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Estrategias de estudio para EFIP

Examen Final de Integración Presencial I y II

Autores
Lic. Armeloni, Hernán
Lic. Kaplan, Damián

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Índice

Introducción........................................................................................................................................ 3

Acerca de éste instructivo ............................................................................................................... 3

Optimizando el desempeño en el estudio ......................................................................................... 6

Planificación y organización del estudio ......................................................................................... 6

El primer gran paso para poder organizarse, es conocer: .......................................................... 6

Generando hábitos de estudio .................................................................................................... 7

Un buen lugar para estudiar ....................................................................................................... 8

Encontrando aliados.................................................................................................................... 9

Las técnicas específicas de estudio................................................................................................ 10

Técnicas de lectura .................................................................................................................... 11

De análisis, relación y síntesis ................................................................................................... 13

De redacción y elaboración ....................................................................................................... 17

De memoria ............................................................................................................................... 19

De ejercitación y casos prácticos .............................................................................................. 20

Tips a la hora de rendir el examen ................................................................................................ 21

Antes del examen ...................................................................................................................... 21

Durante ..................................................................................................................................... 22

Después ..................................................................................................................................... 23

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Introducción

Acerca de este colaborativo

El pilar sobre el que se basa el presente colaborativo corresponde a una noción


fundamental propuesta por R. Echeverría:

“No sólo actuamos de acuerdo a cómo somos,


también somos de acuerdo a cómo actuamos. La
acción genera ser. Uno deviene de acuerdo a lo que
hace”. (Echeverria, 2011, pág. 9)

Para comenzar, será necesario tomar conciencia de que las acciones no sólo revelan la
forma de ser de las personas, sino que funcionan como grandes agentes de cambio y
desarrollo. Aprender a aprender es el gran desafío. Las situaciones nuevas suelen provocar
confusión, y ésta puede ser una buena señal. Significa que el alumno está preparado para
adquirir nuevos conocimientos. Para ello será crucial el modo en que éste pueda atravesar
el territorio de la confusión.
La motivación y el empeño que ponga al servicio de sus estudios serán necesarios, pero no
suficientes para alcanzar el éxito.

El leñador tenaz

Había una vez un leñador que se presentó a trabajar en una maderera. El sueldo
era bueno y las condiciones de trabajo mejores aún, así que el leñador se propuso
hacer un buen papel. El primer día se presentó al capataz, que le dio un hacha y le
asignó una zona del bosque. El hombre, entusiasmado, salió al bosque a talar. En
un solo día cortó dieciocho árboles.
-Te felicito -le dijo el capataz- Sigue así.
Animado por las palabras del capataz, el leñador se decidió a mejorar su propio
trabajo al día siguiente. Así que esa noche se acostó bien temprano.
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A la mañana siguiente, se levantó antes que nadie y se fue al bosque. A pesar de
todo su empeño, no consiguió cortar más de quince árboles. «Debo estar cansado»,
pensó. Y decidió acostarse con la puesta de sol. Al amanecer, se levantó decidido a
batir su marca de dieciocho árboles. Sin embargo, ese día no llegó ni a la mitad. Al
día siguiente fueron siete, luego cinco, y el último día estuvo toda la tarde tratando
de talar su segundo árbol. Inquieto por lo que diría el capataz, el leñador fue a
contarle lo que le estaba pasando y a jurarle y perjurarle que se estaba esforzando
hasta los límites del desfallecimiento.
El capataz le preguntó: -¿Cuándo afilaste tu hacha por última vez?
-¿Afilar? ¡No he tenido tiempo para afilar! he estado demasiado ocupado talando
árboles.

Como puede apreciarse, para que logres los mejores resultados de tu dedicación al
estudio para la instancia de EFIP, será necesario que puedas dedicar un tiempo para
preparar y revisar lo que estás haciendo. Hay muchos procesos que requieren de mejoras
y la excusa más empleada suele ser “no tengo tiempo”, y puede ser cierto, en la medida
en que quizás no estés utilizando las técnicas y estrategias necesarias para optimizarlo.
Constantemente se toman decisiones y se eligen caminos. Aunque no se seas consciente
de ello, todo el mundo realiza analogías, comparaciones y construye esquemas mentales
para operar sobre la realidad.
El objetivo del presente instructivo es esclarecer cuáles son esos hábitos y esas
herramientas que le permitirán al alumno que deba rendir tu examen EFIP, no sólo
alcanzar los objetivos académicos, sino además focalizar y optimizar la energía y el tiempo
invertido en el estudio.

Para ello, este espacio de acompañamiento, se ha organizado en torno a tres momentos


fundamentales vinculados al estudio previo a la instancia de EFIP

1. La planificación y organización del estudio.


2. Estudio propiamente dicho (técnicas y estrategias específicas de estudio).
3. Instancia de examen (técnicas y estrategias necesarias a la hora de rendir el
examen).

Este colaborativo está dirigido a aquellos estudiantes que deseen adquirir hábitos de
estudio correctos o que habiendo obtenido buenos resultados desean potenciarlos aún
más, maximizando los resultados de la instancia EFIP 1 y 2.
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En el examen EFIP 1 y 2 se busca que seas capaz de:

 Dar respuesta a preguntas abiertas y a la realización de un análisis de situación,


aplicando herramientas teóricas a casos prácticos.
 Lograr la aplicación, justificación e integración en un caso de estudio, de los conceptos
fundamentales adquiridos durante el cursado de su carrera.
 Fundamentar en base a la bibliografía incluida en cada una de las materias y los
conocimientos adquiridos.
 Usar el lenguaje y los términos técnicos específicos tanto en la instancia escrita como
en su desarrollo oral.
 Correcta redacción, pertinencia y correspondencia lógica en las respuestas.
 Responder con precisión, luego ampliar (desarrollar el tema) para finalmente concluir
la respuesta.

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Optimizando el desempeño en el estudio

“Alicia: ¿Quieres decirme, por favor, qué camino debo tomar


para salir de aquí? El Gato: Eso depende mucho de a dónde
quieres ir. Alicia: Poco me preocupa a dónde ir. El Gato:
Entonces, poco importa el camino que tomes” (Carroll, 2010)

Planificación y organización del estudio

El primer gran paso para poder organizarse, es conocer:

 Los objetivos generales y específicos de la instancia de EFIP 1 y 2 correspondiente a tu


carrera. Esto te permitirá esclarecer cuáles son las técnicas que más se ajustan para
alcanzarlos. Ej. Si el objetivo es “que el alumno pueda realizar una integración de
contenidos” eso nos indica que deberemos utilizar principalmente las técnicas de “De
síntesis y relación”.
 Toda la información sobre EFIP en nuestro reglamento institucional y te comuniques
con la dirección de tu carrera…
 Las pautas y las asignaturas que comprenderá el examen. Conocer los qué
(contenidos) y los cómo (formas de evaluación) te permitirá no sólo abordar de mejor
modo el material, sino además calibrar las expectativas.
 La bibliografía correspondiente a cada una de las materias que forman parte del
examen EFIP 1 y 2. Esto será de fundamental importancia ya que es sobre ese material
que estarán basados los exámenes.
 El programa correspondiente a cada una de las materias que forman parte del examen
EFIP. El sentido del programa es justamente que sirva como esquema inicial a partir
del cual puedas planificar tu estudio.

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 El modo en que se articulan, en cada una de las materias, el programa con la
bibliografía. Incluso apuntar qué bibliografía remite a cada punto del programa, será
un excelente modo de comenzar el estudio de un modo claro y preciso.

Generando hábitos de estudio

Haciendo tiempo

El tiempo se hace. Pero para ello el alumno deberá tener


en cuenta las actividades fijas que desarrolla a lo largo de
un día (incluyendo trabajo, deportes, actividades de la
casa, actividades sociales, de distensión, etc.) para valorar
el tiempo que dedica a cada una de ellas.
En necesario recordar que no cualquier tiempo es útil
para estudiar y no todos necesitan las mismas
condiciones. Algunas preguntas que pueden servir para
esclarecer estos aspectos son: “¿Cuáles son los momentos
en los que mí tiempo de estudio rinde mejor? ¿Es por la
mañana, por la tarde o por la noche? ¿Rindo más estudiando en jornadas intensivas y
extensas o rutinas diarias de tan sólo un par de horas?
Por ejemplo, si un alumno se plantea estudiar 1 hora por día, todos los días, en la hora
que le queda después de cenar (y de un largo día de trabajo y otras actividades) y antes de
dormir. Es muy probable que no logre retener nada de lo que ha alcanzado a leer o que
directamente no lo haga. El horario ha de ser flexible y realista; no tiene sentido plantear
un horario tan duro que después no pueda ser cumplido. Concederse pequeños premios
al lograr los objetivos propuestos puede ser de gran utilidad (Ej. Tengo que terminar el
cuadro de la Unidad 3 para juntarme esta noche a cenar con amigos).

Fijar horarios y descansos

Las personas conviven consigo mismas cantidad de horas, nadie puede saber mejor que
cada uno cuánto y cuándo le es posible estudiar, siempre y cuando logre sincerarse y
hacer una lectura realista de su situación. Registrar, más allá de cualquier pauta estándar,

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los propios ritmos, los momentos en los que le es posible concentrarse como para
sentarse a estudiar, será crucial a la hora de fijar los horarios en la agenda. Al establecer
los horarios, los objetivos deberán ser claros y específicos (Ej. “estudiar del capítulo 1 al 3)
mantiene el interés del alumno a lo largo del estudio. Aplicar en los mismos las técnicas
activas de estudio como notas al margen, esquemas, resúmenes, permite reconocer el
grado de avance que se ha logrado. Ello será clave para un correcto uso del tiempo.
En general, los estudios indican que por cada hora de estudio deberían tomarse al menos
unos minutos de descanso para luego volver al estudio.
Resulta más difícil concentrarse al inicio, cuando comienza el estudio. La curva de la
concentración durante los primeros minutos es baja, pero paulatinamente va llegando a
su grado máximo, para finalmente decaer a causa de la fatiga. Recompensa tu
concentración en el estudio otorgándote un premio durante los descansos. Diseña
actitudes para combatir a los distractores internos o externos que disminuyen tu grado de
atención y te alejan del estudio.

Encontrar el estado óptimo

Hay dos situaciones en las que difícilmente se pueda encontrar el estado óptimo para
abocarse al estudio. La primera es fácilmente reconocible por la frase: “no sé que no sé”.
Estos son los casos en los que alguien cree saber y estar absolutamente listo para
presentarse a rendir, cuando en realidad no ha confrontado esa idea con ejercicios ni
prácticas. El polo opuesto estaría dado por el “no sé que sé” y son las situaciones en las
que la ansiedad por saberlo todo termina bloqueando la posibilidad de alcanzar una
comprensión de algo (sea un tema, un tipo de ejercicio, etc.).
El estado óptimo es el del actor antes de salir a escena, cierta activación corporal que
funciona como motor para ponerse en marcha.

Un buen lugar para estudiar

Exceptuando la iluminación, que es sumamente necesaria


para que no se canse la vista al leer, las condiciones
deberán ser las que el alumno considere óptimas para sí
mismo. Hay quienes necesitan silencio absoluto para
concentrarse y quienes necesitan sentarse donde circule
gente (un bar, por ejemplo) para no dormirse en el

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intento. El alumno podrá preguntarse: “¿Sé cuál es mi sitio? ¿Cuáles son las condiciones
que necesito para hacer que ese tiempo dedicado sea lo más provechoso posible? ¿La
temperatura, la ventilación y el ruido de éste lugar favorecen mi desempeño en el
estudio?”
Otras condiciones relevantes a tener en cuenta que no son específicas del espacio, pero
estarán íntimamente relacionadas, tienen que ver con el uso del celular y las redes
sociales. Las constantes interrupciones de esos u otros factores funcionan como
distractores poderosos que pueden disminuir considerablemente el rendimiento del
estudio.

Encontrando aliados

Una parte fundamental a la hora de generar hábitos de


estudio que potencien el rendimiento será la capacidad de
encontrar aliados. Los seres humanos nacen y se desarrollan
siempre con otros. Tanto la familia, la pareja, los grupos de
amigos, de compañeros, etc. pueden ser la clave para
nuestro desarrollo, como así también pueden entorpecer,
sin saberlo y aún sin intención, la posibilidad de estudiar. En
este sentido, poder trabajar y llegar a acuerdos con ellos
será un punto de suma importancia. Tanto si el alumno ha
finalizado recientemente sus estudios secundarios o sea padre o madre de familia, en
cualquier caso, como estudiante universitario/a, será fundamental que las personas con
las que se relaciona –especialmente con las que convive- reconozcan que, pese a estar
muchas veces en casa, es posible que no esté disponible porque está estudiando y
requiere de un espacio y un tiempo que respetar. De lograrse, será una ayuda básica a la
hora de generar hábitos de estudio potentes y sostenibles. La capacidad que posea el
alumno para resolver las cuestiones domésticas y generar aliados, puede marcar una gran
diferencia a la hora de implementar todo lo que a continuación se detalla.
En relación a los grupos de estudio, aquellos que logran desempeñarse con eficacia no
suelen superan los 3-4 integrantes. Todos deben contar con una alta motivación y es
recomendable definir horarios y funciones o contar con objetivos específicos para cada
reunión. Ejemplo: El martes vamos a trabajar sobre las primeras 3 unidades, cada uno
lleva una leída y compartimos.

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Las técnicas específicas de estudio

Se presentan a continuación un conjunto de procedimientos y recursos, es decir, técnicas


que a partir de su implementación y práctica el alumno podrá hacer suyas y disponer de
ellas como caja de herramientas para optimizar su estudio. Específicamente se abordarán
técnicas:

 De lectura.
 De síntesis y relación.
 De redacción y elaboración.
 De memoria.
 De ejercitación y resolución de problemas.
 De dicción y oralidad.

Es necesario tener en cuenta que cada técnica tiene características particulares y sirve
para diferentes objetivos. De un modo gráfico se entiende que así como es posible clavar
un clavo con un destornillador, es claro que utilizar un martillo es infinitamente más fácil,
rápido y útil. En lo referente a las técnicas de estudio ocurre lo mismo, sólo que muchas
veces no se suele tener muy en claro qué se entiende por “comprender”, “analizar”,
“hacer una síntesis” o una “aplicación”. A continuación se detalla brevemente, para poder
reconocer luego con mayor facilidad qué herramienta (técnica de estudio) será la óptima
para abordar cada una de esas tareas.

Comprensión: Tener una idea clara sobre algo. Eso significa que se ha podido distinguir el
principio más general del que se ha extraído el ejemplo específico. Definición operativa:
“Alguien comprende algo cuando es capaz de explicarlo de un modo simple”.

Análisis: La distinción y separación de un material (texto, video, etc.) en sus partes o


elementos integrantes, para descubrir cómo están relacionadas, es decir, sus principios o
elementos. Analizar será entonces poder transmitir de modo claro y conciso los elementos
de un todo, su relación entre sí y los efectos, consecuencias o características que derivan
del mismo.

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Síntesis: La unión de una serie de partes y elementos con el fin de formar un todo con
sentido. Ello requiere un previo análisis del cual podrá extraerse un modelo o una
estructura que resuma lo esencial del material de estudio.

Aplicación: Utilización de abstracciones (ideas generales, teorías, normas,


procedimientos, nociones, métodos, técnicas, etc.) que es preciso recordar para operar en
situaciones específicas y concretas.

Técnicas de lectura

Para Piglia, una de las mayores representaciones modernas del


lector es la del detective (private eye) del género policial. (Piglia,
2005)

La lectura con fines de aprendizaje tiene características que la diferencian de aquella que
se realiza por entretenimiento. El primer error en el que incurre una gran mayoría de
alumnos, es comenzar a leer de principio a fin sin tener en claro cómo está organizado el
texto ni el modo en que será conveniente leerlo.
Más allá del placer que se pueda encontrar en algunos textos de la bibliografía de cada
materia, lo cierto es que, al leer con fines de aprendizaje, se busca algo en ese texto. Ese
algo por el que el docente lo ha elegido. La primer tarea será entonces hallar las pistas
que con mayor velocidad y eficacia lleven a comprender el material. Necesitamos claves
para ir construyendo un mapa que nos guíe por el territorio del texto.
Algunos autores se refieren a éste paso previo como pre-lectura. Esta será fundamental
para no vernos inundados o perdidos en el texto.
Cabe aclarar aquí que nos referimos a la lectura de la bibliografía correspondiente a cada
una de las materias que componen el EFIP. Leer de resúmenes, conlleva el gran riesgo de
que hayan quedado desactualizados, que se hayan dejado por fuera elementos
fundamentales e incluso que impidan al alumno hacerse una idea acabada del tema.

Primer paso

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Formulación de preguntas. No es necesario que el alumno las escriba, sino simplemente
que se detenga un instante a pensar, por ejemplo: “¿Para qué leo este texto? ¿Por su
contenido? ¿Para comprender a un autor, a un tema? ¿Para memorizar leyes? ¿Para
entender procesos? ¿Para detectar momentos históricos?”. Responder a preguntas como
estas le darán la primer información acerca de qué estás buscando y qué técnica sería
conveniente poner en práctica.

Segundo paso

Conocer el territorio, ir de la forma al contenido. Detectar la estructura del texto, es decir,


el modo en que está organizado (índice, títulos y subtítulos – que son las ideas principales
del tema-, fotografías, gráficos, ilustraciones, cuadros sinópticos, etc.) le permitirá
formarse una idea más clara –un mapa- con el cual podrá luego adentrarse sin mayores
inconvenientes y aprovechar al máximo su tiempo de lectura. La siguiente imagen servirá
de ejemplo:

El índice nos indica no sólo las páginas sino el modo en que está estructurado el texto.
Luego, en la lectura párrafo a párrafo serán cruciales las notas al margen.

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De análisis, relación y síntesis

Se detallan aquí algunas de las técnicas más efectivas a la hora de realizar un estudio
activo, más elaborado y personal, que evita la mera memorización. Aunque son técnicas
de algún modo independientes entre sí, el esquema que presentamos, es una
continuación de la lectura del material y las notas al margen.

Notas al margen

A medida que se avanza en la lectura párrafo a párrafo, hacer breves notas sobre el
margen, permite reconocer y sintetizar rápidamente qué elementos se encuentran en los
mismos, sean estos: ideas principales, características, elementos, definiciones, ejemplos,
etc.
Es una técnica básica y muy importante, ya que facilita la comprensión de la estructura y
los contenidos del texto, a la vez que habilita a realizar correctamente muchas de las
otras técnicas, como el subrayado, el esquema conceptual y el resumen.

Subrayado

Aunque la definición es muy simple: “Destacar las palabras, frases o datos fundamentales
de un texto”, el verdadero secreto está en poder hacerlo de modo correcto. Es por eso
que se propone subrayar luego de que se ha detectado de qué va el párrafo o fragmento a
trabajar, y NO antes. Lo que permite reconocer más fácilmente qué se debe subrayar,

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evitando los tan conocidos textos de colores, donde se ha marcado tantas veces y con
tantos colores que finalmente no es posible distinguir a simple vista cuáles son las ideas
principales.
Por ejemplo, si en la nota al margen dice “clasificación”, probablemente sea necesario que
marcar aquellas palabras que indican los tipos comprendidos en ella. Así como si dice
“Ejemplos”, quizá sea posible marcar aquella frase que logra evocarnos lo que sea
necesario retener del mismo.
La forma clásica implica subrayar de modo que al leer sólo lo subrayado puedas
comprender lo que quiere decir el párrafo. Sin embargo si el alumno ha tomado notas al
margen, con sólo rescatar las palabras clave o alguna frase fundamental, será más que
suficiente a la hora de armar un buen resumen o esquema conceptual. Quizá esta imagen
sirva de ejemplo:

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Resumen clásico

Permite dar una visión de conjunto del tema, reconstruyendo su estructura, habiendo
analizado y seleccionado previamente los contenidos fundamentales del mismo. Resumir
es condensar un texto, de forma que no falte ninguna de las ideas importantes del mismo
y se mantenga la estructura argumentativa. Las ideas deben expresarse de forma breve,
pero sin perder la claridad expositiva, manteniendo un orden de relación entre sí.

Cómo hacerlo: a partir de las notas al margen (estructura) y el subrayado (contenido).

Mapa conceptual o esquema

El mapa conceptual o esquema es una técnica sencilla y clara que pretende dar cuenta,
con un solo golpe de vista, de la visión de conjunto y estructura del tema. Favoreciendo la
comprensión y el recuerdo.
Al igual que el resumen, se construye a partir de las notas al margen (estructura) y el
subrayado (contenido), organizando esos mismos datos de forma gráfica, haciendo más
visibles esos lazos lógicos de dependencia.
Pueden encontrarse una cantidad de programas tanto pagos como de software libre
diseñados específicamente para construirlos. En varios de ellos el alumno tendrá la
posibilidad de agregar imágenes, colores u otra información.

Tipos de esquemas más conocidos y usados:

-Numérico: consiste en la ordenación numérica de las ideas de un contenido con


diferentes subdivisiones según la subordinación que le corresponda.

-Cuadro sinóptico: es una variante del esquema que se utiliza cuando existen datos muy
concretos como fechas, nombres, cantidades y cuando un texto habla de los mismos
elementos pero en distintas contextualizaciones. La ventaja que presenta es que es más
gráfico y con él funciona mejor la memoria visual.

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-Mapa conceptual: un esquema visual que tiene una estructura donde se organizan las
relaciones significativas entre conceptos.

Esta

técnica además fomenta la creatividad e imaginación para poder comprender y expresar


gráficamente cualquier material; es una herramienta útil para retener la información en la
memoria ya que propicia el empleo de nuestros sentidos en su construcción y exploración.
Además cualquier punto de la información está estrechamente vinculado a otro,
asociándose automáticamente a otras unidades de contenido.

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El alumno tendrá así la posibilidad de aplicar las leyes visuales de las imágenes, como el
color, la composición, los planos, la repetición, la profundidad, el volumen, la posición, la
recurrencia, etc. para estimular el “aprendizaje significativo” y la creatividad.

De redacción y elaboración

Nadie puede saber lo que otro piensa hasta que éste lo expresa. Por otro lado, esto no es
algo que se dé automáticamente, de hecho no es fácil conseguir el equilibrio entre tener
una idea en mente y su expresión en palabras. El proceso de selección y elaboración de las
palabras que reflejen con mayor precisión las ideas, es un ejercicio que será sumamente
necesario para el desempeño de todo profesional, más allá de las características de cada
disciplina.
Teniendo en cuenta que la modalidad de examen en muchos casos será a desarrollar, esto
implica no sólo estudiar el material, sino además hacer la prueba, desarrollarlo por
escrito. Si a nadar se aprende nadando, a escribir se aprende escribiendo.
Se espera que el alumno haya adquirido y pueda manejarse con el vocabulario técnico
adecuado. Desarrollar un tema “con mis palabras” puede ser válido hasta cierto punto,
pero parte de la construcción del conocimiento implica justamente reconocer esa
información que proviene de una cantidad de fuentes externas a cada uno. La propuesta
será entonces aprender cómo desarrollar y fundamentar las respuestas.

Citas textuales

Un primer modo de demostrar los conocimientos adquiridos será citando las fuentes –que
hemos extraído de la bibliografía correspondiente a cada materia-. La cita textual es
aquella que se toma directamente de un texto, transcribiendo literalmente lo encontrado
en otra fuente en el trabajo que se presenta. Ésta debe ir entre comillas y se debe
mencionar al autor y el año.

Citas de referencia o paráfrasis

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Las citas de referencia o paráfrasis son aquellas que se incluyen cuando el estudiante está
redactando un párrafo tomando ideas de otro autor o autores, pero expresando estas
ideas en sus propias palabras. Aquí no es correcto el uso de comillas, pero sí la mención al
autor y año. Cabe destacar que es posible que al desarrollar la respuesta el alumno pueda
no recordar el año, sin embargo, la posibilidad de hacer mención a la las fuentes será un
aspecto clave para lograr respuestas bien fundamentadas.

Fundamentación

Fundamentar es hacer firme algo, asegurar, es colocar los cimientos sobre los que se
montará el edificio de argumentos que se expresan al respecto de algún tema.
Esos cimientos provienen de la bibliografía propuesta por cada materia que se incluya en
el EFIP.
En relación a este punto se podrá observar la efectividad de utilizar las técnicas anteriores
(palabras clave, resúmenes o cuadros), ya que sólo teniendo una clara idea del material
(autores, temas, períodos históricos, leyes, decretos, etc.) es que podremos organizar
nuestra producción de modo coherente y pertinente.
Elaborar a partir de palabras clave o esquemas, siguiendo el proceso contrario de análisis-
síntesis. Se trata de intentar preguntarse y responderse a sí mismo sobre el contenido del
tema en base al esquema sintetizado. Es decir, si anteriormente se ha de analizar un texto
y sintetizarlo en un esquema; ahora se pretende poner por escrito dicho tema a partir del
esquema sintetizado.
Puede ocurrir que una palabra no provoque las asociaciones con el tema que esperado.
Esto significa que dicha palabra no ha sido bien elegida o que el tema no ha sido
comprendido. Ello obligará a cambiar la palabra o a volver a estudiar el tema en la parte
donde no se ha captado debidamente.
En general, podría decirse que hay dos tipos de consignas:

1. Es necesario articular un caso práctico con conocimientos teóricos.


2. Es necesario un desarrollo teórico del tema.

A la hora de desarrollar se debe tener en cuenta:

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 Primero e imprescindible, LEER ATENTAMENTE LA CONSIGNA, asegurarse de
comprender con claridad qué se está pidiendo. Este punto parece ridículo, pero es una
de las causas principales de errores y desaciertos.
 Respetar cierta estructura, como: Introducción, Desarrollo y Conclusiones.
 Usar vocabulario técnico o conceptos específicos.
 No ser redundante.
 Claridad, pertinencia y adecuación de la estructura (ten en cuenta ejercicios que
pudieren haber de práctica). Es necesaria la presencia de datos que demuestren el
manejo de la bibliografía, expresados en argumentos coherentes.

De memoria

“Cada uno tiene el máximo de memoria para lo que le interesa y


el mínimo para lo que no le interesa”.
A. Schopenhauer

La memoria puede conceptualizarse como un gran armario en el que es posible hallar


mejor las cosas si se encuentran ordenadas de acuerdo a una forma lógica.
Tendemos a recordar mejor aquello que hemos comprendido mejor, ya que mientras más
conexiones posibles y conocimientos previos tengamos sobre determinado objeto, mayor
será la capacidad no sólo de retener, sino de recuperar esa información.
El otro aspecto esencial a tener en cuenta a la hora de intentar estudiar algo de memoria,
es su relación –como reza la cita de Schopenhauer- con el interés. Algunos tienen facilidad
para encontrar el interés en ciertos temas y otros no. Pero lo que verdaderamente hace a
la diferencia y actúa para memorizar mejor aquello interesante, es la atención. Es por ello
que se recomienda utilizar las técnicas de estudio activo detalladas en este instructivo, o
cualquier otra que logre captar y sostener su atención sobre los elementos que requieran
memorización.
Tanto las Reglas nemotécnicas, como la posibilidad de repetir con sentido, es decir,
encontrando nexos y relación, permitirán aumentar las posibilidades de retener y
recuperar información.

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De ejercitación y casos prácticos

“Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo


hice y lo aprendí”
Confucio
ver: http://www.citasyrefranes.com/frase/famosas/8926 (consultado el 28/04/2014)

Los “casos prácticos” son una parte esencial a la hora de poner en práctica (aplicar) los
conocimientos que has adquirido a lo largo del cursado. Para ello puede ser necesario que
revises las técnicas de redacción y elaboración. Sin embargo, hay ciertas especificidades
relacionadas a “ejercicios o casos prácticos” que es conveniente tener en cuenta y pueden
marcar la diferencia:

 Como primera medida, el estudio en éste caso implica precisión, orden, claridad,
método y conocimiento de los contenidos anteriores (más básicos o teóricos) en
los que se apoya.
 Leer con atención la parte teórica en que se fundamenta el ejercicio o problema a
resolver hasta comprender la situación descrita. De este modo, la resolución de
problemas refuerza y consolida el aprendizaje de la teoría.
 Reflexionar sobre cada uno de los términos. Intentar apreciar en su justo valor
cada dato en sí mismo y su relación con los demás.
 Establecer conexiones entre los principios teóricos, lo que se pide en el problema y
lo que se ofrece como datos de los que dispones.
 Plantear de manera ordenada los pasos a seguir para obtener los resultados que se
piden y comenzar a efectuar las operaciones con claridad, orden y precisión.
 “Explicar a otro es a veces el mejor modo de entender uno”. Explicarse a sí mismo
de forma clara y comprensible cuanto se ha hecho, cómo se ha hecho y por qué ha
realizado cada operación.
 Escribir con toda claridad la solución, tratando de hacer bien patente que es la
consecuencia lógica de la adecuada interpretación de los datos que se daban en el
planteamiento.

Se debe recordar que “la práctica hace al maestro”. No basta con realizar 1 sólo ejercicio 1
sola vez. La reiteración y variación de los casos o ejercicios le permitirán al alumno llegar
con mayor confianza en las habilidades que ha adquirido para resolverlos y dar cuenta de
ellos de modo correcto.
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Tips a la hora de rendir el examen

Antes del examen

• Un alumno que cree poder “preparar” un examen unos días antes, es como un sujeto
que intentar prepararse físicamente para una maratón unos días antes. Si para casos
excepcionales es posible, sin duda para ninguno es recomendable. Por ello se hace
hincapié en la conveniencia de llevar al día la planificación desde el primer día, generando
hábitos de estudio y utilizando las técnicas de estudio.

• Prestar especial atención al repaso. En esta etapa se debe poder generar totalidades
con sentido, es decir, abandonar la búsqueda de nuevos detalles y concentrarse en
asentar los conocimientos ya generados a través de las técnicas. Lo mismo con los
ejercicios. Estudiar con anterioridad al examen y repasar para prepararlo. El repaso al día
siguiente de haber estudiado es muy eficaz.

• La noche anterior al examen es recomendable dejar de estudiar. Relajarse, escuchar


música, hacer ejercicio o cualquier otra actividad que logre despejar la mente. El manejo
adecuado de la ansiedad será importante para esta instancia.

• La ansiedad tiene su origen en situaciones de ambigüedad o desconocimiento. Si el


alumno no ha preparado bien el examen, ésta tiene su justificación y el medio para
manejarla es dedicarle el tiempo necesario al estudio. Si lo hace de modo adecuado, será
un estímulo que contribuye a incrementar la motivación y preocupación por el tema.

• Enterarse con anterioridad de las características del examen permite simular la


situación de examen contra reloj, respondiendo por escrito a algunas preguntas,
exponiendo verbalmente un tema o realizando los ejercicios propuestos. Esto permite
familiarizarse con la técnica del examen, aprender a controlar el tiempo y a darse cuenta
de algunos errores.

• Repasar todo el material que haya podido producir sobre el tema. Al reunir todos esos
elementos se obtendrá una visión de conjunto que aumentará el nivel de comprensión.

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• El día del examen es recomendable llegar con un buen tiempo de anterioridad a la
facultad para familiarizarse con el lugar y encontrar el aula. Estar corriendo a último
momento por cualquier inconveniente o buscando el aula adecuada, sólo hará que
aumente la ansiedad innecesariamente.

• Finalmente asegúrate de ir con el material necesario y permitido. Lápices, lapiceras,


hojas y cualquier otro que se requiera para dicha instancia.

Durante

• Examen escrito

- Leer las preguntas, prestando atención a lo que se pide, detenerse en las palabras clave
de la consigna: comparar, desarrollar, clasificar, definir, justificar, relacionar, etc.
- Distribuir el tiempo de que se dispone entre las preguntas y reservar unos minutos para
revisar el examen una vez terminado.
- Antes de comenzar a redactar es conveniente realizar un esquema de la respuesta, así
evitarás que se te olviden ideas y sabrás en cada momento el tiempo que te resta por
completar la misma.
- Comenzar a responder, si es posible, por la pregunta que mejor sepa el alumno le
permitirá avanzar con confianza.
- Si se dispone de poco tiempo para responder a una pregunta, lo último que debe hacerse
es dejarla en blanco. Es conveniente hacer un esquema, bosquejo o resumen para indicar
al profesor que se conoce la respuesta.
- Evitar caer en dos errores frecuentes: contestar telegráficamente o comenzar a divagar
en un punto y olvidarse de los demás.
- Si la mente se queda en blanco, uno no debe preocuparse. Relajarse, probar respirando
hondo y concentrándose puede bastar. Sino simplemente se debe continuar con las
siguientes consignas o ejercicios. Al poner la mente en tarea nuevamente, es posible que
esa información vuelva sola.
- Dejar espacio en blanco entre preguntas y entre los párrafos más importantes, hará
posible volver sobre ellos y anotar lo que quedó inconcluso.
- Procurar que la presentación del examen sea aceptable y que el texto esté escrito con
letra legible.

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• Examen oral

-Para algunos, es ésta una instancia que implica atravesar cierto estado de nervios. Esto
suele ocurrir sobre todo al inicio del examen. Para pasar este primer momento del mejor
modo posible se puede intentar:
-Tener preparado un tema, si fuese posible. Esto permitirá al alumno arrancar con
confianza para luego pasar a las preguntas. Transcurridos esos primeros momentos es
esperable que disminuya el nivel de ansiedad.
-Si el docente comienza preguntando, es posible reformular la pregunta para asegurase de
que se ha comprendido bien la consigna. Luego responder –con pertinencia- pero
brevemente, para pasar a desarrollarla, con ejemplos, etc. si fuese pertinente. Finalmente
algunos docentes y en algunas carreras, se valora que el futuro profesional pueda
posicionarse críticamente frente a lo que está respondiendo. Esto NO significa
simplemente dar una opinión sino tomar los autores y materiales trabajados para, a partir
de allí, acordar, diferir o elaborar una postura personal en relación al tema.

Después

El examen es una instancia más del proceso de aprendizaje y es de gran importancia la actitud que
el alumno tome en relación al resultado del mismo. En caso de no haber aprobado, tanto echarse
toda la culpa a sí mismo como desligarse de toda responsabilidad, son caminos que no llevan a un
verdadero enriquecimiento. Revisar los contenidos, las respuestas y los motivos por los que esto
ha ocurrido es una habilidad que le permitirá una reflexión crítica y la apertura a nuevas
posibilidades.

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Bibliografía

 Buzan, T. (2004). Cómo crear mapas mentales. España: Urano.

 Carroll, L. (2010). Alicia en el pais de las maravillas. Buenos Aires: Atlantida.

 Echeverria, R. (2011). Ontologia del Lenguaje. Argentina: Garnica.

 Howe, A. (1992). Cómo estudiar. España: Deusto.

 Manual de Citas Bibliográficas Basado en APA (2011). Argentina: Universidad Empresarial


Siglo 21.

 Nieva, V. (2013). Curso de técnicas de estudio. Argentina: Universidad Nacional de


Catamarca.

 Piglia, R. (2005). El ultimo lector. Barcelona: Anagrama.

 Ribeiro, L. (2000). El éxito no llega por casualidad. España: Urano.

 Torroella, G. G. (1984). Cómo estudiar con eficiencia. Cuba: Editorial de ciencias sociales.

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