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E L E M E N T O S P A R A S U D IS E Ñ O Y A N Á L IS IS
ISBN 987-23022-3-5
M K K T E C A - F U C50
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P rim era edición
Canje:
Im preso en A rgentina
IS B N -1 0 :9 8 7 -2 3 0 2 2 -3 -5 Donación:
IS B N -13: 9 7 8 -9 8 7 -2 3 0 2 2 -3 -8
Q u ed a h ech o el d ep ó sito q u e m arca la ley 1 1.723
9
ENCUENTRO
Grupo Editor
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M iembros d e la CÁMARA
ARGENTINA DEL LIBRO
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T el./fax: ( 0 3 5 1) 4 6 0 6 0 4 4 / 4 6 0 9 2 6 I - P asaje E spaña N" 1485
C ó rd o b a - A rg en tin a
ÍNDICE
Pág.
P r ó lo g o ............................................................................................. 11
C a p ítu lo 1: I n tr o d u c c ió n ........................................................... 13
Im portancia de las encuesta como técnica de investigación... 13
Para qué sirven y para qué no sirven las encuestas.................. 14
Cuestiones psicom étricas en las encuestas................................ 17
Planificación y realización de una encuesta.............................. 21
La elaboración del problem a......................................................... 21
Antecedentes
Cuando se prepara una encuesta, es conveniente localizar el
m ayor núm ero posible de antecedentes: encuestas previas, inform es
de sus resultados, los cuestionarios utilizados, las instrucciones
a los encuestadores, etc. Los antecedentes sirven, en la m edida
que no induzcan m eram ente a la im itación, porque sugieren for
m as de proceder y ayudan a pensar el trabajo propio. Pero no es
conveniente copiar lo que hicieron otros ni adoptar el cuestionario
que otros utilizaron. Es muy posible que ellos estuvieran en una
situación diferente a la propia, que tuvieran otros propósitos aunque
sólo fueran ligeram ente diferentes, contaran con otros rec u r
sos, otros tiem pos, otros intereses, etc. M ás bien hay que elaborar
un instrum ento m ejor adaptado a los fines que se persiguen y a las
condiciones del estudio.
l
cero. Entonces llegaría por su cuenta a la conclusión de que el
ám bito donde se ejerce la docencia es un factor que hace a la
satisfacción laboral.
Cómo preguntar |
Es preferible que las preguntas del cuestionario sean concretas
y sim ples. Es preferible que no exijan a quien contesta hacer
generalizaciones, ¡nstrospecciones profundas o ju icio s sobre com
plejas cuestiones. Tam poco deben requerir el recuerdo de hechos
ocurridos hace m ucho tiem po, síntesis o estim aciones sobre
cuestiones delicadas.
1 2 J 4 5 6 7
O bien:
Por otra parte, las personas suelen ignorar las razones precisas
de sus actos, preferencias, sentim ientos, etc. Si fuera fácil conocer
bien esas razones, de una m anera objetiva e insesgada, probable
mente existiría m enos incom prensión entre los hom bres.
Bloques de preguntas
Presentación
Instrucciones
Siempre han de darse instrucciones explícitas para el llenado
del cuestionario y la expresión de las respuestas.
Importancia
En una encuesta, las cuestiones de m uestreo son de gran im
portancia tanto cuando se intenta m eram ente alcanzar un panoram a
de, por ejem plo, las diferentes posiciones existentes con res
pecto a una cuestión com o la educación sexual, com o cuando se
intenta estim ar con cierta precisión el porcentaje, por ejem plo, de
padres de alum nos de una escuela privada, disconform es con el
aum ento de la cuota. El procedim iento de m uestreo debe propor
cionar las m áxim as garantías de representación.
Población
Muestra
Se denom ina m uestra a un subconjunto de una población.
Por ejem plo: los alum nos de EGB3 de la escuela José de San
M artín son una m uestra de todos los alum nos de ese nivel en la
Provincia de Córdoba; los alum nos de un curso son una muestra
del alum nado de la escuela; las m aestras del jard ín de mi barrio
son una m uestra de las maestras jardineras del país.
Diseño de la muestra
Para disponer de una m uestra es necesario seleccionar los ele
m entos de la población que la conform an. La form a de hacerlo, en
un caso concreto, se denom ina diseño de la m uestra.
Las m uestras siem pre conllevan algún error (algún "m argen de
error" suele decirse). Esto quiere decir que toda conclusión sobre
la población que se alcanza a través de un estudio por m uestreo
está sujeta a un cierto grado de error. U na preocupación perm a
nente al diseñar una m uestra es reducir el error aunque nunca se
elim inará totalm ente.
Hay que tom ar en cuenta dos tipos de errores: los sistem áticos
y los aleatorios.
Los e rro re s sistem ático s o sesgos ocurren, por ejem plo, cuando
se seleccionan para la m uestra sujetos de un único sector, tipo
o clase dejando a los sujetos de otros sectores, tipos o clases sis
tem áticam ente excluidos de la m uestra. En esta circunstancia la
m uestra queda sesgada, o sea integrada por sujetos con ciertos
atributos con exclusión de los sujetos que no poseen esos atributos
o poseen otros. La m uestra tam bién está sesgada si la proporción en
que se incorporan sujetos con uno u otro atributo se aleja de manera
importante de la proporción en que se presentan en la población.
Los procedimientos de selección al azar constituyen un recaudo para
no com eter este tipo de error. Estos procedim ientos garantizan,
con una probabilidad elevada, que la muestra sea insesgada.
Selección al azar
El principio básico del m uestreo establece que para alcanzar la
m ayor garantía de representatividad, la selección de los m iem bros
de la población que integrarán la m uestra debe hacerse aleatoria
m ente (al azar), o sea por un sorteo aleatorio.
S im p les
M uestras A c c id e n ta le s
no aleatorias
P or cu o ta s
1 Las primeras tablas de números al azar fueron construidas registrando los nú
meros que salían utilizando un procedimiento mecánico, similar a la extracción
de tarjetas o bolillas.Las tablas actuales se generan con una computadora aunque
los procedimientos concretos varían. Una forma es generar, mediante algún algo
ritmo (un cálculo), cifras con una gran cantidad de decim ales y transcribir (para ir
conformando la tabla) el decimal octogésim o tercero, por ejemplo. Parecería que
no hay una ley o regularidad que explique el sucesivo aparecer de números (en
rigor, los números de una tabla construida así se denominan pseudoaleatorios)
pero se cumplen ciertas regularidades. Por ejemplo: tomando una cantidad elevada
de números, se encontrará que los distintos dígitos (0 a 9) aparecen la misma
cantidad de veces: las distintas secuencias en que aparecen los números se pre
sentan con la misma frecuencia, etc. Los números aleatorios que proveen calcu
ladoras de bolsillo o programas de computación, se generan de manera similar y
van apareciendo en el visor (pantalla) uno a uno luego de comunicar el comando
correspondiente.
Para obtener una m uestra m ediante el uso de la tabla de núm eros
aleatorios se procede de la siguiente manera:
1) Se num eran los sujetos de la población que aparecen en el
m arco de referencia. C onviene em pezar con el núm ero
cero (0).
3) Con los sím bolos num éricos de la tabla, fórm ense m en
talm ente núm eros de 3 dígitos. En la prim era página de
ejem plo, com enzando por arriba con las tres prim eras
colum nas de la izquierda se van form ando los siguientes
núm eros de tres dígitos: 100, 375, 084. Puede elegirse las
3 prim eras colum nas de dígitos, o las 3 últim as o 3 cua
lesquiera. Puede leerse de arriba abajo o de abajo arriba.
Cuando termina una de las colum nas que se está conside
rando se sigue con la próxim a (en el ejem plo la próxim a a
la derecha, o dejando una colum na de por m edio o de otra
forma). La form a de leer la tabla es totalm ente libre pero,
una vez que decidió com o hacerlo ha de seguirse sistem á
ticam ente con el m ism o procedim iento hasta concluir la
tarea.
Muestras sistemáticas
Para poder estratificar no solo hace falta decidir sobre las va
riables de estratificación, sino que adem ás hay que contar con
inform ación sobre esas variables. Hay que conocer cóm o se distri
buyen los m iem bros de la población en esa variable (distribución
de frecuencias de esa variable en la población) o con alguna forma
de estim arla y hay que contar con inform ación sobre ella a nivel
de los individuos de la población objetivo. En el ejem plo de la
tabla precedente se estratificó según el sexo porque éste está rela
cionado con la estatura y se pudo hacer porque se contaba con
inform ación sobre el sexo de cada m iem bro de la población y se
sabía que la m itad eran varones y la m itad m ujeres.
Muestra
M uestra estratificada
Estratos P oblación estratificada
no proporcional
proporcional
f % f % f %
A 1400 27 .6 40 14.8 75 2 7 .7
B 420 8.3 130 48.1 22 8.2
C 3250 64.1 100 37.0 173 64.1
Total 5070 100.0 27 0 100.0 270 100.0
Muestra Muestra
Estratos Matrícula estratificada no estratificada
proporcional proporcional
f % f % f %
1er año EGB3 180 2 6.5 25 16.7 40 2 6.7
2 d o año EGB3 150 22.1 25 16.7 33 22.0
3er año EGB3 130 19.1 25 16.7 29 19.3
1er año Polim odal 90 13.2 25 16.7 20 13.3
2 d o año Polim odal 70 10.3 25 16.7 15 10.0
3er año Polim odal 60 8.8 25 16.7 13 8.7
Total 680 100.0 150 100.0 150 100.0
neos. En tal caso se dice que la muestra es de aíijación óptima. La muestra pro
porcional a los casos de la población se denomina también autoponderada.
de cada estrato (22% en el ejem plo). La m uestra total representa
el mism o porcentaje con respecto a la población total (en el ejem
plo, 150 es el 22% de 680). ;
Ponderaciones
Muestra accidental
Las m uestras accidentales se conform an con aquellos m iem
bros de la población que tenem os m ás a m ano o están disponibles
por alguna razón. Para su conform ación no se requiere de un marco
ni del em pleo de la tabla de núm eros aleatorios. A m enudo se
aceptan m uestras accidentales y se llevan a cabo estudios con
ellas. R azones de costos y dificultades operativas a m enudo hacen
im posible otra cosa.
Muestras de voluntarios
En la investigación en psicología y en la investigación clínica a
m enudo se recurre a solicitar voluntarios para participar de un
experimento. Este tipo de muestra accidental será aceptable siempre
que la disposición a y la decisión de aceptar o no la invitación no
se relacione con el tem a, problem a y variables en estudio. De ser
así, la m uestra de voluntarios posee el mismo valor que cualquier
m uestra accidental o de disponibilidad.
La estimación de parámetros
Con el térm ino parám etro y la expresión valor param étrico se