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CELEBRACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hermanas puestas en píe damos inicio a nuestra celebración invocando a la Santidad Trinidad. En el
nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Iniciamos este momento cantando: #

El Corazón de Jesús es el símbolo por excelencia de la misericordia de Dios, la fuente de la que brotó
la salvación de toda la humanidad.
La devoción al Corazón de Jesús ha existido desde los primeros tiempos de la Iglesia, cuando se
meditaba en el costado y el Corazón abierto de Jesús, de donde salió sangre y agua. De ese Corazón
nació la Iglesia y por ese Corazón se abrieron las puertas del Cielo. La devoción al Sagrado Corazón
está por encima de otras devociones porque veneramos al mismo Corazón de Dios.
De allí que se expresa:
M. Gladys
“He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres y que no ha ahorrado nada, hasta el
extremo de agotarse y consumirse para testimoniarles su amor. Y, en compensación, solo recibe,
de la mayoría de ellos, ingratitudes…”

Hoy meditamos sobre la QUINTA PROMESA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


“Bendición abundante daré a todas sus obras.”

Puestas en píe acogemos la palabra de Dios LECTURA SAN JUAN 21, 6

Sísifo en la otra vida tenía que subir un peñasco, que se le venía abajo, siempre que iba alcanzando la
cima. Todo era inútil, porque no contaba con el favor de los dioses.
Nosotros podemos decir con los apóstoles: “Durante toda la noche hemos estado trabajando y no
hemos podido conseguir nada”. Pero nos dice Jesús: “Echad la red a la derecha”, es decir: Para ello
pongamos en nuestra vida, con más empeño, amor, reparación y confianza.

¿Cuál es el significado de la promesa? Si es verdad, como dice el Apóstol, que todo coopera al bien de
los que aman a Dios, no es menos cierto que todo cooperará al bien de los que le demuestran un
amor especial en honor de su Divino Corazón. Derramará, pues, abundantes bendiciones sobre
vuestras empresas si vuestras miras son conformes a las suyas para su mayor gloria y vuestro mayor
bien, y entonces tendrán el éxito que deseáis: en el caso contrario, nuestras obras no saldrán como
queréis; pero Jesús nos indemnizará en este mundo o en la otra vida: se comportará cual Dios, como
Dios, que jamás puede dejarse vencer en generosidad.

Además, como conoce lo más íntimo de los corazones y que es Todopoderoso, si anuncia que no
deseamos amontonar riquezas y tener honores más que para su gloria y el bien de nuestros
hermanos, nos dará el éxito bendiciendo nuestras obras. Para eso le basta sugerir un pensamiento.
Por otro lado, ¿no es El quien da el rocío a la tierra, quien forma y conduce las nubes y dirige el soplo
de los vientos?

Derramaré abundantes bendiciones:

Vamos a ir profundizando en cada parte de lo que significa esta promesa

1.- Bendición: Deseo de bienes. En la Escritura significa “Alabanza” de la criatura al Creador,


agradecimiento (Por ejemplo: Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo).
2.- Derramar: No son meros deseos, como los de los hombres, que no pueden darnos los bienes, que
nos desean, sino que son eficaces, porque quiere y puede y de hecho nos da lo que nos promete:
“Poderoso es también para cumplir lo que ha prometido” (Rom 4,21)

3.- Abundantes: Todos entienden que “Dar bendiciones” es darlas con número y medida, y
“derramarlas” es darlas ni medida.

Así pues, notemos a diferencia entre las bendiciones de Dios con las de nuestros semejantes, aunque
sean nuestros padres, los seres que más nos aman sobre la tierra. La bendición de Dios es un deseo
eficaz de bienes abundantes. Y la de los hombres es un deseo de bienes abundantes, pero no siempre
eficaz, ni mucho menos. ¡Cuántas veces por ejemplo, dice una madre a su hijo: ¡Hijo mío, que tengas
buen viaje! Y, muchas veces ocurren accidentes. ¡Cuántas veces nos deseamos el bien pero nos da
una enfermedad y aunque nos deseen el bien no se detiene.

A TODAS SUS OBRAS


Las Obras Espirituales: Son los mensuales y anuales, la vida de oración, el rezo de las horas litúrgicas,
los actos de piedad. Y de todo cuanto sirve para dar a conocer los tesoros insondables que encierra el
Corazón de Jesús.

Los Obras Materiales: Son aquellas, que buscan el bien común pero que cubre nuestras necesidades
por ejemplo: los diferentes trabajos que realizamos en los colegios o centros que aun siendo una
empresa material nos debe llevar a glorificar a Dios y a buscar el bien de nuestros hermanos.

Hermanas demostrar nuestra devoción al Sagrado Corazón de Jesús es, guardando sus
mandamientos: “Si tú guardas los mandamientos del Señor y marchas por sus caminos, Él te
introducirá en una tierra fértil, donde gozarás de toda abundancia” (Deut 7,6)

Confiando en el Corazón de Jesús puestas de rodillas hacemos nuestra oración final

Oración Final

Oh Dios, que en tu inefable amor nos concedes la Bendición abundante en todas las obras y por el
corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados,
has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al rendirle el homenaje de nuestro
amor, le ofrezcamos una cumplida reparación. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

¡Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío!

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