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ARMONIZACIÓN DE MELODÍAS
Ejemplo 14.18
A. B. C. D.
3 2 2 í 3 2 2 3 2 2 1 3 2 2
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Ejemplo 15.1
4 3! !^6| ' 2 3; r
9 ST
4 3t 2 3Í
Si movemos una de las notas del retardo una octava más arriba o más abajo, for-
maremos intervalos compuestos que funcionan de la misma manera que los re-
tardos formados por intervalos simples. Por lo tanto, el retardo compuesto 11-10
funciona exactamente igual que el 4-3 y el retardo 9-10 igual que el 2-3, etc. Por
esta razón, y para evitar confusiones, designaremos todos los retardos compues-
tos como si fueran simples: el retardo 11-10 como 4-3, el retardo 14-13 como 7-
6, y así sucesivamente.
f
2. El retardo en sí ha de estar precedido o preparado por una nota consonante de
la misma altura, y ha de resolver descendentemente por grados conjuntos en
otra nota consonante. Los primeros tres retardos del ejemplo 15.2 presentan pre-
paraciones y resoluciones correctas en las que se han indicado los intervalos ar-
mónicos. No es absolutamente necesario que la disonancia esté ligada a su pre-
paración; en algunos casos la nota común se reitera rítmicamente.
Cuando el retardo resuelve, no es obligatorio que la otra voz permanezca en la
misma altura, pudiendo saltar a otro intervalo consonante. En el ejemplo 15.2d
la voz inferior realiza un salto ascendente de 3a cuando el 7 resuelve en 6, crean-
do un retardo 7-3; a esto se le llama cambio de bajo. En el ejemplo 15.2e la voz su-
perior realiza un salto ascendente de 4a, mientras el 2 resuelve en 3, creando un
retardo 2-6; este movimiento recibe el nombre de cambio de voz superior.
Ejemplo 15.2
A. B. C. D. E.
'r r y | Lf—'-"- r i
i J— ^J 1
-Co • f__l S
i.
228 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
2. Los retardos 7-6 y 2-3 también suelen agruparse, ya que ambos resuelven en
una tríada en primera inversión. Nunca duplique la nota de resolución en nin-
guno de los dos retardos. El 7-6 se relaciona con una variedad de armonías;
los ejemplos 15.6a y b muestran dos de sus usos más comunes en relación
con los acordes vii°6 y I6. Podemos encadenar varios retardos 7-6 formando
una sucesión, como muestra el ejemplo 15.6c. El movimiento por grados con-
juntos de estas tríadas consecutivas en primera inversión plantea varios pro-
blemas de conducción de las voces. Las duplicaciones deben alternarse entre
el bajo o fundamental y la soprano para evitar las octavas paralelas; recuerde
que no se pueden duplicar las resoluciones de los retardos, que se encuen-
tran en la voz contralto. Sin embargo, notará que, si eliminamos los retardos,
tendremos 5as paralelas entre las voces soprano y contralto. Los compositores
del periodo de la práctica común consideraban que los retardos 7-6 inserta-
dos bastaban para anular las 5as paralelas. En las progresiones donde las tría-
das sucesivas en primera inversión presentan una posición cerrada, se forma-
rá una 4a en lugar de una 5a entre las voces superiores, eliminando cualquier
riesgo de paralelas.
El retardo 2-3 (ó 9-10) del bajo también resuelve en una tríada en primera inver-
sión. Aparece con mayor frecuencia en el acorde V6, retardando la sensible de mane-
ra similar al 4-3 en el acorde V (ej. 15.6d).
Ejemplo 15.6
A. B.
V J — 1
É
6s •*— J._ . J
Do: I6
J
J
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—— f
1
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(vii°6)
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c. D.
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7 6 7 6 7 6 7 6
5
2
6
3
do: (vil06) do: i (V6)
FIGURACIÓN MELÓDICA Y DISONANCIA II: RETARDOS Y OTROS USOS... 239
Ejemplo 15.22
A. RICHARD STRAUSS, MUERTE Y TRANSFIGURACIÓN
469 ^
/
474
if) ^J J. J)—-j —1 j^J—r^\|
i [—f r^ — J ^ i
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No hay nada especialmente hermoso en cuanto a las armonías de este pasaje, que
consiste tan sólo en los acordes I y V7 sobre un pedal de dominante. Tampoco el moti-
vo básico de la melodía (Mi-Re-Do) es particularmente original o emotivo. La genialidad
de este pasaje radica en el movimiento de enlace del primer Re4, que genera una serie de
notas de paso acentuadas y retardos, señalados con círculos en el ejemplo. Estas notas
ornamentales acentuadas se mantienen durante al menos uno y a veces dos tiempos. El
retardo continuo y acumulativo de las resoluciones de estas disonancias melódicas en
esta sección final de la transfiguración crea su naturaleza marcadamente emotiva.
280 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 18.3
DEBUSSY, «PETES», DE NOCTURNES
28
3s£
Ejemplo 18.4
A. RACHMANINOFF, LA ISLA DE LA MUERTE, OP. 29
J J. J J.
En la jerarquía métrica existen tres niveles: la división del pulso, el pulso y el compás.
Suponiendo que el compás de una pieza es constante, la regularidad de esos tres niveles
RITMO Y MÉTRICA II: SIGNOS DE COMPÁS Y DISONANCIA RÍTMICA-MÉTRICA 281
DISONANCIA RÍTMICA
fe
r
56 _2
r
282 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 18.6
B. RlMSKY-KORSAKOV, SCHEREZADE, I
14
Ejemplo 18.7
A. SCHUBERT, «AUEENTHALT», DE SCHWANENGESÁNG
5 etc.
/ £*
Í
-r
B. CHOPIN, FANTASIE-IMPROMPTU, OP. 66
5
r RITMO Y MÉTRICA II: SIGNOS DE COMPÁS Y DISONANCIA RÍTMICA-MÉTRICA 283
Ejemplo 18.8
A. B, C.
É
Los acentos desplazados, acentos dinámicos o sforzandi (abreviados sfo sfz) que
aparecen en tiempos o divisiones débiles, suelen producir un efecto similar a la sinco-
pación. En el ejemplo 18.9, Haydn destaca la parte débil de cada compás mediante
sforzandi. Al ejecutar pasajes sincopados, debemos evitar los acentos dinámicos en las
notas sincopadas, a menos que estén específicamente indicadas por el compositor, como
es el caso del ejemplo 18.10.
Ejemplo 18.9
HAYDN, SINFONÍA NÚM. 104 («LONDRES»), m
sf sf sf
Ejemplo 18.10
BEETHOVEN, SINFONÍA NÚM. 3 («HEROICA»), III
373
-4-A n f
«y -^
f 3 —i 1 J i 1
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380
J. 1
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DISONANCIA MÉTRICA
Ejemplo 18.11
133
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4 g V 4 4
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EL ACORDE DE SÉPTIMA DE SENSIBLE Y OTROS ACORDES DE SÉPTIMA 297
B. (REDUCCIÓN)
Ejemplo 19.10
BEETHOVEN, SONATA PARA PIANO EN Do MENOR, OP. 10, NÚM. 1,1
do:
^ =^=t^ J^'l P f
1 í Y ^4
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(vii°l) 6 V
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V
Ejemplo 19-11
18
5 4 3 2
Debido a la alteración del sexto grado de la escala, tS, el acorde de séptima cons-
truido sobre la sensible (vii°7 o Si Re Fa Lab en Do mayor) en el modo mayor tiende a
destacar más que en el modo menor. Su función es casi idéntica a la de su equivalen-
te en el modo menor, ya que sus fundamentales son grados de la escala activos que re-
suelven en integrantes más estables de la tríada de tónica. En el siguiente fragmento
de Mozart aparece un ejemplo del vii0^ (ejs. 19.12 a y b). Este acorde es particular-
mente eficaz cuando aparece sobre un pedal de tónica (ej. 19.12c).
Ejemplo 19.12
182
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C.
^ Re: (Vf) I (ü6 vii°|) I(
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Fa: I
300 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
En el modo mayor existe otra forma de séptima de sensible; una séptima semidis-
minuida (vii07) que contiene una 7a menor a partir de la fundamental (Si Re Fa La, en
Do mayor). La función de este acorde es muy similar a la de vii07. En este caso es aún
más importante que duplique la 3a del acorde de tónica en el que resuelve, ya que el
movimiento conjunto de 6 a 5 forma ^paralelas en lugar de desiguales (ej. 19.13a).
En las composiciones barrocas, el vii07 suele aparecer como un breve acorde de paso
entre TV6 y I (ej. 19.13b). En uno de sus Moments Musicals, Schubert prolonga prime-
ro la 7a (6) de este acorde y después la resuelve en el 5 de un V6, como muestra el
ejemplo 19.13c y su resolución en el ejemplo 19.13d; en este caso, podemos conside-
rar esta figura como una especie de retardo 7-6 sobre una armonía de dominante. Por
último, en el ejemplo 19.13e, el grito de júbilo de las hijas del Rin emplea un vii07 au-
xiliar sobre un pedal de tónica.
Ejemplo 19.13
5as//
-\¿ J Z « H J rJ
V —r
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«y
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Do: viia7 I Sol: IV6(vii07) I
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ARMONIZACIÓN DE MELODÍAS
De los restantes acordes de séptima diatónicos, sólo los que se construyen sobre la
subdominante y la tónica pueden considerarse como acordes independientes.
Ejemplo 19.14
A. B.
269 J
"T1 —H
'): tfJl fl J k-
*
4c—^ -<^-. b¿ ' ~P~' *s
F. (REDUCCIÓN)
6 5 3
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La: I
— 1 —1
IV7 V7
—ri —
AI acorde F/^ ornamental le sigue habitualmente la progresión V^-I, produciendo un
movimiento 6-7-8 en el bajo. Esta progresión aparece en la encantadora variación núm.
4 de Mozart de la conocida melodía «Ah, vous dirai-je; Maman» (ej. 19.15a). Nótese la va-
riedad de disonancias que aparecen en los primeros tiempos de los compases 3-7. El
Sol5 del compás 3 es un retardo 9-8 en IV sobre un pedal de tónica, el Fa5 del compás 4
es un retardo 4-3, el Mi5 del compás 5 es la 7a de un acorde de IV^, el Re5 del compás 6 es
un retardo 9-8, y el Do5 del compás 7 es la 7a de un iig. Puesto que el W\e en
el 2 de la escala, esa nota se puede armonizar con un vii°6 (ej. 19.15b) o incluso un ii o un ii7
(ej. 19.15c). Al comienzo del MomentMusical núm. 6 de Schubert (ejs. 19-15d y e), ob-
serve cómo el IV7 resuelve en iij a la manera de un retardo 7-6; esta disonancia aparece
reflejada en el compás 3 como un retardo 4-3 sobre un I6.
Ejemplo 19-15
.$__ L J
/L 9 *f
(ff) 4
SECUENCIAS ARMÓNICAS I: MOVIMIENTO DE FUNDAMENTALES TRIÁDICAS POR 5^, 2^ Y 3^ 317
Ejemplo 20.15
A. HAYDN, CUARTETO DE CUERDA EN Mi BEMOL MAYOR, OP. 76, NÚM. 6, DI
133
«J
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B.
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9 iJ'i o ;—
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3
6
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6
3
6 6
6
3
El fragmento del Arabesque núm. 1 de Debussy (ej. 20.l6a) consiste en una serie
de tríadas en primera inversión que descienden por grados conjuntos. En el tema ini-
cial de la Sonata «La tempestad», Beethoven utiliza una secuencia ascendente de tríadas
en primera inversión. Complete la reducción que sigue a cada ejemplo.
Ejemplo 20.16
A. DEBUSSY, «ARABESQUE NÚM. 1»
«J
B. (REDUCCIÓN)
-f-
6
3
318 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
C. BEETHOVEN, SONATA PARA PIANO EN RE MENOR («LA TEMPESTAD»), OP. 31, NÚM. 2,1
29
sf
etc.
&
D. (REDUCCIÓN)
v i, i 1 —1
_**- --^
—*
'' b J
Puesto que el acorde W6 contiene una 5a entre las voces superiores, una sucesión de
dichos acordes producirá, obviamente, 5a5 paralelas (ej. 20.17a). La forma habitual de
ocultar estas paralelas es utilizando una serie de retardos 7-6; de este modo, las 5a3
aparecen escalonadas y en tiempos débiles. Compare el efecto del modelo (ej. 20.17a)
con la manera en que Haydn utiliza la misma progresión, ocultando las paralelas me-
diante retardos.
Ejemplo 20.17
A. B. HAYDN, SINFONÍA NÚM. 104 («LONDRES»), I
5a5// (escalonadas)
'"V- ^
(*j:ftt
=X-T4f—ir 1r n *J: j>|[ ^ 1 F= ir ir
10 10 ]LO 10 10 10 10 10
6 6 6 6 7 6 7 6 7 6 7 6
Ejemplo 20.18
A. J. J. Fux, GRADUSAD PARNASSUM B. (REDUCCIÓN)
~%t-—• t
«y
TV —*
^
7 6 7 6 7 10 10
6 6
Puesto que una sucesión de tríadas ascendentes en estado fundamental producirá 5a5
paralelas entre el bajo y una de las voces superiores (ej. 20.19a), también en este caso
se ha de buscar la manera de escalonar los intervalos y encubrir las paralelas. La ma-
nera habitual de hacerlo es emplear un movimiento 5-6 por encima del bajo de cada
acorde, separando así las paralelas continuas (ej. 20.19b). En el ejemplo 20.19c, alter-
namos las duplicaciones, duplicando primero el tenor y el bajo, y después el tenor y
la soprano, para evitar las octavas y 5a5 paralelas. En el ejemplo 20.19d, la 6a del mo-
vimiento 5-6 es duplicada en el bajo; el resultado es una serie de tríadas en estado fun-
damental, que son acordes lineales o contrapuntísticos resultantes del movimiento de
las diversas líneas.
Ejemplo 20.19
A. B.
5a* paralelas 5a" escalonadas por 5-6
(r^ ^^
J J
i | |
A
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5 6 5 6 5 6
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C. D.
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5 6
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(todas f)
« rs^ ^
320 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 20.20
A. PALESTRINA, AGNUS DEI E, DE LA MISSA SANCTORUM MERITIS
A 7
¿
^ -^
.^ ° " =
r« O O 11
-8 U
« 1_
Ejemplo 20.21
A. B.
5a3 escalonadas por acordes de 6a
Los tres modelos a cuatro voces del ejemplo 20.22 ilustran variantes del patrón 5-6
básico con diferentes líneas de soprano y bajo. Nótese que las voces de bajo y con-
tralto de los ejemplos 20.22a y b son iguales; las voces de tenor y soprano están inter-
cambiadas. El ejemplo 20.22c üustra el mismo procedimiento de cambio de bajo que
vimos en el ejemplo 20.19d, produciendo una serie de acordes lineales en estado fun-
damental.
326 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
D. (REDUCCIÓN)
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J
-• "^z^
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Fa: IV Vo
Términos y conceptos
ÁTTTOEVALUAaÓN
I]
1. Armonice las melodías del ejemplo 20.30 utilizando secuencias armónicas que
incluyan movimientos de fundamentales de 5a, 2a o 3a.
Ejemplo 20.30
A. B.
1 / . \ i*i
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«y * • * • «y •
c. D.
r$-T
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356 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 22.12
3 3 2 1
I
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J^~^,-^" . -J ,<-v | - ^J- J ,J
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«J 1
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El ejemplo 22.13 muestra otra pieza compuesta en dos secciones que se repiten, como
el minueto de Haydn (ej. 22.9a). La reducción aparece directamente debajo de la partitu-
ra. La primera sección comienza en La menor; la primera frase concluye con una semica-
dencia en V. Después la armonía cambia a Do mayor (III) mediante un acorde pivote -el
acorde i6 en La menor también funciona como vi de Do mayor- y el cambio es confir-
mado por una cadencia iis-V-I en Do mayor. La segunda sección comienza con una toni-
cización de Re menor, iv de La menor, antes de llegar a V en el compás 12. El regreso del
tema inicial en La menor concluye con una versión de la cadencia en Do mayor trans-
portada a la tonalidad inicial; compare los compases 7-8 con los compases 15-16,
Ejemplo 22.13
D. G. TÜRK, «ABENDLIED»
w=
«J
—»
==^==^==aM—
Ti rK — • {U-""—~ ^_^\:
•^ 1 9 ¿ -J : i ¿~~ —_
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-r '•
^^^^
III
Una reducción subsiguiente (ej. 22.14) revela otra estructura tonal interrumpida. El
descenso por grados conjuntos de 5 a 1 de la voz soprano se interrumpe al llegar a 2;
la sección conclusiva en La menor repite dicho descenso hasta llegar a la tónica í.
Ejemplo 22.14
1 13
5 4
«t•i —^»—ji—
2 5 4 3 2
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(iv)
i1—i—r—u
358 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
ARMONIZACIÓN DE MELODÍAS
I6 ii V6 I
V
2. Para indicar una modulación más extensa, coloque el número romano den-
tro de un recuadro ([511) al comienzo de la nueva tonalidad.
3. Existen tres tipos de procedimientos modulatorios:
Si
TONICIZACIÓN Y MODULACIÓN II: MODULACIÓN A V Y III 559
Ejemplo 22.15
A. B.
7 6 5
/Ts
J J J J 1 'ii¥ J —i
r ¿
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Lp—p—^—U Lfc-^J
jn
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Do: I La:
C. D.
4 3
i¿y J i
| J J J =fl
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t:
J:
^ ¿ J—J J
u/ LJ^ ' r r r,
mi:i: 0 mi- i Prnl
Términos y conceptos
tonicización ornamental estructura tonal interrumpida
modulación modulación por acorde pivote o común
modulación transitoria modulación cromática
modulación seccional modulación a V en el modo mayor
modulación directa modulación a DI en el modo menor
Ejemplo 22.16
A.
'3 r1 f f r • r r —
Re:
B.
6-rlr P^l 1 1 1-
_j J J
/ fo ^ u ír
1 "" j jr » J J=
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\h'-¿(>, r r L T r -r ÍIP r r P= — n» *
3. Armonice las breves frases melódicas del ejemplo 22.17. En las tres frases, mo-
dule a V o III. Escriba una línea de bajo adecuada y añada los números romanos
de las armonías sugeridas. No es necesario que añada las voces intermedias.
Ejemplo 22.17
A. B.
fk-11- • «e, t
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d—Jj—é— •
1—s^—**—-Ai* —^~fr • • —é W -¿—»¿—•d—
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JZT—"' J * ^*—
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* " •
J I
«J
Lat:
368 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 23.7
A. CHOPIN, VALS EN Do SOSTENIDO MENOR, op. 64, NÚM. 2
9
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V
J
V/v
B. (REDUCCIÓN)
«J
Ejemplo 23.8
A. RAMEAU, GAVOTA CON VARIACIONES B.
J^~^^^
&= m tm\ l»J
*&-
Do: I
SECUENCIAS ARMÓNICAS II: SECUENCIAS DE ACORDES DE SÉPTIMA Y OTRAS SECUENCIAS 369
Ejemplo 23.9
A. FAURÉ, PAVANA, OP. 50
2
A
B.
faji:
A veces los compositores utilizan secuencias armónicas para modular de una tona-
lidad a otra. Por ejemplo, la inserción de una nota alterada que se convierte en la sen-
sible de la tonalidad de dominante (84 = 7) en un ciclo de 5as descendentes nos per-
mite abandonar la secuencia anticipadamente y confirmar el nuevo centro tonal |Vj
mediante una cadencia (ej. 23.10a). Esta técnica también se puede utilizar en una mo-
dulación en modo menor de [7] a [El]. En este caso podemos abandonar la secuencia
después del cuarto acorde y no es necesario alterar ninguna nota (ej. 23.10b).
Ejemplo 23.10
A. B.
a
«J
in
370 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Los siguientes ejemplos ilustran varias formas inusuales de tratar los acordes de sép-
tima en las secuencias armónicas. El fragmento de Schumann (ej. 23.11a) representa un
empleo infrecuente de acordes de séptima consecutivos en una serie de acordes en es-
tado fundamental que descienden por 3a5. Si observamos la línea vocal y el bajo de la
parte de piano, podemos ver una secuencia obvia que ocurre cada dos compases y des-
cribe un movimiento descendente por 5a3, de Do a Fa a Si (ej. 23.1 Ib). Sin embargo, el
problema del tratamiento de los acordes de séptima en el descenso por 3a3 es más com-
plejo. En la reducción de la conducción de voces (ej. 23.lie) hemos incorporado algu-
nas notas estructuralmente importantes de la mano derecha del acompañamiento para
demostrar el movimiento conjunto subyacente en las voces superiores. Comenzando por
el compás 2, las voces extremas de los acordes de séptima invertidos (7 y 3) describen un
descenso conjunto en 10a3. Mientras que la 7a de cada inversión | resuelve correctamen-
te en la voz soprano de la reducción, la 7a de cada acorde en estado fundamental es des-
plazada al bajo, como indican las flechas. Esta transferencia de la 7a del acorde prolon-
ga simultáneamente la armonía de séptima de la primera mitad de cada compás y crea
una nueva armonía de séptima de paso en la segunda mitad de cada compás. En defini-
tiva, un pasaje extraordinariamente notable y eficaz.
Ejemplo 23.11
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SECUENCIAS ARMÓNICAS II: SECUENCIAS DE ACORDES DE SÉPTIMA Y OTRAS SECUENCIAS 371
B,
Do: I
El siguiente fragmento de Debussy (ej. 23.12) ilustra un tratamiento más libre aún de
la séptima del acorde.- Esta famosa miniatura para piano comienza con un movimiento
conjunto descendente, con 6a5 entre las voces extremas; consulte la reducción del ejem-
plo 23.12b. Esta estructura interválica se completa mediante una serie de acordes de sép-
tima parcialmente secuenciales. La alternancia irregular entre las inversiones del acorde
de séptima (|, ^, y p hace que el pasaje no sea totalmente secuencial. Esta progresión
produce un movimiento armónico más bien estático, que finalmente procede mediante
la fórmula cadencial ii^-V7-! en el compás 7.
Ejemplo 23.12
Andante
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372 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
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ELABORACIÓN DE SECUENCIAS
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Ejemplo 23.14
B. (REDUCCIÓN 1) C. (REDUCCIÓN 2)
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Términos y conceptos
acordes de séptima en secuencias de dominantes secundarias en secuencias
5a5 descendentes secuencia como medio de modukción
acordes de séptima invertidos en tratamientos inusuales de los acordes
secuencias de séptima
otras secuencias diatónicas elaboración motívica en las secuencias
AUTOEVALUACION
Ejemplo 23.15
A.
B.
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SECUENCIAS ARMÓNICAS II: SECUENCIAS DE ACORDES DE SÉPTIMA Y OTRAS SECUENCIAS 375
C.
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384 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
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FORMAS SIMPLES 385
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FORMA VARIACIÓN
El ejemplo 24.8 muestra el tema y una selección de variaciones de Mozart sobre una
conocida melodía. Este tema es un tanto excepcional, ya que consiste en un solo pe-
riodo de dos frases sin modulación. Compare las voces soprano y bajo de cada varia-
ción con la melodía original, observando las modificaciones significativas. La sucesión
de disonancias que comienza en los compases 3-7 de la Variación 2 sirve para unificar
algunas de las variaciones posteriores.
Ejemplo 24.8
MOZART, VARIACIONES SOBRE «AH, vous DIRAI-JE, MAMAN», K. 265 (OCHO PRIMEROS COMPASES DE CADA VARIACIÓN)
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Allegro.
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392 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Las series de variaciones se componían como piezas separadas o bien como movi-
mientos de sonatas, cuartetos y sinfonías. En las obras clásicas de varios movimientos,
las variaciones suelen ser el movimiento lento. La forma variación puede aparecer en
otros movimientos; el primer movimiento de la Sonata para piano en La mayor, K. 331,
de Mozart y el último movimiento de la Tercera Sinfonía («Heroica») de Beethoven son
series de variaciones. En las variaciones para teclado de la época, la penúltima varia-
ción suele ser un expresivo Adagio, seguido de un enérgico Finale Allegro; véase el úl-
timo movimiento de la Sonata para piano en Re mayor, K.'284, de Mozart. Más tarde,
los compositores lidiaron con el problema de procurar cierta unidad o coherencia a la
serie de variaciones. Una de las soluciones era dividirlas en grupos distintos, utilizando
determinadas variaciones como transiciones al grupo siguiente. Este enfoque fue el que
utilizó Beethoven en sus Variaciones Diabetti para piano. La siguiente nota recoge otras
series famosas de variaciones seccionales2.
FORMA RONDÓ
2 Entre las variaciones seccionales famosas se incluyen el segundo movimiento del Cuarteto de cuerda en
Do mayor, op. 76, núm. 2, de Haydn, cuyo tema, compuesto originalmente como himno para el aniversario del
emperador, se convirtió más tarde en el himno nacional del Imperio astrohúngaro y después en el de Alema-
nia; los movimientos lentos de las Sinfonías Quinta y Novena de Beethoven, que presentan una exhaustiva va-
riación de sus temas iniciales; las Variaciones sobre un tema deHaendelylas Variaciones sobre un tema de Pa-
ganini de Brahms, que anticipa la Rapsodia de Rachmaninoff sobre el mismo tema; las Variaciones Enigma de
Elgar y la Guía orquestal para jóvenes de Britten, una serie de variaciones sobre un tema de Purcell.
FORMAS SIMPLES 393
El estribillo puede ser una forma breve independiente, como una forma binaria, por
ejemplo el finale «Alia Turca» de la Sonata para piano en La mayor, K. 331 de Mozart, o
una forma ternaria, como el segundo movimiento de la Sonata para piano en Sol ma-
yor, op. 49, núm. 2, II, de Beethoven. Las reapariciones del estribillo pueden ser repe-
ticiones literales, abreviadas o incluso modificadas, como en el finale de la Sinfonía
núm. 101 («del Reloj») de Haydn, donde cada reaparición posee una textura diferente.
Los episodios incorporan temas y texturas contrastantes y normalmente exploran
áreas tonales diferentes de la tónica. Su diseño formal es a veces menos definido que el
del estribillo, aunque también en ellos es frecuente la forma binaria. Los compositores
suelen pasar directamente de la cadencia del estribillo al episodio siguiente (de A a B,
o de A a C), pero después del episodio emplean frecuentemente una retransición que
conduce de nuevo al estribillo..(de B a A, o de C a A). En estas retransiciones se emplea
habitualmente una prolongación de la dominante para preparar el regreso de la tónica
del estribillo.
Aunque el rondó clásico es generalmente el último movimiento de una sonata,
cuarteto, sinfonía o concierto a solo, ocasionalmente aparece como movimiento lento,
como en la Sinfonía núm. 4 de Beethoven, o como una pieza de concierto indepen-
diente, como el Rondó en La menor, K. 511, de Mozart.
En las composiciones del periodo clásico existen tres diseños básicos de rondó: el
rondó de cinco secciones, el rondó de siete secciones y el rondó-sonata. Analizaremos
el rondó-sonata junto con la forma sonata en otro capítulo.
Figura 24.4
El siguiente rondó de Haydn (ej. 24.9) es bastante tradicional y sencillo. Los tres es-
tribillos están en forma binaria. Después de la progresión a la dominante al final del pri-
mer estribillo, la segunda sección comienza con una secuencia de 5a3 (V^/ii-ii6-"^-!) y
llega a V en el compás 11. El regreso del material original modula a la subdominante
antes de la cadencia final en la tónica. Mientras que el segundo estribillo (compases 40-59)
es idéntico al primero, las secciones del último estribillo están escritas sin signos de re-
petición para poder añadir un bajo de Alberti en semicorcheas a las repeticiones (com-
pases 101-133). Ambos episodios presentan un diseño binario. Mientras el primero
(compases 20-39) está en la tonalidad paralela Re menor con una breve excursión a Fa
mayor, el segundo se mantiene en la subdominante hasta que una retransición en la do-
minante conduce al último estribillo (compases 60-79). La pieza carece de introducción
y concluye con dos acordes de tónica.
394 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 24.9
HAYDN, SONATA PARA PIANO EN RE MAYOR, HOB. XVI:37, ni
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396 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
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Figura 24.5
Las siete secciones de este tipo de rondó forman una construcción ternaria a gran es-
cala cuyo centro es el episodio central C. Mientras los estribillos (A) siguen mantenién-
dose siempre en la tónica, la primera parte del episodio B generalmente está en V en el
modo mayor, o III en el modo menor. El regreso de B en la última sección está en la tó-
nica, resolviendo así la tensión tonal creada en su primera aparición. El movimiento to-
nal de regreso al estribillo después de la sección central contrastante (C) suele estar pre-
cedido por una retransición que presenta una prolongación de la dominante. En algunas
ocasiones, la última reaparición de A está abreviada o incluso omitida.
Las limitaciones de espacio nos impiden incluir un rondó de siete secciones en este
texto. El rondó perdió algo de popularidad después del periodo clásico, pero mantu-
vo su estrecha vinculación con los finales de concierto3.
3 Los ejemplos de rondó de la época romántica incluyen el Rondo Capriccioso de Mendelssohn, el últi-
mo movimiento de la Sonata para violín en La mayor de Franck, la Introducción y rondó caprichoso para
violín y orquesta de Saint-Saens, y el «Rondó gitano» del Cuarteto con piano en Sol menor, op. 25, de
Brahms. En el siglo xx, el rondó aparece en obras de estilo neoclásico, como la Sonata para clarinete de
Hindemith y el Trío para oboe, fagot y piano de Poulenc.
398 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Términos y conceptos
contenido y forma forma cuaternaria
diseño formal forma variación
estructura tonal variaciones continuas
forma unitaria ostinato
forma binaria variaciones seccionales (tema y variaciones)
forma binaria seccional rondó
forma binaria continua estribillo
forma binaria simétrica episodio
forma binaria reexpositiva rondó de cinco secciones
forma ternaria rondó de siete secciones
AUTOEVALUACIÓN
Aunque algunos de los ejemplos que hemos estudiado en capítulos anteriores han
consistido en piezas o movimientos completos, no hemos tenido la oportunidad de
analizarlos detalladamente. En este capítulo concluiremos nuestro estudio de la armo-
nía diatónica analizando un movimiento completo de una obra: el Minueto con trío de
la Sonata para piano en Fa menor, op. 2, núm. 1, de Beethoven. Este breve movi-
miento constituye un excelente resumen de los principios de la armonía diatónica, ya
que contiene una variedad de expresiones tonales y formales que hemos analizado en
los capítulos anteriores. En primer lugar consideraremos algunos factores que caracte-
rizan a esta pieza y después demostraremos cómo éstos interactúan para crear su in-
dividualidad. Este análisis proporcionará un modelo posible para análisis futuros,
siempre y cuando recordemos que cada obra ha de ser abordada según sus propios
términos.
CONSIDERACIONES FORMALES
Puesto que es necesario que conozcamos primero la naturaleza formal y las carac-
terísticas históricas de esta pieza, comenzaremos analizando brevemente el diseño y la
estructura tonal de un minueto típico. Como remanente de la suite barroca, el minue-
to del periodo clásico generalmente constituía el tercer movimiento de sinfonías, cuar-
tetos de cuerda o incluso sonatas a solo. El carácter majestuoso del minueto original
era reemplazado a veces por uno más ligero al estilo scherzo, especialmente en las
piezas de tempo más rápido. El tempo rápido de esta pieza la ubica en la categoría de
scherzo, aunque Beethoven la llama «menuetto».
En la época de Haydn y Mozart, el minueto había adoptado una forma ternaria: el
rnitmeto propiamente (A), el trío (B) y el subsiguiente retorno (da capo) del mi-
nueto (A). Cada una de estas unidades mayores consistía, a su vez, en una forma bi-
naria, demarcada por los habituales signos de repetición; en la reaparición del minue-
to, o minueto da capo, generalmente se omitían dichas repeticiones. Los compositores
clásicos aplicaron un diseño temático y una estructura tonal relativamente rígidos al
minueto. La gran mayoría de las secciones minueto y trío estaban compuestas en for-
ma binaria.
400 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Salvo contadas excepciones, las secciones minueto y trio del movimiento de Beetho-
ven se ajustan a la descripción anterior de la forma binaria. Los diseños esquemáticos
de ambas partes representados en las figuras 25.1 y 25.2 incluyen los números de com-
pás. Compare estos diagramas con la partitura (ejemplos 25.1 y 25.3) mientras escucha
el movimiento.
Figura 25.1
Figura 25.2
FORMA BINARIA DEL TRIO
Ejemplo 25.1
BEETHOVEN, SONATA PARA PIANO ENFA MENOR, OP. 2, NÚM. 1, ffi, MDTOETO
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402 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
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COMENTARIOS ANALÍTICOS SOBRE UN MINUETO CON TRÍO DE BEETHOVEN 403
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Al examinar el Minueto, observe que su material temático está formado por tres mo-
tivos melódicos distintos, cada uno con su propia función formal. Dichos motivos están
simbolizados como x, y, z en el ejemplo 2$.2. Mientras que el motivo x y su secuencia
parcial inmediata, un tono más abajo, inician cada frase, el motivo y continúa el flujo
í melódico en el interior de la frase. El motivo z forma parte de la cadencia ^ (I-ii6-V-I) de
í los compases 10-14.
Ejemplo 25.2
A. B.
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I ^ J Ji-TTTJ
I J J é i\-*—*
J-J
dominante es reforzada por repeticiones del motivo cadencial z, de las cuales las dos
últimas están comprimidas en un solo compás. La agrupación resultante de diez com-
pases, la frase inicial de 6 compases más su prolongación cadencial de 4 compases, re-
cuerda la agrupación de diez compases de la primera sección. En este punto, anticipa-
mos una retransición en una dominante prolongada para preparar la reaparición del
tema original y la tónica. Sin embargo, Beethoven inserta un pasaje de cuatro compases
de material nuevo, octavas en corcheas, que abarca las armonías iv-i-V (compases 25-28)
en una dinámica fortissímo. La reaparición del tema inicial en la tónica (compás 28) ocu-
rre en la mano izquierda. Puesto que esta última sección debe permanecer en Fa me-
nor, el compositor evita cualquier referencia a Lab mayor y adorna la armonía de tónica
con acordes de vii°7 (compases 28-34). Un par de motivos cadencíales z conducen a la
cadencia final. Esta sección conclusiva (compases 29-38) reitera una vez más la agrupa-
ción de diez compases.
Figura 25.3
compases 1 5 9 13
4 4 4 2 (prol.)
| 11 1 1
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t 1 1 t
4 10
Figura 25.4
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15 25 29 39
Ir x x x x z z (z1) (z1) i retrans. I x x x x x x z z :ll
Es interesante que Beethoven haya añadido los dos últimos compases y finalizado
la sección con una octava vacía. Quizás añadió dos compases al final para enfatizar
aún más la cadencia conclusiva de la sección minueto. El empleo de una octava vacía
evita cualquier relación cromática entre el último acorde de Fa menor del Minueto y el
acorde inicial de Fa mayor del Trío.
COMENTARIOS ANALÍTICOS SOBRE UN MINUETO CON TRÍO DE BEETHOVEN 405
El ejemplo 25.3 reproduce la partitura y la reducción del estrato intermedio del Trío
del tercer movimiento de Beethoven.
406 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 253
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408 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Figura 25.5
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||: 41 45
Fa: [D -> M
Figura 25.6
4 3 + 7 (prolongación) + 1 4 4
I u U 11 1
|: 51 55 66 70 ;¡1
Después del pedal de dominante que inicia la segunda sección (compases 51-54), la
voz soprano se mueve cromáticamente de Do5 a Sil] a Sit> (compás 57), punto en el cual
se inserta la interpolación. Este Sil?4 (4 de la escala) es reforzado por un IV6 en el com-
pás 61 y proporciona la 7a del V7 del compás 65. De este modo, la sección central de la
segunda sección constituye una prolongación de la armonía de dominante que condu-
ce a la reexposición de la melodía original y la tónica de Fa mayor en el compás 66. El
resto del Trío representa una prolongación del importantísimo 3 en la voz soprano
(compases 66-69), previo al descenso final 3-2-1 de la última frase (compases 70-73).
Ejemplo 25.4
A.
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Fa: I V V rvD v V
410 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Como todo gran compositor, Beethoven procuró unificar los diferentes elementos
musicales en cada una de sus composiciones. Este deseo se evidencia tanto en las
obras aisladas como en los movimientos de las obras más extensas. Por ejemplo, los
cuatro movimientos de la Novena Sinfonía revelan una relación recurrente entre Re y
Sit tanto en la superficie como en el fondo. Estas características unificadoras no siem-
pre son obvias al principio, ya que a veces subyacen bajo la superficie de la música.
Esta obra presenta varias semejanzas sutiles entre el Minueto y el Trío. Por ejemplo,
hemos observado ya que las frases iniciales tanto del Minueto (compases 1-4) como
del Trío (compases 41-44) evitan cualquier tipo de puntuación cadencial fuerte. La pri-
mera cadencia categórica del Minueto aparece en la tonalidad relativa La!> mayor, cuya
fórmula de | cadencial concluye la primera sección. Observe ahora la frase de lo
compases 45-50 del Trío. Aquí utiliza el mismo tipo de cadencia, un \. La primera sec-
ción del Minueto modula a su tonalidad relativa mayor; la primera sección del Trío
modula a su dominante. En ambas cadencias emplea prolongaciones cadencíales.
El intercambio entre las voces extremas desempeña un papel importante en el Trío.
Las dos primeras frases de cuatro compases (compases 41-45 y 45-50) presentan inter-
cambio de voces; el mismo recurso es utilizado entre las voces extremas en las dos últi-
mas frases del Trío. En el Minueto también hay intercambio de voces; observe detenida-
mente el primer tema en los compases 6-10 y su reaparición en los compases 28-30.
Hemos señalado que el material temático del Minueto está formado casi exclusi-
vamente por tres motivos breves. Este patrón presenta una excepción notable -el pa-
saje de corcheas sucesivas de los compases 25-28-, que difiere de los otros motivos
del Minueto.
Términos y conceptos
minuete con trío estrato fundamental
estrato superficial forma binaria interrumpida
estrato intermedio factores unificadores
PARTE III
Capítulo XXVI
Una vez completado nuestro estudio sobre el funcionamiento de las tríadas y acor-
des de séptima diatónicos en la música del periodo de la práctica común, podemos
comenzar a estudiar la armonía cromática, es decir, la utilización de grados de la es-
cala y acordes alterados en los modos mayor y menor.
Compare las dos armonizaciones en Do mayor del ejemplo 26.1; la primera versión
es completamente diatónica, mientras que la segunda introduce cuatro alturas no dia-
tónicas en la línea del bajo. Estas notas alteradas ilustran varias características impor-
tantes de la armonía cromática que analizaremos en apartados y capítulos posteriores.
1. La armonía cromática proporciona una paleta tonal más amplia, con la que se pue-
den enriquecer o colorear melodías o armonías diatónicas. El término cromático
se deriva de la palabra griega abroma, que significa color.
2. La armonía cromática aumenta la tendencia a resolver de determinados acordes
y grados de la escala. Por ejemplo, en los compases 1-2, los grados descendidos
\>7 y b§ (Sib y Lat) intensifican el descenso original 8-7-S-5 de la tónica a la domi-
nante. Igualmente, el Soljj actúa como sensible secundaria del La siguiente (Í5-6).
3. Dos de las notas alteradas son enarmónicos: el Lab del compás 1 y el Solí del
compás 3- Analizaremos las ramificaciones de los enarmónicos más adelante en
este capítulo.
Ejemplo 26.1
A.
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414 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
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Ejemplo 26.2
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B. KYRIE «CLEMENS RECTOR» (CANTO GREGORIANO)
Ky le - i - son.
INTRODUCCIÓN A LA ARMONÍA CROMÁTICA 415
Ejemplo 26.3
4. ¿ J J~ J •*• J r» -1*1
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Ejemplo 26.4
«Es IST GENUG» (ARMONIZACIÓN DE CORAL DE BACH)
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La:
La línea del bajo del ejemplo 26.5 ilustra los diversos grados de la escala cromáti-
cos utilizados en el periodo de la práctica común; también muestra acordes alterados
construidos sobre dichas notas. Los equivalentes enarmónicos (DoS/Ret, Re#/Mi!> y
Soljj/Lat) pertenecen a acordes completamente diferentes dentro de la tonalidad cromá-
ticamente extendida de Do mayor. Estos acordes representan tan sólo un ejemplo de
las armonías alteradas posibles en el modo mayor.
4l6 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 26.5
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Ejemplo 26.6
A. B.
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c. D.
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(P)
Ejemplo 26.13
JOHANN KUHNAU, VARIACIONES SOBRE «JESU, MEINE FREUDE» (VAR. 9)
Algunos casos de cromatismo no pueden reducirse a una base diatónica. Por ejem-
plo, la sección central del Preludio en Su mayor de Chopin, que comienza con una
modulación directa de Sit> mayor a Solt mayor ((J]-[W)), yuxtapone dos tonalidades no
relacionadas diatónicamente (ej. 26.14). Puesto que la tonalidad alterada de |t>VT| no es
equivalente a la tonalidad diatónica de [VI], esta progresión utiliza el cromatismo a un
nivel estructural, creando una relación tonal cromática que va más allá de la super-
ficie o primer plano. En este caso, el Reí] en Sil» mayor forma una falsa relación cromá-
tica con el Rd» en Solt mayor.
Ejemplo 26.14
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Sil.: 0
Existen casos en los que la densidad del cromatismo confunde nuestra sensación
de tonalidad. Toque el ejemplo 26.15. ¿Cuál cree que es la tonalidad básica? De hecho,
¿percibe alguna tonalidad? Yo creo que Wagner estaba pensando en términos de Sit
menor, pero eso no resulta obvio en absoluto.
Capítulo XXVII
en ambos modos. Observará que la tríada disminuida sobre Si, bien sea vii° en el
modo mayor o ii° en el modo menor, no está incluida en nuestra lista de tonalidades.
Este acorde carece de una 5a justa y su carácter inestable le impide ejercer la función
de tónica.
Figura 27.1
Do mayor: I ii iii rv V vi
Tonalidades: Do do mi Fa Sol la
La menor: m iv V VT vn i
La estrecha relación que existe entre las tonalidades de la figura 27.1 está implícita
en sus armaduras, que difieren en un solo sostenido o bemol de la tonalidad inicial.
Esto se puede apreciar más fácilmente agrupando las tonalidades mayores junto con
sus relativas menores.
El ejemplo 27.1 muestra las tonalidades estrechamente relacionadas con una tonali-
dad mayor (Do mayor) y una menor (La menor). Nótese la diferencia de modos entre
los miembros de cada serie: se puede modular de una tónica mayor a dos tonalidades
mayores (|V] y ÍTV|) o tres tonalidades menores ([u], [ív] y [51]), o de una tónica menor a
dos tonalidades menores (0 y [ív|) o tres tonalidades mayores (flLTI, [Vil y |VII|).
Ejemplo 27.1
tonalidades relativas: I
tonalidad -&•
mayor
«J #
m
tonalidades relativas: |Y]
tonalidad
menor s s
Las tonalidades paralelas, como Do mayor y Do menor, no están estrechamente re-
lacionadas, ya que sus armaduras siempre difieren en tres alteraciones. De hecho, el
cambio de modo de mayor a menor, o viceversa, no debe siquiera considerarse una
modulación, ya que no hay un cambio de tónica. Los intercambios modales y modu-
laciones por cambio de modo se analizarán en capítulos posteriores.
En muchas de las composiciones tonales que modulan (la mayoría lo hacen) los
nuevos centros tonales están estrechamente relacionados con la tonalidad inicial, in-
dependientemente de su ubicación en relación a las demás. Además, también puede
darse el caso de que cada centro tonal nuevo esté estrechamente relacionado con el
TONICIZACIÓN Y MODULACIÓN III: MODULACIÓN A LAS TONALIDADES... 425
anterior, En el ejemplo 27.2, que muestra una línea de bajo y una sucesión de tonali-
dades comenzando por Sol menor, la tonalidad de Re menor (o [v]) está estrechamen-
te relacionada con la anterior Sol menor o tónica; la tonalidad de Fa mayor (|VII|) está
estrechamente relacionada con la anterior Re menor, la tonalidad de Sit mayor ([ni])
está relacionada con la anterior Fa mayor, etcétera.
Ejemplo 27.2
Esta afinidad entre, centros tonales sucesivos no siempre está presente. En el ejem-
plo 27.3, la tercera y cuarta tonalidades, La menor y Re mayor, no están estrechamen-
te relacionadas porque sus armaduras difieren en dos sostenidos. Sin embargo, ambas
están estrechamente relacionadas con la tónica inicial de Sol mayor.
Ejemplo 27.3
'r ^p ik
"íT~f P
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H
\\n este capítulo
Sol: [í] 0 ' 0
tonalidades: Sol mi la Re Sol
armadura: 18 18
1
0 28 18
Las dos modulaciones más comunes en el modo mayor son la modulación a la tona-
lidad de dominante (|Yp y a la tonalidad de submediante o relativa menor (lvi|). Como
hemos visto en el capítulo 23, la progresión a la dominante, una 5a justa más arriba, no
sólo proporciona un grado de tensión tonal, sino también una manera lógica de regresar
a la tónica inicial, una 5a justa más abajo. La modulación al área de la. submediante (vi)
comparte las mismas clases de alturas con la tonalidad inicial. Las modulaciones a la
subdominante ((Tvl), supertónica ([ü]) y mediante (pB]) se encuentran en ese orden de
frecuencia y tienden a ser menos favorecidas que [V] y 0. En el caso de la subdominan-
te, el movimiento de fundamentales, que desciende una 5a justa, es especialmente fuerte y
puede hacer que escuchemos un regreso a la tónica inicial como si fuese un V de (Tvl. Com-
pare esta modulación con la modulación a la dominante.
426 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
DURACIÓN DE LA TONICIZACIÓN
Ejemplo 27.4
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TONICIZACIÓN Y MODULACIÓN III: MODULACIÓN A LAS TONALIDADES... 427
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Ejemplo 27.5
Scorr JOPLIN, «THE ENTERTAINER» (ato PARA PIANO)
51
Do:
428 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 27.6
A.
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do: i (V) i
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Ejemplo 27.8
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TONICIZACIÓN Y MODULACIÓN III: MODULACIÓN A LAS TONALIDADES...
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431
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La primera sección concluye con una cadencia en (V). Al comienzo de la segunda
sección, el Doi cromático define la tríada inicial de La mayor como dominante secun-
daria de vi, que a su vez se convierte en una dominante secundaria, y conduce inme-
diatamente a un pasaje prolongado en [ü]. Esta tonalidad de supertónica se confirma
cadencialmente en el compás 15. El descenso por 5as de las fundamentales, que co-
mienza al principio de la segunda sección (La-Rem-Re-Solm), continúa a través de la
armonía de dominante, pasando por la tónica a IV en el compás 19, antes de volver
mediante el acorde Vt al acorde I final. La primera sección presenta una agrupación de
cuatro compases y la segunda se divide en dos partes de siete compases cada una.
Los grados de la escala escritos por encima de la voz soprano (ej. 27.8b) revelan la
conducción general de la voz superior. Después del § inicial (La5) en la voz soprano, el 4
432 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
auxiliar (Sib5) resuelve regresando al 3, que desciende hacia el final pasando por el 2
hasta el 1.
El esquema tonal del Trío del Cuarteto de cuerda «Disonante» de Mozart, ilustrado
en forma reducida en el ejemplo 27.9, revela una sucesión ascendente de tonalidades
que conduce a la dominante: |T|-^[ni]-K[ÍY])->[V|. Mientras que la modulación a finí
es confirmada mediante una cadencia, la progresión a [iv] es más transitoria. El regre-
so de la tónica va precedido de una retransición basada en el acorde V7.
Ejemplo 27.9
A. MOZART, CUARTETO DE CUERDA EN Do MAYOR («DISONANTE»), K. 465, ILT, ESQUEMA TONAL BÁSICO
1 9 1 7 2 4 2 9
Trio
Muchas veces el análisis del esquema tonal de una pieza o movimiento puede dar-
nos una pista sobre su diseño formal. Por ejemplo, muchas canciones populares de los
años treinta y cuarenta presentan una forma cuaternaria A A1 B A' de treinta y dos
compases. La sección contrastante o puente B se distingue frecuentemente por un
cambio de tonalidad. El esquema tonal del último movimiento de la Sonata para pia-
no en Sol mayor, op. 49, núm. 2, de Beethoven, ilustrado en el ejemplo 27.10, consti-
tuye un caso similar. La reaparición periódica de la tonalidad de tónica sugiere que el
tema original resurge probablemente con la tónica, mientras que las tonalidades con-
trastantes sugieren puntos en los que se presentan ideas temáticas diferentes. El mate-
rial temático de la pieza confirma esta suposición. El movimiento está compuesto en
forma rondó, en la que el primer tema o estribillo alterna con ideas o episodios con-
trastantes. De este modo, el esquema tonal subyacente respalda al esquema melódico.
Ejemplo 27.10
A. BEETHOVEN, SONATA PARA PIANO EN SOL MAYOR, OP. 49, NÚM. 2, n, ESQUEMA TONAL BÁSICO
A B A C A
1 27 47 67 87
I 1—-,
Sol: |Y] V
ARMONIZACIÓN DE MELODÍAS
Ejemplo 27.11
A. B.
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Ejemplo 27.12
A. «BRISTOL» (MELODÍA DE HIMNO)
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434 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
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Las diferentes armonizaciones que hizo Bach de la melodía de coral «O Haupt
voll Blut und Wunden» ilustran su ingenuidad al armonizar esta melodía1. Toque las
tres armonizaciones de las dos primeras frases del coral del ejemplo 27.13 y compá-
relas. En el ejemplo 27.13a, un movimiento cromático (SoP-Soljj3) proporciona el me-
dio de modulación de [T] a [vi]. En el ejemplo 27.13b, la tonalidad de superdominan-
te comienza antes, con un acorde pivote (ii en Do mayor = iv en La menor),
permitiendo que la primera frase concluya con una cadencia frigia en [vi]. La última
armonización (ej. 27.13c) es más aventurada; después de los dos primeros acordes
en La menor, la frase realiza una modulación transitoria a Re menor ([Tv]). El Do5 del
tercer compás produce una falsa relación con el Doíí4 de la cadencia anterior. Bach
armoniza el Re con un ambiguo acorde de séptima disminuida para suavizar el efec-
to desagradable de la falsa relación y modular de regreso a la tonalidad inicial. In-
cluso en el compás 2, la conducción de voces tiene algunos errores; observe el sal-
to Sol3-Re3 en la voz tenor para evitar las 5a5 paralelas y la curiosa 7a melódica en el
bajo en los tiempos 3 y 4.
1 En la edición de Donald Martino de los corales de Bach, varias armonizaciones de la misma melodía
aparecen transportadas a una misma tonalidad para poder compararlas más directamente; véase su obra
178 Chórale Harmonizations ofj. S. Bach: A Comparative Editionfor Study, Newton, MA, Dentalian, Inc.,
1984.
TONICIZACIÓN Y MODULACIÓN III: MODULACIÓN A LAS TONALIDADES... 435
Ejemplo 27.13
A. «O HAUPT VOLL BLUT UND WUNDEN» (TRES ARMONEACIONES DE BACH)
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Debido a que el proceso de tonicización constituye uno de los recursos más im-
portantes para aportar variedad tonal a las armonizaciones de melodías, es imprescin-
dible que percibamos la posibilidad de reinterpretar en otra tonalidad los grados de la
escala que aparecen en la melodía.
Términos y conceptos
tonalidades estrechamente relacionadas modulación prolongada
cambio de modo modulación transitoria
formas tonales cerradas esquema tonal
AUTOEVALÜACIÓN
En los siguientes ejercicios se incluyen los símbolos de bajo cifrado. Utilizando di-
chos símbolos para identificar los acordes, haga un análisis armónico añadiendo
los números romanos; no es necesario que realice el bajo cifrado. Puesto que cada
pasaje contiene varias modulaciones breves a tonalidades estrechamente relacio-
nadas, asegúrese de utilizar el método correcto para denotar un acorde pivote o
una modulación cromática. Debajo de cada ejercicio, indique las tonalidades es-
trechamente relacionadas que no se utilizan.
Ejemplo 27.14
A.
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2. Armonice a cuatro voces las siguientes cadencias melódicas de tres notas. Utilice
una tonalidad diferente y una cadencia apropiada para cada par y añada los números
romanos.
Ejemplo 27.15
A. B. C.
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INTERCAMBIO MODAL Y ACORDES MIXTOS 441
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ACOBDES MIXTOS
Examinaremos ahora los acordes mixtos, es decir, armonías que contienen infle-
xiones cromáticas o grados de la escala prestados del modo paralelo mayor o menor.
El ejemplo 28.5 contrapone los grados de la escala de los sistemas mayor y menor na-
tural. Las notas de la escala mayor tienen sus plicas hacia arriba, y las de la escala me-
nor hacia abajo. Los grados que las diferencian, es decir, el 3, § y 7, son las notas o gra-
dos de la escala que se pueden intercambiar entre ambos modos. Recuerde que el §
ascendido y el 7 del modo menor están presentes en el modo mayor.
Ejemplo 28.5
mayor
1.3 1.6
menor
Ejemplo 28.6
Como puede ver, todos los acordes diatónicos del modo menor pueden aparecer
como acordes mixtos en el modo mayor paralelo, Debido a su característico k), el acor-
de vil07 también puede considerarse como un acorde mixto en el modo mayor. Debe-
mos evitar la duplicación de un grado de la escala alterado en estos acordes, a menos
que funcione como fundamental del mismo.
Analizaremos ahora cada uno de los acordes mixtos y sus diferentes funciones ar-
mónicas.
EL ACORDE i
La tónica menor (i) normalmente se presenta como una armonía de paso o auxiliar.
Puede aparecer después de la I normal como una inflexión cromática, como en el frag-
mento de Beethoven (ej. 28.7a), o sustituir momentáneamente a la tónica mayor, como
en el pasaje de Brahms (ej. 28.7b). En las canciones populares, la tónica (I) va seguida
a veces por su forma menor con séptima (i7), que después funciona como acorde pi-
vote (ii7) para iniciar un cambio tonal a una tonalidad un tono más abajo (ej. 28.7c). La
pieza «Ornithology» de Charlie Parker, basada en las armonías de la melodía «How High
the Moon», comienza con varios ejemplos de esa progresión.
Ejemplo 28.7
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Do:
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T .
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Los acordes iv y ii07 y sus respectivas inversiones pueden funcionar como acordes
pre-dominantes en las cadencias, aparecer en progresiones ornamentales dentro de la
frase, o actuar como armonías auxiliares de la tónica. En todos los casos, el grado al-
terado más importante es el 1>S, que resuelve descendentemente en el §. Examine los
cuatro modelos del ejemplo 28.8 y determine la función básica de cada acorde mixto.
En el ejemplo 28.8a, los acordes iv y ii0^ funcionan como una pre-dominante prolonga-
da de la cadencia; en.el ejemplo 28.8b, el ii0^ aparece en una progresión ornamental
que inicia la frase, mientras que las armonías de los ejemplos 28.8c y d sugieren acor-
des auxiliares de la tónica.
Ejemplo 28.8
A. B. C. D.
J.
Do: I V I I (iv) I
^f I (ÍÍ06) I
En la siguiente armonización de Bach (ej. 28.9a), el bajo del primer IV6 es descen-
dido, cambiando el acorde a iv6 (§ a b§), que resuelve a continuación en V7 y después
en I. Al principio del aria de Saint-Saéns (ej. 28.9b), el !>§ en el bajo (compás 3) inten-
sifica la función pre-dominante del acorde ii0^; esta nota ya se.anticipa en el compás i
de la línea vocal (SÜ>!»6). En el siguiente movimiento lento de Mozart (ej. 28.9c), la uti-
lización del acorde ii0^ durante las tonicizaciones momentáneas de V y IV es particu-
larmente conmovedora. Compare este pasaje con el ejemplo 28.7c.
444 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 28.9
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Ejemplo 28.10
A. C,
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Ejemplo 28.11
Reb: I
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446 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
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X-V r • • /• 1 -u 11
ii07
Los acordes iv y ii07 son particularmente adecuados para crear una sensación omi-
nosa en el modo mayor. En la ópera del siglo xix, los acordes pre-dominantes mixtos
fueron explotados frecuente y eficazmente en las arias donde el compositor deseaba
crear un sentimiento de terror. Un ejemplo hermoso aparece en el último acto de Ote-
tto de Verdi, cuando la inocente heroína Desdémona canta su aria «Ave María» mientras
reza ante la virgen (ej. 28.12). El pronunciado \& o Fat (nótense los acordes iv6 y ii0^)
de su etérea conclusión anticipa la modulación enarmónica a |P/I| (Mi = Fat) en la en-
trada de Ótelo, representada por las profundas notas del contrabajo, sugiriendo que su
intención no es hacer el amor.
Ejemplo 28.12
VERDI, «AVE MARÍA», DE OTELLO, ACTO IV
--ja.
49 —
Lab: IV (iv)
*y
|i>Vl|) enarmónico
INTERCAMBIO MODAL Y ACORDES MIXTOS 447
EL ACORDE
Ejemplo 28.13
A. «VATER UNSER M HMMELREICH» (ARMONIZACIÓN DE CORAL DE BACH)
/ Q i —J 1J J j"~n—H 1 J J 1=
§ r -u^f —-c-^—r—J P f1
Tf r—P—i
!L-f LJ r =
f F •—
B. C. D.
evítese correcto evítese correcto
J .lJ
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^
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i •> r y ^'-t —
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J a
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-f f ^ ^ 7. -s—V*
7=
Do: V Do: I tvi
Do: V tVI
E.
Do: I (V
Ejemplo 28.14
BEETHOVEN, SINFONÍA NÚM. 6 («PASTORAL»), DI A IV
A 261 I ^
attaoca Allegro
Í •w
" 7 JJ J r [ =f= 9— =H
1 •
?— jr -(-*
PP
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^ ^
j=f=
H^
r > L /J
-cr
t
^
Fa: I V7
EL ACORDE UII
Las tríadas mayores bilí y bVTJ son menos comunes. En la conocida aria del ejem-
plo 28.15a, el acorde de 64 cadencial es sustituido por un bilí6; el V7 que le sigue inmedia-
tamente también resuelve interrumpidamente-en un tVI. En la introducción de Beethoven
(ej. 28.15b), el WII6 del compás 8 va precedido de su dominante secundaria y progresa a
un WI antes de resolver en la dominante. Nótese que la línea del bajo en este pasaje des-
ciende cromáticamente de La a Mi (La-SolS-Solli- Fai-FaJí- Mi).
Ejemplo 28.15
La: I V6 vt/rv
U^ *=1
ib*T J J
'" " 1 ' ' IVo
1
v|/wn un6
1
1
tvi
U-&
u c^
m
v
1
_0i
El ACORDE bVII
Ejemplo 28.16
13
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i ÍTT—Tn
p " * ? 7 P r LT CJ í; ! r ?
You're ask - ing me . wíll my _ love grow. I don't kaow, _
i m) •
+ 1' Xi
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La: I
450 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
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IV tVII I
(en lugar de V)
32
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oh, that mag - ic feel-ing no-where to
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4 r U- ' J é J
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»j Jl fJ rJ Jf r
i—^-f
Do: I MI rv i
(ó IV/IV)
Nos hemos centrado principalmente en los acordes mixtos en modo mayor que
han sido tomados del modo menor. Aunque los acordes mixtos en modo menor, to-
mados del paralelo mayor, son en realidad bastante raros (examine el ejemplo 28.17),
podemos encontrar estas relaciones en un nivel más profundo, como entre las seccio-
nes de un movimiento o incluso entre movimientos enteros. Difícilmente podemos
considerar la tónica mayor (I) como un ejemplo, ya que aparece como una tercera de
picardía al final de las composiciones en modo menor, o como una dominante secun-
daria de iv. La mediante (iii) y superdominante (vi) menores aparecen más habitual-
mente como centros tonales que como acordes aislados.
Ejemplo 28.17
^fc
Do:
INTERCAMBIO MODAL Y ACORDES MIXTOS 451
Aunque la tríada III (Mi SolS Si en Do mayor) normalmente funciona como V/vi en
una tonalidad mayor, a veces puede aparecer en un contexto diferente -como objetivo
cadencial de una frase o progresión (véase el ejemplo 28.18a)-. Algunos teóricos han cla-
sificado esta armonía como un acorde mixto secundario, es decir, una tríada diatónica
como iii cuya 3a alterada (SoltD no deriva de una mezcla modal. Normalmente va prece-
dida de un ii6, sugiriendo una cadencia frigia en la relativa menor: üs-III = [vi]: iv^-V. Nó-
tese el típico movimiento §-7 de la voz soprano en «St Anne», o í-2-3 en «Annie Laurie». El
acorde que le sigue a esta progresión, sin embargo, no suele ser un vi, sino una tríada de
tónica, como la del ejemplo 28.18b, o un V7, como el del ejemplo 28.18c, que regresa in-
mediatamente a I. En el fragmento de Verdi, el III es prolongado mediante la inserción de
su V7 secundaria (La DoB Mi Sol) en el compás 3.
Ejemplo 28.18
A. «ST. ANNE» (MELODÍA DE HIMNO)
i j J J J 1r J ~ j—J—jT*—Hi
r r -^ r r r r r
1 1 j j j i
i i i jj j i
¿) F
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Do: ii6
=*=• r r
III I6 IV (I6 ü V
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Sib: IV (ii6) III V/III III i
452 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Una de las relaciones enarmónicas más frecuentes en el modo mayor es la que tie-
ne lugar en el semitono entre los grados 5 y 6, Si escribimos esta nota como 85, esta-
remos indicando su tendencia a resolver ascendentemente en 6, pero si la escribimos
como bo, indicaremos su tendencia a resolver descendentemente en 5. Este conflicto
enarmónico entre 85 (Do8) y b§ (Reb) ocurre a lo largo de la introducción de la marcha
en Fa mayor «Hands Across the Sea» de Sousa, produciendo dos armonías completa-
mente diferentes: una dominante secundaria (el Do8 que sugiere un Vi/vi) y un acor-
de mixto (el Reb que sugiere un ii0*). Toque el fragmento del ejemplo 28.19 y examine
la reducción adjunta, observando la tendencia ascendente o descendente de las altu-
ras. La interacción entre estos dos grados enarmónicos desempeña un papel impor-
tante en gran parte de los heder alemanes de principios del siglo xrx.
Ejemplo 28.19
A. SOUSA, «HANDS ACROSS THE SEA» (MARCHA)
B. (REDUCCIÓN)
V 1 — —ir—P'_'*
i 1—*—*—i -f n»— =*=
$9-^ ±=
«J
" t- r
tV | f -n fc
1t*—T ^
1—.— —9
-^~ -•—•—i/
/
Fa: V
pero con resultados similares. Por último, después de varias reexposiciones enfáticas,
funciona como la dominante de Fa| menor, tonalidad a la que modula el movimiento
momentáneamente (compases 377-383).
Ejemplo 28.20
ARMONIZACIÓN DE MELODÍAS
melodía diatónica. Debemos ser discretos al utilizar acordes mixtos -una utilización
excesiva puede hacer que la armonización suene trillada y artificial-. Si la melodía tie-
ne texto, utilice determinados acordes alterados para armonizar palabras con una pin-
tura textual apropiada.
La cadencia en la tríada de III constituye una alternativa a la cadencia auténtica im-
perfecta, especialmente si la voz soprano realiza el movimiento melódico 1-2-3. Re-
cuerde que la conducción de voces con el acorde III en este contexto es similar a la
de una cadencia frigia.
En las armonizaciones del ejemplo 28.21 aparecen varios ejemplos de acordes mixtos.
En la primera armonización (ej. 28.21a), la melodía y su soporte armónico son completa-
mente diatónicos. Las tres siguientes (ejs. 28.21b-c-d) incorporan varios acordes mixtos
que cambian las armonías subyacentes y las líneas de bajo. Analice estas tres armoniza-
ciones añadiendo los números romanos y observe la manera en que se utilizan los dife-
rentes acordes alterados.
Ejemplo 28.21
A. B.
«i *-
h: " i J"
iv6
c. D.
Oí
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iK j•1 h-N J J i J J J i IP(m r\í —jé—1 J^ J—J—N M=i
f^= =á=^ —1*—
íf f r T f r ^4=
•-
J^ '' -
°7 ni
^
Términos y conceptos
intercambio modal
pintura textual bVI
acordes mixtos un
acordes mixtos en modo mayor: tvn
i III como acorde mixto secundario
iv y ii°7 m como objetivo cadencia!
INTERCAMBIO MODAL Y ACORDES MIXTOS 455
AHÍOÉVALÜACIÓN
1. Escriba las notas integrantes de los siguientes acordes mixtos en las tonalidades
mayores que se indican; siga el ejemplo de los modelos.
Ejemplo 28.22
2. Analice los siguientes pasajes añadiendo los números romanos y observando los
diversos acordes mixtos. Asegúrese de utilizar los símbolos correctos para deno-
tar las armonías.
Ejemplo 28.23
A.
lAIÍ¿¿ 8 í*9—t:J. .h irJ =\nJ J lJ i0 j j i i j -3=1^=^
ej j | -r
A.—s
T r T r T r
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1= ^J 1 1 r r 'i r f ' r v r 'r
Sol:
B.
\)¿in — JI 1 J r°
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456 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 28.24
A. B. D.
¿y 11 J J = -"-^
ÜF= ttiiih =
E. F.
(v)
•J
^ ^ v " • b< ^—— vm
w »j y
rrt
En los siguientes dos capítulos analizaremos varios acordes alterados cuyas parti-
culares características auditivas han hecho que los músicos los designen con nombres
específicos. Toque y compare las dos progresiones pre-dominante-dominante—tónica
del ejemplo 29.1.
Ejemplo 29.1
A. B.
rt jb- g ' -£—J k .J
=^=^
. r í f9= 1 i t)
^
*
La única nota que se ha cambiado en el segundo pasaje es Reb (o \>2 de la escala),
la fundamental de una tríada conocida como sexta napolitana o \>TL6. El origen del
nombre es confuso; el término «sexta» se refiere a la primera inversión (ó 6), y «napo-
litana» probablemente alude a su utilización en las óperas compuestas en la ciudad de
Ñapóles durante el siglo xvn.
A pesar de que se ha alterado una sola nota en la armonía pre-dominante del se-
gundo pasaje, el efecto musical es completamente diferente. La relación de semitono
con la tónica (Rd> en Do menor) le da una cualidad peculiarmente oscura e imponente,
única entre los acordes cromáticos. Por consiguiente, los compositores solían reservar-
lo para textos o situaciones dramáticas adecuados a su carácter oscuro. En sus cancio-
nes tardías, Schubert establece muy frecuentemente una relación directa entre la sexta
napolitana y la desesperación o la muerte. El acorde aparece tonicizado en los compa-
ses conclusivos de su canción «Erlkónig», cuando el niño es hallado muerto en los bra-
zos de su padre. Esta armonía es especialmente prominente en la representación del
trágico viaje de su ciclo de canciones Winterreise. En su ciclo operístico Der Ring des
Nibelungen, Wagner lo asocia continuamente a la decadencia y la destrucción.
458 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
El acorde bll6 aparece habitualmente en el modo menor, donde suele sustituir a una
pre-dominante diatónica (iv o ii0^) en las cadencias auténticas. Al conducir las voces de
esta progresión en una textura a cuatro voces, deberá duplicar el bajo (4) de la tríada
napolitana en lugar de sus grados más activos bS o b2. Los compositores no intentan evi-
tar la resultante falsa relación cromática entre \2 y b2; véase la línea discontinua del
ejemplo 29.2a. Cuando el acorde bll6 progresa directamente a V, el 8 fallante crea una 3a
disminuida entre el b2 y el |7. Este intervalo melódico aparece en el primer movimiento de
la Sonata para piano en Do sostenido menor, op. 27, núm. 2, «Claro de luna», de Beetho-
ven (ej. 29.2b); este famoso movimiento emplea con frecuencia la armonía napolitana.
Ejemplo 29.2
1.2
' • \=-0 F
•*' y M r 1 ^-=^
do: i6 tir
t
B. BEETHOVEN, SONATA PARA PIANO EN Do SOSTENIDO MENOR, OP. 27, NÚM. 2 («CLARO DE LUNA»), I
J2 ' «7
ÍÉ
ni6
EL ACORDE NAPOLITANO O tó 459
El 8 de paso entre \>2 y 17 suele aparecer con una armonía propia, bien sea un | ca-
dencial (ej. 29.3a) o un vii°7/V (ej. 29.3b). En el fragmento de Bach (ej. 29.3c), el V pro-
gresa a vii°5/V y Vj para llegar a i; por cierto, éste es el único !>II6 de todas las armoni-
zaciones de corales de Bach. Cuando la voz soprano realiza el movimiento 5-4-3-2-1 (en
lugar de nuestro anterior 3-t2-8-S7-8), deberemos duplicar la 5a del acorde V para evitar
las 5as desiguales entre el vii°7 y el V en las voces superiores (ej. 29.3d).
Ejemplo 29-3
A. B.
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sol: V V —
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«y M= "*kj~^ r
f): i —rr:— ^—i*
'
=^—P-r—| -—— d :—Lp—u
do: i6 HI6 (viio7/V) V
Ejemplo 29-4
A. SCHUMANN, PAPILLONS, OP. 2, NÚM. 10
Do: (UI
~r
^
do: V i6 (til6 vf) ,-6
Ejemplo 29.5
MOZART, SONATA PARA PIANO EN RE MAYOR, K. 284, El
r~ j
r10 p
fr^-r r==r r -f—
0:M, f " ]* -^ =rr::::í ^ —
r r >—
r
EL ACORDE NAPOLITANO O til 461
Ejemplo 29.6
BEETHOVEN, SONATA PARA PIANO EN Do SOSTENIDO MENOR, OP. 27, NÚM. 2 («CLARO DE LUNA»), m
- 131
«7
vii°7/V V
Ejemplo 29.7
A. AMY BEACH, «FiRE-FuBS», DE FOUR SKETCHES, OP. 15, NÚM. 4
5 6 . .
t)
«r m
mi: i v
1.11° V
B. SAINT-SAENS, DANSEMACABRE
trítono
416 ^
•
Pr3
A\ _ _
/
=4= »—
*=•— íI —'*— -7-*—i*—~P—7*—W
Ejemplo 29.8
A. CHOPIN, PRELUDIO EN Do MENOR, OP. 28, NÚM. 20 B.
1
,1 iv7 V7 i , ,1 IV V7 I i iv V i VI HIV' i
Ejemplo 29.9
WAGNER, DESPEDIDA DE WOTAN, DE DIE WALKÜRE, ACTO ni (SIMPLIFICADO)
*)H?—ff—
:: r
d
-p^
-J
—*í—=1—
—Vp——iMr p-—f fl g i L
f
1
Der Au - gen leuch - ten-des Paar, das oft ich la - chelnd ge - kos't
(VI) iv i iv6 WI V
Der Augen leuchtendes Paar, Esos ojos luminosos,
das oft ich lachelnd gekos't que muchas veces acaricié con sonrisas
Ejemplo 29.10
A. BRAHMS, VARIACIONES SOBRE UN TEMA DEÜAYDN, OP. 56A (VAR. 6)
286
464 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
B. (REDUCCIÓN)
N
rA-i4r i~H 1rl hn; RniM; » *— Ití
iLi [.[.jTl j
j- J r JJ-
jP-^ —e
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Ejemplo 29.11
A.
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L—LJLJ U .—!
La: (vü°7/ii) ü (vii°7) I (V/HI)
EL ACORDE NAPOLITANO O tó 465
Ejemplo 29.12
A. CHOPM, PRELUDIO EN Si MENOR, OP. 28, NÚM. 6
9
B. (REDUCCIÓN)
£*\\— J =11 - ^
S
J
r
^ -—• f- -—s—=.—P—
t): Íii f ^ ^* *
-' l( '
(V/WI
ARMONIZACIÓN DE MELODÍAS
una armonía pre-dominante en una cadencia auténtica; consulte el ejemplo 29.3. Du-
plique siempre el 4 en el bajo.
Examine los dos primeros pasajes del ejemplo 29-13. El movimiento descendente
en la voz soprano (5-4-3-2-1) generalmente se armoniza con una cadencia 64, como
muestra el ejemplo 29.13a. Compare dicho ejemplo con la armonización alternativa
del ejemplo 29-13b, en la que el uso del ÜI6 y la dominante secundaria vii°7/V confie-
re un carácter completamente diferente al pasaje. Ahora toque la progresión de acor-
des en estado fundamental, por 5a5 descendentes, del ejemplo 29.13c, primero con el
Reí) en el bajo del tercer compás, y después con el Ret, observando el efecto musical
contrastante. En el tema de la película El padrino podemos encontrar un ejemplo inte-
resante de una progresión por 5as en la que un acorde de til sustituye a un ii°.
Ejemplo 29.13
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,/La ,bi f* P
J J J' J i : > kk /^—m ir* »—
fr r r =r= g ' r T t.
f
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r -p Oda •
Términos y conceptos
sexta napolitana como acorde ornamental
ÜI6 sexta napolitana como auxiliar de la tónica
bu en estado fundamental tonicización del acorde napolitano (
bll6 como acorde cadencial
1 ATTTOEVALUACIÓN
~_ J
1. Escriba los siguientes acordes napolitanos, en textura a cuatro voces, según las
tonalidades indicadas y los grados de la escala asignados a la voz soprano. Evi-
te duplicar la supertónica descendida en las primeras inversiones.
Ejemplo 29.14
té té 1.6
Ejemplo 29.15
A. B.
nO |> k
\V J
tt •
^ rfr 1
«y
§ y
^v r r 1.6-5 tt
T
u¡—(^ p _^^-p
7 57
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t7 87
=u
sol: felt:
D. E.
r^'-H
¿, J =^^ ApJ ,
«y
6 6 1.6 6 & 6
4 2
1.2
Capítulo XXX
En los dos capítulos anteriores hemos visto cómo los grados alterados de los acor-
des mixtos y napolitanos acentúan su tendencia a resolver -el b§ de los acordes mixtos
tiende a descender un semitono al §, y el b2 del acorde napolitano tiende a descender,
pasando por el 8, al Í7-. Los acordes que estudiaremos en este capítulo presentan una
tendencia similar, ya que ejercen una fuerte atracción lineal hacia la función de domi-
nante -un V o ;un acorde | cadencial-. Los ejemplos de esta tendencia se remontan in-
cluso al Renacimiento tardío. Examine la cadencia frigia diatónica del ejemplo 30.1a y
compárela con las dos variantes que le siguen. En el ejemplo 30.Ib, una nota de paso
cromática (Rejt) es insertada entre el Re y el Mi, mientras que en el ejemplo 30.le el re-
tardo 7-6 no resuelve en Re, sino en Rejf. En ambos casos, el intervalo entre la nota del
bajo, Fa, y el Rejj es una sexta aumentada en lugar de una sexta mayor. Mientras que
el Fa tiende a descender a Mi, el Re$ tiende a ascender a Mi una octava más arriba. Esta
resolución característica de la sexta aumentada en la octava es lo que distingue a la fa-
milia de los acordes de sexta aumentada.
Bjemplo 30.1
\ B. c.
/ (5 ,
/ (fe ft .. 4 -a.
™ o —e
r "f" 8
O^
—"f *f " ^8
¿^ F " 8
Cfc
-jí— T r^ 8 O
Después de examinar las funciones típicas de estas armonías en los modos mayor y
menor, analizaremos algunas menos habituales, como su progresión a dominantes se-
cundarias, sus inversiones y otros tipos de acorde que resuelven de la misma manera que
las sextas aumentadas.
r LAS TEES FORMAS COMUNES DE LOS ACORDES DE SEXTA AUMENTADA
ACORDES DE SEXTA AUMENTADA
Poco usados en el periodo barroco (véase el ejemplo 30.5b), los acordes de sexta au-
469
mentada fueron más frecuentes durante la época clásica, cuando los compositores los uti-
lizaban habítualmente para intensificar la llegada a V en los puntos cadencíales y estructu-
rales importantes de un movimiento, por ejemplo, para preparar la dominante que precede
al segundo tema en la forma sonata y para intensificar el movimiento a la prolongación
de la dominante, característica de la retransición en las formas sonata, ternaria y rondó.
Las sonoridades que contienen una 6a aumentada, como el acorde Mib Sol DoS del
ejemplo 30,2a, son un tanto independientes, ya que son las únicas armonías que hemos
estudiado hasta ahora que no se construyen exclusivamente con y* mayores y meno-
res. La inversión de la 6a aumentada Mit-Dofl es Dol-Mit, una 3a disminuida. No confun-
da el intervalo de 6a aumentada (y su resolución en la octava bo-5 y 84-5) con su geme-
lo enarmónico, la 7a menor, que contiene el mismo número de semitonos. La nota
superior de la 7a menor resuelve descendentemente, como en la resolución de un V7;
compare el ejemplo 30.2b con el ejemplo 30.2c.
Ejemplo 30.2
A. B.
^¿ .ftJJ
n
t> ?3 ^ /
1"
^»- i »
Ejemplo 30.3
A. B. C. D.
P A
. ,-^/ H 'Y i» f 1 H
1^ b J ^ ^ J
r «'• r
A T A
^ p"--^-—* ^r—' ^ i" » >= Li, 7~f~*~V
J J —,k*—J5—
do: i (v66Aum) V V(6Aum) V i (6Aum) V i IV6 (6Aum) V
470 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 30.4
A. B. C.
y u" rr»J
\^=_ '' i!" 8"
-e-
<y i -g- -O.
*' V 7
La sexta italiana (It6') en el modo menor está formada únicamente por tres gra-
dos de la escala: b§, 1 y 84 ( = Lab Do Fa8 en Do menor). Al escribir en una textura a
^ *"*
cuatro voces, nunca duplique el bo ni el 84, ya que ambos son grados activos. En
cambio, duplique la tónica (1); las dos tónicas resolverán entonces en direcciones
opuestas en la 3a y la 5* del acorde de dominante que le sigue (ej. 30.5a). Hemos se-
ñalado en un capítulo anterior que cuando una dominante secundaria sustituye a una
pre-dominante en una cadencia, se escribirá con plica en el análisis. Lo mismo se
aplica a la 6a aumentada; véase el ejemplo 30.5b, donde Bach utiliza un retardo 7-86
en el acorde It6. Por otra parte, puesto que el movimiento auxiliar de la voz soprano
del ejemplo 30.5c forma parte de un movimiento de paso más extenso de i a V (a tra-
vés del v6 y el It6), está escrito sin plicas. Lo mismo puede decirse del doble movi-
miento cromático desde IV6 del ejemplo 30.5d, en el que el It6 sin plica funciona
como un acorde de paso.
F ACORDES DE SEXTA AUMENTADA 471
Ejemplo 30.5
B. «ICH HAB' MEIN' SACH' GOTT HEIMGESTELLT» (ARMONIZACIÓN DE
CORAL DE BACH)
.^ / ¿
^L^^J 1 1
., i f^ * * / - - - ^
do: i (v6 It6) V do: i (Vá/iv) IV6 (It6 V
Añadiendo el 2 de la escala al It5 obtendremos una sexta francesa (Fr*), Lat Do Re Fa|
en Do menor. La construcción de este exótico acorde es curiosa; contiene dos trítonos se-
parados por una 3a mayor (ej. 30.6a). La conducción de voces de este acorde no presenta
problemas, ya que el 2 es común tanto al acorde Fr^ como al siguiente V; la 7a retardada (8
de la escala) del primero resuelve en el |7 (ej. 30.6b). En el sexteto inmortal de Donizetti
(ej. 30.6c), el Fi| funciona como una auxiliar de la tónica ^ antes de progresar a V7.
Ejemplo 30.6 •
A. B.
*)n: ^ II? ^A —
=^-4
JíTl
* H H * '
Reb: ii (V á/ü) ü6 (vii°7/V) 6 (Fri)
472 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
La sexta alemana (Alp incluye un l>3 en lugar del 2 de la sexta francesa (Lab Do Mít>
Fajj en Do menor). Aquí la conducción de voces es más delicada, ya que una resolución
directa en V producirá 5a5 paralelas (ej. 30.7a). Hay dos maneras de evitar este proble-
ma, y en ambas se retrasa el movimiento del 1>3 al 2. Podemos progresar a un ^ caden-
cial (ej. 30.7b) o bien utilizar un retardo 6-5 acentuado sobre la dominante (ej. 30.7c).
El ¿ es más común, tal como se ilustra en el ejemplo 30.7d.
Ejemplo 30.7
A. B. C.
5a5 paralelas
V L"i • ^=^ A. h
CTO ^ )t» —m—
• / /£,
y ih i
<g) " ' ' i* -f»
"
i»
1 ¿r ti -f—
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FTl
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r II ^A 1? ir— M-
* J *i
P
6
do: i (Al6,) V
do: (Al6) V i do: (Al6) V
feN; <|: ,f *T • »
—§
¿y i'p f n^ L/ *-
* -r
do: (Al6,)
V
Los acordes Its, Fr| y Al^ se constituyen exactamente de la misma manera en el mo-
do mayor que en el modo menor, aunque en este caso la mayoría de sus integrantes
son grados alterados: bS, j}4 y probablemente B. Una manera habitual de abordar un
acorde de 6a aumentada en modo mayor es desde un IV6 mediante un doble movi-
miento cromático, como muestra el fragmento de Beethoven del ejemplo 30.8a. En
ACORDES DE SEXTA AUMENTADA 473
este caso, el It6 se deriva de un descenso cromático en el bajo que precede a la domi-
nante tonicizada (V7/V-V) en la cadencia. En otro pasaje en modo mayor (ej. 30.8b),
Beethoven resuelve el $4 del acorde Ir5 en la 7a de un V7, en lugar de la usual octava
de la dominante (5), un procedimiento menos común.
Ejemplo 30.8
A. BEETHOVEN, CUARTETO DE CUERDA EN SOL MAYOR, OP. 18, NÚM. 2, m
44 ir tr
&
^ i
Do: I
W
(V| Vf/IV)
p
IV6 (It6)
ÉÉÉ
(V/V) V
B. (REDUCCIÓN)
T£— i^ —--j—-^^j —
y ^¡ •—=^
• —• J
¿ l%M m
* m m?
Do: I IV6
Do: (It6)
Los compositores del periodo romántico se interesaron cada vez más en la sonori-
dad de la 6a aumentada y ampliaron su uso a otras áreas. En lo que resta de este capí-
tulo mostraremos algunas de esas posibilidades, pero deberá tener en cuenta que son
funciones relativamente infrecuentes en comparación con las 6a5 aumentadas habitua-
les que hemos visto hasta aquí.
íjemplo 30.9
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X_ u*
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«J n ^ "|
(It6)
^
VAV
^
(It6)
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V
^-— f "— ^=J
(It6) I (It6) IV
Ejemplo 30.10
MOZART, SINFONÍA NÚM. 41 («JÚPITER»), K. 551, IV
243:3.
ee
«J
Ejemplo 30.11
A. LISZT, CONCIERTO PARA PIANO NÚM. 2 B. (REDUCCIÓN)
*í ^
La: La: I
r ACORDES DE SEXTA AUMENTADA 475
Ejemplo 30.12
A. B. NÓTENSE LAS 5AS CROMÁTICAS PARALELAS
X
tm
"y —•
I
Y" — •
-hr • —_u~~
•i— — ,_j
i *
1
*f r r J
-o- J J
J—¿J J
>r i r— ^=^ r —-r—
do: ii7 V7 I ii7 Al* I
Ejemplo 30.13
i—•
• T
^ ^^~
(Al03) V
El ejemplo 30.14 ilustra tres ejemplos del acorde Al°3. El movimiento «Crucifixus»
del Credo de la Misa en Si menor de Bach está basado en la reiteración de un tetra-
cordo cromático descendente en el bajo. Hacia el final del movimiento comienza una
modulación a la relativa mayor (Sol mayor), la tonalidad del triunfal «Et resurrexit» que
le sigue (ej. 30.l4a). En lugar de descender a la dominante de Mi menor, el Do3 del
compás 3 asciende a DoS, produciendo un acorde Al°3 que prepara la cadencia autén-
476 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
tica en Sol mayor. Hacia el final del Preludio en Mi menor de Chopin (ej. 30.l4b), el
compositor inserta lo que parece ser un acórele V^AII. Esta armonía en realidad fun-
ciona como un Al°3 enarmónico que conduce, en cambio, a V. Por último, en el frag-
mento del Réquiem de Verdi (ej. 30.l4c), el empleo de los Al°3, cada uno de ellos pre-
cedido de un tu6, evita las 5as paralelas.
Ejemplo 30.14
A. BACH, CRUCMXUS DE LA MISA EN Si MENOR, B WV 232
49
f) tí » 1 /c\:
,—
frs H -Á j —1 1 1 i
«J — -e-^__
-F fi ^Tr7^ í ¿ J- j¿
mi:
-©- 'T T r Jíp —L
j
Sol: (Al03)
1
' V
p—1-^ U
V" ff (H— •-
)9
6 «t g -tjj -^ §&
- r r r r r r l|1 g g i i_5j 1
f- ¿ -e-
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^ (tí -^
-1— i J1aJn—-J
—i —\
j
—P
J—*-=[
• -J
—\ 1
Ejemplo 30.15
A. BRAHMS, CONCIERTO PARA PIANO NÚM. 1,1 (COMPASES 1-25) B. (REDUCCIÓN 2)
(REDUCCIÓN 1)
1 11 21 23 24 25
A U^Tjf^ ^j--^rr~^v U ft/nf-L / rv
A !>-•- frí rt^ h-J-
1 >L—i> , •"•—
—H-^*—
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~¿-4>— -—_ B t- i L 1 1
-« ^ ^ 7» 1
*• s -L ]— fe^f —f— '
re: (Al*) (A165) re: (Al*) (A165)
79
tJ ^^
^
: vü°7AV V V6 (Al*) V6
Ejemplo 30.16
A. ni
Oí J
B, C.
all al 3
01 :lii e
** o
•"
*** ~&~
•^j— =— *~ " --_g U L 8 ^it
Ejemplo 30.17
A. SCHUBERT, QUINTETO DE CUERDA EN Do MAYOR, TV
Do: I
C. (REÍDUCCIÓN)
i 3i
£¿L r . k >
/ ir
(ff)
4*
tr»
B'*~|
S-I
—-\
J
e)
j
=-¿—H^: •
|-~
^ Do: I (6 a Aum). I
Do:
(4aAA) (4aAA)
Ejemplo 30.19
A.
ff. fr -7— ^ TÍH^
suena como
., 1
*f fí CY r-t F
)' |J'—*M =>*—^ rr-fi
4 f
do:Al« Rel.:V7
B. SCHOBERT, «GEFROR'NETHRANER», DE WINTERREISE
$ LL,Ki. . . I
fe pV <h hE
fe*fe
tJ
& m
^ 6
,4
6
4,
f
fa: vii°g/iv WI V
. zerschmelzen des ganzen Winters Eis ... fundir todo el hielo invernal.
480 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 30.20
A. WAGNER, PRELUDIO DE TRISTÁN UND ISOLDE, ACTO I
j¿ fí 7 — ., L 1 K [i .. N i^TJi
(<t> 8
* F
fr^r i rffO-^
j^-><\
j^i^L. . ^*
*
- g^^— ^r -— ^^
\l> 8 ? 1 r 1T -9
la: 4 V
¿«sexta de Tristán»?
B. RICHARD STRAUSS, LAS DIVERTIDAS TRAVESURAS DE TILL EULENSPIEGEL, OP. 28
46
¿«sexta de Till»?
C. BHXY STRAYHORN, «TAKE THE A TRAIN»
r^
fe
«J
^ L¿
V
*=*• J-^~^J" J J —T"
1
í—í~
f
^
n *
*):••/< P ~§^
-J- K.
Do: I
Turn)
(6a A
—
r D. SCHOENBERG, SINFONÍA DE CÁMARA NÚM. 2
3 ^,
ACORDES DE SEXTA AUMENTADA
E. (REDUCCIÓN)
481
F: doble 6a Aum. I
ARMONIZACIÓN DE MELODÍAS
Ejemplo 30.21
A. B.
w [ u. i J /|A/_^.jA_.a j_. .
-W
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A. b L
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e. L —L- ..h*l
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* -f- -£-
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A1
Términos y conceptos
6a aumentada sustitución de trítono
acordes de 6a aumentada (6aAum) acordes de sexta aumentada secundarios
acordes lineales cromáticos acorde de tercera disminuida (Al°3)
sexta italiana Q.t6) relaciones enarmónicas entre V7 yA!6/5
sexta francesa (Fr4/3) acorde de cuarta doble aumentada (4aAA)
sexta alemana (A16/5) otros acordes de 6aAum y sus resoluciones
AUTOEVALTJÁCIÓN
Ejemplo 30.22
/L^4 |í ! f
ti —^* • 1—^» 1
fl-p
JC. jt .*.
f
=-¿-p * 14 1
Ejemplo 30.23
A. B. C.
1 Q §,| J j rT|4
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Alo;
Capítulo XXXI
FORMA SONATA
Aunque utilizamos el término sonata para referirnos a una obra de varios movi-
mientos para un instrumento solista con o sin acompañamiento, el término forma so-
nata se refiere al diseño y estructura de un movimiento individual. El esquema de la
forma sonata se puede encontrar en el primer movimiento, o en el último, o incluso en
el movimiento central de una composición de varios movimientos. El diseño y la es-
tructura tonal de la forma sonata del periodo clásico se desarrollaron a partir de la for-
ma binaria reexpositiva, analizada en los capítulos 24 y 25. La figura 31.1 muestra
cómo la forma sonata es una extensión del esquema tonal y las proporciones formales
de un diseño binario como el del minueto clásico.
La parte superior del diagrama esquematiza un diseño binario típico en sus formas
continua, reexpositiva y simétrica. Las características básicas de la forma sonata apare-
cen directamente por debajo de sus equivalentes en la forma binaria.
La primera sección de la forma binaria se extendió hasta convertirse en la exposi-
ción de la forma sonata, la sección que le sigue a la doble barra se convirtió en el de-
sarrollo y la sección y el regreso de la primera sección se convirtió en la reexposi-
ción o recapitulación. Las características temáticas y tonales se especifican en la parte
central del diagrama, y otras características, como la textura y la dinámica típicas, apa-
recen en la parte inferior. Este modelo de forma sonata está basado en una pieza real:
el primer movimiento de la Sonatina para piano enFa mayor, op. 36, núm. 4, de Cíe-
mentí, cuya partitura aparece en el ejemplo 31.1. Aunque este breve movimiento es
una versión muy pequeña de la forma sonata, con un desarrollo reducido, contiene to-
das las características importantes de un movimiento de sonata desarrollado.
Cfq
ES
LM
Ejemplo 31.1
£
m doZce
r 31
FORMAS HOMOFÓNICAS Y CONTRAPUNTÍSTICAS EXTENSAS 487
488 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
EXPOSICIÓN
3. El segundo grupo temático está en la tonalidad nueva. Este grupo suele ser
más regular en la agrupación de sus frases, y también más sereno y lírico que el
primer grupo, empleando muchas veces una fuerza instrumental más pequeña
489
en las sinfonías. Aunque sus temas suelen ser nuevos, el compositor puede to-
mar un tema del primer grupo y exponerlo en la tonalidad contrastante, produ-
ciendo lo que llamamos una exposición monotemática. Éste es el procedi-
miento que utilizó Haydn en el primer movimiento de su Sinfonía núm. 100 en
Sol mayor, conocida como «Sinfonía Militar».
4. La sección conclusiva de la exposición sirve para confirmar la nueva tonalidad
y su función es en gran parte cadencial. Normalmente presenta pasajes activos y
virtuosísticos, como arpegios, escalas y trinos, casi siempre forte. Esta sección
también puede presentar un breve tema conclusivo, habitualmente piano, o
incluso una codetta como apéndice final de la exposición.
DESARROLLO
REEXPOSICIÓN
Ejemplo 31.2
A.
Exposición Desarrollo Reexposición
Do: 0 0 V 0
B.
Exposición Desarrollo Reexposición
do: 0
FORMAS HOMOFÓNICAS Y CONTRAPUNTÍSTICAS EXTENSAS 491
LA INTRODUCCIÓN
Los primeros movimientos en forma sonata pueden comenzar con una lenta intro-
ducción. La mayoría de las introducciones constan de tres partes: (1) el inicio en la tó-
nica; (2) una transición tonal, que suele incluir secuencias o dominantes secundarias;
y (3) una prolongación de la dominante, que prepara la tónica con la que comienza la
exposición allegro del movimiento. Las introducciones de los movimientos en modo
mayor están frecuentemente en el modo paralelo menor. Las ideas motívicas expues-
tas en la introducción pueden reaparecer en el movimiento en sí. Podemos encontrar
introducciones lentas típicas en los primeros movimientos de la Sinfonía núm. 100 en
Sol mayor («Militar») de Haydn y la Sonata para piano en Do menor, op. 13 («Pathétique»)
de Beethoven.
Los compositores posteriores le dieron una mayor proporción e importancia a las
introducciones de los movimientos sucesivos. En la Sinfonía en Re menor de Franck y
en la Sinfonía núm. 4 en Fa menor de Tchaikovsky, el material de la introducción ini-
cial reaparece en movimientos posteriores, dando como resultado una sinfonía cícli-
ca. Aunque el material inicial de estas dos obras experimenta pocos cambios, el pre-
monitorio tema en modo menor para clarinete que inicia la Sinfonía núm. 5 de
Tchaikovsky reaparece en la paralela mayor en la triunfante conclusión délfinale.
LA CODA
FORMA RONDO-SONATA
FORMA CONCIERTO
Figura 31.2
Mayor: 1 0 1 /X/X/X/-N V 1 1. 1
Menor. ¡ m i /x/x/x/•N V i i ¡
Figura 31.3
TP TR TS CL TP TR TS FIG 2 CL (?)
(desarrollo) (reexposición)
S2 T3 S3 T4
I I I I
Rondó TP TR TS FIG 2 CL (CAD) CL
> f f\ I 6 5 ,
Mayor: y v v/ v/\ 1 -^ 4 3 1
^ 6 5 .
Menor: J VVVNV I ^ 4 3 <
TP: tema(s) principal(es) TR: transición \j
TS: tema(s) secundario (s) CL: conclusivo / cadencia!
F1G: figuración solista " RETR: retransición
CAD: cadencia solista
FORMAS CONTRAPUNTÍSTICAS
PRELUDIO CORAL
El coral luterano era el himno tradicional de la Europa protestante durante el Barro-
co. Las melodías de los corales solían estar en la forma conocida como Barform (AAB),
en la que las primeras frases se repiten formando los dos Stollen, AA, seguidas de otra se-
rie de frases, el Abgesang o B. Mientras la congregación cantaba la melodía al unísono, el
organista proporcionaba diversos acompañamientos armónicos, dependiendo del texto
de cada verso. En el servicio luterano el organista tocaba primero una estrofa del coral
para que la congregación recordara la melodía, ya que los himnarios sólo contenían los
textos. Con el tiempo, estas armonizaciones preliminares de los corales llegaron a ser
494 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 31.3
FRIEDRICH ZACHAU, «VOM HIMMEL HOCH» (PRELUDIO CORAL)
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12
ÉÉ
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.0 L dJ dJ r--^1—•=-¿'¡—t*--1 ' • - J •
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m\í
FORMAS HOMOFÓNICAS Y CONTRAPUNTÍSTICAS EXTENSAS 495
INVENCIÓN
En 1722, Bach compuso una colección de piezas para teclado llamada Clavíerbüch-
lein para su hijo mayor, Wilhelm Friedemann, que era un niño prodigio. Cuando, más
tarde, Bach publicó algunas piezas breves a dos y tres voces de dicho libro con el títu-
lo Invenciones y Sinfonías, cambió el orden y los esquemas tonales e hizo algunas re-
visiones. Debido a que su objetivo original era pedagógico, estas piezas exploran asun-
tos prácticos como la digitación, las tonalidades de creciente dificultad y, sobre todo, el
arte de componer piezas imitativas breves. Estas invenciones exhiben una gran econo-
mía de medios, ya que todo o casi todo el material musical se deriva del motivo o tema
inicial de cada pieza.
Aunque las invenciones a _dos voces de Bach no están basadas en un modelo for-
mal estereotípico y presentan más bien una considerable diversidad organizativa, po-
demos identificar algunas de sus características generales:
Ejemplo 31.4
FUGA
La fuga era el género imitativo predominante del periodo barroco, utilizándose tanto en
obras instrumentales como vocales. La fuga es una composición contrapuntística y básica-
mente monotemática que comienza con imitación. Está escrita para un número estricto de
voces, generalmente tres o cuatro y con menor frecuencia dos, cinco, o más. A diferencia
de las formas estereotípicas del periodo clásico, la fuga es más bien un procedimiento com-
positivo, ya que el diseño y la estructura tonal varían considerablemente de una pieza a
otra. Sin embargo, podemos generalizar acerca de ciertos aspectos de su construcción.
En la exposición, o sección imitativa inicial, las entradas de las voces, basadas en un
mismo tema, tienen lugar según un esquema tonal tónica-dominante-tónica-dorninante.'
Nótese que el término «exposición» en relación a la fuga tiene un significado completa-
mente diferente al de la exposición de una forma sonata. La exposición del tema en la tó-
nica se llama sujeto, y la exposición del tema en la dominante se llama respuesta. La res-
puesta puede presentar una imitación real, en la que los intervalos melódicos del sujeto
se mantienen estrictamente, o una imitación tonal, en la que uno o más intervalos están
modificados para ajustarse al esquema tonal reinante. Si el contrapunto que acompaña a la
respuesta se mantiene a lo largo de la fuga, se llama contrasujeto. El sujeto y su contra-
sujeto acompañante siempre están escritos en contrapunto invertible, una técnica que per-
mite el intercambio de las voces. En algunas ocasiones, un breve puente o pasaje de tran-
sición enlaza el final de la respuesta en V con la tónica del siguiente sujeto en I.
No existe un patrón fijo para la entrada de las diferentes voces o para el tiempo
que transcurre entre las mismas. En El clave bien temperado de Bach, los sujetos son
relativamente breves, mientras que en algunas de sus fugas para órgano, más extensas,
abarcan hasta ocho compases. La exposición finaliza cuando se completa la última en-
trada del sujeto o de una respuesta. Algunos compositores repiten la exposición con
modificaciones, denominada contraexposición.
Después de la exposición, las entradas del sujeto en la tónica suelen alternarse con
episodios que emplean una escritura secuencia!. Estos episodios generalmente modulan
y confirman cadencialmente una nueva tonalidad justo antes de la siguiente entrada del
sujeto en dicha tonalidad. Este procedimiento es análogo al concertó grosso barroco; las
secciones de exposición de la fuga corresponden a los tuttí o ripieno, y los episodios co-
rresponden a las secciones a solo2. Finalmente, la música regresa a la tonalidad inicial
presentando al menos un último sujeto en la tónica.
En el transcurso de la fuga se pueden emplear diversas técnicas contrapuntísticas. Po-
demos encontrar ejemplos de inversión o composición en espejo, en la que los inter-
valos melódicos del sujeto se invierten; el contrapunto triple, en el que las tres voces se
pueden intercambiar, produciendo seis arreglos diferentes entre las partes; pasajes breves
Véase E. Cone, Musical Forms and Musical Performance, Nueva York, W. W. Norton, 1968, p. 71.
r FORMAS HOMOFÓNICAS Y CONTRAPUNTÍSTICAS EXTENSAS 499
de imitación estricta; aumentación y disminución, en los que todas las notas del suje-
to aumentan o disminuyen proporcionalmente a su valor; y stretto, en el que se reduce la
distancia temporal entre las entradas originales del tema. La doble faga combina dos suje-
tos diferentes. Dichos sujetos pueden ser presentados en una misma exposición, como en
el Finale del Cuarteto de cuerda en Fa menor, op. 20, núm. 5 de Haydn, o cada uno en una
exposición propia, combinando mas adelante los temas, como en el Contrapunctus X de
El arte de la fuga de Bach. Entre los ejemplos de fugas más tardías se encuentran el «Kyrie
eleison» del Réquiem inconcluso de Mozart, el primer movimiento del Cuarteto de cuerda
enDcfl menor, op. 131, de Beethoven, el Finale de las Variaciones sobre un tema deHaen-
del de Brahms, la última pieza instrumental de Falstaffde Verdi, la escena de la pelea del
Segundo Acto de Die Meístersinger de Wagner, la serie de fagas de Ludus Tonalis de Hin-
demith, y el último movimiento del Concieno para dos pianos de Stravinsky.
El siguiente ejemplo reproduce la Fuga en Fa mayor de El clave bien temperado, Libro I,
de Bach. Examine su diseño y estructura tonal, que se ajustan bastante al procedimiento
descrito anteriormente; nótense los diversos casos de stretto hacia la mitad de la fuga.
Ejemplo 31.5
BACH, FUGA EN FA MAYOR DE EL CLAVE BIEN TEMPERADO, LIBRO I
500 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
POEMAS HOMOFÓNICAS Y CONTRAPUNTÍSTICAS EXTENSAS 501
Términos y conceptos
forma sonata preludio coral
exposición interludio
desarrollo invención
reexposición o recapitulación contrapunto invertible (doble)
forma sonatina tema doble
primer grupo temático episodio (invención o fuga)
transición canon
segundo grupo temático fuga
forma sonata monotemática exposición de fuga
sección conclusiva sujeto
tema conclusivo o codetta respuesta
introducción imitación real
coda imitación tonal
forma rondó-sonata contrasujeto
forma concierto puente
exposición orquestal (TI) contraexp osición
exposición solista (SI) inversión (espejo)
cadencia solista contrapunto triple
coral stretto
Barform doble fuga
ATJTOEVALUACIÓN
L
Capítulo XXXII
Ejemplo 32.1
0—P
-f —f'*-fLjr.—
i^T~-M
• r - •
*L ^^TJ~^ J-— -J J
I
-F F '
rm
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' 1 i^—t=J
rv i6 ^rü7 '
V7 I
Do:
En este capítulo consideraremos en primer lugar las diversas funciones de estas ar-
monías ornamentales y después estudiaremos algunos acordes alterados en ambos
modos que se resisten a la clasificación funcional habitual.
r ACORDES CROMÁTICOS ORNAMENTALES 503
Al igual que las tríadas disminuidas, las tríadas aumentadas son sonoridades ambi-
guas que no pueden tonicizarse porque carecen de una 5a justa (consulte el capítulo 4).
Por lo tanto, las tríadas aumentadas normalmente funcionan como acordes ornamenta-
les o lineales en las progresiones armónicas. Hemos analizado anteriormente su fun-
ción en el modo menor, formando un 6-5 de paso sobre V (ej. 32.2),
Ejemplo 32.2
tf —r—i—-f r
J j hJ'p
\ V-p l>i
i_l f P——F
1— —m
B—¡—H u
do: i6 iv V
Ejemplo 32.3
A. i B. 1
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J
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^J*
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A)5-f
^M -f —
o S |5
Do: I rv Do: V I
Ejemplo 32.4
A. SCHUMANN, «KLEINE STUDIE», DEL ÁLBUM PARA LA JUVENTUD, OP. 68, NÚM. 14 B. (REDUCCIÓN)
v » (¿)—*• «—
t)
61" f)—
="^ _i -p—^•—r1—
Sol: I (I +e ) IV
C. BEETHOVEN, BAGATELLE EN Do MAYOR, OP. 119, NÚM. 8 D. (REDUCCIÓN)
ro 4 <•—*—»—£*-—
r-J j F^
1
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s¿ tt* ^r
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5 6
Do: I (V+^IV) IV (V+6/V) V
Ejemplo 32.5
\
- ^|
l P g^^ü, ~^g
*J 1 1 r tf: r
Do: I (V+) I I (V*6) I
i) J-^i^-J
«J
i Sil.:
s^
I ( V+6+ ) I
ACORDES CROMÁTICOS ORNAMENTALES 505
La cualidad penetrante de esta tríada fue explotada en una época tan remota
como el Renacimiento tardío, cuando se utilizaba a menudo para evocar o represen-
tar la aflicción, el dolor o la muerte. En la elaborada cadencia del siguiente madrigal
de Orlando Gibbons (ej. 32.6a), la 5a ascendida está escrita como una 6a descendida
(Mib). Observe la palabra respaldada por este acorde en el texto. Wagner, por otra
parte, asociaba la tríada aumentada con la energía, el niego o el miedo en su ciclo
operístico Der Ring. En la «canción de la forja» de Siegfried (ej. 32.6b), el V+ resuelve
interrumpidamente en un VI en Re menor; observe las 5as paralelas en la reducción.
En sus obras tardías, Liszt prolongó y formó tríadas aumentadas de diversas mane-
ras. En su canción «Blume und Duft» (1860), por ejemplo, las tonalidades o armonías
importantes de las diversas secciones forman una tríada aumentada: Lab, una prolon-
gación de un acorde de 6a aumentada en los compases 1-4; Do, en la primera sección,
compases 5-20; Mi al final de la segunda sección, compases 22-27; y de nuevo Lal> en
la coda, compases 28-31.
Ejemplo 32.6
rtí\ j
« fr r ' ' J
j, F f.— *-r / M ^= -^
i ; , H—iJ é—
r r
^^, r .... E., r T r =i
more, Fare- well all joys, O
*) -íí —f p f r p J
(Tí
V-r- r
^— *-=—
»
J^ -J
J.
r ' != ^ -r
death come cióse mine eyes
V
^ ^^
No thungl No thung! Neid - li - ches Schwert!
A
^^
506 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
C. (REDUCCIÓN)
=¥=
«
=^= f
VI V'
ACORDES DE V7 ALTERADOS
Ejemplo 32.7
B.
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J J
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J
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w) -
r
J
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"- r-— * -*T ="
Do: I (V+g) I
Ethelbert Nevin del ejemplo 32.8a. En otras piezas pueden incluso funcionar como domi-
nantes secundarias o aplicadas. En el fragmento de Strauss (ej. 32.8c); por ejemplo, el V+7
funciona como un V7 alterado de IV.
Ejemplo 32.8
A. ETHELBERT NEVIN, «MIGHTY LAK' A ROSE», COMIENZO DEL ESTRIBILLO
Fa: I (V+0
C. RICHARD STRAUSS, LAS DIVERTIDAS TRAVESURAS DE TILL EULENSPIEGEL, OP. 28 D. (REDUCCIÓN)
J^>i-¡—i/^r
f-
p*
^ \,—^ jf» *
3£
«J T «y
M
*y-\ -3—
ir
^ Fa: I (V+7/W IV)
Tanto el V+7 como el Vo7 pueden considerarse como acordes de tonos enteros, ya
que sus integrantes forman parte de la escala de tonos enteros. Por ejemplo, en Do
mayor todas las notas de V+7 (Sol Si Rejj Fa) y de Vo7 (Sol Si Ré> Fa) forman parte de la
escala de tonos enteros Fa Sol La Si Do}( (Reb) Reí. De hecho, la inversión ^ del Vo7 es
idéntica al Fr^, como muestra el siguiente pasaje de Brahms (ej, 32.9), donde resuelve
directamente en la tónica. El tema en el que se basan las variaciones de su Finale apa-
rece primero en la voz soprano, pero, después de cuatro exposiciones, vuelve a su po-
sición habitual en el bajo. Puesto que la progresión subyacente a este tema comienza
con un acorde de La menor, podemos cometer el error de considerar la tríada final de
Mi mayor como V de esa tonalidad. Sin embargo, durante el resto del movimiento, el
tema suele comenzar y concluir en la tónica Mi menor. Lo inusual del acorde V°j en
este pasaje es que funciona como acorde cadencial.
Ejemplo 32.9
BRAHMS, SINFONÍA NÚM. 4, IV
'
jj^-i
—5fí
~* 4 F" 1LIp^ 1 <=
1^-.
&= '1 ug -¿ •• ' 1; i
mi: iv
I (o V/iv)
508 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 32.10
A. B.
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J
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• J
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*• r- — - — f —L
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I (Aux07)
m m
I
r^^__^-^—~-- ^•''r
V7 (Aux07) V7
Ejemplo 32.11
A. RICHARD RODGERS, «BALI HA'I», DE SOUTH PACIFIC
j—4— _i
r—i
lirrrn—J— rn- 1¡—I
Vff V
-TTtr-Jj J TrV-J- n
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fr'f f
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1 * 1 ^ = J ? 1 ^ -4 * l * =í="
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w ACORDES CROMÁTICOS ORNAMENTALES 509
B. (REDUCCIÓN)
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i
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Fa: V7 (N° 7 ) V7
6 5
Do: I (Aux07)
Sil» en lugar de Refi
Los ejemplos 32.12a y b muestran los modelos comunes de las séptimas disminui-
das de paso. Cuando el movimiento de paso es descendente, el P°7 comparte la nota
común con el acorde anterior. Los fragmentos de Tchaikovsky y Colé Porter de los
ejemplos 32.12c-f muestran el empleo de estos acordes en pasajes de música real. El
vals de Tchaikovsky utiliza una séptima disminuida de paso entre I y V (ej. 32.12c); la
melodía de Colé Porter la utiliza como conexión entre I6 y ii7 (ej. 32.12e).
Ejemplo 32.12
A. B.
L
510 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
212
tf 8 J ÜÜ
D. (REDUCCIÓN)
U tfp —I m • 4* *
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Ejemplo 32.13
A.
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Do: I (6aAl-Aux) I Do: I (6aAl-Aux) I
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ACORDES CROMÁTICOS ORNAMENTALES 511
C. D.
f
* ^«r"^ J-
t
(6"A1-P) I
T
(6aAl-P) I
Ejemplo 32.14
A. SCHUBERT, «SEHNSUCHT», D310B (1815)
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5 -e-^
Este acorde también puede aparecer como una armonía de paso, derivando gene-
ralmente de una pre-dominante IV o ii0^ (ej. 32.13c). El ejemplo 32.15 muestra una uti-
lización similar por parte de dos compositores de ópera del siglo xrx. Observe que, en
ambos casos, las voces soprano y tenor progresan por movimiento cromático contra-
rio; el acorde de 6aAl de paso resuelve directamente en la tónica.
512 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 32.15
A. VERDI, CUARTETO DE RIGOLETTO, ACTO IV
100
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Ejemplo 32.16
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Re: V6/vi vi IV6 (P) V§ Re: IV6 V§
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(acordes de paso)
D. (REDUCCIÓN)
« é
Re: I
149
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j j >:
rr rr
sol:
514 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Existen otras tríadas mayores y menores alteradas que no parecen pertenecer a nin-
guna categoría definida de función tonal. Dichos acordes aparecen escritos en el ejem-
plo 32.17 tanto en Do mayor como en Do menor. Hemos dispuesto las tríadas en cada
modo en una progresión de 5as descendentes hacia la tónica, primero por el lado de
los sostenidos y después por el lado de los bemoles, aunque esta agrupación no tiene
nada que ver con sus funciones reales en la música.
Ejemplo 32.17
A. MAYOR B.
no son acordes aplicados acordes mixtos dobles
áfe
«J
ürv vii ni vi ii tvii tiii tvi tii tv
C. MENOR D.
efe S
*
$iv \rV
Ejemplo 32.18
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\M^-—H * F ' 1
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1 [_[—
W
-i>- J
- 9- J
^
Do: I (VI) rv
Los acordes del ejemplo 32.17b son armonías mixtas convertidas en tríadas me-
nores. Estas sonoridades se conocen como acordes mixtos, dobles, ya que en sí mis-
mos son acordes prestados del modo menor y, además, en su versión menor; de modo
que el WII se convierte en tiii, y bVI se convierte en bvi. En el Preludio de Chopin
(ej. 32.19a), la tonicización del acorde napolitano (bll) va seguida de una tonicización
ACORDES CROMÁTICOS ORNAMENTALES 515
Ejemplo 32.19
mi v
Los dos grupos de tríadas en modo menor del ejemplo 32.17 incluyen algunos
acordes mixtos tomados del modo mayor (ej. 32.17c) y acordes diatónicos convertidos
en tríadas menores (ej. 32.17d). Las tríadas representadas en el ejemplo 32.17 son in-
frecuentes y suelen aparecer como acordes errantes, un término acuñado por el
compositor Arnold Schoenberg, que aportan un colorido cromático momentáneo a las
progresiones diatónicas. En algunas secuencias armónicas pueden carecer de función
tonal e incluso contribuir a eliminar temporalmente la sensación de tonalidad. Para ver
una buena muestra, consulte, el ejemplo 26.6.
516 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
A veces los compositores del Romanticismo tardío utilizaban tantas armonías mixtas
en sus composiciones en modo mayor, que el modo de la pieza resultaba ambiguo. Un
ejemplo excelente de este procedimiento es el comienzo de la Sinfonía núm. 3 en Fa
mayor de Brahms. El motivo inicial de tres notas contiene un ambiguo B (Fa-La!>-Fa). La
dualidad modal del comienzo es extendida por otras armonías que contienen grados
mixtos Q>2, !>§, !>§ y 1>7). Este pasaje ofrece un buen resumen de los acordes cromáticos
que hemos analizado hasta ahora. En la reducción de la conducción de voces (ej. 32.20),
las armonías diatónicas esenciales están identificadas con sus números romanos. Analice
los restantes acordes y coloque su identificación entre paréntesis.
Ejemplo 32.20
BRAHMS, SINFONÍA NÚM. 3,1 (REDUCCIÓN DE LOS COMPASES 1-15)
5
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ARMONIZACIÓN DE MELODÍAS
Al armonizar una melodía, busque los puntos en los que se podrían usar eficaz-
mente acordes cromáticos ornamentales. Los movimientos de semitono en la melodía,
como 2-S2-3 o 5-84-5, generalmente se pueden armonizar con un acorde alterado de paso
o auxiliar. Sin embargo, no incluya demasiados cromatismos.
ACORDES CROMÁTICOS ORNAMENTALES 517
Ejemplo 32.21
A.
y—g —
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Do: I (IV)
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(V
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Va) I6 ii7 V
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í=^=^
Resumen de los acordes cromáticos ornamentales
1. Los acordes cromáticos ornamentales suelen ser acordes auxiliares o de paso en-
tre dos armonías iguales o diferentes. Generalmente incluyen sonoridades verti-
cales más inestables o exóticas.
2. Entre los ejemplos típicos se incluyen las tríadas aumentadas (I+ o V+), séptimas
de dominante alteradas que contienen 6a5 aumentadas o 3a5 disminuidas (Vo7 o
V+7), y séptimas disminuidas y/o sextas alemanas con notas comunes, que fun-
cionan como acordes auxiliares o de paso (como los acordes de P°7 o 6aAl-
Aux).
3. Las constituciones desiguales de tríadas mayores y menores también pueden
indicar la posibilidad de un acorde cromático ornamental de paso o auxiliar.
4. Algunos acordes errantes no parecen pertenecer a ninguna categoría de fun-
ción tonal. Entre ellos se pueden incluir armonías mixtas dobles, prestadas del
modo menor al mayor (como bvi).
5. Estos acordes son difíciles de utilizar en las armonizaciones de melodías, a me-
nos que la melodía misma contenga inflexiones cromáticas.
518 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Términos y conceptos
acordes cromáticos ornamentales de paso 6a5 aumentadas ornamentales
o auxiliares 6a3 aumentadas con nota común
tríadas aumentadas ornamentales acordes cromáticos lineales
acordes V7 alterados acordes mixtos dobles
7a5 disminuidas ornamentales acordes errantes
7a5 disminuidas con nota común ambigüedad modal
AUTOEVALUACIÓN
.1. Analice las progresiones breves del ejemplo 32.22. Añada los números romanos
correspondientes o los símbolos de los acordes cromáticos ornamentales.
Fa: Re:
Ejemplo 32.23
B. C
\í ¿ j ==i F
^ J =^|
"^-t Mi II' =
Sil»: V Mi: (P°7) Lafc: ü(|) (6A1-P) I
r ACORDES CROMÁTICOS ORNAMENTALES 519
D. E:
V—j
/ir é
=irt^' J =
Prolongación de la dominante
Los dos fragmentos del ejemplo 33.1 ilustran cómo se puede prolongar momentánea-
mente la armonía de dominante mediante un movimiento cromático de paso. En el pasa-
je de Mozart (ej. 33.1a), la fundamental del V7 se mantiene en el bajo y la soprano mien-
tras las voces intermedias ascienden cromáticamente. El fragmento de Brahms (ej. 33.le)
escalona rítmicamente el movimiento cromático entre el bajo y una voz superior, mientras
que la fundamental y la 7a del V7 se mantienen en las dos voces superiores.
r PROLONGACIÓN DE LA DOMINANTE 521
Ejemplo 33.1
A. MOZART, SONATA PARA PIANO EN Si BEMOL MAYOR, K. 333, LTI
178
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B. (REDUCCIÓN)
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524 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
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B. (REDUCCIÓN 1)
C. (REDUCCIÓN 2)
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B. (REDUCCIÓN)
Términos y conceptos
prolongaciones de la dominante: en las retransiciones
por ornamentación cromática como prolongación del ^ cadencial
en las introducciones como preparación para un climax
AÜTOEVALTJACIÓN
Ejemplo 33.7
206
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528 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
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Capítulo XXXIV
Ejemplo 34.1
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La inayor
En este capítulo comenzaremos por clasificar las modulaciones lejanas más fre-
cuentes del periodo de la práctica común. Después analizaremos tres procedimientos
básicos para realizar estas modulaciones: (1) mediante un cambio de modo, (2) por
nota común, y (3) por acorde pivote. En el capítulo 40 estudiaremos otros procedi-
mientos.
MODULACIÓN A TONALIDADES LEJANAS I 531
Figura 34.2
vi 1a
IV- •V
1
Do
k mi
-Sol
>
>
iv • V sol
d0
V! Vil La!>
Las modulaciones por cambio de modo tienden a ocurrir en secciones .de desarro-
llo que exploran diversas tonalidades o en las secciones contrastantes centrales de una
obra seccional, como la forma ternaria o rondó. En el ejemplo 34.3, la exposición del
primer movimiento de esta conocida sonata de Mozart concluye con un pasaje arpe-
giado en el área de la dominante. Al principio de la sección de desarrollo, indicada por
el signo de repetición, la tonalidad cambia repentinamente de Sol mayor a Sol menor.
Un acorde pivote (i-iv) conduce entonces a Re menor o [v], una tonalidad lejana al Sol
mayor inicial.
Ejemplo 34.3
ÜÉÉ
532 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
B. (REDUCCIÓN)
A J J^" -^ jt/^~^J J'' ^« -4—
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1 : I ri ' •\ J
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Sol: I V7 1 V7 I sol: i V7 1 V7 i
|v| : iv - V7 i
Ejemplo 34.4
A. HAYDN, SONATA PARA PIANO EN RE MAYOR, HOB. XVI: 37, m
19
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MODULACIÓN A TONALIDADES LEJANAS I 533
B. (REDUCCIÓN)
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ÍH' * J , jt, j 1 j 1 r.
^-— —-¿ ; 'v. ^* « * J é.
f-i. Li
it *
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El
Ejemplo 34.5
tJ
m
Ha-be
má
ja doch nichts be - gan - gen, dass ich VIensch-en solí - te
scheun, dass ieh Mensch-en solí-te soheun, weloh ein tho-riohtes Ver - lan - gen treibt mich
fP
1 V VI,
I
I
534 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
|E
in die Wü - ste - nei - en, treibt mich in die Wü - ste - nei'n?
Wei-ser
J..NTJ
v T—r r r rr T r rr
É
sol:
Ejemplo 34.6
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E- [vfl SI-
tres fragmentos siguientes ilustran esta técnica modulatoria. En el Scherzo de
Beethoven (ej. 34.7a), los violines mantienen un La, de la sección anterior en Fa ma-
yor, que introduce el Trío en Re mayor, en el cual ese 3 se convierte en el nuevo 5.
F MODULACIÓN A TONALIDADES LEJANAS I
Esta nota común funciona, después como pedal de dominante invertido a lo largo de
toda la sección. Algo similar ocurre en el scherzo de Brahms (ej. 34.7b). Aquí una do-
minante tonicizada, Mib en la tonalidad principal de Lat mayor, se convierte en el 3 del
535
área tonal enarmónica de Si, |iJII| o Dd> mayor. La canción inmortal «Tea for Two» de
Vincent Youmans (ej. 34.7c) modula a [511 mediante la repetición de la frase inicial una 3a
más arriba; la nota común es el 3, Do en LaJ> mayor, que se convierte en el 1 de Do ma-
yor. Hemos visto anteriormente una muestra de este tipo de modulación, en el ejem-
plo 26,14, donde la repentina entrada de la sección pentatónica en|l>VI|del Preludio en
Sib mayor de Chopin emplea un Sib como nota común, 1 de la tonalidad inicial y 3 de
la tonalidad nueva. Como muestran los fragmentos, esta manera abrupta de cambiar
de tonalidad generalmente ocurre en las coyunturas formales o cadencíales de la mú-
sica, tales como el principio o el final de una sección o frase.
Ejemplo 34.7
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536 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
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B. BRAHMS, SINFONÍA NÚM. 1, ffl II
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Lab: (V/V) V
(enarmónico) II
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(6a añadida)
(5
MODULACIONES POR ACORDE PIVOTE
Bl^
Hemos visto que en las modulaciones por acorde común a tonalidades estrecha- -*
mente relacionadas el acorde usado como pivote generalmente funciona como una ar-
monía diatónica en ambas tonalidades; por ejemplo, vi en [D = ii en [V], Este método K
también se utiliza frecuentemente para modular a una tonalidad lejana, pero en tales
casos el acorde pivote es normalmente un acorde alterado. La figura 34.3 muestra al-
gunas posibilidades ilustrando modulaciones de Do mayor a MÜ> mayor ([I] a |bIII|), Jl
1
MODULACIÓN A TONALIDADES LEJANAS I 537
• Los acordes mixtos y napolitanos se utilizan con frecuencia como acordes pivote
alterados. Por ejemplo, la modulación a La mayor del ejemplo 34.1 emplea un iis en
Do mayor, que se convierte en un ivs mixto en La mayor (compases 4-5).
Figura 34.3
El dramático cambio de tonalidad del ejemplo 34.8a ocurre durante el último dúo
t de Carmen de Bizet, cuando el centro de interés cambia de Carmen y Don José a la
corrida de toros. El V7 en Reb de la cadencia interrumpida de Carmen resuelve en bVI,
que se convierte en I de la nueva tonalidad enarmónica de La (Sibb) mayor. El acorde
mixto que sirve de acorde común en la modulación de [|] a pn| (Reb mayor a Fab ma-
yor) en el famoso cuarteto de Verdi (ej. 34.8b) es bVI6 en Reb mayor, que se convierte
• en un IV6 diatónico en Fab mayor. Incluso la tónica inicial puede funcionar como un bll
cuando la tonalidad desciende un semitono a |VII| (ej. 34.8c). Esta progresión puede
• escucharse en las aulas de cualquier escuela de música cuando los cantantes vocalizan
escalas mayores en sucesivos grados cromáticos descendentes. La versión ascendente
de este patrón está ilustrada en el ejemplo 40.4.
Ejemplo 34.8
t A . BIZET, Dúo HNAL DE CARMEN, ACTO IV
147 ,r\
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1
538 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
68
Reb: I
C.
Ejemplo 34.9
BEETHOVEN, SONATA PARA PIANO EN Do MAYOR, OP. 53 («WALDSTEIN»), I
A. EXPOSICIÓN (REDUCCIÓN DE LOS COMPASES 1-35)
_f\
La figura 34.4 ilustra las modulaciones lejanas más comunes en el modo menor.
A excepción de la napolitana, cuya tonicización hemos analizado en el capítulo 29,
estas modulaciones progresan generalmente de una tónica menor a otra tonalidad
menor.
En contraste con la mayoría de las modulaciones al área napolitana, que suele te-
ner un efecto sombrío, la modulación al [Tlí] durante la escena de Elsa del Acto I de
Lohengrin de Wagner posee una cualidad de ensueño y salvación. Este pasaje (ej.
34.10) anticipa la aparición de La mayor (SiWO, la tonalidad de su héroe, el caballero
Lohengrin.
Figura 34.4
Ejemplo 34.10
WAGNER, «EL SUEÑO DE ELSA», DE LOHENGRIN, ACTO I
l,g" 1
n*
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lat: V (i)
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(6 5}
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Estos objetivos tonales exóticos suelen ser introducidos por un acorde pivote enar-
mónico. En el sexto movimiento de Ein deutsches Réquiem de Brahms (ej. 34.11) ocurre
un cambio tonal particularmente dramático de [T] a [Hii], Do menor a Mi menor, cuando el
texto cambia de una mórbida contemplación de la muerte a la exultante resurrección.
En los compases 4-6, el acorde pivote V7/iv sirve como una Al^ enarmónica en la tonali-
dad nueva.
Ejemplo 34.11
BRAHMS, EIN DEUTSCHES RÉQUIEM, VI
128
do:
rt—^c—c—-¥
i n^£ rt^1
PJ-JTI
-rj
|^IV-J t ^=\J
—r— r r — 1
r 'r —t] Nn*-
Las secciones de desarrollo de los movimientos en forma sonata son fuentes abun-
dantes de modulaciones lejanas. Los ejemplos 34.12 y 34.13 muestran los esquemas to-
nales de dos secciones de desarrollo de Beethoven. En ambas se emplean numerosas
tonalidades lejanas, demostrando cuánto se puede alejar un compositor de su centro
tonal inicial. Como hemos señalado en el capítulo 33, la mayoría de los desarrollos
MODULACIÓN A TONALIDADES LEJANAS I 541
Ejemplo 34.12
BEETHOVEN, SONATA PARA PIANO EN SOL MAYOR, OP. 14, NtíM. 2,1
63 64 74 81 85 91 98 106
Sol: 0 It V
Ejemplo 34.13
BEETHOVEN, SINFONÍA NÚM. 6 («PASTORAL»), I
3 = 1 3 = 8
135 139 151 163 193 209 239 273 289
(ffl 1
ll P —-^.1 """•—I *~i J HjJ'-^J nfcf •— fá *— |J
-I
J
J
1
ARMONIZACIÓN DE MELODÍAS
Puede que le resulte difícil emplear modulaciones lejanas al armonizar melodías dia-
tónicas. Las melodías que contienen notas alteradas se pueden armonizar ocasional-
mente con tonalidades lejanas. En tales casos, analice primero la melodía para deter-
minar cuál será la modulación lejana que empleará y cómo cambiará de tonalidad. La
melodía del ejemplo 34.14 sugiere dos armonizaciones posibles. La primera permane-
ce en la tonalidad inicial utilizando una iv tonicizada; la segunda cambia a Mib mayor
(|bin|) empleando un acorde pivote alterado.
Ejemplo 34.14
A.
Términos y conceptos
tonalidad lejana modulaciones por nota común
modulación por cambio de modo modulaciones por acordes pivote alterados
tonalidades en relación cromática de 3a
f AUTOEVALUACIÓN
Ejemplo 34.15
A.
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u
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Capítulo XXXV
Ejemplo 35.1
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Todos los acordes anteriores, excepto el cuarto, presentan una 3a por encima de la
7a, formando un acorde de novena. Ubique la 9a por encima de la fundamental de cada
acorde; las notas extrañas o no pertenecientes al acorde aparecen entre paréntesis. Si
añadimos otra 3a por encima de la novena formaremos un acorde de undécima.
En este capítulo analizaremos los diversos tipos de armonías tercianas ampliadas,
sus símbolos de cifrado americano y sus posibles funciones armónicas, designadas me-
diante números romanos, utilizando Do mayor o Do menor como tonalidad principal.
Puesto que estas armonías se utilizan ampliamente en el jazz, deberá conocer sus sím-
bolos de cifrado americano, que aparecen en el apéndice 5. Este capítulo concluirá con
algunas armonías triádicas que contienen notas añadidas, como 6** o 9a5-
ACORDES DE NOVENA, UNDÉCIMA, DECIMOTERCERA Y DE NOTAS AÑADIDAS 545
CONSIDERACIONES GENERALES
Las 3a3 añadidas de los acordes de 9a o 11a son disonantes, no sólo con respecto a
la fundamental, sino también en relación a otras integrantes del acorde. En la mayoría
de los casos, trataremos estas notas añadidas como retardos o auxiliares, de manera si-
milar a las 7as de los acordes de séptima. Estos acordes suelen aparecer en estado fun-
damental, con la 9a o la 11a en una de las voces superiores. Para que una armonía sea
un acorde de novena auténtico, y no simplemente una tríada con una 9a añadida, ha
de contener también una 7a. Los acordes de novena generalmente aparecen en textu-
ras a cinco voces, en las que cada integrante del acorde está asignada a una voz dife-
rente. En una textura a cuatro voces generalmente se suprime la 5a.
Los acordes de novena se clasifican según el tipo de tríada y de 7a y 9a que aparecen
por encima de la fundamental. En sus símbolos o cifrados, estas indicaciones apare-
cen en ese orden. Por ejemplo, utilizando Do como la fundamental, un acorde de nove-
na mayor-menor-mayor (MmM) se escribe Do Mi Sol Sit Re (en cifrado americano: C9):
Do Mi Sol es una tríada mayor, SÍl> una 7a menor y Re una 9a mayor. De igual manera, un
acorde de novena mayor-menor-menor (Mmm) será Do Mi Sol Sib Ret. En el cifrado
americano se coloca un signo - por delante del 9 para indicar una 9a menor (C"9).
Ejemplo 35.2
A. B.
«novena mayor «novena menor «novena menor
de dominante» de dominante» de dominante»
(MmM) (Mrnm) (Mmm)
H^4L
(m± 1
¿f
T
I
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Do: V9 V-9 ^do:
Do: V V V- i
•En el Scherzo de Schubert (ej. 35.4a) aparecen sucesivamente dos formas de novena
de dominante, señaladas con corchetes. Nótese que ambas son preparadas mediante una
figuración de retardo y resuelven en el 5 sobre un V7. Por otra parte, la novena de la ar-
monía de dominante que aparece en Si cascanueces de Tchaikovsky es tratada como una
auxiliar 5-6-5 (ej- 35.4c y d).
Ejemplo 35.4
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ACORDES DE NOVENA, UNDÉCIMA, DECIMOTERCERA Y DE NOTAS AÑADIDAS 547
49
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D. (REDUCCIÓN)
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VI' ~k^—* ^\
Fa: I (V9) I
Ejemplo 35.5
A. BACH (?), MINUETO EN RE MENOR DEL LIBRO DEÁ.NNA MAGDALENA BACH, BWV ANH 11:132
re: V
Fa: V
548 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
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D. (REDUCCIÓN)
Do: I (9)
Hacia mediados del siglo XLX, los compositores utilizaban con bastante frecuencia
las novenas de dominante prolongadas. La Sonata para violín de Franck comienza
osadamente con varias inversiones de un V9 prolongado que no resuelve en la tónica
hasta el compás 8 (ej. 35.6a). Wagner se entretenía frecuentemente en este mismo
acorde, como muestra su primera exposición del motivo de.Brunhilde (ej. 35.6b).
Ejemplo 35.6
A. FRANCK, SONAJA PARA VIOLÍN EN LA. MAYOR, I
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ACORDES DE NOVENA, UNDÉCIMA, DECIMOTERCERA Y DE NOTAS AÑADIDAS 549
Ejemplo 357
A. B. G.
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Do: ii9 vi9 do: i9 iv9 Do: I9 IV9
Ejemplo 35.8
RAVEL, SONATINA, E
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Regrese ahora al ejemplo 35.1 e identifique los diversos acordes de novena. ¿Hay
5a3 paralelas entre los compases 2 y 3? Aunque el tratamiento de las 7as y 9as es bastante
conservador en este ejemplo, en el jazz se utilizan a veces libremente, sin prestar mu-
cha atención a su preparación y resolución tradicionales.
Aunque en el repertorio del siglo xx podemos encontrar con frecuencia acordes in-
dependientes de undécima y decimotercera, en la época romántica la mayoría de es-
tas armonías se analizan más bien como elementos no armónicos. Al igual que los
acordes de novena, los acordes de undécima pueden tener función de dominante o
no. En la primera categoría, una 11a justa se superpone a una novena de dominante en
una tonalidad mayor, creando así un V11 (Sol [Si] Re Fa La Fa; en cifrado americano:
G11); la 11a generalmente resuelve en la 10a sobre el mismo acorde como 11-»10, si-
milar a un 4-*3 compuesto (ej. 35.9a). Cuando la 11a se superpone a un acorde de 9a
menor en una tonalidad menor (Sol [Si] Re Fa Lab Do), colocaremos la 9a menor entre
paréntesis tanto en el símbolo americano como en el número romano: Gn("9) y VnC9),
como muestra el ejemplo 35.9b.
Habrá observado que, en ambas formas del V11, hemos colocado la 3a del acorde
entre paréntesis. Esta integrante del acorde normalmente se suprime, ya que es la nota
de resolución de la 11a retardada, con la que produce una disonancia: Sol ( ) Re Fa La
Do -> (Si). Puesto que este acorde de undécima casi siempre incluye una 7a y una 9a,
es difícil encontrarlo en una textura a cuatro voces. En tal caso, han de suprimirse tan-
to la 3a como la 5a del acorde (ej. 35-90.
Ejemplo 35.9
B. G,
reí.
^C—^—rtr — »h J
«y ^
f-
É ** b -7
Ejemplo 35.10
A. WAGNER, SERENATA DE BECKMESSER DE DIB MEISTERSINGER, ACTO U
laúd
11 • 10
Re: V•11
Do: V
Los ejemplos del llamado «acorde de 11a aumentada» son menos comunes (en Do
mayor: Sol Si Re Fa La Doi = V+n o G+n); nótese que en este caso se incluye la 3a (Si).
Estos acordes funcionan como cuasidominantes o sustitutos de dominantes (véase el
compás 3 del ejemplo 35.11b). Las undécimas no dominantes generalmente son acor-
des de novena mmM con una 11a justa superpuesta (en Do mayor: Re Fa La Do Mi Sol
= ii11 o Dm11). Generalmente se limitan a la función de supertónica y aparecen com-
pletos. Los fragmentos de Ravel y Víctor Young del ejemplo 35.12 presentan acordes
de este tipo.
Los auténticos acordes de decimotercera son extremadamente raros en la músi-
ca anterior a 1900. Puesto que contienen seis alturas diferentes, estos acordes pueden
presentar múltiples variaciones. Mencionaremos cuatro tipos básicos, indicando su ci-
frado americano, en Do mayor: (1) el G13, Sol (Si) Re Fa La Do Mi, con el Si suprimi-
do, que aparece habitualmente como un V13; (2) el Dm13, Re Fa La Do Mi Sol Si, que
normalmente aparece como un ii13; (3) el G13C~9), Sol (Si) Re Fa Lab Do Mi, normalmen-
te un V13(-9), y su forma menor G-13W>), Sol (Si) Re Fa Lab Do Mib, normalmente un
(ej. 35.11).
552 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 35.11
A. B. D.
Do: V 13 ii13
Aunque el pasaje de Ravel (ej. 35.12a) parece seguir técnicas compositivas del si-
glo xx, su lenguaje tonal es completamente diatónico. El puente de la inolvidable ba-
lada de Victor Young, de la película The uninvited («Los intrusos»), cuya reducción
aparece en el ejemplo 35.12b, contiene varios acordes de 11a y 13a que resuelven des-
cendentemente y con un correcto movimiento por grados conjuntos.
Ejemplo 35.12
A. RAVEL, «RIGAUDON», DE TOMBEAUDE COUPERIN
fe
*
*
Do: IV7 ü11
ir—7^—T*
"^
-f
—
r
|l|»f
NN-
'
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Sol: I7 V13<-%
^
(funciona como
una dominante)
!9(MAJ7)
En la música del periodo de la práctica común podemos encontrar a veces una ar-
monía que parece ser un acorde de decimotercera al que le falta la 9a y la 11a (en Do
mayor: Sol SÍ Re Fa y Mi). En realidad, este acorde no es más que una V7 con un 6-5
melódico sobre la fundamental (ej. 35.13a). Ocasionalmente la 5a del acorde (2 de la
escala) no aparece (ej. 35.13b), dando lugar a nuestro pseudoacorde de 13a. De hecho,
el movimiento lineal, no armónico, es probablemente el que mejor explica estas ar-
ACORDES DE NOVENA, UNDÉCIMA, DECIMOTERCERA Y DE NOTAS AÑADIDAS 553
Ejemplo 35.13
B.
.0 y ^ J n
-*- . J -*-
6 s =t=^>
Do: V7 Do: ü7 V7 I
• Q ft J 1 iX ^l 1r-j n
1 i1—r
" ' -J » J
* \
Sol: ,4
'f
(vü°'/ü
• "!
ii7) V
r
Aunque el 6-5 sobre la dominante también ocurre en el siguiente fragmento de Bi-
zet (ej. 35.l4a), las armonías del tercer tiempo de los compases 21 y 22 son acordes de
undécima creados por movimiento auxiliar, como muestra la reducción (ej. 35.l4b).
Observe la diferencia entre las notas con plicas y sin plicas en este ejemplo y en los
ejemplos anteriores. En resumen, recuerde que en la mayoría de los casos la 9a, 11a y
13a por encima de la fundamental son tratadas como notas ornamentales disonantes.
554 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 35.14
B. (REDUCCIÓN)
«y -«-p^É
f
H p f—
r
^
f r
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Mit: V (V11)
Ejemplo 35.15
u
tí*
^9 n
¿( *-' -0-
vs.
-.-^ '
También podemos añadir una 9a mayor a una tríada (Do Mi Sol Re, o i9add). No con-
funda esta 9a añadida con un acorde de novena, ya que en este caso no presenta sép-
tima alguna. Las 6a5 y 9a3 no se añaden únicamente a la armonía de tónica. Analice la
progresión cadencial del ejemplo 35.16 e identifique los acordes con notas añadidas.
ACORDES DE NOVENA, UNDÉCIMA, DECIMOTERCERA Y DE NOTAS AÑADIDAS 555
Ejemplo 35-16
i(fo£ » j J • j
4 «—•——é
j j• 0j—=1
é
«) -i-
i »-
r
__^
4
\ J
.^l4— =£
Si añadimos tanto una 6a como una 9a a una tríada mayor (Do Mi Sol La Re, o
obtendremos una armonía con una cualidad pentatónica particular. Estudie los
dos fragmentos de DasLied von derErde de Mahler, ilustrados en el siguiente ejemplo.
Ejemplo 35.17
A. MAHLER, DAS LIED VON DER ERDE, I
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Lat: (V7AO
571
V n _ u
(en 4—<4í•c^
— m i l
: •z*
*^9—K •
i
-. ^ 1
Aunque desde finales del siglo xrx hasta mediados del xx algunos compositores, espe-
cialmente en el campo del jazz, continuaron explotando versiones más complejas de las
armonías tercianas, otros abandonaron la tradición de construir acordes superponiendo
terceras y los sustituyeron por otros intervalos como componentes principales.
Términos y conceptos
AUTOEVABÜACION
1. Analice las armonías del siguiente pasaje, añadiendo primero los números ro-
manos correspondientes en las dos tonalidades indicadas.
ACORDES DE NOVENA, UNDÉCIMA, DECIMOTERCERA Y DE NOTAS AÑADIDAS 557
Ejemplo 35-18
• (J
iro
m ii
Sit Lat
2. Escriba los acordes que se indican a continuación, utilizando las voces necesa-
rias para completar las armonías, en estado fundamental. Las notas dadas co-
rresponden a la voz soprano.
Ejemplo 35.19
t)
pll D
Ejemplo 35.20
A. B. C. D.
H^H^ J J % n— í • 5 |fch>
V \>
J i J" j» j^ i nlU J j J .i
M^ It-
re: ii07 Mi: I6 V9 I Lak I6 ii9 V7 I fa: V7 V~9 i
Ejemplo 35.21
/|4H', a 4t \ W' 4
¥i—r-j
1 1'— J
y—
»- -a- "»- ^r e
\ L^J Lj
t
r * r ' J =j|
Capítulo XXXVI
Expectativa y realización
A lo largo de este libro hemos enfocado los aspectos técnicos de la música, como
la armonía, la conducción de las voces, la agrupación de las frases, etc. Aunque este
enfoque nos ofrece información detallada sobre el funcionamiento interno de una
composición, para comprender mejor el arte de la música también debemos tener en
cuenta las respuestas emocionales o afectivas que produce. Temas como el sentido de
la belleza, el mérito artístico y la satisfacción que obtenemos de la música pertenecen
al ámbito de la estética musical, que intenta explicar el significado y la importancia
de la música en nuestra cultura.
Pocas personas ponen en duda que la música provoca respuestas emocionales en
el oyente. Sin embargo, el funcionamiento de este proceso afectivo ha sido objeto de
especulación y debate a lo largo de la historia de la música occidental. Leonard Meyer
ha escrito numerosas obras sobre la manera en que la música puede transmitir signifi-
cado; sus ideas constituyen la base del siguiente análisis1.
1 L. Meyer, Emotion andMeaning in Music, Chicago, University of Chicago Press, 1956; Music, tbeArts and
Ideas, Chicago, University of Chicago Press, 1967; Explaining Music, Chicago, University of Chicago Press, 1973;
y StyíeandMusic, Filadelfia, University of Pennsylvania Press, 1989- Véase también E. Narmour, BeyondSchen-
kerism, Chicago, University of Chicago Press, 1977.
2 F. Lerdahl y R. Jackendoff analizan la relación que existe entre la lingüística y la música en su obra A Gene-
rative Theory of Tonal Music, Cambridge, MTT Press, 1963.
EXPECTATIVA Y REALIZACIÓN 559
REFERENCIALISMO Y ABSOLUTISMO
El significado en la música se origina en dos fuentes básicas. Por una parte, la mú-
sica puede comunicar significados referenciales, es decir, significados derivados de
fuentes o referencias extramusicales o ajenas a la música en sí. Estos significados pue-
den ser de naturaleza personal -por ejemplo, los recuerdos románticos que evocamos
al escuchar «nuestra canción»- o pueden sugerir significados culturales más amplios,
basados en asociaciones adquiridas, como la música nupcial que mencionamos antes.
Cuando escuchamos el pasaje final de la banda sonora que compuso William Walton
para la película Richard III (1955) sin tener ningún conocimiento previo de la música
o la película, nuestras reacciones consisten mayormente en imágenes o impresiones
que se originan fuera de la música -Asuena como una procesión», «suena inglés», «sue-
na como .el final triunfante de una película», etc.—. He puesto ese pasaje en diversas
clases durante años, y las respuestas siempre son las mismas.
Existe una opinión contraria a este enfoque referencial, según la cual el significado
en la música surge de las relaciones entre diversas fuerzas dentro de la música misma.
En lo que resta de este capítulo, estudiaremos este enfoque absolutista, que mantie-
ne que el significado en la música ha de provenir de la música misma.
Los psicólogos señalan que nuestras emociones surgen cuando nuestra tendencia a
responder a un estímulo o situación determinada se ve inhibida. Por ejemplo, normal-
mente las acciones habituales de nuestra vida cotidiana, como sacar una chaqueta del
armario, no poseen ningún significado emocional. Sin embargo, si al hacerlo las per-
chas se enganchan, nuestra respuesta habitual se ve interrumpida y podemos sentirnos
ligeramente irritados; indudablemente, es una reacción emocional.
Meyer observa que las experiencias afectivas en la música generalmente difieren
de las experiencias no musicales por la consecuencia estética que producen. Los
hechos cotidianos, como el encuentro con las perchas, pueden ser relativamente
accidentales y por lo tanto producen poca consecuencia estética. Sin embargo, en
las artes, y particularmente en la música, las respuestas refrenadas o inhibidas ad-
quieren un significado más explícito. Por lo tanto, para que sean estéticamente re-
560 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
EXPECTATIVA Y EEALIZACIÓN
Ejemplo 36.1
A. C.
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EXPECTATIVA Y REALIZACIÓN 56l
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En el ejemplo 36.Ib se ha sustituido el último acorde I por un vi, formando una típica
cadencia interrumpida o rota que, aunque no es tan común como la tónica final del ejem-
plo 36.1a, sugiere, sin embargo, un movimiento armónico continuo hacia un objetivo es-
table, como I o V. En el ejemplo 36.le, el acorde bVI es ligeramente más desconcertante, ya
que plantea la posibilidad de un intercambio modal en la música subsiguiente. El acorde
de séptima disminuida del ejemplo 36.1d es todavía más raro, ya que aumenta nuestras
dudas sobre el curso tonal que seguirá la progresión. Por último, la ausencia total de reso-
lución del ejemplo 36.le sugiere una multitud de posibilidades. En las últimas cuatro pro-
gresiones, nuestra expectativa de una resolución en la tónica ha sido bloqueada o retrasa-
da, y sentimos que el próximo movimiento armónico es menos seguro o predecible. En
todos los casos estas expectativas frustradas han provocado nuestra curiosidad emocional.
La medida en que la "inhibición afectiva y su resultado final desempeñan un papel impor-
tante en el significado musical se evidenciará a medida que continuemos escuchando.
Ahora toque la progresión armónica del ejemplo 36.2.
Ejemplo 36.2
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Ejemplo 36.3
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La melodía describe un descenso por grados del 3 al 4 sobre una estructura armó-
nica I-V7. Utilizando nuestro conocimiento del estilo, anticipamos que la siguiente fra-
se será una secuencia complementaria que descenderá del 2 al 3 (V7-I) en los próxi-
mos ocho compases (ej. 36.4).
Ejemplo 36.4
CONTINUACIÓN ESPERADA
=N= r r •—=f= ^—
*'Mil.: V I
Sin embargo, cuando observamos la versión del compositor, vemos que después
de comenzar la siguiente frase con el 4, de pronto la música se desvía tan inesperada-
mente que el objetivo de la tónica final parece estar en peligro (ej. 36.5). En el último
momento, Strauss retoma su curso original, que conduce al 3 final sobre la tónica. El
movimiento por grados conjuntos que esperábamos sigue estando en la frase del com-
positor, aunque lo ha encubierto ingeniosamente en la voz intermedia con los grados
\>7 y bS y algunas notas están implícitas. Toque ambas versiones y observe las respues-
tas afectivas que produce cada una.
EXPECTATIVA Y REALIZACIÓN 563
Ejemplo 36.5
CONTINUACIÓN DE STRAUSS
\\
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Ejemplo 36.6
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564 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
39
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Ejemplo 36.7
BEETHOVEN, SINFONÍA NÚM. 3 («HEROICA»), I
232
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Fa menor
EXPECTATIVA Y REALIZACIÓN 565
236 sf.
Do menor
240
Sol menor
244
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566 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
266
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IJ *L¿ V
Mi menor (tema nuevo)
Ejemplo 36.8
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do: i Vb
Ejemplo 36.9
CONTINUACIÓN ESPERADA
do: V6
Sin embargo, Mozart rechaza la progresión esperada y prefiere una secuencia cro-
mática descendente que imita la primera frase: Do-Síi, seguido de Sib-LaJ] en el bajo
(ej. 36.10).
Ejemplo 36.10
CONTINUACIÓN DE MOZART
3 (S>
A-
a
^—«i
Ahora debemos reajustar otra vez nuestras expectativas y optar por una sexta ale-
mana Alj en la tercera frase, que, junto con las dos primeras, describirá un típico des-
censo cromático de 1 a 5 en el bajo: Do-Sil|- Sit-Lal]- (Lat-Sol).
Ejemplo 36.11
CONTINUACIÓN ESPERADA
f
do: Al«
Aunque la tercera frase comienza con el esperado Lat del compás 5, dicha nota, no fun-
ciona como un Alg que prepara a V, sino que actúa como un V7 del acorde napolitano \>IL,
evadiendo completamente la dominante que anticipábamos como objetivo (ej. 36.12).
568 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 36.12
CONTINUACIÓN DE MOZART
do: V/Ui Hl
Ejemplo 36.13
T 10 t
—« u—¿-_ tr¿— —« •— m PH
u_
V (VI Até) V
Cuando regresa este tema hacia el final de la obra (compases 167-174), Mozart cam-
bia su armonización anterior por una preparación más directa de la tónica, empleando
la tríada de Reb (compás 5 del ejemplo 36.12) como ÜI6, que finalmente resuelve a tra-
vés de V en i (ej. 36.14).
Ejemplo 36.14
00
A 167
cp
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do: i V VI
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EXPECTATIVA Y REALIZACIÓN 569
vii°7/V
Ejemplo 36.15
CHOPIN, VALS EN SOL BEMOL MAYOR, OP. 70, NÚM. 1
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570 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
8-
13
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EXPECTATIVA Y REALIZACIÓN 571
52
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SORPRESA Y AMBIGÜEDAD
Términos y conceptos
estética musical normas y desviaciones en la armonía,
música referencial melodía, agrupación de frases y
música absoluta forma
sistema estilístico reevaluación de las expectativas
expectativa y realización sorpresa
tendencia, expectativa y resolución ambigüedad
AUTOEVALUACIÓN
Habiendo completado nuestro estudio de los acordes alterados, podemos ver, des-
de una perspectiva más amplia, cómo el cromatismo puede influir en la conducción de
las voces de todo un pasaje o una composición. En este capítulo veremos de qué for-
ma los patrones secuenciales diatónicos, como los que presentamos en los capítulos 20
y 23, pueden elaborarse cromáticamente. En los últimos capítulos que integran la parte
IV de este libro examinaremos una serie de técnicas cromáticas avanzadas, secuencia-
les y no secuenciales, que no poseen una base diatónica.
Para comprender la naturaleza del cromatismo en la escritura secuencial debemos
descubrir primero el patrón secuencial que subyace bajo la elaboración cromática.
Examine la progresión señalada con un corchete en el ejemplo 37.1a.
Ejemplo 37.1
A. B.
cromático diatónico
Podemos ver que, aunque el pasaje parece comenzar en Do mayor, hay muchas
notas alteradas en los acordes siguientes. El bajo cifrado indica que se trata de una se-
cuencia de acordes de séptima en sus inversiones | y !*, que en este caso funcionan
como séptimas de dominante secundarias; todos son acordes de séptima mayor-me-
nor. Tanto la línea de tenor como la de bajo son totalmente cromáticas, ya que se mue-
ven exclusivamente por semitono. Pero si eliminamos las alteraciones de esta progre-
sión (ej. 37.Ib), descubriremos un conocido patrón de séptimas diatónicas que
descienden por 5a3. Este patrón diatónico forma la base de la elaboración cromática
SECUENCIAS ARMÓNICAS III: ELABORACIONES CROMÁTICAS DE SECUENCIAS... 575
del primer modelo. Como veremos, casi todas las secuencias cromáticas de este capí-
tulo se pueden reducir de la misma manera a una base diatónica.
Como hemos observado en los capítulos 20 y 23, las secuencias que proceden por
5a3 descendentes a veces consisten exclusivamente en dominantes secundarias, como
acordes V7 o incluso vii07. Cuando se utilizan séptimas de dominante, se produce un
patrón de inversiones alternantes entre 7 y \ \ \n trítonos paralelos que proceden
por semitonos (ej. 37.1a). Pero si continuamos con este patrón, nos alejaremos cada vez
más de nuestra tónica inicial, como en el caso anterior. De modo que se plantea el si-
guiente problema: ¿cómo podemos regresar a I? Mozart resuelve este dilema en el pa-
saje de su Minueto (ej. 37.2). Cuando los V7 aplicados amenazan con alejarse demasia-
do, Mozart reinterpreta el último Sib7 (Sib Re Fa Lab) como un Al^ enarmónico (Sib Re Fa
Solí), que resuelve mediante una cadencia de dominante en la tonalidad inicial de Re
menor. Para las progresiones extensas de 5a5, algunas de las cuales no presentan con-
clusión tonal, consulte los ejemplos 41.8 y 41.9.
Ejemplo 37.2
A. MOZART, CUARTETO DE CUERDA EN RE MENOR, K. 410, IE
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B. (REDUCCIÓN)
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576 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 37.3
CHOPIN, NOCTURNO EN RE BEMOL MAYOR, op. 27, NÚM. 2
62
-07
Además de los patrones en relación de 5a, las secuencias que presentan movimien-
to de fundamentales por grados conjuntos, bien sea ascendente o descendente, fre-
cuentemente están sujetas a una elaboración cromática. En tales casos, los movimientos
añadidos de semitono en una o más voces enlazan los tonos enteros que generalmen-
te son preponderantes en tales secuencias diatónicas. En el bajo de la progresión del
ejemplo 37.4, por ejemplo, las notas diatónicas, en forma de blancas, se enlazan me-
diante notas cromáticas, en forma de negras sin plicas.
Ejemplo 37.4
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7 8 |í 2 S2 3 3 4 «4 5 s§ e
Do: (I ií iii IV V vi)
SECUENCIAS ARMÓNICAS III: ELABORACIONES CROMÁTICAS DE SECUENCIAS... 577
Ejemplo 37.5
A.
Do mayor La menor
B.
2 3 4 5 5 6 7 8
Do menor
C.
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5 5
-las mismas alteraciones-
C. (REDUCCIÓN)
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Ejemplo 37.6
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D. (REDUCCIÓN)
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SECUENCIAS ARMÓNICAS III: ELABORACIONES CROMÁTICAS DE SECUENCIAS... 579
C. (REDUCCIÓN)
rroca como base armónica para variaciones en el modo menor, formando la base
melódica de numerosas passacaglias y chaconas. En el siguiente fragmento de Haen-
del (ejs. 37.7a y b), los acordes de sexta consecutivos están ornamentados con retar-
dos 7-6. El vals de Chopin es un tanto diferente; todas las voces proceden cromáti-
camente hasta el 64 cadencial del penúltimo compás que concluye el movimiento
secuencial (ejs. 37.7c y d). Aunque parece haber 5as paralelas entre las voces inter-
medias en los compases 25-28, la línea de tenor (Do4-Sitj- SÜ>-La) consiste simplemen-
te en duplicaciones a la octava de la voz soprano; en la reducción hemos eliminado
esa línea.
Ejemplo 37.7
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B. (REDUCCIÓN)
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580 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
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D. (REDUCCIÓN)
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Ejemplo 37.8
A. MOZART, SERENATA PARA VIENTOS EN Do MENOR, K. 388, 1
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B. NlCOLA VlCENTTNO, «MADONNA, TL POCO DOLCE», DE L'ÁNHCA MÚSICA
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SECUENCIAS ARMÓNICAS III: ELABORACIONES CROMÁTICAS DE SECUENCIAS... 581
SECUENCIAS CROMÁTICAS ASCENDENTES DEL PATRÓN 5-6
El patrón diatónico 5-6, ascendente o descendente, es una de las progresiones se-
cuenciales más frecuentemente aromatizadas. En el capítulo 20 hemos tratado este tipo
de movimiento lineal como un medio para prevenir la formación de 5a3 paralelas. Mien-
tras las fundamentales de los acordes | ascienden o descienden por grados conjuntos,
el movimiento 5-6 ocurre por encima del bajo. En estos patrones, el primer acorde pue-
de ser indistintamente un 3 o un ^, siempre y cuando los dos se sigan alternando du-
rante la secuencia. Comenzaremos analizando la versión ascendente.
El tetracordo diatónico que asciende desde el 7 al 3 en una tonalidad mayor (ej. 37.9a)
está elaborado con una línea de bajo cromática en el ejemplo 37.9b. La secuencia resul-
tante puede considerarse como una tonicización sucesiva de I, ii y iii mediante sus domi-
nantes secundarias.
Ejemplo y¡7.9
A. B.
r -" ,•
^^^^
t J * -•_ J * J.
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"^—* L^— "' — ^ *'-- ^ L
(6) 5 6 5 6 5 6 6 5 6 5 6 5
Do: (V6 I V6/ü ii V /iii iü)
Ejemplo 37.10
A. HAENDEL, FUGA EN Si MENOR
36
• Q §.| » J j 1 f j¡ J 1 i J) J 17 ^ J 1 7 jjJl J i-p-^
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M1- l_[ LJLJ-1 2 —1 i
Las elaboraciones cromáticas del patrón 5-6 también pueden presentar acordes V^
o vü°7 secundarios, como muestran los ejemplos 37.11a y b. En el ejemplo 37.lie, el
movimiento cromático añadido en las voces contralto y soprano, señalado con ligadu-
ras, crea armonías aumentadas de paso. Todos los acordes subyacentes, escritos con pli-
cas y barras en el modelo, son tríadas mayores.
582 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
íjemplo 37.11
v.
|ft,, J | j =3=
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Los últimos tres compases del siguiente pasaje de Humperdinck están basados en
un tetracordo ascendente, del 3 al §, en Do mayor (ej. 37.12). Sin embargo, el compo-
sitor ha añadido un compás al comienzo de la secuencia. En esa prolongación inicial
se utilizan dos acordes alterados —V^/WH y bilí.
Ejemplo 37.12
HUMPERDINCK, PRELUDIO DE HANSEL UND GRETEL
En las secuencias descendentes del patrón 5-6, las tríadas diatónicas subyacentes van
seguidas, en lugar de precedidas, de sus dominantes, como ilustra el modelo (ej. 37.13a).
Esta conducción de voces se muestra claramente en el Minueto en Re menor de Mozart,
en el que la tríada inicial de Re menor va seguida de su Vo, y la siguiente tríada de Do
va seguida de su Va, produciendo un patrón de movimientos 5-6 (ej. 37.13b). El Si!> en el
bajo del compás 5 está respaldado por un acorde lt6, que conduce a una prolongación
de la cadencia auténtica final en la tónica. La reducción (ej. 37.13c) revela cómo las 5a5
paralelas están escalonadas por la interpolación de los acordes de sexta.
SECUENCIAS ARMÓNICAS III: ELABORACIONES CROMÁTICAS DE SECUENCIAS.. 583
Ejemplo 37.13
A.
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«y í ' f - t*" *
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do 5 6 5 6 ,5 6
i etc.
B. MOZART, CUARTETO DE CUERDA EN RE MENOR, K. 421, m
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C. (REDUCCIÓN)
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^ 5 6 5 6
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do: i Al* V
Ejemplo 37.14
BEETHOVEN, SONATA PARA PIANO EN Do MAYOR («WALDSTEIN»), I (REDUCCIÓN DE LOS COMPASES 1-13)
I
V
584 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 37.15
A. SWEELINCK, FANTASÍA CROMÁTICA
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B. (REDUCCIÓN 1) C. (REDUCCIÓN 2)
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SECUENCIAS ARMÓNICAS III: ELABORACIONES CROMÁTICAS DE SECUENCIAS... 585
Los siguientes pasajes pueden servir para ilustrar diversos tratamientos de la se-
cuencia cromatizada ascendente de 5-6. El Trío (piü lento} del inolvidable Vals en Dojj
menor de Chopin muestra una exquisita elaboración del patrón. Para apreciar el ima-
ginativo tratamiento que ha dado el compositor a la sección inicial, comience tocando
la reducción del estrato intermedio del ejemplo 37.l6a, que representa la estructura
diatónica subyacente del pasaje.
Ahora toque la elaboración cromática de la segunda reducción (ej. 37.l6b). Las 3a5
descendentes de la voz soprano ocultan hábilmente el ascenso por grados conjuntos
del pasaje. Por último, toque el fragmento de Chopin (ej. 37.l6c) y observe cómo el
compositor rellena primero el doble movimiento cromático de la secuencia de 5-6 en
las voces tenor y bajo, y después escribe una línea de soprano curiosamente cromáti-
ca sobre la cadencia auténtica 64.
Ejemplo 37.16
CHOPIN, VALS EN Dofl MENOR, OP. 64, NÚM. 2, TRÍO
A. (REDUCCIÓN DEL ESTRATO INTERMEDIO)
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586 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
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SECUENCIAS ARMÓNICAS III: ELABORACIONES CROMÁTICAS DE SECUENCIAS... 587
Ejemplo 37.17
A. BEETHOVEN, SINFONÍA NÓM. I, III
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B. (REDUCCIÓN)
^
6
Uní a
Términos y conceptos
secuencias cromáticas en relación de 5a secuencias cromáticas ascendentes
tetracordos diatónicos como limitadores y descendentes
de secuencias cromáticas secuencias cromáticas ascendentes y
tetracordo cromático descendentes de 5-6
AUTOEVALUACIÓN
Ejemplo 37.18
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588 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
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Capítulo XXXVIII
Ejemplo 38.1
WAGNER, PRELUDIO DE TRISTAN UND ISOLDE, ACTO I
IB
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1 La reducción para piano de la partitura completa se puede encontrar en varias antologías de música,
incluyendo la de Charles Burkhart Anthology for Music Analysis, Fort Worth, Harcourt, Brace, 51994, que
además proporciona una lista de los Leitmotiv más importantes del Preludio.
COMENTARIOS ANALÍTICOS SOBRE EL PRELUDIO DE TRISTAN UND ISOLDE DE WAGNER 591
chos de los Leitmotiv de Der Ring des Nibelungen, anterior a esta obra, están directa-
mente relacionados con personas, objetos o emociones específicos, en Tristan estas
relaciones son mucho menos tangibles, de modo que resulta contraproducente asig-
narles nombres. Por lo tanto, los designaremos con números.
Los primeros dos acordes del tema (o Leitmotiv) IB representan una de las progresio-
nes más famosas y frecuentemente analizadas de la historia de la música. Aunque la re-
solución del acorde Mi7 en el compás 3 sugiere la V7 de un implícito La (menor), el Solí4
en la voz soprano del compás 2 oculta la naturaleza del primer acorde (Fa Si Re$ SoltQ.
Esta armonía se conoce como «acorde de Tristan», que abreviaremos como ATI. ¿Quería
Wagner que escuchásemos el Soljj como la nota esencial del acorde, lo cual crearía un
acorde de séptima semidisminuido escrito enarmónicamente? ¿O pretendía que el La
fuese la nota esencial, produciendo entonces un acorde de sexta francesa Fr4,? Esta cues-
tión sólo se puede resolver consultando otros pasajes del Preludio y la ópera que con-
tengan el acorde de Tristan. Dicha investigación confirma que Wagner consideraba la
séptima semidisminuida como el acorde esencial. El ATI se repite a lo largo de la ópera,
a menudo en conjunción con otras dos formas que analizaremos brevemente (AT2 y AT3),
y generalmente mantiene sus alturas originales, aunque muchas veces están escritos
enarmónicamente (véase el compás 83 y las notas del bajo de los compases 107-109 del
Preludio). Para otros ejemplos en la ópera, véanse los siguientes fragmentos en la parti-
tura vocal de la edición Schirmer: compases 11-12 de la página 223, compases 2-5 de la
página 163, y compases 16-18 de la página l6l, donde los tres acordes de Tristan apa-
recen reordenados en sucesión. La presencia del intervalo armónico Fa-Re$ en el prime-
ro de ellos indica que probablemente funciona como una especie de acorde de sexta au-
mentada; el Rei4 resuelve en Rel|4, la 7a del acorde Mi7.
En lugar de progresar a la tónica anticipada de La menor, esta progresión se presenta
inmediatamente en secuencia una 3a menor más arriba en los compases 5-7, concluyen-
do en la V7 de una tónica implícita de Do mayor. El acorde del compás 6 (Lab Re Fa# Si)
es una transposición literal del acorde de Tristan original del compás 2; aquí lo designa-
remos como AT2. Una tercera exposición de esta progresión básica (compases 8-11) su-
giere igualmente una semicadencia en Mi mayor. Aunque no es una transposición exacta
del ATI, el acorde del compás 10, que designaremos como AT3 (Do Fa Solí Re), mantie-
ne su cualidad de acorde semidisminuido al resolver en un acorde de Si7 otra tercera más
arriba. De hecho, considerando las restricciones de la anterior conducción de las voces
extremas, este acorde era el único disponible.
La reducción de este pasaje inicial (ej. 38.2) revela una secuencia ascendente por
y3 de una figura de semitonos «suspirantes» en el bajo, que derivan del movimiento
Fa4-Mi4 del motivo inicial 1A (La3-Fa-Mi-Re|): Fa-Mi, Lab-Sol y Do-Si. La representación
del suspiro mediante un semitono descendente que aparece en diversas alturas estaba
bien establecida en la música barroca y continuó utilizándose a lo largo del periodo de
la práctica común. Aunque Wagner retiene la resolución de las tres dominantes (Mi,
Sol y Si), anticipa, sin embargo, los tres centros tonales básicos del Preludio -La menor
(o mayor), Do mayor y MÍ mayor, o, expresado en términos de La menor: ¡T|, P51 y [V]—.
En un sentido más amplio, el pasaje inicial representa una prolongación del V7 de La
(menor), sobre el cual la soprano asciende del 7 al 7 (Sol^-Solü5) mediante semitonos
sucesivos antes de resolver en el La5 en el compás 17. Las notas esenciales de este as-
censo cromático describen la notación enarmónica del AT2 (Solí Si Re Fa|), represen-
tadas con plicas ascendentes en la reducción.
592 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 38.2
REDUCCIÓN DE LOS COMPASES 1-17
16
^1
COMENTARIOS ANALÍTICOS SOBRE EL PRELUDIO DE TRISTAN UND ISOLDE DE WAGNER 593
Ejemplo 38.4
A. (REDUCCIÓN 1)
17
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B. (REDUCCIÓN 2)
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Í4
594 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
En la reducción del estrato superficial del ejemplo 38,4 se han aislado los acordes bá-
sicos de los compases 17-24 y se les han asignado funciones armónicas. Sin embargo, la
continua disonancia melódica y la derivación lineal de las armonías hacen que nuestras
etiquetas sean bastante dudosas. Por ejemplo, el segundo acorde del compás 23 (la se-
gunda flecha de la reducción) es especialmente difícil de aislar. La reducción del estrato
intermedio del ejemplo 38.4b sugiere la progresión a gran escala (V^-YI-III6~iv-V7-I en
términos de La (menor). La voz soprano asciende de La a Doi si suponemos el despla-
zamiento de octava del La3 inicial. Observe cómo la línea superior se divide en dos ra-
males melódicos separados2.
En su monografía «Sobre la obertura» (1841), Wagner afirma que las introducciones or-
questales de las óperas deberían presentar dos temas básicos o Leitmotiv contrastantes
que interactuarán a lo largo de la obertura. El Preludio de Tristan es un fiel ejemplo de ese
principio. El cromatismo predominante de los temas 1A y IB se contrapone al diatonismo
del tema 2. Estas dos ideas motívicas generan todo el material melódico del Preludio y, de
hecho, gran parte del material de la ópera en su totalidad. Están relacionadas por una pro-
yección subyacente de terceras melódicas -Soli-Re-Si-Fafi-(SolS) en la voz soprano de los
compases 1-16, y La-Do-Mi-Sol en el «motivo de la mirada» de los compases 17-20-, Al
combinarlas, estas dos series de terceras forman una escala menor melódica, casi comple-
ta, comenzando en La, la tonalidad implícita del comienzo del Preludio (ej. 38.5).
nr
B.
La cadencia auténtica en La del compás 24 sirve tanto para concluir la primera par-
te del Preludio como para introducir su sección central. Funcionando como un IV en
la tonalidad dominante Mi mayor, este acorde nos conduce a través de vii0^ a I6 en la
nueva tonalidad, que a continuación es reforzada por una sucesión de acordes de sép-
tima relacionados por 5a3 (FajP-Si7) (ej. 38.6a). Puesto que la conducción de voces está
frecuentemente encubierta por los intercambios de voces y cambios de registro (véase
la reducción del estrato superficial del ejemplo 38.6b), hemos añadido una reducción
del estrato intermedio, que neutraliza estos recursos y normaliza la conducción de las
2 Estas reducciones son versiones modificadas de los elegantes gráficos que presenta WíUiam Mitchell
en su obra «The Tristan Prelude: Technique and Structure», The Music Forum 2 (1967), pp. 162-203.
COMENTARIOS ANALÍTICOS SOBRE EL PRELUDIO DE TRISTAN UNDISOLDE DE WAGNER 595
voces (ej. 38.6c). Nótese que la expresión melódica que inicia esta nueva sección
(compases 25-26) es una combinación de motivos anteriores: los temas 2 y IB en la
voz soprano y el final de 1A en la contralto.
B. (REDUCCIÓN 1)
28
la: I
Mi: IV (vii a ) VVV V
la: I
Mi: IV (V7AO Do: (vf/ii) ii6
596 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
De este modo, los tres centros tonales que fueron sugeridos en las exposiciones
iniciales del Preludio (compases 2-3, 6-7 y 10-11) ahora son tonicizados sucesivamen-
te: La menor/mayor (compases 1-16), Do mayor (compases 17-20) y Mi mayor (com-
pases 25-28), con un énfasis particular en los acordes V7.
El movimiento cromático por debajo del La4 mantenido en la soprano (compases 28-32)
prepara el regreso del «motivo de la mirada» en Do mayor a través de (V|/ii)-ii6-(vii°5/V)-V
(compases 31-33). Estas sucesiones de tonicizaciones transitorias son características del
Preludio y de la ópera en su conjunto. Aunque algunas de las escenas de Tristón tindlsol-
de funcionan dentro de la estructura laxa de una tonalidad central, las armonías de la su-
perficie nunca establecen una tonalidad definida durante un tiempo prolongado.
Durante la sección culminante del Preludio (compases 74-84), Wagner destaca de-
liberadamente la ambigüedad tonal del ATI explotando su doble función enarmónica.
En el ejemplo 38.7 aparece reinterpretado como un ii07 en Mib (menor) que progresa a
la V7 de esa tonalidad, pero no. a su tónica.
Ejemplo 38.7
Ejemplo 38.8
melodía en Fa
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(AT2)
V
El «motivo de la mirada» aparece esta vez con una armonización fragmentada y re-
forzada por unos acordes de pre-dominante mixtos más oscuros en los compases 94-97;
compare este tratamiento con la armonización original de los compases 17-21 (ej. 38.3).
El tema 3 aparece transportado a Fa, IV de Do (compases 96-100), usando el mismo
acorde prominente ii0^ en el compás 97. La semicadencia culminante del compás 100
introduce un prolongado pedal en Sol2, por encima del cual se presenta una última
alusión a los dos temas iniciales 1A y IB. El anterior acorde de Mi7 se ha transformado
ahora en un vii0^ de Do. En los compases 107-109, el bajo hace una referencia meló-
dica 'enarmónica al ATI (Mib Si Fa Lab), que esta vez resuelve en la dominante del Do
(menor) implícito.
El hecho de que el Preludio comience con una prolongación de la dominante en La,
y concluya con una prolongación de la dominante en Do, plantea una interesante pre-
gunta teórica: ¿cómo podemos explicar esta evidente excepción a la norma, según la cual
los movimientos del periodo de la práctica común tienden a comenzar y finalizar en la
misma tonalidad? El hecho es que el recurso puramente práctico de modular al final de
una obertura operística a la tonalidad del primer acto ya lo habían explotado otros com-
positores por razones dramáticas; el cambio de Re a Fa mayor en la conclusión de la ober-
COMENTARIOS ANALÍTICOS SOBRE EL PRELUDIO DE TRISTAN UND ISOLDE DE WAGNER 599
Figura 38.1
cadencias cadencias
secundarias principales
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COMENTARIOS ANALÍTICOS SOBRE EL PRELUDIO DE TRISTAN UND ISOLDE DE WAGNER 601
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PARTE IV
CRDMATICTÍS
Capítulo XXXIX
Ejemplo 39-1
A. B.
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te
1,5
a
1.5
606 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 39-2
A. CHOPIN, PRELUDIO EN LA BEMOL MAYOR, OP. 28, NÚM. 17
Mi
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B. (REDUCCIÓN)
178
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do: (dofc)
Hemos visto cómo los acordes funcionales que forman la estructura de un patrón
secuencial están encadenados mediante el movimiento contrapuntístico dentro de la se-
cuencia. Estos dos pilares funcionales también pueden abarcar una sucesión ascenden-
te o descendente de acordes de un mismo tipo. Cuando todas las voces de dichos acor-
des se mueven en la misma dirección con un movimiento estricto de semitonos, forman
lo que llamamos un paralelismo cromático. En los pasajes construidos mediante este
recurso, el primer acorde y el último siguen funcionando como acordes diatónicos es-
tructurales y se designan con números romanos. Los acordes más comunes en los pa-
sajes que presentan paralelismo cromático son las tríadas mayores y los acordes de sép-
tima que contienen un trítono, como los de séptima mayor-menor, semidisminuida, o
disminuida.
Los ejemplos 39.3 y 39-4 muestran varias ilustraciones de este procedimiento. En
el breve fragmento de Duke Ellington (ej. 39-3a), el movimiento cromático de los
acordes de 7a mayor-menor enlaza el acorde estructural ii7 con el V7. Las séptimas dis-
minuidas que inician la «Tormenta» del poema sinfónico Les Préludes de Liszt sugieren
gráficamente los torbellinos del siguiente diluvio (ej. 39.3c). El fragmento de Das
Rheingold (ej. 39.3d) constituye un ejemplo interesante de paralelismo cromático
doble: las tríadas en primera inversión que descienden cromáticamente, cada una en-
marcada dentro de un recuadro, se mueven contrariamente a las fundamentales que
ascienden por semitono cada dos compases (Do-Ret-Re), todo lo cual ocurre sobre
un pedal en Sol. La reducción de este pasaje en el ejemplo 39.3e revela la presencia
de 5a5 justas paralelas entre las dos voces superiores, los dos ramales dentro de la lí-
nea, superior.
608 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 39.3
A. DUKE ELLINGTON, «SOPHISTICATED LADY», COMIENZO DEL ESTRIBILLO B. (REDUCCIÓN)
(SIMPLIFICADO)
J J
¿ ^
Do: (viio7)
Rd-
E. (REDUCCIÓN)
—
CONDUCCIÓN CROMÁTICA DE LAS VOCES 6ll
Algunas composiciones utilizan sólo una parte o segmento de esta sucesión armónica.
En la conocida progresión del ejemplo 39.7b, basada en el modelo del ejemplo 39.7a, el
movimiento cromático contrario en las voces extremas sólo abarca una 3a, produciendo
un intercambio de voces entre el 5 y el 7 en Fa mayor. Este patrón se ha convertido prác-
ticamente en un cliché que sirve frecuentemente como introducción de polcas, rags y
marchas. Aunque el estilo de la música es muy diferente, la conducción de las voces del
segmento señalado con corchete del hermoso «Pas d'action» de Tchaikovsky (ej. 39-7c) es
esencialmente la misma, abarcando desde el V6 hasta el V7 en la tonalidad de Mit mayor;
observe las notas señaladas con un círculo en las voces extremas.
Ejemplo 39-7
B.
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Aquí los acordes auxiliares incluyen sextas francesas en inversiones un tanto peculiares,
como ^ y 3. En el capítulo 41 veremos cómo esta expresión se puede extender, enla-
zando una serie de secuencias cromáticas fragmentadas como ésta, separadas por una
3a menor.
Ejemplo 39-8
V(0 i>—i»wI-"
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9" -n-
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TT
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Aunque los pasajes que emplean movimiento cromático contrario producen ocasio-
nalmente algunos choques armónicos inexplicables, nuestro oído tiende a aceptarlos
como consecuencias momentáneas del movimiento lineal general. En el ejemplo 39.9,
Wagner yuxtapone osadamente una serie de tríadas mayores paralelas que descienden
cromáticamente, señaladas en recuadros, sobre un bajo que asciende cromáticamente.
En dicha superposición, son muy pocas las armonías resultantes que forman tríadas ter-
cianas. Nótese cómo este pasaje está seccionado por el acorde central de Si mayor, re-
lacionado por trítono con las tríadas primera y última de Fa mayor. Los centros tonales
de Si menor y Fa mayor/menor desempeñan un papel asociativo importante en el pri-
mer acto de este drama musical.
Ejemplo 39-9
WAGNER, VIAJE DE SIEGFRIED POR EL RIN, DE GÓTTEKDAMMERUNG, FIN DEL PRÓLOGO
etc.
Fa: I (liv)
3E
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CONDUCCIÓN CROMÁTICA DE LAS VOCES 613
Ejemplo 39.10
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3
Do: I IV V
Ejemplo 39.11
A. BEETHOVEN, SONATA PARA PIANO EN Do MAYOR, OP. 53 («WALDSTEIN»), n (REDUCCIÓN DE LOS COMPASES 1-6)
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614 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
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El análisis armónico del ejemplo 39.11 plantea más preguntas que respuestas.
Como alternativa, el ejemplo 39.Hb, una conducción sugerida por David Beach, trata
las partes superiores de manera lineal; es necesario hacer varios desplazamientos de
octava. Esta estructura sugiere un descenso cromático por 10a5, describiendo un tetra-
cordo cromático que desciende desde el 8 hasta el 5 en el bajo, y del 3 al 7 en la voz
soprano.
El Preludio en Mi menor, op, 28, núm. 4 de Chopin es citado con frecuencia como
un ejemplo de cromatismo no secuencial prolongado. Esta breve pieza está dividida
en dos secciones. La primera (compases 1-10) describe un movimiento tonal de i6 a V7,
que se prolonga hasta el compás 12. La segunda sección repite esta progresión básica
alcanzando una dominante prolongada que finalmente resuelve en la tónica. Yo con-
sidero que este Preludio es un ejemplo del esquema tonal interrumpido -los compa-
ses 1-12 (de i a V7) seguidos de los compases 13-25 (de i a V7 i)1-. Estudiaremos úni-
camente la primera sección.
Para familiarizarnos con esta pieza, invertiremos nuestro procedimiento analítico ha-
bitual examinando en primer lugar la estructura diatónica subyacente en este pasaje (ej.
39.12a). La progresión fundamental Í6-iv6-V7 y la línea del bajo (3 a 1>§ a 5) sirven de base
a la línea de soprano, que destaca tres alturas esenciales: Si-La-Fai, señaladas con plicas.
El descenso 5-4-2 de la voz soprano omite el importante §. Estos tres grados de la es-
cala se derivan del motivo Si-La-Fai, que aparece varias veces, muchas de ellas encu-
bierto, en los primeros preludios del op. 28 (véanse los núm. 2, 3, 4, 5, 6 y 8); las notas
del motivo aparecen a veces en otro orden, pero siempre son las mismas. El origen de
este motivo se desconoce. Ahora rellenaremos la línea del bajo desde el § hasta el bS
(descendiendo de Sol a Do) con un movimiento diatónico de paso, empleando la do-
minante y los acordes secundarios de iv.
1 Para un enfoque diferente de la conducción de voces de esta pieza, véase la obra de C. Schachter, «The
Triad as Place and Action», Music Theory Spectrum 17/2 (otoño 1995), pp. 149-169.
CONDUCCIÓN CROMÁTTCA DE LAS VOCES 615
Ejemplo 39.12
A. CHOPIN, PRELUDIO EN Mi MENOR, OP. 28, NÚM. 4 (TRES REDUCCIONES)
5 10
É
(V7/iv :,,6
mi: i6
B.
C.
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En la segunda reducción (ej. 39-12b), este movimiento diatónico por grados se aro-
matiza mediante acordes de séptima disminuida j semidisminuida ornamentales. En el
compás 5, el acorde pre-dominante ii0! con el La4 en la voz soprano es prolongado has-
ta el iv6 del compás 9 (de Mi a Do en el bajo). Un análisis de la superficie (ej. 39-12c) in-
troduce otros acordes cromáticos y retardos. Los corchetes señalan una pequeña se-
cuencia descendente por grados en el bajo; en los compases 2-3 se utiliza la notación
enarmónica. No debemos añadir números romanos a las armonías de esta reducción, ya
que surgen del movimiento lineal. Por último, la partitura de Chopin aparece en el ejem-
plo 39-13.
Ejemplo 39-13
CHOPIN, PRELUDIO EN Mi MENOR, OP. 28, NÚM. 4
^^
Los estudiantes suelen encontrar dificultades en el análisis de tales piezas cuando in-
tentan identificar la función de cada acorde. En los pasajes de cromatismo intenso gene-
ralmente debemos reservar los números romanos para los acordes más esenciales, que
escribiremos con plicas, y enfocar más linealmente las armonías cromáticas, sin plicas,
que suelen resultar de un movimiento ornamental de paso o auxiliar.
Términos y conceptos
AIJTOEVALUACIÓN
1. Examine los breves pasajes del ejemplo 39.14 y determine la técnica cromática
utilizada en cada uno. Después analice cada ejemplo, recordando que sólo se
deben designar las armonías esenciales con números romanos.
620 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
segmentos equivalentes, permitiendo así que cada nota funcione como fundamental.
De este modo, si comenzamos en Do mayor/menor, las tonalidades a las que pode-
mos modular mediante las diferentes notaciones de vii°7/V son La mayor/menor, Fa$
mayor/menor y Mü> mayor/menor, como ilustra el ejemplo 40,2a.
Ejemplo 40.2
A.
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escrito enarmónicamente
como La7 o V7/Re
Ejemplo 40.4
Do: I
\>Il . y7 I
Ejemplo 40.5
SAINT-SAENS, «PIANISTAS» (NÜM. 11), DEL CARNAVAL DE LOS ANIMALES
MODULACIÓN A TONALIDADES LEJANAS II 623
La relación enarmónica entre los acordes Al5 y V7 también se puede utilizar para re-
dirigir una serie de dominantes secundarias relacionadas por 5a5. Por ejemplo, si un acor-
de de séptima que normalmente resuelve mediante un movimiento de fundamental de
y- descendente se cambia por un Aljí, la armonía podrá resolver entonces por semitono
(como muestra el ejemplo 40.6a). Esta técnica es similar a la sustitución de trítono anali-
zada en el capítulo 30, ya que las fundamentales de ambas resoluciones están separadas
por un trítono.
Ejemplo 40.6
A.
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frjfef ^*£=
«T
do: Va
«J
i
Alo:
ñor del compás 30. El Al°3 que precede al \s una mera redisposición del Al^. Este pa-
saje es similar al Minueto en Re menor de Mozart (ej. 37.2).
Ejemplo 40.7
B.
rf-J m'~ —=—--g r * n
vy Jl i «T~f —'
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MODULACIÓN A TONALIDADES LEJANAS II 625
Una manera sencilla de introducir una tonalidad lejana es exponer una frase en la
tónica y transportarla exactamente a una tonalidad nueva. Esta modulación por se-
cuencia exacta es especialmente eficaz cuando la tonalidad nueva se encuentra a una
3a mayor o menor. Tales pasajes presentan lo que llamamos modulación secuencial
y son similares a las modulaciones seccionales, en las que el cambio de tonalidad ocu-
rre entre frases, periodos o secciones. Al comienzo de la Rapsodia en Sol menor de
Brahms, que recoge en forma simplificada el ejemplo 40.8, la frase, inicial comienza
con un V implícito y finaliza con una tríada de Sol mayor (V-I). Después, este pasaje
es reexpuesto literalmente una 3a mayor más arriba, cadenciando en Si mayor, |jjIII|.
Ejemplo 40.S
BRAHMS, RAPSODIA EN SOL MENOR, OP. 79, NÚM. 2 (SIMPLIFICADO)
J¿ y (4 1 1
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frase original
Ejemplo 40.9
LISZT, «VALLÉED'OBERMANN» (SEGUNDA VERSIÓN), DE ANNÉES DE PÉLERINAGE
626 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Algunos pasajes modulan a una tonalidad lejana mediante una serie de secuencias
cromáticas u otro tipo de progresión lineal, a menudo pasando por diversas áreas to-
nales en una rápida sucesión. Por ejemplo, en el fragmento del ejemplo 40.10, Mozart
utiliza primero una secuencia de 2a5 mayores descendentes (compases 73-75), seguida
de una secuencia de 3a5 menores (compases 76-78), para relacionar a Si menor con la
tonalidad anticipada de Do menor mediante su vii°7/V (compases 78-81). Sin embargo,
el Fajf del acorde Faf La Do Mib es descendido a Faij, cambiando así su función a V7 (Fa
La Do Mib) de la nueva tonalidad de Sib mayor, en la que finalmente resuelve (compás
86).
Ejemplo 40.10
73
. . .
2M 2M 2M
V7
'Lb-*- x—•
3m 3m
(F$°7)
MODULACIÓN A TONALIDADES LEJANAS II 627
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* "-*— tfJ "U-J HHr
86
i i fV P ° i
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Fa7=V7deSi!>
Ejemplo 40.11
A. BACH, FANTASÍA Y FUGA EN SOL MENOR, B WV 542 («GRANDE»)
B, (REDUCCIÓN 1)
20
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sol: V vii°7
I VI
MODULACIÓN A TONALIDADES LEJANAS II 629
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A.
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C. (REDUCCIÓN 2)
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sol: V V I
Términos y conceptos
modulación enarmónica modulación secuencia!
utilizando una séptima disminuida modulación por conducción cromática
utilizando u de las voces
AÜTOEVALUACIÓN
1. Analice los siguientes cuatro pasajes, indicando las tonalidades y la técnica em-
pleada para realizar la modulación lejana.
Ejemplo 40.12
pSJ,T—j—r~i——j——j——1 M——^~
J Lm—i
=f= r
fm
«J
M>
JL
r 'r -f-=1=-f T-
J J JL
T=
=f=
j.
B. .
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í 0, J' j T^J u^i i i
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630 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
C.
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3.
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r
Capítulo XLI
Ejemplo 41.1
A. SECUENCIA 2M-2M-2m B. 3m-3M EN ALTERNANCIA
" o -
2M 3m
A J 1
-Q e rpe
'-% Q^- ~ 5
«J 1 1 " 35
5d
DIVISIONES SIMÉTRICAS DE LA OCTAVA 633
Figura 41.1
Lab
801
Trítono
La!, Mi
Fa
Raras veces encontraremos ciclos completos de 2a5 mayores, que darían lugar a una
extensa secuencia basada en la escala de tonos enteros (véase el apéndice 2). Uno de
ellos aparece en el movimiento «Sueño de una noche de aquelarre» de la Symphonie
fantastique, en el que las fundamentales de las tríadas descienden por 2a5 mayores.
Ejemplo 41.2
BERLIOZ, SYMPHONIE FANTASTIQUE, V
.
317
K
^_
¡i
I
DIVISIONES SIMÉTRICAS DE LA OCTAVA 635
Ejemplo 41.4
A. LISZT, «UN SOSPIRO» DE TROIS CAPRICES PC/ETIQUES
JO.
/ V L'¡ ¡flO
—' H° f 1] t i
cJ.
fl =5
(co
D. (REDUCCIÓN)
Lak:
Si volvemos a la figura 41.1, podemos ver que la secuencia estricta por 3as mayores
sólo permite tres transposiciones, después de las cuales nos encontramos de vuelta en
el acorde o tonalidad original: Do-Mi-SolS-Do (ascendiendo), o Do-Lat-Mi-Do (descen-
diendo). En el fragmento de Franck (ej. 41.5), las 3a3 mayores descendentes de esta bre-
ve secuencia están enlazadas por un movimiento 5-b6.
Ejemplo 41.5
Sol: I
DIVISIONES SIMÉTRICAS DE LA OCTAVA 637
B. (REDUCCIÓN)
El motivo del «sueño mágico» de Wagner (ej. 41.6) prolonga un acorde de Do$ ma-
yor. La voz superior de este tema exhibe una escala cromática descendente completa,
dividida en tres segmentos iguales. Este descenso cromático está respaldado por tríadas
mayores en cada quinto acorde; las notas del bajo forman una serie de 3a3 mayores des-
cendentes (Dot-La-Fa) que describen una tríada aumentada, como señalan los corche-
tes. Las armonías de cada corchete están transportadas sucesivamente a una 3a mayor
más abajo. Hay una excepción en estas transposiciones: el acorde del compás 7 no se
ajusta al patrón secuencial. Si esta progresión se extendiera, prolongaría el mismo pa-
trón infinitamente, representando así el «sueño eterno» de la diosa Erda en esta escena.
Wagner utilizó este mismo motivo anteriormente en su ciclo DerRing, para acompañar
a Brunhilde cuando su padre, el dios Wotan, la duerme.
Ejemplo 41.6
A. WAGNER, MOTIVO DEL «SUEÑO MÁGICO» DE SIEGFRIED, ACTO ffi
i p-e-"
(Do« La
638 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
B. (REDUCCIÓN)
t
DoS I (1.VI ni)
Ejemplo 41.7
A. BERLIOZ, ESCENA DEL INFIERNO DE LA CONDENACIÓN DE FAUSTO, ACTO IV (PARTES VOCALES)
7
fatfffi . ,
[O ffjtf : &f^
•^ *=^\ g' ¿=
«J
^-P-H P P '
Hasl T-ri-mi-rii Tfa-ra-br? o!
Una serie continua de semitonos (la escala cromática) formará un ciclo que abarca
las doce clases de alturas. Igualmente, una proyección continua de 5a5 justas, ascen-
dente o descendente, también formará un ciclo que incluirá las doce clases de alturas.
El movimiento de fundamentales descendente de los compases 57-60 de los Valses no-
bles et sentimentales de Ravel recorre las doce quintas justas desde Re hasta Re; algu-
nos de los acordes son extremadamente complejos. Aunque los compositores del pe-
riodo de la práctica común rara vez recorrían la colección cromática completa, en
algunos casos sus progresiones se alejaban lo suficiente como para debilitar seriamen-
te nuestro sentido de la tónica inicial. Uno de esos casos es el pasaje de Bach citado
en el ejemplo 41.8. Después de comenzar en Sol menor, la pieza desciende por un ci- I
I
J
640 LA PRÁCTICA ARMÓNICA EN LA MÚSICA TONAL
Ejemplo 41.9
Sol: I
LA SECUENCIA ÓMNIBUS
1 P. Telesco, «Enhannonicism and the Ómnibus Progression in Classical-Era Musió, Music Theory Spec-
trum 20/2 (otoño 1998), pp. 242-279.