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Oído externo: es la parte exterior del oído que recoge las ondas sonoras y las
dirige al interior del oído. Está formado por el pabellón de la oreja y el canal
auditivo externo, está separado del oído medio por una estructura en forma de
disco llamada membrana timpánica (tímpano).
El pabellón auditivo: Su función es captar o recibir sonidos y conducirlos
hacia el conducto auditivo, que conecta con el oído medio. Sin la presencia de
este las ondas sonoras tomarían una ruta directa hacia el conducto auditivo.
Esto haría que el proceso de audición fuera difícil e ineficaz, debido a que gran
parte del sonido se perdería y sería más difícil escuchar y comprender los
sonidos.
El pabellón auditivo a su vez está constituida por las estructuras: Hélix, Anti-
hélix, Concha auricular, Trago, Anti-trago y Lóbulo auricular. (Figura 1)
(Figura1)
(Figura2)
OIDO MEDIO
El tímpano, además, actúa como una barrera que evita que agentes externos,
como cuerpos extraños y bacterias, penetren en el oído medio, pero cuando
está perforado, las bacterias pueden penetrar con facilidad hasta el oído medio
causando infección. La ruptura del tímpano puede ser causa de sordera.
(Figura3) (Figura4)
La ventana oval: es una membrana que recubre la entrada a la cóclea en el
oído interno. Cuando el tímpano vibra, el estribo vibra y la ventana oval
también lo hace. Cuando las ondas sonoras se transmiten desde el tímpano a
la ventana oval, el oído medio funciona como un transformador acústico,
amplificando las ondas sonoras antes de que lleguen al oído interno. La presión
de las ondas sonoras es unas 20 veces mayor en la ventana oval que en el
tímpano. La presión se aumenta debido a la diferencia de tamaño entre la
superficie relativamente grande del tímpano y la superficie menor de la ventana
oval.
(Figura5)
Los huesecillos del oído medio están suspendidos por ligamentos de un modo
tal que el martillo y el yunque actúan en combinación como una sola palanca,
cuyo fulcro queda aproximadamente en el margen de la membrana timpánica.
La articulación del yunque con el estribo hace que este último empuje hacia
adelante la ventana oval y el líquido coclear que está presente al otro lado cada
vez que la membrana timpánica se mueve hacia dentro y tire del líquido hacia
atrás cada vez que el martillo se desplaza hacia fuera.
IMPORTANTE
OIDO INTERNO
Órgano de Corti
Es el órgano receptor que genera los impulsos nerviosos como respuesta a la
vibración de la lámina basilar. Los auténticos receptores sensitivos del órgano
de Corti son dos tipos especializados de células nerviosas llamadas células
ciliadas: una sola fila de células ciliadas internas, que suman unas 3.500 y
poseen un diámetro de unos 12|j,m, y tres o cuatro filas de células ciliadas
externas, que totalizan alrededor de 12.000 y cuyo diámetro no mide nada más
que alrededor de 8 micrómetros. La base y las caras laterales de las células
ciliadas hacen sinapsis con una red de terminaciones nerviosas cocleares.
Entre el 90 y el 95% de ellas acaban sobre las células ciliadas internas, lo que
subraya su importancia especial para la detección del sonido. Las fibras
nerviosas estimuladas por las células ciliadas llegan al ganglio espiral de Corti,
que está situado en el modiolo (el centro) de la cóclea. Las neuronas de este
ganglio envían sus axones (unos 30.000 en total) hacia el nervio coclear o
acústico, y posteriormente hacia el sistema nervioso .
El nervio coclear está conectado a la cóclea y trasmite información sonora al
cerebro, y el nervio vestibular, trasmite información sobre equilibrio al cerebro
desde los canales semicirculares, se conocen conjuntamente como nervio
vestibulococlear u octavo par craneal.
¿Cómo oímos?
La audición comienza en el oído externo. Cuando se produce un sonido fuera
del oído externo, las ondas sonoras, o vibraciones, viajan hasta el conducto
auditivo externo y golpean el tímpano (membrana timpánica). Las vibraciones
luego pasan a los tres pequeños huesos del oído medio conocidos como
huesecillos. Los huesecillos amplifican el sonido y transmiten las ondas
sonoras al oído interno y en el órgano de la audición que contiene líquido
(cóclea).
Una vez que las ondas sonoras llegan al oído interno, que se convierten en
impulsos eléctricos que el nervio auditivo envía al cerebro. Finalmente, el
cerebro traduce estos impulsos en sonido.
Una vez dentro del conducto auditivo, las ondas sonoras hacen vibrar al
tímpano, que es sumamente sensible. El músculo tensor del tímpano, que
está unido a esta membrana, la mantiene muy tirante. Por lo tanto, el
tímpano vibra íntegramente, independientemente del lugar donde incida la
onda sonora. Esto permite que el tímpano detecte hasta las más leves
fluctuaciones en la presión del aire.