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Materialismo Histórico Metodo Dialectico
Materialismo Histórico Metodo Dialectico
Índice
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1Antecedentes
2La génesis del materialismo histórico
3La aplicación científica y política
4El devenir posterior del materialismo histórico en el marxismo
o 4.1Engels y el materialismo histórico
o 4.2De teoría revolucionaria del proletariado a ciencia positiva
5Otros enfoques materialistas de la historia
6Véase también
7Referencias
Antecedentes[editar]
La teoría materialista de Marx reconoce múltiples influencias intelectuales y sociales:2
Marx también detalla en el mismo texto, el desarrollo de esta nueva concepción de la historia
a partir de su cooperación intelectual con Engels. Cita como textos que utilizan esta
concepción a:
Sin embargo, ya en vida de Marx hubo epígonos que distorsionaron esta concepción
convirtiéndola en un merodeterminismo económico. Engels denuncia esta situación en su
carta a Joseph Bloch de 1890, en la cual, si bien reivindica que la causa última de los cambios
sociales se encuentra en las condiciones económicas, esto no significa que esta influencia sea
unilateral e inmediata ni que pueda explicarse cada cambio social a partir de la economía.
Engels admite que esta malinterpretación economicista del materialismo histórico se debe a
que, en su polémica con los socialistas utópicos y con otros sectores que negaban la
influencia de la economía, Marx y él se vieron obligados a resaltar el rol de las condiciones
económicas sin darle la importancia que se merecía a las condiciones extra-económicas.14
De teoría revolucionaria del proletariado a ciencia positiva [editar]
Karl Korsch ha argüido en sus obras Marxismo y filosofía (1923) y Karl Marx (1938) que el
materialismo histórico marxiano tal como fue heredado por la socialdemocracia alemana dejó
de ser una teoría crítica con finalidades prácticas para pasar a ser una doctrina de análisis
positivo de la realidad y, por lo tanto, el fundamento de una ciencia positiva. Según Korsch,
esta desviación dogmática tiene su raíz en el marxismo original, debido a su dependencia de
la filosofía heredada de la burguesía y la influencia en Marx y Engels de la tradición
revolucionaria jacobina de la revolución francesa.
Debido a esta disociación entre la teoría histórico-materialista y su aplicación para la lucha de
clases proletaria, se cimentó la creencia de que la dialéctica materialista marxiana podía ser
utilizada como elemento para la investigación científica positiva incluso fuera de las ciencias
sociales. Un ejemplo de esto es la obra de Engels Dialéctica de la naturaleza.
Véase también[editar]
Marxismo
Karl Marx
Filosofía marxista soviética
Materialismo dialéctico
Materialismo cultural
Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ "Que antes y durante los cuarenta años de mi colaboración con Marx
tuve una cierta parte independiente en la fundamentación y, sobre todo, en la elaboración de la
teoría, es cosa que ni yo mismo puedo negar. Pero la parte más considerable de las principales
ideas directrices, particularmente en el terreno económico e histórico, y en especial su
formulación nítida y definitiva, corresponden a Marx." Friedrich Engels, Feuerbach y el fin de la
filosofía clásica alemana (1880)
2. Volver arriba↑ "...el material intelectual acumulado por Hegel es solo una de las
corrientes que Marx y Engels han hecho desembocar en el ancho río de su nueva teoría
materialista de la sociedad. Tomaron de los historiadores burgueses del período de la
restauración el concepto de clase social y el de lucha de clases, de Ricardo la fundamentación
económica de las contraposiciones de clase, de Proudhon la proclamación del proletariado
moderno como única clase realmente revolucionaria, de los acusadores feudales y cristianos
opuestos al nuevo orden económico nacido de la revolución del siglo XVIII el
desenmascaramiento sin contemplaciones de los ideales liberal-burgueses, la invectiva llena
de odio que da en el blanco; del socialismo pequeño-burgués de Sismondi la aguda
descomposición de las contradicciones irresolubles del moderno modo de producción; de los
iniciales compañeros de viaje de la izquierda hegeliana, particularmente de Feuerbach, el
humanismo y la filosofía de la acción; de los partidos políticos obreros contemporáneos -los
reformistas franceses y los cartistas ingleses- la importancia de la lucha política para la clase
obrera; de la Convención francesa, de Blanqui y de los blanquistas la doctrina de la dictadura
revolucionaria; de Saint Simon, Fourier y Owen todo el contenido de sus metas socialistas y
comunistas: la subversión total de los fundamentos de la existente sociedad capitalista, la
eliminación de las clases y de las contraposiciones de clase y la trasformación del Estado en
una mera administración de la producción." - Karl Korsch, Karl Marx (1938)
3. Volver arriba↑ "Mi método dialéctico no sólo es fundamentalmente distinto al método de
Hegel, sino que es, en todo y por todo, la antítesis de él. Para Hegel, el proceso de
pensamiento, al que el conviene incluso, bajo el nombre de Idea, en sujeto con vida propia, es
el demiurgo de lo real; y lo real constituye únicamente la forma externa en que la idea toma
cuerpo. En cambio, para mí lo ideal no es más que lo material transferido y traducido en el
cerebro de los hombres (...) El hecho de que la dialéctica sufra en manos de Hegel una
mistificación no obsta para que haya sido él quien primero supiera exponer de un modo amplio
y consciente sus formas generales de movimiento. Lo que ocurre es que en la dialéctica
aparece en él invertida, puesa de cabeza. No hay más que darle la vuelta, mejor dicho, ponerla
de pie y en seguida se descubre bajo la corteza mística la semilla racional. La dialéctica
mistificada llegó a ponerse de moda en Alemania porque parecía transfigurar lo existente. Pero
en su forma racional provoca la cólera de la burguesía (...) ya que en la comprensión y
explicación positiva de lo existente incluye la inteligencia de su negación y muerte forzosa: al
ser esencialmente crítica y revolucionaria, capta las formas actuales en pleno movimiento sin
omitir su caracter perecedero." - Karl Marx, Prólogo a la segunda edición de El Capital
4. Volver arriba↑ "Por lo que a mí se refiere, no me cabe el mérito de haber descubierto la
existencia de las clases en la sociedad moderna ni la lucha entre ellas. Mucho antes que yo,
algunos historiadores burgueses habían expuesto ya el desarrollo histórico de esta lucha de
clases y algunos economistas burgueses la anatomía económica de éstas." - Karl Marx, Carta
a Joseph Weydemeyer (5 de marzo de 1853). http://www.marxists.org/espanol/m-e/cartas/m5-
iii-52.htm
5. Volver arriba↑ "Sólo habiendo vivido la acción liberadora de este libro [La esencial del
cristianismo de Feuerbarch], podría uno formarse una idea de ello. El entusiasmo fue general:
al punto todos nos convertimos en feuerbachianos. Con qué entusiasmo saludó Marx la nueva
idea y hasta qué punto se dejó influir por ella —pese a todas sus reservas críticas—, puede
verse leyendo La Sagrada Familia." F. Engels, Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica
alemana (1886). http://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/feuer/index.htm
6. Volver arriba↑ marxists.org
7. Volver arriba↑ "Las premisas de que partimos no son arbitrarias, no son dogmas, sino
premisas reales, de las que sólo es posible abstraerse en la imaginación. Son los individuos
reales, su acción y sus condiciones materiales de vida, tanto aquellas con que se han
encontrado ya hechas, como las engendradas por su propia acción. Estas premisas pueden
comprobarse, consiguientemente, por la vía puramente empírica." Karl Marx y Friedrich
Engels, La ideología alemana (1846).http://www.marxists.org/espanol/m-
e/1840s/feuerbach/1.htm
8. Volver arriba↑ Karl Marx, Crítica al Programa de Gotha (1875)
9. Volver arriba↑ Friedrich Engels, Anti-Dühring (1878)
10. Volver arriba↑ Friedrich Engels, Del socialismo utópico al socialismo científico (1880)
11. Volver arriba↑ Karl Korsch, Marxismo y filosofía (1923)
12. Volver arriba↑ Karl Korsch, Karl Marx (1938)
13. Volver arriba↑ marxists.org
14. Volver arriba↑ marxists.org
15. Volver arriba↑ Ignacio Lewkowicz. La historia sin objeto.
La filosofía de Marx
(1818-1883)
Biografía Obras Filosofía Textos Ejercicios Curiosidades
y 4. El materialismo histórico
Frente a las concepciones de la historia que hacen depender de las
ideas la realidad práctica, material, del ser humano, (o de los ideales
políticos, filosóficos o religiosos, de los "grandes protagonistas de la
historia"), el materialismo histórico se propone explicar la historia
desde la producción práctica de la existencia, invirtiendo la relación,
tradicional en la época de Marx, entre la existencia real y la idea que
los seres humanos se hacen de su existencia, (o los ideales que
conciben en torno a su realización). La historia no es, para Marx, ni
una colección de hechos, como parecían concebirla los empiristas, ni
una sucesión de categorías, como la concebían los idealistas; tampoco
el resultado de la acción aislada de los considerados "personajes
históricos". La historia es el resultado del modo en que los seres
humanos organizan la producción social de su existencia. "Toda la
concepción histórica, hasta ahora, ha hecho caso omiso de esta base
real de la historia, o la ha considerado simplemente como algo
accesorio, que nada tiene que ver con el desarrollo histórico. Esto hace
que la historia deba escribirse siempre con arreglo a una pauta situada
fuera de ella; la producción real de la vida se revela como algo
protohistórico, mientras que la historicidad se manifiesta como algo
separado de la vida usual, como algo extra y supraterrenal."( La
Ideología alemana, I, A, 2)
1. El modo de producción
A cada formación social le corresponderá un determinado modo de
producir socialmente los bienes necesarios para la existencia, un
determinado modo de producción, es decir, una determinada estructura
productiva, compuesta por el conjunto de los elementos relacionados
con la producción material de la existencia, que constituyen la base
sobre la que se asientan, y de la que derivan, el conjunto de elementos
jurídico-políticos e ideológicos, que forman la superestructura de dicha
formación social. El concepto de modo de producción se refiere, pues,
siguiendo a Marta Harnecker, (en "Los conceptos elementales del
materialismo histórico"), "a la totalidad social global, es decir, tanto a
la estructura económica como a los otros niveles de la totalidad social:
jurídico-político e ideológico".
El modo de producción es el resultado de la síntesis de tres elementos
estructurales: la estructura económica, la superestructura jurídico-
política y la superestructura ideológica. En el modo de producción
podemos distinguir, pues, una estructura con dos elementos
constitutivos: las fuerzas productivas y las relaciones de producción,
entre los que se da un mutuo condicionamiento; y una superestructura
en la que se pueden distinguir dos niveles: la superestructura jurídico-
política, constituida por los instrumentos de control sociales y políticos
correspondientes a las relaciones sociales de producción; y la
superestructura ideológica, por la que se justifica el orden establecido
mediante una falsa conciencia que enmascara la verdadera realidad.
Ambas superestructuras están condicionadas por la estructura
económica de la sociedad. /p>
1.a. Estructura económica
Fuerzas productivas y relaciones de producción.
Por fuerzas productivas entiende Marx, en primer lugar, la materia
objeto de transformación, (materia bruta si no ha sido previamente
manipulada, y materia prima si es artificial o ha sido previamente
manipulada) a partir de la que se espera obtener un producto
determinado. En segundo lugar, la actividad del trabajador, su
capacidad de trabajo, que es denominada fuerza de trabajo, y que
alcanza un determinado grado de desarrollo en una formación social
determinada (como simple fuerza física, o como habilidad técnica o
intelectual). En tercer lugar, los medios para realizar el trabajo (útiles,
herramientas, máquinas, etc.) necesarios para obtener los productos
deseados.
Los seres humanos, en cuanto agentes del proceso de producción,
entran en determinadas relaciones para poder llevar a cabo la
producción de los bienes deseados, denominadas relaciones de
producción. Estas relaciones pueden tener un carácter técnico o social.
Las relaciones técnicas de producción derivan de la relación
existente entre el agente productivo y el control que posee sobre los
medios de trabajo y sobre el proceso de trabajo en general.
Las relaciones sociales de producción derivan de la clasificación que
podemos establecer entre los agentes que participan en el proceso de
producción en cuanto a la propiedad o no de los medios de producción,
es decir, si son propietarios o no son propietarios de los medios de
producción. En este sentido, se pueden establecer relaciones sociales
de colaboración (si todos son propietarios de los medios de
producción, en cuyo caso ningún sector de la sociedad vive de la
explotación de otro), o relaciones de explotación, de exclusión, de
dominación (si unos son propietarios de los medios de producción y
otros no). En este último caso la relación de dominación es una
relación explotador-explotado, en la medida en que los propietarios de
los medios de producción viven del trabajo de los no propietarios. Para
Marx, esta relación de explotación es la típica de las sociedades
clasistas: la sociedad esclavista, la feudal y la capitalista.
Las relaciones de producción favorecen inicialmente el desarrollo de
las fuerzas productivas; pero a medida que las fuerzas productivas se
van desarrollando, terminan por entrar en contradicción con las
relaciones de producción existentes, convirtiéndose éstas en una traba
para el desarrollo de aquellas, lo que provoca una revolución social,
que concluye en la sustitución de las viejas relaciones de producción
por otras nuevas, adecuadas al grado de desarrollo de las fuerzas
productivas. Tales contradicciones, y la resolución de las mismas,
determinadas por procesos estrictamente materiales, constituyen el
elemento configurador de la sociedad y el motor de la historia.
1.b. Superestructura jurídico-política
La superestructura jurídico-política está formada por el conjunto de
normas, leyes, instituciones y formas de poder político que,
condicionadas por la estructura productiva, ordenan y controlan el
funcionamiento de la actividad productiva de los ciudadanos. Las
formas del Estado no son, pues, la realización del Espíritu Absoluto,
sino los instrumentos a través de los cuales las clases dominantes
ejercen su poder sobre las clases sometidas. Lejos de convertirse en los
garantes de la realización humana y la libertad de los individuos, como
pensaba Hegel, se convierten en agentes de represión y sometimiento,
de alineación y esclavitud, en función de las exigencias de las
relaciones de producción, de las que derivan y a las que sirven.
1.c. Superestructura ideológica
El primer uso del término "ideología" se atribuye al conde Destutt de
Tracy, a finales del siglo XVIII, con el significado de "estudio de las
ideas", aunque pronto adquirió una connotación peyorativa. En Marx,
el término es usado con el significado de "falsa conciencia", y lo aplica
a los sistemas filosóficos, jurídicos, políticos y religiosos, en la medida
en que considera que no se basan en la realidad, sino en ilusiones sobre
la realidad. Las ideologías no sólo desvirtúan la realidad, sino que se
presentan también como sistemas de justificación de la misma realidad
que desvirtúan. La superestructura ideológica la constituyen, pues, el
conjunto de las ideas, creencias, costumbres, etc., plasmadas en las
formas ideológicas de la cultura, la religión, la filosofía, etc., con las
que se justifica la "naturalidad" y "legitimidad" del modo de
producción del que derivan y cuya realidad social enmascaran.
La superestructura jurídico-política e ideológica está condicionada por
la estructura económica. Ello se ha entendido, a veces, como un
determinismo puro en una sola dirección, que no deja ninguna opción
a la posible acción de la superestructura sobre la estructura. Si esto
fuera así, no se comprendería el papel de la lucha social y del combate
político e ideológico entablado por Marx y Engels contra el modo de
producción capitalista, ni sus reiteradas llamadas a una revolución
social: tal revolución sería inevitable, según la dialéctica de la historia,
hubiera o no movimiento obrero, por lo que la lucha social sería
innecesaria e inútil. Engels declaró al respecto que habían tenido que
subrayar el papel determinante de la estructura económica para
enfrentarse a sus adversarios, por lo que otros aspectos de la
interacción humana fueron dejados de lado. Pero tampoco fue mucho
más explícito respecto a las características de la acción de la
superestructura sobre la estructura económica.
No obstante, sus referencias a la lucha de clases parecen sugerir que es
éste el terreno en el que dicha interacción puede tener lugar. Las clases
sociales derivan de la división social del trabajo impuesta por la
estructura económica, y en función de tal división participan
distintamente del conjunto de derechos, creencias y formas de
organización política de la sociedad, objetivándose en ellas, pues, tanto
la estructura económica como las superestructuras jurídico-política e
ideológica. En la lucha de clases encontraríamos, así, el terreno
propicio para tal interacción. En el capitalismo, pese a que Marx
reconoce la existencia de otras clases sociales, la lucha de clases se da
entre la burguesía y el proletariado. Ahora bien, el proletariado está
sometido a los elementos ideológicos, no teniendo, pues, conciencia de
su situación real. El desarrollo de una conciencia de clase le librará del
dominio de la ideología y le llevará a reivindicar el fin de la alineación
y de la explotación en el trabajo.
Comunismo
Comunitarias ------ ------
primitivo