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E S D
I. HECHOS
1. Soy desplazado junto con mi familia, por causa del conflicto político
armado que tuvo lugar en el corregimiento de Buenos Aires (Aracataca –
Magdalena) hacia él municipio de fundación, por hechos ocurridos
durante el año 2005.
2. Por lo que rendí declaración de los hechos del desplazamiento ante la
UAO (unidad para las victimas) y fui incluido junto con mi familia como
persona desplazada en el registro único de personas desplazadas
RUPD.
3. Desde el día de mi declaración he recibido una ayuda humanitaria
correspondiente a alimentos y un pago por valor de $1.300.000 (millón
trecientos), y en la actualidad no he alcanzado el auto sostenimiento,
por lo que me encuentro en una situación de vulnerabilidad manifiesta
Además no cuento con los medios necesarios para garantizar cuando
menos la alimentación mínima de mi grupo familiar.
4. El pasado 05/01/2020 interpuse Derecho de Petición ante LA
AGENCIA PRESIDENCIAL PARA LA ACCION SOCIAL Y LA
COOPERACIÓN INTERNACIONAL – ACCIÓN SOCIAL, siendo mis
peticiones principales:
DERECHO DE PETICIÓN
El Derecho de Petición fue consagrado por el Constituyente del 91 como
derecho fundamental en el artículo 23 según el cual “Toda persona tiene
derecho a presentar peticiones respetuosas a las autoridades por motivos
de interés general o particular y a obtener pronta resolución. El legislador
podrá reglamentar su ejercicio ante organizaciones privadas para garantizar
los derechos fundamentales”.
edad, las mujeres embarazadas, los adultos mayores, las personas con
disminuciones físicas y psíquicas y las personas en situación de
desplazamiento, entre otros, deben ser acreedoras de esa protección
reforzada por parte del Estado.
Todo lo anterior debe ser entendido como una acción positiva en favor de
quienes, por razones particulares, se encuentran en una situación de
debilidad manifiesta. Es decir, que se requiere de una intervención activa
por parte del Estado para que estas personas puedan superar esa posición
de debilidad y disfrutar de sus derechos de la misma manera que otros
ciudadanos. No obstante, la condición de sujeto de especial protección
constitucional no excluye ni elimina el deber de autogestión que tienen todos
los individuos para hacer valer sus derechos.
(…)
Por otra parte, esta Corporación también ha sostenido que los adultos
mayores deben ser receptores de una protección reforzada por parte de
todas las entidades que integran el Estado. Al igual que con las personas
con disminuciones físicas y psíquicas, esta obligación se deriva de un
mandato constitucional enmarcado en el artículo 46 Con esto, el
Constituyente reconoce que los adultos mayores están en un estado de
debilidad manifiesta que hace que, en virtud del deber de solidaridad,
requieran de la ayuda de la sociedad y el Estado para así garantizar su
integridad, su salud y su dignidad humana.
(…)
En este punto, cabe destacar que hubo diferentes posturas acerca de cuál
es la edad requerida para que una persona sea considerada como un adulto
mayor. Sin embargo, la discusión quedó zanjada con la expedición de la Ley
1276 de 2009. Así, el artículo 7, literal b) establece que un adulto mayor es
“aquella persona que cuenta con sesenta (60) años de edad o más. A criterio
de los especialistas de los centros vida, una persona podrá ser clasificada
dentro de este rango, siendo menor de 60 años y mayor de 55, cuando sus
condiciones de desgaste físico, vital y psicológico así lo determinen”.
2
T-086 de febrero 9 de 2006, M. P. Clara Inés Vargas Hernández.
3
T-025 de enero 22 de 2004, M. P. Manuel José Cepeda Espinosa. Dentro de las circunstancias que generaron esa
declaración, cabe resaltar: (i) la vulneración masiva y generalizada de derechos fundamentales a grupos numerosos de
personas; (ii) la omisión prolongada de los deberes de las autoridades estatales competentes para remediar esa
conculcación; (iii) la no adopción de medidas legislativas y administrativas efectivas; (iv) la existencia de un grave y
permanente problema social, cuya solución demanda un alto presupuesto adicional.
4
SU-1150 de agosto 30 de 2000, M. P. Eduardo Cifuentes Muñoz.
5
T-721 de agosto 20 de 2003, M. P. Álvaro Tafur Galvis.
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4. FUNDAMENTOS DE DERECHO
Son fundamentos de derecho: Artículo 86 de la Constitución Política, el
Decreto 2591 de 1991, el Decreto 306 de 1992 y el Decreto 1382 de 2000.
5. PETICIÓN
Con fundamento en lo anteriormente expuesto le solicito señor juez que se
tutelen mis derechos fundamentales invocados como amenazados, violados
y/o vulnerados de Petición, Dignidad Humana y Mínimo Vital, y en
consecuencia:
6. PRUEBAS
Téngase como pruebas señor Juez las siguientes:
7. JURAMENTO
Bajo la gravedad del juramento me permito manifestarle que por los
mismos hechos y derechos no he presentado acción de tutela ante ningún
otro despacho judicial.
9. NOTIFICACIÓN
Cordialmente,