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IX.

Principio de irretroactividad de la ley

Uno de los principios mas elementales que rigen la aplicación de la ley es su


irretroactividad, que significa que esta no debe tener efectos hacia atrás en el
tiempo; sus efectos solo operan después de la fecha de su promulgación.

 Naturaleza jurídica del principio de irretroactividad de la ley

Desde los canonistas antiguo se consideraba que, para que una ley fuese
retroactiva, debía tener unas razones muy especiales que ameritaran tal
efecto extraordinario. Los estudiosos del derecho canónico estimaban la
irretroactividad como derecho divino, al paso que la retroactividad era de
derecho humano.

La irretroactividad nace en el derecho romano y se extiende luego por el


mundo, convirtiéndose en un principio de aplicación de la ley aceptado
universalmente; es decir, válido en todos los tiempos y en todos los lugares.

Hay que plantearse tres interrogantes acerca de la irretroactividad de la ley:


en primer lugar, cuál es su fundamento; en segundo lugar, cuál es su esencia
y, en tercer lugar, cuál es su finalidad. Así puede darse un concepto nítido
sobre la naturaleza jurídica del principio de irretroactividad.

9.1 Fundamento de la irretroactividad

La base que funda la realidad jurídica del principio de irretroactividad, se


observa que es la necesidad de dar estabilidad al ordenamiento jurídico.
Porque sin el mencionado principio se presentan confusiones sobre la
oportunidad de regulación, de suerte que en muchas ocasiones con una
conveniencia presente se regulaba una situación pasada, que resultaba
exorbitante al sentido de la justicia, por falta de adecuación entre el supuesto
de hecho y la consecuencia jurídica.

“En general -escribe Valencia Zea-, el efecto retroactivo está prohibido por
razones de orden público. Las personas tienen confianza en la ley vigente, y
conforme a ella celebran sus transacciones y cumplen sus deberes jurídicos.
Dar efecto retroactivo a una ley equivale a destruir la confianza y seguridad
que se tiene en las normas jurídicas. Además especialmente cuando se trata
de la reglamentación de toda una institución jurídica, existe verdadera
imposibilidad para regular el efecto retroactivo”

El tiempo, dimensión necesaria para el entendimiento humano, determina


siempre, directa o indirectamente, el sentido de la oportunidad normativa. Es
evidente que la ley tributaria debe tener una eficacia temporal; de ahí que,
sobre todo cuando se impone una obligación de hacer, el aspecto temporal
es substancial, y entonces el acto de retrotraer abstractamente los efectos
reales a situaciones de hecho, que en su momento generaron consecuencias
jurídicas proporcionadas a las circunstancias de tiempo, modo y lugar,
equivale a otorgar un efecto no adecuado a la verdadera causa.

Igualmente, la seguridad jurídica es requisito para la configuración del orden


público. Si no hay una estabilidad en cuanto a la consecuencia jurídica,
obviamente no pueden los destinatarios de la ley estar gozando del derecho a
la seguridad. La incertidumbre ante la actuación del Estado impide la
seguridad debida a cada uno de los asociados. Si la ley tributaria modifica
situaciones jurídicas definidas por el mismo legislador, sin una finalidad de
favorabilidad en cuanto a las cargas tributarias, por ejemplo, incurre, no sólo
en una contradicción, sino en el desconocimiento del derecho adquirido y
legítimamente constituido. La consecuencia, entonces, es que la actividad del
legislador estatal deja de cumplir con una finalidad esencial a su razón de ser:
la seguridad y tranquilidad de los asociados.

9.2 La esencia de la irretroactividad

La esencia del principio de irretroactividad de la ley tributaria es la


imposibilidad de señalar consecuencias jurídicas a actos, hechos o
situaciones jurídicas que ya están formalizados jurídicamente, salvo que se
prescriba un efecto más perfecto tanto para el sujeto de derecho, como para
el bien común, de manera concurrente, caso en el cual la retroactividad tiene
un principio de razón suficiente para operar. Pues lo imperfecto siempre se
sujeta a lo más perfecto, dada la naturaleza perfectible de la legalidad.

9.3 La finalidad de la irretroactividad


Es el sentido teleológico del principio, es decir, el para qué existe. La
respuesta es para dar seguridad al ordenamiento jurídico. Al respecto son
pertinentes las anotaciones que trae Juan José Soler en la Enciclopedia
Jurídica Omeba:

“La irretroactividad de la ley es una medida técnica escogida para dar


seguridad al ordenamiento jurídico. Su zona ontológica no está, pues, en la
filosofía jurídica sino en la jurisprudencia o ciencia del derecho (…). La
irretroactividad es dentro de la técnica jurídica, un principio de aplicación más
que de interpretación previa. La interpretación y la aplicación son operaciones
de tracto sucesivo (…). Un error corriente que conviene disipar, es el de
considerar a la irretroactividad como un principio que solo sirve al interés
privado. Esto explica su inclusión en casi todas las constituciones del mundo
entre las garantías y derechos individuales. Pero sin negar su importancia en
el Derecho Privado, resalta su trascendencia en el derecho público. Sirve al
individuo pero también a la colectividad, acaso en mayor grado, porque tiende
a dar firmeza al ordenamiento jurídico, que es de carácter social.

La irretroactividad es un principio que reza con la relación jurídica, la cual es


siempre intersubjetiva. De donde resulta un pleonasmo, decir que a la ley no
hay que darle efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna, como se lee
en el derecho mexicano, porque los beneficios o perjuicios de una
retroacción, recaen exclusivamente sobre las personas, que son los sujetos
activos y pasivos en todo negocio jurídico, y nunca sobre las cosas.

La irretroactividad puede estar consignada en la ley fundamental o en las


leyes ordinarias. En el primer caso se dice que es constitucional, y, en el
segundo, meramente legislativa. la diferencia salta a la vista. En la
irretroactividad constitucional, las restricciones, si las hay, son permanentes
-dura lo que dura la ley fundamental- en tanto que en la irretroactividad
legislativa, las condiciones son variables y quedan sometidas al libre criterio
del legislador.

La naturaleza jurídica del principio de irretroactividad es la premisa según la


cual, en la generalidad de las circunstancias se prohibe, con base en la
preservación del orden público y con la finalidad de plasmar la seguridad y
estabilidad jurídicas, que una ley tenga efectos con anterioridad a su vigencia,
salvo circunstancias especiales que favorezcan, tanto al destinatario de la
norma como a la consecución del bien común, de manera concurrente.

Lo anterior indica que no se trata de un principio absoluto, pues el universo


jurídico no admite posiciones de tal carácter, por ser una coordinación de
posibilidades racionales. La racionalidad exige, pues, antes que formas
únicas e inflexibles, una sana adecuación de la forma jurídica al contenido
material que se ha de ordenar.

El principio de irretroactividad de la ley penal es una garantía fundamental de todo


Estado de derecho. Es un derecho constitucional que impide que a hechos pasados
se apliquen disposiciones futuras más desfavorables para el imputado. Ello, a fin de
evitar que la coyuntura actual motive al legislador a dictar leyes ad hoc, para el
juzgamiento más severo de conductas pasadas que a su juicio revisten mayor
gravedad. En contrapartida al principio de irretroactividad penal, se erige el principio
de retroactividad benigna (art. 103 de la Const. ), en cuya virtud debe aplicarse la
norma penal posterior a la comisión del hecho punible si es más favorable al
imputado.

X. Principio de retroactividad de la ley

La retroactividad de la ley significa que puede aplicarse a casos ocurridos


antes de su entrada en vigencia, o sea, a situaciones pasadas. Esto ocurre
de modo excepcional ya que el principio es el que las leyes no tienen efecto
retroactivo, rigiendo para el futuro, para lograr la seguridad y estabilidad
jurídica con respecto a los derechos adquiridos y para afianzar la paz social.

Carácter de un acto jurídico que produce efectos en el pasado.


Toda vez que la materia social que es objeto de regulación por una ley
preexiste a ésta, ya sea sin regulación legal alguna o regulada por una ley
anterior que derogará la nueva, se plantea la cuestión de la aplicación de esta
última a situaciones de hecho producidas al amparo de normas anteriormente
vigentes. Es lo que se denomina retroactividad; en este sentido, es regla
general que las leyes no tienen efecto retroactivo, salvo que dispongan lo
contrario. Es decir, la regla general es la irretroactividad de las leyes. Así se
respetan justamente los derechos adquiridos cuando otras leyes están en
vigor. Para atender a las cuestiones que se derivan de la vigencia sucesiva
de leyes diferentes, ellegislador utiliza las llamadas disposiciones transitorias,
que son una variedad de las leyes temporales.
Efecto, eficacia de un hecho o disposición presente sobre el pasado. Por
autoridad de Derecho o hecho, extenderse una ley a hechos anteriores a su
promulgación. En la Argentina, cantidad que, al obtener ciertas mejoras
lostrabajadores, se percibe por la diferencia entre el sueldo anterior y el
nuevo aumentado, desde la fecha anterior en uno o más meses en que se fija
el comienzo del convenio. DE LA LEY. Se habla de retroactividad legal
cuando una ley, reglamento u otra disposición obligatoria y general, dictada
por autoridad de Derecho o de hecho, ha de extender su eficacia sobre
hechos y a consumados; esto es, anteriores en el tiempo a la fecha de su
sanción y promulgación.

La retroactividad, por tanto, consiste en aplicar leyes actuales a hechos o


actos jurídicos anteriores o viceversa, aplicar leyes anteriores a hechos o
actos jurídicos cuyas consecuencias de Derecho no se agotaron durante la
vigencia de la ley anterior. El principio general que domina la materia es que
la ley no debe aplicarse retroactivamente en perjuicio de persona alguna. Por
ejemplo, en el caso que planteamos anteriormente, si la aplicación del
artículo 145 del Código Penal ya derogado, perjudica al reo, no debe
aplicarse no obstante que la comisión del delito se hubiere realizado durante
la vigencia de la ley. Ahora bien; no siempre es tan sencilla la solución del
problema por cuanto pueden haber intereses encontrados con la no
aplicación o con la aplicación de una ley derogada. Por ejemplo: pongamos el
caso de que durante el curso de un procedimiento civil, en el que se ventilen
exclusivamente intereses patrimoniales, digamos un juicio hipotecario, se
reformen los preceptos que norman el procedimiento del juicio especial
hipotecario, estableciendo un mayor o menor término para pruebas, para
alegatos o para interponer recursos. En este caso, puede perjudicar a una de
las partes la reforma legal, pero en cambio puede beneficiar a la parte
contraria tal reforma legal. En consecuencia el principio de la no aplicación
retroactiva de la ley en perjuicio de persona alguna, no opera en materia
procesal porque lo que a una parte perjudica a la otra la beneficia. Con esto
demostramos que si bien en Derecho penal nunca opera la retroactividad
cuando hay perjuicio para el reo, tal principio no opera tratándose de otras
materias.

XI.Conflicto de las leyes en el espacio: Teorías y reglas aplicables

Toda ley tiene un ámbito temporal y un ámbito espacial de vigencia. Esto


significa que sólo obliga por cierto tiempo, y en determinada porción del
espacio.
En lo que toca al ámbito temporal, hemos visto ya cómo es posible que una
ley se aplique no sólo a los hechos jurídicos ocurridos a partir de la iniciación
de su vigencia, sino a las consecuencias normativas de hechos anteriores,
inicialmente regidos por otra ley. Ello implica la coincidencia de los supuestos
de ambas leyes, así como la divergencia de sus disposiciones y la
perduración de las consecuencias normativas nacidas bajo el imperio del
primer precepto.
García Máynez nos dice que los problemas relacionados con la aplicación de
leyes que tienen diferente ámbito temporal de vigencia suelen ser llamados
conflictos de leyes en el tiempo. Paralelamente a éstos se habla de conflictos
de leyes en el espacio. El supuesto ineludible de los últimos es la
coexistencia de preceptos legales relativos a los mismos hechos, pero que
pertenecen a sistemas jurídicos cuyos ámbitos espaciales de vigencia son
distintos.
En rigor, los llamados conflictos de leyes en el espacio no solamente se
refieren a la determinación del ámbito espacial, sino a la del personal de
vigencia de los preceptos legales. Pues, como luego veremos, no se trata
únicamente de inquirir qué ley debe aplicarse en tal o cual lugar, sino de
saber si a una cierta persona debe aplicársele su propia ley o la extranjera.
Otras veces el conflicto existe entre preceptos de diferentes provincias de un
mismo Estado, o entre leyes de distintas partes de una Federación.
Los llamados conflictos de leyes en el espacio se reducen siempre a
establecer el carácter territorial o extraterritorial de determinado precepto. En
principio, las leyes vigentes en un Estado se aplican dentro del territorio del
mismo. Lo que en derecho público se llama territorio no es otra cosa que el
ámbito normal de vigencia del orden jurídico de un Estado, en relación con el
espacio. Decimos "normal" porque en ciertos casos se admite la posibilidad
de que la ley obligatoria en el territorio de un Estado se aplique fuera de él, o
la de que la ley extranjera tenga aplicación en el nacional.
La existencia de los problemas de que hemos venido hablando es
consecuencia necesaria de la pluralidad de legislaciones, ya sea en el interior
de un Estado, ya en el orden internacional. Como la actividad de las
personas no se desenvuelve siempre, desde el punto de vista del derecho,
en el ámbito espacial de vigencia del Estado a que pertenecen, sino que
puede desarrollarse en territorio extranjero, o en relación con personas de
diferente nacionalidad, o con bienes ubicados en otro Estado, a menudo
surgen las cuestiones concernientes a la autoridad extraterritorial o
puramente territorial de las diversas normas.

 La teoría de los estatutos: reales, personales y formales De tal distinción


emerge la teoría de los estatutos personales, reales y formales que es básica
en el Derecho Internacional Privado. "Estatuto es pues, según opinión de los
juristas italianos del siglo XIV, sinónimo de personalidad y realidad de la ley"2
Hecha la distinción de los estatutos personales, reales y formales, emerge la
regla de que los estatutos personales acompañan por todas partes al sujeto;
los estatutos reales, o sea, los relativos a las cosas, tienen vigencia dentro y
fuera del territorio en que se encuentran ubicadas las cosas y los estatutos
formales rigen en el lugar en que se realiza el acto, locus regit actum.

1ª) regla “LOCUS REGIT ACTUM”, la traducción literal sería: Rige el acto del lugar.
Esta regla nace en la Edad Media (siglo XIV) y se cree que la formuló un jurista de
la Universidad de Toulouse (ciudad francesa a orillas del río Garona) llamado
Guillermo Cuneux o Cuneo. Y nos habla de las leyes que rigen la forma de los actos
jurídicos. Se refiere sólo a la FORMA, al modo en que se cristaliza en el exterior ese
acto o negocio jurídico. Así la forma podría referirse a sí el acto debe ser escrito
ante funcionarios o sin ellos, o sí requiere o no la presencia de testigos, etc... Estas
leyes que rigen la forma de estos actos jurídicos son personales.

La Ley personal es lo mismo que la ley que rige a la persona: capacidad, estado
civil, derechos y deberes de la familia, sucesión, ahora bien esta ley personal
significa también que la Ley acompaña a la persona donde quiera que vaya.
Por tanto la ley personal tiene estas dos acepciones:

-ley que rige a la persona

-ley que acompaña a la persona donde quiera que se encuentre.

Lo que supone que esa ley se aplicaría fuera del territorio o que sería extraterritorial.
Cuneux entiende que las leyes personales son extra-territoriales.

Ahora bien, el que sea válido en cuanto a la forma, no supone que sea válido en
cuanto al fondo o contenido del acto.

2ª) regla “AUCTOR REGIT ACTUM”, el autor rige el acto. Cuando una persona
acude a un funcionario de un Estado para que autorice un acto jurídico para el que
tiene competencia, ese funcionario sólo puede utilizar las formas establecidas en las
leyes de ese país. Por ejemplo un japonés en España puede otorgar testamento
utilizando cualquier forma aceptada por el Ordenamiento Jurídico español,
testamento abierto, cerrado u ológrafo, ahora bien, podría utilizar una forma
japonesa si el Derecho japonés le permitiera otorgar testamento ante el Cónsul
japonés en Madrid, por ejemplo.

Algún sector de la doctrina, como Vicente Luis Santonja considera que se podrían
utilizar formas extranjeras, pero otros autores entienden que se ha de utilizar las
formas que para esos actos jurídicos dispone el Ordenamiento Jurídico español y
que son sólo las que aplican los funcionarios españoles.

3ª) “LEX FORI”, ley del foro, es el Ordenamiento Jurídico del Estado del Juez o
Tribunal que conoce el caso.

4ª) “LEX CAUSAE”, Ley de la causa, ley que el Juez aplica en la sentencia para
resolver el asunto. En ocasiones esta ley será extranjera, porque así lo reclama la
regla de conflicto, pero en otras ocasiones se aplicará la lex fori o ley del foro, es
decir, la ley del Tribunal del lugar que está conociendo el caso.

También hay conexiones de carácter personal, porque a las personas se las


conecta con un ordenamiento jurídico determinado:

5ª) “LEX PATRIA”, ley de la patria, ley del Estado del cual una persona es nacional.

6ª) “LEX DOMICILIUM”, ley del domicilio.


7º) “LEX RESIDENTIAM”, ley de la residencia habitual de la persona.

También hay conexiones que se refieren a las cosas o a los actos, normalmente,
con la ley que está vigente en un determinado lugar, son conexiones territoriales:

8º) “LEX LOCI ACTUS”, ley del lugar donde se realiza un determinado acto
jurídico.

9ª) “LEX LOCI CELEBRATIONIS”, ley del lugar de la celebración del acto jurídico
que se trate. Un matrimonio - lex loci celebrationis matrimonius -, un contrato - lex
loci celebrationis contractus-, un contrato laboral - lex loci laboris.

10ª) “LEX SITUS”, para los bienes es frecuente que se utilice la ley del sitio, o “LEX
REI SITAE” ley del lugar del sitio donde se halla la cosa o el bien.

11ª) “LEX SUCESIONIS”, ley que regula la sucesión hereditaria.

12ª) “LEX LOCI DELICTI COMISSI”, esta ley no se refiere exactamente a la ley del
lugar de la comisión del delito respecto de la ley penal, pues las leyes penales sobre
delitos y faltas son territoriales, se cometan donde se comentan, se refiere a
cualquier acto dañoso sea delito o no que genere una responsabilidad civil, con lo
que hay deber de reparar ese daño. Se utiliza el derecho penal del país, pero la
responsabilidad civil será la que diga la ley del lugar donde se produce el acto
dañoso, sea delito o falta.

13ª) “LEX PERSONAE”, esta ley personal se refiere a la ley nacional, o del
domicilio, o a la ley de residencia habitual de la persona.

http://html.rincondelvago.com/derecho-internacional-privado_19.html
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http://derecho.laguia2000.com/parte-general/leyes-retroactivas#ixzz49VuqZOTb
SOBRE EL PRINCIPIO DE IRRETROACTIVIDAD DE LA LEY PENAL PENITENCIARIA
PERJUDICIAL AL CONDENADO Dino Carlos Caro Coria * **

.A. VALENCIA ZEA. Derecho Civil. Tomo I. Bogotá, Temis, 1989. p. 184.
ENCICLOPEDIA JURIDICA OMEBA. Voz Irretroactividad. Tomo XVI. buenos Aires.
Editorial Bibliográfica Argentina, 1962. p. 881.

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