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TeoriaSocialLatinoamericana DIGITAL PDF
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Latinoamericana
Índice de contenidos
Introducción
Unidad
Unidad
Unidad
Versión digital de la Unidad
Carpeta de trabajo Unidad
Unidad
Unidad
Unidad
Página siguiente
2
Pereyra, Diego
Teoría social latinoamericana / Diego Pereyra ; Noelia Cardoso ;
coordinación general de Diego Pereyra. - 1a ed . - Bernal : Universidad
Virtual de Quilmes, 2017.
Libro digital, EPUB
ISBN: 978-987-3706-93-6
Íconos
LL
Leer con atención. Son afirmaciones, conceptos o definiciones destacadas
y sustanciales que aportan claves para la comprensión del tema que se
desarrolla.
PP
Para reflexionar. Propone un diálogo con el material a través de preguntas,
planteamiento de problemas, confrontaciones del tema con la realidad,
ejemplos o cuestionamientos que alienten la autorreflexión.
Texto aparte. Contiene citas de autor, pasajes que contextualicen el desa-
rrollo temático, estudio de casos, notas periodísticas, comentarios para for-
mular aclaraciones o profundizaciones.
Pastilla. Incorpora informaciones breves, complementarias o aclaratorias de
N algún término o frase del texto principal. El subrayado indica los términos a
propósito de los cuales se incluye esa información asociada en el margen.
CC
Cita. Se diferencia de la palabra del autor de la Carpeta a través de la inser-
ción de comillas, para indicar claramente que se trata de otra voz que ingre-
sa al texto.
Ejemplo. Se utiliza para ilustrar una definición o una afirmación del texto
principal, con el objetivo de que se puedan fijar mejor los conceptos.
AA
Para ampliar. Extiende la explicación a distintos casos o textos como podrían
ser los periodísticos o de otras fuentes.
KK
Actividades. Son ejercicios, investigaciones, encuestas, elaboración de cua-
dros, gráficos, resolución de guías de estudio, etcétera.
SS
Audio. Fragmentos de discursos, entrevistas, registro oral del profesor expli-
cando algún tema, etcétera.
EE
Audiovisual. Videos, documentales, conferencias, fragmentos de películas,
entrevistas, grabaciones, etcétera.
II
Imagen. Gráficos, esquemas, cuadros, figuras, dibujos, fotografías, etcétera.
WW
Recurso web. Links a sitios o páginas web que resulten una referencia den-
tro del campo disciplinario.
OO
Lectura obligatoria. Textos completos, capítulos de libros, artículos y papers
que se encuentran digitalizados en el aula virtual.
RR
Lectura recomendada. Bibliografía que no se considera obligatoria y a la que
se puede recurrir para ampliar o profundizar algún tema.
Línea de tiempo. Se utiliza para comprender visualmente una sucesión cro-
nológica de hechos.
4
5
Índice
Los autores............................................................................................ 9
Introducción.......................................................................................... 11
Problemática del campo........................................................................ 12
Reflexiones acerca del aprendizaje en un entorno virtual.......................... 13
Objetivos del curso................................................................................ 15
Los autores
Diego Pereyra
Es licenciado en Sociología, magíster en Investigación Social (UBA) y Doctor
of Philosophy [PhD] (University of Sussex at Brighton). Se interesa especial-
mente por el rol de la gestión académica en la producción de conocimiento y
las relaciones entre el sistema universitario y la estructura social. Entre otros
antecedentes, fue coordinador de la Comisión en Historia de la Sociología
del CPS, Buenos Aires. También se desempeñó como Secretario Académico
del Programa de Doctorado de Ciencias Sociales de Flacso Argentina (2008-
2010). Actualmente, es investigador adjunto del Conicet, con sede en el
Instituto de Investigaciones Gino Germani, UBA, donde coordina un grupo de
estudio orientado a reconstruir la historia y la enseñanza de la sociología en
Argentina y reflexionar sobre el proceso de formación de posgrado en ciencias
sociales. Es docente en el área de metodología educativa en el Departamento
de Planificación y Políticas Públicas, Universidad Nacional de Lanús. Es tam-
bién investigador de la Dirección de Planificación y Evaluación de la Gestión
en la misma universidad, donde dirige la Especialización en Evaluación de
Políticas Públicas. Forma parte, además, de un grupo interdisciplinario orien-
tado a pensar el rol de los científicos sociales en la planificación, ejecución y
evaluación de las políticas públicas.
Noelia Cardoso
Es licenciada en Sociología y profesora en Enseñanza Secundaria, Normal y
Especial en Sociología (UBA). Además, es técnica universitaria en publicidad
(Universidad Católica Argentina) y egresada del Seminario de Posgraduación
en Teorías Educativas (Pontificia Universidad Católica de San Pablo, Brasil).
Ha realizado los seminarios “Entornos virtuales de enseñanza aprendizaje” y
“Estrategias de tutorías para la interacción en entornos virtuales”, dictados por
el Centro de Innovaciones en Tecnología y Pedagogía de la UBA. Es magíster
en Sociología de la Cultura, Instituto de Altos Estudios Sociales (Universidad
Nacional de San Martín), y coordinadora del proyecto “Universitarios por más
universitarios”, Secretaría de Extensión Universitaria y Bienestar Estudiantil,
UBA; ayudante docente en la materia Historia Sociológica de la Sociología
Argentina, carrera de Sociología, Facultad de Ciencias Sociales, UBA; profe-
sora asistente en el seminario doctoral de escritura de tesis, de la misma
facultad, y coordinadora técnica del Grupo de Estudios en Historia y Enseñanza
de la Sociología en el Instituto de Investigaciones Gino Germani, UBA.
Introducción
a) la cuestión indígena
b) la cuestión de las clases sociales
c) la cuestión del populismo
d) la cuestión del desarrollo
e) la cuestión de la democracia
f) la cuestión de la inserción de la región en la economía internacional
Objetivos
•• Comprender los conceptos y las perspectivas intelectuales y su impacto en
la producción del conocimiento social.
•• Reconocer las tensiones en las diferentes tradiciones que sitúan el pensa-
miento social entre el conocimiento científico y el discurso literario.
•• Reflexionar sobre el concepto de tradición y su impacto en el accionar inte-
lectual latinoamericano.
•• Identificar problemáticas y abordajes del pensamiento social en los enfo-
ques nacional y regional.
1.
que pretende evaluar sus teorías bajo los mismos principios básicos de riguro-
sidad lógica, enfatizando el carácter científico de sus afirmaciones. Por tanto,
las teorías en ciencias sociales serían semejantes a las teorías de la biología
o la física, por ejemplo, dado que comparten criterios de demarcación de pro-
blemas y alcances explicativos, ya que producen conocimiento sobre la base
de la observación de patrones regulares, de razonamientos y de experimenta-
ción en ámbitos específicos, a partir de los cuales se generan preguntas, se
construyen hipótesis, se deducen principios y se elaboran leyes generales y
sistemas organizados por medio de un método científico. Por otro lado, existe
una perspectiva que relativiza ese criterio de universalidad y propone tomar
a las teorías teniendo en cuenta sus contextos y características particulares.
no tiene una existencia objetiva, sino que depende del observador, y que no
habría una única verdad, sino una multiplicidad de verdades construida por
los actores sociales, y que a lo sumo se puede interpretar el sentido de sus
acciones.
<http://www.cinefox.tv/pelicula/1891/el-nombre-de-la-rosa>
2.
KK
Luego de ver el filme, responda los siguientes ítems.
a. Observe con detenimiento lugares y actores y enumere elementos
que permitan describir el contexto social.
b. Cite ejemplos que permitan caracterizar las nociones de objetividad
y el método lógico científico.
c. Indique qué rasgos de la tradición científica están presentes en los
modos de hacer y decir del protagonista.
d. ¿A qué tradición científica hace referencia el título?
LL Una forma de saldar estas tensiones cognitivas entre las ciencias natu-
rales y sociales fue la propuesta de Lepenies (1985), quien habló de
“una tercera cultura”. Es decir, un espacio de saber intermedio entre
la ciencia, en tanto un conjunto de conocimientos estructurados sis-
temáticamente, y la literatura, como un arte que utiliza las palabras,
es decir el lenguaje, como instrumento para la interpretación del
mundo y la sociedad.
LL tiene una causa que excede y es externa a las personas. Ello remite a
la creencia de que todas las acciones humanas están condicionadas
por fuerzas externas a los individuos y que el sistema social está com-
puesto por relaciones causales. Por lo tanto, es una actitud que con-
sidera que el observador puede predecir racionalmente los resultados
a partir del conocimiento de los datos existentes, los cuales asume
como las causas que quiere estudiar. En sociología, la adopción de
un punto de vista determinista significa aceptar que el conocimiento
de las estructuras sociales actuales podría predecir el comportamiento
de las personas. Por el contrario, el voluntarismo es una noción que
recupera la capacidad creativa, innovadora y relativamente imprede-
cible de los individuos para influir en los resultados de las acciones
sociales y orientar el cambio de las sociedades.
PARA REFLEXIONAR
CC
[Se considera intelectuales a un] conjunto de personas que emplea la comuni-
social. Esta noción sostiene que
cación y su expresión con una frecuencia relativamente mayor que los demás
todos los juicios de valor deben
miembros de la sociedad, símbolos abstractos y generales que se refieren a la de ser excluidos de la mirada
historia, la sociedad, la naturaleza y el cosmos. La asiduidad de estos símbo- sociológica, ya que obstaculizan
los puede estar en función de una propensión subjetiva o de las obligaciones el conocimiento o conducen a
conclusiones falaces de la rea-
de un rol profesional cuyo desempeño lleva aparejado este uso (Shils, 1974: lidad social.
136).
LECTURA OBLIGATORIA
LECTURA RECOMENDADA
RR
Coser, L. (1968), Hombres de ideas. El punto de vista de un sociólogo, FCE,
México, pp. 286-324.
Por otro lado, recuperando la tradición humanista, otra figura también prevale-
ce: la del intelectual clásico. Los intelectuales ofrecen una visión estructurada
Gino Germani
de la vida social y tienen una audiencia pública dispuesta a escuchar sus inter-
venciones y otorgar reconocimiento social. Este accionar, más ligado al rol de
los artistas y escritores, se orienta por la sensación de libertad y la ausencia
de ataduras institucionales, sumado al compromiso con una causa profunda
basada en un sentido de la responsabilidad política y social. Este intelectual
reclama como fundamento de legitimidad para sus intervenciones públicas
una forma de pensamiento crítico, independiente de los poderes y sustentado
en la razón y la defensa de los valores (justicia, libertad, dignidad, etc.). Esta
perspectiva rechaza claramente (en muchos casos, ridiculizándola) la idea de
neutralidad valorativa y acusa a los expertos de una falsa autonomía, ya que
dependen de financiamiento y apoyo institucional. Los intelectuales sostie-
nen su independencia de cualquier interés económico y sectorial, y aspiran a
representar a toda la sociedad.
Esta perspectiva tuvo su origen histórico con el famoso caso Dreyfus, a
fines del siglo XIX, en el que Émile Zola acusó al mundo político intelectual
francés de antisemitismo y falta de compromiso moral. Este hecho inició una
tradición normativa en el accionar de los intelectuales que los ubica como
guardianes discursivos ante los atropellos y las injusticias. Según esta visión,
los intelectuales tienen una obligación moral que cumplir en la defensa de
los valores sagrados de la humanidad, a partir del uso del pensamiento críti-
co y la intervención política en la denuncia y la promoción del cambio social.
El caso Dreyfus tuvo como origen un error judicial sobre un trasfondo de espionaje y anti-
semitismo, en el que la víctima fue el capitán Alfred Dreyfus (1859-1935), de origen judeo-
alsaciano, quien durante doce años, de 1894 a 1906, conmocionó a la sociedad francesa de
la época marcando un hito en la historia del antisemitismo. La revelación del escándalo en
“Yo acuso” (J’accuse), un artículo de Émile Zola publicado en 1898, provocó una sucesión
de crisis políticas y sociales inéditas en Francia que revelaron las fracturas profundas que
subyacían en la Tercera República Francesa. La polémica dividió al país entre dreyfusards
(partidarios de Dreyfus) y anti-dreyfusards (opositores a Dreyfus). Reveló también la exis-
tencia de un núcleo de violento nacionalismo y antisemitismo en la prensa y en la sociedad
francesa. El caso se convirtió en símbolo moderno y universal de la iniquidad en nombre
de la razón de Estado y el rol que deben jugar los intelectuales para defender el bien común.
3.
4.
<http://www.dailymotion.com/video/x3leg9v>
Sin embargo, en el segundo caso, el peso de las ideas locales debe ser
revalorizado. La historia de las diferentes disciplinas sociales muestra el
relevante peso del componente nacional en la teoría social contemporánea.
Este no ha desaparecido y, más aún, resurgió en el contexto de proyectos de
reconstrucción de estados e identidades nacionales tras la crisis intelectual
del neoliberalismo. Esta discusión es propia del proceso de construcción de
las ciencias sociales (sociología, economía, ciencia política) como disciplinas
académicas, ya que cada una de ellas emergió y se consolidó en cada uno
de los países durante los respectivos procesos de construcción del Estado y
la nación, así como dentro de las estructuras universitarias e institucionales
particulares de cada región. Se nutrieron de tradiciones teóricas de diverso
origen, pero se orientaron por problemas y agendas nacionales. Esta mirada
simultánea entre lo endógeno y lo exógeno condicionó la dinámica de la teo-
ría social.
El predominio absoluto de la primera perspectiva lleva al pensamiento
único, con fuertes elementos de etnocentrismo, mientras que la preponderan-
cia de la segunda implicaría una teoría sin capacidad de diálogo con tradicio- El etnocentrismo es la actitud o
nes de otras regiones y en riesgo de caer en el relativismo cultural extremo. La punto de vista por el que se ana-
clave pasará por pensar el proceso de recepción e intercambio de ideas y tra- liza el mundo de acuerdo con los
parámetros de la cultura propia,
diciones de manera crítica y creativa, lo que se examinará a lo largo del curso.
negando la riqueza de otras expe-
riencias culturales.
El relativismo cultural refiere a la
1.4.2. Entre el cambio y la identidad. Los rasgos fundacionales cultura como determinante de un
fenómeno a estudiar. Desde esta
de la teoría social latinoamericana
postura, no existen universalis-
En América Latina, los legados de la teoría social tienen una historia propia mos ni explicaciones unívocas y
todas las expresiones culturales
de larga data y son retomados permanentemente por el mundo sociocultural.
merecen reconocerse, valorarse y
Esta perspectiva recupera la preeminencia de valores nacionales en las cons- resguardarse.
trucciones de la teoría social, tal como sostienen quienes pugnan por una
literatura o un arte nacional; por ejemplo, son aceptadas las ideas de una
literatura argentina o de un arte mexicano. Se defiende la idea de una teoría
social propia para el estudio de sociedades particulares.
En este sentido, la teoría social latinoamericana se ha caracterizado por
el proyecto de instalar un discurso intelectual que privilegie los problemas
propios de la región, más allá de los matices y diferencias de los países, y el
reclamo por encontrar respuesta a esos problemas desde paradigmas origi-
nales. El desafío que se le presenta es que la noción de América Latina no es
unívoca, sino que es parte de una construcción histórica y cultural, en la que
la propia teoría social está involucrada. Por tanto, su dinámica se asienta en
la historia de una búsqueda de América Latina como una región unificada, es
decir, como objeto de indagación propio y como marco de interpretación de Frida Kahlo
los problemas y la agenda de la teoría.
Por ello, este compromiso político-intelectual de la teoría social latinoame-
ricana la ha situado frente a los desafíos ya comentados. Por un lado, la inte-
rrelación entre las tradiciones nacionales y las perspectivas internacionales.
En este caso, se ha puntualizado persistentemente la importancia de usar dife-
rentes tradiciones locales en el análisis de la región; no obstante, la recepción
de paradigmas intelectuales producidos y pensados para otras regiones ha
condicionado la mirada sobre los problemas locales. Por otro lado, también
el debate sobre el rol de los intelectuales y el uso de la teoría ha sido una
marca en este proceso de construcción de teorías sociales en América Latina.
PARA AMPLIAR
LL pueden identificar dos ejes temáticos que guiaron sus debates y diag-
nósticos, y que rivalizaron entre sí, predominando cada uno en dife-
rentes períodos. El primero es un énfasis en el cambio social y el otro
es la defensa de rasgos identitarios (Devés Valdés, 2000).
dores que han acentuado una dimensión, no por ello han negado radicalmen-
te la otra. Más aún, en múltiples ocasiones han tratado de conciliar ambas
e, incluso, en distintas etapas de su vida, han marcado con diferente énfasis
sus opciones. Cada una de las tradiciones incorporó rasgos de la otra, lo que
las ponía en un juego de tensiones y contradicciones, pero invitaba a pensar
creativa y constructivamente los problemas.
Así, varias obras del realismo social, por el ejemplo el Facundo de
Sarmiento (1811-1888), expresaban una combinación de rasgos positivistas
y románticos. También la teoría de la dependencia tenía rasgos cientificis-
tas, aunque revindicaba una mirada y un objeto de análisis singulares. A su
vez, muchos de los discursos globalizadores recuperaban la necesidad de un
enfoque local. Pero todo implicaba una discusión sobre el destino del cambio
social y los actores sociales privilegiados de esa transformación. En las próxi-
mas unidades se avanzará en la presentación de estas tradiciones intelectua-
les y se discutirá el sentido de sus ideas.
LECTURA OBLIGATORIA
5.
LECTURA RECOMENDADA
RR
Ramos, J. (1989), Desencuentros de la modernidad en América Latina. Literatura y
política en el siglo xix, Callejón, Santiago, pp. 255-303.
Roitman Rosenmann, M. (2008), Pensar América Latina. El Desarrollo de la sociología
latinoamericana, CLACSO, Buenos Aires, pp. 15-30.
Objetivos
•• Comprender el proceso de institucionalización de las ciencias sociales en
América Latina.
•• Identificar las principales redes y los factores estructurales del sistema
intelectual.
•• Comparar los objetivos, estrategias, estructuras organizacionales y princi-
pales acciones de las redes institucionales más importantes en ciencias
El concepto de red será entendido
sociales. como un conjunto de relaciones
•• Relacionar la creación y el trabajo de esas instituciones con sus momentos individuales e institucionales en
históricos y problemas de la región. el cual los actores pueden inter-
cambiar experiencias, conoci-
mientos métodos, estrategias y
tecnologías capaces de instituir
2.1. Introducción normas y prácticas científicas,
por lo que facilitan o bloquean
Esta unidad pretende situar los contenidos del curso en el campo de un el acceso a recursos instituciona-
les claves para la redefinición de
análisis basado en la sociología de los intelectuales desde una perspectiva carreras profesionales y proyectos
institucional, la cual sitúa la historia de los sujetos y las disciplinas dentro de intelectuales y/o institucionales
un proceso de institucionalización. Este proceso implica la conformación de (Pereyra, 2005).
una estructura densa de relaciones, una red de actores que desarrollan un
programa común: la incorporación de la enseñanza de las ciencias sociales en
las universidades, la promoción de normas y de valores compartidos.
Para ello, se considera que la producción y la circulación de las ideas for- Agendas de investigación: temas
man parte de un sistema intelectual institucionalizado; es decir, un sistema y preocupaciones del campo de
de prácticas, uso de recursos y modelos tradicionales de acción intelectual, lo la investigación que son pro-
puestos por institutos y agencias
que nos remite a lo ya visto en la unidad anterior (Shils, 1974; Collins, 1989). internacionales, alrededor de los
De esta forma, la discusión sobre el origen y los cambios de la teoría social cuales se organiza el sistema de
puede ser pensada a partir del modelo de redes. Este modelo piensa la pro- financiamiento y la circulación
ducción de ideas como el producto de la competencia entre espacios de inter- de publicaciones en un período
determinado.
cambio de recursos simbólicos y materiales capaces de definir estrategias
académicas y agendas de investigación.
Se presentará la evolución de las ciencias sociales en América Latina den-
tro del sistema universitario y el pasaje de la cátedra a los institutos de inves-
tigación. Veremos, entonces, una historia de las principales redes de coope-
ración técnica en ciencias sociales de la región (Unión Panamericana, Cepal,
Flacso y Clacso). Se desplegará una explicación crítica sobre la creación de
un circuito académico regional en ciencias sociales, en el marco de la inte-
racción mutua y conflictiva entre diversos actores institucionales. Todas ellas
serán las redes institucionales en las que canalizarán los debates más impor-
tantes de las ciencias sociales de la región en la segunda mitad del siglo XX.
Más tarde, hacia el final de siglo XIX, los cambios en la estructura social y los
reclamos de modernización política y cultural obligaron a que las universidades
locales actualizaran sus planes de estudio e incorporaran la enseñanza de las
ciencias sociales, de acuerdo con el paradigma positivista, entonces vigente.
Una primera cátedra fue creada en Bogotá en 1882. Este proceso continuó
con la creación de cátedras de sociología en Buenos Aires (1898), Asunción
(1900), La Plata, Caracas y Quito (1906), Córdoba, Guadalajara y México
(1907). La creación de universidades en Brasil se demoró hasta la década de
1930; sin embargo, en este país ese desarrollo tardío significó una recepción
de un modelo institucional más avanzado.
La segunda etapa comienza luego de 1930, cuando el formato de la cátedra
universitaria es reemplazado por una organización más compleja: el instituto
de investigación social. Estos institutos no solo aspiraban a difundir conteni-
dos y dictar clases, sino también a formar investigadores en teoría y metodo-
logía e impulsar nuevas investigaciones empíricas sobre la realidad social de
la región. El primer ejemplo fue el Instituto de Investigaciones Sociales de la
Universidad Nacional Autónoma de México, fundado en 1930. Se sumaron, en
1933, la Escola de Sociología e Política de Sao Paulo, y en 1940, el Instituto
de Sociología de la Universidad de Buenos Aires. Ellos constituirán la base
institucional en las que luego se desarrollarán proyectos, programas y carre-
ras en Ciencias Sociales a lo largo de la región, permitiendo la interrelación
entre ideas y procesos sociales.
Fuente: <http://www.enelvolcan.com/enefeb2014/321-memoria-de-los-proyectos-de-
identidad-continental-indoamerica>
PARA AMPLIAR
CC
Entre los principios fundamentales del derecho público internacional que la hu-
manidad ha consagrado, es uno de los más preciosos el que determina que to-
dos los estados, cualquiera que sea la fuerza de que dispongan, son entidades
de derecho, perfectamente iguales entre sí y recíprocamente acreedoras por
ello a las mismas consideraciones y respeto. El reconocimiento de la deuda, la
liquidación de su importe, pueden y deben ser hechos por la Nación, sin me-
noscabo de sus derechos primordiales como entidad soberana, pero el cobro
compulsivo e inmediato, en un momento dado, por medio de la fuerza, no trae-
ría otra cosa que la ruina de las naciones más débiles y la absorción de su go-
bierno con todas las facultades que le son inherentes por los fuertes de la tie-
rra. (Privitello y Romero, 2000)
Sin embargo, las críticas no eran solo políticas. También emergieron resisten-
cias desde el campo cultural, en la medida que la difusión de cierta literatura
(desde el Ariel de José Rodó hasta los trabajos de José Martí, por ejemplo)
impulsó una renovación en el pensamiento iberoamericano. Esas ideas denun-
ciaban implícitamente que los Estados Unidos promovían la expansión de
ideales utilitaristas y mercantilistas, y reclamaban una vuelta a las ideas origi-
nales de América, que permitiría hallar nuevos ideales de belleza, originalidad,
pureza y altruismo. Se rechazaba cualquier contacto cultural con los países
anglosajones, proponiendo un nuevo acercamiento con la cultura latina y el
legado español (Rodó, 1900; Ramos, 1989).
CC
Ni el libro europeo, ni el libro yanqui, daban la clave del enigma hispanoameri-
Enrique Rodó (1872-1917) para
cano. Se probó el odio, y los países venían cada año a menos. Cansados del describir a quienes, en el choque
odio inútil, de la resistencia del libro contra la lanza, de la razón contra el cirial, de culturas entre el Norte y el Sur
de la ciudad contra el campo, del imperio imposible de las castas urbanas divi- de América, optaron en nuestras
latitudes por subordinarse a los
didas sobre la nación natural, tempestuosa o inerte, se empieza, como sin sa- valores anglosajones predomi-
berlo, a probar el amor. Se ponen en pie los pueblos, y se saludan. “¿Cómo so- nantes en los Estados Unidos
mos?” se preguntan; y unos a otros se van diciendo cómo son. Cuando de Norteamérica y apoyaron sus
pretensiones de hegemonía tras
aparece en Cojímar un problema, no va a buscar la solución a Danzig. Las levi-
salir victoriosos de la guerra con-
tas son todavía de Francia, pero el pensamiento empieza a ser de América. tra España, en 1898, cuando esta
Los jóvenes de América se ponen la camisa al codo, hunden las manos en la última perdió el dominio colonial
masa y la levantan con la levadura de su sudor. Entienden que se imita dema- de Cuba, Puerto Rico, Filipinas
y Guam.
siado, y que la salvación está en crear. Crear es la palabra de pase de esta ge-
Fuente: <http://www.mdp.edu.ar/
neración. (Martí, 1891) index.php?key=3929>
Oficina Sanitaria Panamericana De este modo, durante la Segunda Guerra Mundial, la UP se convirtió en
una eficaz y flexible red de coordinación de la cooperación regional para pro-
mover no solo la política hemisférica, sino también el desarrollo de ciertos
campos y espacios disciplinarios y técnicos. Era, sin duda, el organismo clave
en la promoción de la salud y la educación en el continente y había promovi-
do la realización de congresos y conferencias internacionales. Por ejemplo, la
UP organizó ocho congresos científicos panamericanos entre 1890 y 1940, y
<osfatlyf.org> otros congresos interamericanos en estadística, demografía, historia e infraes-
tructura. En 1944, ese organismo controlaba directa o indirectamente 79 ins-
tituciones de carácter regional, entre las que se encontraban tres organizacio-
Instituto Panamericano de Geografía
e Historia nes claves: la Oficina Sanitaria Panamericana, el Instituto Panamericano de
Geografía e Historia y el Instituto Interamericano de Estadística. Con ello, se
intentaba articular la principal preocupación del gobierno norteamericano en
relación con su política latinoamericana: promover la salud, la nutrición y el
bienestar en la región.
En los primeros años de la posguerra, la reorganización del sistema inter-
nacional encontró en la UP a un organismo regional consolidado y fortalecido,
<http://www.igac.gov.co> con capacidad para redefinir sus propias estrategias organizativas sin aban-
donar sus principios fundacionales. El principal resultado de su política fue el
Acta de Chapultepec de 1945, en la cual los diferentes países participantes
acordaron, aunque algunos fueron renuentes al principio, en la necesidad de
asistencia militar recíproca, lo que eliminaba la posibilidad de neutralidad ante
un nuevo conflicto armado.
En 1947, la UP se reconvirtió en la Secretaría General de la Organización
de los Estados Americanos (OEA), cuyo propósito es promover la paz, la segu-
ridad y el bienestar de los países miembros. Se transformó, entonces, en
<http://www.oas.org/es/> una agencia regional dentro del sistema de Naciones Unidas, desempeñando
desde entonces un doble rol de participación regional y global que era nove-
doso en las relaciones internacionales. Ello permitió que sus cuerpos regio-
nales –la Organización Panamericana de la Salud y el Instituto Interamericano
de Estadística– se integraran a las organizaciones internacionales en esos
campos, la Organización Mundial de la Salud y el Instituto Internacional de
Estadística, respectivamente.
Un año después, la UP creó un Departamento de Asuntos Culturales
que incluía secciones sobre Educación, Música, Artes Visuales, Filosofía,
Literatura, Ciencias Nacionales y Ciencias Sociales. Este departamento fue
supervisado más tarde por el Consejo Cultural Interamericano. Se decidió con-
tinuar también con el apoyo y financiamiento a seis organismos regionales
dedicados a la promoción de la geografía y la historia, la infancia, la agricultu-
ra, la estadística, la salud pública y los estudios indígenas.
Theo R. Crevenna fue convocado para dirigir la Oficina de Ciencias Sociales
dentro de la Sección Filosofía, Letras y Ciencias del Departamento de Asuntos
Culturales.
Esa oficina quería reunir el conocimiento técnico en ciencias sociales de
la región para optimizar la ayuda económica entre países y asegurar en forma
efectiva la solución de los problemas sociales del continente. Se promovía
entonces la vinculación entre intelectuales e instituciones vinculadas a la
sociología, la antropología y la economía, entre otras disciplinas sociales,
apoyando la publicación de trabajos y reportes técnicos y la formación técnica
y profesional. Esta política se tradujo en la publicación de la revista Ciencias
Sociales y la edición de manuales de metodología e historia, una guía de ins-
PARA REFLEXIONAR
1.
PARA AMPLIAR
La Cepal orientó sus actividades a estudiar los medios para resolver los pro-
blemas de atraso productivo de la región, identificar los obstáculos del creci-
miento económico, orientar el crecimiento de la producción y la productividad,
promover la integración económica entre los países, coordinar la actividad
de diferentes organismos técnicos especializados y asesorar a los gobiernos
para promover políticas o reformas económicas. De esta forma, la Cepal logró
desarrollar una visión que combinaba la perspectiva sociológica con el análisis
de las variables económicas, recuperando el papel preponderante del Estado
en la industrialización de los países y tomando en cuenta las particularidades
sociales e históricas de la región. Las ideas discutidas en la organización se
condensaron en una tradición teórica o una escuela de pensamiento econó-
mico: el cepalismo. Su prestigio permitió un margen de autonomía frente a
las exigencias de los países centrales, especialmente de los propios Estados
Unidos, y las políticas de la Unesco; asimismo, logró que sus propuestas sean
aceptadas por los gobiernos, dada la calidad técnica de sus informes.
Durante los primeros años, todo el pensamiento de la Cepal giró alrededor
de teoría elaborada por Prebisch: el muy reconocido “modelo centro-periferia”.
Esta perspectiva buscaba superar el enfoque económico clásico de la división
internacional del trabajo. Este modelo orientó así la mayor parte de los deba-
tes teóricos y metodológicos en los países del tercer mundo hasta la década
del 1970 y sigue teniendo cierta preminencia en el análisis, aunque hoy las
condiciones del mercado mundial hayan cambiado completamente. El término
centro-periferia ha sido particularmente exitoso para referirse a las desigual-
dades sociales y económicas y su desigual distribución regional, hablándose
de países centrales y países periféricos, con significado similar a otras duali-
dades de uso habitual, como norte-sur, mundo desarrollado-subdesarrollado
y primer mundo-tercer mundo.
El pensamiento económico latinoamericano surgido en la Cepal fue el que
propuso con más fuerza la tesis de una relación centro-periferia dentro de la
economía mundial como explicación a la desigualdad económica entre los
países. Esta visión planteaba que la economía mundial se articulaba en una
relación entre un centro desarrollado (industrializado) y una periferia subde-
sarrollada (agropecuaria y minera). El primer grupo de países lograba aumen-
tar sus tasas de productividad a un nivel mayor y más rápido que la segunda
región, llevando a un deterioro de los términos de intercambio o a un sistema
comercial en el cual los precios reales de los productos primarios de los paí-
ses de la periferia se deterioraban frente a los de los productos de los países
del centro. Este fenómeno era explicado básicamente por el incremento rápido
de la productividad en los países desarrollados mediante la innovación tecno-
lógica que caracterizaba al sector industrial, y a la disponibilidad de productos
sustitutos naturales o artificiales de los productos primarios de la periferia.
<https://www.youtube.com/watch?v=DskLAeKp8FY>
<https://www.youtube.com/watch?v=qGrsBqIaoD0>
2.
LECTURA RECOMENDADA
RR
Gabay, E. (2010), “El fantasma de Prebisch: el ILPES entre 1963-1969”, [en línea].
Cuaderno de Ciencias Sociales 153, Flacso, Costa Rica.
<http://unpan1.un.org/intradoc/groups/public/documents/icap/unpan045151.pdf>
que hoy cuenta con doce sedes académicas nacionales. Flacso ha cumplido
cincuenta años de presencia ininterrumpida en la región, manteniendo un alto
nivel académico, actualización teórica y reflexión crítica permanente.
CC
(...) dentro de ese contexto, el de universidades intervenidas y en proceso de
depuración, con situaciones político intelectuales caracterizadas por una fuerte
represión en el campo de las ideas¨, donde las manifestaciones de la opinión
pública se hallan restringidas al oficialismo y donde se controla estrechamente
la transmisión de ideologías y de la crítica social, cultural y política, y en los
cuales se cierra el universo de la institucionalidad universitaria a las ciencias
sociales y su libre cultivo, se ubica el surgimiento de los centros académicos
independientes de las ciencias sociales. (Brunner y Barrios, 1987: 53-54)
PARA AMPLIAR
Pos 2015: una nueva visión del desarrollo que incluye la cuestión social
Entrevista de Martín Granovsky a Guilherme De Aguiar Patriota, repre-
sentante de Brasil ante las Naciones Unidas, filósofo y diplomático bra-
sileño, 30/05/2014.
<http://www.clacso.tv/c.php?id_video=246>
<http://www.clacso.org.ar/>
La página web de Clacso es un nódulo indispensable para estudiantes y estu-
diosos de todas las latitudes. “Es un eje que favorece las redes de intercam-
bio de investigadores latinoamericanos, provee información sobre formación,
financiación y la promoción del acceso abierto a la información”.
3.
KK Luego de la lectura del apartado 2.2 haga una comparación entre los tres
centros de investigación (Cepal, Flacso y Clacso):
¿Qué relación tiene cada centro con el financiamiento?
Ingrese a cada uno de los sitios (cepal.org flacso.org y clacso.org)
Observe las actividades y temas de investigación. ¿Encuentra diferen-
cias entre los centros? ¿Cuáles?
Piense creativamente: ¿Qué temas cree que deberían incluir en la agen-
da de investigación actual?
LECTURA OBLIGATORIA
LECTURA RECOMENDADA
RR
Martí, J. (1891), “Nuestra América”, en Obras completas, tomo 6, Editorial de Cien-
cias Sociales, La Habana, 15-23 (fragmento).
Objetivos
3.1. Introducción
La discusión sobre la naturaleza y el sentido del cambio social se constituyó
en una de las principales agendas de investigación de la teoría social latinoa-
mericana desde mediados del siglo XX. De esta forma, el desarrollo fue una
de las denominadas ‘tres D’ de las ciencias sociales en la región (junto con
dependencia y democracia), lo que abrió un prolongado debate cuyas remi-
niscencias y legados permanecen vigentes al día de hoy. Esta idea implicaba
una reflexión sobre el rumbo que debían tomar esos países para enfrentar
las transformaciones sociales, principalmente, entre dos alternativas posi-
bles. Una, la necesidad de iniciar un camino civilizatorio, imitando los pasos
y estrategias seguidos por los países centrales o, dos, una alternativa con-
traria basada en la búsqueda de una senda de desarrollo propia. El análisis
del desarrollo excedió, sin embargo, la mera discusión sobre el crecimiento
de las economías e incluyó un tratamiento sobre la necesidad de moderni-
zación de las estructuras sociales como un todo, requiriendo de esta forma
una perspectiva sociológica específica y un examen cuidadoso de la sociedad
latinoamericana.
Esta unidad presentará una discusión sobre el papel de la modernización
en las ciencias sociales de la región. Con este fin, se hará una revisión concep-
tual de la modernización como un proceso de secularización y racionalización
de las estructuras sociales, vinculado al proyecto de planificación democráti-
ca de las sociedades occidentales. Se presentará así una mirada integral de
la teoría del desarrollo, tanto en términos económicos como políticos, a partir
de la consolidación de una tradición de sociología científica y la aceptación de
valores como la ciencia y la democracia. También, se revisarán las principales
ideas de la Cepal sobre el desarrollo y la modernización latinoamericana y se
observará su evolución. Ofreceremos, además, una clave de lectura para los
Fuente: <https://es.wikipedia.org/wiki/Desarrollismo#/media/File:Industria_mundo.png>
Celso Furtado
<www.cultura.gov.br>
Juscelino Kubitschek
Presidente de Brasil 1956-1961
<content.time.com>
<https://www.youtube.com/watch?v=sqUQQX1dTx8>
Fuente: <www.memoriachilena.cl>
PARA AMPLIAR
Fuente: <colombianuestra.wordpress.com>
Los datos básicos de su vida son muy conocidos. Nació en Roma en 1911.
Su vocación musical se frustró muy pronto, cuando la situación familiar lo
empujó a estudiar economía en la Universidad de Roma. Su temprana militan-
cia antifascista lo llevó a la cárcel por un tiempo. Tras la muerte de su padre,
emigró a América. Llegó a Buenos Aires en 1934 con su título de contador, y
comenzó a trabajar en el Ministerio de Agricultura. Más tarde, se anotó en el
Profesorado de Filosofía en la Universidad de Buenos Aires y comenzó su carre-
ra como investigador en el Instituto de Sociología de la misma universidad.
Allí desarrolló sus primeros trabajos sobre las características de la estruc-
tura social, que iría perfeccionando durante toda su obra. Durante el peronis-
mo, entre 1947 y 1955, alternó el trabajo académico con el asesoramiento
privado y la participación en proyectos editoriales que buscaron repensar el
lugar de las ciencias sociales. Con la Revolución Libertadora, en 1955, encon-
tró las condiciones necesarias para crear la carrera de sociología en la UBA,
que fue la primera de ese tipo en Argentina.
<www.uba.ar> Germani controló ese espacio institucional hasta 1966. Sin embargo, su
paso por esta institución no fue un recorrido pacífico. Fue acusado simultánea-
mente (y paradójicamente) de promover políticas imperialistas y de sustentar
una ideología comunista. De este modo, se vio atrapado por una múltiple crí-
tica. Por un lado, el asedio de los estudiantes de izquierda que discutían el
uso de fondos de las fundaciones norteamericanas. A la vez, acusaban a la
carrera de no incluir una perspectiva marxista en los cursos de teoría y meto-
dología. Por otro lado, el fuerte reclamo de ciertos grupos de derecha que
cuestionaban que el proyecto modernizador de Germani atacaba las bases de
la nacionalidad del país y la cultura religiosa de la población.
No obstante, ese fue el período en el que pudo imponer mejor sus ideas.
Su libro Política y sociedad en una época de transición (1962) es probablemen-
te su obra más difundida.
En el marco del análisis de la sociedad argentina dentro del proceso de
modernización, Germani lo definía como el paso de un tipo de sociedad tra-
dicional a otro tipo de sociedad de características modernas, basado en la
democracia y la organización industrial. Expuso esta transición como el paso
de una sociedad de economía y organización del tipo agrícola, muy poco tec-
nificada y de valores tradicionales, a una sociedad urbana, industrial, secula-
<iigg.sociales.uba.ar> rizada, heterogénea y tecnificada.
No obstante, este pasaje no era una copia exacta de la experiencia euro-
pea. Los países latinoamericanos atravesaban una fase conflictiva e inestable
de transición en la que coexistían formas sociales diferentes y aparecía una
crisis de valores. En esta explicación dicotómica, la sociedad tradicional se
caracterizaba por el predominio de la acción prescriptiva, la indiferenciación
institucional, la preeminencia de actividades económicas vinculadas al sec-
Según la RAE, ‘secular’ tiene dos tor primario y el respeto a la tradición y la religión. Por el contrario, los rasgos
acepciones: designa a aquello predominantes de la sociedad moderna eran la influencia de la acción electi-
que no es religioso, y también a
aquellos sucesos que están den- va, la especialización institucional, la importancia de la producción industrial
tro del siglo. y la organización de una cultura secular, tal como se explicó anteriormente.
Asincronía: falta de coincidencia Sin embargo, dos conceptos teóricos son claves en esta explicación.
temporal en los hechos.
Primero, la idea de secularización, que expresaba el proceso de racionalización
y significaba la ruptura del orden divino y la naturalización del mundo. Segundo,
la noción de asincronía, vinculada a una visión del cambio social no lineal. Así,
las transformaciones sociales (modernización) tienen diferentes ritmos, fases,
secuencias, direcciones y velocidades, que se expresan básicamente en una
LECTURA RECOMENDADA
RR
Pereyra, D. (2010), “Los científicos sociales como empresarios académicos. El caso de
Gino Germani”, en Pereyra, D. (comp.), El desarrollo de las ciencias sociales. Tradiciones,
actores e instituciones en Argentina, Chile, México y Centroamérica, Serie Cuadernos de
Ciencias Sociales, Flacso, San José de Costa Rica, 153, pp. 35-53.
LECTURA RECOMENDADA
RR
Blanco, A. (2010), “José Medina Echavarría y el proyecto de una sociología cientí-
fica”, en Pereyra, D. (comp.), El desarrollo de las ciencias sociales. Tradiciones, actores e
instituciones en Argentina, Chile, México y Centroamérica, Serie Cuadernos de Ciencias
Sociales, Flacso, San José de Costa Rica, 153, pp. 17-34.
Morales Martín, J. (2010), “José Medina Echavarría y la sociología del desarrollo”.
Íconos. Revista de Ciencias Sociales. 36, pp. 133-146.
1.
KK La biografía y los proyectos intelectuales de Gino Germani y José
Medina Echavarría presentan diferencias y coincidencias. Resuma e
identifique en un cuadro comparativo:
a. Los principales espacios académicos por los que transitaron.
b. Sus visiones sobre la teoría de la modernización.
<http://www.encuentro.gov.ar/sitios/encuentro/programas/
ver?rec_id=105637>
LECTURA RECOMENDADA
RR
Pereyra, D. (2014), “Clases medias y redes panamericanas. Un proyecto de construc-
ción de una clase para el cambio social”, Beigel, F. y Hanan Sabea (eds.), Dependencia
académica y profesionalización en el sur: perspectivas desde la periferia, Ediunc, Mendoza
- Sephis, Río de Janeiro, pp. 67-76.
<abicval.blogspot.com>
Fuente: <esucelapedia.com>
LECTURA RECOMENDADA
RR
Hoselitz, B. (1962), Los aspectos sociológicos del desarrollo económico, Hispano- Euro-
pea, Barcelona, pp. 21-46.
Primera tesis
Los países latinoamericanos son sociedades duales.
Esta tesis afirma que en los países latinoamericanos existen de hecho dos
sociedades diferentes y hasta cierto punto independientes, pero interconec-
tadas: una sociedad arcaica, tradicional, agraria, estancada y retrógrada, y
una sociedad moderna, urbanizada, industrializada, dinámica, progresista y
en desarrollo. Cada una de las dos sociedades tiene su dinámica propia. La
primera tiene su origen en la época colonial o aún antes, y conserva muchos
elementos culturales y sociales muy antiguos. En general, no cambia, o lo
hace muy lentamente. En todo caso, los cambios que acusa provienen de
afuera, justamente de la sociedad moderna, y no son generados internamen-
te. La otra sociedad, la moderna, está orientada hacia el cambio, genera en
su seno sus propias modificaciones y es el foco del desarrollo económico, en
tanto que la primera constituye un obstáculo a ese desarrollo. Stavenhagen
no dudaba de que en todos los países existían grandes diferencias sociales y
económicas entre las zonas rurales y urbanas, entre las poblaciones indígenas
y las no indígenas, entre la masa de obreros y campesinos y las élites urbanas
y rurales, pero consideraba que el concepto de sociedad era erróneo. La duali-
dad era parte del esquema binario de la teoría de la modernización. Pero esa
transición en las que coexistían elementos de las dos sociedades no era una
muestra del desarrollo, sino del propio subdesarrollo. No había dualidad, sino
una situación de colonialismo interno. Los dos polos eran el resultado de un
único proceso histórico (la colonización europea) y de las relaciones mutuas
que expresan la explotación colonial que aún subsistía en la posguerra.
Segunda tesis
El progreso en América Latina se realizará mediante la difusión de los productos
del industrialismo a las zonas atrasadas, arcaicas y tradicionales.
Esta tesis sugiere que los valores de la sociedad moderna se impondrán sobre
los esquemas de pensamiento tradicional por la potencialidad de racionaliza-
ción y eficiencia que trae aparejado el modernismo; por lo cual, la transición a
Tercera tesis
La existencia de zonas rurales atrasadas, tradicionales y arcaicas es un obstá-
culo para la formación del mercado interno y para el desarrollo del capitalismo
nacional y progresista.
En relación con las tesis anteriores, se sostenía que la consolidación del
capitalismo basado en proyectos nacionalistas mejoraría las condiciones de
vida de la población en las zonas más atrasadas. Pero Stavenhagen negaba la
propia existencia de una burguesía de origen nacional e ideología progresista
porque el capitalismo había encontrado límites en cada uno de los países y el
desarrollo de los mercados internos había sido parcial, debido a la situación
periférica y colonial de las economías. En síntesis, el crecimiento económico
no lleva al desarrollo de las áreas rurales o, en otras palabras, el atraso de
estas zonas explica el crecimiento.
Cuarta tesis
La burguesía nacional tiene interés en romper el poder y dominio de la oligarquía
terrateniente.
Esta tesis afirmaba la existencia de un conflicto de intereses profundos entre
la nueva élite (o nueva clase alta) representada por los industriales y empre-
sarios modernos, y la élite o clase alta tradicional (que deriva su preeminencia
de la propiedad de la tierra). Si bien es cierto que en algunos países latinoa-
mericanos la aristocracia latifundista ha sido eliminada por medios revolucio-
narios (por parte del pueblo, no de la burguesía), Stavenhagen sostenía que
en los demás aparecía ese conflicto. Por el contrario, los intereses agrícolas,
financieros e industriales se conjugaban con frecuencia en los mismos grupos
económicos, en las mismas compañías y aun en las mismas familias.
No existe entonces ninguna razón estructural para que la burguesía nacio-
nal y la oligarquía latifundista no se entiendan; por el contrario, se complemen-
tan muy bien. Y en aquellos casos en que puedan surgir posibles conflictos de
intereses (por ejemplo, con respecto a alguna legislación que beneficia a una
de estas clases y perjudica a la otra, no falta un Estado burgués –o militar–
conciliador que proporciona a los sectores perjudicados amplias recompen-
sas). La desaparición de la aristocracia latifundista en América Latina ha sido
obra exclusivamente de los movimientos populares, nunca de la burguesía.
La burguesía encuentra más bien en la oligarquía terrateniente un aliado para
el mantenimiento del colonialismo interno, que, en última instancia, beneficia
por igual a estas dos clases sociales.
Quinta tesis
El desarrollo en América latina es obra y creación de una clase media naciona-
lista, progresista, emprendedora y dinámica, y el objetivo de la política social y
económica de nuestros gobiernos debe ser el de estimular la “movilidad social”
y el desarrollo de esta clase.
Sexta tesis
La integración nacional en América Latina es producto del mestizaje.
Esta tesis se hizo muy popular en países con una población integrada mayori-
tariamente por indígenas y descendientes de esclavos africanos. Como resul-
tado de la colonización que enfrentó a diferentes grupos étnicos, la integración
nacional se logró mediante un mestizaje que fue a la vez biológico y cultural. La
falacia de esta tesis está en que el mestizaje (proceso innegable en muchas
regiones del continente) no constituye, en sí mismo, una alteración de la
estructura social vigente. Al igual que la tesis de la clase media, esta atribuye
a ciertos elementos de la población (definidos arbitrariamente de acuerdo con
criterios muy limitados) capacidades o características que, o no los tienen o,
si los tienen, nada tienen que ver con los criterios culturales que sirvieron
para definirlos.
De esta manera, la integración nacional como proceso objetivo y el naci-
miento de la conciencia nacional como proceso subjetivo dependen de facto-
res estructurales (es decir, de la naturaleza de las relaciones entre los hom-
bres y los grupos sociales) y no de atributos biológicos o culturales de ciertos
individuos. La integración nacional (entendida en el sentido de pertenencia a
un mismo conjunto de valores culturales y de la relativa igualdad de oportuni-
dades económicas y sociales) se realizará en las zonas indígenas no con el
desarrollo de una categoría biológica-cultural nueva, sino con la desaparición
del colonialismo interno. El llamado mestizaje cultural representa, de hecho,
la desaparición de las culturas indígenas; hacer de este mestizaje la condición
necesaria para la integración nacional es condenar a los indígenas, que aún
suman varias decenas de millones, a una lenta agonía cultural.
Séptima tesis
El progreso en América Latina solo se realizará mediante una alianza entre los
obreros y los campesinos, alianza que impone la identidad de intereses de estas
dos clases.
Sin ninguna duda, estas siete tesis no agotaron las teorías y conceptos sobre
la estructura social de América Latina, pero abrieron un profundo debate que
se mantiene vigente. Uno de los rasgos más sobresalientes de estas tesis
es su persistente actualidad, que obliga a preguntar una y otra vez sobre los
obstáculos sociales del desarrollo económico y político en la región. Se pone
en evidencia de esta manera una discusión que inició la teoría de la moder-
nización, pero que hoy, en tiempos de globalización, nos reencuentra con el
fenómeno del imperialismo y neocolonialismo.
PARA AMPLIAR
2.
KK Lea el último párrafo del libro Las venas abiertas de Latinoamérica escri-
to por Eduardo Galeano en 1978, citado a continuación, y relacio-
ne su contenido por lo menos con dos de las tesis desarrolladas por
Stavenhagen.
CC
No asistimos en estas tierras a la infancia salvaje del capitalismo, sino a su
cruenta decrepitud. El subdesarrollo no es una etapa del desarrollo. Es su con-
secuencia. El subdesarrollo de América Latina proviene del desarrollo ajeno y
continúa alimentándolo. Impotente por su función de servidumbre internacio-
nal, moribundo desde que nació, el sistema tiene pies de barro. Se postula a
sí mismo como destino y quisiera confundirse con la eternidad. Toda memoria
es subversiva, porque es diferente, y también todo proyecto de futuro. Se obli-
ga al zombi a comer sin sal: la sal, peligrosa, podría despertarlo. El sistema
encuentra su paradigma en la inmutable sociedad de las hormigas. Por eso se
lleva mal con la historia de los hombres, por lo mucho que cambia. Y porque
en la historia de los hombres cada acto de destrucción encuentra su respues-
ta, tarde o temprano, en un acto de creación.
LECTURA OBLIGATORIA
LECTURA RECOMENDADA
RR
Roitman Rosenmann, M. (2008). Pensar América Latina. El Desarrollo de la sociología
latinoamericana, CLACSO, Buenos Aires, pp. 48-80.
Objetivos
•• Comprender el debate sobre las implicancias políticas y éticas del financia-
miento externo en las ciencias sociales latinoamericanas.
•• Caracterizar los proyectos Camelot y Marginalidad en sus contextos insti-
tucionales y políticos.
•• Reflexionar sobre las críticas a la filantropía y las denuncias de imperialismo.
•• Discutir las ideas de autonomía y dependencia académica.
4.1. Introducción
En esta unidad se señalarán las críticas que se realizaron en el seno de las
ciencias sociales latinoamericanas a los programas de investigación sobre el
desarrollo, y se examinarán las consecuencias del financiamiento externo. Se
tomarán como ejemplos los casos de los Proyectos Camelot y Marginalidad.
El Proyecto Camelot fue una investigación social orientada a medir, pre-
decir y controlar la capacidad de acción colectiva en algunos países latinoa-
mericanos, por lo que buscaba explicar los conflictos internos tendientes a
la desestabilización social. Cuando se supo que estaba financiado por agen-
cias norteamericanas vinculadas al Departamento de Defensa de los EE. UU.,
se desató, a partir de 1965, un debate sobre el financiamiento externo, y se
construyó un mito sobre la vocación imperialista de las fundaciones y la auto-
nomía de los intelectuales.
El Proyecto Marginalidad tenía como objeto de estudio lo que se denomi-
nó –no sin polémicas– “la marginalidad latinoamericana”; fue financiado por
la Fundación Ford y desarrollado por investigadores argentinos en 1967. La Como vimos en la unidad 3, en
difusión de sus objetivos y alcances también tuvo una gran repercusión y por la década de 1960, el concepto
varios años implicaron un fuerte cuestionamiento a este tipo de trabajos. de marginalidad refirió a las des-
igualdades generadas durante el
A lo largo de esta unidad, se estudiarán ambos casos a partir del modelo desarrollo en América Latina.
de historia episódica o de corta duración; presentaremos una breve recons-
trucción del proceso de gestación, desarrollo e impacto de esos episodios;
reconstruiremos, asimismo, las trayectorias de los actores institucionales par-
ticipantes, comprendiendo su situación en el debate. Se ofrecerán así posibles
interpretaciones sobre el fracaso de las iniciativas, más allá del fuerte recha-
zo del campo intelectual y académico. Por último, se explorarán las herencias
y legados de estos casos en la tradición antiimperialista y en el debate sobre
la autonomía y la dependencia de las ideas producidas en la región.
xx
PARA REFLEXIONAR
PP
4.2.2. El dilema
Como se ha dicho, la noticia provocó una reacción de denuncias públicas.
En este escenario, la explosión del Proyecto Camelot perturbó de manera
considerable las condiciones de producción científica y la agenda del debate
intelectual en los países latinoamericanos.
El propio embajador norteamericano en Chile se vio sorprendido, pidió infor-
mación a su gobierno y debió involucrarse diplomáticamente para “apagar el
incendio” (Horowitz, 1966). Decenas de notas en la prensa fueron publica-
das y dos palabras sobresalían “espionaje” e “imperialismo”. Los principales
cientistas sociales chilenos ya estaban enterados del caso antes de su difu-
sión pública, pero no hicieron ninguna denuncia porque creían que cualquier
publicidad podría desprestigiar los trabajos en ciencias sociales, la interven-
ción política en la discusión del proyecto (lo que finalmente sucedió) y afectar
directamente su propio trabajo académico. Los participantes del debate criti-
caron esta actitud de los científicos que atentaba contra los principios éticos
de cualquier investigador.
Las protestas por los mecanismos de financiamiento e intervención se
generalizaron por todos los países, desde Argentina hasta México. El hecho
de que en Chile se concentraban los principales espacios institucionales de
la producción y circulación del conocimiento y la teoría social latinoamerica-
na (Flacso y Cepal), como se trabajó previamente, hizo que la irradiación del
escándalo tuviera mayor impacto. Entre la diversidad de manifiestos y procla-
mas, un documento publicado en la Revista Latinoamericana de Sociología
(Buenos Aires, 1966) merece ser destacado. Los firmantes, todos prestigio-
sos investigadores sociales de Argentina, denunciaban las funestas conse-
cuencias del proyecto.
CC
[…] La naturaleza del proyecto lesiona, en forma directa, los principios de la
moral profesional, en tanto afecta la autonomía teórica y empírica del investi-
gador (….). La formulación de un proyecto de este género afecta muy seria-
mente los objetivos de muchos sociólogos deseosos de institucionalizar en
América Latina una tradición científica seria, rigurosa y profesionalmente res-
ponsable, que incluya una amplia y rica colaboración a nivel internacional, y
abre serias dudas acerca de la objetividad y el valor científico de dicha coope-
ración. Para una conciencia profesional clara, el Proyecto Camelot no admite
vacilaciones: los propósitos políticos están enunciados en forma explícita y sin
ambigüedades (citado en Roitman, 2004: 38).
Sin dudas, el campo científico latinoamericano fue uno de los que más sufrió
el impacto del Camelot. Como ya se vio anteriormente, las ciencias sociales en
la región se hallaban en un proceso de institucionalización y de consolidación
en el que el financiamiento externo cumplía un papel fundamental. Uno de los
principales temas del debate fue una profunda reflexión del lugar del intelec-
tual como agente de cambio social y su compromiso frente a la sociedad. El
episodio Camelot ocurrió en el momento justo en el que los intelectuales de
la región se estaban autoasignando un papel fundamental como actores de la
transformación social (Gilman, 2003).
PARA AMPLIAR
CC
La masa marginal -en contraste con el ejército industrial de reserva clásico- in-
dica ese bajo grado de ‘integración del sistema’, debido a un desarrollo capita-
lista desigual y dependiente que, al combinar diversos procesos de acumula-
ción en el contexto de un estancamiento crónico, genera una superpoblación
relativa no funcional respecto a las formas productivas hegemónicas. (Nun, ci-
tado en Belvedere, 1997)
CC
La Fundación Ford es en la actualidad un organismo paragubernamental desti-
nado a formular la táctica de contrainsurgencia civil para las dos Américas. La
Fundación Ford se ha convertido, en realidad, en una nueva agencia de inteli-
gencia dedicada a los problemas sociales de los pueblos neocoloniales, con la
misión de coleccionar información y proponer líneas de acción contrarrevolucio-
naria. (Goldstein, 1969)
La respuesta de Nun no se hizo esperar. En carta una titulada “Las brujas que
caza el señor Goldstein”, defendió los parámetros éticos de los involucrados
en el proyecto. Tras categorizar como “desleal” la labor de “fiscal” asumida
por Goldstein, Nun detalló los inconvenientes que el proyecto tuvo con las
instituciones que originalmente iban a financiar el estudio. Debió aclarar que
había aceptado hacerse cargo de la investigación a condición de que se res-
petaran tres condiciones: completa libertad académica para elegir el marco
teórico y los métodos de investigación; total autonomía en la ejecución del
proyecto (por ejemplo, en la designación de los colaboradores); independencia
académica y el control absoluto de los datos de la investigación. El mismo
Nun detalló que pese a la aceptación de esas condiciones comenzó a “ser
objeto de presiones que recrudecieron cuando se conoció que nuestro enfoque
de la marginalidad no como un problema individual de adaptación al sistema
vigente (…) sino como indicador de las profundas deficiencias estructurales
de un desarrollo capitalista dependiente”. Hacia el final de su carta, cuestionó
al “ultraizquierdismo declaratorio” por negarse a admitir que “la necesidad y
la urgencia de elaborar un conocimiento cabal de la realidad latinoamericana
que permita cambiarla es suficientemente importante como para no descartar
de entrada ninguna oportunidad seria que ayude a lograrlo”. Y frente al “temor
legítimo” de una utilización indeseada de los datos y los resultados de las
investigaciones concluyó:
CC
Dentro de los límites que deben dictarle al investigador su prudencia política y
su ética profesional, se trata de un riesgo calculable y necesario. Si no lo hu-
bieran asumido todos los intelectuales progresistas, auténticamente confiados
en el vigor creciente del movimiento popular, poco habría avanzado el pensa-
miento de izquierda. La verdad es siempre revolucionaria, hoy tanto como hace
cien años, y negarse a conocerla es convertirse en abogado del oscurantismo
y de la reacción.
CC
No cabe ninguna duda de que la política de los subsidios es un instrumento de
penetración imperialista. Pero no son solo los organismos privados los que los
reciben: cuentan con subsidios extranjeros desde el Consejo de Investigaciones
Científicas y Técnicas hasta el mismo Consejo Nacional de Desarrollo pasando
por la misma Universidad de Buenos Aires. Y subrayemos después que, o se
está haciendo un puro chiste demagógico cuando se habla de neocolonialis-
mo, o es necesario reconocer que, con o sin subsidios, es por último depen-
diente en mayor o menor medida toda la estructura de poder argentina. (Nun,
1968)
CC
El equipo Marginalidad tiene por contrato el control exclusivo de los datos que
reúne; en consecuencia, la información que «pondremos a disposición del im-
perialismo» será exclusivamente la que se publique. Dicho de otro modo, nin-
guna agencia imperialista manifiesta o encubierta conocerá nuestros resulta-
dos antes que el público en general. (Gil, 2011)
Es en estas últimas funciones que queremos mostrar el aparato cultural del impe-
rialismo, mediante dos de sus caras: los proyectos de investigación social y la ideología
prevaleciente tras la ciencia social que se desarrolla en la Universidad burguesa.
Los proyectos de investigación social –prototipo de los cuales es el Proyecto Camelot–
aparecen bajo una cobertura científica irreprochable y se proponen elaborar modelos
predictivos de cambio social. En otras palabras, constituyen una investigación de las
potencialidades revolucionarias y la elaboración de recomendaciones para su neutrali-
zación. Su función no es buscar la causa del descontento, que reside en el sistema, para
eliminarlo, sino sugerir cursos de acción para neutralizar el descontento sin eliminar
las causas. En este proceso acopian información vital para la estructura de dominación
imperialista y que luego es utilizada contra nuestros pueblos. Es, como acertadamente ha
calificado Gregorio Selser, un caso de espionaje sociológico.
La indignación y repulsa que provocó el Proyecto Camelot no ha detenido esta línea,
si acaso, la ha vuelto más sutil como lo muestra el Proyecto Marginalidad. Las clases
dominantes no financian investigaciones perjudiciales a sus intereses: los recursos técnicos
masivos, las mejores posibilidades de investigación están dados a aquellos que se adecuan
a las reglas de la ideología y de las funciones que señala a la Universidad el sistema, inde-
pendientemente de la buena o mala fe del científico”.
Disponible en: <http//:www.amauta.lahaine.org>
PARA REFLEXIONAR
PARA AMPLIAR
1.
2.
LECTURA OBLIGATORIA
LECTURA RECOMENDADA
RR
Horowitz, L. (1996), Vida y muerte del Proyecto Camelot, Revista de Ciencias Socia-
les, X, 2, Puerto Rico, 145-165.
Gil, G. (2011), Ciencias sociales, imperialismo y filantropía. Dilemas y conflictos en
torno a la Fundación Ford en la Argentina de los 60, [en línea]. Revista Argentina de Soci-
ología. Buenos Aires. Disponible en <http://www.redalyc.org/pdf/269/26922386008.
pdf>
Objetivos
•• Recuperar los antecedentes y legados de la recepción del marxismo en
América Latina y revisar su impacto político y cultural.
•• Describir los principales temas y preocupaciones del marxismo
latinoamericano.
•• Analizar sus problemas conceptuales y desafíos teóricos.
•• Discutir su relación con las transformaciones del rol del intelectual.
•• Examinar el legado del pensamiento de Antonio Gramsci en la región.
5.1. Introducción
En esta unidad haremos una lectura sobre los antecedentes y legados de la
recepción del marxismo como teoría y del mismo Marx como figura intelectual
en América Latina, especialmente, a través de las obras de José Mariátegui.
Se analizará el impacto de la Revolución cubana en el campo político cultural
y la emergencia de un nuevo rol intelectual que, en el marco de la radicali-
zación política y las luchas nacionales por la liberación, redefinió el accionar
de los científicos sociales y los acercó al papel de los escritores, ensayistas
y publicistas, reenfatizando el sentido del arte y la literatura en las ciencias
sociales de la región y asumiendo una visión normativa sobre el compromiso
de los intelectuales.
De esta manera, se estudiará la recepción, reapropiación y discusión del
marxismo con base en dos tensiones principales. Primero, una contradicción
epistemológica entre una mirada cientificista y una perspectiva humanística,
y segundo, una tensión entre el internacionalismo marxista y el regionalismo/
nacionalismo latinoamericano. El problema de lo nacional frente al eurocentris-
mo de la izquierda influirá en los debates sobre la sociedad y condicionará las
miradas –ya sea crítica o contemplativa– sobre el populismo, el revisionismo
histórico o el indigenismo, por lo cual, se revisarán las condiciones sociales
que posibilitaron la hegemonía del marxismo dentro de las ciencias sociales
latinoamericanas entre 1960 y 1980; además, examinaremos el impacto de
la obra de Antonio Gramsci, así como los giros de la revolución sandinista y
los nuevos desafíos de la izquierda.
Karl Marx
Sin embargo, las diferentes interpretaciones dentro del marxismo sobre los
caminos que conducirían al cambio social abrieron una profunda discusión de
la que surgieron dos importantes corrientes internas. Por un lado, el reformis-
mo que planteaba una búsqueda pacífica del cambio mediante la discusión
de ideas dentro del sistema democrático. Esto abrió la puerta a una tradición
conocida como “socialdemócrata”, basada en las ideas de Eduard Bernstein
(1850- 1932), que tuvo alto acatamiento en Alemania y los países escandina-
vos. Por otro lado, surgió la corriente revolucionaria, que planteaba la necesi-
dad de una enérgica campaña de propaganda para orientar los cambios y la
necesidad de un cambio violento mediante una revolución. Sus promotores
principales fueron Vladimir Lenin (1870- 1924) y Karl Kautsky (1854-1938), Vladímir Ilich Uliánov (Lenin)
cuyas ideas dieron lugar a las experiencias revolucionarias en occidente, <wikipedia.org>
especialmente el proyecto iniciado en la Unión Soviética.
<http://www.conectate.gob.ar/sitios/conectate/busqueda/buscar?rec_id=100238>
CC
Desde mediados del siglo XIX existía ya un socialismo no marxista, mesiánico
o utópico tanto en el terreno de las ideas como en el de la acción. El socialis-
mo marxista nació orgánicamente con la fundación del Partido Socialista
Argentino en 1895, bajo la guía de intelectuales como José Ingenieros y Juan
B. Justo. Este último autor realizó y publicó ese mismo año en Madrid la prime-
ra traducción al español de El capital. Pero el marxismo de Justo no solo debía
hacer frente al Estado y las clases dominantes, sino también al anarquismo in-
troducido por trabajadores inmigrantes europeos, particularmente italianos y Juan B. Justo (1865-1928)
españoles. La rivalidad entre socialistas reformistas y anarquistas se extendió <wikipedia.org>
desde finales del siglo pasado hasta comienzos de la década de 1920, espe-
cialmente en América del Sur. Pero también en México llegó a gozar de cierta
influencia en las primeras décadas del siglo XX, asociado sobre todo al nom-
bre de Ricardo Flores Magón y a su periódico Regeneración (1900-1918).
(Sánchez Vázquez, 1988: 14-15),
PARA AMPLIAR
Juan B. Justo fue el primero que, entre nosotros, rompió con el estu-
Más tarde, estas ideas comenzaron a renovarse. Primero, con los escritos
de Luis Emilio Recabarren (1876-1924), fundador del Partido Socialista de
Chile, comenzó a repensarse la tensión entre la vocación internacionalista del
marxismo y la reivindicación de los elementos nacionales. Pero, un aconteci-
miento histórico lejano –la Revolución rusa de 1917– dejó una profunda huella
en la recepción del marxismo en América Latina. De esta revolución derivaría
el intento de dirigir las fuerzas revolucionarias a escala mundial conforme a
la teoría, la estrategia y la organización bolcheviques que habían triunfado
en Rusia. A ello se sumaba la orientación de una Internacional Comunista,
que proclamaba la formación de partidos en todo el mundo. Siguiendo esta
directiva, se fundaron, por ejemplo, partidos comunistas en Argentina (1918),
Chile (1922), Perú (1928) y Colombia (1930).
A partir de entonces, y ligados al trabajo cultural de esas estructuras par-
tidarias, el pensamiento marxista local se renovó teóricamente. En ese perío-
<educ.ar> do, las principales figuras fueron Julio Antonio Mella (1903-1929) en Cuba,
Vicente Lombardo Toledano (1894-1968) en México y Aníbal Ponce (1898-
1938) en Argentina.
La importancia del pensamiento de Mella radica en haber impulsado la
necesidad de un marxismo de contenido latinoamericano, reclamando una
interpretación de las propias realidades nacionales y recuperando el lega-
do colonial y prehispánico para construir el futuro. Por otra parte, Lombardo
Toledano construyó un discurso utópico de contenido humanista, pero hacien-
Aníbal Ponce do foco en la realidad histórica, para pensar las posibilidades de una nueva
<centrocultural.coop> sociedad y un nuevo ser social con el advenimiento del socialismo y el comu-
nismo. Por último, Ponce analizó el papel de la educación en la reproducción de
los sistemas de dominación, esbozando novedosas propuestas pedagógicas.
Una pléyade de intelectuales y artistas participaron del debate intelectual
sobre la situación del marxismo en la región, lo que significaba reflexionar
sobre los problemas y el futuro posibles de las sociedades latinoamerica-
nas. Entre ellos se pueden nombrar a los pensadores brasileños Luis Carlos
Prestes (1898-1990), Caio Prado Junior (1907-1990) y Carlos Nelson Coutinho
(1943- 2012); el reconocido muralista mexicano Diego Rivera (1886-1957),
el sociólogo uruguayo Rodney Arismendi (1913-1989), el escritor ecuatoria-
Diego Rivera, El hombre en el cruce de caminos, también llamado El hombre contralor del universo,
1934. <http://museopalaciodebellasartes.gob.mx/>
xx Marx en Latinoamérica:
El hombre contralor del universo
“En 1933 Diego Rivera comenzó a pintar un mural para el Centro
Rockefeller de Nueva York. La obra, inconclusa, fue destruida pues
Rivera introdujo un retrato del líder comunista Vladimir Lenin, un hecho
que despertó el rechazo de la familia Rockefeller. Diego Rivera retomó
muchos de los motivos que estaban presentes en este mural cuando reci-
bió el encargo de decorar uno de los muros del segundo piso del Palacio
de Bellas Artes. Trabajó en él entre enero y noviembre de 1934. El mural
tiene un contenido abiertamente político. El obrero aparece como el eje
central a partir del cual la imagen se divide en dos. La sección izquierda
se configura como una crítica al mundo capitalista, caracterizado por la
lucha de clases y corrompido por la represión y la guerra. La presencia de
Darwin –una referencia al desarrollo de la ciencia y la tecnología– con-
trasta con el avance de los soldados de la Primera Guerra Mundial. La
escultura grecolatina representa la religión y el pensamiento occidental,
mientras que su contraparte, en el extremo opuesto, la caída del fascismo.
La sección derecha presenta una visión idealizada del mundo socialista: los
trabajadores se manifiestan pacíficamente en la Plaza Roja. Lenin encabe-
za la unión de la clase obrera. Marx, Engels, Trotsky y Bertram D. Wolfe
hacen un llamado a la cohesión del proletariado mundial. Las elipses que
irradian de la máquina encarnan el macrocosmos y el microcosmos. La
órbita superior izquierda contiene células enfermas, símbolo de la deca-
dencia del mundo capitalista; las que aparecen en el extremo opuesto, el
mundo socialista, están sanas y aluden al génesis de la vida.”
(Fuente: http://museopalaciodebellasartes.gob.mx/)
1.
LECTURA OBLIGATORIA
LECTURA RECOMENDADA
RR
Aricó, J. (1983). “Marx y América Latina”, Nueva Sociedad, 66: 47- 58.
Guadarrama González, P. (2002). “Situación actual del marxismo en América Lati-
na”, Cuadernos hispanoamericanos. Madrid, 627: 55-63
Lowy, M. (2007). El marxismo en América Latina, LOM, Santiago de Chile.
Puiggrós, R. (1956). “Las izquierdas y el problema nacional”, Historia crítica de los
partidos políticos argentinos, Hyspamérica, Buenos Aires, 1986, Tomo II (la cantidad de
tomos varía en ediciones anteriores).
Tarcus, H. (2007). “Historia intelectual y problemática de la recepción”, Marx en
Argentina, Siglo XXI, Buenos Aires, pp. 21-59.
Terán, O. (1991). “Marxismo, populismo y nueva izquierda”, Nuestros años sesenta,
Puntosur, Buenos Aires, pp. 97-128.
Objetivos
•• Conocer los puntos fundamentales de la teoría de la dependencia.
•• Distinguir los diferentes enfoques, temas y autores dentro de la teoría
social latinoamericana y los puntos divergentes entre ellos.
•• Presentar y discutir las ideas de neocolonialismo, periferia y situación de
dependencia.
6.1. Introducción
Esta unidad ofrecerá una lectura del rol de la teoría de la dependencia en las
ciencias sociales latinoamericanas en una doble dimensión, ya que puede
ser interpretada simultáneamente como respuesta crítica de la izquierda a la
situación de insatisfacción con las perspectivas desarrollistas, y como una
reivindicación del discurso anticolonial. Se revisarán además los principales
temas y autores del debate sobre la dependencia, marcando principalmente
las diferencias entre un enfoque de la dependencia y las diferentes corrientes
y figuras de la teoría de la dependencia propiamente dicha. Al mismo tiempo,
se buscará establecer una clara distinción entre la dependencia como fenó-
meno empírico, la dependencia como objeto de investigación y construcción
teórica y la dependencia como agenda de trabajo, programa que incluyó a un
grupo de académicos llamados dependentistas.
De esta forma, invitaremos a examinar el entrecruzamiento cognitivo entre
el proyecto cepalino y el discurso del marxismo ortodoxo, pensando en las
transformaciones del debate político latinoamericano en las décadas de 1960
y 1970, y la aparición de la polémica sobre marginalidad y subdesarrollo.
Asimismo, se estudiará el rol institucional del ILPES y el ALAS como soportes
institucionales del debate, redefiniendo líneas de continuidad y ruptura con la
teoría de la modernización, el latinoamericanismo y el socialismo.
PARA REFLEXIONAR
PP
1.
Teoría de la dependencia
Fuente: <sintinta.com.ar>
Fernando H. Cardoso
Nació el 18 de junio de 1931 en Río de Janeiro, Brasil y estudió Sociología en la
Universidad de San Pablo. Se doctoró en 1961 con un estudio sobre “Esclavitud y capi-
talismo en el sur del Brasil”. Luego del golpe de 1964, dio clases en Argentina, Francia y
Chile. En este último, fue subdirector del ILPES. Participó como profesor visitante en el
segundo período de la ELAS (1960), y como profesor de planta en el tercer período de
la Escuela. En 1985 fue candidato a alcalde de San Pablo y Ministro de Hacienda en el
gobierno de Itamar Franco. Fue presidente de Brasil desde 1995 hasta 2003.
Enzo Faletto
Nació en Santiago de Chile el 14 de julio de 1935 y murió el 22 de junio de 2003.
Sociólogo, profesor titular de la Universidad de Chile, estudió Licenciatura en Historia
en la Facultad de Filosofía y se especializó más tarde con una Maestría en Sociología en
la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). Entre 1967 y 1972 dio clases
a estudiantes de sociología y periodismo de la Universidad de Chile. A partir de 1973 se
trasladó a la Cepal donde desempeñó importantes cargos como consultor de este organis-
mo internacional, manteniendo su vínculo con Flacso, para regresar en 1990 a la docencia
Fuente: <flacsochile.org>
CC
La noción de dependencia alude directamente a las condiciones de existencia
y funcionamiento del sistema económico y del sistema político, mostrando las
vinculaciones entre ambos, también en lo que se refiere al plano interno de los
países como al externo. La noción de subdesarrollo caracteriza a un estado o
grado de diferenciación del sistema productivo […], sin acentuar las pautas de
control de las decisiones de producción y consumo, ya sea internamente (so-
cialismo, capitalismo, etc.) o externamente (colonialismo, periferia del mercado
mundial, etc.). Las nociones de “centro” y “periferia”, por su parte, subrayan
las funciones que cumplen las economías subdesarrolladas en el mercado
mundial, sin destacar para nada los factores político-sociales implicados en la
situación de dependencia.
Otro aspecto interesante del libro es que, si bien los autores plantean una
propuesta teórico-metodológica que puede ser utilizada para pensar cualquier
situación de dependencia, claramente reclamaban la necesidad de tomar en
cuenta las diferentes experiencias nacionales. De acuerdo con este análisis,
se debían considerar los divergentes procesos de formación del Estado en
cada país, las formas de ejercicio de poder y las maneras de manifestarse la
dependencia. Todas estas formas no son idénticas, sino que varían en fun-
ción de formas estatales específicas. Por ello, para analizar la situación de
dependencia –referida a la integración de las economías nacionales al merca-
do internacional– se requiere recuperar la definición de las distintas formas
de interrelación de los grupos sociales y las clases en el marco del Estado.
Este razonamiento permitió a los autores identificar situaciones de encla-
ve o de economía nacional que implican diferentes grados de dependencia.
La clave pasa así por buscar a los grupos con capacidad de generar espacios
CC
El capitalismo dependiente es, pues, esencialmente excluyente en su creci-
miento, lo que hace crecer la inestabilidad y el desequilibrio internos de la so-
ciedad y, consecuentemente, el equilibrio político del régimen se ve amenaza-
do por la creciente presión de consumo de las masas que no pueden ser
absorbidas, además de la presión normal de los sectores ya absorbidos por el
sistema… [Esta] situación estructural de inestabilidad política […] exige, por
parte de la clase dominante, recurrir a una política de fuerza para garantizar la
sobrevivencia del sistema. Esta necesidad entra en contradicción con las exi-
gencias de la política de reforma, que podría quizás disminuir ciertas presio-
nes temporalmente, y hace acumularse los factores que impiden la reforma.
La solución intentada en los últimos años ha sido la de realizar la política de
reformas o modernización desde arriba, es decir, a partir de una minoría militar
ilustrada por las escuelas superiores de guerra, pretendiéndose obtener el
apoyo de las elites sindicales, políticas, estudiantiles, etc. Este esquema ha
fallado básicamente por la imposibilidad estructural de combinar reforma y re-
presión de forma eficaz. Las reformas se convierten en sus propias sombras y
la represión se hace ineficaz por su vacilación entre reprimir y buscar apoyo en
los sectores afectados por la represión. (Dos Santos, 1972: 46-47)
La teoría de Dos Santos sugiere que la revolución social, en cada uno de los
países, sería el único camino posible para romper la dependencia, ya que
se podría superar la crisis modificando las estructuras sociales y de poder
impuestas por el capitalismo dependiente. Por lo cual, el proyecto teórico de
Dos Santos no se aleja demasiado de una estrategia revolucionaria de trans-
formación socialista, que pugna por el cambio social, por un lado, e impida
cualquier política que mantenga la dependencia, por otro. Según este autor,
las condiciones de América Latina, en el contexto de la crisis del desarrollismo
y el agotamiento del modelo dependiente de sustitución de importaciones,
posibilitaban una crisis de legitimidad, ya que las propias clases dominantes,
las clases medias y los sectores populares habían perdido la confianza en el
poder existente. Todo ello profundizaba la crisis y obligaba a buscar y pensar
nuevas formas de acción política y nuevos modelos de organización social.
Para ello, la teoría social debía reconocer las transformaciones del aparato
productivo; y, en este sentido, la teoría de la dependencia aparecía como
el discurso teórico indicado para establecer las bases de un nuevo tipo de
sociedad.
2.
<https://www.youtube.com/watch?v=dAjLsFJ3xJc>
Otro autor destacado en este debate fue Ruy Mauro Marini, cuyo texto
Dialéctica de la dependencia (1973) fue ampliamente comentado. Sus trabajos
continuaron la senda del recién presentado proyecto teórico de Dos Santos,
con quien compartió investigaciones y espacios institucionales.
Estas ideas retomaban la vinculación entre dependencia e imperialismo,
anticipando, incluso, preguntas sobre el proceso de globalización emergen-
te. No obstante, los escritos de Marini tuvieron una importante originalidad:
aportaron una interesante distinción dentro de los propios países periféricos
(tanto en América Latina como en África y Asia), que tiene que ver no solo
con el modo de producción, sino también con los modos de acumulación de
riqueza de las burguesías nacionales. De esta forma, introdujo al análisis el
concepto de explotación. En los países periféricos, las burguesías se asocian
con el capital transnacional, pero deben compartir los ingresos generados por
la plusvalía del trabajo. Por lo cual, para compensar esa menor participación
en la distribución de la acumulación, la burguesía nacional utiliza diferentes
mecanismos de explotación (bajos salarios, recorte de beneficios), generando
así mayor plusvalía, pero, al mismo tiempo, el mantenimiento del subdesarro-
llo y la dependencia, incluso con expansión de la industrialización nacional.
La definición de Marini es muy clara y concisa:
CC
[La dependencia es] una relación de subordinación entre naciones formalmen-
te independientes, en cuyo marco las relaciones de producción de las nacio-
nes subordinadas son modificadas o recreadas para asegurar la reproducción
ampliada de la dependencia. (1973: 110)
LECTURA RECOMENDADA
RR
Marini, R. (1973), En torno a Dialéctica de la dependencia (postscriptum), en publicación:
América Latina, dependencia y globalización. Fundamentos conceptuales Ruy Mauro
Marini. Antología y presentación Carlos Eduardo Martins. Bogotá: Siglo del Hombre -
Clacso, 2008. Disponible en:
<http://biblioteca.clacso.edu.ar/ar/libros/secret/critico/marini/capitulos/05dialectica3.
pdf>.
que participaban del circuito académico chileno, con Cepal y Flacso como los
nudos centrales.
Se inauguró un periodo que se extendió hasta 1974 cuando el tema pre-
dominó sobre cualquier otra discusión conceptual. El debate sobre la teoría
de la dependencia tuvo su punto álgido en el XI Congreso de la Asociación
Latinoamericana de Sociología (ALAS) en 1974, celebrado en San José de
Costa Rica. En ese Congreso y bajo el título “Debates sobre la teoría de la
dependencia y la sociología latinoamericana”, coordinado por Daniel Camacho
(1979), se compilaron las ponencias y los debates que ponían al día el estado
y perspectivas de la teoría de la dependencia. En un momento crítico para la
región, marcado por el comienzo de las dictaduras militares, las torturas, las
desapariciones y los exilios, el libro recogió las contribuciones de los sociólo-
gos en diáspora, quienes se juntaron por primera vez en un encuentro acadé-
mico, después del golpe contra Allende en Chile. La obra suscitó un enorme
interés en el ámbito latinoamericano, pero de algún modo sirvió de cierre y
balance para el inicio de una nueva etapa, la transición a la democracia que
será presentada en la próxima unidad.
En el marco de un debate intelectual dentro del Ilpes, la teoría de la depen-
dencia nació como una crítica rigurosa a los principales supuestos del estruc-
turalismo de la Cepal. En ella participaron desde el principio intelectuales
como el propio Furtado, Fernando H. Cardoso, Enzo Faletto y Osvaldo Sunkel.
Este grupo originario planteó una discusión con el fantasma de Prebisch, quien
había dirigido la institución por varios lustros (Gabay, 2010). De esta forma,
el traslado del director a otras funciones institucionales en la ONU, sumado
a los nuevos tiempos políticos reorientaron la discusión sobre el desarrollo.
La sensación de frustración sobre el resultado de las políticas desarrollistas
y el impulso de cooperación internacional, impulsadas por la “Alianza para
el Progreso”, se potenció con el golpe de estado en Brasil y el impacto del
Proyecto Camelot, comentado en la unidad 4. Este nuevo escenario propició
un ámbito favorable para un duro cuestionamiento de la noción de “desarro-
llo” delineada por Prebisch en la Cepal, lo cual dio lugar a una interpretación
radicalizada sobre la realidad social en América Latina. Ello fue la base para
la teoría de la dependencia.
Sin embargo, las ideas sobre la teoría de la dependencia no fueron homo-
géneas dentro del Ilpes. Existieron diferencias desde sus orígenes entre los
productos intelectuales de los equipos de Cardoso y Faletto, que trataba la
categoría de dependencia desde una perspectiva más sociológica, y el equi-
po liderado por Sunkel, que abordaba dicho concepto desde un enfoque más
orientado a la economía política. Para los primeros, como ya se ha observa-
do al comienzo de la unidad, el predominio de los factores económicos en el
esquema de la Cepal era evidente y debía ser sometido a crítica. Dado que
prevalecían entonces en el continente muchos de los antiguos problemas del
subdesarrollo (la dependencia externa, la desigualdad económica, social y
cultural, la falta de participación política y social de grupos significativos de
la población), Cardoso y Faletto impulsaron un proyecto para reemplazar la
explicación “económica” del desarrollo por una interpretación más “sociológi-
ca”. Sunkel, por su parte, alegaba que el fenómeno de la dependencia era de
naturaleza estructural, debido a diferentes razones. Reclamaba entonces un
llamamiento a la construcción de una opción superadora del modelo centro-
periferia, mediante una redefinición de los medios y los fines, que posibilitara
un conjunto de cambios revolucionarios en la estructura económica y social
existente. En este sentido, lo que proponía era una reflexión sobre los instru-
mentos de acción política y la construcción de una nueva utopía política basa-
da en una voluntad transformadora.
LECTURA OBLIGATORIA
LECTURA OBLIGATORIA
Finalmente, otro de los pensadores que tomó parte de este contrapunto argu-
mental fue el sociólogo ecuatoriano Agustín Cueva.
Sus ideas apuntaron a reflexionar esta paradoja de la teoría de la depen-
dencia que reconocía por un lado un costado “marxista” al pensar las rela-
ciones de clase y por otro apelaba a un discurso “nacionalista”, más propio
del legado desarrollista (Cueva, 1974: 15). Explicaba que este cruzamiento
Agustín Cueva
problemático se debía especialmente al origen de clase de los intelectuales, <wikipedia.org>
<http://www.youtube.com/watch?v=CSrwDl_gX1U>
3.
Objetivos
•• Reconocer las principales controversias y debates sobre la transición a la
democracia.
•• Identificar el rol de los centros privados y las redes académicas y de coo-
peración técnica.
•• Presentar los puntos más importantes de la crisis del marxismo y su impac-
to en la región.
7.1 Introducción
Hacia mediados de la década de 1980, la democracia se había convertido en
el tema central de las ciencias sociales latinoamericanas.
Sin embargo, esta primacía del tema refería en realidad a una situación El fin del ciclo autoritario en los
política particular del cono sur, ya que en América Central se observaba una países más importantes de la
permanencia de las luchas de liberación. Ello mantenía la idea de transfor- región (Brasil, Chile, Argentina)
llevó tanto a una revalorización
mación revolucionaria en el centro de la preocupación política e intelectual
del sistema democrático como
de esos países. Pero el impacto de los nuevos debates sobre la democracia, a la renovación de la producción
desde México hasta Buenos Aires, fue tan fuerte que opacó y desdibujó cual- intelectual de esos países, con-
quier otra inquietud en el espacio de las preguntas sobre el futuro de la región. solidando la idea de democra-
cia como el tema principal de la
Esta unidad presenta una reconstrucción del debate sobre una nueva agen- agenda de discusión, reempla-
da de investigación en el período posdictatorial en América Latina: la transición zando rápidamente a las otras
a la democracia. Se realiza una revisión de la crisis del marxismo, las nue- “D” –desarrollo y dependencia–
(Portantiero, 2002).
vas lecturas y los nuevos proyectos intelectuales desde la década de 1980.
Haremos una evaluación del impacto de las dictaduras y el exilio, el lugar de
las revistas en el centro del debate cultural, y el rol de los centros privados,
las redes académicas y de cooperación técnica, especialmente Clacso, en la
definición de un nuevo campo de debate y conceptualización.
Se pensarán entonces las controversias y debates sobre la democracia y
la democratización, así como las referencias a un nuevo orden y nuevos suje-
tos sociales. Se examinarán, así, las tensiones entre la tradición liberal y la
izquierda, especialmente en la obra de Juan Carlos Portantiero. Por último,
se ofrecerá una lectura de las principales críticas dirigidas hacia la tradición
democrática y se ensayarán algunas hipótesis sobre el fracaso de este pro-
grama intelectual y el reemplazo por un discurso neoliberal que llevó el recla-
mo por la autonomía de la economía a su máxima expresión y subordinó la
lógica política al mercado.
LECTURA OBLIGATORIA
OO
democracia entre el Estado y la sociedad, Nueva Visión, Buenos Aires.
Portantiero, J. (2002), “Exposición”, en AA.VV., Crisis de las cien-
cias sociales de la Argentina en crisis, Prometeo, Buenos Aires, pp.
17-26.
Podría decirse que las transiciones resultaron del fracaso de todos los actores
sociales por imponer un proyecto y la necesidad de reconstrucción política en Revista Gente, 1982
<educ.ar>
una derrota en todos los frentes.
<https://www.youtube.com/watch?v=s6h7oReaVko>
Norbert Lechner
LECTURA OBLIGATORIA
La discusión sobre la transición democrática se basó principalmente en la
idea de la refundación del Estado y la sociedad. Entre la década de 1960 y
mediados del decenio siguiente, el contexto de escalada represiva, producto
de la instalación de dictaduras militares en Argentina, Brasil, Chile y Uruguay,
fue in crescendo. En ese marco, un gran número de políticos e intelectuales
vinculados con el amplio abanico de la izquierda latinoamericana marcharon
al exilio. México fue uno de los lugares preferenciales para estos obligados
migrantes políticos, dando refugio a exiliados de diferentes países sudame-
ricanos. Ese país se convirtió entonces en uno de los primordiales núcleos
neurálgicos de ese proceso, y, al mismo tiempo, en un importante centro de
operaciones de la resistencia a las dictaduras. Un extenso grupo de militan-
tes de diversas extracciones convirtió al exilio, durante aquellos años, en un
centro de agitación en contra de los regímenes militares mediante la dirección
de operaciones políticas directas, pero también promoviendo una profunda
discusión sobre el sentido de la acción política en la región.
De esta manera, este vasto núcleo de emigrados trasladó, desde sus paí-
ses de origen, las preocupaciones políticas e intelectuales que les imponía el
contexto, impregnadas de una creciente sensación de derrota ante el brutal
retroceso sufrido por el amplio arco de proyectos políticos contestatarios. Esta
impresión colocó a la reflexión de los intelectuales exiliados en una estructu-
ra de perplejidad y desconcierto. Ello marcó así el tono de las intervenciones
de la época (Casco, 2008).
LECTURA OBLIGATORIA
PARA REFLEXIONAR
Fuente: <http://www.elportaldemexico.com>
1.
PARA AMPLIAR
José Aricó
<www.fce.com.ar>
Un momento decisivo ocurrió en 1980 cuando la editorial
con la democracia sustantiva? Esta última no es otra cosa que la plena vigen-
cia de los derechos y las garantías acordadas y compartidas por todos los ciu-
dadanos, no en un sentido meramente normativo, sino en un escenario real
de igualdad y libertad.
2.
Objetivos
•• Plantear los interrogantes clásicos de las ciencias sociales en América
Latina.
•• Presentar algunos enfoques y modelos teóricos de la teoría social latinoa-
mericana que continúan vigentes en la actualidad.
•• Discutir los esfuerzos por retomar el legado del discurso neocolonial y ofre-
cer una mirada crítica de la globalización y el eurocentrismo.
•• Revisar los nuevos debates intelectuales y la emergencia y reaparición de
nuevos temas y preocupaciones en la sociología, la ciencia política y la
economía de la región.
•• Discutir algunos de los desafíos de las ciencias sociales frente a las nuevas
transformaciones sociales y novedosos escenarios económicos y políticos.
8.1. Introducción
En las postrimerías de la segunda década del presente siglo, América Latina
se encuentra atravesando un proceso de profundas transformaciones estruc-
turales. Las diferentes sociedades nacionales de la región se enfrentan al
reto de pensarse a sí mismas luego de salir de políticas neoliberales tras del
cambio de siglo. Tras un decenio de crecimiento económico y cierto avance
relativo del bienestar, desde hace un lustro se observa una tendencia de
contramarcha de las políticas. Por lo cual, el escenario actual es de extrema
tensión ante el embate político-cultural no resuelto de dos modelos de Estado
(uno basado en la lógica del mercado y otro en la perspectiva de los derechos
sociales), que pugnan, no solo en América Latina, sino en todo el mundo, por
el sentido y la definición de la política y lo público.
Este escenario implica una redefinición de los saberes y las tradiciones
de producción de conocimiento sobre la sociedad. La teoría social latinoame-
ricana tiene hoy un impacto inusitado en la región, al mismo tiempo que las
ciencias sociales nativas atraviesan un período de expansión institucional.
No obstante, esos saberes se enfrentan al desafío de superar una crisis de
la teoría, la continua reinterpretación sobre la validez de sus resultados de
investigación y la creciente demanda por comprender una realidad política y
social compleja y cambiante.
De este modo, las ciencias sociales están obligadas a repensar sus pro-
pias tradiciones fundacionales y discutir sus tensiones y tendencias; solo así
podrán contribuir a desentrañar los desafíos del presente. Esta unidad preten-
CC
La industrialización urbanizó, pero la urbanización resultó mucho más dinámica
y avasalladora. La industrialización integró, pero a medias, y se plasmó tardía-
mente, cuando ya los vientos del mercado mundial se volcaban hacia otros ho-
rizontes y nos dejaron industrias obsoletas. (Gutiérrez, 1989: 1)
Pecado original
Fuente: <http://alexgross.com/paintings/index.html>
8.2.1. La investigación-acción
Uno de los modelos teóricos más influyentes de la teoría social latinoameri-
cana es el método de investigación y acción participativa, el cual se ha man-
tenido como un enfoque original y productivo a lo largo del tiempo. Conocido
habitualmente como investigación-acción, este es un método de estudio y
acción de tipo cualitativo que busca obtener resultados fiables y útiles para
mejorar situaciones sociales, basando la investigación en la participación de
los propios colectivos a investigar. Se trata así de que los grupos de pobla-
ción o colectivos a investigar pasen de ser objetos de indagación de estudio a
“sujetos” protagonistas de la investigación, interactuando en todo momento
con los investigadores, por lo que se asegura el intercambio de ideas y el con-
trol de sesgos y desvíos. La base de este enfoque es un análisis crítico de la
realidad con la participación activa de los grupos implicados, que se orienta a
estimular la práctica transformadora y el cambio social.
La investigación fue creada por el sociólogo colombiano Orlando Fals Borda,
quien fue uno de los pensadores críticos contemporáneos más importantes
de Colombia y de toda Latinoamérica.
Más allá de su actividad académica, Fals Borda tuvo un compromiso espe-
cial con los sectores más vulnerables de su país; por eso pudo ofrecer intere-
santes reflexiones críticas sobre las condiciones de la población colombiana.
Sus mayores aportes a la sociología están ligados a la investigación transfor-
madora en contextos de conflicto social.
De esta manera, la investigación-acción participativa formó parte y es resul- Orlando Fals Borda (1925-2008)
tado de esta articulación entre los logros académicos de Fals Borda y su com- Fuente: Scielo Colombia
promiso militante con las comunidades rurales de su país. Este método surgió
entonces a principios de la década de 1960, en el inicio de la institucionaliza-
ción de la sociología en Colombia. La nueva metodología se fue consolidando
en el mundo académico, producto de los buenos resultados que expresaban
la articulación de la acción y la participación de las personas que eran objeto
de las investigaciones. Así, comenzó a difundirse por el país y la región una
nueva forma de investigar y de hacer sociología.
Si bien el enfoque surgió como una metodología inspirada en la sociología,
se convirtió de inmediato en acción educativa, en cuanto recuperó la unidad
dialéctica entre teoría y praxis, haciendo de la investigación una constante
acción creadora, tanto para los investigadores como para los actores sociales.
CC
Una de las características propias de este método, que lo diferencia de todos
los demás, es la forma colectiva en que se produce el conocimiento, y la colec-
tivización de ese conocimiento. (Fals Borda y Rodrigues Brandao, 1991: 25).
A partir de esta propuesta realizada por Fals Borda, tanto la labor investigativa
como la labor pedagógica de construcción de conocimiento reconocen a los
sujetos que hacen los procesos sociales y los reúne en la búsqueda y conso-
lidación de propuestas transformadoras de la realidad. Por tal motivo, muchos
investigadores han asumido el desafío de ser educadores-investigadores,
desarrollando procesos de formación política y sindical con comunidades
campesinas y de trabajadores en Colombia, pero también en otros países
de la región, lo cual sin duda ha favorecido el autoconocimiento y el cambio
social, promoviendo mejores reflexiones sobre la dominación, la comunicación
intersubjetiva y la resolución de conflictos.
La investigación-acción quiere transformar simultáneamente a los sujetos
y al contexto que los rodea. En términos educativos, se la liga a la pedagogía
de la emancipación. Es un proceso que requiere un compromiso, una postu-
ra ética y persistencia en todos los niveles. Se busca así entender el mundo
al tratar de cambiarlo, colaborativa y reflexivamente. Sin duda, su vigencia se
debe a que anticipó de alguna manera una visión alternativa del positivismo
LECTURA OBLIGATORIA
Fuente: <educ.ar>
Dentro este grupo de reflexiones, uno de los conceptos más conocidos y pro-
ductivos es el de “hibridación cultural”, acuñado por el antropólogo argentino
Néstor García Canclini en su famosa obra Culturas híbridas (1990). El concepto
refiere a los procesos de intercambio y mezcla de ideas y representaciones
Néstor García Canclini (1939)
que se producen cuando dos culturas diferentes dialogan y se enfrentan. Fuente: UNL
El uso de esta noción permite un análisis crítico e integral de la relación
entre cultura y poder. Además, en el contexto de la globalización, pensar las
identidades desde la hibridación supone una crítica tanto a quienes sostienen
el avance de la cultura global como a aquellos que denuncian la desaparición La idea de hibridación proviene
de los valores tradicionales. tanto de la biología -que refiere
a mezcla de componentes y espe-
Se suele tener la equivocada idea de que con la modernidad y el desarro-
cies- como de la ingeniería, al indi-
llo de nuevas tecnologías, las identidades populares y tradicionales corren el car la combinación de fuentes de
peligro de desaparecer. Recientemente, los estudios culturales han utilizado energía o modelos tecnológicos.
la idea de hibridación para cuestionar esos argumentos.
Fuente: <Banrepcultural.org>
Amanda (2015)
Fuente: <www.marcoslopez.com>
LECTURA OBLIGATORIA
La organización del sistema académico-científico se puede vislumbrar desde
algunas interacciones entre las dimensiones epistemológicas, institucionales
y político-culturales acerca del significado del conocimiento científico, sus usos
y aplicaciones. Las ciencias sociales latinoamericanas no solo están en una
posición periférica, sino que se encuentran en una posición de relativa depen-
dencia académica. Con este concepto se quiere identificar una estructura
desigual de producción y difusión de conocimiento construida históricamente
dentro el sistema científico internacional (Beigel y Sabea, 2015).
A partir de los aportes de los estudios sociales de la ciencia, de la epis-
temología crítica y de los estudios comparados de la educación superior, fue
posible comprender el desarrollo de investigaciones sobre la dependencia
Fuente: Ediunc
académica. Con ellos se pueden obervar los procesos a través de los cuales
la dominación se inserta dentro de la producción de conocimiento. Diversos
trabajos comenzaron a mostrar la alta concentración de científicos laureados
y prestigiosos en las universidades de Estados Unidos y Europa, en desme-
dro de los países del tercer mundo. Los estudios recientes muestran que las
“normas universales” para la investigación y la construcción de conceptos
teóricos se han constituido y legitimado a través del sistema internacional de
publicaciones.
Durante las últimas décadas, los rankings universitarios y el factor de
impacto de las revistas indexadas han influenciado las decisiones editoriales
de las publicaciones estadounidenses y europeas. Por un lado, el prestigio
académico se concentró progresivamente en las publicaciones e institucio-
nes de investigación mejor posicionadas, lo que contribuyó a establecer un
conjunto de jerarquías internacionales y separó cada vez más las investiga-
ciones realizadas en centros académicos prestigiosos respecto del conoci-
miento marginal, producido y publicado fuera de ese espacio (Beigel y Sabea,
2015). Por otro lado, la fuerte supremacía del inglés en las publicaciones de
alto impacto marginaron aún más a los científicos que no publican en ese idio-
ma (Ortiz, 2009).
De esta forma, la idea de autonomía académica constituye una interesan-
te pregunta para pensar criterios de legitimación propios para la producción
científica en la región. La dependencia académica se construye en medio de
la compleja relación entre saber y poder, en un marco de profesionalización
académica periférica, en el que la circulación y la comunicación dentro de los
propios países es escasa y a veces improductiva. Estas disyuntivas constitu-
yen el factor central del carácter conflictivo, heterogéneo e inacabado de la
identidad latinoamericana. Se hace necesario entonces renovar la búsqueda
de los sentidos utópicos de los pueblos de la región.
LECTURA OBLIGATORIA
1.
2.
<https://www.youtube.com/watch?v=6GLzHSlGf4o>
Fuente: <elobservador.uy>
Fuente: <marcha.org.ar>
Esta fase estaría caracterizada por una feroz disputa por la reestructuración
de la distribución de la riqueza a favor de los sectores concentrados de la
economía, por el inicio de un nuevo proceso de endeudamiento externo, la
apertura de la economía, la desindustrialización y el intento deliberado de bajar
salarios y niveles de consumo de los trabajadores urbanos. Sin embargo, sus
características difieren del neoliberalismo del siglo pasado por varias razones.
Primero, porque el escenario regional e internacional ha cambiado por el peso
de las exportaciones de commodities en la región, el cambio multilateral de la
geopolítica mundial, los retrocesos de los procesos de integración regional y
la emergencia de identidades nacionales. Segundo, los contextos nacionales
confirman una creciente legitimidad política de los nuevos gobiernos, pero,
al mismo tiempo, la existencia de un piso mínimo de derechos y demandas
sociales que no se podría socavar. Se presentan así aspectos subjetivos bien
diferenciados, debido al avance de las nuevas tecnologías y de las redes
sociales, facilitando la construcción de una hegemonía cultural.
En su referencia al ciudadano común y desinteresado, altruista y volunta-
rioso, el neoliberalismo tardío despolitiza los conflictos sociales que emergen
de la contradicción de intereses y la puja distributiva. Ante ese escenario, tras
un discurso que legitima la mejora de la institucionalidad política, se quiere
invisibilizar la aplicación de planes de austeridad, disminución de la deman-
da y el consumo y, por lo tanto, de una profunda transformación del nivel de
vida de la población.
Se puede afirmar entonces que esta etapa política y económica en América
Latina se manifiesta principalmente en la aplicación de un entramado de polí-
ticas públicas orientadas a promover una abrumadora transferencia de ingre-
sos a sectores concentrados y, por lo tanto, consolidar un aumento de la des-
igualdad. Pero también esta política se construye en una novedosa conjunción
del poder mediático, judicial y económico que sustituye la idea de desarrollo
por la noción de transparencia como indicador de la modernización y horizonte
LECTURA RECOMENDADA
RR
Pereira da Silva, F. (2007), Reseña de “La sociedad excluyente: la Argentina bajo el
signo del neoliberalismo” de Maristela Svampa, Revista Brasileira de Ciências Sociais,
vol. 22, núm. 64, junho, pp. 182-185.
<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10706419>
Fuente: Clacso
Tal como nos recuerda Beigel (2016), una metáfora literaria se ajusta con
mucha precisión al problema del rol del intelectual latinoamericano. La histo-
ria contada en la obra de Shakespeare, La Tempestad, remite a imágenes y
recursos que están presentes en la historia intelectual de la región. Sus tres
personajes principales pueden ayudar a entender productivamente esos reco-
rridos. Como se sabe, ellos son Próspero, el conquistador de una isla que se
convertiría en su reino durante el exilio, Ariel, su espíritu consejero, y Calibán
el nativo esclavizado. Como ya se ha visto en la primera unidad, el pensador
uruguayo José Enrique Rodó argumentó, en 1900, que América Latina estaba
representada por “Ariel”, pura espiritualidad y belleza, frente al materialismo
y al expansionismo norteamericano.
PARA REFLEXIONAR
3.
Referencias bibliográficas