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Figuerola Cantos - Tratado de Geofisica PDF
Figuerola Cantos - Tratado de Geofisica PDF
de la
Escuela Superior de Ingenieros de Minas
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.. ..
Prólogo del autor
Ante todo h-e de hacer una especial mención de las personas que me han ayu-
dado a confeccionar este Tratado de Geoflsica Aplicada. Pecaría de ingratitud si
no lo hiciera, pero además no se creería nadie que lo había escrito solo, sin cola-
boradores, porque en el mundo apenas se escriben libros de ciencia sin importan-
tes ayudas. Así como hay otros que se pueden escribir por una soJa persona como
son los literarios, tos científicos se basan a veces en ideas laniadas al Mundo hace
2.000 años y así nos podríamos encontrar, con que casi todo se había dicho antes,
aunque de otra forma.
En cuanto a nuestro tema no creo que haya un solo t ratado de Geofísica
Aplicada que no haya tenido muchos colaboradores, porque nadie es especialista
absoluto de todos los métodos que se describen y menos en una ciencia tan com-
pleja y difícil como ésta. Por eso no debe extrañarnos demasiado que. diga que
empecé a escribir la obra hace 19 años, como encargado de curso y en forma de
apuntes de clase y como desarrollo el de los métodos geofísicos ha sido tan rápido
y el dar forma a un libro hasta su publicación cuesta bastante tiempo, resulta que
hoy al ,darlo a la luz, después de muchos años y modificaciones periódicas, no so-
lamente no me satisface del todo, sino qlle ya lo encuentro yo mismo anticuado
en muchos aspectos. Por lo tanto además de haber escrito un libro que no es per-
fecto, de lo único que no puedo presumir es de rápido, porque esta ciencia da lu-
gar a estas situaciones y no permite ligerezas. Prueba de lo que digo es que, desde
1928 hasta hoy no se había escrito por autor español ningún Tratado de Geofísica
Aplicada, que se pueda considerar completo después del de Sifíeriz.
Este tampoco lo es, pero como base de estudios para una Escuela de Ingenieros
de Minas como la nuestra, puede prestar un buen servicio y en cuanto a las nove-
dades que vayan surgiendo después, es misión del Profesor de turno el orientar al
alumno hacia los trabajos especiales que se puedan seleccionar de las Revistas
científicas de la materia en cuestión.
Mi primer colaborador ha sido mi adjunto el Dr. Ingeniero de Minas Manuel
López Linares, hoy Catedrático en la Escuela de Mil'\as de Oviedo, con una valiosa
aportación a los Métodos Sfsmicos y Gravimétricos en especial. Posteriormente el
auxiliar de Cátedra Dr. Ingeniero de Minas Fernando Gea Gavaloy, fallecido en 1968
en cumplimiento de su deber, con una dedicación muy especial al mismo Método
Sísmico. Mencionaré también a Inocencia Vega que le sucedió como auxiliar por
poco tiempo. Tampoco olvidaré de mencionar al Dr. Ingeniero de Minas Francisco
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indice Pág.
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340
Rutina de campo.
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Observaciones..
341
IV 156 Sistemas de representación .
Sistemas de representación de s1smogramas y secciones. • . . • . . · 342
342
a) Galvanométrico... ..
342
b) No galvanométnco · · · • • • · · · • · • ••· ·
1) Presentac1on en forma de área variab le. . . , • . . • •.••. 342
2) Presentación en forma de densidad variable. . . . . ...•• . • 342
c) Mixtos. ,¡ • • • • • ..... - 348
IV-15 7 S1smogramas sintéticos . • •.•••••• , 1•••• , •••••• 348
Coeficiente de reflexión y refracción. . • • . • • • . • • , •...•••.. 348
Caso de 1nc1denc1a normal. . • •.. - •...•••.••••.•.• 349
Obtención de sismogramas slnteticos •..•••..• •• . 350
Otros métodos de obtener sismogramas sintéticos. . • •...••..••. 353
Utilidad de los s1smogramas sintéticos , , ..••...... 353
Lim1tac1ones de los s1smogramas sintéticos. . . . . . • . . . • ....... . 354
Utilización de los sismogramas s1ntét1cos . . . . . • . . . • . • . • . ••.. 354
IV -16 S1smica marina .....•... , •.. .......•... 354
IV 17 Una mvest1gac1ón S1sm1ca en el Centro de España.. . .•....•.........• 358
1V 17. 1 1ntroducción . . .. . . . . .. . . . • ................. . 358
Topograf1a. . ••..••...• •...•.• • • • ..• , • .••...••...•. , 359
Perforación. 359
Laboratorio .. 359
D 1sposit1vo de registro ... 359
Central de la m1s1ón . 359
IV-17.2 Velocidades. . . . 361
Velocidades superficiales. 361
Velocidades verticales medias. 361
IV-17.3 Examen de las secciones . . 361
ldent1f1cac1on geológica de los horizontes seguidos. . . ... . . 361
Perfiles de orientación general NN E-SSO (F1g. IV·133). IV·134) .. . 362
Perfiles d~ orientación general NO·SE (Fig. IV·135) .... . ........ . 362
IV ·17.4 Descr1pc1ón de los mapas de 1socronas e isopacas. . •... ...... 363
lsocronas del horizonte 4 bis (F19. IV 130) . . . ........•.... 363
lsocronas del horizonte 5 bis (Fig. IV-131) .. . .... , .. 363
lsocronas del horizonte 7. . . . . . . . . ......•. 364
lsopacas entre los horizontes 4 bis y 5 bís (Fig. IV-132) .. . 364
lsopacas entre los horizontes 5 bis y 7 . , ... , ....•. 364
IV-17 .5 Conclusiones..... 365
Pilg,
Pág.
*
capítulo 1
introducción general a los mé·
todos geofí•icos de prospección
1-1. La Geofisica
Etimológicamente, Geofísica sería la ciencia que estudia la ffsica de la tierra.
Pero si bien el estudio de nuestro planeta se remonta a la época de la aparición
de las ciencias experimentales, el nombre de Geofísica y la aplicación de este
nombre a una rama de la ciencia, son relativamente recientes ya que sólo datan del
siglo pasado.
Como ocurre en otras ciencias, la Geofísica se divide en dos partes Geofísica
Pura y Geofísica Aplicada.
1) La Geofísica Pura, para algunos Física del Globo, se ocupa del estudio de la
gravedad, magnetismo, electricidad y sismología terrestres, pero también compren-
de los estudios de la vulcanología, geodinámica, climatología, oceanografía y otras
ciencias relacionadas con la física de la tierra. Pero de todo esto no nos vamos a
ocupar y solamente introduciremos los conceptos teóricos que sean necesarios pa-
ra comprender las aplicacionPs de la geoflsica.
2) La Geofísica Aplicada, .es la ciencia que trata de la aplicación de la Geofísica
Pura. Muchos autores la llaman sencillamente Prospección Geofísica y su estudio
va a ser objeto de este libro.
La Prospección Geofísica es, dicho de otra forma, el arte de aplicar las ciencias
físicas al estudio de la parte más superficial de la corteza terrestre, que puede ser
explotada por el hombre; en este sentido, sería la aplicación de los métodos geofí-
sicos de prospección a la búsqueda de toda clase de recursos minerales útiles al
hombre. Algunas veces esta aplicación puede ir encaminada a resolver problemas
puramente geológicos, pero que pueden ser de gran interés económico.
23
24 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
Fig. 1-5
--- - - - --- - - -
Fig. 1-6
.:uC!Lo y. por l:u1to, los punlo'° l"TI q1w t'S más probable la acHmulación de aguas
fü hkrráneas.
e) Ingeniería civil. F.n k1t1 trabajos de ingf'niería civil, firmes para fundaciones,
cmbab1·s. túneles. cam•tcras. et<'. juega 8U papel la Geofísica Aplicada con la de-
tenni11a1·ibn de la }Jrofundidad de la roca adecuada que sirva de cimiento a las
ohra". etrHt'ra.
todos Los tipos en 1956 que fué rPcord y en 1966 solo de 9207 .. ~1ipos/mes por
las razonf's indicadas.
En cuanto al gasto real en F .o fué de alrededor de 300 miI:.-.ries de dólares
v en 1968 de 800 millones de dólares. E.se gasto no ha seguido en aumento en par-
te por la sísmica marina y la aplicación de métodos aéreos, que resllltan en conjun-
to, mucho más baratos por zona prospectada. Es curioso que Je 1967 a 1968
multiplicó su actividad por más de 4 la sísmica marina.
Un dato interesante es que desde hace muchos años P! consumo geofísico para
petróleo es superior al 95 por ciento del total, aunque en 1959 esta cifra bajó al
93. Hoy está aproximadamente en el 90 por ciento. El au · i . • :l resto se debió
principalmente fl oceanografía y aguas subterráneas.
En virtud de esta enorme proporción del gasto para los hidrocarburos damos a
continuación otro tipo de datos que consideramos de mucho interés.
Las reservas mundiales de petróleo fueron en 1956 de alrededor de 40000 mi-
llones de toneladas con una relación Reservas/Consumo de 40,7 lo que quiere de-
cir, con una duración teórica de 40,7 años. Esta cifra bajó en 1966 a 32,4 años
porque se consumió desproporcionadamente. Pero actualmente gracias a los enor-
mes descubrimientos geofísicos de Alaska, Mar del Norte, del Medio y Lejano
Oriente, de Indonesia y de Africa Occidental entre otros, en 1972 las reservas lle-
gan a 91000 millones de toneladas de petróleo, con una relación de 35 años de
duración.
Por otra parte hay un dato que abona la importancia de los nuevos avances en
los métodos de prospección. En 1946 cada sondeo de investigación que se hacía
en el mundo, daba lugar a un descubrimiento medio de 40000 toneladas de cubi-
cación o de nuevas reservas de petróleo.
Hacia 1948 después de la aplicación de importantes avances en las técnicas geo-
físicas, esa cifra sube a 75000 toncJadas por sondeo, y desde entonces no ha hecho
más que m<'jorar y en Jos años 1969, 70, 7l y 72 se pone en 980000 toneladas
por sondeo Wildcat y ha habido un año, el 1968, de intensa actividad en las plata-
formas y más suerll', que se pasó de 1,3 millones de toneladas por sondeo.
No ha sido fácil dar con <'xactitud la cifra de sondeos que se hacen en todo el
mu11do y qut' se consid<'ran dt· exploración o Wil11cat, pero por comparación con
los dalos conocidos dt· los ~~stados unidos, hemos convrnido en estimar que es
aproximadamente un 20 por ciento dt• total de p<:rforacioncs. Como conocemos
csk tola], hemos dado1•stas <'ifra:;, au11q11e con las naluraks reservas.
En la página siguirnk damos a rono<'<'r u11 <'uadro (:xplicalivo de lo dicho.
Son más comparalivaR que absolutas, put!S <'s muy difícil estar de acuerdo en
las cubicaciones rcc·upcrabks, ya que varían mucho consta11tcm1·ntc !'<Cj:~Ún los cri-
CAP.1.-INTRODUCCION GRAL. A LOS METODOS GEOFISICOS DE PROSPECCION 31
1
. - --- -
1960 1961 1962 1963 J...- ...... •66 1967 1968 1969 1970 1971 1972
- 1
Reservas Mundiatf J.j <D
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Otro aspecto de lo que puede significar en~¡ f~:Uro los avances de !as técnicas
geofísicas está en el caso de las lrm~pas eslnt1gra.f1cas en cuyo ~stuclio vem~s ~l
mayor porvenir. F,stas se detectan bien por l~s metodos convenc1onales, el s1sm1-
co de reíli~xión principalmente, pero menos bien que las estructu.ras. Cuando lleg~
el rnornt•nlo de' elegir los lugares más adecuados para perforar, mtentaremos pn-
nwro localizar los sectores más p ermeables. Entonces nos encontraremos con la
posibilidad de diferenciarlos por el carácter de las reflexiones sísmicas o por las
variaciones de frecuencia y de amplitud de éstas. Los especialistas en la materia
están ya en el buen camino para consegufrlo, pero aún tienen mucho que estudiar
hasla llegar a buen término con ciertas garantías. Este es un aspecto de la investi-
gación que tendrá gran importancia en un futuro próximo, ya que existen en el
mundo zonas o niveles induscutiblemente petrolíferos, pero que por falta de per-
meabilidad suficiente, no son rentables. Un estudio geofísico, con ayuda de estas
nuevas técnicas de inlerpretación, una vez dominadas, nos conducirá a las zonas de
mayor permeabilidad dentro del tramo posiblemente productivo.
1-1-7-b. Tendencias de la geofísica minera
Los gastos geofísicos subieron un 60 por ciento de 1963 a 1965 y 1966 siguió
}a misma tónica, lo que hizo doblarse éstos en menos de 3 años.
Las inversiones de Ja geofísica minera en los años siguientes a la IIª Guerra Mun-
dial fueron de unos 2 millones de dolares/año mientras en 1965 fueron de 20 mi-
Ilonr.s, lo que supone un crecimiento anual del 12 por ciento.
Una gran parte del aumento de la popularidad de la geofísica se debe a su ver-
satilidad en la resolución del creciente número de problemas.
El 95 por ciento de los gastos geofísicos lo consumen 7 métodos terrestres y 2
aéreos. De los arreos el magnético es y ha sido por muchos años el método geofí-
sico núm. l para minerales, seguido por el electromagnético. Estos dos son los
principales métodos adaptados a] trabajo aéreo.
Es ya popular entre los métodos eléctricos r.I de Polarización Inducida que su-
puso el 14 por ciento de los gastos en 1965, aumentando en 1966. En 1967 ope-
raban en el mundo más de 140 equipos de P.I. y hoy continúan en aumento.
J.os principales métodos de exploración minera en 1966 han sido el aeromag-
nt~lico seguido de P. J.
La dcmand~ de uranio ha hecho intensificar la prospección del mismo y así
durante los pnmeros 9 meses de 1966, se vendieron 6 nuevos tipos de destelló-
metros ~ escintillómetros aéreos, capaces de distinguir las radiaciones procedentes
del uramo, de las del torio y del potasio.
..
1-1-8. Cuadro técnico Económico de los Métodos Geofísicos.
METODO GRAVIM ETR ICO METODO MAG NET ICO METODOS SISM ICOS METODOS ELECTRICOS METODOS RADIACTIVOS TESTIFICAC ION GEOFISICA METODO GE OOUIMI CO
En petróleo Estudios de recono En petróleo: Profundidad del ba En petróleo· Estructuras. T ram En petroleo: Estructuras Fallas En petró leo: Resistividad. po
c1m1ento y complementarios Es· samento (gran empleo) pas. Fallas. Profundidades, Espe S1tuac10n a profundidades no muy ros1dad, y velocidad de propa.
gación Rayos gamma Situa
tructuras anticlinales y sinclinales sores. Secciones 11empo o profun grand~ (poco empleo)
En m11lerales: Menas magnéticas. Filones y placeres Minerales ción perfecta y espesor de los
Fallas. Diapiros Domos salinos didad de gran perfecc1on Es el
Fe, Ni, Cr. T1 Profundidad y vo honzontesJ)foductivos(empleo
(mucho empleo) En mmerales Minerales conduc rad1act1vos y sus paragenét1cos. Yacimientos petrolíferos
más importante de lodos los mé casi imprescmdtble1
lumen del yac1m1ento (gran em y de minerales metálicos.
Aplicaciones En minerales Filones y masas de tores en general. Sulfuros Masas U, Th, Ta, Nb, Be, Bi, Sn, etc.·
pleol todos En minerales· Toma de mues·
minerales con contrastes de den Filones !mucho empleo) Criaderos de sulfuros.
Yacimientos potásicos y apatíti · tras en los horizontes atravesa·
s1dad En aguas· Contactos con rocas dos (poco uso)
En minerales· Grandes masas de cos Diques pegmatlt1cos
En aguas. Estructuras Fallas. Ca hipogénicas que pueden ser de En aguas: Estructuras Sinclinales En aguas: Potencia y porosidad
vernas poco profundas, que pue minerales S1tuac1on v profund1 Resis11v1dad Profundidad de los
interes hidrolo91co (empleo muy de los mantos acu fieros, para
den contener agua (poco emp leo) dad (poco empleo) acu iferos (gran empleo) su mejor explotación
pequeño)
Mapas de isoanomallas y
Pro fu nd1dad de basamentos. Ma Características físicas y poten de isoconten idos de Pro
Secciones slsmicas a gran profun· Mapas de isoanomal las radiac-
Result ados obtenidos
Mapas de Bouguer, Residuales v pas magnéticos, localización y Fallas Filones. Profundidad de ciales de los terrenos perfora· pano, Metano, NI v bacte
didad Domos Diapiros. Fallas. t1vas y localízac16n de minera· dos. Espesores y profundida-
Transformados profundidad de masas magnéticas minerales y mantos aou iferos. rias en petróleo. Toda cla
Profundidad de la -estratificación les radiactivos. des. Diagraflas. se de elementos en mine-
Cubicac1on
rales.
Terrestre 0,5 millones Terrestre 6 a 8 millones 0.4 a 0,9 millones 0,4 millones a 300 m de pro-
Coste por equipo y Terrestre Terrestre 0,2 millones fundidad - 4 a 5 millones a
mes (Pesetas 1973)
0.7 millones
Aérea 4a6 Marina 18 a 20 .. Aérea 2 a 4 millones Aérea 1 millón. 5.000 metros de profundidad
0.6 a 0,8 Millones
capítulo 11
métodos gravimétricos
por aquél, para usos prácticos, a finales de 1936. Desde entonces el gra~im.et.ro
ha ido mejorando, pero básicamente es el mismo instrumento del pnnc1p10.
De 1932 a 1936 la Gulf Oil Corp empleó para sus prospecciones gravimétri-
cas un péndulo de doble brazo construido por ella. El péndulo fue, asimismo,
sustituído por el gravímetro.
Pasemos, antes de ocuparnos de estos instrumentos, a dar unas ideas sobre los
fundamentos del método gravimétrico.
Ley de Newton
La atracción de las masas obedece a la ley de la gravitación de Newton que
establece que la atracción de dos masas m1 y m2 es directamente proporcional
a su producto e inversamente al cuadrado de su distancia!
F= K m1 m2
r2
T
Fig. 11-3
P1-P~
=
f''l Fdr =K
f''Z -~ dr = KM ( !_
rl r2
_l)
r1
._ r 1 .. rJ
y la diferencia de potencial 1l V= Vp 2 - VP 1 =- T = KM ( !_ -
r1
~2 ) que es una
cantidad positiva.
Si ahora iiC considera P2 desplazado al infinito Vpz =O y VP 1 = K..!!!.
r, : por lo
tau to podemos defirúr el potencial gravífico en el puuto p 1 como VP 1 =
'r 1
== - Fdr. Es decir r¡ue Pl poll!ncial en p 1 r•:. rl tmlmjo rl'lllizado pur r•l campo
...J
para mover la unidad dr masa desdP el infinito al punto p 1 • cambiado de signo.
9x == - K
J0
M X' -
{F
X
dm + w2 x'
9y =- K Í M y' - Y dm + w2 y'
Jo
0 {;3
9z =- K
J0
M
-p3-
z' -z
dm
La expresión <le las derivade1s segundas del potencial para los puntos fuera de la
Licrre1 es :
a2v=3K
ÍM (x'-x)2 dm-K
J•M dm +w2
ax'2 ps p3
o
•M
a2v = 3K
ªv'2 Jo
(y' -y)2
ps dm-K J." -dm
p3
+ w2
TRATADO DE GEOF ISICA APLICADA
40
32v
-=3K JM 2
-(z'- --5d
z)
m-K JM 7 dm
h~ P
o o
'il2 V= 32 V + 32 V + 32 2V= 2 w2
3x'2 3y'2 3z'
o lo que es lo mismo
-
divg= Vg=--"
- ag +--
ogy
+ -09z =2w
2
en donde g0 es 1.a gravedad a. ln kztitud cp y al nivel del mar. El factor 9 71.J, 049 es el
valor de la gravedad en el ecuador (cp = O).
Con esta fórmula se calcula el valor normal o teórico de la gravedad g0 en
cualquier latitud.
El Geoide.-Se llama geoide a /,a supe1ficie de equilibrio de los mares d<' la tierra
.~iC'Slos se pudieran extender por los continentes a través de canales imaginarios
hechos en ellos bajo el nivel del mar. Es decir, sería la superficie equipotencial co-
rrespondiente al nivel de los mares. Difiere del esferoide en que los continentes
y Jos fondos marinos están irregularmente repartidos sobre la tierra y, asimismo,
en las discontinuidades de densidad de la tierra.
Como la plomada (normal al geoide) tiende a desviarse hacia las regiones de ex-
ceso de masa (como los continentes) y a alejarse de las de defecto de masa (como
los océanos), la consecuencia es que e] geoide está por encima del esferoide en
los continentes y por debajo en los océanos (fig. U-4·).
tierra
Las desviaciones de la plomada son muy pequeñas (OI. del orden de segundos o
menos) y la separación del esferoide del geoide del orden de decenas de metros,
por ello el esferoide prácticamente coincide con el geoide.
B) Con la altitud
Hasta ahora hemos calculado el valor normal de la gravedad al nivel O, o sea al
nivel del mar. Como las observaciones las haremos sobre la superficie terrestre a
42 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
una altura h sobre dicho nivel conviene estudiar las vari9ciones de la gravedad con
la altitud. Estas nos darán lugar a tres correcciones: Corrección de aire librr o
de Fave. corrección de Bouguer, y corrección topowáfica: estas correcciones nos
permÍtirán reducir Ja gravedad observada al nivel del mar.
En la figura U-5 la corrección de aire
A~ libre sería la debida a la altura h sobre
el nivel del mar. La de Bouguer sería
6 :_;;;;;'.
1' 1 Ja que tiene en cuenla el espesor h de
:h
1
los sedimentos bajo A, supuesto h cons-
1
t
Nivel del mar tante y la corrección topográfica sería
A= punto estación la debida a la separación de la horizon-
Fig. 11-5
tal en A, de la superficie topográfica.
Midiendo estos tres efectos y te-
niéndolos en cuenta para corregir el valor observado en A obtendremos el valor
de gen el punto M.
1) Corrección de aire libre. Es la debida simplemente a la altura h de la esta-
ción, es decir, a estar más alejada del centro de la tierra.
Suponiendo la tierra esférica, sea M su masa y r su radio, por definición de
gtenemos:
M·1 3g M 2g
9 = K -r-2 - ; a;=- 2 K 7 =- -r- = - 0,3086 mgal por metro
cuyo valor hay que sumar a la gravedad observada. Ch equivale a 0,03 miligal por
cada 15 cms, que es el error que se admite en la nivelación de los polígonos gravi-
métricos.
Bouguer fue un célebre geodesista francés del siglo XVUJ que aplicó por prime-
ra vez esta corrección.
3) Corrección topográfica. Finalmente, para reducir el valor observado de la
gravedad al valor que tendría al nivel del mar sólo queda tener en cuenta el efecto
gravífico de las masas por encima y por debajo del nivel h de la estación, ya que
en la corrección de Bouguer suponíamos el terreno horizontal. El material por
encima de la estación (a en la figura 11-5) atraerá a la masa unidad puesta en A en
Fig. 11.0
Para hallar esta corrección se emplean unos gráficos que consisten en una serie
de círculos concéntricos alrededor de la estación y divididos en sectores tal como
indica la figura [].6. ,.
Con ayuda de unas tablas calculadas por ~ammer se h.illan los efectos gravífi-
cos debidos a cada uno de los prismas que tienen de bltSe estos sectores y altura,
Ja altura media de la zona en que está. Estos gráficos se superponen al mapa topo-
gráfico, de donde se deduce dicha altura media. Para las. zonas próximas a la est~
c.ión se suele hacer tma niveJación precisa del terreno mientras para las zonas mas
alejadas se puede emplear la altimetría de un mapa topográfico a escala 1/50.000.
En el cálculo de la corrección topográfica (lo mismo que en la de Bouguer)
influye, claro es, la densidad del terreno. Esta, generalmente es desconocida por
lo que más adelante (véase perfiles de densidad) indicaremos una forma de hallada.
Por último digamos que la influencia de las masas montañosas lejanas modifican
el valor de la gravedad de forma sim ilar que una influencia regional (un basa-
mento de gran profundidad). Por lo tanto, como veremos a su tiempo, si hacemos
la corrección de la anomalía regional podremos ahorrarnos la corrección topo-
gráfica a partir de un cierto radio alrededor de la estación, de acuerdo con los
desniveles más o menos grandt•s que haya. De esto trataremos con detalle en el
capítulo dedicado a Interpretación.
C) Con el tiempo:
a) Efecto de las mareas
No queremos acabar este apartado de variación de la gravedad sobre la superfi-
cie terrestre sin hablar del efecto luni-solar o de las mareas.
Las atracciones gravíficas del sol y de la luna causan el efecto de las mareas que.
depende de la posición astronómica de ambos y de la latitud, siendo variable con
el tiempo; estas fuerzas product'n una p<'qu1·ña deformación de la superficie ma-
rina. Este efecto influye también sobr<' los gravímet ros y da lugar al efecto luni-
solnr o de las marcas.
Su amplitud máxima puede llegar en total a 0,3 miligales, pero su variación
máxima es solamente de unos 0,05 mgal/hora.
El efecto de las mareas es poco importante en prospección, ya que se elimina
parcialmente, como veremos más adelante, al efectuar la corrección de deriva.
No _obstante, en trabajos de mucha precisión se calcula la corrección lunisolar
mediante unas tablas que anualmente se publican con este objeto.
b) Deriva instrumental
~ gr.a vímetro, como todo instrumento de precisión, da lugar a lo que se llama
der~va instrumental (o variación con el tiempo de la lectura de una estación); es
decrr, que si efectuamos medidas sobre una misma estación a diversos intervalos de
ti~m~o obtenemos valores ligeramente distintos. Esta deriva está producida
pnnc1palmente por la fatiga del sistema de muelles, o por las variaciones de tempe-
CAP. 11.- METODOS GRAVIMETRICOS 45
donde a= g = K ~
. En el sistema cegesimal la unidad de aceleración es 1
r
cm/seg en cada segundo. A esta unidad se la llama gal (en honor de Galileo)
por tanto :
1 miligal = 10-3 gales
Medidas de gravedad
Distingamos primeramente, dos clases de medidas: las absolutas y las relativas.
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
48
11-2.1. lsostasia
&l Ja expedición francesa de Bouguer al Perú éste hizo entre otras, una medida
en la cumbre del Pichincha (4.800 ms aproximadamente). Al aplicar la corrección
de su nombre, obtuvo un resultado anómalo que le indicaba que la masa de la
montaña tenía menos efecto gravífico del que era de esperar en función de su
masa y de su densidad. Este efecto se confirmaba, a su vez por las medidas que
hizo de desviación de la plomada de la vertical. La causa no fue comprendida por
Bouguer.
Posteriormente se hicieron medidas de gravedad en otras zonas montañosas con
el mismo resultado. En las altas mesetas se observaban valores de Ja gravedad me-
nores que los que debía tener, mientras en las fosas oceánicas sucedía a la inversa.
De estas observaciones se deducía que en las regiones elevadas la densidad media de
las rocas bajo el nivel del geoide era menor que la normal, mientras que en los ma-
res profundos dicha densidad media era mayor.
Este fenómeno no se explicó claramente hasta que, casi simultáneamente, en
1855, Airy y Pratt expusieron sus teorías sobre la isostasia.
Ambos decían que la corteza terrestre podía suponerse dividida en bloques
descansando sobre un substratum más o menos fluído que es el magma.
Pratl suponía que la corteza terrestre lenía un espesor uniforme bajo el nivel
del mar por lo que el contacto con el substratum se verificaba a una profundidad
constante a la que llamaba nivel de compe11sació11 (uno~ 100 kms) y de manera
que dicho substratum soportaba un peso constante por unidad de superficie.
Por ello los bloques en las regiones montañosas debían tener una densidad menor
que la normal, mientras que bajo los océanos estos bloques debían tener una den-
sidad mayor que la normal.
N. del
mar
H Un
N. <te compensación
Fig. 11-7
48 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
d21
mQ · - + ll sen i = O
dt 2 Q F19. 11-9
CAP. 11.- METODOS GRAVIMETRl~OS 49
Péndulo físico
El péndulo físico o péndulo compuesto es un cuerpo cualquiera de masa M
suspendido de una cuchilla sobre la cual puede oscilar libremente. La fórmula del
período en este caso es:
[2]
siendo 1 el momento de inercia respecto a la cuchilla y h la distancia del centro
de gravedad G a la cuchilla (fig. II-10).
De [ 1] y [2] se deduce que el péndulo compuesto es equivalente a un péndulo
simple cuya longitud .2 1 viene dada por .2 1 = - 1- •
Mh1
Fig. 11-10
Fig. 11-11
El Gravímetro
El gravímetro es un instrumento que mide directamente las pequeñas variacio-
nes de la componente vertical de la gravedad, es decir, los valores relativos de
dicha componente.
El fundamento del gravímetro es muy simple. En esencia consiste en una masa m
suspendida de un muelle o sistema de muelles o fibras de torsión. Las pequeñas
variaciones de la gravedad se traducirán en variaciones del peso mg o lo que es lo
mismo en pequeños alargamientos o acortamientos del muelle de suspensión.
Según e! sistema de medida de los cambios de la longitud del muelle se clasifican
en gravímetros Pstables o inestables.
J) Gravímetros estables
Son aquellos en que el cambio de la longitud del muelle es
medido directamente por medio de una adecuada amplifica-
ción ya sea óptica, mecánica o eléctrica.
...
El caso más sencillo sería el de la figura ll-12 o sea simple-
mente un dinamómetro. Si F es la fuerza o peso debida a la
gravedad g tt('tua11do soüre m, tendremos : m
Fig. ll-12 F
CAP. 11.- METODOS GRAVIMETRICOS 51
.
F = mg = K (Q - Q0 ) siendo Q0 la longitud inicial del muelle, Q la longitud
final y K la constante del muelle.
Como la masa m es constante F será proporcional a g por lo que las pequeñas
variaciones de g se traducirán en incrementos de Q
AF =m Ag = KAQ - -K AQ
Ag-
m
Para obtener con este tipo de gravímetros medidas de Ag del orden de aproxi-
mación de O, l .r,niligal habría que apreciar desplazamientos del muelle del orden
de diezmilésimas de milímetro, por lo que es muy difícil conseguir mucha preci-
sión con este instrumento.
2) Gravímetros inestables
Los gravímetros inestables o astáticos constan de una masa M suspendida
inestabiemente de un muelle o sistema de muelles y tal que para un determinado
valor de g, M está en posición de equilibrio. Pero basta un cambio pequeño en g
para que Ja masa M abandone su posición de equilibrio de manera que pequeños
cambios de g se traduzcan en desplazamientos relativamente grandes del muelle.
Esto se logra como sigue : Un caso sencillo es la figura 11-13.
Sea una masa M suspendida de
m
un muelle a través de un balancín.
Sobre el balancín hay otra masa Escala
m. Para un determinado valor de l111!11q~1111!
g el conjunto estará en equilibrio I
y m en posición vertical. Ahora I
Ja
bien a medida que aumente el va- I
lor de la gravedad la masa m ten·
derá a desplazar girando sobre O,
aumentará el desplazamiento del s
brazo y por tanto el momento M
mgQ 1 , que compensará el incre·
mento de tensión del muelle S.
Los gravímetr.os inestables son
Fig. 11·13
los más utilizados hoy día.
Metal Ríbbon
(2)
Fig. 11-14
Su peso t•::, ,¡,. uno~ 11 kg ~' ~~1 precio muy elevado. por lo que.únicamente se
utiliza rn trahajo5 de alt:i pr1·1·1~1on.
Gravímetro Worden
El gravímetro Wonlr11 es el más utilizado hoy ~ía c1~ _prospección. Por~~ gr~n
pn•i·isi.ón (0,01 r11gal), poco (ll'SO (2,45 kg) y su d1spos1l~v~ de comp~nsac10n tcr-
mica que lo hace pract1camente inalterable a
las variaciones de temperatura, constituye en
.su clase, el gravímetro más apropiado para las
prospecciones gravimétricas.
El sistema medidor (fig. ll-17) se compone
de un brazo a con una masa m en su extremo
formando un cuerpo único de cuarzo fundido,
con un peso total de l mg aproximadamente.
A este brazo van unidos rígidamente el índice
de lectura l (que se observa mediante un mi-
croscopio M) y u11 brazo inclinado b de cuyo
extremo sale el muelle CD (de longitud cero).
F.I muelle está fijado en su extremo superior
siendo K la constante del muelle. Veamos como ai1tt-s Jos dos momentos a que
está som<'Lido el sist<'rna.
M
Fig. 11·19
por lo que dicho momento estabilizador se puede hacer tan pequeño como se quie-
ra poniendo K · FC2 ~ a rn g (pero siempre K FC2 > a m g, a fin de que el equi-
librio sea estable) y ésta sería condición de estatización, permitiendo, por tanto,
una lectura muy precisa de .!lg.
Una vez nivelado el aparato la lectura del gravímetro se hace simplemente lle-
vando el índice l al valor cero de la escala por medio del tornillo micrométrico
que acciona, desde el exterior, el muelle de medida B.
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
56
Gravímetro Marino
Las primeras medidas de gravedad en zonas cubiertas ~e agua,~ en e~ mar ~ueron
hechas con el péndulo de Vening-Meinesz que mediante .u.n ~ngenioso Sistema
compuesto de tres péndulos (el central inicialmente en equilibrio y los extremos
oscilando en fases opuestas) lograba elirmnar el efecto <le las olas. Se operaba con
él dentro de un submarino y su precisión era de unos 2 miligales.
Después de la segunda guerra mundial se desarrollaron los gravímetros marinos,
que se introducen en el fondo del mar sobre una plataforma adecuada y se acciona
desde la superficie por medio de mandos a distancia.
El más preciso es el Lacoste-Romberg (en esencia igual al de prospección en ti\
rra) que bajo buenas condiciones puede apreciar 0,02 miligales. Su peso es de unos
25 kg.
Gravímetro Aéreo
Recientemente (1958) se ha intentado construir un gravímetro para realizar
prospecciones desde el aire. sobre un avión. Las dificultades son grandes ya que
hay que hacer las lecturas muy rápidamente y con el gravímetro en movimiento,
corregir las observaciones para la aceleración del aparato en cada una de ellas y
asimismo corregir el efecto llamado de Eotvas (debido a la rotación de la tierra).
El gravímetro todavía experimenta! ha sido construído por Lacoste-Romberg y
tiene una precisión de unos l O miligales, hoy por hoy escasa para prospecciones
petrolíferas.
La Balanza de Torsión
Si bien la balanza de torsión de Eotvos ya no se emplea en prospección gravi-
métrica, consideramos muy conveniente estudiar brevemente este aparato porque
suministra enseñanzas muy útiles sobre la distorsión del campo gravifico terrestre
causada por la distribución irregular de las densidades en profundidad.
Esenciabnente, consiste la balanza de torsión en dos pesas iguales situadas a
altura diferente y unidas por un tubo de aluminio que, a su vez, está suspendido de
un hilo de torsión. El hilo de torsión lleva un espejo en el que se refleja un rayo de
luz horizontal que imprime sobre una película fotográfica el ángulo que gire
dicho hilo. La masa inferior suele estar a unos 60 cms por debajo del plano de la
superior. La figura II-20 da idea de la forma de los diferentes dispositivos de balan-
za de torsión basados en el mismo principio.
En realidad lo único que diferencia la balanza de Eotvos de la Cavendish es el
desplazamiento de las masas.
CAP. 11.· METODOS GRAVIMETRICOS 57
,.
Fig. 11-20
Hiio
de torsfon X
a2 v
Y=--x+-- a2 v y+--z a2v
ax ay ay 2 ay az
Z=g+ a2v x+~ y+ a2v2 z
ax -Oz ay az az
que serán como hemos dicho las componentes de la aceleración de la gravedad
en el punto (x, y, z) o, lo que es lo mismo, las fuerzas que actúan sobre la unidad
de masa en dicho punto.
Hallemos el momento, respecto a OZ, de las fuerzas que actúan sobre la unidad
de masa situada en los puntos en que se encuentran las masas de la balanza es
decir, en (2cosa, 2 sena, h) y (-!!cosa, -!!sena, h); el momento ~rá
~ (xY -y X) o sea
2 2
-Qcosa - a V a V Qsena ) -Qsena ( ---Qcosa---Qsena
--.Qcosa--
2 32 V
2
a2 V ) =
( ox 'iJyz ax ox'iJy
2 2 2 2 a2-
sen 2a a v a v) a v + Qh (a- -
v cosa - - v sen a )
= Q2
( a- y2 - -ax2 + 2 Q
2
cos 2a--
axay ayaz axaz
yel momento T para lasmasas m:
T = m Q2 sen 2a ( -a v- -
a2-v) a2-
v+
2
n - n0 = C1 a 2v a- 2 v)
2
2
sen 20'. a2 v
- - + - - cos 2a
]+
[ ('iJy a x
-- -
2 axay
+ C2 ( aazv cosa - azv sen a) [1)
y'iJz axaz
. do e = -
sien 2 1-
d Y C = 2mQhd .
constantes mstrumentales.
1 2
T T
Tenemos en total cinco incógnitas por lo que bastará hacer cinco lecturas a dis-
tintos azimuts (o sea, cinco valores de a.) para obtener cinco ecuaciones (1) que
nos permiten hallar las incógnitas.
Como el tiempo de observación con la balanza es muy grande (debido a que
tarda mucho en alcanzar su posición de equilibrio), aquél se acorta bastante si se
emplea una balanza de doble brazo (es decir,. ~os balanzas paralelas y puestas en
sentido contrario, con lo que bastan tres posJctones (a O, 120 y 240 grados, pues
el otro brazo tomaría los ángulos de 180, 300 Y 60 grados), para determinar las
incógnitas que ya no serán cinco sino seis, puesto que habremos añadido un
nuevo nó y tendremos en total seis ecuaciones (tres por cada balanza).
Los últimos modelos de balanza de doble brazo son los de la casa Askania
que automáticamente se ponen en las tres posiciones indicadas y registran asimis-
mo, las lecturas fotográficamente por lo que el observador se limita prácticamente
a ponerlos en estación.
Veamos ahora qué significan las derivadas segundas del potencial dadas por la
balanza que adelantando ideas serán el gradiente horizontal de la gravedad
a2 v a2 v
axaz y oyaz
y el término de curvatura
y
horizontal.
Fig. 11-23
Ilustremos el concepto de gradiente
horizontal de la gravedad con la disposición esquemática que tendría sobre una
sección anticlinal sinclinal del basamento (fig. II-24) en la que hemos supuesto
que el corte no varía en el sentido perpendicular a la figura.
;;
~---"'---'----'~;~ 7
r+
l
1
1
1
?1
1
1
1
1
1
.,
1
1
1
1
1
1
....,
1
1
1
1
,
1
?
1
1
1
1
,
1 1
1 1
1
1
1
1 1 1 1
1 1
1
1 1 1
1 1 1
1 1 1
1 1
1 1
1 1
1
Fig. 11-24
Término de la curvatura
, . a2 V
Los termmos - -2 -
a2 V
--
a2 -
y - V estan
, re1ac1ona
. dos con 1a curvatura de la
ay ax
2 axay
superficie equipotencial que pasa por el centro de la balanza, de coordenadas
(0, O, g). Hallemos la ecuación de dicha superficie limitándonos en el desarrollo
en serie a los términos de segundo grado:
-1 -a
2v 2 1 a2v 2 1 a2v 2 a2v a2v xz + -
x + - - 2 y + - - 2 z + --xy +-- a2v- yz + gz =O
2 ax 2 2 ay 2 az axay axaz ayaz
Si cortamos dicha superficie por un plano infinitamente próximo z = h,
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
62
representada en la figura 11-25. Sean a y b los semiejes de esta elipse 'X el ángulo que
forma el eje mayor a con el eje X viene dado por:
azv2
ax ay [2]
tg2'X a2v a2v
3x2 - 3y2
- - __ -Je-....
---
1 ;""'
Fig. 11-25
con lo que
Ri::::: 2 h
R :=:::--
2
8
b2
2h
2 ¡ [3]
;
CAP. 11.· METODOS GRAVIMETRICOS 63
p. de Inflexión
Dirección
de la ver tic a 1
astrato
pesado
Fig. 11-27
1
1 curvatura
~
~
- -
¡l
1
1
...... ,____. f--<
1
1
1
1
I I
1
1
1
77$//7///Wff/,//,W~ 1
1 .. .
7' z"''J17.JníJ7.1"»."í1."'z"'!l."l1"'J"l"'1l"'l"'t/."í'~..,.,;
.,,'l;:
7///////17/,///7//717,?,
~,,,r-~,r,"'7."'/ ." :1';:,.,.~" 7;.;" z"'/ ." 1/1."'z"?/." )';:,.,.w~/
Fig. 11-28
I
CAP. 11.- METODOS GRAVIMETRICOS 65
por día. Por lo tanto las lecturas del instrumento deberán ser corregidas con los
valores que obtengamos de la deriva, de tal manera que los valores corregidos
se aproximen lo más posible a los que hubiéramos obtenido si todas las estaciones
las hubiéramos realizado simultáneamente y con el mismo instrumento.
Veamos cómo se corrige la deriva primeramente en una red de bases y a conti-
nuación en una estación cualquiera.
1) Corrección de la deriva en una red de bases.-Sea la red de bases considerada
anteriormente (fig. Il-29); representamos en unos ejes las lecturas del gravímetro
(1) en ordenadas y los tiempos correspondientes a dichas lecturas (t) en abcisas
(ñg. II-30).
1
1
1
1
1
1
L :' _...q r r
y.---r(i,) ~
1 1
1 1
1
e,: (8,) ¡
1
1
1
1 1
1 1
1 1
1 1
1 1
1 1
t1 t1 tj t'2 t3 t"
2 t; 14 t3' t,4 Ti t4 Tj
1111/tgalts
metros
z.o
440
430
o .... ............
.... 4ZO
Perfil topográfico ..... - ........
...... .....
. . ., . . "'° 410
Fig. 11-31
11-3.1. Interpretación
Obtención del mapa de anomalías de Bouguer
Al realizar observaciones en el campo medjmos las variaciones relativas de la
romponente vertical del campo gravífíco terrestre. Los valores obtenidos, según
hemos visto anteriormente, deben ser corregidos para tener en cuenta los siguien-
tes factores:
1) Variaciones de la gravedad a lo largo del día producidas por los cambios de
posición del sol y de la luna {efecto lunisolar o de las mareas) y por deriva ins-
trumental.
2) Diferencias de altitud de las estaciones gravimétricas entre sí y con relación
al plano de referencia (corrección de aire libre 0,3086 mgls/m., corrección de
Bougucr = + 0,04185 a mgls/m y corrección topográfica).
3) Forma de la tierra: esferoide normal que da lugar a Ja corrección de latitud
(la corrección se hace con tablas que dan el cambio de la gravedad con la latitud,
tabulando la fórmula internacional de la gravedad indicada anteriormente.
El valor de la anomalía de Bouguer As vendrá dado, pues por la siguiente
expresión:
As =grav. observada+ corr. mareas+ corr. deriva+ ' .
+ corr. aíre libre - corr. Bouguer + corr. topográfica - g0 °"'
siendo g0 el valor teórico de la gravedad al nivel del mar para la latitud '{J
considerada.
t.na ve:z corregidos los valores observados de la gravedad se presentan en un ma-
CAP. 11.· METODOS GRAV IMETRICOS 73
Consideraciones generales
Veamos primeramente qué significa el mapa de Bouguer obtenido anterior-
mente y cuál es la información que nos puede suministrar.
El problema de interpretación consistiría teóricamente en determinar la masa
que produciría una determinada anomaüa encontrada con el gravímetro.
Por el teorema de Gauss si V es el potencial gravífico, tendremos
f[ ~ ~ ·ds= 4~ ~I a dv
Si g1 es la fuerza de la gravedad en un
campo uniforme y AB es el efecto debi-
do a una masa local, la componente total
será P2 B y la componente del efecto lo-
cal sobre la nueva vertical P2 B será BC.
Como g1 y g2 forman un ángulo muy Fig. 11-33
pequeño, en la práctica, el valor Ag ob-
servado coincidirá aproximadamente con BC por lo que podremos poner
JJ. Ag·ds=4~KAM
en donde AM es el exceso de masa que produce la anomalía de la gravedad Ag.
-
74 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
Interpretación geológica
El mapa de Bouguer muestra Ja suma de todos los efectos debidos a todas las
masas presentes tanto en profundidad como en superficie. Es decir, que el mapa
de Bouguer mostraría la suma de los efectos de las rocas sedimentarias próximas,
del basamento ígneo, e incluso del magma en el interior de la tierra.
Sin embargo, los efectos de las masas anómalas muy profundas (así como los
debidos a fas masas montañosas lejanas no incluídos en la corrección topográfica)
estru'l muy atenuados debido a su gran distancia produciendo Jas variaciones am-
plias de las curvas isoanómalas, mientras que las estructuras sedimentarias próximas
producen variaciones relativamente agudas y frecuentemente fuertes del campo
gravífico terrestre. Por lo tanto en el mapa de anomalías de Bouguer ]as varia-
ciones amplias serán debidas a contrastes de densidad profundos o lejanos, gene-
ralmente en el basamento, y las variaciones rápidas serán producidas por contras-
tes de densidad más próximos.
De aquí podemos deducir el principal objetivo de la interpretación gravimétrica.
a) La separación de los efectos de las masas profundas y someras.
Los procedimientos para separar estos dos efectos son:
1) el cálculo del mapa residual,
2) el cálculo del mapa de segundas derivadas.
Otros objetivos de la interpretación gravimélTica, como veremos más adelante,
son:
b) La definición de los efectos gravimétricos de las anomalías sedimentarias,
determinando la probable profundidad y dimensiones de las estructuras inter-
pretadas.
Veamos a continuación cómo se calcula el mapa residual.
o ilimplem('nle:
76 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
B. Métodos analíticos
Precisamente para evitar este último inconveniente se emplean los métodos ana-
líticos que, aparte de ser más precisos, proporcionan sistemas de cálculo indepen-
dientes del observador.
Los métodos analíticos son muy diversos. Nos limitaremos aquí a hablar de los
más empleados.
l) Método de las medias aritméticas.-Es uno de los más sencillos. Supongamos
p.e., la malla de estaciones de observación de la figura II-36 en la que hemos
trazado las curvas isoanómalas.
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
78
3R ·
l: R
0
M = 1: Mx 2 + 1: Nxy + 1: Cx - L As x = O
3R
1: R N = 1: Mxy + 1: Ny2 + 1: Cy - 1: As y =O ( 1)
0
1: R ~
ac = 1: Mx + J.: Ny + 1: C - 1: As =O
AR --
2
11T
10
As (r,8) d8
depende de las dimensiones del radio elegido. En pr?specci~n se acep ta como. n~r
ma práctica el elegir radios del orden de. las anomaha: medias de la zona y, as1m1s-
mo, del orden de las profundidades de dichas anomahas.
En este método se adoptan, generalmente, disposiciones de punlos sobre
la circunferencia que van del cuadrado al decágono (de 4 a 10 puntos).
En realidad este método no es más que una aplicación práctica del método
de mínimos cuadrados al caso de simetría circular ya que, si situamos el centro
del círculo en el origen (o punto de intersección de mallas) tendremos x =O,
y = O y las ecuaciones ( 1) se convierten simplemente en
~ C- ~ A 8 =O
o sea
2
1
R =r --- r [ .!(9
1 n 1 (r¡) + 92 (r¡) + ... 9n (r¡ l)-2(91
m (rz) + ... 9m (r2l) J
siendo m y n los números de puntos considerados en los círculos de radios r2 y r1 .
Se puede demostrar que el método de Griffin anteriormente estudiado, así
como el método de segundas derivadas que veremos más adelante son casos parti-
culares de este método que presenta, además, las siguientes ventajas: 1) Al emplear
dos círculos y obtener la media de los valores en cada uno de ellos se disminuye .
la influencia de los errores debidos al azar, ya que al sustituir el valor en el centro
por la media de varios valores en la circunferencia interior eliminamos los posibles
""'
errores debidos a inhomogeneidades locales. Esto no se consigue con el método de
Griffi11, en el que considerábamos solamente el valor correspondiente al centro del
círculo o polígono. 2) Este método presenta con respecto al procedimiento de
CAP. 11.- METOOOS GRAVIMETRICOS 81
g(O,r)=g 0 +(E2)
ay o
r+_!_
2!
(ª 9)
2
a y2 o
r2 +-1
3!
(~)
a y3 o
..3
r- + ...
g(-r,O)=g -(ªg)
ax
0
O
r+.L
21
(ªax9).
2
2
o
r2 _ _1 (ªa 9) o•r3 +
3. 1
3
X
3 •••
CAP. 11.- METODOS GRAVIMETRICOS 83
por lo que si consideramos 9A (r) como función de r2 , el primer término del desa·
rrollo en serie representará la inclinación de la secante AB de la figura lJ-40.
Cuando r sea pequeño podremos poner:
-4 tg ª~ azg
O z2 9A(r)
(aa2r)
z o
=-41ím 9A {r:-gº=
r r~o
=-4 [ª 9A {r)
ó (r2 ) J
(3)
r2
La ecuación (2) muestra que para pequeñ.os valores de r (del valor de 1 km) el
primer término se aproxima razonablemente al valor de la segunda derivada (que
c-s lo que hace glkins si bien por distinto camino).
J\ hora birn, como generalmente la segunda derivada no se puede aproximar pa-
ra valores de r < 1 km., conviene elegir puntos sobre otras circunferencias, obte-
niE>mlo otras eruaciones semejantes a la (2), que nos permitan calcular un valor
m;í~ aproximado de ª g, tomando más términos en el desarrollo en serie de dicha
az
2
2
84
TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
!I
11 (0, r)
g(~· r '{3)
g(' fl ·1)
11 (r, O)
o o
9 r r ) 90 ( a 9 ) r ( 09 ) r
( v2, v2 :::: + ax o v2 + ay o v2 +
+ ..!... [ a2 92 + 2 a2 9 + a2 9] ~ +
2! 3x axay ay2 o 2 ...
+21 1 [
ax 2 -
a9
2 axay rl
oy2 o 1 + ...
+ 2i
1 [ªax~ +
2
9
2
aay9 + aoy9)
2 ax r
2
2 o 2 + ...
2
........
9 (-r ,_-.!:_) =9o + ( ax09 ) _r
V2 v'2 v'2
-(ay
o
09 )
o
~+
v'2
+-1- [
2!
a292 -2~ + a29]
ax axay
2 é)y o 2
e+ ...
CAP. 11.· METODOS GRAVIMETRICOS 85
a x23 a9 y2Jo r2 +
2 4 4 4
3 9) 9s(r)-90 1 [3 9 0 9] 2 6 [ [4]
( a? o= - 4 r2 + 4 ! 3 x4 + y4 o r + 4T a ...
Si aplicamos por último el desarrollo en serie para cada nno de los 12 puntos
de la figura Il-42 (disposición C) y procedemos de la misma manera obtendría-
mos, análogamente:
a
2
3 9)
( z2 o = - 4
9c (r) - 9o
r2
3
+2. 4 !
[ªa4 4
9 3 9]
a
x4 + y4 o r2
3 [ 3 9 ]
4
+ 4 ! a x2 3 y2 /2 + ... [5]
a2 9 . . . dg
resultando z una combinación lineal de las primeras aprox1mac1ones d (s2)
0 2
La fórmula [6] se calcula más fácilmente sustituyendo 9A 96 y 9c por sus valores
correspondientes, quedando por último:
ya que
fórmula que es semejante a la [3] dada por Rosenbach, solo que en aquella gA re-
presentaba la media establecida previamente para 4 valores de g mientras que
CAP. 11.· METODOS GRAVIMETRICOS 87
g (r) es una media de los valores continuos de Ja gravedad a lo largo de una cir-
cunferencia de radio r (media que Juego se sustituirá por la medía de unos cuantos
valores sobre dicha circunferencia).
La fórmula [8] se inlcrprela como la [3] gráficamente ya que si situamos
como antes en unos ejes coordenados los valores de 9 (r) con respecto a r 2 , la
pendiente de la tangente a la curva g (r) en el punto correspondiente a r 2 =O
~ z~
2
= + 92 + 93 + 94
\
-,
g (s)
91
y análoga- ',' ----- ,'/
4 ',o-, o ---
...... ____
_,;;'
~o o o
1
mente 9 (sV2l = - - 9' (sv'Íl y
4
9 (sv'sl = + 9' (sv's). De esta
manera y llamando g0 al valor oh·
o o
Fig. 11-45
o o o
a2g
que es la fórmula práctica para calcular a z2
La fórmula de Rosenbach es más exacta que la de ~lkins y separa mejor las
distintas componentes de una misma anomalía.
Como final incluimos un ejemplo de la aplicación práctica del método de se-
gundas derivadas al caso de una prospección petrolífera, que hemos tomado
del artículo antes mencionado de L. J. Peters (Geoph. Vol. XIV) (figs. 11-46
) 11-47).
Como se ve el mapa de !"Cgundas derivadas separa 3 estructuras dentro del
<·:1m po petrolíft.ro.
88 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
Fig. 11·46
Fig. 11-47
2) Comparar los efectos observados con los calculados para cuerpos de forma
cualquiera.
En prospección minera generalmente, se busca la masa que produce una deter- r
minada anomalía. En este caso la magnitud de la masa se puede determinar como
una solución única, siempre que se conozca el contraste de densidad del mineral
que vaya buscándose. Sin embargo, la solución de este problema se sale del pro-
grama de estos puntos y por lo tanto no lo estudiaremos.
A continuación veremos los efectos gravíficos producidos por cuerpos de for-
mas geométricas sencillas y, como final, hablaremos del cálculo de los efectos
producidos por cuerpos de forma arbitraria.
Efectos gravíficos de cuerpos de formas geométricas sencillas
Como hemos indicado anteriormente uno de los métodos de interpretación en
gravimetría es comparar las anomalías obtenidas del mapa gravimétrico residual
con el efecto producido por cuerpos de formas geométricas sencillas enterrados en
el subsuelo. Esta comparación puede dar una orientación sobre la forma real y la
profundidad de las masas enterradas.
Por ello es conveniente estudiar el efecto producido por masas de forma
geométrica 5encilla tales como la esfera, el cilindro horizontal, la capa horizontal
infinita de espesor constante y la capa horizontal semi-infinita de espesor constan-
te o falla.
No entraremos en el rigor matemático de las demostraciones que pueden
deducirse simplemente considerando el efecto gravífico de un elemento infinité-
simo y extendiendo su efecto al cuerpo considerado mediante la integración
correspondiente. Observemos que siempre consideramos la componente vertical
de la gravedad y que la densidad <J que adoptemos será el contraste de densidad
(o diferencia de densidades) entre el cuerpo considerado y la masa homogénea
que le rodea.
La esfera.-Sea (fig. II-48) una esfera
de masa m y densidad a (o contraste
de densidad), situada a la profundidad z
bajo el punto o. Puede demostrarse que
el efecto de esta esfera sobre la unidad de
masa colocada en un punto cualquiera
de la superficie, p (x, o) es el mismo que
el que resultaría suponiendo la masa de
la esfera concentrada en su centro C.
Por tanto:
m
"''
g= k?"
siendo r::::: e p
Fig. 11-48
'· 11.· METODOS GRAVIMETRICOS 91
9z
90
1
=1 + ( ~ r
i
en función de obtendríamos una curva parecida a la anterior sólo que algo más
achatada. Calculando la distancia entre sus puntos de inflexión, ésta resultaría
1, 154 veces la profundidad z del eje del cilindro.
Un anticlinal alargado horizontalmente puede ser representado por un cilindro
tal como el de la figura IJ-50.
Efecto de una capa infinita horizontal de espesor constante h
Puede demostrarse análogamente que su efecto es 9z =2 1r k a h y que por tanto
resulta independiente de la profundidad de la capa (fig. Il·Sl).
Como hemos visto anteriormente esta fórmula se
aplica en la corrección de Bouguer.
Efecto de una capa finita horizontal de espesor e
Fig. 11·51
h o efecto de falla
'h
__J _
Nettleton ha calculado una fórmula aproximada
para el caso de la fig. ll-52, cuando el espesor h
es pequeño en relación con la profundidad z. Dicha
fórmula es:
9z =2 k a h (~- arctg. ~)
_ _ _ _ _ ___¡___ ___;==-- ¡. curva que es la de la figura representada en
_ _ _ _ _ _....;,....--,-, -x_ _ _ x función de~· Para x =O; g2 = 1T k ah, es decir
serie de rectas paralelas equidistantes (fíg. II-53). Las pequeñas unidades di' árf',a
así obtenidas representan un efecto gravífico determinado (y por tanto conocido)
sobre el orígen de la gratícula.
El modo de operar sería tel si-
guiente: 1) se dibuja una sección de
la masa para la que queremos calcu-
lar el efecto gravífico, 2) se sitúa
el gráfico transparente (gratícula) x
encima, con el origen en el punto en o~....-...----------
el que queremos calcular el efecto
deseado y 3) se cuenta el número de /
,./~::./'
unidades de área (o compartimen-
tos) que quedan dentro de la sec- z, ~~,=~~l~;:=:=J
ción del cuerpo considerado. Como z 1c:'
2
/' "
,/
,"'
cada compartimento representa un d G
Sise tratase de una capa horizontal infinita (a 2 =1T; a 1 =O) de espesor constante
d = Z2 - Z 1 , obtendríamos el valor de la corrección de Bouguer:
g=27Tkad~42ad
Con la expresión [1 J se puede construir una gratícula con una serie de líneas
radiales y horizontales que dividan el subsuelo en trapecios de igual atracción
vertical. Por ejemplo, representamos en la figura II-54 la gratícula de Skeels,
en la que a 2 -a 1 =constante:
Fig. 11-54
Este gráfico se sitúa encima de la sección vertical del cuerpo supuesto, cuyo
efecto gravífico vertical queremos obtener.
El procedimiento para realizar una interpretación sería el siguiente:
a) Se dibuja el perfil gravimétrico obtenido del mapa residual.
h) Se dibuja, a una escala determinada, el perfil de un cuerpo de dos dimen-
siones que pueda producir un efecto parecido al del perfil gravimétrico.
c) Se mueve la gratícula sobre las diversas estaciones del perfil a estudiar,
superponiéndola sobre el cuerpo considerado, y se estima la atracción vertical
CAP. 11.- METODOS GRAVIMETRICOS 95
recloral de Inca. Hechas las mediciones le correspondió a este punto una gravedad
de 980.194,59 miligales.
Se eligió una red de puntos a distancias relativas de unos 250 m. Se procuró
volver cada hora sobre un punto que ya se hubiera leido, para corregir la deriva
instrumental.
El total de puntos distintos observados fue de 1690.
Se efectuó el trabajo con un equipo Worden normal de 0,01 miligales de sen-
sibilidad.
Trabajo de gabinete
A partir de los datos de campo, se ha calculado la gravedad en todos los puntos
por aplicación de la fórmula:
Siendo:
G 1 =gravedad conocida en la base de nivelación
G2 =gravedad por determinar en el punto estación
L 1 =lectura en la base de nivelación
L2 = lectura en el punto de estación
k =constante del aparato
y posteriormente se le aplica la corrección ~ombinada 1) por reducción al nivel
del mar y 2) de Bouguer.
Gó = G + H (0,3086 - 0,0421)
en donde:
Gó= gravedad corregida
G = gravedad sin corregir
H =densidad media de la superficie del terreno que se tomó como 2,3
No se realizó corrección topográfica porque la zona en estudio está situada
en una gran planicie.
El valor de la gravedad normal de cada punto se ha calculado de:
G0 = 978049 ( 1 + 0,0052884 sen\? - 0,0000059 sen 2 2cp)
siendo:
..
G0 = gravedad normal """'
cp =latitud de cada punto
La anomalía obtenida es por tanto:
A =Gó- G0
CAP. 11.- METODOS GRAVIMETRICOS 97
11-4.2. Conclusiones
1) La región de los mínimos gravimétricos, constituye una cubeta hidrogeo-
1;1gica, con salida de aguas hacia el Suroeste.
2) Tanto f'n el mapa de _!3ouguer como en el Residual, se manifiesta la franja
de mínimos, dt> dirección NE-SO. De la observación de los mapas de Bouguer
y Residual sr drduce que el sinclinal debe producirse desde el techo del Burdiga-
liensc, hasta el Sc•rundario.
3) Las anomalías A 6 y As podían servir de punto de partida, para una futura
invcsti~1wión cOmfJkmcntaria por el método eléctrico.
4) El flanto d1• 1.rvantc dr la anomalía Marratxi-Portal, debe también ser estu-
diada ('O d<'lallc con sondeos <'léctri<'OS, ya que se alimenta de agua por el sincli-
nal NE.SO dr Santa Eugenia y por otro sinclinal aproximadamente SE-NO, que
pu-"<t por Santa '\1;1ría.
.. .
~
*
99
...:;;.~r:,. t
·~.:~.,
MAPA GRAVIMETRICO DE BOUGUER .
•
"'· '·
.. •&
.
- ZONA DE INCA -
......·~~
.-~"·~
........ ...;
~·
~
.....
·~
.:\:~
Escala gráfica •
....
.. ..
;
.•. ·¡
<1<' ..
39° 45'
~
.~(
1() ;....
"'
o
N
..."",.
..
~C'an Tunis l
, HI
·+
2º 50' LLOSETA
- 39° 40'
o
44,8
o
43,B
39º 35'
101
INCA
J
42,0
o
41,5
o
44,4
o
35,5
o
49,S
o o
47,0 48,5
45,8
"º'º
o o o
47,3 47.4 48,6
3° 00 E
ALGAIDA
l Fig. 11-56
~-:z ......_
.:;-:. .X.)
-.~
..~·e .•;.i •.• :t~ .
.. ·."¿',./'·"'+ ~· ..
c·anTums¡
·+ '
101
Escala gráfica
o 2 3 4 5 6 Km.
4.
-- 4
39
103
*
Escála gráfica
SIGNOS CONVENCIONALES
2-3 3.5
+
2-3 5
fIIlrrmn 111111111m1111
ALGA
l~l.09U···.
. ..
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•
...,
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Sta. María
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¡'\.. ~
~·,
- __!!..!..
-
·-· .
( \ C'an Cunls
CJ Nota: 2·3, 3-6 son mlllgal; les rayes verticales. negativo; las horizontales, positivo.
......... 103
.:¡:
J.. •••• • • •
..... • •?;
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Mootu1º.
ja
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F1g. 11- 57
capítulo 111
métodos magnéticos
111-1. Historia
El método magnético de prospección tiene de parecido con el método gravimé-
trico, en que ambos buscan anomalías causadas por cambios de las propiedades
físicas de las rocas subyacentes, construyen mapas similares y emplean fundamen-
talmente técnicas de interpretación muy parecidas. Sin em15argo, el método mag-
nético es más complicado en su interpretación, ya que los efectos de dirección o
sea, inclinación y declinación, tienen especial importancia. En el método
gravimétrico cuando se trabaja con gravímetro, que es hoy lo normal, solo se mide
la magnitud en el sentido de la vertical.
La historia del método magnético nos revela la lentitud de su desarrollo , desde
las primeras ideas y métodos de geofísica pura, hasta la práctica de la prospección
de hoy. Hace mucho tiempo los chinos descubriPron las propiedades notables
de la oiedra imán y dicen que alguno de sus generales la usó para guiar a sus tro-
pas a la victoria a través de la niebla. Los cruzados divulgaron el conocimiento
de esas propiedades y los navPgantrs fueron mtoncrs capaces de conducir sus
barcos dP noche o ba10 un ri<'lo nublado; su uso permitió a Colón aventurarse en
el viaje hacia PI 0Psle Pn buscrt d1>l nu<'vo Mundo.
Posteriormente, el Dr. Gilbert, físico de la reina lsabPl de lngwtPrra, afirmó
que la UPrra era un imán y publicó su gran trabajo científico "De Magneté ";
pero hasta cerca de la mitad dPl siglo XIX, esas propiedades magnéticas no fueron
utilizadas para el d<'scubrimiPnto d<' mirina.lPs de hierro y fue en 1843 cuando
Von Wrede descubrió esas posibilidades. En 1875 Thalen escribió el libro titulado
Sobre Pl uso de las mediciones ma14ni-ticas "" Pl drsettbrimi<'nto dP minerales. En
1BB9 Nordenstron expresó con asombro, que no eran conocidas fuera de Suecia
las grandes ventajas de la aplicación de los instmmentos magnéticos en la práctica
minera. Symith, de Harvard, hizo descubrimiento!- magnéticos en EE.UU. a prin-
105
106 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
F= C p~'
r
r en expresión vectorial
donde:
p y p' ==intensidad magnética de cada polo
r ==distancia entre los dos.
r =vector de posición del polo sobre el que actúa la fuerza F, respecto del otro.
C = constante de proporcionalidad que depende del medio en el que estén situa-
dos los polos (fig. III-1).
Campo magnético
Si consideramos_un polo magnético aislado, de intensidad p, se define como
campo magnético H, la fuerza que experimenta un polo magnético positivo de in-
tensidad unidad, debido a la presencia en el espacio del polo magnético considera-
do. Su expresión será por tanto:
Potencial magnético
El campo magnético H, creado por un polo magnético, puede darse por la
expresión:
H = -grad V; siendo V =Er ya que
-
H = - grad (P)
r ::: - p grad r1 p (- r(3
=- r)
= p (3
~xpresión esta última de la cual nos servimos para definir el campo magnético
H. Siendo V el potencial magnético.
Momento magnético
Ya hemos dicho que los polos magnéticos no se encuentran libres. Se encuen-
tran formando dobleles o dipolos.
Se define como momento magnético de un dipolo el vector M =p r siendo r el
vector de posición del polo magnético positivo respecto al negativo (fig. III-2).
-
M Un dipolo elemental, tendrá un mo-
mento magnético también elemental.
+P
Fig. 111-2 dM=pdQ=pdr
Intensidad de Imantación
La intensidad de imantación se define por la expresión:
- d ÑI
J= d V
Q (x,y,z)
-
ya que d Q • rr = d Q cos ()
Para hacerlo extensible a un cuerpo imantado, tenemos que considerar, como
antes dijimos, la materia constituida por volúme~es elementales dv, a los que le
corresponde un momento magnético elemental dM (fig. IIl-4). El potencial crea-
do en un punto será, por tanto, la suma
V P --
__
de los potenciales correspondientes a cada vo-
lumen elemental ~{ff
d M -r
-r3-
V
Vp = f[[ ]r~r
V
dV
V
y como:
dlVA. (rJ) 1 . - + - (
=-¡;dlVA j J • gradA r1)
tenemos que:
v=JI%ds
1nducción Magnética - B
Resulta por tanto que el flujo a través de una superficie cerrada de (H + 411' J)
es nulo. Nos interesa por lo tanto definir el vector Inducción Magnética B,
como:
B == H + 411 J
.
' ......
Permeabilidad µ
Anteriormente hemos visto que J = k H y sustituyendo en la ~xpresión que
define la inducción B, resulta:
8 := ¡::¡ + 41T 1 = R + 41T k H= ! 1 + 41T kl R= µ ¡:¡
CAP. 111.· METODOS MAGNETICOS 113
tiendo la muestra a varios ciclos de histéresis se llega a obtener una curva per-
fectamente simétrica.
(Hagamos notar que en el ejemplo propuesto H y B tienen la misma dirección,
si cambiásemos la dirección de H al mismo tiempo que variamos su magnitud, los
fenómenos serían mucho más complicados).
Este magnetismo remanente de los cuerpos ferromagnéticos es muy importante
en prospección magnética ya que en general, las anomalías magnéticas se deben a
la cantidad de minerales ferromagnéticos (magnetita, ilmenita y pirrotina, prin-
cipalmente) que contienen las rocas. Este ferromagnetismo suele enmascarar el
débil para o diamagnetismo de los demás constituyentes de la roca.
Las rocas han adquirido un magnetismo remanente sometidas al campo magné-
tico terrestre; ahora bien, como a veces las rocas muestran magnetismo remanente
que no ha sido producido por el campo actual de la tierra (ya que su dirección
contrasta notablemente con la del campo magnético terrestre), se deduce que el
campo magnético terrestre varió a lo largo de los tiempos. Como el ferromagne·
tismo desaparece bruscamente al llegar a una cierta temperatura crítica o punto
de Curie (que para la magnetita, p.e., es de 578 grados), se deduce que las rocas
ígneas adquirieron el magnetismo remanente sometida~ al campo magnrtico exis-
tente en aq1.iella época., una vez que se enfriaron por debajo del punto de Curie;
el estudio del magne tismo remanente de las rocas puede dar valiosa información
de las variaciones del campo magnético terrestre a lo largo de los tiempos geológi-
cos; éste es el objeto de una ciencia relativamente moderna: la paleomagnetome-
tría.
Sin embargo, en prospección magnética se suele admitir que la imantación
de las rocas corresponde aproximadamente al campo magnético actual, supuesto
que en la práctica suele bastar para la interpretación, ya que la dirección del mag-
netismo remanente en las rocas suele diferir poco de la del campo magnético
actual (no suelen diferir en más de 15°).
Magnetita ..... . 0,3 a 0,8 Oersted Arenlsta ....... 16,8 · 10-6 Oersted
llmenita ..... ._. O,135 Oersted Dolomía ....... 14· 10-6 Oersted
Pirrotina 0,125 Oersted En el vacío . . . . . O Oersted
Franklinita ..... . 0,036 Oersted Calcita pura..... -1 · 10--6 Oersted
Granito ....... . (28 a 2.700) · 1~ Oersted Sal común ..... -1,3· 10-6 Oersted
Diorita 46,8 a 10-6 Oersted
Gabro (68,1a2,370) · 10-6 Oersted Grafito ........-10· 10·5 Oersted
o X Norte
. . - : : , . . - - - - - . - - - - - - - geográfico
!J
Fig. 111·8
Caso de un polo
Consideremos el caso teórico de un polo negativo de masa P, enterrado a una
profundidad z (fig. III-9) y veamos cual sería el perfil magnético que originaría
la componente vertical del campo magnético producido V.
-X +x
X
-p
Fig. 111-9
118 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
V= H cosa= H ~r
y-~- Pz
- r3 - (x2 + z2)3/2
La gráfica de V es la indicada en la figura IIT-9.
V rotultant'I
z'
Fig.111-10
Teorema de Poisson
Sabemos que el potencial gravimétrico Vg en un punto, es un potencial
newtoniano y viene dado por:
J a 9z
Z=----
k a az
por tanto:
J ogz 4trR 3 J 2z 2 -x2
V==- fa· 3Z =--3-· (x2 + z2) s12
por tanto:
V=-~ . o9z = 21T R2J z2 - x2
fa az (z2 + x2) 2
z,
z, J__ _ __
l --------·---
+
Fig. 111·13
•
en efecto, suponiendo los polos magnéticos distribuidos sobre sus superficies su-
perior e inferior, como el campo magnHieo vertical por rada una de ellas en un
punto es proporcional al ángulo sólido subtendido por la superficie desde el
punto, tendremos:
V = K J (w 1 - w 2 ) = K J [ 21T (1 - cosa) - 21T ( 1 - cos o: 1 ) ]
Dique
De modo semejante (fíg. lll-14), en el caso del campo magnético vertical origi-
nado en la superficie por un dique vertical de potencia t y longitud infinita, se
llega a la fórmula:
V máx.= 2 K J t ( }.- ~)
siendo z 1 y z2 las distancias verticales, míni-
ma y máxima, de la masa magnética al magne-
tómetro.
Todas las mencionadas fórmulas son aplica-
bles en el caso de medirse Ja componente ver-
tical. Para el caso de int<'nsidad total del cam-
po, como en el método aeromagnético, hay
que tener en cuenta la inclinación de la aguja
magnética.
B cos ª == rX
F19. 111-15 Luego la componente horizontal a que da
lugar dicho polo aislado es:
p X p X
X =fi . -¡:-= (x2 + z2)3/2
\
negativo
Fig. 111-16
componente vertical
componente horizontal
comPOnente vertical
componente horizontal
componente
verticat
componente
horizontal
Fig. 111-17
125
CAP.111.- METODOS MAGNETICOS
Célula fotoeléctrica
diferencial
Registrador
1''
• 1
1 '
~ ' .
.....
Fig. 111-19
CAP. 111.· METODOS MAGNETICOS 127
Inductor terrestre
El inductor terrestre se utilizó en un prin-
cipio por Weber para la determinación de Ja
intensidad y la dirección del campo magnéti-
co terrestre y posteriormente se ha perfec-
cionado hasta el punto de ser hoy uno de los
aparatos con los que se mide más exactamen-
te la inclinación y declinac_ión de ese campo
magnético.
En esencia, el aparato constituye una bo-
bina de hilo de cobre montada en forma tal,
que su eje puede tomar cualquier posición en
el espacio. Esto se hace por medio de una
suspensión tipo Cardan. Dicho eje está situado
Imán Regla graduada
en el plano de las espiras (fig. lll-22).
A esta bobina se la hace girar, funcionando
entonces como una pequeña dinamo cuyo Fig. 111-20
campo magnético es el terrestre, producién-
dose en ella una corriente inducida excepto cuando el eje de rotación es paralelo
a las líneas de fuerza del campo terrestre en cuestión.
La corriente que se induce rn dicha bobina se mide por un galvanómetro
sensibilísimo. Sean n el núrnero de espiras, R la resultante del campo magnético
termstre, r la resistencia total drl circuito y a el área de una espira, tendremos,
haciendo A= na, que si la bohü1a da una vuelta con su eje de rotación perpendi-
cular a R, el galvanórrwtro acusará una carga:
128 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
a'
b'
Fig. 111-22
Fig. 111-21
Magnetómetro de Torsión
l ' n nu<'vo rn~netómetro inventado por Haalck y construido por la casa Aska-
CAP. 111.· METODOS MAGNETICOS 129
15
16
Fig.111-23
Fig. 111-23
Estructura fundamental del magnetómetro de torsión:
l Y 2.- Hll~ de torsión
3.- Porta-sistema en forma de U
4.- Clrculo de torsión
5.- Olvlsl6n del clrculo
6.- Botón de •Juste
7.- Anteojo de autocollmaclón
8.- Sistema magn6uco
9.- Espejo de IUZ
14.- Tornillo para nlvelacl6n aPro)(lmada
15.- Tornlllos para nlvelacl6n definitiva
16.- Botón de •UJeccl6n de lm,n. Fig. 111-24
¡Hb
fuente lumlnosa ~
/ 'J'\'\
polarizador
receptor
[;] Ho
bobina
Generador
(fig. lll-28) ya que en una rama se sumará el campo magnético terrestre y en otra
se restará. Aparecen por tanto armónicos pares, cuya amplitud es muy aproxima-
damente proporcional al campo magnético exterior (fig.111-29).
Para medirlo, se pueden seguir varios procedimientos:
a) Con una bobina exterior, crear un campo magnético que anule el efecto
del terrestre y medir la intensidad que circula por esta bobina.
b) Se puede conectar las bobinas secundarias en oposición y la tensión en sus
extremos será solamente la resultante de los armónicos pares, ya que los impares
se neutralizarán. Un sistema dectrónico rectifica y amplifica estos armónicos
y por lo tanto tendremos una señal continua proporcional a la amplitud de éstos.
,,,---·- ---,
¡ I
I
I \
1
\
Í I
I
I \
\
.
1
o Jt \ I 2Jr °"
I
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1
I
,
I
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\
\ ____ J / <P
(a)
------, \
1
1
1
\
1
. o 2.1(
I
_____,/i
o
(b)
/
I
1
\
2
'
por la P.S.C. y es similar al de la Gulf Oíl Co. con la diferencia de que no va col-
gado de un cable, como este último, sino que va montado en la cola del avión, por
lo cual hay que compensar los efectos de la masa de éste. Esto se hace con unas
barritas de un metal de gran permeabilidad magnética, pero de muy poca reten-
tihilidad (Mu-metal o Permaloy) y que se ponen adecuadamente a ambos lados
del magnetómetro. Esta operación de compensación hay que hacerla cada .vez
que se llega a una nueva zona en la forma que veremos más adelante.
El magnetómetro propiamente clicho está montado sobre un sistema Cardan
y está dispuesto de forma tal que se orienta automáticamente para medir la com-
ponente total del campo magnético, en la dirección en que éste es máximo en cada
punto del recorrido.
El instmmento tiene tres elementos detectores llamados bobinas de flujo; dos
de ellos de posición, sirven para orientar al tercero según el campo magnético
total.
Las dos primeras bobinas, que son gemelas, envuelven una barra de metal
permaloy de forma que se compensen las corrientes producidas por el campo
magnético que las induce.
La tercera bobina o bobina secundaria está de forma que, una vez ori~ntada en
la dirección del campo, dará la meclida de éste, ya l.{Ue el potenci-a.l inducido será
proporcional a la fuerza del campo magnético en que se mueve. Con est e disposi-
tivo electrónico se llega a una sensibilidad de 1 a 2 gammas.
La estabilización se consigue que sea muy buena gracias a dos pequeños servo-
motores síncronos desfasados, que accionan los ejes de la suspensión Cardan sobre
la que va montado. el magnetómetro. La medición del campo se hace oponiéndole
un campo magnético artificial hasta anular el terrestre. El campo artificial se pro-
duce por medio dt> una hohin~ por la que se hace pasar una corriente que es pre-
cisamente la que se mide, pues será función de la intensidad del campo que
engendra.
En estas concliciones podemos obtener un registro continuo de las variaciones .
del campo terrestre que pretendemos medir por medio de un potenciómetTo
registrador.
Para Ja referencia perfecta de las observaciones del magnetómetro al plano, se
emplea un sistema de registro múltiple. Consiste en que, mientras en una banda
se marcan las indicaciones magnéticas, en olra se registra la altura y al mismo
tiempo. una cámara giroscópicamente estabi&'.tada, impresiona fotográficamente
una estrecha franja del terreno sobre el cual se vuela. Con ello se pueden confron-
tar con gran exactitud los detalles de la superficie para clihujar sobre el mapa foto-
gráfico el recorrido del avión. Con los datos magnéticos obtenidos en gráficos
continuos para cada uno de los perfiles volados se dibujan las curvas isogamas
que componen el mapa magnético.
111-3.3. Forma de realizar los perfiles
Un procedimiento es el siguiente: supuesto que los perfiles han de realizarse,
138 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
Fig. 111-30
del tipo Askania, que opera automáticamente durante todo el vuelo del avión.
Este, al registrar las variaciones del magnetismo terrestre o diurna, registra igual-
mente cualquier posible tempestad magnética. En el caso de producirse, todos los
perfiles volados durante el tiempo que haya durado la tempestad se considerarán
como deficientes y tendrán que ser repetidos.
Intensidad total
Latitud Longitud en 1943
Tamanrasset + 22°48' + 5°32' (E) 36,759 gammas
Helwan + 29°52' + 31°30' (E) 41,289 gammas
o sea que el valor de la intensidad total será 41289 - 8091 =33198 en 1943, y en
1953:
33198 + 144 = 33442 gammas, con un error de± 200 gammas
111-4.1. 1nterpretación
-
Aunque son muchas las deducciones a las que se llega en una interpretación
magnética, hay que tener cuidado de no dar demasiado valor a los resultados cuan-
CAP. 111.- METODbS MAGNETICOS 141
titativos. Sin embargo, en estas páginas queremos dar a conocer someramente este
tipo de inlerpretacioncs para tener una i<lea de hasta donde se puede llegar con
ellas. Claro que conviene hacer resaltar que en esta clase de problemas se plan lean
siempre un determinado número de ecuaciones, con m;1yor número de incógnitas
y, por tanto, solo basándonos en inciertas o dudosas lúpótesis, podremos resolver-
las y con las naturales reservas.
Por otra parte, las fórmulas y modelos de Vaeq11ier, Steenland y Peters que han
ideado interesantes métodos para calcular Ja profw1didad de una masa magnética
con relativa garanLía partiendo de La anomalía total. llegan con cierta aproxima-
ció11 a la determinación de la forma y superficie horizontal de la misma. Pero
cua11do se trate de calcular la potencia de esa masa, lo que tendría que estar basa-
do entre otros datos erróneos en la homogeneidad magnética de la masa en cues-
tión, se comprende que es ya demasiado aventurado Llegar a esos límites. Sin em-
bargo, en cada caso será cuestión de buen criterio de acuerdo con los conocimien-
tos geológicos de la zona, el poder aplicar valores supuestos a estas incógnitas,
para llegar a resultados que pueden ser de gran valor. Veremos a continuación los
principales aspectos de una interpretación magnética.
s =1,6 h
si el espesor t del dique vertical y h son magnitudes similares. "losotros hemos em-
pleado otro método de acuerdo con sugerencias del Profesor Bruckshaw de la
Royal Mining School de Londres y de los resultados de nuestra propia experiencia.
Profundidad= d · k
o,ZA
0,2 A
A A d
0.4 A
0,4A
Fig. 111-33
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lado Este)
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lado Oeste)
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CURVATURA~ + INTENSIDAD TOTAL t.T/I (C.G.S.)
Fig. 111-34
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144 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
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V
Mapa de curvatura o de s.egunda Derivada ~
... .
.......
Hoja de Intensidad total 1-+
lncllnacl6n 30°- Intervalo de la mana=profundldad del cuerpo magnético
Fig. 111-35
(*) J.K.C. Moo 1964. Geophysical Prospecting Vol.XIII, N.º 2, June 1965. Analytical Aeromag·
netic Interpretation the Inclined Prism
CAP. 111.- METOOOS MAGl\IETICOS 145
Fig. 111-36
lx 2 -x 1 1
t:.=----
lx3 -x 1 1
146 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
eje positivo
Fig. 111-37
o= lxb - xal
p = X3 -
1 Xmáx.1
V=~
m 3n ......
Este psPudo-pot<'ncial gravimétrico sería <'L crl'ado por el cuerpo en estudio,
supuesto con una densidad tal, que hiciese:
(*) Baranov 1957. Geophysics Vol.XXII. N. 0 2. April 1957. A new Method for lnterpretation
of Aeromagnetic Maps: Pseudogravimetric anomalies.
CAP. 111.- METODOS MAGNETICOS 147
•
J
-=1
ka
I
t
ir,= •0.05739 1
I
lt3= +0,70475
Fig. 111-38
148 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
...
"°¡;,\
Fig. 111-39
(*) TH. Koulomzine, Y. La Montagne and A. Nadeau Geophysics. Vol. 35. N. 0 5, October 1970.
New Methods for the Direct Interpretation of Magnetic Anomalies Caused by Inclined Di·
kes of Infinite Length.
CAP. 111.· METODOS MAGNETICOS 149
•
tisimétrico, y el método de interpretación se fija principalmente en el perfil
simétrico.
6) La C.G.G. emplea sus propios métodos de interpretación, que en líneas genera-
les se puede deducir del ejemplo de P!ospección aeromagnética que insertamos al
final de este método llamado Investigación aeromagnética en Marbel/.a.
Segunda derivada
Una buena interpretación suele necesitar mapas de segunda derivada, por eso
hablaremos un poco más de ellos.
Son muchos los procedimientos que se pueden aplicar para obtener un mapa de
segunda derivada o de curvatura, como ocurre en gravimetría, pero damos a con:
tinuación uno clásico que recomienda Vacquier para el método aeromagnético.
Sobre papel transparente se dibuja una retícula equivalente a 150 m a la escala
del plano horizontal, siendo 150 m la altura de vuelo.
Dicha retícula se sitúa sobre el plano en la dirección N-S magnético.
Sean A, B, C, etc. los valores que correspondan a los vértices de la retícula:
A-B-C
O -T0 - E
F-G-H
El valor de la segunda derivada correspondiente al punto central T0 puede ser:
T = 4 T 0, T1 = R + S y T2 = M + N
M= A+ C
N= F + H
R = D +E
S=B+G
Para un cálculo más práctico de esta fórmula, podemos poner:
W= ~ ( 12 T 0- 4 (O + E + B + G) + (A + C + F + H))
Los valores obtenidos para W se van anotando en el lugar correspondiente a T 0
de la retícula y con estos nuevos valores se han trazado las nuevas curvas que nos
dan el llamado mapa de curvatura o de segunda derivada del primero. Igualmente
se podrían haber empleado otras fórmulas como la de Griffin.
..
150 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
Cálculo de la susceotibilidad de
las masas:
No es nada corriente el intentar el
cálculo de la susceptibilidad de una
masa desde el aire, pues lo corriente
es partir de una medición directa de
Fig. 111-40
la susceptibilidad de los minerales o
rocas cuya extensión, profundidad u
otros datos pretendemos determinar. Sin embargo, veremos a continuación
como, basándonos eu ciertas hipótesis se puede llegar a determinar este dato
entre límites que puede ser de gran utilidad conocer. Para empezar nos basamos
en la superficie horizontal calculada para la masa y en una dimensión vertical
que no esté en desacuerdo con los conocimientos geológicos que tengamos; su-
pongamos que admitimos qu<> tiene 100 m en esa dirección. Supo~amos ade-
más que el grado de susceptibilidad es totalmente inductivo para facilitar el cálcu-
lo. Admitamos que la susceptibilidad de la masa en cuestión rs homogénea.
De acuerdo con estos supuestos, el cálculo se hace de la siguiente forma:
Por deducciones geológicas de acuerdo con la forma superficial de la masa,
admitimos que se trata <le un dique, de un cilindro o de una esferayY entonces
CAP.111.· METOOOS MAGNETICOS 151
•
aplicaremo'> pa.i;a cada caso las fórmulas que se deducen de las de Nettleton (1).
Para un dique: (fig. III-32).
V= 2 ·Kk·H· t (J_Z1 _J_)
Z2
donde:
V == anomalía máxima
t = potencia horizontal del dique
H == 0,332, campo magnético terrestre
Z 1 = distancia mínima al magnetómetro
Z 2 == distancia máxima al magnetómetro
Para valor de V se aplica la diferencia máxima a que ha dado lugar cada masa
sobre el mapa magnético y, como los demás valores se suponen conocidos de
acuerdo con las hipótesis establecidas, por lo tanto, se puede despejar el valor de
la susceptibilidad k. Hay que tener aquí en cuenta que el valor de k que se obtie-
ne es un valor medio de la masa en cuestión como si fuese homogénea y nuestro
criterio geológico nos deberá ayudar mucho en cuanto a la proporción probable
de masa realmente magnética y de masa no magnética.
Por otra parte, y esto es lo más interesante a tener en cuenta, es fácil compro-
bar que el considerar a la masa de solamente 50 m de potencia vertical, por ejem-
plo, a considerarla como infinito verticalmente pasa el valor obtenido por estas
fórmulas para la susceptibilidad de 4 a 1 y entre deducciones normales variará
de 3 a 1. Por lo tanto, en el caso de obtenerse susceptibilidades altas como en el
de los yacimientos de magnetita, serán suficientes los valores obtenidos para ase-
gurar que nos encontramos o no ante minerales de interés.
Para un cilindro, la fórmula es la siguiente (fig. III-13):
V== Kk · H (W 1 -W?.)
== 2 7r Kk . H [ z1 - Z2 ]
Vzt + r2 Vz~ + r2
(1) Gravity and Magnetic Calculations. Geophysics 1942 por L.L. NETTLETON.
162 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
Escala: 1: 25.000
Fig. 111-41
CAP. 111.· METOOOS MAGNETICOS 153
•
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Escala= 1 : 25.000
Mapa de curvatura correspondiente al anterior (flg. 41)
Flg. 111-42
En el mapa de Intensidad total se> prf'cisan bastante bien ambas masas descu-
biertas, lo que se confirma con mayor garantía en el de Curvatura, pero en otros
casos es imprescindihlc cslr segundo mapa para determinar hien la forma y di-
mensiones. Las masas resultaron ser afloran tes, se!!;Ún S<' había deducido de acuer-
do con la altura df' vuelo y la interpr('tación de estos mapas.
Ejemplo de prospección:
111-5. Estudio aeromagnético en la región de Marbella ( 1)
111-5.1. 1ntroducción
El lnstilulo Geológico y Minero de España (JGM E) realizó en 1969 un reco-
nocimiento magnético en üerra, en la región de Marbella. Una rnina de hierro
(magnetita) está actualmenle en rxplotación entre Marbella y Ojen en el contacto
de las formaciones de gneis y dolomías. lndicios de níquel y cromo han sido
descubiertos en el macizo ultrabásico al Este de Ojen. Los perfiles magnéticos
ejecutados a lo Largo de las escasas carreteras y caminos existentes en esta región
montañosa han mostrado, la existeneia de varias importantrs anomalías magnéti-
cas en relación posible con unos lentejoncs de magnetita o zonas de interés mine-
ro en las rocas pcridotíticas.
A continuación de esta prospección, el lGME, confió a la Compagnie Generale
de Gcophysique el estudio aerornagnético de la región. La zona investigada, de
una superficie total de 140 km 2 , fue cubierta por 450 km de perfiles. Además,
tres perfiles dr reconocimiento co1t un tola] de 100 km fueron cjef'utados más al
Norte, entre Monda y Carratraca.
Las mediciones fueron rl'alizadas con un Pquipo C:.S.F. alta sensibilidad per-
mitiendo el registro analógil o y num~rico df'I campo total.
El procesado dr los datos fué realizado en la Central Numérica de CGG en J\lassy.
(1) El trabajo ha sido realizado por los equipos de CGG, con la interpretación de Mr. Olivo
Y con la supervisión de D. Francisco Esteban y del autor de este libro.
CAP. 111.· METODOS MAGNETICOS 155
2) Cálculo de la residual
Las compensaciones sirven para el cálculo de los valores definitivos en cada nu-
do. Obtenidos estos valores, se pasa entonces a Ja última etapa del programa de
cálculo de los valores residuales, es decir:
- entrada en ordenador de los datos digitales vuelo.
- entrada de las intersecciones relativas a cada perfil,
- cálculo d e la residual,
- elaboración de la lista de los valores residuales cada dos segundos.
Trazado de las curvas de isogammas
El t razado de las curvas ha sido realizado manualmente sobre un fondo transpa-
rente a escala 1 /25000. El intervalo entre las curvas varía de 1 a 50 gammas.
donde:
= inclinación del lugar
i' indinación aparcnle, definida por:
., tg i
tg 1 =-- [21
cos '{)
- la anchura e =2 a de la estructura,
- la profundidad del techo bajo el nivel del suelo,
- la inclinación aparente,
- la imantación aparente.
i = 54º
/
Estructura 1nf1nlla
---------------------~---
hacia abaJO (dyke)
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89
Fig. 111-45
111-5.5. Interpretación
a) Cuadro geológico
Una buena interpretación de los resultados del magnetismo necesita el cono-
cimiento de la petrografía de las formaciones geológicas de la región estudi~da.
Esta última puede dividirse en dos zonas: ..
1) Zona Oeste (Sierra Blanca)
En la Sierra Blanca, al Oeste de la carretera de Marbella a Monda, se dispone
de pocos datos geológicos. Según los trabajos de M. Blumcnthal y la nota de
M. José Baena (visita a la mina el Penoncillo), la sierra Blanca constituye un
CAP. 111.· METODOS MAGNETICOS 163
gran anticlinal con Jos flancos abruptos. Las formaciones afloran tes son mármoles
a }os que rodean esquistos cristalinos. En la zona aJta aparece el asomo de las
pizarras que puede interpretarse como el núcleo anticlinal. Al norte de Ojen,
existe una penetración de pizarras cristalinas dentro del macizo marmóreo, que
puede interpretarse como un pliegue Este-Oeste, o como una gran falla.
La mina El Penoncillo se presenta como un lentejón de roca skarnica magnética
dentro de un conjunto anfibólico y gneisico que se intercala en el borde del maci-
zo marmóreo. Estos lentejones anfibólicos son muy frecuentes en los límites de la
masa marmórea, pero no en la zona central.
El lentejón del Penoncillo sigue un rumbo general de N 20° E, buzando las
calizas internas 70° - 80°, y las externas 40° o menos.
Lo observado parece indicar una relación entre las rocas anfibolíticas intercala-
das en Jos bordes marmóreos, y dichas masas de rocas magnéticas. De todos modos
hay que tenel" en cuenta, que también se han encontrado dichos enriquecimientos
dentro de las serpentinas, pero normalmente cerca de un lentcjón de dolomías
cristalinas.
2) Zona Este (macizo ultramáfico de Ojen)
Los conocimientos geológicos son más precisos en esta zona gracias al estudio
de A. Hernández-Pacheco del cual se resume a continuación Ja nota E.st1J,dio Pe-
trográfico y geoqu(rnico del macizo ullramáfico de O¡rn.
El macizo peridotítico de Ojen es el segundo en importancia de los numerosos
ai1oramientos ultramáficos que caracterizan a la zona. Las rocas peridotiticas hi-
cieron intrusión a través de las formaciones metamórficas del Bético de Málllga
tanto en su tramo inferior (gneis) como intermedio (dolomías). La intrusión no
parece que ejerció metamorfismo de contacto apreciable sobre estas rocas enca-
jantes, ya afectadas previamente por un metamorfismo regional intenso.
Petrológicamente el macizo de Ojen está formado por toda la serie de rocas
ultramáficas, desde dunitas hasta pirosen.itas. La distribución de los distintos tipos
es completamente irregular dentro de él. Todas ellas han sufrido una serpentini-
zación intensa.
En el macizo de Ojen existen mineralizaciones de níquel, relacionadas con los
procesos de cristalización de los materiales ultramáficos.
b) Horizontes magnéticos
Los elementos geológicos mencionados anteriormente permiteu precisar las
formaciones geológicas que podrán ocasionar anomalías del campo magnético.
Estas anomalías tendrán dos orígenes principales:
- los lentejones de magnetita así como las formaciones anfiholiticas; pero si
magnetita y anfibolita están en rontacto, la fu1·rtr. anomalía ocasionada por la
magnetita hará poco visible Jos efectos debidos a las anfibolita~.
- las rocas ultrabásicas (serpentinas). Unas anomalías podrán producirse bien
164 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
sea en el interior del macizo ultrabásico en las zonas de muy alta C01lfentra-
c100 de elementos básicos, bien sea en el borde del macizo en contacto con
una roca menos magnética (gneis, dolomía).
el Resultados obtenidos
La interpretación de las medidas magnéticas está facilitada en la fig. III-49. En
este plano, además de las curvas de isogammas están dibujados, los afloramientos
geológicos según el mapa geológico que figura en anexo de la nota A. Hernández-
Pacheco. La base topográfica de este mapa geológico proviene, al igual que para el
estudio geofísico, de las fotografías aéreas. Habida cuenta las importantes distor-
siones que aparecen sobre las fotografías aéreas, es probable que el ajuste de las
fotografías sea diferente entre el estudio geológico y el estudio geofísico. El
trazado geológico puede por consiguiente tener alguna imprecisión.
1) Zona Oeste (región Ojen-lstan)
En esta región, las anomalías son relativamente poco numerosas y las curvas de
isogammas han sido a menudo trazadas cada gama. Dos grupos de anomalías sola-
mente merecen atención. En primer lugar, al Norte de Istan, en el borde Oeste
del estudio, las anomalias A 1, A2, A3 y A4 no son definidas más que por sus ex-
tremidades o ríen tales, pero permiten suponer la presencia más al Oeste de una serie
de estructuras magnéticas que podrían traducir la existencia de un macizo ultra-
básico. La anomalía A 1, en la proximidad de l stan, está recortada por los perfiles
con un ángulo de 60°. Está pues muy mal definida y podría además corresponder
tan sólo al borde Este de una importante anomalía. Por consiguiente, hay que ex-
presar las más grandes reservas en cuanto a la posición de la estructura tal como
está representada sobre el mapa. Más al Norte, las estructuras magnéticas están
mejor definidas, las más fuertes intensidades correspondiendo a A2 (95 gammas).
Los indicios de profundidad señalan cuerpos magnéticos aflorantes o poco pro-
fundos.
El segundo grupo de anomalías se situa en la parte central de la Sierra Blanca.
La estructura más interesante es sin duda B2, la cual ocasiona una anomalía de
40 gammas, pese a que la altitud de vuelo en esta región haya debido ser elevada
ha<;ta 320 metros encima de la superficie del suelo. Esta estructura 82 está en la
proximidad inmediata de una antigua mina, al Sur del Palacio de Juanar. El cuer-
po magnHieo es subaflorante. La anomalía B 1 tiene una intensidad más pequeña
dr.l ordr.n dr. 17 gammas; su orientación es Sureste-Noroeste y los perfiles la recor-
tan muy mal. Parece, según el aspecto de las curvas isogammas, que el origen
dt• la •:structura B1 sea un contacto en lre dos formaciones de imantación diferen-
te. La~ rnrvas isogammas ponen por otra parle en evidencia un cierto núrñoro de
1·011laf'los o fallas <·uya orientación más frecuente es Suroeste-Noreste.
E11 r:<ta zona Ot·ste sobresale también la anomalía Cl descubierta por el perfil
lit• rt·1·on(1rirni!'11lo T 101 al Norte de la Sinra Blanca.
2) Zona Este
~t· opotw a lu ;1,u11a Ü<':-lf' por su estilo ma~nético , rn unión con la presencia
CAP. 111.· METODOS MAO'NETICOS 165
del gran macizo ultrabásico. Las peridotitas y serpentinas no son los únicos hori-
zontes magnéticos posibles y se estudiará en primer lugar las estructuras situadas
en el borde de la carretera Marbella a Monda, al contacto de los gneis y dolomías;
estas estructuras están en efecto situadas en la misma situación geológica que el
yacimiento de magnetita de la mina del Penoncillo.
d) Anomalías O
La mina del Peñoncillo es responsable de la anomaüa O 1. Esta última presenta
una intensidad máxima de 105 gammas al paso del perfil L29; al Suroeste, la
intensidad no es más que de 20 gammas sobre el L27 y es probable que esta lí-
nea se situe ya al exterior del cuerpo magnético. Hacia el Este se dispone tan
sólo de las mediciones realizadas a lo largo del perfil transversal T105, el cual indi-
ca una intensidad del orden de 140 gammas, así como la presencia probable de una
segunda anomalía de un centenar de gammas a 300 metros aproximadamente más
al Este. Es evidente que la posición precisa y la extensión de estas estructuras no
pueden ser definidas más que por un estudio en tierra muy detallado.
Más al Norte, las anomalías 02 y 03 presentan características comparables: las
dos están orientadas Norte Sur y compuestas por una parte Oeste negativa y una
parte Este positiva. Desgraciadamente ninguna de ellas está atravesada por un
perfil Este Oeste (a excepción del T104 que recorta solamente la extremidad Sur
de 02). Por consiguiente, no se puede tener en cuenta más que las curvas isogam-
mas. Las intensidades son del mismo orden y sobrepasan 120 gammas. No cabrian
dudas en clasificar 02 y 03 entre las anomalías de mayor interés, si la existencia
de una línea eléctrica de alta tensión paralela a la carretera, no hiciera dudar de
su origen geológico. Se aconseja pues la ejecución de algunos perfiles magnéticos
sobre el suelo, perfiles orientados Este-Oeste, que permitirán resolver est e proble-
ma. En efecto, la anomalía ocasionada por una línea eléctri ca será muy bien ca-
racterizada por su estrt>chez. Si al lado de esta perturbación se mantiene una ano-
malía cliisica, habría qur estudiarla entonces detalladamente porque podría
indicar la presencia d<" magnetita. Al 1orle de Ojen, la e.structura 04, tirne, en
cuanto a ella, un origen geológico cit>rlo. E!<lá orientada ~:Rte-Oeste y sr sitú a
sobre el borde Norte del saliente calizo representado en el mapa geológi co. Su
parte Este ocasiona la anomalía más i11 tc·11o:u (165 gammas) y parece desplazada
respecto a su parte Oeste (intensidad de 75 gammas) por un accidente. El cuerpo
magnético es subaflorante; su intcn'·s min<'ro es cif' rto peto implica un estudio
geológico detallado. Hay qw· señalar todavía en d mapa geológico la penetración
de las formaciones gneisicai: en el borde Nortf' dr ]a$ calizas. Se trataría, por lo
que parece, de los esquisto$ cristalinos que intc>rpreta f'll ;;u nota !<'. Jove Baena,
como correspondientt>s a un plif'gue Este Oeste o a una gran falla. Al Este de 04,
se nota la existencia de un imporlaHtf' graclic•nte de 200 gammas, casi Norte-Sur,
que no puede corresponder al conlal'lo ¡!:Jl<'is-peridotita pu~sto que este gradiente
se hunde hacia el Este. El at•ciclente 1rf'ol6!!ico situado parakl.amente a este con-
., '"'
tacto podría explicar su origc11 ,:;i furi:;" mineralizarlv. J'ero no hay qur olvidar la
presencia en esta zona lle la ya citada línl'a cJf.clritti, paralt>la al gradirnte mag·
néticu .
166 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
457
s
¡'#15°
F19. 111-46
E3
j INTERFERENCIAS ENTRE ANOMALIAS
(PERFIL 46)
ES
141
Fig. 111-47
portante dique circular intrusivo. Este o quizás otro más cerca y no visible en la
fotogr:-tfía podría ser el origen de las anomalías.
Al Norte, a las proximidades de Carratraca, la segunda zona H se compone de
una serie de anomalías interferentes que parecen proseguir al Este de Carratraca.
La frecuencia y la intensidad de estas anomaüas llevan a comparar este estilo mag-
nético con el del macizo ultrabásico de Ojen. Esta zona, que corresponde según la
fotografía aérea a una región montañosa, podría pues corresponder a un macizo
de peridotitas. La estructura magnética H 1, la más intensa con 160 gammas, pue-
de presentar un interés minero, ya que esta zona corresponde a una antigua mina
de niquel.
111-5.6. Conclusiones
El estudio aeromagnetomé·trico al Norte de Marhella ha permitido apreciar las
posibilidades mineras de esta r~gión.
En la zona Oeste, que cubre la Sierra Blanca, las estructuras magnéticas rela-
cionadas con yacimientos de magnetita son muy raras, y solo la anomalía 82
cerca de~ Palacio de Juanar, merece que se la preste atención. Sobre el borde
Oeste del estudio, al Norte de Istan, una serie de anomalías corresponde a la fran-
ja Este de la Sierra Real; pero no se puede afirmar nada sobre el origen de estas
anomalías porque no existe algún dato geológico.
El borde Este de la Sierra Blanca se caracteriza al contrario por numerosas ano-
malías, cuya posición geológica comparable a la de la mina del Peñoncillo incre-
menta el interés. Pese a que la presencia de una linea eléctrica a lo largo de la carre-
tera Marbella - Monda haya podido perturbar las mediciones y hasta crear anoma-
lías (02, 03 ? ), las estructuras 04 y 05 merecen una atención particular y se
aconseja su estudio detallado sobre el suelo.
En la zona cubierta por el macizo ultrahásico, el mapa magnético pone princi-
palmente en evidencia los contrastes de imantación de los gneis y de las peridoti-
tas (contacto E1), así como los de las peridotitas con las serpentinas (contactos
E2). E1 y E2 corresponden a verdaderos accidentes que pueden ser relacionados
con diversas mineralizaciones. Las zonas de mayor interés se sitúan entre los per-
files 50 y 59 para E1 y sobre el perfil 43 para E2. En el interior del macizo de
peridotitas, la anomalía E7 con una intensidad de 450 gammas, corresponde sin
duda a una concentración de minerales básicos. Debería ser estudiada en priori-
dad (magnetismo, geología, geoquímica).
Los perfiles de reconocimiento entre Monda y Carratraca han hecho l.fesaltar los
zonas de anomalías magnéticas. La más septentrional traduce quizás la presencia
de formaciones ultrabásicas (siendo la anomalía H1 la más interesante), mientras
que en la proximidad de Monda, las anomalías G pueden estar en relación con
diques cuya naturaleza geológica se desconoce.
La localización en tierra de las diferentes estructuras magnéticas no será fácil
en ciertas zonas, porque las fotografías aéreas son de calidad muy mediocre y pre-
170 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
'
sentan importantes distorsiones. Ya en el curso del estudio, la ejecución de los
vuelos ha sido muy dificultada por la imposibilidad de orientarse en ciertas zo-
nas sobre las fotografías aéreas. Cualquier proyecto de investigación aeromagné-
tica debería ser pues subordinado, en lo sucesivo, a la existencia de una cobertura
fotográfica aérea más perfecta.
.
~· ......
171
' I
0At• • • 1
AEROMAGNETICO
ZONA ·DE MARSELLA
REFERENCIAS
1. gamma
N.º horas 5·10 gammas - - - - -
Línea de vuelo e indice de referencia ---O---
50· 100 gammas - - - - -
o
Escala gráfica
2 3 4 km.
)
•
líííííí/M--~ i
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Mediciones y análi sis realizados por la .'
-;.
COMPAGN IE GENERALE DE GEOPHYSIQUE
DICIEMBRE 1.969" 50, rue Fabert - PARIS 7eme
173
~ig. 111...::48
175
ESTUDIO AEROMAGNETICO
ZONA DE MARSELLA
-
Altura de vuelo aproximadamente
----
(Distancia constante) 500 1 gamma----
GEOFISICA
:o
-
-
----
-
ino
179
\
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OIRECCION GENERAL DE MINAS
INSTITUTO GEOLOGICO Y MINERO DE
ESPAÑA
ESTUDIO AEROMAGNETICO
REFERENCIAS
PLAN DE VUELO
o 2 3 4
-----
Mediciones y análisis realizadas por la
COMPAGNIE GENERALE DE GEOPHYSIQUE
50, Rue Fabert - París 7eme
Diciembre 1 .969
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F19 111-50
369
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369
'
..... ..... .
....., .... ...
'
.......... ......, ... '
925
Tiempos dobles
"' .......
HORIZONTES 5 bis
645
Ve = 3300 m/s
DP: 550m.
Escala gráfica
3 4 5 6 7 8 9 10 Km
,,.
0---0--0 Perfiles de la misión: S. 3030
• • • Perfiles de la misión: S 3040
-5 - Eje sinclinal
+A + Eje anticlinal
75
,.......- o-.............. Curva isocrona y su tiempo en milisegundos
Accidente
'
GEGEGESA
... "º
367'
367
...
925 925
ISOCRONAS ·-------·-·----
""' -----·---· .:l: . . . . ·.:::: . .::·..
Tiempos dobles
""'
. . .. . . . . ... .
HORIZONTES 4 bis
~·
. ...
. .. .· ·.·
. . ..
. ·.•·
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.
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. . . . . . . . . . : ............ ~
640
1
945
Ve = 3300 m/s
3708
DP: 550 m.
• •• ••••• •••• •••• •••••••• •••••
Escala gráfica
915
!:,:,!~~;-·~~
• • • Perfiles de la misión: S. 3040
-s - Sinclinal
. ... .. . ..
..
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+A +Eje anticlinal
910--~~~~:§~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~·:~·:,.:""~-~~·=··==~~==
Curva isocrona y su tiempo en milisegundos
~E¡esmcluvl
..
910
-·.--_..,,.. Accidente
GEGEGESA --==¡¡+e~fü4~4-r~~~~~~u==--· ..
905 .
"" ..
630 635 11 645
620
615
t;IEPSA
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ISO PACAS 925 925
..
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. . . . . ... .
Tiempos dobles entre los . . . . . . ...
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-'
-----cr-- Accidente
GEGEGESA
635
640
615
capítulo IV
métodos sísmicos
IV-1. Nocion(mologia
IV-1.1. 1ntroducción
Aunque la ~ismología como disciplina científica data desde hace algo más de
un siglo, la mayoría de los conocimientos científicos que ha proporcionado sobre
la estructura interna de la tierra, se han conseguido en los últimos cuarenta años.
Sin embargo, al principio todo el estudio de los terremotos se deben a los cien·
tíficos del siglo XIX entre los que se encuentran: Ricker, Hooke, Wieschert,
Milne, Galitzin, Mercalli, Lieberg, Montessus de Ballore, Enrique Abella, entre
otros. También el Observatorio del Ebro bajo la dirección del sabio Padre Romafiá,
ha recopilado y estudiado datos de gran interés entre los que se encuentran el nú-·
mero de terremotos habidos en Espafia desde 500 años antes de J.C. hasta nues·
tros días. Su total suman cerca de 400 seismos ( *).
Como los estudios de sismología han formado la base de los métodos sísmicos
de prospección hemos creido conveniente dar unas ideas generales sobre dicha
ciencia.
Sismología.-La sismología es la ciencia que trata de los terremotos y·de los
fenómenos relacionados con ellos. En este aspecto incluye el estudio de las causas
de los terremotos, la localización de los mismos, el estudio de las ondas que se
reciben de ellos y los instrumentos de registro que se emplean.
Terremotos.-Un terremoto o sismo es un movimiento o una serie de movi-
mientos transitorios y repentinos del terreno, originados en una región limitada
de la corteza terrestre, que se propagan desde su origen en todas direcciones.
(*)El autor de este libro hizo en 1938 un informe científico sobre el terremoto de Santander
en el verano de dicho año. En él hizo los cálculos para determinar epicentro e hipocentro
del mismo, así como un mapa con las líneas isosistas producidas en la zona.
183
184 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
exterior. Estas se designan con la letra e (del inglés, core =núcleo) intercalada en-
tre las letras PcS que indican, como antes, el tipo de onda a que corresponden
Los rayos incidente y reflejado. En la figura hemos representado la onda PcS,
'que corresponde a una onda P reflejada en el núcleo saliendo después de reflejarse
como onda S. T"a observación de las ondas reflejadas (PcP, PcS, ScS, ScP) ha con-
firmado la presencia, a 2900 kilómetros de profundidad, del núcleo exterior.
b) Ondas en el núcleo.-Para designar los rayos que atraviesan el núcleo exte-
rior se utiliza la letra K (del alemán Kern =núcleo). Para designar los rayos que
atraviesan el núcleo interior se utiliza la letra l. Para describir un rayo que atra-
viesa J~ distintas partes de Ja tierra se utiliza una letra P, S, K o 1 para indicar
cada uno de los trayectos parciales entre dos superficies de discontinuidad. Los
ejemplos representados en la figura 2 aclaran esle concepto. Así la onda PKP
corresponde a una onda P refractada en el núcleo exterior (K) una onda S
refractada en el núcleo exterior (K), y saliendo como onda S; la onda PKKS
es una onda P refractada en el núcleo exterior (K), reflejada en el contacto núcleo-
manto, y siguiendo por el núcleo (K) hasta que sale de él la onda S. Dos letras K
seguidas indican una reflexión en el contacto núcleo-manto, como se ha podido ver.
En la figura hemos representado, asímismo, una onda que atraviesa el núcleo in-
terior, que es PK 1KP. Esta corresponde a una onda P, que se refracta en el núcleo
exterior (K), se refracta en el núcleo interior ( f), vuelve a refractarse en el núcleo
exterior (K) y, P<?r,ú1fimo;'vuelve a la superficie como onda P.
Hemos de indicar, por último, que como no se han observado nunca ondas S
atravesando el ~cleo exterior (por lo que se estima que está el estado fluido), to-
das las ondas K son del tipo P. Aunque el núcleo interior se supone en estado soli-
do, no se han observado todavía ondas S propagándose por él, por lo que la letra 1
corresponde a ondas P; se ha reservado la letra J para indicar los trayectos de las
ondas S por el núcleo interior.
Hasta ahora T1emos supuesto que ei foco estaba en la superficie de la tierr~. Si
el foco está suficientemente profundo (figura JV-3), entonces se emplea la misma
terminología anterior para los rayos que salen del foco F. Ahora bien, como se
producen rayos directos por encima p 5
del foco que se reflejan en la super-
1'
,I
ficie terrestre y que pueden luego dar
origen a todos los descritos anterior-
,' /
/
I F
I
mente, se distingue este trayecto pri- I
I
mero con las letras p o s (minúsculas) /
,'
según las ondas sean P o S. Así, por ...-.,,,.,," SP
PS
ejemplo pSP correspondería a un foco
profundo en que la onda P llega a la
superficie (p) se refleja como onda S
y se vuelve a reflejar como onda P.
Sismograma obtenido de un terre-
moto.-El sismogtama de la figura
IV -4, representa el conjunto de ondas Fig. IV-3
188 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
~
p pp S PS SS sss
Fig. IV-4
ción de unas tablas, de las que se deducen estos datos, en función de los tiempos
registrados de los s:ismogramas. Las más empleadas son la de Jeffreys-Bullen,
que incluyen los datos para las ondas más corrientemente det~ctadas y profundi-
dades focales de O a 700 kilómetros.
En la figura TV-5 indicamos un esquema de un gráfico tiempo-distancias epi-
centrales construido en base a las tablas indicadas para algunos de los tipos de
ondas más corrientes. Las distancias
epicentrales son el correspondiente
ángulo epicentral expresado en gra- SS
d~ ~
~
núcleo exterior, por lo que sería la
distancia límite para recibir esta on- 20
da. Ahora bien, como de hecho se -----
1 ,--"
' p dlfractado
recibe algo más, se admite, general- 1
1
mente, que se trata de un efecto de 10
difracción.
Estructura interna de la tierra, se-
gún se deduce de los datos sísmi-
cos.-A partir de los datos sísmicos 30• 60° 90° 120• 150º 180º
se ha obtemdo información sobre A = Ot•tanclas eplcentra\es en grados
la estructura y propiedad.es tanto
del interior de la tierra como de la F19. IV-5
corteza.
a) Estructura y propiedades del interior de la tierra.-Se ha obtenido con los
datos de las curvas tiempo-distancia de los terremotos. Partiendo de las tablas
que anteriormente mencionamos se ha construido un gráfico velocidad-profundi-
dad para las ondas P y S, desde la superficie hasta el centro de la tierra (fig. IV-6).
Se observa en la fi ra que las ondas P comienzan a propagarse por el manto a
velocidades de unos 8 km/seg., v6Iocidades que van aumentando progresivamente
hasta llegar a 13,64 m/seg a 2900 kilómetros de profundidad. A esta profundidad
sobreviene una brusca discontinuidad (discontinuidad de Gütenberg-Wiechert)
que marca el comienzo del núcleo exterior, bajando la velocidad de 8, 1O km/seg.
El estudio de la velocidad de las ondas P, a partir de este momento, ya no se pue-
de realizar sobre las ondas directas (P), ya que sólo llegan hasta la distancia epi-
central A= 105°, que corresponde a la profundidad de 2900 kilómetros. Por ello
la velocidad se ha deducido de las ondas SKS; bien entendido que el trayecto di-
fractado K corresponde a la onda longitudinal P, ya que las ondas S, según se ob-
serva en la figura, no se propagan por el núcleo exterior.
190 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
Manto superior
B 50-410 (Probablemente 8-8,97 4,4-4,96 Rápido
homogéneo)
o
1-
z<{ c 410-1000 Reglón de transición 8,97·11,42 4,96-6,36
Mayor que
el normal
:e
O' 1000-2700 Manto Inferior 11,42·13,63 6,36-7,29 Rápido
o (Probablemente
Próximo a
O" 2700-2900 homogéneo) 13,64 7,30
cero
Núcleo exterior
E 2900-4980 8,10·10,44 Rápido
(Fluido homogéneo)
o
w Negativo (res-
...J No se han
o F 4980-5120 Reglón de transición l0,44-9,6 pecto a la
observado
::> pro fu nd ldad)
z
Núcleo Interior Menor que
G 5120.6370 11,16·11,31
(lSólldo?) el normal
Los sismógrafos se proyectan generalmente para medir sólo una de las compo-
nentes del movimiento del terreno. Con tres sismógrafos que midan las tres com-
ponentes tendremos el vector del movimiento completo del terreno.
El tipo más simple de sismógrafo utiliza un péndulo (fig. IV -7). En este caso
el aparato sirve para medir el desplazamiento horizontal del terreno.
Cuando el marco solidario con el terreno se mueve, la masa M tiende a estar
quieta, por lo que el movimiento del terreno puede deducirse observando las po-
siciones relativas del índice y la escala situada sobre el terreno. Para que el sis-
mógrafo registre con la mayor exactitud los movimientos se necesita que el péndu-
Fig. IV-7
tm'n suJeto
ara masa
Bobt na sujeta
al terreno
A los
7l'J'77li~'fT!J'777i'J77,'f"7."77J.777J'777J'Tm'Tm;;;;,;¡;;~~~ga~1van6metros
Fig. IV-8
sujeto a Ja masa de inercia, generando u.na corriente eléctrica que puede medirse
mediante un galvanómetro. Además de la amplificación óptica del sistema
del galvanómetro se puede obtener ganancia eléctrica adicional por medio de un
amplificador electrónico. Este principio se utiliza en los sismógrafos de prospección,
como veremos más adelante en la lección dedicada a instrumentos.
R
1
-f'
1
---d-.- - l Q Jl'
Ad
Deformación transversal unitaria d
a =
Deformación longitudinal unitaria AQ
Q
en el caso de materialt"s elásticos <·stá comprendido entre los siguientes valores
O<a<0,5.
Módulo de rigidez o de cizallamiento (µ).-1 lay una propiedad de los materiales
que es su resistencia al cambio de forma sin cambio de volumen. Se mide utilizan-
196 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
El valor de µ sirve para distinguir los fluidos ideales, para los que µ. =O, de los
sólidos, para los queµ vale normalmente de 10 11 a 1012 dinas/cm 2 .
Módulo de Bulk o de incompresibilidad
F
{k).-Otra importante propiedad de los mate-
riales es su resistencia al cambio de volumen
sin que varíe su forma. Esta propiedad se mide
con el módulo de Bulk o de incomprensibi-
lidad.
Si un cuerpo de volumen V está sometido
a un esfuerzo de compresión en todas las di-
recciones, su volumen disminuirá en AV. El
módulo de Bulk se define como la relación 1
Fig. IV-10 entre el esfuerzo o presión y el cambio uni-
tario de volumen. 1
k= Esfuerzo Presión P
Deformación= Cambio volumen por unidad de volumen== AV
V
El valor de k sirve para distinguir los líquidos, para los que k es alto (del orden
de 1010 dinas/cm 2 ), de los gases, para los que k es pequeño (del orden de
106 dinas/cm 2 ).
El inverso del módulo de Bulk es lo que se llama compresibilidad.
La densidad (p).-No es una constante elástica, pero es una propiedad impor-
tante en la transmisión de las ondas elásticas en las rocas como se verá más
adelante.
Estos tipos de ondas, así como las hidrodinámicas y acopladas, se han recono-
cido mediante la observación directa.
Clases.-Las ondas elásticas se clasifican en ondas internas y ondas super-
ficiales.
a) Ondas internas.- Son aquellas que viajan a través del interior de un medio
elástico. Se pueden distinguir los siguientes tipos:
1) Ondas longitudinales.- Son aquellas en las que el movimiento de vibración
de las partículas se produce en la misma dirección de propagación o formando
un ángulo de 180° con ella (fig. IV-11). Estas ondas se llaman también ondas de
compresión y dilatación o decondensación1y rarefacción; los sismólogos las llaman
ondas primarias u ondas P, por ser las primeras que llegan en los terremotos.
Estas son las ondas que se utilizan en prospección sísmica por reflexión y re-
fracción.
e o
C=Onda de compresión
O= Onda de dilataclón
Fig. IV-11
V _
L-
y E (1 - a)
p(1+a)(1-2a)'
.
VT=
y E
2p(1+a)
Otrecci6n do propagación
Fig. IV-12
medio que tenga rigidez µ. =O (ya que como V T = Y~ , V T =O) lo que ocurre en
la mayor parte de los flµidos. Como nunca se han observado esta clase de ondas en
el núcleo exterior de la tierra, se ha deducido que es fluido según veremos más
adelante.
.
......
b) Ondas superficiales. Son aquellas que existen únicamente en la superficie li-
bre de un medio elástico. Se conocen las siguientes:
1) Ondas Rayleigh.-Son una combinación de las ondas longitudinales y trans-
versales. En ellas la vibración de las partículas se efectúa en un plano perpendicular
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 199
Fig, IV-13
ecuaciones muy parecidas a las de las ondas R.ayleigh, referidas a los mismos ejes
anteriores.
La dirección de propagación es de derecha a izquierda, como en las ondas Ray-
leigh, pero la partícula va trll'¿ando un camino en sentido contrario a las agujas del
reloj y se mueve hacia adelante en su posición máxima hacia arriba, justamente
al contrario que las ondas Rayleigh. Su movimiento se podría describir del si·
guiente modo: empujar-abajo-tirar-arriba.
4) Oridas C (acopladas}.-Estas ondas fueron descubiertas en el afio 1939
y se observaron también en los registros de la bomba atómica de Nuevo Méjico
(EE.UU.).
El movimiento de estas ondas puede describirse por medio de las siguientes
ecuaciones:
e= A sen {pt + kx)
y=± B sen (pt + kx)
z= e sen (pt + kx)
En la terminología descrita anteriormente, las direcciones y secuencias de los
máximos y mínimos serian: empujar-izquierda-arriba-tirar-derecha-abajo.
Las ondas más importantes desde el punto de vista de los métodos sísmicos
son las ondas longitudinales, que en la práctica son las únicas que se estudian, ya ....
que cuando se detona una carga explosiva las transversales son más débiles y, en
general, no se observan en el sismograma registrado.
e) Frente de ondas.· Se llama frente de ondas al lugar geométrico de los puntos
alcanzados por la ond~ sísmica en un mismo momento. En un medio horno·
CAP. IV.- METODOS SISM ICOS 201
fí~ica ~n
1
princ1p10.
sismología se puede utilizar su concepto y, por tanto, aplicar este
En un medio homogéneo los rayos sísmicos serán líneas rectas. Si los medios
que atraviesan las ondas sísmicas no son homogéneos (como ocurre en los medios
estratificados), tendrán velocidades distintas, y por ello los rayos sísmicos no
serán líneas rectas, sino curvas de tiempo mínimo.
En la propagación de las ondas a través de la tierra, se verifica generalmente el
aumento de la velocidad con 1a profundidad; por lo que la trayectoria seguida por
el rayo sísmico vuelve su concavidad hacia la superficie, como veremos más
adelante.
c) Leyes de reflexión y refracción.-Sea la figura JV-15. Supongamos un rayo
incidente longitudinal 1L que se
IL propaga de un medio 1 a otro 2.
O RT RL
1 / Al llegar al contacto AB de los dos
l / medios da lugar a los cuatro rayos
1 1 que se indican en la figura, dos refle-
1 ~-
1 -¡- jados y dos refractados. La distri-
: / bución de la energía inicial entre
1 / las ondas resultantes viene determi-
l / nada por el ángulo con el que la on-
1/ da llegue a la discontinuidad y por
v 1L vlT :/ el contraste entre las propiedades
A _ _v_2_L__,v,....2T'-----:r..::--,---~----e elásticas de dichos medios. Según
' ,, las leyes de la reflexión y refrac-
', ción se verificará que el rayo inci-
' ',,_~ dente, la normal y los rayos refle-
~' jados y refractados están en un
.....
r.,.'
mismo plano (plano de inciden-
cia).
Por otra parte, para los rayos re-
flejados se verificará con las nota-
IL =Rayo Incidente longitudinal
RL= Rayo reflejado 1ongitudlnal
RT = Rayo reflejado transversal
rL ~Rayo refractado 1ongltudlna1
rT "'Rayo refractado transversal
--
ciones de la figura IV-15.
ILMO = RL MO
'
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 203
y
-
sen IL MO Vn
---
para el rayo refractado transversal, siendo VJT y V2T las velocidades de las ondas
transversales en los medios l y 2.
Estas fórmulas, comprobadas experimentalmente, se pueden deducir fácilmen-
te, como en óptica, del principio de Huygens o del principio de Fennat. En resu-
men, dicen que el seno del ángulo incidente es al seno del ángulo de reflexión (o
de refracción) como la velocidad de la onda incidente es a la velocidad de la co-
rrespondiente onda (longitudinal o transversal) reflejada (o refractada).
En prospección sísmica las ondas se generan principalmente por medio de ex-
plosiones, lo que hace que la deformación por ciiallamiento del medio (que da
lugar a las ondas transversales) sea pequeña comparada con el cambio en volumen
que se produce en el mismo (que origina las ondas longitudinales). Por ello la
mayor parte de la energía producida lo será en forma de ondas longitudinales o de
compresión. Si a esto añadirnos que los detectores empleados en prospección re-
gistran so lamen te la componente vertical de la vibración, el efecto de la onda trans-
versal es tan débil que en la práctica no afecta al registro sísmico.
Por todo ello, d1>sd<' ahora m adelante sólo consi.deraremos para el estudio
de los métodos sísmicos, la.~ ondas longitudinales.
f) Refracción total.- C.ua11do el ángulo de refracción es igual a 90º, el rayo
refractado AB experimenta la refracción total, propagándose por el contacto de
los dos medios (fig. l V-16).
Sea OA un rayo incidente tal o e E
.. sen i V,
que se verifique - =V- • es
sen 90 2
. V1
decir sen 1 = - · El corrrspon-
V2
diente rayo refractado AB viajará
por el contacto de los medios l y
2. Como por el principio d1· Huy-
gens cada uno de los puntos
alcanzados por el frcfll<' di:! ondas
es una nueva fuente de ondas, ca-
da uno de los puntos del con- Fig. IV-16
tacto ABO ... generará frentt·s tl<'
onda que alc-anzariín la su¡.wrfíl'i<'. p111lin11io ,wr dcte<:lados en ella con ins-
tmrnrntos a1lcc11arlos.
Al ángulo i sr. le Jla111a füiµ:ulo lírnilC'. /~11 ,,Í¡¡11zirn 1fo rc'fnu·cifin S<' r>studian
los myus qw• 1•xµ1•ri111e11t11n '11 rl'.{rat1·iá11 fo/11(. '!"" .~011 los <¡trn pmporcionun ln.'>
recorrido.~ de ti<>111po 111ínimo. ,
'
204 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
ello Jos geófonos y el sistema de registro han de ser diferentes en uno y otro caso,
de forma que tengan la máxima respuesta a media o baja frecuencia.
Recordemos, por último, que las leyes que rigen la propagación de las ondas
sísmicas son, como ya indicamos anteriormente los principios de Huygens y de
Fermat y las leyes de reflexión y refracción.
Velocidades de propagación en las rocas.-Incluimos a continuación una
tabla con las velocidades de propagación de las ondas sísmicas en algunas rocas. Es-
tas velocidades se refieren a la onda longitudinal.
m/seg
Capa meteorizada ........................... 300 a 900
Aluviones modernos . .. .... .. . .. .. ... .. .. .. . 350 a 1500
Arcillas.......................................... 1000 a 2000
Margas .. ... .. ... ... .. . .. .. ... . .... .. .. .. .. .. .. .. . 1800 a 3200
Arení~cas ....................................... 1400 a 4500
Conglomerados .. . . .. . ... .... .... .. . .. . .. .. .. . 2500 a 5000
Calizas .. .... .. ... .. .... .. ... .. .. . .. ... ..... .. .. .. 4000 a 6000
Dolomias ... ..... ... .. ...... .... ..... ... ........ 5000 a 6000
Sal . ..... .. .. .... .. .. .. .... .. ... .. .. .. ... .. .. ... . . 4500 a 6500
Yeso .. .. .. .. .. .. .. . . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. 3000 a 4000
Anhidrita . .. .. . .. . .. .. .. . .. .... .. . .. .. ... ....... 3000 a 6000
Gneises........................................... 3100 a 5400
Cuarcitas ....................................... 5100 a 6100
Granitos ....... ........ .... .......... ... ....... 4000 a 6000
Gabros..... ... .. . .. ... .. ... .. . .... ... .. . .... .. ... 6700 a 7300
Dunitas ....... .......... ................ ...... ... 7900 a 8400
Diabasas ....................................... 5800 a 7100
De la tabla anterior se deduce que las rocas ígneas tienen, en general, velocida-
des mayores que las rocas sedimentarias. Las rocas tienen velocidades variables
entre los límites que indicamos, dependiendo de su profundidad y constantes
elásticas.
En general, para un mismo tipo de roca, las velocidades aumentan con la edad
geológica y para una misma roca y edad, aumentan con la profundidad.
Generalidades sobre los métodos de reflexión y refracción.-En el terreno
de la geofísica aplicada los métodos sísmicos son indirectos y consisten en produ-
cir un pequeño sismo artificial por medio, generalmente, de una carga explosiva
enterrada en el suelo y medir los tiempos de llegada de las ondas producidas a unos
detectores o geófonos convenientemente situados en la superficie del suelo.
..
~·
Conocida la ley de propagación de la velocidad en las ondas sísmicas en el subsue-
lo se llega, en función de los tiempos y distancias medidos, a la posición de los
estratos en profundidad.
Las ondas producidas por la explosión se propagan en todas direcciones, y
cuando cambian las condiciones del medio, es decir, cuando la onda sísmica
CAP. IV.· METOOOS SISMICOS 209
p G
(1)
B (2)
Fig. IV-17
ct=arc tg ~
o
Q :
1
º.._____._~-.~~~~~~~~~~~~~~ X
p s '
:R G1 GJ
lj /: 1
// / 1
/
I
I
!
;
:
'
1
1
'h
1' i/ 1
1
/
/
/
Vo
V1 Vo V¡
Fig. IV-18
PG 1 PG 2 x ..
Yo =ti= t,= ... =t' siendo t 1 , t 2 ..., etc.
sen i V0 .
sen 90°= V1 sen 1 = -Vo
V,
El recorrido a un geófono Gx será:
PB + BBx + BxGx = 2 PB + BBx, ya que PB =Bx Gx
PB=CoSi=
h
n h
V1
.= yy2-y2
h V1
1 o
Vo
V1
ssx =x - 2 ps = x - 2 htgi =x - 2 h -v-~~~ = x
V1
Vo V1 Vo V V1 - V5 V 1 V 1 V V1 - V5 V V1 - V5 V o
t=
2h YV21 -V2o+-
X
V{Vo V1
ya que la primera onda refractada que puede llegar es aquella en la que el reco-
rrido BBx por el contacto es nulo, incidiendo con un ángulo i y reflejándose
en dicho contacto. De la anterior fórmula se deduce la profundidad en el punto
crítico:
En el caso propuesto las ondas reflejadas llegarían siempre más tarde que las
ondas superficiales, ya que su gráfica (0,N 1 ) se mantiene siempre por encima
de la gráfica de éstas (OM) . En la realidad no sucede así, como veremos a su tiem-
po, ya que la velocidad de la onda directa es muy baja, debido a que su recorrido
lo hace por la capa de alteración superficial o weathering que cubre siempre la
212 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
capa consolidada, en donde las velocidades son mucho mayores; por otra parte,
los efectos de la onda directa se eliminan con filtros adecuados.
En refracción se estudian fundamentalmente las primeras llegadas; las primeras
de todas serán las debidas a la onda directa a través de la zona consolidada, ya que
la capa de baja velocidad es tan lenta y las distancias utilizadas tan grandes que la
onda directa por la superficie del medio de baja velocidad no se advierte.
~
4) Prospección sísmica. Con los datos de los estudios anterior~seeligen las
.......
---
áreas que presentan mayor interés; hecho esto, se puede proceder asu estudio
por los métodos sísmicos.
La prospección sísmica se lleva a cabo de una manera sistemática, trazando pri·
meramente unas líneas de reconocimiento general que luego se vaneompletando
con las líneas de detalle correspondientes.
~
Como norma general se suele emplear el método sísmico de refle,.1ón,yaque es
mucho más preciso, cómodo y fádl de interpretar que el sísmico de refracción.
-
-
--
No obstante, en zonas particulares (en donde, por ejemplo, el súmico de refle-
xión no proporciona buenas reflexiones, o en zonas dudosas) se utiliz.?también el ~
sísmico de refracción. A este respecto digamos que modernamente¡e viene em·
pleando cada vez más el método sísmico de refracción, si bien el gmeso de la .........
prospección sísmica se realiza por reflexión.
5) El paso final de la prospección petrolífera, antes de iniciar lacampaña de
sondeos exploratorios, es la interpretación de todos los datos obtenidos anterior-
mente de manera que encajen lo mejor posible uno con otros. P_?r ello b interpre-
--
~
.....
-.::=:. . . .
tación o interpretaciones finales debe realizarlas un geofísico geológico.
b) Papel de los métodos sísmicos en la prospección minera.-El empleo de,los
a ~
par-
métodos sísmicos en la prospección minera está normalmente limitado acasos
ticulares, ya que las condiciones del yacimiento generalmente impmihilitan su lo-
calización por dichos métodos. La explicación es sencilla, ya que la utilización
/
----
~
con éxito de los métodos sísmicos supone dos condiciones fundamentales:
1) Regiones de tectónica tranquila, con superficies de cont.acto planas o ~
casi planas.
_-..,
2) Existencia de contrastes de velocidad entre los sucesivos medimdelrubsuelo.
De estas dos condiciones, la primera no se suele cumplir casi nuncaenprospec· -~-
cióu minera.
Por ello los métodos sísmicos serán útiles generalmente en la prospección de ~-~
212 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
capa consolidada, en donde las velocidades son mucho mayores; por otra parte,
los efectos de la onda directa se eliminan con filtros adecuados.
En refracción se estudian fundamentalmente las primeras llegadas; las primeras
de todas serán las debidas a la onda directa a l'ravés de la zona consolidada, ya que
la capa de baja velocidad es tan lenta y las distancias utilizadas tan grandes que la
onda directa por la superficie del medio de baja velocidad no se advierte.
":::=.-_-_..Jf
-- ---
1
to 1
1
a 1
X
º1
o A B e o E
Fig. IV-19
1 J .-.,. .--
da. La velocidad con que aparenta transmitirse la onda G y G' será W =~~;ahora
bien, realmente, el frente de ondas se desplaza de L a G' en el tiempo At con la
velocidad superficial V 0 , de donde~~= V 0 , pero como As= Ax sen 0 0 , se obtiene
W=Ax= As V0 W > V0
At sen0 0 At=sen0 0
rá:
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 219
T1a(I)
A o
A o
Fig. IV-21
X . Z1 cos i1
Tax = Vo sen (1 1 -a 1 ) +2 Vo (a)
Como vemos (a) y (b) representan las ecuaciones de dos rectas. A•1ora bien,
220 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
V _ Vo
1 ª-sen(i1+cx1l [2]
1( V0
cx 1 =2 are· sen V
Id
- Vo]
are· sen -V
Ja
[4)
V1a V Id
o también V1 = 2 V + V eos a 1 deducida de [ 1 ], [2] y [5]; para hallar las
la Id ...
distancias Z 1 y z 1 basta en las ecuaciones (a) y (b) poner x =O, con lo que obten-
dremos los tiempos T la m y Tld CI) que son los interceptados por las dromocronas
en los orígenes correspondientes A y D:
Z¡ .
T1dCi> =v 0 2eos1 1
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 221
de donde:
Z =
1
T 1a(1) • Vo y z
1
=T1dc1i · Vo
2 cos Í¡ 2 cos Í¡
Fig. IV-22
Tomemos (fig IV -22) dos rectas paralelas separadas una distancia igual a V0 to-
mada a cualquier escala y desde un punto cualquiera A de una de ellas, tomado
como centro, describamos dos arcos de circunferencia con radios AB =V td y
AD= V Ja tomados a la misma escala de V 0, que cortarán a la otra en los puntos
B y D. Trazando la bisectriz AC del ángulo BAO tendremos: AC =V 1 , CAC' = i 1
y BAC =CAD =a 1 •
Como puede observarse no hemos hecho más que resolver gráficamente las fór-
mulas que dan i 1 ,a1 y V 1 , ya c¡tt<' de la figura se deduce:
V 0 =sen -BAB'; luego -BAB' = i
-V +a1
1
Id
0
-V =sen -DAD'; luego -DAD'= i 1 -a 1
V1a
222 TRATADO DE GEOF1S1CA APLICADA
~
1--- ---....
y análogamente hallando la semidiferencia:
Asimismo!
ce· .
CA =sen •1;
Vo
CA= sen
.
11 ; luego CA = V 1
o 1
1
1
1
o'
1 1
1
1 1
G' ;H 'D
L
--~
u' ....
~
Vo
N s e
V1
Fig. IV-23
CAP. lV .· METODOS SISMICOS 223
Con esta simplificación es muy fácil calcular el salto AC, tomado normahnente
al estrato.
Yo
y como sen i = V , queda:
1
v ViV~
1-
n
CB ~ = --"oo=--
.,. .
JV-4.7. Caso de dos refractores
Si disparamos en A y F y calcularnos los tiem pos de llegada del rayo refracta-
do por el sef:!:undo rstralo CD a 1111 pun lo cualquirra x tif AF (fig. IV -24), de
una manera análoga a la anterior, ll~ariamos a las ;;iguil'ntes fórmulas:
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 225
-------
Tld(I)
Ffg. IV-24
dx Vo
--=
d T 2a sen (f321 -a1) = V2a
[2)
dx Vo
--= =V2d
d T2d sen (a21 +a¡)
y de (2) deducimos:
Vo
{321 =are sen -V + a 1
2a
y, por tanto, conocemos a21 y (321 ; por lo que a partir de (3) tendremos:
De la figura se deduce:
.
12 =
'Y21 + 021 =angulo
• .
límite del 2
o
estrato
2
V1 .
V2 = - - . =velocidad real del 2° estrato
sen 12
1 [ COS(a'21-a2+CX1) ]
H1 = cos cx 2 z, cos cx21 + Zn
Z22 + AA 1 Z1
ya que H 2 = cosa ; AA 1 = AB cos (a21 - a 2 + a 1) y AB = cos a , y análoga-
2 21
menle para h 2.
De análoga manera se deducirían las fórmulas para cualquier número de
refractores.
"..,....-:.::-::.:·---
:· --_
--_-_-·_·v_2_a-""1 Tza
o O'
Fig. IV-25
según el tiro sea ascendente o descendente por las f 6rmulas que vimos en el párra-
fo anterior, por lo que T 1• <•> == T;d (ll = OM.
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 229
Fig. IV-26
Ffg. IV-27
crona que se obtendría desde un punto de tiro intermedio cualquiera 0 1 sin nece-
sidad de efectuar el disparo. En efecto, según se ve en la figura bastará levantar por
el punto elegido O 1 la vertical O 1 T; sea T el punto en que corta a FG. Por el prin-
cipio de reciprocidad O1 T = O'E', con lo que encontramos el tiempo interceptado
en O' bastará desplazar la curva DE (en este caso recta) paralelamente hasta E',
trazando por 0 1 la paralela a OD se obtendrá la dromocrona 0 1 HE' buscada.
Este principio permite reconstruir la dromocrona OLABC, que se obtendría
entre dos puntos lejanos ·o y 0 2 sin necesidad de disparar a grandes distancias
oo; (siempre, claro es, que se siga el mismo refractor) por medio de explosiones
registradas a distancias parciales más pequeñas 00', 0 10j y 0 2 02 ,tal como mues-
tra la figura IV -28.
Los trozos AB y BC serán, respectivamente, paralelos a A1 8 1 y a B2 C2 •
Hay que hacer notar que, si bien para comodidad en la exposición hemos su-
puesto los refractores planos y de pendientes constantes, esto no ocurre en la
realidad; por lo que si los refractores manifiestan la concavidad hacia arriba,
las ondas refractadas viajarán por la superficie del refractor para distancias cortas
mientras que para los registros efectuados a largas distancias los recorridos serán
más breves por dentro del refractor que por su superficie (fig. JV-29); por ello,
el principio del paralelismo ya no sería rigurosamente exacto, aunque a fines_
prácticos de interpretación se consideró que lo sea.
Fig. IV-28
Si definimos los tiempos de retraso, como la diferencia entre los tiempos de los
recorridos PA o (GB) y su proyección horizontal aproximada P'A o (BG').
tenemos:
Dp - t -t -
h h tg i h [ 1 sen i ]
------ - --- -
- PA P' A - Vo cos i V1 - cos j Vo V1 -
h 1 Vo]
Vi h . h .
=cos i [ V0 - V1 = V0 cos i cos2 1 = V 0 cos 1
Es decir:
h cos i ' hg cos i
Op <==< --v-;;- y análogamente De; = V
0
P - - - - - - - - - X - - - - - - -... G
L---------------
A' V¡
-------- B G'
-Fig. IV-30
p r-------------------.º
------ -~----~
r-------=:...::b - - -- - =:::
N
-- M
Fig. IV-31
X h COS i hg COS j
t-y i __V_o_= _v_o_
h cos i]
V0
hg :::: cos i
[
t -v.x -v;-
y podremos situar h9 bajo el punto S (fig. IV-32) tal que se verifique (3).
Procediendo de la misma manera desde el
s G
punto de explosión conjugado (G en las figu-
ras IV-30 y IV-31) obtendremos una nueva
gráfica de profundidades. La media de las
dos dará una representación tanto más apro-
ximada del estrato cuanto más suave sea su
marcha. En general, este método es bastante
preciso cuando las pendfontes no superan los
Fig. IV-32 10°.
El método es muy útil cuando se realiza una línea de refracción partiendo
de un sondeo, ya que, conocida la profundidad del estrato refractor que interesa
y su velocidad V 1 , basta, en teoría, cüsparar solamente en un sentido para hallar
la marcha del mismo supuesta, naturalmente , conocida V 0.
b) Método de los frentes de onda.-El método se basa en lo siguiente: Sea un
refractor CD y dos puntos de tiro A y Ben superficie; sea E un punto cualquiera
del refractor y M y L los puntos de emergencia correspondiente a E, según se dis-
pare en A o en B (fig. IV-33).
El tiempo de refracción desde A a M será:
tAM =tAc+ tcE + 1:eM1
y análogamente el tiempo de B a L:
taL ==tao + toE + teL
El tiempo total:
o O'
A L M B
Fig. IV-33
l
''
1 ¡
'
1
1 '
1
.
1
1
1 ¡'
!tR ¡1M
i 1
Fig. IV-34
las distancias 0:• ~: etc. Uniendo los puntos e de iguales tiempos obtendremos
los frentes de onda correspondientes a dichos tiempos. En el caso considerado
serán rectas perpendiculares a los sucesivos rayos emergentes y, por tanto,
paralelas entre sí.
Haciendo lo mismo para el tiro desde B obtendremos la otra serie de frentes
de onda.
Suponiendo trazados los frentes de onda tales como en la figura IV -35, a los
que les hemos dado una numeración arbitraria de tiempos a fines meramente
..
Fig. IV-35
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 237
Vo
de la que se deduce el valor ea' ya que sen ea = w a
T 1
1
1
.'
1
1
'
1
:
1
1 ''
1
1 t¡ : t2
'
1
1
1
1
1 't
' ''
'' 1'
Fig. IV-36
238 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
En general no se halla el valor de Wa cada dos punto.s, sino que se procura aislar
trozos de dromocronas rectos, o sea, de velocidad w. constante y :;e procede de
esta manera para cada trozo.
El estudio de las leyes de propagación de la velocidad de la onda sísmica en pro-
fundidad lo veremos más adelantado en el método de reflexión, con lo que
quedarán suficientemente aclarados estos conceptos.
El método de interpretación por frentes de onda proporciona una representa·
ción muy aproximada del refractor y, aunque es un poco lento, merece la pena em·
plearlo por su gran precisión.
\ 1
\ : '
\ 1
'
\ ! \\
\
\ 1
1
1
\ \ ,f \ 1
, , ____ ...- \ 1
Fig. IV-37
'
A) Equipos de campo
1) Equipo topográfico.-Su m1swn es el levantamiento taquimétrico de los
perfiles que se van a estudiar. El equipo incluye un topógrafo y dos o tres peones
y se desplaza sobre un vehículo ligero todo terreno.
2) Equipo de perforación.- Su misión es perforar los pozos en cuyo fondo se
ha de disparar la carga explosiva. Se compone de una o dos sondas montadas so-
bre un camión, uno o dos camiones cisterna y el personal correspondiente (para
cada sonda un mecánico-sondista, un ayudante y un peón, así como un conduc-
tor para cada camión cisterna).
3) Equipo de registro.-Su misión es obtener los registros sísmicos (o sismo-
gramas) de cada uno de los perfiles que sitúa el equipo topográfico. Se compone
de un aparato registrador montado sobre camión, un camión de explosivos,
un camión cisterna y un vehículo ligero todo terreno. El personal es el siguiente:
un observador y un ayudante, un dinamitero y un ayudante, un conductor y de
cuatro a ocho peones.
Este equipo se ocupa de colocar los geófonos a lo largo del perfil, así como del
tendido de cables que los unen al aparato registrador. Una vez efectuado todo es-
to, el observador da la señal (por radio) al dinamitero y se procede al disparo
de la carga y registro del perfil.
B) Equipo de gabinete
El equipo de oficina suele constar de un jefe de equipo, un ayudante, un cal-
culador y un delineante.
240 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
1- Perfil I '· 2¡
---'---...¡.
~4
23. ..~J---3
¡ , -·I
--"-- 2'
24
1
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1
1
1
1
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'
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O v-~~-~~.l....-~~-~--=-1-~~-----'0
1
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~2--- - · -
0...Q-....O...-"-.ll.......C.....ü-.q_A_~~~~-;ª----~~---::i.--
o•
Fig. IV-39
aumentando las cargas progresivamente) en los que por lo común no será la pri-
mera fase de la onda refractada Ja que se registre, sino alguna de las fases sucesi-
vas. Esto no presenta gran dificultad, ya que como todos los perfiles tienen dos
geófonos comunes se pueden referir perfectamente los tiempos al mismo origen
común.
En prospección petrolífera, los perfiles suelen tener longitudes del orden de
unos dos kilómetros, y los geófonos (en general veinticuatro) se suelen separar
con distancias que oscilan de 100 a ·300 metros, dependiendo del detalle que se
quiera obtener.
Las cargas empleadas son, en condiciones normales, del orden de 25 a 50 kilo-
gramos de explosivos por kilómetros de línea investigada. Conforme se registra
a mayores distancias las cargas empleadas son cada vez mayores, llegando incluso
a cargas del orden de miles de kilogramos de explosivos, lo que hace encarecer
mucho el método.
Como término medio se pueden registrar diariamente, en los dos sentidos de
dos a cuatro kilómetros de línea.
Debido a los largos recorridos de los rayos refractados las frecuencias altas y
medias se atenúan, con lo que prácticamente sólo lleg•m a la superficie las frecuen-
cias bajas. Por ello se emplean geófonos de baja frecuencia (de 1 a 8 c.p.s.)
Generalmente sólo se emplea un geófono por traza, aunque en alguna ocasión
se utilizan varios, conectados en serie, situándolos sobre una alineación perpen-
dicular al perfil y simétricamente colocados respecto al mismo.
El equipo de registro es prácticamente el mismo que el empleado en reflexión,
que describiremos al final de los métodos sísmicos en el apartado dedicado a ins-
trumentos.
Hay que advertir que, como se registra a grandes distancias del punto de dispa-
ro, la comunicación entre el dinamitero (que realiza el disparo) y el observador
(que registra el sismograma) se efectúa por radio. El momento de explosión se
transmite, asimismo, por radio.
Cuando se va a registrar una linea desde dos puntos de explosión conjugados
es buena práctica situar una sonda y una radio en cada punto de disparo; una
tercera radio va con el equipo de registro. Una vez dispuesta la línea de geófonos
en el perfil correspondiente, el observador se pone en contacto con el equipo
situado en el primer punto de explosión y se efectúa el disparo; una vez registrado
y comprobado el sismograma resultante se pone en comunicación con el equipo
situado en el otro punto de explosión y se procede al registro coujugado. Después
se cambia el perfil de posición y se procede de forma análoga. De esta manerll se
ahorra bastante tiempo y se aumenta la producción diaria de registros.
Para economizar explosivo se puede recurrir al principio del paralelismo, efec-
tuando los tiros a distancias más pequeñas y corriendo sucesivamente los puntos
de tiro en la dirección de la línea¡ la distancia del punto de tiro al perfil se
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 243
mantiene constante; sin embargo, este sistema hay que áplicarlo con cierta caute·
la, asegurándose de que se sigue el mismo refractor y no otro más superficial. Este
sistema de tiros a distancia constante es el único a emplear cuando se quiere se-
guir un determinado refractor intermedio de una sección sísmica; la distancia
de tiro vendrá fijada por los perfiles de prueba que se habrán realizado con obje-
to de determinarla.
La interpretación se suele hacer por cualquiera de los métodos que hemos indi·
cado anteriormente. El método de interpretación por frentes de onda es el más
exacto y, por ello, el que se debería utilizar. En general, sin embargo, convendrá
hacer una primera interpretación aplicando las fórmulas correspondientes al nú-
mero de refractores presentes y luego aplicar un método de interpretación por
frentes de onda. Procediendo de esta manera se obtiene primeramente la marcha
general de los refractores y, luego, el detalle de los mismos.
Respecto al empleo del método de interpretación por frentes de onda hay que
advertir que se puede utilizar para cualquier número de refractores, por ello hay
que aplicarlo progresivamente. Supongamos, por ejemplo, el caso de la figura IV-39
(dos refractores); en este caso calcularíamos primeramente por el método de
los frentes de onda el primer refractor EG. Luego reduciríamos los tiempos
registrados de la dromocrona OA'B' Oí, a los que se hubieran observado si
hubiéramos disparado en E y registrado a lo largo del primer refractor EG,
haciendo la reducción para cada uno de los geófonos en función de los recorridos
correspondientes; obtenida la nueva dromocrona, se procedería a su interpretación
por el método anteriormente expuesto. El sistema es laborioso, pero sus resultados
pueden compensar con creces el trabajo.
Tiro en abanico.-Uno de los sistemas empleados en los comienzos de la pros-
pección sísmica por refracción era el tiro en abanico.
El tiro en abanico consiste sucintamente en disparar en un punto O y registrar
a lo largo de un arco con centro en dicho punto, tal como indica la fig. IV-40.
Comparando los tiempos registrados con
los de una gráfica tiempo-distancia, registrada
en un lugar próximo, en donde se sabía que las
condiciones superficiales eran normales, se lle-
gaba a detectar la presencia de domos de sal,
pues ésta, por su mayor velocidad, hacía que
los tiempos registrarlos fueran mucho meno·
res que los registrados en condiciones nor-
males.
Un sc·gundo disparo en abanico, dispuesto
de modo que los rayos fuesen, aproximada-
mente perpendiculares a los anteriores, has- o a::;.;,_._ _ _ _ _ _ _ ___. ª5
tará para determinar, a grandes rasgos, la si- Fig. IV-40
tuación del domo de sal.
244 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
me rocoso y los terrenos poco consolidados que lo cubren, el empleo del método
de refracción es casi obligado.
En estos trabajos se emplean aparatos registradores portátiles de pocos canales;
algunos de los que existen en el mercado actualmente tienen un solo canal (es
decir, un circuito para un ge6fono solamente) y en ellos la onda sísmica se produ-
ce por el golpe de un martillo. Este tipo de aparatos puede detectar ondas re-
fractadas hasta de unos 50 m de profundidad.
Las únicas características específicas de los aparatos de refracción empleados
en prospecciones muy superficiales son: 1) Trabajan con frecuencias altas (de
100 a 200 c.p.s., aproximadamente). 2) La velocidad del papel fotográfico en que
se imprime el sismograma es grande, con objeto de conservar la precisión en las
lecturas de los tiempos.
Como final del método sísmico de refracción estudiaremos las reducciones
al datum.
___ M
Vo
---- --------- ~'-- ---S
Datum
_J_ -----
e V¡ o
Fig. IV-41
ahora bien:
jlliijifi'I 1 1 1 1 1 1 1 1
o 1 2 3 4 s 6 7 8 9
'
Momento de explosl6n
Primeras llegadas lª refl ex16n 2ª refle?'lón
o 1 os impulsos refractados
Fig. IV-42
no se hicieron registros con más geófonos no fue posible reconocer los impulsos
reflejados, una de cuyas características más importantes es la que acabamos de in-
dicar: la alineación de sus fases.
En los siguientes capítulos consideraremos, para comodidad en la exposición,
que disparamos y registramos en un plano horizontal y que no existe la capa
meteorizada. Más adelante estudiaremos como se reduce el caso general a
este.
Cuando se practica el método de reflexión en cuencas sedimentarias de gran
espesor es frecuente recibir impulsos reflejados o reflexiones que provienen
de hasta siete u ocho kilómetros de profundidad, es decir, que el método de re-
flexjón puede dar información útil a cualquier profundidad y con la misma pre-
cisión prácticamente para todas las profundidades. En esto se diferencia de los
restantes métodos geofísicos, en los que la precisión disminuye notablemente
con la profundidad.
La precisión con que el método de reflexión sitúa los diversos estratos o con-
tactos en profundidad sólo es comparable con la de los sondeos mecánicos. En
zonas en donde se conoce la velocidad de propagación de las ondas sísmicas el
error en la determinación de la profundidad puede ser incluso de un 23.
El método de reflexión es un método muy preciso, pero caro. Por eso se sueleñ
delimitar con magnético y gravimétrico las zonas mejores. Pero el sísmico de
reflexión se ha hecho imprescindible para el petróleo.
F.s importante indicar que este método sísmico, aunque es un arma poderosa
en la exploración geofísica, tiene algunas limitaciones. La más importante es que
es prácticamente inútil para prospectar zonas de fuertes pendientes. En general_se,,
considera que es bueno cuando las pendientes de los contactos son inferiores a
30º. Pero en todo caso nos aclara importantes problemas.
Como ya hemos indicado anteriormente, el método de reflexjón mide los
tiempos de llegada de las ondas reflejadas a unos detectores superficiales situados
a distanci.as conocidas. En función de estos tiempos y estas distancias se puede
llegar a obtener un corte o sección del terreno que indica la marcha estructural
de las distintas formaciones existentes en la zona investigada.
IV-7.2. Generalidades
Breve idea previa de un sistema de registro empleado.-El circuito básico de re-
gistro o canal de registro se compone para cada traza, del sistema Geófono-Ampli-
ficador-Galvanómetro.
El geófono o sismómetro es un detector que convierte el movimiento del suelo
en una pequeña f.e.m. inducida, que da lugar a una corriente que circula desde él
al aparato registrador (al que va urúdo por un cable), en donde se encuentran el
amplificador y el galvanómetro.
El amplificador sirve para amplificar la pequeña sefl.alrecibida al nivel deseado.
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 249
1 11 o 14 24 12 o 13 24
o 12-13 24
J .'
'
1
!' o'
1
'
b
Fig. fV.45 Fig. IV-46
Perfil 3
p P,
\ /f' /fí' ¡f, /
\
\
I , \
/ !\ f
/ ¡' \ \ I
: 1\ \ /
(
\ / \1
I
/
1
j
\
\
\ I
/
,'
\
\
'
//
\
\ '
I
/ . \ / \ /
\ ,' \/ ! \/ \/
'"-v---''-,,-'..___,__,
1, 12 13
Fig. IV-48
Perfil J inverso
Perfil 1 normal
-----"'--v----'..____,,._.,
1 12 12
Fig. IV-49
252 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
tinuo consiste en cubrir el subsuelo de una manera continua, pl\l'a lo cual se pro-
cede como se indica en las figuras, manteniendo constante, como es usual, la
longitud del perfil.
En la figura IV-48 utilizamos el sistema de tiro central; para obtener una cober-
tura continua del subsuelo se procede de la manera siguiente: si P1 es el primer
pozo, el perfil será PP2 , registrándose las lle.gadas correspondientes al trozo de
estrato 1 1 ; para cubrir el estrato de una manera continua deberemos disparar
en P2 , con lo que el perfil siguiente será P 1 P3 , es decir, tendremos que ir solamen-
te solapando sucesivamente la mitad del perfil de un pozo a otro.
En la figura IV-49 utilizamos el sistema de tiro lateral; para obtener una cober-
tura continua del subsuelo procederemos de la manera siguiente: disparamos en P
y registramos el perfil PP 2 correspondiente al pozo de estrato 1; pasamos al punto
de explosión siguiente P2 y registramos el mismo perfil, pero en sentido contrario
P2 P, con lo que obtendremos el trozo de estrato 12 • Lue.go volvemos a disparar
en P2 , pero colocamos la línea de geófonos en P2 P4 , con lo que registramos el tro-
zo 12., y así sucesivamente. De esta manera, para una misma longitud de perfil
en los sistemas de tiro, el número de pozos será, para el sistema de tiro lateral,
la mitad que para el sistema de tiro central; ya que en cada pozo de la fig IV-49
hemos disparado dos veces (es decir, en ambos sentidos).
Tiro en el centro de una cruz.-Otro sistema de tiro que se emplea, sobre todo
en zonas urbanas o industriales en las que el número de pozos ha de ser forzosa:
mente limitado y dispuestos según lo permiten las circunstancias, es el tiro en el
centro de una cruz.
24 El tiro en el centro de una cruz consiste
en la disposición que esquemáticamente in-
dicamos en la figura IV-50. Se disponen
dos perfiles perpendiculares y se dispara en
su centro O. Cuando sólo se puede efectuar
o un disparo se aprovechan las 24 trazas
1 1-------+------112 disponiendo 12 en un perfil y 12 en el otro,
con lo que con un solo tiro se registra en
dos direcciones perpendiculares, lo que:per-
mite, como veremos más adelante, obtener
información sobre la máxima pendiente de
los distintos estratos, partiendo de sus com-
13 ponentes en ambas direcciones.
Fig. IV-50 Si se consiguen identificar los reflejos
pertenecientes a un mismo horizonte se
puede tratar de esbozar, con los datos de profundidad y pendientes leídas, la
marcha tectónica del estrato y en condiciones muy favorables, incluso determinar
una estructura con este sistema.
Como hemos indicado anteriormente este sistema sólo se emplea cuando no
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 253
i?v\ h =..l..v'v 2 t 2 - x2
I
I 2
I
I
I
I
I Como conocemos V, x y t el problema está
I ~
I resuelto.
' I
'
1
1/
/
I Recordaremos que [ 1] es la ecuación de una
V 1hipérhola cuya asíntota, en el primer cuadrante,
Fig. IV-51
es la recta t = ~ ·
V
2) Reflector inclinado.-Sea P el punto de explosión y G un geófono cualquiera
del perfil. Sea P' el simétrico de P respecto del reflector r que está inclinado un án-
gulo con la horizontal (fig. IV-52).
P' será el punto de tiro imagina-
p X G rio, porque como PA = P' A todo
I
1\
\
resulta como si hubiésemos dispara-
h
I
I 1 \
• \
do en P' siguiendo el rayo el reco-
,'Bj \ rrido directo P' AG a la velocidad
1 . \ V
1 '\ constante V.
\
[2]
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 255
Vt 1 =2h 1
[4 J
V t2 = 2 h2
h2 - h 1
y sen(} =
L
_V t 2 -V t 1
de donde: sen (} - 2L [5]
v,
V5
R
Fig. IV-55
Si hacemos que el número de medios sea infinito, cada uno de ellos con un es-
pesor infinitamente pequeño, estaremos en el caso límite de una distribución con-
tinua de la velocidad con la profundidad y entonces el seno del ángulo 8, a una
profundidad cualquiera, estará dado por:
V
sen 8 = V sen 8 1
1
o
_!J- ---
--
\ 1
\ ~
V1 D.t \
-- - F
,.-- -------:
,e v= F (z) e reflector
Fíg. IV-56
' Fig. IV-57
u
AT - ÁX sen
- V1
e1 . sen
-
el -
ÁT
V 1 ÁX
sen el
llamemos a la constante~ = p, entonces de [6] sen e= p V y como el rayo re-
corre ds en el tiempo dt.
ds =V dt; dh =tg dh = e·
pV [7]
dz ' dz v' 1 _ (p y)2
1
•z p V dz H
H- --;::====- (8]
- o V 1 - (p V) 2 V¡
1
con dz =cos 8 y ds=V dt; dt= - - =
ds dz Vcose
1
= V de donde: ,
1
V 1 - (p V) 2 1
1
T- 2
-
·1·zo
dz
V V 1 - (p V) 2
[9]
1
1
1
ZI
,9
1
1
dZ L----- -
dS
dh
Por úllirno, para utilizar las fórmu las (8 J y í9 j necesitamos que la función velo·
cida<l-profundídad st'a continua, y por lanlo, integrable. Por todo ello SI' adoptan
fórmula<> dr la vt>locidad rn funrión de la profundidad clel tipo:
V= (V~ +a z) 1 /P [1 0]
260 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
:--------------º-----
,1
oI
-=~yt:::1.=:-~/f-
_8 ______ . . ___ ..--------- 1í 9\, ,,' ",'I
e
- Vo
a
, ,
,-{¡~/
, ,,;·' ,/
,,,.,," ,/
,,,./'' /'
,,"" /
, I
// /R
,, ,I
-------- ~
/
,'
,I
1
,,
dz 8
Fig. IV-59
,.
Si llamamos 8 al ángulo que forma AB con el eje Z, tendremos:
R d8 =ds; ds cos 8 = dz
de donde:
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 261
R= dz (12]
cos O dO
y sustituyendo en [ 12]
1 dz
R = P · dV y como dV = a dz
obtenemos finalmente :
1 Vo
R= -
pa= a sen 0 =constante
0
2 {x - a) dx + 2 ( z + ~0 ) dz =O
262 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
- (x - a) dz + ( z + ~0 ) dx =O
de donde:
dx dz
X -a=---v;; [15j
z+a-
V x2 + z2 + 2 Vao z
x2 + z 2 - 2 ax + 2 -ao z = O; a= 2x
o sea:
d (x2 + z2 ) dz
x2 + z2
L (x 2 + z2 ) = L( z + ~o) +Lk ..
k =constante de integración
o lo que es lo mismo:
x2 + z2 - k ( z+ ~o ) =O [ 16 I
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 263
Ecuación que demuestra que los frentes de onda son, asimismo, circunferencias
con centro en OZ (o sea, superficies esféricas considerando las tres dimensiones).
Se trata, pues, de dos haces de círculos ortogonales con centros en las rectas
Z =- a
Vo
y X = O, respectlvamente.
.
iz ~
La fórmula [9] se reduce a:
( z dz 2 2
To= 2 )o z Vo +a z =¡L(V 0 +a z) - ¡ L V0 o sea:
z= Vo (eªTo/2_1) [ 17]
a
Como la circunferencia [16] ha de pasar por el punto (o, z), siendo z el valor
[ 17 ], sustituyendo y poniendo T 0 =T = constante (ya que son frentes de onda),
tendremos:
~
a
(e•T/2 -1) 2 -k(Vo (eªT12 -1)+ Vo]=Q
a a
dedonde
Vo (eª~2·_ 1)2 .
k=ª eªT12 =~0 [eªT12 +e 1 T'2 -2]=2~º [chª2 T-1]
valor que sustituido en [16] da:
x2 + z2 -
a T- 1] z - 2 -V~
2 -Vo [ Ch -
a 2 a2
o lo que es lo mismo:
' aT
ICh--1) ]
2 vi (ch2 -
=-
aT aT aT )
- 2 Ch-+ 2 Ch-+ 1 =
\ 2 a2 2 2 2
2
-= ( ~o Sh a2T)
f 18]
264 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
V0
a
( Ch ª2T - 1) y radio r = V 0 Sh T
a 2
ª
Hallamos, por último, el ángulo:
De la figura IV-59 deducimos:
ds
R dO =ds pero dt =V
~J, ~=~
8
T=
a sen e a ( L tg 2!-Ltg!!J¿_)
2
ºº
o sea:
e e
2 tg 2 tg 2 e e
T=-L-;
a Oo
eªT
12
=--¡¡;; de donde tg 2 = eªT12 tg ; [19]
tg- tg-
2 2
siendo .1.T la diferencia de los tiempos centrales entre dos disparos consecutivos,
y x la longitud del perfil utilizado.
Por tanto, estaremos en condiciones de calcular la posición del elemento
reflejante en profundidad.
Resumiento, la posición del elemento reflejante vendrá dada (fig. IV-61) por:
r=-
Vo
aT
a s h2- (21) o - - - -·- -
---- ...-------
0'0
------------,- 1 1
'i :
I
ª
Vo
,/
~: )
/
8 0 = ar · sen ( V0 (22] I
,'
z /
tg ~= eaT/2 tg 80 [23] ''
2 2 I
/'
I
I '
siendo: /' M
I
V0 = velocidad inicial. I
Vo( ch 2
z = h + r cos 8 =a aT - 1
) +a
V0 sh 2
aT cos 8 [25]
Vo
-~~~~~~~~~--,k=--~~~~~~~--lL...-ªx
z
Fig. IV-62
A B
o e
Fig. IV-63
del equipo sísmico y entonces se investiga la zona con línea5 que se fijan precisa-
mente en función de su accesibilidad. Asimismo, hay ocasiones en que interesa
una producción alta de sismogramas y en estos casos muchas compañías realizan
su programa explorativo adaptándose a la red de carreteras o caminos de la
zona.
En fin, como puede deducirse de todo lo anterior, la elección del sistema de
prospección de una zona depende de factores que son función de la tectónica
regional, de la mayor o met1or accesibilidad de la zona y, asimismo, de factores
económicos.
La distancia entre líneas variará segúu las circunstancias y el carácter de la
prospección. En un principio la prospección será más bien de tipo de reconoci-
miento y las líneas podrán estar separadas por distancias del orden de unos diez
kilómetros. En un segundo tiempo interesará detallar las zonas más interesantes
del estudio anterior y las líneas se trazarán más cercanas, pudiendo llegar a distan-
cias del orden de unos dos kilómetros o menos. Esto en cuanto a las líneas
principales.
Luego, las líneas de enlace o transversales se establecen en función delas ante-
riores, enlazando los puntos más favorables de las principales para obtener un me-
jor detalle de la zona o estructura a delimitar.
Como norma general se debe tener presente que las líneas transversales deben
distribuirse de tal forma que produzcan siempre circuitos cerrados para poder com-
probar los cierres de los distintos horizontes que interesen.
Indiquemos, por último, que si en la zona hay sondeos profundos convendrá
enlazar dichos sondeos por medio de líneas que, a su vez, enlacen con las efectua-
das en la prospección para poder establecer la correlación entre los horizontes re-
velados por la sísmica y la estratigrafía de la cuenca establecida por los sondeos.
Ya indicamos anteriormente algunos criterios sobre la elección de la longitud
del perfil a utilizar y, asimismo, sobre las ventajas e inconvenientes de los distin-
tos sistemas de tiro a emplear. Como norma general insistamos en la conveniencia
de utilizar tiros centrales y de elegir, por razones económicas, la mayor longitud
del perfil compatible con las características tectónicas de la zona.
Antes de proceder a la exploración sísmica de una zona es necesario efectuar
una serie de ti.ros de prueba para establecer el sístema de tiro (central o lateral),
la longitud del perfil, la cantidad y distribución de la carga explosiva por perfil,
la profundidad de disparo, el sistema de registro, la ley de velocidad a emplear,
el espesor de la capa meteorizada y las velocidades tanto de esta como de la capa
consolidada.
\
270 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
tes a los mismos, así como las d1stanc1as horizontales correspondientes al pozo
de explosión y grupos de geófonos. (Como normalmente no varían la longitud
del perfil ro las distancias entre geóíonos, estos datos, siempre constante, no hará
falta indicarlos en los partes, que llevarán tan sólo el perfil topográfico y la situa-
ción del pozo de explosión respecto al perfil).
Misión del topógrafo es, asimismo, situar los perfiles y líneas sobre el mapa
topográfico. Se suelen emplear las hojas del Instituto geográfico y Catastral
a escala 1/50.000.
En caso en que no existan planos topográficos de la zona habría que hacer un
levantamiento topográfico previo de la misma.
2) Misión del equipo de perforación.-Su misión es perforar los pozos de explo-
sión señalados previamente por el equipo topográfico. La perforación suele ser
a rotación, con circulación de agua o de lodos y se efectúa con sondas montadas
sobre camión. Hay sondas que perforan sin agua, utilizando aire comprimido para
evacuar los detritus. En zonas difíciles de perforar por rotación se emplean sondas
a percusión.
La profundidad de los pozos la establece el observador en función de los regis-
tros que va efectuando a lo largo de la jornada.
El sondista entrega diariamente en la oficina un parte con la profundidad
de cada pozo y con las profundidades y naturaleza de los diversos terrenos cor-
tados.
3) Misión del equipo de registro.-Su misión es preparar los cables y disponer
los geófonos para poder registrar los perfiles. El observador es el que efectúa
el registro sismográfico y es, asimismo, el jefe de campo que dará, tanto al topó-
grafo como a los sondistas y al dinamitero, las órdenes e instrucciones necesarias
para el mejor registro de los sismogramas.
Una vez perforado un pozo el dinamitero procede a situar la carga explosiva
(en España generalmente dinamita-goma) en el fondo del pozo. Dicha carga vaco-
nectada eléctricamente al explosor. Mientras tanto, el equipo de registro sitúa
los geófonos en el perfil a registrar. El perfil de geófonos se conecta al aparato
registrador. Luego, el observador comprueba los circuitos (uno por traza, o sea,
en general 24), se pone en contacto telefónico (mediante una línea que se estable-
ce previamente) con el dinamitero y procede al disparo de la carga. Es interesante
hacer notar que el circuito explosor-carga se cierra a través del aparato registrador
al objeto de que el dinamitero produzca el disparo cuando el observador lo estime
converuente. Una vez registrado el sismograma procede al revelado fotográfico
del mismo.
En general, se efectúan dos o más explosiones por perfil, registrándolas con dis-
tintos filtros.
Indiquemos, por último, que los pozos de explosión se suelen atacar con agua
para que la energía de la explosión se propague mejor en profundidad.
\
272 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
A P¡
• Fig. IV-64
IV-10.2. Reflexiones
Qué son las reflexiones.-Cuando disparamos en un punto y registramos a lo
largo de unos geófonos situados sobre una línea recta, la energía reflejada será de-
tectada sucesivamente por cada uno de dichos geófonos. Por tanto, en el sismo-
grama resultante se observará que las trazas van mostrando sucesivamente, la mis-
ma amplitud y, aproximadamente, el mismo tiempo (creciendo éste de una manera
gaadual). Marcando Ja alineación de los picos o valles de las trazas sucesivas,
se obtiene una reflexión. El fundamento es muy simple: la energía reflejada va pa-
sando sucesivamente por los distintos geófonos, y como los elementos reflejantes
podemos considerarlos planos y la velocidad media constante, dicha energía apare-
cerá, por tanto ordenada en el sismograma y con características de amplitud, fre-
cuencia y forma de onda prácticamente iguales.
La e!'1ergía casual, debida a los disturbios superficiales, es difícil estadísticamen-
te que pueda llegar ordenada.
La reflexión es, por tanto, una energía ordenada y definida que se presenta en
el sismograma. Sin embargo, como no basta con esto para definir una reflexión,
veamos cómo se debe presentar a lo largo del sismograma.
Normal move-out, o desviación dinámica.-Es, por definición, la diferencia de
tiempos existente entre el geófono extremo de la alineación y el geófono central
cuando el estrato reflejando es horizontal.
Suponiendo el caso de velocidad constante, los rayos serán rectas y entonces,
en la figura IV-65, tendremos:
normal move out = N =T seA - T ses
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 277
ss2 = sc2 + x2
4
[ 1J s r -x---J
\ I •\
/A
Tse=~; Tsc=~ \
\\
:'\
I 1\
i
I \ •
\ / \
= T x = ~B; ~e =To
2 2 ,'
TseA Tses = '\ I
, \
\
,'
t
V\ / \ /
VT VT \ / \ 1 :
SB=--X; SC = --0 \ ' \ /
2 2 \ : \ 1 !
\ / \ ., I
' I \ I
y sustituyendo en [ 1): \ I \ I
v2T2
-T=-T v2T2 x2
+4;Tx=
VT~+v2; x2
\
\
d,
\
t
/ \ 1/
\
·~·
\ I
I
" C B
N= Tx-To =T 0 (V 1 + (Vx;
0
)2 -1) Fig. IV·65
[2)
• 1
H
' 1
-50mi/iseg. H -s ml/ise!J.
1
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¡I
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hl
1 1 1 1•1
1 \ 1 111
fll
: q 1 •
. Fig. IV-66
cie y el elemento reflejante considerado. Esta velocidad media irá, como es lógico,
aumentando con T 0 , por lo que de [2] deducimos que todavía disminuirá más rá-
pidamente N que en el ejemplo anterior.
Veamos ahora como influye la inclinación del reflector en el move-out.
Efecto de la inclinación del reflector sobre el move-out-El término move-out
se aplica generalmente a la diferencia de tiempos existentes entre dos trazas
del sismograma. En nuestro caso lo aplicaremos a la diferencia de tiempos existen-
te entre la semisuma de los tiempos de las trazas extremas y el tiempo central,
para compararlo con el normal move-out hallado anteriormente.
Sea un extendimiento DA de longitud 2x; S' es el simétrico de S respecto al
reflector ECB (fig. IV-67). Tracemos la circunferencia con centro en S y radio x.
Sea D'SA' perpendicular a SS'.
S'D' SS' S'D' + S'A' SS'
No= V - -y= 2V V C3 l
ya que
S'D'=S'A'
A T.,
I/ 1I +
,....1-..1 te1 ¡- tiempo extremo
I 1 ,.//
I 1 // /
t..2
I 1 / I
1 J.- Normal
To f-1 move-out=T81 -T0 ¡ ; -
¡ tl/'
t.i
- --
+ t,,2
2
1 1 I
\ 1 ! / t 0 = tiempo central
\ 1 //"'
\ 1 I/ Move-out = t,, 1 + t.2 -to
\1 V 2
~T.1 tez
Reflexión horizontal
Reflexión inclinada
Fig. IV-68
Por último, cuando se trabaja por el sistema de perfiles continuos, con cober-
tura continua del subsuelo, un tercer criterio muy importante es, asimismo, que
la reflexión estudiada se continue de registro a registro, ya que en general los hori-
zontes reflejantes presentaran buena continuidad a lo largo de toda la zona.
De esta manera, puestos los sismogramas en orden consecutivo, los horizontes re-
flejantes mostrarán la debida continuidad.
Otro criterio que enseña la práctica es el siguiente: las reflexiones corresponden
3 elementos reflejantes que siguen la estratificación del subsuelo y por ello se
agrupan en paquetes de reflexiones con, aproximadamente, la misma inclinación
(o sea, parecidos At), por lo que una reflexión, por ejemplo, positiva(+ .1t), que
aparezca entre un paquete de reflexiones, todas ellas negativas concordantes, de-
berá ser cuidadosamente estudiada antes de ser interpretada como tal.
Cuando los tiros son centrales (es decir, simétricos respecto al pozo de explo-
sión) el interpretador lee el tiempo central (trazas 12 y 13) y el Át (diferencia de
tiempos de las trazas extremas) para cada reflexión. Con estos datos, una vez
conocida la ley de velocidad, se puede representar en el subsuelo el elemento re-
flejante.
Punteado de las reflexiones.-Las reflexiones se puntean a trazos con un lápiz
blando, correspondiendo cada trazo a un valle o pico de cada traza. N aturahnente
se sigue siempre el mismo criterio para cada traza. Generalmente se puntea el pri-
mer valle definido del tren de ondas correspondientes a la reflexión.
Graduación de las reflexiones.-Las clistintas reflexiones de cada sismograma
se gradúan según la bondad de las mismas. Un sistema de graduación corriente es
el de clasificarlas en buenas (B), regulares (R), débiles (D) y muy débiles (MD),
según se presenten en el sismograma. Su graduación tiene la ventaja de que al pa-
sar las reflexiones a la sección final (es decir, al replantearlas en profundidad)
cada una pasa con su grado correspondiente, por lo que el interpretador podrá sa-
ber la calidad de los datos con que opera.
Efecto de la topografía sobre la forma de reflexiones.-Veamos como in-
fluye la topografía sobre la forma de las reflexiones. Supongamos (fig. IV-69)
\
\
\
\
.'
\ \ I I \
\ \ I 1' \:\\
\ ' / ; ,\\
\ \ I ¡' \ \'
' ' / ' ,\
\ ~' ,
\ \ '
/~
'
:
I
\ ,' \ ,•
\ / '., ,,'
'
\ I
1
11 r
Fig. IV-69
282 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
que registramos un perfil sísmico en una :t.ona accidentada, en donde para ma-
yor comodidad suponemos que no existe capa me teorizada.
Sea O el pozo de explosión. Si disparamos en O y registramos el perfil ALMNB
y comparamos la reflexión registrada con la que obtendríamos si hubiésemos re-
gistrado en el plano horizontal AL 1 M 1 N 1 8 1 fácilmente se ve que la reflexión de-
berá seguir, aproximadamente, las ondulaciones de la topografía, ya que de A a 0 1
vendrá retrasada, correspondiendo el máximo retraso al punto L, mientras que de
0 1 a N vendrá adelantada, correspondiendo el máximo adelanto aJ punto M.
Por ello si la reflexión correspondiente al registro en el plano P es la indicada
con la línea continua en la figura IV-70, la correspondiente al perfil topográfico
supuesto será la que esquemáticamente indicamos de trazos.
Efecto de la capa meteorizada.-Supongamos que registramos en una zona
horizontal, en donde hay variaciones notables en el espesor de la capa meteoriza-
da (fig. IV-71).
A B
1
1 A¡\
I \
I ' \
\
I
I \ ,' B¡
I \ ' /
\\ I'
I \ I / Vw(Vc
I
1
\
\ /
' /
1 /
\ /
\
\
'\
\
'I
I
.\'
'
I '
'l
Fig. IV-70 Fig. IV-71
f
.
•
~ ! l / \ I
\\ Í ¡ ••
¡ 1
\ /
J \
\
!
:
1
..
\
\ f
t '
\/
\
\ ,'
J
\,
_:¡___ ______\/
)/._ I'
; l
·~ '° --~---L-
\ I r'
--11.--------"--" -...L--
(a) (b) (e)
Fig. IV-73
~V\..
A un geófono cualquiera del perfil llegan el
,,/
- r /,'
rayo reflejado OAG y un rayo OLA 1 G que se
o\ \ ,, refleja sucesivamente en el contacto suelo-aire
\ \ // y en el reflector r. Esto provoca una segunda
\ \ //
\ \ / I reflexión ficticia cuya diferencia de tiempos
\
\
\
'
' ,'''
1,
con la verda<tera es, aproximadamente, igual a
'·\ \\
\
,' 1,'
J 2t0 L, es decir, al doble del tiempo up-hole,
\ \
/ ,'
I I (tiempo desde el fondo del pozo al geófono
'\ \\1I 1'
situado en la boca del pozo). A veces una
\ ,>~ /
\( \,' reflexión que se presenta con muchas fases
A A¡
es simplemente la combinación de la real y de
Fig. IV-74
la fantasma.
Cuando se trabaja en el mar se observan
múltiples debidas a ecos producidos entre el contacto agua-aire y el fondo marino.
.Estas pueden perturbar notablemente el registro.
Difracciones.-Cuando la energía sísmica que parte de un punto O llega a un
punto singular de discontinuidad, tal como A (fig. IV-75) (caso de una falla),
éste punto actúa como nueva fuente de ondas produciendo rayos directos difrac-
tados tales como los indicadores sobre el perfil registrado MN. Las ondas
producidas interfieren la energía reflejada y pueden confundirse con verdaderas
reflexiones. Ya es siempre posible diferenciarlas de ellas, pues el move-out de
una difracción es mucho mayor que el de una reflexión, a causa de que el origen
de la misma, A, está mucho más superficial que el punto imagen de la reflexión
correspondiente al mismo tiempo central (ya que éste es el simétrico de O respec-
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 285
M D N
Fig. IV-75
M o N
,\ \. \,
\ \
,A
'11 \' /
,
\."~ \ \ /11 ~\ :
·,,. \ '\\ \\ /~'? \'\~ \ ¡ /
,l,' / ¡ ,'
\ '. Y.' / ,' \\ : /
\ \; '/ I ', \ ,' ,'
_ _ _ _ _\ _,._..._.
/ /'/ \\ \ \ /, II
\ \ I I
\ \,' /
\ 'f\ /
' ' \ I
\,' \ ,'
Fig. IV-76
6pi1 meteorizetle
C11pe consolidada
----------- - -- ______y_i;,_ __ _
O¡
Rel/ecfor
Fig. 1'!·77
288 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
e A'
B B'
A e•
o e B A
F.ig. IV-78
o
.\1
I
I
G
\ 1
I
\
.
;
1 I
I
,,
1
I
L M
Fig; íV-79
Es necesario situar los geófonos G 1 , G2 ... muy cerca del punto del disparo O pa·
290 TRATADO DE GEOFISICAAPLICADA
ra evitar que lleguen antes los recorridos OLMG refractados por el contacto capa
meteorizada-capa consolidada.
Determinación de la velocidad Ve de la capa consolidada.-En realidad lo que
determinamos es la velocidad de la parte más alta de la capa consolidada, ya que,
como sabemos, la velocidad varía con la profundidad.
Se determina por los mismos procedimientos indicados anteriormente, sólo
que variando las profundidades y distancias.
1) Por sucesivos disparos en un pozo perforado previamente dentro de la capa
consolidada, registrando los tiempos de llegada a un geófono situado en la boca
del pozo (tiempos up-hole) (Fig. IV-80).
A
o e B A
Fig. IV-80
o G¡ G2 G3
I
\ I 1
1
I
1
1 1
1
,I 1
~
1 1
1 1 1
v, I 1
'
1
1 1
1 1
1
I
I 1 1 1
1 1
\ I
1 1 1
1 •
1
1
1
1 1
\ ,
1
1
,
1
1
1
1
1 :t1
'
1
: t2
1
1
:t3
1
1
A Ve B e D o G¡ G2 G3
Fig. IV·81
podremos escribir:
292 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
p p
p v, v,
A
~-+--++-----'-~~~- ------ ----------- A¡
A
O¡
o o t uh
Fig. IV·82
eP p - eP
tuh = tPA + tAo =Vs + -V-
e
t
un
- -p
Ve
= eP ( - 1 - - 1 ) de donde
Vs Ve
[1]
p----- D ----- G
o
Fig. IV-83
-
V 0 2 + (p - e )2
9
e
+ -V9
t9 - V
e s
Y entonces resultará:
(2)
[3]
p G
Disparamos en O y registramos en G. El
p
problema consiste en reducir el tiempo leí-
-----
o 1
--~--
Qp O¡\
G• 1
____ 7___::'_
/G¡
I ,.,_
__
V
"..__0atum
do toLG = t 9 al que se tendría (t01 , tG 1 ) si
hubiéramos disparado y registrado en el Da-
tum; es decir, en los puntos 0 1 y G 1 •
'\ ,
\
1
1
--4-----'-
I
-- --- ------
\
' ,
I
I
I
1 1QO
Nivel del mar
Aclaremos de antemano, que como las
profundidades de lm: reflectores son muy
grandes comparadas con las distancias su-
'1 I1
perficiales PG, y la pendiente de r no muy
I
1
' grande, los recorridos 00 1 y GG 1 serán
' prácticamente verticales (favorecidos, ade-
'11 1I' más, por la curvatura del rayo y por la p re·
,,
1 I
1' sencia de la capa meteorizada bajo G).
L
" Consideraremos, pues, dichos recorridos
verticales y los puntos O 1 y G 1 como los
Fig. IV-84 O y G proyectados sobre el Datum.
Con esta simplificación es muy sencillo el cálculo de las reducciones al
Datum.
Llamando Üp OG y 0 0 a las cotas de P, G y del Datum respecto al nivel del
mar y e9 al espesor de la capa meteorizada bajo el geófono G, siendo:
Tiempo bruto T oLG = T9
Tiempo reducido al Datum, T01 LGi = T~
podremos poner:
T~ = T9 - tiempo 00 1 - tiempo GG'G 1
quedará finalmente:
T' =T -
o P -o0 -p
g 9 Ve (4]
Esta reducción no se suele hacer para todas las trazas del sismograma, sino so-
lamente para las trazas que interesen. En disparos centrales se hacen solamente pa-
ra las trazas 12-13 (pues el tiempo central interesa para situar los elementos
reflejantes en profundidad); se podría hacer asimismo para las extremas, pero
como no suelen interesar por separado, sino solo su diferencia Llt' (que indicará
en tiempos la pendiente del estrato), se calcula la llamada corrección diferencial
de weathering (D,W,C). Conservamos el término inglés (Diferential Weathering
Correction) por ser llam ada así generalmente.
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 295
L M
Fig. IV·BS
La pendiente real en tiempos At' será la que obtendríamos restando las dos ex-
presiones [4] relativas a los geófonos l y 14 es decir:
,_ Á ei - e24 _ e1 - e 24 + 0 1 - 0 24
Át- t+ Vs Ve Ve
A = A ei - e24 ( 1 - V s ) 01 - 024
'"'t '"'t + Vs Ve + Ve
Ahora bien, como e 1 ~ e24 = te1 - t 824 ; es decir, la diferencia de los tiempos de
s·
los recorridos bajo la capa meteorizada en G 1 y G24 , podremos poner (fig. IV-85).
296 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
tgl : ti - tOLA
Perlll 2 3 4 5 6
Fig. IV-86
En este apartado trataremos de los díversos métodos que se emplean para deter-
minar la ley de propagación de Ja velocidad de la onda sísmica en la zona en que
se realiza la prospección.
Tres son los procedimientos más empleados para esta determinación: el prime-
ro de ellos es indirecto y consiste en llegar a la velocidad media partiendo de las
medidas de tiempos registrados en los sismogramas obtenidos por el método de re-
flexión; los otros dos son directos y consisten en medir la velocidad utilizando
sondeos profundos, bien partiendo de los tiempos de llegada de la onda sísmica
desde la superficie a un geófono situado en el sondeo, bien a partir de los tiempos
de llegada de la onda sonora producida por un equipo transmisor a unos recep-
tores incorporados a él y situados a distancias fijas,. constituyendo un aparato
emisor-receptor que se va desplazando de una manera continua a lo largo del
sondeo (Continuous Velocity Loging o C. V .L. Testificación continua de la ve-
locidad).
A continuación describimos los tres métodos, con lo que quedará suficiente-
mente aclarado todo lo anterior.
de donde:
[ 1]
Nótese que la recta corta el eje T 2 en el punto T~, tiempo que corresponde a la
trayectoria vertical o tiempo mínimo (X= O).
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 299
Fig. IV-88
o lo que es lo mismo:
T f:,, T = ---vz
XAX
m
= constante [2]
puesto que los valores de X, AX y Vm son constantes para cada reflector hori-
zontaL
Si representamos en unos ejes coordenados AT, T los valores que obtengamos
de .c:1T y T para las mejores reflexiones (aproximadamente horizontales) de un
gran número de sismogramas y trazamos la curva C que más se aproxime a todos
ellos (fig. IV-90) obtendremos la ley de variación de las velocidades medias, ya
que para cada valor de T y AT de cada punto de la curva obtendremos Vm por las
fórmulas anteriores, puesto que X y AX son conocidos.
Una vez determinada Vm para un tiempo T, la profundidad Z se obtiene sim-
plemente por Ja fórmu la:
T
Hay que tener en cuenta que si
las reflexiones no son horizontales
convendrá disparar en los dos senti-
dos, utilizando, como indicamos an-
tes, los valores promedios de T y
h.T que resulten.
Cuando mayor sea la longitud X
tanto más precisa será la medida
e por ambos procedimientos. Si se
' - - - - - - - - - - - - - - - A T quiere efectuar medidas de veloci-
dad partiendo de datos de refle-
Fig. IV-90 xión, convendrá, pues, elegir los
extencümientos más largos posibles.
o lo que es lo mismo:
XÁX
T t:i. T = ---qr- = constante [2)
m
puesto que los valores de X, t:i.X y Vm son constantes para cada reflector hori-
zontal.
Si representamos en u nos ejes coordenados t:i. T, T los valores que obtengamos
de t:i.T y T para las mejores reflexiones (aproximadamente horizontales) de un
gran número de sismogramas y trazamos la curva C que más se aproxime a todos
ellos (fig. IV -90) obtendremos la ley de variación de las velocidades medias, ya
que para cada valor de T y t:i. T de cada punto de la curva obtendremos Vm por las
fórmulas anteriores, puesto que X y t:i.X son conocidos.
Una vez determinada V m para un tiempo T, la profundidad Z se obtiene sim-
plemente por la fórmula:
z = .!2 v v2m r 2 - x2
T
Hay que tener en cuenta que si
las reflexiones no son horizontales
convendrá disparar en los dos senti-
dos, utilizando, como indicamos an-
tes, los valores promedios de T y
t:i. T que resulten.
Cuando mayor sea la longitud X
tanto más precisa será la medida
e por ambos procedimientos. Si se
L - - - - - -- -- - - - -- Á T quiere efectuar medidas de veloci-
dad partiendo de datos de refle·
Fig. IV-90 xión, convendrá, pues, elegir los
extendimientos más largos posibles.
A tiempos
- tiempos
vertlcales
velocidades
!l
co A. El emisor produce ultrasonidos que lle-
gan al receptor R a través de las formaciones
comprendidas entre ambos, registrándose los
''
1
~empos de llegada t 1 para el intervalo ER, de 1
' : z
una manera continua, en el aparato registrador _,''
de superficie.
La transmisión de las ondas sonoras se ha de
verificar necesariamente a través de las paredes
del sondeo, ya que el aislante A impide la pro-
pagación directa ER. Por tanto, solamente po-
drán llegar al receptor las ondas propagadas por
el lodo (zona rayada) o por las formaciones
no afectadas. Ahora bien, como la velocidad de
las formaciones no afectadas es siempre mayor,
se registrarán primeramente las llegadas a través
de ellas, por lo que se reconocen con facilidad.
Al medir los tiempos del intervalo ER de
una manera continua a lo largo del sondeo,
en realidad lo que hacemos es medir de una ma-
nera continua las distintas velocidades intervalo. Fig. IV-94
304 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
200
~ (a)
220
240
\ 11 ~
1-" r--i-
UI 260
\ C8/iZ8
oa:
...
lU
:e 280
(b)\
-""'fJ:~~r.~:llJBS
'
~
z ~
~
lU
o
'\
Yeso
<( 300
o ~
~
r- ,.-.....,
oz Curva del tiem¡. I? total-
::;, 320
\L.
... Caliza
o
a:
o.
340
\
~
3GO
\
\
l 'i\. Arcillas
380
'\
1"'5- Calizo
¡\
400
1,5 2 3 4 5 6 789
Fig. IV-95
T=J
L
ft ' dz
o sea, el área bajo la curva de los tiempos intervalo. Esta se gradúa en milisegun-
dos, a diferencia de Ja(a) que viene graduada en microsegundos. Por esta diferencia
de escalas las c::urvas no se corresponden.
La ventaja de tener la curva íb) en milisegundos es que se puede comparar con la ,,
obtenida disparando en superficie y bajando un geófono en el pozo, como en el
caso anterior.
Esta comparación es necesaria para determinar el retraso debido al recorrido
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 305
de la onda por el lodo y por la parte de formación afectada por el lodo, que nunca
se conocen bien. Por ello es necesario recurrir a la testificación mediante disparos
en superficie para poder ajustar la curva tiempo total-profundidad a los puntos
que indique aquella. Se recomiendan, al menos, cuatro puntos de medida para
el ajuste de la curva.
También se hace el cálculo del retraso cuando hay cavidades en las paredes
del sondeo.
Las aplicaciones del C.V.L. son muy importantes y se pueden dividir en dos
clases.
a) Aplicaciones geológicas.-El diagrama del C.V.L. ofrece la posibilidad de
correlación entre sondeos distantes y, a veces, estas posibilidades superan las de
las otras testificaciones geofísicas en sondeos. En realidad siempre se debe emplear
en unión de estas últimas.
b) Aplicaciones geofísicas.-La gran ayuda que proporciona a la interpretación
sísmica al indicar la velocidad precisa de los contactos que originan las reflexiones
o las refracciones.
Otro empleo importantísimo en estos últimos años ha sido la realización de
sismogramas sintéticos. Estos se preparan en el laboratorio, partiendo del C. V.L.
Sobre este interesante tema hablaremos con más detalle en el apartado que dedica-
mos a nuevas técnicas.
Como final digamos que últimamente se ha desarrollado el sonic-log que es un
aparato similar al anterior, sólo que lleva dos receptores en la parte inferior. Este
aparato, además de todo lo dicho para el anterior ha resultado muy útil para de-
terminaciones de porosidad.
lV-13. Interpretación
Llamamos interpretación en sísmica de reflexión a todo el proceso necesario
para la exacta situación en profundidad de los elementos reflejantes, relacionán-
dolos unos con otros, con el fin de llegar a las secciones o cortes verticales que
nos muestren los contactos que el método ha ido descubriendo, en realidad la
labor interpretativa en sísmica de Teflexión comienza con el estudio del sismogra·
ma y no acaba hasta que se han dibujado e interpretado geológicamente los mapas
o batimetrías correspondientes a los diversos reflectores importantes que se en-
cuentren en la zona.
En los trabajos de sísmica normales se procede generabnente por el método
de perfiles continuos con cobertura continua del subsuelo, lo que permite estable-
cer correlaciones entre cada una de las reflexiones correspondientes a un mismo
horizonte reflejaute, que se siguen en los sismogramas. Por ello comenzaremos
con el estudio de las correlaciones entre sismogramas y a continuación, estudiare-
mos cómo se llega a los cortes verticales o secciones, de las que obtendremos los
datos necesarios para dibujar las correspondientes batimetrías.
306 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
1 /r\ 111 I
\
1 /
1:1
1 1
l:\
I 1 1 I
/
\' I' ' '
' t ¡' I
;
'
\ II
1 //\ ,11 ,'
\ / 1 1 I 1 \ f
\ J :\ /t\ ,'
\ / / tA \ / I ta 1 ,'
\ ,' : \ / / 1 /
\/ : \ / i \ ,'
\,: I \ / I \ I
1
L V f \/
Fig. IV·96
2 3 4
,,
1 1t 1
' \
1 , 1, 1\ \
1 1
'
•
1 '\ 1\
t¡ : 12 J : t2
, ' l
t3 ' \ 13
l \
\ t4
\
1
: \ ~ \ \
' '1 '\
' l
~\
' \ \
: \\ ,-___\v ,.,,,.
...... , ll ·~
--~~~~---L-...,,,,----------1- --
..
Fig. IV· 101
De todas formas hagamos notar que hemos hecho una representación conside-
rando los rayos rectos; es decir, como si la velocidad fuese constante, lo que no
sucede en la realidad, aunque esta representación es más aproximada que la an-
terior.
Secciones-profundidad.-Cuando se conoce la ley de velocidad o simplemente
cuando se adopta una ley de velocidad que, por las medidas efectuadas pueda
aproximarse a la real, los elementos reflejantes se representan en secciones-
profundidad.
Cada elemento reflejante se sitúa en su sitio mediante las fórmulas y ábacos
correspondientes a la ley de velocidad empleada, según dijimos en la sección que
dedicamos al estudio de las leyes de velocidad.
En la figura IV -102 indicamos es-
quemáticamente dos horizontes re· A e
2 3 4 5
flejantes a y b compuestos por cinco e
o
elementos reflejantes correspondien-
tes a otros tantos puntos de dis-
paro.
Los dementos reflejantes se re-
pr.esentan como segmentos con una
rayita en su centro, que correspon- -L _l-
b
de al punto del rayo normal al estra-
to (tiempo mínimo). Cuando las Fig. IV·102
pendientes son suaves se represen-
tan con una longitud 'igual a la mitad del perfil superficial (no olvidemos que
en caso de un reflector horizontal la cobertura del subsuelo es la mitad del perfil
en superficie); en caso de pendientes mayores se disminuye su longitud en fun-
ción de la pendiente.
Una escala corriente de estas secciones es la 1/10000, tanto en horizontal
como en vertical.
En la figura IV-102 la recta CD representa el nivel del Datum (o plano de re-
ferencia) mientras la AB representa el perfil topográfico. Aclaremos que los
perfiles tienen sobre el Datum la longitud deseada 2L, ya que el equipo topográfi-
co sitúa los perfiles sobre el terreno de manera que su proyección sobre un plano
horizontal sea siempre la elegida 2 L.
Sobre el uso de secciones-profundidad digamos solamente que es el tipo de sec-
ciones que siempre sedebenemplear;sólamente en caso de no conocer ni apro-
ximadamente la ley de velocidad de la zona se emplearían secciones-tiempo.
Digamos por último un concepto muy interesante. Las secciones-profundidad
no representan exactamente un corte vertical del terreno pasando por la línea
sísmica a que dicha sección corresponde. Razonando sobre el caso de velocidad
ru11stante (ya que las cosas, en realidad, son más complicadas) y sobre espejos
310 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
planos vemos que cada elemento reflejante debe estar situado 110 sobre el plano
vertical que pasa por el perfil, sino sobre el plano normal al plano reflejante
que pasa por el perfil (plano de incidencia}. Ahora bien, si los horizontes sísmicos
no son perfectamente concordantes, cada uno de los espejos sísmicos se encon-
trará sobre los sucesivos planos que pasan por el perfil y son normales a los diver-
sos planos reflejantes. Es decir ~ada perfil sísmico registrará reflexiones de planos
distintos y, aunque nosotros las representemos sobre un plano teórico vertical,
en realidad estarán situados sobre un haz de planos (como las hojas de un libro
abierto correspondiendo el lomo al perfil). ~
Si a esto añadimos que los distintos planos de incidencia pueden variar de un
perfil a otro, por variar la pendiente de los estratos, se comprende que las sec-
ciones-profundidad son un poco más complicadas de lo que parecen.
Este inconveniente se evita si las líneas se proyectan en la dirección aproxima·
da de la máxima pendiente de los estratos. De esta manera y suponiendo que la
serie sea algo concordante, los planos de incidencia serán prácticamente vertica·
les. De aquí la técnica de la que hablamos anteriormente de disponer las líneas
según la máxima pendiente general de los estratos de la zona.
En caso de estratos horizontales, las secciones serán, como es lógico, verticales.
Horizontes fantasma.-Cuando en un determinado trozo de una sección o corte
no se sigue un horizonte por medio de reflexiones, o bien cuando el horizonte
que interesa no corresponde a un determinado reflector, se utilizan los llamados
horizontes fantasma, que no son más que horizontes ideales trazados a la estima
basándose en la marcha de los elementos reflejantes próximos al horizonte que se
pretende seguir.
_L_
m
-L -L.. -L n
Fig. IV-103
..
Si por ejemplo (fig. IV-103) queremos seguir al horizonte AB hacia la derecha
a partir del punto B en que se interrumpe, trazaremos el trozo BC (horizonte fan·
tasma) apoyándonos en las pendientes de los horizontes m y n que lo comprenden
CAP. IV.·METODOSSISMICOS 311
y dándole una pendíente intermedía entre ambos. F,sto siempre, claro es, que la
falta de contínuidad entre B y C no se deba a una falla.
Estos horizontes son muy útiles para la realízación de las batimetrías, pero de-
ben utilizarse con sumo cuidado para no falsear Ja interpretación finaL
Batimetrías.-El objeto inmediato de una prospección sísmica es la construcción
de las batimetrías de los distintos horizontes que jnteresen.
En sísmica a reflexión generalmente se trabaja por medio de malJas cerradas
de manera que se pueda verificar que los horizontes elegidos cierran en los dis·
tintos circuitos cerrados; es decir, que partiendo de un horizonte a una profundi·
dad determinada, en la intersección de dos líneas, se llegue al mismo punto de
partida a través de la malla que se estudia.
Una vez conseguido el cierre de las distintas mallas se procede a situar en un
mapa las profundidades y máxjmas pendientes (si se han hallado) del horizonte
que interesa y se dibuja la batimetría correspondiente apoyándose en ambos
datos.
En el caso de que alguna malla no cierr& habrá que revisar todos los sismogra·
mas por si hemos cometido algún error en la lectura de las reflexiones del hori-
zonte que interesa y, en caso negativo, repasar los horizontes fantasmas trazados
(si los hay) por ver si en ellos se encuentra el error o si está justificado suponer al-
guna falla.
Las batimetrías construidas darán, claro es las curvas de nivel de los horiwntes
elegidos y, por tanto, los máximos o altos estructurales que puedan contener
hidrocarburos.
Advirtamos, por último, que si operamos con secciones-tiempo el mapa de las
distintas curvas isócronas mostrará, como ya indicamos, los altos y bajos estructu·
rales.
Fallas.-Como se ha visto, cuando un horizonte sísmico se interrumpe en un de-
terminado sismograma y vuelve a aparecer, al cabo de un cierto número de regis-
tros, en los sismogramas sucesivos desplazado hacia arriba o hacia abajo (menor
o mayor tiempo), es muy probable que dícho horizonte esté fallado. El problema
de la determinación de fall¡is no es tan sencillo como a primera vista pudiera pare-
cer, ya que, en general, es difícil reconocer un mismo horízonte a uno y otro lado
de la falla, pues su carácter puede variar.
Hay, sin embargo, casos en que las fallas se reconocen perfectamente sobre los
sismogramas. Lo más corriente es que las fallas se sospechen al leer los sismo·
gramas y se confirmen al seguir el horizonte en cuestión en una malla cerrada.
Las fallas van acompañadas de difracciones más o menos claras, lo que propor-
ciona un indício importante para su reconocimiento.
Sea (fig. IV-104-) el caso esquemático de un prrfil AB disparado en P, una falla
de salto LM. El punto L, en el ángulo de la falla, actúa como un punto irregular
que devuelve la energía a la superficie. Se darán pues, además de los recorridos
312 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
A p B
Fig. IV-104
reflejados, los difractores PLA y PLB·(y asimismo sobre los geófonos intermedios
de la alineación). Esto dará lugar a difracciones que perturbarán el registro de las
reflexiones.
& fácil distinguirlas de las verdaderas reflexiones. Como ya indicarnos, un
criterio sería que un move-out (o flecha en la curva que representa la llegada de la
difracción en el sismograma) debe ser mucho mayor que el correspondiente a
una reflexión del mismo tiempo central tPL, ya que el punto de tiro imaginario
de esta última se halla justamente al doble de distancia PL, mientras la difracción
proviene efectivamente del punto L (tpLS - tPLA = tLs - tLA ).
En las secciones finales a veces se reconocen fácilmente los acontecimientos
af
producidos por las difracciones, ya que emigrarlos se encuentra que pasan todos
por un mismo punto, origen de la difracción; esto puede utilizarse como criterio
para la determinación de fallas.
Trampas estratigráficas.-Las trampas estratigráficas son, generalmente, difíciles
de localizar por los métodos sísmicos. En muchos casos, sin embargo, el método
sísmico puede ser de gran utilidad, por ejemplo, cuando se trata de localizar
trampas producidas por discordancias estratigráficas o pinch-outs (fig. IV-1 O&).
Las arenas o areniscas producen los pinch-outs en zonas de convergencia
hacia arriba. Además los pinch-outs se presentan generalmente en los flancos de
los grandes anticlinales.
Trabajos sísmicos detallados pueden determinar dichas zonas favorables si
existe suficiente control del subsuelo, por medio de sondeos cercanos. En este·
caso los resultados sísmicos se pueden ajustar obteniéndose buenos resultados.
Algunas veces, si existe suficiente contraste entre las constantes elásticas de las
areniscas y las formaciones adyacentes, se pueden identificar las mismas areniscas.
El estudio de los sismogramas sintéticos que veremos en el apartado IV-15 puede
ser de gran utilidad para ·tratar de descubrir trampas estratigráficas.
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 313
~------
~llas
Fig. IV-105
secciones de diversos tipos que incluyen toda la información obtenida en los sis-
mogramas, con la ventaja, además de que como se pueden introducir las correccio-
nes debidas a las reducciones al datum y al move-out se dibujan reflexiones rectas
en vez de curvas.
Estos sistemas permiten, además, la realización de secciones en corto tiempo
con las ventajas que supone en los casos de alta producción, como por ejemplo
en la sísmica marina, ya que una rápida interpretación de una línea puede ayudar/
a situar la siguiente en la zona que más interese.
IV-14. Instrumentos
Dedicamos este apartado a un somero estudio de los instrumentos empleados en
los trabajos sísmicos. En esencia todos ellos proceden de los instrumentos emplea-
dos en sismología, si bien adaptados a los problemas específicos de prospec-
ción.
Como ya hemos indicado en repelidas ocasiones, un canal sísmico básico se
compone del sistema Geófono-Amplificador-Galvanómetro. El geófono detecta el
movimiento del suelo transformando este movimiento en una f.e.m. que da lugar
a una corriente que entra en el amplificador, en donde se amplifica y se filtra.
Por último, la sefial amplificada actúa sobre un galvanómetro produciendo
el registro sísmico en la cámara de registro.
En la figura IV-106 mostramos un esquema en el que se indican los elementos
esenciales de un equipo de registro sísmico y como se llega al sismograma
resultante. Sólo se han indicado seis canales.
A continuación estudiamos estos instrumentos que componen el canal sís-
mico básico.
IV-14.1. Geófonos.-Los geófonos (también llamados sismómetros) son los ins-
trumentos que detectan los pequeños movimientos del suelo debidos a las distintas
llegadas de energía, como consecuencia del sismo provocado artificialmente. De-
ben ser lo suficientemente sensibles como para detectar desplazamientos del suelo
del orden de 10- 8 cm. '
Todoslosgeófonos constan básicamente de una caja exterior solidaria al terreno
y de una masa móvil o elemento de inercia ligada elásticamente a aquella. Cuando
el suelo se mueve (p.e., por la llegada de las ondas sísmicas) su movimiento se
transmite a la caja que oscilará con la misma frecuencia, aproximadamente, que
la de las ondas; ~omo el elemento de inercia tenderá a permanecer fijo, existirá
un movimiento relativo entre la caja y el elemento de inercia, movimiento que,
amplificado de una manera conveniente, podrá ser detectada.
La amplificación se puede conseguir mecánica, óptica o eléctricamente; actual-
mente, en prospección, sólo se emplea esta última.
Los geófonos utilizados en prospección sólo responden, usualmente, a la com-
ponente vertical del movimiento del suelo.
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 315
Papel fologrJÍICo
I
I
I
I
I
I
I ' 6
6
'
I
I
I
I
I
I
I
I
J
[m1sorl!S luminosos I
I
I
I
I
I
I
F ig. IV-106
Muelle oe suspensión
Mua Oe Inercia
(Imán)
Fig. IV-107
/Huelle suspensor
Mese de inercia
(Imanes permanentes)
Brezo de unión de
los imanes
Corrttmle al amplificador
Fig. IV-108
Masa do Inercia
Cristales plezoel4c-
trlcos
Placas metálicas
VH "% v ,,, 1
Al ampllllcador
Fig. IV-109
318 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
Consta de una masa de inercia que descansa sobre una pila de placas hechas con
uno de estos cristales piezoeléctricos. Esta pila lleva una serie de placas metálicas
delgadas que recogen el voltaje total producido.
El movimiento del suelo se traduce en un aumento de disminución del peso
aparente de la masa inerte y, por lo tanto, en la correspondiente variación del vol-
taje. Este tipo de geófonos mide variaciones de presión, es decir, responde a la
aceleración del terreno.
· Se emplea, sobre todo, en sísmica marina y en la prospección de zonas cubier-
tas de agua. Los geófonos van incluidos en el mismo cable que los une al aparato
de registro.
También se emplean en las testificaciones de velocidad en sondeos; en este caso
la transmisión de las ondas sísmicas se efectúa a través de los lodos del sondeo.
Geófono de capacidad.-En el geófono de capacidad la masa de inercia y la
caja del geófono van unidas a las placas de un condensador. El movimiento rela-
tivo entre ambas se traduce en la variación de la capacidad del condensador.
Este geófono apenas se emplea actualmente.
IV-14.2. Amplificadores
La amplificación de las pequeñas f.e.m. generadas por los geófonos se consigue
por medio de amplificadores elecuónicos de varias etapas, semejantes a los em-
pleados en radio. Los amplificadores se intercalan entre el geófono y el galvanóme-
tro; la mayoría de ellos son del tipo de resistencia acoplada o de impedancia y
transformador, con una ganancia útil del orden de 100 a 150 decibelios.
El amplificador se compone de un gran número de elementos independientes.
A continuación indicamos los más importantes.
a) Filtros.-Los filtros sirven para seleccionar la gama de frecuencias que intere-
se, eliminando o atenuando las frecuencias bajas y altas que perturban el registro
(ondas superficiales, ruido producido por el viento, etc.). Los filtros empleados
en reflexión solían seleccionar frecuencias de 30 a 80 c.p.s. Actualmente con el
Registro Digital se produce w1 filtraje gradual y cambiante comenzándose de 5
a 10 c.p.s. y terminando en 40 a 80 c.p.s. Los de refracción suelen dejar pasar
frecuencias por debajo de los 8 c.p.s.
Los filtros clásicos empleados en prospección sísmica son del tipo R.C. (resis-
tencia/capacitancia), que son filtros lineales en los que las variaciones de frecuencia
se obtienen con un cambio uniforme de una serie única de elementos.
Los amplificadores disponen generalmente de un gran número de filtros pudién-
dose realizar cientos de combinaciones con ellos para seleccionar las frecuencias
que interesen.
Como el espectro de frecuencias de las reflexiones detectadas va variando a lo
largo de un registro sísmico, ya que las reflexiones muy superficiales presentan
frecuencias altas (100 a 300 c.p.s.) y las muy profundas frecuencias medias
(20 a 40 c.p.s.) no es posible disponer los filtros de manera que den respuesta
óptima a la vez para las primeras y últimas reflexiones, ya que si se dejan pasar las
320 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
IV-14.4. Galvanómetro
La tensión de salida del amplificador se aplica al galvanómetro (también llama-
do oscilógrafo). El galvanómetro corriente empleado es del tipo de bobina, que
consiste en una bobina móvil suspendida entre los polos de un imán; solidario
con la bobina hay un pequeño espejo, sobre el que incide un rayo de luz que se re·
fleja sobre el papel fotográfico. Cuando la corriente variable del amplificador pasa
por la bobina, ésta gira lentamente y se produce la deflexión de la traza. Cada
traza corresponde a un galvanómetro; los aparatos registradores suelen tener 24
o 48 trazas o galvanómetros.
o g
o o o o o o o o o
o o
o o o o o o o
o o o o
o o o o o o
o o o o o o
o o o o o o
o o o o
o o o o o o o
o o
o o o o o o o o o
Fig. IV-110
Las cargas de los pozos se disparan simultáneamente y cada uno de los grupos
de geófonos están conectados en serie entre ellos y en paralelo a cada traza.
Se emplean disposiciones similares de pozos y geófonos (circulares o rectangula-
res en ambos). En D y g los puntos O representarían, bien el punto de disparo,
bien el punto de registro equivalente, según sean pozos de explosión o geófonos
los puntos representados en la figura.
El número de pozos y geófonos utilizados es muy variable, siendo corriente del
orden de 12 a 48 colocados sobre distancias horizontales variables de 30 a 120
metros. La profundidad de los pozos es, en general, pequeña comparada con la
del sistema de pozo de explosión único.
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 323
El costo del registro múltíplf' depende, claro es, del número de pozos y geófo-
nos empleados, así como de las condicíont::s particulares de la zona. No obstante,
en condiciones normales, no suele Uegar al doble del costo del registro con-
vencional.
El uso de geófonos múltíples es hoy día una práctica común en los equipos
sísmicos, hasta el punto que en la literatura geofísica se menciona que un sólo
constructor ha fabricado en los últimos díez años más geófonos que los que consu-
mía toda la industria hace diez años.
324 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
Cabeza magnética
Fig. IV·111
trazas tiene en el registro convencional, ya que una vez efectuadas las correccio-
nes estáticas y dinámicas quedan prácticamente en fase todas las reflexiones sobre
las trazas del sismograma De esta manera se puede utilizar la mezcla sin peligro
alguno, ya que con su empleo se reforzará Ja energía total de las reflexiones y su
claridad.
5) Composición de trazas (Compositing).
En realidad la composición de trazas es una mezcla de trazas llevada a un grado
máximo, pues mientras la mezcla clásica permitía sumar la energía de una traza
con una parte o el total de las adyacentes, en la composición de trazas podemos
sumar una o varias trazas con cualquiera o cualesquiera de las restantes.
La composición tiene aplicaciones muy variadas; citemos algunas de ellas:
a) Hacer visibles reflexiones que se cruzan en el sismograma y que no se observa·
rían en el sisrnograma clásico a causa de la interferencia de sus trenes de onda.
b) Eliminar las reflexiones múl1:iPles conocidas, con lo que se evita que inter·
fieran con las reales de tíempos análogos.
c) En sismogramas con reflexiones discordantes (probablemente procedentes
de planos distintos) se pueden reforzar las que buzan en un sentido y debilitar
o anular las que buzan en sentido contrario.
Todas estas cosas se realizan componiendo las distintas trazas de manera que
la suma de las que se elijan refuerce la reflexión que interesa destacar y debilite
o anule las que interese eliminar. Se puede operar no sólo con las trazas tal como
se registran, sino invirtiendo la polaridad de las que interesen para que la suma to·
tal alcance el objeto deseado.
6) Posibilidad de referir a un origen común de tiempos, fenómenos que en la
realidad no se registran simultáneamente.
que referirlos a un mismo origen, que puede ser arbitrario o el de uno cualquiera
de los registros.
7) Utilización del play back o reproceso inverso.
Otra ventaja del registro magnético es la posibilidad de hacer pasar la cinta
magnética aJ revés, es decir, comenzando por el final del sismograma (play back
inverso), lo que puede ser muy útil, tanto en reflexión como en refracción.
a) En reflexión.
Se pueden estudiar las llegadas (sean o no reflexiones) posteriores y muy próxi-
mas a las reflexiones, ya que en el sismograma quedan enmascaradas por la
acción del control automático de volumen. Haciendo el play back inverso se obser-
van perfectamente por llegar antes que las reflexiones.
h) En refracción.
Es utilísimo para reconocer las segundas llegadas, es decir, las llegadas de ener-
gía próximas a las primeras que, normalmente quedan enmascaradas por la gran
amplitud de las primeras llegadas.
Una aplicación práctica muy interesante de este concepto la indicamos en la
figura JV-112.
o )(
B e o
ºV / /
L M N
Fig. IV-112
G.Olono
Si.smogr1m1
OOf'!WnaOn&I
-------------------------------------,
l Sismograma corwtn•
AmptlllCOdo< CIONI no OOflegido
Sumog<tm• P"'Y bd
filtrado V COf'TtQido
CtnUCOl"f191da
wt"ic:. y dlN
(oorr. Sfnema con..,.naon11
mica oorregido
SJsrnogtM'll de dtnM~
v.llble corrtgido
S1sm()9l'lml: de . _
variable corregido
PlotttJr
Fig. IV-113
330 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
~
Tr11zi1
S/smic.1
Convenc1on11/
Magnit//flde"1orrlal18tÍ8 ' 2 IS 37 47 40 17 IZ sz /IQ JI
lmpres10(1 mag-
nética de lt! cinta
9ue, en formato
digital, repre-
senta la curva
superior.
- Dirección de avance de la cmte
..
F19. IV-114
(•) Nota: de "Evolución de la Geofísica del Petróleo en el último quinquenio". Revista "El
Petróleo" de CEPSA, Junio 1967, por el Dr. lng. de Minas D. Antonio Martín Díaz).
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 331
QECIMAL BINARIO
181 10110101
t ESCRITURA ABREVIADA
EN LUGAR DE.¡,
w
Explicación del sistema de numeración binario, empleado en la grabación y procesa-
do en ordenadores electrónicos
Fóg.IV-11~
24 37
Traza 1
~ 1
:
:
1
1 1
1 1
1 1
rl 1
r11
1\\
1 ::2°
2::2 1 \
l
COMPUTADOR
1 4=2 2 7
..... 8=23
1s-2~
J
1
/ 32=25 -,
ELECTRONICO
\ 64=2b
Grabación digital múltiple de las 24 trazas que integran un registro sísmico convencional
Fig. IV-116
332 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
Las ventajas de este nuevo sistema de grabación son varias. En primer lugar,
la gama dinámica, que en los equipos analógicos es de unos 45 ó 55 decibelios, se
puede incrementar ilimitadamente. Ello permite teóricamente prescindir del siste-
ma automático de variación de la ganancia (A.G.C.) y conservar sin distorsión las
verdaderas relaciones entre las amplitudes de reflexiones próximas (lo que resulta
muy importante al interpretador como criterio de identificación del carácter).
Otra ventaja del sistema digital, completada por la elevada calidad de sus compo·
nentes auxiliares, es su bajo nivel de ruido instrumental, que conduce a una
degradación en las composiciones muy pequeñas, con posibilidad de recuperar
señales de nivel (respecto al ruido) significativamente menor de lo que actualmen-
te es posible.
Pueden señalarse, ciertamente otras positivas ventajas, como la mayor adapta·
•Ción y flexibilidad para los procesos de croscorrelación, representación automáti-
ca, o aún la posibilidad (todavía no comercialjzada) de transmisión por circuito
telefónico desde los equipos de campo hasta las alejadas centrales de procesado
de datos (centrales Play back). Pero, sin duda, el mayor adelanto introducido por
el nuevo sistema es su posibilidad de tratamiento en computadores electrónicos
y, consecuentemente, el ilimitado campo abierto a los procesos de convolución
(filtrado numérico) y desconvolución.
Por supuesto que una vez concluida la elaboración de los datos en la calcula·
dora electrónica (abarcando todo tipo de correcciones, composiciones, filtrados,
etc.) es preciso un aparato auxiliar que efectúe Ja traducción y representación de
las secciones sísmicas en cualquiera de los formatos habituales al geofísico, como
área, densidad o amplitud variable.
Como ya hemos indicado, uno de los más importantes recursos que se sabe
hoy emplear en las computadoras es el filtTado numérico o convolución (del que
el filtrado de frecuencia convencional no es sino un caso particular). De hecho
la explotación de sus posibilidades no ha hecho sino comenzar.
Aunque mucho de los complejos !ratamientos de la información que hoy se apli-
ca a los registros sísmicos digitales se pueden teóricamente ªJ?licar también a los
analógicos, de hecho en estos se alcanzan rápidamente límites de aplicación
práctica que no existen en los procesos digitales.
Hay que indicar también que los registros magnéticos convencionales pueden
transcribirse al sistema digital y beneficiarse así de las últimas técnicas. Sin em-
bargo, conviene no olvidar a este respecto que los nuevos sistemas son capaces de
eliminar gran cantidad de señales parásitas, pero que naturalmente, no pueden na-
cer aparecer algo que ya no exista en el fegistro. Es decir, que si el problema
de los registros originales fuese la falta de señal, nada se podría conseguir con ellos.
Caso muy distinto1 por supuesto, es aquel en el que interferencias fuertes de va-
riada índole (frecuentemente bien visibles) ocultan la señal; en tal caso, los resulta·
dos pueden ser muy notables.
Para resumir nuestro superficial análisis sobre el enorme desarrollo experimen·
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 333
tado en las técnicas de exploración sísmica en los últimos años, diremos que se han
abierto caminos nuevos, como el Vibroseis y el registro digital, cuya influencia
en la prospección representa un progreso sólo comparable al que hace años supu·
so la introducción del registro magnético.
F19. IV-118
ab be ed de be cd
I· !¡~
Sismograma 1 Slsmograma ti
Fig. IV-119
Grupo l
Grupo 2
ºººººººº
ºººº ºººº O T
r-----,
1 1
ºººººººº
K2/> <2> ·----+----02 !
1 1
o, oºººººººº
o o o oc;oo-----¡
ºººººººº
ºººººººº + M
<(V>R
1
'
1
1
l
Fig. IV-120
senal compuesta
Fig. IV-121
f'l----+-------l Recorrido n. 0 l
r - - - + - - - - - 4 Recorrido n.º 2
Recorrido n.o 3
seo'lal compuesta
Fig. IV-122
Una manera de hallar los tiempos de llegada de los recorridos indicados es es-
tudiar la semejanza o correlación entre la señal generada (señal de referencia) y la
señal compuesta recibida. Para ello existen métodos que son los que vamos a indi-
car brevemente.
Funciones de correlación.-Si tenemos dos series de medidas estadísticas y
queremos estudiar la posible coherencia o correlación entre ellas, hay fórmulas
que proporcionan el coeficiente de correlación, coeficiente que indica el grado
de correlación entre unas y otras.
Por ejemplo, supongamos que tenemos dos trazas de un registro sísmico x(t), e
y (t}, siendo x e y las amplitudes de dichas trazas en función del tiempo t. Si quere-
mos obtener información sobre la semejanza o coherencia de dichas trazas se pue-
den elegir una serie de valores de x, y correspondientes a unos intervalos regulares
de tiempo t 1, t 2 ••• , hallando las diferencias entre los valores resultantes y los valo-
res medios Xm, y m de las trazas obtendremos estas dos series de medidas:
X= (X¡ -xm), (x2 -xm) ... (xn-xml
Y= (y¡ -ym), (y2 -vml ··· (yn-Yml
siendo k 1 y k2 constantes.
Si se extiende el concepto de coeficiente de correlación, introduciendo un
tiempo de retraso T entre las dos series de medidas que se comparan, se llega a las
funciones de correlación. Si las medidas se refieren a dos funciones x (t) ,e y (t) una
función finita de cross-comdation (conservamos el término inglés) sería:
<l>xy (r)
1
=TJo
rTx(t) Y (t + r) dt
<l>xx (r)
1 (T
=T}o X (t) X (t + r) dt
La gran ventaja del registro magnético es aparte de las ya citadas, que como se
pueden introducir en el plotter los sismogramas corregidos previamente (correc-
ciones estáticas y dinámicas) se obtienen secciones tiempo en las que las reflexio-
nes aparecen rectas, por lo que el interpretador no píerde el tiempo examinando
y controlando cada una de las reflexiones individuales para hac:er su lectura, sino
que estudia directamente la sección tíempo r esultante en la que puede observar
todos los horizontes reflejantes, con las ventajas de tener a la vista toda la in-
formación original.
Sistemas de representación de sismogramas y secciones
a) Galvanométrico.-El sistema es el que hemos descrito anteriormente pero
realizado con mayor rapidez y precisión a través del plotter. Se le llama así por-
que en él la representación de las trazas es la clásica (oscilográfica o galvanométrí-
ca) de los sismogramas convencionales. Las secciones galvanométricas se realizan
con los sismogramas corregidos estática y dinámicamente, según hemos indicado.
b) No galvanométricos.-Entre los Slstemas de representación no galvanométri·
cos incluimos tres, que son los que más se emplean :
1) Presentación en forma de área variable.-Este sistema consiste en representar
solamente la parte positiva (o negativa) de cada traza, impresionándose, además,
en negro toda la superficie interior de los pícos (o valles). En la figura IV-123 in·
dícamos Ja representación esquemática de cuatro trazas consecutivas de un sismo·
grama en área variable.
La representación seria simplemente A 8
la superficie negra del interior de los pí·
cos, mientras el resto de las trazas no
quedaría representado.
2) Presentación en forma de densidad
variable.-En este sistema la señal eléctri·
ca procedente del amplificador se trans·
mite a una fuente luminosa cuya inten- F1g. IV· 123
sidad es proporcional a la señal, repre-
sentándose como en el caso anterior los picos (o los valles) solamente. De esta
manera se obtienen distintos tonos entre gris y negro, correspondiendo, respec-
tivamente, a débiles y fuertes llegadas de energía. Por tanto, a lo largo del sismo-
grama se ven variaciones de intensidad del color de los picos impresionados (por
esto se Uama de densidad variable, porque varia la densidad del color).
El sistema como vemos, es análogo al '.mlerior: solo que en éste~ además varia
la densidad del color. Reflexiones fuertes como la A y B de la figura IV·l23 darán
colores negros, mientras las llegadas más débiJes como a y b (que en este caso se-
rían segunda fase de las anteriores), serán de colores grises.
Este sistema permite distinguir los distintos horizontes reflejantes por los dis-
tintos tonos negros o grises que presenten.
CAP. IV· METODOS SISMfCOS 343
2500 m:s -
3000mls
3,
3500mls
4' ¡ 4•
4000ml'i-
DISTRIBUCION DE VELOCIDADES
SECCION DE PROFUNDIDAD
35 30 25 20 15 10
o
2000"'
4000 "'
6000 m
o
2000 mis - -- - -- -- - - -
2500 m/s 2000 '"
'3500mh. 6000m
4000m s 8000 m
OISTRIBUCION DE VELOCIDADES
Fig. IV-124 (b) CGG
WESTERN GEOPHYSICAL
COMPANV O F AMERICA
lONDON DIGITAL CENTER C')
l>
VARIABLE AREA COMPARISON SECTION :u
o.o lllllllllllllllllllllllUllllllHlllllJllllllllUllllllllll~llHllll'lllllllllllllllUllllllllUllHIHllllllllllllllllllllH'llllllUlll"lllUUUlllllllllllllllYllllllllllllllllHllUllllRlllllYIMllmlllllllllllllllllll. .lllllllllllUlllllllllllllllllllllllllllllllllllDlllllllllllUlllllllllDlllllllHllllllUllllllllllllDllllllDlllllDlalllUlllllllllllllllllllllllllllllllllllll o.o
:<
s:
m
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o
o
o.a111·.¡1·.1:.1¡¡¡,~¡~~~~!tllllhllUili!iliioli~Klíll!1oilí!ll'Alll,lll~im".fó.li!'>ill!lllllil!.li!l~.~~~~rl~llilll~~~llllllMo.6 o
Ul
~
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Ul
s:
1.0 1' 1 ~;¡~· · ...~i··. ..
·~··Ji~-, ,.,:;i.~11•111111 :~d·vr""· 1 ' "'"'t:l'i··::.¡:m.•a="1 1 ~·~-·-..-¡¡¡... ·¡¡¡~~ 11
::rc:.,...,.111\l1'li1C":t;;::llil~~S'~i3il~~·t:;;i .... ~"'::mii··=í · 16'iil.;.~ 1~·:•" "~ ::HIWWI. . i .o n
o
Ul
u 1,s
2.0 2.0
2.6 :1.6
a.o
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-rn·=i·r=='F'm¡t"=muru ¡rm""'T ·T ,, ........ r E "C c=r"' ~ MtttCW Mm"=-·mg"F!P'
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Fig. IV-124-c
VI
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1-
0·1
t'O
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(J1!)!)JnoS + :>1.LI
350
\ TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
. . d f .. At 2 8 1 Vi
Coef1c1ente e re racc1on = T =A";- = V + V (2)
52 2 01 1
o Sismograma
tiempos
verflca/es
Arcillas
6¡ V¡
· - -- -- - - - - - - - - - - - - T12
62V2
Calizas
Arcillas
profundidades
Fig. IV·126
r Amplifmtdor
"sfsm1co
--..----...i,..c::.-:.:·-{.:-::.:-.I·----
\
Sismograma
sintético.
Fig. IV-127
CAP. IV.· METOOOS SISMICOS 353
f
1 V-16. Sfsmica marina
Fundamentalmente este método es igual que los demás sísmicos descritos. So-
lamente cambia el medio donde trabaja, que es el mar, y los instrumentos que es-
tán montados sobre un barco, flotando todo el sistema, explosión más Geófonos,
sobre la superficie del agua, o más claro, deslizándose ambos a poca profundidad
(10 a 25 metros), a la velocidad del barco (Fig. IV-128).
Cables
émisorde ondas
ó ex losión
.-,-Y ¡J''~ Hidrófonos
~._>.;..-.. ,~'
• ~ - <............... -<--,s:s_ - ~
98rco
/11bor4for10
" N1.,/ ¡,¡mar
• Hldr6fonos
o Detectores de profundidad
.,. Regulador de profundidad
Fig. IV-128
Otro sistema similar emplea una envoltura especial metálica con orificios que
sirve de amortiguador de los efectos nocivos para los peces.
La carga puede ser de nitrocarbomtrato y detona a unos 15 m bajo la superficil'
del agua. Libera una energía cinco veces superior a las otras fuentes de energía no
e>..-plosivas actualmente en uso. Este tipo de explosión se transforma eficazmente
en energía acústica con una relación de utilidad muy grande.
Es muy importante señalar que el nivel de la energía de fondo afecta durante
un tiempo de seis segundos al registro de un mismo disparo. Los niveles de señal
procedentes de otras fuentes no explosivas, bajo las mismas condiciones, alcanzan
nivúes de fondo muy inferiores.
La energía primaria producida por la detonación de la carga y la energía de las
ondas de burbujas son recogidas en un solo registro y después convenientemente
seleccionadas y filtradas.
También se están desarrollando métodos de disparo en el mar a base de aire coro·
primido y recalentado, que no es peligroso para la vida animal y da buenos resulta-
dos en muchos casos.
Otro procedimiento similar al anterior es a base de vapor recalentado o Vapor-
choc. Pretenden, que hace desaparecer e1 efecto de burbujas que produce ruidos
nocivos en los sismogramas.
Se empieza a emplear en Francia un método llamado fusil de Diesel-Oíl cuya
fuente de energía es el citado combustible, que se quema con un determinado vo-
lumen de aire. Lo que se despide al mar son gases quemados. El incremento de
presión puede ser muy grande y el disparo resulta de una energía muchas veces
mayor que la del aire comprimido. Citemos también un sistema de vacío entre dos
platillos, que al cerrarse violentamente produce una fuente de ondas y otro más
de explosión de gas metano. Pero en resumen para cada problema se debe usar la
fuente de energía que mejor se adapte al mismo.
La disposición del conjunto del equipo utilizado para el registro sísmico lo des-
cribimos someramente a continuación:
El equipo está montado sobre un arco prospector de la Western Geophysical Co.
de America, que ha realizado el trabajo sísmico en cuestión en el Mediterráneo es-
pañol.
Desde el barco hasta una balsa situada a 2400 m, se extiende el cable donde
van alojados los hidrófonos. Tiene 48 trazas y en cada traza van 48 hidrófonos lo·
grándose una cobertura de 2400 3.
Los hidrófonos están lo suficientemente alejados para no percibir perturbacio-
nes producidas por la proximidad de la explosión; van sumergidos a profundida-
des que en la parte central es de menos d<" 20 ro.
Todo el proceso de registros es automático hasta en sus más pequeños detalles,
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 357
lV-17.1. Introducción
El trabajo fue realizado por la C.G.G. con la colaboración del IGME y por
encargo de la Compañía de Investigaciones y Explotaciones Petrolíferas (CIEPSA).
r;¡. edtudio es muy extenso y en estas líneas no hacemos más que resumir una
pequeña parte del mismo.
Agradecemos muy especialmente al IGME el habernos suministrado los da-
tos que damos a continuación y autorizada la publicación, con las naturales reser-
vas en cuanto a los lugares en concreto.
El estudio ha sido realizado por las misiones sísmicas de reflexión S-3030 y
S-3040 de C.G.G., habiendo efectuado en esta zona reducida un total de más de
120 km de perfiles. La media mensual por equipo ha sido de 51,5 km.
Anteriormente se había realizado una extensa campaña gi:avimétrica que facili-
tó la mejor colocación y distribución de las líneas sísmicas.
El problema planteado ha sido: Estudiar las posibilidades de cierre del embrión
estructural, adosado a un accidente ya conocido.
Buscar las posibilidades estructurales de la zona Sureste de una depresión
existente.
Definir lo mejor posible la tectónica de la sedimentación secundaria en esta mis-
ma zona.
La estadística del trabajo se ha llevado en varios estados:
En el primero se indican los medios utilizados, personal y material. En cuanto a
personal total han intervenido 22 hombres por equipo.
Del material, mencionaremos nada más lo de mayor interés: Un laboratorio
C.G.G. 59 con corrector MTD sobre camión; nueve camiones y cuatro remolques
para los servicios de Jefe de Campo, de oficina, topografía, explosivos, cables,
650 gcófonos de reflexión, aguas de los sondeos, taller y otros; además, tres trenes
de sondeo Failing, montados también sobre camiones y un vehículo de enlace. En
total 18 vehículos.
Se lh•va11 al día hojas topográficas y de perforación, pero únicamente copiamos
CAP. IV.· METODOS SJSMICOS 359
una de las hojas sísmicas por ser la de mayor interés, al llevar muchos datos cuya
descripción nos evüamos.
Topografía.
Los perfiles han sido implantados de forma lo más rectilínea posible. Con el fin
de evitar al máximo los daños de paso y utilizar de la mejor forma las vías de acce-
so, se ha tenido que realizar un importante trabajo de señalización.
Las operaciones topográficas utilizan sobre todo los puntos gravimétricos, si-
tuados en todos los mojones kilométricos a lo largo de la carretera.
Perforación.
Sobre la mayor parte del estudio, excepto en las proximidades del río, la
buena calidad de los pozos ha evitado la carga adelantada.
La perforación con agua adicionada de hentonita, ha sido imprescindible en las
orillas del mismo en las arenas y cascajos.
Sobre las extremidades Norte de los perfiles Cll, C34 y C35, los bancos de
conglomerados han retrasado la producción de los equipos.
El rendimiento medio por hora de perforación real es de 7,23 metros, (siendo
la mejor producción la conseguida por la Failing 1500 que alcanzó los 8 metros),
este rendimiento es satisfactorio.
Laboratorio.
Los parámetros de explotación son los utilizados por la misión S-3030 y se tra-
ducen en el cuadro de la figura
Recordamos que a excepción del C35 (9 puntos de tiro) donde d =30 metros
todos los perfiles tienen un intervalo entre trazas de 40 metros, o sea, un dispo-
sitivo relativamente corto.
Algunas líneas eléctricas de alta tensión, han provocado un parasitaje sobre
algunas películas, sobre todo a lo largo de la extremidad Este del perfil C33.
Dispositivo de registro.
Comprende 24 sismógrafos por traza, a cinco metros de distancia mutua,
desenrollados e~ líne~ paralela al perfil y después en dos líneas según un esquema
convenido. (Fig. lV-129).
Central de la misión.
Las secciones aérea variable han sido ubtenidas por unión de los play-backs
fotográficos, ejecutados con ayuda del conjunto CGG 59-MTD corrector.
Los reglajes de reproducción elegidos son:
• Filtros BF: 1/20 HF: 2/56
• AVC medio.
En el registro las bajas frecuencias fueron filtradas en 1/14.
Lo$ tiempos (dobles) de las secciones están relacionados con el plano de refe-
rencia + 550 metros, siendo éste constante para el conjunto del estudio.
360 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
SISMICA
"'E
Q)
Supresión; 6i =-36 y-42; Gt = E
:r
t: u
=- 6,- 9,-12 y - 18; R = 160, o
(ñ
200 y 320. o
<t
(.)
-:!: ..:.. e: Sismos: Semanal
:= ..o
._,_
u
, -o
:§
e:
~ VJ
O.>
Amplificadores: Diaria. ~-5 Mandadas al cliente al fin de trabajo
-
UJ
UJ
> 13
Naturaleza de los explosivos:
w
~~ ·~
Goma n. 0 len cartuchos de 2,5 K9 y
1,250 Kg (</> 60 y 45 mm.) Correcciones dinámicas:
Naturaleza de los denotadores: V = 3300 mis constante
¡:
·¡:; Eléctricos Instantáneos.
Escalas: 1/6400
"'o
1:> Número de sondeos por punto de
.., tiro: 1. Presentación: Secciones Aire variable,
e
:r
o.
Disposición:al centro. e _g"'
1- de 8-11 puntos de tiro
Profundidad: 24-28 metros. u
:E
Cargas: 10,15 ó 20 Kg. (Tiros en ex
..J
"'
.t=
Composición: Sin
tremos). "'o
<t +"
e:
a: O.>
-~ Longitud: 480 m 6 360 - (C 35 ) 1- E
2 Reglajes:
"E Disposición de las trazas: a caballo. wº
:::i
8'
E Distancias entre trazas: 40 ó 30 m. u8 Filtros: 1/20,
"'
·¡¡; Sismos por traza: 24. 2/56
Q)
1:> Disposición de los sismos:
.,,O.> En 1, luego 2 lineas (Ver esquema) AVC: Medio
~
ESQUEMAS
sm sm
0-0--0-0-0-0-
t sm ~
0--0--0--0-0--0
-0-0-o ~
==3 sm PERFIL
sm
~""
Fig. IV-129
CAP. IV.- METODOS SISMICOS 361
Las correcciones del punto de tiro han sido determinadas por el método CGG
utilizando los datos del sismógrafo VT (boca del pozo). ·
La buena calidad del conjunto de los registros (excepto en las proximidades del
río) ha hecho posible la utilización de las correcciones traza por traza, por medio
de las indicatrices. En los casos desfavorables, las correcciones han sido hechas
por altimetría.
IV-17.2 Velocidades
Velocidades superficiales
Para la reducción de los tiempos con relación al plano de referencia ( + 550 me-
tros) ha sido utilizada la velocidad V = 3300 m/s. Deducida de los datos anteriores
ha podido ser verificada en el curso del presente estudio por medio de las dro-
mocrónicas.
Esta tectónica parece más acusada que la del horizonte 4 bis. El fondo del sin·
clinal es más estrecho, los movimientos reconocidos más acentuados y una falla
nueva, F4, afecta al flanco Norte.
El eje sinclinal S2 coincide aproximadamente con el que se aprecia en superficie
y los ejes S2 y S1 se diferencian uno de otro.
Los pliegues anticlinales A2 y sobre todo A 1 están mejor marcados; el cierre de
la culminación A 1 podría alcanzar lOOm.
Las fallas F1 y F2 quedan prácticamente sin cambio, F1 afecta no obstante el
horizonte con más nitidez, en la zona Sureste.
l
CAP. IV.· METODOS SISMICOS 365
sistemáticamente inversas de las del mapa precedente. Puede por tanto deducirse
que los relieves existentes en la época del horizonte 7 se han invertido completa-
mente después. De esta manera en la vertical del alto-fondo m2 del plano 11, se
superponen el eje de máximo espesor M2 de las isopacas del plano y el eje sinclinal
terciario. La geología regional nos ofrece otros ejemplos de una inversión tal, cuyo
ejemplo más espectacular se representa por la fosa terciaria del río, antiguo
alto-fondo secundario. Por otra parte, otro fenómeno ha podido intervenir para
modificar la repartición de las series del intervalo 5 bis - 7, en la hipótesis en que
esas series comporten términos plásticos espesos. Se trata del fenómeno de hundi-
miento diferencial, que puede haber contribuído al adelgazamiento de esas capas
en la vertical del sinclinal terciario y mismamente engendrar una migración late-
ral de los ténninos plásticos hacia los bordes de la fosa.
Esta hipótesis parece compatible con la existencia de la vasta anomalía gra-
vimétrica negativa que coincide con el fuerte gradiente de espesor al Noreste del
eje m2 y tal vez con el enriquecimiento de las series en términos plásticos menos
densos, como arcillas o sal.
IV-17.5. Conclusiones
En resumen, la calidad de los resultados varía con las zonas de trabajo y las con-
diciones tectónicas, pero en general es buena y la pr ofundidad de investigación es
frecuentemente muy importante.
Sobre el estudio en cuestión, ha sido confirmada una culminación A 1 cerrada
sobre la falla F 1, en el Cretáceo superior probable (horizontes 4 bis y 5 bis). El
eje anticlinal A2 puede estar separado de A 1 por un ensillamiento que debería
verificarse. Los horizontes profundos, el horizonte 7 y el horizonte Ill divergen
bajo los dos primeros en la proximidad de las sierras cretáceas que bordean el
sinclinal terciario. Parece que los relieves existentes en la época del horizonte 7 se
hayan invertido completamente a continuación. Un fenómeno de sentamiento di-
ferencial ha podido contribuir al sobreespesor de las capas plásticas sobre los bor-
des de la fosa. 'La acumulación de estas capas, arcillas o sal, poco densas, en el cora-
zón de las estructuras cretáceas aflorantes explicaría su coincidencia con una ano-
malía gravimétrica negativa.
Debe esperarse que la perforación ubicada al Norte del estudio, aportará justifi-
caciones suplementarias para la ejecución de una perforación test sobre la
culminación A 1.
*
375
a "l
37
Y''"
'~ ::~ ~M: z=x;~; :; ~ ~= 7 z-1 _-
--------------------------------- - -·· t!.J .,. = -
!_-"".'¡: · ---,.. -
4o
CIEPSA
;r-- .· - __
S.3040
¡g; ~
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.-C.UAIE R NA R 1 o
3406 3.a5
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3.401 3§08
___._._
1~07
~
JS06
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'J~OS
I f._ R. e_ LA. B.. l
3~04 3503
o .S. .U P.-L...!Lt o B
3502 '1501
-
!!>09
p E R F 1LEs : e 34 - e 35 - e 30
Escala gráfica
/ Falla
GEGEGESA
Fig. IV-134
capítulo V
métodos eléctricos
V-1 Introducción
El método eléctrico de prospección se basa en el estudio de campos de potencial
eléctrico, tanto en lo referente a los naturalmente existentes en la corteza terrestre,
como a los artificialmente provocados en la misma. Mediante estas mediciones se
puede determinar la situación en el subsuelo de criaderos minerales o reconocer
estructuras o accidentes geológicos. La modalidad más empleada y de más amplia
aplicación es la segunda, o sea, la de campos artificiales provocados.
El método eléctrico se diferencia de los otros estudiados, como el magnético
y el gravimétrico, en que estos estudian las variaciones de ciertos campos natura-
les del Globo terrestre ; en cambio, el nuevo método observa, salvo excepciones,
las consecuencias de un campo artificial aplicado al suelo. La teoría físico-matemá·
tica en que se basa, es, además, considerablemente más compleja que la teoría
de la gravedad o la del magnetismo y ello hace que los resultados que se obtienen
en este método no sean tan concretos, necesitándose una gran experiencia de cam-
po y detenerse mucho en la interpretación para realizarla de un modo satisfactorio.
Los instrumentos que hoy se emplean son los de antaño, en cuanto sus princi-
pios básicos, en los que se han introducido importantes mejoras a medida que la
técnica electrónica ha avanzado.
Los campos de potencial eléctrico, que se estudian en prospección, son muy
variados. En primer lugar, un criadero mineral puede actuar como una hatería
y crear su propio campo eléctrico, constituyendo un método especial llamado de
Autopotencial del que hablaremos. Pero lo más frecuente es enviar energía al
terreno, creando así campos artificiales de distintos tipos, de cuya deformación
pueden deducirse consecuencias sobre las características geológicas o mineras del
subsuelo.
379
380 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
permite a priori diferenciar netamente una roca seca de una roca impregnada de
agua es su conductividad eléctrica. En Espafia el problema del agua es muy im-
portante. El Centro que más gasta hoy en alumbramiento es el Instituto Nacional
de Colonización, y casi puede decirse que no hace un solo sondeo sin haber reali-
zado con anterioridad un estudio geológico y geofísico y este último, utilizando
principalmente el método eléctrico de resistividades sobre las zonas de mayor
interés hidrológico.
Para dar una idea de los valores que encontraremos en prospección eléctrica
copiamos, a continuación, una lista de la resistividad de algunas rocas tomadas de
distintos autores y de nuestra propia experiencia :
Azufre ............... 1017 Ohms-cm.
,,
Mica ................ 1010 a 101s
Sal gema seca . . . . . . . . .. 105 a 101s "
Calcita ............... 5 a 1014 "
Cuarzo ............... 1014
10s ,,"
Granito seco ........... a 10 11
382 TRATADO DE GEOF ISICA APLICADA
La resistividad de las arenas puede variar mucho, según la cantidad de agua que
contienen y la calidad de la msima, por Jo que no queremos dar cifras concretas.
Pero es de interés saber que estando seca puede ser del orden de 107 Ohms-cm y
de 1 Ohms-cm. si el agua es salada. De cualquier forma las diferencias considera-
bles de resistividad que se manifiestan entre una arcilla y una arena con agua, da
lugar a que se detecte con cierta claridad un manto acuífero arenoso situado entre
capas de arcilla.
De acuerdo con lo que acabamos de decir obsérvese también que la sal común
está entre los primeros elementos del cuadro cuando está seca y entre los últimos
o menos resistentes cuando está húmedad.
Conductividad.-Se llama así al valor inverso de la resistividad.
Se distinguen en los minerales y rocas dos clases de conductividad: una llama-
da metálica o electrónica, que la poseen ciertos minerales que conducen la elec-
tricidad como los llamados metálicos y que se verifica por transporte de electro·
nes. Ejemplo son la pirita, el mispikel, la galena, el sulfuro de cobre, la magnetita
y la pirolusita. Esta conductividad puede desaparecer en estos minerales por la
interposición de una ganga aislante como el cuarzo, pues impide la comunicación
directa entre los cristales del mineral.
La otra conductividad se llama electrolítica y se refiere a minerales y rocas ais-
lantes en estado de sequedad como las arenas cuarzosas o las areniscas, pero que
conducen la corriente merced al agua que contienen; en este caso existe transpor-
te de iones al paso de la corriente y la conductividad es función de la cantidad de
agua que contienen y de la cantidad de sales ionizadas disueltas en ella. La resis-
CAP. V.- METODOS ELECTRICOS 383
25 000 so
E 20 000 E 40
~
~
E E
o" o"
.,e e:
'D
~ 15 000 ..
"
"
'D
30
~¡;; ~¡;;
a:" a:
..
10 000 20
5000 10
(a) (b)
Fig. V-1
F 1
p= V 'Pw. F l2J
s
A B
Fig. V-2
V=K·DP
µv
siendo:
P = presión que produce la filtración
(1) Prospection Electrique par Courants Continues - Pierre Lasfargues.
CAP. V.- METODOS ELECTRICOS 389
'l<
PIRITA
7 Nivel hldrostátlco
-- B
LAnodo
(zona reductora)
Fig. V-3
ll'neas de corriente
equlpotenclales
Fig. V-7
Fig. V-8
CAP. V.- METODOS ELECTRICOS 393
es más conductora; si se juntan, será que se trata de una masa más resistente y
produce el fenómeno contrario.
div y=- a q
at
b) La ley de Ohm:
Y = aE
Haciendo uso de las dos leyes fundamentales para régimen estacionario y cuer-
pos isótropos, tenemos :
div Y=div (a E)= a div (E)= a div (-grad V)=- a !:.V= O
de lo que resulta :
t:.V=O
dV B
Y=-a-=-a-
dr r2
1= 2 rr r 2 Y =2 rr r 2 ( - a ~2 ) =- 2 rr a B
y
B=- _I_ =- lp
2rra 211"
Fig. V-10
Por tanto, resulta que el potencial debido a un electrodo puntual, y a una dis-
tancia r de éste es:
V== _!E_ -
2 7r r
De esta ecuación vamos a partir para estudiar las configuraciones más empleadas
en los trabajos de Resistividad.
Como ya dijimos, se utilizan normalmente dos electrodos de corriente A y B;
uno por el que se inyecta una corriente al terreno,
uniéndolo al polo positivo de una batería, y hace
de puente; otro por el que esta corriente sale del
terreno, uniéndolo con el polo negativo de la ' .
hatería y que hace de sumidero.
En la figura V-ll consideraremos el polo posi-
M tivo de la batería unido al electrodo A, y el polo
Fig.V-11 negativo al electrodo B. El potencial en un punto
CAP. V.- CAP. V.- METODOS ELECTRICOS 397
tal como el M, donde se encuentra el electrodo de medida, viene dad0 por el teore-
ma de la superposición de los campos eléctricos:
VN=.!.....e.(_1___
1)
27r AN BN
p= ( 1
AM
1
BM
y( 1
AN
1 )
BN
. ~V =k ~V
1 1
donde k resultará ser una función depenlliente del tipo de dispositivo empleado,
y viene dado por :
k = 211"
1
(A~ - B~) - (AN- ~N)
Tipos de dispositivos empleados
Se han venido usando muchos tipos de dispositivos para los electrodos de
corriente y de medida. La mayor parte de ellos están en desuso, y sólo haremos una
breve reseña. El dispositivo Schlumberger es el que se ha impuesto y sólo se emplea
algún otro tipo, como el de V enner, para algunos casos concretos.
Los dispositivos más importantes son :
Dispositivo Schlumberger:
En este dispositivo, los electrodos
de medida M y N se sitúan simétri-
camente a la distancia Q del punto
estación O. A N B
k-(L~Q-l~Q) - (L~Q-L~Q) 2
Q
Dispositivo Wenner:
Se utiliza también el sistema de
tis~rJ
electrodos alineados y simétricos
V
con el punto de estación O, y como
A M o N B se ve en la figura V-13 se tiene:
*Jl*.R)ll~AAAAAS<
I•
a
•I•
a
·I• AM=MN = NB =a
tomando a, como parámetro del
Fig. V-13
díspositivo.
Tiene el inconveniente, sobre el Schlumberger, que todos los electrodos han
de modificarse en cada medida.
La función k resulta ser :
k= 2 1T -21Ta
J_) - (-1 - .l )
( la _ 2a 2a a
Dispositivo de Lee
Es similar al de V enner, con la diferencia de que en el Lee se sitúa un electrodo
de medida E, en el punto de estación O, haciéndose las lecturas entre el central y
uno de los laterales (fig. V-14).
I• •1• •12
•¡•1 a12 •I•
-·· ·I
Fig. V-14
k= (!.ª __ 1 ) ~7T(-1 _ _1 ) =
6
1T ª
3~ 3~ 3~
2 2 2
CAP. V.- METODOS ELECTRICOS 399
Otros dispositivos
y
V=~ ( ~p - ~p)
donde:
AP =[r 2 + (L/2) 2 + Lr cos8 J*
y
BP=[r2 + (L/2)2 - Lrcose]*
V ~ J._¿ L cos e
21T r2
De acuerdo con estas disposiciones se obtiene, como valor de k, para los dis-
positivos que se esquematizan en la figura V-16.
k- .,,.,3 •
a) Radial
r LQ cos· e
21T r 3
h) Azimutal ke - - - - -
Usen·8
c) Paralelo
k =27Tr3__1_ _
x L Q 3 cos2 • 8 - 1
27rr3
d) Perpendicular ky= 3 L.Q cos·B sen·B
3
k
ax
== .!.!....
LQ
Y como caso particular del azimutal o del paralelo, tenemos el llamado dispo-
sitivo ecuatorial, en el que el azimut se hace igual a 1í12 radianes, con lo que:
3
2-
1T r
k eq = LQ -
10 20
............. :-.
40 60 80 100
••
r-@
' 1
¡
l .... k
··~·· •
Equipo Eléctrico de Resistividad
402 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
Las pilas secas se conectan en serie para obtener la tensión de trabajo necesaria.
El circmto lo completa un reostato, que permite disponer de distintas salidas de
corriente.
: - ._: .. - ·;::·:· --
1
.•
'
,.
~
..
Equipo Electromagnético
-
. -- ''
,
~- -~----=- _... :J
""
¡
Electrodo
Electrodo
de corriente
Fig. V-18
Hay que tener cuidado al tomar las lecturas en el voltímetro, de haber corregi-
do el potencial espontáneo , llamando así al debido a corrientes eléctricas natura-
les. Hay instrumentos que llevan un dispositivo incorporado para la compensación
de estos potenciales.
Se pueden corregir las lecturas, midiendo el potencial espontáneo en el voltí-
metro, cuando no está conectada la batería, y posteriormente restando esta canti-
dad a las medidas realizadas, o bien con un circuito auxiliar incorporado en el ins-
trumento, del que se toma una tensión igual y opuesta al potencial espontáneo.
De esta forma se lleva el voltímetro a cero.
En la figura V-19 se puede ver la disposición real del equipo en el campo.
Cables aislados
Fíg. V-19
404 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
Trabajo de campo
Normalmente, dado el gran número de ábacos disponibles para la posterior in-
terpretación, se utiliza el dispositivo Schlumberger.
El operador de campo lleva consigo un estadillo, donde están las lecturas que ha
de realizar. Como ejemplo adjuntamos el estadillo obtenido para el SEV 3 del
perfil 1, de un trabajo de ensayo (Tabla I).
TABLA I
E.T.S. DE INGENIEROS DE MINAS
LABORATORIO DE GEOFISICA
OBSERVACIONES: SEV 3
t:.v
Estación
AB
-
2
MN
(m.A)
Escala
Volt. (m.V) -t:.v
1
p OBSERVA·
CIONES
'.
1 2 1 5,30 3V 2.500 500 !:>900
2 3 1 5,80 3V 1.000 172,5 4740
3 4 1 4,70 1V 280 59,5 2940
4 5 1 6 300mV 142 23,65 1835
5 6 1 8 100 mV 79 9,85 1100
6 8 1 6 30mV 13,2 2,2 440
7 10 1 5,80 10mV 2,3 0,39
8 13 1 10,5 10 mV 6,8 0,647 343
9 16 1 10. 10mV 3,9 0,39 314
10 20 1 10 3mV 2,4 0,24 301
11 25 1 13 3mV 2 0,154 301
1.000 ~---------.--------.-------~
E
e:
.,e:
<:i.
1 - - - - M z Nz
} - - - M¡ N ¡ -+----1
10-t----~~-~--'-~---~---+---~~--~
1 10 100 1.000 m
AB
2
Fig. V-20
sirven de hase para el cálculo de las curvas patrón. La primera hace referencia a
que las discontinuidades en el subsuelo han de ser horizontales. Si el contacto
tiene un buzamiento hasta de 10 a 15º, puede subsanarse orientando la línea de
electrodos paralela al arrumbamiento de las formaciones.
La segunda indica que no han de existir variaciones laterales de resistividad.
Se recomienda, a no ser que se conozca positivamente la inexistencia de este tipo
de discontinuidad, hacer dos SE V perpendiculares en cada estación, o dos paralelos
ligeramente separados.
Las diferencias obenidas son debidas a las discontinuidades y se reflejan con
saltos en las curvas que si no son muy bruscos se pueden suavizar al dibujar la cur-
va. También se recomienda el empleo de corriente continua, pues así se han cal-
culado las curvas patrón.
Como último factor a tener en cuenta está la importancia que tiene el dibujar
en el campo las curvas, ya que en ellas se advierten los errores cometidos por dis-
continuidades laterales, fugas de corriente, mal contacto de los electrodos, y se
puede repetir el sondeo, si así conviene.
Para el dibujo de la curva, las ahcisas de los puntos las tomamos de la segunda
columna de la hoja de campo, y las ordenadas habría que determinarlas mediante
la ecuación que da la resistividad aparente para el dispositivo Schlumberger, apli-
cándola a cada estación.
AB AB
(a) 2 (b) T
Curvas de dos caras
Fig. V-22
Tipo H AS Tipo K AB
(a) 2 ( b) 2
Curvas de tres capas
Fig. V-23
408 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
Tipo Q AB
2
Curvas de tres capas
Fig. V-24
p p
P¡
L--+----+---1------ Profundidades
E¡ E3 AS
2
(a) ( b)
Curvas de cuatro capas del tipo AA
Fig. V-25
p p
P3 - - - - - -- - - - -..,...---....,
P4 ----------
P¡ P¡
P1
' - - - - 1 - - - - - i i - - - - - + - - - Profundidades
E¡ E2 E3 AB
2
(a) (b)
Curvas de cuatro c.apas del tipo HK
Fig. V-26
p
p4 ----- --- -- ---- - --- ...----~
P¡
P2
E E E Profundidades
(a)
Curvas de cuatro capas del tipo HA
Fig. V-27
410 TRATADO DE GEOFISICA APLICIOA
P4 -------------------...----
P2 >--------Y"---..
P3 - - - - - ------- -
P¡
E E Profundldade$ AB
(a) ( b) 2
Curvas de cuatro capas del tipo KH
Fig. V-28
En las del tipo KH se verifica que p 1 < p 2 > p 3 < p4 (fig. V-28) y en las del
tipo HA se cumple que p 1 > p2 < p 3 < p 4 (fig. V-27).
Ambos tipos están dibujados en las figuras correspondientes.
Interpretación de las curvas de campo.
Ya hemos dicho que afrontar el problema de la interpretación es necesaria una
gran experiencia, mucha habilidad, y un conocimiento bastante profundo de la
geología de la zona en estudio. Esto último ayuda a elegir o a buscar el mejor
resultado en las interpretaciones. Otras veces se fuerza el resultado para seguir la
continuidad de un perfil, etc.
Como ejemplo, hagamos una interpretación del SEV número 7. Su gráfica es
una curva muy clara de dos capas. Busquemos en las Tablas de Orellana - Mooney
(fig. V-30) el ábaco correspondiente a las curvas patrón de dos capas del tipo des-
cendente (p 2 < p 1 ).
La curva correspondiente al SEV-7 dibujada en papel logarítmico transparente,
(fig. V-29), se superpone sobre el ábaco hasta que, manteniendo los ejes paralelos,
la curva de campo coincida con alguna patrón, o se pueda interpolar entre dos cur-
vas. Una vez conseguido, se calca sobre el papel de la curva de campo, la cmz (ori-
gen de coordenadas del ábaco) y la marca de resistividad, en este caso 0,3, se refiere
a P2 =k P 1 que aparece en ordenadas sobre cada curva del haz. El espesor y resis-
tividad de la primera lo dan la abscisa y ordenada de la cruz sobre los ejes de la
curva de campo. La segunda y última capa se considera de espesor infinito, y su
resistividad viene dada en función de la resistividad de la primera capa, por la mar-
ca de resistividad.
En nuestro ejemplo, el ajuste de la curva sobre el ábaco aparece en la figura
V-30. :\ la vista de él se deduce :p 1 = 6500 n · m; E1 = 2 m.
CAP. V.· METODOS ELECTR ICOS 411
TABLA 1
OBSERVACIONES SEV 23
I ~V ~V
Estación -AB
2
-MN
2 m.A. mV
- k P,
Proyección en
- - - - - - - - - - - - - - Fecha
Datos
7
6
5
4
Marca de
2 ___ ...!!!,s•~~
0,3
10"-+-------------+--------------+---------t-
9
8
7
6
5
4
10
9 --+-- ------------+--------------+---------r
2
8
7
6
5
4
10-+--+--+---+--+--+--+-+--+-+--+--tc--+---+---t----+---tr--+--+-t--t--+-t--t---t-t-
1,5 2 3 4 5 6 8 13 16 20 25 32 40 50 65 80 130 160 200 2iO 320 400
lm. 10m 100m &Xlm
AB
2 Fig. V-29
CAP. V.· METODOS ELECTRICOS 413
C>C>
40 ---r-
1
E1 =t
i 40=Pz
¡ P1 =1
l 20
20 ---t--
1s ---r--
'º ---r--
i
i
i
P,
L:an 15
10
i
7 ---~-- 7
!
1
5 ---¡-- 5
3,5
i
---i-- 3,5
1
2,5
2,0
--+--
·--+--
2,5
2,0
¡
1,5 ___ .¡__ 1,5
1,25 -·-- i 10
1,25
1-f- 100
0,8
0,65 ---i-- 0.65
f
0,5 ___i__ 0,5
i
0,4 --+-- 0,4
i
0,3 ---~--
1
1
0,2 ••• i.•• 0,2
i
0,15 ___ ¡___ 0,15
i
1
0,10 ---Í--
0,1 0
i
i
0,07
---t--
i
0,07
i
o.os ---¡-- 0,05
i
j
i
i
0,025 ---:-- 0,025
Fig. V-30
414 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
Pi =5000U x m E1 =1,5m.
Pz = 1500 .Q x m E2 =3,9 m.
p3 = 76 n" m
Estas curvas de tres capas, se pueden también interpretar con las curvas patrón
CAP. V.· METODOS ELECTRICOS 415
TABLA 11
Perfil 3
OBSERVADOR F. Martínez
OBSERVACIONES SEV 23
Estación
AB
2
MN
2
I
m.A.
ÁV
mV
-ÁV
I
k Pa
Interpretación Datos:
Capas Espesor Resistividad ( !2 mi
1 1,5 5.000 Azimut de AR
____
-~~-2~~~~~~~3~.9~~~~~~~~~1~.5~0~0~~~---1
-~~-3=--~~~~~~...:.;_~~~~~~~~~-7~6~~~---j Cota de sup{._7_ __
Coordenadas .X~-----
~-----------------------------¡
Lambert y
.-------
9
8
7
6 5.000 1
~uz 1
.,
5
\ ,........._ :
:
4
\ :
3
2
\
\
' .....
•
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' : Cru~
. -------------- -~-0,3
Marca 1
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8
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·-----
Marca 2
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5 11
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4
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1 E1 = 1
1
1 P1 =1
1
20 - - t--
- - - - - - 20
1
15 -+-
)
10 --r--'
- - - - - - -- -- -- - - - 3,5
- - - - -- -- - -- - - -- - 2,5
- - - - - - - - - - - - - - - - - - 2,0
- - - - - - - - - - - - - - - -- 1,5
1,25
100
0,8
- - - - - - - - - - - - - - -- - - - - -0,65
- - - - - - - - - - - - - - - -- - - --0,5
1
- - - - - -- - - - - - - - -0,4
0,3 --~- )
i
i
0,2 · ·t - - - - - - - - - - - - - - - - - - --0,2
i
0,15 -+- - - - - - - - - - - - - - - - - - - 0,15
!
1
0,05
i
--+--
\
-.....:,...-_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ 0,05
/
1 \
1
1
\
0,025 --~
1 \
---~--------------- 0,025
¡
1
f
!
\
·,.,_____ _
Fig. V-32
418 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
40 - - , -
¡
40 =1>2
i
i1
20 --+--
LB/2
20
;
15 --+-- 15
¡ P.
1º---~ 10
¡
7 ___ j__
7
1
i
5 ---¡--- 5
º5 ---L--
• 1
0,5
0,4 ---1--- 0,4
i
0,3 ---+-- 0,3
0,2---~-
'i 0,2
i
0,15 ___~_ 0,15
1
i
0,10 ___¡__ 0,10
1
1
0,07 ---t-- 0,07
i
0,05 ___ L__
0,05
-
1
i 0,04
i Marca 2
i
0025---L-
• 1 0,025
i
Fig. V-33
CAP V.· METODOS ELECTRICOS 419
CURVAS TIPO O
4 5 6 7 8 10 2 50 l o
-...,...-¡-if-l-i--+---l--~-----+-----0,025
\
\
·,1, 1
¡-~!---l--+--+-~--'!-----~1>-.------,.;.-:c:=::;;::::;;;-:-º·º15
·---·-----r:-·-------
1
:-,--t-,-i-í-h~-:-----t-------+----0,01
3 4 5 6 7 8 10 20 50
Fig. V-34
para tres capas, de una forma similar a como se hizo para dos capas, pero ello
requiere el manejar un gran número de curvas patrón, resultando más engorro~o,
por lo que preferimos la utilización del método que acabamos de exponer del
punto auxiliar.
Cruz l
1 1 0,25
1 1
1
0,20
1\
1 1
(
, I
0,15
'\l
1.
1
1
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1
1
1
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0,035
J
1
J
1 -¡--;--+-+-+--1--~-_¡_
\ ______.il_ _ _ _ 0,025
1
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1
l \t 1
1
1 o 015
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. . . . ---·-·--~-·---·-·¡,;,,:
-
1 [ \ Marca 2
1 1 1
1
1 J 1 0,01
Ow4 5 6 7 8 10 20 50
Fig. V-35
(b)
- __________.,...
Campo secundarlo
Campo Primario
1 1
------i--
______ .i1__
-+----------.....
1
_J. ___________.,..
1 Condftor
1
s T 1
1 T
1 p
•I
(a) p s 1
~~---~----
s Ce)
1
(a) +30°
1
+ 20º 1
1
+ 10° 1
- 10°
- 20°
l(c)
Fig. V-37
servando dicha curva vemos que la posición exacta del conductor coincide con
~ = Oy a ambos lados encontramos un máximo y un mínimo.
Realizando perfiles paralelos, perpendiculares al rumbo d~l conductor, o~t~.n
dremos análogos perfiles, al unir los ceros de las curvas localizaremos la poS1c10n
del conductor.
Consideraciones teóricas
Los efectos de P.1. ocurren siempre que en una determinada masa de terreno
424 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
sobre la. que efectuamos las medidas, existen conductores metálicos e iónicos,
a la vez.
Los conductores iónicos o electTolíticos son aquéllos que conducen la electricí-
dad por medio de iones. Estos iones llenan los espacios impregnados de agua de las
rocas tales como los silicatos (arcillas).
Un terreno que transmite cantidades importantes de electricidad de esta manera
constituye un conductor electrolítico.
Los conductores metálicos o electrónicos son aquéllos que conducen la elec-
tricidad por medio de electrones. Los conductores electrónicos natwales incluyen
la mayoría de los sulfuros de los metales base, algunos óxidos y el grafito. Este
grupo de minerales se llama comúnmente minerales metálicos.
El método de P.l. está basado en las propiedades eléctricas mostradas por los
conductores electrónicos embebidos en una matriz conductora elecLTolítica. En
efecto, cuando esto sucede, el fenómeno de polarización inducida resulta de la
acción de bloqueo o polnri~ación de estos conductores electrónicos en el medio
de conducción iónica, y ocurre precisamente en las intercaras en donde el modo
de conducción cambia de iónica (en las disoluciones que llenan los espacios de los
poros de \as rocas) a electrónica (en los minerales metálicos).
camino tónico
b)
Camino fóniCO·electrónic<Hónlco
Fig. V-38
Equipo empleado.
El rq11ipo utilizado es, en un primer vistazo semejante a un simple equipo
dr rt•si:;tivi dad en ('] que- una corriente eléctrica medida se aplica al suelo y se mide
Consideraciones finales
Como conclusión de este apartado digamos que el método de P.l. no es comple-
tamente resolutivo.
Por ello es aconsejable completar la prospección de P.I. con otras investigacio-
nes geofísicas (magnético, gravimétrico, electromagnético y geoquímico) aunque
el método o combinación de métodos, depende del problema a resolver.
lidad magnética del mismo. Los resultados oblenidos podrán ser asimilados a un
sondeo de resistividades aparantes.
La disposición del aparato es como en la figura V-39.
1 /
,..-::::::=:::: /
/
/
./
y '
1
lz
Ey Hz
1
Fig. V-39
(~
2
Pa = K )
µo w
siendo:
µ 0 =permeabilidad magnética del subsuelo.
w = frecuencia empleada.
Hx =Amplitud de la componente magnética radial.
H2 = Amplitud de la componente magnética vertical.
Ey = Componente eléctrica transversal. H
K = Factor de proximidad de las fuentes, que está dado en función de ef ·
2
de resistividades aparente:,, del cual deduciremos como en el SEV ordinario, las re-
sistividades reales y sus espesores. Esto se hará por medio de abacos especialmente
construídos pan este método.
El método se ha demostrado especialmente útil en los problemas siguientes:
Puramente geológjcos con tectónica difícil: hidrogeológicamente; petrolíferos; ma-
sas o capas mineralizadas; filones más o menos conductores; determinación de fa.
llas. Eu resumen en cualquiera de los planteamientos que se puedan resolver por
los métodos eléctricos convencionales, pero con ventajas especiales a favor del
MELOS como son: No tener la engorrosa extensión de cables; ni tampoco los pro·
hlemas de contacto de las piquetas y disminuir al mínimo los efectos laterales
precisamente Jos más graves del método eléctrico.
En cambio su inslTumentaJ es mucho más caro y de manejo más complicado en
conjunto. Pero en nuestra opinión los resultados son muy buenos y el método
tiene gran porvenir.
Los aparatos empleados hasta la fecha son:
El Mini-Melo portátil que investiga hasta profunclidades de 300 m es especial-
mente útil en prospección minera e hidrogeológica. Trabaja con 23 frecuencias
comprendidas entre 17,5 y 35,840 Herz; hace las lecturas por Voltímetro numéri-
co; su peso total es de unos 100 Kg. El diámetro de los hueles de emisión puede
ser de 20, 60 y 180 m.
El Grand·Melo está constituído para problemas petrolíferos; investiga hasta
1000 y 2000 m de profundidad, según los parámetros geoeléctricos del terreno.
El diámetro de los bucles es de 40 a 300 m. Las frecuencias pueden variar de 1 a
1000 Herz. El aparato va montado sobre dos vehículos ligeros.
V-4. Prospección eléctrica en Villamanrique de la Condesa(*)
Préámbulo.- La zona de. trabajo comprende al pueblo de Villamanrique de la Con-
desa (Sevilla), al SO de Sanlúcar La Mayor y al E de Almonte, a unos 20 kms
aproximadamente de esta población, y a unos 6 km al S de Pilas.
El territorio en estudio queda localizado dentro del manto acuífero de Almon-
te, cuyas características geológicas están ya plasmadas en otros informes del Pro-
yecto redactado por los sefiores Chapond y Ruiz Celaá. De manera sucinta, añadi-
remos, que toda la zona queda recubierta por el Plio·Villafranquiense con espeso-
res pequeños, de algunos metros, sin sobrepasar en mucho la decena.
La serie estatigráfica que tenemos en esta zona es así, de arriba hacia abajo:
Primero, Plio· Villafranquiense; Segundo, Saheliense (arenas); Tercero, Tortonien-
se (margas azules).
Los datos consultados del Proyecto, dan características hidrológicas interesan-
tes, para esta zona, ya que tiene buenos factores de infiltración y no hay grandes
pérdidas por escorrentía. Dado que no hay una gran explotación de este manto,
resulta evidente que deben lograrse buenos caudales de explotación, cuando las
(*) El trabajo ha sido realizado por el IGME para el Proyecto del Guadalquivir. La dirección
e interpretación fué hecha por el Dr. Ineniero de Minas, D. Francisco Esteban.
432 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
obras se sitúen en los lugares más idóneos para lograr un mejor aprovechamiento
de las condiciones mecánicas del tramo saheliense.
Este fín, es lo que persigue esta pequeña prospección geofísica y creemos que
en buena parte se ha conseguido.
El estudio eléctrico
111.-Conclusiones
En el Plano de líneas isohatas, quedan muy claramente definidas las dos zonas
de mayor interés deducidas de esta prospección.
Zona 1
Está en la parte N de este estudio y presenta profundidades del orden de los 50
m hasta el techo del impermeable o sea hasta las margas azules.
Zona 11
Está en el ángulo SO de la parte aquí reconocida. Presenta profundidades mayo-
434 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
res del techo de las margas, pero es lástima que no se haya continuado el trabajo
mtÍ~ haci:i el O, impidiéndonos un conocimiento más conciso y concreto sobre
sus posibilidades. De todos modos el punto LM-15, con 75 m hasta el techo de las
margas, lo consideramos de un gran interés para la localización de un sondeo
mecánico.
Estos resultados se han confirmado con posterioridad con dos sondeos mecáni-
cos, así como las profundidades previstas. Uno de ellos dio 25 lis, el otro unos
40 l/s.
Cortod•terreno---------------------------
8-
6-
~~1-4-
CTI:rilllll__ 3-
2-
100
8-
8-
----
-5-
:EHlEHB-4-
10
Fig. V-40
CAP. V.· METODOS ELECTRICOS 435
•
~~
-6-
-5-
-4-
-3-
-1,5-
100
-8-
-6-
-5-
-4-
-3-
-1,5-
10
-8-
-6-
-5-
--4-
-3-
-2-
-1,5-
AB 5 7 1.5
2 = 1,5 2 3 4 5 7 10 1,5
MN=
Fig. V-41
436 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
LA MATA
Prospección en
FECHA 10-V- 1.969
S.E. LM-6
PERFORACION
Interpretación: h1 = 3,2m P1 = 10w Azimut de AS N·S
hi=48m p 2 =108w
p1 = 24w Cota de superfici
Corte de terreno - - - - - - - - -
1000
-8-
6-
5-
4-
3-
2-
-1,5-
100
-8-
8-
s-
4-
10
-8-
-6-
-5-
-4-
-3-
-2-
-1,5-
AB
T = 1,5 2 3 4 5 1 10 1,s 2 3 4 5 7 100 f,5 2 3 5 7 1000 1,5
MN=
Fig. V-42
CAP. V.- METOOOS ELECTRICOS 437
Prospecci6nen, _ _ __M_A_T_A~-~~~-~-~
LA S.E. LM- 7
FECHA _~_9=--~V_-~f.9...,.~~9=---~-~-~~~~ PERFORACION
ln111rpretaci6n: h1 = 6m
h2 =39m
P1= 14w Azimut de A8 _ _ _
58......,_g_ __
p 2 =145w
p,= 27 w Cota de superficie - - - - - -
Cortedeterreno - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
1000
-8-
6-
5-
4-
3-
2-
8-
6-
4-
3-
'10
-8-
-6-
-5-
AB·
2 = 1.5 2 3 4 5 1 10 f.5 2 3 4 5 7 100 1.5 2 3 4 5 7 1000 1.5
MN =
Fig. V-43
438 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
conede terreno,_ _ _ _ _ _ __ _ __ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ __
-6-
-5-
4-
3·-
2-
1,5-
100
-8-
6-
- 5-
3-
1,5-
10
8-
-6 -
-4-
-3 -
-2-
- 1,5-
Fig. V-44
CAP. V.- METODOS ELECTRICOS 439
-6-
5-
-4-
3-
-2-
1,5-
Fig. V-45
440 TRATADO DE GEOFISIC.A APLICADA
Corte de terreno _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __
1000
-8-
-6-
-5-
-4-
-3-
-2 -
-1,5-
100
-B-
-6-
-5-
-4-
-3-
-2-
-1,5-
10
-8-
-6-
-5-
-4-
-3-
AB
2 = 1.5 2 3 4 5 7 10 1,5 2 3 4 5 7 100 1,5 2 3 4 5 7 1000 1,5
MN"'
Fig. V·46
CAP. V.· METODOS ELECTRICOS 441
Cortedeterreno - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
--1,5-
-6-
-5-
-4-
-3-
10
-8-
-6-
-5-
-4-
-3-
-2-
-1,S-
AS
2 = 1,5 2 3 4 5 7 10 1,5 2 3 4 5 7 100 1.5 2 3 4 5 7 1000 1,5
MN=
Fig. V·47
442 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
1000
-8-
-6-
5-
4-
3-
2-
1,5-
100
-8-
6-
5-
4-
3-
2-
T
1,5-
10
8-
6-
5-
4-
3-
2-
-1,!i-
AB
T = 1,5 2 3 4 5 7 10 1,5 2 3 4 5 7 100 1,5 2 3 4 5 7 1000 1,5
MN:
F19. V·48
445
Escala gráfica
,f
I
,f
,f
,f
,f
,f
,f
I
,f
,f
/
/
I
!NEAS ISOBATAS ,f
/
,f
,f 20
/
/
/
/
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1
1
"·\ 1
1
20
Co
AB
2
MN
capítulo VI
métodos radiométricos
Vl-1. Radiactividad natural
Becquerel efecluó en 1896 una serie de experiencias sobre la fosforescencia
natural, para lo cual, entre otros ensayos colocó una sal de uranio sobre una placa
fotográfica recubierta con un papel, aislando el conjunto de luz solar, pero
accidentalmente comprobó que la placa había sido velada partialrnente hallándo-
se encerrado el material de ensayo en la oscuridad de un cajón durante un día de
lluvia. Repetida la experiencia con otros compuestos de uranio el resultado era
siempre el mismo, fuera de la presencia de la luz. Los esposos Curie descubrieron
en 1899 dos nuevos elementos, el radio y el polonio, que acusaban el fenómeno
con mayor intensidad.
Poco más tarde Rutherford pudo comprobar que las sustancias utilizadas emi-
tían unas radiaciones características, de tres tipos diferentes, que fueron llamadas
Ot, ~' 'Y, según el orden cronológico de su descubrimiento, y cuya presencia y sepa-
ración entre sí podía ser efectuada en la siguiente forma: En un bloque de plomo,
con un profundo agujero, se introducía en su fondo una muestra del material ra-
diactivo, y a cierta distancia de la boca se colocaba una placa fotográfica recubier-
ta de papel. En estas condiciones la placa se velaba según una superficie circular
ligeramente superior que el taladro, pero !\Í entre bloques y placa era acoplado un
potente imán, cuyo campo de acción afectara a la trayectoria del haz de radiacio-
nes, la placa fotográfica acusaba t1es zonas: una central, de rayos -y, que por care-
cer de carga eléctrica no son influenciados por el campo magnético; una segunda,
un poco desviada, de partículas 0t con carga positiva; y la tercera bastante separa-
da, de rayos (3, con carga negativa.
Se entiende por radia<.:lividad nalural a Ja facultad, de emisión de estas radiacio-
nes que poseen los núcleos de determinados elementos, llamados por ello radiacti-
vos. En este proceso, el átomo original queda transformado en un nuevo elemento,
que a su vez podrá ser o no radiactivo. En el primer caso, la desintegración conti-
núa hasta llegar a ser un elemento estable, al igual que sucede en el segundo caso
con una sola transformación.
Son radiactivos todos los elementos naturales de número atómico superior al del
bismuto (Z =83). Con este número o algo inferior son también radiactivos algunos
isótopos del bismuto (B 1 214), del plomo (Pb, 210, 214) y talio (Tl 210), así co-
mo isótopos de número tan reducido como la unidad (caso del tritio, H3 ). En la
447
448 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
siguiente tabla esquematizada figuran los elemcn tos estables ocasionados por la
desintegración de diversas sustancias radiactivas, así como número y tipo de radia-
ciones ocasionadas. Los tres primeros casos corresponden a las conocidas series y
los ocho siguientes son de paso inmediato al elemento estable.
TABLA Vl·1
RADIACIONES EMITIDAS
ISOTOPO RADIACTIVO FINAL ESTABLE
Q'.
~ 'Y
92
u 238 s2Pb206 8 6 9
92U23s 82Pb201 7 4 3
90 Th237 s2Pb2oa 6 4 1
75 Re1s7 760sl87 - 1 -
7¡LUl76
'72
Hft76
~
- 1 1
62Sm152 60Nd14s 1 - -
49lnl IS s0Sn1 15 - 1 -
37Rb83 87 - 1 1
38 Sr
19
K4o 20Ca40 - 1 1
6ct4 7N14 - 1 -
1H
3 2H3 - , -
0
=*- 18]
y sustituyendo este valor en [7] llegamos a
= o,693 e
t,h
. [9J
Se comprendt> que la vida m<'dia no-liene por significado interpretativo que to·
<los Jos átomos se transformen conjuntamente en ese período de tiempo, dado que
en tal supuesto desapareced a la muestra original. Es un concepto estadístico que
no interfiere t>l hecho de la desintegración progresiva, en la que algunos átomos se
van desinlt>grando en tanto otros se mantienen estables duran le un tiempo deseo·
nocido, pero superior, sin que pueda predecirse cuales serán unos y otros.
Examinando las fórmulas anteriores vemos q ue el período de semidesintegra-
eión, para cada sustancia, es independiente de la cuantía del material desintegrado,
y solo tiene rdación con el tipo de sustancia, siendo extraordinariamente variable
de unas a otras. Por ejemplo, el del 92 U238 es de 4.51 O nnillones de años, en tanto
qur el d1'l 84 Po 214 es de solo 0,00015 segundos. Como la desintegración hemos
visto que es función de Ja masa, resulta que en el caso del 92 U238 , por cada 4.510
millones de átomos la probabilidad de desintegración es de un solo átomo por
año, cifra aparentemente ridícula, por reducida, pero que deja de serlo en cuanto
consideremos que un gramo de este cuerpo contiene 6,023 · 1023 : 238,03= 2.530
253. 10 19
trillones de átomos, a los que corr<>sponden
. . 8
45. 10 (365 X 24 x 3.600)
= 17.860
des1ntegrac1ones por segundo.
Vl - 1.2. Equilibrio radiact ivo
Vimos antPriormente que la velocidad de desintegración es A.N y representa el
número de desintegración por segundo. Durante un tiempo dt, el isótopo original
qué llamaremos ·1, con constante de desintegración A. 1 habrá perdido un cierto nú-
mero de átomos N1 con los que se formará otro isótopo, que denominaremos 2, de
constante X2 . Este una vez formado perderá más tarde N2 átomos que constitui-
rán un nuevo element o 3, de constante A. 3 , y así sucesivamente hasta llegar .a la
formación delclemen lo estable de la serie, que no su frirámodificaciones posteriores.
Al cabo de un liempo suficiente toda la serie se hallará formada. En el elemento
cabeza disminuirá constantemente el número de átomos, mientras que, por el con-
trario, aumentarán los de el final de serie, y Jos tipos inh'rmcdios :;<• increrncn tar<Ín
a costa del isótopo anterior, decreciendo al mismo tiempo, para formación del si-
guiente, de forma en que llegará un momento en que el proceso quedará subordi-
nado a una cierta velocidad de desintegración de cada Plcmcnto, que mantendrá
la serie en equilibrio radiactivo. Para que esto suceda, tanto las velocidades de de-
sintegración como las de formación han de ser iguales:
Vl-1.3. Radiaciones
Las radiaciones a, ~, "f, emitidas durante la desintegración de los elementos ra-
diactivos, posee constitución y características muy distintas entre sí, que permi-
ten su detección diferenciada.
Radiaciones a.- Están constituídas por núcleos de helio, es decir, 2 protones,
2 neutrones y electrones con masa de 4 y por tanto son de naturaleza corpuscu-
lar, teniendo carga eléctrica positiva. La emisión de una partícula Ol por un núcleo
radiactivo (desintegración Ol) hace que éste pierda 2 unidades en su carga eléctrica
y 4 de su masa, pudiendo representarse el fenómeno mediante ecuaciones nuclea-
res. Partiendo por ejemplo del 92 U23s, tenemos:
92 LJ23s - 90 :rh234 + Ol =90Th23., +2 He4
i
La velocidad de expulsión de esta partícula es muy elevada y varía entre y ?~
de la de la luz, o sea de 60 · 106 a 15 · 106 m/seg. y en consecuencia, debido asuma-
sa y velocidad, estas partículas dotadas de gran energía son verdaderos proyectiles
lanzados sobre la materia que las rodea y de la que fácilmente captan electrones
de sus átomos, es decir, son fuertemente ionizantes, pero al mismo tiempo, a cau-
sa de su tamaño resultan fácilmente frenadas por choques sucesivos con la misma
materia que los rodea, álcanzando pronto un estado pasivo como átomo neutro
de helio.
En el aire, a temperatura normal, los sucesivos choques de las partículas Ol con-
tra los átomos de oxigeno y rútrógeno hace que su alcance o distancia hasta la pa-
ralización, sea solo unos pocos centímetros, siendo también suficiente para su fre-
nado total, la interposición de una hoja de papel, o el espesor de solo unos 30 µ
si se trata de mica o alumirúo.
Esta desintegración sigue el proceso conocido por la ley de Soddy, que dice:
Cuando un átomo radiactivo emite una partícula a, el núcleo pierde dos cargas
positivas y cuatro unidades de masa, transformándose en un nuevo átomo cuyo
número atómico es dos unidades menor y un peso atómico cuatro unidades infe-
rior, comportándose químicamente como el elemento situado dos lugares anterio-
res en la Tabla periódica.
Su capacidad de ionización de las radiaciones a es unas 100 veces superior a
las~ y 10.000 veces que las 'Y·
Radiaciones ~.- Son simplemente electrones, con carga negativa y una masa tan
452 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
reducida como 548,76 · 10" 6 , pero suficiente para actuar con carácter corpuscu-
lar. Son emitidos por algunos elementos railiactivos, cuando uno de los neutrones
del núcleo se disocia en un protón, que queda en el núcleo aumentando su carga,
y un electrón que lo abandona. El número másico del elemento formado será, de
hecho, el mismo que el del generador, pero la carga del núcleo habrá aumentado
en una unidad; por tanto el isótopo producido tendrá como carga Z + 1, quedan-
do libre un electrón, que es la radiación {3, pudiendo expresarse el proceso con la
siguiente ecuación nuclear, en la que si partimos del isótopo de torio antes señala-
do, que sufre desintegración {3, tendremos:
vesar varios centímetros de plomo, unos 30 cm de roca, variando este valor con
su capacidad de retención, y en el aire pueden alcanzar varias docenas de metros.
Rayos cósmicos.-Además de las tres clases de radiaciones emitidas por las sustan-
cias radiactivas existen tes en nuestro Planeta, hemos de considerar otras, denomi-
nadas rayos cósmicos que nos llegan desde el espacio exterior, y que son acusadas
juntamente con aquéllas, en los aparatos detectores. Originalmente son las partí-
culas llamadas rayos cósmicos primarios, con energía del orden de 10 10 e V, que al
entrar en nuestra atmósfera y chocar con sus átomos pierden parte de su energía
y se transforman en los rayos cósmicos secundarios, de frecuencia superior a 1022 Hz.
que son de dos tipos: Unos están formados por electrones y fotones, que po$een
gran energía, y los otros son los mesotones, constituídos por partículas cuya masa
es 200 veces mayor que la del electrón, pero con igual carga eléctrica que éste.
Vl-1.4. Radiactividad de las rocas
Como consecuencia de todo lo manifestado se comprende fácilmente que en
la superficie de la Tierra puedan presentarse, y ser acusadas, todas las radia-
ciones enumeradas, pero su cuantía y distribución será variable de unas zonas
a otras, por estar en relación con la mayor o menor distribución de los ele-
mentos que las emitan, salvo en el caso de las ractiaciones cósmicas, cuya pre-
sencia por proceder del exterior, es totalmente ajena a ¡, constitución de los
terrenos. Así se explica que los minerales radiactivos, bien se hallen relativamente
acumulados en zonas de bonanza, o simplemente distribuidos con gran disemina-
TABLA Vl-2
Contenidos medios de U y Th en rocas y sustancias naturales
URANIO TORIO
SUSTANCIA g/tm g/tm
Agua del mar 0,00015 a 0,0016
Fosfatos marinos 0,001 a 0,065
Humus y cenizas de carbón 0,005
Sedimentos marinos 0,65 a 1,07
Cenizas vegetales 7
Aguas de los campos petroliferos 10
Carbón kolm de las pizarras arci-
llo-aluminosas 50 a 100
Petróleo 100
Asfaltita de Utah (U.S.A.) 2880
Rocas igneas básicas 0,96 3,9
Rocas igneas intermedias 2,61 9,97
Rocas graníticas 3 a 5 13,4
Diolb.:isao 0,0:5 z
Basaltos 0,83 5
Calizas 1,3 1,1
Rocas sedimantarias en general 1,2
Rocas de origen areno~u 5,4
Rocas de origen arcilloso 12
Arcillas pizarrosas 10,l
-- -
454 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
ción en los diversos tipos de rocas, permitirán acusar su presencia por las radia-
ciones que emiten, si podemos detectarlas con medios adecuados, y del valor ha-
Uado reducimos el de las radiaciones cósmicas, señalando el saldo la emisión su-
perficial.
Hemos confeccionado la Tabla VI-2 , señalando contenidos medios de los
elementos mayoritarios entre los radiactivos, indicando los contenidos de uranio
y torio, en gramos por tonelada, que poseen diversas rocas y sustancias naturales.
lo que nos permite constatar la gran diferencia existente entre los diversos tipos
que se citan, en cuanto a su contenido en tales radiactivos, y, en consecuencia, el
contraste entre las radiaciones que sean emitidas en cada caso, que es en definitiva
lo que captaremos a través de los aparatos detectores y nos permitirá deducir, por
su emisión característica, el tipo de roca del subsuelo, si este no es visible a causa
de recubrimientos, que presentará incrementos locales de emanaciones en aquellos
lugares donde existan cspecif'S mineralógicas más abundan les en uranio y torio, a
los que pueden acompañar olros paragenéticos aprovechables, y que pueden yacer
formando bancos, filones, depósitos o placeres.
En la Tabla Vl-3 consignamos, en tantos por 100, los contenidos en U y Th
de diferentes miner.tles, algunos de ellos cuyas materias aprovechables industrial-
mente son distintas de las radiactivas. si bien estas nos sirven de guía para el des-
cubrimiento.
TABLA Vl-3
Contenidos medios de U y Th de algunos minerales
Uranio
. Uranio Torio
MINERAL Torio MINERAL
% % % %
pierde parte de su energía cinética hasta quedar detenida, absorbida por algún nú-
cleo, o bien, si alguno de los choques se ha producido contTa uno de los electrones
de los átomos gaseosos lo desplazará de su órbita si la partícula aún posee energía
suficiente. El átomo quedará escindido
en dos partes; una el electrón separado,
que tiene carga negativa, y la otra el re&-
to, con los mismos positrones y una car-
ga cortical menor siendo por tanto posi-
tiva- Serán pues un par de iones prima-
rios, de signo contrario, que tenderán a
recombinarse en condiciones normales,
pero si por el contrario situamos en sus Fig. Vl-1
proximidades un electrodo positivo y otro negativo, con una diferencia de poten·
cial suficiente, cada uno de los iones se irá hacia el electrodo de signo contrario,
al suyo, según el esquema de la figura VI-1.
Si aplicamos una diferencia superior a la mínima precisa para alcanzar los elec-
trodos, la energía cinética de los iones primarios podrá llegar a ser lo suficiente·
mente elevada para permitir que a su vez provoquen nuevos choques con los elec-
trones de otros átomos produciéndose pares de iones secundarios, y si exageramos
la tensión podremos llegar, por repetición del proceso, a la formación de nuevos
pares que en avalancha alcanzarán los electrodos, y acusaremos en el receptor co-
mo una sola pulsación.
Se comprende que tratándose de partículas (3 el proceso sería semejante pero
menor el número de pares de iones producidos, pues debido al inferior tamaño de
estas partículas serán más reducidas las probabilidades de choque con los electro-
nes de los átomos. En cambio como su velocidad es superior a la de los rayos O!,
podrá ser aplicado un menor voltaje. Regulando éste, y la distancia entre la entrada
de partículas y los electrodos, podrá establecerse un equilibrio que permita la re·
recepción del total de iones o bien solo de los creados por la radiación (3.
Para el estudio del proceso puede utilizarse la cámara de ionización, que en esen·
cía consiste en un recipiente lleno de un gas, que puede ser aire, metano, argón,
etc. provista de dos electrodos con una diferencia de potencial del orden de l 00 a
500 voltios. La producción de pares de iones, por cada partícula a, es de 50.000 a
100.000 por centímetro de recorrido de las partículas en el aire, y solo de unos
centenares si el generador es una partícula (3.
En la figura VI-2 se representa un esquema de la interacción entre la importan·
cia del voltaje aplicado a la cámara, y la intensidad de las pulsaciones acusadas en
el receptor (función del número de pares de iones producidos). Se ve que con ten-
sión nula 0 bai;1 "" h.,, . ---.,,p,.;:-~. , .•1 ....., t!sta se va acusamlu ""pírlamente con un
mayor voltaje hasta un límite en que prácticamente se estabiliza aún incrernentan-
456 .TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
"o
¡;
"'
Ja
:1
Q.
"
'O
'O
"'
~
e:""
o 500 800 V
'ºº Tenslon de servicio
Fig. Vl-2
La detección de las radiaciones 'Y, como carentes que son de masa, no pueden
seguir el orden simplista expuesto, sino que ha de verificarse una fase de previa
transformación. Durante su trayectoria, los rayos 'Y actúan sobre los átomos que
alcanzan, comunicándoles su energía con producción de electrones secundarios,
capaces de engendrar igualmente pares de iones que podrán ser asímismo detecta-
dos en el receptor. El mecanismo de lransporle de esa energía se produce por efec-
tos fotoeléctrico y de Compton.
Efecto fotoeléctrico.- Los rayos 'Y son ondas electromagnéticas y, como tales,
pueden considerarse formadas por partículas elementales, sin masa, llamados foto-
nes o quantos de luz, según la teoría expuesta por Planck, quien estableció que
la energía de un fotón tiene por valor:
E = hf [1]
siendo h =la constante de Planck (6,62 · 10· 27 ergios por segundo).
f = frecuencia de la onda t-lectromagnética (luz) utilizada.
Asímismo Planck intuyó y expuso que cuando un fotón incide sobr<> la ~upcrfi
cte de un metal, purdr transf<>rtr a un electrón de esta superficw la suficiente ener-
gía µara permitirle que escape atrav<'sando la Pncrgía potencial que poseía.
en la que h f' es la energía del nuevo fotón y h f 0 la aplicada al electrón, cuyo valor
total, según la fórmula [4] es igual a <I> + ~ mv 2 que podemos también escribir ba-
jo la forma de:
E = lmv2 [7]
2
siendo v2 la velocidad del electrón después del choque. Gráficamente podemos
representar el efecto Compton con el siguiente esquema:
Fig. Vl-3
Vemos que en el choque del fotón con el electrón, aquél pierde una cantidad <I>
de energía y desaparece, al tiempo que se crea otro de menor frecuencia. Si ésta es
aún muy elevada, Ja onda secundaria producida no será acusada por nuestros ojos.
En cambio, si la onda primaria tenía una frecuencia próxima a la de la luz visible,
al perder energía se transformará en una onda secundaria perceptible a simple vis-
ta.
Este fenómeno es el origen de la fluorescencia, que es aplicada para la detección
de numerosas sustancias, y entre ellas diversos minerales, en cuya superficie se hace
incidir en un haz de rayos ultravioletas, que con el choque emiten radiaciones
de menor energía que en bastantes sustancias son visibles, con coloraciones depen-
dientes unas veces de la constitución de la materia incidida, y otras de pequeñísi-
mas cantidades de cuerpos extraños a ella, que se encuentran en su trama crislalina.
Así por ejemplo, es bien conocido el caso de las calizas, normalmente inertes a la
fluorescencia, pero que en ciertas localidades de diversos países y debido a variadas
impurezas fluorecen en blanco y en toda la gama de colores. El sulfuro de zinc, pre-
cipitado a partir de soluciones acuosas, y secado .a temperatura baja, no presenta
apenas fluorescencia pero calentado a 900° pierde algo de su azufre, y d~jado en-
friar acusa una intensa fluorescencia azul, que será verde si el SZn ha sido íntima-
mente mezclado con una parte por millón de SC4 antes del calentamiento a 900°.
CAP. VI.- METODOS RADIOMETRICOS 459
M2 (U0 2 ) 2 (X 0 4 ) ·nH 2 0
en la que M puede ser cobre, hierro, plomo, bismuto, manganeso, o bióxido de ura-
nio. X significa fósforo, arsénico, vanadio o azufre. n, el número de moléculas de
agua que varía de 8 a 12.
Como complemento a esta clasificación puede decirse que, en general, no son
fluorescentes los minerales primarios de uranio, pero sí lo son los secundarios y
ello permite por ejemplo la detección de pechblendas, que suelen mantener su-
perficialmcnte restos de los minerales creados a sus expensas, como la zippeita, y
otro tanto puede decirse de algunos del grupo c).
Para mejor ilustración, en la Tabla VI-4 se insertan algunos minerales, de ura-
nio, junto con la tonalidad de sus respectivas fluorescencias.
TABLA Vl-4
Tonalidades adquiridas por diversos minerales
radiactivos con la luz ultravioleta
,,:,
pende esencialmente de su propia ener- ~
gía dado que tle acuerdo con ella será
la intensidad de señal que se acuse e .()
"'
~
~
·~
~ ~
ü
.. ..
-~ ~
1
pues la influencia del menor voltaje ~ 't:¡ fu
ejerce un inferior efecto multiplicador. :> ......
'
c. t:: 1 ·!:! ::}- ·~
.!! ~: et <.:¡~
~
~ ~
~
e: ·"'
.'!!
106 , inferior a 10 8 que pueden conse- Vi
.
·~ 1
~ ~
e ~~1
::¡ •
~ v a"
guirse en los Geiger-Müller de alla ten-
sión. En la figura VI-4 puede apreciar- 1
se la influencia de la tensión sobre la
importancia de la señal detectada. En o /00 sao 800 1000 t500V
Los tubos G-M construidos en vidrio no son sensibles más que a las radiacio-
nes 'Y y a las (3 duras, que son de elevada energía, siendo impermeables a las ~ y
(3 blandas, que además raramente llegan hasta el detector puesto que suelen ser
detenidas rápidamente por el aire. Los tubos de aluminio, o de vidrio con ventanas
de este metal, son también permeables a las (3 blandas.
En realidad, los contadores Geiger-Müller tienen su mejor servicio en los rayos
(3, pues los 'Y aunque más penetrantes tienen en cambio una baja capacidad de ioni-
zación, estimándose que de cada 100 'Y recibidas en el tubo, una sola es capaz de
ionizar y ser acusada.
Deste/lómetros o contadores de deste/los.-Tienen por antecesor el espintarisco-
pio de Crokes, en el que se produce un destello de luz visible, cuando una radiación
al chocar con los átomos de ciertas sustancias como el sulfuro de zinc, llamadas
corrientemente fósforos por sus propiedades, desplazan la posición de alguno de
sus electrones excitándoles. Al ceder éste la energía recibida vuelve a su estado nor-
mal emitiendo una radiación electromagnética comprendida en las frecuencias de
la luz visible. El espintariscopio fue sustituido por la cámara de ionización, y ésta
por los contadores Geiger-Müller, aún en uso, que tuvieron gran aceptación y ser-
vicio, pese a su pequeña sensibilidad receptora, que es en parte compensada mul-
tiplicando el número de tubos en cada aparato.
Aún conocido el principio del espintariscopio, su transformación en el Destelló-
metro no fue conseguido hasta después de la Guerra Mundial. Hacia 1954 se obtu·
vieron nuevos fósforos, mucho más eficaces, partiendo de preparados que se acti-
vaban por inclusión, en sus redes cristalinas, de pequeñas cantidades de algún ele-
mento, principalmente talio, que servía de activador, produciendo niveles adicio-
nales de energía, en los que Jos electrones pueden entrar durante su excitación,
cayendo de ellos al volver a su estado normal.
Estos nuevos fósforos constituyen dos grupos: los inorgánicos casi todos, iodu-
ros activados generalmente con talio, como Nal(Tl), Kl(Tl), Csl(Tl), Csl(Na),
Lil(Eu) y Ca F 2 (Eu); y los orgánicos antraceno, naftaleno y otros. El fósforo
más frecuentemente utilizado en estos detectores es el ioduro sódico Nal(TI), y la
frecuencia de las radiaciones producidas alcanzan no sólo la luz visible sino tam-
bién la ultravioleta.
El descubrimiento de estos cuerpos permitió la aplicación del llamado tubo fo-
tomultiplicador que, colocado a continuación del fósforo y dotado de un mango
puede ser manejado cómodamente por el operador. Del conjunto, que tiene una
longitud de unos 30 cm parte un cable conductor que lo une al circuito electróni-
co transistorizado, que puede llevarse colgado, o bien apoyado en el suelo, según
su peso. Este circuito permite aumentar la corriente producida, para su mejor me-
dición, y va provisto de un sistema integrador de los choques en distintas escalas.
CAP. VI.- METODOS RADIOMETRICOS 463
Emanómetro.- Es el detector utilizado pan el radón l{6 Ra 222 y sus isótopos torón
220 y actinón 219. El aparato modcln de prospec<·ión consiste en esencia en
un destelloinetro completó, una sonda. y u11a Lotella de aire comprimido con su
trampa neumática para extraer la emanación del sondro practicado.
La fase detectora va toda ella en una caja y consta de una cámara dP de~tellos,
de 125 cm 3 , cuya pared in tema está revestida de un ffo;foro, que suele ser sulfuro
de cinc activado con plata S Zn (Ag); un tubo fotomultiplir.ador, con tensión de
1.000 a l.500voltios, alimentado con 3 pilas de 1,5 V y un lTansformador-conver-
tidor de corriente contínua; circuito eléctrico de integración y lectllra directa, etc.
Esta •caja, cuyo peso cargada resulta de unos 6 Kg, se encuentra 1•n condiciones
de estanqueidad y de servicio en condiciones ex lr<'mas de Lcrnpcralura en forma
semejante a Las señaladas para los destdlómelros norma.ks. El error de lectura es
de un 5 por ciento para las escalas de sensibilidad de choques reales, comprendi-
das entre O a 3 y O a 300 choques por segundo. que registran estos aparatos.
¡9K
40
~ 20 Ca
40
+e
CAP. VI.· METOOOS RADIOMETRICOS 467
En el 11 por ciento restante del K40 es liberado un electTÓn cortical, con trans-
formación del potasio en argón:
19 K4º--~ is A4o +e
Como consecuencia del estado de excitación que sufren los núcleos del K4 º en
estas transformaciones, son emitidas también radiaciones 'Y de energía alta, con
una longitud de onda de 0,008 A..
Hasta hace poco tiempo la detección radiométrica era dedicada, casi en exclu-
TABLAVl-5
DETECCION DETECTADOS
1) Criaderos de minerales
radiactivos a) Uranio
b)Torio
c) Especies uranotoríferas
2) Criaderos de minerales
asociados con radiacti· a) Monacitas
vos b) Tierras raras
e) Tántalo-niobitas y_ sus paragené-
ticos (Sn, W, Ti) -
d) Berilio
e) Vanadio (carnotita, tyuyamuni-
ta, francevillita)
f) Potásicos (silvinita, camalita,alu-
nita)
g) Feldespatos potásicos
h) Muscovita
i) Petróleos
j) Ciertos carbones
k) Ciertos •asfaltos
del lestigo, y si éste parf><:c ser interesante bajo el punto de vista radiactivo puede
complelarsC' el ensayo comparando, con un contador, un patrón de uranio o to-
rio, de concentración conocida, con Ja muestra testigo, que será pulverizada al
mismo tiempo que aquel, con igual peso, y situándola a la misma distancia que el
patrón respecto del contador, obtenié11dosf> su valor relativo por una simple pro-
porción. Si se sospecha que la muestra contiene torio y uranio, se coloca en polvo
sobre una bandeja de espesor suficiente para impedir sea atravesado por las partí-
culas ex y (3. Sobre la muestra se colocará un hetámetro y debajo un gammánlf•tro.
Del saldo de conteos de uno y otro aparato se deduce la proporción entre los ra-
yos {3 y 'Y emitidos, cuyo valor es sabido para las series conocidas (Ver Tabla Vl-1),
haciendo una corrección por el exceso de torio o falta de potasio. Si el valor ob-
tenido se compara como anteriormente, con una muestra patrón, se obtendrá un
resultado bastante concordante con Ja realidad.
Dada la lentitud de los recorridos hechos a pie, actualmente es preferible ia uti-
lización de un vehículo todo terreno, en el que adf'más puedan llevarse detectores
de mayor alcance y precisión, toda vez que su superior peso ya no es problema. La
velocidad de marcha es del orden de unos 20 Km/h, con paradas en Los puntos
que se f'Stimcn para su C'tamrn, loma de muestras y batr.ado, que ahora pueden ser
másnumerosos pues''º hay inconvenientes en llevar en sacos cuantas tierras brutas
convenga. hasta su lugar de lavado.
A fin de eliminar las radiaciones ex y {3 aminorando los ruidos de fondo, el de-
tector debe ser alejado del suelo, colocándolo sobre el techo dd vehículo o en· una
pequeña torre a él adaptada. También en el supuesto de largos itinera.-ios, con el
fin de evitar fatiga al observador puede lkvarst' un sistema de alarma que entre en
servicio tan pronto como la radiactividad sobrepase, en el punto alcanzado, un
límite prefijado.
Los datos obtenidos con esta somera prospección serán examinados en la base
y de ellos habrá de deducirse la convrniencia ele abandonar la zona, o por el con-
trario someterla a una más meticulosa investigación. En est e íiüimo supuesto los
lugares que. han acusado una mayor actividad radiactiva se rán puntos de partida
para estudios zonales todavía ligeros, pero más meticulosos que anteriormente,
procurando deducir los límites aproximados entre el perímetro con anoma-
lías positivas y el mido de fondo, que será dibujado provisionalmente en los ma-
pas y croquis.
En fase posterior se cuadriculará el terreno o terrenos, supuestos interesantes,
con w1a dimensión de malla de acuerdo con lu importancia y detalle que se pre-
tenda, puclienc!o variar entre 5 y 50 ó 100 m En estos dos últimos casos, después de
prospectados las mallas grandes, para examen general. habrán d0 subdividirse en
otras más pequefias en los lugares convenimtcs, para información más detallada
dependiente del tipo de investigación pretendida, que pueda ser el hallazgo
470 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
Fig. Vl-8
Vf-1.8. Ejemplos
Criaderos complejos de Sn, Ta y Nb. - Siguiendo con el Geiger un intinerario
de simple rutina, orillando un pcquefio río, fue constatada una cierta radiactivi-
dad, mayor que el ruido de fondo que era de unos 30 choques por segundo, re-
sultando aconsejable un lavado con batea, cuyo resultado fué prácticamente nulo.
Examinadas las márgenes del río en su orilla izquierda volvió a localizarse algu-
na radiactividad que seguía acusándose subiendo una vaguada, hasta llegar a un
lugar en que eran pcrc·eptibles 130 choques asentando el aparato en tierra. Ama-
yor cota se reducía rl conteo hasta alcanzar otra vez el mínimo.
Iniciados itinerarios a un lado y otro del punto de mayor radiactividad fué de-
finida una fajad(· terreno, cubierta por acarreos y tierra vegetal, en la que el detec·
tor sefialaba valore:¡ ea¡,i constantes de 130 choques.
Ejecu tada una ca/ieata lransvrrsal en un punto de la faja, fué cortado, bajo re·
rnLrimit'11Lo dt' 30 cm, un dique de micropegmatita descompuesta, de 0,80 m de
472 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
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cg Fig. Vl-9
CAP. VI.- METODOS RADIOMETRICOS 473
ble entre 30 y 50 A.V. P: en diversos itinerarios, hasta que en uno de éstos alcan-
zó valores notablemente superiores que fueron advertidos en otras varias ocasiones
animando por fin a establecer un a red de cuadrículas de 30 m de lado, sobre las que
primeramente se efectuaron recorridos según sus diagonales, seleccionando después
las parcelas más interesantes, que se subdividieron en 9 cuadrados de 10 m de la-
d¿, y por último algunos de éstos, de acuerdo con la importancia acusada, se vol-
vieron a dividir en 4 cuadrados de 5 metros.
Tomadas las radiactividades acusadas por cada uno de los vértices, y trasladados
a un plano los resultados obtenidos, fueron interpolados los puntos correspondien-
tes a los valores enteros 50, 100, 150, 200, 250 y 300 A. V.P. para la confección
de las rcs~ectivas isorradas (Fig. VJ-9) figurando la 50 como límite de los ruidos
dr fondo, y la 300 como máximo percibido, que de hecho correspondió a un solo
punto.
F:I examen del plano conseguido daba la impresión de existir un filón oculto,
vista la normalidad pn:i;cn tada por la alineación de los puntos que ofrecían máxi-
mos radiartivos, pero trabajos realizados bastante superficialmente solo acusaron
fracturas sin relleno. provocadas por los movimientos hcrciniano y posteriores.
que determinaron corridas de meRor resistencia en las pizarras cambrianas de la
formación, asentadas sobre basamento de granito, poco profundo a juzgar por
apófisis próximas.
Las grietas y fisuras sirvieron de fácil camino a las soluciones mineraJizadoras
cuyo orígcn m rl granito debía ser desechado en un principio, en virtud de la poca
radiactividad que éste presentaba en sus apófisis.
Preparadas muestras procedentes de la trituración de pizarras extraídas en los
trabajos, se encontraron piritas, óxidos de hierro originados por descomposición
de aquellas, y minerales secundarios de uranio, fácilmente acusados por la lámpa-
ra ultravioleta. El más abundante de estos era la autunita, en forma de manchas
amarillas, que aparecía interestratificada entre las fajas de deposición de las piza.
rras, y tanto la autunita como los demás minerales aparecían muy diseminados en
la formación, pareciendo hallarse allí desde el período de deposición, siendo pos-
t erior su movilización, merced a las 3euuas de circulación.
*
capítulo VII
la testificación geofísica
V 11-1 . Antecedentes
A título hil>liográfico haré constar los nombres de C. y M. Schlumberger,
H. G. Doll, M. Martín, G. E. Archie, E. G. Leonardon, E. F. Straton, R. G. Hamil-
ton, a quien se debe el descubrimiento y avances técnicos de estos procedimientos.
Los métodos geofísicos que vamos a tratar fueron ideados y empleados por pri-
mera vez por los hermanos Schlumherger y hoy se e"mplean en el mundo entero en
forma lal, que convenientemente complementados entre sí, son casi insustituibles
en la técnica de los sondeos mecánicos.
Si hace algún tiempo, cuando únicamente se empleaba la testificación eléctrica
en el interior de las perforaciones, hubiésemos dicho que el diagrama suministrado
sobre un papel fotográfico llegaba a ser superior al testigo mecánico, nos hubiesen
reprochado nuestro apasionamiento geofísico, con bastantes razones para ello.
Pero hoy podemos decir, sin temor a equivocarnos, que los testigos geofísicos,
adecuadamente aplicados y estudiados en conjunto, dan un resultado superior a
los testigos mecániccs ordinarios, teniendo en cuenta las características de la ma-
yoría de los problemas mineros a resolver, y especialmente considerando el factor
económico.
Esto lo veremos con sólo analizar someramente alguno de sus numerosos méto-
dos, que en conjunto han revolucionado la técnica de los sondeos, sobre todo en el
campo del petróleo.
Una vez efectuado el sondeo, podremos realizar en cuestión de horas las si·
guientes mediciones geofísicas:
Resistividad y Polarización espontánea (o Porosidad), Radiaciones Gamma;
Registro neutrónico; dirección y buzamiento de las capas; ángulo y dirección de
desviación del sondeo; elasticidad y velocidad; testificación inductiva y densidad
de las capas. Todos estos métodos tienen la ventaja sobre el testigo mecánico de
que si bien nadie puede negar la conveniencia de tenerlo en la mano, en cambio la
determinación de la profundidad de cada medición es mucho más precisa de la
que se consigue con ese testigo , siempre más o menos roto en pedazos y des·
gastado en sus extremos.
Por otra parte la dirección y buzamiento determinados eléctricamente, los espe-
sores exactos de las formaciones y como complemento los métodos radiactivos y
sísmicos y, para terminar, eJ sacamuestras lateral, completan la prospección del
sondeo con resultados que son muy superiores a los clásicos.
Lo olv:idernos tampoco que, a veces, la presión de los barros ha podido desalojar
el petróleo contenido en un testigo mecánico, arenoso e incluso taponar accidental-
mente la caplt, haciéndonos que la pasemos desapercibida o la demos como no pro-
ductiva. Entonces la testificación geofísica nos da los medios para localizar la en-
mascarada capa de petróleo con exactitud de posición y potencia, indicándonos
sus características y su mayor o menor interés, para poder hacer las pruebas de
producción con las máximas probabilidades de éxito.
M
N
A
te es:
V
p: 4 7r AM -
1
p = 4 1r AM AN . !l. V
MN 1
.
..
1
:'
1
gradiente. 1 A 1
y por lo tanto
R=
Jr
pÁr =-
4 tr r 2
_p_
4 tr ( r'l_l)=_E_·
r 4 tr
r' - r
r' r
R= AV = ..E_ . r' - r
1 4tr r' r
de donde se saca
ó.V r' r
p=4tr-l-
r' - r
midiendo 1 y !>.V con el aparato y conociendo r y r' por la separación de los clcc-
lrodos t'tl d mismo, podrt'mos calcular la resistividad de la formación en cada lu-
gar del sondeo, lo que se hace automáticamente y en registro contínuo.
Esta misma distribución es la que se llama sonda normal o de potencial, cuando
la distancia AM es pequeña con relación a la MN y se llama sonda lateral, aquella
en la que los electrodos están distanciados en forma tal que MN es pequeño en
comparación con AM.
La distancia desde A al punto medio O entre los dos elect rodos M y N nos da
la profundización de las mediciones dentro de la formación.
La cantidad de potencial medido se aproxima bastante en la sonda latera) a la
fuerz.a del campo eléctrico o al gradient e del potencial en el punto O.
A la distancia AO se le denomina espaciamiento de 1;i sonda. Las fórmulas
aplicadas son las mismas citadas anteriormente. En cuanto a la distribución de la
figura Vll-2 es igual si se cambian los circuitos debido al principio de reciprocidad
que dice, que si en una determinada distribución de electrodos 1, 2, 3, 4 hacemos
pasar la corriente por 1 y 2 y medimos el potencial en 3 y 4, obtendremos el mis-
mo resultado que haciendo pasar la misma corriente por 3 y 4 y midiendo
entre 1 y2.
Método del e lectrodo único.-Hagamos pasar la corriente eléctrica al terreno
ent re un electrodo de tierra fijo B y otro móvil A (fig. VII-4) que llamaremos de
registro y que recorre el int erior del sondeo.
480 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
y V la caída de potenciaL
La fórmula básica que rige la gráfica
- ---r--
de resistencia obtenida en el registrador,
al recorrer el sondeo el electrodo A es la
siguiente:
R =j·ct p . .E...!:_2
47rl
=L(l- .!.)
47r r d
Fíg. Vll-4
r
donde p es la resistividad de la formación; L la variable de integración; r =radio
de electrodo; d =radio de la esfera que limita el volumen del terreno utilizado
para el cálculo de R; Res Ja resistencia de un volumen de formación comprendido
entre la superficie del electrodo de radio r y la esfera concéntrica de radio d.
En Ja figura Vll-5 se ha repre-
sentado Ja gráfica de R en función
de d (expresado en múltiplos
de r) para una formación isótropa
de resistividad p.
Dando valores crecientes a d,
en la fórmula anterior, se ve que
R tiende asintóticamente al valor
2r 5r lOr de RE=_!!_ cuando d =oo.
41T r
Fig. Vlf-5
Examinada la gráfica (figu-
ra VU-5) de la función R se observa que para w1 valor de d =5r, R =0,8 RE y
para un valor d= 10r, R=0,9 RE. De donde se deduce la importante propiedad
de que los terrenos situados a una distancia del electrodo superior a cinco veces el
diámetro del electrodo, ejercen poca influencia en el valor de la resistencia.
Como r es constante, p será proporcional a RE ; puesto que p = 4 7r r RE. Por
lo tanto, midiendo RE conoceremos la resistividad de la formación en la que está
sumergido el electrodo de rcgisb·o. Prácticamente lo que se mide es RA que es la
resistencia aparente con lo que obtendremos una resistividad también aparente,
/1V= m·p·p
V
siendo:
v = viscosidad
p = resistividad
p = presión hidrostática diferencial
m = coeficiente función de la porosidad.
El potencial electroquímico es función de las actividades iónicas de los lodos
con relación al agua de las formaciones permeables adyacentes.
El diagrama ordinario de testificación eléctrica es aquél que contiene los de
porosidad y de resistividad, pues por comparación de ambos se llega a la resolu-
ción de problemas de mucho interés. Por ejemplo, en el de la figura VIl-7, las
arcillas dan valor mínimo de ambas medidas; las margas, algo mayor resistividad.
El agua salada, mínimo de p y máximo de SP. La capa de arenas petrolíferas
máximo de ambos, resultado difícil de confundir con ningún otro horizonte
geológico.
La velocidad operatoria de este método suele ser de 200 a 600 metros de longi·
482 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
Fig. Vll-7
en ambos son las mismas mencionadas, pero se suelen llamar micronormal y mi-
crolateral; la primera cuando la medida se hace entre M1 y M2 , que se llaman
micro lateral AM 1 M2 o microlateral 2,5 por 2,5 centímetros.
La característica principal del método, que se ha convertido en un magnífico
complemento de la testificación ordinaria, es que se destacan con gran precisión
los contactos de terrenos, y muy especialmente las delgadas fisuras de las capas
calizas, que pasan totalmente desapercibidas en el otro.
También ha dado un resultado muy buc::no para calcular Ja potencia de las capas
de carbón, lo que se llega a hacer con dos o tres centímetros de error.
Además, r esulta diferente y
Resistividad Microlog mucho más neto el diagrama
NormBI Normal de porosidad debido al espe-
o so 100
, u - cial aislamiento de los elec-
lef¿,.,,¡ 100~ 1 1
0
1--- - -- - - ___s~------ - - ---1 ~iñ_.!'..º§F~~--!!1f trodos.
Su campo de aplicación es
grande en cuanto a las dimen-
siones de la perforación, pues
el portaelectrodos se puede
extender entre límites de 100
a 700 milímetros de diámetro.
En la figura VII-9 se puede
hacer la comparación entre los
diagramas de rcsisti vid ad nor-
mal y lateral de una trstlfica-
ción ordinaria y la de los obte-
nidos con el microlog: normal
de 2,5 centímc1ros y normal
de 5 centímetros.
Testificación inductiva
Un método eléctrico ideado
para trabajar en el interior de
un sondeo seco o con barros no
conductores (por ejemplo, ba-
rros a base de petróleo), es el
de inducción aunque no es
aplicable cuando la perforación
está entubada con tubo metá-
lico.
Fundamentalmente consiste
Fig. Vll-9 en una bobina transmisora, por
484 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
Registro de densidades
Se emplea desde hace algún tiempo un método de registro de densidades por
rayos gamma en el interior del sondeo. El método se funda en la absorción de
rayos gamma por los distintos bancos de la formación que es aproximadamente
proporcional a la densidad. El poder obtener este registro relativo de densidades
es de gran utilidad para Ja interpretación de los mapas gravirnétricos.
~~~é
~"" Electrodo l
Fig. Vll-15
Fig. Vll-14
quete esférico de cristal, en el que se mueve libremente una bolita; una lente foto -
wáfica y una película de 35 milímetros, que ha de impresionar todos estos datos
a la vez (fig. VU-14).
El dispositivo queda explicado en la figura Vll-14 y una fotografía de posición
es como la figura \1 Il-15. En un reconocimiento de una pequeña longitud de son-
sondeo se hace una fotografía al principio y otra al final, en el recorrido de baja-
da, y luego se repite la posicjón de partida después del recorrido de subida.
En un reconocimiento largo se suele hacer una cada 200 pies. La carga completa
de la máquina fotográfica admite 60 fotografías.
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111 ,,,, "' .:::._~
'"
--==--
-- ---- 1 "'
4' 11 Rf
aparato toma-muestras
lateral
- /1 • ,, flf ,,,
"' f/ ., ~'
1// ,,, ""
"' ,,,
Fig. Vll-16
Fig. Vll-17
Método termométrico
Se emplea principalmente para determinar la altura del cemento detrás de la
tubería del sondeo. J
El fundamento de la operación es que una vez realizada la cementación es ne-
cesario conocer la posición o nivel de ésta pues mientras fragua el cemento se pro-
duce una apreciable elevación de la temperatura. La operación se realiza entre
12 y 23 horas después de introducido el cemento.
Cañones perforadores
Una vez determinada una capa petrolífera y entubado el sondeo es necesario
ponerla rn producción. Para ello después de hechas las cementaciones pertinentes,
hay que perforar la tubería o, en su caso, tubería, cemento y formación para con-
seguir la salida del petróleo.
490 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
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GRAFICO DE TESTIFICACION
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RAYOS GAMMA - SENSIBILIDAD
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Fig. Vll-18
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492 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
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r
Fig. Vll-19 2
CAP. VII.· LA TESTIFICACION GEOFISICA 493
Por su mayor porosidad (mayor P.S.), merece destacar los tramos arenosos com-
prendidos entre los 28 y 38 m, entre 50 y 60 m, entre 83 y 88 m, entre 99 y
117 m y entre 162 y 189 m. Todos corresponden a tramos de mayor Resistividad
como se aprecia en el registro correspondiente y a tramos de menor 1 radiación
en el registro de Rayos Gamma (con desfase de 1,50 m.). Los acuíferos constituí-
dos por arenas «on agua limpia de sales, dan mayor resistividad que las demás capas
que son arcillosas.
Existen otros lechos, posiblemente acuíferos también, pero de menor espesor e
interés.
Sobre la gráfica de Rayos Gamma se han marcado punteadas las zonas que se
consideran posibles acuíferos.
Después de estos estudios, se aforó el pozo y ha dado más de 60 litros por segun·
do, de agua muy buena como correspondía a las resistividades y porosidades me-
didas.
*
capítulo VIII
métodos geoquímicos
ra~ drdw:-ciont•s qu<· han de SC'r comprobadas o determinadas y detalladas con otros
método::; anlcR rlc 11 bicar un sondeo.
CAP. VIII.· METODOS GEOOUIMICOS 497
CRIADEROS METALICOS
metálicos
--
-
Fig. Vlll-1
CAP. VIII.- METODOS GEOQUIMICOS 499
Entre los inconvenientes del método está Ja necesidad de preparar las muestras
en disolución. Otro el que para cada elemento hay que emplear lámpara diferente.
En cambio en la valoración de cada elemento cuando se ha preparado de ante-
mano la solución, se tarda poco más de medio minuto, por muestra.
Hay que empezar por hacer Ja preparación en un tubo de ensayo, con su color
que ha de ser comparado con muestras patrón. En el aparato hay que hacer la
selección de longitud de onda para cada elemento.
Cromatrógrafo de gases
En la investigación de hidrocarburos se recurre al cromatrógrafo. Consiste en
una columna absorvente, con determinados productos colocados en pisos, cuyo
análisis se ha de hacer a continuación. Estos métodos eran difíciles y delicados
hasta hace poco, pero hoy han mejorado mucho sus aparatos automáticos y pro-
cedimientos, así como también sus tÍ'cnicas de vacío.
Los análisis son menos rápidos y más delicados que los anteriores, pero es lo
que corresponde al caso de hidrocarburos.
CAP. VIII.· METODOS GEOQUIMICOS 503
HIDROCARBUROS
--
.,,,-- .
_ / Bac1ertaa
~--~~-r-~-- ~
...........
Porftrtnaa ............
/1
Fig. Vlll-2
CAP. VIII.- METODOS GEOQUIMICOS sos
PROSPECCION GEOQUIMICA
ZONA DE BUR00S
2000
-
1500
o•,
1000
500
Propano
------·-..-
.Estaciones 64 82
Fig. Vlll-3
- TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
506
Porflrlnas de NI
.. . .
Ht.tm.. del•ttwiel6n_ _
70 78 u
Fig. Vlll·4
,/
. ..
&
(!!!!!!!b
-
1
Fig. Vlll-5
508 TRATADO DE GEOFISICA APLICAOA
MAPA DE ISOCONTENIDOS
en PROPANO, en mlcrolltroa por kg. de muestra
PERFILES con estaciones a O'O mlllaa
- > 10~1/kll
O Sondeo pt0duct0<
$-
"\- r.11..
- ---· leobol.. d•l locl>o d• yocimle nto @
..
Fig. VI 11·6
CAP. VIII.- METODOS GEOOUIMICOS 509
Vlll-4. Biogeoquímica
Otro de los métodos con que se abordan lo(problemas Geoquímicos es a través
de las plantas. Damos algunos datos suministrados por López de Azcona, en sus
investigaciones sobre asimilación elemental selectiva de los vegetales.
Si analizamos las plantas naturales que cubren la tierra veremos que contienen
gran cantidad de elementos minerales. Pero muchos de ellos, aunque nos extrañe
a primera vista, son tan naturales, que sin ellos no prosperaría el vegetal y que si se
buscan se encontrarán siempre en pequeñísimas cantidades en el suelo. Ejemplo de
estos son: Boro, Zinc, Hierro, Cobre, Manganeso y Molibdeno, entre otros. Si no
se encontrasen se producirían fenómenos carenciales en la planta, con sus fatales
consecuencias.
Pero al mismo tiempo que éstos, asimila por las raíces otros, que si bien no le
son necesarios, sabemos exactamente el efecto que les produce: pasan a formar
parte de sus tejidos cuandó se encuentran en el suelo a su alcance. Entre ellos ci-
taremos el oro, la plata, el plomo, el estaño y el selenio.
*
capítulo IX
sensores remotos
Hemos añadido este capítulo al libro, por creer corresponde su rlesarrollo al in·
vestigador geofísico, que es quien mejor puede dedicarse a estas complejas inter·
pretaciones.
Los sensores remotos se refieren casi siempre a parámetros físicos y cuando no
lo sean específicamente, como en el caso de la fotografía simple, constituyen com-
plemento imprescindible para una buena interpretación. Veamos muy someramen·
te como se explican y en que consisten.
Desde el punto de vista de los reconocimientos geológicos, geofísicos y mine-
ros son técnicas de sensores remotos, los procedimientos de detección o evalua-
ción a distancia de minerales, rocas y aguas en general de Ja corteza terrestre. Es-
tas mediciones se pueden hacer desde avión, volando a alturas relativamente bajas
o desde naves espaciales acondicionadas. Cada uno nos suministra valores distintos
que se pueden complementar.
El Centro Americano de Fotointerpretación de Bogotá, dependiente a su vez
del Instituto Internacional de Servicio Aéreo y Técnicas de la Tierra (1.T.C.) de
Holanda, es el único de lengua española que tiene como misión principal el estu-
dio de los datos suministrados por diferentes satélites entre otros el ERTS-1 que
se desplaza a 496 millas de la Tierra y el SKY-LA B cuya órbita queda a 435 Km
de altura. Los métodos empleados son muy variados y complejos y un ejemplo po-
dría darlo el aeromagnético. Pero cuando se trata de descifrar imágenes físicas
tomadas a 800 Km de altura, hay que emplear procedimientos que se salen de Jo
clásico hasta la fecha(*).
En circunstancias tan desfavorables, ningún método es suficiente por sí solo y
el complementar adecuadamente métodos de detección de varios parámetros físi-
cos, se hace casi indispensable, si queremos Llegar a interpretaciones geológicas y
mineras técnicamente buenas y aprovechables económicamente.
Como los sensores remotos nos aportan datos de un valor incalculable como
complement o de otras m1'diciones, podemos decir que quien mejor uso puede ha-
511
512 TRATADO DE GEOFISICA APLICADA
*
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