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hacerse un tatuaje
Una de las razones que con más frecuencia esgrimen los detractores del tatuaje es
que mucha gente que se tatúa, tarde o temprano se arrepiente de haberlo hecho.
Esto es una realidad constatable: todos o casi todos conocemos a alguien “no
demasiado contento” con su tatuaje que lo oculta de la vista de los demás porque se
avergüenza; o alguien que está pensando en eliminarlo con láser, o incluso cubrirlo
con otro diseño (lo que en la terminología del tatuaje suele denominarse un
“cover”, palabra inglesa que significa “cubrir” o “tapar”).
La mayor parte de las cosas a tener en consideración son muy sencillas o caen dentro
del sentido común, pero como sucede muchas veces en la vida, a veces olvidamos lo
más obvio y finalmente terminamos arrepentidos, o dándonos cuenta de que “podríamos
haberlo hecho mejor”.
Estas son algunas de las cosas que no debemos olvidar antes de hacernos un tattoo:
1. Normas de higiene.
La salud debe ser siempre lo primero; este es el punto básico que nunca debes olvidar.
Realizar tatuajes sin las correspondientes medidas de higiene o con materiales
inadecuados (tintas que no sean apropiadas, por ejemplo) puede acarrear problemas
realmente graves para tu salud, desde infecciones o intoxicaciones, hasta enfermedades
incurables como la Hepatitis C o el SIDA.
Evita siempre a tatuadores que no tengan un local acondicionado, no dispongan de
licencia, o te propongan hacerte el tatuaje en su casa. Exige siempre materiales
desechables y que esté en posesión de un permiso de las autoridades sanitarias
pertinentes. Ningún profesional con los papeles en regla se ofenderá porque preguntes
por las medidas de higiene; los buenos profesionales son los primeros preocupados por
su propia salud y la de sus clientes.
Las precauciones sanitarias no terminan en el local de tatuaje. Nunca debes olvidar que
un tatuaje básicamente es una herida abierta en tu piel, una herida realizada de manera
voluntaria, pero una herida al fin y al cabo, por lo que todas las precauciones que debes
tomar con una herida también deberás tomarlas con tu tatuaje. Sigue las indicaciones de
tu tatuador, y en caso de duda consulta siempre a un médico si crees que la curación de
tu tatuaje no está siendo normal.
¿Por donde empezar a buscar una idea? Comienza pensando que un tatuaje es para toda
la vida, así que es una buena estrategia es empezar eligiendo un tema que estés bastante
seguro de que siempre te vaya a gustar. Por poner ejemplo, si te gusta la Gran Esfinge
egipcia, es bastante probable que dentro de 30 años te siga gustando; o si eres fan del
flamenco, lo normal es que este estilo de música te guste toda la vida y que nunca te
arrepientas de haberte tatuado una guitarra española.
Normalmente la gente contenta con sus tatuajes, con el tiempo siente el deseo de hacerse
más o ampliar los que tiene. Hay personas que lo comparan incluso con una adicción. Es una
buena idea ser previsor y elegir un diseño que podamos continuar en el futuro; y si no lo
ampliamos pues tampoco habrá pasado nada.
Como recomendación general, ante la duda, siempre es recomendable hacerse un tatuaje que
sea posible ocultar si en algún momento de nuestra vida nos hace falta. Nunca se sabe.
Otra vez la solución es sencilla: pedid presupuestos. Los tatuadores experimentados suelen dar
presupuestos cerrados, a pesar de que algunos trabajos les lleven un poco más de lo que
habían pensado inicialmente. Normalmente se suele incluir en el precio una sesión después de
un tiempo, para hacer “pequeños retoques” o “repasos“. Concreta todos los detalles con el
tatuador, antes de comenzar el trabajo.
Si te parece muy caro, puede que el tatuador te permita “financiar” tu tatuaje, pagándolo en
“plazos” (la mayoría de los tatuajes que no sean muy pequeños requerirán de varias sesiones
de trabajo).
Si aún así no te llega el dinero, solo puedo darte uno de los consejos más antiguos del mundo
para reunir dinero: ahorra. El tatuador seguirá en su estudio dentro de 6 meses, y tu tatuaje
también puede esperar un poco si hace falta, ¿no?, ¿Qué son unos meses cuando estamos
hablando de algo que es para toda la vida?
Piensa además, que si a causa de escatimar dinero con el tiempo lo que consigues es tener un
tatuaje del que te arrepientes, te estará saliendo muy caro, ya no solo a nivel “emocional”,
también a nivel económico: borrar tatuajes es muchísimo más caro que hacerlos.
Eso es todo, como puedes ver todo tiene bastante lógica y está basado en la aplicación del
sentido común. Haz las cosas con calma y meditando cada uno de los pasos y terminarás con
un estupendo tatuaje, que probablemente sea el primero de una larga serie.