Fabulosa maravilla que Dios regalo a mi vida Disfrutando cada momento al verte y siempre abrazarte Y decirte infinitamente cuanto eras amada y querida Nunca madre linda, imagine algún día, perderte
Ese bello amanecer eras tú, me guiabas como una
estrella Tus expresivos ojos que parecían dos resplandecientes luceros Tu sonrisa delicada te hacia mas bella Y se iluminaba cualquier, por muy duro que fuera ese sendero
Gracias madre por demostrarme tus amores
Educándome en tantos y grandes valores Eras la persona más dulce y abnegada Que sin interés, nunca me negó nada El verte sin caminar y enferma, mi corazón siempre entristecía Y después, horrible momento cuando me faltaste madre Hoy día queda en mí existir, tu ejemplo de vida, como un tesoro invaluable Cultivar en los que me rodean, lo que en tantos años me enseñaste.