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INCERTIDUMBRES
Y TOLERANCIAS
DE LA DOSIMETRIA
EN RADIOTERAPIA
Hospital Central
de Asturias
Centro Universitario
HOSPITAL GENERAL
Sección de Dosimetría
Éste no hubiera sido posible sin la colaboración espléndida de las Instituciones y Sociedades
que se relacionan más adelante y a las que desde aquí queremos expresar nuestro agradecimiento
más sincero, en nombre propio y de los miembros de la SEFM.
Por último, la capacidad y esfuerzo de los profesores invitados ha hecho que el programa
fuera más allá de lo planeado en un principio, dándole un enfoque global al problema incluyendo la
determinación de incertidumbres en condiciones de no referencia y las propias de la aplicación del
tratamiento. Este abordaje supone una novedad tal, que se imponen dos advertencias. La primera,
resaltar que no es un problema completamente resuelto y lo que se ha hecho es abrir vías para la
identificación y en el futuro cuantificación de las componentes de incertidumbre más importantes, y
la segunda, consecuencia de la anterior, que en dichos aspectos el texto que recoge este curso debe
tomarse como un documento abierto.
Vaya para los citados profesores nuestro reconocimiento y agradecimiento por su impagable
trabajo, que con seguridad compartirán cuantos se beneficien de él.
Javier Vivanco y
José Fernández García
Sección de Dosimetría
Hospital Central de Asturias - Hospital General
Oviedo 16 y 17 de Octubre de 1997
PATROCINADO POR: Sociedad Española de Física Médica (S.E.F.M.)
Incertidumbre y Tolerancia
Enrique Granados
1. Introducción. ............................................................................................................................................... 1
2. Introducción al concepto de incertidumbre de medida. ................................................................................. 4
3. Incertidumbre y calidad de las medidas ........................................................................................................ 7
4. Incertidumbre de la medida e intervalos de la tolerancia. .............................................................................. 8
5. Análisis de la medida................................................................................................................................. 11
6. La estimación de la incertidumbre de una medida directa. .......................................................................... 15
7. La incertidumbre combinada en una medida indirecta. ............................................................................... 21
8. Breve introducción al tratamiento de variables correlacionadas................................................................... 23
9. Expresión del resultado.............................................................................................................................. 25
i
Oviedo, Octubre 1997 ii
Incertidumbre y tolerancia
Enrique Granados
1. Introducción.
Esta sesión es introductoria del curso de este mismo nombre «Incertidumbre y Tolerancia»
destinado a fomentar la calidad de los tratamientos radiológicos a través de la mejora de la técnica de
las mediciones de las dosis suministradas a los pacientes. Esta característica es común a la inmensa
mayoría de las actuaciones destinadas a mejorar la calidad por medio de desarrollos técnicos. La base
más sólida que se puede establecer para ellas está constituida por los fundamentos metrológicos.
Debido a ello se empiezan las explicaciones hablando de las medidas y de su calidad.
Bastará aceptar que las medidas se hacen siempre con instrumentos y métodos defectuosos
para que esta simple observación sirva de fundamento a todo lo que sigue. Si hubiera defectos pero
pudiesen ser «perfectamente» conocidos sería como si no existiesen, pues aunque un instrumento
defectuoso, utilizado con un método defectuoso, proporcione una lectura errónea, conocido su
defecto y corregida la lectura, la medida quedaría libre deerror.
Sin embargo, salvo en análisis extremadamente elementales, esta manera de razonar no sirve,
porque el error se define como la diferencia entre el valor medido y el valor «verdadero», y es
evidente que no se conoce de antemano el valor verdadero, pues de otro modo ¿para qué medir? Eso
lleva a que el error tampoco pueda conocerse. Lo que, en sentido contrario, significa que la
posibilidad de error se considera inevitable, incluso para medidas corregidas con mucho cuidado.
Quede claro que no se habla de ningún «error residual» inevitable, porque lacorrección
podría ser completa y el error nulo. Lo que es inevitable es que el conocimiento del error resulte
incompleto. Todos los intentos de describir las medidas como un conjunto en el que por un lado se
especifica el resultado y por otro su error, se estrellan en la imposibilidad de conocer este último.
Hay que admitir como única realidad que aunque cuando se mide se va buscando el valor
verdadero de una cantidad, llamada mensurando, se obtienen uno o más resultados y eso es todo.
Nuestra tarea consiste en valorar la información asociada a las propiedades de los instrumentos, a las
condiciones de las medidas y, en el caso de que estas sean repetidas, a la coincidencia o falta de
coincidencia de las lecturas, en relación con la posibilidad de que el resultado o alguno de los
resultados obtenidos pueda representar el valor buscado, del que de antemano se admite que se trata
de un valor ideal e inasequible.
Lo que se está diciendo aquí es que el concepto de valor verdadero es inoperante. Podría ser
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que exista e incluso que algún resultado coincida con él pero, aunque así fuese, nunca se tendría la
certeza de ello, porque no existen signos distintivos que permitan reconocerlo. Conceptualmente, esa
falta de certeza constituye el contenido de la palabra incertidumbre y sólo falta dar sentido
cuantitativo a este concepto.
Puede hacerse una descripción casi abstracta del proceso de la medida. Se dispone de un
sistema que reacciona a la magnitud que se trata de medir y su reacción es representable
numéricamente. Por brevedad llamaremos instrumento (de medida) a cualquier sistema de esta
clase, por complicado que sea. Para que el valor numérico, o lectura, sirva de algo hay que
asegurarse de que otros sistemas análogos y otros observadores, enfrentados al mismo mensurando,
obtienen números razonablemente parecidos porque si no, la medida empieza y acaba en cada
observador. Le falta el carácter esencial que da valor a las observaciones, que consiste en poder ser
consideradas como descriptores de «hechos», es decir de realidades compartidas por casi todos.
Precisamente, la mejor forma de construir la «calidad» se basa en una teoría del valor que
consiste en apreciar el número de sistemas que se pueden considerar equivalentes frente al elemento
cuya calidad se analiza. Es decir, un sistema, una actuación o un producto cualquiera, tienen más
calidad cuantos más usuarios pueden aceptarlo o darlo por bueno.
Se sabe por experiencia que es excepcional que dos resultados de medida de lo que
pudiéramos llamar el mismo mensurando coincidan exactamente. Visto a la inversa, debemos
reconocer que dos resultados de medida pueden no ser exactamente iguales y, pese a ello, podamos
admitir que describen un mensurando único. Esto se puede expresar diciendo que se trata de
resultados equivalentes y ocurre así porque dos instrumentos de medida nunca pueden ser
exactamente iguales y porque ningún instrumento de medida es tan perfecto que reaccione
exclusivamente a la magnitud que se quiere medir.
Se llaman magnitudes de influencia todas aquellas que, aparte la propia del mensurando,
tienen consecuencias sobre la lectura de un instrumento, bien porque alteren el valor del mensurando
en sí o porque modifican la respuesta del instrumento de medida. Las posibilidades de variación de
estas magnitudes son infinitas, la forma de reaccionar ante ellas de cada instrumento casi otro tanto.
En cierto modo es su presencia lo que provoca la necesidad de corregir el resultado para eliminar el
efecto que producen.
Las correcciones que se introducen en las lecturas son siempre resultado de algunas o de
muchas hipótesis simplificadoras. En último término, cuando se da un resultado «bueno» para un
mensurando, se ha aplicado una determinada corrección a la lectura del instrumento, elegida entre un
gran número de posibilidades, es decir, se ha elegido un resultado único entre un número
prácticamente ilimitado de resultados posibles. Ahora bien, si la medida tiene algún sentido, todos los
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resultados posibles, es decir compatibles con lo que se sabe de la medición, deben estar
comprendidos en un intervalo razonablemente estrecho. Por ello, una primera aproximación a la
definición de la incertidumbre puede hacerse considerándola como una estimación del intervalo en
que debería hallarse el verdadero valor del mensurando y se admitirá la posibilidad de equivalencia
siempre que los intervalos admitidos para dos resultados de un mismo mensurando no sean
incompatibles entre sí.
Estas ideas justifican la definición de la incertidumbre y van a guiar los pasos que se darán
para establecerla numéricamente de manera que sirva al criterio de calidad, es decir, que represente
el valor que obtendría el mayor número posible de observadores del fenómeno, enfrentados a
circunstancias similares.
Desde el primer momento se admite que la distribución estadística de los resultados de una
medida no tiene que ser forzosamente normal, pero es evidente que eso no la priva de disponer de
su correspondiente desviación típica y, naturalmente, siempre que en un resultado de medida se
sepa que se combinan los efectos dispersores de numerosas causas de error concurrentes, todas ellas
de magnitud relativamente pequeña, se puede aplicar elteorema del límite central y admitir que la
distribución subyacente de resultados posibles es normal.
Pero debe entenderse con toda claridad que en cualquier caso, se admite que todo resultado
de medida, simple o compuesto, se considera un individuo de una población de resultados posibles
que habrá de tener alguna distribución y de la que se puede estimar, de un modo u otro, mejor o
peor, una desviación típica y eso basta para construir una estimación de la incertidumbre. Esta forma
directa de aproximarse al problema cada vez parece más universal.
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una desviación típica y de ese modo puede intervenir a su vez en cualquier cálculo posterior en que
la variable compuesta en cuestión participe como componente elemental.
Nota: puede argüirse lícitamente que la mayoría de las correcciones no se miden, sino que se calculan o se estiman. El
argumento se deshace al considerar que el cálculo o la estimación se han de hacer utilizando parámetros medidos.
Admitido el principio, es evidente que los procesos de medida caerían en un bucle sin salida:
a cada resultado habría que aplicarle una corrección corregida por una corrección ... Para salir de
este bucle hay que producir un corte donde mejor convenga o donde no haya más remedio. Dar un
corte en un desarrollo teóricamente infinito supone dejar sin introducir una c«orrección residual»
desconocida. Para manejar este elemento desconocido conviene aceptar la hipótesis plausible de que
se emplean instrumentos y métodos de medida razonablemente buenos. Eso es como decir que cada
corrección es sensiblemente inferior a la lectura que corrige. Si se puede admitir esto (y si no, más
valdría no ocuparse de la medida), la corrección residual debe poderse acotar.
De este modo se introduce explícitamente la idea intuitiva de que la lectura inicial (o lectura
bruta) más todas sus correcciones - que podrían tener signos diferentes entre sí - debe converger
hacia un valor ideal que es lo que se ha llamado valor verdadero de la magnitud medida.
1
La "Guía para la expresión de la incertidumbre de medida" publicada en nombre de
BIPM/IEC/IFCC/ISO/IUPAC/IUPAP/OIML, define la incertidumbre de la forma siguiente:
1
ISBN 92-67-10188-9; (1995)
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Este parámetro puede ser, por ejemplo, una desviación típica (o un múltiplo de la misma), o
la anchura de un intervalo llamado de confianza. En todo caso, es siempre un intervalo de valores de
la magnitud medida.
Reténgase esta última idea, a la que se debe añadir que, sin pérdida de generalidad, sepuede
atribuir el valor esperado de la magnitud al punto medio de dicho intervalo. Con ello no hay
contradicción entre la definición formal y la más intuitiva que se ha dado primero.
Por lo general, una incertidumbre procede de varios componentes, algunos de los cuales
pueden evaluarse partiendo de la distribución de los resultados de una serie de observaciones y son
los que mejor se describen mediante desviaciones típicas. Otros se evalúan también como
desviaciones típicas pero las distribuciones correspondientes no se advierten por observaciones
repetidas y hay que atribuirlas con mayor o menor conocimiento de causa a los posibles resultados,
mediante información obtenida de maneras muy diversas.
La incertidumbre obtenida por cualquiera de estos métodos debe tener cualidades muy bien
establecidas.
Puede demostrarse que usando como parámetros las desviaciones típicas se cumplen
todas estas condiciones y que, en la práctica, la desviación típica es el único
parámetro de una medida que cumple satisfactoriamente la propiedad transitiva.
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2.3 Antecedentes.
La introducción de este modo de manejar el problema fue hecha por el Comité Internacional
de Pesas y Medidas (CIPM), por medio de su recomendación INC-1(1980), elaborada por un grupo
de trabajo de la Oficina Internacional de Pesas y Medidas (BIPM) y adoptada por el CIPM en su
Reunión número 70 en 1981. El texto de esta recomendación, así como su reiteración, hecha en las
recomendaciones 1 y 2 de la sesión 75 (1986) del CIPM se resume en los siguientes extremos:
b) las que se aprecian por otros métodos, a las que se sugiere denominar de
tipo B.
Desde el punto de vista práctico, el CIPM propuso desechar la hipótesis de que todas las
distribuciones de resultados de medida responden a una ley normal; trabajar siempre con
desviaciones típicas o varianzas (tipos A o B); y no identificar la incertidumbre con un intervalo de
confianza, sino directamente con la desviación típica resultante. La razón es que los intervalos de
confianza no se propagan como las varianzas, excepto si todas las distribuciones implicadas son
normales.
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No siempre está en nuestra mano elegir el punto en que se detiene el proceso de correcciones
sucesivas y dejar que la corrección residual se convierta en incertidumbre. Eso se debe a que, en la
práctica, lo más frecuente es que el proceso se agote porque no se pueden calcular nuevos valores
para la corrección, por falta de datos suficientemente fiables.
En esta materia se han de seguir los grandes principios generales que rigen una buena política
de la calidad, donde no hay que valorar solamente el beneficio sino también el riesgo y equilibrarlos
en lo posible.
Nota: que hay un riesgo en toda incertidumbre es casi evidente pero puede cuantificarse. Como paso previo se puede
advertir que, cuando se habla de detener el proceso de correcciones sucesivas, no se ha excluido la posibilidad de hacerlo antes de
dar el primer paso, es decir, no corregir la lectura bruta. Si esta situación pareciese singular no hay más que normalizarla
aceptando la corrección nula como una posibilidad como otra cualquiera. Lo importante es comprender que una corrección nula de
ninguna manera implica una incertidumbre nula, ni siquiera más pequeña que corrigiendo: en todo caso sería lo contrario. Y esta
observación vale lo mismo para una corrección nula por imposibilidad de calcularla que para una corrección nula «impuesta», es
decir la que se deriva de la falta de interés por refinar el resultado.
Consecuencia lógica de lo anterior es que se acepta la expresión de un resultado aunque no conste el valor de las
correcciones aplicadas pero, por el contrario, no se puede aceptar que se omita la incertidumbre.
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Se exprese como se exprese, no cabe duda de que cuanto menor sea la incertidumbre mejor
será la medida. Lo que también es cierto es que, desde el punto de vista de la calidad -como ocurre
en cualquier campo de actividad-, si se puede elegir, la excelencia técnica no debe ser ni más ni
menos que la adecuada a los fines con que se mide.
Dejando eso bien sentado, mientras no intervengan los fines, se puede afirmar que:
En cualquier proceso de producción industrial, las medidas son asimilables a las de un ensayo
en cuanto a que sus fines quedan definidos de manera necesaria y suficiente por el valor de la
tolerancia aplicable al producto que se fabrica o ensaya. Al igual que la incertidumbre, la tolerancia
es un intervalo de valores del mensurando pero no deben confundirse ambos conceptos. Para
evitarlo, conviene recordar la definición corriente del concepto de tolerancia:
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Por la misma razón, lo más próximo a la certeza de que el verdadero valor no está dentro de
la tolerancia es que ambos intervalos carezcan de parte común. Y, por último y en consecuencia,
cuando los intervalos de la tolerancia y de la incertidumbre se solapan en parte y en parte no son
comunes, la medida no permite ni afirmar ni negar la validez del tratamiento.
(1)
(2)
(3)
(4)
Figura 1. Representación de cuatro tipos diferentes de resultado de una medida. El escalón hacia abajo representa el
intervalo de la tolerancia para los valores del mensurando, en abscisas.
Las flechas verticales representan el resultado corregido de la medida en cada caso: la zona rayada es el
intervalo de la incertidumbre de cada uno.
Caso (1): Tratamiento no válido. Es «casi seguro» que el valor verdadero está fuera de la tolerancia.
Caso (2): Tratamiento dudoso. El resultado parece indicar que no es válido, pero no puede ignorarse
que hay posibilidad no despreciable de que el valor verdadero se encuentre en la parte
común entre incertidumbre y tolerancia.
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Caso (3): Tratamiento válido. Es «casi seguro» que el valor verdadero esté dentro de la tolerancia.
Caso (4): Tratamiento dudoso. El resultado parece indicar que es válido, pero no puede ignorarse
que hay una posibilidad no despreciable de que el valor verdadero se encuentre en la zona
de la incertidumbre externa al intervalo de la tolerancia.
TOLERANCIA NOMINAL
TOLERANCIA EFECTIVA
Figura 2.Supuesto un valor de la incertidumbre a priori, cualquier resultado que «caiga» fuera del intervalo de
«tolerancia efectiva» conduce a uno de los casos o dudosos o ciertamente no válidos.
Si se adopta este principio, hay que establecer una incertidumbre máxima tolerable y todo lo
que hay que exigir a las mediciones es que sus resultados, olvidando la incertidumbre, se sitúen
dentro del intervalo de tolerancia efectiva. Ahora bien, a la hora de aplicarlo se puede proceder de
una de dos formas completamente diferentes: una más estricta consiste en mantener la tolerancia
nominal establecida por criterios objetivos. Esto determina automáticamente una tolerancia efectiva
común para todos los que se acojan a este recurso. Esta tolerancia es más estrecha que la nominal.
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Ahora bien, si se considera que los límites de la tolerancia nominal son suficientemente
estrechos y la incertidumbre máxima admitida no es excesivamente grande, se puede respetar esta
tolerancia nominal, considerándola como el intervalo en el que deben estar situados los resultados
aceptables, pero en ese caso se ha de ser consciente de que se ha admitido una tolerancia virtual,
mayor que la nominal, y que solamente se puede justificar en el caso de que la amplitud del intervalo
de incertidumbre máxima esperado del plantel de mediciones no sea excesivamente grande. Esta
manera de proceder se ilustra en la figura 3.
Figura 3. Si se decide que la tolerancia nominal se convierta en efectiva se admiten todos los resultados comprendidos en
su intervalo de definición. El resultado es que, de hecho, se ha ampliado la tolerancia nominal, que ahora es la
que la figura llama «virtual».
Parece pues adecuado entrar en el análisis de la incertidumbre, sus causas y el modo de estimarla.Una
vez familiarizados con lo que representa la expresión final de la incertidumbre, será más fácil valorar lo que
exigen los límites de la tolerancia y qué valor se ha de dar a las «recetas» simplificadoras que en el campo de
la radiología se aplican para considerarlos satisfechos.
5 Análisis de la medida.
En la mayor parte de los casos, un mensurando Y no se puede medir directamente, sino que
depende de N magnitudes medibles X1,X2, ... , XN, mediante una funciónf :
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A su vez, cada una de las magnitudes de entradaXi debe ser obtenida por un proceso, bien de
medida, bien de cálculo o de estimación y por tanto ha de ser considerada como magnitud de salida
en ese proceso (con su propia función de definición, dependiente de varias magnitudes de entrada y
así hasta el infinito; una observación similar a la que sirvió para introducir el concepto de
incertidumbre).
Una medida directa se compone de lecturas, correcciones e incertidumbre. Cada una de estas
componentes merece un comentario.
a) Las lecturas:
Tanto si el instrumento es analógico como si es digital, debe dar un resultado «bruto»
expresado en las unidades SI de la magnitud que se esté midiendo. Cualquier otra
posibilidad debe ser previamente reducida a este caso y en lo que sigue se supondrá
siempre que todo lo que se afirme, lo mismo acerca de las lecturas, de las correcciones o
de las incertidumbres, está referido a las unidades adecuadas.
b) Las correcciones:
Todo instrumento es defectuoso, si uno se hace suficientemente exigente. Lo que se
necesita es conocer la magnitud del defecto y corregir la lectura en consecuencia. Este
enfoque es más general y por tanto tiene ventajas sobre sus alternativas. En especial,
resulta más potente considerar correcciones de valor nulo, cuando convenga, que
distinguir entre lecturas que necesitan corrección y lecturas que no la necesitan. Y, mejor
todavía, esto permite soslayar toda discusión innecesaria acerca de este punto puesto que,
a efectos prácticos, tanto da una corrección nula como una corrección tan pequeña que
no merezca ser introducida en los cálculos.
La Guía ya citada en dos ocasiones anteriores presenta una lista de causas de corrección
para una medida y, aunque en el curso de esta sesión no se vaya a utilizar en detalle,
conviene que el lector disponga de ella porque sirve para ilustrar la facilidad con que se
introducen errores en los resultados y ayuda a esforzarse por evitarlos en lo posible:
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c) muestreo - la muestra medida puede no ser una buena representación del mensurando;
d) conocimiento inadecuado de los efectos de las condiciones ambientales sobre el
procedimiento de medida o medida imperfecta de las condiciones ambientales;
e) sesgo personal en la medida de instrumentos analógicos;
f) resolución del instrumento o umbral de discriminación;
g) valores asignados a los patrones de medida o a los materiales de referencia;
h) valores de constantes y otros parámetros obte nidos de fuentes externas y utilizados en
los algoritmos de reducción de los datos;
i) aproximaciones o hipótesis simplificadoras introducidas en el método de medida o en
el procedimiento de cálculo; y
j) variaciones en las observaciones del mensurando repetidas en condiciones
aparentemente idénticas (variaciones aleatorias).
Se pueden agrupar algunas entradas de esta lista para generar otra más cercana a la que suele
utilizarse.
c) La incertidumbre:
Para estudiar la incertidumbre, esta lista se puede condensar clasificando todas las causas
presentadas, más otras que hayan podido quedar fuera, en tres tipos: las variaciones
aleatorias, las que se pueden describir como debidas a magnitudes de influencia; si bien
con un criterio muy amplio, como sería designar como tal al propio operador; y las
importadas en la medida, como las correcciones de calibración, por ejemplo. Los dos
últimos generan correcciones (finitas o nulas) pero el primero no proporciona
información alguna sobre la corrección posible, por lo que ésta es siempre rigurosamente
nula. Así se estudiará la incertidumbre, pero no importa tanto el origen de una causa de
error como retener que toda causa que influya en el resultado introduce una
incertidumbre debido a que la corrección que se debe introducir es, sin remedio,
imperfectamente conocida (incluso aunque se trate de una corrección de valor nulo o
insignificante). Lo que sigue es un estudio pormenorizado de cada tipo.
En el primero se colocan las causas de error que de ninguna manera están bajo el control
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del operador, quien sólo las percibe porque las lecturas no se repiten exactamente. La
corrección por este error es rigurosamente nula y la incertidumbre asociada se estima por
reglas estadísticas bien establecidas.
Las desviaciones producidas por estas magnitudes no pueden calcularse de una vez por
todas, pues su cuantía depende del valor que adopten las magnitudes que las determinan.
Se sobrentiende que el observador tiene una cierta posibilidad de elegir la situación
ambiental en que la influencia de estas magnitudes sea la que mejor le convenga. Aunque
eso es cierto, siempre existen límites para el control que puede ejercerse sobre una
situación y, en consecuencia, lo que importa al introducir correcciones es lo que no se
puede hacer.
El tercer grupo de causas de error lo forman las informaciones importadas para la medida
y que han sido objeto de alguna medición independiente. Si el resultado importado está
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obtenido según las reglas contenidas en la Guía ISO, [1], debe estar acompañado de una
incertidumbre expandida, con mención expresa de su factor de inclusión. Como
representante típico de este grupo se pueden mencionar las causas imputables
fundamentalmente a las imperfecciones de construcción del instrumento de medida. Se
distinguen de las anteriores en que la corrección correspondiente puede calcularse de una
vez por todas, al menos para una duración razonable. Sus efectos se corrigen mediante la
calibración del instrumento. La incertidumbre residual de la corrección debe haber sido
establecida por el mismo laboratorio que haya hecho la calibración.
Las lecturas de un instrumento pueden variar sin causa aparente. Y es que las mediciones sufren
causas de error que no están bajo el control del operador. A veces se trata de influencias tan mal conocidas que
toda la noticia que se tiene de ellas procede de las fluctuaciones de las lecturas.
Se renuncia, pues, a obtener un valor que pueda llamarse verdadero con lógica plena,pero se
busca el mejor estimador del resultado de la medida. Intuitivamente se acepta que el valor buscado
debe encontrarse hacia el centro de las fluctuaciones y, como mejor vía para aproximarse a él se elige
algún indicador de la «tendencia central» del conjunto de resultados.
Cuando las lecturas fluctúan, como seña de proximidad al valor verdadero, se usa un
indicador de la «dispersión» de los resultados. También resulta muy intuitivo aceptar que una
dispersión pequeña es síntoma de la proximidad entre el valor central y el valor verdadero.
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De ese modo se justifica el uso de un promedio como «mejor valor» del mensurando, y de un
índice de la dispersión, que pueda asociarse a un intervalo alrededor del mejor valor y que represente
un margen para cubrir todas las posibilidades de error que puedan imaginarse, esperando que, si
detrás de los saltos, oscilaciones o desacuerdos entre los resultados, hay un valor verdadero o algo
que se le parezca lo suficiente, sea «casi» seguro que se encuentre en el intervalo definido por dicho
índice y centrado en el valor medio.
Si no hubiera más causas de error que las incontrolables, bastaría con dar forma matemática a
lo anterior para calcular la incertidumbre. Por lo mismo, si no hubiera dispersión, el valor único sería
también el verdadero. Pero aunque no sea así, es necesario empezar por recoger la forma matemática
que, si no siempre es fácil, por lo menos puede hacerse con método, mediante recursos extraídos del
cálculo de probabilidades.
Si se mide una magnitud muchas veces y se dibujan los resultados en forma de diagrama de
barras, de altura proporcional al número relativo de veces que cada resultado ha aparecido en las
observaciones, se obtiene el llamado histograma de frecuencias. Si se pudiera medir infinitas veces y
se pudieran tomar intervalos muy estrechos, el histograma se suavizaría hasta dibujar una curva que
se llama la función dedensidad de la probabilidad de cada resultado.
Hay funciones de densidad de todas clases. Es verdad que algunas curvas aparecen con más
frecuencia, pero no lo es que todas coincidan con la curva de campana de Gauss, por ejemplo, que es
la representación de la densidad normal.
Por lo mismo que hay curvas de densidad de probabilidad de muchas clases, no en todas ellas
es acertado utilizar la media aritmética de todos los resultados como índice de la tendencia central.
Así y todo, aquí no se utilizará otro, ya que la media aritmética es un índice no sesgado de la
tendencia central. Cuando alguien considere conveniente utilizar otro, debería explicar sus razones.
De todos los índices posibles para describir la dispersión de los resultados, no se hará uso
más que de la varianza. Para centrar ideas, se recuerdan muy brevemente las definiciones, a través de
sus fórmulas de cálculo, de ambas magnitudes.
La varianza:
2 2 2
V = ((x11-m) +(x12-m) + ... +(x1n-m) )/((n-1) (3)
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Los conceptos a que responden estos indicadores del valor central y de la dispersión, así
como estas fórmulas para obtenerlos, son independientes de la forma de las funciones de densidad a
las que se parezcan los histogramas de la muestra den resultados a que se refieren.
Es decir, se trabaja sobre una nueva variable aleatoria constituida por los hipotéticos nuevos
valores de la media que se obtendrían al repetir un indefinido número de veces, las series de lecturas,
o muestras de tamaño n. Cualquiera que sea la distribución a la que obedezcan los resultados, es
factible predecir el valor de la desviación típica de la variable aleatoria «media den resultados» y vale
s/√n Es decir:
1/2
ux = s/n (4)
Si se estuviese trabajando con una variable aleatoria «normal» se acudiría a las tablas que
contienen los valores de otra variable, llamadat, que tiene la propiedad de que el producto
U= t⋅s/√n= t⋅ux
puede tomarse como la semiamplitud de un intervalo alrededor del valor medio aritméticom
que tiene la propiedad de que la probabilidad de que cualquier nuevo valor medio, tomado en las
mismas condiciones, «caiga dentro» del intervalo m ( - U, m + U) sea conocida con bastante
seguridad.
Existen otros casos, además de la repetición de las lecturas en una medición, para los que se
considera lícito hacer uso de una desviación típica experimental, aunque en una forma que difiere un
poco de la que se acaba de explicar. Se trata de mediciones en las que no se toman más que una o
dos lecturas pero de las que se sabe que el método está bajo control estadístico, porque se está
realizando en condiciones idénticas a otras mediciones que se efectúan de manera habitual en el
mismo centro, taller o laboratorio. En este caso es recomendable utilizar como estimador del
resultado la lectura única o la media de las lecturas pero, como desviación típica de las lecturas, debe
tomarse la desviación típica de todas las medidas que se llevan hechas, según el historial del método,
digamos sp.
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Si el método está verdaderamente bajo control estadístico, sp es una constante a lo largo del
tiempo. En ese caso, para la desviación típica del resultado, o sea, como incertidumbre típica, debe
tomarse el valor
u= sp / n (5)
Nota: este procedimiento es más frecuente en los escalones más bajos de la cadena de trazabilidad y resulta ser casi la
única causa de incertidumbre cuando se trata de medidas de verificación en las que los valores de referencia se consideran exactos.
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cualquiera.
Pero hay que hacer una advertencia. El gran riesgo que se corre cuando se dispone de un
buen sistema de calibración es que el poseedor de un instrumento bien calibrado crea que todo el
trabajo está ya hecho y que, en consecuencia, basta con ello para dar por buenas todas las medidas
hechas con él, directamente. (Aunque se les adjudique la incertidumbre que consta en el certificado
de calibración).
Cuando, pese a ello, ocurre esta circunstancia, es lícito utilizar como desviación típica del
resultado, la desviación típica calculada matemáticamente sobre la función de densidad de
distribución teórica.
El grado de conocimiento de la distribución teórica del resultado suele ser menos firme que
lo deseable. En ese caso, todavía se puede recurrir a adoptar alguna distribución bien conocida y que
sea lo suficientemente flexible como para poder ser tomada como la hipótesis más plausible: por
ejemplo, una curva de campana, una función poligonal, etc.
Para los fines de esta sesión, basta recurrir a la hipótesis más sencilla: se tienen bien
establecidos los límites del intervalo dentro del cual es concebible que se encuentre el valor de la
corrección buscada, pero se carece de información acerca de la forma de la curva de densidad de
probabilidad dentro de ese intervalo. Por ello se hace la hipótesis menos comprometida que consiste
en atribuir una misma probabilidad a cada uno de los puntos del interior del intervalo y probabilidad
nula a todos los puntos exteriores al mismo.
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En el Anexo se exponen las distribuciones más sencillas aplicables al caso en que se tenga una
razón suficiente para aceptar que los valores más cercanos a los extremos del intervalo de amplitud
2a tienen una probabilidad menor que los centrales, es decir las llamadas distribuciones
trapezoidales.
Todo lo anterior puede resumirse en el cuadro que aparece en la figura 4, del que queda por aclarar la
componente que se ha llamado «accuracy», no porque no hubiese podido traducirse esta palabra por
«exactitud», sino para dar una pista sobre dónde buscar la información en los manuales. Sobre ese punto hay
que señalar lo siguiente:
Dado que la exactitud del instrumento es un dato del manual de instrucciones, podría haberse
clasificado entre las magnitudes importadas y así se hubiese hecho si fuera ya costumbre de los fabricantes
comunicar su valor como una incertidumbre expandida.
Por desgracia, no solamente no es todavía costumbre hacerlo así, sino que, además, esta información
acostumbra a venir mezclada con otra, que viene a ser una indicación de los coeficientes de variación del
instrumento con una o más magnitudes de influencia. Muy frecuentemente lo que se nos señala es que esos
coeficientes son «nulos» entre determinados límites y tienen valores finitos, fuera de ellos.
Para la zona de coeficientes nulos, la indicación debería tomarse como un índice derepetibilidad del
instrumento. Lo malo es que no siempre se indica si ese índice es -como podría ser- una desviación típica, un
intervalo de confianza o qué. Si existe tal información, no es difícil trasladarla a lo que pide la Guía. Si no
existe, el cuadro de la figura 4 aconseja considerarlo como un intervalo máximo, de probabilidad uniforme. Se
admiten otras interpretaciones, siempre a condición de que se expliquen.
Del cuadro parecería deducirse que la única causa de incertidumbre debida a las magnitudes de
influencia es la falta de exactitud de los coeficientes de variación. Ya se sabe que hay que matizar algo más,
como hace el texto, pero valga lo que aparece en el cuadro como recordatorio de que las magnitudes de
influencia pueden ser varias y que los coeficientes de variación, aunque sean conocidos, no pueden estar
exentos de incertidumbre, lo que es una de las causas bien conocidas de la corrección residual.
Se ha mantenido el símbolok para el factor de incertidumbre, por generalidad, aunque los Servicios de
Radiología deberían utilizar un mismo valor, común para todos. Los laboratorios de ensayo de toda Europa
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Incertidumbre y Tolerancia C.E. Granados
están aceptando el valor k=2 y no se ve razón suficiente para cambiar esta recomendación para su uso en
Radiología o Radioterapia.
COMPONENTES DE APRECIACIÓN
INCERTIDUMBRE
INCERTIDUMBRE O ESTIMACIÓN
DE UNA
DESVIACIÓN Tipo A Tipo A
ORIGEN CUANTÍA
TÍPICA (si) (ui)
CERTIFICADO
DE ±c ucal = c/k -- ucal
CALIBRACIÓN
«ACCURACY»
DEL ±p uacc=p/√3 -- uacc
INSTRUMENTO
CAUSAS DE muestra de
ERROR NO n valores
CONTROLADAS de la sx --
(FLUCTUACIONES) magnitud X
INCERTIDUMBRE EXPANDIDA U = k · uc
(k = 1, 2, 3, ...)
Se estudia aquí el caso representado por la fórmula (1), que ha sido introducida en el
apartado 5. En vez de presentar el caso más general se empieza por aceptar que todas las magnitudes
de entrada xj son objeto de medidas directas, tal como se describe en el apartado 6 y que todas ellas
son independientes entre sí.
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incertidumbres típicas de todos los estimadores de las magnitudes de entradax1, x2, ... , xN.
2
La incertidumbre típica combinadauc(y) es la raíz cuadrada positiva de la varianzauc (y) que
se obtiene mediante la fórmula de propagación de las varianzas, o de Gauss:
N
∂f
2
u (y) =
c ∑ [ ∂x
i=1 i
2
] · u 2 ( xi ) (9)
donde cada u(xi) es una incertidumbre típica, evaluada por uno cualquiera de los métodos descritos en el
apartado 6, bien sea del tipo A o del tipo B, en cualquiera de sus variantes. La incertidumbreuc(y) es un
estimador de la desviación típica de la distribución de valores posibles o densidad de probabilidad dey.
Las magnitudes ∂f/∂xi son las derivadas parciales obtenidas por medio de la ecuacióny = f(x1,
x2, ... , xN). Este modo de expresión es más breve que el de mayor rigor, que diría:
Estas derivadas parciales, elevadas al cuadrado, se deben considerar como los coeficientes de
peso de las varianzas correspondientes y son la expresión matemática de la sensibilidad de la
magnitud de salida a los pequeños cambios en los valores de las magnitudes de entrada.
Está admitido emplear una notación más comprimida conviniendo en escribir la ecuación de
propagación de la forma siguiente:
N N
2
u (y) =
c ∑ [c ·
i =1
i u( x i ) ] ≡2
∑ u (x)
i=1
2
i (10)
donde
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En todos los casos, que son frecuentes, en que la función f es lineal o puede aproximarse con
exactitud suficiente por una función lineal, todas las derivadas parciales son iguales a los coeficientes
correspondientes. Un caso muy corriente es que la función f se componga de la magnitud principal a
la que se añade una serie de correcciones, con coeficientes iguales a +1 (ó -1). En ese caso, también
las c = +1 (ó -1) y resulta la expresión:
N
2
u (y) =
c ∑u(x )
i=1
2
i (12)
Como se advirtió oportunamente, la ecuación de propagación de varianzas (9), así como las
expresiones modificadas (10 a 13) de la misma, son válidas tan sólo cuando se supone que todas las
variables aleatorias que representan a las magnitudes de entradaXi son independientes entre sí. La
representación es más completa cuando se tienen en cuenta las posibles correlaciones entre ellas.
Para tratar correctamente este último caso debe usarse la expresión general de la varianza
combinada, uc(y), que es como sigue:
N N
∂f ∂f
2
uc = ∑ ∑ ∂x
i=1 j=1 i
·
∂x j
· u( xi · x j ) (16)
N
∂f 2 2 N -1 N
∂f ∂f
2
u =
c ∑
i=1
[
∂x i
] · u ( xi ) + 2 · ∑
i=1
∑
j=i+1 ∂x i
·
∂x j
· u( x i , x j ) (17)
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Incertidumbre y Tolerancia C.E. Granados
u( x i , x j )
r( x i , x j ) = (18)
u( x i ) · u( x j )
Así pues, veamos lo que ocurre con dos variables X1 y X2 , de las que se han obtenido las
medias aritméticas m1 y m2, que se utilizan como los estimadores de x1 y x2 . Ya se sabe calcular las
respectivas desviaciones típicas s1 y s2 . La covarianza experimental de las mediasm1 y m2 se obtiene
mediante la fórmula:
n
1
s( m1 , m 2 ) =
n(n - 1)
∑ (x
k =1
1k - m1 ) · ( x 2k - m 2 ) (20)
donde x1k y x2k son las lecturas homólogas individuales deX1 y X2.
De aquí se obtiene:
s( m1 , m 2 )
r= (21)
s1 · s 2
de donde
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Incertidumbre y Tolerancia C.E. Granados
Nota: Debe observarse que si ocurriera que solamente un cierto número L de variables de entrada, que no hay
inconveniente en colocar las últimas en la sucesión de 1 aN, estuvieran completamente correladas entre sí, lo que se
reconocería por ser rl = +1 (l = N-L+1, N-L+2, ... ,N), la fórmula de propagación de la varianza podría separarse en dos
partes, la primera, que tendría la forma general, afectaría solamente a las variables de 1 L
a y la segunda, que tomaría la
forma del cuadrado de la suma de las incertidumbres típicas, se reservaría para las variables desdeL+1 hasta N.
Una vez obtenida la incertidumbre típica, por la más adecuada de las fórmulas (las aplicables
desdee la 9 a la 22), esta última generalizada para el número apropiado de variables, conviene
presentar el resultado de manera que el lector o usuario reconozca sin dificultad lo que significa la
información que recibe.
Lo primero que se debe recomendar es que no se transmitan resultados con más cifras
significativas que las que resultan plausibles a la vista de la incertidumbre obtenida. En caso
necesario se recomienda que se utilicen las reglas de redondeo habituales en cada campo de trabajo.
Siempre debería quedar claro que la incertidumbre se ha estimado de acuerdo con reglas extraídas de
la Guía que se utilizado aquí. Para ello, lo más fácil consiste en presentar la incertidumbre expandida,
es decir el producto de la incertidumbre típica por el factor de inclusión, haciendo constar el valor
del mismo.
Si esta información está disponible para el usuario, el modo de presentarla tiene una
importancia secundaria. Es tan lícito expresar el resultado por un lado y la incertidumbre por otro,
como reunir ambas cifras en una expresión única. Por supuesto se da que esta expresión tiene que
recoger el nombre de la unidad empleada. Como ejemplos se pueden dar los dos siguientes, que no
son exhaustivos:
en este último caso, será U = ku, haciendo constar obligatoriamente que k = 1 en el caso de
que se dé la incertidumbre típica.
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ANEXO
Una vez que se admite la distribución rectangular para aquellas variables que representan la
posible corrección a aplicar a un resultado para eliminar el efecto de magnitud de influencia, es
necesario conocer la distribución de la corrección resultante de la suma de dos correcciones
sucesivas. El resultado es la distribución llamada trapezoidal porque toma la forma que se representa
en la figura:
2·a·β
a a
Es bueno saber, aunque es lo que menos aplicación tiene, que esta distribución procede de la
convolución de una rectangular de semiamplitud a1=a(1+β)/2, con otra cuya semiamplitud vale
2 2 2
a2=a(1-β)/2. La varianza de esta convolución vale u = a1 /3 + a2 /3.
Esta distribución se puede interpretar como una variante de una rectangular cuya amplitud
2a1 tiene una incertidumbre representada por otra distribución rectangular de amplitud a22. A efectos
de su aplicación en la práctica, lo que importa es que la distribución que se adopta se elige porque se
acepta que los extremos del intervalo 2a son «menos probables» que los valores próximos al centro,
lo que es una situación que físicamente tiene bastante más atractivo que una incertidumbre
rectangular pura.
2 2 2
Distribución trapezoidal (0<β<1): u = a (1+β )/6
2 2
Distribución triangular (β = 0) : u = a /6
26
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Sensibilidad
(Incremento mínimo de la presión que produce un
cambio perceptible en la lectura) ~ 1/8000 de la lectura
Compensación de temperatura
(Coeficiente a multiplicar por la diferencia entre la temperatura ambiente y 24 °C)
0.01
-0.01
1040 1000 960 920 880 840 800
2
El fabricante afirma que el instrumento repetirá con idénticas lecturas cuando esté sujeto a las mismas condiciones en diferentes
ocasiones. Tanto la deriva a largo plazo como la histéresis son ambas despreciables
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b) Calibración.
Corrección por calibración: (Tabla parcial, tomada del certificado)
c) Condiciones de medida
Temperatura ambiente 20 °C [±1,0 °C a lo largo del día]
(No se toman lecturas mientras se lee la presión)
Lecturas: tomadas por tres operadores diferentes, cada uno de los cuales mantiene su valor
leído, aunque repita la observación varias veces).
Se dispone de un único certificado de calibración realizada ésta hace 14 meses. (Es decir que no
hay historia de la evolución del instrumento).
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*
L = 995,28 mbar
b) Correcciones:
-0.1
980 990 1000 1010 1020
0,1
cc = + x ( 1000 - 995,3) = + 0,02 mbar
20
,
Lc = (995,28 + 0,02) mbar = 995,3 mbar
2. Por temperatura:
c) Lectura corregida:
d) Estimación de la incertidumbre:
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Las lecturas hechas por diferentes observadores no son repeticiones de las lecturas
del instrumento. Constituyen una misma apreciación cuidadosa de un valor único.
Se hacen porque,
Sirven para: 1. Asegurarse de que no se cometen «errores garrafales» como, bailar
cifras, cambiar la década por inadvertencia, ...
2. Establecer un umbral de discriminación visual aceptable o comprobar el ay
establecido.
0,1
ur = mbar = 0,06 mbar
3
1
us = [ x 995,3 ]/ 3 mbar = 0,07 mbar
8000
4. «Accuracy»
Este concepto comprende con seguridad la reproducibilidad de la medida y con
«casi» seguridad el componente de incertidumbre de la calibración inicial del
instrumento.
Habría que ponerla en duda si la incertidumbre de la calibración posterior (bien
hecha) fuese de un orden de magnitud superior. Si no: salvo que el instrumento
tenga una larga historia de calibraciones serias, se ha de aceptar que este
componente de incertidumbre combina los de repetibilidad, reproducibilidad y
calibración.
1,065
ua = mbar = 0,61 mbar
3
5. Efecto de la temperatura:
Cθ = ∆T × cT
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2 2
uθ = u uc
( T ) +( )
Cθ ∆T cT
uT = 0,58 = 0,144
uT = 1 °C/ 3 = 0,58 °C ; ∆ T = 4 °C ;
∆T 4
2 2 2 2 2 2
u = u r + u s + ua + uθ + u cal
2
2 0,01 1 1,065
u = + 2 + + 0,004 2 + 0,252
3 8 x3 3
2
u = 0,0033 + 0,0052 + 0,3781 + 0,0000 + 0,0625
2
u = 0,4491
u = 0,67 mbar
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Incertidumbre y Tolerancia C.E. Granados
RESULTADO FINAL
Pero si no fuese a ser utilizado posteriormente, aún sería más presentable escribir:
L = (995 ± 1) mbar (k = 2)
DISCUSIÓN:
El único criterio aplicable a laelección entre cada una de las tres presentaciones es la diferencia
que se produce al tomar la varianza como uno de los elementos compositivos de la incertidumbre de una
magnitud que tenga la presión como componente. Los valores respectivos serían:
2
up1 = 0,67 ; up1 = 0,45
2
up2 = 0,65 ; up2 = 0,42
2
up3 = 0,5 ; up3 = 0,25
Lo que indica que no hay ventaja sensible en utilizar la primera presentación, que en cambio
resulta incómoda y difícil de explicar, mientras que la tercera solamente puede justificarse si es seguro que
el resultado constituye el final definitivo de una línea de trabajo que se está seguro de que no va a
proseguir. Esta es la justificación de por qué en el texto anterior casi nunca se han redondeado valores
intermedios.
Esto pone de manifiesto con toda claridad dónde se debe insistir en el futuro, si se quiere afinar
mejor el resultado. Por lo pronto, señala que se ha hecho bien en calcular, por esta vez, cada uno de los
términos que se han reconocido como componentes de la incertidumbre y al mismo tiempo tranquiliza de
una vez por todas si a partir de ahora se desprecian todos los que han demostrado ser despreciables.
En cuanto al problema del exceso, lo aconsejable es dejar de incluir el término de calibración por
el momento, si se prefiere, seguir calibrando bien el instrumento en los años venideros y, si los valores de
las correcciones y las incertidumbres de calibración se mantienen razonablemente estables, sustituir el
término de «accuracy» por el de calibración.
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Incertidumbre y Tolerancia C.E. Granados
APÉNDICE
Algunas expresiones útiles.
A1. Caso de variables independientes.
La presentación que se acaba de hacer tiene un aire innegable de descripción idealizante. Los
esquemas de la acción de las magnitudes de influencia aparecen casi siempre como sujetos a leyes
que pueden expresarse matemáticamente.
La mayor parte de las veces, en el campo de la dosimetría de radiaciones con haces externos
las correcciones pueden hacerse multiplicativas, así que es de aplicación la regla que aconseja
trabajar con los valores relativos de las magnitudes que intervienen. Como está ya explicado, esto
permite olvidar la forma de las derivadas parciales, que resultan todas iguales a la unidad.
Pero esta ventaja no puede aprovecharse cuando se llega a relaciones funcionales intratables.
La explicación es inmediata: recuérdese la forma general de la ecuación que representa una magnitud
de salida:
Y = f ( x1 , x 2 , ... , x n ) (A1)
Y = Y 0 f( X 1 , X 2 , ..., X n ) (A3)
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Incertidumbre y Tolerancia C.E. Granados
prescindir de los valores de las derivadas parciales. No obstante, como se va a ver de inmediato, eso
no obliga a prescindir de dicho recurso para y0. Y es de observar que no se excluye el caso de que la
variable Y0 sea a su vez el producto de un número indefinido de otras variables.
En este caso particular, puede aprovecharse que y0 es un valor experimental, definido para
valores fijos de las variables x, de modo que son rigurosamente nulas todas sus derivadas, totales o
parciales.
∂y ∂f
= y0 (i = 1,....n )
∂x i ∂x i
∂y ∂f
= y0 (i = 1, ... n )
∂xi ∂xi
∂f 2 2 ∂f
2 2 2 n 2 n
u (y ) = u ( y0 ) + y0 u ( y0 ) 1
2 ∑ ( ) u ( x ) = + 2 ∑ [ y0 ( ) ]2 u2 ( xi )
y i=1 ∂xi ∂xi
2 2 i 2
y y0 y0 y i=1
(A5)
y así, la ecuación completa se convierte en,
2 2
u (y ) = u ( y0 ) + 1
n
∂y 2 2
2 ∑
( ) u ( xi ) (A6)
y i=1 ∂xi
2 2
y y0
Se puede abordar el caso en que una situación similar a la anterior se presente cuando las
variables implicadas no son todas independientes entre sí. Conviene detenerse un poco en la
expresión general de la covarianza, que puede hacerse de esta manera:
1. Se supone que hay que estudiar H magnitudes, que se designarán como xl (Sin que se haga
distinción entre el concepto, llamado magnitud o clase de cantidad y su valor particular o
cantidad, por no ser indispensable en lo que sigue).
Cada una de estas magnitudes está definida por un conjunto de magnitudes de entrada ti, de
manera que, con toda generalidad, se puede escribir:
34
Oviedo, Octubre 1997
Incertidumbre y Tolerancia C.E. Granados
donde no es necesario que todas las ti estén presentes en todas las xl y se supone que las ti
pueden estar correlacionas de cualquier manera.
2. La ecuación general de la covarianza entre las xl,xm , para todos los valores posibles de los
subíndices (l= 1,2, ... , H; m= 1,2, ... , H) es, por definición:
N N
∂xl ∂x m
u ( xl , x m ) = ∑ ∑ u ( ti ,t j ) (A7)
i=1 j=1 ∂t i ∂t j
Nota: Recuérdese que siempre es u(ti,tj)=u(tj,ti) y que u(ti,ti)=u2(ti), por lo que, si en (A7) se hace l=m se obtiene la
expresión usual de u2(xi).
Obsérvese que (A7) es una definición recurrente (pues resulta obligatorio definir las
magnitudes de entrada t en función de sus propias entradas, etc.) que termina siempre, bien
porque deja de haber variables comunes, o bien porque la covarianza se obtiene por vía
experimental o empírica.
siendo n el número de medidas simultáneas obtenidas del par de magnitudeszi, zj. Si las zi y zj
son independientes, el valor de scov (zi,zj) será probablemente muy prótimo a 0. La
probabilidad, evidentemente, depende del tamaño de la muestra. Por la misma razón pueden
obtenerse experimentalmente valores de scov muy próximos a 0 y ser ello debido al azar.
términos que se anulan si, pero sólo si, alguna de las derivadas parciales es nula. De modo
que la suma se extiende a todas las magnitudes ti que están presentes simultáneamente en la
ecuación de definición de xl e xm y a todas aquellas parejas que no son independientes entre
sí.
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Incertidumbre y Tolerancia C.E. Granados
Con estas consideraciones previas se plantea el mismo problema que cuando todas las variables
eran independientes entre sí, problema que se formula otra vez por completo; aunque con más
generalidad:
La magnitud real se separa en un factor cuya determinación se ha hecho en los pasos previos a
la aplicación de un tratamiento, y queda otro factor que representa la alteración del valor del primero
debido a las alteraciones que se introducen en una etapa determinada del tratamiento real. Ambos
factores son funciones de un conjunto de variables independientes entre sí pero entre las que puede
haber más de una que sea común a ambos.
Nota: No es posible garantizar que todas las variables elegidas en un caso real sean independientes entre sí pero, si no lo
fueran, podría elegirse otro juego de variables que cumpla esas condiciones.
y = y0 . y1
donde el subíndice «cero» se utiliza para dar a entender que se trata de un estado inicial, casi
«de gabinete», de la magnitud en cuestión, previo a las complicaciones de la situación de campo.
y0 = y0(v1,v2)
y1 = y1(v1,v2)
siendo v1 y v2 rigurosamente independientes entre sí, pese a lo cual ya se sabe quey0 resulta ser
covariante con y.
Nota: Se limita el número de variables v a dos sólo por razones de simplicidad en la escritura. Al final se verá que el
razonamiento hubiera podido hacerse exactamente del mismo modo, cualquiera que fuese su número.
∂y0 ∂y 1 2 ∂y ∂y1 2
u ( y 0 , y1 ) = u ( v1 ) + 0 u ( v2 )
∂v1 ∂v1 ∂v 2 ∂v 2
Para los fines que se trata de cumplir aquí, conviene que también los términos de las varianzas
se expresen directamente en función de las variables finales, es decir:
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Incertidumbre y Tolerancia C.E. Granados
2 ∂y0 2 2 ∂y 2
u ( y0 ) = ( ) u ( v1 ) + ( 0 ) u2 ( v 2 )
∂v1 ∂v 2
2 ∂y1 2 2 ∂y 2
u ( y1 ) = ( ) u ( v1 ) + ( 1 ) u2 ( v 2 )
∂v1 ∂v 2
u (y ) = 1 ( ∂y0 2 2 ( ) + 1 ( ∂y 1 2 2 ( ) + 2 1 ∂y 0 1 ∂y 1 2 ( ) +
2
) u v1 ) u v1 u v1
y 0 ∂v1 y1 ∂v1 y0 ∂v1 y1 ∂v1
2 2 2
y
1 ∂y 0 2 2 1 ∂y 1 2 2 1 ∂y 0 1 ∂y 1 2
+ ( ) u ( v2 ) + 2 ( ) u ( v2 ) + 2 u ( v2 )
y 0 ∂v 2 y1 ∂v 2 y0 ∂v 2 y 1 ∂v 2
2
y, de existir más variables independientes, cada una daría origen a una línea con la misma
estructura que cada una de las anteriores, de manera que se puede escribir, en general, para dos
variables dependientes y ene independientes:
(A11)
Esta fórmula debería por tanto generalizarse para eme variables dependientes, con lo que se
obtiene la expresión más general:
2
u (y ) = (
n m
1 ∂y i 2 2
y
2 ∑
h =1
∑
i =0 y i ∂v h
) u ( vh ) (A12)
Nota: de paso, el lector puede también ejercitarse en demostrar que la ecuación (A2) se puede obtener como caso particular
de (A12) si se escribe, por ejemplo:
y0 = v1
y1 = y1(v2)
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Incertidumbre y Tolerancia C.E. Granados
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La incertidumbre y sus componentes en la determinación de la dosis absorbida
en agua durante la calibración del haz
Pedro Andreo (IAEA, Viena) y Antonio Brosed (CIEMAT, Madrid)
1. Introducción
Una de las características del protocolo español de dosimetría (SEFM 1984, 1987) fue el énfasis en
la necesidad de estimar la incertidumbre en el proceso de la determinación de la dosis absorbida en
agua (véase el apartado 6.3.3 de SEFM 1984). En este sentido cabe recordar que muy pocas de las
recomendaciones nacionales e internacionales en la que se basaba el protocolo (NACP 1980, 1981;
AAPM 1983; ICRU-35, 1984), e incluso gran parte de las referencias utilizadas para obtener datos
sobre parámetros y correcciones, daban importancia, e incluso ignoraban, las incertidumbres
asociadas a procedimientos experimentales o de cálculo. El protocolo del OIEA TRS-277 (IAEA
1987) continuó la tendencia iniciada por el protocolo español y por otros autores, e incluyó una
estimación de incertidumbres en los diversos pasos de la calibración de un haz. La tendencia ha
continuado y en la actualidad es normal que las publicaciones en dosimetría incluyan una estimación
de incertidumbres; una de las estimaciones más actualizadas es la dada en el reciente protocolo de la
OIEA para la calibración y uso de cámaras plano paralelas TRS-381 (IAEA 1997).
Por ser una de las primeras estimaciones, las incertidumbres combinadas entre 3% y 5% (k=3) para
haces de 60Co y electrones dadas en SEFM (1984) pueden considerarse optimistas, y contrastan por
ejemplo con las estimaciones dadas en el protocolo del OIEA, entre 2.5% y 3.7% (k=1). Otras
estimaciones más recientes oscilan entre esos valores, y son una indicación no solo de la mejora en el
estado de conocimientos sino también de que "la estimación de incertidumbres es una ciencia muy
incierta" y todavía hay una gran componente basada en estimaciones de carácter personal para las
incertidumbres de tipo B que son las que sin ninguna duda dominan la evaluación final de cualquier
incertidumbre, tanto experimental como de cálculo.
El propósito de este documento es transmitir experiencias acumuladas por los autores en la
estimación de incertidumbres y servir de guía para que cada usuario pueda proceder a la evaluación
de incertidumbres en su propio entorno y con su propia instrumentación. El documento no pretende
ser un protocolo de evaluación de incertidumbres, y cabe entonces la posibilidad de que estimaciones
personales, y la importancia dada a diversos procedimientos, sea distinta de la que se da aquí.
A la hora de analizar el contenido de este documento es preciso resaltar algunas consideraciones de
carácter general:
• La guía ISO para la expresión de incertidumbres (ISO 1993) se refiere fundamentalmente a
procedimientos experimentales. Ésto parece poner en duda la validez de su aplicación a muchos
de los factores utilizados en dosimetría, que en gran parte se han obtenido analíticamente o por
procedimientos de cálculo basados en el método de Monte Carlo. Siguiendo sin embargo la
tendencia de muchos autores se tratará aquí de evaluar incertidumbres de tipo A y B para la
mayoría de los parámetros y magnitudes físicas que entran en el proceso de determinación de la
dosis absorbida.
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Incertidumbre en la calibración del haz P. Andreo y A. Brosed
• Para evitar confusiones y la contínua comparación entre incertidumbres combinadas descritas con
distinto factor de incertidumbre (de inclusión, o de cubrimiento), k, en este documento todas la
incertidumbres se dan con un factor k=1.
• Aunque básicamente los símbolos utilizados se corresponden con los empleados en el protocolo
español de dosimetría (SEFM 1984; SEFM 1987), la evolución durante los últimos años indica la
conveniencia de modificar o actualizar algunos símbolos; éstos se indicarán principalmente en la
Sección de Formalismo.
• No se tratará aquí con detalle la incertidumbre en la determinación de la calidad del haz, cuyo
proceso se ha descrito con detalle en los diversos protocolos, sino solamente en relación con su
influencia en la determinación de los diversos factores y constantes.
• En la mayoría de ocasiones el material se toma de referencias publicadas en la literatura científica,
y la omisión de detalles se hace con la intención de evitar una duplicidad excesiva. En otros casos,
el tratamiento de incertidumbres que aquí se hace supone una actualización del utilizado en
diversas publicaciones.
2. Formalismo
No se pretende entrar aquí en detalles y se refiere al lector a cualquier protocolo de dosimetría
moderno. A modo de recordatorio, el formalismo usado en la mayoría de los protocolos de
dosimetría para la determinación de la dosis absorbida en agua, basado en medidas con una cámara
de ionización inmersa en un maniquí en las llamadas “condiciones de referencia”, consiste en dos
pasos:
i. Determinación de la dosis absorbida en el aire de la cavidad de la cámara,Dair, utilizando el
denominado factor ND, o en su más reciente símbolo, ND,air (para indicar sin ambigüedad que la
dosis es en aire y evitar confusión con el factor en unidades de dosis absorbida en agua, que ahora
pasa a denominarse ND,w, véase IAEA TRS-381 (1997)):
Dair = M*u ND,air (1)
Es preciso resaltar que el factor de cámara ND,air se obtiene por el usuario a partir de la NK
proporcionada por el laboratorio nacional de calibración. (El protocolo español es el único que
considera explícitamente las correcciones por saturación y por efecto tallo, ambas durante la
calibración de la cámara en60Co, aunque en la práctica se ignoran debido a su pequeña magnitud
en la mayoría de las cámaras modernas).
ii. Transferencia de la dosis absorbida en el aire de la cavidad,Dair, a la dosis absorbida en un punto
del medio, Dmed, utilizando la relación de Bragg-Gray (razón de poderes de frenado):
Dmed (P) = Dair smed,air (2)
Insertando la eq. (1) y suponiendo los usuales pu, para el caso más típico (med = agua) resulta
Dw (P) = M*u ND,air sw,air pdispl pfluen pwall pcel (2b)
donde el punto “P” coincide con la posición del centro de la cámara. Alternativamente puede
referirse la dosis a la posición del punto efectivo de medida de la cámara,Peff, en cuyo caso se tiene
Dw (Peff) = M*u ND,air sw,air pfluen pwall pcel (2c)
Estas dos últimas son básicamente las ecuaciones usadas por SEFM (1984, 1987) para la dosimetría
con fotones y electrones, respectivamente.
En lo que sigue se analizarán las distintas componentes de las ecuaciones (1a), (2b) y (2c), y sus
incertidumbres correspondientes.
1 60 60
Estrictamente para la fuente de Co utilizada, lo que podría poner en duda su validez para fuentes de Co
diferentes. Aunque no son de esperar grandes cambios el comentario da idea de la complejidad del proceso.
2
Todas las incertidumbres dadas por ICRU-37 para los poderes de frenado de electrones y positrones corresponden a
k=2, véase la nota a pie de página no. 10 en pag. 19 de ICRU-37. Esto ha dado lugar a confusiones incluso a nivel de
laboratorios primarios, donde se han tomado como incertidumbres con k=1 las dadas por ICRU (Rogers 1991).
g es tan solo 0.02% (véase por ejemplo Perroche y Boutillon, 1991), lo que indica que se trata de la
estimación que la incertidumbre deg produce en la determinación de la magnitud Kerma en aire,Kair.
El factor siguiente es km, que tiene en cuenta la no equivalencia al aire de los materiales que
componen la cámara de ionización, que por ahora suponemos que es de tipo dedal. Una
aproximación de tipo empírico, ya clásica en dosimetría, es la dada por Almond y Svensson (1977)
que supone que los únicos materiales en una cámara son la pared y la caperuza de equilibrio:
k m = αs air,wall ( µ en / ρ)wall,air + (1 − α )sair,cap ( µ en / ρ )cap,air (3)
donde entran el parámetro (experimental)α, las razones de poderes másicos de absorción de energía
med/air, y las razones de poderes de frenado, sair,med, todas para la energía del Co-60.
No existe ninguna estimación de incertidumbres en el experimento de Lempert y col (1983) para
medir α. Sin embargo, el valor de km no depende de una manera sensible de este parámetro (una
variacion del 1% en α supone aproximadamente un cambio en km del 0.1%) por lo que una
estimación conservadora es adoptar una incertidumbre del 0.2%.
Con respecto a las razones de poderes másicos de absorción de energía med/air, hay un acuerdo casi
tácito e universal en utilizar los valores de Hubbell (1982), para los que, de nuevo, no existe una
estimación clara de incertidumbres en sus diversas publicaciones. En una publicación ya clásica
Hubbell (1977) hizo una estimación más bien “ad hoc” (sin invocar intervalos de confianza o
desviaciones típica) para bajas Z de 0.3% en el intervalo de energías 0.66-1.33 MeV para la razón de
poderes másicos de absorción de energía aire/pared. Cálculos mas recientes de Seltzer (1993) han
demostrado que debido a la omisión del efecto densidad en el cálculo de espectros, el valor de µen/ρ
para vapor de agua es mayor que para agua líquida en 0.3% a 10 MeV, 0.9% a 20 MeV, y 2.5% a 50
MeV, con lo que la estimación de Hubbell para 60Co es válida aunque imprecisa (ésta es una actitud
común de los autores, tanto para µen/ρ como para poderes de frenado). Para grafito la situación
puede ser aún más compleja, debido a los problemas asociados con su densidad efectiva (véase la
Sección 6.4, pag. 34, en ICRU-37, 1984). Teniendo estas peculiaridades en cuenta, mencionaremos
que BIPM (Perroche y Boutillon, 1991) asigna a la razón de poderes másicos de absorción de
energía grafito/aire una incertidumbre de 0.05%, donde se asume la cancelación de la mayor parte de
las incertidumbres, por el hecho de tratarse de un cociente, y de nuevo se refiere al impacto en la
determinación del Kerma o Exposición. Usaremos aquí, sin embargo, la estimación de Hubbell, que
considerando la época en que fue determinada, parece lógico suponer que debería corresponder a un
intervalo de confianza del 95%, esto es correspondiente a k=2 aproximadamente. Para k=1 la
incertidumbre estimada es por tanto 0.15%.
La incertidumbre asociada a las razones de poderes de frenado, sair,med, o en general med/air, para
60
Co, ha sido objeto de considerable estudio debido a su importancia, no solo en relación con km,
sino porque la razón sgrafito,aire es la mayor fuente de incertidumbre en cualquier laboratorio primario.
Como se describe claramente en el Apéndice E de SEFM 1984, esta razón entra directamente, junto
con las razones de poderes másicos de absorción de energía med/air, en la determinación de la
Exposición y Kerma en aire. No solo para 60Co, sino para la dosimetría de cualquier otra radiación
(fotones y electrones de alta energía) basada en el principio de Bragg-Gray, tratemos de aportar un
poco de luz a esta compleja componente en la evaluación de incertidumbres que ha originado
una cruda aproximación y que por ejemplo resulta del todo inaplicable a cámaras plano-paralelas
(véase por ejemplo IAEA TRS-381 para una lista de referencias donde se demuestran las
limitaciones del modelo empírico). Se le ha asignado al modelo, de manera global, una incertidumbre
de 0.5% tras comparaciones experimentales de diversos autores, pero no existen razonamientos
plenamente justificados para esta estimación (la mayoría de laskmkatt experimentales se basan en la
kmkatt para una cámara de tipo Farmer).
Con respecto al factor katt (o kas en SEFM 1984) la única estimación que existe es la citada en
Brahme y col (1988) como determinada por Johansson y col (1978), que es del orden de 0.2%. El
valor del parámetro katt se determina experimentalmente mediante una extrapolación a cero del
espesor de la pared, procedimiento que ha sido puesto en duda en numerosas ocasiones, pero no
tenemos a mano ninguna otra estimación de su incertidumbre.
Tras la exposición anterior podemos estimar que la incertidumbre de tipo B para el productokmkatt es
aproximadamente 0.7%, que resulta de combinar en cuadratura las estimaciones para el parámetroα
(0.2%), las razones de poderes de frenado (0.4%), razones de poderes másicos de absorción de
energía (0.15%), aproximaciones del modelo km (0.5%) y valores de katt (0.2%).
Combinando todos los factores que entran en ND,air podemos elaborar la Tabla II, que proporciona
una estimación de la incertidumbre del factor de dosis absorbida en el aire de la cavidad de la cámara
del 0.75%. Desde el punto de vista del usuario la incertidumbre combinada deND,air , que entrará en
el paso segundo de la determinación de dosis absorbida, será en su totalidad de tipo B.
Es preciso hacer notar que en la exposición anterior hemos excluido toda referencia al efecto del
electrodo central, que estrictamente entraría en la formulación deND,air (véase por ejemplo IAEA
TRS-381), pero que tanto en SEFM (1987) como en IAEA TRS-277 (1987) se transfieren al factor
global pcel-gbl en el paso segundo de la determinación de la dosis absorbida. Su inclusión aquí (0.5%,
véase la Sección 5.2.3) aumentaría la estimación de la incertidumbre deND,air hasta un valor de 0.9%.
TABLA II. Estimación de la incertidumbre combinada (k=1) del factor ND,air a través de las
incertidumbres de los factores que entran en la ecuación (1a) para una cámara de ionización tipo
Farmer. Todos los coeficientes corresponden a la energía del 60Co. Se excluyen aquí las
incertidumbres de las correcciones por saturación y por efecto tallo que se suponen despreciables
frente a las señaladas, para la mayoría de las cámaras de ionización en uso en la actualidad.
Componente Incertidumbre (k=1) de Incertidumbre (k=1)
factores intermedios (%) (%)
NK 0.25
g 0.02
km 0.7
α 0.2
smed,air 0.4
(µen/ρ)µεδ,αιρ 0.15
modelo empírico de km 0.5
katt 0.2
Incertidumbre combinada del factor ND,air 0.75
Resulta obvio que la mayor contribución a la incertidumbre de ND,air resulta a través del producto
kmkatt, que además no es capaz de distinguir entre la respuesta distinta de cámaras del mismo modelo
y fabricante y asume valores de carácter universal. El mayor inconveniente de este formalismo estriba
en que para un “factor de calibración” prácticamente toda la incertidumbre aparece debida a factores
introducidos por el usuario, y no por el laboratorio de calibración (donde usualmente se pone más
atención a la estimación de incertidumbres). La situación cambiará cuando se apliquen protocolos
basados en calibraciones en dosis absorbida en agua, que aunque en la actualidad no suponen una
reducción considerable, es de esperar que en el futuro conduzcan a una disminución de la
incertidumbre de la dosis absorbida en el punto de referencia.
ecuación (4.17) del protocolo español (SEFM, 1984) hay que manejar alguna de las ecuaciones de
partida siguientes. Suponiendo un electrómetro que leyera nC nominales:
Mu
M *u (nC) = k f φ(p,θ ) k h ( k s )u ( k st )u n ′
(u.m. ) (4)
n(u.m. )
Mu
M *u (nC) = k f φ(p,θ ) k h ( k s )u ( k st )u t e ′
te (5)
estas expresiones, además de incluir los términosn, n',te y t'e, difieren de la ecuación (4.17) citada
porque en aquella no aparece explícitamente el factor kf (factor de corrección por polaridad, que se
explicará más adelante). A su vez y estrictamente,
Mu = MLECT - MF
te = tn + J
t'e = t'n + J
teniendo te, t'e, tn, t'n y J el mismo significado que el que se señala en el apéndice D del protocolo
español y siendo MLECT y MF las lecturas bruta y de fugas respectivamente, acumuladas estas últimas
en un tiempo igual a la duración de lasn unidades del monitor o al tiempo efectivo de irradiación. El
valor de n o de te debe ser el adecuado para alcanzar una lectura con resolución suficiente, de modo
que se disponga al menos de cuatro cifras significativas paraMLECT.
Conviene señalar que en este apartado nos limitaremos a considerar las incertidumbres deMu* en el
proceso de calibración de la unidad, lo que significa que no se tendrá en cuenta la incertidumbre que
puedan representar las fluctuaciones a medio o a largo plazo del acelerador, que se estudiará en la
etapa de la aplicación del tratamiento. Tampoco se tendrá en cuenta ahora, pero sí en el apartado 7,
la incertidumbre que nace al establecer las condiciones de referencia (DFS,LxL, z) en el proceso de
calibración.
Las incertidumbres que proceden de los diferentes valores de n o n' o de te o t'e serán el objeto de un
estudio al final de este apartado, en el que se tendrá en cuenta que las fluctuaciones de estos valores
aparecen como fluctuaciones en las lecturas y por tanto no se han de considerar aparte de éstas. En
cuanto a las variaciones en los valores absolutos se estudiarán exclusivamente como faltas de
linealidad o, lo que es equivalente, como el estudio de los cocientes n'/n o t'e/te considerando los
denominadores como constantes.
4.1. Lectura Mu
Anteriormente se ha expresado Mu como la diferencia de la lectura bruta MLECT y la lectura
correspondiente a las denominadas fugas, MF. Ambas se miden inevitablemente con el mismo
electrómetro, por lo que cabe pensar y así es, que están correlacionadas instrumentalmente. Sin
embargo conviene aclarar que MLECT debería ser mucho mayor que MF, al menos en el factor 103.
Éste es el límite para que una cámara deje de usarse en un proceso de calibración. Por otro lado no
está de más advertir que es seguro que no vale la pena profundizar mucho en las componentes de
incertidumbres que tienen origen en la instrumentación, porque lo que más influye en la
incertidumbre de las fugas es la propia indefinición de éstas. Descartaremos pues esa correlación y
las consideraremos independientes.
En consecuencia:
u2(Mu) = u2 (MLECT) + u2 (MF)
A su vez, la estimación de u2 (MLECT) requiere esencialmente los siguientes elementos:
a) Desviación típica de la lectura directa, s , bien sea por repetición de las lecturas o
porque se disponga de una sp bien establecida con antelación.
b) Umbral de discriminación o resolución, us
c) Linealidad del electrómetro, ue
d) Cero del electrómetro 3, u0
e) Inestabilidad a largo plazo del conjunto cámara-electrómetro, ult. Esta componente,
por otro lado importante, se puede evaluar a partir de la distribución obtenida con los
valores de las medidas de estabilidad realizadas con una fuente de90Sr y en una
geometría bien reproducible.
Teniendo en cuenta que con aproximación suficiente, Mu≈MLECT, la incertidumbre típica relativa
vendría a ser:
1/ 2
U ( Mu ) s 2 U s 2 U l 2 U O 2 U lt 2 U ( M F ) 2
= + + + + +
Mu
M LECT M LECT M LECT M LECT M LECT M LECT
Suponiendo una lectura, MLECT, con cuatro cifras significativas, no cabe duda que la componente
dominante en la estimación de u (Mu) / Mu es la debida a la inestabilidad a largo plazo del conjunto
cámara-electrómetro.
Valores razonables para la incertidumbre típica relativa de M
u, usando cámaras cilíndricas serían los
comprendidos entre 0,3 % y 0,5 % y para cámaras plano-paralelas de buena calidad serían las
comprendidas entre 0,5 % y 0,7 %.
3
Conceptualmente no hay que olvidar que MLECT = M - m, siendo m, 0 ó un valor ligeramente distinto. En cualquier
caso la lectura m vendría afectada de una incertidumbre, que es la debida a la resolución del electrómetro.
En cualquier caso, y determinado previa y experimentalmente el cociente M+u / M-u con una serie
repetida de medidas en cada polaridad y en igualdad de condiciones, es una práctica cómoda medir
posteriormente en una sola polaridad. Para ello se emplea el factor kf que corrige la lectura, según la
polaridad usada, hacia ese valor promedio.
Mu 1+ M -u / M +u
Para polaridad positiva: kf = =
M +u 2
Mu 1+ M +u / M -u
Para polaridad negativa: kf = =
M -u 2
Para el cálculo de la incertidumbre típica relativa de kf se habrá de tener en cuenta que las variables
instrumentales están perfectamente correlacionadas al emplear el mismo conjunto y en un corto
espacio de tiempo, por lo que es razonable atender a las incertidumbres típicas de tipo A de las
lecturas en ambas polaridades para transmitir la incertidumbre a fk. Ésto podría considerarse como
una actitud optimista al considerar el método habitual de hallar el promedio como perfecto. Otra
actitud quizás más realista sería atender a las lecturas con ambas polaridades como los extremos del
intervalo de máxima dispersión, cuyo valor esperado es como antes el punto medio del intervalo y la
incertidumbre típica de ese valor medio se obtiene atribuyendo a la distribución de resultados
posibles la forma rectangular entre ambos extremos.
Aceptando este último criterio, valores razonables para u (kf) / kf serían 0,1 % para haces de 60Co y
entre 0,1 y 0,2 % para fotones de alta energía. Para electrones de alta energía esos valores se
situarían aproximadamente en 0,2 % pasando a valores entre 0,3 y 0,5 % para electrones de baja
energía y empleando cámaras planas de buena calidad.
obvio).
Naturalmente, cada usuario está obligado a repetir con cuidado ambos ejercicios, aplicados a las
condiciones de los instrumentos que realmente usa en su laboratorio. No obstante, los resultados
obtenidos, aunque correspondan a instrumentos de bastante buena calidad que no tiene porqué ser
exactamente la de los usados en la mayoría de los Servicios de Radiofísica, los resultados
particulares no deben ser muy distintos y, en caso contrario, después de revisados los cálculos, como
siempre, sería cuestión de preguntarse acerca de la adecuación del barómetro o del termómetro de
que se trate.
4.4. Factor kh
kh es el factor que corrige el aumento de corriente debido a la presencia de vapor de agua en el
ambiente (CCEMRI, 1977). Si ND,air se ha establecido para una humedad relativa de 50 %,
kh = 1,000 ± 0,002
para humedades relativas comprendidas entre 20 % y 70 %, y temperaturas entre 15 ºC y 25 ºC.
En este caso no hay más que un comentario pertinente, aunque bastante largo:
Según la doctrina aceptada generalmente, la incertidumbre típica del problema es simplemente la que
se recibe de la información exterior. Es lástima que el protocolo no haga mención del carácter de la
incertidumbre que cita, es decir, que no informe del valor del factor de inclusión, pero ésto no
debería frenar al profesional experimentado. Vaya por delante que, por fortuna, este dato se conoce
por la relación personal entre quien redacta esta ponencia y quienes midieron los valores citados, de
modo que se sabe que el valor recogido en el protocolo español es precisamente la desviación
máxima para la energía del60Co. Es el clásico ejemplo de que el ahorro de una corrección implica la
asignación de una incertidumbre. Conviene señalar también que, como se dice a pie de la página 17
del protocolo español, el valor asignado a kh para el resto de haces de fotones y haces de electrones
constituye una aproximación.
En las primeras versiones que hizo el CIPM de sus recomendaciones para estimar incertidumbres se
dejaba al usuario una sana libertad para interpretar el factor de inclusión que recibía de otros. Dentro
de aquel primer espíritu, ningún usuario estaba obligado a aceptar sumisamente los valores que le
fuesen comunicados. Cualquiera que fuese el valor del factor de inclusión que acompañara al
resultado publicado, el usuario podía atribuirle otro que estuviese justificado por su conocimiento del
valor de la fuente: confiable o no, y si desconfiaba de ella, si era por exceso o por falta de prudencia.
Es decir, que si el autor de la medida importada fuese bien conocido como pesimista patológico, su
incertidumbre expandida podría ser contraída por un factor 2, 3 ó 64, para exagerar un poco. Y lo
mismo en sentido contrario.
Afortunada o desgraciadamente, que eso siempre es discutible, la generalización de los usos
recomendados es ahora muy grande, sobre todo en aquellas actividades que están sujetas a alguna
clase de regulación o de control y los organismos normalizadores, actuando a su modo, han ido
imponiendo el factor de inclusión que ahora, sin serlo, parece obligado: k = 2. Ya no es lícito ante
una autoridad competente o incompetente tomarse libertades con las incertidumbres importadas,
pero la necesidad obliga y, cuando el dato procede de alguna época anterior a la expansión de la
práctica actual y no viene acompañada de la información necesaria, como no hay más remedio, se
debe recurrir al buen criterio del profesional que lo usa. Lo prudente es suponer k=1, mientras no
haya buenas razones para justificar otra decisión. Y esto es que lo haremos para haces de fotones
distintos del 60Co y haces de electrones. En consecuencia, a la incertidumbre relativa de kh en la
energía del 60Co le asignaremos el valor de 0,1% (0,2/√3) y tomaremos el valor de 0,2% para el resto
de haces y energías.
que es muy recomendable realizar para cada tasa una determinación experimental de la linealidad del
sistema monitor.
Siguiendo con el intento de dar un valor razonable de incertidumbre, adoptaremos un valor por falta
de linealidad de ±1%. Este valor se ha de entender en el sentido de que para el rango de trabajo del
acelerador ningún valor M*i / ni de los obtenidos durante el estudio de linealidad y normalizados al
valor M*u / n, debe diferir de 1 en más de 1% . En el caso de una unidad de60Co y con temporizador
electrónico, la falta de linealidad definida en los mismos términos suele ser de 0,1%.
Del número de medidas en el estudio de linealidad podría vislumbrarse el tipo de distribución y por lo
tanto asignar una incertidumbre típica adecuada. A falta de esta información admitiremos una
distribución uniforme y en consecuencia asignaremos al acelerador una incertidumbre de 0,6% y a la
unidad de 60Co de 0,06% .
5. Dw en haces de fotones
La determinación de la dosis absorbida en agua con haces de fotones (60Co y aceleradores), en
condiciones de referencia, se realiza a partir de la ecuación (2b), que incorporando las correcciones a
la lectura del electrómetro descritas en al apartado anterior, escribimos como en SEFM (1984, 1987)
Dw (P) = M*u ND,air sw,air pdispl pfluen pwall pcel
Las incertidumbres de M*u y ND,air ya se han discutido en las Secciones anteriores. Las del resto de
los factores se tratan a continuación, salvo la corrección de fluencia que se supone igual a la unidad
en el caso de haces de fotones.
4
Estrictamente la incertidumbre del poder de frenado de electrones en agua es menor que en grafito, porque las
determinaciones más precisas del efecto densidad existen precisamente para agua y aluminio mientras que para
grafito ya nos hemos referido a los problemas originados por su densidad efectiva (véase ICRU-37, 1984).
6. Dw en haces de electrones
La determinación de la dosis absorbida en agua con haces de electrones, en condiciones de
referencia, se realiza a partir de la ecuación (2c), que incorporando las correcciones a la lectura del
electrómetro, escribimos como en SEFM (1984, 1987)
Dw (Peff) = M*u ND,air sw,air pfluen pwall pcel
Las incertidumbres de M*u y ND,air ya se han discutido en las Secciones anteriores. Las del resto de
los factores se tratan a continuación. Consideraremos en lo que sigue que se utilizan cámaras de
ionización plano-paralelas para energías inferiores a 15 MeV, y cilíndricas por encima de ese límite.
Por razones fundamentalmente de espacio, no se tratará aquí la situación de medidas en maniquíes de
plástico sino exclusivamente en agua. Es preciso hacer constar, sin embargo, que el proceso de
transferencia de medidas de plástico a agua (los factores de corrección de fluencia plástico/agua,
TABLA III. Estimación de la incertidumbre combinada (k=1) de los factores que entran en la
expresión para la determinación de la dosis absorbida en agua en condiciones de referencia para
haces de fotones. Se excluyen aquí las incertidumbres del proceso de medida, M*u, y del factor
ND,air.
Componente Incertidumbre (k=1) en haces Incertidumbre (k=1) en haces de
de 60Co (%) fotones de alta de energía (%)
tipo A tipo B tipo A tipo B
sw,air 0.2 0.4 0.2 0.4
selección de sw,air, 0.2 0.6a
pdispl 0.3 0.3 0.3 0.6
pwall 0.7 0.4 0.8a
pcel 0.1 0.5
Incertidumbre 0.9 1.4
combinada
a
Incluye la incertidumbre debida al proceso de determinación de la calidad del haz, aproximadamente 0.5%.
incertidumbres que se dan más adelante. Variaciones mayores se obtienen cuando las
recomendaciones se implementan de manera errónea, tales como cuando se pretende determinar una
energía media en superficie para distintos tamaños de campo, etc. La selección propiamente dicha
mediante el método sw ,air ( E0 , z ) a la profundidad de referencia conduce a una estimación aproximada
de 1% (tipo B). En TRS-381 se incluyen detalles relacionados con este parámetro.
Se supone normalmente que en una cámara plano-paralela el punto efectivo de medida está situado
en el centro de la cara interna de la ventana de entrada de la cámara. Aunque se ha indicado la
posible variación de Peff con la profundidad en algunas cámaras, suponemos aquí que Peff está
perfectamente definido para la mayoría de las cámaras existentes y que su incertidumbre a la
profundidad de referencia es despreciable.
junto con un maniquí para el que existen determinaciones del factor de perturbación (nótese la
restricción mencionada arriba de referir las estimaciones de incertidumbres solamente a agua).
Es preciso hacer notar, sin embargo, que todas las determinaciones experimentales de factores de
perturbación de cámaras plano-paralelas se han hecho en condiciones tales que no permiten discernir
cual es el efecto que se mide, si pcav, o pwall, o ambos a la vez, que es el caso más frecuente. Por ello,
en IAEA TRS-381 (y en el reciente protocolo inglés) se decidió considerar un factor de perturbación
global, denominado pQ, que es el que se encuentra tabulado en los citados protocolos. La
incertidumbre (tipo B) asociada a este factor es del 1% para bajas energías, donde los dos efectos
mencionados son mayores, y es de esperar que la incertidumbre sea menor para las energías más
elevadas. Desde luego si las cámaras se usan en condiciones diferentes de las recomendadas es de
esperar que la incertidumbre sea mayor.
La buena concordancia obtenida por diversos autores en la determinación del desplazamiento del
punto efectivo de medida nos induce a pensar que la incertidumbre experimental estimada por
Johansson y col (1978), 0.3% (igual a la de la determinación depdispl), puede considerarse como
válida también en este caso (tipo B). Es preciso resaltar que esta estimación es aplicable solo en la
condiciones recomendadas para el uso de una cámara cilíndrica en haces de electrones.
pcel. Esto ha llevado a recomendar el uso de cámaras planas también para electrones de altas
energías, aunque la estabilidad a largo plazo sea considerablemente peor que para una cámara
cilíndrica; su utilización llevará asociada un aumento de los controles de calidad de este tipo de
cámara, que por otro lado siempre serán necesarios para su uso a bajas energías.
TABLA IV. Estimación de la incertidumbre combinada (k=1) de los factores que entran en la
expresión para la determinación de la dosis absorbida en agua en condiciones de referencia para
haces de electrones. Se excluyen aquí las incertidumbres del proceso de medida, M*, las de la
conversión de medidas de plástico a agua y del factor ND,air.
Componente Incertidumbre (k=1) con cámaras Incertidumbre (k=1) con cámaras
plano-paralelas, E o <15 MeV cilíndricas, E o ≥15 MeV (%)
(%)
tipo A tipo B tipo A tipo B
sw,air 0.2 0.6 0.2 0.6
selección de sw,air 1.0 a 1.0 a
Peff 0.3
pfluen(o pcav) 0.7
pQ=pcav pwall 1.0
pcel 0.1 0.5
Incertidumbre 1.6 1.5
combinada
a
Incluye la incertidumbre debida al proceso de determinación de la calidad del haz, aproximadamente 0.5%.
1 ∂D*w 2
2 2 2
U 2 ( D*w ) U 2 ( Dw ) ∂D*w 2 ∂D*w 2
= + * 2 U ( d F )+ U ( d L )+ U ( d z )
∂d F ∂d L ∂d z
* 2 2
( Dw ) Dw ( Dw )
(2)
e (6 MeV) 0,023 0,023 0,13 0,15/√3 1,2
(1) DFS = 100 cm ; Campo: 10 x 10 ; z = 7 cm ; J100 / J200 = 1,54 ; Tasa: 200 u.m./min.
(2) DFS = 100 cm ; Campo: 10 x 10 ; z = 1,2 cm ; Ep,0 = 5,4 MeV ; E o = 5,0 MeV, Rp = 2,6 cm ; Tasa: 200 u.m./min.
Ni qué decir tiene que, si se quieren evaluar de manera precisa estas componentes, que a su vez son
función del tipo de acelerador que se use, la recomendación de evaluarlas a través de la medida surge
de inmediato. La insistencia de esta recomendación en el caso de haces de electrones debe ser, por lo
que se ha visto, tanto mayor cuanto más baja sea la energía.
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SEFM Sociedad Española de Física Médica 1984 Procedimientos recomendados para la dosimetría de fotones
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(SEFM, Madrid)
SEFM Sociedad Española de Física Médica 1987 Suplemento al Documento 84-1: Procedimientos
recomendados para la dosimetría de fotones y electrones de energías comprendidas entre 1 MeV y 50 MeV en
radioterapia de haces externos SEFM 87-1 (SEFM, Madrid)
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1. Introducción
En la ponencia anterior se ha estimado un valor razonable de la incertidumbre combinada de la dosis
absorbida en agua en el punto de calibración y en las denominadas condiciones de referencia, y se han
expuesto las componentes de incertidumbre. En lo que sigue se van a señalar las componentes y si es
posible, evaluar algún caso para la situación, por otra parte obligada, de que se desee determinar la
dosis absorbida en agua en cualquier otro punto y en condiciones de no referencia. Éstas incluyen las
distribuciones de dosis absorbida en profundidad y a lo largo del eje central, las distribuciones de
isodosis, los perfiles transversales del haz y los factores de campo como una función de su forma y
tamaño.
67
Incertidumbre en cualquier punto del haz Antonio Brosed
general, la cámara de referencia no es siempre adecuada para la dosimetría relativa en cualquier punto
del haz. Zonas de alto gradiente de dosis, tamaños de campo pequeños, medidas en la zona de
acumulación, una mejor definición del punto efectivo de medida, etc., aconsejan el uso de otro modelo
de cámara más apta. Entiéndase esta aptitud en el sentido de evitar errores de difícil estimación. Por
ejemplo, una cámara plano-paralela de calidad suficiente ofrece entre otras propiedades el presentar un
punto efectivo de medida bien definido, y ésto la hace probablemente el tipo de cámara más apta para
realizar medidas relativas a lo largo del eje central tanto en haces de fotones como de electrones. Sin
embargo, presenta una mala resolución espacial para perfiles transversales y curvas de isodosis, por lo
que resultan más aptas las cámaras cilíndricas de volumen muy pequeño (minicámaras). En cualquier
caso, y de modo general, la dosis absorbida en un punto P' en condiciones de no referencia, D(P') , se
puede relacionar con la dosis en el punto de calibración P0 y en condiciones de referencia, D(P0),
mediante la expresión siguiente:
(M * s w,air p u )′
D(P ′
) = D(P0 ) (1)
(M * s w,air p u )0
en donde para simplificar la notación, se han eliminado los subíndicesw en D, u en M* y eff en los
puntos P0 y P'.
Obsérvese que las expresiones del segundo término para los dos puntos corresponden, con la
excepción obvia de ND,air por tratarse de una misma cámara, a la determinación de la dosis absorbida
en un punto, siendo pu el producto de los factores de perturbación. Si, como es usual en la práctica,
las condiciones climáticas son las mismas para ambas lecturas y estimamos con suficiente
aproximación la igualdad del denominado efecto de tallo en ambos puntos, la expresión (1) vendría a
ser:
) = D(P0 )[
M k f k s s w,air pu ]0
′
D(P ′ (2)
D(P ′
) = D(P0 ) ( M ) '0 (k f ) '0 ( k s ) '0 ( s w,air ) '0 ( p f ) '0 ( pwall ) '0 ( p cel ) '0 (3)
Para haces de electrones de alta energía usando cámaras cilíndricas, y para los de baja energía usando
cámaras planas, la expresión (2) daría paso a las (4) y (5) respectivamente, y que se expresan a
continuación:
D(P ′
) = D(P0 ) ( M ) '0 (k f ) '0 ( k s ) '0 ( s w,air ) '0 ( p f ) '0 ( pwall ) '0 ( p cel ) '0 (4)
D(P ′
) = D(P0 ) ( M ) '0 (k f ) '0 ( k s ) '0 ( s w,air ) '0 ( pQ ) '0 (5)
En todas las expresiones P0 y P' deben entenderse como puntos efectivos de medida. En la expresión
(5) pQ = pcav. pwall = pf x pwall como ya se señaló en la ponencia anterior para el caso de cámaras plano-
paralelas.
D(P ′
) = D(P0 ) ( M ) '0 ( s w,air ) '0
I
(3 )
D(P ′
) = D(P0 ) ( M ) '0 (k s ) '0 ( s w,air ) '0
II
(3 )
Si se utilizaran cámaras plano-paralelas para las distribuciones relativas a lo largo del eje en haces de
fotones de alta energía, y para profundidades iguales o superiores al máximo, cabría hacer iguales a 1,
sin que representara una incertidumbre adicional significativa, los cocientes(kf)'0 y (pf)'0 . Esto daría
lugar a la expresión:
D(P ′
) = D(P0 ) ( M ) '0 ( k s ) '0 ( s w,air ) '0 ( p wall ) '0
III
(3 )
D(P ′
) = D(P0 ) ( M ) '0 (k f ) '0 (k s ) '0 ( s w,air ) '0 ( p f ) '0 ( p wall ) '0
IV
(3 )
En haces de electrones de alta energía, y para profundidades iguales o superiores al máximo de dosis,
es razonable asumir que al hacer igual a 1 los cocientes(pwall)'0 y (pcel)'0 la incertidumbre que esto
conlleva sea despreciable. Para cámaras cilíndricas, la expresión (4) se simplificaría en la forma:
D(P ′
) = D(P0 ) ( M ) '0 (k f ) '0 ( k s ) '0 ( s w,air ) '0 ( p f ) '0
I
(4 )
D(P ′
) = D(P0 ) ( M ) '0 (k f ) '0 ( k s ) '0 ( s w,air ) '0 ( p Q ) '0 (5)
Lo mismo cabría considerar para electrones de baja energía y para cualquier profundidad, usando
cámaras plano-paralelas, por lo que seguiría siendo válida la expresión (5). Si se utilizaran en esta zona
maniquíes de láminas de material plástico, la razón(M)'0 en la expresión anterior se sustituiría por el
producto de la razón de lecturas en el material plástico, (Mpl)'0 y la razón (hm)'0 en profundidades
equivalentes en el agua y en ese material, pl (véase TRS-381). En este caso, la conversión de
profundidades desde el material a sus equivalentes en agua constituiría una fuente adicional de
incertidumbre, aún cuando cabría esperar que su cuantía se redujera muy considerablemente al estar
considerando razones de dosis absorbidas.
Simplificación práctica:(sw,air)'0 = 1.
razones sw,air son función de la energía media en superficie y de la profundidad. El factorpf es función
de la energía media en superficie y del radio interno de la cámara cilíndrica. Si nos acercamos a las
cámaras plano-paralelas el factorpQ resulta ser, para algunos modelos, función de la energía media en
la profundidad, z, (véase Tabla XVII en TRS-381). Adicionalmente, y cualesquiera que sea el modelo
de cámara, los factores de corrección por polaridad y por saturación difieren con la profundidad. En el
caso de cámaras plano-paralelas y para haces barridos el factor de corrección por saturación puede
variar hasta un 10 % en diferentes profundidades, pudiendo ser incluso mayor dependiendo de las
condiciones de medida (TRS-381). El resultado es que los diferentes protocolos recomiendan
aproximaciones en la determinación de los factores de corrección por polaridad y saturación pero
ninguno de ellos recomienda simplificaciones prácticas en el sentido de hacer unos u otros iguales a 1.
En consecuencia, las ecuaciones de partida se pueden resumir como sigue:
a) Haces de electrones de alta energía. Zonas con d ≥ dmax . Cámaras cilíndricas.
D(P ′
) = D(P0 ) ( M ) '0 (k f ) '0 (k s ) '0 ( s w,air ) '0 ( p f ) '0 (E)
n
) = Dw (P).Π x i
Dw (P ′ (6)
i=1
2
u( y 0 )
2
u(y)
2
n
u( x i )
y = y + ∑ x
i
0 i=1
donde el segundo sumando representa la varianza adicional que supone la determinación de la dosis
absorbida en agua, en un punto del haz y en condiciones de no referencia. Cada una de las variables ix
representa pues, según los casos, cocientes tales como M' / M0 , (ks)' / (ks)0 , (sw,air)' / (sw,air)0 , etc.
Cada uno de estos cocientes pueden disponer de variables totalmente correlacionadas al emplearse el
mismo instrumento o usar el mismo método de medida.
El obtener valores razonables para esta incertidumbre adicional se presenta cuando menos prolijo por
ser varias las condiciones de no referencia y varias las zonas de energías y modelos de cámara que se
pueden emplear. No hay que olvidar que también puede ser complejo sobre todo, y a modo de
ejemplo, cuando algunas simplificaciones prácticas o no, se justifican señalando que"se puede suponer
razonablemente que tal o cual factor es independiente de tal o cual magnitud". De cualquier modo, si
el objetivo era dar valores razonables de incertidumbre es obvio que el tema queda pendiente, aunque
se haya señalado el procedimiento para obtenerlos.
Al objeto de dar una idea acerca de la magnitud que puede representar la incertidumbre típica relativa
del cociente M' / M0, dos de los ponentes de este curso han realizado medidas de la distribución de
dosis absorbida a lo largo del eje del haz y en un eje transversal (Saez y Gultresa, 1997). El haz
2
elegido corresponde a fotones de 18 MV, campo 10 x 10 cm y DFS = 100 cm. A lo largo de tres
meses se realizaron 11 determinaciones de la distribución a lo largo del eje del haz y 11
determinaciones de la distribución transversal, por lo que el estudio permite determinar la
reproducibilidad del sistema de medida correspondiente al conjunto detector-electrómetro-cuba de
agua, al menos a medio plazo. El paso empleado en las dos determinaciones a lo largo del eje central
y del eje transversal fue de 0,2 cm y los resultados a lo largo del eje central se normalizaron en la
profundidad de 3 cm. En el eje transversal, situado en la profundidad de 10 cm, los resultados se
normalizaron al valor del punto donde se consideró que estaba situado el eje del haz. Los resultados
para cada profundidad, en valores porcentuales, junto con el valor medio, desviación típica muestral y
valor relativo de esta última, aparecen en las tablas I y II. En las figuras 1 y 2 se señalan de forma
gráfica la variación de la desviación típica relativa en función de la profundidad y de la distancia al eje,
respectivamente.
2.5
2.0
% Desv. Típica / Media
1.5
1.0
0.5
0.0
0
0
.0
.0
.0
.0
.0
.0
.0
.0
.0
.0
.0
.0
.0
.0
.0
.0
.0
.0
.0
.0
.1
0.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10
11
12
13
15
16
17
18
19
20
21
22
24
25
26
27
28
29
14
23
30
Profundidad cm
Figura 1
3,00
2,50
2,00
% desv. típica / Media
1,50
1,00
0,50
0,00
2
8
4
0
6
4
0
6
6
2
8
3,2
3,8
6,2
6,8
7,4
8,0
,8
,6
,0
,4
,6
,0
,4
,8
,2
,4
,4
,2
,8
,2
,6
,0
0
0,
0,
1,
2,
2,
4,
5,
5,
8,
9,
9,
0,
-8
-7
-7
-6
-4
-4
-3
-2
-2
-0
-9
-8
-5
-5
-1
-1
-1
Distancia al eje cm
Figura 2
En la figura 2 se puede observar que la desviación típica relativa es elevada en las proximidades de los
extremos del campo geométrico, zona en la que una diferencia porcentual elevada representa, dado el
gradiente, una distancia del orden del milímetro. Es muy probable que la incertidumbre en la definición
del campo geométrico se pudiera reducir, ajustando todos los perfiles mediante un desplazamiento, de
modo que se repartieran las variaciones a lo largo de toda la curva de manera más uniforme.
6. Referencias
1. IAEA International Atomic Energy Agency 1997. The use of plane-parallel ionization chambers in
high energy electron and photon beams. An International Code of Practice for Dosimetry.
Technical Report series nº 381 (Vienna: IAEA).
11,4 73,29 73,21 73,23 73,04 72,96 73,19 73,16 73,08 73,12 72,98 72,83 73,10 0,14 0,2
Tabla I. Continuación
Z cm % % % % % % % % % % % Media s s/M%
11,6 72,65 72,56 72,62 72,32 72,31 72,61 72,53 72,41 72,51 72,37 72,21 72,46 0,15 0,2
11,8 72,05 71,97 71,94 71,31 71,66 72,06 71,90 71,81 71,98 71,74 71,65 71,82 0,22 0,3
12,0 71,50 71,47 71,35 70,54 71,06 71,34 71,33 71,27 71,38 71,12 71,04 71,22 0,27 0,4
12,2 70,90 70,83 70,83 70,04 70,44 70,45 70,74 70,74 70,80 70,53 70,38 70,61 0,26 0,4
12,4 70,27 70,13 70,19 69,54 69,85 69,83 70,19 70,18 70,22 69,92 69,79 70,01 0,24 0,3
12,6 69,69 69,61 69,60 69,21 69,28 69,29 69,67 69,56 69,56 69,32 69,25 69,46 0,19 0,3
12,8 69,12 69,10 69,01 68,78 68,69 68,70 69,10 68,93 68,95 68,80 68,69 68,90 0,17 0,2
13,0 68,48 68,42 68,30 68,16 68,11 68,35 68,46 68,32 68,40 68,29 68,13 68,31 0,13 0,2
13,2 67,87 67,74 67,65 67,62 67,60 67,97 67,75 67,72 67,84 67,68 67,60 67,73 0,12 0,2
13,4 67,39 67,13 67,13 67,14 67,06 67,36 67,13 67,16 67,26 67,04 67,02 67,17 0,12 0,2
13,6 66,84 66,65 66,63 66,65 66,43 66,79 66,65 66,64 66,66 66,46 66,38 66,62 0,14 0,2
13,8 66,10 66,17 66,13 66,14 65,88 66,33 66,11 66,06 66,03 65,89 65,81 66,06 0,15 0,2
14,0 65,45 65,59 65,63 65,51 65,32 65,71 65,54 65,48 65,45 65,29 65,30 65,48 0,14 0,2
14,2 64,94 65,03 65,04 64,83 64,73 65,10 65,00 64,92 64,97 64,78 64,76 64,92 0,13 0,2
14,4 64,44 64,49 64,44 64,19 64,20 64,58 64,43 64,33 64,46 64,30 64,23 64,37 0,13 0,2
14,6 63,92 63,94 63,95 63,58 63,67 64,02 63,83 63,81 63,91 63,72 63,70 63,82 0,14 0,2
14,8 63,41 63,36 63,47 62,98 63,15 63,59 63,30 63,29 63,42 63,17 63,18 63,30 0,17 0,3
15,0 62,86 62,80 62,91 62,49 62,64 63,16 62,87 62,70 62,93 62,66 62,67 62,79 0,18 0,3
15,2 62,31 62,29 62,29 62,04 62,13 62,59 62,34 62,17 62,39 62,12 62,17 62,26 0,15 0,2
15,4 61,82 61,74 61,73 61,50 61,63 62,08 61,75 61,68 61,82 61,60 61,58 61,72 0,16 0,3
15,6 61,30 61,22 61,32 60,98 61,10 61,57 61,19 61,15 61,28 61,06 60,96 61,19 0,17 0,3
15,8 60,76 60,79 60,90 60,49 60,51 61,00 60,68 60,62 60,75 60,53 60,44 60,68 0,18 0,3
16,0 60,30 60,35 60,37 60,00 60,02 60,44 60,23 60,11 60,19 60,09 59,90 60,18 0,17 0,3
16,2 59,82 59,87 59,80 59,49 59,56 59,90 59,76 59,65 59,66 59,59 59,40 59,68 0,16 0,3
16,4 59,32 59,32 59,28 59,08 59,00 59,40 59,22 59,15 59,22 59,02 58,95 59,18 0,15 0,3
16,6 58,87 58,77 58,86 58,69 58,52 58,95 58,75 58,63 58,76 58,54 58,46 58,71 0,16 0,3
16,8 58,45 58,26 58,39 58,18 58,09 58,45 58,32 58,15 58,24 58,13 57,94 58,24 0,16 0,3
17,0 57,90 57,74 57,81 57,53 57,58 57,93 57,78 57,63 57,73 57,64 57,40 57,70 0,16 0,3
17,2 57,34 57,29 57,24 56,96 56,96 57,53 57,24 57,11 57,24 57,07 56,89 57,17 0,19 0,3
17,4 56,85 56,89 56,78 56,59 56,41 57,05 56,75 56,62 56,74 56,53 56,42 56,69 0,20 0,4
17,6 56,37 56,42 56,34 56,24 56,00 56,39 56,27 56,12 56,27 56,08 55,97 56,22 0,16 0,3
17,8 55,87 55,84 55,87 55,79 55,55 55,85 55,81 55,67 55,81 55,64 55,50 55,75 0,13 0,2
18,0 55,33 55,24 55,38 55,21 55,02 55,52 55,33 55,24 55,31 55,18 54,99 55,25 0,15 0,3
18,2 54,85 54,81 54,91 54,70 54,48 55,05 54,84 54,74 54,79 54,73 54,53 54,77 0,16 0,3
18,4 54,47 54,41 54,49 54,07 54,03 54,46 54,42 54,26 54,31 54,25 54,09 54,30 0,17 0,3
18,6 54,05 53,94 54,02 53,36 53,72 53,98 53,98 53,86 53,89 53,72 53,59 53,83 0,21 0,4
18,8 53,50 53,48 53,54 53,04 53,37 53,56 53,50 53,41 53,43 53,24 53,16 53,38 0,17 0,3
19,0 53,00 52,94 53,07 52,76 52,82 53,13 53,01 52,91 52,98 52,82 52,75 52,93 0,13 0,2
19,2 52,58 52,45 52,62 52,11 52,30 52,68 52,53 52,45 52,57 52,40 52,34 52,46 0,16 0,3
19,4 52,14 52,10 52,23 51,43 51,90 52,20 52,12 52,00 52,13 52,00 51,98 52,02 0,22 0,4
19,6 51,69 51,72 51,74 51,08 51,44 51,71 51,70 51,60 51,66 51,57 51,58 51,59 0,19 0,4
19,8 51,29 51,26 51,25 50,89 50,97 51,23 51,28 51,20 51,17 51,06 51,11 51,16 0,13 0,3
20,0 50,92 50,81 50,90 50,51 50,57 50,70 50,85 50,70 50,72 50,56 50,65 50,72 0,14 0,3
20,2 50,45 50,38 50,55 49,87 50,18 50,13 50,37 50,19 50,32 50,10 50,20 50,25 0,19 0,4
20,4 49,94 49,97 50,14 49,28 49,73 49,70 49,93 49,73 49,88 49,72 49,78 49,80 0,22 0,4
20,6 49,52 49,55 49,70 48,82 49,30 49,38 49,55 49,27 49,46 49,40 49,38 49,39 0,23 0,5
20,8 49,13 49,19 49,29 48,37 48,93 49,06 49,11 48,93 49,08 49,03 48,93 49,00 0,24 0,5
21,0 48,73 48,85 48,86 48,26 48,50 48,68 48,65 48,58 48,65 48,55 48,46 48,62 0,17 0,4
21,2 48,35 48,40 48,40 48,15 48,05 48,25 48,28 48,17 48,24 48,06 48,05 48,22 0,13 0,3
21,4 47,99 48,01 47,98 47,65 47,64 47,83 47,91 47,74 47,83 47,73 47,70 47,82 0,14 0,3
21,6 47,59 47,63 47,61 47,15 47,25 47,45 47,50 47,26 47,39 47,42 47,31 47,41 0,16 0,3
21,8 47,17 47,16 47,21 46,83 46,88 47,15 47,13 46,82 47,03 46,95 46,84 47,02 0,15 0,3
22,0 46,79 46,73 46,75 46,50 46,48 46,76 46,77 46,46 46,73 46,49 46,45 46,63 0,15 0,3
22,2 46,40 46,38 46,34 46,11 46,05 46,30 46,36 46,14 46,36 46,18 46,14 46,25 0,13 0,3
22,4 45,93 45,96 46,00 45,68 45,62 45,89 45,92 45,78 45,96 45,80 45,77 45,85 0,12 0,3
22,6 45,50 45,49 45,60 45,22 45,22 45,46 45,51 45,38 45,52 45,37 45,32 45,42 0,13 0,3
22,8 45,13 45,09 45,20 44,82 44,89 45,07 45,13 45,00 45,07 44,96 44,91 45,02 0,12 0,3
23,0 44,78 44,72 44,84 44,42 44,53 44,67 44,77 44,62 44,66 44,53 44,51 44,64 0,13 0,3
23,2 44,43 44,36 44,51 44,01 44,13 44,27 44,41 44,26 44,26 44,11 44,14 44,26 0,15 0,4
Tabla I. Continuación
Z cm % % % % % % % % % % % Media s s/M%
23,4 44,05 44,00 44,10 43,67 43,74 43,92 44,05 43,93 43,88 43,73 43,81 43,90 0,15 0,3
23,6 43,64 43,64 43,70 43,34 43,34 43,49 43,72 43,55 43,54 43,40 43,45 43,53 0,14 0,3
23,8 43,19 43,29 43,40 43,01 43,00 42,90 43,32 43,14 43,22 43,07 43,10 43,15 0,15 0,4
24,0 42,83 42,91 43,05 42,73 42,71 42,48 42,91 42,75 42,87 42,70 42,76 42,79 0,15 0,3
24,2 42,48 42,49 42,66 42,39 42,36 42,36 42,57 42,39 42,47 42,36 42,41 42,45 0,10 0,2
24,4 42,13 42,15 42,31 42,05 41,95 42,12 42,21 42,06 42,06 42,01 42,05 42,10 0,10 0,2
24,6 41,82 41,84 41,94 41,73 41,58 41,71 41,87 41,75 41,69 41,63 41,66 41,75 0,11 0,3
24,8 41,51 41,51 41,55 41,33 41,23 41,40 41,50 41,38 41,35 41,24 41,27 41,39 0,12 0,3
25,0 41,15 41,14 41,17 40,98 40,89 41,08 41,10 41,01 41,04 40,89 40,97 41,04 0,10 0,2
25,2 40,81 40,81 40,85 40,68 40,53 40,76 40,74 40,68 40,70 40,60 40,70 40,71 0,09 0,2
25,4 40,52 40,49 40,57 40,37 40,21 40,45 40,43 40,33 40,33 40,28 40,39 40,40 0,11 0,3
25,6 40,20 40,10 40,24 40,03 39,88 40,13 40,10 39,95 39,99 39,91 40,06 40,05 0,12 0,3
25,8 39,87 39,78 39,87 39,64 39,51 39,74 39,75 39,64 39,70 39,59 39,78 39,72 0,11 0,3
26,0 39,53 39,55 39,59 39,16 39,15 39,37 39,43 39,35 39,40 39,29 39,45 39,39 0,15 0,4
26,2 39,18 39,22 39,28 38,68 38,84 39,04 39,11 38,97 39,05 38,99 39,10 39,04 0,17 0,4
26,4 38,85 38,86 38,91 38,32 38,52 38,72 38,86 38,63 38,70 38,64 38,72 38,70 0,17 0,5
26,6 38,55 38,55 38,57 37,97 38,19 38,46 38,60 38,39 38,37 38,23 38,38 38,39 0,19 0,5
26,8 38,26 38,25 38,27 37,78 37,91 38,13 38,28 38,08 38,05 37,87 38,08 38,09 0,17 0,5
27,0 37,93 37,95 37,97 37,66 37,56 37,70 37,92 37,67 37,74 37,58 37,76 37,77 0,15 0,4
27,2 37,59 37,65 37,64 37,38 37,20 37,39 37,56 37,31 37,44 37,31 37,46 37,45 0,15 0,4
27,4 37,27 37,32 37,31 37,06 36,95 37,15 37,23 37,00 37,12 37,04 37,16 37,15 0,13 0,3
27,6 36,94 36,95 36,99 36,79 36,68 36,89 36,97 36,69 36,76 36,73 36,85 36,84 0,12 0,3
27,8 36,62 36,61 36,66 36,48 36,32 36,59 36,66 36,41 36,43 36,38 36,54 36,52 0,12 0,3
28,0 36,33 36,27 36,38 36,16 35,99 36,26 36,33 36,11 36,14 36,06 36,23 36,21 0,12 0,3
28,2 36,04 35,93 36,14 35,87 35,74 35,89 36,04 35,79 35,82 35,76 35,92 35,90 0,13 0,4
28,4 35,73 35,62 35,86 35,58 35,45 35,55 35,74 35,50 35,48 35,45 35,64 35,60 0,13 0,4
28,6 35,45 35,31 35,53 35,26 35,13 35,33 35,39 35,19 35,18 35,12 35,34 35,29 0,13 0,4
28,8 35,18 35,01 35,17 34,95 34,85 35,14 35,10 34,89 34,92 34,81 34,99 35,00 0,13 0,4
29,0 34,87 34,75 34,85 34,70 34,55 34,85 34,85 34,63 34,65 34,56 34,70 34,72 0,12 0,3
29,2 34,48 34,47 34,56 34,42 34,20 34,52 34,55 34,32 34,36 34,29 34,47 34,42 0,12 0,3
29,4 34,16 34,18 34,24 34,15 33,92 34,24 34,25 34,02 34,06 34,00 34,20 34,13 0,11 0,3
29,6 33,92 33,89 33,96 33,92 33,69 33,97 33,94 33,74 33,82 33,72 33,92 33,86 0,10 0,3
29,8 33,69 33,60 33,76 33,62 33,41 33,75 33,67 33,46 33,57 33,44 33,69 33,61 0,12 0,4
30,1 34,87 33,66 34,95 34,42 33,91 35,04 34,15 33,39 33,48 33,36 33,52 34,07 0,66 1,9
1 Introducción
La exposición que vamos a realizar únicamente constituye un documento de trabajo, intentando una
aproximación común al cálculo de incertidumbres en el tratamiento de radioterapia.
Nos ceñiremos a considerar las incertidumbres propias de los métodos aplicados, en la suposición que
se han seguido éstos con una fiabilidad acorde con la experiencia, pero con rigor, es decir no vamos a
considerar la incertidumbre correspondiente a la probabilidad que a un paciente le irradien ‘la pierna
derecha en lugar de la izquierda’. Dicho así, es claramente una exageración, pero ya no lo es tanto si
consideramos una mala definición de la zona a tratar.
Consideraremos por tanto la incertidumbre del método e instrumentación en el supuesto ‘que se hayan
efectuado todas las correcciones posibles’ y consideraremos ‘errores’ a los provenientes de un
inadecuado planteamiento del problema.
Esto puede no ser tan obvio como aparenta a simple vista, pues en realidad para calcular la
incertidumbre de un tratamiento por el procedimiento estadístico, lo adecuado sería determinar la
varianza relativa entre la dosis prescrita y la suministrada en el volumen blanco y órganos de interés para
una muestra extensa de casos, lo que incluiría esos ‘errores’.
81
Incertidumbres en el tratamiento con Radioterapia M.C.Lizuain, C.Saez, J.Gultresa
Lista en absoluto exhaustiva de los factores que intervienen en el valor de la dosis absorbida en ‘P’.
Para realizar el cálculo deberíamos ceñirnos a un caso concreto y analizar la incertidumbre en cada uno
de los procesos. Esa incertidumbre dependerá del método aplicado, es decir del sistema de cálculo,
sistema de localización, métodos seguidos en la definición del paciente y aplicación del tratamiento.
Todo ello para cada punto -P- objeto de determinación.
Seguir un procedimiento tan particularizado hace inviable la transposición de valores entre los distintos
centros obligando a cada usuario a determinar sus incertidumbres de modo experimental para multitud
de casos.
Como hemos dicho al inicio, el propósito actual es únicamente acordar unas pautas que sirvan de punto
de partida para el cálculo de incertidumbres globales y como ejemplo procuraremos calcular el orden
de magnitud de la incertidumbre, para un caso muy simple en unas condiciones de tratamiento ‘buenas’,
pero dentro de la realidad.
Para conseguir ese objetivo vamos a tratar de proponer una expresión homogénea de modo que:
1) se desglose en factores de significado común que haga posible la estimación de la incertidumbre
tanto por método tipo A, como tipo B. Es decir recogiendo valores parciales de la bibliografía.
2) dada la cantidad de elementos que intervienen, permita agrupaciones por valores de incertidumbre
relativa de una cierta magnitud, o bien acotaciones de las mismas por las tolerancias comunes hoy
en día.
La primera parte se realiza de forma independiente de la segunda y se utiliza para todos los pacientes,
mientras que la segunda requiere de un cálculo y aplicación individualizada.
La parte común a su vez se desglosa por lo menos en dos etapas bien diferenciadas tanto por su orden
cronológico como por utilizar distintas herramientas. Nos referimos a las etapas en la que se miden las
características de los haces de radiación y en la que éstos se reproducen mediante un sistema de cálculo.
La parte individualizada que corresponde a cada paciente se divide a su vez claramente en el cálculo
sobre el paciente imagen y la irradiación del paciente real, que denominaremos:
• Dosimetría clínica del paciente.
• Aplicación del tratamiento.
Ambos procesos se realizan simultáneamente en la resolución del problema planteado; sin embargo, sin
pérdida de generalidad podemos formularlos como independientes definiendo el primero como
independiente del paciente, esto es, la dosis absorbida calculada para unos haces y medios perfectamente
definidos, de modo que la incertidumbre en este proceso se determinaría por la comparación entre la
medida que se obtendría y el valor calculado para idénticos valores de las variables que definieran los
parámetros de irradiación y medio irradiado.
Agrupando las correcciones debidas al cálculo en el sistema de planificación, tanto sean en un medio
homogéneo como en el paciente ideal o imagen del paciente, consideraremos en resumen el proceso
dividido en las cuatro etapas de la figura 1, y que para abreviar en el escrito y nomenclatura
denominaremos: M-Medida, C-Cálculo, P-Paciente, A-Aplicación.
No es intención de este escrito fijar los nombres de las distintas etapas, pues ése es un proceso colectivo
de entendimiento, al que se llegará tras largas discusiones. Por el momento utilizaremos esos nombres
de forma provisional.
Con la descripción realizada hasta el momento, correspondería a esta etapa la determinación de la dosis
absorbida en un punto de un medio, cualesquiera que fueran las características del haz de irradiación,
y el medio irradiado.
Por ello restringiremos esta etapa a las medidas en agua, de haces con incidencia normal al medio
irradiado. Esto conlleva trasladar el problema de corrección por las características del medio a la etapa
de cálculo.
Obviamente en algún momento se deben comparar los valores proporcionados por el sistema de cálculo
en situaciones reales con las medidas en esas situaciones o en condiciones que se puedan considerar
próximas. Sin embargo, creemos que es preferible trasladar el problema a la etapa de cálculo por la
aducida ‘práctica’ , ya que las incertidumbres que provienen de esas correcciones están íntimamente
ligadas a los algoritmos de cálculo, y éstos son específicos de cada sistema. Aún en el caso de que dos
sistemas de planificación utilicen el mismo modelo teórico, pueden presentar diferencias apreciables
debidas a los algoritmos de representación de los volúmenes, matrices de cálculo, métodos de
interpolación, etc.
Como ya hemos indicado, concentramos en esta etapa la capacidad del sistema de planificación para
reproducir los valores de dosis absorbida en cualquier punto de un medio irradiado, con la condición que
ese medio esté perfectamente definido.
Queremos separar en esta etapa las incertidumbres que corresponden a la falta de corrección por las
diferencias entre la imagen del paciente sobre la que se realiza la dosimetría, y el paciente real.
En esta etapa el paciente debe ser irradiado con los haces de irradiación y parámetros prefijados en el
plan de tratamiento. Este proceso es imposible de realizar en la practica debido tanto a alteraciones del
estado inicial del medio irradiado (paciente), como a discrepancias entre los valores aplicados y los
establecidos.
En resumen consideraremos las etapas y nomenclatura que se indica en la figura 2 , para la dosis
absorbida.
MEDIDA Y CARACTERIZACIÓN DE LOS HACES (M)
Dosis absorbida en el punto de referencia DMw(0)
Dosis absorbida en cualquier punto DMw(P)
CALCULO DE LOS HACES (C)
Cálculo en agua DCw(P)
Cálculo general DCm(P)
DOSIMETRÍA CLÍNICA DEL PACIENTE (P)
DPm(P)
APLICACIÓN DEL TRATAMIENTO (A)
DAm(P) / D(P)
Figura 2
Para cada una de estas etapas, las variables de entrada del sistema se corresponden con las magnitudes
medidas, los parámetros que definen los haces de irradiación y el medio y los valores y constantes
utilizados en las expresiones de determinación de la dosis absorbida y algoritmos de cálculo.
Podemos considerar las variables que constituyen entradas en el proceso agrupadas en los siguientes
tipos:
• [I].......Instrumentación de medida
• [N] .....Factores de paso de la medida a dosis absorbida.
• [A] .....Algoritmos de cálculo
• [H] .....Haz de irradiación
• [M].....Medio irradiado
Los elementos o grupos de tipos de variables que intervienen en cada etapa pueden esquematizarse en
la figura 3.
[N] SI
[A] SI SI SI
[H] SI SI SI SI SI SI
[M] SI SI SI SI SI SI
Figura 3
Existen por tanto grupos de tipos de variables comunes a todas las etapas y otras que solo intervienen
en alguna.
Planteado así, el problema parece por lo menos tedioso de resolver, ya que si las etapas no son
independientes respecto a las variables de entrada será muy difícil establecer un sistema modular para
el cálculo de incertidumbres.
Observemos que hasta ahora hemos denominado a estos grupos ‘tipos de grupos’ de variables y no
‘grupos de variables’. Nos preguntamos si una variable descrita con el mismo nombre para cada una de
las etapas es en realidad la misma variable.
Consideremos, por ejemplo, la variable distancia de irradiación F (DFS o DFC) en la etapa de medida
y en la de tratamiento; en ambos casos diremos que tienen un valor nominal NF. Si el valor ‘verdadero’
en la etapa de medida fue FN + ∆1 y en la de tratamiento FN + ∆2 no tenemos por que considerar que
hay correlación entre ∆1 y ∆2.
Podríamos objetar que hay un error sistemático en la definición de FN y que en realidad en ambos casos
el valor de la variable fue
Medida FN + ∆0+∆1'
Aplicación FN + ∆0+∆2'
y por tanto las variaciones de F en las dos etapas están correlacionadas, o que existe correlación entre
∆1 y ∆2 .
eliminamos la correlación entre las dos etapas, no teniendo ninguna trascendencia que designemos el
valor de F con que estamos trabajando F N o F’N. Deberíamos haber estimado F’N como valor de F en
lugar de F N .
En definitiva, aunque en los dos procesos hemos pretendido reproducir un mismo valor, el sistema que
ha generado ese valor es distinto, distinto operador y diferencia de procedimiento, por tanto se trata de
dos variables de entrada al sistema distintas. Estrictamente deberíamos hablar de DFS(M), DFS(C),
DFS(P) y DFS(A), refiriéndonos a la DFS generada en cada etapa.
Deberían aún hacerse ciertas consideraciones sobre qué tipos realmente intervienen en cada etapa y si
existe alguna variable que no pueda considerarse independiente, pero es mejor por el momento aceptar
que las variables que intervienen en cada una de las etapas son distintas, y que en general hay ‘n’ y ya
se irán deslindando las excepciones si éstas aparecen.
DMW (0) DMW (P) DCW (P) DCm (P) DPm (P) DAm (P)
p11,....p1n p21, ....p2n p31,....p3n p41,.... p4n, p51,.... p5n, p61,.... p6n
El hecho que consideremos un gran número de variables no complica el problema, pues al ser igual o
muy similar la forma de influencia de todas las pj,i para una misma i, ayuda a establecer un cálculo
modular, que esperamos nos permita, relativamente, una repetición del método en las distintas etapas.
Podremos expresar la dosis absorbida en un punto ‘P’de un paciente al que se le realiza un tratamiento
de radioterapia a partir de la dosis absorbida medida en un maniquí de agua, tras efectuar una serie de
correcciones que corresponden a las distintas etapas que hemos considerado.
Estas correcciones las podemos expresar como factores, o como incrementos según nos sea más
conveniente. Veamos someramente ambos casos.
Ya hemos indicado que la dosis absorbida en el punto ‘P’, resultado del tratamiento, la podemos
identificar con la dosis absorbida en dicho punto como resultado de aplicar el tratamiento propuesto.
en donde cada una de las fracciones corresponden a los factores de corrección que se deberían aplicar
en cada etapa, y que podemos escribir :
En donde Fw y Fm representan los factores de corrección de paso del valor calculado en agua al medido,
y del calculado en el medio al calculado en agua.
DC w
Fw= (E-5)
DM w
DC m
Fm = (E-6)
DC w
Hemos omitido indicar con un subíndice que dichos factores corresponden a la etapa de cálculo con el
fin de aligerar la nomenclatura.
Del mismo modo podemos suponer que la corrección de la dosis absorbida por cada una de las etapas
se puede realizar mediante un∆D .
D m (P) = DM w (P) + [ DC w (P) - DM w (P)] + [ DC m (P) - DC w (P)] + [ DP m (P) - DC m (P)] + [ DA m (P) - DP m (P)] (E-7)
D m (P) = D m (P)( p1,1 , ,....... p 2,1 ,........ p6,1 ,.......... p6,n ) (E-9)
Por tanto la incertidumbre en la dosis absorbida en el punto ‘P’durante el tratamiento vendrá expresada
por :
δD m (P) 2
u ( Dm (P)) = ∑ i=1, j=1 (
2 n,6 2
) u j,i ) (E-10)
δp j,i
La ecuación anterior es cierta si: u( p j,i , p k,l ) = 0 para j ≠ k e i ≠ l (E-11)
que es la condición que hemos considerado en la separación de variables.
En este punto deberemos ya decidir qué tipo de formulación queremos utilizar para calcular la
incertidumbre combinada. Si utilizamos la composición factorial podremos expresarla en la forma de
incertidumbre relativa, mientras que si usamos la incremental trabajaremos en valores absolutos.
Ambos métodos resultan útiles; sin embargo nos decantamos por usar la expresión factorial por su
facilidad para comparar valores y componer incertidumbres combinadas cuando se recogen valores de
distintos autores.
2 2 2 2 2 2
ur ( D m (P))=ur ( DM w (P))+ur ( F w (P))+ur ( F m (P))+ur ( F p (P))+ur ( F a (P)) (E-12)
La incertidumbre relativa combinada del proceso la expresamos como la suma cuadrática de las
incertidumbres en cada etapa, siempre que se cumpla la condición de conseguir separar la influencia de
las variables en cada uno de los procesos; ésto es, la aplicación de esta expresión nos obliga a separar
la incertidumbre en cada etapa.
La etapa de determinación de la dosis absorbida en agua es susceptible de división, pero como ya ha sido
tratada de forma global anteriormente, la consideramos agrupada en este apartado.
Notemos que ‘ur’es la incertidumbre combinada del tratamiento y que éste, está en general compuesto
por ‘S’ fracciones y un cierto número de haces ‘N’ en cada fracción (sesión). Por tanto, en general, en
cada etapa se deberá a su vez obtener la incertidumbre de la etapa como combinación de los distintos
haces y sesiones, si le afecta.
Este aspecto se debe tener en cuenta en todas las etapas. Si la dosis absorbida en P se debe a N haces:
y la incertidumbre combinada :
En general, el coeficiente de correlación podrá considerarse nulo para muchos casos. Sin embargo, hay
excepciones; por ejemplo, en la etapa de aplicación, si mantenemos fijo el tamaño de campo y giramos
el brazo de la unidad 180° para aplicar un campo opuesto, la incertidumbre en ambos haces debida al
tamaño de campo está correlacionada.
Si consideramos solamente el primer término y para hallar la incertidumbre relativa dividimos ambos
miembros de la ecuación anterior por D2(P) tenemos :
2 2
u (D(P)) N u k ( D k (P))
2
= ∑ k=1 2
(E-15)
D (P) D (P)
Multiplicando y dividiendo cada miembro del sumatorio por la dosis absorbida debida al haz ‘k’ al
cuadrado, y designando por DH la dosis absorbida debida a 'N' haces para diferenciarla de la debida a un
2 2
u k * Dk
ur = ∑
2 N
H k =1 2 2
(E-16)
Dk D H
La incertidumbre relativa debida a varios haces es la suma cuadrática de la incertidumbre relativa de cada
haz multiplicada por la contribución de dicho haz a la dosis absorbida total
ur H = ∑ k=1 ur k * f k
N 2 2
(E-17)
Si todos los haces contribuyen en la misma proporción en la dosis absorbida total, esto es, en 1/N, siendo
N los haces aplicados :
1
∑ k=1 ur 2k
N
ur H = (E-18)
N
Si podemos considerar que todos los haces tienen aproximadamente la misma incertidumbre relativa y
su contribución es distinta :
ur H = ur h ∑ k=1 f k
N 2
(E-19)
ur h
ur H = (E-20)
N
Así, en adelante denominaremos por urH la incertidumbre relativa debida a la suma de varios haces y la
determinaremos a partir de la correspondiente a una de las expresiones anteriores según el caso.
Para utilizar la composición cuadrática de las incertidumbres debidas a cada haz debemos estar muy
seguros que realmente las variaciones que producirán dichas incertidumbres son aleatorias. Es lógico
pensar que si realizamos un tratamiento con 4 haces, su incertidumbre será menor que la de un haz, pero
no se reducirá a la mitad a menos que todas las variables que intervienen se traten de tener bajo estricto
control.
En el caso que claramente se incumplan estas condiciones recurriremos a la formulación general, pero
para la mayoría de casos tendremos:
ur s
ur S = (E-21)
S
Reiteramos las mismas reflexiones que en el caso de la combinación de varios haces, y aconsejamos
mucha prudencia para aplicar esta expresión, que únicamente será valida si se cumplen las condiciones
en las que ha sido evaluada.
Hemos definido ya los grupos de tipos de variables que intervienen en el tratamiento con radioterapia
por los grupos [I], [N], [A], [H] y [M] .
Los grupos correspondientes a la medida y determinación de la dosis absorbida en agua han sido ya
desarrollados y nos ceñiremos por tanto a los grupos [A], [H] y [M] que atañen a las etapas de cálculo
de los haces de irradiación en agua, su corrección por el medio irradiado, la dosimetría clínica y la
aplicación del tratamiento.
En todos los casos, las variables definen el haz de irradiación y medio irradiado, además de las
constantes utilizadas en los algoritmos de cálculo. Ésta últimas no las podemos generalizar y habrá que
identificarlas de acuerdo con el modelo de cálculo que se estudie.
No consideramos aquí las coordenadas x-y del punto de entrada en el medio, pues las
consideraremos en el medio irradiado, y por tanto no es necesario considerarlas dos veces,
bastará solo una con una incertidumbre mayor, debida a la incertidumbre en la definición del eje
del haz y a la incertidumbre en la definición del punto de entrada en el paciente.
Cualquier otra modificación del haz no incluida en otros apartados, se deberá incluir aquí, como
si de una modificación por cuña se tratase.
En la medida que podamos, agruparemos incertidumbres debidas a causas diversas en una misma
variable, así:
• Agruparemos en el ángulo de giro del brazo,α, las incertidumbres correspondientes a giro del brazo,
rotación del paciente en el plano axial, y variación del contorno externo del mismo.
• Agruparemos en el ángulo de giro del colimador,β, además del propio giro del colimador, el giro
del paciente en el plano coronal y el giro de la mesa de tratamiento.
• En las coordenadas x,y del eje de entrada del haz, las incertidumbres en los indicadores, en la
colocación del paciente, y las variaciones de forma.
Esperamos que con ello el grupo de tipos de variables descrito sea suficiente para tener en cuenta la
totalidad de variables de entrada.
Necesitamos poder formular la función de la dosis absorbida en un punto en función de las variables. Nos
interesa que esa función sea común para todas las etapas, de modo que el método pueda ser repetido.
Evidentemente ésto no puede conseguirse para cada proceso, basta pensar en los algoritmos de cálculo,
distintos en cada sistema de cálculo o planificación.
Por tanto, formularemos una expresión lo suficientemente amplia que permita de momento tratar las
etapas de un modo homogéneo.
Distinguiremos dos casos que, en general, pueden ser de utilidad cuando el cálculo de incertidumbres
pueda realizarse de un modo analítico y experimental respectivamente.
Este caso puede ser útil si conocemos los algoritmos de cálculo sobre los que aplicar un procedimiento
analítico para el cálculo de la incertidumbre.
Consideraremos la dosis absorbida en un punto P del medio irradiado por el producto de las funciones:
En donde :
DHw(0) : es la dosis absorbida en agua en el punto de referencia ‘0’debida al haz ‘H’, que se toma de
partida para modificarlo en ‘h’. El haz ‘H’no tiene por qué pertenecer al subconjunto de haces medidos.
RH(P) : es el porcentaje de dosis absorbida en el punto P respecto al punto de referencia ‘p’en el medio
homogéneo cuando éste se irradia con el haz ‘H’.
Mh :es el factor que modifica la dosis absorbida en el punto P del medio homogéneo cuando se modifica
el haz ‘H’ en el haz ‘h’.
Mm : es el factor que modifica la dosis absorbida en el punto P , debida al haz ‘h’, cuando se modifica
el medio irradiado, es decir, cuando pasamos del medio homogéneo al paciente. En este paso
consideramos todos los factores que definen el medio irradiado, distribución de densidades y formas.
En general no debemos confundir esta nomenclatura con la citada en la descripción de las etapas, aunque
en algunos casos se puedan identificar términos.
xP xP PxP
Figura 4
δ
D(P) 2 2
u (D(P)) = ∑ i=1 (
2 n
) ui (E-23)
δpi
En donde para aligerar la nomenclatura prescindimos de un subíndice que indique la etapa y de los
superíndices ‘H’o ‘h’correspondientes al haz inicial y modificado, ya que las funciones D(0) y R(P) se
refieren al haz ‘H’y las otras al ‘modificado h’.
Desarrollando la derivada parcial respecto a una variable, por ejemplo el tamaño de campo ‘W’
δ
D(P) D(P) δ D(0) D(P) δ R(P) D(P) δM h D(P) δM m
= • + • + • + • ( E − 24)
δW D(0) δ W R(P) δ W Mh δW Mm δ
W
δD(0) δR(P) 1 δM h 1 δM m
2
1 1
2
ur (D(P))= [ • + • + • + • ] •u 2 (W) + •••(E-26)
D(0) δW R((P) δW Mh δW Mm δ
W
La ecuación anterior nos dice que la varianza relativa para una etapa, es la suma de los cuadrados de los
términos entre corchetes, siendo cada corchete la suma de las variaciones relativas de los cuatro factores
D(0), R(P), M h, Mm respecto a la variable.
Por tanto, para hallar la incertidumbre de la etapa, deberemos hallar para esa etapa la variación relativa
de cada uno de los cuatro factores enumerados respecto a cada una de las variables descritas, lo que
podemos ordenar en una tabla del tipo siguiente:
Tabla para el cálculo de incertidumbre en una etapa debida a las variables de entrada que afectan
δD(0) 1 δ R(0) 1 δM h 1 δM m [..] [..] * u(pi) Nota
2 2 2
pi u(pi) 1
• • • •
D(0) δpi R(0) δpi M h δpi M m δpi
SM
E
...
z
Otros
2
ur =
Figura 5
Como hemos titulado el apartado, este procedimiento puede ser apropiado si conocemos los algoritmos
de cálculo, o por lo menos los correspondientes a la modificación de la dosis absorbida en un punto por
la modificación del haz de irradiación y medio irradiado.
Las variaciones de D(0) y R(P) en el medio homogéneo y haz H, pueden ser evaluadas de forma
experimental en el sistema de planificación o por medidas directas en maniquíes de agua; sin embargo
la única manera de averiguar las variaciones de los factores correctores Mh y Mm es conocer sus
expresiones matemáticas, so pena de complicar el problema.
Por tanto, para resolver el problema de modo experimental no nos ahorramos calcular las variaciones
del haz real en el medio irradiado y tenemos que seguir el desarrollo de derivadas parciales e incluir en
la tabla estas variaciones. Limitaremos este procedimiento a cuando conociendo las expresiones
matemáticas que modifican la dosis absorbida cuando se modifica el haz y medio irradiado, no
conozcamos las expresiones que permitan calcular de forma matemática la dosis absorbida en el punto
de referencia de cualquier haz y su rendimiento (porcentaje) en un punto ‘P’.
Es un caso relativamente general, pues los valores correspondientes a D(0) y R(P) para un conjunto de
haces constan en ficheros y los programas utilizan interpolaciones para haces fuera del conjunto y
funciones de corrección ‘relativamente simples’para la modificación del haz y del medio.
δD(0) δ
2
1 1 R(P)
2
ur (D(P))= [ • + • +] •u 2 (W) + ••• (E-30)
D(0) δW R((P) δW
Para calcular la incertidumbre deberemos determinar las derivadas parciales de cada una de las dos
funciones respecto a cada variable
1 δD(0) 1 δR(P)
• + • (E-31)
D(0) δpi R(P) δpi
Como ya hemos visto en la exposición general de cálculo, proponemos estimar las derivadas parciales
por los cocientes entre el incremento de la función y el incremento de la variable
∆D(0) ∆R(P)
2
1 1
ur (D(P))= ∑
2 n
[ • + • ] •∆( pi )2 (E-32)
i=1
D(0) ∆ pi R(P) ∆ pi
En donde ∆pi es el incremento de la variable, y lo ideal sería tomar un valor próximo a la incertidumbre
de dicha variable, con el fin de no sobrevalorar o infravalorar la variación de la función.
En la práctica podemos tomar un valor que denominaremos∆max(pi), como cota superior del valor de
la incertidumbre; de ese modo de un lado podremos ensayar a partir de una determinación distintos
valores de incertidumbre de la variable y de otro encontrar variaciones de las funciones apreciables, con
lo que la ecuación anterior quedará en la forma:
∆D(0) ∆R(P) ∆( pi ) 2
2
ur (D(P))= ∑ i=1 [ • +• ] •(
2 n
) (E-33)
D(0) R(P) ∆ max ( pi )
Tabla 1 para el cálculo de incertidumbre en una etapa debida a las variables de entrada que
afectan a la definición del haz y medio irradiado en el punto P de coordenadas (x= ; y = ; z = )
nota
∆(pi) ∆(pi) R(P) ∆D / D ∆R / R [A+B.] [A+B.] *
2 2
pi D(0)
máx. (A) (B) (∆i/∆m)2
SM
.....
.....
Otros
2
ur (D(P) =
b) Variar la magnitud de entrada en el sistema que nos define la etapa en la que estamos
calculando la incertidumbre.
d) Modificar los valores o constantes en las funciones de acuerdo con las cifras con que están
definidas, o con nuestra experiencia.
A) Calcular la incertidumbre en un punto debida a una etapa para un haz de irradiación y una sesión si
es el caso por medio de una de las tabulaciones experimentales propuestas o recogiendo un valor de
la bibliografía.
B) Hallar la incertidumbre combinada de esa etapa teniendo en cuenta los distintos haces y sesiones.
El método a seguir puede ser el de calcular la incertidumbre en un punto o conjunto de puntos que sean
representativos de la incertidumbre que queremos determinar.
Planteamos este problema para considerar el grado de confianza que debemos asignar a la afirmación
“ la incertidumbre en el tratamiento es del 5 % (k= 1)” .
Desgraciadamente estamos tratando con incertidumbres muy elevadas y quizás repugna hablar de
incertidumbres del 10%, pero la incertidumbre admitida debe ser determinada por los clínicos y en el
resultado final, si éste es satisfactorio en el mismo intervalo de confianza, no importa decir 5% (k=1)
o 10% (k=2) .
Como en otros aspectos, no es posible recomendar un valor mientras no exista un acuerdo entre los
profesionales de las distintas sociedades profesionales. En cualquier caso para evitar confusiones
conviene dejar muy claro el factor utilizado cuando se cite una incertidumbre.
No debemos alarmarnos porque no tengamos decidido el factor de cobertura más adecuado al problema,
Oviedo, Octubre 1997
97
Incertidumbres en el tratamiento con Radioterapia M.C.Lizuain, C.Saez, J.Gultresa
o porque consideremos que el que usualmente se utiliza es poco conservador, mientras tengamos
siempre presente su significado. En todo caso, quizás es posible recomendar que para la incertidumbre
en cada etapa se considere k = 1, y así se obtenga la incertidumbre global, a partir de la cual cuando
consideremos factores de cobertura superiores a 1, enfaticemos la especificación para evitar
interpretaciones erróneas.
12.1 Introducción
Vamos a tratar de aplicar los conceptos expuestos y calcular en un caso practico la incertidumbre en un
tratamiento, calculando la incertidumbre en cada una de las etapas propuestas.
Puesto que aquí, de lo único que se trata es de ver las dificultades que comporta dicho cálculo, y en qué
medida es aplicable la teoría general y las particularidades que pretendemos aplicar, trataremos de
resolver cada etapa con un procedimiento distinto.
En este sentido, no nos vamos a preocupar de seguir exactamente el mismo caso para cada una de las
etapas, ni en que el caso sea totalmente representativo de un tratamiento medio de radioterapia.
Lejos de este primer escarceo dentro de nuestra sociedad (SEFM) en el campo de las incertidumbres,
está el conseguir establecer valores representativos de la incertidumbre en el tratamiento. Insistimos en
que tanto este caso, como todo lo expuesto no constituye más que una primera aproximación al
problema.
Otros dos puntos situados a ambos extremos del campo geométrico, como pueden ser los puntos de
coordenadas (Z = 10, X= 5, Y = 0) y (Z = 10, X = 6, Y = 0).
Definimos aquí el intervalo en el que esperamos que estén los parámetros de irradiación en todas las
sesiones de tratamiento.
E-Energía: Por la misma razón anterior, 2% sobre R(P). No debemos considerar variación
en D0, pues la inestabilidad del sistema monitor por modificación de la energía
ya está considerada en la estabilidad del sistema monitor en una jornada.
W- Tamaño de campo 3 mm, tomando la tolerancia del indicador del tamaño de campo y supuesto éste
digital. No es un valor muy seguro pues cuando el haz queda definido por
moldes, etc..., la diferencia puede ser bastante superior.
α ángulo brazo 4°, 1°por el doble de la tolerancia en el indicador, (supuesto digital), 2°por
rotación del paciente (aún con centradores), y 1°por variación de la forma del
paciente.
γmodificador del haz 4 mm. Insistimos que en este parámetro queremos introducir la variación por
cualquier modificación del haz. Seguramente el ejemplo de una cuña no es
afortunado, ni representativo de esa modificación; en la mayoría de casos la
posición de la cuña tiene una tolerancia despreciable y el operador no puede
hacer más que situarla en la posición establecida.
f(ρ) dist. densidades 1% en la oscilación de la densidad global por variaciones de volúmenes internos
a lo largo del tratamiento.
z profundidad de ‘P’ 6 mm, por variación del espesor del paciente y movimiento de la estructura a la
que pertenece el punto ‘P’.
x coord. resp. eje 6 mm, 1,5 mm por tolerancia en el indicador del eje del haz, 3 mm por la
colocación del operador, y 1,5 mm por variación en la forma del contorno del
a) DEL_PC, es el incremento de la variable con que se ha realizado el cálculo∆pi , que no tiene que
coincidir con el valor propuesto para el margen de variación, aunque sí es deseable que sea próximo.
c) En los campos D0 y RP se indica si las magnitudes D(0) y R(P) son modificadas por el incremento
de la variable.
f) S2_M, es el valor anterior modificado por el hecho que la variable tenga un margen de variación
distinto del que hemos empleado para el cálculo, es decir S2 multiplicado por (DEL_PM /
DEL_PC)**2.
DFS mm 4 6 si si 0.800 0.150 0.903 2.032 0.226 DEL_PC : Incremento de PI para el cálculo de
variación
W 3 si si 0.130 0.450 0.336 0.336 0.037
DEL_PM : Incremento máximo
Alfa grad 4 si si 0.400 0.450 0.723 0.723 0.080
DEL_PE : id. medio esperado
Beta grad 5 si 0.000 0.000 0.000
D0 : Variación en D0
Gamma mm * 4 si si 0.800 0.800 2.560 2.560 0.284
R0 : Variación en R0
3
Densi gr/cm 1% 1 si si 0.200 0.000 0.040 0.040 0.004
VD_D : Variación relativa en D0
Z mm 3 6 si 1.500 2.250 9.000 1.000 VR_R : Variación relativa en RP
X mm 6 si 1.400 1.960 1.960 0.218 S2 : suma de variaciones al cuadrado
Y mm 6 si 1.400 1.960 1.960 0.218 S2_M : S2 corregida por valor máximo
-------- S2_E : S2 Id.por valor med. esperado
Ur 5.160 1.720
DFS mm 4 6 si si 0.800 2.000 7.840 17.640 1.960 DEL_PC : Incremento de PI para el cálculo
de variación
W 3 si si 0.130 12.000 147.14 147.14 16.349
DEL_PM : Incremento máximo
Alfa grad 4 si si 0.400 72.000 5241. 5241.8 582.42
DEL_PE : id. medio esperado
Beta grad 5 si 2.100 4.410 4.410 0.490
D0 : Variación en D0
Gamma mm * 4 si si 0.800 30.700 992.25 992.25 110.25
R0 : Variación en R0
3
Demsi gr/cm 1% 1 si si 0.200 1.000 1.440 1.440 0.160
VD_D : Variación relativa en D0
Z mm 3 6 si 0.515 0.265 1.060 0.118 VR_R : Variación relativa en RP
X mm 6 si 0.340 0.116 0.116 0.013 S2 : suma de variaciones al cuadrado
Y mm 6 si 0.340 0.116 0.116 0.013 S2_M : S2 corregida por valor máximo
------- S2_E : S2 Id.por valor med. esperado
Ur 80.100 26.700
DFS mm 4 6 si si 0.800 8.600 88.360 198.81 22.090 DEL_PC : Incremento de PI para el cálculo
de variación
W 3 si si 0.130 29.700 889.83 889.83 98.870
DEL_PM : Incremento máximo
Alfa grad 4 si si 0.400 59.000 3528.4 3528.4 392.04
DEL_PE : id. medio esperado
Beta grad 5 si 8.600 73.960 73.960 8.218
D0 : Variación en D0
Gamma mm * 4 si si 0.800 38.500 1544.5 1544.5 171.61
R0 : Variación en R0
3
Densi. gr/cm 1% 1 si si 0.200 3.600 14.440 14.440 1.604
VD_D : Variación relativa en D0
Z mm 3 6 si 2.900 8.410 33.640 3.738 VR_R : Variación relativa en RP
X mm 6 si 8.600 73.960 73.960 8.218 S2 : suma de variaciones al cuadrado
Y mm 6 si 8.600 73.960 73.960 8.218 S2_M : S2 corregida por valor máximo
-------- S2_E : S2 Id.por valor med. Esperado
Ur 80.200 26.700
Las dos últimas celdas de las columnas S2_M, y S2_E , corresponden a la suma y de dichas columnas
y a su raíz cuadrada respectivamente, es decir el último valor representa la incertidumbre relativa.
Dado que en S2_E hemos tenido ya en cuenta que la variable a lo largo de un número muy elevado de
veces habrá tomado un valor medio correspondiente a 1/3 del intervalo de variación establecido, este
valor de incertidumbre puede interpretarse como la incertidumbre en el tratamiento, mientras que la
varianza determinada a partir de la composición de las desviaciones máximas de cada una de las variables
de entrada se podría interpretar como la incertidumbre en una sesión.
Incertidumbre relativa P1 P2 P3
Z= 10, X= 3, Y= 0 Z= 10, X= 5, Y= 0 Z= 10, X= 6, Y= 0
SESIÓN ? 5,4 % 80 % 80 %
TRATAMIENTO ? 1,8 % 27 % 27 %
1) Las incertidumbres en los puntos próximos al limite del campo geométrico son iguales y muy
elevadas; sin embargo una variación de un 27 % sobre un valor cerca del 50% representa un
decremento o incremento del 13 %, que en la zona que estamos examinando puede corresponder
a una distancia de 5 mm y por tanto no tan sorprendente como parece a simple vista.
2) Los valores de incertidumbres del orden del 5% para una sesión y 2 % para un tratamiento debidos
a la aplicación del mismo no parecen fuera de contexto.
3) No parece oportuno efectuar una corrección en la incertidumbre que consideramos puede ser
representativa de una sesión, por el número de haces, en el sentido de que si fuera debida a 4 haces
pasaría a ser de 2.7 % para una sesión, pues en la misma sesión probablemente se tendría que tener
en cuenta la expresión general y no la simplificada a partir de que todos los haces contribuyen igual
y proporcionan la misma incertidumbre en la dosis absorbida.
4) Si consideramos que el tratamiento se realiza en, por ejemplo, 30 sesiones la incertidumbre del
tratamiento a partir de la incertidumbre en cada sesión sería:
En resumen, según el criterio que adoptemos podemos estimar la incertidumbre con valores bastante
diferentes 1% o 1.8 %.
Es imposible decidirse a 'priori' por un criterio, mientras no exista experimentación especifica en este
campo.
104
Incertidumbres en el tratamiento con Radioterapia M.C.Lizuain, C.Saez, J.Gultresa
Quizás la hipótesis que nos ha llevado a estimar un 1.8 % en la dosis absorbida por la aplicación del
tratamiento parece más consistente que la de componer cuadráticamente las incertidumbres máximas en
cada sesión, a no ser que se siga un método de verificación de los parámetros de irradiación en cada
sesión.
Para el caso del ejemplo y sin querer generalizar tomaremos una incertidumbre de 1,5 % para esta etapa.
En esta etapa consideramos únicamente la incertidumbre debida a que los datos del paciente sobre los
que se realiza la dosimetría, y que para abreviar denominamos, 'paciente imagen', difieren de los datos
del paciente real, y por tanto a la falta de corrección por esta diferencia.
No es necesario tener en cuenta las aproximaciones del cálculo en sí, ni la diferencia posible entre los
valores aplicados y los nominales, pues ya se tienen en cuenta en las otras etapas.
Seguimos exactamente para esta etapa el procedimiento anterior, pero únicamente con las variables e
intervalos de variación que a continuación se detallan:
α ángulo brazo .
1°por la rotación del paciente mientras se han obtenido sus imágenes
y 3 mm.
En general hemos considerado en esta etapa márgenes de variación menores pues todos los detalles están
más cuidados y con el supuesto que se obtenga 'el paciente imagen' a partir de imágenes digitales de
equipos de diagnóstico a los que se les realiza un control de calidad equiparable a los equipos de terapia.
No es necesario repetir la experimentación para los nuevos incrementos de las variables salvo en el caso
que éstos sean muy distintos, basta con corregir los valores anteriores por (DEL_PM / DEL_PC )** 2,
correspondientes a los nuevos intervalos.
105
Incertidumbres en el tratamiento con Radioterapia M.C.Lizuain, C.Saez, J.Gultresa
Tabla 6 : Cálculo incertidumbres en etapa de dosimetría clínica debida a la incertidumbre en la definición del paciente.
Fotones 6 MV ; 100 cm, 10 cm x 10 cm, incidencia normal , Punto interés Z = 10 cm, X = 3 cm , y = 0 cm
DFS mm 4 2 si si 0.800 0.150 0.903 0.226 0.025 DEL_PC : Incremento de PI para el cálculo
de variación
W 3 2 si si 0.130 0.450 0.336 0.150 0.017
DEL_PM : Incremento máximo
alfa grad 4 1 si si 0.400 0.450 0.723 0.045 0.005
DEL_PE : id. medio esperado
beta grad 5 1 si 0.000 0.000
D0 : Variación en D0
gamma mm * 4
R0 : Variación en R0
3
demsi gr/cm 1% 1 5 si si 0.200 0.000 0.040 1.000 0.111
VD_D : Variación relativa en D0
Z mm 3 2 si 1.500 2.250 1.000 0.111 VR_R : Variación relativa en RP
X mm 6 3 si 1.400 1.960 0.490 0.054 S2 : suma de variaciones al cuadrado
Y mm 6 3 si 1.400 1.960 0.490 0.054 S2_M : S2 corregida por valor máximo
-------- S2_E : S2 Id.por valor med. Esperado
Ur 1.840 0.620
El valor que ha resultado para el punto P1( Z= 10, X= 3, Y=0), ver tabla 6, está acotado entre el 0,6
% y 1,8% valores que se podrían interpretar como valor medio de la incertidumbre y valor máximo
esperado en un paciente respectivamente, siempre en el ejemplo que estamos tratando.
Recordemos que en esta etapa hemos aislado las incertidumbres provenientes únicamente del sistema
de cálculo, y que la hemos dividido en dos partes, el cálculo de los haces en agua y el cálculo en un
medio cualquiera, paciente. A continuación vamos a desarrollar ambas partes por separado.
DC w
Fw= ( E − 5)
DM w
En esta etapa el denominador, DMw , es una constante ya que únicamente interviene las variables del
sistema de cálculo, y por tanto la incertidumbre de wF es igual a la incertidumbre en DCw. La
incertidumbre en DMw ya ha sido tenida en cuenta y evaluada en la etapa de medida y determinación de
la dosis absorbida.
12.5.1.1 Cálculo de la incertidumbre por la varianza entre valores calculados y los obtenidos con
medidas directas.
Estimaremos la incertidumbre por la varianza de la diferencia entre el valor de dosis absorbida medido
y el calculado en un conjunto de puntos en un maniquí de agua.
A modo de ejemplo hemos tomado 32 puntos correspondientes a haces de radiación de energía nominal
18 MV, con tamaños de campo 5 cm x 5 cm, 10 cm x 10 cm , 15 cm x 15 cm y 25 cm x 25 cm, y los
puntos de interés situados a distintas profundidades y distancias del eje de radiación.
El estudio se ha efectuado utilizando dos sistemas de planificación con algoritmos de cálculo distintos.
Un sistema es de desarrollo reciente y se ha utilizado el programa correspondiente a campos regulares,
que son los que hemos medido. En el segundo sistema, además de tener una antigüedad superior a 10
años, hemos utilizado el programa de campos irregulares, pretendiendo de ese modo dar una cota
superior de la incertidumbre.
En las tablas 7 y 8 constan los resultados de medida obtenidos.Éstos se presentan en dosis absorbida
(Gy) para un número constante de unidades monitor (480 um), los valores calculados en las mismas
unidades y las diferencias entre ambos.
107
Incertidumbres en el tratamiento con Radioterapia M.C.Lizuain, C.Saez, J.Gultresa
108
Incertidumbres en el tratamiento con Radioterapia M.C.Lizuain, C.Saez, J.Gultresa
Se han obtenido las desviaciones típicas de 1.4 % y 2.5 % para ambos sistemas de planificación.
109
Incertidumbres en el tratamiento con Radioterapia M.C.Lizuain, C.Saez, J.Gultresa
En resumen pensamos que habría que disminuir el valor determinado al tener en cuenta la incertidumbre
en la posición del punto medido. Sin embargo éso no reducirá mucho el valor de la incertidumbre, pues
salvo un número pequeño de puntos, la mayoría se halla en zona de débil gradiente en los que un error
de 2 mm en la posición en profundidad puede representar del orden de un 1% , y una diferencia de 2
mm en el plano X·Y será inferior al 0.5 % , por lo que no es esperable una contribución global superior
al 1 %, y como máximo una reducción del valor de la incertidumbre al 1,5 %.
12.5.1.2 Cálculo de la incertidumbre por la varianza entre valores calculados los obtenidos a
partir de medidas relativas.
Por tanto obtendremos la varianza relativa por la suma cuadrática de las variancias relativas de cada una
de las fracciones.
110
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Tabla 12. Varianza porcentajes dosis en eje transversal, 18 MV, campo 10 x 10 , profundidad 10 cm.
X dist. Eje % medido % calculado cociente X dist. Eje % medido % calculado cociente
0 100 100 1 52.3 72.011 65.251 0.9061
1 99.995 100 1 53.3 66.073 59.588 0.9019
2 99.995 100 1 54.3 59.81 53.797 0.8995
3 100.005 99.871 0.9987 55.3 53.573 48.263 0.9009
4 99.98 99.871 0.9989 56.3 47.42 42.728 0.9011
5 99.875 99.871 1 57.3 41.357 37.194 0.8993
6 99.785 99.871 1.0009 58.3 35.519 31.532 0.8877
7 99.696 99.871 1.0018 59.3 30.15 25.997 0.8623
8 99.596 99.743 1.0015 60.4 25.429 23.423 0.9211
9.1 99.581 99.743 1.0016 61.4 21.427 20.849 0.973
10.1 99.546 99.743 1.002 62.4 18.288 18.275 0.9993
11.1 99.506 99.743 1.0024 63.4 15.963 15.701 0.9836
12.1 99.496 99.743 1.0025 64.4 14.152 13.127 0.9276
13.1 99.426 99.614 1.0019 65.4 12.745 12.227 0.9594
14.1 99.351 99.614 1.0026 66.4 11.677 11.454 0.981
15.1 99.336 99.614 1.0028 67.4 10.778 10.682 0.9911
16.1 99.301 99.614 1.0031 68.4 10.02 9.781 0.9762
17.1 99.266 99.614 1.0035 69.4 9.406 9.009 0.9578
18.1 99.326 99.485 1.0016 70.4 8.902 8.623 0.9686
19.1 99.421 99.485 1.0006 71.4 8.498 8.237 0.9693
20.1 99.436 99.485 1.0005 72.4 8.099 7.851 0.9694
21.1 99.436 99.614 1.0018 73.4 7.715 7.593 0.9843
22.1 99.541 99.614 1.0007 74.4 7.4 7.207 0.9739
23.1 99.616 99.743 1.0013 75.4 7.136 6.95 0.9739
24.1 99.651 99.743 1.0009 76.4 6.896 6.692 0.9704
25.1 99.785 99.871 1.0009 77.4 6.662 6.435 0.966
26.2 99.94 100 1.0006 78.5 6.432 6.306 0.9804
27.2 99.985 100 1.0001 79.5 6.233 6.049 0.9705
28.2 100.035 100.129 1.0009 80.5 6.058 5.92 0.9773
29.2 100.18 100.257 1.0008 81.5 5.893 5.663 0.9609
30.2 100.314 100.257 0.9994 82.5 5.734 5.534 0.9652
31.2 100.374 100.257 0.9988 83.5 5.564 5.405 0.9715
32.2 100.349 100.257 0.9991 84.5 5.419 5.277 0.9737
33.2 100.314 100.257 0.9994 85.5 5.304 5.148 0.9705
34.2 100.369 100.257 0.9989 86.5 5.18 5.019 0.969
35.2 100.289 100 0.9971 87.5 5.07 5.019 0.99
36.2 100.03 99.743 0.9971 88.5 4.945 4.891 0.989
37.2 99.81 99.485 0.9967 89.5 4.835 4.762 0.9848
38.2 99.661 99.228 0.9957 90.5 4.736 4.633 0.9784
39.2 99.406 98.97 0.9956 91.5 4.621 4.505 0.9748
40.2 99.042 98.327 0.9928 92.5 4.506 4.376 0.9711
41.2 98.648 97.555 0.9889 93.5 4.396 4.376 0.9954
42.2 98.124 96.782 0.9863 94.5 4.311 4.247 0.9851
43.3 97.415 96.01 0.9856 95.6 4.227 4.118 0.9744
44.3 96.467 95.238 0.9873 96.6 4.142 4.118 0.9944
45.3 95.319 92.664 0.9721 97.6 4.082 3.99 0.9774
46.3 93.987 90.09 0.9585 98.6 3.997 3.861 0.966
47.3 92.216 87.516 0.949 996 3.897 3.861 0.9907
48.3 89.741 84.813 0.9451 media = 0,977 Varianza 0097
49.3 86.492 82.239 0.9508 Desviación típica total = 0.031
id. < 4,5 cm = 0,006
50.3 82.395 76.705 0.9309 id. > 4,5 cm = 0,032
51.3 77.475 70.914 0.9153
En las tablas 9, 10 y 11 constan los cálculos que a continuación resumimos .
114
Incertidumbres en el tratamiento con Radioterapia M.C.Lizuain, C.Saez, J.Gultresa
El campo 12 x 12 no se entró en el sistema de cálculo, y por tanto se trata de un campo interpolado. Así
y todo, a partir de esta pequeña muestra se podría estimar una incertidumbre del 0.2% en el rendimiento
en profundidad, para campos regulares.
En la tabla 12 se muestra el cálculo de la varianza entre los porcentajes de dosis absorbida en un eje
transversal, medidos y calculados para un campo 10 cm x 10 cm a 10 cm de profundidad.
La desviación típica resultante ha sido de un 3,1% , teniendo en cuenta todos los puntos; si
consideramos la parte de la curva cuya distancia al eje es inferior a 4,5, cm la desviación típica es de 0,6
%, mientras que la correspondiente al resto se aproxima al 3%. Consideremos un 2% como valor
representativo, para no sobrevalorar la zona de penumbra.
En el sistema de cálculo empleado la varianza entre las dosis absorbidas y calculadas para campos
rectangulares en el punto de referencia ha sido inferior al 0.5 %.
Sin embargo, si en la tabla de factores de campo del sistema se entran un número insuficiente, (nueve
en este ejemplo), entonces la desviación típica resulta 2.4%
Teniendo en cuenta los resultados en ambas situaciones y el cálculo para campos irregulares, podemos
estimar en un 1% la incertidumbre debida al cálculo de la tasa de dosis absorbida en el punto de
referencia.
En resumen, en el ejemplo estudiado tendríamos una incertidumbre relativa igual a la raíz cuadrada de
12 + 22 + 0.22 , igual a 2 %.
Notemos que este valor es análogo al obtenido por el procedimiento anterior; no interesa tanto que sea
el mismo número como que tenga el mismo orden de magnitud.
Hemos resumido esta etapa en el factor de corrección Fm, como el cociente entre la dosis calculada en
un paralelepípedo de densidad uno, agua, y la calculada en un medio de densidad y forma cualesquiera.
DC m ( E − 6)
Fm=
DC w
115
Incertidumbres en el tratamiento con Radioterapia M.C.Lizuain, C.Saez, J.Gultresa
Figura 6
Oviedo, Octubre 1997
116
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Figura 7
Oviedo, Octubre 1997
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Figura 8
Oviedo, Octubre 1997
118
Incertidumbres en el tratamiento con Radioterapia M.C.Lizuain, C.Saez, J.Gultresa
INHOMOGENEI TY CORRECTION
TAR(d' P , r)
ICFP = RATIO TAR
TAR(dP , r)
TAR(d′
P, r$P )
ICFP = EQTAR
TAR(dP , rP)
RDp = RD p * ICFp
Works in Progress
Figura 9
En general es difícil calcular la incertidumbre en el factor mFa partir de valores medidos y calculados.
Podemos recurrir a ese procedimiento para un caso concreto, pero cuando se adquiere un sistema de
planificación, o por lo menos idealmente antes de ponerlo en funcionamiento, debería tenerse una idea
del orden de magnitud de la incertidumbre global.
Vamos a presentar aquí una forma subjetiva de estimación de la incertidumbre cuando disponemos de
muy pocos recursos.
En el caso de que el suministrador del equipo disponga de datos relacionados con la incertidumbre que
queremos determinar, la primera medida será recurrir a ellos.
Como ejemplo hemos elegido la casa 'Theratronics' , que dispone de un disco compacto de demostración
en donde se muestran los algoritmos de cálculo para el factor mF y distintas gráficas entre valores
medidos y calculados de entre las cuales reproducimos algunas en las figuras 6 a 9.
En las figuras 6 y 7 se muestran las diferencias entre valores medidos y calculados para distintas
densidades, en fotones de 18 MV y 60-Co, respectivamente. En la figura 8 se enseña el caso de
corrección de un toráx y en la figura 9 el algorítmo de cálculo utilizado.
Se ha realizado una estimación, a partir de los datos gráficos, de la desviación típica entre los valores
calculados y medidos, resultando 1,6% para 18 MV y 1,6 % para cobalto.
119
Incertidumbres en el tratamiento con Radioterapia M.C.Lizuain, C.Saez, J.Gultresa
TAR( d * p , r* p )
ICF P = ( E − 36)
TAR( d p , r p )
Donde d*p es la profundidad del punto de interés escalada por la densidad del medio y*p res el radio del
circulo equivalente al tamaño de campo, de acuerdo con la ‘densidad efectiva’ρ,*, determinada por:
∑ i ∑ J ∑ K wi, j,k
Los valores wi,j,k reflejan el factor de peso de la radiación dispersa proveniente del volumen elemental
(i,j,k) al punto ‘p’ yρi,j,k la densidad de dicho volumen.
En suma es una función única de la distribución de densidades, por lo que podemos aplicar el mismo
procedimiento que en las etapas de aplicación del tratamiento y de definición del paciente imagen. No
vamos a desarrollar pues este caso, pero sí recordar las pautas del procedimiento a seguir.
De una parte tenemos la ventaja que únicamente debemos preocuparnos de la variable densidad, y de
otra la desventaja que dicha variable tiene una distribución compleja en el medio y que varía mucho de
unas zonas corporales a otras.
120
Incertidumbres en el tratamiento con Radioterapia M.C.Lizuain, C.Saez, J.Gultresa
también que tener en cuenta la corrección por la forma externa, o 'contorno', del paciente.
Etapa Rango
De: A:
Cálculo en el medio 2 2
1. La incertidumbre calculada para las etapas de definición del paciente imagen y para la aplicación del
tratamiento parece pequeña comparada con las otras etapas. Recordemos que estamos considerando
un punto en una zona de débil gradiente de dosis, para un tratamiento muy simple y que suponemos
los equipos de diagnóstico sometidos a un control de calidad equiparable a los de terapia; además
hemos considerado que la incertidumbre en la aplicación se podía obtener a partir de un variación
aleatoria de los parámetros de irradiación, siempre dentro del intervalo de tolerancia o de un margen
de aplicación que consideramos muy bueno.
Evidentemente, de no cumplirse estas condiciones o bien tratarse de tratamientos complejos, éste
valor podría aumentar considerablemente.
2. Los órdenes de magnitud son iguales para cada etapa y sus valores oscilan entre 1 y 3, que con las
consideraciones anteriores podríamos elevar el margen a un valor comprendido entre 2 y 3.
3. Si nos fijáramos el objetivo de no superar una incertidumbre global en el tratamiento, con el supuesto
de repartir dicha incertidumbre por igual en todas las etapas, obtendríamos un límite para cada etapa
pudiendo así abordar el problema con objetivos modulares; estos objetivos corresponderían al
criterio que establezcamos y que, por ejemplo, mostramos en la tabla 14.
121
Incertidumbres en el tratamiento con Radioterapia M.C.Lizuain, C.Saez, J.Gultresa
6% 4,5 % 3% 1,5 %
10 % 7,5 % 5% 2,5 %
14 % 10,5 % 7% 3,5 %
Si quisiéramos limitar la incertidumbre global al 5 % con un intervalo de confianza del 95% , tendríamos
que limitar la incertidumbre en cada etapa al 1,2 %, objetivo prácticamente imposible en la actualidad.
Si se consigue limitar la incertidumbre en cada etapa a un 2 % (k = 1), objetivo muy difícil para la
totalidad de los tratamientos, la incertidumbre global en el tratamiento sería del 4,5% (k=1).
Para que nos sirva de base de comentario en el curso hemos recogido una pequeña muestra de revisión
de la bibliografía, entre 1984 y 1996, con la intención de mostrar la evolución en el planteamiento del
problema y los valores manejados. Se adjunta también una lista bibliográfica en donde buscar referencias
de incertidumbres relacionadas con la radioterapia.
122
Incertidumbres en el tratamiento con Radioterapia M.C.Lizuain, C.Saez, J.Gultresa
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123
Incertidumbres en el tratamiento con Radioterapia M.C.Lizuain, C.Saez, J.Gultresa
central y periférico del volumen tumoral y dosis totales en el centro del tumor.
Brahme (1988)
σD / D
Desviación típìca relativa en la dosis absorbida media en el volumen blanco.
σD / D
Desviación típica relativa en la distribución de dosis absorbida media en el volumen blanco.
124
Incertidumbres en el tratamiento con Radioterapia M.C.Lizuain, C.Saez, J.Gultresa
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Parte de un programa de control de calidad en el que participan 20 centros de radioterapia con 48 haces
de fotones de distintas energías, comparan las medidas obtenidas mediante cámara de ionización en
maniquí de agua y valores obtenidos mediante cálculo en sistema de planificación.
Se han utilizado diversos parámetros de irradiación y modificadores del haz. Presentan la incertidumbre
de la razón entre D.A. calculada y medida.
125
Incertidumbres en el tratamiento con Radioterapia M.C.Lizuain, C.Saez, J.Gultresa
Thwaites, D.I., Williams,J.R. et al. (1992). A dosimetric intercomparison of megavoltage photom beams
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Comparación llevada a cabo en 62 centros del Reino Unido. Las medidas se realizan con cámara de
ionización y maniquí de resina y se comparan con las dosis calculadas con distintos sistemas de
planificación. Se presentan las razones entre valores de D.A. medidos respecto a los calculados.
En este mismo trabajo se incluye una comparación de dichos resultados con valores anteriormente
presentados en la bibliografía.
126
Incertidumbres en el tratamiento con Radioterapia M.C.Lizuain, C.Saez, J.Gultresa
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