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Señor

JUEZ DEL CIRCUITO DE Santa Marta (Reparto)

E S D

Referencia: Acción de Tutela


Accionante: GUSTAVO CASTILLO DEL TORO
Accionada: Agencia Presidencial Para La Acción Social Y La
Cooperación Internacional- Acción Social

GUSTAVO CASTILLO DEL TORO, mayor de edad, identificado con cédula


de ciudadanía No. C.C. 36.032.741 , domiciliado en la ciudad de SANTA
MARTA en ejercicio del artículo 86 de la Constitución Política, y de
conformidad con los Decretos 2591 de 1991, 306 de 1992 y 1382 de 2000,
interpongo ante su despacho la presente Acción de Tutela, con el fin de
que se me protejan mis derechos fundamentales de Petición, Dignidad
Humana y Mínimo Vital, los cuales han sido amenazados, violados y/o
vulnerados por LA AGENCIA PRESIDENCIAL PARA LA ACCIÓN SOCIAL
Y LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL – ACCIÓN SOCIAL, Para
fundamentar esta Acción Constitucional me permito relacionar los
siguientes:

I. HECHOS

1. Soy desplazado junto con mi familia, por causa del conflicto político
armado que tuvo lugar en el corregimiento de Buenos Aires (Aracataca –
Magdalena) hacia él municipio de fundación, por hechos ocurridos
durante el año 2005.
2. Por lo que rendí declaración de los hechos del desplazamiento ante la
UAO (unidad para las victimas) y fui incluido junto con mi familia como
persona desplazada en el registro único de personas desplazadas
RUPD.
3. Desde el día de mi declaración he recibido una ayuda humanitaria
correspondiente a alimentos y un pago por valor de $1.300.000 (millón
trecientos), y en la actualidad no he alcanzado el auto sostenimiento,
por lo que me encuentro en una situación de vulnerabilidad manifiesta
Además no cuento con los medios necesarios para garantizar cuando
menos la alimentación mínima de mi grupo familiar.
4. El pasado 05/01/2020 interpuse Derecho de Petición ante LA
AGENCIA PRESIDENCIAL PARA LA ACCION SOCIAL Y LA
COOPERACIÓN INTERNACIONAL – ACCIÓN SOCIAL, siendo mis
peticiones principales:

1. Se pague el monto de la Indemnización Administrativa, en virtud del


reconocimiento de la calidad de víctima, por el hecho victimizante
ocurridos en el corregimiento de Buenos Aires (Aracataca –
Magdalena) hacia él municipio de fundación, por hechos ocurridos
durante el año 2005, de acuerdo a los montos y distribuciones
establecidas en el Decreto 4800 de 2011.
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2. Se tenga en cuenta mi condición de vulnerabilidad y se priorice el


pago de la respectiva indemnización
3. Se me indique la fecha cierta y determinada para la entrega de dicho
monto indemnizatorio.
4. En caso de no acceder a mi solicitud, indicar las razones de hecho y
derecho que dieron lugar a tal decisión

5. El día 23 de enero del presente año, recibí respuesta por parte de la


oficina de acción social, la cual no fue clara ni contundente, debido a
que solo se limitaron a darme información sobre cuales son mis
beneficios como desplazado, sin darme respuesta alguna a lo solicitado
vulnerando de esta manera mi derecho fundamental a la petición
establecido en el articulo 23 de la constitución política

6. En este orden de ideas el hecho de no haberme informado sobre el


proceso de la indemnización administrativa que por ley me corresponde
y mucho menos la omisión de asignarme un turno o una fecha exacta
para el pago de la misma, no me da certeza de la fecha cierta y
determinada, racional y oportuna para la entrega de la indemnización
que solicité en el derecho de petición y que tanto necesito; lo que
constituye una violación a mis derechos fundamentales
7. Es oportuno indicar que no se me dio una respuesta de fondo,
congruente, consecuente ni definitiva por parte de la oficina de acción
social, hecho que evidencia una grave vulneración a mis derechos,
teniendo en cuenta que seguí el procedimiento establecido para solicitar
la indemnización que por ley tengo derecho.

8. Actualmente las condiciones en las que vivo junto a mi familia son


infrahumanas debido a que mi condición de adulto mayor no me
permite encontrar un trabajo que ayude a solventar los gastos de mi
familia, razón por la cual me veo a acudir al Estado para que me ayude
a solucionar esa cruda situación

9. Por lo anterior; es que me veo en la necesidad de recurrir a la Acción de


Tutela como mecanismo de defensa de los derechos fundamentales, en
razón de la respuesta sin solución de fondo, incompleta, tardía,
desproporcionada e irracional

2. DERECHOS AMENAZADOS VIOLADOS O VULNERADOS

Las personas que hemos sido víctimas de desplazamiento forzado nos


encontramos expuestos a un mayor nivel de vulnerabilidad que implican
empobrecimiento y deterioro de las condiciones de vida, que implica una
mayor vulneración de los derechos fundamentales. Así, tal como se ha
señalado por la Corte Constitucional en múltiples jurisprudencias, entre
ellas la sentencia T-025 de 2004, al desplazado se le viola o vulneran una
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multiplicidad de derechos fundamentales1, siendo los más afectados en el


caso que nos ocupa los siguientes:

No obstante, las múltiples violaciones, consideramos que en el presente


caso se produce una afectación mayor a los siguientes derechos:

DERECHO DE PETICIÓN
El Derecho de Petición fue consagrado por el Constituyente del 91 como
derecho fundamental en el artículo 23 según el cual “Toda persona tiene
derecho a presentar peticiones respetuosas a las autoridades por motivos
de interés general o particular y a obtener pronta resolución. El legislador
podrá reglamentar su ejercicio ante organizaciones privadas para garantizar
los derechos fundamentales”.

La petición por mi elevada a la Agencia Presidencial Para La Acción Social


Y La Cooperación Internacional- Acción Social , constituye el ejercicio del
Derecho Fundamental de Petición desarrollado en ampliamente en la
jurisprudencia de la Corte Constitucional, que en la sentencia T-680 de
2014, señaló que:
“el soporte fundamental del derecho de petición está conformado
por cuatro elementos, a saber: (i) la posibilidad de presentar de
manera respetuosa solicitudes ante las autoridades, “sin que estas se
nieguen a recibirlas o tramitarlas”; (ii) la potestad de obtener una
respuesta pronta y oportuna dentro del término legal; (iii) el derecho a
que sea resuelta de fondo, de forma clara, precisa y adecuada; y (iv)
el derecho a que la respuesta sea puesta en conocimiento del
interesado oficiosamente.
Por otra parte, en cuanto a las solicitudes elevadas por víctimas
de la violencia, la Corte ha señalado que las entidades encargadas de
la provisión de ayudas y suministro de atención al desplazado tienen
la obligación de:
" 1) incorporarlo en la lista de desplazados peticionarios, 2)
informarle al desplazado dentro del término de 15 días el tiempo
máximo dentro del cual le dará respuesta a la solicitud; 3) informarle
dentro del término de 15 días si la solicitud cumple con los requisitos
para su trámite, y en caso contrario, indicarle claramente cómo puede
corregirla para que pueda acceder a los programas de ayuda; 4) si la
solicitud cumple con los requisitos, pero no existe la disponibilidad
presupuestal, adelantará los trámites necesarios para obtener los
recursos, determinará las prioridades y el orden en que las resolverá;
5) si la solicitud cumple con los requisitos y existe disponibilidad
presupuestal suficiente, la informará cuándo se hará efectivo el
beneficio y el procedimiento se seguirá para lo reciba efectivamente.
1
En efecto en la sentencia T-025 de 2004, señaló la Corte como Derechos violados: El derecho a la vida en condiciones
de dignidad, los derechos de los niños, de las mujeres cabeza de familia, los discapacitados y las personas de tercera
edad, y de otros grupos especialmente protegidos, el derecho a escoger su lugar de domicilio, el derecho al libre
desarrollo de la personalidad, a la libertad de expresión y de asociación, El derecho a la salud, en conexidad con el
derecho a la vida, el derecho a la integridad personal, el derecho a la seguridad personal, el derecho a la libertad de
circulación por el territorio nacional y el derecho a permanecer en el sitio escogido para vivir, el derecho al trabajo y la
libertad de escoger profesión u oficio, derecho a una alimentación mínima, el derecho a la educación, el derecho a una
vivienda digna, el derecho a la paz, el derecho a la personalidad jurídica, el derecho a la igualdad, el derecho de sus
miembros a la unidad familiar, además de ver sus derechos económicos, sociales y culturales fuertemente afectados.
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En todo caso, deberá abstenerse de exigir un fallo de tutela


para cumplir sus deberes legales y respetar los derechos
fundamentales de los desplazados. Este mismo procedimiento
deberá realizarse en relación con las peticiones de los actores en el
presente proceso de tutela, en particular para las solicitudes de
otorgamiento de las ayudas previstas en los programas de vivienda y
de restablecimiento socio económico”. Por tanto, el amparo otorgado al
derecho de petición tiene mayor relevancia cuando la persona que
presenta la solicitud se encuentra inmersa en una condición de
debilidad manifiesta, lo que implica la acción inmediata de la
autoridad competente para resolver la reclamación ya que se torna
indispensable asegurar la protección de las personas que están
afectadas."(Negrilla y subrayas por fuera de texto original)

Este derecho ha sido vulnerado por la entidad accionada dado que a la


fecha su respuesta no tuvo coherencia con lo solicitado ya que no se
determinó ni siquiera una fecha cierta y razonable para la entrega de la
indemnización administrativa, ni mucho menos se medió información
alguna sobre mi proceso.

Con tal comportamiento de la entidad accionada nuestra situación se


agrava ostensiblemente, pues además del drama que el desplazamiento
forzado implica, también nos vemos sin medios para subsistir.

La no respuesta de una fecha exacta no satisface para nada las


necesidades de mi grupo familiar, no hay certeza sobre cuándo ocurrirá la
entrega de la ayuda por lo cual no hay respuesta de fondo al derecho de
petición, además la respuesta al mismo difiere de lo solicitado, debido a
que no solicite la información sobre los beneficios a los que somos
acreedores los desplazados (los cuales conozco a cabalidad), razón por la
cual considero que la respuesta dada por la entidad fue incongruente.
De acuerdo a lo anterior la corte constitucional en sentencia T-
206/18 establece que: “las autoridades públicas y los particulares,
en los casos definidos por la ley, tienen el deber de resolver de fondo
las peticiones interpuestas, es decir que les es exigible una respuesta
que aborde de manera clara, precisa y congruente cada una de ellas;
en otras palabras, implica resolver materialmente la petición. La
jurisprudencia ha indicado que una respuesta de fondo deber ser: “(i)
clara, esto es, inteligible y contentiva de argumentos de fácil
comprensión; (ii) precisa, de manera que atienda directamente lo
pedido sin reparar en información impertinente y sin incurrir en
fórmulas evasivas o elusivas ; (iii) congruente, de suerte que abarque
la materia objeto de la petición y sea conforme con lo solicitado; y (iv)
consecuente con el trámite que se ha surtido, de manera que, si la
respuesta se produce con motivo de un derecho de petición elevado
dentro de un procedimiento del que conoce la autoridad de la cual el
interesado requiere la información, no basta con ofrecer una
respuesta como si se tratara de una petición aislada o ex novo, sino
que, si resulta relevante, debe darse cuenta del trámite que se ha
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surtido y de las razones por las cuales la petición resulta o no


procedente”

DIGNIDAD HUMANA Y MÍNIMO VITAL

Este derecho, que además es principio constitucional, es el que más lesión


soporta en este caso concreto, puesto que, con la ausencia de fecha exacta
de entrega de la indemnización administrativa bajo argumentos endebles,
nos deja en una condición de indefensión absoluta.

No se entiende por qué un componente que debería responder a los


principios de agilidad, eficiencia y continuidad tiene que soportar las
cargas burocráticas que esta entidad le impone en cuanto a tiempo y
disponibilidad de presupuesto. Parece que tales trabas fueran antojadizas
o que tomaran las necesidades del desplazado como salidas del más
infundado capricho, así pues, resulta indigno, desde todo punto de vista,
que se tomen tan a la ligera tan delicada situación.

Las circunstancias propias que son consecuencia del desplazamiento


forzado cambian radicalmente las condiciones de vida y medios de
subsistencia de las personas que lo sufren, creando para el desplazado el
nuevo problema de la pobreza absoluta y la incertidumbre frente su
futuro, de ahí la importancia de acceder de manera urgente a la ayuda
humanitaria. En la sentencia T-831A de 2013, en la que afirmó la Corte
que:
“(…) la Unidad Administrativa Especial para la Atención y
Reparación Integral a las Víctimas se encuentra obligada a proveer
asistencia humanitaria en sus diferentes componentes, fases y
etapas, mientras la persona obtiene y ejecuta los recursos destinados
a la estabilización socioeconómica y logra su auto sostenimiento, de
modo que no se vea amenazado su derecho a la subsistencia mínima.
Así mismo, reitera que esta entidad está obligada a coordinar el
tránsito entre una y otra fase de la atención con las demás entidades
del SNAIPD, a través de las ayudas humanitarias de emergencia y de
transición, de manera que no se generen más violaciones de los
derechos de la población desplazada y se contribuya de manera
efectiva a obtener su estabilización socio-económica. Adicionalmente,
advierte esta Corporación que en todos los casos ahora bajo estudio,
los demandantes son personas en condición de desplazamiento, que
adicionalmente son sujetos de protección constitucional reforzada a
partir de un enfoque diferencial, pues se trata en gran parte de los
casos de mujeres o padres cabeza de familia, de núcleos familiares
con menores de edad, y de personas de la tercera edad o adultos
mayores. (…)

Así pues, ha determinado la Corte Constitucional que el derecho al mínimo


vital sólo se ve satisfecho cuando se proveen al desplazado condiciones
mínimas pero suficientes para que pueda continuar con su existencia en
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las condiciones más dignas posibles. Así señaló la Corte Constitucional en


el auto 099 de 2013:
“(…) La ayuda humanitaria, al tratarse de bienes y servicios que
son apremiantes y esenciales, “solo tiene la capacidad de solventar
las necesidades básicas, presentes y actuales de la persona que la
solicita. No prevé resolver las necesidades mínimas de la persona
desplazada en el futuro lejano”. En ese sentido, la Corte
Constitucional ha considerado que la ayuda humanitaria es de
carácter temporal. Esto responde a que la permanencia indefinida de
la población en la etapa de emergencia como resultado del
desplazamiento trae consigo la persistencia de unas “condiciones de
vida violatorias de su derecho al mínimo vital”. Debido a lo anterior,
la Corte Constitucional ha establecido un vínculo muy estrecho entre
la ayuda humanitaria y la superación de la situación de emergencia,
a tal punto que ha considerado que la efectividad de la ayuda
humanitaria se encuentra configurada a partir del acceso de la
población desplazada a mecanismos o condiciones que permitan la
superación de la situación de emergencia. Sin embargo, esto no
descarga, sin más, al Gobierno de su responsabilidad de atender a
esa población. Por el contrario, le impone la necesidad de articularla
con los mecanismos de acceso a la estabilización socioeconómica
para evitar que se prolongue indefinidamente el periodo
asistencialista que es propio de la entrega de la ayuda humanitaria,
de tal manera que su responsabilidad no se limita a su sola entrega
durante esta fase de emergencia. En esa medida, la Corte ha
considerado que el Estado es responsable de garantizar el tránsito
entre una fase y la otra “sin traumatismos”. Pero si el Estado es
incapaz de asegurar este tránsito y persiste la población en situación
de desplazamiento que no se encuentre en condiciones de asumir su
auto sostenimiento, “también subsiste en principio la obligación de
éste en cuanto a la entrega de prórrogas de la Ayuda humanitaria
de emergencia, hasta tanto se logre brindar a la persona soluciones
duraderas”

Asimismo, en sentencia T-130/16 la corte constitucional se ha


pronuncia sobre la reparación administrativas del desplazamiento
forzado de las víctimas de la siguiente manera

“En Colombia, la violencia y el conflicto armando se convierten en la causa


principal de desplazamiento forzado en el país, con una realidad que demuestra
un estado de vulneración sistemática de derechos humanos y un contexto de
desprotección que ha aumentado los índices de pobreza, sobrepoblación urbana,
violencia, escasez y otras consecuencias que coartan drásticamente el ejercicio
de derechos fundamentales reconocidos constitucionalmente.
En virtud de lo descrito, mediante sentencia T-025 de 2004

la Sala Tercera de Revisión de esta Corporación estableció el estado de


cosas inconstitucional respecto a la situación de desplazamiento forzado en
Colombia. Sobre el particular, expuso las siguientes consideraciones que
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han servido de sustento para el análisis de casos que involucren a víctimas


de esta naturaleza:
 
En primer lugar, sostuvo que, en razón a la multiplicidad de derechos
fundamentales afectados por el desplazamiento, la jurisprudencia constitucional
ha señalado que estas personas tienen derecho a recibir de forma urgente un
trato preferente. Este derecho consiste en recibir atención y asistencia oportuna
por parte del Estado, para con ello evitar que la situación de vulnerabilidad se
perpetúe y haga más gravosa la condición de indefensión.
En segundo lugar, señaló que la población desplazada ha sufrido una
vulneración de sus derechos fundamentales que se ha prolongado en el tiempo,
sin que las autoridades públicas competentes hayan tomado los correctivos
necesarios para hacer frente a la crisis y sin que se hayan materializado órdenes
impartidas por esta Corporación en ese sentido. Así también, indicó que ciertas
autoridades han agravado la situación de estas personas al exigirles la
interposición de acciones de tutela como requisito para ejercer su función.
 
En tercer lugar, resaltó que uno de los factores persistentes en esta problemática
ha sido la escasez de recursos económicos, el cual se ha convertido en la causa
principal de fallas en la implementación de políticas de atención y asistencia a la
población desplazada. Agregó que esta situación ha llevado a que las entidades
competentes no hayan podido cumplir con las obligaciones públicas para estos
efectos y, por ello, el nivel de cobertura es insuficiente frente a la necesidad de la
población desplazada.
En cuarto lugar, aseguró que desde el punto de vista constitucional existe la
obligación de destinar recursos para que los derechos fundamentales de los
desplazados tengan plena realización. En este sentido, afirmó que el Estado
debe garantizar una protección adecuada a las víctimas del desplazamiento
forzado, pues las condiciones de vida indigna que se encuentran afrontando
hacen que este amparo no pueda ser aplazado”

En ese sentido, frente a la priorización de núcleos familiares, los artículos


6º y 7º del Decreto 1377 de 2014
Establecen lo siguiente:

Artículo 7. Indemnización individual administrativa para las víctimas de


desplazamiento forzado. La indemnización administrativa a las víctimas de
desplazamiento forzado se entregará prioritariamente a los núcleos familiares
que cumplan alguno de los siguientes criterios:

1. Que hayan suplido sus carencias en materia de subsistencia mínima y se


encuentre en proceso de retorno o reubicación en el lugar de su elección. Para
tal fin, la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas
formulará, con participación activa de las personas que conformen el núcleo
familiar víctima un Plan de Atención, Asistencia y Reparación IntegralPAARI-.

2. Que no hayan suplido sus carencias en materia de subsistencia mínima


debido a que se encuentran en situación de extrema urgencia y
vulnerabilidad manifiesta debido a la condición de discapacidad, edad o
composición del hogar.
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3. Que solicitaron a la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las


Víctimas acompañamiento para el retorno o la reubicación y éste no pudo
realizarse por condiciones de seguridad, siempre y cuando hayan suplido sus
carencias en materia de subsistencia mínima.

De acuerdo con el tema de espacial protección para adultos mayores el


artículo 46 de la constitución política de 1991 indica lo siguiente:
“El Estado, la sociedad y la familia concurrirán para la protección y la
asistencia de las personas de la tercera edad y promoverán su
integración a la vida activa y comunitaria. El Estado les garantizará
los servicios de la seguridad social integral y el subsidio alimentario en caso
de indigencia”
En relación a lo anterior la ley 1448 de 2011 en su artículo 13 plantea el
enfoque diferencial instituyendo que:
“El principio de enfoque diferencial reconoce que hay poblaciones con
características particulares en razón de su edad, género, orientación sexual
y situación de discapacidad. Por tal razón, las medidas de ayuda
humanitaria, atención, asistencia y reparación integral que se establecen en
la presente ley, contarán con dicho enfoque.
El Estado ofrecerá especiales garantías y medidas de protección a los
grupos expuestos a mayor riesgo de las violaciones contempladas en el
artículo 3° de la presente Ley tales como mujeres, jóvenes, niños y niñas,
adultos mayores, personas en situación de discapacidad, campesinos,
líderes sociales, miembros de organizaciones sindicales, defensores de
Derechos Humanos y víctimas de desplazamiento forzado.
Para el efecto, en la ejecución y adopción por parte del Gobierno Nacional de
políticas de asistencia y reparación en desarrollo de la presente ley,
deberán adoptarse criterios diferenciales que respondan a las
particularidades y grado de vulnerabilidad de cada uno de estos grupos
poblacionales
Igualmente, el Estado realizará esfuerzos encaminados a que las medidas
de atención, asistencia y reparación contenidas en la presente ley,
contribuyan a la eliminación de los esquemas de discriminación y
marginación que pudieron ser la causa de los hechos victimizante.”

En la sentencia T-106 de 2015 la corte constitucional indica lo


siguiente:
“La Corte Constitucional en repetidas ocasiones ha explicado que existen
unos sectores de la población que por sus condiciones particulares tienen el
derecho a recibir un mayor grado de protección por parte del Estado. Estos
sectores de la población son conocidos como sujetos de especial protección
constitucional. Se trata de aquellas personas que por sus situaciones
particulares se encuentran en un estado de debilidad manifiesta. Así, la
Corte ha entendido que la categoría de “sujeto de especial protección
constitucional”, en concordancia con el artículo 13 de la Constitución, es
una institución jurídica cuyo propósito fundamental es el de reducir los
efectos nocivos de la desigualdad material que hay en el país.
Consecuentemente, esta Corporación ha considerado que los menores de
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edad, las mujeres embarazadas, los adultos mayores, las personas con
disminuciones físicas y psíquicas y las personas en situación de
desplazamiento, entre otros, deben ser acreedoras de esa protección
reforzada por parte del Estado.
Todo lo anterior debe ser entendido como una acción positiva en favor de
quienes, por razones particulares, se encuentran en una situación de
debilidad manifiesta. Es decir, que se requiere de una intervención activa
por parte del Estado para que estas personas puedan superar esa posición
de debilidad y disfrutar de sus derechos de la misma manera que otros
ciudadanos. No obstante, la condición de sujeto de especial protección
constitucional no excluye ni elimina el deber de autogestión que tienen todos
los individuos para hacer valer sus derechos.
(…)

Por otra parte, esta Corporación también ha sostenido que los adultos
mayores deben ser receptores de una protección reforzada por parte de
todas las entidades que integran el Estado. Al igual que con las personas
con disminuciones físicas y psíquicas, esta obligación se deriva de un
mandato constitucional enmarcado en el artículo 46 Con esto, el
Constituyente reconoce que los adultos mayores están en un estado de
debilidad manifiesta que hace que, en virtud del deber de solidaridad,
requieran de la ayuda de la sociedad y el Estado para así garantizar su
integridad, su salud y su dignidad humana.
(…)
En este punto, cabe destacar que hubo diferentes posturas acerca de cuál
es la edad requerida para que una persona sea considerada como un adulto
mayor. Sin embargo, la discusión quedó zanjada con la expedición de la Ley
1276 de 2009. Así, el artículo 7, literal b) establece que un adulto mayor es
“aquella persona que cuenta con sesenta (60) años de edad o más. A criterio
de los especialistas de los centros vida, una persona podrá ser clasificada
dentro de este rango, siendo menor de 60 años y mayor de 55, cuando sus
condiciones de desgaste físico, vital y psicológico así lo determinen”.

3. PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN DE TUTELA EN MATERIA DE DESPLAZAMIENTO


FORZADO
La Corte Constitucional en varias oportunidades se ha pronunciado en
relación con la procedencia de la acción de tutela en materia de
desplazamiento forzado, afirmando en tal sentido que:
“Un Estado social de derecho debe procurar a sus habitantes los
mecanismos suficientes para el disfrute de las garantías mínimas, de
manera que puedan vivir en condiciones dignas. Así, la Constitución
Política colombiana, con la finalidad de lograr la efectiva protección de
los derechos de los asociados, aún más si se trata de personas que, por
sus condiciones económicas, físicas o psíquicas, se hallan en estado de
debilidad manifiesta (art. 13 Const.) y, por ende, de mayor
vulnerabilidad, estableció una especial protección que, en lo ahora
atinente, se extiende a las víctimas de desplazamiento forzado”
(…)
Según jurisprudencia de esta corporación, resulta desproporcionado
exigir el agotamiento previo de trámites ordinarios, como requisito para
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procurar un amparo efectivo a personas que han sido desarraigadas,


dejando atrás la mayoría de sus derechos para tratar de preservar la
propia vida y la del núcleo familiar, frecuentemente disminuido. Así se ha
expresado:
“… debido a la gravedad y a la extrema urgencia a la que se ven
sometidas las personas desplazadas, no se les puede someter al
trámite de las acciones judiciales para cuestionar los actos
administrativos de la Red, ni a la interposición de interminables
solicitudes a la coordinadora del Sistema. Aquello constituye la
imposición de cargas inaguantables, teniendo en cuenta las
condiciones de los connacionales desplazados, y son factores que
justifican la procedencia de la acción de tutela. En este contexto, se
ha admitido que cuando quiera que en una situación de
desplazamiento forzado una entidad omita ejercer sus deberes de
protección para con todos aquellos que soporten tal condición, la
tutela es un mecanismo idóneo para la protección de los derechos
conculcados.”2
(…)
El desplazamiento forzado interno ha afectado grandes grupos de
población en el territorio nacional, siendo tan serio el drama que la Corte
Constitucional declaró un estado inconstitucional de cosas 3, calificándolo
como una crisis humanitaria y una tragedia nacional, que debe ser
atendida por todas las personas de manera solidaria, empezando por los
servidores públicos, por encontrarse lesionada, entre otras potestades, la
dignidad de miles de familias, poniéndose en riesgo la estabilidad de la
sociedad y el futuro de la Nación4. Se ha indicado, además:

“… al Estado le compete impedir que el desplazamiento se produzca,


porque las autoridades han sido establecidas para respetar y hacer
respetar la vida, honra y bienes de los asociados… si ‘no fue capaz de
impedir que sus asociados fueran expulsados de sus lugares de origen,
tiene por lo menos que garantizarle a los cientos de miles de colombianos
que han tenido que abandonar sus hogares y afrontar en condiciones
extremas de existencia la atención necesaria para reconstruir sus vidas’.
Lo anterior comporta que la situación de cada una de las personas y
familias desplazadas por la violencia deba ser un asunto prioritario de
las autoridades.”5Sentencia- 036 DE 2012

Es de general conocimiento, en especial por parte de los jueces; que


producto de que las autoridades incumplieran con su deber de protección
a la población desplazada y no les dieran respuestas efectivas a sus
solicitudes, la Corte Constitucional realizó una evaluación profunda de la
política pública y de los reclamos de los desplazados; encontrando una

2
T-086 de febrero 9 de 2006, M. P. Clara Inés Vargas Hernández.
3
T-025 de enero 22 de 2004, M. P. Manuel José Cepeda Espinosa. Dentro de las circunstancias que generaron esa
declaración, cabe resaltar: (i) la vulneración masiva y generalizada de derechos fundamentales a grupos numerosos de
personas; (ii) la omisión prolongada de los deberes de las autoridades estatales competentes para remediar esa
conculcación; (iii) la no adopción de medidas legislativas y administrativas efectivas; (iv) la existencia de un grave y
permanente problema social, cuya solución demanda un alto presupuesto adicional.
4
SU-1150 de agosto 30 de 2000, M. P. Eduardo Cifuentes Muñoz.
5
T-721 de agosto 20 de 2003, M. P. Álvaro Tafur Galvis.
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serie de elementos que hacían que la situación de los desplazados fuera y


así lo declaró en la Sentencia T-025 de 2004 un “Estado de Cosas
Inconstitucional”quepor un lado, estableció que los desplazados estaban
de en condiciones de vulnerabilidad extrema y por el otro, que existía una
reiterada omisión de protección oportuna y efectiva por parte de las
distintas autoridades encargadas de su atención.

La Corte Constitucional no concluyó su labor con la promulgación de la


sentencia; conservó la competencia por considerar que el ECI aún no se ha
superado y, durante los años siguientes, el fallo ha estado acompañado
por un proceso de seguimiento periódico y público, que ha vigencia de las
órdenes de la Corte6; LAMENTABLEMENTE y como se prueba en mi caso;
pese a todo, la Entidad accionada continua emitiendo en sus respuesta
todo tipo de excusas e ingeniándose todo tipo de sistema, con el único
propósito de evadir sus deberes legales y constitucionales y por ende
agravando nuestra condición de vulnerabilidad.

Es por lo anterior; que me veo en la necesidad de recurrir a la Acción de


Tutela como mecanismo de defensa judicial de mis derechos
fundamentales por parte de esta entidad; reflejada la ausencia de
respuesta de fondo, incompleta, tardía, desproporcionada e irracional
teniendo en cuenta los hechos anteriormente descritos.

4. FUNDAMENTOS DE DERECHO
Son fundamentos de derecho: Artículo 86 de la Constitución Política, el
Decreto 2591 de 1991, el Decreto 306 de 1992 y el Decreto 1382 de 2000.

Respecto a las AYUDAS HUMANITARIAS, la Ley 1448 de 2011


ampliamente trata el tema en sus artículos 47, 62 al 65 y el Decreto 4800
de 2011 en sus artículos 106 al 120.

Referente al tema de las EXCEPCIONES AL SISTEMA DE TURNOS, la


sentencia T 033 de 2012 indica:
(…) “pueden existir necesidades de bienes o condiciones
personales distintas que resulten relevantes para describir la
situación inicial de igualdad o desigualdad. Por ejemplo, no es lo
mismo realizar un juicio de igualdad sobre la distribución de recursos
para mujeres y realizar dicho juicio cuando una o alguna de ellas es
mujer cabeza de familia”7. Es así como, en aplicación del principio de
igualdad material, la jurisprudencia ha establecido que pueden existir
situaciones en las que la espera del turno correspondiente, puede
resultar muy gravosa para el sujeto que se halla en una condición
aún más vulnerable, lo que causa un estado de urgencia manifiesta
que altera la situación de igualdad inicial y exige una medida
afirmativa de protección.
(…)la Corte ha aplicado el mismo criterio de “urgencia manifiesta”
para alterar los turnos del suministro de la ayuda humanitaria o de
6
Ver: Auto 185 de 2004. Auto 176 , 177, 178 de 2005; Auto 218, 333 de 2006; Auto 109, 233 de 2007; Auto 116, 052,
092, 251 de 2008; Auto 004, 005, 006, 007, 008, 009, 011 de 209; Auto 219 de 2011
7
Cfr. Sentencia T- 499 de 2002 M.P. Eduardo MontealegreLynett.
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su prórroga, pero ha dejado claro, que dada su finalidad, en todo


caso ninguna persona en situación de desplazamiento puede ser
sometida a un término desproporcionado de espera; en otras
palabras, en tanto la ayuda humanitaria de emergencia está dirigida
a garantizar los derechos de esta población en situación de
“emergencia”, si bien su suministro puede someterse a un sistema de
turnos, la entrega efectiva siempre debe hacerse en un término
razonable.
(…)Así las cosas, la Sala concluye que, en principio, los sistemas
de turnos deben respetarse en su estricto orden para garantizar la
igualdad, pero que es posible alterarlos en situaciones excepcionales,
en las que se ha valorado la situación de la persona y se ha
acreditado, por ejemplo, estados de extrema pobreza o un delicado
estado de salud, circunstancias ambas que configuran situaciones de
urgencia manifiesta. Dicho trato prioritario, a pesar de que pareciera
ser una afectación al derecho a la igualdad, resulta ser justificado con
base en el riesgo inminente en el que se encuentra el actor, e ilustra
una aplicación del principio de la igualdad material.

Finalmente, la Sala resalta que para que proceda la acción de


tutela con el fin de alterar los turnos para recibir la ayuda
humanitaria, debe estar demostrada la solicitud previa ante Acción
Social –hoy Unidad Administrativa Especial de Atención a las
Víctimas- para verificar que el solicitante contaba con un turno, pero
que conforme a sus circunstancias especiales de urgencia manifiesta,
no puede esperar y debe recibir el beneficio de manera inmediata de
acuerdo con un enfoque diferencial y en virtud del principio de la
igualdad material.

5. PETICIÓN
Con fundamento en lo anteriormente expuesto le solicito señor juez que se
tutelen mis derechos fundamentales invocados como amenazados, violados
y/o vulnerados de Petición, Dignidad Humana y Mínimo Vital, y en
consecuencia:

1. SE ORDENE a la Agencia Presidencial Para La Acción Social Y La


Cooperación Internacional- Acción Social– Que se me indique la
fecha cierta y determinada para la entrega de la respectiva
indemnización, a la que soy beneficiario en virtud del reconocimiento
de la calidad de víctima, por el hecho ocurrido en el corregimiento de
Buenos Aires (Aracataca – Magdalena) hacia él municipio de
fundación, por hechos ocurridos durante el año 2005, de acuerdo a
los montos y distribuciones establecidas en el Decreto 4800 de
2011.

2. De conformidad con el artículo 24 del Decreto 2591 de 1991, me


permito solicitar que en el fallo por Usted dictado se prevenga a la
entidad accionada “para que en ningún caso vuelva a incurrir en las
acciones u omisiones que dieron mérito para conceder la tutela, y que,
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si procediere de modo contrario, será sancionada de acuerdo con lo


establecido en el artículo correspondiente de este decreto, todo sin
perjuicio de las responsabilidades en que ya hubiere incurrido.”

3. Que se ordene el amparo de aquellos derechos fundamentales no


invocados como amenazados, violados y/o vulnerados y que Usted,
en su función de guardián de la Constitución, pueda establecer
como violados, amenazados y/o vulnerados.

6. PRUEBAS
Téngase como pruebas señor Juez las siguientes:

 CEDULA DE CIUDADANÍA DE GUSTAVO CASTILLO DEL TORO


 DERECHO DE PETICIÓN INTERPUESTO EL O5-01- 2020 ANTE AGENCIA
PRESIDENCIAL PARA LA ACCIÓN SOCIAL Y LA COOPERACIÓN
INTERNACIONAL- ACCIÓN SOCIAL
 REPUESTA ENVIADA POR LA OFICINA DE ACCIÓN SOCIAL EL DÍA
23/01/2020

7. JURAMENTO
Bajo la gravedad del juramento me permito manifestarle que por los
mismos hechos y derechos no he presentado acción de tutela ante ningún
otro despacho judicial.

9. NOTIFICACIÓN

 ACCIONANTE: SU RESPUESTA Y DEMÁS NOTIFICACIONES SE DEBERÁ


HACER EN LA CRA.58 Nª 9F-O7 BARRIO LOS FUNDADORES, TELÉFONO
3016009890 Y EN EL CONSULTORIO JURÍDICO DE LA UNIVERSIDAD DEL
MAGDALENA, TELÉFONO 4318350 - (5) 4207940 EXT.3004
CORREO: CARLOXASCANIOASCANIO@GMAIL.COM

 ACCIONADA: AGENCIA PRESIDENCIAL PARA LA ACCIÓN SOCIAL Y LA


COOPERACIÓN INTERNACIONAL- ACCIÓN SOCIAL, CALLE 24 NO 3 – 95
EDIFICIO TORRE EMPRESARIAL 4-24 OFICINAS 1504/1505

del señor juez,

Cordialmente,

GUSTAVO CASTILLO DEL TORO


C.C. 36.032.741

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