen que los activistas "verdes" globales y las poblaciones indígenas locales se descubran mutuamente, convirtiéndose rápidamente en aliados políticos naturales. Los activistas ambientales aportan recursos financieros, experiencia en la organización de campañas políticas y la capacidad de movilizar el apoyo de los gobiernos, organismos multilaterales y para activar los medios de comunicación internacionales. Los grupos indígenas aportan la legitimidad de su ascendencia sobre tierras en las cuales ellos y sus antepasados han vivido siempre. Y cuando tierras sin mayor actividad económica previa se convierten repentinamente en un apetecible activo empresarial, el atractivo político y financiero de la lucha por su control naturalmente también aumenta. La adolescencia es considerada como una etapa del desarrollo humano que se caracteriza de manera singular por una serie de cambios en la integridad física, psicológica, emotiva, sexual, intelectual, social y cultural del sujeto, para así construir y afirmar su identidad como individuos y como miembros de una sociedad, que dependerán para la vida adulta, de las oportunidades de desarrollo personal y de la formación que se le brinde. Los rasgos presentes en este proceso son: la evolución del sistema nervioso, cambios físicos y hormonales; la crisis en la estructura de la personalidad, por el proceso de construcción del “yo” en el que la búsqueda del reequilibrio es el motor evolutivo; y el período de socialización autónoma. Actualmente y junto a ello, dicho desarrollo adolescente tiene lugar sobre un telón de fondo de circunstancias sociales, culturales, políticas y económicas cambiantes, las cuales han afectado significativamente la naturaleza de su transición, siendo necesaria la exploración de nuevas inquietudes y necesidades que experimentan los jóvenes en la actualidad. La adolescencia ha pasado a ser un modelo de experimentación, lo que permite comprender un cierto número de comportamientos específicos de los adolescentes, más allá de sus diferencias según la extracción social y el sexo, en su relación con la cultura