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PUNTO 3

DEPREDACION

La depredación es una relación biológica en la que un individuo de una especie


animal caza a otro para sobrevivir.

En esta relación biológica se identifica al depredador o predador, que es quien


caza, y a la presa, que es el cazado, que le transfiere su energía al cazador. Son
muy pocas las veces en las que esta relación se da entre dos individuos de una
misma especie. Además, dentro de la naturaleza, puede suceder que un predador
sea a la vez presa de otra especie.

Por ejemplo, si un león caza a una cebra, la cebra sería la presa pero, al mismo
tiempo, esta se alimenta de plantas, por lo que también es predador. Este ejemplo,
además, demuestra que los predadores no necesariamente son carnívoros.

Una adaptación es una característica que es común en una población porque


proporciona una mejora de alguna función. Las adaptaciones están muy ajustadas
a su función y se originan por selección natural.

Las adaptaciones pueden tomar muchas formas: un comportamiento que permite


evadirse mejor de los depredadores, una proteína que funciona mejor a la
temperatura corporal o un rasgo anatómico que permite al organismo acceder a un
nuevo recurso valioso — todo esto podrían ser adaptaciones. Se cree que muchas
de las cosas que más nos impresionan de la naturaleza son adaptaciones.

El mimetismo de los insectos con las hojas es


una adaptación para evadirse de los
depredadores. Este ejemplo es un tetigónido de
Costa Rica.

 
El chaparral es una planta del desierto que
produce unas toxinas que evitan que crezcan
otras plantas en los alrededores, reduciendo así
la competencia por los nutrientes y el agua.

 
La ecolocación de los murciélagos es una
adaptación para atrapar insectos.

Entonces, ¿qué no es una adaptación? La respuesta es: muchas cosas. Un


ejemplo son las estructuras vestigiales. Una estructura vestigial es una
característica que era una adaptación del antepadasdo del organismo, pero que
evolucionó hasta dejar de ser funcional debido a que el ambiente del organismo
cambió.

Las especies de peces que viven en cuevas


completamente oscuras tienen ojos vestigiales no
funcionales. Cuando sus antepasados con vista
terminaron viviendo en cuevas, dejó de haber
necesidad de que la selección natural mantuviera
el funcionamiento de los ojos de los peces. Los
peces con mejor vista ya no superaban por
competencia a los peces con peor vista — en la
actualidad estos peces todavía tienen ojos, pero
no son funcionales y no son una adaptación;
simplemente son los subproductos de la historia evolutiva de los peces.

COMPETENCIA. 
Es una relación que se produce entre individuos que requieren de un mismo
recurso que se encuentra en cantidades finitas o limitadas, lo cual lleva a que
compitan entre sí para hacerse de él. Por ejemplo, cuando dos aves compiten por
un mismo espacio para anidar, se produce una relación de competencia. En este
caso, la relación es intraespecífica (entre distintas especies) porque ambos son de
la misma especie. Pero si, por ejemplo, dos plantas de distintas especies compiten
por acceder a la luz solar, se trata de una relación interespecífica (entre la misma
especie).

Así, existen distintos tipos de competencia biológica, como son:

Competencia por interferencia. Un individuo interfiere, es decir, entorpece,


impide, el proceso de alimentación, supervivencia o reproducción de otro,
mediante métodos de violencia. También ocurre cuando un individuo le niega a
otro entrada a su hábitat o territorio.
Competencia por explotación. Es un tipo de competencia indirecta, que ocurre
cuando un recurso limitado y común entre dos individuos es el fruto de la
competencia, causando beneficio de uno y escasez para el otro, ya sea alimento,
espacio vital o luz solar.

Competencia aparente. Ocurre cuando dos especies son presa de un predador


común, y compiten por las zonas libres de peligro.

La competencia aparente tiene lugar entre las presas de un mismo depredador, y


su nombre se debe a que sus efectos benéficos para una especie son sólo
temporales. Esto se explica del siguiente modo: supongamos que un depredador
(tiburón) puede alimentarse de dos especies distintas (atún y besugo), y opta por
una de ellas en un momento determinado (besugo). Esto significaría un beneficio
aparente para la otra (atún), que ha sido liberada de su competidor y por ende
podrá reproducirse en su lugar.

Sin embargo, cuando la población de esta última especie (atún) aumente, también
lo hará la del depredador (tiburón), que dispone de alimento abundante disponible,
y como la población de la presa devorada inicialmente (besugo) es menor, el
depredador optará por la otra (atún), equilibrando las poblaciones. De modo que,
al final del día, la competencia entre ellas no era realmente una competencia.

La competencia además puede ocasionar estrategias evolutivas en las especies,


como ocurre cuando una de las dos especies cambia de nicho evolutivo ante la
presencia de un competidor más fuerte, adaptándose a su presencia y
garantizando su supervivencia.

PARASITISMO. 

En esta relación, el predador tiene un volumen mucho más reducido que la presa y
se alimenta de él sin matarlo (al menos en el corto plazo) porque necesita que su
presa permanezca con vida para seguir valiéndose de ella.

Esta relación interespecífica también causa daño a uno de los dos miembros


involucrados, mientras que beneficia al otro. Es semejante en ese sentido a la
depredación, sólo que el daño no es masivo e inmediato, sino más lento y
prolongado en el tiempo, en la medida en que la especie parásita consume fluidos
o tejidos de la parasitada, la cual sufre las consecuencias.

Ocurre cuando una especie se beneficia a partir de otra, consumiendo sus


sustancias corporales o empleándola en distintas etapas de su ciclo reproductivo,
pero ocasionándole un daño no letal en el proceso. Por ejemplo, es lo que ocurre
cuando los mosquitos nos pican para alimentarse de nuestra sangre.
Así, podemos citar como ejemplos de ello a todas las especies de protozoarios,
nematodos y bacterias que pueden infectar los intestinos del ser humano y otros
animales semejantes (endoparásitos, dentro del cuerpo), causándoles diarreas,
imposibilidad para asimilar nutrientes y otros síntomas de enfermedad, mientras se
reproducen y alimentan dentro de su cuerpo. Ojo ejemplo lo constituyen los
ectoparásitos (fuera del cuerpo) como pulgas, piojos o garrapatas, que se
adhieren a la piel y succionan la sangre de los seres parasitados.

MUTUALISMO. 

En esta clase de relación, que se caracteriza por ser temporal, los dos individuos
se ven beneficiados.

El mutualismo es una forma de interacción biológica contraria a la lógica de la


competencia, ya que en ella ambas especies o ambos individuos resultan
beneficiados al relacionarse. Se trata de una forma de ayuda mutua y recíproca,
semejante a la simbiosis, en que los organismos cooperan.

Un ejemplo sencillo de mutualismo lo constituye la tolerancia que demuestran los


rinocerontes, hipopótamos y otros animales masivos ante la presencia de ciertas
aves zancudas sobre sus lomos. Esto se debe a que las aves devoran las
garrapatas, ácaros, hongos u algas que puedan crecer en regiones inaccesibles
de su cuerpo, haciéndoles así un favor al limpiarlos, pero al mismo tiempo
obteniendo una fuente fácil y segura de alimento.

COMENSALISMO. En esta relación, uno de los individuos (el predador) se


beneficia, mientras que el otro (la presa), no se ve perjudicado ni beneficiado.

Semejante al mutualismo, no ocasiona daño a ninguno de los involucrados, pero


beneficia a una sola especie: la otra, sencillamente, es indiferente. Es lo que
ocurre, por ejemplo, cuando un animal se alimenta de los desechos de otro, sin
hacerle necesariamente un favor, pero tampoco un daño.

Este tipo de relaciones resultan benéficas para uno de los dos individuos


involucrados (llamado comensal), sin que dicho beneficio ocasione ningún tipo de
daño o malestar al otro organismo. Esto está bien explicitado en el nombre del
término, que proviene del latín cum mensa, o sea, “compartir la mesa”.

Un ejemplo de comensalismo es apreciable entre los leones y las hienas u otras


especies carroñeras del África: las últimas esperan a que los primeros terminen de
alimentarse de la cacería, para después aprovechar los restos abandonados de la
presa. Otro ejemplo es el del pez payaso que habita entre las anémonas marinas,
manteniéndose a salvo de depredadores gracias al efecto tóxico de los tentáculos
de aquellas, y sin causar ningún daño a la anémona.

HERBIVORÍA. En esta relación, la presa es una planta. Se refiere a aquellos


animales que consumen organismos autótrofos (vegetales y plantas). Algunos de
estos animales son caballos, conejos, elefantes, tortuga de tierra, entre otros.

En la herbivoría los animales se alimentan de la parte viva de la planta. Esto es


favorable para el animal, ya que con ello se nutre. Sin embargo, para las plantas
es perjudicial.
Para reprimir estos daños, algunas plantas disponen de mecanismos de defensa
físicos y mecánicos.
Un ejemplo de un mecanismo de defensa físico puede ser el rosal, el cual tiene
espinas y no puede ser devorado.
En el caso de la defensa mecánica destacan los mecanismos químicos, que son
las toxinas liberadas por la planta.
Las toxinas pueden manifestarse de varias maneras. Pueden ser sabores u olores
desagradables que ahuyentan a los animales, o incluso se puede encontrar
vegetación venenosa.
Las hormigas también pueden suponer un mecanismo de defensa a favor de las
plantas. Estas se alimentan de su néctar u otras partes, y con ello la preservan.

SIMBIOSIS

Se trata de un grado muy estrecho de cooperación entre especies, tanto así que
ambas llevan una vida conjunta en íntima asociación, a punto tal de resultar a
menudo indiscernibles la una de la otra. Esta cooperación presenta generalmente
beneficios para ambas (o al menos una) de las especies.

Un ejemplo de una relación simbiótica es la que se da entre un hongo y un alga


para constituir lo que comúnmente llamamos líquenes: el hongo brinda estructura
y mantiene húmeda y nutrida al alga, quien a cambio sintetiza hidratos de carbono
que lo alimentan.

Si se considera el vínculo espacial que se establece entre los individuos, se


pueden identificar las siguientes variantes:

Ectosimbiosis. El simbionte se establece sobre el cuerpo del anfitrión.


Inquilinismo. Un individuo se hospeda dentro de otro para obtener refugio.
Endosimbiosis. El simbionte reside en el interior de las células del anfitrión o en
los espacios que queden entre ellas.
Metabiosis. Un individuo se ve beneficiado por los restos físicos de otro y los usa
como una herramienta.

Ejemplos
 Existen aves que establecen un vínculo con aves de otras especies cuando
dejan sus huevos en su nido para que los críen como si fueran propios
(parasitismo).
 Cuando los cangrejos ermitaños se vinculan con determinadas anémonas
de mar, el cangrejo se protege con los tentáculos de la anémona y ésta se
vale de los movimientos del cangrejo para alimentarse con mayor facilidad
(mutualismo).
 Los animales de carroña se alimentan de restos de seres vivos, en general
cazados por otras especies (comensalismo).
 Las aves hacen sus nidos y se valen de las ramas de los árboles para
construir sus viviendas sin causarles ningún tipo de daño (comensalismo).
 Los mosquitos mantienen una relación con los seres humanos y animales al
extraerles su sangre. En muchas ocasiones, estos insectos son portadores
de enfermedades y contagian a quienes pican (parasitismo).
 Cuando las abejas se alimentan del néctar de las flores, no solo se nutren
sino que también se convierten en agentes de polinización (mutualismo).
 Los crustáceos se alimentan de ectoparásitos que se ubican entre las
escamas y el cuero de los peces, y eso, a la vez, ejecuta una labor de
limpieza en las escamas (mutualismo).
 Las rémoras se relacionan con los tiburones para transportarse, sin
perjudicarlos de ninguna manera (comensalismo).
 Las moscas dejan sus huevos sobre la piel o en el interior del cuerpo de
otras especies y, cuando las larvas eclosionan, se alimentan del tejido en el
que fueron hospedados (parasitismo).
 Las plantas y las lombrices entablan una relación cuando estas últimas se
desplazan por la tierra, creando canales que le facilitan a las raíces de las
plantas la absorción del agua (comensalismo).
 Cuando determinados parásitos intestinales se alojan y reproducen en los
intestinos de algún ser vivo, afectando de forma negativa su digestión,
mientras le sacan provecho al organismo (parasitismo).

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