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El espanto de la laguna.

Villa Sarita, era un aldea muy próspera y productiva, contaba con grandes cultivos, praderas llenas
de vida y hermosos pastizales cargados de árboles frutales y flores únicas. Allí se encontraba una
escuela llamada San Agustín, que estaba al lado de una laguna un poco escabrosa; corría por la
mente de los estudiantes una fantástica historia: la antigua leyenda del espanto de la laguna.
Cuentan que, a finales de otoño, un granjero muy solitario y cascarrabias desapareció
misteriosamente sin dejar rastro. Desde entonces aparecía un espanto en la escuela y aterrorizaba
a todos los estudiantes. Juanita, una chica muy aventurera, decide investigar más a fondo y se
adentra a orillas de la laguna; ella, en su afán de hallar respuestas decide arrojar una piedra al
centro de la laguna, con el fin de llamar la atención del espanto y que éste se manifestara de alguna
manera; al hacerlo, el espanto decide salir, y Juanita, un poco asustada, le pregunta:

- ¿Qué quieres de nosotros? ¿Por qué nos atemorizas?

El espanto sin mediar palabra lanza un chapuzón de agua a Juanita para asustarla, ella valiente,
como siempre: Insiste y se mantiene en su pregunta:

- ¿Qué ganas con esto? ¿Acaso qué pretendes? ¡Exijo una respuesta!

El espanto, al verse acorralado decide confesarlo todo y grita con furia:

- ¡Lo hice por rabia! Porque nadie quería ser mi amigo.

Juanita sorprendida, se acerca sigilosamente y se da cuenta que no es un espanto, simplemente era


el granjero que se había perdido en el bosque de la laguna y tenía la ropa desgastada, harapos
viejos y sucios. Ella lo lleva a su escuela, les cuenta todo a sus compañeros y deciden que van a ser
amigos por siempre. Fin

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