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BLANCA DEL VALLE AVELLANEDA

Meditación
cristiano-metafísica

Er r cr or qns DEL Coplsr e


I Avellaneda.Blancadel Valle
'
i - la ed' - Córdoba
Meditacióncristiano-metafisica
i o"l Copista,2006.
i 192p. ;22x15 cm.
I rsnN s8't-s63-os6-s
! l. Filosofi". 2. Metafisica.I. Título
i CDD IlO

Copyright @ 2006, Blanca del Valle Avellaneda'


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Blanca del Valle Avellaneda Parménides y el ámbito metaJísico

lugar del ser describiéndolo,sino que dice qué seaéste;de algún II. Acerca de Parménides
modo lo define en sus elementosesenciales. O sea,nos cuenta
desdedónde se manifiesta y descubre,intrínsecamente,el ser A) EI camino
que aprehendeo estáaprehendiendo su inteligencia,es decir in-
Parménides,como otros filósofos de espíritufilosófico, pa-
tentamostrarsu corazón,su fondo último. ¿Ocurreesto en Par-
reciera ya en los alboresdel filosofar haber sentido la necesi-
ménides?¿Sepuededescubrirloen él? Si logramosllegar hasta
dad no sólo de mostrar el lugar donde él avizorabauna res-
aquí,es posibleque podamosdar un tercerpaso,el de las conse-
puestaque respondíaa su capacidadnatural de preguntary de
cuencias,las cualespuedenestarexpresamente afirmadaso no.
encontrarun principio que se mostraracomo tal, sino también
Estasconsecuencias o conclusionestienen "cuerpo" o presencia
de indicar un modo de accesoa é1.Cuando se recoffe el Proe-
viva en lo afirmado,hastael punto que suelesuceder,que quien
mio, de su hoy fragmentadoescrito sobre la naturalezae,no es
tome el mismo punto de partiday lo expliquedel mismo modo,
posible dejar de advertir que tal camino, se nos muestraen di-
arribaráa las mismasconclusioneslas vea o no y ello ocurre,
cho proemio. Y estecamino culmina donde se encuentraya lo
aun cuandose encuentresituado en épocasdiferentesy por lo
otro, lo metafisico.
mismo,con otrasproblemáticas, a las que tratade iluminar meta-
Con otras palabras,este camino es tal, siemprey cuando
fisicamente.
la inteligencia vea que aquello a descubñr no es esto, no es
Veamosesto,pero antesseñalemosque no intentaremosde
lo que recoffe el pensador eléataen un primer momento, ya
ningún modo un trabajo original para mostrar algún aspectono
que las puertas, que sólo se abren ante la persuasiónsabia
observadoen los fragmentos,o paramostrarun propio punto de
dirigida a Dike por las muchachasHelíadesque acompañan
vista, sino que el intento será,en lo posibley siemprelimitada-
al filósofo, separanun ámbito del otro. Por tanto, sin negar
mente,no salir de Parménides,tratandode leer en los múltiples
dioses, fuerzas humanas,sabiduríamortal-humana,capacidad
elementosque señalana la épocay al filósofo, aquellalínea in-
de ir de lo oscuro a las claridades,develamientosde las cabe-
teligible que, como un esqueleto,se puedadescubrirsostenien-
zas que pueden dirigirse hacia la luz, y aceptandoque de al-
do a dichoselementosen los fragmentos.Esqueletonecesario,
gún modo son condicionesque deben acompañarpara que las
permanente,allendelas épocasy que es posible avizorar,siem-
pre y cuandosigamoso por lo menosintentemosseguir al frló-
sofo, en aquelloque constituyesu punto de partida8. prendido a travésjustamente,de aquello primero. Con otras palabras,para
comprendera un pensadormetafisicohay que ser metafisico,si no es así se
habla desdeafuera sin haber nunca entradoy por lo mismo se desfigurasu
8 Lo cual, tratándosede metafisica,constituyeun gran logro, si es que decir. Lo dicho es una posibilidad siempreabierta,aun para nosotrosseres
se puedellegar aquí; ya que comprendera un pensadormetafisico,significa humanoslatinoamericanos,por ser la naturalcza del hombre metafisica y se-
conrprenderlodesdeaquello primero desdelo cual estuvosiendo lanzadoen guir siendoasí, aún en épocasque para nada atiendena ello.
su trabajocognoscente. Pero a su vez, si realmentese vive la experienciade e G. S. Kmx y J. E. Raven, The Presocratic Philosophers.A critical
lcl comprensióndel pensador,al no set estoprimero un producto de la inte- history a selection of texts, trad. por JesúsG¡.ncÍe FrnNÁNrBz con el título
ligencia, sino aquello que la inteligenciafilosofanteconcibió como primero Los filósafos presocráticos.Historia crítica con selecciónde textos, Ed Gre-
porqueera ya, sucedeque se quedaa su vez lanzadoen una experienciapro- dos, Madrid, 1979,Cap.X, págs.368/399.Y ta¡nbiénse puedeconfrontarla
pia, que posibilita de algún modo, un diálogo fecundocon el pensadorcom- traducciónbrindadapor el Dr. RamónConNevecesegúnfigura en cita No l.
78 Blanca del Valle Avellaneda Parménidesy el ámbito metaJísico 79

puertas se abran. Aceptando todo ello, decimos, no significa leza de los elementos del mundo en que habitualmente vrve
sin embargo que causen la experiencia que se da detrás de las el hombre, y justamente, en cuanto señales de otro orden,
puertas. Con otras palabras no hay acceso directo de un ám- permiten avanzar en pos de esto otro. Con otras palabras,
bito al otro. Si no fuera así, no sería necesaria la revelación quien mira vestigios de orden y justicia (diosas) que no se
de una Diosa. Así como la apertura se resuelve en un prtmer tocan con el orden del mundo material y cambiante, podrá
momento, entre un diálogo entre seres de naturaleza no hu- caminar buscando el principio de los mismos. Qamino que,
mana, sino divina, aun cuando el hombre filósofo pueda estar como dice Parménides, está muy lejos del andar habitual de
allí y mirar allí con su inteligencia, así también el encontrar los hombres 12,mostrándonos con esta expresión, con viveza,
no surge por el hombre, aunque no deba estar ausente la ca- que dicho camino no se resuelve en un orden de elementos
pacidad humana de mirar, sino por un "otro" que lo posibili- del mundo donde habitualmente nos movemos y ocupamos
ta. ¿Qué significa esto último? ¿Qué orden comienza a mos- los hombres, sino que se resuelve en el conocimiento de lo
trarse aquí? verdaderoy de lo que no lo es, lo que se impone con necesi-
Antes de responder a estas preguntas, detengámonos un dad al hombre filósofo que camina de este modo..Al respec-
poco más en este aparecer de la diosa y en sus palabras que to escuchemos1o dicho por el filósofo griego:
expresan: "Oh muchacho, compañero de amigas inmorta-
"...es necesario que tú te informes todo, tanto el incon-
les" l0. Es evidente que las mismas se refieren al hombre an-
tes de conocer aquello que busca, por eso es "muchacho", movible corazón de la persuasiva Verdad, cuanto las
pero es un muchacho muy especial, porque en su búsqueda opiniones de los mortales (...) cómo las cosas objeto de
está iniciando un camino con visos de eternidad, el filosófico, opinión son necesariamente y cruzan completamente el
acompañadode Temis y Dike o del orden y la justiciarr. Ob- todo".
servemos que aquí, en el origen del caminar filosófico, pare-
Y más adelante agrega:
cieran converger la mirada o capacidad del muchacho filóso-
fo con la compañía de elementos adecuados a esta mirada y "Te revelo el orden de las cosas verosímiles, para que
por otro lado estos elementos aparecen en el texto, como no nLtnca te aventaje ninguna opinión de los mortales"13.
perteneciendo a la naturaleza del mundo concreto, en que el
muchacho filósofo se encuentra situado. Con la palabra míti- No es nuestro propósito situarnos en esta distinción entre
ca pareciera entoncesquerer señalar que hay elementos de un énrotépq (ciencia) y 6ó6ct (opinión) con sus múltiples objetos,
orden distinto (inteligible), q.,e no se mezclan con la natura- sino simplemente detenernos en aquello que se revela: el cora-
z6n de la Verdad inconmovible y que se muestra a nuestro pen-
sador.
lo En la citada traducción, cf. parágrafo Bl, 25.
Ir Da do qu€ no afecta a lo que intentamos en este trabajo, no nos de-
t2 ldem, 27.
tendremos en el análisis dc estos dos sentidos que se podrían leer aquí y que
t3 Idem, 27132.La segundaparte citadaha sido tomadade: G. S. Klnx
se muestra en las traduccioncs, como observáramos durante el desarrollo del
curso. y J. E. RnveN,op. cít.,p.390,dos últimos renglonesdel parágrafo.353.
.l

80 Blanca del Valle Avellaneda Parménides v el ámbito metalísico 81

B) EI ser corno principio o de los muchos elementosque embarganal hombre en el mun-


do de las cosassobrelas que opina y en estesentidoes trascen-
Sigamospara ello escuchándole,en un texto, largamente denteo estámás allá de éste.Por ende, si ni el mundo,ni el
analizadoen la historia del p€nsarmetañsico, consideraremos hombre son el ser y el hombre le concibe, es porque éstepri-
luego sólo algunoselementosde éste: mero se le da y sólo po¡que se*le.d¿-loencuentraal conocer-
1o15.Hay por ende,tpgs*Lad.j[g!,Sqg]]i se quiere conservar
"...y tú, habiendo oído (mi) palabra, guárdala (o"
el ámbito abierto,no habrá que perder estaprioridad en el pun-
atiende), cuáles son los únícos caminos de la búsqueda
to de partida del conocimientohumano, emprendiendola tarea
dignos de pensarse (o: que pueden pensarse): uno es
de comprenderlo que ello significa y, si es posible,intentarver
que (dice): ES y que no haY NO ES.
por qué a vecesse pierde, o por lo menos intentar ver si ocu-
(ésta) es la senda de la Persuasión, en efecto, a ése
rrió algo así en Parménides.Por el momento,observemostam-
acompaña Ia Verdad(o: ése sigue a la Verdad).
bién que, siendola inteligenciadel hombre la que lo encuentra,
Otro que (dice) NO ES y es necesarioque no haya ES,
lo que se estádando en la experienciade su concepciónse nos
y ése es, te lo explico (o: digo), un ataio totalmente in-
muestraentonces,como inteligible.
cognoscible(o: iruecorrible, impracticable; o: increíble,
Hastaaquí es mucho lo que hemoscaminado.En breve sín-
que no es digno de crédito). En efecto, no podrías tú
tesis digamos que, al decir principio g,a.Linsistiren su prima-
conocer lo no-ente -pues no esfactible- ni podrías
cía, hemos dicho con Parménides,qu{hay ser 16;,,y por ello es
explicarlo (o: decirlo) " ra.
--_*"t
En el texto precedente,se habla de dos caminospara decir- 15 Filósofos posteriores,'enfunción de lo que acabamosde observary
nos que el hombre -fiIósofo-, sÓlopuede recorrer uno, el concordandocon Parménides,afirmarán que el Ser es lo primero conocido y
que dice: Es y no hay No Es. Detengámonosen esto, atendien- por ello mismo, es el objeto de la metafisica.
do a lo siguiente:la cienciadel Ser se abre, su puertade ingre- r6 Nimio oe ANquÍN, Ente y Ser'Perspectivaspara unafilosoJía del
ser
so acaececuandola inteligenciadel hombre que buscaconocer naci-ente,Ed. Gredos,Madrid, 1962,p. 153. *El Ser.Hay Ser. Solamente
hay Ser. El Ser es la razónde ser.Cuatropuntosdel pensarparmenídeo,que
el principio, se encuentracon lo que es, es decir, el ser y se fe-
han resultadoinconmoviblesa travésde los siglos". Destacamosen el texto
cunda en é1, en este punto coinciden todas las inteligencias citado, el punto segundoafirmado. También en Escritos Filosófcos, Ed. del
metafisicas. Copista,Biblioteca de Filosofia, Córdoba,2003. De las dos inhabitaciones
Con palabrasmíticas, el texto nos dice que la Diosa le re- en el hombre,p. 138, dice: "La revelacióndel Ser como protoprincipiose
produceen Parménides, cumbredel pensarpresocráticoy tambiéndel
vela el Ser al joven filósofo, es decir el Ser con el que se en- -figura
pensargriego a secas".EtienneGllso¡r, El ser y losfilósofos, op. cit., p. 3l:
cuentrao que experimentaal concebirlo,le es dado,por ello lo "Lo que yace en el fondo de la doctrinade Parménideses estaverdadfunda-
encuentra.Ninguno de los elementosdel mundo expresadoen mental: como quieraque miremosa la realidad,no conseguiremos descubrir
el Proemioes este Ser y tampocoel hombre lo es. Insistamos, en ella nada más importanteque su misma existencia.De aquí su tan a me-
nudo repetidaafirmaciónque el ser es, mientrasque es imposibleque el no-
el Ser que está detrásde la puerta,no es nada de lo particular ser sea,en otraspalabras,el ser existeo no existe,1o cual significaque,para
la realidad,no hay condición intermediaconcebibleentre la existenciay la
t a O p. c it . , B 2, l l 9 no-existencia.En palabrasde Parménides,es necesarioque el ser sea abso-
82 Blanca del Valle Avellaneda Pqrménides y el ámbito metaJísico

posible el conocimientode él y hemos agregado,que éste se C) ¿Qué es eI Ser?


nos muestracomo trascendente e inteligible.Pero el texto seña-
lado, no sólo dice ser, sino que también expresamenteagrega Habiendollegado aquí,a estaexperienciadel Ser, la inteli-
no hay "No Es". Anteriormente habíamosseñaladoque si no gencia del hombre que ha podido concebirle,no descansa,co-
olvidamos el proemio, advertimosel intento del poeta-fiIósofo mienza a explayarse,a extenderseen forma cognoscente,en los
de indicar aquello q\re no ¿s el ser, como condición para encon- sucesivoselementosque uno tras otro, va descubriendoen su
trar por dónde caminar sin errar la dirección. Pero ahora, ya punto de partida. Necesitano sólo el encuentro,experienciao
desdeaquelloque pone la dirección,es decir el Ser,el "No Es" concepciónprimera sino también expresarqué es el ser. Definir
estáubicado en el mismo orden primero, en donde se afirmó al o decir qué es lo que es, es propio de una inteligenciametafi-
Ser, por ende, no puede significar 1o anterior, sino tener otro sica. Y aquí comienzanlas diferencias,porque no toda inteli-
contenido,¿Cuál es dicho contenido?Como estamosen el or- genciase centraen el corazónmismo de lo que es, sino que, en
den primero, dondelas palabraspara expresaralgo así son muy lo que es, puedequedarimpactadapor algún aspectoo propie-
pocas,o casi faltan, hay que verlo o concebirlode golpe, digá- dad que se le muestraen el ser que experimentaal concebirlo.
moslo así: si el ser es, lo es plenamente,sólo hay ser y por Observemosque así como la inteligenciaquedafecundada
ende,el No ser no es, éstequedaexcluido del mundo del ser. por el Ser,tambiénlas propiedadesque son del ser,le fecundan
Insistamosen esto último, e intentemosdecirlo de otro ontológicamente.Si esto es como lo afirmamos,no podemos
modo, pesea la dificultad del lenguajepara expresarlo conce- identificar o, mejor dicho, anular la diferenciaque existe entre
bido en un orden primero. El texto nos ha señaladoque allí, el ser y la inteligenciaque lo piensa,es decir, entre ser y pen-
detrásde la puerta,donde se experimentael Ser,la inteligencia sar. ¿Quéotra cosasignifica Metafísica?Ésta no es una lógica,
que le encuentradice: el SER ES. Pero tambiénmienta a un sino una cienciaque usa como instrumentouna lógica, en cuan-
NO ES que no hay. Con esteNo Es no se refiere a "lo negable" to tal nunca parte del pensamientosino del ser que es. Justa-
a partir del ser, sino que estandosituadodetrásde la puerta,al mente, mientrasla inteligencia dice ser, al que experimentaal
experimentarel ser, la inteligenciaque le concibe,simultánea- concebirlo, conoce qluehay ser y conoce que sus propiedades
mente sabeque no hay No Es. Con otras palabras,allí en el son del ser; lo cual, es igual a decir que son reales-mantiene
orden de 1o primero, si hay Ser, sólo hay Ser, el No Ser por la diferencia-, porque del mismo modo, advierteque todo su
ende,es nada,no es factible, dice el texto. Pero ¿Quésignifica pensares del ser, sin serlo.
este Ser que es? Pero el problemacomienzacuandopor ejemplo,a partir de
la propiedadse buscacomprenderal ser experimentadoy afir-
lutamenteo no sea,y, puestoque nadie se atreveríajamás a sostenerque el mado,porquese puedeproducir aquí una reducción,casi impal-
ser no es, sólo quedaun único camino abierto a la especulaciónfilosófica, pable, a dicho aspectoo propiedady desdeella resultaráimpo_
esto es, que el ser es". Hemos citado a estosdos grandesmetafisicosen sible percibir el centro aquel que nos permiteno perderal ser y
cuanto coinciden en reconocerla primacía del Ser, aun cuando advertimos
con ello, no perder nada que es del ser. El Ser abre el camino.
que resuelvenel ser en centrosdistintos,por ello en lo citado, es posible
descubriruna sutil diferencia en los contenidosexpresados,diferencia que pero estecaminose puedeperder si no acertamoscon su verda-
deiaremosabiertaa la consideracióndel lector. dero contenidoy en ese caso,.ocurreque el camino abierto se
Parménides Y el ámbito metaJísico
84 Blanca del Valle Avellaneda

Más adelante agtega:


transformaen un desvío que puede, a su vez, terminar cerrando
el accesoal camino original. No obstante,siemprees éste el que " Ni está dividido, pues es todo igual; ni hay más aquí'
sigue sosteniendoal desvío(entendemosal desvíopor el cami- esto impediría que fuese continuo, ni menos allí, sino
,ro y oo al revés) y por lo mismo, una inteligencia metafísica que está todo lleno de ente. Por tanto, es todo continuo,
puede siempre,descubrirel problema. LLo vio Parménides? pues lo ente toca a lo ente".
que ello está
¿noaiuverlo? Creemosque no, pero consideramos Y continúa diciendo:
latenteen los fragmentosque disponemosde su filosofía. Vea-
mos estoy expliquemosun poco más a qué nos referimos' "...inmóvil en los límites de poderosas cadenas, está sin
Parménidesconcibe sin duda al ser como principio y affi- comienzo ni fin (...). Permaneciendo lo mismo en el
ma que hay se4 ¿cómono afirmarlo, si la inteligenciase mues- mismo lugar, yace por sí mismo y así se queda firme
tra iapazde descubrirleen una experienciacognoscente, propia donde está; pues la firme Necesidad lo tiene dentro de
y genuinade ella, que emergea partir del Ser y sólo a partir de las cadenas del límite (...) porque no es lícito que lo
éste?¿Cómopensarlo otro del ser, si todo es ser?Y, si no obs- Ente sea ilimitado; pues no es indigente de nada"'
tante,afirmáramoslo otro, 1o que No es, como que es, ¿éste
Estamosen el orden Añade además:
acaso,no'$eja de ser tal, desapareciendo?
dQ*p4ngJpro Dallllí 1o que es'
lo que es; y ru
es, es; que uu
lo quc es, nq
no eD' es 17.
uv vD ' ¡Pero "es completo por doquier, semejante a la masa de una
netiffifarménides no se limita a señalarel lugar del Ser esfera bien redonda (..-) es todo inviolable ("') siendo
o dónde la inteligencia le encuentra.Sino que también nos igual a sí mismo por todas partes, está unifurmemente
brinda, sin salir de esteorden primero, la posibilidad de res- dentro de sus límites ".
ponder a la pregunta:¿qué es el Ser? Escuchemoslo que nos
Y finalmente escuchemos estas otras afirmaciones:
dicesobresus-R*Plgffi
"...no hallarás el pensar sin lo ente, en cuya relación es
"...1oente es ingénito e irypglgggkg pues es cgmple-
expresado; pues el Hado Io ha encadenado para que sea
tot,inmóvilyffi uifi1"r, p"iado,ni lo será,
"t entero e inmóvil. Por tanto, todas las cosas son meros
pues es ahora todo a la vez, uno, continuo' Pues
¿qué
nombres que los mortales pusieron convencidos de que
nacimiento le buscarías? ¿Cómo, de dónde habría naci-
son verdaderos, nacer y morir, ser y no-ser cambio de
do? (...) es necesario que sea absolutamente ("') queda
lugar y variación del color resplandeciente"ls'
extinguido el nacimiento e ignorada la destrucción"'
1l
Hemos extraído estasafirmacionesde cinco parágrafosde
r7 Si emuláramosa otrasmetafisicas,más cercanaa nosotros,diríamos: la recopilaciónde los fragmentosque constituyenel poema de
se existe o no se existe, para expresarla actualidad del enfe, sabiendono Parménidesy considefamosque las mismas nos permiten ob-
obstante,de la dificultad de los términos,ya que en estecasohabríaque ha-
cer una aclaración sobre el contenido con que empleamosdicho término p' 385 p'
r8 G. S. Km r y J. E. Revr N,op. cit . , págs. 3821383, p'347,
existencia,para no perderjustamente,aquello que queremosmentar: la ac-
348,p. 386,p. 350, págs.386/387,p. 351,p. 388, p' 352'
tualidad.
86 Blanca del Valle Avellaneda Parménides v el ámbito metalísico 87

servar,cuál es el suelo que Parménidesdescubreen el Ser y es ría. Si hay Ser, éstedebe ser sólo Ser y no otra cosa,debe ser
estefondo o suelo el que ilumina su concepción.No habiendo, idéntico a sí. Pero ocurre aquí que, si hacemosa la identidad
en este orden del principio, no-ser y siendo por ello mismo equivalenteal fondo mismo del ser, si concebir a éste es con-
todo Ser, éstenecesariamente, con evidencia,se nos muestra cebirlo por su identidad, surgendificultades en donde la más
como: Eterno, Perfecto, Inmutable, Uno, Continuo, Absoluto, temible sea, que el mismo Ser, afirmado en el punto de parti-
Homogéneo,Idéntico, Inmóvil, Incausado,sin fin, Necesarioy da, pueda ser dejado de lado, cerrándoseasí el ámbito abierto
Finito; las muchascosasse transformanen "meros nombres" de la metafisica.Veamosalgunosaspectosde esto que afirma-
puestospor el hombre que las cree verdaderas. mos.
Podríamosno ver la evidenciade lo afirmado e insistir pre-
guntándonos:¿por qué Eterno?Y necesariamente nos tendría-
mos que responder,que siendoel Ser y no habiendoNo_ser, D) Alganas consecaencias
sólo hay Ser,por lo mismo se hace impensableuna generación
del Ser a partir de una causa,la cual para serlo, tendríaque es- Observemosque en el párrafo anterior dijimos "surgen"
tar fuera del Ser o ser No ser, lo cual es ,,no factible',, porque dificultades,lo que surgeestáen un orden distinto del punto de
"no hay No ser", como dice parménidesle. O también podría_ partida. Pero es a partir de este punto de partida que emergeny
mos preguntarnos:¿por qué Uno? y también tendríamosque se nos muestrancomo consecuencias. Algunas puedenser vis-
advertir,para respondernos,que si el Ser es, y sólo hay ser, tas por el pensadormetafisicode que se trata, otrasno, quedan-
nada hay que 1o pueda dividir, por ende éste necesariamente. do, no obstante,latentesy por lo mismo, siemprepuedeotra in-
sólo puedeser Uno. teligencia metafisica encontrarlas.Pero ello ocurre, siemprey
Observemosque podemosde estemodo, recorrer todas las cuandotome el mismo punto de partiday la misma concepción
propiedadesque hemos señalado,y estehecho nos estámos- que sobre el Ser se hizo; o también puede ocurrir, que lo que
trandoun aspectocomún. ¿Quées ello? Elro es, la constatación esteotro pensadorve en el Ser exige, de algunamanera,asumir
profundaque hace la inteligenciametafísicaen gene¡aly la de lo visto ya, pero ahora,dándoleun lugar que no lo anula,pero
nuestrofilósofo en particular,de que pensaral Ser,es concebir- que sí le pone límites, permitiendover más y resolviéndoseal-
21.
lo como siempreigual a sí mismo, como idéntico a sí. Con gunasde las mencionadasy todavíano tratadasdificultades
otraspalabras,su afirmaciónel ser éd,le traduce'enestaexpla- lJna consecuencia o una conclusiónpuede entoncesestar
nación que lo define, siendoparte del desarrollode la metafísi- explicitadapor el mismo pensadoro estarimplícita en su filo-
cq; el s9r es pl ser10. sofia. Pero tanto en un casocomo en el otro, una conclusiónes
La identidades del Ser y ello vale para toda metafísica, siemprealgo que se infiere con necesidada partir de la eviden-
ya que si el ser no fuera igual a sí mismo no sería,se disolve-
2l Ya dijimos anteriormenteque a un planteo metafisico, sólo se lo
le Cf., nota N. 14 de comprendeintroduciéndoseen él mismo, es decir haciendometafisicay
este trabajo. para ello, hay que ver, concebir,al principio, en caso contrario,sólo se ha-
1t
Al respectose puede cf. Étienne crLSoN,El Ser y los
filósofos, op bla desdefuera y se está pasandode largo ante la misma metafisicaen su
cit., Cap. I: El Ser y el Uno. esoíritu.
88 Blanca del Valle Avellaneda Parménides y el ámbito metaJísico

cia de lo que se nos dio en el punto de partida y por lo mismo, I f - Del mundo del Ser se excluye lgdo lo camLlu*-.,o no idén-
puede ser tan evidente como el punto de partida en que se fun- tico; con otras palabrasel mundo de los muchos seresma-
da, pero no es lo mismo, ya que uno surge en un mostrarse teriales que experimentanlos sentidos,queda fuera de la
como evidentey primero, es un punto de partida que se afirma ciencia del ser. Recordemosque el pensadorha dicho:
desdesí mismo, no se demuestra22.En cambio la conclusión "...todas las cosasson meros nombresque los hombrespu-
suponeun desarrolloracional de elementosa partir del punto sieron"24.
de partida23.Este desarrolloen el casoque nos ocupamos,res-
- Así como el ser concebidodesdela identidad g9 es sufi-
ponde a la pregunta que ante el ser (experiencia)surge en la
ciente para sostener.unaexplicación del mundo cambiante,
inteligencia ¿qué es ser? Y es esta respuesta,la que a su vez,
sensible,tampocoes suficiente paia sosienerla distinción
nos lleva a conclusiones,que son también evidentes
entre ser y pensar.Veamosesto último.
¿Existeello en Parménides? Sí. Ya hemosvisto cómo nues-
tro pensadorno sólo se enfrentóal Ser sino que tambiénexpre- Con relación a estaúltima consecuenciaseñalada,digamos
só lo que éste era al señalarsus propiedades.En ellas, se nos que no ignoramosque si atendemosa la ubicación que los re-
hizo evidenteque Parménidesleia al Ser como el ser es el se¡ copiladoresde los fragmentosle dieron a la afitmaciónparme-
sólo puede ser aquello que es, de ningunamaneraes posible nídea:"...Pueslo mismo (o: idéntico)es pensary ser"25,des-
romper absolutahomogeneidad. Es decir, estáleyendoal ser pués del fragmento en donde abre al ámbito metafísico al
-su señalarnosel principio, es decir el Ser y antesde la descrip-
desdesü-idéñtidado mismidad.Ésta se le da junto con el Ser,
-ya ción de las propiedadesdel mismo, que nos muestrancómo 1o
que si hay ser (experiencia),sólo puedehaber ser, y no ha-
biendo no-ser,el ser es siempreidéntico a sí mismo. Y es aquí concibe.Si atendemosa estaubicación,confiandoen los crite-
donde emergenconsecuencias como: rios de los que la hicieron, difícilmente podamostomar dicha
afirmación como conclusión, y sí como una afirmación de Io
visto y enunciadoen el punto de partida. Con esto que afirma-
22 El metafisicosiempreinsisteen el hecho
de que el principio, de mos parececoincidir el criterio lingüista el cual, nos señala
suyo, es indemostrable, aunquepor él se demuestratodo lo demás.El entese
muestraa la inteligenciaque le concibe,no se demuestra.
que si traducimosliteralmente,"atendiendoal antiguo valor
23 Desarrollo que señalael emergerde la ciencia metafisica dativo del infinitivo", el contenido de la frase dice que "la
, como tal,
la cual no es sólo la experienciadel ser que implica el hecho de conocerle
como que es, sino que dice o intenta decir qué es el ser con el que se en- 24 Cf. nota N' 18. Sabemosque estascosasocupanun lugar en el
cuentra(ciencia).Por ello la descripciónde la experienciano alcanza,hay mundo de los hombresbicéfalosque opinan,pero ya señalamos'alcomien-
que poder llegar hasta su médula de intrínseca necesidado con otras pala- zo del trabajo, que no íbamos a caminar en estas direcciones,sino en la
bras,hay que llegarhastael corazónde los conceptosde estosfilósofosme- del Ser y la concepciónque de él nos brinda el ñlósofo que consideramos'
tafisicos que la expresan.Un esfuerzovalioso en este sentido,lo constituye Y es en este ámbito que observamos,que no son verdaderas,que no son'
la obra de Étienne GrlsoN, La unidad de la experienciafilosófca, op. cit. Es ésta una afirmación metafisica que se hace a partir de una cierta con-
Aclaramosque empleamosel término conceptocon el sentidoamplio de cepción del Ser, lo cual no significa que Parménides,que ningún lugar les
concepción,por lo mismo estamosabarcandocon él a dos capacidades u da en su metafisica,no les dé uno en el contexto que implica su formula-
operacionesque son propiasde nuestroentendimiento:el conceptoy el jui- ción filosófica.
cio, las que se manifiestanen el encuentrocon lo que es (esenciay esse). 25Ramón ConNavacA,op. cit. (inédito), 83.
90 Blanca del Vqlle Avellaneda Parménides v el ámbito metalísico

misma cosa existe para el pensary el ser" 26.Aceptamostodo dan y difieren a partir de é1.Y también por é1,es posible rea-
esto, incluso sabemosque en el punto de partida hay una dis- lizar un análisis comparativo entre las metafísicas27estable-
tinción entre ambosy por lo mismo nos detuvimosen el análi- ciendo qué ven o no y hastadónde ven.
sis de lo que significabala primacía del Ser en cuanto Princi- Quien ve, el metafísico,no rechazanada de lo que descu-
pio y en lo que significa la metafísica.Afirmar algo así, bre que se ha visto, pero no podrá evitar el ordenarlos distin-
situándoloen este momento del Poema,significaría por ende, tos elementosque vaya descubriendo(ya porquelos descubreo
hacer desaparecer todo lo que hemos afirmado que le debemos ya porque los descubrieronotros, lo cual también es un descu-
a Parménidesy en realidadestaríamospasandode largo ante el brimiento),y no puedeevitarlo,porque su inteligenciaestáem-
Ser dicho por el pensador,que por lo mismo es un pensador bargadade la necesidadde lo inteligible que no dependede la
metafísicoy no lógico misma inteligencia,sino del Ser que se le ofrece.
Pero lo que con seguridadhemos afirmado en el párrafo Ante Parménides,no puede dejar de reconocerque todo
anterior,no es igual a que neguemoslo afirmado como conse- metafísicole debe el que haya abierto el ámbito metafísico,
cuenciahace dos párrafos,cuando decíamos:el ser iluminado haya brindado una concepcióndel ser, haya descubiertola im-
desdela identidadno es suficientepara mantenerla diferencia portanciade la identidad,entre otras cosas.Pero tambiénve
entre ser y pensary por lo mismo el Ser termina identificán- que si el Ser es se hace equivalentea decir Ser es Ser, o sea,a
dose con el Pensar.¿Lo pensóParménides?¿Con la menciona- su autoidentidad,es el es mismo, el que quedaen la sombra,y
da afirmación también quiso preguntarsesobre esta cuestión? ninguna preguntava a ocasionara la inteligencia,aun cuando
No tenemosa su autor vivo, presente,para preguntárselo,pero en el punto de partida se le haya remarcado,o haya estado,ésta
si tenemoslos contenidosvivos en nuestrainteligencia, en la ahora va a pasar de largo. Ahora bien, este es, presenteen el
medida que los hayamoscomprendido,quizás desdeallí, des- punto de partida,y que ahoraquedaen la sombra,o ya no se le
de ese esqueletode inteligibilidad que encierran,se pueda dar ve, es el que hubiera permitido justificar si se le hubiera tam-
bién concebidoespecíficamente 28,la diferenciaentre el Ser,
una respuesta.Intentémoslo.
Habíamosdicho que la metafisicacomienzacuando la in-
teligencia avizoraal Ser, su objeto. Es este Ser que es, enton- 27 ÉúenneGtLSoN,La unidad de la experienciafilosófica, op. cir., p.
ees, el que posibilita que ella emerja.El hombre, metafisico 260: refiriéndosea la necesidadintrínsecae impersonalque encierranlas
distintasconcepciones filosofiasdice: "...la repeticiónde actitudesfilosóficas
por naturaleza,a partir del ser mismo, sabeque hay ser y por
similaresse convierteen un hecho inteligible, y la historia comparadade la
lo mismo que el Ser es. Si ello es así, en el Ser, dijimos ya Filosofia resultauna posibilidadconcreta".
anteriormente,coincidenlas inteligenciasmetafísicas;concuer- 28 Los hechosparecieranmostrarnos,que la preguntaespecífica,surgió
en otra épocahistórica.Allí dondeel pensadorgriego,antela esencíadel ser
que brillaba en su esplendorse preguntaba¿por qué esto es esto?,en esta
26 G. S. Knr y J. E. ReveN,op. cit., págs.3?5 y
344, dos últimas lí- otra época,se preguntó¿porquéesto es?Para que ello ocurriera,fue necesa-
neas.También en el análisis de los términos realizadodurante el curso, el rio que estuvieraya viva en la concienciadel hombre la noción de un mun-
Dr. Cornavacainsistió en el hecho de que el infinitivo no es sujeto de una do creado desde la nada, que lanzaba directamentela mirada sobre el es de
oración, ya que conservasu valor original de dativo de finalidad, por ende la esenciaimpidiendoque se borrara.Esto último que afirmamos,no tiene el
habríaque leerlo como: lo mismo es del pensarque del ser. sentidoquepor estanoción se vea el es; sino el de que estanoción condicio-
92 Blanca del Valle Avellaneda Parménidesy el ámbito metaJísico 93

del cual decimosque "hay" y el ser concebidopor el hombre metafísicay aún en épocasanti-metafisicas30,el ser que es y
que le conoce. que no ha dejadode ser, siguemanteniendoviva tal posibilidad
Desde otra metafísica advertimos que estabaya y está para el hombre que le busca.
siempre,el ente, lo que es, ofreciéndosea la inteligenciadel
hombre,pero tambiénse advierteque si se resuelveel ser en la
esenciaauto-idéntica,el ser del ente desaparece y se haceposi-
ble resolver,a su vez, a esta esenciaen la esenciatambién
auto-idéntica,que existeen la inteligenciadel hombre,¿porque
qué de la esenciapodría expresartal distinción?
Pero el metafisicosabeque estasconsecuencias necesarias,
lo son de un punto de partida y de un modo de concebir tal
punto de partida. Sabeque enunciaral pensadordesdelas con-
secuencias, sin atendera lo visto, con evidencia,por dicho pen-
sador constituyeun craso error. Error tremendoen realidad,
porque cierra totalmenteel camino abierto al ámbito metafisi-
co, ya que si se confundenconsecuencias con el principio, des-
de las solasconsecuencias, cuandono se ven como tales,no se
puedever al principio. Pero sí desdeel principio es posible ad-
vertir las consecuencias sin dejar de verlas como 1o que son.
Por tanto la cuestiónes siempreatenderal Ser y desdeallí con-
cebirlo y enfrentarsecon las dificultades.
Ver estadiferenciahaceposible que ante las dificultades,la
inteligenciaque las ve, vuelva al principio, una y ofta vez, sin
perderlo, tratando de asir en é1, cada vez más, aquello que
constituye su centro y las resuelve2e.En este trabajo crece la

na a la mirada humana,de un modo tal, que éstano puedeya pasarde largo


ante el hechode que la esencialo es siemprede un ente,cuyo corazóna su principiosinmutablesque ni agotannuncala experienciani son agotadospor
vez, es xt ser (esse)y necesariamente se preguntarápor este centro; la res- ella. Y es que aunque,por un imposible,conociésemos todo lo que existe,la
puestase encuentrapor tanto,por el ente.I-a respuestaque se dé a tal cues- existenciamisma seguiríasiendoun misterio". Explicar todo lo que esteau-
tión, constituirádistintasmetafisicas. tor dice en estaspalabrassupondríaun extensotrabajo,pero dadasu profun-
2e Étienne GILSoN,I a unidad de la experiencia didad,las hemosqueridoincorporar.
filosófica, op. cit., p.
272, reftréndosea una metafisicaque se centreen el essedel ente dice que 30 En realidadno hay épocasque seananti-metafisicascon propiedad,
ésta es "...una investigaciónsiempreabierta,cuyasconclusionesson, a la ya que para ser "anti" hay que ver primero el principio y si se le ve, se está
vez, siemprelas mismasy siemprenuevas,porque se realizabajo la guía de ya en la metafisicadisolviéndose el tal "anti".

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