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Notas para el curso de Teoría de Conjuntos

Carlos Uzcátegui Aylwin


Escuela de Matemáticas
Facultad de Ciencias
Universidad Industrial de Santander

12 de abril de 2016
ii
Índice general

1. Funciones 1
1.1. El producto Cartesiano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.1.1. Algunas propiedades del producto cartesiano . . . . . . . . . . . . . . 5
1.2. Relaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
1.3. El concepto de función como relación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
1.3.1. Representación gráfica de funciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
1.3.2. Funciones por partes y funciones características . . . . . . . . . . . . 17
1.4. Funciones inyectivas, sobreyectivas y biyectivas . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
1.4.1. Funciones inyectivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
1.4.2. Funciones sobreyectivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
1.4.3. Funciones biyectivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
1.5. Composición de funciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
1.6. La función inversa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
1.6.1. Algunas propiedades de la composición . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
1.7. Permutaciones de n elementos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
1.8. La imagen y la preimagen de un conjunto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51

2. Cardinalidad 59
2.1. Conjuntos finitos y métodos de conteo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
2.1.1. Cardinalidad del conjunto potencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
2.1.2. Cardinalidad del producto Cartesiano . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
2.1.3. Cardinalidad de B A . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
2.1.4. Funciones y cardinalidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
2.1.5. El principio del palomar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
2.2. Conjuntos equipotentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
2.3. Conjuntos infinitos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
2.4. Algunos ejemplos importantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
2.5. Operaciones generalizadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
2.5.1. Producto cartesiano y el axioma de elección . . . . . . . . . . . . . . 97
2.6. El Teorema de Schröder-Bernstein . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
2.6.1. Demostración del Teorema de Schröder-Bernstein . . . . . . . . . . . 105
2.7. Conjuntos numerables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
2.8. Aplicaciones del Teorema de Schröder-Bernstein . . . . . . . . . . . . . . . . 111

iii
2.9. ¿Cuál es el tamaño de R? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
2.10. El Teorema de Cantor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
2.10.1. La paradoja de Russell . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118

3. Órdenes 121
3.1. Definición y ejemplos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121
3.2. Buenos órdenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124
3.3. Comparación de conjuntos ordenados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125
3.4. El orden de N y de Z . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
3.4.1. El orden de N . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
3.4.2. El orden de Z . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 130
3.5. El orden de Q . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
3.5.1. Subconjuntos densos de Q . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
3.5.2. Un ejemplo de subconjunto denso de Q . . . . . . . . . . . . . . . . . 136
3.5.3. El orden de Q es único . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 140
3.6. El orden de R . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141
3.6.1. El axioma del supremo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141
3.6.2. La ecuación x2 − 2 = 0 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147
3.6.3. Los números irracionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149
3.6.4. Otra demostración de que R no es numerable . . . . . . . . . . . . . 151
3.6.5. Algunos subconjuntos de R que tampoco son numerables . . . . . . . 153
3.6.6. ¿Es único el orden de R? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 156
3.7. Operaciones con conjuntos ordenados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 156
3.7.1. Inversión de un orden . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
3.7.2. Suma de órdenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
3.7.3. Producto de órdenes lineales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 158
3.7.4. Buenos órdenes (continuación) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159

iv
Capítulo 1

Funciones

En este capítulo repasaremos algunas nociones básicas sobre relaciones y funciones. El


concepto de función es quizá uno de los conceptos más importantes de la Matemática. Todas
las teorías matemáticas hacen uso de las funciones.

1.1. El producto Cartesiano


En esta sección introduciremos otra operación entre conjuntos. Sean A y B dos conjuntos
no vacíos. Para cada a ∈ A y cada b ∈ B formamos el par ordenado

(a, b).

El elemento a se llama la primera componente del par ordenado (a, b) y b la segunda


componente. La colección de todos los pares ordenados (a, b) con a ∈ A y b ∈ B se llama el
producto Cartesiano 1 de A por B y se denota por A × B.

A × B = {(a, b) : a ∈ A y b ∈ B}.

Ejemplos 1.1. 1. Sea A = {1, 2} y B = {p, q, r}. Entonces tenemos que

A × B = {(1, p), (1, q), (1, r), (2, p), (2, q), (2, r)}.

2. Sea A = B = {1, 2} Entonces

A × B = {(1, 1), (1, 2), (2, 1), (2, 2)}.


1
La palabra Cartesiano hace referencia al nombre del filósofo y matemático francés René Descartes (1596-
1650) quién fué el creador de la geometría analítica.

1
Observe que (1, 2) 6= (2, 1) a diferencia de lo que ocurre con los conjuntos donde el
orden no es importante, pues {1, 2} = {2, 1}. El par (1, 1) es legítimo, en cambio el
conjunto {1, 1} es en realidad el conjunto {1} pues no hace falta repetir los elementos.
En algunos libros los pares ordenados se denotan por < 1, 2 > para evitar una posible
confusión con el intervalo (1, 2) de la recta real. Nosotros mantendremos la notación
más tradicional de (a, b) para pares ordenados pues el contexto siempre aclarará a qué
nos estamos refiriendo.

3. El producto cartesiano de un conjunto A consigo mismo también se acostumbra denotar


por A2 en lugar de A × A.

4. Si A tiene un sólo elemento, digamos {a}, y B es cualquier conjunto no vacío, también


podemos formar A × B y obtenemos {a} × B = {(a, b) : b ∈ B}.

Como su nombre lo indica, el orden en un par ordenado es importante pues dos pares
ordenados (a, b) y (c, d) son iguales si se cumple que a = c y b = d.

(a, b) = (c, d) si, y sólo si, a = c y b = d.

Veamos cómo se usa la definición de igualdad de pares ordenados. Mostraremos que


(a, b) = (b, a) si, y sólo si a = b. Debemos mostrar dos cosas: (i) Supongamos que (a, b) =
(b, a), entonces por la definición de igualdad de pares ordenados obtenemos que a = b. (ii)
Supongamos que a = b, entonces las primeras y segundas componentes de (a, b) y (b, a) son
iguales y por lo tanto (a, b) = (a, a) = (b, a).
Los pares ordenados y el producto cartesiano son muy útiles para modelar situaciones
reales. A continuación damos un ejemplo que ilustra lo que acabamos de decir.

Ejemplo 1.2. Si se tira dos veces una moneda al aire y convenimos en representar con la
letra c si sale “cara” y con s si sale “sello”, entonces todos los resultados posibles son: cs,
cc, ss y sc. Podemos usar el producto cartesiano {c, s} × {c, s} para representar todas las
posibilidades
{c, s} × {c, s} = {(c, s), (c, c), (s, s), (s, c)}.

Ejemplo 1.3. (El plano Cartesiano) El conjunto R2 que consiste de todos los pares orde-
nados de números reales sirve para representar un plano. El conjunto R2 generalmente se
representa por un sistema de coordenadas, llamadas precisamente coordenadas Cartesianas.

2
y
b
(x, y)


Ejemplos 1.4. Podemos definir subconjuntos interesantes de R2 usando ×.
1. Consideremos el intervalo de la recta real [0, 1] que consiste de todos los números reales
x tales que 0 ≤ x ≤ 1. El producto cartesiano [0, 1] × [0, 1] tiene una interpretación
geométrica: un cuadrado de lado 1.

(0, 1) (1, 1)

(0, 0) (1, 0)

2. Sea A el intervalo cerrado [1, 3] y B el intervalo abierto (1, 3). El conjunto A × R se


representa de la siguiente manera.

A×R

b b b

(0, 0) (1, 0) (2, 0) (3, 0)

y el conjunto R × B se representa de la siguiente manera


3
R×B

(0, 3) b

(0, 2) b

(0, 1) b

(0, 0)

Considere ahora el conjunto (A × R) ∩ (R × B).

(1, 3) bc bc

(1, 2) [1, 3] × (1, 3)

(1, 1) bc bc

b b b


Podemos formar el producto cartesiano de tres conjuntos: A × B × C. Para esto se
introduce el concepto de una tripleta ordenada (a, b, c) donde a ∈ A, b ∈ B y c ∈ C.

A × B × C = {(x, y, z) : x ∈ A, y ∈ B, z ∈ C}.

Al igual que con el producto cartesiano de dos conjuntos, se acostumbra a escribir

A3 .

en lugar de A × A × A.
Ejemplos 1.5. 1. (El espacio tridimensional) El conjunto R3 que consiste de todas las
tripletas ordenadas de números reales se usa para representar el espacio tridimensional.

4
2. (El cubo) El conjunto [0, 1] × [0, 1] × [0, 1] tiene una interpretación geométrica natural:
El cubo de lado 1.

b
(0, 0, 1)
b

(1, 0, 1) b
(1, 1, 1)
b

b
(0, 1, 0)
b b b b b b b b

b
(0, 0, 0)
b

(1, 0, 0) b

b
(1, 1, 0)

1.1.1. Algunas propiedades del producto cartesiano


Ahora veremos algunas propiedades de la operación ×.

Ejemplo 1.6. Sean A, B y C conjuntos cualesquiera. Mostraremos que

A × (B ∪ C) = (A × B) ∪ (A × C).

Debemos verificar dos cosas:

(i) A × (B ∪ C) ⊆ (A × B) ∪ (A × C)
y

(ii) (A × B) ∪ (A × C) ⊆ A × (B ∪ C).

Veamos (i). Sea (x, y) ∈ A × (B ∪ C), entonces x ∈ A y y ∈ (B ∪ C). Luego hay dos
casos a considerar:

Caso a: Supongamos que y ∈ B. Entonces como x ∈ A, se tiene que (x, y) ∈ A × B, y por


lo tanto (x, y) ∈ (A × B) ∪ (A × C).

5
Caso b: Supongamos y ∈ C. Entonces como x ∈ A, se tiene que (x, y) ∈ A × C, y por lo
tanto (x, y) ∈ (A × B) ∪ (A × C).

Veamos (ii). Sea (x, y) ∈ (A × B) ∪ (A × C). Entonces hay dos casos a considerar:

Caso a: Supongamos (x, y) ∈ A × B. Entonces x ∈ A y y ∈ B. Por lo tanto y ∈ B ∪ C y


en consecuencia (x, y) ∈ A × (B ∪ C).
Caso b: Supongamos (x, y) ∈ A × C. Entonces x ∈ A y y ∈ C. Por lo tanto y ∈ B ∪ C y
en consecuencia (x, y) ∈ A × (B ∪ C).

Ejemplo 1.7. Hay otra forma de presentar las demostraciones en el álgebra de conjuntos.
Usaremos el ejemplo anterior para ilustrar lo que queremos decir. Para probar la igualdad

A × (B ∪ C) = (A × B) ∪ (A × C),

debemos mostrar que dado x, y cualesquiera se cumple que

(x, y) ∈ A × (B ∪ C) ⇔ (x, y) ∈ (A × B) ∪ (A × C).

Iremos mostrando una serie de equivalencias y la última de ellas será la deseada.

(x, y) ∈ A × (B ∪ C) ⇔ (x ∈ A) ∧ ( y ∈ B ∪ C )

⇔ (x ∈ A) ∧ [(y ∈ B) ∨ (y ∈ C)]

⇔ [(x ∈ A) ∧ (y ∈ B)] ∨ [(x ∈ A) ∧ (y ∈ C)]

⇔ [(x, y) ∈ A × B ] ∨ [ (x, y) ∈ A × C]

⇔ (x, y) ∈ (A × B) ∪ (A × C).

Observe que hemos introducido los paréntesis y corchetes para evitar ambigüedad lógica
con los conectivos. En el tercer paso hemos usado la ley distributiva de la lógica proposicional
que dice lo siguiente
p ∧ (q ∨ r) ⇐⇒ (p ∧ q) ∨ (p ∧ r).

Ejemplo 1.8. Sean A, B y C conjuntos. Entonces

A × (B ∩ C) = (A × B) ∩ (A × C ).

En efecto,

6
(x, y) ∈ A × (B ∩ C) ⇔ ( x ∈ A ) ∧ ( y ∈ B ∩ C )

⇔ (x ∈ A ) ∧ [ (y ∈ B ) ∧ ( y ∈ C )]

⇔ [( x ∈ A ) ∧ ( y ∈ B )] ∧ [( x ∈ A ) ∧ ( y ∈ C )]

⇔ [ (x, y) ∈ A × B ] ∧ [ (x, y) ∈ A × C ]

⇔ (x, y) ∈ (A × B) ∩ (A × C).

En este ejemplo hemos usado la siguiente equivalencia lógica:

p ∧ (q ∧ r) ⇐⇒ (p ∧ q) ∧ (p ∧ r).

Ejercicios 1.1

1. Sean A = {1, 2}, B = {−1, −2, −3}, C = {a, b, c}, D = {4} y E = {1, 2, 3}.

a) Determine por extensión los siguientes conjuntos:


(i) A × B (ii) A × B × C (iii) B × A
(iv) A × C × A (v) A3 (vi) B 2 × D
b) Muestre que A × B ⊆ E × B.
c) Muestre que (A × B) ∩ (B × B) = ∅.
d ) Muestre que A × B 6= B × A.

2. Represente en el plano Cartesiano R2 los siguientes conjuntos:

a) [0, 4] × [−1, 2)
b) (3, 6) × (3, 7)
c) (1, 4] × (3, +∞)
d ) [0, 2) × R
e) R × [1, 3]
f ) ([0, 2) × R) ∩ (R × [1, 3])

3. ¿Cuál figura geométrica se podría representar con los siguientes conjuntos?

a) [0, 1] × {1}
b) [0, 1] × {0} ∪ [0, 1] × {1} ∪ {0} × [0, 1] ∪ {1} × [0, 1]

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4. Mencionamos en el texto que un cubo se puede modelar con el conjunto

[0, 1] × [0, 1] × [0, 1].

¿A qué parte del cubo corresponden los siguientes conjuntos?:

a) [0, 1] × [0, 1] × {1}


b) [0, 1] × {1} × {0}
c) {1} × [0, 1] × [0, 1]

5. Sean A, B y C conjuntos, muestre las siguiente afirmaciones:

a) (A × B) ∩ (C × D) = (A ∩ C) × (B ∩ D).
b) A × (B \ C) = (A × B) \ (A × C).
c) Si A ⊆ B, entonces A × C ⊆ B × C.
d ) A × ∅ = ∅.
e) A × B = ∅ si, y sólo si A = ∅ o B = ∅.

6. En los siguientes ejercicios daremos un argumento que podría ser una “demostración”.
Determine cuáles de las afirmaciones son correctas y cuáles argumentos son correctos
y completos. Justifique su respuesta.

a) Afirmación: (A × B) ∪ C = (A × C) ∪ (B × C).
“Demostración”:

x ∈ (A × B) ∪ C si, y sólo si x ∈ A × B ó x ∈ C
si, y sólo si x ∈ A y x ∈ B ó x ∈ C
si, y sólo si x ∈ (A × C) ∪ (B × C).


b) Afirmación: Si A × B = A × C y A 6= ∅, entonces B = C.
“Demostración”:
A×B A×C
=
A A
por lo tanto B = C. ✷
c) Afirmación: Si A × B = A × C y A 6= ∅, entonces B = C.
“Demostración”: Mostraremos primero que B ⊆ C. Sea b ∈ B. Como A 6= ∅
escogemos a ∈ A. Entonces (a, b) ∈ A × B. Luego por hipótesis tenemos que
(a, b) ∈ A × C y por lo tanto b ∈ C. Esto muestra que B ⊆ C.
La prueba de que C ⊆ B es análoga. ✷

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7. Todos los conceptos usados en matemáticas pueden ser expresados en términos de
conjuntos. Por ejemplo, el concepto de par ordenado puede ser definido de la manera
siguiente: Dados a ∈ A y b ∈ B, se define ha, bi (usaremos provisionalmente esta
notación) como el conjunto
{{a}, {a, b}}.

a) Sea A = {1, 2} y B = {3, 4}. Determine todos los elementos de {ha, bi : a ∈


A y b ∈ B}.
b) Muestre que para cada a ∈ A y b ∈ B se cumple que ha, bi ∈ P(P(A ∪ B))
c) Muestre que la definición de ha, bi satisface la propiedad fundamental de los pares
ordenados, a saber, ha, bi = hc, di si y sólo si a = c y b = d.

1.2. Relaciones
La noción de relación es usada frecuentemente en la vida diaria. Un ejemplo muy “fami-
liar” es la relación “ser padre de”. Veamos otros ejemplos de relaciones antes de introducir la
definición matemática.

Ejemplo 1.9. Consideremos la colección C de todas las ciudades de Colombia. Diremos que
dos ciudades c y d están relacionadas si se puede viajar (no importa con que línea aérea) de
c a d sin hacer escalas. Denotaremos este hecho con el símbolo cRd. Por ejemplo,

Bogotá R Bucaramanga y Bogotá R Manizales

pero no es cierto que Manizales R Bucaramanga. Cada par de ciudades relacionadas c y


d puede ser considerado como el par ordenado (c, d). La relación R la podemos entonces
representar como el siguiente conjunto de pares ordenados:

R = {(c, d) ∈ C × C : Existe un vuelo sin escalas de c a d}.

Por ejemplo, tenemos que (Bogotá, Manizales) ∈ R y (Manizales, Bucaramanga) 6∈ R.


Las bases de datos de las líneas aéreas y agencias de viajes guardan la información sobre
los vuelos de la manera en que la hemos presentado en este ejemplo (esas bases de datos se
conocen como bases de datos relacionales). ✷

Ejemplo 1.10. Consideremos la relación < de orden estricto entre números naturales. Pode-
mos representar esta relación como una colección de pares ordenados de la manera siguiente:

R = {(n, m) ∈ N × N : n < m}.

Por ejemplo, (3, 5) ∈ R y (4, 2) 6∈ R. Por supuesto que ésta no es la manera usual de expresar
la relación de orden, pero nos sirve para motivar la definición que daremos a continuación.

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Los dos ejemplos que hemos presentado tienen en común que la relación en cuestión fue
representada en términos de colecciones de pares ordenados y esto es la clave de la siguiente
definición.

Definición 1.11. Una relación entre dos conjuntos A y B es un subconjunto de A × B.


En este caso diremos que R es una relación de A en B.

Observe que decir que R es una relación de A en B no es lo mismo que decir que R es
una relación de B en A. Las relaciones entre dos conjuntos se conocen también por el nombre
de relaciones binarias. Cuando A es igual a B diremos que R es una relación sobre A.
El concepto de relación incluye muchas posibilidades como veremos en los ejemplos a
continuación.

Ejemplos 1.12. 1. Sean A = {1, 2}, B = {3, 4} y R = {(1, 3), (1, 4)}. Tenemos que R es
una relación entre A y B. Pero R no es una relación entre B y A.

2. Otro ejemplo de una relación de A en B consiste en tomar todos los pares ordenados
(a, b) ∈ A × B. Es decir, si ponemos R igual a A × B, tenemos que R es una relación
de A en B. Según esta relación cada uno de los elementos de A está relacionado con
cada uno de los elementos de B (¿Puede imaginarse un ejemplo de la vida diaria donde
ocurra esta situación?).

3. La relación de divisibilidad: sean a, b enteros con a 6= 0, diremos que a está relacionado


con b (y escribimos a|b) si existe un entero k tal que b = ka. Por ejemplo, 3|6 y 4 6 |6.

4. Sea A un conjunto cualquiera. Definimos una relación binaria entre A y P(A) de la


manera siguiente
R = {(x, B) ∈ A × P(A) : x ∈ B}.
Entonces (x, B) está en R precisamente cuando x ∈ B. Es decir, ∈ relaciona los ele-
mentos de A con los elementos de P(A).
Por ejemplo, en el caso que A = {1, 2, 3} tenemos que

(3, {1, 3}) ∈ R y (2, {1, 3}) 6∈ R.

5. La relación de subconjunto ⊆. Para adaptar este ejemplo a la definción 1.11 trabajare-


mos con subconjuntos de un conjunto universal U. Definimos R de la manera siguiente:

R = {(C, D) ∈ P(U) × P(U) : C ⊆ D}.

Dados dos subconjuntos C, D de U, se cumple que C ⊆ D si y solamente si (C, D) ∈ R.


Observe que R es una relación sobre P(U).
Por ejemplo, en el caso que U = N, tenemos que

({1, 2}, {1, 2, 3}) ∈ R y ({1, 2}, {1, 3}) 6∈ R.

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6. El conjunto vacío ∅ es un subconjunto de A × B y en consecuencia es otro ejemplo
de relación de A en B. Este es un ejemplo “extremo” de relación, pues en realidad no
relaciona a ningún elemento de A con ninguno de B.

Si R es una relación binaria, también escribiremos

xRy

cuando x e y están relacionados según R, es decir, si (x, y) ∈ R. Es muy frecuente que las
relaciones se denoten con un símbolo especial. Por ejemplo la relación de orden estricto <,
la relación de divisibilidad |, la de pertenencia ∈, la de subconjunto ⊆, etc.

En muchos casos es importante conocer cuáles elementos de A realmente están relacio-


nados con algún elemento de B. Y también es útil saber para cuáles elementos de B existe
alguno de A relacionado con él. Estas ideas las precisamos a continuación.

Definición 1.13. Sea R una relación binaria entre los conjuntos A y B. El dominio de R,
denotado por dom(R), es el conjunto formado por todos aquellos elementos a de A tales que
(a, b) está en R para algún b en B.
El rango de R, denotado por rango(R), es el conjunto formado por todos aquellos ele-
mentos b de B tales que (a, b) está en R para algún a en A.

Usando otra notación podemos expresar las nociones de rango y dominio de una relación
de la siguiente manera:

dom(R) = {a ∈ A : aRb para algún b ∈ B}

rango(R) = {b ∈ B : aRb para algún a ∈ A}.

Ejemplo 1.14. Sea A = {1, 2}, B = {3, 4} y R = {(1, 3), (1, 4)}. Entonces por inspección
tenemos que dom(R) = {1} y rango(R) = {3, 4}
Dejemos A y B como en el ejemplo anterior, es decir, A = {1, 2} y B = {3, 4}. Pero ahora
tomemos como R al conjunto {(1, 3), (2, 3)}. Entonces por inspección tenemos que dom(R) =
{1, 2} y rango(R) = {3}. Este ejemplo muestra que el rango y el dominio dependen de la
relación R que estemos estudiando. ✷

Ejemplo 1.15. Consideremos la relación de orden estricto en N. En términos de conjuntos


tenemos que nuestra relación R viene dada por

R = {(n, m) ∈ N × N : n < m}.

Afirmamos que dom(R) = N y rango(R) = {n ∈ N : 0 < n}. En efecto:

11
(1) rango(R) = {n ∈ N : 0 < n}: Para mostrar la igualdad de estos dos conjuntos debemos
mostrar dos cosas: (i) rango(R) ⊆ {n ∈ N : 0 < n} y (ii) {n ∈ N : 0 < n} ⊆ rango(R).

(i) Sea n ∈ rango(R). De la definición de rango se concluye que n ∈ N y también, y


esto es lo m ás importante, que existe m ∈ N tal que (m, n) ∈ R. Es decir, m < n.
Por consiguiente n 6= 0, luego n ≥ 1.
(ii) Sea n ∈ N con n ≥ 1, queremos ver que n ∈ rango(R). Como n ≥ 1, tenemos que
n − 1 ≥ 0, luego n − 1 ∈ N y además n − 1 < n. Por lo tanto, (n − 1, n) ∈ R. Es
decir, n ∈ rango(R).

(2) dom(R) = N: De manera similar, mostraremos dos cosas: (i) N ⊆ dom(R) y (ii)
dom(R) ⊆ N.

(i) Sea n ∈ N, queremos mostrar que n ∈ dom(R). En efecto, simplemente notemos


que (n, n + 1) ∈ R pues n < n + 1.
(ii) De la propia definición de dom(R) se deduce que dom(R) ⊆ N.

Ejemplo 1.16. Sea R la relación de pertenencia definida entre elementos de un conjunto A


y el conjunto de partes de A. Es decir,

R = {(x, B) ∈ A × P(A) : x ∈ B}.

Vemos que dom(R) = A, pues dado cualquier a ∈ A tenemos, por ejemplo, que (a, A) ∈ R.
Por otra parte, rango(R) = P(A) − {∅}, pues para ningún a ∈ A se cumple que (a, ∅) ∈ R.

Ejercicios 1.2

1. Determine el dominio y el rango de las siguientes relaciones.

a) R = {(1, 1), (1, 2), (1, 3), (1, 4), (2, 2), (2, 4), (3, 3), (4, 4)}
b) R = {(−1, 1), (−2, 2), (−3, 3), (−4, 4), (−5, 5)}
c) R = {(n, 2n) : n ∈ N}
d ) R = {(n, 2n + 1) : n ∈ N}
e) R = {(1, 1), (1, 12 ), (1, 31 ), (1, 14 ), (1, 51 ), (1, 16 ), (1, 17 )}

2. Sea A = {0, 1, 2}. Definimos una relación R sobre A de la manera que se indica. Escriba
R como un conjunto de pares ordenados y determine su dominio y su rango.

a) nRm, si n ≤ m.
b) nRm, si m · n = 0.

12
c) nRm, si m + n ∈ A.
d ) nRm, si m = máx{n, 1}.
e) nRm, si m2 + n2 = 3.

3. Considere la relación R de {1, 2} en P({1, 2}) dada por

R = {(x, B) ∈ {1, 2} × P({1, 2}) : x ∈ B}.

a) Determine todos los elementos de R.


b) Determine el rango y el dominio de R.

4. Halle dos relaciones R y Q sobre {1, 2, 3} tales que dom(R) = dom(Q), rango(R) =
rango(Q) pero R 6= Q.

1.3. El concepto de función como relación


Un caso especial y muy importante de relación entre dos conjuntos es el que corresponde
a la noción de función. En esta sección estudiaremos las propiedades básicas de las funciones.

Definición 1.17. Una relación R entre dos conjuntos A y B se dice que es una función
de A en B si satisface la siguiente condición:

Para todo a ∈ A existe un único b ∈ B tal que aRb.

Observemos que en la definición de función se requiere que la relación cumpla con dos
condiciones:

(1) Para cada elemento de a ∈ A existe un elemento b ∈ B tal que (a, b) ∈ R.

(2) El elemento b mencionado en la condición (1) es único.

Notemos que (1) nos dice que el conjunto A es el dominio de R y (2) nos asegura
aún más, pues cada elemento de A está relacionado con un sólo elemento de B. El único
elemento b al que a está asociado se le llama la imagen de a. Así que una función de A en B
asigna a cada elemento de A uno de B y es por esto que las funciones también son llamadas
asignaciones.

Ejemplos 1.18. 1. Sea A = {1, 2}, B = {3, 4, 5} y R = {(1, 3), (1, 4), (2, 3)}. Tenemos
que R es una relación entre A y B. Pero R no es una función. Pues el 1 está relacionado
con dos elementos de B, esto es, la condición (2) no se cumple. Observe que la condición
(1) sí se cumple en este ejemplo.

13
2. Sea A = {a, b, c}, B = {3, 4} y R = {(a, 3), (b, 3)}. Tenemos que R es una relación
entre A y B. Pero R no es una función. Pues el elemento c no está relacionado con
ningún elemento de B, esto es, la condición (1) no se cumple.

3. Sea A = {1, 2}, B = {3, 4, 5} y R = {(1, 3), (2, 4)}. En este caso R es una función.
Pues para cada a ∈ A existe un único b ∈ B tal que (a, b) ∈ R.

Las funciones se denotan generalmente con las letras f, g, h y en lugar de escribir “a f b”,
para indicar que a está relacionado con b, se escribe

f (a) = b.

Diremos que f (a) (que se lee “f de a”) es la imagen de a bajo f . También se dice “la imagen
de a por f ” o que b es el “valor” que toma f en a. Para indicar que f es una función de A en
B escribimos
f : A → B.
Ya dijimos que A se llama el dominio de f y a B se le llama contradominio o codominio.
Un subconjunto de B que juega un papel importante en el estudio de las funciones es el rango
el cual se define de la siguiente manera:

rango(f ) = {b ∈ B : b = f (a) para algún a ∈ A}.

El rango de una función es el conjunto formado por las imágenes de los elementos del dominio
y es por esto que también se acostumbra llamarlo el conjunto imagen. Como veremos en
los ejemplos, en general, B no es igual al rango.
El conjunto de todas las funciones de un conjunto A en un conjunto B se denota por

BA.

Ejemplos 1.19. 1. Usualmente las funciones se presentan a través de una “regla” que
asigna a cada elemento de A un único elemento de B. Por ejemplo, consideremos los
conjuntos A = {1, 2, 3} y B = {1, 2, 3, 4, 5, 6} y la regla que asigna a cada número
a ∈ A el número 2a. Usualmente expresamos esta regla de asignación escribiendo

f (a) = 2a,

pero también se acostumbra a escribir

a 7→ 2a.

De esta manera hemos definido una función de A en B. El siguiente conjunto representa


a f como un conjunto de pares ordenados:

{(1, 2), (2, 4), (3, 6)}.

14
2. Consideremos la regla f (n) = n + 1 que asigna a cada número natural n el número
natural n + 1. Entonces f : N → N es una función. Podemos expresar f como un
conjunto de pares ordenados de la siguiente manera

{(n, n + 1) ∈ N × N : n ∈ N}.

3. Sea A un conjunto cualquiera y consideremos la asignación i(a) = a, entonces i es una


función de A en A llamada la función identidad del conjunto A.

Para definir correctamente una función debemos especificar tres cosas:

(i) El dominio de la función.

(ii) El contradominio de la función.

(iii) La regla de asignación (o ley de correspondencia) entre los elementos del dominio
y los del contradominio.

Al definir una ley de correspondencia es importante estar seguros de que en realidad


los valores que le asignamos a cada elemento del dominio pertenecen al contradominio y
además debemos verificar que a todo elemento del dominio le hemos asignado un elemento
del contradominio.

Ejemplo 1.20. Considere la siguiente regla


x
x 7→ .
x−2
Con sólo esta información no tenemos bien definida una función. Pues no hemos especifi-
cado los valores que puede tomar la variable x. En otras palabras, debemos especificar el
dominio de la función que queremos definir. Por otra parte, también debemos aclarar cuál
es el contradominio de la función que estamos definiendo. Veamos algunas de las posibles
alternativas:
x
(a) Sea A = {1, 3, 4}, B = Q y g(x) = x−2
. Entonces g : A → B es una función bien
definida.
x
(b) Sea A = {1, 2, 3}, B = Q y h(x) = x−2 . Entonces h : A → B no está bien definida,
x
pues existe un elemento del dominio al cual la regla x 7→ x−2 no le asigna ninguna
imagen (¿cuál es?).
x
(c) Sea A = {x ∈ R : x 6= 2}, B = R y f (x) = x−2
. Entonces f : A → B es una función
bien definida.

15
¿Cuándo dos funciones son iguales? Para que dos funciones f y g sean iguales se deben
cumplir las tres condiciones siguientes:

(i) f y g tienen el mismo dominio.

(ii) f y g tienen el mismo contradominio.

(iii) f y g tienen igual ley de correspondencia. Es decir, para todo x en el dominio de f


(que debe ser igual al dominio de g) se debe cumplir que f (x) = g(x).

Ejemplos 1.21. 1. En el ejemplo 1.20 tenemos que las funciones f y g son distintas pues,
aunque usan la misma ley de correspondencia, sus respectivos dominios no son iguales.

2. Considere las funciones f, g : N → N dadas por f (n) = 3n + 3 y g(n) = 5n + 3. Estas


funciones no son iguales, pues por ejemplo f (1) = 6 y g(1) = 8, es decir las leyes de
correspondencia no asignan la misma imagen al número 1.

1.3.1. Representación gráfica de funciones


Como vimos en una sección anterior, las relaciones binarias se pueden representar con
diagramas. En los ejemplos que presentamos a continuación veremos cómo se representan
algunas funciones.

Ejemplo 1.22. Consideremos la función f : {1, 2, 3} → {1, 2, 3, 4, 5, 6}, dada por f (a) = 2a.
Podemos representar esta función con el siguiente diagrama (a veces llamados diagramas
sagitales pues se representan con flechas):

b
6

b
5
3 b

b
4
2 b

b
3
1 b

b
2

b
1

Ejemplo 1.23. Considere la función f : N → N dada por f (n) = n+1. Podemos representar
esta función con el siguiente diagrama:

16
.. ..
. .
6 b b
6

5 b b
5

4 b b
4

3 b b
3

2 b b
2

1 b b
1

0 b b
0


Ejemplo 1.24. Considere la función f : R → R dada por f (x) = x2 . La representación
gráfica más usada es la siguiente:

Incluir gráfica

1.3.2. Funciones por partes y funciones características


Existen diferentes maneras de definir funciones, pero lo importante es dejar bien claro
cuál es su dominio, su contradominio y la ley de correspondencia.
Ejemplo 1.25. Considere la función h : N → N definida por:

2x , si x es par;
h(x) =
3x , si x es impar.

En este caso la imagen asignada a un elemento del dominio depende de si el número es par
o impar. Por ejemplo, h(0) = 0, h(2) = 4, h(4) = 8, h(1) = 3, h(3) = 9, h(5) = 15, etc. Pero
no hay ninguna duda sobre cómo determinar la imagen de cada número natural. Este tipo
de función se dice que está definida por partes. ✷
Veremos en seguida un ejemplo importante de función definida por partes. Consideremos
un subconjunto A ⊆ {1, 2, 3, 4} cualquiera y definamos una función fA : {1, 2, 3, 4} → {0, 1}:

0 , si x 6∈ A;
fA (x) =
1 , si x ∈ A.

17
Observe que le hemos puesto el subíndice A a la notación de la función pues queremos
indicar que la función está relacionada con el conjunto A. La función fA se llama la función
característica de A. También se le llama la función indicatríz de A Veamos algunos
ejemplos:

(i) Para A = {1}, tenemos que f{1} (1) = 1 y f{1} (2) = f{1} (3) = f{1} (4) = 0.

(ii) Para A = ∅, tenemos que f∅ (x) = 0 para todo x ∈ {1, 2, 3, 4}.

Las funciones características las podemos definir en general para cualquier conjunto U y
cualquier subconjunto A ⊆ U de la misma manera que los hicimos en el apartado anterior.

Definición 1.26. Sea U un conjunto y A un subconjunto de U. La función característica de


A es la función fA : U → {0, 1} definida por

0 , si x ∈ U \ A;

fA (x) =
1 , si x ∈ A.

Ejemplo 1.27. Observemos que para cada U y cada A ⊆ U tenemos una función.

1. Si U = N y A = {1, 3, 5, 7}, entonces



0 , si x ∈ N \ {1, 3, 5, 7};
f{1,3,5,7} (x) =
1 , si x ∈ {1, 3, 5, 7}.

2. Si U = R y A = (1, 5), entonces



0 , si x ∈ R \ (1, 5);
f(1,5) (x) =
1 , si x ∈ (1, 5).

Ejercicios 1.3

1. Determine cuáles de las siguientes relaciones entre X = {1, 2, 3} e Y = {m, n, r} son


funciones. En caso que no sea una función diga por qué no lo es.

a) R = {(1, m), (2, n)},


b) T = {(1, n), (2, r), (3, r)},
c) S = {(1, n), (2, r), (3, m), (3, n)},
d ) H = {(1, m), (2, m), (3, m)}.

18
2. Determine si las siguientes relaciones definen una función de N → N. En caso que no
lo sea diga por qué no lo es y en caso que sí lo sea halle la regla de correspondencia.

a) R = {(n, m) ∈ N × N : m divide a n},


b) R = {(n, m) ∈ N × N : m − n = 3},
c) R = {(0, 1), (1, 2), (2, 3), (3, 4), (4, 5), · · ·},
d ) R = {(n, 3) ∈ N × N : n ∈ N},
e) R = {(n, n3 ) ∈ N × N : n ∈ N}.

3. En cada caso determine las imágenes indicadas.

a) f : N → Z, definida por f (n) = −n. Hallar f (3) y f (12).


b) f : N → N, definida por f (n) = 6. Hallar f (5) y f (134).
c) f : {0, 1, 2, 3, · · · , 10} → Z dada por f (n) = (n − 3)(n − 6). Hallar f (3) y f (5).
d ) Sea f : {0, 1, 2, 3, · · · , 10} → {0, 1, 2, 3, · · · , 10} definida por partes de la manera
siguiente 
x + 3 , si 0 ≤ x ≤ 3
f (x) =
10 − x , si 4 ≤ x ≤ 10.
Hallar f (2) y f (8).
e) f : N → N × N definida por f (n) = (n + 1, n + 2). Hallar f (25) y f (1000).
f ) f : N → P(N) definida por f (n) = {n}. Hallar f (5) y f (13).

4. Determine si existe alguna función f : N → N que satisfaga la condición que se indica.


Justifique su respuesta.

a) ∀n ∈ N ∃m ∈ N f (m) = n,
b) ∀m ∈ N ∃n ∈ N f (m) = n,
c) ∃m ∈ N ∀n ∈ N f (m) = n,
d ) ∃n ∈ N ∃m ∈ N f (m) = n.
e) ∃m ∈ N ∃n ∈ N f (m) = n.
f ) ∀n ∈ N ∀m ∈ N f (m) = n.

5. Sea f : R → R una función. Suponga que f satisface que

f (x)f (y) = f (x − y)

para todo x, y ∈ R y además que f (x) > 0 para todo x ∈ R. Halle f (1) y muestre que
f (x) = f (−x) para todo x ∈ R.

19
6. Sea f : R → R una función. Suponga que f satisface que

f (x) + f (x − 1) = x2

para todo x ∈ R y además que f (1) = 1. Halle f (10).

7. Sea f : R → R una función. Suponga que f satisface que

f (x)f (y) = f (x + y)

para todo x, y ∈ R y además que f ( −1


4
) = 14 . Halle f (1995).

8. a) Halle todas las funciones características de los subconjuntos de {1, 2, 3} (ver la


definición 1.26. Note que en este caso U = {1, 2, 3}). Verifique que existen 8
funciones características.
b) Considere la función g : {1, 2, 3} → {0, 1} definida por g(1) = 1, g(2) = 0 y
g(3) = 1. ¿Existirá un subconjunto A de {1, 2, 3} tal que g = fA ? Si la respuesta
es “si”, encuentre tal conjunto.
c) Para cada A, B ⊆ {1, 2, 3, 4, 5} demuestre que A 6= B si, y sólo si fA 6= fB .
(Ver la definición 1.26 con U = {1, 2, 3, 4, 5}. En este caso existen 32 funciones
características, pero para responder la pregunta no hace falta hallarlas!).

9. Considere las siguientes funciones de R en R: g(x) = x2 y



0 , si x es racional
h(x) =
1 , si x es irracional.

Determine para cuáles reales x se cumple que h(x) ≤ g(x)

10. Considere la función 


0 , si x es racional
h(x) = 1
x
, si x es irracional.
Determine para cuáles reales x se cumple que h(x) ≤ x.

11. Sean f : A → B y g : C → D funciones. Determine qué hay que suponer para que
f ∪ g sea una función de A ∪ C en B ∪ D, cuando f y g se interpretan como relaciones.
¿Qué puede decir acerca de f ∩ g? ¿Qué tiene que ver este ejercicio con las funciones
definidas por partes?

1.4. Funciones inyectivas, sobreyectivas y biyectivas


En esta sección estudiaremos tres conceptos básicos sobre funciones.

20
1.4.1. Funciones inyectivas
Definición 1.28. Sea f una función de A en B. Diremos que f es inyectiva si dados
a, a′ ∈ A con a 6= a′ , se tiene que f (a) 6= f (a′ ).

A una función inyectiva también se le llama una función uno a uno (a veces se escribe: f
es 1 − 1). Este nombre se debe a que elementos distintos del dominio son “enviados” por la
función a elementos distintos del contradominio. La inyectividad tiene una interpretación en
términos del grafo de la función: A cada elemento del contradominio le llega a lo sumo una
flecha. Como lo ilustraremos en los ejemplos a continuación:

Ejemplo 1.29. Consideremos los conjuntos A = {1, 2, 3}, B = {1, 3, 4, 5}. En los diagramas
que siguen se tiene que la función f es inyectiva y la función g no lo es.

f g

A B A B

b
5 b
5

3 b b
4 3 b b
4

2 b b
3 2 b b
3

1 b b
1 1 b b
1

Podemos expresar el concepto de inyectividad de la manera siguiente:

Sea f : A → B una función. Las siguientes afirmaciones son equivalentes:

(i) f es inyectiva.
(ii) Para todo a, a′ ∈ A, si f (a) = f (a′ ), entonces a = a′ .

Dejamos la verificación de este hecho al lector (ver ejercicio 12). En los siguientes ejemplos
haremos uso de esta caracterización de la inyectividad.

21
Ejemplo 1.30. Considere la función f : N → N dada por f (n) = n + 1. Mostraremos que f
es inyectiva. Usaremos el criterio de inyectividad enunciado en el recuadro anterior. Fijemos
dos naturales n, m y supongamos que f (n) = f (m). Debemos mostrar que n = m. En efecto,
nuestra suposición nos asegura que n + 1 = m + 1. Restando 1 en ambos lados de la igualdad
obtenemos que n = m. ✷
Ejemplo 1.31. Considere la función g : N → N dada por g(n) = n2 . Mostraremos que g es
inyectiva. Usaremos otra vez el criterio anterior. Debemos probar que

Si g(n) = g(m), entonces n = m.

Es decir,
Si n2 = m2 , entonces n = m.
En efecto, fijemos n, m ∈ N y supongamos que n2 = m2 . De esto tenemos que n2 − m2 = 0.
Factorizando obtenemos que
(n + m)(n − m) = 0.
Hay dos casos a considerar: (i) n + m = 0 y (ii) n − m = 0. Como n, m ∈ N, entonces
n, m ≥ 0. Por lo tanto en el caso (i) tenemos que n = −m y entonces necesariamente se
cumple que n = m = 0. En el caso (ii) tenemos obviamente que n = m. ✷
En el ejemplo que sigue usaremos la definición original de inyectividad.
Ejemplo 1.32. Defina h : Z → Z de la siguiente manera:

2x − 1 , si x < 0
h(x) =
3x + 1 , si 0 ≤ x.

Mostraremos que h es inyectiva. Tomemos dos enteros x, y distintos y mostremos que h(x) 6=
h(y). Hay cuatro casos posibles, los consideraremos por separado.

(i) Supongamos que x < 0 y y < 0. En este caso, por la definición de h, tenemos que
h(x) = 2x − 1 y h(y) = 2y − 1. Como x 6= y es claro que 2x 6= 2y y por lo tanto
2x − 1 6= 2y − 1. Es decir que h(x) 6= h(y).

(ii) Supongamos que x ≥ 0 y y ≥ 0. En este caso, por la definición de h, tenemos que


h(x) = 3x + 1 y h(y) = 3y + 1. Como x 6= y es claro que 3x 6= 3y y por lo tanto
3x + 1 6= 3y + 1. Es decir, h(x) 6= h(y).

(iii) Supongamos que x < 0 y y ≥ 0. Por la definición de h tenemos que h(x) = 2x − 1 y


h(y) = 3y + 1. Como x < 0 entonces 2x − 1 < 0 y como y ≥ 0, entonces 3y + 1 ≥ 0.
Por lo tanto h(x) 6= h(y).

(iv) Supongamos que y < 0 y x ≥ 0. Este caso se analiza como en el apartado anterior.

Hemos mostrado que en cada uno de los casos se cumple que h(x) 6= h(y). Como estos
cuatro casos son todos los posibles, podemos concluir que h es inyectiva. ✷

22
Es importante tener claro cuándo una función no es inyectiva. En el siguiente recuadro
lo resaltamos:

Sea f : A → B una función. Las afirmaciones (i) y (ii) son equivalentes

(i) f no es inyectiva
(ii) Existe un par de elementos a, a′ ∈ A tales que a 6= a′ y f (a) = f (a′ ).

Notemos entonces que para mostrar que una función no es inyectiva debemos conseguir
DOS elementos del dominio que tengan la misma imagen.

Ejemplo 1.33. Consideremos la función h : Z → N dada por h(n) = n2 . Uno estaría tentado
a rápidamente concluir del ejemplo 1.31 que h es inyectiva. Pero no es así. Notemos que h
no es la misma función g del ejemplo 1.31, pues hemos modificado el dominio. En este caso
para mostrar que h no es inyectiva debemos conseguir un par de elementos distintos n, m
del dominio de h que tengan la misma imagen bajo h, es decir tales que h(n) = h(m). Por
ejemplo, h(2) = 4 = h(−2). Por esta razón h no es inyectiva. ✷

1.4.2. Funciones sobreyectivas


Definición 1.34. Sea f : A → B una función. Diremos que f es sobreyectiva si dado
b ∈ B existe algún a ∈ A tal que b = f (a).

Es claro que una función f : A → B es sobreyectiva cuando el rango de f es igual al


contradominio. Esto lo resaltamos en el próximo recuadro.

Sea f : A → B una función. Las afirmaciones (i) y (ii) son equivalentes

(i) f es sobreyectiva
(ii) rango(f ) = B.

Cuando f (x) = y se dice que y es la imagen de x y también diremos que x es una


preimagen de y. En el caso que y 6∈ rango(f ), diremos que y no tiene preimagen.

Notemos que la sobreyectividad indica que en el grafo de la función a todo elemento del
contradominio le llega al menos una flecha (pero puede ser más de una). El primero de los
diagramas que siguen corresponde a una función sobreyectiva, en cambio el segundo no.

23
f g

A B A B

b b b b

b b b b

b b b b

b b

Ejemplo 1.35. Considere la función f : {−1, 0, 1, 2} → {0, 1, 4} definida por f (x) = x2 .


Mostraremos que f es sobreyectiva. Debemos mostrar lo siguiente:

Para todo y ∈ {0, 1, 4} existe x ∈ {−1, 0, 1, 2} tal que f (x) = y.

Como el contradominio de f , el conjunto {0, 1, 4}, tiene sólo 3 elementos, podemos verificar
esta afirmación con una simple inspección de todos los casos posibles.

(i) Para y = 0, en efecto existe x ∈ {−1, 0, 1, 2} tal que f (x) = 0, precisamente x = 0. Es


decir, la preimagen del 0 es el 0.

(ii) Para y = 1, tenemos que existe x ∈ {−1, 0, 1, 2} tal que x2 = 1. En realidad existen dos
elementos del dominio que tiene imagen igual a 1: f (1) = 12 = 1 y f (−1) = (−1)2 = 1.
Es decir, 1 tiene dos preimágenes: 1 y -1.

(iii) Para y = 4, tenemos que f (2) = 22 = 4. Es decir, la preimagen del 4 es el 2.

Hemos entonces verificado que todo elemento del contradominio de f es la imagen de


algún elemento del dominio de f . En otras palabras, el rango de f es {0, 1, 4}. ✷
Ejemplo 1.36. Sea g : Q → Q definida por g(x) = 2x+1. Mostraremos que g es sobreyectiva.
Debemos mostrar lo siguiente:

Para todo y ∈ Q existe x ∈ Q tal que 2x + 1 = y.

Por ejemplo, tomando y igual a 4 es claro que g( 23 ) = 3 + 1 = 4. Es decir, 32 es una preimagen


de 4. En este ejemplo no podemos mostrar la sobreyectividad de g analizando todos los
casos posibles como lo hicimos en el ejemplo anterior, pues el contradominio de g tiene una
cantidad infinita de elementos. Es por esta razón que necesitamos un argumento general.
Fijemos un elemento y cualquiera del contradominio, es decir y ∈ Q. Queremos hallar x tal
que
2x + 1 = y.

24
En muchos ejemplos para hallar tal x lo que hacemos es “despejar” x de una ecuación. En el
ejemplo que estamos analizando tenemos que

2x = y − 1

y por lo tanto
y−1
x= .
2
y−1
Es claro que 2
∈ Q y ahora verificaremos que la imagen de y−1
2
es y. En efecto,
   
y−1 y−1
g =2 + 1 = (y − 1) + 1 = y.
2 2

Ejemplo 1.37. Consideremos la función f : N × N → N, definida por f ((n, m)) = n.


Mostraremos que f es sobreyectiva. Para entender mejor la definición de f calculemos algunas
imágenes. Por ejemplo tenemos que

f ((5, 0)) = 5, f ((1, 1)) = 1, f ((0, 0)) = 0.

Esto nos dice que 5, 1 y 0 tienen (al menos una) preimagen, respectivamente (5, 0), (1, 1)
y (0, 0). Pero esto no es suficiente para garantizar que g es sobreyectiva. Debemos mostrar
que dado cualquier elemento del contradominio n ∈ N, existe un elemento del dominio
(x, y) ∈ N × N tal que f ((x, y)) = n. Los ejemplos anteriores sugieren una respuesta. En
efecto, notemos que
f ((n, 0)) = n
para cualquier n ∈ N, esto dice que (n, 0) es una preimagen de n y por lo tanto n ∈ rango(f )
para todo natural n.
Observemos que en el ejemplo anterior, el conjunto de preimágenes de cada elemento del
contradominio es un conjunto infinito. Por ejemplo, las preimágenes del 3 son todos los pares
ordenados que tienen la forma (3, m), en símbolos,

{(n, m) ∈ N × N : f ((n, m)) = 3} = {(3, m) : m ∈ N}.

Esto nos dice que f está muy lejos de ser una función inyectiva. ✷

Para determinar si una función es sobreyectiva, es crucial poder conseguir su rango. En


los próximos ejemplos calcularemos el rango de algunas funciones.

Ejemplo 1.38. Considere la función f : {1, 2, 3, 4} → {1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8} dada por f (n) =


2n. Entonces por simple inspección se verifica que el rango de f es el conjunto {2, 4, 6, 8}.

25
Ejemplo 1.39. Considere la función f : R \ {2} → R dada por
x
f (x) = .
x−2
x
Para hallar el rango de f debemos determinar cuales números reales son de la forma x−2
.
Para hacerlo consideremos la ecuación
x
= y.
x−2
Debemos “despejar” x de esta ecuación. Tenemos entonces que

x = (x − 2)y.

Luego
x − xy = −2y.
Y por lo tanto
−2y
x= .
1−y
Usando esta última ecuación mostraremos que si y 6= 1, entonces y está en el rango de f . En
efecto, sea y 6= 1, conseguiremos un real z tal que f (z) = y. Sea
−2y
z= .
1−y
Verificaremos que f (z) = y. En efecto,
−2y −2y
1−y 1−y −2y
f (z) = −2y = −2y−2+2y = = y.
1−y
− 2 1−y
−2

Hemos mostrado que


rango(f ) = R \ {1}.

Ejemplo 1.40. Considere la función f : P(N) → P(N) dada por

f (A) = A ∪ {2, 3}.

Mostraremos que el rango de f consiste de todos los subconjuntos de N que contienen al 2


y al 3. En efecto, sea B ⊆ N tal que 2, 3 ∈ B. Observemos que

f (B) = B ∪ {2, 3} = B.

Por esto B está en el rango de f . Observemos que para cada B que contenga al 2 y al 3
existen varios conjuntos A tales que f (A) = B. En efecto, tenemos que

f (B \ {2, 3}) = (B \ {2, 3}) ∪ {2, 3} = B,

26
f (B \ {3}) = (B \ {3}) ∪ {2, 3} = B,
f (B \ {2}) = (B \ {2}) ∪ {2, 3} = B.
Esto muestra que los conjuntos B, B \ {2, 3}, B \ {2} y B \ {3} todos tienen como imagen
a B. ✷

Es importante que también quede claro cuando una función no es sobreyectiva. En el


siguiente recuadro lo resaltaremos.

Sea f : A → B una función. Las afirmaciones (i) y (ii) son equivalentes

(i) f no es sobreyectiva
(ii) Existe un elemento b ∈ B tal que para ningún a ∈ A se tiene que b = f (a).

Notemos que para mostrar que una función no es sobreyectiva debemos encontrar UN
elemento del contradominio que no tenga preimagen.

Ejemplos 1.41. 1. f : {0, 1, · · · , 6} → {0, 1, · · · , 6} definida por partes de la manera


siguiente 
x + 2 , si 0 ≤ x ≤ 2
f (x) =
7 − x , si 3 ≤ x ≤ 6.
¿Será f sobreyectiva? Como el dominio de f tiene sólo 7 elementos es sencillo responder
esta pregunta simplemente analizando por inspección todos los casos posibles. Vemos
que
rango(f) = {1, 2, 3, 4}.
De esto vemos que 5 no tiene preimagen y por lo tanto f no es sobreyectiva.

2. Podemos modificar el contradominio de la función dada en el ejemplo anterior y obtener


otra función que sí sea sobreyectiva. Definimos g : {0, 1, · · · , 6} → {1, 2, 3, 4} usando
la misma ley de correspondencia que la de f . Como el dominio de g es igual al de f y
usamos la misma regla, entonces se tiene que rango(g) es de nuevo {1, 2, 3, 4} y por lo
tanto g sí es sobreyectiva.

En el último ejemplo hemos usado un hecho general acerca de las funciones que enuncia-
remos a continuación.

Teorema 1.42. Sea f : A → B una función. Defina g : A → rango(f ) por g(x) = f (x).
Entonces g es sobreyectiva. ✷

27
Ejemplo 1.43. Sea f : (−1, −1) → R definida por f (x) = 2x + 3. Afirmamos que f no es
sobreyectiva. En efecto, notemos que si x ∈ (−1, 1) entonces

−1 < x < 1.

Multiplicando por 2 la desigualdad anterior obtenemos que

−2 < 2x < 2.

Ahora sumamos 3 a ambos miembros de la desigualdad anterior y obtenemos

1 < 2x + 3 < 5.

De esto se deduce que el rango de f está contenido en (1, 5). Y por consiguiente podemos
entonces concluir que f no es sobreyectiva pues, por ejemplo, 6 no tiene preimagen. Podemos
de hecho hallar el rango de f . En efecto, afirmamos que

rango(f) = (1, 5).

Nos falta mostrar que (1, 5) ⊆ rango(f). Sea y ∈ (1, 5). Es decir, 1 < y < 5. Entonces
restando 3 obtenemos
−2 < y − 3 < 2.

Ahora dividiendo entre 2 obtenemos


y−3
−1 < < 1.
2

Dejamos al lector la verificación que


 
y−3
f = y.
2

Con esto queda demostrado que todo y ∈ (1, 5) tiene preimagen y por lo tanto que (1, 5) es
el rango de f . Definimos g : (−1, 1) → (1, 5) por g(y) = 2y + 3. El Teorema 1.42 nos dice
que g es sobreyectiva. ✷

1.4.3. Funciones biyectivas


Definición 1.44. Una función es biyectiva si es inyectiva y sobreyectiva.

Una función es biyectiva cuando su digrafo tiene la propiedad que a todo elemento del
contradominio le llega una y sólo una flecha, como se indica en el siguiente diagrama

28
A B

b b

b b

b b

b b

Por esta razón se dice que una biyección establece una correspondencia biunívoca entre
los elementos del dominio y del contradominio.

Las funciones inyectivas, sobreyectivas y biyectivas son las herramientas básicas para
comparar el número de elementos de dos conjuntos. Observando el digrafo de una función
biyectiva f : A → B vemos que A y B tienen el mismo número de elementos. Ahora bien,
si f : A → B es inyectiva, sólo podemos afirmar que B tiene al menos tantos elementos
como A (pero puede suceder que B tenga más elementos que A). Por último, si f : A → B
es sobreyectiva, sólo podemos afirmar que A tiene al menos tantos elementos como B (pero
puede suceder que A tenga más elementos que B).
Ejemplo 1.45. Consideremos los conjuntos A = {1, 2, 3}, B = {1, 3, 5} y C = {1, 3}. Es fácil
encontrar una función biyectiva de A en B, una inyectiva de C en A y una sobreyectiva de
B en C. Como lo mostramos en los gráficos que siguen. Sin embargo, no es posible encontrar
una inyección de A en C, ni tampoco una función sobreyectiva de C en A. En particular,
esto nos dice además que no existe un función biyectiva entre A y C, lo cual es claro pues A
tiene 3 elementos y C sólo 2 elementos.

f g h
A B C A B C

3 b b
5 3 b b
3 5 b b
3

2 b b
3 b
2 3 b

1 b b
1 1 b b
1 1 b b
1

A continuación enunciaremos un resultado general que usaremos con frecuencia.

29
Teorema 1.46. Sea f : A → B una función inyectiva y sea g : A → rango(f ) dada por
g(x) = f (x). Entonces g es biyectiva. ✷

Terminaremos esta sección presentando algunos ejemplos de funciones biyectivas.

Ejemplos 1.47. 1. Consideremos los conjuntos {1, 2, 3} y {a, b, c}. ¿Existirá una función
biyectiva entre ellos? Es claro que sí . Por ejemplo, definimos la función f : {1, 2, 3} →
{a, b, c} por f (1) = a, f (2) = b y f (3) = c. Por una simple inspección vemos que f es
inyectiva y sobreyectiva. De hecho existen 6 funciones biyectivas distintas entre estos
dos conjuntos (ver ejercicio 2).

2. Consideremos los conjuntos {1, 2, 3, 4} y {0, 1} ×{0, 1}. ¿Existirá una función biyectiva
entre ellos?. Recordemos que {0, 1}×{0, 1} consiste de los pares ordenados (0, 0), (0, 1),
(1, 0) y (1, 1). Podemos definir entonces una función f : {1, 2, 3, 4} → {0, 1} × {0, 1}
de la manera siguiente: f (1) = (0, 0), f (2) = (0, 1), f (3) = (1, 0) y f (4) = (1, 1). De
hecho, entre los conjuntos {1, 2, 3, 4} y {0, 1} × {0, 1} existen 24 funciones biyectivas
distintas.

3. Una función biyectiva f : {1, 2, 3, · · · , n} → B se puede ver como una enumeración


de los elementos de B. Es decir, la función f sirve para “etiquetar” los n elementos de
B. Observe el lector lo que se hizo en los ejemplos anteriores y verá que la regla de
correspondencia implícitamente enumeró los elementos del contradominio.

4. Veamos ahora un ejemplo con conjuntos infinitos. Sea E el conjunto de todos los
números pares, es decir, E consiste de todos los números naturales de la forma 2n con
n otro natural. Definimos f : N → E por f (n) = 2n. Mostraremos que f es biyectiva.
Debemos mostrar dos cosas:
(i) f es inyectiva: sean n, m ∈ N y supongamos que f (n) = f (m). Es decir, supongamos
que 2n = 2m. De esto inmediatamente concluimos que n = m. Esto muestra que f es
inyectiva.
(ii) f es sobreyectiva: sea k ∈ E cualquiera, entonces k es un número par. Por lo tanto
k es de la forma 2n para un natural n. De esto vemos que la preimagen de k es n. Por
ejemplo, 48 ∈ E y 48 = 2 · 24 así que 24 es la preimagen de 48.

Ejercicios 1.4

1. En cada uno de los ejercicios que siguen determine si existe (y en caso que sea posible,
encuentre) una función f : A → B que sea (a) inyectiva, (b) sobreyectiva, (c) biyectiva.

a) A = {1, 2, 3, 4} y B = P({1}).
b) A = {1, 2, 3, 4, 5} y B = {0} × {1, 2, 3, 4, 5}.
c) A = {1, 2, 3, 4} y B = P({0, 1}).

30
d ) A = {1, 2, 3, 4, 5} y B = P({0, 1}).
e) A = P({0, 1, 2}) y B = {1, 2, · · · , 8}.
f ) A = {0, 1} × {0, 1} × {0, 1} y B = {0, 1, 2, · · · , 7}.

2. a) Halle todas las funciones biyectivas que se puedan definir de {1, 2, 3} en {a, b, c}.
¿Puede conseguir una función inyectiva entre estos conjuntos que no sea biyecti-
va?. ¿Existirá una función sobreyectiva entre estos conjuntos que no sea biyectiva?
b) Halle una función inyectiva de {1, 2, 3} en {a, b, c, d}. ¿Puede hallarla biyectiva?.
c) Halle una función sobreyectiva de {a, b, c, d} en {1, 2, 3}. ¿Puede hallarla inyectiva?

3. Determine cuáles de las siguientes funciones son inyectivas.

a) Sea A = {0, 1, 2, · · · , 10} y f : A → A dada por f (n) = 10 − n. Haga el diagrama


de f .
b) f : {0, 1, 2, 3, · · · , 10} → {0, 1, 2, 3, · · · , 10} definida por partes de la manera
siguiente 
x + 3 , si 0 ≤ x ≤ 3
f (x) =
10 − x , si 4 ≤ x ≤ 10.
(Sugerencia: Haga el diagrama de f ).
c) f : {0, 1, 2, 3, · · · , 10} → N dada por f (n) = n + 3.
d ) f : {0, 1, 2, 3, · · · , 10} → N dada por f (n) = (n − 3)(n − 4).
e) f : Q → Q, definida por f (x) = 3.
f ) f : N → N, definida por f (n) = 3n .
g) f : N → Z, definida por f (n) = −n.
h) f : N × N → N, definida por f ((n, m)) = m + n.

i ) f : R → R dada por f (x) = 32 x − 2.
j ) f : R → R dada por f (x) = x2 .
k ) f : R → R dada por f (x) = x3 .

4. Determine el rango de cada una de las funciones definidas en el ejercicios 3. Determine


cuáles de ellas son sobreyectivas y cuáles son biyectivas.

5. Determine el rango de las siguientes funciones.

a) f : (−1, 3) → (0, 7] dada por f (x) = 54 x + 13


4
.
b) f : (−3, −2) → [4, 10) dada por f (x) = 5x + 20.
c) f : (−1, 0) → (0, 41 ) dada por f (x) = 14 x + 14 .
d ) f : R \ {2} → R dada por f (x) = x
x−2
.

31
3x
e) f : R \ {2} → R dada por f (x) = x−2
.

6. Muestre que la siguiente función no es inyectiva (hallando pares de elementos distintos


con igual imagen). Determine su rango.
x
f : R → R dada por f (x) = x2 +1
.

7. Sea A un conjunto con 3 elementos y B un conjunto con 4 elementos. Determine


cuáles de las siguientes afirmaciones son verdaderas y cuáles son falsas. Justifique sus
respuestas:

a) Existe una función biyectiva de A en B.


b) Existe una función inyectiva de A en B.
c) Existe una función inyectiva de B en A.
d ) Existe una función sobreyectiva de A en B.
e) Existe una función sobreyectiva de B en A.

8. Diremos que una función f : R → R es estrictamente creciente si para todo r, s ∈ R


se cumple que
r < s ⇒ f (r) < f (s)
En este caso también se suele decir que f preserva el orden.
Diremos que f es estrictamente decreciente si para todo r, s ∈ R se cumple que

r < s ⇒ f (r) > f (s)

Determine cuáles de las siguientes funciones f : R → R son estrictamente crecientes o


estrictamente decrecientes.

a) f (r) = r 2 ,
b) f (r) = 2r + 1,
r
c) f (r) = r 2 +1
,
d ) f (r) = 5 − 4r,
e) f (r) = r 3 .

9. Sea f : R → R una función estrictamente creciente. Muestre que f es inyectiva. ¿Qué


puede decir si f es estrictamente decreciente?

10. Halle una función f : R → R inyectiva que no sea ni estrictamente creciente ni estric-
tamente decreciente. Sugerencia: No puede ser continua.

11. Determine el rango de las siguientes funciones y si son inyectivas, sobreyectivas y/o
biyectivas.

32
a) f : P(N) → P(N) dada por f (A) = A ∪ {0, 3, 7}
b) f : P(N) → P(N) dada por f (A) = A ∩ {n ∈ N : n es par}
c) f : P(N) → P(N) dada por f (A) = A△{0, 3, 7}.

12. Sea f : A → B una función. Verifique que las siguientes afirmaciones son equivalentes:

a) f es inyectiva.
b) Para todo a, a′ ∈ A [(f (a) = f (a′ )) → (a = a′ )].

(Sugerencia: Recuerde que una proposición condicional es lógicamente equivalente a su


contrarrecíproca. Enuncie la contrarrecíproca de la proposición condicional que aparece
en b)).

13. En los siguientes ejercicios daremos una “demostración” para que la evalúe y determine
si es correcta. Justifique su respuesta.

a) Afirmación: La función f : R → R dada por f (x) = 3x + 5 es inyectiva.


“Demostración”: Sean x, x′ dos números reales con f (x) 6= f (x′ ). Entonces 3x+5 6=
3x′ + 5. Luego 3x 6= 3x′ y por lo tanto x 6= x′ . Esto muestra que f es inyectiva.
b) Afirmación: La función f : (1, 5) → (8, 30) dada por f (x) = 3x + 5 es sobreyec-
tiva.
“Demostración”: Considere la ecuación

y = 3x + 5.

Despejando x obtenemos que


y−5
x= .
3
Por lo tanto f es sobreyectiva.

14. Sean A, B, C, D conjuntos tales que A ∩ B = ∅ y C ∩ D = ∅. Sean f : A → C y


g : B → D funciones inyectivas. Defina h : A ∪ B → C ∪ D de la siguiente manera:

f (x) , si x ∈ A
h(x) =
g(x) , si x ∈ B.

a) Muestre que la función definida en el Ejemplo 1.32 es un caso particular de este


ejemplo (Sugerencia: Tome A como el conjunto de todos los enteros negativos y
B como el conjunto de los enteros no negativos. Así que A ∪ B = Z. Tome C = A
y D = B y sean f (x) = 2x − 1 y g(x) = 3x + 1).
b) Muestre que h es inyectiva.

15. Modifique el ejercicio anterior y obtenga un criterio para determinar cuando una fun-
ción definida por partes es sobreyectiva.

33
16. Sean A y B dos conjuntos no vacíos y R una relación entre A y B. Diga justificadamente
si las siguientes propiedades son equivalentes.

a) ∀x1 , x2 ∈ A, ∃y ∈ B [(x1 , y), (x2 , y) ∈ R ⇒ x1 = x2 ].


b) ∀x1 , x2 ∈ A [( ∃y ∈ B (x1 , y), (x2, y) ∈ R) ⇒ x1 = x2 ].

Suponga que R es una función. ¿Cuál de esas dos afirmaciones expresa correctamente
que R es inyectiva?

17. Lea el ejercicio 11 de la sección §1.3, bajo las condiciones de ese ejercicio, suponga que
f y g son biyecciones, ¿es f ∪ g biyectiva?

1.5. Composición de funciones


Cuando calculamos
2(5)3
lo hacemos por partes: primero calculamos

53

que es igual a 125 y después calculamos

2(125)

que nos da el resultado final 250. Podemos ver esta secuencia de operaciones en términos de
funciones. Consideraremos las funciones f, g : N → N dadas por

f (n) = n3 y g(n) = 2n.

Es claro que 250 = g(125) y 125 = f (5) y de esto tenemos que

250 = g(f (5)).

Podemos entonces definir una nueva función, llamémosla h, a partir de f y g de la siguiente


manera h : N → N dada por
h(n) = g(f (n)).
La regla de correspondencia de h es: h(n) = g(n3 ) = 2n3 .
f g
n 7→ n3 7→ 2n3

Dadas dos funciones f : A → B y g : B → C podemos, como hicimos antes, definir una


función de A en C como se indica a continuación

a 7→ g(f (a)).

34
Esta nueva función se llama la compuesta de f y g y se denota por
g◦f
y su regla de correspondencia es
(g ◦ f )(x) = g(f (x)).
Observe que el orden en que leemos g ◦ f es “f compuesta con g” y que es el inverso al de
como lo escribimos 2 . La operación entre funciones así definida se denomina composición
de funciones.
La composición de dos funciones se suele representar con cualquiera de los siguientes
diagramas.

f g f
A→B→C A B

g◦f
g◦f g

Ejemplo 1.48. Consideremos las siguientes funciones


f g
A B A B

0 b b
0 0 b b
0

1 b b
1 1 b b
1

2 b b
2 2 b b
2

Note que en este ejemplo particular podemos componer f con g y también g con f :

(f ◦ g)(0) = f (g(0)) = f (0) = 1


(g ◦ f )(0) = g(f (0)) = g(1) = 2
(f ◦ g)(1) = f (g(1)) = f (2) = 2
(g ◦ f )(1) = g(f (1)) = g(0) = 0
(f ◦ g)(2) = f (g(2)) = f (1) = 0
(g ◦ f )(2) = g(f (2)) = g(2) = 1
Vemos entonces que f ◦ g 6= g ◦ f . ✷
2
Esto es una convención. En algunos textos se acostumbra a leer g ◦ f como g compuesta con f .

35
Ejemplo 1.49. Consideremos las funciones f : N → Q definida por
n
f (n) =
n+2
y g : Q → Q definida por
g(x) = x2 .
Entonces g ◦ f : N → Q viene dada por
 2
n
(g ◦ f )(n) = .
n+2

4
Por ejemplo (g ◦ f )(4) = . ✷
9
Ejemplo 1.50. Considere f, g, h : N → N dadas por

f (n) = n3
g(n) = 2n + 4
h(n) = n2 + 2.

Podemos definir 9 funciones componiendo cualesquiera dos de las anteriores.

(f ◦ g)(n) = f ((g(n)) = f (2n + 4) = (2n + 4)3


(g ◦ f )(n) = g(f (n)) = g(n3) = 2n3 + 4
(f ◦ h)(n) = f (h(n)) = f (n2 + 2) = (n2 + 3)3
(g ◦ h)(n) = g(h(n)) = g(n2 + 2) = 2(n2 + 2) + 4 = 2n2 + 8
(h ◦ f )(n) = h(f (n)) = h(n3 ) = (n3 )2 + 2 = n6 + 2
(h ◦ g)(n) = h(g(n)) = h(2n + 4) = (2n + 4)2 + 2
(f ◦ f )(n) = f (f (n)) = f (n3 ) = (n3 )3 = n9
(g ◦ g)(n) = g(g(n)) = g(2n + 4) = 2(2n + 4) + 4 = 4n + 12
(h ◦ h)(n) = h(h(n)) = h(n2 + 2) = (n2 + 2)2 + 2 = n4 + 4n2 + 6

Sean f : A → B, g : B → C y h : C → D tres funciones. Podemos definir

h◦g :B →D y g ◦ f : A → C.

También podemos definir

(h ◦ g) ◦ f : A → D y h ◦ (g ◦ f ) : A → D.

El siguiente teorema dice que las dos últimas funciones son iguales. Es decir, la composición
de funciones es una operación asociativa.

36
Teorema 1.51. Sean f : A → B, g : B → C y h : C → D tres funciones. Se tiene que

(h ◦ g) ◦ f = h ◦ (g ◦ f ).

Demostración: Ya que las dos funciones (h◦g)◦f y h◦(g◦f ) tienen dominio A y contradominio
D sólo resta verificar que tienen la misma ley de correspondencia. Sea x cualquier elemento
de A, entonces
((h ◦ g) ◦ f )(x) = (h ◦ g)(f (x)) = h(g(f (x)))
y por otra parte
(h ◦ (g ◦ f ))(x) = h((g ◦ f )(x)) = h(g(f (x))).
Esto muestra lo deseado. ✷

Ejemplo 1.52. Considere f, g, h : N → N dadas por f (n) = n3 , g(n) = 2n+4 y h(n) = n2 +2.
Entonces usando los cálculos hechos en el ejercicio anterior tenemos que

((f ◦ g) ◦ h)(n) = (f ◦ g)(h(n)) = (f ◦ g)(n2 + 2) = [2(n2 + 2) + 4]3


(f ◦ (g ◦ h))(n) = f ((g ◦ h)(n)) = f (2n2 + 8) = [2n2 + 8]3

Observe que [2(n2 + 2) + 4]3 = [2n2 + 8]3 . ✷

Mostraremos ahora que la composición de funciones preserva la inyectividad, la sobre-


yectividad y por lo tanto también la biyectividad.

Teorema 1.53. Sean f : A → B y g : B → C funciones. Se cumple que

1. Si f y g son inyectivas, entonces g ◦ f también es inyectiva.

2. Si f y g son sobreyectivas, entonces g ◦ f también es sobreyectiva.

3. Si f y g son biyectivas, entonces g ◦ f también es biyectiva.

Demostración:

1. En efecto, sean x, x′ ∈ A con x 6= x′ . Entonces como hemos supuesto que f es inyectiva,


tenemos que f (x) 6= f (x′ ). Ahora como g también es inyectiva, entonces g(f (x)) 6=
g(f (x′)). Es decir, (g ◦ f )(x) 6= (g ◦ f )(x′ ).

2. En efecto, sea z ∈ C cualquiera. Como g es sobreyectiva, entonces existe y ∈ B tal que


g(y) = z. Como y ∈ B y f es sobreyectiva, entonces existe x ∈ A tal que f (x) = y.
Afirmamos que (g ◦ f )(x) = z, pues (g ◦ f )(x) = g((f (x)) = g(y) = z.

3. Esto se deduce de las dos afirmaciones anteriores, pues si f y g son biyectivas, en


particular son inyectivas y sobreyectivas.

37

Es natural preguntares si las proposiciones recíprocas del Teorema 1.53 son válidas. Por
ejemplo, ¿será cierto que si f ◦ g es inyectiva, entonces f y g son inyectivas? Analizaremos a
continuación una de esas preguntas y en el ejercicio 7 le planteamos al lector otras similares.

Teorema 1.54. Sean f : A → B y g : B → C funciones. Si g ◦ f es inyectiva, entonces f


es inyectiva.

Demostración. Sean x1 , x2 ∈ A. Supongamos que f (x1 ) = f (x2 ). Mostraremos que x1 =


x2 . En efecto, por ser g una función se cumple que g(f (x1 )) = g(f (x2 )). Esto dice que
(g ◦ f )(x1 ) = (g ◦ f )(x2 ) y por ser g ◦ f inyectiva, concluimos que x1 = x2 . ✷

En el ejercicio 5 damos un ejemplo que muestra que el teorema anterior es óptimo, en el


sentido que no se puede deducir, en general, que g también es inyectiva cuando g ◦ f lo es.

Ejercicios 1.5

1. Considere los siguientes diagramas que definen tres funciones:

f g h
A B C A D C

3 b b
c x b b
3 7 b b
x

2 b b
b b
2 6 b

1 b b
a y b b
1 5 b b y

Haga el diagrama de f ◦ g, g ◦ h y (f ◦ g) ◦ h.

2. Sean f, g, h : N → N las funciones definidas por f (n) = 3n+2, g(n) = n4 y h(n) = n+1.
Determine la ley de correspondencia de las siguientes funciones:

a) f ◦ g, f ◦ h, g ◦ f , g ◦ h, h ◦ f , h ◦ h, f ◦ f y g ◦ g.
b) f ◦ g ◦ h, g ◦ h ◦ g, f ◦ g ◦ f , f ◦ h ◦ f , h ◦ h ◦ h y h ◦ g ◦ f .

3. Sean f : R → R y g : R → R dadas por


1 1
f (x) = 1+x2
y g(x) = 2+x2
.

Determine la ley de correspondencia de f ◦ g y g ◦ f .

4. En cada uno de los siguientes ejercicios f es una función de R en R. Calcule la regla


de correspondencia de f ◦ f

38
a) 
2x + 1 , si x ≤ 1
f (x) =
3x , si x > 1
b) 
5x − 1 , si x ≤ 1
f (x) =
x2 , si x > 1
c) 
6x + 8 , si x ≤ 1
f (x) =
2 − 7x , si x > 1
5. Considere las siguientes funciones
f g h

1 b b
a x b b
1 8 b b
1

2 b b
2 9 b b
2

3 b b
b y b b
3 10 b b
3

(i) Verifique que f ◦ g es inyectiva (note que f no es inyectiva).


(ii) Verifique que f ◦ h es sobreyectiva (note que h no es sobreyectiva).
(iii) ¿Qué relación guardan estos ejemplos con lo mostrado en el Teorema 1.53?
6. Considere las funciones 
0 , si x > 0
f (x) =
1 , si x ≤ 0

0 , si x ≥ 0
g(x) =
1 , si x < 0
Determine f ◦ f , f ◦ f ◦ f ,... y g ◦ g, g ◦ g ◦ g.... ¿Qué patrón observa?
7. Sean f : A → B y g : B → C funciones. Muestre que las siguientes afirmaciones son
verdaderas:
a) Si g ◦ f es sobreyectiva, entonces g es sobreyectiva.
b) Si g ◦ f es inyectiva y f es sobreyectiva, entonces g es inyectiva.
c) Si g ◦ f es sobreyectiva y g es inyectiva, entonces f es sobreyectiva.
8. Determine si existen funciones f, g : N → N tales que (f ◦ g)(n) = n2 para todo
n. Consiga, si es posible, un par de esas funciones tales que ni f ni g sea la función
identidad. ¿Qué puede decir sin en lugar de n2 usamos n3 ?

39
1.6. La función inversa
Como dijéramos antes, una función biyectiva establece una correspondencia biunívoca
entre los elementos del dominio y los del contradominio. En el siguiente ejemplo mostraremos
algo muy importante acerca de las funciones biyectivas y la composición de funciones.
Ejemplo 1.55. El diagrama de la izquierda define una función f : {1, 2, 3, 4} → {a, b, c, d} El
diagrama de la derecha define una función g : {a, b, c, d} → {1, 2, 3, 4}; se obtuvo invirtiendo
el sentido de las flechas en el diagrama de f .
f g

1 b b
a a b b
1

2 b b
b b b b
2

3 b b
c c b b
3

4 b b
d d b b
4

Podemos componer f con g y obtenemos la función g ◦ f : {1, 2, 3, 4} → {1, 2, 3, 4}.


Notemos que
(g ◦ f )(x) = x, para cada x ∈ {1, 2, 3, 4}.
Por otra parte, también podemos componer g con f ; obtenemos la función f ◦g : {a, b, c, d} →
{a, b, c, d}. Notemos que

(f ◦ g)(x) = x, para cada x ∈ {a, b, c, d}.

Las funciones compuestas obtenidas reciben el nombre de función identidad, pues no


alteran los elementos del dominio. Obsérvese que esas funciones no son iguales. La primera
tiene dominio {1, 2, 3, 4} y la segunda {a, b, c, d}. Las funciones identidad son sencillas pero
cruciales para caracterizar las funciones biyectivas. Por esta razón usaremos una notación
especial para ellas. Dado un conjunto cualquiera A, denotaremos por 1A a la función

1A : A → A

definida por
1A (x) = x, para cada x ∈ A.
Hemos usado el subíndice A para denotar la función identidad de A pues obviamente esta
función depende del conjunto A. Es fácil verificar que la función identidad 1A es biyectiva.
Podemos expresar la propiedad que tiene la función g del ejemplo que estamos analizando
diciendo que
g ◦ f = 1{1,2,3,4} y f ◦ g = 1{a,b,c,d} .

40
Las propiedades de la función g en el ejemplo anterior se deben a que f es biyectiva,
como lo demostramos a continuación.
Teorema 1.56. Sea f : A → B. Las siguientes afirmaciones son equivalentes
(i) f es biyectiva
(ii) Existe una función g : B → A tal que g ◦ f = 1A y f ◦ g = 1B .
Demostración: Para demostrar esta equivalencia debemos mostrar dos implicaciones.

(ii) ⇒ (i). Supongamos que (ii) se cumple. Es decir, supongamos que existe una función
g : B → A tal que g ◦ f = 1A y f ◦ g = 1B . Primero mostraremos que f es inyectiva. Sean
x, x′ ∈ A y supongamos que f (x) = f (x′ ). Queremos ver que x = x′ . Como g ◦ f = 1A ,
entonces de la definición de composición de funciones obtenemos lo siguiente

g(f (x)) = (g ◦ f )(x) = 1A (x) = x


g(f (x′ )) = (g ◦ f )(x′ ) = 1A (x′ ) = x′ .

Por hipótesis f (x) = f (x′ ), entonces obviamente

g(f (x) = g(f (x′ )).

De las igualdades de arriba obtenemos que x = x′ , como queríamos demostrar.


Ahora mostraremos que f es sobreyectiva. Fijemos y ∈ B. Debemos hallar x ∈ A tal que
f (x) = y. Como y ∈ B, entonces g(y) ∈ A. Afirmamos que g(y) es la preimagen de y bajo
f . En efecto, como f ◦ g = 1B , entonces

f (g(y)) = y.

De esta manera hemos mostrado que f es biyectiva y por lo tanto que (ii) ⇒ (i).

(i) ⇒ (ii). Ahora supongamos que f es biyectiva y mostremos que (ii) se cumple. Para esto
debemos definir una función g : B → A que tenga las propiedades deseadas. La idea para
definir g es la misma que usamos para definir g en el ejemplo 1.55, es decir, g se define
“invirtiendo las flechas” en el diagrama de f .
Veamos la función f como una relación de A en B. Es decir, consideremos el siguiente
conjunto:
R = {(x, f (x)) ∈ A × B : x ∈ A}.
Ahora “invirtamos” el orden y obtenemos

R′ = {(f (x), x) ∈ B × A : x ∈ A}.

Afirmamos que R′ es una función. En efecto,

(i) Sea y ∈ B cualquiera. Por ser f sobreyectiva, existe x ∈ A tal que y = f (x). Luego
(x, f (x)) = (x, y) y por definición de R′ , tenemos que (y, x) ∈ R′ .

41
(ii) Supongamos que (y, x) y (y, x′ ) ambas están en R′ . Mostraremos que necesariamente
x = x′ . En efecto, de la definición de R′ tenemos que f (x) = y y f (x′ ) = y. Ahora,
como f es inyectiva, concluimos que x = x′ .

Ya que R′ es una función usaremos la notación de funciones y la denotaremos por g. Así


que g : B → A y por la definición de R′ tenemos que

g(y) = x ⇔ f (x) = y.

Veamos que g ◦ f = 1A . En efecto, sea x ∈ A. Sea y ∈ B tal que y = f (x). Entonces tenemos
por la igualdad anterior que
g(f (x)) = g(y) = x.
De igual manera se muestra que f ◦ g = 1B . ✷

Dada una función biyectiva f : A → B, podemos preguntarnos si existirán dos funciones


distintas con las propiedades mencionadas en la parte (ii) del Teorema 1.56. Si analizamos
con cuidado la demostración de ese teorema, es natural pensar que no existen dos funciones
con esas propiedades. Daremos una justificación más formal de esto que acabamos de decir.
Supongamos que f es biyectiva y además que existen dos funciones g, g ′ : B → A ambas
satisfaciendo lo dicho en (ii) de 1.56. Es decir que

g ◦ f = g ′ ◦ f = 1A y f ◦ g = f ◦ g ′ = 1B . (1.1)

Mostraremos que g = g ′ . Ya que estamos suponiendo que g y g ′ tienen el mismo dominio y


contradominio, sólo debemos verificar que tienen la misma ley de correspondencia. Fijemos
entonces y ∈ B y mostremos que g(y) = g ′ (y). Como f es biyectiva, existe x ∈ A tal que
f (x) = y. De las ecuaciones (1.1) obtenemos que

g(y) = g(f (x)) = (g ◦ f )(x) = x = (g ′ ◦ f )(x) = g ′ (f (x)) = g ′ (y).

Es decir, g = g ′ .

En vista de esta propiedad que tienen la funciones biyectivas, se define la inversa de una
función de la manera siguiente
Definición 1.57. Sea f : A → B una función biyectiva. La inversa de f , que se denota
por f −1 , es la única función de B en A que satisface las dos condiciones siguientes

f −1 ◦ f = 1A y f ◦ f −1 = 1B .

Observación: Es importante notar que si f es biyectiva, entonces f −1 también es biyectiva.

42
Ejemplo 1.58. Sea g : Q → Q definida por g(x) = 2x + 1. Ya vimos anteriormente que g
es sobreyectiva (Ejemplo 1.36). Verifiquemos que g es inyectiva. En efecto, supongamos que
g(x) = g(x′ ), es decir, que 2x+1 = 2x′ +1. Si restamos 1 a ambos miembros y luego dividimos
entre 2 obtenemos que x = x′ . Por lo tanto g es biyectiva y tiene inversa. Usualmente la
demostración de la sobreyectividad de la función da bastante información acerca de la regla
de correspondencia de la inversa. Recordemos que mostramos que dado y ∈ Q, se cumple
que    
y−1 y−1
g =2 + 1 = (y − 1) + 1 = y.
2 2
Esto nos dice que la inversa de g esta dada por
y−1
g −1 (y) = .
2

Ejemplo 1.59. Considere la función f : (1, 4) → (−13, −1) dada por

f (x) = 3 − 4x.

Mostraremos que f es biyectiva y calcularemos la ley de correspondencia de su inversa.


Supongamos que f (x) = f (x′ ), es decir, que 3 − 4x = 3 − 4x′ . De aquí se deduce
inmediatamente que x = x′ . Esto muestra que f es inyectiva.
Para ver que f es sobreyectiva, consideremos la ecuación

y = 3 − 4x.

Despejando x obtenemos que


3−y
x= .
4
Verificaremos que si y ∈ (−13, −1), entonces 3−y
4
∈ (1, 4). En efecto, tenemos que

−13 < y < −1.

Luego multiplicando por -1 obtenemos

1 < −y < 13.

Sumando 3 obtenemos
4 < 3 − y < 16.
Dividiendo entre 4 obtenemos
3−y
1< < 4.
4
Esto muestra que f es sobreyectiva. Además sugiere que la inversa de f es la función

f −1 : (−13, −1) → (1, 4)

43
dada por
3−y
f −1 (y) = .
4
En efecto, tenemos que
   
−1 3−y 3−y
(f ◦ f )(y) = f =3−4 =y
4 4
y
3 − (3 − 4x)
(f −1 ◦ f )(x) = f −1 (3 − 4x) = = x.
4

En el Teorema 1.56 sobre la existencia de la inversa de una función f se pide que existe
una función g : B → A tal que g ◦ f = 1A y f ◦ g = 1B . Quizá el lector se haya preguntado
si es suficiente pedir una sola de estas dos condiciones para garantizar que f sea biyectiva.
La respuesta es no. Le dejamos al lector la tarea de mostrarlo (ver el ejercicio 9).
Para terminar esta sección mostraremos una propiedad importante de las funciones iden-
tidad.

Teorema 1.60. Sea f : A → B una función. Se tiene que

1B ◦ f = f y f ◦ 1A = f.

Demostración: Mostraremos la primera igualdad, la otra queda como ejercicio. Es claro que
1B ◦ f y f tienen el mismo dominio y contradominio. Veamos que tienen la misma ley de
correspondencia. Sea x ∈ A, entonces por definición de composición y de la función identidad
1B tenemos que
(1B ◦ f )(x) = 1B (f (x)) = f (x).

1.6.1. Algunas propiedades de la composición


La operación de composición no es cancelativa, es decir, puede ocurrir que f ◦ h = f ◦ g,
pero h 6= g. En efecto, considere la función f : N → N constante igual a 1, es decir, f (n) = 1
para todo n. Sea A un conjunto y g, h : A → N dos funciones cualesquiera que no sean
iguales, sin embargo tenemos que (f ◦ g)(a) = (f ◦ h)(a) = 1 para todo a ∈ A.
Sin embargo, cuando f es biyectiva si podemos hacer la cancelación como lo mostramos
a continuación.

Teorema 1.61. Supongamos que f : B → C es biyectiva, g, h : A → B son funciones. Si


f ◦ g = f ◦ h, entonces g = h.

44
Demostración. Primero observemos lo siguiente
(f −1 ◦ (f ◦ g)) = (f −1 ◦ f ) ◦ g = 1B ◦ g = g
y de igual manera ocurre con h:
(f −1 ◦ (f ◦ h)) = (f −1 ◦ f ) ◦ h = 1B ◦ h = h
De aqui se concluye que si f ◦ g = f ◦ h, entonces g = h.

También podemos decir algo cuando f es inyectiva.
Teorema 1.62. Sea f : B → C una función inyectiva y g, h : A → B. Si f ◦ g = f ◦ h,
entonces g = h.
Demostración. Sea x ∈ B cualquiera. Mostraremos que g(x) = h(x). Tenemos por hipótesis
que (f ◦ g)(x) = f ◦ h)(x). Luego por definición de composición, tenemos que f (g(x)) =
f (h(x)). Como f es inyectiva, entonces necesariamente g(x) = h(x).

En los ejercicios 11 y 12 presentamos al lector otras variantes del teorema anterior.

Ya mostramos que una función tiene inversa si, y sólo si, es biyectiva. Ahora veremos
cuando existen inversas laterales. Diremos que g : B → A es una inversa por la derecha de
una función f : A → B, si f ◦ g = 1B . Analogamente, diremos que g es un inversa por la
izquierda de f si g ◦ f = 1A . Si f es biyectiva, entonces ya vimos que existe una función g
que es simultaneamente inversa por la derecha y por la izquierda.
Teorema 1.63. Sea f : A → B una función. Los siguientes enunciados son equivalentes:
(i) f es inyectiva.
(ii) Existe g : B → A tal que g ◦ f = 1A .

f
A B
a
b b

bb b

c
b b

db b

45
f g
A B A
a a
b b b

b b
b
b b
b

c c
b b b

db b b
d
b

Teorema 1.64. Sea f : A → B una función. Los siguientes enunciados son equivalentes:

(i) f es sobreyectiva.

(ii) Existe g : B → A tal que f ◦ g = 1B .

f
A B
b

b
b

b
b

b
b

b b

46
g f
B A
b
B
a a
b b
b

bb b b
b

c
b b c
b
b

db b b
d
b

Ejercicios 1.6

1. Considere las siguientes funciones. Muestre que son biyectivas y halle sus respectivas
inversas.

a) f : Z → Z definida por f (x) = x + 5


b) f : Q → Q dada por f (x) = 5x − 8
x+2
c) f : R → R dada por f (x) = 4
3x
d ) f : R \ {2} → R \ {3} dada por f (x) = x−2
e) f : {0, 1, · · · , 10} → {0, 1 · · · , 10} definida por f (x) = 10 − x
f ) f : (−1, 3) → (2, 7) dada por f (x) = 54 x + 13
4
g) f : (−1, 0) → (0, 14 ) dada por f (x) = 14 x + 1
4
1
h) f : (−8, 8) → (1, 2) dada por f (x) = 16
(x − 8) + 2.

2. Sea f : R → R biyectiva. Suponga que f −1 (y) = 3y − 5. Halle f .

3. Considere la siguiente función f : N → N definida por partes



x + 1 , si x es par
f (x) =
x − 1 , si x es impar.

Muestre que f es biyectiva y halle su inversa. (Sugerencia: haga un esbozo del diagrama
de f ).

47
4. Defina una biyección de P({1, 2, 3}) en {1, 2, · · · , 8} y halle su inversa. (Sugerencia:
Puede definirla usando un diagrama).

5. Defina una biyección de {1, 2, 3, 4} en {a, b} × {a, b} y halle su inversa. (Sugerencia:


Puede definirla usando un diagrama).

6. Sean A y B dos conjuntos, suponga que existe una función biyectiva de A en B. ¿Será
cierto que existe una función biyectiva de B en A?

7. Sea f : A → B. Muestre que


f ◦ 1A = f.

8. Sean f : A → B y g : B → C funciones. Muestre que si g ◦ f = 1A , entonces f es


inyectiva y g es sobreyectiva.

9. Muestre que existen funciones f : A → B y g : B → A tales que g ◦ f = 1A pero ni f


ni g son biyectivas. Compare esto con lo que dice el Teorema 1.56.
Sugerencia: El ejemplo es sencillo. Se puede resolver con A y B finitos. Haga un dia-
grama sagital.

10. Sea h : N → N. Halle tres pares de funciones diferentes f, g tales que f ◦ g = h.


Sugerencia: No se complique la vida, busque soluciones con f biyectiva.

11. Muestre que el Teorema 1.62 es una equivalencia. Es decir, sea f : B → C una función.
Supongamos que para todo par de funciones g, h : A → B tales que f ◦ g = f ◦ h,
se tiene necesariamente que g = h. Muestre que f es inyectiva.

12. Sea f : A → B una función. Muestre que los siguientes enunciados son equivalentes:

a) f es sobreyectiva
b) Para todo par de funciones g, h : B → C, si g ◦ f = h ◦ f , entonces g = h.

13. Describa una función que tenga dos inversas por la izquierda distintas y otra que tenga
dos inversas por la derecha distintas.

1.7. Permutaciones de n elementos


En esta sección estudiaremos con un poco más de detalle las biyecciones del conjunto
{1, 2, · · · , n} en sí mismo. Denotaremos con Sn ese conjunto de biyecciones, usualmente
llamado el grupo simétrico y a sus elementos se les llama permutaciones. Es claro que si
f, g ∈ Sn , entonces la composición f ◦ g se puede realizar (igualmente g ◦ f ). Indicaremos
una manera muy efectiva de representar las permutaciones. Veamos un par de ejemplos:
(i) Suponga n = 5 y sea f (1) = 4, f (2) = 3, f (3) = 2, f (4) = 1 y f (5) = 5. Podemos
representar f de la siguiente manera:

48
 
1 2 3 4 5
f = ↓ ↓ ↓ ↓ ↓ 
4 3 2 1 5
Lo usual es no escribir las flechas ↓.
(ii) Sea g la biyección siguiente:
 
1 2 3 4 5
g=
3 4 1 5 2
Podemos calcular g ◦ f y f ◦ g muy fácilmente usando esa representación:
    
1 2 3 4 5 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
g◦f = =
3 4 1 5 2 4 3 2 1 5 5 1 4 3 2
    
1 2 3 4 5 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
f ◦g = = .
4 3 2 1 5 3 4 1 5 2 2 1 4 5 3
La inversa de una permutación es muy fácil de representar. Por ejemplo
 −1  
1 2 3 4 5 4 3 2 1 5
=
4 3 2 1 5 1 2 3 4 5
Es decir, la inversa de una permutación se obtiene intercambiando de lugar las dos filas.

Ahora veremos otra propiedad de las permutaciones. Si f (i) = i diremos que f fija a i,
en el otro caso, diremos que f mueve a i. Cuando una permutación fija a un número no hace
falta incluir ese número en la representación anterior. Por ejemplo
 
1 2 3 4
f=
4 3 2 1
Ahora considere  
2 3 4
3 4 2
esta permutación es igual a  
1 2 3 4 5
1 3 4 2 5
Una permutación f se llama ciclo, si para algunos i1 , i2 , · · · , ik se cumple que

f (i1 ) = i2 , f (i2 ) = i3 , · · · , f (ik−1 ) = ik f (ik ) = i1

y los demas elementos de {1, 2, · · · , n} diferentes de i1 , i2 , · · · , ik quedan fijos por f . La


representación de este ciclo sería
 
i1 i2 · · · ik−1 ik
i2 i3 · · · ik i1

49
Por ejemplo,  
1 2 5
2 5 1
es un ciclo. La función identidad se considera un ciclo que fija a todos los elementos.
Considere la permutación f que usamos al comienzo Veamos que se puede escribir como
composición de ciclos
    
1 2 3 4 5 1 4 2 3
f= =
4 3 2 1 5 4 1 3 2

Esto se cumple para toda permutación. Diremos que dos ciclos son disjuntos, si el conjunto
de números que lo forman son disjuntos. Por ejemplo, los dos ciclos en que se descompuso f
arriba son disjuntos.
Sea g una permutación cualquiera en Sn . Mostraremos que g es igual a la composición de
ciclos disjuntos. La demostración se hará por inducción en el número r de elementos que g
mueve. Si r = 0, entonces g es la función identidad, que se considera un ciclo. Supongamos
que g mueve al menos un elemento i1 , es decir, g(i1 ) 6= i1 . Pongamos i2 = g(i1 ), i3 = g(i2 ),
· · · , ik = g(ik−1). Como g sólo puede tomar n valores y es inyectiva, necesariamente para
algún k, se cumple que g(ik ) = i1 . Es decir, tenemos el ciclo
 
i1 i2 · · · ik−1 ik
h= .
i2 i3 · · · ik i1

Ahora bien, notemos que si j ∈ {1, 2, · · · , n} \ {i1 , · · · , ik }, entonces g(j) ∈ {1, 2, · · · , n} \


{i1 , · · · , ik }. Esto permite definir otra permutación h′ de la siguiente manera: h′ fija todos
los elementos en {i1 , · · · , ik } y si j 6∈ {i1 , · · · , ik } entonces h′ (j) = g(j). Asi tenemos que

g = h ◦ h′

Notemos, por último, que h′ mueve menos elementos que g. Por lo tanto, por la hipótesis
inductiva, h′ se puede expresar como una composición de ciclos disjuntos y con esto termina
la demostración. Dejamos los detalles al lector interesado.
Considere  
1 2 3 4 5
g=
3 4 1 5 2
Entonces   
1 3 2 4 5
g=
3 1 4 5 2

Ejercicios 1.7

1. Calcule las siguientes composiciones de permutaciones

50
a)   
1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
4 5 1 2 3 5 3 2 1 4
b)   
1 2 3 4 5 6 2 4 6
4 6 1 2 3 5 4 6 2
c)   
1 2 3 4 2 4 5
2 1 4 3 4 5 2
d)   
1 3 2 4 5
3 1 4 5 2

2. Halle la descomposición en ciclos de las permutaciones que aparecen en toda esta


sección.

3. Sea i1 ≤ n y g ∈ Sn . Defina i2 = g(i1 ), i3 = g(i2 ), · · · , ik = g(ik−1). Muestre que


necesariamente para algún k, se cumple que g(ik ) = i1 .

4. Sea f ∈ Sn . Para cada k natural se define f k de la manera usual, es decir, f 2 = f ◦ f ,


f k+1 = f ◦ f k . Muestre que

a) Para cada i ≤ n existe k tal que f k (i) = i.


b) Existe l tal que f k = Id (la función identidad). ¿Qué relación guarda l con el
número k de la parte a)?

5. Dé ejemplos de permutaciones f ∈ Sn tales que f 2 = Id.

6. ¿Existirá un ciclo f tal que f 2 no sea un ciclo?

7. Sea f un ciclo de longitud k. Muestre que f k es la identidad.

1.8. La imagen y la preimagen de un conjunto


Sea f : A → B y C ⊆ A. La imagen de C, que denotaremos por

f [C],

se define como el conjunto formado por las imágenes de los elementos de C. En símbolos

f [C] = {f (x) : x ∈ C}.

Notemos que cuando C = A tenemos que f [A] es precisamente el rango de f .

51
Ejemplo 1.65. Sea f : R → R dada por
f (x) = x + 2.
Sea C = [0, 1). Afirmamos que
f [C] = [2, 3).
En efecto, tenemos que
f [C] = {x + 2 : x ∈ [0, 1)} = {x + 2 : 0 ≤ x < 1} = [2, 3).

Ejemplo 1.66. Sea f : R → R dada por
f (x) = x2 .
Entonces tenemos que
f [(−1, 2)] = [0, 4) f [{−2, −1, 2, 3}] = {1, 4, 9}.


Ejemplo 1.67. Sea f : R → R dada por
f (x) = 6 − 3x.
y A = (1, 2]. Sea x ∈ R, tenemos que
1 < x ≤ 2 ⇔ 0 ≤ 6 − 3x < 3.
Por lo tanto f [(1, 2]] = [0, 3).

Dada una función f : A → B y un conjunto D ⊆ B definimos la preimagen de D como
el conjunto formado por todas las preimágenes de los elementos de D. La preimagen de un
conjunto la denotaremos por
f −1 [D].
En símbolos tenemos que
f −1 [D] = {x ∈ A : f (x) ∈ D}.
Observación: Es importante notar que la preimagen de un conjunto está bien definida aún
en el caso que f no sea biyectiva (y por lo tanto no tenga inversa). Aquí se abusa de la
notación, pues se usa el símbolo f −1 con dos significados distintos: (i) Cuando f es biyectiva,
f −1 denota la inversa de f . (ii) Sin importar que f tenga o no inversa, usamos f −1 [D] para
denotar la imagen inversa del conjunto D.
Cuando el conjunto D tiene sólo un elemento, digamos D = {b}, escribiremos f −1 [b] en
lugar de f −1 [{b}]. Es decir
f −1 [b] = {a ∈ A : f (a) = b}.

52
Ejemplo 1.68. Sea f : R → R dada por
f (x) = 2 − x.
Tenemos que
f −1 [{1, 2, 3, 4, 5}] = {1, 0, −1, −2, −3} f −1 [(1, 3]] = [−1, 1)

f −1 [2] = {0} f −1 [4] = {−2}.



Ejemplo 1.69. Sea f : R → R dada por
f (x) = x2 + 1.
Entonces tenemos que
√ √
f −1 [(2, 4]] = (1, √3] ∪ √ [− √3, −1)√
f −1 [{1, 2, 3, 4, 5}] = {0,
√ 2,√ − 2, 3, − 3, 2, −2}
f −1 [7] = { 6, − 6}
f −1 [ 45 ] = { 21 , − 12 }.
La preimagen de un conjunto puede ser vacía. Por ejemplo
f −1 [(−3, 0)] = ∅ f −1 [ 12 ] = ∅.

Ejemplo 1.70. Sea f : R → R dada por f (x) = 3x2 + x + 1. Defina una relación S sobre R
dada por
(x, x′ ) ∈ S ⇔ f (x) = f (x′ ).
Mostraremos que S es una relación reflexiva, simétrica y transitiva (es decir, S es una relación
de equivalencia). En efecto, como f (x) = f (x), es obvio que (x, x) ∈ S para todo x ∈ R,
esto dice que S es reflexiva. Para ver que S es simétrica, tomemos (x, x′ ) ∈ S, entonces
f (x) = f (x′ ). Claramente, f (x′ ) = f (x) y en consecuencia (x′ , x) ∈ S. Finalmente, para
verificar que S es transitiva, sean (x, y), (y, z) ∈ S. Entonces f (x) = f (y) y f (y) = f (z).
Luego f (x) = f (z). Esto es (x, z) ∈ S y así hemos mostrado que S es transitiva.
Recordemos que la clase de equivalencia de un elemento a respecto a una relación de
equivalencia S es la colección
[a] = {b : (a, b) ∈ S}.
En el caso específico que estamos estudiando, tenemos que
[a] = {b ∈ R : f (a) = f (b)}.
Notemos que f (a) = f (b) si, y sólo si, b ∈ f −1 [f (a)]. Esto dice que f −1 [f (a)] es la clase de
equivalencia de a.

53
Sea f : A → B una función. Podemos definir una función entre los subconjuntos de A y
los de B de la siguiente manera. Sea G : P(A) → P(B) dada por

G(D) = f [D] para cada D ⊆ A.

Es decir, G(D) es la imagen de D bajo f . Las propiedades de f y de G están muy relacionadas.


A continuación mostraremos que si una es inyectiva la otra también. En el ejercicio 11 se
analizan otras propiedades de la función G.
Teorema 1.71. Sea f : A → B una función y G como fue definida en el párrafo anterior.
Entonces f es inyectiva si, y sólo si, G es inyectiva.
Demostración. Supongamos que f es inyectiva y mostraremos que G también lo es. Sean
D1 , D2 ∈ P(B) tales que D1 6= D2 . Debemos mostrar que G(D1 ) 6= G(D2 ). Como D1 6= D2
entonces o bien existe x ∈ D1 \ D2 , o bien existe x ∈ D2 \ D1 . Estas dos alternativas
se tratan de manera completamente análoga y sólo haremos una, dejando la otra a cargo
del lector interesado. Fijemos entonces x0 ∈ D1 \ D2 . Afirmamos que f (x0 ) ∈ G(D1 ) y
f (x0 ) 6∈ g(D2 ) y con esto se completa la prueba de que G(D1 ) 6= G(D2 ). En efecto, como
x0 ∈ D1 , por definición, se tiene que f (x0 ) ∈ f [D1 ], esto es, f (x0 ) ∈ G(D1 ). Por otra
parte, para mostrar que f (x0 ) 6∈ G(D2 ), razonamos de manera indirecta. Supongamos que
f (x0 ) ∈ G(D2 ), esto es, f (x0 ) ∈ f [D2 ]. De la definición de f [D2 ] se concluye que existe
x1 ∈ D2 tal que f (x0 ) = f (x1 ). Como f es inyectiva, entonces x0 = x1 , pero esto dice que
x0 ∈ D2 , lo que contradice la elección de x0 . Esta contradicción muestra que f (x0 ) 6∈ G(D2 ).
Supongamos ahora que G es inyectiva y mostremos que f también lo es. Sean x0 , x1 ∈ A.
Supongamos que f (x0 ) = f (x1 ). Mostraremos que x0 = x1 . En efecto, sean D0 = {x0 }
y D1 = {x1 }. Entonces f [D0 ] = f [D1 ], es decir, G(D0 ) = G(D1 ). Como G es inyectiva,
entonces D0 = D1 , esto dice que x0 = x1 .

Ejercicios 1.8

1. Sea f : R → R dada por f (x) = x2 − 1. Halle los conjuntos que se indican.


(a) f [[1, 3]], √ (b) f −1 [(−1, 3]], (c) f [N]
(d) f [(1, 4) ∪ ( 27, 15)] (e) f −1 [[5, 20)] (f) f −1 [(2, 5) ∪ [7, 15]]
2. Sea f : R → R dada por f (x) = 3x − 1. Halle los conjuntos que se indican.
(a) f [[1, 3]], (b) f −1 [R], (c) f [{1, 2, 3, 4}]
(d) f [(1, 15)] (e) f [{1, 2, 3}] (f) f −1 [(0, 51 ]]
−1

3. Sea f : N × N → N dada por

f (n, m) = 2n (2m + 1) − 1.

Halle los conjuntos que se indican

a) f [C] donde C = {(1, 1), (1, 2), (2, 3), (3, 3), (2, 1), (3, 2)}.

54
b) f −1 [{1, 2, 3, 4, 5, 6}]

4. Sea f : A → B una función. Defina una relación S sobre A dada por

(x, x′ ) ∈ S ⇔ f (x) = f (x′ ).

Muestre que S es una relación reflexiva, simétrica y transitiva (es decir, S es una
relación de equivalencia).

5. Sea f : N → N dada por


f (n) = 3n + 1.
Defina una función G : P(N) → P(N) de la siguiente manera

G(A) = f [A].

a) Halle los conjuntos que se indican


(a) G({1, 3, 5}), (b) G({2, 3, 5}), (c) G(P ) donde P son los números pares.
b) Muestre que G es inyectiva.

6. Sea f : Z → Z dada por f (x) = x2 + 4. Defina G : P(Z) → P(Z) por G(A) = f [A].
Muestre que G no es inyectiva.

7. Sea f : A → B una función

a) Muestre que f −1 [B] = A.


b) Sean a, c ∈ A. Muestre que f (a) = f (c) si, y sólo si, c ∈ f −1 [a].
c) Sea C ⊆ D ⊆ A. Muestre que f [C] ⊆ f [D]
d ) Sea E ⊆ F ⊆ B. Muestre que f −1 [E] ⊆ f −1 [F ].

8. Sea f : A → B una función.

a) Sea C ⊆ A. Muestre que


C ⊆ f −1 [f [C]]
b) Sea D ⊆ B. Muestre que
f [f −1 [D]] ⊆ D
c) Determine cuándo se cumple la igualdad en los ejercicios anteriores.

9. Sea f : A → B una función.

a) Sean E, F ∈ P(B). Muestre que f −1 [E ∪ F ] = f −1 [E] ∪ f −1 [F ]. ¿Qué puede decir


sobre f −1 [E ∩ F ]?
b) Sean D, K ∈ P(A). Muestre que f [D ∪ K] = f [D] ∪ f [K]. ¿Qué puede decir sobre
f [D ∩ K]?

55
10. Sea f : N → N dada por f (n) = 3n + 1. Defina G : P(N) → P(N) por

G(A) = f −1 [A].

¿Es G sobreyectiva? ¿Es G inyectiva?

11. Sea f : A → B una función. Defina G : P(A) → P(B) y H : P(B) → P(A) por

G(D) = f [D] con D ⊆ A

y
H(E) = f −1 [E] con E ⊆ B.
Muestre que

a) f es inyectiva si, y sólo si, G es inyectiva.


b) f es sobreyectiva si, y sólo si, G es sobreyectiva.
c) f es inyectiva si, y sólo si, H es sobreyectiva.
d ) f es inyectiva si, y sólo si, G(A \ D) = G(A) \ G(D) para todo D ⊆ A.
e) Si H es inyectiva, entonces f es sobreyectiva. ¿Es válido el recíproco?

12. Sean f : A → B y g : B → C funciones. Muestre que

a) (g ◦ f )−1 [c] = f −1 [g −1 [c]] para todo c ∈ C.


b) (g ◦ f )[D] = g[f [D]] para todo D ⊆ A.

56
Ejercicios suplementarios del capítulo 1

1. Determine si las siguientes reglas definen una función de N en P(N).

a) n 7→ {n},
b) n 7→ {m : m es un múltiplo de n},
c) n 7→ {m ∈ N : n ≤ m},
d ) n 7→ ∅.

2. Determine las imágenes indicadas.

a) f : P({1, 2, 3, 4}) → P({1, 2, 3, 4}) dada por f (A) = A ∪ {1, 2}. Hallar f (∅) y
f ({1, 2}).
b) f : P({1, 2, 3, 4}) → P({1, 2, 3, 4}) dada por f (A) = A△{1, 2}. Hallar f (∅) y
f ({1, 3}).
c) f : N → P(N) dada por f (n) = {m ∈ N : n ≤ m}. Hallar f (0) y f (3).
d ) Sea f : N → N definida por partes de la manera siguiente

x + 1 , si x es par
f (x) =
x , si x es impar.

Hallar f (2) y f (3).


e) f : P({1, 2, 3, 4}) → P({1, 2, 3, 4}) dada por f (A) = A ∩ {1, 2}. Hallar f (∅) y
f ({1, 3}).

3. Sea f : N → R una función. Suponga que f satisface

f (n) = (n − 1)f (n − 1)

para todo n > 1 y también que f (1) = 1. Halle f (4).

4. Sea f : N → R una función. Suponga que f satisface

f (n) = n · f (n − 1) + 1

para todo n > 1 y también que f (1) = 997. Halle f (5).

5. En cada uno de los ejercicios que siguen determine si existe (y en caso que sea posible,
encuentre) una función f : A → B que sea (a) inyectiva, (b) sobreyectiva, (c) biyectiva.

a) A = {1, 2, 3, 4} y B = {0, 1} × {0, 1} × {0, 1},


b) A = {1, 2, 3} y B = {0} × {1, 2, 3, 4, 5,},
c) A = P({0, 1, 2}) y B = {0, 1, 2, · · · , 7},

57
d ) A = P({0, 1}) y B = {0, 1} × {0, 1},
e) A = P({0, 1, 2}) y B = {0, 1} × {0, 1} × {0, 1},
f ) A = {n ∈ N : n divide a 12} y B = {1, 2, 3, 4, 5}.

6. Determine si las siguientes funciones son inyectivas, sobreyectivas y/o biyectivas. De-
termine el rango de cada una de ellas.

a) f : N → N, definida por f (n) = 3n + 2.


b) f : N × N → N, definida por f ((n, m)) = m.
c) f : N → P(N) definida por f (n) = {n}.
d ) f : N × N → N, definida por f ((n, m)) = m · n.
e) f : N × N → N × N, definida por f ((n, m)) = (m, n).
f ) f : N → N × N definida por f (n) = (1, n).
g) f : N → P(N) dada por f (n) = {m ∈ N : n ≤ m}.
h) f : P({1, 2, 3, 4}) → P({1, 2, 3, 4}) dada por f (A) = A△{1, 2}
i ) f : P(N) → P(N) dada por f (A) = A ∪ {1, 2, 3, 4}.
j ) f : P(N) × P(N) → P(N) dada por f (A, B) = A \ B.
k ) f : P(N) × P(N) → P(N) dada por f (A, B) = A△B.
l ) Sea f : N → N definida por partes de la manera siguiente

x + 1 , si x es par
f (x) =
x , si x es impar

7. Muestre que la función dada es biyectiva y halle su inversa.


x
a) f : R \ {2} → R \ {1} dada por f (x) = x−2

b) f : (5, 15) → ( 31 , 12 ) dada por f (x) = 1


60
(x + 15).
c) f : (−3, −2) → (5, 10) dada por f (x) = 5x + 20.
d ) f : P({0, 1, 2}) → P({0, 1, 2}) definida por f (A) = A△{1}.

58
Capítulo 2

Cardinalidad

En este capítulo estudiaremos el concepto de cardinalidad de un conjunto. Este concepto


es la versión matemática de la noción común de “número de elementos de un conjunto”.
Nuestro principal objetivo será el de comparar el número de elementos de los conjuntos
N, Z, Q y R. Aún cuando todos ellos son conjuntos infinitos, veremos que R tiene “más”
elementos que los otros. Este descubrimiento, que los conjuntos infinitos no son todos de
igual tamaño, lo hizo el matemático George Cantor a finales del siglo XIX y revolucionó las
Matemáticas. El lector interesado en profundizar sobre estos temas puede consultar [5].

2.1. Conjuntos finitos y métodos de conteo


¿De cuántas maneras podemos ordenar 3 libros distintos en un estante? Designemos con
las letras a, b y c los 3 libros. Podemos hacer una lista de todas las posibles ordenaciones:
abc acb bac
bca cab cba
Vemos entonces que hay 6 posibles maneras de ordenarlos. Ahora bien, si en lugar de 3 tene-
mos 1000 libros, no podemos hacer una lista exhaustiva de todas las posibilidades pues es un
número extraordinariamente grande. Por esto se han desarrollado los métodos de conteo. En
esta sección presentaremos algunos de estos métodos. Lo primero que haremos es precisar la
noción de “un conjunto con n elementos”. Aunque su significado es para todos intuitivamen-
te claro, es importante que lo expresemos usando el lenguaje de las Matemáticas. Al igual
que en todo proceso de medición (en el caso que nos ocupa, estamos interesados en medir
el número de elementos de un conjunto) es fundamental fijar un patrón de referencia. El
conjunto con n elementos que usaremos como patrón es {1, 2, 3, · · · , n} (¿Cuál otro podría
ser?). También es conveniente tener a la mano una notación práctica para trabajar con estos
conceptos. Todo esto lo haremos a continuación.
Definición 2.1. Sea A un conjunto y un número natural positivo n. Diremos que A tiene n
elementos si existe una función biyectiva f : {1, 2, 3, · · · , n} → A. En este caso escribiremos
|A| = n.

59
Diremos que A es finito si A es vacío o si tiene n elementos para algún n. Diremos que el
conjunto vacío tiene 0 elementos.
El lector debería convencerse que la definición que acabamos de dar captura la noción
intuitiva de un conjunto con n elementos.
El símbolo |A| se lee “el número de elementos de A”, también se dice “la cardinalidad de
|A|”. La ecuación |A| = |B|, se lee “A y B tienen el mismo número de elementos” o “ A y B
tienen la misma cardinalidad”.
También es usual denotar un conjunto finito con n elementos de la siguiente manera

A = {a1 , a2 , · · · , an }

donde los símbolos a1 , a2 , · · · se leen a-sub-uno, a-sub-dos, etc. Esta notación sustituye a la
biyección f : {1, 2, · · · , n} → A. Pues implicitamente uno puede suponer que f viene dada
de la siguiente manera:

f (1) = a1 , f (2) = a2 , · · · , f (n) = an

Ejemplo 2.2. Sea A = {2, 4, a, b, 8}. Veamos que A satisface la definición de un conjunto
con 5 elementos. Para esto debemos conseguir una función biyectiva de {1, 2, 3, 4, 5} en A.
En efecto, considere la siguiente regla

f (1) = 2
f (2) = 4
f (3) = a
f (4) = b
f (5) = 8

Teniendo aclarado la noción de “número de elemento de un conjunto” o “cardinalidad
de un conjunto finito” nos dedicaremos a estudiar sus propiedades. El primer resultado es
sumamente útil.
Teorema 2.3. Sean A y B dos conjuntos finitos. Si A y B son disjuntos (es decir, A∩B = ∅),
entonces |A ∪ B| = |A| + |B|.
Antes de dar la demostración de este resultado veremos un ejemplo.
Ejemplo 2.4. Sea A = {1, 4, 6} y B = {3, 7, 8, 9}. Tenemos que A ∩ B = ∅, A ∪ B es igual
a {1, 4, 6, 3, 7, 8, 9} y A ∪ B tiene 3 + 4 elementos.
Observe que es crucial que los conjuntos sean disjuntos. Por ejemplo, sea C = {1, 4, 6} y
D = {1, 7, 8, 9}. En este caso C ∩ D = {1} y C ∪ D tiene sólo 6 elementos. ✷

Demostración del Teorema 2.3: Sea n = |A| y m = |B|. La demostración se hará por
inducción en n.

60
Base de la inducción: Si A es vacío, es decir, n = 0, entonces A∪B = B y en consecuencia
|A ∪ B| = |B| = |A| + |B|.
Como veremos, para el paso inductivo, necesitamos el caso cuando A tiene un solo elemen-
to. Lo haremos de inmediato. Supogamos que A = {x} y B es un conjunto con m elementos y
disjunto de A. Sea f : {1, 2, · · · , m} → B una biyección. Defina f : {1, 2, · · · , m+1} → A∪B
por partes de la siguiente manera.

f (t) , si t ∈ {1, 2, · · · , m}
g(t) =
x , si t = m + 1.
Le dejamos al lector convencerse de que g es una biyección y en consecuencia |A ∪ B| =
m + 1 = |B| + |A|.
Paso inductivo: Supongamos que el resultado es válido para cualquier conjunto A que
tenga a lo sumo n elementos. Debemos verificar el resultado para un conjunto A con n + 1
elementos. Por lo visto anteriormete, podemos ademas suponer que n ≥ 1.
Sea A tal que |A| = n + 1 y B un conjunto con m elementos que sea disjunto de A.
Escoja un elemento cualquiera de A, denotemoslo por x. Considere el conjunto C = A \ {x}.
Claramente |C| = n. Como A∩B = ∅, entonces C∩B = ∅. Por la hipótesis inductiva, sabemos
que |C ∪ B| = |C| + |B| = n + m. Por otra parte, considere el conjunto D = C ∪ B. Usando
la inductiva con los conjuntos {x} y D, tenemos que |{x} ∪ D| = |{x}| + |D| = 1 + n + m.
Clarmente A ∪ B = {x} ∪ D, y así concluimos que |A ∪ B| = n + 1 + m que es lo que se
quería demostrar. ✷

El teorema anterior se puede demostrar sin usar inducción de una manera directa como
lo indicamos en el ejercicio #7.
Podemos generalizar el resultado anterior para la unión de tres o más conjuntos disjuntos
de la manera siguiente.

Teorema 2.5. Sean A, B y C tres conjuntos finitos tales que A ∩ B = A ∩ C = B ∩ C = ∅,


entonces A ∪ B ∪ C es finito y además

|A ∪ B ∪ C| = |A| + |B| + |C|.

Demostración: Sean A, B y C tres conjuntos como en la hipótesis. Considere el siguiente


conjunto
D = A ∪ B.
Tenemos entonces que D y C son disjuntos (¿por qué?). Luego por el Teorema 2.3 concluimos
que
|D ∪ C| = |D| + |C|.
Análogamente, como A y B son disjuntos, tenemos que

|D| = |A ∪ B| = |A| + |B|.

61
De la dos igualdades anteriores obtenemos

|A ∪ B ∪ C| = |D ∪ C| = |D| + |C| = |A| + |B| + |C|.

Cuando una familia de conjuntos {Ai }i tiene la propiedad que Ai ∩ Aj = ∅ para cada par
de índices distintos i, j se dice que la familia es disjunta dos a dos. El resultado anterior se
puede generalizar: Sea {Ai }ni=1 una familia de conjuntos finitos disjuntas dos a dos, entonces

|A1 ∪ · · · ∪ An | = |A1 | + · · · + |An |.

La demostración de este hecho queda como ejercicio (ver ejercicio 8).

Otra propiedad de los conjuntos finitos es la siguiente:


Teorema 2.6. Sea A un conjunto finito y B ⊆ A, entonces B es finito y además |B| ≤ |A|.
En otras palabras, si A tiene n elementos y B ⊆ A, entonces B tiene a lo sumo n
elementos. El lector que quiera ver un prueba formal de este resultado puede ver el ejercicio
#9 donde encontrará algunas indicaciones de como hacerlo.

El siguiente resultado es similar al Teorema 2.3 pero ahora también incluiremos el caso
donde los conjuntos A y B no son necesariamente disjuntos.
Teorema 2.7. Sean A y B conjuntos finitos, entonces se cumple que

|A ∪ B| = |A| + |B| − |A ∩ B|.

Demostración: Comencemos observando que

A ∪ B = (A \ B) ∪ (A ∩ B) ∪ (B \ A)

y además que
(A ∩ B) ∩ (A \ B) = ∅
(A ∩ B) ∩ (B \ A) = ∅
(A \ B) ∩ (B \ A) = ∅.
Es decir, cada par de estos tres conjuntos son disjuntos. Ya que A ∩ B ⊆ A, A \ B ⊆ A y
B \ A ⊆ B, entonces cada uno de ellos es finito (por el Teorema 2.6). Podemos ahora usar el
Teorema 2.5 y concluir que

|A ∪ B| = |A \ B| + |A ∩ B| + |B \ A|. (2.1)

Observe que A \ B y B ∩ A son disjuntos, es decir

(A \ B) ∩ (A ∩ B) = ∅

62
y además que
A = (A ∩ B) ∪ (A \ B).
Ya que A \ B ⊆ A y A ∩ B ⊆ A, entonces ambos son conjuntos finitos (por el Teorema 2.6).
Por lo tanto por el Teorema 2.3 tenemos que

|A| = |A ∩ B| + |A \ B|. (2.2)

Análogamente para el conjunto B tenemos que

|B| = |A ∩ B| + |B \ A|. (2.3)

Sumando las igualdades dadas en (2.2) y (2.3) obtenemos que

|A| + |B| = |A ∩ B| + |A \ B| + |A ∩ B| + |B \ A|.

Comparando con (2.1) obtenemos

|A ∪ B| = |A| + |B| − |A ∩ B|

y ésta es la ecuación buscada.



El resultado anterior se puede generalizar para tres o más conjuntos finitos. Este resultado
se conoce como el principio de inclusión y exclusión.
Teorema 2.8. (Principio de inclusión y exclusión) Sean A, B y C tres conjuntos finitos,
entonces A ∪ B ∪ C es finito y además se cumple que

|A ∪ B ∪ C| = |A| + |B| + |C| − |A ∩ B| − |A ∩ C| − |B ∩ C| + |A ∩ B ∩ C|.


La utilidad de este resultado reside en que, en general, es más fácil contar el número de
elementos de la intersección de conjuntos que el de la unión de conjuntos. En el ejercicio 10
el lector encontrará algunas indicaciones de como demostrar este resultado.
Ejemplos 2.9. ¿Cuántos enteros del conjunto S = {1, 2, 3, · · · , 1000} son divisibles por 3 o
5? Definimos dos conjuntos D3 y D5 de la siguiente manera

D3 = {n ∈ S : n es divisible por 3} y D5 = {n ∈ S : n es divisible por 5}.

Estamos buscando el número de elementos de D3 ∪D5 . Haciendo uso del Teorema 2.7 bastaría
que consiguiéramos |D3 |, |D5 | y |D3 ∩ D5 |. Notemos que n es divisible por 3 si n es de la
forma 3k para algún entero k. Como 3 · 333 = 999, 3 · 334 = 1002, y 5 · 200 = 1000 podemos
concluir que
D3 = {3k : 1 ≤ k ≤ 333} y D5 = {5k : 1 ≤ k ≤ 200}.
Esto nos dice que |D3 | = 333 y |D5 | = 200. Por otra parte, observemos que si n ∈ D3 ∩ D5 ,
entonces n es divisible por 15 (pues la factorización de n en factores primos incluirá tanto al

63
3 como al 5). Recíprocamente, si n es divisible por 15 entonces n es divisible por 3 y por 5.
Esto nos dice que
D3 ∩ D5 = {n ∈ S : n es divisible por 15}.

Por lo tanto, como 15 · 66 = 990 y 15 · 67 = 1005, entonces

D3 ∩ D5 = {15k : 1 ≤ k ≤ 66}.

De esto tenemos que |D3 ∩ D5 | = 66. Finalmente

|D3 ∪ D5 | = |D3 | + |D5 | − |D3 ∩ D5 | = 333 + 200 − 66 = 467.

Veamos otro ejemplo. ¿Cuántos enteros en S son divisibles por 3, 5 o 7? Sea D7 el conjunto

D7 = {n ∈ S : n es divisible por 7}.

Al igual que antes se tiene que |D7 | = 142, pues 7 · 142 = 994 y 7 · 143 = 1001. Por otra
parte, como 7, 3 y 5 son números primos, entonces

D3 ∩ D7 = {n ∈ S : n es divisible por 21}


D5 ∩ D7 = {n ∈ S : n es divisible por 35}
D3 ∩ D5 ∩ D7 = {n ∈ S : n es divisible por 105}.

Razonando análogamente a como hiciéramos antes, obtenemos que |D3 ∩ D7 | = 47, |D5 ∩
D7 | = 28 y |D3 ∩ D5 ∩ D7 | = 9. Por el principio de inclusión y exclusión tenemos que

|D3 ∪ D5 ∪ D7 | = |D3 | + |D5 | + |D7 | − |D3 ∩ D5 | − |D3 ∩ D7 | −


|D5 ∩ D7 | + |D3 ∩ D5 ∩ D7 |
= 333 + 200 + 142 − 66 − 47 − 28 + 9
= 543.

Observación 2.10. El principio de inclusión y exclusión se puede generalizar a un número


arbitrario de conjuntos. Por ejemplo, para cuatro conjuntos A, B, C y D se tiene que

|A ∪ B ∪ C ∪ D| = |A| + |B| + |C| + |D|


−|A ∩ B| − |A ∩ C| − |A ∩ D| − |B ∩ C| − |C ∩ D| − |B ∩ D|
+|A ∩ B ∩ C| + |A ∩ B ∩ D| + |A ∩ C ∩ D| + |B ∩ C ∩ D|
−|A ∩ B ∩ C ∩ D|.

Le dejamos al lector la tarea de comprobar esa fórmula.


64
2.1.1. Cardinalidad del conjunto potencia
Ahora calcularemos el número de elemento del conjunto potencia. Para hacerlo usaremos
el Principio de inducción. El paso inductivo está basado en la siguiente idea. Consideremos
el conjunto potencia de {1, 2, 3}. Clasificamos los subconjuntos de {1, 2, 3} en dos grupos: el
primero consiste de aquellos que no contienen al 3 y el segundo del resto, es decir, aquellos
que sí contienen al 3

∅ {1} {2} {1, 2}

{3} {1, 3} {2, 3} {1, 2, 3}

Notemos que los conjuntos que están en la primera fila son precisamente los subconjuntos
de {1, 2}, es decir, en el primer grupo hemos puestos todos los elementos de P({1, 2}). Y los
que colocamos en el segundo grupo se obtienen agregando el 3 a los conjuntos del primer
grupo.
De lo dicho anteriormente se concluye que el número de elementos de P({1, 2, 3}) es el
doble que el de P({1, 2}). El lector debe tener presente esta idea cuando lea la prueba que
damos a continuación.
Teorema 2.11. Sea n un natural con n ≥ 1, entonces P({1, 2, · · · , n}) tiene 2n elementos.
Demostración: La demostración la haremos por inducción.
Base de la inducción: Para n = 1, tenemos que P({1}) = {∅, {1}} tiene 21 elementos.

Paso inductivo: Supongamos que el resultado es cierto para k y mostrémoslo para k + 1. La


hipótesis inductiva es que P({1, 2, 3 · · · , k}) tiene 2k elementos. Consideremos los siguientes
conjuntos:
A = {X ∈ P({1, 2, 3 · · · , k + 1}) : k + 1 ∈ X}
B = {X ∈ P({1, 2, 3 · · · , k + 1}) : k + 1 6∈ X}.
Observemos que B es igual a P({1, 2, 3 · · · , k}) (verifíquelo!). Tenemos que A ∩ B = ∅ y ade-
más que P({1, 2, 3 · · · , k + 1}) = A ∪ B (verifíquelo!). La hipótesis inductiva nos dice que B
tiene 2k elementos. Mostraremos en seguida que A también tiene 2k elementos. Supongamos
esto por un momento y terminemos la verificación del paso inductivo. Como A ∪ B es igual
a P({1, 2, 3 · · · , k + 1}) y A y B son disjuntos, entonces podemos usar el Teorema 2.3 y con-
cluir que P({1, 2, 3 · · · , k + 1}) tiene 2k + 2k elementos. Como 2 · 2k = 2k+1, hemos mostrado
que P({1, 2, 3 · · · , k + 1}) tiene 2k+1 elementos. Con esto terminamos la verificación del paso
inductivo.
Nos quedó pendiente mostrar que A tiene 2k elementos. En realidad es bastante sencillo
darse cuenta de eso. Analizando con cuidado la definición de A vemos que A tiene tantos
elementos como B, pues a cada conjunto X en B le corresponde exactamente uno de A,
precisamente el conjunto X ∪ {k + 1}. Esta es la idea que presentamos antes de enunciar el
teorema para el caso particular del conjunto potencia de {1, 2, 3}. Precisaremos estas ideas
a continuación.

65
Considere la siguiente función: f : B → A dada por

f (X) = X ∪ {k + 1}.

Observe que f (X) es un subconjunto de {1, 2, 3 · · · , k + 1}. Veamos que f es inyectiva. Sean
X, Y ∈ B con X 6= Y . Entonces al agregarles a estos conjuntos el número k + 1 siguen siendo
distintos, en otras palabras, X ∪{k + 1} = 6 Y ∪{k + 1}. Esto muestra que f (X) 6= f (Y ) y por
lo tanto que f es inyectiva. Ahora verificaremos que f es sobreyectiva, en efecto, sea Y ∈ A,
esto dice que Y ⊆ {1, 2, 3 · · · , k + 1} y que k +1 ∈ A. Considere el conjunto Z = Y \{k = 1}.
Es inmediato comprobar que f (Z) = Y . Como f es biyectiva, entonces |A| = |B|. ✷
El lector seguramente ya habrá notado lo larga que resultó ser la prueba del teorema
anterior. También habrá observado que la idea “detrás” de la prueba es realmente simple
(como lo ilustramos antes de enunciar el teorema). Esto es común que suceda en matemáticas.
Algunas demostraciones usan una idea sencilla que al “formalizarla” en el lenguaje de las
matemáticas resulta aparentemente mucho más complicada. Sin embargo, la formalización
y la prueba son fundamentales para convencernos que el resultado enunciado era correcto.
A medida que avance en el estudio de la matemática, el lector irá notando la aparición
en los libros de frases como “es fácil ver que usando tal o cual idea se puede completar la
demostración” y le dejan al lector la tarea de convencerse que en realidad esa “idea” simple es
suficiente. Podríamos decir que una parte importante del estudio de las matemáticas consiste
en llegar a ese convencimiento.

Ya vimos que P({1, 2, 3 · · · , n}) tiene 2n elementos. ¿Qué podemos decir acerca de P(A)
si A tiene n elementos? El siguiente teorema dice que P(A), por supuesto, tiene 2n elementos.
Teorema 2.12. Sea A un conjunto finito con n elementos, entonces P(A) tiene 2n elemen-
tos.
Demostración: Definiremos una biyección entre P(A) y P({1, 2, · · · , n}). Después de tener a
la mano esa biyección podremos usar el Teorema 2.22, pues ya sabemos que P({1, 2, · · · , n})
tiene 2n elementos y así concluir que P(A) tiene 2n elementos.
Si A es el conjunto vacío, entonces P(∅) tiene un solo elemento, es decir tiene 20 elementos.
Podemos entonces suponer que |A| ≥ 1. Sea A un conjunto con n elementos y fijemos un
biyección f : {1, 2, 3 · · · , n} → A. Definiremos una función g : P({1, 2, · · · , n}) → P(A)
de la manera siguiente. Dado un subconjunto B ⊆ {1, 2, · · · , n} definimos g(B) como el
conjunto
g(B) = {f (b) : b ∈ B}.
Es decir, g(B) consiste de las imágenes bajo f de los elementos de B. Dejamos al lector la
tarea de convencerse que g es en efecto una biyección (ver ejercicio 17).

2.1.2. Cardinalidad del producto Cartesiano


Ahora calcularemos la cardinalidad del producto cartesiano de dos conjuntos finitos.

66
Teorema 2.13. Sean A y B dos conjuntos finitos, entonces el producto cartesiano A × B
es finito y se cumple que
|A × B| = |A| · |B|
Demostración: Para facilitar la presentación, enumeraremos los elementos de A de la siguiente
manera:
A = {x1 , x2 , · · · , xn },
donde n es el número de elementos de A. Para cada i ∈ {1, · · · , n} definimos el conjunto Di
como
Di = {xi } × B.
Dejamos al lector la tarea de verificar que

A × B = D1 ∪ D2 ∪ · · · ∪ Dn .

Observemos que si i 6= j, entonces Di y Dj son disjuntos (¿por qué?). Por lo tanto, podemos
hacer uso de la versión generalizada del Teorema 2.5 (ver el comentario que sigue al Teorema
2.5) y concluir que
|A × B| = |D1 | + |D2 | + · · · + |Dn |.
Afirmamos que, para cada i, |Di | = |B|. En efecto, fijemos i y consideremos la función
f : B → Di dada por f (y) = (xi , y). Entonces f es claramente una biyección y por lo tanto
se cumple lo afirmado. Así que en la suma anterior tenemos |B| repetido n veces. En otras
palabras,
|A × B| = n · |B| = |A| · |B|.
Esto era lo que queríamos demostrar.

Ejemplo 2.14. Considere el conjunto

S = {100, 101, 102, · · · , 999}.

Observemos que |S| = 900. ¿Cuántos números en S tienen un 3 en la primera cifra? Re-
flexionando un poco vemos que existe 100 de esos números. Podemos también responder
esta pregunta usando el Teorema 2.13. Los números que estamos buscando tienen la forma
3ab, donde a, b son dígitos entre 0 y 9 (ambos incluidos). Por el Teorema 2.13 sabemos que
existen 102 pares ordenados de la forma (a, b) con a, b ∈ {0, 1, · · · , 9}. Cada par (a, b) nos
proporciona uno de los números buscados, precisamente el número 3ab. Y recíprocamente,
a cada número de la forma 3ab le corresponde el par (a, b). Esto muestra que la función
(a, b) 7→ 3ab es una biyección entre {0, 1, · · · , 9} × {0, 1, · · · , 9} y el conjunto al que le es-
tamos determinando la cardinalidad. Usando el Teorema 2.22 concluimos que existen 100
números de la forma 3ab.

67
2.1.3. Cardinalidad de B A
En esta sección contaremos la funciones entre dos conjuntos finitos y mostraremos que si
A tiene n elementos y B tiene m elementos entonces existen mn funciones de A en B, esto
es,
|B A | = |B||A|
Introduciremos ahora un concepto que es de uso frecuente en matemáticas.
Definición 2.15. Sea f : A → B una función y C ⊆ A. La restricción de f a C es
una función de C en B, que denotaremos f ⌈C, dada por la misma regla que f , es decir,
f ⌈(x) = f (x).
Enunciaremos el resultado principal para conjuntos no vacíos. Más adelante analizaremos
qué podemos decir cuando A o B son el conjunto vacío.
Teorema 2.16. Sean A y B conjuntos finitos no vacíos, entonces |B A | = |B||A| .
Demostración. Sea n tal que |A| = n. La demostración se hará por inducción en n.
Base de la inducción: Para n = 1, es inmediato que existen tantas funciones de A en B, como
elementos tenga B, es decir, existe m funciones de A en B, que es lo que se quería demostrar.
Hipótesis inductiva: Supongamos que para todo conjunto A con n elementos y todo conjunto
finito B se cumple que |B A | = |B||A| . Demostraremos que lo mismo vale para un conjunto
con n + 1 elementos.
Sea C un conjunto con n + 1 elementos, escojamos un elemento cualquiera de C, que
denotaremos c0 . Sea A = C \ {c0 }. Entonces A tiene n elementos. Definimos una función
H : B C → B A × B de la siguiente manera:

f 7→ (f ⌈A, f (c0 ))

El lector debe convencerse que H está bien definida. Veamos que H es una biyección. Ve-
rifiquemos primero que H es inyectiva. Sean f, g ∈ B C con f 6= g. Entonces existe x ∈ C
tal que f (x) 6= g(x). Hay dos casos a considerar: (a) x ∈ A, entonces (f ⌈A)(x) 6= (g⌈A)(x)
asi f ⌈A 6= g⌈A y por lo tanto H(f ) 6= H(g). (b) x = c0 . Entonces f (c0 ) 6= g(c0 ) y por
consiguiente H(f ) 6= H(g).
Veamos que H es sobreyectiva. Sea (g, b) ∈ B A ×B, esto es, g : A → B y b ∈ B. Definimos
f : C → B por partes de la siguiente manera: Recuerde que C = A ∪ {c0 }.

g(x) , si x ∈ A
f (x) =
b , si x = c0 .

Dejamos al lector la verificación de que H(f ) = (g, b) y por lo tanto H es sobreyectiva.



Nos queda por analizar el caso cuando A o B es vacío. Supongamos que A = ∅. Qué
puede ser una función que tenga como dominio el conjunto vacío? Si vemos a una funación
de A en B como una relación, es decir, como un subconjunto de A × B, es inmediato que

68
la única relación, cuando A es vacío, es la relación vacía, es decir, ∅ es una relación entre
∅ y B. Y es tambiém inmediato verificar que ∅ es una función de ∅ en B. Por lo tanto,
B ∅ tiene un sólo elemento, la función vacía. Por otra parte, si B es vacío, un razonamiento
análogo muestra que la función vacía es la única función de un conjunto cualquiera A en ∅.
En resumen, |B A | = 1 si A o B es vacío.

Si A y B tienen n elementos cada uno, ¿Cúantas biyecciones existen entre A y B? La


respuesta es que existen n! funciones biyectivas entre A y B 1 .
Teorema 2.17. Sean A y B conjuntos con n elementos y n ≥ 1. Entonces existen n!
funciones biyectivas de A en B.
Demostración: La haremos por inducción en n.
Base de la inducción: Si n = 1, el lector debe convencerse que el resultado es cierto. Es decir
que si A y B tienen un sólo elemento cada uno, existe una sola biyección entre ellos.
Paso inductivo: Supongamos que el resultado vale para conjuntos con k elementos y demos-
trémoslo para conjuntos con k + 1 elementos.
Hipótesis inductiva: Supongamos que si A y B tienen k elementos con k ≥ 1, entonces existen
k! biyecciones de A en B.
Suponga que C y D tienen k + 1 elementos. Denotemos los elementos de C y D, respec-
tivamente, por c1 , · · · , ck+1 y d1 , · · · , dk+1 . Sea S el conjunto de todas las biyecciones entre
C y D. Vamos a clasificar los elementos de S de la siguiente manera

Si = {f ∈ S : f (ck+1 ) = di }

con 1 ≤ i ≤ k + 1. Se tiene que


k+1
[
S= Si
i=1

y los Si son dos a dos disjuntos. Observemos que Si tiene cardinalidad igual al del conjunto
de biyecciones entre {c1 , · · · , ck } y {d1 , d2 , · · · , dk+1} \ {di }. Como esos dos conjuntos tienen
k elementos, entonces la hipótesis inductiva nos asegura que |Si | = k! para cada i. En
consecuencia |S| = (k + 1)k! = (k + 1)!. ✷

Teorema 2.18. Sean A y B conjuntos finitos con 1 ≤ n = |A| ≤ |B| = m. Entonces existen
m!
(m−n)!
funciones inyectivas de A en B.
Demostración: Por inducción en m.
Base de la inducción: Si m = 1, el lector debe convencerse que si n = m = 1 existe una sola
función inyectiva entre A y B.
Paso inductivo: Supongamos que el resultado vale para m = k y demostrémoslo para m = k+1
elementos.
1
Recordemos que el factorial de un número natural se define por n! = n · (n − 1) · · · 2 · 1. Por ejemplo,
3! = 3 · 2 · 1 = 6

69
Hipótesis inductiva: Supongamos que si A y B son finitos y 1 ≤ n = |A| ≤ |B| = k, entonces
k!
existen (k−n)! funciones inyectivas de A en B.
Sea C y D conjuntos tales que 1 ≤ n = |C| ≤ |D| = k + 1. Denotemos los elementos de
C y D, respectivamente, por c1 , · · · , cn y d1 , · · · , dk+1. Consideramos dos casos
(i) Supongamos n = m. En este caso toda función inyectiva de C en D es sobreyectiva
y por consiguiente queremos determinar el número de funciones biyectivas de C en D. Y
sabemos que existen (k + 1)! funciones biyectivas por el Teorema 2.17.
(ii) Supongamos n < m. Sea S el conjunto de todas las funciones inyectivas de C en D.
Como n < m, entonces toda función inyecitva de C en D no puede ser sobreyectiva, esto nos
permite clasificar los elementos de S de la siguiente manera

Si = {f ∈ S : di 6∈ rango(f )}

con 1 ≤ i ≤ k + 1. Se tiene que


k+1
[
S= Si .
i=1

Observemos que Si tiene cardinalidad igual al del conjunto de todas las funciones inyectivas
de {c1 , · · · , cn } en {d1 , d2, · · · , dk+1} \ {di }. La hipótesis inductiva nos asegura que |Si | =
k!
(k−n)!
para cada i. Atención!: Los conjuntos Si no son necesariamente dos a dos disjuntos. El
lector debe convencerse de que cada f ∈ S pertenece a k + 1 − n de los Si , (pues D \ rango(f )
tienes k + 1 − n elementos). Por esto

(k + 1)k! (k + 1)!
|S| = = .
(k + 1 − n)(k − n)! (k + 1 − n)!

2.1.4. Funciones y cardinalidad


La definición de |A| = n usa el concepto de función biyectiva. En esta sección presentamos
algunas herramientas para el cálculo de la cardinalidad de un conjunto finito haciendo uso
de funciones.
Teorema 2.19. Sea A un conjunto finito y n ≥ 1. Supongamos que existe una función
inyectiva f : {1, 2, · · · , n} → A. Entonces n ≤ |A|.
Demostración. La haremos por inducción en n.
Base de la inducción: Para n igual a 1, el hecho que exista una función f : {1} → A indica
que A no es vacío y por lo tanto 1 ≤ |A|.
Paso inductivo: Supongamos que si A es un conjunto finito y existe una función inyectiva
f : {1, 2, · · · , n} → A. Entonces n ≤ |A|. Lo demostraremos para n + 1.
Supongamos entonces que B es un conjunto finito y que existe una función inyectiva f :
{1, 2, · · · , n + 1} → B. Sea A = B \ {f (n + 1)} y g : {1, 2, · · · , n} → A dada por g(x) = f (x).

70
Para verificar que g está bien definida, notemos que como f es inyectiva, entonces para todo
z ∈ {1, 2, · · · , n}, f (z) 6= f (n + 1), es decir f (z) ∈ B. Por otra parte, g es inyectiva pues f lo
es (verifcarlo!). Por consiguiente, la hipótesis inductiva nos garantiza que n ≤ |A|. Por otra
parte, B = A ∪ {f (n + 1)} y como f (n + 1) 6∈ A, entonces |B| = |A| + |{f (n + 1)}| (por el
Teorema 2.3). Es decir, |B| = |A| + 1. Como |A| ≥ n, entonces |B| ≥ n + 1, que es lo que
queriamos demostrar.

Corolario 2.20. Sean A y B conjuntos finitos. Si existe una función inyectiva f : A → B,


entonces |A| ≤ |B|.

Demostración. Si A es vacío la conclusión es obviamente verdadera, por esto supondremos


que A no es vacío. Sea n = |A| y g : {1, 2, · · · , n} → A una biyección. Entonces f ◦
g : {1, 2, · · · , n} → B es inyectiva por ser una composición de funciones inyectivas (ver el
Teorema 1.53). Por consiguientes, n ≤ |B| por el Teorema 2.19. ✷

Es natural preguntarse qué se puede decir si sustituimos inyectividad por sobreyectividad


en la hipótesis del teorema anterior. Veamos que sucede.
Corolario 2.21. Sean A y B conjuntos finitos. Suponga que existe una función sobreyectiva
f : A → B. Entonces |B| ≤ |A|.

Demostración. Sería suficiente conseguir una función inyectiva g : B → A y usar el resultado


anterior 2.20. Pero ya hemos visto que tal función g existe, en efecto, sabemos que por ser
f sobreyectiva admite una inversa por la derecha (ver el Teorema 1.64), es decir, existe
g : B → A tal que f ◦ g = 1B . En particular, eso garantiza que g es inyectiva (ver el Teorema
1.54) y es la función que buscábamos. ✷

Si entre dos conjuntos A y B se puede definir una función biyectiva, entonces A y B


tienen el mismo número de elementos. Esa afirmación es “intuitivamente” clara, pero de
todas maneras la demostraremos para ilustrar que la definición 2.1 sí captura el significado
intuitivo de cardinalidad.
Teorema 2.22. Sean A y B conjuntos finitos. Los siguientes enunciados son equivalentes:

(i) Existe una función biyectiva f : A → B.

(ii) |A| = |B|.

Demostración: (i)⇒ (ii). Sea f : A → B una biyección. Entonces |A| ≤ |B|, por el Teorema
2.20. De la misma manera, como f −1 : B → A es inyectiva (de hecho, también es biyectiva),
entonces |B| ≤ |A|. Por lo tanto, |A| = |B|.
(ii)⇒ (iii) Sea n el número de elementos de A, es decir, |A| = n y sea g : {1, 2, · · · , n} →
A una biyección. Queremos encontrar una biyección h : {1, 2, · · · , n} → B. La función
compuesta f ◦ g : {1, 2, · · · , n} → B es la candidata natural para h. En efecto, ya hemos

71
visto que la composición de funciones biyectivas es biyectiva (Teorema 1.53), así que f ◦ g
es la biyección buscada.

Ejemplo 2.23. Consideremos los conjuntos

A = {2, 5, 7, 8} , B = {a} × {2, 5, 7, 8}.

Es fácil ver que B tiene 4 elementos (¿cuáles son?). Podemos también definir una biyección
f : A → B entre A y B de la siguiente manera

f (x) = (a, x).

Es decir, a cada elemento x de A lo enviamos al par ordenado (a, x).


Para ilustrar lo que hicimos en la demostración del Teorema 2.22 busquemos una biyección
g : {1, 2, 3, 4} → {2, 5, 7, 8}. Por ejemplo: g(1) = 2, g(2) = 5, g(3) = 7 y g(4) = 8. Ahora
podemos calcular la función compuesta f ◦ g : {1, 2, 3, 4} → {a} × {2, 5, 7, 8} y obtenemos
(f ◦ g)(1) = (a, 2), (f ◦ g)(2) = (a, 5), (f ◦ g)(3) = (a, 7) y (f ◦ g)(4) = (a, 8). La función
f ◦ g es biyectiva.

Veremos a continuación algunas consecuencias del teorema anterior que son de uso fre-
cuente.
Corolario 2.24. Sean A y B conjuntos finitos y f : A → B inyectiva. Entonces |A| = |f [A]|

Demostración. Sea C el rango de f , es decir, C = f [A]. Considere la función g : A → C


dada por g(x) = f (x). Entonces g es biyectiva y así |A| = |C| (por el Teorema 2.22). ✷

Corolario 2.25. Sean A y B conjuntos finitos y f : A → B inyectiva. Si |A| = |B|, entonces


f es biyectiva.

Demostración. Sea C el rango de f , es decir, C = f [A]. Mostraremos que C = B y así f es


sobreyectiva y en consecuencia biyectiva. Ya sabemos que |C| = |A| (ver el corolario 2.24) y
por lo tanto |C| = |B|. Por otra parte B = C ∪ (B \ C) y así |B| = |C| + |B \ C| por ser C
y B \ C disjuntos. Como |C| = |B|, entonces |B \ C| = 0, es decir B \ C = ∅. Luego C = B
y f es sobreyectiva. ✷

El resultado anterior no es válido para conjuntos infinitos, veamos un ejemplo. Como no


hemos precisado todavía qué significado le daremos a |A| cuando A no sea finito (lo que
haremos más adelante) presentamos el ejemplo de la siguiente manera:
Ejemplo 2.26. Sea B = N \ {0}, f : N → B dada por f (n) = n + 1 y g : N → B dada por
g(n) = 2n + 1. Entonces f es biyectiva, g es inyectiva pero g no es sobreyectiva. El hecho
que f sea biyectiva nos dice que N y B tienen el mismo "tamaño". ✷

72
Otra resultado que se deduce de lo que hemos hecho hasta ahora es el siguiente. Supon-
gamos que A y B son conjuntos finitos y que |A| ≤ |B| y |B| ≤ |A|. Entonces, por ser |A|
y |B| números naturales, es obvio que |A| = |B|. Por lo tanto existe una función biyectiva
entre A y B (Teorema 2.22). Podemos enunciar lo que acabamos de mostrar de la manera
siguiente, tenga en mente lo que dice el Teorema 2.20.
Corolario 2.27. Sean A y B conjuntos finitos, si existen funciones inyectivas f : A → B y
g : B → A, entonces existe una biyección h : A → B.
Más adelante veremos que el resultado anterior también se cumple para conjuntos infinitos
(aunque la demostración requiere más trabajo) y se conoce como el Teorema de Schröder-
Bernstein. Ese teorema es una herramienta fundamental para el estudio de los conjuntos
infinitos.

2.1.5. El principio del palomar


Imagine el lector que tenemos un palomar con 100 casillas y llegan 101 palomas y todas
entran en alguna casilla. Entonces necesariamente alguna casilla tiene más de una paloma.
El razonamineto usado en este ejemplo sencillo involucra lo que se conoce como el principio
del palomar.
Teorema 2.28. Sean A y B conjuntos finitos no vacíos con |A| = n y |B| = m y f : A → B
una función. Si n > m, entonces existen x, z ∈ A tales que x 6= z y f (x) = f (z), es decir, f
no es inyectiva.

Demostración. Mostraremos la contrarecíproca, es decir, si f : A → B es una función


inyectiva, entonces n ≤ m. Pero esto ya lo vimos en el Teorema 2.20. ✷

¿Qué tiene que ver el resultado anterior con el principio del palomar? Veamos, sea P el
conjunto de casillas en el palomar y f : {1, 2, · · · , 101} → P la función que a la paloma #i,
le asigna la casilla f (i) donde ella entró. Como |P | < 101, por el teorema anterior existen
i 6= j tal que f (i) = f (j). Es decir, la palomas i y j entraron en la misma casilla.

Ejercicios 2.1

1. Determine si los siguientes conjuntos son finitos y en caso de serlo diga cuantos ele-
mentos tiene.

a) {n ∈ N : La suma de las cifras de n es igual a 5}



b) {n ∈ N : 4 + n1 > 17}
3n+1 29
c) {n ∈ N : 4n+2
< 40
}

2. De 200 personas, 150 trotan o nadan (pudieran hacer las dos cosas). Si 85 nadan y 60
hacen las dos actividades ¿cuántas trotan?

73
3. En un grupo de 150 personas, hay 75 que nadan, 50 montan bicicleta y 80 trotan;
y algunos que no hacen ninguna de estas 3 actividades. Además, en el grupo hay
32 personas que trotan pero no andan en bicicleta, 27 que trotan y nadan y 10 que
practican los tres deportes.
a) ¿Cuántas personas solamente trotan (es decir, trotan pero ni nadan ni andan en
bicicleta)?
b) Si 11 personas andan en bicicleta y nadan ¿Cuántas no realizan ninguna de las
tres actividades?
(Sugerencia: Haga un diagrama de Venn).

4. Una bolsa contiene 50 canicas de cuatro colores distintos. Explique por qué debe haber
al menos 13 metras del mismo color.

5. Suponga que se colocan 73 metras en ocho cajas.


a) Muestre que una caja debe contener al menos 10 metras.
b) Muestre que si dos de las cajas están vacías, entonces alguna caja contiene al
menos 13 metras.

6. Encuentre el número de enteros en {1, 2, · · · , 1000} que sean divisibles por 4, 5 ó 7.


(Sugerencia: Vea el ejemplo 2.9).

7. Sean A y B dos conjuntos disjuntos tales que A tiene n elementos y B tiene m ele-
mentos. Sean f : {1, 2, 3, · · · , n} → A y g : {1, 2, 3, · · · , m} → B funciones biyectivas.
Defina h : {1, 2, · · · , n + m} → (A ∪ B) de la manera siguiente:

f (x) , si 1 ≤ x ≤ n
h(x) =
g(x − n) , si n + 1 ≤ x ≤ n + m.
Muestre que h es una biyección.

8. Sean A1 , A2 , · · · , An conjuntos finitos y disjuntos dos a dos. Demuestre que

|A1 ∪ · · · ∪ An | = |A1 | + · · · + |An |.

(Sugerencia: Use inducción en n y siga un razonamiento similar al usado en la demos-


tración del Teorema 2.5).
9. Muestre que si A es finito y B ⊆ A, entonces B es finito y además se cumple que
|B| ≤ |A|.
Este es un ejemplo de cómo una afirmación de naturaleza sencilla requiere un argu-
mento complicado para demostrarla rigurosamente.
(Sugerencia: Sea n el número de elementos de A. Haga la prueba por inducción en n.
Si n es cero, entonces A es vacío y por lo tanto B = ∅. Para el paso inductivo, sea A

74
un conjunto con n + 1 elementos y f : {1, 2, · · · , n + 1} → A una biyección. Considere
dos casos: (a) f (n + 1) 6∈ B y (b) f (n + 1) ∈ B. Para el caso (a), verifique que
A − {f (n + 1)} tiene n elementos y que B ⊆ A − {f (n + 1)}. Use la hipótesis inductiva
para concluir que B es finito y que |B| ≤ n. Para el caso (b), considere el conjunto
C = B − {f (n + 1)}. Verifique que C ⊆ A − {f (n + 1)} y por el caso (a) concluya que
C es finito y además que |C| ≤ n. Para finalizar, verifique que B = C ∪ {f (n + 1)} y
use el Teorema 2.3 para concluir que |B| = |C| + 1.)

10. Demuestre el Teorema 2.8.


(Sugerencia: Observe que A ∪ B ∪ C = (A ∪ B) ∪ C. Use ahora el Teorema 2.1 y exprese
|A ∪ B ∪ C| en términos de |A ∪ B|, |(A ∪ B) ∩ C| y |C|. Use de nuevo el Teorema 2.1
para calcular |A ∪ B| y |(A ∩ C) ∪ (B ∩ C)| ).

11. a) Demuestre la fórmula dada en la observación 2.10.


b) Halle una fórmula para calcular

|A ∪ B ∪ C ∪ D ∪ E|.

12. Sean A = {1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10}, B = {2, 3, 5, 7, 11, 13, 17, 19}. Determine
|A ∪ B| |A ∩ B| |A△B| |P(A)| |A × B|

|P(A) ∩ P(B)| |P(A × B)| |P(P(P(A)))| |P(A × P(B))| |A × P(P(B))|

13. Sea A = {1, 2, 3, 4} y B = {a, b, c, d} y C = {1, 3, 5}. Calcule |A × B × C|.

14. Sea k ∈ N \ {0} y considere los siguientes conjuntos

A = {X ∈ P({1, 2, 3, · · · , k + 1}) : k + 1 ∈ X}

y
B = {X ∈ P({1, 2, 3, · · · , k + 1}) : k + 1 6∈ X}.
Verifique las siguientes afirmaciones:

a) B es igual a P({1, 2, 3, · · · , k})


b) A ∩ B = ∅
c) P({1, 2, 3, · · · , k + 1}) = A ∪ B.
d ) Complete la demostración del Teorema 2.11.
(Sugerencia: Para ver que f es sobreyectiva, dado X ∈ A, es decir, X ⊆ {1, 2, 3 · · · , k + 1}
y además k + 1 ∈ X. Considere Y = X \ {k + 1} y verifique que Y ∈ B. Muestre
que f (Y ) = X).

15. Determine la cardinalidad del conjunto A

75
a) A = {B ∈ P({1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8}) : 3 6∈ B y 5 6∈ B}.
b) A = {B ∈ P({1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8}) : 3 ∈ B y 5 ∈ B}.
c) A = {B ∈ P({1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8}) : 3 6∈ B y 5 ∈ B}.

16. Sean A, B y C tres conjuntos finitos con |A| = n, |B| = m y |C| = p. Muestre que
|A × B × C| = n · m · p.
(Sugerencia: Halle una biyección entre A × B × C y (A × B) × C. Y use el Teorema
2.13).

17. Complete la demostración del Teorema 2.12.


(Sugerencia: Usando que f es inyectiva, muestre que si B, B ′ ⊆ {1, 2, · · · , n} con B 6=
B ′ , entonces g(B) 6= g(B ′). Para ver que g es sobreyectiva, considere un subconjunto C
de A cualquiera. Verifique que el conjunto B definido por {a ∈ {1, 2, · · · , n} : f (a) ∈ C}
satisface que g(B) = C (para probarlo hará falta usar que f es sobreyectiva).

18. Calcule el número de funciones inyectivas entre un conjunto con 17 elementos y otro
con 20 elementos.

19. Suponga que tiene 5 libros distintos que quiere regalar entre 10 personas. De cuántas
maneras puede hacerlo?

20. Sea A un conjunto con 3 elementos y B un conjunto con 10 elementos. Cuántas fun-
ciones de A en B no son inyectivas?

21. a) Sean D, B conjuntos finitos con D ⊆ B. Muestre que si |D| = |B|, entonces
B = D.
b) Consiga conjuntos infinitos D, B con D ⊆ B tales que exista una función biyectiva
f : D → B y sin embargo D 6= B.

22. Sean A y B conjuntos finitos y f : A → B sobreyectiva. Muestre que si |A| = |B|,


entonces f es biyectiva.

2.2. Conjuntos equipotentes


Sean A y B dos conjuntos. Supongamos que existe una función f : A → B biyectiva.
Si A y B son finitos, ya vimos en la sección anterior que esto significa que A y B tienen
el mismo número de elementos. Usaremos esta idea para definir cuándo dos conjuntos (no
necesariamente finitos) tienen el mismo tamaño.

Definición 2.29. Dos conjuntos A y B se dicen que son equipotentes , si existe una función
biyectiva f : A → B. En este caso escribiremos A ≈ B.

76
Cuando dos conjuntos A y B no sean equipotentes escribiremos A 6≈ B.
La definición que dimos de conjunto finito (ver la Definición 2.1) podemos enunciarla de
la siguiente manera:

Un conjunto A tiene n elementos (con n ≥ 1) si A es equipotente con {1, 2, · · · , n}.

Antes de dar algunos ejemplos mostraremos que la relación ≈ es reflexiva, simétrica y


transitiva.
Teorema 2.30. Sean A, B, C conjuntos. Entonces
(i) A ≈ A.
(ii) Si A ≈ B, entonces B ≈ A.
(iii) Si A ≈ B y B ≈ C, entonces A ≈ C.
Demostración:

(i) La función identidad 1A : A → A es una biyección.

(ii) Supongamos que A ≈ B y sea f : A → B una biyección. Entonces f tiene inversa y


f −1 : B → A también es una biyección. Lo que muestra que B ≈ A.

(iii) Supongamos que A ≈ B y B ≈ C y sean f : A → B y g : B → C biyecciones. Como


la composición de funciones biyectivas es biyectiva (ver el Teorema 1.53), entonces la
función g ◦ f : A → C es una biyección. Por lo tanto A ≈ C.


Ejemplo 2.31. Mostraremos que N ≈ N \ {0}. Considere la función f : N → N \ {0} dada
por f (n) = n + 1. El lector puede verificar facilmente que f es una biyección. ✷
Ejemplo 2.32. Considere los siguientes conjuntos

P = {2n : n ∈ N} I = {2n + 1 : n ∈ N}.

P consiste de todos los números naturales pares e I de los naturales impares. Considere la
función
f :N→P
definida por
f (n) = 2n.
Dejamos al lector la fácil tarea de verificar que f es biyectiva. Esto muestra que N ≈ P .
De manera similar, para el conjunto I considere la función g : N → I dada por g(n) =
2n + 1. Al igual que antes, es fácil verificar que g es una biyección y por lo tanto N ≈ I.
Como ≈ es simétrica y transitiva (Teorema 2.30), podemos concluir que P ≈ I.

77
Ejemplo 2.33. Considere la función f : N → Z definida por
 n
2
, si n es par
f (n) = n+1
− 2 , si n es impar.

Dejamos como un ejercicio al lector la verificación que f es una biyección (ver ejercicio 2).
Por lo tanto
N ≈ Z.


Ejemplo 2.34. Considere la función f : R \ {2} → R \ {1} dada por
x
f (x) =
x−2
Dejamos como ejercicio mostrar que f es una biyección. Tenemos entonces que

R \ {2} ≈ R \ {1}.

Existen muchas otras biyecciones entre estos dos conjuntos. Veamos otra. Considere la g :
R \ {2} → R \ {1} dada por g(x) = x − 1. Entonces g es biyectiva.

Ejemplo 2.35. Considere la siguiente función f : (0, +∞) → R definida por partes
 1
, si 0 < x < 1
f (x) = x
2 − x , si 1 ≤ x.

Dejamos como ejercicio al lector mostrar que f es biyectiva. Tenemos entonces que

(0, +∞) ≈ R.


El siguiente resultado será usado con bastante frecuencia.
Proposición 2.36. Sea f : A → B una función inyectiva. Entonces A ≈ rango(f ).

Demostración. Restringiendo el contradominio de f y dejando la misma ley de corresponden-


cia obtenemos la función g : A → rango(f ) dada por g(x) = f (x). Entonces g es biyectiva.

Observemos que el resultado anterior ya lo habíamos demostrado cuando los conjuntos


involucrados eran finitos (ver el Corolario 2.24).

78
Ejemplo 2.37. Considere la función f : R → R definida por partes de la manera siguiente

x , si x 6∈ N
f (x) =
x + 1 , si x ∈ N.

Dejamos como ejercicio verificar que f es inyectiva y además que rango(f ) = R \ {0} (ver
ejercicio 8). Usando la proposición 2.36 concluimos que

R ≈ R \ {0}.

Analicemos lo que se ha hecho en este ejemplo. Considere la función g : N → N \ {0} dada


por g(x) = x + 1. Se puede verificar que g es biyectiva. Ahora notemos que

R = N ∪ (R \ N)

↓f ↓g ↓ 1R\N

R \ {0} = (N \ {0}) ∪ (R \ N)

La función f se definió por partes, en N usamos g y en R \ N usamos la identidad. ✷


Ejemplo 2.38. Considere la función

f :R→R

dada por
f (x) = 3x + 1.
Como el lector seguramente sabe, la gráfica de f es una recta. Es fácil verificar que f es
biyectiva. Usaremos esta función para construir varios ejemplos de conjuntos equipotentes.

1. Mostraremos que R \ {3} ≈ R \ {10}. En efecto, sea g : R \ {3} → R dada por g(x) =
3x+1. Como f es inyectiva, entonces g también lo es. Notemos que rango(g) = R\{10},
pues f (3) = 10. En consecuencia, R \ {3} ≈ R \ {10} (por la proposición 2.36).

2. Un argumento completamente análogo muestra que para todo r ∈ R se tiene que

R \ {r} ≈ R \ {f (r)}

3. Mostraremos que
(−1, 3) ≈ (−2, 10).
En efecto, consideremos la función h : (−1, 3) → R definida por h(x) = 3x + 1.
Como en la parte (1) tenemos que h es inyectiva. Dejamos como ejercicio verificar que
rango(h) = (−2, 10). Por lo tanto, (−1, 3) ≈ (−2, 10) (por la proposición 2.36).
Un argumento completamente análogo muestra que [−1, 3] ≈ [−2, 10].

79
4. Mostraremos que
(−∞, 3) ≈ (−∞, 10).
En efecto, consideremos la función j : (−∞, 3) → R definida por j(x) = 3x + 1.
Como f es inyectiva, entonces j también lo es. Dejamos como ejercicio verificar que
rango(j) = (−∞, 10). Como antes, concluimos que (−∞, 3) ≈ (−∞, 10).


Ejemplo 2.39. Usando una recta se puede mostrar que R \ {a} ≈ R \ {b} para todo par de
reales a, b (ver ejercicio 3).
El siguiente resultado es importante.
Teorema 2.40. N × N ≈ N.
Demostración: Definimos f : N × N → N de la siguiente manera

f (a, b) = 2a (2b + 1) − 1.

Mostraremos que f es una biyección. Comenzaremos mostrando que f es inyectiva. Sean


a, a′ , b, b′ ∈ N. Supongamos que f (a, b) = f (a′ , b′ ). Entonces

2a (2b + 1) = 2a (2b′ + 1).

Como 2b + 1 y 2b′ + 1 son impares, entonces necesariamente 2a divide a 2a y viceversa. Por

lo tanto 2a = 2a , de esto se concluye que a = a′ y además que 2b + 1 = 2b′ + 1. Por lo tanto,
b = b′ .
Ahora veremos que f es sobreyectiva. Sea n ∈ N. Queremos hallar a, b ∈ N tales que
f (a, b) = n, es decir,
2a (2b + 1) − 1 = n.
n+1
Sea a el mayor natural tal que 2a divide a n + 1 (a puede ser cero). Por lo tanto 2a
es impar,
y en consecuencia existe un natural b tal que n+12a
= 2b + 1. Tenemos que

n + 1 = 2a (2b + 1)

y en consecuencia f (a, b) = n. Esto muestra que f es sobreyectiva.


Existen otras pruebas del resultado anterior. Mostraremos una que es fácil de visualizar.
Comenzaremos representado los elementos de N × N de la siguiente forma cuadrangular:

(0, 0), (0, 1), · · · , (0, s), · · ·


(1, 0), (1, 1), · · · , (1, s), · · ·
.. .. ..
. . .
(s, 0), (s, 1), · · · , (s, s), · · ·
.. .. ..
. . .

80
Considere ahora el siguiente arreglo (que sigue las diagonales del anterior).

(0, 0)
(1, 0), (0, 1)
(2, 0), (1, 1), (0, 2)
(3, 0), (2, 1), (1, 2), (0, 3)
··················
(s, 0), (s − 1, 1), · · · , (0, s)
·································
Este arreglo sugiere una manera de ordenar los elementos de N × N. Siguiendo lo indicado
en el diagrama podemos “contar” N × N. El orden del conteo sería

(0, 0), (1, 0), (0, 1), (2, 0), (1, 1), (0, 2) · · ·

Es decir, considere la función g que asigna a (0, 0) el número 0; a (1, 0) y (0, 1) los números
1 y 2 respectivamente; a (2, 0), (1, 1) y (0, 2) los números 3, 4 y 5 respectivamente, etc.
Sorprendentemente, existe una fórmula para representar esa manera de contar los ele-
mentos de N × N:
(a + b + 1)(a + b)
g(a, b) = +b
2
Dejamos al lector interesado la tarea de mostrar que g es una biyección (ver ejercicio 15)
y convencerse que en efecto corresponde a esa forma de enumerar N × N siguiendo sus
diagonales.
Ejercicios 2.2

1. Sea n ≥ 1 un natural. Muestre que para cada natural m con 1 ≤ m ≤ n+1, {1, 2, · · · , n}
es equipotente a {1, 2, · · · , n + 1} \ {m}.

2. Considere la función f : N → Z definida por


 n
2
, si n es par
f (n) = n+1
− 2 , si n es impar.

Muestre que f es una biyección.

3. Sean a, b, c, d ∈ R con a 6= b y c 6= d. Considere la función


c−d
f (x) = (x − b) + d.
a−b
Muestre que f es biyectiva, f (a) = c y f (b) = d. Use esta función para responder las
siguientes preguntas. Escoja adecuadamente los valores de a, b, c y d e imite lo hecho
en el ejemplo 2.38.

a) Muestre que R \ {2} ≈ R \ {5}.

81
b) Muestre que R \ {2, 1} ≈ R \ {1, −1}.
c) Muestre que Q \ {2, 1} ≈ Q \ {1, −1}.
d ) Sean a, b ∈ R muestre que R \ {a} ≈ R \ {b}.
e) Sean a, b, c, d ∈ R con a 6= b y c 6= d. Muestre que R \ {a, b} ≈ R \ {c, d}
4. Considere la función f : (0, +∞) → R definida por partes
 1
, si 0 < x < 1
f (x) = x
2 − x , si 1 ≤ x.
Muestre que f es biyectiva.
5. a) Muestre que (−1, 1) ≈ (3, 5) y [−1, 1] ≈ [3, 5]. (Sugerencia: Use la función dada
en el ejercicio 3).
b) Muestre que (−1, 6] ≈ (2, 8].
c) Muestre que [−1, 6) ≈ (2, 8].
d ) Muestre que, en general, dados a, b, c, d ∈ R con a < b y c < d se tiene que
(a, b) ≈ (c, d) y [a, b] ≈ [c, d]. ¿Cuáles otras variantes de esta pregunta se le ocurre
son válidas?
6. a) Muestre que (1, +∞) ≈ (0, +∞) .(Sugerencia: Considere la función f (x) = x−1).
b) Muestre que (1, +∞) ≈ (−∞, 0).
c) Muestre que (−∞, 6] ≈ (−∞, 10].
d ) Muestre que (−∞, 6] ≈ [10, +∞).
e) Muestre que R ≈ (−∞, 0).
f ) Muestre que, en general, para cada a, b ∈ R se tiene que (a, +∞) ≈ (b, +∞).
¿Cuáles otras variantes se le ocurre son válidas?
1
7. a) Muestre que (0, +∞) ≈ (0, 1). (Sugerencia: Considere la función f (x) = x
− 1).
b) Muestre que (4, +∞) ≈ (0, 1).
c) Muestre que (4, +∞) ≈ (3, 5).
8. a) Considere la función f : R → R \ {0} definida por partes de la manera siguiente

x , si x 6∈ N
f (x) =
x + 1 , si x ∈ N.
Muestre que f es biyectiva.
b) En la parte anterior construimos una biyección entre f : R → R \ {0}. El lector
quizá se pregunta si habrán otras. Existen muchas más. Recordemos que si g :
R → R es una biyección, entonces f ◦ g : R → R \ {0} también es biyectiva.
Determine la ley de correspondencia de f ◦ g cuando g(x) = kx para k un entero
y compárela con la de f .

82
c) Sea k ∈ N con k ≥ 2. Considere la función h : R → R \ {0} definida por partes
de la manera siguiente

kx , si x 6∈ N
h(x) =
k(x + 1) , si x ∈ N.

Determine si h : R → R \ {0} es biyectiva.

9. Use la idea del ejemplo 2.37 para mostrar lo siguiente

a) R \ {0} ≈ R \ {0, 1}
b) R \ {0, 1} ≈ R \ {0, 1, 2}
c) R \ {−1} ≈ R \ {0, 1}
d ) R \ {0, 1, 3} ≈ R \ {5, 2}
e) Q \ {0, 1} ≈ Q \ {0, 1, 2}

10. Muestre que (−1, 1) ≈ R.


x
(Sugerencia: Muestre que la función f : (−1, 1) → R dada por f (x) = x2 −1
es biyecti-
va).

11. Muestre que (−1, 1) ≈ [−1, 1].


(Sugerencia: Muestre primero que (−1, 1) ≈ R \ {0, 1}, después agregue los puntos 1 y
−1, y usando el ejercicio #10 concluya lo deseado).

12. Muestre que [a, b] ≈ (a, b) para todo a, b ∈ R con a < b.

13. Muestre que [0, 1) ≈ (0, 1) (Sugerencia: Considere la función f : [0, 1) → (0, 1) dada
por f (x) = x si x no es de la forma 1/n para todo entero n ≥ 2, f (0) = 1/2 y
f (1/n) = 1/(n + 1) si n es un entero con n ≥ 2.)

14. Halle a, b ∈ N que satisfagan lo que se indica.

a) 2a (2b + 1) = 4003.
b) 2a (2b + 1) = 1534.

Sugerencia: Lea la demostración del Teorema 2.40.

15. Sea g : N × N → N dada por

(a + b + 1)(a + b)
g(a, b) = +b
2
Muestre que g es biyectiva. Sugerencia: Lea el comentario al final de la sección 2.2
para tener una intuición sobre este problema. Muestre que en la n-ésima diagonal hay
n pares ordenados. Además, verifique que el par (a, b) está en la n-ésima diagonal si, y

83
sólo si, a+b = n. Al comenzar la n-ésima diagonal se han contado 1+2+3+· · ·+(n−1)
pares ordenados. Para ver que g es sobreyectiva, fije m ∈ N. Muestre que existe k tal
que 1 + 2 + 3 + · · · + (k − 1) ≤ m < 1 + 2 + 3 + · · · + k. Muestre que existen a, b tales
que a + b = k − 1 y g(a, b) = m.
Para mostrar que g es inyectiva. Sean a, a′ , b, b′ ∈ N con (a, b) 6= (a′ , b′ ). Considere dos
casos: a + b = a′ + b′ o a + b < a′ + b′ .
Otra manera para ver que g es sobreyectiva es usar inducción para mostrar que
rango(g) = N.
16. Sean A y B conjuntos. Muestre que si A \ B ≈ B \ A, entonces A ≈ B. ¿Es el recíproco
válido?
17. Sea (Ai )i∈N y (Bi )i∈N dos colecciones de conjuntos que satisfacen:

a) Ai ∩ Aj = ∅ si i 6= j.
b) Bi ∩ Bj = ∅ si i 6= j.
c) Ai ≈ Bi para todo i ∈ N.
S S
Demuestre que i Ai ≈ i Bi .

2.3. Conjuntos infinitos


Un conjunto que no sea finito se dice que es infinito. Una gran parte de las matemáticas
está ligada al concepto de conjunto infinito2 . En esta sección estudiaremos algunas de la
propiedades de los conjuntos infinitos. Lo primero que mostraremos es que N es infinito.
Para hacerlo, primero estableceremos un hecho general sobre los subconjuntos de N.
Si A ⊆ N, diremos que m es el máximo de A, si m ∈ A y x ≤ m para todo x ∈ A. En
palabras, el máximo de un conjunto de números naturales es el mayor elemento del conjunto.
Lo primero que hay que observar es que no todos los subconjuntos de N tiene máximo. Por
ejemplo, N no tiene elemento máximo.
Proposición 2.41. Sea A ⊆ N. Si A es finito y no vacío, entonces A tiene máximo.
Demostración. Sea A un conjunto finito y no vacío. Mostraremos por inducción en el número
de elementos de A, que A tiene máximo.
Base de la inducción. Si A tiene un sólo elemento, digamos A = {p}, entonces p es el máximo
de A.
Hipótesis inductiva: Supongamos que todo subconjunto de N de n elementos tiene máximo.
Sea A ⊆ N con n + 1 elementos. Sea p0 ∈ A cualquiera. Sea B = A \ {p0 }. Entonces B
tiene n elementos. Por hipótesis inductiva, B tiene máximo. Sea q0 el máximo de B. Entonces
el máximo de A es el mayor entre p0 y q0 (verifíquelo).

2
Alguien alguna vez comparó la matemática con una sinfonía del infinito

84
Teorema 2.42. N es infinito.

Demostración. Es claro que N no tiene máximo, pues si n ∈ N, entonces n < n + 1 para


todo n ∈ N y n + 1 ∈ N. En consecuencia, N no es finito (por la proposición 2.41) ✷

El siguiente resultado expresa de manera precisa el significado de la frase el conjunto


A tiene una cantidad infinita de elementos. Además, da un método para mostrar que un
conjunto es infinito.

Teorema 2.43. Un conjunto A es infinito si, y sólo si, existe una función inyectiva f : N →
A.

Demostración: Supongamos que A es infinito. Definiremos una función f : N → A inyectiva.


Para ese fin, mostraremos que es posible escoger, para cada n ∈ N, un elemento an ∈ A de
tal manera que si n 6= m son naturales, entonces an 6= am . Una vez hecho esto, definiremos
f (n) = an y tendremos la función inyectiva que buscábamos.
Como A es infinito, en particular A no es vacío. Sea entonces a0 ∈ A cualquiera. Notemos
que
A = (A \ {a0 }) ∪ {a0 }

y {a0 } es finito, entonces A \ {a0 } no es finito y en particular no es vacío. Luego podemos


escoger a1 ∈ A con a1 6= a0 . Supongamos que hemos escogido ak ∈ A para k ≤ n tal que
ak 6= al si k 6= l y k, l ≤ n. Notemos que A − {a0 , a1 , · · · , an } no es vacío, pues si lo fuera,
entonces A = {a0 , a1 , · · · , an }, y en consecuencia A sería finito. Por esta razón sabemos que
existe un elemento a ∈ A diferente de a0 , a1 , · · · , an , escojamos uno de ellos y denotémoslo
por an+1 . Por lo dicho al comienzo, la función f : N → A dada por f (n) = an es inyectiva.
Recíprocamente, supongamos que f : N → A es una función inyectiva y sea B =
rango(f ). Entonces N ≈ B (por la proposición 2.36). Como N no es finito, entonces B
no es finito. Como B ⊆ A, entonces A no es finito.

El resultado anterior nos dice que, desde el punto de vista del tamaño de los conjuntos, la
cardinalidad de N es la más pequeña entre la de todos los conjuntos infinitos, pues el hecho
de que exista una función inyectiva de N en un conjunto A, indica que A tiene al menos
tantos elementos como N.

Ejemplo 2.44. Por lo visto en la sección 2.2 sabemos que el intervalo (0, 1) es infinito.
Podemos mostrarlo de otra forma usando el Teorema 2.43. En efecto, considere la función
f : N → (0, 1) dada por f (n) = 1/(n + 2). El lector puede verificar fácilmente que f es
inyectiva.

Ejemplo 2.45. Mostraremos que el conjunto NN es infinito. Recordemos que NN es el con-


junto de todas las funciones de N en N. Usaremos el Teorema 2.43. Debemos construir una

85
función F : N → NN inyectiva. Para hacerlo, considere la siguiente colección de funciones

f1 (n) = 1
f2 (n) = 2
f3 (n) = 3
..
.
fk (n) = k
..
.

Es decir, la función fk es la función constante con valor k. Obviamente, todas esas funciones
son distintas. Defina F (k) = fk , entonces F es una inyección como la requerida.
Ejemplo 2.46. Mostraremos que el conjunto P(N) es infinito. Usaremos el Teorema 2.43.
Debemos construir una función F : N → P(N) inyectiva. Defina F (k) = {k} para k ∈ N,
entonces F es una inyección como la requerida.

Una de las propiedades más importantes de un conjunto infinito es la de poseer un


subconjunto propio equipotente a él. Esto ya lo hemos observado en algunos ejemplos, pues
vimos que
Z ≈ N , R ≈ (0, +∞) , R ≈ (R \ {0}).
Más adelante mostraremos que todos los conjuntos infinitos tienen esa propiedad.
El próximo resultado muestra que un conjunto finito no puede ser equipotente a un
subconjunto propio

Teorema 2.47. Un conjunto finito no es equipotente a ninguno de sus subconjuntos propios.
Demostración: Sea A un conjunto finito. Si A es vacío, entonces no hay nada que demostrar
pues el único subconjunto de ∅ es ∅. Por esto podemos suponer que A no es vacío. Sea n = |A|
y B ⊆ A con B 6= A. Entonces como A = (A \ B) ∪ B y (A \ B) ∩ B = ∅, entonces

|A| = |A \ B| + |B|.

Como (A \ B) 6= ∅, entonces |B| < |A|. En consecuencia, A y B no son equipotentes. ✷

Un conjunto A se dice que es infinito en el sentido de Dedekind si existe B ⊆ A tal


que A 6= B y A ≈ B. El siguiente teorema nos dice que este concepto es equivalente al de
conjunto infinito.
Teorema 2.48. Un conjunto A es infinito si, y sólo si, existe B ⊆ A tal que A ≈ B y
B 6= A.
Demostración: ( Si ) Mostraremos la contrarrecíproca. Supongamos que A es finito y que
B ⊆ A con A 6= B. Entonces A 6≈ B (por el Teorema 2.47).

86
( Sólo si ) Supongamos que A es infinito. Entonces existe una función f : N → A
inyectiva (por el Teorema 2.43). Sea B = A \ {f (0)}. Mostraremos que A ≈ B construyendo
una función g : A → B biyectiva. Considere la siguiente función:

f (n + 1) , si a ∈ rango(f ) y a = f (n)
g(a) =
a , si a 6∈ rango(f ).

Mostraremos que g es biyectiva.

(i) Veamos que g es inyectiva. Supongamos que a, a′ ∈ A son tales que g(a) = g(a′ ). Enton-
ces ambos, g(a) y g(a′ ) están en rango(f ) o ninguno pertenece a rango(f ) (¿Porqué?).

(1) Supongamos que g(a) y g(a′) están en rango(f ). Entonces existen n, n′ ∈ N tales
que a = f (n) y a′ = f (n′ ) y por la definición de f , tenemos que g(a) = f (n + 1) =
f (n′ + 1) = g(a′ ). Por ser f inyectiva, concluimos que n + 1 = n′ + 1 y así n = n′ .
Por lo tanto a = a′ .
(2) Supongamos que ni g(a), ni g(a′ ) están en rango(f ). Se tiene que g(a) = a y
g(a′ ) = a′ y por lo tanto a = a′ .

(ii) Veamos que g es sobreyectiva. Sea b ∈ B, entonces de nuevo hay dos casos posibles:

(1) b ∈ rango(f ). Sea n ∈ N tal que f (n) = b. Como b 6= f (0) y f es inyectiva,


entonces n ≥ 1. Sea a = f (n − 1). Entonces g(a) = f (n) = b.
(2) b 6∈ rango(f ). Entonces g(b) = b.


Ejercicios 2.3

1. Muestre que para todo n, m ≥ 1 naturales con m 6= n se tiene que {1, · · · , n} 6≈


{1, · · · , m}.

2. Sea A ⊆ N finito. Muestres que (N \ A) ≈ N.

3. Muestre que Z \ {−2, −3, −4} ≈ N.


(Sugerencia: Recuerde que Z ≈ N y que N \ F ≈ N para todo conjunto finito F ⊆ N).

4. Consiga otra función inyectiva F : N → NN diferente a la presentada en el ejemplo


2.45.

5. Muestre que el conjunto de todas las funciones de N en {0, 1} es infinito.

6. Muestre que el conjunto de todas las biyecciones de N en N es infinito.

7. Sea A un conjunto finito. Muestre que si |A| > 1, entonces A 6≈ A × A. Usando este
resultado, concluya que N no es finito.

87
8. Muestre que los siguientes conjuntos son infinitos (use el Teorema 2.43).

a) El conjunto de todos los números enteros pares mayores que 25.


b) El intervalo (2, 5/2).
c) En general, el intervalo (a, b) donde a, b ∈ R y a < b.
d ) El conjunto Z \ A donde A es un subconjunto finito de Z.
e) Q \ N.
f ) R × R.
g) El conjunto de todos los enteros múltiplos de 5.
h) R \ Q.
i ) [0, 1/2] \ Q.

9. Halle un subconjunto propio de cada uno de los conjuntos del ejercicio #8 que sea
equipotente con el conjunto dado.

10. Sea A y B dos conjuntos tales que A tenga al menos 2 elementos y B no sea vacío.
Muestre que si A o B es infinito, entonces AB es infinito.
(Sugerencia: Vea lo hecho en el ejemplo 2.45 y use el Teorema 2.43).

11. Sea A un conjunto infinito. Muestre que P(A) es infinito. (Sugerencia: Vea lo hecho en
el ejemplo 2.46 y use el Teorema 2.43).

12. Sea A un conjunto infinito. Muestre que A × B es infinito para todo conjunto B que
no sea vacío.

13. Sea S ⊆ R no vacío y acotado superiormente. Sea r = sup A. Muestre que si r 6∈ A,


entonces A es infinito.

14. Suponga que A es un conjunto Dedekind infinito y x 6∈ A. Sin usar el Teorema 2.48,
muestre directamente de la definición de conjunto Dedekind infinito que A ∪ {x} es
Dedekind infinito.

2.4. Algunos ejemplos importantes


Sean A y B conjuntos. Denotaremos por B A al conjunto de todas las funciones de A en
B. En esta sección nos ocuparemos en estudiar, desde el punto de vista que nos da la relación
de equipotencia, los conjuntos

A×B , P(A) , B A .

Comenzaremos por el producto cartesiano.

88
Ejemplo 2.49. Mostraremos que

N×N ≈Z×Z

y en consecuencia
N ≈ Z × Z.
La segunda afirmación se concluye de la primera y del hecho que N ≈ N × N (Teorema 2.40)
Como N ≈ Z (ver el ejemplo 2.33), fijemos una biyección f : N → Z. Definimos H :
N × N → Z × Z de la siguiente manera

H(n, m) = (f (n), f (m)).

Mostraremos que H es una biyección.


(i) H es inyectiva. Sea (n, m), (n′ , m′ ) dos pares ordenados en N × N y supongamos que
H(n, m) = H(n′ , m′ ). Mostraremos que (n, m) = (n′ .m′ ). En efecto, por la definición
de H tenemos que (f (n), f (m)) = (f (n′ ), f (m′ )). Por lo tanto f (n) = f (n′ ) y f (m) =
f (m′ ). Como f es inyectiva, concluimos que n = n′ y m = m′ .

(ii) H es sobreyectiva. Sea (k, l) ∈ Z × Z. Mostraremos que existe (n, m) ∈ N × N tal


que f (n, m) = (k, l). En efecto, como f es sobreyectiva, existen n, m ∈ N tales que
f (n) = k y f (m) = l. Es fácil verificar que H(n, m) = (k, l).

El siguiente teorema es un resultado general relacionado con el ejemplo anterior.
Teorema 2.50. Sean A, B, C y D tales que A ≈ B y C ≈ D. Entonces

A × C ≈ B × D.


Ahora estudiaremos el conjunto potencia.
Ejemplo 2.51. Mostraremos que
P(N) ≈ P(Z).
Fijemos f : N → Z una biyección. Definimos H : P(N) → P(Z) de la siguiente manera

H(A) = {f (n) : n ∈ A}.

Observe que H(A) es f [A]. Mostraremos que H es una biyección.


(i) H es inyectiva. Sean A, B ⊆ N distintos, mostraremos que H(A) 6= H(B). Como
A 6= B, hay dos casos a considerar.

(a) Supongamos que existe x ∈ A \ B. Entonces, como f es inyectiva, concluimos que


no existe y ∈ B tal que f (y) = f (x). Por lo tanto f (x) ∈ H(A) \ H(B).

89
(b) Supongamos que existe x ∈ B \ A. Este caso lo dejaremos a cargo del lector, pues
se hace de manera análoga al caso (a).

(ii) H es sobreyectiva. Sea B ⊆ Z y consideremos el conjunto A = {n ∈ N : f (n) ∈ B}.


Observe que A = f −1 (B). Mostraremos que H(A) = B. De la definición de H(A) se
tiene inmediatamente que H(A) ⊆ B. Para verificar que B ⊆ H(A), fijemos y ∈ B.
Como f es sobreyectiva, existe x ∈ N tal que f (x) = y. Como f (x) ∈ B, entonces
x ∈ A. Y concluimos que y ∈ H(A).


Un resultado general relacionado con el ejemplo anterior es el siguiente:
Teorema 2.52. Si X ≈ Y , entonces P(X) ≈ P(Y ).

Ejemplo 2.53. Mostraremos que
ZN ≈ NN .
Como antes, fijemos una biyección h : N → Z. Considere la función H : NN → ZN definida
por
H(f ) = h ◦ f.
Mostraremos que H es una biyección.

(i) H es inyectiva. En efecto, sean f, f ′ ∈ NN dos funciones distintas. Entonces existe


n ∈ N tal que f (n) 6= f ′ (n). Como h es inyectiva, entonces h(f (n)) 6= h(f ′ (n)) y esto
muestra que H(f ) 6= H(f ′ ).

(ii) H es sobreyectiva. Sea g ∈ ZN . Mostraremos que existe f ∈ NN tal que H(f ) = g. En


efecto, sea f = h−1 ◦ g : N → N. tenemos que

H(f ) = h ◦ (h−1 ◦ g) = (h ◦ h−1 ) ◦ g = 1Z ◦ g = g.


El siguiente teorema es un resultado general relacionado con el ejemplo anterior.
Teorema 2.54. Sean A, B, C y D tales que A ≈ B y C ≈ D. Entonces

C A ≈ DB .

Ejercicios 2.4

1. Para responder las preguntas que siguen imite lo hecho en el ejemplo 2.49. Describa la
biyección que muestra lo requerido.

90
a) Muestre que N × R ≈ R × N.
b) Muestre que N × N × N ≈ Z × Z × Z.
c) Sean A y B conjuntos no vacíos. Muestre que A × B ≈ B × A.

2. Para responder las preguntas que siguen imite lo hecho en el ejemplo 2.51. Describa la
biyección que muestra lo requerido.

a) Sea P la colección de números naturales pares y I la colección de números natu-


rales impares. Muestre que P(P ) ≈ P(I).
b) Sea A = {n ∈ Z : n ≤ 4} y B = {n ∈ Z : n ≥ 8}. Muestre que P(A) ≈ P(B).
c) Muestre que P((−1, 2)) ≈ P((3, 4)).
d ) Muestre que P((0, +∞)) ≈ P(R).

3. Muestre que NN ≈ ZZ .
(Sugerencia: Sea h : N → Z una biyección. Dada f : N → N queremos asociar a f una
función g : Z → Z. Considere el siguiente diagrama donde 99K indica la función g que
queremos definir.
f
N −→ N
h−1 ↑ ↓ h
Z 99K Z
Es natural entonces pensar que g debe ser h ◦ f ◦ h−1 . Esto sugiere definir H : NN → ZZ
de la siguiente manera:
H(f ) = h ◦ f ◦ h−1
Muestre que H es una biyección.)

4. Muestre que NZ ≈ NN .
(Sugerencia: Fije una biyección h : N → Z y defina H : NZ → NN de la manera
siguiente
H(f ) = f ◦ h.
Muestre que H es una biyección).

5. Use los Teoremas 2.50, 2.52 y 2.54 para mostrar lo siguiente

a) NN × Z ≈ ZZ × N.
b) P(ZN ) ≈ P(NN ).
c) P(Q) × N ≈ Z × P(Q).
d ) (0, 1)R ≈ RR .
e) NP(N) ≈ ZP(Z) .
f ) P(P(Z) × R) ≈ P((0, 1) × P(N)).

91
6. Considere los siguientes conjuntos

A = {3n : n ∈ N} B = {5n + 2 : n ∈ N} C = {7n − 1 : n ∈ Z}.

Muestre que

a) A ≈ B, B ≈ C.
b) A × B ≈ B × N.
c) P(AN ) ≈ P(ZB ).

7. Muestre el Teorema 2.50: Sean A, B, C y D tales que A ≈ B y C ≈ D. Entonces


A × C ≈ B × D.
(Sugerencia: Fije biyecciones f : A → B y g : C → D y defina F : A × C → B × D de
la manera siguiente
F ((a, c)) = (f (a), g(c))
Muestre que F es una biyección).

8. Demuestre el Teorema 2.52: Si X ≈ Y , entonces P(X) ≈ P(Y ).


(Sugerencia: Dada una biyección f : X → Y , considere la función G : P(X) → P(Y )
definida por
G(C) = {f (c) : c ∈ C}.
Donde C ∈ P(X). Muestre que G es una biyección).

9. a) Sean A, B y C conjuntos no vacíos tales que B ≈ C. Muestre que AB ≈ AC .


(Sugerencia: Imite lo hecho en el ejemplo 2.53).
b) Sean A, B y C conjuntos no vacíos tales que B ≈ C. Muestre que B A ≈ C A .
c) Use (a) y (b) para mostrar el Teorema 2.54: Si A ≈ C y B ≈ D, entonces
AB ≈ C D .

10. Sea H : NN ×NN → NN dada por H(f, g)(n) = f (n) + g(n) para todo n ∈ N. Determine
si H es inyectiva y el rango de H.

11. Sea H : NN × NN → NN dada por H(f, g) = f ◦ g. Determine si H es inyectiva y el


rango de H.

12. Sean A, B y C conjuntos. Muestre que

a) Si B ∩ C = ∅, entonces AB∪C ≈ AB × AC .
b) (A × B)C ≈ AC × B C .
C
c) (AB ) ≈ AB×C .

92
2.5. Operaciones generalizadas
Vimos varios ejemplos de generalizaciones de algunas de las leyes del álgebra de conjuntos.
Por ejemplo,
A ∪ (B ∩ C ∩ D) = (A ∪ B) ∩ (A ∪ C) ∩ (A ∪ D).
Es natural esperar que algo similar se cumple si en lugar de tener 4 conjuntos tenemos 5. Es
decir,
A ∪ (B ∩ C ∩ D ∩ E) = (A ∪ B) ∩ (A ∪ C) ∩ (A ∪ D) ∩ (A ∪ E).
Para expresar leyes similares a éstas, donde intervengan colecciones arbitrarias de conjuntos,
usamos los subíndices. Por ejemplo, si tenemos n conjuntos (donde n es un número natural),
los denotaremos de la siguiente manera:

A1 , A2 , · · · , An−1 , An .

Los números 1, 2, .., n se llaman subíndices y son etiquetas que sirven para distinguir
los conjuntos. La colección A1 , A2 , · · · , An−1 , An se dice que es una colección indizada y
el conjunto {1, 2, · · · , n} es el conjunto de índices de esta colección. Es común que las
familias indizadas se denoten por
{Ai }ni=1 .
El conjunto de índice depende del problema que se esté resolviendo como veremos en los
ejemplos.
La ley distributiva se puede expresar de manera general de la siguiente forma: sean A1 ,
A2 · · · , An y B conjuntos, entonces se cumple

B ∪ (A1 ∩ · · · ∩ An ) = (B ∪ A1 ) ∩ · · · ∩ (B ∪ An ).

La demostración de este hecho se verá más adelante. La parte derecha de la expresión de


arriba también tiene una notación especial. Si A1 , · · · , An son conjuntos, entonces la unión
de todos ellos A1 ∪ A2 ∪ · · · ∪ An se escribe
n
[
Ai
i=1

y la intersección A1 ∩ · · · ∩ An se escribe
n
\
Ai .
i=1

Con esta notación podemos expresar la ley distributiva que mencionáramos arriba de la
siguiente manera
n
\ \n
B∪[ Ai ] = (B ∪ Ai ).
i=1 i=1

93
La generalización de la otra ley distributiva es
n
[ n
[
B∩[ Ai ] = (B ∩ Ai ).
i=1 i=1

Antes de continuar con las generalizaciones de la leyes del álgebra de conjuntos veamos
algunos ejemplos de colecciones indizadas.
Ejemplos 2.55. 1. Considere la familia indizada {Ai }5i=0 definida por

Ai = {n + i : 0 ≤ n ≤ 3} con i ∈ {0, 1, 2, 3, 4, 5}.

Así por ejemplo tenemos que

A0 = {0, 1, 2, 3} A1 = {1, 2, 3, 4} A2 = {2, 3, 4, 5}


A3 = {3, 4, 5, 6} A4 = {4, 5, 6, 7} A5 = {5, 6, 7, 8}

Tenemos además que


5
[
Ai = {0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8}.
i=0

Dijimos que los índices son como etiquetas que se le colocan a los conjuntos para
diferenciarlos. En algunos casos los índices están estrechamente relacionados con los
elementos del conjunto que lleva el índice. Esto ocurrió en el ejemplo que estamos
estudiando. Pues conociendo el índice y la regla de formación de los conjuntos tenemos
toda la información necesaria para determinar los elementos del conjunto. Por ejemplo,
A3 consiste de todos los números de la forma n + 3 con n ∈ {0, 1, 2, 3}.

2. Consideremos I el conjunto de todas las secciones de Mat10 que se dictaron en la


Facultad de Ciencias durante el semestre A-98. Para cada i ∈ I sea
Ai = {n ∈ N : n es el número de cédula
de un estudiante inscrito en la sección i de Mat10}.

Tenemos definida de esta manera una familia indizada de conjuntos {Ai }i∈I . A pesar
de no tener a la mano los elementos de cada conjunto de esta familia, podemos afirmar
que dados dos indices i y j distintos se cumple que Ai ∩ Aj = ∅ (¿por qué?).

3. Podemos definir familias indizadas de conjuntos donde el conjunto de índices es muy


grande. Por ejemplo, para cada n ∈ N positivo considere el conjunto

Dn = {k ∈ N : n divide a k}.

Esta familia la podemos denotar de varias maneras

{Dn }n∈I {Dn }∞


n=1

94
donde el conjunto de índices I es {n ∈ N : n ≥ 1} y el símbolo ∞ se lee “infinito”;
en este ejemplo se sobrentiende que los índices son números naturales desde el 1 en
adelante. Veamos algunos de estos conjuntos

D1 = N
D2 = {k ∈ N : k es par}
D7 = {0, 7, 14, 21, 28, 35, 42, 49, · · · } = {7m : m ∈ N}.

Por ejemplo, tenemos que


5
\
Di = D2 ∩ D3 ∩ D4 ∩ D5
i=2
= {k ∈ N : k es divisible por 2, 3, 4, y 5}
= {k ∈ N : k es divisible por 60}.

Podemos también tomar la unión o la itersección de todos los conjuntos indizados. En


este caso escribiremos

[ \∞
Di , Di .
i=1 i=1

Notemos que

[ ∞
\
Di = N , Di = {0}.
i=1 i=1

El conjunto de índices no tiene porque consistir necesariamente de números. En el ejercicio


6 el lector encontrará un ejemplo donde los índices son a su vez conjuntos.
Sean {Ai }ni=1 y {Bj }m
j=1 dos familias indizadas la primera con n conjuntos y la segunda
con m conjuntos. Observe que hemos usado la letra j para denotar los índices de la segunda
familia, esto se hace para evitar confusiones entre los índices. Ahora podemos expresar las
generalizaciones de las leyes distributivas de la siguiente manera:
n
[ m
[ [
[ Ai ] ∩ [ Bj ] = (Ai ∩ Bj )
i=1 j=1 i=1,2,··· ,n ; j=1,2,··· ,m

n
\ m
\ \
[ Ai ] ∪ [ Bj ] = (Ai ∪ Bj )
i=1 j=1 i=1,2,··· ,n ; j=1,2,··· ,m

Los subíndices en el lado derecho de estas igualdades pueden parecer a primera vista
horrorosos. Más adelante veremos otra manera de escribir esta leyes con una mejor notación
para el lado derecho de las igualdades. Veamos que dicen estas leyes cuando n = 3 y m = 2

95
(A1 ∪ A2 ∪ A3 ) ∩ (B1 ∪ B2 ) = (A1 ∩ B1 ) ∪ (A1 ∩ B2 ) ∪ (A2 ∩ B1 ) ∪
(A2 ∩ B2 ) ∪ (A3 ∩ B1 ) ∪ (A3 ∩ B2 )

(A1 ∩ A2 ∩ A3 ) ∪ (B1 ∩ B2 ) = (A1 ∪ B1 ) ∩ (A1 ∪ B2 ) ∩ (A2 ∪ B1 ) ∩


(A2 ∪ B2 ) ∩ (A3 ∪ B1 ) ∩ (A3 ∪ B2 ).
Algo similar ocurre con las leyes de DeMorgan. Sea {Ai }ni=1 una familia indizada de subcon-
juntos de un conjunto universal U, entonces
" n #c n
[ \
Ai = Aci
i=1 i=1
" n
#c n
\ [
Ai = Aci .
i=1 i=1

Sea {Ai }i∈I una familia indizada de conjuntos, donde I es el conjunto de índices (recor-
demos que I no es necesariamente N, puede ser un subconjunto de N o quizá otro conjunto).
Cuando se trabaje con uniones e intersecciones generalizadas es importante tener presente
S
la T
siguientes observaciones que pueden ser consideradas una definición de los símbolos i Ai
y i Ai :

[
x∈ Ai si, y sólo si, existe i ∈ I tal que x ∈ Ai
i∈I

\
x∈ Ai si, y sólo si, x ∈ Ai para todo i ∈ I.
i∈I

Podemos expresar las leyes distributivas generalizadas usando una notación donde inter-
viene el producto cartesiano. Sean {Ai }ni=1 y {Bj }m
j=1 dos familias indizadas de conjuntos.
Denotaremos con I el conjunto {1, 2, · · · , n} y con J el conjunto {1, 2, · · · , m}. Entonces
tenemos que
n
[ m
[ [
[ Ai ] ∩ [ Bj ] = (Ai ∩ Bj )
i=1 j=1 (i,j)∈I×J
n
\ m
\ \
[ Ai ] ∪ [ Bj ] = (Ai ∪ Bj )
i=1 j=1 (i,j)∈I×J

Los cuantificadores son de uso muy frecuente en matemáticas. En muchos casos sirven
para abreviar expresiones que serían engorrosas de escribir de otra manera. Por ejemplo, sea
{Ai }i∈I una familia indizada de conjuntos, entonces

96
[
x∈ Ai ⇔ ∃i ∈ I (x ∈ Ai )
i∈I

\
x∈ Ai ⇔ ∀i ∈ I (x ∈ Ai ).
i∈I

2.5.1. Producto cartesiano y el axioma de elección


Ya vimos como se denota el productor cartesiano de tres conjuntos: usamos tripletas
ordenadas (x, y, z). También podemos definir el producto cartesiano de más de tres conjuntos.
Para hacerlo introducimos el concepto de tuplas ordenadas que hace uso de la notación
con subíndices que vimos anteriormente. Digamos que tenemos n conjuntos A1 , A2 , · · · , An
definimos una n-tupla ordenada como una expresión de la forma

(x1 , x2 , · · · , xn )

donde xi pertenece al conjunto Ai para cada i ∈ {1, · · · , n}.


Dos n-tuplas son iguales cuando todas sus componentes son respectivamente iguales, más
precisamente tenemos

(x1 , x2 , · · · , xn ) = (y1 , y2, · · · , yn ) si, y sólo si x1 = y2 , x3 = y3 , · · · , xn = yn .

El producto cartesiano de los conjuntos A1 , A2 , · · · , An se define como la colección de


todas la n-tuplas, más precisamente,

A1 × A2 × · · · × An = {(x1 , x2 , · · · , xn ) : x1 ∈ A1 , x2 ∈ A2 , · · · , xn ∈ An }

Denotaremos con An el producto cartesiano de A por sí mismo n veces.

También podemos definir el producto cartesiano de cualquier colección indizada de con-


juntos. Para hacerlo, no es conveniente trabajar con “uplas” para denotar los elementos del
producto cartesiano, en su lugar, usaremos funciones. Para motivar esa definición, considere
el lector que tuvieramos tres conjuntos no vacíos A, B y C. Un elemento (x1 , x2 , x3 ) cualquie-
ra del producto cartesiano A × B × C lo podemos identificar con la función f : {1, 2, 3} →
A ∪ B ∪ C dada por f (1) = x1 , f (2) = x2 y f (2) = x2 . Usando esa idea, damos la definición
precisa del producto cartesiano de una familia arbitraria de conjuntos.

97
Definición 2.56. Sea (Xi )i una familia conjuntos no vacíos indizada por un conjunto no
vacío de índices I.
Y [
Xi = {f : I → Xi | f (i) ∈ Xi para todo i ∈ I}.
i∈I i∈I

Esta definición general de producto cartesiano es quizá el objeto más complejo que se usa
en este texto.
Ejemplo 2.57. Sea Xi = N para todo i ∈ N. Es decir, los conjuntos en la familia indizada
de conjuntos son todos iguales a N y además el conjunto de índices es N. Entonces Xi∈N
Q
es igual a NN , es decir, la colección de todas la funciones de N en N.
Observe el lector que los elementos del producto cartesiano son funciones de un tipo
especial: La condición de que f (i) sea un elemento de conjunto Xi se interpreta diciendo que
f es una función de elección para la familia (Xi )i . Unos de los axiomas básicos de la teoría
de conjuntos garantiza la existencia de tales funciones de elección. Este axioma se conoce
como el axioma de elección.
Veamos con un ejemplo cómo se usa el axioma de elección. Suponga que f : A → B es
una función entre dos conjuntos no vacíos A y B. Si f es sobreyectiva, uno puede escoger
para cada y ∈ B un elemento x ∈ A tal que f (x) = y. Esto permite definir g : B → A como
g(y) = x. Por la manera de “construir” g : B → A se verifica que f (g(y)) = y para todo
y ∈ B, es decir, f ◦ g = 1B . A continuación presentamos este argumento de manera mas
rigurosa para hacer explícito el uso del axioma de elección.
Teorema 2.58. Sean A y B dos conjuntos no vacíos y f : A → B una función sobreyectiva.
Entonces existe g : B → A inyectiva y además f ◦ g = 1B .
Demostración. Para cada y ∈ B, sea

Xy = {x ∈ A : f (x) = y}.

ser f sobreyetiva, sabemos que Xy 6= ∅ para cada y ∈ B. Por el axioma de elección, existe
Por Q
g ∈ y∈B Xy . Notemos que por la definición de producto cartesiano, se tiene que g(y) ∈ Xy
para todo y ∈ B, es decir, f (g(y)) = y para todo y ∈ B. Esto muestra que f ◦ g = 1B .
Veamos que g es inyectiva. En efecto, sean b, c ∈ B y supongamos que g(b) = g(c).
Entonces, b = f (g(b)) = f (g(c)) = c (vea también el ejercicio 8 de la sección §1.6). ✷

Ejercicios 2.5:

1. Para cada i ∈ {1, 2, 3, 4, 5} sea Ai = {n · i : 0 ≤ n ≤ 3}.

a) Determine por extensión los conjuntos A1 , A2 , A3 , A4 y A5 .


b) Determine los elementos de A3 △A5 y A5 ∩ A4 .

2. Para cada i ∈ {1, 2, 3, 4, 5} sea Ai = {ni : 0 ≤ n ≤ 3}.

98
a) Determine por extensión los conjuntos A1 , A2 , A3 , A4 y A5 .
b) Determine los elementos de A3 △A5 y A5 ∩ A4 .
3. Sea P el conjunto de todos los números naturales positivos. Considere los siguientes
conjuntos
Dn = {k ∈ P : k es múltiplo de n}
para cada n ∈ P. Determine los siguientes conjuntos donde el conjunto universal es P.
a) D2 ∩ D5 b) D2 ∩ D3 ∩ D5 c) D2 ∩ D4
d) D4 ∩ D6 e) D4 △D6 f) D2 △D6
g) D2c h) D4c ∪ D6c i) D4c △D6c
4. En este ejercicio el conjunto universal es N. Para cada n ∈ P, sea
An = {n, n + 1, n + 2, · · ·} = {k ∈ N : k ≥ n}
Bn = {0, 1, 2, 3 · · · , 2n} = {k ∈ N : k ≤ 2n}.
a) Determine A4 y B4 .
b) Determine An ∩ Bn y Acn para n = 1, 2, 3 y 7.
6
[ 6
[ 6
\ 6
\
c) Determine An , Bn , An , Bn .
n=3 n=3 n=3 n=3
[∞ [∞ \∞ \∞
d ) Determine An , Bn , An , Bn .
n=3 n=3 n=3 n=3
5
[ ∞
[
e) Determine Acn , y (An ∪ Bn )c .
n=1 n=1

5. Para cada n ∈ Z, sea An = {n, n + 1}. El conjunto universal es Z.


6
[ 6
[ 6
\
a) Determine A2n+1 , A2n , Ac2n+1 .
n=−6 n=−6 n=−6
[
b) Muestre que Z = A2n
n∈Z
[
c) Determine A2n+1 .
n∈Z

d ) Muestre que si n − m = 1, entonces An ∩ Am 6= ∅


e) Muestre que si n − m > 1, entonces An ∩ Am = ∅.
f ) ¿Para cuáles valores de n y m se cumple que An ∩ Am 6= ∅?
6. Sea I = P({0, 1}) y defina la colección indizada {CA }A∈I de la manera siguiente

CA = {B ⊆ {0, 1, 2} : A ⊆ B}

99
a) Determine C∅ , C{0} , C{1} y C{0,1} .
b) Muestre que C{0} ∩ C{1} = C{0,1} .
7. Considere la familia indizada Ai = {n · i : 0 ≤ n ≤ 5} para i ∈ {0, 1, 2, 3, 4, 5}.
a) Determine A0 , A1 , A2 , A3 , A4 y A5 .
b) Verifique que A0 ⊆ Ai para todo i ∈ {0, 1, 2, 3, 4, 5}.
c) Determine A3 △A5 .
8. Considere la familia indizada Ai = {ni : 0 ≤ n ≤ 5} para i ∈ N. Muestre que A4 ⊆ A2 .
9. Sea A0 = {n ∈ Z : n es divisible por 5} y para cada k ∈ P sea Ak = {n + k : n ∈ A0 }.
a) Encuentre varios elementos de A0 , A1 , A2 , A3 , A4 , A5 y A6 .
b) Muestre que A0 = A5 y que A1 = A6 .
c) Generalice sus respuestas de la parte (b).
d ) Determine 4k=0 Ak y 5k=1 Ak .
S S

10. Para cada n ∈ Z sea Bn = {n, n + 1, n + 2}.


6
[
a) Determine B3n+1 .
n=−6
6
[
b) Determine B3n .
n=−6
[
c) Muestre que Z = B3n .
n∈Z
[
d ) Determine B3n+1 .
n∈Z

e) Muestre que si n − m = 1 o n − m = 2, entonces Bn ∩ Bm 6= ∅.


f ) Muestre que si n − m > 2, entonces Bn ∩ Bm = ∅.
g) ¿Para cuáles valores de n y m se cumple que Bn ∩ Bm 6= ∅?
h) ¿Para cuáles valores de n, m y k se cumple que Bn ∩ Bm ∩ Bk 6= ∅?
11. Sean A y B dos conjuntos no vacíos. Para cada y ∈ B definimos

Dy = {y} × B

y consideramos a {Dy }y∈B una familia indizada con B como conjunto de índices. Mues-
tre que [
A×B = Dy
y∈B

100
12. Para cada n ∈ N, sea

An = {n} × N Bn = N × {n}.

De esta manera tenemos definidas dos familias indizadas {An }∞ ∞


n=0 y {Bn }n=0 .

a) Muestre que An ∩ Am = ∅ si, y sólo si, n 6= m.


b) Determine A5 ∩ B2 . En general, determine An ∩ Bm .
c) Muestre que N × N = ∞
S
n=0 An
S∞
d ) Determine n=0 Bn
e) Considere que N × N es el conjunto universal y determine
"∞ ∞
#c
[ [
An ∪ Bn
n=2 n=3

13. Sea Xn ⊆ N Q un conjunto no vacío para cada n ∈ N. Muestre, sin usar el axioma de
elección, que n∈N Xn no es vacío. Qué puede decir si Xn ⊆ Z para todo n ∈ N?

Q no vacío y Xn = A para todo n ∈ N. Muestre, sin usar el axioma


14. Sea A un conjunto
de elección, que n∈N Xn no es vacío. En general, si A y B son conjuntos AB es el
conjunto de funciones de A en B, y no hace falta el axioma de elección para mostrar
que AB no es vacío.
15. Sea f : R → R dada por f (x) = x(x − 1)2 , muestre que f es sobreyectiva. Por el
Teorema 2.58 sabemos que existe g : R → R tal que (g ◦ f )(x) = x para todo x ∈ R.
Defina lo más explícitamente que pueda una función g con esa propiedad. Sugerencia:
Haga la gráfica de f y defina g por partes.
−1
S
16. Sea
S −1 f : A → B una función. Sean Ei ⊆ B para cada i ∈ N. Muestre que f [ i Ei ] =
i f [E i ].

2.6. El Teorema de Schröder-Bernstein


Para los conjuntos finitos tenemos la noción de número de elementos la cual nos permitió
introducir las notaciones
|A| = n y |A| ≤ |B|.
En esta sección extenderemos esta notación a los conjuntos infinitos y estudiaremos sus
propiedades.
Definición 2.59. Sean A y B dos conjuntos. Escribiremos

|A| ≤ |B|

si existe una función f : B → A sobreyectiva.

101
El objetivo de lo que resta de este capítulo es desarrollar métodos para determinar cuándo
se cumple |A| ≤ |B|. En particular, queremos responder cuáles de las siguientes afirmaciones
son ciertas

|N| ≤ |Q|, |Q| ≤ |N|, |Q| ≤ |R|, |R| ≤ |Q|

Comenzaremos mostrando que la relación ≤ que acabamos de introducir es reflexiva y


transitiva.
Teorema 2.60. Sean A, B y C conjuntos. Entonces se tiene que
(i) |A| ≤ |A|.
(ii) Si |A| ≤ |B| y |B| ≤ |C|, entonces |A| ≤ |C|.
Demostración: (i) Pues A ≈ A.
(ii) Sean f : B → A y g : C → B funciones sobreyectiva. Entonces f ◦ g : C → A es
sobreyectiva (por ser la composición de sobreyectivas, ver el Teorema 1.53) y por lo tanto
|A| ≤ |C|.

El siguiente resultado se usará con frecuencia y le recomendamos al lector que le preste
bastante atención.
Teorema 2.61. Sean A, B y C conjuntos. Entonces se tiene que
(i) Si A ≈ C y |A| ≤ |B|, entonces |C| ≤ |B|.
(ii) Si B ≈ C y |A| ≤ |B|, entonces |A| ≤ |C|.
Demostración: Haremos sólo la prueba de (i) y dejamos la de (ii) al lector, pues es comple-
tamente análoga. Para (i) basta observar que si A ≈ C, entonces |C| ≤ |A| (verifíquelo). Si
además |A| ≤ |B|, entonces por el Teorema 2.60 se concluye que |C| ≤ |B|.

Ahora daremos una forma equivalente de verificar que se cumple |A| ≤ |B|. Esto se usará
con frecuencia en lo que resta del capítulo y el lector le debe prestar atención.
Teorema 2.62. Sean A y B dos conjuntos no vacíos. Las siguientes afirmaciones son equi-
valentes
(i) Existe una función inyectiva f : A → B.
(ii) Existe una función sobreyectiva g : B → A.
Demostración: (i) ⇒ (ii) Sea f : A → B una función inyectiva. Si f es sobreyectiva, entonces
tomamos g = f −1 . Si f no es sobreyectiva, escogemos a0 cualquier elemento de A. Como f
es inyectiva, dado b ∈ rango(f ) existe un único a ∈ A tal que f (a) = b, con esto en mente
definimos g : B → A de la siguiente manera

a , si b ∈ rango(f ) y f (a) = b
g(b) =
a0 , si b 6∈ rango(f ).

Mostraremos que g es sobreyectiva. En efecto, sea a ∈ A y pongamos b = f (a), entonces se


tiene que g(b) = a.

102
(ii) ⇒ (i). Por ser g sobreyectiva, existe f : A → B tal que g ◦ f = 1A y ademas f es
inyectiva (vea el Teorema 2.58). ✷

Como ya dijimos en la demostración del Teorema 2.58, la prueba de que (ii) ⇒ (i) hace
uso del axioma de elección.

En vista del Teorema 2.62 podemos afirmar que |A| ≤ |B| es equivalente a
que existe una función inyectiva f : A → B.

Ejemplos 2.63. 1. Si A ⊆ B, entonces |A| ≤ |B|. En efecto, considere la función f :


A → B, dada por f (x) = x. Entonces f es inyectiva. En consecuencia tenemos que:
|N| ≤ |Z|, |Z| ≤ |Q|, |Q| ≤ |R|.

2. Ya vimos que el conjunto P de los números naturales pares y el conjunto I de los


impares son equipotentes. En particular esto dice que |P | ≤ |I| y también que |I| ≤ |P |.

El siguiente teorema nos da una herramienta muy importante para determinar cuando
dos conjuntos son equipotentes.
Teorema 2.64. (Schröder-Bernstein) Si |A| ≤ |B| y |B| ≤ |A|, entonces A ≈ B. ✷

La demostración la haremos al finalizar esta sección.


Hasta ahora solo hemos trabajado con la relaciones |A| ≤ |B|. Ahora definimos |A| < |B|
y |A| = |B| de la manera que uno esperaría.
Definición 2.65. Sean A y B conjuntos. Si A ≈ B, entonces escribiremos

|A| = |B|.

Y por otra parte, si |A| ≤ |B| pero |A| =


6 |B|, entonces escribiremos

|A| < |B|.


El siguiente resultado es una consecuencia inmediata de los Teoremas 2.62 y 2.64 y queda
a cargo del lector.
Teorema 2.66. Sean A y B conjuntos. Se tiene que
(i) |A| = |B| si, y sólo si, |A| ≤ |B| y |B| ≤ |A|.

(ii) |A| < |B| si, y sólo si, existe una inyección de A en B y no existe una inyección de B
en A.

103
(iii) |A| < |B| si, y sólo si, existe una función sobreyectiva de B en A y no existe una
función sobreyectiva de A en B.


Hemos dejado hasta este momento para precisar el significado del símbolo: |A| = |B|.
La razón es que hacía falta el teorema de Schröder-Bernstein para poder justificar que las
relaciones |A| ≤ |B| y |A| = |B| que hemos definido entre conjuntos tienen las propiedades
que uno espera, es decir, que se comporta de manera similar a lo que ocurre con los conjuntos
finitos.
Teorema 2.67. Sean A, B y C conjuntos cualesquiera. Si |A| < |B| y |B| ≤ |C|, entonces
|A| < |C|.

Demostración. Como |A| < |B|, entonces |A| ≤ |B| y ya que ≤ es transitiva, concluimos
que |A| ≤ |C| (vea Teorema 2.60). Supongamos, por reducción al absurdo, que | A |=| C |.
Entonces |B| ≤ |A| (vea el Teorema 2.61), y en consecuencia |A| = |B| (por el teorema de
Schröder-Bernstein). Esto contradice que |A| < |B|. ✷
Ejemplo 2.68. Usaremos el Teorema 2.64 para mostrar que

R ≈ [0, 1].

Ya que [0, 1] ⊆ R, entonces por lo visto en el ejemplo 2.63, |[0, 1]| ≤ |R|. Resta mostrar que
|R| ≤ |[0, 1]|. Recordemos que R ≈ (0, +∞) (ver ejemplo 2.35). Por otra parte tenemos que
(0, +∞) ≈ (0, 1). En efecto, la función f : (0, 1) → (0, +∞) dada por

1
f (x) = −1
x
es una biyección como lo puede verificar el lector interesado.
Por lo tanto tenemos que

R ≈ (0, +∞) y (0, +∞) ≈ (0, 1).

Luego, por la transitividad de ≈, concluimos que R ≈ (0, 1). En consecuencia |R| = |(0, 1)|.
Como |(0, 1)| ≤ |[0, 1]| (¿por qué?), entonces obtenemos que |R| ≤ |[0, 1]|. Hemos verificado
así que |[0, 1]| ≤ |R| y |R| ≤ |[0, 1]|, las hipótesis del Teorema 2.64, y por lo tanto concluimos
que R ≈ [0, 1].

Para que el lector tome conciencia de lo útil que es el Teorema 2.64, lo invitamos a
conseguir explícitamente una biyección de R en [0, 1] (vea los ejercicios de la sección 2.2).
Para finalizar esta sección, enunciaremos la ley de tricotomía para la cardinalidad. No
presentaremos su demostración pues requiere de un principio de la teoría de conjuntos que
no trataremos en este curso.

104
Teorema 2.69. Sean A y B dos conjuntos. Entonces se cumple una, y sólo una, de las
siguientes afirmaciones:
(i) |A| < |B|.
(ii) |A| = |B|.
(iii) |B| < |A|. ✷

2.6.1. Demostración del Teorema de Schröder-Bernstein


Sean f : A → B y g : B → A funciones inyectivas. Para definir la biyección h : A →
B necesitamos hacer una construcción auxiliar. Definiremos, para cada número natural n,
subconjuntos An ⊆ A y Bn ⊆ B de la siguiente manera:

A0 = A \ g[B]
B0 = f [A0 ]

A1 = g[B0 ]
B1 = f [A1 ]
..
.
An+1 = g[Bn ]
Bn+1 = f [An+1 ]
..
.

A0 A1 A2

g
······
f

B0 B1 B2

Sea
M = A0 ∪ A1 ∪ A2 ∪ · · ·

y
N = B0 ∪ B1 ∪ B2 ∪ · · ·

105
La verificación de las siguientes afirmaciones las dejaremos a cargo del lector.

f [M] = N
g[N] = A1 ∪ A2 ∪ · · · ∪ An ∪ · · ·
−1
g (A \ M) = B \ N.

Notemos que si x ∈ A \ M, entonces x 6∈ A0 , es decir x ∈ g[B] y por lo tanto g −1(x) está


definido. Podemos entonces definir h : A → B como se indica a continuación:

f (x) , si x ∈ M.
h(x) = −1
g (x) , si x ∈ A \ M .

Veamos que h es biyectiva:

(i) h es inyectiva. En efecto, observe que h[M] = f [M] = N y h[A \ M] = g −1 (A \ M) =


B \ N. En particular h[M] ∩ h[A \ M] = ∅. Como f y g son inyectivas, de lo anterior
se concluye que h es inyectiva (el lector interesado verificará esta afirmación).

(ii) h es sobreyectiva. En efecto, ya vimos que h[M] = N y h[A \ M] = B \ N y por lo


tanto h[A] = B.

Ejercicios 2.64

1. Muestre que |Z| ≤ |Q|.

2. Muestre que |N × {0, 1}| ≤ |Z × {0, 1, 2}|.

3. Muestre que |N × {1, 2}| ≤ |Z × {3, 4}|.

4. Muestre que |N| ≤ |N × N|.

5. Muestre que (−1, 1) ≈ [−1, 1].


(Sugerencia: Muestre que |(−1, 1)| ≤ |[−1, 1]| y que [−1, 1] ≈ [− 12 , 21 ]).

6. Muestre que (1, 2) ∪ (4, 5) ≈ (3, 4).


(Sugerencia: Use la función definida en el ejercicio 3 de §2.2).

7. Sean A = {x ∈ R : 1 ≤ x < 2}, B = {x ∈ N : x ≥ 3}, C = {x ∈ R : 0 < x < 1} y


D = {x ∈ Q : x > 4}. Demuestre las siguientes afirmaciones:

a) A ∪ B ≈ C ∪ D.
b) A × B ≈ C × D.
c) A ≈ C ∪ D.

106
d ) A ∪ B ≈ C.

8. Sea P la colección de todos los números naturales pares. Muestre que |P | ≤ |N × N|.

9. Sean A y B conjuntos no vacíos. Muestre que |A| ≤ |A × B|.

10. Muestre que |N| ≤ |P(N)|.

11. Sea A un conjunto. Muestre que |A| ≤ |P(A)|.

12. Muestre que |N × {1, 2}| = |N|.

13. Muestre que |N × {1, 2, 3}| = |N|.

14. Muestre que |N| ≤ |NN |.

15. |N × N| ≤ |NN |.

16. Muestre que |P(N)| ≤ |P(NN )|.

17. Muestre que R ≈ R × N. (Sugerencia: Recuerde que R ≈ (n, n + 1) para todo n ∈ N.


Esto sirve para demostrar que |R × N| ≤ |R|.)

18. Haga la demostración del Teorema 2.66.

19. Complete la demostración del Teorema 2.64 comprobando las siguientes afirmaciones:

f [M] = N
g[N] = A1 ∪ A2 ∪ · · · ∪ An ∪ · · ·
g −1(A \ M) = B \ N.

20. Demuestre que la relación |A| < |B| (donde A y B son conjuntos) es transitiva.

2.7. Conjuntos numerables


En esta sección estudiaremos un tipo particular de conjunto infinito que juega un papel
importante dentro de las matemáticas.

Definición 2.70. Diremos que un conjunto A es numerable si A ≈ N.

Observe que podemos expresar de manera equivalente que A sea numerable escribiendo
|A| = |N|.

Teorema 2.71. Todo subconjunto de N es finito ó numerable.

107
Demostración: Sea A ⊆ N. Si A es finito, no hay nada que mostrar. Si A es infinito, entonces
sabemos que |N| ≤ |A| (por el Teorema 2.43). Como A ⊆ N, entonces |A| ≤ |N|. Luego por
el teorema de Schöeder-Bernstein 2.64 tenemos que N ≈ A.

Hemos visto que Z es numerable y el Teorema 2.40 nos dice que N × N es numerable.
Ahora mostraremos que Q es numerable.
Teorema 2.72. Q es numerable.
Demostración: Por el Teorema 2.64, es suficiente mostrar que |N| ≤ |Q| y que |Q| ≤ |N|.
(i) Considere la función f : N → Q dada por f (n) = n. claramente f es inyectiva, por lo
tanto por el Teorema 2.62, concluimos que |N| ≤ |Q|.
(ii) Considere la función g : Z × Z → Q dada por f (p, q) = p/q, si q 6= 0 y f (p, q) = 0 si
q = 0. Le dejamos al lector convencerse que de la misma definición de Q se concluye que f
es sobreyectiva. Por lo tanto, |Q| ≤ |Z × Z|. Finalmente, ya hemos mostrado que Z × Z es
numerable (ver ejemplo 2.49) y por lo tanto |Q| ≤ |N|.

El resultado que sigue es de uso frecuente en diferentes areas de las matemáticas.

Teorema 2.73. Sea {An : n ∈ N} una colección de conjuntos numerables. Entonces


S
n An
es numerable.
Demostración: Denotemos por A la unión de todos los conjuntos An , es decir
[
A= An .
n∈N

Ya que A0 ⊆ A, entonces |A0 | ≤ |A|. Como A0 es numerable, entonces |N| ≤ |A|. Mostra-
remos que |A| ≤ |N|. Después de mostrarlo podemos usar el teorema de Schröder-Bernstein
2.64 para concluir que A es equipotente con N y por lo tanto numerable.
Como cada An es numerable existe una biyección fn : N → An . Definiremos una sobre-
yección g : N × N → A. Esto mostrará que |A| ≤ |N × N|. Como |N × N| = |N|, entonces
|A| ≤ |N|. La definición de g es como sigue:
g(n, m) = fn (m).
Veamos que g es sobreyectiva. Sea a ∈ A, entonces existe n tal que a ∈ An . Como fn es
sobreyectiva, entonces existe m ∈ N tal que fn (m) = a. Esto muestra que g(n, m) = a.

Podemos usar el resultado anterior para dar otra demostración de que Q es numerable.
En efecto, definimos para cada n ∈ N con n > 0 un conjunto An de la manera siguiente:
nm o
An = : m∈Z .
n
Notemos que [
Q= An .
n∈N\{0}

108
Afirmamos que An es numerable para cada n ∈ N. En efecto, la función
Sfn : Z → An definida
por fn (m) = mn
es biyectiva. Por el Teorema 2.73, se concluye que n An es numerable y
esto muestra que Q es numerable.
Ejemplo 2.74. Sea X la colección de todos los subconjuntos de N con exactamente dos
elementos. Es decir
X = {A ⊆ N : |A| = 2}.
Mostraremos que X es numerable, es decir, que |X| = |N|. Usaremos el Teorema de Schröder-
Bernstein 2.64. Para esto debemos mostrar dos cosas: |N| ≤ |X| y |X| ≤ |N|.

(1) |N| ≤ |X|: Considere la siguiente función f : N → X dada por

f (n) = {0, n + 1}.

Entonces f es inyectiva (muéstrelo!). Por consiguiente |N| ≤ |X|.

(2) |X| ≤ |N|: Como N ≈ N × N, entonces es suficiente mostrar que |X| ≤ |N × N|.
Considere la función g : N × N → X dada por

{n, m} , si n 6= m
g(n, m) =
{n, n + 1} , si n = m.

Verifique que g es sobreyectiva. Por lo tanto |X| ≤ |N × N|.


Ejercicios 2.7

1. Muestre que los siguientes conjuntos son numerables:

a) La colección de todos los números primos.


b) La colección de todos los enteros múltiplos de 8.
c) N3 , Q2 , Q3 .

2. Determine cuáles de los siguientes conjuntos son numerables.

a) {q ∈ Q : Existe un entero m tal que 5m + 1 < q < 5m + 2}.


b) {(n, m) ∈ N × N : n es par y m es impar}.
c) {q ∈ Q : q 2 < 2}.
d ) {q ∈ Q : q 4 + 5q 3 − q 2 + 7q − 12 = 0}.
e) {n ∈ N : n divide a 1.567.344.987.678.333}.
f ) {(n, q) ∈ N × Q : n es múltiplo de 5 y q ≥ 0}.
g) {(n, m) ∈ N × N : n divide a m}.

109
3. Muestre que la colección de todos los subconjuntos de N con exactamente 3 elementos
es numerable.
(Sugerencia: Imite lo hecho en el ejemplo 2.74).

4. Muestre las siguientes afirmaciones.

a) Todo subconjunto de un conjunto numerable es finito ó numerable.


b) Todo conjunto infinito tiene un subconjunto numerable.
c) Si |N| ≤ |A|, entonces A es infinito.
d ) A es finito ó numerable si, y sólo si, |A| ≤ |N|.

5. Si A es infinito y A ⊆ B, entonces B es infinito.

6. Sea B un conjunto infinito, y A ⊆ B finito. Muestre que

a) B − A es infinito.
b) B − A ≈ B, esto no es tan fácil de ver. Los reto a que lo prueben!

7. Sean A y B conjuntos tales que A ⊆ B. Muestre que si A no es numerable, entonces


B no es numerable.

8. Sea A un conjunto. Muestre que A × N es numerable si, y sólo si, |A| ≤ |N|.

9. Muestre que si A y B son numerables, entonces A × B es numerable.


(Sugerencia: Use el Teorema 2.40).

10. Sea A un conjunto finito y f : A → A una función. Muestre que

a) Si f es inyectiva, entonces es f biyectiva.


b) Si f es sobreyectiva, entonces f es biyectiva.
c) Halle una función f : N → N que sea inyectiva pero no sea sobreyectiva. ¿Qué
tiene esto que ver con lo mostrado en (a)?
d ) Halle una función f : N → N que sea sobreyectiva pero no sea inyectiva. ¿Qué
tiene esto que ver con lo mostrado en (b)?

11. Considere la regla


(a, b) 7→ 2a (2b + 1) − 1.
En la demostración del Teorema 2.40 vimos que si esa regla define una biyección de
N × N en N. Pero claramente esa regla tambien tiene sentido si a, b son números reales
cualesquiera. Determine si esa regla define una inyección entre

a) Z × Z y Q.
b) Q × Q y R.

110
12. Suponga que |An | ≤ |N| para cada n ∈ N. Muestre que
[
| An | ≤ |N|.
n∈N

13. Sean A y B conjuntos numerables. Muestre que A ∪ B es numerable.


14. Muestre que la colección X de todos los subconjuntos finitos de N es numerable.
(Sugerencia: Muestre primero que para cada n ∈ N la colección de todos los subcon-
juntos de N con exactamente n elementos es numerable. Después observe que X es una
unión numerable de conjuntos numerables).
15. Considere la siguiente relación binaria en el conjunto A de todas las funciones de N en
N. Sean f, g funciones de N en N.
f ∼ g , si {n ∈ N : f (n) 6= g(n)} es finito.
Muestre que ∼ es una relación de equivalencia. Halle todas las funciones que son equi-
valentes con la función constante igual a cero. Muestre que cada clase de equivalencia
es un conjunto numerable.
16. Considere la siguiente relación sobre P(N): A ∼ B si A△B es finito. Muestre que es
una relación de equivalencia. Determine la clase de equivalencia de ∅ y de N.

2.8. Aplicaciones del Teorema de Schröder-Bernstein


En matemáticas se usan con frecuencia conjuntos que tienen la misma cardinalidad que
P(N). En esta sección veremos algunos ejemplos. Trataremos varios conjuntos que tiene la
forma AN , o sea, funciones de N en A.
El siguiente resultado es intuitivamente claro y lo usaremos con frecuencia.
Lema 2.75. Si A ⊆ B, entonces |AN | ≤ |B N |.
Demostración: Definiremos una función f : AN → B N inyectiva. Sea α ∈ AN , es decir,
α : N → A es una función. Entonces f (α) simplemente cambia el contradominio de α por B
y deja la misma regla. ✷
Ejemplo 2.76. Mostraremos que
{0, 1}N ≈ P(N).
Considere la función F : P(N) → {0, 1}N dada por
F (A) = fA .
Donde fA es la función característica de A (ver la definición 1.26). Dejamos como ejercicio
al lector verificar que F es una biyección.

111
Ejemplo 2.77. Mostraremos que
P(N) ≈ NN .
Por el lema 2.75, sabemos que
|{0, 1}| ≤ |NN |.
Por otra parte, por lo visto en el ejemplo 2.76, |{0, 1}N | = |P(N)|. Entonces tenemos que

|P(N)| ≤ |NN |.

Bastaría entonces ver que |NN | ≤ |P(N)|. Pues por el teorema de Schröder-Bernstein podemos
concluir que esos dos conjuntos son equipotentes.
Recordemos que N × N ≈ N y por consiguiente por el Teorema 2.52 tenemos que

P(N) ≈ P(N × N).

Ahora bien, cada función f ∈ NN es una relación binaria sobre N. Es decir, cada función
f ∈ NN es un subconjunto de N × N. En otras palabras, tenemos que

NN = {f ⊆ N × N : f es una función} ⊆ P(N × N).

Y por lo tanto
|NN | ≤ |P(N × N)|
y en consecuencia
|NN | ≤ |P(N)|.


Ejemplo 2.78. Mostraremos que

{0, 1}N ≈ {0, 1, 2}N.

Es suficiente mostrar que

|{0, 1}N | ≤ |{0, 1, 2}N| y |{0, 1, 2}N| ≤ |{0, 1}N |.

La primera desigualdad se deduce del lema 2.75. Por otra parte, de igual manera se tiene
que
|{0, 1, 2}N| ≤ |NN |.
De 2.76 y 2.77 sabemos que
NN ≈ {0, 1}N .
Por lo tanto
|{0, 1, 2}N| ≤ |{0, 1}N|
y con esto termina la demostración.

112
Ejercicios 2.8

1. Muestre que {0, 1}N ≈ {4, 5, 6, 7, 8}N.


2. Muestre que {0, 1}N ≈ ZN .
3. Muestre que |P(Q)| = |NN |.
4. Muestre que R \ Z ≈ R.
(Sugerencia: Halle una función inyectiva f : R → R \ Z).
5. Muestre que la función F definida en el ejemplo 2.76 es biyectiva.
(Sugerencia: Para ver que F es inyectiva, tome A, B ∈ P(N) distintos. Entonces hay
dos casos que se tratan de manera similar. Suponga que existe x ∈ A \ B (¿Cuál es
el otro caso?). Entonces fA (x) = 1 y fB (x) = 0, por esto fA 6= fB . Para ver que F es
sobreyectiva, sea g : N → {0, 1} arbitraria. Tome A = {x ∈ N : g(x) = 1}. Muestre
que g = F (A). )
6. Sea S el conjunto de todas las biyecciones de N en N. Muestre que S ≈ {0, 1}N .
7. Sea A un conjunto infinito tal que A ∩ N = ∅. Muestre que A ∪ N ≈ A. ¿ Qué puede
decir si A y N no son disjuntos?
Sugerencia: Sea f : N → A inyectiva. Defina g : A ∪ N → A, por partes: f (x) = x si
x 6∈ f [N], g(f (n)) = f (2n) y g(n) = f (2n + 1). Muestre que g es inyectiva.
8. Muestre que existen conjuntos A y B tales que P(N) = A ∪ B, A ∩ B = ∅ y |A| =
|B| = |P(N)|.
Sugerencia: Recuerde que N tiene esa propiedad, es decir, N = P ∪I con P e I disjuntos
y los dos numerables. Use P e I para conseguir A y B.
9. Sea A y B conjuntos no vacíos. Justifique si las siguientes afirmaciones son verdaderas
o falsas.
a) |A ∩ P(R)| ≤ |R|
b) |B ∪ P(R)| ≤ |A × B × R|.
c) |P(A × B)| ≤ |AB |

2.9. ¿Cuál es el tamaño de R?


G. Cantor fué el primer matemático en darse cuenta y demostrar que existen conjuntos
que no son numerables. Comenzaremos mostrando que R no es numerable con argumento
que se basa en la representación decimal de los números reales, sobre la que supondremos
el lector tiene alguna familiaridad. Más adelante en el capítulo 3 veremos otra demostración
diferente (ver Teorema 3.49).

113
Teorema 2.79. R no es numerable.
Demostración: Cada número real lo identificaremos con una expresión de la forma que se
indica a continuación, llamada su expansión decimal:
b, a0 a1 · · · an · · ·
donde b es un entero y cada ai es un natural. Fijemos una función f : N → R cualquiera.
Construiremos un real que no pertenece al rango de f . Por lo tanto f no es sobreyectiva
y de aquí se concluye que R no es numerable. Cada real f (m) en el rango de f tiene una
expansión decimal b, a0 a1 · · · . Para distinguir una expansión de otra usaremos supraindices
(en este caso no confundirlos con la notación de las potencias). Así obtemos la siguiente tabla
de expansiones decimales de los reales que están en el rango de f .

f (0) = b0 , a00 a01 a02 · · · a0n · · ·

f (1) = b1 , a10 a11 a12 · · · a1n · · ·


..
.
f (m) = bm , am m m m
0 a1 a2 · · · an · · ·
..
.
Ahora describiremos la expansión decimal de un real que no está en el rango de f . Considere
los siguientes números 
 0 , si ann 6= 0
cn =
1 , si ann = 0.

Finalmente, sea r el real cuya expansión decimal es igual a


0, c0 c1 c2 · · · cn · · ·
De la definición de la sucesión cn se tiene que cn 6= ann para todo n. Esto garantiza que
r 6= f (n) para todo n. Es decir, r no pertenece al rango de f . ✷

El argumento que presentamos para mostrar que R no es numerable es quizá el primer


ejemplo de lo que ahora se conoce como el método de diagonalización de Cantor. El lector
podrá observar que la sucesión de dígitos cn se obtiene modificando “la diagonal” de la tabla
de expasiones decimales de los elementos del rango de f .
Pero entonces, ¿cuál es el tamaño de R? Daremos algunas indicaciones para mostrar la
siguiente afirmación

|R| = |P(N)|. (2.4)


Es decir, que hay tantos números reales como subconjuntos de N. Para demostrar esta
igualdad bastará mostrar (gracias al teorema de Schröder-Bernstein) que
|R| ≤ |P(N)| y |P(N)| ≤ |R|.

114
La primera desigualdad no es difícil de probar. Para la segunda usaremos de nuevo la repre-
sentación de lo números reales con expasiones decimales.

Ya vimos en el ejemplo 2.77 que

P(N) ≈ NN

es decir, hay tantos subconjuntos de N como funciones de N en N. Entonces (2.4) dice que
hay tantos números reales como funciones de N en N. Esto es hasta cierto punto bastante
intuitivo, pues cada número real se puede expresar en forma decimal, es decir, como un entero
seguido de un sucesión (posiblemente) infinita de números naturales. Esta representación
sugiere que existe una relación natural entre números reales y funciones de N en N.
Mostraremos a continuación que el tamaño de R no sobrepasa el tamaño de P(N).
Teorema 2.80. |R| = |P(N)|.
Demostración: Hemos visto que |N| = |Q| y también sabemos que |P(Q)| = |P(N)| (ver el
ejercicio 8 de §2.2). Así que basta mostrar que |R| ≤ |P(Q)|. Definimos f : R → P(Q) de la
manera siguiente:
f (r) = {q ∈ Q : q < r}.
Mostraremos que f es inyectiva. En efecto, sean r, r ′ ∈ R dos reales cualesquiera con r 6= r ′ .
Podemos suponer que r < r ′ (el otro caso se analiza de manera análoga). Por la densidad
de Q en R existe un racional q tal que r < q < r ′ . Por lo tanto q ∈ f (r ′ ) pero q 6∈ f (r). En
consecuencia f (r) 6= f (r ′ ).
La otra desigualdad, |P(N)| ≤ |R|, es un poco más difícil de mostrar. Tenemos que asociar
a cada subconjunto de N un número real. Para lograr ésto usaremos la representación decimal
de los número reales. Tomemos un número real r tal que 0 ≤ r ≤ 1. La representación
decimal de r es una sucesión an de enteros no negativos que usualmente se escribe de la
manera siguiente
0, a0 , a1 a2 · · · , an , · · ·
A cada subconjunto A ⊆ N le asociamos la siguiente sucesión

1 , si n ∈ A
an =
0 , si n 6∈ A.

Definimos f : P(N) → R de la siguiente manera

f (A) = el número real cuya expansión decimal viene dada por


la sucesión a0 , a1 , a2 , · · · , an · · · , definida arriba.

Mostraremos que f es inyectiva. Sean A, B dos subconjuntos de N diferentes. Ya que A△B 6=


∅, denotaremos con m al primer natural que pertenece a A△B. Observe que para todo i < m
se tiene que

i ∈ A ⇔ i ∈ B. (2.5)

115
Tenemos que considerar dos casos: m ∈ A − B ó m ∈ B − A. Los dos casos son análogos
y analizaremos sólo uno de ellos. Supongamos entonces que m ∈ A − B. Para simplificar la
notación llamaremos r al número real f (A) y s a f (B). Mostraremos que r 6= s. Sea an y
bn los dígitos correspondientes a la representación decimal de f (A) y f (B) respectivamente.
Entonces para todo i < m se cumple que

ai = 0 ⇔ bi = 0. (2.6)

Definimos un racional q de la siguiente manera

q = 0, a0 a1 a2 · · · , am .

Observe que am = 1 y bm = 0. Por (2.6) sabemos que

s<q≤r

por lo tanto r 6= s. ✷
El siguiente resultado que demostraremos es sorprendente. Si el lector no le parece creible,
no se preocupe, cuando lo demostró Cantor en 1877 le escribió a su colega Dedekin: “Lo veo
y no lo creo”.
Teorema 2.81. R ≈ R2 .
Demostración: Ya vimos que R ≈ NN , por esto R × R ≈ NN × NN . En consecuencia, es
suficiente mostrar que NN × NN ≈ NN . Afirmamos que:
(i) NN × NN ≈ (N × N)N .
(ii) NN ≈ (N × N)N .
Claramente, de (i) y (ii) se concluye que NN × NN ≈ NN . Ya vimos que (ii) es válida, pues
N × N ≈ N (vea el Teorema 2.54).
Para demostrar (i), considere la función ϕ : NN × NN → (N × N)N definida como se indica:

ϕ(f, g)(n) = (f (n), g(n)) (2.7)

El lector debe convencerse de que ϕ está bien definida, es decir, debe entender que la fórmula
dada por (2.7) describe correctamente una regla de correspondencia.
Veamos que ϕ es inyectiva. Sean (f, g), (f ′, g ′) ∈ NN × NN con (f, g) 6= (f ′ , g ′). Hay dos
casos a considerar, o bien f 6= f ′ , o bien g 6= g ′. Ambos se tratan de manera análoga y
sólo haremos uno. Supongamos que f 6= f ′ , debemos mostrar que ϕ(f, g) 6= ϕ(f ′ , g ′). Por
hipótesis, existe n0 ∈ N tal que f (n0 ) 6= f ′ (n0 ). Afirmamos que ϕ(f, g)(n0 ) 6= ϕ(f ′ , g ′)(n0 ).
En efecto, ϕ(f, g)(n0 ) = (f (n0 ), g(n0 )) 6= (f ′ (n0 ), g ′ (n0 )) = ϕ(f ′ , g ′)(n0 ).
Dejamos como un ejercicio al lector el verificar que ϕ es sobreyectiva. ✷

Dijimos que R ≈ R2 es un resultado sorprendente, pues parecería contradecir el hecho que


R2 tiene dos dimensiones y R sólo una. Pero no es así, no hay nada logicamente incorrecto

116
con esa afirmación, pues sólo hemos demostrado que existe una biyección entre R y R2 , pero
eso no permite sacar conclusiones de naturaleza geométrica acerca de ellos.
Hasta ahora hemos mostrado ejemplos de subconjuntos de R de tres tamaños: finitos,
numerables y aquellos de igual tamaño que R. Una pregunta que ha cautivado la atención
de muchos matemáticos es si existe algún subconjunto A ⊆ R tal que

|N| < |A| < |R|.

Esta pregunta de apariencia tan sencilla fué estudiada por Cantor, quien pensaba que la
respuesta era negativa, es decir, que no existe un conjunto A con esa característica (esta
alternativa se conoce como la Hipótesis del Continuo). En la actualidad se sabe mucho más
acerca de esa pregunta que en la época de Cantor, sin embargo, todavía es objeto de profundos
y complejos trabajos de investigación.

Ejercicios 2.9.

1. Use el mismo argumento de la demostración del Teorema 2.79 para probar que (1/103, 1/102)
no es numerable.

2. Muestre que el conjunto de lor números reales en el itervalo (0, 1) que solamente tienen
ceros y unos en su representación decimal es un conjunto no numerable.

3. Complete la demostración del Teorema 2.81 mostrando que la función ϕ es sobreyectiva.

4. Muestre las siguientes afirmaciones:

a) R ≈ {0, 1}N .
b) R ≈ Rn para todo n ≥ 3.
c) ({0, 1}N )N ≈ {0, 1}N .
d ) QQ × ZN ≈ NN .
e) R ≈ RN .

2.10. El Teorema de Cantor


Ahora mostraremos que P(A) tiene una cardinalidad estrictamente mayor que la de A. En
particular, eso nos dice que P(N) no es numerable. Y si repetimos el argumento, obtenemos
que P(P(N)) es de una cardinalidad estrictamente mayor que la de P(N), vemos así que
existen conjuntos infinitos muy grandes. Este resultado tuvo una enorme repercusión sobre
la concepción del infinito en matemáticas.

Teorema 2.82. (Cantor) Sea A un conjunto, entonces |A| < |P(A)|.

117
Demostración: Primero observemos que |A| ≤ |P(A)|. En efecto, considere la función f :
A → P(A) dada por
f (a) = {a}
para a ∈ A. Es obvio que f es inyectiva.
Para ver que |A| =6 |P(A)|, mostraremos que ninguna función g : A → P(A) puede ser
sobreyectiva. Sea entonces g : A → P(A). Definimos

B = {a ∈ A : a 6∈ g(a)}.

Veremos que B no está en el rango de g. Supongamos que estuviera, y sea a ∈ A tal que
g(a) = B. Entonces tenemos que

a ∈ B ⇔ a ∈ g(a) ⇔ a 6∈ B.

Y esto es absurdo. Por lo tanto la suposición de que B estaba en el rango de g es imposible.


En consecuencia, g no es sobreyectiva. ✷
Del teorema de Cantor inmediatamente obtenemos que P(N) no es numerable, resultado
que ya habíamos probado de una manera un poco diferente, pues vimos que R ≈ P(N) y
también que R no es numerable.
Observemos que del teorema de Cantor se obtiene lo siguiente

|N| < |P(N)| < |P(P(N))| < |P(P(P(N)))|.

Esto muestra que estos conjuntos son de un tamaño infinito cada vez mayor.
Ejemplo 2.83. Considere la colección X de todos los subconjuntos de N que no contienen
números pares. Es decir, si P denota la colección de números pares e I la de los impares
tenemos que
X = {A ⊆ N : A ∩ P = ∅}.
De manera equivalente tenemos que

X = {A ⊆ N : A ⊆ I} = P(I).

Mostraremos que X no es numerable. Para esto es suficiente mostrar que |X| = |P(N)| y
usar el teorema de Cantor. En efecto, recordemos que I ≈ N, por lo tanto P(I) ≈ P(N) (ver
el ejercicio 8 de §2.2). En consecuencia |X| = |P(N)|.

2.10.1. La paradoja de Russell


¿Habrán conjuntos que son miembros de sí mismos? Un ejemplo es el conjunto que consta
de ”ideas abstractas". Dicho conjunto es miembro de sí mismo porque el propio conjunto es
una idea abstracta. Otro ejemplo sería una bolsa con bolsas dentro. Por otro lado, un conjunto
que consta de "libros" no es miembro de sí mismo porque el conjunto en sí no es un libro.

118
Russell preguntaba (en carta escrita a Frege en 1902), si el conjunto de los conjuntos que no
forman parte de sí mismos (es decir, aquel conjunto que engloba a todos aquellos conjuntos
que no están incluidos en sí mismos, como el de ”libros” en el ejemplo anterior) forma parte
de sí mismo. La paradoja consiste en que si no forma parte de sí mismo, pertenece al tipo
de conjuntos que no forman parte de sí mismos y por lo tanto forma parte de sí mismo. Es
decir, formará parte de sí mismo sólo si no forma parte de sí mismo. 3

El razonamiento anterior se conoce como la paradoja de Russel. Veamos una forma mas
precisa de enunciarla: Considere la colección de TODOS los conjuntos, denotémosla con la
letra U. Podemos entonces definir una subconjunto de U de la siguiente manera:

R = {X ∈ U : X 6∈ X}.

El problema se presenta cuando tratamos de responder la pregunta más básica posible: R ∈ R


o R 6∈ R. Veamos
R ∈ R ⇐⇒ R 6∈ R
Esto indica que la proposición R ∈ R no puede ser ni verdadera ni falsa, lo cual no es
lógicamente aceptable. El problema surgió al suponer que la colección U es un conjunto,
pues si lo fuera, entonces R también sería un conjunto y nos conseguimos con la paradoja
descrita.
Los axiomas aceptados de la teoría de conjuntos en particular implican que U no es un
conjunto y así la paradoja no se presenta.
Ejercicios 2.10

1. Ordene de manera creciente (no necesariamente estricta) los siguientes conjuntos de


acuerdo a su cardinalidad.

a) N.
b) Z.
c) P(N).
d ) {n ∈ N : n divide a 1.567.344.987.678.333}.
e) {q ∈ Q : Existe un entero m tal que 5m + 1 < q < 5m + 2}.
f ) Q × Z.
g) R
h) R × {0, 1}
i ) Q5 .
j ) QQ .
k ) P(P(N)).
3
Tomado de Wikipedia

119
l ) {A ⊆ N : A no contiene números impares}.
m) {A ∈ P(P(N)) : {2} 6∈ A}.
n) P(P(Z)).
ñ) P(P(P(N))).

2. ¿Existirá un conjunto X tal que P(X) es numerable?

120
Capítulo 3

Órdenes

Ya vimos que N, Z y Q son equipotentes, es decir, tienen la misma cardinalidad. Sin


embargo, tienen otras propiedades que los hacen diferentes entre sí. Una de ellas es el orden.
En este capítulo estudiaremos el concepto de conjunto ordenado. Nos enfocaremos en las
propiedades de los órdenes de N, Z, Q y R. También veremos el concepto de conjunto bien
ordenado.

3.1. Definición y ejemplos


Recordemos que una relación binaria sobre un conjunto es un orden si es reflexiva, anti-
simétrica y transitiva. Por analogía con los símbolos que denotan el orden entre los números,
usaremos  para denotar una relación de orden arbitraria. Un conjunto X que tenga un
orden  definido sobre él se llama un conjunto ordenado y se denotará (X, ). Cuando es-
temos trabajando con dos conjuntos ordenados X e Y , para evitar confusiones, usaremos
los símbolos X y Y para referirnos a los órdenes en X e Y , respectivamente. Usaremos el
símbolo ≺ para denotar la relación de orden estricto, es decir, x ≺ y si x  y y x 6= y.
Ejemplos 3.1. 1. N, Z, Q y R están ordenados por el orden usual entre números.

2. El conjunto P(N) está ordenado por la relación ⊆.


Los órdenes pueden ser muy diferentes. Por ejemplo, (N, ≤) y (Z, ≤) son claramente dis-
tintos. ¿Cuáles propiedades los diferencia? Por ejemplo, (Z, ≤) no tiene un primer elemento,
pero (N, ≤) tiene al 0 como primer elemento. Por otra parte (Z, ≤) también es diferente
de (Q, ≤). Pero no es por la no existencia de primer elemento, pues (Q, ≤) tampoco tiene
primer elemento. La diferencia es otra, tenemos que en Z entre los números 1 y 2 no hay
más enteros. Pero en Q se cumple que entre dos racionales cualesquiera existe otro racional.
Para expresarlo de manera simbólica, Q satisface la siguiente propiedad:

∀x, y ∈ Q [x < y → ∃z ∈ Q, x < z < y].

Como ya vimos, esa afirmación no es válida en Z.

121
¿Es (Q, ≤) diferente de (R, ≤)? La respuesta es afirmativa, sin embargo, se requiere
estudiar más para poder justificar esa afirmación, pues hay que precisar que entenderemos
cuando digamos que dos órdenes son “el mismo”.
Por otra parte, ¿es (P(N), ⊆) diferente de (R, ≤) o de (N, ≤)? Esa pregunta parece
extraña, pero es válida. La respuesta es muy sencilla debido a que el orden (P(N), ⊆) tiene
una propiedad que es claramente falsa en los sistemas numéricos. Observemos que en P(N)
existen conjuntos que no se pueden comparar con la relación ⊆. Por ejemplo, {0} 6⊆ {1}
y {1} 6⊆ {0}. En cambio, en los sistemas numéricos, dos números cualesquiera x, y son
comparables: x ≤ y o y ≤ x. Un orden con esa propiedad se llama total, es decir, un
conjunto ordenado (X, ) está totalmente ordenado (también se dice linealmente ordenado)
si para todo par de elementos x, y ∈ X se cumple que, o bien, x  y o y  x.
Una fuente muy importante de ejemplos de conjuntos ordenados se obtiene si considera-
mos los subconjuntos de un conjunto ordenado. Veamos un ejemplo.

Ejemplo 3.2. Sea X el siguiente subconjunto de R:

X = {1 − 1/(n + 1) : n ∈ N}.

X es un conjunto ordenado tomando el orden que X hereda de R al ser un subconjunto de


R, es decir, X está ordenado con el orden usual de los números reales.

Ejemplo 3.3. Sea X = [0, 1) como subconjunto de R. Observamos que X como conjunto
ordenado tiene una propiedad que R no posee: X tiene primer elemento y R no.

De ahora en adelante cada subconjunto Y ⊆ X de un conjunto ordenado (X, ) será con-


siderado como un conjunto ordenado usando el orden que hereda del conjunto X y usaremos
el mismo símbolo  para denotar el orden de Y .

Definición 3.4. Sea (X, ) un conjunto ordenado y A ⊆ X no vacío. Un elemento x ∈ A


es minimal de A, si no existe y ∈ A tal que y ≺ x. El mínimo de A es un elemento x ∈ A
tal que si x  y para todo y ∈ A.

Ejemplo 3.5. Sea A = [2, 8) el intervalo en la recta. Entonces 2 es el mínimo de A. Por


otra parte, el intervalo (0, 1) no tiene mínimo (¿puede el lector verificar esa afirmación?).

Los conceptos de elemento mínimo y elemento minimal están muy relacionados: Si x es


el mínimo del conjunto A, entonces x es un elemento minimal de A. Pero el recíproco no es
válido, un elemento puede ser minimal y no ser mínimo, como lo veremos en el ejemplo que
presentamos a continuación.

Ejemplo 3.6. Considere la familia X formada por todos los subconjuntos de N no vacíos.
Ordenamos a X con la relación ⊆. Entonces todo subconjunto con un solo elemento, esto
es, de la forma {n}, con n ∈ N, es un elemento minimal de X. Sin embargo, X no tiene
elemento mínimo.

122
Ejemplo 3.7. Sea X = {a, b, c}. Podemos describir todos los ordenes posibles en X. En
efecto 1
Ejemplo 3.8. (El orden lexicográfico en N × N). Consideremos el siguiente orden ≺lex sobre
N × N.
(a, b) lex (c, d) si (i) a < b o (ii) a = b y c ≤ d
El orden lexicográfico debe su nombre a que usa el mismo criterio usado para ordenar las
palabras en un diccionario. En efecto, los pares en N × N que comienzan con 0 son todos
menores que los que comienzan con un 1. Por ejemplo,

(0, 0) ≺lex (0, 1) ≺lex (0, 2) ≺lex (0, 3) ≺lex · · · (1, 0) lex (1, 1) lex (1, 2) lex (1, 3) lex · · ·

Ejercicios 3.1

1. Haga un diagrama de los órdenes posibles sobre los conjuntos {a, b} y {a, b, c, d} (la
última pregunta tiene una larga respuesta!!)

2. Haga un diagrama que represente el orden (P({1, 2, 3}), ⊆).

3. Considere el conjunto X de todas las funciones f : {a, b} → {1, 2, 3}. Ordene esas
funciones de la siguiente manera:

f  g ⇔ f (a) ≤ g(a) y f (b) ≤ g(b)

Haga un diagrama que represente ese orden.

4. Sea X = {1, 2, 3} e Y = {1, 2}. Ordene X × Y de la siguiente manera

(a, b)  (c, d) ⇔ a ≤ c y b ≤ d

Muestre que es un orden sobre X × Y . Haga un diagrama que represente ese orden.

5. Considere la siguiente relación sobre R2 :


def
(x, y)  (w, z) ⇔ (x ≤ w) ∧ (y ≤ z).

Muestre que  es un orden. ¿Es un orden total?

6. Considere la siguiente relación sobre R2 :


def
(x, y)  (w, z) ⇔ (x < w) ∨ [(x = w) ∧ (y ≤ z)].

Muestre que  es un orden. ¿Es un orden total? Haga un diagrama que represente como
quedan ordenados según  todos los pares de la forma (0, n) y (1, n), para n ∈ N.
1
incluir diagramas

123
7. Considere la relación sobre NN dada por:
def
f  g ⇔ ∀n ∈ N (f (n) ≤ g(n)).

a) Muestre que es un orden.


b) Sea A la colección de funciones f ∈ NN con la propiedad de que f (n) = 1 para
algún n ∈ N. Determine si A tiene elementos minimales.

8. Considere la siguiente relación sobre P(N) \ {∅}: A  B, si mı́n(A) ≤ mı́n(B). ¿Es 


una relación de orden?, donde mı́n(A) es el mínimo de A como subconjunto de N.

9. Considere la siguiente relación sobre P(N): A ⊆f B, si A \ B es finito. ¿Es ⊆f una


relación de orden sobre P(N)?

10. Defina una relación de orden sobre P(N) diferente a ⊆.

3.2. Buenos órdenes


En esta sección estudiaremos un tipo de conjunto linealmente ordenado que tiene una
propiedad especial. El ejemplo que motiva esta noción es N con su orden natural. Ya hemos
comentado que N satisface que todo subconjunto no vacío de N tiene primer elemento.
Definición 3.9. Sea  un orden sobre X. Diremos que (X, ) es un conjunto bien orde-
nado, si todo A ⊆ X con A 6= ∅ tiene mínimo, es decir, existe a0 ∈ A tal que a0  x para
todo x ∈ A.
Cuando (X, ) es un conjunto bien ordenado, también se dice que  es un buen orden
sobre X.
Lo primero que debemos observar es que si (X, ) está bien ordenado, entonces  es un
orden lineal. En efecto, dados a, b ∈ X, considere el conjunto A = {a, b}. Por la propiedad
del buen orden, sabemos que a o b es el mínimo de A. En el primer caso, a ≺ b y en el
segundo b ≺ a. Esto muestra que  es un orden lineal.
Como dijimos, el ejemplo que motiva la definición de buen orden es (N, ≤) (con el orden
usual). El hecho que (N, ≤) está bien ordenado usualmente se conoce como el principio de
buena ordenación. Este principio es una de las propiedades básidas de N, y lo usaremos como
si formara parte de la definición de los números naturales.
Ejemplo 3.10. Considere el subconjunto X de R:

X = {1 − 1/(n + 1) : n ∈ N}.

Afirmamos que X, con el orden que hereda de R, es un conjunto bien ordenado. En efecto,
sea A ⊆ X no vacío. Ahora considere el subconjunto B ⊆ N que consiste de los naturales n
tales que 1 − 1/(n + 1) ∈ A. Claramente B no es vacío, y en consecuencia, por el principio
de buena ordenación de N, B tiene un primer elemento que denotaremos por n0 . Afirmamos

124
que a0 = 1 − 1/(n0 + 1) es el mínimo de A. Es obvio que a0 ∈ A. Sea x ∈ A cualquiera, esto
es, x = 1 − 1(n + 1) para algún n ∈ N. Por definición del conjunto B, se tiene que n ∈ B.
Por lo tanto n0 ≤ n y en consecuencia 1 − 1/(n0 + 1).
Ejemplo 3.11. Sea n ∈ Z y X = {x ∈ Z : n ≤ x}. Entonces X con el orden usual de Z
es un conjunto bien ordenado. En efecto, sea A ⊆ X no vacío. Observemos primero que si
n ≥ 0, entonces X ⊆ N y en consecuencia A ⊆ N. Por el principio de buena ordenación
para N, sabemos que A tiene un elemento mínimo. Nos queda por analizar el caso cuando
n < 0. Para esto consideraremos el siguiente conjunto de enteros:

B = {x − n : x ∈ A}.

Afirmamos que B ⊆ N. En efecto, por hipótesis, n ≤ x para cada x ∈ A. En consecuencia,


0 ≤ x − n para cada x ∈ A y de esto se concluye que los elementos de B son mayores o
iguales a cero. Es decir, B ⊆ N. Por el principio de buena ordenación para N, concluimos
que B tiene un elemento mínimo que denotaremos por b0 . Por definición de B, tenemos que
b0 = x0 − n para algún x0 ∈ A. Como b0 es el mínimo de B, se tiene que x0 − n ≤ x − n
para todo x ∈ A. De esto se deduce que x0 ≤ x para todo x ∈ A. Como x0 ∈ A, entonces x0
es el mínimo de A.
Ejercicios 3.2

1. Sea (X, X ) un orden lineal con X finito. Muestre por inducción en |X| que X tiene
máximo y mínimo.

2. Sea (X, ) un conjunto linealmente ordenado. Suponga que para todo A ⊆ X, no


vacío, se cumple que A tiene máximo y mínimo. Muestre que X es finito.

3. Muestre que el orden lexicográfico sobre N × N definido en el ejemplo 3.8 es un buen


orden.

3.3. Comparación de conjuntos ordenados


Para comparar conjuntos ordenados usaremos funciones con cierta propiedad especial:
que preserven los ordenes.
Definición 3.12. Sean (X, X ) y (Y, Y ) dos conjuntos ordenados. Una función f : X → Y
es un isomorfismo de orden, si f es una biyección que además cumple con lo siguiente: para
todo x, x′ ∈ X,
x X x′ ⇔ f (x) Y f (x′ ).
Observe el lector que hemos agregado un subíndice al símbolo que denota los órdenes
para distinguir el orden de X del de Y .
Teorema 3.13. Sea X un conjunto finito no vacío con n elementos y  un orden lineal
sobre X. Entonces (X, ) es orden isomorfo a {1, 2, · · · , n} con el orden usual.

125
Demostración. Comenzamos haciendo una observación sencilla: Si (X, ) es un orden lineal
y X es finito, entonces para todo A ⊆ X, con A 6= ∅, A tiene mínimo y máximo.
Definimos un isomorfismo de orden f : {1, 2, · · · , n} → X de la siguiente manera: Sea a1
el mínimo de X y hacemos f (1) = a1 . Supongamos que hemos definido f (1), · · · , f (k) con
k < n. Entonces f (k + 1) es el mínimo de X \ {f (1), · · · , f (k)}. ✷
Ejemplo 3.14. En el ejemplo 3.2, considere la función f : N → X dada por

f (n) = 1 − 1/(n + 1).

El lector puede verificar que f es biyectiva y que cumple lo siguiente: n ≤ m si, y sólo si,
1 − 1/(n + 1) ≤ 1 − 1/(m + 1). Esto muestra que f es un isomorfismo de orden.
Ejemplo 3.15. Sea X la colección de subconjuntos de N que se indica a continuación:

{0}, {0, 1}, {0, 1, 2}, {0, 1, 2, 3}, {0, 1, 2, 3, , 4}, , · · · , {0, 1, 2, 3, 4, 5, · · · , n}, · · ·

Mostraremos que (X, ⊆) es isomorfo a (N, ≤). Para simplificar el argumento, denotemos
por Ln al conjunto {0, 1, 2, 3, 4, 5, · · · , n} para cada n ∈ N. Entonces X = {L0 , L1 , L2 , · · · }.
Considere la siguiente función f : N → X dada por

f (n) = Ln .

El lector verificará que f es una biyección y que además que n ≤ m si, y sólo si, Ln ⊆ Lm .
Esto muestra que f es un isomorfismo.
Teorema 3.16. Todo orden isomorfo a un buen orden es también un buen orden.
Demostración. Sea (X, X ) un buen orden y (Y, Y ) otro conjunto ordenado. Supongamos
que f : X → Y es un isomorfismo de orden. Mostraremos que Y es un buen orden. Sea
A ⊆ Y no vacío. Como X es un buen orden, entonces B = f −1 (A) tiene mínimo, que
denotaremos con b. Entonces f (b) = a es el mínimo de A. ✷

Definición 3.17. Sean (X, X ) y (Y, Y ) dos conjuntos ordenados. Una función f : X → Y
preserva el orden, si cumple con lo siguiente: para todo x, x′ ∈ X,

x X x′ ⇒ f (x) Y f (x′ ).

Observemos que f es un isomorfismo de orden si tanto f como f −1 preservan el orden.


Veamos un ejemplo.
Ejemplo 3.18. Considere el conjunto Y = {1, 2, 3} y X = {a, b, c} ordenados de la si-
guiente manera: Y con el orden usual de los enteros y en X colocamos los pares ordenados
(a, a), (a, b), (a, c), (b, b) y (c, c) (haga un diagrama de este orden). Sea f : X → Y la función
constante f (x) = 1 para todo x ∈ X. Claramente f preserva el orden. Veamos otra posibi-
lidad mas interesante. Ahora defina f por f (a) = 1, f (b) = 2 y f (c) = 3. Observe que f es
una biyección que preserva el orden, pero no es un isomorfismo de orden.

126
Debería ser claro que X y Y no son isomorfos, pues Y está totalmente ordenado y X
no (verifíquelo). Pero la situación es aún más interesante, pues mostraremos que ni siquiera
existe g : Y → X biyectiva que preserve el orden. En efecto, sea g : Y → X una biyección,
supondremos que g preserva el orden y llegaremos a una contradicción. Sea x, y ∈ Y tales
que g(x) = b y g(y) = c. Como Y es un orden total, tenemos que x ≺Y y o y ≺Y x. Como g
preserva el orden y b 6= c, entonces g(x) ≺Y g(y) o g(y) ≺ g(x), lo que contradice que b y c
no son comparables.
Teorema 3.19. La composición de isomorfismos de orden es un isomorfismo de orden.

Ejercicios 3.3

1. Existen 219 órdenes sobre {a, b, c, d}, pero sólo 16 órdenes no isomorfos, trate de re-
presentarlos con diagramas.

2. Construya una función f : (P({a, b}), ⊆) → ({1, 2, 3, 4}, ≤) biyectiva que preserve el
orden. Muestre que esos órdenes no son isomorfos.

3. Considere los conjuntos ordenados definidos en los ejercicios 1, 2, 3 y 4 de la sección 3.1.


Determine entre cuáles de ellos se puede encontrar una función inyectiva que preserve
el orden.

4. Sea X = {1 − 1/(n + 1) : n ∈ N} ∪ {1} ordenado con el orden usual de Q. Determine


si (X, ≤) es isomorfo a (N, ≤).

5. Sea X = {1 − 1/(n + 1) : n ∈ N} ∪ {−1 + 1/(n + 1) : n ∈ N} ordenado con el orden


usual de Q. Determine si (X, ≤) es isomorfo a (Z, ≤).

6. Sean X = (0, 1), Y = (0, 1], W = (0, 1) ∪ (2, 3) y Z = R con el orden que tienen como
subconjuntos de R. Determine cuáles de ellos son isomorfos.

7. Sean A = {x ∈ R : 1 ≤ x < 2}, B = {x ∈ R : x ≥ 3}. Demuestre que A ∪ N y B son


equipotentes, pero no son orden isomorfos (respecto del orden que heredan de R).

8. Muestre que el conjunto X definido en el ejemplo 3.11 es isomorfo a N.

9. Complete la demostración del teorema 3.16.

10. Demuestre que la composición de dos funciones que preservan el orden también preserva
el orden.

3.4. El orden de N y de Z
En esta sección mostraremos una caracterización de los órdenes de N y de Z.

127
3.4.1. El orden de N
Teorema 3.20. Sea (X, ) un orden con las siguientes propiedades:

1. X es infinito.

2. (X, ) es un buen orden.

3. Para todo x ∈ X, el conjunto de predecesores de x es finito, es decir, {y ∈ X : y ≺ x}


es finito.

Entonces (X, ) es isomorfo a N con el orden usual.

Demostración. Daremos las indicaciones para construir un isomorfismo de orden f : N → X.


La definición de f se hará por recursión.

(i) f (0) es el mínimo de X, el cual existe pues X está bien ordenado y no es vacío.

(ii) Supongamos que hemos definido f (0), f (1), · · · , f (n). Sea B = X\{f (0), f (1), · · · , f (n)}.
Como X es infinito, entonces X 6= {f (0), f (1), · · · , f (n)}. Definimos f (n + 1) como el
elemento mínimo de X \ {f (0), f (1), · · · , f (n)}.

Mostraremos que f es un isomorfismo de orden. Primero verificaremos que f es inyectiva.


Sean n, m ∈ N con n < m. Entonces, por definición de f , se tiene que f (m) pertenece a
X \ {f (0), f (1), · · · , f (m − 1)}. En particular, como n ≤ m − 1, entonces f (m) 6= f (n).
Veamos que f es sobreyectiva. Supongamos que no lo es, entonces el siguiente conjunto
no es vacío:
A = {x ∈ X : x no pertenece al rango de f }.
Sea a un elemento cualquiera de A. Mostraremos que el conjunto de predecesores de a es
infinito, lo cual contradice una de la hipótesis. Como f es inyectiva, basta mostrar que
f (n) ≺ a para todo n. Esto lo haremos por inducción en n.
(i) f (0) ≺ a, pues a 6= f (0) y f (0) es el mínimo de X.
(ii) Mostremos que f (n+ 1) ≺ a. Sea B = X \ {f (0), f (1), · · · , f (n)}. Por definición de f ,
tenemos que f (n + 1) es el mínimo de B. Como a no está en el rango de f , entonces a ∈ B.
Esto implica que f (n + 1)  a. Como a 6= f (n + 1), entonces f (n + 1) ≺ a.

En casos como lo expresado en el teorema 3.20, se suele decir que (N, ≤) es el único
orden salvo isomorfismo que satisface las propiedades 1, 2 y 3 indicadas en el enunciado del
teorema.
Teorema 3.21. Sea (X, ) un orden con las siguientes propiedades:

1. (X, ) es un buen orden.

2. X no tiene último elemento.

128
3. Todo x ∈ X que no sea el mínimo tiene un predecesor inmediato, i.e. existe y ∈ X tal
que y ≺ x y no existe z ∈ X tal que y ≺ z ≺ x.
Entonces (X, ) es isomorfo a N con el orden usual.
Demostración. Mostraremos que (X, ) satisface las condiciones del teorema 3.20. Como
X es un buen orden entonces es lineal. Supongamos que X es finito, entonces tendría un
último elemento, lo cual no es posible por hipótesis. En consecuencia X es infinito. sólo falta
verificar que los antecesores de cada elemento de X es un conjunto finito. Supongamos que
no es así, entonces el siguiente conjunto no es vacío:

A = {x ∈ X : {y ∈ X : y ≺ x} es infinito}.

Como el orden de X es un buen orden y A no es vacío, entonces A tiene un elemento mínimo,


que denotaremos por a. Ya que a tiene una cantidad infinita de predecesores, entonces a no
es el mínimo de A. Por lo tanto, a tiene un predecesor inmediato, que denotaremos por b.
Observemos que por ser b el predecesor inmediato de a se cumple que

{y ∈ X : y ≺ b} = {y ∈ X : y ≺ a} \ {b}.

De aqui se concluye que el conjunto de predecesores de b es infinito, es decir, b ∈ A. Pero


esto es una contradicción, pues b ≺ a y a es el menor elemento de A. ✷

Teorema 3.22. Sea (X, X ) un conjunto linealmente ordenado. Si X es infinito, entonces


existe f : N → X que cumple alguna de las siguientes alternativas:

(i) Para todo n, m ∈ N, n < m si, y sólo si, f (n) ≺X f (m).

(ii) Para todo n, m ∈ N, n < m si, y sólo si, f (m) ≺X f (n).

Demostración. Consideraremos dos casos. (i) (X, X ) es un buen orden. Definimos f : N →


X por recursión. Sea f (0) el mínimo de X. Suponga que hemos definido f (k) para todo
k ≤ n. Entonces ponemos f (n + 1) como el mínimo de X \ {f (0), f (1), · · · , f (n)}.
(ii) (X, X ) no es un buen orden. Sea A ⊆ X no vacío y que no tenga mínimo. Definimos
f : N → X por recursión. Sea f (0) un elemento cualquiera de A. Como f (0) no es el mínimo
de A, existe a ∈ A tal que a ≺X f (0). Sea f (1) = a. Suponga que hemos definido f (k) para
todo k ≤ n tal que f (k) ∈ A y f (l) ≺X f (k) si k < l ≤ n. Entonces f (n) no es el mínimo de
A, por lo tanto existe b ∈ A tal que b ≺X f (n). Definimos f (n + 1) = b. ✷

El teorema anterior se puede expresar de la siguiente manera: Todo orden lineal infinito, o
bien contiene una copia de N, o bien contiene una copia de los enteros negativos. La primera
alternativa dice que X contiene una cadena infinita creciente y la segunda una cadena infinita
decreciente.

Veremos a continuación un resultado similar al anterior, su demostración recuerda a la


del Lema del Sol naciente.

129
Teorema 3.23. Sea (X, X ) un conjunto linealmente ordenado y f : N → X inyectiva.
Entonces existe A ⊆ N infinito tal que se cumple alguna de las siguientes alternativas:

(i) Para todo n, m ∈ A, n < m si, y sólo si, f (n) ≺X f (m).

(ii) Para todo n, m ∈ A, n < m si, y sólo si, f (m) ≺X f (n).

Demostración. Sea

SN = {n ∈ N : f (m) ≺X f (n) para todo m > n}

Consideraremos dos casos:


(i) Supongamos que SN es infinito. Afirmamos que para todo n, m ∈ SN, si n < m,
entonces f (m) ≺X f (n). En efecto, sean n, m ∈ SN con n < m. Como n ∈ SN, se sigue de
la definición de SN que f (m) ≺X f (n). De lo anterior vemos que A puede tomarse como
SN.
(ii) Supongamos que SN es finito. Sea n0 un natural mayor que todos los elementos de
SN. Entonces, por definición de SN, existe n1 > n0 tal que f (n0 ) X f (n1 ). Como f es
inyectiva, entonces f (n0 ) ≺X f (n1 ). De la misma manera, como n1 6∈ SN, entonces existe
n2 > n1 tal que f (n1 ) ≺X f (n2 ). Continuando de esta manera, se define una sucesión (nk )k
de elementos que no pertenecen a SN tales que

f (n0 ) ≺X f (n1 ) ≺X f (n2 ) ≺X f (n3 ) ≺X · · ·

El conjunto A buscado es {n0 , n1 , n2 , · · · }. ✷

3.4.2. El orden de Z
Veremos una caracterización del orden de Z. Para hacerlo, necesitamos introducir la
noción de intervalo en un conjunto linealmente ordenado. Sea (X, ≺) un conjunto linealmente
ordenado. Un intervalo es un subconjunto I ⊆ X que contiene cualquier elemento que esté
entre dos elementos de I, es decir, para todo x, y ∈ I y todo z ∈ X, si x ≺ z ≺ y, entonces
z ∈ I.
Dados x, y ∈ X con x < y, el conjunto (x, y) = {z ∈ X : x < z < y} es un intervalo y de
manera análoga se definen los intervalos [x, y), (x, y] y [x, y]. Un intervalo es final, si es de la
forma (x, +∞) = {y ∈ X : x ≺ y} y es inicial si es de la forma (−∞, y) = {y ∈ X : y ≺ x}.
Un intervalo es propio, si no es igual a X.
Teorema 3.24. Sea (X, ) un conjunto linealmente ordenado que satisface las siguientes
propiedades:

(i) X no tiene ni primer ni último elemento.

(ii) Todo intervalo final propio tiene primer elemento y todo intervalo inicial propio tiene
último elemento.

130
(iii) Cada elemento de X tiene un predecesor y un sucesor inmediato.

Entonces (X, ) es isomorfo a Z (con el orden usual).

Demostración. Sea (X, ) un conjunto ordenado como en las hipótesis del enunciado. De-
finiremos, por recursión, un isomorfismo f : Z → X. Fijemos un elemento cualquiera x0 de
X.

(a) Pongamos f (0) = x0 .

(b) Sea f (1) el primer elemento del intervalo (f (0), +∞) y f (−1) el último elemento del
intervalo (−∞, f (0)).

(c) Supongamos que hemos definido f (n) y f (−n). Entonces, sea f (n+1) el primer elemen-
to del intervalo (f (n), +∞) y f (−n − 1) el último elemento del intervalo (−∞, f (−n)).

Afirmamos que f preserva el orden, es decir, si n < m, entonces f (n) ≺ f (m) (lo dejamos
como ejercicio).
De lo anterior también concluimos que f es inyectiva.
Veamos que f es sobreyectiva. Primero que todo, afirmamos que el rango de f es un
intervalo. En efecto, sean n < m en Z y supongamos que x ∈ X satisface que f (n) < x ≤
f (m). Le dejamos al lector la tarea de convencerse que podemos suponer que m = n + 1.
Esto nos dice que f (n) < x ≤ f (n + 1). Mostraremos que x = f (n + 1). Hay dos casos a
considerar:
(i) Supongamos que 0 ≤ n. Entonces, por definición de f , tenemos que f (n + 1) el es
mínimo del intervalo (f (n), +∞). Pero x ∈ (f (n), +∞), por lo tanto f (n + 1) ≤ x. Por
consiguiente, x = f (n + 1).
(ii) Supongamos que n < 0. Sea m = −n. Entonces f (n) = f (−m) es el último elemento
de (−∞, f (−m + 1)) = (−∞, f (n + 1)). Como f (n) < x, entonces f (n + 1) ≤ x y así
f (n + 1) = x.
Con esto hemos probado que el rango de f es un intervalo, que denotaremos por I.
Mostraremos que I = X. En efecto, sea x ∈ X, y supongamos, por reducción al absurdo,
que x 6∈ I. Hay dos casos a considerar: (i) Para todo n ∈ Z, f (n) < x. (ii) Para todo
n ∈ Z, x < f (n). El lector debe convencerse de que, por ser I un intervalo, estos dos casos
son los únicos posibles. Analizaremos el caso (i) y el otro lo dejamos como ejercicio. Sea
J = {y ∈ X : f (n) < y para todo n ∈ Z}. Por la suposición, x ∈ J y es fácil verificar que J
es un intervalo final de X. Por lo tanto, una de las hipótesis del teorema nos garantiza que J
tiene un primer elemento que denotaremos y0 . Por otra de las hipótesis, y0 tiene un predecesor
inmediato, que denotaremos por z0 . Como z0 < y0 , entonces z0 6∈ J y en consecuencia z0 ∈ I.
Esto dice que existe n ∈ Z tal que f (n) = z0 . Por lo tanto f (n + 1) = y0 , lo que contradice
que y0 6∈ I.

Ejercicios 3.4

131
1. Complete los detalles de la demostración del teorema 3.24.

2. Un automorfismo de un conjunto ordenado (X, ) es un isomorfismo f : X → X, es


decir, es un isomorfismo de X en sí mismo. Muestre que N no admite automorfismos
diferentes de la identidad. Muestre que Z si admite autormorfismo diferentes de la
identidad.

3. Sea Y = N \ A donde A ⊆ N. Suponga que N \ A es infinito. Muestre que Y con el


orden que hereda de N es isomoformo a N. Por ejemplo, esto sucede si A es finito.

4. Sea Y = Z\A donde A ⊆ Z. Sea Z+ los enteros no negativos y Z− los enteros negativos.
Suponga que Z+ \ A y Z− \ A son ambos infinitos. Muestre que Y con el orden que
hereda de Z es isomoformo a Z. Por ejemplo, esto sucede si A es finito.

3.5. El orden de Q
La representación geométrica de los racionales es la siguiente. Fijemos una recta l y un
punto o en ella. Llevemos infinitas veces un segmento unitario hacia la derecha de ese punto
como se ilustra a continuación:

12 3 n−1
nn n n

0 1 2 3 4

Dividiendo cada segmento en n partes iguales obtendremos los números racionales de la


forma mn
con m ∈ Z. Si hacemos ésto para cada natural n obtendremos una representación
geométrica de todos los racionales.
El orden de Q no es un buen orden, por ejemplo el conjunto
1
{ : n ∈ Z+ }
n
1 1
sólo contiene racionales positivos pero no tiene elemento mínimo, pues n+1
< n
para todo
n ∈ Z+ .

Es ”evidente” que Q posee las siguientes tres propiedades:

(i) Q es numerable.

(ii) Q no tiene extremos, es decir, no tiene ni máximo, ni mínimo.

132
(iii) El orden de Q es denso, es decir, dados x, y ∈ Q con x < y, existe z ∈ Q tal que
x < z < y.

Digimos que estas tres propiedades de Q son evidentes. ¿Lo son? En vista de lo estudiado
sobre cardinalidad, sabemos que (i) es cierta, pero quizá no deberíamos decir que es evidente
¿última piensa el lector? La propiedad (ii) sí se puede considerar evidente, ¿no? Por último,
verifiquemos la propiedad (iii), y se hará un poco más evidente. Como es una propiedad muy
importante de Q la enunciaremos como un teorema.
Teorema 3.25. Para todo s, r ∈ Q con r < s, existe t ∈ Q tal que r < t < s.
Demostración: Considere el siguiente racional
s+r
t=
2
que corresponde al punto medio entre r y s. Mostraremos que r < t < s. Veamos primero
que r < t, es decir, que t − r > 0. En efecto,
s+r s−r
t−r = −r = = (s − r) · 2−1 .
2 2
Como r < s, entonces s − r es positivo. Y como 2−1 es positivo (¿por última?) entonces
s−r
2
también es positivo por ser el producto de dos números positivos. Por lo tanto r < t.
Notemos que s − t = t − r y por consiguiente s − t > 0, es decir, t < s. ✷
Recordemos la definición de intervalo, sean r < s racionales, entonces

(r, s) = {x ∈ Q : r < x < s}.

El teorema 3.25 simplemente muestra que todo intervalo (r, s) no es vacío. Por esa razón se
dice que el orden de los racionales es denso 2 .
Aunque ya debería ser evidente, lo repetimos para enfatizarlo. Ni el orden de N ni el de
Z es denso, es decir, ninguno de ellos tiene la propiedad expresada en el teorema 3.25; por
ejemplo, no existe ningún entero entre el 1 y el 2, como tampoco entre el -65 y el -64, etc.

3.5.1. Subconjuntos densos de Q


Como veremos en esta sección, existen subconjuntos de Q que tienen una propiedad
similar a la que mostramos en el teorema 3.25, es decir, tienen la propiedad que entre cada
dos racionales existe un elemento del subconjunto. Estos subconjuntos se llamarán densos.
Definición 3.26. Sea D ⊆ Q, diremos que D es denso en Q si para todo s, r ∈ Q con
r < s, existe t ∈ D tal que r < t < s.
2
Compare el significado que le estamos dando a la palabra denso con el que tiene en frases como “la
densidad de población”, “la densidad es igual a la masa sobre el volumen”.

133
Ejemplos 3.27. 1. El conjunto Z no es denso en Q. En efecto, basta notar que, por
ejemplo, 3 < 4 y no existe un elemento t de Z tal que 3 < t < 4.

2. Consideremos ahora el conjunto A = Q \ {3}. Mostraremos que A es denso en Q. Sean


r < s dos racionales cualesquiera. Sea t = r+s
2
. Si t ∈ A, entonces no tenemos nada
más que mostrar, pues r < t < s. En caso que t 6∈ A, se tiene que t = 3. Podemos
tomar u = 3+s
2
. El lector deberá convencerse que r < u < s y u ∈ A.

3. Analicemos ahora el siguiente conjunto


 
1
: n∈N ,
n+1

que denotaremos con la letra B. Le sugerimos al lector que represente algunos de los
elementos de B sobre un recta. Observará que quedan mucho “huecos” donde no hay
elementos de B. Por ejemplo, ningún elemento de B está estrictamente entre 1/2 y
1
1. En efecto, si 1/2 < n+1 < 1, entonces n + 1 < 2 y a la vez n + 1 > 1. Lo cual es
imposible. En conclusión B no es denso.

Sea A un subconjunto de Q

Para mostrar que A no es denso debemos encontrar dos racionales r < s


tal que ningún elemento de A esté entre r y s.

Para mostrar que A es denso debemos garantizar que para cualquier


par de racionales r < s, existe un elemento de A entre ellos.

Mostraremos a continuación que entre dos racionales cualesquiera existen tanto racionales
como un desee, de hecho, existe entre ellos una cantidad infinita de racionales.

Proposición 3.28. Para todo r, s ∈ Q con r < s y todo natural n ≥ 1 existen racionales
t1 , t2 , · · · , tn tales que
r < t1 < t2 < · · · < tn < s

Demostración: Fijemos r < s racionales cualesquiera. La demostración la haremos por in-


ducción.

Base de la inducción: Para n = 1 el resultado es cierto, pues es lo que probamos en el


teorema 3.25.

134
Paso inductivo: Supongamos que es válido para n = k y lo mostraremos para n = k +1.
La hipótesis inductiva nos asegura que existen racionales t1 , t2 , · · · , tk tales que

r < t1 < t2 < · · · < tk < s.

Sabemos que existe otro racional u tal que tk < u < s (por el teorema 3.25, aplicado a
tk y s). Tomemos entonces tk+1 = u.


Los subconjuntos densos de Q se parecen mucho a Q. Dejaremos como ejercicio al lector
mostrar que la proposición anterior también es válida para los subconjuntos densos de Q
(vea el ejercicio 15).

Ejemplo 3.29. Sea D = Q\{1, 2, 3}. Mostraremos que D es denso. Sean r y s dos racionales
cualesquiera con r < s. Por la proposición 3.28, con r, s y n = 4, sabemos que existen 4
racionales t1 , t2 , t3 y t4 tales que

r < t1 < t2 < t3 < t4 < s.

Como el conjunto {1, 2, 3} tiene 3 elementos, entonces al menos uno de los racionales t1 , t2 , t3 , t4
pertenece a D. Con esto hemos mostrado que existe t ∈ D tal que r < t < s.

Ejemplo 3.30. Sea D = Q \ N. Mostraremos que D es denso. Sean r y s dos racionales


cualesquiera con r < s. Entre r y s hay, a lo sumo, una cantidad finita de naturales. Más
formalmente, consideremos el conjunto

F = {x ∈ N : r < x < s}.

Afirmamos que F es vacío o tiene una cantidad finita de elementos. Primero notemos que
si s ≤ 0, entonces claramente F es vacío. Por otra parte, si s > 0, de la proposición ??,
sabemos que existe un entero m tal que s < m. De esto se deduce que

{x ∈ N : r < x < s} ⊆ {1, 2, · · · , m − 1}.

Por lo tanto, F tiene a lo sumo m − 1 elementos. Digamos que F tiene k elementos. Por la
proposición 3.28, con r, s y n = k + 1, sabemos que existen k + 1 racionales t1 , · · · , tk+1 tales
que
r < t1 < t2 < · · · < tk+1 < s.
Como el conjunto F tiene k elementos, entonces al menos uno de los racionales t1 , · · · , tk+1
pertenece a D. Con esto hemos mostrado que existe t ∈ D tal que r < t < s.

135
3.5.2. Un ejemplo de subconjunto denso de Q
El objetivo principal de esta sección es mostrar que el siguiente subconjunto de Q es
denso nm o
D= : m ∈ Z, n ∈ N . (3.1)
10n
¿Cuáles racionales pertenecen a este conjunto? Precisamente aquellos que tienen expansión
decimal finita (no periódica). La reglas milimétricas precisamente marcan racionales de ese
tipo. Así que debería ser al menos intuitivamente claro que entre dos racionales cualesquiera
r < s existen elementos del conjunto D. Pues si usamos una regla milimétrica tal que la
distancia entre las marcas más cercanas es menor que s − r, entonces necesariamente una
de las marcas estará entre r y s. Lo interesante es que esa intuición geométrica se puede
verificar o justificar de manera rigurosa.
Para lograr nuestro objetivo necesitamos mostrar primero un resultado auxiliar que es
interesante en sí mismo.

Proposición 3.31. (i) Para todo par de racionales r y s con r > 0, existe un natural n
tal que s < nr.

(ii) Para todo racional r > 0, existe n ∈ N tal que 0 < 1/n < r.
1
(iii) Para todo racional r > 0, existe n ∈ N tal que 0 < 10n
< r.

Demostración:

(i) Si s ≤ 0, entonces basta tomar n = 1. Suponga entonces que s > 0. Como s · r −1 > 0,
entonces existen enteros positivos p y q tales que s · r −1 = p/q. Como 1 ≤ q entonces
p/q ≤ p. En consecuencia, s · r −1 ≤ p y, despejando s, obtenemos que s < pr.

(ii) Fijemos un racional r > 0. Tome s = 1 y use la parte (i) para concluir que existe n ∈ N
tal que 1 < nr. Por lo tanto, 0 < 1/n < r.

(iii) Usaremos el siguiente hecho que muestra por inducción: n ≤ 10n para todo n ≥ 1 (ver
el ejercicio 10 de §3.5.1). Ahora bien, dado r > 0 racional, por lo probado en la parte
(ii), sabemos que existe un natural n tal que 1/n < r. Como n ≤ 10n tenemos que

1 1
n
≤ < r.
10 n

Ya tenemos lo que nos hace falta para mostrar lo que mencionamos al comienzo de esta
sección.

Teorema 3.32. Para todo s, r ∈ Q con r < s, existe m ∈ Z y p ∈ N tales que r < m
10p
< s.

136
Demostración: Seguiremos usando la letra D para denotar el conjunto definido en (3.1).
Primero supondremos que r ≥ 0 y más adelante trataremos el otro caso.
Supongamos entonces que r ≥ 0. Por la parte (iii) de la proposición 3.31 sabemos que
existe un natural p tal que
1
< s − r. (3.2)
10p
Por la parte (i) de la proposición 3.31, existe n ∈ N tal que r10p < n · 1. Esto muestra que
el siguiente conjunto no es vacío
n
B = {n ∈ N : r < }.
10p
El principio de buena ordenación nos garantiza que B tiene un primer elemento el cual
denotaremos con la letra m.
Afirmamos que
m
r< < s. (3.3)
10p
La primera desigualdad es obvia por el hecho que m pertenece a B. La segunda desigualdad
la mostraremos por reducción al absurdo. Supongamos que s ≤ 10mp . Por ser m el primer
elemento de B tenemos que m − 1 6∈ B. Pero observe que m − 1 ≥ 0 pues r > 0, por lo tanto
la razón para que m − 1 no pertenezca a B es que m−1
10p
≤ r. De lo anterior se deduce que

m−1 m
p
≤ r < s ≤ p.
10 10
De esta desigualdad se concluye que
m m−1 1
s−r ≤ p
− p
= p.
10 10 10
Lo que contradice que p satisface (3.2). Con esto hemos mostrado (3.3).
Nos queda por analizar el caso r < 0. Consideremos dos casos: Si r < 0 < s, entonces no
hay nada más que buscar, pues 0 ∈ D. Ahora si s ≤ 0, entonces tenemos que 0 ≤ −s < −r
y podemos razonar como lo hicimos en la demostración del teorema ??. Ya mostramos que
existe m ∈ Z y n ∈ N tal que
m
−s < n < −r
10
Por lo tanto
−m
r< n <r
10
y con esto concluye la demostración. ✷

Ejercicios 3.5.1

137
1. En cada uno de los ejercicios siguientes halle dos racionales estrictamente entre los
racionales indicados:
2 7 15 34 4 6 6 7
(a) y , (b) y , (c) − y − , (d) y .
3 9 7 9 5 9 18 14
a c a a+c c
2. Sean a, b, c, d enteros con b > 0 y d > 0. Muestre que si < , entonces < < .
b d b b+d d
¿última tiene que ver este resultado con el teorema 3.25?
3. Determine cuáles de los siguientes subconjuntos de Q son densos en Q. Justifique su
respuesta.
a) Q \ {7, 8, 10, 25}
b) {r ∈ Q : r ≤ 6} ∪ {r ∈ Q : 10 ≤ r}
c) {1, 2, 3, 4, 7, 8, 10, 11, 12}
d) N
e) { 21n : n ∈ N}
f ) {± 21n : n ∈ N}
1
g) {m ± n
: m, n ∈ Z y n > 0}
1
h) {m ± 2n
: m ∈ Z, n ∈ N}
i) Q \ Z
s+r
4. a) Lea de nuevo la demostración del teorema 3.25 y determine si se puede usar
3
s+r
en lugar de .
2
b) Determine para cuales racionales r < s se cumple que
s+r
r< <s
3

5. Determine si la condición (*) es necesaria para que un subconjunto D ⊆ Q sea denso:


r+s
(*) Para todo r, s ∈ Q se tiene que ∈ D.
2
Es decir, determine si es verdadero que dado un conjunto D denso en Q, entonces se
cumple (*).
6. Sean r, s dos racionales con r < 0. Muestre que existe un natural n tal que nr < s.
7. a) Sea r un racional positivo. Muestre que existe n ∈ N tal que 0 < 25/n < r.
b) Determine si el siguiente enunciado es verdadero:
25
∀r ∈ Q+ ∀n ∈ N ( 0 < < r ).
n+1

138
c) Sea a un entero positivo y r un racional positivo. Muestre existe n ∈ N tal que
0 < na < r.
n
8. Muestre que para todo racional r > 0 existe un natural n tal que r > n2 +1
.
1
9. Sea r un racional con 0 < r < 2
y n un natural tal que n > 1r . Determine si es cierto
que n2n+1 < r.

10. Sea a un entero con a ≥ 2. Muestre por inducción que m ≤ am para todo m ∈ N.
m
11. Sea r ∈ Q y n ∈ N con n > 0. Muestre que existe un único entero m tal que n
<r≤
m+1
n
.

12. En los siguientes ejercicios damos dos racionales r y s con r < s y le pedimos hallar
un natural n que satisfaga la conclusión del teorema 3.31, es decir, tal que s < nr.
2
(a) 3
< 79 , (b) 3
2
< 15
6
, (c) 5
32
< 25
4
, (d) 12
13
< 7.
m
13. Para cada uno de los r < s del ejercicio 12 halle un racional de la forma 10n
tal que
r < 10mn < s, como en la conclusión de la proposición 3.32.

14. Sean D ⊆ E ⊆ Q. Muestre que si D es denso en Q, entonces E también es denso en


Q.

15. Sea D ⊆ Q denso en Q. Para todo r, s ∈ Q con r < s y todo natural n ≥ 1 muestre
que existen racionales t1 , t2 , · · · , tn en D tales que

r < t1 < t2 < · · · < tn < s.

Sugerencia: Modifique la demostración de la proposición 3.28.

16. Sea D un conjunto denso en Q. Muestre que D \ {a} es denso en Q para todo a ∈ D.
Muestre que si F ⊂ D es finito, entonces D \ F es denso en Q.

17. Sea A ⊆ N infinito. Muestre que el siguiente conjunto es denso en Q:


nm o
: m ∈ Z, n ∈ A .
10n
Sugerencia: ¿última relación guarda este conjunto con el que se estudió en la proposición
3.32?

18. Muestre que el siguiente conjunto es denso en Q:


 
m
: m∈Zyk∈N
2k + 1

139
19. Sea a un entero con a ≥ 2 y defina Da de la manera siguiente
nm o
Da = : m ∈ Z y n ≥ 0 .
an
a) Muestre que Da es denso en Q (Sugerencia: Siga los pasos de la demostración de
la proposición 3.32 y cuando haga falta use el ejercicio 10).
b) Muestre que si a|b, entonces Da ⊆ Db .
c) Muestre que mcd(a, b) = 1 si, y sólo si, Da ∩ Db = Z.

20. En este ejercicio mostraremos que existen dos subconjuntos de Q disjuntos y ambos
densos.

a) Muestre que si D ⊆ Q es denso en Q, entonces D \ Z también es denso en Q.


b) Use (a) y el ejercicio 19 para mostrar que existen D, E ⊆ Q densos en Q con
D ∩ E = ∅.

21. Muestre que existe un conjunto B ⊆ Q que no es denso en Q y tal que Q \ B tampoco
es denso en Q.

22. Un subconjunto D ⊆ Q se dice que es denso en sí mismo si satisface la siguiente


propiedad: Para todo a, b ∈ D con a < b existe c ∈ D tal que a < c < b.

a) Muestre que todo subconjunto de Q que sea denso en Q es denso en sí mismo.


b) Sea D = {r ∈ Q : 1 < r < 2 ó 3 < r < 4}. Muestre que D es denso en sí mismo
pero no es denso en Q.
c) De otro ejemplo de un subconjunto de Q que sea denso en sí mismo pero que no
sea denso en Q.

23. Muestre que la funciones f, g : Q → Q dadas por f (x) = x + 2 y g(x) = 2x son


autormorfismos de Q. Muestre que exsiten automorfismos de Q que no son de la forma
x 7→ x + q o x 7→ rx donde q, r son racionales.

3.5.3. El orden de Q es único


El conjunto de los números racionales con su orden usual es único, en esta sección trata-
remos de aclarar esta afirmación.
Teorema 3.33. Sea (X, ) un orden lineal con las siguientes propiedades:

1. X no tiene ni primer ni último elemento.

2. El orden  es denso, es decir, dados x, y ∈ X, con x ≺ y, existe z ∈ X tal que


x ≺ z ≺ y.

3. X es numerable.

140
Entonces (X, ) es orden isomorfo a Q (con el orden usual de los racionales).
La demostración de este teorema requiere de un método especial para construir el isomor-
fismo que es diferente a la simple recursión usada en la pruebas de los resultados análogos
que vimos sobre N y Z (ver 3.20 y 3.24).
Sea (X, ≺) un conjunto ordenado como en la hipótesis del teorema. Daremos un bozquejo
general de cómo construir un isomorfismo f : Q → X. Para comenzar fijemos dos enumera-
ciones de {qn : n ∈ N} y {xm : m ∈ N} de Q y de X, respectivamente. La definición de f
se hará por recursión. Parte de la idea para definir f consiste en que en los pasos pares de la
construcción definimos la imagen de algún qn y en los pases impares definimos la preimagen
de algún xn .

Paso 0 Definimos f (q0 ) = x0 .

Paso 1 Sea m1 el primer m tal que xm 6= f (q0 ). Si xm1 < x0 , sea n1 el menor n tal que qn < q0
y defina f −1 (xm1 ) = qn1 . Si xm1 > x0 , ponga f −1 (xm1 ) = qn1 donde n1 el menor n tal
que qn > q0 .

Paso 2 Sea n2 el primer n tal que qn 6∈ {q0 , qn1 }. Aqui hay que considerar todas las posibilidades
de acuerdo al lugar en que se encuentra qn2 en relación con q0 y qn1 . De acuerdo a cada
caso, se escoje m2 de tal manera que xm2 se encuentre ubicado en relación con x0 y xm1
en una posición similar a la que ocupa qn2 en relación con q0 y qn1 . Definimos entonces
f (qn2 ) = xm2 . Note que para garantizar que tal xm2 existe, hace falta que el orden de
X sea denso.

Ejercicios 3.5.3

1. Sean p < q y r < s cuatro racionales. Muestre que los intervalos (en Q) (r, s) y (p, q)
son orden isomorfos. (Sugerencia: Use el teorema 3.33 para mostrar que todo intervalo
abierto en Q es orden isomorfo a Q.) Puede dar un isomorfismo explícito?

2. Sea Y = Q \ A donde A ⊆ Q es finito. Muestre que Y con el orden que hereda de Q es


isomorfo a Q.

3.6. El orden de R
3.6.1. El axioma del supremo
La siguiente definición es crucial para enunciar la propiedad más importante que distingue
a los reales de los racionales.
Definición 3.34. Un conjunto A de números reales se dice que es acotado superiormente
si existe un número real c tal que x ≤ c para todo x ∈ A. Un número c con esa propiedad se
dice que es una cota superior de A.

141
Ejemplo 3.35. Considere el siguiente conjunto de números reales.

A = {r ∈ R : r < 5}.

Tenemos que 5 es una cota superior de A. Además, todo número real mayor que 5 también
es una cota superior de A. Por ejemplo, 11
2
y 6 son cotas superiores de A. ✷

Definición 3.36. Dado un conjunto A de números reales acotado superiormente, diremos


que un número real c es una cota superior mínima de A si se cumplen las dos condiciones
siguientes:
(i) c es una cota superior de A.
(ii) Si d es una cota superior de A, entonces c ≤ d.
Si A tiene una cota superior mínima, entonces ella es única. En efecto, si c y c′ son cotas
superiores mínimas de A, es claro de la definición que c ≤ c′ y también que c′ ≤ c. Luego
por la Ley de Tricotomía tenemos que c = c′ .
En el caso que A admita una cota superior mínima c, diremos que c es el supremo de
A y escribiremos
c = sup A.
Cuando haga falta para evitar ambigüedades también escribiremos sup(A).
Diremos que c es el máximo de A si c ∈ A y para todo x ∈ A se cumple que x ≤ c. Es
decir, si c ∈ A y c es una cota superior de A.
Notemos que si c es el máximo de A, entonces c es el supremo de A. En otras palabras, un
conjunto tiene máximo si, y sólo si, el conjunto tiene supremo y además el supremo pertenece
al conjunto.

Ejemplo 3.37. 1. Considere el conjunto siguiente:

A = {r ∈ R : r ≤ 5}.

Es claro que 5 es una cota superior de A y además 5 pertenece a A. Luego 5 es el


máximo y por lo tanto 5 también es el supremo de A.

2. Consideremos ahora el conjunto:


1
B = {1 − : n ∈ N, n ≥ 1}.
n
Observemos que para todo b ∈ B se tiene que b ≤ 1. Así que B es acotado superior-
mente. Por otra parte 1 6∈ B (¿por última?). No es difícil convencerse que 1 debe ser
el supremo de B, sin embargo, para demostrarlo formalmente necesitaremos primero
mostrar que N no es acotado superiormente en R, lo que haremos más adelante (ver el
teorema 3.42).

142
Pero si podemos mostrar que B no tiene máximo. En efecto, observemos que

1 1
1− <1−
n n+1

para todo natural n ≥ 1 (verifíquelo!). Esto indica que ningún elemento de B es mayor
que todos los otros elementos de B.

Ahora bien, ¿será cierto que todo conjunto de números reales acotado superiormente tiene
supremo? La respuesta es afirmativa, sin embargo, no es posible deducirla de las propiedades
algebraicas de los números reales, es decir, de las propiedades relativas a las operaciones de
suma, resta, multiplicación y división. Por esa razón se introduce la siguiente propiedad, que
se conoce como el axioma de completitud o axioma del supremo.

(Axioma de Completitud) Todo conjunto no vacío de números reales que sea acotado supe-
riormente tiene supremo.

De manera análoga definiremos los conceptos de cota inferior y cota inferior máxima.

Definición 3.38. Un conjunto A de números reales se dice que es acotado inferiormente


si existe un número real c tal que para todo x ∈ A, se cumple que c ≤ x. Un número real c
con esta propiedad se dice que es una cota inferior de A.

Definición 3.39. Dado un conjunto A de números reales acotado inferiormente, diremos


que un número real c es una cota inferior máxima de A si se cumplen las dos condiciones
siguientes:
(i) c es una cota inferior de A.
(ii) Si d es una cota inferior de A, entonces d ≤ c.

Si A tiene una cota inferior máxima, entonces ella es única (¿por qué?). En el caso que
A admita una cota inferior máxima c, diremos que c es el ínfimo de A y escribiremos

c = ı́nf A.

También escribiremos ı́nf(A) para evitar ambigüedades.


Diremos que c es el mínimo de A si c ∈ A y para todo x ∈ A se cumple que c ≤ x. Es
decir, si c ∈ A y c es una cota inferior de A.
Notemos que c es el mínimo de A si, y sólo si, c ∈ A y c es el ínfimo de A.

El axioma de completitud implica que todo conjunto no vacío de números reales acotado
inferiormente tiene un ínfimo.

Teorema 3.40. Todo conjunto de números reales no vacío y acotado inferiormente tiene
ínfimo.

143
Demostración: Sea A ⊆ R no vacío y acotado inferiormente. Sea

B = {y ∈ R : y es una cota inferior de A}.

Por hipítesis, B no es vacío. Por otra parte, mostraremos que cualquier x ∈ A es una cota
superior de B. En efecto, dado x ∈ A, por definición de ínfimo se tiene que y ≤ x para todo
y ∈ B. Por el axioma de completitud B tiene supremo. Sea c el supremo de B. Mostraremos
que c es el ínfimo de A. Tenemos que mostrar dos cosas:

1. c es una cota inferior de A. Sea x ∈ A. Ya mostramos que x es una cota superior de


B. Luego, como c es el supremo de B, se tiene que c ≤ x. Y esto muestra que c es una
cota inferior de A.

2. c es la mayor de la cotas inferiores de A. Sea d otra cota inferior de A, es decir, d ∈ B.


Como c es el supremo de B, se tiene que d ≤ c.


Veremos en seguida que el principio de buena ordenación de N se puede deducir del
axioma del supremo.
Teorema 3.41. (Principio de buena ordenación) Sea A un subconjunto no vacío de N.
Entonces A tiene un elemento mínimo.
Demostración: Como A está acotado inferiormente por 0, entonces del teorema 3.40 conclui-
mos que A tiene ínfimo. Sea
k = ı́nf A.
Mostraremos que k es el mínimo de A. Esto es, mostraremos que k ∈ A. Lo haremos por
reducción al absurdo. Supongamos que k 6∈ A. De la definición de ínfimo, se tiene que k + 21
no es una cota inferior de A. Por lo tanto existe n ∈ A tal que

1
k≤n<k+ .
2
Observe que nuestra hipótesis que k 6∈ A, nos garantiza que k < n. Por lo tanto, n tampoco
es una cota inferior de A, y en consecuencia existe m ∈ A tal que

1
k≤m<n<k+ .
2
De esto se deduce que
1
0<n−m< .
2
Lo cual es imposible, pues n − m es un natural. ✷
Teorema 3.42. N no es acotado superiormente en R.

144
Demostración: Daremos una prueba indirecta por reducción al absurdo. Supongamos que N
es acotado superiormente. Por el axioma de completitud N tiene supremo. Sea c el supremo
de N. Como c − 1 < c, entonces c − 1 no es una cota superior de N. Luego existe n0 ∈ N tal
que c − 1 < n0 . De esto último se obtiene que c < n0 + 1 y como n0 + 1 ∈ N, entonces c no
sería una cota superior de N, lo cual es una contradicción.

Ejercicios 3.6.1

1. Determine si los siguientes conjuntos son acotados inferiormente y/o superiormente y


si tienen máximo y/o mínimo y, en caso de tenerlo, diga cúal es:

a) A = { m
n
: m, n ∈ Z , 1 ≤ m ≤ 5 y 1 ≤ n ≤ 5}.
b) B = { m
n
: m, n ∈ Z , m ≥ 5 y 1 ≤ n ≤ 5}.
c) C = { m
n
: m, n ∈ Z , 1 ≤ m ≤ 5 y n ≥ 5}.
d) D = {m
n
: m, n ∈ Z , m ≥ 5 y n ≥ 5}.
m
e) E = { m+1 : m ∈ Z , 0 ≤ m}.
f ) F = { m+1
m
: m ∈ Z , 0 < m}.
g) G = { m+1
m
: m ∈ Z , m < −1}.
2
h) H = { n2n+1 : n ∈ Z}.
2
i ) I = { 2n3n2 +1 : n ∈ Z}.
j ) J = { 4n+7
5n+2
: n ∈ N}.
k ) K = { 4n+7
5n−2
: n ∈ N}.
l ) L = { 4n+7
5n−2
: n ∈ N} ∪ { 4n+7
5n+2
: n ∈ N}.
m) M = { 2n2n−1 : n ∈ N}.
n) N = { 7−n
n−1
2 : n ∈ N}.

2. Determine si los siguientes subconjuntos de R son: (i) acotados superiormente y (ii)


acotados inferiormente. En caso que lo sean, hallar su supremo y su ínfimo. Determine
si tienen máximo y/o mínimo.

a) R
b) {x ∈ R : 3 ≤ x < 8}.
c) {x ∈ R : x2 + 2x + 1 ≥ 0}.
d ) {x ∈ R : x2 + 2x − 3 ≥ 0} (Sugerencia: Note que x2 + 2x − 3 = (x + 1)2 − 4).
11
e) {z ∈ R : z ∈ Z y z ≤ 3
}.

3. a) Sea A ⊆ {x ∈ R : 2 < x < 5} con A 6= ∅ ¿Es A acotado superiormente?

145
b) Sea A ⊆ {x ∈ R : x < 2} con A 6= ∅ ¿Es A acotado inferiormente?

4. Sea A ⊆ R, designaremos con −A al conjunto

{−r ∈ R : r ∈ A}.

Halle −A en cada uno de los siguientes ejercicios:

a) A = {2, −3, 32 , 5}
b) A = {x ∈ R : x < 2}
c) A = {x ∈ R : x ≥ 2}.
d ) A = {x ∈ R : x ≤ 3}
e) A = {x ∈ R : x > 3}
f ) A = {x ∈ R : 3 < x < 4}.

5. Dados dos subconjuntos no vacíos A, B de R, definimos los conjuntos A + B y A · B


como sigue:

A + B = {a + b : a ∈ A, b ∈ B} A · B = {ab : a ∈ A, b ∈ B}.

Por ejemplo, si A = {−1, 2} y B = {4, 5, 7}, entonces

A + B = {−1 + 4, −1 + 5, −1 + 7, 2 + 4, 2 + 5, 2 + 7} = {3, 4, 6, 7, 9}.

Y anúlogamente
A · B = {−4, −5, −7, 8, 10, 14}.
En cada uno de los siguientes ejercicios determine A + B y A · B.

a) A = {1, 2} y B = { 21 , 43 , −2
9
}
b) A = {2} y B = N
c) A = {1} y B = { n1 : n ∈ N, n 6= 0}
d ) A = Z y B = {−1}
e) A = {x ∈ R : 1 < x < 2} y B = { 12 }
f ) A = {x ∈ R : x < 3} y B = {x ∈ R : x < 5}
g) A = B = {x ∈ R : −1 < x < 1}
h) A = {x ∈ R : 1 < x < 2} y B = {x ∈ R : 3 < x < 4}

6. a) En cada uno de los conjuntos del ejercicio 5 determine si los conjuntos A, B,


A + B y A · B son acotados superiormente. En caso que lo sean, halle sup A,
sup B, sup(A + B) y sup(A · B).
b) Dados tres subconjuntos A, B, C de R ¿Es cierto que A · (B + C) = A · B + A · C?

146
7. Sea A ⊆ R y B = A\[0, 1]. Suponga que B es acotado superiormente y que sup(B) ≤ 0.
Muestre que A es acotado superiormente y que sup(A) ≤ 1.

8. Sea A ⊆ R y B = A \ [0, 1]. Suponga que B es acotado inferiormente y que ínf(B) ≥ 1.


Muestre que A es acotado inferiormente y que ínf(A) ≥ 0.

9. Sean a, b, c, d ∈ R con a < b y c < d. Los intervalos (a, b), (−∞, a) y (a, +∞) se definen
de la siguiente manera:

(a, b) = {x ∈ R : a < x < b}


(−∞, a) = {x ∈ R : x < a}
(a, +∞) = {x ∈ R : a < x}.

Usando la noción de suma de conjuntos del ejercicio 5, muestre que

(i) (a, +∞) + (c, +∞) = (a + c, +∞).


(ii) (−∞, a) + (−∞, c) = (−∞, a + c).
(iii) (a, b) + (c, d) = (a + c, b + d) (en caso de emergencia, vea el ejercicio ?? de la
sección ??).

10. Sea r un real positivo. Considere los siguientes conjuntos:

E = {x ∈ R : x = (1 + a)r para algún real a > 0}.


r
D = {x ∈ R : x = para algún real b con 0 < b < 1}.
1−b
a) Determine si E ⊆ D o D ⊆ E o E = D.
b) ¿Es E igual al intervalo (r, +∞) ?

11. Considere los siguientes conjuntos:

E = {x ∈ R : ∃a, b ∈ R (a < x < b ≤ 2)}


F = {x ∈ R : ∃a ∈ R (a < x < 2)}
G = {x ∈ R : x < 2}
Determine que relación guardan entre sí. ¿Serán iguales?

3.6.2. La ecuación x2 − 2 = 0
La división (operación inversa de la multiplicación) es siempre posible en Q y es por esto
que la ecuación ax + b = c tiene solución en Q (cuando a, b y c son racionales). Sin embargo,
no ocurre lo mismo con la potenciación, pues, como veremos enseguida, no existe un racional
r tal que r 2 = 2, o para decirlo de manera equivalente, la ecuación x2 − 2 = 0 no tiene
solución en Q.

147
Antes de mostrar que no existe un racional cuyo cuadrado sea 2 necesitamos recordar un
hecho importante acerca de las fracciones. Ya dijimos que un número racional está represen-
tado por una infinidad de fracciones. Sin embargo, entre todas las fracciones que representan
a un racional dado, hay una que se distingue de las demás por estar en forma irreducible.
Una fracción mn
se dice irreducible si mcd(m, n) = 1 y n > 0, es decir, si n y m son coprimos.
Recuerde que mcd(n, m) denota el máximo común divisor de n y m. La siguiente proposición
muestra lo que acabamos de decir.
p
Proposición 3.43. Dada una fracción m
n
, existe otra fracción q
irreducible tal que m
n
= pq .
Demostración: Sea m, n dos enteros con n 6= 0. Denotaremos mcd(n, m) por d. Sea p = m/d
y q = n/d. Entonces mcd(p, q) = 1 y además pq = mn
.

La proposición anterior nos dice que siempre podemos suponer, si hiciera falta, que un
número racional está representado por una fracción irreducible.
Proposición 3.44. No existe un racional r tal que r 2 = 2.
Demostración: Daremos un argumento indirecto, por reducción al absurdo. Supongamos que
tal racional existe, sea entonces m
n
una fracción tal que
 m 2
= 2.
n
Por la proposición 3.43 podemos suponer que m n
es irreducible, es decir que mcd(m, n) = 1.
Tenemos entonces que
m2
=2
n2
y por lo tanto m2 = 2n2 . Luego m2 es par. Afirmamos que, en consecuencia, m también es
par. En efecto, si m no fuera par, entonces sería impar, es decir, m = 2l + 1 para algún entero
l. Por lo tanto,
m2 = (2l + 1)2 = 4l2 + 4l + 1 = 2(2l2 + 2l) + 1
y de esto se obtiene que m2 es impar. Lo cual contradice lo que obtuvimos antes. Por esto
m es par.
Como m es par, existe un entero k tal que m = 2k. Luego m2 = 4k 2 y por lo tanto
2n = 4k 2 . De esto se obtiene que n2 es par y, como antes, esto implica que n también es
2

par. Por lo tanto m y n son pares, en consecuencia mcd(n, m) 6= 1, lo que contradice nuestra
suposición de que m n
era una fracción irreducible.

Si el lector está interesado en una demostración alternativa del teorema anterior, lo
invitamos a resolver el ejercicio 5.
Ejercicios 3.6.2

1. Determine la fracción irreducible equivalente a la fracción dada:


3 36 100
(a) 27
, (b) 20
, (c) 68
, (d) − 26
28
, (e) − 45
35

148
2. Sea m un entero. Muestre que si m2 es impar, entonces m es impar.

3. Sean p y q enteros. Muestre que si mcd(p, q) = 1, entonces mcd(pn , q n ) = 1 para todo


natural n.

4. En cada uno de los siguiente ejercicios determine si existe un racional r que satisfaga
lo indicado:
(i) r 3 = 4, (ii) r 2 = 12, (iii) r 4 = 80, (iv) r 3 = 64,

5. Daremos las indicaciones de una demostración alternativa de que no existe un racional


r tal que r 2 = 2. Esta demostración fué tomada de [4]. El argumento es por reducción
al absurdo. Suponga que si existe un racional r tal que r 2 = 2 que podemos suponer
positivo (¿Porúltima podemos suponerlo?). Considere el siguiente conjunto de números
naturales:
S = {n ∈ N \ {0} : n · r ∈ N}

a) Muestre que S no es vacío.


b) Por el principio de buena ordenanción de N, S tiene un primer elemento que
denotaremos por a. Concluya que a· (r −1) es un natural positivo y pertenece a S.
Muestre que 1 < r < 2 y obtenga una contradicción mostrando que a · (r − 1) < a.

3.6.3. Los números irracionales


Los números reales que no son racionales se llaman irracionales y se denotan con la
letra I.
I = R \ Q.

Ya vimos que, por ejemplo, 2 es irracional, es decir, que las soluciones de la ecuación x2 = 2
no son racionales. Ahora mostraremos un resultado más general que dice que, dados n, a ∈ N,
si la ecuación
xn = a
tiene solución en Q, entonces también tiene una solución en N.
Proposición 3.45. Sean n, a ∈ N. Si existe un racional r tal que r n = a, entonces existe
un natural m tal que mn = a.
Demostración: Sean p, q ∈ N tales que
 n
p
= a.
q

Por lo dicho en la proposición 3.43, podemos suponer sin pérdida de generalidad que mcd(p, q) =
1. Entonces pn = aq n , por lo tanto q n |pn . Pero mcd(pn , q n ) = 1 (¿por última?), entonces
q n = 1 y por lo tanto pn = a.

149
La proposición anterior se puede enunciar de forma equivalente de la siguiente manera:
Sean n, a ∈ N. Si no existe una solución en N para la ecuación xn = a, entonces tampoco
existe una solución en Q de esa ecuación.
De lo dicho anteriormente se concluye que los siguiente números son irracionales:

4

3
√7
21, 15, 2.
Pues ninguna de las ecuaciones x4 = 21, x3 = 15 y x7 = 2 tiene solución en N.
Ejercicios 3.6.3
1. Demuestre que los siguiente números son irracionales:
√ √ √
a) 3, 5 , 6
√ √
b) 3 2 y 3 3
√ √
c) 2 + 3 + 2
√ √ √
d) 6 − 2 − 3
p√ qp√
e) 2, 2
2. ¿Para cuáles naturales n existe un racional r tal que r n = n?

3. Use la proposición 3.45 para determinar para cuáles naturales n y a se cumple que n
a
es irracional.
4. a) Suponga que a y b son racionales ¿Es a + b necesariamente racional? ¿Y si a í b
es irracional?
b) Si a es racional y b es irracional, ¿es ab necesariamente irracional?
c) ¿Existe algún número real a tal que a2 es irracional pero a4 es racional?
d ) Determine si la suma de irracionales es irracional.
e) ¿Existen dos números irracionales tales que tanto su suma como su producto sean
racionales?
f ) Sea a un número irracional, ¿Es a−1 irracional?
5. Sean a, b, c y d racionales y x un irracional tal que cx + d 6= 0. Muestre que
ax + b
cx + d
es irracional si, y sólo si, ad 6= bc.
6. Supondremos que la exponenciación ab está definida para cualquier para de reales a, b
con a > 0

a) Muestre que existe un irracional a > 0 y un racional b tal que ab es irracional.


b) Muestre que existe un irracional a > 0 y un irracional b tal que ab es racional.

150
3.6.4. Otra demostración de que R no es numerable
Ya vimos en el teorema 2.79 que R no es numerable. El argumento que usamos dependió
de la representación decimal de los números reales. Ahora veremos otra prueba que usa el
axioma del supremo. En ambos argumentos se muestra que ninguna función f : N → R es
sobreyectiva, construyendo un número real que no pertenece al rango de f .
Ahora daremos otra demostración de que R no es numerable. Para hacerlo, necesitare-
mos una propiedad muy importante de los números reales. Antes de enunciarla daremos un
ejemplo.
Ejemplo 3.46. Considere la siguiente colección de intervalos cerrados
 
1 1
In = − ,
n+1 n+1
para n ∈ N. Por ejemplo,
   
1 1 1 1
I0 = [−1, 1] , I1 = − , I2 = − , .
2 2 3 3
Observe que
I0 ⊇ I1 ⊇ I2 ⊇ · · ·
es decir, los intervalos van decreciendo con relación a ⊆. Mostraremos que
\
In = {0}.
n∈N

En efecto, es obvio que 0 ∈ In para todo n ∈ N. Por otra parte, mostraremos que si r 6= 0,
entonces existe n ∈ N tal que r 6∈ In . En efecto, como |r| > 0 entonces existe n ∈ N tal que
1
|r| > n+1 (propiedad Arquimediana de R). Por lo tanto r 6∈ In .

La longitud de un intervalo [a, b] se define como la diferencia de sus extremos, es decir,
la longitud de [a, b] es b − a. En el ejemplo anterior, tenemos que la longitud de In es
1 1 2
− (− )=
n+1 n+1 n+1
2
Observemos que dado r > 0 cualquiera, existe un natural n tal que n+1 < r. Esto dice que la
longitud de los intervalos In del ejemplo anterior se hace tan pequeña como se quiera. Estos
son los ingredientes del siguiente teorema.
Teorema 3.47. (Principio de los intervalos encajados) Sea {In }n∈N una colección de inter-
valos cerrados en R tales que
(i) In+1 ⊆ In ,

(ii) Para todo r > 0 existe un n tal que longitud de In es menor que r.

151
Entonces existe un real z tal que
\
In = {z}.
n


Demostración: Sea an , bn los extremos de In , es decir, In = [an , bn ]. Por hipótesis In+1 ⊆ In ,
por lo tanto

an ≤ an+1 ≤ bn+1 ≤ bn . (3.4)

Es decir, tenemos que

a0 ≤ a1 ≤ · · · ≤ an ≤ an+1 ≤ · · · ≤ bn+1 ≤ bn ≤ · · · ≤ b1 ≤ b0

Sea A el siguiente conjunto


A = {bn : n ∈ N}.
De (3.4) se tiene que cada an es una cota inferior de A. Por consiguiente A tiene ínfimo,
sea z el ínfimo de A. Por la misma razón tenemos que an ≤ z para todo n. Por lo tanto
an ≤ z ≤ bn . Esto muestra que z ∈ In para todo n.T
Falta mostrar que z es el único elemento de n In . Supongamos que no es así y sea w
otro real tal que w ∈ In para todo n. Por lo tanto para todo n la longitud de In es mayor o
igual que |z − w|. Pero esto contradice la hipótesis (ii).

También necesitaremos el siguiente resultado.
Lema 3.48. Sea F ⊆ R un conjunto finito, I un intervalo cerrado y n un natural con n ≥ 1.
Entonces existe un intervalo cerrado J ⊆ I tal que F ∩ J = ∅ y la longitud de J es menor
que n1 .
Demostración: Sea I = [a, b], F = {c1 , c2 , · · · , cm } un conjunto finito y n ≥ 1. Podemos
suponer que a ≤ c1 < c2 < · · · < cm ≤ b (¿por última?). Entonces escojamos a′ , b′ tales que
c1 < a′ < b′ < c2 y además b′ − a′ < n1 . Sea J = [a′ , b′ ]. Dejamos como ejercicio verificar que
J satisface la conclusión del lema.

Teorema 3.49. R no es numerable.


Demostración: (Segundo argumento) Sea f : N → R un función cualquiera. Mostraremos
que f no es sobreyectiva construyendo un real z que no está en el rango de f .
Definiremos una sucesión de intervalos cerrados In tales que

(i) f (n) 6∈ In para todo n,

(ii) In+1 ⊆ In para todo n,

152
1
(iii) La longitud de In es menor que n+1
.

Sea I0 un intervalo cerrado tal que f (0) 6∈ I0 y lademás que tenga longitud menor que 1.
Supongamos que hemos definido Ik para todo k ≤ n tal que (i), (ii) y (iii) se cumplen. Por el
lema 3.48 sabemos que existe un intervalo cerrado J ⊆ In tal que f (n + 1) 6∈ J y la longitud
1
de J es menor que n+1 . Sea In+1 = J.
El lector debe convencerse que esta sucesión de intervalos cerrados satisface las hipótesis
del teorema 3.47. Sea entonces z ∈ R tal que z ∈ In para todo n ∈ N. Por la condición (i)
de la construcción de los intervalos sabemos que f (m) 6= z para todo m. Esto muestra que
z no pertenece al rango de f . ✷
El primer argumento que presentamos para mostrar que R no es numerable es quizá el
primer ejemplo de lo que ahora se conoce como el método de diagonalización de Cantor. El
lector puede observar que la sucesión de dígitos cn se obtiene modificando “la diagonal” de la
tabla de expasiones decimales de los elementos del rango de f . El segundo argumento hace
uso del axioma del supremo. Esto muestra que el tamaño de R está ligado al hecho que R
satisface el axioma del supremo.

3.6.5. Algunos subconjuntos de R que tampoco son numerables


El siguiente resultado muestra que existen muchos más números irracionales que racio-
nales.
Teorema 3.50. El conjunto de los números irracionales no es numerable.
Demostración: En efecto, supongamos por reducción al absurdo que I es numerable. Como
R = Q ∪ I, entonces R es numerable, al ser la unión de dos conjuntos numerables. Y esto es
un contradicción.

En algunas circunstancias el conocer la cardinalidad de un conjunto da indirectamente
información interesante sobre el conjunto. Ilustraremos lo que acabamos de decir con un
ejemplo.
Ejemplo 3.51. (Números algebraicos y trascendentes) Un número real r se dice que es
algebraico, si existe un polinomio p(x) con coeficientes racionales tal que p(r) = 0. En
otras palabras, los números algebraicos son aquellos √números reales que son una raíz de un
polinomio con coeficientes
√ racionales. Por ejemplo, 2 es algebraico, pues es una raíz de
2 3 √
x − 2. De igual forma 5 también es algebraico. El lector se puede convencer que n q es
algebraico para todo racional positivo q y todo natural n ≥ 2.
Sea A la colección de todos los números reales algebraicos. Ya dijimos que Q ⊆ A y que
también A contiene números irracionales.
Ahora bien, ¿cuál es la cardinalidad de A?, ¿Es A = R? Daremos algunas indicaciones
de cómo responder estas preguntas. Consideremos el siguiente conjunto

Q[x] = {p : p es un polinomio con coeficientes en Q}.

153
El conjunto Q[x] es numerable. La idea para mostrar esto último es la siguiente. Considere
los conjuntos
Qn [x] = {p ∈ Q[x] : p es un polinomio de grado menor o igual a n}.
Tenemos entonces que [
Q[x] = Qn [x].
n

Bastaría entonces mostrar que cada Qn [x] es numerable. Por ejemplo, para ver que Q2 [x] es
numerable, observemos que un polinomio p ∈ Q2 [x] tiene la forma
p(x) = a + bx
con a, b ∈ Q. Ahora bien, notemos que si (a, b) 6= (a′ , b′ ), entonces los polinomios a + bx y
a′ + b′ x son diferentes. Por lo tanto tenemos que la función
(a, b) 7→ a + bx
es biyectiva. Esto muestra que Q2 [x] es numerable. De manera similar se puede mostrar que
Qn [x] también es numerable.
Continuando con la discusión sobre la cardinalidad de A, considere para cada p ∈ Q[x]
el conjunto
Rp = {r ∈ R : p(r) = 0}.
Es decir, Rp consiste de las raíces de p. Como cada polinomio de grado n tiene a lo sumo n
raíces, tenemos que para cada polinomio p el conjunto Rp es finito. Es fácil convencerse que
[
A= Rp .
p∈Q[x]

Luego como Q[x] es numerable y cada Rp es finito entonces |A| ≤ |N|. Pero ya vimos antes
que |N| ≤ |A|. Por lo tanto A es numerable.

El hecho que A es numerable y que R no lo es garantiza que R \ A tampoco es numerable.


En efecto, razonando indirectamente, vemos que si R \ A fuese numerable, entonces R =
(R \ A) ∪ A también lo sería (por ser la unión de dos conjuntos numerables) y esto es una
contradicción. Con esto hemos mostrado que existen reales que no son algebraicos.
Los reales que pertenecen a R \ A se llaman trascendentes. Vemos entonces que hay más
reales trascendentes que algebraicos. ¿Puede el lector dar un ejemplo de un real trascendente?
Esta pregunta no es sencilla. El matemático francés Joseph Liouville (1809-1882) fué quien
por primera vez mostró que existían números trascendentes (el argumento que dimos arriba,
basado en la cardinalidad de los conjuntos, se debe a Cantor y es posterior). Algunos ejemplos
de números transcendentes son e y π. Entre los que consigió Liouville tenemos el siguiente:
0, 101001000000100000000000000000000000010 · · · 10 · · ·
Donde el número de ceros entre dos unos consecutivos es n!.

154
Ejercicios 3.6.4

1. Considere la siguiente colección {In }n∈N de intervalos cerrados:


 
3n + 1 3n + 4
In = ,
2n + 2 2n + 2
para cada n ∈ N. Halle el real z tal que
\
In = {z}.
n∈N

2. Considere los siguientes conjuntos donde n ∈ N:


   
1 1 1 1
An = − , ∪ 1− , 1+ .
n+1 n+1 n+1 n+1
Muestre que \
An = {0, 1}.
n∈N

3. Muestre que \
[n, +∞) = ∅.
n∈N

4. Muestre que
\ 1

0, = ∅.
n∈N
n+1

5. Muestre que
\ 1

0, 1 + = [0, 1].
n∈N
n+1

6. Muestre que R \ Z no es numerable.

7. Sea A = {q ∈ Q : q 2 < 2}. Muestre que R \ A no es numerable.

8. Muestre que R2 no es numerable.

9. Sea A = {(x, y) ∈ R2 : x ∈ Q}. Muestre que A no es numerable.

10. Muestre que {(x, y) ∈ R2 : x, y son irracionales} no es numerable.

11. Muestre que R2 \ (Z × Q) no es numerable.

12. Muestre que R3 no es numerable.

13. Muestre que R3 \ Q3 no es numerable.

155
14. Diremos que una función f ∈ NN es eventualmente constante, si existen m, a ∈ N
tales que
f (n) = a para todo n ≥ m.
Por ejemplo, sea f ∈ NN dada por f (0) = 15, f (1) = 35 y f (n) = 3 si n ≥ 2. Entonces
f es eventualmente constante. Por otra parte, la función f (n) = n + 2 para n ∈ N no
es eventualmente constante.
Sea A la colección de funciones que son eventualmente constantes. Muestre que NN \ A
no es numerable.

15. Muestre que el siguiente conjunto es numerable para cada entero positivo n.

Qn [x] = {p ∈ Q[x] : p es un polinomio de grado menor o igual a n}.

3.6.6. ¿Es único el orden de R?


Ya hemos visto que los órdenes de N, Z y Q se pueden caracterizar por algunas propie-
dades que sólo ellos tienen. Enunciaremos un resultado similar para el orden de R.
Un orden lineal (X, ≺X ) es completo, si satisface el principio del supremo, es decir, todo
subconjunto de X no vacío y acotado superiormente tiene supremo.
Teorema 3.52. (Cantor) Sea (X, ≺X ) un orden lineal tal que
(i) (X, ≺X ) es completo
(ii) Existe D ⊆ X numerable y denso en X.

(iii) X no tiene ni primer ni último elemento.


Entonces (X, ≺X ) es orden isomorfo a R.
Ejercicios 3.6.6.

1. Determine cuales de los siguientes subconjuntos son isomorfos a R con el orden here-
dado de R.

a) (0, +∞).
b) (−1, 1).
c) R \ {0}.

2. Muestre que toda colección de abiertos de R es a lo sumo numerable.

3.7. Operaciones con conjuntos ordenados


En esta sección veremos cómo podemos ”sumar” y ”multiplicar” conjuntos ordenados. Nos
concentraremos en estas operaciones sobre conjuntos linealmente ordenados.

156
3.7.1. Inversión de un orden
Sea (X, X ) es un conjunto ordenado, podemos invertir el orden y obtenemos otro orden
sobre X. Mas precisamente, definamos una relación ∗X de la manera siguiente: x ∗X y, si
y X x para x, y ∈ X. Por ejemplo, la inversión del orden usual de N luce como se indica a
continuación:
· · · ≤∗N 4 ≤∗N 3 ≤∗N 2 ≤∗N 1 ≤∗N 0
Debería ser claro que (N, ≤N ) y (N, ≤∗N ) no son isomorfos. Por ejemplo, N con su orden usual
tiene un primer elemento, pero con el orden invertido no tiene mínimo.
Veamos ahora última sucede con el orden (Z, ≤Z ). Al invertir el orden obtenemos

· · · ≤∗Z 4 ≤∗Z 3 ≤∗Z 2 ≤∗Z 1 ≤∗Z 0 ≤∗Z −1 ≤∗Z −2 ≤∗Z −3 ≤∗Z −4 ≤∗Z · · ·

En este caso obtenemos un orden que es isomorfo al inicial. Esto es (Z, ≤Z ) y (Z, ≤∗Z ) son
isomorfos. El lector puede verificar que la función x 7→ −x es un isomorfismo.

3.7.2. Suma de órdenes


Sean (X, X ) y (Y, Y ) dos conjuntos ordenados que supondremos satisfacen que X ∩Y =
∅. La suma de esos órdenes consiste en colocar los elementos de X antes de cualquier elemento
de Y . Formalmente, definimos un nuevo conjunto ordenado que denotaremos por

(X, X ) ⊕ (Y, Y )

sobre el conjunto Z = X ∪ Y y orden viene dado de la siguiente manera: Sean a, b ∈ Z,


diremos que a Z b, si se da cualquiera de las siguientes alternativas:
(i) a, b ∈ X y a X b
(ii) a, b ∈ Y y a Y b
(iii) a ∈ X y b ∈ Y .

Por ejemplo, consideremos el caso en que X = Y = N con el orden usual. Entonces


(N, ≤N ) ⊕ (N, ≤N ) luce como se indica a continuación:

(0, 0)  (1, 0)  (2, 0)  (3, 0)  · · · (0, 1)  (1, 1)  (2, 1)  (3, 1)  · · ·

La condición de que X e Y sean disjuntos no es realmente necesaria, pues podemos


cambiarlos por copias isomorfas sobre conjuntos disjuntos. Más precisamente, sean (X, X ) y
(Y, Y ) dos conjuntos ordenados. Consideremos los conjuntos X ′ = X × {0} y Y ′ = Y × {1}.
Entonces X ′ y Y ′ son disjuntos. Ahora definimos los órdenes en X ′ y Y ′ de la manera
siguiente: (a, 0) X ′ (b, 0) si a X b para (a, 0), (b, 0) ∈ X ′ . De manera análoga, lo hacemos
con Y ′ .

157
3.7.3. Producto de órdenes lineales
Ahora veremos una manera de hacer el producto de órdenes lineales. La idea es la misma
que se usa para multiplicar números. Veamos. Sea A = {a, b, c} y B = {1, 2}. Consideremos
que A y B están ordenados, digamos que en A tenemos a < b < c y en B el orden usual de
los números. Entonces podemos listar (ordenar) A × B de la siguiente manera:

(a, 1), (a, 2), (b, 1), (b, 2), (c, 1), (c, 2)

Esto es, ordenamos primero de acuerdo a la primera coordenada y después respecto a la


segunda. Este es el criterio usado para ordenar palabras en un diccionario y por esto este
orden se llama el orden lexicográfico.
Sean (X, X ) y (Y, Y ) dos conjuntos linealmente ordenados. El orden lexicográfico en
X × Y se define como sigue: Sean (x, y), (x′ , y ′) ∈ X × Y , pondremos (x, y)  (x′ , y ′) si se
cumple alguna de las siguientes alternativas:

(i) x ≺X x′ ,
(ii) x = x′ y y Y y.

Siguiendo con los conjuntos A y B de antes, veamos como es el orden en B × A

(1, a) ≺ (1, b) ≺ (1, c) ≺ (2, a) ≺ (2, b) ≺ (2, c)

Claramente, este orden no es igual al de A × B, pues A × B 6= B × A, sin embargo son


isomorfos. Esto no se cumple en general, es decir, en algunos casos el orden lexicográfico de
X × Y no es isomorfo al de Y × X. Veamos un ejemplo.
Consideremos X = N con su orden usual y Y = {a, b} con el orden a < b. Entonces
X × Y queda ordenado de la siguiente manera:

(0, a) ≺ (0, b) ≺ (1, a) ≺ (1, b) ≺ (2, a) ≺ (2, b) ≺ (3, a) ≺ (3, b) ≺ · · ·

El lector debe convencerse que, en este caso particular, X × Y ordenado lexicográficamente,


es isomorfo a N con su orden natural.
Por otra parte, el orden de Y × X es:

(a, 0) ≺ (a, 1) ≺ (a, 2) ≺ (a, 3) ≺ · · · ≺ (b, 0) ≺ (b, 1) ≺ (b, 2) ≺ (b, 3) ≺ · · ·

El lector también debe convencerse que Y × X no es isomorfo a X × Y (por ejemplo, en


X ×Y no existe un elemento como (b, 0) que tiene infinitos elementos antes que él) y también
que Y × X es isomorfo a N ⊕ N.

Ejercicios §3.7

1. Sea (X, X ) un orden lineal con X un conjunto finito. Muestre que (X, ∗ ) es isomorfo
a (X, )

158
2. Sea ≤Q el orden usual en Q. Muestre que (Q, ≤∗Q ) es isomorfo a (Q, ≤Q ) y que lo mismo
ocurre con R.

3. Denotemos por U al orden de un conjunto de un sólo punto. Muestre que (N ⊕ U)∗ es


isomorfo a U ⊕ N∗ .

4. Sean (X, X ) y (Y, Y ) conjuntos lineales. Muestre que (X ⊕Y )∗ es isomorfo a Y ∗ ⊕X ∗ .

5. Muestre que (N, ≤N ) ⊕ (N, ≤∗N ) es isomorfo a Z con el orden usual.

6. Muestre que (Q, ≤Q ) ⊕ (Q, ≤Q ) es isomorfo a (Q, ≤Q ). última puede decir de Z ⊕ Z y


R ⊕ R? Sugerencia: Use el teorema 3.33.

7. Construya dos conjuntos linealmente ordenados X e Y tales que X ⊕ Y no sea orden


isomorfo a Y ⊕ X.

8. Sea A = {a, b} ordenado a ≺A b. Muestre que (A, A ) × (N, ≤N ) ordenado lexicográfi-


camente es isomorfo a N ⊕ N y que (N, ≤N ) × (A, A ) es isomorfo a N.

9. Muestre que (Q, ≤Q ) × (Q, ≤Q ) es isomorfo a (Q, ≤Q ).

3.7.4. Buenos órdenes (continuación)


En esta sección mostraremos que las operaciones ⊕ y × entres buenso órdenes producen
buenos órdenes.
Teorema 3.53. Sean (X, X ) y (Y, Y ) dos conjuntos bien ordenados. Entonces

(i) (X, X ) ⊕ (Y, Y ) es un buen orden.

(ii) (X, X ) × (Y, Y ) es un buen orden.

Demostración. (i) Supondremos que X ∩ Y = ∅. Sea A ⊆ X ∪ Y no vacío. Mostraremos que


A tiene un primer elemento. Consideramos dos casos:
(a) A ∩ X 6= ∅. Por estar X bien ordenado, entonces A ∩ X tiene un primer elemento
que denotaremos por a0 . Por la definición del orden suma, se concluye que a0 es el primer
elemento de A ∩ X respecto al orden X .
(b) A ∩ X = ∅. Es similar al caso (a). Como A ⊆ Y y Y está bien ordenado, entonces ·se
b0 el mínimo elemento de A respecto al orden Y .
(ii) Sea A ⊆ X × Y no vacío. Sea B = {x ∈ X : ∃y ∈ Y (x, y) ∈ A}, claramente
B 6= ∅. Como X está bien ordenado, sea x0 el menor elemento de B (respecto a X ). Sea
C = {y ∈ Y : (x0 , y) ∈ A}. Por la escojencia de x0 , se tiene que C no es vacío. Sea y0
el menor elemento de C (respecto a Y ). Dejamos al lector convencerse que 8x0 , y0 ) es el
menor elemento de A respecto del orden lexicográfico.

159
El teorema anterior nos permite construir buenos órdenes. En efecto, sea X = Y = N
con su orden usual, entonces X ⊕ Y se puede visualizar como lo hicimos en la sección 3.7.2.
El orden producto N × N es mas complejo.

(0,0)  (0,1)  (0,2)  ··· (1,0)  (1,1)  (1,2)  ···(2,0)  (2,1)  (2,2)  ··· (n,0)  (n,1)  (n,2)  ···

Otra consecuencia importante del teorema anterior es que podemos agregar un punto a
cada conjunto bien ordenado y obtenemos otro conjunto bien ordenado. En efecto, si (X, X )
está bien ordenado, entonces colocando Y = {1} vemos que X ⊕ Y consiste en agregar un
punto que está por encima de cada elemento de X. Este orden se denota por X + 1.

Los buenos órdenes son especiales (por algo los llamamos así!!). Uno podría preguntarse
si son ”fáciles de construir”, o mejor, si un conjunto cualquiera se puede ordenar con un buen
orden. Por ejemplo, ¿existirá un buen orden  en R? La respuesta es que sí, pero justificar la
existencia de un buen orden sobre R requiere argumentos que no incluiremos en este texto.
De hecho, se tiene el siguiente teorema.
Teorema 3.54. Todo conjunto puede ser bien ordenado.
Como dijimos, la demostración de este teorema está fuera de los objetivos de este libro,
pero sí queremos decirle al lector, que para hacerlo se requiere el uso del axioma de la elección.

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Índice alfabético

A + B, 146 conjunto ordenado, 121


A ≈ B, 76 conjunto totalmente ordenado, 122
A · B, 146 conjuntos disjuntos dos a dos, 62
A × B, 1 conjuntos equipotentes, 76
B A , 14, 88 contradominio, 14
Sn , 48 cota inferior, 143
fA , 18 cota superior, 141
1A , 40 cubo, 5
f : A → B, 14
f [C], 51 Dedekind, 86
f −1 , 42 denso, 132
f −1 [D], 52 Descartes, 1
f −1 [b], 52 diagrama sagital, 16
g ◦ f , 35 dominio de una función, 14
dominio de una relación, 11
automorfismo, 132
espacio tridimensional, 4
axioma de completitud, 142
Axioma de Elección, 98, 159 fracción irreducible, 147
axioma del supremo, 142 función, 13
función biyectiva, 28
buen orden, 124
función característica, 18
Cantor, 117 función compuesta, 35
cartesiano, 1 función creciente, 32
ciclo, 49 función decreciente, 32
ciclos disjuntos, 50 función definida por partes, 17
codominio, 14 función identidad, 15, 40
componente, 1 función indicatríz, 18
conjunto acotado inferiormente, 143 función inyectiva, 21
conjunto acotado superiormente, 141 función que preserva el orden, 126
conjunto con n elementos, 59 función restricción, 68
conjunto denso en si mismo, 140 función sobreyectiva, 23
conjunto finito, 60 función uno-a-uno, 21
conjunto imagen, 14 grupo simétrico, 48
conjunto infinito, 84
conjunto linealmente ordenado, 122 hipótesis del continuo, 117

161
imagen de un conjunto, 51 tupla ordenada, 97
imagen de un elemento, 13
infimo, 143
intervalo, 130, 133
intervalo propio, 130
inversa por la derecha, 45
inversa por la izquierda, 45
inversas laterales, 45
isomorfismo de orden, 125
ley de correspondencia, 15
longitud de un intervalo, 151
máximo, 84, 142
método de diagonalización de Cantor, 114,
152
número algebráico, 153
número irracional, 149
número trascendente, 154
orden, 121
orden completo, 156
orden lexicográfico, 157
par ordenado, 1
Paradoja de Russel, 119
permutaciones, 48
plano Cartesiano, 2
preimagen, 23
preimagen de un conjunto, 52
principio de buena ordenación, 124, 144
principio de inclusión y exclusión, 63
principio de los intervalos encajados, 151
principio del palomar, 73
producto Cartesiano, 1
rango de una función, 14
rango de una relación, 11
relación, 10
relación binaria, 10
subconjunto denso, 133
supremo, 142
Teorema de Schröder-Bernstein, 103

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Bibliografía

[1] P. S. Alexandroff. Introducción a la teoría a de los grupos. Eudeba, Buenos Aires,


Argentina, 1965.

[2] H. Angulo and C. A. Di Prisco. El orden de los números racionales. Algunas nociones
básicas sobre conjuntos linealmente ordenados. Curso para la XIV Escuela Venezolana
para la Enseñanza de la Matemáticas, Universidad de Los Andes, Mérida, 2010.

[3] I. N. Herstein. Álgebra moderna. Editorial Trillas, México, 1976.

[4] G. Myerson. Irrationality via well-ordering. Gaz. Aust. Math. Soc., 35:121–125, 2008.

[5] C. A. Di Prisco. Teoría de conjuntos. Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico.


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[6] M. Spivak. Calculus. Tomos I y II. Editorial Reverté S. A., España, 1978.

[7] K. Stromberg. An introduction to classical real analysis. Wadsworth, Inc., USA, 1981.

[8] C. Uzcátegui-Aylwin. Lógica, conjuntos y números. Consejo de publicaciones de la ULA.


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