Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En el contexto cultural
La revolución de la mortalidad
Patrones de aflicción
Las perdidas más difíciles que pueden ocurrir en la edad adulta son las
muertes de un cónyuge, un padre y un hijo. Públicamente se advierte
menos la pérdida de un hijo potencial a través de un aborto espontáneo o
el nacimiento de un niño muerto.
Niñez y Adolescencia
En un momento entre los cinco y los siete años la mayoría de los niños
entiende que la muerte es irreversible, que una persona, animal o flor
muerta no pueden volver a la vida. A la misma edad los niños entienden
las dos realidades de la muerte; que es universal e inevitable y que una
persona muerta es no funcional.
Edad Adulta
En la edad madura las personas tienen claro que su muerte se acerca. Sus
cuerpos les mandan señales de que no son tan jóvenes, ágiles y fuertes
como alguna vez fueron. Piensan cada vez más en cuantos años les
quedan y como aprovecharlos mejor.
Perdidas especiales
Sobrevivir al cónyuge
Perder a un Hijo
Rara vez un padre está preparado para la muerte de un hijo, dicha muerte
representa un golpe cruel sin importar la edad en que ocurra puesto que
se cree que esto es algo que no debería suceder.
Esta pérdida tiende a unificar más los matrimonios cuando son fuertes, ya
que se apoyan mutuamente en una pérdida en común.
Suicidio
Revisión de la vida