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Antítesis

Es tan corto el amor


y tan largo el olvido
Pablo Neruda, "Veinte poemas de amor y una canción desesperada"

Cuando quiero llorar no lloro,


y a veces, lloro sin querer.
Rubén Darío

Me esfuerzo por olvidarte


y sin querer te recuerdo
Eres como la Rosa de Alejandría
que se abre de noche
se cierra de día
Popular

Ante el vicio de pedir, la virtud de no dar


Dadme libertad o dadme muerte.  Patrick Henry

La grandeza se demuestra en los pequeños detalles


Yo velo cuando tú duermes
yo lloro cuando tú cantas

Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus

Los niños van por el sol


y las niñas por la luna
José Agustín Goytisolo

A mis soledades voy


de mis soledades vengo
donde vivo y donde muero
ni estoy bien ni mal conmigo
A florecer las flores madrugaron
y para envejecerse florecieron
cuna y sepulcro en un botón hallaron

Mis arreos son las armas


mi descanso, el pelear
mi cama, las duras peñas
mi dormir, siempre velar

Comparación
 Eres duro como el acero 
 La calle estaba oscura como la boca del lobo
 Tus ojos son como dos esmeraldas 
 Hoy he dormido como un bebé 
 Sus mejillas, rugosas como la corteza de una vieja encina (Pío Baroja)
 El árbol es como una casa para los pájaros
 Es manso como un corderillo
 Tus dientes blancos como perlas 
 Sus ojos azules como el cielo 
 Tus labios son rojos como rubíes

Murmullo que en el alma


se eleva y va creciendo
como volcán que sordo
anuncia que va a arder
Gustavo Adolfo Bécquer, Rimas

Unos cuerpos son como flores


otros como puñales
otros como cintas de agua
pero todos, temprano o tarde
serán quemaduras que en otro cuerpo se agranden
convirtiendo por virtud del fuego a una piedra en un hombre
Luis Cernuda, Los Placeres Prohibidos

como el ave sin aviso


o como el pez, viene a dar
al reclamo o al anzuelo
Lope de Vega, Fuente Ovejuna

El que nace pobretón


tiene suerte de carnero:
o se muere a lo primero,
o, si no lo hace, es cabrón.
Félix Mejía

Como el almendro florido


has de ser con los rigores: si
un rudo golpe recibe suelta
una lluvia de flores.
Salvador Rueda

¡Oh, soledad sonora! Mi corazón sereno


se abre, como un tesoro, al soplo de tu brisa
Juan Ramón Jiménez

Hipérbole
 ¡Eres más lento que una tortuga!
 Llueve a cántaros
 Tengo tanto sueño que podría quedarme dormido aquí de pie
 Te llamaré un millón de veces 
 Te mando infinitas gracias 
 Te bajaré las luna y las estrellas a tus pies
 ¡Lo sabe todo el mundo!
 ¡Tienes un corazón tan grande que, no te cabe en el pecho! 
 Por doler me duele hasta el aliento. Miguel Hernández
 Por tu amor me duele el aire, el corazón y el sombrero. Federico García Lorca

Las más veces me entrego, otras resisto


con tal furor, con una fuerza nueva,
que un monte puesto encima rompería
Lope de Vega, Soneto XXVI

Érase un hombre a una nariz pegado


Francisco de Quevedo, Siglo XVII

Yace, en esta losa dura


una mujer tan delgada
que en la vaina de una espada
se trajo a la sepultura"
Baltasar de Alcázar
Por tu amor me duele el aire.. el corazón y el sombrero
Federico García Lorca

No hay extensión más grande que mi herida


Miguel Hernández

Señor excelentísimo, mi llanto


ya no consiente márgenes ni orillas:
inundación será la de mi canto
Francisco de Quevedo, Siglo XVII

Devoró libros, pasto del alma (Baltasar Gracián en referencia al Quijote)


El dictador [...] cuyo poder había sido tan grande que alguna vez preguntó qué horas son y le
habían contestado las que usted ordene mi general… 
Gabriel García Márquez

Con mi llorar las piedras enternecen


su natural dureza y la quebrantan;
los árboles parece que se inclinan;
Garcilaso de la Vega, Égloga I

Metáfora
El tiempo (R) es oro (I) → se asemejan porque ambos son muy valiosos
Tus dientes (R) son perlas (I) → se asemejan por su color blanco
Tus ojos (R) son dos luceros (I) → se asemejan por su brillo
Tus labios (R) son rubíes (I) → se asemejan por su color rojo
Los jóvenes (R) son el futuro (I)
Su nombre es Dulcinea... sus cabellos son oro, su frente campos elíseos, sus cejas arcos de cielo,
sus ojos soles, sus mejillas rosas, sus labios corales, perlas sus dientes, alabastro su cuello,
mármol su pecho, marfil sus manos... Miguel de Cervantes, Don Quijote

Las perlas (I) de tu boca (el término real es "dientes")


El blanco algodón (I) que surca el cielo (el término real es "nubes")
El tambor de tu pecho (I) delata tus nervios (el término real es "corazón")
Está en la flor de la vida (I) (el término real que se omite es "juventud")
Navega (I) por internet (el término real omitido es "desplazarse por la red")

Tus dientes (R), perlas (I) de tu boca


Tus labios (R), pétalos perfumados (I)
Tus ojos (R), negra noche (I)
La primavera (R), niña errática y desnuda (I)

Brazos (R) de acero (I)


Dientes (R) de perlas (I)
Voz (R) de terciopelo (I)
El atardecer (I) de la vida (R)
Ríos (I) de lágrimas (R)

No es el infierno (I), es la calle (R)


Tus dientes (R), marfil (I), blancura (I), destellos de sol (I)...
Tus ojos (R), luceros (I), gotas de mar (I), ventana del alma (I)...
Los dientes (R) son perlas (I1); las perlas (I1) son pétalos de margarita (I2): los pétalos de
margarita (I2) son alas de mariposa (I3)

Paradoja
¿Ah, hijo mío, en amor, como las que enseñan son las mujeres, cuanto más te enseñan,
más suspenso te dejan!

Quien bien te quiere te hará llorar

¡Oh, soledad, que a fuerza de andar sola


se siente de sí misma compañera!

Si quieres paz prepárate para la guerra

Solo sé que no sé nada

Seamos realistas, pidamos lo imposible

Prohibido prohibir

Es de mala suerte ser supersticioso

Así es mi vida. Cuando al fin tengo lo que quería, sale algo mejor

Todos somos iguales, pero unos más iguales que otros


¡oh muerte que das vida! (la muerte física que da paso a una vida espiritual)

Yo te amo para comenzar a amarte, para recomenzar el infinito y para no dejar de amarte nunca:
por eso no te amo todavía" (Pablo Neruda)

No mi amigo. He leído muchísimos libros, andado por muchos lugares, y visitado muchas
escuelas. Pero no soy sabio. Soy si acaso, un ignorante muy cultivado, pero no un sabio.

Tengo todo: El auto más caro, la ropa del mejor diseñador, paseo con la mujer más hermosa… sin
embargo mi vida es vacía: tengo que trabajar en algo que no me gusta, escuchar a una mujer
borracha de vanidad, rodeado de gente que sólo me rodea para ver qué provecho saca de mi;
ahogándome en un disfraz que no me puedo quitar en todo el día. Tengo todo y no tengo nada.

Señor gerente, la empresa está trabajando perfectamente bien, tanto, que tengo la impresión de
que algo está mal.

Prosopopeya
 Su nombre es Dulcinea; [...] su hermosura, sobrehumana, [...] sus cabellos son oro, su frente
campos elíseos, sus cejas arcos del cielo, sus ojos soles, sus mejillas rosas, sus labios corales,
perlas sus dientes, alabastro su cuello, mármol su pecho, marfil sus manos, su blancura
nieve... Miguel de Cervantes "El Quijote"
 Aun ahora, con su elevada estatura, barba rizosa y bien cortada, los ojos animados y brillantes
y el cutis sin arrugas, sería aceptado por muchas mujeres. Armando Palacio Valdés "Los
puritanos"   
 Riendo, con su doble fila de dientes blancos, con su cara atezada y sobria, su cabeza pelada y
su mechoncillo en la frente... [...] Llegaba en mangas de camisa, sin corbata ni cuello, casi
mojado aún de su chapuzón en la corriente. Miguel Hernández 
 Los ojos verdes, rasgados; las pestañas luengas; las cejas delgadas y alçadas; la nariz
mediana; la boca pequeña; los dientes menudos y blancos; los labios, colorados y
grosezuelos; el pecho alto; la redondeza y forma de las pequeñas tetas, ¿quién te la podría
figurar?, que se despereza el hombre cuando las mira... Fernando de Rojas "La Celestina"
 El aspecto externo de Momo era un poco extraño [...] Era pequeña y bastante flaca, [...] el
pelo muy ensortijado, negro como la pez, y parecía no haberse enfrentado nunca a un peine o
unas tijeras. Tenía unos ojos muy grandes... Michael Ende "Momo"
 Otli tenía el pelo corto y erizado, rojo como una zanahoria, y las orejas gachas de soplillo. Era
delgado y alto con la piel llena de pecas. Pero no los graciosos puntillos que caen tan bien en
las narices respingonas de las chicas.
 Su cara casi perfectamente redonda, una cara parecida a la de una muñeca china tallada en
madera: tenía la nariz ancha y chata; sus ojos eran rasgados e inclinados, semejantes a las
hojas del bambú…
 Era don Cayetano un viejecillo de setenta y seis años, vivaracho, alegre, flaco [...] era miope
y corregía el defecto con gafas de oro montadas en nariz larga y corva. Detrás de los cristales
brillaban unos ojuelos inquietos, muy  negros y redondos... Leopoldo Alas "Clarín": La
Regenta
 Este que véis aquí, de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada, de
alegres ojos y de nariz corva, aunque bien proporcionada, las barbas de plata, que no ha
veinte años que fueron de oro; los bigotes grandes... Cervantes "Novelas ejemplares"

Epíteto
Existe un lugar aún en el que,
los inviernos son blancos,
"las aguas azules y el bosque verde" (P. Del Castillo)  

Las espinosas zarzas y puntuosas carboneras


Miguel de Cervantes

Por donde un agua clara con sonido


atravesaba el fresco y verde prado

Cual queda el blanco lirio cuando pierde


su dulce vida entre la hierba verde

Por ti la verde hierba, el fresco viento


el blanco lirio y colorada rosa
y dulce primavera me agradaba…
Garcilaso de la Vega

Noche oscura del alma. La fría nieve


de tus brazos. ¿Dónde, dónde
está la miel dulce 
de tus ojos?

El frío hielo lastimó la piel del joven. Antonio vio como sus recuerdos más preciados ardían en
medio del fuego caliente. 

Alas ligeras.
Roja sangre.

Cálido sol.

Hielo helado. 

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