Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Una democracia real no puede ni debe ser una democracia ideal y la democracia resulta de,
y es conformada por las interacciones entre sus ideales y si realidad, el empuje del deber y
la resistencia del ser.
"La cultura que mejor sostiene un sistema democrático es la llamada cultura cívica,
que se caracteriza por participación, por una actividad política viva, por un
compromiso civil moderado, por la ausencia de disensos profundos, por la confianza
en el propio ambiente social, por el respeto a la autoridad, pero también por un
sentido de independencia y actitudes favorables hacia las estructuras políticas"
En lo que refiere nuevamente a Almond y Verba, supone afirmar que las sociedades
democráticas necesitan para su estabilidad de un consenso sobre valores y normas, y que
sin cambios en los valores constitutivos de una sociedad hacia las características de una
cultura cívica, es inviable una democracia estable.
Por otro lado, si bien la relación entre cultura política y democracia ha sido atenuada, aún
continúa vigente dentro de la teoría política moderna. Sartori constituye el caso más
representativo cuando afirma que una cultura política basada en los valores del pluralismo,
la creencia en la diferencia, en el debate, en el disenso, en el diálogo, en el cambio, es una
condición necesaria para la vigencia de un sistema democrático, y que el consenso básico
sobre las cuestiones fundamentales es una condición que facilita, aunque no sea una
condición necesaria para la democracia.
Lijpahrt, en respuesta al trabajo de Almond y Verba, expone que percibe casos en los
cuales puede hablarse de una democracia estable siendo la nota característica de los
mismos la fragmentación cultural, y propone una serie de características:
- El gobierno de una gran coalición de líderes políticos de todos los sectores
significativos de la sociedad plural, todos los líderes cooperan en esta coalición para
gobernar el país.
- El veto mutuo l mando de la mayoría recurrente
- La proporcionalidad como norma principal de la representación política, convenios
de servicio civil y district de fondos públicos.
- Alto grado de autonomía de cada sector para que arregle sus propios asuntos
internos.
Por otro lado, la legitimidad implica la capacidad del sistema para engendrar y mantener la
creencia de que las instituciones políticas existen sin más más apropiadas para la sociedad.
Por su parte, Robert Dahl también identifica precondiciones para las poliarquías, estas son:
- Adoctrinamiento social: todos los ciudadanos, tanto líderes como no líderes deben
compartir normas, valores, hábitos pues son estos quienes en última instancia
definen cuáles usos del control son legítimos y cuáles ilegítimos, qué conducta es
aceptable y cuál no lo es.
- Acuerdo básico: Es requisito el acuerdo entre todos los actores políticos, líderes y
no líderes; acuerdo respecto de los planteos básicos, de los métodos para la
resolución pacífica de los conflictos y de la competencia política pacífica.
- Pluralismo social: debe darse la existencia de una gran diversidad de
organizaciones sociales mediante las cuales se ejerza la participación política y el
control tanto de líderes como de los no líderes sobre los liderazgos, y estos grupos
deben poseer autonomía.
- Actividad política: para que un régimen poliarquíco funcione es necesario un grado
relativamente alto de participación en la vida política y en el proceso gubernamental.
- Circulación o la constante renovación de los liderazgos: las élites políticas
deben reclutar continuamente nuevos miembros a fin de facilitar la inclusión y la
participación de todos los sectores sociales y asegurar la representación de
intereses y preferencias de distintos grupos.
- Sociedad con un considerable grado de seguridad psicológica, limitada
disparidad de riqueza y renta y por último, una educación difundida.
"Ante tanta variedad de requisitos lo que puede afirmarse es que no hay condiciones
suprahistoricas y supranacionales que favorezcan o perjudiquen a la democracia.
Sólo se tiende a sostener que una relativa district de la riqueza,la ausencia de
desigualdades extremas, el consenso respecto de las reglas de procedimiento para la
resolución pacífica de los conflictos, son factores que generalmente contribuyen al
éxito de un régimen democrático, pero lejos están de construir requisitos
indispensables".
La democracia ha tenido siempre como base al estado nación, y esto impone dos
características base a esta forma de gobierno. La primera, es el límite territorial al alcance
de los mecanismos institucionales para la toma de decisiones políticas: los sistemas
democráticos están limitados a un determinado Estado, no son aún mecanismo decisionales
superestatales. En segundo lugar, el Estado-nación es el primer factor definitorio de la
ciudadanía. Determina quiénes son o no son ciudadanos.
Las democracias del mundo moderno en el presente siglo se desarrollaron junto a alguna
forma de estado keynesiano y/ o de bienestar que cambió las reglas de la política y la
economía permitiendo mayor equidad, crecimiento económico, redistribución y pacificación
del conflicto de clases. Este Estado asistencial es producto del compromiso de clases,
compromiso entre capital y trabajo para garantizar la existencia del mercado frente a las
amenazas revolucionarias provinientes del proletariado organizado y para amortiguar las
desventajas del capitalismo de libre mercado. Puede afirmarse, por lo tanto que el estado
es asistencial.
La crisis del estado de bienestar y el surgimiento de las nuevas características del mercado
cambiarán el escenario en el cual se desarrollaron estas democracias y pondrán a prueba
su capacidad de adaptación al cambio.
Eugenio Tironi y Ricardo Lagos, autores que sostienen que los procesos de ajuste
estructural que implementan las economías capitalistas, tanto desarrolladas como
subdesarrolladas, están reestructurando los patrones de acumulación y el modo de
regulación de la producción y dando así origen a un nuevo orden social.