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SONORIZACIÓN DE CUENTOS

PRIMER CICLO:
OBJETIVOS:
- Sonorizar cuentos con pictogramas, sustituyendo los mismos por
la imitación de sus sonidos a través de la voz o el gesto.
- Sonorización sencilla de poemas adecuados al Ciclo, usando
instrumentos escolares de pequeña percusión.

CUENTOS Y POEMAS TIPO:

EL FLAUTISTA MÁGICO
 

Hace muchos, muchos años, en un pequeño país, la gente

vivía feliz, hasta que después de unas tremendas

Apareció una plaga de y la vida se volvió muy triste.

Pero un día se presentó en el donde vivía el un


que decía ser capaz de terminar con la

plaga de , y le ofrecieron un si lo

conseguía. El comenzó a tocar una dulce melodía

y todos los le seguían, y los llevó hasta la orilla

del donde comenzaron a caer y ahogarse.

El volvió a recoger su pero el se

negó a pagar. El se enfureció tanto que salió

a la calle y volvió a tocar otra melodía y todos los niños le

siguieron tocando su y los escondió en una cueva.


Los padres acudieron al a suplicarle al que pagara

la deuda para recuperar a sus hijos, y así lo hizo, le dio el

y al poco tiempo volvió el y todos los

volvieron con sus padres y desde ese

momento todos vivieron felices para siempre.

CUENTO DE NAVIDAD

Falta muy poco para que sea Navidad y todos los niños sueñan

con los regalos que les traerá , unos le pedirán un

otros un , algunos pedirán un como mascota,


aunque antes hay que escribir una , para que sepa

qué es lo que queremos. Pero hay un terrible

que está robando todas las de los .

y aún nadie lo sabe. Mientras, en la calle, los niños hacen

un     , pero como no hace mucho frió,

han tenido que ponerle    un      para que esté más fresquito.

Es de noche y los niños ya están durmiendo. De pronto una

cegadora ilumina el cielo y aparece un que baja de su nave

se acerca al  ,le lanza  un rayo con su pistola ,


 le hace cobrar vida propia.  El  le  dijo al 

que tenía la misión de atrapar al        que    estaba


robando las de los niños, y después se marchó en su nave.

El   se escondió detrás de un        que

estaba cerca de un y cuando apareció el

le dio en toda la cabeza con su escoba, una y otra vez, hasta que el

salió volando y nunca más se supo de él.

Esa noche llegó   repartiendo

regalos por todo el ,y al día siguiente, los niños abrieron


sus  regalos,  unos  un    , otros  una    o  un 

disfraz de , y todo gracias al gran del...

POEMA
DESFILE DE NUMERITOS

Instrumento Efecto rítmico

Marchan airosos
los numeritos,
marchan que marchan
sin descansar. Pandero 8 negras

1 delante Crótalos 1 negra


y el 2 detrás Caja china 2 negras
3, 4 y 5,
6y7
siguen deprisa a los demás. Panderetas corcheas
Pues ya vienen apuraditos
el 8 y el 9,
con el cerito
que se quedó atrás. Plato 1 negra

Sobre la calle
del Pizarrón,
todos de blanco,
los numeritos
van en legión Pandero y plato 8 negras

SEGUNDO CICLO:
OBJETIVO:
- Sonorización de cuentos o poemas usando instrumentos escolares
de pequeña percusión.

CUENTO TIPO:

EL TORITO FERNÁNDEZ
En una dehesa salmantina, hubo una vez un torito bravo muy
retozón al que todos llamaban “Torito Fernández”…(1) Era como
los demás, pero no igual que los demás, pues mientras a los otros
de su edad les gustaba retozar juntos por los prados…(2), a él le
gustaba corretear solo…(1) y pararse de repente para contemplar
una flor…(3), un mariposa…(4), una lagartija…(5), algún
pajarillo…(6) o quedarse por las noches a las orillas de los
charcos para escuchar los cantos de las ranas…(7).

Su madre estaba preocupada, porque “Torito Fernández”…(1) no


tenía amigos. Y le decía:
_ ¿Por qué no te vas a jugar con los demás toritos?...(2)
_ ¿Por qué siempre quieres estar solo?...(8)

“Torito Fernández”…(1) la escuchaba, pero luego seguía


contemplando las flores…(3), las mariposas…(4), las lagartijas…
(5) y escuchando el canto de los pajarillos…(6) o de las ranas…
(7)

Creció, se convirtió en un hermoso toro y un día se lo llevaron


para torearle. Cuando salió a la Plaza, la gente quedó deslumbrada
por su hermosa figura que daba respeto…(9). Pensaban: _ ¡éste sí
que es un toro bravo! Torito Fernández correteó por la Plaza
como buscando algo…(1) De repente se quedó parado y con la
mirada fija…(8). Los toreros se movían a su alrededor y le tiraban
los capotes para distraerle…(10) Pero él seguía con la miada
fija… ¿dónde?. Detrás de la barrera había una señora con un
sombrero lleno de hermosas flores…(3)

“Torito Fernández”…(1) no servía para torear…(11) Así, volvió a


la dehesa de Salamanca, donde sigue contemplando las flores…
(3), las mariposas…(4), las lagartijas…(5), los pajarillos…(6), y
escuchando al atardecer el canto de las ranas…(7).

INSTRUMENTACIÓN

(1) “Torito Fernández”: bombo o pandero a ritmo de corchea


con puntillo y semicorchea.
(2) Los demás toros: panderetas.
(3) Flor: cascabeles y crótalos.
(4) Mariposa: carillón haciendo un glissando de grave a
agudo.
(5) Lagartija: maracas.
(6) Pajarillo: Triángulo haciendo un trémulo.
(7) Ranas: Caja china
(8) Dar una sola percusión con el bombo.
(9) Todos los alumnos-as exclaman “¡Oh!”
(10) Una sola percusión con el plato.
(11) Pandero a ritmo de negras.

Excepto en los casos en que el ritmo está establecido, en las


demás intervenciones instrumentales, es el alumno-a quien con
el instrumento que le corresponda debe describir la situación
o representar al personaje echando mano de su creatividad e
improvisación. Incluso todos los ritmos pueden improvisarse.
El reparto de papeles irá rotando a fin de que todos-as puedan
tocar los distintos instrumentos.

TERCER CICLO:
OBJETIVOS:
- Construcción de instrumentos con materiales de desecho,
valorando así la importancia del reciclaje y aprendiendo a la vez,
que la música está latente incluso en aquello que creemos
inservible (“Todo suena”).
- Sonorizar cuentos usando los instrumentos de fabricación propia
elaborados en sesiones anteriores.

CUENTOS TIPO:

UNA DE PIRATAS
Esta historia, rigurosamente cierta, es la de unos piratas, los mejores navegantes de los
siete mares, los más atrevidos, los más incansables buscadores de tesoros.
Habían hecho durante años lo que todos los piratas: hundir barcos enemigos, beber ron,
luchar contra las tempestades, tatuarse el cuerpo, perder un ojo, ponerse una pata de
palo, pero, sobre todo, BUSCAR TESOROS.
En todo habían tenido un resonante éxito. En todo… menos en lo de encontrar tesoros.
Pero su vida cambió el día que cayó en sus manos un extraño pergamino con una aún
más extraña inscripción medio borrada en la que se leía: “ MAR ADENTRO, EL
MAYOR TESORO” y un símbolo parecido a un caracol.
Sin pensarlo dos veces partieron, mar adentro, rumbo a la isla Caracol. Y en la isla
Caracol… no encontraron ningún tesoro.
Fue el pirata más viejo de la tripulación quien dijo: “Eso no es un caracol, es una
serpiente enroscada”. E inmediatamente pusieron rumbo, mar adentro, hacia la isla
Serpiente. Y en la isla Serpiente… no encontraron ningún tesoro.
Entonces alguien se atrevió a decir: “Eso no es una serpiente enroscada, es un sombrero
chino.
Y partieron hacia el mar de la China. Pero naturalmente allí… no encontraron ningún
tesoro.
Agotados, enfermos y a punto de naufragar los descubrió un pescador de perlas.
Tras reanimarlos con una bebida tonificante sin alcohol, les preguntó qué buscaban.
Ellos le enseñaron el mapa y ante su asombro el pescador de perlas descifró
inmediatamente el enigma.
“Aquí no pone MAR ADENTRO sino MÁS ADENTRO y este símbolo no es un
caracol, ni una serpiente, ni un sombrero chino, es una espiral que enseña el camino
hacia el interior. ¡Seguidme!”
Y sin más, bajó a la bodega, levantó unas tablas y ante los ojos atónitos de los piratas
apareció el mayor tesoro, guardado allí desde la construcción del barco.
Hoy el pescador de perlas tiene nombre de mujer y se llama…… (en este caso Alicia,
mi nombre) y estoy aquí con vosotros-as (un poco piratas ¿no me negaréis?) para
ayudaros a descubrir el tesoro que todos y todas sin excepción lleváis dentro, así como
el gran tesoro de aventura y sabiduría que os proporcionará leer cuentos.

CUENTO PARA COMENZAR EL


“COLE”
Hace poco leí en un diario de la prensa imaginaria la siguiente noticia: “Un lagarto se ha
escapado de un poema de Federico y se ha ido de vacaciones a Torremolinos, porque,
según ha declarado, el verano es para tomar el sol en la playa y no para pasárselo metido
entre las páginas de un libro”.
Me picó la curiosidad y aprovechando que yo también estaba de vacaciones en
Torremolinos, decidí buscarlo y seguirle la pista.
No me costó mucho encontrarlo porque era el primero en pisar la playa y el último en
dejarla.
Allí estaba cada mañana con sus gafas de sol, su bañador hasta las rodillas, su nevera, su
toalla y su inconfundible aire de lagarto.
Nos hicimos amigos enseguida y hemos pasado muchas horas juntos, jugando a las
palas, comiendo helados, paseando por la playa y tomando el sol hasta que, a finales de
agosto, le dije que me venía a
Córdoba antes de que lo hiciera todo el mundo, para no pillar caravana.
A “Fede” se le puso la cara triste. Entonces lo reconocí como uno de los auténticos
lagartos de Federico, “lágrimas de cocodrilo, meditando”.
-Me voy contigo, me dijo de repente, estoy harto del campo y quiero meterme en la
vorágine de la ciudad.
- Tú verás lo que haces, le dije y me lo traje a Córdoba. Lo llevé al
Corte Inglés y se compró un patín, una gorra, una mochila y unos vaqueros anchos con
muchos bolsillos para meter las "chuches", el móvil y las gafas de sol.
El otro día se presentó en el Colegio Antonio Machado pidiendo matricularse porque,
dice, que en este “cole” hay mucho cuento y mucha poesía y que él se va a encontrar
como en su casa.
Creo que Juana lo matriculó sin ponerle muchas pegas, pues Juana es así.
Por lo tanto es muy probable que hoy esté sentado entre nosotros el lagarto “Fede” con
su gorra, con su mochila y con sus gafas de sol.
Lo reconoceréis porque viene un poco moreno de la playa y trae un aire de placidez en
la cara como de quien se ha pasado el verano sin dar un palo al agua.
Pero sobre todo lo reconoceréis porque cuando habla dice cosas como
“Las alamedas se van
pero dejan su reflejo.
Las alamedas se van
pero nos dejan el viento”
o
“Sobre el cielo verde,
un lucero verde,
¿qué ha de hacer, amor,
¡ay! sino perderse?
El lagarto “Fede” es un tío “guay”, muy legal. Creo que es un buen fichaje.
A él y a todos vosotros, el “cole” os da la bienvenida.

UN CUENTO DEL MAR


“Marina, la ola saltarina” es un cuento gráfico de Paloma Dilla, para oír, tocar, oler,
cantar y contar. Se puede contar de muchas maneras. Yo, de hecho, se lo cuento de una
forma distinta a cada grupo, incluso versiones diferentes al mismo grupo, lo que
provoca reacciones curiosas. Según van creciendo, no les molesta que un cuento pueda
tener varias versiones y cada uno quiere hacer la suya.
Hoy lo contaremos así:
“Érase una ola que vivía en medio del mar y que, como no podía ser menos, se llamaba
Marina.
A pesar de vivir rodeada de una multitud de olas, Marina se encontraba muy sola.
Sola y aburrida. Subiendo y bajando, subiendo y bajando sin parar.
Para distraer el aburrimiento se entretenía a veces dando saltos espectaculares, mirando
a lo lejos, hasta que cansada de no ver más que mar, sólo mar, mar en todas las
direcciones, se dejaba caer rendida y se dormía acunada por el viento.
.
Otras veces se dedicaba a saltar dando voces a las nubes, que era lo único diferente que
veían sus ojos húmedos. -¡Hola, nube blanca! ¡Buenas tardes! ¿Ves algo interesante
desde allá arriba?
Normalmente las nubes no la respondían y murmuraban para sus adentros: -Ya está otra
vez la pesada de Marina.
Pero aquella tarde, la nubecilla blanca que estaba completamente sola bostezando en el
inmenso cielo azul, miró con la mano puesta en la frente, a su alrededor y dijo:
-Sí, allá a lo lejos, hacia poniente veo un barco.
Marina sólo veía el mar y la línea del horizonte cuando saltaba. No obstante se dirigió
nadando hacia donde señalaba la nube y al poco tiempo divisó un pequeño barco de vela
que parecía venir a su encuentro.
Cuando lo tuvo tan cerca que casi se le echa encima - ¡zás!-, de un salto se coló dentro,
como hacen de vez en cuando las olas, sin pedir permiso.
¿Y sabéis a quién se encontró allí?
(Preguntar da pie a imaginar e inventar situaciones. Puede ser el principio de una
narración colectiva que no tiene nada que ver con la prevista por el maestro-a).

En nuestro caso, Marina se encontró con un viejo marinero de barba blanca,


impermeable amarillo y gorra azul que sacaba su red en la que había un solo pez de
colores. Con el inesperado remojón provocado por Marina, el viejo marinero de barba
blanca, impermeable amarillo y gorra azul soltó la red y el pez de colores se escapó.
(Todos quieren no sólo ver sino tocar el impermeable, la barba blanca y la red,
auténticos)

- ¡Perdón!, balbuceó Marina.


Pero el viejo marinero de barba....., impermeable... y gorra... no se inmutó.
(Las repeticiones nos ayudan a reconocer parajes ya visitados, asientan nuestros
recuerdos, son un recurso constante de la poesía, de la música, de todas las artes y, antes
que nada, de la naturaleza. A los niños les encantan las repeticiones.)

Pues sí, el viejo marinero de barba blanca, impermeable amarillo y gorra azul,
canturreaba mientras recogía los aparejos, una canción de su tierra que decía algo así
como:
“Na veira, na veira, na veira do mar,
hay una barquiña pra ir a navegar”
Marina escuchaba en un rincón. Cuando el viejo marinero,........, terminó su canción, sin
mediar palabra, Marina comenzó a cantar algo que oyó alguna vez a unos marineros
ingleses:
“A sailor went to see
to see what he could see
and all that he could see
was the bottom of the deep blue sea”
- ¿Te gustaría ver el fondo del mar?, le dijo cuando terminó de cantar.
- Me encantaría, respondió el viejo marinero.....
Y Marina se lo llevó al fondo a descubrir algas, corales, pólipos, anémonas, esponjas,
caballitos de mar... El pez de colores que escapó de la red les acompañaba.
(Verles levantar la gasa del mar y tocar con asombro las algas, corales o perlas, con
diferentes texturas, es un poema).

De vuelta al barco, el viejo marinero...... sólo atinaba a decir:


-No se lo van a creer en el pueblo. ¡Bueno! Payasín Botón sí me creerá. Es mi vieja
marioneta ¿Sabes? Me está esperando en el puerto.
Efectivamente. Allí estaba Payasín Botón , ¿porqué le llamarían así?, esperando ansiosa
a su amigo.
Aquella noche cenaron los tres en la playa y a la luz de la luna se contaron las historias
más fantásticas que podéis imaginar.
Desde entonces, todas las noches de media luna creciente se reúnen para reír, cantar y
contar hechos maravillosos los tres amigos: Payasín Botón, el viejo marinero de barba
....., impermeable ..... y gorra ......, junto a Marina, la ola saltarina.
(El viejo marinero no es fácil que venga a clase, aunque no imposible, al igual que
Marina. Pero quien sí ha venido es la marioneta que nos enseña todas las canciones
habidas y por haber sobre la lluvia, sobre los ríos y las fuentes, sobre los lagos y…sobre
el mar.Acabamos el cuento tocando la arena de la playa y mirándonos en el espejo de la
luna).

El siguiente cuento se lo contamos hace un par de cursos a todos los niños, con sus
familiares acompañantes, reunidos en el patio, el primer día de colegio. Los comienzos,
al igual que los finales, en una actividad educativa (y en muchas otras cosas) son muy
importantes y merecen ser cuidados especialmente.
La irrupción de un personaje fantástico, protagonista de una historia, en medio de la
clase puede dar pie a un sinfín de actividades artísticas.

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