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Dolly la oveja, como primer mamífero en ser clonado de una célula adulta, es de sobra
el clon más famoso del mundo. No obstante, la clonación ha existido en la naturaleza
desde los albores de la vida. Desde las bacterias asexuales a las 'aves vírgenes' en
pulgones, los clones nos rodean y no son, en esencia, distintos de otros organismos. Un
clon posee la misma secuencia de ADN que su progenitor y, por lo tanto, son
genéticamente idénticos.
Para fabricar a Dolly, los investigadores usaron una célula de ubre de una oveja blanca
de la raza Finn Dorset de seis años de edad. Tuvieron que encontrar un modo de
'reprogramar' las células de ubre para mantenerlas vivas sin que crecieran. Lo
consiguieron alterando su medio de crecimiento (la 'sopa' en la que las células se
mantenían vivas). Entonces inyectaron la célula en un óvulo no fecundado al cual se le
había eliminado el núcleo, e hicieron que las células se fusionaran mediante pulsos
eléctricos. El óvulo no fertilizado provino de una oveja hembra escocesa de cara negra.
Cuando el equipo de investigación consiguió que se fusionaran el núcleo de la oveja
blanca adulta con el óvulo de la oveja de cara negra, tuvieron que asegurarse que la
célula resultante se desarrollaría como embrión. Realizaron un cultivo de esta célula
durante seis o siete días para ver si se dividía y desarrollaba con normalidad, antes de
implantarla a una madre de alquiler, otra oveja hembra escocesa de cara negra. Dolly
salió con la cara blanca.
Dolly vivió una existencia llena de mimos en el Instituto Roslin. Se apareó y produjo
crías normales de forma natural. De este modo se demostró que este tipo de animales
clonados pueden reproducirse. Nació el 5 de julio de 1996 y se le practicó la eutanasia
el 14 de febrero de 2003, a la edad de seis años y medio. Las ovejas pueden vivir hasta
la edad de 11 o 12 años, pero Dolly sufría artritis en una articulación de una pata trasera
y adenomatosis pulmonar ovejuna, un virus que induce la aparición de tumor pulmonar
y que es frecuente en ovejas criadas en el exterior.
El ADN del núcleo se empaqueta en forma de cromosomas, que se acortan cada vez que
la célula se replica. Esto significa que los cromosomas de Dolly eran un poco más
pequeños que los de otras ovejas de su edad y su envejecimiento temprano podría
explicarse por el hecho de que se desarrolló del núcleo de una oveja de 6 años de edad.
Dolly tampoco era del todo idéntica a su madre genética porque las mitocondrias, que
son las plantas de producción de energía que se mantienen fuera del núcleo, las heredó
de la madre donadora de óvulos.
Desde Dolly
Desde 1996, cuando Dolly nació, otras ovejas han sido clonadas a partir de células ño
2004 se clonó un ratón usando el núcleo de una neurona olfativa, lo que demostró que el
núcleo del donador puede provenir de cualquier tejido del cuerpo que habitualmente no
se divida.
El coste de la clonación es muy alto, superando los 11.000 dólares por animal.
Además, la tasa de probabilidad de éxito es relativamente baja, estando entre el 15 y
el 30 %. La oveja Dolly, por ejemplo, fue el resultado de 277 intentos.
Dolly estuvo siempre en el Instituto Roslin. Allí fue cruzada con el macho Welsh
Mountain, del que obtuvo seis crías. A los seis años empezó a desarrollar artritis, lo
que la impedía andar con normalidad. Finalmente fue sacrificada el 14 de febrero de
2003 a causa de una grave enfermedad pulmonar progresiva.
Aunque el resto de especímenes de la raza Finn Dorset suelen vivir entre 11 y 12 años,
Dolly solo llegó hasta los seis. En la autopsia se examinó el cáncer, pero no se
encontraron indicios de que tuviera relación con la clonación. Otras ovejas del rebaño
enfermaron y murieron de lo mismo.
Dolly no ha sido el único animal clonado. Actualmente existen otros clones de Dolly
que envejecen con normalidad. Se utilizan para el estudio de enfermedades en este tipo
de animales. El objetivo de estas investigaciones es claro. Poder lograr un aumento de
la producción animal y no depender de la cría. Algo que no resulta tan sorprendente si
atendemos a los cambios que han sufrido algunos animales como la vaca para que
puedan producir más leche.