Hechos 2 se remonta en el día de Pentecostés, el cual se conoce que tiene
lugar 50 días después de la resurrección de Cristo, acá se puede ver que el Espíritu Santo se manifestó por primera vez sobre los apóstoles cuando ellos estaban unánimes juntos, es decir en un mismo sentir, una misma comunión y pensamiento y descendieron lenguas de fuego sobre cada uno de ellos dándoles la capacidad de hablar nuevos idiomas de manera que así pudiesen expresar las maravillas del Señor y que otros les entendieran. Hoy en día también podemos recibir la promesa del Espíritu Santo y podemos experimentar estas manifestaciones al ser llenos de su presencia. Primer discurso de Pedro: Debido a que los judíos estaban asombrados por escuchar a los apóstoles hablando en sus mismas lenguas y decían que estaban borrachos, Pedro se levantó y comenzó a hablar predicando acerca de la manifestación que estaban viendo del Espíritu la cual estaba profetizada por Joel en su capítulo 2, dice que en los postreros días, postreros días hace referencia a los últimos días, dice el Señor entonces que en los últimos días derramará su Espíritu sobre todos, que profetizaremos, veremos visiones y los ancianos tendrán sueños, que hará prodigios en el cielo y en la tierra, el sol se oscurecerá y la luna se convertirá en sangre antes del día del Señor, el día del Señor entonces se entiende que es el día del juicio.. Ésta profecía se estaba cumpliendo en aquel momento en cuanto al derramamiento del Espíritu y que hoy en día también lo podemos experimentar, ya que estamos viviendo en los últimos tiempos, sin embargo aún esperamos el día del Señor en el cual tendrá lugar el sol oscurecido y la luna convertida en sangre. Acá Pedro les estaba haciendo saber que Jesús es la razón de todo, el cual ellos mismos mataron y crucificaron es el mismo que se levantó de los muertos, recordando también las palabras de David en los salmos en donde se habla implícitamente de Jesús, diciendo que Dios no dejaría a Jesús para siempre en el Hades y que estará sentado a la derecha del Padre hasta que todos sus enemigos estuvieran bajo sus pies. Pedro estaba siendo usado por el Espíritu Santo al expresarse de tal manera elocuente y con denuedo acerca del Señor, tanto así que los judíos fueron conmovidos y convencidos por el Espíritu y preguntándole a Pedro que podían hacer decidieron bautizarse aproximadamente 3000 de ellos. A partir de allí los apóstoles comenzaron a tener un gran auge haciendo maravillas y señales, permanecieron unánimes alabando al Señor de manera que así fue creciendo lo que hoy conocemos como iglesia. Esto nos deja un gran ejemplo de cómo debemos permanecer como Iglesia, en un mismo sentir de la espera de la manifestación de su presencia, para ser completamente llenos y así poder hablar y predicar con poder el evangelio, así como Pedro fue usado para que más de 3000 personas se convirtieran a Cristo, así el Señor quiere usarnos para ganar cada día más almas para su Iglesia.