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Enseñar la identidad terrenal

Conocer nuestro mundo es el modo de pensar que hemos dejado de desarrollar la actitud
de contextualizar y globalizar, la cual se ha convertido en la era planetaria desde el siglo
XVI y la fase de la mundialización a finales del siglo XX, con el surgimiento y
modernización estamos sumergidos por la complejidad del mundo, es ahí que la
complejidad presenta problemas, en el sentido en el que hay que considerar tanto la
unidad como la diversidad del proceso planetario, sus complementos y también sus
antagonismo.

a) La era planetaria

Es pensar la globalización, la relación todo-partes, multidimensional y complejidad. Es


por ello que el planeta requiere de la existencia de un pensamiento que conlleve a lo
universal, consciente de la diversidad de la humana condición de las diversas culturas
del mundo.

De igual manera, ese desarrollo de planetarización, dio origen en el siglo XX dos


grandes guerras mundiales, dos crisis económicas mundiales. De ahí que la
mundialización, es unificadora pero también es conflictiva, el mundo cada vez más se
vuelve uno pero al mismo tiempo se divide, la rivalidad entre naciones (religión,
modernidad, ricos y pobres otros.) es ahí donde mezclan los intereses estratégicos y
económicos antagónicos de las grandes potencias dedicadas a la obtención de
beneficios. Es por ello que se hace necesario un desarrollo fructífero respecto a una
noción intelectual, afectiva moral y no solo material.

b) El Legado del Siglo XX

El siglo XX fue el de la lianza de dos barbaries, donde se suscitan momentos de


crueldad, sin importar la permanencia de la vida sobre la tierra y radica la herencia de la
muerte y del nacimiento.

c) La Herencia de la muerte

La muerte de la humanidad en el siglo XX parece ser producto de guerras entre


naciones generado por dos grandes potencias que ocasionan y dan poder a la muerte.

d) Las armas nucleares

La primera es la posibilidad de la muerte global de toda la humanidad. La principal


amenaza, es la utilización de las armas nucleares, donde cada día las bombas se
modernizan, se incrementa y genera la posibilidad global de muertes en el mundo a
causa de la misma.
e) Los nuevos peligro

La segunda es la posibilidad de la muerte ecológica. Siendo el principal responsable el


hombre, debido a la creciente explotación de recursos para su propiobenefici, el
desarrollo técnico – industrial – urbano lo que afecta directamente la biosfera y
determina un acelerado desgaste de la naturaleza y conduce a la humanidad al suicidio.
De igual forma, la autodestrucción del hombre a través de sustancias nocivas para la
salud dando lugar a la muerte.

f) Muerte de la modernidad

Ciertamente nuestra civilización creía dirigirse hacia un futuro del progreso infinito,
junto a los avances de las ciencias, la razón, la historia, economía, la democracia. Pero
sin embargo, todos estos progresos y desarrollo no han generado el bienestar de la
civilización humana en su totalidad, ejemplo de ello tenemos, el desarrollo industrial
que podía causar estragos culturales y mortíferos. Lo que define que si la modernidad.

g) La esperanza

Es evidente que el hombre como ser pensante y raciona, está en la capacidad de crear y
generar la posibilidad de creación de nuevas generaciones futura, tomando como pilar la
educación, medio de transmisión para sembrar en la humanidad una visión que
transcienda más allá de lo vivido.

h) El aporte de las contracorrientes

I. La contracorriente ecológica: referida a la degradación creciente, generadora de


catástrofe técnica, industrial ocasiona deterioro en la naturaleza.
II. La contracorriente cualitativa: que se apega a la calidad en todos los campos
principalmente por la calidad de la vida.
III. La contracorriente de resistencia a la vida prosaica: que se manifiesta con la
búsqueda de una vida poética dedicada al amor a la admiración, la pasión, el
festejo.
IV. La contracorriente de emancipación con respecto de la tiranía omnipresente del
dinero: que se pretende contrarrestar con las relaciones humanas solidarias y
retroceder el reino del beneficio.
V. La contracorriente, tímida del desencadenamiento de la violencia: alimenta ética
de pacificación de las almas y de las mentes.
i) En el juego contradictorio de las oportunidades

Los desarrollos de la tecno – ciencia son ambivalente, han religado la tierra, permiten a
todos los puntos del globo estar en comunicación inmediata, proporcionan los medios
para alimentar todo el planeta y asegurar a todos sus habitantes un mínimo de bienestar,
pero a su vez han creado las peores condiciones de muerte y de destrucción. De igual
manera, los humanos esclavizan a las maquinas que generan energía, pero al mismo
tiempo son esclavizados por ellas.

De igual manera, podemos contar con las fuentes de amor que brinda el ser humano, es
cierto, que ha sufrido carencias de amor, indiferencias, crueldades y aun así han
producido excesos de amor consagrado a las ilusiones, a las falsas divinidades a los
mitos engañosos. Lo que significa que nadie puede limitar las esperanzas de
posibilidades que tienen nuestra sociedad de transformaciones afirmando el progreso de
las relaciones entre humanos y por ende las naciones.

j) La identidad y la conciencia terrenal

La humanidad, debe aprender a vivir, comunicarse, compartir, con un sentido de


pertenencia mutuo que nos ligue a nuestro planeta tierra. Debemos dedicarnos al
cuidado, comprender, mejorar y no solo a dominar, sino con conciencia antropológica,
para el reconocimiento de la diversidad. Ecológica, tener conciencia de habitar con
todos los seres mortales y la convivencia sobre la tierra. Cívica, la responsabilidad y
solidaridad para los hijos de la tierra. Espiritual, que permita autocriticarnos y
comprendernos entre sí.

Es por ello, el compromiso de trasformar la especie humana en verdadera humanidad el


cual es el objetivo fundamental y global de toda educación, para así lograr el progreso,
la supervivencia, la conciencia en esta era planetaria y conducir hacia los valores de
solidaridad entre todos y para todos.

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