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El desarrollo de la creencia en un mundo justo: relaciones


entre la construccion individual del conocimiento y los
saberes producidos colectivamente

Article  in  Estudios de Psicología · January 2014


DOI: 10.1174/021093908786145403

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1 author:

Alicia Barreiro
Universidad de Buenos Aires
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El desarrollo de la creencia en un mundo


justo: relaciones entre la construccion
individual del conocimiento y los saberes
producidos colectivamente
ALICIA-VIVIANA BARREIRO
Universidad de Buenos Aires

Resumen
Este trabajo analiza las relaciones entre la construcción individual de conocimientos sociales y aquellos pro-
ducidos colectivamente. Para ello, se investigó el desarrollo de la creencia en un mundo justo y de la creencia en
la justicia inmanente, así como también las relaciones entre ellas. Se realizó un estudio descriptivo correlacional
en el que participaron niños y adolescentes (n = 135), con edades entre 6 y 17 años. Se utilizaron como instru-
mentos para la recolección de datos a la escala de Creencias en el Mundo Justo y al método clínico-crítico piage-
tiano. Los resultados obtenidos permitieron distinguir la existencia de tres modos diferentes de justificar la cre-
encia en un mundo justo según la edad de los sujetos: justicia inmanente a la naturaleza, reciprocidad social y
mérito personal.
Se concluyó que la creencia en la justicia inmanente sería un modo de justificar la creencia en la justicia del
mundo teñida de las características del pensamiento egocéntrico infantil. Además, la creencia en el mundo justo
operaría como una restricción ideológica sobre el desarrollo cognoscitivo, limitando lo posible de ser pensado.
Palabras clave: Desarrollo cognitivo, restricción social, ideología, justicia inmanente, creencia en
un mundo justo.

Development of belief in a just world:


Relations between individual
construction of knowledge and
knowledge collectively produced
Abstract
This research study analyses the relationship between individual construction of social knowledge and
knowledge collectively produced. For this purpose, the development of belief in a just world and belief in
immanent justice were studied as well as the relation between them. A descriptive correlation study was carried
out on a sample of 135 children and adolescents, aged 6 to 17 years. The data gathered was based on the
Belief in a Just World Scale and the Piagetian clinical-method interview. The results allowed us to
distinguish between three different ways of justifying belief in a just world related to subjects’ ages: 1)
immanent justice to nature, 2) social reciprocity, and 3) individual merit. It was concluded that belief in
immanent justice could be seen as a way of justifying belief in a just world framed by the characteristics of
childhood egocentric thought. Moreover, belief in a just world would work as a social ideological restriction
that constrains cognitive development, limiting possible thinking.
Keywords: Cognitive development, social constraint, ideology, immanent justice, just world belief.

Correspondencia con la autora: Universidad de Buenos Aires. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Tecnológicas. Larsen 3251. C1419FQA Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Argentina). Teléfono: (054-11)
4504-4881. E-mail: abarreiro@psi.uba.ar

© 2008 Fundación Infancia y Aprendizaje, ISSN: 0210-9395 Estudios de Psicología, 2008, 29 (3), 289-299
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290 Estudios de Psicología, 2008, 29 (3), pp. 289-299

Introducción
La psicología social y la psicología genética se han ocupado de estudiar la
adquisición de conocimientos morales (Devos, Clémence y Doise, 2000; Piaget,
1971; Turiel, 2000; entre otros). Sin embargo, hasta el momento son escasas las
tentativas de trabajar de manera conjunta.
La investigación que aquí presentamos intenta articular ambas disciplinas,
incluyéndose, por una parte, en una extensión crítica del programa original de
investigación en psicología genética según la cual los procesos de conceptualiza-
ción no dependen sólo de la actividad constructiva individual, sino que sufren res-
tricciones (Castorina y Faigenbaum, 2000). Este modo particular de entender el con-
cepto de restricción cognitiva refiere a los saberes y practicas sociales que limitan a
la vez que posibilitan la construcción del conocimiento interviniendo en el proceso
de interacción entre el sujeto y el objeto, como es el caso de la ideología, los valores,
las representaciones sociales, etcétera. Por otra parte, nuestra investigación se basa
en los postulados de Moscovici (1990), quien interpreta de manera dialéctica la
relación entre individuo y sociedad, afirmando que la construcción de creencias
individuales se sitúa en un contexto de transmisión de saberes colectivos.
Es razonable suponer que las hipótesis principales de la psicología genética
crítica no se contradicen con las postuladas por la corriente francesa de psicología
social (Castorina, Clemente y Barreiro, 2003; Duveen y D’ Rosa, 1992; Mosco-
vici, 1990). Dicho supuesto se basa en que ambos programas de investigación
comparten el mismo marco epistémico (Piaget y García, 1982), esto es, una estrate-
gia de pensamiento relacional que articula dialécticamente la construcción del
objeto y el sujeto de conocimiento, así como sus componentes sociales e indivi-
duales. Lo dicho no elimina las diferencias en las preguntas centrales de cada
programa de investigación, el modo de recortar los objetos de indagación ni las
metodologías específicas utilizadas. Justamente, tales diferencias son las que
aportan riqueza y sentido al trabajo conjunto.
Específicamente, el objeto de nuestra investigación1 son las creencias sobre la
justicia. La psicología social (Lerner 1998) identificó en sujetos adultos la Creen-
cia en el Mundo Justo (en adelante CMJ), es decir, la creencia en que las personas
obtienen lo que merecen en su vida. Años antes, investigaciones de Piaget
(1971) describieron la creencia infantil en la Justicia Inmanente (en adelante JI),
que consiste en pensar que la naturaleza o los objetos pueden castigar los actos de
las personas. Mientras que la CMJ es postulada por la psicología social como una
creencia colectiva, la psicología genética considera a la JI como el resultado de la
elaboración intelectual individual, aunque influenciada por las prácticas sociales
de las que el sujeto participa.
Algunos autores consideran que se trata del mismo fenómeno descrito en
diferentes momentos del desarrollo cognoscitivo (Jose, 1990; Lerner, 1998;
Rubin y Peplau, 1973), aunque no han sometido sus hipótesis a verificación
empírica. Por ello, indagamos las relaciones entre la CMJ y la JI, así como tam-
bién el desarrollo de cada una de ellas. De esta manera esperamos brindar ele-
mentos para contribuir al esclarecimiento de los vínculos entre las creencias pro-
ducidas por los grupos sociales y la construcción individual de conocimientos.

La génesis de la creencia en un mundo justo


La conceptualización de la CMJ tiene su origen en las investigaciones de Ler-
ner (1998; Lerner y Simmons, 1966). Según sus resultados, las situaciones de
injusticia resultan amenazantes para los individuos, por lo tanto, para mantener
una sensación de control sobre el medio, necesitan negarlas creyendo que en la
vida todos obtienen lo que merecen.
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El desarrollo de la creencia en un mundo justo / A.-V. Barreiro 291


Siguiendo esta línea Rubin y Peplau (1973), diseñaron la Escala de Creencias en
un Mundo Justo. La posibilidad de recurrir a esta escala autoadministrable dio ini-
cio a un modo de indagación sistemático. Sin embargo, tal optimización de recur-
sos tuvo como consecuencia la primacía de un enfoque psicométrico y descriptivo
por sobre un enfoque explicativo, dejando de lado el estudio de los procesos impli-
cados en la génesis, mantenimiento y apropiación de la CMJ (Furnham, 2003).Por
otra parte, distintos autores han teorizado sobre estos temas desarrollando explica-
ciones heterogéneas, aunque sin llevar a cabo investigaciones empíricas.
La versión de la génesis de la CMJ que ha alcanzado mayor consenso la consi-
dera como el resultado de un juicio atribucional individual, basado en scripts pri-
mitivos (Lerner, 1998). Cuando los individuos se encuentran implicados en una
situación injusta y no tienen tiempo para flexionar, reaccionan de manera auto-
mática a partir de dos scripts normativos tempranos en el desarrollo: “Cosas
malas le pasan a la gente mala” y “Los malos resultados son causados por gente mala”.
Tales reacciones se enmarcan en formatos que no violan las reglas convencionales
de la moral, como por ejemplo: encontrar algún motivo aceptable para culpabili-
zar a las víctimas y hacerlas merecedoras de sus padecimiento o negar las injusti-
cias considerándolas como cosas “normales” que forman parte de la vida. Según
Lerner (1998) la existencia de dichos patrones atribucionales se encuentra deter-
minada por la necesidad de construir un ambiente estable. Simultáneamente,
ciertas pautas de crianza dan lugar al establecimiento de un contrato personal con
los miembros de la sociedad, según el cual si los individuos se comportan como
se espera, recibirán lo que desean.
Una explicación alternativa a la CMJ afirma que se trata de la apropiación
individual de una creencia ideológica que desempeña una función de “filtro”
para la comprensión individual de los fenómenos sociales, justificando y legiti-
mando el orden social (Augoustinos, 1999). Desde esta perspectiva, los hechos
sociales amenazantes –pobreza, racismo, etcétera– son vividos colectivamente y
dan lugar a una visión común de la realidad que los naturaliza. Según Furnham
(2003), si se tienen en cuenta los estudios que vinculan la CMJ con la culpabili-
zación de los pobres, de los desempleados o ciertas concepciones políticas que
tienden a mantener el status quo, resulta bastante obvio que existe una relación
entre la CMJ y las ideologías sociopolíticas. Por ejemplo, sus estudios señalan
que en los países del Tercer Mundo la CMJ sostenida por los ricos condena y
devalúa a los pobres ya que reduce o previene los sentimientos de culpa y permi-
te lidiar con la amenaza que implica la pobreza.

La génesis de la creencia en la justicia inmanente


Los principales antecedentes respecto de la JI son las investigaciones llevadas
a cabo por Piaget (1971), quien postuló que el desarrollo moral se basa en la
interacción entre el individuo y la sociedad. Según este autor durante los prime-
ros años de vida se participa mayormente en relaciones sociales basadas en la
autoridad adulta, lo cual, sumado al pensamiento egocéntrico infantil, dará
lugar a la moral heterónoma. Esta última dejará paso a la moral autónoma en la
medida en la que los sujetos puedan acceder a relaciones sociales basadas en la
reciprocidad y el respeto mutuo que posibiliten una descentración cognitiva,
aunque la moral heterónoma no se abandona completamente.
En el interior de la configuración moral heterónoma Piaget (1971) distinguió
la creencia en la JI. Se trata de la creencia infantil en que las cosas o la naturaleza
pueden castigar las faltas cometidas. Por ejemplo, ante una de las situaciones
hipotéticas presentadas por Piaget los sujetos que creían en la JI afirmaban que
un puente se cayó para castigar a un hombre por robar manzanas.
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En este momento del desarrollo los niños todavía no han alcanzado una clara
diferenciación entre mundo interno y externo, por ello no pueden discriminar
los productos de su pensamiento de aquello que les es impuesto por el entorno.
Así, conciben la naturaleza como un conjunto armonioso que obedece a leyes
morales, impregnado del realismo y animismo propios de la configuración inte-
lectual egocéntrica (Piaget, 1984). Según Piaget (1971) la creencia en la JI tien-
de a desapareceren con el desarrollo. Sin embargo, es importante destacar que no
desaparece completamente, sino que se desplaza a otras entidades más abstractas
como es el caso de la religión. Sin embargo, no indagó por qué la JI subsiste, ni
cómo esto es posible cuando se ha abandonado el pensamiento egocéntrico-ani-
mista que le otorgaba coherencia.
Lamentablemente, sólo se ha encontrado una investigación dedicada al estu-
dio de la JI de manera específica. La misma ha sido llevada a cabo por Raman y
Winer (2004) quienes, contrariamente a los postulados de la psicología del desa-
rrollo, hallaron una mayor presencia de la JI en adultos que en niños. Los autores
consideran que esto se debe a la internalización de principios culturales, como es
el caso del merecimiento para la cultura occidental, sumada a la capacidad del
pensamiento adulto para considerar múltiples perspectivas de un fenómeno, lo
cual permite recurrir a un tipo de pensamiento mágico pre-científico para deter-
minar la causa de un evento, sin que resulte contradictorio con el modo habitual
de pensamiento racional.
Esto último es análogo a los postulados de Moscovici (1961) quien afirma que
el pensamiento no se desarrolla desde formas pre-lógicas a formas lógicas, sino
que ambas modalidades de pensamiento coexisten en una polifasia cognitiva.

El desarrollo de la CMJ y sus relaciones con la JI


Lo expuesto muestra un rasgo básico común a la CMJ y la JI: los juicios for-
mulados mediante ellas culpabilizan a las víctimas de injusticias. Más aún, como
hemos dicho en la introducción a este trabajo, algunos autores consideran que
ambos constructos refieren a un mismo fenómeno descrito en distintos momen-
tos del desarrollo cognoscitivo (Lerner, 1998; Rubin y Peplau, 1973), aunque no
han realizado investigaciones empíricas para poner aprueba esta hipótesis. Asi-
mismo, son claras las diferencias entre ambas, tanto en el modo en el que fueron
descriptas, como en el modo en el que se las indagó, lo cual dificulta la realiza-
ción de comparaciones.
Los únicos trabajos hallados hasta el momento que relacionan la CMJ y la JI
(Jose 1990; Maes, 1998) han tomado un concepto desarrollado en el interior de
un programa de investigación y lo han utilizado en estudios cuyos supuestos
básicos son diferentes, perdiendo su sentido original. Además, los antecedentes
disponibles no se han ocupado del desarrollo de la CMJ, que sólo ha sido indaga-
da en sujetos adultos, ni del desarrollo de la JI, con excepción del clásico estudio
piagetiano que sólo incluyó niños.
Por lo dicho, realizamos una investigación que vinculó los aportes de la psico-
logía social y de la psicología genética para estudiar el desarrollo de ambas creen-
cias y las relaciones entre ellas.

METODOLOGÍA
Objetivos
Objetivo general
• Analizar las relaciones existentes entre la construcción individual de conoci-
mientos sociales y los conocimientos producidos colectivamente.
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El desarrollo de la creencia en un mundo justo / A.-V. Barreiro 293


Objetivos específicos
• Indagar la existencia de la JI en niños y adolescentes escolarizados de la Ciu-
dad Autónoma de Buenos Aires.
• Establecer si existe relación entre los argumentos infantiles referidos a la JI
y la edad en la misma población.
• Determinar si los argumentos infantiles referidos a la JI difieren según el
nivel educativo de los padres de los sujetos.
• Indagar la existencia de la CMJ en los mismos sujetos.
• Establecer si existe relación entre la presencia de la CMJ y la edad.
• Determinar si la creencia en el mundo justo difiere según el nivel educativo
de los padres de los sujetos.
• Evaluar si existe relación entre los argumentos de los sujetos referidos a la JI
y a la CMJ.

Hipótesis
• La creencia en la JI se encuentra presente en niños y adolescentes escolariza-
dos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
• La creencia en la JI se relaciona de manera negativa con la edad de los suje-
tos indagados.
• Los argumentos referidos a la JI difieren según la edad de los sujetos indaga-
dos.
• Los argumentos referidos a la JI difieren según el nivel educativo de los
padres de los sujetos.
• La CMJ se encuentra presente en los sujetos indagados.
• La CMJ se relaciona de manera positiva con la edad de los sujetos.
• La presencia de la CMJ difiere según el nivel educativo de los padres de los
sujetos.
• La CMJ y la creencia en la justicia inmanente se relacionan de manera negativa.

Tipo de estudio: Descriptivo-correlacional.

Diseño: Transversal- evolutivo.

Muestra: Participaron 135 sujetos cuyas edades abarcaban el rango de 6 a 17


años, asistentes a escuelas de gestión pública ubicadas en la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires. El 50% eran hombres y el 50% mujeres. Además, se consideró
el mayor nivel educativo alcanzado por alguno de sus padres, siendo éste: 24%
primario, 40% secundario, 16% terciario y 20% universitario.

Instrumentos y procedimientos: En un primer encuentro con los sujetos realizamos


una entrevista guiada según los lineamientos del método clínico-crítico piage-
tiano (Delval, 2001; Piaget, 1984). El rasgo fundamental de este tipo de entre-
vistas es el acercamiento progresivo al objeto de estudio por un proceso de inte-
racción entre las hipótesis del investigador y las respuestas del entrevistado, es
decir, la entrevista se centra en las respuestas de éste último (Castorina, Lenzi y
Fernández, 1984). En una primera instancia se realizan preguntas de exploración,
destinadas a obtener información sobre el punto de vista del sujeto respecto del
tema a indagar. Sigue una fase de justificación donde se intenta que el sujeto brin-
de argumentos para sustentar su punto de vista. Finalmente, el investigador pre-
senta una contraargumentación, esto es, un argumento que ofrece un punto de vista
contrario al brindado por el sujeto, con la finalidad de poner a prueba su consis-
tencia y sistematicidad.
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Durante la entrevista –cuya duración fue de aproximadamente veinticinco


minutos– los sujetos debían responder sobre tres relatos hipotéticos2 similares a
los utilizados por Piaget (1971). Además, siguiendo la misma modalidad de
interacción, pedimos que los entrevistados opinen respecto de la frase: “en la vida
la gente recibe lo que merece”.
En un segundo encuentro con el mismo sujeto realizado a la semana siguien-
te, administramos la Escala de Creencias en el Mundo Justo3 (Rubin y Peplau
1973). Se trata de una escala autoadministrable, compuesta por 16 frases que
abarcan distintas áreas de la vida cotidiana: salud, familia, política y justicia cri-
minal, como por ejemplo: “Los estudiantes casi siempre merecen la nota que reciben en
la escuela” o “Una persona raramente merece la reputación que tiene” .El sujeto debe
indicar su grado de acuerdo con cada una de las frases sobre una escala de seis
opciones que sigue una gradación desde 1 (totalmente de acuerdo) hasta 6 (total-
mente en desacuerdo).
Debimos realizar algunas modificaciones para los sujetos menores de 9 años,
tanto en la estructura de la escala como en su modo de administración. Se elimi-
naron los siguientes ítems: “El candidato político que lucha por sus principios, rara-
mente consigue ser elegido.”; “Aunque una persona malvada consiga el poder político por un
tiempo, en el curso general de la historia el bien vencerá” y “Es prácticamente imposible que
una persona reciba un juicio justo en mi país”. Tales modificaciones se realizaron
siguiendo los aportes existentes en la bibliografía disponible sobre las posibilida-
des de comprensión del mundo social de sujetos de 6 a 9 años y los resultados de
su administración a una muestra piloto (para mayores detalles sobre el proceso
de adaptación ver Barreiro y Zubieta, 2007). También modificamos levemente
los ítems restantes con la finalidad de hacerlos más coloquiales y comprensibles.
Las trece frases que conservamos fueron leídas a los niños, quienes debían indicar
su acuerdo o desacuerdo en tarjetas presentadas progresivamente por el entrevis-
tador. Además, éste último intervenía todas las veces que fuera necesario en caso
de tener dudas respecto de las respuestas del entrevistado

Resultados
A partir de los argumentos brindados por los sujetos durante la entrevista se
construyeron tres categorías de análisis: A) Respuestas basadas en la Creencia en
el Mundo Justo B) Respuestas basadas en el azar y C) Respuestas oscilantes. Para
garantizar su validez concurrente se recurrió al acuerdo interjueces, que fue de
un 95% (Delval, 2001).

A. Creencia en la justicia del mundo (CMJ)


Las respuestas que se incluyen en esta categoría refieren a que el mundo es un
lugar justo donde cada uno obtiene lo que merece. Las diferencias en el modo en
el que los sujetos justificaban su CMJ dieron lugar a la distinción de tres subca-
tegorías:
A.1. CMJ por Justicia Inmanente a la Naturaleza: En estas respuestas los sujetos
afirmaban que en la vida se obtiene lo que se merece, porque los objetos o la
naturaleza se encargan de castigar o recompensar las acciones realizadas, depen-
diendo de que éstas sean buenas o malas. Como pude verse en el siguiente frag-
mento de protocolo4, este tipo de argumentos corresponden a los que Piaget
denominó como creencia en la JI, incluidas las recompensas por buenas acciones,
algo no indagado por el mencionado autor,
– Camila (06; 05)5: “[Relato del puente] [¿Por qué pensás que se cayó el puente?]Porque el nene
se portaba mal. (…) siempre hacía renegar a su mamá, por eso un día le pasó eso. (...) Porque siempre
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cuando uno se porta mal, siempre le pasan esas cosas malas. (…) [¿Y puede ser que a alguien bueno le
pase algo malo?] No.”

A.2. CMJ por reciprocidad social: Esta subcategoría de la CMJ incluyó las res-
puestas según la cuales cada uno obtiene lo que merece porque los otros actúan
con uno como uno actuó con ellos. Los sujetos que dieron este tipo de respuestas
no presentan un pensamiento animista y, por lo tanto, no creen en la existencia
de sanciones o recompensas automáticas, como las que pueden inferirse a partir
de los relatos hipotéticos. Sin embargo, cuando se les lee la frase “en la vida la
gente recibe lo que merece” dicen estar de acuerdo y exponen este tipo de argumentos
para justificar la CMJ.
– Florencia (13;07): “(...) [Lectura de la frase] No sé, si vos sos una mala persona no te va a ir muy
bien en la vida. (…) Y, porque si vos ponele te ponés trabas para que nadie te quiera, para que nadie te
ayude, si el día de mañana necesitas algo, alguna opinión o algo de algún amigo no lo vas a tener porque
sos una mala persona. (...).”

A. 3. CMJ por Mérito Personal: Esta subcategoría de la CMJ incluye aquellas


respuestas que afirmaban que lo que ocurre en la vida es consecuencia de actos
realizados individualmente o de algún atributo personal, como por ejemplo:
esfuerzo, descuido, responsabilidad, etcétera.
– Agustina (15; 09): “(…) [Lectura de la frase] Puede ser. Vos pensás, una persona se esfuerza, va al
colegio, estudia, estudia y va a conseguir con todos esos estudios un buen puesto de trabajo. Y otro que está
ahí, no se esfuerza mucho va a recibir un puesto más bajo. No te van a dar un montón de plata si no hiciste
nada. (...) [¿Pero con qué te parece que tiene que ver que la gente reciba lo que merece?] Con el
esfuerzo que hagan.”

B. Respuestas basadas en el Azar


Esta segunda categoría incluye las respuestas que afirman que las cosas bue-
nas o malas que ocurren en la vida no tienen ninguna relación con las acciones o
características individuales de las personas a las que les ocurren:
– Leandro (14;06): “(…) [Relato de la pesa] Y porque se le piantó la pesa, no tuvo la suficiente fuerza
como para levantar esa pesa. (…) [Si no se hubiera burlado del otro, ¿se hubiese lastimado igual?]
No, no, es igual que lo del puente, es algo que le puede pasar a cualquier otro. No es un castigo. [Contraar-
gumentación con un castigo] Sí, pero eso sería para los que son devotos que pueden pensar eso (…)
Digamos que es una casualidad, ya lo dije mil veces que es una casualidad que le pase a uno como a cual-
quier otro. No digo que estén errados, cada uno tiene su opinión. (…) [Lectura de la frase] Mhm… no
siempre. (…) Y porque hay, como los albañiles o trabajos así que trabajan, trabajan, trabajan y reciben
un sueldo mínimo y trabajan días y días y horas y horas. En cambio están los políticos que mucho no están
haciendo y cobran sueldos exorbitantes. (…)”

C. Respuestas Oscilantes
Esta categoría incluye las respuestas en las que coexisten la CMJ y la afirma-
ción de que las cosas en la vida ocurren por azar. No se trata de respuestas interme-
diarias en el sentido de las descriptas por Piaget (1971), porque los argumentos
brindados no se encuentran a mitad de camino respecto de un punto de llegada.
Más aún las respuestas de este tipo no desaparecen durante el proceso de desarro-
llo cognoscitivo:
– Kevin (14;10): “[Relato del puente] Se tenía que caer, estaría viejo (…) Uno establece la relación,
pero en realidad no hay relación. (…) A veces pasa que haces algo malo y entonces te pasa algo que no que-
rés que te pase. A mi me pasó que me burlaba de un amigo: ‘Ah, boludo, te rompiste el brazo’. Y yo me
rompí el brazo haciendo lo mismo. (..) [Lectura de la frase] Depende, si uno es una persona trabajadora y
honesta puede recibir algo bueno, pero a veces gente que es deshonesta tienen más que quienes son honestos, así
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que no creo. (…). [¿A la gente mala le pasan cosas peores que a la gente buena?] Le puede pasar a
cualquiera. [Te pregunto porque hace un rato me dijiste que te rompiste el brazo por haberte
burlado de tu amigo. ¿Te acordás?] Fue casualidad, obviamente fue casualidad. Para mi todo pasa
por algo. Siempre. Es medio contradictorio, pero para mi es así. No hay casualidades, a veces hay, o en rea-
lidad uno piensa que son casualidades y no. Pero no quiere decir que se lo merezcan. O por ahí no se lo mere-
cen pero el castigo no se da ahí en el momento, les va a llegar más o menos importante según lo que hicieron.
[¿Por qué te parece que es así?] Porque le tiene que pasar en algún momento, a todos.”

TABLA 1
Tipo de Respuesta según Edad

Edad Respuestas Porcentaje

CMJ 58.3%
6 Oscilantes 33.3%
Azar 8.3%

CMJ 44.4%
7 Oscilantes 44.4%
Azar 11.1%

CMJ 45.5%
8 Oscilantes 54.5%

CMJ 30%
9 Oscilantes 50%
Azar 20%

Oscilantes 55.6%
10 Azar 44.4%

Oscilantes 90.9%
11 Azar 9.1%

CMJ 8.3%
12 Oscilantes 83.3%
Azar 8.3%

CMJ 16.7%
13 Oscilantes 66.7%
Azar 16.7%

CMJ 10.0%
14 Oscilantes 60.0%
Azar 30.0%

CMJ 55.6%
15 Oscilantes 11.1%
Azar 33.3%

CMJ 25.0%
16 Oscilantes 50.0%
Azar 25.0%

CMJ 10.0%
17 Oscilantes 50.0%
Azar 40.0%

Como se observa en la tabla I la CMJ se encuentra presente en casi todos los


grupos de edad indagados y sus porcentajes tienden a decrecer a medida que
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aumenta la edad, siendo las diferencias según está última estadísticamente signi-
ficativas (χ2(1; 10), 25.85; p < .01). Las respuestas oscilantes se encuentran pre-
sentes en todos los grupos indagados, más aún, en casi todos los casos sus porcen-
tajes son superiores al 50% de las respuestas totales y las diferencias entre los
grupos de edad no son significativas (χ2(1; 11), 1.33; p > .05). Finalmente, las
respuestas basadas en el azar incrementan su presencia a través de los distintos
grupos de edad, siendo las diferencias entre ellos estadísticamente significativas
(χ2(1; 11), 115.28; p < .01).
Respecto de las subcategorías identificadas en el interior de la CMJ la subca-
tegoría CMJ por justicia inmanente no se halla presente luego de los 9 años. En
cambio, la subcategoría CMJ por reciprocidad social está presente en todos los
grupos de edad indagados y tiende a incrementarse, siendo las diferencias entre
los grupos estadísticamente significativas (χ2(1; 11), 74.08; p < .01). Finalmente
las respuestas correspondientes a la subcategoría CMJ por mérito personal se
manifiestan sólo en los sujetos de 15 a 17 años y tienden a incrementar su pre-
sencia.
Por otra parte, las puntuaciones medias de la CMJ evaluada por la escala tien-
den a incrementarse a medida que aumenta la edad (F(12, 130) = 9,051; p <
.001); (r(130) = 0,65; p <. 001).
Se han obtenido dos medidas de la CMJ, una por medio de las respuestas
durante las entrevistas y otra mediante las puntuaciones de la escala. La correla-
ción entre ellas es negativa, aunque no alcanza niveles de significación estadística
(r = -0.57; p > 0.05). Puede pensarse que esta relación es esperable porque los
ítems de la escala refieren sólo a los tipos de CMJ por reciprocidad social y por
mérito personal, cuya presencia es preponderante en los sujetos mayores. Por lo
dicho no es posible realizar comparaciones entre los resultados obtenidos
mediante la entrevista y la escala, dado que indagan constructos diferentes. En
otras palabras, no es posible evaluar la CMJ por justicia inmanente a la naturale-
za, mediante la escala, una dificultad que no pudo preverse hasta conocer el
resultado de los análisis de los argumentos infantiles, ya que se consideraba a la
JI como un fenómeno independiente de la CMJ.
Por último, se hallaron diferencias estadísticamente significativas en la pre-
sencia de la CMJ evaluada por la entrevista según los grupos definidos por el
nivel educativo de los padres de los sujetos (F(2, 129)= 3,081; p<.05). Las mis-
mas diferencias se hallaron en las puntuaciones medias obtenidas mediante la
escala (F(2, 130) = 16,922; p < .001) CMJ (r(130) = 0,42; p < .001), lo cual
indica que cuanto mayor es el nivel educativo, mayor es la presencia de la CMJ.

Discusión
Contrariamente a la hipótesis planteada al inicio de este trabajo, según la cual
considerabamos a la CMJ y la JI como dos fenómenos independientes que se
relacionan de manera negativa, los argumentos de los sujetos entrevistados indi-
carían que la creencia en la JI, tal como fue descripta por Piaget (1971), sería un
modo de justificar la CMJ. Según los resultados obtenidos la JI desaparecería con
el desarrollo, dejando su lugar formas de justificación acordes con un tipo de
pensamiento basado en la reciprocidad. Su predominancia inicial sería acorde
con los planteos piagetianos respecto del pensamiento egocéntrico y animista
infantil por el cual los sujetos consideran que los objetos pueden castigar o
recompensar las acciones. Asimismo, las respuestas basadas en la reciprocidad
social y en el mérito personal darían cuenta de un mayor desarrollo cognoscitivo
ya que en ellas los sujetos diferencian su situación personal de la de los otros y
emiten juicios en consecuencia.
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298 Estudios de Psicología, 2008, 29 (3), pp. 289-299

No es posible explicar la existencia de argumentos diferentes que se compleji-


zan con el desarrollo sin apelar a algún tipo de actividad constructiva individual:
los sujetos reconstruirían un saber producido colectivamente –la CMJ– al apro-
piarse de él e interpretar los problemas referidos al sentido de los destinos indivi-
duales o los eventos del mundo social.
Ahora bien, ¿por qué no se resigna la CMJ a pesar de la evidencia contradicto-
ria brindada a menudo por la realidad cotidiana y de ser incoherente con las
reglas del pensamiento lógico-racional adulto? Consideramos que se trata de una
manifestación de la polifasia cognitiva descripta por Moscovici (1961), según la
cual los sujetos pueden recurrir al pensamiento racional (hipotético-deductivo) o
al mágico dependiendo del contexto en el que se encuentren. Tal polifasia cogni-
tiva se expresa claramente en las respuestas oscilantes, donde ambos tipos de
pensamiento pueden discernirse en el los argumentos de los sujetos. Además, la
tensión evidenciada en dichas respuestas señalaría la fuerza con la que se impone
la creencia ideológica en el mundo justo, obligando a los sujetos a elaborar dife-
rentes modos de justificación el tipo de pensamiento predominante.
Asimismo, el hallazgo de una mayor presencia de la CMJ en los sujetos perte-
necientes a hogares con un mayor nivel educativo aporta evidencia favorable a
aquella versión que considera a la CMJ como un saber producido colectivamen-
te, un objeto de conocimiento que se presenta de manera diferente a los sujetos
dependiendo del grupo social al que pertenezcan (Augoustinos, 1999; Furnham,
2003). Además, pensar la CMJ en términos ideológicos permite dar cuenta de su
presencia –aunque en menor grado– en los sujetos pertenecientes a hogares con
un menor nivel educativo: necesitarían creer que su posición es el resultado de lo
que merecen para poder tolerar sus condiciones sociales de existencia, basadas en
la dominación de otros.
De este modo, la CMJ actuaría como un filtro que condiciona la interpreta-
ción del objeto de conocimiento (la realidad social), es decir, operaría como una
restricción respecto del desarrollo cognoscitivo individual (Castorina y Faigen-
baum, 2000). En otras palabras, la creencia en una justicia inherente a las rela-
ciones sociales brinda una explicación y, por el otro, limita la posibilidad de pen-
sar de otra manera los destinos individuales al interior de la sociedad.

Conclusiones
En primer lugar la JI tal como fue descripta por Piaget sería el resultado de la
elaboración intelectual de un saber social preexistente en la cultura –la CMJ– al
interior de la configuración egocéntrica. Asimismo, los argumentos utilizados
por los sujetos para justificar su CMJ se complejizan con el desarrollo, lo cual
indicaría un proceso de reconstrucción individual y no una simple apropiación
de un saber externo. En este sentido, los resultados obtenidos permiten afirmar
que la CMJ se impone como una restricción social de carácter ideológico sobre el
desarrollo cognitivo, delimitando lo posible de ser pensado, sin determinar el
proceso propiamente constructivo. Este último dependería fuertemente del tipo
de pensamiento predominante en el sujeto según el momento del desarrollo en
el que se encuentre.

Notas
1
Dicha investigación corresponde a la Tesis de Maestría en Psicología Educacional de la autora: “La Justicia Inmanente y la
Creencia en un Mundo Justo: Relaciones entre la construcción individual del conocimiento y las creencias sociales.”, pre-
sentada en la Facultad de Piscología de la Universidad de Buenos Aires en el año 2008, dirigida por el Dr. J. A. Castorina y
co-dirigida por la Dra. E. Zubieta. La misma fue desarrollada en el marco del Proyecto UBACYT P067: Problemas teóri-
cos en indagaciones sobre los conocimientos sociales infantiles. Director: Dr. José Antonio Castorina. Asimismo, este tra-
bajo ha sido posible gracias a la ayuda recibida por el Proyecto PICT 2005-34778 de la ANPCYT (Argentina), dirigido
por el Dr. Mario Carretero.
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El desarrollo de la creencia en un mundo justo / A.-V. Barreiro 299


2
Relatos hipotéticos: “Un chico se portaba muy mal, no le hacía caso a su mamá y se burlaba de sus compañeros. Un día estaba paseando y
cruzó un arroyito por un puente, pero el puente se rompió y el nene se cayó al agua.”
2
“Una tarde en un gimnasio un nene se burla de otro más chiquito porque no puede levantar mucho peso, le dice que no sirve para nada.
Entonces, el más chiquito se va llorando a su casa. Cuando el más grande está preparando las pesas para hacer ejercicio una se le cae en un pie
y tienen que llevarlo rápido al hospital.”
2
“Un día un chico iba a jugar con sus amigos a la pelota. Cuando llega al lugar en donde iban a jugar se da cuenta que por el camino perdió
su reloj. Se ponen a jugar y uno de sus amigos cuelga la pelota en un árbol. Cómo está muy alta nadie quiere subir a bajarla y el dueño de la
pelota se pone muy triste porque le dan miedo las alturas. Entonces, este chico que había perdido el reloj decide ayudarlo, se trepa al árbol y
baja la pelota. Cuando terminan de jugar, vuelve a su casa y por el camino encuentra el reloj que había perdido.”
3
La escala utilizada corresponde a la publicada en Mendoza (2004)
4
Para la transcripción de los fragmentos de protocolo se utilizó el siguiente criterio: los dichos del entrevistador se consignan
entre corchetes [ ]; los dichos del entrevistado en itálicas. Cuando se ha omitido un fragmento del protocolo se consigna (...) y
cuando el fragmento omitido pertenece sólo a los dichos del entrevistado se consigna (...).
5
De este modo se transcribe la edad seguida de los meses.

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