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Psicología
V Semestre
Especificar si:
Agudo: Dura unas horas o días.
Persistente: Dura semanas o meses
.
Especificar si:
Criterios:
A. Evidencias de un declive cognitivo significativo comparado con el nivel previo
de rendimiento en uno o más dominios cognitivos (atención compleja, función
ejecutiva, aprendizaje y memoria, lenguaje, habilidad perceptual motora o cognición
social) basada en:
1. Preocupación en el propio individuo, en un informante que le conoce o en el
clínico, porque ha habido un declive significativo en una función cognitiva y
2. Un deterioro sustancial del rendimiento cognitivo, preferentemente documentado
por un test neuropsicológico estandarizado o, en su defecto, por otra evaluación
clínica cuantitativa.
B. Los déficits cognitivos interfieren con la autonomía del individuo en las
actividades cotidianas (es decir, por lo menos necesita asistencia con las actividades
instrumentales complejas de la vida diaria, como pagar facturas o cumplir los
tratamientos).
C. Los déficits cognitivos no ocurren exclusivamente en el contexto de un síndrome
confusional.
D. Los déficits cognitivos no se explican mejor por otro trastorno mental (p. ej.,
trastorno depresivo mayor, esquizofrenia).
Prevalencia:
El deterioro cognitivo mayor (DCL) del anciano es una entidad emergente se
conceptúa como un estado entre la demencia parcial y la normalidad cognitiva. Su
nacimiento se justifica porque el rendimiento cognitivo global de la población
anciana (como grupo) tiene una distribución continua que decrece de forma casi
exponencial conforme se envejece, al menos hasta los 95 años. Gran parte de los
ancianos que sufren un deterioro cognitivo no padecen demencia sino una alteración
cognitiva más o menos leve, que es más prevalente en los "viejos viejos" (mayores
de 75-80 años).
Implicaciones clínicas:
A las personas con trastorno neurocognitivo mayor se les debe ofrecer un
tratamiento con antidepresivos del tipo inhibidores selectivos de la recaptación de
serotonina (SSRI) si los tratamientos no farmacológicos han fracasado. La
necesidad de adherencia, el tiempo hasta el inicio de la acción, el riesgo de síntomas
por suspensión del medicamento y los posibles efectos secundarios deben explicarse
al inicio del tratamiento.
Se desarrolla intervención cognitiva para desarrollar planes de atención individual.
Curso:
En la actualidad el deterioro cognitivo persiste como un concepto mal delimitado y
poco consensuado, que refleja una disminución del rendimiento de, al menos, una
de las capacidades mentales o intelectivas siguientes: memoria, orientación,
pensamiento abstracto, lenguaje, capacidad de juicio y razonamiento, capacidad
para el cálculo y la habilidad constructiva, capacidad de aprendizaje y habilidad
visu espacial.
5. Trastorno neurocognitivos leve.
Es un estadio intermedio entre el deterioro cognitivo esperado debido al
envejecimiento normal y el deterioro más grave de la demencia. Puede implicar
problemas con la memoria, el lenguaje, el pensamiento y el juicio que son más
significativos que los cambios normales relacionados con el envejecimiento.
Es posible que el deterioro cognitivo leve aumente el riesgo de padecer demencia en
el futuro, causada por la enfermedad de Alzheimer u otro trastorno neurológico.
Pero alguna persona con deterioro cognitivo leve nunca empeoran y algunas
mejoran con el tiempo. Este deterioro cognitivo leve puede ser un síntoma de la
enfermedad de Alzheimer como se había mencionado, pero también puede ser la
manifestación de diferentes condiciones médicas, como, por ejemplo, los efectos
secundarios de alguna medicación. En este caso, la retirada de la medicación
llevaría a una mejora del estado cognitivo.
También puede producirse en el contexto de una depresión. Es frecuente que
muchas personas con trastorno depresivo presenten deterioro cognitivo leve. La
depresión en sí misma puede causar problemas acusados de memoria y de
concentración. Si la depresión es la causa y se trata correctamente, el deterioro
cognitivo mejorará claramente.
Criterios:
Criterios:
A. Se cumplen los criterios de un trastorno neurocognitivo mayor o leve.
B. Presenta un inicio insidioso y una progresión gradual del trastorno en uno o más
dominios cognitivos (en el trastorno neurocognitivo mayor tienen que estar
afectados por lo menos dos dominios).
C. Se cumplen los criterios de la enfermedad de Alzheimer probable o posible,
como sigue:
Para el trastorno neurocognitivo mayor:
Se diagnostica la enfermedad de Alzheimer probable si aparece algo de lo siguiente;
en caso contrario, debe diagnosticarse la enfermedad de Alzheimer posible.
1. Evidencias de una mutación genética causante de la enfermedad de Alzheimer en
los antecedentes familiares o en pruebas genéticas.
2. Aparecen los tres siguientes:
a. Evidencias claras de un declive de la memoria y del aprendizaje, y por lo menos
de otro dominio cognitivo (basada en una anamnesis detallada o en pruebas
neuropsicológicas seriadas).
b. Declive progresivo, gradual y constante de la capacidad cognitiva sin mesetas
prolongadas.
c. Sin evidencias de una etiología mixta (es decir, ausencia de cualquier otra
enfermedad neurodegenerativa o cerebrovascular, otra enfermedad neurológica,
mental o sistémica, o cualquier otra afección con probabilidad de contribuir al
declive cognitivo).
Para un trastorno neurocognitivo leve: Se diagnostica la enfermedad de Alzheimer
probable si se detecta una evidencia de mutación genética causante de la
enfermedad de Alzheimer mediante una prueba genética o en los antecedentes
familiares Se diagnostica la enfermedad de Alzheimer posible si no se detecta
ninguna evidencia de mutación genética causante de la enfermedad de Alzheimer
mediante una prueba genética o en los antecedentes familiares
1. Evidencias claras de declive de la memoria y el aprendizaje.
2. Declive progresivo, gradual y constante de la capacidad cognitiva sin mesetas
prolongadas.
3. Sin evidencias de una etiología mixta (es decir, ausencia de cualquier otra
enfermedad neurodegenerativa o cerebrovascular, otra enfermedad neurológica o
sistémica, o cualquier otra afección con probabilidades de contribuir al declive
cognitivo).
D. La alteración no se explica mejor por una enfermedad cerebrovascular, otra
enfermedad neurodegenerativa, los efectos de una sustancia o algún otro trastorno
mental, neurológico o sistémico.
7. Trastorno neurocognitivo frontotemporal mayor o leve.
Se diagnostica un trastorno neurocognitivo frontotemporal posible si no hay
evidencias de una mutación genética y se ha hecho un diagnostico por la imagen
neurológica.
Nota de codificación: Para un trastorno neurocognitivo mayor probable debido a
una degeneración del lóbulo frontotemporal, con alteración del comportamiento,
codificar primero 331.19 (G31.09) enfermedad frontotemporal, seguido de 291.11
(F02.81). Para un trastorno neurocognitivo mayor probable debido a una
degeneración del lóbulo frontotemporal, sin alteración de comportamiento, codificar
primero 331.19 (G31.09) enfermedad frontotemporal, seguido de 294.10 (F02.80).
Criterios:
A. Se cumplen los criterios de un trastorno neurocognitivo mayor o leve.
B. El trastorno presenta un inicio insidioso y una progresión gradual.
C. Aparente (1) o (2):
1. Variante de comportamiento:
a. Tres o más de los siguientes síntomas comportamentales:
• Desinhibición del comportamiento.
• Apatía o inercia.
• Perdida de simpatía o empatía
• Comportamiento conservador, estereotipado o compulsivo y ritualista.
• Hiperoralidad y cambios dietéticos.
b. Declive o destacado de la cognición social o de las capacidades ejecutivas.
2. Variante de lenguaje:
a. Declive destacado de la habilidad para usar el lenguaje, ya sea en forma de
producción del habla, elección de las palabras, denominación de objetos, gramática
o comprensión de las palabras.
D. Ausencia relativa de afectación de las funciones perceptual motora, de
aprendizaje y memoria.
E. La alteración no se explica mejor por una enfermedad cerebrovascular, otra
enfermedad neurodegenerativa, los efectos de una sustancia o algún trastorno
mental, neurológico o sistémico.
Prevalencia:
El TNC frontotemporal, mayor o leve, es una causa común de TNC de inicio
temprano e los sujetos menores de 65 años. Las estimaciones de la prevalencia
poblacional están en el rango de 2-10 por 100.000. Aproximadamente, el 20-25% de
los casos de TNC frontotemporal aparecen en sujetos mayores de 65 años. El TNC
frontotemporal supone el 5% de todos los casos de demencia en las series de
autopsias no seleccionadas. Las estimaciones de la prevalencia de las variantes de
comportamiento y semántica son mayores entre los varones y las estimaciones de la
prevalencia de la variante con lenguaje no fluido son mayores entre las mujeres.
Desarrollo y curso:
Los individuos con TNC frontotemporal, mayor o leve, comúnmente debutan en la
sexta década de vida, aunque la edad de inicio varía entre la tercera y novena
décadas. La enfermedad es gradualmente progresiva, siendo la mediana
supervivencia de 6-11 años tras el inicio de los síntomas y de 3-4 años tras el
diagnóstico. La supervivencia es menor y el declive más rápido en el TNC
frontotemporal, mayor o leve, que en la enfermedad de Alzheimer típica.
8. Trastornos neurocognitivos mayores y leves con cuerpos de lewy.
La exploración neuropsicológica de pacientes con déficit cognitivos asociados a
parkinsonismo, puede convertirse en una tarea difícil dada la similitud de las
características clínicas; pero a diferencia de la enfermedad de Parkinson, en el
deterioro cognitivo propio de una demencia por cuerpos de Lewy existe una mayor
gravedad en las funciones ejecutivas, aparecen síntomas psiquiátricos y trastornos
del sueño REM.
Criterios diagnósticos:
A. Se cumplen los criterios de un trastorno neurocognitivo mayor o
B. El trastorno presenta un inicio insidioso y una progresión gradual.
C. El trastorno cumple una combinación de características diagnósticas
esenciales y características diagnósticas sugestivas de un trastorno neurocognitivo
probable o posible con cuerpos de Lewy.
Criterios:
A. Se cumplen los criterios de un trastorno neurocognitivo mayor o leve.
B. La sintomatología clínica es compatible con una etiología vascular como lo
sugiere cualquiera de los siguientes criterios:
1. El inicio de los déficits cognitivos presenta una relación temporal con uno o más
episodios de tipo cerebrovascular.
2. Las evidencias del declive son notables en la atención compleja (incluida la
velocidad de procesamiento) y en la función frontal ejecutiva.
C. Existen evidencias de la presencia de una enfermedad cerebrovascular en la
anamnesis, en la exploración física o en el diagnóstico por la imagen neurológica,
consideradas suficientes para explicar los déficits neurocognitivos.
D. Los síntomas no se explican mejor con otra enfermedad cerebral o trastorno
sistémico.
Se diagnostica un trastorno neurocognitivo vascular probable si aparece alguno de
los siguientes criterios, pero en caso contrario se diagnosticará un trastorno
neurocognitivo vascular posible:
1. Los criterios clínicos se respaldan con evidencias de diagnóstico por la imagen
neurológica en que aparece una lesión parenquimatosa significativa atribuida a una
enfermedad cerebrovascular (respaldo de imagen neurológica).
2. El síndrome neurocognitivo presenta una relación temporal con uno o más
episodios cerebrovasculares documentados.
3. Existen evidencias de enfermedad cerebrovascular, tanto clínicas como genéticas
(p. ej., arteriopatía cerebral autosómica dominante con infartos subcorticales y
leucoencefalopatía).
Se diagnostica un trastorno neurocognitivo vascular posible si se cumplen los
criterios clínicos, pero no existe diagnóstico por la imagen neurológica y no se ha
establecido una relación temporal entre el síndrome neurocognitivo y uno o más
episodios cerebrovasculares.
Prevalencia:
El TNC vascular mayor o leve es la segunda causa más frecuente de TNC después
de la enfermedad de Alzheimer. En estados unidos, las estimaciones de la
prevalencia de la demencia vascular entre la población oscilan entre el 0,2% en el
grupo de edad de 65-70 años y el 16% en los individuos de 80 años o más. En los 3
meses siguientes a un ictus, el 20-30% de los individuos es diagnosticado de
demencia. En las series neuropatológicas, la prevalencia de la demencia vascular
aumenta el del 13%a los 70 años al 44,6% a los 90 años o más, en comparación con
la enfermedad del Alzheimer (23,6-51%) y la demencia combinada vascular y por
enfermedad de Alzheimer (246,4%). Se ha descrito una mayor prevalencia entre los
afroamericanos que entre los caucásicos y en los países del este asiático (p. ej.,
Japón, China). La prevalencia es mayor en los varones que en las mujeres.
Curso:
El TNC vascular mayor o leve puede aparecer en cualquier edad, aunque la
prevalencia aumenta de manera exponencial después de los 65 años. En los
ancianos, los déficits neurocognitivos pueden explicarse en parte por las patologías
concurrentes. El curso puede variar desde un inicio agudo con mejoría parcial a un
declive escalonado o un declive progresivo con fluctuaciones y mesetas de
diferentes duraciones. El TNC vascular mayor o leve, puramente subcortical, puede
tener un curso lentamente progresivo que emula al TNC mayor o leve debido a la
enfermedad de Alzheimer.
Implicaciones Clínicas:
El TNC vascular mayor o leve aparecen déficits en la función ejecutiva y lenguaje,
el inicio insidioso y la progresión gradual de los síntomas comportamentales o la
difusión del lenguaje son característicos del TNC frontotemporal y no son típicos de
la etiología vascular, no se diagnostica un TNC vascular mayor o leve si están
presentes otras afecciones (p. ej., tumor cerebral, esclerosis múltiple, encefalitis,
trastornos tóxicos o metabólicos) de gravedad suficiente como para explicar el
deterioro cognitivo; este puede presentarse con síntomas parkinsonianos como la
lentitud psicomotora, puede aparecer como consecuencia de la enfermedad
subcortical de pequeños vasos.
10. Trastorno neurocognitivo mayor o leve debido a traumatismo cerebral.
Una lesión cerebral traumática es una lesión repentina que causa daño al cerebro.
Puede ocurrir por un golpe, impacto o sacudida en la cabeza. Esta es una lesión
cerrada de la cabeza. También ocurre cuando un objeto entra al cráneo y esto se
conoce como lesión penetrante. Este trastorno presenta los siguientes criterios si se
debe a un traumatismo cerebral:
- Se cumplen los criterios del trastorno neurocognitivo mayor o leve
- El traumatismo cerebral presenta ciertas evidencias es decir si la cabeza
presenta una lesión por un golpe, o algún otro tipo de movimiento rápido del
cerebro dentro del cráneo. Si el sujeto presenta una o más de las siguientes
afecciones:
• Perdida de conciencia
• Amnesia Postraumática
• Desorientación o confusión
• Signos neurológicos (Ej.: aparecen convulsiones, diagnostico por la imagen
neurológica donde se presenta la lesión, reducción de los campos visuales, anosmia,
hemiparesia o debilidad muscular)
- El trastorno neurocognitivo se presenta inmediatamente luego de que se
produce un traumatismo cerebral o inmediatamente después de recuperar la
conciencia y persiste pasado el periodo agudo postraumático.
Prevalencia:
Los traumáticos cerebrales se da sobre todo entre los adolescentes de sexo
masculino y adultos jóvenes entre las edades de 15 y 24 años, como también, entre
los ancianos de ambos sexos de 75 años o mayores de 75. Los niños de cinco años y
menores de cinco, también corren un alto riesgo de padecer de traumatismo
cerebral. Aproximadamente el 20% de los traumatismos cerebrales están
relacionados con la violencia, como asaltos con armas de fuego y abuso infantil, y
alrededor del 3% se deben a lesiones deportivas.
Curso:
La mitad de todos los traumatismos cerebrales son causados por accidentes de
tránsito, relacionados con automóviles, motocicletas, bicicletas y peatones; Estos
accidentes son la principal causa de traumatismo cerebral en personas menores de
75 años, también se ven involucrados por el consumo de alcohol. En personas de 75
años y mayores de 75, las caídas son la principal causa de traumatismo cerebral.
Implicaciones:
Puede causar problemas con la capacidad para despertar, el estado de conciencia, la
vigilancia y la receptividad. Por lo general, hay cinco estados anormales de
conciencia que pueden resultar de un traumatismo cerebral: Estupor(es un estado en
el cual el paciente no responde pero puede despertar brevemente por medio de un
estímulo fuerte, tal como un dolor punzante), Coma( Es el re Los pacientes en
estado vegetativo (están ajenos a su entorno, pero siguen teniendo un ciclo normal
de sueño-vigilia y períodos en que parecen estar conscientes) síndrome de
enclaustramiento (Es una condición en la cual un paciente está consciente y
despierto pero no puede moverse ni comunicarse con otras personas, debido a una
parálisis completa de su cuerpo) muerte cerebral( es cuando hay una carencia de una
función cerebral que puede ser debido un daño cerebral difuso a los hemisferios
cerebrales y el tallo encefálico, con pérdida de una actividad integrada entre las
distintas áreas del cerebro. La muerte cerebral es irreversible.
11. Trastorno neurocognitivo mayor o leve inducido por sustancias/
medicamentos.
Criterios:
• Se cumplen los criterios de un trastorno neurocognitivo mayor o leve.
• B. E deterioro neurocognitivo no sucede exclusivamente en el transcurso de
un síndrome confusional y persiste más allá́ de la duración habitual de la
intoxicación y la abstinencia agudas.
• C. La sustancia o medicamento involucrados, así́ como la duración y la
magnitud de su consumo, son capaces de producir el deterioro neurocognitivo.
• D. El curso temporal de los déficits neurocognitivos es compatible con el
calendario de consumo y abstinencia de la sustancia o medicación (es decir, los
déficits se mantienen estables o mejoran tras un periodo de abstinencia).
• E. El trastorno neurocognitivo no se puede atribuir a ninguna otra afección
médica y no puede explicarse mejor por otro trastorno mental.
Curso:
La causa exacta del consumo por sustancias/medicamentos se desconoce. Los genes
de una persona, la acción de las drogas, la presión de compañeros, el sufrimiento
emocional, la ansiedad, la depresión y el estrés ambiental pueden ser todos factores
intervinientes. Las personas que desarrollan un problema de consumo de sustancias
tienen como lo dije anteriormente depresión, trastorno por déficit de atención,
trastorno de estrés postraumático u otro problema de salud mental. Un estilo de vida
estresante y caótico y la baja autoestima son también comunes.
Implicaciones:
• El sujeto presenta dificultad para prestar atención o concentrarse en lo que está
haciendo o lo que sucede a su alrededor.
• Dificultad con el "funcionamiento ejecutivo"; habilidades como hacer planes para
el futuro, controlar los impulsos para hacer cosas que podrían no ser una buena idea,
especialmente a largo plazo, y tomar decisiones, sobre todo.
• Aprender nuevas habilidades: no solo el conocimiento que se adquiere en la
escuela, sino aprender cosas cotidianas que todos debemos hacer.
• Son notables la dificultad que se tiene para recordar información: no solo
información difícil y abstracta, sino también información cotidiana, como números
telefónicos, direcciones y hacia donde se debe dirigir a diario.
•Dificultades para hablar y comunicarse claramente con otras personas.
12. Trastorno neurocognitivo mayor o leve debido al VIH.
Criterios:
Curso:
La disfunción cognitiva en los pacientes con VIH puede presentarse desde las
primeras fases de la infección y en pacientes neurológicamente asintomáticos esta
complicación está asociada a la cantidad de virus en sangre al ingreso al sistema
nervioso desde los primeros días de la infección y a la duración de la enfermedad.
Prevalencias:
La infección por VIH es un problema de salud global que afecta aproximadamente a
33 millones de personas en el mundo. El número de personas con VIH en Estados
Unidos, Europa del Oeste y Oceanía representan solo el 4 % del total de infectados,
ya que la mayoría de personas con VIH vive en los países en desarrollo; es así que
66% se encuentra en África y Europa del Este, 20% en Asia y 6% en América
Latina y el Caribe.
Implicaciones:
• Problemas de concentración (dificultad para seguir una conversación, para
terminar oraciones.
• Incapacidad para completar tareas.
• Pérdida de memoria (problemas para recordar números de teléfono, horarios
de medicación, compromisos o conversaciones anteriores) y mayor lentitud de las
funciones mentales.
• Dificultad para comprender y responder a preguntas, pérdida del sentido del
humor).
• Cambios de la personalidad (mayor irritabilidad, apatía hacia los seres
queridos, falta de iniciativa, aislamiento).
• cambios de humor (depresión, nerviosismo, estallidos emocionales).
• Alteración del juicio (toma de decisiones de forma impulsiva.
13. Trastorno neurocognitivo mayor o leve debido a enfermedad por priones.
Las enfermedades por priones, son trastornos neurodegenerativos progresivos
rápidos e invariablemente fatales que afectan tanto a seres humanos como a
animales. Tienen formas de presentación esporádica, genética e infecciosa. Los
priones son proteínas celulares. No contienen ácidos nucleicos y no son virus o
microorganismos. En todos los casos, provocan muerte neuronal, espongiosis
común del cerebro, que caracteriza a estas enfermedades, así como agregación de la
proteína amiloide prion en forma de placa. La teoría más importante hasta el
momento, es la que trata de explicar el cambio de conformación de la proteína prión
para producir copias de sí misma y para su agregación y la muerte de las neuronas.
Sin embargo, nuevas formas de explicación toman auge actualmente. Una de las
más importantes se basa en entender el contenido y cambio de la glicosilación de la
proteína prión patológica
Criterios:
A: Se cumplen los criterios de un trastorno neurocognitivo mayor o leve.
B: Es habitual que el trastorno presenta un inicio insidioso y una progresión rápida.
C: Existen características motoras de una enfermedad por priones, como mioclonos
o ataxia o evidencias del biomarcador.
D: El trastorno neurocognitivo no puede atribuirse a ninguna otra afección medica
ni puede explicarse mejor por otro trastorno mental.
Desarrollo y Curso:
La ECJ puede encontrarse con una gran variedad fenotípica, dependiendo de su
origen puede tratarse de una variante esporádica (a la cual pertenecen
aproximadamente el 85% de los casos), de una forma familiar (poseen un tipo de
herencia autosómica dominante) o de forma adquirida (cerca del 5% de los casos).
Prevalencia:
la media para la edad de inicio son los 60 años, con un rango de edad entre los 45 y
los 75 años; en promedio la enfermedad dura de 6 a 7 meses y el 90% de los
pacientes fallecen durante el primer año de la enfermedad. Se han logrado
determinar algunos factores relacionados con un tiempo mayor de sobrevida en los
pacientes.
14. Trastorno neurocognitivo mayor o leve debido a enfermedad de Parkinson.
La enfermedad de Parkinson es una entidad lenta y progresiva que se caracteriza por
temblor de reposo, rigidez, bradicinesia e inestabilidad postural. Además de estas
dificultades motoras, los pacientes presentan alteraciones neuropsicológicas que en
algunos casos pueden ser compatibles con el desarrollo de una demencia.
Criterios:
A. Se cumplen los criterios de un trastorno neurocognitivo mayor o leve.
B. El trastorno aparece en el transcurso de la enfermedad de Parkinson establecida.
C. El trastorno presenta un inicio insidioso y una progresión rápida.
D. El trastorno neurocognitivo no puede atribuirse a ninguna otra afección médica
ni puede explicarse mejor por otro trastorno mental.
Se debe diagnosticar un trastorno neurocognitivo mayor o leve probablemente
debido la enfermedad de Parkinson si se cumplen los criterios 1 y 2. Se debe
diagnosticar un trastorno neurocognitivo mayor o leve posiblemente debido la
enfermedad de Parkinson si solo se cumple el criterio 1 o 2:
1. Sin evidencias de una etiología mixta (es decir, ausencia de cualquier otra
enfermedad neurodegenerativa o cerebrovascular, otra enfermedad neurológica,
mental o sistémica, o cualquier otra afección con probabilidades de contribuir al
declive cognitivo).
2. La enfermedad de Parkinson precede claramente al inicio del trastorno
neurocognitivo.
Prevalencia:
En estados unidos, la prevalencia de la enfermedad de párkinson aumenta
progresivamente con la edad desde aproximadamente un 0,5% entre los 65 y 69
años hasta un 3% a partir de los 85 años. La enfermedad de párkinson es más
común en hombres que en mujeres. Hasta el 75% de los individuos con enfermedad
de párkinson desarrollara un TNC mayor en algún momento del curso de su
enfermedad. Se ha estimado que la prevalencia del TNC leve en la enfermedad de
Parkinson es del 27%.
Curso:
La enfermedad de Parkinson se inicia típicamente entre la sexta y la novena décadas
de la vida, apareciendo la mayoría de los casos a principios de la década de los 60
años. El TNC leve a menudo se desarrolla de manera relativamente temprana en el
curso de la enfermedad de Parkinson, mientras que el deterioro mayor típicamente
no aparece hasta más tarde.
Implicaciones Clínicas:
La enfermedad de párkinson puede coexistir con la enfermedad de Alzheimer y la
enfermedad cerebrovascular, en especial en los ancianos. La combinación de
múltiples patologías puede reducir las capacidades funcionales de los individuos
con enfermedad de Parkinson. Los síntomas motores y la frecuente concurrencia de
depresión o apatía pueden empeorar la discapacidad funcional, algunos síntomas
que a menudo están presentes son la apatía, el ánimo deprimido, la ansiedad, las
alucinaciones, los delirios, los cambios en la personalidad, el trastorno del
comportamiento del sueño de movimientos oculares rápidos y la somnolencia
diurna excesiva.
15. Trastorno neurocognitivo mayor o leve debido a enfermedad de Huntington.
La enfermedad de Huntington es una enfermedad hereditaria que ocasiona el
desgaste (degeneración) progresivo de las neuronas del cerebro. La enfermedad de
Huntington tiene un amplio impacto en las capacidades funcionales de una persona
y, generalmente, ocasiona trastornos del movimiento, pensamiento (cognitivos) y
psiquiátricos.
Criterios:
A: Se cumplen los criterios de un trastorno neurocognitivo mayor o leve.
B: Se observa un inicio insidioso y una progresión gradual.
C: Existe enfermedad de Huntington clínicamente establecida o existe riesgo de la
misma en función de los antecedentes familiares o las pruebas genéticas.
D: El trastorno neurocognitivo no puede atribuirse a ninguna otra afección ni puede
explicarse mejor por otro trastorno mental.
Desarrollo y Curso:
Solamente en los Estados Unidos, alrededor de 30,000 personas padecen de la
enfermedad de Huntington (EH); los cálculos de su prevalencia son de alrededor de
1de cada 10,000 personas. Al menos 150,000 más tienen un 50% de riesgo de
contraer la enfermedad y miles más de sus familiares viven con la posibilidad de
que ellos también pueden contraer la EH.
Hasta hace poco, los científicos entendían muy poco sobre la EH y sólo podían
observar cómo la enfermedad continuaba transmitiéndose de generación en
generación. Las familias vieron a la enfermedad destruir la capacidad de sentir,
pensar y moverse de sus seres queridos. En los últimos años, los científicos que
trabajan apoyados por el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y
Accidentes Cerebrovasculares (NINDS) han hecho varios descubrimientos en el
área de investigación de la EH. Con estos avances, nuestro entendimiento de la
enfermedad continúa mejorando.
Prevalencia:
La mayoría de las personas que padecen la enfermedad de Huntington presentan
signos y síntomas a los 30 o 40 años. No obstante, la enfermedad puede aparecer
antes o más adelante en la vida.
Cuando la enfermedad se presenta antes de los 20 años, se la denomina
«enfermedad de Huntington juvenil». El comienzo más temprano suele provocar un
grupo de síntomas algo distintos y una progresión más rápida de la enfermedad.
16. Trastorno neurocognitivo mayor o leve debido a otra afección médica.
Criterios:
Características diagnosticas:
• Lo que más apoya que el TNC este inducido por la afección medica es la
relación temporal entre el inicio o la exacerbación de dicha afección médica y el
desarrollo del déficit cognitivo.
Concepto:
Características diagnósticas La característica esencial del trastorno de la
personalidad por dependencia es una necesidad general y excesiva de que se
ocupen de uno, que ocasiona un comportamiento de sumisión y adhesión y
temores de separación. Este patrón empieza al principio de la edad adulta y
se da en diversos contextos. Los comportamientos dependientes y sumisos
están destinados a provocar atenciones y surgen de una percepción de uno
mismo como incapaz de funcionar adecuadamente sin la ayuda de los
demás. Los sujetos con trastorno de la personalidad por dependencia tienen
grandes dificultades para tomar las decisiones cotidianas (por ejemplo, qué
color de camisa escoger para ir a trabajar o si llevar paraguas o no), si no
cuentan con un excesivo aconsejamiento y reafirmación por parte de los
demás. Estos individuos tienden a ser pasivos y a permitir que los demás
(frecuentemente una sola persona) tomen las iniciativas y asuman la
responsabilidad en las principales parcelas de su vida. Es típico que los
adultos con este trastorno dependan de un progenitor o del cónyuge para
decidir dónde deben vivir, qué tipo de trabajo han de tener y de quién tienen
que ser amigos. Los adolescentes con este trastorno permitirán que sus
padres decidan qué ropa ponerse, con quién tienen que ir, cómo tienen que
emplear su tiempo libre y a qué escuela o colegio han de ir. El trastorno de
la personalidad por dependencia puede darse en un sujeto con una
enfermedad médica o una incapacidad grave, pero en estos casos la
dificultad para asumir responsabilidades debe ir más lejos de lo que
normalmente se asocia a esa enfermedad o incapacidad. A los sujetos con
este trastorno les es difícil iniciar proyectos o hacer las cosas con
independencia (Criterio 4). Estas personas están convencidas de que son
incapaces de funcionar de forma independiente y se ven a sí mismos como
ineptos y necesitados de ayuda constante. Sin embargo, pueden funcionar
adecuadamente si se les da la seguridad de que alguien más les está
supervisando y les aprueba. Pueden hacer sacrificios extraordinarios o
tolerar malos tratos verbales, físicos o sexuales. (debe tenerse en cuenta que
este comportamiento sólo debe considerarse indicador de trastorno de la
personalidad por dependencia cuando quede claramente demostrado que el
sujeto dispone de otras posibilidades). Se ven a sí mismos tan dependientes
del consejo y la ayuda de otra persona importante, que les preocupa ser
abandonados por dicha persona, aunque no haya fundamento alguno que
justifique esos temores. Para ser considerados indicadores de este criterio,
los temores deben de ser excesivos y no realistas.