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PROGRAMA DE ACTUALIZACION CONTINUA

Y A DISTANCIA EN UROLOGIA

Módulo 9 - 2002
Urología Pediátrica
Coordinador: Dr. Miguel L. Podestá
Fascículo I
■ Diagnóstico prenatal de uropatías

Dr. Francisco De Badiola


■ Uropatías obstructivas del tracto urinario superior

Dr. Miguel L. Podestá


■ Reflujo vésico ureteral

Dr. Miguel L. Podestá

Director
Dr. Jorge H. Schiappapietra

Secretario
Dr. Carlos A. Acosta Güemes

Asesor
Dr. Elías J. Fayad
UROLOGÍA PEDIÁTRICA. FASCÍCULO I.
Coordinador: Dr. Miguel L. Podestá
Prof. Regular Adjunto de Urología, UBA.
Jefe del Servicio de Urología del Hospital de Niños R. Gutiérrez.

DIAGNÓSTICO PRENATAL DE UROPATÍAS


Dr. Francisco De Badiola
Servicio de Cirugía y Urología Pediátrica. Hospital Italiano de Buenos
Aires. Argentina.

Evaluación inicial entre las 14 y 16 semanas. 3) Patológicos


En los estudios ultrasonográficos se establecerá: Se consideran patológicas las pelvis renales que midan entre
10-15 mm en el segundo trimestre y más de 15 mm al término del
1) Riñones
embarazo.
Número, situación, tamaño, diámetro longitudinal máximo ecoge-
Igualmente a todos los demás hallazgos anormales (aumento en la
nicidad.
ecogenicidad renal, microquistes, oligoamnios, dilatación de cálices y/o
2) Sistema pielo-calicial ureteres, ureterocele, megavejiga, etc.)
Se medirá el diámetro de la pelvis renal en un corte transversal a Se cotejarán aparte los que tengan hallazgos patológicos en otros
nivel de la emergencia del seno renal. sistemas.
Se establecerá la relación DTR/DAP PR. Seguimiento post natal de acuerdo a criterios urológicos.
Se establecerán las variaciones que sufre con el lleno y vaciado
vesical. CONSIDERACIÓN
En caso de dilatación ureteral se determinará diámetro, extensión y En caso de imágenes patológicas, se sugiere consulta con el Urólogo
se tratará de visualizar su desembocadura en vejiga (ureterocele). Pediatra para asesoramiento y selección de pacientes con posibilidad
Se determinará si tiene doble sistema excretor. de tratamiento intrauterino.
Se determinará uni o bilateralidad de la patología.
3) Vejiga
Grosor parietal, forma y volumen.
Ritmo evacuatorio en un examen promedio de 20 minutos. Si no
evacua se la Recita 1 hora más tarde y luego 1 hora después. BIBLIOGRAFÍA
Diámetro máximo vesical. Bronshtein M., Yoffre N., Branes J.M. y col.: First and early second
trimester diagnosis of fetal urinary tract anomalies using transvaginal
4) Uretra
sonography. Pre-Natal Diagn. 10: 653-666, 1990.
Medición del diámetro máximo del falo y dirección del mismo.
Thomas D.F.M., Irving H.C., Arthur R.S.: Pre-natal diagnosis. How
5) Líquido amniótico
useful is it? Br. J. Urol 57: 748-787, 1985.
Medición del índice de phelan y del bolsillo mayor máximo. Reseñar
si hay anomalías asociadas. Nicolini U., Fisk N.M., Rodeck C.H.: Fetal urine biochemestry: An
index of renal naturation and dysfunction. Br. J. Obstet. Gynecol 99:
6) Determinar en qué casos se va a indicar el pedido del
46-50, 1992
cariotipo

DATOS DE VALORACIÓN

1) Normales
El hallazgo de una pelvis renal con un diámetro de 5 mm o menor
que no evoluciona en el tercer trimestre será considerado normal
No se observan ureteres ni imágenes intravesicales y dinámica vesical
de vaciamiento completo c/ 30.
Se les harán controles post natales al mes y seis meses.
2) En el límite
Se consideran tres subgrupos:
1. Pelvis renal entre 5-10 mm. (en el segundo trimestre).
2. Pelvis renal entre 10-15 mm. (en el tercer trimestre).
3. Vejiga con trastornos en la evacuación.
Se hará seguimiento post natal al mes, seis meses y un año de
vida.

Módulo: Urología Pediátrica


UROPATÍAS OBSTRUCTIVAS DEL TRACTO a lo largo del tracto urinario. En pediatría las etiologías más frecuentes
URINARIO SUPERIOR: DIAGNÓSTICO Y que ocasionan dilataciones de la vía excretora alta son las hidronefrosis
(39-64%), el reflujo vesicoureteral (33%) y el megaureter (9-14%).
TRATAMIENTO.
Las hidronefrosis pueden ser uni o bilaterales y originarse por causas
Dr. M. L. Podestá congénitas o adquiridas. En este período de la vida, las obstrucciones
adquiridas (ej.: litiasis) son raras en oposición a las de etiología con-
INTRODUCCIÓN génita. Las obstrucciones congénitas obedecen a factores intrínsecos o
Con el nombre de Uronefrosis o Hidronefrosis se designan a las extrinsecos de la vía excretora. Como causa de obstrucción intrínseca
dilataciones pielocaliciales secundarias a la restricción del tránsito de Murnagham (1959) afirma que la lesión primaria corresponde a la
orina por la unión pieloureteral, que de no ser tratadas oportunamente, interrupción de la continuidad de las fibras musculares circulares a
evolucionan con un daño renal progresivo e irreversible. El término Ure- nivel de la unión de la pelvis con el uréter, mientras que Notley (1968)
terohidronefrosis indica un impedimento al flujo normal de orina a nivel sostiene que se trata de un exceso de fibras de colágeno entre los ha-
de la unión ureterovesical. Uroectasia, Pielectasia o Pielocaliectasia son ces musculares que alteran el peristaltismo ureteral y condicionan un
términos que describen modificaciones del calibre y/o volumen de la vía obstáculo al flujo normal de la orina. Entre los factores extrínsecos se
excretora, por ensanchamiento o alargamiento de su luz. deben mencionar las inserciones altas del uréter en la pelvis renal, las
La enseñanza tradicional urológica considera a las dilataciones de la bridas que fijan el uréter a la pelvis y los vasos anómalos o accesorios.
vía excretora un signo de obstrucción, que determinan una elevación de Una variedad rara de obstrucción congénita es la producida por válvula
la presión intrapélvica que si no se trata, conlleva a la atrofia renal. En mucosa, que obstruye la luz del uréter.
la actualidad, se admite que las dilataciones de la vía excretora por sí Las obstrucciones intrínsecas se inician durante la gestación y sus
solas no indican la existencia de una uropatía obstructiva. De hecho, la efectos sobre el parénquima renal guardan relación con el momento
pelvis renal, los cálices y/o el uréter pueden estar dilatados por diversas de comienzo, su severidad y su duración. En estas circunstancias, el
causas: (1) dismorfismos congénitos del aparato urinario (ej.: síndrome tránsito de orina a través de la unión pieloureteral está supeditado a la
de Prune Belly), (2) poliuria, (3) reflujo vesicoureteral (RVU), (4) elevación de la presión intrapélvica que genera la obstrucción. Contraria-
una obstruccion congénita o adquirida de la vía excretora o (5) por mente, las obstrucciones de etiología extrínseca se manifiestan en edades
resabios de una uropatía obstructiva, corregida quirúrgicamente. De más tardías y se agravan cuando la pelvis renal se distiende en forma
todas las causas enumeradas que determinan una dilatación de la vía progresiva. Por lo tanto, la evolución de una hidronefrosis es variable
excretora, la obstrucción es la más trascendente, por la repercusión que y está condicionada por varios factores: (1) la producción de orina,
genera sobre el parénquima renal. Si, la obstrucción afecta a ambos (2) el origen y severidad de la obstrucción y (3) por las propiedades
riñones ó a uno solo, cuando el riñón opuesto está ausente, la evolucion viscosoelásticas de la pelvis renal.
hacia la insuficiencia renal es iminente.
En este capítulo se analizarán conceptos generales acerca de la 3. CLINICA.
metodología diagnóstica de las obstrucciones de la vía excretora alta y
La sintomatología de las obstrucciones de la unión pieloureteral va-
el diagnóstico diferencial con las uroectasias en neonatos y lactantes.
rían según la edad de presentación. Hoy, la mayoría de las hidronefrosis
A. URONEFROSIS O HIDRONEFROSIS se diagnostican en los primeros meses de la gestación en base a los ha-
llazgos ecográficos prenatales. Estas hidronefrosis son asintomáticas.
Por otra parte, las presentaciones clínicas de las hidronefrosis no
1. INCIDENCIA
diagnosticadas intra-útero, son por la palpación de una masa abdominal
La incidencia de dilataciones pielocaliciales durante la gestación uni o bilateral, el estudio de una infección urinaria sintomática, una
varía entre 1 cada 100 a 1 cada 500 embarazos, estimando una tasa hematuria asociada a un traumatismo abdominal, o dolores abdomi-
aproximada del 0.7% después del nacimiento. Arger y col. (1986) nales difusos. En ciertas circunstancias, la hidronefrosis se acompaña
después de revisar 4.800 estudios ultrasonográficos prenatales, com- de un cuadro de hipertensión arterial. Por último, en los niños con
probaron una incidencia de dilataciones pielo-renales del 0.85%. Este antecedentes de dolores cólicos periódicos y vómitos se debe conside-
último estudio consideró pielocaliectasias significativas a las dilataciones rar la posibilidad de una hidronefrosis intermitente provocada por la
de la pelvis renal de diámetro antero-porterior (A-P) > 5 mm. Al repe- distensión aguda de la pelvis renal.
tir los exámenes ecográficos, sólo 20% de estas uroectasias persistieron
después del nacimiento. 4. ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS
Otro parámetro para predecir la evolución postnatal de las dilata-
ciones renales diagnosticadas intra-útero es determinar la edad gesta- a. Ecografía
cional de inicio de la Uroectasia. Podevin y col. (1996) hallaron una Ya se mencionó el uso de la ecografía antes del nacimiento. La Socie-
disminución en la incidencia de falsos positivos postnatales de 80 % a dad de Urología Fetal clasifica las pielocaliectasias de acuerdo al grado
35 %, si el diagnóstico de la Uroectasia se realiza en el 2º trimestre de de dilatación de la pelvis renal, los calices y el espesor del parénquima
la gestación en oposición a las dilataciones que se evidencian en el 3º renal (fig. 1). Es necesario aclarar que la ecografía no determina por sí
trimestre. Más aún, Corteville y col. (1991) señalaron que la mayoría misma la existencia de una obstrucción. Tampoco aporta información
de las pieloectasias > 4 mm, a partir del 3º trimestre de gestación, sobre los parámetros funcionales del riñón hidronefrótico, salvo durante
evolucionaron port-natalmente con alteraciones del funcionamiento renal la gestación, en presencia de hidronefrosis bilaterales que cursan con
o necesitaron cirugías reconstructivas de la vía excretora. oligohidramnios progresivo.
Cuando la ecografía obstétrica revela una Uroectasia unilateral con
2. ETIOPATOGENIA un diámetro A-P ≥ 7 - 10 mm, el primer paso de la metodología diag-
La progresión de la orina por las vías urinarias obedece a varios nóstica es repetir la ecografía entre el 3º y 7º día después del nacimiento.
factores: (1) al calibre de la luz de los conductos, (2) a un adecuado Contrariamente, en presencia de uroectasias prenatales bilaterales la
peristaltismo de la vía excretora alta y (3) a un gradiente de presiones ecografía postnatal se indica en el 1º día de vida.

2 Módulo: Urología Pediátrica


b. Cistouretrografía miccional B. MEGAURETER
Cuando la ecografía postnatal ratifica la Uroectasia observada du-
rante el embarazo, se indica una cistouretrografía miccional (CUGM), 1. DEFINICIÓN
bajo protección antibiótica, con el propósito de excluir un reflujo vesi- Megaureter es un término utilizado en la literatura para describir una
coureteral o válvulas de la uretra. Es interesante señalar la asociación dilatación ureteral de etiología congénita o adquirida. Es un hallazgo
de hidronefrosis con un reflujo vesicoureteral hasta en un 14 %. común en pediatría y puede obedecer a distintos factores etiológicos.
c. Radiorrenograma diurético Cussen (1971) determinó que el diámetro normal del uréter en los
Este estudio valora la capacidad funcional del riñón dilatado durante niños, no debe superar los 5 mm de diámetro. No obstante, otros
el incremento del volumen urinario inducido por un diurético. Además, autores cuando se refieren al megaureter le atribuyen un significado
aprecia la eliminación del trazador por el ureter y cuantifica el porcentaje específico: dilatación parcial o total del uréter, asociado a un segmento
de la función renal de cada riñón por separado. Las sustancias radio- adinámico de calibre reducido, sin una anomalía de implante uretero-
activas más usadas con este propósito son el Tc 99 m DTPA (ácido vesical y por lo general, sin reflujo vesicoureteral. Histológicamente el
dietilentriamino pentacético) y el MAG 3. Al analizar la velocidad segmento ureteral final del megaureter obstructivo primario está consti-
en que el radioisotopo llega al riñón, transcurre por el parénquima tuído por gran cantidad de tejido colágeno y escasas fibras musculares
renal y se excreta por la vía excretora permite reconocer 4 patrones de con predominio de haces de orientación circular. En oposición, en el
eliminación: (1) normal, (2) obstructivo, (3) dilatación sin obstrucción segmento ureteral proximal dilatado se observa aumento de la masa
y (4) dudoso. Además, este método diagnóstico permite calcular el muscular y proliferación de tejido colágeno. Estos cambios estructurales
tiempo que tarda el 50 % de la radioactividad del trazador acumulado determinan una obstrucción funcional en el transporte de orina del
en la pelvis renal (tiempo 1⁄2 ), en pasar desde la pelvis al uréter. Si el uréter hacia la vejiga.
tiempo 1⁄2 es < 10 minutos indica ausencia de un factor obstructivo, si
es > 20 minutos establece la existencia de una obstrucción y, si oscila 2. CLASIFICACIÓN
entre 11 y 19 minutos el resultado es dudoso. En base al grado de dilatación ureteral (Pfister y Hendren, 1978)
Para lograr una interpretación fidedigna de los resultados del radio- clasifican a los megaureteres en Grado I (dilatación ureteral), Gado II
rrenograma diurético se debe cotejar los hallazgos del riñón dilatado con (moderada ureterocaliectasia) y Grado III (severa uretero-caliectasia
los del riñón contralateral normal. Otros factores que también influyen con disminución del espesor del parénquima renal.
para que el método tenga un grado aceptable de confiabilidad son: (1) Por otra parte, según Weiss y Lytton (1974) y después King (1980)
una adecuada función del riñón dilatado para depurar el radioisótopo y clasificaron a los megaureteres en obstructivos, reflujantes (cuando se
responder al estímulo diurético, (2) evitar la repleción vesical durante asocian a reflujo vesico/ureteral), sin reflujo y sin obstrucción y megau-
el estudio mediante la colocación de un catéter por vía uretral, (3) reteres en los cuales coexisten, por un lado, una alteración intrínseca
conocer el grado de hidratación del paciente antes de iniciar el estudio, obstructiva y por otro reflujo vesicoureteral. Los megaureteres, además,
(4) considerar el tamaño y la distensibilidad de la pelvis renal y (5) se dividen en primarios cuando existe un defecto estructural de la pared
solicitar el estudio radioisotópico después del 1º mes de vida, cuando del uréter y secundarios cuando son el resultado de una alteración inicial
la maduración de la función renal se acerca a la normalidad. de la función de la vejiga (ej.: vejiga neurogénica) o de una obstrucción
d. Centellograma renal en la uretra (ej.: válvulas de la uretra posterior).
El porcentaje de función renal de cada riñón por separado también
3. CLÍNICA
puede calcularse midiendo la masa tubular renal con Tc 99 m - DMSA
(ácido dimercaptosuccínico). Las presentaciones más frecuentes de los megaureteres primarios
son por un cuadro clínico de infección urinaria febril, hematuria, masa
e. Tratamiento abdominal palpable, retardo del crecimiento pondoestatural y/o dolor
1. Hidronefrosis asintomáticas abdominal. No obstante, con el advenimiento de la ecografía obstétrica
Si se confirma la dilatación prenatal después del nacimiento es el diagnóstico de megaureteres asintomáticos se incrementó desde un
necesario excluir la existencia de una uropatía obstructiva. Por un lado, 8% a un 23% (Brown, T y col., 1987), desplazando los modos de
se debe repetir con periodicidad los estudios ecográficos para detectar presentación arriba descriptos.
cambios en el grado de dilatación de la vía excretora alta y por otro,
solicitar estudios radioisotópicos para detectar modificaciones de la 4. EVALUACIÓN
función renal . En las Uroectasias asintomáticas con diagnóstico certero
a. Ecografía
de obstrucción, en aquellas que durante el seguimiento experimentan
La ecografía de tiempo real no sólo es útil para el diagnóstico pre-
una caída del porcentaje de la función renal relativa (≥ al 10%) en
natal de las Uroectasias, sino para ratificar estas dilataciones después
relación al riñón contralateral normal ó que aumentan el grado de di-
del nacimiento, caracterizar la severidad de la dilatación y evaluar la
latación pielo-renal se procede a la pieloplastía según técnica descripta
arquitectura del parénquima renal.
por Anderson y Hynes (fig. 2). Cuarenta por ciento es el porcentaje
de función renal diferencial requerido por el autor para observar una b. Cistouretrografía miccional
uroectasia y no intervenirla quirúrgicamente en forma inmediata. Las cistouretrografía miccional se incluye en la metodología de
estudio de los megaureteres para diferenciar un megaureter reflujante
2. Hidronefrosis sintomáticas
de un megaureter secundario a una obstrucción infravesical.
Las hidronefrosis que cursan con infecciones urinarias sintomáticas,
masa abdominal palpable o hematuria tienen indicación formal de c. Urograma excretor
pieloplastía. Finalmente, las hidronefrosis unilaterales que evolucionan Este estudio, con la prueba de diuresis forzada con fursemida fue
con un daño renal severo (≥ 10% de la función renal global) requieren hace años el método complementario más destacado para estudiar las
la nefrectomía. dilataciones del tracto urinario superior. En la actualidad, el urograma

Uropatías obstructivas del tracto urinario superior 3


excretor ha sido reemplazado por la ecografía renal y la renografía BIBLIOGRAFIA
isotópica diurética. Koff, S. A. and Campbell, K.: Nonoperative management of unilateral
d. Renografía diurética hydronephrosis. J. Urol., 148:525, 1992.
El radiorrenograma permite evaluar la función renal y la capacidad
Ransley, P. G., Dhillon, H. K.., Gordon, I., Duffy, P. G., Dillon,
del megauréter de responder al incremento de diuresis producido por
M. J. And Barrat, T. M.: Postnatal management of hydronephrosis
la administración endovenosa Fursemida. No obstante, como ya se
diagnosed by prenatal ultrasound. J. Urol., 144: 584, 1990.
señaló, este método diagnóstico tiene limitaciones por lo cual debe ser
cuidadosamente interpretado. Palmer, L. S., Maizels, M., Cartwright, P. C., Fernbach, S. K. And
e. Tratamiento Conway, J. J.: Surgery versus observation for managing obstructive
Si el megaureter se asocia a reflujo vesicoureteral, el tratamiento grade 3 to 4 unilateral hydronephrosis: A report from the society for
óptimo es la corrección quirúrgica. El megaureter con obstrucción y fetal urology. J. Urol., 159: 222-228, 1998.
reflujo (la CUGM revela un “atrapamiento” de la sustancia de contraste
Nguyen, H. T. And Kogan, B. A.: Upper urinary tract obstruction:
reflujante en el uréter dilatado, una vez finalizada la micción) también
experimental and clinical aspects. Brit. J. Urol. 81 (2): 13-21,
requiere la reparación quirúrgica.
1998.
Si el megaureter no es reflujante hay que considerar el diagnóstico de
un megaureter obstructivo y establecer el diagnóstico diferencial con el Medel, R., Podestá, M. L. y Quesada, E. M.: Megaureter primario:
megaureter primario no obstructivo. Este último grupo de megauréteres evaluación y tratamiento. Arch. Esp. Urol., 38, G: 573-577, 1985.
primarios a pesar de la dilatación no son obstructivos y la mayoría mejora
espontáneamente sin necesidad de tratamiento quirúrgico. Baskin, L. S., Zderic, S. A., Snyder, H. M. And Duckett, J. W.:
Hay varias técnicas para la corrección quirúrgica del megaureter Primary dilated megaureter: long-term follow-up. J. Urol. 152: 618-
obstructivo primario cuyo fundamento es favorecer el flujo normal de 621, 1994.
orina a lo largo del uréter y su paso a la vejiga. Todos los procedi-
mientos resecan el segmento terminal obstructivo, reducen el calibre
de los últimos centímetros del uréter (modelaje) y se asocian con una
ureteroneocistostomía, con técnica antirreflujo. Otras técnicas quirúr-
gicas realizan la plicatura del uréter (técnica de Kalicinski (1977) o
de Starr (1979)) sin necesidad de efectuar un modelaje del uréter
dilatado antes de la plástica antirreflujo.

CONCLUSION
En la actualidad el Urólogo Pediatra debe diferenciar si el hallazgo
de una uroectasia asintomática es la consecuencia de una obstrucción
al flujo de orina por la vía excretora o simplemente una dilatación
sin obstrucción. El diagnóstico diferencial entre estas dos situaciones
clínicas es en ocasiones difícil. Por lo tanto, la decisión entre la correc-
ción quirúrgica de una hidronefrosis asintomática en oposición a la
observación clínica, es motivo de controversias.

4 Uropatías obstructivas del tracto urinario superior


CONSIDERACIONES SOBRE EL REFLUJO pediátrica. Por lo tanto, la tasa aproximada de pacientes con Reflujo
VÉSICO URETERAL primario que evolucionan a la IRC es del 10%, aproximadamente.
Estudios Prospectivos realizados en hermanos asintomáticos de
Dr. Miguel L. Podestá pacientes con Reflujo primario revelaron una incidencia de Reflujo
del 34%. El diagnóstico de Reflujo, en esta población de niños, acon-
Se define al Reflujo Vésico ureteral (RVU) como la regurgitación
teció antes de una Infección Urinaria. Estos datos indujeron, a varios
de orina de la vejiga al uréter. El Reflujo se manifiesta como una entidad
urólogos, a investigar, en carácter preventivo, el RVU en los hermanos
aislada ó se asocia con otras anomalías congénitas, ej.: Válvulas de la
de pacientes con esta anomalía.
uretra posterior, Duplicaciones completas de la vía excretora, Vejiga
neurogénica, Síndrome de Agenesia de los Músculos Abdominales
CLASIFICACIÓN
(EAGLE-BARRETT) y la Extrofia vesical.
Aun hoy, el tratamiento del Reflujo genera controversias por su inte- Los Reflujos además de agruparse en primarios y secundarios se
rrelación con otros procesos, como la infección urinaria, la displasia re- clasifican de acuerdo al grado de máxima dilatación ureteral observada
nal, el reflujo intrarrenal (RIR), la nefropatia por reflujo, la dilatación durante la Cistouretrografia miccional. La clasificación más utilizada,
ureteral y la detención de la curva de crecimiento pondo-estatural. es la propuesta por el Grupo Internacional de Estudios del Reflujo
que los divide en 5 grados: I y II, sin dilatación de la vía excretora;
ETIOPATOGENIA III, moderada dilatación ureteropielocalicial y IV – V, severa dilatación
Se reconocen varios factores anatómicos que actúan a nivel de la con deformación de la papila renal. (Fig. 1). Esta clasificación permite
unión ureterovesical para evitar el Reflujo: 1) Una adecuada relación comparar los reflujos entre pacientes y predecir la tasa espontanea de
entre la longitud y el diámetro del segmento intravesical del uréter, 2) resolución, en seguimientos clínicos longitudinales.
Un apropiado sostén del músculo detrusor para con el uréter intravesical
y 3) la continuidad de las fibras musculares del uréter con el músculo FORMAS DE PRESENTACIÓN
trigonal. A los mecanismos antirreflujo ya descriptos se debe añadir El advenimiento, de la Ecografía Obstétrica posibilitó el diagnóstico
otro de carácter activo, el peritaltismo ureteral. Por lo tanto, anomalías intrauterino de las dilataciones de la vía excretora (fig. 2). Estudios
congénitas como el uréter intravesical corto ó el divertículo paraureteral ulteriores demostraron que un 10% de estas dilataciones prenatales son
pueden ocasionar el pasaje retrógrado de orina de la vejiga al uréter. consecuencia del Reflujo Vesicoureteral. Estos Reflujos se distinguen
Se denomina primario a este tipo de reflujo, en oposición, al que se por su severidad (grado III-V), bilateralidad y por afectar preferente-
origina por una obstrucción infravesical ó por alteraciones congénitas mente, al sexo masculino. Un tercio de estas unidades reflujantes se
ó adquiridas que afectan la inervación del tracto urinario inferior. En
acompañan de daño renal, aun antes de haber sufrido infección urinaria
éstas últimas dos situaciones se designa al reflujo con el término de
alguna. Los Reflujos de este grupo de lactante, a pesar de su severidad,
secundario.
poseen una tendencia a la mejoría ó a la resolución (20 a 40 %), en
La infección urinaria es otra condición que favorece la presencia
períodos de 2 a 3 años de seguimiento.
transitoria del RVU por la reacción inflamatoria que genera la infec-
Por otro lado, la sospecha Clínica de un Reflujo surge siempre
ción en el trigono y en la unión ureterovesical. En la práctica clínica,
30 a 50 % de los lactantes con infección urinaria sintomática, tienen después de una infección urinaria sintomática. De hecho 30 a 50 %
Reflujo. Por otro lado, hay estudios que documentaron una inciden- de los niños con Infecciones Urinarias Febriles, tienen Reflujo. En
cia, de hasta un 25% de infecciones urinarias en niños, después de la el período neonatal y en los lactantes menores de 3 meses las mani-
corrección quirúrgica satisfactoria de un reflujo primario. Estos datos, festaciones clínicas de la Infección Urinaria son inespecíficas. No es
avalan la hipótesis que el Reflujo y la Infección Urinaria son entidades infrecuente que la Infección Urinaria se acompañe de un retardo en
independientes, que en ciertas situaciones clínicas se asocian. la curva de crecimiento pondo-estatural, diarreas, vómitos, ictericia o
En los últimos años se ha fortalecido la hipótesis que la etiopatoge- rechazo alimentario. En niños mayores la Infección Urinaria tiene la
nia del Reflujo primario no reside exclusivamente en la malformación peculiaridad de presentarse con síntomas más específicos: fiebre, dolor
congénita de la unión ureterovesical, sino que en muchas ocasiones lumbar, disuria, polaquiuria y a veces incontinencia de orina. La fiebre
es el resultado de la asociación entre la anomalía anatómica local y es el síntoma cardinal para diferenciar clínicamente las Infecciones
disfunciones vesicales, de etiología no-neurogenica. En estas circuns- Urinarias que comprometen al parénquima renal (Pielonefritis aguda)
tancias el RVU primario ocurre por el efecto que causan las presiones de las que afectan únicamente al aparato urinario inferior.
intravesicales elevadas sobre un moderado defecto anatómico de la Por último, como ya manifestamos, el Reflujo puede descubrirse al
unión ureterovesical. estudiar a hermanos, de niños con Reflujo (Reflujo familiar) o al eva-
luar otras anomalías congénitas como las malformaciones anorectales.
EPIDEMIOLOGÍA
El Reflujo en los primeros meses de vida predomina en el sexo EVALUACIONES POR IMÁGENES
masculino. No obstante, después del primer año prevalece en el sexo
femenino en una proporción de 5 a 1. 1) Ultrasonografía
Aproximadamente un 0,4 a un 1,8 % de la población asintomática La Ultrasonografía prenatal y postnatal orientan al diagnóstico del
Pediátrica, es susceptible de tener Reflujo. De este pequeño grupo Reflujo. Las lesiones renales asociadas al Reflujo se caracterizan eco-
de niños con Reflujo un grupo aún más reducido evoluciona hacia la gráficamente por la disminución del tamaño del riñón y por retracciones
insuficiencia renal crónica (IRC). Estudios estadísticos destacan que segmentarias del parénquima renal. Este tipo de lesión se conoce con
este subgrupo de pacientes representan cerca del 25% de las causas el nombre de cicatriz pielonefrítica. Otra lesión asociada al Reflujo
de pérdida progresiva e irreversible de función renal. Sin embargo, esta es el aumento de tamaño del riñón, adelgazamiento del parénquima y
última cifra estadística está sobredimensionada por haber sido calculada dilatación de los cálices. Esta lesión se observa con mayor frecuencia
en Centros de Diálisis y Transplante y no a partir de la población general en las uropatías obstructivas.

Módulo: Urología Pediátrica 5


2) Cistouretrografía miccional (CUGM) cional e inclusive incontinencia de orina) está indicado el tratamiento
La CUGM radiológica y la cistografía nuclear directa son los dos con anticolinérgicos.
estudios que establecen el diagnóstico de existencia del Reflujo. Ambos El seguimiento clínico incluye el pedido de urocultivos, controles
tipos de Cistografía requieren la cateterización aséptica, delicada y de la función renal y Ultrasonografías del riñón y de la vejiga anuales.
retrógrada de la uretra para llenar la vejiga con sustancia de contraste Asimismo, solicitamos un Centellograma renal inicial, que se repite 5
triiodada ó con material radiactivo (ácido dietilentriaminopentaacetico, años más tarde. Por último, la evolución del Reflujo se controla cada
Tc 99mm DTPA). El llenado se hace por gravedad, hasta la capaci- dos años con la Cistouretrografia miccional.
dad funcional normal de la vejiga, evitando la distensión excesiva. La El tratamiento quirúrgico del Reflujo se indica en los pacientes que
capacidad de la vejiga se calcula según fórmulas, que contemplan la sufren infecciones urinarias sintomáticas a pesar de la quimioprofilaxis
edad del paciente y / o su peso ej. (30 x edad del pte. en años) + 30 antibiótica continua, adecuadamente supervisada. También indicamos
= capacidad en ml. la cirugía a pacientes con Reflujo persistente, después de 10 años de
La Cistografía Radiológica clásica permite clasificar los Reflujos, seguimiento. Esta conducta se orienta en especial al sexo femenino
posibilita el diagnóstico de Ureteroceles, Divertículos Vesicales y Válvu- para prevenir complicaciones durante el embarazo. Es posible que las
las de la uretra. Además, es útil para diagnosticar el reflujo intrarrenal mujeres embarazadas con Reflujo y daño renal sean más vulnerables a
(RIR) es decir, el pasaje retrogrado de orina al interior del parénquima sufrir complicaciones que aquellas con RVU y riñones normales.
renal (fig. 3). El RIR es más frecuente de observar en los lactantes Otra situación que también incide en la indicación del tratamiento
que en los niños mayores y se localiza, por lo general, en los polos del quirúrgico del RVU es la imposibilidad de cumplir las pautas del
riñón. La importancia clínica del RIR radica en la posibilidad que seguimiento médico. En estas circunstancias, el riesgo que el paciente
este tipo de reflujo le ofrece a las bacterias de colonizar y multiplicarse sufra pielonefritis agudas, nuevas retracciones cicatriciales y/ó agra-
en el riñón. El resultado de la asociación de Reflujo vesicoureteral, vamiento de las ya existentes se eleva substancialmente.
infección urinaria y RIR es la aparición de áreas inflamatorias en el Por último, todos los pacientes con daño renal uni o bilateral,
parénquima del riñón que conducen a lesiones renales irreversibles independientemente que el Reflujo se haya curado espontáneamente
(Nefropatia por reflujo). o por la cirugía, se les debe controlar la Tensión Arterial hasta la
Indicamos la cistografía nuclear únicamente en niños que ya han adolescencia.
logrado el control esfintérico y en el seguimiento longitudinal de pa-
cientes con RVU (fig. 4). La Cistografía isotópica indirecta es otra CONCLUSIONES
técnica para diagnosticar el Reflujo, requiere la administración intra- En la actualidad el RVU se diagnostica con mayor frecuencia en
venosa de Tc 99 mm DTPA evitando el sondaje uretral. Con este el periodo neonatal a partir de la investigación de una dilatación renal
método es posible observar el Reflujo, 60 a 120 minutos después de prenatal. Otras veces, el Reflujo se diagnostica al estudiar las infecciones
la inyección del radiofármaco, cuando la vejiga esta llena y no queda urinarias sintomáticas. La incidencia de daño renal (congénito ó adqui-
actividad isotópica en ambos riñones. Es un método menos específico rido) en la primera investigación radiológica, es del 44%, aproximada-
que la CUGM. mente. Aunque el primer recurso diagnóstico es la ultrasonografía renal
y vesical, la CUGM, bajo cobertura antibiótica, certifica el diagnóstico
3) Gammagrafía renal (tc 99mn dmsa) de existencia de Reflujo. La evaluación del Reflujo se completa con
Este método isotópico es el más sensible y específico para documen- el Centellograma renal. El diagnóstico de Reflujo implica iniciar un
tar lesiones renales asociadas al Reflujo y determinar el porcentaje de tratamiento antibiótico continuo y un seguimiento periódico del paciente.
función de cada riñón por separado (fig. 5). Ante infecciones urinarias sintomáticas, a pesar de la quimioplrofilaxis
continua, perdida de la función renal ó dificultades para cumplir el
TRATAMIENTO
tratamiento médico se indica la corrección quirúrgica del Reflujo.
El tratamiento del Reflujo se basa en el conocimiento de factores
que pueden ocasionar lesiones irreversibles al parénquima renal. El
daño renal que acompaña al Reflujo puede ocurrir, durante la gestación
(Displasia renal) ó en los primeros meses de vida, después de una
infección urinaria (Nefropatia por reflujo). Este último puede ser pre-
venido con un tratamiento idóneo. La tendencia del Reflujo primario a
mejorar o desaparecer espontáneamente con el crecimiento del paciente
es otro factor que posee implicancias en el tratamiento.
En base a éstas observaciones Clínico-Radiológicas el tratamiento
médico del Reflujo se inicia con quimioprofilaxis antibiótica continua,
ya sea con Cefalosporina de primera generación (25 mg/kg/día), en
los primeros días de vida, o con Trimetropina (2mg/kg/24hs.), Sulfa-
metozasol (10 ms/kg/24 hs) y/o Nitrofuradantina (1-2 mg/kg/24 hs).
El Objetivo del tratamiento es conservar estéril la orina mientras se
espera la resolución espontánea del Reflujo. Asimismo, esta conducta
evita infecciones urinarias recurrentes que retardan la “maduración”
de la unión ureterovesical y por lo tanto, la resolución del Reflujo.
Por lo general, si a la edad de 5 años el Reflujo aun persiste, se sus-
penden los antibióticos. Esta conducta obedece a la baja probabilidad
que el RVU primario provoque, a partir de esa edad, alteraciones en
el crecimiento del riñón ó el desarrollo de nuevas cicatrices renales.
En pacientes mayores de 5 años de edad con Reflujo y síntomas de
hiperactividad vesical (frecuencia miccional aumentada, urgencia mic-

6 Consideraciones sobre el Reflujo Vésico Ureteral


BIBLIOGRAFIA
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2002.

Módulo: Urología Pediátrica 7


UROPATÍAS OBSTRUCTIVAS DEL TRACTO URINARIO SUPERIOR

Fig. 1 Clasificación de las dilataciones de la vía excretora según la Sociedad Fetal de Urología

Fig. 2 Lactante de 8 meses de edad con hidronefrosis izquierda grado IV y radiorenograma diurético con curva
de eliminación obstructiva

Módulo: Urología Pediátrica


REFLUJO VÉSICO URETERAL

Fig. 1 Clasificación internacional del reflujo Fig. 2 Dilatación del tracto urinario superior en un feto de 30
semanas

Fig. 3 Cistouretrografía focalizada demostrando reflujo intrarenal en Fig. 4 Cistografía nuclear con reflujo
el polo superior del riñón izquierdo vesicoureteral izquierdo

Fig. 5 Centellograma renal (Tc 99 – DMSA). La flecha indica daño renal


en el polo superior del riñón izquierdo

Módulo: Urología Pediátrica

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