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EXISTE.
Este articulo está siendo escrito en el momento que un virus denominado COVID-19 (Conocido
popularmente como "Coronavirus") está haciendo estragos en la población mundial obligando a
muchos (incluyéndome) a guardar cuarentena en nuestras casas con el fin de limitar el contacto
humano y así frenar la propagación del virus.
Para la fecha van casi 15 mil muertes, que si bien no son tantas si las comparamos con otras
pandemias como la Peste Negra o la Gripe española, el hecho de que ocurra en pleno siglo 21 y
que deje al descubierto las múltiples debilidades que poseen nuestros sistemas de defensa
sanitario, hacen que sea un hecho por demás lamentable y que de continuar esta proyección
podría amenazar seriamente las economías mundiales e inclusive la vida de los seres humanos
en su totalidad. Para el momento de escribir estas palabras, aun no existe cura o vacuna alguna
que haga frente a este virus y lo único que podemos hacer es el aislamiento social y las medidas
de prevención.
A la par del enorme trabajo que realizan científicos e investigadores en todo el mundo, hay otro
grupo muy numerosos de personas que "trabajan" para vencer al virus: Los Creyentes
Religiosos. Como es de esperarse, ante una catástrofe como esta los creyentes de cualquiera de
las miles de religiones que existen actualmente en el mundo (Y que representan cerca del 86 %
de la población mundial) desde hace rato oran, ruegan, piden, suplican a sus Dioses particulares
por erradicar esta plaga. Tanto las personas que nos rodean como a través de los medios de
comunicación masivos se dedican incansable y sistemáticamente a implorar a las deidades en
que creen que solucionen mágicamente este problema. El presente artículo está dedicado a
analizar brevemente este asunto enfocándonos más específicamente en el Dios Occidental que
simboliza al Cristianismo.
A pesar del enorme daño que está ocasionando este virus, su rapidez de contagio, su extensión
por el globo terráqueo y su morbilidad - mortalidad puede ser un perfecto ejemplo de la
inexistencia de Dios o en su defecto de la inutilidad del mismo en forma práctica.
6) Explicaciones Lógicas
¿Se ha dado cuenta que todo lo relacionado al Virus y sus mecanismos de transmisión,
propagación y comportamiento tienen explicaciones totalmente científicas y racionales?
Desde el origen del virus (que al parecer ocurrió por la ingestión de un menú exótico) hasta la
posible aparicion de una vacuna está completamente alejado de Dios. Dios no ha intervenido en
absolutamente en nada (ni para bien ni para mal) en todo lo relacionado con esta epidemia. No
ha hecho falta su presencia para nada.
Como si no existiera. Curioso ¿No?
7) Ciencia... ¡Ayúdanos!
¡Claro! ¡Las curas milagrosas no existen! solo pasa en las películas de Dios y en las páginas de
la Biblia. La gente se ha dado cuenta de eso y ahora "Oran a Dios para que iluminen a los
científicos y encuentren la cura pronto".
Esto demuestra la inutilidad de Dios y sus representantes terrestres para dar una solución
sobrenatural y milagrosa al problema (parece que es apenas ahora cuando se dan cuenta que los
milagros no existen) y cambian sus posturas ante un apoyo incondicional a la ciencia; bajo el
amparo de Dios, eso si.
Si Dios es tan inútil que no puede eliminar a un simple y microscópico virus, que al menos
ayude a los ateos científicos a solucionar este desastre. Claro cuando la ciencia resuelva esto,
estoy seguro que la gran mayoría de los humildes Cristianos se encargarán de que Dios se lleve
los hurras y vítores. Como siempre ha sido.
8) Contagios Sagrados
Curiosamente (y para desacreditación divina) las actividades religiosas y bendecidas por Dios
son irónicamente focos ideales para la transmisión del virus. Las misas eclesiásticas, bautismos,
congregaciones, el "desearse fraternalmente la paz", abrazos, besos y demás actividades son
ideales para que el virus pase de una persona a otra. Por eso las religiones han suspendido todas
estas actividades recomendando a sus feligreses a quedarse en casita y no congregarse. Los
poderes de protección divina al parecer han quedado completamente anulados por el virus este.
Llamando poderosamente la atención que inclusive las "Misas de Sanación" han sido
suspendidas por temor al contagio del virus. Inutilidad descubierta.
En épocas del Nuevo Testamento la última cena hubiese sido suspendida y Jesús hubiese tenido
que hacer cuarentena.
9) ¿Y si confiamos en Dios?
"Si Dios conmigo ¿quien contra mi?" Es un muy conocido grito de guerra de muchos Cristianos
aludiendo a que están totalmente protegidos ante cualquier adversidad con el escudo invisible
de Dios.
¿Es cierto esto en la práctica? Usted, amigo lector Cristiano ¿Dejaría de lado las ayudas de la
ciencia y las recomendaciones médicas para DE VERDAD confiar al 100 % en la protección
divina? Supongo que no. No solo por la tonta excusa de "no debes tentar a Dios", sino porque
en el fondo usted sabe que ningún Dios u oración o virgen/santo o creencia divina lo protegerá
en lo más mínimo de nuestro invisible enemigo viral.
Imagínese que fuese así; que el mundo abandonase totalmente las recomendaciones sanitarias y
las investigaciones en busca de una vacuna y el mundo entero confiase solo y únicamente en el
poder divino del Dios todopoderoso. ¿Qué cree usted que pasaría?
La respuesta lo dice todo.