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Prólogo del Director

de la
Escuela Superior de Ingenieros de Minas

El arrollador avance tecnológico que en el mundo estamos viviendo, hace que


las Ciencias aplicadas tengan forzosamente que seguir el ritmo de dicho desarrollo
y máxime las implicadas en la investigación, prospección y obtención de primeras
materias, siendo la minería una de las más afectadas en este sentido.
En su consecuencia, está intensivamente implicado en lo expuesto anterior-
mente, el Tratado de Geoffsica Aplicada del actual Catedrático Doctor Ingeniero
de Minas, D. José Cantos Figuerola, que amablemente me ha pedido unas líneas
de prólogo.
Creo qúe no es necesario ampliar ní justificar la importancia de la materia de
que se trata, pero sí quiero hacer una historia cronológica de esta asignatura que
fué implantado sus estudios en esta Escueta y que sigue teniendo una importancia
transcendental, tanto en los Planes de Estudio de la misma como aplicación indus-
trial en prospección Geofísica de toda índole.
En el año 1928 publicaba el Instituto Geológico y Minero de España el primer
libro completo que se daba a conocer en el mundo sobre Geofísica Aplicada. Lo
escribió D. JoséG. Siñeriz, Ingeniero de Minas y tuvo tal éxito en el terreno cien-
tífico, que al presentarlo al Congreso Geológico Internacional que se celebraba
en Pretoría en aquel año, fué nombrado su autor Presidente de la Comisión Inter-
nacional de Geofísica, dándose as( a conocer España como uno de los países pione-
ros en esta Ciencia.
Escrito por españoles se ha publicado bastante desde entonces, pero ningún
tratado de Geoffsíca Aplicada que se pueda considerar completo.
Este es precisamente el mérito de la obra que me ha correspondido presentar',
que es el primer tratado completo de Prospección Geofísica que publica un autor
español desde 1928 y, como ha pasado cerca de medio siglo, hay que suponer que
los avances han sido extraordinarios.

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El autor es Catedrático por oposici6n de la asignatura de Geofísica Aplicada


desde 1959, habiendo sido Profesor Encargado de Curso de la misma desde 1955
y siendo el primero que explicó el tema como asignatura independiente.

Su actividad nunca se separó de esta Ciencia, ya que en Febrero de 1'929 in·


gresó en el Instituto Geol6gico y Minero a las órdenes de Siñeriz, iniciando am-
bos los trabajos de Prospección Geofísica en España. Desde entonces ha realizado
una gran labor en el terreno de la investigación de minerales, incluídos el petróleo
y también el agua subterránea.
Esta labor se dió a conocer en 4 Tomos voluminosos firmados por Siñeriz y
en un V Tomo firmado por Cantos y publicado en 1953.
Debido precisamente a su labor en esta Ciencia, le concedieron en 1955 la
Gran CruzdeAlfonsoX E/Sabio. La Encomienda con placa. la poseía desde 1951.
Actualmente sigue al frente de su Cátedra y es Subdirector del IGME desde
1962, donde ascendió desde su Departamento de Geolísica. El libro en cuestión
es de gran interés para cualquier Centro de Enseñanza donde se explique la asig-·
natura, pero sobre todo, es lo más completo que se ha escrito en castellano sobre
el tema y apto para el curso elemental de cuarto año como para el de especializa-
ciones de 5° de esta Escuela.
Es lo que se me ocurre como introducción al libro; lo demás lo irá juzgando
el lector por sí mismo.
Madrid, Abril de 1.973.

Juan José M fraved,

.. ..
Prólogo del autor
Ante todo h-e de hacer una especial mención de las personas que me han ayu-
dado a confeccionar este Tratado de Geoflsica Aplicada. Pecaría de ingratitud si
no lo hiciera, pero además no se creería nadie que lo había escrito solo, sin cola-
boradores, porque en el mundo apenas se escriben libros de ciencia sin importan-
tes ayudas. Así como hay otros que se pueden escribir por una soJa persona como
son los literarios, tos científicos se basan a veces en ideas laniadas al Mundo hace
2.000 años y así nos podríamos encontrar, con que casi todo se había dicho antes,
aunque de otra forma.
En cuanto a nuestro tema no creo que haya un solo t ratado de Geofísica
Aplicada que no haya tenido muchos colaboradores, porque nadie es especialista
absoluto de todos los métodos que se describen y menos en una ciencia tan com-
pleja y difícil como ésta. Por eso no debe extrañarnos demasiado que. diga que
empecé a escribir la obra hace 19 años, como encargado de curso y en forma de
apuntes de clase y como desarrollo el de los métodos geofísicos ha sido tan rápido
y el dar forma a un libro hasta su publicación cuesta bastante tiempo, resulta que
hoy al ,darlo a la luz, después de muchos años y modificaciones periódicas, no so-
lamente no me satisface del todo, sino qlle ya lo encuentro yo mismo anticuado
en muchos aspectos. Por lo tanto además de haber escrito un libro que no es per-
fecto, de lo único que no puedo presumir es de rápido, porque esta ciencia da lu-
gar a estas situaciones y no permite ligerezas. Prueba de lo que digo es que, desde
1928 hasta hoy no se había escrito por autor español ningún Tratado de Geofísica
Aplicada, que se pueda considerar completo después del de Sifíeriz.
Este tampoco lo es, pero como base de estudios para una Escuela de Ingenieros
de Minas como la nuestra, puede prestar un buen servicio y en cuanto a las nove-
dades que vayan surgiendo después, es misión del Profesor de turno el orientar al
alumno hacia los trabajos especiales que se puedan seleccionar de las Revistas
científicas de la materia en cuestión.
Mi primer colaborador ha sido mi adjunto el Dr. Ingeniero de Minas Manuel
López Linares, hoy Catedrático en la Escuela de Mil'\as de Oviedo, con una valiosa
aportación a los Métodos Sfsmicos y Gravimétricos en especial. Posteriormente el
auxiliar de Cátedra Dr. Ingeniero de Minas Fernando Gea Gavaloy, fallecido en 1968
en cumplimiento de su deber, con una dedicación muy especial al mismo Método
Sísmico. Mencionaré también a Inocencia Vega que le sucedió como auxiliar por
poco tiempo. Tampoco olvidaré de mencionar al Dr. Ingeniero de Minas Francisco
8

Entiban Santln.ban que además de haber trabajado conmigo muchos años en el


IGME me ha evitado en algunos apartados de los capftulos de Sísmica Y de Pros·
pecci6n radiactiva. Recientemente como importante labor de ordenación, corree·
ci6n y revisi6n crítica del j6ven Ingeniero de Minas O. Carlos Fern~ndez Ramón
y del Ayudante de Minas O. Rodolfo Malo, que me han prestado su valiosa ayuda
en esa tabor que es de las más ingratas de fa publicación de un libro.
Ya que estamos haciendo la introducción a un Tratado de Geofísica Aplicada
porqué no decir un poco de lo que esta ciencia significa. Cuando decimos Geofísi·
ca en General, el concepto es de tal amplitud y abarca tantas ciencias que más va-
le que no me meta en explicarlo a mi manera, pues me lloverían las protestas. Bas·
ta con que diga que abarca o al menos se mete en el terreno de la Oceanografía,
Meteorolog(a, Campos de la gravedad, del Magnetismo y de la Electricidad terres-
tres, Sismología, Vulcanología, Tectónica y Geodinámica.
Para no asust ar al lector diremos que eso es lo que significa la Geofísica Pura
o Geofísica Fundamental. La Geoflsica Aplicada es una ciencia conexa con la
Geología y según el Geólogo es su mejor instrumento • para la prospección de mi·
nera/es y de agua aubterránea. También sirve para calcular la edad de las for·
maciones y rocas, y otros muchos problemas tectónicos que solo por geofísica se
pueden llegar a resolver con ~laridad.
Ha adquirido tal importancia en la investigación del petróleo, que no es aven-
turado decir que sin esta ciencia aplicada hace tiempo estaría la Humanidad en
crisis de energía por insuficientes hidrocarburos y combustibles nucleares. Pero
sobre todo de petróleo, pues ya apenas se descubre una estructura entre cien que
no sea Geofísica y no se hace un solo sondeo para hidrocarburos que no aplique
la testificación geofísica en su interior.
En resumen que hoy se gastan en el Mundo alrededor de 700 M. de$ en
prospección solo de petróleo, y en el año 1950 se gastaban menos de 300 M. Te·
niendo en cuenta las dificultades que presentan las estructuras profundas, que es
lo que nos va quedando por buscar y sobre todo las submarinas, proyectadas cada
d(a en agllas de mayor profundidad, no es posible que disminuya por ahora este
ritmo de aumento de la actividad geofísica. Por lo tanto en los años que quedan
de esta década, consumiremos y descubriremos mucho más en este 'mismo~ampo
de la investigación y referente a los demás minerales y al de agua subterránea, es
P.Osible que el coeficiente de aumento sea muy superior, como ya lo está siendo.
Pero entonces este modesto T ratade> se habrá quedado otra vez anticu8'o-:
pero como base de estudios en la enseñanza de la Geofísica Aplicada, creo que "'
seguirá siendo de utilidad durante a1gún tiempo.
E/Autor.
9

indice Pág.

Prólogos.. . .. ... . .. . ......... . ...... . .. . . .... . . ........... .... .... 5


Capítulo 1.-lntroducción general 11 101 métodos geofísicos de prospección.
1-1·1 La Geoflsica . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
l) La Geofisica Pura. . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
2) La Geofísica Aplicada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . • . . 23
1·1.2 lugar de la Geoflsica Aplicada, en la pro$pecci6n petrolífera.. . . . . . • . . . . . . 24
1) Trampas estructurales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . 24
2) Otros tipos de trampas.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
f·l.3 Lugar de la Geofísica Aplicada, en la prospección de las demás sustancias
minerales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
a) Minería.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
b) Aguas subterráneas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
e) Ingeniería Civil. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
1-1 .4 Clasificación de los métodos geofísicos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
a) Método gra11imétríco. . . . . . . . . . . . . • . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
b) Métodos magnéticos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
e) Métodos sísmicos. . . . ..... . , . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
d) Métodos eléctricos ...... . ....... . ................ , . . . . . . . . . . . . • 27
e) Otros métodos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
I ·1.5 El principio del escalonamiento de los métodos y consideraciones sobre sl.i
empleo. ....... . . .. . . . . .. ....... .. .. ......... ..... . ... . ...... .. 27
l·1 ·6 El papel de la Geología en la prospección Geofísica ..... ... . .... . . . . , . . . 28
1-1-7 Oatos sobre la acti111dad Geofísica en el mundo. . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . 29
· 1-1-7-a. En la lndüstria del Petróleo . ... ..... . . . ... . . . .... . .... ... ... 29
1-1-7-b. Tendencias de la Geoflsica Minera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
1.1 -8. Cuadro Técnico Económico de aplicaciones de la Geofísica. . . . . . . . . . . . . . . . 33
Capítulo 11.-Métodos Gravimétricos.
11·1 Campo gravífico terrestre. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
11·1 . 1 1ntroducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
Breve reseña h istórica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
ley de Newton . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
Constante de la gravitación universal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
11-1.2 Potencial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
Potencial debido a la atracción terrestre (V 1} . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . 37
Potencial debido a la rotación de la tierra (V1 ).. . . . . • . . . . . . . . . . . . . • 37
Superficies equlpotenciales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . 37
Deducción de los valores de los componentes del campo gravíf[co
terrestre ... . • ...... ... . : • . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
ll ·l.3 Variación de la gravedad sobre la superficie terrestre....... . . . . . . . . . 40
A) Con la latitud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
El esferoide normal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
El Geoide .. ... . . ... . .... . . . . . . . · . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4l
'B) Con la alt itud . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . • • . . . . . . . . 41
1) Corrección al aire libre. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . • . . . . . . . . . 42
2) Corre<:1:iÓn de Bouguer...... . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
10 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Pág.

3) Corrección topográfica ................................. . 43


C) Con el tiempo ....... ................... ...... . ......... . 44
a) Efecto de las mareas ....... ........... ............. ... . . 44
b) Deriva instrumental .................................... . 44
Reducción de la gravedad al geoide ... • ......................... 45
11-2 Medición de la gravedad .......................................... . 45
Unidades de medida .......... ........... ........ ... .. .. . .. ... . . . 45
Medidas de gravedad ............................................ . 45
Medición de la gravedad absoluta ..... ... ............ · · · . · ... · · · · · 46
A. Con el péndulo. . . .... ...... .. ......... ... ................ . 46
B. Caída libre de cuerpos .....................................• 46
Medición de la gravedad relativa ................................... . 47
11·2.1 lsostasia......... .. .......... . ........................... . 47
11-2.2 Instrumentos para efectuar las medidas de la gravedad .............. . 48
El Péndulo.................. . .. ......... ................. . 48
Péndulo simple o matemático ................ • ................ 48
Péndulo "físico" ..... ....... ... ...... ....... . ...... ........ . 49
El Gravímetro........ ......... ....... .... . .......•... ...... 50
1) Gravímetros estables . .................... . ... .... ...... . 50
2) Gravímetros inestables ............. ...... . ... .......... . 51
Ejemplo de gravímetros estables .... .... ..... ..... ... .... ...... . 51
Gravímetro Hartley ................ • ...................... 51
Gravímetro Gulf .......... .. ............... .... .......... . 52
Ejemplos de gravímetros inestables ............................. . 52
Gravímetro Thyssen ..................................... . 52
Gravímetro Lacoste·Romberg .............................. . 53
Gravímetro Worden...................................... . 54
Gravímetro Marino ..................... : ................ . 56
Gravímetro Aéreo......... . .................... . . • ....... 56
La Balanza de Torsió"n ........ .. . ... ...................... .. . 56
Gradiente horizontal de la gravedad ................•......... 56
Término de curvatura ..................................... . 61
11-3 Observaciones de campo .................................... · · · .. . 65
Composición de un Equipo Gravimétrico ............... .. ......... · . · 65
Toma de datos. Red de Bases...................................... . 65
Corrección de la deriva instrumental. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
1) Corrección de la deriva en la red de bases .......... ........... .. . 67
2) Corrección de la deriva instrumental en un punto cualquiera ......... . 69
Calibración del gravímetro ............... . ... ... .................. . 69
Tolerancia máxima admisible en la determinación de la altitud y distancia
horizontal de una estación ....................................... . 70 ~

Cálculo de la densidad del terreno ............................. .. .... . 70


11 -3.1 1nterpretación .............................. . ............. . 72
Obtención del mapa de anomalías de Bouger .................... ~ 72
73
...
Consideraciones generales.......................... . ......... .
1nterpretación geológica ............... .. .................... . 75
11-3.2 Cálculo de los mapas de anomalías regional y residual. .............. . 75
A) Métodos gráficos ...................... ... ................ . 76
1) Método de suavización de curvas isoanómalas. ..... ... . ...... . 76
2) Método de los perfiles............... ..... .... • ... · · · · · · · 77
INDICE 11

Pág.

B) Métodos analíticos............................ /. ......... . 77


.. 1) Método de las medias aritméticas ............. ......... .... .
2) Determinación por mínimos cuadrados ..................... .
77
78
3) Método de Griffin..................................... . 79
4) Método de Saxov y Nygaard ............................. . 80
El método de interpretación de Ja segunda derivada............... .. 81
Cálculo de mapas de segundas derivadas . ........ ........ .... .... . 82
Consideraciones sobre la continuación analítica del campo gravífico
terrestre ............................................... . 88
11 ·3.3 J nterpretación cuantitativa ................................. . 89
Efectos gravíficos de cuerpos de formas geométricas sencillas........ . 90
La esfera ....... .. ............... . .............. .. ....... . 90
El cilindro horizontal ...... ....... .......... ... ............ . 91
Efecto de una capa infinita horizontal de espesor constante h ........ . 92
Efecto de una capa finita horizon'tal de espesor h o efecto de falla .. . 92
Efectos gravíficos de cuerpos de forma cualquiera. Gratículas.. . ..... . 92
11-4 Ejemplo de trabajo gravimétrico en INCA (Mallorca) .................... . 95
Justificación del empleo del método gravimétrico ...................... . 95
Trabajo de campo..................................... .. ........ . 95
Trabajo de gabinete .. ... . .... ....... .... ........................ . 96
11-4.1 Interpretación de los resultados...... . ....... ......... ......... . 97
Mapa de Bouguer (Fig. 11-55) ...... • ..... • .................... . 97
Mapa Regional (Fig. 11-56~ ................................... . 97
Mapa Residual (Fig. 11·57) ............. .. .................... . 97
11-4.2 Conclusiones.............................................. . 98
Capítulo 111.-Método magnético
111-1 Historia...... ... ...... .................. ....................... 105
111-1.1 Generalidades sobre el magnetismo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
Ley de las acciones magnéticas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
Unidad de intensidad magnética.............................. . 107
Campo magnético........................................ ·· 107
Potencial magnético................ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
Momento magnético........................ . . . . . . . . . . . . . . . . 108
Intensidad de imantación..................................... 108
Potencial magnético creado por un cuerpo imantado..... . . . . . . . . . . 108
111-1.2 Comportamiento magnético de la materia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110
Susceptibilidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . •11 O
a) D iamagnetismo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1T 1
b) P11rama1inetismo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
c) Ferromagnet1smo................. · ... -. ~ · · · · · · · ·. · ·.... 112
Inducción magnética....................................... . 112
Permeabilidad.................. .. ......... .. .............. 112
Magnetismo remanente. Ciclo de histéresis. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
111-1.3 Medición de la susceptibilidad magnética de las rocas. . . . . . . . . . . . . . . 114
111 ·1 .4 Magnetismo terrestre. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
a) Campo 1nterno .................. · · . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
1) Campo Geomagnético ........... · ...... ,.............. 116
2) Campo Cortical. . .............. · · · · . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
b) Campo externo ................... · · . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
111-1.5 Efectos de lbs cuerpos magnéticos........ ···................... 117
12 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Pág.

Caso de un polo........................................... . 117


Caso de un dipolo vertical. ........... · . .... ................. . 118
Teorema de Poisson ........................................ . 119
Caso de una esfera ....... ............... ................... . 120
Efecto de un cilindro vertical. .... .. .......................... . 120
Dique. .......... ········································ 122
111·1.6 Componente horizontal de la intensidad .. ~ ..................... . 122
111·1.7 Influencia de una masa inclinada .............................. . 123
111-1.8 1nfluencia de la declinación magnética ....•..................... 123
111 ·1.9 1nterpretación de los mapas magnéticos........................ . 125
111-2 Instrumentos empleados en la Prospección Magnética .................... . 125
Balanza magnética de Schmidt........... . ......................... . 125
Inductor terrestre ........ ....... ....... . . •. ... .. ................. 127
Magnetómetro de torsión ........... •................ .............. 128
111-3 Método aeromagnético ........................................... . 130
Generalidades... ...... .................... .... ................ . 130
Diferencias esenciales entre el magnético aerotransportado y los sistemas
de tierra ......... •....... ............... ... ...................... 131
Historia y desarrollo del método aeromagnético ........................ . 132
11 1-3.1 Instrumentos empleados en la prospección aeromagnética .......... . 133
1) Magnetómetro de precesión o resonancia nuclear ............. . 133
11) Magnetómetro de absorción óptica. . . . . . . . . .............. . 134
111) Magnetómetro discriminador de flujo ........ ............. . . 134
111 ·3.2 Equipos empleados.. .. ... ...... .. .. ...... .... .......... ... . 135
El magnetómetro de bobinas de flujo .......................... . 136
111-3.3 Forma de realizar los perfiles ........ . ....................... .. 137
111-3.4 Influencia del avión....................................... . 138
111-3.5 Corrección diurna ......................................... . 139
111-3.6 Tempestades magnéticas................................. • ... 139
111-4 Valor y dirección del campo magnético terrestre ....................... . 140
111-4.1 Interpretación.. ..... ... ................ ..... ....... ...... . 140
Profundidad de una masa ......................... . ......... . 141
Segunda derivada ................................ .... ... .. . . 149
Potencia de u,na masa en profundidad: ......................... . 150
Cálculo de la susceptibilidad de las masas ....................... . 150
111-4.2 Ejemplo de mapas magnéticos ................................ . 153
111-5 Ejemplo de Prospección.•.... . ....... ..... ................ .. .. .... 154
Estudio aeromagnético en la Región de Marbella ....................... . 154
111 ·5 .1 1ntroducción... . ..................... ........... ......... . 154
111·5.2 Condiciones de ejecución de las mediciones ..................... . 154
1) Medios puestos en obra ... ......... ... . ....... ..... ...... . 154
2) Documentos obtenidos en el transcurso de cada vuelo ........... . 155.
3) Condiciones de vuelo.................................... . 155
111·5.3 Tratamiento mecanográfico de los registros digitales .............. . 155
1) Análisis y ajuste definitivo de las intersecciones ... ............. . 156
2) Cálculo de la residual. .. . .... .. ... . ... .. ................. . 156
111-5.4 Características principales de la interpretación de los documentos
magnéticos .............................................. . 156
a) Reseña de algunas fórmulas básicas....... ...... .......... ... . 156
1) Fórmulas generales..........•.......................... 156
2) Influencia del buzamiento..... .•.............. ....... . .. 156
INDICE 13

Pág.

3) Influencia de la orientación remanente y del campo magnetizada. 157


b) Caso particular del estudio........................... . ..... 158
1) Cuadro magnético del estudio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 158
2) 1nfluencia de la inclinación sobre la forma teórica de las anoma-
lias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 158
3) Forma teórica de las anomalías........................... 158
4) Imantación inducida e imantación remanente................ 158
5) las interferencias entre anomali'as. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160
6) Modo de interpretación cualitativa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
7) Modo de interpretación cuantitativa..................... . . 161
111·5.5 Interpretación.... ............................ . ...... ..... . . 162
a) Cuadro geológico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . 162
1) Zona Oeste (Sierra Blanca)............. . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . 162
2) Zona Este (macizo ultramáfico de Ojén). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163
b) Horizontes magnéticos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163
c) Resultados obtenidos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 164
1) Zona Oeste (región Ojen-lstan).............................. 164
2) Zona Este. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . 164
d) Anomalías O. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
e) Anomalías E.............................................. 166
f) Perfiles de reconocimiento Monda-Carratraca.. .......... . . . . . . . . . 168
111·5.6 Conclusiones. ............... . .. . ............ . ............... 175
Capítulo IV.-Métodos sísmicos
IV-1 Nociones de Sismología ............ ..._...... .. ..... . .............. 183
IV-1.l 1ntroducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 183
IV-1.2 Sismología............................................. . . 183
Terremotos............................................... 183
Foco o hipocentro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 184
Epicentro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 184
Sismómetro, sismógrafo y sismograma. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 184
Tipos de ondas observadas en los terremotos................... . . 185
Caminos recorridos por las ondas P y S, notación empleada.......... 186
a) Ondas en el manto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 186
b) Ondas en el núcleo ............................. ·........ 187
Sismograma obtenido de un terremoto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187
Gráficos tiempo-<listancia......... .. ......................... 188
Estructura interna de la tierra, según se deduce de los datos sísmicos. 189
a) Estructura y propiedades del interior de la tierra.. . . . . . . . . . . . . . 189
b) Estructura y propiedades de la corteza terrestre. . . . . . . . . . . . . . . 190
Localización del epicentro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 191
Terremoto de foco profundo. . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . 192
Sismógrafo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 192
IV-2 Fundamentos tlsicos empleados en Sismología. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 194
IV·2.1 Introducción... .......................... ....... .......... 194
IV ·2.2 Constantes elásticas.................. · · · · .. .......... · · . . . .. 194
Esfuerzo y deformación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 194
Módulo de Young................ · .. · · · · · ...... · .. ·. · · · ·. ·. 195
Coeficiente de Poisson .... . ....... .. .. · · · · ............. · . . . .. 195
Módulo de rigidez o de cizallamiento..... · · · · ............. · . . . . 195
Módulo de Bulk o de incomprensibilidad ... · ·. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 196
14 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
Pág.

La densidad ................... · · · · · · · · · · . · · · · · · · · · · · · · · · · 196


IV -2.3 Ondas elásticas........................................... . 196
Clases.................................................. . 197
a) Ondas internas................ · ....................... · 197
1) Ondas longitudinales .... . ............................ . 1A7
2) Ondas transversales.......... · · · · · .................. · .:i
b) Ondas superficiales.......................... • ......... \.
11 Ondas Rayleigh ................... •. ................ 198
2) Ondas Love..............•... · · · · · ................. . 199
3) Ondas hidrodinámicas u ondas H ............ . ........... -.. 200
4) Ondas C (acopladas) .................... · .... ·'> . . . . . . . .. 200
c) Frente de ondas.............................. ; ........ ~ 200
di Rayo si'smico........... ... ........................... . 201
e) leyes que rigen la propagación de' las ondas sísmicas.. . ,,...... . 201
a) Principio de H uygens ........... . ............. : ....... . 201
b) Principio de Fermat................................. . 201
c) leyes de reflexión y refracción......................... . 202
- ti Refracción total ...................................... . 203
IV ·3 1ntroducción general al estudio de los métodos sísmicos de prospección ...... . 204
IV-3.1 Breve historia de los métodos si'smicos de prospección ........... .. . 204
IV-3.2 Ondas si'smicas........................................... . 205
Generación de ondas si'smicas .................. . ............. . 205
Propagación de ondas sísmicas............................... . 206
a) Difracción ............... .. .......................... . 206
b) Dispersión........................................... . 206
c) "Scattering" ......... . ................ . ........ • ....... 206
Velocidades de propagación en las rocas........... . ... . .... • .... 208
Generalidades sobre los métodos de reflexión y refracción.......... . 208
Estudio de la gráfica tiempo-distancia o domocroma para dos capas
horizontales y velocidades constantes ......... . ................ . 209
1) Onda directa ......................................... . 209
2) Onda reflejada ...................... .. ................ . 210
3) Onda refractada ...................... . ................ . 210
fV-3.3 Papel de la prospección si'smica en el conjunto de un programa
de exploración............................................ . 212
a) Papel de los métodos sísmicos en la exploración petral ífera...... . 212
b) Papel de los métodos sismicos en la prospección minera........ . 213
c) Papel de los métodos sísmicos en trabajos de ingeniería civil. ..... . 214
IV ·3.4 Algunos datos estadísticos sobre la utilización de los métodos sísmicos
en prospección petral ífera .................................. . 214
IV-4 Introducción al estudio del método sísmico de refracción ............... . 214
IV-4.1 Generalidades............................................ . 214
IV-4.2 Caso de un refractor horizontal y velocidades constantes .. . ........ . 215
IV-4.3 ley en las velocidades aparentes .............................. . 217
IV-4.4 Caso de un refractor inclinado............................... . 217..
IV-4.5 Obtención gráfica de V 1 i 1 y ª• .............. ......... ... ... . 221
IV-4.6 Caso de una falla ......................................... . 222
IV-4.7 Caso de dos refractores .................... ...... ........... . 224
IV ·5 Principios Generales........ .. .................................. · · 227
IV ·5.1 Principio de reciprocidad ............................... .. .. . 227
IV-5.2 Principio del tiempo interceptado en el origen ................... . 228
INDICE 15

Pág.

IV-5.3 Principio del paralelismo........... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . 229


IV-5.4 Otros métodos de interpretación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 230
a) Método de los "delay times" o de Gardner. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231
b) Método de los frentes de onda. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 234
IV·5.5 Consideraciones finales...................................... 238
'ráctica del método de refracción y su empleo. Reducciones al datum. . . . . . . 238
-6.1 Equipo empleado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 238
A) Equipos de campo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 239
B) Equipo de gabinete. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 239
¡v -6.2 Práctica del método de refracción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 240
Tiro en abanico...................................... . . . . . . 243
11/-6.3 Empleo del método de refracción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 244
a) Empleo del método de refracción en prospección petrolífera. . . . . 244
b) Empleo del método de refracción en prospección minera. . . . . . . . 244
ci Empleo del método de refracción en trabajos de ingeniería civil. . . . 244
IV-6.4 Reducciones al "datum" o plano de referencia....... ............. 245
IV-7 Método sísmico de reflexión................ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 246
IV -7.1 1ntroducción.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 246
IV-7.2 Generalidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 248
Breve idea previa del sistema de registro empleado. . . . . . . . . . . . . . . 248
Elección de la longitud del perfil a utilizar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 249
Disposición de los geófonos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 249
Sistemas de tiro emplea.dos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 250
a) Tiro en línea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 250
b) Tiro desplazado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 250
Ventajas e inconvenientes de los diversos sistemas de tiro............ 250
Tiro en ef centro de una cruz. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 250
Espejos sísmicos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 253
IV-8 Determinación de la situación de los espejos sísmicos en profundidad........ 253
IV ·8.1 Caso de velocidad constante. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 253
1) Reflector horizontal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 254
2) Reflector inclinado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .. . . . . 254
IV-8.2 Caso general.............................................. 257
1) Ley generalizada de la refracción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 257
2) Caso particular en que el rayo reflejado vuelve a la superficie
por el mismo trayecto que el incidente. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 257
3) Determinación de H (distancia horizontal y Z (profundidad
' vertical) def punto en que el rayo incide normalmente sobre
el reflector. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . '259
IW ·8.3 Leyes de velocidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 259
Ley de velocidad lineal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 260
IV-8.4 Gráfico de rayos· frentes de onda............................. 265
IV·8.5 Consideraciones sobre el uso de funciones de velocidad............ . 267
IV .9 Operaciones de campo y de gabinete. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 267
IV·9.1 Generalidades: Planteamiento de una prospección slsmica........... 267
IV·9.2 Composición de un equipo sísmico.................. . . . . . . . . . .. 269
1) Equipo topográfico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 270
2) Equipo de perforación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 270
3) Equipo de registro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 270
4) Equipo de gabinete. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 270
IV·9.3 Operaciones de campo............ . ........................ . 270
16 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Pág.

1) Misión del equipo topográfico...... · · ................ · · · · · 270


2) Misión del equipo de perforación... · · · · ............. · . · · · · · 271
3) Misión del equipo de registro....••. · · ................ · . · · · 271
IV·9.4 Operaciones de gabinete.............. ··· ................ ···· 272
Misión del equipo de gabinete .......... · · · · ............ ... . · · · 272
IV -9.5 Sistema de trabajo de perfiles continuos. Cobertura continua del subsue-
lo ............................... ······· .... ··.·········· 272
1V .9 .6 Variables a tener en cuenta en el registro slsm ico................. · 273
1) Profundidad de la carga ............. · · · · · · · .. · ... · · · · · · · · 273
2) Cantidad y forma de la carga......•... · · .......•..... • . · · · 274
3) Número de pozos de explosión......... · · ............ · · · · · 274
4) Distancia del pozo af perfil. ............................. · 274
b) Variables que dependen del canal s(smico•.................. . . 274
1) Geófonos............•........................... · ... · 274
2) Amplificadores........................................ . 274
3) Galvanómetros....................................... . 275
IV· 10 Determinación de las reflexiones.................................. . 275
IV· 10.11 nformación contenida en el sismograma ...................... · 275
IV ·102 Reflexiones............................................ . 276
Que son las reflexiones .................................... . 276
"Normal move·out" ...................................... . 276
Efecto de la incllnación del reflector sobre el "move-out". .. . . .... . 278
Carácter de las reflexiones ..........•...................... . 280
1) Amplitud.......... .. ......... .... ................ . 280
2) Frecuencia ...................... .. ............ . ... . 280
3) Forma de onda ..................................... . 280
4) Secuencia... . .................... . ... .. ........... . 280
Identificación de las reflexiones ............................. . 280
Punteado de las reflexiones . . ............................... . 281
Graduación de las reflexiones ............................... . 281
Efecto de ta topografía sobre la forma de tas reflexiones...... . ... . 281
Efecto de la capa meteorizada.............................. . 282
Efecto conjunto......................................... . 282
Reflexiones múltiples........................ • ............. 283
Difracciones . ... ... ............................... .. .... . 284
Efecto de falla sobre las reflexiones .................... •..... . 285
Causas de las malas reflexiones .............. •. .. • .... • .. ..... 285
Procedimientos para mejorar las reflexiones................ ... . . 286
Datos de tiempo que se ha obtenido de las reflexiones............ . 286
IV·11 Reducciones al Datum ............................... .. ... • ...... 287
IV ·11 . lCapa meteorizada y capa consolidada ..................... . .. . 288
Determinación de la velocidad V s de la capa meteorizada ........ . 288
Determinación de la velocidad V e de la capa consolidada ...... . ... . 290
Espesor de la capa meteorizada en el pozo de explosión...... .. ... . 291
Espesor de la capa meteorizada bajo un geófono cualquiera........ . 292
IV-112 Reducciones al Datum .................................... . 293
IV·l 1.3 Corrección diferencial de "Weathering" (D.W.C.) ................ . 296
IV·11.4 Criterios para la elección del Datum ..................... ... .. . 296
IV· 12 Medidas de velocidad ................ ., .......................... . 296
IV-12.1 Determinación de velocidades basadas en datos de reflexión ....... . 297
a) Métodos de los perfiles de reflexión..................... . 298
INDICE 17

Pág.

b) Método t - .6. t ..... · · · · · . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 299


IV·12.2 Determinación de velocidades en sondeos profundos............. 301
a) Testificación mediante disparos en superficie. . . . . . . . . . . . . . . 301
b) Testificación continua de la velocidad (C.V .L.).. . . . . . . . . . . . . 303
IV-13 1nterpretación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 305
IV-13.1 Correlaciones entre sismogramas...... . . . ................. . . 306
Perfiles en cruz. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 307
Secciones verticales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 307
Secciones-tiempo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 308
Secciones-profundidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 309
Horizontes fantasma. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 310
Batimetrías. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 311
Fallas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 311
Trampas estratigráficas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 312
IV-13.2 Interpretación geológica de las secciones profundas.............. 313
IV-13.3 Consideraciones finales.... . ................... . ........... 313
IV-14 Instrumentos.................. . ............................... 314
IV-14.1 Geófonos...... . ............. . ......................... 314
Geófono electromagnético...... . ..... . . . .................. 315
Geófono inductivo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 316
Geófono de reluctancia variable. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 316
Geófono piezométrico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 317
Geófono de capacidad................................... . 319
IV-14.2 Amplificadores.......... . ........................ . ...... 319
a) Filtros. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 319
b) Controles de sensibilidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 320
1) Manual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 320
2) Automático . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 320
IV·14.3 El control automático de volumen (AVC).................... . 320
c) Control de amplitud....... . ....... .. ............ . .... 320
d) Mezcla (Mix)..... . ................................ .. 320
IV-14.4 Galvanómetro.................................. . ........ 321
IV-14.5 Cámara de registro.... .. .... ... ................ . ... . . . . .. 321
Líneas de tiempo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 321
IV -15 Técnicas modernas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 321
IV-15.1 Registro múltiple.......... .. ............................ 321
Ventajas de registro múltiple. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 323
a) Pozos múltiples. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 323
b) Geófonos múltiples. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 323
1V -15.2 Registro magnético. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 324
Ventajas del registro magnético. ............................ 325
a) Correcciones estáticas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 326
b) Correcciones dinámicas.......... . ..................... 326
IV· 15.3 Registro digital o numérico ........... · . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 330
IV-15.4 Registro por caída de peso........................ . ........ 333
Técnicas empleadas ....... . ......... ·................... . 334
IV-15.5 Método Vibraseis. . .. . .... . . . ...... ·................. . ... 336
Fundamento del método........ . ... ·........ . . . . . . . . . . . . . 336
Funciones de correlación............ · · · . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 338
Aplicación al método Vibraseis....... ···. . .. . . . . . . . . . . . . . . . 339
Equipo empleado ..... . ............ · · · . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 340
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
18
Pág.

340
Rutina de campo.
340
Observaciones..
341
IV 156 Sistemas de representación .
Sistemas de representación de s1smogramas y secciones. • . . • . . · 342
342
a) Galvanométrico... ..
342
b) No galvanométnco · · · • • • · · · • · • ••· ·
1) Presentac1on en forma de área variab le. . . , • . . • •.••. 342
2) Presentación en forma de densidad variable. . . . . ...•• . • 342
c) Mixtos. ,¡ • • • • • ..... - 348
IV-15 7 S1smogramas sintéticos . • •.•••••• , 1•••• , •••••• 348
Coeficiente de reflexión y refracción. . • • . • • • . • • , •...•••.. 348
Caso de 1nc1denc1a normal. . • •.. - •...•••.••••.•.• 349
Obtención de sismogramas slnteticos •..•••..• •• . 350
Otros métodos de obtener sismogramas sintéticos. . • •...••..••. 353
Utilidad de los s1smogramas sintéticos , , ..••...... 353
Lim1tac1ones de los s1smogramas sintéticos. . . . . . • . . . • ....... . 354
Utilización de los sismogramas s1ntét1cos . . . . . • . . . • . • . • . ••.. 354
IV -16 S1smica marina .....•... , •.. .......•... 354
IV 17 Una mvest1gac1ón S1sm1ca en el Centro de España.. . .•....•.........• 358
1V 17. 1 1ntroducción . . .. . . . . .. . . . • ................. . 358
Topograf1a. . ••..••...• •...•.• • • • ..• , • .••...••...•. , 359
Perforación. 359
Laboratorio .. 359
D 1sposit1vo de registro ... 359
Central de la m1s1ón . 359
IV-17.2 Velocidades. . . . 361
Velocidades superficiales. 361
Velocidades verticales medias. 361
IV-17.3 Examen de las secciones . . 361
ldent1f1cac1on geológica de los horizontes seguidos. . . ... . . 361
Perfiles de orientación general NN E-SSO (F1g. IV·133). IV·134) .. . 362
Perfiles d~ orientación general NO·SE (Fig. IV·135) .... . ........ . 362
IV ·17.4 Descr1pc1ón de los mapas de 1socronas e isopacas. . •... ...... 363
lsocronas del horizonte 4 bis (F19. IV 130) . . . ........•.... 363
lsocronas del horizonte 5 bis (Fig. IV-131) .. . .... , .. 363
lsocronas del horizonte 7. . . . . . . . . ......•. 364
lsopacas entre los horizontes 4 bis y 5 bís (Fig. IV-132) .. . 364
lsopacas entre los horizontes 5 bis y 7 . , ... , ....•. 364
IV-17 .5 Conclusiones..... 365

Capitulo V .-Métodos eléctricos


V·1 1ntroducc1on .......................... . 379
V-1 1 Propiedades eléctricas de las rocas........... . . . • • . . • ....... . 381
Resist1v1dad. . . . . . .. . . . . . ,. ....... ... , ....... .. 381
Conductividad . . . . . . . . . . . ...••..• , ••• •. • , • • • •.•.....• 382
Actividad Electroquímica. . ••.•• , . • . • , ••..•• , , •.••.•• , , , • , 383
Constante d 1eléctrica . . • • . • • • . ............•..••.......• 383
lsotrop1·a y anisotropi'a ' ............ , • • . •. 383
Efectos del agua de 1mpregnacion de las rocas ...•.........•..•..• 384
V2 Clasificación de los métodos eléctricos. . . . . . . . . . .•...••.•••••• 387
V-2·1 Metodo de polarización espontanea o autopotencial . • . . • • . • • •. 388
INDICE 19

Pilg,

Práctica del método. . . . . ..................• , •.••.. , . . . . . . . . 391


Electrodos impolarizables. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • • • . . . . . . . . . . . . • 391
V-2.2 Los métndos de potencial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • • . . . . . . • . . . . . . 391
Métodos de 1íneas equipotenciales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 391
Modo dr· operar. . . . . . . . . . . . . . . .............. , . . . . • . . . . . . 393
V·2.3 Método de resistividades. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 394
Consideraciones teóricas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . 394
Tipos de dispositivos empleados ..........•... , . . . . • . . • . . . . . . . . 397
Dispositi o de Schlumberger. . . .. . .. .. . . . . .. . . . • . . . . . . . . . .. 397
Disposit·vo de Wenner . . . . . . .. . . .. . . . • .. . . . .. . .. . . • .. . . .. . 398
Dispos1t1vo de Lee. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 398
Otros dispositivos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 399
Estudio de una sección del terreno ............ "!. . . . . . . . . . . . . . . 400
V-2.4 Sondeo Eléctrico Vertical o SEV. ............................ . 401
Equipo necesario y material empleado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 401
Trabajo de campo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . • . . . . . 404
1nterpretación y curvas patrón. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . • . . . . 404
Obtención de curvas patrón. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . 406
Curvas tipo ........................ , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . 406
Interpretación de las curvas de campo. .......................... 410
V·2.5 Métodos de cociente de ca(das de potencial. ............... , . . . . . 419
V·2.6 Método Eltran... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 420
V-2.7 Método electromagnético.................................... 421
V-2.8 Método de polarización inducida . . ...................... : . . . . . 422
Introducción.... . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . 422
Descripción del fenómeno de polarización inducida. . . . . . . . . . . . . . • . 423
Historia del Método.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • • ••• 423
Consideraciones teóricas .................... , . . . . • . . . . . . . . . . . . 423
V·2.9 Métodos de medida.. . ........................ . . . ........ , 425
Forma de realizar las medidas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 425
a) Método del ':Dominio del tiempo" (o de impulsos).. ........... 425
b) Método del "Dominio de la frecuencia". . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . 426
Equipo empleado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 427
Empleos del método. . . . . . . . . . . ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 428
Comparación entre los métodos de "impulsos" y de "frecuencia". . . . . 429
Consideraciones finales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 429
V·3 Método del Sondeo Frecuencial de Resistividades. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 429
V-4 Prospección eléctrica en Villamanrique de la Condesa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 431
Preámbulo................... . . . .... . ......... . ......... •... . . 431
El estudio eléctrico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . .. . 432
Los sondeos eléctricos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 432
Sección eléctrica l. ..............................•....... · . . . . . 432
Sección eléctrica 11 . • . . • . • . . • • . . . • . . • . • . . • • • . . . . . . • • . . . • • • • • • • 432
Sección eléctrica 111 . . • • . • . • • • • • . • • • • . . • . • . . . . . . • • . • . . . • . . • • . . . • 432
Sección eléctrica IV. . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 432
Sección eléctrica V.... • .............. . .. . · · · · •. . .. · · · .•. · · · • · . 432
Sección eléctrica V l. . . . .................. · · · •....•...... · • · . . . 432
Plano de líneas isobatas...................... · · •...............•. 433
Conclusiones............ . ••........... . . . . · · · · ....... · ..... · · · . 433
Zona 1 y Zona ti . ..................•...• · · · • · · · - ... · · · · •• · · • · · 433
20 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
Pág.

c.prtulo Vl.-M6todos Radíométricos


447
Vl-1. Radiactividad natural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... .
VI·1.1. Período de semídesintegración y vida media . . . . . . . . . . . • . . . . . 448
Vl-1.2. Equilibrio radiactivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ...... . 450
Vl-1.3. Radiaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • .... . 451
451
Radiaciones Ck • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
Radiaciones fJ ..•..•.••... · · · · • · .. • · • · • · · · · · · · • 451
Radiaciones 'Y . . . . . . • . . . . . • · · · · • · · · · • · · · · · • · · · · 451
Rayos cósmicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 453
VI -1.4. Radiactividad de las rocas . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . 453
Vl·l .5. Efectos de las radiaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 454
Producción de pares de iones . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . · 454
Efecto fotoeléctrico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 456
Efecto Compton . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . · · 457
Vl-1.6. Aparatos detectores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 460
Antecedentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 460
Contadores Geiger·Müller . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 460
Destellómetros o contadores de destellos . . . . . . . . . . . . . . . 462
Emanómetro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 464
Berilómetro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . 464
Lámparas ultravioleta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 464
Vl·l.7. Prospección radiométrica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 466
Detección . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 466
Prospección radiométrica de superficie . . . . . . . . . . . . . . . . 468
Testificación radiométrica aérea . . . . . . . . . . . . . . . ... . 470
Testificación radiométrica de los sondeos . . . . . . . . . . . . . . 471
VI· 1.8. Ejemplos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 471

Capítulo VI 1.- La testificación geofísica


V11·1 . Antecedentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 475
VII· 1.1. Importancia técnica y económica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 475
Vll-2. Testificación eléctrica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 476
Teoría del Método . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . ... . . . . . . . . . . . 478
Método del electrodo único . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 479
Porosidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . · · · · · · · · .... . 481
El Micrólog . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 482
Testificación inductiva .................................. . 483
Vll-2.1. Testificación radiactiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 484
Marcador radiactivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..... . 484
Registro de neutrones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 485
Registro de densidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . 485
Vll-2.2. Testificación sfsmica .... . . .... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 485
VI 1-2.3. Testificación de caracteristicas del sondeo . . . . . . . . . . . . . . . . . 486
Medición de la sección del sondeo . . . . . . . . . .... .. .. .... . . 486
Inclinación y dirección de las capas . . . . . . . . . . . . . . .. .... . 486
lnclinómetro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 486
El fotoclinómetro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 487
Toma de muestras lateral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .... . 488
Método termométrico ..... ~ ..... .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 489
Caflones perforadores .. ... . . . . . . . . . . . ..... .... . 489
INDICE 21

Pág.

Vll-3 Ejemplo de testificación geofísica... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 490


Localización. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 490
Interpretación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 490

Capítulo Vlll.-Métodos Geoquímicos


Vlll·1 Generalidades. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 495
Vlll·2 Métodos Geoquímicos de Prospección.......... . ............ . ..... . . 496
AnomalíasGeoquímicas............. . .. ... . .... . ............ . . .. . 497
Migración. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 498
Vlll ·2.1 Toma de Muestras.................. . .. . ................. 499
Reconocimiento de gran extensión. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 499
VII 1·3 Métodos de Análisis. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 500
Vlll-3.1 Criaderos Metálicos.......... . .... . ....................... 500
Vlll-3.2 Laboratorios de Química..... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 500
Vlll-3.3 El Analizador de Mercurio......... . ... . ................ . . . 500
Vlll-3.4 AparatosdeAnálísis. ............... . ... . . . . . . . . . . . . . .. . .. 501
Espectrofotometro de Absorción Atómica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 501
Espectrógrafo Optico de Emisión........................ . ... 502
Análisis Espectro Colorimétrico.... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . 502
Cromatógrafo de gases. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 502
Vlll-3.5 Mapas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 503
Vlll-3.6 Caso Especial del Petróleo.......... . ............. . ... . ... . . 503
Vll1·3.7 Interpretación de Hidrocarburos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 503
Vlll-4 Biogeoquímica.......... . ...................... . ............ . .. 509
Capítulo IX.-Sensores remotos
Generalidades. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 511
Métodos empleados..... . .................... . . ............ . ..... 512
Aplicaciones............ .. .......... ·· .. ··.·······.· · ········ • ·· 512
Bibliografla ............ · .. · . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 515

*
capítulo 1
introducción general a los mé·
todos geofí•icos de prospección

1-1. La Geofisica
Etimológicamente, Geofísica sería la ciencia que estudia la ffsica de la tierra.
Pero si bien el estudio de nuestro planeta se remonta a la época de la aparición
de las ciencias experimentales, el nombre de Geofísica y la aplicación de este
nombre a una rama de la ciencia, son relativamente recientes ya que sólo datan del
siglo pasado.
Como ocurre en otras ciencias, la Geofísica se divide en dos partes Geofísica
Pura y Geofísica Aplicada.
1) La Geofísica Pura, para algunos Física del Globo, se ocupa del estudio de la
gravedad, magnetismo, electricidad y sismología terrestres, pero también compren-
de los estudios de la vulcanología, geodinámica, climatología, oceanografía y otras
ciencias relacionadas con la física de la tierra. Pero de todo esto no nos vamos a
ocupar y solamente introduciremos los conceptos teóricos que sean necesarios pa-
ra comprender las aplicacionPs de la geoflsica.
2) La Geofísica Aplicada, .es la ciencia que trata de la aplicación de la Geofísica
Pura. Muchos autores la llaman sencillamente Prospección Geofísica y su estudio
va a ser objeto de este libro.
La Prospección Geofísica es, dicho de otra forma, el arte de aplicar las ciencias
físicas al estudio de la parte más superficial de la corteza terrestre, que puede ser
explotada por el hombre; en este sentido, sería la aplicación de los métodos geofí-
sicos de prospección a la búsqueda de toda clase de recursos minerales útiles al
hombre. Algunas veces esta aplicación puede ir encaminada a resolver problemas
puramente geológicos, pero que pueden ser de gran interés económico.
23
24 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

1-1 .1. Lugar de la Geofísica Aplicada en ta prospección petrolífera


F.n 1924 se descubrieron los primeros campos petroUferos utilizando métodos
g1•ofísicos: gravimetría ron balanzas de torsión y sísmica de refracción. Desde esta
fecha hasta nuestros días el papel de la Geofísica en la prospección de petróleo, ha
ido aumentando progresivamente hasta el punto de que hoy día ya no se buscan
hidrocarburos sin recurrir a los métodos geofísicos.
Las razonPS son las siguientes:
La Geología, por sus propios medios, no puede determinar con precisión, posi-
bles depósitos petrolíferos (trampas) en los casos esquemáticos que incluímos a
continuación como ejemplo y que solamente pretenden esbozar un tema que es
tratado con suficiente amplitud y rigor en Geología. Son problemas a resolver por
Geofísica los siguientes:
1) Trampas estructurales: anticlinales, fallas y anticlinales fallados.
a) Cuando la serie que la cubre no es concordante con las capas de la estruc-
tura. (Fig. 1-1).
b) Cuando el eje de la estructura petrolífera no coincide con el eje estructu-
ral visto en superficie. (Fig. I-2).

Fig. 1-1 Fig. 1-2

e) Cuando la falla que produce la trampa, no es visible en superficie. (Fig.I-3).

2) Otros tipos de trampas


a) Por discordancias no visibles en superficie (Fig. 1-4).

Fig. 1-3 Fig. 14


CAP.1.- INTRODUCCION GRAL. A LOS METODOS GEOFISICOS DE PROSPECCION 25

b) Por variaciones laterales de la estratificación. (Fig. l-5).


margas

Fig. 1-5

e) Arrecifes. (Fig. J-6).

--- - - - --- - - -

Fig. 1-6

Sin embargo, todos estos tipos de estructuras pueden determinarse en condi-


ciones favorables utilizando los métodos geofísicos, especialmente los métodos
sísmicos.

1-1.3. Lugar de la Geofísica Aplicada en la prospección de las demás sustan-


cias minerales.
El campo de la Geofísica Aplicada no se reduce solamente a la prospección
petrolífera, con ser importantísima esta rama, sino que se extiende, asímismo, a
la prospección en general, a la de aguas subterráneas y a ciertos problemas de
ingeniería civil.
a) Minería en general. La aplicación de la Geofísica a la prospección minera en
grneral, es muy importante, ya que mediante su empleo es posible localizar drpó-
sitos minerales en el subsuelo, aprovechándose para ello de algunas de las propie-
dades físicas de dichos minerales como son: su densidad, sus propiedades magné-
ticas o eléctricas, su elasticidad, su radiactividad, etc. Hoy en día la mayoría de
los yacimientos minerales se encuentran con la ayuda de la Geofísica.
'
b) Aguas subterráneas. También en este campo la Geofísica Aplicada tiene un
papel importantísimo, bien sea detectando por su resistividad el posible manto
acuífero. bien sea delimitando la configuración estructural y estratigráfica del sub-
26 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

.:uC!Lo y. por l:u1to, los punlo'° l"TI q1w t'S más probable la acHmulación de aguas
fü hkrráneas.
e) Ingeniería civil. F.n k1t1 trabajos de ingf'niería civil, firmes para fundaciones,
cmbab1·s. túneles. cam•tcras. et<'. juega 8U papel la Geofísica Aplicada con la de-
tenni11a1·ibn de la }Jrofundidad de la roca adecuada que sirva de cimiento a las
ohra". etrHt'ra.

1-1- .4. Clasificación de los métodos geofísicos


Todos lot' métodos geofísicos estudian la repartición en profundidad de alguna
determinada propiedad físico-qu írnica de las capas del subsuelo, o de alguna ca-
racterística relacionada con dichas propiedades. En esencia la prospección geofí-
sica consistirá en determinar las variaciones de dicha propiedad sobre la zona a
explorar. Las divcrgrndas o anomali'as del valor normal que seria de t>sperar en
la zona invt'stigada respecto del valor real encontrado, nos indicarán, en general,
la presencia en profundidad de estructuras o acumulaciones minerales que pueden
St'r dt> interés.

Indicamos a conlinuación una clasificación de los métodos geofísicos:


a) Método gravimétrico. Está basado en el campo natural de la gravedad
y estudia la variación de la componente vertical del campo gravffico terrestre.
Los altos estructurales como los anticlinales, harán aumentar localmente la fuerza
de la gravedad en sus proximidades (siernprr que su densidad media sea mayor
que la circundante), mientras que los domos de sal, de densidad baja, la disminui-
rán. Los depósitos minerales, cuando tengan densidad elevada, harán aumentar,
asimismo, localmente el valor de Ja gravedad.
La!!. pequeñas variaciones o an.omaUas de la gravedad debida a estos hechos
u otros análogos podrán srr df'tectados con instrumentos adecuados.
El método gravimétrico se emplea como método de reconocimiento general en
prospección petrolífera, mientras en minería se suele emplear, generalmente, como
método de comprobación o complementario.
b) Métodos magnéticos. La Lierra es un imán natural y da lugar al campo niag-
nético terreslTe. Las pequeñas variaciones de este campo, pueden indicar la pre-
sencia en profundidad de sustancias magnétiras, que en algunos casos pueden
ser minerales de interés comercial como la magnetita, la pírrotina, la ilmenita, la
jacobsita, etc. Asimismo, existen mincrales de interés asociados a sustancias
magnéticas, como por ejemplo los sulfuros dt> Cu, Pb y Zn que frecuentemente
se presentan con pirro tina u otros minerales magnrtiros.
Co~1? estos minerales van generalmente asociados a las rocas ígneas, el método
mag_neti~o servirá tambié11 para darnos información sobre Pl basamento y su
prolundidad. !\i:;\mismo, nos ayudará a estudiar la geología t'!.tructural y regional.
Los métodos magnéticos se utilizan como métodos de reconocimiento
CAP.1.-INTRODUCCION GRAL.A LOS METODOSGEOFISICOS DE PROSPECCION 27

general en prospección petrolífera y de reconocimienlo y detalle en prospec-


ción mipera.
e) Métodos sísmicos. Produciendo artificialmente, m1 pequeño terremoto
y detectando los tiempos de IJegada de las ondas producidas, una vez refkjadas
o refractadas en las distintas formaciones geológicas, podremos llegar a una ima-
gen muy aprox_imada de la<> discontinuidades sísmicas. Estas discontinuidades
coinciden, generahnente, con las discontinuidades estratigráficas.
Los métodos sísmicos se dividen en dos clases: de reflexión y de refracción.
El método sísmico de rej1exión es el' más empleado en prospección petrolífera
y es un método de detalle.
El método sísmico de ri>fracción es un método de reconocimiento general y
de detalle, sobre todo en prospección petroüfera, pero su empleo es más reducido.

d) Métodos eléctricos. Utilizan las variaciones de las propiedades eléctricas,


de las rocas, y minrrales, en especial su resistividad. Generalmente, excepto
en los métodos autopotencial, telúrico y AFMAG que utilizan campos eléctTicos
naturales, emplean un <·ampo artificial eléctrico creado en la superficie, por d
paso de una corricn t< en el subsuelo. Los métodos eléctricos son muy diversos y los
describimos más adelante, por lo que no diremos más en este breve resumen.
Se emplean como métodos de reconocimiento y de detalle, sobre todo en pros-
pección de aguas subterráneas y, asimismo, en la testificación eléctrica de los son-
deos y en la detección de mini>ralcs de conductividad metálica.
e) Otros métodos: Existen otros métodos que los considc:-ramos como comple-
mentarios y de los que nos ocuparemos más someramente en el texto. Se trata
delos métodos radiactivo, geoquímico y geotérmico, que SI" basan respectivamente
en el estudio de las propiedades radiactivas, químicas y térmicas de las diferent es
wcas y minerales.

1-1.5. El principio de escalonamiento de los métodos geofísicos y considera-


ciones sobre su empleo
Cuando se inicia una prospección, sea cual sea la índole ele ésta, hay una serie de
factores que influyen notablemente en la elección del método geofísico más apro-
piado así como en el debido escalouam iento de los métodos que suelen seguir
a continuación, pues como norma general adelantemos que no se suele emplear
un solo método, sino dos o más que se complementen y hagan la investigación
más eficiente.
Inicialmente el planteamiento de una prospección es geológico. Es decir, por
ejemplo, en una prospección petrnlífera de una determinada región, que es explo-
rada por primera vez, en principio habría que hacer un estudio geológico a ser
posible de detalle para conocer las posibilidades petrolíferas de la cuenca, espe-
sores de formaciones, condiciones estructurales, et c.
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
28

Realizado estr primer trabajo geológico, se pasa al estudio de la zona por un


método breofísico de reconocimiento general (magnético, gravimétrico. o ambos)
y una vez acabado este st> delimitarán las zonas más interesantes deducidas de los
1·studjos anteriores y en ellas se utilizará un método de detalle como puede ser el
sísmico de reflexión.
En prospección minera se escalona, asimismo, los distintos métodos geofísicos
según el problema que haya que resolver. En general, se utiliza un método (el más
apropiado para el caso) y se suele complementar con otro u otros, de manera que
la interpretación final esté basada en la comparación de varios resultados.
Añadamos, que el concepto de métodos de reconocimiento o detalle es un poco
relativo y varía según las circunstancias. El método gravimétrico, utilizado gene-
ralmente como método de reconocimiento en prospección petrolífera, se usa al-
gunas veces como método de detalle, cuan do por ejemplo los otros métodos no dan
buen resultado. En minería, cuando se trata de una prospección de sulfuros, se po-
dría emplear el método eléctrico como de reconocimiento general y el gravimé-
trico como de detalle. De esta manera se podrían diferenciar los conductores eléc-
tricos debidos a sulfuros -masas de mayor densidad- de los debidos a otras ma-
sas de menor densidad como el grafito.
Influye, asfmismo, como es lógico, el aspecto económico de la prospección,
que es al fin y al cabo el que decide el método o métodos a elegir. Los métodos
que emplean campos naturales (gravimétrico, magnético o electromagnético (eléc-
trico , AFMAG) son generalmente métodos más económicos, mientras que los
métodos sísmicos son muy caros. Sin embargo, no hay que perder de vista el obje-
tivo principal de la prospección, ya que p. c.: el método gravimétrico que en pros-
pección petrolífera se considera como un método económico y por tanto de reco-
nocimiento general, en prospección minera se considera como método caro y de
detalle.
1-1-6. El papel de la Geología en la prospección geofísica
La Geofísica es una ciencia conexa de la Geología, que es más importante y ipás
antigua.
Todavía no están lejos los días en que los métodos geofísicos eran mirados con
bastante escepticismo por los geólogos. Hoy las circunstancias han cambiado por
completo y el geólogo de las compañías de investigación, conoce y valora el papel
importantísimo que juega la Geofísica para resolver los problemas planteados en.
una prospección de minerales de cualquier clase.
Indiquemos, sin embargo, que el planteamiento y la interpretación final de un
pr~blema de prospección suelen ser geológicos, mientras que el desarrollo de la
misma se lleva a cabo por uno o varios métodos geofísicos.
La Geofísica sería, pues, el imprescindible auxiliar de la Geología. Realmente
CAP.1.-INTRODUCCION GRAL. A LOS METODOS GEOFISICOS DE PROSPECCION 29

en toda prospección existe una cierta interdependencia entre el geólogo y el geo- ,.


físico, ya que el primero debe tener los suficientes conocimientos geofísicos para
poder dar una interpretación geológica al mapa de anomalías del geofísico y éste
debe tener, a su vez, los conocimientos geológicos necesarios para poder planifi-
car el trabajo e interpretar bien sus medidas geofísicas. La interpretación final se-
rá fruto del acuerdo entre las hipótesis del geólogo y las del geofísico.
Esto no es tan fácil, prueba de ello es que constantemente se están reinterpre-
tando trabajos geofísicos realizados varios años antes con interpretaciones que no
fueron concordantes con la realidad.
De todo lo anterior se deduce la ne'cesidad de la estrecha colaboración entre
geólogos y geofísicos en la cada día más difícil tarea de la prospección.
1-1. 7. Datos sobre la actividad Geofísica en el mundo
Como final de esta exposición general damos a continuación una serie de datos
sobre distiritos aspectos de la actividad geofísica en los últimos años. Estos datos
han sido extraídos de las revistas Geophysics y World OiL
Citaremos en especial lo que significa en la industria del petróleo y algo tam-
bién sobrt> sobre la prospección minera.
Tenemos poca información para dar cifras reales de los países comunistas de los
que solo diremos que en Rusia en 1960 actuaron 400 equipos sísmicos y que ac-
tualmente parece que pasan de 800.
Veamos algunos datos sobre Ja actividad de estos métodos en el resto del mun-
do.
1-1-7-a. En la industria del petróleo
La actividad geofísica en cuanto a número de equipos se redujo en casi todas
las áreas mundiales desde el año 1958 al 1971, si exceptuamos en el lejano Oriente
en donde aumentó ligeramente. Esto tiene una explicación: que a medida que me-
joran los métodos y sus instrumentos, el rendimiento real de un equipo es mucho
mayor, por lo tanto podemos decir que trabajan menos equipos, pero mucho me-
jores y con resultados más rápidos y más positivos. Por ejemplo, con sísmica te-
rrestre se hacen hoy 100 km de perfiles mes y con sísmica marina que es dontle
queda más por hacer se realizan de 2000 a 3000 Km mes.
Otro aspecto es que en la prospección petrolífera, donde cada sondeo es ubica-
do por métodos geofísicos o estudiado en su interior por los mismos, cada día
(desde 1956) se hacen en el mundo menos sondeos de petróleo y se descubren
mayores volúmenes anualt>s, como veremos más adelante, por lo tanto una canti-
dad de petróleo mucho mayor por sondeo perforado. Este resultado se debe na-
turalmente a la Geofísica.
En total su actividad para petróleo fué de alrededor de 12800 equipos/mes de
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
30

todos Los tipos en 1956 que fué rPcord y en 1966 solo de 9207 .. ~1ipos/mes por
las razonf's indicadas.
En cuanto al gasto real en F .o fué de alrededor de 300 miI:.-.ries de dólares
v en 1968 de 800 millones de dólares. E.se gasto no ha seguido en aumento en par-
te por la sísmica marina y la aplicación de métodos aéreos, que resllltan en conjun-
to, mucho más baratos por zona prospectada. Es curioso que Je 1967 a 1968
multiplicó su actividad por más de 4 la sísmica marina.
Un dato interesante es que desde hace muchos años P! consumo geofísico para
petróleo es superior al 95 por ciento del total, aunque en 1959 esta cifra bajó al
93. Hoy está aproximadamente en el 90 por ciento. El au · i . • :l resto se debió
principalmente fl oceanografía y aguas subterráneas.
En virtud de esta enorme proporción del gasto para los hidrocarburos damos a
continuación otro tipo de datos que consideramos de mucho interés.
Las reservas mundiales de petróleo fueron en 1956 de alrededor de 40000 mi-
llones de toneladas con una relación Reservas/Consumo de 40,7 lo que quiere de-
cir, con una duración teórica de 40,7 años. Esta cifra bajó en 1966 a 32,4 años
porque se consumió desproporcionadamente. Pero actualmente gracias a los enor-
mes descubrimientos geofísicos de Alaska, Mar del Norte, del Medio y Lejano
Oriente, de Indonesia y de Africa Occidental entre otros, en 1972 las reservas lle-
gan a 91000 millones de toneladas de petróleo, con una relación de 35 años de
duración.
Por otra parte hay un dato que abona la importancia de los nuevos avances en
los métodos de prospección. En 1946 cada sondeo de investigación que se hacía
en el mundo, daba lugar a un descubrimiento medio de 40000 toneladas de cubi-
cación o de nuevas reservas de petróleo.
Hacia 1948 después de la aplicación de importantes avances en las técnicas geo-
físicas, esa cifra sube a 75000 toncJadas por sondeo, y desde entonces no ha hecho
más que m<'jorar y en Jos años 1969, 70, 7l y 72 se pone en 980000 toneladas
por sondeo Wildcat y ha habido un año, el 1968, de intensa actividad en las plata-
formas y más suerll', que se pasó de 1,3 millones de toneladas por sondeo.
No ha sido fácil dar con <'xactitud la cifra de sondeos que se hacen en todo el
mu11do y qut' se consid<'ran dt· exploración o Wil11cat, pero por comparación con
los dalos conocidos dt· los ~~stados unidos, hemos convrnido en estimar que es
aproximadamente un 20 por ciento dt• total de p<:rforacioncs. Como conocemos
csk tola], hemos dado1•stas <'ifra:;, au11q11e con las naluraks reservas.
En la página siguirnk damos a rono<'<'r u11 <'uadro (:xplicalivo de lo dicho.
Son más comparalivaR que absolutas, put!S <'s muy difícil estar de acuerdo en
las cubicaciones rcc·upcrabks, ya que varían mucho consta11tcm1·ntc !'<Cj:~Ún los cri-
CAP.1.-INTRODUCCION GRAL. A LOS METODOS GEOFISICOS DE PROSPECCION 31

1
. - --- -
1960 1961 1962 1963 J...- ...... •66 1967 1968 1969 1970 1971 1972
- 1
Reservas Mundiatf J.j <D
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lcri os que se apliquen para su estimación. Tomadas de vari as estadísticas difcrcn-


lPs, lo que cuenta en ellas son los enormes aumentos que se han ido produciendo
<'ti sus valores relativos y Uamamos la atención, porque se debe el éxito, como fac-
tor principalisimo , a la aplicación de las técnicas geofísicas modernas. Esto a pesar
de que las clificultades que se• producen para encontrar nuevos campos han ido en
aume nto, tanto por lo que se refiere a mayores profundiadcs en general, como a
qu<' los mejores campos se r.stán d!'scubriendo bajo el mar.
C.:omo comparació n darnos unos datos sobre los r~ultados d1• los últimos LO
años de prospecciones ('ll España: Sc han perforado, sólo t>n la península, 150
sond1•os Wilrlcat con unos drscubrirnientos de cerca de• 15 millones de toneladas
de pdrólco. Esto da una medía rlc 100000 loncladas por t1ondl'o, cifra estimable
1lado el prct:io actual del prlróko. 1'1~ro si se lícncn oo 1·uc11ta las n11evas zonas de
la plulaf'orma mrditrrrárwa, rc:-;ulla que se han perforado solo 14 sondeos d e inves-
tigación y si· han dcscubit"rlo 12,5 millones de tondad n~; por lo tanto casi un mi-
lló11 tlc lon<'lada~ por .soncko, media munclial. Además un solo sondeo dió 12000
liarril1·.s/día . rl m<Jyor rli· la Europa Occidental. hasta mediado d ario 1973. que lo
t<up1•raro11 do,. po1.o~ tlrl \lar cid 'wrl1•. Las estructuras descubiertas hasta la fecha
~011 ¡!l'ofí,i1·a:;. por ~í,;111 i1·a marina, ro mpkmcntarlas con métodos magnéticos y
:i;r•hi 1111~ 1ri1·0:>.
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
32

Otro aspecto de lo que puede significar en~¡ f~:Uro los avances de !as técnicas
geofísicas está en el caso de las lrm~pas eslnt1gra.f1cas en cuyo ~stuclio vem~s ~l
mayor porvenir. F,stas se detectan bien por l~s metodos convenc1onales, el s1sm1-
co de reíli~xión principalmente, pero menos bien que las estructu.ras. Cuando lleg~
el rnornt•nlo de' elegir los lugares más adecuados para perforar, mtentaremos pn-
nwro localizar los sectores más p ermeables. Entonces nos encontraremos con la
posibilidad de diferenciarlos por el carácter de las reflexiones sísmicas o por las
variaciones de frecuencia y de amplitud de éstas. Los especialistas en la materia
están ya en el buen camino para consegufrlo, pero aún tienen mucho que estudiar
hasla llegar a buen término con ciertas garantías. Este es un aspecto de la investi-
gación que tendrá gran importancia en un futuro próximo, ya que existen en el
mundo zonas o niveles induscutiblemente petrolíferos, pero que por falta de per-
meabilidad suficiente, no son rentables. Un estudio geofísico, con ayuda de estas
nuevas técnicas de inlerpretación, una vez dominadas, nos conducirá a las zonas de
mayor permeabilidad dentro del tramo posiblemente productivo.
1-1-7-b. Tendencias de la geofísica minera
Los gastos geofísicos subieron un 60 por ciento de 1963 a 1965 y 1966 siguió
}a misma tónica, lo que hizo doblarse éstos en menos de 3 años.
Las inversiones de Ja geofísica minera en los años siguientes a la IIª Guerra Mun-
dial fueron de unos 2 millones de dolares/año mientras en 1965 fueron de 20 mi-
Ilonr.s, lo que supone un crecimiento anual del 12 por ciento.
Una gran parte del aumento de la popularidad de la geofísica se debe a su ver-
satilidad en la resolución del creciente número de problemas.
El 95 por ciento de los gastos geofísicos lo consumen 7 métodos terrestres y 2
aéreos. De los arreos el magnético es y ha sido por muchos años el método geofí-
sico núm. l para minerales, seguido por el electromagnético. Estos dos son los
principales métodos adaptados a] trabajo aéreo.
Es ya popular entre los métodos eléctricos r.I de Polarización Inducida que su-
puso el 14 por ciento de los gastos en 1965, aumentando en 1966. En 1967 ope-
raban en el mundo más de 140 equipos de P.I. y hoy continúan en aumento.
J.os principales métodos de exploración minera en 1966 han sido el aeromag-
nt~lico seguido de P. J.
La dcmand~ de uranio ha hecho intensificar la prospección del mismo y así
durante los pnmeros 9 meses de 1966, se vendieron 6 nuevos tipos de destelló-
metros ~ escintillómetros aéreos, capaces de distinguir las radiaciones procedentes
del uramo, de las del torio y del potasio.
..
1-1-8. Cuadro técnico Económico de los Métodos Geofísicos.

A .c~ntinuación damos un cuadro explicativo de Jo que significan los métodos


geohs1cos en la prospección de Jos recursos geológicos del subsuelo.
33

CUADRO TECNICO- ECONOMICO DE LOS METO DOS GEOFISICOS DE PROSPECCION

METODO GRAVIM ETR ICO METODO MAG NET ICO METODOS SISM ICOS METODOS ELECTRICOS METODOS RADIACTIVOS TESTIFICAC ION GEOFISICA METODO GE OOUIMI CO

En petróleo Estudios de recono En petróleo: Profundidad del ba En petróleo· Estructuras. T ram En petroleo: Estructuras Fallas En petró leo: Resistividad. po
c1m1ento y complementarios Es· samento (gran empleo) pas. Fallas. Profundidades, Espe S1tuac10n a profundidades no muy ros1dad, y velocidad de propa.
gación Rayos gamma Situa
tructuras anticlinales y sinclinales sores. Secciones 11empo o profun grand~ (poco empleo)
En m11lerales: Menas magnéticas. Filones y placeres Minerales ción perfecta y espesor de los
Fallas. Diapiros Domos salinos didad de gran perfecc1on Es el
Fe, Ni, Cr. T1 Profundidad y vo honzontesJ)foductivos(empleo
(mucho empleo) En mmerales Minerales conduc rad1act1vos y sus paragenét1cos. Yacimientos petrolíferos
más importante de lodos los mé casi imprescmdtble1
lumen del yac1m1ento (gran em y de minerales metálicos.
Aplicaciones En minerales Filones y masas de tores en general. Sulfuros Masas U, Th, Ta, Nb, Be, Bi, Sn, etc.·
pleol todos En minerales· Toma de mues·
minerales con contrastes de den Filones !mucho empleo) Criaderos de sulfuros.
Yacimientos potásicos y apatíti · tras en los horizontes atravesa·
s1dad En aguas· Contactos con rocas dos (poco uso)
En minerales· Grandes masas de cos Diques pegmatlt1cos
En aguas. Estructuras Fallas. Ca hipogénicas que pueden ser de En aguas: Estructuras Sinclinales En aguas: Potencia y porosidad
vernas poco profundas, que pue minerales S1tuac1on v profund1 Resis11v1dad Profundidad de los
interes hidrolo91co (empleo muy de los mantos acu fieros, para
den contener agua (poco emp leo) dad (poco empleo) acu iferos (gran empleo) su mejor explotación
pequeño)

Res1st1v1dad Potencial espon·


Res1st1v1dad Potenc1alesna1urales Rad1acuvidad de minerales y ro· táneo Rayos gamma Veloci·
Suscept1bihdad magnética de ro Velocidad de propagacion de las dad sísmica Porosidad, induc·
ondas sísmicas. Valores en m. por
Campos eléctricos 1nduc1dos Pro cas Medición de las emisiones cíón magnética Registro de Elementos, medidos en
Valores Medidos Gravedad en m1hgales cas y minerales. Valores medidos
fund1dad de capas y horizontes a-, P. "f Golpes o destellos por neutrones. Densidades lncltna· partes por millón.
en gammas segundo
acu lferos Polartlación inducida minuto. c1on y dorecc1on de las capas
Temperaturas

Gravímetros. Magnetometros Balanzas magné Testif1cadores eléctricos y ra Espectrofotómetros.


Potenciómetros Bobinas electro- Detectores Geiger·Múller. Es- diactivos. Rayos gamma Reg1s- Es
Instrumentos !leas. Magnetómetros de proto Geófonos H1drófonos Registra
empleados
Balanzas de torsión y Péndu los magnéticas Equipos de comente cintillómetros Berilómetros. trador de neutrones lnchnér pectrógrafos. Crornatógra
(en desuso) nes Magnetómetros de vapor de dores automático v digital. metro Y Fotoclín6metro. Son tos. Reactivos y análisis
alterna con frecuencia variable. Ernanómetros.
Cesio. Magnetómetros de Flu¡o. da sónica. químicos.

Terrestre. Sondeos de resist1v1da


Tipo de Terrestre y aérea Terrestre Stsmica por refracción des. Campos de potencial. Polan-
Terrestre y Marina Marina como complemento de y por reflexión zac1on inducida Electromagnét1 Terrestre y aérea
prospección Terrestre Terrestre
otros Slsm1ca marina co. Telúrico Aéreo: Electromag
nét1co Rad1oface E Face lmput

3 en terrestre 15 en terrestre 2 a 3 en terrestre 3 en terrestre


Personal prospector 2 a 4 3 a 5
8 3 a 4 en aérea 3 a 4 en aérea
4 en área. 20 en marina

Mapas de isoanomallas y
Pro fu nd1dad de basamentos. Ma Características físicas y poten de isoconten idos de Pro
Secciones slsmicas a gran profun· Mapas de isoanomal las radiac-
Result ados obtenidos
Mapas de Bouguer, Residuales v pas magnéticos, localización y Fallas Filones. Profundidad de ciales de los terrenos perfora· pano, Metano, NI v bacte
didad Domos Diapiros. Fallas. t1vas y localízac16n de minera· dos. Espesores y profundida-
Transformados profundidad de masas magnéticas minerales y mantos aou iferos. rias en petróleo. Toda cla
Profundidad de la -estratificación les radiactivos. des. Diagraflas. se de elementos en mine-
Cubicac1on
rales.

Terrestre 0,5 millones Terrestre 6 a 8 millones 0.4 a 0,9 millones 0,4 millones a 300 m de pro-
Coste por equipo y Terrestre Terrestre 0,2 millones fundidad - 4 a 5 millones a
mes (Pesetas 1973)
0.7 millones
Aérea 4a6 Marina 18 a 20 .. Aérea 2 a 4 millones Aérea 1 millón. 5.000 metros de profundidad
0.6 a 0,8 Millones
capítulo 11
métodos gravimétricos

11-1. Campo gravífico terrestre


11-1.1. Introducción
El método gravimélTico de prospección se basa en la medida, en superficie, de
las pequeñas variaciones (o anomalías) de la componente vertical del campo
gravífico terrestre. Estas variaciones son debidas a una distribución irregular en
profundidad de masas de diferentes densidades, por lo que conociendo aquéllas se
puede llegar a una interpretación más o menos probable de la siluación de las ma-
sas en el subsuelo, dependiendo del conocimiento geológico y de la distribución
de densidades en profundidad.
Tres son los aparatos clásicos empleados en el método gravimétrico :la balanza
de torsión que mide las derivadas de la gravedad, el péndulo que mide la gravedad
absoluta o la relativa, y el gravímetro que mide la gravedad relativa.

Breve reseña histórica


En 1888 un físico húngaro, el Barón von Eotvos construyó la primera balanza
de torsión con fines puramente científicos; en 1917 el geólogo Hugo von Boeckh,
Director del instituto Geológico de Hungría, sugirió la idea de emplear esta balan-
za para pro&pección geológica. Dos afios más tarde Schwcydar determinó, con el
mismo aparato, la forma del domo salino de Hanigsen (Alemania). A partir de
esto, el método de prospección con la balanza se desarrolló rápidamenle y prue-
ba de ello es que, sólo en la costa del Golfo de México en 1925 funcionaban
unos 40 equipos de prospección gravimétrica con la balanza.
En 1918 el investigador sueco Ising propuso 1a utilización del gravímetro, cuyo
empleo empezó a generalizarse hacia 1930. Como el gravímetro hacía el trabajo de
la balanza de torsión a menos costo y mucho más rápidamente, ésta fue desplazada
35
36 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

por aquél, para usos prácticos, a finales de 1936. Desde entonces el gra~im.et.ro
ha ido mejorando, pero básicamente es el mismo instrumento del pnnc1p10.
De 1932 a 1936 la Gulf Oil Corp empleó para sus prospecciones gravimétri-
cas un péndulo de doble brazo construido por ella. El péndulo fue, asimismo,
sustituído por el gravímetro.
Pasemos, antes de ocuparnos de estos instrumentos, a dar unas ideas sobre los
fundamentos del método gravimétrico.

Ley de Newton
La atracción de las masas obedece a la ley de la gravitación de Newton que
establece que la atracción de dos masas m1 y m2 es directamente proporcional
a su producto e inversamente al cuadrado de su distancia!
F= K m1 m2
r2

Constante de la gravitación universal


En las mediciones de la atracción de la gravedad interviene una constante K
que es la constante de la gravitación universal ya que según hemos visto
F = K m1 m~
r2

r:uando m1 =m 2 =1 gramo y r = 1 cm F = K. El valor de K es K = 66,70·10·9


con dimensiones M- 1 L3 T - 2 •
El problema de la medición de K ha ocupado mucho tiempo a los científicos
La primera medición fue efectuada por Cauendish utilizando la balanza que lleva
su nombre (1797).
La balanza de torsión de Caven-
1 , dish (fig. ll-1) consistía en un brazo
1
1
1
'
¡ con dos pequeños pesos en sus ex-
1
1 1 tremos y suspendida en el centro
'
\
'PI
1
por un hilo el<> torsión. El brazo
\ ¡
1
llevaba un espejo en donde se produ-
M 2 PoslciOn 2 cía la reflexión de un rayo de luz.
\ /
' 1
Se colocaban dos pesadas masas
\ 1
\ 'Espejo M1 y M2 a una cierta distancia de
los extremos de la barra y se me'1ía
@
1--e--j
1
---... el ángulo de giro causado por la
M1 1 M, PoslclOn l
atracción de estas masas mediante la
desviación del rayo reflejado. Por
distintas torsiones de las masas pe-
sadas se calcu laba el coeficiente dC'
Fig. 11-1 torsión del lúJo.
CAP. 11.· METODOS GRAVIMETRICOS 37

Expresando la condición de equilibrio entre el momento debido a la fuerza de


atracción de las masas y la acción antagonista del hilo de torsión, Cavendish
obtuvo la medida de K. K == 67,54 x 10- 9 •
A partir de ésta se hicieron muchas otras medidas basadas casi todas ellas en
la J)alanza Cavendish con alguna ligera modificación. Conocido el valor de K se
puede hallar la densidad de la tierra ya que supuesta ésta esférica
KM· 1 M
g= R2 = K RZ
siendo M la masa de la tierra, g la atracción de la gravedad sobre l gramo en su su-
perficie y R el radio de la tierra.
Dando a g y a R los valores medios, medidos adecuadamente. Esto significa
pesar la lierra.
M = 6, 14 · 1027 gramos

y dividiendo por su volumen .11í R3 resulta: Densidad media de la tierra= 5,32.


3
11-1.2. Potencial
El campo gravífico terrestre consta de dos partes fundamentales: la primera
y principal debida a la atracción producida por Ja tierra de acuerdo con la ley de
Newton g = K ~2 (M =masa de la tierra; . P

R =radio). La segunda es Ja debida a la rota- r;---


ción de la tierra (fig. I1 -2), la atracción debida 19
a otros astros es pequeña y por eso no la con· j/ -
sideramos aquí. Se hablará de ella más acle- ·-·---f-·---·
!ante al calcular el efecto de las mareas. j
Como ambas partes están formadas por
fuerzas actuando sobre un punto fijo y ade- !
más la magnitud de estas fuerzas depende de la
distancia a un punto, las dos partes tendrán un
potencial y podremos defirúr ambos potencia- Fig. 11-2
les de la siguiente manera.
Potencial debido a la atracción terrestre (V,)
Si consideramos para más facilidad, la tierra esférica (ya veremos más adelante
que en realidad no lo es) y la unidad de masa situada en P1 (fig. Il-3) la fuerza
que actuará sobre dla debido a \a esfera de masa M será F =- K ~ la fuerza irá
ri
con el signo (-)ya que está dirigidn hacia M.
La diferencia de potencial entre dos puntos será igual al t.rabajo realizado al
trasladar la partícula de un punto a otro en el campo gravífico, desde un punto
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
38

de alto potencial a otro de potencial


más bajo. Por lo tanto F =- a-:
av
v 1 =- J Fdr +c.
El valor de C queda determinado
al .suponer el potencial en el infinilo
igual a O o a una cantidad C; ya que,
como :;iempre trataremos con diferen-
cia~ tlr potencial. p[ valor dr e se anu-
lará.
El trabajo realizado al trasladar una
partícula de P 1 a P2 será

T
Fig. 11-3
P1-P~
=
f''l Fdr =K
f''Z -~ dr = KM ( !_
rl r2
_l)
r1
._ r 1 .. rJ

y la diferencia de potencial 1l V= Vp 2 - VP 1 =- T = KM ( !_ -
r1
~2 ) que es una

cantidad positiva.
Si ahora iiC considera P2 desplazado al infinito Vpz =O y VP 1 = K..!!!.
r, : por lo
tau to podemos defirúr el potencial gravífico en el puuto p 1 como VP 1 =
'r 1
== - Fdr. Es decir r¡ue Pl poll!ncial en p 1 r•:. rl tmlmjo rl'lllizado pur r•l campo
...J
para mover la unidad dr masa desdP el infinito al punto p 1 • cambiado de signo.

Potencial debido a la rotación de la tierra (V 2 )


De forma semejante líe demostraría que es igual al tmlm¡o rPalizado por lr1 {uer-
;;11 centrífuga cuando tmsladanws fa unidad dP mnsa clr.~d1• un p1wt11 f'n el ejC'
de rotaci611 de la tierra (podemos elegir el crnlro ele gravedad de la tierra) 11[
punto p.
Para poder ~umar ambos potenciales tendríamos que lcnf'r en cucnla la dife-
rencia de potencial de atracción enlre el ccnlro de gravedad y el infinilo, pero
como únicamente utilizamos diferencias o <"Ocientes de diferencias <le potencial,
podremos sumarlos sin lener en cuenta esa difrrcncia.
Superficie~ equipot1•11ciales ¡;on 1c¡uéllas en lai; que t•I potencial rs constante·
por lo tanlo la fuerza dt• la gravedad será perpendicuwr a /ns su¡mfici1•s Pquipo-
frnciales ya que en caso contrario dicha fuerza producirfa un trabajo al transpor-
tar la unidad de masa a lo largo de una superficie equipolencia[ o de nivel y esto
no puede ~·r según !'C deduce de la definición misma de :;uprrficie equipolencia!.
La superficie cquipoteneial estaría representada por la superficie e).terior de una
masa lt'qtiicl11 en equilibrio sometida" In acción de fa gmvrd11d.
CAP. 11.- METODOS GRAVIMETRICOS 39

Deducción de los valores de los componentes del campo gravífico terrestre


Si adoptamos un sistema de ejes coordenados rectangulares X, Y, Z con el eje Z
coincidiendo con el eje de rotación de la lierra y el origen en su centro de grave-
dad, y poniendo los ejes OX y OY respectivamente en las direcciones Norte y Es-
te, tenemos que en virtud de la definición de potencial y siendo V el potencial
gravífico total.
=a V g =a V av

9x ax y av 9z=

Estas expresiones se deducen lo mismo que cuando considerábamos el potencial


de atracción únicamente, aunque aquí V = V 1 + V2 (V 1 será el potencial debido
a la atracción y V2 el debido a la fuerza centrífuga).
Aquí 9x dx será el trabajo realizado por la fuena de la gravedad total cuando Ja
unidad de masa se traslada en una dirección paralela a OX, desde la ~mperficic equi-
polencia! V a la inmediatamente próxima V+ dV;
Si consideramos la unidad de masa situada en un punto P (x' y' z') y un elemen-
to de masa de la tierra dm (x, y, z) en Mecánica Racionnl se demuestra que para
el campo gravífico terrestre existe esta relación :

V= K [M dm + .l (x'2+ y' 2) w 2 en la que p = v' (x-x') 2+ (y-y') 2+(z-z') 2


p 2
' o
y M es la ma:;a total de la tierra, w su velocidad angular y K Ja constante de gra-
vitación de Newton a la que ya hemos aludido anteriormente.
Los valores de las tres componentes de la gravedad serán :

9x == - K
J0
M X' -

{F
X
dm + w2 x'

9y =- K Í M y' - Y dm + w2 y'
Jo
0 {;3

9z =- K
J0
M
-p3-
z' -z
dm

La expresión <le las derivade1s segundas del potencial para los puntos fuera de la
Licrre1 es :
a2v=3K
ÍM (x'-x)2 dm-K
J•M dm +w2
ax'2 ps p3
o
•M

a2v = 3K
ªv'2 Jo
(y' -y)2
ps dm-K J." -dm
p3
+ w2
TRATADO DE GEOF ISICA APLICADA
40

32v
-=3K JM 2
-(z'- --5d
z)
m-K JM 7 dm
h~ P
o o

sumando estas expresiones se demuestra que obtenemos

'il2 V= 32 V + 32 V + 32 2V= 2 w2
3x'2 3y'2 3z'

o lo que es lo mismo
-
divg= Vg=--"
- ag +--
ogy
+ -09z =2w
2

ax' ay' oz'

Esta fórmula proporciona un método rápido para determínar la forma que la


ecuación tiene dentro de la tierra. Si obtenemos la integral de superficie de Gauss
del flujo de g a través de una esfera rodeando una masa concentrada dm, vemos
que es igual a -4 1T kdm y por tanto la ecuación tomará la forma
•¡j2 V= 'Vg=- 47T Kp' + 2 w 2

siendo p' la densidad de dm.

11-1.3. Variación de la gravedad sobre la superficie ~errestre


A) Con la latitud.
En 1672 Richer refería, sin explicación, que la gravedad variaba de un punto a
otro de Ja tierra. Poco después, independientemente y casi al mismo tiempo,
Newton y Huygens lo explicaban diciendo que este fenómeno se debía a que la
tierra no era de forma esférica.
En efecto, como la tierra está achatada por los polos, la distancia a su centro es
máxima en el ecuador (por tanto el valor de la gravedad es mínimo) y mínima en
los polos (valor de gravedad máximo). A esta variación se suma la del efecto de
rotación de la tierra, la fuerza centrífuga (en realidad axífuga), que es máxima en
el ecuador y nula en los polos y siempre opuesta a la fuerza de la gravedad. Como
consecuencia d~ ambos efectos la aceleración de la gravedad varía, aproximada-
cm cm
mente de 978 - 2 en el Ecuador a 983 - 2 en los polos.
seg seg
La aceleración de la gravedad es, pues, función de la latitud. Desde hace muchos
años los científicos han ido proponiendo una serie de fórmulas que daban la gra-
vedad teórica o "normal" sobre la superficie terrestre considerando la tierra pri-
meramente como un elipsoide de revolució11 y últimamente como un esferoide.
El esferoide normal.-Si suponemos 1.a tierra pastosa formada por capas homo-
gé~~~s concéntricas y sometida a las fuerzas de la gravedad que tienden a hacerla
es.fertca y a la fuerza centrífuga que tiende a aplastarla, la forma que tomaría esta
CAP. 11.· METODOS GRAVIMETR.ICOS 41

masa ideal es lo que se llama el esferoide normal; éste es ligeramente diferente de


un elipsoide de revolución.
La fórmula internacional de la gravedad coi:rientemente utilizada para este
es/eroide data de 1930 y es :

g0 = 978,049 (1 + 0,0052884 sen2 cp- 0,0000059 sen 2 2 r,o} cm2


seg

en donde g0 es 1.a gravedad a. ln kztitud cp y al nivel del mar. El factor 9 71.J, 049 es el
valor de la gravedad en el ecuador (cp = O).
Con esta fórmula se calcula el valor normal o teórico de la gravedad g0 en
cualquier latitud.
El Geoide.-Se llama geoide a /,a supe1ficie de equilibrio de los mares d<' la tierra
.~iC'Slos se pudieran extender por los continentes a través de canales imaginarios
hechos en ellos bajo el nivel del mar. Es decir, sería la superficie equipotencial co-
rrespondiente al nivel de los mares. Difiere del esferoide en que los continentes
y Jos fondos marinos están irregularmente repartidos sobre la tierra y, asimismo,
en las discontinuidades de densidad de la tierra.
Como la plomada (normal al geoide) tiende a desviarse hacia las regiones de ex-
ceso de masa (como los continentes) y a alejarse de las de defecto de masa (como
los océanos), la consecuencia es que e] geoide está por encima del esferoide en
los continentes y por debajo en los océanos (fig. U-4·).

tierra

Superficie tfel mar


geotde
Esferoide normal
(Tierra homogénea y pastosa:
lr>fluencla gravedad+ centrifuga)
Fig. 11-4

Las desviaciones de la plomada son muy pequeñas (OI. del orden de segundos o
menos) y la separación del esferoide del geoide del orden de decenas de metros,
por ello el esferoide prácticamente coincide con el geoide.

B) Con la altitud
Hasta ahora hemos calculado el valor normal de la gravedad al nivel O, o sea al
nivel del mar. Como las observaciones las haremos sobre la superficie terrestre a
42 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

una altura h sobre dicho nivel conviene estudiar las vari9ciones de la gravedad con
la altitud. Estas nos darán lugar a tres correcciones: Corrección de aire librr o
de Fave. corrección de Bouguer, y corrección topowáfica: estas correcciones nos
permÍtirán reducir Ja gravedad observada al nivel del mar.
En la figura U-5 la corrección de aire
A~ libre sería la debida a la altura h sobre
el nivel del mar. La de Bouguer sería
6 :_;;;;;'.
1' 1 Ja que tiene en cuenla el espesor h de
:h
1
los sedimentos bajo A, supuesto h cons-
1
t
Nivel del mar tante y la corrección topográfica sería
A= punto estación la debida a la separación de la horizon-
Fig. 11-5
tal en A, de la superficie topográfica.
Midiendo estos tres efectos y te-
niéndolos en cuenta para corregir el valor observado en A obtendremos el valor
de gen el punto M.
1) Corrección de aire libre. Es la debida simplemente a la altura h de la esta-
ción, es decir, a estar más alejada del centro de la tierra.
Suponiendo la tierra esférica, sea M su masa y r su radio, por definición de
gtenemos:
M·1 3g M 2g
9 = K -r-2 - ; a;=- 2 K 7 =- -r- = - 0,3086 mgal por metro

poniendo para g y r los valores medios


para la altura h en metros será -0,3086 h.
Ahora bien como las reducciones las hacemos para calcular el valor que tendría
g al nivel del mar M, habrá que sumar 0,3086 h a la gt"avedad observada en A.
2) Corrección de Bouguer. Se calcula hallando el efecto gravífico del terreno
comprendido entre el nivel de la estación (plano de cota h) y el nivel del mar, o
sea, suponiendo que la estación se ha hecho en un plano topográfico horizontal.
El efecto de la topografía del terreno (separación real del relieve del plano ficticio
horizontal) será objeto de la corrección topográfica.
El efecto gravítico sobre la unidad de masa de una capa infinita de altura h y
o
densidad es 21T K oh como veremos más adelante (pág. 92).
K = constante de la gravitación universal.
o= densidad media de la corteza terrestre= 2,67 ~ (en prospección se
cm
sustituye por la densidad media de la zona donde se está trabajando).
Con lo que sería :0,1119 milígal por metro.
Como estamos reduciendo al nivel del mar este valor habría que restarlo de la
-
gravedad observada.
F.s usual reunir las dos correcciones de aire libre y de Bouguer en una sola y
CAP. 11.· METODOS GRAVIMETRICOS 43

llamarle corrPcciones dP altu.r;i o combinada que sería


Ch = 0,3086 h - 0,1119 h= 0,1967 h

cuyo valor hay que sumar a la gravedad observada. Ch equivale a 0,03 miligal por
cada 15 cms, que es el error que se admite en la nivelación de los polígonos gravi-
métricos.
Bouguer fue un célebre geodesista francés del siglo XVUJ que aplicó por prime-
ra vez esta corrección.
3) Corrección topográfica. Finalmente, para reducir el valor observado de la
gravedad al valor que tendría al nivel del mar sólo queda tener en cuenta el efecto
gravífico de las masas por encima y por debajo del nivel h de la estación, ya que
en la corrección de Bouguer suponíamos el terreno horizontal. El material por
encima de la estación (a en la figura 11-5) atraerá a la masa unidad puesta en A en

Fig. 11.0

el sentido opuesto a la fuerza de la gravedad, mientras el material b (por debajo)


actuará en sentido contrario. Puesto que el efecto del material del valle b habría
que restarlo a la corrección de Bouguer y ésta es negativa, la corrección total to-
pográfica irá siempre (lo mismo en monte que en valle) sumada a la gravedad
observada.
La corrección topográfica tiene en cuenta pues. el efecto de la topografía alre-
dedor de la estación. En las mediciones efectuadas con el gravímetro los desnive-
les afectan mucho menos que en las de la balanza de torsión ya que en aquél se mi-
den únicamente los valores verticales de la gr~vedad.
44 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Para hallar esta corrección se emplean unos gráficos que consisten en una serie
de círculos concéntricos alrededor de la estación y divididos en sectores tal como
indica la figura [].6. ,.
Con ayuda de unas tablas calculadas por ~ammer se h.illan los efectos gravífi-
cos debidos a cada uno de los prismas que tienen de bltSe estos sectores y altura,
Ja altura media de la zona en que está. Estos gráficos se superponen al mapa topo-
gráfico, de donde se deduce dicha altura media. Para las. zonas próximas a la est~­
c.ión se suele hacer tma niveJación precisa del terreno mientras para las zonas mas
alejadas se puede emplear la altimetría de un mapa topográfico a escala 1/50.000.
En el cálculo de la corrección topográfica (lo mismo que en la de Bouguer)
influye, claro es, la densidad del terreno. Esta, generalmente es desconocida por
lo que más adelante (véase perfiles de densidad) indicaremos una forma de hallada.
Por último digamos que la influencia de las masas montañosas lejanas modifican
el valor de la gravedad de forma sim ilar que una influencia regional (un basa-
mento de gran profundidad). Por lo tanto, como veremos a su tiempo, si hacemos
la corrección de la anomalía regional podremos ahorrarnos la corrección topo-
gráfica a partir de un cierto radio alrededor de la estación, de acuerdo con los
desniveles más o menos grandt•s que haya. De esto trataremos con detalle en el
capítulo dedicado a Interpretación.

C) Con el tiempo:
a) Efecto de las mareas
No queremos acabar este apartado de variación de la gravedad sobre la superfi-
cie terrestre sin hablar del efecto luni-solar o de las mareas.
Las atracciones gravíficas del sol y de la luna causan el efecto de las mareas que.
depende de la posición astronómica de ambos y de la latitud, siendo variable con
el tiempo; estas fuerzas product'n una p<'qu1·ña deformación de la superficie ma-
rina. Este efecto influye también sobr<' los gravímet ros y da lugar al efecto luni-
solnr o de las marcas.
Su amplitud máxima puede llegar en total a 0,3 miligales, pero su variación
máxima es solamente de unos 0,05 mgal/hora.
El efecto de las mareas es poco importante en prospección, ya que se elimina
parcialmente, como veremos más adelante, al efectuar la corrección de deriva.
No _obstante, en trabajos de mucha precisión se calcula la corrección lunisolar
mediante unas tablas que anualmente se publican con este objeto.
b) Deriva instrumental
~ gr.a vímetro, como todo instrumento de precisión, da lugar a lo que se llama
der~va instrumental (o variación con el tiempo de la lectura de una estación); es
decrr, que si efectuamos medidas sobre una misma estación a diversos intervalos de
ti~m~o obtenemos valores ligeramente distintos. Esta deriva está producida
pnnc1palmente por la fatiga del sistema de muelles, o por las variaciones de tempe-
CAP. 11.- METODOS GRAVIMETRICOS 45

ratura, aunque también existen razones incontroladas y otras calculables como es


el efecto lun:i-solar o de las máreas.
Reducción de la gr..,vedad al geoide
La reducción de la gravedad observada al nivel del mar que incluye las correc-
ciones citadas anteriormente, es lo que comúnmente se llama la reducción de la
gravedad al geoide.
Ahora bien, esta gravedad reducida al geoide habrá que compararla con la gra-
vedad teórica, para deducir las anomalías de la gravedad.
Anomalía de Bouguer (Llg) = gravedad observada + corr. aire libre - corr.
Bouguer + corr. topográfica - gravedad teórica (g 0 ); g0 es el valor de la gra-
vedad a la latitud cp, de acuerdo con la fórmula que se dió al principio para
el esferoide.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que g0 es el valor teórico de la gravedad
en el lugar medido (o normal), referido al esferoide y no al geoide. Este hecho no
importa en prospección ya que la diferencia (9esferolde - 9 9 eo1de o efecto indirecto)
es muy pequeña y varía muy lentamente, por lo que no influye en el estudio de
áreas locales. Sin embargo, en investigaciones geodésicas hay que tenerlo presente.

11-2. Medición de la gravedad


Unidades de medida
La fuerza de la gravedad es igual a la aceleración de la gravedad medida en las
mismas unidades. Esto se demuestra igualando la fuerza de atracción gravífica
( F = Km ~) a la fuerza de la 2.ª ky del movimiento de Newton F = m a, de

donde a= g = K ~
. En el sistema cegesimal la unidad de aceleración es 1
r
cm/seg en cada segundo. A esta unidad se la llama gal (en honor de Galileo)
por tanto :
1 miligal = 10-3 gales

Como la aceleración normal de la gravedad es g = 981 gales, 1 mitiga! es aproxi-


madamente una millonésima de g.
El valor absoluto de la gravedad varía aproximadamente de 978.000 miligales
en el ecuador a 983.000 mili~ales en el Polo.
La unidad de gradiente que se emplea cuando se utiliza la balanza de torsión
es t'l Eotvos.
1 Eotvos = 10- 9 ~
cm

Medidas de gravedad
Distingamos primeramente, dos clases de medidas: las absolutas y las relativas.
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
48

Las medidas absolutas de la gravedad terrestre se hacen de dos maneras: a) con


el péndulo, b) estudiando la caída libre de tos cuerpos.
'Las medidas relativas de la gravedad se pueden hacer utilizando métodos diná-
micos como el péndulo o métodos estáticos (balanza de torsión y gravímelros).
En prospección, afortunadamente, lo que interesa no es la gravedad absoluta, si-
no la variación de la gravedad, o lo que es lo mismo las medidas relativas de la gra-
vedad. El problema de la medición de la gravedad absoluta es difícil por la gran
precisión que requiere estimar la gravedad con la aproximación de una millonésima
de g, es decir, con la aproximación de l miügal.
Aquí nos limitaremos a dar unas breves ideas sobre cómo se mide la gravedad
absoluta dejando para el apartado de instrumentos la descripción detallada de los
aparatos empleados en prospección gravimétrica que, como ya indieamos anterior-
mente, son el péndulo, la balanza de torsión y principalmente el gravímetro.

Medición de la gravedad absoluta


A) Con el péndulo
Las medidas de la gravedad absoluta realizadas últimamente se han efectuado
con péndulos reversibles o péndulos de doble brazo.
Llamando Tal periodo del péndulo simple equivalente de longitud l, tendremos

T =2rr V1/g de donde g =4rr 2 ~2


Las medidas se hacen siempre sobre un número de oscilaciones grande, del
orden de millares.
Las últimas medidas foeron las de Postdam g
P
= 981 ' 274 cm
seg 2
Ja de
Washington 9w = 980,08 ± 0,003 Cm2
seg
y la de Teddington =
9T 981, 1815 ±
± 0,0016 cm ·
seg2

B) Caída libre de cuerpos


El procedimiento fue descrito por primera vez por Volet ( 1946) y consiste en
fotografiar a intervalos regulares la caída libre de una regla graduada en una cáma-
ra de vacío. La precisión de lectura de tiempos del orden de l millonésima de se-
gundo se consigue con una escala de tiempos controlada con un oscilador <te
cuarzo.
Las reglas utilizadas eran de invar o bronce y las precisiones residuales de la cá-
mara de 1 a 5 mm de mercurio.
Con este procedímiento obtuvo un valor de g = 980,916~
2
seg
CAP.11.- METODOS GRAVIMETRICOS 47

Medición de la gravedad relativa


Las primeras medidas de La gravedad fueron hechas con el péndulo por Bouguer
en una expedición francesa al Perú ( 1735-1743) con objeto de determinar la forma
de la tierra. Las medidas fueron de la gravedad relativa.
Como ya hemos indicado, los aparatos empleados en prospección miden la gra-
vedad relativa, por lo que remitimos al lector al apartado correspondiente más
adelante, al objeto de no repetirnos innecesariamente.

11-2.1. lsostasia
&l Ja expedición francesa de Bouguer al Perú éste hizo entre otras, una medida
en la cumbre del Pichincha (4.800 ms aproximadamente). Al aplicar la corrección
de su nombre, obtuvo un resultado anómalo que le indicaba que la masa de la
montaña tenía menos efecto gravífico del que era de esperar en función de su
masa y de su densidad. Este efecto se confirmaba, a su vez por las medidas que
hizo de desviación de la plomada de la vertical. La causa no fue comprendida por
Bouguer.
Posteriormente se hicieron medidas de gravedad en otras zonas montañosas con
el mismo resultado. En las altas mesetas se observaban valores de Ja gravedad me-
nores que los que debía tener, mientras en las fosas oceánicas sucedía a la inversa.
De estas observaciones se deducía que en las regiones elevadas la densidad media de
las rocas bajo el nivel del geoide era menor que la normal, mientras que en los ma-
res profundos dicha densidad media era mayor.
Este fenómeno no se explicó claramente hasta que, casi simultáneamente, en
1855, Airy y Pratt expusieron sus teorías sobre la isostasia.
Ambos decían que la corteza terrestre podía suponerse dividida en bloques
descansando sobre un substratum más o menos fluído que es el magma.
Pratl suponía que la corteza terrestre lenía un espesor uniforme bajo el nivel
del mar por lo que el contacto con el substratum se verificaba a una profundidad
constante a la que llamaba nivel de compe11sació11 (uno~ 100 kms) y de manera
que dicho substratum soportaba un peso constante por unidad de superficie.
Por ello los bloques en las regiones montañosas debían tener una densidad menor
que la normal, mientras que bajo los océanos estos bloques debían tener una den-
sidad mayor que la normal.

N. del
mar

H Un

N. <te compensación

Fig. 11-7
48 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

En la figura IT-7 si ª" es la densidad normal Un> Um ~ a0 >Un para.q.ue en,el


nivel de compensación se tenga un peso constante por unidad de superf1c1e segun
se indica en (l) (H altura bajo el nivel del mar; H'm y H'o son las alturas de los
bloques rectangulares equivalentes).
Airy decía que los bloques simplemente flota~an en el magma y que la densidad
de todos los bloques era sustancialmente la misma. Los bloques con alta topo-
grafía serán más pesados y penetrarán más
en el substratum, mientras los bloques bajo
los océanos serán más ligeros y se hundirán
menos en el magma.
Como ejemplo de esta idea supongamos
varios bloques irregulares de la misma den-
sidad Un flotando sobre el magma de mayor
densidad (fig. Il-8). El contacto con el
magma quedará tanto más profundo cuan-
F!g. 11-8
to mayor sea el peso de cada bloque, es de-
cir, que los bloques quedarán más profundos cuanto más sobresalgan. Por esta
razón a esta teoría se le llamó la de las raíces de las montañas. La palabra isostasia
procede del griego isostasos (igual peso) y fue utilizada por primera vez por el
geólogo Dutton para expresar la condición de compensación de las irregularida-
des topográficas y la existencia de un estado de equilihrio hidrostático a partir
de una cierta profundidad.
Las teorías de Airy y Pratt subsisten hoy día con ligeras modificaciones.

11-2.2. Instrumentos para efectuar las medidas de la gravedad


Como hemos indicado anteriormente el péndulo sirve para hacer medidas abso-
lutas y relativas de Ja gravedad; la haJanza de torsión y el gravímetro sirven única-
mente para medir la gravedad relativa. Hoy día en prospección solamente se em-
plean los gravímetros.
El Péndulo
Péndulo simple o matemático o
Consta de una pequeña masa (m) suspen-
dida de un hilo , teóricamente sin masa, per-
fectame nte, flexible y de longitud invariable
(l), figura 11-9.
La componente de la aceleración de la gra-
A' A
vedad normal al hilo es mg sen i. Según la se-
gu11da Ley <le Newton la e<'uación de equili-
lmo rs: mg sen r\ mg

d21
mQ · - + ll sen i = O
dt 2 Q F19. 11-9
CAP. 11.- METODOS GRAVIMETRl~OS 49

La solución de esta ecuación diferencial es una función periódica de período


T (tiempo AA'A):

T =21T Vi79 [ 1 + ( ~ ) \en2 ~ + G:! r sen 4


~ + ... ]

siendo io el ángulo inicial.


Para io pequeño [ 1]

Péndulo físico
El péndulo físico o péndulo compuesto es un cuerpo cualquiera de masa M
suspendido de una cuchilla sobre la cual puede oscilar libremente. La fórmula del
período en este caso es:
[2]
siendo 1 el momento de inercia respecto a la cuchilla y h la distancia del centro
de gravedad G a la cuchilla (fig. II-10).
De [ 1] y [2] se deduce que el péndulo compuesto es equivalente a un péndulo
simple cuya longitud .2 1 viene dada por .2 1 = - 1- •
Mh1

El péndulo compuesto servirá para determinar los valores de g si tanto su lon-


gitud equivalente .2 1 como su período T pueden ser determinados con precisión
ya que
4 1T2 21
g=--- [3]
T2

Fig. 11-10
Fig. 11-11

El péndulo utilizado en la práctica es generalmente el péndulo compuesto


rc•1wsibll'. figt1rJ ll-1 l.
Consta de dos cuchillas C1 y C2 paralelas y situadas en los lados opuestos de
una barra de cuarzo fundido o de invar.
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
50

El péndulo se ajusta de manera que los períodos de oscilación T 1. y T 2 , alrede-


dor de C 1 y C2 , sean iguales.
Fácilmente se demuestra que si T 1 = T 2 la longitud del péndulo simple equiva -
lente es tal que Q== h, + hz ·
Como la distancia entre las dos cuchillas puede ser medida con una gran
precisión resulta que los valores de g se pueden medir asimismo con gran exactitud.
Los valores absolutos de g se deducen simplemente de (3) observando el período
T en el punto estación, determinándolo sobre millares de oscilaciones y procuran-
do eliminar las fuentes de error como aumento de longitud por Jos cambios de
temperatura, por desgaste de cuchillas, etc.
Las medidas internacionales de la gravedad que citamos anteriormente fueron
efectuadas con este tipo de péndulo.
El péndulo fue algo utilizado en prospección hasta que apareció el gravímetro
que lo desplazó por su mayor precisión y rapidez .en la torna de observaciones.
Las medidas relativas de la gravedad efectuadas con el péndulo :son de mucha
menos precisión que las de la gravedad absoluta. El método consistía, sucinta-
mente, en comparar los períodos T de dos péndulos uno fijo o péndulo hase y
otro móvil o pf>ndulo de campo para intervalos de tiempos iguales, por lo que los
dos péndulos estaban conectados por telegrafía o radio.
En Nettleton se puede ver con detalle como se efectuaban las prospecciones
gravúnétrícas con el péndulo; la precisión de las medidas eran de unos 4 mfügales.

El Gravímetro
El gravímetro es un instrumento que mide directamente las pequeñas variacio-
nes de la componente vertical de la gravedad, es decir, los valores relativos de
dicha componente.
El fundamento del gravímetro es muy simple. En esencia consiste en una masa m
suspendida de un muelle o sistema de muelles o fibras de torsión. Las pequeñas
variaciones de la gravedad se traducirán en variaciones del peso mg o lo que es lo
mismo en pequeños alargamientos o acortamientos del muelle de suspensión.
Según e! sistema de medida de los cambios de la longitud del muelle se clasifican
en gravímetros Pstables o inestables.

J) Gravímetros estables
Son aquellos en que el cambio de la longitud del muelle es
medido directamente por medio de una adecuada amplifica-
ción ya sea óptica, mecánica o eléctrica.
...
El caso más sencillo sería el de la figura ll-12 o sea simple-
mente un dinamómetro. Si F es la fuerza o peso debida a la
gravedad g tt('tua11do soüre m, tendremos : m

Fig. ll-12 F
CAP. 11.- METODOS GRAVIMETRICOS 51
.
F = mg = K (Q - Q0 ) siendo Q0 la longitud inicial del muelle, Q la longitud
final y K la constante del muelle.
Como la masa m es constante F será proporcional a g por lo que las pequeñas
variaciones de g se traducirán en incrementos de Q

AF =m Ag = KAQ - -K AQ
Ag-
m

Para obtener con este tipo de gravímetros medidas de Ag del orden de aproxi-
mación de O, l .r,niligal habría que apreciar desplazamientos del muelle del orden
de diezmilésimas de milímetro, por lo que es muy difícil conseguir mucha preci-
sión con este instrumento.

2) Gravímetros inestables
Los gravímetros inestables o astáticos constan de una masa M suspendida
inestabiemente de un muelle o sistema de muelles y tal que para un determinado
valor de g, M está en posición de equilibrio. Pero basta un cambio pequeño en g
para que Ja masa M abandone su posición de equilibrio de manera que pequeños
cambios de g se traduzcan en desplazamientos relativamente grandes del muelle.
Esto se logra como sigue : Un caso sencillo es la figura 11-13.
Sea una masa M suspendida de
m
un muelle a través de un balancín.
Sobre el balancín hay otra masa Escala
m. Para un determinado valor de l111!11q~1111!
g el conjunto estará en equilibrio I
y m en posición vertical. Ahora I
Ja
bien a medida que aumente el va- I
lor de la gravedad la masa m ten·
derá a desplazar girando sobre O,
aumentará el desplazamiento del s
brazo y por tanto el momento M
mgQ 1 , que compensará el incre·
mento de tensión del muelle S.
Los gravímetr.os inestables son
Fig. 11·13
los más utilizados hoy día.

Ejemplos de gravímetros estables


Gravímetro Hartley
Es uno de los más sencillos. En esencia consta (fig. ll-14) de dos muelles,
(1) muelle principal del que está suspendida la masa M y (2) muelle de ajuste ac-
cionado por un tornillo micrométrico T.
El muelle (2) se emplea para hacer la lectura a O, es decir, su dial mide el nú·
mero de vueltas necesarias para equilibrar el sistema. La amplificación del movi-
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
52

Metal Ríbbon

(2)

Fig. 11-14

miento vertical es de unas 50.000 veces y


se consigue mediante un ingenioso sistema
mecánico y óptico.
Su apreciación es pequeña, de sólo 1 mi-
ligal, por eso nunca llegó a emplearse mucho.
Fíg. 11-15
Gravímetro Gulf
El gravfmetro Gulf o (Hoyt) consiste
(fig. ll-15) en un muelle espiral del que cuelgan una masa circular M a la que va
unida un espejo E. Las pequeñas variaciones de la gravedad actúan alargando el
muelle y girándolo. Lo que se mide es el pequeño ángulo de giro (del orden de
segundos) mediante un conveniente juego de prismas que reflejan varias veces un
rayo de luz sobre dicho espejo.
La amplificación es del tipo de unas 20 veces, produciendo en el ocular una
desviación del orden de 1 milímetro.
El gravímetro va encerrado en una caja aislante cuya temperatura se mantiene
fija por medio de un termostato. Su precisión es de 0,02 mgal y su peso (modelo
1943) era de unos 13 kg. Fue muy empleado por su gran precisión.

Ejemplos de gravímetros inestables


Gravímetro Thyssen.-Es el que esquemáticamente hemos indicado en la figura
11-13. f·:n la práctica S<' construye con dos brazos paralelos con pesos auxiliar~s
en Jo-. c·xlr<'mos opuc&1os. La precisión de la medida es de 0,25 mgal.

Gravímetro Lacoste - Romberg


EL gravímetro Lacoste-Romberg está basado en el sismógrafo de largo período
ideado por Lacoste en 1934.
CAP.11.- METODOS GRAVIMETRICOS 53

La mayoría de los ~avímetros moder-


' nos (Atlas, Worden, ... etc.) están basa- M ~
1
, dos en éste por lo que es interesante A \ 1
\ I
describirlo con algo de detalle. \
\
1
1
\ 1
Esquemáticamente (fig. Il-16) el sis- \
\
1
1
tema medidor consiste en una masa m de \
\ 1
1

unos 2,5 Kg. colocada en el extremo de \


\
1
1
un brazo rígido 08 aproximadamente \ 1
T '4 Espejo
horizontal ( (} ~ ~} y suspendido de un
muelle A8 tal que A está en la ver-
o e
tical del punto de giro O y que OA :::::08.
Fig. 11-16
El muelle A8 se construye de tal mane-
ra que su longitud inicial Q0 (sometido a tensión nula) sea nula (muelle de longi-
tud cero) con lo que su tensión será
T = K (Q - Q0 ) =K Q
siendo K la constante del muelle y Q = A8.
Veamos el momento debido a T, respecto al punto de giro O
MT =-T · 00=-KQ ~ 00 ='-K2SAoe=-Kb82 • 08 sen(}= K08 2 sen O [1)

El momento debido a la acción de la gravedad será :


M9 = mg · OC= mg · 08 sen (} (2)

Por lo que si hacemos


mg= K · AB (3)

se ve de ( 1] y [2) que Mg =- MT,


y el brazo 08 estará en equ~?º cualquiera que sea (}.
Ahora bien, cuando varíe g ya no se verificará [3] y OB se separará de su posi-
ción de equilibrio. Si actuamos sobre el tornillo micrométrico M, variando la lon-
gitud de OA hasta que 08 alcance nuevamente su posición de equilibrio (posición
cero de la escala), el incremento de OA será una medida de Ag (que reshlta ser
aproximadamente proporcional a A OA).
El gravímetro Lacoste-Romherg es el gravímetro de mayor precisión que se
encuentra hoy en el mercado. Su precisión, que alcanza la cifra de 0,01 miligal,
puede ser aún mayor si se opera con sumo cuidado. Su deriva instrumental
(o camhio de la lectura con el tiempo en una estación debido a la fatiga del mue-
lle) es prácticamente nula por lo que solamente debe efectuarse la corrección
lunisolar; pero a pesar de todo nunca es recomendable suprimir la corrección
de deriva.
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
54

Su peso t•::, ,¡,. uno~ 11 kg ~' ~~1 precio muy elevado. por lo que.únicamente se
utiliza rn trahajo5 de alt:i pr1·1·1~1on.

Gravímetro Worden
El gravímetro Wonlr11 es el más utilizado hoy ~ía c1~ _prospección. Por~~ gr~n
pn•i·isi.ón (0,01 r11gal), poco (ll'SO (2,45 kg) y su d1spos1l~v~ de comp~nsac10n tcr-
mica que lo hace pract1camente inalterable a
las variaciones de temperatura, constituye en
.su clase, el gravímetro más apropiado para las
prospecciones gravimétricas.
El sistema medidor (fig. ll-17) se compone
de un brazo a con una masa m en su extremo
formando un cuerpo único de cuarzo fundido,
con un peso total de l mg aproximadamente.
A este brazo van unidos rígidamente el índice
de lectura l (que se observa mediante un mi-
croscopio M) y u11 brazo inclinado b de cuyo
extremo sale el muelle CD (de longitud cero).
F.I muelle está fijado en su extremo superior

' Gravímetro Worden


M1croscop10
con dos pequeños muelles A y B con tornillos
micrométricos (A muelle de campo para gran-
des variaciones de g, o sea, para operar a dife-
rentes latitudes y B muelle de medida
para observar las pequeñas variaciones
'
de g en la prospección de una zona) y
asímismo al bastidor fijo por medio de
un sistema E compensador de tempe-
ratura. El sistema I, a, b puede girar li-
bremente alrededor de los puntos F.
Todo ello va dentro de una cámara
de vacío con presiones de 4 a 10 mm
de Hg, que. a su vez. va dentro de un
vaso Dewar para impedir variaciones
de temperatura tal como indica la fi-
gura 11-18 en la que para mayor clari-
dad sólo hemos representado el muelle
A.
El aparato llc'va dos niveles uno lon-
gitudinal (en el sentido del brazo ~) y
otro transversal normal al anterior y se nivela como cualquier aparato topográfico.
En esquema (véase \Jor<.>IJi - E.5tudio del gravíml'tro Worden) el sistema medi-
dor sería el de la figura 11-19 donde FC = FO y FV es la dirección de la vertical.
Como CD es muelle de longitud cero tendremos que ~u tensión T será:
T= K ·CD
CAP. 11.· METODOS GRAVIMETR.ICOS 55

siendo K la constante del muelle. Veamos como ai1tt-s Jos dos momentos a que
está som<'Lido el sist<'rna.
M

Fig. 11·19

Momento debido a la gravedad


M9 =a mgseni.p

Momento debido a la torsión del muelle


MT = K ·CD· FG
MT = K. (CG +GD) FG =
= K (FC + FD) cose· FC sene
MT = K. FC2 sen 2 e
F1g. 1118
Ya que FC= FD

ahora bien OI + 15 = 2 0 y OI =15 = 45° de donde <p =~ + 'Y 2 26


por lo que MT = K · FC 2 · sen <.p
El momento total será M =MT - M9
M = ( K · FC 2 - a rn g) sen i.p

por lo que dicho momento estabilizador se puede hacer tan pequeño como se quie-
ra poniendo K · FC2 ~ a rn g (pero siempre K FC2 > a m g, a fin de que el equi-
librio sea estable) y ésta sería condición de estatización, permitiendo, por tanto,
una lectura muy precisa de .!lg.
Una vez nivelado el aparato la lectura del gravímetro se hace simplemente lle-
vando el índice l al valor cero de la escala por medio del tornillo micrométrico
que acciona, desde el exterior, el muelle de medida B.
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
56

La diferencia entre dot> lecturas multiplicada por la com,tante del gravímetro


nos da el valor de Ag en miligales.
En la nivelación y lectura de este gravímetro sólo se emplean unos 5 mjnutos.

Gravímetro Marino
Las primeras medidas de gravedad en zonas cubiertas ~e agua,~ en e~ mar ~ueron
hechas con el péndulo de Vening-Meinesz que mediante .u.n ~ngenioso Sistema
compuesto de tres péndulos (el central inicialmente en equilibrio y los extremos
oscilando en fases opuestas) lograba elirmnar el efecto <le las olas. Se operaba con
él dentro de un submarino y su precisión era de unos 2 miligales.
Después de la segunda guerra mundial se desarrollaron los gravímetros marinos,
que se introducen en el fondo del mar sobre una plataforma adecuada y se acciona
desde la superficie por medio de mandos a distancia.
El más preciso es el Lacoste-Romberg (en esencia igual al de prospección en ti\
rra) que bajo buenas condiciones puede apreciar 0,02 miligales. Su peso es de unos
25 kg.

Gravímetro Aéreo
Recientemente (1958) se ha intentado construir un gravímetro para realizar
prospecciones desde el aire. sobre un avión. Las dificultades son grandes ya que
hay que hacer las lecturas muy rápidamente y con el gravímetro en movimiento,
corregir las observaciones para la aceleración del aparato en cada una de ellas y
asimismo corregir el efecto llamado de Eotvas (debido a la rotación de la tierra).
El gravímetro todavía experimenta! ha sido construído por Lacoste-Romberg y
tiene una precisión de unos l O miligales, hoy por hoy escasa para prospecciones
petrolíferas.

La Balanza de Torsión
Si bien la balanza de torsión de Eotvos ya no se emplea en prospección gravi-
métrica, consideramos muy conveniente estudiar brevemente este aparato porque
suministra enseñanzas muy útiles sobre la distorsión del campo gravifico terrestre
causada por la distribución irregular de las densidades en profundidad.
Esenciabnente, consiste la balanza de torsión en dos pesas iguales situadas a
altura diferente y unidas por un tubo de aluminio que, a su vez, está suspendido de
un hilo de torsión. El hilo de torsión lleva un espejo en el que se refleja un rayo de
luz horizontal que imprime sobre una película fotográfica el ángulo que gire
dicho hilo. La masa inferior suele estar a unos 60 cms por debajo del plano de la
superior. La figura II-20 da idea de la forma de los diferentes dispositivos de balan-
za de torsión basados en el mismo principio.
En realidad lo único que diferencia la balanza de Eotvos de la Cavendish es el
desplazamiento de las masas.
CAP. 11.· METODOS GRAVIMETRICOS 57
,.

Fig. 11-20

Si situamos la balanza en un punto en cuyas proximidades el campo gravífico


eslé distorsionado debido a efeclos locales resultará que sobre las masas de sus ex-
tremos actuarán valores distintos, en magnitud y dirección de la gravedad, lo que
dará lugar a componentes horizonlales (fig. II-21) cuyo efecto se traducirá en el
giro de la balanza.
Esto ocurrirá siempre que exista alguna distorsión en el campo gravífico, ya
que en un lugar en donde las superficies equipotenciales fuesen esferas o práctica-
mente, entre nuestros límites de apreciación, planos paralelos no se produciría el
giro de la balanza.

Hiio
de torsfon X

Fig. 11-21 Fig. 11-22

Sea la balanza de la figura 11-22 en la que 2 Q es la longitud del tubo, m las


masas de los extremos y h la distancia entre el brazo y la masa inferior.
Consideremos-los ejes x y z de la figura tales que OZ coincida con la dirección
de la gravedad en O. Sea a el ángulo que forma el brazo con el eje OX.
En el punto O actuarán las componentes de la gravedad X0 =O; Y0 =O y 2 0 = g,
es decir, que la única fuerza que actuará sobre la unidad de masa ( lgr) será g (dinas).
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
68

En un punto (x, y, z) infinitamente próximo la aceleración de la gravedad no se-


ra rigurosamente paralela a su dirección en O, sino que tendrá componentes hori-
zontales X, Y que, aunque muy pequeñas, tenderán a girar la balanza en un cierto
sentido. Su rotación será equilibrada por un cierto ángulo de torsión del hilo de
suspensión.
Admitamos que la variación de X Y Z (componentes de la aceleración de la gra-
vedad en las direcciones x, y, z) sea lineal en el pequeño espacio de las dimensio-
nes de la balanza. Entonces por la fórmula de los incrementos finitos y reducién-
donos, por tanto, a las derivadas primeras, tendremos :
x = a x x + ax Y + a x z
ax ay az
Y=aYx+aYy+ayz
ax ay az
az
Z=g+ -x+-y+-z
ax
az
ay
az
az '
Ahora bien como las componentes X, Y, Z son las derivadas del potencial V
de la gravedad :
x=ªv. Y=av. z=ªv
ax' ay' az
tendremos:
a2v a2v a2v
X= a x2 x + ax ay y + ax az Z

a2 v
Y=--x+-- a2 v y+--z a2v
ax ay ay 2 ay az
Z=g+ a2v x+~ y+ a2v2 z
ax -Oz ay az az
que serán como hemos dicho las componentes de la aceleración de la gravedad
en el punto (x, y, z) o, lo que es lo mismo, las fuerzas que actúan sobre la unidad
de masa en dicho punto.
Hallemos el momento, respecto a OZ, de las fuerzas que actúan sobre la unidad
de masa situada en los puntos en que se encuentran las masas de la balanza es
decir, en (2cosa, 2 sena, h) y (-!!cosa, -!!sena, h); el momento ~rá
~ (xY -y X) o sea

·¡p V ·a2 V 2 sen a+--


2 cosa ( a-a ~cosa+ - -
32 V )
h -
'
x v 2
av av az
CAP. 11.- METODOS GRAVIMETBICOS 59
r

2 2
-Qcosa - a V a V Qsena ) -Qsena ( ---Qcosa---Qsena
--.Qcosa--
2 32 V
2
a2 V ) =
( ox 'iJyz ax ox'iJy
2 2 2 2 a2-
sen 2a a v a v) a v + Qh (a- -
v cosa - - v sen a )
= Q2
( a- y2 - -ax2 + 2 Q
2
cos 2a--
axay ayaz axaz
yel momento T para lasmasas m:

T = m Q2 sen 2a ( -a v- -
a2-v) a2-
v+
2

ay2 ax 2 + 2 m .Q2 cos 2a - ax ay


+ m Qh - a2-
a2-v cosa - - v sen a )
(ayaz axaz
Si llamamos I al momento de inercia de las dos masas m respecto al eje de giro
OZ (1 = 2 m Q2 ) quedará
2v o2V) sen 2a o2 V 2V 'iJ2-
T =1( a - - - + 1--cos2a + m Qh (a- - V )
- 2 - --
ay a x 2 2 axay 'iJyoz axaz sen a
cosa - -

&te momento quedará equilibrado por el giro de un cierto ángulo de la balan-


za, por lo que llamando r a la constante de torsión del hilo
T=r 8

Como los registros se hacen fotografiando la imagen de un rayo de luz que se


refleja en el espejo del hilo, de torsión, si llamamos d a la distancia de la placa
fotográfica al espejo se tendrá:
n - n0
8=---
2d

siendo n la lectura correspondiente al giro 8 y n0 la que correspondería a la posi-


ción de equilibrio (o sea la que se tendría si no actuase el par de giro), por lo que
sustituyendo se tiene finalmente :

n - n0 = C1 a 2v a- 2 v)
2
2
sen 20'. a2 v
- - + - - cos 2a
]+
[ ('iJy a x
-- -
2 axay
+ C2 ( aazv cosa - azv sen a) [1)
y'iJz axaz
. do e = -
sien 2 1-
d Y C = 2mQhd .
constantes mstrumentales.
1 2
T T

Respetando las restantes cantidades se tiene:


n = conocido, ya que es la lectura obtenida en la placa fotográfica;
n0 = desconocido, ya que es la lectura que se obtendría si sobre la balanza no
actuase el par de giro.
60 TRATADO DE GEOFlSlCA APLICADA

Asimismo, son incógnitas las derivadas segundas del potencial.


O sea
y

Tenemos en total cinco incógnitas por lo que bastará hacer cinco lecturas a dis-
tintos azimuts (o sea, cinco valores de a.) para obtener cinco ecuaciones (1) que
nos permiten hallar las incógnitas.
Como el tiempo de observación con la balanza es muy grande (debido a que
tarda mucho en alcanzar su posición de equilibrio), aquél se acorta bastante si se
emplea una balanza de doble brazo (es decir,. ~os balanzas paralelas y puestas en
sentido contrario, con lo que bastan tres posJctones (a O, 120 y 240 grados, pues
el otro brazo tomaría los ángulos de 180, 300 Y 60 grados), para determinar las
incógnitas que ya no serán cinco sino seis, puesto que habremos añadido un
nuevo nó y tendremos en total seis ecuaciones (tres por cada balanza).
Los últimos modelos de balanza de doble brazo son los de la casa Askania
que automáticamente se ponen en las tres posiciones indicadas y registran asimis-
mo, las lecturas fotográficamente por lo que el observador se limita prácticamente
a ponerlos en estación.
Veamos ahora qué significan las derivadas segundas del potencial dadas por la
balanza que adelantando ideas serán el gradiente horizontal de la gravedad
a2 v a2 v
axaz y oyaz
y el término de curvatura
y

Gradiente horizontal de la gravedad.-& un ~ector cuya magnitud es la


proporción en que aumenta la componente verbcal de la gravedad en una
dirección tal, que el incremento unitario de dicha componente es máximo.

Como la componente vertical de la gravedad es g = ~ , el término 02 V


az axaz
representará la proporción en que cambia la componente vertical de la gravedad en
la dirección OX (Norte) y análogamente:~~ será la componente en dirección OY
(Este) del gradiente horizontal de la gravedad.
Si situamos en dos ejes coordenados (fig. ll-23) las dos componentes obtendre-
mos la magnitud y dirección del gradiente horizontal de la gravedad.
El gradiente se representa por un vector, orientado el ángulo r.p, y de longitud
CAP. 11.· METODOS GRAVIMETRlCOS 61

proporcional a su magnitud. La diferen- X N

cia de gravedad entre dos puntos, en los


que conocemos el gradiente, se puede
encontrar simplemente multiplicando el
gradiente medio por la distancia entre
ellos.
Las dimensiones del gradiente son L ·
· T- 2 • L- i , es decir, T- 2 y la unidad es
l Eotvos = 10·9 gal por cm de distancia E

horizontal.
Fig. 11-23
Ilustremos el concepto de gradiente
horizontal de la gravedad con la disposición esquemática que tendría sobre una
sección anticlinal sinclinal del basamento (fig. II-24) en la que hemos supuesto
que el corte no varía en el sentido perpendicular a la figura.

;;
~---"'---'----'~;~ 7
r+
l
1

1
1
?1
1
1
1
1
1
.,
1
1
1
1
1
1
....,
1
1
1
1
,
1
?
1
1
1
1

,
1 1
1 1
1
1
1
1 1 1 1
1 1
1
1 1 1
1 1 1
1 1 1
1 1
1 1
1 1
1

Fig. 11-24

Término de la curvatura
, . a2 V
Los termmos - -2 -
a2 V
--
a2 -
y - V estan
, re1ac1ona
. dos con 1a curvatura de la
ay ax
2 axay
superficie equipotencial que pasa por el centro de la balanza, de coordenadas
(0, O, g). Hallemos la ecuación de dicha superficie limitándonos en el desarrollo
en serie a los términos de segundo grado:
-1 -a
2v 2 1 a2v 2 1 a2v 2 a2v a2v xz + -
x + - - 2 y + - - 2 z + --xy +-- a2v- yz + gz =O
2 ax 2 2 ay 2 az axay axaz ayaz
Si cortamos dicha superficie por un plano infinitamente próximo z = h,
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
62

la intersección será la elipse (en realidad puede ser cualquier cónica):


zv
a2v 2 + a2v z +2l--hx+2--hyt2a ~.
a2v a22v h2 +2gh=0[1]
a2v xv+ -a
a,(2' X 3y2 y 3x3z 3y3z Xvy Z

representada en la figura 11-25. Sean a y b los semiejes de esta elipse 'X el ángulo que
forma el eje mayor a con el eje X viene dado por:
azv2
ax ay [2]
tg2'X a2v a2v
3x2 - 3y2

- - __ -Je-....

---
1 ;""'

Fig. 11-25

Sean R1 y R2 los radios principales de curvatura de la superficie equipotencial


que pasa por O (fig. 11-25). Considerando las circunferencias correspondientes,
tendremos:

con lo que
Ri::::: 2 h

R :=:::--
2
8

b2
2h
2 ¡ [3]

cuando hes pequeño.


Teniendo en cuenta los valores deducidos de [3] y las ecuaciones [ 1] y [2]
llegaríamos a la siguiente condición:
2
1 l ) _ ( 3 V
g ( R2 - Ri - ax2 - a32Y2V) sec 2 A. [4]

;
CAP. 11.· METODOS GRAVIMETRICOS 63

cuya deducción no incluímos para no hacer excesivamente largo este apartado


(bastaría hacer un cambio de ejes girándolos el án,,,11ttlo X, con lo que la elipse
quedaría referida a sus ejes.
La ecuación [4] indica que las otras dos cantidades dadas por la balanza nos
definen la diferencia entre las curvaturas principales (máxima y mínima) de la
superficie equipotencial que pasa por el centro de la balanza y, asimismo, el azimut
Adel plano principal en que la curvatura es mínima (ya que R1 es máximo).
1 1
La cantidad (-- - - -) o curvatura diferencial significa la separación que de
R1 R2
la forma esférica tiene la superficie equipotencial. Gráficamente se obtiene en la
figura Il-26 el vector e= g (_!_ - _!_)
R2 R1

La curvatura diferencial se re-


pn~senta por un segmento LM de
N
longitud proporcional a e y orien- X

tado el ángulo X respecto al nor-


te: por tanto, su dirección será la
de la curvatura mínima.
El término de curvatura tiene 3x 2 ilY 2

las dimensiones g/R, es decir, e


L · T- 2 · L - 1 = T- 2 , o sea, igua-
les a las del gradiente, por lo que E

se mide como éste en unidades y


Eotvos.

Para ver la dirección de curva-


tura mínima conviene imaginar Fig. 11-26
la acción de las masas profundas
sobre una balanza de Cavendish (ya que ésta asimismo mide la curvatura) en el
punto considerado. Así, por ejemplo, si imaginamos que estamos sobre un eje
anticlinal, evidentemente la balanza se orientará en la dirección de este eje ya que
el exceso de masa a lo largo del eje atraerá a las masas de la balanza.
Supongamos que estamos, por el contrario, sobre un eje sinclinal. Evidentemen-
te la balanza se orientará hacia los flancos del sinclinal en donde está ahora el ex-
ceso de masa, o sea, tomará una dirección perpendicular al eje sinclinal.
Por esta razón las curvaturas paralelas a los ejes geológicos se llaman anticli-
nales o positivas, mientras que las normales a dichos ejes se llaman sinclinales
o negativas.
Ilustremos este último concepto con una figura tomada de Nettleton (figu-
ra II-27).
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
64

p. de Inflexión

Dirección
de la ver tic a 1

astrato
pesado

,,,1 o o o o o •· '<""' .....0_ 0 0 o


o o o
,______
0_.......-0 1
J> o o o o o
1
1
~ 1 ----
1 curva\ura máx.
(antlcllnal)

Fig. 11-27

A continuación presentamos, esquemáticamente, las variaciones del gradiente


y curvatura sobre una falla (fig. II-28).

1
1 curvatura

~
~
- -
¡l
1
1
...... ,____. f--<
1
1
1
1
I I

1
1
1

77$//7///Wff/,//,W~ 1
1 .. .
7' z"''J17.JníJ7.1"»."í1."'z"'!l."l1"'J"l"'1l"'l"'t/."í'~..,.,;
.,,'l;:
7///////17/,///7//717,?,
~,,,r-~,r,"'7."'/ ." :1';:,.,.~" 7;.;" z"'/ ." 1/1."'z"?/." )';:,.,.w~/
Fig. 11-28

I
CAP. 11.- METODOS GRAVIMETRICOS 65

11-3. Observaciones de campo

Composición de un Equipo Gravimétrico


Un equipo gravimétrico consta de :
1 Jefe de equipo cuya misión es el planteamiento del tnbajo a realizar, así
como su supervisión e interpretación.
1 Calculador de oficina cuya misión es el cálculo de la deriva instrumental y
de todas las correcciones para llegar a los valores del mapa de anomalías
de Bouguer.
1 Operador cuya misión es la lectura del gravímetro en los puntos de estación.
1 Ayudante de Operador, que generalmente conduce el vehículo del Opera-
dor y ayuda a la puesta en estación y nivelación del gravímetro.
2-3 Topógrafos con dos teodolitos o Niveles
2-3 Auxiliares y dos vehículos Este equipo realiza el levanta-
miento planimétrico y altimé-
trico de la zona objeto de la prospección, de acuerdo con las instrucciones del
Jefe de Equipo. Los auxiliares de los topógrafos, además de llevar las miras, con-
ducen los dos vehículos del Equipo Topográfico.
Los vehículos generalmente empleados son del tipo todo terreno : Land-Rover
o Jeeps.
Toma de datos -Red de Bases-
En una prospección gravimétrica el objetivo es determinar los valores relativos
de la gravedad en dislintos puntos, distribuídos de antemano, en la zona de tra-
bajo, de acuerdo con el objeto que persiga dicha prospección. La determinación
topográfica (planimétrica y altimétrica) se de.be realizar con la precisión que más
adelante indicamos.
Las lecturas se realizan con el gravímetro, una vez situado en estación y nive-
lado, tomando siempre nota de la hora en que se realiza cada estación.
Con objeto de realizar Ja prospección con la mayor precisión posible se estable-
ce primeramente una Red de Bases (adaptándose a las condiciones de accesibilidad
de la zona) que cubra lo más regularmente posible, de wJa manera amplia, la zona
de trabajo. Una base es simplemente un punto en donde la gravedad se determina
con mucha precisión.
La red de bases se establece sobre una serie de puntos de tal manera dispuestos
que el intervalo de tiempo entre las lecturas de dos bases consecutivas sea lo
menor posible (al objeto de que la deriva sea mínima) y, asimismo, que haya faci-
lidad para observar repetidas veces las bases a lo largo de la red (para tener un
mayor control de la deriva).
El enlace entre las bases sucesivas 8 1 , 8 2 , ..• se realiza de la forma esquemáti-
ca indicada en la figura H-29. Es decir, se observarían en el siguiente orden:
81 - 8 2 - 8 1 - 8 2 - 8 3 - B2 - 8 3 ••. Si se necesitase realizar una red de mucha
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
66

precisión, se repetirían más veces los itine-


B¡ ------- ----- 82 rarios indicados.
a:=-----------~
,,\ -------- ,,,
'~'-:''-
'1 \
....... ~
: 1\
Una vez establecida la red de bases, el
1 1 1 1 \ \ resto de los puntos de estación podrán refe-
1, ~ ' 1 \ rirse fácilmente a los puntos de la red, con
'
1 1' 111
\ 1
~11 ' 1 '
\ 11 \1
lo que todo el trabajo quedará perfecta-
mente enlazado. En la práctica se acostum-
,,, ---- \ 1' bra a volver cada dos horas a una de las
J¡_ ---
e~-:_ __________ ----
-_--.::~ \ 1
bases con lo que quedan perfectamente con-
4 ------~ - - - - - - - 83
troladas (a efectos de deriva) las estaciones
realizadas en dicho intervalo.
Fig. 11-29 Siguiendo el proceso anterior se estable-
ce la red de bases en circuitos cerrados; una vez determinados los valores gravimé-
tricos de los enlaces de bases (corregidos por deriva) se puede realizar un ajuste de
la red por e1 método de mínimos cuadrados si los errores de cierre resultan apre-
ciables.
La distanci::. entre bases variará con las condiciones del terreno. Asimismo,
debe tenerse en cuenta que la situación de las bases debe ser tal que el valor
gravimétrico no varíe por posibles cambios de las masas circundantes (obras nue-
vas, lechos de los ríos, etc.) o inestabilidad de la corteza (presencia de fallas, etc.).
La distancia entre bases suele ser de 10 a 15 kms en las prospecciones petrolí-
feras y mucho menor en prospecciones mineras. La red se suele relacionar, si es
posible, con alguna estación de péndulo, de modo que siempre se puedan deter-
minar los valores absolutos de la gravedad en todas las estaciones. (En España las
medidas de péndulo han sido realizadas por el Instituto Geográfico y pueden ser-
vir además, como ya hemos indicado, para comprobar el gravímetro).
El tiempo necesario para nivelar el gravímetro y realizar una lectura es gene~­
mente inferior a cinco minutos.
El número de estaciones observadas por dfa es muy variable, dependiendo de las
condiciones topográficas de la zona, medios de comunicación y, asimismo, de las
dimensiones de la malla de los ptmtos de estación. En condiciones favorables se
puede alcanzar ~na media de unas 40 estaciones por día .
. En el caso de una prospección áe reconocimiento general con perfiles muy
distanciados bastará observar cada perfil asimilando puntos determinados a una
red de bases y procediendo de la misma manera que en la figura II-29, sólo que en
sentido longitudinal.

Corrección de la deriva instrumental


Recordemos que la deriva es la diferencia entre dos lecturas realizad'18 en una
misma estación en un cierto intervalo de tiempo.
Estas lecturas teóricamente deberían ser iguales pero no lo son debido a la infi-
delidad del gravímetro como ocurre con todos los instrumentos d<> precisión. Sus
diferencias en los gravímetros modernos suele ser de algunas centésimas de miligal
CAP.11.- METODOS GRAVIMETRICOS 67

por día. Por lo tanto las lecturas del instrumento deberán ser corregidas con los
valores que obtengamos de la deriva, de tal manera que los valores corregidos
se aproximen lo más posible a los que hubiéramos obtenido si todas las estaciones
las hubiéramos realizado simultáneamente y con el mismo instrumento.
Veamos cómo se corrige la deriva primeramente en una red de bases y a conti-
nuación en una estación cualquiera.
1) Corrección de la deriva en una red de bases.-Sea la red de bases considerada
anteriormente (fig. Il-29); representamos en unos ejes las lecturas del gravímetro
(1) en ordenadas y los tiempos correspondientes a dichas lecturas (t) en abcisas
(ñg. II-30).

1
1
1
1
1
1

L :' _...q r r
y.---r(i,) ~
1 1
1 1
1
e,: (8,) ¡
1
1
1
1 1
1 1
1 1
1 1
1 1
1 1

t1 t1 tj t'2 t3 t"
2 t; 14 t3' t,4 Ti t4 Tj

Fig. 11-30 Tiempos (t)

En la figura se representan las variaciones de las lecturas del gravímetro en las


bases B1 , 8 2 , 8 3 y 8 4 correspondientes a los tiempos sucesivos (t1 t 2 t; ... ). ·
Como hemos efectuado el enlace final, la última recta representa nuevamente las
lecturas B1 en los tiempos T 1 y Tí.
El problema de la corrección de deriva consiste simplemente en reducir las lec-
turas sucesivas 22 , 2i, 22 23 22' ... a los valores que tendrían si las hubiésemos reali-
zado todas ellas en el mismo momento de la lectura inicial 52 1 , es decir, al tiempo
t 1 (ordenada t 1 ).
Para corregir la deriva se pueden utilizar diversos métodos. El más sencillo es
suponer que la deriva varía lineahnente entre cada dos estaciones consecutivas
efectuadas en cada una de las hases. Esta hipótesis es bastante aproximada ya que
los intervalos de tiempo considerados son pequeños (generalmente no superiores
a 30 minutos).
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
68

Un procedimiento de eliminación de Ja deriva sería simplemente reducir al ori-


gen t 1 cada una de las lecturas observadas.
Por ejemplo, podremos calcular el valor correspondiente a la base B2 para los
intervalor t 1 tí, t2 tí, t2 t2' Y t3 t3 ·
Para tL tí el valor de la lectura reducida al tiempo t 1 se obtendrá por inter-
pol:tción lineal:

ru1álogamcnte para el intervalo t2 tí


Q' 2
º'
L22 = x2 -
2 - 2 (t2' - t¡ )
t2 - t2

y de la misma manera para los restantes intervalos considerados.


!fallando la media de los cuatro valores encontrados obtendríamos el valor más
aproximado de la lectura correspondiente a la hase B2
(22 ) = media de los valores hallados
Análogamente determinaríamos los valores (Q3 ), (R4 ), ... etc.
Otro procedimiento mucho más exacto es utilizar el método indicado en
Ja figura Il-30.
Partiendo de la lectura inirial Q1 hallaríamos gráficamente la tendencia media
de la deriva (representada {>or una ünea quebrada saliendo de !l 1 ) correspondiente
a los intervalos de tiempo observados. Es decir, para el caso de la figura II-30 pro-
cederíamos de la siguiente manera:
Partiríamos de Q1 con una recta .Q 1 A cuya pendiente sería la media entre
~ 1 Q\ y L1 Lí. (deriva media en B1 ). El punto A, así como los sucesivos B, C, O,
corresponden a los puntos medios de los intervalos de solapamiento de las lec'turas
(t2 tí ; t3 t2'; t4 t3' ... etc.).
Desde el punto A se traza una recta AB paralela a la recta media correspon-
diente al intervalo 22 2;'; desde B la recta BC, media del intervalo .23 Q3' y así
suce¡;ivamente. Estas rectas medias se hallan a la estima o por el procedimiento
mínimos cuadrados.
Una vez obtenida la quebrada 21 ABC ... , para hallar la lectura en 8 2 correspon-
diente a la ordenada en t 1 (es decir, para hallar la lectura en 8 2 corregida por de-
riva) bastaría trazar por los puntos Q2 , Q2 y .e;· rectas paralelas a la quebrada
Q1 ABC... (o lo que es lo mismo desplazar í\ ABC ... paralelamente al eje de lec-
turas hasta que pase sucesivamente por Q2 .22 y Q;') con lo que obtendríamos
tres ordenadas distintas en t 1 correspondientes a otros tantos valores de la hase
82 (221 ; .221 y Q;'¡ ).
CAP. 11.· METODOS GRAVIMETRICOS 69

Q.21 + Q21 + Q;'¡


La media de estas tres lecturas nos daría el valor buscado.
3
Procediendo análogamente para las bases 8 3 , 8 4 corregiríamos por deriva las
restantes lecturas.
Este procedimiento es mucho más rápido y preciso.
2) Corrección de la deriva instrumental en un punto cualquiera.-Una vez corre-
gida por deriva la red de bases, la eliminación de la deriva en un punto cualquiera
se efectuará apoyándonos en Ja hase o bases con que hayamos enlazado, pues
como ya indicamos anteriormente cada dos horas observamos una de las bases de
la red (la de más fácil acceso próxima a la' última estación observada).
Comparando las lecturas obtenidas en las bases con los valores determinados en
el apartado anterior, determinaremos la deriva correspondiente al intervalo con-
siderado.
La corrección de las lecturas de las estaciones efectuadas en dicho intervalo se
realiza simplemente por interpolación lineal.
Indiquemos, por último, qt,1e cuando se realizan trabajos de mucha precisión
se debe introducir la corrección lunisolar antes de efectuar la corrección por deri-
va instrumental. El efecto lunisolar se elimina con el empleo de tablas adecuadas.
Cuando no se disponga de ellas se podrá determinar dicho efecto mediante
sucesivas lecturas con un gravímetro fijo sobre un punto de la zona.
El punto de estacionamiento del gravímetro fijo podría servir dt: base en la zona
de trabajo, verificándose en él el cierre de todos los itinerarios realizados con el
gravímetro móvil.

Calibración del gravímetro


En las observaciones de gravímetro obtenemos unos valores que representan
un cierto número de divisiones de la escala del instrumento. Estos valores deben
convertirse en miligales determinando, por tanto, la equivalencia de la escala o
constante del gravímetro. Para realizar esta calibración se emplean generalmente
los siguientes métodos :
0
1. ) Hacer estación en dos puntos en los qt,1e conocemos con gran precisión la
diferencia de los valores de gravedad. Este ha podido ser determinado de
antemano con otro gravímetro bien calibrado o mejor con el péndulo.
2.º) Realizar observaciones a diferentes alturas de un edificio. Como sabemos el
valor teórico que debe cambiar la gravedad con la altura (Corrección de Aire
libre o de Faye) podemos igualar este valor a la diferencia de lecturas que ob-
tengamos en el gravímetro. Deben de hacerse correcciones para la masa
del edificio y los cimientos.
Conocida de una u otra forma la diferencia de gravedad entre dos puntos se
iguala a la diferencia de lecturas observadas.
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
70

Tolerancia máxima admisible en la determinación de la altitud y distancia


horizontal de una estación
Corno hemos visto anteriormente (lU.1.3.B): hay tres correcciones muy
importantes (de Aire libre, de Bouguer .~ de Latitud), que ,depen~en de la po-
. · • horizontal y vertical de cada estac1on, por lo tanto sera muy importante la
81Cl00 d.d L .. , l d t
precisión con que determinemos estas me 1 ~s. a prec1Slon con a qu e se e e~-
1 1
minen las altitudes es uno de los factores más importantes que contro an a exacb-
tud de un trabajo gravimétrico. Una diferencia de elevación de un centímetro re-
presenta 0,03 miligale::- en la corrección de ~ire Libre.' .'!"e es perfectamen-
te detectable por el gravímetro. En consecuencia, la prec1S1on con que debemos
obtener los datos de la posición horizontal y vertical dependerá de la precisión
con que queramos obtener los datos gravimétricos. Veamos cómo están relaciona-
das ambas precisiones:
Sea ± 89 la desviación media de una lectura úrúca del gravímetro y AH y AV
las desviaciones medias de las posiciones horizontal y vertical del punto estación.
F..stas desviaciones están relacionadas con la desviación del valor de la estación
OG de la siguiente forma:
8G = V(8g) 2 + (AH)2 + (AV) 2
En consecuencia, las desviaciones medias de las medidas de la posición hori-
zontal y vertical no debían ser mayores que la desviación media de una lectura
única del gravímetro. En las exploraciones petrolíferas de reconocimiento general
la distancia entre estaciones suele ser de 1 km; la tolerancia máxima con un graví-
metro tipo Worden determinado como se ha indicado anteriormente es de± 30 m
de control horizontal y de solamente 1,5 cm/km en altitud. El error instrumental
probable en las lecturas del gravímetro de los valores de (Jg es aproximadamente
de± 0,01 miligal.

Cálculo de la densidad del terreno


En la corrección de Bouguer, para reducir la gravedad observada al nivel del mar,
veíamos que el efecto de una capa infinita de altura h era 211'Khu siendo u la den-
sidad media entre el nivel de la estación y el rúvel del mar.
La corrección topográfica tiene en cuenta, asimismo, la densidad más superficial.
Vemos, pues, que en las correcciones gravimétricas entra un factor desconocido
que es la densidad. Si bien el valor de densidad a adoptar para la corrección de
Bouguer en estricto rigor sería diferente del de la corrección topográfica, no
obstante. es práctica común adoptar el mismo valor de Ja densidad para ambas
correcciones.
El problema es calcular la densidad u a adoptar, densidad que nunca se conoce
exactamente si bien sabemos que oscila generalmente entre u= 2,3 (densidad
CAP. 11.- METODOS GRAVIMETRICOS 71

media de los terrenos sedimentarios) y a== 2,67 (densidad media de la corteza


terrestre).
Un método para determinar la densidad sería recoger muestras en superficie y
hallar una media de la densidad de todas ellas; el procedimiento, aparte de ser
muy pesado por el gran número de muestras que habría que tomar, es inexacto
ya que la densidad de estas rocas superficiales está alterada debido a los agentes
atmosféricos. Además la densidad de las rocas superficiales no corresponde gene-
ralmente a la de las rocas que inlcuye la corrección de Bouguer.
Otro método que se ha ensayado es determinar la densidad de los testigos de
los sondeos de la zona, pero este método tiene asimismo el inconveniente de que
la densidad de una muestra no corresponde exactamente con la densidad de la
roca, in situ, aparte de que, con frecuencia dichos sondeos escasean o no existen.
En vista de lo cual se han ideado métodos indirectos de medir la densidad. Uno
de los más conocidos es el método empleado por Nettlelon (Determinación de
la densidad para reducciones de las observaciones gravimétricas - Geophysics-
Vol. l V -1939) que es el que describimos a continuación.
Consiste en trazar un perfil gravimétrico de estaciones muy próximas a lo largo
de un accidente topográfico (monte o valle). Obtenidos los valores relativos de la
gravedad se hacen las correcciones de estos valores para distintas densidades con
lo que obtendremos una serie de perfiles tales como indica la figura fl-31.

1111/tgalts
metros
z.o

440

430

o .... ............
.... 4ZO
Perfil topográfico ..... - ........
...... .....
. . ., . . "'° 410

200 400 500 600


'ºº 300

Fig. 11-31

El criterio para elegir la densidad a adoptar es el siguiente: aquélla que propor-


cione los valores reducidos de Ja gravedad sobre una línea aproximadamente rec-
ta. En este caso la densidad elegida sería a== 2,4.
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
72

El método tiene la ventaja de su sencillez y el inconveniente de suponer que


bajo el arcidente topográfico considerado no hay a nomalías de la gravedad debi-
das al subsuelo.
Este inconveiúente se remedia utilizando el sistema que emplean en Fran_cia:
con:;iste en hacer medidas análogas sobre perfiles cortos en un acéidente topo-
gráfico (fig. H-32).
2 Se hacen tres medidas de la gravedad en ca-
da perfil gravimélrico y se busca como antes el
valor de a que hace lineal la anomalía gravimé-
trica haciendo muchos perfiles gravirnétricos y
hallando la media de las densidades obtenidas
de ellos se encuentra el valor de a.
Fig. 11·32
1 Este método tiene la ventaja de ser más exac-
to que el anterior fa que al hacer lo mismo en muchos lugares de la zona se
podrán rechazar los valores de a anormales debidos, probablemente, a la presencia
local de alguna anomalía geológica bajo dichos perfiles.

11-3.1. Interpretación
Obtención del mapa de anomalías de Bouguer
Al realizar observaciones en el campo medjmos las variaciones relativas de la
romponente vertical del campo gravífíco terrestre. Los valores obtenidos, según
hemos visto anteriormente, deben ser corregidos para tener en cuenta los siguien-
tes factores:
1) Variaciones de la gravedad a lo largo del día producidas por los cambios de
posición del sol y de la luna {efecto lunisolar o de las mareas) y por deriva ins-
trumental.
2) Diferencias de altitud de las estaciones gravimétricas entre sí y con relación
al plano de referencia (corrección de aire libre 0,3086 mgls/m., corrección de
Bougucr = + 0,04185 a mgls/m y corrección topográfica).
3) Forma de la tierra: esferoide normal que da lugar a Ja corrección de latitud
(la corrección se hace con tablas que dan el cambio de la gravedad con la latitud,
tabulando la fórmula internacional de la gravedad indicada anteriormente.
El valor de la anomalía de Bouguer As vendrá dado, pues por la siguiente
expresión:
As =grav. observada+ corr. mareas+ corr. deriva+ ' .
+ corr. aíre libre - corr. Bouguer + corr. topográfica - g0 °"'
siendo g0 el valor teórico de la gravedad al nivel del mar para la latitud '{J
considerada.
t.na ve:z corregidos los valores observados de la gravedad se presentan en un ma-
CAP. 11.· METODOS GRAV IMETRICOS 73

pa de anomalías de Bouguer) en el que están situadas todas las estaciones gravi-


métricas, trazando las curvas isoanómalas (curvas de igual valor de A8 ), general-
mente a intervalos de 0,5 mgls. en prospección petrolífera. Cuando se requiere
mayor detalle se trazan a intervalos de 0,2 mgls.
Con el mapa de anomaüas de Bouguer empieza la labor más importante del
geofísico que es la interpretación, de la que hablamos a continuación.

Consideraciones generales
Veamos primeramente qué significa el mapa de Bouguer obtenido anterior-
mente y cuál es la información que nos puede suministrar.
El problema de interpretación consistiría teóricamente en determinar la masa
que produciría una determinada anomaüa encontrada con el gravímetro.
Por el teorema de Gauss si V es el potencial gravífico, tendremos

f[ ~ ~ ·ds= 4~ ~I a dv

(a= densidad; v =volumen de la masa considerada).


Por lo que la masa total que produce una anomalía puede calcularse partiendo
de los valores del gradiente del potencial (av /oz) normal a la superficie que rodea
la masa. Los valores relativos de la gravedad son en esencia, el gradiente normal
del campo potencial, ya que cuando un efecto local pequeño se suma al campo
principal de la gravedad la diferencia Ag de las magnitudes del campo entre dos
puntos es la componente normal de este efecto local (fig. II-33).
g1 = valor1 de la grav. en P1 (campo
uniforme)
AB =efecto local debido a (M)
~ =valor de la grav. en P2 •

Si g1 es la fuerza de la gravedad en un
campo uniforme y AB es el efecto debi-
do a una masa local, la componente total
será P2 B y la componente del efecto lo-
cal sobre la nueva vertical P2 B será BC.
Como g1 y g2 forman un ángulo muy Fig. 11-33
pequeño, en la práctica, el valor Ag ob-
servado coincidirá aproximadamente con BC por lo que podremos poner

JJ. Ag·ds=4~KAM
en donde AM es el exceso de masa que produce la anomalía de la gravedad Ag.
-
74 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Teóricamente el problema quedaría resuelto, pero en la práctica solamente se


puede efectuar la integración f f .6.gds por métodos aproxímados.
Veamos, pues. lo que podemos hacer para resolverlo.
Las medidas de la gravedad no son sensibles a las variaciones de densidad verti-
cales en tanto que sean constantes a lo largo de capas horizontales; sin embargo,
cualquier variación horizontal en densidad causará una variación horizontal. en
Ja gravedad (es decir, sobre las estaciones de la zona prospectada). Son precisa-
mente eslas variaciones horizontales las que aparecen en un mapa gravimétrico;
por lo que cualquier condiciór1 geológica que produzca una variación horizontal
en la densidad, produciría asimismo, un cambio horizontal en la gravedad o lo
que es lo mismo una anomalía gravimétTica que podría ser producida por:
l) Un depósito mineral o simplemente un dique de densidad superior a la den-
sidad media de las formaciones geológicas.
2) Un levantamiento de capas de diferente densidad producido por cualquier
cambio estructural que dará lugar, asimismo, a una anomaüa gravimétrica cuya
magnitud dependerá de los contrastes de densidades de las diferentes capas, así
como de sus espesores, forma y profundidad.
Sin embargo, no debemos tratar de traducir ni siquiera aproximadamente los
contornos de las curvas isoanómalas en contornos estructurales, pues este punto
de visla no es exacto como veremos más adelante.
'La limitación principal del método gravimétrico estriba principalmente en que
los valores observados no son suficientes para definir la distribución de las masas
que los producen.
Por la teoría del potencial sabemos que la interpretación de los campos de po-
tencial nunca es única, ya que siempre será posible disponer de una serie de distri-
buciones de masas que produzcan un mismo efecto gravífico.
Por ejemplo, una masa grande de una determinada densidad y próxima a la
superficie produciría una anomalía gravimét-rica semejante a la originada por una
masa pequeña de gran densidad y a mayor profundidad.
Por esta razón no es posible determinar la posición exacta y la forma de una
masa anómala. Sin embargo, se pueden establecer límites superiores e inferiores
de la posible profundidad.
La interpretación gravimétrica puede ser cualitativa y cuantitativa. La cualita-
tiva para determinar las anomalías existentes en la zona y su probable relación con
estructuras del tipo anticlinal, sinclinal, domos, etc. La cuantitativa trata de deter-
minar el volumen, masa y profundidad de las masas que producen las anomalías
gravimétricas. Esta última interpretación se hace siempre dentro de ciertos límites.
Ni que decir tiene que la interpretación final será tanto más aproximada cuanto
mayor información geológica tengamos de la zona objeto de la prospección ya que
ésta contribuirá a disminuir el número de parámetros en juego.
CAP.11.· METODOS GRAVIMETRICOS 75

Interpretación geológica

El mapa de Bouguer muestra Ja suma de todos los efectos debidos a todas las
masas presentes tanto en profundidad como en superficie. Es decir, que el mapa
de Bouguer mostraría la suma de los efectos de las rocas sedimentarias próximas,
del basamento ígneo, e incluso del magma en el interior de la tierra.
Sin embargo, los efectos de las masas anómalas muy profundas (así como los
debidos a fas masas montañosas lejanas no incluídos en la corrección topográfica)
estru'l muy atenuados debido a su gran distancia produciendo Jas variaciones am-
plias de las curvas isoanómalas, mientras que las estructuras sedimentarias próximas
producen variaciones relativamente agudas y frecuentemente fuertes del campo
gravífico terrestre. Por lo tanto en el mapa de anomalías de Bouguer ]as varia-
ciones amplias serán debidas a contrastes de densidad profundos o lejanos, gene-
ralmente en el basamento, y las variaciones rápidas serán producidas por contras-
tes de densidad más próximos.
De aquí podemos deducir el principal objetivo de la interpretación gravimétrica.
a) La separación de los efectos de las masas profundas y someras.
Los procedimientos para separar estos dos efectos son:
1) el cálculo del mapa residual,
2) el cálculo del mapa de segundas derivadas.
Otros objetivos de la interpretación gravimélTica, como veremos más adelante,
son:
b) La definición de los efectos gravimétricos de las anomalías sedimentarias,
determinando la probable profundidad y dimensiones de las estructuras inter-
pretadas.
Veamos a continuación cómo se calcula el mapa residual.

11-3.2. Cálculo de los mapas de anomalías regional y residual


El mapa de anomalías de Bouguer podemos considerarlo como la suma de otros
dos: 1) el mapa regional, debido al efecto de las masas profundas y lejanas
(generalmente el basamento) y 2) el mapa residual debido a los efectos de las ma-
sas superficiales (estratos geológicos más pesados o masas más o menos densas
que las rocas circundantes).
Eo prospección interesa hacer resaltar el efecto debido a las masas superficia-
les, eliminando o reduciendo al mínimo el debido a las masas profundas. Por ello
se definf' corrientemente la anomalía regional como el efecto de todo aquello que
no interesa al prospertor.
La anomalía residual sería:
Anomalía residual= Anomalía de Bouguer -Anomalía regional

o ilimplem('nle:
76 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

El cálculo de la anomalía regional AR es tan antiguo como el método gravimé-


trico y hu dado lugar a diversos sistemas de cálculo desarrollados o utilizados por
las djferentes compai1fas prospectoras.
Los métodos de cálculo son numerosos y más o menos científicos, por lo que
el valor de un mapa reiidual en una determinada región dependerá del debido
conocimiento del método empleado para calcularlo.
Damos a continuación una serie de métodos para calcular el mapa regional. (Pa-
ra una información más completa véase "·ª·
Agocs. Determinación de las anoma-
lías residuales -Geophysics- Vol. XVI - 1951, de donde hemos tomado algunos
datos).
Recordemos, por último, que el mapa residual se obtendrá simplemente como
diferencia entre el mapa de Bouguer y el regional.

Bouguer A. Métodos gráficos.


1) Método de suavización de curvas
,, isoanómalas (o método de suavización de
10 contornos.
Supongamos representado , esquemáti-
camente, el mapa de Bouguer en la figu-
8 ra IJ.34 cuyas curvas hemos representado
de trazo continuo y numerado arbitra-
riamente de 2 a 12.
Si suavizamos las curvas isoanómalas
tal como hemos indicado en la figura
obtendremos la tendencia regional de la
zona (o lo que es lo mismo el mapa regio-
2 nal). Ahora bien, Ja diferencia entre uno
y otro mapa nos dará las curvas cerradas
Fig. 11·34
l y 2, correspondiendo a diferencias de
1 y 2 miligales si las curvas de 2 a 12 representan rniligales también. Obsérvese
que hemos dibujado la anomalía residual simplemente haciéndola pasar por las in-
tersecciones de las curvas de Bouguer y Regional, correspondientes a las diferen-
cias 1 y 2.
Hay otro sistema de realizarlo; sería simplemente restar de los valores obser-
vados en las estaciones (que son los que permiten por interpolación wbujar el
mapa de Bouguer) los valores correspondient es a estas mismas estaciones obtenidas
del mapa regional.
CAP. 11.· METODOS GRAVIMETRICOS 77

2) Método de los perfiles.


Difiere solamente del anterior
en el procedimiento de suaviza-
ción utilizado. Supongamos por
ejemplo, que trazamos un perfil 1 'l..
: 1 -:-.... _1
gravimétrico sobre un mapa de 1 1 't---
1
' 1 11 -r---
anomalías de Bouguer obtenido 1 1 : 1 1 -
1l 1' 1' 1' 1:
simplemente como se obtiene
1 1 1 1 1
un perfil altimétrico sobre un 1
1
1 1
1 1
'
1
mapa topográfico y sea éste el : 1 1 :

representado en la figura II-35 l.._r_..(_L_J --..J---- --


~Residual
(que corresponde aproximada-
mente al LM de la figura U-34). Fig. 11-35
Hallando, a la estima, la recta LM
que marque la tendencia general del perfil obtenemos el gradiente regional apro-
ximado en esta dirección, que será constante por haber elegido una recta. (Para
hacerlo de una manera rigurosa se determinaría la recta que más se ajuste al perfil
empleando el método de mínimos cuadrados).
El procedimiento consistiría simplemente en trazar varios perfiles sobre el mapa
de Bouguer en la dirección del gradiente máximo (es decir, de la variación máxima
de .t.g) y separados por distancias del orden de las anomalías esperadas. Se consi-
dera que en cada perfil el gradiente regional es constante (una recta) y de esta ma-
nera se van calculando los valores de la gravedad residual que permitirán dibujar
el mapa de anomalías residuales.
Se emplea, asimismo, el procedimiento de establecer de antemano una malla
de perfiles en dos direcciones perpendiculares. Los puntos de intersección de los
diferentes perfiles deben ajustarse para obtener en ellos el mismo valor regional.
Los métodos gráficos son muy útiles para ver rápidamente los efectos regional
y residual sobre un mapa de Bouguer pero tienen el inconveniente de la importao-
cia del factor personal en la realización de los mismos ya que su trazado es comple-
tamente arbitrario.

B. Métodos analíticos
Precisamente para evitar este último inconveniente se emplean los métodos ana-
líticos que, aparte de ser más precisos, proporcionan sistemas de cálculo indepen-
dientes del observador.
Los métodos analíticos son muy diversos. Nos limitaremos aquí a hablar de los
más empleados.
l) Método de las medias aritméticas.-Es uno de los más sencillos. Supongamos
p.e., la malla de estaciones de observación de la figura II-36 en la que hemos
trazado las curvas isoanómalas.
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
78

El método consiste simplemente en divi-


dir la malla en figuras geométricas iguales
(en este caso cuadrados de lado igual a tres
veces la distancia entre cada dos estaciones
consecutivas de la malla, supuesta esta dis-
tancia constante). En la figura se han marca-
do los cuadrados con líneas de trazo. Una
vez hecha esta división se adopta como valor
de la regional en el centro de cada cuadrado
(A, B, C, D.. .) la media aritmética de los
valores de todos los puntos de observación
comprendidos en este cuadrado (en este
caso 16 puntos). Con estos valores de 9A,
g8 ... etc., se dibujada el mapa regional.
Restando, como antes, de Jos valores' del
Fig. 11-36
mapa de Bouguer los correspondientes del
regional obtendríamos el mapa residual.
Nótese que el valor de la regional en los pnntos A, B... depende de las dimen-
siones elegidas para el cuadrado ya que si éstas son muy pequeñas el valor de la
regional se aproxima al valor observado y, por tanto, el valor de la residual ten-
derá a cero. Si las dimensiones son muy grandes el valor de la regional tendería a
cero (ya que teóricamente el efecto de un basamento sobre una masa situada en el
infinito tendería a cero) y el valor de la residual tendería, por tanto, al valor
de la anomalía observada en el mapa de Bouguer.
Para ello se debe elegir un área de puntos intermedia entre estos extremos.
2) Determinación por mínimos cuadrados.-Existen diversos métodos de deter-
minación de la regional por mínimos cuadrados. El más sencillo es suponer que
la anomalía regional AR varía en un plano, es decir, linealmente.
Entonces con la hipótesis hecha :
AR =Mx + Ny +e

y la anomaüa residual será:

La determinación M, N y C se hace estableciendo las condiciones para que la


suma de los cuadrados de las desviaciones de la anomalía de Houguer, de la
Regional (es decir, la Residual) sean mínimas. Y estas condiciones son:
l:R aR=O l:RaR=O l:RaR=O
aM oN ac
como R = A8 - (Mx + Ny + C), tendrf'mos
CAP. 11.· METODOS GRAVIMETRICOS 79

3R ·
l: R
0
M = 1: Mx 2 + 1: Nxy + 1: Cx - L As x = O

3R
1: R N = 1: Mxy + 1: Ny2 + 1: Cy - 1: As y =O ( 1)
0

1: R ~
ac = 1: Mx + J.: Ny + 1: C - 1: As =O

Tenemos, por tanto, en (1) tres ecuaciones con tres incógnitas M, N y C


que nos permitirán calcular el valor más probable de éstas.
3) Método de Griffin.-El método de Griffin, uno de los más utilizados en
prospección gravimétrica, consiste en definir la regional, como la integral,
a lo largo de un círculo de radio arbitrario r,
de todos los valores de la gravedad correspon-
dientes a la circunferencia considerada.
211'

AR --
2
11T
10
As (r,8) d8

En realidad, como la función As (r, 8)


nunca se conoce, se adopta un método numé-
rico como es sustituir la integral por la media
aritmética de un número finito de puntos si-
tuados en la circunferencia de radio r.
En la figura Il-37 se han elegido seis pun- Fig. 11-37
tos igualmente espaciados sobre la circunfe-
rencia de centro en O y radio r. Los valores de As se hallan simplemente por
interpolación entre las curvas isoanómalas. De esta manera
As i + As2 + ... As6
ARo = 6

por tanto el valor de la regional en O es la media aritmética de los valores de As


en los puntos 1, 2... 6.
Ahora bien, como R0 = As 0 - AR 0 , si el radio elegido es r igual a O, la
anomalía regional AR o será igual a la anomaüa de Bouguer en O, (As 0 = ~ 0 )
por lo que el valor de la residual R0 =O. Es decir, que la gravedad residual es cero
cuando se elige un círculo de radio infinitamente pequeño.
Por otra parte si escogemos r= oo entonces AR o =O y Ro= A 8 =Residual má-
xima, es decir, que la residual coincidirá con la anomalía de Bouguer cuando el
radio elegido tienda a infinito.
Ce estos dos casos estudiados (r =O y r = oo) se deduce que el valor de la residual
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
80

depende de las dimensiones del radio elegido. En pr?specci~n se acep ta como. n~r­
ma práctica el elegir radios del orden de. las anomaha: medias de la zona y, as1m1s-
mo, del orden de las profundidades de dichas anomahas.
En este método se adoptan, generalmente, disposiciones de punlos sobre
la circunferencia que van del cuadrado al decágono (de 4 a 10 puntos).
En realidad este método no es más que una aplicación práctica del método
de mínimos cuadrados al caso de simetría circular ya que, si situamos el centro
del círculo en el origen (o punto de intersección de mallas) tendremos x =O,
y = O y las ecuaciones ( 1) se convierten simplemente en
~ C- ~ A 8 =O

o sea

que es la fórmula práctica que hemos aplicado en el método de Griffin.


4) Método de Saxov y Ny9aard.-Este método consiste, sucintamente, en calcu-
lar la anomalía residual empleando dos círculos concéntricos de radios r1 y r2
con centro en el punto en que se desea obtener el valor de Ja residual (fig. IJ-38).
Determina el valor de las anomalías medias
9(r1 ) y 9(r2 ) en los dos círculos concéntricos
y define la anomalía residual como
R= -1:9(r1 )-1: 9(rz)
t,s r1 - r2

En la práctica los círculos se reemplazan por


poügonos (como en el método anterior) por lo
que el valor de la residual sería:
Fig.11-38

2
1
R =r --- r [ .!(9
1 n 1 (r¡) + 92 (r¡) + ... 9n (r¡ l)-2(91
m (rz) + ... 9m (r2l) J
siendo m y n los números de puntos considerados en los círculos de radios r2 y r1 .
Se puede demostrar que el método de Griffin anteriormente estudiado, así
como el método de segundas derivadas que veremos más adelante son casos parti-
culares de este método que presenta, además, las siguientes ventajas: 1) Al emplear
dos círculos y obtener la media de los valores en cada uno de ellos se disminuye .
la influencia de los errores debidos al azar, ya que al sustituir el valor en el centro
por la media de varios valores en la circunferencia interior eliminamos los posibles
""'
errores debidos a inhomogeneidades locales. Esto no se consigue con el método de
Griffi11, en el que considerábamos solamente el valor correspondiente al centro del
círculo o polígono. 2) Este método presenta con respecto al procedimiento de
CAP. 11.- METOOOS GRAVIMETRICOS 81

mínimos cuadrados o al de Griffin la ventaja de que establecen una relación direc-


ta entre la anomalía residual y la profundidad de la masa que la produce (caso
de un punto masa o esfera homogénea) destacando el efecto de la masa a una pro-
fundidad z = 2r = r 1 + r2 y disminuyendo el efecto de las masas a mayor o menor
profundidad.
Como final sobre los métodos de cálculo de la residual digamos que el método
de mínimos cuadrados parece ser el menos ambiguo. Este método es mejor para
quitar los efectos producidos por errnres al azar ya que, como las anomalías
gravimétricas son reales y no casuales, no se perderán. Asimismo, es mejor que los
restantes métodos analíticos porque al sustituir la variación regional por una
superficie (plana o de orden superior) entran en juego en el cálculo, simultánea-
mente, todos los puntos observados.

El método de interpretación de la segunda derivada


El método de interpretación de la segunda derivada de la gravedad consiste en
determinar, partiendo de los valores de la gravedad observados en el mapa de
Bouguer, la segunda derivada vertical de la gravedad. Es decir, si tomamos
unos ejes coordenados con el eje OZ en la vertical hacia ahajo, el problema será
a2 g
determinar - -2 .
az
El método tiene la ventaja de que señala mejor los cambios bruscos de la gra-
vedad y, asimismo, que permite separar las anomalías gravimétricas compuestas (o
sea, las debidas a la superposición de los efectos de varias masas próximas) en sus
componentes separadas.
El método de la segunda derivada es un método de mucho más poder resoluti-
vo que los métodos anteriores ya que la doble diferenciación de g respecto a z
tiende a hacer resaltar las anomalías más pequeñas y superficiales a expensas de las
ª29
más amplias y profundas de tipo regional. Con frecuencia el mapa de 2 ofrece
az
una imagen más clara y exacta de los tipos de anomalías que interesan en prospéc-
ción petrolífera.
Asimismo el método tiene diversos inconvenientes que indicaremos a conti-
nuación:
1) No se puede aplicar si las estaciones de la red están muy espaciadas.
2) Las observaciones gravimétricas se deben efectuar con alta precisión debien-
do, por tanto. realizar con mucho cuidado la::; correcciones topográficas.
3) Las segundas derivadas no están rela1;ionaJas directamente con las estruc-
turas que las causan, por lo que es muy difícil de entender la relación entre las
masas del subsuelo y las segundas derivadas. Por ello la forma de una anomalía no
se puede deducir del mapa de segundas derivadas.
82 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

4) í.omo las dnivada~ segundas decrecen con las potencias de la profundi-


dad t.lr. las masas, las anomalíai; profundas quedan anuladas en el mapa de segun-
das derivadas.
Si bien el método de segundas derivadas se viene intentando aplicar desde el
afio 1930 por diversas compailías petrolíferas, solamente se dio a conocer
después de la segunda guerra mundial.
La primera referencia publicada sobre este método en Ja literatura de la
geofísica aplicada se debe a L.J. Peters (La aproximación directa a la interpreta-
ción magnética y su aplicación práctica -Geophysics- Vol. XlV - 1949); en este
artículo se presenta la bal!C matemática del método de segundas derivadas en mag-
netismo, comprendiendo, asimismo. la gravimetría como caso particular de
aquél. Posteriormente Elkins (El metndo de interpretación de la segunda derivada
Geoph. Vol. XVL - 1951) y Rosenbach (Contribución al cálculo de la segunda
derivada a part·ir de los datos de la gravedad -Geoph.- Vol. XVIII - 1953) han
hecho la aplicación práctica del método cada uno según su sistema.
Explicaremos aquí el método utilizado por Rosenbach, que es más exacto y
nos limitaremos a dar algunas breves notas sobre el método de Elkins.

Cálculo de mapas de segundas derivadas


1) Método de Rosenbach.
Sea en el plano Z =O el punto O, centro de una circunferencia de radio r, en el
a2
que queremos hallar el valor de _g_2 .
y az
El método consiste simplemente en
suponer los puntos g de la malla lo su-
ficientemente próximos a O de modo
que podamos expresar su gravedad por
un desarrollo en serie. De esta manera y
considerando los cuatro puntos de la
figura Il -39 podremos escribir, de
acuerdo con el desarrollo de McLaurin :

9 (r, 0) =90 + ( ag) r +


g(O, -rl
ax o
(Olsposlcl6n A)
+..!.
21 (::;)/21+ (~ x;)/3 + ... . 3
Fig. 11-39
........
1

g(O,r)=g 0 +(E2)
ay o
r+_!_
2!
(ª 9)
2

a y2 o
r2 +-1
3!
(~)
a y3 o
..3
r- + ...
g(-r,O)=g -(ªg)
ax
0
O
r+.L
21
(ªax9).
2
2
o
r2 _ _1 (ªa 9) o•r3 +
3. 1
3

X
3 •••
CAP. 11.- METODOS GRAVIMETRICOS 83

g (O, -r} =9o - ( -a9 )


ay
r+-
1
2
a 9) ·
º 21 ( ay2 o r2
1
- 3T (ªa y3
3
9)
o r3 + ...

sumando estas cuatro ecuaciones obtenemos :

:9(r)=4g0 +[~:~+~:~1r2 +~ 1 [~)+~;l 4


r +... (1)

en donde el subíndice A indica la disposición de puntos adoptada.


Ahora bien por la ecuación de Laplace
é)2n 2
0 0 + -0 9 == O2
~
é)x2
+ ay2
-=.._;i
a z2
donde

y si llamamos 9A a la media aritmética de los cuatro valores de la gravedad toma-


dos en la circunferencia de radio r, 9A = ..l 9 (r), tendremos
4
4gA (r) =4go -( é)2i) r2 + _2_. [ ª4~ + 049_1 r4 + ...
az 0 41 ax av4 0

a2g) =-4 9A(r)-Qo+~ [ª4g+é)4g] r2 +... (2)


( az2 o r2. 4l é}x4 é}y4 o

por lo que si consideramos 9A (r) como función de r2 , el primer término del desa·
rrollo en serie representará la inclinación de la secante AB de la figura lJ-40.
Cuando r sea pequeño podremos poner:
-4 tg ª~ azg
O z2 9A(r)

(aa2r)
z o
=-41ím 9A {r:-gº=
r r~o

=-4 [ª 9A {r)
ó (r2 ) J
(3)
r2

fórmula que, como veremos más adelante es


similar a la de Elkins. 1 Fig. 11-40

La ecuación (2) muestra que para pequeñ.os valores de r (del valor de 1 km) el
primer término se aproxima razonablemente al valor de la segunda derivada (que
c-s lo que hace glkins si bien por distinto camino).
J\ hora birn, como generalmente la segunda derivada no se puede aproximar pa-
ra valores de r < 1 km., conviene elegir puntos sobre otras circunferencias, obte-
niE>mlo otras eruaciones semejantes a la (2), que nos permitan calcular un valor
m;í~ aproximado de ª g, tomando más términos en el desarrollo en serie de dicha
az
2
2
84
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

!I
11 (0, r)
g(~· r '{3)
g(' fl ·1)
11 (r, O)
o o

Fig. 11-41 Fig. 11-42

Las disposiciones empleadas son la B ( 4 puntos) y la C (12 puntos), según se


indica en las figuras Il-41 y 11-42. Como los puntos elegidos son simétricos respec-
to a OX y OY las derivadas de orden impar se anularán, como antes, al hallar la
suma de los valores correspondientes a los puntos considerados. Desarrollando en
serie tendremos para la figura II-41:

9 r r ) 90 ( a 9 ) r ( 09 ) r
( v2, v2 :::: + ax o v2 + ay o v2 +
+ ..!... [ a2 92 + 2 a2 9 + a2 9] ~ +
2! 3x axay ay2 o 2 ...

9(- _r, _r )=90 -(º9) _r + (ª9) _r +


v'2 v2 ax o V2 ay o v'2
~
+ ~1
2

+21 1 [
ax 2 -
a9
2 axay rl
oy2 o 1 + ...

9 (--r ,-!._) = -(la)


v'2 v'2 90 _r -(~)
ax o V2 ay o v'2
+ ...!_

+ 2i
1 [ªax~ +
2
9
2
aay9 + aoy9)
2 ax r
2
2 o 2 + ...
2

........
9 (-r ,_-.!:_) =9o + ( ax09 ) _r
V2 v'2 v'2
-(ay
o
09 )
o
~+
v'2
+-1- [
2!
a292 -2~ + a29]
ax axay
2 é)y o 2
e+ ...
CAP. 11.· METODOS GRAVIMETRICOS 85

por Jo que la suma de Jos cuatro valores de la gravedad será ahora:


2 4 4 4
3 9) 9 9
6Í x23 3 v2 ] º r4 + ... 9
~ 9 (r) =4 9o - ( 3 z2 r2 º + 4'1(33 x4 + 33 v4] º r4 + 4!La
en donde el subíndice B indica, como antes, la disposición de puntos elegida. Asi-
mismo, hemos reemplazado:
329 32 9 32 9
3x2+3y2 por -3z2

Si llamamos como antes 9 6 (r) a 96 (r) =~ ~ 9 (r) tenemos finalmente:

a x23 a9 y2Jo r2 +
2 4 4 4
3 9) 9s(r)-90 1 [3 9 0 9] 2 6 [ [4]
( a? o= - 4 r2 + 4 ! 3 x4 + y4 o r + 4T a ...

Si aplicamos por último el desarrollo en serie para cada nno de los 12 puntos
de la figura Il-42 (disposición C) y procedemos de la misma manera obtendría-
mos, análogamente:

a
2
3 9)
( z2 o = - 4
9c (r) - 9o
r2
3
+2. 4 !
[ªa4 4
9 3 9]
a
x4 + y4 o r2
3 [ 3 9 ]
4
+ 4 ! a x2 3 y2 /2 + ... [5]

Rosenbach aplica a la dispo- !f


sición de la fig. Il-43 los valores
calculados en las anteriores ecua-
ciones; es decir hace el radio r
igual a s en las disposiciones A
y C y a~ en la disposición B.

De esta manera, sustituyendo


. s
r sucesivamente por s, v'2, en
las ecuaciones (2], [4] y [5] y
limitándonos a los términos de
las derivadas cuartas obtendre-
mos un sistema de tres ecua-
ciones con tres incógnitas:
2
9)
( 3 z2
a o;
(ºa
4
9
a
4
3 9)
x4 + y4 o y /; = disposición A
• = B
o= e
34 9 )
( o x2 0 y2 Fi~. 11-43
0
. 1 32 9 l, . ..
d el que podremos deducir el va or de z2 que es e umco que nos interesa.
3
86 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Este valor resulta ser:


s
( ) 90 r.:: - 9o
a2g) ~ . 9c (s) -go
2 4 4 9A S -gO 2. 4 V2L (6)
(az2 o s2 s2 s2
2

a2 9 . . . dg
resultando z una combinación lineal de las primeras aprox1mac1ones d (s2)
0 2
La fórmula [6] se calcula más fácilmente sustituyendo 9A 96 y 9c por sus valores
correspondientes, quedando por último:

~ z~ )~ ~ [12 g ~ g (s)-4~g (~ )+ i t 9(s)]


2
( 0- [7)

ya que

El método consiste simplemente. en calcular el valor de aº z~ partiendo de la


2

fórmula [7 ], determinando los puntos correspondientes a las disposiciones A, B


y C (que en general no coincidirán con puntos de observación) interpolando entre
los valores correspondientes del mapa de Bouguer.
2) Método de Elkins. En resumen consiste en lo siguiente:
Si conocemos el valor de la gravedad g (x. y, ol en el plano horizontal Z =O
(fig. II-44) y O es el punto del plano en que
a2 9
queremos determinar az2 podemos definir
la media aritmética g (r) a lo largo de una cir·
cunferencia de centro en Oy radio r como hici-
0 ~---+---y mos en el método de Griffin:

g (r) =217r f.,.. g (r, 1cp, o) dcp


0

Fig. 11-44 Elkins demuestra que existe la si~iente rela-


ción entre g (r) y la segunda derivada deg en O:
9
a2 .l
[ a z2Jo =-4
[dg(r)J
d(r2) r ~o [8)

fórmula que es semejante a la [3] dada por Rosenbach, solo que en aquella gA re-
presentaba la media establecida previamente para 4 valores de g mientras que
CAP. 11.· METODOS GRAVIMETRICOS 87

g (r) es una media de los valores continuos de Ja gravedad a lo largo de una cir-
cunferencia de radio r (media que Juego se sustituirá por la medía de unos cuantos
valores sobre dicha circunferencia).
La fórmula [8] se inlcrprela como la [3] gráficamente ya que si situamos
como antes en unos ejes coordenados los valores de 9 (r) con respecto a r 2 , la
pendiente de la tangente a la curva g (r) en el punto correspondiente a r 2 =O

~ z~
2

multiplicada por 4 y cambiada de signo nos dará el valor de

En la práctica Elkins determina de la manera siguiente:


a2 9
a z2
Sea una malla de longitud s o o o o o o o
(fig. Il-45) como no se conoce la
función 9 en el plano Z =O, sus- o o
p',---0--......... '8,
o o
tituye los valores g (s) por los valo- //
~ ''
I ,,,----.,.,, '
res medios hallados en una serie de / /' 91 ', \
circunferencias, tales como las indi-
o p y ,,--- --, \ o
' I / .r.' ' ~
cadas en la figura, de radios s, f
I
1
I I
, s sv? '
\
,s
1
1
1
t
sVí v sv'5. o 1o 1 493 o ~g : o : 1
o

Poni~ndo 9 (s) =g' (s)


1 ', ' 1 1 I
1 \ \ / I :
siendo \. ', / '
o.'.........---..:.v_,,.,,.P ,I
\ //
4 o o. o

= + 92 + 93 + 94
\
-,
g (s)
91
y análoga- ',' ----- ,'/
4 ',o-, o ---
...... ____
_,;;'
~o o o
1
mente 9 (sV2l = - - 9' (sv'Íl y
4
9 (sv'sl = + 9' (sv's). De esta
manera y llamando g0 al valor oh·
o o

Fig. 11-45
o o o

servado en O llega a la siguiente fórmula:


a
2
g]
=- 1_[449o+
[ a z2 o 62 s2
l69'(s)-12g'(sv'Í) -489'(sVs)] (9)

a2g
que es la fórmula práctica para calcular a z2
La fórmula de Rosenbach es más exacta que la de ~lkins y separa mejor las
distintas componentes de una misma anomalía.
Como final incluimos un ejemplo de la aplicación práctica del método de se-
gundas derivadas al caso de una prospección petrolífera, que hemos tomado
del artículo antes mencionado de L. J. Peters (Geoph. Vol. XIV) (figs. 11-46
) 11-47).
Como se ve el mapa de !"Cgundas derivadas separa 3 estructuras dentro del
<·:1m po petrolíft.ro.
88 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

a) Mapa de anomat(as de eouguer (1ntervalo=l m1llgal)

Fig. 11·46

b) Mapa de segundas derivadas (1ntervato=S,10·15 c.g.s.J


Nota.-En trazos, limites del campo petrol(fero "Cement Fl•ld" OKl..AHOMA

Fig. 11-47

Consideraciones sobre la continllación analítica del campo gravífico terrestre.


Hablaremos a continua.,ion, sobre uno de los problemas más interesantes de la
interpretación gravimétríca, como es la continuación analítica de los valores
de la gravedad observada sobre un plano horizontal. La continuación del campo
en profundidad puede aportar datos interesantes en los trabajos de interpretación.
También mencionaremos una posible aplicación de la continuación del campo
hacia arriba.
La continuación analítica de los valores hacia abajo tiene algunas ventajas ..._.
sobre los métodos de cálculo de la residual y de segundas derivadas, cuando se
conoce la profundidad de la masa que produce la anomalía considerada.
En una prospección gravimétrica realizada en la superficie del suelo sobre una
estructura situada por ejemplo a 500 m de profundidad, el método de continua·
CAP. 11 .· METODOS GRAVIMETRICOS 89

ción hacia ahajo de los valores de la gravedad observados en superficie propor-


cionada un mapa que mostraría la anomalía gravimétrica como si la prospección
se hubiese realizado a la profundidad de la estructura, quitando la influencia
de todos los terrenos situados por encima de ella y .resaltando por tm1to, la
anomalía considerada.
Lo más importante de este método es que evita la atenuación producida por
el inverso del cuadrado de la distancia y, por tanto, se observa la anomalía como si
la estTuctura estuviera en la superficie, en cuanto a magrutud y poder resolutivo.
La prolongación del campo medido hacia arriba podría tener interés para el cál-
culo de la anomalía regional, ya que si partiendo del campo medido en superficie
se calcula el campo a la altura H de un plano bastante elevado (p.e. H = 12 km),
las anomalías residuales decrecerían rápidamente y se eliminarían. Por esta razón
creemos que el campo calculado a esta altura podría considerarse como la ano-
malía regional.
El problema de la continuación de valores ha sido resuelto, desde el punto de
vista teórico, por Peters en el artículo de Geophysics mencionado anteriormente.

11·3.3. Interpretación cuantitativa


Hasta ahora los métodos de interpretación que hemos indicado trataban sola-
mente de separar las distintas anomalías y de definirlas en términos de posibles
anticlinales, sinclinales, domos, masas de mayor o menor densidad que las rocas
circundantes... etc.
En este apartado trataremos de la interpretación cuantitativa que persigue: en
prospección petrolífera determinar el tamafio y la profundidad de las posibles
trampas; en prospección minera determinar, principalmente, la masa que produce
una determinada anomalía.
La interpretación cuantitativa se basa en el primer caso en la co:tnparación de
la anomalía obtenida con la producida por cuerpos de forma previamente esta-
blecida. Si ambas coinciden para nna determinada forma, profundidad y distribu-
ción de densidades, ésta sería una posible solución; sin embargo, pueden existir
otras distribuciones de masas, a diferentes profundidades, que produzcan la misma
anomalfa y únicamente la ulterior información geológica haría posible la obtención
de la soluéi.ón más probable.
La interpretación cuantitativa en este caso es indirecta ya que trata de asimilar
las anomalías encontradas a las producidas por cuerpos de la índole de los que
puedan ser hallados en la zona objeto de la prospección. Por ello no se pod.rá in-
tentar hacer una interpretación cuantitativa sin un conocimiento geológico previo
de las condiciones aproximadas de las profundidades de las masas, densidades en
juego, forma y tamaño de las masas a esperar ... etc.
Los procedimientos de interpretación serán:
1) Comparar los efectos observados con los de cuerpos de formas geométricas
sencillas (esfera, rilindro horizontal... etc.)
90 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

2) Comparar los efectos observados con los calculados para cuerpos de forma
cualquiera.
En prospección minera generalmente, se busca la masa que produce una deter- r
minada anomalía. En este caso la magnitud de la masa se puede determinar como
una solución única, siempre que se conozca el contraste de densidad del mineral
que vaya buscándose. Sin embargo, la solución de este problema se sale del pro-
grama de estos puntos y por lo tanto no lo estudiaremos.
A continuación veremos los efectos gravíficos producidos por cuerpos de for-
mas geométricas sencillas y, como final, hablaremos del cálculo de los efectos
producidos por cuerpos de forma arbitraria.
Efectos gravíficos de cuerpos de formas geométricas sencillas
Como hemos indicado anteriormente uno de los métodos de interpretación en
gravimetría es comparar las anomalías obtenidas del mapa gravimétrico residual
con el efecto producido por cuerpos de formas geométricas sencillas enterrados en
el subsuelo. Esta comparación puede dar una orientación sobre la forma real y la
profundidad de las masas enterradas.
Por ello es conveniente estudiar el efecto producido por masas de forma
geométrica 5encilla tales como la esfera, el cilindro horizontal, la capa horizontal
infinita de espesor constante y la capa horizontal semi-infinita de espesor constan-
te o falla.
No entraremos en el rigor matemático de las demostraciones que pueden
deducirse simplemente considerando el efecto gravífico de un elemento infinité-
simo y extendiendo su efecto al cuerpo considerado mediante la integración
correspondiente. Observemos que siempre consideramos la componente vertical
de la gravedad y que la densidad <J que adoptemos será el contraste de densidad
(o diferencia de densidades) entre el cuerpo considerado y la masa homogénea
que le rodea.
La esfera.-Sea (fig. II-48) una esfera
de masa m y densidad a (o contraste
de densidad), situada a la profundidad z
bajo el punto o. Puede demostrarse que
el efecto de esta esfera sobre la unidad de
masa colocada en un punto cualquiera
de la superficie, p (x, o) es el mismo que
el que resultaría suponiendo la masa de
la esfera concentrada en su centro C.
Por tanto:
m
"''
g= k?"

siendo r::::: e p
Fig. 11-48
'· 11.· METODOS GRAVIMETRICOS 91

La componente vertical será:


z z
9z = g cos o=g r =km r3

ahora bien, como m = ~ 1T R3 a, resultará


47í R3 a z
9z =k 3

que dará 9z en gales, cuando z, x y R estén expresados en centímetros.


9z será máxima cuando x =O y llamándola 90 tendremos:
41T R3 a
90 = 9zmb. x k 3z2

Si. representamos la curva-=[


9z
(1 ) 2 ] 312 en func1on
. ' de z
X b
o tenemos l a curva
9o 1+ ~
z
que hemos indicado sobre la figura 11-48. Calculando la distancia horizontal LM
entre sus puntos de inflexión observamos que resulta ser igual a la profundidad
de Ja masa zX = l ; x = z
Por tanto bastará representar la curva~: para obtener LM, que será del orden
de la profundidad del centro de la e~'era.
Un domo salino puede repres tarse esquemática-
mente por una esfera (fig. 11-49). S lo que en este caso
la anomalía sería negativa ya que, generalmente, los do-
mos de sal son menos densos que los terrenos que les
rodean.
Fig. 11-49
El cilindro horizontal
Se puede demostrar que el efecto de un cilindro hori-
zontal de radio R, enterrado a la profundidad z sobre la masa unidad colocada
en un punto P (x, o) fig. II-50, es equivalente al que resultaría si tuviese su masa
concentrada en el eje y que este ~fecto es:
2
9z = k m z siendo m la masa por unidad de P(x,O)
,2 X

longitud. Por tanto m = 1T R2 a, de donde


resulta:
z
9z = 2 1T k a R2 2
2 + x2
. , . 9z Fig. 11-50
S1 representasemos como anteriormente 90 •
92 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

curva que sólo depende de z ya que:


X

9z
90
1
=1 + ( ~ r
i
en función de obtendríamos una curva parecida a la anterior sólo que algo más
achatada. Calculando la distancia entre sus puntos de inflexión, ésta resultaría
1, 154 veces la profundidad z del eje del cilindro.
Un anticlinal alargado horizontalmente puede ser representado por un cilindro
tal como el de la figura IJ-50.
Efecto de una capa infinita horizontal de espesor constante h
Puede demostrarse análogamente que su efecto es 9z =2 1r k a h y que por tanto
resulta independiente de la profundidad de la capa (fig. Il·Sl).
Como hemos visto anteriormente esta fórmula se
aplica en la corrección de Bouguer.
Efecto de una capa finita horizontal de espesor e
Fig. 11·51
h o efecto de falla
'h
__J _
Nettleton ha calculado una fórmula aproximada
para el caso de la fig. ll-52, cuando el espesor h
es pequeño en relación con la profundidad z. Dicha
fórmula es:

9z =2 k a h (~- arctg. ~)
_ _ _ _ _ ___¡___ ___;==-- ¡. curva que es la de la figura representada en
_ _ _ _ _ _....;,....--,-, -x_ _ _ x función de~· Para x =O; g2 = 1T k ah, es decir

-a::._J-_ _ _~ / / la anomalía sería la mitad de la cdrrespondien-


¡•
te al caso anterior. ·
El efecto de una falla será acusado en el
mapa de anomalías por el estrechamiento
Fig. 11·52
rápido de las curvas isoan6malas.
Efectos gravíficos de cuerpos de forma cualquiera. Gratículas
Cuando queremos estudiar el efecto gravífico de cuerpos que no corresponden
a formas geométricas sencillas, como las anteriores, se utilizan métodos gráficos
de cálculo ya que los métodos analíticos son muy difíciles de aplicar para formas
irregulares.
Uno de estos métodos gráficos consiste en la utilización de gratículas que son
unos ábacos formados por una serie de radios vectores partiendo del origen y cor·
tados, bien por arcos de circunferencia concéntricos con el origen, bien por una
CAP.11.· METODOS GRAVIMETRICOS 93

serie de rectas paralelas equidistantes (fíg. II-53). Las pequeñas unidades di' árf',a
así obtenidas representan un efecto gravífico determinado (y por tanto conocido)
sobre el orígen de la gratícula.
El modo de operar sería tel si-
guiente: 1) se dibuja una sección de
la masa para la que queremos calcu-
lar el efecto gravífico, 2) se sitúa
el gráfico transparente (gratícula) x
encima, con el origen en el punto en o~....-...----------
el que queremos calcular el efecto
deseado y 3) se cuenta el número de /
,./~::./'
unidades de área (o compartimen-
tos) que quedan dentro de la sec- z, ~~,=~~l~;:=:=J
ción del cuerpo considerado. Como z 1c:'
2
/' "
,/
,"'
cada compartimento representa un d G

determinado efecto constante sobre


la componente vertical de la grave- z
dad, el efecto total vendrá dado Fig. 11·53
por el número de compartimentos
inclufdos en la sección de la masa supuesta multiplicado por una constante,
que depende de la escala empleada y de la densidad del material cuyo efecto
se está estudiando.
La gratícula más corriente es la que está preparada para operar sobre secciones
verticales, con la tercera dimensión, supuesta infinita, perpendicular a Ja gratí-
cula. Si la tercera dimensión es realmente mayor que cuatro veces las otras dos,
el error es pequeño, si es menor hay bastante error, por lo que se deben hacer
las correcciones convenientes.
Veamos como se calcula una gratfcula de dos dimensiones, es decir suponiendo
la tercera din'ensión (que vendrá dada por el rumbo o dirección del cuerpo geo·
lógico) muy g!'ande respecto a las dimensiones de la sección vertical.
Consideremos una masa formada por la secció11 abcd situada en el plano
XZ y con su dimensión mayor paralela al eje OY (fig. Il-53).
Este cuerpo queda definido por los planos Z = Z 1 , Z = Z2 y los planos que
pasan por el origen formando los ángulos cx 1 , y cx1. con el eje OX.
Es fácil demostrar que la atracción producida por una lámina de área ds, de
espesor dz, subtendida por un ángulo sólido dw es dg == k o dw dz. Ahora bien,
como los ángulos sólidos y plano correspondientes están ligados por la siguiente
relación:
dw da dw = 2 dcx ; quedará: dg = 2 k a dcx dz
41/T = 211'

La intersección de los planos cx 1 • a 1 , Z 1 y Z2 define un prisma elemental


94 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

de longitud infinita en función de las variables a, z y de la sección recta da


dz.
Por lo tanto:
g=2 kffadadz

Cuando a (contraste de densidades) es constante en el área considerada tendremos:


[1J

Sise tratase de una capa horizontal infinita (a 2 =1T; a 1 =O) de espesor constante
d = Z2 - Z 1 , obtendríamos el valor de la corrección de Bouguer:
g=27Tkad~42ad

Con la expresión [1 J se puede construir una gratícula con una serie de líneas
radiales y horizontales que dividan el subsuelo en trapecios de igual atracción
vertical. Por ejemplo, representamos en la figura II-54 la gratícula de Skeels,
en la que a 2 -a 1 =constante:

Fig. 11-54

Este gráfico se sitúa encima de la sección vertical del cuerpo supuesto, cuyo
efecto gravífico vertical queremos obtener.
El procedimiento para realizar una interpretación sería el siguiente:
a) Se dibuja el perfil gravimétrico obtenido del mapa residual.
h) Se dibuja, a una escala determinada, el perfil de un cuerpo de dos dimen-
siones que pueda producir un efecto parecido al del perfil gravimétrico.
c) Se mueve la gratícula sobre las diversas estaciones del perfil a estudiar,
superponiéndola sobre el cuerpo considerado, y se estima la atracción vertical
CAP. 11.- METODOS GRAVIMETRICOS 95

para cada estación, contando el número de compartimentos que quedan den-


tro de la sección esludiada. Dicho número se multiplica por el valor gravífico
de cada compartimento, obteniendo así el efecto gravífico total sobre cada
una de las estaciones del perfil. Se dibuja el perfil gravimétrico resultante.
d) Se compara el perfil gravimétrico real con el obtenido en el apartado e); si
su ajuste es satisfactorio se considera el cuerpo supuesto como una posible
solución.
e) Si no hay ajuste se modifican la forma, profunclidad y densidad hasta encon-
trar el debido acoplamiento.
Es importante recordar que la solución no es única por lo que debe elegirse
aquel ajuste que esté en mayor acuerdo con la información que tengamos sobre la
geología de la zona.

11-4. Ejemplo de trabajo gravimétrico en Inca (Mallorca)


Con este trabajo realizado por el Departamento de Geofísica del IGME, con
intervención del autor, se pretende la determinación de las estructuras que puedan
ser más interesantes para el alumbramiento de aguas subterráneas.
El trabajo se realizó en la zona de INCA (Isla de Mallorca).• La isla está afectada
por los plegamientos alpinos y puede dividirse topográficamente de NO-SE, en
tres regiones paralelas y distintas.
1) Una cadena de montañas a lo largo de la costa NO, relativamente altas y de
constitución preferentemente caliza.
2) Otra cadena en el SE de configuración más suave.
3) Entre Jos dos sistemas, una zona deprimida cubierta por formaciones ter-
ciarias. En esta última zona, se encuentra la del estudio.
Justificación del empleo del método gravimétrico
En la zona a investigar, se puede considerar, que todo el paquete de estratos
secundarios y terciarios, hasta el Burdígaliense inclusive, que se plegaron durante la
última fase estairica, tienen una densidad media que sobrepasa en más de 0,4 la
densidad media de las capas más modernas.
Existen pues contrastes de densidad suficientes para la aplicación del método
y no es una zona muy abrupta donde la topografía pudiera introducir errores que
pudieron enmascarar las anomalías que nos interesan.
Trabajo de campo
El Departamento de Geofísica, tiene la norma de trabajar con gravedades ab-
solutas, pero no existía una base precisa en Mallorca. Por tanto, se enlazó Mallor·
ca con la hase existente en Valencia en la puerta de la iglesia de Nuestra Señora
del Monte Olivet y haciendo hase en lnca, en un punto que coincide con la Base
de nivelación de alta precisión que existe sobre un escalón de la torre de la iglesia
96 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

recloral de Inca. Hechas las mediciones le correspondió a este punto una gravedad
de 980.194,59 miligales.
Se eligió una red de puntos a distancias relativas de unos 250 m. Se procuró
volver cada hora sobre un punto que ya se hubiera leido, para corregir la deriva
instrumental.
El total de puntos distintos observados fue de 1690.
Se efectuó el trabajo con un equipo Worden normal de 0,01 miligales de sen-
sibilidad.
Trabajo de gabinete
A partir de los datos de campo, se ha calculado la gravedad en todos los puntos
por aplicación de la fórmula:

Siendo:
G 1 =gravedad conocida en la base de nivelación
G2 =gravedad por determinar en el punto estación
L 1 =lectura en la base de nivelación
L2 = lectura en el punto de estación
k =constante del aparato
y posteriormente se le aplica la corrección ~ombinada 1) por reducción al nivel
del mar y 2) de Bouguer.
Gó = G + H (0,3086 - 0,0421)
en donde:
Gó= gravedad corregida
G = gravedad sin corregir
H =densidad media de la superficie del terreno que se tomó como 2,3
No se realizó corrección topográfica porque la zona en estudio está situada
en una gran planicie.
El valor de la gravedad normal de cada punto se ha calculado de:
G0 = 978049 ( 1 + 0,0052884 sen\? - 0,0000059 sen 2 2cp)
siendo:
..
G0 = gravedad normal """'
cp =latitud de cada punto
La anomalía obtenida es por tanto:
A =Gó- G0
CAP. 11.- METODOS GRAVIMETRICOS 97

11-4.1. 1nterpretación de los resultados


Del estudio geológico de la zona, hemos supuesto que el conjunto de capas mo-
dernas, no ha sufrido alteraciones importantes y por tanto las anomalías gravimé-
tricas, representarán la fotografía interna o plegamientos de las calizas de la re-
gión, que son abundantes y más densas que los horizontes superficiales. (fi-
gura II-55).
De la interpretación geológica del mapa de Bouguer (fig. II-55) se deduce la
existencia de un sinclinal cuyo eje tiene dirección NE-SO. Hacia el NO se mani-
fiestan en la misma dirección contornos de fuerte gradiente que hacen suponer
la existencia de fallas o pliegues invertidos.
El cálculo de la anomalía regional en cada punto se calcula por:

g (r) = 2~ 12,. P (r, ¡p) d;p

en la que para su resolución hemos empleado el método de plantillas.


Para la elección de la plantilla adecuada para obtener adecuadamente el mapa
regional, se tuvieron en cuenta los siguientes aspectos:
1) Considerando los datos de los sondeos disponibles de la zona, vemos que se
puede esperar una profundidad de los tramos superiores del Secundario del orden
de 2000 a 3000 m.
2) Estudiando la anomalía A 1 (fig. Il-57) y suponiendo una masa esférica, el va-
lor del punto de inflexión y el valor' en el origen g(o) proporci?nan una estimación
de la profundidad de la masa. •
En este caso resulta r 1 = 1100 m y como la anomalía máxima se produce cuan-
de Z = 2 r 1 deducimos una profundidad de aproximadamente 2000 m.
Se determinó una retícula sobre el mapa de Bouguer que se transformó en oc-
tágono, cuyos vértices están a 2000 m de distancia del centro.
'\,

Se aplicó la ecuación a los vértices del octágono:


. 1
Z=a[(91 (r,)+92 (r,)+93 (r,) ... +gs (r,)]

El mapa regional nos muestra: (fig. II-56)


a) Que el sinclinal central, ya descubierto anteriormente y cuyo eje es Santa
Eugenia, 'Benialí, Zona sur de Inca, continua en profundidad por debajo de las
formaciones secundarias.
h) Que se manifiesta una elevación de fondo, con gradiente de 1 miligal/km
en la zona Oeste (Santa Maria, Portol, Marratxi). Tiene dirección ~E-NO, y por
tanto perpendicular a las líneas tectónicas generales.
c) Otra elevación con 0,9 miligal/km de gradiente en la zona SE (Ruherts,
98 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Lloret de Vista Alegre y Pina), también perpendicular a Jas líneas tectónicas


generales. (fig. D-56).
Restando los valores del mapa regional, de los de Bouguer, obtenemos el mapa
residual:
R=G-Z
Del estudio de este mapa residual se dedujo:
a) Que como Ja densidad media del Secundario es superior que la de las forma-
ciones mas modernas, se nos marean los afloramientos de Lias en la anomalía
A,, {+ 4,5 miligales), así como las del afloramiento liásico y oligocénico en la
anomalía A3 ( +3,2 miligales) lo que nos orienta en la marcha del Secundario.
Al E. de Costitx, también existe un afloramiento Jurásico, que no ha marcado
una anomalía positiva bien delimitada por falta de datos gravimétricos suficientes.
b) La anomalía A 4 (+ 3,3 m) hace suponer una mayor proximidad del secun-
dario a la superficie. Las anomalías negativas A 5 (- 2,4 miligales) y A6 (- 3,9
miligales) corresponden a zonas en que el Secundario forma sinclinal y pueden
constituir lugares interesantes como probable paso de aguas subterráneas.
e) Aparece también la anomalía A 1 H 4,9 miligales), que no quedaba clara-
mente determinada en el mapa de Bouguer. Es sugestivo su flanco de Levante para
aguas subterráneas.

11-4.2. Conclusiones
1) La región de los mínimos gravimétricos, constituye una cubeta hidrogeo-
1;1gica, con salida de aguas hacia el Suroeste.
2) Tanto f'n el mapa de _!3ouguer como en el Residual, se manifiesta la franja
de mínimos, dt> dirección NE-SO. De la observación de los mapas de Bouguer
y Residual sr drduce que el sinclinal debe producirse desde el techo del Burdiga-
liensc, hasta el Sc•rundario.
3) Las anomalías A 6 y As podían servir de punto de partida, para una futura
invcsti~1wión cOmfJkmcntaria por el método eléctrico.
4) El flanto d1• 1.rvantc dr la anomalía Marratxi-Portal, debe también ser estu-
diada ('O d<'lallc con sondeos <'léctri<'OS, ya que se alimenta de agua por el sincli-
nal NE.SO dr Santa Eugenia y por otro sinclinal aproximadamente SE-NO, que
pu-"<t por Santa '\1;1ría.

.. .
~

*
99

DIRECCION GENERAL DE MINAS


INSTITUTO GEOLOGICO Y MINERO DE
ESPAÑA

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MAPA GRAVIMETRICO DE BOUGUER .

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DIRECCION GENERAL DE MINAS


INSTITUTO GEOLOGICO Y MINERO DE
ESPAÑA

MAPA GRAVIMETRICO DE CONJUNTO REGIONAL - 39'

DENSIDAD SUPUESTA DE SUPERFICIE: 2,3

Escala gráfica

o 2 3 4 5 6 Km.

4.

-- 4

39
103

plRECCION GENERAL DE MINAS


1NSTITUTO GEOLOGICO Y MINERO DE
ESPA~A

MAPA GRAVIMETRICO RESIDUAL


o
35, 5 - ZONA DE INCA -

*
Escála gráfica

SIGNOS CONVENCIONALES
2-3 3.5

+
2-3 5

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......

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- __!!..!..

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·-· .

( \ C'an Cunls

CJ Nota: 2·3, 3-6 son mlllgal; les rayes verticales. negativo; las horizontales, positivo.
......... 103

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F1g. 11- 57
capítulo 111
métodos magnéticos

111-1. Historia
El método magnético de prospección tiene de parecido con el método gravimé-
trico, en que ambos buscan anomalías causadas por cambios de las propiedades
físicas de las rocas subyacentes, construyen mapas similares y emplean fundamen-
talmente técnicas de interpretación muy parecidas. Sin em15argo, el método mag-
nético es más complicado en su interpretación, ya que los efectos de dirección o
sea, inclinación y declinación, tienen especial importancia. En el método
gravimétrico cuando se trabaja con gravímetro, que es hoy lo normal, solo se mide
la magnitud en el sentido de la vertical.
La historia del método magnético nos revela la lentitud de su desarrollo , desde
las primeras ideas y métodos de geofísica pura, hasta la práctica de la prospección
de hoy. Hace mucho tiempo los chinos descubriPron las propiedades notables
de la oiedra imán y dicen que alguno de sus generales la usó para guiar a sus tro-
pas a la victoria a través de la niebla. Los cruzados divulgaron el conocimiento
de esas propiedades y los navPgantrs fueron mtoncrs capaces de conducir sus
barcos dP noche o ba10 un ri<'lo nublado; su uso permitió a Colón aventurarse en
el viaje hacia PI 0Psle Pn buscrt d1>l nu<'vo Mundo.
Posteriormente, el Dr. Gilbert, físico de la reina lsabPl de lngwtPrra, afirmó
que la UPrra era un imán y publicó su gran trabajo científico "De Magneté ";
pero hasta cerca de la mitad dPl siglo XIX, esas propiedades magnéticas no fueron
utilizadas para el d<'scubrimiPnto d<' mirina.lPs de hierro y fue en 1843 cuando
Von Wrede descubrió esas posibilidades. En 1875 Thalen escribió el libro titulado
Sobre Pl uso de las mediciones ma14ni-ticas "" Pl drsettbrimi<'nto dP minerales. En
1BB9 Nordenstron expresó con asombro, que no eran conocidas fuera de Suecia
las grandes ventajas de la aplicación de los instmmentos magnéticos en la práctica
minera. Symith, de Harvard, hizo descubrimiento!- magnéticos en EE.UU. a prin-

105
106 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

cipios de siglo. En 1904 Haanel escribió: Sobre la localización y examen de mine-


rales magnéticos por mediciones con el magnetómetro. Este trabajo lo publicó el
Gobierno del Canadá.
Hoy, la brújula y los diferentes tipos de variómetros son instrumentos de ex-
traordinario valor para el Ingeniero de Minas.

111-1.1. Generalidades sobre el magnetismo


La tierra se comporta como un gran imán y la dirección e intensidad del campo
magnético varía considerablemente de un punto a otro de la superficie de la mis-
ma. Si se sitúa una pequeña aguja imantada, capaz de girar alrededor de un eje ver-
tical, en un lugar cualquiera no señalará en general hacia el polo Norte geográfico,
sino hacia otro punto llamado polo Norte magnético. La dirección hacia donde
señala la brújula, define el meridiano magnético en el punto: el ángulo formado
11or éste y el meridiano geográfico se llama declinación y se representa por la
letra d. La declinación varía de un punto a otro de la superficie terrestre. A la com-
ponente horizontal de la fuerza del campo magnético terrestre en cualquier punto
se la designa por la letra h. El valor del campo en general se expresa en oersteds y es
como veremos más adelante, la fueria medida en dinas, ejercida sobre la unidad
de polo magnético en el punto dado.
Los dos polos de un imán presentan comportamientos opuestos. Existe una
analogía, entre los polos magnéticos y las cargas eléctricas. El polo magnético
que setiala hacia el Norte terrestre (es atraído por él), : se denomina polo norte
o polo positivo y el que señala hacia el Sur terrestre, polo sur o polo negativo.
Estos dos polos no se distinguen en nada al actuar sobre el hierro no magn~tico,
así como las cargas eléctricas no se distinguen al actuar sobre cuerpos descargados.
Un imán, es pues un dípolo magnético a semejanza de los dípolos eléctricos, pe-
ro existe una diferencia radical enlTe ellos; en un dípolo eléctrico podemos sepa-
rar las dos cargas que forman el dípolo, obteniéndose así dos cargas libres, mien-
tras que si un imán lo dividimos, obtenemos dos imanes cuyos polos tienen
la misma intensid<•d que los polos del imán primitivo. No existen, por lo tanto,
polos wagnéticos libres.
Designamos por p la intensidad del polo magnético. Las intensidades de los dos
polos de un irná11 son siempre iguales en magnitud , pero de signo contrario: polo
norte (+ p) y polo sur (- p).
Sise considera un imán de gran longitud y muy fino en las proximidades de uno
de los polos, se puede despreciar Ja influencia del otro. Tenemos, aproximada-
mente, corno un polo magnético aislado.

Ley de las acciones magnéticas


Coulomb observó que, ro11 barras magnéticas muy largas (aproximación del
polo magnético aislado), la fuerza de repulsión entre los extremos del mismo
GAP. 111.· METODOS MAGNETICOS 107

signo, es inversamente proporcional a los cuadrados de las distancias. Llegó así


a la conclusión de que se trataba de fuerzas newtonianas, y por tanto, se les
pueden aplicar las leyes que rigen estas clases de fuerzas:
F = C ~en expresión escalar o

F= C p~'
r
r en expresión vectorial

donde:
p y p' ==intensidad magnética de cada polo
r ==distancia entre los dos.
r =vector de posición del polo sobre el que actúa la fuerza F, respecto del otro.
C = constante de proporcionalidad que depende del medio en el que estén situa-
dos los polos (fig. III-1).

Unidad de intensidad magnética p p' F


Se define como unidad de intensidad mag- ••--_-r----•lllJlo~·-----1~•
nética (unidad de polo), la intensidad de dos
polos magnéticos que a la distancia de 1 cm, Fig. 111·1
se repelen con la fuerza de 1 dina.
El sistema c.g.s. ampliado en esta unidad se conoce por c.g.s.e.m.

Campo magnético
Si consideramos_un polo magnético aislado, de intensidad p, se define como
campo magnético H, la fuerza que experimenta un polo magnético positivo de in-
tensidad unidad, debido a la presencia en el espacio del polo magnético considera-
do. Su expresión será por tanto:

en expresión ~scalar Ó vectoriaL


El vector r, serán en este caso el vector de posición del punto del espacio¡ en el
que estudiamos el campo magnético respecto al punto ocupado por el poJÓ p ori-
gen del campo. Por tanto, si se trata de un polo positivo, los vectores de campo
son divergentes, y si es negativo, convergentes.
La unidad de campo magnético, en el sistema c.g.s.e.m. es el Oersteds que se
define como el campo creado por un polo magnético de intensidad unidad a
1 cm de distancia.
En Geofísica se utiliza como unidad el Gamma, -y, que corresponde a 10-s
Oersteds, ya que el Oersteds resulta una unidad demasiado grande para Geofísica,
donde las anomalías que encontramos son corrientemente de unas decenas de
'Y·
108 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Potencial magnético
El campo magnético H, creado por un polo magnético, puede darse por la
expresión:
H = -grad V; siendo V =Er ya que

-
H = - grad (P)
r ::: - p grad r1 p (- r(3
=- r)
= p (3

~xpresión esta última de la cual nos servimos para definir el campo magnético
H. Siendo V el potencial magnético.

Momento magnético
Ya hemos dicho que los polos magnéticos no se encuentran libres. Se encuen-
tran formando dobleles o dipolos.
Se define como momento magnético de un dipolo el vector M =p r siendo r el
vector de posición del polo magnético positivo respecto al negativo (fig. III-2).
-
M Un dipolo elemental, tendrá un mo-
mento magnético también elemental.
+P
Fig. 111-2 dM=pdQ=pdr

Q =distancia entre polos =r


Es usual en Física, considerar la materia como continua y para su estudio
considerar elementos de volumen dv. ~ cada volumen elemental le corresponde-
rá un momento magnético elemental d M.

Intensidad de Imantación
La intensidad de imantación se define por la expresión:
- d ÑI
J= d V

donde d ÑI es el momento magnético elemental del elemento de volumen d v. Es


por lo tanto el momento magnético por unidad de volumen.
De aquí se obtiene la expresión, tan frecuente en Magnetismo:
dÑl=Jdv

que es similar a la expresión ad v utilizada en Gravimetría.

l'otencial Magnético creado por un cuerpo imantado


En primer lugar veamos el potencial creado en un punto, por un dipolo ele·
mental (fig. III-3).
El potencial creado en Q por el polo positivo (+ p), situado en A, será:
CAP. 111.- METODOS MAGNETICOS 109

Q (x,y,z)

De igual forma, el creado por el polo ne-


gativo (- p), situado en B será~ _
V
e
=-Ere

El potencial creado por el dipolo será


la suma de los potenciales:
p p ( re-rA ) Fig. 111-3
dV=V +V = - - - = p - -
A e rA re rA . re

Por ser la distancia AB =d Q, infinitamente pequeña, tenemos que:


rA = re=r y
re - r A = d Q cos ()

Nos queda por tanto:


dQcose pdQ·r dM·r
dV = p = 3 = --3-
r2 r r

-
ya que d Q • rr = d Q cos ()
Para hacerlo extensible a un cuerpo imantado, tenemos que considerar, como
antes dijimos, la materia constituida por volúme~es elementales dv, a los que le
corresponde un momento magnético elemental dM (fig. IIl-4). El potencial crea-
do en un punto será, por tanto, la suma

V P --
__
de los potenciales correspondientes a cada vo-
lumen elemental ~{ff
d M -r
-r3-
V

y como d M=J d v, resulta:

Vp = f[[ ]r~r
V
dV
V

Considerando ahora que r = (a - xl T +

+ (/3 - y) T + h - z) k, resulta que Fig. 111-4

=gradA +ypodemos escribir:


Vp= Jff. J.
V
grad.A r1 dV
110 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

y como:

dlVA. (rJ) 1 . - + - (
=-¡;dlVA j J • gradA r1)
tenemos que:

V,=J[f fa.O)dv-JJJ ~div. ]d,

y aplicando el teorema d: ~~¡t:~~§jf"~:::] dv

donde la primera integral se extiende a la superficie exterior del cue:-po imantado


y la segunda al volumen limitado por ésta.
La expresión J · ds puede sustituirse por:
J. d s = tJ · ñ) d s = a d s
donde ñ es ~ normal exterior a la sup erfi~e, d s el módulo del vector superficie
elemental d s, y a la imantación superficial J · ñ = J 0 •
Haciendo, por otra parte, p = -divAJ, resulta:

v=ff %ds+ lJI ~dv


Si consideramos un cuerpo uniformement~ magnetizado (J =cte) , suposición
frecuente en Geofísica, resulta que p =-divA J =O y por lo tanto:

v=JI%ds

111-1. 2. Comportamiento magnético de la materia


Susceptibilidad K
Al someter una sustancia a un campo magnético H, ésta se magnetiza. Adquiere
una intensidad dP imantación J proporcional al campo exterior aplicado. Se tiene
por tanto:
·'
J=K H

donde la constante de proporcionalidad K, recibe el nombre de susceptibilidad


magnética.
Para analizar el fenómeno magnético en la materia, hay que considerar que
CAP. 111.· METODOS MAGNETICOS 111

está formada por cargas eléctricas positivas y negativas en movimiento. Tanto


los protones en su movimiento de spin nuclear, como los electrones en sus movi-
mientos orbitales y de spin, pueden considerarse como minúsculos imanes
(dipolos).
Se presentan tres fenómenos magnéticos en la materia al someterla a un campo
exterior:
a) Di.amagnetismo. Que consiste en una variación del radio y de la velocidad
de giro de las cargas de los átomos, con lo que varía el momento magnético de
éstos, de forma que esta variación se opone al campo magnético exterior de
acuerdo con la ley de Lenz. Este fenómeno lo presentan todos los átomos, pero
solo se aprecia en aquellos en los que el número de electrones es grande y están
dispuestos con una simetría tal, que el momento magnético del átomo es nuJo.
Las sustancias que presentan el di.amagnetismo se llaman diamagnéticas y son
por ejemplo, la sal común, el bismuto, la anhidrita, etc. El resultado de este dia-
magnetismo es que el campo magnético es menor en el interior de estos cuerpos
(fig. ill-5) y tenemos k (susceptibilidad) <O.
Como este fenómeno es interior-
al átomo, es independiente de la agita-
ción térmica de éstos, y por lo tanto,
de la temperatura del cuerpo.
b) Paramagnetismo. Se presenta en
las sustancias, en las que el momento
magnético del átomo no es nulo, dada
una simetría insuficiente en la dispo- Fig. 111-5
sición de sus orbitales. Pero los mo-
mentos magnéticos de los átomos es-
tán en todas las direcciones, con lo
que éstas sustancias aparecen como no
magnéticas. Pero en presencia de un
(±) + e
campo exterior, se ordenan de forma
que refuerzan la acción de éste (fig.
lll-6) y presf'nta una susceptibilidad Fig.111-6
k> o.
El fenómeno del Paramagnetismo depende de la agitación térmica de las molé-
culas y por lo tanto de la temperatura. El coeficiente de imantacíón x, que es
igual a ~ siendo k la susceptibilidad y d la densidad, resulta ser para las sustancias
paramagnéticas:
x=--
e
T-8
donde C es una constante de proporcionalidad y 8 la temperatura de Curie, a In
que deja de presentarse el paramagnetismo y es constante para cada tipo de
.~usta n cia.
112 TRATADO DE GEOF ISICA APLICADA

Como ejemplo de sustancias paramagnéticas se pueden citar el perclorato y


sulfato de hierro, platino, aluminio, etc.
c) Ferromagnetismo. Que se presenta solo en el estado sólido en el que las fuer-
zas interatómicas son lo suficientemente grandes como para producir un paralelis-
mo de los momentos atómicos de un conjunto de átomos próximos, que forman
los llamados recintos de Weiss. Son estos recintos los que se ordenan al someterlos
a un campo exterior, en un fenómeno similar al paramagnetismo.
El valor de la susceptibiüdad de estos materiales es mucho más alto que para
los paramagnéticos, y además depende de la historia previa del material. Entre
estas sustancias se encuentran el hierro, el acero, la fundición, el cobalto, el ní-
quel, la magnetita, la ilmenita, etc.

1nducción Magnética - B

se ve que p = - div} hace el papel de la densidad de carga. for otra parte, el


Teorema de Gauss, establece que el flujo del vector de campo H, a través de una
superficie cerrada S, que limita un cierto dominio v, es igual al producto de 47T
por la suma de las masas interiores a la superficie. Por tanto, podemos escribir:

.íI H· dS= .DI div Hd v =4• JI[ p d v=-4• .DJ: (div J¡ d v

Resulta por tanto que el flujo a través de una superficie cerrada de (H + 411' J)
es nulo. Nos interesa por lo tanto definir el vector Inducción Magnética B,
como:
B == H + 411 J
.
' ......
Permeabilidad µ
Anteriormente hemos visto que J = k H y sustituyendo en la ~xpresión que
define la inducción B, resulta:
8 := ¡::¡ + 41T 1 = R + 41T k H= ! 1 + 41T kl R= µ ¡:¡
CAP. 111.· METODOS MAGNETICOS 113

donde µ = (1 + 47r k) recibe el nombre de permeabilidad.


Como ya se ha dicho anteriormente, para las sustancias diamagnéticas k <O,
con lo que µ < 1; para las paramagnéticas k > O con lo que µ > 1 y para los cuer-
pos ferromagnéticos k era muy elevado en comparación con los paramagnéticos,
y por lo tanto, lo mismo ocurre para la permeabilidad.

Magnetismo remanente. Ciclo de Histéresis


Los cuerpos ferromagnéticos tienen la propiedad de que una vez imantados
conservan cierto magnetismo (magnetismo remanente), al cesar el campo
inductor. ·
En efecto, tomemos una muestra de un cuerpo ferromagnético y sometámosla
a un campo inductor que puede ser un electroimán en el que podemos variar la in-
tensidad de campo H en magnitud y en signo, pero no en dirección; hagamos
variar progresivamente el campo inductor H y midamos al mismo tiempo la induc-
ción producida B (esta última se puede medir con un galvanómetro balístico).
Si ponemos en unos ejes coordenados H en abscisas y B en ordenadas, obten-
dremos una curva (fig. III-7).
La curva parte del origen O; conforme B
vamos aumentando H, 8 va aumentando
primero lentamente, luego muy rápidamen- 1 A
te y por último muy lentamente hasta el
punto A en que la muestra queda imanta-
da hasta la saturación (en este punto la in-
tensidad de imantación J es la mayor posi- --:-;H:------f-:.:+-1------
ble); si disminuimos ahora gradualmente H

el campo H hasta el valor céro se observa


que los valores de B no coinciden con los
anteriores sino que siguen otra curva AC
por encima de la anterior; para el valor de
H = O se obtiene un valor de la inducción
8 = b, que es lo que se llama magnetismo Fig. 111·7
remanente.
Si ahora invertimos el campo ( es decir el sentido de la corriente en el elec-
troimán) y le vamos dando valores progresivamente crecientes, llegamos al
punto D de la curva en el que la inducción se hace cero. El valor del campo H pa-
ra este punto es lo que se llama campo coercitivo.
Si seguimos dando valores mayores al campo, llegamos al punto E, que corres-
pondería al valor de saturación (con campo negativo); por último disminuyendo
hasta cero llegaríamos a F y aumentando nuevamente el campo (valores positivos)
llegaríamos al punto A con lo que habríamos completado un ciclo de histéresis.
En realidad, las cosas no suceden así, ya que en el primer ciclo de histéresis,
la curva no saldría simétrica y no llegaríamos a los puntos E, F y A, pero sorne-
114 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

tiendo la muestra a varios ciclos de histéresis se llega a obtener una curva per-
fectamente simétrica.
(Hagamos notar que en el ejemplo propuesto H y B tienen la misma dirección,
si cambiásemos la dirección de H al mismo tiempo que variamos su magnitud, los
fenómenos serían mucho más complicados).
Este magnetismo remanente de los cuerpos ferromagnéticos es muy importante
en prospección magnética ya que en general, las anomalías magnéticas se deben a
la cantidad de minerales ferromagnéticos (magnetita, ilmenita y pirrotina, prin-
cipalmente) que contienen las rocas. Este ferromagnetismo suele enmascarar el
débil para o diamagnetismo de los demás constituyentes de la roca.
Las rocas han adquirido un magnetismo remanente sometidas al campo magné-
tico terrestre; ahora bien, como a veces las rocas muestran magnetismo remanente
que no ha sido producido por el campo actual de la tierra (ya que su dirección
contrasta notablemente con la del campo magnético terrestre), se deduce que el
campo magnético terrestre varió a lo largo de los tiempos. Como el ferromagne·
tismo desaparece bruscamente al llegar a una cierta temperatura crítica o punto
de Curie (que para la magnetita, p.e., es de 578 grados), se deduce que las rocas
ígneas adquirieron el magnetismo remanente sometida~ al campo magnrtico exis-
tente en aq1.iella época., una vez que se enfriaron por debajo del punto de Curie;
el estudio del magne tismo remanente de las rocas puede dar valiosa información
de las variaciones del campo magnético terrestre a lo largo de los tiempos geológi-
cos; éste es el objeto de una ciencia relativamente moderna: la paleomagnetome-
tría.
Sin embargo, en prospección magnética se suele admitir que la imantación
de las rocas corresponde aproximadamente al campo magnético actual, supuesto
que en la práctica suele bastar para la interpretación, ya que la dirección del mag-
netismo remanente en las rocas suele diferir poco de la del campo magnético
actual (no suelen diferir en más de 15°).

111-1.3. Medición de la susceptibilidad magnética de las rocas


La medición de la susceptibilidad magnética de las rocas puede hacerse en el la·
boratorio con un "~edidor de susceptibilidadPs que, en esencia, consiste en un
puente de inductancia. El aparato se ajusta a cero antes de efectuar la medición;
cuando se pone la muestra pulverizada de la roca cuya susceptibilidad se quiere
medir, se introduce una inductancin cuyo valor se puede medir por el método
de cero, llevando el galvanómetro indicador a las condiciones primeras de equi-
librio.
En la literatura geofísica se describen también otros sistemas para medir la '"
susceptibilidad de las rocas in situ.
Los valores de la susceptibilidad se miden en unidades cegesimales. Recor-
dando que: k= I
= dM 1
H dv H
/

CAP. 111.- METODOS MAGNETICOS 115

la unidad cegesimal de susceptibili-


dad se define como la de un cuerpo
cuya unidad de volumen adquiere,
en un campo unitario, un momento
magnético unidad.

Tabla de susceptibilidades de las ro-


cas.
Indicamos a continuación los va-
lores de la susceptibilidad magnéti-
ca de algunas rocas y mineri:ues, to-
mados de las tablas de Heiland y .
. h L , d t t. Medidor de susceptibilidades magnéticas
Birc . a mayona e es as suscep i-
bilidades se han medido en un campo magnético algo mayor que el terrestre. Los
valores se expresan en unidades cegesimales.

Magnetita ..... . 0,3 a 0,8 Oersted Arenlsta ....... 16,8 · 10-6 Oersted
llmenita ..... ._. O,135 Oersted Dolomía ....... 14· 10-6 Oersted
Pirrotina 0,125 Oersted En el vacío . . . . . O Oersted
Franklinita ..... . 0,036 Oersted Calcita pura..... -1 · 10--6 Oersted
Granito ....... . (28 a 2.700) · 1~ Oersted Sal común ..... -1,3· 10-6 Oersted
Diorita 46,8 a 10-6 Oersted
Gabro (68,1a2,370) · 10-6 Oersted Grafito ........-10· 10·5 Oersted

Otro método de obtener la susceptibilidad de las rocas es el propuesto por


Slichter que atribuye el magnetismo de las mismas a su contenido en magnetita
y obtiene la susceptibilidad multiplicando el porcentaje de magnetita por la sus-
ceptibilidad de esta, tomada como 0,3 unidades c.g.s. (Slichter toma este valor
por ser el que encuentra para la magnetita finamente diseminada). De esta manera
se obtienen buenos valores de Ja susceptibilidad.
En prospección magnética es corriente, al hablar de las anomalías, dar su equi-
valente volumétrica en contenido de magnetita.
Las rocas sedimentarias tienen usualmente susceptibilidades bajas (del orden de
O a 50 · 10- 6 unidades c.g.s.) y las ígneas y metamórficas tienen susceptibilidades
mucho mayores (de 0,001 a 0,005 unidades c.g.s.). Es decir, que la susceptibilidad
de las rocas ígneas y metamórficas es unas 100 veces mayor que la de las rocas
sedimentarias; de aquí nace uno de los campos de aplicación del método magné-
tico: la prospección petrolífera, ya que del estudio del mapa magnético de una zo-
na se pueden sacar importantes conclusiones sobre la marcha estructural del basa-
mento (asociado a rocas de gran susceptibilidad).

111-1.4. Magnetismo terrestre


Llamaremos h a la componente horizontal del vector campo magnético te-
rrestre H, y Z a su componente vertical. Existirá la relación H2 = h2 + Z2 • Así
mismo llamaremos I a su inclinación con respecto al plano horizontal y D a su
116 TRAT AOO DE GEOFISICA APLICADA

declinación o ángulo que forma la dirección de la componente h con el meridiano


Geográfico del lugar (fig. III-8).

o X Norte
. . - : : , . . - - - - - . - - - - - - - geográfico

!J

Fig. 111·8

Sí nos fijamos en el campo magnético en un punto de la superficie terrestre, re-


sulta que este varía con el tiempo. Esta variación se presenta periódicamente y
para su estudio es necesario analizar el campo magnético terrestre en su conjunto.
Se ve que este campo terrestre se descompone en dos campos principales:
a) Campo interno: Es el preponderante, pues viene a ser un 97% del total. Este
campo presenta una variación secular que resulta ser de B'Y por año, y cuyo
mecanismo no es aún conocido.
Este campo interno es, a su vez, Ja resultante de dos campos distintos:
l) Campo Geomagnético: que representa un momento magnético tan grande
que no se puede justificar por los elementos ferromagnéticos de la corteza, dado
que los elementos terromagnético del núcleo están a una temperatura superior
a la de Curie y han perdido su carácter de ferromagnéticos. La justificación que se
pretende dar es la rotación de grandes cargas eléctricas en el magma, aunque
queda la duda del comportamiento de los materiales de Fe-Ni, que componen el
núcleo, a las grandes presiones a que están sometidos. 1
2) Campo cortical: que es debido a los elementos de la corteza y es el que
interesa analizar en Geofísica, pues las anomalías que presenta, al pasar de un pun-
to a otro, nos permitirán conocer la desigual repartición de los materiales sobre la
corteza terrestre.
b) Campo Externo: Este campo se supone producido por corrientes inducidas
en la ionosfera, al desplazarse esta con respecto al campo terrestre. El desplaza-
.

miento de la atmósfera, se debe principalmente al movimiento ascensional de
convección, por calentamiento diurno solar y a las mareas atmosféricas que por
tanto dependen de la posición de la luna y del Sol.
Este campo externo es solo un 33 del campo total y a él se debe la periodici-
dad diaria del campo terrestre, al reflejar las variaciones repetitivas de las posicio-
nes del Sol y la Luna.
CAP. 111.· METODOS MAGNETICOS 117

Por otra parte, la emisión solar no es homogénea y en ciertas ocasiones se pro-


duce con mayor intensidad, dando lugar a perturbaciones irregulares en el campo
magnético terrestre, que se conocen con el nombre de tormentas magnéticas.

111-1.5. Efectos de los cuerpos magnéticos


En magnetometría, como en gravimetría, es interesante estudiar los efectos
magnéticos de cuerpos de forma sencilla, al objeto de, en la interpretación final,
intentar asimilar la anomalía observada a alguna forma geométrica conocida.
Las cosas son más complicadas en magnetismo ya que hay que considerar di-
polos que simultáneamente atraen y repelen y, así mismo, la dirección de iman-
tación, que puede ser cualquiera.
Otra dificultad proviene de que desconocemos en que prop0ción el magnetis-
mo de la masa es inducido o remanente, aunque en la práctica se considere todo
como inducido.
A continuación indicamos una serie de casos sencillos de cuerpos de forma
geométrica en los que estudiaremos la componente vertical del campo magnético
producida por los mismos.

Caso de un polo
Consideremos el caso teórico de un polo negativo de masa P, enterrado a una
profundidad z (fig. III-9) y veamos cual sería el perfil magnético que originaría
la componente vertical del campo magnético producido V.

-X +x
X

-p

Fig. 111-9
118 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

V= H cosa= H ~r

siendo H la intensidad del campo total producido.

Ahora bien, como H = ~, (µ = 1) tendremos:

y-~- Pz
- r3 - (x2 + z2)3/2
La gráfica de V es la indicada en la figura IIT-9.

Caso de un dipolo vertical


Si tuviéramos un polo positivo, enterrado a una profundidad z', su efecto
sería análogamente:
-P z'
V' (x2 + z'2)3/2
por lo que el efecto de un dipolo vertical sería la suma de los valores de V y V'
hallados. La gráfica de la componente vertical del campo producido por un dipolo
puede verse en la figura III-10.

V del polo negativo

V rotultant'I

z'

Fig.111-10

Nota: Hemos supuesto que el dipolo se ha imantado en el hemisferio Norte,


por lo que el polo negativo estará más alto que el positivo. Como el nega-
tivo refuerza el campo terrestre, su efecto es positivo.
CAP. 111.- METODOS MAGNETICOS 119

Teorema de Poisson
Sabemos que el potencial gravimétrico Vg en un punto, es un potencial
newtoniano y viene dado por:

donde k es la constante de gravitación universal y a la densidad.


La expresión del potencial magnético Vm es:

Vm = JJl J.~ dv y como grad, (}) =- ~ (fig. UI-11) •esulta.


P (x,y,z)

Vm=-..DIJ grad, (})dv


Si suponemos que tanto la densidad como el vector
intensidad de magnetización J son constantes en todo
el volumen v, y calculamos el producto escalar de J
por el gradiente del potencial gravimétrico, gradp V 9 ,
resulta: Fig. 111-11
-
J · gradp V9 = k a Vm

Llamando ahora ñ al vector unitario en la dirección de J, podemos escribir:


J (ñ · gradp V9 ) = k a V m , y de aquí:
_ a v ka
n · grad V 9 = ~ =-
p an J

lo que nos muestra que el potencial magnético V m es proporcional a la derivada,


en la dirección de Ja intensidad de magnetización J, del potencial gravimétrico:
V=-·-
J aV 9
m ka an

La componente vertical Z, del vector campo magnético H, vendrá dada por


la expresión:
3 Vm J a2 V 9 J a 9z
z- ----
-- az - k'Oazan- ka an -------
ya que:

Si suponrmoi' que la magn1·tización J, c·s vertical (srgún a z), resulta:


120 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

J a 9z
Z=----
k a az

que es la expresión de la que hacemos uso a continuación.


Según este teorema, el mapa de anomalías magnéticas de la componente verti-
cal es proporcional al mapa de primera derivada deJa componente vertical de la
gravedad, siempre que la polarización (Imantación J) pueda considerarse unifor-
me y vertical.

Caso de una esfera


Sea una esfera homogénea enterrada y polarizada verticalmente en el campo
magnético terrestre (fig. III-12). Su efecto podemos calcularlo por el teorema
de Poisson, ya que según vimos en gravimetría:
41T fa R3 z
9z = 3 -(z_2_+_x2_)_3/-2

por tanto:
J ogz 4trR 3 J 2z 2 -x2
V==- fa· 3Z =--3-· (x2 + z2) s12

resultando una curva del tipo indicado en


la figura III-12.

Caso de un cilindro horizontal in-


definido
Para el caso de un cilindro horizontal ;
podemos razonar sobre la figura anterior,
suponiendo que el cilindro es normal al di-
Fig.111-12 bujo.
Por gravimetría sabemos:
9z =27T fa R2 Zz : X2

por tanto:
V=-~ . o9z = 21T R2J z2 - x2
fa az (z2 + x2) 2

La curva tiene una forma parecida a la de la esfera.

Efecto de un cilindro vertical


Hay otro sistema de estudiar el efecto producido por un cuerpo limitado por
dos planos, admitiendo que el rfecto magnético debido a la distribución de
CAP. 111.· METODOS MAGNETICOS 121

imantación en su volumen, es el mismo que el producido por la distribución super-


ficial de las cargas magnéticas localizadas en los planos superior e inferior.
De esta manera se puede estudiar el efecto producido por un cilindro vertical
tal como el de la figura lll-J3, obteniéndose una curva como la que se_,_indica;

z,

z, J__ _ __
l --------·---
+

Fig. 111·13


en efecto, suponiendo los polos magnéticos distribuidos sobre sus superficies su-
perior e inferior, como el campo magnHieo vertical por rada una de ellas en un
punto es proporcional al ángulo sólido subtendido por la superficie desde el
punto, tendremos:
V = K J (w 1 - w 2 ) = K J [ 21T (1 - cosa) - 21T ( 1 - cos o: 1 ) ]

cuya gráfica es la indicada, sirndo a y a 1 los án~uloi; plano~ corrrspondient es.


El valor máximo de V se obtiene para el punto corrr:;pondicntr al eje del ci-
lindro (x = 0) y vale:
Z¡ Z2 ]
Vmb. =27TKJ [ ..jzr + r2 - ..j z~ + r2
122 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Dique
De modo semejante (fíg. lll-14), en el caso del campo magnético vertical origi-
nado en la superficie por un dique vertical de potencia t y longitud infinita, se
llega a la fórmula:
V máx.= 2 K J t ( }.- ~)
siendo z 1 y z2 las distancias verticales, míni-
ma y máxima, de la masa magnética al magne-
tómetro.
Todas las mencionadas fórmulas son aplica-
bles en el caso de medirse Ja componente ver-
tical. Para el caso de int<'nsidad total del cam-
po, como en el método aeromagnético, hay
que tener en cuenta la inclinación de la aguja
magnética.

111 -1 .6. Componente horizontal de la intensidad


Del mismo modo que anteriormente he-
mos medido la componente vertical que ori-
gina un cuerpo enterrado, vamos ahora a de-
terminar la componente horizontal a que este
Fig. 111-14 cuerpo da lugar.
Si consideramos un polo aislado (fig. lTI-l 5)
-.rr.=~rJ:=:m:.=7Tll""77T="iil='7m¡:¡::¡
.1 a una profundidad Z, la intensidad del c<:1mpo
magnético se manifiesta en un punto C de la
superficie según la dirección BC.

B cos ª == rX
F19. 111-15 Luego la componente horizontal a que da
lugar dicho polo aislado es:
p X p X
X =fi . -¡:-= (x2 + z2)3/2

Por tanto, esta componente es función de la distancia horizontal.


En el caso de tener un dipolo, siendo z 1 la profundidad del polo negativo
y z2 la del positivo, la componente total es la diferencia de las component~ r é- •
lativas a cada uno de los polos:
X= Px Px
V(x2 +zj) 3 V(x 2 +zi) 3
>•
CAP. 111.· METOOOS MAGNETICOS 123

111-1.7. Influencia de una masa inclinada


Cuando en lugar de un simple dipolo tenemos una masa ínplinada, las anomalías
superficiales a que esto da lugar se hacen mucho más complejas, pues la resultante
de> la influencia de ambos polos varía con su inclinación y longitud.
La figura lll-16 muestra el campo vertical resultante de un imán o dipolo
que tiene cierta inclinación.

campo debido al polo

\
negativo

Fig. 111-16

lgualmenle ocurre con la componente horizontal y la figura III-17 nos da


idea de los campos debidos a ambas componentes, vertical y horizontal para unos
dipolos con diferentes inclinaciones.

111-1.8. Influencia ae la inclinación magnética


Como la inclinación magnética terrestre varía desde Oº en el Ecuador a 90° en
los polos, habrá que tenerla muy en cuenta en nuestras interpretaciones.
En efecto, en cada punto de la superficie terrestre el valor total de la compo-
nente magnética será la resultante de la componente del campo terrestre con la
del cuerpo magnético polarizado. Esto complica mucho la interpretación y ha
dado lugar, como hemos dicho, a estudios muy detenidos realizados entre otros
por Vacquier ( ~·). Este ha compuesto unos modelos correspondientes a imanes
de forma prismática y horizontalmente de sección rectangular, en campos mag-
néticos terrestres con inclinación de Oº a 90° o sea en cualquier latitud de la tierra
Comparando los modelos con la forma aproximada de la masa en cuestión,
podemos llegar a resultados muy satisfactorios en la interpretación de nuestros
mapas magnéticos, como veremos en el Capítulo del Método Aeromagnético.(Ver '
modelos de Vacquier) y en el ejemplo de Justificacióo Aerornagnética en Mar bella.

( *) lnterpretation of aeromagnetic maps por V. Vacquier, Steenland, Henderson y Zietz.


124
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

componente vertical

componente horizontal

comPOnente vertical

componente horizontal

componente
verticat

componente
horizontal

Fig. 111-17
125
CAP.111.- METODOS MAGNETICOS

111-1.9. 1nterpretación de los mapas magnéticos


En cuanto a la interpretación d e los mapas magnéticos, ya hemos dicho que es
complicada, debido a las muchas incógnitas que aparecen siempre en cada pro-
blema, incógnitas que hay que deducir hiputéticamente y de acuerdo con datos
adquiridos geológicamente, que es poco discreto en la práctica de la prospección
teorizar demasiado. Pero los procedimientos empleados en el método aeromag-
nético, que en realidad debían ser algo diferentes, se pueden aplicar en cualquier
caso y lo veremos en el capítulo correspondiente.
La diferencia está, que en el m~todo de superficie descrito se mide o la compo-
nente vertical que es lo normal en nuestras latitudes o la horizontal, que sería la
más adecuada en el Ecuador o ambas cuando queremos hacer una prospección de
mucho detalle, cosa poco corriente.
En el método aeromagnético se mide la componente total del campo en la di-
rección en que ésta es máxima. Ya se verá como la regularidad y continuidad de
las líneas isogammas nos permiten calcular un mapa ele segunda derivad a, del que
se pueden deducir interesantes conclusiones, sobre todo en cuanto a la forma y
dimensiones de las masas.
Sin embargo, podemos decir que los métodos aplicados, cuando se mide la in-
tensidad total, son entre ciertos límites aplicables cuando se mide solo la vertical,
sobre todo si aplicarnos un factor de corrección teniendo en cuenta la inclinación
magnética del lugar.

111-2. Instrumentos empleados en la prospección magnética


Balanza magnética de Schmidt:
Vamos a entrar ahora en la descripción de alguno de los aparatos usados en los
trabajos de prospección magnética, y que se dedican a Ja medición de las variacio·
nes deJ campo magnético, en cualquier punto de la superficie terrestre. Estos se
llaman variómetros y son aparatos con los que se mide la componente horizontal
H o la vertical Z, del campo magnético terrestre. El más conocido d e estos instru-
mentos es la hafanza magnética de Schmidt, que es prácticamente igual al cons-
truido por Ja casa Askania y universalmente empleado. Consiste en un.imán apo-
yado sobre unas ágatas y pivot ando cerca del centro de su masa, en forma
tal que el pequeño desequilibrio gravimétrico se compense con la correspondiente
componente magnética. La figura Ill-18 nos da idea de la forma de este imán, en
el modelo que mide la componente vertical.
Está constituido en realidad por dos finos imanes ele acero al tungsteno de for-
ma rómbica, unidos entre sí por un b loque de aluminio ele forma cúbica. Este cu-
bo de aluminio r.stá provisto de dos cuchillas de cuarzo, seg(m se ve en la figu-
ra IJI-18 de modo que el conjunto se asemeja bastante a una balarw.a de pre-
cisión.
Puesto que la sensihilidad depende de la distancia entre el centro de gravedad
126 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

del sistema y el punto de apoyo, los


tornillos T 1 y T 2 , que van provistos
de tuercas y contratuercas de plata,
varían dicha sensibilidad.
Sobre el cubo de aluminio hay
un espejo circular E que refleja
la luz en forma tal que permite
observar las variaciones del imán.
El sistema óptico consta de un
pequeño plano exterior próximo
al ocnlar, que puede regularse de
modo que refleja la luz solar a través
de una ventana de cristal esmerilado
para iluminar una placa de refle-
Fig. 111-18 xión colocada i 45°. El rayo de
luz atraviesa entonces otra placa
con una escala graduada, desciende a través del sistema óptico, siendo reflejada
por el espejo E de la balanza y regresando a través del ocular al ojo del operador,
a una placa fotográfica o a una célula fotoeléctrica que envía su :señal a un
registrador (fig. III-19), según se use el aparato para prospección o para obtener
un registro continuo de las variaciones diurnas. El instrumento está provisto de
doble envoltura con objeto de disminuir los efectos térmicos externos.

Célula fotoeléctrica
diferencial

Registrador

1''
• 1
1 '

~ ' .
.....

Fig. 111-19
CAP. 111.· METODOS MAGNETICOS 127

Debajo del centro de gravedad de la balanza puede disponerse un imán vertical


que ha de compensar las anomalías demasiado grandes, que harían que la ~auja
se salga de la escala. Es regulable la distancia a que se puede colocar este imán
y se lee fácilmente sobre una escala que lleva dicho soporte, permitiendo cono-
cer el valor de la compensación (fig. IlI-20).
Independientemente lleva una brújula con
la que se determina en cada estación el meri-
diano magnético y una vez verificada esta ope-
ración, el soporte se fija de modo que la ba-
lanza quede encajada en su dirección.
El modelo que mide la componente hori-
zontal es en todo similar al anterior a excep-
ción de que la balanza magnética está en posi-
ción vertical como en la figura UI-21. En es-
ta balanza que se llama horizontal, el imán
compensador se sitúa igualmente debajo pe-
ro en posición horizontal.

Inductor terrestre
El inductor terrestre se utilizó en un prin-
cipio por Weber para la determinación de Ja
intensidad y la dirección del campo magnéti-
co terrestre y posteriormente se ha perfec-
cionado hasta el punto de ser hoy uno de los
aparatos con los que se mide más exactamen-
te la inclinación y declinac_ión de ese campo
magnético.
En esencia, el aparato constituye una bo-
bina de hilo de cobre montada en forma tal,
que su eje puede tomar cualquier posición en
el espacio. Esto se hace por medio de una
suspensión tipo Cardan. Dicho eje está situado
Imán Regla graduada
en el plano de las espiras (fig. lll-22).
A esta bobina se la hace girar, funcionando
entonces como una pequeña dinamo cuyo Fig. 111-20
campo magnético es el terrestre, producién-
dose en ella una corriente inducida excepto cuando el eje de rotación es paralelo
a las líneas de fuerza del campo terrestre en cuestión.
La corriente que se induce rn dicha bobina se mide por un galvanómetro
sensibilísimo. Sean n el núrnero de espiras, R la resultante del campo magnético
termstre, r la resistencia total drl circuito y a el área de una espira, tendremos,
haciendo A= na, que si la bohü1a da una vuelta con su eje de rotación perpendi-
cular a R, el galvanórrwtro acusará una carga:
128 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

a'

b'

Fig. 111-22

Fig. 111-21

La sensibilidad del galvanómetro es de orden de 1 mm de la división de la es-


cala por 10-s amp.
La inclinación del camoo m~ético se mide haciendo girar la bobina con su
eje de rotación en el meridiano magnético; variando la inclinación de este eje has-
ta conseguir que el galvanómetro no acuse paso de corriente ya que en este caso
las espiras de la bobina no cortan ningún flujo magnético y no habrá por tanto
corriente inducida.
Si hacemos girar la bobina con su eje de rotación en el meridiano magnético
Y en posición horizontal, el galvanómetro nos acusará un paso de corriente pro-
porcional a la componente vertical Z; si le hacemos girar con su eje de rotación
también en el meridiano magnético, pero en posición vertical la corriente será ...
proporcional a la componente horizontal. Conocidos H y Z sabemos que se puede
calcular la componente total del campo magnético terrestre.

Magnetómetro de Torsión
l ' n nu<'vo rn~netómetro inventado por Haalck y construido por la casa Aska-
CAP. 111.· METODOS MAGNETICOS 129

nia, fué presentado al Congreso de Geofísica (EAEG) de Hamburgo en mayo de


1956. Este aparato tiene la particularidad de la sencillez, poco peso, poca fragili -
dad, muy manejable, compensado de temperatura y, por todo ello, wan rapidez
opt>ratoria.
Se trata de un instrumento para la medición de la componente vertical y consta
en líneas generales de lo siguiente (figs. III-23 y IIl-24).
1 15

15
16

Fig.111-23

Fig. 111-23
Estructura fundamental del magnetómetro de torsión:
l Y 2.- Hll~ de torsión
3.- Porta-sistema en forma de U
4.- Clrculo de torsión
5.- Olvlsl6n del clrculo
6.- Botón de •Juste
7.- Anteojo de autocollmaclón
8.- Sistema magn6uco
9.- Espejo de IUZ
14.- Tornillo para nlvelacl6n aPro)(lmada
15.- Tornlllos para nlvelacl6n definitiva
16.- Botón de •UJeccl6n de lm,n. Fig. 111-24

Un pequeño imán (8) está suspendido


formando cuerpo con dos hilos delgados
metálicos (1) y (2) en tensión. El eje de
giro del imán lo forman ambos hilos. Sus
extremos van unidos a un chasis (3) en
forma de U que va sujeto a un sistema de
engranajes (4) que permite hacer girar el
conjunto alrededor del mismo eje. La rue-
da principal tiene una escala graduada cir-
cularmente (5). Con el botón (6) se pue-
de hacer girar el sistema, con lo que se
producirá un momento de torsión en el
hilo que sostene el imán, por su tenden-
cia a orientarse en el campo magnético.
Magnetómetro de TORM
130 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Con un anteojo (7) se puede observar la posición del imán.


El aparato se nivela fácilmente. La torsión del hilo sirve como elemento de me-
dida. Cuando se va a efectuar una medición se hace girar el sistema magnético
hasta llevarlo a su posición horizontal variando con ello la torsión del hilo (méto-
do de cero). El ángulo de giro del bastidor se convierte así en medida directa de la
intensidad vertical. El eje del instrumento se debe orientar hasta el Norte, pero
solo próximamente pues entre amplios límites le afecta muy poco el no hacerlo.
Tiene un dispositivo de sujección automática para el transporte. Tiene un campo
de medida directa de unas 65.000 gammas y su apreciación es de 2,5 gammas.

111-3. Método aeromagnético


Generalidades

El principio del magnetómetro electrónico se descubrió en Austria hace unos


40 afios, pero hasta bastante después no nació la idea de montarlo en un avión.
Primeramente se utilizó para la detección de sühmarinos desde el aire y después
de la 11 Guerra mundial, su uso se desarrolló rápidamente para la busca de mi-
nerales magnéticos.
Es conveniente llamar la atención sobre las aplicaciones principales del método
que son:
Primero, para el descubrimiento de minerales magnéticos como son la magne-
tita, la pirrotina y la cromita entre otros.
En segundo lugar para preparar nuevas zonas en busca de posibles yacimientos
petrolíferos, antes de la aplicación de procedimientos más caros.
Esto es debido a que el método aeromagnético permite calcular la profundi-
dad del basamento respecto a la altura de vuelo que es conocida y por lo tanto
determina la magnitud de los espesores sedimentarios que es un dato del mayor
interés para las posibilidades petrolíferas de una zona. Por lo tanto, el método se
ha convertido actualmente en el primero que debemos aplicar al iniciar una inves-
tigación de hidrocarburos, cuando se trata de zonas vírgenes o poco conocidas
geológicamente.
La tercera y última aplicación del método, es que puede ser muy útil como ayu-
da para el levantamiento del mapa geológico de una región. En circunstancias fa.
vorables, se puede interpretar mejor la geología con la ayuda de un buen mapa
aeromagnético.
CAP. 111.- METODOS MAGNETICOS 131

Diferencias esenciales entre el magnetómetro aerotransportado y los sistemas


de tierra
La construcción de este magnetómetro, mucho más sensible que los corrientes
y totalmente electrónico en su modo de operar, sin movimientos mecánicos
de sus elementos de medida, ha permitido cambiar totalmente hasla los funda-
mentos de una prospección magnética_
Para empezar, ha permitido que, en lugar de leer punto tras punto corno se ha-
ce sobre el suelo, produciendo un perfil discontinuo, por mucho que acerquemos
las estaciones, obtener uno continuo, volando a 250 lon/h de velocidad.
Antes, la sensibilidad excesiva del instrumento, resultaba un estorbo, puesto
que un clavo enterrado o un canto rodado más magnético, situado cerca del
aparato, podía afectar mucho las lecturas. Hoy se t.Tahaja con magnetómetros
que tienen una sensibilidad de hasta 0,03 gammas y se vuela a la altura adecuada
a cada problema geológica o al tipo de anomalía esperada.
El método aeromagnético elimina, al volar lejos del suelo los errores que pro-
ceden de esos pequeños disturbios muy locales, que afectarían mucho a poca dis-
tancia del aparato pero nada a 150 o más de 1000 m de altura, como se vuela
actualmente.
Por otra parte el nuevo sistema permite hacer el mapa magnético de zonas pan-
tanosas, selvas vírgenes o desiertos y zonas incomunicadas, cuyo trabajo por tierra
sería, si no imposible, al menos muy penoso y lento y por tanto, muy caro.
Corrientemente la sensibilidad de los magnetómetros aéreos es de 0,03 a 1
gammas, mientras que con los corrientes de tierra no conviene pasar de una sen-
sibilidad de 5 a 10 gammas por las razones indicadas.
En resumen, que la estabilidad y sensibilidad del mag .etómetro aéreo ha
conseguido que este método supere mucho en resultados a los obtenidos desde
tierra, sin que ésto elimine Jos métodos clásicos de suelo, para determinar con
mayor exactitud los limites y condiciones de un yacimiento.
Añadiremos aún, que existe además una fundamental diferencia entre las
mediciones del suelo y las aéreas. En las primeras, suele roed.irse únicamente
la componente vertical. En las aéreas se mide la componente total en la dirección
del prnpio campo magnético y el instrumento está provisto de un servofuecanis--
mo, por el cual el elemento medidor se mantiene siempre paralelo al vector
magnético.
Las anomalías registradas asi, son por tanto, las resultantes entre las locales y las
del campo terrestre y tienen la dirección del vector magnético. En las latitudes
altas (Polos), donde la inclinación se aproxima a 90° la componente vertical
representa sustancialmente el campo magnético total y las diferencias obtenidas ·
entre los valores total y vertical son pequeñas.
Cuando se trabaja cerca del Ecuador, las diferencias son muy grandes y hay
que tenerlas en cuenta a1 interpretar los resultados.
132 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

La altura de vuelo en una prospección magnética varía según su propósito


En prospección minera, lo ideal es volar a una altura constante sobre el suelo, lo
que hace fácil comparar las anomalías de líneas consecutivas; suele ser de unos
150 m o menos si es posible, con separación de ~ km.
En prospección petrolífera es distinto. Se investigan los efectos de rocas del
basamento enterradas bajo miles de metros y un cambio de unos centenares
de metros en la altura del vuelo no cambia sustancialmente la resolución. También
se debe volar lo suficientemente alto como para evitar las influencias de lineas
eléctricas, fábricas y otros motivos de efectos magnéticos de superficie.
Por ello, la altura del vuelo en este caso suele ser de 1000 m y más sobre el
terreno.
Se aconseja evitar variaciones de altura mayores de 200 a 500 m para lo que, si
es preciso, se debe dividir la zona en bloques de alturas distintas.
El vuelo se hace a constante altitud barométrica y a una velocidad lo más regu-
lar posible.
Hay una regla en prospección petrolífera: la separación de las líneas de vuelo no
debe ser muy superior de la profundidad (esperada) del basamento. La razón es
que la anchura de una anomalía, medida a la mitad de su máximo, representa
aproximadamente, la profundidad del cuerpo perturbador. Por ello, si la separa-
ción de las líneas es del orden de la profundidad del basamento, al menos una
línea caerá próxima a la zona del máximo y, por tanto, revelará dicha anomalía
claramente.

Historia y desarrollo del método aeromagnético


El primer intento de usar un magnetómetro aéreo se debió a Edehnan, que en
1910 ideó una balanza magnética vertical para ser utilizada en un globo.
Después siguieron otros intentos, con mejor éxito que consistían en inductores
terrestres del tipo de bobina de péndulo y giro estabilizados, del tipo de las brúju-
las usadas en navegación aérea y marítima, pero su sensibilidad era muy baja.
Fue Víctor Vacquier quien en 1940-41, trabajando para Gulf Development Cd.
perfeccionó un sistema de bobina detectora magnética de) tipo de saturación,
muy sensible, tambien conocido como de Jauln de flujo, este instrumento
formaba el corazón del MAD (detector aéreo magnético) que era un magnetóme-
tro de submarinos. Su sensibilidad ya era grande y podía medir campos tan
débiles como de 10-s oersted (1 -y). La primera prospección con este instrumento..
se realizó en abril de 1944 en Pensylvania.
El primer magnetómetro de precisión o resonancia nuclear fue desarrollado en
1955 por Varian Associates.
.Lo~ magnetómetros más recientes son los magnetómetros de absorción óptica,
pnnc1pal.mente los que utilizan vapor de rubidio, de helio o de cesio.
CAP. 111.· METODOS MAGNETICOS 133

111-3.1 . 1nstrumentos empleados en la prospección aeromagnética


1) Magnetómetro de precesión o resonancia nuclear
El primer magnetómetro de precesión o resonancia nuclear fue desarrollado
en 1955 por Varian Associates. Este magnetómetro tiene su ftmdamento en el
movimiento de precesión dr Larmor.
Un gra11 número de núcleos atómicos, tienen un momento magnético, por giro
sobre su eje de sus cargas nucleares. El núcleo de hidrógeno, constituido por un
protón presenta esta propiedad. Si tomamos una muestra de agua, los oxígenos
que entran a formar parte de ella, no presentan momento magnético, y se puede
por tanto considerar la muestra, como un conjunto de protones.
Se somete la mu~stra de agua a un campo magnético, producido por un bo-
bina, mucho más intenso que el campo magnético terrestre y perpendicular a él,
orientándose los momentos magnéticos de los protones, al cabo de un cierto
tiempo, de acuerdo con este campo artificial. Si hacemos desaparecer este campo
magnético, los protones tenderán a orientarse en la dírección de campo magnéti-
co terrestre. pero no lo harán instantáneamente, sino en un movimiento de
precPsión amortiguado, según el principio del gíroscopo. Esta precesión, se realiza
con una velocidad angular w = '}'p H, siendo '}'p la relación entre el momento mag-
nético y el momento cinético del protón, y H la intensidad del campo magnético
terrestre. Por tanto, esta velocidad angular w, es proporcional a la intensidad del
campo magnético terrestre hP = 26,7513 ± 0,0002).
El movimiento de precesión supone una variación del flujo magnético en la
muestra, y por tanto , en una bobina en torno a ella. Se generará en esta bobina
una fuerza electromotriz de frecuencia ;; y se puede realizar la medida, contando
el número de impulsos en un tiempo determinado, que viene limitado por el
amortiguamiento de la precesión.
El magnetómetro funciona se- z
gún el esquema de la fig. IJJ-25.
Para evitar el amortiguamiento
de la precesión, la bobina BE pro-
duce un campo alterno de fre-
cuencia igual a la de precesión,
con lo que esta entra en resonan-
cia, adquiriendo el fenómeno ma-
yor amplitud.
X
La bobina receptora BR pro-
duce una f.e.m. proporcional a
la frecuencia de la oscilación y
es esta f.e.m. la que se lleva al
sistema de medida y registro. Fig. 111-25
134 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

11) Magnetómetro de absorción óptica


Se puede decir que es también un magnetómetro de resonancia nuclear o pre-
cesión, pues sólo se distingue de estos en La forma especial de medir la frecuencia
de precesión.
Para la medición de esta frecuencia, utiliza el fenómeno de la inestabilidad ópti-
ca, que presentan los vapores de rubidio , helio y cesio. El funcionamiento de
este equipo, puede esquematizarse como se ve en la figura Hl-26.

¡Hb

fuente lumlnosa ~
/ 'J'\'\
polarizador

receptor
[;] Ho
bobina
Generador

(célula fotoeléctrica) Comparador

Fig. 111 -26

Cuando entran en resonancia la frecuencia de la precesión y la frecuencia de


la bobina, la intensidad luminosa, recibida por el receptor óptico, se hace míni-
ma. Un equipo electrónico detecta este mínimo y hace que el generador trabaje
a Ja frecuencia de resonancia.

111) Magnetómetro discriminador de flujo


Se ha utilizado en aeroplanos, remolcado por un barco y sohre el suelo.
También se le conoce como reactor de núcleo saturable. Tiene su fundamen-
to en e l fenómeno de saturación de un circuito magnético. Este circuito magnético
ha de estar constituido por un material altamente magnético de forma que en
presencia del campo magnético terrestre Uegue a la saturación.
Este circuito magnético tiene un arrollamiento primario conectado a una
fuente de alimentación senoidal (corriente alterna).
En ausencia de un campo magnético externo, debido al fenómeno de saturación,
la onda de tensión en unos devanados secundarios, arrollados por separado en
cada una de las columnas (fig. fH-27) presenta armónicos de orden impar.
En presencia de un campo exterior, d punto de funcionamiento se desplaza
CAP. 111.- METODOS MAGNETICOS 135

Fig. 111-27 Fig. 111-28

(fig. lll-28) ya que en una rama se sumará el campo magnético terrestre y en otra
se restará. Aparecen por tanto armónicos pares, cuya amplitud es muy aproxima-
damente proporcional al campo magnético exterior (fig.111-29).
Para medirlo, se pueden seguir varios procedimientos:
a) Con una bobina exterior, crear un campo magnético que anule el efecto
del terrestre y medir la intensidad que circula por esta bobina.
b) Se puede conectar las bobinas secundarias en oposición y la tensión en sus
extremos será solamente la resultante de los armónicos pares, ya que los impares
se neutralizarán. Un sistema dectrónico rectifica y amplifica estos armónicos
y por lo tanto tendremos una señal continua proporcional a la amplitud de éstos.

111-3.2. Equipos empleados


Para mayor facilidad de descripción, y como ejemplo haremos someramente
Ja de un equipo de la Hunting Group empleado hace bastantes años por el autor
de estas líneas en el Sahara.
Consta el equipo de campo de lo siguiente:
Un avión de dos motores de 500 HP cada uno apto para volar a 160 millas
por hora.
En él van instalados los siguien tes instrumentos:
El magnetómetro (montado en la cola). El registrador correspondiente. El
radio-altímetro con su registrador sobre cinta de papel y la cámara fotográfica
conectada con el magnetómetro, que nos ha de dar la posición exacta del avión
sobre cada punto del terreno.
El personal consta de:
Un piloto j efe del equipo
Un operador del magnetómetro
Un operador del radio-altímetro
Un navegante
136 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

,,,---·- ---,
¡ I
I
I \
1
\
Í I
I
I \
\

.
1
o Jt \ I 2Jr °"
I
,I 1
1
I
,
I

_____ ,/I
\
\ ____ J / <P

t (X)= f (- x) ~no tiene términos en "sen"


f (x) =- f (1T+X) ~no tiene términos pares

(a)

------, \
1
1
1
\
1
. o 2.1(
I
_____,/i
o

(b)

/
I
1
\

2
'

Fig. lll-29 . ....


/\d<·más forman parle del equipo de campo un calculador y un mecánico
<¡11<· qu<"<ian cn tierra.

El magnetómetro de bobinas de flujo


Este- magrwtórn<'lro es tolalmente clectrónico y está construido en el Canadá
137
CAP. 111.- METOOÓS MAGNETICOS

por la P.S.C. y es similar al de la Gulf Oíl Co. con la diferencia de que no va col-
gado de un cable, como este último, sino que va montado en la cola del avión, por
lo cual hay que compensar los efectos de la masa de éste. Esto se hace con unas
barritas de un metal de gran permeabilidad magnética, pero de muy poca reten-
tihilidad (Mu-metal o Permaloy) y que se ponen adecuadamente a ambos lados
del magnetómetro. Esta operación de compensación hay que hacerla cada .vez
que se llega a una nueva zona en la forma que veremos más adelante.
El magnetómetro propiamente clicho está montado sobre un sistema Cardan
y está dispuesto de forma tal que se orienta automáticamente para medir la com-
ponente total del campo magnético, en la dirección en que éste es máximo en cada
punto del recorrido.
El instmmento tiene tres elementos detectores llamados bobinas de flujo; dos
de ellos de posición, sirven para orientar al tercero según el campo magnético
total.
Las dos primeras bobinas, que son gemelas, envuelven una barra de metal
permaloy de forma que se compensen las corrientes producidas por el campo
magnético que las induce.
La tercera bobina o bobina secundaria está de forma que, una vez ori~ntada en
la dirección del campo, dará la meclida de éste, ya l.{Ue el potenci-a.l inducido será
proporcional a la fuerza del campo magnético en que se mueve. Con est e disposi-
tivo electrónico se llega a una sensibilidad de 1 a 2 gammas.
La estabilización se consigue que sea muy buena gracias a dos pequeños servo-
motores síncronos desfasados, que accionan los ejes de la suspensión Cardan sobre
la que va montado. el magnetómetro. La medición del campo se hace oponiéndole
un campo magnético artificial hasta anular el terrestre. El campo artificial se pro-
duce por medio dt> una hohin~ por la que se hace pasar una corriente que es pre-
cisamente la que se mide, pues será función de la intensidad del campo que
engendra.
En estas concliciones podemos obtener un registro continuo de las variaciones .
del campo terrestre que pretendemos medir por medio de un potenciómetTo
registrador.
Para Ja referencia perfecta de las observaciones del magnetómetro al plano, se
emplea un sistema de registro múltiple. Consiste en que, mientras en una banda
se marcan las indicaciones magnéticas, en olra se registra la altura y al mismo
tiempo. una cámara giroscópicamente estabi&'.tada, impresiona fotográficamente
una estrecha franja del terreno sobre el cual se vuela. Con ello se pueden confron-
tar con gran exactitud los detalles de la superficie para clihujar sobre el mapa foto-
gráfico el recorrido del avión. Con los datos magnéticos obtenidos en gráficos
continuos para cada uno de los perfiles volados se dibujan las curvas isogamas
que componen el mapa magnético.
111-3.3. Forma de realizar los perfiles
Un procedimiento es el siguiente: supuesto que los perfiles han de realizarse,
138 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Fig. 111-30

por ejemplo, de 500 en 500 m, 1a zona se divide en 4 rectángulos (fig. JII-30).


Para cada uno de estos sectores se determinan sobre el terreno dos puntos
características, próximos a cada rectángulo y que sean fáciles de localizar desde
el avión. Hecho esto, los vuelos se hacen en forma tal, que para cada perfil se ·
parte de un punto de control (Tie point) y se pasa después de realizado el perfil,
por el otro de control. Esto se hace de manera que no haya más de 15 minutos
de control a control. Este sistema que es indispensable en el método aeromagné-
tico, sirve para evitar la corrección diurna, además de correcciones por toda
clase de derivas debidas a temperatura y otras razones instrumentales no deter-
minables. En efecto, en un vuelo de 10 a 15 minutos que es lo corriente entre
dos puntos conocidos, se puede considerar la deriva debida a la variación diurna
como rectilínea y, por lo tanto, se puede repartir proporcionalmente a los tiempos
para cada punto del recorrido. De esta forma se consigue una apreciación a la que
no se llega con el procedimiento de tierra, de leer al mismo tiempo con un magne-
tómetro fijo y con otro móvil sobre la zona a prospectar.

111-3.4. Influencia del avión


Como el magnelómetro está montado en el mismo avión, la influencia perturba-
dora que ejerce éslc, varía según el campo magnético normal de la zona y según
d ángulo de colocación del avión. La operación de contrarrestar este efecto
consiste en lo siguiente (fig. Cll-3 l):
1° - Se busca 1:on n·corridos de prueba una zona llana magnéticamente o sea Si11 ....
anomalías (Magnctómclro y rf'gistrador en marcha).
En (-'lla S<' <'rnpieza d vudo Sur-Norle de un minuto de tiempo. Se vrrá
Pn t>l ~ál'ic·o que ha habido una pequeña variación (l 7 gammas por rjcrn-
plo). Esto r·s normal cuando se vuela S-N siendo lla~w la zona.
CAP. 111.- METOOOS MAGNETICOS 139

2º - Se sigue describiendo un cfr-


N
culo de unos 3 km de diáme-
tro. (En el gráfico se maní-
festará una anomalía del orden
de 40 gammas, efecto de la
influencia del avión a diferen-
tes ángulos con el campo mag·
nético).

3º - Se continúa volando hacia el
Norte, se vuelve al Sur y se o
cruza el circulo en dirección ~ E

Oeste-Este. (En esta dirección o "'
:;
no habrá anomalía aprecia-
ble). e"
....
4º - Una vez hecho ésto, se pegan s
exteriormente a cada lado del
magnetómetro y con espara-
drapo especial, sendas barritas
de metal Permaloy. Fig. 111-31

5° - Después de un par de tanteos se consigue, que con las barritas puestas,


se produzca sólo una anomalía inferior a 10 gammas en el recorrido circu-
lar. Como los recorridos han de ser rectos, los errores de dirección que se
pueden cometer afectarán muy poco y no habrá que preocuparse de este
efecto en toda la zona.

111·3.5. Corrección diurna


Como hemos dicho, una de las principales ventajas del método aeromagnético
es que ha hecho cambiar el concepto de la corrección diurna. Antes se trabajaba
en la zona con otro magnetómetro fijo en el que se iban haciendo lecturas cada
10 ó 15 minutos, valores que habían que sumar o restar de los obtenidos con el
magnetómetro móvil sobre el terreno. Hoy, t eniendo en cuenta que en ese tiempo,
la variación diurna es muy pequeña y grande la velocidad del avión se prefiere
volver a cada 10 ó 15 minutos sobre una de las bases cuyos valores han sido
comprobados repetidamente entre sí a lo largo de toda Ja prospección. Así resulta
que las diferencias de valor entre dos puntos base, será la correspondiente a 10
ó 15 minutos de variación diurna (o más bien de deriva total del instrumento
por los diferentes conceptos). Esta diferencia habrá que sumarla o restarla a los
valores del recorrido magnético, efectuándolo en la misma forma que se hace con
la deriva de cualquier otro método geofísico.

111-3.6. Tempestades magnéticas


Próximo a la zona d~~ trabajo se estaciona en tierra un magnetómetro corriente
140 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

del tipo Askania, que opera automáticamente durante todo el vuelo del avión.
Este, al registrar las variaciones del magnetismo terrestre o diurna, registra igual-
mente cualquier posible tempestad magnética. En el caso de producirse, todos los
perfiles volados durante el tiempo que haya durado la tempestad se considerarán
como deficientes y tendrán que ser repetidos.

111-4. Valor y dirección del campo magnético terrestre


Tanto para determinar con cierta exactitud la situación de una masa como para
calcular sus dimensiones y su profundidad, nos apoyaremos en módulos y fórmu-
las que dependen de la latitud y longitud del lugar o más concretamente, que son
función de la inclinación y declinación de la aguja magnética. Para determinar
estos valores, se recurre a ciertas tablas crue en este caso nos dan para cada latitud
y longitud la inclinación y declinación de la aguja magnética. De acuerdo con es-
tos valores, se pueden aplicar los modelos de Vacquier.
Para el conocimiento de los valores absolutos del caro po magnético terrestre,
lo que consideramos también de cierto interés pero no indispensable, ya que la
interpretación se funda en valores relativos, se parte de estaciones magnéticas
conocidas. Supongamos que una de ellas sea Tamanrasset (Africa Occidental
Francesa), la otra Helwan (Egipto) y que nuestra zona está a los 30º latitud Nor-
te y 15° de longitud Oeste; ésta nos ha suministrado los siguientes datos:

Intensidad total
Latitud Longitud en 1943
Tamanrasset + 22°48' + 5°32' (E) 36,759 gammas
Helwan + 29°52' + 31°30' (E) 41,289 gammas

En 1953 aumentó la intensidad total en + 244 gammas. Aproximadamente


nuestra zona con 30° de latitud está a la misma latitud que Helwan: 29° 52',
veamos la diferencia por longitud.
De Tamanrasset a Hclwnn hay 31°30' - 5°30' = 26° y de intensidad 41,289-
- 36,759 = 4530 gammas. Si en 26° disminuyen en 4530 gammas en l 0 disminu-
ye 174 gammas y como de Helwan a nuestra zona hay de 31°30' E a 15°0=
=46° 30', supone una disminución de:
46°30' x 174 =8091 gammas

o sea que el valor de la intensidad total será 41289 - 8091 =33198 en 1943, y en
1953:
33198 + 144 = 33442 gammas, con un error de± 200 gammas

111-4.1. 1nterpretación
-
Aunque son muchas las deducciones a las que se llega en una interpretación
magnética, hay que tener cuidado de no dar demasiado valor a los resultados cuan-
CAP. 111.- METODbS MAGNETICOS 141

titativos. Sin embargo, en estas páginas queremos dar a conocer someramente este
tipo de inlerpretacioncs para tener una i<lea de hasta donde se puede llegar con
ellas. Claro que conviene hacer resaltar que en esta clase de problemas se plan lean
siempre un determinado número de ecuaciones, con m;1yor número de incógnitas
y, por tanto, solo basándonos en inciertas o dudosas lúpótesis, podremos resolver-
las y con las naturales reservas.
Por otra parte, las fórmulas y modelos de Vaeq11ier, Steenland y Peters que han
ideado interesantes métodos para calcular Ja profw1didad de una masa magnética
con relativa garanLía partiendo de La anomalía total. llegan con cierta aproxima-
ció11 a la determinación de la forma y superficie horizontal de la misma. Pero
cua11do se trate de calcular la potencia de esa masa, lo que tendría que estar basa-
do entre otros datos erróneos en la homogeneidad magnética de la masa en cues-
tión, se comprende que es ya demasiado aventurado Llegar a esos límites. Sin em-
bargo, en cada caso será cuestión de buen criterio de acuerdo con los conocimien-
tos geológicos de la zona, el poder aplicar valores supuestos a estas incógnitas,
para llegar a resultados que pueden ser de gran valor. Veremos a continuación los
principales aspectos de una interpretación magnética.

Profundidad de una masa


Vamos a enumerar a continuación una serie de métodos de interpretación, en
su mayor parte basados en resultados experimentales y éslos varían de tal forma,
cuando se cambia de problema, de terreno o las diferentes características de las
mismas, que no daremos más que una somera idea.
1) Peter ha calculado la pro-
fw1didad de una masa por el si-
guiente procedimiento (fig.Ill-32) A
Está basado en la suposición
de que se trata de una masa de
contactos verticales y longitud
infinita y además que está uni-
f ormementemagnetizada vertical- V
mente. La línea A es la tangente
en el punto de inflexión de la
curva.
La línea B es la que forma
un ángulo de inclinación mitad
que el de A. Las C y D son las
tangentes a la curva paralelas
a B: Pues bien, la distancia ho-
rizontal S entre los dos puntos
de tangencia es función de la pro-
fundidad h en la siguiente forma:
11-32
142 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

s =1,6 h
si el espesor t del dique vertical y h son magnitudes similares. "losotros hemos em-
pleado otro método de acuerdo con sugerencias del Profesor Bruckshaw de la
Royal Mining School de Londres y de los resultados de nuestra propia experiencia.
Profundidad= d · k

en la que d es la distancia horizontal según Ja máxima pendiente entre dos curvas


isogammas determinadas y k un coeficiente que varía según las características
magnéticas de la zona.
Para explicar mejor nuestra fórmula, véase la figursi. Ill-33. En ella A es la ano-
malía máxima de la masa en cuestión. Los dos niveles elegidos son: el que está

o,ZA
0,2 A

A A d

0.4 A

0,4A

Fig. 111-33

0,2A bajo el punto de máxima intensidad o anomalía positiva y el que está a


0,4A sobre el punto de mínimo valor o anomalía negativa. Entre esos dos niveles
mediremos la distancia mínima d en el plano horizontal, que en el corte vertical
de la figura representa el valor a que corresponde la máxima pendiente. Este valor
d, multiplicado por el coeficiente k nos da la profundidad aproximada del polo
positivo de la masa. Luego, por comparación con valores obtenidos para masas
conocidas o aflorantes, hemos llegado a la conclusión de que en general varía el
valor de k entre 1 y 1 ,4.
2) Vacquícr y otros colaboradores ( *) han desarrollado un procedimiento
Lasaclo en la comparación, con unos modelos teóricos del mapa de anomalía
-
uhtcnido. Utiliza también el mapa de segunda derivada de la anomalía, mos·

( *) lnterpretation of Aeromagnetic Maps by V. Vacquier, N. Steenland, G. Henderson e l. Zietz.


CAP. 111.· METODOS MAGNETICOS 143

trando preferencia por <"ste método para la obtención de la sección recta.


Estos modelos representan el efecto magnético debido a prismas rectangulares,
de altura infínila, de lados verticales y con la tara superior horizontal. Introduce
como parámetros en los modelos de inclinación del campo magnético y el rumbo
de la sección recla del pri&ma respecto al Norte Magnético, dando así lugar
a gran número de modelos.
Utiliza unos parámetros medidos sobre el mapa de la anomalía y de la segunda
derivada, como Indices de Profirndidad. Un ejemplo de estos parámetros se pue-
de ver en la figura Hl-34. Estos parámetros se han elegido siguiendo los criterios

o
- __.r
(_ ( OT
NM

IK
J.: -.r-.._
..,.. --
~
J' ~
~ ...

""' ~
~

.~ '
\
·2 ~
el la~o Oeste)
/ ( C ,.lM -
~

-
o 1 r.
/' lí2_ ? p -

"'\\
-
........
... o

,/ ~
~-

~\
I L-- --...
~
/ - ~

~ ~ / --- - ""' \ \ /
I
(B'i¡O'enel 1
lado Este)
\ \\ /
\ - - r, o-
~ \\ \ \ ~/

,10 ~\ ·o..._ N
- ""' \\ ~\
(Fene/
lado Oeste)

':41\. ((1 ' - . 2 - _..___


-..._-..._-
) )) ) \
~
--
--•·-
o
.LT

A
-
lf

-
~~
-~ I; \\
""'
'--~ ~
V /
~
- .....-
\
\
éft.T t.I
CURVATURA~ + INTENSIDAD TOTAL t.T/I (C.G.S.)

Fig. 111-34
..
144 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

de distancia entre curvas de curvatura máxima y m~ima y el contorno de cur-


vatura nula.
Vacquier comprueba que estos Indices dP Profundidad dan una medida con
un error del 10% de la profundidad de enterramientos.
Incluimos también dos de los modelos, a título de ejemplo (figs. III-35 y III-36).
3) El Bureau of Mineral Resoures ( *) ha desarrollado recientemente un proce-

L..--
...-
/ NM

/ ¡--......
r.-......
~ ['..,.
1/
j ""---
1

--
--....., ~
~

~
o
~ .... ~ \
......... ~::::_ l\~ \
"?-

/ ""'
L,-r_.... .........
v
1

?\ t ~t'--'--4 -
~
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y
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"- ,__.4 ...... -- ~ ~ -
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....... o~
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V, l \
il
""-
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"' ¡--..__ t--o ,_ L..-- v V J
[__../ 1/
L---
/
V
~ /
1/
I

[7
~
/
V
Mapa de curvatura o de s.egunda Derivada ~
... .
.......
Hoja de Intensidad total 1-+
lncllnacl6n 30°- Intervalo de la mana=profundldad del cuerpo magnético

Fig. 111-35

(*) J.K.C. Moo 1964. Geophysical Prospecting Vol.XIII, N.º 2, June 1965. Analytical Aeromag·
netic Interpretation the Inclined Prism
CAP. 111.- METOOOS MAGl\IETICOS 145

Mapa de Intensidad total


Inclinación Joº - Intervalo de la malla= profundidad del cuerpo magnético
Dirección= N Joº E (Mag.)

Fig. 111-36

dimiento similar al de Vacquier, pero mucho más completo, ya que supone un


prisma inclinado y llega a la determinarión de la profundidad de enterramiento
de la anchura y del ángulo de buzamiento del prisma con respecto a la horizontal.
Parte de datos obtenidos en el perfil de la anomalía (fig. lil-37) determina
los parámetros:

lx 2 -x 1 1
t:.=----
lx3 -x 1 1
146 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

eje positivo

Fig. 111-37

o= lxb - xal

p = X3 -
1 Xmáx.1

y de éstos, calcula otros parámetro~ intPrmedios mediante ábacos. El resultado


final viene en función de esto..s parámetros intermedios.
4) Baranov (*) desarrolló en 1957 un procedimiento de interpretación que
es quizá el más aplicado actualmente. Este método ha recibido el nombre de
Reducción al polo y parte para su estudio del teorema de Poisson:
v =-J_av 9
mk o an

Creando un psPudo-potPncialgravimétrico U tal que:


J
U =ka V9 , <'On lo cual

V=~
m 3n ......
Este psPudo-pot<'ncial gravimétrico sería <'L crl'ado por el cuerpo en estudio,
supuesto con una densidad tal, que hiciese:
(*) Baranov 1957. Geophysics Vol.XXII. N. 0 2. April 1957. A new Method for lnterpretation
of Aeromagnetic Maps: Pseudogravimetric anomalies.
CAP. 111.- METODOS MAGNETICOS 147


J
-=1
ka

Por lo tanto, el método consiste en la conversión de la anomalía magnética


en una anomalía pseudo-gravimétrica equivalente. Para ello desarrolla un método
para transformar el mapa de anomalía magnética (en general del campo total)
en un mapa de primera derivada del campo pseudo-gravitatorio, llegando a una
expresión para el uso con un ratículo, de la forma:
g' = T 0 sen 1+ ¿ cxk /3; T (p 1 wk)

donde T 0 es el valor de la anomalía magnética en el polo del retículo; cxk unos


coeficientes que dependen del rumbo wk, respecto al Norte magnético; {3¡ unos
coeficientes que dependen de la distancia p 1 al polo; T (p, wk), el valor de la
anomalía magnética en un punto del retículo, dado por p, y wk. Tanto cxk como
{3 1 dependen de la inclinación 1 del campo magnético respecto a la horizontal.
Un ejemplo de este retículo para 1 = 45° se puede ver en la figura ITI-38.
Norte (Norte
magnético ge0gr~fico)

I
t
ir,= •0.05739 1
I

lt3= +0,70475

Fig. 111-38
148 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

En la figura fll-39 se ve la transformación de un mapa de anomalía magnética


en un mapa de primera derivada del campo psrudo-gravimétrico.
5) Koulomzine, La Montagne y Nadeau (*)han desarrollado un método para
prismas inclinados de profundidad y longitud infinita considerando la dirección
de la Imantación, J, cualquiera. Demuestran que el perfil normal al dtqui>, es
la superposición de dos perfiles, uno simétrico y otro antisimétrico.
Desarrollan varios métodos de obtención de estos perfiles simétrico y an-

INTENSIDAD MAGNETICA TOTAL N M PSEUDO-GRAD I ENTE GRAVIMETRICO

...
"°¡;,\
Fig. 111-39

(*) TH. Koulomzine, Y. La Montagne and A. Nadeau Geophysics. Vol. 35. N. 0 5, October 1970.
New Methods for the Direct Interpretation of Magnetic Anomalies Caused by Inclined Di·
kes of Infinite Length.
CAP. 111.· METODOS MAGNETICOS 149


tisimétrico, y el método de interpretación se fija principalmente en el perfil
simétrico.
6) La C.G.G. emplea sus propios métodos de interpretación, que en líneas genera-
les se puede deducir del ejemplo de P!ospección aeromagnética que insertamos al
final de este método llamado Investigación aeromagnética en Marbel/.a.

Segunda derivada
Una buena interpretación suele necesitar mapas de segunda derivada, por eso
hablaremos un poco más de ellos.
Son muchos los procedimientos que se pueden aplicar para obtener un mapa de
segunda derivada o de curvatura, como ocurre en gravimetría, pero damos a con:
tinuación uno clásico que recomienda Vacquier para el método aeromagnético.
Sobre papel transparente se dibuja una retícula equivalente a 150 m a la escala
del plano horizontal, siendo 150 m la altura de vuelo.
Dicha retícula se sitúa sobre el plano en la dirección N-S magnético.
Sean A, B, C, etc. los valores que correspondan a los vértices de la retícula:
A-B-C
O -T0 - E
F-G-H
El valor de la segunda derivada correspondiente al punto central T0 puede ser:

W=~(3T-4T 1 +T2 ) siendo:

T = 4 T 0, T1 = R + S y T2 = M + N

M= A+ C
N= F + H
R = D +E
S=B+G
Para un cálculo más práctico de esta fórmula, podemos poner:

W= ~ ( 12 T 0- 4 (O + E + B + G) + (A + C + F + H))
Los valores obtenidos para W se van anotando en el lugar correspondiente a T 0
de la retícula y con estos nuevos valores se han trazado las nuevas curvas que nos
dan el llamado mapa de curvatura o de segunda derivada del primero. Igualmente
se podrían haber empleado otras fórmulas como la de Griffin.
..
150 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Potencia de una masa en profundidad


Para la potencia de una masa en profundidad se puede emplear el método si-
guiente, que sirve tanto para prospecciones de superficie como aéreas.
Se hace la medición sobre el suelo (o a la altttra conocida) buscando el lugar
donde la anomalía sea máxima. Luego se repiten las mismas lecturas sobre una
plataforma a una altura H (fig. Ill-40) sobre el suelo (por ejemplo 3 ó 4 m).
Llamemos h al la dimensión vertical, incógnita de la masa y O a la profundidad
de la parte más alta que suponemos conocida (o deducida) y r ala relación de las
dos lecturas a diferente altma V~ que es mayor que la unidad. Entonces resultará:

(O+ H) (O+ H + h). VH =


=O (D + h) ·V
o lo que es igual:
(O+ H) (O+ H + h) =
= r · D (O+ h)
de donde se puede deducir la poten-
D cia vertical h.
El método de suelo solo se emplea
para pequeños problemas muy locales.

Cálculo de la susceotibilidad de
las masas:
No es nada corriente el intentar el
cálculo de la susceptibilidad de una
masa desde el aire, pues lo corriente
es partir de una medición directa de
Fig. 111-40
la susceptibilidad de los minerales o
rocas cuya extensión, profundidad u
otros datos pretendemos determinar. Sin embargo, veremos a continuación
como, basándonos eu ciertas hipótesis se puede llegar a determinar este dato
entre límites que puede ser de gran utilidad conocer. Para empezar nos basamos
en la superficie horizontal calculada para la masa y en una dimensión vertical
que no esté en desacuerdo con los conocimientos geológicos que tengamos; su-
pongamos que admitimos qu<> tiene 100 m en esa dirección. Supo~amos ade-
más que el grado de susceptibilidad es totalmente inductivo para facilitar el cálcu-
lo. Admitamos que la susceptibilidad de la masa en cuestión rs homogénea.
De acuerdo con estos supuestos, el cálculo se hace de la siguiente forma:
Por deducciones geológicas de acuerdo con la forma superficial de la masa,
admitimos que se trata <le un dique, de un cilindro o de una esferayY entonces
CAP.111.· METOOOS MAGNETICOS 151


aplicaremo'> pa.i;a cada caso las fórmulas que se deducen de las de Nettleton (1).
Para un dique: (fig. III-32).
V= 2 ·Kk·H· t (J_Z1 _J_)
Z2

donde:
V == anomalía máxima
t = potencia horizontal del dique
H == 0,332, campo magnético terrestre
Z 1 = distancia mínima al magnetómetro
Z 2 == distancia máxima al magnetómetro
Para valor de V se aplica la diferencia máxima a que ha dado lugar cada masa
sobre el mapa magnético y, como los demás valores se suponen conocidos de
acuerdo con las hipótesis establecidas, por lo tanto, se puede despejar el valor de
la susceptibilidad k. Hay que tener aquí en cuenta que el valor de k que se obtie-
ne es un valor medio de la masa en cuestión como si fuese homogénea y nuestro
criterio geológico nos deberá ayudar mucho en cuanto a la proporción probable
de masa realmente magnética y de masa no magnética.
Por otra parte, y esto es lo más interesante a tener en cuenta, es fácil compro-
bar que el considerar a la masa de solamente 50 m de potencia vertical, por ejem-
plo, a considerarla como infinito verticalmente pasa el valor obtenido por estas
fórmulas para la susceptibilidad de 4 a 1 y entre deducciones normales variará
de 3 a 1. Por lo tanto, en el caso de obtenerse susceptibilidades altas como en el
de los yacimientos de magnetita, serán suficientes los valores obtenidos para ase-
gurar que nos encontramos o no ante minerales de interés.
Para un cilindro, la fórmula es la siguiente (fig. III-13):
V== Kk · H (W 1 -W?.)

función de los ángulos sólidos W1 y W2 de las circunferencias superior e inferior


del cilindro en cuestión.
La fórmula se convierte en:
V= Kk · H [27r (1-coscx2 }-271' (1-coscx1 )]
V = Kk . H 27r (cosa - cos a1) =

== 2 7r Kk . H [ z1 - Z2 ]
Vzt + r2 Vz~ + r2

(1) Gravity and Magnetic Calculations. Geophysics 1942 por L.L. NETTLETON.
162 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Mapa de Intensidad total

Escala: 1: 25.000

Fig. 111-41
CAP. 111.· METOOOS MAGNETICOS 153

f o
-\ ' 1
" \ 1
O -...._,,..._;
o-\'---- \
o--..._..)
\ \ "',,\
o----,
,..)
I
í ,--
o-./ \.~

r-
' 1

Escala= 1 : 25.000
Mapa de curvatura correspondiente al anterior (flg. 41)

Flg. 111-42

En la que a 2 y a 1 son los semiángulos máximos correspondientes a las citadas


circunferencias y r sú radio.
Las demás consideraciones son las mismas que para el dique.
Para una esfera, la fórmula es la siguiente:
R3 J Rl
V=838--=838-H·K
' zl ' zl
En la que R es el radio y z la distancia del centro a la esfera del magnetómetro.

111-4.2. Ejemplo de mapas magnéticos


Las figuras IIJ-41 y UI-42 dan los resultados magnéticos de Intensidad Total y
Segunda Derivada o Curvatura de un trabajo aeromagnético realizado por eJ
autor m iando sobre el Sahara.
154 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

En el mapa de Intensidad total se> prf'cisan bastante bien ambas masas descu-
biertas, lo que se confirma con mayor garantía en el de Curvatura, pero en otros
casos es imprescindihlc cslr segundo mapa para determinar hien la forma y di-
mensiones. Las masas resultaron ser afloran tes, se!!;Ún S<' había deducido de acuer-
do con la altura df' vuelo y la interpr('tación de estos mapas.

Ejemplo de prospección:
111-5. Estudio aeromagnético en la región de Marbella ( 1)
111-5.1. 1ntroducción
El lnstilulo Geológico y Minero de España (JGM E) realizó en 1969 un reco-
nocimiento magnético en üerra, en la región de Marbella. Una rnina de hierro
(magnetita) está actualmenle en rxplotación entre Marbella y Ojen en el contacto
de las formaciones de gneis y dolomías. lndicios de níquel y cromo han sido
descubiertos en el macizo ultrabásico al Este de Ojen. Los perfiles magnéticos
ejecutados a lo Largo de las escasas carreteras y caminos existentes en esta región
montañosa han mostrado, la existeneia de varias importantrs anomalías magnéti-
cas en relación posible con unos lentejoncs de magnetita o zonas de interés mine-
ro en las rocas pcridotíticas.
A continuación de esta prospección, el lGME, confió a la Compagnie Generale
de Gcophysique el estudio aerornagnético de la región. La zona investigada, de
una superficie total de 140 km 2 , fue cubierta por 450 km de perfiles. Además,
tres perfiles dr reconocimiento co1t un tola] de 100 km fueron cjef'utados más al
Norte, entre Monda y Carratraca.
Las mediciones fueron rl'alizadas con un Pquipo C:.S.F. alta sensibilidad per-
mitiendo el registro analógil o y num~rico df'I campo total.
El procesado dr los datos fué realizado en la Central Numérica de CGG en J\lassy.

111-5.2. Condiciones de ejecución de las mediciones


1) Medios puestos en obra
Personal y medios aeronáuticos
- l piloto
- l mecánico en tierra
- 1 helicóptero tipo alou.tte lf Astazou
Personal y medios geof(sicos
- 1 jefe de misión
- 1 operador
- 1 calculador
' .

(1) El trabajo ha sido realizado por los equipos de CGG, con la interpretación de Mr. Olivo
Y con la supervisión de D. Francisco Esteban y del autor de este libro.
CAP. 111.· METODOS MAGNETICOS 155

- l magnetómetro CSF a vapor de cesio con su registrador analógico y digital.


- l cámara Cameflex para el control de la navegación.
- l sonda altimétrica con su registrador analógico.

2) Documentos obteniq_os en el transcurso de cada vuelo


- l film Came/le:r:-35 mm donde aparece el paso exacto del helicóptero.
- 1 registro digital del campo magnético en vuelo a razón de un valor cada
segundo.
- 1 registro analógico continuo de este mismo campo magnético.
- 1 registro de altitud.
3) Condiciones de vuelo
La zona estudiada está situada sobre un macizo montañoso muy accidentado y
las condiciones de vuelo han sido dificilísimas, al límite de las normas de seguridad.
La ausencia de carreteras o caminos perpendiculares a las líneas no ha permitido
guiar el helicóptero desde tierra.
Los fuertes desniveles (cerro del Lostomar 1270 m; minas del Penoncillo,
200 m) se han traducido por variaciones de velocidad de vuelo importantes y por
grandes dificultades para mantener una distancia constante respecto al suelo,
150 m teóricos.
El trazado de los perfiles ha sido efectuado sobre fotografías procedentes de una
cobertura aérea realizada en 1957. Estos clises presentan localmente muy
fuertes distorsiones que no han permitido la realización de un fotomosaico. Cada
fotografía ha sido ajustada individualmente sobre una triangulación Istan-Ojen-
Monda concordante con el mapa al 1/50.000. El plano de posición definitivo está
presentado a escala 1/25.000.
Las cuatro líneas de reconocimiento Sur-Norte, voladas a la misma altitud que
el estudio y efectuadas entre los pueblos de Monda y Carratraca, están presenta-
das a rscala 1/50.000.

111-5.3. Tratamiento mecanográfico de los registros digitales


Las frecuencias proporcionales al campo magnético están inscritas en código
fBM sobre una cinta magnética y leidas por un lector de cinta.
El ordenador 360 recibe por una parte una colección completa de los datos
digitales de vuelo y por otra parte los datos relativos a las intersecciones de los
perfiles.
Una primera etapa del programa de cálculo de los valores consistirá en definir
la diferencia obtenida entre los valores sobre las líneas y las transversales, sumar
estos intervalos y en cakular otra vez una diferencia después de haber aplicado
dos traslaciones sucesivas sobre las líneas y transversales. Estas diferencias serán
a continuación tnnseritas automáticamente por La operadora Calcomp.
156 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

1) Análisis y ajuste definitivo de las intersecciones


Este ajuste se efectúa normalmente, punto por punto, y consiste:
- en descubrir los errores debidos, bien sea al mal punteado, bien sea a una mala
identificación de los datos.
- en reducir los intervalos demasiado importantes o no lineales. Para ello se hará
variar la intersección de 1 segundo en más o en menos (variación que se puede
admitir fácilmente por el balanceo del helicóptero),
- en definir la compensación que se aplicará a cada intersección para obtener
- un valor definitivo común sobre las líneas y sobre las transversales.

2) Cálculo de la residual
Las compensaciones sirven para el cálculo de los valores definitivos en cada nu-
do. Obtenidos estos valores, se pasa entonces a Ja última etapa del programa de
cálculo de los valores residuales, es decir:
- entrada en ordenador de los datos digitales vuelo.
- entrada de las intersecciones relativas a cada perfil,
- cálculo d e la residual,
- elaboración de la lista de los valores residuales cada dos segundos.
Trazado de las curvas de isogammas
El t razado de las curvas ha sido realizado manualmente sobre un fondo transpa-
rente a escala 1 /25000. El intervalo entre las curvas varía de 1 a 50 gammas.

111-5.4. Características principales de la interpretación de los documentos


magnéticos
a) Reseña de algunas fórmulas básicas
1) Fórmulas generales
Las estructuras cilíndricas (o a dos dimensiones) ocasionan anomalías cuya
amplitud es:
2 •
T =--.
sen ' (- T cos2
sen 2 1' 1 1., + T 2 sen 2 1··¡ ( 1]

donde:
= inclinación del lugar
i' indinación aparcnle, definida por:
., tg i
tg 1 =-- [21
cos '{)

o.p = ángulo <ld mmidiarlO magnético con la perpendic11lar al eje de la estructura


T, = nrnplitud dl· la anomalía al polo
T~"" a111plil11d tle la anomalía a 45° magnéticos (estructura Este-Oeste).
CAP. 111.· METODOS MAGNETICOS 157

2) Influencia del buzamiento


Un filón de inclinación aparente i', de anchura e= 2 a e inclinado con un ángulo
algebraico P con la vertical, crea la misma anomalía de campo total que un filón
vertical de anchura ecos P con una inclinación:

i" = i' +~2 f3]

3) Influencia de la orientación de la estructura


La intensidad real de las anomalías se obtiene multiplicando la intensidad me-
dia por un factor de corrección igual a:
sen2 i'
D=--
sen2 i
con:
., tg i
tg 1 = cos <P
4) Influencia de la imantación remanente y del campo magnetizador
Si se llama:
- H al campo total,
- H; al campo que existe efectivamente en la estructura,
- Hd al campo desmagnetizador,
resulta por definición:

La imantación J de la estructura es la suma de la imantación remanente Jr y


de la imantación inducida J 1 = K H1:

La susceptibilidad magnética K y la imantación remanente Jr están supuestas


constante en la estructura.
En la práctica, las anomalías observadas resultan de l.a influencia combinada
del buzamiento, d" la irnantación inducida, de la imantación remanente y del
campo desmagnetizador (este úlljmo es tanto más importante· cuanto Ja con-
centración en magnetita es más fuerte y los filones más próximos los unos a los
otros). El estudio de estos diferentes factores es complejo y se puede admitir
una infinidad de combinaciones razonables.
No obstante, cualquiera que sea la importancia relativa de estos diferentes
efectos, los ábacos CGG proporcionan en todos los casos:
158 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

- la anchura e =2 a de la estructura,
- la profundidad del techo bajo el nivel del suelo,
- la inclinación aparente,
- la imantación aparente.

b) Caso particular del estudio


1) Cuadro magnético del estudio
El estudio se situa en el hemisferio magnético Norte con una inclinación aproxi-
mada de 52°.
La intensidad media del campo m~nético total es aproximadamente de 42600
gammas en el centro del estudio. '
2) Influencia de la inclinación sobre la forma teórica de las anomalías
Según [1] y [2], se puede escribir:
T =A2 (-T1 cos2 i' + T2 sen2 i')
con:
sen 2 i
A 2 = --.,
sen 2 1
=cos2 i (cos2 i.p + tg 2 .1)

Para i = 52°, la inclinación aparente variará de la manera siguiente:

= 15° j' = 52°56'


= 30° i' = 55°52'
45° j' = 61° 02'
= 60° j' 68°37'
= 75° i' = 78°24'
3) Forma teórica de las anomallas
Las estructuras magnéticas sometidas al solo campo inducido dan lugar a las
anomalías teóricas presentadas sobre las figuras IIl-43a111-45 adjuntas:
- las anomalías correspondientes a una estructura vertical limitada o infinita hacia
abajo tienen una parte positiva un poco más desarrollada que la parte negativa,
- los contactos o fallas poniendo en presencia unas formaciones de imanta-
ción diferentes se traducirán por anomalías casi enteramente negativas o
positivas.
......
4) Imantación inducida e imantación remanente
Ninguna medición de imantación sobre muestras ha sido realizada para este
estudio. No obstante, los trabajos detallados efectuados sobre importantes yaci-
mientos han mostrado que la imantación remanente es a menudo preponderante
CAP. 111.· METODOS MAGNETICOS 159

EJEMPLOS DE ANOMALIAS TEOR ICAS

i = 54º

/
Estructura 1nf1nlla
---------------------~---
hacia abaJO (dyke)
'
1

~
1
1
1
1
1
1
1

1 1
1

s N

Fig. 11143

cuando se lrata de formaciones ricas en magnetita. Además, la dirección del campo


remanente varía y puede oponerse o añadirse a la dirección del campo inducido.
Por consiguiente, es probable que la forma de las anomalías m(lgnrtiras medidas
no corrPspo11da a las f ormns teóricas di' anomaUa$, por lo que resulta Ja inclinación
de la imantación diferente de la inclinación del campo terrestre local. Además, la
intensidad de estas anomalías será amplificada o disminuida según la orientación,
la dirección y la intensidad de la imantación resuJtantc.
160 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

ANOMALIAS SOBRE LAS MINAS DEL


PEÑONCILLO (PERFIL 29)

iil
~
8
~

..
~
lL

..
E
"2
.,
ti:

s ,,..
!!

..
ii1

t 7, 14 ·-y/cm

Fig. 111-44

5) Las interferencias entre anomaf{as


Estas interferencias se producen cuando las estructuras magnéticas son dema-
siado próximas. En general, es entonces imposible precisar la profundidad y la
imantación de una tal estructura. Cuando dos estructuras son muy próximas,
causan bajo el plan de vuelo una sola anomalía y la imantación calculada no
representa tan sólo más que una media abarcando un conjunto de rocas magnéti-·
cas y de rocas neutrales.
CAP. 111.· METODOS MAGNETICOS
.. 161

ANOMALIA 04 (PERFIL 35) .!!



E
(Interpretación esquemática) .
..o
e

~
e
.:r.
~
E
.
o
¡
.!!
~

w

1
1
1
1
1
1 N
1
1
s 1
1

~Suelo
~
29 'Y/cm L
1/ 29,000
89
Fig. 111-45

6) Modo de interpretación cualitativa


Un estudio cualitativo necesita mucho cuidado y preparación, en particular
para colorear de manera apropiada el mapa del campo total, así como para tr:,zar
minuciosamente los ejes positivos y negativos de las anomalías. Estos ejes co·
rresponden al dibujo de los puntos de intersección de las tangentes de inflexión
trazadas sobre los flancos de las anomalías de los perfiles del gradiente vertical.
Estos elementos permiten por una parte, situar con la máxima precisión los
ejes de las estructuras m8t,anéticas durante el período del estudio cuantitativo, y
por otra parte trazar las disrontinuidades magnéticas cuya determinación es esen-
cial para la interpretación. Estas discontinuidades son principalmente puestas
en evidencia por los desplazamirntos de los ejes anomálicos y por los gradientes
magnéticos que presentan correlaciones sobre grandes distancias. Dichas disconti-
162 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

nuidades corresponden la mayoría de las veces a accidentes tectónicos que afec-


tan el horizonte magnético o a los contactos entre formaciones geológicas de im\m-
tación diferente.
Otro aspecto de la interpretación cualitativa es la delimitación de las unidades
magnéticas. En este modo de interpretación se tiene en cuenta sobre todo del
r.~tilo magnético, es decir del nivel magnético débil o elevado, de la frecuencia
de las anomalías, de su forma, de su anchura, de su intensidad y de su orienta·
ción. El conjunto de estos factores permite definir diferentes zonas con caracte-
res magnéticos homogéneos, o unidades magnéticas, que corresponden muchas
veces a unidades geológicas bien diferenciadas desde el punto de vista estructural
o petrográfico.
7) Modo de interpretación cuantitativa
La interpretación cuantitativa ha sido realizada ~on ayuda de los ábacos CGG
I.T.I. (Intersección de las Tangentes de Inflexión). Para una anomalía suficiente-
mente bien definida, lo que es bastante raro en este estudio, estos ábacos pro-
porcionan::
- Ja anchura de la estructura,
- la profundidad de su techo,
- la inclinación aparente,
- la imantación resultante.
El último parámetro no puede ser calculado más que en el caso de los compar-
timientos infinitos hacia abajo; en el caso de las estructuras de espesor limitado, la
interpretación es tributaria de una hipótesis más sobre este espesor.
En la fig. lll-49 han sido anotadas las profundidades del techo de los horizonte1>
magnéticos, así como la intensidad medida de las anomalías. En efecto, como ya
se ha visto anteriormente, el cálculo de la imantación resultante de los compar-
timientos infinitos hacia abajo es tan sólo posible cuando las anomalías medidas
son suficientemente definidas (débiles interferencias entre anomalías). En el cua-
dro de este estudio, sólo se equipararán las intensidades de las estructuras, lo
que basta para seleccionarlas desde el punto de vista minero.

111-5.5. Interpretación
a) Cuadro geológico
Una buena interpretación de los resultados del magnetismo necesita el cono-
cimiento de la petrografía de las formaciones geológicas de la región estudi~da.
Esta última puede dividirse en dos zonas: ..
1) Zona Oeste (Sierra Blanca)
En la Sierra Blanca, al Oeste de la carretera de Marbella a Monda, se dispone
de pocos datos geológicos. Según los trabajos de M. Blumcnthal y la nota de
M. José Baena (visita a la mina el Penoncillo), la sierra Blanca constituye un
CAP. 111.· METODOS MAGNETICOS 163

gran anticlinal con Jos flancos abruptos. Las formaciones afloran tes son mármoles
a }os que rodean esquistos cristalinos. En la zona aJta aparece el asomo de las
pizarras que puede interpretarse como el núcleo anticlinal. Al norte de Ojen,
existe una penetración de pizarras cristalinas dentro del macizo marmóreo, que
puede interpretarse como un pliegue Este-Oeste, o como una gran falla.
La mina El Penoncillo se presenta como un lentejón de roca skarnica magnética
dentro de un conjunto anfibólico y gneisico que se intercala en el borde del maci-
zo marmóreo. Estos lentejones anfibólicos son muy frecuentes en los límites de la
masa marmórea, pero no en la zona central.
El lentejón del Penoncillo sigue un rumbo general de N 20° E, buzando las
calizas internas 70° - 80°, y las externas 40° o menos.
Lo observado parece indicar una relación entre las rocas anfibolíticas intercala-
das en Jos bordes marmóreos, y dichas masas de rocas magnéticas. De todos modos
hay que tenel" en cuenta, que también se han encontrado dichos enriquecimientos
dentro de las serpentinas, pero normalmente cerca de un lentcjón de dolomías
cristalinas.
2) Zona Este (macizo ultramáfico de Ojen)
Los conocimientos geológicos son más precisos en esta zona gracias al estudio
de A. Hernández-Pacheco del cual se resume a continuación Ja nota E.st1J,dio Pe-
trográfico y geoqu(rnico del macizo ullramáfico de O¡rn.
El macizo peridotítico de Ojen es el segundo en importancia de los numerosos
ai1oramientos ultramáficos que caracterizan a la zona. Las rocas peridotiticas hi-
cieron intrusión a través de las formaciones metamórficas del Bético de Málllga
tanto en su tramo inferior (gneis) como intermedio (dolomías). La intrusión no
parece que ejerció metamorfismo de contacto apreciable sobre estas rocas enca-
jantes, ya afectadas previamente por un metamorfismo regional intenso.
Petrológicamente el macizo de Ojen está formado por toda la serie de rocas
ultramáficas, desde dunitas hasta pirosen.itas. La distribución de los distintos tipos
es completamente irregular dentro de él. Todas ellas han sufrido una serpentini-
zación intensa.
En el macizo de Ojen existen mineralizaciones de níquel, relacionadas con los
procesos de cristalización de los materiales ultramáficos.
b) Horizontes magnéticos
Los elementos geológicos mencionados anteriormente permiteu precisar las
formaciones geológicas que podrán ocasionar anomalías del campo magnético.
Estas anomalías tendrán dos orígenes principales:
- los lentejones de magnetita así como las formaciones anfiholiticas; pero si
magnetita y anfibolita están en rontacto, la fu1·rtr. anomalía ocasionada por la
magnetita hará poco visible Jos efectos debidos a las anfibolita~.
- las rocas ultrabásicas (serpentinas). Unas anomalías podrán producirse bien
164 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

sea en el interior del macizo ultrabásico en las zonas de muy alta C01lfentra-
c100 de elementos básicos, bien sea en el borde del macizo en contacto con
una roca menos magnética (gneis, dolomía).
el Resultados obtenidos
La interpretación de las medidas magnéticas está facilitada en la fig. III-49. En
este plano, además de las curvas de isogammas están dibujados, los afloramientos
geológicos según el mapa geológico que figura en anexo de la nota A. Hernández-
Pacheco. La base topográfica de este mapa geológico proviene, al igual que para el
estudio geofísico, de las fotografías aéreas. Habida cuenta las importantes distor-
siones que aparecen sobre las fotografías aéreas, es probable que el ajuste de las
fotografías sea diferente entre el estudio geológico y el estudio geofísico. El
trazado geológico puede por consiguiente tener alguna imprecisión.
1) Zona Oeste (región Ojen-lstan)
En esta región, las anomalías son relativamente poco numerosas y las curvas de
isogammas han sido a menudo trazadas cada gama. Dos grupos de anomalías sola-
mente merecen atención. En primer lugar, al Norte de Istan, en el borde Oeste
del estudio, las anomalias A 1, A2, A3 y A4 no son definidas más que por sus ex-
tremidades o ríen tales, pero permiten suponer la presencia más al Oeste de una serie
de estructuras magnéticas que podrían traducir la existencia de un macizo ultra-
básico. La anomalía A 1, en la proximidad de l stan, está recortada por los perfiles
con un ángulo de 60°. Está pues muy mal definida y podría además corresponder
tan sólo al borde Este de una importante anomalía. Por consiguiente, hay que ex-
presar las más grandes reservas en cuanto a la posición de la estructura tal como
está representada sobre el mapa. Más al Norte, las estructuras magnéticas están
mejor definidas, las más fuertes intensidades correspondiendo a A2 (95 gammas).
Los indicios de profundidad señalan cuerpos magnéticos aflorantes o poco pro-
fundos.
El segundo grupo de anomalías se situa en la parte central de la Sierra Blanca.
La estructura más interesante es sin duda B2, la cual ocasiona una anomalía de
40 gammas, pese a que la altitud de vuelo en esta región haya debido ser elevada
ha<;ta 320 metros encima de la superficie del suelo. Esta estructura 82 está en la
proximidad inmediata de una antigua mina, al Sur del Palacio de Juanar. El cuer-
po magnHieo es subaflorante. La anomalía B 1 tiene una intensidad más pequeña
dr.l ordr.n dr. 17 gammas; su orientación es Sureste-Noroeste y los perfiles la recor-
tan muy mal. Parece, según el aspecto de las curvas isogammas, que el origen
dt• la •:structura B1 sea un contacto en lre dos formaciones de imantación diferen-
te. La~ rnrvas isogammas ponen por otra parle en evidencia un cierto núrñoro de
1·011laf'los o fallas <·uya orientación más frecuente es Suroeste-Noreste.
E11 r:<ta zona Ot·ste sobresale también la anomalía Cl descubierta por el perfil
lit• rt·1·on(1rirni!'11lo T 101 al Norte de la Sinra Blanca.
2) Zona Este
~t· opotw a lu ;1,u11a Ü<':-lf' por su estilo ma~nético , rn unión con la presencia
CAP. 111.· METODOS MAO'NETICOS 165

del gran macizo ultrabásico. Las peridotitas y serpentinas no son los únicos hori-
zontes magnéticos posibles y se estudiará en primer lugar las estructuras situadas
en el borde de la carretera Marbella a Monda, al contacto de los gneis y dolomías;
estas estructuras están en efecto situadas en la misma situación geológica que el
yacimiento de magnetita de la mina del Penoncillo.
d) Anomalías O
La mina del Peñoncillo es responsable de la anomaüa O 1. Esta última presenta
una intensidad máxima de 105 gammas al paso del perfil L29; al Suroeste, la
intensidad no es más que de 20 gammas sobre el L27 y es probable que esta lí-
nea se situe ya al exterior del cuerpo magnético. Hacia el Este se dispone tan
sólo de las mediciones realizadas a lo largo del perfil transversal T105, el cual indi-
ca una intensidad del orden de 140 gammas, así como la presencia probable de una
segunda anomalía de un centenar de gammas a 300 metros aproximadamente más
al Este. Es evidente que la posición precisa y la extensión de estas estructuras no
pueden ser definidas más que por un estudio en tierra muy detallado.
Más al Norte, las anomalías 02 y 03 presentan características comparables: las
dos están orientadas Norte Sur y compuestas por una parte Oeste negativa y una
parte Este positiva. Desgraciadamente ninguna de ellas está atravesada por un
perfil Este Oeste (a excepción del T104 que recorta solamente la extremidad Sur
de 02). Por consiguiente, no se puede tener en cuenta más que las curvas isogam-
mas. Las intensidades son del mismo orden y sobrepasan 120 gammas. No cabrian
dudas en clasificar 02 y 03 entre las anomalías de mayor interés, si la existencia
de una línea eléctrica de alta tensión paralela a la carretera, no hiciera dudar de
su origen geológico. Se aconseja pues la ejecución de algunos perfiles magnéticos
sobre el suelo, perfiles orientados Este-Oeste, que permitirán resolver est e proble-
ma. En efecto, la anomalía ocasionada por una línea eléctri ca será muy bien ca-
racterizada por su estrt>chez. Si al lado de esta perturbación se mantiene una ano-
malía cliisica, habría qur estudiarla entonces detalladamente porque podría
indicar la presencia d<" magnetita. Al 1orle de Ojen, la e.structura 04, tirne, en
cuanto a ella, un origen geológico cit>rlo. E!<lá orientada ~:Rte-Oeste y sr sitú a
sobre el borde Norte del saliente calizo representado en el mapa geológi co. Su
parte Este ocasiona la anomalía más i11 tc·11o:u (165 gammas) y parece desplazada
respecto a su parte Oeste (intensidad de 75 gammas) por un accidente. El cuerpo
magnético es subaflorante; su intcn'·s min<'ro es cif' rto peto implica un estudio
geológico detallado. Hay qw· señalar todavía en d mapa geológico la penetración
de las formaciones gneisicai: en el borde Nortf' dr ]a$ calizas. Se trataría, por lo
que parece, de los esquisto$ cristalinos que intc>rpreta f'll ;;u nota !<'. Jove Baena,
como correspondientt>s a un plif'gue Este Oeste o a una gran falla. Al Este de 04,
se nota la existencia de un imporlaHtf' graclic•nte de 200 gammas, casi Norte-Sur,
que no puede corresponder al conlal'lo ¡!:Jl<'is-peridotita pu~sto que este gradiente
se hunde hacia el Este. El at•ciclente 1rf'ol6!!ico situado parakl.amente a este con-
., '"'
tacto podría explicar su origc11 ,:;i furi:;" mineralizarlv. J'ero no hay qur olvidar la
presencia en esta zona lle la ya citada línl'a cJf.clritti, paralt>la al gradirnte mag·
néticu .
166 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

La anomalía 05 es la más intensa de toda la zona (400 gammas) pero también,


quizás, la más compleja. El eje positivo de la anomalía atraviesa todas las fonna-
ciones geológicas presentes en esta región: gneis y dolomías al 'lort<', peridotita..,__
al Sur- Cabe pues la posibilidad de que eicislan varias estructuras, que pasan desa-
percibidas pot ser las intensidades magnéticas muy pequeñas. Si se añade a esto,
las perturbaciones posibles de la línea elfr_trica al Este de la carretera, no se puede
concluir mác; que en la necesidad de un estudio detallado en tierra. Sin embargo,
se puede ya admitir que esta estructura, por su posición respecto a la geología
y por sus características magnéticas, presenta el más grande interés para la investi-
gación de una mineralizaóón de hierro.
e) Anomalías E
Estas anomalías están ligadas a la presencia de un macizo ultrabásico e indican
bien sea una concentración de minerales básicos en el interior de este macizo,
bien sea el contraste de imantación creado sobre los bordes del macizo por el
contacto con formaciones gnéisicas de imantación más débil. Sobre el borde Sur
de los afloramientos de peridotitas, el contacto con los gneis está señalado por un
importante gradiente magllético E1. Este contacto geológico se desvía hacia el
Norte en la parte central del estudio donde el saliente de los gneis se traduce en-
tonces por la anomalía E3. No obstante se ve que E1 prosigue a través las for-
maciones gnéisicas con una más débil amplitud (20 a 50 gammas), lo que hace co-
rresponder E 1 con un contacto débil. Esto corrobora la hipótesis de F. José
Baena. Es posible que una mineralización esté ligada a este accidente. Las investi-
gaciones en tierra deberían ser realizadas en la parte Este, entre los perfiles 50 y
59, donde la anomalía presenta una intensidad máxima de 300 gammas aproxima-
damente. Se puede notar que E 1 se interpreta con una inclinación aparente muy
débil del orden de 15° (fig. 111-49) debida sin duda al fuerte buzamiento del
contacto. En cuanto a la anomalía E3 citada anteriormente, está muy mal defini-
da por causa de las interferencias en esta zona con E 1 y E3. Se observa no
obstante que su posición respecto al contacto gneis-serpen6na está desplazada
hacia el Sur; prro como ya se Ita dicho, el lrazado de la geología en nuestro mapa
es poco preciso y no puede tcnrr más que un valor indicativo.
Al Norte de E1, Ja anomalía E2 le es sensiblemente paralela. Corresponde igual-
m1•ntr a un gran accidt>nte Suroeste-Noreste que empieza cerca de la mina del Pe-
noncillo. Las inknsidadrs medidas son en general más débiles que para E1. La
más grande amplitud anomálica se sitúa sobre la línea 43 donde alcanza aproxima-
damrnt<' 200 gammus. Por consiguient~, se aconseja en esta zona la investigación
de una posibk mineralización. Sr notará que según el estudio geológico, E? po·
dría igualmentr traducir un contacto entre peridotitas al Sur y una zona serpetrti-
11izada ¡¡} Nortr.
En la partr Non•ste del estudio, abarcando las anomalías E4 y E7, aparecen
f1wr11·;; inlrrfcrrncias rnlrr las m10maJías, y Ja interpretación cualitativa se revela
11111~ ddirada. ~o obstanll' se puede pensar que E4 se relaciona geológicamente
CAP. 111.· METODOS MAGNETICOS 167

457

s
¡'#15°

F19. 111-46

con E2 (conlacto pcridotita-serpcntina ? ), y que E5 (100 gammas) corresponde


a una concentración d<' mineraks básicos. La anomalía E6 (160 gammas) c•s
de pequeña cxlrnsión y sobr<' todo muy mal definida al igual qu<' la anomalía
E7. Pero csla úllirna, siluada en el borde de la zona investigada y cuya extensión
más al ~ste sr desconoC(', indica una intf'nsidad df' 450 gammas. Su csludio
dctaUado cn la proximidad dd perfil L55 presenla pues un gran intcrés para la
búsquc·da de las mineralizacionrs ligadas a las rocas ultrahá-;icas.
168 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

E3
j INTERFERENCIAS ENTRE ANOMALIAS
(PERFIL 46)

ES

141
Fig. 111-47

f) Perfiles de reconocimiento Monda· Carratraca (Fig. 111-50


Estos perfiles hacen resaltar principalmente dos zonas de anomalías. La más
meridional se sitúa en la proximidad de Monda. Esta anomalía G es compleja.y_se
compone en realidad de tres anomalías interferentes, orientadas Este Oeste. La
más intensa alcanzando 250 gammas aproximadamenk. No sr dispone de algún
dato geológico y por consiguiente no SI' puede hacl'r una hipótl'sís sobre la na-
turaleza de las estructuras magnrticas. Hay que notar, no ohslant<', que la foto-
grafía aérea indica la presencia a algunos ecntenar<'s de metro:; al Este, de un im-
CAP. 111.- METOOO MAGNETICO 169

portante dique circular intrusivo. Este o quizás otro más cerca y no visible en la
fotogr:-tfía podría ser el origen de las anomalías.
Al Norte, a las proximidades de Carratraca, la segunda zona H se compone de
una serie de anomalías interferentes que parecen proseguir al Este de Carratraca.
La frecuencia y la intensidad de estas anomaüas llevan a comparar este estilo mag-
nético con el del macizo ultrabásico de Ojen. Esta zona, que corresponde según la
fotografía aérea a una región montañosa, podría pues corresponder a un macizo
de peridotitas. La estructura magnética H 1, la más intensa con 160 gammas, pue-
de presentar un interés minero, ya que esta zona corresponde a una antigua mina
de niquel.

111-5.6. Conclusiones
El estudio aeromagnetomé·trico al Norte de Marhella ha permitido apreciar las
posibilidades mineras de esta r~gión.
En la zona Oeste, que cubre la Sierra Blanca, las estructuras magnéticas rela-
cionadas con yacimientos de magnetita son muy raras, y solo la anomalía 82
cerca de~ Palacio de Juanar, merece que se la preste atención. Sobre el borde
Oeste del estudio, al Norte de Istan, una serie de anomalías corresponde a la fran-
ja Este de la Sierra Real; pero no se puede afirmar nada sobre el origen de estas
anomalías porque no existe algún dato geológico.
El borde Este de la Sierra Blanca se caracteriza al contrario por numerosas ano-
malías, cuya posición geológica comparable a la de la mina del Peñoncillo incre-
menta el interés. Pese a que la presencia de una linea eléctrica a lo largo de la carre-
tera Marbella - Monda haya podido perturbar las mediciones y hasta crear anoma-
lías (02, 03 ? ), las estructuras 04 y 05 merecen una atención particular y se
aconseja su estudio detallado sobre el suelo.
En la zona cubierta por el macizo ultrahásico, el mapa magnético pone princi-
palmente en evidencia los contrastes de imantación de los gneis y de las peridoti-
tas (contacto E1), así como los de las peridotitas con las serpentinas (contactos
E2). E1 y E2 corresponden a verdaderos accidentes que pueden ser relacionados
con diversas mineralizaciones. Las zonas de mayor interés se sitúan entre los per-
files 50 y 59 para E1 y sobre el perfil 43 para E2. En el interior del macizo de
peridotitas, la anomalía E7 con una intensidad de 450 gammas, corresponde sin
duda a una concentración de minerales básicos. Debería ser estudiada en priori-
dad (magnetismo, geología, geoquímica).
Los perfiles de reconocimiento entre Monda y Carratraca han hecho l.fesaltar los
zonas de anomalías magnéticas. La más septentrional traduce quizás la presencia
de formaciones ultrabásicas (siendo la anomalía H1 la más interesante), mientras
que en la proximidad de Monda, las anomalías G pueden estar en relación con
diques cuya naturaleza geológica se desconoce.
La localización en tierra de las diferentes estructuras magnéticas no será fácil
en ciertas zonas, porque las fotografías aéreas son de calidad muy mediocre y pre-
170 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
'
sentan importantes distorsiones. Ya en el curso del estudio, la ejecución de los
vuelos ha sido muy dificultada por la imposibilidad de orientarse en ciertas zo-
nas sobre las fotografías aéreas. Cualquier proyecto de investigación aeromagné-
tica debería ser pues subordinado, en lo sucesivo, a la existencia de una cobertura
fotográfica aérea más perfecta.

.
~· ......
171

pl RECCION GENERAL DE MINAS


INSTITUTO GEOLOGICO Y MINERO DE
ESPAÑA

' I
0At• • • 1

AEROMAGNETICO
ZONA ·DE MARSELLA

MAPA DE CURVAS ISOGAMMAS

REFERENCIAS

PLAN DE VUELO: CAMPO RESIDUAL:

Altura de vuelo aproximadamente


(distancia constante) 500' Intervalo entre curvas

1. gamma
N.º horas 5·10 gammas - - - - -
Línea de vuelo e indice de referencia ---O---
50· 100 gammas - - - - -

o
Escala gráfica

2 3 4 km.
)

líííííí/M--~ i
)
Mediciones y análi sis realizados por la .'
-;.
COMPAGN IE GENERALE DE GEOPHYSIQUE
DICIEMBRE 1.969" 50, rue Fabert - PARIS 7eme
173

~ig. 111...::48
175

• l)IRECCION GENERAL DE MINAS


1NSTITUTO GEOLOGICO Y MINERO DE
ESPA~A

ESTUDIO AEROMAGNETICO
ZONA DE MARSELLA

PLAN DE VUELO: CAMPO RESIDUAL:

Intervalo entre curvas:

-
Altura de vuelo aproximadamente

----
(Distancia constante) 500 1 gamma----

Línea de vuelo e índice de referen· 5 - 1O gamma"-----

cia 50 -100 gammas - - --


Nº horas

GEOFISICA

Eje de la anomalía positiva -+- _._. Anomalía con su número - -


Eje de la anomalía negativa - -- Discontinuidad magnética -
Eje probable de la "estructura" mag·
GEOLOG IA
nética---
Fallas o contactos - - --
Intensidad de la anomalía magnética
en gammas 12 'Y
Profundidad aproximada de la "estruc·
tura" en metros @ Gneis
(: : : : : 1 ~=~~$,~U. •• !;. ,,,...,._.
Dolomías Travertino
Subafleurendo @ ~-::--~ ~·Y
Escala gráfica
Pcr1dot1tas Y
serpent111as
)
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o 2 3 4 km.
líiííííe---
Mediciones y anáhs1s realizadas por la
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COMPAGNIE GENERA LE DE GEOPHYSIOUE


Diciembre 1.969
50, Rue Fobert - PARIS 7eme
175

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179
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OIRECCION GENERAL DE MINAS
INSTITUTO GEOLOGICO Y MINERO DE
ESPAÑA

ESTUDIO AEROMAGNETICO

PERFILES MONDA - CARRATRACA

REFERENCIAS

Eje de la anomalía positiva - - - -


Eje de la anomalía negativa - - - -
Intensidad de la anomalía magnética en gammas - - 120 'Y

PLAN DE VUELO

Altura de vuelo aproximadamente (Distancia constante) : 500'

Línea de vuelo e índice de referencia - - - - - - - - - 1 + - -


~
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Zo.e
Escala gráfica

o 2 3 4

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Mediciones y análisis realizadas por la
COMPAGNIE GENERALE DE GEOPHYSIQUE
50, Rue Fabert - París 7eme

Diciembre 1 .969
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925

ISOCRONAS ... .... ...


~ • • 1 • •
- .925

Tiempos dobles

"' .......
HORIZONTES 5 bis

645
Ve = 3300 m/s
DP: 550m.
Escala gráfica

3 4 5 6 7 8 9 10 Km

,,.
0---0--0 Perfiles de la misión: S. 3030
• • • Perfiles de la misión: S 3040

-5 - Eje sinclinal

+A + Eje anticlinal

75
,.......- o-.............. Curva isocrona y su tiempo en milisegundos
Accidente

'
GEGEGESA

... "º
367'
367

...
925 925

ISOCRONAS ·-------·-·----
""' -----·---· .:l: . . . . ·.:::: . .::·..
Tiempos dobles
""'
. . .. . . . . ... .

HORIZONTES 4 bis

. ...
. .. .· ·.·
. . ..
. ·.•·
. . . . .·.
.

·. ..·~·:·~~~«>>>:'t'.>·:-:>
. . . . . . . . . . : ............ ~
640
1
945
Ve = 3300 m/s
3708
DP: 550 m.
• •• ••••• •••• •••• •••••••• •••••
Escala gráfica

915

0--0--0 Perfiles de la misión: S. 3030 . , . . ·_.


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GEOLOGIA
3605

!:,:,!~~;-·~~
• • • Perfiles de la misión: S. 3040

-s - Sinclinal
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..

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+A +Eje anticlinal

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- Pnmano •• : o:

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Curva isocrona y su tiempo en milisegundos
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910

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GEGEGESA --==¡¡+e~fü4~4-r~~~~~~u==--· ..
905 .

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630 635 11 645
620
615
t;IEPSA
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;3040

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ISO PACAS 925 925
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Tiempos dobles entre los . . . . . . ...
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HORIZONTES 4 bis V 5 bis


DP: 550 m.
Escala gráfica
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2 3 4 5 6 7 8 9 /O Km.
640

0--0-0-0 Perfiles de la misión S. 3030


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.... . ..' ... . .. ..
. .... ..
. . . ~ . . . .
• • • • Perfiles de la misión S. 3040

M- Eje de máximo espesor

+ m+ Eje de mínimo espesor


.-".'-.

/ 7~0"' Curva isopaca y su tiempo en milisegundos

-'
-----cr-- Accidente

GEGEGESA
635
640
615
capítulo IV
métodos sísmicos

IV-1. Nocion(mologia
IV-1.1. 1ntroducción
Aunque la ~ismología como disciplina científica data desde hace algo más de
un siglo, la mayoría de los conocimientos científicos que ha proporcionado sobre
la estructura interna de la tierra, se han conseguido en los últimos cuarenta años.
Sin embargo, al principio todo el estudio de los terremotos se deben a los cien·
tíficos del siglo XIX entre los que se encuentran: Ricker, Hooke, Wieschert,
Milne, Galitzin, Mercalli, Lieberg, Montessus de Ballore, Enrique Abella, entre
otros. También el Observatorio del Ebro bajo la dirección del sabio Padre Romafiá,
ha recopilado y estudiado datos de gran interés entre los que se encuentran el nú-·
mero de terremotos habidos en Espafia desde 500 años antes de J.C. hasta nues·
tros días. Su total suman cerca de 400 seismos ( *).
Como los estudios de sismología han formado la base de los métodos sísmicos
de prospección hemos creido conveniente dar unas ideas generales sobre dicha
ciencia.
Sismología.-La sismología es la ciencia que trata de los terremotos y·de los
fenómenos relacionados con ellos. En este aspecto incluye el estudio de las causas
de los terremotos, la localización de los mismos, el estudio de las ondas que se
reciben de ellos y los instrumentos de registro que se emplean.
Terremotos.-Un terremoto o sismo es un movimiento o una serie de movi-
mientos transitorios y repentinos del terreno, originados en una región limitada
de la corteza terrestre, que se propagan desde su origen en todas direcciones.
(*)El autor de este libro hizo en 1938 un informe científico sobre el terremoto de Santander
en el verano de dicho año. En él hizo los cálculos para determinar epicentro e hipocentro
del mismo, así como un mapa con las líneas isosistas producidas en la zona.
183
184 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

En general, el término terremoto se asigna cuando su causa es natural, aunque


también se habla de terremotos artificiales cuando son provocados por el
homhre.
La causa de los teuemotos se atribuye a movimientos de reajuste originados
por la producción repentina de esfuerzos dentro de la tierra. En este sentido se
distinguen: a) causas de origen tectónico: fracturas y fallas, plegamientos; b) cau-
sas de origen volcamco: explosiones debidas a presión acumulada, fenómenos de
cristalización, intrusiones magmáticas; c) causas producidas por impacto: explo-
siones superficiales, caída de meteoritos, caída de masa rocosas en pendientes.
Los terremotos del grupo a) se llaman terremotos tectónicos y son los más
frecuentes.
Los ter.remotos se registran en observatorios sismológicos, repartidos por toda
la superficie de la tierra. Los distintos registros que se obtienen muestran ondas
t{Ue han atravesado más o menos profundamente la tierra, dependiendo de la dis-
tancia; del estudio del camino recorrido por estas ondas en el interior de la tierra
se pueden obtener valiosas informaciones acerca de la estructura interna de nues-
tro planeta.
Existen otros movimientos de la corteza, mucho más débiles, causados por el
tráfico de automóviles, trenes, oleaje, caída de lluvia o por el viento; estos
movimientos se llaman microsismos. Otra de las causas de los microsismos puede
ser la presencia de fuertes gradientes de presión sobre las aguas someras.
Foco o hipocentro.-Si bien el terremoto se origina en una regi6n limitada
de la corteza terrestre, usualmente se considera como producido en un punto que
se llama foco o hipocentro, cuya situadón geográfica y profundidad se calculan
a partir de los registros del sismo obtenidos en varios observatorios.
De los estudios de los sismólogos se deduce que, en general, el hipocentro
se encuentra a p9cas decenas de kilómetros de profundidad, dentro de la corteza
terrestre, o en la base de la corteza.
Epicentro.-Se llama epicentro a la proyección del hipocentro sobre la super-
ficie terrestre.
Distancia epicentral es la distancia del epicentro de un terremoto a la estación
de observación, medida sobre la superficie terrestre. También se suele expresar por
los grados del correspondiente ángulo epicentral. (fig. JV-1).
Sismómetro, sismógrafo y sismograma.-El sismógrafo es un instrumento que
sirve para medir las vibraciones debidas a los terremotos. En prospección sísmica
se llama, asimismo, sismómetro o geófono el instrumento que detecta los pe:
queños movimientos debidos a las ondas sísmicas generadas artificialmente.
El sismógramo es un sismómetro equipado con un si~ema de registro (mecánico,
óptico o eléctrico) capaz de-registrar variaciones propórcionales al desplazamiento,
a la velocidad o a la aceleración del terreno, según sus características constructi-
vas. En prospección sísmica se llama sismógrafo al conjunto de elementos que
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 185

forman el aparato registrador (am-


L
• plificadores, filtros y cámara de re-
gistro); usuahnente va montado so-
E
bre un vehículo. ' F p
El sismograma es el registro, ge-
neralmente fotográfico, hecho por
un sismógrafo. El sistema de regis- +s
tro utilizado en sismología solamen-
te contiene un canal por cada apa- F =Foco o Hipocentro
rato registrador y se suelen regis- E =Epicentro
FPO=Camlno de las ondas P
trar sismogramas de las tres compo- FSO=Camlno de lasondasS
nentes, dos horizontales y una ver- ELO= Camino de las ondas L
tical. En prospección sísmica el sis- /:. =Angulo ep1central

mograma suele llevar 24 canales, ya


que se registra con 24 geófonos o Fig. IV-1
grupos de geófonos.
Tipos de on s-observados en los terremotos.-Cuando se produce un terremo-
to ocurre, c o hemo~~ho, un movimiento rápido del terreno. Las ondas produ-
cidas se tra smiten desde el foco a través de la tierra a velocidades que dependerán
de la natur eza de los materiales que atraviesan y según trayectorias que pro-
duzcan el ti~mpo mínimo, de acuerdo con el principio de Fermat.
Sea (fig. IV-1) una sección de la tierra por uno cualquiera de los planos que
pasan por E F. Sea O un observatorio situado en esta sección. Las ondas directas
se propagarán de F a O de estas tres maneras:
1) Ondas longitudinales (de compresión) u ondas P (primeras).
2) Ondas transversales (de cizallamiento) u ondas S (segundas).
3) Ondas superficiales u ondas L (de largo período).
Las ondas que llegan en primer lugar son las ondas P; a continuación las S y,
por último, las L, ya que las velocidades se escalonan en este orden:
Vp=8a14 Km/s V5 =4a7 Km/s VL=4 Km/s

Las ondas P, que marcan el comienzo del terremoto en el punto de observa-


ción O, tienen amplitud relativamente pequeña y período corto; las ondas S indi-
can un movimiento de amplitud algo mayor y periodo semejante o algo mayor
que el anterior; estas ondas viajan por el interior de la tierra y por eso se llaman
ondas internas. Por último, las ondas L presentan amplitudes y periodos relativa-
mente grandes (de aquí que se les llame ondas largas). A veces se registran las
ondas L otra vez después de haber dado una vuelta completa a la tierra.
En realidad las ondas registradas en los observatorios -sismológicos no son tan
simples como las indicadas en el esquema de la figura IV-1, ya que las ondas P y S
pueden reflejarse y refractarse varias veces, como de hecho sucede. Por otra parte,
186 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

como al reflejarse o refractarse pueden cambiar de tipo de onda (de longitudinal


a transversal, es decir, de P a S y viceversa), la complejidad de un regjstro sismo-
l6gico puede ser muy grande. Por ello, para mayor claridad, indicaremos a conti-
nuación la notación usual de los caminos recorridos por las ondas en sismología.
Caminos recorridos por las ondas P y S. Notación empleada.-En todo terre-
no se originan, según hemos indicado, ondas P, ondas S y ondas L; estudiemos
los distintos caminos posibles para las ondas P y S.
La figura IV -2 representa una sección esquemática de la tierra, supuesta
esférica, en la que, despreciando la corteza tenemos las siguientes partes princi-
pales que, según veremos más
p adelante se deducen de los mo-
dernos estudios de sismología:
el manto (sólido), con un espesor
de 2900 km, rodea una zona
fluida, el núcleo exterior, de unos
SP
2200 km de espesor. Este último
rodea a su vez el núcleo interior
SKS (sólido), que tiene un radío de
unos 1250 kilómetros.
Sea pues un sismo de foco F
representado para mayor clari-
PKKS dad en la superficie terrestre; con-
Manto sideremos separadamente los tra-
yectos de las ondas P y S en el
manto y en el núcleo.
- - - RayosP a) Ondas en el manto.-Los
rayos directos se representan con
- - - - - - - Rayos S
los símbolos P o S, según corres-
Fig. IV·2 pondan a ondas P o S. En Ja figu-
ra hemos indicado ambas, la P
y la S, correspondientes a los recorridos FP y FS.
Estas ondas directas pueden reflejarse sucesivamente en la superficie terrestre,
dando lugar a ondas como las que se indican en la figura, PP, PPS, SP,... En esta
notación la primera letra indica la naturaleza del rayo incidente (P o S); la segun-
da, la naturaleza del rayo reflejado por primera vez; la tercera, la del rayo refleja·
do dos veces... etc. Así, por ejemplo, la onda PPS corresponde a una onda P refle-
jada una vez como onda P y reflejada una segunda vez, saliendo como onda S. La
onda SP correspondería a una onda S reflejada una vez, saliendo como onda P.
Como la reflexión puf'de producirse varias veces, podremos tener ondas de to-
dos los tipos PPP, PPS, PSP, PSS, SSS, SSP ... , etc., limitándose a mencionar las
reflrjadas dos veces.
Hay un segundo tipo de ondas en el manto que es el de las reflejadas en el núcleo
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 187

exterior. Estas se designan con la letra e (del inglés, core =núcleo) intercalada en-
tre las letras PcS que indican, como antes, el tipo de onda a que corresponden
Los rayos incidente y reflejado. En la figura hemos representado la onda PcS,
'que corresponde a una onda P reflejada en el núcleo saliendo después de reflejarse
como onda S. T"a observación de las ondas reflejadas (PcP, PcS, ScS, ScP) ha con-
firmado la presencia, a 2900 kilómetros de profundidad, del núcleo exterior.
b) Ondas en el núcleo.-Para designar los rayos que atraviesan el núcleo exte-
rior se utiliza la letra K (del alemán Kern =núcleo). Para designar los rayos que
atraviesan el núcleo interior se utiliza la letra l. Para describir un rayo que atra-
viesa J~ distintas partes de Ja tierra se utiliza una letra P, S, K o 1 para indicar
cada uno de los trayectos parciales entre dos superficies de discontinuidad. Los
ejemplos representados en la figura 2 aclaran esle concepto. Así la onda PKP
corresponde a una onda P refractada en el núcleo exterior (K) una onda S
refractada en el núcleo exterior (K), y saliendo como onda S; la onda PKKS
es una onda P refractada en el núcleo exterior (K), reflejada en el contacto núcleo-
manto, y siguiendo por el núcleo (K) hasta que sale de él la onda S. Dos letras K
seguidas indican una reflexión en el contacto núcleo-manto, como se ha podido ver.
En la figura hemos representado, asímismo, una onda que atraviesa el núcleo in-
terior, que es PK 1KP. Esta corresponde a una onda P, que se refracta en el núcleo
exterior (K), se refracta en el núcleo interior ( f), vuelve a refractarse en el núcleo
exterior (K) y, P<?r,ú1fimo;'vuelve a la superficie como onda P.
Hemos de indicar, por último, que como no se han observado nunca ondas S
atravesando el ~cleo exterior (por lo que se estima que está el estado fluido), to-
das las ondas K son del tipo P. Aunque el núcleo interior se supone en estado soli-
do, no se han observado todavía ondas S propagándose por él, por lo que la letra 1
corresponde a ondas P; se ha reservado la letra J para indicar los trayectos de las
ondas S por el núcleo interior.
Hasta ahora T1emos supuesto que ei foco estaba en la superficie de la tierr~. Si
el foco está suficientemente profundo (figura JV-3), entonces se emplea la misma
terminología anterior para los rayos que salen del foco F. Ahora bien, como se
producen rayos directos por encima p 5
del foco que se reflejan en la super-
1'
,I
ficie terrestre y que pueden luego dar
origen a todos los descritos anterior-
,' /
/

I F
I
mente, se distingue este trayecto pri- I
I
mero con las letras p o s (minúsculas) /
,'
según las ondas sean P o S. Así, por ...-.,,,.,," SP
PS
ejemplo pSP correspondería a un foco
profundo en que la onda P llega a la
superficie (p) se refleja como onda S
y se vuelve a reflejar como onda P.
Sismograma obtenido de un terre-
moto.-El sismogtama de la figura
IV -4, representa el conjunto de ondas Fig. IV-3
188 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

~
p pp S PS SS sss

Fig. IV-4

producidas en un terremoto registrado a gran distancia del foco. En dicho sismo-


grama pueden apreciarse algunos de los diversos impulsos correspondientes a
trayectorias características de las ondas estudiadas en apartado anterior.
En la primera parte se observan menores amplitudes y frecuencias más altas
comparadas con las de la parte final del sismograma. Se observan los siguientes
tjpos de ondas:
1) La onda longitudinal P, que ha seguido la trayectoria del tiempo mínimo.
2) A continuación se observa la PP, onda longitudinal reflejada una vez en la
superficie.
3) PPP representa una onda longitudinal doblemente reflejada en la superficie.
4) La onda S u onda transversal (tarda el doble de tiempo que la longitudinal,
ya que la velocidad de las ondas transversales es aproximadamente la mitad de las
longitudinales).
5) PS, onda P reflejada en la superficie y saliendo como onda S.
6) SS, onda transversal reflejada una vez en la superficie.
7) SSS, onda transversal doblemente reflejada en la superficie.
Las ondas superficiales L (ondas Love y Rayleigh, que viajan a velocidades
bajas a lo largo de la superficie, son las últimas que llegan y tienen una frecuencia
baja y gran amplitud.
Gráficos tiempo-distancia.-Estos gráficos se obtienen representando en absci-
sas las distancias epicentrales (correspondientes a los distintos observatorios) y en
ordenadas los diferentes tiempos de observación de cada uno de los diferentes
tipos de ondas, deducidos de sismogramas análogos al anteriormente analizado.
Así se obtienen gráficos como el de la figura 5; a partir de estos gráficos se dedu-
cen las trayectorias seguidas por los diferentes tipos de ondas sísmicas, las varia-
ciones de las velocidades en el interior de la tierra, así como las discontinuidades
de la misma.
La construcción directa de los gráficos tiempo-distancia para cada una de las
ondas registradas en los terremotos es una tarea muy trabajosa y expuesta a nume- .
......
rosos errores. En teoría. partiendo de un buen número de registros de terremotos
y suponiendo la tierra esférica y homogénea, se pueden determinar los valores
más probables, para cada uno de ellos, de los orígenes de tiempos, distancias epi-
centrales y profundidades focales. Este estudio lo han venido realizando los sis-
mólogos mediante sucesivas aproximaciones, que han dado lugar a la construc-
CAP. IV.· METOOOS SISMICOS 189

ción de unas tablas, de las que se deducen estos datos, en función de los tiempos
registrados de los s:ismogramas. Las más empleadas son la de Jeffreys-Bullen,
que incluyen los datos para las ondas más corrientemente det~ctadas y profundi-
dades focales de O a 700 kilómetros.
En la figura TV-5 indicamos un esquema de un gráfico tiempo-distancias epi-
centrales construido en base a las tablas indicadas para algunos de los tipos de
ondas más corrientes. Las distancias
epicentrales son el correspondiente
ángulo epicentral expresado en gra- SS
d~ ~

En el gráfico se observa que la on·


da P llega hasta 105° y luego con-
tinua llegando como difractada. La 30 pp
distancia epicentral A = 105° co-
rresponde a un rayo P tangente al PKP

~
núcleo exterior, por lo que sería la
distancia límite para recibir esta on- 20
da. Ahora bien, como de hecho se -----
1 ,--"
' p dlfractado
recibe algo más, se admite, general- 1
1
mente, que se trata de un efecto de 10
difracción.
Estructura interna de la tierra, se-
gún se deduce de los datos sísmi-
cos.-A partir de los datos sísmicos 30• 60° 90° 120• 150º 180º
se ha obtemdo información sobre A = Ot•tanclas eplcentra\es en grados
la estructura y propiedad.es tanto
del interior de la tierra como de la F19. IV-5
corteza.
a) Estructura y propiedades del interior de la tierra.-Se ha obtenido con los
datos de las curvas tiempo-distancia de los terremotos. Partiendo de las tablas
que anteriormente mencionamos se ha construido un gráfico velocidad-profundi-
dad para las ondas P y S, desde la superficie hasta el centro de la tierra (fig. IV-6).
Se observa en la fi ra que las ondas P comienzan a propagarse por el manto a
velocidades de unos 8 km/seg., v6Iocidades que van aumentando progresivamente
hasta llegar a 13,64 m/seg a 2900 kilómetros de profundidad. A esta profundidad
sobreviene una brusca discontinuidad (discontinuidad de Gütenberg-Wiechert)
que marca el comienzo del núcleo exterior, bajando la velocidad de 8, 1O km/seg.
El estudio de la velocidad de las ondas P, a partir de este momento, ya no se pue-
de realizar sobre las ondas directas (P), ya que sólo llegan hasta la distancia epi-
central A= 105°, que corresponde a la profundidad de 2900 kilómetros. Por ello
la velocidad se ha deducido de las ondas SKS; bien entendido que el trayecto di-
fractado K corresponde a la onda longitudinal P, ya que las ondas S, según se ob-
serva en la figura, no se propagan por el núcleo exterior.
190 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

NUCLEO i NUCUO j Una segunda discontinuidad


: MAN,.O EXTERIO~
14 ¡._'-~--~--'-r-
: INTEPID/l : aparece a 5, 120 kilómetros sal-
1
tando bruscamente la velocidad
desde 9,5 km/seg a 11 , 16 kiló-
{ IZ metros/segundo. Esta segunda dis-
,,E continuidad marca la presencia
ffi 10 1--.J-_¡__ _.¡___ _µ. _ _-l--~~l---+-4 del núcleo interior.
o<(
Como nunca se ha observado
o
Ü BIL---4----1----i:+---+---+--~ el paso de ondas S a través del nú-
g cleo exterior se ha deducido que
UI
> debe ser líquido. Respecto del
núcleo interior se piensa que está
en estado sólido, ya que el incre-
1000 2000
mento de velocidad de la onda P
PROFUNDIDAD EN KtLOMETROS
a 5120 kilómetros de profundidad
se ha demostrado que puede co-
Fig. IV-6
rresponder a un núcleo interior
de la misma composición del ex-
terior (principalmente hierro), pero en estado sólido.
b) Estructura y propiedades de la corteza terrestre.-La estructura de la corteza
terrestre se ha descubierto estudiando los tiempos de llegada de las ondas P de los
terremotos registrados a distancias epicentrales cercanas, del orden de los 1000
kilómetros. Recientemente se han obtenido muchos más datos registrandq las
ondas producidas por potentes explosiones artificiales en iionas apropiadas.
Con estos datos se ha descubierto que en la parte superior del manto está
la corteza, que es una capa de unos 60 kilómetros de espesor. Este espesor varía
siendo mayor debajo de las montañas. La corteza se diferf'ncia del manto por te-
ner velocidades sísmicas menores. A pequeñas distancias se ha obtenido una velo-
cidad de las ondas P, debajo de los sedimentos, de aproximadamente 6 km/seg;
esta primera capa se llama granítica o si.al. ya que dicha velocidad es la que debe
tener el granito a las temperaturas y presiones de estas profundidades someras. A
distancias intermedias se han observado ondas refractadas, que se propagan a una
velocidad de unos 7 km/seg; esto se interpreta como una capa basáltica más pro-
funda, en la corteza, llamada sima ya que las rocas de composición basáltica tienen
mayor velocidad sísmica que las graníticas. Empleando mayores distancias, en los
experimentos de refracción, se han observado ondas refractadas en una capa más
profunda con una velocidad de 8 km/seg. La superficie exterior de esta capa,
que se conoce con el nombre de discontinuidad de Mohorovicic, representa la ba-
se de Ja corteza, es decir, el contacto de la corteza con el manto. Se supone que .....
por debajo de esta discontinuidad las roeas son principalmente ultrabásicas. Como
resumen de los conocimientos que se poseen sobre la estructura interna de la
tierra, incluimos un cuadro con las deducciones obtenidas por Bullen del análisis
de las curvas velocidad-profundidad de Jeffrey de la figura lV-6. En este cuadro
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 191

se ha representado convencionalmente la corteza como un medio de espesor


uniforme.

Velocidades en km/sy Gradiente


Profundidad
Reglón Descripción de V
en km p 5

COR- Corteza Muy variable


A 0-50 Muy varfable Poco rápido
TEZA (No homogénea)
1

Manto superior
B 50-410 (Probablemente 8-8,97 4,4-4,96 Rápido
homogéneo)

o
1-
z<{ c 410-1000 Reglón de transición 8,97·11,42 4,96-6,36
Mayor que
el normal
:e
O' 1000-2700 Manto Inferior 11,42·13,63 6,36-7,29 Rápido
o (Probablemente
Próximo a
O" 2700-2900 homogéneo) 13,64 7,30
cero

Núcleo exterior
E 2900-4980 8,10·10,44 Rápido
(Fluido homogéneo)

o
w Negativo (res-
...J No se han
o F 4980-5120 Reglón de transición l0,44-9,6 pecto a la
observado
::> pro fu nd ldad)
z
Núcleo Interior Menor que
G 5120.6370 11,16·11,31
(lSólldo?) el normal

Localización del epicentro.-Existen dos métodos principales para localizar


el epicentro, según que existan observatorios sismológicos o no.
Si existen observatorios (se necesitan un mínimo de tres) y el terremoto no es
de foco profundo, bastará determinar en cada uno de los observatorios la distancia
aproximada entre el epicentro y el observatorio.
Para mayor sencillez consideremos una zona llana y homogénea, en donde las
velocidades V P y Vs de las ondas P y S son constantes. Si t 0 es el tiempo en que
ha ocurrido el terremoto, tp y t 5 los tiempos registrados para las ondas P y S y
d 1 la ilistancia, tendremos:

tp - t 0 =v p

Realizando los mismos cálculos en los observatorios 2º y 3° determinaremos


192 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

d2 y d 3 ; trazando tres circunferencias con cenlro en cada uno de los observatorios


y radios d 1 , d2 y d3 el punto o la zona de intersección de estas circunferencias
será el lugar aproximado del epicentro.
Si no existen observatorios, pero la zona donde ha ocurrido el terremoto es
habitada, bastará determinar en cada punto en donde ha habido habitantes que
hayan notado el terremoto, el grado de intensidad de éste mediante cualquiera de
las escalas de intensidad conocidas (Rossi-Forel, Mercalli, etc.); representando en
cada punto de un mapa el grado de intensidad registrado y dibujando las curvas
de igual intensidad quedará determinada, aproximadamente, la situación del epi-
centro.
Terremoto de foco profundo.-Los terremotos normales tienen un foco situado
en la corteza o en la base de la corteza, es decir, a profundidades que no sobrepa-
sen los 50 kilómetros. Estos forman, aproximadamente el 95 por 100 de los re-
gistros.
Los sismos profundos pueden alcanzar profundidades focales de varios cente-
nares de kilómetros; los más profundos detectados tienen su foco a unos 700
kilómetros de la superficie terrestre.
Estos terremotos de foco profundo presentan características diversas de los
sismos normales. En primer lugar las curvas de propagación, que sirven para cual-
quier terremoto normal, no sirven para los sismos profundos, ya que la diferencia
-
de los tiempos de llegada de las ondas P y S en las cercanías del epicentro no es
regular (debido precisamente a que la distancia al foco varia muy poco con respec-
to a la distancia epicentral). Otra característica de es.os terremotos en que las on-
das superficiales son muy débiles, lo que permite registrar otras ondas útiles como
las ScS y PcP que, frecuentemente, quedan enmascaradas por aquellas en los
terremotos normales.
La determinación de la profundidad de los focos profundos no se efectúa como
en los normales, en función de la diferencia de tiempos de llegada entre las ondas
P y S, por lo que hemos indicado anteriormente. El cálculo se basa en la observa-
ción de las ondas pP u ondas análogas.
Como final digamos que el único terremoto de foco profundo originado en
España fue registrado el 29 de marzo de 1964 en la costa sur mediterránea. Su
foco estaba situado a 650 kilómetros de profundidad.
Sismógrafo.-El sismógrafo es un in.strumento que sirve para medir y registrar
el movimiento del terreno. El problema básico es encontrar un punto de observa-
ción fijo desde el que se pueda detectar dicho movimiento. En la mayoría de los
tipos la tierra se supone fija y se mide el movimiento con relación a ella; como
cualquier punto de observación ha de estar situado sobre la tierra, cuyo movimien-
to se quiere medir, el procedimiento que se emplea es suspender una masa con
el mínimo de enlace con la tierra y, basándose en s11 inercia, mantenerla en posi-
ción fija mientras la tierra se mueve.
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 193

Los sismógrafos se proyectan generalmente para medir sólo una de las compo-
nentes del movimiento del terreno. Con tres sismógrafos que midan las tres com-
ponentes tendremos el vector del movimiento completo del terreno.
El tipo más simple de sismógrafo utiliza un péndulo (fig. IV -7). En este caso
el aparato sirve para medir el desplazamiento horizontal del terreno.
Cuando el marco solidario con el terreno se mueve, la masa M tiende a estar
quieta, por lo que el movimiento del terreno puede deducirse observando las po-
siciones relativas del índice y la escala situada sobre el terreno. Para que el sis-
mógrafo registre con la mayor exactitud los movimientos se necesita que el péndu-

Fig. IV-7

lo vuelva a su posición de equilibrio muy lentamente. Esto quiere decir que el


período natural de oscilación del péndulo debe ser largo. El sismógrafo indica
claramente aquellas oscilaciones del terreno, cuyas frecuencias sean más altas que
su frecuencia natural; si el período del mov:imiento del terreno es más largo que el
del péndulo, la masa de inercia tiende a moverse con el terreno y el movimiento
no se registra con exactitud. Puede demostrarse que si el período del movimiento
del terreno excede mucho del período deJ péndulo, la respuesta es proporcional
a la aceleración del terreno en vez de al desplazamiento. Los movimientos verti-
1
cales pueden detectarse haciendo que el péndulo se mueva alrededor de un eje
horizontal (fig. IV -8). Para mantenerse el ·período natural del péndulo muy largo
se puede utilizar un muelle ajustado de tal modo que tienda a incrementar cual-
quier movimiento relativo del terreno y la masa de inercia.
Para obtener un registro gráfico de los movimientos se utiliza un tambor móvil
que al girar a velocidad constante es un plano perpendicular al péndulo va regis-
trando las oscilaciones del mismo; con objeto de obtener mayor amplificación
puede utilizarse un registro óptico fotográfico.
Se puede mejorar aún más la amplificación por medio de un sistema electro-
magnético (fig. IV -8). Una bobina fija al terreno se mueve con respecto a un imán
194 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

tm'n suJeto
ara masa
Bobt na sujeta
al terreno
A los
7l'J'77li~'fT!J'777i'J77,'f"7."77J.777J'777J'Tm'Tm;;;;,;¡;;~~~ga~1van6metros

Fig. IV-8

sujeto a Ja masa de inercia, generando u.na corriente eléctrica que puede medirse
mediante un galvanómetro. Además de la amplificación óptica del sistema
del galvanómetro se puede obtener ganancia eléctrica adicional por medio de un
amplificador electrónico. Este principio se utiliza en los sismógrafos de prospección,
como veremos más adelante en la lección dedicada a instrumentos.

IV-2. Fundamentos físicos empleados en sismología


IV·2 .1. Introducción
Los métodos sísmicos de prospección requieren la introducción en la tierra de
una energía que generalmente se genera mediante explosiones, aunque en otros
casos también se produce por medios mecánicos; golpeando el suelo con un peso
o generando una determinada señal mediante un vibrador (sistemas de Wei.ght
Dropping y Vibrosf'is, que veremos más adelante). Por estos medios producimos
ondas sísmicas en la tierra semejantes a las ondas sonoras y que más propiamente
designaremos como ondas elásticas, ya que dependen de la elasticidad de los ma-
teriales a través de los que se propagan. La velocidad de las ondas depende de las
constantes elásticas de estos materiales. En consecuencia, vamos a estudiar a con-
tinuación los principios más elementales de la teoría de la elasticidad y el meca-
nismo de propagación de las ondas sísmicas.

IV-2.2. Constantes elásticas


Esfuerzo y deformación.-Si tenemos una fuena F actuando uniformemente
sobre trn área S, definimos el esfuerzo por la relación f =~ . Este esfuerzo puede
ser de tensión o de comprensión, según que esté dirigido hacia fuera del área o
haC'ia el área. Si la fuerza se dirige paralelamente al área, se llama esfuerzo cortante.
El coeficiente de alargamiento e 1 es la relación entre el alargamiento (o acorta-
miento) .12 producido por un esfuerzo y la longitud inicial 2:
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 195

Análogamente, el coeficiente de deformación transversal Ed es:


Ad
ed=-
d

Se define como deformación de cizallamiento el ángulo de deformación produ-


cido por un esfuerzo cortante.
Módulo de Young (E).-Si actuamos sobre una barra con una fuerza F para-
lela al eje de la barra sobre una superficie S, variamos su longitud (fig. IV -9). El
módulo E es:
E= Esfuerzo =
Deformación
Fuerza por unidad área
~--~~~-~~~~~~~~~~= r- ----------
Cambio en longitud por unidad de longitud '1

R
1

-f'

1
---d-.- - l Q Jl'

El valor más alto de E (registrado por Birch)


en una roca es 16,49 x 1011 dinas/cm 2 , que es el
valor de la pirita. El más bajo registrado es
0,05 x 10 11 dinas/cm 2 en una arenisca. El valor
de E para el hierro es de unas 20 " 10 11 dinas/cm 2
equivalente a 20000 kg/mm 2 .
Coeficiente de Poisson (a).-Si coni;ideramos la
misma fuerza F del caso anterior, además del Fig. IV·9
cambio en longitud se producirá un cambio
en diámetro. El coeficientt" de Poisson (a) es la relación entre las dos deforma-
ciones unitarias:

Ad
Deformación transversal unitaria d
a =
Deformación longitudinal unitaria AQ
Q
en el caso de materialt"s elásticos <·stá comprendido entre los siguientes valores
O<a<0,5.
Módulo de rigidez o de cizallamiento (µ).-1 lay una propiedad de los materiales
que es su resistencia al cambio de forma sin cambio de volumen. Se mide utilizan-
196 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

do el módulo de rigidez µ. Si consideramos una fuerza F actuando paralela al área,


tendremos:
F
Esfuerzo Fuerza por unidad de área S
µ. = Deformación Deformación de cizallamiento = 4>

La deformación de cizallamiento se define como el desplazamiento relativo de


planos paralelos o por el ángulo 4>, que giraría un plano normal a la fuerza (fig.
IV-10). Este módulo es aproximadamente ~E para la mayor parte de las rocas.
Para el hierroµ. vale 8220 Kg/mm 2 •

El valor de µ sirve para distinguir los fluidos ideales, para los que µ. =O, de los
sólidos, para los queµ vale normalmente de 10 11 a 1012 dinas/cm 2 .
Módulo de Bulk o de incompresibilidad
F
{k).-Otra importante propiedad de los mate-
riales es su resistencia al cambio de volumen
sin que varíe su forma. Esta propiedad se mide
con el módulo de Bulk o de incomprensibi-
lidad.
Si un cuerpo de volumen V está sometido
a un esfuerzo de compresión en todas las di-
recciones, su volumen disminuirá en AV. El
módulo de Bulk se define como la relación 1
Fig. IV-10 entre el esfuerzo o presión y el cambio uni-
tario de volumen. 1

k= Esfuerzo Presión P
Deformación= Cambio volumen por unidad de volumen== AV
V

El valor de k sirve para distinguir los líquidos, para los que k es alto (del orden
de 1010 dinas/cm 2 ), de los gases, para los que k es pequeño (del orden de
106 dinas/cm 2 ).
El inverso del módulo de Bulk es lo que se llama compresibilidad.
La densidad (p).-No es una constante elástica, pero es una propiedad impor-
tante en la transmisión de las ondas elásticas en las rocas como se verá más
adelante.

IV-2.3. Ondas elásticas


Si rompemos el equilibrio de un cuerpo isótropo y elástico mediante un esfuer-
zo instantáneo o sacudida aplicada en un punto cualquiera del mismo y expresa-
mos analíticamente las ecuaciones de equilibrio de dicho cuerpo, obtenemos
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 197

un sistema de ecuaciones de los cuales se han deducido cuatro soluciones que


dan lugar a las ondas longitudinales, transversales, Rayleigh y Love.

Estos tipos de ondas, así como las hidrodinámicas y acopladas, se han recono-
cido mediante la observación directa.
Clases.-Las ondas elásticas se clasifican en ondas internas y ondas super-
ficiales.
a) Ondas internas.- Son aquellas que viajan a través del interior de un medio
elástico. Se pueden distinguir los siguientes tipos:
1) Ondas longitudinales.- Son aquellas en las que el movimiento de vibración
de las partículas se produce en la misma dirección de propagación o formando
un ángulo de 180° con ella (fig. IV-11). Estas ondas se llaman también ondas de
compresión y dilatación o decondensación1y rarefacción; los sismólogos las llaman
ondas primarias u ondas P, por ser las primeras que llegan en los terremotos.
Estas son las ondas que se utilizan en prospección sísmica por reflexión y re-
fracción.
e o

C=Onda de compresión
O= Onda de dilataclón

Fig. IV-11

2) Ondas tronsversales.-Son aquellas en las que el movimiento de vibración


de la partícula se produce normalmente a la dirección de propagación (fig. IV-12).
Estas ondas se llaman también ondas de cizallamiento; los sismólogoslas designan
con la letra S, ya que forman el segundo grupo de ondas importantes en un
terremoto.
En el caso de ondas transversales viajando paralelas a la superficie de la tierra,
si las partículas oscilan de arriba a abajo, la onda se llama SV y, si las partículas
oscilan en un plano horizontal, se llama SH.
La velocidad de propagación de unas y otras es función de las constantes
elásticas de los medios en que se propagan!

V _
L-
y E (1 - a)
p(1+a)(1-2a)'
.
VT=
y E
2p(1+a)

siendo E el módulo de Young (la variable más importante en el control de las


198 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Otrecci6n do propagación

Fig. IV-12

velocidades sísmicas), a el coeficiente. de Poisson p la densidad y V L y VT las


velocidades de las ondas longitudinal y transversal, respectivamente.
VL
V-r = 1{1""=(1
V0,5'=0 y como en general, a= 0,25 resulta VL .
VT = 1,73, es decir, que las
ondas longitudinales se propagan a una velocidad casi doble que la de las ondas
transversales.
Conocida la densidad de la materia o estimada dentro de ciertos límites, la de-
terminación de las velocidades de las ondas P y S conduce a la determinación de
todas las constantes elásticas por medio de las siguientes ecuaciones:
E E
µ= 2 (1 +a) k=2(1-a)

Estas ecuaciones i:nuestran que las ondas transversales no pueden existir en un

medio que tenga rigidez µ. =O (ya que como V T = Y~ , V T =O) lo que ocurre en
la mayor parte de los flµidos. Como nunca se han observado esta clase de ondas en
el núcleo exterior de la tierra, se ha deducido que es fluido según veremos más
adelante.
.
......
b) Ondas superficiales. Son aquellas que existen únicamente en la superficie li-
bre de un medio elástico. Se conocen las siguientes:
1) Ondas Rayleigh.-Son una combinación de las ondas longitudinales y trans-
versales. En ellas la vibración de las partículas se efectúa en un plano perpendicular
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 199

Fig, IV-13

a la superficie y, por tanto, a la dirección de propagación, siendo su movimiento


elíptico y retrógado (fig. IV-13).
Lord Rayleigh ha descrito estas ondas, considerando el movimiento de una
partícula superficial a través de un material para el cual a= 0,25, por las siguientes
ecuaciones:
e= 0,4227 sen (pt + kx)
z =- 0,6204 cos (pt + kx)
en donde e es el desplazamiento de la partícula a lo largo del eje ox y z el despla-
zamiento en la dirección vertical (P y. k son constantes).
El movimiento de una partícula se determina incrementando t mientras x per-
manece constante. Se han tomado corno ejes los de la figura IV-14.
2) Ondas Love.-Son otra combinación ° y
de las ondas longitudinales y transversales
en las que el desplazamiento de las partí-
culas es únicamente horizontal y perpendi-
cular a la direcéión de propagación (fig.
IV -13). Estas ondas se propagan en un me-
x
dio que está limitado en su parte superior
por una superficie reflectora ideal, tal como z Fig. IV-14
200 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

la discontinuidad suelo-aire y en su parte inferior por un medio en el que la velo-


cidad de las ondas transversales es mayor que en el primero.
Según ha demostrado Love, estas ondas se propagan por reflexión múltiple
entre las superficies superior e inferior de la capa meteorizada (capa de baja
velocidad).
Una característica de las ondas Love es que, en cada grupo de 3 ó 4 ondas com·
pletas, las primeras tienen la mayor amplitud, y el resto, amplitudes sucesivamen-
te decrecientes.
3) Ondas hidrodinámicas u ondas H.-Este nuevo tipo de onda fue reconocido
en un registro del movimiento de la tierra cuando se probó la primera bomba ató·
mica en Nuevo Méjico (EE.UU.), el 16 de julio de 1945.
El movimiento se describe por medio de las ecuaciones simultáneas:
c= A sen {pt + kx)
z = B cos (pt + kx)

ecuaciones muy parecidas a las de las ondas R.ayleigh, referidas a los mismos ejes
anteriores.
La dirección de propagación es de derecha a izquierda, como en las ondas Ray-
leigh, pero la partícula va trll'¿ando un camino en sentido contrario a las agujas del
reloj y se mueve hacia adelante en su posición máxima hacia arriba, justamente
al contrario que las ondas Rayleigh. Su movimiento se podría describir del si·
guiente modo: empujar-abajo-tirar-arriba.
4) Oridas C (acopladas}.-Estas ondas fueron descubiertas en el afio 1939
y se observaron también en los registros de la bomba atómica de Nuevo Méjico
(EE.UU.).
El movimiento de estas ondas puede describirse por medio de las siguientes
ecuaciones:
e= A sen {pt + kx)
y=± B sen (pt + kx)
z= e sen (pt + kx)
En la terminología descrita anteriormente, las direcciones y secuencias de los
máximos y mínimos serian: empujar-izquierda-arriba-tirar-derecha-abajo.
Las ondas más importantes desde el punto de vista de los métodos sísmicos
son las ondas longitudinales, que en la práctica son las únicas que se estudian, ya ....
que cuando se detona una carga explosiva las transversales son más débiles y, en
general, no se observan en el sismograma registrado.
e) Frente de ondas.· Se llama frente de ondas al lugar geométrico de los puntos
alcanzados por la ond~ sísmica en un mismo momento. En un medio horno·
CAP. IV.- METODOS SISM ICOS 201

géneo, el frente de ondas es esférico. Al avanzar en un medio con diferencias,


de elasticidad, el frente de ondas se irá deformando en función de esas dife-
rencias.
d) Rayo sísmico.- Se llaman rayos sísmicos a las líneas normales a los frentes de
onda sucesivos. Es decir, la trayectoria de las. posiciones ocupadas por un punto
dado del frente de onda a lo largo de todo su curso. En sismología el rayo sísmico
no tiene realidad fisicai como sucede en óptica, ya que la única realidad física
en sismología es el frente de ondas. Sin embargo, para el estudio de los métodos
sísmicos se utiliza el concepto de propagación del rayo sísmico, que es mate-
máticamente equivalente y mucho más cómodo en la práctica. En un medio ho-
mogéneo los rayos son líneas rectas.
e) Leyes que ngen la propagación de las ondas sísmicas.-Las leyes que rigen
la propagación de las ondas sísmicas, muy similares a las que se utilizan en ópti-
ca, son las siguientes: principios de Huygens y Fermat, ley de reflexión· y ley de
refracción o ley de Snell.
La única diferencia resulta de que los fenómenos de reflexión y refracción son
más complicados en sismologfa que en óptica, ya que las ondas sísmicas, incluso
las longitudinales o transversales puras, al llegar al contacto de dos medios con
velocidades distintas, dan lugar siempre a cuatro ondas (longitudinal y transversal,
reflejadas y longitudinal y transversal refractadas). Salvo esta diferencia, la re-
fracción de los rayos sísmicos sigue las leyes de la óptica.
A continuación estudiamos las leyes indicadas anteriormente.
a) Principio de Huygens.-El principio de Huygens establece que cada punto
alcanzado por un frente de ondas actúa como una nueva fuente de ondas que se
extiende en todas direcciones. Si el medio es homogéneo el frente de ondas
es esférico en un momento cualquiera t; un poco más tarde, en el tiempo
t + At, cada uno de los puntos del frente de onda habrá dado lugar a pequeños
frentes de ondas esféricas de radio V At, si V es la velocidad del medio. El nuevo
frente de ondas, en el instante t + At, será la envolvente de todos los pequeños
frentes de onda y, por tanto, será una superficie esférica concéntrica con la primi-
tiva.
Si el medio no .es homogéneo, cada elemento del frente de ondas se traslada
paralelamente a sí mismo durante el tiempo At, pero con velocidades distintas
a lo largo del frente, por lo que el nuevo frente de ondas no será paralelo al
primero.
La geometría de los caminos seguidos por los rayos está gobernada por el prin-
cipio de Fermat.
h) Principio de Fermat.-El principio de Fermat dice que un rayo dado real
sigue de un punto a otro aquel camino que produce el tiempo mínimo en su
recorrido.
Si bien, como hemos indicado anteriormente, el rayo sísmico no tiene realidad
202 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

fí~ica ~n
1
princ1p10.
sismología se puede utilizar su concepto y, por tanto, aplicar este

En un medio homogéneo los rayos sísmicos serán líneas rectas. Si los medios
que atraviesan las ondas sísmicas no son homogéneos (como ocurre en los medios
estratificados), tendrán velocidades distintas, y por ello los rayos sísmicos no
serán líneas rectas, sino curvas de tiempo mínimo.
En la propagación de las ondas a través de la tierra, se verifica generalmente el
aumento de la velocidad con 1a profundidad; por lo que la trayectoria seguida por
el rayo sísmico vuelve su concavidad hacia la superficie, como veremos más
adelante.
c) Leyes de reflexión y refracción.-Sea la figura JV-15. Supongamos un rayo
incidente longitudinal 1L que se
IL propaga de un medio 1 a otro 2.
O RT RL
1 / Al llegar al contacto AB de los dos
l / medios da lugar a los cuatro rayos
1 1 que se indican en la figura, dos refle-
1 ~-
1 -¡- jados y dos refractados. La distri-
: / bución de la energía inicial entre
1 / las ondas resultantes viene determi-
l / nada por el ángulo con el que la on-
1/ da llegue a la discontinuidad y por
v 1L vlT :/ el contraste entre las propiedades
A _ _v_2_L__,v,....2T'-----:r..::--,---~----e elásticas de dichos medios. Según
' ,, las leyes de la reflexión y refrac-
', ción se verificará que el rayo inci-
' ',,_~ dente, la normal y los rayos refle-
~' jados y refractados están en un
.....
r.,.'
mismo plano (plano de inciden-
cia).
Por otra parte, para los rayos re-
flejados se verificará con las nota-
IL =Rayo Incidente longitudinal
RL= Rayo reflejado 1ongitudlnal
RT = Rayo reflejado transversal
rL ~Rayo refractado 1ongltudlna1
rT "'Rayo refractado transversal
--
ciones de la figura IV-15.
ILMO = RL MO

es decir, que el ángulo incidente


Fig, IV-15 es igual al ángulo reflejado para el
rayo longitudinal.
Los rayos incidente y refractado longitudinal vienen ligados por la relación
siguiente:
...-....
sen IL MO V1L
--=- (Ley de S1;1.ell)
·sen rl MO' V2L

'
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 203

y
-
sen IL MO Vn
---
para el rayo refractado transversal, siendo VJT y V2T las velocidades de las ondas
transversales en los medios l y 2.
Estas fórmulas, comprobadas experimentalmente, se pueden deducir fácilmen-
te, como en óptica, del principio de Huygens o del principio de Fennat. En resu-
men, dicen que el seno del ángulo incidente es al seno del ángulo de reflexión (o
de refracción) como la velocidad de la onda incidente es a la velocidad de la co-
rrespondiente onda (longitudinal o transversal) reflejada (o refractada).
En prospección sísmica las ondas se generan principalmente por medio de ex-
plosiones, lo que hace que la deformación por ciiallamiento del medio (que da
lugar a las ondas transversales) sea pequeña comparada con el cambio en volumen
que se produce en el mismo (que origina las ondas longitudinales). Por ello la
mayor parte de la energía producida lo será en forma de ondas longitudinales o de
compresión. Si a esto añadirnos que los detectores empleados en prospección re-
gistran so lamen te la componente vertical de la vibración, el efecto de la onda trans-
versal es tan débil que en la práctica no afecta al registro sísmico.
Por todo ello, d1>sd<' ahora m adelante sólo consi.deraremos para el estudio
de los métodos sísmicos, la.~ ondas longitudinales.
f) Refracción total.- C.ua11do el ángulo de refracción es igual a 90º, el rayo
refractado AB experimenta la refracción total, propagándose por el contacto de
los dos medios (fig. l V-16).
Sea OA un rayo incidente tal o e E
.. sen i V,
que se verifique - =V- • es
sen 90 2
. V1
decir sen 1 = - · El corrrspon-
V2
diente rayo refractado AB viajará
por el contacto de los medios l y
2. Como por el principio d1· Huy-
gens cada uno de los puntos
alcanzados por el frcfll<' di:! ondas
es una nueva fuente de ondas, ca-
da uno de los puntos del con- Fig. IV-16
tacto ABO ... generará frentt·s tl<'
onda que alc-anzariín la su¡.wrfíl'i<'. p111lin11io ,wr dcte<:lados en ella con ins-
tmrnrntos a1lcc11arlos.
Al ángulo i sr. le Jla111a füiµ:ulo lírnilC'. /~11 ,,Í¡¡11zirn 1fo rc'fnu·cifin S<' r>studian
los myus qw• 1•xµ1•ri111e11t11n '11 rl'.{rat1·iá11 fo/11(. '!"" .~011 los <¡trn pmporcionun ln.'>
recorrido.~ de ti<>111po 111ínimo. ,
'
204 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

IV-3. Introducción general al estudio de los métodos sísmicos de prospección


IV-3.1. Breve historia rle los métodos sísmicos de prospección
Las primeras experiencias en el campo de la sismología aplicada se deben a
Robert Mallet. En 1846 publicó en la Academia Irlandesa un estudio, Sobre ln
dinámica de los terremotos, en el que discutía problemas relativos a la constitución
de la tierra, sugiriendo la idea de generar terremotos artificiales por medio de ex-
plosiones de pólvora y apuntando que las diferentes de rocas debían tener veloci-
dades características distintas.
En lBSl refería el resultado de algunos experimentos. Hacia detonar una carga
de pólvora enterrada y detectaba las ondas así generadas en un sismoscopio, apa-
rato que consistía en un recipiente con mercurio, en cuya superficie se reflejaba
un rayo de luz, cuya imagen se observaba por medio de un pequeño telescopio. El
observador determinaba la llegada de las ondas por el momento en que la imagen
del punto de luz desaparecía, y determinaba los tiempos desde el momento de la
detonación al momento de llegada de la onda por medio de un cronógrafo. La
baja sensibilidad del instrumento no le permitió medir las verdaderas velocidades
de las rocas, ya que con sus medidas obtuvo valores muy inferiores a los reales.
En el año 1876 Abbot, general de ingenieros del Ejército de los Estados Uni-
dos, aprovechó la explosión de 50000 libras de dinamita en Halles Point para me·
dir la velocidad de transmisión de las ondas sísmicas; los sismógrafos eran del tipo
de los usados por Mallet. Las velocidades obtenidas fueron diferentes, pero más
reale.s que las deducidas por Mallet.
En 1888, Schmid publicó un artículo en el que decía que la velocidad de las
ondas sísmicas debía aumentar con la profundidad.
Durante los afios siguieiites continuaron las e"--periencias, pero el desarrollo
práctico del método de refracción no llega hasta 1919, en que Míntrop patenta el
uso de perfiles de refracción para localizar la profundidad y tipo de las forma-
ciones próximos a la superfide. En 1923 organizó su compañía, la Seismos, que
al año siguiente descubría el domo de Orchard, que fue la primera cúpula de sal
descubierta en 't'ejas.
A partir de este descubrimiento se suceden los de innumerables domos de sal
poco profundos utilizando el método de refracción en abanico.

Las primeras ideas sobre el método sísmico de reflexión se deben a Reginald


Fessenden, que pensó aplicar el método de localización de tempanas y profundida-
des marinas por medio de sondas acústicas a la exploración del subsuelo y en 1914
lo patentó. La patente cubría el uso de las ondas sonoras reflejadas y refractadas
para Ja localización de cuerpos minerales.
Fessenden introducía Ja energía en la tierra por medio de un mecanismo osci-
lador similar al utilizado en el trabajo marino, detectando la llegada de la onda
producida por medio de un micrófono.
J
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 205

El primer descubrimiento debido al método sísmico de reflexión fue el del cam-


po petrolífero de Maud Pool, en Oklahoma (EE.UU-) en 1927 y a partir de esta
fecha se impuso sobre los restantes métodos de prospección petrolífera.
Indiquemos, por último, que el verdadero desarrollo de los métodos sísmicos
ocurrió cuando se tuvo el instrumental adecuado y esto no fue posible hasta el
descubrimiento de la lámpara amplificadora de vacío. El desarrollo del instrumen-
tal básico tuvo lugar entre J925 y 1930.
En 1936, Frank Ricber tuvo la genial idea de obtener registros sísmicos repro-
ducibles. Este importante desarrollo no fue explotado ampliamente hasta 1950
con la llegada de las técnicas de registro magnético, fruto del notable avance
obtenido en este campo durante la segunda guerra mundial.
En 1954 el equipo de registro en cinta magnética y el playback (o aparato que
transforma la cinta en sismograma) se podía adquirir a precio comercial. El regis-
tro en cinta magnética ha significado un poderoso avance de los métodos sísmicos
de prospección.

IV-3.2. Ondas sísmicas


Generación de ondas sísmicas.- Ya hemos indicado anteriormente que el impul-
so sísmico se genera ordinariamente mediante la detonación de una carga explo-
siva enterrada en el suelo. Se utilizan explosivos de gran velocidad de propaga-
ción, tales como las dinamitas gomas. La explosión puede ocurrir en un tiempo
de micro a milisegundos, dependiendo de la naturaleza, cantidad de explosivo
y material que rodea el pozo de explosión.
El impulso 'generado por la explosión puede considerarse como un tren de
ondas amortiguándose con. el tiempo. Como incluye un espectro amplio de fre-
cuencias, sería la suma de todas, cada una de ellas amortiguándose con el tiempo.
La carga explosiva se sitúa en el fondo de un sondeo perforado a poca profun-
didad por medio de una sonda portátil que forma parte del equipo de campo. El
objeto de ese sondeo es situar la carga por debajo del estrato de alteración super-
ficial o estrato de baja velocidad weathering, con el fin de que la energía generada
se propague en mejores condiciones desde la capa consolidada situada bajo
aquél.
En algunas zonas difíciles de perforar se ha ensayado con éxito la detonación
de cargas situándolas sobre unos soportes colocados a cierta distancia del suelo
y según ciertos agrupamientos de cargas o patterns.
Otro sistema es producir las ondas sísmicas por medios mecánicos; por ejemplo,
el impacto producido por la caída de un gran peso (un bloque de acero de unas
3 toneladas de peso) desde una altura de 2 a 3 metros. Este sistema no es nuevo,
ya que en los comienzos de la prospección sísmica se hicieron intentos en este
sentido, que no se continuaron a causa de la mala calidad de los sismogramas. Hoy
debido al avance conseguido en el instTumental geofísico y, sobre todo, por el
206 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

desarrollo que ha obte1údo el registro magnético, se consiguen hacer buenos regis-


tros sísmicos en ciertas zonas mediante este sistema. El aparato va montado
sobre un camión y es empleado con éxito por alguna de las compañías que operan
en nuestra provincia del Sahara.
Por último, añadamos que está conseguido un método de generación de ondas
sísmicas en el que la energía se produce mediante un vibrador aplicado a la su-
perficie del suelo. Se trata del Método Vibroseís.
Sobre estos métodos de obtención de ondas sísmicas por medios mecánicos
volveremos más adelante con más detalles (Técnicas recientes).
Propagación (:le ondas sfsmicas.-Las ondas sísmicas producidas por la detona-
ción de una carga explosiva o por cualquier otro sistema, se transmiten a través
de la tierra en forma de vibraciones. La vibración de mayor velocidad es la de la
onda longitudinal, que, como ya hemos visto, es la que se utiliza en el método
sísmico.
Cuando el medio en que se propagan las ondas sísmicas no es homogéneo, co-
mo ocurre en la tierra, se producen los fenómenos principales de refracción y re-
flexión, y además, los de difracción, dispersión y scattering.
a) Difracción.-En sismología el fe.nómeno de difracción es análogo al de óptica.
La difracción es tanto mayor, cuanto mayor sea la longitud de la onda considera-
da; por ello en la propagación de ondas sísmicas la difracción es más frecuente
que en óptica, debido a que Las ondas sísmicas tienen longitudes de onda mucho
mayores que las de las ondas luminosas, y en consecuencia Ja posibilidad de en-
contrar obstáculos de dimensiones del orden de su longitud de onda (varias dece-
nas de metros) es corriente. En sísmica, la difracción ocurre principalmente en los
ángulos de las fallas, y en los puntos en donde los estratos cambian de pendiente
bruscamente. Las difracciones han dado lugar a interp•etaciones erróneas.
b) Dispersión.-Es la variación de velocidad de una onda con el cambio de la
frecuencia. En un medio elástico homogéneo no hay dispersión; sin embargo, en
un medio imperfectamente elástico 1 como la tierra, existe este fenómeno. En sis-
mología se ha comprobado su existencia en el caso de las ondas longitudinales
y transversales. Actualmente no hay evidencia de que exista dispersión apreciable
en prospección sísmica, excepto en las inmediaciones de la explosión, en donde la
relación entre el esfuerzo y la deformación no es lineal. La ausencia de dispersión
en prospección es muy importante, ya que permite que el impulso se propague sin
variar su longitud. En un medio en que exista dispersión, las diferentes componen-
tes del impulso sísmico se separan y pueden aumentar la longitud del impulso
hasta tal grado que no pueda determinarse el tiempo de llegada exactamente.
c) Scattering.- Es la formación de pequeñas ondas que propagan la energía
en todas direcciones; se produce cuando un frente de ondas choca con partícu-
las libres u objetos pequeños, comparados con su longitud de onda. Este fenóme-
no es mayor para frecuencias altas. Parte de lo que consideramos ruido en un sis-
mograma puede ser dehidó a este fenómeno , ya que el scattering produce energía
distribuida al azar en la superficie.
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 207

La disminución de la energía sísmica con la distancia debida a fa difracción, dis-


persión y scattering va acompañada de pérdidas debidas a absorción de la energía
produciendo amortiguamiento. A la distancia d la intensidad Id = 10 e-a:a ( 10 =
=intensidad en el origen), donde ex es el coeficiente de absorción. Este coeficiente
parece que aumenta con el cuadrado de la frecuencia; de aquí que las frecuencias
altas queden reducidas al aumentar la distancia a la fuente y las bajas frecuencias
se conserven.
El espectro de frecuencias asociado a una explosión es muy variable, dependien-
do de las propiedades de los materiales que rodean al punto de explosión; pero
en general la energía inicial contiene una banda de frecuencias relativamente am-
plia, que va desde pocos ciclos a muchos cientos de ciclos por segundo. Cuando el
impulso sísmico viaja a través de la tierra las altas frecuencias son absorbidas más
rápidamente que las bajas frecuencias, según hemos visto anteriormente. Este es un
hecho bien conocido en sismología, ya que en los registros de los terremotos a
grandes distancias sólo llegan las frecuencias muy bajas. Asimismo, cuando se tra-
baja por el método sísmico de refracción, en el que se registra a distancias super-
ficiales mucho mayores que en el método de reflexión, la frecuencia de las ondas
registradas es mucho más baja que en el método de reflexión. Por último, si exa-
minamos un registro sísmico de reflexión se observa también que las frecuencias
a lo largo del registro van disminuyendo con el tiempo, es decir, con la profundi-
dad de las capas reflejantes.
Es conocido, asimismo, que las frecuencias asociadas a la reflexión se mantie-
nen en una banda que generalmente va de 20 a 100 ciclos por segundo. La ausen-
cia de energía reflejada por debajo de los 20 ciclos se atribuye al hecho de que las
longitudes de onda correspondientes a esta clase de frecuencias son grandes com-
paradas con el espesor de las capas reflejan.tes. Por ejemplo, suponiendo una fre-
cuencia de 15 c.p.s. y wia velocidad media de 3000 m/seg; A= 200 metros; una
capa perfectamente homogénea, de un espesor de este orden, es muy difícil da
encontrar en la realidad. Por ello la energía de baja frecuencia no sería reflejada
y solamente podría llegar a la superficie por refracci6n.
Vemos que por lo que a la energía reflejada se refiere, la tierra actúa como un
filtro que atenúa las componentes de las frecuencias altas, aumentando la atenua-
ción con la distancia y la profundidad.
Cuando la frecuencia aumenta, las longitudes de onda se hacen comparables
con las discontinuidades verticales representadas por la estratificación, y la re-
flexión se produce. Si las frecuencias son muy altas la absorción de la energía
es grande, impidiendo, por tanto, su transmisión.
Por último, respecto a la propagación de las bajas frecuencias, se admite que
éstas son sustancial.mente independientes del camino recorrido.
De todo ello nace una diferencia fundamental entre los métodos de reflexión
y refracción, ya que el espectro de frecuencias reflejadas muestra la mayor ampli-
tud en la banda de 20 a 100 c.p.s. y el de la refractada en la de 1 a 20 c.p.s.; por
208 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

ello Jos geófonos y el sistema de registro han de ser diferentes en uno y otro caso,
de forma que tengan la máxima respuesta a media o baja frecuencia.
Recordemos, por último, que las leyes que rigen la propagación de las ondas
sísmicas son, como ya indicamos anteriormente los principios de Huygens y de
Fermat y las leyes de reflexión y refracción.
Velocidades de propagación en las rocas.-Incluimos a continuación una
tabla con las velocidades de propagación de las ondas sísmicas en algunas rocas. Es-
tas velocidades se refieren a la onda longitudinal.
m/seg
Capa meteorizada ........................... 300 a 900
Aluviones modernos . .. .... .. . .. .. ... .. .. .. . 350 a 1500
Arcillas.......................................... 1000 a 2000
Margas .. ... .. ... ... .. . .. .. ... . .... .. .. .. .. .. .. .. . 1800 a 3200
Arení~cas ....................................... 1400 a 4500
Conglomerados .. . . .. . ... .... .... .. . .. . .. .. .. . 2500 a 5000
Calizas .. .... .. ... .. .... .. ... .. .. . .. ... ..... .. .. .. 4000 a 6000
Dolomias ... ..... ... .. ...... .... ..... ... ........ 5000 a 6000
Sal . ..... .. .. .... .. .. .. .... .. ... .. .. .. ... .. .. ... . . 4500 a 6500
Yeso .. .. .. .. .. .. .. . . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. 3000 a 4000
Anhidrita . .. .. . .. . .. .. .. . .. .... .. . .. .. ... ....... 3000 a 6000
Gneises........................................... 3100 a 5400
Cuarcitas ....................................... 5100 a 6100
Granitos ....... ........ .... .......... ... ....... 4000 a 6000
Gabros..... ... .. . .. ... .. ... .. . .... ... .. . .... .. ... 6700 a 7300
Dunitas ....... .......... ................ ...... ... 7900 a 8400
Diabasas ....................................... 5800 a 7100

De la tabla anterior se deduce que las rocas ígneas tienen, en general, velocida-
des mayores que las rocas sedimentarias. Las rocas tienen velocidades variables
entre los límites que indicamos, dependiendo de su profundidad y constantes
elásticas.
En general, para un mismo tipo de roca, las velocidades aumentan con la edad
geológica y para una misma roca y edad, aumentan con la profundidad.
Generalidades sobre los métodos de reflexión y refracción.-En el terreno
de la geofísica aplicada los métodos sísmicos son indirectos y consisten en produ-
cir un pequeño sismo artificial por medio, generalmente, de una carga explosiva
enterrada en el suelo y medir los tiempos de llegada de las ondas producidas a unos
detectores o geófonos convenientemente situados en la superficie del suelo.
..

Conocida la ley de propagación de la velocidad en las ondas sísmicas en el subsue-
lo se llega, en función de los tiempos y distancias medidos, a la posición de los
estratos en profundidad.
Las ondas producidas por la explosión se propagan en todas direcciones, y
cuando cambian las condiciones del medio, es decir, cuando la onda sísmica
CAP. IV.· METOOOS SISMICOS 209

en su recorrido en profundidad encuentra un medio de propagación distinto del


anterior, parle de la energía sr rPjkja. volviendo a la superficie, y parte se refracta
siguiendo su viaje en profundidad.
Dentro de la energía refraclada y una parte que experimenta la refmcctón to-
tal, propagándose entonces a lo largo del contacto entre los diferentes medios
y volviendo asimismo a la superficie.
Si detectamos en superficie los tiempos de llegada de las ondas sísmicas
reflejadas en tus div~rsos contactos del terreno, prar.ticaremos el método sísmico
de reflexión.
Si detectamos en superficie los tiempos de llegada de las ondas refractadas a lo
largo de los diversos contactos, practicaremos el método síi.mico de refrac-
ción (fig. JV -17).
El método sísmico consiste en esencia en producir un sismo artificial y medir los
tiempos de llegada de la onda sísmica a unos receptores superficiales o geófonos.
La gráfica de los tiempos de llegada de las diversas ondas registradas desde el
momento de explosión es lo que se llama sismograma.

p G

(1)
B (2)

P =Punto de exploslOn Recorrido refleJado • PAG


G = GeOfono Recorrido refractado= PBACG
Vi= Velocidad en el medio (1)
V2= ldem en (2)

Fig. IV-17

Estudio de la gráfica tiempo-distancia o dromocrona para dos capas horizon-


tales y velocidades constantes.-Antes de entrar. en el estudio detallado de los
métodos sísmicos de reflexión y refracción, conviene examinar la curva tiempo-
distancia para el caso más sencillo, que es el de dos medios horizontales y velo-
cidades constantes V0yV 1 (fig. lV -18).
Sea P el origen de la explosión y G 1 y G2 ... la situación de los geófonos
o detectores. Suponemos, para mayor sencillez, que disparamos y registramos
en una línea horizontal P G 1 • Sea h la profundidad del contacto de los dos me-
dios de velocidades V 0 y V 1 •
Las ondas registradas serán las siguientes:
1) Onda directa, cuyos recorridos serán P G 1 , P G2 ••• , etc.,
210 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

ct=arc tg ~
o

Q :
1
º.._____._~-.~~~~~~~~~~~~~~ X

p s '
:R G1 GJ
lj /: 1
// / 1

/
I
I

!
;
:
'
1
1
'h
1' i/ 1
1
/
/
/
Vo
V1 Vo V¡

Fig. IV-18

PG 1 PG 2 x ..
Yo =ti= t,= ... =t' siendo t 1 , t 2 ..., etc.

los tiempos de llegada medidos.


Su gráfica es la recta OM, cuyo coeficiente angular es el inverso de la ve·
locidad V 0.
2) Onda reftejada.-Los recorridos serán PA 1 G 1 • PA1 G2 ...
Si el geófono Gx está situado a la distancia x y el tiempo registrado es t,
tendremos:
1~
=x2
..¡ 2PAx
PAxGx =2 PAx = 2 V4 + h" + 4 h2 y como t=-y;- resulta que
vx 2
+ 4 h2
t=
V~ ...... .
3) Onda refractada. -La onda refractada que registremos será la de tiempo mí-
nimo, es decir, aquella que se propague a lo largo del contacto B 8 2 , que es la
que experimenta la refracción total.
Por lo que los recorridos sucesivos serán PB B 1 G 1 , PB 82 G2 , etc, verificándose
la ley de Snell.
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 211

sen i V0 .
sen 90°= V1 sen 1 = -Vo
V,
El recorrido a un geófono Gx será:
PB + BBx + BxGx = 2 PB + BBx, ya que PB =Bx Gx

PB=CoSi=
h
n h

V1
.= yy2-y2
h V1
1 o

Vo
V1
ssx =x - 2 ps = x - 2 htgi =x - 2 h -v-~~~ = x

V1

con lo que el tiempo t registrado será:


2 PB BBx
t=--+-=
2 h V1
+--2h
x Vo 2 h (V- -
1

Vo V1 Vo V V1 - V5 V 1 V 1 V V1 - V5 V V1 - V5 V o

t=
2h YV21 -V2o+-
X
V{Vo V1

que es la ecuación de una recta de coeficiente angular J y que, además, tangen-


1
te a la hipérbola que representa la gráfica tiempo-distancia de la reflexión en el
punto T de abscisa
2hV
x = 2 h tg i = o = 2 PS = PR
VV1 -V5

ya que la primera onda refractada que puede llegar es aquella en la que el reco-
rrido BBx por el contacto es nulo, incidiendo con un ángulo i y reflejándose
en dicho contacto. De la anterior fórmula se deduce la profundidad en el punto
crítico:

En el caso propuesto las ondas reflejadas llegarían siempre más tarde que las
ondas superficiales, ya que su gráfica (0,N 1 ) se mantiene siempre por encima
de la gráfica de éstas (OM) . En la realidad no sucede así, como veremos a su tiem-
po, ya que la velocidad de la onda directa es muy baja, debido a que su recorrido
lo hace por la capa de alteración superficial o weathering que cubre siempre la
212 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

capa consolidada, en donde las velocidades son mucho mayores; por otra parte,
los efectos de la onda directa se eliminan con filtros adecuados.
En refracción se estudian fundamentalmente las primeras llegadas; las primeras
de todas serán las debidas a la onda directa a través de la zona consolidada, ya que
la capa de baja velocidad es tan lenta y las distancias utilizadas tan grandes que la
onda directa por la superficie del medio de baja velocidad no se advierte.

IV-3.3. Papel de la prospección sísmica en el conjunto de un programa de


exploración
Los métodos sísmicos, sobre todo el método sísmico de reflexión, son métodos
bastante exactos, pero son muy caros. Como por otra parte son métodos de deta-
lle, su empleo debe ser cuidadosamente estudiado y planeado.
El planteamiento de una prospección sísmica es inicialmente, como el de toda
prospección geofísica, un planteamiento geológico. Asimismo es muy importante
también, desde el punto de vista económico, considerar el objetivo que se persi-
gue y el posible valor económico de la información que pueda determinarse.
Antes de iniciar una prospección sísmica convendrá, pues, conocer con el ma-
yor detalle posible la geología de la zona a estudiar. Las posibilidades de utiliza-
ción de los métodos sísmicos varían según los problemas concretos que se quie-
ran investigar. En este sentido nos parece oportuno tratar separadamente las pros-
peciones petrolíferas, las prospecciones mineras y los trabajos de ingeniería civil,
las tres grandes aplicaciones generales de los métodos geofísicos de prospección.
a) Papel de los métodos sísmicos en la exploración petral ífera.- Es éste el
campo más amplio de utilización de los métodos sísmicos y al que deben el ex-
traordinario desarrollo a que han llegado en la actualidad.
Una vez escogida una cuenca sedimentaria o una parte de ésta, en donde se su-
pone o se conoce la existencia de formaciones porosas aptas para almacenar hi-
drocarburos, se debe seguir como norma general, el siguiente escalonamiento en la
prospección petrolífera de la misma:
l) Reconocimiento geológico general para estudiar las posibilidades petrolíferas
de la cuenca en lo que se refiere a la presencia de posibles formaciones de rocas
madre y de rocas almacen, formaciones impermeables que puedan cubrir estas
últimas, espesores de los sedimentos, etc. y estudios tectónicos regionales que
establezcan la posibilidad de formación de estructuras anticlinales, fallas, etc., que
puedan servir de trampas para la acumulación de hidrocarburos.
2) Reconocimiento geológico y fotogeológíco de detalle sobre la parte del área .... .
que los estudios anteriores hayan determinado ser de mayor interés. Estos estudios
incluirán la preparación de un mapa geológico de detalle del área elegida, así como
los consiguientes estudios estratigráficos (para determinar la serie estratigráfica
de la zona y su posible variación de espesores y facies a través de la misma), tec-
tónicos, paleontológicos y paleogeográficos.
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 213

3) Prospección geofísica de la zona por algún método geofísicodereconoci-


micnto. preyio estudio general de las propiedades físicas (densidad y sus·
ceptibilidad magnética principalmente) de las rocas de los afloramientosmásim·
portantes de la zona. Los métodos de más utilidad son el aerornagnético y el
gravimétrico. lncluso' en algunos casos concretos el telúrico y el eléctrico de
resistividades. Aclaremos que en prospección petrolífera los métodos citados
suelen emplearse como métodos de reconocimiento y para determinar la profun·
di dad del basamento.
El objeto de intercalar alguno de estos métodos de reconocimiento (que son -
relativamente baratos) antes de los métodos sísmicos es doble; por una parte,
avanzar en el conocimiento estructural de la zona y por otra, reducir la zona a
investigar por los métodos sísmicos, que como dijimos anteriormente son métodos
caros.
~--
-.

~
4) Prospección sísmica. Con los datos de los estudios anterior~seeligen las
.......
---
áreas que presentan mayor interés; hecho esto, se puede proceder asu estudio
por los métodos sísmicos.
La prospección sísmica se lleva a cabo de una manera sistemática, trazando pri·
meramente unas líneas de reconocimiento general que luego se vaneompletando
con las líneas de detalle correspondientes.
~
Como norma general se suele emplear el método sísmico de refle,.1ón,yaque es
mucho más preciso, cómodo y fádl de interpretar que el sísmico de refracción.
-
-
--
No obstante, en zonas particulares (en donde, por ejemplo, el súmico de refle-
xión no proporciona buenas reflexiones, o en zonas dudosas) se utiliz.?también el ~
sísmico de refracción. A este respecto digamos que modernamente¡e viene em·
pleando cada vez más el método sísmico de refracción, si bien el gmeso de la .........
prospección sísmica se realiza por reflexión.
5) El paso final de la prospección petrolífera, antes de iniciar lacampaña de
sondeos exploratorios, es la interpretación de todos los datos obtenidos anterior-
mente de manera que encajen lo mejor posible uno con otros. P_?r ello b interpre-
--
~
.....
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tación o interpretaciones finales debe realizarlas un geofísico geológico.
b) Papel de los métodos sísmicos en la prospección minera.-El empleo de,los
a ~

par-
métodos sísmicos en la prospección minera está normalmente limitado acasos
ticulares, ya que las condiciones del yacimiento generalmente impmihilitan su lo-
calización por dichos métodos. La explicación es sencilla, ya que la utilización
/
----
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con éxito de los métodos sísmicos supone dos condiciones fundamentales:
1) Regiones de tectónica tranquila, con superficies de cont.acto planas o ~
casi planas.
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2) Existencia de contrastes de velocidad entre los sucesivos medimdelrubsuelo.
De estas dos condiciones, la primera no se suele cumplir casi nuncaenprospec· -~-
cióu minera.
Por ello los métodos sísmicos serán útiles generalmente en la prospección de ~-~
212 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

capa consolidada, en donde las velocidades son mucho mayores; por otra parte,
los efectos de la onda directa se eliminan con filtros adecuados.
En refracción se estudian fundamentalmente las primeras llegadas; las primeras
de todas serán las debidas a la onda directa a l'ravés de la zona consolidada, ya que
la capa de baja velocidad es tan lenta y las distancias utilizadas tan grandes que la
onda directa por la superficie del medio de baja velocidad no se advierte.

IV-3.3. Papel de la prospección sísmica en el conjunto de un programa de


exploración
Los métodos sísmicos, sobre todo el método sísmico de reflexión, son métodos
bastante exactos, pero son muy caros. Como por otra parte son métodos de deta-
lle, su empleo debe ser cuidadosamente estudiado y planeado.
El planteamiento de una prospección sísmica es inicialmente, como el de toda
prospección geofísica, un planteamiento geológico. Asimismo es muy importante
también, desde el punto de vista económico, considerar el objetivo que se persi-
gue y el posible valor económico de la información que pueda determinarse.
Antes de iniciar una prospección sísmica convendrá, pues, conocer con el ma-
yor detalle posible la geología de la zona a estudiar. Las posibilidades de utiliza-
ción de los métodos sísmicos varían según los problemas concretos que se quie-
ran investigar. En este sentido nos parece oportuno tratar separadamente las pros-
peciones petrolíferas, las prospecciones mineras y los trabajos de ingeniería civil,
las tres grandes aplicaciones generales de los métodos geofísicos de prospección.
a) Papel de los métodos sísmicos en la exploración petrolífera.- Es éste el
campo más amplio de utilización de los métodos sísmicos y al que deben el ex-
traordinario desarrollo a que han Uegado en la actualidad.
Una vez escogida una cuenca sedimentaria o una parte de ésta, en donde se su-
pone o se conoce la exjstencia de formaciones porosas aptas para almacenar hi-
drocarburos, se debe seguir como norma general, el siguiente escalonamiento en la
prospección petrolífera de la misma:
l) Reconocimiento geológico general para estudiar las posibilidades petroüferas
de la cuenca en lo que se refiere a la presencia de posibles formaciones de rocas
madre y de rocas almacen, formaciones impermeables que puedan cubrir estas
últimas, espesores de los sedimentos, etc. y estudios tectónicos regionales que
establezcan la posibilidad de formación de estructuras anticlinales, fallas, etc., que
puedan servir de trampas para la acumulación de hidrocarburos.
2) Reconocimiento geológico y fotogeológico de detalle sobre la parte del área
que, los estudios anteriores hayan determinado ser de mayor interés. Estos estudios
incluirán la preparación de un mapa geológico de detalle del área elegida, así como
los consiguientes estudios estratigráficos (para determinar la serie estratigráfica
de la zona y su posible variación de espesores y facies a través de la misma), tec-
tónicos, paleontológicos y paleogeográficos.
CAP. IV.- METOOOS SISMICOS 213

3) Prospección geofísica de la zona por algún método geofísico de reconoci-


miento, previo estudio general de las propiedades físicas (densidad y sus-
ceptibilidad magnética principalmente) de las rocas de los afloramiep.tos más im-
portantes de la zona. Los métodos de más utilidad son el aeromagnético y el
gravimétrico. Incluso· en algunos casos concretos el telúrico y el eléctrico de
resistividades. Aclaremos que en prospección petrolífera los métodos citados
suelen emplearse como métodos de reconocimiento y para determinar la profun-
didad del basamento.
El objeto de intercalar alguno de estos métodos de reconocimiento (que son
relativamente baratos) antes de los métodos sísmicos es doble; por una parte,
avanzar en el conocimiento estructural de la zona y por otra, reducir la zona a
investigar por los métodos sísmicos, que como dijimos anteriormente son métodos
caros.
4) Prospección sísmica. Con los datos de los estudios anteriores se eligen las
áreas que presentan mayor interés; hecho esto, se puede proceder a su estudio
por los métodos sísmicos.
La prospección sísmica se lleva a cabo de una manera sistemática, trazando pri·
meramente unas líneas de reconocimiento general que luego se van completando
con las líneas de detalle correspondientes.
Como norma general se suele emplear el método sísmico de reflexión, ya que es
mucho más preciso, cómodo y fácil de interpretar que el sísmico de refracción.
No obstante, en zonas particulares (en donde, por ejemplo, el sísmico de refle-
xión no proporciona buenas reflexiones, o en zonas dudosas) se utiliza también el
sísmico de refracción. A este respecto digamos que modernamente se viene em-
pleando cada vez más el método sísmico de refracción, si bien el grueso de la
prospección sísmica se realiza por reflexión.
5) El paso final de la prospección petrolífera, antes de iniciar la campaña de
sondeos exploratorios, es la interpretación de todos los datos obtenidos anterior·
mente de manera que encajen lo mejor posible uno con otros. P_or ello la interpre-
tación o interpretaciones finales debe realizarlas un geofísico geológico.
b) Papel de los métodos sísmicos en la prospección minera.-El empleo de,los
métodos sísmicos en la prospección minera está normalmente limitado a casos par-
ticulares, ya que las condiciones del yacimiento generalmente imposibilitan su lo-
calización por dichos métodos. La explicación es sencilla, ya que la utilización
con éxito de los métodos sísmicos supone dos condiciones fundamentales:
1) Regiones de tectónica tranquila, con superficies de contacto planas o
casi planas.
2) Existencia de contrastes de velocidad entre los sucesivos medios del subsuelo.
De estas dos condiciones, la primera no se suele cumplir casi nunca en prospec-
ción minera.
Por ello los métodos sísmicos serán útiles generalmente en la prospección de
214 TRATADO DE GEOFISJCA APLICADA

yacimientos minerales sedimentarios y en zonas poco plegadas. En este sentido


pueden ser muy útiles en la prospección de aguas subterráneas, en la localización
de potasa y a veces en la prospección de carbones. Indirectamente son utilizados
algunas veces para determinar el espesor de la capa meteorizada.

c) Papel de los métodos sísmicos en trabajos de ingeniería civil.-En los traba-


jos de ingeniería civil se persigue en general localizar la roca firme que sirva de
base a las obras proyectadas (presas, carreteras, etc). Como dicha roca debe en-
contrarse a una profundidad relativamente pequeña (del orden de decenas de me-
tros o menos), el método sísmico de reflexión no es útil, ya que el dietnrhio
ocasionado en la detonación de la carga explosiva enmascara la respuesta sísmica
cuando es muy superficial. No ocurre lo mismo con el método sísmico de refrac-
ción (en el que se registran las primeras llegadas a través del contacto con la roca
firme), por lo que este método se emplea frecuentemente.
Hay que añadir que los equipos empleados en estos trabajos son mucho más li-
geros que los utilizados en prospección petrolífera. Generalmente sólo poseen 12
detectores (frente a los 24 o más empleados en aquella). En algunos modelos
muy sencillos la onda sísmica se genera mediante un golpe de martillo y se detecta
con un solo geófono que se va desplazando convenientemente.

Datos estadfsticos sobre la utilización de los métodos sísmicos en prospección


petrolífera.
Incluimos a continuación una serie de datos sobre la utilización de los métodos
sísmícos en la prospección petrolífera durante 1961. Estos datos los hemos to-
mado de la revista WorldPetroleum (agosto de 1962).
Mundo Lib re.-La actividad sísmica en el mundo libre supuso en 1961 un total
de 8588 equipos/mes frente a 8913 en 19601 lo que indica una reducción de
un 3,6%. En 1960 la reducción fue del 8,33 con respecto al año anterior.
La actividad sísmica subió en Mejico el 3,7%, en Africa el 1,43 y en Europa
el 0,33, bajando en el resto del mundo libre.
En total operaron una media de 717 equipos-año, de los que 380 corresponden
a Estados Unidos, lo que supone un 53% de la actividad total. Le siguen Africa
con el 14,2%, Europa con el 10,73 y Canadá con el 7 ,5%.
Es interesante hacer notar que el 80% de las operaciones sísmicas fueron efec-
tuadas con sistemas de registro magnético.
URSS.-De la Unión Soviética se sabe que operaron un total de 850 equipos·
afio en 1962. Este número se elevó a unos 1200 en 1965. ..

IV-4. Introducción al estudio del método sísmico de refracción


IV-4.1. Generalidades
El método sísmico de refracción consiste, según hemos indicado anteriormente,
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 215

en generar ondas sísmicas en superficie y registrar las que experimentan la refrac-


ción total a lo largo de los contactos de velocidades distintas en los diferentes
medios del subsuelo. Se estudian las ondas que experimentan la refracción
total por ser las que P!'oporcionan los recorridos de tiempo mínimo y, por tanto,
las que se registran como primeras llegadas.
Cuando se registra por refracción se detectan todas las ondas r efractadas en los
contactos de los distintos medios, todas las que vuelven a la superficie, se entien-
de. Entre ellas están las que experimentan la refracción total y que, por tanto,
se propagan por los contactos. Como son las más veloces (suponiendo que la velo-
cidas aumente con la profundidad) serán las que lleguen antes, es decir, las
primeras llegadas, que precisamente por ello se distinguirán perfectamente de las
restantes.
El equipo básico de registro (que estudiaremos en el apartado dedicado a ins-
trumentos) consiste en una serie de detectores o geófonos conectados al aparato
registrador (que consta de amplificadores, filtros, galvanómetro y cámara). El mo-
vimiento del suelo en un instante dado se acusa por la señal eléctrica que el geófo-
no envía al aparato registrador. Esta señal, convenientemente amplificada y filtra-
da, va al galvanómetro situado dentro de la cámara de registro. La señal se impri-
me fotográficamente sobre un papel sensible (1). Este registro es lo que se llama sis-
mograma. A cada geófono o grupo de geófonos corresponde una traza del sismo-
grama, que en general tiene 24, correspondientes a otros tantos circuitos o canales
del sistema.
El método de refracción es la mayoría de las veces menos exacto que el de re-
flexión y por eso únicamente se utiliza cuando el de reflexión no da resultados.
Algunas veces, sin embargo, el método de refracción da mejores resultados, por
ejemplo, para seguir un basamento y deducir sus fallas o las estrúcturas que éstas
hayan podido producir, así corno para estudiar una cuenca siguiendo el basamento.

IV-4.2. Caso de un refractor horizontal y velocidades constantes


Según vimos anteriormente, si disparamos en O y representamos los tiempos de
llegada a A, B, C, ... en una gráfica de tiempos-distancias, obtenemos la dromo-
croma (fig. IV-19). Esta se compone de dos rectas, la primera pasa por el origen
siendo:
1
tg a=-
Vo

y corresponde a los recorridos directos OA, OB ... , tales que:


OA OB
~=t;= ... =Vo

mientras la segunda, C1 M, corresponde a los sucesivos recorridos refractados


OO'C'C, OO'D'D, OO'E'E ... etc.
(l) Nota: o sobre cinta magnética.
216 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

":::=.-_-_..Jf
-- ---

1
to 1
1
a 1
X
º1

o A B e o E

O' e• O' E'

Fig. IV-19

El punto C1 de intersección de las dos rectas se llama punto crítico y en él


el tiempo correspondiente a la onda directa OC es igual al correspondiente a la
Vo
onda refractada:
00' O'C' C'C
-
Vo
+ -V- +V-
1 0

Es decir, si efectuamos una explosión en O y registramos a lo largo de ABCD


al principio recibiremos la onda superficial (con velocidad V0 ) y a partir del
punto C (CO = distancia crítica) recibiremos la onda refractada como primera
llegada, ya que se puede seguir recibiendo, y de hecho se recibe, la onda directa
a partir del punto C, pero ya no como primera llegada, sino como segunda llega-
da, correspondiente al trozo C 1 N de la gráfica.
Según vimos anteriormente la inclinación de la recta correspondiente a la onda
1
refractada es, tg (3 = V , el ángulo crítico i1 vale i; = are · sen VV y la profundi-
0

1 J .-.,. .--

dad h0 = ~o V1 V 0 siendo t 0 el tiempo interceptado en el origen. Este valor de


2 Vi -V~
h 0 se obtiene haciendo x == O y t = t 0 en la ecuación correspondiente del apar-
tado IV-3.
217
CAP. IV.- METODOS SISMICOS

Las velocidades V0 y V 1 se obtienen de la dromocrona mediendo los coeficien-


tes angulares de las rectas respectivas y haJlando sus inversos; si la representación la
hemos hecho en metros y segundos obtendremos las velocidades en metros por
segundo. De análoga manera se obtiene t 0 de la gráfica1 prolongando C1 M hasta
su intersección con el eje de tiempos.
En este caso de dos capas horizontales y velocidades constan tes basta disparar
en un solo punto O y registrar a lo largo de la línea ABC ... para obtener la situa-
ción del refractor. Como veremos a continuación, para determinar una capa incli-
nada hay que hacer dos registros conjugados; es decir, disparar en dos puntos,
uno al principio y otro al final de la linea registrando, en un sentido y en otro la
línea superficial de geófonos.

IV-4.3. Ley de las velocidades aparentes


Antes de estudiar el caso general de refractores inclinados conviene hablar de la
ley de las velocidades aparentes, que es fundamental en refracción.
Indiquemos primeramente que cuando el contacto entre dos medios no es hori-
zontal (caso de un refractor inclinado), las velocidades de propagacjón que se ob-
tienen registrando el contacto en sentido descendente y ascendente son distintas
y siempre menor y mayor, respectivamente, que la velocidad real del contacto, co-
mo veremos a continuación.
La ley de las velocidades aparentes dice que la velocidad con que aparenta trans-
mitirse una onda en un cierto punto de la superficie del suelo es igual al cociente
entre la velocidad superficial y el seno del ángulo de emergencia, tomados ambos
en ese punto.
Angulo de emergencia es el formado por la onda emergente eón la superficie.
En efecto, sea (fig. IV-20) un corte vertical del terreno y un frente de ondas G L
que llega a la superficie en G. Consideremos dos rayos infinitamente próximos lle-
gando a dos geófonos G y G' distantes Ax. Sean GA y G'B los tiempos de llega-

da. La velocidad con que aparenta transmitirse la onda G y G' será W =~~;ahora
bien, realmente, el frente de ondas se desplaza de L a G' en el tiempo At con la
velocidad superficial V 0 , de donde~~= V 0 , pero como As= Ax sen 0 0 , se obtiene
W=Ax= As V0 W > V0
At sen0 0 At=sen0 0

La velocidad aparente W, en G, será la tangente a la dromocrona AB en el


punto A, ya que W = lim ~~ cuando At ~O, es decir W =~~
IV-4.4. Caso de un refractor inclinado
Sean dos capas de velocidades V 0 y V 1 separadas por un contacto inclinado
218 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

(fig. IV-21). En este caso, para definir


t el contacto BC bastará situar dos pun-
tos del mismo, o sea necesitaremos
determinar cuatro incógnitas (dos
coordenadas por cada punto). Si dis-
paramos en A y registramos hacia D,
tendremos dos datos: la velocidad
aparente V1ª (en el sentido ascenden-
te) y el tiempo total TAsco. Si obte-
nemos el registro conjugado, disparan-
do D y registrando hacia A, solo ob-
tendremos un dato más, la velocidad
aparente V td (descendente), ya que
TocaA = T Asco por el principio de re-
ciprocidad, que veremos más adelante.
Fig. IV-20 Con estos datos no podremos deter-
minar cuatro incógnitas, por lo que
el problema general tendrá infinitas soluciones. Ahora bien; si establecemos
que la velocidad y la pendiente del refractor son constantes, el problema ya es
perfectamente soluble. El grado de aproximación dependerá de lo que las condi-
ciones reales se aproximen a las supuestas.
Calculemos, pues el caso propuesto.
Con las notaciones de la figura escribamos la ecuación del tiempo en el punto D.
AB BC CD Z1 z1 Z 1 -AD sen a 1
TO = - + - + - , AB=--. ,CD=--.= .
- Vo V 1 Vo cos 11 cos I ¡ cos I ¡
V
BC = A'D' - A'B - CD'= AD cos a 1 - AB sen i1 - CD sen i1 y como V:= sen i1
Vo AB BC CD AB
V1 = --.,por lo queT 0 =-v +-v +-v =-v +
sen 11 o 1 o o
ADcosa1 -ABseni 1-CDseni 1 • CD
+ Vo sen •1 + Vo
_ AB . CD . AD cos a 1 sen i1 _ Z1 cos2 i 1 +
T0 - -V ( 1 - sen 2 t 1) + -V ( 1 - sen 2 t 1) + V - V ·
O O o O COS I¡

Z 1 -ADsena 1 2 • A0cosa1 seni 1 Z 1 cosi 1 AD (' )


+ Vocosi1 cos t1+ Vo =2 Vo +vosen •1-<A'.1
AD . Z1 cos i1 .... .
T 0 =-v sen(1 1 -a 1 )+2 V
o o
por lo que el tiempo ascendente en un punto cualquiera x del perfil AD se-

rá:
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 219

T1a(I)

A o
A o

T la= tiempo ascendente


T¡b ='tlempo descendente
V 0 "velocidad entre la superficie y el refractor
V 1 =ve locidad del refractor
V la"' velocidad aparente ascendente (disparando en Al
V ld= velocidad aparente descendente (disparando en O)
T1a(I) Y T1d(l)=tiempos Interceptados en los orígenes A y o

Fig. IV-21

X . Z1 cos i1
Tax = Vo sen (1 1 -a 1 ) +2 Vo (a)

análogamente si disparásemos en D y registrásemos en A obtendríamos el tiempo


descendente, que se puede obtener de la fórmula anterior con solo cambiar
a 1 en -a 1 y 2 1 en z1
_~ /' Z1 COS i¡
Td x - v sen,r 1 +a 1 )+2 Vo (b)
0

Como vemos (a) y (b) representan las ecuaciones de dos rectas. A•1ora bien,
220 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

según difinimos anteriormente, las velocidades aparentes en uno y otro sentido


, W dx. d .
seran = dt , es ecu:
[ 1]

V _ Vo
1 ª-sen(i1+cx1l [2]

en donde V ia será la velocidad aparente en el sentido ascendente del contacto y


V Id, en el sentido descendente.
Como era de esperar, los án,,,irulos de emergencia son, en un extremo i 1 -cx1 , y
en el otro, i 1 + cx 1 (ley de las velocidades aparentes), según se comprueba, asi-
mismo, en la figura.
V
De las ecuaciones [ 1] y [2] se deduce que como V 1 =sen\; Via >V 1 >V Id> es
decir, qut- la velocidad ascendente es siempre igual o mayor que la real y ésta a su
vez igual o mayor que la descendente. Serían las tres iguales en el caso en que
cx 1 =O, o sea, cuando el refractor es horizontal.
Las ecuaciones (a), (b), [1] y [2] permiten calcular el refractor. En efecto
de [1] y [2]:
. :!_g_ . Vo
11 -cx 1 =are· sen V 11 + cx1 = are · sen -V
la Id
. 1[ V0 Vo] [3]
11 = 2 are· sen Vid+ are· sen Via

1( V0
cx 1 =2 are· sen V
Id
- Vo]
are· sen -V
Ja
[4)

Tanto la velocidad V0 como las velocidades aparentes V Ja y V ld se obtienen de


las dromocronas correspondientes como inversas de sus coeficientes angulares.

Una vez obtenidos, i y cx 1 , la velocidad V 1 resulta:


V
V=-º- (5)
1 sen i1

V1a V Id
o también V1 = 2 V + V eos a 1 deducida de [ 1 ], [2] y [5]; para hallar las
la Id ...
distancias Z 1 y z 1 basta en las ecuaciones (a) y (b) poner x =O, con lo que obten-
dremos los tiempos T la m y Tld CI) que son los interceptados por las dromocronas
en los orígenes correspondientes A y D:
Z¡ .
T1dCi> =v 0 2eos1 1
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 221

de donde:
Z =
1
T 1a(1) • Vo y z
1
=T1dc1i · Vo
2 cos Í¡ 2 cos Í¡

Para obtener las profundidades verticales H1 y h 1 basta dividir las anteriores


por cosa,

Los tiempos interceptados T 11111 y T Id C•) se obtienen, asimismo, de las dromo·


cronas, prolongado las rectas correspondientes hasta las ordenadas en los oríge-
nes A y D.

IV-4.5. Obtención gráfica de V 1 i 1 y a 1


Indicamos a continuación un método gráfico exacto que permite encontrar
V1 , i 1 y a¡, a partir de V0 y de las velocidades aparentes V ia y V Id, obtenidas
todas ellas de las dromocronas.

A B' C' O'

Fig. IV-22

Tomemos (fig IV -22) dos rectas paralelas separadas una distancia igual a V0 to-
mada a cualquier escala y desde un punto cualquiera A de una de ellas, tomado
como centro, describamos dos arcos de circunferencia con radios AB =V td y
AD= V Ja tomados a la misma escala de V 0, que cortarán a la otra en los puntos
B y D. Trazando la bisectriz AC del ángulo BAO tendremos: AC =V 1 , CAC' = i 1
y BAC =CAD =a 1 •
Como puede observarse no hemos hecho más que resolver gráficamente las fór-
mulas que dan i 1 ,a1 y V 1 , ya c¡tt<' de la figura se deduce:
V 0 =sen -BAB'; luego -BAB' = i
-V +a1
1
Id

0
-V =sen -DAD'; luego -DAD'= i 1 -a 1
V1a
222 TRATADO DE GEOF1S1CA APLICADA

Sumándolas y dividiendo por dos


1
i 1 =2 - +DAD')
(BAB' --.... =+2
1 - +-
(BAC - +-CAC' -CAD)=
CAC' - -CAC'

~
1--- ---....
y análogamente hallando la semidiferencia:

=- (BAB' - DAD') = BAC =CAD


2

Asimismo!
ce· .
CA =sen •1;
Vo
CA= sen
.
11 ; luego CA = V 1

IV-4.6. Caso de una falla


Sea un caso sencillo de un refractor PMNR fallado en M, tal como indica la
figura IV-23. Si suponemos que el refractor conserva la misma inclinación a ambos
lados de la falla, las dromocronas serían las indicadas en la figura; notemos que
cada una de ellas se compone de dos rectas paralelas separadas un cierto intervalo
de tiempo .1t.

o 1
1
1
1
o'
1 1
1
1 1
G' ;H 'D

L
--~
u' ....
~

Vo
N s e
V1

Fig. IV-23
CAP. lV .· METODOS SISMICOS 223

En efecto, al disparar en O los recorridos refractados llegan normalmente hasta


M por el refractor LM (dromocrona TG'). El punto M, ángulo superior de la falla,
es un punto singular y actúa como una fuente de ondas, dando lugar, entre G y
H, a los recorridos difractados de OLMG al OLMH, siendo la gráfica de estos
G'H' (que en realidad sería un trozo de hjpérbola). Cuando el tiempo del recorri-
do por la parte inferior de la falla OPNSH se hace igual al del OLMH, comienza
a recibirse el trozo SR. Como LM y NR son paralelos darán lugar a trozos de
dromocrona TG' y H'K, que también serán paralelos.
En el disparo conjugado (desde O') ocurre algo parecido. Los recorridos son nor-
males (por la parte RN del estrato) hasta un cierto punto Q de la dromocrona.
(Este recorrido no lo hemos presentado para no complicar la figura). A partir
del punto correspondiente a Q comienzan a llegar recorridos semejantes al
O'RNUV, cada vez más tendidos, hasta llegar al O'RNPO. La gráfica, desde Q
a K' no es tan sencilla como en el registro conjugado. En rigor sería una curva
deScle Q hasta K'; ahora bien, si suponemos que el salto de la falla es pequeño
con relación a la longitud del perfil y con relación a LM, entonces, a partir
de un cierto punto U del refractor, los recorridos por el trozo UN serán práctica-
mente iguales a los recorridos por la superficie del refractor UM, y la gráfica
K'V' será prácticamente paralela a la QT'.
La falla se deduciría, pues, de la simple observación de las dromocronas conju-
gadas por los desplazamientos paralelos que se notan en ellas y en el sentido que se
observa en la figura.
Calculemos aproximadamente el salto de la falla AC, medido normalmente
al estrato.
Sea D un punto cualquiera de la superficie y O el punto de tiro. Si no ex-istiese
la fall~ el refractor sería LMB y el recorrido desde O sería el OLMBD, al que co-
rrespondería el trozo de dromocrona OTG 'E. Ahora bien, el recorrido real será el
indicado de trazos OPNCBD. La diferencia de tiempos empleados en estos dos
recorridos será At (separación de las dromocronas paralelas). Vemos cuanto
vale t:

.:lt =T oPNceo - ToLeo = T º""' + T Ne + Tce + T eo - (T OLM + TMA + TAB +


+ Tso) = Tº""' - TOLM + Tce - T Ae ya que T MA =T Ne

De la fórmula anterior se deduce, como ya habíamos indicado que .:lt es


constante.
Ahora bien, si suponemos la distancia LM grande con respecto al salto de falla
MN, resultará que:
ToPN =ToLM

por lo,que: llt ::=Tea -TAB


224 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Con esta simplificación es muy fácil calcular el salto AC, tomado normahnente
al estrato.

Yo
y como sen i = V , queda:
1

llt=y 0~~si [1 -~~] = ~~cosi =~~ q


V0 At
de donde: AC':::<-~--

v ViV~
1-

El desplazamiento CB, en el sentido del rayo emergente, sería:


V0 llt

n
CB ~ = --"oo=--

Esta última fórmula permite calcular aproximadamente, partiendo de los


llt de los puntos situados fuera de una dromocrona (tomada como una recta),
la situación de los puntos correspondientes respecto al estrato refractor (consi-
derado como plano).
Podemos razonar sobre la misma figura. Supongamos que tenemos una dro-
mocrona recta TG'E, a la que corresponde el refractor plano LMB. Supongamos
que uno de los puntos situados F cae fuera de la dromocrona, entonces la situa-
ción real aproximada del punto correspondiente C del refractor la obtendremos
por la fórmula anterior, que nos da CB. Bastará pues. desde 8, prolongar el rayo
emergente BD la cantidad BC para obtener la situación del punto C.
En el caso particular en que el salto de Ja falla fuese muy grande respecto a la
longitud del perfil, se obtendría una dromocrona en la que aparecería el trozo
OTG', análogo al anterior, mientras el G'H' correspondería a una rama de hipér·
bola, cuya asintota tendría la pendiente ~ ; es decir, la del tramo OT. El cálculo
0
di" la profundidad del horizonte próximo a la superficie es inm ediato.

.,. .
JV-4.7. Caso de dos refractores
Si disparamos en A y F y calcularnos los tiem pos de llegada del rayo refracta-
do por el sef:!:undo rstralo CD a 1111 pun lo cualquirra x tif AF (fig. IV -24), de
una manera análoga a la anterior, ll~ariamos a las ;;iguil'ntes fórmulas:
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 225

-------

Tld(I)

Gráfica tiempo - distancia

Ta= Tiempo ascendente V 2 a y V 2d Id. del segundo estrato


Td=Tlempo descendente T1a(z) y T1d(z) tiempos Interceptados en el
v 0 ; V¡; v 2 velocidades reales origen por V1a Y Vid
v 1 a y v 1d velocldadesaparentesascendente y T 2 a(I) y T 2d(I) tiempos Interceptados en el
descendente del primer estrato origen por V 2a Y V 2d

Ffg. IV-24

_ x Z1 cos (a21 + {321 ) + 1 Z


22 .
Ti.-vo sen (f321 -a1l + Vo . cosexi1 +V"; 2 cos '2
para el tiempo ascendente (disparo en A) y:
[ 1]
_ x ( ) Z 1 cos (a21 + {321 ) + 1 z 22
T 2d - -V sen ª21 + ª1 +-V . {3 +-V
o o cos 21 . 1

para el tiempo descendente (disparo en F); a estas ecuaciones se llega fácilmente


con un poco de paciencia.
Derivándolas, como anteriormente, respecto ax, tenemos:
226 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

dx Vo
--=
d T 2a sen (f321 -a1) = V2a
[2)
dx Vo
--= =V2d
d T2d sen (a21 +a¡)

Para el cálculo de dos refractores BE y CD habremos calculado previamente


el primer refractor BE con las fórmulas del caso anterior; por lo tanto, conocere-
mos V 1 y a 1 , así como Z 1 , z 1 y el ángulo límite i 1 .
Por la ley de Snell, tendremos:
sen ª21 V0 sen {3 V0
- - = - y - -21= - (3)
sen 'Y21 V 1 sen 5 21 V 1

y de (2) deducimos:

Vo
{321 =are sen -V + a 1
2a

y, por tanto, conocemos a21 y (321 ; por lo que a partir de (3) tendremos:

-y21 =are sen ( ~: sen a 21 )

521 =are sen ( ~: sen {3 21 )

De la figura se deduce:
.
12 =
'Y21 + 021 =angulo
• .
límite del 2
o
estrato
2

ª2 ='Y21 2- 021 + a 1 = .inc,.inac1º6 n d e 12º estrato

V1 .
V2 = - - . =velocidad real del 2° estrato
sen 12

y si en [ 1) hacemos x =O, como anteriormente, obtendremos los tiempos


interceptados en el origen:
..
Z 1 cos (a21 + f321) + 1 Z 22 .
T 2a 111 = Vo . cos ~1 + \J; 2 cos '2
Z1 cos (~1 + f321) +1 Z22
T 2d< 1> =-vo · cos(321 +-v1
de donde:
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 227

~ . cos (a'21 · + f32 1) + 1


v. (
T2a(i)
-
Vo COSQ'.z¡ )
Z22 = 2 cos i2
-~. cos(a21+f32 1)+1
v. ( T
2d(il Vo cosf321 )
Z22 =
2 cos iz

y las profondidades verticales bajo A y F serán:


Z2 Z2
H1 = eos~ y h 2 =cosa-;, C:J decir:

1 [ COS(a'21-a2+CX1) ]
H1 = cos cx 2 z, cos cx21 + Zn

1 [ cos (/J21 + ª2 - Q' ¡) ]


h2 = COS ll'2 z1 n
cos 1-'21 + Z22

Z22 + AA 1 Z1
ya que H 2 = cosa ; AA 1 = AB cos (a21 - a 2 + a 1) y AB = cos a , y análoga-
2 21
menle para h 2.
De análoga manera se deducirían las fórmulas para cualquier número de
refractores.

IV -5. Principios generales de interpretación en refracción


Hay cinco principios generales para la interpretación en refracción; hemos ha-
blado ya de dos de ellos: la ley de Snell y la ley de las velocidades aparentes.
Ahora vamos a hablar de los otros tres que, unidos a los anteriores, forman la
base de la interpretación, sea cualquiera el método empleado para realizarla. Di-
chos principios son : el principio de reciprocidad, el principio del tiempo inter-
ceptado en el origen y el principio del paralelismo.

IV-5.1. Principios de reciprocidad


Este principio, del que ya hemos hablado var.as veces, establece que el tiempo
de· propagación de la onda sísmica de un punto A a otro B es el mismo que e l de
B hasta A. Es una consccuenl!ia dir<"cta del pri11cipio de Fcrmat o del recorrido
<l<' Licmpo mínimo.
En la prádica se aplica de Ja manera siguiente: sea la figura TV-25, f'n la que
h<'mo~ considerado dos rdractorcs; por el principio de reciprocidad los trozos
de dromoerona correspondi1·11tes al mismo refractor (registrado desd<· A y desde
B) tales 1·orno HI y JK, IT2ª y KT2 d deben intcrceplarsohrclasordcnadasdclos
n.lr<'111os O y O' lirn1pos igu¡¡l1•f:; es decir, que según la notación de la figura
l1•111ln.:1110-.:
228 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

__ .,. ...........-- ....

"..,....-:.::-::.:·---
:· --_
--_-_-·_·v_2_a-""1 Tza

o O'

Fig. IV-25

En efecto, es evidente que T2, =T2 d, ya que ambas corresponden al trayecto


ARNPSB y BSPNRA, respectivamente, según se tire desde A o desde B. Asimismo
T Ja =T Id, porque aunque desde los puntos 1 y K ya no se recibe la onda refracta-
da en el primer refractor (por ser más rápido el recorrido por el segundo) es evi-
dente que T 1, y T Id serían los tiemPos correspondientes a los recorridos (ya
como segunda llegada) ALMB y BMLA.
Este principio proporciona un criterio muy importante para seleccionar los
trozos de dromocrona que corresponden a cada refractor.

IV-5.2. Principio del tiempo interceptado en el origen


Sea un refractor (fig. IV -26) y supongamos que desde la superficie efectuamos
dos tiros en O y registramos en los dos sentidos O A y 00; el principio del tiempo
interceptado dice que si prolongamos las dromocronas correspondientes a y d
hasta que corten al eje de tiempos Ot, los tiempos i11terceptados en el origen son
iguales.
En efecto, si expresamos p.e. la profundidad OP = H bajo O en función de los
tiempos interceptados en el origen, este sería: •
T1a11> Vo _ T;d(l} Vo
H 2 cos .'• cos O'¡ y H-2 cos .11 cos <X¡

según el tiro sea ascendente o descendente por las f 6rmulas que vimos en el párra-
fo anterior, por lo que T 1• <•> == T;d (ll = OM.
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 229

Fig. IV-26

Este principio permite, asimismo, reconocer los tr"ozos de dromocrona corres-


pondiente al mismo refractor cuando desde un punto se tira en los dos sen-
tidos.
Hay que aclarar que como nunca se observan directamente estos tiempos OM
(ya que al principio se recibe la velocidad V0 , según sabemos), se obtiene prolon-
gando las dromocronas correspondientes hasta que corten al eje de tiempos.

IV-5.3. Principios del paralelismo


Son la figura IV -?7. En ella tenemos los dos puntos de tiro O y O' y sus dro-
mocronas correspondientes ODE y O'FG.
Supongamos que efectuamos un tiro en un punto intermedio 0 1 del intervalo
00', los recorridos refractados correspondientes a HE' comenzarán con el
0 1 CMN y acabarán con el 0 1 CBO': Ahora bien, la diferencia entre los recorridos
correspondientes al tiro en O y el tiro en 0 1 para un geófono cualquiera S será
constante, ya que:
OA+AR + RS-(0 1 C+CR + RS) = OA + AC + CR + RS-(0 1 C + CR + RS) =
=OA+AC-0 1 C

que es constante e independiente del punto de registro S.


Esto quiere decir que la diferencia de tiempos entre las dromocronas DE y HE'
es constante a partir de HH'; por lo que H'E y HE' son paralelas.
Y este es el principio del paralelismo que permite, conocidas las dromocronas
correspondientes a dos puntos conjugados de tiro O y O', reconstruir la dromo-
230 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Ffg. IV-27

crona que se obtendría desde un punto de tiro intermedio cualquiera 0 1 sin nece-
sidad de efectuar el disparo. En efecto, según se ve en la figura bastará levantar por
el punto elegido O 1 la vertical O 1 T; sea T el punto en que corta a FG. Por el prin-
cipio de reciprocidad O1 T = O'E', con lo que encontramos el tiempo interceptado
en O' bastará desplazar la curva DE (en este caso recta) paralelamente hasta E',
trazando por 0 1 la paralela a OD se obtendrá la dromocrona 0 1 HE' buscada.
Este principio permite reconstruir la dromocrona OLABC, que se obtendría
entre dos puntos lejanos ·o y 0 2 sin necesidad de disparar a grandes distancias
oo; (siempre, claro es, que se siga el mismo refractor) por medio de explosiones
registradas a distancias parciales más pequeñas 00', 0 10j y 0 2 02 ,tal como mues-
tra la figura IV -28.
Los trozos AB y BC serán, respectivamente, paralelos a A1 8 1 y a B2 C2 •
Hay que hacer notar que, si bien para comodidad en la exposición hemos su-
puesto los refractores planos y de pendientes constantes, esto no ocurre en la
realidad; por lo que si los refractores manifiestan la concavidad hacia arriba,
las ondas refractadas viajarán por la superficie del refractor para distancias cortas
mientras que para los registros efectuados a largas distancias los recorridos serán
más breves por dentro del refractor que por su superficie (fig. JV-29); por ello,
el principio del paralelismo ya no sería rigurosamente exacto, aunque a fines_
prácticos de interpretación se consideró que lo sea.

IV-5.4. Otros métodos de interpretación


Vamos a estudiar brevemente otros métodos de interpretación en refracción
que utilizan los tiempos de llegada a cada geófono desde los dos puntos de ex-
231
CAP. IV.· METOOOS SISMICOS

Fig. IV-28

plosión conjugados y que pretenden


la reconstrucción de los recorridos de
los rayos refractados dando, por tan-
to, la situación del refractor por pun-
tos.
Entre ellos mencionaremos dos: el
método de los dday times (tiempos de
retraso) y un método de interpreta- Fig. IV-29
ción por frentes de onda.
a) Método de los de/ay times o de Gardner.-El fundamento del método se de-
be a Gardner (Geophysics, vol IV, 1939) y solamente puede utilizarse en zonas
en las que los refractores presenten un relieve poco pronunciado.
Sea la figura IV-30. Si suponemos que el refractor AB es subhorizontal y A'B
su proyección horizontal, podremos poner AB = A'B, con lo que el tiempo ob-
servado t será:
[ 1J

Si definimos los tiempos de retraso, como la diferencia entre los tiempos de los
recorridos PA o (GB) y su proyección horizontal aproximada P'A o (BG').
tenemos:

Dp y DG serán los delay times en P y G, respectivamente. Sustituyendo en [ 1]


resultará t = Op + tP'A + tA'B + DG + t 9 G.= Op + DG + 0~ ya que, P'A + A'B+
232 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

+ BG' = PG == x de donde t-: 1


= Op + DG que es la fórmula de los delay times,
~ es igual a la suma de los del.ay times en
que dice que el tiempo interceptado t -
1
los extremos del intervalo x.
Deduzcamos el valor de Op.

Dp - t -t -
h h tg i h [ 1 sen i ]
------ - --- -
- PA P' A - Vo cos i V1 - cos j Vo V1 -

h 1 Vo]
Vi h . h .
=cos i [ V0 - V1 = V0 cos i cos2 1 = V 0 cos 1
Es decir:
h cos i ' hg cos i
Op <==< --v-;;- y análogamente De; = V
0

Por tanto, si consideramos fijo el punto P, Üp será fi1o (aunque no lo conoz-


camos) y la ecuación [2J, representada con el eje de tiempos t - : hacia abajo,
1
nos dará una gráfica (a) en tiempos de la marcha del refractor (fig. IV -31).
Haciendo el registro conjugado, es decir, disparando en G y registrando de G
a P, y hallando la gráfica t' - : , obtendremos otra curva (b) en tiempos que nos
1
indicará la marcha del refractor. La media (e) de las dos curvas proporcionará
una representación más aproximada del refractor.
Como los tiempos extremos PABG (desde P) y GBAP (desde G) (figura IV -30)
han de ser iguales, en la figura IV-31 tendremos:

GM =PN = T-0~' siendo T = tPABG = tc:;eAP

La representación efectuada da la marcha del estrato en tiempos, pero no en


profundidad; el método, además, tiene defecto de situar los puntos del estrato
bajo la vertical de cada geófono, lo que no es exacto, ya que están desplazados
horizontabnente una cantidad GS, que en el caso de un estrato aproximada-
mente horizontal (fig. IV-32), vale
GS= h9 tg i [31 -

Es inconveniente del método, por otra parte es que la gráfica t-: 1


proporcio-
na la suma de las del.ay times y no cada uno de ellos por separado, que sería la ma·
nera de poder hallar una representación en profundidad.
CAP. IV.· METODOS SISMICO.:> 233

P - - - - - - - - - X - - - - - - -... G

L---------------
A' V¡
-------- B G'

-Fig. IV-30

p r-------------------.º

------ -~----~
r-------=:...::b - - -- - =:::
N

-- M

Fig. IV-31

Para obtener una representación en profundidades hay diversos procedimientos.


El más sencillo consiste en hallar las profundidades h y h9 del refractor en los pun·
tos de explosión conjugados, considerando el estrato horizontal y utilizando las
fórmulas correspondientes. La velocidad V 1 se obtendría de las velocidades aparen-
tes, ya que según vimos:

Y para valores de a pequeños

Conocida la profundidad h en un extremo, podemos fácilmente calcular la pro-


fundidad en cada uno de los geófonos, ya que:
2.34 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

X h COS i hg COS j
t-y i __V_o_= _v_o_

h cos i]
V0
hg :::: cos i
[
t -v.x -v;-
y podremos situar h9 bajo el punto S (fig. IV-32) tal que se verifique (3).
Procediendo de la misma manera desde el
s G
punto de explosión conjugado (G en las figu-
ras IV-30 y IV-31) obtendremos una nueva
gráfica de profundidades. La media de las
dos dará una representación tanto más apro-
ximada del estrato cuanto más suave sea su
marcha. En general, este método es bastante
preciso cuando las pendfontes no superan los
Fig. IV-32 10°.
El método es muy útil cuando se realiza una línea de refracción partiendo
de un sondeo, ya que, conocida la profundidad del estrato refractor que interesa
y su velocidad V 1 , basta, en teoría, cüsparar solamente en un sentido para hallar
la marcha del mismo supuesta, naturalmente , conocida V 0.
b) Método de los frentes de onda.-El método se basa en lo siguiente: Sea un
refractor CD y dos puntos de tiro A y Ben superficie; sea E un punto cualquiera
del refractor y M y L los puntos de emergencia correspondiente a E, según se dis-
pare en A o en B (fig. IV-33).
El tiempo de refracción desde A a M será:
tAM =tAc+ tcE + 1:eM1
y análogamente el tiempo de B a L:
taL ==tao + toE + teL
El tiempo total:

será, teniendo en cuenta las relaciones anteriores:


T = {tAM - tEM) + (taL - tEL)

es decir, que si consideramos los frentt's de onda emergentes en E, a y b (perpeñ- -.


diculares a ME y LE en el medio de velocidad V0 ) cada punto E del refractor será
ellugar geométrico de los puntos di> intl'rsección de frentes de onda a y b taks, que
úz.su.ma de sus tiempos tA =tAM - tEM y t 6 =taL - tEL sea constante e igual al
tiempo total interceptado T.
El problt'ma St' reducirá, pues, a trazar los frentes dt> onda del medio de velo-
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 235

o O'

A L M B

Fig. IV-33

cidad V0 y a buscar la intersección de aquellos cuya suma de tiempos dé el tiempo


total T.
Veamos como se trazan los frentes de onda.
Los frentes de onda son los lugares geométricos de los puntos alcanzados por
la sacudida sísmica en un mismo tiempo y, asimismo, son normales a los rayos
de cada punto.
Sea la figura IV -34 igual a la anterior en la que solo hemos considerado, para
mayor claridad, una dromocrona, la correspondiente al tiro en A.
Sea M un punto cualquiera de AB; el tiempo registrado de A a M, tAcEM será
el tM correspondiente de la dromocrona.
V
El rayo EM formará con la vertical un ángulo 8 0 tal que sen 8 0 = ~, según vi-
mos por la ley de las velocidades aparentes, siendo W la velocidad aparente corres-
pondiente al punto M1 de la gráfica (la tangente f'n este punto M1 ¡ por lo que
podremos trazar para cada uno de los puntos T, S, R, M... los rayos emergentes,
que si consideramos V0 constante serán líneas rectas. En el caso de la figura, al
ser una recta la gráfica, todos los rayos f'mergentes serían paralelos y W =Vd·
A estos rayos corresponderán en los puntos T, S, R, M... los tiempos registra-
dos tT, t 5, tR, tM,. .. etc. Tracemos sobre cada uno de ellos una escala de tiempos
partiendo de los tiempos registrados y disminuyendo hacia abajo, en función de
236 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

l
''
1 ¡
'
1
1 '
1

.
1
1
1 ¡'
!tR ¡1M
i 1

Fig. IV-34

las distancias 0:• ~: etc. Uniendo los puntos e de iguales tiempos obtendremos
los frentes de onda correspondientes a dichos tiempos. En el caso considerado
serán rectas perpendiculares a los sucesivos rayos emergentes y, por tanto,
paralelas entre sí.
Haciendo lo mismo para el tiro desde B obtendremos la otra serie de frentes
de onda.
Suponiendo trazados los frentes de onda tales como en la figura IV -35, a los
que les hemos dado una numeración arbitraria de tiempos a fines meramente

..

Fig. IV-35
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 237

explicativos, y suponiendo que el tiempo total interceptado fuese T = 20, el estra-


to vendría dado por la intersección de frentes de onda tales que la suma de tiem ·
pos de T = 20, tal como se ha hecho en la figura.
Este método tiene la ventaja de que se puede utilizar con cualquier ley de
propagación de la velocidad V (ya que hasta ahora hemos considerado V0 constan-
te) bastando obtener (de los gráficos rayos-frentes de onda de dicha ley) los rayos
emergentes correspondientes a los sucesivos ángulos de emergencia que se dedu-
V
cen para cada punto por la relación O0 = vJ (V 0 sería la velocidad irúcial en su-
perficie), trazándolos para cada geófono del perfil y procediendo de análoga
manera pero marcando los tiempos a partir de los puntos T, S, R... con la ley de
velocidad correspondiente.
De esta forma se obtendrán las curvas correspondientes a los frentes de onda,
y los puntos del refractor corresponderán, como antes, a la intersección de cada
dos frentes de onda tales que la suma de tiempos sea igual al tiempo total T.
La interpretación se puede hacer hallando la velocidad aparente entre cada dos
posiciones de geófonos (fig. IV-36):

Vo
de la que se deduce el valor ea' ya que sen ea = w a

El rayo emergencia a, correspondiente al ángulo 8 ª'se traza en el punto medio


de G 1 G2 •

T 1
1
1

.'
1
1
'
1
:
1
1 ''
1

1 t¡ : t2
'
1
1
1
1
1 't
' ''
'' 1'

Fig. IV-36
238 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

En general no se halla el valor de Wa cada dos punto.s, sino que se procura aislar
trozos de dromocronas rectos, o sea, de velocidad w. constante y :;e procede de
esta manera para cada trozo.
El estudio de las leyes de propagación de la velocidad de la onda sísmica en pro-
fundidad lo veremos más adelantado en el método de reflexión, con lo que
quedarán suficientemente aclarados estos conceptos.
El método de interpretación por frentes de onda proporciona una representa·
ción muy aproximada del refractor y, aunque es un poco lento, merece la pena em·
plearlo por su gran precisión.

IV -5.5. Consideraciones finales


Por último digamos que la tarea más importante del interpretador es separar
en la gráfica los trazos de dromocrona que corresponden, en uno y otro sentido, a
cada uno de los refractores existentes en la sección sísmica estudiada. Esta es la
parte más difícil de Ja interpretación en refracción, ya que un cambio de pendiente
en la dromocrona no significa necesariamente un cambio de refractor (es decir, un
paso de un refractor a otro más profundo), sino que puede significar simplemente
un cambio de pendiente en el refractor primero.
Otra norma importante a este respecto es la siguiente: como se puede suponer,
en la practica no se regi.stran dromocronas rectas, sino curvas que aproximadamente
se pueden representar por trozos rectos (ya que los refractores en la realidad no son
perfectamcntt> planos); la int<'rpretación, sin embargo, se basa en velocidades apa·
rentes constantes, por lo que el interpretador, cuando ajuste las velocidades apa-
rentes, debe tener cuidado especial en que las anomalías (o desviaciones de la cur-
va real sobre 1a recta ficticia) se correspondan sensiblemente en uno y otro sentido
del tiro.
Sea, por ejemplo, el caso sencillo de la figura IV.37 en la que hemos supuesto
un pequeño sinclinal dentro de una marcha uniforme del refractor. Tendremos
que ajustar las rectas de las velocidades V la y V Id de manera que las anomalías
a 1 y d 1 se correspondan; es decir, estén ambas por encima de las rectas V 1• y
V td y sensiblemente a la distancia debida a Jos recorridos refractados indicados.
Para la interpretación de anomalías son muy útiles los métodos de los De/Ay
time y de los Frentes de onda, sobre todo este último.

\V-6. Prácticas del método de refracción y su empleo. Reducciones a\ Datum


IV-6. 1. Equipo empleado
El equipo básico empleado en la prospección sísmica por refracción es
prácticamente el mismo que se utiliza en la prospección por reflexión. Corno
en párrafos más adelante lo describimos con suficiente detalle, bastará que aquí
demos unas ideas generales sobre el mismo.
Un eqlúpo completo de refracción se compone, a su vez, de varias unidades:
tres equipos de campo y uno de gabinete.
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 239

\ 1
\ : '
\ 1
'
\ ! \\
\
\ 1
1
1

\ \ ,f \ 1

, , ____ ...- \ 1

Fig. IV-37
'
A) Equipos de campo
1) Equipo topográfico.-Su m1swn es el levantamiento taquimétrico de los
perfiles que se van a estudiar. El equipo incluye un topógrafo y dos o tres peones
y se desplaza sobre un vehículo ligero todo terreno.
2) Equipo de perforación.- Su misión es perforar los pozos en cuyo fondo se
ha de disparar la carga explosiva. Se compone de una o dos sondas montadas so-
bre un camión, uno o dos camiones cisterna y el personal correspondiente (para
cada sonda un mecánico-sondista, un ayudante y un peón, así como un conduc-
tor para cada camión cisterna).
3) Equipo de registro.-Su misión es obtener los registros sísmicos (o sismo-
gramas) de cada uno de los perfiles que sitúa el equipo topográfico. Se compone
de un aparato registrador montado sobre camión, un camión de explosivos,
un camión cisterna y un vehículo ligero todo terreno. El personal es el siguiente:
un observador y un ayudante, un dinamitero y un ayudante, un conductor y de
cuatro a ocho peones.
Este equipo se ocupa de colocar los geófonos a lo largo del perfil, así como del
tendido de cables que los unen al aparato registrador. Una vez efectuado todo es-
to, el observador da la señal (por radio) al dinamitero y se procede al disparo
de la carga y registro del perfil.
B) Equipo de gabinete
El equipo de oficina suele constar de un jefe de equipo, un ayudante, un cal-
culador y un delineante.
240 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

IV-6.2. Práctica del método de refracción


La práctica del método se suele llevar a cabo por el sistema de perfiles conti·
nuos. Cada perfil tiene una longitud constante y forma parte de una línea de rum-
bo generalmente fijo. El método consiste en disparar desde dos puntos fijos de
la alineación y registrar sucesivamente el perfil, que se va situando entre ambos,
según el esquema de la figura l V-38.
o 23 u 2 23 24 O'
L------------+--""'--------------- -~---'---··- -· ·----4

1- Perfil I '· 2¡
---'---...¡.
~4
23. ..~J---3
¡ , -·I
--"-- 2'
24
1

---- 2 --- ------4---~


Fig. IV-38
Los puntos de tiro son O y O', situados en los extremos de la línea. Se procede
de la manera siguiente: se dispone el perfil en la posición 1 y se dispara desde O,
registrándose el. sismograma correspondiente. Luego se sitúa el 2, disparándose
nuevamente desde O, y así sucesivamente hasta llegar al extremo O' de la línea,
Luego se procede a la inversa, disparando desde O' y situando el perfil, sucesiva-
{'lente, en 4, 3, 2 y 1. Con ello habremos conseguido un registro continuo de la
línea entre O y O' en los dos sentidos 00' y O'O.
Los perfiles se disponen de manera que los dos últimos geófonos de cada perfil
(núm.23 ynúm.24) coincidan con los dos primeros (núm. l y núm. 2) del perfil si-
guiente (en la figura se han señalado las posiciones de geófonos correspondientes a
los disparos en O). Esto se hace para asegurar el enlace entre los perfiles consecu-
tivos ya que los tiempos a Jos geófonos superpuestos, co.rrespoudientes a dos dis-
paros sucesivos, deben coincidir.
La necesidad de proceder por medio de perfiles parciales 1, 2, 3 ... etc. en vez de
registrar un solo perfil de longitud 00' se debe a dos causas: 1) porque los cables
empleados son de longitud limitada y no llegan a la longih1d 00' deseada (que
frecuentemente es del orden de los diez kilómetros) y 2) porque para obtener un
control bueno del refractor es necesario que la distancia entre geófonos no sea
excesivamente grande, ya que cada geófono detecta un rayo emergente de un
punto del refractor.
Una vez registrada la línea desde los puntos conjugados O y O', tendremos a
disposición los datos necesarios para obtener las dos dromocronas conjugadas.
En cada disparo se registra el momento de explosión, es decir, el origen de
Liempos o tim<! break, y los tiempos de llegada de las ondas refractadas. Como indi-
camos anteriormente son las primeras . llegadas. Estas primeras llegadas, en los
pP.rfilcs próximos al punto de disparo O, se referirán a la onda directa a travé.';
del medio de velocidad superficial V 0, en los perfiles siguientes al medio de velo- ·•
ri<bd V 1 , y así sucesivamente dependiendo, claro es, de los medios que existan
y, asimismo, de la longitud total de la línea (cuanto más larga, mayor número de
rt·fractore.s se obtendrán, si existen).
En la figura IV-39 indicamos esquemáticamente los datos que se obtendrán del
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 241

t t

1
1
1
1
1
'
1

''
'
!
¡
O v-~~-~~.l....-~~-~--=-1-~~-----'0
1

'=----1~ ~3~~
~2--- - · -
0...Q-....O...-"-.ll.......C.....ü-.q_A_~~~~-;ª----~~---::i.--
o•

Fig. IV-39

disparo en O, supuesta la seccíón sísmica indicada (dos refractores). Cada perfil,


1, 2, 3, 4, lo suponemos compuestos de siete geófonos; solamente hemos represen-
tado los geófonos del perfil l. ·
Al registrar el perfil 1 obtenemos los tiempos correspondientes a la onda direc-
ta. Dícha onda directa se recibe también en los dos primeros geófonos del perfil 2;
en el punto A (A' de la dromocrona), el tiempo del recorrido directo OA es igual
al del recorrido refractado OCDA, por lo que a partir de este punto se detectan
las ondas refractadas por el primer estrato (con velocidad aparente v; ). Al llegar
al punto B (B' de la dromocrona) los tiempos de los recorridos por el primero y
segundo estrato (OCFB y OEH IGB, respectivamente) son iguales; por lo que a par-
tir de B se detectan las ondas refractadas por el segundo estrato (con velocidad
v;). Los circulitos indican los tiempos de las primeras llegadas, leídos en los
sismogramas.
Los dos últimos geófonos de cada perfil coinciden con los dos primeros
del perfil siguiente, según hemos indicado.
Análogamente situaríamos los puntoa correspondientes al disparo en O', con lo
que obtendríamos la dromocrona conjugada. Partiendo de las dos dromocronas
realizaríamos la interpretación correspondiente.
En los primeros perfiles registrados desde O las primeras fases de las primeras
llegadas serán, en general, muy claras y evidentes, debido a la proximidad del
punto de diaparo. No ocurrirá lo mismo en los perfiles sucesivos (a pesar de ir
242 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

aumentando las cargas progresivamente) en los que por lo común no será la pri-
mera fase de la onda refractada Ja que se registre, sino alguna de las fases sucesi-
vas. Esto no presenta gran dificultad, ya que como todos los perfiles tienen dos
geófonos comunes se pueden referir perfectamente los tiempos al mismo origen
común.
En prospección petrolífera, los perfiles suelen tener longitudes del orden de
unos dos kilómetros, y los geófonos (en general veinticuatro) se suelen separar
con distancias que oscilan de 100 a ·300 metros, dependiendo del detalle que se
quiera obtener.
Las cargas empleadas son, en condiciones normales, del orden de 25 a 50 kilo-
gramos de explosivos por kilómetros de línea investigada. Conforme se registra
a mayores distancias las cargas empleadas son cada vez mayores, llegando incluso
a cargas del orden de miles de kilogramos de explosivos, lo que hace encarecer
mucho el método.
Como término medio se pueden registrar diariamente, en los dos sentidos de
dos a cuatro kilómetros de línea.
Debido a los largos recorridos de los rayos refractados las frecuencias altas y
medias se atenúan, con lo que prácticamente sólo lleg•m a la superficie las frecuen-
cias bajas. Por ello se emplean geófonos de baja frecuencia (de 1 a 8 c.p.s.)
Generalmente sólo se emplea un geófono por traza, aunque en alguna ocasión
se utilizan varios, conectados en serie, situándolos sobre una alineación perpen-
dicular al perfil y simétricamente colocados respecto al mismo.
El equipo de registro es prácticamente el mismo que el empleado en reflexión,
que describiremos al final de los métodos sísmicos en el apartado dedicado a ins-
trumentos.
Hay que advertir que, como se registra a grandes distancias del punto de dispa-
ro, la comunicación entre el dinamitero (que realiza el disparo) y el observador
(que registra el sismograma) se efectúa por radio. El momento de explosión se
transmite, asimismo, por radio.
Cuando se va a registrar una linea desde dos puntos de explosión conjugados
es buena práctica situar una sonda y una radio en cada punto de disparo; una
tercera radio va con el equipo de registro. Una vez dispuesta la línea de geófonos
en el perfil correspondiente, el observador se pone en contacto con el equipo
situado en el primer punto de explosión y se efectúa el disparo; una vez registrado
y comprobado el sismograma resultante se pone en comunicación con el equipo
situado en el otro punto de explosión y se procede al registro coujugado. Después
se cambia el perfil de posición y se procede de forma análoga. De esta manerll se
ahorra bastante tiempo y se aumenta la producción diaria de registros.
Para economizar explosivo se puede recurrir al principio del paralelismo, efec-
tuando los tiros a distancias más pequeñas y corriendo sucesivamente los puntos
de tiro en la dirección de la línea¡ la distancia del punto de tiro al perfil se
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 243

mantiene constante; sin embargo, este sistema hay que áplicarlo con cierta caute·
la, asegurándose de que se sigue el mismo refractor y no otro más superficial. Este
sistema de tiros a distancia constante es el único a emplear cuando se quiere se-
guir un determinado refractor intermedio de una sección sísmica; la distancia
de tiro vendrá fijada por los perfiles de prueba que se habrán realizado con obje-
to de determinarla.
La interpretación se suele hacer por cualquiera de los métodos que hemos indi·
cado anteriormente. El método de interpretación por frentes de onda es el más
exacto y, por ello, el que se debería utilizar. En general, sin embargo, convendrá
hacer una primera interpretación aplicando las fórmulas correspondientes al nú-
mero de refractores presentes y luego aplicar un método de interpretación por
frentes de onda. Procediendo de esta manera se obtiene primeramente la marcha
general de los refractores y, luego, el detalle de los mismos.
Respecto al empleo del método de interpretación por frentes de onda hay que
advertir que se puede utilizar para cualquier número de refractores, por ello hay
que aplicarlo progresivamente. Supongamos, por ejemplo, el caso de la figura IV-39
(dos refractores); en este caso calcularíamos primeramente por el método de
los frentes de onda el primer refractor EG. Luego reduciríamos los tiempos
registrados de la dromocrona OA'B' Oí, a los que se hubieran observado si
hubiéramos disparado en E y registrado a lo largo del primer refractor EG,
haciendo la reducción para cada uno de los geófonos en función de los recorridos
correspondientes; obtenida la nueva dromocrona, se procedería a su interpretación
por el método anteriormente expuesto. El sistema es laborioso, pero sus resultados
pueden compensar con creces el trabajo.
Tiro en abanico.-Uno de los sistemas empleados en los comienzos de la pros-
pección sísmica por refracción era el tiro en abanico.
El tiro en abanico consiste sucintamente en disparar en un punto O y registrar
a lo largo de un arco con centro en dicho punto, tal como indica la fig. IV-40.
Comparando los tiempos registrados con
los de una gráfica tiempo-distancia, registrada
en un lugar próximo, en donde se sabía que las
condiciones superficiales eran normales, se lle-
gaba a detectar la presencia de domos de sal,
pues ésta, por su mayor velocidad, hacía que
los tiempos registrarlos fueran mucho meno·
res que los registrados en condiciones nor-
males.
Un sc·gundo disparo en abanico, dispuesto
de modo que los rayos fuesen, aproximada-
mente perpendiculares a los anteriores, has- o a::;.;,_._ _ _ _ _ _ _ ___. ª5
tará para determinar, a grandes rasgos, la si- Fig. IV-40
tuación del domo de sal.
244 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Se empleó para detemri.nar domos de sal poco profundos.

IV-6.3. Empleo del método de refracción


Para utilizar con éxito el método de refracción es necesario que en la zona a in-
vestigar existan refractores que tengan contrastes de velocidad grandes respecto a
las capas superiores a ellos y que las velocidades de los refractores sean cada vez
mayores en profundidad. Si existiese una capa de velocidad baja entre dos de ma-
yor velocidad, aquella no quedaría registrada por refracción, ya que como
sen in = VV : 1 y V n < V" _1 no es posible que la refracción total se produzca en este
contacto, lo que producirá una indeterminación en la profundidad resultante.
a) Empleo del método de refracción en prospección petrolífera.-El método de
refracción se emplea, sobre todo, en prospección petrolífera, y se suele utilizar co-
mo método de reconocimiento, aunque en algunos casos puede emplearse como
método de detalle.
1) Como método de reconocimiento.-Se emplea para efectuar un reconoci-
miento amplio de una cuenca sedimentaria, con objeto de seguir el relieve del
basamento y, por tanto, averiguar el espesor de la cuenca. También es muy útil
para seguir una determinada capa de alta velocidad (calizas, dolomías, formacio-
nes de sal) bajo sedimentos menos veloces.
2) Como método de detalle.-Como método de detalle se suele supeditar al
éxito del método de reflexión en la zona a investigar. En este sentido se emplea
en las zonas en donde el método de reflexión no da resultados, en las zonas en que
la interpretación de los datos de reflexión es dudosa y, sobre todo, en la deter-
minación de fallas, ya que éstas se detectan bien por refracción~
b) Empleo del método de refracción en prospección minera.-El método
de refracción no se suele emplear en prospección minera propiamente dicha, a
menos que las condiciones del yacimiento sean muy favorables al empleo del
método (contrastes de velocidad grandes y refractores con relieve poco pro-
nunciado).
Sin embargo, se emplea algunas veces como método auxiliar en las prospetcio-
nes eléctricas, para determinar las irregularidades de la capa meteorizada, especial-
mente cuando ésta es conductora y se utilizan métodos electromagnéticos, ya
que en este caso dichas irregularidades producen respuestas electromagnética.
En prospección de ~auas subterráneas puede ser muy interesante su aplicación
para determinar los aspectos estructurales que condicionan la acumulación de
aguas.
c) Empleo del método de refracción en trabajos de Ingeniería Civil.- También
tiene el método aplicación en este campo. Generalmente en todos estos trabajos
hay que determinar la roca fume que sirva de asiento a las obras proyectadas
(presas, carreteras, etc.); como existe un gran contraste de velocidad entre este fir-
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 245

me rocoso y los terrenos poco consolidados que lo cubren, el empleo del método
de refracción es casi obligado.
En estos trabajos se emplean aparatos registradores portátiles de pocos canales;
algunos de los que existen en el mercado actualmente tienen un solo canal (es
decir, un circuito para un ge6fono solamente) y en ellos la onda sísmica se produ-
ce por el golpe de un martillo. Este tipo de aparatos puede detectar ondas re-
fractadas hasta de unos 50 m de profundidad.
Las únicas características específicas de los aparatos de refracción empleados
en prospecciones muy superficiales son: 1) Trabajan con frecuencias altas (de
100 a 200 c.p.s., aproximadamente). 2) La velocidad del papel fotográfico en que
se imprime el sismograma es grande, con objeto de conservar la precisión en las
lecturas de los tiempos.
Como final del método sísmico de refracción estudiaremos las reducciones
al datum.

IV-6.4. Reducciones al datum o plano de referencia


En todo lo anterior hemos supuesto que efectuábamos el tiro y registrábamos
los tiempos de llegada sobre un plano horizontal, y que la velocidad V 0 comenza.
ba en la superficie de dicho plano. Esto no es cierto, ya que en Ja realidad, el
perfil sísmico de refracción sigue el perfil del terreno y en la superficie del suelo
siempre hay una capa meteorizada de velocidad de propagación muy baja (de
360 m/seg a 1000 m/seg, generalmente). Además, el tiro nunca se efectúa en
superficie, sino en el fondo de un pozo perforado previamente por debajo del
estrato meteorizado.
Por ello hay que reducir los tiempos observados a los que se obtendrían si se
disparase y registrase en un plano ficticio horizontal o Datum.
Sea, por ejemplo, en la figura IV -41, OGM la superficie del suelo, y RS el
contacto de la capa meteorizada de velocidad Vw, con la capa consolidada de
velocidad V 0 • Sea P el punto de explosión situado en el fondo de un pozo OP.
El recorrido del rayo refractado a un geófono G será PA + AC +CD + DB +
+ BG l + G 1 G y el recorrido desde el Datum: AC + CD+ DB, por lo que bastará
calcular los tiempos PA, BG 1 y G 1 G para, restándolos del tiempo total tPCoG,
tener el tAcoe.
Como el Datum se toma muy próximo a la superficie, los recorridos PA y BG 1 G
se pueden considerar verticales, por lo que si llamamos 0 0 y 0 9 a las cotas de los
puntos O y G (sobre el nivel del mar), p a la profundidad de explosión, 0 0 a la
cota del D atum, Vw a la velocidad del weathering (o capa meteorizada), V0 a la
velocidad de la zona consolidada y WG al espesor de la capa meteorizada bajo el
geófono G, tendremos:
PA BG 1 G 1 G)
tAcos = tPCoG - ( Vo + Vo + Vw
246 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

___ M

Vo
---- --------- ~'-- ---S
Datum

J____________ -------- _:__ J_ --


QD

_J_ -----

e V¡ o
Fig. IV-41

ahora bien:

El cálculo del espesor de la capa meteorizada WG bajo un geófono cualquiera


lo estudiaremos en el párrafo IV-11., por lo que no lo incluimos aquí para evitar
repeticiones innecesarias.

IV-7. Método sísmico de reflexión. Generalidades


IV-7.1. Introducción
El método sísmico de reflexión consiste en registrar los tiempos de llegada
de las ondas reflejadas en los contactos del subsuelo a una serie de detectores
superficiales o geófonos. En función de los tiempos de llegada de las ondas y de
las distancias superficiales medidas se puede llegar a conocer la posición de los
estratos en profundidad.
Sea (fig. IV-42) un pozo de explosión PO perforado bajo la capa meteorizada
y en cuyo fondo O hemos colocado una carga explosiva. Sean los geófonos G 1 ,
G2 , G3 , G4 , unidos por unos cables al camión registrador. Si disparamos en O
y registramos la llegada de las ondas producidas obtendremos un sismograma del
tipo que esquemáticamente se indica en la figura. Cada traza corresponderá
a un geófono. Las b'azas se mantienen quietas hasta que llegan las primeras on-
das OAG 1 , OBG 2 , OCG 3 y ODG 4 o primeros impulsos •refractados.
Al cabo de un cierto tiempo llegan los impulsos correspondientes al contacto
r1 , originando la primera reflexión, y posteriormente los correspondientes a la se-
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 247

jlliijifi'I 1 1 1 1 1 1 1 1
o 1 2 3 4 s 6 7 8 9

'
Momento de explosl6n
Primeras llegadas lª refl ex16n 2ª refle?'lón
o 1 os impulsos refractados

Fig. IV-42

gunda reflexión, y así sucesivamente irán apareciendo en el sismograma las dis-


tintas reflexiones.
El momento de explosión queda indicado en una de las trazas (G 4 ) y los tiem-
pos transcurridos quedan impresos en el sismograma por medio de una serie de
rayas verticales de las que sólo se ha indicado la parte superior, aunque en realidad
cruzan verticalmente el sismograma. Los tiempos marcados 1, 2, ... , corresponden
a O, 1 segundo, 0,2 segundos... , etc.; cada una de las divisiones más pequeñas
corresponden, por tanto, a 0,01 segundo. Las milésimas de segundo o milisegun-
dos se aprecian a la estima.
Los impulsos sísmicos reflejados se reconocen fácilmente en el sismograma
por su amplitud, forma de onda y, sobre todo, por la alineación característica
de sus fases sobre todas las trazas del sismograma.
La causa de que el método de reflexión fuese posterior al de refracción fue
precisamente d que al principio se registraba con un solo geófono y basta que
248 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

no se hicieron registros con más geófonos no fue posible reconocer los impulsos
reflejados, una de cuyas características más importantes es la que acabamos de in-
dicar: la alineación de sus fases.
En los siguientes capítulos consideraremos, para comodidad en la exposición,
que disparamos y registramos en un plano horizontal y que no existe la capa
meteorizada. Más adelante estudiaremos como se reduce el caso general a
este.
Cuando se practica el método de reflexión en cuencas sedimentarias de gran
espesor es frecuente recibir impulsos reflejados o reflexiones que provienen
de hasta siete u ocho kilómetros de profundidad, es decir, que el método de re-
flexjón puede dar información útil a cualquier profundidad y con la misma pre-
cisión prácticamente para todas las profundidades. En esto se diferencia de los
restantes métodos geofísicos, en los que la precisión disminuye notablemente
con la profundidad.
La precisión con que el método de reflexión sitúa los diversos estratos o con-
tactos en profundidad sólo es comparable con la de los sondeos mecánicos. En
zonas en donde se conoce la velocidad de propagación de las ondas sísmicas el
error en la determinación de la profundidad puede ser incluso de un 23.
El método de reflexión es un método muy preciso, pero caro. Por eso se sueleñ
delimitar con magnético y gravimétrico las zonas mejores. Pero el sísmico de
reflexión se ha hecho imprescindible para el petróleo.
F.s importante indicar que este método sísmico, aunque es un arma poderosa
en la exploración geofísica, tiene algunas limitaciones. La más importante es que
es prácticamente inútil para prospectar zonas de fuertes pendientes. En general_se,,
considera que es bueno cuando las pendientes de los contactos son inferiores a
30º. Pero en todo caso nos aclara importantes problemas.
Como ya hemos indicado anteriormente, el método de reflexjón mide los
tiempos de llegada de las ondas reflejadas a unos detectores superficiales situados
a distanci.as conocidas. En función de estos tiempos y estas distancias se puede
llegar a obtener un corte o sección del terreno que indica la marcha estructural
de las distintas formaciones existentes en la zona investigada.

IV-7.2. Generalidades
Breve idea previa de un sistema de registro empleado.-El circuito básico de re-
gistro o canal de registro se compone para cada traza, del sistema Geófono-Ampli-
ficador-Galvanómetro.
El geófono o sismómetro es un detector que convierte el movimiento del suelo
en una pequeña f.e.m. inducida, que da lugar a una corriente que circula desde él
al aparato registrador (al que va urúdo por un cable), en donde se encuentran el
amplificador y el galvanómetro.
El amplificador sirve para amplificar la pequeña sefl.alrecibida al nivel deseado.
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 249

Es semejante a los empleados en radio. Lleva un sistema de :filtros destinado a se-


leccionar previamente las frecuencias que interesan (usualmente de 25 a 80 ciclos).
El galvanómetro u oscilógrafo normal es de muelle o de bobina, con un es-
pejo sobre el que incide un rayo de luz. Las pequeñas variaciones de la corriente
hacen girar el espejo en sentido normal al papel fotográfico (que se mueve a una
velocidad constante) produciendo la traza en el sismograma.
Cou 24 circuitos iguales al anterior se obtienen las 24 trazas del sismograma.
Las rayas verticales que proporcionan los tiempos se obtienen mediante un sis-
tema óptico unido a un motor que gira a velocidad constante, dando estas rayas
a intervalos generahnente de 0,01 segundo.
Elección de la longitud del perfil a utilizar.-Llamamos extenilimiento o perfil,
a Ja línea o disposición de geófonos que se registra con un solo disparo. El ex-
tendiroiento es siempre una línea recta sobre la que se disponen los geófonos
a distancias previamente establecidas.
La longitud del perfil suele variar según las zonas. En general varía de 300
a 800 m de longitud, según se trate de trabajos de detalle o de reconocimiento
y dependiendo, asimismo, de las condiciones tectónicas de la zona a explotar,
ya que en zonas de suaves pendientes se podrán utilizar extendimientos largos,
mientras que en las de pendientes más fuertes convendrá utilizar perfiles más cor-
tos. La razón es la siguiente: en la interpretación final las reflexiones se interpre-
tan como procedentes de elementos reflejantes planos, hipótesis que será tanto
más cierta cuanto más suave sea la pendiente de los mismos o, en caso de mayores
pendientes, cuanto menor sea la longitud del perfil utilizado. ·
La elección de la longitud del perfil se basará, pues, en el conocimiento geo-
lógico previo que tengamos de las condiciones tectónicas de la zona, sin perder
de vista el factor económico, ya que cuanto mayor sea la longitud del perfil utili-
zado mayor será la longitud total cubierta diariamente (supuesto el número de re-
gistro constante). En realidad se establece un compromiso entre estos dos factores
para elegir la longitud del perfil.
Como norma general digamos que si se trata de líneas de reconocimiento los
perfiles serán largos, mientras si se trata de líneas de detalle serán más cortos.
Otro factor que influye notablemente es la facilidad o dificultad de la perfora-
ción. Si la perforación de los pozos de explosión es sencilla los perfiles podrán ser
más cortos, ya que se podrán registrar diariamente un número de perfiles no infe-
rior a diez, obteniéndose un buen rendimiento del equipo.
Si las dificultades en Ja perforación son grandes, entonces el número de pozos
perforados diariamente será mucho menor, por lo que convendrá utilizar la mayor
longitud de perfiles compatible con las características tectónicas de la zona.
Disposición de los geófonos.-La disposición usual de los detectores o geófonos
(también llamados sismómetros) es la de diez de ellos por traza; estos diez geófonos
se colocan conectados en serie en cada punto estación del perfil. Cada traza en el
250 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

sismograma corresponderá. pues, a un grupo de diez geófonos, colocados simétri·


camente y a corta distancia del centro_ d:l grupo que será el punto de registro.
Como veremos al final (Registro múltiple) hay zonas de respuesta sobre las
que conviene emplear un número mucho mayor de geófonos p0r"traza~
Aclaremos por último, que el sismograma es un registro fotográfico de todas
las trazas de un perfil correspondientes a un mismo disparo. Nonnalmente cada
sismograma consta de veinticuatro trazas (correspondientes a otros tantos canales
del aparato registrador y, asimismo, a otros tantos puntos de estación de geófonos
o grupos de geófonos). Hay aparatos registradores con 48 canales, que pueden re-
gistrar, por tanto 48 trazas simultáneamente.
Sistemas de tiro empleados.-En sísmica reflexión se utilizan diversas modalida-
des o sistemas de tiro. Hablaremos aquí de los más corrientes, como son el tiro
en línea y el tiro desplazado.
a) Tiro en línea.-EI tiro en línea consiste simplemente en situar el pozo de
explosión alineado con la línea de geófonos. Puede ser: tiro en línea cen1ral
(fig. IV-43), tiro en línea central o Splít (fig. IV-44) y tiro lateral o de extremo
(fig. IV -45).

1 11 o 14 24 12 o 13 24

Fig. IV-43 Fig. IV-44

o 12-13 24
J .'
'
1

!' o'
1

'
b
Fig. fV.45 Fig. IV-46

1 24 h) Tiro desplazado.-Otro sistema es el tiro


,...._ _ __ ________, desplazado, que puede ser central o de extre-
•' mo (figs. IV-46 y IV-47).
¡d
: En esta modalidad se desplaza el pozo de
l explosión, normalmente al perfil, una cantidad
o Fig. IV-47 d variable, que oscila, como norma general
de 20 a 120 m, aproximadamente.
Ventajas e inconvenientes de los diversos sistemas de tiro.-El tiro central tiene
la ventaja de que simplifica notablemente los cálculos posteriores; ahora bien,
presenta el inconveniente de que La onda superficial puede disturbar fácilmente el
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 251

registro. Si no se consigue eliminar esta onda por medio de fitl-ros adecuados,


conviene emplear el sistema tiro central desplazado, ya que, utilizando un despla-
zamiento conveniente d, la llegada de la onda superficial se retrasa lo suficiente
para no perturbar el registro. El tiro a Split (fig. IV -44) presenta, respecto al cen-
tral, la ventaja de que al separar las trazas centrales 12-13 una cierta longitud se
evita el inconveniente de efectuar lecturas erróneas de los tiempos centrales debi-
do a interferencias producidas en las inmediaciones del pozo de explosión.
Sin embargo, el sistema de tiro central desplazado presenta la ventaja de tener
a disposición una longitud variable d para situar el pozo de explosión, lo que per-
mite colocarlo en la zona más accesible para el camión-sonda que perfora el
pozo.
Los tiros laterales o de extremo tienen el inconverriente de que complican más
cálculos de oficina, pero presentan la ventaja de que, cuando se emplea el siste-
ma de perfiles continuos, con cobertura continua del subsuelo, requieren la mitad
de pozos que los tiros centrales (si bien utilizando los pozos de explosión para
disparar dos veces), con la consiguiente utilidad en zonas de difícil perforación.
En las figuras IV-48 y IV-49 se aclara este concepto. El sistema de perfil con-

Perfil 3

p P,
\ /f' /fí' ¡f, /
\

\
I , \

/ !\ f
/ ¡' \ \ I
: 1\ \ /
(
\ / \1
I
/
1

j
\
\
\ I
/
,'
\
\
'
//
\
\ '
I
/ . \ / \ /
\ ,' \/ ! \/ \/
'"-v---''-,,-'..___,__,
1, 12 13

Fig. IV-48

Perfil J inverso
Perfil 1 normal

-----"'--v----'..____,,._.,
1 12 12
Fig. IV-49
252 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

tinuo consiste en cubrir el subsuelo de una manera continua, pl\l'a lo cual se pro-
cede como se indica en las figuras, manteniendo constante, como es usual, la
longitud del perfil.
En la figura IV-48 utilizamos el sistema de tiro central; para obtener una cober-
tura continua del subsuelo se procede de la manera siguiente: si P1 es el primer
pozo, el perfil será PP2 , registrándose las lle.gadas correspondientes al trozo de
estrato 1 1 ; para cubrir el estrato de una manera continua deberemos disparar
en P2 , con lo que el perfil siguiente será P 1 P3 , es decir, tendremos que ir solamen-
te solapando sucesivamente la mitad del perfil de un pozo a otro.
En la figura IV-49 utilizamos el sistema de tiro lateral; para obtener una cober-
tura continua del subsuelo procederemos de la manera siguiente: disparamos en P
y registramos el perfil PP 2 correspondiente al pozo de estrato 1; pasamos al punto
de explosión siguiente P2 y registramos el mismo perfil, pero en sentido contrario
P2 P, con lo que obtendremos el trozo de estrato 12 • Lue.go volvemos a disparar
en P2 , pero colocamos la línea de geófonos en P2 P4 , con lo que registramos el tro-
zo 12., y así sucesivamente. De esta manera, para una misma longitud de perfil
en los sistemas de tiro, el número de pozos será, para el sistema de tiro lateral,
la mitad que para el sistema de tiro central; ya que en cada pozo de la fig IV-49
hemos disparado dos veces (es decir, en ambos sentidos).
Tiro en el centro de una cruz.-Otro sistema de tiro que se emplea, sobre todo
en zonas urbanas o industriales en las que el número de pozos ha de ser forzosa:
mente limitado y dispuestos según lo permiten las circunstancias, es el tiro en el
centro de una cruz.
24 El tiro en el centro de una cruz consiste
en la disposición que esquemáticamente in-
dicamos en la figura IV-50. Se disponen
dos perfiles perpendiculares y se dispara en
su centro O. Cuando sólo se puede efectuar
o un disparo se aprovechan las 24 trazas
1 1-------+------112 disponiendo 12 en un perfil y 12 en el otro,
con lo que con un solo tiro se registra en
dos direcciones perpendiculares, lo que:per-
mite, como veremos más adelante, obtener
información sobre la máxima pendiente de
los distintos estratos, partiendo de sus com-
13 ponentes en ambas direcciones.
Fig. IV-50 Si se consiguen identificar los reflejos
pertenecientes a un mismo horizonte se
puede tratar de esbozar, con los datos de profundidad y pendientes leídas, la
marcha tectónica del estrato y en condiciones muy favorables, incluso determinar
una estructura con este sistema.
Como hemos indicado anteriormente este sistema sólo se emplea cuando no
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 253

hay posibilidad de efectuar la prospección de la zona de una manera sistemática


y en zonas petrolíferas bien conocidas desde el puoto de vista geológico.
Hay algunos otros sistemas de tiro; pero los más usuales son los que hemos men-
cionado anteriormente.
A propósito del tiro en cruz añadamos que en los trabajos normales de sísmica
a reflexión se suele disparar cada varios perfiles en línea, uno normal o en cruz,
para control de la marcha de los estratos en sentido perpendicular y obtener las
máximas pendientes, que servirán para dibujar las batimetrías de los distintos
horizontes. De esto también hablaremos más adelante.
Espejos sísmicos.-Llamaremos espejos sísmicos o elementos reflejantes a las
superficies de discontinuidad del snbsuelo capaces de producir la energía reflejada
que se registra en un sismograma. Las discontinuidades suelen ser litológicas, es
decir, que cuando cambia la litología de las capas la energía sonora se suele re-
flejar en su contacto.
En realidad basta un cambio en las constantes elásticas de los sedimentos para
que la reflexión se produzca. Por eso en series de relativa homogeneidad, como por
ejemplo una serie de margas aparentemente iguales se pueden producir reflexiones
de diversos niveles correspondientes a cambios pequeños de su densidad, compa-
cidad, etc.
Las discontinuidades estratigráficas no proporcionan necesariamente reflejos.
Estos únicamente se producen si aquellas coinciden con cliscontinuidades sísmi-
cas.
Normalmente las discontinuidades sísmicas coinciden con la estratificación; es
decir, los elementos reflejan tes indican el relieve tectónico de la zona explorada.
Precisamente esta es La gran utilidad del método sísmico de reflexión: proporcio-
nar una sección (o corte del terreno) muy exacta, con una precisión sólo compa-
rable a la de los sondeos mecánicos.

IV-8. Determinación de la situación de los espejos sísmicos en profundidad


Los problemas más importantes en sísmica de reflexión son dos: 1) la determi-
nación de las reflexiones, y 2) la correcta situación en profundidad de lo espejos
sísmicos a que dichas reflexiones corresponden.
En el apartado IV-9, daremos las normas para determinación de las reflexiones,
por lo que ahora estudiaremos el segundo problema, comenzando por el caso
más sencillo, que es el de velocidad constante, pasando luego a estudiar el caso
general de velocidad como función continua de la profundidad.
Los reflectores los consideramos siempre planos.

IV-8.1. Caso de velocidad constante


En este caso los rayos sísmicos-son líneas rectas, y los frentes de onda, superfi-
cies esféricas, o sea, circunferencias en la sección vertical que consideramos.
254 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

1) Reflector horizontal.-Sea P el punto dt> explosión G un geófono cualquiera


del extendimiento o perfil y r la capa reflectora horizontal (fig. IV -51).
Según vimos en el apartado lV-3, si ponemos
p X
PG = x, tendremos:
G
1\ /
v' x2 + 4 h2
O \
1 \ I
I t=---v-- [ 1J
1 \ I
' ' 1 I
h : '\ / V
de donde:
: \ I
1 \ I
1 \ I

i?v\ h =..l..v'v 2 t 2 - x2
I
I 2
I
I
I
I
I Como conocemos V, x y t el problema está
I ~
I resuelto.
' I
'
1
1/
/
I Recordaremos que [ 1] es la ecuación de una
V 1hipérhola cuya asíntota, en el primer cuadrante,
Fig. IV-51
es la recta t = ~ ·
V
2) Reflector inclinado.-Sea P el punto de explosión y G un geófono cualquiera
del perfil. Sea P' el simétrico de P respecto del reflector r que está inclinado un án-
gulo con la horizontal (fig. IV-52).
P' será el punto de tiro imagina-
p X G rio, porque como PA = P' A todo
I
1\
\
resulta como si hubiésemos dispara-
h
I
I 1 \
• \
do en P' siguiendo el rayo el reco-
,'Bj \ rrido directo P' AG a la velocidad
1 . \ V
1 '\ constante V.
\

Expresemos el tiempo correspon-


diente de recorrido reflejando PAG =
P'AG.
En el triángulo PP'G se verifica:
Fig. IV-52
P'G 2 = PG 2 + PP'2 - (2PG · PP' · cos P'PG)

ahora bien, P'G = Vt (siendo t el tiempo registrado en G), PP' = 2h; PG = x y


cos P'PG = cos (90 + 8) = - sen tendremos: e,
2
V t 2
= x 2 + 4 h2 + 4 hx sen e ...
de donde:

[2]
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 255

que es la ecuación de la curva tiempo distancia. Esta ecuación se puede expresar


de la siguiente fonn a:
v'(x+2 h sen 0) 2 + 4 h 2 cos2 O
t =- - - - - - - - - - - -
V

que es la ecuación de una hipérbola, cuyo centro está a la distancia x =- 2 h sen O.


Es decir, el centro de la hipérbola, que en el caso anterior coincidía con P, se ha des-
plazado ahora la distancia 2 h sen O en sentido opuesto a la inclinación de la capa,
o sea, en este caso hacia la izquierda. Sus asíntotas tienen, asimismo, los coefi-
cientes angulares ± ~ y se cortan precisamente en el eje x, a la distancia x =-
- 2 h sen 8.
Err la ecuación [2], conocida la velocidad V, quedan dos incógnitas h y O. Teó-
ricamente bastaría conocer los tiempos de llegada a dos geófonos cualesquiera del
perfil para resolver el problema. Sin embargo , es mucho más simple proceder de la
siguiente manera:
Supongamos que efectuamos un tiro central en P registrando el perfil de geófo-
nos AB siendo AP = PB = L, o sea 2L de longitud total del perfil (fig. IV-53).
Si hallamos el punto P' imagen de P res-
pecto al reflector FE (punto de tiro imagi-
nario), podemos suponer, como antes, que
la onda sísmica se ha generado en P', por~:-=::-=:~~::::=±=:=~;:~
lo que si trazamos el arco de circunferencia
AD con centro en P' tendremos BD = P'B -
- P'A, y como PEB = P'B y PFA = P'A se
verificará:

Es decir, que t 80 = Át será la diferencia


de los tiempos correspondientes a las trazas F\ ·C
\ 1
extremas (primera y última) de la reflexión \ i
correspondiente al reflector FE en el sismo- \ i
grama registrado y por tanto conocida. \ i
Ahora bien, si 2L es pequefio con relación \\ i. I/
a h (como sucede en la práctica) y el ángu- \ 1/
lo no muy grande, se verificará que BD = \~1p,
= BB' y como la cuerda ADB' es aproxima-
damente paralela a FE (para ángulos O Fig. IV-53
pequeños), se tendrá:
BB'= 2 L sen e

y como BD =V At podremos poner finalmente:


256 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

V ..:it = BD=BB' = 2 L sen(} de donde V ..:it [3]


sen8=--
2L

Fórmula aproximada que da la inclinación (} para pendientes suaves.


La determinación de h es más simple, puesto que si llamamos tp al tiempo del
recorrido PCP (normal al estrato) y conocido, ya que será el tiempo correspon-
diente al geófono situado en P (leído asimismo en el sismograma), tendremos:
VT P = 2 h (ya que es tiempo de ida y vuelta), de donde:
V tp
h= 2

Conocidos h y (}, queda determinada la situación del elemento reflejan te FE_


Supongamos ahora que efectuamos un tiro lateral.
Si el sistema de tiro empleado es el de tiro lateral (fig. IV -54), entonces necesi-
taremos efectuar dos disparos para determinar cómodamente la inclinación del
reflector AB.
Efectuamos un primer tiro en el punto
___ ______ ]8 1 P1 y registramos el perfil L en el sentido
-------¡e P1 P2 ; luego disparamos en P2 y registramos
1 el mismo perfil en el sentido contrario
''
fh2 P2P1.
,''' Con ello conoceremos los tiempos verti-
cales t 1 (tiempo P1 AP 1 ) y t 2 (tiempo
!' B
P2 BP2 ) que serán los tiempos observados
Fig. IV-54
en los geófonos P1 y P2 en el primero y en
el segundo disparo respcct~vamente.
Si trazamos por P 1 la paralela al reflector AB, tendremos:

Vt 1 =2h 1
[4 J
V t2 = 2 h2
h2 - h 1
y sen(} =
L
_V t 2 -V t 1
de donde: sen (} - 2L [5]

fórmulas [ 4] y [ 5] que permiten calcular la profundidad y la inclinación del reflec-


tor, supuesta conocida la velocidad constante V.
La fórmula [3] es aproximada, mientras la [5] es exacta; los errores de la prime-
ra son pequeños si la pendiente es suave.
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 257

IV-8.2. Caso general


1) Ley generalizada de la refracción.-Para investigar la propagación de la onda
sísmica en profundidad, supongamos el medio dividido en un cierto número de ca-
pas sedimentarias horizontales, cada una de ellas con una velocidad sísmica
constante, según se i.ndica en la figura IV-55. Supongamos un rayo OR que sale
de O formando un ángulo 8 1 con la vertical. Según la ley de Snell.

v,

V5
R
Fig. IV-55

multiplicando estas relaciones sucesivamente encontramos que el ángulo vertical


para un medio n está dado por la relación:
Vn
sen 8" =Vi sen 8 1

Si hacemos que el número de medios sea infinito, cada uno de ellos con un es-
pesor infinitamente pequeño, estaremos en el caso límite de una distribución con-
tinua de la velocidad con la profundidad y entonces el seno del ángulo 8, a una
profundidad cualquiera, estará dado por:
V
sen 8 = V sen 8 1
1

siendo V = F (z); V 1 la velocidad superficial y 8 el ángulo del rayo con la vertical


(fig. IV-56 ).
2) Caso particular en que el rayo reflejado vuelve a la superficie por el mismo
trayecto que el incidente.-Si consideramos el rayo que partiendo de O vuelve a O
después de reflejarse, este rayo incidirá normalmente sobre el horizonte refle-
jando (fig. IV-57).
258 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

o
_!J- ---
--
\ 1
\ ~
V1 D.t \
-- - F
,.-- -------:

,e v= F (z) e reflector

Fíg. IV-56
' Fig. IV-57

En un medio isótropo los frentes de onda son superficies ortogonales a los


rayos.
Si consideramos una pequeña sección de la onda reflejada FG 2 en las proximi-
dades del punto de explosión O y los tiempos de llegada de dicha onda a los
geófonos G 1 y G2 colocados simétricamente respecto a O separados por una dis-
tancia Ax pequeña, llamando T al tiempo OAO y AT a la diferencia de tiempos
de llegada a G 1 y G2 de la onda FG 2 y V 1 a la velocidad superficial, tendremos:

u
AT - ÁX sen
- V1
e1 . sen
-
el -
ÁT
V 1 ÁX

de donde podremos calcular e1 , ya que AT será la diferencia de tiempos de llega-


da a dos geófonos simétricos y Ax la distancia entre ellos.

Por la ley generalizada de la refracción sabemos que sen e= ~ sen e 1, de don-


de obtendremos el ángulo de inclinación del reflector cuando conozcamos V.
3) Determinación de H (distancia horizontal) y Z (profundidad vertical) del
punto en que el rayo incide normalmente sobre el reflector (fig. IV-58).-Sabe-
mos que:
V
sen 8 = V sen 8 1 f6]
1

sen el
llamemos a la constante~ = p, entonces de [6] sen e= p V y como el rayo re-
corre ds en el tiempo dt.

ds =V dt; dh =tg dh = e·
pV [7]
dz ' dz v' 1 _ (p y)2

la distancia horizontal H resulta de la integración de [7]


CAP. IV.· METODOS SISMICOS 259

1
•z p V dz H
H- --;::====- (8]
- o V 1 - (p V) 2 V¡

1
con dz =cos 8 y ds=V dt; dt= - - =
ds dz Vcose
1
= V de donde: ,
1

V 1 - (p V) 2 1
1

T- 2
-
·1·zo
dz
V V 1 - (p V) 2
[9]
1
1
1
ZI
,9
1
1
dZ L----- -
dS

dh

hemos multiplicado por dos porque el


Fig. IV-58
tiempo registrado en el origen es dos ve- •
ces el tiempo del origen al reflector
(tiempo de ida y vuelta).
Cuando V es una función conocida de Z las ecuaciones [8] y (9] son suficientes
para determinar H y Z en función de los valores medidos de T y p; como anterior-
mente determinamos, la inclinación, dispondremos de los datos necesarios para
situar los elementos reflejantes.
En los casos en que la función V= F (z) pueda ser expresada analíticamente de
una forma sencilJa que permite la integración de las fórmulas [8] y [9] el cálculo
de 8, H y Z se hace rápidamente por medio de ábacos y reglas que se preparan pa-
ra faci litar el uso de dichas fórmulas.

IV-8.3. Leyes de velocidad


Para poder utilizar las ecuaciones básicas [8] y [9] indicadas anteriormente,
es necesario conocer la ley de velocidad de la propagación de la onda sísmica en el
área a investigar. Desgraciadamente ésta no se conoce nunca exactamente, por lo
que el problema de la exacta restitución de los espejos sísmicos es t eóricamente
insoluble.
Sin embargo, la experiencia de medidas de vrlocidad efectuadas en sondeos
profundos indica que se pued en hacer dos gi>neralizaciones que simplifican nota-
blemente el problema M la determinación de los espejos sísmreos: 1) La velocidad
aumenta generalmente con la profundidad. 2) Si bien la velocidad varía lateral-
mente de un punto a olro de la zona, <>sta variación suele ser pequeña y, salvo
ca~oil especiales, no se considera.

Por úllirno, para utilizar las fórmu las (8 J y í9 j necesitamos que la función velo·
cida<l-profundídad st'a continua, y por lanlo, integrable. Por todo ello SI' adoptan
fórmula<> dr la vt>locidad rn funrión de la profundidad clel tipo:
V= (V~ +a z) 1 /P [1 0]
260 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

que además tienen la ventaja de que las expresiones resultantes de la integración


de [8] y (9] son lo suficientemente sencillas para ser utilizadas cómodamente
en los cálculos posteriores.
Generahnente antes de iniciar una prospección se hacen medidas de velocidad
(véase el apartado IV-12) y, basándose en las mismas, se elige la ley que más se
aproxime a las mediciones efectuadas.
La ley de velocidad más sencilla es la que supone que la velocidad es función
lineal de la profundidad, es decir, la que resulta de hacer p = 1 en la expresión
[ 1O] y que es la que vamos a estudiar a continuación.
Ley de velocidad lineal.-Sea pues la ley de velocidad lineal:
V=V 0 +az [11]
..
vamos a demostrar que con esta ley de velocidad las trayectorias de los rayos sís-
micos y los frentes de onda son dos haces de círculos ortogonales.
Sea OAB la trayectoria de un rayo sísmico que forma un ángulo 8, con el eje
Z (fig. IV-59). Sea un -elemento diferencial AB de dicha trayectoria (AB =ds)
y C el centro de curvatura correspondiente.
J

:--------------º-----
,1
oI
-=~yt:::1.=:-~/f-
_8 ______ . . ___ ..--------- 1í 9\, ,,' ",'I
e
- Vo
a
, ,
,-{¡~/
, ,,;·' ,/
,,,.,," ,/
,,,./'' /'
,,"" /
, I
// /R
,, ,I
-------- ~
/
,'
,I
1
,,
dz 8

Fig. IV-59
,.
Si llamamos 8 al ángulo que forma AB con el eje Z, tendremos:
R d8 =ds; ds cos 8 = dz
de donde:
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 261

R= dz (12]
cos O dO

ahora bien, por la ley generalizada de la refracción sabemos:


sen 0 sen O
- -0 = - - = p =constante (13]
V0 V

siendo V 0 la velocidad superficial; p es constante ya que hemos elegido un


rayo formando un ángulo O0 con OZ.
De [13] tenemos: sen O= p V
cos O dO = pdV

y sustituyendo en [ 12]
1 dz
R = P · dV y como dV = a dz

obtenemos finalmente :
1 Vo
R= -
pa= a sen 0 =constante
0

Si el radio de curvatura R es constante (para cada trayectoria, es decir, para


cada valor de O0 ) las trayectorias de los rayos sísmicos son circunferencias. Todas
V
ellas tienen su centro en la recta z = - ~ y. como todas pasan por el origen O, far-
a
man un haz de círculos con eje en dicha recta.
Veamos ahora los frentes de onda. La ecuación de los frentes de onda podría-
mos obtenerla integrando las fórmulas (8] y [9] para el caso propuesto V= V0+
+a z, eliminando p V de las fórmulas resultantes y haciendo en la expresión fi-
nal T =constante, ya que el frente de onda es por definición, el lugar geométrico
de los puntos a los que llega el impulso sísmico en un mismo tiempo.
Sin embargo, nos parece didáctico proceder de la manera siguiente:
La ecuación de la trayectoria de un rayo cualquiera del haz de círculos será
(fig. IV-60):
2 2
Vo Vo
{x-a) 2 +(z+- ) =a2 +- (14]
a a2

siendo a un valor cualquiera de la abscisa del centro de la circunferencia.


Expresamos la ecuación diferencial de este haz de círculos:

2 {x - a) dx + 2 ( z + ~0 ) dz =O
262 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Como los frentes de onda son ortogo-


nales a los rayos sísmicos, sustituyendo
------- ----~-- --- _-_-_-:_·_-_-:::-¡ vo en la ecuación anterior dx por -dz y dz
____ . _. .- e;-- ~a- por dx, obtendremos la ecuación diferen-
cial de los frcnlcs de onda:

- (x - a) dz + ( z + ~0 ) dx =O

de donde:
dx dz
X -a=---v;; [15j
z+a-

Si eliminamos a en tre (14) y [15)


Fig. IV-60 obtendremos una ecuación diferencial,
que integrada dará la familia de los
frentes de onda.
De la{14]

V x2 + z2 + 2 Vao z
x2 + z 2 - 2 ax + 2 -ao z = O; a= 2x

valor que sustituido en la l 15 J da:


2 x dx dz
Vo =---v;
x2 - z2 - 2a z z +a
2 X dx dz =--2~z.....:d:;.;:z;___= 2 x dx + 2 z dz_ d (x2 + z2)
Vo Vo Vo x2 + z2 - x2 + z2
x2 - z2 - 2 - z
a z +a 2 z2 + 2-a z

o sea:
d (x2 + z2 ) dz
x2 + z2

que, integrada resulta:

L (x 2 + z2 ) = L( z + ~o) +Lk ..
k =constante de integración

o lo que es lo mismo:

x2 + z2 - k ( z+ ~o ) =O [ 16 I
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 263

Ecuación que demuestra que los frentes de onda son, asimismo, circunferencias
con centro en OZ (o sea, superficies esféricas considerando las tres dimensiones).
Se trata, pues, de dos haces de círculos ortogonales con centros en las rectas
Z =- a
Vo
y X = O, respectlvamente.
.

Determinemos la constante de integración k. La manera más fácil de hallarla


es para el caso en que la trayectoria es vertical, es decir, cuando el rayo sísmico
coincide con el eje OZ (centro del círculo en el infinito).

iz ~
La fórmula [9] se reduce a:

T0 = 2 ya que p = O, por ser O0 = O

( z dz 2 2
To= 2 )o z Vo +a z =¡L(V 0 +a z) - ¡ L V0 o sea:

aTo V 0 +az aT/2 0 V +az


--= L ;e º =--"---
2 Vo Vo

z= Vo (eªTo/2_1) [ 17]
a

Como la circunferencia [16] ha de pasar por el punto (o, z), siendo z el valor
[ 17 ], sustituyendo y poniendo T 0 =T = constante (ya que son frentes de onda),
tendremos:

~
a
(e•T/2 -1) 2 -k(Vo (eªT12 -1)+ Vo]=Q
a a
dedonde

Vo (eª~2·_ 1)2 .
k=ª eªT12 =~0 [eªT12 +e 1 T'2 -2]=2~º [chª2 T-1]
valor que sustituido en [16] da:

x2 + z2 -
a T- 1] z - 2 -V~
2 -Vo [ Ch -
a 2 a2

o lo que es lo mismo:
' aT
ICh--1) ]
2 vi (ch2 -
=-
aT aT aT )
- 2 Ch-+ 2 Ch-+ 1 =
\ 2 a2 2 2 2
2

-= ( ~o Sh a2T)

f 18]
264 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

que es la ecuación de una circunferencia con centro en C:

V0
a
( Ch ª2T - 1) y radio r = V 0 Sh T
a 2
ª
Hallamos, por último, el ángulo:
De la figura IV-59 deducimos:
ds
R dO =ds pero dt =V

dt = RVdO =V R+dOa z =-V--


R 1 dO h b. R 1
. a a ora ien v;;- = sen 8
0
T+z a-+z
por lo que:
1 dO
dt=-
a sen e t=} f.' dO
sen e

y el tiempo total T (tiempo de ida y vuelta) será 2 t por lo que:

~J, ~=~
8

T=
a sen e a ( L tg 2!-Ltg!!J¿_)
2
ºº
o sea:
e e
2 tg 2 tg 2 e e
T=-L-;
a Oo
eªT
12
=--¡¡;; de donde tg 2 = eªT12 tg ; [19]
tg- tg-
2 2

fórmula que da el ángulo de inclinación e del elemento reflejante en función del


tiempo central T (tiempo mínimo) y del ángulo de emergencia 8 0 que forma
el rayo considerado con el eje Z.
Por otra parte, como ya se vió anteriormente la manera de calcular el ángulo
0 0 en función de AT (diferencia de tiempos de llegada a los geófonos extremos)
AT
y de Ax (la distancia entre ellos), según la fórmula sen O0 =V0 Ax; el problema
queda resuelto.
;1
Nota.-Si se tratase de un tiro lateral procederíamos de forma análoga al caso
de la figura IV-45, sólo que con recorridos curvilíneos obteniendo una fórmula
igual a la [5 ], o lo que es lo mismo:
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 265

siendo .1.T la diferencia de los tiempos centrales entre dos disparos consecutivos,
y x la longitud del perfil utilizado.
Por tanto, estaremos en condiciones de calcular la posición del elemento
reflejante en profundidad.
Resumiento, la posición del elemento reflejante vendrá dada (fig. IV-61) por:

h =~o (Ch ª2T -1) [20]


--------·-:.'il

r=-
Vo
aT
a s h2- (21) o - - - -·- -
---- ...-------
0'0
------------,- 1 1
'i :
I
ª
Vo

,/
~: )
/
8 0 = ar · sen ( V0 (22] I
,'
z /
tg ~= eaT/2 tg 80 [23] ''
2 2 I
/'

I
I '
siendo: /' M
I
V0 = velocidad inicial. I

T = tiempo de llegada al geófono ---------------- ~-\.9


1 '"' __ _
en O.
80 = ángulo de emergencia en O .
.1. T = diferencia de tiempos a los
geófonos extremos simétri· Fig. IV-61
cos) del perfil.
x = distancia entre los geófonos extremos, es decir, longitud del persil.
8 = ángulo de inclinación del elemento reflejante.
Las coordenadas x (distancia horizontal) y z (profundidad vertical) del centro
del elemento reflejante LM se hallan, según se deduce en la figura IV -61, por las
fórmulas:
V0 aT
x = r sen 8 = a sh 2 sen 8 [24]

Vo( ch 2
z = h + r cos 8 =a aT - 1
) +a
V0 sh 2
aT cos 8 [25]

IV-8.4. Gráfico de rayos-frentes de onda


El gráfico de rayos-frentes de onda, que sirve para situar los elementos refle-
jantes en profundidad, no es más que una representación en dos ejes coordenados
X, z de los dos haces de círculos ortogonales (fig. IV-62). El haz de circunferencias
correspondiente a los rayos se trazará simplemente por la fórmula:
R= Vo
a sen 80
266 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Vo
-~~~~~~~~~--,k=--~~~~~~~--lL...-ªx

z
Fig. IV-62

dando valores a 8 0 , o lo que es lo mismo a AT en la [22], ya que el gráfico


se construye para la longitud standard Ax del extendimiento utilizado en la pros·
pección. Los centros se sitúan, como sabemos, en la recta:
Vo
z=--
a

El haz de circunferencias correspondientes a los frentes de onda se dibuja uti-


lizando las fórmulas [20] y (21 ], dando valores sucesivos a T.
Los ejes ox y oz se gradúan en metros, según la escala adoptada para la longi-
tud Vo.
a
El problema de la situación de un elemento reflejante se reduce, pues, a situar
el gráfico en el punto de explosión O, entrar con el AT y con el T leídos de la re-
flexión y situar en el punto correspondiente, tangente al frente de onda, el ele-
mento reflejante. En la figura se ha situado un elemento LM, correspondiente a
AT2y T 4 •
El procedimiento, sin embargo, es incómodo porque hay que trazar la tan-
gente a una circunferencia.
Para situar el elemento reflejante a una manera práctica es más cómodo pro-
ceder de la manera siguiente:
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 267

1) Determinar la inclinación 8 por medio de la fórmula [23].


2) Determinar la profundidad z por la fórmula [25).
3) Una vez determinados l 1) y [2) entrar en el gráfico rayos.frentes de onda por
la profundidad y el LH correspondiente al rayo y, en el punto de intersección,
e.
trazar el elemento reflejan te con la inclinación calculada
Todos estos cálculos se simplifican utilizando los ábacos construidos por las
fórmulas que interesan, y por ello se calculan ábacos para determinar e X y z.
I

IV-8.5. Consideraciones sobre el uso de funciones de velocidad


La función de velocidad lineal es la más sencilla y suele servir con frecuencia
para definir la ley de velocidad real. Cuando se comprueba que esta ley lineal no
se adapta al caso de la zona estudiada se suelen adoptar leyes de velocidad del
tipo de la [ 10) dando a p valores enteros (P = 2, p =3, ... etc.).
La más sencilla y corrientemente empleada es la correspondiente a p =2.
Para p = 2 obtenemos Ja ley parabólica. Tiene la ventaja respecto a la ley lineal
que frecuentemente ésta da valores exagerados de la velocidad con la profundidad,
por ser el incremento de la velocidad constante. En la ley de velocidad parabólica
V= VV~ +a z el incremento de la velocidad disminuye con la profundidad (ya
que su gráfica es una parábola) y por ello se adapta mejor a la realidad en algunas
zonas.
La ley de velocidad parabólica se puede demostrar que corresponde a una ley
de velocidad lineal en función del tiempo vertical, es decir, a una ley del tipo
V= A+ Bt.
Las trayectorias de los rayos corresponden a arcos de cicloide.
Indiquemos, por último, que en V .A. Olhovich (curso de Sismologfa aplicada.
Ed. Revert. 1959) puede encontrar el lector interesado un estudlo completísi-
mo sobre las leyes de velocidad, así como criterios para adoptar la ley de veloci-
dad más apropiada para una zona, en hase a los datos obtenidos en las medicio-
nes de velocidad.

IV-9. Operaciones de campo y de gabinete


IV-9.1. Generalidades: Planteamiento de una prospección sísmica
La prospección sísmica es una investigación cara; por ello se suele emplear en
zonas en donde se han realizado previamente estudios geológicos de detalle y pros-
pecciones geofísicas de reconocimiento (generalmente por los métodos gravimé-
tricos o magnéticos) que justifiquen el interés previo del área a investigar.
El método sísmic?, de reflexión se utiliza principahnente en prospección petro-
lífera y es sin duda, el método geofísica más preciso para el estudio tectónico
de una zona.
Como norma general, el escalonamiento de una prospección petrolífera suele
268 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

ser el indicado anteriormente: Geología de detalle, Método geofísico de recono-


cimiento general, Prospección sísmica (apartado IV-3 ).
Este escalonamiento de trabajos puede ser alterado por circunstancias locales
(p.e. áreas cubiertas por sedimentos cuaternarios que permiten establecer la geo-
logía estructural de la zona) pero, como norma general, es el que sigue toda pros-
pección.
Supongamos que tenemos una zona que, en principio, pueda ofrecer interés des-
de el punto de vista petrolífero.
Sea ABCD la zona a explotar (fig. IV-63) y sea por ejemplo, EF la dirección es-
tructural general de la zona. La dirección de los plegamientos será, pues, en sen-
tido normal al anterior.

A B

o e
Fig. IV-63

Un procedimiento muy utilizado consiste en trazar una serie de líneas princi-


pales 11 , 12 , 13 ••• en la dirección del plegamiento y otras transversales t 1 , t 2 •••
de enlace normales a las anteriores.
Naturalmente las líneas principales 11 , 12 ... irán aproximadamente en la direc-
ción general de la máxima pendiente de las capas y las transversales en la direc-
ción general de las capas.
Hay compañías que prefieren buscar un compromiso entre estas dos clases de
líneas, para no obtener pendientes muy fuertes en las 11 , 12 ••• y pendientes muy
suaves en las t 1 , t 2 ••• y por ello las realizan en el sentido aproximado de las bisec-
trices de las anteriores, obteniendo en ambas clases de líneas pendientes se-
mejan tes.
Hay, por último circunstancias locales que pueden cambiar completamente es-
tos criterios. Hay veces en que la zona a explorar es poco accesible a los vehículos
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 269

del equipo sísmico y entonces se investiga la zona con línea5 que se fijan precisa-
mente en función de su accesibilidad. Asimismo, hay ocasiones en que interesa
una producción alta de sismogramas y en estos casos muchas compañías realizan
su programa explorativo adaptándose a la red de carreteras o caminos de la
zona.
En fin, como puede deducirse de todo lo anterior, la elección del sistema de
prospección de una zona depende de factores que son función de la tectónica
regional, de la mayor o met1or accesibilidad de la zona y, asimismo, de factores
económicos.
La distancia entre líneas variará segúu las circunstancias y el carácter de la
prospección. En un principio la prospección será más bien de tipo de reconoci-
miento y las líneas podrán estar separadas por distancias del orden de unos diez
kilómetros. En un segundo tiempo interesará detallar las zonas más interesantes
del estudio anterior y las líneas se trazarán más cercanas, pudiendo llegar a distan-
cias del orden de unos dos kilómetros o menos. Esto en cuanto a las líneas
principales.
Luego, las líneas de enlace o transversales se establecen en función delas ante-
riores, enlazando los puntos más favorables de las principales para obtener un me-
jor detalle de la zona o estructura a delimitar.
Como norma general se debe tener presente que las líneas transversales deben
distribuirse de tal forma que produzcan siempre circuitos cerrados para poder com-
probar los cierres de los distintos horizontes que interesen.
Indiquemos, por último, que si en la zona hay sondeos profundos convendrá
enlazar dichos sondeos por medio de líneas que, a su vez, enlacen con las efectua-
das en la prospección para poder establecer la correlación entre los horizontes re-
velados por la sísmica y la estratigrafía de la cuenca establecida por los sondeos.
Ya indicamos anteriormente algunos criterios sobre la elección de la longitud
del perfil a utilizar y, asimismo, sobre las ventajas e inconvenientes de los distin-
tos sistemas de tiro a emplear. Como norma general insistamos en la conveniencia
de utilizar tiros centrales y de elegir, por razones económicas, la mayor longitud
del perfil compatible con las características tectónicas de la zona.
Antes de proceder a la exploración sísmica de una zona es necesario efectuar
una serie de ti.ros de prueba para establecer el sístema de tiro (central o lateral),
la longitud del perfil, la cantidad y distribución de la carga explosiva por perfil,
la profundidad de disparo, el sistema de registro, la ley de velocidad a emplear,
el espesor de la capa meteorizada y las velocidades tanto de esta como de la capa
consolidada.

IV-9.2. Composición de un equipo sísmico


Un equipo sísmico se compone, a su vez, de diversos equipos complementarios,
cada uno de ellos con misiones distintas, si bien, como es lógico, todos contribu-
yen al desarrollo de la exploración.

\
270 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Estos equipos son:


1) Equipo lopográfico.-Compuesto en términos generales por:
1 topógrafo.
1 conductor.
2 peones.
1 vehículo todo terreno tipo Land-Rover o Jeep.
2) Equipo de perforacíón.-Compuesto generalmente por:
1 - 2 sondistas.
1 - 2 conductores.
2 - 4 peones auxiliares de la perforación.
1 - 2 sondas montadas sobre camión.
1 - 2 camiones cisterna.
3) Equipo de registro:
1 observador.
1 conductor ayudante observador.
1 conductor.
1 dinamitero-conductor.
1 ayudante dinamitero.
4 · 8 peones.
1 camión de registro.
1 camión cisterna con cámara de explosivos.
1 vehículo ligero tipo Land Rover o Jeep.
4) Equipo de gabinete.-Generalmente se compone de:
1 supervisor, que suele tener a su cargo varios equipos y reside en las oficinas
centrales de la empresa.
1 jefe de equipo, que tiene a su carga la prospección.
l ayudante jefe de equipo.
l administrativo.
2 calculadores.

IV-9.3. Operaciones de campo


1) Misión del equipo topográfico.-El equipo topográfico tiene la misión del
levantamiento planimétrico y altimétrico de los perfiles y líneas establecidos por
el jefe de equipo, señalando la situación de los perfiles grupos de geófonos Y.. po-
zos de explosión; asimismo, se encarga de tomar las oportunas referencias para
que las líneas puedan ser replanteadas en cualquier momento. El administrativo,
además de llevar la contabilidad del equipo, se ocupa de la veloración de los daños
y perjuicios causados en el campo por el paso de los vehículos, así como de sus
pagos.
Diariamente el topógrafo entrega en la oficina unos partes correspondientes
a los perfiles registrados en los que figuran los perfiles topográficos correspondien·
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 271

tes a los mismos, así como las d1stanc1as horizontales correspondientes al pozo
de explosión y grupos de geófonos. (Como normalmente no varían la longitud
del perfil ro las distancias entre geóíonos, estos datos, siempre constante, no hará
falta indicarlos en los partes, que llevarán tan sólo el perfil topográfico y la situa-
ción del pozo de explosión respecto al perfil).
Misión del topógrafo es, asimismo, situar los perfiles y líneas sobre el mapa
topográfico. Se suelen emplear las hojas del Instituto geográfico y Catastral
a escala 1/50.000.
En caso en que no existan planos topográficos de la zona habría que hacer un
levantamiento topográfico previo de la misma.
2) Misión del equipo de perforación.-Su misión es perforar los pozos de explo-
sión señalados previamente por el equipo topográfico. La perforación suele ser
a rotación, con circulación de agua o de lodos y se efectúa con sondas montadas
sobre camión. Hay sondas que perforan sin agua, utilizando aire comprimido para
evacuar los detritus. En zonas difíciles de perforar por rotación se emplean sondas
a percusión.
La profundidad de los pozos la establece el observador en función de los regis-
tros que va efectuando a lo largo de la jornada.
El sondista entrega diariamente en la oficina un parte con la profundidad
de cada pozo y con las profundidades y naturaleza de los diversos terrenos cor-
tados.
3) Misión del equipo de registro.-Su misión es preparar los cables y disponer
los geófonos para poder registrar los perfiles. El observador es el que efectúa
el registro sismográfico y es, asimismo, el jefe de campo que dará, tanto al topó-
grafo como a los sondistas y al dinamitero, las órdenes e instrucciones necesarias
para el mejor registro de los sismogramas.
Una vez perforado un pozo el dinamitero procede a situar la carga explosiva
(en España generalmente dinamita-goma) en el fondo del pozo. Dicha carga vaco-
nectada eléctricamente al explosor. Mientras tanto, el equipo de registro sitúa
los geófonos en el perfil a registrar. El perfil de geófonos se conecta al aparato
registrador. Luego, el observador comprueba los circuitos (uno por traza, o sea,
en general 24), se pone en contacto telefónico (mediante una línea que se estable-
ce previamente) con el dinamitero y procede al disparo de la carga. Es interesante
hacer notar que el circuito explosor-carga se cierra a través del aparato registrador
al objeto de que el dinamitero produzca el disparo cuando el observador lo estime
converuente. Una vez registrado el sismograma procede al revelado fotográfico
del mismo.
En general, se efectúan dos o más explosiones por perfil, registrándolas con dis-
tintos filtros.
Indiquemos, por último, que los pozos de explosión se suelen atacar con agua
para que la energía de la explosión se propague mejor en profundidad.

\
272 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

El camión registrador pasa al pozo siguiente cuando el observador ha compro-


bado la bondad de los sismogramas registrados.
En los equipos con registro magnético (ver apartado IV-15 hasta con una sola
explosión, como veremos más adelante.
El observador entrega en la oficina un parte por cada perfil registrado en el
que indica las profundidades de los disparos, las cantidades de carga explosiva
empleadas en cada uno de ellos y la hora en que se han efectuado los registros.
El equipo de registro efectúa, asimismo, de vez en cuando explosiones de prue-
ba para controlar la velocidad de la capa meteorizada.

IV-9.4. Operaciones de gabinete


Misión del equipo de gabinete.-Los sismogramas llegan a la oficina al final
de la jornada. Lo primero que se hace con ellos es secarlos; luego se les pegan
unos carteles en los que van impresos (para ser rellenados los datos importantes:
orientación y número del perfil, longitud del mismo, desplazamiento del pozo de
explosión, profundidad de disparo, cantidad de carga explosiva y, asimismo, una
serie de datos que serán objeto del cálculo posterior como: espesor de la capa me-
teorizada y reducciones al datum (véase el apartado IV-13).
Luego se procede a la lectura de los tiempos de las primeras llegadas (o primeros
impulsos refractados). Se hacen a continuación las reducciones al datum (es de-
cir, como si se hubiese disparado y registrado al nivel del datum). Por último, se
procede al punteado y lectura de las reflexiones.
Más tarde se ponen en sección dichas reflexiones utilizando la ley de velocidad
de propagación que se haya elegido.
El jefe de equipo da diariamente las instrucciones oportunas al observador en
función de los registros últimos obtenidos.
Por último, indiquemos que es misión del jefe de equipo, además de la interpre-
tación final, la planificación y constante dirección de toda la prospección. ,

IV-9.5. Sistema de trabajo de perfiles continuos. Cobertura continua del sub-


suelo
Como ya indicamos anteriormente el sistema de trabajo de perfiles continuos,
que permite una cobertura continua del subsuelo, es uno de los más empleados
en prospección sísmica a reflexión.
Volvemos sobre ello para explicar la rutina de campo en lo que se refiere a este
sistema.
Cuando los disparos son centrales se procede de la manera siguiente: Sea (fig.
IV-64) AP2 el primer perfil, con su pozo centrado P1 • Se establece la línea de
geófonos correspondiente a las dos semibandas AP 1 (Ge6fonos 1 a 12) y P1 P2
(geófonos 13 y 24).
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 273

A P¡

• Fig. IV-64

Una vez registrado el perfil AP 2 disparando en PI> se mueven los geófonos de


la semibanda AP 1 a P2 P3 dejando fijos los correspondientes a la semibanda
P 1 P2 , que ahora serán los geófonos 1 al 12 del perfil siguiente mientras los de
P2 P3 serán los geófonos 13 a 24. Se dispara, pues, en P2 y se registra el perfil
P1 P3 y se procede siempre de la misma manera.
Si se tratase de explosión lateral entonces, aprovechando la notación de la
misma figura, tendríamos:
Primer perfil AP1 : se dispara en A y se registra AP 1 ; segundo perfil: el inverso
del anterior, es decir, se dispara en P1 y se registra asimismo AP 1 sin variar la situa-
ción de los geófonos. Luego se quitan los geófonos de AP1 y se ponen en el perfil
siguiente P, P2 registrándolo, asimismo en los dos sentidos o sea, disparando
primero en P1 y luego en P2 y así sucesivamente.

IV-9.6. Variables a tener en cuenta en el registro sísmico


Creemos oportuno, antes de finalizar, esbozar un problema tan interesante co·
mo es el de las variables a tener en cuenta en el registro sísmico.
Recordemos primeramente que un canal sísmico (que corresponde a una traza
en el sisrnograma) se compone fundamentalmente de tres partes: Geófono-Ampli-
ficador-Galvanómetro. El geófono detecta el movimiento del suelo y genera una
f.e.m. que da lugar a una corriente que llega al amplificador. En el amplificador
se amplifica y se filtra. Por último llega al galvanómetro, produciendo el registro
correspondiente a dicho geófono.
Las variables a tener en cuenta en el registro sísmico son de dos clases:
a) Variables independientes al canal sísmico.
b) Variables que dependen del canal sísmico.
a) Variables ajenas al canal sísmico
Son precisamente las relativas a pozos y técnicas de disparo:
1) Profundidad de la carga.- Si la carga se sitúa en Ja capa meteorizada la mayo·
ría de la energía será dispersada por ella. Si la carga se sitúa muy profunda se com-
prueba que puede perderse parte de la energía reflejada. Vemos, pues, que la co-
rrecta situación de la carga puede influir notablemente en la calidad del sismo-
grama obtenido.
La profundidad óptima de disparo es la que vaya indicando la experiencia
particular en cada zona, y es muy variable. En general suele ser, para cada pozo
de explosión, la que corresponde al contacto capa meteorizada-capa consolidada,
pero de manera que la carga se dispare dentro de esta última.
274 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

2) Cantidad y forma de la carga.- Es otro de los factores que influyen. Cuando


la energía que llega al sismograma es pequeña se puede tratar de aumentarla
recurriendo al empleo de cargas de explosión mayores. No obstante, hay que te-
ner en cuenta que al aumentar la carga aumentan asimismo los disturbios produ-
cidos por la onda superficial, y que a partir de una cierta cantidad de carga los
registros no son sensiblemente mejores, por lo que en caso de falta de energía
reflejada habrá que recurrir al registro múltiple (carga o geófonos múltiples,
apartado IV -15) para intentar mejorar los registros.
Las cargas empleadas son alargadas; es decir, cilindros de poco diámetro y lon-
gitud ·que suele ser del orden de un metro por cada cuatro kilogramos de explosi-
vo. El efecto de estas cargas verticales contribuye a la reducción de la energía
horizontal, con beneficios para el sismograma.
3) Número de pozos de explosión.-La técnica de aumentar la car~a explosiva
y distribuirla en un número de pozos previamente agrupados (pattern shooting)
patrón de po:r;os o pozos múltiples, demuestra en la práctica su eficacia, asociada al
empleo de los geófonos múltiples en las zonas en que no se obtienen reflejos buenos.
4) Distancia del pozo al perfil-La separación del pozo de explosión de la línea
de geófonos es una técnica muy antigua en sísmica a reflexión superficial. Su ob-
jeto es registrar las reflexiones cuando la energía superficial que disturba el sis-
mograma no ha llegado o ya ha pasado, lo que será función de la distancia
elegida.
Sobre la importancia de las técrúcas de explosión digamos, que se puede hacer
tanta variación en un registro sísmico utilizando las diversas técrúcas de explosión
como variando las características y posición de los instrumentos.
b) Variables que dependen de canal sísmico
1) Geófonos.-Se debe considerar en ellos su frecuencia propia, amortigua-
miento, su colocación sobre el terreno y su número. Como las dos primeras ya
se seleccionan en función de las características del amplificador, no las detallare-
mos. En cuanto a su colocación sobre el terreno o plantado digamos que es funda-
mental para que el geófono reciba los movimientos del suelo. Sobre el uso
de geófonos múltiples (muchos geófonos por traza) digamos solamente que con-
tribuye notablemente a aumentar la energía reflejada y disminuir la energía casual
o desordenada, por lo que se recomienda su empleo, unido al de pozos múltiples,
en zonas en las que no se obtengan reflexiones. Sobre este interesante tema volve-
remos al final de estos apuntes.
2) Amplificadores.- El amplificador es fundamental en el registro sísmico, pues
de él depende por completo el sismograma resultante. Aunque más adelante volve-
remos sobre ello (véase el apartado IV -14), es importante conocer someramente
los elementos que lo integran:
a) Filtros que son de alta, media y baja frecuencia, pudiendo seleccionar las
frecuencias que interesen.
CAP. IV.- METOOOS SISMICOS 275

b) Controles de sensibilidad que permiten registrar la señal de llegada y ajustar


su amplitud al nivel deseado a todo lo largo del registro, independientemente
de la cantidad de energía reflejada en cada caso.
e) Mezcla (Mix) que permite mejorar la calidad del registro mezclando parte
de la señal llegada a una traza con la de las trazas consecutivas, es decir, mejorar
visualmente las reflexiones. Debe ser utilizada con sumo cuidado y siempre
se deberá registrar en cada perfil un sismograma sin mezcla (no mix), al objeto
de comprobar la bondad de las reflexiones mejoradas instrumentahnente con su
uso.
3) Galvan6metros.-Los galvanómetros se seleccionan, como los geófonos, en
función de los amplificadores, por lo que no insistimos sobre ello.
Repitamos, una vez más, que en el capítulo dedicado a instrumentos (apartado
IV-14) encontrará el alumno una descripción más detallada del instrumental em-
pleado, del que solamente hemos adelantado las ideas necesarias para comprender
la importancia que tienen esta serie de variables en el registro del sismograma final
obtenido.

IV-10. Determinación de las reflexiones


El método sísmico de reflexión persigue, como es natural, la obtención de bue-
nas reflexiones, con objeto de que la interpretación final esté basada en datos
suficientemente precisos. Desgraciadamente no siempre se obtiene buenas refle-
xiones, por lo que la tarea del geofísico será en este caso tratar de identificarlas
y, si es posible, mejorarlas. Es estudio de las reflexiones, que es el objeto de este
apartado, proporcionará métodos para identificarlas.

IV-10.1. Información contenida en el sismograma


El sismograma es un registro fotográfico de un sismo provocado artificialmente
durante un período de tiempo de unos cuatro a seis segundos.
Si hiciésemos el registro de un perfil sin haber provocado ningún sismo artificial
observaríamos que los geófonos no están tan quietos como aparentemente parecen.
Ello es debido a una serie de causas diversas como: presencia de vientos, movi-
miento de vehículos o personas, e incluso por la detección accidental de microsis-
mos. Todo ello es lo que comúnmente se llama ruido del suelo. La distribución de
este ruido del suelo en el sismograma es completamente arbitraria, ya que es debi-
do a causas fortuitas y de distinto origen.
Por otra parte, al registrar el sismograma, bien por la detonación de una carga
explosiva o por cualquier otro sistema, se suma al ruido del suelo toda la energía
que llega al geófono como resultado del sismo artificial producido. Ahora bien,
no toda la energía provocada artificialmente es energía reflejada, sino que hay una
parte que es energía difractada,dispersa o reflejada en pequeñas superficies de dis-
continuidad, dando lugar a energía que disturba el registro sísmico, dificultando la
la
identificación de energía reflejada. Asimismo, el pozo de explosión puede gene-
276 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

rar energía que disturba el registro, debido principalmente a la onda superficial,


onda directa con la velocidad del sonido o a pequeños derrumbamientos de las
paredes del pozo que siguen a la explosión, etc.
Vemos, pues, que en un sismograma hay energía útil reflejada y, asimismo,
energía que disturba el registro. De esta última hay una parte debida a causas pro-
vocadas por las condiciones de explosión (profundidad del pozo, distancia del
pozo al perfil, etc.) y otra a causas ajenas a las mismas (energía difractada, disper-
sa, etc.). Estas últimas no se pueden eliminar totalmente, ya que son debidas a
causas accidentales dependientes del terreno.
Se admite que una relación señal/ruido de 1,2 correspondería a un sismograma
en el que las reflexiones se mostrarían perfecta.mente visibles, mientras que un
valor de la misma relación, igual a 0,8 sería lo suficientemente desfavorable como
·para enmascarar cualquier reflexión.
Sin embargo, la identificación de la energía reflejada no representa el único pro-
blema en el método de reflexión, con ser importantísimo; hoy día se tiende a utili-
zar toda la información que contiene el sismograma muy elaborado previamente
de manera que no se pierde ninguna posible información.

IV-10.2. Reflexiones
Qué son las reflexiones.-Cuando disparamos en un punto y registramos a lo
largo de unos geófonos situados sobre una línea recta, la energía reflejada será de-
tectada sucesivamente por cada uno de dichos geófonos. Por tanto, en el sismo-
grama resultante se observará que las trazas van mostrando sucesivamente, la mis-
ma amplitud y, aproximadamente, el mismo tiempo (creciendo éste de una manera
gaadual). Marcando Ja alineación de los picos o valles de las trazas sucesivas,
se obtiene una reflexión. El fundamento es muy simple: la energía reflejada va pa-
sando sucesivamente por los distintos geófonos, y como los elementos reflejantes
podemos considerarlos planos y la velocidad media constante, dicha energía apare-
cerá, por tanto ordenada en el sismograma y con características de amplitud, fre-
cuencia y forma de onda prácticamente iguales.
La e!'1ergía casual, debida a los disturbios superficiales, es difícil estadísticamen-
te que pueda llegar ordenada.
La reflexión es, por tanto, una energía ordenada y definida que se presenta en
el sismograma. Sin embargo, como no basta con esto para definir una reflexión,
veamos cómo se debe presentar a lo largo del sismograma.
Normal move-out, o desviación dinámica.-Es, por definición, la diferencia de
tiempos existente entre el geófono extremo de la alineación y el geófono central
cuando el estrato reflejando es horizontal.
Suponiendo el caso de velocidad constante, los rayos serán rectas y entonces,
en la figura IV-65, tendremos:
normal move out = N =T seA - T ses
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 277

ss2 = sc2 + x2
4
[ 1J s r -x---J
\ I •\
/A

Tse=~; Tsc=~ \
\\
:'\
I 1\
i
I \ •

\ / \
= T x = ~B; ~e =To
2 2 ,'
TseA Tses = '\ I
, \
\
,'
t
V\ / \ /

VT VT \ / \ 1 :
SB=--X; SC = --0 \ ' \ /
2 2 \ : \ 1 !
\ / \ ., I
' I \ I
y sustituyendo en [ 1): \ I \ I

v2T2
-T=-T v2T2 x2
+4;Tx=
VT~+v2; x2
\
\

d,
\
t
/ \ 1/
\

·~·
\ I
I

" C B

N= Tx-To =T 0 (V 1 + (Vx;
0
)2 -1) Fig. IV·65

Cuando x es pequeño comparado con la profundidad del reflector V T 0 enton-


2
ces, desarrollando la raíz y limitándonos a los dos primeros términos queda:

[2)

fórmula que da el normal move-out en función de x, la velocidad y el tiempo


central de la reflexión.
De la fórmula [2] deducimos que el normal move-out va disminuyendo a lo
largo del registro conforme aumenta el tiempo central T0 . Por ejemplo, suponien-
do x = 200 m, V= 2000 m/seg, tenemos para T0 =O,1 seg= 100 milisegundos.
N = 50 milisegundos

mientras para T0 = 1 seg= 1000 milisegundos.


N = 5 milisegundos

Por ello, en el caso propuesto, las reflexiones en el sismograma serían como


esquemáticamente se indica en la figura IV-66.
Vemos, pues, que en la primera parte del sismograma las reflexiones horizonta-
les serán muy curvadas (como máximo tendrán, claro es, la curvatura de las prime-
ras llegadas o primeros impulsos refractados) y que poco a poco su curvatura irá
disminuyendo hasta ser prácticamente rectas a partir de los 1000 ó 1500 milise-
gundos, dependiendo de la velocidad V.
En la práctica la velocidad V, como sabemos, no es constante; sin embargo,
el razonamiento es válido con solo considerar la velocidad media entre la superfi-
278 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

'ºº ªºº rooo milise9undos


.
200 400 500 600 100 800 900

• 1
H
' 1
-50mi/iseg. H -s ml/ise!J.
1
'
1
¡I
lj :1'•'•
:/i :::
,, ,
:: r ,, 1

:/ '
,, 1
¡:
1 1
' 1 t 1

1 j
1
J:
• 1
1.
'' 1 1
1
1
,,

'•
1,
: \
1
1

11
1

"1
hl
1 1 1 1•1
1 \ 1 111
fll
: q 1 •

. Fig. IV-66

cie y el elemento reflejante considerado. Esta velocidad media irá, como es lógico,
aumentando con T 0 , por lo que de [2] deducimos que todavía disminuirá más rá-
pidamente N que en el ejemplo anterior.
Veamos ahora como influye la inclinación del reflector en el move-out.
Efecto de la inclinación del reflector sobre el move-out-El término move-out
se aplica generalmente a la diferencia de tiempos existentes entre dos trazas
del sismograma. En nuestro caso lo aplicaremos a la diferencia de tiempos existen-
te entre la semisuma de los tiempos de las trazas extremas y el tiempo central,
para compararlo con el normal move-out hallado anteriormente.
Sea un extendimiento DA de longitud 2x; S' es el simétrico de S respecto al
reflector ECB (fig. IV-67). Tracemos la circunferencia con centro en S y radio x.
Sea D'SA' perpendicular a SS'.
S'D' SS' S'D' + S'A' SS'
No= V - -y= 2V V C3 l

ya que
S'D'=S'A'

Sea N0 el move-out correspondiente al extendimiento DA, que forma un•ángu-


lo 8 con el reflector; entonces, por definición,
N _DES+SBA SVS'; DES=DS'; SBA=S'A
o- 2V
DS' + S'A SS'
No= 2V V [4]
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 279

S'A +AA'= S'A' +e, [5]

e1 =una cantidad pequeña positiva


S'D' + D'D = S'D + e2
e2 =una cantidad pequeña positiva pero
de la figura se deduce que e2 > e 1
de donde:
[6)

entonces restando de la (4) la [3] y te- e


niendo en cuenta (5} y [6]
OS'+ S'A S'D' + S'A'
Ne - No= 2V 2V
Fig. IV-67 (tomada de Oix)
08
=-2v

expresión que indica que el move-out decrece cuando la pendiente crece.


Veamos el move-out en el sismograma (fig. IV-68).

A T.,
I/ 1I +
,....1-..1 te1 ¡- tiempo extremo
I 1 ,.//
I 1 // /
t..2
I 1 / I
1 J.- Normal
To f-1 move-out=T81 -T0 ¡ ; -
¡ tl/'
t.i
- --
+ t,,2
2
1 1 I
\ 1 ! / t 0 = tiempo central
\ 1 //"'
\ 1 I/ Move-out = t,, 1 + t.2 -to
\1 V 2
~T.1 tez
Reflexión horizontal
Reflexión inclinada
Fig. IV-68

En el caso de reflector inclinado hemos visto que, asimismo, el move-out


decrece rápidamente con el tiempo central t 0 (según se deduce de [7) y que no
corresponde exactamente al move-out de una reflexión horizontal con el mismo
to, sino que es algo más pequefío, debido precisamente a la inclinación del reflec-
tor. Considerando, como antes, el caso real de velocidad variable con la profundi-
dad llegaríamos a conclusiones análogas sustituyendo V por la velocidad media.
280 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Carácter de las reflexiones.-Se llama carácter de una reflexión a toda la serie


de factores por medio de los cuales puede describirse dicha reflexión. Estos fac-
tores son, principalmente: amplitud, frecuencia, forma de onda y secuencia:
l) Amplitud.-Es simplemente Ja amplitud de la traza registrada, es decir, la
altura máxima a que llega sobre la traza supuesta inmóvil
2) Frecuenci.a.-Es la frecuencia de la onda registrada; es d~cir, el número de ci-
clos por segundo. Es más útil medirla por la cantidad de milisegundos que 'hay
entre dos picos o dos valles sucesivos de la reflexión considerada.
3) Fonna de onda.-Es la forma particular con que se presenta el tren de ondas
correspondiente a la reflexión. Generalmente la reflexión se presenta con un iJn.
pulso suave; luego, un impulso fuerte, y, a continuación se amortigua rápidamen-
te. Muchas veces no hay diferencias aparentes entre las formas de onda de las
distintas reflexiones del sismograma.
4) Secuencia.-Es la forma peculiar de presentarse la reflexión, considerada en-
tre las reflexiones vecinas, es decir, una especie deforma de onda correspondiente
a un paquete de reflexiones cercanas.
El estudio del carácter de las reflexiones es muy interesante, ya que si se lo-
gra descubrir el carácter de un determinado reflector, éste podrá ser identificado
fácilmente en distintos puntos de la zona prospectada.
Los principios básicos para la utilización del carácter en el análisis de las refle-
xiones se basan en que generalmente, tanto los reflectores como su disposición
estratigráfica suelen ser uniformes durante bastantes kilómetros, por lo que deben
proporcionar reflexiones con el mismo carácter. Naturalmente las condiciones
geológicas pueden variar, y de hecho varían, alterando el carácter; pero esto suele
suceder gradualmente y al cabo de kilómetros.
Para estudiar el carácter de una reflexión se debe registrar el sismograma con
un filtro ancho que permita pasar la mayoría de las frecuencias presentes en lazo-
na prospectada.
El impulso reflejado no es un impulso puro, ya que casi siempre es una compo-
sición de diversas reflexiones causadas por una serie de reflectores muy próximos
unos a otros; como consecuencia de la interferencia resultante para determinaD su
carácter.
Añadamos que los estudios de carácter de las reflexiones son complicados y que no
siempre se pueden sacar conclusiones prácticas, pero prosiguen las investigaciones.
Identificación de las reflexiones.-El criterio para la identificación de las refle-
xiones en el sismograma es el de su continuidad a lo largo de todas sus trazas,
ya que la energía casual, entendida por energía casual aquella que no puede ser pre-
vista en una traza por el estudio de las demás estadísticamente, es muy improbable
que se presente ordenada.
Otro criterio importante es el de move-out, ya que cada reflexión deberá tener
un move-out aproximadamente fijo para un determinado tiempo central y para la
velocidad media correspondiente a dicho tiempo central.
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 281

Por último, cuando se trabaja por el sistema de perfiles continuos, con cober-
tura continua del subsuelo, un tercer criterio muy importante es, asimismo, que
la reflexión estudiada se continue de registro a registro, ya que en general los hori-
zontes reflejantes presentaran buena continuidad a lo largo de toda la zona.
De esta manera, puestos los sismogramas en orden consecutivo, los horizontes re-
flejantes mostrarán la debida continuidad.
Otro criterio que enseña la práctica es el siguiente: las reflexiones corresponden
3 elementos reflejantes que siguen la estratificación del subsuelo y por ello se
agrupan en paquetes de reflexiones con, aproximadamente, la misma inclinación
(o sea, parecidos At), por lo que una reflexión, por ejemplo, positiva(+ .1t), que
aparezca entre un paquete de reflexiones, todas ellas negativas concordantes, de-
berá ser cuidadosamente estudiada antes de ser interpretada como tal.
Cuando los tiros son centrales (es decir, simétricos respecto al pozo de explo-
sión) el interpretador lee el tiempo central (trazas 12 y 13) y el Át (diferencia de
tiempos de las trazas extremas) para cada reflexión. Con estos datos, una vez
conocida la ley de velocidad, se puede representar en el subsuelo el elemento re-
flejante.
Punteado de las reflexiones.-Las reflexiones se puntean a trazos con un lápiz
blando, correspondiendo cada trazo a un valle o pico de cada traza. N aturahnente
se sigue siempre el mismo criterio para cada traza. Generalmente se puntea el pri-
mer valle definido del tren de ondas correspondientes a la reflexión.
Graduación de las reflexiones.-Las clistintas reflexiones de cada sismograma
se gradúan según la bondad de las mismas. Un sistema de graduación corriente es
el de clasificarlas en buenas (B), regulares (R), débiles (D) y muy débiles (MD),
según se presenten en el sismograma. Su graduación tiene la ventaja de que al pa-
sar las reflexiones a la sección final (es decir, al replantearlas en profundidad)
cada una pasa con su grado correspondiente, por lo que el interpretador podrá sa-
ber la calidad de los datos con que opera.
Efecto de la topografía sobre la forma de reflexiones.-Veamos como in-
fluye la topografía sobre la forma de las reflexiones. Supongamos (fig. IV-69)

\
\
\
\
.'
\ \ I I \
\ \ I 1' \:\\
\ ' / ; ,\\
\ \ I ¡' \ \'
' ' / ' ,\
\ ~' ,
\ \ '
/~
'
:
I
\ ,' \ ,•
\ / '., ,,'
'
\ I
1
11 r

Fig. IV-69
282 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

que registramos un perfil sísmico en una :t.ona accidentada, en donde para ma-
yor comodidad suponemos que no existe capa me teorizada.
Sea O el pozo de explosión. Si disparamos en O y registramos el perfil ALMNB
y comparamos la reflexión registrada con la que obtendríamos si hubiésemos re-
gistrado en el plano horizontal AL 1 M 1 N 1 8 1 fácilmente se ve que la reflexión de-
berá seguir, aproximadamente, las ondulaciones de la topografía, ya que de A a 0 1
vendrá retrasada, correspondiendo el máximo retraso al punto L, mientras que de
0 1 a N vendrá adelantada, correspondiendo el máximo adelanto aJ punto M.
Por ello si la reflexión correspondiente al registro en el plano P es la indicada
con la línea continua en la figura IV-70, la correspondiente al perfil topográfico
supuesto será la que esquemáticamente indicamos de trazos.
Efecto de la capa meteorizada.-Supongamos que registramos en una zona
horizontal, en donde hay variaciones notables en el espesor de la capa meteoriza-
da (fig. IV-71).

A B

1
1 A¡\
I \
I ' \
\
I
I \ ,' B¡
I \ ' /
\\ I'
I \ I / Vw(Vc
I
1
\
\ /
' /
1 /
\ /
\
\
'\
\
'I
I
.\'
'
I '

'l
Fig. IV-70 Fig. IV-71

Sea el perfil AB. Si no existiese la capa meteorizada de velocidad lenta Vw la


reflexión correspondiente al reflector r sería normal (línea continua de la figu-
ra IV-72), ahora bien, como existe dicha capa, los tiempos de llegada a los sucesi-
vos geófonos del perfil AB vendrán retrasados en cantidades proporcionales a los
distintos espesores de la capa meteorizada bajo los geófonos correspondientes
(línea de trazos de la figura IV- 72).
Efecto conjunto.-EI efecto conjunto puede dar lugar a formas de reflexión
muy irregular en el sismograma. Como en general la capa meteorizada suele va-
riar poco de espesor, la alineación de picos o valles de una reflexión seguirá
corrientemente la topografía del terreno (como en la figura IV-70). En zonas
en donde el espesor de la capa meteorizada varíe mucho convendrá hallar dicho es-
pesor bajo cada geófono o grupo de geófonos para calcular la forma (o patrón)
que deberán tener las reflexiones; esto ayudará a reconocerlas en el sismograma.
En zonas de buena respuesta sísmica no hará falta construir el patrón ya que
bastará elegir una reflexión clara y evidente del t->ismograma para saber cuál es la
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 283

fonna que adoptan las demás, ya que todas mostrarán el mismo A


efecto de topografía y capa meteorizada por corresponder al I
I
mismo registro si bien con distinto move-out dependiente, como I
I

sabemos, de la profundidad (o tiempo central). I


,I
Reflexiones múltiples.-Reflexiones múltiples son las originadas 1'
por una onda sísmica reflejada varias veces antes de llegar a la su- o '1
1
perficie. 1
\
1
Las más corrientes son las indicadas esquemáticamente en la \
\
figura IV·73. \
\
En (aÍ la onda explosiva se refleja en r, luego se refleja en la base \
\
de la capa meteorizada y, por último, se refleja nuevamente en r B

llegando a la superficie. En (b} se produce el mismo efecto,


solamente que el reflector intermedio en este caso el contacto Fig. IV-72
suelo-aire, y, por último, vemos esquematizado, asimismo un caso
simple de reflexión múltiple entre dos reflectores profundos (e).
Estas reflexiones múltiples pueden aparecer en el sismograma confundiendo
aJ interpretador puesto que aparentan provenir de estratos r' más profundos
(ver figura IV-73 ).

f
.

~ ! l / \ I
\\ Í ¡ ••
¡ 1
\ /
J \
\
!
:
1
..
\

\ f
t '
\/
\
\ ,'
J
\,
_:¡___ ______\/
)/._ I'
; l
·~ '° --~---L-
\ I r'
--11.--------"--" -...L--
(a) (b) (e)

Fig. IV-73

Las reflexiones múltiples pueden ser más complicadas, ya que el número de


veces que se reflejan entre dos contactos puede ser más elevado.
Las más fáciles de reconocer son las correspondientes a los casos a y b, ya que
el tiempo central de la múltiple es, aproximadamente, doble del correspondiente
al reflector r; y asimismo ocurre con los t (o diferencias de tiempos entre las
trazas exll"emas), en caso de reflectores inclinados.
Para que existan múltiples es condición necesaria que haya buenos reflectores y,
asimismo, que haya otro contacto que pueda devolver la energía hacia ahajo.
Desgraciadamente este hecho ocurre con más frecuencia de la que muchos
geofísicos creen; lo que sucede es que las reflexiones múltiples se intercalan entre
las verdaderas y es muy difícil verificarlas.
284 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

El análisis de las reflexiones múltiples puede llevarsé a cabo por determinacio-


nes de la velocidad media en función del tiempo central t y de la diferencia de
tiempos extremos .:lt de las reflexiones. Como veremos más adelante (Determina-
ciones de velocidad), por el análisis cuidadoso de los t y At se puede llegar ala ve-
locidad media V m entre la superficie y el reflector correspondiente. Si esta
V m es notablemente inferior a la real (obtenida de reflexiones verdaderas) hay
bastante probabilidad de que la reflexión estudiada sea múltiple, ya que los reco-
rridos de los rayos se verifican desde el reflector verdadero y no desde el reflec-
tor aparente más profundo (en los casos (a) y (b) a doble profundidad, aproxi-
madamente).
No obstante, esta determinación es pesada y, sobre todo, no muy precisa.
Modernamente para el estudio de las múltiples se recurre a la fabricación de sis-
mogramas sintéticos hechos en el laboratorio (ver apartado IV-15) que se pueden
fabricar con o sin múltiples. De la comparación entre el sismograrna real y el sin-
tético se puede llegar a la verificación de las múltiples.
Otro tipo de múltiples mucho más corriente es el de las llamadas reflexiones
fantasma.
L G En la figura IV-74 aclaramos el concepto.

~V\..
A un geófono cualquiera del perfil llegan el
,,/
- r /,'
rayo reflejado OAG y un rayo OLA 1 G que se
o\ \ ,, refleja sucesivamente en el contacto suelo-aire
\ \ // y en el reflector r. Esto provoca una segunda
\ \ //
\ \ / I reflexión ficticia cuya diferencia de tiempos
\
\
\
'
' ,'''
1,
con la verda<tera es, aproximadamente, igual a
'·\ \\
\

,' 1,'
J 2t0 L, es decir, al doble del tiempo up-hole,
\ \
/ ,'
I I (tiempo desde el fondo del pozo al geófono
'\ \\1I 1'
situado en la boca del pozo). A veces una
\ ,>~ /
\( \,' reflexión que se presenta con muchas fases
A A¡
es simplemente la combinación de la real y de
Fig. IV-74
la fantasma.
Cuando se trabaja en el mar se observan
múltiples debidas a ecos producidos entre el contacto agua-aire y el fondo marino.
.Estas pueden perturbar notablemente el registro.
Difracciones.-Cuando la energía sísmica que parte de un punto O llega a un
punto singular de discontinuidad, tal como A (fig. IV-75) (caso de una falla),
éste punto actúa como nueva fuente de ondas produciendo rayos directos difrac-
tados tales como los indicadores sobre el perfil registrado MN. Las ondas
producidas interfieren la energía reflejada y pueden confundirse con verdaderas
reflexiones. Ya es siempre posible diferenciarlas de ellas, pues el move-out de
una difracción es mucho mayor que el de una reflexión, a causa de que el origen
de la misma, A, está mucho más superficial que el punto imagen de la reflexión
correspondiente al mismo tiempo central (ya que éste es el simétrico de O respec-
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 285

M D N

Fig. IV-75

to al reflector correspondiente). No obstante, la diferenciación entre una refle-


xión y una difracción es frecuentemente confusa.
Efecto de falla sobre las reflexiones.-Cuando un perfil sísmico cruza una falla
la reflexión se interrumpe bruscamente en un cierto punto para continuar en el
mismo perfil o en perfiles sucesivos (fig. IV-76).

M o N

,\ \. \,
\ \
,A
'11 \' /
,
\."~ \ \ /11 ~\ :
·,,. \ '\\ \\ /~'? \'\~ \ ¡ /
,l,' / ¡ ,'
\ '. Y.' / ,' \\ : /
\ \; '/ I ', \ ,' ,'
_ _ _ _ _\ _,._..._.
/ /'/ \\ \ \ /, II

\ \ I I

\ \,' /
\ 'f\ /
' ' \ I
\,' \ ,'

Fig. IV-76

Es raro que la reflexión vuelva a continuar en el mismo sismograma, ya que


generalmente las fallas van acompañadas de difracciones que disturban notable-
mente el registro. En general, en los perfiles siguientes podrá observarse de nuevo
el reflector más superficial o más profundo, según el salto de falla sea hacia arriba
o hacia abajo.
Causas de las malas reflexiones.-Las causas de las malas reflexiones pueden
ser de dos clases: 1) Las procedentes de la zona que se investiga, y 2) Las que se
refieren a la técnica de registro utilizada.
286 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Entre las primeras, citamos: a) No haber suficiente contraste de velocidad entre


lasdistintascapas; b) Los contactos entre capas no son planos, sino irregulares (por
ser, por ejemplo, zona de tectónica complicada) c) Absorción de la onda explosiva
por los terrenos superficiales poco consolidados y muy espesos, impidiendo una
buena transmisión de la energía e incluso una buena recepción; d) Presencia de
múltiples o difracciones o simplemente disturbios que oscurezcan el regisb"o.
Entre las debidas a la técnica de registro empleada citamos: a) Presencia de la
onda superficial; b) Insuficiente recepción, debida a la utilización de pocos geófo-
nos por traza; c) Dispersión de la energía debida a deficiencias en la correcta stua-
ción de la carga o a la no utilización, en su caso, de pozos múltiples.
Es muy difícil definir a priori las causas por las que no se obtienen buenas refle-
xiones. En general todas las anteriores contribuyen, sin olvidar que hay zonas en
las que las reflexiones son malas o no existen debido a las características peculia-
res de las mismas, en cuyo caso la prospección debería ser '!omplementada con
otros métodos geoñsicos.
Procedimientos para mejorar las reflexiones.-Aparte del empleo de p02os
y geófonos múltiples y del compositing, de los que hablaremos en el apartado
IV-15, hay oh"os procedimientos que penniten mejorar las reflexiones.
Uno de ellos, muy utilizado, es el empleo de la mezcla de..,l;rlZ'lS o mix.
La mezcla de b"azas consiste simplemente en mejorar artificiahntntte las reflexio-
nes (en el apartado de registro) por la combinación o mezcla de unas trazas con
otras. Combinando la señal de una traza con parte (del orden de un 20%) de las
señales de las trazas adyacentes se logra mejorar visualmente las reflexiones y,
por tanto, facilitar su lectura.
Es peligroso utilizar un grado muy alto de mezcla, ya que podría introducir
falsas reflexiones o, al menos destruir el carácter de las verdaderas. La mezcla de
trazas debe ser empleada con mucho cuidado y, al menos, si se registra un perfil
con mi.x, se debe efectuar una segunda exposición no mix (sin mezcla) para poder
verificar con la segunda las reflexiones obtenidas en la primera.
Otro procedimiento para mejorar las reflexiones es eliminar el ruido producido
por el viento enterrando los ge6fonos en el suelo o con filtros adecuados. Asiipis-
mo, se puede separar convenientemente el pozo del perfil para eliminar la onda
superficial o directa, si no se ha podido eliminar mediante el empleo de filtros
adecuados.
También se puede intentar mejorar las reflexiones variando la técnica de explo-
si6n empleada (profundidad, forma, cantidad y distribución de la carga).
..,
Por último, digamos que la elección de filtros es fundamental para el registro
de las reflexiones. En general, las reflexiones superficiales requerirán filtros estre-
chos (de frecuencias medias-altas), mienb"as las profundas requerirán filtros
anchos (frecuencias medias-baj¡u;).
Datos de tiempo que se obtienen de las reflexiones.-Aunque ya hablamos algo
de ello anteriormente, nos p«ece conveniente insistir sobre lo mismo.
CAP. IV.- METODOS SJSMJCOS 287

Cuando se emplea el método sísmico de reflexión, el objeto es determinar las


reflexiones y situarlas en profundidad. Para ello se hacen, en cada reflexión obte·
nida en el sismograma, dos lecturas de tiempos: a) EJ tiempo mínimo t (es decir,
en explosiones centrales el tiempo central correspondiente a las trazas 12-13
y en explosiones laterales el tiempo correspondiente a la traza l); b) La diferencia
de tiempos .6t entre las trazas extremas.
Con estos dos valores, t y Lit se puede llegar, como indicamos en el apartado
IV-8) a la situación de los elementos reflejantes (es decir, de las reflexiones) en
profundidad.
Un factor importante a tener en cuenta cuando se utiliza el sistema de perfiles
continuos con cobertura continua del subsuelo, es que las reflexiones correspon-
dientes a un mismo reflector deben quedar ligadas de cada perfil al siguiente. Es
decir, el tiempo central t sumado a la media de los .6t correspondientes debe dar
el t siguiente (con error admisible menor de unos cinco milisegundos). Esto se debe
a la continuidad del reflector de uno a otro punto de disparo, como fácilmente
puede comprobarse razonando sobre la figura correspondiente.

IV-11. Reducciones al datum


En todas las explicaciones anteriores hemos supuesto que disparábamos y regis-
trábamos en un plano horizontal y, asímismo, que la velocidad inicial era la de Ja
capa consolidada..
Esto no es cierto ya que en realidad registramos el perfil en la superficie del
suelo (fig. IV-77) y, aunque disparemos debajo de la capa meteorizada (weathe-
ring), la última parte del recorrido de los rayos reflejados OG se verá afectada por
la capa meteorizada GM. Por otra parte, como registramos en la superficie del
suelo, tendremos que tener en cuenta, asimismo, las diferentes cotas del pozo y
de los geófonos para poder reducir los tiempos registrados a los que se obtendrían
si hubiésemos disparado y registrado en el Datum (es decir, en 0 1 y G 1 respec·
tivamente).

6pi1 meteorizetle
C11pe consolidada
----------- - -- ______y_i;,_ __ _

Rel/ecfor

Fig. 1'!·77
288 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

El Datum o plano de referencia es un plano horizontal ficticio, elegido cerca


de la superficie (para evitar errores grandes en la estimación de los recorridos)
aJ que referimos, según hemos indicado, los tiempos leídos en el sisrnograma.

IV-11.1. Capa meteorizada y capa consolidada


La experiencia demuestra que bajo el perfil del terreno (fig. IV-77) hay una zo-
na superficial de baja velocidad y espesor variable, que forma la capa meteoriza-
da o capa no consolidada.
Su espesor es muy variable, ya que puede oscilar entre O y 100 metros, aunque
1
lo más corriente es que sea del orden de 10 a 30 metros.
Aunque se le llama capa meteorizada (o weathering en los libros ingleses), en
general, su espesor no coincide con el de la capa superficial afectada por los agen-
tes atmosféricos; en sísmica, cuando hablamos de ellas, nos referimos a la capa
superficial de baja velocidad, coincida o no con la zona de aireación.
La velocidad Vs de la capa meteorizada suele variar entre 350 m/seg y
1200 m/seg.
Bajo la capa meteorizada se encuentra la capa consolidada. La velocidad Ve de
la capa consolidada suele variar de 1400 m/seg a 3500 m/seg.
La variación de espesor de la capa meteorizada puede ser completamente
arbitraria, incluso a lo largo de perfiles contiguos; por ello hay necesidad de efec-
tuar el cálculo de su espesor, al menos en los puntos más importantes del perfil
Para disparos centrales estos puntos son: el pozo de explosión y los puntos
correspondientes a las trazas centrales 12-13 y a las trazas extremas 1 y 24. Con
estos datos podremos obtener el tiempo central y la diferencia de tiempos extre-
mos Lit, ambos referidos a 1m plano horizontal para cada una de las reflexiones,
tal como supusimos en las explicaciones anteriores.
Indiquemos, por último, que el contacto capa meteorizada-capa consolidada
viene dado, en definitiva, por el cambjo de velocidad entre una y otra zona.
Precisamente, gracias a este contraste grande entre una y otra velocidad, podre-
mos determinarlas mejor.
Interesará primeramente conocei: cómo se determinan las velocidades de la c~pa
meteorizada (V 5 ) y de la capa consolidada (Ve), que es de lo que vamos a tratar
a continuación.
Determinación de la velocidad v. de la capa meteorizada.-Hay dos sistemas:
1) Por sucesivos disparos en un p020 perforado dentro de la capa meteo~ada.
Sea (fig. IV-78) un pozo OA perforado dentro de la capa meteorizada. Si dispa-
ramos tres pequeñas cargas explosivas a las profundidades OA, OB y OC y regis-
tramos los tiempos tA, t 8 y te de llegada de la onda sonora a un geófono situado
en la boca del pozo O (tiempos up-hole) podremos dibujar la dromocrona de La
parte derecha de la figura. La tangente del ángulo de inclinación con el eje t nos
dará la velocidad buscada Vs, ya que:
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 289

e A'

B B'

A e•

o e B A

F.ig. IV-78

Conviene dibujar el gráfico tiempos-distancia porque, en general, los puntos


no caerán en una recta y habrá que buscar la recta que, pasando por el origen, se
aproxime mejor a los puntos C'B' A' determinados en el gráfico.
2) Disparando en superficie y colocando los geófonos muy cerca del punto
· de explosión.
Disparando en el punto O y registramos los tiempos t 1, t 2 y t 3 correspondientes
a los recorridos de la onda superficial (onda directa) OG 1 OG 2 y OG 3 (fig. IV-79);

o
.\1
I
I
G

\ 1
I
\
.
;
1 I
I
,,
1
I

L M

Fig; íV-79

Representando el gráfico tiempos-distancia obtendremos, como antes, la velo-


cidad Vs de la capa meteorizada, ya que:
V =OG 1 =0G 2 =0G 3
s t¡ t2 t3

Es necesario situar los geófonos G 1 , G2 ... muy cerca del punto del disparo O pa·
290 TRATADO DE GEOFISICAAPLICADA

ra evitar que lleguen antes los recorridos OLMG refractados por el contacto capa
meteorizada-capa consolidada.
Determinación de la velocidad Ve de la capa consolidada.-En realidad lo que
determinamos es la velocidad de la parte más alta de la capa consolidada, ya que,
como sabemos, la velocidad varía con la profundidad.
Se determina por los mismos procedimientos indicados anteriormente, sólo
que variando las profundidades y distancias.
1) Por sucesivos disparos en un pozo perforado previamente dentro de la capa
consolidada, registrando los tiempos de llegada a un geófono situado en la boca
del pozo (tiempos up-hole) (Fig. IV-80).

A
o e B A

Fig. IV-80

Como los tiempos tA, t 8 , te estarán todos afectados por el recorrido OM en la


capa meteorizada, si hallam?S la diferencia entre cada dos de ellos, eliminaremos
su efecto. Por lo tanto:
V = OA - 08 = OA - OC
e tA - ta tA - te

o lo que es lo mismo, la velocidad Ve la obtendremos representando la dromocro-


na parte derecha de la figura IV-80 y hallando la tangente del ángulo de inclinación
que forma con el eje de tiempos.
2) Por disparos en superficie colocando los geófonos a suficiente distancia
para poder registrar la onda refractada en el techo de la capa consolidada.
Disparamos en O y registramos en los geófonos G1 , G2 , G3 ... (fig. IV-81)
colocados a una distancia conveniente para que la onda refractada OABG 1 ll(:gue
a.fi!es que la directa OG 1 • Representando el gráfico tiempos-distancias, la tangente
del ángulo de inclinación con el eje Ot nos dará la velocidad Ve que buscamos.
Este método supone que la superficie es horizontal y que el contacto capa
meteorizada-capa consolidada es asimismo horizontal. Lo primero se puede conse-
guir eligiendo un terreno aproximadamente horizontal para hacer la prueba; en
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 291

o G¡ G2 G3
I
\ I 1
1
I
1
1 1
1
,I 1

~
1 1
1 1 1
v, I 1
'
1
1 1
1 1
1
I
I 1 1 1
1 1
\ I
1 1 1
1 •
1
1
1
1 1

\ ,
1
1
,
1
1
1
1
1 :t1
'
1
: t2
1
1
:t3
1
1
A Ve B e D o G¡ G2 G3

Fig. IV·81

cuanto a lo segundo, se remedia registrando el perfil conjugado (en sentido contra-


rio) y tomando para Ve una componente media de las velocidades obtenidas en
ambos sentidos, en la forma que indicamos en otro capítulo.
Hagamos notar, por último, que conviene siempre representar a una escala ade-
cuada las dromocronas al objeto de trazar la recta que más se aproxime a los pun-
tos situados por sus coordenadas tiempo-distancia.
Una vez conocidas las velocidades V, y V e por estos métodos u otros análogos,
calcularemos el espesor de la capa meteorizada tanto en el pozo de explosión co-
mo en un geófono cualquiera del perfil A continuación exponemos un sistema
sencillo de cálculo que suele bastar en condiciones topográficas normales.
Espesor de la capa meteorizada en el pozo de explosión.-Cuando se realiza un
disparo para registrar un perfil sísmico siempre se sitúa un geófono auxiliar junto
a la boca del pozo. Este geófono se emplea para registrar el tiempo vertical (tiem-
po up-hole) que emplea la onda sonora en recorrer la distancia punto de explosión-
boca del pozo. Este tiempo es muy útil para hallar el espesor de la capa meteoriza-
da en el pozo de explosión y se registra en una de las trazas del sismograma, ya
que como es el tiempo mínimo (tiempo vertical) llegará antes que la primera lle-
gada (o primer impulso refractado), correspondiente a dicha traza. Una vez regis-
trado se desconecta automáticamente el circuito y la traza prosigue el registro
normal del geófono que le corresponda.
Sea, pues, la figura IV-82, en la que hemos representado en la parte izquierda
el pozo de explosión y en la parte derecha la dromocrona correspondiente, que
hemos representado para mayor claridad, con el eje t horizontal El trozo PA1 co-
rresponderá a V 5 y el trozo A1 O 1 a Ve.
Si ponemos:
p =profundidad de explosión PO
tuh =tiempo up-hole =tiempo PO= 00 1
eP =espesor de la capa meteorizada en el pozo= PA,

podremos escribir:
292 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

p p

p v, v,
A
~-+--++-----'-~~~- ------ ----------- A¡
A

o o t uh

Fig. IV·82

eP p - eP
tuh = tPA + tAo =Vs + -V-
e

t
un
- -p
Ve
= eP ( - 1 - - 1 ) de donde
Vs Ve

[1]

Como se ve, en la figura de la derecha el espesor de la capa meteorizada en el


pozo de la ex.plosión corresponde a PA, es decir, a la profundidad correspondiente
al punto de intersección de las dos velocidades V5 y Ve.
En la práctica, como en cada pozo se realizan varios disparos bastará situar los
distintos tuh• en el gráfico, tiempos-profundidades, para obtener las dos velocida-
des, V, y Ve. La profundidad· aei punto de intersección A1 nos dará el espesor
de la capa meteorizada. O bien, aplicando la fórmula [ 1 ], obtendremos dicho es-
pesor eP.
Espesor de la capa meteorizada bajo un geófono cualquiera.-Suponemos que
el disparo se ha efectuado en la capa consolidada, a poca distancia de su contacto
con la capa meteorizada, circunstancia corriente en los trabajos sísmicos.
Sea (fig. IV-83) P el pozo de explosjón, O el punto de disparo y G un geófono
cualquiera del perfil. En la figura hemos representado el plano vertical que pasa
por el pozo y por G. Llamemos eP y eq a los esprsores de la capa meteorizada ha·
jo el pozo de explosión y bajo el geófono G, resprctivamcnlf'. El primero de ellos
será conocido por la fórmula [ 1].
El recorrido de la onda refractada (priml'ra llrgada) s1·rá OAG; ahora bien,
como el contacto entre las capas m<'tcoriMda y coni;olidada no ~ná, en g<'neral
muy inclinado, y las velocidades V5 y Ve scr[m mu} divrrsas, f'I recorrido GA se
podrá tomar, aproximadamente, como vrrli1·aJ. El ti<·rnpo t 9 en el ~ismograma
será:
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 293

p----- D ----- G

o
Fig. IV-83

t 9 =Tiempo OAG =Tiempo OA + Tiempo AG


es decir,

-
V 0 2 + (p - e )2
9
e
+ -V9
t9 - V
e s

Y entonces resultará:

(2)

que es la fórmula práctica que se emplea.


Si la distancia D es muy grande respecto a p - e9 , aún se puede simplificar más
la fórmula (2], quedando:

[3]

que en la práctica da suficienlt' aproximación para distancias grandes pozo-


geófono.
En todo lo anterior hemos :;upucsto que PG era horizontal, cosa que normal-
mente no ocurrirá. Si la diferencia de cola~ entre P y G es grande, entonces
habría que considerar esta diferencia para corregir el valor de eP en la fórmula
(2), ya que en eUa suponíamos que P y G estaban al mismo nivel. D será siempre
la distancia entre las proyecciones de P y G sobre un plano horizontal.
Conocidos V,, V e• eP y e9 podremos calcular las reducciones al Datum.

IV-11.2. Reducciones al Datum


Sea PO el pozo de explosión y G un geófono cualquiera del perfil. Sea r un re-
flector cualquiera (fig. IV-84).
294 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

p G
Disparamos en O y registramos en G. El
p
problema consiste en reducir el tiempo leí-

-----
o 1
--~--

Qp O¡\
G• 1

____ 7___::'_
/G¡
I ,.,_
__
V
"..__0atum
do toLG = t 9 al que se tendría (t01 , tG 1 ) si
hubiéramos disparado y registrado en el Da-
tum; es decir, en los puntos 0 1 y G 1 •
'\ ,
\
1
1
--4-----'-
I
-- --- ------
\
' ,
I
I
I
1 1QO
Nivel del mar
Aclaremos de antemano, que como las
profundidades de lm: reflectores son muy
grandes comparadas con las distancias su-
'1 I1
perficiales PG, y la pendiente de r no muy
I
1
' grande, los recorridos 00 1 y GG 1 serán
' prácticamente verticales (favorecidos, ade-
'11 1I' más, por la curvatura del rayo y por la p re·
,,
1 I
1' sencia de la capa meteorizada bajo G).
L
" Consideraremos, pues, dichos recorridos
verticales y los puntos O 1 y G 1 como los
Fig. IV-84 O y G proyectados sobre el Datum.
Con esta simplificación es muy sencillo el cálculo de las reducciones al
Datum.
Llamando Üp OG y 0 0 a las cotas de P, G y del Datum respecto al nivel del
mar y e9 al espesor de la capa meteorizada bajo el geófono G, siendo:
Tiempo bruto T oLG = T9
Tiempo reducido al Datum, T01 LGi = T~

podremos poner:
T~ = T9 - tiempo 00 1 - tiempo GG'G 1

ahora bien, como PO= p y GG' = C9 y


Üp-0 0 -P. ~ OG-Oo-~
Too1== Ye 'TGG'=Vs y TG1G'= Ve

quedará finalmente:

T' =T -
o P -o0 -p
g 9 Ve (4]

Esta reducción no se suele hacer para todas las trazas del sismograma, sino so-
lamente para las trazas que interesen. En disparos centrales se hacen solamente pa-
ra las trazas 12-13 (pues el tiempo central interesa para situar los elementos
reflejantes en profundidad); se podría hacer asimismo para las extremas, pero
como no suelen interesar por separado, sino solo su diferencia Llt' (que indicará
en tiempos la pendiente del estrato), se calcula la llamada corrección diferencial
de weathering (D,W,C). Conservamos el término inglés (Diferential Weathering
Correction) por ser llam ada así generalmente.
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 295

IV-11.3. Corrección diferencial de weathering (D.W.C.)


Hasta ahora hemos corregido los tiempos brutos leídos en el sismograma para
reducirlos al Datum o plano de referencia. Ahora veremos cual es la corrección
que tenemos que añadir al Llt bruto (diferencia de tiempos brutos de las trazas
extremas l y 24 de cada reflexión) para obtener At' (At corregido), es decir, el
que se obtendría si hubiésemos disparado y registrado en el Datum. Observemos
que esta corrección es para tiros centrales.
La pendiente bruta en tiempos que obtenemos en el sismograma será At =
t 24 - t¡, siendo t 24 )' t 1 los tiempos desde O a los geófonos G24 yG 1 (fig. IV-85).

L M

Fig. IV·BS

La pendiente real en tiempos At' será la que obtendríamos restando las dos ex-
presiones [4] relativas a los geófonos l y 14 es decir:
,_ Á ei - e24 _ e1 - e 24 + 0 1 - 0 24
Át- t+ Vs Ve Ve
A = A ei - e24 ( 1 - V s ) 01 - 024
'"'t '"'t + Vs Ve + Ve

De donde la corrección diferencia de weathering será:


_ e 1 -e24 (l - V5 ) 0 1 -024
D.W.C. - Vs Ve + Ve

Ahora bien, como e 1 ~ e24 = te1 - t 824 ; es decir, la diferencia de los tiempos de

los recorridos bajo la capa meteorizada en G 1 y G24 , podremos poner (fig. IV-85).
296 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

tgl : ti - tOLA

te24 = tz4 - toMB

y como toLA R: toMe resultará

y podremos poner finalmente

que es la fórmula práctica para hallar la D.W.C.


Como ya indicamos, esta corrección servirá para obtener la pendiente real del
contacto en tiempos.
Con todas las reducciones anteriores hemos pasado del caso general al teórico
de disparar y registrar en un plano horizontal.

IV-11.4. Criterios para la elección del Datum


El Datum elegido debe estar lo más cerca posible del punto de disparo, con
objeto de que las correcciones a aportar a los tiempos sean las menores posibles,
ya que, como se conocen imperfectamente tanto las velocidades como los espeso-
res de la capa meteorizada, se evitan grandes errores procediendo de esta manera.
No es necesario que el Datum sea el mismo para todos los perfiles, ya que de
hecho se variará su nivel adaptándose a la topografía para cumplir la condición
anterior, y de manera que la diferencia de cotas de dos Datum sucesivos sea la
menor posible. Como las reflexiones leídas en cada sismograma se referirán a su
Datum correspondiente, situado sobre Ja sección final a la escala de las profundida-
des, las diversas reflexiones de un mismo horizonte se corresponderán, asimismo,
en la sección profundidad.
El Datum puede ser, incluso, un plano inclinado, aunque pocas veces se e~plea
de esta manera.
Indicamos, por último (fig. IV-86), la disposición de los Datum elegidos en una
sección topográfica accidentada.
Como vemos los sucesivos Datum Di 0 2 •.• van marcando, más suavemente, los
accidentes topográficos del perfil.

IV-12. Medidas de velocidad


. ~

El conocimiento de la ley de propagación de la velocidad de la onda sísmica


en el subsuelo es necesario para la interpretación de los datos sísmicos, ya que
sin él no se pueden situar correctamente, en profundidad, los elementos refle-
jantes.
CAP. IV.- METODOS SISMICOS '197

Perlll 2 3 4 5 6

Fig. IV-86

En este apartado trataremos de los díversos métodos que se emplean para deter-
minar la ley de propagación de Ja velocidad de la onda sísmica en la zona en que
se realiza la prospección.
Tres son los procedimientos más empleados para esta determinación: el prime-
ro de ellos es indirecto y consiste en llegar a la velocidad media partiendo de las
medidas de tiempos registrados en los sismogramas obtenidos por el método de re-
flexión; los otros dos son directos y consisten en medir la velocidad utilizando
sondeos profundos, bien partiendo de los tiempos de llegada de la onda sísmica
desde la superficie a un geófono situado en el sondeo, bien a partir de los tiempos
de llegada de la onda sonora producida por un equipo transmisor a unos recep-
tores incorporados a él y situados a distancias fijas,. constituyendo un aparato
emisor-receptor que se va desplazando de una manera continua a lo largo del
sondeo (Continuous Velocity Loging o C. V .L. Testificación continua de la ve-
locidad).
A continuación describimos los tres métodos, con lo que quedará suficiente-
mente aclarado todo lo anterior.

IV-12.1. Determinaciones de velocidades basadas en datos de reflexión


Hay dos procedimientos, aunque fundamentalmente son idénticos, ya que se
basan en el mismo principio. Estos métodos son: a) Método de los perfiles de re-
flexión; y h) Método t - .:1 t.
Añadamos que estos métodos suponen que las trayectorias de los rayos son rec-
tas y que los estratos que proporcionan las reflexiones son horizontales.
El primer supuesto no es exacto, ya que las trayectorias son, como sabemos
curvas. No obstante, el error que se comete no suele ser muy grande.
298 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Si los elementos reflejantes no son horizontales, pero difieren poeos grados de


la horizontal, los errores cometidos son, asimismo, pequeños.
a) Métodos de los perfiles de reflexión. -Supongamos (fig. IV -87) que dispara-
mos y registramos en un plano horizontal OG 1 G2 • Sea r 1 un reflector, asimismo,
horizontal.
Sea O el punto de explosión, G 1
y G2 dos geófonos cualesquiera de
la alineación, Z la profundidad del
reflector r 1 y V m la velocidad me-
dia entre la superficie y el reflector.
Si suponemos las trayectorias rec-
tas podremos poner:
V T V T
OM =~; OL=__!!!__.!.
2 2

L M
siendo T1 =ToLGi y T2 = T oMG 2
Fig. IV-87
Si suponemos OG 1 = X 1 y OG 2 =
= X2 , tendremos:
2 r2 x2
z2 = V
__!!)__j_ - --1
4 4
y2 T2 xz
z2=~-......!
4 4.

de donde:

[ 1]

De la expresión [ 1] se deduce que la relación entre X 2 y T 2 es lineal para cada


reflector horizontal, por lo que, si representamos los valores correspondientes
de X 2 y T 2 el] un gráfico con estos ejes, los puntos caerán en una línea recta. En
realidad, como las observaciones de X y T están afectadas de ciertos errores con-
viene elegir muchos puntos para determinar la recta que mejor se ajuste a todos
ellos (fig. IV -88).
Si m es el coeficiente angular de la recta así determinada, la velocidad media
será:

Nótese que la recta corta el eje T 2 en el punto T~, tiempo que corresponde a la
trayectoria vertical o tiempo mínimo (X= O).
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 299

Fig. IV-88

La profundidad de la capa reflectora será:


Vm To
z:::::.--
2

Siguíendo el mismo procedimiento para otros reflectores horizontales podre-


mos determinar las distintas Vm y Z para cada uno de ellos.
Si las capas no son horizontales se pueden disponer perfiles inversos (dispa-
rando en el punto O' de la figura IV-87, simétrico de O respecto al punt o medio
de Gi G 2 ) y poner en la fórmula {1) en vez de T 1 y T 2 los valores medios que se
obtengan, o bien hallar la media de las velocidades medias determinadas en am-
bos sentidos.
b) Método t - Lit.-Como dijimos anteriormente es fundamentalmente igual
al anterior, sólo que se procede de distinta manera.
Sea el perfil de geófonos G 1 G 2 ; O, el punto de disparo y M el punto medio
de G 1 G 2 (fig. IV-89).
Si ponemos OM =X y G 1
G2 = LiX e introducimos estas
cantidades en la fórmula [ 1], te-
niendo en cuenta que:
z
X2 + X1 = 2X T 2 + T 1 = 2T
X2 -X 1 =LiX T 2 - T 1 =LiT

podremos expresar dícha fórmula


Fig. IV·89
por la síguiente expresión:
yz = X Li X
m T Li T
300 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

o lo que es lo mismo:

T f:,, T = ---vz
XAX
m
= constante [2]

puesto que los valores de X, AX y Vm son constantes para cada reflector hori-
zontaL
Si representamos en unos ejes coordenados AT, T los valores que obtengamos
de .c:1T y T para las mejores reflexiones (aproximadamente horizontales) de un
gran número de sismogramas y trazamos la curva C que más se aproxime a todos
ellos (fig. IV-90) obtendremos la ley de variación de las velocidades medias, ya
que para cada valor de T y AT de cada punto de la curva obtendremos Vm por las
fórmulas anteriores, puesto que X y AX son conocidos.
Una vez determinada Vm para un tiempo T, la profundidad Z se obtiene sim-
plemente por Ja fórmu la:

T
Hay que tener en cuenta que si
las reflexiones no son horizontales
convendrá disparar en los dos senti-
dos, utilizando, como indicamos an-
tes, los valores promedios de T y
h.T que resulten.
Cuando mayor sea la longitud X
tanto más precisa será la medida
e por ambos procedimientos. Si se
' - - - - - - - - - - - - - - - A T quiere efectuar medidas de veloci-
dad partiendo de datos de refle-
Fig. IV-90 xión, convendrá, pues, elegir los
extencümientos más largos posibles.

No obstante, estos métodos se aplican estadísticamente a las prospecciones


normales de campo, ya que, aunque los extendimientos son cortos, y, por tanto,
las medidas menos precisas, eligiendo reflectores muy buenos y extendiendo el
número de medidas a una cantidad grande de reflexiones de la zona se puede lle-
gar en circunstancias favorables, a la determinación de las velocidades medias con
errores del orden del 3%.
Indiquemos, por último, que una vez obtenidas las velocidades medias se puede
determinar la curva tiempo-profundidad (verticales) y, por tanto, determinar la
ley de variación de la velocidad con la profundidad. Como esto lo explicaremos
con suficiente detaUe en el apartado siguiente, no insistimos sobre ello.
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 301

IV-12.2. Determinaciones de velocidad en sondeos profundos


Hay dos métodos:
a) Testificación mediante disparos en superficie.
b) Testificación continua de la velocidad.
a) Testificación mediante disparos en superficie.-Un método directo para de-
terminar las velocidades de La onda sísmica en el subsuelo consiste en introducir
un geófono especial en un sondeo y medir los tiempos de llegada de la onda sísmi-
ca producida por Ja explosión de una carga en superficie (P, punto de explosión)
a las distintas posiciones del geófono del sondeo G 1, G 2 , G 3 , G 4 (fig. IV-91).
El único equipo especial que se requiere es s p

un geófono especialmente preparado para re-


sistir las altas presiones encontradas en los lo-
dos del sondeo. Esta geófono está conectado
G1
eléctricamente al aparato registrador por me-
dio del cable que queda suspendido.
El cable es el que normalmente se utiliza
en las testificaciones eléctricas de sondeos.
La carga explosiva se sitúa en un pozo de
explosión P perforado en superficie por deba-
jo del weatherittg (capa meteorizada) y situa-
do a una distancia PS conveniente del sondeo
S para que la explosión no le dañe.
Fig. IV·91
Los tiempos, como es normal en sísmica,
se refieren a un plano de rdereneia horizon-
tal, próximo a los puntos de l:'xplosión. tlempos
De esta manera registramos los tiempos ob-
servados correspondientes a los recorridos
PG 1 PG 2 , PG 3 , etc, de la figura IV-91; tiem-
pos que situarnos en un gráfico tiempos-pro·
G2 --------- -
fundidades y que son los indicados con un .,
cuadradito (fig. IV-92). {:
~
Estos tiempos los reduciremos a tiempos G3 ~----------
verticales multiplicándolos por cose, siendo ~

6 el ángulo de inclinación de las sucesivas rec-


::
~
G4 --------------
tas PG 1 , PG 2 •.• con la vertical (fig. IV-91) án-
.d
gu 1o conoc1 o ya que tg
e = SG
SP .
; estos tiem-
1
pos serían los correspondientes a los trayec- a tiempos observados
tos verticales SG 1 , SG 2 , etc. o tiempos verticales
Los tiempos verticaJes están indicados en la
figura IV-92 con un circulito. Fig. IV-92
300 TRATADO DE GEOF ISICA APLICADA

o lo que es lo mismo:
XÁX
T t:i. T = ---qr- = constante [2)
m

puesto que los valores de X, t:i.X y Vm son constantes para cada reflector hori-
zontal.
Si representamos en u nos ejes coordenados t:i. T, T los valores que obtengamos
de t:i.T y T para las mejores reflexiones (aproximadamente horizontales) de un
gran número de sismogramas y trazamos la curva C que más se aproxime a todos
ellos (fig. IV -90) obtendremos la ley de variación de las velocidades medias, ya
que para cada valor de T y t:i. T de cada punto de la curva obtendremos Vm por las
fórmulas anteriores, puesto que X y t:i.X son conocidos.
Una vez determinada V m para un tiempo T, la profundidad Z se obtiene sim-
plemente por la fórmula:

z = .!2 v v2m r 2 - x2
T
Hay que tener en cuenta que si
las reflexiones no son horizontales
convendrá disparar en los dos senti-
dos, utilizando, como indicamos an-
tes, los valores promedios de T y
t:i. T que resulten.
Cuando mayor sea la longitud X
tanto más precisa será la medida
e por ambos procedimientos. Si se
L - - - - - -- -- - - - -- Á T quiere efectuar medidas de veloci-
dad partiendo de datos de refle·
Fig. IV-90 xión, convendrá, pues, elegir los
extendimientos más largos posibles.

No obstante, estos métodos se aplican estadísticamente a las prospecciones


normales de campo, ya que, aunque los extendimientos son cortos, y, por tanto,
las medidas menos precisas, eligiendo reflectores muy buenos y extendiendo el
número de medidas a una cantidad grande de reflexiones de la zona se puede lle-
gar en circunstancias favorables, a la determinación de las velocidades medias con
errores del orden del 33.
Indiquemos, por último, que una vez obtenidas las velocidades medias se puede
determinar la curva tiempo-profundidad (verticales) y, por tanto, determinar la
ley de variación de la velocidad con la profundidad. Como esto lo explicaremos
con suficiente detalle en el apartado siguient e, no insistimos sobre ello.
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 301

IV-12.2. Determinaciones de velocidad en sondeos profundos


lwy dos métodos:
a) Testificación mediante cfü;paros en superficie.
b) Testificación conlinua <le la velocidad.
u) Testificación mediante disparos en superficie.-Un método directo para de-
h'rminar las velocidades dt• la onda sísmica en el sul)suclo consiste en introducir
un gcófono especial en un sondeo y medir los tiempos de llt>gada de la onda sísmi·
ca producida por la explosión de una carga en superficie (P, punto de explosión)
a las distintas posiciones del geófono del sondeo G1 , G 2 , G3 , G4 (fig. IV-91).
El único equipo especial que ~e requiere es s p
un geófono especialmente preparado para re·
sistir las altas presiones encontradas en los lo·
dos del sondeo. Esta gcófono está conectado
eléctricamente al aparato registrador por me-
dio del cable que queda suspendido.
El cable es el que normalmente se utiliza
en las testificaciones eléctricas de sondeos.
La carga explosiva se sitúa en un pozo de
explosión P perforado en ~upcrfirie por deba-
jo del weathering (capa meteorizada) y situa-
do a una distancia PS conveniente drl sondeo
S para que la explosión no le dañe.
Fig. IV-91
Los tiempos, como es normal en sísmica,
S<' refieren a un plano de referencia horizon-
tal, próximo a los puntos de rxplosión. tiempos
De esta manera registramos los lirmpos ob-
servados correspondiente~ a lo~ rl'corridos
PG 1 PG 2 , PG 3 , etc, de la figura lV -91: tiem-
pos que situamos en un gráfi<'o tiempos-pro-
fundidades y que son los indicados con un ..,
cuadradito (fig. IV-92).
i;15
Estos tiempos los reducirrmos a tiempos G3 ~----------
verticales multiplicándolos por cos 8, siendo ~
~
6 el ángulo de inclinación de las sucesivas rec- <l..
G4 ----------·----
tas PG 1 , PG2 ••• con la vertical (fig. IV-91) án-

gu 1o conoc1"do ya que tg 8 SP ; estos


= SG .
tiem-
1
pos serían los correspondientes a los trayec- Q tiempos ooservadOS
tos verticales SG 1 , SG 2 , etc. o tiempos vertlcales
Los tiempos verticales están indicados en la
figura lV -92 con un circulito. Fig. IV-92
302 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Hallemos ahora las velocidades intervalo.


Las velocidades intervalo son las velocidades medías entre dos posiciones su-
cesivas del geófono del pozo y se determinan simplemente dividiendo Ja diferen-
cia de profundidades por la diferencia de los tiempos verticales correspondientes.
PG 2 - PG 1
Vi=--"--~
TG2-TG1

Una vez halladas las velocidades intervalo se construye el gráfico tiempos-


profundidades-velocidades de la figura IV-93.

A tiempos

- tiempos
vertlcales

velocidades

Fig. IV-93 (tomada de Dix}

En esta figura tenemos:


La línea que une los puntos con circulito es la gráfica de los tiempos verti·
cales.
La línea quebrada AN es la gráfica de las velocidades intervalo, halladas
como hemos dicho antes.
Obsérvese que los trozos verticales corresponden a las velocidades intervalo, que
son constantes entre cada dos posiciones consecutivas del geófono, o sea, entre
los circulitos.
La curva (en este caso la recta AB) que !fiás se aproxima, como media a la que·
brada de las velocidades intervalo será la ley de velocidad que buscamos.
Este concepto se comprende fácilmente, ya que si consideramos un número in-
finitamente grande de posiciones del geófono en el sondeo, cada una de las velo·
cidades instantáneas, o sea las velocidades correspondientes a cada punto de la
función V= f (z).
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 303

En el caso de la figura IV-93 se ha buscado a la estima la recta que más se


aproxima a la gráfica de las velocidades intervalo, obteniendose la ley de velocidad
lineal V = V 0 + a z.
Hay diferentes métodos analíticos para deternúnar la ecuación de la curva
V= f {z) que más se aproxime a la gráfica de las velocidades intervalo, pero su
exposición se sale del objeto de este apartado.
Digamos por último que este método de cálculo de la ley de velocidad se pue-
de aplicar a la determinación de la velocidad en hase a datos de reflexión, ya que
una vez que se determinan las velocidades medias se llega a la profundidad del
estrato reflejante y, por tanto, conocida ésta y el tiempo correspondiente se pue-
de hacer un gráfico igual al anterior, en donde los tiempos serían los de llegada a
cada uno de las reflexiones del sismograma.
b) Testificación de la continua velocidad (C.V.L.).-La testificación continua
de la velocidad o C.V. L. (Continuous Velocity Logging) es una técnica desarrolla-
da en los últimos años, que consiste en medir, de una manera continua, las veloci-
dades verticales de propagación de las ondas sísmicas a lo largo de todas las forma-
ciones atravesadas por un sondeo.
El instrumento consiste, esquemáticamente (fig. IV-94), en un aparato colgado
del extremo de un cable, que se hace descender
en el sondeo a una velocidad constante.
El aparato lleva en sus extremos un emisor E
y un receptor R separados por un aislante acústi-

!l
co A. El emisor produce ultrasonidos que lle-
gan al receptor R a través de las formaciones
comprendidas entre ambos, registrándose los
''
1
~empos de llegada t 1 para el intervalo ER, de 1
' : z
una manera continua, en el aparato registrador _,''
de superficie.
La transmisión de las ondas sonoras se ha de
verificar necesariamente a través de las paredes
del sondeo, ya que el aislante A impide la pro-
pagación directa ER. Por tanto, solamente po-
drán llegar al receptor las ondas propagadas por
el lodo (zona rayada) o por las formaciones
no afectadas. Ahora bien, como la velocidad de
las formaciones no afectadas es siempre mayor,
se registrarán primeramente las llegadas a través
de ellas, por lo que se reconocen con facilidad.
Al medir los tiempos del intervalo ER de
una manera continua a lo largo del sondeo,
en realidad lo que hacemos es medir de una ma-
nera continua las distintas velocidades intervalo. Fig. IV-94
304 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

El aparato registra dos curvas: a) la curva tiempo de intervalo-profundidad;


h) la curva del tiempo total-profundidad (fig. TV-95).

200

~ (a)
220

240
\ 11 ~
1-" r--i-

UI 260
\ C8/iZ8
oa:
...
lU
:e 280
(b)\
-""'fJ:~~r.~:llJBS
'
~

z ~
~
lU
o
'\
Yeso
<( 300
o ~
~
r- ,.-.....,
oz Curva del tiem¡. I? total-
::;, 320
\L.
... Caliza
o
a:
o.
340
\
~
3GO
\
\
l 'i\. Arcillas
380
'\
1"'5- Calizo
¡\
400
1,5 2 3 4 5 6 789

VELOC I DAD DE PROPAGACION EN MILES DE M/S

Fig. IV-95

La curva (b), tiempo total-profundidad, sería la integral de la anterior (a}, es


decir:

T=J
L
ft ' dz
o sea, el área bajo la curva de los tiempos intervalo. Esta se gradúa en milisegun-
dos, a diferencia de Ja(a) que viene graduada en microsegundos. Por esta diferencia
de escalas las c::urvas no se corresponden.
La ventaja de tener la curva íb) en milisegundos es que se puede comparar con la ,,
obtenida disparando en superficie y bajando un geófono en el pozo, como en el
caso anterior.
Esta comparación es necesaria para determinar el retraso debido al recorrido
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 305

de la onda por el lodo y por la parte de formación afectada por el lodo, que nunca
se conocen bien. Por ello es necesario recurrir a la testificación mediante disparos
en superficie para poder ajustar la curva tiempo total-profundidad a los puntos
que indique aquella. Se recomiendan, al menos, cuatro puntos de medida para
el ajuste de la curva.
También se hace el cálculo del retraso cuando hay cavidades en las paredes
del sondeo.
Las aplicaciones del C.V.L. son muy importantes y se pueden dividir en dos
clases.
a) Aplicaciones geológicas.-El diagrama del C.V.L. ofrece la posibilidad de
correlación entre sondeos distantes y, a veces, estas posibilidades superan las de
las otras testificaciones geofísicas en sondeos. En realidad siempre se debe emplear
en unión de estas últimas.
b) Aplicaciones geofísicas.-La gran ayuda que proporciona a la interpretación
sísmica al indicar la velocidad precisa de los contactos que originan las reflexiones
o las refracciones.
Otro empleo importantísimo en estos últimos años ha sido la realización de
sismogramas sintéticos. Estos se preparan en el laboratorio, partiendo del C. V.L.
Sobre este interesante tema hablaremos con más detalle en el apartado que dedica-
mos a nuevas técnicas.
Como final digamos que últimamente se ha desarrollado el sonic-log que es un
aparato similar al anterior, sólo que lleva dos receptores en la parte inferior. Este
aparato, además de todo lo dicho para el anterior ha resultado muy útil para de-
terminaciones de porosidad.

lV-13. Interpretación
Llamamos interpretación en sísmica de reflexión a todo el proceso necesario
para la exacta situación en profundidad de los elementos reflejantes, relacionán-
dolos unos con otros, con el fin de llegar a las secciones o cortes verticales que
nos muestren los contactos que el método ha ido descubriendo, en realidad la
labor interpretativa en sísmica de Teflexión comienza con el estudio del sismogra·
ma y no acaba hasta que se han dibujado e interpretado geológicamente los mapas
o batimetrías correspondientes a los diversos reflectores importantes que se en-
cuentren en la zona.
En los trabajos de sísmica normales se procede generabnente por el método
de perfiles continuos con cobertura continua del subsuelo, lo que permite estable-
cer correlaciones entre cada una de las reflexiones correspondientes a un mismo
horizonte reflejaute, que se siguen en los sismogramas. Por ello comenzaremos
con el estudio de las correlaciones entre sismogramas y a continuación, estudiare-
mos cómo se llega a los cortes verticales o secciones, de las que obtendremos los
datos necesarios para dibujar las correspondientes batimetrías.
306 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

IV-13.1. Correlaciones entre sismogramas


Sean dos perfiles contiguos CB y AD, en cuyos centros A y B hemos efectua-
do dos disparos consecutivos (fig. IV-96). Supongamos, para mayor comodidad,
que hemos disparado y registrado en un plano horizontal CD (o, lo que es lo mis-
mo, que hemos reducido los tiempos al Datum CD). Sea la capa reflectora LN;

1 /r\ 111 I
\
1 /
1:1
1 1
l:\
I 1 1 I
/
\' I' ' '
' t ¡' I
;
'
\ II
1 //\ ,11 ,'
\ / 1 1 I 1 \ f
\ J :\ /t\ ,'
\ / / tA \ / I ta 1 ,'
\ ,' : \ / / 1 /
\/ : \ / i \ ,'
\,: I \ / I \ I
1
L V f \/

Fig. IV·96

Si LM y MN son las reflexiones correspondientes al reflector LN en los dos sis-


mogramas registrados (fig. IV-97), estas se reconocerán fácilmente poniendo
uno junto a otro con los orígenes de tiempo coincidentes, ya que como el tra-
yecto AMB corresponde a la traza última-del sismograma A y, asimismo a la pri-
mera del sismograma B, los tiempos son iguales.
o Por otra parte los tiempos centrales tA y
1
1
L te están también relacionados entre sí a tra-
1
1 vés de la inclinación del reflector r. Para pen-
A'1 dientes suaves y profundidades medias y gran-
1
:
1 M des se verificará, aproximadamente, que tA +
1 ~tA +~te .
1
1
1
M
+ 2 =te,Slendo t.tA = tAMe - tALC y
e 1'
1
~te= te N 0
- te MA ; es decir, la diferencia de
1
1 N tiempos entre trazas extremas de cada perfil,
como se puede comprobar fácilmente.
Fig. IV-97
Estas dos cosas permiten establecer un
criterio para reconocer las reflexiones que pertenecen a un mismo horizonte ..
reflejan te.
Procediendo de la misma manera con todos los sismogramas contiguos iremos
ligando, sucesivamcnt<>, todas las reflexiones y obteniendo, por tanto, los distin-
to$ horizontes de la investigada.
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 307

Advirtamos que no todos los horizontes se siguen con completa continuidad,


sino que de hecho se pueden interrumpir algunas veces. Cuando esto ocurre el
interpretador tratará de seguirlos sobre sus cortes o secciones, prolongando ima·
ginariamente sus elementos reflejantes y trazando lo que se llama un horizonte
fantasma. Sobre este punto volveremos más adelante.
La tolerancia admisible en sísmica sobre los tiempos para establecer correlacio-
nes entre dos reflexiones contiguas es del orden máximo de unos cinco mili·
segundos.
Perfiles en cruz.-Hablamos en este capítulo de los perfiles cruz, porque son
muy útiles para la labor interpretativa final y, aunque ya hablamos de ellos an-
teriormente, nos parece interesante ampliar un poco más lo dicho.
El perfil en cruz (fig. IV -98) es el que se establece transversalmente a una línea
de perfiles sísmicos. Generalmente se sitúa perpendicular a la línea con su centro
O en dicha línea, y aproximadamente en el centro del perfil AB que cruza. En la
figura hemos representado la línea de perfiles, y en el centro de uno de ellos
AB hemos situado el perfil cruz CD.
El objeto es obtener información so- o
bre la pendiente en sentido transversal
CD.
Una vez hallada la pendien.e en este
sentido CD se combina con la obteni- o
da en sentido AB y por una composición A e
vectorial se obtiene la pendiente total o
máxima pendiente (fig. IV-99).
O L =pendiente en sentido transversal.
OM =pendiente en sentido longitudinal. e
OT =magnitud y dirección de la pen- Fig. IV-98
diente total.
Cuando se efectúan mallas de líneas se
puede hallar la pendiente total compo·
niendo, en los puntos de intersección, las
pendientes parciales de análoga manera. L T
Los valores de las máximas pendientes
que hallemos se situarán en la batimetría
final y snvirán de valiosa ayuda para di- o M
bujar dicha batimetría.
Secciones verticales (Cross-sections).-
Una vez interpretados y ligados los sismo-
gramas se procede a la representación
de las reflexiones contenidas en los mis-
Fig. IV-99
mos en las secciones o cortes verticales.
308 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Hay diversos tipos de secciones: secciones-tiempo y secciones-profundidad.


Secciones·tiempo.-Cuando no se conoce la ley de propagación de la veloci-
dad en la zona a investigar, una primera representación de los datos puede efec-
tuarse en las llamadas secciones-tiempo.
De estas hay dos tipos, secciones tiempo verticales y secciones tiempos
emigrados.
Las secciones tiempos verticales consisten simplemente en construir una sec-
ción situando directamente bajo los puntos de explosión (1 y 2) los tiempos ver·
ticales t 1 y t 2 (o tiempos centrales en el caso de disparo central) leídos en los
sismogramas, tal como se indica esquemáticamente en la figura IV-100.
Esta representación tiene la ventaja
/ I 1 ¡ de gran sencillez y de que sitúa los vérti·
I 1 / :
/ : I 1
ces de los anticlinales y sinclinales per-
1 1I
1
' i ,' l fectamente. No obstante, presenta el in·
t¡ / /
1
l ti / t2 : t2 conveniente de que distorsiona notable·
I
1 1
1 I
I
1
1
mente los flancos. En la figura se ha pre-
I 1 / 1
-' 1 / 1 sentado el segmento A'B', que corres·
/ :, / i pondería a la situación real del AB.
I
/ 1 / i
/ 1 /
<. V Para evitar algo este último inconve·
A' ...... ,
',......... I !,1
{ niente se emplean las secciones tiempos
'.../ l emigrados, uno de cuyos sistemas consis-
B' L_____ : te simplemente en trazar las tangentes
A ------.J comunes a las circunferencias sucesivas
B
con centro en cada uno de los puntos
Fig. IV-100 de explosión y radios iguales a los tiem·
pos centrales (tiempos mínimos) de las
reflexiones correspondientes a dichos puntos de disparo (fig. IV-101).

2 3 4
,,
1 1t 1
' \
1 , 1, 1\ \
1 1
'

1 '\ 1\
t¡ : 12 J : t2
, ' l
t3 ' \ 13
l \
\ t4
\
1
: \ ~ \ \
' '1 '\
' l
~\
' \ \

: \\ ,-___\v ,.,,,.
...... , ll ·~
--~~~~---L-...,,,,----------1- --
..
Fig. IV· 101

De esta manera los elementos reflejantes se sitúan más correctamente, ya que


se tiene en cuenta el desplazamiento producido por la inclinación de los mismos.
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 309

De todas formas hagamos notar que hemos hecho una representación conside-
rando los rayos rectos; es decir, como si la velocidad fuese constante, lo que no
sucede en la realidad, aunque esta representación es más aproximada que la an-
terior.
Secciones-profundidad.-Cuando se conoce la ley de velocidad o simplemente
cuando se adopta una ley de velocidad que, por las medidas efectuadas pueda
aproximarse a la real, los elementos reflejantes se representan en secciones-
profundidad.
Cada elemento reflejante se sitúa en su sitio mediante las fórmulas y ábacos
correspondientes a la ley de velocidad empleada, según dijimos en la sección que
dedicamos al estudio de las leyes de velocidad.
En la figura IV -102 indicamos es-
quemáticamente dos horizontes re· A e
2 3 4 5
flejantes a y b compuestos por cinco e
o
elementos reflejantes correspondien-
tes a otros tantos puntos de dis-
paro.
Los dementos reflejantes se re-
pr.esentan como segmentos con una
rayita en su centro, que correspon- -L _l-
b
de al punto del rayo normal al estra-
to (tiempo mínimo). Cuando las Fig. IV·102
pendientes son suaves se represen-
tan con una longitud 'igual a la mitad del perfil superficial (no olvidemos que
en caso de un reflector horizontal la cobertura del subsuelo es la mitad del perfil
en superficie); en caso de pendientes mayores se disminuye su longitud en fun-
ción de la pendiente.
Una escala corriente de estas secciones es la 1/10000, tanto en horizontal
como en vertical.
En la figura IV-102 la recta CD representa el nivel del Datum (o plano de re-
ferencia) mientras la AB representa el perfil topográfico. Aclaremos que los
perfiles tienen sobre el Datum la longitud deseada 2L, ya que el equipo topográfi-
co sitúa los perfiles sobre el terreno de manera que su proyección sobre un plano
horizontal sea siempre la elegida 2 L.
Sobre el uso de secciones-profundidad digamos solamente que es el tipo de sec-
ciones que siempre sedebenemplear;sólamente en caso de no conocer ni apro-
ximadamente la ley de velocidad de la zona se emplearían secciones-tiempo.
Digamos por último un concepto muy interesante. Las secciones-profundidad
no representan exactamente un corte vertical del terreno pasando por la línea
sísmica a que dicha sección corresponde. Razonando sobre el caso de velocidad
ru11stante (ya que las cosas, en realidad, son más complicadas) y sobre espejos
310 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

planos vemos que cada elemento reflejante debe estar situado 110 sobre el plano
vertical que pasa por el perfil, sino sobre el plano normal al plano reflejante
que pasa por el perfil (plano de incidencia}. Ahora bien, si los horizontes sísmicos
no son perfectamente concordantes, cada uno de los espejos sísmicos se encon-
trará sobre los sucesivos planos que pasan por el perfil y son normales a los diver-
sos planos reflejantes. Es decir ~ada perfil sísmico registrará reflexiones de planos
distintos y, aunque nosotros las representemos sobre un plano teórico vertical,
en realidad estarán situados sobre un haz de planos (como las hojas de un libro
abierto correspondiendo el lomo al perfil). ~
Si a esto añadimos que los distintos planos de incidencia pueden variar de un
perfil a otro, por variar la pendiente de los estratos, se comprende que las sec-
ciones-profundidad son un poco más complicadas de lo que parecen.
Este inconveniente se evita si las líneas se proyectan en la dirección aproxima·
da de la máxima pendiente de los estratos. De esta manera y suponiendo que la
serie sea algo concordante, los planos de incidencia serán prácticamente vertica·
les. De aquí la técnica de la que hablamos anteriormente de disponer las líneas
según la máxima pendiente general de los estratos de la zona.
En caso de estratos horizontales, las secciones serán, como es lógico, verticales.
Horizontes fantasma.-Cuando en un determinado trozo de una sección o corte
no se sigue un horizonte por medio de reflexiones, o bien cuando el horizonte
que interesa no corresponde a un determinado reflector, se utilizan los llamados
horizontes fantasma, que no son más que horizontes ideales trazados a la estima
basándose en la marcha de los elementos reflejantes próximos al horizonte que se
pretende seguir.

_L_
m

A -l._ -l._ - L e ____________________ e

-L -L.. -L n

Fig. IV-103
..
Si por ejemplo (fig. IV-103) queremos seguir al horizonte AB hacia la derecha
a partir del punto B en que se interrumpe, trazaremos el trozo BC (horizonte fan·
tasma) apoyándonos en las pendientes de los horizontes m y n que lo comprenden
CAP. IV.·METODOSSISMICOS 311

y dándole una pendíente intermedía entre ambos. F,sto siempre, claro es, que la
falta de contínuidad entre B y C no se deba a una falla.
Estos horizontes son muy útiles para la realízación de las batimetrías, pero de-
ben utilizarse con sumo cuidado para no falsear Ja interpretación finaL
Batimetrías.-El objeto inmediato de una prospección sísmica es la construcción
de las batimetrías de los distintos horizontes que jnteresen.
En sísmica a reflexión generalmente se trabaja por medio de malJas cerradas
de manera que se pueda verificar que los horizontes elegidos cierran en los dis·
tintos circuitos cerrados; es decir, que partiendo de un horizonte a una profundi·
dad determinada, en la intersección de dos líneas, se llegue al mismo punto de
partida a través de la malla que se estudia.
Una vez conseguido el cierre de las distintas mallas se procede a situar en un
mapa las profundidades y máxjmas pendientes (si se han hallado) del horizonte
que interesa y se dibuja la batimetría correspondiente apoyándose en ambos
datos.
En el caso de que alguna malla no cierr& habrá que revisar todos los sismogra·
mas por si hemos cometido algún error en la lectura de las reflexiones del hori-
zonte que interesa y, en caso negativo, repasar los horizontes fantasmas trazados
(si los hay) por ver si en ellos se encuentra el error o si está justificado suponer al-
guna falla.
Las batimetrías construidas darán, claro es las curvas de nivel de los horiwntes
elegidos y, por tanto, los máximos o altos estructurales que puedan contener
hidrocarburos.
Advirtamos, por último, que si operamos con secciones-tiempo el mapa de las
distintas curvas isócronas mostrará, como ya indicamos, los altos y bajos estructu·
rales.
Fallas.-Como se ha visto, cuando un horizonte sísmico se interrumpe en un de-
terminado sismograma y vuelve a aparecer, al cabo de un cierto número de regis-
tros, en los sismogramas sucesivos desplazado hacia arriba o hacia abajo (menor
o mayor tiempo), es muy probable que dícho horizonte esté fallado. El problema
de la determinación de fall¡is no es tan sencillo como a primera vista pudiera pare-
cer, ya que, en general, es difícil reconocer un mismo horízonte a uno y otro lado
de la falla, pues su carácter puede variar.
Hay, sin embargo, casos en que las fallas se reconocen perfectamente sobre los
sismogramas. Lo más corriente es que las fallas se sospechen al leer los sismo·
gramas y se confirmen al seguir el horizonte en cuestión en una malla cerrada.
Las fallas van acompañadas de difracciones más o menos claras, lo que propor-
ciona un indício importante para su reconocimiento.
Sea (fig. IV-104-) el caso esquemático de un prrfil AB disparado en P, una falla
de salto LM. El punto L, en el ángulo de la falla, actúa como un punto irregular
que devuelve la energía a la superficie. Se darán pues, además de los recorridos
312 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

A p B

Fig. IV-104

reflejados, los difractores PLA y PLB·(y asimismo sobre los geófonos intermedios
de la alineación). Esto dará lugar a difracciones que perturbarán el registro de las
reflexiones.
& fácil distinguirlas de las verdaderas reflexiones. Como ya indicarnos, un
criterio sería que un move-out (o flecha en la curva que representa la llegada de la
difracción en el sismograma) debe ser mucho mayor que el correspondiente a
una reflexión del mismo tiempo central tPL, ya que el punto de tiro imaginario
de esta última se halla justamente al doble de distancia PL, mientras la difracción
proviene efectivamente del punto L (tpLS - tPLA = tLs - tLA ).
En las secciones finales a veces se reconocen fácilmente los acontecimientos
af
producidos por las difracciones, ya que emigrarlos se encuentra que pasan todos
por un mismo punto, origen de la difracción; esto puede utilizarse como criterio
para la determinación de fallas.
Trampas estratigráficas.-Las trampas estratigráficas son, generalmente, difíciles
de localizar por los métodos sísmicos. En muchos casos, sin embargo, el método
sísmico puede ser de gran utilidad, por ejemplo, cuando se trata de localizar
trampas producidas por discordancias estratigráficas o pinch-outs (fig. IV-1 O&).
Las arenas o areniscas producen los pinch-outs en zonas de convergencia
hacia arriba. Además los pinch-outs se presentan generalmente en los flancos de
los grandes anticlinales.
Trabajos sísmicos detallados pueden determinar dichas zonas favorables si
existe suficiente control del subsuelo, por medio de sondeos cercanos. En este·
caso los resultados sísmicos se pueden ajustar obteniéndose buenos resultados.
Algunas veces, si existe suficiente contraste entre las constantes elásticas de las
areniscas y las formaciones adyacentes, se pueden identificar las mismas areniscas.
El estudio de los sismogramas sintéticos que veremos en el apartado IV-15 puede
ser de gran utilidad para ·tratar de descubrir trampas estratigráficas.
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 313

~------

~llas

Fig. IV-105

IV-13.2. Interpretación geológica de las secciones profundidad


El último paso de la labor de interpretación es la interpretación geológica de
las secciones profundidad. Sólo de esta forma podremos considerar acabado el
estudio geofísico.
Para interpretar las secciones desde el punto de vista geológico necesitaremos
todos los datos de la geología de la zona, así como apoyarnos en los sondeos
que se hayan realizado.
Esta tarea la dehe realizar un geofísico-geólogo, que es el que conoce bien las
posibilidades y limitaciones tanto de la geología como de la geofísica.
No olvidemos que en último término la interpretación es geológica, por lo que
el geofísico deberá tener buenos conocimientos geológicos para poder efectuar
esta interpretación final.

IV-13.3. Consideraciones finales


Cuando se puntean las reflexiones y se pasan a las secciones profundidad hay
que notar que no se pasa a éstas toda la información contenida en los sism ogramas,
sino sólo la parte de la energía recibida interpretable en forma de energía refle-
jada.
Esto supone un grave inconveniente, ya que hay una serie de datos en forma de
reflexiones parciales o energía no interpretable que pueden ser muy útiles para la
labor interpretativa final.
Por este motivo la tendencia actual es construir las secciones partiendo
directamente de los sismogramas, pues solamente una visión de conjunto de todos
ellos puede suministrar la información completa contenida en el sismograma.
Una primera aproximación puede conseguirse simplemente fotografiando a una
escala apropiada todos los sismogramas de una línea, adosados unos a otros, de
manera que las reflexiones se correspondan. Esto nos daría una especie de sección-
tiempo que nos serviría para una visión de conjunto.
Modernamente con el desarrollo de las técnicas de registro magnético se obtienen
314 TRATADO DE GEOF ISICA APLICADA

secciones de diversos tipos que incluyen toda la información obtenida en los sis-
mogramas, con la ventaja, además de que como se pueden introducir las correccio-
nes debidas a las reducciones al datum y al move-out se dibujan reflexiones rectas
en vez de curvas.
Estos sistemas permiten, además, la realización de secciones en corto tiempo
con las ventajas que supone en los casos de alta producción, como por ejemplo
en la sísmica marina, ya que una rápida interpretación de una línea puede ayudar/
a situar la siguiente en la zona que más interese.

IV-14. Instrumentos
Dedicamos este apartado a un somero estudio de los instrumentos empleados en
los trabajos sísmicos. En esencia todos ellos proceden de los instrumentos emplea-
dos en sismología, si bien adaptados a los problemas específicos de prospec-
ción.
Como ya hemos indicado en repelidas ocasiones, un canal sísmico básico se
compone del sistema Geófono-Amplificador-Galvanómetro. El geófono detecta el
movimiento del suelo transformando este movimiento en una f.e.m. que da lugar
a una corriente que entra en el amplificador, en donde se amplifica y se filtra.
Por último, la sefial amplificada actúa sobre un galvanómetro produciendo
el registro sísmico en la cámara de registro.
En la figura IV-106 mostramos un esquema en el que se indican los elementos
esenciales de un equipo de registro sísmico y como se llega al sismograma
resultante. Sólo se han indicado seis canales.
A continuación estudiamos estos instrumentos que componen el canal sís-
mico básico.
IV-14.1. Geófonos.-Los geófonos (también llamados sismómetros) son los ins-
trumentos que detectan los pequeños movimientos del suelo debidos a las distintas
llegadas de energía, como consecuencia del sismo provocado artificialmente. De-
ben ser lo suficientemente sensibles como para detectar desplazamientos del suelo
del orden de 10- 8 cm. '
Todoslosgeófonos constan básicamente de una caja exterior solidaria al terreno
y de una masa móvil o elemento de inercia ligada elásticamente a aquella. Cuando
el suelo se mueve (p.e., por la llegada de las ondas sísmicas) su movimiento se
transmite a la caja que oscilará con la misma frecuencia, aproximadamente, que
la de las ondas; ~omo el elemento de inercia tenderá a permanecer fijo, existirá
un movimiento relativo entre la caja y el elemento de inercia, movimiento que,
amplificado de una manera conveniente, podrá ser detectada.
La amplificación se puede conseguir mecánica, óptica o eléctricamente; actual-
mente, en prospección, sólo se emplea esta última.
Los geófonos utilizados en prospección sólo responden, usualmente, a la com-
ponente vertical del movimiento del suelo.
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 315

Papel fologrJÍICo

I
I
I
I
I
I

I ' 6
6
'
I
I
I

I
I
I

I
I
J
[m1sorl!S luminosos I
I
I
I
I
I
I

F ig. IV-106

Según el tipo de movimiento a que responden se clasifican en geófonos de mo·


vimiento, de velocidad o de aceleración, midiendo en cada caso el desplazamiento
relativo, la velocidad o la aceleración del suelo respecto a la masa de inercia.
Los geófonos se clasifican también según la frecuencia propia de resonancia,
comúnmente se utilizan geófonos de frecuencia propia de resonancia comprendida
entre 14 y 30 ciclos por srgundo. Los geófonos de mayor o menor frecuencia
solamente se fabrican por encargo para aplicaciones especiales.
Todos los geófonos ne("t'::iitan alguna clase de amortiguamiento ya que, una
vez que las ondas sísmicas han cel'ado, el elemento de inercia tendería a seguir os·
cilando si aquél no existiese. ~:l amortiguamiento empleado suele ser de tipo
electromagnético. Este amortiguamiento debe ser rápido, de manera que se puedan
reconocer cada uno de los sucesivos impulsos sísmicos por separado.
La sensibilidad de los gcófonos respecto a las frecuencias de detección suele
estar comprendida para los geófonos dr, reflexión entre 7 y 50 c.p.s., y para los
de refracción entre 2 y 5 c.p.s.
Los geófonos más utilizados actualmente en prospección son de los siguientes
tipos; electromagnético, piezoelfotrico y de capacidad, que son los que describi-
mos a continuación.
Geófono electromagnético.- Hay dos tipos de geófonos electromagnéticos: el
inductivo y el de reluctancia variable.
316 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

a) lnductivo.-El geófono electromagnético inductivo consta de una bobina fija


y un imán móvil o viceversa. Cualquier movimiento relativo entre uno y otro ~
lugar a una f.e.m. inducida, que es proporcional a la velocidad relativa de las
partes. Se trata, pues, de un geófono de velocidad.
En la figura IV-107 indicamos esquemáticamente un geófono electromagnético
inductivo: en este caso Ja masa de inercia la constituye un imán permanente
suspendido elásticamente en la caja exlerior; la bobina va fija a la caja.

Muelle oe suspensión

Mua Oe Inercia
(Imán)

Fig. IV-107

En la construcción de este tipo de geófonos se ha llegado a tamaños muy pe-


queños (del orden de 5 ó 6 cm de alto por 3 ó 4 cm de diámetro), gracias al empleo
de imanes permanentes de alta permeabilidad magnética.
El geófono electromagnético inductivo (frecuentemente designado simplemen-
te como geófono electromagnético), es con mucho, el más empleado en la ac-
tualidad.
b) De reluctancia variable.-En este tipo de geófono el movimiento relativo
entre la masa de inercia y la bobina se traduce en una variación de la reluctancia
del circuito magnético bobina-imán.
En la figura IV-108 indicamos esquemáticamente un tipo de geófono de reluc-
tancia variable. Consta de dos imanes permanentes iguales, unidos entre sí por
una pieza no magnética y dispuestos en oposición; el conjunto solidario de ima-
nes va unido a la caja por medio de un muelle de suspensión.
En el espacio inlerior entre estos imanes hay una bobina rígidamente unida
a la caja. Cuando el geófono está quieto no se induce ninguna f.e.m. en la bobina,
ya que los dos imanes están en oposición y la disposición de la bobina es simétrica
respecto a amboS- Basta sin embargo, que se mueva la caja para que se desplace,
respecto a los imanes, la armadura que soporta la bobina, con lo que varía el
flujo magnético a través de ésta y, por tanto, se inducirá una f.e.m. en la bobina.
Esta f.e.m. es proporcional a la velocidad del movimiento, por lo que este tipo de
geófonos también es de velocidad.
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 317

/Huelle suspensor

Mese de inercia
(Imanes permanentes)

Brezo de unión de
los imanes

Corrttmle al amplificador

Fig. IV-108

Actualmente apenas se emplea estr modelo, aunque recientemrnlc se ha cons-


truido un lipo de geófono de reluctancia variable que responde a la presión (por
lo tanto es de aceleración) y que se emplea en las prospecciones marinas.

Ge6fono piezoeléctrico.- Este tipo de geófono, también llamado de presión, se


basa en el conocido rfceto piezoeléctrico que ocurre en algunos cristales en los
que cualquier variación de presión sobre sus caras talladas apropiadamente se
traduce en una carga eléctrica. Los cristales piezoelrctricos más comunes son los
de cuarzo, turmalina, bitartratos de sodio y potasio y titanato df' bario, tallados
paralelamente a sus cjcli ópticos.
En la figura IV -109 indicamos csquemátiramen le un geófono de este tipo.

Masa do Inercia

Cristales plezoel4c-
trlcos

Placas metálicas
VH "% v ,,, 1

Al ampllllcador

Fig. IV-109
318 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Equipo sísmico portátil de Reflexión

Equipo sísmico portátil de Reflexión


Registrador, Geófonos, Amplificadores y Explosor
~
CAP. IV.- METODOS SiSMI COS 319

Consta de una masa de inercia que descansa sobre una pila de placas hechas con
uno de estos cristales piezoeléctricos. Esta pila lleva una serie de placas metálicas
delgadas que recogen el voltaje total producido.
El movimiento del suelo se traduce en un aumento de disminución del peso
aparente de la masa inerte y, por lo tanto, en la correspondiente variación del vol-
taje. Este tipo de geófonos mide variaciones de presión, es decir, responde a la
aceleración del terreno.
· Se emplea, sobre todo, en sísmica marina y en la prospección de zonas cubier-
tas de agua. Los geófonos van incluidos en el mismo cable que los une al aparato
de registro.
También se emplean en las testificaciones de velocidad en sondeos; en este caso
la transmisión de las ondas sísmicas se efectúa a través de los lodos del sondeo.
Geófono de capacidad.-En el geófono de capacidad la masa de inercia y la
caja del geófono van unidas a las placas de un condensador. El movimiento rela-
tivo entre ambas se traduce en la variación de la capacidad del condensador.
Este geófono apenas se emplea actualmente.

IV-14.2. Amplificadores
La amplificación de las pequeñas f.e.m. generadas por los geófonos se consigue
por medio de amplificadores elecuónicos de varias etapas, semejantes a los em-
pleados en radio. Los amplificadores se intercalan entre el geófono y el galvanóme-
tro; la mayoría de ellos son del tipo de resistencia acoplada o de impedancia y
transformador, con una ganancia útil del orden de 100 a 150 decibelios.
El amplificador se compone de un gran número de elementos independientes.
A continuación indicamos los más importantes.
a) Filtros.-Los filtros sirven para seleccionar la gama de frecuencias que intere-
se, eliminando o atenuando las frecuencias bajas y altas que perturban el registro
(ondas superficiales, ruido producido por el viento, etc.). Los filtros empleados
en reflexión solían seleccionar frecuencias de 30 a 80 c.p.s. Actualmente con el
Registro Digital se produce w1 filtraje gradual y cambiante comenzándose de 5
a 10 c.p.s. y terminando en 40 a 80 c.p.s. Los de refracción suelen dejar pasar
frecuencias por debajo de los 8 c.p.s.
Los filtros clásicos empleados en prospección sísmica son del tipo R.C. (resis-
tencia/capacitancia), que son filtros lineales en los que las variaciones de frecuencia
se obtienen con un cambio uniforme de una serie única de elementos.
Los amplificadores disponen generalmente de un gran número de filtros pudién-
dose realizar cientos de combinaciones con ellos para seleccionar las frecuencias
que interesen.
Como el espectro de frecuencias de las reflexiones detectadas va variando a lo
largo de un registro sísmico, ya que las reflexiones muy superficiales presentan
frecuencias altas (100 a 300 c.p.s.) y las muy profundas frecuencias medias
(20 a 40 c.p.s.) no es posible disponer los filtros de manera que den respuesta
óptima a la vez para las primeras y últimas reflexiones, ya que si se dejan pasar las
320 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

altas frecuencias se introduciría asimismo el ruido de alta frecuencia. Por ello, en


el registro ordinario de reflexión se suelen limitar las combinaciones de filtros a
frecuencias de 30 a 80 c.p.s. Cuando se quieren registrar las frecu encias más altas
se recurre al empleo de equipos dotados de alto poder de resolución, que utilizan
filtros en Ja gama de 75 a 300 c.p.s. (registro de alta frecuencia o HVF).
b) Controles de sensibilidad.-Como la energía reflejada varía a lo largo del re-
gistro (en una proporción del orden de 10000 a 1 de la primera a la última parte
<lcl mismo) es necesario controlar de alguna forma la amplificación para que
aumente gradualmente a lo largo del registro y de esta manera obtener todos los
acontecimientos sísmicos con amplitud parecida en el sismograma. Los co ntroles
de sensibilidad pueden ser de dos tipos:
l) Manual-Este tipo de control se empleó en los primeros equipos sísmicos y
consistía en un potenciómetro accionado a mano que actuaba directamente sobre
los amplificadores. La cámara de registro estaba dotada de dispositivo que permi·
tía el análisis visual del registro según se producía¡ el observador actuaba sobre el
potenciómetro según lo que veía y la experiencia adquirida en la zona. Hoy día
no se emplea.
2) Auto1nático.-En los aparatos registradores modernos se emplean controles
automáticos, estos controles automáticos son dos, de ganancia y de volumen, y
actúan de manera que las señales de llegada puedan siempre registrarse a un nivel
de amplitud· parecido en Ja cámara de registro.

IV-14.3. El control automático de volumen (AVC)


Semejante a los empleados en radio y televisión, está situado al final del circuito
amplificador y actúa de manera gradual durante el tiempo de registro. EL control
automático de ganancia Jt ce está situado al principio del amplificador y solamen·
te actúa cuando la señal de llegada supera el nivel requerido por los amplificado·
res; su acción es instantánea, reduciendo la sensibilidad de los amplificadores para
estas señales superiores a las normales.
Ligado al AGC está el circuito de supresión, que tiene por objeto reducir
simultáneamente el volumen de todos los amplificadores para que las trazas osci·
lográficas queden quietas y acusen bien las primeras llegadas. La tensión de supre-
sión se origina mediante una señal de alta frecuencia (del orden de 3000 Hz), ge·
nerada en el panel de control. Cuando se ha registrado la primera llegada más
tardía, salta automáticamente un relé de supresión eliminando ésta, con lo que el
amplificador queda en disposición de registrar los acontecimientos reflejados.
c) Control de amplitud.-El control de amplitud permite ajustar la amplitud
de registro de cada traza al nivel deseado¡ como el movimiento del galvanómetro
(y, por tanto, la amplitud de la traza) es directamente proporcional al valor de la
tensión aplicada al galvanómetro, el control actúa sobre dicha tensión.
d) Mezc la (Mix).-lncorporado también al amplificador está el panel de mezcla,
que permite aplicar un determinado tanto por ciento de la tensión que llega de un
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 321

galvanómetro a cualquier otro. La mezcla clásica es la bicüreccional, de tipo resis-


tivo, y consjste en aplicar un tanto por ciento de la tensión de un galvanómetro
a los galvanómetros anterior y siguiente. Hoy se hacen grandes combinaciones de
mezclas, lo que conduce a resultados magníficos, antes insospechados.

IV-14.4. Galvanómetro
La tensión de salida del amplificador se aplica al galvanómetro (también llama-
do oscilógrafo). El galvanómetro corriente empleado es del tipo de bobina, que
consiste en una bobina móvil suspendida entre los polos de un imán; solidario
con la bobina hay un pequeño espejo, sobre el que incide un rayo de luz que se re·
fleja sobre el papel fotográfico. Cuando la corriente variable del amplificador pasa
por la bobina, ésta gira lentamente y se produce la deflexión de la traza. Cada
traza corresponde a un galvanómetro; los aparatos registradores suelen tener 24
o 48 trazas o galvanómetros.

IV-14.5. Cámara de registro


Es el conjunto de elementos que permiten fotografiar en papel sensible las os·
cilaciones de los rayos luminosos reflejados en los galvanómetros. Consta de una
caja almacen de papel fotografico, de un cilindro giratorio de arrastre (accionando
a velocidad fija por un motor síncrono) y de una caja colectora. Dentro de la
cámara están, asimismo, los galvanómetros.
Líneas de tiempo.-Las medidas de los tiempos se efectúan mediante las líneas
de tiempos proyectadas fotográficamente a intervalos de tiempos fijos; estas lí·
neas cruzan verticalmente el sismograma y se proyectan corrientemente a interva·
los de 0,0 l segundos. Cada 10 de ellas se proyectan algo más gruesas para facili·
tar la lectura de los tiempos. El sistema empleado para marcar las lineas de los
tiempos es el que esquemáticamente se indica en la figura IV-106; un rayo
de luz se proyecta sobre e) papel fotográfico cuando una de las ranuras de un dis·
co giratorio pasa delante de él; las ranuras se distribuyen a intervalos regulares
sobre el disco. Basta, pues, accionarlo a una velocidad fija, lo que se consigue con-
trolando el motor de arrastre con un diapasón.

· IV-15. Técnicas modernas


Dedicamos este apartado a las técnicas recientes en sísmica de refle.xión. Si
bien algunas se conocen desde hace tiempo, solamente en los últimos años han
alcanzado un gran desarrollo. Mencionaremos entre ellas las siguientes. Registro
múltiple, Registro Magnético, Registro Digital, Energía por caída de peso, Vibra-
seis, Sistemas de representación y Sismogramas sintéticos.

IV-15. 1. Registro múltiples


El registro múltiple (pattern shooting) consiste en el empleo simultáneo de
muchos pozos de explosión (pozos múltiples) en el punto de disparo y en la uti-
lización de muchos geófonos (geófonos múltiples) en cada punto de detección.
322 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

El objeto del empleo de pozos múltiples es producir más energía sísmica


en el disparo y sobre todo una mejor distribución de dicha energía. Los geófonos
.
y disparos tipl es se utiliz. an para me1orar
mu'l. . la re lac1on
., señal S (vcase
ruido= R , aparta do,
rY-10, Procedimientos para mejorar las reflexiones).
La técnica de aumentar el número de pozos de explosión y el número de geófo-
nos por traza no es nueva, ya que se remonta a hace algo más de veinticinco años.
En aquella época no prosperó debido a que hacía encarecer mucho el método.
Sin embargo, como el registro múltiple ha ido demostrando su eficacia en re-
giones en donde el registro normal no lograba obtener reflexiones, su uso se ha ido
extendiendo progresivamente, siendo hoy una técnica de trabajo corriente
en los equipos sísmicos de reflexión. La experiencia demuestra que en zonas de
pobre respuesta sísmica el uso del registro múltiple da generalmente como resul-
tado la obtención de reflexiones que con el registro normal no serían detectadas.
Su empleo se ha visto favorecido, asimismo, por las mejoras realizadas en el
instrumental sísmico, sobre todo por la disminnción del tamaño de los geófonos,
que ha hecho posible la utilización de más de mil en un equipo de campo.
En el registl'o múltiple se adoptan disposiciones variables de pozos y geófonos
que suelen ser de dos tipos: circulares o rectangulares, tal como se indica en la
figura IV-110.

o g
o o o o o o o o o
o o
o o o o o o o
o o o o
o o o o o o
o o o o o o
o o o o o o
o o o o
o o o o o o o
o o
o o o o o o o o o

Fig. IV-110

Las cargas de los pozos se disparan simultáneamente y cada uno de los grupos
de geófonos están conectados en serie entre ellos y en paralelo a cada traza.
Se emplean disposiciones similares de pozos y geófonos (circulares o rectangula-
res en ambos). En D y g los puntos O representarían, bien el punto de disparo,
bien el punto de registro equivalente, según sean pozos de explosión o geófonos
los puntos representados en la figura.
El número de pozos y geófonos utilizados es muy variable, siendo corriente del
orden de 12 a 48 colocados sobre distancias horizontales variables de 30 a 120
metros. La profundidad de los pozos es, en general, pequeña comparada con la
del sistema de pozo de explosión único.
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 323

Ventajas del registro múltiple.-Como el estudio del registro múltiple es bastan-


te complejo, indicamos solamente unas ideas acerca de sus ventajas.
a) Pozos múltiples
1) El uso de pozos múltiples contribuye a generar una energía sonora que prác-
ticamente se transmite toda en profundidad, con escasa o nula producción de ener-
gía horizontal, evitando, por tanto, las interferencias debidas a esta última.
2) En zonas de capa meteorizada de gran espesor el empleo de pozos múltiples
contribuye a un mejor aprovechamiento de la energía sonora, ya que si disparáse-
mos un sólo pozo con la carga total, casi toda ella se emplearía en la deformación
de las paredes del mismo.
b) Geófonos múltiples
El dispositivo de geófonos múltiples proporciona las siguientes ventajas:
1) Detecta bien la energía vertical, es decir, la energía reflejada, pues debido
al agrupamiento de geófonos en el punto de detección, todas las ondas reflejadas
llegarán prácticamente al mismo tiempo y en la misma fase, proporcionando una
señal de salida suma de las parciales, y por tanto, mucho mayor. Por otra parte, la
energía horizontal prácticamente no será detectada, ya que, como las ondas de
gran recorrido horizontal llegarán en fases distintas a cada uno de los geófonos,
la resultante, suma de todas ellas, tenderá a anularse.
2) Tiende a anular la energía casual, es decir, Ja energía desordenada, por la mis-
ma razón que indicamos últimamente en el párrafo anterior.
3) Es un medio de aumentar la energía total, utilizable como ya indicamos en la
ventaja 1).
4) Mejora el acoplamiento medio entre el geófono y el suelo.
Digamos, por último, que teóricamente se demuestra que la relación de ampli-
tudes señal/ruido es proporcional a la raíz cuadrada del producto del número
de pozos por el número de geófonos empleados por traza. Esto quiere decir que
empleando un número suficiente de pozos y geófonos múltiples se puede llegar a
obtener un valor adecuado de dicha relación y, por tanto, mejorar notablemente
la energía reflejada obtenida en el sísmograma.

El costo del registro múltíplf' depende, claro es, del número de pozos y geófo-
nos empleados, así como de las condicíont::s particulares de la zona. No obstante,
en condiciones normales, no suele Uegar al doble del costo del registro con-
vencional.
El uso de geófonos múltíples es hoy día una práctica común en los equipos
sísmicos, hasta el punto que en la literatura geofísica se menciona que un sólo
constructor ha fabricado en los últimos díez años más geófonos que los que consu-
mía toda la industria hace diez años.
324 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

IV-15.2. Registro magnético .


Durante muchos años ha preocupada a los geofísicos el problema de la obten-
ción de registros sísmicos de forma tal, que almacenasen toda la información y
que ésta pudiese ser reproducida en cualquier momento en el laboratorio. Esto es
lo que en el lenguaje geofísico se llama la puesta en conserva.
La técnica del registro magnético ha solucionado este problema al registrar en
una cinta magnética el fenómeno producido en el campo, quedando almacenado
en ella y permitiendo, por tanto, su fiel reproducción en cualquier momento,
y muchos años después.
El registro magnético consiste, pues, en la obtención de un registro perma·
nente del disparo sísmico de forma tal, que fácilmente puede ser convertido de
nuevo en su forma original eléctrica (play back).
Si bien la primera patente para el registro magnético del sonido (en este caso
la palabra) se remonta a 1899, el gran avance técnico que ha conducido a los apa-
ratos modernos fue conseguido por los alemanes en la segunda guerra mundial,
con la fabricación de cintas de plástico recubiertas de óxidos magnéticos. C()n ellas
se consiguió registrar el sonido con fidelidad y precisión, como hoy día se hace en
los magnetófonos.
La aplicación de estas técnicas a la geofísica fue inmediata, ya que los geofísicos
se dieron cuenta de la gran importancia que tendría el poder disponer de un regis-
tro permanente del fenómeno de campo, reproducible a voluntad y sin las limita-
ciones a las que el registro convencional de campo estaba supeditado, por la ne-
cesidad de seleccionar algunos parámetros antes del disparo (filtro, control auto-
mático de volumen, etc.).
De esta manera, intercalando el sistema de registro magnético lo antes posible
en el circuito del canal sísmico, dichos parámetros se pueden elegir libremente en
el laboratorio, lo que proporciona una gran elasticidad en la selección de Jos mis-
mos, pudiendo hacer toda clase de pruebas hasta elegir los más Cllnvenientes. De
hecho el sistema de registro magnético se intercala entre una etapa previa de am-
plificación (preamplificador) y el amplificador propiamente dicho (ver ñgura
lV-106). 1

El sistema de registro magnético, similar al de los magnetófonos, consiste en


impresionar una señal proporcional a la intensidad eléctrica generada en cada mo-
mente en el geófono. Ahora bien, para poder grabar esta señal proporcional hay
que llevarla por medio de una onda de amplitud y frecuencia adecuadas, es decir,
hay que modularla. De esta manera se consigue la proporcionalidad, pues se tra-
baja en la parte recta de la curva de imantación de la materia magnética que recu;
bre la cinta.
En la figura IV-111 indicamos el esquema del registro en cinta magnética y el de
la conversión de dicha cinta en registro sismográfico.
La cinta magnética va corriendo bajo la cabeza magnética. La cabeza magnética
CAP. IV.· METODOS SISMJCOS 325

Geófono Preampllflcaclor Moclulaclor

Cabeza magnética

Tambor con cinta magnética

Registro en cinta magnética


oemoc1u1ac1or Ampllflcaclor Fiitro Mezcla oscilógrafo
Slsmograma

Tambor con cinta magnética

Conversión ele la cinta magnética en forma elástica y registro siguiente

Fig. IV·111

consiste simplemente en un electroimán, cuya bobina está recorrida por la corrien-


te generada en el geófono, una vez modulada. Las variaciones de intensidad
de la corriente originan imantaciones variables permanentes en el óxido magnéti-
co que recubre la cinta, que son proporcionalBs a dicha intensidad.
Si, inversamente, hacemos pasar la cinta magnética bajo la cabeza magnética
obtendremos las intensidades de corriente primitivas (una vez efectuada la demo·
dulación) pudiendo, por tanto, reproducir perfectamente el fenómeno de cam-
po en el laboratorio. ·
En realidad el tambor de la cinta magnética lleva tantas cabezas magnéticas co-
mo trazas tenga el sismograma final, bastando una sola cinta para el registro com-
pleto de todas ellas.
En los aparatos de registro magnético se encuentran los tres tipos de modulación
que se emplean en telecomunicación:
1) Modulación de amplitud.
2) Modulación de frecuencia.
3) Modulación de impulsos.
Sin embargo, los sistemas que más se emplean hoy en día son los de modula-
ción de frecuencia y de impulsos, porque la modulación de amplitud presenta
los siguientes inconvenientes:
a) Exige una calidad grande en la fabricación de la cinta.
b) No se extiende lo suficiente el registro en la gama de bajas frecuencias.
Con los sistemas de modulación de frecuencia o de impulsos se pueden
transmitir frecuencias de 5 a 300 c.p.s. con distorsiones inferiores al 2%.
Ventajas del registro magnético
326 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

1) Permite obtener y conservar un registro no filtrado del fenóm eno de campo,


reproducible en cualquier momento.
2) Como consecuencia de lo anterior, basta un solo disparo en campo para ob-
tener en el laboratorio registros con filtros distintos; esto es muy útil para la poste-
rior selección de filtros en el laboratorio. Algunas reflexiones tienen su frecuencia
característica; en este caso se las puede hacer particularmente claras utilizando
el filtro correspondiente, siempre, claro es, que sean importantes para la interpre-
tación.
3) Pennite obtener sismogramas corregidos, mejorando mucho su presentación
visual.
Hay dos tipos de correcciones: las estáticas y las dinámicas.
a) Correcciones estáticas.-Se llaman estáticas porque son constantes para cada
traza a todo lo largo del sismograma. Son las debidas a las irregularidades superfi·
ciales (relieve topográfico y capa meteorizada). Es, por lo tanto, la reducción
al datum o plano de referencia.
b) Correcciones dinámicas.-Estas son variables con el tiempo y con la situación
del geófono ~orresponcliente a la traza en cuestión. Son las debidas a la oblicuidad
de los rayos (es decir, al move-out o desviación normal que hace que la refle-
xión aparezca en el sismograma con forma de hipérbola). Lo que se hace es corre-
gir la oblicuidad de los rayos, calculándola para cada traza y para cada tiempo
del sismograma (o sea, para cada profundidad) se hace la corrección dinámica,
es decir, el l:lt a sustraer del t de cada reflexión, para obtener el t' central (tiempo
mínimo) correspondiente a un disparo ficticio realizado en el centro del grupo
geófonos a que dicha traza corresponde. La cosa se hace en la realidad más simple-
mente, suponiendo que el estrato es horizontal, en función de las desviaciones
correspondientes a las restantes trazas de dicha reflexión (para un determinado
tiempo central o tiempo mínimo de la reflexión en estudio. Estos move-out
se determinan estadísticamente en muchos sismogramas, si no se conoce la ley de
velocidad de la zona.
Las correcciones estáticas (o reducción al datum) se aplican en la cinta magné-
tica desplazando cada uno de las cabezas magnéticas el intervalo de tiempo co-
rrespondiente sobre el tambor de la misma en la dirección de giro.
Las correcciones dinámicas {variables con los tiempos) se aplican adaptando
un dispositivo especial a cada una de las cabezas magnéticas, de manera que se ob-
tengan la variación deseada para el tiempo correspondiente de las reflexiones.
De esta manera se obtienen sismogramas corregidos en los que las reflexiones
aparecen perfectamente rectas, lo que facilita notablemente la identificación de las
reflexiones más débiles que, en zonas accidentadas o de gran variación de la r,apa
meteorizada, podrían quedar enmascaradas.
4) Mezcla de trazas (mix).
El empleo del registro magnético evita el inconveniente que la mezcla de
CAP. IV.· METOOOS SISMICOS 327

trazas tiene en el registro convencional, ya que una vez efectuadas las correccio-
nes estáticas y dinámicas quedan prácticamente en fase todas las reflexiones sobre
las trazas del sismograma De esta manera se puede utilizar la mezcla sin peligro
alguno, ya que con su empleo se reforzará Ja energía total de las reflexiones y su
claridad.
5) Composición de trazas (Compositing).
En realidad la composición de trazas es una mezcla de trazas llevada a un grado
máximo, pues mientras la mezcla clásica permitía sumar la energía de una traza
con una parte o el total de las adyacentes, en la composición de trazas podemos
sumar una o varias trazas con cualquiera o cualesquiera de las restantes.
La composición tiene aplicaciones muy variadas; citemos algunas de ellas:
a) Hacer visibles reflexiones que se cruzan en el sismograma y que no se observa·
rían en el sisrnograma clásico a causa de la interferencia de sus trenes de onda.
b) Eliminar las reflexiones múl1:iPles conocidas, con lo que se evita que inter·
fieran con las reales de tíempos análogos.
c) En sismogramas con reflexiones discordantes (probablemente procedentes
de planos distintos) se pueden reforzar las que buzan en un sentido y debilitar
o anular las que buzan en sentido contrario.
Todas estas cosas se realizan componiendo las distintas trazas de manera que
la suma de las que se elijan refuerce la reflexión que interesa destacar y debilite
o anule las que interese eliminar. Se puede operar no sólo con las trazas tal como
se registran, sino invirtiendo la polaridad de las que interesen para que la suma to·
tal alcance el objeto deseado.
6) Posibilidad de referir a un origen común de tiempos, fenómenos que en la
realidad no se registran simultáneamente.

a) Composición de registros (stacking).


Supongamos, por ejemplo, que en una determinada zona hay un nivel alto de
ruido. Se registran varias explosiones en cada pozo. Luego se componen los distin-
tos sismogramas de cada punto de disparo sumando trazas adecuadamente. Como
el ruido es casual, la suma de trazas tenderá a anular este ruido mientras que la
energía ordenada (reflexiones) tenderá a sumarse.
Corrientemente se llama stacking a1 hecho de componer electrónicamente los sis-
mogramas <le cada traza con las inmediatas siguientes, de forma tal, según el caso
y conveniencia, de cada sismograma quede mezclado un cierto número de veces.
Cuando, por ejemplo, resulta mezclado 24 veces, se dice que el stacking ha tenido
una cobertura 2400%.
b) Regislro por caída de peso.
Por su interés lo estudiaremos especialmente más adelante.
Como es lógico, para componer estos acontecimientos no simultáneos hay
328 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

que referirlos a un mismo origen, que puede ser arbitrario o el de uno cualquiera
de los registros.
7) Utilización del play back o reproceso inverso.
Otra ventaja del registro magnético es la posibilidad de hacer pasar la cinta
magnética aJ revés, es decir, comenzando por el final del sismograma (play back
inverso), lo que puede ser muy útil, tanto en reflexión como en refracción.
a) En reflexión.
Se pueden estudiar las llegadas (sean o no reflexiones) posteriores y muy próxi-
mas a las reflexiones, ya que en el sismograma quedan enmascaradas por la
acción del control automático de volumen. Haciendo el play back inverso se obser-
van perfectamente por llegar antes que las reflexiones.
h) En refracción.
Es utilísimo para reconocer las segundas llegadas, es decir, las llegadas de ener-
gía próximas a las primeras que, normalmente quedan enmascaradas por la gran
amplitud de las primeras llegadas.
Una aplicación práctica muy interesante de este concepto la indicamos en la
figura JV-112.

o )(
B e o

ºV / /
L M N

Fig. IV-112

Supongamos que registramos el perfil 00,desde el punto O, y que en este perfil


se observan dos velocidades correspondientes a OP y PO. Si hacemos el reproceso
inverso, es decir, introducimos el registro magnético correspondiente a 00 por el
extremo Den el play back, con filtro~ adecuados observaremos Ja llegada RP (Prolon-
gación de PQ), pues ahora lleganí antes que la OP, lo cual confirmará que la r<wta PQ
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 329

obedece a un cambio de estrato y no a una variación de la velocidad OP (de P


a Q), porque si sucediese este último caso no se observaría, en el play back in-
verso la prolongación RP de PQ.
Como .el pi.ay back inverso lo podemos aplicar a cualquier perfil de refracción,
podremos distinguir perfectamente los cambios de velocidad que se deben a ano-
malías de un estrato de los que se deben al paso por otro refractor más pro-
fundo.
8) Sistemas de representación.
Gracias al empleo del registro en cinta magnética se han desarrollado nuevas
técnjcas para la presentación de resultados bien en forma de sismogramas o en
forma de secciones o perfiles hechas con sismogramas. Son principalmente de
cuatro clases.
a) Oscilográficos o galvanométricos.
b) Area variable.
c) Densidad variable.
d) Mixtos (oscilográfico y área o densidad variables).

G.Olono
Si.smogr1m1
OOf'!WnaOn&I

Esquem. dtl registro convencional

-------------------------------------,
l Sismograma corwtn•
AmptlllCOdo< CIONI no OOflegido

Sumog<tm• P"'Y bd
filtrado V COf'TtQido

CtnUCOl"f191da
wt"ic:. y dlN
(oorr. Sfnema con..,.naon11
mica oorregido
SJsrnogtM'll de dtnM~
v.llble corrtgido
S1sm()9l'lml: de . _
variable corregido

PlotttJr

Eaquem1 del ngtruo m1gn6tico

Fig. IV-113
330 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

De estos sistemas habla.remos más adelante en el apartado correspondiente.


lncluímos en la figura IV-113 dos esquemas simplificados, uno del
registro convencional (oscilográfico) y otro del reigstro magnético. En cada uno
de ellos indicamos la clase de información que puede proporcionar.
IV-15.3. Registro digital o numérico ( *)
Los requerimientos de sensibilidad de registro, cada vez más rigurosos, así
como la necesidad de evitar la degradadón de la señal en las numerosas manipula-
ciones, filtrados y transferencias a que hay que someterla, han llevado a una im-
portante modificación del registro magnético: el registro numérico o digital. Por
supuesto, que no es un invento nuevo, sino la aplicación a la sísmica de un proce·
so ya ampliamente utilizado en multitud de aplicaciones tecnológicas, como la
telemetría, telecomunicaciones, ordenadores electrónicos, etc. Se trata también
de registro magnetofónico múltiple; pero en lugar de grabar señales generada en
los detectores analógicamente, esto es, con grado de imantación de las pistas
magnetofónicas análogas o proporcionales a la amplitud de la señal, lo que hace
es medir a intervalos de muestreo dados (uno, dos o cuatro milisegundos) las am-
plitudes de la señal y grabar sobre la cinta las cifras que expresen esa medida. Por su
puesto que estas cifras se traducen previamente al código binario (que, como es
sabido, solo requiere dos símbolos, O y 1, es decir, magnetización positiva y en tal
lenguaje es en el que quedan grabadas en la cinta (figuras IV-114, IV-115 y
IV-116).

~
Tr11zi1
S/smic.1
Convenc1on11/
Magnit//flde"1orrlal18tÍ8 ' 2 IS 37 47 40 17 IZ sz /IQ JI

2• :'1 o 1 1 1 o 1 o o o J C11cl11 eolum/18 reprt-


{: 21 ~z 1 1 o
1 o o oo o 1
senf8, en códígo b1 •
zi. • o 1 1 1 oo 1 1 o 1
"'..,'.!' C\I
z3 .a o 1 o
1 1 o 1 o o 1 ner1o(como suma
, de les potencms ele
24 •16 o o o o o 1 o 1 1
e:: zs~32 o o o o 1 o o
1 1 1
~
() 2 1 -. 64 o o o o o o o o 1 o 2)1 los cífros escn-
~
2 1 =128 o o o o o o o o o o tas encima
1 1

lmpres10(1 mag-
nética de lt! cinta
9ue, en formato
digital, repre-
senta la curva
superior.
- Dirección de avance de la cmte
..
F19. IV-114

(•) Nota: de "Evolución de la Geofísica del Petróleo en el último quinquenio". Revista "El
Petróleo" de CEPSA, Junio 1967, por el Dr. lng. de Minas D. Antonio Martín Díaz).
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 331

QECIMAL BINARIO
181 10110101

t ESCRITURA ABREVIADA
EN LUGAR DE.¡,

(1 X102) + (8 X 10 1 ) + (1 X 10º) (1 X 2?) + (0 X 26 ) + (1 X 2 5 ) + (1 X 24 )


100+80+1 128 + o + 32 + 16
+ (0 X 23 ) + (1 X 22) + (0 X 21 ) + (1 X 2º)
+o +4+o+1

w
Explicación del sistema de numeración binario, empleado en la grabación y procesa-
do en ordenadores electrónicos

Fóg.IV-11~
24 37
Traza 1

~ 1
:
:
1
1 1
1 1
1 1

rl 1
r11
1\\
1 ::2°
2::2 1 \
l
COMPUTADOR
1 4=2 2 7
..... 8=23
1s-2~
J
1
/ 32=25 -,
ELECTRONICO
\ 64=2b

' 128=2' ' \


~ Olrecc16n de avance de Ja cinta

Grabación digital múltiple de las 24 trazas que integran un registro sísmico convencional
Fig. IV-116
332 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Las ventajas de este nuevo sistema de grabación son varias. En primer lugar,
la gama dinámica, que en los equipos analógicos es de unos 45 ó 55 decibelios, se
puede incrementar ilimitadamente. Ello permite teóricamente prescindir del siste-
ma automático de variación de la ganancia (A.G.C.) y conservar sin distorsión las
verdaderas relaciones entre las amplitudes de reflexiones próximas (lo que resulta
muy importante al interpretador como criterio de identificación del carácter).
Otra ventaja del sistema digital, completada por la elevada calidad de sus compo·
nentes auxiliares, es su bajo nivel de ruido instrumental, que conduce a una
degradación en las composiciones muy pequeñas, con posibilidad de recuperar
señales de nivel (respecto al ruido) significativamente menor de lo que actualmen-
te es posible.
Pueden señalarse, ciertamente otras positivas ventajas, como la mayor adapta·
•Ción y flexibilidad para los procesos de croscorrelación, representación automáti-
ca, o aún la posibilidad (todavía no comercialjzada) de transmisión por circuito
telefónico desde los equipos de campo hasta las alejadas centrales de procesado
de datos (centrales Play back). Pero, sin duda, el mayor adelanto introducido por
el nuevo sistema es su posibilidad de tratamiento en computadores electrónicos
y, consecuentemente, el ilimitado campo abierto a los procesos de convolución
(filtrado numérico) y desconvolución.
Por supuesto que una vez concluida la elaboración de los datos en la calcula·
dora electrónica (abarcando todo tipo de correcciones, composiciones, filtrados,
etc.) es preciso un aparato auxiliar que efectúe Ja traducción y representación de
las secciones sísmicas en cualquiera de los formatos habituales al geofísico, como
área, densidad o amplitud variable.
Como ya hemos indicado, uno de los más importantes recursos que se sabe
hoy emplear en las computadoras es el filtTado numérico o convolución (del que
el filtrado de frecuencia convencional no es sino un caso particular). De hecho
la explotación de sus posibilidades no ha hecho sino comenzar.
Aunque mucho de los complejos !ratamientos de la información que hoy se apli-
ca a los registros sísmicos digitales se pueden teóricamente ªJ?licar también a los
analógicos, de hecho en estos se alcanzan rápidamente límites de aplicación
práctica que no existen en los procesos digitales.
Hay que indicar también que los registros magnéticos convencionales pueden
transcribirse al sistema digital y beneficiarse así de las últimas técnicas. Sin em-
bargo, conviene no olvidar a este respecto que los nuevos sistemas son capaces de
eliminar gran cantidad de señales parásitas, pero que naturalmente, no pueden na-
cer aparecer algo que ya no exista en el fegistro. Es decir, que si el problema
de los registros originales fuese la falta de señal, nada se podría conseguir con ellos.
Caso muy distinto1 por supuesto, es aquel en el que interferencias fuertes de va-
riada índole (frecuentemente bien visibles) ocultan la señal; en tal caso, los resulta·
dos pueden ser muy notables.
Para resumir nuestro superficial análisis sobre el enorme desarrollo experimen·
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 333

tado en las técnicas de exploración sísmica en los últimos años, diremos que se han
abierto caminos nuevos, como el Vibroseis y el registro digital, cuya influencia
en la prospección representa un progreso sólo comparable al que hace años supu·
so la introducción del registro magnético.

IV-15.4. Registro por caida de peso


El registro por caída de peso (Weight dropping) o Thumper, consiste en gene-
rar la energía sísmica por medio del impacto producido por un bloque de acero,
de unas tres Tm. de peso, dejando caer desde una altura de dos a tres metros.
El sistema no es nuevo, ya que en los comienzos de la prospección sísmica se
hicieron intentos para generar ondas sísmicas por este sistema; intentos que no
tuvieron éxito a causa del gran disturbio superficial que se originaba con el impac-
to y que enmascaraba la débil energía reflejada.
Hace algunos años, gracias al avance obtenido en el instrumental geofísico y,
sobre todo, gracias al empleo del registro magnético se ha conseguido utilizar
con éxito este sistema, que en algunas zonas compite en eficacia y economía
con el sistema convencional.
Sus ventajas prácticas son indudables, pues evita la perforación de los sondeos
de sísmica y, asimismo, evita el gasto de explosivo, lo cual supone una reducción
importante por el costo de ambos conceptos, sobre todo en zonas difíciles de per-
forar, en las que su utilización es máxima. Hoy día lo emplean con éxito algunas
de las compañías que trabajan en nuestra provincia de Sahara.
E1 peso va m<;mtado sobre un camión y se eleva hidráulica o mecánicamente
a la altura convenida. El momento en que se deja caer se transmite por radio al
aparato registrador y, asimismo, el momento en que golpea en el suelo (por medio
de un dispositivo especial de inercia).
Como hemos indicado anteriormente, cuando el peso golpea el suelo se origina
la onda que viaja por el interior de la tierra. Al mismo tiempo se genera un gran
disturbio superficial que, de no ser eliminado, enmascararía completamente la
señal reflejada. Y aquí es donde juega su importante papel el registro magnético.
F:l sistema es muy simple. Supongamos que golpeamos con el peso en un punto
A y registramos en un punto G (Fig. IV-117).
El resultado del impacto lo registramos en una cinta magnética. Si golpeamos
un cierto númno de veces (20 ó 30 p.e.) en A y hacemos los correspondientes
registros en cinta magnética, sumando las señales correspondientes a todos
ellos, lo& ruidos ocasionales tenderán a anularse mientras la energía ordenada
(reflejada) se sumará. De esta manera obtenemos un notable aumento de la rela-
ción señal/ruido con la subsiguiente mejora del registro final, suma de todos ellos.
Por otra parte, los disturbios originados por la onda superficial se eliminan par·
cialmente en la suma anterior . Colocando, gran número de geófonos por traza con-
seguirrmos eliminarlos casi totalmente y aumentar, según sabemos, la energía
reflejada.
334 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Por todo ello, el registro por caída de


peso se efectúa disponiendo un gran núme-
Q
1
ro de geófonos por traza (del orden de un t
'A G
centenar) y sumando un número suficiente '\ /
,
de golpes (del orden de 30 a 80), variando '
\ I
I

ambos según las condiciones particulares de \ /'


\ I
cada zona y las pruebas realizadas antes de \
comenzar los trabajos. '\ //
,I
Técnica empleada.-El sistema utilizado
para el registro por caída de peso es el in- Flg.IV-117
verso del sistema convencional.
En el sistema convencional se dispara en un punto y se detecta en los geófonos
dispuestos a lo largo del perfil. En el sistema de registro por caída de peso se co-
locan dos grupos de geófonos en los extremos del perfil (que corresponderían
a dos puntos de explosión consecutivos en el sistema de cobertura continua del
subsuelo) y se golpea con el peso en los puntos que corresponderían a la situación
de los geófonos del perfil convencional.
La figura IV-118 muestra el sistema empleado claramente:

F19. IV-118

Sea el semiperíil 0 1 0 2 comprendido entre dos puntos de explosión 0 1 y 0 2 •


En el registro normal dispararíamos en O 1 y registraríamos en los geófonos G.,
G2 y G3 (sólo hemos considerado tres geófonos para mayor sencillez); luego dis-
pararíamos en 0 2 y registraríamos, asimismo, en G 1 G2 y G3 •
En el registro por caída de peso se opera a la inversa. Se sitúan los geófonos
en 0 1 y 0 2 y se golpea con el peso en los puntos G 1 , G 2 y G3 . De esta manera,
cuando se golpea en G 1 , se registran en dos cintas magnéticas distintas los recorri-
dos reflejados respectivos G 1 O 1 y G 1 0 2 • Luego se golpea en G2 , registrándose, co-
mo antes, los recorridos reflejados G2 0 1 y G2 0 2 , y así sucesivamente.
Más tarde se ordenan las trazas registradas de manera que se tenga un sismogra·!l·
ma (que correspondería al disparo en O 1) con los registros de G 1 O 1, G2 O 1, G3 O 1 ,
o lo que es lo mismo 0 1 G 1 , 0 2 G2 ... etc, y otro sismograma (que correspondería
al disparo en 0 2 ) con los registros de 0 2 G3 , 0 2 G2 , 0 2 G 1 •
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 335

En realidad el método operatorio es más complicado según indicamos anterior-


mente, ya que tanto en 0 1 como en 0 2 se sitúan muchos geófonos conectados
en serie (geófonos múltiples) y en cada punto G 1 G 2 ... no se efectúa un sólo gol-
pe, sino un elevado número de golpes (del orden de 30 o más) distribuidos simétri-
camente alrededor de él, registrándose otras tantas cintas magnéticas que, com-
puestas, darían la traza correspondiente.
Describimos a continuación dos sistemas de campo de uso corriente.
El primero se explica en la figura IV-119. Consideremos el semiperfil 0 1 0 2 y
cuatro 01 o;, o; y 02 correspondientes a otras tantas estaciones de geófonos del
semiperfil convencional equivalente.

ab be ed de be cd
I· !¡~
Sismograma 1 Slsmograma ti

Fig. IV-119

El camión con el peso se desplaza a lo largo de la línea y va golpeando en cada


uno de los puntos señalados de cinco en cinco con A, B, C, D... etc. Golpea
en A cinco veces, y otras tantas en B, C, D.. He, y cada vez que golpea se registra
una cinta magnética en 0 1 y otra en 0 2 •
Luego en el laboratorio se componen las cinco cintas A y las cinco cintas B
correspondientes al registro en 0 1 • La suma de todas ellas (referidas a un mismo
origen de tiempos) proporcionan la traza O 1 abo;. Si sumamos las cinco cintas A
y las cinco cintas B correspondientes al registro en 0 2 , obtenemos la traza
0 2 de 01.
Análogamente, componiendo las cinco cintas B y las cinco cintas C de los re-
gistros rn 0 1 y 0 2 , obtendríamos respectivamente, las trazas 0 1 bcO; y 0 2 bcO;.
Procediendo de análoga manera obtendríamos las trazas (generalmente doce)
drl scrnipnfil 0 1 0 2 , tanto como si hubiésemos disparado en 0 1 como en 02·
Como se v<· en este sistema hemos considerado una superposición o mezcla de
trazas sobre el terreno del 50%, ya que cada grupo de cinco golpes B, C, O... etc.
lo utilizamos dos veces (para la obtención de dos trazas consecutivas).
Otro sistema operatorio de campo lo indicamos en la figura IV-120.
336 TRATADO DE GEOFIS ICA APLICADA

Grupo l
Grupo 2
ºººººººº
ºººº ºººº O T
r-----,
1 1
ºººººººº
K2/> <2> ·----+----02 !
1 1

o, oºººººººº
o o o oc;oo-----¡
ºººººººº
ºººººººº + M
<(V>R
1
'
1
1
l

ºººººººº recorrido del camión que lle•a e I peso l..------- __,'


64 geófonos 64 goófonos

Fig. IV-120

El camión que lleva el peso va recorriendo la alineación de los dos grupos de


geófonos 0 1 0 2 , y alrededor de los puntos ABC... (equivalentes a los geófonos del
perfil normal) va describiendo trayectorias LMNOP, QRSTU, etc., que son rom-
bos todos iguales. En cada uno de los lados del rombo a un cierto número de gol-
pes fijado de antemano, registrándose una cinta en O 1 y otra en 0 2 por cada
golpe. Si en cada lado del rombo da, por ejemplo, seis golpes y en la diagonal de
la alineación da diez, tendremos un total de treinta y cuatro golpes. La cinta suma
las treinta y cuatro cintas registradas en O 1 nos dará la traza de 0 1 a A (si el rom-
bo es el A y asimismo, la suma de los treinta y cuatro correspondientes a 0 2 nos
dará la traza de 0 2 a A. Procediendo de análoga manera se registran las demás tra-
zas.
Como vemos el registro por caída de peso es una de las aplicaciones del regis-
tro magnético. Una vez registradas las cintas y compuestas las trazas se procede
como en el registro magnético, aplicándose las correcciones estáticas y dinámicas,
los filtros correspondientes, la mezcla, etc, obteniendo finalmente los sismogra-
mas o secciones que se deseen.

IV-15.5. Método vibraseis


Para la descripción de este método nos hemos basado en el artículo Sismógra-
fo de señal continua, de Crawford, Doty y Lee (Geophysics, Vol. XXV, número
1).
El método Vibroseis se funda en utilizar como fuente de energía un vibrador
que genera una señal controlada durante un cierto tiempo, que es el que dura el
registro del sismograma correspondiente. Se trata, pues, de un método que emplea
una fuente continua de energía: este nuevo sistema ha sido ideado por la Continen-
tal Oil Co~ que lleva experimentándolo varios años. Por las grandes posibilidades
que ofrece hemos creído interesante describirlo aunque someramente.
Fundamentos del método.-Sea el caso teórico de la figura IV-12 1. En A se
sitúa el vibrador que manda una señal determ inada de varios segundos de dura-
ción, señal que se detecta en el geófono B. Supongamos los tres recorridos ind~
cados en la figura; la señal detectada se compondrá de la superposición en el
tiempo de tres señales (iguales a la generada) correspondientes a dichos recorrí·
dos, como puede observarse en la figura IV-122.
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 337

senal compuesta

Fig. IV-121

f ' l . - - - - 1 - - - - + - - - - - - l Sel'lal de referenc,l a

f'l----+-------l Recorrido n. 0 l

r - - - + - - - - - 4 Recorrido n.º 2

Recorrido n.o 3

seo'lal compuesta

Fig. IV-122

Una priml'ra observación de la señal compuesta no identifica claramente los


tiempos de llegada correspondientes a cada uno de los recorridos indicados
en la figura IV-121.
338 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Una manera de hallar los tiempos de llegada de los recorridos indicados es es-
tudiar la semejanza o correlación entre la señal generada (señal de referencia) y la
señal compuesta recibida. Para ello existen métodos que son los que vamos a indi-
car brevemente.
Funciones de correlación.-Si tenemos dos series de medidas estadísticas y
queremos estudiar la posible coherencia o correlación entre ellas, hay fórmulas
que proporcionan el coeficiente de correlación, coeficiente que indica el grado
de correlación entre unas y otras.
Por ejemplo, supongamos que tenemos dos trazas de un registro sísmico x(t), e
y (t}, siendo x e y las amplitudes de dichas trazas en función del tiempo t. Si quere-
mos obtener información sobre la semejanza o coherencia de dichas trazas se pue-
den elegir una serie de valores de x, y correspondientes a unos intervalos regulares
de tiempo t 1, t 2 ••• , hallando las diferencias entre los valores resultantes y los valo-
res medios Xm, y m de las trazas obtendremos estas dos series de medidas:
X= (X¡ -xm), (x2 -xm) ... (xn-xml
Y= (y¡ -ym), (y2 -vml ··· (yn-Yml

Si situamos los puntos (x 1 - Xm ), (y, - Ym) en unos ejes coordenados, su dis-


tribución (rectilínea, circular, dispersa, etc...) indicará el grado de correlación en-
tre las dos funciones x (t), e y (t}.
Una fórmula que da el coeficiente de correlación es la siguiente:
n
l; (X¡ -xm) (y,-ym)

Verificándose que -1<C<1. Los valores extremos, C = ± 1 se obtienen cuan-


do x e y están relacionadas linealmente, es decir, cuando

siendo k 1 y k2 constantes.
Si se extiende el concepto de coeficiente de correlación, introduciendo un
tiempo de retraso T entre las dos series de medidas que se comparan, se llega a las
funciones de correlación. Si las medidas se refieren a dos funciones x (t) ,e y (t) una
función finita de cross-comdation (conservamos el término inglés) sería:

<l>xy (r)
1
=TJo
rTx(t) Y (t + r) dt

Mientras que si queremos estudiar la correlación de una función consigo misma


(p.e., su periodicidad), la función de autocorrelación sería:
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 339

<l>xx (r)
1 (T
=T}o X (t) X (t + r) dt

Supongamos ahora que conocemos la formll de 11na reflexión en una determi-


nada zona; si hallamos la función de cross-correl.ation entre la señal esperada (la
reflexión) y cada una de las trazas de un sismograma de Ja zona que aparentemen-
te no tenga respuesta sísmica ordenada, por estar enmascarada por el ruido, obten-
dremos el grado de correlación entre ambas; los máximos de la función <I>(r) co-
rresponderán para cada traza a los tiempos en que la reflexión esperada se produce
(ya que la reflexión es un máximo); si por otra parte los tiempos se corresponden
sobre cada una de las trazas habremos conseguido detectar la reflexión.
Representando la función de correlación <I> (r) se obtiene lo que se llama un
corrPlograma.
El método de cross-correlation proporciona un poderoso instrumento para el
análisis de los datos sísmicos; para información más completa véase Aplicaciones
del análisis df' correlación a la exploracíón sísmica, por H.J. Jones (World
Petroleum, marzo 1962).
Aplicación al método Vibroseis.-La aplicación de la cross-correlation al méto-
do Yibroseis constituye Ja esencia del sistema, ya que en este método se conoce
exactamente Ja función g(t) generada por el vibrador, Jo que pennite teóricamente
establecer la presencia de la señal esperada (reflexión) bajo cualquier clase de mi-
do. Por ello, si se halla la función de cross-correlation <1? 9 , (r), entre la señal reci-
bida r(t) y la generada g(t) y se representa, se obtendrá el correlograma correspon·
diente. En este correlograma los máximos corresponderán a las distintas llegadas
de energía (onda directa, reflexiones, etc.) del sismograma normal equivalente, es
decir, el correlograma resultant<' equivaldrá al sismograma.
La función de cross-correÚII ion a representar será:

<I>gr (r) == ~.f; (t) g (t + r) dt

Para obtenerla se utiliza el aparato llamado correlador, que consta básicamente


de dos tambores solidarios, pero uno de ellos desplazahle respecto al otr·o. Sobre
el fijo se monta la cinta magnética correspondiente a r(t), y sobre el otro, la
relativa g(t). Para cada uno de los valores dados ar, un aparato electrónico (mul-
tiplicador-integrador) , obtiene los productos de las funciones r (t) y g(t) y los
integra, realizando la operación (1) y fabricando el eorrelograma. El proceso se
ha ilustrado esquemáticamente en la figura IV-121.
Los valores de r se eligen en función de la frecuencia de la señal generada por
el vibrador. Para frecuencias inferiores a 100 c.p.s. basta tomar el intervalo T igual
a 3 j milisegundos, lo que sobre un tiempo total T = 1000 milisegundos supone
340 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

trescientas posiciones clistintas para el tambor desplazable y, por ello, la realiza-


ción de trescientas operaciones con el aparato multiplicador-integrador para el
análisis de cada traza del sismograma (que en este ejemplo tendrá una duración
de un segundo). El inconveniente de la gran cantidad de operaciones a realizar se
ha solventado dotando al multiplicador-integrador de los canales necesarios para
analizar simultáneamentr varios registros de campo.
Equipo empleado.-El equipo básico es semejante a un equipo sísmico de regis-
tro magnético con la adición del vibrador y el correlador.
El vibrador es centrífugo y se compone de dos anchas ruedas de acero que se
aplican al terreno y giran excéntricamente en oposición, de manera que se anulan
los esfuerzos horizontales y se suman los verticales. El vibrador genera una sefíal
controlada, cuya frecuencia pueda disminuir durante el tiempo de la operación.
Para conocer y controlar en todo momento Ja señal generada se dispone junto al
vibrador un detector (detector de referencia).
La duración de la señal se establece de modo que sea mayor que el tiempo de la
reflexión más profunda que interese detectar.
El vibrador lleva dos ruedas, lo que le permite en campo ser remolcado por un
camión. Para I;ugos desplazamientos se monta sobre el camión.

Rutina de carnpo.-Los trabajos de campo son semejantes a los descritos para el


método de caida de peso; es decir, se sitúan dos grupos de geófonos en los extre-
mos del perfil y el vibrador va ocupando las posiciones intermedias; en cada po-
sición del vibrador se efectúan un determinado número de vibraciones que se
re.gistran en cinta magnética y luego se combinan para reducir al mínimo el ruido
presente en la zona. Asimismo, cada vez que actúa el vibrador se registra la señal
generada (señal de referencia), señal que es la que se utiliza en el proceso poste-
rior de cross-correlación.
Observaciones.-Las características más destacadas del método son: la utiliza-
ción de una fuente de energía continua, la introducción en el terreno de una señal
controlable, así como la movilidad del equipo de campo y su coste fijo. En cuanto
a su penetración se ha obtenido con él información hasta de unos 2000-25,00
metros de profundidad. y más.
En realidad, el método presenta más problemas que los indicados, ya que la
señal generada se distorsiona algo debido a la transmisión vibrador-terreno y a la
propia transmisión por el terreno, por lo que la señal recibida no se ajusta perfec-
tamente a la señal generada y la cross-correlation no es perfecta.
La primera prospección sísmica con este sistema se llevó a cabo en Libia en el
año 1961. Hoy ha aumentado mucho su empleo y ha mejorado considerablemente.
Otras fuentes de energía.-Se puede imprimir también energía al terreno pro-
vocando una explosión. de gas, en el interior de una cámara adecuada que se
emplaza sobre el suelo. El aparato se llama Dinoseis, y en resumen es un generador
de impulsos sísmicos montado sobre una máquina pesada, del ordt' n de 10 Tm.
CAP. IV. METODOS SISMICOS 341

La explosión se produre por una mezcla detonante de oxígeno y propano co·


mercial l'Orrientc.
Para mayor aprovechamiento de la energía, la cámara de detonación se presiona
contra el sucio, levantando Las ruedas posteriores, para que su peso se constituya
en elt>mento de inercia. Dentro de la cámara va un émbolo, que es el que percute
contra el suelo al producirse la detonación. Las explosiones se provocan desde el
registro central, lo que permite operar con varias máquinas a la vez. Se producen
varios impactos para c..tda sismograma, que componen adecuadamente igual que
con el Thumper.

IV· 15.6. Sistemas de representación


La rcprest'ntación de los dalos sísmicos se realiza, según sabemos, por medio de
secciones o perfiles verticales, en los que cada segmentos representa una reflexión.
li:ste tipo de secciones, muy útiles todavía, tiene el inconveniente de que el geo·
físico no tiene a la vista en ellas t oda la información (interpretable o no) de los
sismogramas, sino solamente la relativa a las reflexiones leídas en ellos. Como con·
secuencia el interpretador se ve obligado a repasar con frecuencia los sismogra·
mas bien cuando hay fallos en la interpretación o simplement e cuando trata de
acoplar los datos sísmico a los nuevos conocimientos geológicos que vaya ad·
quiriendo de la zona investigada.
Este inconveniente se remediaba, antes de la llegada del registro magnético, ha-
ciendo secciones films, es decir, secciones que eran reducciones fotográficas de los
siPmogramas colocados uno junto a otro en el orden de registro y teniendo en
rucnta las correcciones estáticas, de manera que las reflexiones se continuasen
de unos a otros. De esta manera el geofísico obtenía un documento, cómodo de
manejar, con toda Ja información sísmica. En este documento Io.s distintos hori-
zontes quedaban señalados por las reflexiones que se continuaban de unos sismo·
gramas a otros; como puede suponerse la sección resultante era una especie de
sección tiempo del terreno (sección galvanométrica u oscilográfica).
Este procedimiento de representación tiene et inconveniente de ser muy
pesado si se quieren utilizar los sismogramas corregidos manualmente por altitµd
y capa meteorizada. Por otra parte, con frecuencia ocurre que no coinciden las
lineas de los tiempos de los distintos sismograrnas porque siempre varía algo
la velocidad del motor de los tiempos de unos a otros.
La introducción del .registro magnético ha permitido el desarrollo de nuevos sis-
temas de representación de sismogramas y secciones (representación en área y den-
sidad variable) y la mejora de los ya existentes (representación galvanométrica).
Las secciones se construyen con los sismogramas correspondientes a la represen-
tación que se desee. El sistema consiste en introducir en la central play-back un
plotter o aparato que fabrica automáticamente las secciones films (secciones he·
chas con los sismogramas) a una escala generalmente más pequeña que Ja de los
registros normales.
342 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

La gran ventaja del registro magnético es aparte de las ya citadas, que como se
pueden introducir en el plotter los sismogramas corregidos previamente (correc-
ciones estáticas y dinámicas) se obtienen secciones tiempo en las que las reflexio-
nes aparecen rectas, por lo que el interpretador no píerde el tiempo examinando
y controlando cada una de las reflexiones individuales para hac:er su lectura, sino
que estudia directamente la sección tíempo r esultante en la que puede observar
todos los horizontes reflejantes, con las ventajas de tener a la vista toda la in-
formación original.
Sistemas de representación de sismogramas y secciones
a) Galvanométrico.-El sistema es el que hemos descrito anteriormente pero
realizado con mayor rapidez y precisión a través del plotter. Se le llama así por-
que en él la representación de las trazas es la clásica (oscilográfica o galvanométrí-
ca) de los sismogramas convencionales. Las secciones galvanométricas se realizan
con los sismogramas corregidos estática y dinámicamente, según hemos indicado.
b) No galvanométricos.-Entre los Slstemas de representación no galvanométri·
cos incluimos tres, que son los que más se emplean :
1) Presentación en forma de área variable.-Este sistema consiste en representar
solamente la parte positiva (o negativa) de cada traza, impresionándose, además,
en negro toda la superficie interior de los pícos (o valles). En la figura IV-123 in·
dícamos Ja representación esquemática de cuatro trazas consecutivas de un sismo·
grama en área variable.
La representación seria simplemente A 8
la superficie negra del interior de los pí·
cos, mientras el resto de las trazas no
quedaría representado.
2) Presentación en forma de densidad
variable.-En este sistema la señal eléctri·
ca procedente del amplificador se trans·
mite a una fuente luminosa cuya inten- F1g. IV· 123
sidad es proporcional a la señal, repre-
sentándose como en el caso anterior los picos (o los valles) solamente. De esta
manera se obtienen distintos tonos entre gris y negro, correspondiendo, respec-
tivamente, a débiles y fuertes llegadas de energía. Por tanto, a lo largo del sismo-
grama se ven variaciones de intensidad del color de los picos impresionados (por
esto se Uama de densidad variable, porque varia la densidad del color).
El sistema como vemos, es análogo al '.mlerior: solo que en éste~ además varia
la densidad del color. Reflexiones fuertes como la A y B de la figura IV·l23 darán
colores negros, mientras las llegadas más débiJes como a y b (que en este caso se-
rían segunda fase de las anteriores), serán de colores grises.
Este sistema permite distinguir los distintos horizontes reflejantes por los dis-
tintos tonos negros o grises que presenten.
CAP. IV· METODOS SISMfCOS 343

Damos a continuación algunos e1Nnplos J.c :'11.•1,,c•iunt'& Sís11m·a11 cedida¡; amable·


mente por Ja CGO y por la Western Geophysirul Co uf America Los de 1a CGG
corresponden a la misma sección con represenlacióu pu• anea vanahle con dislin·
tos slackíng. Los de Western corresponden también a una misma sccc1ón, pero
uno solo está representado por aerca vanahle. (F1g. IV-124. a, h, e, <l,e ).

SECCION "STACKING" 1200 %

SECCION SISMICA 100 %

F1g. IV 124 (a)


R'A íAUOlJE GEOFISle'A"APl..ICAOA

St:CCION FINAL 1.200 °,;, TIE.MPO VAAIADLI.'


Ot:'Lf"!l..TRO
F. m cos
~4900 1

2500 m:s -

3000mls
3,
3500mls
4' ¡ 4•

4000ml'i-
DISTRIBUCION DE VELOCIDADES
SECCION DE PROFUNDIDAD

35 30 25 20 15 10
o

2000"'

4000 "'

6000 m

o
2000 mis - -- - -- -- - - -
2500 m/s 2000 '"

3000m/s 4000 "'

'3500mh. 6000m

4000m s 8000 m
OISTRIBUCION DE VELOCIDADES
Fig. IV-124 (b) CGG
WESTERN GEOPHYSICAL
COMPANV O F AMERICA
lONDON DIGITAL CENTER C')
l>
VARIABLE AREA COMPARISON SECTION :u
o.o lllllllllllllllllllllllUllllllHlllllJllllllllUllllllllll~llHllll'lllllllllllllllUllllllllUllHIHllllllllllllllllllllH'llllllUlll"lllUUUlllllllllllllllYllllllllllllllllHllUllllRlllllYIMllmlllllllllllllllllll. .lllllllllllUlllllllllllllllllllllllllllllllllllDlllllllllllUlllllllllDlllllllHllllllUllllllllllllDllllllDlllllDlalllUlllllllllllllllllllllllllllllllllllll o.o
:<
s:
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o
o
o.a111·.¡1·.1:.1¡¡¡,~¡~~~~!tllllhllUili!iliioli~Klíll!1oilí!ll'Alll,lll~im".fó.li!'>ill!lllllil!.li!l~.~~~~rl~llilll~~~llllllMo.6 o
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1.0 1' 1 ~;¡~· · ...~i··. ..
·~··Ji~-, ,.,:;i.~11•111111 :~d·vr""· 1 ' "'"'t:l'i··::.¡:m.•a="1 1 ~·~-·-..-¡¡¡... ·¡¡¡~~ 11
::rc:.,...,.111\l1'li1C":t;;::llil~~S'~i3il~~·t:;;i .... ~"'::mii··=í · 16'iil.;.~ 1~·:•" "~ ::HIWWI. . i .o n
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2.0 2.0

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Fig. IV-124-c
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llJlNJ) 1Y!l!llO NOON01
'VOl¡j3 W'lf ~O AN'lfdWOO
1":ll6AHd03E> N~:U.S'iM
348 TRATADO OE GEOFISICA APLICADA

Las st>rciones .c:ísmicas se preiwntan, como ya indicamos de estas dos maneras,


componiéndose las serciones a partir de los correspondientes sismogramas corre-
gidos por medio del plottcr es la forma deseada.
e) Mixtos (Oscilográfiro} df'nsidad o área variable).
Consisten en superponer a la representación oscilográfica de las trazas el siste-
ma de densidad o área variable~ C.on este sistema se obtienen las ventajas de las
dos reprC',Sentaciones.
Estos sistemas de representación son muy útiles, pues presentan la gran ventaja
de tener toda la información original, a&Í como la de presentar muy claramente
los horizontes sísmicos¡ el geofísico y el geólogo pueden trabajar sobre estas sec-
ciones con mayor rapide:i: y facilülad.
En áreas de gran producción, como por ejemplo en los trabajos de sísmica
marina en los que es cifra corriente registrar 200 sismogramas diarios, son de gran
utilidad, pues en poca~ horas es posible preparar las secciones correspondientes a
dichos sismograma.c; y, por lanto, proyectar el trabajo para el día siguiente en
función del realizado.
1-\ nuestro juirio r.ste tipo de secciones presente el inconveniente de que sitúan
los horizontes reflejaules en la banda ele! sismograma correspondientes (es decir,
bajo el p<·rfil d<' explf)sión) sin posibilirlad de emigrados en función de su pendien-
te. Este _inconvenit'nlr, Rin imporlanda en zonas de pendientes suaves, puede ser
un grave obstá<·ulo rn zonas de fuertes pendientes. De todas formas conviene no
olvidar que, generalmente, se realizan las seccionr•.s films corrr.gidas y, asimimo,
las secciones normales, con lo que este último inconveniente se evita (fig. IV-124 a,
b, e, d, e).
IV-15.7. Sismogramas sintéticos
No queremos acabar estos puntos sobre los métodos sísmicos sin dar unas ideas
generales sobre los sismogramas simulados o sintéticos que constituyen una de las
realizaciones de más interés dentro de~ campo de la sísmica.
El sismograma sintético consiste en la fabricación ell e] laboratorio de un sis-
mograma comparable al registrado en el terreno. Para ello se parte del diagr:i-ma
del registro continuo de velocidad en un sondeo de la zona (C. V.L. o Testificación
continua de lu velocidad), según la técnica que explicamos a continuación.
Para el estudio de este tema, que haremos someramente, ronviene introducir
algunos conceptos previos.
Coeficiente de reflexión y refracción.-Se llama coeficiente de reflexión de
un contacto entre dos medios a la relación de amplituiles de la onda reflejada
a la onda incidente. Análogamente el corfirientc de refracción seria la relación
de amplitudes de la onrla transmitida o refractada a la onda incidente.
Sea (fig. IV-124) un rayo incidente longitudinal l l, que incide oblicuamente so-
bre un contacto horizontal que separa los medios 1 y 2. Al llegar al punto O
dará origen a los cuatro ravos indicamos en la figura, ya que parte de la energía
CAP. IV.· ME rooos SISMICOS 349

IL =Rayo rncrdento longl-


tudtnal
RL= Rayo refleJado long1-
tuci1na1
v1= V~ en el medro l AT= Rayo reflejado trans-
V¡= VT en el medio 1 versal

&1 =densidad en el medio 1 TL =Rayo refractado (o


transm ltldo) longrtu-
v2 = VL en el medio 2 TT dinal
v 2 =vL enelmedro2 TT = Rayo refractado (o
62 =denso dad en el medro 2 transmllrdo) trans-
versal
Fig. IV-124

de la onda longitudinal se transforma en ondas transversales (reflejada y re-


fractada).
Para estos rayos se verificarán las leyes de reflexión y refracción, por lo que con
las notaciones de la figura podemos poner:
ángulo it =ángulo rl
sen il sen rt sen tl sen tt
v;--~=v:;-~

Si suponemos los medios 1 y 2 homogéneos e isólropos y que la onda inciden-


te está representada por ,un movimiento simple armónico conocido, se pueden
calcular los coeficiente de reflexión y refracción.
El cálculo es laborioso por lo que no lo incluímos en estos apuntes (el lector
interesado puede encontrarlo, por ejemplo, en Explora/ion Ceophysics, de
Jakosky). Et1 esencia consiste en fijar las condiciones analíticas para que en el
contacto de los dos medios (z = o) sean continuos, tanto los desplazamientos de la
partícula como los esfuerzos. De esta manera se llegaría a un sistema de ecuacio-
nrs qw· pcrmitiría calcular los coeficientes Je reflexión y refracción 1, supuesto
conocidas la amplitud de la onda incidente, el ángulo de incidencia il y las dis-
tintas vrlocidades.
Caso de incidencia normal.-Cuando la incidenci& es normal (il =O) no se pro-
du1·rn ondas transvrrsall'~, ¡;;ino solamt·nte las ondas longitudinales reilejada y
rC'frae<'ión, y las c<:uacione~ anteriores se simplifican notablemente (il = rl =ti=
= 0), (kducirnilose en rilas los siguientes valores para los coeficientes dr reflexión
y ele' rl'Írac<·ión :
. A, 82 V2 -<5 1 V,
Coeficiente de reflex ion= R = A,= V + V [1]
82 2 81 1
1

350
\ TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

. . d f .. At 2 8 1 Vi
Coef1c1ente e re racc1on = T =A";- = V + V (2)
52 2 01 1

verificándose A,= A,+ At

A,, A, y At indican las amplitudes de las ondas incidentes, reflejada y refractada,


respectivamente.
Para este caso de incidencia normal se verífica •que las ondas reflejada y re-
fractada tienen la misma frecuencia y forma de onda que la onda inciden te, difi-
riendo solamente en la amplitud, como esquemáticamente se representa en la
figura lV-125.
En las fórmulas (1] y [2] obser-
vamos que intervienen los produc-
tos 5 V. A este producto se le llama
l---Ai impedancia acústica del medio..
1 De las fórmulas [ 1] y l2) se de-
A1=Ar+ At
1 duce que cuando la onda se propa-
ó¡V¡(62V2
ga de un medio de menor impedan-
cia acústica a otro de mayor
<
(5 1 V 1 Ó2 V 2 ) las ondas incidente,
6¡ V¡ el
reflejada y transmitida tienen mis·
mosigno.Cuando6 1 V 1 > 52 V2 ,
tas ondas incidentes y refractadas
tienen el mismo signo, pero la on-
At da reflejada invierte su signo.

Obtención de sismogramas sin-


téticos.-A Peterson y otros (Geo-
physics, Vol XX, núm. 3 julio de
1955) se debe la idea de obtener
sismogramas sintéticos partiendo de
Fig. IV-125 una aproximación de la fórmula
[ 1], que es la siguiente:
A, /1 (5 V) 1
R = Ai= (5 V)= 2 Á loge (ó V)
2
[3}
de donde: A, ~Á loge (5 V) ] A,
<:::< [
..
expresión que indica que la amplitud de la onda rrflejada, para cambio de la im-
pedancia acústica 5 V es, aproximadamente, proporcional al correspondiente
cambio incremental del logaritmo neperiano de dicha impedancia.
En la figura IV-126 explicamos la utilidad de la <-'Xpresión (3}. Supongamos
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 351

o Sismograma
tiempos
verflca/es
Arcillas

6¡ V¡
· - -- -- - - - - - - - - - - - - T12
62V2
Calizas

Arcillas

profundidades

Fig. IV·126

que el gráfico rayado es el del logaritmo neperiano de fJV. Supongamos un caso


sencillo como el de un medio homogéneo fJ 2 V2 intercalado entre otro medio
fJ1 V1 (52 V2 > 51 V1 ).
Para mayor claridad hemos representado los recorridos verticales OC1O y OD 1O
por los oblicuos OCA Y 008, siendo, por tanto, OA y 08 los tiempos verticales
correspondientes.
Supuesta conocida la amplitud de la onda A 1 , podemos conocer por las fórmu-
las (2) y (3) las sucesivas amplitudes reflejadas A, y A; y transmitidas At y A;.
Como conocemos las velocidades V 1 y V2 podremos calcular los tiempos vertica-
les t 0 c 1 0 = OA y t 0 d 10 = 08, estando, por tanto, en condiciones de obtener el
sismograma que esquemáticamente se indica por la traza de la figura IV-126, su-
puesto, claro es, conocidos el diagrama de 5V y la forma y amplitud del impulso
inicial.
En la práctica hay dos dificultades. La primera, que no se conoce generalmente
con precisión de densidad, y la segunda, que no conocemos tampoco la forma y
amplitud del impulso inicial.
Peterson resolvió estos dos inconvenientes haciendo dos simplificaciones.
1) Reemplazando la impedancia acústica fJV por la velocidad V.Estoen la prác-
tica es correcto, ya que como la velocidad y la densidad de una roca se hallan
ligadas, aproximadamente por la siguiente relación:
fJ =KV"

tendremos: log 5V = (n + 1) loge V+ loge K.


352 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

No es necesario siquiera que n y K sean absolutamente constantes, sino simple·


mente que se mantengan razonablemente constantes sobre los intervalos de profun-
didad elegidos para optener las distintas reflexiones del sismograma sintético, lo
cual suele ocurrir en la práctica.
Con esta simplificación bastará, pues, operar sobre el diagrama acústico del
C.V.L., ya que podremos sustihür el diagrama del logaritmo neperiano de oV por
el diagrama del 109 0 V sacado del C. V .L.
2) Peterson, asimismo, consideraba que la amplitud del impulso inicial se man·
tenía constante a todo lo largo del recorrido vertical, es decir, que A1 = At; est a
aproximación no introduce grandes errores, sino solamente distorsiones de
amplitud.
Finalmente, para obtener el sismograma sintético bastará elegir la forma del im-
pulso originado por la explosión y sustituir el recorrido en el subsuelo por un fil-
tro (filtro equivalente al terreno) y el geófono por otro (filtro equivalente al geó-
fono), según se indica esquemátice:mente en la figura IV-127.
El procedimiento se indica en esta misma figura. Consistiría en obtener del
C.V.L. el diagrama del 1090 V, que queda impreso en una banda negra (aquí la
hemos representado rayada). Se hace pasar delante dr una fuente luminosa que
acciona una célula fotoeléctrica. De esta manera obtenemos las amplitudes corres-
pondientes a la onda reflejada. Estas amplitudes se modulan a su frecuencia debi-
da (la del impulso inicial que se elija). Por último, se hace pasar este impulso por
los filtros equivalentes al terreno y al geófono y se introduce la señal resultante
en el amplificador, dando por resultado el sismograma sintético (del que sólo he-
mos representado una traza, pues todas las demás son iguales). Los tiempos corres-
pondientes se obtienen del diagrama del C.V.L.

r Amplifmtdor
"sfsm1co
--..----...i,..c::.-:.:·-{.:-::.:-.I·----

\
Sismograma
sintético.

Fig. IV-127
CAP. IV.· METOOOS SISMICOS 353

El problema que queda es el de la elección de impulso inicial (o impulsión) en


cuanto a su frecuencia y amplitud, es decir, su forma.
La forma del impulso inicial real es desconocida, por ello se suelen hacer prue-
bas con distintas impulsiones hasta lograr el sismograma sintético que más se
aproxime al real registrado en las proximidades del sondeo en donde se ha obteni·
do el C. V.L. Otro procedimiento usual es obtener la forma del impulso inicial es-
tudiando sismogramas reales obtenidos en la zona objeto del estudio.

Otros métodos de obtener sisrnogramas sintéticos


Modernamente se han desarrollado otras técnicas para la realización de sismo-
gramas sintéticos; nos limitamos a mencionarlas remitiendo al lector interesado a
Geophysica/ Prospecting Vol. VID, núm. 2, junio de 1960 (Simposium de sismo·
gramas sintéticos), pues su exposición se saldría del objeto de estos apuntes.
Existen los siguientes métodos:
1. Métodos analógicos.
modelos bidimensionales.
a) Electroacústicos
! barra ana1ogica.
, . 1

b) Eléctricos (utilizando el filtro magnético de retraso).

2. Métodos que utilizan ordenadores.


e) Método de Baranov y Kunetz.
d) Método del producto de matrices
e) Métodos aproximados
¡ Métodos exactos

Indiquemos, por último, que en la técnica de obtención de sismogramas sinté-


ticos se pueden fabricar con las reflexiones múltiples, es decir, con todas las refle-
xiones posibles que se pueden originar en los contactos que marca el C.V.L., y no
sólo Las múltiples simples, sino las dobles, triples, etc.
Los procedimientos de la barra analógica y los métodos exactos dete.rminan
todas las mÍU~ples.
Los métodos aproximados, mucho más sencillos, sólo determinan las múltiples
de superficie (reflejadas de nuevo en la superficie del suelo), y el resto, de las múl-
tiples internas (entre estratos), hasta el orden que interese.
Para el cálculo de los sismogramas sintéticos se emplean calculadoras electró-
nicas, que permiten la realización rápida de los mismos y el cálculo teórico exacto
de toda::i las reflexiones (simples y múltiples).

Utilidad de los sismogramas sintéticos

In dicamos someramente, las venta1as:


354 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

1) Mejor identificación estratigráfica de las reflexiones.


2) Mejor definición del carácter de las mismas, con la posibilidad de aplicarlas
a estudios de discordancia, arrecifes... , etc.
3) Un evidente progreso de las técnicas de campo y de oficina.
4) Proporciona un útil instrumento para el análisis de los sismogramas.

Limitaciones de los sismogramas sintéticos


a) Se supone la incidencia normal, lo que sólo es cierto para los geófonos pro-
ximos al punto de explosión.
b) Son estudios aproximados.
e) El registro obtenido en el campo tiene ciertas perturbaciones por dif~accio­
nes.. ., etc. que en el registro sintético no aparecen y que puede ser de mterés
conocer.
No obstante estas limitaciones, los sismogramas sintéticos son utilísimos.

f
1 V-16. Sfsmica marina
Fundamentalmente este método es igual que los demás sísmicos descritos. So-
lamente cambia el medio donde trabaja, que es el mar, y los instrumentos que es-
tán montados sobre un barco, flotando todo el sistema, explosión más Geófonos,
sobre la superficie del agua, o más claro, deslizándose ambos a poca profundidad
(10 a 25 metros), a la velocidad del barco (Fig. IV-128).

Desde 1941 se viene empleando el método, para el estudio de las plataformas


continentales. Desde entonces no han hecho más que mejorar los sistemas revolu-
cionándolos totalmente con el empleo de los registros magnético y digital.
Los geófonos están todos instalados en línea dentro de un tubo de poco diárÍle-
metro, perfectamente impermeable.
Por ser muy diferente el equipo a los que se emplean en tierra, vamos primero
a definir cuales son las fuentes de energía que se utilizan actualmente para produ-
cir la onda sísmica ( *). En primer lugar tenemos los sistemas de explosivos, aunque
con las técnicas especiales que amortiguan profundamente Jos efectos destructivos
para la pesca y demás seres vivos, como es e] Maxipulse. Durante muchos años se
empleaban cargas normales de dinamita, pero se les fué prohibiendo en casi todas

( *} Nota: De un trabajo sísmico en el Mediterráneo, supervisado por el Dr. Ingeniero de Minas,


Don Francisco Esteban.
CAP. IV.· METODOS SISM ICOS 355

Cables

émisorde ondas
ó ex losión
.-,-Y ¡J''~ Hidrófonos
~._>.;..-.. ,~'
• ~ - <............... -<--,s:s_ - ~

98rco
/11bor4for10
" N1.,/ ¡,¡mar

• Hldr6fonos
o Detectores de profundidad
.,. Regulador de profundidad

Fig. IV-128

partes en defensa de la naturaleza. Otros métodos como el Vaporchoc, clAirgun,


y el Acuachos, son también muy empleados y buenos en relación con la respuesta
que se requiere para cada caso. Estos tres últimos no emplean explosivos conven-
cionales.
En el Maxipulse utilizado por este equipo el explosivo se lanza a través de una
tubería de goma que se carga de agua merced al movimiento del barco. En el ex-
tremo de este tubo hay una parte metálica o cañón con una especie de resalte o
eslabón que es el que produce la explosión al chocar con el detonador que lleva la
carga.
356 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Otro sistema similar emplea una envoltura especial metálica con orificios que
sirve de amortiguador de los efectos nocivos para los peces.
La carga puede ser de nitrocarbomtrato y detona a unos 15 m bajo la superficil'
del agua. Libera una energía cinco veces superior a las otras fuentes de energía no
e>..-plosivas actualmente en uso. Este tipo de explosión se transforma eficazmente
en energía acústica con una relación de utilidad muy grande.
Es muy importante señalar que el nivel de la energía de fondo afecta durante
un tiempo de seis segundos al registro de un mismo disparo. Los niveles de señal
procedentes de otras fuentes no explosivas, bajo las mismas condiciones, alcanzan
nivúes de fondo muy inferiores.
La energía primaria producida por la detonación de la carga y la energía de las
ondas de burbujas son recogidas en un solo registro y después convenientemente
seleccionadas y filtradas.
También se están desarrollando métodos de disparo en el mar a base de aire coro·
primido y recalentado, que no es peligroso para la vida animal y da buenos resulta-
dos en muchos casos.
Otro procedimiento similar al anterior es a base de vapor recalentado o Vapor-
choc. Pretenden, que hace desaparecer e1 efecto de burbujas que produce ruidos
nocivos en los sismogramas.
Se empieza a emplear en Francia un método llamado fusil de Diesel-Oíl cuya
fuente de energía es el citado combustible, que se quema con un determinado vo-
lumen de aire. Lo que se despide al mar son gases quemados. El incremento de
presión puede ser muy grande y el disparo resulta de una energía muchas veces
mayor que la del aire comprimido. Citemos también un sistema de vacío entre dos
platillos, que al cerrarse violentamente produce una fuente de ondas y otro más
de explosión de gas metano. Pero en resumen para cada problema se debe usar la
fuente de energía que mejor se adapte al mismo.
La disposición del conjunto del equipo utilizado para el registro sísmico lo des-
cribimos someramente a continuación:
El equipo está montado sobre un arco prospector de la Western Geophysical Co.
de America, que ha realizado el trabajo sísmico en cuestión en el Mediterráneo es-
pañol.
Desde el barco hasta una balsa situada a 2400 m, se extiende el cable donde
van alojados los hidrófonos. Tiene 48 trazas y en cada traza van 48 hidrófonos lo·
grándose una cobertura de 2400 3.
Los hidrófonos están lo suficientemente alejados para no percibir perturbacio-
nes producidas por la proximidad de la explosión; van sumergidos a profundida-
des que en la parte central es de menos d<" 20 ro.
Todo el proceso de registros es automático hasta en sus más pequeños detalles,
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 357

dándose las órdenes aJ artificiero cuando se ve en un osciloscopio que la energía


sísmica ha dejado de manifestarse.
En un papel aparte se va registrando la primera traza debidamente desfasada y
así se logra ir teniendo w1a idea de la sección que se va obteniendo; aunque ésta no
sea muy rigurosa, sirve para conocer previamente el tipo de secciones o resultados
que se van a obtener y la batimetría del perfil.
Añadiremos que en aquellas zonas donde interesan secciones de poca profundi-
dad, los métodos sísmicos con fuentes de energía no explosiva son muy buenos.
Cuando se presentan problemas en los que se requiere una gran penetración, en
zonas de escasa respuesta, o por necesidades de orden litológico, los sistemas del
tipo Maxipulse u otros semejantes resultan más adecuados.
En las zonas de aguas someras (menos de 100 m) aparecen las llamadas ondas
de fondo, que son ondas de baja frecuencia, semejantes a las superficiales ya des-
critas. Estas ondas se eliminan fácilmente por medio de filtros de paso adecuado.
En algunos sitios se registran una señal perburbadora de alta frecuencia, que
persiste durante tiempos del orden de 10 segundos. Su intensidad es tan elevada
que muchas veces enmascara completamente la energía sísmica reflejada. Estas
ondas se originan en el '\,UUa y son debidas a reflexiones múltiples entre la superfi-
cie y el fondo del mar. El fenómeno se llama ringing o singing. Recientemente se
han desarrollado varios sistemas para anular este efecto, con bastante éxito.
La longitud total del extendimiento, que es variable en los distintos modelos,
es del orden de 1.000 m. Durante las operaciones el barco se desplaza a pequeña
velocidad constante y todo el sistema es arrastrado por el mismo. La producción
es mucho mayor que en tierra, pues se hacen del orden de 3000 Km de perfiles
marinos al mes. El coste es considerable, del orden de 300.000 $ al mes, pero re-
sulta mucho más econ6mico y eficaz por ki16metro.
El problema de la localización del barco o sea el elemento que podríamos llamar
topográfico, está resuelto perfectamente gracias a los modernos métodos de radio-
navegación .
En primer lugar hay un equipo a bordo del barco que permite conocer, con
una aproximación de 200 m, la situación del mismo. Este equipo es de radio-saté-
lite y merced a él se van marcando unas cruces en los planos que van obteniéndose
donde se señalan automáticamente las coordenadas geográficas.
Otros equipos también usados son el Toran, el Shoran y el Loran C. Previamen·
te se ha calculado la ruta con un ordenador que da un listado de la contínua situa·
ción del barco. Dos estaciones de radio de baja frecuencia enlazan con el mismo
a través de una radioemisora que recibe las señales en frecuencias distintas y así se
determinan las distancias respectivas que deben ser concordantes con el listado
358 TRATADO DE GEOFJSJCA APLICADA

previamente obtenido. El error que se suele producir de esta manera, en la situa-


ción del buque, es solo del orden de muy pocos metros. En la radioemisora va una
especie de osciloscopio que recibe la señal de las emisoras que hay en la costa y que
cuando en este osciloscopio se produce el acoplamiento de la señal que se está
recibiendo, automáticamente se 'tiene la distancia a la citada emisora.
En la figura IV-128 damos un esquema de la disposición del barco y su tendido
de cables.

IV-17. Una investigación sísmica en el centro de España

lV-17.1. Introducción
El trabajo fue realizado por la C.G.G. con la colaboración del IGME y por
encargo de la Compañía de Investigaciones y Explotaciones Petrolíferas (CIEPSA).
r;¡. edtudio es muy extenso y en estas líneas no hacemos más que resumir una
pequeña parte del mismo.
Agradecemos muy especialmente al IGME el habernos suministrado los da-
tos que damos a continuación y autorizada la publicación, con las naturales reser-
vas en cuanto a los lugares en concreto.
El estudio ha sido realizado por las misiones sísmicas de reflexión S-3030 y
S-3040 de C.G.G., habiendo efectuado en esta zona reducida un total de más de
120 km de perfiles. La media mensual por equipo ha sido de 51,5 km.
Anteriormente se había realizado una extensa campaña gi:avimétrica que facili-
tó la mejor colocación y distribución de las líneas sísmicas.
El problema planteado ha sido: Estudiar las posibilidades de cierre del embrión
estructural, adosado a un accidente ya conocido.
Buscar las posibilidades estructurales de la zona Sureste de una depresión
existente.
Definir lo mejor posible la tectónica de la sedimentación secundaria en esta mis-
ma zona.
La estadística del trabajo se ha llevado en varios estados:
En el primero se indican los medios utilizados, personal y material. En cuanto a
personal total han intervenido 22 hombres por equipo.
Del material, mencionaremos nada más lo de mayor interés: Un laboratorio
C.G.G. 59 con corrector MTD sobre camión; nueve camiones y cuatro remolques
para los servicios de Jefe de Campo, de oficina, topografía, explosivos, cables,
650 gcófonos de reflexión, aguas de los sondeos, taller y otros; además, tres trenes
de sondeo Failing, montados también sobre camiones y un vehículo de enlace. En
total 18 vehículos.
Se lh•va11 al día hojas topográficas y de perforación, pero únicamente copiamos
CAP. IV.· METODOS SJSMICOS 359

una de las hojas sísmicas por ser la de mayor interés, al llevar muchos datos cuya
descripción nos evüamos.
Topografía.
Los perfiles han sido implantados de forma lo más rectilínea posible. Con el fin
de evitar al máximo los daños de paso y utilizar de la mejor forma las vías de acce-
so, se ha tenido que realizar un importante trabajo de señalización.
Las operaciones topográficas utilizan sobre todo los puntos gravimétricos, si-
tuados en todos los mojones kilométricos a lo largo de la carretera.
Perforación.
Sobre la mayor parte del estudio, excepto en las proximidades del río, la
buena calidad de los pozos ha evitado la carga adelantada.
La perforación con agua adicionada de hentonita, ha sido imprescindible en las
orillas del mismo en las arenas y cascajos.
Sobre las extremidades Norte de los perfiles Cll, C34 y C35, los bancos de
conglomerados han retrasado la producción de los equipos.
El rendimiento medio por hora de perforación real es de 7,23 metros, (siendo
la mejor producción la conseguida por la Failing 1500 que alcanzó los 8 metros),
este rendimiento es satisfactorio.
Laboratorio.
Los parámetros de explotación son los utilizados por la misión S-3030 y se tra-
ducen en el cuadro de la figura
Recordamos que a excepción del C35 (9 puntos de tiro) donde d =30 metros
todos los perfiles tienen un intervalo entre trazas de 40 metros, o sea, un dispo-
sitivo relativamente corto.
Algunas líneas eléctricas de alta tensión, han provocado un parasitaje sobre
algunas películas, sobre todo a lo largo de la extremidad Este del perfil C33.
Dispositivo de registro.
Comprende 24 sismógrafos por traza, a cinco metros de distancia mutua,
desenrollados e~ líne~ paralela al perfil y después en dos líneas según un esquema
convenido. (Fig. lV-129).
Central de la misión.
Las secciones aérea variable han sido ubtenidas por unión de los play-backs
fotográficos, ejecutados con ayuda del conjunto CGG 59-MTD corrector.
Los reglajes de reproducción elegidos son:
• Filtros BF: 1/20 HF: 2/56
• AVC medio.
En el registro las bajas frecuencias fueron filtradas en 1/14.
Lo$ tiempos (dobles) de las secciones están relacionados con el plano de refe-
rencia + 550 metros, siendo éste constante para el conjunto del estudio.
360 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

SISMICA

PUESTA EN OBRA EXPLOTACION


.,, CGG 59 y Corree- Plano de referencia: DP = 550 m
..,o LABO
tor MTD
:;;"' "'e:
Q)

a. CABLES o Correcciones estáticas:


·¡;;
"'
Q)
1:>
FLAUTA 60 m. entre trazas u
Q)
J = 33 m/s de ree<1uccl6n al DP
.,, t:
o SISMOS EVSL Reflexión o W Z: Tiros bajo la w- z.
a. 2 (,)
¡::
o
-
e:
Amplificador: Filtros BF:
1
-:E
UJ
"'o
.t=
u
Q)
Monitor en cada punto de tiro en fil·
tros: 1/20, 2/56. AVC medio

·¡;; - - -AVC medio
14
:I:
"'
:; Unidad de Control Expansión.Si =
een
Q)
=-36 y-48; Po= 120 y 160; ..,"'o
"O R=80y200 e:
Q)

"'E
Q)
Supresión; 6i =-36 y-42; Gt = E
:r
t: u
=- 6,- 9,-12 y - 18; R = 160, o

200 y 320. o
<t
(.)
-:!: ..:.. e: Sismos: Semanal
:= ..o
._,_
u
, -o

e:
~ VJ
O.>
Amplificadores: Diaria. ~-5 Mandadas al cliente al fin de trabajo
-
UJ

UJ
> 13
Naturaleza de los explosivos:
w
~~ ·~
Goma n. 0 len cartuchos de 2,5 K9 y
1,250 Kg (</> 60 y 45 mm.) Correcciones dinámicas:
Naturaleza de los denotadores: V = 3300 mis constante
¡:
·¡:; Eléctricos Instantáneos.
Escalas: 1/6400
"'o
1:> Número de sondeos por punto de
.., tiro: 1. Presentación: Secciones Aire variable,
e
:r
o.
Disposición:al centro. e _g"'
1- de 8-11 puntos de tiro
Profundidad: 24-28 metros. u
:E
Cargas: 10,15 ó 20 Kg. (Tiros en ex
..J
"'
.t=
Composición: Sin
tremos). "'o
<t +"
e:
a: O.>
-~ Longitud: 480 m 6 360 - (C 35 ) 1- E
2 Reglajes:
"E Disposición de las trazas: a caballo. wº
:::i

8'
E Distancias entre trazas: 40 ó 30 m. u8 Filtros: 1/20,
"'
·¡¡; Sismos por traza: 24. 2/56
Q)
1:> Disposición de los sismos:
.,,O.> En 1, luego 2 lineas (Ver esquema) AVC: Medio
~
ESQUEMAS
sm sm
0-0--0-0-0-0-

t sm ~
0--0--0--0-0--0
-0-0-o ~
==3 sm PERFIL

sm
~""

Fig. IV-129
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 361

Las correcciones del punto de tiro han sido determinadas por el método CGG
utilizando los datos del sismógrafo VT (boca del pozo). ·
La buena calidad del conjunto de los registros (excepto en las proximidades del
río) ha hecho posible la utilización de las correcciones traza por traza, por medio
de las indicatrices. En los casos desfavorables, las correcciones han sido hechas
por altimetría.

IV-17.2 Velocidades
Velocidades superficiales
Para la reducción de los tiempos con relación al plano de referencia ( + 550 me-
tros) ha sido utilizada la velocidad V = 3300 m/s. Deducida de los datos anteriores
ha podido ser verificada en el curso del presente estudio por medio de las dro-
mocrónicas.

Velocidades verticales medias


La ley de velocidad utilizada para las correcciones dinámicas es: V= 3300 m/s
constante. Adoptada desde el principio del estudio como consecuencia de los da-
tos anteriores, ha sido verificada para nuestra zona Sureste de explotación con
ayuda de las estadísticas de T. Esta ley corrige de manera satisfactoria la curvatura
de las reflexiones.

IV-17.3. Examen de las secciones


Nota
En las descripciones que siguen, no se tratará más que de tiempos dobles.

Identificación geológica de los horizontes seguidos


Los resultados obtenidos son en general de buena calidad.
Ningún dato nuevo, concerniente a la geología no ha intervenido después del
estudio precedente, por lo que nuestra identificación contiene las mismas incer-
tidumbres.
Han s'do dibujados sobre mapas tres horizontes elegidos entre los más ca-
racterísticos. (Figs. l V-130 a IV-132).
El horizonte llamado 4 bis, por analogía con el horizonte 4, ya dibujado sobre
mapa por la misión precedente, representa, con buena probabilidad, el techo del
Mesozóico (carácter de puesta en fase y correlaciones con los afloramientos sobre
los bordes del sinclinal terciario). Está bastante próximo al horizonte 4 del infor-
me precedente e incluso a veces se confunde con este (Cll). El trazado de la base
del terciario sobre las secciones es a veces dificil de precisar por el hecho de los
biseles de erosión que existen por una y otra parte, y cuya distinción es a veces
subjetiva.
362 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

El horizonte 5 bis está muy próximo al horizonte 5 anterior, no habiendo sido


éste dibujado sobre mapa en el informe precedente, les hemos representado aquí
en el conjunto del permiso. Representa un nivel indeterminado del Cretáceo Su-
Ferior.
El horizonte 7 es frecuentemente de buena calidad (zona Sureste) volviéndose
pobre hacia el Noroeste, como consecuencia, posiblemente, del aumento de espe·
sor de la cuenca en esta dirección; está afectado de movimientos netamente distin-
tos de los del horizonte 5.
El trazado de un cuarto nivel, horizonte ID, ha sido esbozado sobre las seccio-
nes. El carácter de este nivel le hace correlacionar con las reflexiones profundas
registradas sobre los otros permisos.

Perfiles de orientación general Norte Noreste-Sur Suroeste


Los perfiles C34, C35, C30 y C31, C32 cortan transversalmente el valle del río.
El paso del accidente F1está bien claro sobre los tres primeros, pero su trazado
es más dudoso sobre los perfiles C31 y C32 donde la fosa sinclinal terciaria se es-
trecha. El salto de este accidente no es notable verdaderamente más que sobre los
perfiles C34 y C35 y por el hecho del cambio del carácter del horizonte 4 bis al
Sur del accidente, un perfil de unión con el compartimento Sur sería necesario pa-
ra asegurar las correlaciones. El perfil C34 indica sólo una culminación sobre el
compartimento Norte del Accidente FI, que parece tenderse en profundidad y
afectar el horizonte 7 sobre los perfiles C34 y C35. (Fig. IV -134).
, Un accidente F2 del mismo estilo es cortado por el perfil C30.
El accidente F3 no se hace sensible más que sobre el horizonte 7 y en Ja extre-
midad Noroeste de los perfiles C31 y C32. (Fig. IV-133)
El ¡lccidente F4 afecta hs series del intervalo 5 bis 7 entre los perfiles C35
y C31.
Ninguno de estos accidentes tiene el carácter de falla mayor y el horizonte ill,
trazado al límite de los resultados profundos coherentes, de forma sin duda bastan-
te poco precisa, no parece afectado.
En la aproximación de las estructuras secundarias, a cada extremidad de los per-
files, se acentúan las divergencias entre las series superiores (hasta el horizonte 5
bis) y las series profundas. Las variaciones de espesor en el Secundario pueden ser
en parte postsedimentarias (migraciones ta1erales de series plásticas) y ser el orí·
gen de esta tectónica de cobertura.

Perfiles de orientación general Noroeste-Sureste


..
Como consecuencia de su orientación paralela a la rurección tectónica principal,
los perfiles Cl 1 y C33, revelan una •disposición interna mucl10 más tranquila de los
mismos horizontes, que sobre las secciones precedentes. (Fig. IV -135).
CAP. IV.- METODOS SISM ICOS 363

El accidente F1 está recortado en las extremidades Noroeste del perfil C33,


con un débil salto. La falla F4 parece atravesar este perfil diagonalmente y es
sobre todo apreciable al nivel del horizonte 5 bis. Puede afectar también al perfil
Cll en la vertical del punto 1113.
El trazado del horizonte 4 bis, sobre el perfil Cl 1, ha sido seguido en concordan-
cia con el del horizonte 5 bis, admitiendo que en la extremidad Noroeste aparecen
biseles de sedimentación terciarios. Por debajo del horizonte 5 bis se nota un nivel
en discordancia angular clara entre los puntos 1110 y ll 15 del CU y 3301 a
3309 del C33.
Los horizont!!s 5 bis y 7 divergen sensiblemente hacia el Sureste del perfil C33.
El mismo fenómeno se muestra entre los horizontes 5 bis y Ill. Quizás, un acciden-
te ha hecho bajar al horizonte III a 2.400 milisegundos aproximadamente, en la
extremidad Sureste de la sección.

IV-17.4. Descripción de los mapas de isócronas e isópacas


Isócronas del horizonte 4 bis (Fig. IV-130).
Este hórizonte es inmediato a la hase del Terciario. Esta identificación se apoya
por otra parte, sobre la geología de superficie dibujada sobre el fondo del mapa.
En la zona explotada por S-3030 han sido dibujados nuevamente los horizontes
al Noroeste del CU. No obstante, las curvas isócronas relativas a esta zona, conser-
van un trazado general parecido al precedente. La posición de las fallas y del eje
sinclinal no se modifica.
La subida del eje sinclinal se efectúa de una extremidad a otra del estudio, en
dirección del Sureste, pero de manera más acusada a lo largo de la extremidad del
C33, evidenciándose la disminución rápida de potencia, en esta dirección, de la se-
dimentación terciaria.
El salto Sur de la falla F 1 es máximo a nivel del perfil C3 donde alcanza 90 m
(o sea, 300 m), pero pierde su importancia hacia el Sureste. Para asegurar las
correlaciones de una y otra parte de este accidente, un perfil suplementario debe-
ría unir los perfiles C3 y C32 entre los accidentes F1 y F2.
El eje sinclinal S2 está desplazado hacia el Sur, con relación al eje de superficie,
situándose la diferencia máxima en la zona Noroeste.
El pliegue anticlinal del eje A1, adosado a F 1, el cual es uno de los objetivos
del estudio se confirma, tiene un cierre relativamente débil 40 m aproximadamen-
te y una extensión bastante reducida.
Un ensillamiento podría existir entre los ejes A 1 y A2, en la parte situada entre
los perfiles C3 y C4; su estudio necesitaría algunas mediciones suplementarias.

Isócronas del horizonte 5 bis (Fig IV-131).


Puede suponerse que este mapa representa la tectónica del Cretáceo Superior.
364 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Esta tectónica parece más acusada que la del horizonte 4 bis. El fondo del sin·
clinal es más estrecho, los movimientos reconocidos más acentuados y una falla
nueva, F4, afecta al flanco Norte.
El eje sinclinal S2 coincide aproximadamente con el que se aprecia en superficie
y los ejes S2 y S1 se diferencian uno de otro.
Los pliegues anticlinales A2 y sobre todo A 1 están mejor marcados; el cierre de
la culminación A 1 podría alcanzar lOOm.
Las fallas F1 y F2 quedan prácticamente sin cambio, F1 afecta no obstante el
horizonte con más nitidez, en la zona Sureste.

Isócronas del horizonte 7


Este horizonte no identificado es neto y característico en la zona axial del sin-
clinal ter_ciario, pero se hace difícilmente diferenciahle sobre los bordes. La depre-
sióñ de Tobalina se conserva pero se muestra más ancha, menos acentuada y de
un dibujo más simple que sobre los mapas precedentes.
El profundizamiento del eje sinclinal S2 es continuo en dirección de Noroeste
y los pliegues anticlinales A 1 y A2, han desaparecido totalmente aquí. El salto
de los accidentes F1, F2 y F4 es menos importante que sobre el horizonte 5 bis,
y una nueva falla F3 aparece en el borde Norte.

lsópacas entre los horizontes 4 bis y 5 bis (Fig. IV-132).


Las isópacas tiempo dan una imagen de la topografía del horizonte 5 bis, al
momento del depósito de las series posteriores del Cretáceo Superior. Ponen en
evidencia numerosas variaciones locales de espesor siguiendo unos ejes paralelos a
la dirección general de los movimientos tectónicos. La concordancia de las princi-
pales zonas de anomalías con los ejes de los mapas de isócronas, indica que las
estructuras han sido esbozadas antes de la transgresión terciaria. En particular el
eje de mínimo espesor mi coincide con la cuhninación A 1 de los dos horizontes
4 bis y 5 bis.
t

El eje m2 está también en relación con el anticlinal A2 con un desplazamient'o


en dirección Noroeste probablemente explicable por un basculamiento en esta
dirección, posterior al depósito de las series del intervalo 4 bis - 5 bis. La existen-
cia de estos dos ejes de reducción de espesor confirma el interés de una búsqueda
de un posible ensillamiento entre los ejes anticlinales A 1 y A2.
Al Sur del accidente F 1, el trazado de las isopacas parece prolongar armonios~­
mente las indicaciones del compartimento Norte. Recordamos no obstante, que las
correlaciones entre perfiles no unidos entre ellos son subjetivas.

lsópacas entre los h~rizontes 5 bis y 7


Las series comprendidas entre estos dos horizontes representan un espesor im-
portante de terreno, en el interior del cual las variaciones de potencia son casi

l
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 365

sistemáticamente inversas de las del mapa precedente. Puede por tanto deducirse
que los relieves existentes en la época del horizonte 7 se han invertido completa-
mente después. De esta manera en la vertical del alto-fondo m2 del plano 11, se
superponen el eje de máximo espesor M2 de las isopacas del plano y el eje sinclinal
terciario. La geología regional nos ofrece otros ejemplos de una inversión tal, cuyo
ejemplo más espectacular se representa por la fosa terciaria del río, antiguo
alto-fondo secundario. Por otra parte, otro fenómeno ha podido intervenir para
modificar la repartición de las series del intervalo 5 bis - 7, en la hipótesis en que
esas series comporten términos plásticos espesos. Se trata del fenómeno de hundi-
miento diferencial, que puede haber contribuído al adelgazamiento de esas capas
en la vertical del sinclinal terciario y mismamente engendrar una migración late-
ral de los ténninos plásticos hacia los bordes de la fosa.
Esta hipótesis parece compatible con la existencia de la vasta anomalía gra-
vimétrica negativa que coincide con el fuerte gradiente de espesor al Noreste del
eje m2 y tal vez con el enriquecimiento de las series en términos plásticos menos
densos, como arcillas o sal.

IV-17.5. Conclusiones
En resumen, la calidad de los resultados varía con las zonas de trabajo y las con-
diciones tectónicas, pero en general es buena y la pr ofundidad de investigación es
frecuentemente muy importante.
Sobre el estudio en cuestión, ha sido confirmada una culminación A 1 cerrada
sobre la falla F 1, en el Cretáceo superior probable (horizontes 4 bis y 5 bis). El
eje anticlinal A2 puede estar separado de A 1 por un ensillamiento que debería
verificarse. Los horizontes profundos, el horizonte 7 y el horizonte Ill divergen
bajo los dos primeros en la proximidad de las sierras cretáceas que bordean el
sinclinal terciario. Parece que los relieves existentes en la época del horizonte 7 se
hayan invertido completamente a continuación. Un fenómeno de sentamiento di-
ferencial ha podido contribuir al sobreespesor de las capas plásticas sobre los bor-
des de la fosa. 'La acumulación de estas capas, arcillas o sal, poco densas, en el cora-
zón de las estructuras cretáceas aflorantes explicaría su coincidencia con una ano-
malía gravimétrica negativa.
Debe esperarse que la perforación ubicada al Norte del estudio, aportará justifi-
caciones suplementarias para la ejecución de una perforación test sobre la
culminación A 1.

*
375
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37
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SECCION AEREA VARIABLE


FilTROS: 1/ 20 - 2 / 56

p E R F 1LEs : e 34 - e 35 - e 30

Escala gráfica

0.5 O 0.5 1.0 1,5 Km

Horizonte seg u ido


Reflexión
Llegada parásita (reflexión múl-
tiple, difracción-refracción)

/ Falla

GEGEGESA

Fig. IV-134
capítulo V
métodos eléctricos

V-1 Introducción
El método eléctrico de prospección se basa en el estudio de campos de potencial
eléctrico, tanto en lo referente a los naturalmente existentes en la corteza terrestre,
como a los artificialmente provocados en la misma. Mediante estas mediciones se
puede determinar la situación en el subsuelo de criaderos minerales o reconocer
estructuras o accidentes geológicos. La modalidad más empleada y de más amplia
aplicación es la segunda, o sea, la de campos artificiales provocados.
El método eléctrico se diferencia de los otros estudiados, como el magnético
y el gravimétrico, en que estos estudian las variaciones de ciertos campos natura-
les del Globo terrestre ; en cambio, el nuevo método observa, salvo excepciones,
las consecuencias de un campo artificial aplicado al suelo. La teoría físico-matemá·
tica en que se basa, es, además, considerablemente más compleja que la teoría
de la gravedad o la del magnetismo y ello hace que los resultados que se obtienen
en este método no sean tan concretos, necesitándose una gran experiencia de cam-
po y detenerse mucho en la interpretación para realizarla de un modo satisfactorio.
Los instrumentos que hoy se emplean son los de antaño, en cuanto sus princi-
pios básicos, en los que se han introducido importantes mejoras a medida que la
técnica electrónica ha avanzado.
Los campos de potencial eléctrico, que se estudian en prospección, son muy
variados. En primer lugar, un criadero mineral puede actuar como una hatería
y crear su propio campo eléctrico, constituyendo un método especial llamado de
Autopotencial del que hablaremos. Pero lo más frecuente es enviar energía al
terreno, creando así campos artificiales de distintos tipos, de cuya deformación
pueden deducirse consecuencias sobre las características geológicas o mineras del
subsuelo.
379
380 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Se utiliza no solamente corriente continua, sino también corriente alterna, pues


estu última es bastante más cómoda de emplear que la primera. Muchos prospec-
tores prefieren no utilizar Ja alterna porque la técnica interpretatoria, ya de por
sí complicada, aún lo es más cuando hay que atender a posibles fenómenos de
inducción, capacidad, etc. Las frecuencias que se utilizan en las prospecciones son
muy variadas, pero se prefiere, en general, que sean Jo más bajas posibles, debido
a que Ja profundidad de penetración disminuye rápidamente, a medida que aumen-
ta la frecuencia. Las radiofrecuencias que son las más cómodas de empleo, apenas
sí pueden utilizarse o sólo para cuerpos muy someros; en especial se emplean éstas
en los detectores de minas. Se suelen considerar bajas frecuencias las qtte oscilan
de 5 a 60 períodos por segundo; como intermedias las que van de 200 ciclos al
kilociclo; desde aquí hasta los 80 ó LOO kilociclos como altas frecuencias y a par-
tir de los 100 kilociclos se entra dentro de la gama de las radio-frecuencias.
Una ventaja que tienen los métodos eléctricos sobre los gravimétrico y magné-
tico es el poder controlar la profundidad de penetración y en alguna de las moda-
lidades se llega a hacer de un modo bastante concreto, como ocurre, por ejemplo,
en el método de resistividades con el que se ha llegado hasta la técnica de los
sondeos eléctricos, llamados así porque de ellos pueden deducirse resultados com-
parables a los de los sondeos mecánicos.
Las aplicaciones principales de los métodos eléctricos se encuentran en minería,
~auas subterráneas, ingeniería civil y en forma especial en prospecciones petrolí-
feras. En esta última, la testificación eléctrica es w1a de las ramas del mismo méto-
do que está mundialmente utilizada y l1a producido un cambio total en Ja técnica
de los sondeos.
Desde el punto de vista económico, la principal ventaja de los métodos eléctri-
cos, es el reducido coste, no sólo en lo que a aparatos se refiere, sino también
en el trabajo de campo. Se pueden cubrir grandes extensiones de terreno en un
tiempo relativamente reducido y por un costo muy bajo. Por otro lado ya se va
generalizando por el mundo el no realizar perforaciones sin una etapa previa de
prospección geofísica y especialmente en aguas subterráneas, el método eléctrico
es el más usado.
Desde el principio de su desarrollo. estos métodos se han aplicado principal-
mente a la exploración minera. Primero limitándose a la localización de los sulfu-
ros más conductores y a estos siguieron los estudios estructurales. Pero hoy se
emplea también mucho para seguir la marcha de filones no conductores, como
los de espato-flúor o los diques de cuarzo aurífero y otros de tipo similar. Ade-
más, en obras pública.e;, se aplican Jos métddos eléctricos en la determinación de
la profundidad de la roca firme, en las presas y túneles, en localizar escapes de
aguas del cuerpo de las presas, en ciertas investigaciones en los puertos y en otros
muchos problemas.
En lo que se refiere al método eléctrico de resistividades su aplicación más
útil estriba en la investigación de aguas subterráneas. Es en realidad el método más
adecuado para este tipo de investigación, ya que el único parámetro físico que
CAP. V.· METODOS ELECTRICOS 381

permite a priori diferenciar netamente una roca seca de una roca impregnada de
agua es su conductividad eléctrica. En Espafia el problema del agua es muy im-
portante. El Centro que más gasta hoy en alumbramiento es el Instituto Nacional
de Colonización, y casi puede decirse que no hace un solo sondeo sin haber reali-
zado con anterioridad un estudio geológico y geofísico y este último, utilizando
principalmente el método eléctrico de resistividades sobre las zonas de mayor
interés hidrológico.

V-1.1. Propiedades eléctricas de las rocas.


Como el método está basado en las diferentes propiedades eléctricas de las
rocas, hagamos un somero estudio de estas propiedades :
Las características que de ellas se consideran principalmente son las siguientes:
Resistividad.-Es la propiedad más importante. Est e parámetro aparecerá cons-
tantemente en cualquier modalidad que empleemos del método estudiado.
Se define la resistividad, como la resistencia en Ohmios medida entre dos caras
opuestas, de un cubo de materia con dimensiones unitarias.
Si llamamos R a la resistencia de un conductor cilíndrico de longitud L, sec-
ción de área S, y resistividad p: resultará que:
L RS
R=p S' p=-
L

Haciendo L = 1 cm y S = 1 cm 2 obtenemos la unidad de resistividad que es


el Ohmio por cm 2 y por cm., que corrientemente se expresa en Ohmios-cm.
Se emplea igualmente el Ohmio-metro cuya magnitud es igual a la anterior di-
vidida por 100.
La corriente I que pasa por un cuerpo y la diferencia de potencial V que se
produce están relacionados por la ley de Ohm :
I= ~
R

y la corriente por unidad de área i =i se llama densidad de corriente.

Para dar una idea de los valores que encontraremos en prospección eléctrica
copiamos, a continuación, una lista de la resistividad de algunas rocas tomadas de
distintos autores y de nuestra propia experiencia :
Azufre ............... 1017 Ohms-cm.
,,
Mica ................ 1010 a 101s
Sal gema seca . . . . . . . . .. 105 a 101s "
Calcita ............... 5 a 1014 "
Cuarzo ............... 1014
10s ,,"
Granito seco ........... a 10 11
382 TRATADO DE GEOF ISICA APLICADA

Arenisca seca . . . . . . . . . . 106 a 101 º Ohms-cm.


,,
Limonita . . . . . . . . . . . . . 107
5 6 ,,
Caliza seca . . . . . . . . . . . . 10 a 10
,,
Cali:za húmeda ......... 5 · 103 a 5·104 ,,
3 4
Mineral de pirita, seco . . . 10 a 10
a 10- 1
,,
Mineral de pirita, húmedo . 102
a 10- 1
,,
Calcopirita . . . . . . . . . . . 1
,,
Calcopirita, húmeda . . . . 10- 2 a 10 - 3
Marga, seca ........... 5 · 103 a 104
Marga, húmeda . . . . . . . . 102 a 103
,,"
Arcilla, seca ........... 8 · 10 3

Arcilla, húmeda . . . . . . . . 10 a 102 "


Sal gema, húmeda . . . . . . 5 a 20 "
Grafito .............. 3 · 10- 2
,,"
Cobre ............... 1,7 · 10- 6
,,
Plata . . . . . . . . . . . . . . . . 10- 6
4 5 ,,
Agua pura de montaña.. . 10 a 3·10
Agua con 3% de sal . . . . . 5 a 10 "
Agua con 20% de sal . . ... . 3

La resistividad de las arenas puede variar mucho, según la cantidad de agua que
contienen y la calidad de la msima, por Jo que no queremos dar cifras concretas.
Pero es de interés saber que estando seca puede ser del orden de 107 Ohms-cm y
de 1 Ohms-cm. si el agua es salada. De cualquier forma las diferencias considera-
bles de resistividad que se manifiestan entre una arcilla y una arena con agua, da
lugar a que se detecte con cierta claridad un manto acuífero arenoso situado entre
capas de arcilla.
De acuerdo con lo que acabamos de decir obsérvese también que la sal común
está entre los primeros elementos del cuadro cuando está seca y entre los últimos
o menos resistentes cuando está húmedad.
Conductividad.-Se llama así al valor inverso de la resistividad.
Se distinguen en los minerales y rocas dos clases de conductividad: una llama-
da metálica o electrónica, que la poseen ciertos minerales que conducen la elec-
tricidad como los llamados metálicos y que se verifica por transporte de electro·
nes. Ejemplo son la pirita, el mispikel, la galena, el sulfuro de cobre, la magnetita
y la pirolusita. Esta conductividad puede desaparecer en estos minerales por la
interposición de una ganga aislante como el cuarzo, pues impide la comunicación
directa entre los cristales del mineral.
La otra conductividad se llama electrolítica y se refiere a minerales y rocas ais-
lantes en estado de sequedad como las arenas cuarzosas o las areniscas, pero que
conducen la corriente merced al agua que contienen; en este caso existe transpor-
te de iones al paso de la corriente y la conductividad es función de la cantidad de
agua que contienen y de la cantidad de sales ionizadas disueltas en ella. La resis-
CAP. V.- METODOS ELECTRICOS 383

tividad en estos se puede expresar prácticamente por el producto R.P. donde R es


la resistencia específica del agua que impregna la roca y P un factor que depende
del tanto por ciento de agua con relaci6n al volumen de la roca.
La resistividad de las rocas y formaciones está afectada por los siguientes
factores :
Resistividad de los minerales constitutivos¡ resistividad del agua que llena los
poros, volumen relativo de ambos y disposici6n de los mismos. De ellos hablare-
mos mas adelante.
Es de interés hacer resaltar que la resistividad de los minerales que hemos lla-
mado conductores, por ejemplo, la calcopirita, que es del orden de l a 10·1 Ohms-cm
parecida a la del agua salobre, es sin embargo, 106 veces mayor que la resistividad
de metales como el cobre y 10 10 veces menor que el granito seco.
Esto es te6rico, pues en la naturaleza, tal como se presentan las sustancias mi-
merales, los contrastes son del orden de 1a100 y con estas diferencias ya se com-
prende el interés que puede tener el método.
Actividad electroquímica.-La actividad electroquímica está relacionada con
la composición química de las rocas,,pero principalmente con la composici6n y
conoentración de los electrolitos que las impregnan. De ello depende la magnitud
y signo del voltaje que se desarrolla cuando la roca se encuentra en equilibrio con
un determinado electrolito. En esto está basado el método autopotencial del
que hablaremos más adelante; pero además al ocuparnos del agua de impregnación
de las rocas, nos extenderemos mas sobre estos importantes fenómenos.
Constante dieléctrica.-Se llama constante dieléctrica a un valor que expresa la
manera de polarizarse un material, cuando se le somete a un campo eléctrico.
La constante dieléctrica del agua es igual a 80 unidades y el vacío tiene como
valor la unidad. Por ejemplo, una roca arcillosa húmeda tiene un valor compren-
dido entre 40 y 50 unidades.
lsotropía y anisotropía.-Se define como isotropía la propiedad que presentan
algunos cuerpos, de que una magnitud física (en nuestro caso la conductividad),
sea la misma en cualquier dirección.
Por el contrario, se define como anisotropía la propiedad de que la conductivi-
dad varíe con la dirección que se considere dentro del cuerpo.
Un cuerpo típicamente anisótropo es el grafito, que estructuralmente presenta
un plano de cristalización; la conductividad resulta ser considerablemente mayor
en la dirección de este plano, que en el normal.
En Geofísica nos encontramos con lo que podríamos llamar anisotropía ma-
croscópica o macroanÍ'5otropía, ya que terrenos formados por cuerpos isotropos,
presentan en su conjunto anisotropía, por encontrarse dispuestos en capas o en
otro tipo de estructuras, como consecuencia de su formación Geológica. Esto en
realidad es un tipo de heterogeneidad, ya que se trata de un sistema eléctrico forma-
do por distintos cuerpos, que pueden ser homogéneos e isótropos.
384 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Efectos del agua de impregnación de las rocas.-Son conductores electrolíticos


todas las soluciones acuosas de sales, aún cuando las sustancias disueltas sean de por
sí poco conducloras. El ejemplo más típico es el de la sal en agua; ambos compo-
nentes, el agua pura y sobre todo la sal seca son extramedamente pobres conducto-
res en su estado natural.
La conducción de corriente en los electrolitos depende no sólo de la movilidad
de los iones, sino también de su número, que depende, a su vez, de la concentración
y del grado de disoóación. El agua es la sustancia que, por tener la constante die-
léctrica m más elevada, tiene mayor importancia en conductividad electrolítica.
Las rocas en sí, es decir, las rocas secas son muy poco conductoras de la elec-
tricidad con excepción de ciertos materiales ya mencionados antes como el gra-
fito y los sulfuros. S\ una roca es compacta o contiene sólo huecos aislados unos
de otros, también constituye una sustancia poco conductora. Pero generalmente
estos poros están conectados entre sí cuando se llena de agua y su presencia los ha-
ce convertirse en buenos conductores. La conductividad, por tanto, de las rocas
en general dependerá de los siguientes factores.
Lº -De la proporción en volumen de los huecos que existan en la roca, o fac-
tor de porosivad v.
2.0 -De la disposición geométrica de dichos poros: Factor de Formación F.
3.º -De la proporción en que dichos poros están rellenos con agua: Factor de
saturación Fs .
4. 0 - De la resistividad del agua que contiene Pw.
El agua pura es muy poco conductora, no se .,encuentra en la naturaleza y su
resistividad ya hemos dicho que disminuye con el porcentaje de sales que contiene
disuelta. En la figura V-1 puede verse cómo varía la resistividad del agua en función
del contenido en cloruro sódico, que es lo que con más frecuencia solemos encon-
trar en las formaciones geológicas.
Heiland establece la relación de los diferentes factores en una roca impregnada
de agua
F
P= V' Pw [ 1J

en la que p es la resistividad de la roca impregnada


Pw es la resistividad del agua contenida en la roca;
v es el volumen relativo de los poros o factor de porosidad y depende de la tex-
tura de la roca. Es cero cuando la roca es absolutamente compacta y aumenta
(hasta un número que es siempre inferior a la unidad) a medida que au-
menta la porosidad;
F es un factor que depende de la forma y distribución de los poros y lo llamare-
mos factor de formación.
CAP. V.· METODOS ELECTRICOS 385

25 000 so

E 20 000 E 40
~
~
E E
o" o"
.,e e:
'D
~ 15 000 ..
"
"
'D
30

~¡;; ~¡;;
a:" a:
..
10 000 20

5000 10

o 0,05 0,06 %de CINa 3 9


:]
12 %de CINa

(a) (b)

Fig. V-1

Para la porosidad v tomamos a continuación los valores de Heiland y Sundberg


que dan una indicación aproximada, pero que pueden servir para indicar la mag-
nitud que cabe esperar para ellos.
Rocas ígneas y pizarras cristalinas ............. . 0,005 a 0,02
Filadios compactos, calizas compactas, cuarcitas .. . 0,03 0,04
Pizarras arcillosas .......................... . 0,02 0,05
Arenas, areniscas, calizas porosas y arcillas com· .. .
pactas ........................... . .... . 0,08 0,15
Margas y arcillas porosas, calizas cavernosas y do-
lomías ................................ . 0,15 0,40
Margas y calizas muy cavernosa!' y arenas gruesas .. . 0,40 0,75
Tobas y tierras de infusorios ................. . 0,70 0,90

En realidad en la fórmula debe introducirse también un factor Fs que se llama


factor de saturación y que depende de la proporción en que los poros de la roca
están rellenos de agua; en este caso
386 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

F 1
p= V 'Pw. F l2J
s

En la zona de saturación, es decir, teóricamente bajo el nivel hidrostático, el


factor de saturación es igual a la unidad y entonces la fórmula se convierte en la ya
indicada. Pero en la zona de aireación, por encima de ese nivel, ese factor F5
varía mucho para una roca húmeda: para gravas y arenas gruesas desde 0,01 hasta
0,40 y para rocas capaces de almacenar agua por acción capilar como las arcillas,
hasta 0,60. No obstante, si el aire es muy seco los valores de F, pueden ser mucho
más bajos. En la época calurosa, en el desierto, por ejemplo F, puede ser práctica-
mente O cerca de la superficie; es decir, que para una medición eléctrica del suelo,
es necesario clavar los electrodos de corriente a bastante profundidad para llegar a
una zona aJgo húmeda y obtener un paso de corriente que de lugar a lecturas apre-
ciables.
Las formaciones que más quedan afectadas por su contenido de agua son las
arcillas, las formaciones arcillosas, las arenas y las areniscas.
Pero las que más quedan afectadas por su factor de formación F son las
areniscas, las cuarcitas, las calizas y las pizarras. En resumen, aquéllas que por su
formación pueden tener, con un mismo volumen de poros, pero con formas y posi-
ciones geométricas distintas, resistividades de la roca impregnadas muy diferentes.
El factor F está afectado por la forma, posición, orientación y contacto o aisla-
miento de los poros. Por ejemplo, si suponemos todos los poros unidos en forma
de tubos comunicados longitudinalmente en la dirección de la corriente eléctrica,
entonces es igual a v. Cuando están distribuí dos en forma de esferas aisladas o en
forma de láminas aisladas perpendiculares a la corriente, entonces llega a valores
elevados y la resistividad de Ja roca se eleva proporcionalmente a él, con el mismo
agua de impregnación y el mismo factor v de porosidad.
Archie estudió la variación de F para un determinado volumen de arenas y are-
niscas de la costa del Golfo de México cuya porosidad oscilaba entre el 1O y 40%
dibujando en papel logarítmico los valores de F en función de la porosidad, lo que
Je permitió llegar a la siguiente relación simple para el factor de formación
[3]

v es la fracción de porosidad total de la arena y m un factor que es constante para


una roca determinada, pero que puede variar entre rocas que tienen la misma poro·
sidad. Para un factor de porosidad de 1 el factor de formación tiene que ser tam-
bién igual a la unidad.
Para una serie de arenas investigadas por Arclúe, el factor m de la ecuación
[3] encontró que variaba de 1,3 para las arenas sueltas a 2,0 para formaciones bien
consolidadas. Cuanto mayor es el grado de cementación, mayor parece ser en gene-
ral el factor m; por este motivo se le ha denominado factor de cementación. No
existe todavía ningún método conocido para determinar de un modo exacto y
directamente este factor de cementación.
CAP. V.· METODOS ELECTRICOS 387

La significación física del factor m puede explicarse como sigue: Volvamos al


caso indicado de poros en forma de tubos cilíndricos en la dirección de la corrien·
te. Entonces el factor de cementación m sería igual a la unidad y el factor F
sería igual a v. En realidad los poros forman como canales tortuosos que debe
seguir la corriente eléctrica; esto aumenta la longitud total de los caminos conduc-
tores, lo que, a su vez, de acuerdo con la ley de Ohm aumenta la resistencia de la
sustancia. Para cualquier roca el factor de formación F es por consiguiente mayor
que v lo que indica que el factvr de cementación debe ser siempre mayor que la
unidad. Cuando la arena está cementada machos poros originales están bloquea-
dos por materias resistentes y la corriente eléctrica debe hacer recorridos mayores
que en las arenas no cementadas, lo que aumenta su resistencia. Por consiguiente
este factor es relativamente grande para las arenas cerrentadas y en general aumen-
ta con el grado de cementación.
En el caso de arcillas y pizarras arcillosas su composición es también como la
de las arenas, un conjunto de pequeños recipientes entrelazados entre sí que con-
tienen también agua de formación y aún cuando el receptáculo en sí está consti-
tuido por sustancia poco conductora, en general silicatos de aluminio, la conduc-
.
tividad en conjunto es bastante grande .
Schlumberger hace intervenir en la fórmula una constante K calculada experi-
mentalmente, que para las formaciones más corrientes es igual a 0,8 L En este caso
F = K · v-m.

V-2. Clasificación de los métodos eléctricos


Los métodos eléctricos pueden dividirse en tres grupos principales; el primero
no comprende rnás que el método autopotencial; e1 segundo comprende los que
podemos llamar métodos de potencial y el tercero los métodos electromagnéti-
cos. Heiland considera un cuarto grupo donde incluye los métodos que emplean
radiofrecuencias.
El método de polarización espontánea o de autopotencial, hay que estudiarlo
separadamente, pues el campo de potencial lo origina el mismo criadero por un
fenómeno de polarización electroquímica originada por el ataque de la montera
del mineral por las aguas subterráneas. La posición del filón o masa miner~ada
se determina estudiando la forma de las üneas equipotenciales en la superficie del
terreno, lo que se hace, bien directamente o bien con la medición de perfiles.
Los criaderos que producen fenómenos de esta índole son en general, los sulfu·
ros, aún cuando también puede emplearse el método para localización de depósitos
de grafito y para otros casos especiales, como la determinación de fallas.
Los métodos de pott;nc1al propiamente dichos, también llamados por Jakosky
métodos conductivos, comprenden aquellos e11 los que los electrodos que se em-
plean para enviar corriente al terreno, (electrodos de corriente), así como los que
sirven para determinar las variaciones en el campo de potencial originado ( elec-
trodos de medida), se establecen en contacto directo con el terreno. La corriente
388 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

empleada puede ser continua o alterna. Comprenden las siguienres modalidades:


Métodos de líneas y perfiles equipotenciales; Métodos de resistividades; Métodos
de cocientes y caídas de potencial y Métodos tipo Eltran (Electrica] Transient).
Dentro de los métodos de potencial también hay que situar el moderno método de
Polarización Inducida que tan útil viene resultando en la prospección de minerales
físicamente diseminados (en especial sulfuros).
Por último, los métodos electromagnéticos están basados en medir las varia-
ciones del campo electromagnético engendrado en el terreno por distintos proce-
dimientos en general inductivos.

V-2.1. Método de polarización espontánea y autopotencial.


La polarización espontánea está engendrada por las acciones químicas y efectos
de contacto que se producen entre dos cuerpos o terrenos de distinta naturaleza y
resistividad diferente. Dentro de esta modalidad nos fijaremos también en las
corrientes que originan los diferentes grados de acidez o alcalinidad de las aguas
subterráneas. Sean A y B (fig. V-2) dos vasos unidos por un sifón y entre los
cuales se mide la diferencia de potencial por medio de un galvanómetro y dos
electrodos impolarizables. Si acidificamos el agua de B, se hace negativa respecto
a A y la diferencia de potencial puede llegar a 100 milivoltios, aún para concentra-
ciones moderadas.

A B

agua agua acidulada

Fig. V-2

Si la comunicación de los vasos se hace a través de una membrana porosa, la


solución electrolítica provocará a ambos lados una diferencia de potencial elec-
trico que puede ser mucho mayor y proporcional a la presión P que produce la fil.
tración. Esta diferencia de potencial V es igual a ( 1):

V=K·DP
µv
siendo:
P = presión que produce la filtración
(1) Prospection Electrique par Courants Continues - Pierre Lasfargues.
CAP. V.- METODOS ELECTRICOS 389

D = constante dieléctrica del electrolito


µ = coeficiente de viscosidad del electrolito
a= conductividad específica del electTolito
K = coeficiente que depende del electrolito y de la naturaleza química de la pa-
red porosa.
Teniendo en cuenta esta consideración previa, supongamos una masa de pirita
AB (fig. V-3) a pocos metros de la superficie. Con una disposición eléctrica consti-
tuí da por dos electrodos impolarizables y un galvanómetro intercalado reconoz-

'l<

PIRITA

7 Nivel hldrostátlco

-- B

LAnodo
(zona reductora)

Fig. V-3

camos la superficie del terreno. En las proximidades de la masa se observará una


diferencia de potencial de modo que el electrodo más próximo a la masa es siem-
pre negativo respecto al otro.
Este fenómeno se explica del modo siguiente: (fig. V-4) dos trozos de un mis·
mo mineral o metal se introducen en los dos compartimentos que establece un
tabique poroso en una vasija. En el compartimento correspondiente al trozo A
se coloca una solución oxidante (K 2 Mn0 4 ) y en el otro agua pura. La corriente
entonces circula por el conductor desde A hacia B y en el electrolito de B a A,
390 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

o sea, que A constituye el polo positi-


vo de la pila así formada y B el nega·
tivo. Análogamente se comprende que
la zona de potenciales negaLivos sea Ja
. ~ .. ' más próxima a A.
. - - - - + - - - - 1 : :· ~--+-----.
... ., . Del mismo modo una masa de pirita
..\'o:~.. AB como la de la figura V-3 prolongán-
~a-
..?. dose suficientemenle en profundidad,
puede tener la parte superior A en la
zona de oxidación por encima del nivel
hidrostático, en tanto que la parte
inferior B no experimenta ataque al-
guno. Entonces se constituirá de mo-
Fig. V-4 do análogo una pila que dará origen
a una corriente en el Lerreno que irá
desde B hacia A, difundiéndose con una densidad de corrienle variable según
la distancia al criadero y cerrándose a través del mismo.
El punlo de la superficie del terreno más próximo al punto A es por tanto el
centro de potencial negativo (fig. V-5).
Esta diferencia de potencial que se
produce entre dos electrodos iguales
sumergidos en concentraciones dife-
rentes de un electrolilo, puede ser
calculada.
Supongamos que las dos disolucio-
nes tengan concenlraciones iónicas
distintas C1 y C2 • La diferencia de
potencial entre los dos electrodos, se-
gún Lasfargues, es
L<neas
equlpotenclales _4 T C2 )
~V=1,98x 10 - log 10 - (en volt.
Fig. V-5 n C1

siendo n = valencia del metal, y


T = temperatura absoluta.
El caso de un mineral como Ja pirita,es similar: los electrodos están constituídos
por la pirita; la parte alta sobre el nivel hidrostático y la baja inferior a ese nivel
se pueden considerar como electrodos de la misma naturaleza sumergidos en
electrolitos de distinta composición.
Si llamamos P' a la presión eleclroütica de disolución del mineral, esta presión
será Pj en el ánodo y P; en el cátodo. La diferencia de potencial producida
por la pila así constituída, será:
CAP. V.- METODOS ELECTRICOS 391

Esta diferencia de potencial, en general de centésimas de voltio, puede llegar


en algunos casos a varios voltios.
Práctica del método.-El material empleado consta sólo de un galvanómetro
muy sensible y dos electrodos impolarizables unidos a él por conductores aislados.
Uno de los electrodos queda fijo y el otro se mueve de modo que se tantea un
punto en el cual, el galvanómetro no acuse paso de corriente. Esto significará que
ambos están situados sobre una misma línea equipotencial. De esta manera se
buscarán los puntos hasta obtener una serie de ellos que nos permita dibujar una
línea equipotencial. Repetida Ja operación para otros de distinto potencial se
llegará a un gráfico como el de la figura V-5, o bien se miden las diferencias de
potencial en los diferentes puntos y se trazan las líneas equipotenciales.
Electrodos impolarizables.-Para este
tipo de prospección es indispensable el
uso de electrodos impolarizahles, ya que
los ordinarios de piqueta metálica produ- tubo <Je Cu

cen fenómenos de polarización que en-


enmascararían los resultados.
Consisten estos electrodos, en lineas
generales (fig. V-6) en un tubo de cobre
embutido en un vaso poroso que contie-
ne una solución saturada de sulfato de Cu
con cristales. Tubo y vaso están envuel-
vaso poroso
tos por una cubierta de caucho o plás-
tico, menos la parte inferior que queda
al descubierto y BS la que hace contacto so1uc:1ón saturada
de sulfato de Cu
con el terreno. Cuando una corriente con cristales
atraviesa el electrodo descompone una
pequeña parte del sulfato, pero esta últi- Electrodo irnpolarizable
ma se renueva inmediatamente por la Fig. V-6
disolución de una cantidad equivalente
de la misma sal presente en el recipiente en forma de cristales, de forma que la
disolución del sulfato queda siempre a la misma concentración, evitándose así al
polarización del electrodo.
Los yacimientos donde se manifiesta más frecuentemente la polarización ee-
pontánea son los de pirita. También son favorables los de calcopirita, calcosina,
covelina, las antracitas y los yacimientos de grafito.

V-2.2. Los métodos de potencial


Métodos de líneas equipotenciales.-En estos métodos hay que introducir un
392 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

ll'neas de corriente
equlpotenclales

Fig. V-7

Fig. V-8
CAP. V.- METODOS ELECTRICOS 393

campo artificial de corriente en el terreno. Se puede ulilizar corriente alterna


o continua y los electrodos se ponen en contacto con el suelo, creando así u n
campo eléctrico. E"te campo puede ser el normal (figs. V-7 y V-8) producido por
dos electrodos punluales suficientemente alejados entre sí o el producido por dos
largos hilos elecLrodos paralelos que crean así un campo reclangular (fig. V-9).
Cuando se hace pasar una corrien-
te entre los dos hilos electrodos,
las líneas de corriente, en super-
ficie, serán perpendiculares a los
hilos si el terreno es homogéneo,
por tanto las líneas equipoten- lineas
ciales, que son perpendiculares
a ellas, serán paralelas a los hilos
elcclrodos. Mediante Jos instru-
mentos de medida adecuados se
determina la configuración de las
líneas equipotenciales sobre la
superficie del terreno, cuyas de-
formaciones nos podrán aportar
información sobre lo que ocurre
en profundidad. Cuando se em-
plea corriente continua los apara- Fíg. V-9
los de medida son potencióme-
tros y los electrodos de potencial suelen ser electrodos impolarizables, para evi ~ar
el tener que compensar las corrientes extrañas de polarización que se producen
en ellos cuando son piquetas metálicas. En los métodos de corriente alterna, Ja
repartición de los potenciales no está regida por las mismas leyes y tiene algunos
inconvenientes su empleo. aunque también otras ventajali, corno no tener que
usar electrodos impolarizables.
Modo de operar.-~] método más frecuente consiste en clavar dos electrodos A y
B (figs. V-7 y V-8) unidos a un circuito de pilas o de generador de corriente con lo
que se creará un cumpo eléctrico. El circuito de medida comprende otros dos
electrodos M y N unidos a un potenciómetro y un galvanómetro con objeto de
medir las diferencias de potencial en diver!\os puntos.
Con el potenciómetro se miden milivoltios y está combinado con un galvanó-
metro de forma que permita la medición de t::. V y la intensidad 1.
El electrodo M por ejemplo queda fijo y el otro N se va clavando en sucesivos
puntos del suelo, hasta que el galvanómetro queda en cero y entonces el potencial
en ambos será el mismo. Una vez dibujada de esta manera una línea equipolen-
cia\, sobre el terreno pasaremos a medir otra a distancia convenida.
La deformación de las lineas equipotencia1es nos indicará lu localización de una
masa de mineral o de roca, distinta del medio en que se encuenlTa. Por ejemplo
si las líneas equipolenciales se separan (fig. V-9) indicará que la masa encontrada
394 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

es más conductora; si se juntan, será que se trata de una masa más resistente y
produce el fenómeno contrario.

V-2.3. Métodos de resistividades


El método de líneas y perfiles equipotenciales del que hemos hablado anterior-
mente es útil solamente para la determinación de cuerpos de extensión limitada,
situados a poca profundidad y con conductividad muy distinta del medio que los
rodea; no sirve para el estudio de formaciones horizontales rú para la búsqueda de
cuerpos a mayor profundidad.
El método de resistividades permite no sólo el estudio de formaciones subhori-
zontales sino también la determinación de formaciones subverticales (fallas,
filones) a una profundidad mayor que el método de Líneas y perfiles equipoten-
ciales.
El método llamado de resistividades es, sin duda, en todas sus modalidades
el más importante de todos los métodos eléctricos. Su característica general es
similar al método anterior, o sea, que se envía corriente al terreno mediante dos
electrodos A y B que se clavan en el suelo y una vez establecido así un campo
eléctrico artificial, se investigan sus condiciones con otros dos electrodos M y N
adicionales, también clavados en el terreno y cuyas distancias se varían convenien-
temente (fig. V-7).
Se puede determinar de este modo la resistividad aparente del terreno, que es
función del cociente entre la diferencia de potencial medida entre los electrodos
de investigación y la intensidad de corriente con que se alimenta el terreno. En la
función interviene un coeficiente que depende, a su vez, de Ja disposición de los
electrodos. Este coeficiente es lo que se conoce como factor de penetración por-
que es el que controla la profundidad de investigación a que se está operando.
De esta forma suministra una información cuantitativa de las propiedades
conductoras del subsuelo, y podremos determinar aproximadamente, la distribu-
ción vertical de su resistividad.
Consideraciones teóricas.
Antes de iniciar el estudio del método, es necesario hacer una serie de conside-
raciones teóricas, sobre el fenómeno físico en que se funda. Iniciaremos su descrip-
ción partiendo de dos leyes fundamentales:
a) La ley de la conservación de la carga espacial:

div y=- a q
at
b) La ley de Ohm:
Y = aE

donde el vector Y representa una densidad de corriente (Amp/m 2 }, q la densidad


CAP. V.- METODOS ELECTRICOS 395

de_carga espacial (coulornhios/m3 ), t el tiempo, a la conductividad (Ohm- 1 • m- 1 )


y E el vector de campo eléctrico (Voltios/m), definiéndose éste como el gradiente
del potencial eléctrico V:
E=-gradV

La ley de Ohm, anteriormente expuesta, es válida sólo en el caso de cuerpos


isótropos, ya que en el caso de un cuerpo anisótropo, la conductividad no podría
considerarse como un escalar a, sino como un tensor simétrico de segundo orden.
Considerando el caso de régimen estacionario, la densidad de carga espacial
será constante, y la ley de la conservación de la carga espacial se simplifica a:
div Y= O

Haciendo uso de las dos leyes fundamentales para régimen estacionario y cuer-
pos isótropos, tenemos :
div Y=div (a E)= a div (E)= a div (-grad V)=- a !:.V= O
de lo que resulta :
t:.V=O

que es la ecuación de Laplace.


Vamos a aplicarla ahora al estudio de un semiespacio formado por un terreno
homogéneo e isótropo, en cuya superficie suponemos una carga puntual (un elec-
trodo de corriente en el punto considerado y el otro en el infinito), para ello apli-
caremos la ecuación de Laplace en coordenadas esféricas.
2
a ( 2 a v)+ a ( 8 a v)+
~ r ar 1
r 2 sen e ae sen ae
1
r2 sen 2 e aa ..pv2 -_ 0
y como el sistema presenta simetría respecto a O y a ..p, supondremos que el poten-
cial depende sólo de la distancia r al electrodo, con lo que la ecuación de Laplace
se reduce a : ( )
~ r 2 d V =O
d r dr
de cuya integración resulta:
B
V=A--
r

Si adoptamos como potencial nulo, el del infinito, resultará A= O, con lo que


queda:
V=-~
r

La densidad de corriente en una dirección cualquiera y, a la distanciar, tendrá


por módulo:
396 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

dV B
Y=-a-=-a-
dr r2

Puesto que la densidad de corriente resulta ser la misma en cualquier dirección


y, a la misma distanciar del electrodo, la corriente 1 que penetra por el electrodo,
será la misma que la que atraviesa una semiesfera de radio (fig. V-10) y por tanto:

1= 2 rr r 2 Y =2 rr r 2 ( - a ~2 ) =- 2 rr a B
y
B=- _I_ =- lp
2rra 211"

Fig. V-10

Por tanto, resulta que el potencial debido a un electrodo puntual, y a una dis-
tancia r de éste es:
V== _!E_ -
2 7r r

De esta ecuación vamos a partir para estudiar las configuraciones más empleadas
en los trabajos de Resistividad.
Como ya dijimos, se utilizan normalmente dos electrodos de corriente A y B;
uno por el que se inyecta una corriente al terreno,
uniéndolo al polo positivo de una batería, y hace
de puente; otro por el que esta corriente sale del
terreno, uniéndolo con el polo negativo de la ' .
hatería y que hace de sumidero.
En la figura V-ll consideraremos el polo posi-
M tivo de la batería unido al electrodo A, y el polo
Fig.V-11 negativo al electrodo B. El potencial en un punto
CAP. V.- CAP. V.- METODOS ELECTRICOS 397

tal como el M, donde se encuentra el electrodo de medida, viene dad0 por el teore-
ma de la superposición de los campos eléctricos:

VM = !..e.. ( _1_ - _1_ )


27r AM BM

De igual forma, en el punto N se tendrá:

VN=.!.....e.(_1___
1)
27r AN BN

y la diferencia de potencial que se leerá con un voltímetro entre los puntos M y N


será:
~V= VM -VN = .!...EÍi(-1
27rll AM
- _1
BM
)-(-1 - _1 )]
AN BN

Si despejamos de aquí la resistividad p, resulta:

p= ( 1
AM
1
BM
y( 1
AN
1 )
BN
. ~V =k ~V
1 1

donde k resultará ser una función depenlliente del tipo de dispositivo empleado,
y viene dado por :
k = 211"
1
(A~ - B~) - (AN- ~N)
Tipos de dispositivos empleados
Se han venido usando muchos tipos de dispositivos para los electrodos de
corriente y de medida. La mayor parte de ellos están en desuso, y sólo haremos una
breve reseña. El dispositivo Schlumberger es el que se ha impuesto y sólo se emplea
algún otro tipo, como el de V enner, para algunos casos concretos.
Los dispositivos más importantes son :
Dispositivo Schlumberger:
En este dispositivo, los electrodos
de medida M y N se sitúan simétri-
camente a la distancia Q del punto
estación O. A N B

Los electrodos de corriente, de


igual forma, a la distancia variable
L.
L, y de forma que los cuatro elec-
trodos queden alineados sobre el
terreno (fig. V-12). Fig. V-12
398 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Aplicando la fórmula que nos da k, resulta:


_______2_1T_ _ _ _ _ _ _ =JI.. L 2 - 112

k-(L~Q-l~Q) - (L~Q-L~Q) 2
Q

Dispositivo Wenner:
Se utiliza también el sistema de

tis~rJ
electrodos alineados y simétricos
V
con el punto de estación O, y como
A M o N B se ve en la figura V-13 se tiene:
*Jl*.R)ll~AAAAAS<

I•
a
•I•
a
·I• AM=MN = NB =a
tomando a, como parámetro del
Fig. V-13
díspositivo.
Tiene el inconveniente, sobre el Schlumberger, que todos los electrodos han
de modificarse en cada medida.
La función k resulta ser :
k= 2 1T -21Ta
J_) - (-1 - .l )
( la _ 2a 2a a

que es mucho más sencilla que la del dispositivo Schlumherger.

Dispositivo de Lee
Es similar al de V enner, con la diferencia de que en el Lee se sitúa un electrodo
de medida E, en el punto de estación O, haciéndose las lecturas entre el central y
uno de los laterales (fig. V-14).

I• •1• •12
•¡•1 a12 •I•
-·· ·I
Fig. V-14

El valor de k, en este caso, será:

k= (!.ª __ 1 ) ~7T(-1 _ _1 ) =
6
1T ª
3~ 3~ 3~
2 2 2
CAP. V.- METODOS ELECTRICOS 399

Se dibujan las dos curvas de resistividad en función de a, la obtenida leyendo en


ME y la obtenida leyendo en EN. Si las condiciones del terreno, a la derecha y a la
izquierda de E,son idénticas, las dos curvas también lo serán. Si hay un cuerpo
más conductor a la izquierda, la curva de resistividades de este lado dará valores
inferiores que la de la derecha, detectándose así la presencia de esta irregularidad
o efecto lateral.

Otros dispositivos
y

En este apartado sintetizaremos una serie de dis- p

positivos, menos empleados que los anteriores,


y cuya característica distintiva es que los electrodos
de corriente y medida no están alineados.
Para el estudio conjunto partimos de la figura
V-15, y vamos a calcular el potencial en un punto
tal como el P, provocado por los electrodos de X

corriente situados en A y B. El punto P queda de- 1- L •I


finido en coordenadas polares por r y e.
Fig. V-15
Aplicando el principio de la superposición:

V=~ ( ~p - ~p)
donde:
AP =[r 2 + (L/2) 2 + Lr cos8 J*
y
BP=[r2 + (L/2)2 - Lrcose]*

que desarrollado en serie y considerando r ~ L, podemos escribir como:

V ~ J._¿ L cos e
21T r2

A partir de esta expresión podemos determinar el campo eléctrico en el punto


P. Las componentes radial, azimutal, en la dirección del eje x, o parelelo, y en la
dirección del eje y o perpendicular son :
a) radial E =- a V =lpl3 cose
r ar 7Tr

h) azimutal E8 =- .!. aV =!.e..!:..3 sen e


rae 27Tr

c) paralela E = - 0V = .!.E..!:. (3 cos2 e - 1)


X OX 21fr3

d) perpendicular E =- aV= 31 p L {sen e. cos 1:1)


v av 27Tr3
400 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Si los electrodos de medida M y N se sitúan de forma que su punto central


coincida con el punto p, y Ia distancia Q entre ellos es muy pequeña, comparada
con r tendremos que la diferencia de potencial medido será, aproximadamente,
el producto de la componente del campo eléctrico, en la dirección de los elec-
trodos, por la distancia Q entre ellos:
t1V~EMNQ

De acuerdo con estas disposiciones se obtiene, como valor de k, para los dis-
positivos que se esquematizan en la figura V-16.
k- .,,.,3 •
a) Radial
r LQ cos· e
21T r 3
h) Azimutal ke - - - - -
Usen·8

c) Paralelo
k =27Tr3__1_ _
x L Q 3 cos2 • 8 - 1
27rr3
d) Perpendicular ky= 3 L.Q cos·B sen·B

Como caso particular del radial, o


del paralelo, se tiene el que podíamos
llamar axial, en el que el azimut 8
Fig. V-16 se hace nulo, con lo que:

3
k
ax
== .!.!....
LQ
Y como caso particular del azimutal o del paralelo, tenemos el llamado dispo-
sitivo ecuatorial, en el que el azimut se hace igual a 1í12 radianes, con lo que:
3
2-
1T r
k eq = LQ -

Estudio de una sección del terreno.


En el caso real de campo, no se presentará nunca el caso de un terreno homo-
géneo, sino que en la mayoría de los casos, en los que son de aplicación el método
de resistividades, estará formado por una serie de capas de terreno homogéneo,
que formarán en su conjunto un sistema heterogéneo (anisotropía macroscópica,
o macro anisotropía). Al aplicar en estos casos las fórmulas obtenidas para cada • ·
dispositivo , en el caso homogéneo claro está, nos dará una resistividad aparente del
terreno, resistividad que será función del parámetro del dispositivo. En el caso
del dispositivo Schlurnherger, por ejemplo, será función de L = ~ , y en un
tt'm·no formado por dos rapas horizontales de resistividad p 1 y p 2 , en el que
CAP. V.- METODOS ELECTRICOS 401

p 2 < P1 tendremos que para valores 1o g -


bajos de L, la resistividad aparente P¡
log. L._
será prácticamente igual a la resisti-
~
vidad de la primera capa p 1 (figura º·" ............
0,6
V-17). Esto se debe a que muy poca
0,4
"\.
corriente llega a la segunda capa. Por
el contrario, para valores grandes de
L, la resistividad aparente tiende al

la corriente circulará ahora por la


segunda capa. En el caso representa-
0,2

valor de la resistividad de la segunda 0,1


capa p 2 , ya que la mayor parte de
0,05
o
'" "'-...

10 20
............. :-.
40 60 80 100

do en la figura V-17 que se ha dibu-


jado a escala bilogarítmica, se ve que Fig. V-17
p 2 = 0,05 p 1 •

V-2.4. Sondeo Eléctrico, o SEV


Es el método eléctrico más empleado en la actualidad. Tomando un punto del
terreno como estación, se procede a realizar una serie de lecturas con distintos va-
lores del parámetro, característico del dispositivo empleado. A medida que el pa-
rámetro aumenta, y por tanto se hace mayor la apertura del dispositivo, la infor-
mación que recibimos corresponde a profundidades mayores. De aquí el nom-
bre de sondeo que lleva el método.

Equipo necesario y material empleado.


Para 12 realización de un SEV, sin exigir una gran exactitud, bastaría con dis-
poner de un voltímetro, un miliamperímetro, cuatro barrenas metálicas (como
electrodos). una batería de pilas secas y cable en longitud suficiente. El miliampe-
rímetro debe ser capaz de medir intensidades de unos 100 m · A a fondo de esca-
la y debe tener Shunts para poder ampliar el margen de medida. El esquema de la
figura V -18 corresponde a un aparato sencillo para la medición de resistividades.
............ ' ....
·---·-···
.:.-~~-~-~~¡;.:..:: ;,

••
r-@
' 1

¡
l .... k
··~·· •
Equipo Eléctrico de Resistividad
402 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Las pilas secas se conectan en serie para obtener la tensión de trabajo necesaria.
El circmto lo completa un reostato, que permite disponer de distintas salidas de
corriente.
: - ._: .. - ·;::·:· --
1

.•

'
,.
~
..

Equipo Electromagnético

-
. -- ''

,
~- -~----=- _... :J

""

Equipo de Polarización inducida


CAP. V.- METODOS ELECTRICOS 403

¡
Electrodo
Electrodo
de corriente

Fig. V-18

Hay que tener cuidado al tomar las lecturas en el voltímetro, de haber corregi-
do el potencial espontáneo , llamando así al debido a corrientes eléctricas natura-
les. Hay instrumentos que llevan un dispositivo incorporado para la compensación
de estos potenciales.
Se pueden corregir las lecturas, midiendo el potencial espontáneo en el voltí-
metro, cuando no está conectada la batería, y posteriormente restando esta canti-
dad a las medidas realizadas, o bien con un circuito auxiliar incorporado en el ins-
trumento, del que se toma una tensión igual y opuesta al potencial espontáneo.
De esta forma se lleva el voltímetro a cero.
En la figura V-19 se puede ver la disposición real del equipo en el campo.

Cables aislados

Fíg. V-19
404 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Trabajo de campo
Normalmente, dado el gran número de ábacos disponibles para la posterior in-
terpretación, se utiliza el dispositivo Schlumberger.
El operador de campo lleva consigo un estadillo, donde están las lecturas que ha
de realizar. Como ejemplo adjuntamos el estadillo obtenido para el SEV 3 del
perfil 1, de un trabajo de ensayo (Tabla I).

TABLA I
E.T.S. DE INGENIEROS DE MINAS

LABORATORIO DE GEOFISICA

OBSERVADOR: F. Martínez PERFIL 1

OBSERVACIONES: SEV 3

t:.v
Estación
AB
-
2
MN
(m.A)
Escala
Volt. (m.V) -t:.v
1
p OBSERVA·
CIONES
'.
1 2 1 5,30 3V 2.500 500 !:>900
2 3 1 5,80 3V 1.000 172,5 4740
3 4 1 4,70 1V 280 59,5 2940
4 5 1 6 300mV 142 23,65 1835
5 6 1 8 100 mV 79 9,85 1100
6 8 1 6 30mV 13,2 2,2 440
7 10 1 5,80 10mV 2,3 0,39
8 13 1 10,5 10 mV 6,8 0,647 343
9 16 1 10. 10mV 3,9 0,39 314
10 20 1 10 3mV 2,4 0,24 301
11 25 1 13 3mV 2 0,154 301

En la columna primera se anota el número de la lectura efectuada; en la segunda


el parámetro del dispositivo en metros (OA = L); en la tercera la distancia entre
los electrodos de medida MN; en la cuarta, la intensidad de corriente leída en Am-
perímetro; en la quinta la escala empleada en la lectura deJ Voltímetro; en la sexta
el valor de la diferencia de potencial .üV en milivoltios; y en la séptima el valor
del cociente tl V /l. Posteriormente se procederá a la representación gráfica de los
resultados obtenidos.

Interpretación y Curvas patrón.


Desde el comienzo de los SEV se han venido utilizando una serie de métodos
de interpretación que se han ido abandonando sucesivamente por otros mejores.
Nosotros empleamos los métodos de Orellana y Mooney que son buenos y senci-
llos de aplicar.
CAP. V.- METODOS ELECTRICOS 405

Los datos tomados en las hojas de campo se reflejan en un gráfico, en el que


se llevan en ordenadas las resistividades aparentes, y en abcisas la distancia que
hay entre uno de los electrodos de corriente y el punto O de sondeo (OA = 08 =
=AB/2). Las escalas tomadas en ambos ejes son logarítmicas, para que la forma
y tamaño de la curva sean independientes de las unidades utilizadas en las medi-
ciones. El módulo del papel logarítmico es de 62,5 mm.
Ya hemos indicado que hay que hallar la magnitud de la resistividad para que
la curva entre dentro del intervalo que se tome en el eje de ordenadas.
El papel empleado es transparente para facilitar la interpretación, mediante las
curvas patrón, por superposición, obteniendo por lectura directa la resistividad y
el espesor de la capa superficial. Como veremos, cada gráfico es la representación
de un sondeo.
La curva está dibujada por puntos, que corresponden a cada estación, habiendo-
se unido los puntos mediante trazos continuos (fig. V-20). Se observan en ella tres
tramos escalonados produciéndose estos escalones al cambiar la distancia MN.

1.000 ~---------.--------.-------~

E
e:
.,e:
<:i.
1 - - - - M z Nz
} - - - M¡ N ¡ -+----1

10-t----~~-~--'-~---~---+---~~--~
1 10 100 1.000 m
AB
2
Fig. V-20

Tales escalones se suavizan adecuadamente antes de hacer la interpretación. Se


debe insistir en que los datos obtenidos en el campo han de ser lo más exactos que
se pueda y obtenidos con aparatos de una cierta sensibilidad, para que las curvas,
sobre las que se van a sacar las conclusiones del estudio, se acerquen lo más posible
/
a la realidad.
Otro factor que hay que considerar antes de decidirse a hacer un estudio de este
tipo, es comprobar que el terreno que se está estudiando <;umple las hipótesis que
406 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

sirven de hase para el cálculo de las curvas patrón. La primera hace referencia a
que las discontinuidades en el subsuelo han de ser horizontales. Si el contacto
tiene un buzamiento hasta de 10 a 15º, puede subsanarse orientando la línea de
electrodos paralela al arrumbamiento de las formaciones.
La segunda indica que no han de existir variaciones laterales de resistividad.
Se recomienda, a no ser que se conozca positivamente la inexistencia de este tipo
de discontinuidad, hacer dos SE V perpendiculares en cada estación, o dos paralelos
ligeramente separados.
Las diferencias obenidas son debidas a las discontinuidades y se reflejan con
saltos en las curvas que si no son muy bruscos se pueden suavizar al dibujar la cur-
va. También se recomienda el empleo de corriente continua, pues así se han cal-
culado las curvas patrón.
Como último factor a tener en cuenta está la importancia que tiene el dibujar
en el campo las curvas, ya que en ellas se advierten los errores cometidos por dis-
continuidades laterales, fugas de corriente, mal contacto de los electrodos, y se
puede repetir el sondeo, si así conviene.
Para el dibujo de la curva, las ahcisas de los puntos las tomamos de la segunda
columna de la hoja de campo, y las ordenadas habría que determinarlas mediante
la ecuación que da la resistividad aparente para el dispositivo Schlumberger, apli-
cándola a cada estación.

Obtención de las curvas patrón.


Las curvas patrón se obtienen 5egún un modelo físico simplificado. Se hacen
una serie de suposiciones, ya nombradas anteriormente, como son: terreno hori-
zontal, contactos entre distintas capas horizontales, y ta última capa de espesor
infinito.
Pero el estudio matemático resulta complejo y su descripción no corresponde
a la extensión de este libro. En él intervienen funciones de Bessel, y la integración
de las expresiones obtenidas no fue posible hasta que no se consiguió suficiente
técnica en el uso de los ordenadores.
Curvas tipo.
Para curvas de una capa, si represen- p

tamos como siempre, en abscisas aber-


tura de ala AB/2 y en ordenadas
las resistividades aparentes, la curva
sería una recta paralela al eje de absci-
sas en el punto
AB
P == Pt
'-----------~-------~
Curva de una capa
Para dos capas, la curva comienza
tangente a la resistividad p 1 de la Fig. V·21
CAP. V.· METODOS ELECTRICOS 407

primera capa, y tiende asintóticamente hacia la resistividad de la segunda capa p 2 .


Se agrupan estas curvas en dos grandes familias según sea p 1 < p2 o p1 > p2
uno y otro tipo están representados en la figura V-22.

AB AB
(a) 2 (b) T
Curvas de dos caras

Fig. V-22

Las curvas de tres capas, se caracterizan porque un porcentaje elevado de


ellas tienen un máximo, o un mínimo, ó 3 puntos de inflexión, no siempre apre-
ciables, que se corresponden con los cuatro cambios de concavidad-convexidad
de la curva. En el caso de que no presenten estas particularidades, la experiencia
del interpretador es la única regla para encajarlas con acierto dentro de este grupo
de tres capas.
Se clasifican en los cuatro tipos siguientes :
Tipo H para p 1 > P2 < p3
TipoK para Pt < P2 > p3
Tipo A para p 1 < p 2 < p3
Tipo Q para P1 > P2 > p3

Los tipos H y K presentan siempre un mínimo y un máximo respectivamente


(fig. V-23).

Tipo H AS Tipo K AB
(a) 2 ( b) 2
Curvas de tres capas
Fig. V-23
408 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

La curva comienza, igual que para dos capas, tangente a la resistividad p 1 de


la primera capa, y acaba asintótica a la resistiviada p 3 de la tercera, pasando gene-
ralmente por un mínimo o un máximo, que refleja la tendencia de la curva hacia
la resistividad de la segunda capa. Hay que considerar que el valor del máximo o
mínimo no da la resistividad de la capa intermedia, puesto que solamente
una fracción de corriente pasa por esta capa, pero sí nos da una referencia al indi-
carnos que p 2 es menor que la resistividad del mínimo, o que p 2 es mayor que la
resistividad del máximo.
Para los tipos A y O, las curvas tienen una forma ascendente y descendente res-
pectivamente. Hacemos la misma consideración para el tramo inicial y final de la
curva y, en cuanto al central, a veces se observan en él cambios de curvatura que
son consecuencia de que la curva tienda a la resistividad de la capa intermedia. De
ahí lo dicho que la curva pueda presentar tres puntos de inflexión, pues ha de
cambiar cuatro veces la curvatura (fig. V-24).

Tipo Q AB
2
Curvas de tres capas

Fig. V-24

Nótese que la variación central de la curva no siempre existe, lo que dificulta


su clasificación, y consecuentemente su interpretación, que puede dar lugar a in-
terpretarla como una curva de dos capas.
Las curvas de cuatro capas admiten una clasificación siguiendo el método
empleado para las de tres capas.
Orellano - Mooney distinguen los ocho tipos siguientes :
HK, K H, QH, AK, HA,K Q, QQ, AA.
Donde, por ejemplo, al tipo AA pertenecen las que cumplen que p 1
< P3 < p4 (fig. V-25).
< p2 < j
1
A las del tipo HK aquéllas en que p 1 > p2 < p3 > p4 (fig. V-26).
CAP. V.· METODOS ELECTA ICOS 409

p p

L--+----+---1------ Profundidades
E¡ E3 AS
2
(a) ( b)
Curvas de cuatro capas del tipo AA

Fig. V-25

p p

P3 - - - - - -- - - - -..,...---....,

P4 ----------

P¡ P¡

P1

' - - - - 1 - - - - - i i - - - - - + - - - Profundidades
E¡ E2 E3 AB
2
(a) (b)
Curvas de cuatro c.apas del tipo HK

Fig. V-26

p
p4 ----- --- -- ---- - --- ...----~

P3 ------ --- - - ..---~

P2

E E E Profundidades
(a)
Curvas de cuatro capas del tipo HA

Fig. V-27
410 TRATADO DE GEOFISICA APLICIOA

P4 -------------------...----

P2 >--------Y"---..

P3 - - - - - ------- -

E E Profundldade$ AB
(a) ( b) 2
Curvas de cuatro capas del tipo KH

Fig. V-28

En las del tipo KH se verifica que p 1 < p 2 > p 3 < p4 (fig. V-28) y en las del
tipo HA se cumple que p 1 > p2 < p 3 < p 4 (fig. V-27).
Ambos tipos están dibujados en las figuras correspondientes.
Interpretación de las curvas de campo.
Ya hemos dicho que afrontar el problema de la interpretación es necesaria una
gran experiencia, mucha habilidad, y un conocimiento bastante profundo de la
geología de la zona en estudio. Esto último ayuda a elegir o a buscar el mejor
resultado en las interpretaciones. Otras veces se fuerza el resultado para seguir la
continuidad de un perfil, etc.
Como ejemplo, hagamos una interpretación del SEV número 7. Su gráfica es
una curva muy clara de dos capas. Busquemos en las Tablas de Orellana - Mooney
(fig. V-30) el ábaco correspondiente a las curvas patrón de dos capas del tipo des-
cendente (p 2 < p 1 ).
La curva correspondiente al SEV-7 dibujada en papel logarítmico transparente,
(fig. V-29), se superpone sobre el ábaco hasta que, manteniendo los ejes paralelos,
la curva de campo coincida con alguna patrón, o se pueda interpolar entre dos cur-
vas. Una vez conseguido, se calca sobre el papel de la curva de campo, la cmz (ori-
gen de coordenadas del ábaco) y la marca de resistividad, en este caso 0,3, se refiere
a P2 =k P 1 que aparece en ordenadas sobre cada curva del haz. El espesor y resis-
tividad de la primera lo dan la abscisa y ordenada de la cruz sobre los ejes de la
curva de campo. La segunda y última capa se considera de espesor infinito, y su
resistividad viene dada en función de la resistividad de la primera capa, por la mar-
ca de resistividad.
En nuestro ejemplo, el ajuste de la curva sobre el ábaco aparece en la figura
V-30. :\ la vista de él se deduce :p 1 = 6500 n · m; E1 = 2 m.
CAP. V.· METODOS ELECTR ICOS 411

TABLA 1

E.T.S. DE INGENIEROS DE MINAS


LABORATORIO DE GEOFISICA

OBSERVADOR F. Martínez 1 Perfil 3

OBSERVACIONES SEV 23

I ~V ~V
Estación -AB
2
-MN
2 m.A. mV
- k P,

1 1,5 0,4 6,5 4.842 745


' 8,2 6.100
2 2 0,4 7,0 2.620 384 15, 1 5.800
3 3 0,4 8,4 1.210 144 34,7 5.000
4 4 0,4 9,3 625 67,2 62,5 4.200
5 5 0,4 9,0 332 36,9 97,5 3.600
6 6 0,4 9,5 200 22,1 140,6 3.100
7 8 0,4 9,5 98,5 10,35 251 2.600
8 10 0,4 9,2 54 5,87 392 2.300
9 13 0,4 9,4 29,8 3,17 663 2.100

8 10 2 12,8 390 30,5 75,4 2.300


9 13 2 13,4 200 15, 15 130 2.100
10 16 2 11 ,6 120 10,35 198 2.050
11 20 2 14,0 90 6,44 311 2.000
12 25 2 14,5 59,5 4,10 488 2.000
13 32 2 14,2 34,4 2,44 801 1.950
14 40 2 14,0 21,4 1,53 1.253 1.900
15 50 2 13,5 13,1 0,97 1.960 1.900

14 40 8 13,5 85 6,30 302 1.900


15 50 8 13,8 55 3,98 478 1.900
16 65 8 13,3 33 2,33 817 1.900
17 80 8 14,0 21,4 1,53 1.244 1.900
18 100 8 13,4 13 0,97 1.951 1.900
19 130 8 14,9 8,5 0,57 3.305 1.900
20 160 8 15 5,7 0,38 5.014 1.900
412 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Proyección en
- - - - - - - - - - - - - - Fecha

Datos

capas Espesor (m) Resist1111dad (!2m)


1 2 6.500 Azimut en AB _ __
2 2 .000 Cota de sop. z..=__
Coordenadas x___
Lambert y_ __

7
6
5
4

Marca de
2 ___ ...!!!,s•~~

0,3

10"-+-------------+--------------+---------t-
9
8
7
6
5
4

10
9 --+-- ------------+--------------+---------r
2

8
7
6
5
4

10-+--+--+---+--+--+--+-+--+-+--+--tc--+---+---t----+---tr--+--+-t--t--+-t--t---t-t-
1,5 2 3 4 5 6 8 13 16 20 25 32 40 50 65 80 130 160 200 2iO 320 400
lm. 10m 100m &Xlm
AB
2 Fig. V-29
CAP. V.· METODOS ELECTRICOS 413

C>C>
40 ---r-
1
E1 =t
i 40=Pz
¡ P1 =1
l 20
20 ---t--
1s ---r--

'º ---r--
i
i
i
P,
L:an 15

10
i
7 ---~-- 7
!
1
5 ---¡-- 5

3,5
i
---i-- 3,5
1
2,5
2,0
--+--
·--+--
2,5
2,0
¡
1,5 ___ .¡__ 1,5
1,25 -·-- i 10
1,25
1-f- 100
0,8
0,65 ---i-- 0.65
f
0,5 ___i__ 0,5
i
0,4 --+-- 0,4
i
0,3 ---~--
1
1
0,2 ••• i.•• 0,2
i
0,15 ___ ¡___ 0,15
i
1
0,10 ---Í--
0,1 0
i
i
0,07
---t--
i
0,07

i
o.os ---¡-- 0,05

i
j
i
i
0,025 ---:-- 0,025

Fig. V-30
414 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

La marca de resistividad, interpolando, es aproximadamente p2 =0,3 p1 luego


P2 = 0,3 X 6500 = 1950·
Vamos a ver a continuación cómo se interpreta una curva de tres capas, valién-
donos del método del punto auxiliar. Usamos el llamado método de Ebert, de
interpretación de curvas de tres capas, mediante las curvas patrón de dos.
Se hace el artificio de sustituir las <los primeras capas por una sola capa ficticia,
cuya resistividad y espesor Ee y Pe los da la abscisa y ordenada de la segunda cruz.
Hacemos una interpretación, por este método, en el SEV núm. 23, fig. C-31.
Es una curva del tipo Q de tres capas; se superpone la parte izquierda de la cur-
va de campo con la teórica que mejor se ajuste del ábaco correspondiente a las cur-
vas patrón de dos capas del tipo descendente (p 2 < p 1 ), figura V-32 y se calca la
primera cruz (origen de coordenadas del ábaco patrón) y la marca de resistividad.
La ordenada de la primera cruz da p 1 = 5000 n.m y la abscisa E 1 =1,5 m. La
marca de resistividad es p 2 = 0,3 p 1 =0,3 >< 5000 :=o 1500 nm. Véase este primer
paso en la figura V-32.
Posteriormente se coloca la primera cruz marcada en la hoja de campo, sobre el
origen de coordenadas del diagrama del punto auxiliar, para las curvas de tipo Q,
que aparecen en la figura Y-33 teniendo la precaución de mantener siempre los
ejes paralelos. Se calca, sobre la curva de campo, la curva que parte de la primera
cruz y corresponde a la marca de resistividad hallada antes, esto es, pz = 0,3 p 1 •
El papel transparente con la curva de campo se superpone otra vez a la lámina
patrón de dos capas. Teniéndose cuidado de mantener los ejes paralelos, se despla·
za ésta sobre aquélla, llevando siempre el origen de coordenadas de la lámina
patrón sobre la curva auxiliar trazada anteriormente, hasta que la parte derecha
de la curva de campo coincide con una de las curvas patrón. En este momento
se marca la segunda cruz sobre el papel transparente de la curva de campo. La or-
denada y abscisa de la segunda cruz dan la resistividad y espesor de la capa ficticia.
Anotamos Pe= 1900 n.m, y la marca de resistividad p 3 = 0,04 p 0 , de la que
obtenemos p 3 = 0,04 x 1900 =76 n m. Se puede ver este paso en la fig. V-35.
Se superpone nuevamente la curva de campo sobre el gráfico auxiliar, colocan-
do la primera cruz sobre el origen. Sobre la segunda cruz se calca la curva de línea
continua que pasa sobre ella, interpolándola, y se anota el número que le corres-
ponde v = E2 /E 1 , figura V-33.
Anotamos E2 /E 1 =2,6, luego E2 = 2,6 " 1,5 = 3,9 m.
Este sondeo queda interpretado:

Pi =5000U x m E1 =1,5m.
Pz = 1500 .Q x m E2 =3,9 m.
p3 = 76 n" m

Estas curvas de tres capas, se pueden también interpretar con las curvas patrón
CAP. V.· METODOS ELECTRICOS 415

TABLA 11

E.T.S. DE INGENIEROS DE MINAS


LABORATORIO DE GEOFISICA

Perfil 3
OBSERVADOR F. Martínez

OBSERVACIONES SEV 23

Estación
AB
2
MN
2
I
m.A.
ÁV
mV
-ÁV
I
k Pa

1 1,5 0,4 8 4.400 550 8,2 4.500


2 2 0,4 9 2.440 271 15, 1 4.100
3 3 0,4 9,3 870 93,6 34,7 3.250
4 4 0,4 9,6 400 41,6 62,5 2.600
5 5 0,4 9,2 200 21,75 97,5 2.100
6 6 0,4 9,1 106 11,55 140,6 1.620
7 8 0,4 11,3 45 3,99 251 1.000
8 10 0,4 11,7 19,4 1,66 392 650
9 13 0,4 11,7 6,9 0,59 663 390

8 10 2 12,4 107 8,62 75,4 650


9 13 2 12,0 36 3,0 130 390
10 16 2 12,0 14,4 1,20 198 240
11 20 2 12,5 6,0 0,48 311 150
12 25 2 11,9 2,5 0,21 488 104
13 32 2 11 ,7 1, 1 0,094 801 75
14 40 2 11,2 0,6 0,0535 1.253 67
15 50 2 12,0 0,4 0,0333 1.960 65

14 40 8 12,1 2,7 0,223 302 67


15 50 8 12,5 1.7 0,136 478 65
16 65 8 12, 1 0,95 0,0785 817 64
17 80 8 13,6 0,7 0,0515 1.244 64

17 80 32 12,8 3,5 0,274 263,4 72


18 100 32 12,4 2,0 0,161 439,8 72
19 160 32 13,4 0,8 0,0596 1.206 72
20 200 32 10,5 0,4 0,038 1.913 72
r
i16 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
Prospección en

Interpretación Datos:
Capas Espesor Resistividad ( !2 mi
1 1,5 5.000 Azimut de AR
____
-~~-2~~~~~~~3~.9~~~~~~~~~1~.5~0~0~~~---1
-~~-3=--~~~~~~...:.;_~~~~~~~~~-7~6~~~---j Cota de sup{._7_ __
Coordenadas .X~-----­
~-----------------------------¡
Lambert y
.-------

9
8
7
6 5.000 1

~uz 1
.,
5
\ ,........._ :
:
4
\ :
3

2
\

\
' .....

' ''1.: 1

'--+\.--
' : Cru~
. -------------- -~-0,3
Marca 1

'
1 '

1 2
9
'
8
7
6 <O
-
'-.. -------~- 0,04
·-----
Marca 2
Ñ
5 11
::>
4

lm. 1,5 2 3 4 5 6 e 10m.


umz~~~~•oo ~-~~~®
100m. 500m.
AB
2
Fíg. V-31
CAP. V.- METODOS ELECTRICOS 417

40 -r--
1 E1 = 1
1
1 P1 =1
1
20 - - t--
- - - - - - 20
1
15 -+-
)

10 --r--'

- - - - - - -- -- -- - - - 3,5

- - - - -- -- - -- - - -- - 2,5
- - - - - - - - - - - - - - - - - - 2,0

- - - - - - - - - - - - - - - -- 1,5
1,25
100

0,8
- - - - - - - - - - - - - - -- - - - - -0,65
- - - - - - - - - - - - - - - -- - - --0,5

1
- - - - - -- - - - - - - - -0,4
0,3 --~- )
i
i
0,2 · ·t - - - - - - - - - - - - - - - - - - --0,2
i
0,15 -+- - - - - - - - - - - - - - - - - - - 0,15
!
1

0,10 --f-- \------------- - ----- - º·'º


i
0,07 . . L . - . . . . , ' " - - - - - - - - - - -- - - - - - 0 , 0 7
1

0,05
i
--+--
\
-.....:,...-_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ 0,05
/
1 \
1
1
\
0,025 --~­
1 \
---~--------------- 0,025
¡
1

f
!
\
·,.,_____ _
Fig. V-32
418 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

40 - - , -
¡
40 =1>2
i
i1
20 --+--
LB/2
20
;
15 --+-- 15
¡ P.
1º---~­ 10
¡
7 ___ j__
7
1
i
5 ---¡--- 5

Cruz 1 3,5 '


---~--
1
3,5
+,....... 2,5
i
---+-- 2,5
\ ...... '
\ "·~º• ---~--
1
2,0
\
\ 1,5
' , 1,25 __
~
-"\.t--
'
1,5
1,25
10 100

0,8 --- 0,8


¡
0,65 ---¡--- 0,65

º5 ---L--
• 1
0,5
0,4 ---1--- 0,4
i
0,3 ---+-- 0,3

0,2---~-­
'i 0,2
i
0,15 ___~_ 0,15
1
i
0,10 ___¡__ 0,10
1
1
0,07 ---t-- 0,07
i
0,05 ___ L__
0,05

-
1
i 0,04
i Marca 2
i
0025---L-
• 1 0,025
i

Fig. V-33
CAP V.· METODOS ELECTRICOS 419

CURVAS TIPO O
4 5 6 7 8 10 2 50 l o

-...,...-¡-if-l-i--+---l--~-----+-----0,025
\
\
·,1, 1

¡-~!---l--+--+-~--'!-----~1>-.------,.;.-:c:=::;;::::;;;-:-º·º15
·---·-----r:-·-------
1
:-,--t-,-i-í-h~-:-----t-------+----0,01
3 4 5 6 7 8 10 20 50
Fig. V-34
para tres capas, de una forma similar a como se hizo para dos capas, pero ello
requiere el manejar un gran número de curvas patrón, resultando más engorro~o,
por lo que preferimos la utilización del método que acabamos de exponer del
punto auxiliar.

V-2.5 Método de cociente de caída de potencial


El principio de este método es análogo a los de resistividades, pues también se
establece un campo artüicial de potencial mediante dos puntos A y B de contacto
con el terreno; la única diferencia estriba en que en lugar de utilizar dos electrodos
de medida se emplean tres y la relación de diferencias de potencial entre cada dos
electrodos de medida, en la que se emplea para dibujar las curvas finales, lo que
equivale a hacer un análisis de gradientes de resistividad. Las aplicaciones de este
método son semejantes a las del método de resistividades si bien su aplicación no
es tan universal como la de aquéllos.
420 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Cruz l

1 1 0,25
1 1
1
0,20
1\
1 1
(
, I
0,15

'\l
1.
1
1
11
0,10

!°\
1 1
\
0,07
1 1l \
1
1
1
,
l 1
1'
•\
0,05

¡
1
:\
,
1 •
0,035
J
1
J
1 -¡--;--+-+-+--1--~-_¡_
\ ______.il_ _ _ _ 0,025
1
J
l
\ :
• 1
:
1

l \t 1
1
1 o 015
1 l
. . . . ---·-·--~-·---·-·¡,;,,:
-
1 [ \ Marca 2
1 1 1
1
1 J 1 0,01
Ow4 5 6 7 8 10 20 50

Fig. V-35

V-2.6 Método Eltran


Su nombre deriva de las palabras inglesas electrical transient, es decir, estados
eléctricos transitorios. En ellos, por tanto, no se emplea W1 campo fijamente esta-
blecido de potencial sino el espacio de tiempo variable que existe entre el momen-
to de enviar corriente al terreno y aquél en que ya la corriente queda establecida
de un modo fijo, lo cual necesita un período de tiempo variable según las carac-
terísticas del terreno.
Lo que se mide, por tanto, es un espacio de tiempo:el que transcurre entre el
momento en q_ue se envía la corriente al terreno y aquél en que la corriente tiene
su valor estable. La aplicación de estos métodos es más complicada que la de los
anteriores y se cita solamente a título de curiosidad, ya que en la actualidad está
prácticamente en desuso.
421
CAP. V.· METODOS ELECTRICOS

V-2.7. Método electromagnético


Este método se basa en el hecho ele que un campo magni~tico alterno inducirá
una corriente en un material conductor. Esto es lo mismo que ocurre entre los
arroUamientosprirnarioy scrundario de un transformador. Si no e;<i:te ma~eri~l
conductor, un campo electromagnético dado tendrá ci~rtas ca~actenstícas. S1 exis-
te material conductor el campo será diferente y esta diferencia puede reconocerse
y medirse. En e1 lenguaje Gcoffaico se dice que existe una anomalía cuando el cam·
po se aparta de las características que debe cumplir un campo normal.
Los métodos electromagnéticos responden a las propiedades eléctricas del sub-
suelo. La propiedad eléctrica más importante,,,, la conductividad. La mayor parte
de los sulfuros existentes en la naturaleza r tienen buena conductividad, por lo
tanto utilizando cuidadosamente los métodos electromagnéticos se puede encon-
trar nuevos yacimientos de i-'Ulfuros o extender los existente:.. La mayor parte de
las rocas encajantes son aislantes.

Un equipo electromagnético se compone
de un lransmisor y un receptor. El trans- __ _ x·
rnisor consta de una bobina Je hilo ,,,- -
conectada a una fuente ele corrien- IRl
te alterna. Tal bobina produce un
campo magnético a su alrededor.
El receptor consta de una bobina
de cable conectada a un voltíme-
tro para poder medir el voltaje in-
ducido. En la fig. V-3ó podemos
ver un sistema electromagnético
compuesto de un transmisor (T)
y un receptor ( R).
Como vemos en La figura V-36 el
transmisor está situado en el plano XZ y
el receptor en el plano XY, en esta situación
el acoplamiento es mínimo. El voltaje en la bo-
bina receptora será cero a menos que exista un ma- Fig. V-3 6
terial conductor que perturbe el campo electromagnético. Supongamos ahora que
existe un conductor, figura V-3 7. Si realizamos las medidas en el plano de la bobi-
na vemos que en dicho plano el campo primario es horizontal.
El campo primario induce corrientes en el conductor existente en el subsuelo,
las cuales dan lugar a un campo secundario q~, en general, no Rrrá horizontal.
Los componentes en fase del campo secundario S se combinan vectorialmente con
el campo primario Ppara producir un campo total T el cual será horizontal excep-
to directamente encima del conductor. En la figura V.37 podemos ver cómo es
tos campos se combinan en (a), (b) y (e). Inclinando el receptor hasta que sea
paralelo al campo resultante (T) podemos medir el ángulo de inclinación (a) en
cada estación con un inclinómetro y por lo tanto representarle en el mapa ponien-
do en abscisas las diferentes estaciones y en ordenadas los ángulos (o:) de inclina-
ción del receptor podremos detectar la posible exi<1tencia de un conductor. Oh-
422 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

(b)

- __________.,...
Campo secundarlo

Campo Primario

1 1
------i--
______ .i1__
-+----------.....
1
_J. ___________.,..
1 Condftor
1
s T 1
1 T
1 p
•I

(a) p s 1
~~---~----
s Ce)
1
(a) +30°
1
+ 20º 1
1
+ 10° 1
- 10°
- 20°
l(c)

Fig. V-37

servando dicha curva vemos que la posición exacta del conductor coincide con
~ = Oy a ambos lados encontramos un máximo y un mínimo.
Realizando perfiles paralelos, perpendiculares al rumbo d~l conductor, o~t~.n­
dremos análogos perfiles, al unir los ceros de las curvas localizaremos la poS1c10n
del conductor.

V-2.8 Método de Polarización Inducida


Introducción
En los últimos años ha experimentado un gran desarrollo el método llamado de
polarización inducida, hasta el punto de que las prospecciones realizadas con este
método, según afirman algunos, superan como inversión al total de los restantes
métodos de prospección geofísica minera. Es interesante, por ello, concederle la
atención que merece en estos Apuntes, que pretenden poner al día lo que hoy se
utiliza en el mundo en el campo de la Geofísica Aplicada.
CAP. V.- METOOOS ELECTRICOS 423

Descripción del fenómeno de polarización inducida:


Si tenemos un dispositivo, '\'I enner o Schlumberger, de. 4 electrodos situados so-
bre el terreno y conectamos los electrodos de corriente a una hatería sabemos que
al cabo de un cierto tiempo puede medirse un voltaje máximo en los electrodos
de potencial, Inversamente, si interrumpimos bruscamente la corriente aplicada,
el voltaje de los electrodos de potencial no cae bruscamente a cero sino que tarda
cierto tiempo en desaparecer. Este fenómeno es el que en Ja literatura geofísica
se llama de polarización inducida.
Historia del método:
El primero que se refirió al fenómeno de polarización inducida fue Schlumber-
ger, el padre de los métodos eléctricos, en 1920, cuando realizando un estudio de
resistividad sobre una masa de piritas encontró que al aplicar una diferencia de po-
tencial a los electTodos AB de corriente de un dispositivo AMNB y efectuar la me-
clida en los electrodos de potencial MN, el potencial detectado en ellos no caía
bruscamente al interrumpir el circuito, sino que tardaba un cierto tiempo en desa-
parecer, siguiendo una curva exponencial parecida a una hipérbola equilátera.
Schlumberger atribuyó este fenómeno a una "polarización del volumen que afec-
taba a toda la masa del electrólito alrededor de las tomas de tierra".
A partir de 1930 tanto en USA como en la URSS se realizaron numerosos
trabajos sobre la polarización inducida.
En USA se deben citar los ensayos de Muller (1932, 1934 y 1940) y de Veis
(1933) que pretendían obtener indicaciones de polarización inducida a profundi-
dades de 1000 y 2000 m. Posteriormente, Belluigi (1935, 1941) concluyó que el
método no era aplicable mas que a profundidades muy pequefías.
En 1940 Potapenko y Peterson desarrollaron, independientemente, un aparato
para la prospección petrolífera por el método de polarización inducida. El princi-
pio del método residía en las diferencias de polarización obtenidas en las rocas
encajantes, por un lado, y en el petróleo, por otro.
Probablemente los primeros en desarrollar un aparato y una téc1úca operatoria
para la práctica del método en la investigación de sulfuros de baja ley fueron
D. F. Bleil y A. A. Brant en 1952.
Por parle rusa lo único que se conoce es que de 1932 a 1934 obtuvieron resul-
tados interesantes de P l. (polarización inducida) en un campo petroüfero, que en
1946 Zeleznak demostró la utilidad del método para localizar en los sondeos ho-
rizontes de minerales metálicos y que, desde entonces, el método se ha utilizado
ampliamente en la industria minera. Asimismo, en la literatura geofísica rusa se
habla de un aparato de testificación eléctrica en sondeos que registra simultánea-
mente la P.I. y el Potencial espontáneo.

Consideraciones teóricas
Los efectos de P.1. ocurren siempre que en una determinada masa de terreno
424 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

sobre la. que efectuamos las medidas, existen conductores metálicos e iónicos,
a la vez.
Los conductores iónicos o electTolíticos son aquéllos que conducen la electricí-
dad por medio de iones. Estos iones llenan los espacios impregnados de agua de las
rocas tales como los silicatos (arcillas).
Un terreno que transmite cantidades importantes de electricidad de esta manera
constituye un conductor electrolítico.
Los conductores metálicos o electrónicos son aquéllos que conducen la elec-
tricidad por medio de electrones. Los conductores electrónicos natwales incluyen
la mayoría de los sulfuros de los metales base, algunos óxidos y el grafito. Este
grupo de minerales se llama comúnmente minerales metálicos.
El método de P.l. está basado en las propiedades eléctricas mostradas por los
conductores electrónicos embebidos en una matriz conductora elecLTolítica. En
efecto, cuando esto sucede, el fenómeno de polarización inducida resulta de la
acción de bloqueo o polnri~ación de estos conductores electrónicos en el medio
de conducción iónica, y ocurre precisamente en las intercaras en donde el modo
de conducción cambia de iónica (en las disoluciones que llenan los espacios de los
poros de \as rocas) a electrónica (en los minerales metálicos).

camino tónico

aJ ::~~.'3 ~-;:;~~-:. 1_.;:;'.·;·~::~:~.:':\\)//\:;·~·./f:;_'.°.';·::\:.:/::.< .;·7.:> :_:.::;::,":;.:·:·:·'. ::; :~»'.·.:·; ~·t:!

b)

'--... grano <le minera! metálico

Camino fóniCO·electrónic<Hónlco

Fig. V-38

En la figura V-38 ilustramos este fenómeno; sea una sección de terreno en la


que inyectamos una corriente continua por medio de dos electrodos P1 y P2 •
CAP. V.- METODOS ELECTRICOS 425

En la capa a) la corriente es trai1smitida por los iones de los electrolitos presentes eu


los poros de las rocas de esa capa. En la capa b), sin emb'argo, el paso de estos
iones es interrumpido por un grano de mineral metálico que, como los metales,
conduce la corriente por medio de electrones. Por ello en la cara izquierda, de en-
trada de corriente, se apilan iones positivos y negativos en la derecha, por donde
sale la corriente. Las cargas iónicas formadas crean un voltaje que tiende a oponer-
se al flujo de corriente que cmza la partícula y ésta se dice que está polarizada.
Cuando se interrumpe la corriente sigue existiendo un cierto tiempo un voltaje
residual debido a que estas cargas íónicas depositadas sobre las caras de las partícu-
las se difunden lentamente dentro de los poros del electrolito. Este voltaje residual
que decrece rápidamente con el tiempo es el que origina el efecto de polarización
inducida.
El fenómeno en la naturaleza resulta más complicado de lo descrito aquí y ello
es debido a que al efecto anterior que podríamos llamar polarización de electrodos
se añade otro efecto análogo que ocurre en las partículas de las arcillas, que se lla-
ma polarización de membrana y que también produce efectos de polarización
inducida.
Su descripción se sale del objeto de estos apuntes y digamos de él solamente que
complica notablemente la interpretación de las observaciones de P.1., a causa de
que los efectos de P.L no pueden ser interpretados como absoluta evidencia de la
presencia de minerales metálicos en contacto con electrolitos en una roca.
Los minerales que tienen conductividad electrónica y que por ello muestran una
fuerte P.1. son: pirita, pirrotina, calcopirita, grafito, galena, magnetita y pirolusita.

V-2.9. Métodos de medida


Se han desarrollado dos métodos principales para medir los efectos de P.I.
en la exploración minera.
En el Método del Impulso Transitorio, la polarización se detecta como una
pequeña corriente amortiguándose, que fluye después que una corriente contínua
es aplicada conectándose y desconectándose a intervalos regulares de tiempo. La
medida real se hace en términos de la pequeña cantidad de tiempo en que esta co-
rriente fluye. Esta medida se describe en la literatura geofísica como realizada en
el dominio del tiempo (Seigel 1959).
En el Método de FrecuenciaVariable, se efectúa la medida en términos del efec-
to producido por el cambio de frecuencia de la corriente aplicada (el dominio de
la frecuencia) y la polarización en el terreno se detecta por la disminución de la
resistividad aparente cuando se aumenta la frecuencia de la corriente aplicada
(Marshall y Madden, 1959),

Forma de realizar las medidas.


a) Método del "Dominio del tiempo" (o de impulsos).
426 TRATADO DE GEOFISICA ~PLICADA

Se inyecta en el terreno una corriente continua durante unos pocos segundos y


súbitamente se interrumpe de modo que pueda ser registrada o medida la curva
correspondiente a la caída de voltaje. Usualmente la curva de caída del voltaje es
integrada con respecto al tiempo para obtener el área bajo dicha curva en unidades
tle voltios-segundos. Este valor se normaliza entonces relacionándolo con el voltaje
primario medido mientras se inyectó la corriente al terreno. Cuanto mayor es el
área determinada mayor es la polarización que muestra el terreno.
La técnica empleada en este método del dominio del tiempo es la siguiente:
Se utiliza el polo-dipolo o dispositivo de tres electrodos que consta de dos elec-
trodos de medida de potencial P1 y P2 y un electrodo de corriente A, con un se-
gundo electrodo de corriente B fijado en el infi1Lito. El dispositivo se mueve unos
75 ó 150 m. según el detalle deseado entre medidas y se emplean dos separaciones
distintas de electrodos, 75 y 150 m., para obtener dos profundidades de penetra-
ción de corrient e.
La corriente, continua, se inyecta en el terreno por los electrodos A y B
durante un cierto intervalo de tiempo que puede variar de 1,5 a 20 segundos, se-
gún se quiera reducir o no el tiempo de las investigaciones. Duraciones de impul-
sos de 3, 4 ó 5 segundosi son corrientes. Una vez transcurridos el intervalo de
tiempo debido se corta la corriente y se observa o registra el voltaje entre P1 y P2
durante un intervalo de tiempo si milar. Se mueve el instrumento de registro al
punto siguiente y se inyecta la misma corriente pero con polaridad invertida, y
así sucesivamente.
Durante el intervalo de inyecéión de corriente se mide el voltaje entre P1 y P2
al que se le llama voltaje primario. El voltaje secundario o sobrevoltaje (overvoltage)
medido entre P1 y P2 durante el intervalo de corriente interrumpida se integra
electi·ónicamente con respecto al tiempo para dar un valor en milivoltios-segundo.
El cociente entre los voltajes secundarro y primario proporciona la cargabilidad
(chargeabílity) aparente en milisegundos. La resistividad aparente se obtiene divi-
diendo el voltaje primario por la corriente y multiplicando el resultado por un fac-
tor dependiente de la geometría del dispositivo electrodo.
Para la interpretación , se representan en gráficos adecuados los valores de las
resistividades aparentes y cargabílídades para los dos espaciados considerados de
75 y 150 m.

ú) Método del "Dominio de 1.a frec1Lencia,,


En este método se mide la diferencia del porcentaje entre la impedancia a una
frecuencia más baja y a otra más alta. Un circuito capacitivo, como lo es el que
tratamos, ofrece una impedancia más baja a una frecuencia alta que a una frecuen-
cia baja. Por ello la diferencia porcentual entre las impedancias aumentará cuando
aumente la polarización.
Se utilizan diversas técnicas de medida. A continuación describimos una de
las empleadas recientemente en Australia.
CAP. V.- METODOS ELECTRICOS 427

El dispositivo de electrodos utilizado es uno del Lipo dipolo-dipolo que


consta de 4 electrodos colineares. Un dipolo es el de corriente y otro es el de poten-
cial. La distancia entre electrodos tanto de corriente como de potencial se man-
tiene fija. La separación entre ambos pares de dipolos es un múltiplo entero de la
longitud del dipolo, desde un mínimo de 1 a un máximo de 6 intervalos.
Se sitúan en el suelo cinco igualmente especiados electrodos de corriente,
proporcionando cuatro pares de dipolos adyacentes, que se mantienen fijos
mientras se mueve el dipolo de potencial.
Se miden la corriente enviada y el potencial recibido, que, juntamente con un
factor dependiente de la geometría del dispositivo, se utilizan para calcular las
resistividades aparentes. Esto se hace en las dos frecuencias empleadas, Ja baja de
0,05 ciclos por segundo llamada corriente continua y la alta de 3,00 ciclos por
segundo o corriente alterna.
Se calcula el porcentaje de la diferencia entre la resistividad aparente para las
frecuencias alta y baja y a esa cantidad se la llama efecto porcentual de frecuencia
(PFE). El llamado factor de conducción metálica (MCF)< 1 > se utiliza para norma-
lizar el PFE para variaciones en la conductividad del suelo y se calcula, el MCF, di-
vidiendo el PFE por la resistividad aparente de la frecuencia más baja, multiplican-
dose por 1-000. El PFE y las resistividades de la frecuencia más baja o corriente
continua se representan en gráficos.
Se emplean longitudes de dipolos que van de 150 a 3000 m.
Las frecuencias normalmente empleadas son como hemos indicado 0,05 y 3,00
ciclos por segundo llamadas, respectivamente, modalidades de corriente continua
y alterna. Se pueden emplear otras frecuencias aunque la escala usual va de 0,01
a 10 c.p.s. El límite de frecuencia más baja se debe a las corrientes telúricas natura-
les y a la polarización de los electrodos. El límite superior está determinado por
los efectos de acoplamiento que aumentan rápidamente cuando la frecuencia crece.
La separación de electrodos se determina según los objetivos: para investigacio-
nes muy detalladas y superficiales será de unos 15 m., pudiendo llegar a ser hasta
de unos 300 m. u ocasionalmente más, para trabajos de reconocimiento de malla
ancha y a profundidad. En general cuanto mayor es Ja longitud del dipolo y la
separación entre los dipolos, mayor es la profundiadd de penetración y menor la
resolución.
En la jnterprctación de PFE los valores de O a 4% se suelen considerar como nor-
males: de 4 a 8% marginalmente anómalas y de 8 a 4.03 más definidamente anóma-
las, prro todos Pilos de· ben considerarse a la luz de la resistividad asociada.

Equipo empleado.
El rq11ipo utilizado es, en un primer vistazo semejante a un simple equipo
dr rt•si:;tivi dad en ('] que- una corriente eléctrica medida se aplica al suelo y se mide

<1 l Las abreviaturas corresponden a los términos ingleses.


428 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

el voltaje resultante, lo que permite calcular un valor de la resistividad aparente.


En el método de impulsos se emplean dos circuitos el de excitación y el de
potencial.
Para el circuito de excitación o de corriente se emplea un generador de corrien-
te continua de unos tres amperios y un voltaje de unos 400-600 voltios. Los impul-
sos se regulan por medio de un contador de tiempo electrónico. El circuito de po-
tencial consta de: dos electrodos impolarizahles, un circuito de integración, dos
amplificadores de corriente continua y un oscilógrafo (o registrador). Este os::iló-
grafo registra simultáneamente la polarización inducida y su integral con relación
al tiempo.
En el método de frecuencia variable Ja energía eléctrica la suministra un motor
portátil que arrastra un generador de 1000-1250 Watios. La segunda pieza esencial
es el transmisor que es capaz de producir corrientes a varias frecuencias; en tercer
lugar el receptor que es un potenciómetro muy estable y sensible sintonizado, a las
frecuencias seleccionadas. En los :ipos standar de frecuencia variable estas tres
piezas son portátiles y tienen un peso combinado de 50 a 70 kgs.
Los electrodos de corriente y de potencial, así como las bobinas de cable com-
pletan el equipo geofísico.
Se suelen añadir dos emisores-receptores para la comunicación.
El equipo de trabajo para un terreno de condiciones nonnales puede estar cons-
tituido por un vehículo todo terreno y tres operadores entrenados.

Empleo del método


Casi todos los minerales apreciables de brillo metálico, incluyendo la mayoría
de los sulfuros, como p.e. Ja pirita, la calcopirita, la calcosita, la bornita y la molih-
denita, son conductores electrónicos. Las rocas y aguas subterráneas que con
ellos se encuentran son conductores iónicos. Por ello si una corriente eléctrica
es hecha fluir a través de un depósito de sulfuros, éste será polarizado y podrá ser,
por tanto, detectado por cualquiera de los métodos descritos anteriormente.
Esta propiedad de P.I. no pertenece solamente a los sulfuros puesto que la
magnetita y el grafito (que también tienen brillo metálico) y algunas arcillas Ja
muestran también. GeneralMente, con suficientes datos geológicos, se pueden se-
parar los efectos debidos a los sulfuros de los otros.
La técnica de la P.I. se desarrolló en un principio para investigar depósitos de
tipo porfídico y es quizás el úrúco procedimiento seguro de detección de sulfuros
diseminados ocultos. Sin embargo, el método trabaja tan bien o quizás mejor so-
bre sulfuros de semimasivos a masivos, contrariamente a lo que se creía en un prin-
cipio, porque da una mayor respuesta cuanto mayor c.s el porcentaje de volumen
del sulfuro.
CAP. V.· METODOS ELECTRICOS 429

Comparación entre los métodos de "impulsos" y de "frecuencia"


En los últimos años se han hecho estudios comparativos sobre la utilidad de
ambos métodos realizando prospecciones con uno y otro en una misma zona mi-
neralizada.
Los dos métodos dieron sorprendentemente similares resultados tanto en la
delimitación del área mineralizada como en el efecto de P.I. de la masa mineraliza-
da (ambos dieron un 300% de máxima anomalía sobre el fondo normal).
La conclusión que se desprende de ello es que los dos métodos, aunque técnica~
mente diferentes, dieron los mismos resultados.

Consideraciones finales
Como conclusión de este apartado digamos que el método de P.l. no es comple-
tamente resolutivo.
Por ello es aconsejable completar la prospección de P.I. con otras investigacio-
nes geofísicas (magnético, gravimétrico, electromagnético y geoquímico) aunque
el método o combinación de métodos, depende del problema a resolver.

V-3. Método del sondeo frecuencial de resistividad


Un nuevo procedimiento de hacer sondeos de resistividad está fundado en va-
riar convenientemente las frecuencias de un emisor electromagnético y medir los
parámetros de campo, producidos con un receptor del mismo tipo. Lo ha desarro-
llado el B.R.G.M. de Orleans con el nombre de Melos (Magneto-eléctrico por
Ondas de Superficie)(*).
Consideramos que se trata de uno de los métodos más conseguidos para la in-
vestigación de la resistividad eléctrica del subsuelo. Sus fundamentos y caracterís-
ticas son las siguientes:
Si colocamos sobre el suelo de un emisor electromagnético constituído por un
dipolo magnético de eje vertical y a cierta distancia un receptor del mismo tipo,
podremos medir con éste, todos los vectores electromagnéticos procedentes del
campo producido por el primero. La emisión se hace a través de un gran circuito
circular, por el que pasa una corriente con frecuencias variables para cada medición.
En estas condiciones y basados en el hecho conocido, de que la penetración de las
líneas de corriente en el subsuelo, es una función inversa de la frecuencia emitida,
podremos realizar algo similar a un sondeo eléctrico vertical; en este caso un son-
deo electromagnético del terreno. Las características del campo recibido depende-
rán de la conductividad eléctrica del medio atravesado y también de la permeabi-

(*) MELOS. Procede de Sondage fréquentiel de la resistivité électrique du scus-sol BRGM.


Serv. Geol. Nat. 1971. Orleans (Francia) y "Caractéres de la Onde Electromagnetique de surfa-
ce engendrée par un Dipole Magnétique" J. Duroux Geophysical Prospecting. 1967.
430 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

lidad magnética del mismo. Los resultados oblenidos podrán ser asimilados a un
sondeo de resistividades aparantes.
La disposición del aparato es como en la figura V-39.
1 /
,..-::::::=:::: /

/
/
./
y '
1
lz
Ey Hz
1
Fig. V-39

Cada medida corresponde a una profundidad diferente del terreno en función


de su frecuencia y como sabemos cuanto más pequeña es la frecuencia más pro-
fundo será el nivel del subsuelo estudiado.
Si medimos por este método las tres componentes del campo electromagnético
recibido Hx, Ey y H, resultará para la resistividad aparente: ·

(~
2
Pa = K )
µo w
siendo:
µ 0 =permeabilidad magnética del subsuelo.
w = frecuencia empleada.
Hx =Amplitud de la componente magnética radial.
H2 = Amplitud de la componente magnética vertical.
Ey = Componente eléctrica transversal. H
K = Factor de proximidad de las fuentes, que está dado en función de ef ·
2

Una vez instalado el circuito existe la posibilidad de realjzar varios sondeos,


desplazando únicamente el receptor. Las mediciones efectuadas por éste corres-
ponden a su vertical.
Las estaciones móviles del receptor deberán respetar una distancia máxima y
mínima al emisor.
Las mediciones de una zona se pueden introducir en un ordenador que calcula
las resistividades aparentes y puede trazar directamente con el plotler un mapa de
líneas de isoresistividad, para las diferentes frecuencias empleadas. Esto significa
que hemos obterudo cartas de resistividad a profundidades diferentes, de acuerdo
con la frecuencia emitida.
Normalmente construiremos el gráfico vertical de resistividades o sea el sondeo
CAP. V.· METOOOS ELECTA ICOS 431

de resistividades aparente:,, del cual deduciremos como en el SEV ordinario, las re-
sistividades reales y sus espesores. Esto se hará por medio de abacos especialmente
construídos pan este método.
El método se ha demostrado especialmente útil en los problemas siguientes:
Puramente geológjcos con tectónica difícil: hidrogeológicamente; petrolíferos; ma-
sas o capas mineralizadas; filones más o menos conductores; determinación de fa.
llas. Eu resumen en cualquiera de los planteamientos que se puedan resolver por
los métodos eléctricos convencionales, pero con ventajas especiales a favor del
MELOS como son: No tener la engorrosa extensión de cables; ni tampoco los pro·
hlemas de contacto de las piquetas y disminuir al mínimo los efectos laterales
precisamente Jos más graves del método eléctrico.
En cambio su inslTumentaJ es mucho más caro y de manejo más complicado en
conjunto. Pero en nuestra opinión los resultados son muy buenos y el método
tiene gran porvenir.
Los aparatos empleados hasta la fecha son:
El Mini-Melo portátil que investiga hasta profunclidades de 300 m es especial-
mente útil en prospección minera e hidrogeológica. Trabaja con 23 frecuencias
comprendidas entre 17,5 y 35,840 Herz; hace las lecturas por Voltímetro numéri-
co; su peso total es de unos 100 Kg. El diámetro de los hueles de emisión puede
ser de 20, 60 y 180 m.
El Grand·Melo está constituído para problemas petrolíferos; investiga hasta
1000 y 2000 m de profundidad, según los parámetros geoeléctricos del terreno.
El diámetro de los bucles es de 40 a 300 m. Las frecuencias pueden variar de 1 a
1000 Herz. El aparato va montado sobre dos vehículos ligeros.
V-4. Prospección eléctrica en Villamanrique de la Condesa(*)
Préámbulo.- La zona de. trabajo comprende al pueblo de Villamanrique de la Con-
desa (Sevilla), al SO de Sanlúcar La Mayor y al E de Almonte, a unos 20 kms
aproximadamente de esta población, y a unos 6 km al S de Pilas.
El territorio en estudio queda localizado dentro del manto acuífero de Almon-
te, cuyas características geológicas están ya plasmadas en otros informes del Pro-
yecto redactado por los sefiores Chapond y Ruiz Celaá. De manera sucinta, añadi-
remos, que toda la zona queda recubierta por el Plio·Villafranquiense con espeso-
res pequeños, de algunos metros, sin sobrepasar en mucho la decena.
La serie estatigráfica que tenemos en esta zona es así, de arriba hacia abajo:
Primero, Plio· Villafranquiense; Segundo, Saheliense (arenas); Tercero, Tortonien-
se (margas azules).
Los datos consultados del Proyecto, dan características hidrológicas interesan-
tes, para esta zona, ya que tiene buenos factores de infiltración y no hay grandes
pérdidas por escorrentía. Dado que no hay una gran explotación de este manto,
resulta evidente que deben lograrse buenos caudales de explotación, cuando las

(*) El trabajo ha sido realizado por el IGME para el Proyecto del Guadalquivir. La dirección
e interpretación fué hecha por el Dr. Ineniero de Minas, D. Francisco Esteban.
432 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

obras se sitúen en los lugares más idóneos para lograr un mejor aprovechamiento
de las condiciones mecánicas del tramo saheliense.
Este fín, es lo que persigue esta pequeña prospección geofísica y creemos que
en buena parte se ha conseguido.
El estudio eléctrico

En la prospección se ha empleado un aparato del Instituto Geológico y Minero


de España, Modelo Geotrón de corriente continua, construído en Madrid.
Se trata de un voltímetro de válvula para las medidas de potencial y un genera-
dor que introduce en el terreno una intensidad de coniente, desde unas décimas
de amperio en las primeras medidas, hasta dos amperios corno máximo, cuando la
profundidad de reconocimiento es mayor.
El método operativo en el campo ha sido el de Schlumberger, con variación
de electrodos de potencial desde 0,5 m basta 80 m como máximo de M.N.
Las medidas se pasaron a papel bilogarítmico de 62,5 mm de módulo y en es-
te resumen del informe se adjuntan solamente los S.E.V. números LM-4, LM-5,
LM-6, LM-7, LM-9, LM-10, LM-14, LM-15, y LM-20.
El cálculo y determinación de profundidades y resistividades reales, se ha hecho
a partir de los gráficos, empleando las tablas de Orellana-Mooney, por el método de
puntos auxiliares.

Los sondeos eléctricos


El número total de sondeos eléctricos verticales (S.E. V.) realizados en esta zona
es de 20, los cuales están distribuídos en una ser.je de perfiles o secciones de los
que, a continuación, damos detallada referencia.
Antes de describir las particularidades de estas secciones, hemos de destacar
dos hechos de interés:
1.0 ) Hay una perfecta coincidencia entre las secciones eléctricas y la geología
que ya hemos descrito.
2.0 ) Se observa un aumento de resistividad en las margas del fondo, del orden
de los 20 a 30 ohmios/m, lo que puede indicar la posible presencia de ni-
veles arenosos en estos horizontes margosos.
Sección Eléctrica 1.-El horizonte de apoyo presenta pendiente hacia el N. La
profundidad máxima del nivel impermeable es de 43 m en el SEV-2. Las arenas
dan en este sondeo resistividad de 96 ohm/m.
Sección Eléctrica 11.-En el punto definido por el SEV 5, se observa un acusado
pliegue de ias margas de fondo, que las acerca a la superficie, al tiempo que se
producen dos interesantes descensos del contacto a un lado y otro de este sondeo
eléctrico. Las arenas sahelienses tienen 90 ohm/m en el SEV-2.
Sección Eléctrica 111.-No presenta accidentes interesantes que nos lleven a
comentario~. Digamos solamente qm." el espesor del Saheliense tiene 50 m, y resis-
CAP. V.- METODOS ELECTRICOS 433

tividades reales de 85 ohm/m en el LM-10 y de 145 ohm/m en el LM-7.


Sección Eléctrica IV.-Creemos que se trata de una zona de gran interés, ya
que la presunta cubeta que aparece en el centro de la Sección, tiene una gran im-
portancia, Las margas azules 110 deben cortarse hasa los 64 m de profundidad en
el LM-12, y a esto hay que añadir que la resistividad es del orden de los 95 ohm/m
lo cual dará lugar a porosidades efectivas de gran interés.
Sección Eléctrica V.-Queda situada a poniente de la anterior y el fondo de las
margas azules aumenta su profundidad sensiblemente en el SEV-15 llegando a
74 ro. Sobre este horizonte de apoyo se diferencian dos sub-niveles dentro
del Saheliense, el más profundo es más resistente, 68 ohm/m, y el somero es más
conductor tiene 31 ohms/m por más arcilloso, aunque tanto uno como otro,
sabemos tienen buenas características de porosidad.
Sección Eléctrica Vl.-Apoyándose en las margas azules encontramos en los son-
deos eléctricos LM-8 y LM-11, un sub-nivel del Saheliense claramente diferenciado
con resistividades de 210 ohmios/m y 125 ohmios/m, respectivamente. Parece que
se trata de un nivel conocido más abundante en restos marinos fósiles, que tienen
una gran permeabilidad y que se parece al tramo de calcarenitas de Carmona. En
el sondeo LM-11 se produce un seno del techo de las margas azules.

Plano de l<neas isobatas


Estas líneas isobatas representan las curvas de nivel del techo de las margas
azules, pero dada la pequeña potencia del recubrimiento Plio-Villafranquiense,
prácticamente estas líneas isobatas representan el espesor aproximado de sedimen-
tos sahelienses.
Se destacan dos zonas de gran interés: la primera definida por los sondeos eléc-
tricos LM-10 y LM-6 donde encontramos profundidades de 50 m para las margas
azules.
La segunda zona, queda incompleta en su cierre, pero se destacan ya unas gran·
des posibilidades al determinarse espesores interesantes de arenas sahelienses.
En el sondeo eléctrico LM-15 el fondo impermeable no se alcanzará hasta los
'7'" m lo cual da unas buenas posibilidades al área aquí considerada.

111.-Conclusiones
En el Plano de líneas isohatas, quedan muy claramente definidas las dos zonas
de mayor interés deducidas de esta prospección.
Zona 1
Está en la parte N de este estudio y presenta profundidades del orden de los 50
m hasta el techo del impermeable o sea hasta las margas azules.
Zona 11
Está en el ángulo SO de la parte aquí reconocida. Presenta profundidades mayo-
434 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

res del techo de las margas, pero es lástima que no se haya continuado el trabajo
mtÍ~ haci:i el O, impidiéndonos un conocimiento más conciso y concreto sobre
sus posibilidades. De todos modos el punto LM-15, con 75 m hasta el techo de las
margas, lo consideramos de un gran interés para la localización de un sondeo
mecánico.
Estos resultados se han confirmado con posterioridad con dos sondeos mecáni-
cos, así como las profundidades previstas. Uno de ellos dio 25 lis, el otro unos
40 l/s.

Prospea:i6n en _ ___,L., A:;:._. . .!!MA""""°"TA"'.' --·- - - - - - - S.E. LM-4


FECHA _ _~-~-~9~·-V_·_l96;;..:.:.9_ _ _ _ _ _~ PERFORACION
Azimut de AS _ _...:.37°"'g.___ __
lnterpieuo:16n: h 1 ,. 2.7m p,s 15w
h, ~32.7 m Pi; 110w Cota de "'1>8f!icie _ _ _ __
p,; 34w

Cortod•terreno---------------------------

8-
6-
~~1-4-

CTI:rilllll__ 3-

2-

100
8-
8-

----
-5-
:EHlEHB-4-

10

Fig. V-40
CAP. V.· METODOS ELECTRICOS 435

Prospección en LA MATA S.E. LM-5


FECHA 9-Y -J969 PERFORACION

Interpretación: h1= 1,Sm p, =


13 w Azimut de AB _ _l_7_0_.s'----
h1 = 3,Bm p9 = 3,Sw Cota de superfic¡,..__ _ _ __ _
hl= 6,6m p3=210w
12,3 P• = 11 w


~~
-6-
-5-
-4-
-3-

-1,5-

100
-8-
-6-
-5-
-4-
-3-

-1,5-

10
-8-
-6-
-5-
--4-
-3-

-2-
-1,5-

AB 5 7 1.5
2 = 1,5 2 3 4 5 7 10 1,5
MN=

Fig. V-41
436 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

LA MATA
Prospección en
FECHA 10-V- 1.969
S.E. LM-6
PERFORACION
Interpretación: h1 = 3,2m P1 = 10w Azimut de AS N·S
hi=48m p 2 =108w
p1 = 24w Cota de superfici

Corte de terreno - - - - - - - - -

1000
-8-
6-
5-
4-
3-

2-
-1,5-

100
-8-
8-
s-
4-

10
-8-
-6-
-5-
-4-
-3-

-2-
-1,5-

AB
T = 1,5 2 3 4 5 1 10 1,s 2 3 4 5 7 100 f,5 2 3 5 7 1000 1,5
MN=
Fig. V-42
CAP. V.- METOOOS ELECTRICOS 437

Prospecci6nen, _ _ __M_A_T_A~-~~~-~-~­
LA S.E. LM- 7
FECHA _~_9=--~V_-~f.9...,.~~9=---~-~-~~~~ PERFORACION

ln111rpretaci6n: h1 = 6m
h2 =39m
P1= 14w Azimut de A8 _ _ _
58......,_g_ __
p 2 =145w
p,= 27 w Cota de superficie - - - - - -

Cortedeterreno - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

1000
-8-
6-
5-
4-
3-

2-

8-
6-

4-
3-

'10
-8-
-6-
-5-

AB·
2 = 1.5 2 3 4 5 1 10 f.5 2 3 4 5 7 100 1.5 2 3 4 5 7 1000 1.5
MN =

Fig. V-43
438 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Pro5'1ecc16n en LA MATA S.E. LM-9


FECHA 9- V -1,969 PERFORACION

Interpretación ; h1= 1,6m p, = 800w A~imut en A8 _ _ _7_3~g~--


h2 = 9,6m p1 = 39w Cota d e superficie - - - - --
=
h, 12,0 m p ,= 90 w
p.= 30w

conede terreno,_ _ _ _ _ _ __ _ __ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ __

-6-
-5-
4-
3·-

2-
1,5-

100
-8-
6-
- 5-

3-

1,5-

10
8-
-6 -

-4-
-3 -

-2-
- 1,5-

1,5 2 3 4 5 7 10 1,5 2 3 4 5 7 100 1,5 2 3 4 5 7 1000 1,5


MN =

Fig. V-44
CAP. V.- METODOS ELECTRICOS 439

Prospección en LA MATA S.E. LM-10


FECHA 9 - V -1.969 PERFORACION

1r1terpretacióo: h1 = 0,65m Pt " 360w AzimutdeAB 489


h2 = 1,95m p,-= C.l w
Cota de superficie - - - - - -
h3 =50,00m p,= 1 "'
p.= : w

-6-
5-
-4-
3-

-2-
1,5-

2= 4 6 7 10 1,6 2 3 4 5 7 100 4 5 7 1000 1,5


MN=

Fig. V-45
440 TRATADO DE GEOFISIC.A APLICADA

Prospecc10n en LA MATA S.E. LM-14


FECHA 12-V-1969 PERFORACION

Interpretación: h1 = 1,1 m p 1 =34w Azimut de AB E· O


h,= 0,7m P2=10w Cota de superficie - - - - - -
h,= 10,0m p,=38w
h4 =23,4 m p4 =84w
p 5 =38w

Corte de terreno _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

1000
-8-
-6-
-5-
-4-
-3-

-2 -
-1,5-

100
-B-
-6-
-5-
-4-
-3-

-2-
-1,5-

10
-8-
-6-
-5-
-4-
-3-

AB
2 = 1.5 2 3 4 5 7 10 1,5 2 3 4 5 7 100 1,5 2 3 4 5 7 1000 1,5
MN"'

Fig. V·46
CAP. V.· METODOS ELECTRICOS 441

Prospección en lA MATA S.E. LM-15


FECHA !3-Y-1.969 PERFORACION

lnterpretaoi6n: h 1 = 2,6m p, =12GJ Azimut"de AB 70 g


~ =20,8m Pi= 31 GJ Cote de superficie - - - - -
h3 =50,0m p3 = 68 GJ
p4=19GJ

Cortedeterreno - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

--1,5-

-6-
-5-
-4-
-3-

10
-8-
-6-
-5-
-4-
-3-

-2-
-1,S-

AS
2 = 1,5 2 3 4 5 7 10 1,5 2 3 4 5 7 100 1.5 2 3 4 5 7 1000 1,5
MN=
Fig. V·47
442 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Prospecc16n en .LA MATA S.E. LM-20


FECHA 13- V - l. 969 PERFORACION

lnterpretac16n; h 1 = 1,3m p 1 =650w Al:imut de A8 _ _N..;_


- S;;.__ __
h1 = 10,4m P1 =33 c..> Cota de superficie - - - - - -
hJ =18,0m P3 = 90 c..>
p. = 30 (.)

1000
-8-
-6-
5-
4-
3-

2-
1,5-

100
-8-
6-
5-
4-
3-

2-
T
1,5-

10
8-
6-
5-
4-
3-

2-
-1,!i-

AB
T = 1,5 2 3 4 5 7 10 1,5 2 3 4 5 7 100 1,5 2 3 4 5 7 1000 1,5
MN:

F19. V·48
445

PLANO DE LINEAS ISOBATAS

Escala gráfica

100 o 100 200 300m.


t""'i+r~-
445

,f
I
,f
,f
,f
,f
,f
,f
I
,f
,f
/
/
I

!NEAS ISOBATAS ,f
/
,f
,f 20
/
/
/

/
(

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~111-19

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20

' Fig. Y·51


''
'
Pre
FE
lnt

Co

AB
2
MN
capítulo VI
métodos radiométricos
Vl-1. Radiactividad natural
Becquerel efecluó en 1896 una serie de experiencias sobre la fosforescencia
natural, para lo cual, entre otros ensayos colocó una sal de uranio sobre una placa
fotográfica recubierta con un papel, aislando el conjunto de luz solar, pero
accidentalmente comprobó que la placa había sido velada partialrnente hallándo-
se encerrado el material de ensayo en la oscuridad de un cajón durante un día de
lluvia. Repetida la experiencia con otros compuestos de uranio el resultado era
siempre el mismo, fuera de la presencia de la luz. Los esposos Curie descubrieron
en 1899 dos nuevos elementos, el radio y el polonio, que acusaban el fenómeno
con mayor intensidad.
Poco más tarde Rutherford pudo comprobar que las sustancias utilizadas emi-
tían unas radiaciones características, de tres tipos diferentes, que fueron llamadas
Ot, ~' 'Y, según el orden cronológico de su descubrimiento, y cuya presencia y sepa-
ración entre sí podía ser efectuada en la siguiente forma: En un bloque de plomo,
con un profundo agujero, se introducía en su fondo una muestra del material ra-
diactivo, y a cierta distancia de la boca se colocaba una placa fotográfica recubier-
ta de papel. En estas condiciones la placa se velaba según una superficie circular
ligeramente superior que el taladro, pero !\Í entre bloques y placa era acoplado un
potente imán, cuyo campo de acción afectara a la trayectoria del haz de radiacio-
nes, la placa fotográfica acusaba t1es zonas: una central, de rayos -y, que por care-
cer de carga eléctrica no son influenciados por el campo magnético; una segunda,
un poco desviada, de partículas 0t con carga positiva; y la tercera bastante separa-
da, de rayos (3, con carga negativa.
Se entiende por radia<.:lividad nalural a Ja facultad, de emisión de estas radiacio-
nes que poseen los núcleos de determinados elementos, llamados por ello radiacti-
vos. En este proceso, el átomo original queda transformado en un nuevo elemento,
que a su vez podrá ser o no radiactivo. En el primer caso, la desintegración conti-
núa hasta llegar a ser un elemento estable, al igual que sucede en el segundo caso
con una sola transformación.
Son radiactivos todos los elementos naturales de número atómico superior al del
bismuto (Z =83). Con este número o algo inferior son también radiactivos algunos
isótopos del bismuto (B 1 214), del plomo (Pb, 210, 214) y talio (Tl 210), así co-
mo isótopos de número tan reducido como la unidad (caso del tritio, H3 ). En la
447
448 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

siguiente tabla esquematizada figuran los elemcn tos estables ocasionados por la
desintegración de diversas sustancias radiactivas, así como número y tipo de radia-
ciones ocasionadas. Los tres primeros casos corresponden a las conocidas series y
los ocho siguientes son de paso inmediato al elemento estable.

TABLA Vl·1

RADIACIONES EMITIDAS
ISOTOPO RADIACTIVO FINAL ESTABLE
Q'.
~ 'Y

92
u 238 s2Pb206 8 6 9

92U23s 82Pb201 7 4 3

90 Th237 s2Pb2oa 6 4 1

75 Re1s7 760sl87 - 1 -

7¡LUl76
'72
Hft76
~
- 1 1

62Sm152 60Nd14s 1 - -
49lnl IS s0Sn1 15 - 1 -
37Rb83 87 - 1 1
38 Sr

19
K4o 20Ca40 - 1 1

6ct4 7N14 - 1 -
1H
3 2H3 - , -

La desintegración de cada sustancia tiene características específicas muy distin-


tas delas demás radiactivas, es decir, posee una actividad que es función del núme-
ro de sus átomos que se desintegran por segundo. Así por ejemplo, en el 92 u23s
por cada gramo de materia se producen unas 18.000 desintegraciones por segun-
do, y este valor es del orden de una millonésima de la del radio. La unidad de acti-
vidad es el curie, aJ que corresponden 37 x 109 desintegraciones por segundo y
gramo. También son utilizados el milicurie (37 · 106 ) y el microcurie (37 ·103 ).
Vl-1.1. Período de semidesintegración y vida media
Si se toma una muestra constitu ída por un solo elemento radiactivo y se miden
cada cierto' tiempo las modificaciones que sufre, puede deducirse que tal modifi-
cación depende del número de átomos desintegrados, y que la cantidad de sus-
tancia transformada es proporcional a la cuantía de la existente. Como no ha sido
transformada toda la materia inicial, sino sólo parte de ella, resulta que única-
mente determinados átomos, y no todos, han sufrido desintegración.
CAP. VI.- METODOS RADIOMETRICOS 449

Siendo N0 el número de átomos de la sustancia raruactiva que existían en un


momento determinado t 0 , y N los que se hallan presentes en un inslante posterior
t, 1a velocidad de desintegracíón que sigue la sustancia será -~~ , puesto que el
número de átomos se reduce a meruda que aumenta el tiempo. Este valor será
función del número de átomos presentes, luego:
_dN=A.N [11
dt
de donde
dN =-X dt (21
e integrando N
Qn N = - 'A t + K (3)
en cuya fórmula la constante K puede determinarse considerando que en las con-
condiciones iniciales el tiempo t 0 valía cero, y N0 era el número de átomos que
había. Por tanto K = Qn N0 , y sustituyendo
Qn N =- 'A t + QnN 0 [4]
y tambiéu
-'At=Qo N-QnNo=Qn~ (5]
o
Si en lugar de un tiempo cualquiera 'tomamos el de semidesintegración t* ne-
cesario para que los átomos iniciales N0 se hayan reducido a la mitad N y sustituí-
mos valores [5), tendremos:
- A tiL= Q
'" n
.!.
2
= - o' 693 (6]

luego el período de semidesintegración t* valdrá:


t., = -0,693 = 0,693 [7]
~, - X )..
en cuya fórmula Xse denomina constante de desintegración y representa el descen-
so de radiactividad por unidad de tiempo, siendo ello característica específica de
cada isótopo, con independencia de otros factores distintos al tiempo y Ja constan-
te, no afectándole por tanto las condiciones físico-químicas de la muestra (ni del
ambiente que a ésta rodea) como masas, temperaturas, presiones, o estados de
agrupación del isótopo radiactivo con otros elementos.
Hasta aquí hemos estudiado el comportamiento de un grupo de átomos en su
conjunto, pero no individualmente. La desintegración de cualquiera de ellos puede
producirse !o mismo en el primer instante que en el último del proceso, no exis-
tiendo garantía de permanencia o transformación, así que el intervalo de vigencia
de un átomo radiactivo es un producto del azai, imprevisible para nosotros, y del
que solo sabemos que la mitad de los átomos del grupo a que pertenece, se desin-
tegrará en un tiempo t!-!i. Sin embargo, nos convendrá considerar el período de per-
manencia 8, valor medio de vida de todos los átomos interesados, y e11 conse-
cuencia del de cualquiera de ellos. Esta vida media puede ser deducida por el cál-
450 TRATAUU DE GEOFISICA APLICADA

culo, resultando que es la inversa de la constante de desintegración

0
=*- 18]
y sustituyendo este valor en [7] llegamos a
= o,693 e
t,h
. [9J
Se comprendt> que la vida m<'dia no-liene por significado interpretativo que to·
<los Jos átomos se transformen conjuntamente en ese período de tiempo, dado que
en tal supuesto desapareced a la muestra original. Es un concepto estadístico que
no interfiere t>l hecho de la desintegración progresiva, en la que algunos átomos se
van desinlt>grando en tanto otros se mantienen estables duran le un tiempo deseo·
nocido, pero superior, sin que pueda predecirse cuales serán unos y otros.
Examinando las fórmulas anteriores vemos q ue el período de semidesintegra-
eión, para cada sustancia, es independiente de la cuantía del material desintegrado,
y solo tiene rdación con el tipo de sustancia, siendo extraordinariamente variable
de unas a otras. Por ejemplo, el del 92 U238 es de 4.51 O nnillones de años, en tanto
qur el d1'l 84 Po 214 es de solo 0,00015 segundos. Como la desintegración hemos
visto que es función de Ja masa, resulta que en el caso del 92 U238 , por cada 4.510
millones de átomos la probabilidad de desintegración es de un solo átomo por
año, cifra aparentemente ridícula, por reducida, pero que deja de serlo en cuanto
consideremos que un gramo de este cuerpo contiene 6,023 · 1023 : 238,03= 2.530
253. 10 19
trillones de átomos, a los que corr<>sponden
. . 8
45. 10 (365 X 24 x 3.600)
= 17.860
des1ntegrac1ones por segundo.
Vl - 1.2. Equilibrio radiact ivo
Vimos antPriormente que la velocidad de desintegración es A.N y representa el
número de desintegración por segundo. Durante un tiempo dt, el isótopo original
qué llamaremos ·1, con constante de desintegración A. 1 habrá perdido un cierto nú-
mero de átomos N1 con los que se formará otro isótopo, que denominaremos 2, de
constante X2 . Este una vez formado perderá más tarde N2 átomos que constitui-
rán un nuevo element o 3, de constante A. 3 , y así sucesivamente hasta llegar .a la
formación delclemen lo estable de la serie, que no su frirámodificaciones posteriores.
Al cabo de un liempo suficiente toda la serie se hallará formada. En el elemento
cabeza disminuirá constantemente el número de átomos, mientras que, por el con-
trario, aumentarán los de el final de serie, y Jos tipos inh'rmcdios :;<• increrncn tar<Ín
a costa del isótopo anterior, decreciendo al mismo tiempo, para formación del si-
guiente, de forma en que llegará un momento en que el proceso quedará subordi-
nado a una cierta velocidad de desintegración de cada Plcmcnto, que mantendrá
la serie en equilibrio radiactivo. Para que esto suceda, tanto las velocidades de de-
sintegración como las de formación han de ser iguales:

v=A.1 N1 =A.2N2=·. ·A.n N"


Sustituyendo A. por su valor en función drl tiempo, A= 0,~ 93 , y dividiendo to·
CAP. VI.- METODOS RADIOMETRICOS 451

das las igualdades por 0,693 tendremos que:


N1 N2 N"
-= -=···--
t¡ tz tn
donde vemos que las cantidades N1 , N2 etc., de los elementos de una serie, en
equilibrio radiactivo son inversamente proporcionales a los tiempos de vida media
de dichos elementos.

Vl-1.3. Radiaciones
Las radiaciones a, ~, "f, emitidas durante la desintegración de los elementos ra-
diactivos, posee constitución y características muy distintas entre sí, que permi-
ten su detección diferenciada.
Radiaciones a.- Están constituídas por núcleos de helio, es decir, 2 protones,
2 neutrones y electrones con masa de 4 y por tanto son de naturaleza corpuscu-
lar, teniendo carga eléctrica positiva. La emisión de una partícula Ol por un núcleo
radiactivo (desintegración Ol) hace que éste pierda 2 unidades en su carga eléctrica
y 4 de su masa, pudiendo representarse el fenómeno mediante ecuaciones nuclea-
res. Partiendo por ejemplo del 92 U23s, tenemos:
92 LJ23s - 90 :rh234 + Ol =90Th23., +2 He4
i
La velocidad de expulsión de esta partícula es muy elevada y varía entre y ?~
de la de la luz, o sea de 60 · 106 a 15 · 106 m/seg. y en consecuencia, debido asuma-
sa y velocidad, estas partículas dotadas de gran energía son verdaderos proyectiles
lanzados sobre la materia que las rodea y de la que fácilmente captan electrones
de sus átomos, es decir, son fuertemente ionizantes, pero al mismo tiempo, a cau-
sa de su tamaño resultan fácilmente frenadas por choques sucesivos con la misma
materia que los rodea, álcanzando pronto un estado pasivo como átomo neutro
de helio.
En el aire, a temperatura normal, los sucesivos choques de las partículas Ol con-
tra los átomos de oxigeno y rútrógeno hace que su alcance o distancia hasta la pa-
ralización, sea solo unos pocos centímetros, siendo también suficiente para su fre-
nado total, la interposición de una hoja de papel, o el espesor de solo unos 30 µ
si se trata de mica o alumirúo.
Esta desintegración sigue el proceso conocido por la ley de Soddy, que dice:
Cuando un átomo radiactivo emite una partícula a, el núcleo pierde dos cargas
positivas y cuatro unidades de masa, transformándose en un nuevo átomo cuyo
número atómico es dos unidades menor y un peso atómico cuatro unidades infe-
rior, comportándose químicamente como el elemento situado dos lugares anterio-
res en la Tabla periódica.
Su capacidad de ionización de las radiaciones a es unas 100 veces superior a
las~ y 10.000 veces que las 'Y·

Radiaciones ~.- Son simplemente electrones, con carga negativa y una masa tan
452 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

reducida como 548,76 · 10" 6 , pero suficiente para actuar con carácter corpuscu-
lar. Son emitidos por algunos elementos railiactivos, cuando uno de los neutrones
del núcleo se disocia en un protón, que queda en el núcleo aumentando su carga,
y un electrón que lo abandona. El número másico del elemento formado será, de
hecho, el mismo que el del generador, pero la carga del núcleo habrá aumentado
en una unidad; por tanto el isótopo producido tendrá como carga Z + 1, quedan-
do libre un electrón, que es la radiación {3, pudiendo expresarse el proceso con la
siguiente ecuación nuclear, en la que si partimos del isótopo de torio antes señala-
do, que sufre desintegración {3, tendremos:

90 Th234 ~ 91 Pa234 + {3 =91 Pa234 + ·1 eº


La ley de Fajans, relativa a este tipo de desintegración, enuncia qne cuando un
átomo radiactivo emite una partícula {3, pierde una carga negativa y aumenta en
una unidad su carga positiva, de forma que se transforma en un átomo de número
una unidad superior, y con masa prácticamente igual, correspondjente al elemento
situado un lugar después en la Tabla periódica.
La velocidad con que son emitidas las radiaciones {3 es muy variable, y con re-
lación a la de la luz oscila entre el 40 y el 99,95 por ciento (caso del mesotorio isó-
topo del actinio 238) o sea de 120 · 106 a 299,85 · 106 m/seg. Debido a su
pequeño tamaño tiene grandes probabilidades de pasar a través del conjunto de
núcleos y electrones de la materia que les rodea, y por eUo su poder de penetra-
ción resulta muy superior al de las radiaciones a, siendo por el contrario menor su
capacidad de ionización debido a sus reducidas ocasiones para expulsar electrones.
Las railiaciones {3 precisan para su detención, una delgada lámina de plomo, placas
de aluminio de 5 mm de espesor, algunos centímetros de arena, y en el aire su al-
cance es de unos 2 metros.
Radiaciones 'Y·- Son de tipo electromagnético, de la misma naturaleza y veloci-
dad que la luz o los rayos X, pero de una mayor frecuencia ( 10 16 a 102 º hertzios
en los rayos X y 10 19 a 1022 en los gammas). Por no tener carga eléctrica ni masa,
en su emisión no son alterados estos valores en el elemento original.
Esta radiación se produce cuando en el isótopo radiactivo se ha liberado una
partícula {3 y e] núcleo, que queda generalmente en un estado de energía excitada
vuelve a su estado normal mediante la emisión de una radiación 'Y· Más raramente
esta radiación no sigue a la emisión de la partícula {3 sino a la de la a, como sucede
en el ramo. En ambos casos la emisión de la radiación 'Y es el resultado de un pro-
ceso de reajuste energético.
La ausencia de masa, en los rayos 'Y, dificulta su colisión con los electrones de
otros átomos para su expulsión y, en consecuencia, su poder ionizante es muy re-
ducido, pero no nulo (más adelante veremos que se producen electrones a costa
de los fotones de estas radiaciones), en tanto que la capacidad de penetración es
mucho más elevada que la de las partículas a y {3. Los rayos 'Y son capaces de aira·
CAP. VI.- METODOS RADIOMETRICOS 453

vesar varios centímetros de plomo, unos 30 cm de roca, variando este valor con
su capacidad de retención, y en el aire pueden alcanzar varias docenas de metros.
Rayos cósmicos.-Además de las tres clases de radiaciones emitidas por las sustan-
cias radiactivas existen tes en nuestro Planeta, hemos de considerar otras, denomi-
nadas rayos cósmicos que nos llegan desde el espacio exterior, y que son acusadas
juntamente con aquéllas, en los aparatos detectores. Originalmente son las partí-
culas llamadas rayos cósmicos primarios, con energía del orden de 10 10 e V, que al
entrar en nuestra atmósfera y chocar con sus átomos pierden parte de su energía
y se transforman en los rayos cósmicos secundarios, de frecuencia superior a 1022 Hz.
que son de dos tipos: Unos están formados por electrones y fotones, que po$een
gran energía, y los otros son los mesotones, constituídos por partículas cuya masa
es 200 veces mayor que la del electrón, pero con igual carga eléctrica que éste.
Vl-1.4. Radiactividad de las rocas
Como consecuencia de todo lo manifestado se comprende fácilmente que en
la superficie de la Tierra puedan presentarse, y ser acusadas, todas las radia-
ciones enumeradas, pero su cuantía y distribución será variable de unas zonas
a otras, por estar en relación con la mayor o menor distribución de los ele-
mentos que las emitan, salvo en el caso de las ractiaciones cósmicas, cuya pre-
sencia por proceder del exterior, es totalmente ajena a ¡, constitución de los
terrenos. Así se explica que los minerales radiactivos, bien se hallen relativamente
acumulados en zonas de bonanza, o simplemente distribuidos con gran disemina-

TABLA Vl-2
Contenidos medios de U y Th en rocas y sustancias naturales

URANIO TORIO
SUSTANCIA g/tm g/tm
Agua del mar 0,00015 a 0,0016
Fosfatos marinos 0,001 a 0,065
Humus y cenizas de carbón 0,005
Sedimentos marinos 0,65 a 1,07
Cenizas vegetales 7
Aguas de los campos petroliferos 10
Carbón kolm de las pizarras arci-
llo-aluminosas 50 a 100
Petróleo 100
Asfaltita de Utah (U.S.A.) 2880
Rocas igneas básicas 0,96 3,9
Rocas igneas intermedias 2,61 9,97
Rocas graníticas 3 a 5 13,4
Diolb.:isao 0,0:5 z
Basaltos 0,83 5
Calizas 1,3 1,1
Rocas sedimantarias en general 1,2
Rocas de origen areno~u 5,4
Rocas de origen arcilloso 12
Arcillas pizarrosas 10,l
-- -
454 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

ción en los diversos tipos de rocas, permitirán acusar su presencia por las radia-
ciones que emiten, si podemos detectarlas con medios adecuados, y del valor ha-
Uado reducimos el de las radiaciones cósmicas, señalando el saldo la emisión su-
perficial.
Hemos confeccionado la Tabla VI-2 , señalando contenidos medios de los
elementos mayoritarios entre los radiactivos, indicando los contenidos de uranio
y torio, en gramos por tonelada, que poseen diversas rocas y sustancias naturales.
lo que nos permite constatar la gran diferencia existente entre los diversos tipos
que se citan, en cuanto a su contenido en tales radiactivos, y, en consecuencia, el
contraste entre las radiaciones que sean emitidas en cada caso, que es en definitiva
lo que captaremos a través de los aparatos detectores y nos permitirá deducir, por
su emisión característica, el tipo de roca del subsuelo, si este no es visible a causa
de recubrimientos, que presentará incrementos locales de emanaciones en aquellos
lugares donde existan cspecif'S mineralógicas más abundan les en uranio y torio, a
los que pueden acompañar olros paragenéticos aprovechables, y que pueden yacer
formando bancos, filones, depósitos o placeres.
En la Tabla Vl-3 consignamos, en tantos por 100, los contenidos en U y Th
de diferentes miner.tles, algunos de ellos cuyas materias aprovechables industrial-
mente son distintas de las radiactivas. si bien estas nos sirven de guía para el des-
cubrimiento.
TABLA Vl-3
Contenidos medios de U y Th de algunos minerales

Uranio
. Uranio Torio
MINERAL Torio MINERAL
% % % %

Xenotima o a 2,64 Uranotorianita 7 a 2S 16 a S7


Monacita 0,2 a 0,7 l,S a 17,6 Ampangabeita 12 a 17
Zirconita o a 4 o a 7,S Autunita so
Aschynita o a 7.6 o a 26 Blomstrandina 17
Fergusonita 2 a 8 o a 6 Brogerita 6S
Pirocloro o a 14,S o a 3.S Ch aleolita 46 a Sl
Euxenita 3 a 18 o a 6,7S Cleveita 47 a 61
TorO<JUmmita 20
Tantalo-niobita o a 22,S o a 4,4 Cu rita 62
Torianita 4 a 11 S3 a 8S Gumm1ta SI a S9
Samarskita 2 a 31 o a s Lieb1gita 31 a 32
Betafita. 22 a 2S o a l,lS Trogerita S4
Carnotita 52 a S7 o a 13 Uranofana 4S a SS
Uraniníta 38 a 80 O,Ola 0,3 Johannita S6 '

Vl-1.5. Efectos de las radiaciones


Producción de pares de iones.- rt1ando un:i nartícula ex penetra en una masa
gaseosa, chocará con los núcleos de los átomos que Ja componen. En cada choque
CAP. VI.· METODOS RADIOMETRICOS 455

pierde parte de su energía cinética hasta quedar detenida, absorbida por algún nú-
cleo, o bien, si alguno de los choques se ha producido contTa uno de los electrones
de los átomos gaseosos lo desplazará de su órbita si la partícula aún posee energía
suficiente. El átomo quedará escindido
en dos partes; una el electrón separado,
que tiene carga negativa, y la otra el re&-
to, con los mismos positrones y una car-
ga cortical menor siendo por tanto posi-
tiva- Serán pues un par de iones prima-
rios, de signo contrario, que tenderán a
recombinarse en condiciones normales,
pero si por el contrario situamos en sus Fig. Vl-1
proximidades un electrodo positivo y otro negativo, con una diferencia de poten·
cial suficiente, cada uno de los iones se irá hacia el electrodo de signo contrario,
al suyo, según el esquema de la figura VI-1.
Si aplicamos una diferencia superior a la mínima precisa para alcanzar los elec-
trodos, la energía cinética de los iones primarios podrá llegar a ser lo suficiente·
mente elevada para permitir que a su vez provoquen nuevos choques con los elec-
trones de otros átomos produciéndose pares de iones secundarios, y si exageramos
la tensión podremos llegar, por repetición del proceso, a la formación de nuevos
pares que en avalancha alcanzarán los electrodos, y acusaremos en el receptor co-
mo una sola pulsación.
Se comprende que tratándose de partículas (3 el proceso sería semejante pero
menor el número de pares de iones producidos, pues debido al inferior tamaño de
estas partículas serán más reducidas las probabilidades de choque con los electro-
nes de los átomos. En cambio como su velocidad es superior a la de los rayos O!,
podrá ser aplicado un menor voltaje. Regulando éste, y la distancia entre la entrada
de partículas y los electrodos, podrá establecerse un equilibrio que permita la re·
recepción del total de iones o bien solo de los creados por la radiación (3.
Para el estudio del proceso puede utilizarse la cámara de ionización, que en esen·
cía consiste en un recipiente lleno de un gas, que puede ser aire, metano, argón,
etc. provista de dos electrodos con una diferencia de potencial del orden de l 00 a
500 voltios. La producción de pares de iones, por cada partícula a, es de 50.000 a
100.000 por centímetro de recorrido de las partículas en el aire, y solo de unos
centenares si el generador es una partícula (3.
En la figura VI-2 se representa un esquema de la interacción entre la importan·
cia del voltaje aplicado a la cámara, y la intensidad de las pulsaciones acusadas en
el receptor (función del número de pares de iones producidos). Se ve que con ten-
sión nula 0 bai;1 "" h.,, . ---.,,p,.;:-~. , .•1 ....., t!sta se va acusamlu ""pírlamente con un
mayor voltaje hasta un límite en que prácticamente se estabiliza aún incrernentan-
456 .TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

do la tensión, que ha de alcanzar un valor crítico a partir del cual la avalancha de


iones secundarios es rápidamente exagerada, pudiendo alcanzar los 107 a 108 pa-
res de iones.

"o
¡;
"'
Ja
:1
Q.

"
'O
'O
"'
~
e:""

o 500 800 V
'ºº Tenslon de servicio

Fig. Vl-2

La detección de las radiaciones 'Y, como carentes que son de masa, no pueden
seguir el orden simplista expuesto, sino que ha de verificarse una fase de previa
transformación. Durante su trayectoria, los rayos 'Y actúan sobre los átomos que
alcanzan, comunicándoles su energía con producción de electrones secundarios,
capaces de engendrar igualmente pares de iones que podrán ser asímismo detecta-
dos en el receptor. El mecanismo de lransporle de esa energía se produce por efec-
tos fotoeléctrico y de Compton.

Efecto fotoeléctrico.- Los rayos 'Y son ondas electromagnéticas y, como tales,
pueden considerarse formadas por partículas elementales, sin masa, llamados foto-
nes o quantos de luz, según la teoría expuesta por Planck, quien estableció que
la energía de un fotón tiene por valor:
E = hf [1]
siendo h =la constante de Planck (6,62 · 10· 27 ergios por segundo).
f = frecuencia de la onda t-lectromagnética (luz) utilizada.
Asímismo Planck intuyó y expuso que cuando un fotón incide sobr<> la ~upcrfi­
cte de un metal, purdr transf<>rtr a un electrón de esta superficw la suficiente ener-
gía µara permitirle que escape atrav<'sando la Pncrgía potencial que poseía.

Como la frecuencia fes igual al cociente de dividir la velocidad de la luz por la


longitud de onda A. tendremos, sustituyen do:
E=~ (2]
A.
CAP. VI.- METODOS RADIOMETRICOS 457

En 1905 Einstein, en su Teoría sobre el efecto fotoeléctrico determinó que la


energía E de un fotón es:
E=h f = <I> + -21 m1 v12 [3]

Cuando un fotón choca con un electrón de un átomo de Ja superficie de un


metal, la energía de aquél se transmite íntegramente al electrón, con lo cual el fo-
tón desaparece. Considerando nula la masa del fotón, el producto ~ m 1 v~ será
cero y no aportará energía al electrón que solo es afeclado por 4> en Jo que proce·
da. Así el electrón tendrá ahora uua energía que sná:
E= <l>+l mv 2 [4)
2
siendo m y v su masa y velocidad, esto es, su energía propia, que habrá sido incre-
menta da con <l>, valor que puede ser o no suficiente para liberar el electrón, por cu-
ya razón se le denomina trabajo de extracción. Como la energía del fotón real-
mente aprovechada es <I>, tendremos que:
et> = E'=hf0 [5]
siendo f 0 el llamado umbral de frecuencia fotoelécLTico, en el que con otras fre-
cuencias inferiore::. a f 0 no habrá emisión de electrones. Como en los metales alca-
linos el trabajo necesario <P. para la extracción de electrones es muy bajo, también
lo será el umbral de frecuencia f 0 , y ello pcrmitt· utilizar la luz visible, pero en la
mayoría de los metal<'s ~on necesarias frecuencias superiores de luz ya no visibles.
Efecto Compton.- Sabernos que la luz son ondas electromagnéticas y constituye
un tipo especial de p<'rturbación que presenta doble comportamiento: ondulato-
rio y corpuscular, aspectos ambos de su actuación en los frnómenos que produce,
habiendo visto en ( 1) que la f'nergía dr un fotón es función directa de su frecuen-
cia y, en consecuencia Jos rayos')', con frerncncias comprendidas entre 1,5 · 1020 y
1,5 · 1022 hertzios tendrá uu rnntenido energético muy ele,ado.
En 1923 Compton, hacirndo incidir un haz de rayos de gran frecuencia, como
son los X, sobre un trozo dt• grafito, pudo comprobar que se producía una gran
difusión de estos rayos, CU) a frccut>ncia había sido modificada respecto a la de los
incidentes, variando de valor según ~·I ángulo de difu~ión, quedando así demostra-
do una vez más el caráckr dual de la luz: de naturaleza ondulatoria en los frnó-
menos de propagación, y corpuseular en cuanto a su interacción con Ja materia. La
modificación de la frecuencia, en los rayos difundidos, e::- int<'rpretada por Comp-
tón como un choque elástico entre d fotón, que se comporta como una vndadera
partícula material, y el electrón atacado. Considerada esta hipótesis, y aplicando el
principio de conservación de Ja energía, habremos de admitir que si bien el segun-
de sumando ~ m,v? de Ja fórmula [3], que> dábamos como valor cero a los solos
efectos de que no aportaba energía al electrón, no queda anulado a otros efectos,
puesto que se mantiene con vida propia e indepencüenlt' en calidad de un nuevo
458 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

fotón, menos enérgico que el primitivo, pudiéndose entonces considerar la energía


de la fórmula de Einstein (3) eomo:

E =h f = <I> + l2 m1v21 = h f o + h f' (6)

en la que h f' es la energía del nuevo fotón y h f 0 la aplicada al electrón, cuyo valor
total, según la fórmula [4] es igual a <I> + ~ mv 2 que podemos también escribir ba-
jo la forma de:
E = lmv2 [7]
2
siendo v2 la velocidad del electrón después del choque. Gráficamente podemos
representar el efecto Compton con el siguiente esquema:

Fig. Vl-3

Vemos que en el choque del fotón con el electrón, aquél pierde una cantidad <I>
de energía y desaparece, al tiempo que se crea otro de menor frecuencia. Si ésta es
aún muy elevada, Ja onda secundaria producida no será acusada por nuestros ojos.
En cambio, si la onda primaria tenía una frecuencia próxima a la de la luz visible,
al perder energía se transformará en una onda secundaria perceptible a simple vis-
ta.
Este fenómeno es el origen de la fluorescencia, que es aplicada para la detección
de numerosas sustancias, y entre ellas diversos minerales, en cuya superficie se hace
incidir en un haz de rayos ultravioletas, que con el choque emiten radiaciones
de menor energía que en bastantes sustancias son visibles, con coloraciones depen-
dientes unas veces de la constitución de la materia incidida, y otras de pequeñísi-
mas cantidades de cuerpos extraños a ella, que se encuentran en su trama crislalina.
Así por ejemplo, es bien conocido el caso de las calizas, normalmente inertes a la
fluorescencia, pero que en ciertas localidades de diversos países y debido a variadas
impurezas fluorecen en blanco y en toda la gama de colores. El sulfuro de zinc, pre-
cipitado a partir de soluciones acuosas, y secado .a temperatura baja, no presenta
apenas fluorescencia pero calentado a 900° pierde algo de su azufre, y d~jado en-
friar acusa una intensa fluorescencia azul, que será verde si el SZn ha sido íntima-
mente mezclado con una parte por millón de SC4 antes del calentamiento a 900°.
CAP. VI.- METODOS RADIOMETRICOS 459

Entre los minerales radiactivos, De Ment y Dake describieron en 1941 unas


180 especies, pero entre ellos ni la pechblenda, a pesar de su alta ley en uranio, ni
los titano-niobiotantalatos suelen ser fluorescentes en su respuesta a los rayos ul-
travioletas. Miexner en 1940 estableció una clasificación de los minerales uranífe-
ros en tres grupos generales:
a) Con fuerte fluorescencia, amarillo-verdosa: Fosfatos, arseniatos, sulfatos y
otros.
b) Débil fluorescencia verdosa: Carbonatos.
e) No fluorescentes: Silicatos y micas de uranio, de composición

M2 (U0 2 ) 2 (X 0 4 ) ·nH 2 0
en la que M puede ser cobre, hierro, plomo, bismuto, manganeso, o bióxido de ura-
nio. X significa fósforo, arsénico, vanadio o azufre. n, el número de moléculas de
agua que varía de 8 a 12.
Como complemento a esta clasificación puede decirse que, en general, no son
fluorescentes los minerales primarios de uranio, pero sí lo son los secundarios y
ello permite por ejemplo la detección de pechblendas, que suelen mantener su-
perficialmcnte restos de los minerales creados a sus expensas, como la zippeita, y
otro tanto puede decirse de algunos del grupo c).
Para mejor ilustración, en la Tabla VI-4 se insertan algunos minerales, de ura-
nio, junto con la tonalidad de sus respectivas fluorescencias.

TABLA Vl-4
Tonalidades adquiridas por diversos minerales
radiactivos con la luz ultravioleta

MINERAL Tonalidad de la fluorescencia

Autunita Amarillo verdoso


Chalcolita Amarillo verdoso
Gummita Violeta
Johannita Amarillo verdoso
Dakeita Verde
Torbernita Amarillo verdoso
Uranocircita Amarillo verdoso
Hialita uranífera Amarillo verdoso
Uranofana Amarillo verdoso
Uranofilita Amarillo verdoso
Uranospatita Amarillo verdoso
Uranotallita Verde
Uranotilo Amarillento
Zippeita Amarillento
460 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Vl-1.6. Aparatos detectores


Antecedentes.- En los primeros tiempos se utilizaron ocasionalmente en el
campo aparatos de laboratorio tan sencillos como el electroscopio. En las zonas
en que el aire se hallaba ionizado por las radiaciones, se descargaba tanto más rápi-
damente cuanto mayor era Ja presencia y proximidad de los minerales radiactivos.
Otro aparato empleado fué el spintariscopio, ideado por Crookes en 1903, con-
sistente en una caja cerrada, para evitar la luz, en cuyo interior llevaba una placa
de sulfuro de cinc (blenda hexagonal) y a próxima distancia un platillo donde co-
locar las muestras de mineral que fueran encontrando. La caja iba provista de un
orificio para la observación con una lupa o microscopio. Si la muestra era radiacti-
va, las partículas a emitidas podían alcanzar la pantalla y producían un destello
luminoso. Si se cuidaba de que las muestras testigos fueran de tamaños sensible-
mente iguales, el número de destellos daba cierta idea sobre el tipo de mineral en-
sayado.
También fueron utilizadas placas fotográficas corrientes, y otras especiales co-
nocidas por placas IHJ,cll'ures, que contenían una mayor cantidad de bromuro de
plata en forma de granos extraordinariamente pequeños, sobre los que al incidir
las radiaciones se reducían a plata, de color negro, Del espaciado de los granos
transformados, y de la longitud de la traza, observando al microscopio, se dedu-
cía la naturaleza y energía de la radiación incidente.
Actualmente estos aparatos han sido sustituidos por otros infinitamente su-
periores de fácil manejo en el campo.
Contadores Géiger-Müller; Basado en el funcionamiento de la cámara de ioniza-
ción, Hans Geiger, antiguo colaborador de Rutherford, preparó un tubo ionizador
que más tarde perfeccionó, aumentando su sensibilidad, con la ayuda de W.
Müller.
Consiste en esencia en un tubo cerrado, de vidrio o metal, relleno de metano y
argón mantenidos a una baja presión de sólo décimas de atmósfera. El tubo hl\Ce de
cátodo, y a lo largo de su eje central lleva un hilo metálico que sirve de ánodo.
Entre ambos electrodos se establece una diferencia de potencial que suele ser en-
entre 800 y 1.500 V, generalmente 1.000 V. Una estrecha ventana, de. poco espe-
sor, permite la entrada de las radiaciones las cuales, en las sucesivas colisiones con
los átomos del gas, pueden producir la expulsión de un electrón, éste la de varios
y, por último la de una verdadera avalancha, que podrá ser medida electrónica-
mente como una sola pulsación, de cuantía realmente independiente de la energía
inicial de la radiación, no siendo pues apreciable la distinción de tipos.
Para salvar este inc?nveniente se utilizan contadores proporcionales que tienen
tensiones inferiores, 500 a 800 V, dentro de cuyo campo son fundamentales las
características de la radiación captada, pues Ja producción de, pares de iones de-
CAP. VI.- METODOS RADIOMETRICOS 461

,,:,
pende esencialmente de su propia ener- ~
gía dado que tle acuerdo con ella será
la intensidad de señal que se acuse e .()
"'
~
~
·~
~ ~
ü
.. ..
-~ ~
1
pues la influencia del menor voltaje ~ 't:¡ fu
ejerce un inferior efecto multiplicador. :> ......
'
c. t:: 1 ·!:! ::}- ·~
.!! ~: et <.:¡~

Así, en estos detectores la avalancha .g ~ ¡ ~ "'~ ~


{;
de iones puede alcanzar un valor de 'O
l3
"1
~.

~
~ ~
~
e: ·"'
.'!!
106 , inferior a 10 8 que pueden conse- Vi
.
·~ 1
~ ~
e ~~1
::¡ •
~ v a"
guirse en los Geiger-Müller de alla ten-
sión. En la figura VI-4 puede apreciar- 1
se la influencia de la tensión sobre la
importancia de la señal detectada. En o /00 sao 800 1000 t500V

la región utilizada por los contadores Tensión de !lllrvlclo

proporcionales, el incremento de señal Fig. IV-4


queda definido por una curva iniciada casi sin pendiente y finaliza con fuerte valor
de ésta, de forma que pequeñas diferencias de tensión permiten anular por debili-
tamiento de señales, las radiaciones de menor energía. En cambio en la región
G-M con pendiente prácticamente nula entre 800 y 1000 V y poca y uniforme
pendiente, para la misma selección se precisa una superior variación de potencial.
Esta facilidad selectiva permite construir detectores para radiaciones espe-
cíficas, como las· gammabetámetros, gammáfonos (detección a la escucha,
esquematizados en la figura VJ-5) y
gammámetros. Uno de éstos, el fran- Aurlc.ulares Tubo G.-M.

cés A.V.P. equipado con 9 tubos con-


tadores 3G3, dispuestos en un ángulo
Ventana de entrada de
sólido bien definido , ha dado ocasión tas radiaciones
al establecimiento, Commisariat a
l'Eriergie Atomique de una unidad,
utilizada en Francia y denominada
choque A VP que señala el número de
golpes por segundo generados en di-
cho aparato por una radiación gamma.
Este aparato ha servido de patrón para
otros modelos que el mercado suminis-
tra con graduación A. V.P. Con fre-
cuencia se utiliza como medida el
miliroentgen (mR) hora, equivalente a
7,5 · 106 golpes o contajes-hora, o sea,
125 000 por minuto. A los detectores
que señalan mR en su esfera se les
Fig. Vl-5
llama ratímetros.
462 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Los tubos G-M construidos en vidrio no son sensibles más que a las radiacio-
nes 'Y y a las (3 duras, que son de elevada energía, siendo impermeables a las ~ y
(3 blandas, que además raramente llegan hasta el detector puesto que suelen ser
detenidas rápidamente por el aire. Los tubos de aluminio, o de vidrio con ventanas
de este metal, son también permeables a las (3 blandas.
En realidad, los contadores Geiger-Müller tienen su mejor servicio en los rayos
(3, pues los 'Y aunque más penetrantes tienen en cambio una baja capacidad de ioni-
zación, estimándose que de cada 100 'Y recibidas en el tubo, una sola es capaz de
ionizar y ser acusada.
Deste/lómetros o contadores de deste/los.-Tienen por antecesor el espintarisco-
pio de Crokes, en el que se produce un destello de luz visible, cuando una radiación
al chocar con los átomos de ciertas sustancias como el sulfuro de zinc, llamadas
corrientemente fósforos por sus propiedades, desplazan la posición de alguno de
sus electrones excitándoles. Al ceder éste la energía recibida vuelve a su estado nor-
mal emitiendo una radiación electromagnética comprendida en las frecuencias de
la luz visible. El espintariscopio fue sustituido por la cámara de ionización, y ésta
por los contadores Geiger-Müller, aún en uso, que tuvieron gran aceptación y ser-
vicio, pese a su pequeña sensibilidad receptora, que es en parte compensada mul-
tiplicando el número de tubos en cada aparato.
Aún conocido el principio del espintariscopio, su transformación en el Destelló-
metro no fue conseguido hasta después de la Guerra Mundial. Hacia 1954 se obtu·
vieron nuevos fósforos, mucho más eficaces, partiendo de preparados que se acti-
vaban por inclusión, en sus redes cristalinas, de pequeñas cantidades de algún ele-
mento, principalmente talio, que servía de activador, produciendo niveles adicio-
nales de energía, en los que Jos electrones pueden entrar durante su excitación,
cayendo de ellos al volver a su estado normal.
Estos nuevos fósforos constituyen dos grupos: los inorgánicos casi todos, iodu-
ros activados generalmente con talio, como Nal(Tl), Kl(Tl), Csl(Tl), Csl(Na),
Lil(Eu) y Ca F 2 (Eu); y los orgánicos antraceno, naftaleno y otros. El fósforo
más frecuentemente utilizado en estos detectores es el ioduro sódico Nal(TI), y la
frecuencia de las radiaciones producidas alcanzan no sólo la luz visible sino tam-
bién la ultravioleta.
El descubrimiento de estos cuerpos permitió la aplicación del llamado tubo fo-
tomultiplicador que, colocado a continuación del fósforo y dotado de un mango
puede ser manejado cómodamente por el operador. Del conjunto, que tiene una
longitud de unos 30 cm parte un cable conductor que lo une al circuito electróni-
co transistorizado, que puede llevarse colgado, o bien apoyado en el suelo, según
su peso. Este circuito permite aumentar la corriente producida, para su mejor me-
dición, y va provisto de un sistema integrador de los choques en distintas escalas.
CAP. VI.- METODOS RADIOMETRICOS 463

El cuerpo manual, que es el verdadero detector, Ueva en su extremo posterior,


en lugar visible para el operador, la esfera de medidas que cubre una gama de es·
calas comprendidas entre O y 50 a 150, según los modelos y O a 15 000 choques
por segundo, con un error del 5 al 10 por ciento. El cuerpo del circuito electróni·
co, en forma de caja, lleva los mandos reguladores y 3 pilas de 1,5 V como siste-
ma de alimentación, y el peso oscila entre 3,5 a 5 kg.
Los destellómetros han sido concebidos para extremadas condiciones climáti~as
en su trabajo de campo, siendo capaces de prestar buen servicio entre -25° y + 50
ºC, teniendo una estanqueidad que le permite soportar una inmersión bajo 0,5
al m de agua.
La capacidad de detección de estos aparatos es elevada para los rayos gamma,
pudiendo estimarse del orden del 50 por ciento, pero si estas radiaciones son ..de
baja frecuencia pueden alcanzar hasta un 95 por ciento. A esta capacidad de medi-
da, condiciones de estanqueidad, posibilidad de servicio en condiciones extremas
de temperatura, y utilización por un solo operador, hay que añadir su aplicación
en la prospección aérea.
En la figura VJ.6 se esquemalizan las
partes principales del grupo detector de
un gammámetro. Su funcionamiento es
el siguiente: Las radiaciones a y {3 que-
dan absorbidas por una placa de vidrio
en la que las -y pasan sin dificultad a la
cámara del fósforo, dondf" por efecto
Compton se cambia su onda a una de
menor energía, que queda denlro de la
gama correspondiente a las luces visible
y ultravioleta, produciéndose un <leste·
Uo. El choque del fotón de esta onda
V
con el fotocátodo origina un electrón
que es atraído por e1 primer electrodo, Fotocátodo
mantenido a potencial suficiente y Electrón emitido
por el cátodo
construído con material fácilmente
Tubo
emisor de electrones. que son despren-
fofomultipltcador
didos por la colisión del primer elec·
.:..
trón, siendo atraídos por el siguiente 11
>
electrodo, que posee un voltaje más <I
elevado. Siguiendo el proceso se al- E:"--...¡.__r:-..._ Emisor de elertrones
canzará el último electrodo (ánodo} secundarios
que será el colector de la avalancha de
electrones originados, y serán llevados
por el cable del sistema electrónico,
y de éste a la esfera de medida.
Fig. Vl-6
464 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Emanómetro.- Es el detector utilizado pan el radón l{6 Ra 222 y sus isótopos torón
220 y actinón 219. El aparato modcln de prospec<·ión consiste en esencia en
un destelloinetro completó, una sonda. y u11a Lotella de aire comprimido con su
trampa neumática para extraer la emanación del sondro practicado.
La fase detectora va toda ella en una caja y consta de una cámara dP de~tellos,
de 125 cm 3 , cuya pared in tema está revestida de un ffo;foro, que suele ser sulfuro
de cinc activado con plata S Zn (Ag); un tubo fotomultiplir.ador, con tensión de
1.000 a l.500voltios, alimentado con 3 pilas de 1,5 V y un lTansformador-conver-
tidor de corriente contínua; circuito eléctrico de integración y lectllra directa, etc.
Esta •caja, cuyo peso cargada resulta de unos 6 Kg, se encuentra 1•n condiciones
de estanqueidad y de servicio en condiciones ex lr<'mas de Lcrnpcralura en forma
semejante a Las señaladas para los destdlómelros norma.ks. El error de lectura es
de un 5 por ciento para las escalas de sensibilidad de choques reales, comprendi-
das entre O a 3 y O a 300 choques por segundo. que registran estos aparatos.

Berilómetro.- Entre las diversas rnodificacio1m:: hechas al <lcstellómetro, para su


variedad de aplicaciones, se encuentra d beriJómclro, detector específico del be-
rilio en sus distintas especies miner'llógira:>.
El aparato consísle en un pequeño destc:Jlómetro. t'On su correspondiente tubo
fotomultiplicador. bajo cuyo conjunto :;e encuentra aislado por adecuada defensa
de plomo, un isótopo radiactivo, el anlimonio 51 Sb 124 emisor de rayos -y de ener-
gía alta, que alcanzando a los minerales de berilio, sitos l'rl las proximidades de
esta fuente radiactiva, los excita y emiten neutrones que son del:ectados.
Lámparas ultravioletas. - Sabemos que el cfrcto fotoeléctrico es e1 fenómeno se-
gún el cual se produce un'! em ision de electrones por /a materia cuando ésta se
ilumina con una luz ele clt'terminada frf"t:ll<'tll'ia. También vimos que si una onda
electromagnética incide sobre una sustancia se produce. por efecto Compton, una
onda secundaria de menor f'rernencia. Se trata de una absorción de radiaciones,
con emisión de nuevas radiaciones de menor Pnergía, que pueden hallarse en el es-
pectro de luz visible, en cuy o caso se tiene la se11sación de que fuera la propia sus·
tancia la que emitiera espontáneamente esta luz, qui' puede prt'l'Cntar colora-
ción determinada. Este fenómeno imcle denominarse fluorescencia, pero en deter-
minadas sustancias parte de la ent'rgí·a recibida es almacenada por la materia y se
va eliminando gradualmente hasta su agotamiento. Durante. este período de rea-
juste energético la fluorescencia es mantenida ofreciendo una intensidad luminosa
cada vez más débil, hasta desaparecer, proceso que recibe el nombre de .fosforPs-
cencia. En ocasiones Ja 011da secundaria tiene una frecuencia fuera de la luz visible
y no hay fluorescencia, pero sin embargo, la energía acumulada puede ser elimi-
nada en ondas con frecuencias dentro <le la luz visible. 8ste fenómeno de fosfo-
rescencia sin fluorescencia se presenta en algunos minerales, como los aragonitos
de Balboa (España)1 fosforescentes en azul pálido, y tos de. Credc de CoJorndo
(USA) en azul luminoso, o la caliza dr Cumberland (lnglatrrra) con rayas roja&.
CAP. VI.- METODOS RADIOMETRICOS 465

Becquerel en 1.859 estableció el principio de las lámparas fluorescentes, propo-


niendo su utilización como medio para iluminar con lámparas de aire enrarecido
provistas de materias fosforescentes, y Edison, tras comprobar en 1.896 que la ra-
diación invisible catódica podía transformarse en radiación visible mediante sus-
tancias fluorescentes, construyó modelos que dieron ocasión a Ja primer patente
de lámparas eléctricas fluorescentes otorgadas en 1.893 a Edíso11, habiéndose in-
troducido desde entonces innovaciones diversas, moruficando los resultados, con-
siguiendo también que se produzcan luces de diversos colores.
Si en los métodos radiactivos fueran utilizadas lámparas ultravioletas dr rayos
de longitudes de onda grandes, próximas a los 4.000 A, que es la frontera con lu
luz visible, la onda secundaria producida podría alcanzar la frecuencia de los in-
frarrojos, no consiguiéndose fluorescencia apreciable. Por ello se utilizan ultravio-
letas de longitud de onda corta, del orden de 2.500 A, ya en el umbral de los
rayos X. Son bactericidas, producen vitamina O y pueden causar lesiones en los
ojos y piel, pero la onda secundaria obtenida queda dentro dt>l campo de La Luz
visible, con color que depende de la pérdida de energía que tenga la onda prima-
ria, como consecuencia del tipo de sustancia incidida.
Para conseguir la longitud de onda de 2.500 A se utiliza una ampolla de cuarzo
fundido, o de vidrio al níquel (permeable a las radiaciones tiltravioleta) en cuyo
interior se mantiene una atmósfera inerte, de argón o criptó11, a una presión baja
de 8 a l O mm, donde se encuentra volatilizado un poco de mercurio.
La emisión de Jos electrones de bom-
bardeo se consigu~ por métodos termo·
iónicos merced a un electrodo que pue- wz visible

de ser de cualquiera de los dos tipos uti-


lizados. El llamado de cátodo calientr
consiste en un filamento de wolframio, Electrón
enrollado y recubierto de óxidos Lérreo- secundario
alcalinos, generalmente estroncio o bario,
cuya temperatura de emisión de electro- Afamo de
mercurio
nes es alcanzada por el paso de la co-
rriente eléctrica a través del filamento,
que actúa de resistencia. En Jos de cáto-
do frío el electrodo es un cilindro cuya
superficie rstá cubierta de materiales emi-
sores, y romo la Lemperatura de servicio
es infrrior a la de los calirntes, también
<·s m1•11or el ré:gimen de corriente uti]iza-
zado y más larga la vida de la lámpara. Fig. Vl-7

En ésta, el esquema de funcionamiento puede seguirse en la figura V1-7. El clec-


466 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

trodo, por emisión tcrmoiónica dcsprcn<le a velocidad grande electrones de su re-


vestimiento, qu<· en su lrn) edoria alr-anza cledrones corticales de los átomos de
mercurio, de~plazúndolo" de sus órbitas. Cuando vuelven a su posición primitiva
emiten radiaciones ultraviolda que alcanzando al mineral fluorescente emiten,
por efeclo Compt;)ll, ondas de frecuencias comprendidas dentro del espectro de
luz visible.
Los detecton~s de rayos ultraviole ta son bastante sencillos y constan en esencia
de su elemento principal, que es la lámparii, alimentada por dos pilas de ] ,5 \!.
;ustalada:s en un eÍr('UÍlo provi~lo d<' el!'vador de lC'nsión. no llevando ins lrumt>n1os
de medida, y los resultados de Ja ddec<:ión son apr<'ciados por el ojo humano, por
contrastes por mu1·stras patrón pre:wntei, o memorizadas. Como modelos de. cam-
po se utilizan diversos tipos ele transportt•s, y mtrc eJlos alguno muy liviano que
lleva, todo el equipo, rnmpa<'Ludo d<'ntro de un lubo, de 4 cm. dC' diámetro y
38 cm. de longitud JIHJll<'jabJe con una sola mano encenrlido inclusive.

V l-1.7. Pro~ección radiométrica


Detección.- E\.il'I<' 1111 roca:- que contienen drmt·nto~ radiaC"-
gran núnwro de
tivo:s f'll ma) or u <·uan I ía. corno pul'd<· aprcciar;:c rn la Tabla Jl dondl'
11H·nor
t ambi~n :;;1· tifra11 lo,; 1·onll'nido,; rn alguna::- aguas. qur llevan 1·sto;:: elcmr11los <"rt
disolución, y alguno:; n>mptH':>tos orgánico:> qu<·. como d pclróko y alguno,; <·ar-
bone;;. lo" 1·011ti1·111•n 1•11 aprt•i·iabli· 1·anlida1\. ~¡ a lo,.; <'<>m¡.>u<':;to;., tk uranio. torio
y producto,; <le dt·l'i11tq~ra1·ió11de1·;:10,.. do:< ..J1•1111·ntos añadimos los radiadivos na-
turales prC$t't1ll':> t•n rnlueidas <'antidadt•,-., l'omu ,..lll·edt· 1·011 algunos 1h- lo,; <·itado:-
en la Tabla l. <'omprcnd<"rt'lllOs que en d 1·a111po ::>it'lllJHI' a1·u,..:arnnui- una rndiadi-
vidad mínima. ronorida 1·omo rut"do rl1• .fn11do loeal, qu<' hahrú !11· ~1·r i;um-irlnada
como unidad basl', a parlir d<' la cual los \oalorr~ supl'riun·,, ubtrnidol' dcbrn sn
considerados corno anomalía po:-iti\ ~1 ) trndul'ido:< l'on la inlnprdaciún que pro·
cede, <'n forma 111ctódil'a ) ordt•11adt1, rl1•biC"11do l'l opnador eludir pnjuirio~ qul'
invollmt aríamen le le ••h·jcn dt> la realidad.
Así, por ej1·rnplo, sobre un importante <-riadcro de U o Th ¡nu•1k lwht·nw acu-
mulado suficiente recubrimü,nto para anuiar las radi<wio\\1'& al l'Xll.'rior, 1T:-ullando
una i11formación negativa. Por d contrario, un fut•rlt' :·wfüdamiento r·n los drtt'C·
torcs no garantiza la existenl'ia d1• un yarimienlo dl' algunos df' estos <los demen-
to,;, puede ser debido a la pmwn<'ia dc:I potasio 40. ron "<'mi\ ida de 4,5 " 10 8
años, que en la naturaleza constituye un 0.012 del pota::;io total. \1 desintegrarse
este isótopo, un 89 por cit·nlu aproximadanl<'nle se transforma 1·11 calcio 40 me·
diante el siguiente proceso: un neutrón de su núdeo sr. cle~dobla cu un protón,
que es mantenido, aumentando la carga, y un elcctrór¡ que se expulsa:

¡9K
40
~ 20 Ca
40
+e
CAP. VI.· METOOOS RADIOMETRICOS 467

En el 11 por ciento restante del K40 es liberado un electTÓn cortical, con trans-
formación del potasio en argón:
19 K4º--~ is A4o +e

Como consecuencia del estado de excitación que sufren los núcleos del K4 º en
estas transformaciones, son emitidas también radiaciones 'Y de energía alta, con
una longitud de onda de 0,008 A..
Hasta hace poco tiempo la detección radiométrica era dedicada, casi en exclu-

TABLAVl-5
DETECCION DETECTADOS

1) Criaderos de minerales
radiactivos a) Uranio
b)Torio
c) Especies uranotoríferas
2) Criaderos de minerales
asociados con radiacti· a) Monacitas
vos b) Tierras raras
e) Tántalo-niobitas y_ sus paragené-
ticos (Sn, W, Ti) -
d) Berilio
e) Vanadio (carnotita, tyuyamuni-
ta, francevillita)
f) Potásicos (silvinita, camalita,alu-
nita)
g) Feldespatos potásicos
h) Muscovita
i) Petróleos
j) Ciertos carbones
k) Ciertos •asfaltos

3) Rocas con diversos gra- a) Areniscas


dos de radiactividad
b) Pizarras bituminosas
c) Hipogénicas y volcánicas
d) Sedimentarias
e) Metamórficas
f) Aluviones y placeres
4) Estructuras y dataciones
geológicas a) Fallas
b) Diques pegmatíticos
c) Límites formativos

5) Testificación geofísica a) Minerales y rocas aflorantes


b) Sondeos
"
468 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

siva a la búsqueda de minerales de uranio, pero su campo de aplicación ha sido


extendido merced a los resultados de una práctica constante y mejora de los apa-
ratos utilizados, que hoy pueden también aplicarse al hallazgo del berilio, que no
es radiactivo, a yacimientos· de sales poiásicas, ºfilones de fosforita, ciertos minera-
les metálicos paragenéticos del U, petróleo, ciertos carbones y asfaltos, etc. así
como la localización de diquespegmatíticos, delimitación de terrenos geológica-
mente distintos (hipogénicos ácidos y básicos, volcánicos, sedimentarios y meta·
m6rficos) mediante el reconocimiento de sus gradientes de radiactividades especí-
ficas locales, pudiendo en consecuencia confeccionar también los correspondien-
tes mapas geológicos y metalogenéticos. Dado el sencillo manejo de los detectores
radiométricos, su economía de servicio por un solo observador, y la rapidez en la
toma de datos, que en los destellómetros es de solo unos segundo por lectura, son
eficaz complemento para otros tipos de prospecciones, como las eléctricas y mag·
nética, tanto terrestres como áreas, especialmente en éstas en las que con un solo
vuelo pueden obtenerse contrastes de anomalías.
No debemos olvidar la detección con lámparas ultravioletas, tanto por su buen
servicio como por la espectacular fluorescencia que origina en las rocas alcanzadas,
debida a distintos minerales de uranio y también a otros muchos no radiactivos,
como scheelita, powelita, circonio, aragonito, celestina, etc., etc. La aplicación
de estos detectores queda limitada a los materiales superficiales al descubierto,
sean rocas fijas, cantos rodados, arenas sueltas, o preconcentrados de batea, en los
que muchas veces no hay posibilidad de apreciar a simple vista las especies intere·
sadas. El achacable inconveniente es la limitación de su uso a las incomodidades
del horario nocturno.
Haciendo una recapitulación de posibilidades con la detección, podemos seña-
lar las figuradas en la Tabla IV-5.
Prospección radiométrica de superfície. - En la zona interesada se comienza con
el recorrido de una serie de itinerarios por sendas, caminos, carreteras, cauces de
río$ y, en general, todos los lugares transitables de fácil acceso, llevando detecto-
res livianos que por Jo menos sean capaces de apreciar manifestaciones radiactivas
por contraste, es decir, si el ruido corriente de fondo sufre elevaciones y en qué
cuantía aparente al alcanzar determinados espacios, que se irán señalando en un
mapa, y a falta de éste, en un croquis provisional que ha de levantarse sobre la
marcha, durante la cual si es posible se tomarán muestras al igual que se efectua-
rán bateados de las tierras procedentes de aquellos lugares que parezcan acusar
notables anomalías radiactivas.
Tanto las muestras como los concentrados de batea serán transportados a la ba-
se de operaciones para su detallado estudio, que puede consistir en una inspección
ultravioleta seguida de un examen microscópico ·con 30 a 50 aumentos, siendo ello
suficiente las más de las \Teces para dar una idea de la composición mineralógica
469
CAP. VI.· METODOS RADIOMETRICOS

del lestigo, y si éste parf><:c ser interesante bajo el punto de vista radiactivo puede
complelarsC' el ensayo comparando, con un contador, un patrón de uranio o to-
rio, de concentración conocida, con Ja muestra testigo, que será pulverizada al
mismo tiempo que aquel, con igual peso, y situándola a la misma distancia que el
patrón respecto del contador, obtenié11dosf> su valor relativo por una simple pro-
porción. Si se sospecha que la muestra contiene torio y uranio, se coloca en polvo
sobre una bandeja de espesor suficiente para impedir sea atravesado por las partí-
culas ex y (3. Sobre la muestra se colocará un hetámetro y debajo un gammánlf•tro.
Del saldo de conteos de uno y otro aparato se deduce la proporción entre los ra-
yos {3 y 'Y emitidos, cuyo valor es sabido para las series conocidas (Ver Tabla Vl-1),
haciendo una corrección por el exceso de torio o falta de potasio. Si el valor ob-
tenido se compara como anteriormente, con una muestra patrón, se obtendrá un
resultado bastante concordante con Ja realidad.
Dada la lentitud de los recorridos hechos a pie, actualmente es preferible ia uti-
lización de un vehículo todo terreno, en el que adf'más puedan llevarse detectores
de mayor alcance y precisión, toda vez que su superior peso ya no es problema. La
velocidad de marcha es del orden de unos 20 Km/h, con paradas en Los puntos
que se f'Stimcn para su C'tamrn, loma de muestras y batr.ado, que ahora pueden ser
másnumerosos pues''º hay inconvenientes en llevar en sacos cuantas tierras brutas
convenga. hasta su lugar de lavado.
A fin de eliminar las radiaciones ex y {3 aminorando los ruidos de fondo, el de-
tector debe ser alejado del suelo, colocándolo sobre el techo dd vehículo o en· una
pequeña torre a él adaptada. También en el supuesto de largos itinera.-ios, con el
fin de evitar fatiga al observador puede lkvarst' un sistema de alarma que entre en
servicio tan pronto como la radiactividad sobrepase, en el punto alcanzado, un
límite prefijado.
Los datos obtenidos con esta somera prospección serán examinados en la base
y de ellos habrá de deducirse la convrniencia ele abandonar la zona, o por el con-
trario someterla a una más meticulosa investigación. En est e íiüimo supuesto los
lugares que. han acusado una mayor actividad radiactiva se rán puntos de partida
para estudios zonales todavía ligeros, pero más meticulosos que anteriormente,
procurando deducir los límites aproximados entre el perímetro con anoma-
lías positivas y el mido de fondo, que será dibujado provisionalmente en los ma-
pas y croquis.
En fase posterior se cuadriculará el terreno o terrenos, supuestos interesantes,
con w1a dimensión de malla de acuerdo con lu importancia y detalle que se pre-
tenda, puclienc!o variar entre 5 y 50 ó 100 m En estos dos últimos casos, después de
prospectados las mallas grandes, para examen general. habrán d0 subdividirse en
otras más pequefias en los lugares convenimtcs, para información más detallada
dependiente del tipo de investigación pretendida, que pueda ser el hallazgo
470 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

de depósitos de minerales, información geológica sobre terrenos y estructuras,


o la suma de todo ello.
No tienen carácter de valor absoluto los datos obtenidos, pues pueden venir
influenciados por los diferentes espesores de recubrimiento, fugas de radón, efec-
tos derivados de la topografía, y otros. A veces lo que ha sido considerado como
mido de fondo se reduce debido a un cambio con terrenos de menor radiación,
pero en otras ocasiones esta reducción es muy importante. El motivo de esta ano-
malía negativa es ocasionado por que los anticlinales que contienen petróleo pre-
sentan inferior radiactividad que las formaciones geológicas circundantes, por que
la migración de aceite, desde el depósito, ha producido impregnaciones que detie-
nen la radiación. En esta propiedad se basa un método de prospección petrolífera.
Los datos puntuales obtenidos en el campo, por itinerarios y cuadrículas, son
trasladados al plano, confeccionando por interpolación de curvas de isorradiactivi-
dad que sirven para la adecuada interpretación del subsuelo. La figura VI-8 resuel-
ve el descubrimiento de un filón de micropegmatita descompuesta, mineralizado
en estaño, tantalita y niobita.

Sección por la calicata

Fig. Vl-8

Prospección radiométrica aéroa.-Ha sido posible merced al descubrimiento del


destellómetro y a las mejoras, de adaptación y sensibilidad, en ellos introducidas
CAP. VI.- METODOS RADIOMETRICOS 471

para su utilización en este servicio, que puede simultanearse en el mismo \ruelo


con otros métodos como los magnéticos y eléctricos.
La radiometría aérea ha demostrado en diversos países sus cxc<'Jtmtes aplicacio-
nes en el descubrimiento de importantes depósitos uraníferos, cornprohándose
también Ja buena correlación entre la geología acusada por los deteclores y la real
observada en el suelo. La limitación del método se basa en su ineficacia sobre las
aguas, que actúan a modo de pantalla impidiendo la radiación.
Normalmente se utilizan aviones ligeros que puedan volar lo más cerca posible
del suelo. El lecho de sPrvicio varía entre los J 5 m sobre terrrnos JJanos y despe-
jados, y los 180 como lírnilc de clara aprec1ación. Los vuelos se efectúan en lí-
neas rectas equidistantes entre 50 y 300 m según sea la altura menor o mayor. que
son repetidas en dirección normal l'Slablreicndo una red de cuadrículas. El avión
además del detector lleva un equipo formado por una sonda radioaltimétrica, que
en coincidencia con el registro de radiactividad inscribe con¡;tantemente la allura
de vuelo por encima del nivel del suelo, dato!'.< dt' suma importaucia pu<'sto que las
señales recibidas por el detector son mucho ruá!> inwnsas cuan lo mayor i,ra su pro·
ximidad al terreno.
Cuando sea precisa una prosp1·1Tión rn~s dt'tallada o el terreno sea muy qu<'-
brado impidiendo el servicio ele un avión, rt'sulta de gran utilidad eJ helicóptero
que ademá.c: posee la ventaja de poder aterrizar en cualquier lugar y manteners<· pa-
ralizado en el aire para toma de delalks de interés. Ademác;, como sucede en el
Colorado, puede seguir itinerarios a pequeña y constan le distanria de las paredes
de los cafiones oríllánuolos todo el tiempo.

Testificación radíométrica de los sondeos.- En el capitulo correspondiente habla-


mos de una de las aplicaciones más interesantes de este método.

Vf-1.8. Ejemplos
Criaderos complejos de Sn, Ta y Nb. - Siguiendo con el Geiger un intinerario
de simple rutina, orillando un pcquefio río, fue constatada una cierta radiactivi-
dad, mayor que el ruido de fondo que era de unos 30 choques por segundo, re-
sultando aconsejable un lavado con batea, cuyo resultado fué prácticamente nulo.
Examinadas las márgenes del río en su orilla izquierda volvió a localizarse algu-
na radiactividad que seguía acusándose subiendo una vaguada, hasta llegar a un
lugar en que eran pcrc·eptibles 130 choques asentando el aparato en tierra. Ama-
yor cota se reducía rl conteo hasta alcanzar otra vez el mínimo.
Iniciados itinerarios a un lado y otro del punto de mayor radiactividad fué de-
finida una fajad(· terreno, cubierta por acarreos y tierra vegetal, en la que el detec·
tor sefialaba valore:¡ ea¡,i constantes de 130 choques.
Ejecu tada una ca/ieata lransvrrsal en un punto de la faja, fué cortado, bajo re·
rnLrimit'11Lo dt' 30 cm, un dique de micropegmatita descompuesta, de 0,80 m de
472 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

potencia, que se siguió en 3 m, con una trancada. El buzamiento resultó ser de


30° respecto de la horizontal y no hubo modificación en la anchura. (Fig. V r-8).
Tomadas muestras y lavadas meticulosamente •con la batea dieron concentra·
dos con un 0,5 por ciento, respecto del bruto, de minerales negros en partícu!as
de 0,25 a l mm, siendo las mayores de casiterila según se apreciaba con la lupa.
Un demuestre posterior, seguido de análisis químico, acusó una metalización del
0,3 por ciento de estaño y 0,05 por ciento de pentóxido de tánlalo y niobio sin
rliscriminar.
El resultado fué el descubrimiento de un yacimiento de posible interés econó-
mico a cielo abierto, pero no rentable en labores subterráneas, especialmente con-
siderando la poca seguridad de las pizarras que formaban la roca el<' caja, y f'] en-
carecimiento de una concentración mecánica para materiales de granulometría ex-
cesivamente reducida. Sin embargo quedó demostrada una vez más la posibilidad
de prospectar radiométricamente, con reducidos costos, minerales no radiactivos
que vayan acompafíados de éstos, o llevan introducido uranio o torio en sus redes
cristalinas.
Yacimientos uraníferos.- Una prospección iniciada bajo el supuesto de zona ade-
cuada para uranio, que se cfecluó con dcstellómetro, acuso 110 ruído de fondo varia-

300 Perfil Radiométrico


;;:-
> 250

ri
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'C
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"~ 150

o
~ 100

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2"
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lsorradas So----'
so

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cg Fig. Vl-9
CAP. VI.- METODOS RADIOMETRICOS 473

ble entre 30 y 50 A.V. P: en diversos itinerarios, hasta que en uno de éstos alcan-
zó valores notablemente superiores que fueron advertidos en otras varias ocasiones
animando por fin a establecer un a red de cuadrículas de 30 m de lado, sobre las que
primeramente se efectuaron recorridos según sus diagonales, seleccionando después
las parcelas más interesantes, que se subdividieron en 9 cuadrados de 10 m de la-
d¿, y por último algunos de éstos, de acuerdo con la importancia acusada, se vol-
vieron a dividir en 4 cuadrados de 5 metros.
Tomadas las radiactividades acusadas por cada uno de los vértices, y trasladados
a un plano los resultados obtenidos, fueron interpolados los puntos correspondien-
tes a los valores enteros 50, 100, 150, 200, 250 y 300 A. V.P. para la confección
de las rcs~ectivas isorradas (Fig. VJ-9) figurando la 50 como límite de los ruidos
dr fondo, y la 300 como máximo percibido, que de hecho correspondió a un solo
punto.
F:I examen del plano conseguido daba la impresión de existir un filón oculto,
vista la normalidad pn:i;cn tada por la alineación de los puntos que ofrecían máxi-
mos radiartivos, pero trabajos realizados bastante superficialmente solo acusaron
fracturas sin relleno. provocadas por los movimientos hcrciniano y posteriores.
que determinaron corridas de meRor resistencia en las pizarras cambrianas de la
formación, asentadas sobre basamento de granito, poco profundo a juzgar por
apófisis próximas.
Las grietas y fisuras sirvieron de fácil camino a las soluciones mineraJizadoras
cuyo orígcn m rl granito debía ser desechado en un principio, en virtud de la poca
radiactividad que éste presentaba en sus apófisis.
Preparadas muestras procedentes de la trituración de pizarras extraídas en los
trabajos, se encontraron piritas, óxidos de hierro originados por descomposición
de aquellas, y minerales secundarios de uranio, fácilmente acusados por la lámpa-
ra ultravioleta. El más abundante de estos era la autunita, en forma de manchas
amarillas, que aparecía interestratificada entre las fajas de deposición de las piza.
rras, y tanto la autunita como los demás minerales aparecían muy diseminados en
la formación, pareciendo hallarse allí desde el período de deposición, siendo pos-
t erior su movilización, merced a las 3euuas de circulación.

*
capítulo VII

la testificación geofísica

V 11-1 . Antecedentes
A título hil>liográfico haré constar los nombres de C. y M. Schlumberger,
H. G. Doll, M. Martín, G. E. Archie, E. G. Leonardon, E. F. Straton, R. G. Hamil-
ton, a quien se debe el descubrimiento y avances técnicos de estos procedimientos.
Los métodos geofísicos que vamos a tratar fueron ideados y empleados por pri-
mera vez por los hermanos Schlumherger y hoy se e"mplean en el mundo entero en
forma lal, que convenientemente complementados entre sí, son casi insustituibles
en la técnica de los sondeos mecánicos.
Si hace algún tiempo, cuando únicamente se empleaba la testificación eléctrica
en el interior de las perforaciones, hubiésemos dicho que el diagrama suministrado
sobre un papel fotográfico llegaba a ser superior al testigo mecánico, nos hubiesen
reprochado nuestro apasionamiento geofísico, con bastantes razones para ello.
Pero hoy podemos decir, sin temor a equivocarnos, que los testigos geofísicos,
adecuadamente aplicados y estudiados en conjunto, dan un resultado superior a
los testigos mecániccs ordinarios, teniendo en cuenta las características de la ma-
yoría de los problemas mineros a resolver, y especialmente considerando el factor
económico.
Esto lo veremos con sólo analizar someramente alguno de sus numerosos méto-
dos, que en conjunto han revolucionado la técnica de los sondeos, sobre todo en el
campo del petróleo.

V 11-1. 1. 1mportancia técnica y económica


La principal ventaja de es.tas nuevas técnicas es la velocidad que imprime a Jos
sonileos y por lo tanto el ahorro de tiempo, ya que si efectuamos un sondeo sin
testigo mecánico, se pueden emplear procedimientos más rápidos de perforación,
resultando más económicos.
475
476 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Una vez efectuado el sondeo, podremos realizar en cuestión de horas las si·
guientes mediciones geofísicas:
Resistividad y Polarización espontánea (o Porosidad), Radiaciones Gamma;
Registro neutrónico; dirección y buzamiento de las capas; ángulo y dirección de
desviación del sondeo; elasticidad y velocidad; testificación inductiva y densidad
de las capas. Todos estos métodos tienen la ventaja sobre el testigo mecánico de
que si bien nadie puede negar la conveniencia de tenerlo en la mano, en cambio la
determinación de la profundidad de cada medición es mucho más precisa de la
que se consigue con ese testigo , siempre más o menos roto en pedazos y des·
gastado en sus extremos.
Por otra parte la dirección y buzamiento determinados eléctricamente, los espe-
sores exactos de las formaciones y como complemento los métodos radiactivos y
sísmicos y, para terminar, eJ sacamuestras lateral, completan la prospección del
sondeo con resultados que son muy superiores a los clásicos.
Lo olv:idernos tampoco que, a veces, la presión de los barros ha podido desalojar
el petróleo contenido en un testigo mecánico, arenoso e incluso taponar accidental-
mente la caplt, haciéndonos que la pasemos desapercibida o la demos como no pro-
ductiva. Entonces la testificación geofísica nos da los medios para localizar la en-
mascarada capa de petróleo con exactitud de posición y potencia, indicándonos
sus características y su mayor o menor interés, para poder hacer las pruebas de
producción con las máximas probabilidades de éxito.

Vll-2. Testificación eléctrica

Con la testificación eléctrica se inician estos procedimientos en el interior de


los sondeos.
En realidad se trata de una modalidad del método eléctrico, pues tiene por ob-
jeto principal hacer un perfil de resistividad y potencial, a lo largo de las paredes
de la perforación.
Consiste en un aparato eléctrico de medida, con registro automático continuo,
que utiliza, como fuente de energía, corriente alterna cuadrada o, lo q11e es lo
mismo, corriente continua, con un inversor rotativo.
Del aparato montado sobre camión, parte u.n cable cuatripolar, al extremo del
cual se encuentra el portaeleclrodos, del que salen las tomas del circuito de alimen-
tación o de corriente y las del circuito de medida del potencial. 1
Se emplean diferentes disposiciones de los electrodos, pero son corrient es los de
las figuras vrr.1 y VU-2, Cltyos resultados suelen ser bastante diferentes para un
l
mismo sondeo, lo que resulta de mucho interés para complementarlos y conseguir
una buena interpretación de los distintos gráficos registrados. 1
Las diferencias mayores de resistividad p se observan con el disposítivo llamado
normal o de potencial. La fórmula que da el potencial y que veremos más adelan-
CAP. VII.· LA TESTIFICACION GEOFISICA 477

Cimión cabina del


Equipo de Testificación Geofísica

Equipo de Testificación Geofísica


478 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

M
N
A

F19. Vll-1 Fig. Vll-2

te es:
V
p: 4 7r AM -
1

De ella se deduce que p es proporcional al potencial V ya que 47rAM es constante;


Lambién lo es para cada medición. En el disposilivo Laleral o de gradiente

p = 4 1r AM AN . !l. V
MN 1

p es función de la pequeña diferencia del poten- B

cial Á V entre M y N, pues haciendo M N muy


pequeño, con relación a su distancia a la entrada
de corriente A, el resultado es proximamente el ,~,, ..--
gradiente del potencial del campo producido. ,'
I
I
Por estas razones, el dispositirn normal se lla- I .. --- .....
ma sonda de potencial y el Lateral, sonda de
1

.
..
1

:'
1
gradiente. 1 A 1

Teoría del método.-Se trata, como hemos di- .


1
I
''
I
\ I
/
cho, de un caso particular del rnélodo de resisti- \ ,,_ /
I

vidades de :mperficie aplicado al interior de un ,'


/
.............
sondeo.
El circuito AB (fig. VJI-3) es el de corriente y
el MN el de medida del potencial. F19. Vll-3
CAP. VII.- LA TESTIFICACION GEOFISICA 479

Supongamos que la diferencia de potencial entre MN Sea!>. V enlonces


t>.V=RI R= !>.V
1

Si consideramos homogénea la roca y con resistividad p, 1a resistencia de una


cor teza esférica de espesor !>.r será
ÁR= pó..r
4tr r2

Entre dos esferas de radios r Y r' sería,


r'

y por lo tanto
R=
Jr
pÁr =-
4 tr r 2
_p_
4 tr ( r'l_l)=_E_·
r 4 tr
r' - r
r' r

R= AV = ..E_ . r' - r
1 4tr r' r

de donde se saca
ó.V r' r
p=4tr-l-
r' - r

midiendo 1 y !>.V con el aparato y conociendo r y r' por la separación de los clcc-
lrodos t'tl d mismo, podrt'mos calcular la resistividad de la formación en cada lu-
gar del sondeo, lo que se hace automáticamente y en registro contínuo.
Esta misma distribución es la que se llama sonda normal o de potencial, cuando
la distancia AM es pequeña con relación a la MN y se llama sonda lateral, aquella
en la que los electrodos están distanciados en forma tal que MN es pequeño en
comparación con AM.
La distancia desde A al punto medio O entre los dos elect rodos M y N nos da
la profundización de las mediciones dentro de la formación.
La cantidad de potencial medido se aproxima bastante en la sonda latera) a la
fuerz.a del campo eléctrico o al gradient e del potencial en el punto O.
A la distancia AO se le denomina espaciamiento de 1;i sonda. Las fórmulas
aplicadas son las mismas citadas anteriormente. En cuanto a la distribución de la
figura Vll-2 es igual si se cambian los circuitos debido al principio de reciprocidad
que dice, que si en una determinada distribución de electrodos 1, 2, 3, 4 hacemos
pasar la corriente por 1 y 2 y medimos el potencial en 3 y 4, obtendremos el mis-
mo resultado que haciendo pasar la misma corriente por 3 y 4 y midiendo
entre 1 y2.
Método del e lectrodo único.-Hagamos pasar la corriente eléctrica al terreno
ent re un electrodo de tierra fijo B y otro móvil A (fig. VII-4) que llamaremos de
registro y que recorre el int erior del sondeo.
480 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Entre ambos c:;tá iutercalado el apara-


to de medida, que con dispositivos elec-
trónicos registra el valor de RA =Y... que
1 B
llamaremos resist<>ncia aparPnle df!l cir-
cuito ( *) para cada posición de A en el
interior del mismo.
1 es la corriente introducida al terreno ____e 2r

y V la caída de potenciaL
La fórmula básica que rige la gráfica
- ---r--
de resistencia obtenida en el registrador,
al recorrer el sondeo el electrodo A es la
siguiente:

R =j·ct p . .E...!:_2
47rl
=L(l- .!.)
47r r d
Fíg. Vll-4

r
donde p es la resistividad de la formación; L la variable de integración; r =radio
de electrodo; d =radio de la esfera que limita el volumen del terreno utilizado
para el cálculo de R; Res Ja resistencia de un volumen de formación comprendido
entre la superficie del electrodo de radio r y la esfera concéntrica de radio d.
En Ja figura Vll-5 se ha repre-
sentado Ja gráfica de R en función
de d (expresado en múltiplos
de r) para una formación isótropa
de resistividad p.
Dando valores crecientes a d,
en la fórmula anterior, se ve que
R tiende asintóticamente al valor
2r 5r lOr de RE=_!!_ cuando d =oo.
41T r
Fig. Vlf-5
Examinada la gráfica (figu-
ra VU-5) de la función R se observa que para w1 valor de d =5r, R =0,8 RE y
para un valor d= 10r, R=0,9 RE. De donde se deduce la importante propiedad
de que los terrenos situados a una distancia del electrodo superior a cinco veces el
diámetro del electrodo, ejercen poca influencia en el valor de la resistencia.
Como r es constante, p será proporcional a RE ; puesto que p = 4 7r r RE. Por
lo tanto, midiendo RE conoceremos la resistividad de la formación en la que está
sumergido el electrodo de rcgisb·o. Prácticamente lo que se mide es RA que es la
resistencia aparente con lo que obtendremos una resistividad también aparente,

(*) Testificación de un sondeo a rotación de la cuenca carbonífera astur-leonesa, por R. Gea


y Jaureguizar.
r I

CAP. VII.- LA TESTIFICACION GEOFISICA 481

pero que será siempre la misma


e para formaciones iguales, cual-
quiera que sea su situación o
profundidad.
-- -~N -·
------- Porosidad.-Se llama fenóme-
no de porosidad o de potencial
espontáneo SP al que se produce
a lo largo de los barros de un son-
deo, a consecuencia de la porosi-
dad de las capas atravesadas.
Esquemáticamente, se puede
representar el fenómeno y dispo-
sitivo empleado para su medida
como en la figura Vll-6. El
M potencial máximo se manifiesta
frente a una capa porosa de agua
salada o de petróleo, debido a
Fig. Vll-6 fenómenos de electrofiltración y
electroquímica.
El potencial de electrofiltración está relacionado con la diferencia piezométrica,
que obliga a los lodos a penetrar parcialmente en las formaciones permeables o
viceversa.
Se puede expresar de la siguiente forma:

/1V= m·p·p
V

siendo:
v = viscosidad
p = resistividad
p = presión hidrostática diferencial
m = coeficiente función de la porosidad.
El potencial electroquímico es función de las actividades iónicas de los lodos
con relación al agua de las formaciones permeables adyacentes.
El diagrama ordinario de testificación eléctrica es aquél que contiene los de
porosidad y de resistividad, pues por comparación de ambos se llega a la resolu-
ción de problemas de mucho interés. Por ejemplo, en el de la figura VIl-7, las
arcillas dan valor mínimo de ambas medidas; las margas, algo mayor resistividad.
El agua salada, mínimo de p y máximo de SP. La capa de arenas petrolíferas
máximo de ambos, resultado difícil de confundir con ningún otro horizonte
geológico.
La velocidad operatoria de este método suele ser de 200 a 600 metros de longi·
482 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

tud de ~ondeo por !tora: el regislro PoroSodad Reststtv1dad


es continuo r se hal't' automática- ------r--.-----.-.-------
orena
menle bobrc papel o película foto· arcillosa
gráfica. No es utilizable en sondeol\
entubados o secos.
margas
El Microlog.-Sc trata de una arcillosos
variedad del mismo método de te::.ti·
ficació11 eléctrica dado a <'onocer por
R. G. Ooll, Director de la Casa (!renos
con
Schlumberger norl<'amcricana, en petróleo
1950.
En esencia no f'S más que una
aguo
sonda cspt'cial portaclectrodos que salada
empica an dispositivo de medida
para di11lancias muy pequeñas entre. arene
electrodos. Estos están montado:; arcillosa

Fig. Vll-7

y l'mpotra<lrn> unos milímetros en un patín


df' caucho (fig. \ JJ-8) en forma tal. que que-
dan casi aislados de los barros del sondeo.
lk esta m:rnrr;.i, no solamente se mide la
rcsi,;tividad de· volúmenes muy pequeños de ht
part'd del sondro. sino que queda casi anulada
la influencia de esos barro!>. F:I patín se adap-
1a ~icmpre a la pared con la misma presión,
gral'ias a un mecanismo especial de muelles.
La distanria entre electrodos es de 2,!5 cen-
tímetros y como hay tres en linf'a, se puede
hacer la medición con espaciamiento de elec-
tro<los de 2,5 rcntímetros y de 5 centímetros,
con lo que se consiguen penetraciones difercn·
lCll. Cuando se hace a 2,5 ccntímttros queda
l;.i medida muy afectada por la pelícuk1 de
barro sobre la pared o "cake" de los america-
nos, y en las capas permeables (petróleo) no
il<' tonsiguen buenas resistividades. Con el espa·
ciamiento de 5 centímetros se disminuye esta
Fig. Vll-8 influencia. La~ fórmulas o sistemas empleado~
CAP. VII.- LA TESTIFICACION GEOFISICA 483

en ambos son las mismas mencionadas, pero se suelen llamar micronormal y mi-
crolateral; la primera cuando la medida se hace entre M1 y M2 , que se llaman
micro lateral AM 1 M2 o microlateral 2,5 por 2,5 centímetros.
La característica principal del método, que se ha convertido en un magnífico
complemento de la testificación ordinaria, es que se destacan con gran precisión
los contactos de terrenos, y muy especialmente las delgadas fisuras de las capas
calizas, que pasan totalmente desapercibidas en el otro.
También ha dado un resultado muy buc::no para calcular Ja potencia de las capas
de carbón, lo que se llega a hacer con dos o tres centímetros de error.
Además, r esulta diferente y
Resistividad Microlog mucho más neto el diagrama
NormBI Normal de porosidad debido al espe-
o so 100
, u - cial aislamiento de los elec-
lef¿,.,,¡ 100~ 1 1
0
1--- - -- - - ___s~------ - - ---1 ~iñ_.!'..º§F~~--!!1f trodos.
Su campo de aplicación es
grande en cuanto a las dimen-
siones de la perforación, pues
el portaelectrodos se puede
extender entre límites de 100
a 700 milímetros de diámetro.
En la figura VII-9 se puede
hacer la comparación entre los
diagramas de rcsisti vid ad nor-
mal y lateral de una trstlfica-
ción ordinaria y la de los obte-
nidos con el microlog: normal
de 2,5 centímc1ros y normal
de 5 centímetros.

Testificación inductiva
Un método eléctrico ideado
para trabajar en el interior de
un sondeo seco o con barros no
conductores (por ejemplo, ba-
rros a base de petróleo), es el
de inducción aunque no es
aplicable cuando la perforación
está entubada con tubo metá-
lico.
Fundamentalmente consiste
Fig. Vll-9 en una bobina transmisora, por
484 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Ja que se hace pasar una corriente alterna, produciéndose un campo magnético en


el terreno que lo rodea. Este campo, a su vez, induce una fuerza electromotriz
a otra bobina receptora.
Si la corriente alterna de alimentación del emisor es constante, la magnitud
de las corrientes inducidas al receptor son proporcionales a la conductividad
del terreno atravesado.
Los diagramas de resistividad por el método ordinario y por el inductivo resul-
tan muy parecidos.
El aparato o sonda inductiva que se introduce en la perforación contiene
ambas bobinas: emisora y receptora; su longitud total es del orden de 14 pies y
su diámetro máximo, de 4 l/8". Pesa unos 120 kgs.

V 11-2.1. Testificación radiactiva


Está basado el método en que las diferentes sustancias de la tierra contienen,
en mayor o menos proporción, materiales radiactivos que emiten radiaciones
gamma.
Por ejemplo, mientras que las calizas, dolomías, areniscas y sal común son
materiales poco o prácticamente nada radiactivos, la potasa, las pizarras y ciertas
margas y arcillas emiten gran cantidad de estas radiaciones.
El aparato está contenido en una sonda especial que va unido como todas, al
cable de medida; es en esencia un tubo del tipo Geiger-Muller. Como en todos los
métodos que estamos explicando, el registro es eléctrico y sobre papel fotográfico.
El sistema se ha destacado, principalmente, p"r haber tenido grandes éxitos en
la distinción de capas <le potasa entre las de sal común. Pero su característica
principal está en que es también sensible en sondeos entubados y secos o con
barros excesivamente salados. Además, tiene la parlicularidad de que el diagrama
de una formación de porosidades bastante variables, se parece mucho y correspon-
den sus niveles con el diagrama radiactivo. Por consiguiente, en un sondeo entu-
bado, donde no se hizo previamente testificación eléctrica, puede ser de gran uti-
lidad para localizar ]as capas permeables.
Otro detalle muy importante de este método es la perfección de los gráficos
que se obtienen después de unos 50 metros bajo la superficie, pues si bien las medi-
ciones radiactivas adolecen en gem~ral de irregularidad, debido a las descargas cós-
micas, a partir de la mencionada profundidad desaparece esta influencia obtenién-
dose mediciones muy perfectas.
Marcador radiactivo.-Es un complemento del mismo método.
El aparato dispara balas radiactivas en lugares perfectamente determinados
del sondeo. Por ejemplo, en una capa petrolífera.
Estos mismos lugares se observan y sitú~1 en el diagrama de porosidad, pues se
marcan frente a ellos unos picos característicos.
CAP. VII.- LA TESTIFICAC ION GEOFISICA 485

Posteriormente, una vez entubado el sondeo, se determinan por el método ra-


diactivo los lugares exactos de las mencionadas balas, con lo que se pueden rela-
cionar todos los diagramas, para marcar el sitio donde perforar la tubería para
puesta en producción del petróleo.
Registro de neutrones.-El equipo contador de rayos gamma puede ser utiliza- _
do de otras formas añadiéndole una fuente de neutrones que se colocará corno
medio metro por debajo del detector_ Este emisor de neutrones puede ser una mez-
cla de berylium y de bromuro de radio introducida en una pequeña cápsula.
Un cuerpo así da alrededor de 107 neutrones por segundo y 1011 gammas por
segundo y por gramo de radio contenjdo.
Una pantalla de plomo ocupa el espacio entre el emisor de rayos y el detector
que sirve para detener o desviar la cantidad principal de rayos gamma que pudie-
sen pasar directos desde la fuente radiactiva al citado detector.
La mayoría de los neutrones del emisor, pasan a la formación y chocan con los
nucleones de los átomos c~terúdos en la roca. Entonces resulta que pierden la
mayor parte de su energía si su choque es con nucleones de hidrógeno y muy poca
si lo hacen con otros nucleones más corrientes conterúdos en la formación. Des-
pués de un cierto número de colisiones con hidrógeno los neuh·ones se difunden
en la formación y son absorbidos por ella. En estas reacciones de neutrones se
produce emisión de rayos gamma y una cierta proporción de éstos llegan al detec-
tor.
Si la formación no contiene hidrógeno o contiene poco, los neutrones cho-
carán muchas veces antes de ser absorbidos y habrá una gran cantidad de rayos
gamma que se registrarán en el receptor.
Si hay mucho hidrógeno en las capas, entonces los neutrones serán absorbidos
en seguida en las proximidades de la fuente radiactiva y serán muy pocas las radia-
ciones gamma que lleguen al citado receptor.
Por consiguiente en la curva de neutrones se podrán distinguir como valores
mínimos las zonas de mayor cantidad de hidrógeno y por lo tanto de agua y de
~údrocarburos.

Registro de densidades
Se emplea desde hace algún tiempo un método de registro de densidades por
rayos gamma en el interior del sondeo. El método se funda en la absorción de
rayos gamma por los distintos bancos de la formación que es aproximadamente
proporcional a la densidad. El poder obtener este registro relativo de densidades
es de gran utilidad para Ja interpretación de los mapas gravirnétricos.

Vll-2.2. Testificación sísmica


Tiene mucha importancia pero se da en el Capítulo de Métodos Sísmicos.
486 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Vll-2.3. Testificación de carácteristicas del sondeo


Medición de la sección del sondeo
Determinadas operaciones ulteriores en el inte-
rior de los sondeos obligan a conocer su secc1on
exacta en cada lugar. Esto permite saber, por ejem-
plo, la cantidad de material a emplear en las cemen-
taciones. Pero lo más importante es que permite
corregir los gráficos de resistividad obtenidos, que
vienen bastante afectados por las irregularidades de
la perforación. Con eUo se consiguen medidas eléc-
tricas que se pueden considerar como verdaderas.
El aparato (fig. VIl-10) liene tres flejes que se
van adaptando a las paredes del sondeo y al estirar-
se o contraerse accionan un vástago de hierro que
se mueve en el interior de dos bobinas. Por una de
ellas pasa una corriente alterna de magiútud cons-
tante. En la otra variará Ja corriente inducida con el
movimiento del vástago y, por lo tanto, con la sec-
ción del sondeo.
El resultado se regislra en un gráfico, sobre papel
fotográfico, como de costumbre, que da directa-
mente el área de la sección en pulgadas cuadradas.

Inclinación y dirección de las capas Fig. Vll-10

lnclinómetro.-La determinación de Ja inclinación y dirección de las capas de


una formación en los sondeos es, desde hace mucho tiempo , uno de los grandes
problemas de la prospección.
Si bien es posible conocer Ja inclinación con
el testigo mecánico, la dirección queda siempre
indeterminada.
Pues bien, el procedimiento de Schlumberger
(fig. VII-ll) si tiene sus inconvenientes y fallos
como todos los métodos geofísicos, al menos se
puede decir que es mejor que los demás existen-
tes hasta la fecha, con la ventaja siempre de
economizar el testigo mecánico.
El aparato llamado corrientemente inclinóme-
tro es una sonda portaelectrodos de tres polos,
cuyas salidas están situadas en un plano horizon-
tal, o más bien perpendicular, al eje del taladro.
Para conseguir la invariabilidad de este plano Fig. Vil· 11
CAP. VII.- LA TESTIFICACION GEOFISICA 487

con relación al sondeo, va mon-


Plano de la
tado el sistema sobre un largo eje
1
formación con tres flejes guía en cada extre-
~/ mo. Además en la parte superior
'\,~~'"
/ del sistema lleva un aparato lla-
~ ~­
,,,,...... mado fotoclinómetro, que descri-
bimos más adelante.
El funcionamiento del conjun-
to es el siguiente (fig. VU-12):
3 Los tres electrodos van unidos
2
a tres galvanómetros que cierran
sus circuitos independientes a tra-
Fig. Vll -12
vés del suelo, para medir, simul-
táneamente, Ja porosidad del son-
deo; pero igualmente se emplea la resistividad en casos determinados. Estos tres
diagramas quedarán registrados sobre un mismo papel fotográfico pero desfasados
a causa de la inclinación de la capa. Conociendo su posición relativa a 120 grados
y el diámetro de Ja circunferencia que los contiene, es fácil calcular la inclinación
de la capa, suponiendo al sondeo vertical. Cuando no lo es perfectamente, como
en los casos corrientes, hay que conocer esta desviación, para corregir los resulta-
dos. Además, en cualquier caso, habrá que saber cuál
ha sido la posición de los electrodos con relación al nor-
te, para calcular la dirección del buzamiento deter-
minado.
~1e1es g_ul_a_ _..¡
Para todo ello llevarl aparato el sistema auxiliar
llamado fotoclinómetro.
El equipo completo (fig. VII-13) tiene unos 25 pies
de longitud y pesa casi 200 kgs.
Fotoclinómetro
Los citados brazos contienen dos electrodos cada
uno en dos planos horizontales. Son de goma y están
montados a 120 grados. Cuando se hace la prospección Electrodos
por porosidad se emplea un solo plano de electrodos,
pero se utilizan los dos cuando se determinan los diá-
gramas de resistividad.
El fotoclinómetro.- Como hemos indicado, este apa-
rato va montado en la parte superior del vástago, y tiene
por objeto la determinación de la inclinadón del eje del
sondeo, la dirección de ésta y la orientación de todo el
sistema ( *). fleJ'!!_gu_ia_ __,
Estos datos han de quedar fotografiados periódicamen-
te a medida que se impresionan los gráficos eléctricos.
El instrumento consta de una aguja magnética, un cas-
Fig. Vll-13
( *) Nota: Exploration Geophysics The Photoclinometer Jakosky.
488 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

~~~é
~"" Electrodo l

Fig. Vll-15

Fig. Vll-14

quete esférico de cristal, en el que se mueve libremente una bolita; una lente foto -
wáfica y una película de 35 milímetros, que ha de impresionar todos estos datos
a la vez (fig. VU-14).
El dispositivo queda explicado en la figura Vll-14 y una fotografía de posición
es como la figura \1 Il-15. En un reconocimiento de una pequeña longitud de son-
sondeo se hace una fotografía al principio y otra al final, en el recorrido de baja-
da, y luego se repite la posicjón de partida después del recorrido de subida.
En un reconocimiento largo se suele hacer una cada 200 pies. La carga completa
de la máquina fotográfica admite 60 fotografías.

Toma de muestras lateral


Uno de los inconvenientes de que adolecían los métodos que describimos al prin-
cipio, es que el sondista tenía que fiarse de unos gráficos que, por mucha seguridad
que les diesen, nunca llegaba a ser igual que el hecho de tener en la mano un testi-
go mecánico.
Pues bien, el nuevo aparato toma-muestras proporciona un testigo de la for-
mación a la profundidad exacta que se estime conveniente (fig. VII-16).
En principio, el instrumento consiste en una serie de cañoncitos (fig. VII-17)
(en algunos modelos hasta 18), que disparan unos cilindros, huecos por delante,
contra la formación. El encendido se hace eléctricamente desde la cabina; la carga
es de pólvora y los cilindros, que se llenan de esta forma de la roca atravesada,
quedan colgando de unos muelles, siendo luego arrastrados al exterior al tirar del
cable. Esto permite recoger y analizar su contenido.
CAP. VII.- LA TESTIFICACION GEOFISICA 489

,,,. ----111
111 ,,,, "' .:::._~
'"
--==--
-- ---- 1 "'
4' 11 Rf
aparato toma-muestras
lateral

- /1 • ,, flf ,,,

'" /ti • (11 11

(~ ., " fQ lfl 111 ,,,

"' f/ ., ~'
1// ,,, ""
"' ,,,
Fig. Vll-16

Fig. Vll-17

El sistema da muy buenos resultados en las formaciones blandas: arenas petro-


líferas, carbón, margas arcillosas, etc.
Los testigos tienen 3/4 de pulgada de diámetro y hasta dos pulgadas de longitud.
Para materiales duros, como calizas, areniscas duras, etc., se emplea un nuevo
procedimiento mucho más delicado, que consiste en una diminuta perforadora,
con corona de diamantes, que sale en ángulo de 45 grados, de una sonda o aparato
especial que la actúa electricamente, por medio de uno o varios motorcitos, y se
obtienen testigos de 3/4 de pulgada de diámetro y 2 a 2,75 pulgadas de longitud.
Antes de empezar la perforación lateral se fija todo el sistema en el lugar desea-
do del taladro, con una especie de ancla mecánfoa, en posición opuesta a la per-
foradora.

Método termométrico
Se emplea principalmente para determinar la altura del cemento detrás de la
tubería del sondeo. J
El fundamento de la operación es que una vez realizada la cementación es ne-
cesario conocer la posición o nivel de ésta pues mientras fragua el cemento se pro-
duce una apreciable elevación de la temperatura. La operación se realiza entre
12 y 23 horas después de introducido el cemento.

Cañones perforadores
Una vez determinada una capa petrolífera y entubado el sondeo es necesario
ponerla rn producción. Para ello después de hechas las cementaciones pertinentes,
hay que perforar la tubería o, en su caso, tubería, cemento y formación para con-
seguir la salida del petróleo.
490 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Esto ha sido plenamente resuelto por la sonda disparadora.


Estas sondas suelen construirse de 65 a 100 milímetros de diámetro, y hasta
de 40 o más disparos independientes. Los disparos se controlan y limitan a volun-
tad desde la cabina central, por su dispositivo de resistencias variables en los cir-
cuitos encendedores de la pólvora; por Lanto, graduando e l envio de corriente. En
general se efectúan simultáneamente 9 ó l O disparos.
El calibre de las balas perforadoras suele ser de 1/4" a 1/2". Son de acero, pero
tienen una cubierta de cobre o aluminio que facilita la penetración de la bala. Las
cargas de pólvora son muy grandes y se logra que penetren las balas cerca de un
melTo en la formación

VI 1.3 Ejemplo de testificación geofísica


Este trabajo ha sido realizado por el Instituto Gro lógico y Minero de España, en
el Club de Puerta de Hierro.
Se han intentado localizar los posibles acuíferos, para mejor captación de las
aguas de un pozo.
El sondeo mecánico se realizó hasta una profundidad de 195 m, pero la sonda
de testificación sólo se consiguió bajar hasta 190 m. Se empleó un equipo
Geologger americano.
Se realízaron las siguientes testificaciones:
a) Rayos gamma: utilizando como fuente el Potasio 40. La sensibilidad em-
pleada fue C-3 y un tiempo de integración de 4 seg.
La gráfica de esta testificación se presenta en la figura VII-18.
b) Resistividad: se empleó la sensibilidad de 200 ohms, a fin de escala.
e) Polarización espontánea (P.S.): Ja sensibilidad fue de 100 m V a fin de escala.
Los registros de Resistividad y P.S., se realizan simultáneamente por el equipo.
Las gráficas de ambos aparecen en Ja figura VIl-19.
Es interesante destacar, que así como las mediciones de Resistividad y P.S.,
corresponden cxactamrnte con la profundidad de la sonda (que se aprecia con un
error de 0,02 m), la sonda de Rayos Gamma, produce un desfasage en forma de
retraso que es del orden de l ,50 m. Como la emisión de Rayos Gamma es un suce-
so estadístico, se recurre a medir los impulsos que se reciben en un determinado
tiempo, tanto mayor, cuanto menor es la actividad de los terrenos, para aminorar
el error estadístico. La velocidad de Ja sonda hay que adaptarla a esta constante de
tiempo, para que el desplazamiento en la corrección de niveles, no sea excesiva-
mente grande.

lnterpretación.-Del Análisis de los tres registros, se deduce la gran alternancia


de niveles arenosos y arcillosos a lo largo de todo el sondeo.
CAP. VII.- LA TESTIFICACION GEOFISICA 491
ASCENSO ASCENSO
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INSTITUTO GEOLOGICO [<..., om - - - - - -
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492 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

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Fig. Vll-19 2
CAP. VII.· LA TESTIFICACION GEOFISICA 493

Por su mayor porosidad (mayor P.S.), merece destacar los tramos arenosos com-
prendidos entre los 28 y 38 m, entre 50 y 60 m, entre 83 y 88 m, entre 99 y
117 m y entre 162 y 189 m. Todos corresponden a tramos de mayor Resistividad
como se aprecia en el registro correspondiente y a tramos de menor 1 radiación
en el registro de Rayos Gamma (con desfase de 1,50 m.). Los acuíferos constituí-
dos por arenas «on agua limpia de sales, dan mayor resistividad que las demás capas
que son arcillosas.
Existen otros lechos, posiblemente acuíferos también, pero de menor espesor e
interés.
Sobre la gráfica de Rayos Gamma se han marcado punteadas las zonas que se
consideran posibles acuíferos.
Después de estos estudios, se aforó el pozo y ha dado más de 60 litros por segun·
do, de agua muy buena como correspondía a las resistividades y porosidades me-
didas.

*
capítulo VIII
métodos geoquímicos

Al hablar de Geoquímica podríamos abarcar mucho, pero pensamos extender-


nos muy poco, ya que no tratamos más que de hacer una somera exposición del
tema.
Están incluídos en esta ciencia los procesos fundamentales y endógenos de los
elementos metálicos mineralogénicos. Los procesos magmáticos y postmagmáticos;
procesos exhalativos; procesos de oxidación y reducción, etc.; y en resumen una
extensa serie de fenómenos que podríamos incluir en la Geoquímica fundamental
para distinguirlos de lo que llamaremos Geoquímicl Aplicada, cuya finalidad
principal es realizar y estudiar los análisis químicos en forma adecuada, para que
resulten útiles a la investigación y prospección de minerales en general.
Hecha esta distinción, hablaremos casi exclusivamente de Geoquímica Aplicada
y aún así muy someramente, pues a otros especialistas corresponde el tratar con
detalle de los distintos aspectos de la Geoquímica fundamental o básica.
Vlll-1. Generalidades
Las primeras noticias que tenemos sobre la idea de aplicar el análisis de aguas
o de tierras para deducir la proximidad de un criadero mineral, data nada menos
que del año 1540; fecha en que Biringuccio publica en Venecia su libro Pirotech-
nia. En él habla del análisis y estudio de residuos de las aguas, después de su eva-
poración, con finalidades de prospección de minerales.
En nuestros conocimientos saltamos después cuatro siglos y el español Santia-
go Piña de Rubíes, en el Laboratorio de Investigaciones Físicas y más tarde en el
IGME (1912 y 1928) desarrolla una técnica de excitación en arco con corriente
contínua empleada luego mundialmente para prospecciones geoquímicas de meta-
les. Las sensibilidades que logró con el espectrógrafo fueron exlraordinarias. Ha-
cia 1929 da a conocer el alemán Laubmeyer sus estudios sobre los gases de la serie
del metano, tomados del interior de pequefios sondeos y analizados para deduc-
ción de la posible existencia de .hidrocarburos. En 1935 el ruso Sokolov, perfec-
ciona estos métodos con el mismo fin y en 1936 el americano Rosaire mejora pa-
495
496 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

ralclamente los mismos proccdimicnlos, a11alizando gast•s mucho más pesados.


Desde Pntonces los avances de este nuevo tipo de prosprcciones han sido con-
siderables, y .en Rusia, por ejemplo se ocupan oficialmente más de 1000 técnicos
a este tipo de investigación. Vcamas en qué consisten los métodos actuales en lí-
neas generales.
En las primeras etapas dt> su desarrollo han ronstituído un interesante comple-
mento de los métodos geofísiros, hasta el punlo de que los µrincipales autores de-
dicados a esta técnica, como son Jakosky, lleiland entre otros, lo consideran co-
rno un capítulo más de los libros de texto dedicados a la enseñanza de la Geofísi-
siea Aplicada.
Esto es normal si se tiene en cuenta que en sus primeras etapas, ni el hombre de
laboratorio, ni el ~cólogo puro ha11 debido ser los adecuados para ordenar la pros-
pección Geoqu ímica. Sin embargo, lo ha sido el Geofísico, que partiendo de una
hase geológica imprescindible, ha Lenido mejores elementos para traducir las me-
diciones químicas en gráficos y mapas de isoanómalas, igual que lo hace con sus
mediciones físicas, ingeniándose luego para interpretarlos complemenlando así
los resultados geofísicos con lo!< geoquímicos.
No obstante, desde hace no mucho tiempo, se empiezan a independizar los mé-
todos geoquímicos pretendiendo constituir por sí solos una rama de la prospec-
ción minera.
Parece natural, dada la importancia qut> les está reservada, pero no debemos ol-
vidar que todos los métodos geofísicos y gcoquímicos se deben complementar
adecuadamenle y que el último que ha aportado algo de interés a la interpreta-
ción de los mapas geológicos y Geofísicos ha sido el Gcoquímieo, que por sí solo
cslaria expuesto a mucho.s fracasos o a desarrollar mal su importante misión, que
aún tiene que pasar por muchas vicisitudes.

Vlll-2. Métodos Geoquímicos de prospección


Ya que hablamos de métodos que se deben complementar entre sí veamos cuá-
les son las especiales características que los di::;tingucn:
El Geólogo, que es a quien corresponden los primeros pasos, estudia desde la
superficie los caracteres del terreno en cuanlo a sus aspectos petrológicos y pa-
leontológicos; con ello determina la t'dad de las formaciones y sus condiciones,
que pueden reunir o no, para contener mineralesaprovechahlcs económicamente,
dr otras muchas deducciones científicas que no son de este capítulo.
Lut>go, por sus estudios tectónicos deduce la morfología interna del subsuelo, a
VCl'es hasta profundidades rclalivamente grandes, pero en general, se queda en pu-

ra~ drdw:-ciont•s qu<· han de SC'r comprobadas o determinadas y detalladas con otros
método::; anlcR rlc 11 bicar un sondeo.
CAP. VIII.· METODOS GEOOUIMICOS 497

El geofísico, aunque se crea a veces exclusivo y suficil'nt c con sus proccdimien·


tos, empieza en general, don<le la rstratigraf ía superficial, oculta formaciones
más antiguas, normalmente di:,;cor<lantc::;. Entonces dl'tcrmina con grun precisión,
a veces, los anticlinales, sinclinales, fallas, domos y diapiros y sus profundidades;
determina o localiza filones y aclara otros muchos problemas dl' interéii minero.
También proporciona datos concreto$ sobre profundidades de los distintos
horizontales o masas que puedan interesarle. En rrsumen, ubica con una precisión
de incalculable valor económico, los sond<>os que han de df'cirle, si estaba en lo
cierto en sus deducciones estratigráfico-tectónico-mineras.
Pero en fin, ambas ciencias aplicad;L~, especialmente la geofísica, tienen una ca-
racterísticas común: que emplean normalmente métodos que pudiéramos llamar
indirectos.
La Geoquímica Aplicada. sin embargo, tiene una particularidad: se trata de que
en general aclúa por la dclerminación directa <lcl mi ncral que interesa, aunque a ve-
ces también emplee sus métodos indircelos. Veamos a continuación, qué funda-
mentos y en qué forma aplica sus procedimientos.
Fundamentos de los métodos geoquímicos: Cuando en una zona o provincia
minera se han formado concentraciones de mineral económicamente explotables,
la zona se encuentra toda ella más o menos afeclada por manifestaciones del
mismo. /
PPro no lo suficientemente para que se pued:rn apreciar estos minerales en su-
perficie por un análisis químico corricntP, sino que son necesarios análisis. cuyos
resultados se dan en pocas partes por millón o por billón (americano) y que obligan
a procedimientos esperiale.s que han d1' reunir la condición de ser económicos
y efectuados con suficiente sensibilidad.
Si la provincia minna oculta alguna concentración <le mineral, éste producirá
u.na zona de halo o aureola, en la que se manifestará una cierta impregnación del
mismo y cuya anomalía se producirá en principio,en función irwf'rsa de la distan-
cia. Se comprende por lo tanto la posibilidad de basar en estos fenómenos la pros-
rección geoquímica.
Estos procedimientos Lirncn además la característica de ser económicos si se
aplican con una organización adecuada y resu ltan de inestimable valor, si se em-
plean como complemrnlo de la Geofísica.
Anomalías Geoqu ímicas.-Las anomalías geoquímicas que pueden significar
algo en la prospección de minerales se reconocen en general por Ja magnitud de sus
contrastes f'n relación con zonas que suponemos no mineralizadas.
Tanto en las zonas de la corteza terrestre como en el agua se encuentran lama-
yor parte de los elementos conocidos, pero en cantidad tan pequeña que no ·se
detectan prácticamente con los análisis corrientes. Sin embargo, si aplicamos
ciertos métodos modernos muy sen sibles de análisis, cuyas cifras como hemos di-
cho se dan por lo menos en partes por millón, entonces resulta que en cualquier
498 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

roca hipogénica se encontrarán 45 ó 50 elementos, y en un agua buena corriente


de 25 a 30; entre ellos el oro y la plata. Si aplicamos estos mismos análisis a las
plantas forestales nos encontraremos con que también contiene más cantidad de
elementos minerales, comparables a los que encontramos en el agua superficial
o subterránea.
Por lo tanto, se comprende, que si analizamos las aguas, tierras, rocas o plantas
por determinados elementos, podremos sacar consecuencias útiles para la localiza-
ción de un criadero, no por su cantidad absoluta, sino por sus contrastes con los
valores normales o del fondo regional que encontremos, fuera de su influencia
directa.
Migración.-Un criadero cualquiera es afectado por el agua de las formaciones
geológicas, que provoca en él por disolución o por arrastre coloidal el fenómeno

CRIADEROS METALICOS

metálicos

--
-

Fig. Vlll-1
CAP. VIII.- METODOS GEOQUIMICOS 499

de la migración de sus elementos, igual que lo provocarían ciertos gases o el


petróleo.
En los depóstios profundos, la migración está regida por la inestabilidad relativa
de cada elemento, producida por la presión y por la temperatura, así como por la
proporción de cada mineral en la formación y por la forma o estado ele cristaliza-
ción en que se encuentra en la roca. El resultado es que en las proximidades de un
yacimiento y a veces hasta distancias muy notables, se forman aureolas o halos
característicos donde la geoquímica tiene una misión a cumplir. Esta migración
se produce de preferencia de forma tal, que sobre la vertical de una masa mineral,
se manifiestan las mayores auomalías (fig. VllI-1).
En el caso de acumulaciones metálicas se han detectado hasta a profundidades
de 300 m y quizá se detecten a mayores todavía. En el caso de hidrocarburos se
han localizado con éxito depósitos situados a 3 y 4.000 m de profundidad.

VI 11 -2.1. Toma de muestras


Para empezar cualquier prospección, lo primero que hay que hacer es la toma
de muestras sobre el terreno. Veamos cómo se ordena. Esta toma de muestras
depende tanto del tipo del problema a resolver, que solamente daremos una idea
como orientación y refiriéndonos primero a criaderos metálicos.

Reconocimiento de gran extensión


Cuando se trata de un reconorimiento cuya finalidad es la de localizar provin-
cias mineras, entonces las muestras se toman en forma de perfiles o de cuadrículas
de 5 a 10 km. de lado. Como prospección para localizar criaderos, filones o masas,
una vez determinada la región minera, se recomiendan las estaciones de 1 km. en
1 km. para interpolar luego de 100 en 100 m. de acuerdo con los resultados ante-
riores.
Para localización de detalle en filones se lleva la toma de muestras hasta 1O m.
de distancia mutua.
En cuanto a la profundidad de La toma, también es muy discutible y siempre
entra en juego tanto el tipo de problema a resolver como el factor económico.
Pero para tener una idea diremos que frente al problema de dt>pósitos mPtálicos,
las muestras se toman en general a poca profundidad, pu<'s no Sf' han cnconlrado
diferencias lo suficientemente grandes, para que compense f'ncarecer esta primera
fase del prospector. Es corriente tomarlas a tres profundidades para cada punto:
A los 10 cm. a los 20 cm. y a los 40 cm .
El peso de las muestras suele ser del orden de 1 kg. que se muelf' para homogf'nei-
zar, de la que se toma una parte de unos 25 g. para ser profirizada y de esta se pe-
san de 0,02 a 1 g. según el método de análisis que se emplee.
500 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Vlll-3. Métodos de análisis


Varían mucho según el problema que pretendemos resolver, pero los debemos
estudiar separadamente según se trate de minerales metálicos o de hidrocarburos.

VI 11-3.1. Criaderos metálicos


Para estos casos, las muestras se pueden analizar por los siguientes proce-
dimientos:
Laboratorios ordinarios de química, laboratorios químicos especiales, centrales
o montados sobre camión.
Métodos colorimétricos; Métodos espectrográficos de absorción atómica;
&pectrógrafo ordinario; Espectrógrafo automático de registro digital; Detector
de mercurio Lemaire; Cromatógrafo; y algún otro método fisicoquímico de menor
interés.

VII 1-3.2. Laboratorios de química


Puede ser empleado cualquier laboratorio de química, pero es corriente, muy
útil y eficaz el organizarlos especialmente para los problemas principales y montar·
los sobre camión.
Estos tienen la ventaja de que se van haciendo los análisis directamente en el
campo, lo que permite corregir inmediatamente posibles errores, entre otras mu-
chas ventajas.
En ellos se suelen emplear métodos sencillos y rápidos de los que daremos como
ejemplo los de los laboratorios McPhar de Canadá! con las siguientes sensibilidades,
según procedimiento empleado:
Para casos de análisis de Cu, Pb, Zn, Ni y Co., se empieza por tratar la muestra
con ácido nítrico caliente y después se emplean los reactivos indicados a conli-
nuación, obteniéndose las sensibilidades que se citan para 0,1 g. de muestra.
Cu - 2,2' - b1quinolina: 5 p.p.m.
Pb - Dittzona: 10 p.p.m.
Zn - Ditizona: 5 p.p.m.
Ni - X-furildioxima: 2 p.p.m.
Co - Tri-n-butylamina: 2,5 p.p.m.
Similares métodos se emplean para el Molibdeno, el Cromo, el Estaño, el
Antimonio y otros.
La interpretación tiene naturalmente sus complejidades, pues por ejemplo, el
estudio del antimonio está relacionado no sólo con la posible existencia de minera-
les de antimonio, sino que sirve de guia para los yacimientos de oro y plata.
VI 11-3.3. El Analizador de Mercurio
A continuación damos en líneas generales su fundamento:
CAP. VIII.- METODOS GEOQUIMICOS 601

Se ha observado que debido a la gran movilidad y por lo tanto posibilidad de


migración de los vapores de mercurio, se produce alrededor de ciertos minerales
metálicos, especialmente los sulfuros, un halo de mercurio capaz de ser medido
en superficie por los sistemas modernos de análisis. Las primeras investigaciones
se hicieron analizando muestras por métodos húmedos y con espectrógrafo, pero
desde hace poco se emplea tambíén con éxito un analizador para mercurio por
absorción atómica tipo Lemaire, que consiste en lo siguiente: Se inb·oduce la
muestra; se calienta y se mide la absorción de la línea de emisión 2537 Aº de Hg
al pasar por el vapor dado por ella. La línea 2537 A se ha generado conveniente-
mente por medio de una lámpara de Hg de baja presión.
Este analizador de mercurio tiene una sensibilidad de 50 p.p.b. (50 · 10- 9 )
sobre una muestra de 1 g. y un límite superior de 25 p.p.m. con muestra de
0,1 g. Se emplea para la detección de sulfuros metálicos en general y en algu-
nos casos también para oro y plata. Es interesante hacer resaltar hasta aquí, que
según Fursov, ciertos yacimientos de Plomo que por su profundidad apenas se
manifestaban por análisis directo, se determinaron claramente con el Detector
de Mercurio, por tratarse de sulfuros. Esto es debido a que el plomo no migra
con la facilidad del mercurio debido a fenómenos de presión mucho mayores
para este último metal. El sistema falla mucho cuando la cantidad de materia or-
gánica que tiene la muestra tomada es elevada, pues nos enmascara el valor real
que le corresponde, por su contenido en Hg.

V 111-3.4. Aparatos de análisis


Espectrofotómetro de Absorción atómica
Se emplea para determinaciones cuantitativas, cuando son necesarios métodos
de extrema sensibilidad, para metales y metaloides en solución que se prepara de
antemano.
El aparato es de doble haz, y, cero electrónico y tres escalas de ajuste. El del
IGME, tiene registro digital de los valores medios. Usando una calculadora espe-
cial, es posible traducir los valores medidos, directamente a concentración. En ge-
neral dan el logaritmo de una función de concentración. Luego se interpreta mu-
cho con gráficas en papel logarítmico en los que hemos puesto las muestras patrón.
El del IGME funciona muy bien y sus sensibilidades para distintos elementos
las damos a continuación.
Ag 0,01 p.p.m. Hg 0,2 p.p.m.
Au 0, 1 p.p.m. Ni 0,01 p. p.m.
Bi 0,02 p.p.m. Pb 0,01 p. p.m.
Co 0,007 p.p.m. Sb 0,2 p.p.m.
As 0,5 p. p.m. Sn O, 1 p.p.m.
Cr 0,005 p.p.m. u 30,0 p.p.m.
Cu 0,005 p.p.m. Zn 0,002 p.p.m.
Ge 2,0 p.p.m.
502 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

Entre los inconvenientes del método está Ja necesidad de preparar las muestras
en disolución. Otro el que para cada elemento hay que emplear lámpara diferente.
En cambio en la valoración de cada elemento cuando se ha preparado de ante-
mano la solución, se tarda poco más de medio minuto, por muestra.

Espectrógrafo óptico de emisión


Existen modelos fotográficos y automáticos directos. Las muestras se preparan
en forma de pastillas hcchaa con grafito. por las que ha de pasar una corriente
de alta tensión.
Puede llegar en algunos casos a una sensibilidad de 0,1 p.p.m. como el que tiene
el IGME. Se aplica salvo excepciones, solamente a cationes.
Pero los actuales aparatos de valoración automática, como el citado permiten
valoraciones de hasta 40 elementos por muestra en 2 minutos. Como en todos, la
preparación de la muestra, se cuenta como tiempo aparte y depende de las técni-
cas aplicadas. El nuestro dispone de 26 canales.

Análisis Espectro Colorimétrico.


Puede ser un método de campo, por la facilidad de llevar un laboratorio ambu-
lante. Consiste en atacar la muestra con distintos reactivos o por fusión, después
de analizar soluciones determinadas por su coloración al añadir reactivos adecuados
a cada elemento. El instrumento es un colorímetro de absorción. Se consiguen las
siguientes sensibilidades:
'''la
Ni 1 p.p.m. Co - - - - - 1,5 p.p.m.
Zn----- p.p.m. Pb 1 p.p.m.
Mo------ p.p.m. Sn - - - - - 1 p.p.m.
A s - - - - - 0,5 p.p.m. Cu 1 p.p.m.
A g - - - - - 1 p.p.m.

Hay que empezar por hacer Ja preparación en un tubo de ensayo, con su color
que ha de ser comparado con muestras patrón. En el aparato hay que hacer la
selección de longitud de onda para cada elemento.

Cromatrógrafo de gases
En la investigación de hidrocarburos se recurre al cromatrógrafo. Consiste en
una columna absorvente, con determinados productos colocados en pisos, cuyo
análisis se ha de hacer a continuación. Estos métodos eran difíciles y delicados
hasta hace poco, pero hoy han mejorado mucho sus aparatos automáticos y pro-
cedimientos, así como también sus tÍ'cnicas de vacío.
Los análisis son menos rápidos y más delicados que los anteriores, pero es lo
que corresponde al caso de hidrocarburos.
CAP. VIII.· METODOS GEOQUIMICOS 503

VII l-3.5 Mapas


Los mapas se suelen hacer a hase de isocontenidos, pero también se hacen di-
bujando las líneas lsoanómalas. Estos últimos e31:án basados en las diferencias con
el fondo regional en relación con cada elemento y equivale a un residual, como
los obtenidos en Geofísica.

VI 11-3.6. Caso especial del petróleo


Hablemos un poco del caso de los hidrocarburos. Según Hortvitz, Presidente
de unos Laboratorios de Investigación en Estados Unidos, cualquiera que sea la
profundidad de un yacimiento de petróleo, tiende a migrar hacia la superficie,
manifestándose al máximo sobre la vertical. Cuanto mayor es la presión del yaci-
miento más se acusan sobre el suelo. Además ha observado que sobre un yacimien·
to en intensa explotacióu, las muestras tomadas para análisis, dejan hasta de pro-
ducir anomalía apreciable.
Su migración es prácticamente vertical, aunque tenga que atravesar formaciones
cruzantes o fallas.
En este caso de los hldrocarbnros, podría parecer conveniente el tomar las
muestras de 15 a 20 m de profundidad, puesto que en principio aumenta con ella
la pequefiísima impregnación que se ha de detectar, pero por razones entre otras
económicas y de tiempo, lo corriente es tomarlas a profundidades fijas del orden
de 1,5 a 3 m cuando se trata de la determinación directa de los hidrocarburos y
prácticamente en superficie cuando los métodos sean indirectos, como cuando se
analizan porfirinas metálicas. En este caso se toma la muestra al nivel del contacto
de la tierra de labor donde el terreno contiene mayor proporción de materia
orgánica, a unos 30 cm. En cuanto a Ja distancia relativa, es corriente hacer una
cuadrícula de 0,5 millas de.lado, para luego interpolar si fuese necesario.

Vlll-3.7. Interpretación en hidrocarburos


Hay que elegir adecuadamente los cuerpo¡; base de nuestros análisis y que han de
dar lugar a nuestros mapas para su ulterior interpretación. Los primeros análisis
se hacían a base de )Metano por encontrarse en mayor cantidad, pero tiene en
cambio muchos riesgos, ya que se encuentra también como consecuencia de des-
composiciones orgánicas superficiales. Por eso es hoy más corriente el analizar el
Propano, el Etano y también el Butano y el Isobutano, este último se suele encon-
trar en cantidades demasiado débiles. Siguen, sin embargo, siendo de mucho
interés los dos primeros como orientación en la zona y como complemento para
una mejor interpretación.
El resultado de estos análisis se expresa en microlitros de gas por kilo de roca.
Existen otros métodos complementarios de mucho interés como el análisis de
ciertos microorganismos o bacterias que se alimentan de los hidrocarburos que
han escapudn del ya1.:imiento. Son técnicas complicadas no suficientemente estu·
1Ji,.Jao aún. Miden el poder de absorción que tienen frente al petróleo.
504 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

También, como hemos dicho, se analizan lo que se llaman porfirinas metálicas,


que resultan de una síntesis orgánica de ciertos compuestos organo-metálicos que
se han formado como consecuencia de la migración. Frecuentes en los análisis son
el Nickel y algunas veces el Vanadio. Las muestras se suelen recoger sobre el suelo
no labrado, pues la labor modifica su estructura, pero la toma es tota1mentt: super-
ficial.
Estos métodos muy modernos son un complemento de gran interés como puede
verse en las figuras al comparar los resultados de los varios sistemas empleados
(fig. VIII-2).
Los técnicos Rebilly, Godard, Gerard y Issemann, Ingenieros de Geoservicios,
dicen entre otras cosas de interés referente a hidrocarburos.
1.0 .- En Rusia se emplea la geoquimica en un 70% de sus campafias de investi-
gación. Por otra parte Sokolov afirma que el 70% de las predicciones de la pros-
pección geoquímica resulta correcta, aunque añade que para que esto se produzca,
tienen que ser favorables los factores geológicos.
2. 0 .-Un yacimiento de fúdrocarburo da lugar a una migración o difusión
continua de una parte de su mineral debido a la resultante de distintas fuerzas

HIDROCARBUROS

--
.,,,-- .
_ / Bac1ertaa

~--~~-r-~-- ~
...........
Porftrtnaa ............

'\,.Etano, propano 11 Butano

/1
Fig. Vlll-2
CAP. VIII.- METODOS GEOQUIMICOS sos

como son la gravitación, la presión, las diferencias de temperatura y las diferencias


de concentración t>n1.re otras causas. Thta m(gración se ha comprobado que se
produce principalmente en el sentido vertical y ascendente. La porosidad de las
rocas influye naturalmente en la migración, pero no hay que olvidar que en la na-
turaleza no existen rocas que sean técnicamente impermeables. Solokov y Antonov
dan cifras de velocidad de difusión en rocas más o menos impermeables. Estas ve-
locidades varían entre 55 · 10- 6 y 60 · io- 7 cm/s Jo que no es despreciable a la
escala de los tiempos geológicos. (En 200 años ha llegado a la superficie cuando
procede de un depósito a 4000 m de profundidad). Aclaramos que avanza a unos
16 m por año).
El JGME ha hecho algunas investigaciones contratadas a Geoservicios de París
y a Barringer Co. del Canadá, en las que han colaborado nuestros técnicos.

PROSPECCION GEOQUIMICA
ZONA DE BUR00S

2000

-
1500

o•,
1000

500

Propano
------·-..-
.Estaciones 64 82
Fig. Vlll-3
- TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
506

PORFIRINAS Ol N1 BASOME'TRIA DE PROPANO


M'\T•nto&/Mll~
aooo.--~~...-~~-.-~~...--~~-.--~--'2~000~~----,,--~~r-~-M-m1~~-••_uo_
~•-•_••~-

Porflrlnas de NI

.. . .
Ht.tm.. del•ttwiel6n_ _
70 78 u

Fig. Vlll·4

Geoservicios empleando el análisis de gas propano. Barringer el de Bacterias y Por-


firinas de Nickel. Como no han sido confirmados los resultados, sólo podemos
decir que estos se complementan en forma tal, que pueden indicar un pequeño
yacimiento de hidrocarburos, explotable o no, pues sería decir demasiado por
ahora. Vemos los resultados gráficos C'n las figuras VUT-3 y VIIJ -4.
Copiamos también de Geoservirios, unos mapas a base de propano en microlitros
por kg de roca. (Figs. VUI-5 y VlJJ-6).
La figura Vlll-5 indica en principio una t•structura anticlinal marcada por La
aureola de máximos que debía contenrr petróleo. Las anomalías más destacadas
nos marcan los bordes. Un estudio sísmico nos aclararía si había estructura y
cierre.
La figura Vlll-6 es un yacimiento en explotación perfectamente conocido y ve-
mos el mapa de isocontenidos en Propano, que marca con bastante claridad la
forma y contornos del yacimiento a pesar de su irregularidad debido a dos
fallas.
Vemos en el plano dos líneas isobatas del techo del depósito.
CAP. VIII.· METODOS GEOOUIMICOS 507

,/

CURVAS DE ISOCONTENIDO EN PROPANO

. ..

&
(!!!!!!!b

-
1
Fig. Vlll-5
508 TRATADO DE GEOFISICA APLICAOA

MAPA DE ISOCONTENIDOS
en PROPANO, en mlcrolltroa por kg. de muestra
PERFILES con estaciones a O'O mlllaa

...... :·:··: .. ·~··


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.. . .
·.
. . . .. ..
. ·. .·. .

c=J < 1 ~l/kg •••• ·"


c:::J 1• 3 ~1/kll .... : :·
~ 3o0~1/1<11
111!1§11 OelO~l/llg.

- > 10~1/kll
O Sondeo pt0duct0<

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- ---· leobol.. d•l locl>o d• yocimle nto @
..
Fig. VI 11·6
CAP. VIII.- METODOS GEOOUIMICOS 509

Vlll-4. Biogeoquímica
Otro de los métodos con que se abordan lo(problemas Geoquímicos es a través
de las plantas. Damos algunos datos suministrados por López de Azcona, en sus
investigaciones sobre asimilación elemental selectiva de los vegetales.
Si analizamos las plantas naturales que cubren la tierra veremos que contienen
gran cantidad de elementos minerales. Pero muchos de ellos, aunque nos extrañe
a primera vista, son tan naturales, que sin ellos no prosperaría el vegetal y que si se
buscan se encontrarán siempre en pequeñísimas cantidades en el suelo. Ejemplo de
estos son: Boro, Zinc, Hierro, Cobre, Manganeso y Molibdeno, entre otros. Si no
se encontrasen se producirían fenómenos carenciales en la planta, con sus fatales
consecuencias.
Pero al mismo tiempo que éstos, asimila por las raíces otros, que si bien no le
son necesarios, sabemos exactamente el efecto que les produce: pasan a formar
parte de sus tejidos cuandó se encuentran en el suelo a su alcance. Entre ellos ci-
taremos el oro, la plata, el plomo, el estaño y el selenio.

Los análisis de estas plantas traducidos en mapas o en gráficos nos permitirán


ciertas deducciones que pueden ser de estimable valor.

*
capítulo IX
sensores remotos
Hemos añadido este capítulo al libro, por creer corresponde su rlesarrollo al in·
vestigador geofísico, que es quien mejor puede dedicarse a estas complejas inter·
pretaciones.
Los sensores remotos se refieren casi siempre a parámetros físicos y cuando no
lo sean específicamente, como en el caso de la fotografía simple, constituyen com-
plemento imprescindible para una buena interpretación. Veamos muy someramen·
te como se explican y en que consisten.
Desde el punto de vista de los reconocimientos geológicos, geofísicos y mine-
ros son técnicas de sensores remotos, los procedimientos de detección o evalua-
ción a distancia de minerales, rocas y aguas en general de Ja corteza terrestre. Es-
tas mediciones se pueden hacer desde avión, volando a alturas relativamente bajas
o desde naves espaciales acondicionadas. Cada uno nos suministra valores distintos
que se pueden complementar.
El Centro Americano de Fotointerpretación de Bogotá, dependiente a su vez
del Instituto Internacional de Servicio Aéreo y Técnicas de la Tierra (1.T.C.) de
Holanda, es el único de lengua española que tiene como misión principal el estu-
dio de los datos suministrados por diferentes satélites entre otros el ERTS-1 que
se desplaza a 496 millas de la Tierra y el SKY-LA B cuya órbita queda a 435 Km
de altura. Los métodos empleados son muy variados y complejos y un ejemplo po-
dría darlo el aeromagnético. Pero cuando se trata de descifrar imágenes físicas
tomadas a 800 Km de altura, hay que emplear procedimientos que se salen de Jo
clásico hasta la fecha(*).
En circunstancias tan desfavorables, ningún método es suficiente por sí solo y
el complementar adecuadamente métodos de detección de varios parámetros físi-
cos, se hace casi indispensable, si queremos Llegar a interpretaciones geológicas y
mineras técnicamente buenas y aprovechables económicamente.
Como los sensores remotos nos aportan datos de un valor incalculable como
complement o de otras m1'diciones, podemos decir que quien mejor uso puede ha-

(*)Nota· Ref. HUNTING GROUP REVIEW AUTUMN, 1973.

511
512 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA

cer de los resultados obtenidos de este tipo de mediciones a distancia, es e1 espe-


cialista en Geofísica aplicada con una preparación geológica suficiente, si pretende
llegar a resultados eficaces en su interpretación.
Por Sensor Remoto se consiguen entre otras las siguientes mediciones:
1. 0 Magnéticas - desde avión y satélite.
2. 0 Electromagnéticas - desde avión.
3.0 Radiométricas - desde avión.
4. 0 Gravimétricas - desde . avión cuyos resultados son hasta la fecha de poca
precisión (de 2 ó 3 gammas de error) y desde satélite.
5.0 Radar - desde avión y satélite. Los impulsos de energía del radar son emiti·
dos desde el avión o satélite y son reflejados después desde la superficie
terrestre, para ser captados por medio de una antena receptora. Las imágenes de
radar son transformadas en imágenes fotográficas y por medio de un transforma·
dor de señales que cambia los ecos de radar en haz de electrones, que son proyec-
tados a un tubo de rayos catódicos; la luz producida se registra sobre una película
de características especiales. Permite trabajar de día y de noche o cubierto de nu-
bes. Posee como iluminación propia las ondas de radio.
6.0 Radio altimétricas - desde avión. Son métodos convencionales empleados
corrientemente en las prospecciones aéreas.
7.° Fotografía pancromática ordinaria, como complemento de las de avión y
satélite y de otras con distinta banda.
8.° Fotografía en Infrarrojo con filtros difer<•nl'e~ - desde avión y satélite.
9.° Fotografía nwltirspectral con 4 bandas d<> dif<'r<'ntf onda: azul, vPrd<', rojo
y amarillo - desde avión y satélite.
l O. 0 Mapas tfrmicos con regi.stradores de infrarrojos. Es interesante para problc·
mas hidrogcológicos. Mide contrastes de 0,5ºC de la Tíerra y de la superfi-
cie del mar. Localiza corrientes marinas calientes. Cartografía fallas que rezuman
a.,aua y líneas de fuentes, etc.
Tambifn en Geotermia, localización de fuentes calientes. Localización de ano-
malías térmicas asociadas a mineralizaciones.
En Geología diferenciación de rocas sedimentarias por sus contrastes de tempe-
ratura, cuando el contraste visual es pequeño.
Recordemos, por la importancia r n el campo de los sensores remotos, que el
principío de la fotografía lo descubrió el físico Aristóteles hacia el año 330 a. J.C.
Entonces avanzaban las ciencias muy despacio y hasta 1727 no llegó a producir
el alemán Johan Heirich Schulz unas imágenes que pronto se horraron. Pasados
100 años se hicieron fotografías conservables. El paso gigantesco lo significa, el
que se pueda fotografiar la Tierra desde una nave espacial que se mueve a gran ve-
locidad y alturas de más de 500 Km y que esas fotografías tengan una resolución
CAP. IX.- SENSORES REMOTOS 513

actual en laboratorio~ dr 50 m con la esperanza de estar a punto de ser resueltos


objetos de 2 m Je dimensiór1 horizontal.
Diversas compañías han d(·dicado parte de su actividad a las técnicas de senso-
res remotos. Su esfuerzo principal lo han hecho en los.últimos años para el estudio
c interpretación de las imágenes del Satélite ERTS-1 tomadas desde 800 Km de
altitud.
Las imágenes de radar equivalen a una buena fotografía del terreno y se distin-
guen en ellas buzamientos, anticlinaks y fallas. Tienen Ja ventaja de que no sola-
mente pueden trabajar de noche, sino con la zona totalmente cubierta de nubes.
También se han obtenido grandes éxitos con las interpretaciones de las fotografías
de rayos infrarrojos y mttltiespcctrales.
El satélite ERTS-1 fué especialmente diseñado para cartografiar recursos natu-
rales de la Tierra. La realidad es que los sensores remotos de las naves espaciales
son un magnífico complemento de las técnicas geofísicas, tanto de superficie co-
mo marinas; como lo estudiado e interpretado se hace sobre mapas o imágenes
de Ja Tierra obtenidas por procedimientos físicos , no hemos tenido inconveniente
en asimilarlos a nuestros métodos, haciendo la interpretación de estas imágenes.
Las correspondientes a los satélites tienen especiales ventajas:
Las imágenes son de una cobertura muy grande, del orden de 16 Km 2 y a los
pocos días se repiten, aunque en condiciones algo diferentes con relación a la po-
sición del Sol y a la inclinación de los rayos. Cualquier cambio o movimiento que
se haya producido en ese tiempo será detectado, lo que permitirá corregjr posibles
l:'rrores de anteriores interpretaciones.
El llamado SIR (SidP looking radar) produce mapas de gran valor por la pene-
tración del radar, sobre todo en las zonas donde casi siempre está cubierto por
nubes.
La inclinación de los rayos produce efe.ctos diferentes de sombra en la imagen
del terreno, lo que aumenta las posibilidades para una buena interpretación de los
mapas.
Las fotografías multicspcctrales con 4 bandas de ondas, proporcionan datos
que convcni<'nlcmt'nfr romplemcntados, resultan de un valor incalculable para
muchos prohl<'mas g;i-ológicos, rntrl:' otros los grandes accidentes tectónicos de la
corteza.

*
515

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