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Amparo Auto Formal Prisión2
Amparo Auto Formal Prisión2
H E C H O S
OBSERVACIONES: 1.- En virtud que los suscritos establecemos como móvil de los
hechos que nos ocupan primeramente:
A) El juicio testamentario en el que participaban como partes los OCCISOS y las C.C.
___________________________.
CONCEPTOS DE VIOLACIÓN
“Artículo 19. Ninguna detención ante autoridad judicial podrá exceder del plazo de
setenta y dos horas, a partir de que el indiciado sea puesto a su disposición, sin que se
justifique con un auto de formal prisión en el que se expresarán: el delito que se impute al
acusado; el lugar, tiempo y circunstancias de ejecución, así como los datos que arroje la
averiguación previa, los que deberán ser bastantes para comprobar el cuerpo de delito y
hacer probable la responsabilidad del indiciado.”
“ARTICULO 408. Dentro de las setenta y dos horas siguientes al momento en que el
inculpado quede a disposición del juez, éste dictará el auto de formal prisión, cuando de lo
actuado aparezcan acreditados los siguientes requisitos:
I. Que se haya tomado declaración preparatoria del inculpado o bien que conste en el
expediente que éste se rehusó a declarar;
II. Que esté comprobado el cuerpo del delito y éste tenga señalada pena privativa de
libertad;
III. Que no esté plenamente comprobada a favor del inculpado, alguna causa que excluya
al delito, a la pena o que extinga la acción penal; y
IV. Que esté demostrada la probable responsabilidad del inculpado.
La prórroga del plazo deberá ser notificada de inmediato al Director del Centro de
Readaptación Social, para los efectos previstos por el segundo párrafo del Artículo 19
Constitucional.”
Se impondrán las mismas penas a que se refiere al párrafo anterior, cuando el homicidio
sea cometido intencionalmente, a propósito de una violación o un robo por el sujeto activo
de éstos, contra su víctima o víctimas; o cuando el homicidio se cometa intencionalmente
en casa habitación, habiéndose penetrado en la misma de manera furtiva, con engaño o
violencia, o sin permiso de la persona autorizada para darlo.
Para los efectos de este Código, sólo pueden ser penalmente responsables las personas
físicas. Los autores o partícipes responderán cada uno en la medida de su propia
culpabilidad.
Se impondrán las mismas penas a que se refiere al párrafo anterior, cuando el homicidio
sea cometido intencionalmente, a propósito de una violación o un robo por el sujeto activo
de éstos, contra su víctima o víctimas; o cuando el homicidio se cometa intencionalmente
en casa habitación, habiéndose penetrado en la misma de manera furtiva, con engaño o
violencia, o sin permiso de la persona autorizada para darlo.
Véase: Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1965, Segunda Parte, Primera Sala, tesis 86, página 186, bajo
el rubro: "CUERPO DEL DELITO. CONCEPTO DE.".
Sexta Época
Registro: 801241
Instancia: Primera Sala
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Segunda Parte, XLIV,
Materia(s): Penal
Tesis:
Página: 54
8
En todo caso, la autoridad expondrá en sus resoluciones los razonamientos que haya
tenido en cuenta para valorar cada una de las pruebas.
ARTICULO 223. Todas las pruebas tienen valor de indicio, salvo las que expresamente
la ley establezca que tiene pleno valor probatorio, sin perjuicio de la valoración de
conjunto.
La coautoría a que se contrae la fracción III del artículo 13 del Código Penal
para el Distrito Federal, se surte cuando varias personas en consenso y con
codominio conjunto del hecho, dividiéndose las acciones delictivas y
mediante un plan común acordado antes o durante la perpetración del
suceso, concurren a la ejecución del hecho punible y, por tanto, son
responsables en igualdad de condiciones; por ende, una aportación
segmentada, adecuada y esencial al hecho puede bastar para ser considerada
y penada como coautoría, aunque formalmente no sea parte de la acción
típica, habida cuenta que aquélla se refiere no únicamente a una ejecución
compartida de actos que se realizan, en sentido objetivo-formal, como
porciones pertenecientes a la acción típica sino a que varios agentes reparten
entre sí el dominio del hecho en la etapa de su realización, por lo cual la
doctrina ha llamado a esta intervención compartida como codominio
funcional del hecho; sin embargo, esa actuación funcional para
convertir al agente como coautor, debe ser necesaria y
esencial para la realización del hecho delictivo . En ese sentido, si
el sujeto activo no desapoderó materialmente al ofendido de sus pertenencias, pero su
actuar se constriñó en llevarlo hasta el lugar donde se localizaban los sujetos que le
quitaron sus pertenencias, es evidente la existencia de un plan común acordado entre esas
personas para la realización del robo; por tanto, resulta incontrovertible que la aportación
del acusado fue esencial y adecuada para la comisión del delito a título de coautor, en
términos de la fracción III del artículo 13 del Código Penal para el Distrito Federal.
Amparo directo 768/2002. 18 de abril de 2002. Unanimidad de votos. Ponente: Manuel Baraibar Constantino. Secretario:
Jesús Terriquez Basulto.
Hay traición cuando el agente realiza el hecho quebrantando la confianza o seguridad que
expresamente le había prometido al ofendido, o las mismas que en forma tácita debía éste
esperar de aquél por las relaciones que fundamentalmente deben inspirar seguridad y
confianza.
En este sentido hay que señalar dos cosas, no hay prueba alguna
que permita establecer que los occisos perdieron la vida y que el actuar del
activo fue con premeditación y ventaja, puesto que ni siquiera sabemos quién
o quienes realizaron el hecho punible, ni como lo hicieron, lo único que se
sabe es que fueron muertos por disparo de arma de fuego y quien los mató por
supuesto que pudo ser muerto o pudo ser herido, toda vez que
_____________________ es evidente que había disparado un arma de fuego,
ya que le salió positivo en la mano derecha el estudio de rodisonato de sodio,
es decir, dicha prueba permite establecer con la búsqueda de los nitratos de
plomo y de bario y/o antimonio si una persona ha disparado un arma de fuego,
y le salió positiva a ______________________, y es una prueba pericial
recabada y analizada por el órgano persecutor, es decir, por el Ministerio
Público, con lo que se concluye una mala valoración de la prueba pericial y
jamás ha señalado el valor de dicha prueba para el Juez responsable, ni sola ni
en su conjunto como lo obliga el título sexto del Código de Procedimientos
Penales, específicamente en los numerales 219 y 220 de la legislación vigente
en Hidalgo, y si el occiso disparó lo más evidente, lo basado en principios de
lógica es que pudo herir o matar a sus agresores y por lo tanto no hay la
calificativa de ventaja y consecuentemente el cuerpo del delito no resulta
plenamente probado y si evidente la transgresión de las normas
constitucionales.
I. Que por su edad, capacidad e instrucción tenga el criterio necesario para apreciar el
acto;
II. Que la exposición de su testimonio denote imparcialidad;
III. Que el hecho de que se trate sea susceptible de conocerse por medio de los sentidos, y
que el testigo lo conozca por sí mismo y no por inducciones ni referencias de otro;
IV. Que la declaración sea clara y precisa, sin dudas ni reticencias, ya sobre la substancia
del hecho, ya sobre sus circunstancias esenciales; y
V. Que el testigo no haya sido obligado ni impulsado por engaño, error o soborno. El
apremio judicial no se reputará fuerza.
Resulta evidente que ninguno de los testigos con los que pretende
el Juez sustentar el auto de bien preso en mi contra cumple los requisitos de
valoración que impone la norma transcrita y extra legalmente se actúa en mi
contra privándoseme de la libertad dentro del proceso sin que se satisfaga el
requisito de probable responsabilidad que requiere la Constitución Federal en
los términos de los criterios de jurisprudencia cito:
Octava Época
Registro: 219273
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
IX, Mayo de 1992
Materia(s): Penal
Tesis:
Página: 401
Amparo en revisión 64/92. Margarita Ortega González. 20 de febrero de 1992. Unanimidad de votos. Ponente: Ana María
Yolanda Ulloa de Rebollo. Secretario: José Manuel Torres Pérez.
Novena Época
Registro: 183450
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVIII, Agosto de 2003
Materia(s): Penal
Tesis: II.2o.P.114 P
Página: 1800
13
Amparo en revisión 405/2002. 3 de abril de 2003. Unanimidad de votos. Ponente: José Nieves Luna Castro. Secretaria:
Alma Jeanina Córdoba Díaz.
Novena Época
Registro: 188541
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIV, Octubre de 2001
Materia(s): Penal
Tesis: VI.1o.P.137 P
Página: 1165
Amparo en revisión 192/2001. 21 de junio de 2001. Unanimidad de votos. Ponente: José Manuel Vélez Barajas. Secretario:
Arturo Gómez Ochoa.
Véase: Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-2000, Tomo II, Materia Penal, página 344, tesis 458, de
rubro: "AUTO DE FORMAL PRISIÓN, EL TESTIMONIO AISLADO DE UNA PERSONA NO BASTA PARA
FUNDARLO.".
No es verdad que la prueba testimonial constituya un indicio que genere presunción, pues
ambas pruebas, es decir, la testimonial y la indiciaria son de naturaleza distinta, ya que un
testigo es quien tiene conocimiento de algún hecho en el que no es parte que puede
reproducir de palabra o por escrito ante una autoridad; y la prueba indiciaria es la
consecuencia que se deduce de un hecho conocido para averiguar la verdad de otro
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desconocido, de donde se infiere que esas pruebas tienen distintas finalidades y por ello la
testimonial no puede constituir un indicio.
Amparo directo 357/95. Manuel Ricardo Huerta Sánchez. 24 de agosto de 1995. Unanimidad de votos. Ponente: Angel
Gregorio Vázquez González. Secretaria: Sara Olivia González Corral.
Esta figura que recibe ese nombre de la interpretación del artículo 286 del Código Federal
de Procedimientos Penales, también identificada como "prueba presuncional", derivada de
igual intelección del artículo 261 del Código de Procedimientos Penales para el Distrito
Federal, más que prueba por sí, constituye propiamente una vía de demostración indirecta,
pues se parte de la base de que no hay prueba directa de un hecho que precisa ser
acreditado -pues si la hubiera sería innecesario transitar por la indirecta-, pero sí los hay
de otros hechos que entrelazados a través de un razonamiento inferencial, regido por la
lógica del rompecabezas -conforme a la cual ninguna pieza por sí proporciona la imagen
completa, pero sí resulta del debido acomodo de todas ellas- llevan a su demostración, de
manera que su operatividad consiste en el método de la hipótesis que llega a ser
acreditada, más que por la simple suma de varios indicios, por el producto que se extrae
de la interrelación de todos ellos. De ahí que la indiciaria presupone: 1) que los hechos
que se toman como indicios estén acreditados, pues no cabe construir certeza sobre la base
de simples probabilidades; no que se trate de hechos de los que sólo se tiene un indicio, 2)
que concurra una pluralidad y variedad de hechos demostrados, generadores de esos
indicios, 3) que guarden relación con el hecho que se trata de demostrar y 4) que exista
concordancia entre ellos. Y satisfechos esos presupuestos, la indiciaria se desarrolla
mediante el enlace de esos hechos (verdad conocida), para extraer como producto la
demostración de la hipótesis (verdad buscada), haciendo uso del método inductivo -no
deductivo-, constatando que esta conclusión sea única, o bien, que de existir hipótesis
alternativas se eliminen por ser inverosímiles o por carecer de respaldo probatorio, es
decir, cerciorándose de que no existan indicios, de fuerza probatoria tal que, si bien no la
destruyen totalmente, sí la debilitan a tal grado que impidan su operatividad.
Amparo directo 50/2008. 10 de marzo de 2008. Unanimidad de votos. Ponente: Juan José Olvera López. Secretario: Gabriel
Alejandro Palomares Acosta.
Amparo directo 2/2009. 14 de mayo de 2009. Unanimidad de votos. Ponente: José Luis Villa Jiménez. Secretario: Gerardo
Flores Zavala.
Amparo directo 106/2009. 21 de mayo de 2009. Unanimidad de votos. Ponente: Luis Pérez de la Fuente. Secretario: Jaime
Arturo Cuayahuitl Orozco.
Amparo directo 143/2009. 4 de junio de 2009. Unanimidad de votos. Ponente: Juan José Olvera López. Secretario:
Alejandro Alberto Díaz Cruz.
Amparo directo 193/2009. 2 de julio de 2009. Unanimidad de votos. Ponente: Juan José Olvera López. Secretario: Benito
Eliseo García Zamudio.
Novena Época
Registro: 171660
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVI, Agosto de 2007
Materia(s): Penal
Tesis: V.2o.P.A. J/8
Página: 1456
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Amparo directo 111/2007. 14 de mayo de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: Óscar Javier Sánchez Martínez. Secretaria:
Francisca Célida García Peralta.
Amparo directo 138/2007. 21 de mayo de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: Óscar Javier Sánchez Martínez. Secretario:
Alfredo Manuel Bautista Encina.
Amparo directo 150/2007. 21 de mayo de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: Óscar Javier Sánchez Martínez. Secretaria:
Francisca Célida García Peralta.
Amparo directo 133/2007. 28 de mayo de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: Óscar Javier Sánchez Martínez. Secretario:
Hugo Reyes Rodríguez.
Amparo directo 167/2007. 4 de junio de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: Óscar Javier Sánchez Martínez. Secretaria:
Francisca Célida García Peralta.
Novena Época
Registro: 198452
Instancia: Primera Sala
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
V, Junio de 1997
Materia(s): Penal
Tesis: 1a./J. 23/97
Página: 223
Contradicción de tesis 48/96. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del Noveno Circuito y el Segundo
Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito. 28 de mayo de 1997. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza.
Secretario: Jorge Humberto Benítez Pimienta.
Tesis de jurisprudencia 23/97. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de veintiocho de mayo de mil
novecientos noventa y siete, por unanimidad de cinco votos de los Ministros presidente Juventino V. Castro y Castro,
Humberto Román Palacios, José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Séptima Época
Registro: 235315
Instancia: Primera Sala
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
85 Segunda Parte
Materia(s): Penal
16
Tesis:
Página: 62
Desde el punto de vista de la sana crítica como régimen de la valoración de las pruebas, se
concluye que mientras éstas no sean unívocas y articuladas, no puede afirmarse la
comprobación de la responsabilidad del inculpado, pues las conjeturas con que se le
condene, en ninguna forma pueden constituir la prueba indiciaria adecuada, pues ésta
entraña la presencia de una serie de situaciones que estén íntegramente entrelazadas.
Amparo directo 1850/75. Ausencio Grande García. 26 de enero de 1976. Cinco votos. Ponente: Eduardo Langle Martínez.
Véase: Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1975, Segunda Parte, Primera Sala, tesis 248 y sus
relacionadas, y 249, páginas 537 y 55.
ARTICULO 386. La probable responsabilidad del inculpado se tendrá por acreditada, por
cualquiera de los medios de prueba permitidos por la ley, cuando existan datos bastantes
que permitan concluir que el inculpado es probable autor o partícipe en la comisión del
hecho delictuoso que se imputa.
FUNDAMENTOS DE LA DEMANDA
1°, 2°, 3°, 5°, 12, 17, 20, 24, 37, 79 fracción III, inciso a), 107, 108, 110 y
demás relativos y aplicables de la Ley de Amparo en vigor.
_______________________.