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Edward T.

Hall nació el 16 de mayo de 1914 en Webster Groves, Missouri, un


suburbio de San Luis. Durante su infancia vivió en el sudoeste americano, en el
Estado de Nuevo México. (Rogers. et al., 2002).2 Fue un respetado antropólogo
estadounidense e investigador intercultural. Enseñó en la Universidad de Denver,
Colorado, Bennington College en Vermont, Harvard Business School, Illinois
Institute of Technology, Northwestern University en Illinois y otros. La investigación
que llevó a cabo durante toda su vida sobre las percepciones culturales del
espacio, tuvo su raíz en la Segunda Guerra Mundial, dónde participó como
miembro del ejército de los Estados Unidos en Europa y las Filipinas.
De 1933 a 1937 Hall vivió y trabajó en Navajo y Hopi, en reservas de indios al
noroeste de Arizona, y narra sus experiencias en su libro autobiográfico West of
the Thirties. Recibió un doctorado de la Universidad de Columbia en 1942 y
continuo su trabajo de campo a lo largo de Europa, el Medio Oriente y Asia. Desde
1950 hasta 1955 trabajó para el Departamento de Estado de Estados Unidos
como capacitador del programa IRE, donde definió el nuevo ámbito de
comunicación intercultural.3 Enseñó estrategias de comunicación a personal
diplomático americano y desarrolló el concepto de culturas de "alto-contexto" y
"bajo-contexto", y escribió muchos libros prácticos populares para lidiar con
problemas interculturales.
Empezando con sus primeros trabajos y continuando a través de su vida, Hall vio
a la comunicación como un sistema complejo que incluía mucho más que solo el
lenguaje. A él le interesa más el lenguaje no verbal o corporal y los aspectos del
contexto de la comunicación. Edward piensa que muchos de los fracasos en las
Relaciones Internacionales se debe a la ignorancia de variables contextuales
culturalmente vinculadas. Para Hall dos de las más importantes dimensiones
contextuales de la comunicación son el espacio y el tiempo, por esto la mayor
parte de su trabajo explica la función del espacio y tiempo como factores
fundamentales en la comunicación intercultural. Su aportación más importante en
el campo de la proxémica concierne a las diferencias interculturales en la
percepción y uso del espacio personal y organización. Su estudio del tiempo como
una variable contextual de los sistemas de comunicación ha producido varios
conceptos originales e importantes, incluyendo la concepción policrónica y
monocrónica del tiempo.
Aunque los trabajos más importantes de Hall están dirigidos a un público
generalmente educado, sus primeros escritos fueron criticado por colegas
académicos, primordialmente por sus bases metodológicas. En 1995, cuando las
contribuciones de Hall a las Relaciones Interculturales se volvieron más evidentes,
fue defendido por varios antropólogos como uno de los pensadores más originales
del siglo XX.4
Murió en el año 2009 día 20 de julio en su casa de Santa Fe.
En su libro, The Hidden Dimension, describe las dimensiones subjetivas que
rodean a alguien y las distancias físicas que uno trata de mantener con otras
personas de acuerdo a reglas culturales muy sutiles.
En The Silent Language (1959), Hall desarrollo el término de policronía, para
describir la habilidad de atender múltiples eventos simultáneamente, en
contraposición a los individuos y culturas "monicronos" que tienden a manejar
eventos secuencial-mente.
En "Beyond Culture" (1976), Hall desarrollo su modelo contextual para explicar
cómo afecta el contexto, la administración del tiempo y el espacio en la
comunicación intercultural, es decir, la comunicación entre culturas. El Modelo
contextual de Edward T. Hall pretende explicar cómo nuestra cultura actúa de filtro
para seleccionar a que debemos o no debemos prestar atención.
Carrera académica y profesional[editar]
En 1936 obtuvo una licenciatura en antropología en la Universidad de Denver,
Colorado. En 1938 consiguió un máster en antropología de la Universidad de
Arizona. (Rogers. et al., 2002).2 Recibió un doctorado en antropología en 1942 de
la Universidad de Columbia, uno de los centros de estudios antropológicos más
importantes. (Como se cita en Rogers. et al., 2002).2
Después de la Segunda Guerra, Hall volvió a la Universidad de Columbia por un
estudio posdoctoral en cultura antropológica. Edward investigó la administración
del gobierno de Estados Unidos después de la guerra durante la Operación
Hailstone en la isla de Truk (como se cita en Rogers. et al., 2002).2 En 1951, Hall
se unió al Instituto de Servicio Extranjero como profesor de antropología. (Rogers.
et al., 2002).2
Escuela de Hall[editar]
Las experiencias tempranas que vivió Hall mientras crecía en el culturalmente
diverso estado de Nuevo México, y el comandar el régimen Afroamericano en la
Segunda Guerra Mundial, influenciaron en su trabajo. Así mismo, en una de sus
obras, Hall dice que de su trabajo en Hopi y Navajo aprendió de primera mano los
detalles y complejidades de uno de los problemas mundiales más significativos, la
comunicación intercultural. (Como se cita en Rogers. et al., 2002).2
Hall define la cultura como la suma de los patrones de comportamiento
aprendidos, actitudes y objetos materiales. La cultura suele ser inconsciente, un
sistema de control invisible que opera nuestros pensamientos. Los miembros de
cierta sociedad internalizan los componentes de esa cultura y actúan conforme a
los límites establecidos como “culturalmente aceptable”. (Como se cita en
Nishimura. et al,. 2015).5
Cerca de 200 artículos han sido publicado en diarios académicos desde 1990
relacionados con el contexto de Hall y su teoría sobre la cultura, los cuales han
sido un significante aporte al marco teórico en los estudios multiculturales de las
últimas cinco décadas. (Warner-Søderholm, 2013).6
De acuerdo con lo que estipuló Edward T. Hall la comunicación intercultural es una
forma de comunicación que comparte información a través de diferentes culturas y
grupos sociales. Una estructura para aproximarse a la comunicación intercultural
es “alto-contexto” y “bajo-contexto”, que se refieren al valor que las culturas
otorgan a la comunicación directa e indirecta. El experto, Edward Hall desarrolló
una forma de entender las culturas examinando sus marcos sociales e
identificándolas como culturas de " bajo contexto" y "alto contexto".
Culturas de Alto Contexto[editar]
Una cultura de alto contexto se basa en la comunicación implícita y las claves o
señales no verbales. Un mensaje no puede entenderse sin una gran cantidad de
información de fondo. En su gran mayoría las culturas asiáticas, africanas, árabes,
centroeuropeas y latinoamericanas se consideran de este tipo.7
Existen nueve aspectos del marco social dentro de una cultura de “alto-contexto”.
Una persona normalmente de este tipo de cultura posee lo siguiente:
Basarse en la comunicación implícita: Las personas pertenecientes a este tipo de
cultura, les enseñan desde la infancia que deben ver el significado implícito. Se
cree que lo que esta entendido de manera implícita tiene prevalece sobre lo que
se ha dicho o expresado. Se podrá reconocer discrepancias entre lo dicho y el
significado pensado.

Uso de la comunicación no verbal en el discurso.


Énfasis en la comunicación no verbal: De igual forma la comunicación no verbal o
lenguaje verbal (lenguaje corporal, expresiones faciales, gestos, distancia
conversacional (proxémica), contacto visual, etc.) poseen un significado en cada
una de las culturas, personas de una cultura de “alto-contexto” se basa de manera
más fuerte en la comunicación no verbal que las personas de una cultura de “bajo-
contexto”. La comunicación no verbal provee el “contexto” para una conversación
y por eso, se debe observar cuidadosamente para que tenga lugar una
comunicación efectiva.
Subordinar las tareas a las relaciones: en culturas de “alto-contexto”, los niños son
criados con reverencia a la familia y a la amistad. Una amistad es un compromiso
profundo desarrollado a lo largo de varios años. La gente de negocios da más
relevancia a las relaciones en sus transacciones en el trabajo. Generalmente
creen que un familiar con menos experiencia profesional es de mayor confianza
que un extraño con mucha más experiencia en un trabajo otorgado. Se otorga
contratos a personas con las cuales se ha forjado relaciones mas no a compañías
que realicen mejores presentaciones o hagan mejores ofertas.
Énfasis en la iniciativa colectiva y toma de decisiones: se valora más lo colectivo
ya que se considera la unidad social más importante. Las personas de negocios,
por lo general, buscan el bien común o grupal. El grupo es el que tiene iniciativa
para desarrollar y llevar a cabo los proyectos para la mejora de la empresa y de la
sociedad.
Ver la relación empleador/empleado de manera humanista: el marco social ayuda
a definir la relación entre el empleador y empleado, se tiende a ver esta relación
de forma humanista as no de manera mecánica. Las relaciones son muy
importantes, se ve a los empleados como “familia”, como miembros de ella que
trabajan por el bien grupal y permanecen leales a la compañía por varios años. El
desempeño laboral puede variar ya que no existe la amenaza de despido.
Adicionalmente, el empleador será leal a los empleados y tomará decisiones en
base al bienestar común. La confianza es un factor determinante en esta área.

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