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Peter Gould
Universidad del Estado de Pennsylvania
Hace ahora casi un año, el 22 de enero de 2000, moría en Pennsylvania Peter Gould,
una de las figuras más señeras de la geografía y de las ciencias sociales del siglo XX.
Nacido en 1932 en Gran Bretaña y formado en Estados Unidos, Peter Gould trabajó
incansablemente en una geografía comprometida con los problemas del mundo
contemporáneo. Su obra extraordinariamente rigurosa y siempre abierta hacia nuevos
horizontes ha sido seguramente una de las más estimulantes en el pensamiento
geográfico del siglo XX. Al mismo tiempo su personalidad amable, generosa, amante y
gozosa de la vida constituye un modelo de trayectoria humana vital verdaderamente
envidiable y ejemplar.
La obra de Peter Gould abarcó una amplia variedad de temas, tratados siempre de forma
original y exigente. La imaginación y la ciencia se unían en él para encontrar la dimensión
geográfica a problemas de gran actualidad y para abordar esos problemas con un método
exigente que incluía los desarrollos más recientes de la ciencia. Todavía recuerdo la
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impresión que me produjo el primer texto que conocí de él, el artículo en que planteaba
el problema de las relaciones hombre-naturaleza en términos de la teoría de los juegos,
su trabajo "Man against the environment: a game theoretic framework", que había sido
publicado en 1963 en la revista Annals of the Association of American Geographers y que
yo conocí en 1972 a través de la edición que hicieron Paul W. English y Robert S. Mayfield
en su libro Man, space and enviroment; una forma inimaginable hasta ese momento de
plantear un problema tradicional de la geografía y que revolucionaba al mismo tiempo los
estudios de geografía rural.
Desde los años 1960 Peter Gould había venido trabajando sobre la geografía agraria y
de los transportes en Africa, principalmente en Ghana, y en los 70 se había convertido
en uno de los más prestigiosos representantes de la nueva geografía cuantitativa, siendo
coautor, con Ronald Abler y John Adams, de un manual extraordinariamente influyente
en aquellos años: Spatial Organisation: The Geographer's View of the World (1971). Sus
contribuciones a las investigaciones sobre difusión espacial y su capacidad para aplicar
imaginativamente métodos matemáticos a la investigación de problemas geográficos
supusieron en esos años una fuente inagotable de sugerencias en la geografía
anglosajona.
Desde los años 1980 Peter Gould se dedicó con pasión científica y vital a problemas de
gran actualidad como el de la epidemia de Sida, sobre lo cual publicó su libro The Slow
Plague. Geographic Consequences of the AIDS Epidemic, o sobre las consecuencias de
la explosión de Chernobil, cuestiones a las que alude en el artículo que publicamos. En
los últimos años se había interesado también mucho sobre las formas de difusión de la
información; ésto ultimo en una dimensión histórica amplia que iba desde el tiempo que
tardó en conocerse el terremoto de Lisboa de 1755 hasta el que se demora hoy una carta
en llegar a su destino desde que se entrega al correo -para lo que nos pidió a algunos
amigos que le enviáramos una desde nuestros respectivos Departamentos (y tardó 18
días la que yo le envié desde el de Barcelona).
La última iniciativa editorial impulsada por Peter Gould ha sido el libro Geographical
Voices coordinado por él y Woody Pitts y publicado este mismo año por las Prensas de
la Universidad de Syracuse, y que ha sido editado en francés por Peter Gould y Antoine
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Bailly con el título Mémoires de géographes (Paris: Anthropos, 2000). Una colección de
artículos autobiográficos realizados por Antoine Bailly, Brian Berry, Karl Butzer, Reginald
Golledge, Torseten Hägerstrand, David Harvey, Gunnar Olsson, Waldo Tobler, Gilbert
White y Yi-Fu Tuan.
Peter Gould ha estado ligada desde hace años a la empresa intelectual de Geocrítica.
Siguió la revista con interés desde su misma fundación, y aludió a ella y reprodujo en su
obra The Geographer at Work (1985) un dibujo que habíamos elaborado para el número
13 de Geocrítica; y más tarde envió dos artículos para que fueran publicados en la revista:
"Pensamientos sobre la Geografía" (Geocrítica nº 68, marzo 1987) y "La epidemia de
Sida desde una perspectiva geográfica" (Geocrítica nº 89, septiembre 1990).
Posteriormente aceptó formar parte del Consejo Asesor de la revista Scripta Nova, en el
que se integró junto con otras ilustres personalidades, una de las cuales, Ernest Lluch,
acaba de ser vilmente asesinada por la banda de pistoleros de ETA.
Unas semanas antes de su muerte Peter Gould me escribió una emocionante carta en la
que con un tono neutro, como sin darle importancia, hablaba del carácter irreversible de
su enfermedad y de su próximo fin, lamentando lo poco que iba a poder hacer por la
revista Scripta Nova. Lo verdaderamente impresionante es que la carta estaba llena de
optimismo sobre la utilidad de la geografía y acababa con estas palabras: "el mundo tiene
necesidad de los geógrafos".
No tengo dudas de que escribió a otros amigos cartas similares de despedida con
mensajes de aliento y de optimismo. Su actitud ante la muerte fue verdaderamente
ejemplar, tanto privada como públicamente. En la presentación de su último libro
Geographical Voices Peter Gould hacía alusión a la riqueza y variedad de las voces que
había recogido en la obra y al panorama rico y colorista que la misma mostraba de la
geografía; y acababa con esta frase de optimismo, escrita sin duda en el momento en
que sabía su próxima muerte:
Escribía esas palabras "puesto ya el pie en el estribo", en una situación y con un talante
similar al de Cervantes cuando, poco antes de morir, dictaba su dedicatoria de Los
trabajos de Persiles y Segismunda. "ayer me dieron la Extremaunción, y hoy escribo ésta;
el tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan, y, con todo esto llevo la
vida sobre el deseo que tengo de vivir". Y sin duda, al igual que Cervantes, pensaba:
"¡Adios gracias, adios donaires, adiós regocijados amigos!".
Horacio Capel
Peter Gould
Universidad del Estado de Pennsylvania
Las oportunidades de hablar a un público amplio sobre la profesión del geógrafo son
escasas y preciosas (1). Tendemos a vivir vidas ocupadas y compartimentadas en un
mundo compartimentado, por lo que este ensayo representa una oportunidad poco usual
para derribar algunos de los muros divisorios y renovar conexiones. En el mundo actual
las nuevas conexiones tienen que superar muchas barreras, no sólo las barreras de la
creciente especialización sino también las del mismo lenguaje. Mientras me leen,
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Pero la tradición de síntesis es tan sólo una de las muchas formas de investigación,
formas que han generado la explosiva renovación intelectual de esta antigua disciplina
en los últimos treinta años. Creo que no me equivoco al afirmar que los geógrafos que se
retiraron hace treinta años difícilmente reconocerían a la geografía actual. Es cierto que
algunos de los antiguos temas están todavía vigentes, pero otros han cambiado y se han
reinterpretado tan radicalmente que sitúan a los geógrafos al frente de problemas sociales
y medioambientales. Permítanme que me explique.
De alguna manera, quizás algo recóndita, todos somos geógrafos. Escuchen un instante:
Este es un fragmento del libro Els Pagesos de Josep Pla, el gran escritor catalán que
conocía tan bien los vínculos de la gente con los lugares y la tierra (4).
Y de la misma manera los geógrafos -y acabamos de recordar que como seres humanos
todos somos geógrafos, de la misma manera en que todos somos historiadores y
filósofos, capaces de pensar de manera consciente sobre nuestra existencia en un
espacio y en un tiempo determinados- han tenido siempre una relación de amor con los
mapas. Muchos geógrafos recordarán su fascinación cuando eran niños por todo tipo de
mapas, pero me gustaría hacer referencia a algo mucho más profundo. El mapa se alza
actualmente como un símbolo esencial para el geógrafo sobre la importancia crucial de
espacialidad en la existencia humana, un conocimiento que nos hace ver que somos
nosotros los que decidimos las dimensiones existenciales del espacio.
Pero hay otra conexión relevante en los extraordinarios avances que los geógrafos han
llevado a cabo en los años recientes. Espero que no les importe si lo llamo una "revolución
moral". Se trata de la sensación de que algo está ocurriendo en nuestro mundo, de que
hay cosas injustas que hay que mejorar; de que la investigación en geografía es tan
importante como en cualquier otra ciencia, y que por esa misma razón esta investigación
básica también debe ser aplicada, debe utilizarse para hacer cosas justas y decentes en
un mundo a veces indecente. Como geógrafo que lleva 30 años de profesión, una de los
aspectos que he notado, como característica relevante de nuestros estudiantes en los
últimos diez años, es una gran preocupación por la condición humana y medioambiental.
Y esta preocupación tendría que ser la fuerza primaria de gran parte de la motivación
intelectual que caracteriza a la investigación científica actual.
fábula, nos explica que la diosa Cura llegó a la orilla de un río y moldeó un trozo de arcilla.
Entonces le pidió a Júpiter que le infundiera espíritu al moldeado trozo de arcilla, cosa
que hizo, decidiendo que la recién creada obra llevase su nombre. Un típico ejemplo de
macho chovinista! Pero Cura pidió que se le pusiera a la obra su nombre ¡típico ejemplo
de hembra chovinista! y entonces se levantó la Tierra y pidió que llevara su nombre,
puesto que era ella quien había dado para la misma un trozo de su cuerpo. Los litigantes
escogieron por juez a Saturno y éste sentenció: "Tú Júpiter, por haber puesto el espíritu,
lo recibirás a su muerte; tú, Tierra, por haber ofrecido el cuerpo, recibirás el cuerpo. Pero
por haber sido Cura quien primero dio forma a este ser, que mientras viva lo posea Cura.
Y en cuanto al nombre, que se llame Homo, puesto que está hecho de humus (tierra)".
Como podemos ver en esta antigua leyenda, las relaciones entre la tierra y los humanos
empezaron muy pronto en nuestra cultura occidental, y estamos impregnados de entrega,
preocupación y esfuerzo desde el principio de los tiempos, una preocupación que tiene
la capacidad de traducirse en responsabilidad, conservación y administración. Los
geógrafos han sido siempre conscientes de esto, y muchos han llevado este interés a su
vida profesional como profesores o investigadores. Pero estas son unas ideas bastante
abstractas, así que déjenme poner algunos puntos sobre las íes con un ejemplo concreto.
Chernobil es una historia larga y trágica, y que todavía continúa, pero es una historia que
nos enseña cuán interconectado está nuestro mundo actual. Cuando Chernobil explotó,
dejó unas cantidades catastróficas de radionuclidos en la atmósfera, y aunque de hecho
la lluvia radioactiva se dirigió hacia buena parte de Europa occidental durante aquellos
trágicos diez días, la primera nube se dirigió hacia el noroeste, cruzando el Báltico en
dirección a Noruega y Suecia. En Suecia depositó una pesada capa de lluvia radioactiva,
desde la costa del mar Báltico hasta los altos fiordos de la montaña central situada entre
Suecia y Noruega. Este es un paisaje y un entorno salvaje y casi intocado, pero la mayoría
de los pequeños lagos presentaron uno de los niveles más altos de radiactividad nunca
antes visto en los organismos vivos. Es una tierra extraordinariamente bella, de un agua
y un aire cristalinos, que ha sido durante mucho tiempo el hogar del pueblo Sami. Incluso
Tácito escribió sobre ellos hace dos milenios con admiración y respeto. Sus vidas han
cambiado mucho en los últimos veinte años, pero el centro simbólico de sus vidas sigue
siendo el reno. Estos animales no se agrupan en rebaños, pero se les permite moverse
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y pastar libremente por los valles, valles donde hay extensos lagos que conducen a las
altas montañas.
Muchos Sami vieron como su vida y su cultura se truncaban. Cuando esas partículas
radiactivas irrumpieron en el delicado y difícil de reparar sistema ecológico, muchos de
los radionuclidos, particularmente el cesio 134 y 137, con una media de vida de
aproximadamente entre 2.4 y 28 años, se introdujeron en esa delicada "esponja de aire"
que llamanos liquen, la principal comida de los renos. El cesio afectó directamente a los
músculos de los renos y pronto aparecieron en el cuerpo de los pastores Sami y de sus
familias. La carne de reno es la comida principal de su dieta y es altamente calórica, y se
consumen fácilmente de tres a cuatro kilos por semana, ya que se realiza un trabajo duro
al aire libre en un clima frío. Un año después de Chernobil, los resultados en el cuerpo
de los jóvenes pastores de renos alcanzaba los 100.000 becquerels, y la línea de la
gráfica mostraba una clara tendencia a subir.
Una segunda presencia de radiactividad tuvo lugar en Suecia central, cerca del pueblo
de Gõvle, justo en el momento en que las flores primaverales asomaban su cabeza al
sol. Las flores estaban siendo invadidas por las abejas que recolectaban el polen, el
alimento para las larvas de las abejas. Más tarde, en verano, cuando las abejas estaban
recolectando el néctar, la presencia de radiactividad en la miel alcanzó los de 3000
becquerels, otra vez diez veces más del nivel permitido para el consumo humano. Y el
problema es que el cesio no desaparecerá. Ahora está en la tierra, y de esta manera cada
año, cuando las flores tardías del verano nazcan, el cesio aumentará sistemáticamente a
través de las plantas para dar unos resultados igual de elevados en años posteriores. Los
rusos se encuentran ahora con el mismo problema, sólo que mucho peor, en decenas de
miles de quilómetros cuadrados de tierras cultivables en Ucrania y Bielorrusia.
ven como el cesio radiactivo aún sigue circulando a través de los suelos montañosos que
contienen muy poco barro para detener el cesio y evitar que aumente a través de las
plantas.
Chernobil fue un hecho desencadenado por los humanos, una catástrofe que afectó al
entorno biológico y físico y que entonces regresó para afectar al mundo que lo había
desencadenado. Noruega, un país sin ningún poder atómico, fue marcadamente abierto
y claro en sus investigaciones y publicaciones sobre los efectos de la radiactividad. Pero
no ocurrió lo mismo en muchos otros países. Existe una relación demostrable entre la
creciente dependencia del poder atómico y la creciente manipulación y omisión de
información por parte de las burocracias atómicas y los gobiernos (9). Portugal y Noruega,
por ejemplo, no dependen de los poderes atómicos y yo no conozco ningún intento por
parte de estos países por manipular o suprimir información. Por el contrario, Bélgica y
Francia son los países que más dependen de la energía atómica en Europa, y sus
gobiernos hacen lo posible por suprimir noticias sobre el efecto de la radiación en
Chernobil. Como dijo el responsable de la Autoridad Eléctrica francesa: "No avisas a las
ranas cuando drenas los pantanos". La Comisión Francesa sobre Energía Atómica ha
sido llamada "un estado dentro de un estado" y tres científico franceses avisaron de que
"la sociedad está inmersa en la ignorancia". España actuó de forma más correcta, a pesar
de su considerable dependencia en el poder atómico. Hubo alguna, pero relativamente
pequeña, manipulación o omisión de información, quizás porque una pequeña cantidad
de la radiación de Chernobil alcanzó esta península de Europa. Sin embargo, la presencia
del poder atómico en Europa es en estos momentos tan grande que casi podemos hablar
de un paisaje atómico. Con certeza habrá una próxima vez y muy pocos se atreven a
predecir las consecuencias que tendrá en las áreas con una densidad de población
elevada.
Así pues, es tarea de los geógrafos, y de esa antigua tradición de síntesis de la geografía,
unir todos esos fragmentos de la historia de Chernobil. Desgraciadamente, y a pesar de
las muchas recomendaciones de los científicos que examinaron el problema en su inicio,
no se han guardados datos sistemáticos sobre Chernobil en Europa Occidental. Y lo
mismo ocurrió en Europa Oriental, donde se negaron todos los hechos. A finales de 1990
la Unión Soviética anunció que los archivos informáticos que contenían información
epidemiológica irremplazable habían sido robados. En la etapa inicial, no hubiera
resultado tan difícil crear un Sistema de Información Geográfica para guardar cada
fragmento de información sobre este trágico incidente ocurrido en el espacio y en el
tiempo. En términos de la tecnología disponible, el problema es bastante trivial y la
creación de una base de datos puede ser resuelto actualmente por un estudiante de
universidad que trabaje con Sistemas de Información Geográfica informatizados. Nunca
sabremos cuáles han sido las consecuencias totales de Chernobil, quizás para gran alivio
de algunos.
Sin embargo la tradición de síntesis y la preocupación por las relaciones entre los seres
humanos y su entorno son tan sólo dos de los factores relevantes que forman parte de la
explosión intelectual de la geografía actual. Quizás por encima de todo está lo que sólo
11
Sin embargo dividir el espacio de diferentes maneras también puede alterar el poder de
manera radical a menor escala. En la ciudad de Detroit, el Consejo Escolar formado
principalmente por personas de raza blanca intentó alterar los distritos escolares ya
existentes uniéndolos de tal manera que la comunidad negra estuviera virtualmente en
minoría. Afortunadamente, dos geógrafos fueron capaces de calcular todas las
combinaciones posibles de distritos escolares, con la condición de que estos tenían que
estar uno al lado del otro o ser contiguos. Entonces calcularon en cada caso la proporción
de votantes blancos y negros (11). El ordenador calculó 7,011 soluciones, que oscilaban
desde la total dominancia blanca, pasando por unas proporciones justas y equitativas,
hasta prácticamente la dominancia negra. La comunidad negra pudo usar esta
información en el Tribunal Federal para presentar sus argumentos y conseguir una
división justa y equitativa del espacio geográfico.
Llegados a este punto, lo que importa es el hecho de que a menudo el espacio geográfico
está notablemente estructurado por la presencia humana. El mapa de una ciudad, país o
continente no sólo lo estructura la topografía física, sino también la manera como el ser
humano distribuye el espacio. A menudo podemos sentir esas "estructuras" en términos
directos e inmediatos. Cada vez que nos movemos por la ciudad, especialmente si vamos
en coche, experimentamos varios grados de influencia espacial dependiendo de cómo
están conectadas las diferentes partes de la ciudad. Elaborar sistemas de sentido único
12
puede ser especialmente complicado y a veces los ciudadanos se enfadan tanto que los
alcaldes tienen que abandonar sus cargos. En Grenoble, Francia, por ejemplo, los
ejemplares ciudadanos se enfurecieron tanto con el sistema laberíntico de sentido único
que echaron a los insensibles e incompetentes de sus puestos. En Cambridge, Reino
Unido, los patriarcas de la ciudad diseñaron unas calles de sentido único tan complejas
que los conductores que no estaban habituados a este sistema se encontraron dando
vueltas en círculo, como ratones moviéndose en el laberinto de un psicólogo, hasta que
finalmente aprendieron a aparcar el coche en las afueras del centro de la ciudad y a ir
caminando. El rumor de que recibieron una recompensa por dejar la plaza de párking
libre no ha podido ser confirmada todavía. En Caracas, los conductores frustrados a
veces intentan conducir por cortos tramos de sentido único y un geógrafo matemático y
astuto observador ha afirmado que de hecho esta conducta ilegal mejora el flujo del tráfico
(12)
. Excepto, por supuesto, cuando un conductor macho venezolano, girando de forma
ilegal, se encuentra de frente con otro que sabe que la ley está de su parte. Se han
llegado a presenciar sesiones de claxon de hasta diez minutos, hasta que el conductor
que conducía en la dirección contraria finalmente da la vuelta para aliviar la congestión,
creando entonces un verdadero concierto en una variedad de tonos musicales.
No creo que sea una casualidad que el geógrafo que observó esta conducta humana en
un espacio estructurado sea un experto en modelos informáticos sobre el flujo de tráfico
diario. La ciudad es un sistema geográfico enorme y complicado y todos somos
conscientes del ir y venir de la gente dentro y fuera de la ciudad, de la marea humana
que se mueve a diario en las ciudades. Esta complejidad es muy difícil de representar,
principalmente porque el sistema puede adquirir múltiples "configuraciones". Déjenme
que les muestre un pequeño ejemplo. Supongamos que despusiéramos de un "sistema
de compras" muy sencillo, formado por diez personas que tuvieran la posibilidad de
comprar en cuatro tiendas. Podríamos representar el "sistema" como una tabla con diez
casillas y cuatro columnas y entonces anotar si una determinada persona ha comprado
en un determinado centro poniendo un uno o un cero en la casilla correspondiente. Es
interesante pensar de cuántas maneras diferentes podríamos disponer esos ceros y
unos, que representarían la opción de comprar o no comprar, cómo se crearían diferentes
"configuraciones" de este pequeño "sistema" de compras. Mucha gente pensará: "Bueno,
vamos a ver....hay diez personas por cuatro tiendas, esto hace 40, y cada una de las 40
casillas puede rellenarse con un uno o un cero, esto hace....80 soluciones diferentes".
Desgraciadamente, ni siquiera nos acercamos. Es cierto que cada una de las 40 casillas
puede ser un uno o un cero, comprar o no comprar, pero esto hace dos elevado a
cuarenta, o aproximadamente 1 billón de posibilidades diferentes en las que podría
operar este pequeño sistema.
Está claro que la mayoría de los problemas geográficos importantes y aplicados que se
generan de hoy en día sólo son aproximativos, y tal vez sólo pueden ser resueltos con el
uso de ordenadores precisos y potentes. Déjenme ofrecerles dos ejemplos que ilustran
cómo incluso en uno de los niveles más avanzados de investigación técnica en la
geografía actual, este sentimiento de preocupación todavía dirige las perspectivas de
investigación del geógrafo.
Ha habido una gran polémica en el Reino Unido con respecto a los posibles efectos de
la radiación en los niños con leucemia. Cuando se localizan niños con leucemia en un
mapa del norte del Reino Unido aparecen grupos muy diferentes, y algunos de éstos
parecen asociarse a centrales de reprocesamiento de energía nuclear. Hace unos pocos
años, las autoridades de la energía atómica negaron fervorosamente esta relación, y la
Cámara de los Lores creó un comité de investigación a gran escala (14). Las estadísticas,
encargadas por la industria atómica, demostraron que los grupos de niños en el mapa
podrían ser sólo el resultado de un proceso casual, algo que uno mismo puede comprobar
situando pares de números al azar en un gráfico, y mirando números, como los últimos
dos dígitos del listín telefónico. Además, si se toma una pequeña área alrededor de un
grupo de niños con leucemia, el porcentaje por mil niños sería muy elevado. Pero si
ampliamos el área para incluir a más niños, pero a menos niños con leucemia, el
porcentaje disminuye. "Como ven", dijeron los encargados de las estadísticas, "se puede
obtener el porcentaje que queramos tan sólo alterando el área en el que se localizan los
niños con leucemia. Obviamente no hay una relación causa-efecto". Y con estos
pensamientos tan reconfortantes, la Cámara de los Lores pensó que se había librado del
problema.
De esta forma, se realizaron en el mapa nueve millones de pruebas a todas las escalas
geográficas.
Es interesante destacar que esta prueba era visual. Cada vez que la Máquina de Análisis
Geográfico encontraba un nivel significativo de leucemia en niños, trazaba un círculo de
ese tamaño en el mapa. Cuando el análisis finalizaba, aparecía una gran mancha negra
en la costa oeste del norte de Inglaterra, un círculo inscrito en la parte superior de otro,
que indicaba niveles significativos de leucemia en niños a todas las escalas geográficas.
Los sumisos estadísticos contratados por las autoridades atómicas no se pudieron librar
por más tiempo de esta situación. Pero la Máquina de Análisis Geográfico también
descubrió algo que nadie había sospechado. Mientras el ordenador exploraba el mapa
de niños con leucemia, hizo un descubrimiento totalmente original. Fue como cuando
Colón desembarcó en América en su temprano viaje de descubrimiento. En la costa este
del norte de Inglaterra, apareció otra gran mancha negra, es decir, grandes porcentajes
de leucemia en niños en todas las escalas geográficas. Se había descubierto que en el
centro de esta segunda mancha negra había un gran incinerador urbano del que muchos
sospechan que no quemaba a las temperaturas permitidas y que había estado
esparciendo dioxinas procedentes del plástico en toda el área. Una carta y un mapa del
geógrafo enviadas a una de las más antiguas y prestigiosas revistas de medicina del
mundo, The Lancet, volvió a abrir el debate, pues esta era una prueba de índole geográfic
que ni la profesión médica podía ignorar.
Como ejemplo final del uso de ordenadores en la investigación geográfica para propósitos
humanos, me gustaría citar algunos trabajos recientes que hemos llevado a cabo en mi
departamento y universidad. Como saben, el virus de inmunodeficiencia humana (VIH)
pasó a llamarse después SIDA, a lo que le siguieron un gran número de muertes.
Aproximadamente a lo largo de 1991 hubo unas 200.000 personas que se contagiaron
de esta enfermedad mortal, y ésta es sólo la punta de un gran iceberg epidemiológico, ya
que las cifras indican que entre uno y dos millones de personas ya están infectadas. Esto
significa que habrá entre uno y dos millones de personas con SIDA incluso en el caso de
que la epidemia se pudiera detener inmediatamente. Desgraciadamente, sabemos que
sigue creciendo.
Hace ya algunos años que se observa que el grupo más vulnerable de la sociedad actual
no es la comunidad homosexual (que han cambiado radicalmente su actitud
autoprotectora) sino los adolescentes y la población heterosexual adulta. En la
15
obteniendo una perspectiva innovadora sobre esta epidemia, una perspectiva que
conduce a la reflexión. Y aunque muchos jóvenes padecen el "síndrome de la
inmortalidad", es decir, la sensación de "esto no va a sucederme a mí", de repente se dan
cuenta de que la epidemia no es algo tan lejano, sino algo que les afecta directamente.
Todo existe en el espacio y el tiempo, todas las cosas tienen una geografía además de
una historia, y esta presentación geográfica dinámica de repente les hace ser conscientes
de que están en un lugar concreto, anclados en un espacio y que esto significa que deben
pensar en su propia situación con respecto a esta enfermedad mortal. El gran poeta
inglés, John Donne, escribió:
¿A dónde les he llevado a través esta exploración geográfica? Hemos visto la geografía
como una disciplina sintetizadora; como un área con una preocupación profunda por las
relaciones humanas y medioambientales, como una materia que se centra en los
espacios del mundo físico, y cómo estos espacios están constantemente reestructurados
por la presencia humana. Hemos visto un campo que ha estallado intelectualmente, en
términos de la cantidad de problemas que puede abordar, y lo que es importante, a través
de la disponibilidad de unos recursos informáticos extremadamente potentes y rápidos.
Y además les he introducido en una pequeña región del mapa intelectual de la geografía
actual. Ha sido un verdadero privilegio mostrarles esta pequeña parcela de conocimiento,
puesto que creo que todos debemos estar alertas y ser conscientes de las dimensiones
espaciales fundamentales de nuestra existencia como ciudadanos que vivimos en
sociedades democráticas. La geografía, y la perspectiva geográfica particular que nos
proporciona, es un elemento imprescindible para disfrutar de una vida humana,
inteligente e informada.
Notas
2. Imaginen cómo compararían un viejo mapa portolani del Mediterráneo con un mapa
moderno. Extenderían el mapa moderno en una mesa de cristal transparente con una luz
potente debajo de ella, y colocarían el mapa antiguo encima. Para hacer que el antiguo
mapa se corresponda lo más exactamente posible con el nuevo mapa se pueden hacer
tres cosas: en primer lugar, moverlo hacia arriba y hacia abajo, hacia la derecha y la
izquierda, hasta que quede más o menos fijado. Este es el acto (matemático) de
translación. Después podemos mover el viejo mapa de forma circular para mejorar
todavía más la correspondencia. Esta sería la operación de rotación. Finalmente, si
quisiéramos proyectar la imagen del viejo mapa en el nuevo, podríamos mejorar la
correspondencia ampliando o reduciendo el mapa, la operación de ajuste. Puede que los
mapas todavía no se ajusten a la perfección, pero estas diferencias sólo podrían
17
3. Principalmente en su gran trabajo Les mots et les choses, (traducción española: Las
palabras y las cosas,) seguramente uno de los clásicos de la historia intelectual en el
siglo XX (Focault, 1966).
4. Este es tan sólo uno de los numerosos pasajes en los que Pla ilumina la condición
humana en su condición geográfica específica (Pla, 1978, p. 80).
6. El libro tiene una historia considerable y parece que fue escrito originariamente a
petición de un editor norteamericano, quien lo rechazó. Posteriormente fue publicado en
inglés por Vogue en marzo de 1954 y en pocos años ha sido traducido a una decena de
lenguas (Giono, 1985).
7. Muchos lo consideran el mejor trabajo en la filosofía del siglo XX. Fue escrito en la
mesa de la cocina de un granjero en el Schwarzwald mientras la familia estaba fuera
durante la jornada de trabajo en el campo (Heidegger, 1928, p. 197-198).
10. El trabajo le fue encargado al geógrafo Richard Morrill, quien trazó una división del
espacio geográfico que los tribunales consideraron justo y equitativo, pues proporcionaba
un acceso rápido y apropiado a los colegios electorales (Morril, 1973).
11. Este análisis es conocido como búsqueda combinatoria, en la que se pueden generar
un gran número de soluciones posibles, cada una con diferentes consecuencias. Estas
posibilidades son a menudo tan numerosas que tan sólo un ordenador puede calcularlas
y generarlas todas (Shepard y Jenkins, 1972).
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12. El geógrafo inglés, Alan Wilson, tuvo originariamente una formación de matemático,
pero pronto centró su talento en resolver importantes problemas geográficos,
principalmente a causa de su profunda preocupación social por los pobres de las
ciudades del norte del Reino Unido. Sus análisis sobre los desplazamientos diarios al
trabajo están basados en modelos de maximización entrópica computerizados (Wilson,
19970).
13. Pueden requerirse unas consecuencias más detalladas sobre las conexiones
cambiantes y el uso del espacio, y éstas son posibles utilizando enfoques estructurales o
topológicos (Johnson, 1981).
15. Stanley Openshaw es una de las personas más creativas en ciencias humanas
usando "superordenadores" muy potentes y rápidos. Mientras que muchos geógrafos y
otros científicos sociales y físicos usan el ordenador simplemente para realizar
operaciones laboriosas pero bastante tradicionales más rápidamente, Openshaw abre
nuevas posibilidades de pensamiento geográfico (Openshaw et al, 1998, 1990).
16. Esto puede parecer algo cruel, pero a veces las personas del mundo académico
tienen la responsabilidad de decir las cosas directamente. Las frases "pseudo-ciencia" y
"cajón de arena informatizado para escolares" se usaron en la presentación del
modelo/diseño geográfico de la epidemia del SIDA, una presentación extremadamente
crítica de representación epidemiológica tradicional, realizada en la reunión anual de la
Asociación Norteamericana para el Avance de la Ciencia, en Washington, DC en febrero
de 1991. Ni un solo médico, ni un epidemiólogo ni un burócrata del gobierno de los
Centros para el Control de Enfermedades que estaban entre los asistentes se atrevió a
asumir el reto en público. Esto fue posteriormente descrito en Science (1 de marzo, 1991,
p. 1022).
17. La epidemia del SIDA en el Bronx es ya catastrófica entre las comunidades más
pobres (Wallace y Fullilove, 1991). Las mujeres que llegaban a los hospitales para recibir
atención prenatal mostraban porcentajes de VIH de más del 20 por ciento, un porcentaje
parecido a los de Kampala, Uganda. Los epidemiólogos matemáticos tradicionales, que
configuran o diseñan la epidemia en el tiempo pero nunca en el espacio, crean conjuntos
de ecuaciones diferenciales cuya realista, es decir útil, solución requiere se estimen de
manera precisa los porcentajes de transmisión entre muchos subgrupos de la población.
Esto es normalmente bastante imposible -lo que desgraciadamente, no detiene a los
epidemiólogos que juegan con sus ordenadores y conjuntos de ecuaciones. No se ha
podido evitar ni un único contagio, no se ha salvado ni una sola vida, por esta tontería
(Blower et al., 1990).
19. Por ejemplo, nuestros artículos en francés y español (Gould et al., 1990; Gould y
Kabel, 1991) y una película instructiva realizada para televisión por la Universidad del
Estado de Pennsylvania (Gould et al., 1989). En breve realizaremos una secuencia
animada de un mapa de Jamaica para que se use en la intervención educativa en la
televisión pública y en las escuelas. Para combatir la epidemia, la educación es la única
arma de la que disponemos.