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Para la mujer más bella:

Hace ya más de un año y medio conocí a una persona, quien ahora es la mujer con la que
comparto la mayoría de mi tiempo, mis abrazos, mis caricias, quien escucha mis aburridas
historias, quien tolera mis enojos, y mis berrinches, mis días malos, mi mal carácter; es
probablemente la mujer perfecta.

Ella, la dueña de mis sonrisas, de mi felicidad, la niña perfecta, una persona increíble,
protagonista de mi vida, dueña de mis besos, actriz de mis sueños….

Ella, una mujer a la que adoro, una mujer preciosa, de hermosos ojos color café, y mirada
inocente. La quiero como nunca había querido a nadie, amo verla sonreír, tocar su cabello,
acariciar su piel, recorrer su cuerpo.

Como la mayoría de personas, se preocupa por esas pequeñas llantitas, o esos kilitos de más,
ya han pasado algunos meses desde que estamos juntos, y sigo sin entender el porque de
estas preocupaciones; yo la quiero tal cual es, es perfecta para mí, amo todo de ella, tal vez no
sepa que lo que más quiero de ella, es como ella es conmigo, como me trata, como me besa, o
me acaricia, los pequeños detalles que pasan desapercibidos, las fracciones de cariño que se
desbordan a cada momento.

¿Es normal?, los más normal del mundo, y es que me preocupo demasiado por ella, soy
enormemente feliz cuando ella lo es también, y se me cae el cielo cuando soy culpable de esas
pequeñas carcajadas, de una simple sonrisa, vivo para verla feliz, y hacerla feliz es lo que más
disfruto, soy feliz al saber que ella es parte de mi vida, una mujer a quien tal vez ni siquiera
merezco.

Reconozco que no todo es perfecto, a veces hay peleas, berrinches, enojos, malos entendidos,
discusiones, pero a pesar de todo ello la quiero cada día más. No quiero imaginar lo
complicada que seria mi vida sin ella, y es que ella sabe sacarme una sonrisa, alegrarme el día
con solo pasar unos minutos a mi lado, no creo ponderar al decir que se me reinicia la vida con
un abrazo suyo, ella; un amor de ensueño.

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