Está en la página 1de 15

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/303873419

Giddens y la radicalización de la modernidad

Article · December 1999

CITATIONS READS
0 997

2 authors, including:

José Ignacio Lopez Soria


Universidad Nacional de Ingeniería (Peru)
24 PUBLICATIONS   8 CITATIONS   

SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

Emancipación y formación de la república en el Perú View project

On modernity and postmodernity View project

All content following this page was uploaded by José Ignacio Lopez Soria on 09 June 2016.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


Giddens y la radicalización de la modernidad

José Ignacio López Soria

Publicado en: Socialismo y participación. Lima, CEDEP, n. 86, dic. 1999, p. 97-110.

Anthony Giddens1, escasamente conocido en nuestro medio, es un profesor de Cambridge


que, desde comienzos de la década del 70, viene ocupándose de la teoría social y elaborando
una sugestiva interpretación de la modernidad. Su obra escrita se compone de numerosos
artículos, varios volúmenes colectivos y algunas decenas de libros 2. Ultimamente ha
sustentado conferencias en varias partes del mundo, que han sido recogidas íntegramente por
Internet3. Son ya no pocos los autores4 que se han ocupado de su obra. Se han desarrollo
igualmente algunos seminarios5 para analizar críticamente sus aportes.

En el texto que sigue voy a ocuparme exclusivamente de la teoría de Giddens sobre la


modernidad, a partir especialmente de The Consequences of Modernity6.

1. Preámbulo necesario

Desde una preocupación primigenia por la teoría social y sus fundamentos epistemológicos,
Giddens, en diálogo crítico principalmente con Durkheim, Weber y Marx, ha ido elaborando
una teoría de la estructuración de la que da cuenta en La constitución de la sociedad. Bases
para la teoría de la estructuración7. Su intento, desde el inicio, es trabajar en la línea de una
refundación de la teoría de la sociedad, desde el convencimiento, que le acerca a los
postmodernos, de que ya no es dable fundar el progreso ni el conocimiento en esa providencia
1
Profesor de sociología en la Facultad de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad de Cambridge, investigador del
King's College de la misma ciudad. Enseña también en la Univ. de California en Santa Bárbara, USA.
2
Entre sus libros más importantes figuran: Capitalism and Modern Social Theory (1971), Emile Durkheim (1972), Politica y
sociología en Max Weber (1972), The Class Structure of the Advanced Societies (1973), Capitalism and Modern Social
Theory. An Analysis of the Writings of Marx, Durkheim and Max Weber (1976), Studies in Social and Political Theory
(1977), A Contemporary Critique of Historical Materialism. Vol 1: Power, Property and State (1981), La constitución de la
sociedad. Bases para la teoría de la estructuración (1985), A contemporary Critique of Historical Materialism. Vol. 2: The
Nation State and Violence (1985), Consecuencias de la modernidad (1990), Modernity and Self-Identity : Self and Society in
the Late Modern Age (1991), The Transformation of Intimacy : Sexuality, Love and Eroticism in Modern Societies (1992),
New Rules of Sociological Method : A Positive Critique of Interpretative Sociologies, Reflexive Modernization : Politics,
Tradition, and Aesthetics in the Modern Social Order (1995), Beyond Left and Right : The Future of Radical Politics (1995),
The Third Way: The Renewal of Social Democracy (1999).
3
Las conferencias tuvieron lugar en Londores, dos veces, Hong Kong, Delhi y Washingtong, y versaron sobre globalización,
riesgo, tradición, familia y democracia.
4
Algunos de estos autores: Christopher G. A Bryant,.David Jary , John Clark, Ira J. Cohe, Ian Craib, Stjepan Mestrovic,
Martin O'Brien, Christophe Pierson, Nigel Pleasants, Kenneth Tucke.
5
Entre los coloquios destaca el que tuvo lugar en 1991 en Cerisy-la-Salle, en Normandía, recogido luego, aunque no al pie de
la letra, en Audet, Michel et Hamid Bouchikni - Structuration du social et modernité avancée. Autour des travaux d' Anthony
Giddens.
6
La primera versión inglesa es de 1990. Edición castellana: Consecuencias de la modernidad. Madrid, Alianza, 1993.
7
The Constitution of Society. Outline of the Theory of Structuration. Cambridge, Polity Press, 1984. La edición castellana,
de Amorrortu Editores, es de 1995.

1
secularizada que para Giddens es la razón, sea trascendental, al modo de Kant, o encarnada
en un pueblo, al modo de Hegel.

Con su duda acerca de la fundamentación moderna del saber y del progreso y su


convencimiento de que la historia no es ya pensable como teleología, Giddens se incorpora de
lleno a la polémica modernidad/postmodernidad desde una perspectiva esencialmente
sociológica. Se ve entonces obligado, sin abandonar su antiguo debate con Durkheim, Weber
y Marx, a discutir su comprensión de la modernidad con otros interlocutores como Lyotard ,
Habermas, Daniel Bell, Marshall MacLulan e Immanuel Wallerstein.

De los clásicos (Marx, Durkheim y Weber), Giddens recoge la aproximación a la modernidad


desde la institucionalidad, sólo que éstos, dirá criticándolos, se han aproximado a la
modernidad privilegiando una única dinámica de transformación y su respectiva dimensión
institucional: el capitalismo (Marx), la industrialización (Durkheim), la racionalización
(Weber).

A la consideración weberiana de que los vínculos de la racionalidad moderna se van


apretando más y más hasta dejar al hombre encerrado en la "jaula de hierro" de la rutina
burocrática opone Giddens su visión de la modernidad avanzada como un desborde de las
dimensiones institucionales de la modernidad por las vías de la globalización.

De Marx, después de rechazar el unidimensionalismo indicado arriba, recoge Giddens la


caracterización de la modernidad como monstruo destructivo e irreversible que, sin embargo,
puede ser domesticado porque es, como todo lo histórico, fruto humano que el hombre puede
controlar. También para Giddens, como para Marx, el capitalismo es una manera irracional de
conducir el mundo porque supedita la satisfacción de necesidades humanas a los caprichos del
mercado. En esta relación con Marx se fianza de voluntad de Giddens de no sólo comprender
racionalmente lo que hay sino domesticarlo. No sorprende, por tanto, que Giddens figure hoy
entre los asesores cercanos a Blair.

Con respecto a Lyotard, Giddens pondera en el filósofo francés el atrevimiento de dudar


acerca de los fundamentos modernos de la epistemología y del progreso, el desvanecimiento
de la gran narrativa de emancipación y el descrédito de la idea de historia universal. Cree, sin
embargo, criticando a Lyotard, que es posible y deseable un saber de la sociedad aunque
diversamente fundado.

Concuerda con Habermas en la idea de que es posible y deseable un conocimiento


generalizable sobre la vida social y los modelos de desarrollo, pero se aparta de él en la
manera de conseguirlo.

Interesado en comprender la sociedad del capitalismo avanzado, Giddens se acerca a Daniel


Bell para trabajar su concepto de "sociedad postindustrial". Pero la caracterización de Bell de
la sociedad actual como "postindustrial" parece suponer que la época del capitalismo clásico
podría ser caracterizada como "industrial", lo cual significaría volver a caer en la visión
unidimensional de Durkheim.

2
De MacLulan y Wallerstein interesan a Giddens sus aproximaciones a los procesos de
globalización. Las teorías sobre las relaciones internacionales de McLulan asumen a los
estados-nación como totalidades o sujetos autónomos que se relacionan entre sí creando
instancias u organizaciones intergubernamentales de índole transnacional. Este enfoque,
piensa Giddens, reduce la mundialización a la coordinación internacional entre estados y,
además, no tiene en cuenta la pérdida relativa de autonomía de los estados nacionales.

Sobre los análisis de Wallerteins acerca de la globalización Giddens subraya que éstos ponen
el acento no en las "sociedades" sino en las relaciones mundiales: economías mundiales, redes
de conexiones económicas de carácter geográficamente extensivo (ya no concentradas en
grandes imperios y extendidas a determinadas regiones). Con el capitalismo estas redes,
basadas en poder económico más que en poder político, se extienden potencialmente al
mundo entero, quedando todo integrado o conectado a través de conexiones comerciales y de
producción, y no por un centro político. El capital, sostiene Wallerstein, nunca ha permitido
que sus aspiraciones fueran determinadas por fronteras nacionales. Por eso, desaparece el
colonialismo pero no la expansión capitalista. Pero la globalización, piensa Giddens, no se
agota con la mundialización de la economía. Hay, además, otras dimensiones que es necesario
considerar y que nosotros veremos enseguida.

Giddens alude también a la discusión de quienes caracterizan la actualidad centrando su


atención en las transformaciones institucionales y consideran que nos movemos de un sistema
fundamentado en la fabricación de bienes de consumo a otro cuya preocupación central
descansa en la información. Este paso de lo físico a lo virtual como rasgo de nuestro tiempo
no es, sin embargo, debidamente discutido por Giddens en sus aproximaciones a la
modernidad tardía.

Finalmente, dos palabras sobre el cuerpo teórico-metódico desde el que Giddens se aproxima
al tema modernidad/postmodernidad.

El objeto primordial del análisis sociológico es evidentemente la sociedad. El concepto de


sociedad o sistema de relaciones sociales se atribuye normalmente en sociología al "estado-
nación" o estado nacional que se realiza en un espacio o territorio bien delimitado. Esto ha
llevado a algunos teóricos de la sociedad a considerar que el objetivo de la sociología es
resolver el problema del orden, porque éste se considera imprescindible para la cohesión
social dentro de un determinado territorio. El problema no está, cree Giddens, en la
demarcación o delimitación social del sistema sino en la manera de relacionarse tiempo y
espacio, conectando presencia y ausencia. Las sociedades modernas (estados-nación) tienen
claramente definidos sus límites, pero esas sociedades están también entretejidas con lazos y
conexiones que atraviesan el sistema sociopolítico del estado y el orden cultural de la nación.
Es decir, las sociedades modernas están constituidas por lazos no sólo territoriales sino
político-sociales y culturales. Es preciso, por eso, analizar las instituciones modernas
situándolas en el tiempo y en el espacio para descubrir caracerísticas distintivas de la
modernidad.

Según unos, la sociología genera un conocimiento que permite controlar las instituciones
sociales, así como los resultados de la física permiten controlar la naturaleza. Según otros, los
resultados de las ciencias sociales son interpretados por los agentes sociales, quienes luego

3
hacen historia desde ellos. En éstos últimos, Marx entre ellos, está ya implícita la idea de
reflexividad. El conocimiento sociológico, piensa Giddens, da vueltas en espiral dentro y
fuera del universo de la vida social, reconstruyéndose a sí mismo y a ese universo como parte
integrante de ese mismo proceso. No se trata de un conocimiento acumulativo, gracias al cual
a mayor conocimiento mayor control, sino de una "incorporación" de nociones sociológicas
dentro del mundo social. Esta reflexividad del conocimiento sociológico es característica de la
modernidad.

Para comprender la modernidad a cabalidad hay que superar las aproximaciones sociológicas
tradicionales en los aspectos mencionados, y analizar de dónde surge la naturaleza dinámica
de la modernidad. Ello se hace mediante una nueva teoría crítica que, según Giddens, debe:
• ser sociológicamente sensible, i.e. estar alerta a las inmanentes transformaciones
institucionales que están ocurriendo
• ser políticamente táctica: saber medir los riesgos de graves consecuencias que pueden
derivarse de las posiciones éticas
• crear modelos de buena sociedad , que no deben quedan limitados a la esfera del estado
nacional
• reconocer que las políticas emancipatorias (compromisos radicales dirigidos a la
liberación de desigualdades o la servidumbre) deben estar unidas a políticas de vida, de
autorrealización (compromisos radicales que buscan vida plena para todos, ética de lo
personal ).

Desde esta propuesta teórico-metódica, que no oculta su orientación política, emprende


Giddens su acercamiento a la modernidad.

2. La modernidad como discontinuidad

Siguiendo una estrategia discursiva ya tradicional en el debate modernidad/postmodernidad,


también Giddens comienza preguntándose qué es la modernidad en el marco de su
aproximación a la actualidad. La pregunta que interroga por la modernidad se plantea, pues,
en un contexto en el que interesa tanto apropiarse del pasado de nuestro presente -y no sólo
conceptualmente- como comprender la actualidad e intervenir en ella. La pretensión
prehermenéutica de un punto de vista neutral para analizar "objetivamente" la realidad está
dejando de ser una aspiración del pensamiento contemporáneo.

La noción de modernidad se refiere a los modos de vida u organización social que surgieron
en Europa desde alrededor del siglo XVII en adelante y cuya influencia, posteriormente, los
han convertido en más o menos mundiales. Para Giddens, como para Weber, la modernidad
está, pues, asociada a un tiempo y a un espacio determinados.

Las formas de vida que la modernidad introduce arrasan de manera sin precedentes todas las
modalidades tradicionales del orden social tanto en extensión como en intensidad. La teoría
evolucionista, sin embargo, con sus grandes relatos que imponen una presentación ordenada
de los acontecimientos humanos, ha obstaculizado una comprensión adecuada de estos
cambios.

4
La sociología clásica vio la edad moderna como una era agitada y bifronte, con aspectos
positivos y negativos, pero creyó que terminaría triunfando lo positivo, por la vía de la lucha
de clases (Marx), de la expansión del industrialismo (Durkheim) o de la imposición de la
racionalidad (Weber). Ni siquiera Weber, pese a su desconfianza con respecto precisamente a
los procesos de racionalización, enfatizó los lados oscuros de la modernidad: peligro de
destrucción ecológica como consecuencia del desarrollo de las fuerzas productivas,
posibilidad de totalitarismos políticos, amenazas por crecimiento exorbitado del poder militar.

Para Giddens, la modernidad es claramente bifronte: arrasa y crea, no conduce


necesariamente a un mundo feliz y seguro. Se pierde, así, la fe en el progreso no sólo porque
se considera que la historia no conduce a ninguna parte, sino porque puede conducir a la
catástrofe. Punto de partida del análisis de Giddens sobre la modernidad es, por tanto, el
carácter discontinuista de ésta con respecto a otros modelos anteriores o contemporáneos de
desarrollo social.

3. Fuentes de dinamismo de la modernidad

Tres son las fuentes del dinamismo, al mismo tiempo arrasador y creador, de la modernidad:
la separación/recombinación del espacio y el tiempo, el desanclaje/reanclaje de las
objetivaciones sociales, el reflexivo ordenamiento y reordenamiento de las relaciones sociales
a luz de las continuas incorporaciones de los conocimientos que el hombre mismo produce.
Estas mismas fuentes de dinamismo hicieron posible la expansión de las dimensiones
institucionales de la modernidad en la medida en que contribuyeron a que las instituciones se
desprendiesen de su suelo originario.

3.1 Separación tiempo y espacio

Es sabido, sostiene Giddens, que en las culturas premodernas el tiempo está vinculado
siempre a indicadores socio-espaciales; el "cuando" está vinculado al "donde" o a
acontecimientos naturales. Con la invención y difusión del reloj mecánico (finales del XVIII)
se consigue expresar una dimensión uniforme del tiempo vacío de espacio o de referencia
social, lo cual hace posible identificar zonas del día (jornada laboral) y, en general, organizar
socialmente el tiempo.

El vaciamiento del tiempo de su referencialidad al espacio fue precondición para el


vaciamiento del espacio de su referencialidad al lugar. El lugar -lo local, el asentamiento
geográfico de la actividad social- coincide en las sociedades premodernas con el espacio. No
hay más espacio real que el lugar8. Las actividades sociales están, así, dominadas por la
presencia.

En las sociedades modernas, por el contrario, se dan relaciones entre ausentes; la vida social
está penetrada por influencias que se generan a gran distancia. Contribuye a ello la
cartografía, o representación abstracta de las posiciones y formas geográficas.

8
Giddens no incorpora para nada la noción de 'espacio mítico' que tan importantes funciones desempeña en las sociedades
tradicionales.

5
La separación de tiempo y espacio hace posible su recombinación como actividad social. Un
horario de trenes, por ejemplo, supone toda una estrategia de ordenamiento del sitio y el
tiempo en que cuándo llegan y parten los trenes. Esta separación le da a la modernidad un
dinamismo extremo porque, por un lado, hace posible el desanclaje entre actividad social y su
contexto originario, dando origen a "instituciones desvinculadas", y, por otro, produce
mecanismos de engranaje para la organización racionalizada, haciendo posible aunar lo local
y lo global. Esto permite la inserción en la historia: organización del pasado y el futuro de
todos los pueblos en un mismo marco global para la acción y la experiencia humanas.

3.2 Desanclaje/Anclaje

Por desanclaje entiende Giddens el "despegarse" de las relaciones sociales con respecto a sus
contextos locales de interacción y su "reestructurarse" en indefinidos intervalos espacio-
temporales.

Existen dos tipos de mecanismos de desanclaje: las señales simbólicas y los sistemas
expertos. Señales simbólicas son medios de intercambio que pueden ser pasados de unos a
otros sin consideración por las características de los individuos o grupos que los manejan en
cada coyuntura, es decir sin consideraciones espacio-temporales. Ejemplos característicos
son los medios de legitimación política y el dinero. Los mecanismos de desanclaje descansan
sobre la noción de "fiabilidad", que es fundamental a las instituciones de la modernidad. La
fiabilidad no se confiere a individuos sino a capacidades abstractas. Por ejemplo, al hacer las
transacciones comerciales con dinero, uno se fía del dinero no del individuo con el que se
hace la transacción. Sistemas expertos son sistemas de logros técnicos o de experiencia
profesional que organizan grandes áreas del entorno material y social en el que uno vive. Ej.:
confianza en profesionales (abogados, ingenieros, médicos ...). Es decir, fe en los sistemas de
códigos que esos profesionales manejan y yo no entiendo pero acepto.

Tanto lo sistemas expertos como las señales simbólicas mueven las relaciones sociales de la
inmediatez de sus contextos. Ambos fomentan la separación entre tiempo y espacio. Uno se
fía de ellos aunque no conoce a fondo sus mecanismos. Suele haber agencias reguladoras y
acreditadoras para proteger a los usuarios.

3.3 Indole reflexiva de la modernidad

La reflexividad es, para Louis Maheu y otros estudiosos, el concepto clave que separa la
argumentación de Giddens de la de los postmodernistas.

En las culturas tradicionales se rinde homenaje al pasado y se valoran los símbolos porque
contienen y perpetúan la experiencia de generaciones. Así, cualquier actividad o experiencia
particular se inserta en la continuidad del pasado-presente-futuro de la comunidad. La
reflexión está limitada a la reinterpretación y clarificación de la tradición.

En la cultura moderna, la reflexión es introducida en la base misma del sistema de


reproducción de tal manera que pensamiento y acción son constantemente refractados el uno
sobre el otro. También la tradición (una determinada tradición) es importante para la cultura
moderna, pero para que sea así tiene que haber pasado por la reflexión, es decir desde la

6
reflexión se escoge la tradición que se considera importante. La reflexión en la vida social
moderna consiste en el hecho de que las prácticas sociales son examinadas constantemente y
reformadas a la luz de nueva información sobre esas mismas prácticas, que de esa manera
alteran su carácter constituyente. La modernidad está constituida por la aplicación del
conocimiento reflexivo; no es la búsqueda permanente de lo nuevo sino la aplicación del
conocimiento reflexivo a la propia sociedad lo que distingue a la modernidad. Por eso, no es
posible la certidumbre (como en el dogma): todo conocimiento está sujeto a revisión. La
estadística sobre la sociedad social no es sólo un instrumento para conocer esa realidad y así
controlarla mejor, como ocurre en el caso de la naturaleza, sino que sus resultados se
incorporan al quehacer cotidiano de los propios estudiados. El conocimiento que producen los
científicos sociales, una vez apropiado por las organizaciones e instituciones, constituye lo
social, es decir participa en su reestructuración y transformación. Esta reflexividad o
circularidad del conocimiento hace que, en las condiciones de la modernidad, el mundo social
no pueda ser estable debido a la permanente incorporación de nuevos conocimientos. La
producción de conocimiento sociológico, de reflexión de un cuerpo social sobre sí mismo, es,
pues, fundamental para su crecimiento. La línea de desarrollo que dicho cuerpo social adopte
dependerá, en importante medida, del conocimiento sobre sí mismo que elabore y asimile.

Apartándose de quienes, fieles al positivismo y a las ciencias sobre la naturaleza, no


atribuyen al conocimiento sobre la sociedad otro rol que el de facilitar el control de la misma,
Giddens enfatiza la importancia de la producción e incorporación de conocimientos sociales a
la vida social. Esta reflexividad constituye, en la teoría de Giddens, tal vez la más
importancia fuente de dinamismo de la modernidad. Carecer de ella o tenerla sólo en escasas
dosis puede explicar, en parte al menos, el carácter defectivo de la modernidad en no pocas
latitudes.

4. ¿Modernidad o postmodernidad?

¿Cómo entender los tiempos actuales? ¿Estamos entrando a un período de postmodernidad o


más bien trasladándonos a uno en el que las consecuencias de la modernidad se están
radicalizando y universalizando como nunca?

Giddens considera que se va configurando un orden que es nuevo y diferente del moderno y
en el que las discontinuidades más importantes se advierten en el ritmo del cambio (ahora más
acelerado), ámbito del cambio (ahora más amplio) y naturaleza intrínseca de las instituciones
modernas (estado nación , producción a partir de fuentes inanimadas de energía,
mercantilización de productos y trabajo asalariado, ciudad)

Para distinguirse de los postmodernos, con cuyas tesis más radicales no comulga, Giddens
llama a este nuevo orden "modernidad avanzada", "modernidad radical" o "alta modernidad".
Se trata, por cierto, de tiempos nuevos, pero esa novedad no implica una ruptura total con la
modernidad. Estamos en una etapa transición de largo alcance, pero es un error referirse a
estas transiciones como postmodernidad. Lo único que significa postmodernidad es que la
trayectoria del desarrollo social nos está alejando de las instituciones de la modernidad y
conduciéndonos hacia un nuevo y distinto tipo de organización social. No estamos, pues,
"más allá de la modernidad" sino en una fase de su radicalización. Aún no vivimos en un
universo social postmoderno, pero podemos vislumbrar algo más que unos pocos destellos del

7
surgimiento de vida y formas de organización social que divergen de aquellos impulsados por
las instituciones modernas.

5. Perfil de nuestro tiempo (nivel descriptivo)

En un intento por dejar indicados algunos rasgos de la actualidad, Giddens se refiere a


aquéllos que se relacionan más directamente con su estrategia argumentativa.

Del desarrollo social le interesa subrayar la creciente importancia de los nuevos movimientos
sociales y el lugar privilegiado que las preocupaciones ecológicas se han labrado en la agenda
política y social contemporánea. No es menos importante la "evaporación" de la privilegiada
posición de Occidente: a medida que se expanden las instituciones de la modernidad por el
mundo entero decrece la hegemonía europea. El poder económico, político y militar que dio a
Occidente su primacía y que se fundaba en la conjunción de las cuatro dimensiones
institucionales de la modernidad ha dejado de ser el distintivo diferencial de los países
occidentales frente al resto del mundo. Se puede interpretar este proceso como uno de
mundialización. Es decir, mundialización y pérdida de hegemonía de Occidente marchan de
consuno, piensa Giddens. Algo así, diremos para aclarar, como la pérdida de control sobre el
idioma inglés que tienen Inglaterra y Estados Unidos a medida que este idioma va
convirtiéndose en la lingua franca de la actualidad.

A estos rasgos de la actualidad social, Giddens añade otros referidos al pensamiento y que
interpreta como pasos en el proceso de autoclarificación del propio pensamiento moderno. Así
por ejemplo, la duda, característica de nuestro tiempo, sobre los fundamentos de la
epistemología moderna es evidentemente legítima, pero esta duda no debería llevar a pensar
que es imposible el conocimiento sistemático sobre la acción humana o sobre las tendencias
del desarrollo social. La propuesta llamada postmoderna no debería ser vista como una
ruptura con la pretensión moderna de llegar a un conocimiento fundando acerca del hombre,
la sociedad y la historia, es decir como un intento de superación de la modernidad, sino como
un intento de la modernidad de comprenderse a sí misma en un esfuerzo de
autocercioramiento. Por lo demás, la misma modernidad sabe que ningún conocimiento es
definitivo, todo conocimiento es revisable. El conocimiento empírico, basado en los sentidos,
es siempre sospechoso.

Además de la duda legítima acerca de los fundamentos del saber sobre el hombre y la
sociedad, se ha producido el descrédito o disolución del evolucionismo. También Giddens
concuerda con quienes rechazan la visiones providencialistas de la historia y atribuyen a ésta
un sentido, no importa si desde la creencia pura y dura o desde esa creencia secularizada que
es la razón trascendental. No es posible defender ninguna versión del progreso puesto que la
historia está desprovista de teleología. La historia no posee una forma intrínseca ni una
teleología. Nadie puede, pues, contarla ni erguirse como su narrador privilegiado. No hay sino
una enorme variedad de historias que no conocen punto ni eje alguno de referencia.

En esta reflexión Giddens coincide al pie de la letra con un rasgo inconfundible del talante
postmoderno: la polifonía de voces que componen el mundo, la riqueza de diversidades que
no toleran ser reducidas a la igualdad, la invencibilidad de lo múltiple frente a lo uno.

8
Pero Giddens avanza un aspecto de nuestro tiempo, la reflexividad del conocimiento -a la que
nos hemos referido más arriba-, y con ello piensa que se diferencia clara y distintamente de
quienes abordan la historia en clave postmoderna. La reabsorción del conocimiento en la
historia transforma a ésta y consiguientemente se constituye para ella en fuente de dinamismo
y ¿de progreso?.

6. Dimensiones institucionales de la modernidad (nivel explicativo)

En el plano de las instituciones -considera Giddens en debate con los clásicos de la teoría de
la sociedad- la modernidad es multidimensional. Cuatro son los agrupamientos organizativos
más importantes o dimensiones institucionales de la modernidad:

• El capitalismo o sistema de producción de mercancías y de acumulación de capital en


contexto de mercados competitivos de trabajo y de productos, y desarrollando
relaciones entre los propietarios privados del capital y una mano de obra asalariada y
desposeída de propiedad. La produción se dirige a los mercados competitivos.
• El industrialismo o sistema de producción de bienes a base de la utilización de fuentes
inanimadas de energía material y jugando la maquinaria un papel central en el proceso
de producción. Transformación de la naturaleza o desarrollo de un entorno creado
• El sistema de vigilancia o del control social y de la información, que
administrativamente se organiza en un estado-nación que ejerce control sobre áreas
territoriales delimitadas, para lo cual debe desarrollar capacidades y aparatos de
vigilancia directa (cárceles, escuelas, centros de trabajo) o indirecta (de la información)
• Poder militar o sistema de control monopólico de los medios de violencia dentro de
precisas fronteras territoriales y en un contexto de industrialización de la guerra

Existen cruzadas interrelaciones entre estas dimensiones, lo que significa que cada una se
beneficia de los logros de las otras. Así, por ejemplo, el poder militar fortalece el sistema de
vigilancia y, a su vez, se apoya en los avances que logra la industrialización y aprovecha las
ventajas que le ofrece el mercado.

De estas cuatro dimensiones y sin desmerecer ninguna, Giddens subraya la importancia del
capitalismo y el estado nacional como los grandes promotores de la aceleración y expansión
de las instituciones modernas. Los estados-nación concentran el poder administrativo mucho
más eficazmente que los estados tradicionales, por eso pueden movilizar muchos más recursos
que los estados anteriores.

7. Mundialización de las dimensiones de la modernidad

La modernidad es intrínsecamente globalizadora. Los sociólogos no lo advirtieron, cree


Giddens, porque identificaban la noción de "sociedad" con estado-nación. Al situar el
análisis sobre el marco conceptual del distanciamiento entre espacio y tiempo se facilita la
percepción de las complejas relaciones entre participación local (copresencia) e interacción a
distancia. La mundialización se refiere principalmente a ese proceso de alargamiento en lo
concerniente a los métodos de conexión entre diferentes contextos sociales o regiones que se
convierten en una red a lo largo de toda la superficie de la tierra. Lo local comienza a ser

9
configurado por lo distante, pero lo distante al localizarse se modifica. El resultado es un
mundo heterogéneo, interconectado y mucho más complejo que el mundo precedente. Al
relajarse los lazos nacionales surgen nacionalismos e identidades locales que antes no podían
expresarse. El estado nacional se vuelve demasiado chico para abordar los grandes problemas
de la vida y demasiado grande para los pequeños problemas.

Las dimensiones institucionales, al mundializarse, adquieren otro perfil:

• Economía capitalista mundial. Aunque relacionada todavía con el estado-nación, la


economía se va autonomizando de los estados-nación para desarrollarse a través de
corporaciones domiciliadas en pero no dependientes de un estado-nación. Estas
corporaciones manejan incluso presupuestos superiores a los de los estados, pero no
pueden competir con éstos en cuanto a control territorial y control de medios de
violencia. La mercantilización de productos y de la fuerza de trabajo se globalizan, y
por tanto también se globalizan las relaciones de clase (control de medios de
producción) y la distribución de beneficios (desigualdad global).
• Desarrollo industrial con división internacional del trabajo. Desde este punto de vista,
los países se dividen hoy en industrializados, no industrializados y de nueva
industrialización. Se difunde globalmente la maquinaria tecnológica y esto afecta no
sólo la producción sino la vida cotidiana y ejerce influencia sobre la interacción humana
con el entorno. Se constituye así "un mundo" cuyas amenazas (ecología) y
oportunidades (información) son cada vez más patrimonio de todos. Esto se relaciona
directamente con la mundialización cultural.
• Sistema de estados nación. Los estados-nación siguen siendo actores principales dentro
del orden político, impulsando el desarrollo industrial de sus países y actuando como
celosos defensores de sus derechos territoriales y sus culturas nacionales, pero también
se va creando un sistema de estados nacionales, un sistema de relaciones que disminuye
la soberanía individual de las naciones.
• Orden militar mundial. También el monopolio del uso legal de la violencia se
globaliza: va surgiendo un orden militar mundial que pretende a controlar las
conexiones entre industrialización de la guerra, flujo de armamento y técnicas militares,
y que construye alianzas inter-estados defensivo-ofensivas (OTAN). Entrar en la alianza
comporta necesariamente reducción de soberanía.

8. Realismo utópico

El "realismo utópico" -horizonte de expectativa que convoca los sueños de Giddens- se


articula alrededor de dos ejes: a) la posibilidad de armonizar política local y política global, y
b) la presencia simultánea de una política emancipadora (que se propone como objetivos la
igualdad y la justicia, y no conoce enemigos claros) y de una política de vida (que propicia la
autorrealización del yo y busca una vida satisfactoria y plena para todos). Los movimientos
sociales nuevos son los portadores de estos dos ejes, siendo el movimiento feminista el que
mejor los expresa.
En un contexto marcado por el descrédito generalizado con respecto a las promesas de las
visiones teleológicas de la historia y sus metarrelatos, no es fácil concretar el postulado del
"realismo utópico" en una propuesta viable. Pero la índole reflexiva de la modernidad permite

10
vislumbrar alternativas de modelos de realismo utópico. El modelo tiene que surgir de una
articulación armoniosa de interpretación (teoría) y práctica, pero debe olvidarse del "sujeto
revolucionario"o "clase universal" porque la historia no es teleológica y no puede ser narrada
por un solo narrador ni organizada en función de un sujeto privilegiado. Además, como piensa
Giddens que pensaba Marx, para que el cambio social tenga impacto debe estar conectado a
las posibilidades inmanentes institucionales.

Las dimensiones del realismo utópico son:

• Política de vida
• Política emancipatoria
• Política de lo local
• Política de lo global

9. Movimientos sociales

Los movimientos sociales de la época de tránsito de la modernidad clásica a la radicalizada


están ligados a una de las dimensiones instituciones de la modernidad y lo que pretende es
precisamente trascender los límites de la sociedad moderna tradicional. El movimiento obrero
-que en la modernidad clásica desempeñó el papel de articulador del resto de los movimiento
sociales- , sigue siendo importante, pero una preocupación exclusiva por el movimiento
obrero refleja un énfasis unilateral puesto que reduce la complejidad a lo uno. Otros
movimientos son también importantes.

Tipos de movimientos sociales:

• Movimiento obrero, que está ligados a la expansión o globalización de la empresa


capitalista, enraizado, por tanto, en el orden económico del capitalismo, y orientado al
control defensivo del centro de trabajo (sindicalismo). Busca también influir en o tomar
el poder del estado (partidos políticos) y se constituye frecuentemente en el principal
portador de las demandas de libertad y derechos democráticos .
• Movimientos ecológicos y contraculturales, que están enraizados en el entorno creado
por la globalización de la industrialización.
• Movimiento por los derechos democráticos (el movimiento obrero, entre ellos), que se
relacionan con en la globalización del control estatal o vigilancia.
• Movimientos por la paz, que están ligados a la globalización del control de los medios
de violencia.

Estos movimientos sociales son los portadores de la promesa de futuro en la que medida en
que no sólo anuncian y, al mismo tiempo, anticipan lo que podría ser la sociedad futura.

10. Orden postmoderno

¿Qué clase de utopías podemos establecer que estén conectadas a las tendencias inmanentes
de desarrollo y que por tanto sean realistas? Existen importantes tendencias institucionales

11
que sugieren que es posible realizar un orden postmoderno . Podemos caracterizar un sistema
postmoderno como la representación de un movimiento más allá de la modernidad a lo largo
de las cuatro dimensiones de la modernidad

Este orden postmoderno tendría el siguiente contorno:

• Sistema de la post-escasez
• Humanización de la tecnología
• Participación democrática de todos
• Desmilitarización

El sistema de post-escasez tiene, a su vez, las siguientes dimensiones:

• Organización económica socializada El mercado o sistemas de intercambio no debe ser


ni libre ni regulado por estado. Si libre, no se puede trascender el sistema de clases que
genera; si controlados por estado, entonces es ineficiente y produce autoritarismo. Por
tanto, el control sobre el mercado no puede ser sino social. La continuación de la
acumulación capitalista no es sostenible en términos de recursos. Los recursos son
suficientes para que todos los hombres puedan vivir dignamente, pero para ello hay que
alterar los modos de vida que producen escasez y hacer una redistribución global de la
riqueza, a través, por ejemplo, de un fondo global de compensación.
• Sistema de cuidado del planeta, Va desarrollándose y expandiéndose la conciencia del
daño que causa al medio ambiente el desarrollo industrial. De esta conciencia habría que
pasar a la toma de conciencia de que es en la lógica del desarrollo científico tecnológico
sin trabas en donde reside el problema. La humanización de la tecnología implica la
progresiva introducción de cuestiones éticas dentro de la actual relación -principalmente
instrumental- entre ser humano y medio ambiente creado. Siendo globales los
problemas ambientales, la intervención debería ser sujeto de coordinación.
• Orden mundial coordinado. Un sistema así necesita ser globalmente coordinado a través
de acuerdos como los que comienzan a darse entre corporaciones o gobiernos. Además,
se extiende la democracia y se van difuminando los estados-nación. Surgen debajo y
encima de ellos formas de organización, espacios de encuentro colectivo, en los que es
racional suponer que se irá imponiendo también la democratización. Parece evidente
que surgirá un orden político más coordinado en cuanto a las relaciones entre estados.
La globalización obliga a los estados a colaborar en cuestiones antes inusitadas. No
parece que vaya a surgir un superestado mundial, sino más bien políticas globales de
cooperación, estrategias cooperativas para resolver conflictos.
• Trascensión de la guerra. Imaginar un mundo sin guerra es difícil pero no imposible.
Las guerras por fronteras van quedando atrás, cree Giddens, dado que las fronteras
nacionales han quedado fijadas casi por completo. Pierde igualmente sentido
agrandamiento territorial. Los países se vuelven interdependientes, comparten intereses.
Todo ello puede contribuir a hacer innecesarias las guerras.

12
Todas éstas son tendencias inmanentes al desarrollo de las dimensiones de la modernidad,
pero son sólo tendencias que es necesario impulsar y que, además, implican riesgos. Entre los
riesgos de graves consecuencias de la modernidad están:

• Colapso de los mecanismos de crecimiento económico


• Desintegración o desastre ecológico
• Crecimiento del poder totalitario
• Conflicto nuclear o guerra a gran escala

11. Anotación final

Después de este largo recorrido por el tema de la modernidad, es evidente que Giddens,
aunque se distingue claramente de las posiciones postmodernas más radicales, no pone su
tienda al lado de la modernidad clásica, ahora ya tradicional. Prefiere instalarse en esa tercera
posición que llama modernidad avanzada o radicalizada, cuyas diferencias con la
postmodernidad quedan claramente expresadas en el cuadro comparativo que sigue.

POSTMODERNIDAD MODERNIDAD RADICALIZADA


Entiende las actuales transiciones como Identifica los cambios institucionales que producen
Disolución de la epistemología el sentimiento de fragmentación y dispersión
Se centra en las tendencias centrífugas de las Ve la culminación de la modernidad como un
transformaciones actuales y su carácter dislocante conjunto de circunstancias en las que la dispersión
va dialécticamente conectada con profundas
tendencias a la integración global
Percibe el yo disuelto o desmembrado por No reduce al yo a un simple lugar de (encuentro) de
fragmentación de la experiencia fuerzas que se entrecruzan; la modernidad hace
posible un proceso de identidad del yo reflexivo
Sostiene la idea de la contextualidad de las verdades Afirma que los rasgos universales de las verdades
confirmadas o considera a estas últimas como confirmadas se nos imponen de manera irresistible.
irreductiblemente ‘históricas’ La reflexividad de la modernidad no excluye un
conocimiento sistemático sobre esos desarrollos.
Teoriza la impotencia que sienten los individuos Analiza la dialéctica de pérdidas y adquisiciones de
frente a tendencias globales poder a partir de la experiencia y la acción
Ve el vaciamiento de la vida cotidiana como Ve la vida cotidiana como un complejo activo de
consecuencia de la intrusión de los sistemas reacciones a los sistemas abstractos, que pone en
abstractos juego un proceso dialéctico de apropiación y de
pérdida.

El compromiso político coordinado es ahogado por El compromiso político coordinado es posible y


la supremacía de la contextualidad y la dispersión necesario, tanto en el ámbito local como en el global

Entiende postmodernidad como el final de la Define la postmodernidad como un conjunto de


epistemología, del individuo y de la ética transformaciones posibles que van más allá de las
instituciones de la modernidad

13
CUADRO RESUMEN

Dimensiones institucionales de la modernidad


Dimensiones de la globalización
Tipos de movimientos sociales
Dimensiones del realismo utópico
Riesgos/amenazas
Contornos de un orden postmoderno
Dimensiones de un sistema de postescasez

7. ORDEN MUNDIAL COORDINADO

6. P A R T I C I P A C I O N D E M OC R A T I C A A V A R I O S NIVELES

5. C R E C I M I E N T O D E L P O D E R T O T A L I T A R I O

C 4. POLITICA DE EMANCIPACION G
R U
E 3. MOVIMIENTOS POR LA DEMOCRACIA/GENERO E D
C T
I R E
O S R
R M M 2. SISTEMA DE ESTADOS-NACION M A
I I R S
G O O P S
S E
A P V V O C
T N E 1. VIGILANCIA O A M
N O I I L E
E T C R
I L M M I N
M O O
CAPITAL D I
Z I I I T S
A N I E
A T E E I I
. S N L
C I N N C O
C M A N
I D T M M T N
Ó E A O O O I
E C U I U
N S S D D
O N L T
E E
N D . C
D O
P . A
E E B L
O C M P L
C R L A
S D A U A R
O L E O
T E P N C E
N O R G
- S I D I I
O E O T INDUSTRIALISM I U
O F G A
M S A A E
I R L S I L Z R
C B L L S R
C O I O R
A I T A
A C N B A
S T DIVISION INTERNAC. DEL TRAB. A
A D A
E A C
Z
L S L
S D
O O MOVIMIENTOS ECOLOGISTAS I
C
I O
A
L N
I POLITICA DE VIDA
Z
A DEGRADACION O DESASTRE ECOLOGICO
D
A

H U M A N I Z A C I O N D E L A T E C N I C A

SISTEMA DE CUIDADO PLANETARIO

14

View publication stats

También podría gustarte