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Artículo Académico

Cuenca-Ecuador, julio 2019


Doctorante Carlos M. Egas S. Mg. Sc.
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DESAFÍOS QUE ENFRENTA LA UNIVERSIDAD EN EL MARCO DE LA DENOMINADA


“SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO”

Escenarios polares que enfrenta la Universidad a partir del surgimiento de la


sociedad del conocimiento.

Podemos afirmar que, las IES (Instituciones de Educación Superior), en general mantienen
ese papel protagónico y trascendental en el desarrollo de la sociedad, la cultura, el progreso
la ciencia, la tecnología y el conocimiento científico.

Ante esto, según Pedraja (2017), “el aparecimiento de la sociedad del conocimiento impone
exigencias crecientes para las naciones, las organizaciones y las personas”. Y considero que
es un criterio acertado, en tanto en cuanto, cada vez se torna más exigente la preparación
intelectual y la adquisición de conocimientos innovadores, tendientes a lograr un desempeño
eficiente y eficaz en la hoy denominada sociedad de la tecnología digital, por lo que, el
conocimiento en nuestros tiempos no se puede limitar únicamente al ámbito académico,
debemos admitir y alcanzar un cambio transcendental en el alcance del saber, y es aquí,
donde la universidad debe hacer frente a este nuevo tipo de desafíos formativos para
resignificar su función social, política y educativa.

Escépticamente y a la par, van generándose dudas sobre la potencialidad y capacidad de


las universidades para adaptarse a estos nuevos e inciertos escenarios y contextos sociales,
ligados al fenómeno denominado “sociedad del conocimiento”.

Acorde a la revisión bibliográfica realizada, puedo manifestar que a partir del aparecimiento
de la sociedad del conocimiento, las universidades se enfrentan a la existencia de “dos
escenarios polares”, un escenario optimista o favorable y un escenario pesimista o negativo.

Conceptualizando el escenario optimista o favorable, es aquel donde la sociedad del


conocimiento potenciaría el papel de la universidad como productora del conocimiento,
determinando una sociedad ligada al conocimiento y por ende a los resultados tecnológicos,
sociales y educativos. En este sentido, la sociedad dependería mucho más de las capacidades
técnicas, la innovación, la tecnología y la investigación científica, que pueda desarrollarse en
la universidad.

Por otra parte, el segundo escenario pesimista o negativo, determina que las universidades
en la sociedad del conocimiento, van a disputar su lugar protagónico con el aparecimiento de
nuevas instituciones denominadas “instituciones inteligentes”, éstas consideradas como
organizaciones de aprendizaje y de investigación en condiciones de competir en el área de
investigación y conocimiento.
Artículo Académico
Cuenca-Ecuador, julio 2019
Doctorante Carlos M. Egas S. Mg. Sc.
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Ante los dos escenarios expuestos, me permito categorizar que la universidad y las IES, a
pesar de haber incurrido en ciertas adaptaciones ante la globalización y su influencia, no han
planteado un nuevo rol, ni redefinido su papel ante la aparición de la sociedad del
conocimiento, concebida ésta, como un fenómeno complejo, que amalgama el desarrollo
tecnológico, tendencias económicas, consecuencias sociales y repercusiones culturales.

Cambios importantes respecto a la organización de la universidad?

Como he expresado anteriormente, la globalización ha transformado progresivamente a


las sociedades, y como parte de éstas, la universidades y las IES se han visto en la necesidad
de sumarse a la influencia de este fenómeno, como son acceder a todas las bondades que
brindan la modernidad, la tecnología digital y cibernética, incorporándose progresivamente al
fenómeno transculturizado de una sociedad mundial.

Según Ruiz (2002), dos cambios importantes y trascendentales deben considerarse


respecto a la organización de la universidad: 1) Fortalecer el sistema educacional y el sistema
científico y, 2) Volver a brindar estabilidad e importancia a la universidad.

Con relación al fortalecimiento del sistema educacional y el sistema científico, es necesario


replantear los términos de que las redes son más importantes que las instituciones, con esto,
se permitirá adaptar los cambios que se requieran, posibilitando la adaptación de la
universidad a los diversos medios tecnológicos y digitales, con lo que se conseguirá un
fortalecimiento de los procesos educativos, sin actuar aisladamente de las demandas y ofertas
dinámicas inmediatas de la sociedad.

Respecto al segundo cambio, debemos volver a dar la estabilidad e importancia que


siempre tuvo la universidad, manteniendo esa esencia conservadora, como lo manifestó
Basadre (1931),

“La Universidad es, en principio, una institución educativa, económica, social y


nacional destinada a la conservación, acrecentamiento y transmisión de la cultura; a
la formación profesional; a tratar que las nuevas generaciones sean conscientes de
los valores fundamentales; al fomento de la investigación sin la cual una Universidad
no es digna de ese nombre (...)”.

No cabe la menor duda, que la universidad continuará en ese sitial primordial en el


desarrollo de las sociedades modernas, siendo el ente en donde se produzca y transmita el
conocimiento científico, en el que, las implicaciones para la investigación científica sean más
directas, la selección de los temas de investigación serán concebidos en un contexto más
amplio de obtención del conocimiento, con metodologías y programas académicos bajo
modalidades virtuales u online oportunas y flexibles en el tiempo y el espacio, que sitúen a la
universidad en un mejor sitial para una cooperación interna y una competencia internacional,
mediante la creación, transmisión, desarrollo y crítica del conocimiento científico y tecnológico
y de la transferencia de sus beneficios a la sociedad.
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Cuenca-Ecuador, julio 2019
Doctorante Carlos M. Egas S. Mg. Sc.
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Sin embargo, para lograr esto, la universidad debe encaminarse hacia una nueva realidad,
con saberes contextualizados y direccionados a los requerimientos y necesidades actuales de
la sociedad, obviamente sin mercantilizar el saber y el conocimiento científico mediante
convenios nocivos para su desarrollo que le impidan mantener su espíritu crítico y de libertad
ante proyectos de investigación, contribuyendo así, al mantenimiento de un sistema social
democrático estable que garantice los derechos humanos y la consecución de niveles de
bienestar y calidad de vida.

Referencias:

 Cano, D. (1984). La educación superior en la Argentina, Centro Editor de América Latina-


FLACSO, Buenos Aires.
 Casas, M. (2005). Nueva universidad ante la sociedad del conocimiento. Revista de
Universidad y Sociedad del Conocimiento. Pág. 2-4.
 Gómez, C.; Gómez, M. (2015). Retos y cambios en la organización universitaria. Hacia un
nuevo modelo de enseñanza-aprendizaje. Universidad de Zaragoza. Pág. 3-7.
 Pérez, R. (2018). La sociedad del conocimiento y la sociedad de la información como la
piedra angular en la innovación tecnológica educativa. Universidad de Guadalajara, México.
Pág. 7-12.
 Plataforma Virtual UBJ. (2019). Presentación de la tercera semana de la Dra. Leonila Cruz
Escalona.
 Pozzoli Ma. T. (2007). Transformar el conocimiento en la sociedad globalizada. Polis
Revista Latinoamericana. Buenos Aires. Pág. 10-12.
 Ruiz, G. (2002). La sociedad del conocimiento y la educación superior universitaria. México.
Pág. 3-13.
 Universidad y Cultura (2012). Importancia de la Universidad como institución social y
académica. http://culturaenlauniversidad.blogspot.com/.

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