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Cultivo Trigo en Precordillera - HTM PDF
Cultivo Trigo en Precordillera - HTM PDF
Fechas de siembra
Dosis de semilla
El trigo es una planta muy adaptable a diferentes dosis de semilla. Esto significa que la
cantidad de semilla por hectárea puede variar en un rango relativamente amplio, sin que
se modifique sustancialmente el rendimiento. Algunos factores, como la fertilidad y
humedad del suelo, la fecha de siembra, el tipo de variedad y la profundidad de siembra,
deben tenerse en consideración. Sin embargo, para la mayoría de las variedades
sembradas a máquina y que deposita la semilla entre 3 y 5 cm, se recomienda una dosis
de 180 kg/ha, en tanto que para las siembras al voleo es conveniente aumentarla a lo
menos en un 20% dependiendo del sistema de surcado y/o tapado que use el productor.
Marzo - abril : Cuando hay abundancia de algunas malezas de difícil control, como vulpia
y pasto cebolla, es conveniente efectuar un primer control con Glifosato.
Mayo . junio : Aplicar el herbicida sistémico y no selectivo, GIlfosato, para eliminar todas
las malezas verdes presentes en el suelo.
Mayo . junio: Sembrar con una máquina cerealera de cero labranza, una variedad de trigo
invernal en mayo, o una de hábito alternativo en junio.
Rendimiento ( qqm/ha)
Forma de aplicación Salitre sódico* Urea*
100% ala siembra, al voleo 48 50
Confirmando la eficiencia similar del salitre sódico y la urea, Mellado (1990) determinó
que estos dos fertilizantes se comportaron similarmente al aplicarlos de una sola vez, en
una dosis de 150 kg de N/ha, en diferentes estados de desarrollo en un trigo de invierno.
En el Cuadro 4 se puede apreciar que no es conveniente aplicar todo el nitrógeno a la
siembra y mucho menos aplicarlo cuando el trigo empieza a espigar. En el primer caso,
es decir, la aplicación de todo el nitrógeno a la siembra permite que parte de este
nutriente se pierda por lixiviación, y que se produzca un déficit de nitrógeno durante el
desarrollo de la espiga y el llenado del grano.
Rendimiento (qqm/ha)
Estados Fenológicos Salitre sódico(2) Urea(2)
Siembra 43 43
60 60
Inicio macolla
69 66
Plena macolla
69 69
Encañado
69 68
Hoja bandera
38 36
Espigadura
En el segundo caso, es decir, al aplicar todo el nitrógeno cuando el trigo esta espigando,
lo más probable es que en este período del desarrollo ya están afectados negativamente
el número de espigas por superficie y el número de granos por espiga. Además el
desarrollo de las hojas será limitado, con lo cual se verá reducida la capacidad
fotosintética de la planta para el llenado de los granos.
Se debe señalar que el nitrógeno al igual que el fósforo y el potasio son elementos con
alta movilidad dentro de la planta, por lo que cuando se producen carencias de estos
nutrientes, estos se trasladan rápidamente desde las hojas viejas a las más nuevas; por
lo tanto los síntomas de deficiencia se producen inicialmente en las hojas mas antiguas.
Debe tenerse presente que los fertilizantes amoniacales, como la urea, tienden a
aumentar la acidez del suelo, y por ello en suelos con pH menor de 5,5 es preferible usar
salitre sódico. Además, según Schaenkel y otros (1982) los fertilizantes nitrogenados
amoniacales pueden desplazar calcio, magnesio y potasio, los cuales se perderían por
lixiviación. Esto tendría como consecuencia la aparición del aluminio, el que afectaría el
desarrollo radicular del trigo.
Respecto a la extracción de nutrientes del suelo, Mellado (1990), determinó que una
cosecha de trigo de 54 qqm/ha de grano y 74 qqm/ha de paja, extrae alrededor de 150 kg
de nitrógeno, es decir, una cantidad equivalente a 950 kg de salitre sódico, o de 330 kg de
urea/ha. Según referencias bibliográficas, la extracción de potasio sería similar a la de
nitrógeno, en tanto que la de fósforo alcanzaría a unos 60 kg de P205/ha.
Aplicaciones de fósforo
Las dosis y las fuentes de fertilizante fosfatado más adecuadas en trigo también
dependerán de la condición del suelo. Respecto al tipo de fertilizante, Rodríguez (1989),
señala que el rendimiento de grano es similar a igualdad de dosis de P205, al aplicar
Superfosfato Triple, Fosfato de Amonio y Fosfato Normal, en dosis que van desde 50 a
150kg de P205/ha.
En general se puede afirmar que en los suelos trumaos, la dosis de fósforo recomendada
en el trigo puede oscilar entre 80 y 200 kg P205/ha, dependiendo de las rotaciones y del
tipo de suelo. En todo caso el análisis químico del suelo permitirá fijar la dosis óptima
tanto de fósforo como de nitrógeno.
El Programa Trigo y el Programa de Fertilidad de Suelos del CRI INIA Quilamapu, han
estado efectuando diversos ensayos en la precordillera para determinar si existen
variedades de trigo más eficientes en el uso del fósforo, es decir, que puedan rendir bien
con dosis moderadas de fertilizantes fosfatados. Hasta el momento se han observado
tendencias promisorias en este trabajo.
Control de malezas
Las malezas casi siempre están presentes en las sementeras de trigo de la precordillera.
Algunos trabajos de investigación han demostrado que su efecto es muy negativo, y la
experiencia de productores indica que los daños que producen pueden llegar a la pérdida
total del cultivo.
Además del daño directo que las malezas producen sobre el rendimiento de trigo, ellas
ejercen una serie de efectos indirectos que también inciden negativamente en la
producción. Algunas consideraciones al respecto son las siguientes:
Algunas malezas gramíneas como las ballicas (Lolium spp.) son excelentes
hospederos de hongos que ocasionan pudriciones radiculares, en tanto que otras
como, el pasto pelillo (Vulpia bromoldes) se caracteriza por su difícil control
químico.
Un tipo de malezas muy especial, son los "trigos voluntarios" que crecen en
rastrojos de trigo y son originados por semillas que caen al suelo durante la
cosecha, o por desgrane natural, y son procedentes del ciclo agrícola anterior.
Estos trigos generalmente son fuente de inóculo de royas y septoria, y por ello lo
más conveniente es eliminarlas por medios mecánicos o con animales.
Respecto a los productos químicos y dosis que se pueden usar en su control, los
Cuadros 5 y 6 entregan antecedentes al respecto.
No controla crucíferas.
Mezcla de MCPA Hoja ancha resistente 4 hojas hasta fines de macolla;
Incluye crucíferas
Metsulfuron- Hoja ancha resistente 2-3 hojas hasta fines de macolla.
metil (Ally). a 2,4-D y MCPA. Trigos de invierno; no usar
Enfermedades y plagas
Es bastante común que las sementeras de trigo de la precordillera de Ñuble y Bío Bio
sean afectadas por enfermedades foliares y/o radiculares.
Entre las enfermedades foliares destacan el polvillo estriado causado por el hongo
Puccinia striiformis; el polvillo colorado causado por Puccinia recondita; la septoriosis de
la hoja causada por Mycosphaerella graminicola spp., y el virus del enanismo amarillo,
transmitido por diversas especies de áfidos.
Las pudriciones radiculares, especialmente el mal del pie causado por Gaeumannomyces
gramiriis var. tritici, constituyen el problema sanitario de mayor importancia. Se trata de
una enfermedad muy difundida, que afecta a los trigos en intensidad muy variable,
dependiendo de las prácticas de manejo que hayan tenido los potreros en los años
anteriores.
Algunos comentarios sobre las principales enfermedades del trigo en la precordillera son
los siguientes:
En general, ningún fungicida debiera ser aplicado después de la floración del trigo,
ya que es posible que residuos del producto químico o un derivado de él puedan
pasar al grano.
En trigo no se ha encontrado resistencia genética al hongo que causa el mal del
pie. Los trabajos de investigación más exitosos han estado dirigidos a prevenir la
enfermedad mediante prácticas de manejo, principalmente rotaciones.
Mediante el mejoramiento genético se ha tenido éxito en la obtención de
variedades con resistencia genética a las royas o polvillos. Estas variedades
mejoradas permanentemente están reemplazando a aquellas que se vuelven
susceptibles, y son las que debieran sembrar los agricultores en forma
preferencial.
En la zona centro sur el trigo se cosecha durante los meses de enero y febrero, período
caracterizado por altas temperaturas y baja humedad relativa. En estas condiciones el
grano madura y pierde agua rápidamente, llegando a la cosecha con una humedad de
12-14%, valores que permiten su almacenaje normal.
Se ha determinado que cuando las sementeras que han llegado a la madurez de cosecha
reciben agua de lluvia en cantidad equivalente a un riego efectivo (20 mm), se produce
una merma importante del peso del hectolitro, disminución que es directamente
proporcional a la cantidad de lluvia recibida. Es evidente que este menor peso perjudica
la comercialización, ya que los trigos deben tener un peso hectolitro mínimo de 76 kg/hl,
para no recibir descuento por este concepto. Por lo tanto la cosecha debe efectuarse tan
pronto como el grano llegue a la humedad de cosecha adecuada.
La calidad nutritiva e industrial del trigo es una característica compleja que está
determinada por los factores genéticos de la variedad, por las condiciones ambientales
de la temporada de cultivo y por las prácticas de manejo. En gran medida depende de la
cantidad y de la calidad de la proteína del grano.
Algunos parámetros de calidad industrial del grano que se usan para tipificar variedades
son el índice de sedimentación, el contenido de gluten, el porcentaje de proteína, el
volumen del pan y el tiempo de desarrollo de la masa.
Cuando los granos se almacenan en bodegas húmedas, sucias y mal ventiladas, pueden
ser invadidos por hongos saprófitos, y a veces por otros que producen micotoxinas de
elevada toxicidad, y por lo tanto pueden afectar la salud humana y animal.