Alerta patrimonio

Venecia, la ciudad de los canales, Patrimonio de La Humanidad, viene sufriendo los

embates de la naturaleza con una de las mayores subidas de la marea que experimenta
desde 1966. Las imágenes son terribles y muestran como Venecia intenta sobreponerse a
las inclemencias del clima tratando de regresar a la normalidad en una lucha casi titánica.
Así, en las noticias podemos ver cómo mientras los habitantes de Venecia hacen todo el
esfuerzo por limpiar y secar sus hogares y negocios afectados por las fuertes
precipitaciones de los últimos días. Se ve a las autoridades empezando a medir los daños
causados en los edificios y monumentos en general, pero sobre todo en los de carácter
histórico y cultural que además albergan piezas artísticas y culturales importantísimas.
Los primeros reportes que vienen registrando y comprobando la dimensión de los daños a su
patrimonio, han informado que sus grandes tesoros y museos están a salvo para alivio de todo
aquel que valora la importancia cultural de la ciudad. Sin embargo, este tipo de hechos, más allá
de ser noticia, deben significar una alerta y un llamado de atención a las autoridades encargadas
de la seguridad y protección de nuestro patrimonio cultural. Es necesario que sucesos lamentables
como el incendio registrado en un Museo Nacional de Brasil el 2018 o el de la Catedral de Notre
Dame en París este año, nos hagan reflexionar sobre si contamos con sistemas y mecanismos
adecuados de prevención ante catástrofes de distintas índoles que puedan destruir nuestro
patrimonio cultural.

Cusco no ha sido la excepción. En setiembre del año 2016 la iglesia del distrito de San Sebastián
ardió en llamas destruyendo el 80% del patrimonio que albergaba la iglesia además de afectarse la
propia edificación. Teniendo entre las perdidas el altar del templo que significo la pérdida más
grande, así como lienzos de Diego Quispe Tito, mayor exponente de la escuela cusqueña. Perdidas
irreparables para el arte mestizo, latinoamericano y mundial en general.

El Perú ya ha sufrido varias pérdidas invaluables de su patrimonio. Pocos, sin embargo, parecen
recordarlo. Por ello, el debate debe abrirse en el margen de qué se está haciendo en el Perú en
cuestión de prevención, porque hasta el momento considero que es algo que aún no hemos
asumido en su verdadera dimensión.

Algunos apuntan a que una de las soluciones sería el comprar pólizas de seguro para los
monumentos históricos y museos. Pero cuando se le hace la consulta sobre este aspecto al
Ministerio de Cultura, ente del Estado encargado del resguardo de nuestro patrimonio cultural no
tiene respuesta ante esta variable, lo que evidencia la absoluta incertidumbre en la que se
encuentra la protección de nuestro patrimonio cultural. ¿Y qué del resto de patrimonio?

El debate sobre el tema es amplio, pero las medidas deben ser rápidas ante el latente riesgo en el
que se encuentra nuestro patrimonio. No esperemos otra pérdida irreparable aquí o en el
extranjero para seguir lamentándonos pero no actuando.