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Carta a Gramsci

31/03/2020

Querido Gramsci primero que nada quiero expresarte mi mayor admiración, fuiste un hombre
que tuvo que pasar por muchas dificultades en su vida, a pesar de estar privado de tu libertad
injustamente y alejado de tu esposa e hijos, seguiste instruyéndote académicamente en la
cárcel y buscaste plasmar tus pensamientos en tus escritos con el objetivo de aportar una
solución a las deficiencias y crisis casi continua por la cual ha atravesado la educación.

Quiero expresarte que me sorprendió gratamente la critica que planteas al rumbo que estaban
tomando las orientaciones pedagógicas socialistas, sin importar que formaras parte de aquel
partido y lo que esto te podría acarrear, fuiste critico y no dejaste que tus sentimientos
influyeran en tus escritos. esa es una de las principales características que se evidencian en
tus textos, “el desarrollo del pensamiento crítico” el cual fue el objetivo por lo el que tanto
luchaste, quisiste que cada alumno se formara según sus propios conceptos y creencias según
sus experiencias personales y no que fuera tomado en cuenta como un ser maquinizado, un
engranaje más de una maquina sin un objetivo claro en la vida. Otro punto muy importante en
tus escritos es el mensaje que intentas dejarnos sobre la conciencia de las necesidades
colectivas, el ser seres empáticos con las necesidades del otro, en tus escritos planteaste
muchas otras ideas interesantes, como por ejemplo la de considerarnos a todos intelectuales
independientemente de nuestro papel en la sociedad y la idea de formar una escuela única, a la
cual asistiera personas de todos los estratos sociales y en la cual las oportunidades de
desarrollo fueran igualitarias para cada uno, podría todo el día quedarme halando de esto, pero
el objetivo de esta carta es informarte algo que me preocupa y esto esta relacionado con la
formación del pensamiento crítico y la empatía.

Como consecuencia de una sociedad consumistas e individualista, la conciencia de las


necesidades del otro se esta perdiendo, prima es la satisfacción de necesidades personales, que
en muchos casos son banales y sin sentido, son muy pocas las personas que están dispuestas a
sacrificar una parte de su felicidad una parte de su capital por ayudar a alguien más. Lo
segundo de lo que te quiero informar es el poco o casi nulo desarrollo del pensamiento critico
en las ultimas generaciones, ya no importa el instruirse académicamente o cuestionar lo que
vemos y escuchamos, incluso esto se evidencia en los centros de conocimiento superior (las
universidades) pareciera que ahora la gente va allí solamente para obtener un diploma y
cumplir por cumplir no para generar un cambio y un aporte a la sociedad, espero que esto
cambie pronto querido Gramsci, de no ser así, me preocupa el rumbo que esta tomando
actualmente la sociedad.

Att: jhojan Stiven Rubiano – estudiante de tercer semestre de licenciatura en ciencias sociales

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