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PINTORAS ITALIANOS
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ren acimiento
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LIBRERIA EDITORIAL ARGOS
BARCELONA
PlSANELLO: Madona y Santos. Londres, Natinnal Gallery
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.-- T^/fc'fgygfigaiMÉflfifll
PRIit'AClO
tio a servirse. FosUTiorinentc, en la csi uda. Irs cnseii-t •' I Asi jx)r ejemplo, la fase bizantina se halla representada por
ticar y a gozar del lenguaje como un arte, tomo un IXiccio, el más grande y perleclo de todos los maestros de tal
y escrito de comunicación, .soi)re tfxlo metliantc la Iccmr-i estilo. La recia v estrictamente táctil modalidad románica, por
dvsds de pusíijcs cxtrntdos de Iíjs n)c|íírcs autores v niccli-*^'^ Eúotio, su maestro más creador y consumado, y por sus mejores
continuadores. Andrea Orcagna y Nardo di Cione.
aleccionamícnto o|)ortunf> acerca de l í'ano d' Ik-ii riueiu c**" ^ Viene después el siglo xv y la lucha entablada por Masolino
apreciarlos y deleitarse en ellf>s. I)c este tíiíxlo v rc-inse en ^
piritus hábitos de preferencias v avcrsif)ncs. Y csUts ^ y Masaccio para libenu a la pintura de la degenerada afectación
servirán de gula en el ciirsrj de nuestra existencia al caligráfica gótica. Masaccio fue un nuevo Ciiotto, pero dotado
nos con lo no consagraílfj ni clasilicailij UMlavía. ayndán<- de una mayor fuerza para expresar la dignidad, responsabilidad
a reconocer lo c]uc realtiientc es valif)Sí) y dclcilahlc o *^T*"sos y espiritualidad, mediante las formas, actitudes y agrupamicn-
ce que realicemos un esíuer/a» de comprensiíjn v tos adecuados de sus figuras. Tras su temprana muerte, la pin
habitas concluyen j)or crear en nosf)trf)s un seniitio prcv^^ tura florentina, aleccionada por los grandes escultores Donatello
las posíbí/ídadc.s con rc.spcctí> a la literatura. V (hiilxTti, V desarrollada por artistas como Fra Angélico, Fra
¿Por que no intentar la implantación de liáhitf>s Filippo Lippi, Pollaiuolo y Leonardo, culmina en Miguel An
en la mente de los niños también en \<> nur a las artes vtsuaics gel, Andrea del Sarto y sus continuadores inmediatos Pontormo
se refiere? y Bronzino. Hn esa época los florentinos no sólo recobraron la
/A'S^'^radadanícníc, Ifjs cuadrf>s aún ik) pueden indispensable maestría del desnudo, tan preciada por los griegos,
r asi decirlo, exactamente igual tpie están pintatlos, esto sino que les sobrepasaron en la pintura de paisajes merced a una
mismo modo que jjuede im|)r¡m¡rsc el manuscrito de tin mejor comprensión de la luz, las sombras y la perspectiva.
tor, sin menoscabo aluuno de la calidad del f)riíiin*d- Tales perfeccionamientos los trasmitieron a Vcnecia y al res-
to de Italia, pero sobre todo a Venecia y, posteriormente, a Fran-
cía V Esoaña
lu^ictuu rcproauccioncs fieles y satislactorias en color- Vcnecia y la Umbría poseían las dotes suficientes para sacar
jTicnsioncs de una comjiosición ejercen cierto innujo sobf^" p,nid„ de ¿ <,« Fio,J.,e»
¡idad, y el color no ¡)ucdc ser desprendido de lo tjuc se encuentra
tras el. Asi, una coloración no |Jodrá, por supuesto, ser 1^ íTUSn a "Zo,u oTgXr'pZs»prindr,,p.od»ieron pm.ores como
sobre tabla que sobre pizarra, mármol o cohrc, y si es so c Lrogino,Rafael, las mis radian.es c.mas
jjdo variará scgijn sea su contextura, trátese, por cjcrup o, e eion? TizUno v Tintoretto, con su magia
gionc, iizidiiu y rndeary acolorido,
la figurasuhumana
espíen-
jjria tela basta o de un lienzo de grano fino. dor de forma y su complacencia en rodear a g
En suma, y pese a la infantil predilección actual pof de suntuosos contornos y románticos pai 1 cierto de
producciones en color, por ch illonas c]uc .sean, el blanco y negro,
obtenido a través de una fotografía que preserve tonalidades y
A e„cpc,6„ de
Vcrona, pero que
Paolo }'»XÍr,'Zfa»%enS™ ct
Tintoretto), el norte de Italia
valores, es el que nos ofrece la más satisfactoria imagen del ori mo sus únicos pariguales ^ ^ Mantegna, de Pa
ginal- sólo produjo un artista de gr ^ Borgognone y Luini,
Obedeciendo a esta convicción y con el propósito de sumi dua. Milán ^ Rus'kin como el pintor religioso más
nistrar ejemplos que adiestren los ojos y las facultades que se este úlmno considerado po nuestros días preferimos
convincente e ;,^nrriníirión de los ferrare-
5Írven de ellos como instrumentos, la presente edición ^
italianos del Renacimiento ofrece 400 ilustraciones repre-
g^ntativas de todas las fases del arte pictórico italiano en el trans-
^^rso de los trescientos años que van desde un poco antes del gna como de lo que obtuv
hasta cerca del 1600.
XIU
PREI-ACIO
PRV.FACIO
XII
sKimcra de sus lécnicas deÍrle y i lo
Ladurante
Italia meridional
los siglos que .1^ 1 .Kmiun. Sicilia n<. uivo
a sersino
tudio i„,hiera lic uado el qt^puidaíd?.""^^^^^^
uno,
artistaAntoncllo da Mcss.na
que adrniramos e ^ („ovanni„,niacio,
l'-ellini.r"""'',"
el mas capaces de iluminar nuestra ^ ^ llevándolo, tai
a comprender lo que las ,„ando las mira y a
vez. a^ iiucrrugarsc acerca de » ^ ^ templa una oWa
un miento de dehmr sus reaccione ^ Renacimiento
de arte visual, en el caso presente, la po
El lenguaje ^'JXí, pm n^^ , , arikua
< ■ 1*™»^;
.„v,necc invariable,
m» obsanK,cualesquiera
n»"®» que
*»>"
m
Para ;;_';Xse un detín.do estudio, l'or I- M^.e a l;> La cualidad ariisuca P- nuestro sentir
1,. q«». a 1»S" 1
1 : .'\
cpoc, a l«g«J la
\iuTi\r V el tirusici. 1 V \í
19
i.os riNTORV.s vi neciaNOS ade-
LOS I'INIOKLs IIAI.IANOS Oí L F I N
(-0 la
ncrsc en iniuur.i vina snjicsiinn iW rcaliilad si» j(.;iliclad rcsul-
^vicl, jK:ro Si la sctUucion tir ;.4 misma irMjh" ¡-rínísi" l>aj<j cuado de \a In/. y la aiindsfera. es artistas modernos
yoría (le los cavís, la maiií» tjur lialna aj'i^nthtí" •* laría horrenda, como snceile en f P j-on sos vestidos co-
J>cllini, (.ima v ^ Mor^iíinr niuit a ; niu» »i*" 1 l*1* ' cviamlo se proivnen j'iniar a (x-rsonas ile . - Je esos cuadros
tidianos V en mis lui;ares de cosniinbres. .a • ^.^lonación que
tolfíf y (le la armonía tonal. no está en el ..realismo", sino en la austna. somete a
da vid.i a todos los olqetos v de esa arnioni. . 1
os los colores.
l'xlos - . 1 ^
XVI Su uran macsu ia en el claroscuro J., en su alma, sm
1, "I' reuo verter en sus cuadros
rcuo cu.ioios toda
luo.. la... \HKSia
,•- \uiiuera expresa
\HAMcra .-m-",
1 imr,fctto
Tintoreito no se n.ov..', <le su ou.i.,.l, ix... exixiinic""' ' hab» fainos (K-nsar
e\tie ix.daiuos ixitsar ni (xir
ix.r im
un """"p ' / animaelas ^ninv.vdaslamay''"
la mayoría
al^o v,uc Ti/..ano „„ (k.Ií,. e„sen..rlr, 1 N ema m JcOs'-' 1' do nleior
meiur en palahr.is.
p.ilahr.is. lai ixKSia
(xx-sia de que e^ue^ ts^
■ • cxclusivamep
.«lusipmente
n^i.lo no era la de 1.1 ,uve„,u.l de T,.,..,,.-. 1 V"' u.! de
de b f conviftc ^
l intorctto coincide <on el inouu nio r,, .iiir I sp.in.i sc
.. ....oi^oo ...Moviue eon el luoturiu., r,, .lur I sp.ui-. „ci.i
,ene'-' en Ui lu/. v el coloi. .Que es sin •
en q;vnta Mana %\
do dueña rápulaiumie
elo dueña rápida.nenie de de ll.,ll.,,
li.di.u 1..,
1... ohseM.m
ol,ses..-,n de
d'e un'
iin-i i",
1-p..-,!! •a-« dades
d; en que
(.^ue se li.illan
U.dlan la Ma;qdalen.
Maodalena )Y bi pj' erven sus ^
mm
'obras
u""'!de Mi^íiiel' 'I'"' "'"fK-re una,H,rirru.riid.i
«urH
^'U los lugares dee ensueño enirevistiis por lo. lo
An^el. .h.niinadas ella .ouiof-'"I""' a i^'O' m enuVX'meqorr insplr.ición
inspir.iciónr? ¡Qtie
iQ"^' nfC IP/7íí/o.<. bañado
UVxnrl '!
cía demoniaca .
Tuuoreuo
0.0.00..... oqH ri.ueu,.'. esa
e>;,Kriu.r„t<'. esa Í-.m'H-'V
ía-'H-u ^,r<'s-
i,r<iS e d que le conliere
coniicre su
su iiiae,...
maeia sublime- a su C,.lo figura ,q..o,ca
tu. <
parucipp,a del espírin, ,,ue u,L, f„r.o:, en lo.sos v m' ' ,crV«'iles por la niebla v el frío del
o s-ir^'í'
osak-s. Para elV"'''"""" f'-rm.ipara
estos no fueron, eomo en torsos
los dissv >!'m ' ,crs' en pie ante el itie/,? Y ¿nosiguen de estrila ,los 70
ese corteio de querubines cpie parece tma auisicabdad
,m, ;- 7™""'" '''
y^i^cintesea, lintorcUf> Uwo -ínt-, /.. .,1,1:, V J'.
i , r\ ^ ntU^' l suc imbuvcn
.,r,vo„ elel rcansmo s • B
„rieaos El sentido
: nos conmueve (iroftindamcnte. csidad porque „ & lijoso de
Para Tintorctto, la poesía no es una n e ..sas, nt T.moretto
.nC'
y romanos se intpus.crtni como tm dcbei el
:bié'^ es obligada bi religión porcpc la ^S^p'p Pcosa son p^^ el, corno
Míos ya los Santos, sino porque umi y p" {Ociosas para el bmn S?B3£í
.:S bv'WJrW»
L auiorc.
para íoi „„io,c, drde»°»nr'"ríde
ru. .onlcnporáac», txK",es». y,e esomu-
'sr
miento mismo de Tintorcm"' l"""^''' ''Pie b rc. EUas le ayudan a olvidar las miserias respom emm
motivaciones ar^mennl,. i cualesciuiera q f/.b'-'b'' J lan en sus tareas y le consuelan en sus Pcsa íT- íw.
sica o de un episodio bíblico m "!jida de nara él a una permanente necesidad d ^ -ystificar los dog-
s£;
Biblia 'ya no era un ,«,o
mero d,,»,,™»
documento dc^n*
dcstm ^*
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31
.mtORFS
i.os riNTORKS
i.os
VKNtClANOS fácilmente a la
V) ,.r,»c..s ,c I.. ..\„us>,ca..a. u f"j,£
con^ prcns sulta cas. ta.» aptoptad.. co.uo U» ¿ d cuadro irara-
cuanto in; .nodetna, hn p,...cd..u.e.Uu ^^cmuc)- ¿ amtosfcra
y circunst; ca prer,,ado y (rio. del '"'Stuo nrodo ^
7^71.
7V74
\*')S ^)rin( ípuís r iflr.is <"11* ariu'l'*'» j*"' nnp.den ntcutnr c.» j ualianos de La «Crucifi
i:..
tulxTÓ en lran'*f'jrm.ir í .nia rjtiv»«Íí' InMu.. f-n un.» . • # fy^
,t„nó hnirc las oúras úc U- . de Tiniorclto, l' " , dava- xión» de
Tintorcito
inrj hullicra tKxiido príniiu irv .uit is propi* *^ **Í aclarar;', .nejor siue la (.n'ah'on c jcsucristo está el
prrsar ni rlíos
Uos su
s\i propias rm<M.ionrs San R.kco. l.a escena es J S„t Para
í ^icrianirntr, (í.iuiI>Uí
í-icrtamrntr, (on< i¡>Ui la t'-ima
t«»isna iiiiMi.iUa
iiiiiuiua ^ ^ , (iiw do en la Chu/,. la v.da pros.s;ue a sv r du ^ ,o„,en
la f'.rtrui
htimana lósales,
1 auinjur la rlrpalitr il^lpatlr/ t|i!r '
la la jyente eonureead;, allí no se " a..upli.n.cnto de m
nicnílfj (le iiKwla, t oiiio una r^at * i< ai * ' 'ii'ia !•* *■ ^ ^ ic^n- ^
5UÍ tAluchoda l-sián .^íoracidyalllcnalg^^^;^
*/,a físicas, influyó < onswlrralílf iiirnir rii sU na»* ^ delK-r e.tojoso. (hros " la con la Cruc.ftsw'ti a
figura fnncnina ; jx-ro rj rfri tu sifiiipí'" *1*^ út
Crintnn |Kíranrf íS, (pir rs r\ cpir aún phkIu"- *" '* ^ ^.| ilf ^fíO > fc,c„,„ a ...I"'"" ■"» '.f-'¿"ilic®... »r ' L, de
Pm- 7h y fuer/.a
filiras, rs rl dr una rralidad a*>oinl>rosa 'aiit" ^ re|«,,.„ud.« e.i 1» ;„„i,„ic»tos P"»¿'^ to¿ <»
ncr/.a extraordinarios.
extraordinarios. Así.
Así. m
m /•;/
!• l dru
dru ^, j
.J " }¡c>
¡¡.f ocurrirui en vida, titn'a. r^mrihcaao rctiepj ^
'K ■7^-' .Sczrr Marcos, del Musrr, dr P.rrra. v m /^/
« A/f., .1 1 Vi 1 .. , nf Jesucristo. 1 <»s i;'-;;g,;"|S nó-uanto
angiisua V ilesespir.KH^y' i •
a los dcm^ c
dn csfor7»arst ti
«í fcr
•/•»♦ conrlurtfín rl ru rrfu, dr
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f t/ r)' V i, I1-»^
iS ' ;\,ilCV
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Alciandrla. c,,u- sr 1;, A. a.lrnn;. -Ir ^ ''i ha\lej;,d<;. cp.e Mc.rtan ^j^dirtííandes novelistas a
pese a su eolosalis.no, son tan .-.u'-rLÓ. as v f
tos, y los efectos ele lK:rs(>cctiva, Iny. y atinósfet^'^,- .xC<f poV^em'pK'desc.-ibic.a la ¡-Vsn ctwdro.
acuerdo con las j;iírantes, as fn-uras que la tnira''-' p- !:>
punto a su escala y el espeet:tlor e s ente
U. imaoc.; cp.e 'P.ntoreuo ^ £,,ad a los
se ha ii.uitado i.n.c-aiT.cntL a t c]. ,j(.raba conao d ' ,
y vtjTor de los personajes. de un aeonteei.uiento cp.e di T^ntorctto ba más
portante de toda la b.stor.a; el S^n o de J .elo r«
allá aún, pcrm.t.endo que sobre la "^"l^^obre los «talos, Y ^
pb.ndczea lo .aais.uo sobro los buenos qu^^ '^°V^uz en
el aire rcani.ue por un .gual a unos y a otr ^
labras, esta cnor.aae tela es como un ocean distr bu
cuyo seno acaece la escena. Sin la Y ¿e
advertir el hecho de quruna tat.ibien J^.Ja ción de la luz, resultana muerta y desolada P^ desarrollara en
ue otros objetos además T^ ^^^-^Hdad de at.ubsfer' ^ tud y animación de las figuras. Sena como
ues. Este es^ibre, eWo «Íá d" cr»í el fondo de un mar desecado.
difícil le será conseguir P^^scindir de cHos, I se - -
más de los^^l'etos Sircip'íí^^^ xvni
i¡
33
7-) iTAMAN(JS l»Kl.
I VI I V
iNi»^
T l.l>S tUNTORV.S VKNKCtvNOS
ri^iv^rsr.c» -
I.OS l'lNTORtS II A expresión espontanea
,, \ I iiccia. l m* cnino .1 ais^usit» en su .ule, ^\ue Na no t ^ mejores que
a la gran dcn^inda del géncr.. cx.sicuc cn,...K^ c n ^ ^ un iinpulsti n.iuu.il. l Uos hallan |^ * se muestre en
torctio pinuWciraKis nn solo con ese ...re de Esplendí- las Miv.is en \eneci.i v en \ eron.t. \ no "■■ ,quéllas, el cual les
'•cnza a los de 'ri/.iano, sino ipie .mn U s K.nin io i<c<.ueidcsc HIS ubr.is un desui.ui.id.. uitetito de c")»'- ; q
Hg.75-77 que en
'^iccutándolos consenna
Venecia lo ciue presteza
extg.a de un .xtr-.-rdoi-.r-
.etr.,io e... -iiu ^^,,„Uar.i1 cninhice .1 nn.i e\.iger.KÍon del color m.is q intlclchlc del
lando es.i l.dt.i de gusto que ronsoiiu' •
'ncro parecido. Se le (tedia i(uc h..l..g.,ra 1.. vista v cxmeiv provincianistuo. IVro cxtsií.ui ij'liducn ^ ..scttclas de Vicenza y de
sugestivo. Tintoretto \>uclo saiisf.iccr .mii.li.iiueiH' siqiiier.i cont.iban con la tradtcton ic j^-nía ci"C emiie-
cías. Sus retratos, aunciue no ix:rsonalteeti >anto .oiiio ^
ni constituyan tan (irofundos estudios de i.ttaitei ^ rc Hres^ ia, «lontle. si se deseaba que htihicra a(iren-
sicm|)rc (ircsentan
Tiziano, siempre tnodel.) en
presentan al lUíHleio m su " "* ^
mí aparu'^*- sensii;'' •'.arse (i„r sentar (daz.. de .qiretidtz con • p,,Ipscípulos de CtIO-
Alosando salud, energía y vitalidad. Nos de|>.ir.in '1 1'''"^^(„,i,acu'n dido su arte de algi'm .dnmno de a gitno t ciudades sttua-
de las (oyas y, al |)rf)i>io tieiti(K., nos liaceti (k iis..! i |gi- vanni Bellitii- Este fuá. en cs,kc..i . el ^ j cri
en un Estado en el c(ue la (ilatita htitnana (Miseí-i '-d ^ ,resctiUHi das en la -ran (.lámete entre los Xl(^- 1 por su talento y Fi.?. 80
día producir hombres de edad avattzatl.i coiiio los i' l nada el ITiul. Allí se pi'^^^ido nn (Mntor^^^^^ •
en la mayoría de los retratos de Tintoretto. .p i 1.1 cS' (vir su fucr-z... 1 iiovaiim que hizo (xtstciriormente
Con este (Vintor concluye el interés ttniveisal lU" clure/ sC■ ese talento, así como tamiHx.i 1<« odia tara de (uovtn-
cuela veneciana, pues, aiintiue ni hi decadencia n' pvicd'-' en Vcneca. (.ud.en.n ehmmar de (,Kal. .
producen en un sólo día, la historia de una dccaílenc"' i Cianis.uo que hereelo de su (irttiur ,^^3
fascinar corno la de la juventud. Aim nos iiueclan P'"" a 1'* Tak-s artistas nunca ou/aron ck ^ empozaron a de-
algunos artistas que, atincpie no (lertenecieron estrict^"^^ que Venecia atrajo hacia ^'atulo - cm[.«ó a absorber
escuela veneciana, siem(are han sido incluidos en clb'- caer v cuando, al igual qttc preferencia (xntorcs ce
los in.reni<.s de las (.r.ivmetas, fueron c indc(tendten-
mo Paolo Veronese euvo arte, ^^""dtte ^ con el suyo para ser
te, se hallaba lo suiietentemente cnTJ -^torcs de un esülo
XIX com(.rcndido eon fae.bdad; o la^xat (
t-as provin
ISl
com(-.lctamente nuevo eomo los Bassan •
cias Vene
cianas
XX
"moard""" difcrendL'r'iam'o 1>"C ™ • de pintores de Paoio
Renacimiento, el arte de las mov^^ 'Sa dejar de ha^ ( Veronese procedía de cuatro o cinco expresaron en un
se en tan íntima relación con el de víne"cia^como 1" Verona, de los cuales los dos o tres piin llegaron
idioma y los modos de sentir Pero rt ' ooresurarnos a lenguaje cminentemcmtc (.ocular, de un Renacimiento
nna diferencia entre ciudades como muv pocos artistas. De aepi que al P"'^'' ^ ^n Florencia, es-
cuela con tanta antigüedad c independencia en su desarrollo c ningún (dntor del itortc de Italia, y muy 1 ¿ecesores inme-
la veneciana y ciudades como Vicenza v Brescia, cuyos F" -¿n, caparan al influ,o de los veroneses. ^ accesible a todos,
diatos de Paolo ya no dominaban ese 1 absoluto, la
de""vtn °d del todo, en su Existía una clase de pttblKO al que no , emente, la clase
de Xe
de Brescia, eo.dc Verona.
incluso Lo queMontaína
el vigoroso hace que de
Romantno
Vicenza,ysean,
Mor clase a la que Tiztano y Tintoretto atraía po
vo en sus obras me,ores, mucEo menos Itractivos que los vene rectora que empezaba a adquirir nuevos han
nos —es decir, los formados ntegramente en Venccia- es lo d ^ na, bailándose en dependetaca de fenecía, "
a
tienen en común con los eclécticos que vendrán después. gún papel político preponderante; el pensam