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El 14 de abril se celebró el Día Mundial del Café. Esta bebida es una de las más
consumidas en el mundo occidental y actualmente está ganado adeptos en oriente (en China
las nuevas generaciones prefieren consumir esta bebida en lugar del tradicional té). Sin
embargo, a pesar de sus altos precios en empresas transnacionales como Starbucks, la
ganancia de los productores de esta bebida es mínima, pues su valor está sujeta a la oferta y
la demanda en los mercados internacionales.
Breve Historia del Café
Se cree que el café fue descubierto en Etiopía (África) cuando un pastor llevó a su ganado a
pastar a un lugar donde se encontraban cafetos. Los animales ingirieron las cerezas de café
y se mostraron más enérgicos, por lo que el hombre decidió probar recolectar algunos y
llevarlos a su comunidad. A partir de ese momento se utilizaron los granos tostados en ritos
ceremoniales, aunque se estima el descubrimiento de la bebida fue un accidente al caer los
granos tostados en aguar hirviendo. Con las guerras y los procesos de colonización esta
bebida logró llegar a todo el mundo.
Actualmente la producción masiva de café está basada en dos especies: arabica y robusta.
Se considera a la primera especie de mayor calidad pues es cosechada en lugares con
sombra, sus niveles de cafeína no exceden el 1.5%, las plantas pertenecientes a esta familia
son capaces de empezar a producir café a partir de los dos años de vida y los catadores de
está dicen que sus tazas producen notas fructuosas, limpias y acidas. En contraposición, la
variedad robusta es más resistente a plagas, enfermedades y condiciones climatológicas
adversas, tarda menos en producir las cerezas de café, y sus tazas son más fuertes, poco
aromáticas y amargas, sin olvidar que sus precios son menores a los de la variedad arabica.
Otro factor importante para determinar la calidad de este brebaje es la altitud donde fue
cosechado: de acuerdo a los expertos, el mejor es aquel producido a más de 950 metros
sobre el nivel del mar. Algunas otras consideraciones para calificar al café es si es de buen
lavado o prima lavado. Sin embargo, el problema para los pequeños y medianos
productores de café se encuentra en procesarlo hasta llevarlo a la taza, pues se requieren
enormes cantidades de agua, además de bastante tiempo y maquinaria industrial para
tostarlo y finalmente molerlo.