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Botitas Negras en Calama

Género, magia y violencia en una


ciudad minera del Norte de Chile.
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Para Thelonius y Jorge


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Índice

Introducción ..........................................................................................................................3

PARTE I
Las historias de Irene Iturra después de su asesinato en Calama de 1969.
La reinscripción ............................................................................................................................ 17

I. Los nombres de “Irene” sus amistades, amantes y vida cotidiana ................... 20


entre el sur y el norte

• La producción de antecedentes sobre Irene Iturra después de su asesinato ..... 20


• Los intentos de transformar a “la Marcela” en “Irene”................................................... 26
• La vida en los campamentos mineros del norte............................................................ 29
• “Irene” viaja de vuelta al sur .................................................................................................. 42
• La convivencia de Guillermo Álvarez Mendoza con “Irene” y el fantasma
de “la María” en Calama ........................................................................................................... 44
• Las amistades y “amantes” de “María” en la ciudad minera ........................................ 53

II. De los imaginarios del ambiente de la casa de doña Fresia en


Chillán a los del negocios de “el Timbilique” en Calama ........................................... 63

• El ambiente de “la Marcelita” en Chillán............................................................................ 64


• Los ambientes de bohemia en Calama: “un buen negocio para todos”................ 72
• Los “cahuínes” clandestinos ................................................................................................... 83
• El negocio de “el Timbilique” le pegaron a una prostituta por chora y
aniñada” ....................................................................................................................................... 90
• El boche de “La Hilda” en el negocio ................................................................................100
5

III. El caso de asesinato de la “mujer de las botas negras” y la creación


de “Villa Lenocinio” en Calama .............................................................................................108

• De quien se trataba la mujer. “una mujer de vida nocturna internada en


un prostíbulo clandestino en Calama”...............................................................................110
• La prostitución y el desarrollo de la ciudad.....................................................................121
• La creación de una “Villa lenocinio” en Calama ..............................................................130
• “La mujer de las botas negras” y el “chacal de El Loa”...................................................135

PARTE II
Botitas Negras en la ciudad minera de Calama.
La resignificación ........................................................................................................................151

IV. “Solidaridad por Irene”. La reposición del sujeto y la


construcción de lo sagrado en Botitas Negras ..............................................................154

• “La solidaridad por Irene”. ¿La reposición del sujeto? ..................................................156


• Las botas negras y la construcción de lo sagrado .........................................................170
• Botitas Negras y el culto a los muertos en Calama .......................................................182
• La feminización y sexualización de Botitas Negras ......................................................191

V. El altar de Botitas Negras: ambientes, magia, escritura y regalos ..................199

• Los visitantes del altar .............................................................................................................204


• Conversaciones sobre Botitas en los Locales ..................................................................208
• Otros grupos en el altar ..........................................................................................................212
• Magia y lecturas desde el altar .............................................................................................219
• La importancia de la escritura en el altar .........................................................................229
6

VI. Las peticiones y pagos a Botitas Negras


Nuevos y viejos problemas en la ciudad minera de Calama ...................................236

• De “amor” y “odio”. La violencia y deseo en las relaciones de género ....................241


• De trabajo y dinero. Ayuda mágica para que “a todos nos vaya bien”...................262
• De educación. Los viejos problemas de la división sexual del trabajo,
trabajo minero y familia ..........................................................................................................277
• De familia. Protección contra “el mal” y los arreglos y desarreglos sexuales
y económicos de la convivencia ..........................................................................................285
• Botitas Negras como articuladora de los asuntos del corazón y del dinero........296

A modo de conclusión .............................................................................................................300

Bibliografía .....................................................................................................................................311

Glosario ...........................................................................................................................................332
7

Agradecimientos

Los agradecimientos, parece que son siempre difíciles de empezar y terminar,


pero intentaré incluir a todos y todas quienes permitieron lo mejor de este
trabajo y que por alguna razón u otra se hicieron parte de él, creando en muchas
ocasiones lazos de afecto en torno a Botitas Negras.

Primero, no hay nada que pueda decir sin antes agradecer por estos cinco
años de investigación, a Botitas Negras, porque durante ese tiempo pude
dedicarme con gran satisfacción a conocer la importancia que tiene su figura
en la ciudad minera de Calama. Segundo, agradecer a mujeres y hombres
calameños, chuquicamatinos, sureños y extranjeros que me posibilitaron un
mejor entendimiento de la relación entre Botitas Negras y la vida cotidiana de
esta singular ciudad, guiándome en el reconocimiento de las transformaciones
y los nuevos grupos de personas que han transitado por esta ciudad por más de
cincuenta años. En especial, agradezco a Guido o “el pobre Guido”, locutor de
radio, por su confianza, disposición y la amistad que me brindó cuando necesité
entender o conocer alguien para continuar con mi trabajo; a “Polanka”, músico,
por darse el tiempo de sostener largas charlas sobre los locales, músicos,
hombres y mujeres de la vida bohemia en la ciudad en distintas décadas; a
“Johnny” Casanova, peluquero y transformista, por abrirnos su casa e intimidad
para relatarnos sus aventuras de Chuqui y Calama, especialmente la vida y
glamour de los locales desde la época de “los gringos” hasta la dictadura militar;
y a Doña Fresia, esposa del Timbilique, dueño del local donde pudo haber
trabajado Irene Iturra o Botitas Negras, quien aunque nunca quiso aceptar
una entrevista formal, me hizo experimentar de cerca las alegrías y tristezas
de las mujeres que sobreviven en Calama. A Carlos Pinto, archivero popular
de documentos e historias, quien no sabemos si aún esta vivo, pero que con
su entusiasmo y solidaridad nos relató la importancia de la relación entre las
personas y las instituciones en el momento de definir el status de las primeras;
a doña Marta, modista, quien también con sus constantes gestos de ayuda nos
acercó a quienes trabajan o deambulan en la noche calameña; a Katy Mollo,
copetinera, por su simpatía y su amable acogida que me permitieron acercarme
a su vida intima y laboral; a Herminda, bailarina y copetinera, por su generosa y
8

entusiasta manera de contarme todas sus historias y experiencias de sur a norte


en los locales; a la alegría y picardía de Washington, empleado del Cementerio
Municipal, por sus gestos de ayuda y los contactos que me proporcionó para
realizar mi trabajo en el altar de Botitas Negras. A Yuri, abogado, que con sus
contactos personales me ayudó a recopilar la información necesaria para
rescatar el relato policial del asesinato de Irene; y a Verónica Pinto, matrona,
por su incansable tarea de apoyo a quienes asisten al CETS del consultorio de
Calama y por permitirme asistir y realizar mis entrevistas en esas dependencias.

Otra parte importante de este trabajo se la debo a quienes marcaron y me


ayudaron en las reflexiones teóricas y en el análisis de una variada y amplia
gama de fuentes acerca de las relaciones de género, la violencia, la magia, las
subjetividades, y la escritura, a mi querida y apreciada Adriana Piscitelli, Michel
Taussig, Rosalind Morris, Frank Salomon, Mercedes Niño-Murcia, Andre Menard,
María Emilia Tijoux e indudablemente a Jorge Pavez, quien siempre me inspiró y
me ayudó, y cuyo aporte es inestimable. También quisiera agradecer a mis amigas
y colegas Cristina Garrido y Kenia Herrera, quienes siempre me respaldaron y
compartieron su conocimiento y apreciaciones sobre las influencias de los ritos
y celebraciones funerarias atacameñas en Calama y de las desigualdades de
género y de derechos en Guatemala. Y finalmente quisiera agradecer a quienes
me han apoyado y acompañado parte o toda la vida, mis hermanas Ginebra e
Isis, mi hermano André y a mi querida madre, Carmen. Especialmente quisiera
agradecer el cariño y paciencia de mi hijo Thelonius y de Jorge, quienes más
sufrieron por tener que compartir nuestro tiempo con este trabajo.

Esta investigación fue posible gracias al financiamiento de la Beca de Doctorado


Nacional FONDECYT 2008 y a la Beca de Cotutela de BECAS CHILE 2010.
Financiamiento que fue complementado con los necesarios aportes de los
proyectos Fondecyt N° 11080269 denominado “Trabajo minero y trabajo sexual:
configuraciones materiales y discursivas de las relaciones sexo/género en las
ciudades mineras del norte grande (Iquique, Antofagasta y Calma)”, y el Fondecyt
N° 1131144, denominado “Imaginarios del género, representaciones del cuerpo y
mercados del sexo en Chile (siglo XX)”, ambos dirigidos por Jorge Pavez.
1

Hubo muchas personas más que aportaron para que este trabajo pudiera llegar
hasta este libro, a quienes agradezco enormemente su hospitalidad y amistad,
así como también el haber tenido la oportunidad conocer y experimentar con
tantas personas diferentes alegrías y penas de una ciudad tan llena de historias
y encantos como Calama.

Gracias.
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3

Introducción

Allá en los años sesenta algo muy triste ocurrió Murió la Botitas Negras,
Ahora se encuentra con dios
Una mujer muy sencilla y de singular belleza
Se vino de Limarí alegre firme y dispuesta
A la ciudad de Calama llegó la Botitas Negras
Su cuerpo fue destrozado por criminales y fieras.
Desde Limarí a la ciudad de Calama llegó la Botitas Negras
Su cuerpo fue destrozado por criminales y fieras
Lloran sus padres y hermanos aquella mujer tan buena
Crimen que no se aclaró y no reveló sospecha.
Ahora se encuentra en el cielo
Irene, Botitas Negras
Cerró los ojos al mudo lleno de maldad y miseria
Amigo tomate un trago en esta noche de pena
Porque jamás volverá Irene, Botitas Negras1.

En una de las salas de cerveza que más han perdurado en el tiempo, entre las calles
Grecia, Hurtado de Mendoza y Tocopilla, se escucha la canción sobre la Botitas
Negras, de “Los Cardenales de Loa”, junto a otros corridos mexicanos que son
solicitados al “pobre Guido” en su programa de la radio Carnaval. Al fondo del local,
en una mesa, dos “señoras amigas” atienden a un ex minero de Chuquicamata y
se afligen al recordar el asesinato de Irene Iturra en los años sesenta, aunque
enseguida mejoran su ánimo al referirse a lo milagrosa que se ha vuelto Botitas
Negras en Calama2. Esta escena en que se recuerda la muerte de Botitas Negras
puede entenderse como una metonimia -parte del todo o todo de la parte- de la
relación entre la ciudad de Calama y el campamento minero de Chuquicamata.

La ciudad de Calama, ubicada en el norte de Chile, actualmente tiene como principal


actividad económica la prestación de servicios a empresas que explotan las minas
de cobre aledañas a la ciudad3.

1
Transcripción d e l a canción “La Botitas Negras” de los Cardenales del Loa, Calama.
2
Entrevista a un ex minero de Turi, 08 de septiembre del año 2010, Calama.
3
Entre de las principales empresas que utilizan los servicios entregados por la ciudad de Calama se encuentra la empresa estatal CODELCO
(Corporación Nacional del Cobre), y las privadas BHP Billiton y Antofagasta Minerals.
4

Dependencia económica que se profundizó desde que se instalaron en 1915, a


15 kilómetros de la ciudad, las primeras faenas de explotación industrial de minas
de cobre en Chuquicamata. Posteriormente, Chuquicamata sería reconocida
como la mina a cielo abierto más grande del mundo, administrada por la empresa
norteamericana Chile Explotation Company. La explotación de la mina por parte
de las compañías norteamericanas por más de 60 años, marcó no sólo la forma de
producir cobre sino que también la formación y el modelo disciplinario al que se
sometió a una clase trabajadora que se adaptaba y resistía a su proletarización.
El campamento minero donde residían los trabajadores, fue organizado como un
sistema jerárquico y de control laboral que transformó la vida social y cultural de
los diversos ambientes que existieron en placillas y poblados alrededor de los
yacimientos de Chuquicamata4.

En 1969, cuando ocurrió el asesinato de Irene Iturra Saéz en el camino a Chuquicamata,


las relaciones entre Chile y Estados Unidos se encontraban en un momento de
tensión político-económica, debido al inminente proceso de nacionalización de las
empresas del cobre y a las campañas presidenciales, que enfrentaban la “vía chilena
al socialismo” de la Unidad Popular y el modelo de protección de la propiedad
privada de la derecha liberal. Las nuevas estrategias de modernización de la
compañía Anaconda se enfrentaban a un cambio radical de las políticas del cobre y
los trabajadores mineros se dividían entre aquellos que apoyaban el sistema laboral
en el que el viejo modelo norteamericano paternalista de control y beneficios que
ya había perdido su funcionalidad5, y aquellos trabajadores que luchaban contra
las nuevas estrategias de modernización que la compañía imponía y apoyaban la
nacionalización del cobre6.

En septiembre del año 1969, en los faldeos del cerro Montecristo, a medio camino
entre Calama y Chuquicamata, es encontrado el cadáver de una mujer brutalmente
asesinada. Este hecho produjo una amplia cobertura mediática y una investigación
policial que duraría al menos tres años y que se centró en la identificación de la
mujer y la de sus asesinos, proceso que contó con una activa participación de la

4
En las inmediaciones de las estaciones de Chuquicamata se instalaron conocidos poblados como La Placilla, Banco Drumond y Punta De Rieles, famosos
por los bacanales y salones de diversión de dueños de minas y su minerada y entre las autoridades policiales y los mineros, y luego entre la compañía
norteamericana y sus propietarios. Ver Gustavo Tapia, Chuquicamata: historia con nostalgia. Antofagasta. Ediciones Parina, 2001; Eulogio Gutiérrez,
Chuquicamata Tierras Rojas. Santiago. Editorial Nascimento, 1926; Héctor Pumarino Soto, El Loa ayer y hoy. Santiago. Editorial Universitaria, 1978;
Cárdenas, C., Cereceda, N., Jeria, C., “Donde el Sol Quema y el Metal Brilla” Aspectos sobre la Vida del Minero de Chuquicamata 1925-1930. Tesis para optar
al título de profesor de historia de la Universidad de Playa Ancha, Valparaíso, 2007.
5
Vergara, Ángela. Conflicto y modernización en la Gran Minería del Cobre (1950-1970). Historia (Santiago) N 37 Vol. II. Julio –diciembre 2004,
pp. 419-436.
6
Barrera, Manuel. El conflicto obrero en el enclave cuprífero. Instituto de Economía y Planificación. Serie Investigaciones. Universidad de Chile. Santiago,
Chile, 1973; Ángela Vergara. Conflicto y modernización.
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población que exigía que se hiciera justicia. Durante la investigación policial hubo
un amplio debate de la policía, la iglesia, el juez y los medios de comunicación que,
por un lado, expresaban sus proclamas en contra la prostitución y la delincuencia,
y los pobladores que manifestaban sus criticas en contra de la impunidad de los
asesinos y la desigualdad social con su apoyo en una cruzada de solidaridad a favor
de Irene.

En los discursos de las autoridades públicas en contra de la prostitución y


delincuencia, a propósito del crimen de Irene Iturra, es posible identificar algunos
de los conflictos de clase, género, raza y étnicos que afectaban tanto a los migrantes
que trabajaban en el campamento de Chuquicamata, como a quienes esperaban una
oportunidad para trabajar allí, o también a otros que eran acusados de apropiarse
por otras vías del denominado “sueldo minero”. Estos conflictos estaban basados
principalmente en las diferencias que aparecen en el proceso de proletarización de
los trabajadores y de constitución de las llamadas familias mineras, las que bajo la
dependencia del sueldo y los privilegios y regalías de trabajar en el mineral habían
producido una distinción que era alimentada tanto por la compañía como por el
sindicato, los servicios públicos y las propias familias del campamento minero de
Chuquicamata.

Finalmente el crimen de Irene Iturra quedó sin resolver, pero las visitas a su
tumba en el Cementerio Municipal de Calama con el fin de dejarle flores y velas
para que “descanse en paz” no cesaron; al igual que los rumores acerca de los
milagros que tempranamente se asociaban ahora a la Botitas Negras. Su tumba
pronto se transformó en altar donde se concentraron variados relatos acerca de
los imaginarios sobre su cadáver ocultado y encontrado y los motivos de su cruel
asesinato. Allí, visitantes y devotos actualmente se refieren a su historia y a las
personas que beneficia con sus milagros.

La actual popularidad y devoción a Botitas Negras entre los habitantes de la ciudad


minera de Calama, me llevó a indagar sobre qué fue lo que posibilitó la transformación
de una mujer del ambiente bohemio en una figura de culto religioso. Para abordar
esta pregunta estimé retomar el valor de las subjetividades e imaginarios locales del
6

género, trabajo, sexualidad y violencia en el momento en que ocurrió el asesinato


de Irene Iturra. No obstante, el problema de mirar hacia el pasado implica, según
d´Azevedo7, una intención de uso y un acto orientado a un resultado cognitivo, una
historia que considera diferentes culturas y diferentes historicidades8. En este caso,
la primera intención no era producir una historia con éste material, sin embargo
estábamos proponiendo otra historia, pero una que cumpliera con un propósito
distinto al de la ley y al de los medios que registraron primero los acontecimientos,
una historia que incluyera la multiplicidad de discursos y narraciones que no
tuvieron lugar y que no fueron consideradas en los registros oficiales.

En la propuesta de contar una “otra” historia había que escoger entre narrar una
continuidad o mostrar diferentes escenas que marcaron los diferentes discursos
y grupos de personas. Esta última opción se acerca más a la idea de polifonía de
relatos, por eso escogí dos momentos de registro que me parecieron importantes
para entender la relación entre las transformaciones en la ciudad minera y
las configuraciones acerca de Botitas Negras. Uno de esos momento es la re-
inscripción en que queda sujeta Irene Iturra luego de ocurrido su asesinato, como
nuevo proceso de clasificación; y, otro momento es la resignificación en cuanto a
los significados y sentidos actuales que posicionan a Botitas Negras como figura de
culto en la ciudad de Calama.

Ambos procesos de registro, el de reinscripción y el de resignificación de Botitas


Negras, nos muestran las diferentes maneras en que surgen los mecanismos
de notación para darle su pertenencia histórica. En este ejercicio escritural, la
clasificación y los nuevos significados que adquiere Botitas Negras en la ciudad
de Calama son expresados en escenarios de disputa. Estos escenarios de disputa
los entendemos de acuerdo a lo que plantea Ranajit Guha en su texto “La muerte
de Chandra”9, sobre otras lecturas del “caso” criminal que permiten darle status
de archivo, al que se le puede dar un contexto y complejizar las variadas aristas y
múltiples voces acerca de lo que esa muerte puede implicar,

“para devolver a la historia una experiencia que yace enterrada en una grieta
oculta de nuestro pasado. En una “lucha” en que se libera una competencia
entre “dos clases de política”. Cada una de ellas se propone abordar el suceso

7
D´Azevedo Warren. Uses of the past in Gola Discourse. Journal of African History III, I, 1969, pp.11- 34.
8
Sahlins, Marshall. Islas de historias. La muerte del capitán Cook. Metáfora, antropología e historia. Barcelona, Gedisa, 1997.
9
Guha Ranajit, [1995]. La muerte de Chandra. En La (re)vuelta de los estudios subalternos. Una cartografía a (des)tiempo. Raúl Rodríguez (comp.). San
Pedro, Qillqa, IIAM, Universidad Católica del Norte, 2011, pp. 94-126.
7

de la muerte de Chandra y apropiarse de él en su calidad de emplazamiento


discursivo, y mientras en un caso esta operación se hace en nombre del
Estado, en el otro se hace en nombre de la comunidad”. 10

En el caso del asesinato de Irene Iturra es posible reconocer diferentes lecturas y


consecuencias del suceso que el Estado registra. En el momento en que transcurre
la investigación de su asesinato, las declaraciones de los testigos dejan en evidencia
al menos dos posiciones que marcan el debate publico que surge a partir de
este hecho. Por un lado, muestran la tensión al interior del discurso acerca de
la familia monógama y el orden patriarcal que había promovido la compañía
norteamericana en el campamento. Y, por otro lado, la expresión de los arreglos
sexuales espontáneos, diversos y ocultos que coexistían junto a este modelo
heteronormativo de las relaciones de género entre el campamento y la ciudad.
La visibilidad de estas posiciones que podrían haber sido la evidencia de la crisis
del modelo de comunidad que aspiraba la compañía extranjera, fue expresada en
discursos de violencia sexual y transgresión femenina que reproducían los mismos
mecanismos de poder utilizados por los aparatos de estado y la empresa. Pero a su
vez estos hechos y discursos de violencia daban cuenta de la crisis social y económica
que había traído consigo la modernización de la industria con la externalización de
servicios y el cese de contratos que se sumaba a la disminución de los beneficios
sociales del trabajador y su familia.

Las interpretaciones acerca del asesinato de Irene Iturra, desenlace fatal de un


triángulo amoroso entre un trabajador minero, una mujer que vive como esposa
y su amante, ponía en tensión los imaginarios culturales sobre las relaciones entre
el ambiente bohemio y los trabajadores de las faenas mineras anteriores a la
industrialización, con la incertidumbre en que estaban expuestas las relaciones de
género y parentesco en las nuevas condiciones económicas y políticas que imponía
la modernización de la industria. Esta tensión va incidir directamente en las maneras
en que se inscribieron las historias sobre quién era y porque murió asesinada. De la
misma manera que también van a incidir en los nuevos significados que adquiere la
relación entre el ambiente bohemio y la faena minera, lo cual es posible identificar
en las maneras que se le da sentido a los relatos sobre la muerte y milagros de Botitas
Negras en la ciudad. Y precisamente, puede ser que en ese cruce entre los cambios

10
Guha, La muerte de Chandra.. . , p .101.

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