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Taller Nº1 Derecho Civil VI 2020
Taller Nº1 Derecho Civil VI 2020
La postura que hemos adoptado como grupo, es a favor de la inaplicabilidad del Artículo
102 del Código Civil, si bien entendemos que nuestra labor como juristas es aplicar la
legislación expresamente, pues en primer lugar debemos ceñirnos a su tenor literal, sin
embargo, hay situaciones en que existen vacíos legales, por lo tanto, debemos utilizar las
respectivas reglas de interpretación para llegar a una solución óptima. También ocurre que
la sociedad va evolucionando, y las normas no satisfacen ciertas problemáticas, lo que
generaría incertidumbre a la hora de aplicar el derecho.
-En primer lugar, es menester señalar que seguir concibiendo el matrimonio como un
contrato solemne entre un ‘’hombre y una mujer’’, atentaría con la igualdad ante la ley
reconocida en nuestra Constitución Política de la Republica, la igualdad y la dignidad de las
personas debe asegurar un libre acceso a las instituciones reguladas en la legislación, en
este caso del matrimonio. Un estado democrático, garantista de derechos fundamentales
debe recoger los intereses universales de la población, amparando la igualdad de
oportunidades, sin distinguir orientación sexual, raza, o género.
- En segundo lugar, el artículo 102° del CC. debería declararse inconstitucional, pues esta
norma estaría dando un trato diferenciado a las personas homosexuales que quieran
contraer nupcias, inhibiéndolos de gozar de ciertos deberes y obligaciones que nacen a
perse de la institución del matrimonio. Pues tal como lo indica el articulo 2° de la ley
19.947 : ‘’ La facultad de contraer matrimonio es un derecho esencial inherente a la persona
humana’’, pues resultaría contradictorio privar a una persona de este derecho inherente a
toda persona humana, en virtud de su orientación sexual. Realizar una distinción
conllevaría a actos arbitrarios y discriminatorios.
- Es claro que detrás del formalismo del matrimonio, se reconoce un mandato general de
protección de la familia, unidad básica de cada sociedad, la cual no debería reconocer
matices a la hora de definir quienes componen una familia. Junto con esto, nuestra
Constitución estable: ‘’ Familia es un grupo de personas unidas por vínculos de parentesco,
ya sea consanguíneo, por matrimonio o adopción que viven juntos un periodo indefinido de
tiempo’’. Por la jerarquía normativa, que nuestro ordenamiento jurídico reconoce a esta
fuente, es de suma importancia armonizar la aplicación de las normas, inhibiendo tratos
discriminatorios, y contrarios al principio de igualdad ante la ley, pues el Estado de
Derecho, debería caracterizarse por un trato inclusivo, orientado al bien común,
resguardando la protección de este grupo de personas. Entendiéndose que existen diferentes
tipos de familia, ya sea, nuclear, monoparental, adoptiva, sin hijos, de padres separados,
compuesta, extensa, homoparental, en razón de esto, es propicio que nuestra legislación
civil tome en consideración la amplitud de este tópico, brindando herramientas que
fortalezcan el matrimonio entre diferentes sexos y/o géneros.
-Hay ejemplos claros, donde se comprueba que la aplicabilidad del Derecho de Familia va
evolucionando, un ejemplo de esto es la distinción entre hijos legítimos e ilegítimos, en
razón de esto queda en evidencia la modificación realizada al Código Civil en materia de
filiación, donde nuevamente el debate inicial fue el concepto de ‘’igualdad’’ de derechos
para los hijos que nacieran ya sea fuera o dentro del matrimonio (Ley 19.585 modifica el
código civil y otros cuerpos legales en materia de filiación).
Otro ejemplo claro sobre discriminación arbitraria e infracción del derecho de igual ante la
ley es el caso de la Jueza Karen Atala, quien perdió el cuidado personal de sus hijos,