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Materialismo histórico

La concepción materialista de la historia (también conocida como materialismo histórico)


es un término acuñado por el marxista ruso Georgi Plejánov, que alude al marco conceptual
identificado por Karl Marx y usado originalmente por él yFriedrich Engels para comprender la
historia humana.1
Aunque el materialismo histórico se halla estrechamente ligado al comunismo marxista;
historiadores, sociólogos e intelectuales no ligados al comunismo marxista han tomado
elementos de aquel para elaborar sistemas y enfoques materialistas para el estudio de la
historia.
...en la producción social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e
independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de
desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la
estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y
política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la
vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia
del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su
conciencia.
Karl Marx, Prólogo a la  Contribución a la crítica de la economía política (1859)

Índice
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 1Antecedentes
 2La génesis del materialismo histórico
 3La aplicación científica y política
 4El devenir posterior del materialismo histórico en el marxismo
o 4.1Engels y el materialismo histórico
o 4.2De teoría revolucionaria del proletariado a ciencia positiva
 5Otros enfoques materialistas de la historia
 6Véase también
 7Referencias

Antecedentes[editar]
La teoría materialista de Marx reconoce múltiples influencias intelectuales y sociales:2

 Del filósofo alemán Hegel, su método dialéctico.3


 De los filósofos materialistas de la Ilustración, la idea de la influencia de las
circunstancias y de la educación sobre las personas.
 De los historiadores franceses del periodo de la Restauración, los conceptos de clase
social y lucha de clases.4
 Del economista inglés David Ricardo la fundamentación económica de las
contraposiciones de clase y la teoría del valor-trabajo.
 Del socialista francés Proudhon el énfasis en el proletariado como la clase
revolucionaria de la época.
 Del socialismo reaccionario, la crítica amarga de los ideales del liberalismo.
 Del socialismo de Sismondi, la crítica de las consecuencias antisociales del régimen
burgués.
 De la izquierda hegeliana y del filósofo Feuerbach, la crítica de la filosofía especulativa
y la idea de la religión como resultado de la autoenajenación de la esencia humana.5
 De la revolución francesa y de Blanqui, la doctrina de la dictadura revolucionaria.
 De los cartistas ingleses, la importancia de la lucha política para la clase obrera.
 Del socialismo utópico, sus objetivos últimos: abolición de las clases sociales.

La génesis del materialismo histórico[editar]


El propio Marx detalló, en su Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía
Política (1859),6 el itinerario de sus estudios que le llevaron a formular su concepción de la
historia y a desarrollarla con su amigo y colaborador Engels.
El primer trabajo emprendido para resolver las dudas que me azotaban, fue una revisión crítica de la
filosofía hegeliana del derecho, trabajo cuya introducción apareció en 1844 en los “Anales
francoalemanes”, que se publicaban en París. Mi investigación me llevó a la conclusión de que, tanto las
relaciones jurídicas como las formas de Estado no pueden comprenderse por sí mismas ni por la
llamada evolución general del espíritu humano, sino que, por el contrario, radican en las condiciones
materiales de vida cuyo conjunto resume Hegel siguiendo el precedente de los ingleses y franceses del
siglo XVIII, bajo el nombre de “sociedad civil”, y que la anatomía de la sociedad civil hay que buscarla en
la economía política.
En Bruselas a donde me trasladé a consecuencia de una orden de destierro dictada por el señor Guizot
proseguí mis estudios de economía política comenzados en París.

Marx también detalla en el mismo texto, el desarrollo de esta nueva concepción de la historia
a partir de su cooperación intelectual con Engels. Cita como textos que utilizan esta
concepción a:

 El bosquejo de Engels sobre la crítica de las categorías de la economía política


(publicado en los Anales franco-alemanes).
 El libro de Engels La situación de la clase obrera en Inglaterra (1845).
 La ideología alemana, primer texto de Marx y Engels, inédito (1846).
 El Manifiesto del Partido Comunista, de 1847, junto con Engels.
 Discursos sobre el librecambio.
 La miseria de la filosofía, obra polémica publicada en 1847 y dirigida contra el libro
de Proudhon Filosofía de la Miseria.
Entre las categorías teóricas centrales del materialismo histórico se encuentran: fuerzas
productivas, relaciones de producción, modo de producción, explotación, alienación, lucha de
clases, plusvalor, y fetichismo de la mercancía.

La aplicación científica y política[editar]


El materialismo histórico investiga la sociedad humana, tratando de hacerlo sin presupuestos
ideológicos, partiendo de los individuos empíricos y las relaciones que establecen entre
ellos.7 A diferencia de los enfoques que muestran al capitalismocomo un sistema estático o
como el producto de una evolución "natural" del ser humano, la investigación histórico-
materialista revela su carácter histórico y por lo tanto transitorio en el desarrollo de la
humanidad.
Marx y Engels aplicaron esta nueva concepción de la historia al análisis de los hechos
políticos y sociales del pasado y de su época y a la creación de una nueva corriente del
socialismo, que a la toma de partido por el comunismo y la lucha de clases proletaria sumaba
el estudio científico de la sociedad burguesa y de la transición de ésta a la sociedad
comunista.8Al explicar las revoluciones políticas y sociales por la contradicción entre
las fuerzas productivas y las relaciones de producción y por la lucha de clases, Marx y Engels
combatieron tanto la visión burguesa de la historia basada en la historia de las ideas y de los
"grandes hombres" como las corrientes socialistas que deducían la lucha por el socialismo de
los ideales abstractos de Justicia, Libertad e Igualdad.9 El desarrollo revolucionario de las
fuerzas productivas bajo el comunismo hacía posible que todas las necesidades humanas
fueran satisfechas, y que el desarrollo de la producción prescindiera de la división de la
sociedad entre clases explotadoras (poseedoras de los medios de producción sociales) y
clases explotadas (obligadas a mantener a las clases explotadoras mediante el plustrabajo).
Con este planteo, el comunismo podía concebirse como necesidad histórica en vez de como
aspiración utópica, ya que las mismas contradicciones internas del capitalismo generaban la
necesidad de revolucionar las relaciones de producción burguesas y creaban al sujeto
histórico capacitado para tal misión: el proletariado.10
De esta manera, el materialismo histórico, tal como lo formuló Marx, se encuentra
indisolublemente vinculado a la lucha de la clase proletaria por el comunismo.11 Esto no
significa que sus conclusiones (sobre todo en el campo económico) no sean científicas, sino
que no están dirigidas a constituir una ciencia positiva "neutral", sino un conocimiento
científico útil para la emancipación proletaria.12

El devenir posterior del materialismo histórico en el


marxismo[editar]
Engels y el materialismo histórico[editar]
Tras la muerte de Marx, Engels prosiguió con su actividad política y con su actividad
intelectual en la aplicación y la divulgación de la concepción de la historia desarrollada por
Marx y él. En su obra Del socialismo utópico al socialismo científico de 1880,13 dice:
La concepción materialista de la historia parte de la tesis de que la producción, y tras ella el cambio de
sus productos, es la base de todo orden social; de que en todas las sociedades que desfilan por la
historia, la distribución de los productos, y junto a ella la división social de los hombres en clases o
estamentos, es determinada por lo que la sociedad produce y cómo lo produce y por el modo de
cambiar sus productos. Según eso, las últimas causas de todos los cambios sociales y de todas las
revoluciones políticas no deben buscarse en las cabezas de los hombres ni en la idea que ellos se forjen
de la verdad eterna ni de la eterna justicia, sino en las transformaciones operadas en el modo de
producción y de cambio; han de buscarse no en la filosofía sino en la economía de la época de que se
trata. Cuando nace en los hombres la conciencia de que las instituciones sociales vigentes son
irracionales e injustas, de que la razón se ha tornado en sinrazón y la bendición en plaga, esto no es
más que un indicio de que en los métodos de producción y en las formas de cambio se han producido
calladamente transformaciones con las que ya no concuerda el orden social, cortado por el patrón de
condiciones económicas anteriores. Con ello queda que en las nuevas relaciones de producción han de
contenerse ya -más o menos desarrollados- los medios necesarios para poner término a los males
descubiertos. Y esos medios no han de sacarse de la cabeza de nadie, sino que es la cabeza la que
tiene que descubrirlos en los hechos materiales de la producción, tal y como los ofrece la realidad.

Sin embargo, ya en vida de Marx hubo epígonos que distorsionaron esta concepción
convirtiéndola en un merodeterminismo económico. Engels denuncia esta situación en su
carta a Joseph Bloch de 1890, en la cual, si bien reivindica que la causa última de los cambios
sociales se encuentra en las condiciones económicas, esto no significa que esta influencia sea
unilateral e inmediata ni que pueda explicarse cada cambio social a partir de la economía.
Engels admite que esta malinterpretación economicista del materialismo histórico se debe a
que, en su polémica con los socialistas utópicos y con otros sectores que negaban la
influencia de la economía, Marx y él se vieron obligados a resaltar el rol de las condiciones
económicas sin darle la importancia que se merecía a las condiciones extra-económicas.14
De teoría revolucionaria del proletariado a ciencia positiva [editar]
Karl Korsch ha argüido en sus obras Marxismo y filosofía (1923) y Karl Marx (1938) que el
materialismo histórico marxiano tal como fue heredado por la socialdemocracia alemana dejó
de ser una teoría crítica con finalidades prácticas para pasar a ser una doctrina de análisis
positivo de la realidad y, por lo tanto, el fundamento de una ciencia positiva. Según Korsch,
esta desviación dogmática tiene su raíz en el marxismo original, debido a su dependencia de
la filosofía heredada de la burguesía y la influencia en Marx y Engels de la tradición
revolucionaria jacobina de la revolución francesa.
Debido a esta disociación entre la teoría histórico-materialista y su aplicación para la lucha de
clases proletaria, se cimentó la creencia de que la dialéctica materialista marxiana podía ser
utilizada como elemento para la investigación científica positiva incluso fuera de las ciencias
sociales. Un ejemplo de esto es la obra de Engels Dialéctica de la naturaleza.

Otros enfoques materialistas de la historia[editar]


Fuera del campo del materialismo histórico de Marx, existen otros métodos de investigación
histórica para los cuales los rasgos definitorios de las sociedades humanas y la evolución
histórica de las mismas ha estado determinada o fuertemente condicionada ante todo por
factores materiales (tecnología disponible, sistema de producción, características geográficas
y climáticas). Debido al intento de establecer las ideas del materialismo histórico de modo
independiente a la versión marxista del mismo, se han acuñado términos nuevos
como: materialismo cultural, funcionalismo ecológico, determinismo geográfico,determinismo
económico, y otros, que pueden ser considerados como concepciones materialistas de la
Historia. Diversos autores académicos como Jared Diamond o Marvin Harris han tratado en
detalle la evolución histórica de extensas áreas geográficas, y tratado de explicar rasgos
definitorios de la sociedad a partir de factores materiales, señalando que este tipo de factores
son los preponderantes cuando se trata de entender la evolución de las sociedades y las
civilizaciones.
Maurice Godelier, entre otros tantos, se proponía mostrar cómo el marxismo constituía el
modo adecuado de abordar la historia de forma científica. Y con ese objetivo, intentaba
satisfacer todas las exigencias epistemológicas, todos los requisitos formales para la
comprobación del estatuto científico del campo de la historia.
«El materialismo histórico no es un modelo más de la historia, no es una filosofía de la
historia; constituye ante todo una teoría de la sociedad, cuya hipótesis sobre la articulación de
sus niveles internos y sobre la causalidad específica y jerarquizada de cada uno de sus
niveles. Haciendo posible el descubrimiento de la forma y de los mecanismos de esa
causalidad y de la articulación, demostrará el marxismo su capacidad de ser el instrumento de
una verdadera ciencia de la historia».15

Véase también[editar]
 Marxismo
 Karl Marx
 Filosofía marxista soviética
 Materialismo dialéctico
 Materialismo cultural

Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ "Que antes y durante los cuarenta años de mi colaboración con Marx
tuve una cierta parte independiente en la fundamentación y, sobre todo, en la elaboración de la
teoría, es cosa que ni yo mismo puedo negar. Pero la parte más considerable de las principales
ideas directrices, particularmente en el terreno económico e histórico, y en especial su
formulación nítida y definitiva, corresponden a Marx." Friedrich Engels, Feuerbach y el fin de la
filosofía clásica alemana (1880)
2. Volver arriba↑ "...el material intelectual acumulado por Hegel es solo una de las
corrientes que Marx y Engels han hecho desembocar en el ancho río de su nueva teoría
materialista de la sociedad. Tomaron de los historiadores burgueses del período de la
restauración el concepto de clase social y el de lucha de clases, de Ricardo la fundamentación
económica de las contraposiciones de clase, de Proudhon la proclamación del proletariado
moderno como única clase realmente revolucionaria, de los acusadores feudales y cristianos
opuestos al nuevo orden económico nacido de la revolución del siglo XVIII el
desenmascaramiento sin contemplaciones de los ideales liberal-burgueses, la invectiva llena
de odio que da en el blanco; del socialismo pequeño-burgués de Sismondi la aguda
descomposición de las contradicciones irresolubles del moderno modo de producción; de los
iniciales compañeros de viaje de la izquierda hegeliana, particularmente de Feuerbach, el
humanismo y la filosofía de la acción; de los partidos políticos obreros contemporáneos -los
reformistas franceses y los cartistas ingleses- la importancia de la lucha política para la clase
obrera; de la Convención francesa, de Blanqui y de los blanquistas la doctrina de la dictadura
revolucionaria; de Saint Simon, Fourier y Owen todo el contenido de sus metas socialistas y
comunistas: la subversión total de los fundamentos de la existente sociedad capitalista, la
eliminación de las clases y de las contraposiciones de clase y la trasformación del Estado en
una mera administración de la producción." - Karl Korsch, Karl Marx (1938)
3. Volver arriba↑ "Mi método dialéctico no sólo es fundamentalmente distinto al método de
Hegel, sino que es, en todo y por todo, la antítesis de él. Para Hegel, el proceso de
pensamiento, al que el conviene incluso, bajo el nombre de Idea, en sujeto con vida propia, es
el demiurgo de lo real; y lo real constituye únicamente la forma externa en que la idea toma
cuerpo. En cambio, para mí lo ideal no es más que lo material transferido y traducido en el
cerebro de los hombres (...) El hecho de que la dialéctica sufra en manos de Hegel una
mistificación no obsta para que haya sido él quien primero supiera exponer de un modo amplio
y consciente sus formas generales de movimiento. Lo que ocurre es que en la dialéctica
aparece en él invertida, puesa de cabeza. No hay más que darle la vuelta, mejor dicho, ponerla
de pie y en seguida se descubre bajo la corteza mística la semilla racional. La dialéctica
mistificada llegó a ponerse de moda en Alemania porque parecía transfigurar lo existente. Pero
en su forma racional provoca la cólera de la burguesía (...) ya que en la comprensión y
explicación positiva de lo existente incluye la inteligencia de su negación y muerte forzosa: al
ser esencialmente crítica y revolucionaria, capta las formas actuales en pleno movimiento sin
omitir su caracter perecedero." - Karl Marx, Prólogo a la segunda edición de El Capital
4. Volver arriba↑ "Por lo que a mí se refiere, no me cabe el mérito de haber descubierto la
existencia de las clases en la sociedad moderna ni la lucha entre ellas. Mucho antes que yo,
algunos historiadores burgueses habían expuesto ya el desarrollo histórico de esta lucha de
clases y algunos economistas burgueses la anatomía económica de éstas." - Karl Marx, Carta
a Joseph Weydemeyer (5 de marzo de 1853). http://www.marxists.org/espanol/m-e/cartas/m5-
iii-52.htm
5. Volver arriba↑ "Sólo habiendo vivido la acción liberadora de este libro [La esencial del
cristianismo de Feuerbarch], podría uno formarse una idea de ello. El entusiasmo fue general:
al punto todos nos convertimos en feuerbachianos. Con qué entusiasmo saludó Marx la nueva
idea y hasta qué punto se dejó influir por ella —pese a todas sus reservas críticas—, puede
verse leyendo La Sagrada Familia." F. Engels, Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica
alemana (1886). http://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/feuer/index.htm
6. Volver arriba↑ marxists.org
7. Volver arriba↑ "Las premisas de que partimos no son arbitrarias, no son dogmas, sino
premisas reales, de las que sólo es posible abstraerse en la imaginación. Son los individuos
reales, su acción y sus condiciones materiales de vida, tanto aquellas con que se han
encontrado ya hechas, como las engendradas por su propia acción. Estas premisas pueden
comprobarse, consiguientemente, por la vía puramente empírica." Karl Marx y Friedrich
Engels, La ideología alemana (1846).http://www.marxists.org/espanol/m-
e/1840s/feuerbach/1.htm
8. Volver arriba↑ Karl Marx, Crítica al Programa de Gotha (1875)
9. Volver arriba↑ Friedrich Engels, Anti-Dühring (1878)
10. Volver arriba↑ Friedrich Engels, Del socialismo utópico al socialismo científico (1880)
11. Volver arriba↑ Karl Korsch, Marxismo y filosofía (1923)
12. Volver arriba↑ Karl Korsch, Karl Marx (1938)
13. Volver arriba↑ marxists.org
14. Volver arriba↑ marxists.org
15. Volver arriba↑ Ignacio Lewkowicz. La historia sin objeto.

La filosofía de Marx

(1818-1883)
Biografía Obras Filosofía Textos Ejercicios Curiosidades

y 4. El materialismo histórico
Frente a las concepciones de la historia que hacen depender de las
ideas la realidad práctica, material, del ser humano, (o de los ideales
políticos, filosóficos o religiosos, de los "grandes protagonistas de la
historia"), el materialismo histórico se propone explicar la historia
desde la producción práctica de la existencia, invirtiendo la relación,
tradicional en la época de Marx, entre la existencia real y la idea que
los seres humanos se hacen de su existencia, (o los ideales que
conciben en torno a su realización). La historia no es, para Marx, ni
una colección de hechos, como parecían concebirla los empiristas, ni
una sucesión de categorías, como la concebían los idealistas; tampoco
el resultado de la acción aislada de los considerados "personajes
históricos". La historia es el resultado del modo en que los seres
humanos organizan la producción social de su existencia. "Toda la
concepción histórica, hasta ahora, ha hecho caso omiso de esta base
real de la historia, o la ha considerado simplemente como algo
accesorio, que nada tiene que ver con el desarrollo histórico. Esto hace
que la historia deba escribirse siempre con arreglo a una pauta situada
fuera de ella; la producción real de la vida se revela como algo
protohistórico, mientras que la historicidad se manifiesta como algo
separado de la vida usual, como algo extra y supraterrenal."( La
Ideología alemana, I, A, 2)

La concepción materialista de la historia


Si el materialismo dialéctico se ha considerado tradicionalmente como
la expresión "filosófica" del pensamiento de Marx y Engels, el
materialismo histórico, la explicación materialista de la formación y
desarrollo de la sociedad, ha sido presentado como la expresión
científica de su pensamiento. La sociedad y su historia, al ser
concebidas como el resultado de la actividad productiva, práctica, del
ser humano, encuentran en tal actividad un elemento objetivo,
material, mensurable, del que se pueden extraer leyes tan objetivas
como las que puede aspirar a formular cualquier otra ciencia. Resulta
significativo, a este respecto, que la actividad intelectual de Marx,
después de este hallazgo, que constituye una de sus mayores
aportaciones, se haya centrado en el análisis de la actividad productiva
del ser humano, ofreciendo como resultado del mismo varias de sus
obras más significativas, entre las que se encuentra su obra cumbre:
"El Capital".
La concepción materialista de la historia la resume Marx, con estas
palabras, en un breve párrafo de la "Contribución a la crítica de la
economía política":
En la producción social de su existencia, los hombres entran en
relaciones determinadas, necesarias e independientes de su voluntad,
en relaciones de producción que corresponden a un grado
determinado de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El
conjunto de estas relaciones constituye la estructura económica de la
sociedad, o sea, la base real sobre la cual se alza una superestructura
jurídica y política y a la cual corresponden formas determinadas de la
conciencia social. En general, el modo de producción de la vida
material condiciona el proceso social, político y espiritual de la vida.
No es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino al
contrario, su ser social es el que determina su conciencia. En un
determinado estadio de su desarrollo las fuerzas productivas
materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones
de producción existentes o, por usar la equivalente expresión jurídica,
con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se habían
movido hasta entonces. De formas de desarrollo que eran las fuerzas
productivas, esas relaciones se convierten en trabas de las mismas.
Empieza entonces una época de revolución social.
Hasta entonces se había creído que la forma en que se organizaba la
producción dependía exclusivamente de la voluntad de los seres
humanos, al igual que las formas de organización social y política y,
por supuesto, de la conciencia. Marx afirma lo contrario: las relaciones
de producción son independientes de la voluntad de los seres humanos,
y el modo en que los seres humanos producen la vida material
"condiciona el proceso social, político y espiritual de la vida".
Para garantizar su supervivencia, el ser humano ha de conseguir los
medios de subsistencia mediante el trabajo, mediante una actividad
productiva. Pero el ser humano tiene una existencia social, por lo que
su actividad productiva no constituye un acto aislado, sino un acto
social, por el que entra en relación con otros seres humanos. Ahora
bien, estas relaciones se caracterizan no sólo son por ser necesarias
para producir los medios de subsistencia, sino también por ser
independientes de la voluntad de quienes entran en relación, estando
determinadas por el grado de desarrollo de las fuerzas productivas
materiales: la actividad humana (o fuerza de trabajo) y los medios de
trabajo (utensilios, herramientas, máquinas, etc.). Las relaciones que se
establecen en este proceso son llamadas por Marx relaciones de
producción, y constituyen la estructura económica de la sociedad, la
base sobre la que se asientan los elementos jurídicos y políticos, así
como las formas de la conciencia social.
El conjunto de los elementos relacionados con la producción, así como
los elementos socio-políticos e ideológicos, es decir, el conjunto de los
elementos que forman parte de una sociedad, en un momento
determinado de su desarrollo histórico, constituyen una determinada
formación social, una totalidad social concreta, históricamente
determinada.

1. El modo de producción
A cada formación social le corresponderá un determinado modo de
producir socialmente los bienes necesarios para la existencia, un
determinado modo de producción, es decir, una determinada estructura
productiva, compuesta por el conjunto de los elementos relacionados
con la producción material de la existencia, que constituyen la base
sobre la que se asientan, y de la que derivan, el conjunto de elementos
jurídico-políticos e ideológicos, que forman la superestructura de dicha
formación social. El concepto de modo de producción se refiere, pues,
siguiendo a Marta Harnecker, (en "Los conceptos elementales del
materialismo histórico"), "a la totalidad social global, es decir, tanto a
la estructura económica como a los otros niveles de la totalidad social:
jurídico-político e ideológico".
El modo de producción es el resultado de la síntesis de tres elementos
estructurales: la estructura económica, la superestructura jurídico-
política y la superestructura ideológica. En el modo de producción
podemos distinguir, pues, una estructura con dos elementos
constitutivos: las fuerzas productivas y las relaciones de producción,
entre los que se da un mutuo condicionamiento; y una superestructura
en la que se pueden distinguir dos niveles: la superestructura jurídico-
política, constituida por los instrumentos de control sociales y políticos
correspondientes a las relaciones sociales de producción; y la
superestructura ideológica, por la que se justifica el orden establecido
mediante una falsa conciencia que enmascara la verdadera realidad.
Ambas superestructuras están condicionadas por la estructura
económica de la sociedad. /p>
1.a. Estructura económica
Fuerzas productivas y relaciones de producción.
Por fuerzas productivas entiende Marx, en primer lugar, la materia
objeto de transformación, (materia bruta si no ha sido previamente
manipulada, y materia prima si es artificial o ha sido previamente
manipulada) a partir de la que se espera obtener un producto
determinado. En segundo lugar, la actividad del trabajador, su
capacidad de trabajo, que es denominada fuerza de trabajo, y que
alcanza un determinado grado de desarrollo en una formación social
determinada (como simple fuerza física, o como habilidad técnica o
intelectual). En tercer lugar, los medios para realizar el trabajo (útiles,
herramientas, máquinas, etc.) necesarios para obtener los productos
deseados.
Los seres humanos, en cuanto agentes del proceso de producción,
entran en determinadas relaciones para poder llevar a cabo la
producción de los bienes deseados, denominadas relaciones de
producción. Estas relaciones pueden tener un carácter técnico o social.
Las relaciones técnicas de producción derivan de la relación
existente entre el agente productivo y el control que posee sobre los
medios de trabajo y sobre el proceso de trabajo en general.
Las relaciones sociales de producción derivan de la clasificación que
podemos establecer entre los agentes que participan en el proceso de
producción en cuanto a la propiedad o no de los medios de producción,
es decir, si son propietarios o no son propietarios de los medios de
producción. En este sentido, se pueden establecer relaciones sociales
de colaboración (si todos son propietarios de los medios de
producción, en cuyo caso ningún sector de la sociedad vive de la
explotación de otro), o relaciones de explotación, de exclusión, de
dominación (si unos son propietarios de los medios de producción y
otros no). En este último caso la relación de dominación es una
relación explotador-explotado, en la medida en que los propietarios de
los medios de producción viven del trabajo de los no propietarios. Para
Marx, esta relación de explotación es la típica de las sociedades
clasistas: la sociedad esclavista, la feudal y la capitalista.
Las relaciones de producción favorecen inicialmente el desarrollo de
las fuerzas productivas; pero a medida que las fuerzas productivas se
van desarrollando, terminan por entrar en contradicción con las
relaciones de producción existentes, convirtiéndose éstas en una traba
para el desarrollo de aquellas, lo que provoca una revolución social,
que concluye en la sustitución de las viejas relaciones de producción
por otras nuevas, adecuadas al grado de desarrollo de las fuerzas
productivas. Tales contradicciones, y la resolución de las mismas,
determinadas por procesos estrictamente materiales, constituyen el
elemento configurador de la sociedad y el motor de la historia.
1.b. Superestructura jurídico-política
La superestructura jurídico-política está formada por el conjunto de
normas, leyes, instituciones y formas de poder político que,
condicionadas por la estructura productiva, ordenan y controlan el
funcionamiento de la actividad productiva de los ciudadanos. Las
formas del Estado no son, pues, la realización del Espíritu Absoluto,
sino los instrumentos a través de los cuales las clases dominantes
ejercen su poder sobre las clases sometidas. Lejos de convertirse en los
garantes de la realización humana y la libertad de los individuos, como
pensaba Hegel, se convierten en agentes de represión y sometimiento,
de alineación y esclavitud, en función de las exigencias de las
relaciones de producción, de las que derivan y a las que sirven.
1.c. Superestructura ideológica
El primer uso del término "ideología" se atribuye al conde Destutt de
Tracy, a finales del siglo XVIII, con el significado de "estudio de las
ideas", aunque pronto adquirió una connotación peyorativa. En Marx,
el término es usado con el significado de "falsa conciencia", y lo aplica
a los sistemas filosóficos, jurídicos, políticos y religiosos, en la medida
en que considera que no se basan en la realidad, sino en ilusiones sobre
la realidad. Las ideologías no sólo desvirtúan la realidad, sino que se
presentan también como sistemas de justificación de la misma realidad
que desvirtúan. La superestructura ideológica la constituyen, pues, el
conjunto de las ideas, creencias, costumbres, etc., plasmadas en las
formas ideológicas de la cultura, la religión, la filosofía, etc., con las
que se justifica la "naturalidad" y "legitimidad" del modo de
producción del que derivan y cuya realidad social enmascaran.
La superestructura jurídico-política e ideológica está condicionada por
la estructura económica. Ello se ha entendido, a veces, como un
determinismo puro en una sola dirección, que no deja ninguna opción
a la posible acción de la superestructura sobre la estructura. Si esto
fuera así, no se comprendería el papel de la lucha social y del combate
político e ideológico entablado por Marx y Engels contra el modo de
producción capitalista, ni sus reiteradas llamadas a una revolución
social: tal revolución sería inevitable, según la dialéctica de la historia,
hubiera o no movimiento obrero, por lo que la lucha social sería
innecesaria e inútil. Engels declaró al respecto que habían tenido que
subrayar el papel determinante de la estructura económica para
enfrentarse a sus adversarios, por lo que otros aspectos de la
interacción humana fueron dejados de lado. Pero tampoco fue mucho
más explícito respecto a las características de la acción de la
superestructura sobre la estructura económica.
No obstante, sus referencias a la lucha de clases parecen sugerir que es
éste el terreno en el que dicha interacción puede tener lugar. Las clases
sociales derivan de la división social del trabajo impuesta por la
estructura económica, y en función de tal división participan
distintamente del conjunto de derechos, creencias y formas de
organización política de la sociedad, objetivándose en ellas, pues, tanto
la estructura económica como las superestructuras jurídico-política e
ideológica. En la lucha de clases encontraríamos, así, el terreno
propicio para tal interacción. En el capitalismo, pese a que Marx
reconoce la existencia de otras clases sociales, la lucha de clases se da
entre la burguesía y el proletariado. Ahora bien, el proletariado está
sometido a los elementos ideológicos, no teniendo, pues, conciencia de
su situación real. El desarrollo de una conciencia de clase le librará del
dominio de la ideología y le llevará a reivindicar el fin de la alineación
y de la explotación en el trabajo.

2. Los modos de producción históricos


Según Marx, a lo largo de la historia de la humanidad se han sucedido
varios modos de producción que, de acuerdo con las tesis del
materialismo histórico, son los auténticos determinantes de la
evolución histórica de la humanidad, por lo que la historia debería ser
explicada en función de ellos, y no de acontecimientos externos, como
la sucesión de dinastías o los dramatizados en el culto a los "héroes".
Esa evolución histórica, de la que son protagonistas los seres humanos
en su actividad cotidiana, partiría del comunismo tribal primitivo y,
pasando por el modo de producción antiguo y el feudal, llegaría al
modo de producción capitalista, (en plena expansión en la segunda
mitad del siglo XIX), por lo que respecta a la historia de Occidente; y
al modo de producción asiático, respecto a la historia de Oriente.
Clasificación de los Modos de producción con las correspondientes Relaciones de producción,
Formas de explotación y Formas de apropiación del trabajo ajeno.
Modo de Relaciones de Forma de apropiación del trabajo
Forma de explotación
producción producción ajeno

Comunismo
Comunitarias ------ ------
primitivo

Imposición de tributos colectivos en


Funcionarios—
Asiático Esclavitud general especie y trabajo (con coacción
comunidad de aldea
extra-económica)
Apropiación privada del trabajador
Antiguo Amo— esclavo Esclavitud
(con coacción extra-económica)
Servidumbre
Apropiación privada del excedente
Feudal Señor— siervo (dependencia
(con coacción extra-económica)
personal)
Apropiación privada de la plusvalía a
Capitalista— Trabajo asalariado
Capitalista través del “mercado” (sin coacción
proletario (formalmente libre)
extra-económica)
Entre libres
Socialista ------- -------
asociados

El modo de producción tribal. La sociedad tribal primitiva era una


sociedad en la que no se daba la propiedad privada de los medios de
producción, sino la propiedad colectiva, por lo que Marx llamará a este
modo de producción "comunismo primitivo": un modo de producción
en el que las relaciones sociales establecidas eran relaciones de
colaboración, y los medios de trabajo y los productos obtenidos
pertenecían a la sociedad.
El modo de producción asiático (en Oriente). Marx consideró que el
modo de producción asiático no podía ser asimilado ni al antiguo ni al
feudal, por lo que lo calificó de "asiático" u "oriental". Al depender del
riego de las tierras, que exige un control centralizado de los recursos
hidráulicos, se provoca la creación de gobiernos centralizados que se
imponen sobre las dispersas comunidades agrícolas. Por otra parte, la
simplicidad de la organización económica la convierte prácticamente
en inmutable, de donde se explica su persistencia a través de los siglos.
El modo de producción antiguo. La sociedad antigua es una sociedad
civilizada, pero basada en un sistema esclavista de producción. Las
relaciones sociales en el régimen esclavista son, pues, de dominio y
sometimiento. El agente propietario, el amo, ejerció dominio completo
sobre las fuerzas productivas (mano de obra - el esclavo-, y medios de
producción), de las que era propietario.
El modo de producción feudal. La sociedad feudal posee muchas
características similares a las de la sociedad antigua. Las relaciones
sociales de producción son también semejantes a las del modo de
producción esclavista. Pero, pese a que el señor feudal posee la
propiedad completa sobre los medios de producción, sólo en parte la
posee sobre el trabajador (siervo), con el que establece una relación de
servidumbre o vasallaje.
El modo de producción capitalista. Su base es la propiedad privada
de los medios de producción, aunque el trabajador es jurídicamente
libre. La fuerza de trabajo es la única propiedad que posee el
trabajador. El trabajo genera una plusvalía que no revierte sobre el
salario del trabajador, sino que es apropiada por el capitalista,
generando capital, por lo que la relación capitalista-proletario es una
relación de explotación.
El capitalismo deberá dejar paso al modo de producción socialista,
siguiendo la dialéctica de la historia, por la que la humanidad
recuperará, superándolo, el modo de producción del comunismo
primitivo. El modo de producción socialista se basa en un régimen de
propiedad colectiva, lo que supone la abolición de la propiedad
privada de los medios de producción. En consonancia con ello, las
relaciones de dominio y sometimiento se sustituyen por las de
cooperación recíproca.
Modos de Producción, Clases Sociales y Formas de explotación en Oriente y Occidente hasta
finales del siglo XIX
Modos de
En OCCIDENTE Clases Sociales Formas de explotación
Producción
Modos de producción
m. de p. antiguo amos/esclavos esclavitud
tradicionales
  m. de p. feudal señores/siervos servidumbre
Modos de producción m. de p.
burgueses / proletarios trabajo asalariado
modernos capitalista
Modos de
En ORIENTE Clases Sociales Formas de explotación
Producción
Modos de producción funcionarios del Estado /
m. de p. asiático esclavitud general
tradicionales comunidad de aldea

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