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EL CLIMA ESPAÑOL.

Las características del relieve, de la forma peninsular que la sitúa rodeada por dos grandes masas de agua, la latitud
y otros elementos que hace que el clima español no sea uniforme tanto en la península como en las zonas insulares. En
España existen básicamente tres tipos de clima: el atlántico u oceánico, imperante en las regiones del norte, el
mediterráneo, que domina el resto de la España peninsular y las islas Baleares, y el tropical, que es propio de las islas
Canarias.

El clima atlántico u oceánico se da únicamente en una estrecha franja situada al norte de la cordillera cantábrica,
influyendo sobre comunidades como Asturias, Cantabria, el País Vasco o Navarra, extendiéndose también por una franja
que ocupa la zona a menor altitud de la cordillera pirenaica. Galicia, y también el norte de Portugal, quedan bajo el radio
de acción de este dominio climático. La característica más significativa del dominio climático oceánico es que las
precipitaciones son abundantes y relativamente constantes suele tener unas precipitaciones totales anuales en torno a los
1.000 mm de media. n las zonas costeras las lluvias rondan los 800 mm o incluso algo menos en determinadas zonas del
interior de la montaña cantábrica o del macizo Galaico, como en Arruazu (Navarra) o en el embalse de Eume (Galicia),
las precipitaciones pueden alcanzar incluso los 3.000 milímetros.

La oscilación térmica en las zonas que poseen este clima sea muy pequeña, comparativamente hablando con el resto
de los climas de España. La temperatura media de estas regiones suele rondar los 12 o 13 grados. Es raro que los meses
de verano superen los 20 grados, mientras que en invierno no suele ser habitual que el termómetro marque menos de
seis o siete grados. La cornisa cantábrica se caracteriza por la presencia de fuertes vientos a los que, en
determinados lugares, se les denomina galernas.

El clima mediterráneo recibe esta denominación por ser el clima característico de toda la cuenca del mar
Mediterráneo. El clima mediterráneo no es igual en todas las regiones de España. Así las zonas costeras, las que más
propiamente pueden ser calificadas como mediterráneas, tienen inviernos muy suaves. Por el contrario, en las de interior,
los inviernos son considerablemente más fríos. Y sin embargo, en el litoral del sudeste peninsular, la aridez es una
constante durante todo el año, hasta el punto de que podemos denominar a esa variante climática como clima
mediterráneo semiárido o árido, o también clima estepario.
Precipitaciones escasas
El total anual es inferior a 800mm, con unos máximos en las estaciones equinocciales, excepto en las zonas más
próximas al Atlántico, que viven su máximo de pluviosidad en invierno. Suelen ser precipitaciones en bastantes
ocasiones en forma de fuertes tormentas, por lo que afectan gravemente a la erosión del suelo.
Temperaturas cálidas
Hay bastante diversidad de temperaturas dependiendo del subtipo mediterráneo en que nos encontremos, pero sí se
puede afirmar que, en mayor o menor medida, en todos se dan unos inviernos suaves y unos veranos calurosos. Las
temperaturas más altas de Europa se dan en los veranos de algunas regiones españolas de clima Mediterráneo. La
combinación de una latitud muy meridional, con una altitud muy baja, prácticamente al nivel del mar, y con la
proximidad meridional de la gran masa continental árida y tórrida del desierto del Sahara, provoca que sea en el sur de
España donde se alcancen las temperaturas más elevadas de todo el continente.

Sequía estival
La característica más representativa del clima Mediterráneo es su larga y acusada sequía veraniega. En efecto, es el
único clima que existe en el mundo (con otra única excepción) que tiene esa extraña particularidad, ya que lo normal
en el resto del mundo es que cuando más calor hace, sea cuando más llueve.

El clima de alta montaña


España no suele hacer mucho frío, sobre todo si lo comparamos con latitudes más septentrionales del continente
euroasiático o norteamericano.

Sin embargo, existe otro factor que sí provoca que en la península se localicen lugares en los que las temperaturas son
considerablemente bajas, sobre todo en los meses de invierno. Se trata de las altas montañas, aquellas zonas en las que,
debido a su altitud, las condiciones atmosféricas provocan el descenso de las temperaturas y, por tanto, el frío es en
ocasiones muy acusado.

El descenso de las temperaturas no solo está en relación con la altitud, también es necesario tener en cuenta la latitud a
la que se encuentran esas montañas. Así, en la zona norte, por ejemplo, en los Pirineos o en la cordillera Cantábrica, se
puede encontrar clima de alta montaña por encima de los 2.000 metros, mientras que en la zona central,
fundamentalmente en el sistema Central, estas mismas características aparecen a partir de los 2.500 metros. Finalmente,
en las zonas a una latitud más baja como son las de los sistemas Béticos, es necesario ascender hasta los 3.000 metros
para encontrar esta variante climática. En las Canarias no se llega a dar realmente el clima de alta montaña, debido a

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que, por su latitud en la zona tropical, aunque en las zonas más altas del Teide sí nos podemos llegar encontrar valores
parecidos a lo que denominamos clima frío de alta montaña.

Otra característica de este dominio climático es que las lluvias (o en muchos casos, la nieve) suelen ser más elevadas
que las de las zonas aledañas, y esto es debido al efecto que las altas montañas producen sobre la nubosidad y que dan
lugar al fenómeno denominado lluvias de relieve.

El clima canario

Se encuentran, como ya vimos en temas anteriores, próximas a las latitudes tropicales, en pleno océano Atlántico, muy
cerca de la gran masa árida que es el desierto del Sahara. La proximidad al trópico de Cáncer hace que las
temperaturas en las islas sean elevadas excepto en las cumbres volcánicas.

La influencia del Atlántico la influencia de esta gran masa de agua suavice extraordinariamente las temperaturas e
impida que haya también un calor excesivo. A ello se une además el hecho de que en su parte occidental se localiza
una corriente marina de tipo frío a la que se conoce también con el nombre de corriente de las islas Canarias. Esto
suaviza si cabe aún más las temperaturas veraniegas y les da un frescor que hace que sea un clima envidiable desde un
punto de vista de su confortabilidad para los seres humanos.

Quizás el único aspecto negativo que se puede achacar al clima canario es el de su aridez, que viene provocada por la
cercanía del desierto del Sahara, cuyos límites occidentales se encuentran bastante cerca de las islas más orientales del
archipiélago. El Sahara provoca una acusada aridez, pero solo en este sector, ya que la parte occidental de las islas
recibe directamente los vientos alisios procedentes del Atlántico, que son responsables directos del peculiar mar de
nubes tan característico de algunas islas.

ESPACIOS ACTIVIDADES AGRARIAS: CONCEPTOS, USOS APROVECHAMIENTOS,


COMPONENTES
condicionantes naturales humanos.
La producción de alimentos viene de la mano del sector económico primario, tanto de la agricultura como de la
ganadería, y de la pesca. Aunque también el sector secundario aporta su parte con los avances en las industrias
agroalimentarias y en la biotecnología. Al contrario de lo que puede parecer, la comunidad autónoma andaluza no es
la más importante por sus actividades primarias, le superan otras comunidades como Extremadura, Castilla-La
Mancha, Castilla-León, La Rioja o Murcia.

Todas las actividades agropecuarias, es decir, las agrícolas y ganaderas, han experimentado grandes mejoras técnicas,
que no siempre es posible aplicar por diversas circunstancias.

Usos y aprovechamientos.
La clasificación de los cultivos se puede realizar en función de los tipos que existan y de las técnicas empleadas
atendiendo a diferentes criterios:

Criterios relacionados con la naturaleza del cultivo:

Según el porte del cultivo podemos distinguir principalmente tres:


- arbóreos o leñosos, como los frutales y los olivos;
- arbustivos, con una parte de tallo leñoso, como la vid o el algodón; y
- herbáceos, como los cultivos forrajeros para la alimentación del ganado (alfalfa, veza, trébol) y los
cereales.

Según el tiempo de permanencia en el campo pueden ser:


- anuales, cada año se siembran de nuevo, son generalmente los cultivos herbáceos (cereal);
- permanentes, generalmente los arbóreos (frutales, olivar, etc.) y
- arbustivos (vid) cuya plantación se realiza para varias décadas e incluso siglos. Si los cultivos no son arbóreos es
fácil que se practique la rotación de cultivos, ya que aquello que se cultiva dura menos de un año. Esta rotación de
cultivos supone un cambio que la tierra agradece, sobre todo si se emplean plantas forrajeras o leguminosas, que son
las que tienen la propiedad de fijar nitrógeno al suelo, regenerando así las sustancias nutritivas.

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Criterios relacionados con las técnicas empleadas.

Según el número de especies que se cultivan, hay áreas o parcelas en las que se realiza un solo cultivo
(monocultivo), como sucede con el olivar, y parcelas en las que se cultivan varios productos (policultivo), como
sucede en la mayoría de los huertos familiares o las parcelas en las que se alterna el cultivo del olivar con las viñas o
el cereal.

Según los rendimientos, distinguimos entre una agricultura extensiva e intensiva. La agricultura extensiva se
caracteriza por una baja productividad o poca producción por unidad de superficie, con escasos cuidados y bajos
rendimientos. La agricultura intensiva, por el contrario, supone un aprovechamiento máximo de la tierra. Si se hace de
forma técnicamente posible, tenemos una agricultura de alta productividad, la producción por unidad de superficie es
elevada y requiere de muchos cuidados que conllevan cuantiosas inversiones (abonado, plaguicidas, mecanización...)
y altos rendimientos. Si se realiza sin un estudio del suelo y sin un aporte de lo que este necesita, tiene bajos
rendimientos. Las explotaciones agrarias extensivas ocupan mayores extensiones que las de la agricultura intensiva.

Según la procedencia del aporte de agua podemos encontrar una agricultura de regadío, con un aporte exterior o
adicional de agua o una agricultura de secano. En esta última, el agua aportada por las precipitaciones es suficiente
para el cultivo. En general, las explotaciones agrarias de regadío ocupan menores extensiones de tierra que las de la
agricultura de secano.

Según las técnicas empleadas podemos tener una agricultura tradicional, generalmente de subsistencia, y una
agricultura modernizada, que requiere grandes inversiones en maquinaria, insumos (abonado, plaguicidas, semillas...)
y tecnología. La agricultura ecológica, también denominada agricultura orgánica, utiliza sistemas de producción
natural, fomenta las buenas prácticas agrarias y no contamina el medio. Son productos de calidad. Andalucía es una
comunidad líder en este tipo de agricultura. También lo es en producción integrada, que es una agricultura de calidad
respetuosa con el medioambiente que está a medio camino entre la agricultura tradicional y la ecológica.

Dominios y paisajes agrarios españoles.


Los espacios o paisajes rurales en España tienen una cierta correlación con el medio natural. En este influyen tanto el
clima (la cantidad de lluvia es un elemento de gran importancia), como el suelo y el relieve. El desfavorable medio
físico español exige a la población rural que vive en ese medio un enorme esfuerzo para el que la tecnología y la
mecanización, ofrecen una insustituible ayuda para algunas tareas agrarias.

Por ello, los paisajes rurales se pueden relacionar directamente con las principales áreas bioclimáticas:

Los paisajes atlánticos, caracterizados por las actividades ganaderas que aprovechan la abundancia de pastos
naturales; las forestales, con los bosques naturales y de repoblación; y los cultivos de plantas forrajeras, maíz, judías,
frutales (manzano). En las áreas más altas y frías: centeno y patata tardía. Predomina la pequeña propiedad
(minifundio), lo que dificulta la mecanización de los trabajos agrícolas. La abundancia de agua de este clima oceánico
hace innecesario el regadío. Se trata de praderas siempre verdes por la inexistencia de sequía estival. El poblamiento
es disperso.

Los paisajes mediterráneos ocupan la mayor parte del territorio, en ellos predominan los cultivos de secano
de la denominada triada mediterránea protagonizada por el trigo, vid y olivo. La escasez de agua impulsa una
creciente implantación del regadío buscando una mayor productividad, no solo en los mismos cultivos de secano ya
citados, sino en la mayoría de los cultivos: arroz, agrios y plantas industriales como la remolacha, tabaco, algodón,
hortalizas, etc. Predomina el poblamiento concentrado. Dada la amplitud de este territorio, podemos distinguir, a
grandes rasgos, áreas con diferentes características, según la cercanía al mar y la altitud:

- De interior: En cuyo territorio predominan los cultivos de secano extensivos y los regadíos mixtos. Los cultivos
predominantes son la vid, que en Navarra y La Rioja permite una potente industria vitivinícola; los cereales (cebada,
avena y trigo) y en las áreas con abundancia de agua el maíz. El olivo completa la triada mediterránea. La tradicional
ganadería de ovino va dejando paso al bovino, que requiere menos mano de obra. En Aragón tradicionalmente
predominaba la ganadería extensiva.

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- Costera: Es más cálida, por lo que abundan los cultivos de secano: vid, olivar, almendro, cebada. La bondad del
clima de algunas áreas de las costas de Málaga y de Granada, permite la existencia de cultivos subtropicales como el
chirimoyo o el aguacate. La superficie dedicada al regadío es cada vez mayor predominando en ella cultivos como el
arroz, agrios, la remolacha, el tabaco, el algodón, los hortofrutícolas... Algunas áreas situadas en las provincias de
Almería, Huelva y Murcia, principalmente, destacan por los cultivos tempranos y una agricultura intensiva de elevada
tecnificación (cultivos hidropónicos, sobre turberas, invernaderos, etc.).

- De montaña: En las áreas montañosas se dan los aprovechamientos agro sil o pastoriles y cinegéticos, como sucede
por ejemplo en las dehesas. Los paisajes de alta montaña tienen un aprovechamiento forestal o un paisaje de nieves
perpetuas.

Los paisajes de Canarias, aunque con una agricultura en retroceso en favor del turismo tienen productos tropicales
como la caña de azúcar, patata, plátano, tomates... Pero existen problemas de comercialización por su insularidad y de
la escasa superficie para cultivar. Los suelos volcánicos no siempre permiten un buen aprovechamiento y el relieve,
fruto de la actividad volcánica, exige muchos cultivos sobre bancales o terrazas. Es una agricultura en la que el
regadío tiene una importancia creciente. El déficit de agua se palía por el liderazgo europeo en plantas desaladoras.

¿Cuáles son las principales características del sistema urbano español?


El sistema urbano español está constituido por un conjunto de ciudades interrelacionadas. Las ciudades se caracterizan
por su tamaño y por las funciones que desempeñan. Teniendo en cuenta estas características, cada ciudad ejerce una
influencia sobre un área más o menos amplia y ocupa una posición jerárquica dentro del sistema urbano.

-Teniendo en cuenta el tamaño de las ciudades:


El mayor tamaño demográfico corresponde a quince aglomeraciones urbanas que superan los 500 000 habitantes.
Cuentan con más de un millón el área metropolitana de Madrid (rango 1 en el sistema) y el área metropolitana de
Barcelona (rango 2 en el sistema). Hay que señalar que el tamaño de Barcelona es mayor del que suele corresponder
a la segunda aglomeración de un sistema nacional, lo que configura un sistema bipolar.

A continuación, se sitúan cinco aglomeraciones que superan 800 000 habitantes: Valencia, Sevilla, Bilbao, Ciudad
Astur y Málaga; y otras ocho con más de 500 000: Zaragoza, Alicante-Elche, Bahía de Cádiz, Murcia, Las Palmas de
Gran Canaria, Granada, Vigo y Palma de Mallorca.

Tras ellas, aparece un elevado número de ciudades entre 400 000 y 150 000 habitantes. Este hecho se debe al reciente
crecimiento de las ciudades medias, motivado por la descentralización hacia ellas de parte de la población y de las
actividades económicas.

La distribución territorial de las ciudades por su tamaño se caracteriza por la localización en el centro peninsular de
la mayor aglomeración urbana, Madrid, rodeada de las principales aglomeraciones urbanas, situadas en la periferia,
y de un espacio interior poco urbanizado, donde predominan las ciudades medias y pequeñas.

-Según las funciones urbanas:


Las ciudades primarias están especializadas en actividades del sector primario. Entre ellas se cuentan las agrociudades
andaluzas, manchegas, murcianas y levantinas; y las ciudades mineras, como algunas asturianas. Las ciudades
secundarias están especializadas en la industria, como las primeras ciudades incorporadas a la Revolución Industrial
en el País Vasco, Cataluña y Asturias; u otras muchas integrantes de las grandes áreas metropolitanas. Otras están
especializadas en la construcción, como ciertas ciudades de gran dinamismo económico, demográfico o turístico
(Barcelona, Málaga).

Las ciudades terciarias están especializadas en los servicios. Estos servicios pueden ser empresariales, financieros,
comerciales, de transporte, administrativos, culturales, etc.

-El área de influencia urbana:


El tamaño demográfico, las funciones y la extensión del área de influencia dan lugar a una organización jerárquica de
las ciudades españolas.
Categorías:
Las metrópolis nacionales son las grandes áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona. Su población supera los 3
millones de habitantes. Cuentan con las funciones más diversificadas (servicios muy especializados, oficinas de
empresas nacionales y multinacionales, industrias de alta tecnología). Su área de influencia es nacional y mantienen

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estrechas relaciones con otras metrópolis internacionales, enlazando el sistema urbano español con el sistema europeo
y mundial.

Las metrópolis regionales son las áreas metropolitanas medias de Valencia, Sevilla, Bilbao, Málaga y Zaragoza. Su
población se encuentra entre 1,5 millones y 500 000 habitantes. Cuentan con funciones diversificadas y servicios
especializados. Su área de influencia es regional y mantienen intensas relaciones con las metrópolis nacionales.

Las metrópolis subregionales son áreas metropolitanas pequeñas como Valladolid, Pamplona o Palma de Mallorca.
Tienen una población entre 500 000 y 250 000 habitantes. Cuentan también con funciones diversificadas y servicios
especializados (universidad), pero de influencia subregional, o regional en el caso de comunidades autónomas
uniprovinciales.

b) Ciudades medias. La mayoría son capitales de provincia; su población está en torno a los 250 000- 50 000
habitantes. Sus funciones son menos diversificadas y se centran en servicios comerciales, administrativos y sociales
de ámbito provincial.
c) Ciudades pequeñas o villas. Tienen una población entre 50 000 y 10 000 habitantes, como Antequera o Arjona.
Sus funciones son reducidas y poco especializadas, aunque pueden contar con algunos equipamientos de cierta
especialización (educación secundaria y profesional). Son nodos de transporte para la comarca y su área de
influencia es comarcal

IDENTIFIQUE CARACTERICE DOS SUBSISTEMAS URBANOS


El subsistema urbano andaluz
Andalucía cuenta con dos sistemas urbanos a escala regional. Uno es el que se configura a lo largo del valle del río
Guadalquivir. El río ha servido históricamente como vía de conexión para las ciudades que han surgido en sus orillas.
Por otra parte, ese mismo subsistema se ha complementado con una de las principales vías de comunicación que han
existido en la Comunidad andaluza desde hace muchos siglos, la conexión con Madrid mediante la carretera o autovía
nacional IV.

Así, las provincias de Jaén, Córdoba y Sevilla, con sus ramificaciones hasta Cádiz y Huelva, configuran este
subsistema de carácter lineal que engloba a la Baja Andalucía.

El segundo subsistema es el que tiene por marco el denominado eje litoral Mediterráneo. En efecto, la costa andaluza
junto a este mar está caracterizada por la presencia de una serie de ciudades como Almería, Málaga, Marbella o
Algeciras que mantienen unas intensas relaciones auspiciadas por la existencia de diferentes vías de comunicación
litoral.

Granada, aunque no está situada en la misma línea de costa, forma también parte de este sistema dado su situación
peculiar en la zona oriental de la Comunidad y en el interior de los Sistemas Béticos.

A PARTIR DE LA INFORMACIÓN DEL MAPA DEDUZCA LA INFLUENCIA DEL RELIEVE EN LA


DISTRIBUCIÓN DE LAS TEMPERATURAS EN LA PENÍNSULA IBÉRICA

Debido a las características específicas del relieve de la península ibérica se puede observar en el mapa las diferentes
áreas divididas por líneas isotermas.

Tenemos en el norte la zona de los pirineos con temperaturas medias muy bajas como corresponde al clima de alta
montaña, con una media con mayor temperatura 12º y 14º en las aproximaciones al mar. En el sistema central e
ibérico, así como en las penibéticas las temperaturas son las correspondientes a la de alta montaña.

La franja cantábrica 14º por influencia del mar, en la parte costera, en la zona montañosa disminuye la temperatura
pero sigue atenuada por la zona de barlovento la influencia del mar.

En el interior de la meseta norte queda aislada de la influencia tanto del océano Atlántico como del Cantábrico las
temperaturas medias disminuyen unos dos grados con respeto a las anteriores.

En la submeseta sur ocurre también el hecho de la falta de influencia marítima para suavizar las temperaturas

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En el arco costero mediterráneo las temperaturas medias son de 14º en la costa catalana a 16 en el resto del arco
mediterráneo y 18 en la costa andaluza debido a la (ver respuesta en el ejercicio siguiente)

OBSERVE LAS TEMPERATURAS DE LA COSTA CANTÁBRICA COMPÁRELAS CON LAS DE LA


COSTA MEDITERRÁNEA ANDALUZA. EXPLIQUE SI HAY DIFERENCIAS CUÁLES SON LAS CAUSAS
DE ESAS DIFERENCIAS

La temperatura media de la costa cantábrica es de 14º y en la franja interior baja hasta 10º. La media en la costa
mediterránea la temperatura media es de 18º en la línea costera y de 16 en la franja interior. En Las zonas costeras la
temperatura media anual se suele suavizar, sin grandes oscilaciones entre los meses de mayor temperatura y las de
temperatura más baja.

La costa cantábrica por su situación geográfica está influenciada, por el Océano Atlántico, de aquí que se denomine
clima Atlántico u Oceánico. El dominio del clima oceánico se caracteriza por unas temperaturas que en general son
bastante suaves durante todo el año. La proximidad a la gran masa de agua del océano Atlántico provoca que la
influencia del mismo impida tanto un calor muy elevado, como un frío muy intenso. De ahí que la oscilación térmica
en las zonas que poseen este clima sea muy pequeña, comparativamente hablando con el resto de los climas de
España.

La temperatura media de estas regiones suele rondar los 12 o 13 grados. Es raro que los meses de verano superen los
20 grados, mientras que en invierno no suele ser habitual que el termómetro marque menos de seis o siete grados,
sobre todo en las zonas costeras. En los lugares situados más al interior estos valores pueden ascender ligeramente,
pero si algo caracteriza a las zonas de clima oceánico es que normalmente este se suele dar en las costas próximas al
mar.

La costa mediterránea de Andalucía pertenece a la denominación climática mediterráneo litoral o periférico y tiene
unas características específicas. Se caracteriza por tener unos inviernos suaves (ningún mes suele bajar de los 10 ºC de
media), en los que la época fría es prácticamente inexistente. El verano, por el contrario, es tremendamente caluroso
(superan los 22 ºC de media), quizás el más caluroso de toda Europa. Además, goza de una característica que, aunque
para nosotros es habitual, es algo verdaderamente extraño en el resto del mundo, y es que ese verano es además
extremadamente seco, hasta el punto que puede pasar toda la época estival sin que caiga ni una sola gota de agua. Este
hecho se debe a que durante el verano las altas presiones tropicales se desplazan hacia el norte y engloban dentro de su
radio de acción a la península Ibérica, por lo que impiden que las borrascas atlánticas puedan penetrar en la misma. Al
ser zonas próximas al litoral, la oscilación térmica no suele ser muy fuerte. Si bien es cierto que el mar Mediterráneo
es, a escala mundial, un mar interior con una superficie relativamente reducida y que, por tanto, carece de suficiente
influjo como para poder suavizar considerablemente las temperaturas de las costas que baña. En este caso, se
comporta de forma bastante diferente que el océano Atlántico.

Censo de población. - Recuento individualizado de la población de un país en un momento concreto. En él se recogen


datos demográficos, económicos y sociales de todos los habitantes y de sus divisiones administrativas. Es un
documento estático que refleja el estado de la población en un momento concreto. Es una fuente esencial para el
estudio de la población y en España se elabora cada 10 años.

Crecimiento natural de la población. - Índice demográfico que mide el aumento o disminución de una población en
un momento determinado, como consecuencia del balance entre nacimientos (Tasa Bruta de Natalidad) y defunciones
(Tasa Bruta de Mortalidad), expresándose en tantos por cien (%). Si el resultado es positivo la población crece,
mientras que si es negativo la población decrece.

Red de transportes. - Redes que permiten el traslado de personas o bienes de un lugar a otro. Las Redes se diseñan
considerando tres aspectos: la geometría, la resistencia y la capacidad. En la práctica, el diseño de transporte centra
sus miras en tomar los diseños geométricos y definir su ancho, número de carriles, vías o diámetro. Su producto es
tomado por el especialista en pavimentos, rieles, puentes o ductos y convertido en espesores de calzada, balasto,
vigas o paredes de tubería. El ingeniero de transporte es también responsable de definir el funcionamiento del
sistema considerando el tiempo

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Longitud geográfica. - Distancia angular expresada en grados, minutos y segundos entre cualquier punto de la
superficie de la tierra y el meridiano 0º o de Greenwich. Hablamos de longitud este si dicho punto se encuentra al
este del meridiano de Greenwich, y de longitud oeste, si se encuentra al oeste del mismo.

Septentrional. - Hace referencia al norte.

Explotación agraria. - Conjunto de parcelas explotadas por un único productor agrario.

Agricultura de regadío, - Técnica de explotación agrícola basada en el aporte artificial de agua a los campos de
cultivo. Se practica en la mayor parte de las zonas donde las lluvias son escasas o irregulares, como por ejemplo el
área mediterránea. Existen tres grandes tipos de técnicas: el riego por gravedad, el riego por aspersión y el riego
localizado

Altitud. - Distancia vertical desde un punto a la superficie del nivel de referencia que constituye el origen de las
altitudes en los mapas topográficos de un país. En los mapas topográficos españoles todas las altitudes se refieren al
nivel medio del Mediterráneo en Alicante con una cota absoluta de 3’40950 m

Industria básica, Son las que permiten la existencia de otras industrias, ya que en ellas se obtienen los productos
básicos que, posteriormente, se elaborarán en otros complejos industriales en las que se transformarán.

Exportaciones. - Venta al extranjero de productos fabricados en un país o bien de productos que se encuentran en
tránsito por un determinado territorio.

Dehesa. - Explotación agraria mixta de gran de tamaño, aunque de vocación ganadera, que se caracteriza por un
paisaje de monte aclarado (encinas, robles, quejigos o alcornoques) que también es aprovechado. Puede incluir
parcelas de cultivo. Es característica de las zonas silíceas del oeste peninsular.

Cuenca hidrográfica. - Territorio drenado por un río principal y sus afluentes jerárquicamente ordenados, cuyas
aguas fluyen todas a un mismo río, lago o mar. Ejemplo: la cuenca del Duero.

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