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La boda del maíz

Hubo una vez una hambruna tremenda.

Tengo hambre —dijo el hombre—, voy a preguntar a la gente.

Dónde lo compraron [el maíz] —preguntó.

Allá hay maíz, vamos hacia allá a comprarlo.

Juntos se fueron.

Aquí vamos a pernoctar.

Se acostaron. Cuando despertó no había nadie, pero sus cabellos habían desaparecido. Se había
quedado calvo.

¿Qué hago ?, tengo hambre.

Se sentó en la cresta de una sierra y, desde ahí, vio cómo se acercaba una paloma que traía masa de
maíz en el pico.

¿Puedo visitarte en tu casa ? —le preguntó, y se fue y llegó a la choza.

¿Aquí se vende maíz ? Vengo aquí porque la gente me lo pidió. Aquí nos quedamos —decían ellos. ¿A
dónde se fueron mis cabellos ? Me quitaron los cabellos. Aquí hay maíz, me dijeron. ¿A dónde se
fueron ? Vengo solo y quiero comprar maíz.

Bueno —dijo la dueña de la choza que era una viejita—. Bueno, si quieres te doy una muchacha.

Ella abrió [la puerta y exclamó] : —Ven maíz amarillo ; maíz rojo, ven ; maíz negro, ven ; maíz pinto, ven ;
maíz blanco, ven ; ven, flor de calabaza ; ven, amaranto1 rojo. Maíz amarillo, tu vas a ir con él.

No.

Maíz rojo, te vas.

No.

Maíz negro, te vas.

No. No voy.

Maíz pinto, te vas.

No voy. Mañana o pasado mañana me va a regañar. Camino muy despacito.

Flor de calabaza, te vas.

No, me cortarán con un cuchillo.

Amaranto rojo, te vas.

No, me tirará.
Construye cinco trojes y una choza bonita. Durante cinco días coloca flores rojas de cempoalsúchil en el
sur, flores amarillas de cempoalsúchil en el norte, betónicas en el oriente, tempranillas en el poniente, y
en el centro vas a colocar flores de corpus. Durante cinco días enciende una vela en la noche. No vayas a
regañarlas. Las dejas en la casa que siempre tienes que barrer.

Se va. Después de cinco días viene [la muchacha]. Él vio los montones de maíz dentro de su choza y
comió. [Pero] su madre la regañó : —Prepara [la comida]. Eres una mujer y no un hombre como para
que te sirvan la comida —dijo ella.

Entonces ella se puso a moler maíz. Un chorro de sangre salió de sus manos. Llorando molió [el maíz]. Se
quemó las manos. [Al final] desapareció. [Ya] no hubo maíz en la choza.

¿Qué voy a comer ? —preguntó la viejita.

Tráemela otra vez, se fue a su casa.

Él se fue, llegó y preguntó : —La perdí ; ¿vino [aquí] ?

Te digo, la regañaste. [Ya] no te la voy a dar. [Aquí] vino. Aquí está. Sus manos quedaron totalmente
quemada2. Ve tú solo. No sabes comer.

Se fue. Llegando a su choza regañó a su madre : —La regañaste. Por eso se fue, y nosotros vamos a
morir de hambre.

13Cuando se dice que la gente que rapó al protagonista eran hormigas (arrieras) el significado del
cuento ya queda claro. El protagonista es el jilote creciente que todavía no tiene granos de maíz. Las
hormigas arrieras son conocidas por robar el maíz y llevárselo a cuestas por sus senderos. En mi rancho
cada día tenía que emprender una guerra con ocotes ardientes en contra de ellas. Las hormigas también
suelen comer los manojos de fibras de los elotes tiernos que los mexicanos llaman “cabellos”. De una
manera similar los huicholes los llaman kupáixa (de kupa, cabello). La consecuencia es que cuando se
pierden los cabellos del elote éste se seca. El hecho de que las hormigas quiten los cabellos al
protagonista del mito significa que éste está condenado a morir de hambre. No puede mantener por
mucho tiempo a la muchacha maíz en su casa. Las otras variantes de maíz crecen lentamente, por eso
no quieren acompañar al protagonista y dicen : “Camino muy despacio.” La calabaza se corta y el
amaranto tiene semillas muy pequeñas, lo que conlleva que se pierda mucho en la cosecha. Por eso se
dice : “Me van a tirar.” Las ceremonias de la recepción de la muchacha corresponden a las
preparaciones que se hacen en la casa antes de la cosecha del maíz. Por supuesto, cinco es el número
sagrado de los huicholes y los coras. El significado del mito está olvidado, tanto entre los coras, donde
registré una variante narrativa muy extensa, como entre los huicholes. Entre ambos grupos la paloma es
el ave de la diosa de la Tierra y del maíz. Los huicholes incluso, en uno de los cantos que he registrado,
llaman paloma al maíz.

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