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LOS

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PINTORAS ITALIANOS
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DEL

áT*. • •' ^
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ren acimiento

POR

BKRN ARD BERHNSoN

I TriiiiuircioH Jí*/ íHii/íí /H)r

aAlLM-L SANTOS TORROELLA

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.• 1.- '•iSv.,-! •,, vL-o'r-.i''i.i i ^L^t^ria

S. A

LIBRERIA EDITORIAL ARGOS
BARCELONA
PlSANELLO: Madona y Santos. Londres, Natinnal Gallery

l-

.-- T^/fc'fgygfigaiMÉflfifll
PRIit'AClO

MUCHOS contciiipUin los cuadros sin saber lo que hay que


ver en ellos. Se les invita a que admiren pretendidas
obras de arte, y no saben lo suficiente para poder decir,
como el niño del cuento de Andersen : «j Fqaos, el Emperador
no lleva nada encima! ». ,
El público tiene una vai;a sos[iecha de que no le dan por lo
uc paga, que acaso le estafan o que, posiblemente, se burlan
a
" E¡ como SI, de pronto, -se le privara de su comida familiar
para obligarle a ingerir maniares totalmente desconocidos y de
[an raro ¿Tibor que le inducen a sospechar que están envenenados,
A travús de una larga experiencia, la humanidad ha llegado
a conocer cuáles son los' animales del camp, los papiros del aire,
las bestias monteses, los peces, los frutos y vegetales que pueden
servirle de alimento. En el transcurso de milenios ha aprendido
a cocinarlos de modo que seduzcan su olfato, su paladar y sus
órganos de masticación, y le resulten sa rosos.
Por manera semejante, algunos han '^rendit c a conocer, al
paso de las edades, cuáles son las obras fe arte, p ntura, es
cultura y '^rquitextura, que nu^cn ejsp
Muy pocos se sienten tan sc^^
aquello de que se qué es lo mejor en ar-
/\igunos crecí cj
Al trunos creen Que acertamos a conocemos
i cual
-'i es la
i meior
te, exactamente lo mismo que todos con j
comida. acerca de su comida cotidiana
Una persona con 1 ■ '' ^.^s^e momentáneo o por mera
normal puede ^ g^rgada de especias, pero siem-
curiosidad, con una cocina y , Jq esto es, los guisos
pre volverá a los gu.sos"S« llamamos'vZ
caseros, lo que nosotros, los norteamer
"^'eI
El SÍi^fece
arte carece de la Pperentoriedad
^ de lamismo
¿gl comida,
modoy aque
los niños
se les
de corta edad "o «e les e ^ pertenez-
ensena a distinguir lo que acomodadas, no es
can a familias de buen ^ en ellos el mismo sentido
- itTals z:i^z
:é d?cuáTS de qoe es.án aprendiem
prefacio XI
í'RKf Ai lo

tio a servirse. FosUTiorinentc, en la csi uda. Irs cnseii-t •' I Asi jx)r ejemplo, la fase bizantina se halla representada por
ticar y a gozar del lenguaje como un arte, tomo un IXiccio, el más grande y perleclo de todos los maestros de tal
y escrito de comunicación, .soi)re tfxlo metliantc la Iccmr-i estilo. La recia v estrictamente táctil modalidad románica, por
dvsds de pusíijcs cxtrntdos de Iíjs n)c|íírcs autores v niccli-*^'^ Eúotio, su maestro más creador y consumado, y por sus mejores
continuadores. Andrea Orcagna y Nardo di Cione.
aleccionamícnto o|)ortunf> acerca de l í'ano d' Ik-ii riueiu c**" ^ Viene después el siglo xv y la lucha entablada por Masolino
apreciarlos y deleitarse en ellf>s. I)c este tíiíxlo v rc-inse en ^
piritus hábitos de preferencias v avcrsif)ncs. Y csUts ^ y Masaccio para libenu a la pintura de la degenerada afectación
servirán de gula en el ciirsrj de nuestra existencia al caligráfica gótica. Masaccio fue un nuevo Ciiotto, pero dotado
nos con lo no consagraílfj ni clasilicailij UMlavía. ayndán<- de una mayor fuerza para expresar la dignidad, responsabilidad
a reconocer lo c]uc realtiientc es valif)Sí) y dclcilahlc o *^T*"sos y espiritualidad, mediante las formas, actitudes y agrupamicn-
ce que realicemos un esíuer/a» de comprensiíjn v tos adecuados de sus figuras. Tras su temprana muerte, la pin
habitas concluyen j)or crear en nosf)trf)s un seniitio prcv^^ tura florentina, aleccionada por los grandes escultores Donatello
las posíbí/ídadc.s con rc.spcctí> a la literatura. V (hiilxTti, V desarrollada por artistas como Fra Angélico, Fra
¿Por que no intentar la implantación de liáhitf>s Filippo Lippi, Pollaiuolo y Leonardo, culmina en Miguel An
en la mente de los niños también en \<> nur a las artes vtsuaics gel, Andrea del Sarto y sus continuadores inmediatos Pontormo
se refiere? y Bronzino. Hn esa época los florentinos no sólo recobraron la
/A'S^'^radadanícníc, Ifjs cuadrf>s aún ik) pueden indispensable maestría del desnudo, tan preciada por los griegos,
r asi decirlo, exactamente igual tpie están pintatlos, esto sino que les sobrepasaron en la pintura de paisajes merced a una
mismo modo que jjuede im|)r¡m¡rsc el manuscrito de tin mejor comprensión de la luz, las sombras y la perspectiva.
tor, sin menoscabo aluuno de la calidad del f)riíiin*d- Tales perfeccionamientos los trasmitieron a Vcnecia y al res-
to de Italia, pero sobre todo a Venecia y, posteriormente, a Fran-
cía V Esoaña
lu^ictuu rcproauccioncs fieles y satislactorias en color- Vcnecia y la Umbría poseían las dotes suficientes para sacar
jTicnsioncs de una comjiosición ejercen cierto innujo sobf^" p,nid„ de ¿ <,« Fio,J.,e»
¡idad, y el color no ¡)ucdc ser desprendido de lo tjuc se encuentra
tras el. Asi, una coloración no |Jodrá, por supuesto, ser 1^ íTUSn a "Zo,u oTgXr'pZs»prindr,,p.od»ieron pm.ores como
sobre tabla que sobre pizarra, mármol o cohrc, y si es so c Lrogino,Rafael, las mis radian.es c.mas
jjdo variará scgijn sea su contextura, trátese, por cjcrup o, e eion? TizUno v Tintoretto, con su magia
gionc, iizidiiu y rndeary acolorido,
la figurasuhumana
espíen-
jjria tela basta o de un lienzo de grano fino. dor de forma y su complacencia en rodear a g
En suma, y pese a la infantil predilección actual pof de suntuosos contornos y románticos pai 1 cierto de
producciones en color, por ch illonas c]uc .sean, el blanco y negro,
obtenido a través de una fotografía que preserve tonalidades y
A e„cpc,6„ de
Vcrona, pero que
Paolo }'»XÍr,'Zfa»%enS™ ct
Tintoretto), el norte de Italia
valores, es el que nos ofrece la más satisfactoria imagen del ori mo sus únicos pariguales ^ ^ Mantegna, de Pa
ginal- sólo produjo un artista de gr ^ Borgognone y Luini,
Obedeciendo a esta convicción y con el propósito de sumi dua. Milán ^ Rus'kin como el pintor religioso más
nistrar ejemplos que adiestren los ojos y las facultades que se este úlmno considerado po nuestros días preferimos
convincente e ;,^nrriníirión de los ferrare-
5Írven de ellos como instrumentos, la presente edición ^
italianos del Renacimiento ofrece 400 ilustraciones repre-
g^ntativas de todas las fases del arte pictórico italiano en el trans-
^^rso de los trescientos años que van desde un poco antes del gna como de lo que obtuv
hasta cerca del 1600.
XIU
PREI-ACIO
PRV.FACIO
XII
sKimcra de sus lécnicas deÍrle y i lo
Ladurante
Italia meridional
los siglos que .1^ 1 .Kmiun. Sicilia n<. uivo
a sersino
tudio i„,hiera lic uado el qt^puidaíd?.""^^^^^^
uno,
artistaAntoncllo da Mcss.na
que adrniramos e ^ („ovanni„,niacio,
l'-ellini.r"""'',"
el mas capaces de iluminar nuestra ^ ^ llevándolo, tai
a comprender lo que las ,„ando las mira y a
vez. a^ iiucrrugarsc acerca de » ^ ^ templa una oWa
un miento de dehmr sus reaccione ^ Renacimiento
de arte visual, en el caso presente, la po
El lenguaje ^'JXí, pm n^^ , , arikua
< ■ 1*™»^;
.„v,necc invariable,
m» obsanK,cualesquiera
n»"®» que
*»>"
m
Para ;;_';Xse un detín.do estudio, l'or I- M^.e a l;> La cualidad ariisuca P- nuestro sentir
1,. q«». a 1»S" 1
1 : .'\
cpoc, a l«g«J la
\iuTi\r V el tirusici. 1 V \í

con rcspccu) a ella esta V'" .\,,ón con osas limitaciones


cío y sus inmediatos sucesores csluer/.o- personalidad del artista, ^nsión de la obra de arte,
Para llegar a jj ^ pxlcinos seguirle con imiióncse para el disfrute y • podemos evitar inte-
Chaucer pertenece a hnaks aci \\Lun\ v sus sucesores, Estamos constituidos de tal apreciamos mejor un
menos dificultad que a (notto, - m > i . sitmicnte, migarnos acerca del como y e ' ' intrínsecamente, sus
que aparecen
Lstros en Jlenoba,o
antepasados, siglodiversos
xv. P.n"^M'ul-
este 1- - ^-sfor/.a- objeto cuando sabcims no solo ^ conduce,
ban en llegar a un lengua,e que se acerca q,,.,Ucspeare
méritos, sino iamh.cn ^ j,„,.,siado tiempo en lecauas
Clon todo, no c ebera emplearlo en la contempla-
ei transcuL de ese esfuer-/^ a,,arecieron ¡,,btu accrca de los cuadros en lectura para el goce, estt-
y Sidney, Milton, Donne, b crbert y llerrick, v tmb ción de los mismos. De poco scrv . cuando v
losa de poetas menores, del mismo modo que nc ma c inteligencia de Va obra y \c han formado
Italia produjo a Fra Angélico, ;;;;k,,,Vi, Ixo- dónde nació un artista, cRie ' ,,,.acstro o preceptor
FraFilippo, Pollaitiolo, Mantegna y ' aesembo- c inspirado, y, con menor Juma o el pmcel en las
nardo y Miguel Angel. Con Drydcn, Addison y 1 < fué el primero en ponerle el JPJ; ' /obtendrá de los escritos
carnes en el inglés comente y en sus equivalentes visual , manos. Menor será el provecho que sea la
no y Veronese, Lotto y Tmtorctto ^ .ulciuisición de índole metafísica y psicoanalitic. • ^ ^
Por fortuna, el lengua^- visual es de mas f-'c • ^ 1 Uteramra y la historia de la época y e ^
que el lenguaje hablado. Puede llegarse a cumprcndcr c pertenece. . mirar hasta vivir la obra, y por
2or esfuerL y más rápidamente a (iiotto Y ^ Necesitamos mirar, mirar y .r/,.jjiros con ella. Si no conse-
escritores anglosajones o incluso a \os M,ddle ¡■"S '''', un efímero instante, llegar a ^deu transcurso de las eda-
No creemos, por consiguiente, exigir ' en guimos amar lo que ha sido ama ^ mismos creyendo
si esperamos de él que comience por considerar lo luas ^Mano
vez de lo más próximo, como sena el caso tratándose de des, será inútil que nos ' ;An consiste en sentir si nos
ratura.
que lo amamos. La mejor comprobación
reconcilia o no con la vida. ¿e arte si no nos
No soy un asiduo lector de mis propios escritos Han trans Ninguna realización visual, verbal y musical,
currido varias décadas sin que haya vuelto a leer, del principio ayuda a humanizarnos. Sm e ^ \ j^Na.
fin, el texto de Pintores italianos del Renacimiento. Al nuestro mundo hubiera seguí o
Bernard Berenson
ahora sus páginas, he tratado de hacerlo como si perteneciesen
a otro libro cualquiera del mísnao tema. ^
En fin de cuentas, aún parece servir a su proposito. No pre I Tatti, Settignano, Florencia
tende ofrecer un relato de las vidas privadas de los pintores, ni Enero, 1952.
••■ÍV
*r-

19
i.os riNTORV.s vi neciaNOS ade-
LOS I'INIOKLs IIAI.IANOS Oí L F I N
(-0 la
ncrsc en iniuur.i vina snjicsiinn iW rcaliilad si» j(.;iliclad rcsul-
^vicl, jK:ro Si la sctUucion tir ;.4 misma irMjh" ¡-rínísi" l>aj<j cuado de \a In/. y la aiindsfera. es artistas modernos
yoría (le los cavís, la maiií» tjur lialna aj'i^nthtí" •* laría horrenda, como snceile en f P j-on sos vestidos co-
J>cllini, (.ima v ^ Mor^iíinr niuit a ; niu» »i*" 1 l*1* ' cviamlo se proivnen j'iniar a (x-rsonas ile . - Je esos cuadros
tidianos V en mis lui;ares de cosniinbres. .a • ^.^lonación que
tolfíf y (le la armonía tonal. no está en el ..realismo", sino en la austna. somete a
da vid.i a todos los olqetos v de esa arnioni. . 1
os los colores.
l'xlos - . 1 ^
XVI Su uran macsu ia en el claroscuro J., en su alma, sm
1, "I' reuo verter en sus cuadros
rcuo cu.ioios toda
luo.. la... \HKSia
,•- \uiiuera expresa
\HAMcra .-m-",
1 imr,fctto
Tintoreito no se n.ov..', <le su ou.i.,.l, ix... exixiinic""' ' hab» fainos (K-nsar
e\tie ix.daiuos ixitsar ni (xir
ix.r im
un """"p ' / animaelas ^ninv.vdaslamay''"
la mayoría
al^o v,uc Ti/..ano „„ (k.Ií,. e„sen..rlr, 1 N ema m JcOs'-' 1' do nleior
meiur en palahr.is.
p.ilahr.is. lai ixKSia
(xx-sia de que e^ue^ ts^
■ • cxclusivamep
.«lusipmente
n^i.lo no era la de 1.1 ,uve„,u.l de T,.,..,,.-. 1 V"' u.! de
de b f conviftc ^
l intorctto coincide <on el inouu nio r,, .iiir I sp.in.i sc
.. ....oi^oo ...Moviue eon el luoturiu., r,, .lur I sp.ui-. „ci.i
,ene'-' en Ui lu/. v el coloi. .Que es sin •
en q;vnta Mana %\
do dueña rápulaiumie
elo dueña rápida.nenie de de ll.,ll.,,
li.di.u 1..,
1... ohseM.m
ol,ses..-,n de
d'e un'
iin-i i",
1-p..-,!! •a-« dades
d; en que
(.^ue se li.illan
U.dlan la Ma;qdalen.
Maodalena )Y bi pj' erven sus ^
mm
'obras
u""'!de Mi^íiiel' 'I'"' "'"fK-re una,H,rirru.riid.i
«urH
^'U los lugares dee ensueño enirevistiis por lo. lo
An^el. .h.niinadas ella .ouiof-'"I""' a i^'O' m enuVX'meqorr insplr.ición
inspir.iciónr? ¡Qtie
iQ"^' nfC IP/7íí/o.<. bañado
UVxnrl '!
cía demoniaca .
Tuuoreuo
0.0.00..... oqH ri.ueu,.'. esa
e>;,Kriu.r„t<'. esa Í-.m'H-'V
ía-'H-u ^,r<'s-
i,r<iS e d que le conliere
coniicre su
su iiiae,...
maeia sublime- a su C,.lo figura ,q..o,ca
tu. <
parucipp,a del espírin, ,,ue u,L, f„r.o:, en lo.sos v m' ' ,crV«'iles por la niebla v el frío del
o s-ir^'í'
osak-s. Para elV"'''"""" f'-rm.ipara
estos no fueron, eomo en torsos
los dissv >!'m ' ,crs' en pie ante el itie/,? Y ¿nosiguen de estrila ,los 70
ese corteio de querubines cpie parece tma auisicabdad
,m, ;- 7™""'" '''
y^i^cintesea, lintorcUf> Uwo -ínt-, /.. .,1,1:, V J'.
i , r\ ^ ntU^' l suc imbuvcn
.,r,vo„ elel rcansmo s • B
„rieaos El sentido
: nos conmueve (iroftindamcnte. csidad porque „ & lijoso de
Para Tintorctto, la poesía no es una n e ..sas, nt T.moretto
.nC'
y romanos se intpus.crtni como tm dcbei el
:bié'^ es obligada bi religión porcpc la ^S^p'p Pcosa son p^^ el, corno
Míos ya los Santos, sino porque umi y p" {Ociosas para el bmn S?B3£í
.:S bv'WJrW»

L auiorc.
para íoi „„io,c, drde»°»nr'"ríde
ru. .onlcnporáac», txK",es». y,e esomu-
'sr
miento mismo de Tintorcm"' l"""^''' ''Pie b rc. EUas le ayudan a olvidar las miserias respom emm
motivaciones ar^mennl,. i cualesciuiera q f/.b'-'b'' J lan en sus tareas y le consuelan en sus Pcsa íT- íw.
sica o de un episodio bíblico m "!jida de nara él a una permanente necesidad d ^ -ystificar los dog-
s£;
Biblia 'ya no era un ,«,o
mero d,,»,,™»
documento dc^n*
dcstm ^*
' • '.i ,li'

^ símbolos í-l- «q': nV'V

sentido suyo scVún c ^ ''^"1


sesrún el Tintorctto las impr<-g"
i 1 ^'"^oretto impreg"" ^ la v'^
vK
Su^na. L
humana. S.. ^"da la histori a (rirn en torf* " '"ñn." '"S mas del Cristianismo, sino una hacia tiM vida mas
nudos colosales como r-r, i • no sc expresa ' u^sanm que señalaban de una vez por todas el representando a
figura. pintadárp^rVT
las figuras pmX ■^«"-..-■ncrgía. lala'sal"d
salud r,b°„ noble
noDie Y
Y más
nida bella. Siendo asi,
..w., ¿por que c 1
„ ,r los corno
V i per-
curo que manejaba como si efectos j,^^ultad Jesucristo y/ los Aposteles
Apóstoles, a los Pamarcas
K.m »i
Patriarcas y ^ vistiendo la toga
.le los Cesares, ,
iluminar u oscurecer W r* l '^anos estuviera ¿o\os sonas que vivieron bayo el imperto de los E romano? Tanto
Luces y
estado de ánimo d<=seara, sornetién^^ romana y teniendo como fondo un bajorr patriarcas eran
Podemos estar seguros de onr- "r- i li e-
^rnbras
garr aa tanto
<an,rdeToSSf'oí
de no haher r,rx ^ ''■'"■"rat.o
^mtoretto „„ h.bri» ¡j"""
no habrm P ^or (X Jesucristo como los Apóstoles, los Profetas y intensamente
de Twio.. 1 . lina destre.. tndavía
encarnaciones de ideales y principios de vi ^ j^^odo que
Esto fué lo que le peX'r nombras y In dfi lo sentía así Tintorctto que no podía fácilmente
ula RM, °
Biblia y de las leyend as -""ici t'rdra'.". obt^'/ como seres de su propia clase, viviendo en co
■K'Mi i»t«iijrn»iiá rM *v

31
.mtORFS
i.os riNTORKS
i.os
VKNtClANOS fácilmente a la
V) ,.r,»c..s ,c I.. ..\„us>,ca..a. u f"j,£
con^ prcns sulta cas. ta.» aptoptad.. co.uo U» ¿ d cuadro irara-
cuanto in; .nodetna, hn p,...cd..u.e.Uu ^^cmuc)- ¿ amtosfcra
y circunst; ca prer,,ado y (rio. del '"'Stuo nrodo ^
7^71.
7V74
\*')S ^)rin( ípuís r iflr.is <"11* ariu'l'*'» j*"' nnp.den ntcutnr c.» j ualianos de La «Crucifi
i:..
tulxTÓ en lran'*f'jrm.ir í .nia rjtiv»«Íí' InMu.. f-n un.» . • # fy^
,t„nó hnirc las oúras úc U- . de Tiniorclto, l' " , dava- xión» de
Tintorcito
inrj hullicra tKxiido príniiu irv .uit is propi* *^ **Í aclarar;', .nejor siue la (.n'ah'on c jcsucristo está el
prrsar ni rlíos
Uos su
s\i propias rm<M.ionrs San R.kco. l.a escena es J S„t Para
í ^icrianirntr, (í.iuiI>Uí
í-icrtamrntr, (on< i¡>Ui la t'-ima
t«»isna iiiiMi.iUa
iiiiiuiua ^ ^ , (iiw do en la Chu/,. la v.da pros.s;ue a sv r du ^ ,o„,en
la f'.rtrui
htimana lósales,
1 auinjur la rlrpalitr il^lpatlr/ t|i!r '
la la jyente eonureead;, allí no se " a..upli.n.cnto de m
nicnílfj (le iiKwla, t oiiio una r^at * i< ai * ' 'ii'ia !•* *■ ^ ^ ic^n- ^
5UÍ tAluchoda l-sián .^íoracidyalllcnalg^^^;^
*/,a físicas, influyó < onswlrralílf iiirnir rii sU na»* ^ delK-r e.tojoso. (hros " la con la Cruc.ftsw'ti a
figura fnncnina ; jx-ro rj rfri tu sifiiipí'" *1*^ út
Crintnn |Kíranrf íS, (pir rs r\ cpir aún phkIu"- *" '* ^ ^.| ilf ^fíO > fc,c„,„ a ...I"'"" ■"» '.f-'¿"ilic®... »r ' L, de
Pm- 7h y fuer/.a
filiras, rs rl dr una rralidad a*>oinl>rosa 'aiit" ^ re|«,,.„ud.« e.i 1» ;„„i,„ic»tos P"»¿'^ to¿ <»
ncr/.a extraordinarios.
extraordinarios. Así.
Así. m
m /•;/
!• l dru
dru ^, j
.J " }¡c>
¡¡.f ocurrirui en vida, titn'a. r^mrihcaao rctiepj ^
'K ■7^-' .Sczrr Marcos, del Musrr, dr P.rrra. v m /^/
« A/f., .1 1 Vi 1 .. , nf Jesucristo. 1 <»s i;'-;;g,;"|S nó-uanto
angiisua V ilesespir.KH^y' i •
a los dcm^ c
dn csfor7»arst ti
«í fcr
•/•»♦ conrlurtfín rl ru rrfu, dr
» Sjft
f t/ r)' V i, I1-»^
iS ' ;\,ilCV
. •-IT
Alciandrla. c,,u- sr 1;, A. a.lrnn;. -Ir ^ ''i ha\lej;,d<;. cp.e Mc.rtan ^j^dirtííandes novelistas a
pese a su eolosalis.no, son tan .-.u'-rLÓ. as v f
tos, y los efectos ele lK:rs(>cctiva, Iny. y atinósfet^'^,- .xC<f poV^em'pK'desc.-ibic.a la ¡-Vsn ctwdro.
acuerdo con las j;iírantes, as fn-uras que la tnira''-' p- !:>
punto a su escala y el espeet:tlor e s ente
U. imaoc.; cp.e 'P.ntoreuo ^ £,,ad a los
se ha ii.uitado i.n.c-aiT.cntL a t c]. ,j(.raba conao d ' ,
y vtjTor de los personajes. de un aeonteei.uiento cp.e di T^ntorctto ba más
portante de toda la b.stor.a; el S^n o de J .elo r«
allá aún, pcrm.t.endo que sobre la "^"l^^obre los «talos, Y ^
pb.ndczea lo .aais.uo sobro los buenos qu^^ '^°V^uz en
el aire rcani.ue por un .gual a unos y a otr ^
labras, esta cnor.aae tela es como un ocean distr bu
cuyo seno acaece la escena. Sin la Y ¿e
advertir el hecho de quruna tat.ibien J^.Ja ción de la luz, resultana muerta y desolada P^ desarrollara en
ue otros objetos además T^ ^^^-^Hdad de at.ubsfer' ^ tud y animación de las figuras. Sena como
ues. Este es^ibre, eWo «Íá d" cr»í el fondo de un mar desecado.
difícil le será conseguir P^^scindir de cHos, I se - -
más de los^^l'etos Sircip'íí^^^ xvni

, ■ ntras se reafeaban los


jes El arte del retrato no se quedó atras incrementar su po- reno
progresos descritos. Con el tienapo no hizo sin encargos
pularidad. Tiziano estuvo demasiado atarea ¿lera atender
cjEie le hicieron príncipes de otxos países par^ H
33
,,,, ,,STOKKS cspontán^
como .1 ais-usi" en •"|;(^',l."¡,ii;>n visW
i I S Ni j s I»1 I de iin impiiUn u.iiui.d. ' ,„, cs raro q je;
32 I MS I' I N l O n í ^ 11 ^
las sv\yas en
las suvas en \senes.a
eneeia ,\ -t'•• ^.,„ular
^.,„„iai •""l""'i., fórma. deno-
rlerio-
•I lii íír.ifi cl<"nuin*i,i ili~i ^rnri*'
r\l sus
svis (Airas iin
un desmanado
desinanai o_ "i
ni más sinc te
ei<-- • . ,^ aq^e del
U»rrtu. pmt., irtr.itcs i».. s-1'- "V/, ,.„!-.¡io
■ni.s"- 'oas "ócu'icfj'^, conduce aa una
. 1
conduce una '"Y;"'
exageración consinn''J
e<Y,i,,vc ^jYcrvcnccun^a^
..wraeion del e(la que ni h >1

tando esa taita de ¿nsto qm ciudades vene '''

>w„ c,cu„;„„l..l.« I-- ■ ■• >: ., .,., ..ic' provincianismo,


r,„v,
siepiiera
l'cro '^Y^".\;
X
contaban h'^ ión Jeele" 1»l-'^
con la Yircndcr a b'."''^Yic
tenía ejuc c.>;i
„Ú,e,uc
bubica
ciupe-
ap^c"' «-
F»Kv 75 77
ei.,c en Wnr,,.. I„ ,,„e .i- ■■" - ' > 'l"'",,,!»»' "a'»e'..
ni. .1 1.. o .n O aprei
se deseaba ^ Í£c«WJ«»,'PS
que lun
...«.I ,e„r. -,■„1,, V l- -a¡.. ■"■' ^n■'P "anudi-""
• , ,„.e.l'e y''los ,|, lJ,>'"Je? «Te.»!» "" í \ 0 S Jisej»!",'' ,suu.
st jesuvr,. I .nn.rrtto prni.. ".a. ^
.,.„ .' ' 1 .., 1 ,. , „ lo^ /.arsc ^
7.arse iHir^rtc de
sentar aleún
plaza
pla/a n.
u". aj ^ p c\
^,^0
n^uno caso
ae
de
dido su arte de aleún ;'l'"""Y^Yiaire-l caso ele 1^ de
a's las^ jenomi-
ciuclacks
t^-s sitúa
dcnonU"
cías.
Cías. Sus
Sus retratos
rrtr.itíií. , autujur
mtieinr u*»
f i< • 1 a'nali'
t 'a'na U . trl ^ ^iíif. * t
vanni. ..llellini.. ,•V.ste
. í".,/. rn CSV^S»«i
fue, en esj ' t i:..i-»oS \ i-' U
julianos v . i^^tn \
talento Y
ni cousiituyau tan ptiifuiui"'^ rsiuíii"*- * r das en la --ran planicie ^""Y-.^Yn^ Jiutor ^csa bicrvat tt
í i'/áancj, sirinufr pr^s^-utali al iu'hI'"!" c\ nada el b>iul. Allí se rorelenonVylYY .Kistcriornten^^^
^^ísando salud, rurr^ia v vitalidad N"^ ' 'n'.ai Itor su fucr7..k t dovaiini An ' csitidios ejue ■ prov
< c las ]í)yas y, al prc»pio tinuiH i, u* *'* 1^*** 1 ■ ^ (jl ^ ' ese talento, así como tamiirto obras -lep'e
vin l'.Mado ru r\ i\\\r l.i platlta lulinalia 1** 1^^^ en Veneca, jnid.crcin Y'^rprimcr en bi capP|¡l"_^
producir houd.rrs dr rdad asan/ad.' ^ Cf' aantsmo que Ikm-ciU) de je V/as ?.nrber
la mayoría dr los rnraios dr Tinioirii" ^ Tales artistas nunca lio/ar n^^^^^ cmpe'^ í' 7o-
cJh''' ^nmluvr rl inirri^ V p, qtic Venecia atrajo bacía m e "'"'^-Lfcrenc^ lY^^ldien-
prod\i^* pncs. aiiu(|ur tu la drtad'ni ^-* .drO"- ' * caer y cuando, al igual due j^^jcrou e"on l ^,^.^ción 'P ,3 ser
IS
*-<ií*cinar "coinr.
™ ™1.. »'a■'•■ , <ii»,- e . . , ar un»
^ ...irdaP 1 , íuq., I» los in(j;cnios de las provinek ■ • de " gj suyo P'
"r„" ?r'C P' i-'"....! aV. M-'»;;;,:;, •it" l«n "1" P^uln Vcrom» ™w I' ""
escuela vJ■neciana,
'l"'.'siempre
uniupichannosido
i>rrtrne(. ici"'» ' ' ,].|
inc luidos SO hallaba lu sulicicntcn^'-^ ^ tandeen l
comprendido con facihd.u . p^ssano-
completamente nuevo cooio
Pílolo
''clJ"°V.n- XIX
Verones^
\cnc. «a \a XX Jí
óanas
la M«c mantenía umelas b'^ o ciiW """JÍ«P''"'°5¡c°°»roii
PeSur- la peninst.ia uabau.
y«r„„», i lo,ccdl»
„»lcsi .«r.
los Jos °O «,cs^ ácP<"'«q
,^3- „do al 'i
o»^ Jcl s*',rinde
Se»"
Ve
vc ronesc procedía üc cuay
^ difcrcncilulo tanto pe"' 4
^^naeS anedl'Y «"bivrno.
di",Y^"a co.no loSiendo
fué enlaUaba
P'nl ^•^nguajc eminentemente i J pr en F inH^^'
'"^aottva V i^^^'aia ^^tación rr^ Provincias no
no nodía
iiodia dc'Í*P
pocos artistas. De ,■ y m^Y \ le a todos-
cnM de ^cS'í
^ dc
Vcnccia como lo cstuY^ ^.t^
if
"logífo pintor Jcl norte ck I¿¿. Peto W.P »ccesWj¿„ ,»
3a ve^°'^ ^nta ane*^ "^iuciadcs debemos aprcsurarno t '^aparan al influjo de los , ese I " asaban la cla®^
V e^fl^^dad eYindr""
inr'''' Jutos de Paolo Vt ""rír afqíe no 'rSosarPente,;. Vero-
íf^dadcon^o^^f^dcncia en que
MO l'"SCia ^c),pf
L desarrollo una clase de pub Y^ioretto ""^YVább®^
vo^'^^^'^ia, p Vero^^ vieron
aJr^Pa. ^a^tori
T ^ Uk , VV l^rcsci;
''Ores del Brcscia, cuyos p ¡óP' clase a la que Tiziano y ^ . ■ j^vievos ¿gseu P .yolue'"'
nos^ obr^^l^^o ^ v ^Ue Sa ^ todo, en su forPa' .pu '-''ctora que empezaba a de Venect^^Ycniento
nsam^
decir^i^^iores Mom ^^omanino y *^ ^5 Fallándose en
" '» «.y»
''eaoútt
^
f«.4j»=!»o
""turados
("OS
"a<=Uos a?"" de" Vieenza,
Vicc„»,a, seo"'2».
sea
atractivos e»»»» 1.,c vcncC' „
Sdn papel político prepon
^ venccia— es
después.


33
7-) iTAMAN(JS l»Kl.
I VI I V
iNi»^
T l.l>S tUNTORV.S VKNKCtvNOS
ri^iv^rsr.c» -
I.OS l'lNTORtS II A expresión espontanea
,, \ I iiccia. l m* cnino .1 ais^usit» en su .ule, ^\ue Na no t ^ mejores que
a la gran dcn^inda del géncr.. cx.sicuc cn,...K^ c n ^ ^ un iinpulsti n.iuu.il. l Uos hallan |^ * se muestre en
torctio pinuWciraKis nn solo con ese ...re de Esplendí- las Miv.is en \eneci.i v en \ eron.t. \ no "■■ ,quéllas, el cual les
'•cnza a los de 'ri/.iano, sino ipie .mn U s K.nin io i<c<.ueidcsc HIS ubr.is un desui.ui.id.. uitetito de c")»'- ; q
Hg.75-77 que en
'^iccutándolos consenna
Venecia lo ciue presteza
extg.a de un .xtr-.-rdoi-.r-
.etr.,io e... -iiu ^^,,„Uar.i1 cninhice .1 nn.i e\.iger.KÍon del color m.is q intlclchlc del
lando es.i l.dt.i de gusto que ronsoiiu' •
'ncro parecido. Se le (tedia i(uc h..l..g.,ra 1.. vista v cxmeiv provincianistuo. IVro cxtsií.ui ij'liducn ^ ..scttclas de Vicenza y de
sugestivo. Tintoretto \>uclo saiisf.iccr .mii.li.iiueiH' siqiiier.i cont.iban con la tradtcton ic j^-nía ci"C emiie-
cías. Sus retratos, aunciue no ix:rsonalteeti >anto .oiiio ^
ni constituyan tan (irofundos estudios de i.ttaitei ^ rc Hres^ ia, «lontle. si se deseaba que htihicra a(iren-
sicm|)rc (ircsentan
Tiziano, siempre tnodel.) en
presentan al lUíHleio m su " "* ^
mí aparu'^*- sensii;'' •'.arse (i„r sentar (daz.. de .qiretidtz con • p,,Ipscípulos de CtIO-
Alosando salud, energía y vitalidad. Nos de|>.ir.in '1 1'''"^^(„,i,acu'n dido su arte de algi'm .dnmno de a gitno t ciudades sttua-
de las (oyas y, al |)rf)i>io tieiti(K., nos liaceti (k iis..! i |gi- vanni Bellitii- Este fuá. en cs,kc..i . el ^ j cri
en un Estado en el c(ue la (ilatita htitnana (Miseí-i '-d ^ ,resctiUHi das en la -ran (.lámete entre los Xl(^- 1 por su talento y Fi.?. 80
día producir hombres de edad avattzatl.i coiiio los i' l nada el ITiul. Allí se pi'^^^ido nn (Mntor^^^^^ •
en la mayoría de los retratos de Tintoretto. .p i 1.1 cS' (vir su fucr-z... 1 iiovaiim que hizo (xtstciriormente
Con este (Vintor concluye el interés ttniveisal lU" clure/ sC■ ese talento, así como tamiHx.i 1<« odia tara de (uovtn-
cuela veneciana, pues, aiintiue ni hi decadencia n' pvicd'-' en Vcneca. (.ud.en.n ehmmar de (,Kal. .
producen en un sólo día, la historia de una dccaílenc"' i Cianis.uo que hereelo de su (irttiur ,^^3
fascinar corno la de la juventud. Aim nos iiueclan P'"" a 1'* Tak-s artistas nunca ou/aron ck ^ empozaron a de-
algunos artistas que, atincpie no (lertenecieron estrict^"^^ que Venecia atrajo hacia ^'atulo - cm[.«ó a absorber
escuela veneciana, siem(are han sido incluidos en clb'- caer v cuando, al igual qttc preferencia (xntorcs ce
los in.reni<.s de las (.r.ivmetas, fueron c indc(tendten-
mo Paolo Veronese euvo arte, ^^""dtte ^ con el suyo para ser
te, se hallaba lo suiietentemente cnTJ -^torcs de un esülo
XIX com(.rcndido eon fae.bdad; o la^xat (
t-as provin
ISl
com(-.lctamente nuevo eomo los Bassan •
cias Vene
cianas

XX
"moard""" difcrendL'r'iam'o 1>"C ™ • de pintores de Paoio
Renacimiento, el arte de las mov^^ 'Sa dejar de ha^ ( Veronese procedía de cuatro o cinco expresaron en un
se en tan íntima relación con el de víne"cia^como 1" Verona, de los cuales los dos o tres piin llegaron
idioma y los modos de sentir Pero rt ' ooresurarnos a lenguaje cminentemcmtc (.ocular, de un Renacimiento
nna diferencia entre ciudades como muv pocos artistas. De aepi que al P"'^'' ^ ^n Florencia, es-
cuela con tanta antigüedad c independencia en su desarrollo c ningún (dntor del itortc de Italia, y muy 1 ¿ecesores inme-
la veneciana y ciudades como Vicenza v Brescia, cuyos F" -¿n, caparan al influ,o de los veroneses. ^ accesible a todos,
diatos de Paolo ya no dominaban ese 1 absoluto, la
de""vtn °d del todo, en su Existía una clase de pttblKO al que no , emente, la clase
de Xe
de Brescia, eo.dc Verona.
incluso Lo queMontaína
el vigoroso hace que de
Romantno
Vicenza,ysean,
Mor clase a la que Tiztano y Tintoretto atraía po
vo en sus obras me,ores, mucEo menos Itractivos que los vene rectora que empezaba a adquirir nuevos han
nos —es decir, los formados ntegramente en Venccia- es lo d ^ na, bailándose en dependetaca de fenecía, "
a
tienen en común con los eclécticos que vendrán después. gún papel político preponderante; el pensam

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