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Si estás pensando en hacerte un tatuaje, debes saber que los tatuajes son permanentes.
Eliminar un tatuaje es difícil, caro, y es posible que no se pueda eliminar por completo.
Aunque los tatuajes suelen tener una buena aceptación social, el hecho de llevar uno podría
ser un impedimento para conseguir trabajo o para avanzar en tu carrera profesional. Si te
haces un tatuaje, los orientadores profesionales recomiendan hacérselo en un lugar del
cuerpo que se pueda tapar con la ropa de vestir.
Si optas por hacerte un tatuaje, es muy importante que te protejas bien de las infecciones. Es
muy importante que te asegures de que el estudio donde te van a hacer el tatuaje está limpio
y es seguro, y de que todo el equipo que van a utilizar es desechable (agujas, tinta, guantes) y
está esterilizado (todo lo demás). Ponte en contacto con el departamento de salud de tu
localidad, condado o estado para informarte sobre las normas que deben cumplir todos los
estudios donde se hacen tatuajes, pedir recomendaciones sobre estudios o tiendas de
tatuajes autorizados, y preguntar si existen quejas sobre algún estudio en concreto.
En la mayoría de los estados no está permitido que los menores de edad (personas que no
hayan cumplido los 18 años) se hagan un tatuaje sin el permiso de uno se sus padres y
algunos hasta requieren que este esté presente mientras le hacen un tatuaje a su hijo. En
algunos estados, a los menores no se les permite hacerse tatuajes.
Los estudios profesionales suelen alardear de su limpieza. He aquí algunas de las preguntas
que deberías hacer:
¿El estudio usa agujas desechables y esteriliza todo el equipo usando una
autoclave (un dispositivo que utiliza vapor, presión y calor para la esterilización)?
Deberías ver cómo se extraen las agujas y otras partes del equipo de recipientes
sellados y estériles.
Si el estudio no parece estar limpio, si hay algo que parece fuera de lo normal o si te sientes
incómodo por algún motivo, busca un lugar mejor para hacerte el tatuaje.
El artista que te hará el tatuaje se lavará las manos con agua y jabón
bactericida, y se pondrá guates limpios y nuevos (y tal vez una mascarilla
quirúrgica).
Hacerse un tatuaje duele, pero el nivel de dolor puede variar. Lo puedes sentir como si te
rascaran, te quemaran, te pincharan, o bien como un hormigueo o un cosquilleo. Hay gente
que nota pinchazos agudos y hay otra que lo describe como un dolor sordo. La cantidad de
dolor que notes dependerá de tu umbral de dolor y de otros factores, incluyendo la parte del
cuerpo donde te estén haciendo el tatuaje, el tamaño y la cantidad de agujas que esté
utilizando el artista y su estilo (algunos trabajan deprisa y otros más despacio, y hay
profesionales más delicados que otros).
Sigue todas las instrucciones que te den en el estudio para cuidar de tu tatuaje. Para
asegurarte de que tu tatuaje se cura como es debido:
Lava el tatuaje con agua tibia y jabón (no utilices alcohol ni peróxido).
Utiliza una toalla suave para secarlo; limítate a dar suaves toquecitos sobre el
tatuaje hasta que se seque, y asegúrate de no frotarlo.
Aplica una pomada antibiótica, una crema densa para la piel o aceite de
vitamina E sobre el tatuaje, 2 o 3 veces al día durante una semana. No utilices
vaselina.
No sumerjas el tatuaje en el agua. Las duchas van bien, pero evita nadar y
los baños hasta que el tatuaje se haya curado por completo.
Mantén el tatuaje alejado del sol hasta que se cure por completo.
Los tatuajes suelen tardar unas 2 semanas en curarse. Aun cuando esté completamente
curado, aplica siempre sobre el tatuaje un protector solar con un FP mínimo de 30. Esto no
solo te protegerá la piel sino que también evitará que el tatuaje se difumine.