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COMO ESCRIBIR UNA SEMBLANZA

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Una biografía te muestra la historia del carácter de una persona, su vida y sus logros. Una
semblanza es mucho más corta y específica. La semblanza se utiliza para darles a los
lectores una información básica sobre la persona, o bien sobre el carácter de la persona.
Una semblanza también puede escribirse para proporcionar más información a los
lectores sobre una figura histórica, o para dar información tuya como una herramienta
de trabajo para una solicitud. Sigue estos pasos y podrás escribir una semblanza tú
mismo.

Reúne información sobre ti mismo. Si vas a escribir una semblanza sobre ti mismo, puede
que sientas que ya sabes todo lo que hay que decir. Sin embargo, necesitarás escribir todo
lo que sabes de ti mismo antes de poder escribir una semblanza. Aquí te decimos cómo
hacerlo:

 Haz una lista de todos los estudios o trabajos. Resalta aquellos que sean los más
importantes.
 Haz una lista de todos tus logros, ya sean las publicaciones, proyectos que hayas
liderado o promociones que hayas ganado.
 Escribe las cosas de las cuales estás orgulloso sobre tu vida.
 Escribe un par de detalles personales sobre ti. Sólo di dónde vives, y con quién, eso
es suficiente dependiendo del largo requerido. Si has cambiado de lugar de
residencia.
 Lee viejos currículos para ver qué es lo que escribías antes.

Reflexiona sobre tu vida. Una vez que hayas conseguido suficiente información y tengas
un buen sentido de tu vida y logros, es tiempo de ver qué logros y características te hacen
un buen prospecto, y qué aspectos no son cruciales para tus metas. Aquí hay qué hacer:

 Piensa en qué características quieres resaltar. Si quieres mostrar que eres un


pensador original, resalta proyectos únicos o ideas que se te hayan ocurrido. Si
quieres demostrar que trabajas bien con otros, resalta tu trabajo en equipo.
 Piensa en los aspectos de tu vida que no quieras incluir. Una semblanza puede ser
de una página o más corta, así que no podrás incluir todos los estudios y/o
trabajos que has hecho. Cruza las cosas que hayas hecho pero no sean relevantes
al trabajo o estudios.
 Piensa en un anécdota perfecto que muestre las cualidades que quieras resaltar.
Puedes hacer una lluvia de ideas sobre un par de anécdotas que tengas y escoge la
mejor. Recuerda que la anécdota sólo funcionará con semblanzas más largas.
 Piensa en los logros y la experiencia que quieras resaltar. No podrás incluir todo,
así que escoge lo más relevante y usa los más asombrosos.
Empieza con una anécdota. Si tienes espacio para una anécdota, esta debe ir al principio
de tu semblanza para atraer a los lectores. Recuerda que siempre debes hablar en tercera
persona, incluso si escribes de ti mismo. La anécdota puede ser de un solo párrafo o un
par de oraciones, pero debe transmitir el carácter de la persona y qué es lo que lo hace
especial.

 Clarifica quién es la persona. Si estás hablando de ti mismo, eso es fácil. Si es de un


personaje histórico, puede ser más difícil. Si quieres empezar a hablar de la
persona desde que era niño, como decir una anécdota de Abraham Lincoln cuando
era niño, podrás sorprender a tus lectores explicando de quién hablabas al final de
la anécdota.
 Transmite el carácter de la persona. Si quieres mostrar lo honesta y confiable que
es la persona, asegúrate de que la historia ilustre esas cualidades.
 Muestra qué es lo que hace a esta persona única. Usa detalles específicos y
lenguaje atractivo para demostrar qué hace a esta persona diferente de las demás.

Provee información relevante en el cuerpo. Una vez que hayas enganchado a tus
lectores, necesitarás dar los detalles concretos para darle un sentido no sólo del carácter
de la persona, sino también del arco de su vida, sus logros y pasiones. Aquí hay un par de
cosas que debes considerar:

 Sé honesto. No maquilles tu historia para agradar a tus lectores.


 Sé creativo. No cuentes una historia que tus lectores ya han oído. Encuentra una
nueva forma de dar la misma información a tus lectores, o una forma de proveer
información que los lectores no han oído.
 Si estás haciendo una semblanza sobre ti mismo, provee información relevante a
las posiciones que has manejado, el tipo de trabajo que has hecho, y las cosas que
has logrado o que piensas lograr. Puedes limitar la información personal en este
tipo de semblanzas, ya que a los empleadores sólo les interesa tu experiencia
laboral.
 Si estás escribiendo una semblanza de una figura histórica, explica dónde nació y
dónde murió, cuáles eran sus pasiones, qué logró y cómo moldeó la sociedad.
También puedes mencionar información personal relevante a la figura.
 Recuerda describir todas las cosas que esa persona hizo en orden cronológico, para
que tus lectores estén orientados.

Termina bien. Después de enganchar a los lectores y dar suficiente información sobre la
persona de la cual estás escribiendo, deberás terminar con claridad y confianza. Puedes
envolver tus ideas en una oración o dos. Aquí te decimos cómo hacerlo:

 Si estás hablando sobre ti, puedes terminarlo con una información personal.
Simplemente di dónde vives, qué haces y con quién vives.
 Si es sobre una figura histórica, hazle saber a tus lectores el impacto que tuvo esa
persona en la sociedad.

Revisa tu trabajo. Una vez que escribas tu semblanza, necesitas revisándola para
asegurarte de que el largo esté apropiado, que cumpla con tus objetivos y que fluya. Pasar
más tiempo revisando el diseño te ayudará a transmitir tu mensaje y a resaltar las
cualidades correctas de una figura histórica. Aquí te diremos cómo hacerlo:

 Lee tu trabajo dos veces. La primera vez, no lo marques pero haz notas mentales
de cosas que suenen raro. La segunda vez, léelo con una pluma a la mano y marca
cualquier cosa que no te guste o deba ser expandida. Trabaja para mejorar esas
áreas.
 Lee tu trabajo en voz alta. Esto puede ayudarte a ver que fluya y que tus lectores
puedan entender de cómo es la persona de la que hablas.
 Asegúrate de que la semblanza cumpla con tus objetivos. Recuerda tus cualidades
y experiencia personal que quieras remarcar sobre la persona de quien hablas. ¿La
semblanza se enfoca en esas cualidades, o le da una diferente impresión a los
lectores del sujeto?
 Asegúrate de que sea de un largo apropiado. Puede que sientas que cada oración
es crucial, pero tus lectores o posibles empleadores no estarán impresionados si
escribes más del límite de palabras.
 Deja la semblanza sola un par de días. Cuando regreses, te sentirás menos unido a
cada palabra y podrás ver qué sirve y qué no.

Edita el trabajo. Una vez que sientas que mejoraste la semblanza y que no requiere
ningún otro cambio, es tiempo de mejorar tu semblanza a nivel oración. Editarla requerirá
que la separes oración por oración, para mejorar la claridad, precisión y consistencia. Aquí
te diremos qué hacer:

 Recorta las oraciones largas y mal redactadas.


 Reemplaza palabras aburridas por unas más descriptivas.
 Borra cualquier cosa que no sea interesante o esté fuera del tema.
 Corrige los errores gramaticales o de puntuación.

Pide una opinión por fuera. Una vez que te sientas cómodo con tu semblanza y la edición
de esta, busca opinión antes de compartirla con el resto del mundo. Si quieres publicar tu
semblanza de una figura histórica, debería sonar tan convincente como tu crees que
suena. Si quieres poner esa semblanza en tu currículo deberías ver si te hace lucir como un
candidato prometedor. Aquí hay unas personas que te pueden ayudar:

 Pregúntale a un amigo en quien confíes para ver si la semblanza es informativa y


fluye bien.
 Pregúntale a un experto en el tema. Si vas a escribir una semblanza, pregúntale a
un historiador o a un profesor, y si es una personal, mándasela a una persona que
sepas trabaje en tu área.
 Pregúntale a una persona que ya haya escrito muchas semblanzas y sabe cómo
hacer que funcionen.
 Pregúntale a un amigo que sea experto en escritura o gramática.

Recuerda en esta semblanza es importante resaltar los principios y valores que tú


tengas.

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