Está en la página 1de 844

SAGRADA BIBLIA

BIBLIOTECA V E R S I Ó N C R I T I C A S O B R E
DE
LOS T E X T O S HEBREO Y GRIEGO
AUTORES CRISTIANOS
POR El, RVDO. P.
Declarada de interés nacional
JOSÉ M A R Í A BOVER, S. I. (t)
ESTA COLECCIÓN SE PUBLICA BAJO LOS AUSPICIOS Y ALTA
DIRECCIÓN DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA
FRANCISCO CANTERA BURGOS
CATEDRÁTICO D E HEBREO EN LA "UNIVERSIDAD CENTRAL
LA COMISIÓN D E DICHA PONTIFICIA Y DIRECTOR DEL INSTITUTO ARIAS MONTANO D E ESTU-
UNIVERSIDAD ENCARGADA D E LA D I O S HEBRAICOS Y ORIENTE P R Ó X I M O . DE LA REAL
ACADEMIA DE LA H I S T O R I A
INMEDIATA RELACIÓN CON LA B. A. C ,
E S T A I N T E G R A D A E N E L A Ñ O 1957

POR LOS S E Ñ O R E S S I G U I E N T E S : CUARTA EDICIÓN .


Notablemente corregida y mejorada en el
PRESIDENTE:
A. Testamento; revisada en el Nuevo por el
Excmo. y Kvdmo. Sr. Dr. Fr. F R A N C I S C O BARBADO
R . P . ]•' F I, I X P U Z O , S . I.
V I E J O , O. 1'., Obispo de Salamanca y Gran Canciller
de la Pontificia Universidad. tROMKSOK DJi I.A UNIYIíKSIJMD GREGORIANA DE ROMA

VICEPRESIDENTE: I l m o S r - D r . LORENZO TURRADO,


Rector Magnifico.
1

VOCALES: R P D r . Fr. AGAPITO SOBRADILLO,


O. F . M. C , Decano de la Facultad de Teología;
M . I . Sr. Dr. I.AMUKRTO DE E C H E V E R R Í A , Decano de
la Facultad de Derecho; M. I . Sr. D r . BERNARDO R I N -
CÓN, Decano de la Facultad de Filosofía; R. P . D r . JOSÉ
JIMÉNEZ, C. M. F . , Decano de la Facultad de.Huma-
nidades Clásicas; R. P. Dr. Fr. ALBERTO COLUN-
GA, O . P . , Catedrático de Sagrada Escritura; reveren-
d o P . D r . B E R N A R D I N O LLORCA, S. I . , Catedrático de
Historia Eclesiástica.
SECRETARIO: M . I . Sr. Dr. L u i s SALA B A L U S T , Profesor.

LA E D I T O R I A L CATÓLICA, S. A . APARTADO 466 BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS


MADRID • MCMLVII
MADRID • MCMLVII
VI ÍNDICE GENERAL ÍNDICE GENERAL VII

Págs.
Págs.

Eclesiástico 828 Bpístola a los Hebreos 1576


Introducción ;i los profetas : literatura poética 889 Introducción a las Epístolas Católicas 1593
Epístola de Santiago 1594
Isaías 891
Epístolas I y II de San Pedro 1601
Jereii 1 ías 959
Epístolas I, II y I I I de San Juan 1611
Lanu-titaciones 1025
Baruk 1033 Epístola de San Judas 1622
lízequicl T 1042 Apocalipsis de San Juan , 1624
Mapas 1653
Daniel 1101
Onecía 1127
Joc-1 1140
Amos 1145
Abdías 1155
Jonás .: 1157
Miqueas 1160
Nalmm 1168
Habacuc 1172
Sofonías 1177
Ageo Z181
Zacarías 1184
Malaquías 1198
Macabeos I y 11 1203

NUEVO TESTAMENTO

De los Evangelios cu general 1261


Evangelio de San Mateo 1263
Evangelio de San Marcos 1308
Evangelio de San Lucas 1332
Evangelio d e San Juan 1382
Hechos de los Apóstoles 1421
Introducción general a las Epístolas de San Pablo 1463
Epístola a los Romanos 1467
Epístolas I y II a los Corintios 1490
Epístola a los Gálatas 1521
Epístola a los Efesios 1530
Epístola a los Filipenses 1540
Epístola a los Colosenses 1545
Epístolas I y I I a los Tesalonicenscs 1551
Epístolas I y II a Timoteo .• 1559
Epístola a Tito 157°
Epístola a Filemón 1574
BENDICIÓN APOSTÓLICA DE SU SANTIDAD

SEGRETERIA D I STATO
DI SuA SANTITÁ

N . 251.946

Vaticano, 21 de mayo de 1951.

Mis distinguidos Profesores:


El Augusto Pontífice ha recibido con viva satisfacción el
ejemplar de la Sagrada Biblia en su versión crítica castella-
na, hecha sobre los textos hebreo y griego, que ustedes han
publicado en l¡i Biblioteca de Autores Cristianos.
El espléndido reflorecimiento de los estudios bíblicos en
España ha dado este nuevo y estimable fruto, que por sus
criterios doctrinales y científicos ha de ser muy útil tanto a
los estudiosos como a los fieles que sienten particular amor
hacia la Sagrada Escritura.
Para lograr esto han enriquecido la traducción con opor-
tunas introducciones a los diferentes libros, han procurado
hermanar la más estricta ortodoxia con una sana moderni-
dad y usan los modos literarios con acierto para la mejor
inteligencia del texto, avalorándolo con un aparato crítico,
además de claras notas explicativas y numerosas ilustra-
ciones.
El Santo Padre ha visto con particular complacencia
este trabajo, realizado por ustedes con el elevado fin de
contribuir al conocimiento de la palabra de Dios, y quiere
alentarles en esta labor, que ha de proporcionarles grandes
consuelos y méritos.
Su Santidad quiere expresarles su paternal agradeci-
miento por los devotos y filiales sentimientos con que le han
ofrecido su obra, a la par que pide al Señor que siga ilu-
minándoles siempre en estos estudios con sus divinas luces.
Con estos votos les envía de todo corazón la Bendición PROLOGO A LA CUARTA EDICIÓN
Apostólica, que gustoso extiende a la benemérita Editorial
Católica, que tan señalados servicios está rindiendo a la
cultura cristiana y a la ciencia española.
Con las seguridades de mi distinguida consideración, que-
do de ustedes seguro servidor,

F i r m a d o : J. B. M O N T I N I
Sust.

A GOTADAS las tres copiosas ediciones primeras de nuestra versión


**• de la Sagrada Biblia, parécenos conveniente reiterar a los lecto-
res de esta traducción los criterios doctrinales y científicos tenidos
en cuenta y señalar las principales novedades ahora introducidas,
i. En cuanto al criterio doctrinal, se ha procurado hermanar
la más estricta ortodoxia con la sana modernidad. Si era difícil con-
Rvdmo. P. José María Bover, S. I., y Prof. D . Francisco Cantera
seguirlo, necesario era intentarlo. Por lo que toca al criterio litera-
Burgos.—Barcelona-Madrid. rio, se han tomado como norma las que pudiéramos llamar cuatro
máximas del traductor bíblico: la máxima fidelidad o exactitud, la
máxima literalidad, la máxima diafanidad y la máxima hispanidad.
La primera se debía al autor divinamente inspirado; la segunda, a
los fueros de la lengua original; la tercera, al derecho de los lecto-
res; la cuarta, a la nobleza del habla castellana. Como estas máximas
ticnrn i o n frecuencia exigencias opuestas y aun incompatibles, ha
¡údo preciso no pocas veces apelar al compromiso o transacción.
En semejantes conflictos debía sacrificarse—sólo en la medida es-
trictamente necesaria—rio menos importante, cual es la literalidad.
Y aun entonces el lector encontrará muchas veces en las notas expli-
cativas esa misma versión literal.
Conscientes los autores del enorme compromiso que con el
público contraían al publicar la nueva traducción, no han escati-
mado esfuerzo, ya para presentar ésta en la forma tipográfica más
acertada y grata posible y acompañada de la ilustración de los
grabados y mapas más científicos, ya para realizar su obra con
las mayores garantías de acierto.
2. La versión de los libros hebraicos ha sido nuevamente de-
purada a base del texto de la reputada Biblia Hebraica, editada
por Rud. Kittel y P. Kahle en su novena edición, elaborada por
A. Alt y O. Eissfeldt (Stuttgart 1954). L o mismo hemos hecho con
el libro del Eclesiástico, que por primera vez vertimos del hebreo
al español a base de la recentísima edición de M . S. Segal (Jerusa-
lén 1953). Para la versión y anotación de cada uno de los libros
bíblicos se ha seguido empleando el más rico y moderno material
bibliográfico, así en diccionarios, gramáticas, revistas, etc., como en
PRÓLOGO xra
xir PRÓLOGO

múltiples pasajes aislados,, sino en libros enteros, como, v.gr., Pro-


traducciones y comentarios antiguos y modernos de todo idioma
verbios y Eclesiástico, o en otros que aprovechan las más recientes
y antiguas traducciones españolas, incluso manuscritas.
investigaciones sobre los descubrimientos del mar Muerto.
Nuestra versión sigue fielmente el texto hebraico, pero de una
manera crítica, prudente; pues teniendo en cuenta las variantes de 4. Como en anteriores ediciones, antes de cerrar estas páginas
los mss. más acreditados que utilizaron Kittel y Kahle y las prin- preliminares debemos señalar al lector la distinta paternidad de las
cipales traducciones antiguas, aveces nos hemos apartado de aquél, diversas partes de la obra. Son del R. P. Bover—cuya desapari-
tras esmerado trabajo crítico, pero siempre reflejando tipográfica- ción d e entre nosotros en 1955 lloramos todavía—la Introducción
mente tal alteración y recogiendo en el aparato que sigue a cada general, las introducciones, versión y notas de todo el N . T . y,
libro bíblico la versión literal del actual texto hebreo y los apoyos dentro del A. T., la versión de los libros deuterocanónicos: Tobit,
del escogido como preferente (versiones más venerables, manuscri- Judit, Sabiduría, Baruk, y las partes de este mismo carácter de
tos, etc.). Esta importante novedad de nuestra obra desea servir ai Ester y Daniel, así como sus introducciones y anotaciones respecti-
lector que busque algo más que una mera lectura corriente de los vas. Al R. P. Félix Puzo débese la versión de los Macabeos y su in-
Sagrados Libros, ayudándole a formarse juicio exacto sobre el texto troducción y notas correspondientes.
y sus problemas en pasajes difíciles, tan frecuentes en el original Al D r . Cantera corresponden la versión e introducciones de
hebreo, y a la vez anhela estimular estos trabajos en España. Quien todos los libros hebreos o protocanónicos de la Biblia, además de
atentamente considere esa parte de nuestra labor—ingrata y dura—, la del Eclesiástico, cuya traducción ha sido realizada en colabora-
podrá comprobar nuestro altísimo aprecio del texto tradicional y ción con el R. P. Valle, a quien se debe la parte correspondiente al
de la Vulgata (harto a menudo abandonados con sobrada expedi- texto griego, además de la confrontación del texto hebreo de los
ción por críticos y traductores). N o queremos dejar de consignar libros protocanónicos con el griego de los Setenta. E n las introduc-
cuánta ha sido nuestra satisfacción al comprobar la coincidencia ciones de los escritos por entero protocanónicos y la del Eclesiás-
del procedimiento pur nosotros seguido con el adoptado por el Pon- tico, los P P . Bover y Valle han revisado el trabajo del D r . Cantera.
tificio Instituto Bíblico en su Liber Psalmorum y en la Sacra Bibbia. El aparato crítico del A. T . débese a éste. Del rico material expuesto
en la copiosa anotación de dichos escritos, el filológico y el arqueo-
3. En cuanto a las novedades más importantes de esta cuarta lógico corresponden al D r . Cantera, el exegético al P . Valle.
edición, podemos señalar primero las introducidas en la segunda Ntm complace también, y es grato deber de justicia, destacar la
y tercera: en el aspecto formal, la reducción de los dos volúmenes inapreciable colaboración prestada en nuestra primitiva labor de la
de la primera a uno solo, reclamada por muchos lectores para el parte hebraica por el D r . D . Federico Pérez Castro, catedrático de
más cómodo manejo. Ello nos ha obligado a la supresión de unos la sección de Filología Semítica en la Universidad Central y secre-
centenares de páginas, ahorradas en grabados menos útiles, elimi- tario del Instituto Arias Montano, del Consejo Superior de Inves-
nación de excesivos blancos, abreviación de notas, cercenando tigaciones Científicas. Asimismo no queremos omitir la gratitud
cuantas se han j u / g a d o menos necesarias, etc. La mejora del papel que guardamos a cuantos con sus reseñas nos han ayudado a per-
utilizado y el aumento de líneas en cada página nos han facilitado feccionar nuestra obra, eliminando defectos, etc.
esta labor, para no privar a los lectores del comentario que juzgá-
bamos conveniente. 5. A continuación expondremos, para su más fácil manejo,
Otra novedad importante es la de ofrecer más literalmente los el cuadro de siglas y abreviaturas adoptadas, así como otros signos
textos versificados de la Biblia. A pesar de la merecida estima y empleados en nuestra versión y el criterio seguido en la transcrip-
las alabanzas tributadas a la obra del R. P. Fernando Valle, son ción de los vocablos bíblicos.
muchos los lectores que prefieren sacrificar el halago del verso a Quiera el Señor que el ímprobo trabajo puesto en esta obra
una mayor fidelidad en la traducción. Sólo hemos conservado los señale positivo avance, sea acicate para trabajos de mayor empeño
textos vertidos en verso libre con absoluta y estricta literalidad. en los estudios bíblicos españoles y sirva para consolidar la fe ca-
tólica, fomentar la piedad cristiana y extender el conocimiento y
Finalmente, son numerosísimos los pasajes retocados y depu-
amor de nuestro Dios y Salvador Jesu-Cristo.
rados, fruto de nuevos estudios críticos, filológicos, exegéticos y
arqueológicos, realizados por los autores así en el Antiguo como
en el Nuevo Testamento.
A todo ello añade la edición presente un gran avance, no sólo en
PRÓLOGO XV
XIV PROLOGO

haplogr = haplographia. sg, sing.. = singular.


inc = incertum, incierto. s, ss = siguiente, siguientes.
SIGLAS Y ABREVIATURAS imp.... = imperativo. trsp = t r a n s p o n e , transponen-
inf = infinitivo. ^ [dum.
A, Ar, A.-ili VITNÍOIH'N de Aquila, Arábiga, Etiópica. ins = inserendum, insértese. v. vv. . . . = versículo, versículos.
A. T Anticuo Testamento. 1 = lege(ndum), léase, lee- ve/cs = versiones.
B lúlición Hombergiana de Jacob bar Jayyim (1524-5). lit = literalmente. [mos. vid = véase.
Copt ViTNÍ<'in copra. mlt = multi, muchos.
E' Versión griega en Hexaplar de Orígenes, 5.0 lugar.
Ea, lib, Iw. Var. t'úds. orientales (vide Kittel xi, xxin y xxx ss.).
Esc liibl. nis. de El Escorial, sign. I-j-3, paleografía del s. XV.
G Versión «riega de los LXX. SIGLAS BÍBLICAS
G» Versión griega, cód. alejandrino.
G" Versión griega, cód. vaticano.
Ab (días) Est(er) Jon (ás) Prv (Proverbios)
G" Versión griega, recensión hexaplar. Ac (tos) Ex(odo) Jos(ué) Re (yes )
G1 Versión griega, recensión lucianea. Ag(eo) Ez(equiel) Jue (ees) Rom (anos)
H Texto hebreo masorético. Am(ós) Flm (Filemón) Lam (entaciones) Rt (Rut)
Ap(ocalipsis) Flp (Filipenses) Le (Lucas) Sab (iduría)
HÍ ;.. Versión de San Jerónimo. Bar(uk) Gal (atas) Lev (ítico) Sal (mos)
H° Texto hebreo según Orígenes. Cant(ar) Gén(esis) Mac (abeos) Sam(uel)
Habfacuc) Mal (aquias) Sant (iago)
K Ketib (K" cc , K o r = K, según occidentales, orientales). Gol (osenses)
Heb (reos) Me (Marcos) Sof (onías)
Cor (intios)
Kit Kittel (edic. 1951). Cr fónicas) Is(aias) Miq (ueas) Tes (alonicenses)
L Vetus Latina (ítala) según Sabatier, 1739-1749 (1751). Dan (iel) Jb (Job) Mt (Mateo) Timfoteo)
Dt (Deuteronomio) Jds (Judas) Na (hura) Tit(o)
L", U Versión Vet. Lat. según Ranke; según cód. Lugdunense. Jdt (Judit) Ne (hernias) Tob (it)
Ece (Eclesiastés)
L]e . Versión Vet. Lat., cód. Legionense margen. Eci (Eclesiástico) Jer (emias) Núm(eros) "Zzc (arias)
L. Ps Liber Psalm. del Pont. Inst. Bíb., ed. Romae 1945. Eí(esios) Jl (Joel) Os (eas)
Esd(ras) Jn (Juan) Pefdro;
M Mss. Mar Muerto o de Qumrám
N. T Nuevo Testamento.
Occ, O r . . . . Occidentales, ()rienlalcs.
Q Qere (q""" q"r segi'rn los occidentales, orientales).
S Versión siriaca Pessito. OTROS SIGNOS Y OBSERVACIONES
S" Versión siríaca hexaplar.
Sam Pentateuco samaritano. a) Las letras voladas remiten a las notas del aparato crítico que sigue a
Sym Symmachus. cada libro sagrado.
T Targum. b) Van en cursiva seguidas dé letra volada aquellas palabras que suponen
T°, T J , T".. Targum de Onkelos, de Pseudo-Jonathan, Palestinense. inserción o modificación en el texto hebreo recibido.
1"pr Targum de Jos y Jue según Praetorium, 1899-1900. c) Van simplemente en cursiva algunos vocablos que son mera transcripción
Th.'.'.V.'.'.'.'. Theodotion. del original, los nombres que el sagrado autor emplea en etimologías, etc. En cier-
V Vulgata (edic. Sixto-Clementina). tas poesías, también el estribillo o pizmón,
Var Varia lectio: Var b = var. lect. según Biblia masorética de d) Entre [ ] y en caracteres redondos, los vocablos introducidos en la ver-
Ginsburg, etc. (cf. Kittel). sión como complemento del texto hebraico.
(G)(V)(T).. = G etc., no literalmente, sino en sentido general. e) Entre < > las propuestas de supresión, en vocablos que la crítica juz-
gue no auténticos.
add. = adde, additur. ms, mss. manuscrito(s). f) La numeración adoptada (como el orden de los libros) es la de la Vulgata.
— con. mtr metro. Cuando no coincide con la del texto hebraico, la numeración de éste va al pie de
ca = circa, cerca de. nonn.. . . nonnulli. la de la V: así 12, 23 •• Cuando el comienzo de un versículo en H no coincide
cf = confróntese. om omitte(ndum), omite. con la V, la numeración de H va entre [ ].
cod(s). . = códice(s). pe pauci, pocos. g) En los libros que—como Dan v.gr.—ofrecen pasajes deuterocanónicos,
conj.... = conjunge, conjungit. pl(ur). plural. éstos, con la numeración de V, van entre [ ].
errp.... = corrupto. prb... probablemente. h) Un * al fin del versículo advierte al lector que lleva nota al pie.
di = delendum. praem. praemittk, -unt, -e.
dittogr. = dittographia. pret... pretérito
e. d.. . . = es decir. prp... proponit, proponunt.
ed(s)... = edición(es). prps.. propositum, propuesto.
exc = excidit, exciderunt. Pt participio.
frt = fortasse.
gl = glosa. secu ndum.
XVI • PRÓLOGO

TRANSCRIPCIÓN J>I; LOS VOCABLOS HEBRAICOS


INTRODUCCIÓN GENERAL

Dado el carácter de esta publicación, y por exigencias tipográficas, hemos


procurado simplificar el sistema de transcripción de las voces hebraicas hasta
donde ha sido posible, tendiendo a evitar la excesiva desfiguración de los vocablos
y con arreglo a esta pauta:

H '(Urni'i.limen 1 V D m s s
le, n.n lii) t 7. 3 n P q ( q u a n t e e, i) y* ARA orientarse en la lectura e inteligencia de la Biblia conviene cono-
3 li n i 0 s i r cer previamente estos cuatro puntos: i) qué libros la integran:
i K ( u i i a n l r r , 1,1 a, 1 »
1 d
s> ' (generalmen- VJ s canon bíblico; 2) cómo se escribieron y han llegado hasta nosotros: texto
y te n a d a ) n t
h ( n a d a e n ah 3 y versiones; 3) cómo se compagina su origen divino con su origen humano:
k c r
final) b l 3 inspiración bíblica; 4) qué normas hay que seguir para acertar en su ajus-
p
tada interpretación: hermenéutica bíblica.

I. Canon bíblico

Llámase Biblia o Escritura sagrada la colección de los libros judíos


y cristianos que se creen inspirados por Dios. La de los libros judíos se
denomina Antiguo Testamento; la de los libros cristianos, Nuevo Tes-
tamento.
No todas las Biblias contienen el mismo número de libros.
En el Antiguo Testamento existieron dos colecciones diferentes: una
más breve, la di- los originóles hebreos (Canon palestinense); otra más
larga, la de la versión H'ú'M'1 ((-anón alejandrino). La versión griega
conserva todos los libros contenidos en la Biblia hebrea, a los cuales
añade: Tobit, Judit, Sabiduría, Eclesiástico, Daruc (con la adjunta Epís-
tola de Jeremías), Primero y Segundo de los Macabeos y algunos frag-
mentos de Ester y de Daniel. Los libros comunes a entrambas colecciones
se han llamado desde el siglo XVI protocanónicos; los propios de la
Pintura mural de las ruinas de Teleilat Ghasut. versión griega, deuterocanónicos. Esta división, empero, eco de antiguas
(Mallon, «Teí. Ghasúl», i, íám. r. controversias motivadas por las dudas de unos pocos, es puramente
extrínseca. Tan divinamente inspirados son los deuterocanónicos como
los protocanónicos. En efecto, los Apóstoles usaron como Escritura
divina la colección alejandrina, y como tal la entregaron a la Iglesia.
De las 3 so citas del Antiguo Testamento contenidas en el Nuevo, más
de 300 se refieren a la versión alejandrina. Y entre los libros citados se
hallan también los deuterocanónicos. Y alejandrina era la Biblia que
San Pablo recomendaba a Timoteo (1 Tim 3,15-17). A ejemplo de los
Apóstoles, los Padres apostólicos citan los deuterocanónicos como di-
vinamente inspirados. Y el Magisterio eclesiástico siempre ha incluido
en el canon bíblico los libros y fragmentos deuterocanónicos. Así los
Romanos Pontífices Dámaso, Gelasio, Hormisdas, Inocencio I, Nico-
lao I e Hilaro; así también los tres concilios africanos de 393, 397 y
419, a que asistió San Agustín; el Romano de 360, el Trulano de 692,
el Florentino, el Tridentino y el Vaticano. Son, por tanto, deficientes
las Biblias protestantes, que excluyen los deuterocanónicos.

fltrver-Cantp.rii 1
INTRODUCCIÓN GENERAL 3
2 INTRODUCCIÓN GENERAL
f Evangelio según San Mateo.
E n el N u e v o T e s t a m e n t o n o existieron dos colecciones rivales; pero Evangelio según San Marcos.
algunos libros, por circunstancias especiales, n o fueron t a n r á p i d a m e n t e /"Históricos. < Evangelio según San Lucas.
propagados y reconocidos universalmente en la Iglesia c o m o Escritura Evangelio según San Juan.
divina. T a l e s fueron la Epístola a los H e b r e o s , la Epístola de Santiago, Hechos de los Apóstoles.
la Segunda de San P e d r o , la Segunda y la T e r c e r a de San J u a n , la de San
J u d a s y el Apocalipsis. P e r o las citas patrísticas y el testimonio del M a - A los Romanos.
gisterio eclesiástico conceden a estos escritos el m i s m o valor q u e a los I y II a los Corintios.
protocanónicos. A los Gálatas.
A los Efesios.
T a m p o c o es igual en todas las Biblias el o r d e n en q u e se suceden E p í s t o l a s dt A los Filipenses.
los libros. El de la edición C l e m e n t i n a de la Vulgata, sustancialmente San Pablo. . A los Colosenses.
conforme con el del Concilio T r i d e n t i n o , distribuye los libros de a m b o s NUEVO
TESTAMENTO:-
I y II a los Tesalonicenses.
T e s t a m e n t o s en tres series: históricos, didácticos, proféticos. H e aquí, I y II a Timoteo.
conforme a esta distribución, los libros q u e integran la Biblia: A Tito.
Didácticos. A Filemón.
Génesis.
Éxodo. A los Hebreos.
Levítico.

(
Números. De Santiago.
Deuteronomio. I y II de San Pedro.
Josué. I, II y III de San Juan.
Jueces. De San Judas.
I listóneos. Rut.
I y II de Samuel. Profético Apocalipsis.
I y II de los Reyes. .
I y II de las Crónicas o Paralipómenos.
I de Esdras y II ( = Nehemías). II, Texto y versiones
Tobit.
Judit.
Ester. i. T E X T O ÍS/IÍLICO.— El A n t i g u o T e s t a m e n t o se escribió casi todo
I y II de los Macabeos. en hebreo. Las excepciones son:
Esdras y Daniel: bilingües, p u e s p r e s e n t a n amplias secciones en
fjob.
Salmos. arameo;
ANTIGUO Proverbios. Tobit y Judit: se d u d a si se escribieron en h e b r e o o en a r a m e o ;
TESTAMENK Didácticos. Eclesiastés. Sabiduría y II de los Macabeos: se escribieron en griego.
Cantar de los Cantares. E l N u e v o T e s t a m e n t o se escribió en griego, a excepción de San M a -
Sabiduría de Salomón. teo, escrito en arameo.
.Eclesiástico.
G e n e r a l m e n t e se h a n conservado los textos originales: sólo se con-
Isaías. servan en griego (y en otras versiones antiguas) Tobit, Judit, Baruc,
Jeremías, Lamentaciones, Baruc. Primero de los Macabeos y los fragmentos deuterocanónicos de Ester y
Ezequiel. Daniel. D e l Eclesiástico, q u e se creía p e r d i d o , se descubrieron recien-
Daniel. t e m e n t e (1896-1900 y 1930) u n a s dos terceras partes del original h e b r e o .
Oseas.
Joel. El texto original, t a n t o el h e b r e o del A . T . c o m o el griego del N . T . ,
Amos. ha llegado hasta nosotros substancialmente íntegro. P e r o con u n a nota-
Proféticos. Abdías. ble diferencia. M i e n t r a s los códices hebreos c o n c u e r d a n entre sí, los
Jonás. griegos discrepan n o t a b l e m e n t e en los p o r m e n o r e s . L a razón de esta •
Miqueas. diferencia está ligada a la historia de la transmisión de los textos.
Nahum. E n la historia del texto h e b r e o se distinguen dos épocas: la de la
Habacuc.
Sofonías. pluralidad de textos discordantes (anterior al año 70 de nuestra era) y
Ageo. la de la u n i d a d del texto uniforme (posterior a esta fecha). N o consta
Zacarías. con seguridad cómo se logró esta absoluta uniformidad t e x t u a l ; contri-
Malaquías. b u y e r o n a ella, #in d u d a , los trabajos críticos de los rabinos (Tannaítas,
4 INTRODUCCIÓN GENERAL INTRODUCCIÓN GENERAL 5

A m o r a í t a s y Masoretas). Esta uniformidad, q u e parece u n a ventaja, es, Versiones cópticas.—Las dos m á s i m p o r t a n t e s s o n :


en realidad, un inconveniente, pues nos priva de las variantes de los •La Sahídica (del Alto Egipto).
códices mas antiguos, cuyo conocimiento y e x a m e n sería necesario para *La Bohaírica (del Bajo Egipto).
la reconstitución crítica del texto original.
En la historia del texto griego p u e d e n señalarse tres etapas principa- Se conservan fragmentos de otras d o s : * L a A k h m í m i c a y * L a Fa-
les: el texto libre o prerrecensional; las grandes recensiones (alejandrina, yúmica.
cesariense, antioquena) de los siglos III y I V ; la uniformidad del texto Versiones árameos del Antiguo Testamento.—Son las llamadas Pará-
bizantino, liste texto bizantino, derivado en gran parte d e la recensión frasis caldeas o Targumim. Tales son :
antioquena, fue el q u e se i m p r i m i ó a principios del siglo X I V y d o m i n ó
("La de Onkelos.
sin rival d u r a n t e cuatro siglos (llamado p o r eso Textus receptus), hasta q u e p, I „ I La Jerosolimitana del Pseudo-Jonatás.
a principios del siglo XIX se iniciaron las m o d e r n a s ediciones críticas, Otras dos Jerosolimitanas.
basadas en las recensiones alejandrina y cesariense y en los textos prerre- ^La del Pentateuco Samaritano.
censionales. Gracias a estas ediciones, el texto griego del N . T . es in-
c o m p a r a b l e m e n t e m á s seguro q u e el h e b r e o del A . T . , el cual sólo con De los Profetas La del Pseudo-Jonatás.
el subsidio de las versiones antiguas p u e d e reconstituirse con alguna De los Hagiógrafos Muy varias unas de otras.
probabilidad. Otras versiones.—Merecen mencionarse:
2. VERSIONES BÍBLICAS.—Las antiguas versiones bíblicas son i m - •La Etiópica.
portantes, por c u a n t o a y u d a n para la reconstitución del texto original •La Armenia.
y para su exacta interpretación. E n u m e r a r e m o s las principales, señalando •La Gótica.
con u n asterisco (*) las mediatas, es decir, las q u e en el A . T . se derivan *La Georgiana (derivada de la Armenia).
n o del texto h e b r e o , sino d e la versión griega de los Setenta.
D e m e n o r importancia, p o r ser m á s recientes, son la *EsIavónica,
Versiones griegas del Antiguo Testamento.—Son: las ' A r á b i g a s y las *Persas.
Versiones latinas.—Son las antiguas versiones latinas, q u e antes so-
la Alejandrina, llamada de los Setenta (LXX); lían c o m p r e n d e r s e con el n o m b r e de ítala, y la d e San Jerónimo, q u e
la tic Auuila (servilmente literal), ha recibido el n o m b r e de Vulgata latina.
la de Teodotión (dependiente de los LXX), Entre las antiguas o prejeronimianas se distinguen d e s d e luego la
la de Stmaco (más libre). Africana y la Romana. P r o b a b l e m e n t e existieron otras versiones europeas,
e n t r e ellas la Vetus Latina Hispana, poco ha descubierta p o r D . Teófilo
Estas cuatro versiones, dispuestas en cuatro columnas, precedidas
A y u s o . T o d a s derivan de los L X X .
p o r el texto h e b r e o y por su transcripción griega, formaron las Hexaplas
L a labor d e San J e r ó n i m o en la Vulgata fue m u y varia. T r a d u j o del
de Orígenes. A ellas se añaden a las veces otras tres versiones anónimas,
h e b r e o los Protocanónicos del A . T . , y del arameo los libros d e T o b i t y
q u e por su posición en las Hexaplas recibieron los n o m b r e s d e Quinta,
J u d i t ; y retocó, a lo q u e parece, la antigua versión latina de los fragmen-
Sexta y Séptima.
tos deuterocanónicos de Ester y Daniel. L o s d e m á s deuterocanónicos
los dejó intactos. Del Salterio, antes d e traducirlo del hebreo, había r e -
Versiones siriacas.—Pueden distinguirse así: tocado dos veces la antigua versión latina: p r i m e r o m á s ligeramente
(Salterio Romano), luego m á s a fondo, conforme al texto hexaplar de

{
Antiguo Testamento La Peshitta.
los Setenta (Salterio Galicano). Este último fue el a d o p t a d o en la edi-
[LaSinaítica. ción C l e m e n t i n a de la Vulgata. Del R o m a n o se conservó, hasta la nueva
Nuevo Testamento -j La Curetoniana. versión hecha p o r los profesores del Pontificio Instituto Bíblico de R o m a ,
I El Diatessaron de Taciano. el salmo 94 en el Invitatorio de Maitines. D e l R o m a n o t a m b i é n solían
tomarse las p a r t e s cantables del Misal y del Breviario. Corrigió t a m -
*La Filoxeniana. bién San J e r ó n i m o el N . T . : s e g u r a m e n t e los Evangelios, m u y p r o b a b l e -
; *La Palestinense. m e n t e t o d o s los d e m á s libros; los Evangelios m á s a fondo, el resto m á s
l*La Hexaplar. a la ligera.
Secundarias. P r o n t o la Vulgata, m u y superior a las viejas versiones latinas, y
["La Filoxeniana.
I La Palestinense. generalmente a todas las versiones bíblicas de la antigüedad, se s o b r e -
Nuevo Testamento. | La Peshitta. p u s o y d o m i n ó en toda la Iglesia latina. P e r o la transcripción d e los
1 La Harclense. códices n o fue siempre bastante esmerada. Se infiltraron en ellos n o
6 INTRODUCCIÓN GENERAL
INTRODUCCIÓN GENKRAL 7
pocas variantes do las antiguas versiones. En razón de restituir la Vulgata
a su pureza primitiva, se hicieron diferentes ediciones que pretendían por autor a Dios, y como tales han sido entregados a la Iglesia»
ser críticas. La más antigua de todas es la del misterioso obispo español (Denz. 1787).
Peregrino, cine algunos identifican con Baquiano. Siguieron las de San En esta definición se distinguen dos partes: en la primera se reprue-
Isidoro de Sevilla y de Casiodoro, y más tarde las de Alcuino y de Teo- ban dos explicaciones erróneas o deficientes de la inspiración; en la
dulfo de Orlciins. Al mismo fin se enderezaban los numerosos Corree- segunda se propone la doctrina católica. Es error creer que la inspi-
torios medievales: el de París (de 1228) y los varios elaborados por los ración consiste en la subsiguiente aprobación de la Iglesia. La Iglesia,
Dominicos y los Franciscanos. A pesar de todos estos loables conatos, sin duda, ha aceptado y aprobado los libros canónicos; pero tales libros
se formó y prevaleció el texto amalgamado de la llamada Biblia de no son inspirados porque los acepte la Iglesia; antes al contrario, la
París. Y ese texto pasó en gran parte a las ediciones oficiales de Six- Iglesia los acepta porque son inspirados. Es también error pensar que
to V (1590) y de Clemente VIII (1592, 1593, 1598). En nuestros días, la inspiración consiste en la mera exención de error o en la fidelidad en
la Santa Sede, deseosa de obtener una edición crítica de la obra de San transmitir la divina revelación. Pudo, por ejemplo, San Lucas haber
Jerónimo, ha confiado esta labor, tan ímproba como delicada, a la ínclita escrito su Evangelio por su propia iniciativa y con solos los recursos
Orden Benedictina. En la reconstitución de la Vulgata habrá de tener humanos, tal cual de hecho lo escribió, es decir, tan inmune de todo
influjo preponderante la historia de los códices españoles, cuyo especial error y tan fiel en reproducir los hechos y los dichos de Jesu-Cristo;
estudio, iniciado por S. Berger y continuado por Quentin, De Bruyne, sin embargo, tal libro no estaría divinamente inspirado. La divina ins-
Vaccari y otros, ha entrado en una nueva fase de su historia gracias a piración postula la total exención del error; pero no es la misma inerran-
los concienzudos trabajos de D. Teófilo Ayuso. cia : es algo previo, de que ella se deriva.
La Vulgata latina fue declarada auténtica por el Concilio Triden- La explicación positiva del Concilio incluye dos elementos: un acto,
tino (Denz. 785). El sentido y alcance del decreto Trídentino lo inter- la inspiración del Espíritu Santo, y un efecto, el ser Dios autor de los
preta autoritativamente Pío XII en su reciente Encíclica Divino affiante libros sagrados. Comenzando por el efecto, como más claro, es evidente
Spiritu con estas palabras: «Por lo que hace a la voluntad del Sínodo que, en la mente del Concilio, Dios es autor de los libros canónicos en sen-
Tridentino de que la Vulgata fuese la versión latina que todos usasen tido propio y pleno, es decir, que es autor tan propia y verdaderamente
como auténtica, esto, en verdad, como todos lo saben, solamente se re- como lo es cualquier escritor de sus propios libros. De ahí que para
fiere a la Iglesia latina y al uso público de la misma Escritura, y no dis- justificar la denominación de autor es menester que el acto de la ins-
minuye, sin género de duda, en modo alguno la autoridad y valor de piración o la acción inspiradora de Dios sea tal, que en virtud de ella
los textos originales. Porque no se trataba de los textos originales en Dios deba ser considerado como verdadero autor del libro. La acción
aquella ocasión, sino de las versiones latinas..., entre las cuales el mismo inspiradora tic Dios debe ser, a su modo, lo que es la actividad del es-
Concilio, con justo motivo, decretó que debía ser preferida la que ha- critor en la composición de un libro. Mayores precisiones dará la teo-
bia sido aprobada en la misma Iglesia con el largo uso de tantos siglos. logía al estudiar la naturaleza íntima de la inspiración.
Así, pues, esta privilegiada autoridad o, como dicen, autenticidad de 2. NATURALEZA DE LA INSPIRACIÓN.—Son orientadoras estas pa-
la Vulgata no fue establecida por el Concilio principalmente por razo-
labras de Pío XII en la Encíclica Divino affiante Spiritu: «Nuestra edad...
nes críticas, sino más bien por su legítimo uso en las Iglesias durante
suministra nuevos recursos y subsidios de exegesis. Entre éstos parece
el decurso de tantos siglos; con el cual uso ciertamente se demuestra
digno de peculiar mención que los teólogos han explorado y propuesto
que la misma está en absoluto inmune de todo error en materia de fe
y costumbres; de modo que, conforme al testimonio y confirmación de la naturaleza y los efectos de la inspiración bíblica mejor y más perfec-
la misma Iglesia, se puede presentar con seguridad y sin peligro de errar tamente que como solía hacerse los siglos pretéritos. Porque, partiendo
en las disputas, lecciones y predicaciones» (n.14). del principio de que el escritor sagrado, al componer el libro, es órgano
o instrumento del Espíritu Santo, con la circunstancia de ser vivo y
dotado de razón, rectamente observan que él, bajo el influjo de la di-
vina moción, de tal manera usa de sus facultades y fuerzas, que fácil-
III. Inspiración bíblica
mente puedan todos colegir del libro nacido de su acción la índole propia
de cada uno y, por decirlo así, sus singulares caracteres y trazos» (n.19).
1. E L HECHO DE LA INSPIRACIÓN.—El hecho o la realidad de la Conviene, pues, precisar la noción de instrumento o causa instru-
divina inspiración es una verdad de fe, dogmáticamente definida por el mental. Santo Tomás ha sabido concretarla y hacerla visible en un ejem-
Concilio Vaticano en estos términos: «La Iglesia considera como sagra- plo trivial. Es la azuela, con que el carpintero labra un banco. En la
dos y canónicos [los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento], no azuela, dice, existen dos acciones: una propia o nativa, que es la de
porque, elaborados por sola la industria humana, hayan sido luego apro- cortar; otra, añadida o recibida de fuera, que es la de fabricar artificio-
bados con su autoridad, ni sólo porque contengan sin error la revela- samente un banco. En la primera actúa según su propia forma o natu-
ción, sino porque, escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo, tiene raleza; en la segunda actúa como instrumento movido por el agente
INTRODUCCIÓN GENERAL 9
8 INTRODUCCIÓN GENERAL

Para acabar de entender la naturaleza de la divina inspiración sería


principal. Pero, añade atinadamente, la acción instrumental no se ejerce necesario conocer el modo misterioso como Dios asume, toca y pone
sino ejerciendo la acción propia: cortando, la azuela hace el banco. No en acción las facultades del hagiógrafo. Este contacto de la mano de Dios
andan por un latió la acción de cortar y por otro la de hacer el banco, es el caristna de la divina inspiración, que Pío XII recuerda en la misma
antes la acción de hacer el banco se ejerce precisamente ejerciendo la Encíclica (n.20). Las magníficas enseñanzas de Santo Tomás sobre el
de cortar. Y en esto consiste esencialmente el que la azuela obre como carisma de la profecía podrán, en lo posible, esclarecer el misterio.
instrumento. En medio de las variadas formas que presenta y los múltiples ele-
Aunque movido y regido por otro, el instrumento deja huella de sí mentos que comprende la profecía, hay un factor constante, que Santo
y de sus propiedades características en la obra producida. Será muy Tomás considera esencial y común a todos los verdaderamente profe-
diferente la letra de un mismo escribiente según emplee una pluma tas. Tal es la lumbre profética: luz sobrenatural que Dios infunde en
fina o una recia, según use lápiz rojo o lápiz azul. Y muy diferente será la mente del hagiógrafo para que juzgue de las cosas con plena certi-
el timbre de la melodía según que el artista toque el violín o la trompa. dumbre divina. Esta luz podrá ir acompañada de revelaciones propia-
Por fin, no se insistirá bastante, por sus enormes consecuencias, en mente dichas, previas o concomitantes; pero semejantes revelaciones
la coextensión entre la acción de la causa principal y la acción de la no son esenciales al carisma de la inspiración; y aun cuando se den,
causa instrumental. En un escrito no hay una sola letra, ni siquiera el serán algo previo o accesorio, no el acto formal de la inspiración. Con
más mínimo trazo o perfil, que no sea producido a la vez por el escri- la lumbre profética, sin más, se da perfecta la inspiración; sin la lum-
biente y por la pluma. El más ligero son de un instrumento músico bre profética, por más que se multipliquen las revelaciones, no se da el
no se produce sin la acción combinada o subordinada del instrumento carisma de la divina inspiración.
y del artista. Esta lumbre o ilustración es, además, según el Doctor Angélico,
No será difícil la aplicación de estos principios a nuestro caso. El una fuerza, una moción que activa y pone en movimiento las faculta-
hagiógrafo, al redactar su obra, ejerce dos acciones: la normal de escri- des del hagiógrafo. Y esta moción, aunque recibida en la inteligencia,
bir y la de producir un libro revestido de autoridad divina tal, que sea entraña en sí la tendencia a la manifestación externa o la palabra, habla-
propiamente palabra de Dios. La primera acción es propia: la ejerce da o escrita. La idea lleva al acto. Dado el maravilloso engranaje de
desplegando sus nativas actividades literarias; la segunda es instrumen- nuestras facultades, puede bastar el impulso dado a la inteligencia para
tal: la ejerce movido y dirigido por la acción de Dios. Mas estas dos determinar la producción de la palabra. Si a esta moción, mental en su
acciones no andan cada una por su camino, sino que la acción instru- principio, verbal en su término, se añade la moción de la voluntad, se
mental se ejerce ejerciendo la acción propia. El hagiógrafo escribe un obtiene una noción, en cuanto cabe, adecuada de la inspiración hagio-
libro divinamente inspirado, precisamente en cuanto ejerce sus nativas grafía.
actividades de escritor, si bien impulsadas y gobernadas por la divina En función del carisma profético, que él llama virtud o energía so-
inspiración. brenatural, describe así León XIII el proceso de la divina inspiración:
Pero, no obstante ser subalterna y subordinada, la acción del ha- «[Dios] con su virtud sobrenatural, de tal modo excitó y movió [a los
giógrafo no pierde ni merma su natural eficacia. Por esto imprime su hagiógrafos] a escribir, de tal modo los asistió mientras escribían, que
sello característico y deja su huella personal en el libro inspirado. Dios todo aquello, y sólo aquello, que El ordenaba, lo concibiesen ellos rec-
pudiera haber escrito por si mismo el libro inspirado; mas, desde el tamente con su inteligencia, y fielmente lo quisiesen escribir, y conve-
momento en que se ha dignado servirse del hombre como de instru- nientemente lo expresasen con infalible verdad» (Ene. Providentissimus).
mento connatural, se ha allanado a las limitaciones del instrumento hu- Sustituyendo el término de virtud por el de gracia, reproduce así Benedic-
mano y hasta ha condescendido con s u s naturales deficiencias que no to XV el pensamiento de León XIII: «Dios, con la gracia que confería,
sean el error o el pecado. Tal es la condescendencia divina, que tanto ilustró la mente del escritor, para que en nombre de Dios propusiese
ponderaba San Juan Crisóstomo, y q u e Pío XII recuerda en la mencio- la verdad a los hombres; movió además su voluntad y la impulsó a es-
nada Encíclica (n.20). cribir, y, por fin, le asistió especialmente y sin interrupción hasta ter-
Por fin, toda la producción literaria del hagiógrafo es a la vez obra minar el libro» (Ene. Spiritus Paraclitus).
suya y obra de Dios. Nada produce el instrumento que no sea movido Esta gracia o virtud sobrenatural, es decir, el carisma profético, es lo
por el agente principal, y nada produce Dios que no sea mediante la que establece el misterioso contacto entre el agente principal y el ins-
acción subordinada del instrumento. Si el hagiógrafo produjera algo, trumento, y lo que, con su triple influjo en la mente, en la voluntad y
bajo cualquier aspecto, que no fuera al mismo tiempo obra de Dios, o si en la palabra del hagiógrafo, determina y explica todo el proceso de la
Dios produjera algo que no fuera a la vez obra del hagiógrafo, en aque- divina inspiración y la producción del libro divinamente inspirado.
llo el hagiógrafo dejaría de ser instrumento de Dios. Y entonces, o el 3. PROPIEDADES DE LA INSPIRACIÓN.—Son dos principalmente: la
hagiógrafo no necesitaba de la divina inspiración, o la divina inspiración extensión universal y la absoluta infalibilidad.
para nada necesitaba del instrumento humano. O, lo que sería peor, el Extensión universal.—La divina inspiración se extiende y alcanza:
hagiógrafo se convertiría en un instrumento ciego y mecánico.
10 INTRODUCCIÓN GENERAL
INTRODUCCIÓN GENERAL 11

a) a los libros enteros con todas sus partes; b) al elemento histórico lo


traria enteramente a la intención de su predecesor. Y Pío XII recuerda
mismo que al religioso; c) a todas las afirmaciones, aun las incidentales;
en su Encíclica y hace suyas las palabras de Benedicto XV (n.3).
dj a todas las proposiciones, aunque no sean afirmaciones. Escribe
Pío XII en la mención ada Encíclica: «Ya el sacrosanto Concilio Tri- Otros admitían en las narraciones bíblicas una verdad solamente
dentino pronunció con¿ decreto solemne que deben ser tenidos por sagra- relativa, cual se halla en las leyendas populares, que, sin serlo, pasan
dos y canónicos los libro enteros con todas sus partes, tal como se han solido por verdaderas. Contra semejante hipótesis escribió el mismo Bene-
leer en la Iglesia católica y se hallan en la antigua edición Vulgaia lati- dicto XV: «Ni disienten menos de la doctrina de la Iglesia los que pien-
na» (n.i). La Pontificia Comisión Bíblica declaró que «todo lo que el sas que las partes históricas de la Escritura se apoyan no en la absoluta
hagiógrafo afirma, enuncia, insinúa, debe retenerse como afirmado, verdad de los hechos, sino sólo en la que llaman relativa y en la común
enunciado, insinuado por el Espíritu Santo» (Denz. 2180). León XIII opinión del vulgo» (Ene. Spiritus Paraclitus).
escribió severamente: «Ni se ha de tolerar la actitud de aquellos que... Más curiosa es la teoría del vestido literario, aplicada a las narra-
no tienen re paro en conceder que la inspiración divina se extiende exclu- ciones bíblicas. Benedicto XV expone y reprueba esta teoría en estos
sivamente a las cosas de fe y costumbres» (Ene. Providentissimus) . Esta términos: «El pensamiento de éstos es que lo único que Dios intenta y
doctrina católica es una consecuencia lógica de los principios estableci- enseña en la Escritura es lo que atañe a la religión; lo demás, que perte-
dos anteriormente sobre la instrumentalidad de la actividad humana nece a las disciplinas profanas y que sirve a la enseñanza revelada como
del hagiógrafo. Si siempre actúa el hagiógrafo como instrumento de cierto vestido externo de la divina verdad, se permite solamente y se
Dios, siempre proporcionalmente actúa Dios como causa principal. deja en manos de la humana fragilidad del escritor... Tales fantasías
Existe perfecta coextensión entre la actividad instrumental y el hagió- de opiniones...» (ib.).
grafo y la actividad principal de Dios. Mayor boga alcanzó la teoría de los géneros literarios. Si con tal de-
nominación se hubieran admitido los distintos géneros literarios común-
Absoluta infalibilidad.—En la Escritura no hay ni puede haber error mente reconocidos, no hubiera en ello ninguna novedad ni tampoco
alguno. Es inerrancia, de hecho; y es infalibilidad, de derecho. Tal es dificultad. Pero se trataba de ciertos géneros literarios dentro del género
la constante doctrina de la Iglesia, para cuya inteligencia son necesarias histórico, es decir, de historias en apariencia, pero destituidas de verdad
algunas aclaraciones. histórica. Habla de nuevo Benedicto XV: «Ni carece la Escritura santa
Verdad es la conformidad o ajuste de una afirmación con la reali- de otros recriminadores... Contra los cuales Jerónimo, si ahora viviera,
dad objetiva. Error es la disconformidad o desajuste de una afirmación lanzaría ciertamente aquellos aceradísimos dardos de su palabra, por
con la realidad objetiva. Es digno de notarse que la verdad o el error cuanto, dando de mano al sentir y al juicio de la Iglesia, se acogen a las
sólo se hallan en los juicios o afirmaciones, y que en todo juicio o afir- nanacioiu'N a sobre lia/, históricas o pretenden hallar en los libros sa-
mación hay necesariamente o verdad o error. Además, la conformidad grados ciertos géneros literarios, con los cuales no puede compaginarse
o disconformidad no debe medirse matemáticamente, sino apreciarse la verdad íntegra y perfecta de la divina palabra» (ib.). Con estas pala-
de un modo humano y moral. En la Escritura especialmente deben bras Benedicto XV confirma el decreto de la Comisión Bíblica de 23 de
tomarse en cuenta no solamente los géneros literarios, las frases hechas, junio de 1905 (Denz. 1980).
los idiotismos, los artificios literarios, sino también la mentalidad orien- Más inofensiva parece la teoría de las citas implícitas, según la cual,
tal y el genio popular. Nadie puede justamente maravillarse—escribe si se admite error en la Escritura, todo él recae no en el hagiógrafo, sino
Pío XII—«de que también entre los sagrados escritores, como entre en los documentos que él aduce, sin mencionarlos y sin aprobar o hacer
los otros de la antigüedad, se hallen ciertas artes de exponer y narrar; suyo todo cuanto en ellos se contiene. La Comisión Bíblica, si no repro-
ciertos idiotismos, sobre todo propios de las lenguas semíticas; las que bó en absoluto semejante hipótesis, le puso prudentes limitaciones,
llaman aproximaciones, y ciertos modos de hablar hiperbólicos, más enseñando que no es lícito apelar a las citas implícitas «a no ser en el
aún, a veces hasta paradojas para imprimir las cosas en la mente con caso en que, salvos siempre el sentir y el dictamen de la Iglesia, se de-
más firmeza...» (ib., n.20). muestre con sólidos argumentos: 1) Que el hagiógrafo cita realmente
En este sentido debe afirmarse la más absoluta verdad en la Sagrada dichos o documentos ajenos. 2) Que no los aprueba ni hace suyos, de
Escritura, sin admitir en ella el más ligero error. suerte que con razón pueda juzgarse que no habla en nombre propio»
Es digna de reflexión la actitud del Magisterio eclesiástico ante cier- (Denz. 1979).
tas hipótesis aventuradas de algunos escritores católicos que, sin admi- Estas dos últimas teorías han reaparecido recientemente con otros
tir propiamente error en la Escritura, atenuaban o mermaban su abso- nombres. Sus nuevos patrocinadores se apoyan precisamente en la
luta verdad. Encíclica Divino afflante Spiritu, que, según ellos, modifica, atenúa,
mitiga o explica, si no rectifica, las declaraciones de los precedentes
Algunos, invocando la autoridad del mismo León XIII, propusieron Pontífices. El Papa—dicen—nos remite a los métodos históricos del
la teoría de las apariencias históricas, análogas a las apariencias físicas. antiguo Oriente para explicar a su luz la historia bíblica. Ahora bien
Benedicto XV negó resueltamente semejante analogía o paridad, con- —añaden—, los antiguos historiadores orientales, por una parte, compo-
12 INTRODUCCIÓN GENERAL INTRODUCCIÓN GENERAL 13

nían narraciones sólo en apariencia históricas o matizaban sin reparo a la santidad y verdad de Dios. . Porque así como el Verbo sustancial
los hechos históricos con pormenores imaginarios, y, por otra parte, de Dios se hizo semejante a los hombres en todas las cosas, excepto el
transcribían sin previo aviso documentos incoherentes y aun contra- pecado, así también las palabras de Dios, expresadas en lenguas huma-
dictorios, dejando a los lectores el trabajo de aquilatar la verdad de los nas, se hicieron semejantes en todo al lenguaje humano, excepto el
hechos. ¿Es ésta en realidad la mente del Romano Pontífice? La grave- error; lo cual, en verdad, lo ensalzó ya con sumas alabanzas San Juan
dad del caso exige un atento examen. Crisóstomo, como una sincatábasis o condescendencia de Dios próvi-
Ante todo, no hay en toda la Encíclica una sola palabra de aproba- do» (n.20). Nótese: primero, que la condescendencia divina se aplica
ción de semejantes teorías. Tampoco hay una sola palabra que suene no a los géneros históricos, sino al lenguaje humano; segundo, que en
a rectificación o mitigación de las enseñanzas dadas por los anteriores todo caso tal condescendencia exceptúa el error y todo cuanto repugne
Pontífices. Véase si suenan a mitigación estas declaraciones de Pío XII: a la santidad y verdad de Dios. Semejante condescendencia no justifica
«Esta doctrina [sobre la absoluta infalibilidad de la Biblia], que con las nuevas teorías.
tanta gravedad expuso nuestro predecesor León XIII, también Nos la 3) Sobre el estudio de las fuentes antiguas dice Pío XII: «El intér.
proponemos con nuestra autoridad y la inculcamos, a fin de que todos prete, con todo esmero, y sin descuidar ninguna luz que hayan aportado
la retengan religiosamente» (n.4). Y ya al principio de la Encíclica, las investigaciones modernas, esfuércese por averiguar cuál fue la propia
después de afirmar que León XIII «reprobó justísimamente aquellos índole y condición de vida del escritor sagrado, en qué edad floreció,
errores», los de «algunos escritores católicos» que «osaron coartar la ver- qué fuentes utilizó, ya escritas, ya orales...» (n. 10). «Es absolutamente
dad de la Sagrada Escritura tan sólo a las cosas de fe y costumbres» (n.i), necesario que el intérprete se traslade mentalmente a aquellos remotos
añade: «Nos... juzgamos que había de ser oportunísimo confirmar e siglos del Oriente, para que, ayudado convenientemente con los recursos
inculcar... lo que nuestro antecesor sabiamente estableció y sus suceso- de la historia, arqueología, etnología y otras disciplinas, discierna y vea
res añadieron para afianzar y perfeccionar la obra» (n.4). con distinción qué géneros literarios, como dicen, quisieron emplear y
A pesar de ello, como apoyo de las nuevas teorías, aducen sus pa- de hecho emplearon los escritores de aquella edad vetusta» (n.20). Con-
trocinadores: 1) la mayor libertad que Pío XII concede a los exegetas; sejo sapientísimo, dado ya por los Pontífices anteriores. Mas ¿con qué
2) lo que enseña sobre la condescendencia divina; 3) el consejo que da finalidad lo da? «El exegeta católico, a fin de satisfacer a las necesidades
de estudiar las fuentes y los métodos de la historia antigua; 4) la de- actuales de la ciencia bíblica, al exponer la Sagrada Escritura y mostrarla
fensa que hace de las soluciones nuevas. Es necesario aquilatar el valor y probarla inmune de todo error, válgase también prudentemente de este
de estas razones. medio, indagando qué es lo que la forma de decir o el género literario
1) Sobre la libertad concedida a los exegetas dice el Pontífice: empleado por el hagiógrafo contribuye para la verdadera y genuina in-
«Entre las muchas cosas que en los sagrados libros... se proponen, son terpretación... Así es que, conocidas y exactamente apreciadas las ma-
solamente pocas aquellas cuyo sentido haya sido declarado por la auto- neras y artes de hablar y escribir en los antiguos, podrán resolverse
ridad de la Iglesia, ni son muchas aquellas de las que haya unánime muchas dificultades que se objetan contra la verdad y fidelidad histórica
consentimiento de los Padres. Quedan, pues, muchas, y ellas muy gra- de las Divinas Letras» (n.21). Y el resultado ha respondido, en parte a
ves, en cuyo examen y exposición se puede y debe libremente ejercitar lo menos, a las esperanzas. Añade el Pontífice: «Por la exploración... de
la agudeza y el ingenio de los intérpretes católicos. Esta verdadera liber- las antigüedades orientales... felizmente ha acontecido que no pocas de
tad de los hijos de Dios, que retenga fielmente la doctrina de la Igle- aquellas cuestiones que... suscitaron contra la autenticidad, antigüedad,
sia..., es condición y fuente de todo fruto sincero y de todo sólido ade- integridad y fidelidad histórica de los libros sagrados los críticos ajenos
lanto de la ciencia católica». Dos puntos principalmente contiene esta a la Iglesia o también hostiles a ella, hoy se hayan eliminado o resuelto...
proclamación de la libertad: señala el campo en que deba ejercerse; De aquí ha resultado que la confianza en la autoridad y verdad histórica
prescribe las normas a que debe atenerse. El campo en que puede ex- de la Biblia, debilitada en algunos un tanto por tantas impugnaciones,
playarse es inmenso: son todos los problemas sobre que no haya recaído hoy entre los católicos se haya restituido a su entereza» (n.23).
decisión alguna del Magisterio eclesiástico o no exista unánime consen- Acerca de la verdad histórica de los once primeros capítulos del Gé-
timiento de la tradición patrística; pero no lo son las enseñanzas de la nesis, la Pontificia Comisión Bíblica escribió el 16 de enero de 1948 una
Iglesia o la doctrina comúnmente admitida por los Santos Padres. Las carta al Emmo. Card. Suhard, arzobispo de París. Como no todos hu-
normas o cautelas son: «que retenga fielmente la doctrina de la Igle- bieran interpretado acertadamente este importante documento, Su Santi-
sia», «colocados en firme los principios». dad Pío XII, en la reciente encíclica Humani generis, de 12 de agosto
2) Sobre la condescendencia de Dios escribe el Pontífice: «Ninguna de 1950, ha dado de él la genuina interpretación, la cual esclarece admi-
de aquellas maneras de hablar de que entre los antiguos, particular- rablemente todo el problema de la verdad histórica de la Biblia. Dice el
mente entre los orientales, solía servirse el humano lenguaje para ex- Romano Pontífice:.
presar sus ideas, es ajena de los libros sagrados, con esta condición, «Del mismo modo que en las ciencias biológicas y antropológicas, también en
empero: que el género de decir empleado en ninguna manera repugne las históricas hay quienes audazmente traspasan los límites y las cautelas establecí-
14 INTRODUCCIÓN GENERAL INTRODUCCIÓN GENERAL 15

das por la Iglesia. Y de modo peculiar es deplorable la manera demasiadamente ellos o r a l m e n t e a sus sucesores e n la función docente, es decir, al M a -
libre de interpretar los libros históricos del Antiguo Testamento. Los fautores de gisterio eclesiástico, y providencialmente conservada e n los escritos d e
esa tendencia, para defender su causa, invocan indebidamente la carta que ¡a los Santos Padres.
Pontificia Comisión Uíblica envió no ha mucho al arzobispo de París. Esta carta L a divina tradición p u e d e servir, y d e h e c h o sirve, d e criterio para
advierte claramente que los once primeros capítulos del Génesis, aun cuando conocer c o n t o d a certeza cuáles sean los libros inspirados. T a n t o el M a -
propiamente no concuerden con los métodos históricos usados por los egregios
hisforiai lores griegos y latinos o por los peritos de nuestro tiempo, ello no obs- gisterio eclesiástico, R o m a n o s Pontífices y Concilios, como los Santos P a -
tante pertenecen al género histórico en un sentido verdadero, que los ekegetas dres en sus escritos, e n s e ñ a n con toda precisión cuáles son en concreto los
deberán ulteriormente investigar y determinar; y que los mismos capítulos, en libros inspirados p o r D i o s , t o d o s ellos y solos ellos, y declaran, además,
lenguaje sencillo y figurado y acomodado a la mentalidad de un pueblo menos q u e el criterio para discernir los libros inspirados d e los apócrifos es
culto, contienen, por tina parte, las verdades principales en que estriba el logro el Testimonio d e los Apóstoles, t r a n s m i t i d o d e generación e n generación
de nuestra eterna salud, y por otra, una descripción popular de los orígenes del y conservado e n la Iglesia. T a l es la tesis católica, t a n clara c o m o segura.
linaje humano y del pueblo escogido. Mas si los antiguos hagiógrafos sacaron L a Escritura, e n cambio, n o sirve, n i p u e d e servir, c o m o criterio
algo de las tradiciones populares (lo cual ciertamente puede concederse), nunca
debe olvidarse que ellos obraron así ayudados por el soplo de la divina inspira- universal d e la divina inspiración. N o sirve, p o r q u e n o existe en toda la
ción, que los preservaba inmunes de todo error al escoger y juzgar aquellos do- E s c r i t u r a u n a declaración q u e .comprenda todos los libros inspirados. N i
cumentos. Mas lo que en los Sagrados Libros proviene de las narraciones popu- p u e d e servir, sin petición d e p r i n c i p i o ; p u e s para conocerse c o n certeza
lares, de ninguna manera debe equipararse a las mitologías u otras producciones d e fe p o r la Escritura cuáles sean los libros inspirados, debería p r e s u -
parecidas, las cuales proceden más de una imaginación desenfrenada que de aquel p o n e r s e ya la divina inspiración d e la Escritura, q u e es p r e c i s a m e n t e lo
amor a la sencillez y a la verdad, que tanto brilla en los Sagrados Libros aun del q u e se trata d e d e m o s t r a r .
Antiguo Testamento, de suerte que nuestros hagiógrafos deben ser tenidos como
D e ahí el conflicto o atolladero en q u e se halla el protestantismo para
manifiestamente superiores a los antiguos escritores profanos» (n.38-39).
asentar y afianzar la tesis fundamental d e la divina inspiración d e la
Escritura. R e c h a z a n d o el Magisterio eclesiástico, instituido p o r el m i s -
4) Sobre la e q u i d a d en juzgar las soluciones nuevas dice P í o X I I : m o J e s u - C r i s t o ( M t 28,18-20; M e 16,15...), y recusando la tradición
«El i n t é r p r e t e católico..., sinceramente devoto a la santa M a d r e Iglesia, apostólica, proclamada p o r San Pablo (1 C o r 11,2; 2 T e s 2 , 1 5 ; 3,6), y
p o r nada debe cejar en su e m p e ñ o de e m p r e n d e r u n a y otra vez las cues- n o h a l l a n d o en la E s c r i t u r a el testimonio deseado, se h a n visto en la
tiones difíciles n o d e s e n m a r a ñ a d a s todavía, n o sólo para refutar lo q u e precisión d e inventar otros criterios d e la inspiración bíblica: la sublirni-
o p o n g a n los adversarios, sino para esforzarse en hallar u n a explicación d a d d e las m i s m a s Escrituras, u n a revelación individual del Espíritu
sólida, q u e d e u n a p a r t e concuerde con la doctrina de la Iglesia, y nominal- Santo, los sentimientos piadosos q u e despierta la lectura d e la Biblia...
m e n t e con l o p o r ella e n s e ñ a d o acerca d e la inmunidad de todo error en Mas, prescindiendo d e la ineptitud manifiesta de semejantes criterios y
la Sagrada Escritura, y d e otra satisfaga t a m b i é n d e b i d a m e n t e a las con- de los resultados contradictorios q u e h a n dado, subsiste la dificultad
clusiones ciertas d e las disciplinas profanas. Y p o r lo q u e hace a los insoluble d e q u e tales criterios n o constan e n la Escritura y q u e , p o r
conatos d e estos estrenuos operarios d e la viña del Señor, r e c u e r d e n tanto, n o p u e d e n servir p a r a conocer con certeza d e fe cuáles sean e n
todos los d e m á s hijos d e la Iglesia q u e n o sólo se h a n d e j u z g a r con equi- definitiva los libros d i v i n a m e n t e inspirados. D e lo cual resulta, finalmen-
dad y justicia, sino t a m b i é n con s u m a caridad; los cuales, a la verdad, te, q u e la divina inspiración d e la Escritura, base y clave d e t o d o el sis-
d e b e n estar alejados d e aquel espíritu poco p r u d e n t e , con el q u e se j u z g a t e m a protestante, n o p u e d e ser objeto d e la fe. Contradicción palmaria:
q u e t o d o l o nuevo, p o r l o m i s m o d e serlo, d e b e ser i m p u g n a d o o tenerse el objeto primordial d e la fe y base d e t o d o el sistema d e la fe n o p u e d e
por sospechoso» (n.25). Consiguientemente, es injusto y t e m e r a r i o ata- ser conocido con certeza d e fe, n o p u e d e ser objeto d e la fe. Esta contra-
car, p o r ser nueva, u n a solución si concuerda con la doctrina d e la Iglesia, dicción fundamental señala c o n el d e d o la falsedad del sistema protes-
sobre t o d o en lo q u e enseña sobre la ausencia d e t o d o error en la Sagrada tante, basado t o d o él en u n a evidente contradicción.
Escritura. Tales soluciones nuevas a p r u e b a el Pontífice, n o las nuevas
1
teorías q u e a t e n ú a n la verdad d e l a Escritura.
IV. Hermenéutica bíblica
4. C R I T E R I O D E LA INSPIRACIÓN.—Criterio es el distintivo o con-
traseña d e la verdad, esto es, la señal q u e sirve d e n o r m a segura para
El objeto d e la h e r m e n é u t i c a es investigar el g e n u i n o sentido d e la
discernir lo v e r d a d e r o d e lo falso. Se busca ahora el criterio universal
Escritura. Para ello es necesario: 1) conocer los múltiples sentidos bíbli-
d e la divina inspiración, u n criterio q u e sirva para conocer con t o d a
cos; 2) fijar los principios o n o r m a s d e u n a acertada interpretación.
certeza cuáles son, todos y solos, los libros inspirados p o r D i o s .
L a s verdades reveladas p o r Dios, e n t r e las cuales se halla el h e c h o 1. SENTIDOS B Í B L I C O S . — A diferencia del ordinario lenguaje h u m a -
d e la divina inspiración, se conocen p o r d o s conductos distintos: la no, q u e n o conoce otro sentido q u e el literal, la Escritura p u e d e t e n e r
divina tradición y la Sagrada Escritura. D i v i n a tradición es la doctrina doble s e n t i d o : literal y real (llamado t a m b i é n espiritual). E l sentido lite-
de J e s u - C r i s t o confiada o entregada a los Apóstoles y t r a n s m i t i d a p o r ral se halla e n las palabras; el real, en las cosas. E n la narración del
16 INTRODUCCIÓN -GENERAL INTRODUCCIÓN GENERAL 17

Génesis, p"1" ejemplo, acerca de la persona y del sacrificio de Melquise- dogmático, simplemente porque el objeto significado es una verdad re-
dec se da el sentido literal; en la realidad histórica, expresada por la velada por Dios, que es o puede ser objeto de una definición dogmática..
narración, es decir, en la persona misma de Meiquisedec y en su sacri- Análogas a esta división de los sentidos bíblicos son otras reciente-
ficio, en cuanto son figura o tipo de la persona y del sacrificio de Cristo, mente introducidas por algunos, las cuales Pío XII reprueba en la Encí-
se da el .sentido real. clica Humani generis. «Algunos—dice—malamente hablan de un sentido
Este doble sentido, tanto el literal como el real, puede ser o propio humano de los Libros Sagrados, debajo del cual se oculta su sentido
o traslaticio. Propio es el que en sí mismas poseen las palabras o las co- divino, sólo el cual declaran infalible... Además, el sentido literal de la
sas; traslaticio, el que se les sobrepone, como venido de fuera. Este Sagrada Escritura y su interpretación, por tantos y tan insignes exegetas
sentido traslaticio es a su vez doble: consecuente y acomodaticio. Conse- elaborada bajo la vigilancia de la Iglesia, deben ceder, según sus arbi-
cuente es el que lógicamente se deriva del propio por vía de consecuencia trarios dictámenes, a una nueva exegesis, que denominan simbólica y
necesaria; acomodaticio, el que nosotros libremente le atribuímos por espiritual, y con la cual la Sagrada Biblia del Antiguo Testamento, que
razón de la semejanza. Para que sea legítimo, el sentido acomodaticio hoy en la Iglesia está encubierta, cual fuente cerrada, por fin se hará
debe respetar el sentido propio en que se basa, sin falsearlo; y la seme- patente a todos. De este modo aseguran que se desvanecen todas las
janza en que se funda no debe ser arbitraria ni excesivamente sutil. Su dificultades, en las cuales solos aquellos se atascan que se aferran al sen-
uso, además, no ha de ser excesivo ni indiscreto. tido literal de las Escrituras» (nn.22-23).
Problemas referentes al sentido literal.—El hecho de ser Dios, infinita- Tercera consecuencia: asequibilidad científica del sentido literal de
mente inteligente, el autor principal de la Escritura, ha creado varios la Escritura. El lenguaje bíblico, lo mismo que el lenguaje puramente
problemas relativos al sentido literal. Para su adecuada solución hay que humano, es, supuestas las debidas condiciones, asequible-a la inteligen-
tomar como punto de partida la instrumentalidad del hagiógrafo. cia humana, aun cuando expresa misterios. Ni siquiera el Magisterio
El hagiógrafo actúa como instrumento de Dios, no tomado como en eclesiástico es necesario para hacer asequible el sentido de la Escritura.
bruto, sino precisamente como escritor, es decir, en el ejercicio normal El exegeta católico depende, sin duda, en muchas cosas del Magisterio
de sus facultades en orden a la producción de la obra literaria. Dios, al eclesiástico, pero no en la inteligencia de los textos bíblicos. La razón
inspirar al hagiógrafo, no obra por sí solo, ni infunde al hagiógrafo nue- es que el carisma propio del Magisterio eclesiástico no es una ilustra-
vas cualidades, ni modifica su normal desenvolvimiento. Por consiguien- ción que le permita ver lo que otros no ven, sino una asistencia divina
te,. Dios expresa su pensamiento mediante el pensamiento y la palabra que le previene de todo error. En virtud de esta asistencia, lo que da el
del escritor humano. La expresión humana del hagiógrafo es el medio Magisterio eclesiástico a la interpretación de un texto bíblico no es cla-
de que Dios se vale para expresar su propio pensamiento. Lo que signi- ridad o evidencia, sino certeza o seguridad. El exegeta, como hombre,
fica la palabra humana es precisamente todo lo que Dios quiere expresar es falible en la interpretación de un texto bíblico, como lo es en la inter-
y decir a los hombres. pretación de un verso de Sófocles o de Virgilio; el Magisterio eclesiás-
De esta instrumentalidad del hagiógrafo se desprenden varias con- tico, en cambio, es infalible. Esta infalibilidad es lo que éste añade a la
secuencias. Primera: la unicidad del sentido literal. Mucho se ha discu- interpretación del exegeta, no la inteligencia del texto. De hecho, no
tido si la Escritura, por razón de su autor primario, Dios, cuyo pensa- suelen ser los obispos los que explican los textos a los exegetas, sino
miento supera infinitamente el valor significativo de la palabra humana, los exegetas a los obispos.
tiene muchos sentidos literales, verdaderamente distintos y dispares. Mas Cuarta consecuencia: invariabilidad del sentido literal. Muchos y
desde el momento que Dios para expresar su pensamiento se vale de la respetables autores sostienen que el lenguaje bíblico en su sentido lite-
palabra humana, como expresión normal del pensamiento del hagiógra- ral puede tener ahora para nosotros mayor alcance, mayor potencialidad
fo, no puede, dentro de esta normalidad libremente querida, expresar de significación o, como suele decirse, un sentido más amplio que el que
su pensamiento de otra manera de como la palabra humana expresa el tuvo en la mente del hagiógrafo. Tal vez algunas distinciones podrán
pensamiento humano. Ahora bien, en el lenguaje humano no existe enfocar y aclarar este delicado problema.
verdadera y propia multiplicidad de sentidos. Luego tampoco en la pala- Sirva de ejemplo el texto del Salmo (21,17): Traspasaron mis manos
bra divina de la Escritura. La única multiplicidad que admite es la que y mis pies. Al recordarlo nos representamos a Jesu-Cristo clavado en la
también se halla en el lenguaje ordinario de los hombres: el doble sentido cruz. Y, sin embargo, en el Salmo no se mencionan ni la cruz ni los
de los equívocos, de la ironía, las frases preñadas de sentido, las insi- clavos, ni explícita ni implícitamente. Existe, por tanto, para nosotros
nuaciones o sugerencias... en el Salmo mayor amplitud significativa que la que tuvo en la mente de
Segunda consecuencia: es inadmisible la división que se ha propues- David. ¿En qué consiste esta mayor amplitud en la significación y cómo
to de sentido histórico y sentido dogmático. Tan literal en su tendencia se explica? Tal es el problema.
y capacidad expresiva es el sentido dogmático como el histórico. La Una primera distinción comenzará a esclarecer éste: entre la expre-
única diferencia que entre ambos puede señalarse está toda y exclusiva- sión significativa y el objeto significado. El Salmo no habla de cruz y de
mente en el objeto significado, no en el modo de significar. Se llama clavos; pero nosotros, por asociación espontánea, a las imágenes de manos
18 INTRODUCCIÓN GENERAL
INTRODUCCIÓN GENERAL 19
traspasadas y ele pies traspasados añadimos las de cruz y de clavos. Según
esto, la mayor amplitud significativa resulta, no del análisis del texto, Problemas referentes al sentido real.—A diferencia del sentido lite-
sino de la superposición ele imágenes: de las adquiridas por la lectura ral, en que el elemento significante son las palabras, signos verbales,
del Evangelio a la.s ex presadas en el Salmo. Se amplía, por tanto, el campo en el sentido real el elemento significante son las cosas o realidades his-
o el alcance del <)/>)<•/<) Henificado, mas no por esto la potencialidad sig- tóricas, signos reales. Tres propiedades caracterizan estos signos reales:
nificativa ili'l Salmo mismo. En éste, por más que se lo analice, jamás se 1) la semejanza con la cosa significada, que los hace intrínsecamente
descubrirán las ímánenes de cruz o de clavos. aptos para significar; 2) la positiva ordenación de Dios, que eleva las
Otra distinción puede afectar a la misma significación formal del cosas a la categoría de signos y las destina a significar otras cosas; 3) la
lenguaje bíblico. El hayiógrafo no siempre habla de la misma manera. declaración de Dios, sin la cual es imposible conocer con certeza el valor
Unas vcivN expresa mi propio pensamiento, otras reproduce palabras significativo de las cosas.
ajenas. Kn el primer caso, que es el ordinario, su palabra, creada y de- Es clásica la división del sentido real o espiritual en tres clases:
terminada por NII pensamiento, cuya expresión o exteriorización es, no 1) sentido típico; 2) sentido tropológlco; 3) sentido ancxgógtco. Dice San-
tiene ni puede tener olra fuerza significativa que la que recibe del pen- to Tomás: «La ley antigua es figura de la nueva ley; la misma nueva
samiento. Y i'iimu la niimilieaeión del pensamiento es esencialmente ley... es figura de la gloria futura; en la nueva ley también las cosas
invariable, de ahí que invariable es también la significación de la palabra que se verificaron en la Cabeza (Cristo) son señales de las que nosotros
que lo expresa. I .o que una vez ha significado, esto es, ni más ni menos, debemos practicar. Según, pues, que las cosas de la antigua ley signi-
lo que siempre NJynilica. Y, así entendida, en semejante palabra no cabe fican las de la nueva ley, existe el sentido alegórico ( = típico); según
acrecentamiento o mayor amplitud de significación. Muy diferente es el
que las cosas verificadas en Cristo, o en las que a Cristo significan,
caso en que el liuuióurulo reproduce palabras ajenas. Estas, expresión del
pensamiento ajeno, iu> Huyen espontáneamente del pensamiento del hagió- son señales de las que nosotros debemos practicar, se da el sentido
grafo, y no w eonmeimurun necesariamente con él. La relación o propor- moral ( = tropológico); en cuanto significan las de la eterna gloria, se
ción de talen palabra» con el pensamiento del hagiógrafo, que las recibe ya da el sentido anagógico» (1 q.2 a. 10 c).
hechas, no puede iu*r la minina que la que tienen con el pensamiento del De estos tres sentidos reales, el más importante es el típico.
que las creó. Para leptodm irlaH acertadamente no necesita el hagiógrafo El problema fundamental acerca del.sentido típico es su existencia
una comprensión o inteligencia de estas palabras que sea exhaustiva. en el Antiguo Testamento. La respuesta la da Pío XII en su Encíclica
Por esto, cuando nosotros analizamos las palabras de San Juan «Dios era Divino afflante Spiritu. Después de recomendar el estudio del sentido
el Verbo» (1,1), podemos estar seguros de que, por más que las estudie- literal, prosigue: «Y no es que se excluya de la Sagrada Escritura todo
mos, jamás hallaremos en su significación formal mayor amplitud de sentido espiril nal. 'Porque las cosas dichas o hechas en el A. T. de tal
la que tuvo en la mente del evangelista. En cambio, en las palabras manera fueron sapientísimámente ordenadas y dispuestas por Dios, que
d e Cristo, reproducidas por San Juan, «Yo y el Padre somos una cosa» las pasadas significaron anticipadamente las que en el nuevo pacto de
(10,30), podría ser que nosotros viésemos expresada la consustanciali- gracia habían de verificarse. Por lo cual, el intérprete, así como debe
dad del 1 lijo con el Padre, en la cual pudo ser que no pensase San Juan. hallar y exponer el sentido literal de las palabras, que el hagiógrafo en-
En este caso no repugna que las palabras del hagiógrafo tuvieran para tendiera y expresara, así también el espiritual, mientras conste legíti-
nosotros mayor amplitud significativa que la que tuvieron en su pen- mamente que fue dado por Dios. Ya que solamente Dios pudo conocer
samiento, aunque no mayor que la que tuvieron en la mente del Divino y revelarnos este sentido espiritual. Ahora bien, este sentido en los
Maestro. santos Evangelios nos lo indica y enseña el mismo divino Salvador; lo
Otra distinción, aunque más vulgar, podrá poner las cosas en su profesan también los Apóstoles, de palabra y por escrito, imitando el
punto. Hay que distinniiir entre los primeros lectores de los libros ins- ejemplo del Maestro; lo demuestra la doctrina tradicional perpetua de
pirados y nosotros actualmente. Puede darse el caso, y se da con mucha la Iglesia; lo declara, por último, el uso antiquísimo de la liturgia... Así,
frecuencia, que nosotros, más preparados, entendamos las expresiones pues, este sentido espiritual, intentado y ordenado por el mismo Dios,
bíblicas con mayor plenitud y amplitud que sus primeros lectores. En
descúbranlo y propónganlo los exegetas católicos con aquella diligencia
otras palabras: hay que distinguir entre el sentido superficial y el sentido
profundo, entre la interpretación de sobrehaz y la interpretación a que la dignidad de la palabra divina reclama» (n.18).
fondo. Y entonces, comparando nuestra inteligencia con la de aquellos La extensión del sentido típico en el Antiguo Testamento es en
vetustos lectores, no con la del hagiógrafo, podremos y deberemos tal cierta manera universal (cf. 1 Cor i o , n ; Hebr 10,1), por cuanto la to-
vez admitir un sentido más amplio, no ya solamente en el objeto mismo talidad de la antigua economía es figura de la nueva; pero sería un exceso
significado, sino también en la significación formal de las palabras, aun reprobable el buscar significación típica en cualquier pormenor del A. T.
de las que espontáneamente fluyen del pensamiento mismo del escritor La significación típica hay que buscarla preferentemente en las perso-
sagrado. nas o cosas más destacadas del A. T. con relación a las personas o cosas
más relevantes de la Nueva Alianza, cuales fueron principalmente Je-
20 INTRODUCCIÓN GENERAL INTRODUCCIÓN GENERAL 21

su-Cristo, su divina Madre, la Iglesia, los sacramentos... De la Euca- la personalidad del escritor, la época en que escribe, el ambiente histórico
ristía, por ejemplo, canta la Iglesia: y psicológico...
En figuras previamente se designa, Reglas de interpretación cristiana.—Todo libro debe leerse con el
cuando Isaac es inmolado, mismo espíritu con que se ha escrito. De una manera se lee un poema,
es destinado el cordero para la Pascua, de otra una historia, de otra un libro científico, de otra muy diferente
se da el maná a los patriarcas. un escrito inspirado por Dios. Para adaptar la lectura de la Biblia al
espíritu de la Biblia es menester considerar su autor, su contenido, su
Para completar la noción del sentido típico conviene recordar la finalidad.
llamada teoría ( = contemplación, intuición) antioquena, que puede de- El autor primario de la Biblia es Dios: hay que leerla, por tanto,
finirse: «Es la intuición o contemplación de realidades más excelsas en como palabra de Dios, como «oráculos de Dios» (Rom 3,2). En la Biblia
figuras o realidades comúnmente de orden inferior»; o bien: «Es la habla la sabiduría de Dios: hay que leerla con docilidad de corazón,
intuición de los misterios humanos ( = del N. T.) en los hechos pasa- con ardientes ansias de aprender. Habla la majestad de Dios: hay que
dos más humildes» ( = del A. T.). Según esto, la teoría antioquena sólo leerla con sumiso acatamiento y reverencia. Habla la santidad de Dios:
añade a la noción de tipo un elemento esencial: la simultánea visión del hay que leerla con rectitud y limpieza de corazón. Habla el amor del
signo y de lo significado, de la figura y de lo figurado, y la expresión Padre celestial: hay que leerla con piedad y cariño filial. Si no se lee con
de la significación real o espiritual en las mismas expresiones del sentido este espíritu, no podrá leerse fructuosamente ni siquiera entenderse ade-
literal. Suele admitirse la teoría antioquena en aquellos pasajes bíbli- cuadamente.
cos que, refiriéndose a un hecho histórico del A. T., lo describen con tal Considerado su contenido, la Biblia es, en frase de San Pablo, «la
magnificencia, que rebasa con mucho la realidad histórica, y son una palabra de la verdad» (Ef 1,13). Y, si es la palabra de la verdad, verdad
sugerencia de la significación típica de aquel hecho. Tal, por ejemplo, es cuanto en la Biblia se contiene. Por esto debe leerse con fe, con la
el salmo 71, en que se describe la gloria del reinado de Salomón con firme persuasión de que nada hay en ella que sea falso. Por consiguiente,
rasgos que sólo se han de verificar en el reino mesiánico. Naturalmente, toda interpretación que suponga en la Biblia alguna falsedad, debe en
la teoría presupone que el hagiógrafo conoce o vislumbra el sentido típico principio descartarse como inadecuada. Además, muchas de las ver-
de las cosas, lo cual no puede afirmarse con entera certeza, siempre a dades reveladas por Dios en la Biblia son altísimos misterios, incom-
lo menos. prensibles a la flaca razón humana. Estos misterios, además de fe, exi-
gen humildad en el que Ice la Biblia. Es ley de Dios encubrir estos
2. PRINCIPIOS O NORMAS PARA LA INTERPRETACIÓN BÍBLICA.—La misterios a los sabios y prudentes según el mundo y descubrirlos a los
Escritura es a la vez obra del hombre y obra de Dios. Como obra del pequeñuelos (Mt 11,25; Le 10,21). La luz del Espíritu Santo, necesaria
hombre, su interpretación se rige por las normas generalmente emplea- para la inteligencia de lo que Dios ha revelado sobre estos misterios,
das en la interpretación de los escritores antiguos; como obra de Dios, sólo se da a la fe humilde y a la oración.
debe regirse por normas especiales. De ahí las dos series de reglas: las Considerada su finalidad, es la Biblia, según el mismo Apóstol, «el
de interpretación histórico-gramatical y las de interpretación cristiana. mensaje de la salud» (Ef 1,13). El mismo San Pablo escribe a los Ro-
Reglas de interpretación histórico-gramatical.—La regla fundamental manos (15,4): «Cuantas cosas fueron antes escritas, para nuestra ense-
es que las palabras o expresiones deben entenderse en su sentido obvio ñanza se escribieron, a fin de que por la constancia y por la consolación
y natural. Nótese, empero, que sentido obvio y natural no es lo mismo de las Escrituras mantengamos la esperanza». Y escribiendo a Timoteo,
que superficial o aparente; no es el sentido que a las veces ofrece el son- añade: «Desde niño conoces las Sagradas Letras, las cuales pueden ha-
sonete de las palabras, sino el que da de suyo la frase atentamente con- berte sabio en orden a la salud por medio de la fe en Cristo Jesús. Toda
siderada y diligentemente examinada. Este sentido es obvio, por cuanto la Escritura, divinamente inspirada, es también provechosa para la en-
no es un sentido oculto, que haya de sacarse por procedimientos arbi- señanza, para la reprensión, para la corrección, para la educación en
trarios y cabalísticos; y es natural, por cuanto no es un sentido forzado, ia justicia, a fin de que sea capaz el hombre de Dios, capacitado para
que violente la significación normal de las palabras o tenga que sacarse toda obra buena» (2 Tim 3,15-17). Por esto la Escritura debe leerse
con procedimientos violentos. no con mera curiosidad científica, sino con el deseo de levantar el cora-
Para aquilatar este sentido obvio y natural es necesario atender al zón al amor y a la esperanza de los bienes celestes. De ahí el consejo de
contexto, próximo y remoto, gramatical y lógico, de la frase, y es conve- Pío XII a los exegetas: «Traten también con singular empeño de no ex-
niente cotejarla con los pasajes paralelos, así verbales como reales. Estas poner únicamente... las cosas que atañen a la historia, arqueología, filo-
dos reglas las recuerda Pío XII en su reciente Encíclica (n.15). Sirve logía y otras disciplinas por el estilo, sino que, sin dejar de aportar opor-
también para mejor conocer el pensamiento del autor tener presente el tunamente aquéllas, en cuanto puedan contribuir a la exegesis, mues-
argumento que se trata, la ocasión de escribir, la finalidad que se pretende. tren principalmente cuál es la doctrina teológica de cada uno de los
22 INTRODUCCIÓN GENERAL
ANTIGUO TESTAMENTO
libros o textos respecto de la fe y costumbres, de suerte que esta expo-
sición de loj mismos no solamente ayude a los doctores teólogos para
proponer y confirmar los dogmas de la fe, sino que sea también útil a
los sacerdotes para explicar ante el pueblo la doctrina cristiana, y, final-
mente, para llevar una vida santa y digna de un hombre cristiano» (n.15).
Por fin—y ésta es la suprema regla hermenéutica—, para entender
las divinas Escrituras hay que leerlas puesta siempre la mira en Jesu-
cristo. Benedicto XV hace suyas estas magníficas palabras de San Jeró-
nimo: «Yo, cuando leo el Evangelio y veo allí testimonios de la ley,
testimonios de los profetas, sólo a Cristo considero. Así vi a Moisés,
así vi a los profetas, de suerte que entendiera que hablaban de Cristo...
No censuro la ley y los profetas; antes bien los alabo, porque predican
a Cristo. Mas así leo la ley y los profetas, que no me quede en la ley y
los profetas, antes por la ley y los profetas llegue a Cristo» (Anecd.
Mareds. 3,2,353; Ene. Spiritus ParacUtus). Es que toda la ley y todos
los profetas están orientados hacia Cristo, y todo el N . T. está concen- \
trado y recapitulado en Cristo. Por donde con razón afirmaba el mismo
San Jerónimo y lo repite Benedicto XV: «La ignorancia de las Escritu-
ras es ignorancia de Cristo» (ib. 3,2,59). Sentencia que puede invertirse:
«La ignorancia de Cristo es ignorancia de las Escrituras». Cristo es la
clave de toda la Biblia.
INTRODUCCIÓN A LOS LIBROS
DEL ANTIGUO TESTAMENTO

L A BIBLIA HEBREA : DENOMINACIÓN Y AGRUPACIÓN DE SUS LIBROS.—De la bri-


llante literatura producida por el pueblo hebreo en la época de su independencia
nacional, sólo una parte ha llegado a nosotros: la que, considerada como sagrada,
se recogió y conservó en la colección llamada Biblia, xá pigAía, es decir, los libros,
aunque desde la Edad Media esta denominación de la enciclopedia sacra se haya
tomado como un singular—el pueblo del Libro se ha calificado al hebreo—, cual
si se quisiera dar fe de la divina unidad de todos los libros que integran aquélla. Por
otra parte, aquella denominación dábase, como escribe Torczyner a los libros escri-
tos en papiro, y Byblos era el más famoso punto de exportación de éste.
Compónenla los libros protocanónicos del llamado, en frase de San Pablo, Anti-
guo Testamento. Denomínaselos también Escritura o Sagradas Letras; y en he-
breo Kitbé-Qodes (escritos santos), Miqrá (lectura), Tenak (sigla de Torá-Ne-
bi'im-Ketubim), 'Lsrim ve-arba'á (los veinticuatro)...

i. a Tora o Ley, con los cinco libros de Moisés (Homesim o Pentateuco):


i. Beresit o primero de Moisés,
2. Semot o segundo de Moisés,
j. Va-yiqrá o tercero de Moisés,
4. Ba-midbar o cuarto de Moisés,
5. Debarim o quinto de Moisés.

2. a Nebi'im o Profetas, que comprende:


a) los Nebi'im risonim: cuatro escritos proféticos [/listóneos] an-
tiguos:
6. Yehosua' o Josué,
7. Sofetim o Jueces,
8. Semuel o I y II de Samuel,
9. Melakhim o l y 11 de Reyes; y
b) los Nebi'im aharonim o escritos proféticos más recientes:
10. Yesa'yá o Isaías,
11. Yirmeyahu o Jeremías,
72. Yehezquiel o Ezequiel,
13. Tere 'Asar o los Doce, es decir, los doce profetas menores o más breves:
Oseas, Joel, Amos, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, So-
fonías, Ageo, Zacarías y Malaquías. .

3. a Ketubim o escritos restantes, a saber:


a) los tres libros poéticos:
14. Tehillim o Salmos,
15. Mislé o Proverbios,
16. Iob o Job;
INTRODUCCION A LOS LIBROS DEL A. T. 27
26 INTRODUCCIÓN A LOS LIBROS DKL A. T.

taría hacia el año 200 de C. la Misná, y en la literatura medieval post-talmúdica,


b) los CINCO KOLLOS:
principalmente erudita, el hebreo desempeña papel similar al del latín en ¡a pluma o
17. Sir ha-sirim o Cantar de los Cantares, los labios de la gente culta por el mismo tiempo. En nuestros días, el sionismo lo ha
18. Rut, resucitado con éxito.
19. Ekhá o Lamentaciones, La historia antigua de este idioma es difícil de trazar, por el corto número de do-
20. Qohélet o Bclesiastés, cumentos conservados, lo incierto de la cronología de muchos de éstos, el carácter
21. Ester; exclusivamente consonantico de su escritura, etc. Preséntase el hebreo bíblico en estado
c) tres escritos históricos: de uniformidad bastante constante, lo cual hace que apenas se hayan podido distin-
guir en esa literatura, cuya vida corre entre 1200 y el 70 a. de C. aproximadamente,
22. Daniel, sino dos períodos. En el anterior a la cautividad (586-539), los textos ofrecen gran
23. 'Ezra-Nehmeyá o Esdras y Nehemias, pureza de idioma, con unas características generales de harmonía, vivacidad, conci-
24. Dibré ha-yamim o Crónicas. sión, regularidad del paralelismo poético, ausencia de plagios de idiomas extranjeros,
etcétera. Así, v.gr., en ¡os escritos de Amos, Oseas, Isaías, o en los libros de Samuel.
PUEBLO, TERRITORIO Y LENGUA DE LA LITERATURA HEBREA.—El PUEBLO HE- En el posterior al cautiverio dístínguense dos rasgos sobre todo: el influjo creciente
BREO era (por Eber, hijo de Sem) de raza semítica, de vida nómada ('transeún- del arameo, que aparece, v.gr., en libros como Ezequiel; y la prolijidad, patente ya
tes') y pastoril, inmigrante en tierra de Canadn o Palestina desde allende ('éber) en Jeremías y cada vez más acentuada.
el Jordán o el Eufrates. La última oleada de estos movimientos o invasiones—que Es de señalar el continuo y reciente enriquecimiento de esta literatura por virtud
algunos identifican con las de los habiru o habiri (¿'aliados'?)—está representada de nuevos descubrimientos, como los de la Cuenizá del Cairo, de las cuevas de
por los israelitas, que penetraron en Palestina hacia el año 1400 a. de C. Estable- Qumrám, etc., etc.
cidos allí, viven consagrados fundamentalmente al pastoreo y a la agricultura y en
frecuentes luchas con los pueblos limítrofes, codiciosos de aquella tierra feraz y de CARACTERÍSTICAS DE LA LITERATURA HEBREO-BÍBLICA.—En cuanto al fondo, su
tan privilegiada situación en el mundo antiguo. Por otra parte, ese pueblo está se- - nota más destacada es el significado religioso de todos sus escritos, base y fundamento
llado con una misión especialísima de Dios, que lo escoge como predilecto suyo para no sólo de la religión judía, sino en parte también del cristianismo y del islam. La
hacerle depositario de la revelación divina y propagar por su medio el conocimiento Biblia es el libro sagrado del pueblo judio, como lo es de los cristianos. En ella se en-
del verdadero Dios en el mundo. cierra la revelación de Dios a su pueblo Israel y, por su medio, a toda la humanidad,
En cuanto al SUELO en que esta literatura florece, trátase de una estrecha franja sobre los secretos e inefables misterios de la vida divina, de su providencia amorosa
de tierra costera que en el Asia anterior corre paralela entre el desierto siroarábigo sobre el hombre, particularmente en cuanto a la redención de Israel y del mundo entero
y el mar Mediterráneo, como límite oriental y occidental, respectivamente, y desde por el Mesías, el Ungido y Unigénito del Padre.
las vertientes meridionales del Líbano y Antilíbano, que la separan de Fenicia y Siria Por lo que hace a la forma, la prosa hebraica manifiesta notable perfección, in-
por el norte, hasta el desierto de la Arabia Pétrea, que la cierra por el sur. Dicha cluso en los libros más antiguos de la Biblia, que sin duda no fueron los primeros que
banda terrestre es de 228 kilómetros de longitud, con una anchura que oscila entre en d(/i;c'/ idioma se compusieron. La perfección artística del estilo es admirable, siendo
40 kilómetros aproximados al norte y unos go que cuenta al sur. Su extensión—poco nitmiuilloso el ritmo tía que toda la prosa bíblica aparece dotada y la maestría con
mayor que la resultante de unir nuestras provincias de Valencia, Castellón y Tarra- que las frases se concatenan, a pesar de la simplicidad de los medios de conjunción.
gona (35.124 kilómetros cuadrados, frente a los 23.906 de éstas)—se halla cortada La narración fluye serena y límpidamente en cualquiera de los escritos, y es notable,
verticalmente por el río Jordán en dos partes: la occidental o Cisjordania (15.643 ki- por otra parte, cómo el escritor hebreo sabe unir con valentía suprema la concisión
lómetros cuadrados) y la oriental o TransJordania (9.481 kilómetros cuadrados). sentenciosa con la máxima transparencia y claridad. Sorprende, en verdad, cuántas
El río engarza en su cauce, entre el nacimiento, en las faldas del Hermán, y su des- veces el autor ha sabido expresar magistralmente los conceptos más sublimes y elevados
embocadura, en el mar Muerto, los lagos de Meromy Genesaret. El terreno es fecundo con la más exquisita sencillez y llaneza y el más escaso material. En el estilo poético,
y hermoso, y, aunque chico, su situación privilegiada, como puente o corredor entre esas mismas brillantes cualidades aparecen unidas a una riqueza prodigiosa de imá-
Asia y África y verdadera encrucijada de tres continentes y de las más viejas civili- genes de increíble colorido y diafanidad, esculpidas con certero buril y de efectos ma-
zaciones, diole ya en la antigüedad trascendental importancia. ravillosos.
La LENGUA de este territorio parece descender de la hablada por sus pobladores Desde un punto de vista puramente literario, todos los libros de esta hermosa
semitas más viejos. Muy próxima en edad y características al lenguaje semítico mis literatura podrían agruparse en: i.°, LIBROS POÉTICOS (Salmos, Cantar, Job);
antiguo en Babilonia (el acadio), el idioma de Canadn quedó casi intacto de ele- 2.a, ORATORIOS (todos los profetices); 3.0, HISTÓRICOS, y 4.0, GNÓMICOS (Pro-
mentos no semíticos; pero, en cambio, fue muy influido por capas semíticas más re- verbios, Eclesiástico, Eclesiastés y Sabiduría).
cientes, resultando una verdadera lengua de mezclas. El hebreo es sonoro, conciso,
admirablemente apto para la expresión del sentimiento y la ternura, juegos de ima-
ginación y descripción de la naturaleza.
D U R A C I Ó N Y DESARROLLO DEL HEBREO Y SU LITERATURA ANTIGUA.—El docu-
mento más antiguo de la lengua de Canadn son las Glosas cananeas, que dan una
idea aproximaos, del hebreo de la época de los Jueces. Después éste gozó, como idioma
hablado, de uní vida de mil años aproximadamente. Para el tiempo de los Macabas
(siglo II a. de C.) ya se había extinguido como' idioma popular, reemplazado gra-
dualmente desde la época del cautiverio por el arameo. Sin embargo, tras una etapa
bilingüe, en qu se producen obras como Esdras y Daniel, todavía perduró cano
lengua sagradaie la religión, la literatura y la ciencia jurídica, etc. En ella se redx-
. LIBKOS HISTÓRICOS. PENTATEUCO 29
LIBROS HISTÓRICOS
Ábrese el primer libro o GÉNESIS con sobrias y bellísimas páginas, que nos inician
en los grandes misterios de los tiempos prehistóricos, cuyo recuerdo, desfigurado en las
cosmogonías de otros pueblos, se había conservado fielmente en la tradición del pue-
blo hebreo, que el autor sagrado recogió y expuso en lenguaje humano, asequible a la
inteligencia popular. Un punto resalta singularmente: que Dios es el autor de cuanto
existe. Y esta verdad va envuelta en una maravillosa parábola: la parábola de la
semana divina, con las ocho portentosas obras del divino alfarero (Elohim) y él des-
canso sabático: «En un principio creó Dios el cielo y la tierra...» Palabras sencillas
EL PENTATEUCO que nos sacuden con el escalofrío dé lo sublime y que inician una serie de relatos, siem-
pre leídos con renovado interés, como la descripción del paraíso y del pecado original,
la historia de Caín y Abel, la narración del diluvio universal, la erección de la torre
de Babel. La enumeración de las genealogías o generaciones sucesivas hasta Abrahán
Entre los pueblos de la antigüedad es Israel el primero y único (con Grecia sirve de nexo con la historia de los patriarcas del pueblo elegido, que da comienzo a la
luego) que cultiva ¡a historiografía propiamente dicha y en quien alcanza la historia historia de Israel propiamente dicha, la cual remata en este libro con el establecimiento
notabilísimo desarrollo. Mientras babilonios, asirios y egipcios no nos han ofrecido de Jacob en Egipto y su muerte y la de su hijo fosé.
hasta aquí creaciones que, en verdad, merezcan el nombre de historia, casi la mitad
En el libro del ÉXODO narra la historia de Israel en Egipto y su liberación, su
de la Biblia está constituida por libros de este carácter. Es más, tan destacado puesto
estancia en el desierto y los acontecimientos prodigiosos del Sinaí, en cuya trama his-
tiene la historia en la Biblia, que se ha llegado al extremo de formular la hipótesis
tórica se intercala el Código de la alianza y la Ley sacerdotal. El Código de la
de que, desde los comienzos de aquélla a la literatura apócrifa y hasta los Evangelios,
alianza, precedido de la primera teofanía y de la promulgación del Decálogo, contiene
no habría habido en la literatura israelita sino escritos narrativos de vidas de reyes,
las disposiciones legales (religiosas, morales y sociales) dadas por Moisés como base
profetas y otros hombres célebres. Tal ha sostenido Torczyner. Y su teoría se ha in-
del pacto allí sellado entre Dios y su pueblo (Ex 20,23-23,19). Es para algunos la
tentado ya aplicar a escritos proféticos, etc., con resultados bizarros.
parte más antigua de la Tora. La Ley sacerdotal inicia la serie de prescripciones
Desde luego, es de notar que una de las características más profundas de la his- legales referentes a la organización del culto divino, tabernáculo y sacerdocio (Ex 25-
toriografía hebraica es, precisamente, la concepción religioso-moral, según la cual los 3'! 36-40). Dadas por Dios a Moisés durante su permanencia de cuarenta días en
sucesos humanos guardan íntima trabazón con un ordenamiento divino superior y el Sinai, se ejecutaron puntualmente, después de haber aplacado a Dios, justamente
están gobernados por una fuerza moral; de suerte que al historiador sacro guíalo irritado por la primera idolatría de Israel.
siempre un fin doctrinal, basado en la Ley y los profetas. Mas la teología de la his-
El LEVÍTICO O tercer libro, de notorio valor religioso, está integrado por cuatro
toria bíblica, lo mismo que la genuina filosofía de la historia humana trata de motivar
secciones principales: la ley de los sacrificios (1-7), la consagración de los sacerdo-
los hechos, pero sin deformarlos. Nota Pío XII en su encíclica Divino afflante Spiritu
tes (8-10), la ley de la limpieza legal y de la expiación (11-16) y la ley de la santi-
que «el pueblo israelítico se aventajó singularmente entre las demás antiguas naciones
dad (17-26). continuación de la iniciada en el Éxodo, serie de preceptos para que el
orientales en escribir bien la historia, tanto por la antigüedad como por la fiel rela-
pueblo encogido guardase la santidad interior y cxteriormente, a ejemplo de la santidad
ción de los hechos, lo cual en verdad se concluye también por el carisma de la divina
de Ihos. Las ordenanzas sociales de esta ley léase especialmente el capítulo 25—se
inspiración y por el peculiar fin de la historia bíblica, que pertenece a la religión»
han considerado como una de las más grandiosas concepciones de la vida social de
(nao).
todos los tiempos. Ciérrase el libro con un apéndice sobre el cumplimiento de los
funto a este sello providcncialista de la historiografía hebrea caracteriza sus pro- votos ^27,).
ducciones la forma artística de la narración. La lengua es ágil, clara, sin hipérboles El libró cuarto o de los NÚMEROS, menos uniforme, comprende un período de trein-
y sin pathos, ha escrito bien Bernfeld; «el pathos está en la narración y no en la ta y siete años. En él se refiere el empadronamiento del pueblo de Israel, la promul-
forma». Aquí, como en toda la prosa hebraica clásica, y frente a la poesía, utilízanse gación de nuevas disposiciones legales, la lenta peregrinación a través del desierto y
las imágenes con gran parsimonia, lo cual hace que cuando aparecen adquieran mayor sus diversos episodios: la rebeldía de Israel, los vaticinios de Balaam, la conquista del
eficacia. oeste del fordán, etc. Su importancia para la religión israelita es decisiva.
En cuanto al método histórico de la Biblia, aunque no concuerde con el usado por Corona y remate del Pentateuco es el DEUTERONOMIO : recapitulación histórica
los eximios historiadores grecolatinos y modernos, es el peculiar del género histórico de lo sucedido desde la salida de Egipto hasta la llegada de Israel y Moisés a la llanada
verdadero, y «lo que en los Sagrados Libros proviene de las narraciones populares, de Moab y recopilación o reiteración de las leyes hasta entonces promulgadas. De ahí
de ninguna manera debe equipararse a las mitologías u otras producciones parecidas, el nombre griego del libro, cuya unidad de tono, espíritu y estilo ha puesto de mani-
las átales más proceden de una imaginación desenfrenada que de aquel amor a la fiesto recientemente Clamer. El estilo se impregna aquí de sentimientos, que hacen de
sencillez y la verdad, que tanto brilla en los Sagrados Libros aun del A. T., de suerte la obra un tnonumento de singular hermosura. En ella, bañada en tibio sol de otoño,
que nuestros hagiógrafos deben ser tenidos en esto como manifiestamente superiores como ha dicho Klausner, el anciano y venerable caudillo israelita recuerda al pueblo
a los antiguos escritores profanos» (Pío XII, Humani generis, números citados). en sucesivos discursos los beneficios de Dios y lo exhorta a la observancia de la ley.
LA TORA O LEY.—Es como el pórtico y, a la vez, al menos religiosamente, la Es como la despedida de un buen padre en el umbral de la muerte, cuajada de profé-
medula de toda la Biblia. En esencia está constituida por una colección de preceptos ticos intuiciones:
religiosos y disposiciones legales engarzada en una narración histórica que expone los Prestad el oído, cielos, | que pretendo hablar ahora,
acontecimientos esenciales de la prehistoria y protohistoria del mundo, y más particu- y escuche la tierra entera | las palabras de mi boca...
larmente de Israel, desde la creación hasta la muerte de Moisés.
Los cinco libros forman un conjunto magnífico de concepción y ejecución, lo mismo
CONTENIDO Y BELLEZA DE SUS LIBROS.—Compórtese de cinco volúmenes, a cuyo
en aquellas páginas soberbias que inician el Génesis que en estas otras—apéndice de)
conjunto dieron el nombre de Pentateuco los judíos alejandrinos.
30 LIBROS HISTÓRICOS. PENTATEUCO
LIBROS HISTÓRICOS. PENTATEUCO 31
Deuteronomio- que contienen el sublime cántico de Moisés y su bendición a las doce
tribus. tos escritos o tradiciones (así defiende el P. De Vaux), que él insertó en su obra,
Entre las poesías que esmaltan el Pentateuco pocas hay tan perfectas de fondo y haciéndolos suyos. Y cabe asimismo que la ley mosaica, legislación viva y no muerta, una
forma como el citado cántico (Di 32), que tiene por bellos compañeros en los libros vez variadas las circunstancias en que se dio, recibiera algunas explicaciones y adap-
precedentes la Ifmimtiu IWmluion de Jacob (Gen 49), mixta de profecía, bendición taciones necesarias, las cuales luego se introdujeron en el texto sagrado, junto con
y cuadro esplendido de las condiciones morales y políticas del país de Canaán por correcciones de expresiones anticuadas o lecciones incorrectas, debidas a descuidos de
aquellos días; y el canto magnifico sobre el paso del mar Rojo (Ex 15), hermoso ejem- amanuenses; como también se agregó el capítulo último del Deuteronomio, y quizá
plo de la antigua épica hebrea, que ha inspirado a tantos poetas posteriores, como alguno de los precedentes, posterior a la muerte del gran caudillo de Israel, como con-
nuestro Fernando de Herrera. Fragmentos de cantos épicos también nos ofrece el libro ceden Bea y Clamer.
de los Números: el canto del pozo (21,17-18), que celebra este feliz hallazgo en pleno Parécenos interesante añadir, en punto a la crítica del Pentateuco, que la tesis
desierto, y el cántico que conmemora la conquista de la capital del reino amorita, de quienes sostenían que la legislación contenida en aquél es demasiado elaborada para
Hesbón (21,27-20.). atribuirse a Moisés o su época, ha venido a sufrir nuevo golpe—después del recibido
No menos dignos de recuerdo son, en la prosa hebraica, por su destacada belleza, con el estudio de las leyes de Hammurabi—merced a la interesante colección de docu-
en el Génesis pasajes como tos referentes al magnánimo patriarca Abrahán y sus mentos hurritas procedentes de las excavaciones de Kirkuk y Nuci, al este del Tigris,
peregrinaciones a través del país cananeo (12-15); a Jacob y Esaú (25,19-33,17), dirigidas por Speiser y publicadas de 1925 a 1935. Sus datos, que son aproximada-
para algunos la más bella narración popular del Oriente; a José y sus hermanos mente de la mitad del segundo milenio antes de Jesu-Cristo, comprenden una serie de
(37 y 39-45)i en 1U(-' se inserta la historia de la familia de Judá, llena de atractivo y leyes, algunas de las cuales tienen marcada semejanza o aun identidad absoluta con
hondo interés psicológico y rica de acción. En Números, narraciones como la de la disposiciones que aparecen en la legislación del Pentateuco.
sedición de Coré (16), tenida como una de las mejores creaciones de la literatura Tales hallazgos, ha escrito poco ha sir Frederic G. Kenyon, veterano papirólogo
hebraica narrativa; o la historia de Balaam (22,2-24,25). inglés, «demuestran: primero, que la escritura estaba bien divulgada y usada libre-
mente en Siria y países adyacentes en tiempos de Moisés, y segundo, que códices deta-
AUTENTICIDAD DEL PENTATEUCO.—En cuanto al autor del Pentateuco, frente
llados de leyes eran comunes entre las naciones de esta región por esta fecha, y aun
a la tradición judía y cristiana, que hasta el siglo XVIII atribuyó su total composi-
antes de ella», no pudiendo rechazarse la legislación recogida en el Pentateuco como
ción a Moisés, durante ¡os últimos sesenta años ha prevalecido entre los críticos inde-
pendientes la teoría documentaría, cuyos corifeos más destacados han sido los alema- proveniente de Moisés y su época, a base de que tales leyes no pudieron existir en fecha
nes Grafy V/ellhausen, de quienes también recibió el nombre. tan temprana o que no pudieron recogerse por escrito. Aunque luego «bien pudieron
agregarse detalles del ritual de los templos..., está bien claro que la narración de esos
Partiendo del variado empleo de los nombres divinos de Yahveh y Elohim en di-
ferentes pasajes, y comprobando diferencias de estilo y léxico en los mismos, amén de libros... bien puede fundamentarse sobre documentos escritos en los tiempos contem-
manifiestas suturas, incoherencias y hasta duplicados, concluyen que el Pentateuco, poráneos».
lejos de ser obra de Moisés, es el resultado de fundir cuatro fuentes o documentos Finalmente, no queremos dejar de recoger recientes descubrimientos papirológi-
principales, posteriores al legislador, cada uno con caracteres peculiares de estilo y cD.v ile excepcional importancia para la historia del texto del Pentateuco. Entre los
doctrina. Tales documentos son: el Jahvista (]), compuesto en el reino de Judá hacia ame manuscritos Imlliulns luue aún ¡mcos años en los alrededores de Aftih (Afro-
el año 850; el Elohista (E), publicado en el reino del norte antes del 450 y unido al dilópolis), en la margen oriental del Nilo, frente al Fayum, dos de ellos (uno del
anterior un siglo después por su redactor que llaman Jehoivista (JE); el Deuterono- s. III y otro del IV) contienen, sumados, casi las dos terceras partes del Génesis,
mio (D), debido en su redacción definitiva a un mal llamado piadoso engaño de los y otro interesantísimo -volumen contiene extractos de Números y Deuteronomio «ma-
sacerdotes de Jerusalén, que en 621 habrían amañado el hallazgo del códice de la Tora ravillosamente escritos por una mano que debió pertenecer a la primera mitad del
de Moisés para aprovechar a favor de la causa yahvísta las buenas disposiciones del siglo II». Aparte de breves fragmentos a que inmediatamente nos referiremos, es el
rey Josías; y, finalmente, el Príesterkodex (P), códice sacerdotal, producto del mo- manuscrito bíblico más antiguo que existe, y todos estos manuscritos bíblicos, deno-
vimiento legalista de la época del destierro babilónico, entre 540 y 450, cuyo principal minados Chester Beatty Papyri, han sido publicados por el citado papirológo inglés
promotor habría sido el profeta Ezequiel. Hacia el año 445, con ocasión de la reforma entre 1933 y 1937.
emprendida por Esdras y. Nehemías, se incorporaría tal documento a los restantes Junto a ellos cabe destacar el notable hallazgo de fragmentos de cuatro colum-
quedando así integrado el Pentateuco por esos cuatro escritos fundamentales, JEDP, nas de un rollo de papiros del Deuteronomio, publicado por Robert en 1936. Este
más las añadiduras, suturas y retoques introducidos por los diversos redactores que papiro Rylands, escrito por elegante mano en el siglo II antes de Cristo, sería «el ma-
intervinieron en la compilación del Corpus hutórico-jurídico, puesto bajo el nombre nuscrito más antiguo conocido de todas las partes de la Biblia» si en la cueva de
prestigioso de Moisés. 'Ain Feskha no hubieían sido hallados fragmentos del Levítico, etc., que algunos
Como otros muchos críticos católicos (Bea, Heinisch, Vaccari, Lagrange, Cla- suponen remontar al siglo IV a. C. Estos últimos resonantes descubrimientos no han
mer), el P. J. Prado sometió a examen recientemente la teoría wellhauseniana, triun- dicho aún su última palera, y a ellos han de agregarse los más recientes de las cuevas
fante primero, luego retocada y modificada por sus seguidores y hoy en franco desmo- de Qumrdm y Wadi Nurabba'a.
ronamiento por los ataques que de ¡os cuatro frentes principales de la investigación Sobre el Pentateuco, la Pontificia Comisión Bíblica, en 27 de junio de 1906
bíblica le han venido: el religioso, el arqueológico, el lingüístico y el literario; y con- (Denz. 1997-2000), dio un importante decreto, en que, asentados los fundamentos
cluye poderse afirmar que hoy los argumentos intrínsecos y extrínsecos (testimonios de
de la interpretación canica, concede amplio margen a la crítica bíblica. Consta de
ambos Testamentos, asentimiento unánime de la tradición...) que militan en pro de la
autenticidad substancial mosaica del Pentateuco siguen en pie, y cabe continuar afir- cuatro capítulos. En el primero afirma que los libros del Pentateuco no proceden de
mando que éste es obra substancial de Moisés, ya directamente, ya mediante la cola- fuentes en su mayor pete posteriores a la edad mosaica, sino que tienen por autor
boración de algunos redactores, que realizasen ¡o planeado por él y fuese luego confir- a Moisés. Y apunta los motivos, que son: negativamente, la inconsistencia de los ar-
mado por su autoridad. Esto no impide que Moisés pudiera muy bien utilizar docume gumentos acumulados pr los críticos; positivamente, a) los testimonios de la misma
Escritura; b) el perfecto consentimiento del pueblo judío; c) la constante tradición
32 LIBROS HISTÓRICOS. PENTATEUCO

de la Iglesia; d) los indicios internos. En el segundo admite la hipótesis de que Moisés


pudo tener colaboradores, en el sentido antes indicado. En el tercero admite que
Moisés pudo liaher utilizado diversas fuentes o documentos, así orales como escritos.
En el cuarto, por último, admite igualmente que, salva la autenticidad e integridad
substancial del Pentateuco como obra de Moisés, pudieron con el tiempo añadírsele
algunas modificaciones accidentales o adicionales, cuales son las anteriormente indi-
cadas.

E N E

La creación

1 1 Al principio creó Dios el cielo y la


tierra. * 2 Ahora bien, la tierra era
Y así fue ». 8 Llamó Dios al firmamento
cielo. Y atardeció y luego amaneció: día
nada y vacío, y las tinieblas cubrían la segundo.
superficie del Océano, mientras el espí- 9
Dijo D i o s luego: «Reúnanse las aguas
ritu de Dios se cernía sobre la haz de las de debajo de los cielos en un lugar y apa-
aguas. * rezca lo seco». Y así fue. 1° Y Dios llamó
3 Y dijo D i o s : «Haya luz», y hubo luz. a lo seco tierra y a la reunión de las aguas
4
Vio Dios que la luz era buena y estable- llamó mares. Y vio Dios que quedaba
ció separación entre la luz y la oscuridad, bien.
5 11
y llamó a la luz día y a la oscuridad lla- Luego dijo D i o s : «Brote verdín la
m ó noche. Y atardeció y luego amaneció: tierra, plantas germinadoras de simien-
día uno. * te y " árboles frutales productores de fru-
<> Dijo asimismo D i o s : «Haya un fir- to conforme a su especie y en que se con-
iniHiiriilo vn medio de las a^uns y separe tenga su semilla, sobre la tierra». Y así
uniis nuiins de olrns». '' l l i / o , pues. Dios fue. * 12 Brotó, en efecto, la tierra verdín,
el firmamento, separando las aguas que plantas germinadoras de simiente confor-
estaban debajo del firmamento de aque- me a su especie y árboles productores de
llas que estaban sobre el firmamento. fruto portador de semilla con arreglo a

•f 1 ss. La Pontificia Comisión Bíblica, en 1909 (Denz. 2121-2128), enseña:


* Los tres primeros capítulos del Génesis contienen narraciones de hechos verdaderos, es decir,
que responden a la realidad objetiva y verdad histórica: no fábulas mitológicas o cosmogónicas,
ni meras alegorías o símbolos destituidos de fundamento objetivo, ni leyendas ejemplares, parte
históricas, parte ficticias (Dub 2).
Hay que admitir el sentido literal histórico en los hechos que atañen a los fundamentos de la
religión cristiana, cuales son, entre otros: la creación del universo por Dios al principio del tiempo:
la peculiar creación del hombre; la formación de la primera mujer, hecha del primer hombre; la
unidad del género humano; la felicidad original de los primeros padres en estado de justicia, inte-
gridad e inmortalidad; el precepto dado por Dios al hombre para probar su fidelidad; la transgre-
sión del precepto divino, por persuasión del diablo bajo la apariencia de serpiente; la caída de los
primeros padres de aquel estado primitivo de inocencia; además, la promesa de un futuro Repara-
Mensajero divino fructificante y el rey Assurnasirpal II. Relieve de alabastro dor (Dub 3)-
de Kalaj. (De Schaefer-Andrae, o.c, p.537.) No hay que entender siempre en sentido propio y material todas las expresiones, que a las
veces son evidentemente metafóricas o antropomórficas (Dub 5). Siendo la mente del hagiógrafo
no dar un tratado científico de la naturaleza, sino más bien un conocimiento popular, no hay que
interpretar su lenguaje con rigor científico (Dub 7). Estos once primeros capítulos de Gn corrobora
Pío XII (Hum. Generis) «con estilo sencillo y figurado, acomodado a la mente del pueblo poco
culto, contienen las verdades principales y fundamentales en que se apoya nuestra propia salvación
y también una descripción popular del origen del género humano y del pueblo escogido».
2
NADA: pues la voz tohu en hebr. suele ir en paralelismo con éfes, 'nada, vacuidad'. I! OCÉANO:
hebr. Tehom, es la masa caótica de aguas revueltas que aprisionaban y envolvían la tierra. || SE
CERNÍA: o bien, revoloteaba, aleteaba, planeaba sobre las aguas como principio de vida y orden.
La interpretación del verbo sugerida por Dt 32,11: «revoloteaba (o cerníase) encima cual un águila»,
se halla confirmada por varios pasajes de la Épica de Aqhat.
5 La voz Yóm (día) puede entenderse en sentido impropio o lato (Denz, ib. Dub 8).
1
' ss. CONEORME A su ESPECIE : o en sus distintas especies. Quedan, pues, creadas separada-
mente las diversas .especies de los seres vivos.
pover-Cantera 2
34 GÉNESIS 1 1 S — 2 "
GÉNESIS 2 6 —3 2 36
su especie. Y vio Dios que estaba bien.. luminar m e n o r c o m o regidor de la n o -
13 Y atardeció y luego amaneció: día ter-• che—y las estrellas, I 7 a los cuales puso busto campestre existía a ú n en la tierra 15
Así, pues, t o m ó Yahveh D i o s al h o m -
cero. D i o s en el firmamento celeste para alum- y ninguna hierba del c a m p o había bro- bre y lo puso en el vergel de Edén, p a r a
14
Dijo entonces D i o s : «Haya lumbre-• b r a r sobre la tierra I 8 y para que rigieran tado aún, pues Yahveh Dios n o había he- que lo cultivara y guardase. 1* Y ordenó
ras en el firmamento de los cielos para el día y la noche y p a r a dividir la luz de c h o llover sobre la tierra ni existia el h o m - Yahveh D i o s ai h o m b r e diciendo: «De
que dividan el día de la noche y sirvan de: la oscuridad. Y vio D i o s que estaba bien. bre para trabajar el campo, <> ni p a r a todo árbol del vergel puedes comer libre-
19
señales y p a r a [marcar] estaciones, días Y atardeció y luego amaneció: día alumbrar la tierra corriente que regase mente, 1 7 mas del árbol de la ciencia del
y años. 1 5 Sean también a m o d o de lum- cuarto. t o d a la superficie del suelo. * bien y del mal n o comerás, porque el día
2( 7
> Luego dijo D i o s : «Pululen las aguas Entonces formó Yahveh D i o s al h o m - en que comas de él morirás sin reme-
inquietos seres vivientes y vuelen los vo- bre (adam) del polvo del suelo (adama), dio». *
látiles sobre la tierra, p o r la superficie del J8
e, insuflando en sus narices aliento vital, Luego di jóse Yahveh D i o s : « N o es
firmamento celeste». ° 2 1 Creó, pues, Dios q u e d ó constituido el h o m b r e como ser bueno que el h o m b r e esté solo; haréle
los grandes cetáceos, y t o d o ser vivo ser- vivo. u n a ayuda semejante a él». 19 Así, pues,
peante de que pululan las aguas, confor- 8
Luego Yahveh D i o s plantó u n ver- habiendo formado de la tierra todos los
m e a su especie, y t o d o volátil alado se- gel en Edén, al oriente, p a r a colocar allí animales del campo 1 y todas las aves del
gún su especie. Y vio D i o s que estaba al h o m b r e que había formado. 9 E hizo cielo, condújolas ante el h o m b r e p a r a ver
bien, 2 2 y los bendijo, diciendo: «Procread Yahveh D i o s brotar del suelo toda suerte cómo los llamaba, y que t o d a denomina-
y multiplicaos y henchid las aguas de los de árboles gratos a la vista y buenos p a r a ción que el h o m b r e pusiera a los seres vi-
mares, y multipliqúense las aves en la comer y, además, en medio del vergel, el vientes, tal fuese su n o m b r e . 2 0 El h o m -
tierra». 2 3 Y atardeció y luego amaneció: árbol de la vida y el árbol de la ciencia bre impuso, pues, nombres a todos los
día quinto. del bien y del mal. 10 B r o t a b a de Edén un ganados, a todas D las aves del cielo y a
24 río p a r a regar el vergel, y desde allí divi-
Después dijo D i o s : «Produzca la tie- todas las bestias salvajes; m a s p a r a el
rra seres vivientes conforme a su especie: díase y formaba cuatro b r a z o s . l l El n o m - h o m b r e n o encontró ayuda semejante a
g a n a d o , reptiles y bestias salvajes con bre de u n o es Pisón, el cual circuye todo él. 2 ¡ Y Yahveh D i o s infundió un sueño
arreglo a su especie». Y así fue. 25 Hizo, el país de Javilá, d o n d e está el oro. * ll El letárgico sobre el h o m b r e , quien se dur-
pues, D i o s las bestias salvajes conforme o r o de aquel país es excelente, dándose mió; entonces tomóle u n a de las costi-
a su especie, los ganados con arreglo a t a m b i é n allí el bedelio y la piedra de llas, cerrando su espacio con carne, 2 2 y
su especie y todos los reptiles del c a m p o sóham. * 1 3 El n o m b r e del segundo río es luego con la costilla que había cogido del
según su especie. Y vio D i o s que estaba Guijón, que es el que circuye todo el país
h o m b r e fabricó Yahveh D i o s una mujer
de K u s . * 14 El n o m b r e del tercer río es
bien.
Tigris, el cual recorre el este de Assur, y la llevó al h o m b r e . 2 3 Entonces el h o m -
26
Dios egipcio modelando hombres. Entonces dijo D i o s : « H a g a m o s u n y el c u a r t o río es el Eufrates. * bre exclamó:
(De A. Jeremías.) h o m b r e a imagen nuestra, conforme a
nuestra semejanza, p a r a que domine en
breras en el firmamento del cielo para los peces del mar, y en las aves del cielo, ¡Esta vez si que es hueso de mis huesos | y carne de mi carne!
alumbrar la tierra. Y fue así. 1 6 Hizo, y en los ganados, y en todas las fieras de d A ésla se la llamará varona, I p o r q u e de varón ha sido tomada.
pues, Dios los dos grandes luminares—el la tierra, y en t o d o reptil que repta sobre 24 25
luminar mayor c o m o regidor del día y e l 'I la tierra». Por eso a b a n d o n a r á el varón a su pa- Y estaban los dos desnudos, el hom»
dre y s u m a d r e y se unirá con su mu- b r e y s u m u j e r , m a s n o s e n t í a n v e r -
27
Creó, pues, Dios al h o m b r e a su imagen, i a imagen de D i o s creólo, jer, f o r m a n d o ambos ° una sola carne. * güenza. *
m a c h o y hembra los creó.
28
Y los bendijo Dios y díjoles:
El pecado y sus consecuencias
Procread y multiplicaos, | y henchid la tierra |
1
y sojuzgarla, y dominad | en los peces del mar,
y en las aves del cíelo e , | y en t o d o animal que se mueve sobre la tierra. 3 A h o r a bien, la serpiente era el m á s —¿Conque Dios h a dicho que n o co-
a s t u t o de todos los animales salva- máis de todos los árboles del vergel?
2
29 jes q u e Yahveh D i o s había producido, y Y contestó la mujer a la serpiente:
Dijo también Dios: «He aquí que lo y t o d o cuanto serpea sobre la tierra con dijo a l a mujer: — Y a comemos del fruto de los á r b o -
os doy toda planta seminífera que existe aliento vital señalo de comida toda hier-
sobre la haz de la tierra entera y todos los ba verde». Y así fue. 3 1 Entonces vio D i o s veh-Dios. La crítica textual juzga que ya la primera, ya la segunda parte del compuesto debe de
árboles portadores de fruto seminífero pa- t o d o cuanto había hecho, y he aquí que ser adición del redactor.
6
ra que os sirvan de alimento; 3" y a todas estaba muy bien. Y atardeció y luego CORRIENTE, riada o diluvio, dice Driver.
11
las bestias salvajes, todas las aves del cie- amaneció: día sexto. 12
PISÓN : río no identificado. || JAVILÁ : o «Tierra arenosa», prob. en Arabia.
BKDELIO: resina transparente y aromática de un árbol que, según Plinio, crece en Arabia,
Media, India y Babilonia. || SÓHAM: nombre de una piedra preciosa, tradicionalmente traducido
por ónix o berilo.
El paraíso. Formación de la mujer 13
GUIJÓN: tampoco identificado. || Kus: en otros pasajes designa la Etiopía africana o una
1
región d e Arabia: aquí prob. una región de Sennaar o Sinar, en Babilonia.
14
2 Q u e d a r o n , pues, terminados el cie-
lo y la tierra con todo su cortejo de
y declarólo santo, p o r haber reposado en
él de toda la obra que Dios, al operar, h a - 17
ASSUR: es la vieja capital del reino asirio, existente ya en 1300 a. C , y cuyas ruinas se han
descubierto recientemente.
ÁRBOL DE LA CIENCIA DEL BIEN Y DEL MAL: para algunos sería el árbol que proporciona todo
seres. 2 Y, habiendo rematado Dios en bía creado.
el día séptimo » la obra que hiciera, en 4 saber (expresión de la totalidad por dos contrarios, frecuente en la Biblia), junto al árbol que concede
Esta es la historia del cielo y la tie- vivir siempre.
ese día séptimo descansó de toda la labor rra en su creación. El día en que hizo 24
CARNE: e. d., un solo cuerpo; mejor, una sola persona; en este versículo están encerradas
realizada, 3 y bendijo Dios el día séptimo Yahveh D i o s tierra y cielos, * 5 ningún ar- la naturaleza y leyes fundamentales del matrimonio.
25
4
E L HOMBRE: e. d., Adán. Sólo a partir de 4,25 aparece el nombre sin artículo y como pro-
O YAHVEH-DIOS: la Divinidad, a que hasta ahora ha denominado el sagrado texto con el nom- pio, cuando por haberse hablado ya de otros hombres era preciso individualizarlo.—Contra el
^ bre de Etohim (— Dios), recibe aquí y frecuentemente hasta 3,TI el nombre compuesto Yah- poligenismo y sobre el pecado cometido por un solo Adán y difundido de éste a todos los hombres
por la generación, cf. Pío XII en Humani Generis.
3 22
:tfl GÉNESIS 3 - GÉNESIS 3 2 3 — 4 2 2 37
l o ilrl vergel; •' mus respecto al fruto del n u d o s , p o r lo cual entretejieron hojas de tierra, de que había sido t o m a d o . 2 4 C u a n -
árbol que esln en medio del vergel dijo h o m b r e vuelto c o m o uno de n o s o t r o s ,
higuera e hiciéronse unos ceñidores. 8 En discernidor del bien y del mal. A h o r a , do h u b o arrojado al hombre, puso a orien-
DIUN: «Nn comáis de él ni lo toquéis, p a r a seguida oyeron el ruido [de pasos] de pues, n o vaya a alargar la mano y t o m e te del vergel de Edén a los querubines c o n
i|iie mi muráis». Yahveh Dios, el cual se paseaba por el
4 también del árbol de la vida, c o m a de él espadas de hoja fulgurante para g u a r d a r
l.n «el píente replicó a la mujer: vergel a la brisa de la tarde, y el h o m b r e
No moriréis en m o d o a l g u n o : 5 es
y su mujer se ocultaron de la presencia de y viva eternamente». 2 3 Y expulsóle Y a h - el camino del árbol de la vida.
que Dio» Mibe que el día en que comáis Yahveh D i o s por entre la arboleda del veh D i o s del vergel de Edén a trabajar ia
do ¿I NP iihrirán vuestros ojos y os haréis vergel. *
como Dios, conocedores del bien y del 9 Entonces Yahveh Dios llamó al h o m -
muí. bre, diciéndole:
Caín y Abel. Descendencia de Caín
6
Viendo, pues, la mujer que el árbol — ¿ D ó n d e estás? 1 8
Y dijo Caín a Abel, su h e r m a n o :
Conoció el h o m b r e a Eva, su m u -
era bueno p a r a comida, y deleite p a r a los 10 Y contestó:
—Oí el ruido [de tus pasos] en el ver-
4 jer, la cual concibió y parió a Caín, «/ Vamos al campo!» a Y cuando estaban
diciendo: « H e adquirido (qaniíi) u n va- en el c a m p o , acometió Caín a su h e r m a n o
gel y, temeroso, p o r q u e estoy desnudo, r ó n con ayuda de Yahveh». * 2 M á s tar- Abel y lo mató. 9 Luego dijo Yahveh a
m e escondí. de volvió a parir, pariendo a su h e r m a n o Caín:
H A lo que le replicó: — ¿ D ó n d e está tu h e r m a n o Abel?
—¿Quién te ha indicado que estabas Y contestó:
desnudo? ¿Has comido acaso del árbol — N o sé. ¿Acaso soy yo el guardián de
de que te m a n d é no comieras? mi h e r m a n o ?
12
Respondió el h o m b r e : 10
Exclamó Yahveh:
— L a mujer que pusiste conmigo, ésa —¿Qué has hecho? La voz de la san-
dióme del árbol y comí. gre de tu h e r m a n o clama a mí desde la
Escolopendra con cabeza humana. . " D i J ° e l " o n c e s Yahveh Dios a la mu- tierra. n Rechazado c o m o maldito serás
(«Rev. de Assyr.», 9,18.) Jer: de este campo que ha abierto su boca
—¿Qué es lo que has hecho? p a r a recibir por m a n o tuya la sangre de
ojos, y apetecible * p a r a lograr la inteli- Y contestó la mujer: tu h e r m a n o . 1 2 C u a n d o trabajes la tierra
gencia, t o m ó de su fruto y comió, d a n d o — L a serpiente me sedujo y comí, n o volverá a darte sus frutos. Errante y
14
también a la vez a su m a r i d o , eí cual co- Entonces dijo Yahveh Dios a la ser- vagabundo vivirás p o r el orbe.
mió. 7 Entonces abriéronse los ojos de píente: 13 Y dijo Caín a Y a h v e h :
a m b o s y comprendieron que estaban des- —¡Sobrado grave de soportar es mi de-
«Por cuanto hiciste tal, | maldita serás | como ningún otro ganado | y bestia salvaje. lito! 1 4 H e ahí que tú m e arrojas hoy de
Sobre tu vientre caminarás | y polvo comerás | todos los días de tu vida. la haz de este suelo y de tu presencia ha-
15
y enemistad pondré | entre ti y la mujer | y entre tu prole y su prole, bré de esconderme; a n d a r é vagabundo y
la cual íe apuntará a la cabeza | mientras tú apuntarás a su calcañar». * errante por el orbe y ocurrirá que m e h a
de malar cualquiera que m e encuentre.
16 y * a la mujer dijo: 15 M a s respondióle Yahveh:
—Pues p o r eso », quienquiera que mate
«Multiplicaré crecidamente | las molestias de tu gravidez; a Caín, siete veces será castigado.
con dolor parirás hijos, El árbol de la vida. Palma egipcia con brazos. Puso, pues, Yahveh a Caín u n a señal
y tu propensión te inclinará a tu marido, | el cual m a n d a r á en ti»*. (Luschán, «Der Alte Orient», III 4.) para que no lo m a t a r a nadie que lo h a -
llase. * 1 6 Luego, partido Caín de la pre-
17
Y al h o m b r e dijo: «Por cuanto escuchaste la voz de tu mujer y comiste del Abel. F u e Abel pastor de rebaños y Caín sencia de Yahveh, se asentó en el país
árbol que te vedé comieras, cultivador del suelo. 3 Al c a b o de algún de N o d , al oriente de Edén.
17
tiempo, presentó Caín de l o s frutos del Conoció Caín a su mujer, la cual con-
maldita sea la tierra p o r tu causa; c a m p o una ofrenda a Y a h v e h . 4 Y tam- cibió y parió a H e n o k , y, edificando él p o r
con fatigas te alimentarás de ella todos los días de tu vida; bién Abel ofreció de los primogénitos de entonces una ciudad, púsole p o r n o m b r e
18
19
espinos y abrojos te germinará y comerás hierba del campo, su rebaño y de su grasa de ellos. Yahveh el mismo de su hijo H e n o k . i 8 M á s tarde
C o n el sudor de tu rostro comerás pan, miró favorablemente a A b e l y su ofren- nacióle a H e n o k Irad, e I r a d engendró
hasta que tornes a la tierra, pues de ella, fuiste t o m a d o , da ; 5 mas a Caín y su p r e s e n t e no vio con a Mejuyael, Mejuyael engendró a Metu-
ya que eres polvo y tornarás al polvo». buenos ojos. Irritóse Caín p o r ello sobre- sael y Metusael engendró a L a m e k . l g La-
20
manera y se abatió su semblante. 6 Dijo mek t o m ó para sí dos mujeres, llamadas
El h o m b r e puso a su mujer n o m b r e go hizo Yahveh Dios al h o m b r e y su m u - entonces Yahveh a C a í n : «¿Pot qué te la u n a A d a y la otra Sil-lá. 2 0 A d a engen-
de Eva (Javva), p o r haber sido ella ma- jer unas túnicas de piel y los vistió. 2 2 Y has irritado y p o r qué h a decaído tu ros- dró a Yabal, que fue p a d r e de los m o r a d o -
dre de todos los vivientes (jay). * 21 Lue- exclamó Yahveh D i o s : «Ahí tenéis al tro? ' ¿Acaso, si obraras b i e n , no lo er- res en cabana y entre rebaños. 2 1 El n o m -
8
guirías? ; mas si mal obras, ¿ n o acechará bre de su h e r m a n o era Yubal, que fue pa-
O A LA BRISA DE LA TARDE: lit., a la brisa o hacia el fresco del día o cuotidiano.
15 a la puerta el pecado, que h a c i a ti tende- dre de los citaristas y tocadores de cara-
APUNTARÁ: tratando de herir, e. d.. herirá. La exegesis católica denomina a este versículo rá, a u n c u a n d o podrás dominarlo?»* millo. * 2 2 También Sil-lá engendró a T u -
Protoevangelio, por constituir como una profecía de la buena nueva de la redención del género
humano, pecador con Adán, merced a la Prole (el Mesías) que nacerá de la Mujer (María). A 1
CON AYUDA o favor de Yahveli. Así confiesa Eva en el nacimiento de Caín su fe en el poder
16
CON DOLOR PARIRÁS HIJOS: e. d., «la maternidad dará mucho que sufrir a la madre... ¿De * de Yahveh, solo autor de la vida.
qué 2manera?
0
La Escritura no lo dice» (Pío XII, disc. de 8-I-56). 7
¿No LO ERGUIRÍAS?: verso oscurísimo, de texto al parecer errp. (cf. Kit) y sentido proble-
EVA: advirtamos que las etimologías que el texto sagrado tantas veces apunta son de ca- mático. Pudiera entenderse: ¿... no hería (o recibirías) recompensa?, o bien: i... no serías acepto
rácter popular y recogen muchas veces coincidencias externas y semánticas de vocablos a base de (o sería aceptada tu ofrenda) ?
la_ paranomasia, aptas para el fin que el autor se propone, que no es precisamente el dar la real 15
SEÑAL : indicio de que las marcas de tatuaje eran ya usadas para indicar la posesión.
etimología filológica de los vocablos. 21
PADRE DE LOS CITARISTAS... : «Elrelato bíblico—dice sobre estos datos acerca de los progresos
38 GÉNESIS 4 28 —5
GÉNESIS 5 28
—7 " 39
28
L a m e k contaba ciento o c h e n t a y dos ber engendrado a N o é quinientos noventa
bal-qayin, forjador de toda herramienta 23 A h o r a bien, dijo L a m e k a sus espo- y cinco años, procreando hijos e hijas.
años de vida c u a n d o engendró un hijo,
de cobre y hierro. Hermana de Tubal- sas: 29
y le puso por nombre N o é (Noaj),
31
Fue, pues, el total de los días de Lamek
qayin fue Ñ a a m á . diciendo: «Este nos consolará (yena/me- setecientos setenta y siete años; después
nu) en nuestro trabajo y en l a fatiga de murió. 3 2 En cuanto a N o é , tenía qui-
«Ada y Sil-la, ¡escuchad mi voz, nuestras m a n o s p o r la tierra q u e maldijo nientos años cuando engendró a Sem,
mujeres de Lamek, dad oido a mi palabra! _ Yahveh». 3 0 Vivió Lamek después de h a - C a m y Jafet.
Que ¡i un hombre he muerto en pago de mi herida,
y a un muchacho, p o r causarme contusión;
24
pues Caín será vengado siete veces, Corrupción de l a h u m a n i d a d y anuncio del diluvio
mas Lamek Jo será setenta y siete».
1
A h o r a bien, ocurrió q u e comenza- que estaba estragada, p o r q u e t o d a cria-
25 A u n conoció Adán a su mujer, la
cual parió un hijo, a quien puso p o r n o m -
tarde también al mismo Set le nació un
hijo y le puso p o r n o m b r e Enós. Enton-
6 r o n los hombres a multiplicarse sobre tura había corrompido su camino sobre
ces se comenzó a invocar-el n o m b r e de la haz de la tierra y les nacieron hijas; 2 y, el orbe. 1 3 Dijo, pues, D i o s a N o é : «He
bre Set, porque «Dios [díjose ella] me ha viendo los hijos de Dios que las hijas del decidido el fin de t o d o mortal, ya que
puesto (sal) otro descendiente en lugar Yabveh. *
h o m b r e eran bellas, se procuraron espo- por su causa está llena la tierra de violen-
de Abel, ya que lo m a t ó Caín». 26 M á s sas de entre todas las que m á s les placie- cias, y ve ahí que voy a exterminarlos con
r o n . * 3 Dijo, pues, Y a h v e h : « M i espíritu el orbe. 1 4 Fabrícate u n arca de madera
n o responderá del h o m b r e p o r siempre, de conifera, haz en el arca diversas man-
Descendientes d e Set h a s t a Noé pues es pura carne; y serán sus días cien- siones y embréala por dentro y fuera con
to veinte años». brea. 1 5 D e esta suerte la has de fabricar:
4
Existían p o r aquel tiempo en la tierra la longitud del arca será de trescientos
1 Este es el libro de la genealogía de ¡ días de Quenán novecientos diez a ñ o s ;
5 A d á n . En el día en que Dios creó luego murió.
l 5 Mahalalel c o n t a b a sesenta y cinco
los gigantes, y también después, c u a n d o
los hijos de Dios se llegaron a las hijas
codos, de cincuenta codos su anchura y
de treinta codos su altura. * 1 6 H a r á s un
a A d á n , a imagen divina le formó. 2 Va- 16 del h o m b r e , y les engendraron hijos, que ventanal al arca, a la cual rematarás u n
r ó n y hembra creólos y bendíjolos y les años cuando engendró a Yéred; y vi-
son los héroes, desde antiguo varones codo m á s arriba, y p o n d r á s la puerta
puso p o r n o m b r e A d á n en ef día de crear- vió Mahalalel después de haber engen- renombrados. * del arca a u n o d e sus c o s t a d o s ; plantas
3
los. * Llevaba de vida A d á n ciento trein- d r a d o a Yéred ochocientos treinta años, 5 bajas, segundas y terceras le h a r á s . I 7 Pues
17 Viendo Yahveh que era m u c h a la
ta años c u a n d o tuvo un hijo » a imagen y procreando hijos e hijas. F u e r o n , pues,
maldad del h o m b r e en la tierra y toda he aquí que yo voy a atraer el diluvio de
semejanza suyas, al cual puso p o r n o m - todos los dias de Mahalalel ochocientos
la traza de los pensamientos que formaba aguas sobre la tierra p a r a destruir t o d o
bre Set. 4 Y fueron los días de A d á n des- noventa y cinco años, muriendo luego. su corazón no era sino mala continua- ser corpóreo en que alienta espíritu de
pués de haber engendrado a Set ochocien- 18 Yéred contaba ciento sesenta y dos mente, 6 se arrepintió Yahveh de haber vida debajo del cielo. T o d o c u a n t o existe
tos años, y engendró hijos e hijas. 5 R e - años c u a n d o engendró a H e n o k , w y vi- hecho al h o m b r e en la tierra, y, c o n el en la tierra m o r i r á ; 1 8 m a s estableceré m i
sultaron, pues, todos los días que A d á n vió Yéred después de h a b e r engendrado corazón apesadumbrado,* 7 exclamó: pacto contigo, y entrarás en el arca tú y
vivió novecientos treinta a ñ o s ; luego m u - a H e n o k ochocientos años, p r o c r e a n d o «Horraré de sobre la h a z del suelo al tus hijos y tu mujer y las mujeres de tus
rió. hijos e hijas. 2<> Fue, pues, el total de los hombre que creé, desde el hombre hasta hijos contigo. 1 9 Meterás además en el
* A h o r a bien, Set llevaba de vida ciento días de Yéred novecientos sesenta y dos las bestias, los repules y las aves del arca, de entre todo viviente y todo ser
cinco aflos c u a n d o engendró a E n ó s ; 7 y a ñ o s ; después murió. cielo inclusive, pues estoy arrepentido de animado, dos de cada clase a vivir con-
21
vivió Set después de haber engendrado a H e n o k tenía sesenta y tinco años haberlos hecho». 8 M a s N o é había halla- tigo ; serán m a c h o y h e m b r a ; 2 0 de las
22
Enós ochocientos siete años, y procreó cuando engendró a Matusalén, y ca- d o gracia a los ojos de Yahveh. aves, las bestias y t o d o reptil d e la tierra
hijos e hijas. 8 Fue, pues, el total de los m i n ó con Dios, viviendo" después de h a - 9
Esta es la genealogía de N o é : N o é en sus diversas especies: dos de cada clase
días de Set novecientos doce a ñ o s ; luego ber engendrado a Matusalén trescientos fue varón justo y perfecto en su genera- vendrán a ti para conservarles la vida.
murió. años, y procreó hijos e hijas. * 2 3 Fue, ción, a n d a n d o con D i o s . l ° Y engendró 21
Y tú provéete de todo alimento comes-
9 Enós c o n t a b a de vida noventa años pues, el total de los días de H e n2 4o k tres- N o é tres hijos: Sem, C a m y Jafet. n A h o - tible y lo almacenarás contigo para que
cuando engendró a Quenán, 10 viviendo cientos sesenta y cinco años. Ahora ra bien, la tierra corrompióse a los ojos os sirva a ti y a ellos de s u s t e n t o » . 2 2 H í z o -
Enós después de haber procreado a Que- bien, H e n o k anduvo con Dios, y dejó de D i o s y se llenó el o r b e de violencias. lo, pues, N o é ; conforme a c u a n t o D i o s
n á n ochocientos quince años, y procreó de existir p o r q u e Dios se lo llevó. * l 2 M i r ó , pues, D i o s la tierra, y he aquí le ordenara, tal hizo.
25
hijos e hijas. » F u e , pues, el total de los Matusalén contaba ciento ochenta y
días de Enós novecientos cinco a ñ o s ; lue- siete años c u a n d o engendró a L a m e k ; *
go murió.
12
26 y vivió Matusalén después de h a b e r £1 diluvio
Quenán tenía setenta años cuando en- engendrado a Lamek setecientos ochenta
gendró a M a h a l a l e l ; U y vivió Quenán y dos años, procreando hijos e hijas. 1
Entonces Yahveh d i j o a N o é : «En- su h e m b r a ; y de todos los animales i m -
después de h a b e r engendrado a Mahala- 2 7 Fueron, pues, todos los días de M a - 7 tra tú y toda tu familia en el arca, puros, dos, m a c h o y su hembra. 3 T a m -
lel ochocientos cuarenta años, procreando tusalén novecientos sesenta y nueve a ñ o s ; pues te he observado j u s t e ante mí en bién de las aves del cielo siete parejas,
hijos e hijas. 14 F u e , p u e s , el total de los luego murió. esta generación. 2 D e t o d o s los animales macho y hembra, p a r a que perdure l a
puros te cogerás siete parejas, m a c h o y descendencia sobre la haz d e toda la
de la cultura antigua el P. Prado—no intenta darnos el origen histórico de las artes, sino poner de
relieve
2
su relación con Dios y con la vida moral de los hombres». £ 2
Hijos DE Dios: e. d., l o s descendientes de Set, conservados buenos y piadosos. II HIJAS DEL
com
SIETE: número sagrado del que se consideran como simple ampliación, un plural, así el 7o ^ HOMBRE: e. d., las mujeres de la raza de Caín, malvada e impía.
° el 77 - L o mismo se da en textos de Ras Shamra. 4
Los GIGANTES (NefilimJ : a estos hombres de sorprendente estatura y origen desconocido se
2° SE COMENZÓ... : para la pugna del texto con Ex 4,26 b cf. Sandmel, JBL (1953). refiere también Núm 13,13. II Los HÉROES famosos desde antiguo parecen ser el fruto de las uniones
de los setitas y las cainitas.
5 22 ^ D * N : , e - d-> Hombre, en el sentido de Humanidad (al. Ivlensch), 6
ARREPINTIÓ: expresión q u e quiere significar algo análogo al dolor y arrepentimiento humanos,
CAMINÓ CON DIOS: e. d., 'vivió, por su conducta, en unión íntima con El', o 'mantuvo trato por donde se da a entender cuánto aborrece Dios la malicia y crímenes de los hombres,
íntimo con Dios', o 'fue grato a Dios', como dice la versión G. " COPOS: el codo medía aproximadarriente medio metro,
SE LO LLEVÓ: según unos, fue arrebatado al paraíso terrestre; según otros, al celestial, para no
ver la muerte, como apunta San Pablo en Hebr 11,5.
40 GÉNESIS 1* 811

tierra. 4 Pues dentro de siete díns voy a corpóreos dotados de espíritu vital, <6 y GÉNESIS 8 1 2 — 9 1 6 41
hacer llover sobre la tierra cuarenta días y los que entraron, m a c h o y hembra de
cuarenta noches, y aniquilaré de sobre la t o d o ser corpóreo, entraron como D i o s
haz del suelo a todos los seres que p r o - habíale ordenado. A continuación cerró bre la t i e r r a . 1 2 Luego esperó todavía otros y multipliqúense sobre la tierra». I 8 Salió,
duje». 5 I l i z o , pues, Noé todo cuanto tras él Yahveh. siete días y soltó la paloma, q u e n o volvió pues, N o é , y con él sus hijos, su mujer y
Yahvch le ordenara. 17
Entonces acaeció el diluvio sobre la más a él. las mujeres de sus hijos. 19 T o d o s los
<' Era Noé de' seiscientos años de edad tierra durante cuarenta días, y se multi-
13
Así, pues, el año seiscientos u n o c , cuadrúpedos a , reptiles y aves, t o d o cuanto
c u a n d o tuvo lugar el diluvio sobre la plicaron las aguas, alzando el arca, la primero del mes, comenzaron a secarse se mueve sobre la tierra, por sus especies,
tierra. 7 Y ante las aguas del diluvio entró cual se levantó p o r cima de la tierra. las aguas sobre la tierra y retiró N o é la salieron del arca. 2 0 Entonces N o é cons-
N o é en el arca, a c o m p a ñ a d o de sus hijos, 18
L a s a g u a s s i g u i e r o n c r e c i e n d o y se cubierta del arca y, mirando, vio que la truyó u n altar a Yahveh y, t o m a n d o de
su mujer y las mujeres de sus hijos. 8 D e aumentaron mucho sobre la tierra, mien- superficie del suelo habíase e n j u g a d o . 1 4 Y todas las bestias puras y de todas las
los animales puros, y de los animales que tras el arca flotaba sobre la superficie de en el mes segundo, día veintisiete del mes, aves puras, ofreció holocaustos en el altar.
21
no lo son, y de las aves, y de t o d o lo que las o n d a s . 1 9 Así, pues, las aguas crecieron quedó seca la tierra. Yahveh percibió el grato olor, y excla-
15
se arrastra sobre el suelo, 9 de dos en dos m u y m u c h o sobre la tierra, de suerte que Entonces h a b l ó Dios a N o é , dicien- m ó en su corazón: « N o volveré a maldecir
vinieron a N o é al arca, m a c h o y hembra, quedaron cubiertos todos los montes más d o : 16 «Sal del arca tú y tu mujer, tus más el suelo p o r causa del h o m b r e , pues
c o m o había m a n d a d o Dios a N o é . 1 0 A los altos que bajo el cielo entero existían. * hijos y las mujeres de tus hijos contigo. las inclinaciones del corazón h u m a n o son
17
siete días, las aguas del diluvio irrumpie- 20 Quince codos m á s arriba subieron las Saca contigo todos los animales que malas desde su mocedad; no volveré, por
r o n sobre la t i e r r a , ' i en el a ñ o seiscientos aguas, tras haber quedado cubiertos los te a c o m p a ñ a n , t o d o ser viviente, en aves, tanto, a herir a todos los vivientes, como
de la vida de N o é , mes segundo, día die- montes. 2 1 D e esta suerte pereció cuanto en bestias y en t o d o reptil que repta sobre he hecho.
cisiete del mes, en ese día se hendieron ser corpóreo se movía sobre la tierra, en la tierra; y pululen por el orbe y procreen
todas las fuentes del gran abismo y las aves, ganados, fieras y en t o d o reptil 22
E n tanto subsista la tierra : | sementera y siega, frío y calor,
compuertas del cielo se a b r i e r o n ; 1 2 y que reptaba sobre la tierra, así como t o d a
verano c invierno, día y noche | no cesarán.»
d u r ó el aguacero sobre la tierra cuarenta la humanidad. 2 2 T o d o lo que contenía
días y cuarenta n o c h e s . 1 3 E n aquel mismo aliento vital en sus narices, de cuanto
día entró en el arca N o é , a c o m p a ñ a d o de existía en la parte seca, murió. 2 3 Así
Sem, Catn y Jafet, sus hijos, y con ellos fue exterminado cuanto ser existía sobre Dios bendice a Noé y p a c t a con él
la mujer de N o é y las tres nueras del la haz del suelo, desde el h o m b r e hasta
m i s m o . 1 4 Ellos y todas las bestias salvajes la bestia, el reptil y el ave de los cielos 1

p o r sus especies, y todos los ganados por inclusive, y quedaron exterminados de la 9 Luego bendijo D i o s a N o é y sus
hijos y díjoles: «Procread y multipli-
alimento: os lo he d a d o t o d o lo mismo
que la hierba verde. 4 Sólo carne que
sus especies, y todos los reptiles que rep- tierra, restando solamente N o é y lo que caos y llenad la tierra. 2 £1 temor y el contenga en sí su vida, su sangre, no
tan sobre la tierra por sus especies, y con él estaba en el a r c a . 2 4 Ciento cincuen- miedo a vosotros sean sobre todas las comeréis; * 5 pues, en verdad, yo pediré
todas las aves por sus especies, todo pá- ta días se alzaron las aguas por cima de fieras del campo a y todas las aves del cuenta de vuestra sangre c o m o de vuestra
jaro, todo alado, u Y se llegaron a Noé, la tierra. cielo; h a n sido puestos en vuestras m a - vida: de m a n o de cualquier animal la
al arca, de dos en dos, lodos los seres nos, con todos los seres que pululan la reclamaré; y reclamaré asimismo de m a n o
tierra, y todos los peces del mar. 3 T o d o del h o m b r e , de m a n o de su propio her-
moviente d o l a d o tic vida os servirá tic mano, la vida del h o m b r e .
Cesa el diluvio y Nbé sale d e l a r c a 6
Quien vertiere la s a n g r e del hombre, | por medio del h o m b r e será su sangre vertida;
1
la ventana del arca que había hecho 7 y F ues a imagen divina | h i z o El al h o m b r e .
Entonces se acordó Dios de N o é y
8 todas las fieras y bestias que estaban soltó al cuervo *, el cual estuvo saliendo
y t o r n a n d o hasta secarse las aguas de
7
Vosotros, pues, p r o c r e a d y multipli- ganados y todas las fieras del c a m p o que
con él en el arca, e hi/o pasar un viento caos, pululad sobre la t i e r r a y dominadla "». entre vosotros existen; en suma, cuantas
sobre la tierra, tras lo cual fueron men- encima de la tierra. 8 Luego esperó Noé 8
Dijo también D i o s a Noé, y con él a bestias de la tierra h a n salido del arca.
guando las aguas. 2 Cerráronse, pues, los siete días" y envió de junto a sí a la
sus hijos, de este m o d o : 9«En cuanto a 11
Establezco, pues, mi p a c t o con vos-
manantiales del abismo y las compuertas paloma, p a r a ver si habían decrecido las otros, y n o será exterminada ya criatura
mí, he aquí que voy a establecer mi pacto
celestes y cesó el aguacero del ciclo. 3 Con aguas de sobre la haz del suelo; 9 mas
c o n vosotros y con v u e s t r a descendencia alguna por las aguas del diluvio, n i h a b r á
esto fuéronse retirando gradualmente de no hallando la paloma dónde posar sus m á s diluvio para destruir la tierra». I 2 Y
detrás de vosotros, 1 0 y con todos los
sobre la tierra las aguas, las cuales fueron patas, volvióse al arca, p o r q u e las aguas añadió D i o s :
seres vivientes que con vosotros hay, aves,
decreciendo al cabo de ciento cincuenta cubrían la superficie de toda la tierra. El
días. 4 En el mes séptimo, dia diecisiete entonces extendió su m a n o , la cogió y «Esta es la señal d e l pacto | que p o r generaciones eternas establezco I
del mes, descansó el arca sobre los mon- metióla consigo en el a r c a . 1 0 Esperó, pues, entre mí y v o s o t r o s
tes de Ararat. * s Y las aguas fueron men- aún otros siete días y t o r n ó a soltar del y todos los seres vivientes que con vosotros existen:
g u a n d o paulatinamente hasta el mes dé- arca a la paloma. " A l atardecer volvió 13
h e colocado m i arco en las nubes |
cimo. En el décimo, a primero de mes, la paloma a él, trayendo en su pico follaje para que sirva c o m o señal de alianza entre mí y la tierra.
aparecieron las cumbres de las montañas. verde de olivo; p o r donde comprendió 14
Y c u a n d o yo a g o l p e nubes sobre la tierra, | aparecerá el arco en las n u b e s ;
6
Al cabo de cuarenta dias abrió N o é N o é que las aguas habían menguado so- 1 5 y recordaré la alianza | que hay entre mí y vosotros |
y t o d o s los seres vivientes, | con cuanta carne existe,
y las aguas n o servirán más | de diluvio p a r a destruir t o d o m o r t a l ;
16
"7 1 9 BAJO EL CIELO ENTERO : para salvar la veracidad del sagrado texto no precisa que el diluvio pues aparecerá e l arco en las nubes I y lo veré, recordando el p a c t o eterno
" haya sido absolutamente universal. Basta que se haya extendido a toda la parte del globo enton- entre Dios y t o d o s los seres vivos, |
ces poblado y comprendido a toda la Humanidad culpable, según la opinión más corriente. en toda criatura q u e existe sobre la tierra».
Q 4 ARARAT : nombre de una región montañosa de Armenia, en el Araxes, denominada Urartu
° por los asirios. Según la tradición judía, el arca se detuvo en los montes Qardu, en la parte sur Q 4 No COMERÉIS; esta prohibición debe entenderse de cualquier carne no separada de la san-
de Armenia, no lejos del Kurdistón, •* gre. Con ella pretendía e l Señor prevenir la crueldad con los animales, que tan fácilmente se
habría extendido al hombre. Hasta de las propias fieras reclamará Dios satisfacción por la sangre
vertida. La sangre, vehículo d e la vida, queda reservada a Dios, autor de ésta, en el sacrificio expia-
torio (cf. Lev 17,4 y i l ) . Pero lahumana, jamás debe verterse, so pena de vida.
20 18
GÉNESIS 1 0 —11 43
1T 1S
42 GÉNESIS 9 —-10 del C a n a n e o fue desde Sidón, viniendo a porque en sus días se dividió (ai-flegá)
Guerar, hasta Gaza, y en dirección a la tierra, y el n o m b r e de su h e r m a n o fue
Sodoma, G o m o r r a , A d m á y Seboyim, Y o q t á n . * 26 Y o q t á n engendró a Almo-
i ' Y aún dijo D i o s a N o é : «Esta es la atrás, no vieron la desnudez de su p a d r e . hasta Lesa. dad, a Sélef, a Jasarmávet, a Y é r a j , ' 2 ' a
24
señal de mi alianza, que h e establecido Luego despertó N o é de su embriaguez 20
Tales son los hijos de C a m según sus H a d o r a m , a Uzal, a Diqlá, 2 8 a Obal, a
entre mí y todo mortal que sobre la y supo l o que había hecho su hijo menor, familias y lenguas, p o r sus países y na- Abimael, a Sebá, 2S> a Ofir, a Javilá y a
tierra existe». y 2 5 exclamó: ciones. Y o b a b . T o d o s éstos fueron hijos de Y o q -
18 Los hijos de N o é que salieron del «Maldito sea C a n a á n ; 2X
En cuanto a Sem, también él tuvo tán. 3 0 La residencia de los mismos fue
arca fueron Scm, C a m y Jafet; y C a m será para sus hermanos descendencia, siendo antepasado de todos desde Mesa, según vas a Sefar, al m o n t e
es el padre de Canaán. 1 9 Esos tres son el último de los esclavos». * los hijos de Eber y hermano m a y o r de de Oriente. 3 i Estos son los hijos de Sem
los hijos de Noé, y de éstos se p r o p a g ó 26
Y añadió: Jafet. * 2 2 Hijos de Sem fueron: Elam, según sus familias y sus lenguas, p o r sus
t o d a la tierra. 2 0 N o é , labrador, comenzó Assur, Arpaksad, Lud y Aram. * 2 3 Hijos países y naciones.
a plantar viña; 21 y, bebiendo del vino, «Bendito Yahveh, Dios de Sem, 32
de A r a m fueron U s , Jul, Guéter y M a s . * Tales son, según sus genealogías y na-
se embriagó y quedóse desnudo en medio sea C a n a á n su esclavo. 24
Y Arpaksad engendró a Sélaj, y Sélaj ciones, las familias de los hijos de N o é ;
de su tienda. 2 2 Vio Cam, padre de Ca- 27 Dilate D i o s a Jafet engendró a Eber. 2 5 A Eber naciéronle de éstos salieron las gentes que se espar-
naán, la desnudez de su padre y se lo y m o r e en las tiendas de Sem, dos hijos: el n o m b r e del uno fue Péleg, cieron p o r la tierra después del diluvio.
anunció a sus dos h e r m a n o s afuera. 2 3 Pe- y sea C a n a á n su esclavo». *
28
ro Sem y Jafet t o m a r o n el m a n t o y, Vivió N o é después del diluvio tres-
echándoselo sobre los h o m b r o s , camina- cientos cincuenta años. 2 9 Fue, pues, el
r o n hacia atrás y cubrieron las vergüenzas total de los días de N o é , novecientos
La torre de Babel
paternas. C o m o llevaban su rostro vuelto cincuenta a ñ o s ; luego murió.
n i E r a entonces t o d a la tierra de
u n a misma lengua y unos mismos
vocablos. 2 M a s en la emigración de aqué-
11
Y vivió Sem después de haber procrea-
do a A r p a k s a d quinientos años, y tuvo
hijos e hijas.
Descendencia de Jafet, Caín y Sem llos desde Oriente encontraron una vega 12
A r p a k s a d contaba treinta y cinco
en el país de Sinar y se establecieron allí. * años de vida c u a n d o engendró a Sélaj.
3
•f A i Esta es la genealogía de los hijos | en la tierra. 9 Fue él u n esforzado cazador Dijéronse unos a o t r o s : «Ea, fabrique-
A" de N o é , Sem, C a m y Jafet, a quie- a los ojos de Yahveh. Por eso se dice: mos ladrillos y cozámoslos al fuego»; y
nes nacieron hijos después del diluvio. * «Esforzado cazador c o m o N e m r o d a los sirvióles el ladrillo de piedra, y el asfalto
2
Hijos de Jafet fueron: G ó m e r Magog, ojos de Yahveh». 10 El principio de su de argamasa. 4 Luego dijeron: «Ea, edi-
M a d a y , Yaván, T u b a l , Mések y Tiras. * reino fue Babel, Erek, A k k a d y Kalné, fiquémonos u n a ciudad y u n a torre cuya
3 cúspide llegue al cielo y nos crearemos
Hijos de G ó m e r : Askanaz, Rifat y T o - en tierra de Sinar. n D e ese país salió
garmá. * 4 E hijos de Y a v á n fueron Elisa para Assur y edificó a Nínive, Rejobot Ir, u n nombre, no sea que nos dispersemos
y Tarsís, Kittim y Dodanim. * s D e éstos Kélaj 12 y Rescn, entre Nínive y Kélaj: por la haz de toda la tierra». *
procedieron por ramificación los pobla- aquélla es la gran ciudad.* 5
Bajó Yahveh a ver la ciudad y la
dores de las islas de las gentes. Tales son 13
Misrayim, p o r su parte, engendró a torre que hnhían comenzado a construir
los hijos de Jafet *, con arreglo a sus los Ludíes, los Anamitas, los Lehabitas, los hijos del hombre, * '' y cxcl.imó Yah-
regiones, cada cual según su lengua y los Naftujitas, 1 4 los Patrusitas, los K a s - veh: «Me aquí que forman un solo pueblo
según sus familias dentro de las naciones lujitas, de donde procedieron los Filisteos, y tienen lodos ellos una misma lengua, y
de ellos. * y los Kaftoritas. éste es el comienzo de su actuación; ahora
6 15
E hijos de C a m fueron: K u s , Misra- C a n a á n , a su vez, engendró a Sidón, ya n o les será impracticable cuanto p r o -
yim, Put y C a n a á n . * ' E hijos de K u s lo su primogénito, y a J e t , * 16 al Yebuseo, yecten hacer. 7 Ea, bajemos y confunda-
fueron Sebá, Javilá, Sabtá, R a m a y Sab- al Amorreo, al Guirgaseo, 1 7 al Jivveo, al mos allí su lengua, a fin de que nadie Torre de Babel. Forma más desarrollada, corres-
teká. E hijos de R a m a fueron Sebá y Arqueo, al Sineo, 18 al Arvadeo, al Se- e n t i e n d a el h a b l a de su c o m p a ñ e r o » . pondiente a la época de Nabucodonosor II, según
8 Luego los dispersó Yahveh de allí p o r Th. Dombart.
D e d á n . * 8 K u s engendró también a N e m - m a r e o y al J a m a t e o , dispersándose des-
rod, el cual comenzó a hacerse poderoso pués las tribus cananeas. 1 9 La frontera la haz de toda la tierra v cesaron de cons-
truir la ciudad. ' P o r ello se la denominó 13
Y vivió A r p a k s a d después de h a b e r
25 Babel, porque allí confundió (balal) Yah-
Es curioso que en vez de Cam es maldecido Canaán, su hijo, ya porque siglos más tarde e n g e n d r a d o a Sélaj c u a t r o c i e n t o s t r e s
vieran los hebreos en la servidumbre de los cananeos respecto de ellos el cumplimiento de la profe- veh el habla de t o d a la tierra; y desde años, y procreó hijos e hijas.
cía de Noé, ya porque el escritor sagrado quiera inculcar una vez más a Israel repulsión hacia el allí Yahveh los dispersó p o r l a superficie
pueblo cananeo y su religión, que tanto atraía al israelita. de t o d o el orbe. 1 4 Teniendo Sélaj treinta años de vida
27
DILATE: hebr. yaft, juego de vocablos con el nombre Jafet (Yéfet). Nótese también otra engendró a Eber. 15 Y vivió Sélaj después
paranomasia en Elohé Sem (Dios de Sem) y Oholé Sem (tiendas de Sem), 1° Esta es. la genealogía de Sem. Sem de haber engendrado a Eber cuatrocientos
tenía cien años c u a n d o engendró a Ar- tres años, y procreó hijos e hijas.
•i A ! GENEALOGÍA: o posteridad. Los datos etnográficos del Génesis adoptan la forma genealó- paksad, dos años después del diluvio. 16
H a b í a vivido Eber treinta y cuatro
' " gica, de tal manera que la mayor parte de los nombres de personas se refieren a pueblos,
tribus o localidades.
2
Los HIJOS DE JAFET: corresponden a los indoeuropeos, li GÓMER: e. d., los cimmerios de los
griegos. I! MADAY: e. d., los medos. || YAVÁN: e. d., los griegos (cf. ionios). 21 EBER: padre de los hebreos. El texto no casa bien con Gen 22,21.
3 22
ASKANAZ: son los sciti de los griegos. Para los judíos de tiempos muy posteriores, aquella de- ARPAKSAD: se refiere a Babilonia, según Tursinay.
nominación pasaría a designar Alemania. 23
4 25
Hijos DE ARAM: e. d., los árameos o habitantes del norte de Siria.
TARSÍS: se trata, seguramente, de Tartessos, fundada por los fenicios en España, colonia de SE DIVIDIÓ LA TIERRA: tras la confusión de las lenguas.
gran renombre en la antigüedad. || KITTIM: kitteos o chipriotas, y DODANIM O Dañaos, aunque en 26
YOQTÁN: sus descendientes son todos árabes.
general corrígese el texto leyendo Rodanim, rodios o habitantes de Rodas.
5 ISLAS : islas en el A. T. son, como aquí, las islas y costas mediterráneas, desde el Asia Menor 2
hasta
6
España. Otras veces indican los países remotos. 1 «|' DESDE ORIENTE : o quizá «por Oriente», como también puede traducirse H.
4
U N NOMBRE: O nombradla; otros, «un monumento para no dispersarnos...*.
Kus: son los etíopes, extendidos desde el sur de Persia a Abisinia. !| MISRAYIM: e. d., el alto 3 BAJÓ YAHVEH: expresión antropopática para significar la intervención divina en los sucesos
y el bajo
7
Egipto. II PUT: la egipcia Punt, región al SE. de Egipto. humanos En v.6 YA NO LES SERÁ IMPRACTICABLE O difícil es expresión irónica.
SEBÁ: en la Arabia del Sur.
i1 25 AQUÉLLA: e. d., Nínive.
SIDÓN: e. d.. los fenicios.
1T 2
44 GÉNESIS 11 —12" GÉNESIS 12 " — 1 4 '' 45
26
años c u a n d o engendró a Péleg. 17 Y vivió H a b í a vivido Téraj setenta años cuan- llegar a Egipto, dijo a Saray, su mujer: n o r y mayor, asnos, siervos, siervas, as-
Eber después de haber engendrado a Péleg do engendró a A b r a m , a Najor y a H a r á n .
27
«Mira, yo sé que eres mujer de hermosa nas y camellos. 17 M a s Yahveh hirió al
cuatrocientos treinta años, y procreó hijos Y ésta es la genealogía de Téraj: Téraj figura, 1 2 y sucederá que te verán los egip- Faraón y su casa con grandes plagas por
e hijas. engendró a A b r a m , a Najor y a H a r á n . cios y dirán: «Esa es su mujer», y m e ma- causa de Saray, mujer de A b r a m . 18 A vis-
18
Péleg contaba treinta años c u a n d o H a r á n engendró a Lot. 2 8 Y murió H a r á n tarán a mí y a ti te dejarán en vida. 13 Di, ta de lo cual llamó el F a r a ó n a A b r a m y
engendró a Reú. l" Y vivió Péleg después en vida de Téraj, su padre, en su país pues, que eres mi hermana, a fin de que dijole: «¿Qué es lo que has hecho con-
de haber engendrado a R e ú doscientos n a t a l , U r de los caldeos. 29 T a m b i é n se m e trate bien en gracia a ti y conserve migo? ¿Por qué n o me manifestaste que
nueve años, y procreó hijos e hijas. A b r a m y Najor t o m a r o n esposas; el n o m - mi vida p o r causa tuya». * J 4 En efecto: era tu mujer? I 9 ¿ P o r qué dijiste: 'Es mi
20 bre de la mujer de A b r a m era Saray, y el al llegar A b r a m a Egipto observaron los
Había vivido Reú treinta y dos años h e r m a n a ' , d a n d o lugar a que la t o m a r a
c u a n d o engendró a Serug. 2 1 Y vivió R e ú n o m b r e de la mujer de Najor, Milká, hija egipcios que la mujer era muy bella.
15
yo por esposa? A h o r a bien, ve ahí a tu
después de haber engendrado a Serug de H a r á n , padre de Milká y padre de Is- Viéronla también los magnates del Fa- mujer, tómala y vete». 2 0 Y dio orden res-
doscientos siete años, y procreó hijos e ká. 30 Saray era estéril, n o tenía hijos. raón, y, habiéndosela alabado al monar- pecto de él a su gente para que acompa-
hijas. 31 T o m a n d o Téraj a A b r a m , su hijo, a su ca, la mujer fue llevada al palacio del Fa- ñasen en despedida a él. a su mujer y t o d o
22
Serug contaba treinta años de vida nieto Lot, hijo de H a r á n , y a Saray, su raón, 16 quien, en gracia de ella, trató cuanto poseía.
c u a n d o engendró a Najor. 2 3 Y vivió Se- nuera, mujer de su hijo A b r a m , sacólos • bien a Abram., el cual obtuvo ganado me-
rug después de haber engendrado a Najor de U r de los caldeos, dirigiéndose a la
doscientos años, y procreó hijos e hijas. tierra de C a n a á n , y llegaron hasta Jarán,
24
Llevaba Najor veintinueve años de donde se asentaron. 3 2 Y fueron los días Abram y Lot se separan
vida c u a n d o engendró a Téraj, 2 5 y vivió de Téraj doscientos cinco años, y murió
1
Najor después de haber engendrado a en Jarán. IO Subió, pues, A b r a m de Egipto, truir Yahveh a S o d o m a y G o m o r r a , t o d a
Téraj ciento diecinueve años, y procreó ^ ** él, su mujer y t o d a su hacienda, y ella de regadío, como el vergel de Yahveh,
hijos e hijas. Lot con él, hacia el Négueb. 2 A h o r a bien, cual el país de Egipto según vienes a
A b r a m era m u y rico en ganado, en plata Segor. * 11 Lot escogió, pues, p a r a sí toda
y en oro. 3 Y siguió sus etapas desde el la llanura del J o r d á n y levantó sus tien-
Partida de Abram hacia Palestina y Egipto Négueb hasta Bet-El, hasta el lugar en das hacia oriente, separándose el u n o del
donde había estado su tienda la primera otro.
•I O 1 A h o r a b i e n , Y a h v e h d i j o a g r a n d o siempre hacia el s u r ; * 10 m a s so- vez entre Bet-El y H a a y , 4 hacia el sitio i 2 A b r a m se asentó en el país de Ca-
brevino h a m b r e en el país, y A b r a m bajó del altar que fabricara allí en un princi- n a á n y Lot m o r ó en las ciudades de la ci-
•l« Abram: pio, donde invocó A b r a m el n o m b r e de tada llanura, p l a n t a n d o sus tiendas has-
«Vete de tu país, | de tu patria, Yahveh.
y de la casa de tu padre | ta" Sodoma. 13 Y los habitantes de S o d o -
5
También Lot, que iba con A b r a m , po- m a eran malos y pecadores en extremo
al país que yo te mostraré; seía rebaños, vacadas y tiendas. 6 Y el
2
y yo haré de ti una gran nación, | respecto a Yahveh.
país n o les permitía m o r a r juntamente, 14
te bendeciré | y engrandeceré tu n o m b r e ; 1 A h o r a bien, Yahveh dijo a A b r a m
porque la hacienda de ellos era m u c h a y después de haberse Lot separado de él:
serás, pues, u n a bendición. * 110 podían habitar juntos. 7 Por lo cual
3
Bendeciré a quienes te bendigan | «Alza tus ojos y mira desde el lugar en
hubo ile suscilnise riña cnlre los paslores que estás hacia el norte y el mediodía,
y a los que te maldigan maldeciré, del J'ÍIIUKIO tic Abram y los pastores del
y en ti serán benditos [ hacia oriente y poniente. 15 Pues t o d a la
ganado de Lot. Además, el cananeo y el tierra que divisas, a ti y tu descendencia
todos los pueblos de la tierra». perezco habitaban a la sazón en el país.
4 8 la daré p a r a siempre. llS Y haré a tu prole
M a r c h ó , pues, Abram, conforme ha- Dijo, pues, A b r a m a L o t : « N o haya como el polvo de la tierra; que si alguno
bíale m a n d a d o Yahveh, y partió con él contienda entre los dos, ni entre mis pas- pudiera contar las moléculas del polvo te-
Lot. Tenía A b r a m a su salida de Jarán tores y tus pastores, ya que somos parien- rrestre, también tu descendencia sería con-
setenta y cinco años. * 5 Y t o m ó a Saray, tes. * 9 ¿No está t o d o el país ante ti? Se-
tada. 17 Levántate, recorre el país a su
su mujer; a Lot, hijo de su hermano, y párate, por favor, de mí. Si te diriges a la
izquierda, yo iré a la derecha, y si tomas largo y a su ancho, pues a ti te lo daré».
t o d a la hacienda que había acopiado y las ,8
A b r a m entonces levantó el c a m p o y
personas que en Jarán habían reunido, y la derecha, yo tiraré a la izquierda. 10 Al-
zó entonces Lot sus ojos y vio toda la lla- vino a establecerse en el encinar * de M a n i -
partieron camino de la (¡erra de Canaán, ré, que está en H e b r ó n , donde edificó u n
llegando al país cananeo. <> A b r a m atra- n u r a del Jordán, que era, antes de des-
altar a Yahveh.
vesó el país hasta el lugar d e Sikem, has-
t a la encina de Moré. H a b i t a b a n enton-
ces en el país los cvinancos. ' Y s e apare- Lot, preso y liberado
ció Yahveh a A b r a m y d i j o : «A tu des-
cendencia daré esta tierra»; y él constru- 1 A ! A h o r a bien, en tiempo de A m r a - Tidal, rey de los Goyim, * 2 hicieron gue-
yó allí u n altar a Yahveh, q u e se le había * ™ fel, rey de Sinar, Aryok, rey de rra a Bera, rey de S o d o m a ; a Birsá, rey
aparecido. 8 D e allá se t r a s l a d ó a la mon- Cabeza de Gudea. (Schaefer-Andrae, «Die Kunst
des alten Orients», lám. 28.) EMasar; Kedorlaómer, rey de Elam, y de G o m o r r a ; a Sinab, rey de A d m á ; a
taña, al oriente d e Bet-El, d o n d e desple-
13
gó su tienda, quedando Bet-El al occiden- Di: realmente era hermana suya de padre, aunque no de madre.
te y H a a y al este. Allí edificó un altar a a Egipto p a r a residir allí temporalmente, 8
porque era en el país m u y recia el h a m - 1 3 PARIENTES: lit. hermanos.
Yahveh e invocó su n o m b r e . 1
° LLANURA : hebr. kikhar 'contomo, circulo' o llanura del Jordán. Comprende la zona don-
9
Luego A b r a m levantó el c a m p o , emi- bre. n A h o r a bien, c u a n d o estaba p a r a de se ensancha la vega de éste, e. d., la región de Jericó, desde Qarn Sartabe hasta la desembocadura
2
del río, sobre todo la parte hoy cubierta por las aguas del mar Muerto desde la península de el-Llsán
1 O* SERÁS, PUES, UNA BENDICIÓN: O bien con GT°SV: «queda asi bendito».
* JARÁN O Harán: es la actual Harran, en Mesopotamia, y ocupaba importante posición es.
hasta su orilla meridional.
l
tratégica en el camino de Siria y Canaán. . . 1 Q Exegetas modernos han tenido a este extraño y enigmático capítulo, que pretende relacio-
» EL SUR: hebr. Négueb (cf. 13,1 s.), e. d., el sur de Palestina, árido e inculto. nar a Abrahajn con la gran historia de su tiempo, como no histórico en absoluto. Hoy, la
46 G É N E S I S 1 4 *- 2 '
GÉNESIS 15 »—16* m
Seméber, rey de Schovim, y «1 de Bela, te nacida en su casa, en n ú m e r o de tres-
esto es, de Sci>or. •' T o d o s estos se con- cientos dieciocho, y salió en persecución
gregaron en el vnlle de Siddim, o sea el [de los invasores] hasta D a n . * 15 Dividié-
M a r de la Sal.* i Doec años h a b í a n es- ronse, pues, él y sus siervos, para caer so-
A l i a n z a d e Dios con A b r a m
tado sujetos n Kedorlaomer, mas el a ñ o bre ellos durante la noche, y los derrotó i
medio, poniendo cada porción una en-
I C Después de estas cosas Yahveh
decimotercio se rebelaron. 5 En efecto: el y los fue persiguiendo hasta Joba, situada frente de o t r a ; m a s las aves n o p a r t i ó . *
* ** dirigió la palabra a A b r a m en una
a ñ o decimocuarto llenaron K e d o r l a o m e r a la izquierda de D a m a s c o . * 16 Y reco- 11
Bajaron los buitres sobre los cuerpos
visión, diciendo:
y los revés con íl coligados y d e r r o t a r o n b r ó toda la riqueza, recuperando también muertos, pero A b r a m los ahuyentó.
— N o temas, A b r a m ;
a los rcr¡ilta<i en Astarot-Qarnáyim, y a a Lot, su sobrino, y la hacienda de éste, i 2 A h o r a bien, estaba el sol para p o -
soy p a r a ti un escudo;
los /u/fes en Jam, v a los emeos en la lla- y asimismo a las mujeres y la gente. nerse, c u a n d o u n sueño profundo cayó
tu soldada será sobremanera grande.
nura de Ouirvalavim, y 6 a los ¡oritas en 17
C u a n d o regresaba de derrotar a K e - 2
sobre A b r a m , y he aquí que un h o r r o r ,
Y exclamó A b r a m :
las montañas de Seir hasta El-Parán, que dorlaomer y los reyes con él coligados, u n a tiniebla grande, le invadió. n Enton-
7 — M i Señor Yahveh, ¿qué m e puedes
está junio al desierto. Luego se volvie- salió el rey de Sodoma a su encuentro al dar si m e voy [de este m u n d o ] sin hijos ces díjosele a A b r a m : «Has de saber bien
ron v vinieron a En-Mispat, o sea Qadés, valle de Savé, o sea el valle del Rey. 18 En- y u n hijo de Méseq es [toda] mi familia, que tu descendencia será peregrina en tie-
batiendo ¡, todo el c a m p o amalequita y a tonces Melquisedek, m o n a r c a de Salem, esto es, el damasceno Eliézer? * rra ajena, y la someterán a servidumbre,
¡os amárreos, que habitaban en Jasason- sacó pan y vino, pues era sacerdote de 3
y la oprimirán por espacio de cuatrocien-
E insistió A b r a m :
Tamar. * 8 Entonces salieron el rey de So- Dios Altísimo, * 19 y le bendijo, excla- tos años. ' 4 M a s también a la nación que
—Aquí m e tienes, n o m e has d a d o su-
doma, el rey de G o m o r r a , el rey de Ad- m a n d o : cesión y ve ahí que u n esclavo nacido en ellos han de servir la he de juzgar yo, y
má, y el rey de Seboyim, y el rey de Bela m i casa m e heredará. tras esto partirán con grande riqueza.
o Segor, y ordenaron batalla contra ellos «¡Bendito sea A b r a m | del Dios Altísimo, | 4
15 Tú [en tanto] irás [a reposar] en paz
M a s he aquí que Yahveh le dirigió
en el valle de Siddim: » contra K e d o r l a o - creador de cielo v tierra, * la palabra, diciendo: «No te heredará ése, donde tus padres, siendo sepultado en
mer, rey de E l a m ; Tidal, rey de los G o - 20 y bendito sea Dios Altísimo, [ antes bien quien salga de tus entrañas, buena ancianidad. 16 Y a la cuarta gene-
yim: Amrafel, rey de Sinar, y Aryok, rey que entregó | a tus enemigos en tu m a n o ! » ése te ha de heredar». 5 Entonces sacóle ración [tus descendientes] tornarán acá,
de Ellasar, cuatro reyes contra cinco. afuera y díjole: «Otea el cielo y cuenta pues hasta a h o r a no se ha colmado la me-
10
El valle de Siddim lo formaban pozos Tras lo cual [Abram] dióle el diezmo las estrellas, si puedes contarlas». Y aña- dida de la iniquidad de los amorreos». *
y más pozos de asfalto, y c u a n d o los re- de t o d o . d i ó l e : «Así será tu descendencia». 1 7 Púsose, en tanto, el sol y se echó
yes de » Sodoma y G o m o r r a huyeron, ca- 21 6
Luego dijo el rey de Sodoma a [Abram] creyó a Yahveh, lo cual se le u n a densa tiniebla, y he aquí que surgió
yeron allí, mientras los restantes fugáron- A b r a m : reputó como virtud. 7 Díjole luego: un h o r n o humeante y u n a antorcha de
se a la montaña, u [Los vencedores! apo- — D a m e las personas y cógete la ri- fuego, que pasó p o r entre aquellos tro-
— Y o soy Yahveh, que te saqué de U r
deráronse de toda la riqueza de Sodoma queza. de los caldeos para darte esta tierra en le- zos de las víctimas. * 1& En aquel día pac-
y G o m o r r a y de todos sus víveres y par- 22
M a s A b r a m replicó al rey de So- gítima posesión. tó Yahveh alianza con A b r a m , diciendo:
tieron. 12 También cogieron a Lot, hijo d o m a : 8
Y contestó él: «A tu posteridad otorgo | este país,
del h e r m a n o de Abram, y la hacienda del —Alzo mi m a n o j u r a n d o a Yahveh, — M i Señor, Yahveh, ¿en qué conoce- desde el río de Egipto |
mismo, p u e s moraba en Sodoma, y se Dios Altísimo, creador de cielo y tierra, ré que la he de poseer?
marcharon. 23
que ni un hilo ni una correa de calzado hasta el río grande o río E u f r a t e s : *
13 " Respondióle:
U n fueitivo llegó y dio la nueva a t o m a r é de t o d o cuanto te pertenece, p a r a Cópenle una becerra, una cabra y un 10
los quenitas, los quenezeos, los cad-
A b r a m , el hebreo, que habitaba en el que n o digas: «Yo enriquecí a A b r a m » ; carnero que tengan tres años, una tórtola moncos, 2Ü los hittitas, los perezeos, los
encinar b de M a m r é , el amorreo, herma- a excepción tan sólo de lo que han co- y un pichón. refaítas, 2 I los amorreos, los cananeos,
n o de Eskol v de Aner, los cuales eran mido los muchachos y la parte correspon- 10
Cogió, pues, t o d o esto y partiólo p o r los guirgaseos y los yebuseos».
aliados de A b r a m . * M En cuanto ovó diente a los individuos que vinieron con-
A b r a m que su sobrino había sido hecho migo, Aner, Eskol y M a m r é , los cuales
prisionero, reclinó • a sus partidarios, gen- tomarán su porción.
Agar e Ismael
geografía, el vocabulario, la expresión poética, ]a arqueología, etc., vienen a probar Que baio este
\!f*v ^lico la*e subyacente un antiquísimo documento que nos retrotrae a la edad del Bronce 1 fi l
Saray, esposa de A b r a m , n o le de ella». O y ó , en efecto, A b r a m la voz
k !?' ^ a a c c ' ^ n contra los cinco reyes parece episodio de una empresa más vasta en la que se tra- A O había d a d o hijos; mas tenía aqué- de Saray, * 3 y Saray, mujer de A b r a m ,
taba de asegurar el control de una erran ruta comercial entre Siria y Arabia. II EN TIEMPO DE AMRA- lla una esclava egipcia llamada Agar, 2 y t o m ó a la egipcia Agar, esclava suya, al
^ L '^!.' a boca de Dios ha hablado): se ha creído que este rev de Sinar ( = Dj. Singar, al oeste de dijo Saray a A b r a m : «Mira, Yahveh me c a b o de diez años de m o r a r A b r a m en el
Mossul) podría ser Hammurabi, et famoso monarca de Babilonia, cuyo códiro legal se descubrió
f ° J Q ^ 2 ' D e r o nac ^ a n a v sefrur0 * y fi' suele afirmarse que Abraham había nacido hacia iooo, hoy la h a hecho estéril; llégate, pues, a mi es- país de C a n a á n , y diósela a su m a r i d o p o r
techa de Hammurabi tiende a establecerse entre 1790 y 1750 a. C. II TIDAL.- identifícase con Tuda- clava; quizá obtenga yo hijos p o r medio esposa. 4 Llegóse él, pues, a Agar, la cual
lias, rey de los hatti o hittitas, en los documentos cuneiformes. || GOYIM: vaga designación de un
Pueblo remoto y desconocido.
* MAR DE LA SAL O Salado: e. d., el mar Muerto. 2
r.N-MispAT o 'Ain Mishpat, e. d., Qadesh-barnea se identifica con 'Ain el Qudeirat (cf. Glueck •t R U N HIJO DE MÉSEQ: e. d., un damasceno, Eliézer, será su único heredero (así Unger).
1 \J 30 PARTIÓLO : ceremonia usada por los antiguos, especialmente en Oriente, para concertar
^ "l3 ¿' A r c h - * r r o 5 5 : l r - o ) - una alianza. A ella—dice San Efrén—quiso Dios acomodarse en favor de Abraham, significando
., , kt- HEBREO: como descendiente de Eber (c.10,25), o tal vez mejor como originario de allende que los contratantes se hallaban dispuestos a ser despedazados como aquellos animales en caso de
( eber) el Eufrates. quebrantar sus compromisos.
16
."ARTIDARTOS: o adheridos, especie de clientela. Hoy la voz janik se reconoce como egipcia, 17
AMORREOS: aquí etnori 'amorita', amorreo, indica toda la antigua población palestinense.
apareciendo también en los textos de execración del s.XIX a. C. como aplicada a los partidarios de ANTORCHA O llama de fuego. Simboliza aquí al Señor, que toma así parte en el banquete sa-
los jetes o candidatos de Palestina, y cuatro siglos más tarde en una de las tabletas de Taannak. grado que crea la comunión entre las partes contratantes de un pacto, convalidándolo. De ese modo
\P I Z 1JreEDEK:
UIERDA
'• ° e' norte. se cumple el rito de unión entre adorante y adorado (Zolli).
"" 19 ff EL< 3' -' simbolizará luego al Mesías, rey y sacerdote (cf. Sal l l l l i O , 4, y Hebr 5-7). 18
A TU POSTERIDAD : es la primera vez en la historia de Israel que se dibuja el carácter étnico,
. ,. r í o s ALTISIMO: hebr. El 'Elyón, nombre compuesto, que en el panteón fenicio figura como nacional e histórico de éste, escribe Zolli.
dos divinidades diversas: El, señor de la tierra, y 'Elyón, señor del cielo.
1 £ 2 LLÉGATE: la poligámica proposición de Sara no es absolutamente contraria a la ley natu-
* " ral. Pudo, pues, ser permitida tal práctica por justas razones hasta que restituyó Jesu-Cristo
el matrimonio a su perfección primitiva.
48 ' GÉNESIS 16 5 —17 9 GÉNESIS 17 "L--18 s 49

concibió, y viéndose encinta, perdió su I de agua, en el desierto, cabe la fuente del tu parte, guardarás mi pacto, tú y tu des- y Sara la nonagenaria va a dar a luz?»
señora consideración a sus ojos. 5 Dijo en- camino de Sur. * 8 Díjole el: cendencia después en sus diversas gene- !8 Y a ñ a d i ó A b r a h a m a D i o s :
tonces Saray a A b r a m : —Agar, esclava de Saray, ¿de d ó n d e raciones. 10 H e aquí el pacto mío, entre —¡Ojalá viva [al menos] Ismael ante ti!
—Recaiga sobre ti la injuria que se m e vienes y adonde vas? mí y vosotros, que habéis de guardar, así 19 Y contestó D i o s :
hace. Y o te puse mi esclava en tu regazo Ella r e s p o n d i ó : c o m o tu descendencia después de ti: se- —Sara, tu esposa, en verdad, te parirá
y, viéndose encinta, he perdido conside- —Vengo huyendo de la presencia de r á n circuncidados t o d o s vuestros varones. u n hijo, a quien p o n d r á s por n o m b r e
ración a sus ojos. Juzgúenos Yahveh a Saray, mi señora. n
Os circuncidaréis, pues, la carne del pre- Isaac, y estableceré m i alianza con él en
mí y a ti.* * Y replicóle el ángel de Y a h v e h : pucio, lo cual servirá de señal del pacto pacto eterno y con su descendencia des-
6
Y contestó Abram a Saray: —Vuelve a tu señora y humíllate a entre mí y vosotros. * 1 2 C u a n d o cumplan pués de él. 2 0 Y respecto a Ismael te he
—Ahí tienes a tu esclava a tu dispo- ella. ocho días haréis circuncidar entre vos- escuchado. H e aquí que le he bendecido
sición; haz de ella lo que mejor te p a - 10
Y añadióle el ángel de Y a h v e h : otros a todos los varones en cada una de y le haré fructificar, y lo multiplicaré muy
rezca. —Multiplicaré a b u n d o s a m e n t e tu des- vuestras generaciones; el esclavo nacido m u c h o : doce príncipes engendrará y le
Saray entonces la maltrató, y ella huyó cendencia, y n o p o d r á contarse p o r su en la casa y el adquirido p o r dinero de haré una gran nación; 2 1 m a s mi pacto lo
de su presencia. ' Encontróla, pues, el multitud. cualquier extraño, aunque no sean de estableceré con Isaac, que te parirá Sara
ángel de Yahveh junto a u n manantial 11
El ángel de Yahveh díjole a ú n : vuestro linaje. 13 Será circuncidado [re- por este tiempo el a ñ o próximo.
22
pito] el esclavo nacido en tu casa y el ad- En a c a b a n d o de hablar con él, su-
— H e aquí que estás encinta | y parirás u n hijo, | al que p o n d r á s de n o m b r e Ismael, quirido mediante tu dinero. Así constará bióse D i o s de junto a A b r a h a m . 23 Abra-
p o r q u e Yahveh ha escuchado (sama) tu aflicción. mi pacto en vuestra carne c o m o pacto ham, p o r su parte, cogió a su hijo Ismael,
12
El será | un onagro h u m a n o , | p o n d r á su m a n o en todos perpetuo. I 4 E n cuanto el incircunciso va- a todos los siervos nacidos en su casa y
y las m a n o s de todos serán contra él rón, que n o haya circuncidado la carne todos los adquiridos mediante dinero, a
y frente a todos sus h e r m a n o s acampará. * de su prepucio, esa persona será extirpa- todos los varones entre los individuos de
13 15 da de su pueblo, pues q u e b r a n t ó mi la casa de A b r a h a m , y en aquel mismo
Entonces ella llamó a Yahveh, que M á s tarde, Agar parióle u n hijo a
le hablaba, con el n o m b r e de «Tú eres pacto». día circuncidóles la carne del prepucio,
A b r a m , el cual al hijo que Agar habíale 15 conforme Dios le o r d e n a r a . 2 4 Tenía Abra-
El-Roí», pues se dijo ella: «Ciertamente parido púsole por n o m b r e I s m a e l . 1 6 Y te- Dijo también Dios a A b r a h a m : «A
h a m noventa y nueve años c u a n d o se
h e seguido con la vista a quien me ve». * nía A b r a m ochenta y seis años c u a n d o Saray, tu mujer, no la llamarás m á s Sa-
l+ Por eso se denominó al pozo Beer La- ray, sino que su n o m b r e h a de ser Sa- circuncidó la carne de su prepucio, 2 5 e
Agar parióle a Ismael. Ismael, su hijo, contaba trece años de
jay Roí ( P o / o del Viviente que me ve). r a * , 16 y la bendeciré, e incluso te daré
E s t á entre Qudcs y Bcred. * de ella u n hijo, a a quien bendeciré y ven- edad c u a n d o su carne fue circuncidada.
26
drá a constituir naciones, y reyes de pue- E n aquel mismo día se hicieron cir-
blos saldrán de él *». cuncidar A b r a h a m e Ismael, su hijo. 2 7 Y
todos los individuos de su casa, los naci-
Nuevo pacto de Yahveh con Abram. La circuncisión 17 Entonces postróse A b r a h a m rostro dos en ésta y los adquiridos por dinero
en tierra y se rio, diciendo en su interior: de gente extraña, fueron circuncidados
1
| 1 Era A b r a m de noventa y nueve años c u a n d o se le apareció Yahveh y le dijo: «¿A un centenario le va a nacer un hijo con él.
•*• • «Yo soy El-Sadday, I camina delante de mí | y sé perfecto, *
2
y yo estableceré m i alianza I entre a m b o s | y te multiplicaré [ muy mucho».
3
Entonces A b r a m postróse rostro en tierra, y Dios le habló diciendo: La teofanía de Manaré
4
« S o y y o ; he aquí | mi pacto contigo, | y serás padre ] de multitud de naciones. 1 fi ' Apareciósele de nuevo Yahveh pués seguiréis adelante, pues por eso h a -
5
N o se Uamaiá | más tu n o m b r e Abram, | sino que será tu n o m b r e Abraham, l O en el encinar • de M a m r é , estando béis pasado junto a vuestro servidor.
pues padre de multitud | de naciones te he constituido». * él sentado a la puerta de la tienda, en el Ellos contestaron:
6 m a y o r calor del día. 2 Y alzó sus ojos, — H a z como has dicho.
T e haré fructificar muy mucho y te p a r a ti y p a r a t u descendencia después de m i r ó , y h e aquí que h a b í a j u n t o a él tres 6 F u e , pues, A b r a h a m corriendo a la
convertiré en naciones y saldrán de ti re- tí. 8 Y daré a ti y después a tu descenden- varones puestos en pie. En cuanto los tienda donde Sara, y dijo: «Trae p r o n t o
yes. 7 Establezco, pues, mi pacto entre los cia el país de tu peregrinación, t o d o el vio, corrió a su encuentro desde la puerta tres seas de harina candeal, amásalos y
dos, y después de li, con tu posteridad, país de C a n a á n , en posesión a perpetui- de la tienda y se prosternó en tierra. * h a z unas tortas». * 7 E n tanto, A b r a h a m
en la serie de sus generaciones, con alian- dad, y seré su Dios». 3 Y exclamó:
9 corrió a la vacada, cogió u n ternero re-
za eterna, a fin de que sea yo [único] Dios Y añadió Dios a A b r a h a m : «Tú, p o r —Señor, si he hallado gracia a tus cental y bueno y se lo entregó a u n
5 ojos, te ruego no pases de largo junto mozo, quien se apresuró a aderezarlo.
RECAIGA SOBRE TI... : o bien, ;i tu cargo va mi ultraje, tú tienes de él la culpa. a tu siervo; 4 tráigase u n poco de agua, 8
7
EL ÁNGEL DE YAHVEH: L\ d-, un espíritu en forma sensible que se aparecía y hablaba en nom- Luego t o m ó cuajada y leche y el ternero
bre de Yahveh, representándole. y lavaos los pies y recostaos bajo el árbol. que había aderezado, y lo presentó ante
12
ONAGRO: un onagro de hombre (lit.) quiere decir un onagro con figura humana, e. d., un * Y o cogeré, en tanto, u n pedazo de p a n ellos, quedándose él a su lado, bajo el
hombre feroz como el asno salvaje del desierto. p a r a que reparéis vuestras fuerzas. Des- árbol, mientras ellos comían.
13
EL-ROÍ: Dios de visión; e. d., según algunos, un Dios omnividente; otros, Dios visible.
¡I QUIEN ME VE : tal podría ser la versión lit. de H, al cual se proponen diversas correcciones críticas,
según las cuales el texto sería: «¿Es posible que haya visto a Dios y siga viviendo después de mi n CIRCUNCIDARÉIS: la circuncisión, señal de la alianza de Yahveh con Israel, era también
visión ?» símbolo de la purificación del corazón. El rito, que perduró como obligatorio hasta que Jesu-Cristo
14
QADÉS: en la parte sur del Négueb (cf. 13,9). Fué importante centro estratégico y estación lo sustituyó por el bautismo (Act 15,5-29), es producto de ia vida de otros pueblos antiguos, v.g., en
de abrevamiento para los pastores de aquella estepa. También Béred y Beer Lajay Roí tuvieron África, y es rito de iniciación, por el cual los jóvenes entran a formar parte de los defensores de la
importancia en la vida económica y política de los nómadas. tribu. En Israel señala que el niño desde el octavo día pertenece ya al pueblo de Dios.
15
SARA: e. d., señora o princesa. Saray: quizá señora o princesa mía.
1 T * EL-SADDAY: e. d., Dios omnipotente. II DELANTE DE MÍ: e. d., unido a mí, según mis in-
• * dicaciones. •i Q 2 TRES : esto es, Yahveh y dos ángeles, como se ve por lo que sigue.
3
ABRAHAM: C. d., ab 'padre' + raham, quizá tenido como equivalente a rab-hamón 'multi- * ^ 6 SEA: medida de áridos equivalente a un tercio de efd. Este oscilaba entre los 36,44 litros
tud numerosa'. y los 39.384-
UEN-ESIS J.» '
á
50 GÉNESIS 18»—19
dor, paséis en ella la noche y os lavéis a tu mujer y tus dos hijas aquí presentes
9 los pies; luego os levantaréis de m a d r u - para que n o perezcas en el castigo de
Después lo dijeron: y se encaminaron hacia Sodoma, A b r a - gada y proseguid vuestro camino. la ciudad!» 1 6 M a s , c o m o él roncease, los
—¿Dónde está Sara, lu mujer? h a m hallábase todavía en presencia de M a s ellos dijeron: varones agarraron de la m a n o a él, a su
Y contestó: Yahveh. * 23 Y se acercó A b r a h a m y dijo: — N o , pues pernoctaremos en la calle. mujer y sus dos hijas, p o r compasión de
—Ahí, en la tienda. —¿Es que vas a perder al justo con el 3 Sin embargo, como él les porfiara Yahveh hacia él, y sacáronle, poniéndole
10
Y dijo uno: malvado? * 24 Quizá haya cincuenta justos m u c h o , se dirigieron a donde él y entraron fuera de la ciudad. 1 7 A h o r a bien, c u a n d o
—Volveré sin falta a ti el a ñ o próximo en la ciudad. ¿Suprimirás realmente y no en su casa. Allí les aderezó u n convite, y los sacaban fuera, díjosele:
p o r esta época, y he aquí que tu mujer perdonarás al lugar en consideración a coció panes ácimos, y comieron. —¡Ponte a salvo; por tu vida, no mires
Sara tendrá un hijo. los cincuenta justos que existen en su 4
Antes que se fueran a acostar, cerca- atrás ni te pares en toda la Llanura!
Ahora bien, Sara estaba escuchando a interior? 25 ¡Lejos de ti el hacer u n a cosa r o n la casa los hombres de la ciudad, los Huye al monte, no sea que perezcas.
la puerta de la tienda, a espaldas del como ésa, m a t a n d o al justo con el mal- sodomitas, tanto jóvenes como viejos, t o - 18 M a s Lot exclamó:
ángel, 'i Y A b r a h a m y Sara eran ancianos vado y que el malvado y el justo tengan d o el pueblo a una. 5 Entonces llamaron
la misma suerte! ¡Lejos de ti! ¿El juez de — N o , p o r favor, Señor m í o ; 19 consi-
entrados en días, habiendo ya Sara dejado a Lot y dijéronle: dera que tu siervo ha hallado gracia en
de tener la regla habitual de las mujeres. toda la tierra no h a r á justicia?
26
— ¿ D ó n d e están los sujetos que te h a n tus ojos y has dilatado la compasión que
12 Rióse, pues, Sara en su interior, dicien- Y contestó Y a h v e h : llegado esta noche? Sácanoslos p a r a que ejercitas conmigo hasta poner a salvo mi
d o : «Después que estoy ya gastada, ¿ha- —Si hallare en Sodoma cincuenta justos los conozcamos. * vida; pero yo no puedo escapar al monte,
brá para mí voluptuosidad, siendo, ade- en el seno de la ciudad, p o r consideración 6
Salió, pues, Lot a donde ellos, a la no sea que me alcance el daño y muera.
más, mi marido viejo?» 13 Entonces dijo a ellos perdonaré á todo el lugar. entrada, cerrando la puerta tras sí, ^ y 20 Mira, próxima está esa ciudad, a d o n d e
Yahveh a A b r a h a m : 27 Y replicó A b r a h a m , diciendo: exclamó: puedo huir, y que es pequeña. ¡Permite
—¿I'or qué se ha reído Sara, diciendo: —Mira, por favor; aunque soy polvo —¡Por favor, h e r m a n o s míos, n o obréis me salve allí (¿no es acaso insignificante?)
Es que de veras voy a parir, siendo ya y ceniza, me atrevo a insistir ante mi Se- mal!; 8 mirad, os r u e g o : dos hijas tengo y así quedará a salvo m i vida!
anciana? 1 4 ¿Acaso existe cosa extraordi- ñor. 28 Y si faltasen a los cincuenta justos que a ú n no h a n conocido v a r ó n ; yo os 21 Respondióle:
naria para Yahveh? En el plazo señalado cinco, ¿destruirás p o r cinco a t o d a la las sacaré, y haced c o n ellas lo que mejor —Bien, te otorgo también esa proposi-
tornaré a ti el año próximo p o r esta época, ciudad? os parezca, con tal que a estos hombres ción de no derruir la ciudad que has
y Sara tendrá un hijo. Y contestó: n a d a les hagáis, pues p o r eso se h a n dicho. 22 Corre, sálvate allá, pues no pue-
15
Entonces Sara negó, diciendo: — N o la destruiré si encuentro allí cua- acogido a la sombra de mi techo. * do hacer n a d a hasta que tú llegues.
— N o me he reído—pues ella cogió renta y cinco. 9 M a s ellos contestaron: Por eso puso p o r n o m b r e a la ciudad
miedo. 29 Y tornó todavía a hablarle, diciendo: —¡Hazte allá! Sóar. *
M a s él contestó: —Quizá se encuentren allí cuarenta. Y añadieron: 23 Salía el sol sobre la tierra cuando L o t
— N o , que te has reído. Y dijo: — ¿ U n o que vino c o m o huésped se va entraba en Sóar. 24 Entonces, Yahveh llo-
16
Levantados de allí, los varones se — N o lo haré p o r a m o r a los cuarenta. a poner a gobernar? ¡Ahora te tratare- vió desde el cielo sobre Sodoma y G o m o -
dirigieron hacia .Sodoma, y A b r a h a m fue 30 Y exclamó: mos peor que a ellos! rra azufre y fuego procedente de Yahveh.
con ellos un trecho para despedirlos, f Y — P o r favor, n o se irrite mi Señor, y Y porfiaban grandemente con el h o m - 25 Destruyó, pues, estas ciudades y t o d a
Yahveh se dijo: «¿Encubriré yo a Abra- seguiré h a b l a n d o ; quizá h a y a allí treinta. bre, con l o t , y se aproximaban para la Llanura, con t o d o s los habitantes d e
h a m lo que voy a hacer, 1 8 c u a n d o ha Y afirmó: quebrar In puerta; " ' p e r o los forasteros las ciudades y las plantas del suelo. 26 Y su
de ser A b r a h a m cabeza de un pueblo — N o lo haré si encuentro allí treinta. alargaron su mimo y metieron a Lot mujer, habiendo vuelto la vista atrás, tro-
grande y fuerte y c u a n d o h a n de ser 31 Entonces dijo: donde ellos, en casa, y cerraron la puerta, cóse en columna de sal.
benditas en él todas las naciones de la —Mira, permite; m e atrevo a insistir 11 mientras a los hombres que estaban a 27 Por su parte, A b r a h a m , m a d r u g a n d o ,
tierra? " Pues me he fijado en él a fin de ante mi Señor: quizá se encuentren allí la entrada de la casa, del menor al mayor, dirigióse de m a ñ a n a al lugar donde había
que prescriba a sus hijos y a su familia veinte. los hirieron de ceguera, de suerte que se estado en presencia de Yahveh, 28 y cla-
después de él que guarden el camino de Y respondió: fatigaron en vano por hallar la puerta. vando la vista sobre la haz de Sodoma y
Yahveh, obrando según justicia y derecho, — N o la destruiré en gracia de los veinte. 12 Entonces dijeron [los forasteros] a G o m o r r a y sobre todo el país del Llano,
p a r a que cumpla Yahveh respecto de 32 A ú n dijo: L o t : «¿Tienes aquí alguno más? Yerno, vio que subía de la tierra h u m o c o m o la
A b r a h a m todo cuanto sobre él ha dicho». —Tenga a bien n o enojarse mi Señor si tus hijos, tus hijas y t o d o cuanto tengas humareda de un h o r n o . 2 9 M a s c u a n d o
20 Dijo luego Y a h v e h : «El clamor de aún h a b l o esta sola vez: ¡quizá se en- en la ciudad sácalo del lugar, * 1 3 porque asoló Dios las ciudades de la Llanura,
Sodoma y G o m o r r a es, en verdad, muy cuentren allí diez! vamos a destruirlo, pues ha crecido gran- acordóse de A b r a h a m y sacó a Lot de
grande, y sus pecados hanse agravado Y afirmó: demente el clamor sobre ellos delante de' en medio de la ruina al derruir las ciuda-
m u c h o ; 21 voy a bajar y veré si lo han — N o la destruiré p o r a m o r de los diez. Yahveh, y Yahveh nos ha enviado para des en que Lot había m o r a d o .
hecho todo conforme a la queja que hasta 33 C u a n d o acabó de hablar a A b r a h a m , arrasarlo». 14 Salió, pues, Lot y habló a 30
Luego subió Lot desde Sóar y se es-
mí ha llegado, o si no, yo lo averiguaré». Yahveh se fue y A b r a h a m volvió a su sus yernos, desposados con sus hijas, di- tableció en la m o n t a ñ a juntamente con
22
C u a n d o se volvieron de allí los varones lugar. ciendo: «Levantaos, salid de este lugar, sus dos hijas, pues temió habitar en S ó a r ;
p o r q u e Y a h v e h va a destruir la ciudad». y m o r a r o n en una caverna, así él c o m o
M a s sus yernos lo t o m a r o n a broma. sus dos hijas. 31 Y dijo la primogénita a
'Destrucción de Sodoma y Gomorra 15 Al despuntar el alba, los ángeles apre- la más pequeña: «Nuestro p a d r e es viejo
miaron a Lot, diciendo: «¡Levántate, toma y n o existe en el país h o m b r e que se Ue-
1 Q * Entre tanto, los dos ángeles Ue- vantóse para ir a su encuentro y se pros-
* «* garon a Sodoma al atardecer, a la ternó rostro en tierra, 2 y dijo:
5
sazón que Lot estaba sentado a la puerta — M i r a d , señores m í o s ; os ruego que 1Q CONOZCAMOS: el verbo tiene aquí sentido torpe, indicando el nefando pecado contra na-
de Sodoma. En cuanto los vio Lot, le- os dirijáis hacia la casa de vuestro servi- * ^8 tura que de Sodoma había recibido el nombre.
MIRAD : aunque no sea de! todo justificable la extraña proposición de Lot, puede hasta cierto
22
Los VARONES: e. d., los dos ángeles en forma humana; el tercero, representación de Yahveh, punto excusarse—dice San Agustín—por la terrible turbación de aquellos momentos y su deseo
sigue hablando con Abraham. de defender a los huéspedes, sagrados para un oriental.
12
23
SE ACERCÓ ABRAHAM Y DIJO : diálogo bellísimo, en que no se sabe qué admirar más, si la ge- 22
YERNO: Kit prp. suprimir este vocablo.
nerosidad de Dios al escuchar la oración de su siervo y perdonar al pueblo pecador o el atrevimiento SÓAR: Sóar p Ségor quiere decir pequeña. Anteriormente llamóse Bela.
familiar y a la vez respetuoso y la confianza humilde de aquel santo varón, que recibió el título de
«amigo de Dios» por antonomasia.
32 18
52 GÉNESIS 1 9 20 GÉNESIS ¿i. '•-

gue a nosotras, c o m o es costumbre de temos de nuestro padre descendencia».


35
t o d o el mundo. '• lia, demos a beber vino Dieron, pues, también vino aquella n o -
a nuestro pudre y y a / g a m o s con él p a r a che a su padre, y fue la menor y se acostó Isaac e Ismael. Bersabee
q u e suscitemos de nuestro padre descen- con él, sin que él se diera cuenta ni al
0 1 ' Visitó luego Yahveh a Sara, co- voz del muchacho, y el ángel de DioS
dencia». " lin electo, aquella noche die- acostarse ella ni al levantarse. 36 Así, las ~ *• m o había dicho, y cumplió Y a h -
ron de beber vino a su padre, y llegóse dos hijas de Lot quedaron encinta de su llamó a Agar desde el cielo y díjole: «¿Qué
veh a Sara conforme habíale prometido. tienes, Agar? N o temas, porque Dios h»
la mayor y se acostó con él, quien no se p a d r e ; 3 7 y parió la mayor un hijo, a quien 2
Así, pues, Sara concibió y parió a Abra- oído la voz del chico desde el sitio e»
dio cuenta ni c u a n d o ella se acostó ni puso por n o m b r e M o a b . Es el padre de
c u a n d o se levantó. * ••"• Y aconteció al los moabitas, que perduran hasta hoy.
h a m u n hijo en su vejez, dentro del plazo donde está. * *8 Levántate, alza al mU'
38 que D i o s le predijera. 3 Y A b r a h a m puso chacho y cógelo de la m a n o , pues he d e
día siguicnlc que la mayor dijo a la m á s También la menor dio a luz u n hijo, p o r n o m b r e al hijo que le nació, y Sara hacer de él u n gran pueblo», w Abrióla
pequeña: «Mira, anoche yací con mi pa- al cual llamó Ben-Ammí: es el padre de habíale parido, Isaac. 4 Luego A b r a h a m inmediatamente D i o s los ojos y vio u "
dre. Démosle vino también esta noche, y los ammonitas, que hasta hoy subsisten. * circuncidó a su hijo Isaac, niño de ocho pozo de agua. Fuese ella al instante, llenó
llégate a acoslartc con él para que susci- d as, c o m o D i o s le había ordenado. 5 Con- de agua el odre y dio de beber al m u c h a '
t a b a A b r a h a m cien años c u a n d o le nació cho.
Isaac, su hijo. * * Por lo cual dijo Sara: 20
Dios asistió al joven, quien creció y
Abraham y Sara, en Guerar «Reír m e hizo Dios. T o d o el que lo oiga m o r ó en el desierto e hízose tirador de
se me reirá». 7 Y a ñ a d i ó : «¿Quién le hu- arco. 2 i Luego se estableció en el desierto
OA ' 1.ueno emigró de allí A b r a h a m faltado para que hayas expuesto a mí y biera dicho a A b r a h a m que Sara ama- de Paran, y su m a d r e proporcionóle espo-
'"" hacia la tierra del Négueb y se es- m i reino a un pecado enorme? Cosas que mantaría hijos? ¡Pues le he parido u n hijo sa de tierra de Egipto. *
tableció entre Qadés y Sur, m o r a n d o como no deben hacerse has hecho conmigo». en su vejez!» 8 Y creció el niño y fue des- 22
Acaeció p o r aquel tiempo que Abi-
huésped en (iuerar. 2 A b r a h a m dijo res- 1" Dijo también Abimélek a A b r a h a m : tetado, celebrando A b r a h a m u n gran con- mélek, con Pikol, general de su ejército,
pecto a Sara, su mujer: «Es mi h e r m a n a » ; —¿Qué has visto para hacer tal cosa? vite el día en que se destetó a Isaac. dijo a A b r a h a m de este m o d o :
11 9
y Abimélek, rey de Guerar, envió a t o m a r Y contestó A b r a h a m : Y c o m o viese Sara que a su hijo Isaac *
e m b r o m a b a el hijo que Agar la egipcia ha- —Dios está de tu parte en todo cuan-
a Sara. •' Pero Dios llegósele a Abimélek — P o r q u e me dije: Seguramente n o exis- to emprendes; 2 3 a h o r a bien, júrame aquí
en el sueño durante la noche, y le dijo: te temor de D i o s en este lugar, y me ma- bía parido a A b r a h a m , * 10 indicó a éste:
por D i o s que n o nos has de engañar ni a
— H e aquí que vas a morir a causa de tarán a causa de mi mujer. 1 2 Además, en «Expulsa a esa esclava y a su hijo, porque
mí, ni a mis descendientes, ni a mi estir-
la mujer que has t o m a d o , pues tiene ma- verdad, es mi hermana, hija de mi padre, n o debe heredar el hijo de esa esclava
con mi hijo Isaac». u La proposición pa- pe; conforme a la b o n d a d que he ejer-
rido. 4 Mas Abimélek no se había acer- aunque no de mi madre, y la tomé p o r citado contigo, harás tú conmigo y con
cado a ella, y exclamó: mujer.* '•'Y ocurrió que c u a n d o Dios reció muy mal a los ojos de A b r a h a m en
razón de su h i j o . 1 2 Pero Dios dijo a Abra- la tierra donde has habitado c o m o ex-
—Señor, ¿acaso mularas también a gen- me hizo salir errante de casa de mi padre, tranjero.
te inocente? * ¿No me dijo él: «Es mi díjele a ella: «Este favor m e has de hacer: h a m : « N o te desagrade t o d o lo que afirma 24
en todo lugar adonde vayamos di que soy Sara respecto del muchacho y de tu es- — M e place jurarlo—contestó A b r a -
hermana», y ella dijo también: «Es mi ham.
hermano»? Con sencillez de corazón y tu hermano». clava; escucha sus palabras, pues es en 25
Isaac en quien te será reputada la des- Y A b r a h a m formuló quejas a Abi-
pureza de manos he hecho esto. ii A continuación, Abimélek t o m ó ove- mélek acerca de un pozo de agua que los
6
Y díjole Dios en sueños: jas y bueyes y siervos y esclavas y los dio cendencia; * l 3 aunque también del hijo de
la esclava haré un [gran] '* pueblo por ser criados de Abimélek le habían arrebata-
—También yo sé que has hecho esto a A b r a h a m , devolviéndole a Sara, su m u - do. 2 6 M a s Abimélek respondió:
jer. 15 Dijo, -además, Abimélek: «Ahí tie- prole tuya».
con corazón inocente; y a u n yo mismo — N o sé quién hizo tal cosa; y, además,
te he preservado de pecar contra mí. P o r nes mi país ante ti; establécete en donde '4 Levantóse, pues, A b r a h a m muy de ni tú me lo has manifestado ni yo lo he
eso no te he permitido tocarla. 7 Ahora, mejor te parezca». I 6 Y a Sara dijo: «Ve mañana, t o m ó pan y un odre de agua, oído hasta hoy.
pues, restituye la mujer de ese hombre, ahí que he entregado a tu h e r m a n o mil diolo a Agar, cargándolo sobre el h o m b r o 27
E n seguida t o m ó A b r a h a m ovejas y
porque es un profeta, y rogará por ti para siclos de plata; así, pues, esto te servirá de ésta, así como al muchacho, y la des- vacas, y, dándoselas a Abimélek, pacta-
que vivas; mas si no la devuelves, sábete de velo de los ojos respecto a cuantos pidió. Ella partió y anduvo errante p o r r o n a m b o s alianza. * 2 8 C o m o A b r a h a m
que moriréis sin remedio tú y todos los están contigo; y ante todos queda así jus- el desierto de Bersabee. 15 C u a n d o se aca- apartase siete corderas del rebaño, 2 9 Abi-
tuyos. tificada». * b ó el agua del odre, a b a n d o n ó al chico mélek preguntóle:
17
8
Y levantóse Abimélek muy de m a ñ a - A b r a h a m rogó a Dios, y D i o s sanó bajo u n o de aquellos arbustos 16 y se —¿Qué significan estas siete corderas
na, llamó a todos sus servidores y contó a Abimélek y a su mujer y sus siervas, marchó, sentándose enfrente a lo lejos, que has colocado aparte?
a sus oídos todas estas cosas, concibien- quienes volvieron a tener hijos; 18 pues como a un tiro de arco, porque dijo: « N o 30 Y contestó:
do los hombres gran temor. -'> Luego, Abi- Yahveh había cerrado completamente to- quiero ver morir al muchacho». Sentada, — P o r q u e esas siete corderas recibirás
mélek llamó a Abraham y díjole: «¿Qué da matriz de la casa de Abimélek por cau- pues, enfrente, el chico» alzó el grito y de mi m a n o p a r a que m e sirvan de señ a i
has hecho con nosotros y en qué te he sa de Sara, esposa de A b r a h a m . r o m p i ó a llorar. 1 7 Entonces, D i o s oyó la de que excavé este pozo. *
33
38
VINO: recurso di^no de Sodoma, que sólo atenúa un tanto la buena fe de ambas hermanas.
BEN-AMMÍ: O Ammón, etimológicamente «hijo de mi pariente, compatriota», e. d., semita 5
OÍ ISAAC: hebr. Isjaq 'él reirá', aludiendo a lo que nos cuenta el v.6. Como ya comprobarnos
(para otros 'amm 'tío paterno'); como MOAB equivale a «de mi padre (me-abí) [procede]», como ^ * en 4,1-25: 5,29, etc., los niños hebreos recibían frecuentemente su nombre de exclamaci0^
añade Kit c. G (otros, de mú abi 'agua [seminal] del padre'). nes o9 consideraciones de sus padres en el nacimiento.
EMBROMABA: con burlas de mala ley (cf. Gal 4,29).
O í ) 1 2 " 1 3 Cf. 11,27-31. 12
E N ISAAC... LA DESCENDENCIA: O la posteridad que lograrás en Is. llevará tu nombre.
17
¿«" 16 VELO o cobertura DE LOS OJOS: el regalo hecho al hermano y custodio de Sara debe «ce- Dios OYÓ: esto es precisamente lo que significaría el nombre Ismael, según su etimolog.
gar» a ésta, taparle los ojos, quitándole de la vista cuanto de desagradable había acaecido. Si ella popular. Para algunos, como George Jacob, el nombre Simeón, y probablemente Ismael, deriv^
deja así de tomarlo en cuenta, tampoco lo podrán tener los demás: queda así restablecido ante todos de sirrí, nombre de una bestia de la estepa: el lycaonpictus.
el honor de ella y acreditada su honestidad. 21 DESIERTO DE PARAN: en la península sinaítica (cf. Núm 10,12).
27
OVEJAS Y VACAS: lit. reses de ganado menor (ovejas o cabras) y de ganado mayor o vacu^.
(vacas,
30
bueyes, etc.), pues esto significan las voces hebreas tson y baqar.
SIETE CORDERAS: siete es número sagrado, y al aceptarlas Abimélek venía a confirmar
juramento de que el pozo, como Abraham aseguraba, era propiedad de éste. De ahí el nombre ^1 t
lugar: Beer-siba, 'pozo del ¡uramento' o bien 'de las siete*. <¡Í
54 GÉNESIS 21 81 —22 21

GÉNESIS 22 ¡»—24a 55
31 Po"r eso l l a m ó a aquel lugar Bersabee naís de los filisteos. 33 Y Abraham " plantó
(Pozo del ¡uramento), porque allí juraron un tamarisco en Bersabee e invocó allí el
22
a m b o s . 32 P a c t a r o n , pues, alianza en Ber- nombre de Yahveh, Dios eterno. 34 Abra- a Késed, a Jazó, a Pildás, a Yidlaf y concubina suya, cuyo n o m b r e era R e u -
sabee, y, levantándose Abimélek con Pi- h a m habitó como forastero m u c h o tiem- a Betuel. 2 3 Betuel engendró a Rebeca. ma, parió, además, a Tébaj, Gájam, Tá*
kol, general de su ejército, volviéronse al p o en tierra de filisteos. Estos ocho engendró Milká a Najor, her- jas y M a a k á .
m a n o de A b r a h a m . 2 4 Por otro lado, u n a

Sacrificio de Isaac
La caverna de Makpelá
OA i Pasadas estas cosas, p r o b ó Dios m a n o y t o m ó el cuchillo para inmolar a
" " a A b r a h a m y le dijo: su hijo, ! 1 cuando el áneel de Yahveh lla- O O l
Los años" de la vida de Sara caverna que en él h a y ; en presencia de
—¡Abraham! móle desde el cielo diciendo: ~ ** fueron ciento veintisiete. 2 Y mu- mis paisanos te lo o t o r g o ; entierra a tu
Contestó: —¡Abraham, A b r a h a m ! rió en Kiryat-Arbá, o sea H e b r ó n , en difunto».
— H e m e aquí. Y contestó: el país de C a n a á n , y A b r a h a m vino a 12 M a s A b r a h a m hizo profunda reve-
2
Añadió entonces: —¡Heme aquí! llorar a Sara y hacer duelo por ella. rencia ante la gente del país 13 y habló
— T o m a a tu h ü o t'inico. que tanto amas, 12 — > j 0 pongas tu m a n o en el mucha- 3 Luego A b r a h a m se levantó de junto a a Efrón, oyéndole la gente de la tierra,
a Isaac, y vete al país del Moriá, donde cho—le diio—ni le hagas nada, pues a h o - su difunto y habló a los hijos de Het, diciéndole:
lo ofrecerás en holocausto sobre u n a mon- ra he c o m p r o b a d o que eres temeroso de diciendo: * —Ciertamente, si t ú . . . ¡Escúchame! Y o
taña que vo te indicaré.* Dios, ya que no m e has rehusado ni a 4
— F o r a s t e r o y advenedizo soy entre doy el precio del campo, acéptamelo y
3
Levantóse, pues, Abraham de maña- tu hijo único. * vosotros; concededme sepultura propia yo enterraré mi difunto allí.
13
na, aparejó su asno, t o m ó consieo a dos Y alzó A b r a h a m los ojos, y, miran- entre vosotros para que entierre yo a mi 14
Entonces Efrón contestó a Abrahanii
de sus mozos v a Tsanc, su hijo; partió do, h e aquí que había detrás de él un difunta, quitándomela de delante. diciéndole:
leña para el holocausto y fue y marchó carnero enredado en la maleza p o r los 5
Y contestaron los hittitas a Abra-
15
—Señor mío, escúchame: u n a tierra
hacia el lugar que Dios le había dicho. cuernos. Fue, pues, A b r a h a m , cogió el h a m , diciéndole: de cuatrocientos siclos de plata, entre
4
Al tercer día, Abraham alzó los ojos y carnero y lo ofreció c o m o holocausto en 6
— E s c ú c h a n o s , señor; tú eres entre nosotros dos, ¿qué es? Sepulta, pues, a
divisó el lugar desde lejos. 5 Diio enton- vez de su hijo, 14 D e n o m i n ó A b r a h a m a nosotros un príncipe de D i o s ; entierra tu difunta. *
ces A b r a h a m a sus m o z o s : «Ouedaos aquí aquel lugar: Yahveh y iré; p o r lo cual a tu muerto en la mejor de nuestras tum- i* En cuanto A b r a h a m oyó a Efrón,
con el asno, que vo v el muchacho iremos se dice todavía h o v : «En el m o n t e de bas; ninguno de nosotros te rehusará su hizo pesar para éste la plata de que h a -
hasta tal p u n t o , haremos adoración y tor- Yahveh se verá». * , 5 Y p o r segunda vez sepultura p a r a enterrar a tu difunto. bía hablado en presencia de los hijos
naremos donde vosotros». 6 T o m ó , pues, llamó el áncel de Yahveh a A b r a h a m 7
Entonces se levantó A b r a h a m y se de H e t : cuatrocientos siclos de plata co-
A b r a h a m la leña del holocausto y la car- desde el cielo ' s y exclamó: «Juro p o r inclinó reverente ante la gente del país, rriente entre mercaderes. * 1 7 Así, pues,
gó sobre su hijo Isaac: lucero cogió en mí mismo, palabra de Yahveh, que p o r los hittitas, 8 y les dirigió la palabra, el c a m p o de Efrón radicante en Makpelá,
sus m a n o s el fuego y el cuchillo, y mar- cuanto has hecho esto y no me a has re- diciendo: «Si está en vuestro ánimo que que está frente a M a m r é , el campo con
charon los dos ¡untos. 7 p,n el camino husado a tu hijo único, I 7 te llenaré de entierre mi muerto, separándole de m i la cueva que en él existía, así c o m o t o -
h a b l ó Isaac a A b r a h a m , su padre, di- bendiciones y abundosamente multiplicaré presencia, escuchadme y suplicad en fa- dos los árboles que había en el c a m p o
ciendo: tu descendencia, como las estrellas del vor mió a lilión. hijo de Nójar, ' ' p a r a de t o d o su c o n t o r n o , 1 8 quedó en pose-
—¡Padre mío! cielo y como las arenas que hay en la que me conceda la caverna de Makpelá, sión de A b r a h a m a la vista de los hijos
Y contestó: ribera del m a r y p o r cuanto escuchaste que posee y está al final de su c a m p o ; de Het, de todos los concurrentes a la
—Di, hijo mío. mi voz, tu posteridad conquistará la puer- que me la dé p o r su precio cabal ante puerta de aquella ciudad. I 9 T r a s esto,
A lo que diio: ta de sus enemigos, * ' 8 y serán benditas vosotros en propiedad sepulcral».!" Efrón A b r a h a m sepultó a su mujer Sara en
— H e aquí el fuego y la leña: mas ¿dón- en tu descendencia todas las naciones de estaba allí sentado, en medio de los hi- la cueva del campo de Makpelá. enfren-
de está el cordero para el h o l o c a u s t o ? * la tierra».
I9
Luego volvió A b r a h a m don- jos de Het, y contestó el hittita Efrón a te de M a m r é , o sea H e b r ó n , en tierra
8 Y respondió A b r a h a m : de sus mozos, y. levantándose, se diri- A b r a h a m , oyéndole los hijos de Het y de Canaán. 2 0 Así, pues, el campo, con
—Dios se proveerá de cordero para el gieron juntos a Bersabee, y en ella ha- todos los concurrentes a la puerta de la la cueva que en él existía, quedó asegu-
holocausto, hijo mío. bitó Abrabarn. ciudad, d i c i e n d o : * n « N o , señor m í o ; r a d o p a r a A b r a h a m en propiedad sepul-
20
Y sucedió después de estas cosas escúchame: te doy el c a m p o y te doy la cral por parte de los hittitas.
Y prosiguieron ambos caminando iun-
tos. ' C u a n d o llegaron ni lucar que Dios que se le dio a A b r a h a m la siguiente
le había indicado, erigió A b r a h a m allí el noticia: « H e aquí que también Milká h a
altar y dispuso la leña. Lueao ató a su 2d1a d o a luz hijos a Najor, tu h e r m a n o ; Desposorios de Isaac y Rebeca
hijo Isaac y lo colocó sobre el altar, enci- a U s , su primogénito; a Buz, h e r m a n o
m a de los lefios. l° Entonces alargó su * de éste; a Quemuel, p a d r e de A r a m ;
O y l ! Era, pues, A b r a h a m anciano en- — P o n tu m a n o debajo de m i muslo,
" " t r a d o en años, y Yahveh habíale 3 p a r a que yo te t o m e j u r a m e n t o p o r
bendecido en todo. 2 Y dijo A b r a h a m al Yahveh, D i o s del cielo y de la tierra,
2
29 PAÍS DEL MORTÁ O Morivyá: aunque tal nombre coincide con el de la montaña sobre la servidor m á s viejo de su casa, adminis- dé que n o t o m a r á s mujer p a r a mi hijo
6,¿r
que Salomón edificó lueao su célebre temólo, seat'm 2 Cr 3,1 ignórase cuál sea el país aquí t r a d o r de cuanto poseía: de entre las hijas de los cananeos, en
mencionado, núes las vers. divergen: S, «país del amorreo*; G, «tierra attm; SymV, visionis (mareh)...
7
CORDERO: lit. res ovina o caprina.
12
H E COMPROBADO: bien probada nueda no sólo la fe de Abr. en Yahveh y sus promesas, sino O*} 3 HTJOS DE HET (hebr. Jet), o héteos, het.itas o hitittas, poderoso pueblo que por los siglos XX
su obediencia y amor a El, sacrificándole sus amores más caros. No resalta menos la figura del ^ ^ al XII a. C. habitó Palestina, Siria y Asia Menor. Para algunos el término no debe tomarse
hijo, tan sumiso y silencioso aun sobre la leña del altar, que la antigüedad cristiana reconoció en aquí en sentido propio, pues no habría existido jamás población verdaderamente hittita en Palestina.
él un símbolo del Salvador en el Calvario. * Quizá guardaría el recuerdo de que Hebrón había estado ocupado por no-semitas. ¿Serían los hu-
14
YAHVEH YIRÉ: Yahveh verá, proveerá: Moriah. || SE VERÁ: según otros textos (SV), en el rritas?
10
monte (o en este monte) Yahveh verá (o proveerá). F. Zimmemlann 1.: que es el nombre dado hoya LA PUERTA DE LA CIUDAD: donde se reunía el tribunal y tratábanse todos los asuntos, públi-
la montaña: 'Yahveh es visto'. cos o privados. En ella tiene lugar esta escena, llena de colorido oriental.
17 15 CUATROCIENTOS SICLOS ..: nótese la suave manera en que Efrón, que sólo por cortesía brin-
PUERTA: e. d.f la ciudad o las ciudades. Es sinécdoque frecuente en la Biblia,
da gratis su campo, deja insinuar la fuerte suma en que lo valoraba.
IA r'rtr.BTDVT-r-R WMTRP MERCADERES : e. d., de curso usual en el comercio.
8a 63
GÉNESIS 2 4 -
56 GÉNESIS 24 « 2 57
dio paja y forraje para los mismos y que m e h a conducido por camino segu-
medio de los cuales habito, 4 sino que — D a m e de beber un poco de agua de agua p a r a que se lavasen los pies el hom- ro hasta t o m a r a la hija del pariente de
irás a m i tierra y m i parentela, a fin de tu cántaro. bre y los que le a c o m p a ñ a b a n . 33 En se- mi a m o p a r a su hijo. t9 A h o r a , pues, si
t o m a r mujer p a r a m i hijo Isaac. 18 —Bebe, señor mío—contestó ella, guida le sirvió de comer, mas él dijo: queréis hacer merced y lealtad a mi amo,
5 Y contestóle el criado: apresurándose a bajar el cántaro a la — N o comeré hasta haber expuesto lo manifestádmelo; y si no, indicádmelo
—Quizá n o quiera la mujer seguirme m a n o p a r a darle de beber. « C u a n d o que tengo que decir. [también], para que yo m e dirija a l a
a este país. ¿Deberé entonces volver a acabó de hacerlo, dijo: —Habla—se le contestó. derecha o a la izquierda. *
tu hijo a la tierra de donde saliste? —Voy también a sacar agua para tus 34 50
6
Dijo, pues: L a b á n y Betuel contestaron dicien-
Le respondió A b r a h u m : camellos hasta que hayan concluido de — Y o soy criado de A b r a h a m , 35 y Yah- do:
— G u á r d a t e bien de volver a mi hijo abrevarse. veh h a bendecido mucho a mi amo, que — D e Yahveh procede esto; no pode-
allá. 7 Yahveh, Dios del cielo, que m e 20 Y se apresuró a vaciar el cántaro se ha hecho rico, pues le ha d a d o ovejas, mos decirte ni mal ni bien; * 5 i ve ahí a
sacó de la casa de mi padre y de mi en el abrevadero, corrió de nuevo al pozo vacas, plata y oro, siervos y siervas, ca- Rebeca ante ti, tómala y vete, y sea la
patria y me h a b l ó y juró diciendo: «A a sacar agua y sacó para todos los ca- mellos y asnos; 3 6 y Sara, esposa de mi esposa del hijo de tu a m o , conforme ha
21
tu descendencia daré esta tierra», ese mis- mellos de aquél. Entre tanto, el h o m - amo, le h a parido en su vejez u n hijo dispuesto Yahveh.
m o enviará a su ángel delante de ti para bre la contemplaba silencioso, [con de- a mi señor, al cual ha d a d o cuanto posee. 52
C u a n d o oyó el criado de A b r a h a m
37
que puedas t o m a r de allí mujer p a r a mi seo] de saber si Yahveh había prospera- A h o r a bien, mi a m o me h a juramen- las palabras de aquéllos, se prosternó an-
22
hijo. 8 Y si la mujer no quisiera seguir- do o no su viaje. A h o r a bien, c u a n d o tado diciendo: «No tomarás mujer para te Yahveh rostro en tierra. 53 Luego sacó
te, quedarás desligado de este juramento los camellos acabaron de beber, t o m ó el mi hijo de entre las hijas de los cananeos, alhajas de plata y objetos de o r o y ves-
que me prestas, pero a mi hijo no vol- h o m b r e un anillo de oro de u n béqa de en cuyo país habito, 38 sino que irás a tidos y se los dio a Rebeca, entregando
verás allá. peso * y dos ajorcas que pesaban diez casa de m i p a d r e y a mi parentela y to- también valiosos presentes a su h e r m a n o
9
Puso, pues, el criado su m a n o bajo 2siclos de oro p a r a las muñecas de ella; * marás esposa para mi hijo». 3 9 Y o repli- y a su madre. 5 4 Después comieron y
el muslo de A b r a h a m , su señor, y le
3
y le preguntó: qué a mi a m o : «Quizá n o quiera la mu- bebieron él y los que le a c o m p a ñ a b a n y
prestó j u r a m e n t o sobre lo dicho. —¿De quién eres hija?; dímelo, por jer seguirme», 4 0 y contestóme: «Yahveh, pernoctaron [allí]. P o r la m a ñ a n a se le-
10
Luego t o m ó el criado diez camellos favor. ¿Hay en casa de tu padre lugar en cuya presencia he a n d a d o , te enviará vantaron y dijo el c r i a d o :
a su ángel y llevará a buen término tu
de entre los de su a m o y se dispuso a p a r a que pernoctemos? —Permitidme volver a mi a m o .
24 viaje, a fin de que tomes esposa para mi 55
partir, llevando consigo toda clase de Ella le contestó: hijo de entre mi parentela y de la casa Y respondieron los h e r m a n o s de ella
alhajas de su señor. Emprendida la mar- —Soy hija de Betuel, eJ hijo que Mil- de mi padre. 4 l Quedarás libre de mi ju- y su m a d r e :
cha, dirigióse a Aram Naharáyim, a la ká parió a Najor. ramento cuando llegues a mi parentela; —Quédese la m u c h a c h a con nosotros
25
ciudad de Najor. * " A q u í hizo arrodi- Y añadióle: si n o quieren dártela, libre de m i jura- unos días, diez p o r ejemplo; después irá.
56
llar los camellos fuera de la ciudad, junto —Tenemos paja y forraje abundante m e n t o quedarás». 4 2 A h o r a bien, llegué Contestóles él:
al pozo del agua, al atardecer, cuando y también sitio p a r a que pernoctes. hoy a la fuente y exclamé: «Yahveh, — N o me retengáis, ya que Yahveh
acostumbraban a salir las aguadoras. I 2 Y 26
El hombre entonces se hincó de ro- D i o s de mi amo A b r a h a m , si es tu volun- ha prosperado m i viaje; permitidme m a r -
exclamó: «¡Yahveh, D i o s de mi amo dillas, a d o r a n d o rosero en tierra a Y a h - tad prosperar el viaje que traigo, 4 3 he char p a r a que vuelva a mi a m o .
57
A b r a h a m , acórreme, te ruego, hoy, y veh, 27 y exclamó: «Bendito sea Yahveh, iu|u¡ que oslaré parado junto a esta fílen- A lo que replicaron:
favorece a A b r a h a m , mi señor! 13 H e aquí Dios de mi a m o A b r a h a m , el cual n o le, y ln doncella que salga por agua a —Llamemos a la muchacha y pregun-
que estoy j u n t o a la fuente del agua, y ha negado su favor y fidelidad a m i quien yo diga: «Dame lie beber un poco lémoselo a ella misma.
las hijas de los habitantes de la ciudad a m o : puesto yo en camino, me ha guia- de agua de lu cántaro» 4 4 y me conteste: •^ Llamaron, pues, a Rebeca y dijé-
salen a sacar a g u a ; 1 4 la joven a quien do Yahveh a la casa del pariente" de «Bebe, y también sacaré agua para tus ronle:
yo diga: «Inclina tu cántaro para que mi señor». camellos», ésa sea la esposa que Yahveh —¿Quieres ir con este hombre?
yo beba», y responda: «Bebe y también 23
En tanto, la muchacha había echa- h a destinado al hijo de mi a m o . 4 5 N o Y contestó:
tus camellos abrevaré», ésa sea la que do a correr, y en casa de su m a d r e con- había yo acabado de decirlo en mi in- —Iré.
has destinado para tu siervo Isaac, y en tó lo sucedido. 2 9 Tenía Rebeca un her- terior, c u a n d o he aquí que Rebeca salía 59 Entonces ellos despidieron a su her-
eso conoceré que has favorecido a mi m a n o llamado Labán, el cual salió pre- con su cántaro a la espalda y, descen- m a n a Rebeca, a su nodriza, al criado de
amo». suroso afuera hacia la fuente donde es- diendo a la fuente, ha sacado agua y le A b r a h a m y a sus acompañantes. 60 y
15
Y acaeció que aún no había él con- taba el hombre, * 3" y en cuanto vio el h e dicho: « D a m e de beber»; 4<> ella se bendijeron a Rebeca, diciéndole:
cluido de hablar, cuando he aquí que anillo y las ajorcas en las muñecas de h a apresurado a bajar el cántaro del
Rebeca, hija de Betuel, hijo de Milká, la su hermana y oyó las palabras de su h o m b r o y h a respondido: «Bebe, y tam- «¡Oh h e r m a n a nuestra, florezcas
mujer de Najor, h e r m a n o de A b r a h a m , h e r m a n a Rebeca: «Así m e h a hablado bién tus camellos abrevaré». H e bebido, en miles de decenas de millares,
salía con su cántaro a la espalda. 16 A h o - el hombre», se fue a éste, que se m a n t e - pues, y además h a abrevado mis came- y apodérese tu descendencia
ra bien, era la joven de muy buen pare- nía en pie junto a los camellos, cabe la llos. 4 7 Entonces le he preguntado di- de la puerta de sus enemigos!»
cer, doncella, a la cual no había conoci- fuente, -3J y le ° dijo: «Ven, bendito de ciendo: «¿De quién eres hija?», y ha res-
p o n d i d o : «Soy hija de Betuel, el hijo 61
do varón, y habiendo bajado a la fuente, Yahveh, ¿por qué te estás fuera?, pues C o n esto aprestáronse Rebeca y sus
que a Najor parió Milká». En seguida le muchachas, m o n t a r o n en los camellos y
llenó su cántaro y tornó a subir. * 17 Co- yo he preparado la casa y sitio p a r a los
he puesto el anillo en la nariz y las ajor- siguieron al hombre. T o m ó , pues, el cria-
rrió entonces el criado a su encuentro camellos». 32 Y entró el h o m b r e en la cas en las muñecas, 4 8 y a continuación
y dijo: casa, y L a b á n desaparejó los camellos y do a Rebeca y partió.
m e he hincado de rodillas, a d o r a n d o ros- 62
Había venido Isaac a la estepa" del
tro en tierra a Yahveh, y he bendecido pozo de Lajay-Roí, pues habitaba él en.
1° ARAM NAHARÁYIM: Aram o Siria de los ríos, que suele traducirse por Mesopotamia.
24 Es el país comprendido entre el curso superior del Tigris y el de Eufrates y regado por el a Yahveh, D i o s de mi a m o A b r a h a m , el país de Négueb, 63 y había salido a
Balih, el Habur y sus afluentes. II NAJOR: este nombre, que es el del abuelo y el hermano de Abra- o r a r en el c a m p o al caer de la tarde, y.
ham, atribuíase a una ciudad citada en las tabletas capadocianas y en un antiguo texto babilónico.
Aparece con importante papel en la correspondencia real de Mari, y todavía en el s. XIV era un
centro administrativo. 49
16 M E DIRIJA A LA DERECHA O A LA IZQUIERDA: e. d., tome uno u otro rumbo.
22
No HABÍA CONOCIDO: O quizá mejor No había desposado (Zimmermann). 50
ANILLO: el nézem es anillo o pendiente que todavía hoy se usa en muchas partes de Oriente Ni MAL NI BIEN: e. d., absolutamente nada. Es ejemplo de expresión de la totalidad por con-
colgado de una de las aletas de la nariz. || BÉQA: e. d., medio siclo. El siclo era de unos dieciséis gra- traste de dos términos contrarios.
mos y medio de peso (8,18).
29
HERMANO: éstos tenían parte preponderante en el casamiento de las hermanas.
58 GÉNESIS 24 6 4 —25 2 6
27
GÉNESIS 25 —26 i 8 59
alzando la vista, miró, y he aquí que Entonces ella cogió su velo y se cu-
venían unos camellos. * 64Xambién Rebe- brió. 6 6 Después el criado refirió a Isaac
ca alzó sus ojos y, al ver a Isaac, se apeó cuanto había hecho, 6 7 e Isaac la condu- C o n t a b a Isaac sesenta años c u a n d o los P o r esto se le llamó [a Esaú] Edom. *
31
de! camello 6 5 y preguntó al criado: jo a la tienda de Sara, su madre, y t o m ó engendró. * 2 7 Crecieron los muchachos, y Y Jacob contestó:
—¿Quién es aquel h o m b r e que viene a Rebeca, la cual pasó a ser su esposa; fue Esaú diestro en la caza, h o m b r e agres- —Véndeme a h o r a mismo tu primoge-
por el c a m p o a nuestro encuentro? él la a m ó , y así alivióse a Isaac la pena te; mientras Jacob era h o m b r e sencillo, nitura.
32
—Es m i amo—contestó el criado. [por la muerte] de su madre. casero. * 2 8 A h o r a bien, Isaac a m a b a [más] A lo que replicó E s a ú :
a Esaú p o r q u e apetecía la caza; Rebeca, — M e estoy viendo morir, ¿de qué me
en cambio, prefería a Jacob. 2 9 [Un día] sirve, pues, la primogenitura?
33
M u e r t e d e Abraharai. Esaú y Jacob había preparado Jacob un guiso, cuando Y respondió J a c o b :
llegó Esaú del campo, desfallecido. 30 y —Júramelo a h o r a mismo.
O C ' Además, A b r a h a m había t o m a d o i Ismael, hijo de A b r a h a m , habido en Agar, Juróseio, pues, y vendió su primoge-
dijo Esaú a J a c o b :
" * * aún otra esposa, cuyo n o m b r e era la egipcia, esclava de Sara. 13 Y éstos nitura a Jacob. 3 4 Entonces Jacob dio
— P o r favor, déjame comer de ese gui- p a n y el guiso de lentejas a Esaú, el cual
Queturá. 2 Esta le parió a Zimrán, a son los nombres de los hijos de Ismael,
Yoqsán, a M e d á n , a Midyán, a Isbaq según sus familias. El primogénito de Is- so tan delicioso (adam), pues estoy des- comió y bebió y luego se levantó y se
y a Súaj. 3 Yoqsán engendró a Sebá y mael fue N e b a y o t ; después, Quedar, Ad- tallecido. fue, menospreciando la primogenitura.
a D e d á n , e hijos de D e d á n fueron los beel, Mibsam, * 1 4 Misma, D u m á , M a s -
Assurim, Letusim y L e u m m i m ; 4 e hi- sá, l s Jadad, Tema, Yetur, Nafís y Qued- en
jos de Midyán, Efá, Efer, Janok, Abidá má. * 1<s Tales son los hijos de Ismael y Isaac G u e r a r y su p a c t o con Abimélek
y Eldaá. T o d o s éstos fueron los descen- tales sus nombres con arreglo a sus p o -
dientes de Queturá. blados y sus campamentos n ó m a d a s : los O í ? 1 A h o r a bien, sobrevino un ham- Y contestóle Isaac:
5
M a s A b r a h a m dio todo lo que po- doce príncipes de sus tribus. ll Y éstos «•** bre en el país, diversa del hambre — P o r q u e pensé: « N o sea que muera yo
seía a Isaac; 6 e n cuanto a los hijos de fueron los años de la vida de Ismael: p r i m e r a que había habido en dias de p o r causa de ella».
las concubinas que A b r a h a m tuvo, otor- ciento treinta y siete; luego expiró, m u - A b r a h a m , e Isaac se dirigió a Abimélek, 10
Repuso entonces Abimélek:
góles donaciones y, viviendo él todavía, riendo y reuniéndose a su pueblo. l s Ha- rey de los filisteos, a Guerar. * 2 Pues ha- . —¡Qué es lo que nos has hecho! Por
los despidió de junto a su hijo Isaac, bitó b desde Javilá hasta Sur, situado fren- bíasele aparecido Yahveh y le había di- poco abusa de tu esposa alguno del pue-
hacia el este, a la tierra de oriente. te a Egipto, según vas a Assur, cayendo c h o : « N o bajes a E g i p t o ; avecíndate en blo, y ello nos hubiera acarreado [grave]
7 al este" de lodos sus hermanos. el país que yo te diré; 3 m o r a c o m o hués- culpa.
Estos fueron los años de vida que p e d en esa tierra, que yo estaré contigo 11
A b r a h a m alcanzó: cíenlo se(en(a y cin- " Por otra parte, ésta es la historia Ordenó, pues, Abimélek a t o d o el
y te bendeciré; pues a ti y tu descenden-
co años. 8 Expiró, pues, A b r a h a m y mu- familiar de Isaac, hijo de A b r a h a m .
cia he de dar todas esas tierras, cum-
pueblo, diciendo: «Quien toque a este
rió en florida vejez, anciano y colmado de A b r a h a m engendró a Isaac. 2 0 Cuaren- h o m b r e y a su mujer, morirá irremisi-
pliendo el juramento que hice a tu p a d r e
días *, reuniéndose con su pueblo. * () Isaac ta años contaba Isaac c u a n d o t o m ó por
A b r a h a m . * 4 y multipiicaró tu posteridad
blemente».
12
e Ismael, sus hijos, lo enterraron en la esposa a Rebeca, hija de Bétuel, el arameo Y sembró Isaac en aquel país y cogió
c o m o las estrellas del cielo y daré a tu
cueva de Makpelá, en el c a m p o de Efrón, de Paddán A r a m , y hermana de L a b á n aquel a ñ o el ciento p o r uno, pues Yahveh
prole todas esas regiones, siendo bendi-
hijo de Sójar, el hittita, el cual se haila el arameo. * 2 i A h o r a bien, Isaac pidió lo bendijo. * I 3 El h o m b r e prosperó y fue
los cu 111 sucesión lodos los pueblos de
enfrente de M a m r é , 1 0 e l c a m p o que a Yahveh por su esposa, que era estéril;
la tierra; s en premio de que A b r a h a m medrando y engrandeciéndose hasta lle-
A b r a h a m había c o m p r a d o a los hijos de y, habiéndole atendido Yahveh, concibió gar a ser en extremo poderoso. 14 Tuvo,
escuchó mi voz y observó mi m a n d a -
H e t : allí fue sepultado A b r a h a m con Sara, su esposa Rebeca. 2 2 M a s los niños se pues, hatos de ovejas, rebaños de g a n a d o
to, preceptos, estatutos y leyes».
su esposa. u Después de la muerte de entrechocaban en su seno, por lo que vacuno y numerosa servidumbre, de suerte
6
A b r a h a m , Dios bendijo a Isaac, su hijo, ella exclamó: «Si así ha de ser, ¿para qué Establecióse, pues, Isaac en G u e r a r ; que los filisteos le cobraron envidia, 15 y
7
el cual habitaba junto al pozo de La- he de vivir * yo?» Y se fue a consultar y preguntándole los habitantes del lu- todos los pozos que habían a l u m b r a d o
jay-Roí. a Yahveh. 2 3 D i jóle Y a h v e h : gar acerca de su mujer, contestó: «Es mi los criados de su p a d r e en los días de su
12 h e r m a n a » ; pues temió decir: «Es mi es- antecesor A b r a h a m los cegaron los filis-
A h o r a bien, ésta es la genealogía de
posa», no fueran a matarle los individuos teos llenándolos de tierra. 1<J Entonces dijo
«Dos pueblos hay en tu vientre, del lugar a causa de Rebeca, ya que era Abimélek a Isaac: «Vete de aquí, p o r q u e
y dos naciones se separarán de tus entrañas, ella de buen parecer. 8 Sucedió, pues, que eres demasiado poderoso p a r a nosotros».
y una nación prevalecerá sobre la otra, llevaba él allí ya largo tiempo, cuando, 17
M a r c h ó , pues, de allí Isaac y a c a m p ó
y la mayor servirá a la menor». estando Abimélek. rey de los filisteos, aso- en el valle de Guerar, estableciéndose allí.
m a d o a una ventana, miró y vio que Isaac 18
Luego tornó Isaac a excavar los pozos
24
Cumpliéronse, pues, los días de par- así se le puso p o r n o m b r e Esaú. 26 A estaba haciendo fiestas a Rebeca, su mu-
jer. 9 Entonces, Abimélek llamó a Isaac de agua que habían a l u m b r a d o los sier-
to, y he aquí que había en su vientre continuación salió su h e r m a n o con u n a vos' de A b r a h a m , su padre, y que los
y le dijo:
dos mellizos. 2 5 Y salió el primero, ru- m a n o asida al talón (aqueb) de Esaú, filisteos cegaran después de morir éste, y
bio, t o d o él c o m o u n a pellica (sear), y por lo cual se le puso de n o m b r e Jacob. —Evidentemente es tu esposa, ¿cómo, les dio los mismos nombres que les h a b í a
pues, h a s dicho: «Es m i hermana»? j d a d o su padre. 1 9 Después cavaron los
6
3 ORAR: O plañir [por la muerte de Sara]. Sentido inseguro. Prps. c S pasear.
8 26
OK REUNIÉNDOSE CON SU PUEBLO: significan estas palabras la muerte o reunión del difunto JACOB : algunos derivan tal nombre del de un pájaro: ja'qub, macho del hagal o gallo de la
^ ^ con sus muertos en el seol, mansión de las almas en ultratumba. montaña (Ammoperdix ileyi), que sigue a la hembra prisionera en la red. Desde luego era corriente
13 NEBAYOT: probables antecesores de los nabateos de la época grecorromana. || QUEDAR: dar 2a7 personas nombres de animales.
e. d., los cedareni o cedreos. CASERO: lit. morador de tiendas, e. d., que prefería la vida sedentaria.
'5 TEMA: la actual Teima, en el Hedjaz. || YETUR: antecesor de los itureos de la época romana. 30 DELICIOSO: o dulce, agradable (cf. E. Ullendorf, «Vet. Test.» 1955). II POR ESTO: y por ser
Los otros nombres son difíciles de identificar. rubio o bermejo recibió el sobrenombre de Edvm.
20 PADDÁN ARAM: e. d., Alta-Mesopotamia. Suele identificarse con el acadio padánu 'camino
calzada', siendo un sinónimo de Harrán. R. de Vaux lo relaciona más bien con el arameo; serla Og ' E N DÍAS DE ABRAHAM: cf. 12,19.20.
u 3 4
*¿ llamea de Arara, - Dios confirma las promesas—y entre ellas la mesiánica—hechas en 22,17 ss.
12
SEMBRÓ : constituye nueva etapa en la gradual transformación del pueblo hebreo, de nómada
y pastoril en sedentario y agricultor.
60 GÉNESIS 26 20—27 u
, GÉNESIS 2712-s" 61
criados de Isaac en el valle y encontraron allí y excavó otro pozo, sobre el cual no — M i r a que mi h e r m a n o Esaú es h o m - «Mira, el olor de mi hijo |
allí un pozo de agua viva. 2 0 M a s dispu- disputaron, p o r lo que le apellidó Rejobot bre velludo y yo lampiño; i 2 quizá me es como el olor de u n c a m p o |
taron ios pastores de G u e r a r con los pas- (anchuras, amplitud), exclamando: «¡Aho- palpe m i padre y quedaré a sus ojos como que ha bendecido Yahveh.
28
tores de Isaac, diciendo: «Nuestra es el ra, en verdad, nos ha d a d o amplitud u n burlador, atrayendo sobre mí una mal- Déte Dios I del rocío del cielo |
agua». Así, pues, llamó al p o z o Eseq, (hirjib) Yahveh y progresaremos en el dición en vez de u n a bendición. y la grosura de la tierra
pues habían reñido (hit-asequ) con él. país!» 2 3 Desde allí subió a Bersabee, y 13 Díjole, empero, su m a d r e : y abundancia de trigo y mosto.
21 29
Entonces cavaron otro pozo, y también se le apareció Yahveh aquella misma no- —Sobre mí recaiga esa maldición tuya, Sírvante los pueblos |
p o r él tuvieron pendencia, denominándolo che, diciendo: hijo m í o ; tú escucha, sin embargo, lo que y a ti se inclinen las naciones.
p o r eso Sitná (contienda). 2 2 Trasladóse de te d i g o : vete y tráemelos. Sé señor de tus hermanos |
14
Fue, pues, él y los cogió y trajo a su y hágante reverencia los hijos de tu m a d r e .
24
Soy el Dios de A b r a h a m , tu p a d r e ; madre, la cual aderezó el guiso sabroso Quien te maldijere sea maldito, |
n o temas, pues estoy contigo y te he de bendecir a gusto de su padre. 15 Entonces t o m ó y bendito quien te bendiga».*
y multiplicaré tu descendencia Rebeca los m á s ricos vestidos que de 30
Y sucedió que apenas había acabado
p o r a m o r de mi siervo A b r a h a m . Esaú, su hijo mayor, tenía en casa y vistió Isaac de bendecir a Jacob y n o bien h a -
lf
25
con ellos a Jacob, su hijo menor. > Luego bía salido éste de la presencia de Isaac,
Construyó, pues, allí un altar, y, des- 30
Entonces él preparóles u n banquete, recubrió las m a n o s de éste y parte lampiña su padre, cuando su h e r m a n o Esaú llegó
pués de invocar el n o m b r e de Yahveh, y comieron y bebieron. 31 A la m a ñ a n a de su cuello con las pieles de los cabritos. de su cacería. 3 i También él aderezó ape-
desplegó allí su tienda, y los criados de siguiente madrugaron y se juraron alianza 17
Entonces puso en m a n o s de su hijo titosos guisos y los presentó a su padre
Isaac cavaron allí un pozo. 2& Luego Abi- mutuamente, tras lo cual Isaac los des- Jacob el guiso sabroso y el p a n que había y le dijo:
mélek vino en su busca desde Guerar con pidió y partieron de su lado en paz. p r e p a r a d o , 1 8 y él entró donde su padre,
32 —Incorpórese mi padre y coma de la
Ajuzat, amigo suyo, y Pikol, general de A h o r a bien, aconteció en aquel mismo diciendo: « caza de su hijo, a fin de que me bendiga
su ejército, 2 7 a los cuales dijo Isaac: día que llegaron los criados de Isaac y —¡Padre mío! su alma.
—¿Por qué habéis venido a mí, si vos- le dieron noticia del pozo que habían El contestó: 32
Contestóle su padre Isaac: .
otros m e odiáis y m e habéis despachado excavado, diciéndole: «Hemos hallado — H e m e aquí, ¿quién eres, hijo míol —¿Quién eres?
de junto a vosotros? agua». 3 3 El le denominó [al pozo] Sibá; 19 y respondió Jacob a su p a d r e :
28 de ahí el n o m b r e de la ciudad de Beer-seba Y replicó:
Y contestaron: —Soy Esaú, tu primogénito. H e hecho —Soy tu hijo primogénito, Esaú.
— H e m o s visto patentemente que Yah- (Bersabee o Pozo del J u r a m e n t o ) hasta el c o m o m e mandaste. Incorpórate, p o r fa- 33
día presente. Entonces, Isaac se estremeció con so-
veh está contigo, y dijimos: haya un ju- vor; siéntate y come de m i caza para que bresalto grande en extremo y exclamó:
r a m e n t o [de alianza] entre nosotros, entre 14
Y contaba Esaú cuarenta años cuan- tu alma m e bendiga. * —¿Quién es, pues, el que habiendo co-
ti y nosotros. Pactaremos, pues, alianza do t o m ó por esposa a Judit, hija de Beerí, 2
0 Y replicó Isaac a su hijo: brado caza m e la h a traído y he comido
contigo, 29 de que no nos harás daño el hittita, y a Basematt, hija de Elón, el —¿Pues c ó m o has podido hallarla tan de t o d o antes que tú llegases, y le he ben-
alguno, así c o m o nosotros no te hemos hitlila, 3 5 las cuales fueron causa de amar- presto, hijo mío? decido, de suerte que quedará bendito?
tocado, y c o m o no hicimos contigo sino gura p a r a el ánimo de Isaac y Rebeca. * — P o r q u e me la ha puesto delante Yah- 34
C u a n d o Esaú oyó las palabras de
bien y te despedimos en p a z ; tú eres ahora veh, lu Dios conlcstó. su padre, lanzó u n grito fuerte y en extre-
bendito de Yahveh. 2
' I.NIIIIC dijo a J a c o b : mo amargo, y dijo a su p a d r e :
—Acércale para que te palpe, hijo mío, -- Bendíceme también a mí, p a d r e mío.
p o r si eres tú mi hijo Esaú o n o . 35
22
Mas respondió:
Isaac bendice a sus hijos Acercóse, pues, Jacob a Isaac, su pa- — H a venido tu h e r m a n o con astucia
dre, quien lo p a l p ó y dijo p a r a sí: «La y se h a cogido tu bendición.
O "7 ' Sucedió luego que Isaac hízose a su padre ", 6 Rebeca habló a su hijo voz es la voz de Jacob, mas las m a n o s 36 — E n verdad—dijo Esaú—, con ra-
™ * viejo y sus ojos se debilitaron, de J a c o b , diciendo: son las m a n o s de Esaú». 2 3 Así, pues, no zón se le puso por n o m b r e Jacob, pues
suerte que no veía, y entonces llamó a — H e aquí que h e oído a tu p a d r e que, le reconoció, p o r q u e sus m a n o s eran ve- ésta es la segunda vez que m e engaña
Bsaú, su hijo mayor, diciéndole: h a b l a n d o con tu h e r m a n o Esaú, le decía: lludas c o m o las de su h e r m a n o Esaú. Dis- (yaqebeni): cogióse la primogenitura, y he
—Hijo mío. 7
« T r á e m e caza y prepárame algún plato poniéndose a bendecirle, 2 4 dijo: aquí que ahora se h a cogido mi bendición.
— H e m e aquí—contestóle. sabroso p a r a que lo coma, y te daré mi —¿Eres tú realmente m i hijo Esaú? Y añadió:
2 — Y o soy—contestó.
—Mira—le dijo—, yo estoy ya viejo; bendición en presencia de Yahveh antes 25
—¿Acaso no has reservado bendición
no sé el dia de mi m u e r t e ; 3 ahora bien, de m i muerte». 8 A h o r a bien, hijo m í o , Dijo entonces: para m í ? *
37
t o m a , p o r favor, tus armas, tu carcaj y atiende a lo que te ordeno. 9 Ve al r e b a ñ o —Tráeme y comeré de la caza, hijo mío, Replicó Isaac, diciendo a Esaú:
tu arco, y sal al campo, cázame alguna y cógeme de allí dos buenos cabritos, a a fin de que te bendiga m i alma. — H e aquí que le he constituido señor
pieza 4 y prepárame algún guiso sabroso fin de q u e prepare con ellos para tu padre Acercósele, en efecto, y comió, sirvién- respecto a ti, le he entregado a todos sus
de mi gusto y tráemelo para que lo coma, algún guiso sabroso de su gusto, 1° y se dole también vino, que bebió. 2Ó Enton- hermanos p o r siervos y de cereales y m o s -
a fin de que te bendiga mi alma antes que lo presentes a tu padre para que coma, ces, díjole su p a d r e Isaac: to ie he asegurado; ¿qué puedo, pues, ha-
yo muera. * con objeto de que te bendiga antes de su —Acércate, p o r favor, y dame un beso, cer, hijo mío?
5 hijo mío. 38
M a s Rebeca escuchaba mientras Isaac muerte. Dijo Esaú a su p a d r e :
11 27
hablaba a su hijo E s a ú ; y, partido Esaú P e r o J a c o b o p u s o a R e b e c a , su Llegóse, pues, y lo besó; y, percibien- — ¿ N o tienes m á s que u n a bendición,
al c a m p o en busca de pieza que traerle madre: do la fragancia de sus vestidos, le bendijo padre mío? Padre, bendíceme también
y exclamó: a mí.
35
AMARGURA: por ser de raza cananea, reprobada por Dios. El autor sagrado no desaprovecha 1» JACOB: engaña a su padre en palabras, obras y hasta vestido. Puede disculpársele diciendo
ocasión de reprobar los matrimonios con los indígenas paganos. que, en peligro de perder la primogenitura que le había vendido Esaú, creyeron él y su madre les
era lícito usar de aquel artificio.
O"7 4 T E BENDIGA: los efectos religiosos y sociales que la bendición paterna llevaba implícitos " HERMANOS: palabra que en hebreo significa frecuentemente parientes, consanguíneos, com-
** * dábanle singular trascendencia. Suponíase, además, que era como un transferí de la propia patriotas. Aquí se alude no sólo a los descendientes de Esaú, o idumeos, sino a los hijos de Ismael
personalidad (de ahí fuera única, cf. v.38), que Dios la ratificaba plenamente y era de carácter irre- y otros abramitas.
vocable (cf. v.33). *« Otra etimología popular del nombre Jacob a base de la paranomasia.
GÉNESIS 2 8 o—29 " 63-
62 GÉNESIS 2?**—28"
hijo de Betuel, el arameo, h e r m a n o de tu descendencia, * 1 4 y será tu posteridad
Rebeca, m a d r e de Jacob y Esaú. 6 Esaú como el polvo de la tierra, y te propaga-
Y alzando Esaú el grito, r o m p i ó a vio a llamar a Jacob, su hijo pequeño, y vio que Isaac había bendecido a Jacob y rás a poniente y oriente, a norte y medio-
llorar. díjole: «Mira, tu h e r m a n o Esaú proyec-
39 le había enviado a P a d d á n A r a m a que día, y serán benditas en ti tu y prole to*
Entonces Isaac contestó, diciéndole: ta vengarse de ti, matándote. 4 3 A h o r a tomase de allí esposa, y cómo, al bende- das las gentes del orbe. 15 Mira, yo estaré
« H e aquí que será tu morada | bien, hijo mío, escucha lo que te digo. cirle, le había m a n d a d o , encargándole: contigo y te guardaré dondequiera que
lejos de la grosura de la tierra | A n d a , escápate a Jarán, a casa de mi her- « N o tomes mujer de entre las cananeas», vayas y te restituiré a esta tierra, pues n o
y del rocío del alto cielo; *
40
m a n o , Labán, 4 4 y m o r a con él algún tiem- 1 y que, obedeciendo Jacob a su padre y te a b a n d o n a r é hasta que h a y a cumplido
de tu espada vivirás | p o hasta que se pase la furia de tu her- a su madre, había m a r c h a d o a P a d d á n lo que te he prometido». 1 6 Despertóse
y a tu h e r m a n o has de servir; m a n o , 45 hasta que desaparezca la cólera A r a m . 8 Así, pues, observando Esaú que luego Jacob de su sueño y exclamó: «¡Ver-
m a s c u a n d o te revuelvas ) fraterna p a r a contigo y olvide lo que le n o agradaban las hijas de C a n a á n a Isaac, daderamente Yahveh m o r a en este lugar
arrancarás su yugo | de tu cuello».* h a s hecho y yo envíe a sacarte de allí. su padre, 9 se dirigió a los ismaelitas y, so- y yo no lo sabía!»- 1 7 Y, cobrando miedo,
bre las mujeres que tenía, tomóse por es- dijo: «¡Cuan terrible es este sitio; n o es
posa a Majalat, hija de Ismael, el hijo de ésta sino la casa de Dios y ésta la puerta
A b r a h a m , y hermana de Nebayot. del cielo!» 18 M a d r u g ó , pues, m u c h o J a -
10 cob, t o m ó la piedra que había colocado
J a c o b , p o r su parte, salió de Bersa-
por cabecera, erigióla en massebá y de-
bee y m a r c h ó a Jarán, n C o m o llegase a
r r a m ó aceite sobre su cúspide. * 19 Y de-
cierto lugar, dispúsose a pasar allí la no-
n o m i n ó a aquel lugar Bet-El; empero, el
che, p o r q u e el sol se había ya puesto.
n o m b r e de la ciudad era al principio
P a r a ello t o m ó u n a de las piedras del lu-
Luz. * 20 Luego Jacob hizo u n voto, di-
gar, colócesela p o r cabezal y se tendió en
ciendo : «Si Dios estuviere conmigo y m e
aquel sitio. l l Luego tuvo un sueño: era
guardare en el viaje que llevo, y me die-
u n a escala que se apoyaba en la tierra y
re pan para comer y traje p a r a vestir,
cuyo remate llegaba al ciclo, y lie: aquí
21 y volviese con felicidad a casa de m i
que los ángeles de Dios subían y bajaban
padre, Yahveh será mi Dios, 2 2 y esta pie-
p o r ella. 13 Yahvch cslubu p a r a d o p o r ci-
dra que he erigido en m o n u m e n t o será
m a de ella y dijo: «Yo soy Yahveh, Dios
casa de Dios, y de t o d o lo que m e die-
de tu p a d r e A b r a h a m y D i o s d e Isaac.
res te ofreceré fielmente el diezmo». *
T e daré la tierra sobre que yaces a ti y a

Jacob en casa de Labán. Desposorios y primeros hijos


O Q 1 Luego r e a n u d ó Jacob su m a r - —¿Está bien?
« * ' cha y fuese a tierra de orientales. * —Bien—replicaron—. Ve ahí a Raquel,
2 Mirando, he aquí que había un pozo su hija, que viene con su rebaño.
Serie de massebds en Guézer. (Gressmann, «Altorient. Bilder zum A. T.s, lám. 412.) en el c a m p o y allí mismo tres hatos de 7 Y añadió él:
ovejas sesteando junto a él; porque de — M i r a d ; aún queda mucho día; n o es
41
E n adelante, Esaú aborreció a Jacob ¿Por q u é he de quedar privada de vosotros aquel pozo solían abrevarse los hatos. h o r a de recogerse el g a n a d o ; abrevad el
p o r causa de la bendición con que le ben- dos en u n solo día?» * 4 S Dijo luego Re- U n a piedra grande t a p a b a el brocal del rebaño e id a apacentarlo.
dijera su padre, y pensó Esaú en su inte- beca a Isaac: «Estoy hastiada de vivir a pozo, 3 y, reunidos allá todos los hatos, 8 M a s contestaron:
r i o r : «Pronto vendrán los días del duelo causa de las hijas de Het. Si t o m a J a c o b hacían r o d a r [los pastoresl la piedra de — N o podremos hasta que se congre-
p o r mi padre y mataré a mi hermano Ja- esposa c o m o éstas de entre las hittitas, encima del brocal y abrevaban al rebaño, guen todos los hatos y hagan r o d a r la pie-
cob». 4 2 C o m o se le anunciaran a Rebeca naturales de este país, ¿para qué quiero tras de lo cual volvían la piedra del brocal dra de encima del brocal deí pozo p a r a
los proyectos de Esaú, su hijo mayor, en- la vida?» a su sitio. 4 Díjoles, pues, J a c o b : que abrevemos nuestro rebaño.
9
— H e r m a n o s , ¿de dónde sois? A ú n hablaba él con ellos, c u a n d o lle-
Y contestaron: gó Raquel con el rebaño de su padre, pues
Jacob huye a Mesopotamia. Visión de la escala —Somos de Jarán.
5
lo pastoreaba e l l a . 1 0 E n cuanto Jacob vio
Y preguntóles: a Raquel, hija de Labán, el h e r m a n o de
Q O 1 Así, pues, llamó Isaac a Jacob, lo tiplique, de suerte que llegues a ser padre —¿Conocéis p o r ventura a Labán, hijo su madre, acercóse, hizo r o d a r la piedra
" * » bendijo y le m a n d ó , diciéndole: de tan gran multitud de pueblos, 4 y te de Najor? de sobre el brocal del p o z o y abrevó el
«No tomes esposa de entre las cananeas; conceda la bendición de A b r a h a m a ti y — L o conocemos—respondieron. rebaño de Labán, su tío materno. 11 Lue-
2 6 go besó a R a q u e l y alzando la voz se echó
a n d a y ve a P a d d á n A r a m , a casa de a tu descendencia contigo, para que lle- Díjoles entonces:
Betuel, padre de tu madre, y escógete de gues a poseer el país donde moras c o m o
allí esposa de entre las hijas de Labán, huésped, el cual o t o r g ó Dios a A b r a h a m » .
h e r m a n o de t u m a d r e ; 3 y D i o s t o d o p o - 5
Despidió, pues, Isaac a Jacob, el cual O Q 13 POR CIMA DE ELLA: o también junto a él.
deroso te bendiga, te haga fecundo y mul- partió a P a d d á n A r a m , a casa de L a b á n , ^ f 18 MASSEBÁ: 'obelisco, columna, hito, cipo, monolito, estela', erigido como monumento
en recuerdo de la aparición allí tenida. || DERRAMÓ ACEITE: modo habitual de consagrar a una per-
sona o un objeto a Dios.
39 19
LEJOS DE LA GROSURA DE LA TIERRA: Ja Arabia Pétrea y la parte oriental del Négueb, asiento 22
BET-EL: o Betel, e. d., casa de Dios.
de los idumeos, eran montañas áridas y estériles. M E DIERES: nótese el paso del discurso directo al indirecto, frecuentísimo en hebreo, espe-
40
REVUELTAS: inseguro: ¿cuando te liberes}, ¿cuando cobres fuerza? !| YUGO: tras varias tentati- cialmente en la plegaria.
vas de sacudir el yugo judío, lo consiguieron, finalmente, en tiempo de Joram y Ajaz, y más tarde 1
fundaron una dinastía idumea, que reinó hasta la destrucción completa del estado en tiempo de TIERRA DE ORIENTALES: el país de los hijos de Oriente designa otras veces el desierto
Tito.
45
29 3Í e¿?te de Palestina y aquende el Eufrates, Aquí parece tener sentido amplio,
PRIVADA DE VOSOTROS DOS: e. d., Isaac matado por Esaú, y éste reo de niuerte en virtud de
la venctanza de sanare (cf. 2 Sam 14,6-7).
64 GÉNESIS 2 9 1 2 — 3 0 8
GÉNESIS 3 0 9'¡ 65

a llorar. 12 Jacob declaró a Raquel q u e —¿Qué es lo que h a s hecho conmigo? 9 C o m o viese L í a que había cesado de — D a m e permiso para q u e m e vaya a
2Í)
era 61 pariente de su p a d r e y q u e era hijo ¿No te h e servido a cambio de Raquel? parir, t o m ó a su esclava Zilpá y diósela mi lugar y mi tierra. Entrégame mis mu-
ÍQ
de Reheea. Lnlonces clin c o r r i ó a comu- ¿Por qué m e has engañado? a Jacob p o r esposa. Y Zilpá, esclava de jeres y mis hijos, p o r las cuales te he ser-
nicárselo a su padre.* '•' Así q u e oyó La- 26 Lía, parió a Jacob un hijo. " Lia exclamó vido, y me m a r c h a r é ; pues,tú sabes lo que
A lo que contestó L a b á n :
bán la noticia referente ti J a c o b , hijo de — N o se acostumbra en nuestso lugar entonces: «¡Buena suerte! (ba-gad)» Y pú- te he servido».
su hermana, echó a correr a su encuen- dar la m e n o r antes de la mayor. 2 ? Acaba sole por n o m b r e Gad. 12 Más tarde, Zilpá, 27
Contestóle L a b á n :
tro y lo abruzó, lo besó y llevólo a su casa. la semana [de bodas] con ésta y yo te en- esclava de Lía, dio a luz segundo hijo a —¡Halle yo gracia a tus ojos! H e teni-
13
El contó a l.abt'in lodo lo o c u r r i d o , 14 di- tregaré también a aquélla, p o r la cual ser- Jacob, y dijo Lía: «¡Para dicha m í a es do el augurio de que Yahveh m e ha ben-
ciéndole Labán: «¡Ciertamente, hueso mío virás todavía conmigo otros siete años. * (be-osrí), pues m e proclamarán dichosa decido por tu causa. 2 8 Señálame—aña-
y carne mía eiesl» Y J a c o b m o r ó con él 28
Hízolo, pues, así Jacob y, cumplida (isseruni) las mujeres!» Y púsole p o r n o m - dió—tu salario, y lo entregaré.
un mes.» ^ Lnlonces L a b á n dijo a J a - la semana, diole a su hija Raquel p o r es- bre Aser. * 29
Entonces él respondió:
cob: «¿Es que portier mi pariente m e vas posa. 2 9 Además, L a b á n entregó su sierva 14 A h o r a bien, caminando u n día R u - —Tú sabes lo que te he servido y cuán-
a servir de balde? Indícame cuál h a de Bilhá a su hija Raquel para que sirviera a bén en tiempo de la siega del trigo, halló to h a crecido tu ganado conmigo. 30 Por-
ser tu salario». ésta en concepto de esclava. 30 El llegóse en el c a m p o unas m a n d r a g o r a s y llevó- que poco era lo q u e poseías antes de mi
16
Ahora bien, l a b á n tenía d o s hijas, también a Raquel, a la cual a m ó más que selas a Lía, su madre. Pero dijo Raquel venida y se ha acrecentado copiosamente,
llamadas la mayor I ln y la p e q u e ñ a R a - a Lia, y sirvió aún en casa de L a b á n otros a Lía: pues Yahveh te h a bendecido a mi paso.
quel. 17 [ j . , ( c l i|„ | o s 0 j 1 1 H (¡ernos; R a - siete años. —¡Dame, p o r favor, de las mandrago- Ahora bien, ¿cuándo voy a hacer y o tam-
quel, en cambio, ci'il iipiieslii y de bello •'i Ahora bien, viendo Yahveh q u e Lía ras de tu hijo! * bién por mi casa?
semblante.* i»('onio Jacob a m a s e ya a era menospreciada, hízola fecunda, mien- 15
Respondióle L í a : " —¿Qué te he de dar?—dijo Labán.
Raque], contestó: tras Raquel quedó estéril. 32 Concibió, —¿Te parece poco haberte cogido a mi Y replicó J a c o b :
—Te serviré siete alio» a c a m b i o de Ra- pues, Lía y dio a luz un hijo, al cual puso esposo, q u e vas también a cogerte las — N o me des n a d a ; volveré a pastorear
quel, tu hija menor. por n o m b r e Rubén, pues dijo: «Por cuan- m a n d r a g o r a s de mi hijo? y guardar t u rebaño, si me haces lo si-
19
Respondió I ,ahim: to Yahveh h a visto m i aflicción (raá be- Y Raquel contestó: guiente: 3 2 Pasaré hoy p o r medio de t o d o
—Mejor es dártela n li q u e entregarla onyi), ciertamente a h o r a m e a m a r á m i — P o r eso se acostará aquél contigo es- tu rebaño, separando de allí toda res
yo a o t r o hombre; quédale conmigo. marido». 33 Y concibió nuevamente y p a - ta noche en compensación de las man- < moteada y m a n c h a d a de color y toda
20
Sirvió, pues, Jacob p o r Raquel siete rió otro hijo, exclamando: « E n verdad dragoras de tu hijo. r e s > * negra entre los corderos y m a n -
años, q u e fueron a sus ojos c o m o unos Yahveh ha oído (samó) q u e y o era me- lfi Llegó, pues, Jacob del c a m p o p o r la chada y moteada entre las cabras; y ése
días, d a d o el amor que la profesaba. nospreciada y me ha concedido también tarde y Lía salió a su encuentro, dicien- será m i salario. * 33 Y m i rectitud d a r á
21
Entonces dijo Jacob a I.abatí; «l'ues a éste». Y lo llamó Simeón. 34 Otra vez d o : «Tienes q u e llegarte a mí, p o r q u e te testimonio a mi favor el día de m a ñ a n a ,
se h a cumplido mí pla/o, llame mi m u - concibió y parió un hijo, diciendo: « A h o - he alquilado formalmente p o r unas man- cuando el rebaño se presente ante ti p a -
jer p a r a q u e me llcuiie a ella». i 2 Y La- ra sí que se adherirá (yWlavé) m i marido dragoras de mi hijo». E n efecto, yació él ra [liquidar] m i salario; todo lo que n o
bán congregó a loda la nenie del l u ^ t r y a mi, pues le he parido tres hijos». P o r con ella aquella noche, 17 y Dios escuchó sea m o t e a d o y m a n c h a d o de color en el
celebró u n festín; •P| nías por la noche lo- eso púsole de nombre Lcví. 35 Y aun con- a Lía, la cual concibió y parió a Jacob un cabrío y negro entre los corderos, será en
m ó a su hija l í a y la condujo d o n d e Ja- cibió de nuevo y dio a luz u n hijo, y ex- quinto hijo. I s Y ella afirmó: «Dios me mis m a n o s como hurtado.
cob, q u e se llegó a ella. ••'' A d e m á s , La- c l a m ó : «Ahora alabaré (ocié) a Y a h v e h » ; ha otorgado mi recompensa (xckíirí) por 34 ¡Conforme — respondió L a b á n — ;
bán diole su propia sierva Zilpá a Lía, p o r eso le llamó Judá. Y cesó de parir. haber d a d o mi esclava a nú marido»; y sea como dices!
su hija, para esclava. 2 5 A la m a ñ a n a si- púsole al niño por nombre hsacur. | g Y de
guiente [echó de ver Jacob] q u e e r a Lía >5 Y aquel mismo día separó los m a -
nuevo concibió Lía y parió u n sexto hijo chos cabríos listados y m a n c h a d o s y t o -
y dijo a L a b á n : a Jacob. 2 0 Lía dijo entonces: «Me h a he- das las cabras moteadas y manchadas, t o -
cho Dios buen regalo: a h o r a habitará do lo que tenía algo de blanco, y todo lo
(yi-zbeleni) conmigo m i marido, pues le negro entre los corderos, y lo puso en m a -
Nuevo» hijos d e Jacob y prosperidad d e éste he parido seis hijos», y d e ahí que le pu- no de sus hijos. 36 A d e m á s señaló u n a
siera p o r n o m b r e Zabulón.* 2 i Más ' a r - distancia de tres jornadas entre él y J a -
4 de dio a luz una hija, a la que llamó Dina. cob, el cual pastoreaba el rebaño restan-
1 A h o r a bien, viendo Raquel q u e Diole, pues, a su esclava Bilhá p o r
30 n o daba hijos a Jacob, luvo celos esposa y llegóse a ella Jacob. 5 Y Bilhá 22
Por fin, se acordó Dios de Raquel y te de Labán.
de su h e r m a n a y dijo a J a c o b : concibió y parió a Jacob un hijo. 6 E n - escuchóle Dios, d a n d o fecundidad a su 37 A h o r a b i e n , p r o p o r c i o n ó s e J a c o b
— D a m e hijos, pues, si no. "ie muero. tonces exclamó R a q u e l : «Dios m e h a he- seno. 2 3 Concibió, pues, y dio a luz u n unas varas verdes de estoraque, de al-
2 cho justicia (danarmi) y h a escuchado m i
Entonces se encendió en cólera J a c o b hijo. Entonces exclamó: «¡Ha quitado m e n d r o y de plátano, e hizo en ellas unos
contra Raquel y respondió: clamor, concediéndome u n hijo». P o r eso Dios m i o p r o b i o ! » * 2 4 Y le puso p o r descortezos blancos, dejando al descubier-
—¿Acaso estoy yo en el lii|«iir d e Dios, púsole de n o m b r e Dan. ^ Y nuevamente n o m b r e José, diciendo: « A ñ á d a m e (yo- to la albura de las varas. * 38 Luego colocó
que te h a negado fecundidad? concibió y parió Bilhá, esclava de R a q u e l , sef) Yahveh otro hijo». delante del ganado, en los pilones o abre-
3 Y ella contestó: segundo hijo a Jacob. 8 Y afirmó R a q u e l : 25
«Luchas (naftulé) sobrehumanas h e reñi- A h o r a bien, cuando Raquel h u b o pa- vaderos del agua, donde venia a beber el
—Ahí tienes a mi esclava Billiá: lléga- rido a José, dijo Jacob a L a b á n : rebaño, las varas descortezadas; y era
te a ella p a r a que dé a lu/ sobre mis r o - do (naftalti) con mi h e r m a n a y he venci-
dillas y tenga yo hijos por medio de ella. * do». Así, pues, le denominó Naftalí.
13
M E PROCLAMARÁN DICHOSA: o felicitarán.
14
12
PARIENTE: lit. hermano, <H|iií, t: °n esa significación, propiamente 'sobrino'. MANDRAGORAS : los antiguos creían que estas manzanas amarillas, pequeñas como nueces
14 HUESO MÍO Y CARNE MÍA: C.s d., mi consanguíneo o pariente. y de20
olor muy agradable, eran a propósito para despertar la fecundidad.
17
TIERNOS: otros, apagados. ' n arillo. 2i
HABITARÁ: sentido dudoso. Otros: tolerar i, honrará ..
27
T E ENTREGARÉ TAMBIÉN A AQUÉLLA: luego Moisés aboliría estos abusos de poder tomar 32
EL OPROBIO: el que representaba para una mujer hebrea la carencia de hijos.
por esposa a la hermana de la primera mujer (cf. Lev 18,18). PASARÉ .: o bien (cf. V y G), «repasa hoy tu rebaño y aparta .». Después de haber separado
del rebaño las reses de determinado color, además poco frecuente, las que nazcan de esos tonos
3
SOBRE MIS RODILLAS: quizá aluda a un rito de adopción. || TENGA YO HIJOS POR MEDIO DE
serán para Jacob. Tal es el pacto, que parecía harto favorable a Labán, por lo que éste se apresura
30 ELLA: tal era entonces'el derecho, como se vio en 16,?,
a aceptarlo.
3? ESTORAQUE: las antiguas versiones (SGV), más bien «álamo blanco, chopo».
Bover-Cantera 3
3B 23 GÉNESIS 3 1 2*-81 87
66 GÉNESIS 3 0 — 31
jornadas, dándole alcance en la montaña —¿Cuál ha sido mi crimen o cuál mi
c u a n d o éste poníase berriondo al llegar que se hallaban berriondas las reses m á s de Galaad. * 24 p e r o Dios llegóse a La- culpa para que me persiguieras con tal
a abrevarse. 39 De esta suerle el ganado robustas ponía Jacob las varas a vista bán el arameo en sueño nocturno y dí- empeño? 3 7 Puesto que has registrado to-
se enceló a la vista de las varas y después del rebaño en los pilones para que entrase jole: «¡Guárdate de hablar con Jacob ni do mi bagaje, ¿qué has hallado de todos
parió crías listadas, moteadas y mancha- en celo ante las varas. 4 2 En cambio, cuan- bien ni m a l ! » * 2 5 Alcanzó, pues, Labán los objetos de tu casa? Ponió aquí a la
das. * 4 0 Entonces Jacob separó los cor- do el ganado estaba débil no las colocaba; a Jacob, el cual había plantado su tienda vista de mis parientes y de los tuyos,
deros, dirigiendo ese g a n a d o hacia las y así los animales endebles eran para La- en la m o n t a ñ a , fijando Labán la suya ' para que ellos sean jueces entre nosotros
reses listadas y poniendo, en cambio, t o d o bán y los robustos para Jacob. 4 J Jacob en el monte de Galaad. * dos. 38 A h o r a . h a c e veinte años que estoy
hízose así muy rico, muy rico, y logró te- 2 contigo: no han q u e d a d o en ellos sin
lo negro en el rebario de Labán, y él 6 Entonces dijo Labán a J a c o b :
colocó sus hatos uparle, sin ponerlos junto ner numerosos rebaños, y criadas, y sier- —¿Que has hecho, que me has engaña- crías tus ovejas ni tus cabras, ni me he
3(
al rebaño de Labán. 41 Además, cada vez vos, y camellos, y asnos. do y te has llevado a mis hijas cual pri- comido los carneros de tu rebaño. > Ja-
27
sioneras de guerra? ¿Por qué huíste fur- más te traje res despedazada; yo mismo
tivamente y me engañaste y no me lo pagaba el d a ñ o ; de mi m a n o lo exigías,
Jacob regresa a Canaán anunciaste, de suerte que yo te hubiera tratárase de lo que me robaron 40
de día
despedido con alegría, con cantos, adufe o de lo r o b a d o de noche. * D u r a n t e el
Oí 1 Mas oyó lns palabras de los hijos c h a d o s ; porque he visto lo que Labán ha y cítara? 28 ¡Ni me has dejado dar un día me devoró el calor, y el hielo por la
** » de Labán, que decían: «Jacob se ha hecho contigo. n Y o soy el Dios de Bet- beso a mis nietps y mis hijas! Asi, pues, noche; el sueño, además, huyó de mis
apoderado de todo lo de nuestro padre y El, donde ungiste una mussebá y donde has o b r a d o neciamente. 29 Tengo poder ojos. 41 Llevo ya veinte años en tu casa:
con lo que a nuestro padre pertenecía ha tú me hiciste un voto. A h o r a disponte, de sobra para h a c e r / e " m a l ; pero el Dios te he servido catorce p o r tus hijas y seis
formado (oda esa opulencia». 2 Y, ob- sal de este país y vuelve a tu patria». * de tu" padre me habló ayer noche di- por tu rebaño, 42
y diez veces cambiaste mi
servando Jacob el semblante de Labán, 14
Entonces Raquel y Lía respondieron, c i e n d o : « G u á r d a t e de hablar con Jacob salario. Si no hubiera estado de mi
advirtió que no era para con él como en diciéndole: ni bien ni mal». 3° A h o r a bien, podías parte el Dios de mi padre, el D i o s de
días anteriores. 3 Además, Yaliveh dijo a —¿Por ventura tendremos ya parte y haber partido libremente, puesio que an- A b r a h a m y el Temor de Isaac, de fijo
J a c o b : «Vuélvete al país de tus padres y a herencia en la casa de nuestro padre? helabas con vehemencia tu casa paterna; me habrías ahora despedido de vacío.
tu parentela, que yo seré contigo». "'Citó, 15
¿No fuimos estimadas por él cual ex- mas ¿por qué me has hurlado mis dio- Dios ha visto mi aflicción y la fatiga de
pues, Jacob a Raquel y Lía en el campo, tranjeras, pues nos vendió e incluso se ses? mis manos y ayer noche te amonestó.
d o n d e estaba su rebaño. 5 Y les dijo: ha comido de lleno el dinero dado por 31 Y contestó Jacob diciendo a L a b á n : 43
Entonces t o m ó la palabra L a b á n y
—Observo que el semblante de vuestro nosotras? 16 Pero, en verdad, toda la ri- —Temía, en verdad, porque pensé que
replicó a J a c o b :
p a d r e no es para mi c o m o días a t r á s ; queza que D i o s ha quitado a nuestro podías arrebatar a tus hijas de mi lado.
32 [Por 10 demás j , n o viva aquel en cuyo —Esas hijas son mis hijas; los hijos,
a u n q u e el Dios de mr padre ha estado de padre, nuestra es y de nuestros hijos.
mi parte. 6 Vosotras sabéis que he servido Así, pues, haz a h o r a cuanto Dios te ha poder encuentres tus dioses; en presen- mis hijos, y el rebaño, mi rebaño, y t o d o
cia de nuestros parientes inspecciona tú cuanto ves es mío. Así, pues, ¿qué podré
a vuestro padre con (odas mis fuerzas: dicho.
7 17 mismo lo que haya tuyo" entre mis co- hacer hoy a esas mis hijas o a los hijos
vuestro padre, empero, me engañó, cam- Aprestóse, pues, Jacob, m o n t ó a sus
sas y cógetelo. que engendraron? 4 4 Por tanto, ven, pac-
b i a n d o diez veces mi salario, aunque Dios hijos y sus mujeres sobre los camellos temos alianza tú y yo para que sirva de
J8
no le ha dejado que me dañase. * 8 Si él y se llevó todos sus ganados y toda Pues Jacob no sabía que Raquel los testimonio entre los dos.
decía: «Las crías moteadas serán tu sa- la hacienda que había adquirido, los bie- 45
había hurlado. " F.ntró, en efecto, La- T o m ó , pues, Jacob u n a piedra y la
lario», t o d o el rebaño salía m o t e a d o ; y nes de su propiedad que había logrado bán en la tienda de Jacob, en la de Lía erigió en maxschá. 4Í> Luego dijo Jacob a
c u a n d o decía, en c a m b i o : «Las listadas en Paddán A r a m , dirigiéndose a casa de y en la de las dos esclavas y no los halló. sus parientes: «Recoged piedras», y co-
constituirán tu paga», todo el hato nacía Isaac, su padre, en tierra de Canaán. Entonces salió de la tienda de Lia y gieron piedras e hicieron un majano y co-
listado. s Así, pues. Dios ha arrebatado el ,Q
A h o r a bien, Labán había m a r c h a d o a penetró en la tienda de Raquel. 34 A h o r a mieron allí sobre aquel montículo. 4 7 La-
g a n a d o a vues'ro padre y me lo ha d a d o a esquilar su rebaño, y Raquel hurtó los bien, Raquel había cogido los terafim y bán lo denominó Yegar sahaduta, y Jacob
mí; '0 y suctuió que c u a n d o estaba en lerafim que su padre tenía. * 2 0 Por otro habíalos colocado entre la enjalma del lo llamó Galed. ' '••Y exclamó L a b á n :
celo el r e b a ñ o , alcé mis ojos y vi en sue- lado, Jacob engañó a Labán el arameo, camello y habíase sentado sobre los mis- «Sea hoy testigo (ed) este majano (gal)
ños que los machos que cubrían el ganado no comunicándole que se escapaba. 21 H u - mos. Registró, pues, L a b á n toda la tien- entre ambos». Por eso se le llamó Galed.
eran listados y moteados y manchados. * yó, pues, con t o d o lo que poseía, y fue da y no los encontró. 3 5 Y ella dijo a su 49 Y también Mispá, p o r q u e dijo: «Vele
11 p a d r e : « N o se enoje mi señor si no pue- (yisef) Yahveh sobre nosotros dos cuan-
Y el ángel de Dios díjome en el sueño: y vadeó el río y se dirigió a la m o n t a ñ a
«¡Jacob!» «Heme aquí», contesté. 1 2 Y con- de Galaad. * 2 2 M a s c o m o al tercer día do levantarme en su presencia, por estar do nos hayamos alejado el uno del otro. *
t i n u ó : «Levanta, por favor, tus ojos y le fuera anunciado a Labán que Jacob con la regla». Y escudriñó Lahán por 5 0 Si a mis hijas maltratas, o si tomas
mira c ó m o todos los machos que cubren había huido, 2 3 t o m ó a sus parientes con- toda la tienda " y no halló los terafim. otras mujeres a más de mis hijas, aunque
36
al g a n a d o son listados, moteados y man- sigo y lo persiguió p o r espacio de siete Entonces se encolerizó J a c o b y re- nadie haya con nosotros,5 mira, Dios es
criminó a Labán. T o m ó , pues, Jacob la testigo entre los dos». * ' Dijo además
39
CRÍAS: sabido es que la impresión producida por la imaginación excitada de la madre en palabra y dijo a L a b á n : L a b á n a J a c o b : « H e aquí este majano y
el momento de concebir y siguientes influye en la conformación del fruto. Al aprovechamiento
de esta ley fisiológica se unió la particular providencia de Dios sobre Jacob.
7
CAMBIANDO... m SALARIO: por lo que se deduce del v. siguiente, Labán intentó diez veces
31 en seis años esquivar aquellos resultados tan desfavorables para él, trocando los términos
22-23 TERCER DÍA..., SIETE JORNADAS: 3 y 7 serían aquí cifras sistemáticas (cf. Rev. Bib. [1948]
324).
del 10
contrato relativos a los partos bianuales de las reses.
MACHOS: tanto los cabríos como los moruecos. || GANADO: propiamente el menor. 24
25
y 29 Ni BIEN NI MAL: e. d., en ningún sentido.
t 3 EL DIOS DE BET-EL: entiéndase con GT el Dios que se te apareció en Bet-El (cf. 28,18-22). GALAAD : en la TransJordania, hacia Damasco. Jacob acampó más al sur, en Mispá o Masfa,
El ángel asume la representación de Yahveh y habla en su nombre. según
39
el v.40.
19
TERAFIM: imágenes de ciertos dioses domésticos o penates. Según la legislación horrita, 47
TRAJE RES DESPEDAZADA : presentándola el pastor, quedaba exento de indemnizar (Ex 22,12).
cuyos textos, aproximadamente de la mitad del segundo milenio a. de C , nos han revelado las ex- GALED: ambas denominaciones, la primera en arameo y la segunda en hebreo, significan
cavaciones (1925-35) de Kirkuk y Nuzi, al este del Tigris, la posesión de los dioses familiares auto- 'majano
49
del testimonio'. De Galed derivó el nombre Galaad.
rizaba al poseedor a una participación en la herencia paterna, lo cual explica el robo llevado a cabo 50
VELE: por al cumplimiento de la obligación contractual, significada en el majano.
por Raquel y la importancia dada al asunto por Labán, que, si no era pagano, sí, al menos, supers- AUNQUE NADIE HAYA CON NOSOTROS, MIRA: prps. 1. c. G «aunque nadie hay entre nosotros
ticioso. que lo vea»; nadie de la parte de Labán pueda observar el trato de Jacob a sus esposas.
2' Río: el Eufrates.
2 7
GÉNESIS 3 1 ''a 2Ü GÉNESIS 3 2 —33" 69
68 32
— N o te dejaré partir sino c u a n d o me Y contestó:
ve ahí la massebá que he erigido entre juró Jacob p o r el T e m o r de su p a d r e hayas bendecido. —¿Por qué preguntas mi nombre?
los tíos; 52 testigo sea este majano y tes- Isaac. 5 4 Luego ofreció Jacob un sacrifi- 27
28 Y él le p r e g u n t ó : Y allí mismo le bendijo, despidiéndo-
tigo la massebá c e que ni yo he ele pasar cio en la m o n t a ñ a e invitó a sus parientes —¿Cuál es tu nombre? se. * 303i Jacob denominó al lugar Penuel,
este majano hacia ti ni tú pasarás hacia a comer. Comieron, pues, y pasaron la Y contestó: p o r q u e [se d i j o ] : « H e v i s t o a Dios
mi este majano y esta massebá con ánimo noche en el monte. 55 i Por la m a ñ a n a le- —Jacob. (El) cara a cara (panim), y, sin em-
avieso. 53 El Dios de Ahraham y el Dios vantóse temprano Labán, besó a sus nie- 28
29 Entonces aquél afirmó: bargo, mi vida ha quedado a salvo».
de Najor juzguen enlre nosotros: < e l tos y sus hijas y los bendijo; luego partió — Y a n o será tu n o m b r e J a c o b , sino 11
32 En cuanto pasó de Penuel le salió el
D i o s del padre de ellos:- '». Entonces y regresó a su p u n t o de residencia. Israel, p o r cuanto has luchado (sarita) sol, e iba cojeando del muslo. 3233 Por eso
con Dios (El) y con los hombres y has los israelitas no comen el nervio ciático
salido victorioso. * que hay en la articulación del muslo, por
Embajada de Jacob a Esaú y lucha con el ángel 29
3o Jacob entonces preguntóle dicien- haber tocado [el ángel] la articulación del
do: muslo en el nervio ciático.
QO ^2 También Jacob prosiguió su ca- pués, de lo que traía consigo, t o m ó como —Declárame, p o r favor, tu n o m b r e .
Oít mino. Encontráronse con él unos presente para su h e r m a n o Esaú: 1 4 i 5 dos-
ángeles de Dios * 2 i y exclamó Jacob cuan- cientas cabras y veinte machos cabríos,
do los vio: « C a m p a m e n t o (majané) de
Dios es éste»; por lo cual puso de n o m b r e
doscientas ovejas y veinte c a r n e r o s ,
l5
H5 treinta camellas criando con sus crías,
Encuentro y reconciliación de Esaú y Jacob
a aquel lugar Majaiu'iyim. cuarenta novillas y diez novillos, veinte O O 1 A h o r a bien, alzando Jacob los — Y o tengo m u c h o ; h e r m a n o mío, sea
3 asnas y diez pollinos. 1*17 Entregó en ma-
4 Luego envió Jacob emisarios ante sí * ' * ' ojos, miró, y he aquí que Esaú ve- para ti lo que es tuyo.
a su hermano Esaú, a tierra de Seir, al nos de sus servidores cada hato por se- nía a c o m p a ñ a d o de cuatrocientos hom- 10
M a s respondió J a c o b :
c a m p o de Edom. 45 Y los m a n d ó , dicien- p a r a d o y dijo a los criados: «Pasad de- bres. Entonces repartió los hijos en torno — N o , por favor; si he hallado gracia
d o : «Así diréis a mi hermano Esaú: 'Esto lante de mí y dejad un espacio entre hato a Lía y Raquel y en torno a las dos sier-
y hato». 17 ig Y dio órdenes al primero: a tus ojos, acepta de mis m a n o s mi obse-
ha dicho tu servidor J a c o b : he residido vas. 2 Y puso a las siervas y sus hijos en quio, puesto que he contemplado tu ros-
c o m o huésped en compañía de Labán, « C u a n d o te encuentre mi hermano Esaú cabeza, detrás a Lía y sus hijos, y a Ra- tro c o m o quien ve el rostro de Dios y me
deteniéndome allí hasta ahora. * 5 6 Po- y te pregunte: '¿De quién eres, y adonde
vas, y a quién pertenece eso que te prece-
quel y José los postreros. ' El, por su par- has recibido benévolamente. * u Recibe,
seo toros, asnos, g a n a d o menor, siervos te, se les adelantó y se prosternó en tierra
y siervas, y quiero enviárselo a comuni- de?', I s in responderás: 'A tu servidor Ja- siete veces hasta llegar cerca de su her-
car a mi señor con objeto de hallar gracia cob; es un presente que envía a mi señor m a n o . 4 Entonces Esaú corrió a su en-
a tus ojos'». (,v Mas tornaron los emisa- Esaú; y he aquí que también él viene en cuentro, lo abrazó, echóse sobre su cuello
rios a Jacob, diciendo: « l i e m o s ¡do a tu pos de nosotros'». 192o Y también al se- y lo besó, rompiendo a m b o s a llorar.
h e r m a n o Esaú, e incluso viene a lu en- gundo, y al tercero, y a todos los que iban 5
Luego alzó Esaú sus ojos y, viendo a
c u e n t r o a c o m p a ñ a d o de c u a t r o c i e n t o s Iras los hatos m a n d ó diciendo: «Tales pa- las mujeres y los niños, p r e g u n t ó :
hombres». 78 Entonces Jacob Icniió mu- labras dirigiréis a Esaú c u a n d o lo halléis. —¿Qué son éstos tuyos?
cho y se angustió, y dividió la gente que 21)21 Y añadiréis: 'He aquí que tu servidor Espada de bronce de Sikern. (Watzinger, «Denk.
traía consigo, así c o m o las ovejas, los to- Jacob viene tras de nosotros'». Porque Y contestó: Palást», r, lám.24.)
ros y los camellos, en dos c a m p o s : 89 pues pensó: «Aplacaré su semblante con el -Son los hijos con que Dios hizo mer-
se dijo: «Si Esaú llega al c a m p a m e n t o presente que me precede, y después de ced a lu servidor. pues, por favor, el regalo mío que se te
primero y lo desbarata, quedará a salvo esto veré su rostro; quizá me acoja afa- * Acercáronse entonces las siervas jun- ha traído, ya que Dios me ha sido p r o -
el c a m p o restante». blemente». tamente con sus hijos y se echaron a sus picio y pues tengo de todo.
9 2I
pies. 7 En seguida llegóse también Lía con Y, c o m o le porfiara, lo aceptó.
io Luego exclamó J a c o b : «¡Oh Dios de ?2 Desfiló, pues, el presente delante sus hijos y se humillaron reverentes. Por 12
Luego dijo:
mi padre A b r a h a m y Dios de mi padre de él, que pernoctó aquella noche en el fin se aproximaron José y Raquel y se — P a r t a m o s y marchemos y yo iré de-
Isaac, Yahveh, que me dijiste: 'Vuelve a campamento. 2223 Pero aquella misma no- prosternaron humildemente. 8 Pregun- lante de ti.
tu país y tu parentela, que yo te favore- che se levantó y, t o m a n d o a sus dos espo- tó él: 13 M a s Jacob le contestó:
ceré'! 1 0 u Sobrado pequeño soy para to- sas, sus dos criadas y sus once hijos, atra- —¿Qué significa toda esa caravana que — M i señor sabe que los niños son tier-
das las mercedes y lealtad de que has vesó el vado de Y a b b o q . 2324 Cogiólos, he encontrado? nos y traigo conmigo ovejas y vacas que
hecho objeto a tu siervo; pues con sólo pues, y los hizo pasar el'torrente, asimismo Y replicó: están c r i a n d o ; y si u n día lo arrean con
m i cayado vadeé este Jordán y ahora he todo * lo que tenía. violencia, perecerá todo el ganado. * 14 Pa-
—Es p a r a hallar gracia a los ojos de
venido a formar dos c a m p a m e n t o s . * 24
2.s Quedóse, pues, Jacob solo, y u n mi señor. se, pues, mi señor delante de su servidor,
lij2 Sálvame de las m a n o s de mí hermano, h o m b r e estuvo luchando con él hasta ra- 9
Contestó E s a ú : y yo seguiré, a mi comodidad, al paso
de las m a n o s de Esaú, pues le temo, no yar el alba. * 2526 C o m o viese que no le
sea que llegue y me hiera a la madre con podía, alcanzóle en la articulación del
los hijos. 1 2 j j M a s tú dijiste: «Yo te fa-
muslo, y se descoyuntó la articulación 28
voreceré sin falta y haré lu descendencia 29 ISRAEL: e. d., según esta explicación etimológica, él lucha con Dios. Para algunos la etimo-
del muslo de Jacob mientras peleaba con logía sería, a semejanza de otros nombres teóforos con El (Dios) como sujeto. Dios lucha [por é!].
c o m o la arena del mar, que por lo abun- él. 2627 Entonces dijo [el personaje]: Otros lo explican como mera sustitución de un originario Iesharel, del que derivaría el cariñoso
dante no puede contarse». —Déjame marchar, pues raya el alba. leshurum; o como Dios brilla (cf. ár. shariye, aplicado al brillar del relámpago). Para N. Walker
u
i 4 Y pernoctó allí aquella noche. Des- M a s respondió J a c o b : = Yah de Seir es 'EL
29
30 NOMBRE : era considerado en la antigüedad como doble fónico de la persona que lo llevaba,
y obligaba en cierto modo a entrar en relación con quien lo invocase. De ahí, señala Zolli, que no
se revelase gustosamente.
Q O l2 MAJANÁYIM: 'cT.mpamcnto(s)' o 'doble campamento'; es ciudad de TransJordania, ai
^4 norte del río Yabboq, hoy Wadi-ex-Zerka. O O 10 H E CONTEMPLADO TU ROSTRO... : o bien, me he presentado ante ti como quien se presenta
5 Tu SERVIDOR: Jacob extrema las muestras de humildad, tratando de ganarse la voluntad ^ 13 ante Dios, e. d., con gran respeto y ofrendas generosas.
de su
10
hermano. Mi SEÑOR SABE... : Jacob elude de hábil manera la compañía de su hermano, de cuyos senti-
n ESTE JORDÁN: no se hallaba lejos de Majanáyim, donde Jacob estaba. mientos no parece estaba muy seguro. Luego (v.17), cambiando de camino, baja al valle del Jordán,
24
25 U N HOMBRE: en forma humana, ese ángel representaba a Dios (cf. v.29 y Os 12,4-6), para pasar ñnalmente a Canaán.
que prueba a su siervo y se deja vencer por sus ruegos.
a1
70 GÉNESIS 3 3 " — 3 4
GÉNESIS 34"—35 " 71
del ganado que me precede y al paso de También hizo cabanas (sukkot) para su
los niños, hasta que llegue d o n d e mi se- g a n a d o ; por eso puso por nombre al lu- pues, en el país y recórranlo negociando, 1 26 También a J a m o r y a Sikem, su hijo,
ñor, a Seir. gar Sukkot. * 18 y Jacob, a su venida de p o r q u e la tierra se ofrece ante ellos muy m a t a r o n a filo de espada, y t o m a r o n a
15
Y respondió Esaú: P a d d á n A r a m , llegó felizmente a la ciu- espaciosa. T o m a r e m o s a sus hijas por es- Dina de la casa de Sikem y se salieron.
posas nuestras y les daremos nuestras 27
—¡Permite deje atrás contigo parte de dad de Sikem, que está en el país de Ca- Los hijos de Jacob se lanzaron sobre
la gente que me acompaña! naán, y a c a m p ó delante de la ciudad. * hijas. 2 2 Pero sólo con esta condición acce- los muertos y saquearon la ciudad por
19 derán los hombres a nuestros deseos de
A lo que contestó: Luego c o m p r ó la parte de campo en haber deshonrado a su hermana. 2 8 A d e -
—¿Y eso para qué? M e contento con que había desplegado su tienda, de m a n o habitar con nosotros y formar un solo más cogiéronse los rebaños, las vacadas
hallar gracia a los ojos de mi señor. de los hijos de Jamor, padre de Sikem, pueblo: con la de que sean circuncidados y los asnos de aquéllos, más lo que había
16
Volvióse Esaú aquel día p o r su ca- por cien quesitás. * 2 0 Y erigió allí un altar, todos nuestros varones c o m o ellos son en la ciudad y cuanto existía en el campo,
m i n o a Seir, 1 7 mientras Jacob marchó a al cual denominó El-Elohé-Israel. circuncidados. 2 3 Sus rebaños, su hacien- 29
y toda la fortuna de los mismos, y cau-
Sukkot, donde se construyó una casa. da y todas sus bestias, ¿no serán nuestros tivaron a sus niños y mujeres, y saquea-
con sólo que accedamos a sus deseos para ron todo cuanto había en las casas.
que se queden con nosotros "?» •W Dijo entonces Jacob a Simeón y a
Rapto d e Dina y la venganza 24
Efectivamente, todos los concurren- Leví:
tes a la puerta de la ciudad dieron oídos — M e habéis perturbado, haciéndome
1 a Jamor y a su hijo Sikem, y fueron cir-
O A [Un dial salió Dina, la hija que ella: «¡Logre yo hallar gracia a vuestros odioso a los habitantes del país, a los
•* « Lia había dado a luz a Jacob, para ojos y lo que me digáis daré! I 2 Recargad- cuncidados todos los varones: [es decir], cananeos y los perezeos. Y o cuento con
ver las mujeres del país. 2 Y viéndola Si- me mucho donación nupcial y regalo, que todos los que solían concurrir a la puerta pocos hombres, y se congregarán contra
kem, hijo de Jamor, el jivveo, príncipe de yo entregaré cuanto me indiquéis; pero de la ciudad. 2 5 M a s sucedió que al tercer mí, me desbaratarán y seré exterminado
la región, la cogió, cohabitó con ella y d a d m e a la muchacha por esposa». * día, c u a n d o ellos estaban más aquejados juntamente con mi casa.
la forzó. 3 C o m o quedase él prendado de 13
Mas los hijos de Jacob, c o m o había de dolores, dos hijos de Jacob, Simeón y 31
M a s ellos respondieron:
D i n a , hija de Jacob, y amase a la mucha- deshonrado a Dina, su hermana, respon- Leví, h e r m a n o s de Dina, t o m a r o n sendas —Pues qué, ¿habían de tratar a nues-
cha, hablóla al corazón. 4 Además, Sikem dieron a Sikem y su padre Jamor, ha- espadas y se arrojaron sobre la ciudad a tra h e r m a n a c o m o a una prostituta?
habló a Jamor, su padre, diciendo: «Cá- blando * con falsía. 1 4 Dijéronle, pues: « N o mansalva, m a t a n d o a todos los varones. *
same con esa muchacha». podemos hacer eso de entregar nuestra
5 hermana a un hombre que no está cir-
Entre lanío, Jacob tuvo noticia d e q u e
aquél había deshonrado a su hija Dina: cuncidado, porque para nosotros es un Jacob en Bet-El. Muerte de Raquel e Isaac
mas, c o m o sus hijos so hallaran en el deshonor. 15 Sólo con esta condición acce-
c a m p o con el ganado de él, Jacob se calló deremos a vuestros deseos: si nos imitáis, «(" 1 Y dijo D i o s a J a c o b : «Anda, su- brecogió a las ciudades circunvecinas, p o r
hasta el regreso de ellos. * '' Jamor, padre siendo circuncidados todos vuestros va- ««' be a Bet-El y establécete allí. Cons- lo cual no persiguieron a los hijos de
de Sikem, se dirigió a Jacob para hablar- rones, "* entonces os daremos a nuestras truye un altar al Dios que se te apareció Jacob.
le. 7 Mientras, los hijos de Jacob, en oyén- hijas y nos cogeremos las vuestras y ha- c u a n d o huías de la presencia de Esaú, tu 6
Llegó, pues, Jacob, él y toda la gente
dolo, volvieron del campo, y los hom- bitaremos con vosotros, formándose u n hermano». 2 Dijo, pues, Jacob a su fami- que le a c o m p a ñ a b a , a L u z — o sea Bet-
bres se contristaron y encolerizaron mu- solo pueblo. 17 Pero si no nos escucháis, -lia y a todos los que con él estaban: El—, que está en tierra de Canaán. 7 Allí
cho, porque Sikem había cometido una haciéndoos circuncidar, tomaremos nues- «Retirad los dioses del extranjero que hay construyó un altar, y puso a aquel sitio
villanía confra Israel al cohabitar con la tra hija y nos marcharemos». en medio de vo.solros, purificaos y mu- el nombre de El-Bet-El, porque allí se le
hija de Jacob, no debiendo haber obrado " Las palabras de ellos parecieron bien daos los vestidos, * 3 y dispongámonos y habia aparecido Dios c u a n d o huía de la
de ese modo. * 8 H a b l ó , pues, Jamor con a los ojos de J a m o r . así c o m o a los de subamos a Bet-El, donde yo erigiré un presencia de su hermano. * 8 p 0 r entonces
ellos, diciendo: «Sikem, mi hijo, se ha Sikem, el hijo de Jamor. 19 Y el joven no altar al Dios que me escuchó en el día falleció Débora, la nodriza de Rebeca, la
p r e n d a d o de vuestra hija; dádsela, por tardó en llevarlo a cabo, porque estaba de mi angustia y me asistió en el viaje cual fue sepultada p o r bajo de Bet-El, al
favor, c o m o esposa. * 9 Emparentad con e n a m o r a d o de la hija de Jacob, y era él que emprendí». 4 Entregaron, en efecto, pie de la encina que se llamó Encina del
n o s o t r o s : dadnos vuestras hijas y cogeos el más respetado de toda la casa de su a Jacob todos los dioses extranjeros que llanto.
las nuestras. 10 Habitaréis, pues, con nos- padre. 2 0 Así, pues, J a m o r y su hijo Si- tenían en su poder y los pendientes de 9
otros, y la tierra estará a vuestra disposi- Y apareció Dios otra vez a Jacob a
kem se dirigieron a la puerta de la ciudad sus orejas, y Jacob los escondió al pie de
ción; estableceos, rccorredla negociando su regreso de P a d d á n A r a m y lo bendijo,
y hablaron a los habitantes de ésta di- la encina que había junto a Sikem. 5 Lue- 10
y adquirid posesión en ella». n Además, y díjole D i o s :
c i e n d o : * 21 «Estos hombres se hallan en go p a r t i e r o n ; un temor sobrenatural so-
Sikem dijo al padre y a los hermanos de buena armonía con n o s o t r o s ; habiten,
«Tu n o m b r e es J a c o b ; I pero ya n o se llamará
17
SUKKOT: al este del Jordán, en el camino entre Sikem y Penue!. tu n o m b r e Jacob, | sino que Israel | será tu nombre».
18
FELIZMENTE : o sano y salvo, hebr. salem, que GV interpretan «a Salem» o Jerusalén. || SIKEM:
famosa ciudad en el centro de Samaría, en el paso entre los montes Guerizim y Ebal. Luego llamóse Púsole, pues, p o r n o m b r e Israel, n Y añadióle D i o s :
Neápolis v hoy Naplusa. «Yo soy El-Sadday; | crece y multiplícate; |
19
QÚESITÁ: determinado peso, utilizado antiguamente como moneda. Se cree equivalía al
peso de un cordero, y de ello recibió el nombre. |¡ EL-ELOHÉ-ISRAEL: ¿El [es] el Dios de Israel? un pueblo y una muchedumbre de pueblos | procederán de ti,
Otros, «Potente Dios de Israel». y reyes saldrán de tus lomos. *
12
5 La tierra | que di | a A b r a h a m y a Isaac, | a ti la d a r é ;
HASTA EL REGRESO DE ELLOS: quedó anotado (24,29) cuánta parte tenían los hermanos en
34 7
los asuntos de las hermanas. 25
y a tu descendencia después de ti | daré la tierra».
ISRAEL : este nombre tiene aquí ya valor de gentilicio, indicador de toda la tribu. SIMEÓN Y LEVÍ: hermanos uterinos de Dina.
8
VUESTRA HIJA: e. d., vuestra muchacha; o es que, dirigiéndose al padre y a los hermanos, entre
hija 1y2 hermana se escoge el primer nombre, que hace referencia a la persona de más respeto del grupo. 3v w5 J ^ O S D,OSES D E L EXTRANJERO: e. d., cuantos objetos revelaran creencia en dioses distintos
ENTREGARÉ... : el esposo es en Oriente quien ha de entregar la dote al padre o familia de la del verdadero, como los terafim traídos por Raquel, cuyo culto parece no hablan abandonado
esposa. por completo, o Ídolos de los países paganos circundantes, pendientes con emblemas de significado
20
LA PUERTA DE SU CIUDAD: donde se ventilaban los asuntos públicos y a la cual concurrían los mágico o supersticioso, etc.
ciudadanos más significados. ' EL-BET-EL: e. d„ Dios de Bet-EI.
11
SALDRÁN DE TUS LOMOS: e. d., nacerán de ti, engendrarás.
72 GÉNESIS 3 5 13
36 ie
GÉNESIS 3 6 i r — 3 7 s 73
13 21
Luego retiróse Dios de junto a él Luego partió Israel y a r m ó su tien- [de la linea] de Reuel en el país de E d o m ; í tas, según sus respectivos principados en
< e n el lugar donde con él había habla- da m á s allá de Migdal-Eder. * 22 Y mien- éstos los descendientes de Ada. 1 7 Los el país de Seir.
d o *. I 4 Y Jacob erigió u n a massebá en tras m o r a b a Israel en aquel país acaeció hijos de Reuel, hijo de Esaú, son éstos: 31
A h o r a bien, los reyes que reinaron
el sitio donde Dios había hablado con que fue R u b é n y cohabitó con Bilhá, el jeque Nájat, el jeque Zéraj, el jeque en la tierra de E d o m antes de que reina-
él, una massebá de piedra, sobre la cual concubina de su padre, e Israel tuvo n o - S a m m á , el jeque Mizzá. Tales son los se un m o n a r c a en" los hijos de Israel
ofreció una libación y d e r r a m ó aceite.
15
Jicia de ello. jeques [de la línea] de Reuel en el país fueron éstos. 3 2 Reinó en E d o m Bela,
Y llamó Jacob al lugar donde Dios ha- Eran entonces los hijos de J a c o b doce. de E d o m ; éstos los descendientes de Ba- hijo de Beor, y el n o m b r e de su ciudad
bía hablado con él Bet-El. 23
Hijos de Lía: R u b é n , primogénito; Si- semat, esposa de Esaú. 1 8 Por último, los fue D i n h a b á . 33 Y murió Bela y reinó
16 hijos de Oholibamá, mujer de Esaú, son
Después partieron de Bet-El, y, es- meón, Leví, Judá, Issacar y Zabulón. en su lugar Y o b a b , hijo de Zéraj de
24 éstos: el jeque Yeús, el jeque Yalam, el
tando todavía a una kibrá de camino para Hijos de R a q u e l : José y Benjamín. Bosrá. 3 4 Luego murió y reinó en lugar
llegar a Efrata, dio a luz Raquel y padeció 25
Hijos de Bilhá. sierva de R a q u e l : D a n jeque Qóraj. 19 Tales son los descendien- de él Jusam, del país de los temanitas.
g r a v e m e n t e en su a l u m b r a m i e n t o . * y Neftalí. 26 E hijos de Zilpá, sierva de tes de Esaú, o sea E d o m , y tales sus je- 35
Y murió Jusam y reinó en su lugar
17
Mientras pasaba los crueles dolores del Lía: G a d y Aser. Estos son los hijos de ques. H a d a d , hijo de Bedad, el cual derrotó a
parto, díjole la partera: « N o temas, por- 20
Jacob que le nacieron en P a d d á n A r a m . Los hijos de Seir el horrita, m o r a d o - los madianitas en el c a m p o de M o a b ; y
27
que también éste te h a resultado hijo». Después llegó Jacob d o n d e Isaac, su res de ese país, fueron éstos: Lotán, So- el nombre de su capital fue Avit. }t> M u -
i 8 Y sucedió que al exhalar ella el alma, padre, a M a m r é , a Quiryat-Arbá, o sea bal, Sibón, Ana, 21 Disón, Eser y Disán. rió después H a d a d y ocupó su puesto
pues murió, le puso p o r n o m b r e Ben-oní\ Hebrón, donde habían vivido c o m o fo- Tales fueron los jeques de los horritas Samlá de Masreqá. 3 7 Y murió Samlá y
pero su padre le llamó Benjamín. * ) 9 Mu- rasteros A b r a h a m e Isaac. * 28 Fueron los hijos de Seir en el país de E d o m . * 22 Fue- reinó en lugar suyo Saúl de Rejobot del
rió, pues, Raquel y fue enterrada en el días de Isaac ciento ochenta aflos. 2 g C u m - r o n los hijos de L o t á n : Jorí y H e m a m ; Río. 3 8 Luego murió Saúl y reinó en su
camino de Efrata, o sea Belén. 2 0 Y Jacob plidos, expiró Isaac y murió, reuniéndose y h e r m a n a de Y o t á n fue Timná. 23 Es- lugar Baal-Janán, hijo de A k b o r . 3 9 Y
erigió una massebá sobre su sepultura, anciano y colmado de días a su pueblo. tos son los hijos de Sobal: Alván, Ma- murió Baal-Janán, hijo de A k b o r , y en
es decir, la massebá de la sepultura de Esaú y Jacob, sus hijos, lo sepultaron. nájat, Ebal, Sefó y Onam. 24 Los hijos su puesto le sucedió H a d a r . El n o m b r e
R a q u e l hasta hoy [subsistente]. * de Sibón fueron éstos: Ayyá y Ana. Este de la ciudad del mismo fue Pau, y el
A n a es quien halló en el desierto las nombre de su mujer, Mehetabel, hija de
aguas termales c u a n d o apacentaba los M a t r e d , hijo e de Me-zahab.
asnos de Sibón, su padre. * 2 5 Y éstos
Los descendientes de Esaú fueron los hijos de A n a : Disón y Oholi-
40
Y éstos son los nombres de los je-
ques de Esaú según sus familias, sus lu-
0£í ' Esta es la genealogía de Esaú. o
9
A h o r a bien, ésta es la posteridad de b a m á , hija de A n a . * 2 6 Los hijos de D i -
són fueron éstos: Jemdán, Esbán, Yitrán gares y denominaciones: el jeque de Tim-
**" sea Edom. * 2 Esaú t o m ó sus espo- Esaú, padre de los idumeos, en la mon- ná, el jeque de Alvá, el jeque de Yetet. *
sas de entre las hijas de C'anaán: a Ada. taña de Seir. 10 Los nombres de los hi- y Kerán. 2 7 Los hijos de Eser fueron los 41
siguientes: Bilhán, Zaaván y A q á n . 2 8 Es- el jeque de Oholibamá, el jeque de
hija de Elón, hittila; a Oholibamá, hija jos de Esaú son éstos: Elifaz, hijo de Elá, el jeque de Piñón, 4 2 el jeque de
tos fueron los hijos de D i s á n : Us y
de A n a , hija II de Sibón el barrita "; ' y a Ada, mujer de Esaú; Reuel, hijo de Ba-
Aran. 2 9 Los jeques de los horritas fue- Quenaz, el jeque de Teman, el jeque de
Basemat, hija de Ismael, hermapa de Nc- semat, mujer de Esaú. n Los hijos de Mibsar, 4 3 el jeque de Magdiel, el jeque
Elifaz fueron: Teman, Ornar, Sefó, Ga- ron éstos: el jeque Lotán, el jeque So-
bayot. 4 D e Ada tuvo Esaú a Elifaz; Iml, el jeque Sibón, el jeque Ana, •'" el de Iram. Tales son los jeques de E d o m
Basemat dio a luz a Reuel, 5 y Oholi- tam y Quenaz. 1 2 Además fue concubina —o sea Esaú, padre de los idumeos—
de Elifaz, hijo de Esaú, Timná, de la jeque Dison, eJ jeque hscr, el jeque Di-
b a m á parió a Yeús, a Yalam y a Qóraj. sán. Tales son los jeques de los horri- conforme a la residencia de los mismos
Tales son los hijos de Esaú, que le na- cual tuvo Elifaz a Amaleq. Tales son los
en la tierra que ocupaban.
cieron en el país de C a n a á n . descendientes de Ada, esposa de Esaú.
13
6
Luego cogió Esaú a sus mujeres, sus Por otra parte, los hijos de Reuel son
éstos: Nájat, Zéraj, Sammá y Mizzá. Ta-
hijos y sus hijas y todas las personas de
les fueron los descendientes de Basemat, José y su venta
su casa, sus rebaños, todas sus bestias
esposa de Esaú. , 4 Finalmente, los hijos
y toda la fortuna que había adquirido de Oholibamá, mujer de Esaú, hija de O í ' Y asentóse Jacob en el país don- muchacho, acompañaba a los hijos de
en tierra cananea, y marchó a país c ale- Ana, hijo * de Sibón, fueron éstos: p a - "* I de su padre m o r ó c o m o foraste- Bilhá y Zilpá, esposas de su p a d r e ; y
jado de la presencia de Jacob, su h e r m a n o ; rióle a Esaú a Yeús, Yalam y Qóraj. ro, o sea el de C a n a á n . 2 Esta es la his- José hizo llegar a éste la mala fama que
7
p o r q u e la hacienda de ambos era h a r t o 15
toria de la familia de J a c o b : José, m u - de ellos corría. * 3 A h o r a bien, Israel a m a -
a b u n d a n t e para m o r a r juntos, y la tierra Los jeques descendientes de Esaú chacho de diecisiete años, pastoreaba con ba a José más que a todos sus hijos,
de su hospedaje no era capaz de susten- fueron los siguientes. Hijos de Elifaz, sus h e r m a n o s el rebaño. Siendo todavía por haberlo tenido en la vejez, y habíale
tarlos a causa de la copiosa ganadería primogénito de Esaú: el jeque Teman, el
de los mismos. s Establecióse, pues, Esaú jeque Ornar, el jeque Sefó, el jeque Que- 21
naz, K>el jeque Qóraj, el jeque G a t a m , Los HORRITAS, horitas, hurritas u hórreos: horí (o Jorí) es el nombre bíblico del cuneiforme
en la m o n t a ñ a de Seir: Esaú, o sea Khurri y el egipcio Khurrha, étnico que surgió en víspera de la expulsión de los Hyksós. Hoy se
Edom. * el jeque Amaleq. Tales son los jeques desecha explicarlo como «habitante de las cavernas», y créese eran resto de un pueblo que en la pri-
mera mitad del milenio segundo a. C. tuvo en Oriente, de Armenia a Egipto, expansión y poderío
extraordinarios, como han revelado recientemente los hallazgos de Nuzi-Kirkuk, Mari, etc. En la
tó «KIBRÁ» : medida de distancia: ¿una parasanga?, ¿unos nueve kms.? I¡ EFRATA: región feraz (de región de Seir fueron desplazados por los idumeos, y tampoco ellos eran autóctonos, pues sólo figuran
ahí.su nombre) que rodea a Belén, que también recibió aquella denominación. después de 1900. La mayoría de los clanes aquí enumerados tienen nombres comprobados como de
t s BEN-ONÍ : hijo de mi dolor o que me causa pesar, i] BENJAMÍN: hijo de ventura, de buen augu- carácter hurrita.
24
rio, afortunado. AGUAS TERMALES: así c. V. Sentido inseguro; para otros, serpientes.
20 25
HASTA HOY: todavía existe el monumento llamado «sepulcro de Raquel», en las proximidades ANA: trátase no del Ana del v.24, sino del citado en el v.20.
40
de Belén,
2
sobre la ruta que de Jerusalén procede. SEGÚN sus FAMILIAS Y LUGARES: o bien, con arreglo a sus tribus y puntos de residencia,
1 MIGDAL-EDER : torre del hato. según su distribución geográfica. En los vv.15-19 teníase más bien en cuenta el punto de vista ge-
27
QUIRYAT ARBÁ: la ciudad de los cuatro [¿patriarcas, barrios?]. nealógico.
Oí i LA GENEALOGÍA O posteridad de Esaú, patriarca de los edomitas, que se antepone en este 3 7 2 JOSÉ: SU historia constituye, por su dramatismo y gracia, una perla de la literatura narra-
^ ^ capítulo, extractada de una crónica de los reyes de Edom. " * tiva universal. En ella brillan maravillosamente la virtud del joven hebreo y los caminos de
8 SEIR : altiplanicie montañosa al SE. y SO. de! mar Muerto. Corresponde, en general, a la la Providencia, que utiliza la misma malicia humana para exaltar la fidelidad del justo. || LA MALA
Idumea y varió de extensión en la Historia, FAMA: quizá alguna fechoría deshonesta.
74 GÉNESIS 3 7 *-*!
GÉNESIS 37 S2—38 19 75
hecho una túnica de varios colores. * d i o — ; muéstrame, p o r favor, dónde pas-
* Vieron, pues, sus hermanos que su pa- torean. y, degollando u n chivo, empaparon la púsose un saco a los lomos e hizo duelo
dre lo amaba con preferencia a todos 17
Y contestó el h o m b r e : túnica en sangre. 3 2 Enviaron luego la por su hijo muchos días. 35 T o d o s sus
sus hijos * y cobráronle tal odio, que n o —Partieron de aquí, pues les " oí que túnica multicolor y la presentaron a su hijos e hijas aprestáronse a consolarlo;
podían hablarle pacíficamente. decían: «Vamonos a Dotayin». padre, diciendo: «Esto hemos hallado; m a s él se negó a recibir consuelo, y dijo:
5 Además, soñó José un sueño y lo re- M a r c h ó , pues, José en seguimiento de comprueba, por favor, si es la túnica de «De luto bajaré al seol donde mi hijo».
firió a sus hermanos, con lo cual acrecen- sus h e r m a n o s y hallólos en D o t a y i n . * tu hijo o no». 33 Reconocióla inmediata- Y su padre siguió llorándole. *
tóse el odio de ellos para con él. 6 Dí- 18 Ellos viéronle desde lejos y antes de mente y exclamó: «¡La túnica de mi hijo 36 [Entre tanto] fue vendido José en
joles, pues: que se acercase a ellos, maquinaron con- es! ¡Una bestia feroz lo ha devorado! ¡Con Egipto por los madianitas a Putifar, eunu-
—Escuchad este sueño que he soñado. tra él para matarlo. " Dijéronse, pues, toda certeza ha sido despedazado José!» co del F a r a ó n y jefe de la escolta. *
7
M i r a d : estábamos a t a n d o gavillas en unos a o t r o s : «Ahí viene ese soñador. 34 R a s g ó entonces Jacob sus vestiduras,
medio del c a m p o , y he aquí que la mía 2 0 Pues, ¡ea!, matémosle y arrojémosle en
levantóse y hasta se mantuvo derecha, y una de las cisternas y diremos: ' U n a
vuestras gavillas rodeaban y se inclina- bestia feroz lo ha devorado'. Así veremos Judá y Tamar
ban a mi haz. en q u é vienen a p a r a r sus s u e ñ o s » .
8 A lo que respondieron sus h e r m a n o s :
21
C u a n d o esto oyó Rubén trató de li- O Q ' Acaeció por entonces que bajó en efecto, T a m a r y vivió en casa de su
—Qué, ¿pretenderás reinar sobre nos- brarlo de manos de2 2 ellos, y dijo: « N o le « ' * ' Judá del punto donde estaban sus padre. I 2 Pasaron muchos días y murió la
otros? ¿Por ventura en nosotros vas a quitemos la vida». Y añadióles Rubén h e r m a n o s y vino hasta casa de un h o m - hija de Súa, esposa de Judá. el cual, con-
dominar? con intención de salvarle de sus manos, bre de A d u l l a m que se llamaba Jira. * cluido el luto, subió a T i m n á al esquileo
2
Y todavía subió de punto su odio con devolviéndolo a su padre: « N o derraméis Allí vio Judá a la hija de un cananeo de su rebaño, juntamente con Jira el
motivo del sueño y de sus palabras. sangre; arrojadlo a esa cisterna que hay llamada Súa y, tomándola p o r esposa, a d u l l a m i t a , amigo s u y o . 1 3 C o m u n i c á r o n -
9 Soñó aún otro sueño, que refirió a sus en el desierto, pero no pongáis en él la llegóse a ella; 3 la cual concibió y dio a selo a Tamar, diciendo: «He aquí que tu
2i
hermanos, diciendo: «Mirad, he soñado mano». Y sucedió que, en cuanto llegó luz un hijo, a quien puso por nombre Er. suegro sube a Timná al esquileo de su
4
de nuevo un sueño, y he aquí que el sol, I José donde sus hermanos, despojáronle Nuevamente concibió ella y parió un r e b a ñ o » . 1 4 Quitóse T a m a r inmediatamen-
la luna y once estrellas se prosternaban de su túnica, la multicolor que traía pues- hijo, al que ella llamó Onán. 5 Luego te de encima los vestidos de su viudez,
u volvió otra vez a dar a luz un hijo, a cubrióse con un velo, se embozó y sentóse
ante mí». "> C o m o se lo contase a su padre ta. y cogiéronlo y lo echaron en la
a la vez que a sus hermanos, su padre le cisterna. Mas la cisterna estaba vacía, no quien puso de nombre Selá. C u a n d o lo a la puerta de Enáyim, en la encrucijada "
riñó y dijo: «¿Qué signilica esc sueño que había en ella agua. parió estaba ella * en Kezib. del camino de T i m n á ; porque había visto
6
has soñado? ¿Acaso hemos de venir yo,
25
Luego sentáronse a comer, y alzando Más tarde, Judá t o m ó esposa para que Selá era ya adulto y no le había sido
tu madre y tus hermanos, y habremos de los ojos, vieron que venía de Galaad una Er, su primogénito, la cual se llamaba dada por esposa. '5 Viola, pues, Judá y
postrarnos en tierra delante de ti?»* " Y caravana de ismaelitas cuyos camellos Tamar. 7 Pero Er, primogénito de J u d á , la creyó una prostituta, porque se había
sus hermanos cobráronle envidia, mien- traían tragacanto, resina de lentisco y fue perverso a los ojos de Yahveh, y éste cubierto el rostro. 16 Desvióse, pues, hacia
tras su padre no echó en olvido la cosa. * 2ládano, y bajaban en dirección a Egipto. * le quitó la vida. 8 Dijo entonces Judá a ella y dijo, sin saber que era su nuera:
12
Luego, habiendo m a r c h a d o sus her- 6 Dijo entonces Judá a sus h e r m a n o s : O n á n : «Llégate a la mujer de tu h e r m a n o —¡Déjame, p o r favor, llegarme a ti!
m a n o s a apacentar el rebaño de su padre «¿Qué ganamos con matar a nuestro her- y cásale con m cuñada para que suscites Contestó ella:
"en Sikem, 13 dijo Israel a José: m a n o y ocultar su sangre? 2 7 Vamos a a tu hermano descendencia». * '' Mas, sa- —¿Qué me das por llegarte a mí?
17
—Tus hermanos están pastoreando en vendérselo a los ismaelitas y no ponga- biendo Onán que la sucesión no había de Y él respondió:
Sikem. ¡Ven, que te voy a enviar a ellos! mos en él nuestras manos, ya que herma- ser suya, c u a n d o se llegaba a la mujer de — T e ' enviaré un cabrito del rebaño.
Y contestóle: no nuestro y carne nuestra es». Y asintie- su hermano, dejaba caer por tierra el Y replicó ella:
— H e m e aquí. ron sus hermanos. 2 8 Así, pues, c u a n d o semen para no proporcionar a su herma- —¡Con tal que me " entregues u n a pren-
14
D í j o l e entonces:
pasaron unos madianitas mercaderes, ex- n o descendencia. * 10 Y desagradó a Yah- da hasta que lo envíes...!
trajeron e hicieron subir a José de la veh lo que aquél hiciera, y también le 18
Entonces él p r e g u n t ó :
—Ve, te ruego; mira c ó m o están de cisterna y vendiéronlo por veinte siclos
salud tus hermanos y c ó m o se halla el de plata a los ismaelitas, quienes se lleva- hizo morir. H Dijo entonces J u d á a Ta- —¿Qué prenda te he de dar?
rebaño y tráeme noticias. m a r , su n u e r a : «Mantente viuda en casa Y contestó:
ron a José a Egipto. 2 9 C u a n d o R u b é n de tu padre hasta que sea mayor mi hijo —Tu sello, tu c o r d ó n y el bastón que
Envióle, pues, desde el valle de Hebrón, t o m ó al pozo y reparó en que José no
y fuese a Sikem. '5 Un hombre le encon- estaba dentro, rasgó sus vestidos, * 30 y, Selá»; pues se dijo: « N o sea que muera tienes en la m a n o .
tró cuando iba errante por el campo, y volviendo donde sus hermanos, dijo: «¡El también él como sus hermanos». Partió, ' Dióselo, pues, y se llegó a ella, la cual
el tal preguntóle diciendo: quedó encinta. * 19 Luego levantóse ella,
chico no parece! Ahora, ¿adonde voy yo?»
—¿Qué buscas? 31
35
SEOL: región de los muertos.
16 —Busco a mis hermanos—respon- | Después tomaron la túnica de José 36
EUNUCO DEL FARAÓN: u oficial del rey de Egipto, pues Faraón es título común a los monarcas
del antiguo Egipto, como el de César, v.gr., para los romanos. Imperaba entonces allí la dinastía
extranjera de los Hiksos, venidos del Asia.
3
10
DE VARIOS COLORES: otros, talar, con mangas, cuales las vestían ricos y magnates. 38 ' B A J Ó JUDÁ: ya porque dejara la compañía de sus hermanos después de la venta de José,
11
Tu MADRE: muerta ya la madre de José, la luna representaría aquí a Bilhá o Lía. ... y a Poique ocurrieran los episodios que se van a narrar, como San Agustín supone, antes de
No ECHÓ EN OLVIDO: lit., guardó, e. d., retuvo en la memoria y rumió a menudo tan miste- aquella y se introduzcan aquí per recapitulationem.
8
riosos
17
sucesos. Comp. lo que de María escriben los Evangelios. CÁSATE CON TU CUÑADA: O C. con ella como cuñado. Basada en uso anterior, la ley mosaica
DOTAYIN O DOTAN (así la segunda vez, como hoy Tell Dotan) hallábase emplazado en riente (cf. Dt 25,s) llamada del leviraio (del latín levir 'cuñado', en hebr. yabam) imponía a un hombre el
valle al NO. de Sikem, sobre la importante ruta que por la llanura del Esdrelón seguían las carava- deber de casarse con la viuda del hermano—o próximo pariente—muerto sin hijo. La prole llevaba
nas de la TransJordania a Egipto. el nombre del hermano muerto y no el del padre real. Esta ley—que nace en los antiguos pueblos de
25
TRAGACANTO: es resina o goma de un árbol del género de los astrágalos. Otros entienden Oriente bajo la preocupación de la continuidad de la familia—aparece también en la mencionada
estoraque, especias. II LENTISCO: O bálsamo de Galaad. || LÁDANO: ¿estacte, lágrimas de cierva? Es legislación horrita y perdura en varios pueblos (Arabia, Cáucaso).
un rico extracto de las hojas de rosas ástus villosus. 9 DEJABA CAER : es el vicio que de Onán llamóse onanismo, resucitado en el maltusianismo actual.
29
RASGÓ SUS VESTIDOS: como el vestirse de saco (burdo paño de pelo de camello) o el derramar Repruébalo
18
aquí Dios por atentar contra los fines del matrimonio.
polvo o ceniza sobre Ja cabeza, era signo de gran dolor entre los orientales. Ya se rasgaba, ya abríase SELLO: eran de variadas formas. Aquí la mención del cordoncillo es indicio de que se trata
violentamente la túnica exterior de cuello a cintura. del tipo de sello cilindrico, que, horadado a lo largo, suspendíase del cuello (como hoy hacen los
árabes) mediante un cordón que pasaba por dicho orificio.
20 7 8
76 GÉNETS 3 8 —30 GÉNESIS 3 9 40" 77

fuese, se quitó el velo que llevaba y se —Aquí no ha habido ramera alguna sucesos que la esposa de su a m o puso los voces, I 5 c u a n d o ha oído que yo alzaba
vistió de nuevo las ropas de viuda. —contestaron. * ojos en José y le dijo: la voz y llamaba, ha a b a n d o n a d o su ves-
20 22
Judá envió el cabrito p o r medio de Volvióse, pues, a Judá y díjole: —¡Yace conmigo! tido junto a mí y ha huido, saliendo
su amigo el adul'lamita para rescatar la — N o ¡a he encontrado, e incluso los s Pero éi se negó y dijo a ¡a esposa de fuera». le> Y colocó eüa junto a sí el
hombres del lugar h a n afirmado: «Jamás su a m o : vestido de él hasta llegar su amo a casa.
hubo aquí ramera». 17
— M i r a que mi señor conmigo n o se Entonces le repitió aquellas mismas pa-
23
Y contestó J u d á : cuida de cuanto hay en su casa y t o d o lo labras, diciendo: «El siervo hebreo que
—Quédese con ello, no sea que sirva- s u y o ha puesto en mis m a n o s . 9 N a d i e nos trajiste ha venido a mí a hacerme
mos de escarnio. M i r a ; yo ya he enviado h a y más importante que yo en esta casa, escarnio, l s y c u a n d o he alzado mi voz
el cabrito y tú no la has hallado. ni él m e ha prohibido cosa alguna fuera y gritado, ha dejado su vestido junto a
24 de ti, p o r ser su mujer. ¿Cómo, pues,
Sucedió, pues, que al cabo de unos mí y huido fuera».
tres meses avisaron a Judá, diciendo: voy a cometer esa vileza, pecando, ade- 19
Al oir el a m o de José las palabras
—Tamar, tu nuera, se ha prostituido e m á s , contra Dios? de su esposa, que le hablara diciendo: «Ta-
10
incluso ha quedado encinta de su forni- Y aunque ella instaba a José cada les cosas me ha hecho tu siervo», se en-
cación. •día, él no la escuchó en lo de yacer a su cendió en ira, 2 0 y, t o m a n d o el amo de
—¡Sacadla fuera y sea quemada!—ex- l a d o para cohabitar con ella. " Mas acon- José a éste, lo puso en prisiones, en el
clamó Judá. * teció que cierto día, e n t r a n d o él en casa lugar donde estaban encerrados los pre-
25
M a s , cuando se la sacaba, envió ella a su tarea, en ocasión en que ninguno de sos del rey, y allí quedó en la cárcel.
recado a su suegro, diciendo: «Del varón a los domésticos estaba d e n f o de c r s i , 21
Pero Yahveh estuvo con José y le atrajo
12
quien esto pertenece hallóme encinta». asióle la mujer del vestido, diciendo: benevolencia, alcanzándole gracia a los
Y a ñ a d i ó : «Comprueba de quién son este «¡Yace conmigo!» Pero él, dejando su ojos del jefe de la prisión. 2 2 En efecto', el
sello, este cordón ! y este bastón». vestido en manos de ella, huyó y salió alcaide confió al cuidado de José todos
26
Reconociólos Judá y dijo: fuera. 13 C u a n d o ella vio que en sus ma- los presos que había en la prisión, y todo
—Tiene más razón que yo, puesto que nos había él dejado su vestido y había cuanto se hacía allí corría a su cargo.
yo no la entregué a mi hijo Selá. huido fuera, N llamó a sus domésticos y 23
El jefe de la cárcel no atendía a n a d a
Luego ya no volvió más a conocerla. hablóles diciendo: «Ved, nos ha traído de lo que estaba en m a n o s de José, porque
27
Y sucedió que, llegado el tiempo d e un hebreo para hacer escarnio d e nos-
Yahveh le asistía, y t o d o cuanto él hacía,
su parto, he aquí que había en el vientre otros. H a venido a mí, pretendiendo ya-
cer conmigo, y al gritar yo con grandes I Yahveh lo llevaba a buen término.
de ella dos mellizos. 2 8 Al dar a luz, u n o
sacó una m a n o y cogió la partera, ató de
Figura de Aslarté de Tell Heit Nisrim. la m a n o de él un hilo encarnado, dicien-
(Albright, «Mclanges Dussaud», I.IOI.) do: «Este salió primero».* 2 9 Mas, reti- José, preso: sueño del copero y el panadero del Faraón
r a n d o él su manita, he aquí que salió su
hermano, p o r lo que exclamó aquélla: Af\ ' Después de eslos sucesos acaeció 9
C o n t ó , pues, el jefe de los coperos su
prenda de m a n o de aquella mujer, pero «¿Qué brecha (peres) te has abierto?», 30
y ™" que el copero del rey de Egipto y sueño a José y díjole:
21
no la halló. Preguntó entonces a los se le puso de n o m b r e Peres. Después el panadero delinquieron contra su señor, —En mi sueño he aquí que u n a vid
e
naturales del lugar , diciendo: salió su hermano, en cuya manita estaba el rey egipcio. 2 Y se encolerizó el F a r a ó n estaba delante de mi. 10 En la vid había
—¿Dónde está la ramera que [suele el hilo rojo, y se le dio p o r n o m b r e contra sus dos eunucos, el jefe de los tres sarmientos, y ella, como que echaba
ponerse] en Enáyim, j u n t o al camino? Zéraj. coperos y el de los panaderos, 3 y los
p u s o bajo custodia, en casa del capitán
d e la escolta, en la cárcel donde estaba
José en Egipto en casa de Putifar preso José. 4 El capitán de la escolta se
ios confió a José y él los servía. Estuvieron
algún tiempo en arresto, 5 y ambos—el
O Q * José, pues, fue bajado a Egipto, y d o m o de su casa y puso en sus m a n o s copero y el panadero del rey de Egipto
« ' * ' Putifar, eunuco del F a r a ó n , jefe de t o d o cuanto * tenía. 5 Acaeció, pues, que que estaban presos en la cárcel—soñaron
la escolta y varón egipcio, compróle de desde el m o m e n t o en que le hizo mayor- sendos sueños en una misma noche, cada
m a n o de los ismaelitas que allá lo habían d o m o de su casa y de todo lo suyo bendijo uno un sueño con peculiar sentido.
bajado. 2 Y Yahveh estuvo con José, de Yahveh la casa del egipcio por a m o r de 6 C u a n d o por la m a ñ a n a llegó José donde
suerte que fue h o m b r e afortunado mien- José, extendiendo la bendición de Yahveh ellos, violos disgustados ^ y preguntó a los
tras vivió en casa de su a m o el egipcio. * a t o d o cuanto aquél poseía, tanto a la casa eunucos del Faraón que estaban con él
3
Viendo su a m o que Yahveh le asistía y c o m o al c a m p o . 6 El puso toda su ha- en la prisión de la casa de su a m o , di-
que todo lo que él hacía lo llevaba Yah- cienda en m a n o s de José, no cuidándose ciendo :
veh a buen término en sus manos, 4 José con él de cosa alguna, sino del p a n que Panadería real egipcia. (Gressmann, «Aitorient.
halló gracia a los ojos de Putifar, y él comía. E r a José gallardo y de hermoso —¿Por qué tenéis hoy mal semblante? Bilder», lám.8o.)
sirvió a esté, que le constituyó mayor- semblante. * 7 Acaeció después de estos , 8 Y contestaron:
— H e m o s soñado u n sueño y no hay brotes, poníase en cierne y sus racimos
21 quien lo interprete. trocábanse en uvas maduras. n Y o tenía
RAMERA: propiamente, según H, ramera consagrada ai culto impúdico de un ídolo, quizá Respondióles José: en la m a n o la copa del F a r a ó n y cogí las
aquí Astarté.
24 QUEMADA: la condena era como adúltera por estar ya prometida a Selá. —¿Acaso no corresponden a Dios las uvas, exprimílas en su copa y puse ésta
28 ATÓ DE LA MANO DE ÉL: cuidando así de fijar los derechos de primogenitura. interpretaciones? Referídmelo. en su m a n o .

Oft 2 ESTUVO CON JOSÉ : asistiéndole con especial ayuda.


" - ' 6 SINO DEL PAN QUE COMÍA: e. d., de lo que había de comer; corno si dijera que, con José demás. De la comida no permitían los egipcios que se ocuparan, ni aun simplemente la tocasen,
al lado, ningún cuidado tenía sino el de tomar alimento, descansando en el hebreo para todo lo los" extranjeros (cf. 43,32).
\
12 lá
(ÍÉNESIS 4.1 íl
79
78 GÉNESIS 4 0 —41
bozo. Inmediatamente se cortó el pelo, a los magos y n o h a h a b i d o quien me lo
12
Respondióle J o s é : t o d a clase de manjares para el F a r a ó n en mudóse de ropa y presentóse al F a r a ó n . explique.
—Esta es su interpretación: los tres obra de pastelería, y las aves comíanlos de 15 Dijo entonces el F a r a ó n a José: 25 Contestó entonces José al F'araón:
sarmientos significan tres días. 13 Al cabo la canasta de sobre mi cabeza. — H e soñado un sueño y no hay quien —El sueño del F a r a ó n es t o d o uno.
18
de tres días alzará el F a r a ó n tu cabeza y T o m a n d o la palabra José, dijo: lo interprete; pero he oído afirmar de ti D i o s ha manifestado al F a r a ó n lo que va
te restituirá en tu puesto y pondrás la —Esta es su interpretación: las tres ca- que oyes un sueño y lo descifras. a hacer. 26 Las siete novillas hermosas re-
copa del F a r a ó n en su m a n o , c o m o acos- nastas simbolizan tres días, >9 al c a b o de 16
Y contestó José al F a r a ó n diciendo: presentan siete años, y las siete espigas
t u m b r a b a s anteriormente, c u a n d o fuiste los cuales te levantará el F a r a ó n la cabe- — Y o n o soy n a d a ; Dios es quien puede lucidas también simbolizan siete a ñ o s : el
su copero. * I 4 Sólo [deseo] que te acuer- za *, m a s [luego] te colgará de un árbol, dar al F a r a ó n respuesta propicia. * sueño es t o d o uno. 2 7 Asimismo, las siete
des de mí c u a n d o te vaya prósperamente y las aves te comerán las carnes. 17
Contóle, pues, el Faraón a José: novillas flacas y malas que subian tras
y uses conmigo de misericordia, recor- 2
<> Efectivamente, acaeció que al tercer •—En mi sueño he aquí que yo estaba a ellas representan siete años y las siete es-
d á n d o m e al Faraón y sacándome de esta día era el del cumpleaños del F a r a ó n y la orilla del Nilo, I 8 y hete ahí que salían pigas delgadas y abrasadas por el solano
casa. 15 Porque furtivamente fui arreba- dio un banquete a todos sus servidores,
tado del país de los hebreos y tampoco y levantó la cabeza del jefe de los cope-
aquí hice nada para que me metieran en ros y la del jefe de los panaderos entre
el calabozo. * sus servidores. * 2 1 Restableció, pues, en su
16 cargo al jefe de los coperos, el cual volvió
Viendo, pues, el jefe de los panaderos
que había interpretado favorablemente, a poner la copa en la m a n o del F a r a ó n .
22
dijo a J o s é : M a s al jefe de los panaderos lo hizo
—También yo en mi sueño he aquí que colgar, conforme habíales interpretado J o -
vi tres canastas de repostería sobre mi sé. 23 El copero mayor, sin embargo, n o
cabeza, 1 7 y en la canasta superior había se acordó de José, sino que lo olvidó.

Sueños del Faraón y exaltación de José


^•1 i Al cabo de dos años completos, raón. 5 T o r n ó a dormirse, y por segunda
" ^ el Faraón soñó que estaba junto al vez tuvo un sueño, y he aquí que siete
Nilo, * 2 y he aquí que del río salían siete espigas b r o t a b a n He una misma caña,
novillas de hermoso aspecto y metidas gruesas y lozanas; 6 y ve ahí que tras
ellas crecían siete espigas delgadas y abra-
sadas por el solano; 7 después las espigas
delgadas devoraron a las siete espigas
gruesas y llenas. Y se despertó el F a r a ó n
y vio que era un sueño.
8
A la m a ñ a n a siguiente, t u r b a d o su
espíritu, envió a llamar a todos los m a -
gos de Egipto y todos los sabios de éste,
y el F a r a ó n les refirió su s u e ñ o ; m a s n o Amenoñs IV entrega condecoraciones. (De Gressmann, o.c, lám.35.)
tuvo quien lo * interpretase. * 9 Entonces
el jefe de los coperos habló al Faraón,
d i c i e n d o : « A h o r a r e c u e r d o mi f a l t a » . del río siete novillas metidas en carnes significan siete años de hambre. 2 S Es lo
10
Enojóse el Faraón contra sus servidores y de hermoso aspecto, las cuales se pu- que antes indiqué al F a r a ó n : lo que Dios
y nos " puso en prisión en casa del capitán sieron a pacer en el juncal. 19 Luego he va a hacer ha mostrado al Faraón. 29 H e
Las siete vacas de Hator, seguidas del toro sa- de la escolta, a mí y al jefe de los pana- aquí que subían del Nilo tras ellas otras aquí que van a venir siete años de gran
grado. (Yahuda, «Les récits bibíiques de deros. " Una misma noche él y yo tuvi- siete novillas flacas y de muy mala apa- abundancia en t o d o eJ país de Egipto,
Joseph...», p.27.) mos un s u e ñ o ; cada u n o s o ñ a m o s un riencia y carnes macilentas. N o las he 3 0 a los cuales seguirán siete de h a m b r e
sueño con peculiar sentido. 12 Estaba allí visto tan feas en todo el país de Egipto. tal que se olvidará en tierra egipcia t o d a
con nosotros un joven hebreo, criado del 20 Ahora bien, las novillas flacas y feas [la anterior] abundancia, pues el hambre
en carnes, las cuales se pusieron a pacer
jefe de la escolta, y, habiéndoselo c o n t a d o ,
en el juncal. 3 Tras ellas he aquí que su- nos interpretó nuestro s u e ñ o ; a cada uno devoraron a las siete novillas primeras, consumirá el país. 3I Esa abundancia no
bían del río otras siete novillas de mal as- descifró el suyo adecuadamente. 1 3 Y con- gruesas; 21 mas, llegadas éstas al vientre se notará en el país a causa del h a m b r e
pecto y flacas de carnes. las cuales se para- forme nos lo había interpretado, así ocu- de aquéllas, no se conocía que hubiesen que la seguirá, pues ésta será durísima.
ron al lado de las novillas primeras junto rrió: a mí se me restituyó a mi puesto y penetrado en su interior, pues su aspecto 3 2 En cuanto a la repetición del sueño al
a la orilla del río. 4 Luego las novillas de al otro se le colgó. era tan malo c o m o al principio. Entonces Faraón por dos veces, significa que la cosa
mal aspecto y carnes flacas devoraron a desperté. 22 Después vi en mi sueño siete está firmemente decretada por parte de
las siete novillas de aspecto hermoso y 14 Envió, pues, el F a r a ó n a llamar a espigas que brotaban en una misma caña Dios y que Dios se apresura a ejecutarla.
metidas en carnes. Y se despertó el Fa- José, al cual sacaron corriendo del cala- llenas y hermosas. 23 Mas he aquí que sie- 33 A h o r a , pues, provéase el Faraón de u n
te espigas vanas, delgadas y abrasadas por varón inteligente y sabio y colóquelo al
Aí\ ls
ALZARÁ TU CABEZA: e. d., te honrará y rehabilitará. el viento del este venían tras de aquéllas, frente del país de Egipto. 3 4 Y actúe el
24
* " 15 FURTIVAMENTE rur ARREBATADO: así alude delicadamente a la infame acción de sus her- y las espigas delgadas devoraron a las I[ F a r a ó n sin demora, y n o m b r e intenden-
manos20
y a su conducción a Egipto por los mercaderes ismaelitas. siete espigas hermosas. Y lo he referido '1 tes sobre el país, y cobre el quinto a la tie-
LEVANTÓ LA CABEZA: la expresión, como indican los w.21-22, tiene doble sentido, según se
trate del copero o del panadero. GV dicen se acordó. 16
No SOY NADA: lit. HV «sin mí, Dios...»: otros, basados en GSamS: «excepto Dios, ¿quién
1
EL FARAÓN: ¿Pepi, Apopi o Afofi II, de la VI dinastía (hacia 2300)? puede dar... ?». Quizá: «No depende de mí. Dios puede interpretar el sueño (así Lambert) del Faraón»
41 8
Los MAGOS: intérpretes o adivinos, representantes de las ciencias sagradas.
80 GÉNESIS 41 GÉNESIS 4 1 50
—42 81
rra de Egip'o corante los siete años de un collar de oro alrededor del cuello.* F a r a ó n pidiendo pan, dijo el F a r a ó n a vendió grano a los egipcios, pues el ham-
abundancia. * 3 ' A l e m a s , recojan to Jos los 43
A continuación hízolo montar en la se- todos los egipcios: «Id a José; haced lo b' e arreció en el país de Egipto. 5 7 Y de
v:ver s de es os años buenos que van a ¡ cunda carroza que poseía, y clamaron de- que él os diga». 56 y habiéndose exten- todas partes llegaron a Egipto a c o m p r a r
v nir y aln acenen trigo bajo la autoridad lante de él: «¡Abrek!» Así quedó erigido dido el h a m b r e p o r t o d o el ámbito de la grano a José, porque el h a m b r e era recia
d :1 F a r a c n como provisión en las ciuda- sobre todo el país de Egipto. * 4 4 Dijo en- tierra, abrió José todos los graneros" y en toda la tierra.
d *s, y guárdenlo. * 3 " Esas provisiones ser- tonces el F a r a ó n a J o s é : «Yo soy el Fa-
vi án de reserva ai país para los siete años raón ; mas sin tu permiso nadie levantará
de h a m b r e que habrá en la tierra de Egip- m a n o ni pie en toda la tierra de Egipto».
to, y de esta suerte el país no será aniqui- 45
Y el Faraón dio a José n o m b r e de Sa- Primera expedición a Egipto de los hijos de Jacob
lado por el hambre. fenat-Paneaj y entrególe por esposa a
37
Pareció bien la proposición a los ojos Asenat, hija de Putifar, sacerdote de On. At% 1 Viendo, pues, Jacob que en Egip- al presente con nuestro padre y el o t r o
del F a r a ó n y de lodos sus cortesanos, Luego salió José a recorrer t o d o el país *" to había grano, dijo a sus hijos: ya no existe.
38
y dijo el Faraón a sus cortesanos: de Egipto. * «¿Por qué os estáis m i r a n d o unos a 1 4 Entonces díjoles José:
46
C o n t a b a José treinta años c u a n d o otros?» 2 Y a ñ a d i ó : «Ved que he oído —Es lo que os he d i c h o : sois espías.
compareció ante el Faraón, rey de Egip- que hay grano en Egipto; bajad allá y 15
Vais a ser probados con lo siguiente, y
to. Retirado luego de la presencia del Fa- compradnos de allí para que vivamos y vive el F a r a ó n que no habéis de salir de
raón, recorrió todo el país egipcio. 4 7 Y la 3
no muramos». Bajaron, en efecto, diez aquí sino trayendo acá a vuestro herma-
tierra produjo a m a n o s llenas durante los h e r m a n o s de José a c o m p r a r grano en no m e n o r : 16 Enviad a u n o de vosotros
siete años de la abundancia, 4 8 y él reco- E g i p t o ; 4 m a s á Benjamín, h e r m a n o de para que traiga a vuestro hermano, mien-
gió todos ios víveres de los siete años de José, no le envió Jacob con sus herma- tras que vosotros quedaréis presos hasta
abundancia" que h u b o en Ja tierra de nos, porque se dijo: « N o sea que le su- que se examinen vuestras palabras, com-
Egipto y los depositó en las ciudades, ceda una desgracia». * p r o b a n d o si la verdad está de vuestra
metiendo dentro de cada ciudad los p r o - 5
Y llegaron los hijos de Israel a com- parte; pues si no, vive el F a r a ó n , que sois
ductos de la campiña circundante. * 4 9 D e p r a r grano entre otros que iban [a lo mis- espías.
esta suerte a m o n t o n ó José trigo en can- mo], porque el hambre reinaba en la tie- 17
En consecuencia, los puso a buen re-
tidad comparable a las arenas del mar, rra de Canaán. 6 A h o r a bien, José era el caudo tres días. ] 8 Al tercer día díjoles
hasta el extremo de renunciar a contarlo, gobernan'e del pais, él quien arbitraba la José:
pues era innumerable. venta del grano a todo el pueblo de' te- —Haced esto y quedaréis con vida;
50
A h o r a bien, antes de que llegase el rritorio. Llegaron, pues, los hermanos de [pues] yo temo a D i o s : 19 si sois perso-
a ñ o del h a m b r e , naciéronle a José dos hi- José y le hicieron, rostro en tierra, pro- nas de bien, u n o de vuestros h e r m a n o s
Carro real precedida del xttin TI.SIV. .SÍÍ adjunto jos, que le parió Asenat, hija de Putifar, funda reverencia. * ' En cuanto José vio quede preso en la casa donde estáis de-
y coireos. (De Yahudu, p..H.) sacerdote de On. 51 Al primogénito púso- a sus h e r m a n o s los reconoció, pero, fin- tenidos y vosotros idos a llevar el grano
le José por n o m b r e Afanases, pues [se giéndose extraño, hablóles con dureza y para [aplacar] el h a m b r e de vuestras fa-
dijo]: «Me ha hecho olvidar (nassani) les dijo: milias. 2 0 Y me traeréis a vuestro herma-
«¿Acaso hallaremos h o m b r e c o m o éste Dios todas mis penas y a toda la casa de ¿l)e dónde venís? no menor para que se confirmen vues-
en quien resida el espíritu de Dios?» mi padre.» 5 2 Y al segundo llamó de n o m - Y contestaron: tras palabras y no muráis.
39 Dijo, pues, el Faraón a José: «Puesto bre Efraím, p o r q u e [se dijo]: «Dios m e -—De tierra de C a n a á n , a c o m p r a r p r o - E hiciéronlo así. * 21 Dijéronse enton-
que Dios te ha d a d o a conocer todo esto, ha hecho fructificar (hifrani) en la tierra visiones. ces los hermanos unos a o t r o s :
nadie tan inteligente y sabio c o m o tú. de mi desdicha». 8
A u n q u e José reconoció a sus herma- —Verdaderamente somos culpables p o r
4 53
0 Tú quedarás al frente de mi casa y a Concluyeron, pues, los siete años de nos, ellos no le reconocieron a él. 9 En- lo que hicimos con nuestro hermano, ya
tu m a n d a t o habrá de doblegarse mi pue- abundancia que h u b o en el país de Egip- tonces José acordóse de los sueños que que vimos la angustia de su espíritu cuan-
54
blo. Sólo p o r el trono te aventajaré». * to, y comenzaron a venir los siete del había tenido acerca de ellos y les dijo: do nos pedía piedad y n o le escuchamos;
41
Y añadió el Faraón a José: «Mira, te hambre, c o m o José había predicho. Así, —Sois espías; a observar las partes des- p o r eso nos ha venido esta' tribulación.
constituyo sobre t o d a la tierra de Egip- pues, h u b o h a m b r e en todos los países, guarnecidas del país habéis venido. 22
A lo que R u b é n les contestó di-
to». 4 2 Luego quitóse el Faraón su anillo mientras en toda la tierra de Egipto ha- 10 — N o , mi señor—respondieron—: tus ciendo :
de la m a n o y púsolo en la m a n o de José, bía p a n ; 55 y c u a n d o el país egipcio ente- servidores h a n venido a c o m p r a r grano. * — ¿ N o os previne diciendo que n o co-
lo revistió de vestidos de lino y le colocó ro sintió el h a m b r e y el pueblo c'amó al 11
T o d o s nosotros somos hijos de u n mis- metierais [aquel] crimen con el m u c h a -
m o varón, somos personas p r o b a s ; tus cho, y no me escuchasteis? H e aquí que
34
COBRE EL QUINTO de la renta de esos siete años de abundancia, que el poder real conservaría servidores no son espías. ahora es reclamada su sangre.
23
para3 5los de penuria. 12 Pero él les replicó: M a s ellos no sabían que José les en-
BAJO LA AUTORIDAD: lit. la mano, e. d., en manos y a disposición del Faraón. — N o , que habéis venido a observar las tendía, pues [hasta entonces había me-
4o ss L a pintura de una tumba de Tell el-Amarna, en el Egipto medio y del siglo XIV a. C , re- partes desguarnecidas del país. diado] entre ellos el trujamán. 24 Retiró-
presenta escena similar: Amenofis IV (1370-1352) confiere los honores supremos a su ministro, cíe 1 3 Y ellos contestaron: se, pues, [aquél] de junto a ellos y se echó
nombre semítico, Dudu.
42
Su ANILLO: e. d., su anillo-sello para autenticar decretos. Confiérensele con ello plenos pode- — S o m o s tus servidores doce hermanos, a llorar. Luego volvió donde los mismos,
res. 4 3II LINO finísimo o byssus. hijos de un mismo varón, en la tierra de les habló y, t o m a n d o de entre ellos a Si-
¡ABREK!: quizá palabra egipcia: ¿¡Atención, cuidado! ¡Hurra! ..? Para algunos (cf. V), en C a n a á n ; y he aquí que el m á s chico está meón, lo hizo prender ante sus propios
relación con el hebreo barak 'arrodillarse', sería, ¡doblad la rodilla!; cf. copto avrek 'inclinarse'.
Para4 5otros, como acadio abarakhu 'médico, Familiar del rey'.
SAFENAT-PANEAJ : salvador del mundo, según S. Jerónimo. Para otros, serían vocablos egip-
cios equivalentes a: «Pródigo de la vida», o 'Habla Dios: éste vive', etc. ¡¡ PUTIFAR: el Museo de El ¿ O 4 HERMANO DE JOSÉ: paternu y materno: los otros lo eran sólo de padre.
Cairo posee estela funeraria descubierta en 1935 y referente a personaje de ese nombre. || O N : e. d., *r £, {, P R O F U NDA REVERENCIA : como hacían los orientales a sus señores y magnates. Así vino a cum-
tLhópoIis, antiquísima y célebre ciudad a 10 kms. al NE. de El Cairo, con el gran templo dedicado plirse el sueño referido en el c.37. ,
10
a Ra, el Sol. Mi SEÑOR: hablaría el más caracterizado.
4 20
8 EN LAS CIUDADES: donde se hallaban los grandes silos y almacenes de víveres destinados a la HICIÉRONLO: e. d., aprestáronse a hacerlo así, y, todavía en presencia de José, comenzaron
corte, la administración pública, etc. (cf. Ex I , I I ) . a reprocharse mutuamente.
2<> 8
82 GÉNtiSis 4 2 —43
GÉNESIS 4 3 O"34 83

ojos. * Entonces José dio orden de que " S o m o s personas probas, no somos es-
les llenasen los costales de grano y les de- pías. 3 2 Eramos doce hermanos, hijos del —Deja venir al muchacho conmigo pa- traemos en nuestro poder otra cantidad
volvieran sus monedas de piala a cada mismo p a d r e ; el uno no existe y el me- ra que nos dispongamos y marchemos, y para comprar víveres. N o sabemos quién
u n o en su saco, dándoles, además, pro- nor está al presente con nuestro padre en así vivamos y no m u r a m o s ni nosotros, ni pondría el dinero en nuestros costales.
visión para el camino. E luciéronlo asi tierra de Canaán. 33 M a s aquel hombre, tú, ni nuestros pequeñuelos. 9 Yo salgo 23
—Estad tranquilos, no temáis—con-
con ellos. 2 6 En esto cargaron ellos el gra- señor del país, nos contestó: «En esto co- fiador de él, reclámamelo a mí; si no te testó él—. Vuestro Dios y el Dios de vues-
n o sobre sus jumentos y partieron de allí. noceré yo que sois gente de bien: dejad lo devolviere y lo presentare ante ti, te tro padre os puso un tesoro en vuestros
27
M á s tarde, al abrir uno de ellos su sa- conmigo a u n o de vuestros hermanos, to- seré reo de culpa toda la vida. 10 Cierta- costales; vuestro dinero ya llegó a mí.
co en la posada para dar pienso a su ju- mad el grano ' para remediar el hambre mente, si n o lo hubiéramos diferido, a es- Y tras esto les sacó a Simeón. *
mento, observó que sü dinero estaba en de vuestras familias e idos; 3 4 luego traed- tas h o r a s ya h a b r í a m o s vuelto p o r se- 24
Introdujo, pues, aquel señor a nues-
la boca del costal, 2 8 y dijo a sus herma- me a vuestro hermano menor; así c o n o - gunda vez. tros hombres en casa de José, y sirvióles
11
nos: ceré que n o sois espías, que sois hombres Díjoles entonces su padre, Israel: agua para que se lavaran los pies, y dio
•—Me ha sido devuelto el dinero; ved- de bien, y" os entregaré a vuestro her- —Si así ha de ser, haced esto: tomad pienso a sus asnos. 2 5 Y entre tanto que
lo aqui en mi costal. m a n o y podréis recorrer el país nego- en vuestros recipientes los productos más al mediodía llegaba José, prepararon ellos
ciando». típicos de este país y bajádselos a aquel los presentes, pues habían oído que come-
35
Y acaeció que al vaciar ellos sus sa- señor c o m o presente: un poco de resina rían allí. 2 6 C u a n d o José llegó a casa, le
cos encontró cada u n o en su costal su de lentisco y un poco de miel, tragacanto, ofrecieron el obsequio que consigo habían
respectiva bolsa de dinero. C u a n d o ellos l á u d a n o , piztachos y almendras. 1 2 Coged traído s y, postrados rostro" en tierra, lu-
y su padre vieron las bolsas de dinero, se también con vosotros doble de dinero y ciéronle reverencia.
llenaron de temor. 3 a Y díjoles su padre restituid personalmente el devuelto en la 27
El los saludó y p r e g u n t ó :
Jacob: boca de vuestros costales, por si h u b o •—¿Goza de salud vuestro anciano pa-
— M e estáis dejando sin hijos: José ya error. * 13 Y t o m a d a vuestro hermano y, dre, de quien m e hablasteis? ¿Vive toda-
no existe, Simeón no está ya entre vos- ¡ea!, volved a aquel señor. '•» Y el Dios vía?
omnipotente os otorgue gracia delante de 28
Y contestaron:
Funcionarios egipcios tomando nota de entrega otros y [ahora] queréis cogeros a Benja-
ese h o m b r e y os devuelva libre al otro —Salud goza nuestro padre, tu servi-
de tributos. (Breasted, «La conquista de la mín. Sobre mí han recaído todas estas h e r m a n o vuestro y a Benjamín. En cuan-
civiliz.», 95.) desgracias. d o r ; aún vive.
37 to a mí, pues he de quedar sin hijos, sin Y se inclinaron e hicieron reverencia.
Entonces Rubén contestó a su padre hijos quedo quizá. * 29
Entonces se les sobresaltó el corazón diciendo: Alzando [José] los ojos, vio a su her-
15
y se miraron aterrados unos a otros, di- —Puedes quitar la vida a mis dos hijos, T o m a r o n , pues, los hombres aquel m a n o Benjamín, hijo de su m a d r e , y pre-
ciendo : si no te lo devuelvo. Déjalo encomendado presente, cogiendo también consigo do- guntó:
—¿Qué es esto que h a hecho Dios con a mi cuidado, que yo te lo restituiré. ble de dinero y a Benjamín, y fueron y —¿Es éste vuestro h e r m a n o menor, de
nosotros? 38
Mas él respondió: bajaron a Egipto y se presentaron a José. quien me hablasteis?
16
29
Llegaron, por fin, donde Jacob, su — N o bajará mi hijo con vosotros; pues C u a n d o vio José con ellos a Benjamín, Y añadió:
padre, a tierras de Canaán, y le refirieron su h e r m a n o murió y ha quedado él solo, dijo a su m a y o r d o m o : «Conduce a estos —¡Dios te sea propicio, hijo m í o !
todas las peripecias ocurridas, diciendo: y si le acaeciese alguna desgracia en el hombros a casa, degüella unas reses y pre- 30
En seguida José—habiéndosele con-
30 —El h o m b r e señor de aquel país nos viaje que vais a emprender, hundiríais de páralas, porque a mediodía esas personas movido las entrañas a la vista de su her-
h a b l ó duramente y nos t o m ó por espías pena mis canas en el seol. * comerán conmigo». l 7 H i z o , en efecto, el m a n o y entrándole deseos de llorar—reti-
del territorio. 3 I N o s o t r o s le c o n t e s t a m o s : h o m b r e conforme habíale José o r d e n a d o róse precipitadamente a su habitación,
y llevó a aquellas personas a casa de José. donde prorrumpió en llanto. 31 Luego la-
18
Y se alarmaron los hombres al ser in- vóse el rostro, salió y, conteniendo su
troducidos en casa de aquél y se dijeron: emoción, dijo: «¡Servid la comida!» 3 2 Y
Segunda expedición a Egipto de los hijos de Jacob :<Por lo del dinero, vuelto la otra vez en les sirvieron separadamente a él, a ellos
nuestros costales, somos metidos aquí pa- y a los egipcios que con él c o m í a n ; p o r -
A O ' E n t r e tanto el hambre apretaba me sin traer a vuestro h e r m a n o con vos- ra agredirnos y lanzarse sobre nasotros y
" « 5 de recio en el país. 2 Sucedió, pues, otros». que a los egipcios no les es permitido co-
6 cogernos p o r esclavos j u n t a m e n t e con mer con los hebreos, que es p a r a ellos
que, c u a n d o acabaron de consumir el gra- Respondió entonces Israel: nuestros jumentos». 19 Llegáronse, pues, c o s a a b o m i n a b l e . 33 S e n t á r o n s e , p u e s ,
no que habían traído de Egipto, díjoles —¿Por qué me habéis hecho la mala al m a y o r d o m o de José y, hablándole a la frente a él el mayor, conforme a su pri-
su p a d r e : acción de decir a aquel señor que a ú n puerta de la casa, 2 0 dijeron: mogenitura, y el más pequeño, con arre-
—Volved a comprarnos unos pocos ví- teníais otro h e r m a n o ? glo a su menor edad. Y aquellos hombres
veres.
7
Y contestaron: — P o r favor, señor; vinimos ya otra vez
3 1 c o m p r a r víveres, 2> y ocurrió que cuan- mirábanse asombrados. * 3 4 José hizo q u e
Pero J u d á le respondió diciendo: —Aquel señor nos preguntó con insis- les llevaran porciones de la comida de su
— A q u e l h o m b r e nos declaró formal- tencia acerca de nosotros y nuestra pa- 3o llegamos a la posada y abrimos nues-
:ros costales, he aquí que el dinero de mesa; m a s la porción de. Benjamín era
m e n t e : « N o volváis a verme a menos que rentela, diciendo: «¿Vive todavía vuestro cinco veces mayor que las de todos los
vuestro h e r m a n o venga con vosotros». padre? ¿Tenéis otro hermano?»: y nos- cada u n o estaba en la boca de su costal,
4 nuestro dinero contante; mas lo hemos demás. Y bebieron y pusiéronse m u y ale-
[Así, pues], si accedes a enviar con nos- otros le respondimos a tenor de estas pre- gres en su compañía.
guntas. ¿Podíamos saber en m o d o algu- vuelto ahora con nosotros. * 2 2 Además,
otros a nuestro hermano, bajaremos y te
c o m p r a r e m o s provisiones; ¡ mas si no le no que nos había de decir: «Bajad a vues- 12
tro hermano»? * DOBLE DE DINERO: e. d., otro tanto que la vez anterior.
quieres enviar, no bajaremos; porque 14
PUES HE DE QUEDAR...: se trasluce la amarga y triste resignación del anciano.
8
aquel señor nos dijo: « N o volváis a ver- Y agregó J u d á a Israel, su p a d r e : 21
CONTANTE: lit. por su peso puntual.
23
YA LLEGÓ A MÍ: O sea, ya hice el ingreso de vuestro pago en toda regla.
33
24 ASOMBRADOS: de aquella su exacta colocación por edades y de cuanto les ocurría.
SIMEÓN: era el que seguía en edad a Rubén, inocente éste de la venta de José
38 HA
HA QUEDADO:
ntiFnAnn: de.
de su madre Raauel.
Raquel. II HUNDIRÍAIS...: e. d..
d., me mataríais de pi
pena.
•7 DICIENDO: esto no se dice en la conversación entre José y sus hermanos (42,9-16), all
43 quizá resumida. Tal vez lo agrega aquí Judá por disculparse mejor. • .
84 GÉNESIS 4 4 1 " 3 0 GÉNESIS 44 31—45 24 85
dre, tu servidor, y no va con nosotros el reo de culpa ante mi padre t o d a la vida».
Lai copa de José muchacho, a cuya alma está ligada la de •'-' Así, pues, permite quede tu servidor
aquél, 3 1 sucederá que, en cuanto vea que en vez del chico p o r esclavo de mi señor,
A A 1 Luego José dio orden al mayor- i 6 Contestó J u d á : n o está el chico con nosotros", morirá, y y el muchacho suba con sus h e r m a n o s ;
34
" " d o m o de su casa, diciendo: «Llena —¿Qué alegaremos a mi señor? ¿Qué tus siervos h a b r á n hundido de pena las porque ¿cómo voy yo a t o r n a r a mi
de víveres los costales de estos hombres, podremos decir y c ó m o nos justificare- canas de tu servidor, nuestro padre, en padre sin llevar al chico conmigo? ¡No
c u a n t o puedan contener, y pon el dinero mos? D i o s ha descubierto la falta de tus el seol. 3 2 En verdad, [este] tu servidor ha vea yo la desgracia que sobrevendría a
de cada u n o en la boca de su costal. servidores. Henos aquí como esclavos de salido fiador del muchacho p a r a con mi mi padre! *
2
Coloca, además, mi copa, la copa de mi señor, tanto nosotros como aquel en padre, diciendo: «Si no te lo traigo, seré
plata, en la boca del costal del m á s pe- cuyo poder se ha hallado la copa. *
queño, junto con el dinero de su grano». 1 7 M a s él r e s p o n d i ó :
El hizo lo que José había m a n d a d o . 3 Al —¡Líbreme Dios de hacer tal! Aquel José se descubre a sus hermanos
rayar el alba fueron los hombres despe- en cuyo poder se ha encontrado la copa
didos con sus jumentos. 4 C u a n d o ya ha- quedará por esclavo m í o ; pero vosotros A C 1 José no podía ya contenerse ante viendo vuestros ojos y los de mi h e r m a n o
bían salido de la ciudad y no estaban aún subid en paz a donde vuestro padre. • «» todos los circunstantes, y gritó: Benjamín que es mi propia boca la que os
lejos, José dijo a su m a y o r d o m o : 18 «¡Haced salir a todos de mi presencia!» está hablando. * 1 3 Contadle también a
Entonces, acercándose a él Judá, ex-
—Ea, corre tras de esos hombres y c l a m ó : Y no quedó nadie con él c u a n d o José se mi padre todo mi h o n o r en Egipto y
c u a n d o les hayas d a d o alcance, diles: —¡Por favor, señor, permite hable tu dio a conocer a sus hermanos. 2 Entonces cuanto habéis visto y apresuraos a bajar
«¿Cómo habéis vuelto mal por bien?; siervo una palabra a oídos de mi señor y alzó su voz llorando, de tal suerte que lo a mi padre acá». u Entonces, arrojándose
5
¿y Por qué tne habéis robado la copa de n o se encienda tu enojo contra tu siervo, oyeron los egipcios y lo oyó la casa del sobre el cuello de Benjamín, su h e r m a n o ,
plata?» ¡Es la misma en que bebe mi pues tú eres c o m o si fueras el Faraón. * F a r a ó n , 3 y dijo José a sus h e r m a n o s : se echó a llorar, llorando también Benja-
a m o y con la que él hace sus augurios! 1 9 Mi señor preguntó a sus servidores, «Yo soy José. ¿Vive todavía mi padre?» mín abrazado a él. 15 Luego besó a todos
Habéis o b r a d o muy mal en lo que habéis 1 diciendo: «¿Tenéis padre o hermano?» M a s sus hermanos no podían responder- sus hermanos y lloró sobre ellos, tras lo
hecho». * 20 le, porque estaban espantados en su pre- cual sus hermanos conversaron con él.
Y contestamos a mi señor: «Tenemos
6
Alcanzólos, pues, y les dijo esas pala- padre anciano y un m u c h a c h o pequeño, sencia. 4 Dijo, pues, José a sus h e r m a n o s : i<> Corrió la voz por el palacio del Fa-
bras. 7 Mas contestáronle: nacido en la vejez de aquél, y un hermano «Acercaos a mí, por favor»; y, habiéndose raón, diciendo: « H a n l b g a d o los herma-
—¿Por qué profiere mi señor palabras que tenía ya murió, quedando él solo de acercado, exclamó: «Yo soy José, vuestro nos de José», produciendo gran satisfac-
tales? ¡Lejos de tus servidores hacer cosa su madre, por lo que su padre le tiene hermano, a quien vendisteis para Egipto. ción al F a r a ó n y a sus servidores. 17 Y el
5
semejante! 8 H e aquí que el dinero que singular cariño». 2 i Y dijiste a tus servi- A h o r a bien, no os inquietéis ni os eno- Faraón dijo a José: «Di a tus h e r m a n o s :
habíamos hallado en la boca de nuestros dores : «Bajádmele para que pose mis ojos jéis contra vosotros mismos por haberme Haced lo siguiente: cargad vuestras bes-
costales te lo habíamos devuelto desde el en él». 2 2 Mas nosotros replicamos a mi vendido acá, pues para conservación de tias y partid inmediatamente al país de
país de Canaán, ¿cómo, pues, habríamos señor: « N o puede el m u c h a c h o a b a n d o - la vida [de todos] me envió D i o s delante Canaán, i 8 y t o m a d a vuestro padre y
de hurtar de casa de tu a m o plata u oro? nar a su p a d r e ; si lo dejase, moriría éste». de vosotros. * (l Porque dos años lleva de vuestra familia y venid a mí, que yo os
9
Aquel de tus servidores en cuyo poder 2 3 Pero respondiste a tus siervos: «Si no hambre el país y todavía quedan cinco daré lo mejor de la tierra de Egipto para
se bailare, muera, y, además, quedemos baja con vosotros vuestro h e r m a n o me- años en que no habrá arada ni siega. que comáis Ja flor del país. , 9 Ordénales a
7
nosotros por esclavos del señor nuestro. nor, no volváis a verme». 2 4 Subimos, Y Dios me ha enviado delante de vos- tú asimismo: Haced esto: coged del país
otros a fin de aseguraros remanente en egipcio carros para transportar a vuestros
10
—Bien—respondió él—, sea c o m o ha- pues, a donde mi padre, tu servidor, 2
y le
la tierra y conservaros la vida para magna
béis dicho. Aquel en cuyo poder se en- referimos las palabras de mi señor. 5 M á s pequeñuelos y vuestras mujeres y t o m a d
salvación. 8 Así, pues, n o me mandasteis a vuestro padre y venios. 2 0 N o os preocu-
cuentre se me quedará p o r esclavo; mas tarde dijo nuestro p a d r e : «Volved a2 com- vosotros acá, sino Dios, que me ha cons-
vosotros iréis libres. prarnos un poco de provisión». 6 « N o péis solícitos por vuestros ajuares, porque
tituido padre del F a r a ó n y c o m o señor de lo mejor de t o d o Egipto será para vos-
11
Apresuráronse, pues, a poner cada podemos bajar—contestamos—; si viene toda su casa y gobernador de todo el te- otros».
con nosotros nuestro h e r m a n o menor, ba-
u n o su costal en tierra y abrir su saco rritorio de Egipto. * 9 D a o s prisa a subir
respectivo. >2 Entonces él hizo un registro, j a r e m o s ; p o r q u e n o p o d e m o s presentar-
21
a mi padre y decidle: «Esto ha dicho tu Hiciéronlo, pues, así los hijos de Is-
comenzando p o r el de más edad y aca- nos delante de aquel h o m b r e si nuestro hijo José: «Dios me ha constituido señor rael, y José, de acuerdo con la orden del
b a n d o por el más joven, y fue hallada la 2h7e r m a n o m e n o r no va con nosotros». de todo el Egipto; baja a mí, no te F a r a ó n , dióles carros, entregándoles, ade-
copa en el costal de Benjamín. , 3 Ellos A lo que respondió mi padre, tu servi- más, víveres para el camino. 2 2 A todos
detengas. 10 Y habitarás en el país de
entonces rasgaron sus vestiduras y, car- d o r : «Vosotros sabéis que mi 2S esposa R a -
Gosen y estaréis cerca de mí, tú, y tus ellos dio, además, sendos vestidos de fies-
gando cada u n o su jumento, volvieron a quel me engendró dos hijos; y el u n o
hijos, y los hijos de tus hijos, y tus reba- ta ; mas a Benjamín diole trescientos siclos
la ciudad, n Y llegó Judá con sus herma- partió de junto a mí y hube de exclamar: ños, tus vacadas y t o d o cuanto posees. * de plata y cinco vestidos de fiesta. 2 3 Asi-
n o s a casa de José, que estaba todavía ¡Ciertamente ha sido despedazado!, sin 11 Y o te mantendré allí—pues restan aún mismo, a su padre envió, igua mente,
allí, y se postraron a su presencia en que le haya vuelto a ver hasta a h o r a ; cinco años de h a m b r e — p a r a que no os diez asnos cargados con las mejores cosas
tierra. 15 Díjoles José: 29 veáis reducidos a la miseria tú, tu fami- de Egipto y diez borricas cargadas de
si arrancáis también a éste de mi lado grano, p a n y alimentos con destino a su
—¿Qué es lo que habéis hecho? ¿No y le acaece una desgracia, hundiréis in- lia y t o d o lo tuyo, i 2 H e aquí que están
sabíais que un h o m b r e c o m o yo tiene el fortunadamente mis canas en el seo!». p a d r e para el viaje. 2 4 Con esto despidió
poder de adivinar? 30
A h o r a , pues, si llego yo a donde mi pa-
34
¡No VEA YO...!: patético final de este minúsculo discurso de Judá, sublime modelo de elo-
5
cuencia emocionante, milagro literario al decir de Ricciotti.
AA AUGURIOS: por lo visto, conocía ya Egipto la lecanornancía, o arte de adivinar por el ruido
de las piedras preciosas en la copa y ei movimiento en ella del agua. José diría por broma AtZ 5 PARA CONSERVACIÓN...: e. d., Dios lo dispuso todo para que un día alcanzaseis todos por
•—-opina S. Agustín—que poseía tal arte por la fama de adivinador que ya tenía entre el vulgo. Tam- * " mi conducto modo de subsistir. Generosas palabras de fe en la Providencia, de perdón y
bién por mejor ocultarse a sus hermanos. olvido8 del agravio y de esperanza para los pobres hermanos.
16
HENOS... ESCLAVOS: Judá, aturdido y sin saber qué alegar, prefiere la esclavitud de los once PADRE DEL FARAÓN: denominábase tal el primer ministro del rey.
10
hermanos
18
a tornar a su padre sin Benjamín, contra su palabra dada. PAÍS DE GOSEN O Gessen: comarca de pingües pastizales situada al este del Delta, entre la
Tú ERES COMO si FUERAS EL FARAÓN : o tú eres cual el Faraón, e. d., tú y el Faraón sois todo margen
12
derecha del brazo más oriental del Nilo, o peíusíaco, y el desierto.
uno. Es, sin duda, halagadora comparación para José. Mi PROPIA BOCA: en hebreo y sin intervención del trujamán como antes.
3Z a
86 GÉNESIS 45 29
—46 ai GÉNESIS 4 6 47 87

a sus h e r m a n o s , a quienes dijo al partir: | entonces refiriéronle todas las cosas que padre, que estaban en el país de C a n a á n . deréis: «Tus servidores han sido gente ga-
« N o riñáis en el camino». * 25 Subieron, I José les había dicho, y c u a n d o h u b o h a n llegado a mí. 32 Son gente que pas- nadera desde su infancia hasta ahora,
torea rebaño, pues se dedican a la cría tanto nosotros c o m o nuestros padres»;
pues, de Egipto y llegaron a la tierra de visto los carros que José había enviado
C a n a á n , donde Jacob, su padre, 2b al cual i para llevarle, el espíritu de J a c o b , padre de ganado, y han traído sus rebaños, sus I a fin de que podáis m o r a r en el territorio
28
comunicaron la noticia, diciendo: «Aún [de ellos, se reanimó, y exclamó Israel:
vive José y es quien m a n d a en todo el f*¡Basta! ¡Todavía vive mi hijo José! ¡Iré ,f°W
país de Egipto». M a s aquél n o se in- y lo veré antes d e morir!»
m u t ó , pues n o les dio crédito. 2 7 Ellos

Jacob y los suyos se establecen en Egipto


uesto en
A(í ' P camino Israel con todo hermana de ellos. Hijos de Beriá: Jéber
• O lo suyo, llegó a Bersabee, donde y Malkiel. 18 Tales son los hijos de Zilpá,
inmoló víctimas al Dios de su padre Isaac. la cual dio a Labán a su hija Lía, y parió I %
2
Y h a b l ó Dios a Israel en visión nocturna éstos a Jacob. Dieciséis personas.
19
y díjole: «¡Jacob, Jacob!», contestando él: Hijos de Raquel, esposa de J a c o b :
«Heme aquí». 3 y prosiguió él: «Yo soy José y Benjamín. 2 0 A José le nacieron en
D i o s , el Dios de tu padre. N o temas tierra de Egipto Manases y Efraím, los ¡ '¡I
bajar a Egipto, porque allí te he de hacer cuales le engendró Asenat, hija de Putifar,
una gran nación. 4 Y o bajaré contigo a sacerdote de On. 2) Hijos de Benjamín:
Egipto y te subiré también de allí, y José Bela, Béker, Asbel ", G u e r á , N a a m á n , Ejí,
p o r sus manos te cerrará los ojos».
5
Ros, M u p p i m , J u p p i m ° y Ard. * 2 2 Tales
•ú
Luego partió Jacob de Bersabee, y, son los hijos de R a q u e l que nacieron" a
m o n t a n d o los hijos de Israel a Jacob, su Jacob; en total, catorce personas.

S
23
padre, y a los pequeñuelos y las mujeres Hijos de D a n : Jusim. 2 4 Hijos de
d e ellos e n los carros q u e José había Neftalí: Yajseel, G u r ú , Yéscr y Sil-lem.
enviado para conducirlo, <¡ cogieron su 25 Tales son los hijos de Bilhá, que Labán
ganado y la hacienda que habían adquiri- dio a su hija Raquel, y que ella parió a
do en el país de Canaán y fuéronse a Jacob. En total siete personas. 2f> Todas
7
Egipto: Jacob y toda su prole con él. las personas pertenecientes a Jacob, sali-
Llevó consigo a Egipto a sus hijos y nie- das de sus lomos, q u e e n t r a r o n en Egipto,
tos y sus hijas y nietas y toda su descen- descendientes suyas, sin contar las muje-
l\ l -üífÜfc ilatftoí- -¿c &£?~U *1
dencia. Llegada de emisarios extranjeros a Egipto. (Bchaefer-Andrae, «Die Kunst...», p.383.)
res de los hijos de Jacob, fueron en total
8 27
A h o r a bien, éstos son los nombres sesenta y seis. Y los hijos que a José
de los descendientes de Israel que llega- habíanle nacido en Egipto fueron dos vacadas y t o d o cuanto poseen». * " Así, de Gosen, porque todos los pastores de
ron a E g i p t o : Jacob y sus hijos. El pri- personas, siendo el total d e las personas pues, c u a n d o os llame el F a r a ó n y diga: rebaño son cosa a b o m i n a b l e p a r a los
mogénito de Jacob, Rubén. 9 Hijos de de la familia de J a c o b que entraron en «¿Cuál es vuestra ocupación?», 3 4 respon- egipcios.
R u b é n : J a n o k , P a l l ú , Jesrón y K a r m í . Egipto setenta. *
10 28
Hijos de S i m e ó n : Yemuel, Y a m í n , Ahora bien, Jacob envió delante de
Ohad, Yakín, Sójar y Saúl, hijo de la sí a Judá donde José para que éste pudiera
u
Los israelitas establécense en Gosen; últimos años
cananea. Hijos de Leví: Guersón, Q u e - dar instrucciones un C o s e n antes [de lle-
hat y Merarí. , 2 Hijos de J u d á : Er, Onán, gar Jacob]. Y llegaron a G o s c u ; * 2 9 José de carestía
Selá, Peres y Zéraj. Pero Er y O n á n mu- en tanto había enganchado su carroza y
rieron en el pais de Canaán. E hijos de subido a Gosen al encuentro de Israel, AH 1 Fue, pues, José a dar la noticia tus servidores carecían de pastos, pues el
Peres fueron Jesrón y Jamul. I 3 Hijos de su padre. C u a n d o Jo vio, echóse sobre su " • al F a r a ó n y dijo: «Mi padre y h a m b r e se h a hecho muy d u r a en el país
Issacar: Tola, Puvvá, Yasub ' y Simrón. cuello y lloró así largamente. 3 0 Dijo en- mis hermanos, con sus rebaños y vacadas de Canaán. Así, pues, permite que m o r e n
14
H i j o s de Z a b u l ó n : Séred, Elón y Yaj- tonces Israel a José: y t o d o cuanto poseen, h a n llegado de tus servidores en el territorio de Gosen.
5
leel. 15 Estos son los hijos que Lía le en- tierra de C a n a á n y he aquí que están en Entonces el Faraón dirigió la palabra
—-Ahora puedo ya morir, después de la comarca de Gosen». 2 Luego t o m ó a José, diciendo:
gendró a Jacob en Paddán A r a m , además
de su hija D i n a . El total de sus hijos e haber contemplado tu rostro, pues toda- consigo * de entre todos sus hermanos a —Tu padre y tus hermanos h a n venido
hijas fueron treinta y tres personas. vía vives. cinco y se los presentó a Faraón. 3 Y dijo a ti; 6 la tierra de Egipto a tu disposición
31
Y José dijo a sus h e r m a n o s y a la el F a r a ó n a los hermanos de J o s é : está; asienta en lo mejor del pais a tu
16
Hijos de G a d : Sifyón y Jagguí, Suní familia de su p a d r e : —¿Cuál es vuestra ocupación? padre y tus' h e r m a n o s ; habiten en la c o -
y Esbón, Erí y Arodí y Arelí. 17 Hijos de —Voy a comunicárselo al F a r a ó n y le marca de Gosen, y si comprendes q u e
—Tus servidores—contestaron al Fa-
Aser: Yimná, Yisvá, Yisví, Beriá y Séraj, diré: «Mis hermanos y la familia de mi
raón—somos pastores de ganado menor, hay entre ellos sujetos hábiles, ponlos d e
24
tanto nosotros c o m o nuestros padres. mayorales del ganado al frente del mío.
No RIÑÁIS: lit. no os enojéis o perturbéis analizando la culpabilidad de los hechos pasados. 4 7
Dijéronle también al F a r a ó n : Luego llevó José a Jacob, su padre, y
Es prudente y bondadosa recomendación de José. — H e m o s venido a m o r a r algún tiempo presentólo al Faraón, al cual J a c o b salu-
Afi 2
' Hijos DE BENJAMÍN : su genealogía, sin duda por errores de copistas, difiere un tanto de en este territorio, porque los rebaños de dó. 8 Y preguntó el F a r a ó n a J a c o b :
^ " 2 7 la que ofrece Núm 26,38-40, más exacta.
SETENTA: número sagrado, que no es preciso tomar aquí en sentido estrictamente matemá- 32
GENTE QUE PASTOREA: José desea se les conceda por ello la residencia en aquella comarca,
tico.2 8Lo mismo se diga de los pasajes paralelos Ex 1,5 y Dt 10,22. de ricos pastos y aislada además de la corte, entonces Tanis, para así preservarles del contacto re-
JUDÁ: sin duda, como el más acreditado mensajero. j¡ PUDIERA DAR INSTRUCCIONES: otros, ligioso y nacional de los egipcios.
•darle cita», «informarle que llegaban», etc. G «saliese al encuentro».
88 GÉNESIS 4 7 9 - 29 GÉNESIS 47 30
48 1B
89
—¿Cuántos años tienes? biéndose acabado la plata y los hatos nidad y fidelidad. N o me entierres, por
9 — L o haré conforme has dicho.
C o n t e s t a n d o Jacob al F a r a ó n : del g a n a d o ido a parar a él, no queda favor, en Egipto, 3<> sino que, cuando 31
—Júramelo—dijo Jacob.
— L o s años de mi peregrinación son a disposición de mi señor sino nuestros descanse con mis padres, m e llevarás de Y él se lo juró, e Israel se inclinó so-
ciento treinta a ñ o s ; pocos y malos h a n cuerpos y nuestra tierra de labor. 1 9 ¿Por Egipto y m e sepultarás en su sepulcro. bre la cabecera de su lecho, *
sido los años de mi existencia, y no h a n qué hemos de perecer ante tus ojos nos- El contestó:
llegado a los años de vida de mis padres otros y nuestra tierra? C ó m p r a n o s a n o s -
en el tiempo de su peregrinación. * otros y nuestra tierra a cambio de pan,
10
Después Jacob saludó de nuevo al y nosotros y nuestras fincas seremos es-
F a r a ó n y salió de la presencia de éste. clavos del F a r a ó n ; pero danos semilla, Jacob adopta y bendice a los hijos de José
11
José estableció luego a su p a d r e y sus a fin de que p o d a m o s vivir y n o m u r a -
A JJ ' Después de estos sucesos se dijo "• —¿Quiénes son éstos?
mos y el suelo no quede yermo.
20 • O a José: «He aquí que tu padre está 9 Y contestó José a su p a d r e :
Adquirió, pues, José todo el suelo enfermo». Entonces él t o m ó consigo a sus
de Egipto p a r a el F a r a ó n , porque los 2
— S o n mis hijos, los que Dios me h a
dos hijos, Manases y Efraím. Y c u a n d o concedido aquí.
egipcios vendieron cada uno sus campos, se le dio la nueva a Jacob diciendo *: «Mi-
ya que el' h a m b r e les apremiaba fuerte- —Acércamelos, por favor, para que los
ra que tu hijo José viene a verte», Tsrael bendiga—exclamó él.
mente. Así quedó la tierra propiedad del cobró ánimos y se sentó en el lecho.
F a r a ó n ; 21 y a l pueblo lo redujo a es- 3 10 Los ojos de Israel habíanse nublado
Y dijo Jacob a José: «El Dios T o d o p o - por la vejez, no podía ver. Acérceselos,
clavitud" desde un extremo de la fronte- deroso se me apareció en Luz, en el país pues, y él los besó y abrazó. n Y dijo
ra de Egipto hasta el otro. 22 s ó l o las de C a n a á n , y m e bendijo 4 y díjome: «Yo Israel a J o s é :
tierras de los sacerdotes no compró, por- te haré fecundo y te multiplicaré y te
Cilla (Jeremías, •Das Alte Test.» — Y o n o imaginaba volver a ver tu
que los sacerdotes percibían del F a r a ó n constituiré sobre multitud de pueblos y rostro, y he aquí que Dios me ha conce-
P-38i.) un racionamiento y se alimentaban de daré este territorio a tu posteridad des- dido ver también a tu descendencia.
esa ración que les había otorgado el pués de ti en posesión perpetua, 5 Ahora 12 Entonces José sacólos de entre las
hermanos, dándoles heredad en tierra de F a r a ó n . P o r eso n o vendieron sus tie- bien, tus dos hijos que te han nacido rodillas de Jacob y se prosternó ante él,
Egipto, en lo mejor del territorio, en la rras. en el país egipcio ames de mi llegada a rostro en tierra. * 13 Luego t o m ó José a
23
c o m a r c a de Ramesés, conforme ordenara Entonces dijo José al pueblo: Egipto donde li, sean como míos. Efraím los dos, a Efraím a su derecha, o sea la
el F a r a ó n . * 12 Además, José sustentó a —Mirad que hoy os he c o m p r a d o a y Manases .serán para mí como R u b é n izquierda de Israel, y a M a n a s e s a su
su padre, sus h e r m a n o s y toda la familia vosotros y vuestras tierras para el Fa- y Simeón; * <• en cambio, la descendencia izquierda, o sea la derecha de Israel, y
de su padre, proveyéndola de víveres se- raón. Ahí tenéis semilla para que sem- engendrada después de ellos será p a r a acercó/a5 a a éste. 1 4 Israel entonces ex-
gún el n ú m e r o de los hijos. bréis el campo. 24 A h o r a bien, de los tí, y con el n o m b r e de sus h e r m a n o s se- tendió su diestra y púsola sobre la ca-
13 r á n denominados en sus posesiones. * beza de Efraím, que era el pequeño, y su
N o había pan en toda aquella tierra, productos entregaréis el quinto al Fa- 7
pues el h a m b r e hizose muy grave, y esta- raón, y las otras cuatro partes serán vues- C u a n d o yo volvía de P a d d á n , m u r i ó en izquierda sobre la cabeza de Manases,
ban agotados por el h a m b r e el territorio tras para simiente del c a m p o y alimento mis brazos Raquel, tu madre", en tie- cruzando así sus manos, a u n q u e M a n a -
de Egipto y el país de C a n a á n . 14 Así, vuestro y de vuestros domésticos < y pa- rra de C a n a á n , en el camino, a u n a ses era el primogénito. 15 Y bendijo a los
pues, José recogió toda la plata que había ra que coman vuestras familias > ". kibrá de lifrata, y la enterré allí, en el /¡¡jos de • José y exclamó:
en Egipto y C a n a á n , a cambio del grano 25 Y exclamaron ellos: camino de Efrata, o sea Belén...»* H Mas,
que éstos c o m p r a b a n , y metióla en el —¡Nos has d a d o la vida! ¡Podamos reparando Israel en los dos hijos de José,
erario del F a r a ó n . 15 C u a n d o se h u b o hallar gracia a los ojos de m i señor y dijo:
acabado la plata de la tierra egipcia y el seremos esclavos del F a r a ó n !
país cananeo, vinieron todos los egipcios 26 Y José puso por ley hasta el día de «El D i o s en cuya presencia caminaron mis padres A b r a h a m e Isaac,
a José, diciendo: hoy sobre el suelo de Egipto el dar al el Dios que m e ha gobernado desde que existo hasta el día presente,
— D a n o s pan, pues ¿por qué vamos a F a r a ó n un quinto. Tan sólo las t : erras 16 el ángel que me ha librado de todo mal, bendiga a estos muchachos,
morir a presencia tuya p o r q u e n o haya de los sacerdotes n o pasaron a poder del perpetúe en ellos mi n o m b r e y el n o m b r e de mis padres A b r a h a m e Isaac
más dinero? Faraón. * y multipliqúense a b u n d o s a m e n t e p o r la tierra». *
16
Y contestó J o s é : 2' Así, pues, Israel se estableció en el
—Entregad vuestro g a n a d o y yo os país de Egipto, en el territorio de Gosen, ' 1 7 M a s , como observase José que su primogénito; coloca tu m a n o sobre su
daré pan " a cambio de él, si falta la plata. y arraigáronse en él y fructificaron y se padre ponía su m a n o derecha sobre la cabeza.
17
Trajeron, pues, sus ganados a José aumentaron mucho. 28 y vivió Jacob en cabeza de Efraím, parecióle mal y, to- 19 Pero su padre se negó, diciendo:
y éste dióles pan a c a m b i o d e los caba- la tierra d e Egipto diec : siete a ñ o s , siendo m a n d o !a m a n o d e su p a d r e p a r a tras- — L o sé, hijo m í o , lo s é ; t a m b i é n éate
llos, de los hatos de g a n a d o menor, de los días de Jacob, años de su vida, C'ento ladarla de la cabeza de Efraím a la cabe- llegará a formar un pueblo y también él
los hatos de g a n a d o vacuno y de los as- cuarenta y s ete años. 2 9 A h o r a bien, cuan- za de Manases, , s d i j o José a su p a d r e : será grande; pero, no obstante, su her-
nos, proveyéndoles de pan en aquel a ñ o do los días de Israel se aproximaron al —Así no, padre mío, pues éste es el m a n o m e n o r será m a y o r que él y su pos-
a trueque de todos sus ganados. * 1S Mas, término, llamó a su hijo José y díjole:
concluido aquel año, al a ñ o segundo vi- —Si he hallado gracia a tus ojos, te
nieron a él y dijéronle: 3X 5E INCLINÓ: en adoración a Dios, como acción de gracias por tal merced.
ruego pongas tu m a n o debajo de mi mus-
— N o ocultaremos a mi señor que, ha- lo, prometiendo usar conmigo de benig- AQ 5 SEAN COMO MÍOS : constituyendo sendas tribus, entre las doce, y heredando a Jacob con
^ O6 igual derecho que sus hijos.
9
ENGENDRADA: es mera hipótesis, pues el sagrado texto no menciona otros descendientes de
¿f 7 PEREGRINACIÓN: así llama el fugaz paso del hombre sobre la tierra hacia la patria eterna. José. K SERÁN DENOMINADOS: O lo que es igual, se fundirán en Jas otras dos tribus, Efraím y Mana-
* ' 1' COMARCA DE RAMESÉS: e, d., la región de Gosen, donde Ramsés II fundaría o restaurarla ses les darán su nombre.
más tarde la ciudad llamada de su nombre. 7 «KIBRÁ»: es medida de distancia; en siríaco: una parasanga.
17
CABALLOS: con exactitud histórica se menciona por vez primera este noble animal (cf. 12,16), 12 D E ENTRE LAS RODILLAS: donde Jacob habíalos acogido en señal de adopción (cf. 30,3,
que por entonces introdujeron en Egipto los Hiksos (entre 1700 y 1600). y 30,23). II SE PROSTERNÓ; en señal de gratitud por la adopción de sus hijos y suplicando la bendi-
26
TAN SÓLO...: también los escritores egipcios y griegos (v.gr., ríerodoto) atestiguan que en ción de Jacob para ellos.
Egipto sólo el Faraón y los sacerdotes poseían terrenos. 16 EL ÁNGEL: e. d., Dios mismo, que tutela a Jacob cual un ángel.
ia
GÉNESIS 4 9 ~80 VI-
90 GÉNESIS 48*°—49
21 12 sus ojos serán más oscuros que el vino, I y sus dientes m á s albos que la leche. *
teridad formará u n a multitud de pue- Dijo después Israel a José: 13 Z A B U L Ó N m o r a r á a la orilla del mar | y servirá de playa a los navios;
blos. * — H e aquí que yo voy a morir; mas vuelto a Sidón su flanco. *
2
o Y en aquel día los bendijo diciendo: Dios estará con vosotros y os restituirá i 4 ISSACAR, asno de recia osamenta, | t u m b a d o entre los apriscos. *
«Por vosotros ' bendecirá ' Israel, dicien- al país de vuestros padres. 2 2 Yo te me- 1 5 Vio que el descanso es bueno, | y el país placentero,
d o : ¡Hágate D i o s semejante a Efraím y j o r o entre tus h e r m a n o s con u n a ladera e inclinó el h o m b r o a la carga I y se quedó a tributo sometido.
Manases.'», y antepaso Efra/m a M a n a - que conquisté de ios amorreos mediante 16
D A N juzgará a su pueb/o, | cuaí otra de ¡as tribus de Israel. *
ses. mi espada y mi arco. * 1 7 Será D a n c o m o sierpe en el camino, | ceraste en el sendero,
q u e muerde los talones del caballo | p o r que caiga de espaldas su jinete. *
is ¡Oh Yahveh, de ti salud espero!
Bendiciones de Jacob a sus hijos y muerte del mismo 19
1
A G A D salteadores dan asalto, | mas él asaltará su ' retaguardia. *
Luego llamó Jacob a sus hijos y exclamó: «Reunios p a r a que os anuncie lo 20 ASER un pan d a r á enjundioso I y proporcionará delicias regias. *
49
2
que os sucederá al cabo de los días. *
Congregaos y oíd, hijos de J a c o b ; f escuchad a Israel, vuestro padre.
21
NEFTALÍ es cual corza veloz | y dichos hermosísimos profiere. *
3 R U B É N , tú eres mi primogénito; | mi fuerza y primicia de m i virilidad; 22 JOSÉ es c o m o retoño de frutal, I retoño de frutal cabe u n a frente,
cumbre de dignidad y cumbre de poder. cuyos vastagos sobrepasan el m u r o .
4 23
Hirviente * c o m o el agua, n o gozarás primacía, | p o r q u e subiste al lecho de tu padre, Dieron en hostigarle los arqueros, ¡ los saeteros le h a n a t a c a d o ; *
lo profanaste entonces: ¡mi tálamo escaló bl* 24
mas su arco perseveró pujante | y sus brazos y m a n o s se esforzaron,
5
H e r m a n o s c son SIMEÓN y LEVÍ, | instrumentos de violencia sus consejeros. * p o r la virtud del Fuerte de Jacob, I en nombre" del Pastor y Roca de Israel. *
6 25
N o penetre mi alma en su consejo, | a su asamblea n o se junte mi h o n o r ; P o r el Dios de tu padre. El te auxilie; I por Dios ' Omnipotente, El te bendiga,
porque, en su cólera, asesinaron hombres fluyan las bendiciones del cielo por arriba, | las bendiciones del abismo abajo,
y p o r capricho suyo desjarretaron toros. * bendiciones de pechos y del seno m a t e r n o ; *
7
Maldita su cólera, porque es vehemente, | y su furor p o r ser implacable. 26 Las bendiciones de tu padre, que sobrepujan |
Y o los dividiré en [el pueblo de] Jacob | y los dispersaré por Israel. * las bendiciones de los montes uní uñones,
8
A ti, JUDÁ, te alabarán tus hermanos, | p o n d r á s tu m a n o en la cerviz de tus enemigos, las riquezas de los collados ciemos, | en la cabeza de José recaigan,
se inclinarán ante ti los hijos de tu padre. * en la fesl;t ilcl príncipe de sus hermanos.
9 27
Eres cachorro de león, J u d á ; | has subido, hijo mío, de la presa. BENJAMIN es un lobo r a p a z ; | a la m a ñ a n a devorará la presa
Las rodillas ha doblado, se ha echado c o m o león, j y a la tarde repartirá el botín. *
y cual una leona ¿quién le hará levantar?
10 N o se retirará de Judá el cetro f ni la bengala de entre sus pies 28 T o d o s éstos constituyen las doce tri- reunirme con mi pueblo; enterradme jun-
hasta que venga Aquel cuyo es el m a n d o | y a quien deben los pueblos obediencia. * bus de Israel, y esto es lo que les predijo to a mis padres, en la cueva que está en
11
A la vid ata él su jumentillo, | y a la cepa, el pollino de su a s n a ; su padre, bendiciéndolos a cada u n o con el campo de Efrón el hittita; 3 0 en la
lava en vino su vestido | y en sangre de uvas su m a n t o ; * u n a bendición peculiar. 29 Finalmente dio- cueva que hay en el c a m p o de Makpelá,
les instrucciones y les dijo: «Yo voy a frente a M a m r é , en el país de C a n a á n ,

12
i* SERÁ MAYOR: realmente, la tribu de Efraím fue, con la de Judá, la más numerosa y prepo- Quizá mejor que «turbios tiene los ojos por el vino, y albos sus dientes por la leche».
13
tente2 de las doce. ZABULÓN: vivirá a orillas del Mediterráneo, su flanco occidental, y al sur de Fenicia, cuya
2 LADERA: otros, «terreno»; hebr. sékem, en paranomasia con Sikem. Tal región se asignó a capital era Sidón.
14 l 5
José sin sorteo, como las otras tierras de Palestina, y allí sería enterrado. - ISSACAR, en los llanos feraces de Esdrelón, entre el Tabor y el Carmelo, no gozará de
aquéllos sino a costa de su independencia, siendo codiciada presa de los invasores. [| ASNO DE RECIA
AQ l Os ANUNCIE...: las «bendiciones de Jacob» esbozan la futura suerte de cada una las de OSAMENTA : quiere dar a entender la astucia y fuerza de esta tribu, no obstante las cuales espera del
•* ^ tribus a que sus hijos dieron origen. Es notable que el patriarca, al hacer el augurio que Dios Mesías la salvación eterna de Israel.
16
le reveló, de sus hijos, los revistió de un carácter astral, según un género literario augural que quizá JUZGARÁ: Dan yadin, juego de vocablos. Aunque chica, sabrá defender sus derechos e inde-
conociera en la Alta Mesopotamia. No es difícil rastrear en sus bendiciones alusiones a los 12 signos pendencia. ¿Se aludirá también a la judicatura de Sansón? (Jue 13-16).
17
del Zodíaco (cf. Dt 33). SERÁ SIERPE: alude a la astucia de los danitas, con la cual más que con la fuerza lograron
4
No GOZARÁS: Rubén, aunque primero en dignidad y vigor, con arreglo a la primogenitura, vencer (cf. Jue 15-18). Mas la exclamación del v.18 asegura que victoria y salvación sólo de Yahveh
no gozaría de preeminencia alguna, porque, impetuoso y desbordado como grandes aguas o hir- la esperan.
19
viendo en pasión, cometió infame incesto (cf. 35,22). La historia demostraría la escasa importancia ASALTO: nótese el juego de palabras por paranomasía: Gad gedud yegudennu vehu yagud.
de tal tribu (cf. Dt 33,6; Jue 5,16). Recuérdese que Acjuarius representaba para los babilonios Hab'a de que por habitar esta tribu la TransJordania tendrá que padecer duros ataques de parte de
como un «gigante» portador de vasija de que fluían dos grandes chorros a modo de surtidores de los í¡rri nonitas, pero los rechazará esforzadamente.
agua fecundante. 2U
5 6
ASER: recostada a lo largo del Mediterráneo, entre el monte Carmelo y la región de Tiro,
- HERMANOS: por su desleal y cruel proceder, más que por la sangre, Jacob, aí maldecirlos, en tierra
21
de pan llevar y olivos.
rechaza toda complicidad en su confabulación criminal (cf. 34,25-31). DICHOS... PROFIERE: O quizás, proporciona argumento a bellos cánticos (¿aludiendo al de
6
Mi HONOR: e. d., mi espíritu, la parte más noble del hombre. Pero M. Dahood, con ayuda Débora sobre la victoria de Baraq, de la tribu de Neftalí ?). Pero el texto es oscuro y diversamente
de Albright, propone: «en su asam. no sea visto mi hígado». interpretado: «que procrea lindos ciervos»; otro (c. G), es «un terebinto que echa muchas ramas,
7 ramas altas y espléndidas», etc.
DIVIDIRÉ: la escasa tribu de Simeón quedó al repartir el país como anexionada a la de Judá
(Jos ig.ij, y más tarde fue en parte absorbida por ésta y en parte desparramada por el sur y el este 23.24 DIERON EN HOSTIGARLE...: ¿aludirá a las guerras y victorias de Efraím—en quien se
de Palestina (cf. 1 Cr 4,39-43). La de Leví, sin territorio propio, vivió diseminada entre las otras, piensa especialmente al mencionar a su padre José—contra sus enemigos internos y externos?
aunque adscrita al servicio divino. (cf. Jue 6-Q; 12,1-6). || Su ARCO PERSEVERÓ PUJANTE: cf. V; otros prefieren leer c. G «fue despedazado
8 (o quebrado) por la fuerza de su arco y enervados sus brazos». || PODEROSO... PASTOR Y ROCA llama,
JUDÁ, TE ALABARÁN: yoduka... Yehudá; juego de palabras. ¡| SE INCLINARÁN: refiérese a la
posición que adquirirá dicha tribu bajo un rey salido de ella, David. con imágenes primitivas, al Dios de José, de quien éste y los suyos recibieron la fuerza.
10 25
CUYO ES EL MANDO: H silo, interpretado diversamente: a Silo?, el pacífico, o el reposo el BENDICIONES del cielo: e. d-, las lluvias fertilizantes. II DEL ABISMO: e. d., los manantiales. H
Mesías, etc. Se ha comparado el vocablo con el acadio selu 'soberano'. GST° etc., leyeron selloh: DE PECHOS Y DEL SENO MATERNO: e. d., la fecundidad en la descendencia. Alude siempre a la su-
'(Aquel) que a él', o sea «a quien corresponde». V «qui rnittendus ests (saluaj). En todo caso la premacía de la tribu de Efraím en población y suelo.
26
misteriosa expresión designa al futuro Mesías. 27
RIQUEZA: Reider prefiere interpretar moradas.
11
ATA: anuncia la fertilidad de su herencia en la tierra de promisión. |] LAVA EN VINO: alu- LOBO RAPAZ: el carácter guerrero de esta tribu aparece en Saúl, Jonatás y, sobre todo, en el
de a las viñas cié Engaddí y Hebrón, enclavadas en su territorio y que daban el mejor vino de Ca- Apóstol de las Gentes, San Pablo (cf. además Jue 19-21).
naán, y a los pastos de Teqoa y KArmel, al sur de Hebrón.
31 2a
92 GÉNESIS 4 9 50 GÉNESIS 5 0 t
*-2i i)á.

campo que A b r a h a m había c o m p r a d o a ! na que en él hay, de los hijos de H e t » . nasés, nacieron sobre las rodillas de José. * José a los hijos de Israel, diciendo: «¡Dios
32 24
Efrón el hittita para sepultura de su pro- Cuando Jacob hubo a c a b a d o de dar Y José dijo a sus h e r m a n o s : «Voy a velará de seguro p o r vosotros y sacaréis
piedad. 31 Allí sepultaron a A b r a h a m y a estas instrucciones a sus hijos, recogió m o r i r ; mas Dios velará seguramente por mis huesos de aquí!» 2 6 Y murió José de
Sara, su esposa; allí enterraron a Isaac sus, pies en el lecho y expiró, yendo a vosotros y os sacará de este país hacia edad de ciento diez años y lo embalsa-
y a su mujer Rebeca, y allí enterré yo reunirse con su pueblo. la tierra que juró dar a A b r a h a m , a m a r o n y fue puesto en u n féretro en
a Lía. Adquisición, el campo y la caver- Isaac y a Jacob». 25 Luego j u r a m e n t ó Egipto.
23
NACIERON SOBRE LAS RODILLAS DE J.: e. d., adoptólos por hijos (cf. 30,3; 48,12).
Exequias de Jacob y últimos días de José
p n 1 Echóse entonces José sobre el ! siete días, u C u a n d o los habitantes del
•»" rostro de su padre, y, llorando país, los cananeos, vieron aquel duelo en
encima del mismo, lo besó. 2 Luego orde- la era de Atad, dijeron: «¡Grave duelo es
nó José a los médicos que estaban a su éste para los egipcios!» Por eso se de-
servicio q u e embalsamaran a su padre, n o m i n ó Abel-misrayim (Duelo de los
y los médicos embalsamaron a Israel. egipcios) aquel p u n t o de allende el J o r -
3
Emplearon en ello cuarenta días, pues dán.
12
NOTAS CRITICAS
tal es el tiempo que empleaban en los Sus hijos hicieron, pues, con J a c o b
emba/samam/eníos; y los egipcios llo- conforme había/es o r d e n a d o ; 1} y trans-
4
ráronlo durante setenta días. * Pasados portándole a tierra de C a n a á n , lo sepul-
los días del duelo, José habló a los do- taron en la cueva del c a m p o de M a k p e -
mésticos del F a r a ó n , diciendo: lá, campo que A b r a h a m comprara para- CAP I : a Kit, basado en G y los w referentes a los demás días de la Creación, pasa esta frase
—Si he hallado gracia a vuestros ojos, sepulcro de su propiedad 1 4a Efrón el hit- al final de v 6 y, end cambio, add aquí: y vio Dios que estaba bien] b así iris c 3mss SamGTjSVj c Kit
os ruego hagáis llegar a oídos del Fa- tita, enfrente de Maniré. J o s é , después ins c G V así fue] asi ins c SI ° Kit c GS ins y en los ganados (cf v 26).
r a ó n esta súplica: 5 _Mi p a d r e m e jura- de haber enterrado a su padre, tornóse CAP. 2: aa SámGS sexto] » asi ins c alus iras GSVTjl c así ins c GSVT1.
a Egipto juntamente con sus hermanos CAP. 3: a H ins el árbol, que b suprimimos c GV1 '' asi ins c SamGSV.
y lodos cuantos habían subido con él CAP. 4: ins c SamGSLV] así H (lakt'n); GSSymHThV lo ken 'no será así'.
a sepultar a su padre. CAP. 5: aa ins c Kit] b así (lít y vivió Ifenokj ins c G m s sb Vm8S.
CAP. 8: G dins para ver si las aguas habían menguado] ins c Kit; cf 10] c de la vida de Noé
15 Temiendo * los h e r m a n o s de José p o r ins G; cf 7,11] Kit 1 c G «todas las fieras, y todos los ganados, y todas las aves, y todos los reptiles
haber muerto su padre, se dijeron: «¡Qui- que reptan.. a » /
zá nos guarde rencor José y nos vuelva CAP. O: G insjy sobre todas las bestias] b así c Kit (cf 1,28); H multiplicaos en ella] c así prb c
todo el mal que le hicimos!» l 6 M a n d a - contexto, otros prpn «bendiga Yahveh las tiendas de Sem»; H Bendito sea Yahveh, Dios de Sem.
ron, pues, decir a J o s é : «Tu padre dio CAP. 10: a ins c Kit (cf 20,31).
17 CAP. 11: aa así c SamGLV; H salieron con ellos; S salió con ellos.
Entierro en Egipto. (De Vigouroux, «Dict. de orden antes de la muerte diciendo: Así CAP. 13: en 12,6 en la encina o terebinto; y así GS (cf Kit).
la Bible».) diréis a J o s é : 'Perdona, p o r favor, el CAP. 14: * 11 t'í rey de Sodnma y Camorra; leemos c ims SamGS... y el rey de Comorra] b cf 13,18
delito de tus h e r m a n o s y su pecado, por- nota a] ''II propíanU-nti' adró; SamG contó, pasó revista (vide Kit).
m e n t ó diciendo: «Mira, voy a m o r i r ; en que ciertamente te trataron mal'. A h o r a , CAP. 17: *"" asi c (Sam)GSV; II _v !<i bendeciré y cita vendrá a ser... de ella.
la sepultura que excavé para mí en el pues, perdona, te rogamos, el delito de CAP. 18: a* 1 c GS enm sla encina o terebinto (cf 4,8 y 13,18).
país de C a n a á n , allí m e enterrarás». Así, los siervos del D i o s de tu padre». José, CAP. 21: a ins c GV s (cf Kit)1 b ins c SamGSV] c así c G; H alzó ella] d ins c SamGSV.
CAP. 22: a así c Kit (cf SamGSV).
pues, permíteme subir a sepultar a mi pa- cuando le h a b l a r o n asi, lloró. 18 E n t o n - CAP. 23: ins c Kit. DI al fin del v: los años de la vida de Sara (cf GV)-
dre, y luego volveré. ces fueron sus mismos hermanos y se CAP. 24: a que le puso en la nariz add Sam e iris Kit (cf v 47;] b así c vers; H plur] c ins c GSV]
6 El F a r a ó n contestó: postraron a n t e él, exclamando: * así c Kit (cf SarnG); H de llegarse a.
—Sube y entierra a tu padre, c o m o él —¡Henos aquí por esclavos tuyos! CAP. 25: a ins c 6mss SamGS. ] b así c GV; H y habitaron] c así c S (cf 27,46); H a qué [vie-
te hizo jurar. 19
M a s José les r e s p o n d i ó : ne] esto (algs vierten: «¿qué será de mí?» o «¿a qué estoy destinada?»).
1
Subió, pues, José a sepultar a su p a - CAP. 26: aa así c SarnGV (cf S); H en días de.
— N o temáis, p o r q u e ¿acaso voy yo a CAP. 27: así c G; H para traer (la J.
dre, y con él todos los servidores del ocupar el lugar d e D i o s ? * 20 A u n q u e vos- CAP. 30: aa prps di c G.
F a r a ó n , las dignidades de su corte y to- otros habíais pensado hacerme daño,. CAP. 31: así c Kit (su tienda); H sus hermanos o parientes] b así c SarnGV; H haceros] c así
das las jerarquías de la tierra de Egipto, Dios proyectó trocarlo en bien p a r a r e a - c SamG; H vuestro] d ins c GAr] e ins c G] ' así HV, más di c 2mss G según Kit; Sam «el Dios
8 de Abraham»,a S «el Dios de nuestros padres».
así como t o d a la familia de José, sus lizar lo q u e hoy estamos viendo, 21
dando
hermanos y la familia de su p a d r e ; pues vida a u n pueblo numeroso. Así, pues, CAP. 32: a sobreentiéndase así o ins c ims Sarn vers.
sólo a sus pequeñuelos, sus rebaños y no temáis; yo o s m a n t e n d r é a vosotros, CAP. 34: a ins c S] b V add «y constituyannos un solo pueblo».
CAP. 35: a *frt add cf 14» anota Kit, apoyado en V.
vacadas dejaron en el país de Gosen. y vuestros pequeñuelos. CAP. 36: así GS; HV hija] b así c Kit, cf 20; H e¡ jivvita, o heveo] c S al país de Seir (así
9
Subieron asimismo con él tantos carros Y los c o n s o l ó y les h a b l ó al corazón. Kit)] " así c 2mss GLS"; H de o ¿] • así c GS; H hija.
c o m o jinetes, resultando, pues, el cortejo 22
H a b i t ó José en Egipto, él con l a CAP. 37: aa así c smss SamG (cf V); H hermanos] b ins c SamG.
muy respetable. 10
Llegados a la era de familia d e su padre; y vivió ciento d i e z CAP. 38: a s í c G;f
H é] b así0cSV; H que está sobre] c ins c GLV] d ins c TPS] c así c SamGS;
A t a d , situada al otro lado del Jordán, años. 2 3 L o g r ó así ver a los descendien- H del lugar de ella] así c GSVT ; H cordones.
p r o r r u m p i e r o n allí en muy grande y recio tes de Efraím h a s t a l a tercera generación. CAP. 3Q : a ins c 3mss Sam(GST°?) cf 5.
plañido e hizo a su padre un duelo de También los hijos de Makir, hijo de M a - CAP. 40 : * H ins de sobre ti; «di c 2rnss V (gloss)» anota Kit.
d
CAP. 41 : a así C G t cf V I 5; H los] b H me; «1 c SatnTp los» anota Kit] c ins c SamG (cf 5,3)]
asi c GS; H todo lo que en ellos.
CAP. 42 : 8a ins c GT°S; cf 19] > así c GSV.
3 CAP, 43 : H add a la casa; V di tal dittografía de voz anterior] b ins cb 7mss GV.
Kfi CUARENTA DÍAS: a veces se empleaba bastante más (cf. Herodoto 2,86). CAP. 44: * iris c G; V (cf S) la copa q. habéis robado es la misma...] íns c SarnGV...
" " 19 ¿VOY A OCUPAR EL LUGAR DE DIOS ?: el hondo sentido providencialista y religioso de José CAP. 45 : a así c GV; H errp.
destaca una vez xnás en este pasaje. CAP. 46: 8 así c SamG Núm Cr; V lob] b G ins y fueron hijos de Bela. Así 1 c Kit (cf 1 Cr 8,3)]
94 GÉNESIS

c
d
en vez de los cuatro nombres anteriores, Kit indica; Ajitam, Sufatn y Jufam (cf Núm 26,38 ss)]
parió 1 Kit ac 29mss T°(smss) SamS...
CAP. 47: ins c Sam] b ins c SamG] ° así c SamG(V); H hizolo pasar a las ciudades] ú crée-
se add (cf G).
GAP. 48: * así c GSV; H dijo] b así c G(V); H dio la nueva... y dijo] ° ins c SamG] d ins c
GSV; cf g 10] e así ya íns c V, ya entendiéndolo implícito en José; otros 1 c G bendíplos (di José)]
' así c T G; H ti] 8 así c GS ..; H será bendito... cuando se diga.
CAP. 49: a mlt I c SamGT 0 ...: herviste] b así puede interpretarse H, quizá errp, o 1 c J. Rei-
der «prof. ent. el lecho de una concubina*;d GST° escalaste] c ajim hermanos en carácter.e Algunos 1
ojim 'aulladores' (o sea, hienas, chacales)] así GSV el talón de ellos; H el t. de Aser] así (lit
por el) c G; H de allí] ' así (lit el Dios todop.) c SamGS: El; H et 'a'.
GAP. 50: * así c SV (y temieron); H y vieron.

E O D O

Tiranía de los egipcios con los israelitas


1
E s t o s son los n o m b r e s de los hijos de prestaciones personales p a r a q u e l o
I de Israel que entraron en Egipto c o n
Jacob, habiendo entrado cada u n o c o n
abrumaran con cargas, edificando así para
el Faraón las ciudades almacenes de Pitom
su familia: 2 Rubén, Simeón, Leví y J u - y Ramesés. * ll Pero cuanto más le opri-
d á ; * 3 Issacar, Zabulón y Benjamin; 4 D a n mían, más se multiplicaba y propagaba,
y Neftalí, G a d y Aser. ' El total de los llegando los egipcios a sentir inquietud
descendientes de Jacob fue setenta perso- ante los hijos de Israel. 13 Los egipcios
nas. José estaba ya en Egipto. * 6 L u e g o esclavizaron tiránicamente a los israelitas
14
murieron José, iodos sus hermanos y Iod;i y amargaron su vida con duros trabajos
aquella generación. 7 Los hijos de Israel de arcilla y adobes y con toda clase de
fueron prolíiicos, se multiplicaron e h i - faenas campesinas, cargas todas éstas que
ciéronse numerosos y poderosos en g r a d o con violencia les imponían.
extraordinario, llenándose de ellos el p a í s . 15
Además, el rey de Egipto habló a las
' A h o r a bien, alzóse en Egipto un r e y parteras hebreas, una de las cuales se lla-
nuevo, que no había conocido a J o s é , * maba Sifrá y otra Puá, 16 y dijo: « C u a n d o
9
y dijo a su pueblo: «Mirad que el p u e - asistáis a las hebreas, observad los asien-
blo de los hijos de Israel es más n u m e r o s o tos; si es niño, lo mataréis, y "si niña, vi-
y fuerte que nosotros. 1 0 Ea, obremos s a - va». * 17 Pero las parteras temieron a Dios
gazmente con él para que no se multipli- y no hicieron lo ordenado p o r el rey de
que, y suceda que nos sobrevenga u n a Egipto, sino que dejaron vivir a los niños.
18
guerra y se sume también él a n u e s t r o s Así, pues, el rey egipcio las llamó y dijo:
enemigos, pelee contra nosotros y se a l c e —¿Por qué habéis hecho tal cosa y ha-
con el país». * béis conservado la vida a los niños?
19
n Entonces pusieron sobre él c a p a t a c e s Replicaron las parteras al F a r a ó n :

•• J RUBÉN. ..: agrUpanse los hijos de Jacob con arreglo a sus madres, primero los de las esposas
' libres y luego los de las siervas; dentro d e esos grupos, por orden de nacimiento (cf. Gen 20,
31-30,20; 35,16-26).
5
s
SETENTA: en Gen 46,26 resultan 66, excluidos Jacob, José y sus hijos.
REY NUEVO: al parecer, Ramsés II (1208-1232 a. C.), si bien pudieron empezar las persecu-
ciones en tiempo de su antecesor, Setí I. O t r o s dicen fue su sucesor Menefta (h. 1230). Et. Bris-
ton (1055) cree más probable que el Éxodo tuviera lugar bajo Amenofis II, hacia 1480. Algunos
creen que el texto más bien quiere indicar un cambio de política respecto a los hebreos.
10
SE ALCE CON EL PAÍS: parece versión m á s feliz y acorde con el contexto (así Esc. Tub, Lam-
bert...)
11
que la usual (cf. GV) se marche del país.
EDIFICANDO: son notables las construcciones que Ramsés II multiplicó en Egipto. Entre
las ciudades destinadas a almacenar víveres y pertrechos guerreros son celebradas la que recibió
el nombre del monarca, Ramesés, y Pitom, descubierta en 1883.
16
ASIENTOS: lit. «las dos piedras», en q u e apoyaba sus rodillas la parturienta.
20 25
96 ÉXODO 1 2
ÉXODO 3 1 " i!a 97
2
- E s que las hebreas no son c o m o las 1 Y por haber temido las parteras a Dios 13 Contestó Moisés a D i o s :
1 Apacentaba Moisés el rebaño de
mujeres egipcias; son robustas y antes que
llegue donde ellas la partera ya han pa-
concedióles numerosa familia.
22
Luego dio orden el Faraón a todo el
3 Jetro, su suegro, sacerdote de M a - — S u p o n que llego a los israelitas y
dián, y condujo el ganado m á s allá del les d i g o : «El Dios de vuestros padres
rido. pueblo, diciendo: «Todo niño que nazca desierto, llegando a H o r e b , la m o n t a ñ a me ha enviado a vosotros», y ellos me
2
o Dios favoreció a las parteras y el a los hebreos" lo arrojaréis al río; mas de Dios. 2 Y apareciósele el ángel de Y a h - preguntan: «¿Cuál es su nombre?» ¿Qué
pueblo se multiplicó y fortaleció mucho. dejaréis con vida a todas las niñas». veh a m a n e r a de llama de fuego en medio les he de decir?
de u n a zarza. M i r ó él, y h e aquí que la 1 4 Respondió D i o s a Moisés:
zarza ardía en el fuego, pero n o se con- — Y o soy el que soy.
Nacimiento y juventud de Moisés. Su huida a Madián sumía. 3 Di jo entonces Moisés: « M e acer- Y añadió:
caré a mirar ese gran fenómeno de p o r —Así dirás a los israelitas: «Yo soy
2 2
1 U n varón de la casa de Levi fue y
t o m ó por esposa a la hija de u n levi-
—¿Por qué pegas a tu compañero?
14
El respondió:
qué n o se consume la zarza». 4 Viendo
Yahveh que se adelantaba p a r a mirar,
me ha enviado a vosotros». *
15 Y todavía dijo D i o s a Moisés:
ta. La mujer concibió y parió un hijo, —¿Quién te ha instituido príncipe y llamóle D i o s de en medio de la zarza —Así dirás a los hijos de Israel: «Yah-
y viendo que era hermoso, escondióle tres juez sobre nosotros? ¿Piensas m a t a r m e y dijo: veh, Dios de vuestros padres, Dios de
meses. 3 M a s c o m o no pudiese tenerlo c o m o mataste al egipcio? Abraham, Dios de Isaac y D i o s de Ja-
—¡Moisés, Moisés!
oculto m á s tiempo, cogió una cestilla de Moisés cobró miedo y se dijo: cob, me h a enviado a vosotros». Este
— H e m e aquí—contestó.
papiro, calafateóla con betún y pez, puso —Ciertamente se sabe la cosa. 5 es mi n o m b r e para siempre jamás y éste
15 — N o te acerques acá—dijo—; des-
en ella al niño y la colocó en el juncal, Enteróse el F a r a ó n del caso y trató cálzate las sandalias de tus pies, porque mi memorial de generación en genera-
orilla del Nilo. 4 Una hermana del infan- de m a t a r a Moisés; pero Moisés huyó de el lugar donde estás es tierra santa. * ción, i* Ve y reúne a los ancianos de
tito apostóse a lo lejos para observar lo la presencia del F a r a ó n , se estableció en 6 Israel y diles: «Yahveh, Dios de vues-
Y añadió:
que pasaba. 5 Y bajó la hija del F a r a ó n el país de M a d i á n , y [cierto dial sentóse tros padres, se m e h a aparecido, el D i o s
— Y o soy el D i o s de tu padre, el Dios
a bañarse en el Nilo, mientras sus donce- j u n t o a un pozo. 16 Tenía el sacerdote de de A b r a h a m , de Isaac y d e J a c o b , di-
de A b r a h a m , el Dios de Isaac y el Dios
llas paseábanse por las orillas del río. Ella Madián siete hijas, las cuales vinieron a ciendo: H e considerado puntualmente a
de Jacob.
divisó la cestilla en medio del juncal y sacar agua y llenar los pilones para abre- vosotros y lo que se os h a hecho en
var el rebaño de su padre. t 7 M a s llegaron Moisés se cubrió el rostro,' pues lemió
envió a su sierva para que la trajese. fijar en Dios la visia. * Egiplo, < 7 y he dicho: Yo os sacaré de
6 los pastores y las echaron. Moisés, sin
Abrióla, miró, y hete aquí un parvulito 7 la opresión de los egipcios al país de
embargo, se levantó en su defensa y abre- Yahveh dijo luego:
que estaba llorando. Compadecióse de él los cananeos, hittitas, amórteos, pere-
vó su ganado. 18 C u a n d o ellas llegaron — H e contemplado la aflicción de mi
y exclamó; zeos, jivveos y yebuseos; a la tierra q u e
pueblo, que está en Egipto, y he oído su
—¡Este es niño de los hebreos! donde Reuel, su padre, dijo él: fluye leche y miel». 1 8 Ellos escucharán
7 clamor a causa de sus opresores, pues
Entonces dijo su hermana a la hija — ¿ C ó m o h a b é i s v e n i d o h o y tari tu voz, y tú y los ancianos de Israel os
conozco sus sufrimientos. 8 H e bajado
del F a r a ó n : pronto? * presentaréis al rey de Egipto y le diréis:
p a r a librarlo de m a n o de los egipcios
—¿Voy a llamarte una nodriza de entre i" Y contestaron: «Yahveh, D i o s de los hebreos, se n o s h a
y subirlo de esa tierra a u n a buena y
las hebreas para que te críe al niño? — U n egipcio nos ha librado de las m a - aparecido "; ahora, pues, permite vaya-
espaciosa, a un país q u e m a n a leche y
8 —Vete—le contestó la hija del Fa- nos de los pastores e incluso nos ha sa- m o s camino de tres días al desierto p a r a
miel, al lugar de los cananeos, de los hitti-
raón. cado agua y abrevado el rebaño. que sacrifiquemos en h o n o r de Y a h v e h ,
tas, de los amorróos, de los perezcos, de
20 nuestro Dios». ' 9 Ya sé q u e el rey d e
Y fue la joven y llamó a la m a d r e del —¿Y dónde está?—preguntó él a sus los jivvcos y de los yebuseos. * 9 Ahora
niño. 9 Díjole la hija del F a r a ó n : hijas—. ¿Por qué habéis dejado a ese Egipto n o os permitirá partir sinob a la
bien; mira, el clamor de los hijos de Israel
—Llévate este niño y críamelo, y yo hombre? Llamadle para que c o m a de fuerza. 2 0 Pero yo extenderé mi m a n o y
h a llegado hasta mí y he visto, además,
te daré salario. nuestro pan. heriré a Egipto con t o d a suerte d e p r o -
la opresión con que los egipcios los abru-
T o m ó , pues, la mujer al niño y lo crió. 21 Moisés accedió a m o r a r con aquel digios que obraré p o r medio d e él, y
m a n . 10 A h o r a , pues, a n d a ; te envío al
varón, quien dio a su hija Seforá a M o i - después os dejará salir. 2 i Además, yo
ID Crecido que hubo el niño, lléveselo a F a r a ó n p a r a que saques de Egipto a mi
sés. 2 2 Ella parió un hijo y púsole p o r haré que halle gracia este pueblo a los
la hija del Faraón, la cual lo prohijó y pueblo, los israelitas.
n o m b r e Guersom, pues dijo: «Inmigrante ojos de los egipcios, y sucederá q u e ,
púsole p o r n o m b r e Moisés, pues dijo: «En 11 Dijo entonces Moisés a D i o s : c u a n d o partáis, no marcharéis de v a -
•verdad que lo he sacado (mesitiha) del (guer) soy en tierra extranjera».
23 —¿Quién soy yo p a r a ir al F a r a ó n y cío, 2 2 pues cada mujer pedirá a su veci-
agua». * D u r a n t e aquel largo período falleció sacar de Egipto a los israelitas? na y a la huéspeda alhajas de p l a t a y
11
Y sucedió por aquellos días que, sien- el rey de Egipto, y los hijos de Israel ge- 12 R e s p o n d i ó : oro y vestidos, que p o n d r é i s a vuestros
do ya mayor Moisés, fue a donde sus her- mían p o r causa de la servidumbre y cla- hijos y vuestras hijas, despojando así a
—Pues yo estaré contigo, y ésta será
manos, c o m p r o b ó lo agobiados que an- maron, y su clamor, arrancado por la los egipcios.
la señal de que te he e n v i a d o : cuando
daban y vio a un egipcio que pegaba a esclavitud, subió hasta Dios, * 2 4 y D i o s
hayas sacado de Egipto al pueblo, da-
uno de sus hermanos hebreos. ' 2 Volvióse oyó sus lamentos y se acordó de su pacto
réis culto a D i o s sobre esta m o n t a ñ a .
a un lado y otro y, notando que no había con A b r a h a m , Isaac y Jacob. 2 5 M i r ó ,
nadie, m a t ó al egipcio y soterrólo en la pues, D i o s a los hijos de Israel y aten- O 5
DESCÁLZATE : ello ha sido y es entre los orientales señal de religión y respeto.
arena. 13 Salió también al día siguiente, dióles solícito. 6
TE.WIÓ FIJAR EN DIOS LA visrA: y perder por ello la vida (ct Gen 32,30).
8
y he aqui que dos hombres hebreos reñían PAÍS QUE MANA LECHE Y MIEL : es locución popular e hipérbole para significar la feracidad del
entre sí. Dijo al agresor: suelo palestinense, mayor otrora que actualmente.
14
Yo soy EL QJJE SOY: ésta es la interpretación más admitidade yahveh: El que es, por esencia
y naturaleza, Dios dicelo de sí en primera persona; trasponiendo de ésta a l a tercera, resulta la ex-
I0 presión Yhwh asher Yhwh, que significaría: «El saca a existencia lo que existe», cabiendo deducir,
^ SACADO: otros creen la palabra Moisés de origen egipcio: algo así como «salvado fus) de afirma Albright, que ambas fórmulas pertenecen a las antiguas letanías en que el Dios de los Padres
^ agua
18
(mo)», o mejor, mes o mesu 'hijo'. fue alabado como creador del universo. Sin duda, Yahveh fue el nombre aprobado del Dios de Israel
REUEL. SU PADRE: O quizá el abuelo de las muchachas, ya que el padre es llamado en se- a partir del Éxodo; ya Josué adoptó un nombre teóforo que contiene el elemento Yahu.—Schild
guida
2i
(3,1; 18.1, etc.) Jetro, a menos que éste sea sobrenombre o título honorífico. defiende gramaticalmente la interpretación «existencial»: Yo soy el oue es, St D. Croitein («Vet.
LARGO PERÍODO: casi medio siglo moró en Madián Moisés, ti EL REY DE EGIPTO: para algu- Test.», 1956) interpreta Yhwh =»el que ama, el Apasionada,
nos, como Cazelles, Moisés fue escriba de la corte de Horemheb, último faraón de la XVIII di-
nastía, perdiendo su puesto cuando la nueva inicia bajo Setí I (1318-1298) una política enérgica
respecto a Canaán y los semitas.
Rover-Canten t
98 ÉXODO 41"28 ÉX6D0 4 í 4 — 5 1 7 99
Deja ir libre a mi hijo para que m e sir- al desierto al encuentro de Moisés». M a r -
Dios garantiza el éxito de su misión a Moisés, que va, y te has negado a dejarle partir; he chó, pues, y, encontrándose con él en
aquí que yo voy a m a t a r a tu hijo pri- la m o n t a ñ a de Dios, le besó. 2 8 Moisés
vuelve a Egipto mogénito». refirió a A a r ó n todas las palabras con
24
1 Camino [de Egipto], estando Moisés que Yahveh habíale comisionado y cuan-
Respondió Moisés y dijo:
4 — M i r a que no me van a creer ni
13 Contestó Moisés:
—Perdón, Señor; envía, p o r favor, tu
en u n albergue n o c t u r n o , presentósele
Yahveh de improviso e hizo ademán de
tos prodigios le había o r d e n a d o que
obrase. 2 ' Después Moisés y Aarón si-
van a escuchar mi voz, pues dirán: « N o mensaje con quien quieras enviarlo. matarle. * 2 5 Entonces Seforá, t o m a n d o guieron su viaje y reunieron a todos los
se te h a aparecido Yahveh». 14
Entonces irritóse Yahveh contra M o i - una piedra afilada, cortó el prepucio de ancianos de Israel. 3 0 A a r ó n contó las
2
Dijole Y a h v e h : sés y dijo: su hijo y, echándolo a los pies de Moi- palabras que Yahveh había hablado a
—¿Qué es eso que tienes en la m a n o ? — ¿ N o está ahí tu h e r m a n o Aarón el sés, exclamó: «¡Realmente eres para mí Moisés, quien o b r ó los prodigios a los
— U n a vara - contestó. levita? Sé que él habla bien, y, además, esposo de sangre!» 2 6 Dejóle Yahveh, ha- ojos del pueblo. 31 La gente creyó, y al
' D i j o Yahveh: mira que sale a tu encuentro, y c u a n d o biendo ella d i c h o : «esposo de sangre», tener noticia de que Yahveh había visi-
—Arrójala al suelo. te vea se alegrará cordialmente. * 15 H a - refiriéndose a la circuncisión. tado a los hijos de Israel y visto su aflic-
Tiróla, pues, a tierra y convirtióse en blarás, pues, con él y p o n d r á s mis pa- 27
Luego dijo Yahveh a A a r ó n : «Vete ción, inclinaron sus cabezas y adoraron.
una serpienle, huyendo de ella Moisés. labras en sus labios, y yo asistiré a tu
4
M a s dijo Dios a Moisés: boca y la suya y os indicaré lo que ha-
—Alarga tu m a n o y agárrala p o r la
cola. Primera entrevista con el Faraón
Alargó él la m a n o , asióla y tornóse
vara en su palma.
5
— P a r a que crean que se te h a apa-
5 1 Después, Moisés y A a r ó n presen-
táronse y dijeron al F a r a ó n :
gos, y p o r eso claman diciendo: «¡Quere-
mos ir a ofrecer sacrificio a nuestro Dios».
9
—Así -ha dicho Yahveh, Dios de Is- Agravad el trabajo a esa gente p a r a
recido Yahveh, Dios de sus padres, Dios rael: «Deja marchar a mi pueblo para que estén ocupados y n o se entretengan
de A h r a h a m , D i o s de Isaac y D i o s de Cuchillo de sílice hallado en Palestina. (Del Mu- que me celebre una licsla en el desierto». con embusteras palabras».
Jacob. seo Bíblico de Montserrat.) 2 10
6 M a s replicó el f a r a ó n : Salieron, pues, los capataces del pue-
Y dijole D i o s todavía. —¿Y quién es Yahveh p a r a que yo plo y los inspectores y hablaron a la
— M e t e tu m a n o en el seno. tenga que escuchar su voz, dejando mar- gente, diciendo: «Así ha dicho el F a r a ó n :
Metió, pues, él la m a n o en su seno, béis de hacer. 16 El hablará p o r ti al char a Israel? N o conozco a Yahveñ ni N o os doy m á s paja; n idos a coger
sacóla luego, y he aquí que estaba le- pueblo y te servirá de vocero, y tú harás dejaré partir a Israel. paja donde la podáis hallar, pero vues-
prosa, como la nieve.* 7 Entonces dijo: con él veces de Dios. * 17 T o m a en la 3
Ellos dijeron: tra tarea no ha de disminuirse un punto».
—Vuelve la m a n o a tu seno. m a n o ese cayado, con el cual obrarás 12
El pueblo se derramó p o r t o d o el país
los prodigios. —El Dios de los hebreos nos ha con-
Volvióla a meter en su seno, sacóla v o c a d o ; permite, pues, que andemos tres de Egipto para recoger rastrojo que sir-
después, y he aquí que habíase t o r n a d o 1 8 Entonces fue Moisés y t o r n ó a casa jornadas por el desierto y ofrezcamos sa- viera de paja. ¡i Entre tanto, los capata-
como su carne. * de su suegro, Jetro •, a quien dijo: crificio a Yahveh, nuestro Dios, para ces los apremiaban, diciendo: «Acabad
8 —Así, pues, si no te creen ni escu- —Permíteme vuelva a mis h e r m a n o s que no nos acometa con la peste o la vuestro trabajo r e m a t a n d o la tarea de
chan la voz del primer prodigio, creerán que están en Egipto, p a r a ver si viven espada. cada día en su tiempo, c o m o cuando se
la voz del segundo. 9 y si tampoco creen todavía. 4
Contestóles el rey de E g i p t o : os daba la paja». i 4 L o s inspectores de
este segundo prodigio ni escuchan tu —Vete en paz—contestó Jetro a Moisés. los hijos de Israel q u e los capataces del
—¿Por qué vosotros, Moisés y A a r ó n ,
voz, cogerás agua del Nilo y la derra- 1 9 Yahveh dijo también a Moisés en distraéis al pueblo de sus faenas? Idos a F a r a ó n habían puesto al frente de aqué-
marás en lugar seco, y el agua que co- Madián: llos fueron azotados, diciendo: «¿Por qué
gieres del río se convertirá en sangre vuestro trabajo.
—Ve, vuelve a Egipto, porque ya h a n 5
Y prosiguió el F a r a ó n : ni ayer ni hoy habéis acabado vuestra
sobre lo seco. muerto cuantos buscaban tu vida. tarea de ladrillos corno antes?» 15 L o s
10 — Y a son más numerosos que * los in-
Dijo entonces Moisés a Y a h v e h : 20 T o m ó , pues, Moisés a su esposa y dígenas, ¿y los vais a distraer de sus inspectores de los israelitas fueron enton-
—Perdón, Señor; yo n o soy elocuen- sus hijos", montólos sobre un asno y trabajos? ces en queja al Faraón, d i c i e n d o :
te, y esto no es de ayer ni anteayer ni regresó a tierra de Egipto. Moisés t o m ó 6
Aquel mismo día ordenó el F a r a ó n a —¿Por qué tratáis así a vuestros ser-
desde q u e tú hablas a tu siervo, pues soy también en su m a n o la vara de Dios.
torpe de boca y torpe de lengua. * 2i Yahveh dijo a Moisés:
los capataces del pueblo y a sus comisa- vidores? i 6 N o se da paja a tus siervos
11 rios, diciendo:* 7 « N o volveréis a dar y se nos ordena hacer ladrillos; he a q u í
Yahveh le respondió: — C u a n d o vuelvas a Egipto ten en paja al pueblo para fabricar adobes, como que tus servidores son azotados y échase
—¿Y quién ha dado al h o m b r e la b o - cuenta los prodigios que he puesto en hasta a h o r a ; vayan ellos y recójanse la la culpa a tu p u e b l o . *
ca? ¿O quién le hace m u d o , sordo, vi- tu m a n o y hazlos ante el F a r a ó n . M a s paja; 8 pero les exigiréis la misma canti-
yo endureceré su corazón y n o dejará 17 El contestó:
dente o ciego? ¿Acaso no soy yo, Yah- dad de adobes que hacían hasta a h o r a ;
veh? 1 2 Así, pues, vete, y yo estaré con partir al pueblo. * 2 2 Entonces dirás a! —Sois vagos, u n o s v a g o s ; por eso de-
n o les rebajéis nada, pues son u n o s va- cís: «Vamos a ofrecer sacrificio a Yah-
tu boca y te indicaré lo que h a s de ha- F a r a ó n : «Así ha dicho Y a h v e h : Israel
blar. es m i hijo primogénito; 2 3 y te he d i c h o :
24-25 Hizo ADEMÁN DE MATARLE: no consta cómo fue la amenaza, provocada por haber omitido
circuncidar a uno de sus hijos, tal vez por esperar Moisés que con el tiempo lograría el consenti-
miento de Seforá para aquella ceremonia. Lo de echarlo a los pies puede significar que Seforá, de
6 despecho, tiró a los pies (otros toca los pies, aquí tal vez eufemismo) de Moisés el prepucio de su hijo.
LEPROSA, COMO LA NIEVE: trátase de la lepra llamada anestesíaca.
4 1
7
COMO SU CARNE: e. d., limpia como el resto de su cuerpo, no afectado por la lepra. El pasaje es oscuro y las versiones varían bastante.
° TORPE DE BOCA : esto es, no soy hombre elocuente ni lo he sido, antes adolezco de pesadez
de boca y lengua. C 6 COMISARIOS: O inspectores, oficiales o jefes (G escribas). Los soteriffl parece eran funcionarios
14 ^ de cierta jerarquía con cargo para urgir las órdenes de los príncipes, auxiliar a los jueces y aun
LEVITA: e. d., sacerdote, por su oficio. Tanto Moisés como Aarón pertenecían a la tribu
de Leví. llevar las listas de reclutamiento y de las huestes y preparar ta guerra, como oficiales militares.
16 16
VECES DE DIOS: Aarón será vocero de Moisés, como éste es portavoz de Dios. Tu PUEBLO: O bien, «como si fuese culpable tu pueblo», e. d., los hebreos. Otros entienden:
21 «siendo tu pueblo (egipcio) el culpable». Pudiera leerse (cf. GS): obras injustamente centra, tu puebl
ENDURECERÉ: quiere decir, dejaré se endurezca. El propio Faraón, Ubérrimamente, fue la
causa, inmediata de sv obstinación (cf. 8 , n ; 9,34). (hebreo).
1? ÉXODO 6 1 8 —? « 101
100 ÉXODO 5 "—8
Simi por sus familias. 1 8 Hijos de Que- Tales son los jefes de las casas levitas
veh». 18 A h o r a bien, idos a trabajar, y gue, pues habéis riecho fétido nuestro h a t : A m r a m , Ishar, Jebrón y Uzziel. Los en sus distintas familias.
n o se os h a de dar paja y habéis de en- aliento a ios ojos del F a r a ó n y de sus años de vida de Q u e h a t fueron ciento 26
F u e a A a r ó n y Moisés a quienes
tregar el cupo de ladrillos.
19
subditos, poniendo en sus m a n o s u n a treinta y tres. 19 Hijos de M e r a r í : Majlí dijo Y a h v e h : «Sacad a los hijos de Is-
Así, pues, los inspectores de los hi- espada p a r a que nos mate». y Musí. Tales son las familias de los le- rael de la tierra de Egipto p o r sus uni-
jos de Israel se vieron en apuro al decír- 22 Entonces Moisés volvió a Yahveh y vitas según sus linajes. dades militares».
seles: « N o disminuiréis lo más mínimo le dijo: «Señor mío, ¿por qué maltratas 20 27
A m r a m t o m ó p o r esposa a su tía Ellos son los que hablaron al F a -
el cupo de ladrillos que se os ha señalado a este pueblo? ¿Para qué me has envia- Yokébed, que le parió a A a r ó n y Moisés. raón, rey de Egipto, p a r a sacar de allí
para cada día». 2i> Al encontrarse con do? 23 Desde que m e presenté al F a r a ó n Los años de vida de A m r a m fueron cien- a los israelitas; esto es, Moisés y A a r ó n .
Moisés y Aarón, que les estaban aguar- p a r a hablarle en tu n o m b r e , maltrata a to treinta y siete. 21 Hijos de I s h a r : Q ó - 2
* Y el día en que habló Yahveh a
dando a la salida de casa del F a r a ó n , este pueblo, sin que hayas dado m i paso raj, Néfeg y Zikrí. 22 Hijos de Uzziel: Moisés en el país de Egipto acaeció
21 p a r a librarle». 29
les dijeron: «Obsérveos Yahveh y juz- Misael, Elsafán y Sitrí. que Yahveh se dirigió a Moisés, di-
23
A a r ó n t o m ó p o r esposa a Elisabet, ciendo:
hija de A m m i n a d a b , h e r m a n a de N a j - — Y o soy Y a h v e h ; di al F a r a ó n , rey
Promesa de Yahveh. Genealogía de Moisés y Aarón són, y le parió a N a d a b , Abihú, Elazar de Egipto, todo cuanto te indico.
e Itamar. -'" Pero Moisés respondió ante Y a h -
1
egipcios, y h e recordado mi pacto. 6 P o r 24
6 Dijo e n t o n e s Yahveh a Moisés:
«Ahora veras lo que voy a hacer al tanto, di a los israelitas: «Yo soy Yahveh
Hijos de Q ó r a j : Assir, Elkaná y
Abiasaf. Tales son las familias de los
veh:
— Considera que soy incircunciso de la-
F a r a ó n , porque, obligado p o r u n a ma- y os sacaré de debajo de los penosos qorajitas. bios. ¿ C ó m o , pues, m e ha de escuchar el
n o fuerte, los dejará ir y en virtud de trabajos de los egipcios, salvaré de su 25
Elazar, hijo de A a r ó n , t o m ó por es- Faraón?
una m a n o poderosa los expulsará de su servidumbre, y redimiré con brazo exten- posa a u n a de las hijas de Puticl, la cual
país». dido y grandes juicios. ^ Pues yo os t o - le parió a Pinejás.
2
Luego h a b l ó D i o s a Moisés y le dijo: maré c o m o pueblo mío y seré p a r a vos-
«Yo soy Yahveh. 3 M e aparecí a A b r a - otros vuestro Dios, y sabréis que soy
Yahveh, Dios vuestro, que os saco de los
penosos trabajos de los egipcios. * Y o s Autenticidad de la misión de Moisés y Aarón.
•<*&**
conduciré a la tierra que juré dar a Abra- Comienzo de las plagas
liam, a Isaac y a Jacob, y os la daré
f en propiedad. Y o , Yahveh». 9 Así habló 1 10
Moisés a los hijos de Israel; m a s ellos
n o escucharon a Moisés p o r su corte-
7 Entonces Yahveh contestó a M o i -
sés: «Mira, te he constituido c o m o
Llegaron, pues, Moisés y A a r ó n al
F a r a ó n e hicieron como h a b í a ordenado
Dios respecto al Faraón, y A a r ó n , tu Yahveh, arrojando A a r ó n su vara ante
dad de espíritu y la dura servidumbre
h e r m a n o , será tu profeta. * 2 T ú le comu- el F a r a ó n y sus servidores y convirtién-
[en que se hallaban].
nicarás cuanto yo te ordene, y Aarón, dose el!a en serpiente. 1' Entonces el Fa
1° Después Yahveh habló a Moisés di- tu hermano, hablará al F a r a ó n para que r a ó n llamó también a los sabios y m a -
ciendo : deje salir de su país a los hijos de Israel. gos, y también ellos, los adivinos de
11 1
—Ve a hablar al F a r a ó n , rey de Mas yo mismo endureceré el corazón Égiplo, hicieron lo mismo c o n - s u s en-
>, Egipto, para que deje partir de su país del Faraón y multiplicaré mis prodigios cantamientos.* l 2 C a d a uno arrojó su
a los israelitas. y maravillas en la tierra de Egipto. 4 El vara y se t o r n a r o n serpientes; pero la
12 F a r a ó n , sin embargo, no os escuchará, y vara de A a r ó n tragó las varas de aqué-
Pero Moisés contestó ante Yahveh
diciendo: sentaré m i m a n o a Egipto y sacaré de llos. 13 El corazón del F a r a ó n , sin em-
—Si los hijos de Israel n o me h a n es- tierra egipcia con magnas justicias a mi bargo, se endureció y n o los escuchó,
i \ •
cuchado, ¿cómo m e h a de escuchar el ejército, m i pueblo, los israelitas. 5 Así conforme Yahveh había predicho.
F a r a ó n , siendo yo incircunciso de la- sabrán los egipcios que yo soy Yahveh 14
Yahveh dijo luego a M o i s é s : «¡Em-
bios? * c u a n d o extienda mi m a n o sobre Egipto
pedernido es el corazón del F a r a ó n ! ¡Nié-
J 13
Entonces habló Yahveh a Moisés y y saque de en medio de ellos a los hijos
de Israel». <> Moisés y A a r ó n faciéronlo;
gase a dejar partir al pueblo! l s Vete al
a A a r ó n y les dio instrucciones p a r a los F a r a ó n p o r la í n a í a n a , c u a n d o salga ha-
según Yahveh les ordenó, así hicieron.
V.~l. •-! hijos de Israel y p a r a el Faraón, rey de
Egipto, a fin de sacar del país egipcio a
7
C u a n d o hablaron al Faraón, Moisés con-
taba ochenta años y A a r ó n ochenta y
cia el agua, y hazte encontiadizo con él
a la orilla del Nilo, llevando en la m a n o
los israelitas. la vara que se trocó en serpiente. *
Kíenefta. (Gressmann, o.c, lám.48.) 14 tres. 16
Estos son los jefes de sus familias. Dirásle entonces: «Yahveh, Dios de
8
Hijos de R u b é n , primogénito de Israel: Luego Yahveh habló a Moisés y Aa- los hebreos, m e envió a ti con esta or-
h a m , a Isaac y a Jacob c o m o El-Sad- Janok, Pal-iú, Jesron y Karrní; éstas son r ó n en estos términos: 9 « C u a n d o el Fa- den: Deja partir a mi pueblo para que
day ( = D i o s Todopoderoso), pero con las familias de R u b é n . * 15 Hijos de Si- raón os hable diciendo: «Obrad para co- me dé culto en el desierto; m a s he aquí
mi n o m b r é de Yahveh n o me di a cono- m e ó n : Yemuel, Y a m í n , Ohad, Yakín, Só- rroborar vuestra misión un prodigio», di- que no has escuchado hasta ahora. ll A ú
cer a ellos. 4 Además establecí con ellos jar y Saúl, hijo de la cananea; éstas son r 13 a A a r ó n : « T o m a tu vara y arrójala an te ha dicho Yahveh: H e aquí que voy a
mi alianza p a r a darles la tierra de Ca- las familias de Simeón. 1 6 Estos son los el F a r a ó n y se convertirá en serpiente». golpear en el lío con la vara que llevo
naán, la tierra de sus peregrinaciones, en nombres de los hijos de Leví, p o r sus
que m o r a r o n c o m o forasteros. 5 Y asi- linajes: Guersón, Quehat y Merarí. Los
mismo he escuchado el gemido de los años de vida de Leví fueron ciento trein-
ta y siete. 1 7 Hijos de G u e r s ó n : Libní y
l
hijos de Israel, a quienes esclavizan los "7 COMO DIOS..., TU PROFETA: cf. 4,r6.
• 11 HICIERON LO MISMO: los sabios y magos, expertos encantadores de serpientes, reducirían
aquéllas a la forma rígida de bastón. Mas la verdadera serpiente en que Moisés transformara su
12 cayado devoró las fingidas varas de los encantadores.
£ INCIRCUNCISO DE LABIOS: aquí, como en-4 «inc. de corazón», etc.,-aquel vocablo tiene sen-
" tido metafórico, equivaliendo a imperfecto, impuro, incapaz (cf. v.30). N i 5 SALGA HACIA EL AGUA: ¿con qué fin? No sabemos. Según algunos, salía el Fara.ón al río
1 4 8a lo todas las mañanas para tributarle homenaje como a un dios.
. Nos ofrecen la genealogía de Moisés y Aarón, por listas incompletas, de los hijos pri-
meros de Jactb hasta Leví, a cuya tribu pertenecían aquellos hermanos.
ÉXODO 8 1 * — 9 " 10J
1S
102 ÉXÓIX) 7 —8 "
tendieron hacer lo mismo con sus encan- —Td y sacrificad a vuestro D i o s en
en la m a n o y se convertirán las aguas I razón del F a r a ó n se endureció y n o es- tamientos, mas n o pudieron. H u b o , pues, este país.
26
en sangre. * 1 8 Los peces que hay en el cuchó [a Moisés y Aarón], conforme pre- mosquitos sobre los hombres y sobre las 22 Pero Moisés r e s p o n d i ó :
Nilo m o r i r á n y hederá el río, y los egip- dijera Yahveh. 2 3 Volvióse, pues, el Fa- bestias. 1 9 is Entonces dijeron los adivinos — N o cabe hacerlo así, pues hemos de
cios sentirán asco de beber agua del raón y fuese a palacio, sin parar mientes al F a r a ó n : «El dedo de D i o s es éste»; ofrecer a nuestro D i o s sacrificios que son
mismo». tampoco en esto. 2 4 Entre tanto, los egip- pero el corazón del F a r a ó n se endure- abominación p a r a los egipcios. Si ofre-
19
Y manifestó Yahveh a Moisés: «Di cios excavaron los alrededores del Nilo, ció y, c o m o Yahveh predijera, n o los ciéramos sacrificios que abominan los
a A a r ó n : T o m a tu vara y extiende tu [tratando de alumbrar] aguas para be- escuchó. * egipcios, nos lapidarían. * 2723 Andare-
20
m a n o sobre las aguas de Egipto: sobre ber, pues n o podían beber de las aguas i <¡ Yahveh dijo después a Moisés: mos por el desierto tres jornadas de
sus ríos, sus canales, sus lagunas junco- del río. 2 5 Y transcurrieron siete días des- «Levántate t e m p r a n o y preséntate al Fa- camino y ofreceremos sacrificios a Y a h -
sas y t o d o s sus depósitos de agua, y se pués de golpear Yahveh al Nilo. r a ó n c u a n d o salga hacia el agua y dile: veh, nuestro Dios, como él nos ordene.
2K
convertirán en sangre. H a b r á sangre en '26 Luego dijo Yahveh a Moisés: «Pre- «Así h a hablado Y a h v e h : Deja partir a 24 Contestó el F a r a ó n :
t o d a la tierra de Egipto, incluso en los séntate al F a r a ó n y dile: «Así ha dicho mi pueblo para que me dé c u l t o ; 2 1 i7 pues —Os dejaré partir a ofrecer sacrificios
árboles y las piedras». * 2Ü Hiciéronlo así Y a h v e h : Deja partir a m i pueblo p a r a si no le dejas marchar, he aquí que yo a Yahveh, vuestro Dios, en el desierto,
Moisés y Aarón, conforme Yahveh les que m e sirva; 227 y si te niegas a dejarlo enviaré tábanos contra ti, tus servidores, con sólo que al marchar no os alejéis
o r d e n a r a ; y [Aarón], alzando la vara, marchar, he aquí que voy a castigar a tu pueblo y tus casas; de suerte que las demasiado. R o g a d por mí.
casas de los egipcios se llenarán de tá- 2g
golpeó las aguas del Nilo a vista del t o d o tu territorio con r a n a s ; 328 el Nilo 2í Moisés r e s p o n d i ó :
F a r a ó n y ante sus servidores, y todas las b a n o s y también el suelo sobre que mo- —-Én cuanto salga de junto a ti roga-
bullirá vomitando ranas, y subirán y pe-
aguas del río se convirtieron en sangre. * ran. * 22 l g Aquel día, sin embargo, ex- ré a Yahveh, y m a ñ a n a se retirarán los
netrarán en tu casa, y en tu alcoba, y ceptuaré a la tierra de Gosen, en la cual
21 tábanos del F a r a ó n , sus servidores y su
Los peces del Nilo murieron, hedió el en tu propio lecho, así c o m o en la casa m o r a mi pueblo, p a r a que no haya allí pueblo, con tal que el F a r a ó n no torne
río y los egipcios no podían beber el de tus servidores y tu pueblo, en tus tábanos, a fin de que conozcas que yo,
agua del Nilo, y h u b o sangre por t o d o hornos y artesas. 4 29De suerte que las a engañarme impidiendo al pueblo que
Yahveh, estoy en medio de esa comarca.
el país de Egipto. 2 2 Sin embargo, los ranas subirán contra ti, tu pueblo y t o - 23
i<,Haré distinción cnlre mi pueblo y tu
parta a ofrecer sacrificio a Yahveh.
adivinos egipcios hicieron lo mismo con dos tus servidores». •1I)26 Salió, pues, de junto al F a r a ó n e
pueblo. Para mañana queda este pro- imploró a Yahveh. 3t 27 Yahveh accedió
Sus encantamientos, por lo que el co- digio».
a la petición de Moisés, alejando los tá-
24
2n Hizólo Yahveh así, y un enjambre banos del F a r a ó n , sus servidores y su
de molestos tábanos penetró en la casa pueblo, sin que quedara ni uno. 32 28 Sin
Plagas segunda, tercera y cuarta del Faraón y la de sus servidores, en embargo, el F a r a ó n endureció su cora-
todo el país de Egipto *; y la tierra fue" zón también esta vez y n o dejó partir al
5
l Dijo, pues, Yahveh a Moisés: «Di 117 se retirarán, pues, las ranas de ti, de asolada p o r los tábanos. 25 2i El F a r a ó n
8 a A a r ó n : Extiende lu m a n o con ni tu casa, de tus servidores y de t u p u e b l o ; llamó entonces a Moisés y A a r ó n , y dijo:
pueblo.
vara sobre los ríos, canales y lagunas, sólo en el Nilo permanecerán.
I2
y haz que suban las ranas por la tierra 8 Luego salieron Moisés y A a r ó n de
de Egipto». 6 2 A a r ó n extendió, en efec- estar con el F a r a ó n , y clamó Moisés a Quinta, sexta y séptima plagas
to, su m a n o sobre las aguas de Egipto, Yahveh en lo referente a la palabra d a d a
y subieron las ranas y cubrieron la tierra al F a r a ó n acerca de las ranas. 13 9 Y a h - > Después dijo Yahveh a Moisés: de los israelitas. Mas el corazón del F a -
egipcia. 7 3 Sin embargo, otro tanto rea- veh o b r ó conforme a la súplica de M o i -
lizaron los adivinos con sus encantamien- sés, y murieron las ranas de las casas,
9 «Preséntate al F a r a ó n y dile: «Así r a ó n se endureció, y no dejó partir al
ha dicho Yahveh, el D i o s de los hebreos: pueblo.
tos, haciendo subir las ranas sobre la alquerías y campos. i 4 io Ellos las reunie- Deja partir a mi pueblo para que me 8 Entonces Yahveh dijo a Moisés y
tierra de Egipto. r o n en m o n t o n e s y m á s m o n t o n e s , y sirva; 2 pues si te niegas a hacerlo y lo A a r ó n : «Coged una manada de hollín de
8
4 El F a r a ó n llamó entonces a Moisés quedó apestada la tierra. 1 5 n M a s vien- retienes todavía, 3 he aquí que la m a n o horno y espárzalo Moisés hacia el cielo
y Aarón y dijo: do el F a r a ó n que se le d a b a aún respiro, de Yahveh pesará sobre tu ganado que en presencia del Faraón. 9 Se trocará
— R o g a d a Yahveh que aparte de mí endureció. su corazón y n o escuchó a está en el campo, sobre los caballos, los sobre t o d a la tierra de Egipto e n pol-
y de mi pueblo las ranas, y os dejaré Moisés y A a r ó n , conforme predijera Y a h - asnos, los camellos, la vacada y el ga- villo, que producirá en todo el país
marchar a ofrecer sacrificio a Yahveh. veh. n a d o lanar, y habrá peste gravísima. 4 Yah- egipcio una erupción que hará b r o t a r pús-
9 16
5 Contestó Moisés al F a r a ó n : j 2 Y dijo Yahveh a Moisés: «Di a veh h a r á distinción entre el ganado de tulas en personas y animales». 10 Cogie-
—Dígnate señalarme para c u á n d o he A a r ó n : Extiende tu vara y golpea el pol- Israel y el de Egipto, y n a d a de cuanto ron, pues, hollín del h o m o y se presen-
de rogar p o r ti, tus servidores y tu pue- vo de la tierra para que se convierta en pertenece a los hijos de Israel h a de mo- t a r a n a n t e el Faraón. Moisés lo esparció
blo, a fin d e extirpar las ranas de ti y mosquitos en t o d o el país de Egipto». rir». 5 Y Yahveh señaló plazo, diciendo: hacia el cielo, y prodújose u n a erupción
de t u casa, no q u e d a n d o más que en 1713 Hiciéronlo así, y A a r ó n extendió su « M a ñ a n a ejecutará esto Yahveh en el que originaba pústulas en personas y ani-
el Nilo. m a n o con la vara y golpeó el polvo de país». 6 Efectivamente, al siguiente día males, u Los adivinos no pudieron man-
10
$ — P a r a mañana—respondió él. la tierra, y h u b o mosquitos en los h o m - cumplió Yahveh su palabra, de suerte tenerse frente a Moisés a causa de las
Replicó Moisés: bres y las bestias; t o d o el polvo de la que pereció t o d o el ganado de Egipto, úlceras, pues el t u m o r atacó a los adivinos
—Será como dices, p a r a que sepas que tierra convirtióse en mosquitos por t o d o mientras del ganado de los hijos de Is- c o m o a t o d o s los egipcios. , 2 Y Yahveh
n o hay como Yahveh, nuestro D i o s ; el país de Egipto. 1 8 i4 Los adivinos pre- rael n o m u r i ó ni u n o . 1 El F a r a ó n , pues, endureció el corazón del F a r a ó n , quien
pidió informes, y he aquí que no había n o e s c u d ó [a Moisés y A a r ó n ] , como
17
SE CONVERTIRÁN EN SANGRE : es la primera de las nueve plagas. Aunque tuvieran sus se- perecido ni u n a sola cabeza de ganado Y a h v e h h a b & pronosticado a Moisés.
mejanzas con ciertos fenómenos naturales del clima egipcio, en conexión sobre todo con las perió-
dicas inundaciones del Nilo, ahora se ofrecen con características insólitas, que obligan a los egipcios 19
15 ESTE: e. d-, la vara o bastón de Aarón, como ha señdado el P. B. Couroyer ensRev.
a reconocer en ellas «el dedo de Dios» (8,15).
19
Los ÁRBOLES Y LAS PIEDRAS: suele interpretarse «los recipientes de madera y de piedra*.
8 21
Bibl.», (1956.) 481 ss.
17 TÁBANOS: O moscas de perro, según G. La identificación es insegura.
Un paralelo ugarítico apoya la interpretación de Eerdmans: «hasta en la savia de los árboles y el 26
22 ABOMINACIÓN PARA LOS EGIPCIOS: pues éstos mimfcan coino sagrados algunos de los
agua de las fuentes». Arboles y fuentes son los dos elementos constitutivos del oasis sagrado. anjrrtales inmolados en sus sacrificios: así Ja vaca, el carnero, etc.
20
SE CONVIRTIERON EN SANGRE: e. d., se enrojecieron como lo hacen las aguas del NUo al
comienzo de la inundación por las algas e infusorios que arrastran.
104 ÉXODO 10 f"28 105
ÉXODO 9 1 S — 1 0 8
13 de ellas tu casa, la casa de tus servidores hierba del c a m p o p o r t o d o el país de
Yahveh dijo entonces a Moisés: «Le- recio que n o lo habían conocido tal en y la casa de todos los egipcios, c#sa que Egipto.
vántate temprano y preséntate al F a r a ó n t o d a la tierra egipcia desde q u e se cons- jamás vieron tus padres ni los padres de
16
Entonces el F a r a ó n se apresuró a
y dile: «Así h a dicho Yahveh, Dios de los tituyera en nación. 2 5 El granizo hirió en
tus padres desde el día q u e comenzaron llamar a Moisés y A a r ó n , y dijo: « H e
hebreos: Deja partir a mí pueblo para todo el país de Egipto cuanto había en los
que m e sirva; a p o r q u e esta vez voy a campos, desde las personas hasta los ani- a existir sobre la tierra hasta hoy». [Dicho pecado contra Yahveh, vuestro Dios, y
17
enviar todas mis plagas sobre tu corazón, males, destrozando además todas las hier- esto], dio la vuelta y salió de la presencia contra v o s o t r o s . A h o r a bien, perdonad °,
sobre tus servidores y sobre tu pueblo, bas del c a m p o y q u e b r a n d o todos los del F a r a ó n . 7 Los servidores del F a r a ó n por favor, m i pecado sólo esta vez y su-
a fin de q u e sepas que n o hay otro como árboles del mismo. 2 6 Sólo en el país de dijéronle entonces: «¿Hasta cuándo va a plicad a Yahveh, vuestro Dios, q u e aleje
18
yo en toda la tierra. 15 Pues si ahora hu- Gosen, donde estaban los hijos de Israel, sernos este h o m b r e causa de desgracia? de mí al menos esta muerte». Moisés
biese alargado mi m a n o y os hubiese he- no granizó. ¡Deja partir a esa gente y q u e sirvan a salió de la presencia del F a r a ó n e imploró
19
rido a ti y a tu pueblo con peste, habrías 27 Yahveh, su Dios! ¿ N o comprendes a ú n a Yahveh. Inmediatamente trocó Yah-
Entonces el F a r a ó n envió a llamar a que Egipto está perdido?»* veh el viento, haciendo soplar u n viento
sido exterminado de la tierra; i 6 sin em- Moisés y A a r ó n y díjoles: 8
bargo, para esto te he sostenido con vida, Hízose, pues, volver a Moisés y A a r ó n de poniente m u y recio, q u e se llevó la
— H e pecado esta vez: Yahveh es quien ante el F a r a ó n , el cual les dijo: langosta y la h u n d i ó en el m a r Rojo. N o
p a r a mostrarte mi poder •; q u e sea cele- tiene razón, al paso q u e yo y mi pueblo
b r a d o mi n o m b r e por toda la tierra. * somos los culpables. 2 S I m p l o r a d a Y a h - —Id a servir a Yahveh, vuestro D i o s ;
17
¿ ^ e yergues todavía contra rai pueblo veh, que ya son demasiados truenos y pero ¿quiénes son los que han de marchar?
9
p^ra no dejarlo salir? l s H e a q n q u e yo, granizo; pues yo os dejaré m a r c h a r y n o Respondió Moisés:
m a ñ a n a a estas horas, llovere una.grani- os detendréis m á s . —Partiremos con nuestros muchachos
zada tan fuerte como no la hubo en Egip- 29
Respondióle Moisés: y nuestros viejos, con nuestros hijos y
to desde el día en q u e fue fundado hasta —En cuanto salga de la ciudad exten- nuestras hijas; con nuestros rebaños y
15>
lo presente. * Ahora, pues, m a n d a re- deré mis palmas hacia Yahveh, cesarán nuestras vacadas marcharemos, pues he-
coger t u ganado y cuanto tienes en el los truenos y n o h a b r á m á s granizo, p a r a mos de celebrar la fiesta de Yulivcli.
c a m p o ; pues a t o d a persona o animal q u e que conozcas que de Yahveh es la tierra. 10 Conlcslóles:
se halle en el campo y n o se haya recogido 3 0 Pero tú y tus servidores ya sé que a ú n n o —¡Así sea Ytilivcli con vosotros, como
en casa le alcanzará el granizo y morirá». * teméis ante Yahveh, Dios. os voy a dejar partir a vosotros y vuestros Fabricación de ladrillos. (Jeremías, o.c-, p.391.
20
Quienes de entre les servidores del F a - 31 pequeñuelos! ¡Mirad, de seguro abrigáis
raóra temieron la palabra de Yahveh, re- Ahora bien, el lino y la cebada fueron
destrozados, pues la cebada hallábase en alguna aviesa intención!* u N o sea a s í ;
cogieron en las casas a sus criados y ga- 32 partid los vaíones y ofreced sacrificio a quedó u n a langosta en t o d a la tierra de
n a d o s ; 2 I mas aquellos que n o hicieron espiga y el lino en flor. * E n cambio,
Yahveh, pues eso pretendéis vosotros. Egipto. * 2 0 Pero Yahveh endureció el c o -
caso de la palabra de Yahveh. dejaron el trigo y la escanda n o fueron heridos Con esto echóseles de la presencia del razón del Faraón, que n o dejó partir a los
a s u ; criados y ganados en el c a m p o . por ser tardíos.
33
Luego salió Moisés de junto al F a - Faraón. * hijos d e Israel.
12 21
22
Luego dijo Dios a Moisés: «Extiende raón, a las afueras de la c i u d a d ; extendió Entonces dijo Yahveh a Moisés: «Ex- Después dijo Yahveh a Moisés: «Ex-
tu m a n o hacia el cíelo, y caiga granizo sus palmas hacia Yahveh, y cesaron los tiende tu m a n o sobre el país de Egipto, tiende tu m a n o hacia e! cielo y Haya soore
en todo el país de Egipto sobre las perso- truenos y el granizo y n o cayó más lluvia atrayendo la langosta, la cual invada la el país de Egipto tinieblas que se palpen
nas, sobre las bestias y sobre toda hierba sobre la tierra. 3 4 C u a n d o el F a r a ó n vio tierra egipcia y devore toda la hierba de puro densas». * 2 2 Moisés extendió, en
del campo e n la tierra egipcia». 2 3 Exten- que la lluvia, el granizo y los truenos h a - del país, t o d o lo que dejó el pedrisco». efecto, su m a n o hacia los cielos, y durante
13
dió, pues, Moisés su vara hacia el cielo, bían cesado, siguió pecando, endurecien- Moisés extendió su vara sobre la tie- tres días h u b o oscura tiniebla en t o d a
23
y Y a h / e h produjo truenos y granizo, y do su corazón él y sus servidores. 3 5 E n - rra de Egipto, y Yahveh levantó sobre la tierra de Egipto. P o r espacio de tres
cayó fuego sobre la tierra, y llovió Yahveh durecióse, pues, el c o r a z ó n del F a r a ó n y el país viento solano t o d o aquel día y toda días n o se vieron unos a otros ni se movió
granizo sobre el país de Egipto. * 2 4 D e no dejó partir a los hijos de Israel, c o m o la noche. C u a n d o llegó la m a ñ a n a , el nadie de su sitio, en tanto q u e los hijos
suerte q u e hubo pedrisco y fuego entre- Yahveh había predicho p o r medio d e viento de oriente había traído las langos- de Israel tuvieron luz en sus m o r a d a s .
mezclado con el pedrisco, y éste fue t a n Moisés. tas. * 1 4 Estas invadieron t o d o el país de 24
El F a r a ó n llamó entonces a Moisés
Egipto y se posaron en t o d o el territorio y a Aarón a , y dijo:
egipcio en cantidad q u e n o h u b o ante- — I d a servir a Yahveh; queden sólo
riormente ni h a b r á después, 1 5 ya q u e cu- vuestros rebaños y vuestras vacadas; va-
Plagas octava y novena brió la faz d e todo el país, siendo devas- yan también c o n vosotros vuestros p e -
tado » el territorio. Así, pues, devoró t o d a queñuelos.
h a dicho Yahveh, el Dios de los hebreos: 25
i n ' Luego dijo Yahveh a Moisés: «Ve la hierba del país y todos los frutos de los Dijo Moisés:
* " al Faraón, porque yo he endureci- ¿Hasta c u á n d o vas a rehusar el humillarte árboles q u e el granizo dejara, n o quedan- — N o s h a s de conceder también vícti-
do su corazón y el de sus servidores a fin ante m i ? ; deja partir a mi pueblo p a r a do n a d a verde ni en los árboles ni en la m a s de sacrificios y holocaustos p a r a p o -
de obrar e n medio de ellos a estos mis que m e sirva, 4 pues si te niegas a ello h e
prodigios; 2 para q u e cuentes a tus hijos aquí q u e yo traeré m a ñ a n a sobre tu te-
y a. los hijos de tus hijos lo q u e en los rritorio langostas, 5 las cuales cubrirán la 1A 7
CAUSA DE DESGRACIA: lit. lazo. V, «sufriremos este escándalo».
egipcios ejecuté y los prodigios q u e rea- faz de la tierra, de suerte que n o pueda I " 10 Así SEA : e. d., «¡tan seguro sea que Yahveh os ampare como que yo os voy a permitir par-
licé en medio de ellos, y reconozcáis asi verse el suelo, y devorarán lo q u e quedó tir!» Ironía tan injuriosa para Dios como para Moisés y Aarón. || VUESTROS PEQUEÑUELOS: O tam-
q u e yo soy Yahveh». 3 Moisés y Aaron del granizo, comiendo también todo árbol bién «familias». De ordinario, el heb. taf (cf. Gen 43,8) designa a los pequeñuelos con sus madres.
II ABRIGÁIS ALGUNA AVIESA INTENCIÓN: aludiendo a la de marcharse definitivamente.
fueron, pues, al F a r a ó n y dijéronle: «Así que os crece en el c a m p o ; 6 y se llenará 1x
VARONES : a ellos incumbía el culto. Mujeres y niños quedan en rehenes.
13
19
SOLANO : tal viento del este, abrasador, es muy probable que fuese el siroco.
D E PONIENTE: O marino, e. d., de la parte del Mediterráneo. || MAR ROJO: la expresión es
16 MOSTRARTE MI PODER: vers. que yo muestre en ti mi poder (cf. Rom 9,17). vaga, pues no es precisamente lo que hoy entendemos por tal lo que el hebreo llama mar de Suf
9 18 GRANIZADA: fenómeno extraordinario en el delta egipcio, donde las precipitaciones atmos- (o de algas o juncos).
21
féricas9 son raras. TINIEBLAS: esta plaga debió de impresionar a los egipcios, por cuanto les mostraba a Ra,
13 GANADO: que en Egipto suele permanecer en los pastizales de enero a abril, o sol-dios, reducido a la impotencia. Fue, sin duda, fenómeno análogo en cierto modo a la oscuri-
2 FUEGO:e. d-, rayos. ; dad que, a veces por varios días, suele acarrear en Egipto durante la primavera el viento jamsín,
" EN SSPÍGA... CT FLOR: en Egipto ocurre esto por febrero, ••-'• •••"'•• cargado de arena del desierto (cf. Sab 17,1 ss.).
106 ÉXODO 1 0 "«—12 » ÉXODO 1 2 * * * 107

derlos ofrecer a Yahveh,. D i o s nuestro. F a r a ó n y n o quiso dejarlos partir. 2S Dijo, mácula, m a c h o , de u n aflo; podréis coger ese mismo día h a b r é sacado a vuestras
26
También nuestro ganado irá con nos- pues, el F a r a ó n [a Moisés]: corderos o cabritos. 6 L o reservaréis hasta huestes del país de E g i p t o ; observad, pues,
otros, sin quedar ni una u ñ a ; pues de él —¡Vete de mi presencia! ¡Guárdate de el día catorce de este m e s ; entonces toda ese día en vuestras sucesivas generaciones
hemos de t o m a r para servir a Yahveh, volver a comparecer ante mí, pues el día la asamblea de Israel congregada lo de- c o m o institución perpetua. 18 El primer
nuestro Dios, y n o sabemos c ó m o hemos que veas mi rostro morirás! gollará al crepúsculo vespertino. * 7 Luego mes, desde el día catorce p o r la tarde has-
de dar culto a Yahveh hasta que llegue- 29
Moisés respondió: t o m a r á n de la sangre y la p o n d r á n sobre t a la tarde del día veintiuno, comeréis p a -
m o s allá. — T ú lo h a s dicho; n o volveré a com- las j a m b a s y el dintel de las casas d o n d e nes ácimos. w D u r a n t e siete días n o se
27
M a s Yahveh endureció el corazón del parecer en tu presencia. * lo h a n de comer. * 8 Aquella noche come- hallará en vuestras casas levadura; pues
rán la carne, asada al fuego, c o n panes cualquiera que coma p a n fermentado, sea
ácimos y hierbas amargas. * 9 N o come- extranjero o natural del país, será extir-
réis de él n a d a crudo ni cocido en agua, p a d o de la asamblea de Israel. 20 > j 0 c o _
Anuncio de la última plaga sino asado al fuego t o d o , con su cabeza, meréis n a d a fermentado, y en dondequie-
patas y entrañas. * 10 N o dejaréis n a d a de
n i Dijo luego Yahveh a M o i s é s :
«Voy a traer todavía sobre el Fa-
raón y sobre Egipto otra sola plaga; des-
6
Se oirá gran clamor en t o d o el país de
Egipto, cual no h u b o nunca ni lo volverá
a haber. 7 En cambio, contra ninguno de
él para la m a ñ a n a siguiente, y lo que hu-
biere s o b r a d o para el siguiente día lo que-
maréis al fuego, n Y lo habéis de comer
ra que habitéis, comed panes ácimos».
21
Luego Moisés convocó a todos los
ancianos de Israel y les dijo: «Escoged y
pués os permitirá marchar de aquí. Cuan- los hijos de Israel, de los hombres a las tomaos una res del r e b a ñ o p o r familia e
así: ceñidos vuestros lomos, vuestras san- inmolad la Pascua. * 2 2 Luego tomad un
do os deje partir definitivamente, será para bestias, ni u n perro aguzará su lengua, dalias en los pies y vuestro bastón en la
expulsaros de aquí p o r completo. * 2 H a - para que conozcáis la distinción' que hace manojo de hisopo, mojadlo en la sangre
m a n o ; y lo comeréis de prisa, pues es la recogida en una copa y u n t a d con sangre
bla, pues, al pueblo p a r a que cada u n o Yahveh entre Egipto e Israel. * 8 E n t o n - Pascua de Yahveh. *
pida a su vecino y cada mujer a su vecina ces bajarán a mí todos estos servidores de la copa el dintel y las dos jambas, sin
objetos de plata y objetos de oro». 3 En- tuyos, y ante mí se inclinarán, diciendo: 12 Pues esa noche pasaré por la tierra que nadie salga de la puerta de su casa
«Sal tú y todo el pueblo que te sigue»; de Egipto y m a t a r é en el país egipcio a hasta la m a ñ a n a . 2 3 P o r q u e Yahveh pasa-
tre tanto, Yahveh había hecho al pueblo
después de esto, yo partiré». Y Moisés t o d o primogénito, tanto de hombres cuan- rá para herir a los egipcios, y cuando vea
[hebreo] grato a los ojos de los egipcios; la sangre en el dintel y sobre a m b a s jam-
incluso el propio Moisés gozaba de gran salió de la presencia del F a r a ó n , encendi- to de animales, y haré justicia de todos
los dioses de Egipto. Yo, Yahveh. '•• Di- bas, pasará de largo por la puerta y n o
consideración en el país de Egipto para do en cólera. consentirá al exterminador que penetre en
con los servidores del F a r a ó n y con el
9
Y Yahveh había dicho a Moisés: «El cha sangre os servirá de contraseña sobre
las casas d o n d e estéis, pues veré la sangre vuestras casas con á n i m o de herir. * 2 * O b -
pueblo [egipcio]. Faraón no os escuchará, a fin de que se servad, pues, esto c o m o institución per-
4 Dijo Moisés: «Así ha dicho Yahveh: multipliquen mis prodigios en el país de y pasaré de largo por vosotros y no os
alcanzará golpe exterminador c u a n d o yo petua p a r a vosotros y vuestros hijos.
A la media noche saldré por medio de Egipto». 10 Moisés y A a r ó n hicieron t o - 2
5 Y c u a n d o hayáis llegado al país que
hiera al país d e Egipto. *
Egipto 5 y morirá en tierra egipcia todo dos esos prodigios delante del F a r a ó n ; Yahveh os h a de dar, conforme prometió,
pero Yahveh endureció el corazón del Fa- t 4 Ese día será p a r a vosotros memora-
primogénito, desde el primogénito del Fa- observaréis este rito. 2 6 Si vuestros hijos
r a ó n que se sienta en su trono al primo- raón y éste no dejó salir a los hijos de ble y l o celebraréis c o m o fiesta en h o n o r
os preguntan: «¿Qué significa tal rito p a r a
de Yahveh de generación en generación,
génito de la esclava que a n d a tras la mue- Israel de su tierra.. vosotros?», 2 7 responderéis: «Es el sacri-
la, y todos los primogénitos del ganado. * c o m o fiesta d e i n s t i t u c i ó n p e r p e t u a . *
ficio de la Pascua en h o n o r de Yahveh,
15 Comeréis panes ácimos siete días, y des-
quien pasó de largo por las casas de los
de el primero suprimiréis la levadura en
israelitas en Egipto c u a n d o hirió a los
vuestras casas; pues cualquiera que c o m a
Institución de la Pascua. Mueren los primogénitos p a n fermentado desde el primer día al
egipcios y salvó nuestras casas». E n t o n -
ces el pueblo se inclinó y a d o r ó . 2 8 Los
egipcios séptimo, será extirpado de Israel. * 16 Ade-
hijos de Israel fueron e hiciéronlo; como
más, el primer día tendréis u n a convoca-
Yahveh había ordenado a Moisés y A a r ó n ,
•i O l Luego Yahveh habló a Moisés y por familia, u n cordero p o r casa; * 4 si la ción santa y o t r a asamblea santa el día
así hicieron.
A«* A a r ó n en el país de Egipto, di- casa fuese demasiado poco n u m e r o s a p a r a s é p t i m o ; no se h a r á en aquel día ningún
ciendo: 2 «Este mes será para vosotros co- un cordero, lo cogerá a una con el vecino t r a b a j o ; sólo l o que ha de ser comido por 29
Sucedió, pues, que a media noche
mienzo de los meses; primero de los meses m á s próximo a su m o r a d a , c o m p u t a n d o cada persona s e r á preparado. 17 G u a r d a d , Yahveh hirió en el país de Egipto a t o d o
del a ñ o será para vosotros. * 3 Hablad a adecuadamente a las personas; contaréis pues, [la fiesta de] los ácimos, p o r q u e en primogénito, desde el primogénito del F a -
toda la asamblea de Israel, diciendo: El según lo que cada cual puede comer del
diez de ese mes tome cada u n o un cordero c o r d e r o . * 5 Vuestro c o r d e r o será sin
6
A L CREPÚSCULO VESPERTINO: lit. entre las dos tardes o entre dos luces, e. d., entre la puesta
2* No VOLVERÉ: más tarde, sin embargo, Faraón mismo lo había de llamar (cf. 12,31). del sol y el anochecer. Otros interpretan diversamente.
7
1 L A PONDRÁN : rociándola con hoja de hisopo.
DEFINITIVAMENTE: O irrevocablemente, GS «a todos». Coppens recoge la idea de que desde 8 ÁCIMOS: O sin levadura. Cocíanse en forma de torta o barquillos. 11 HIERBAS AMARGAS: lechuga,
11 la segunda parte del v.2 a la segunda del v.4 es una glosa e interpreta «como se deja partir perejil, achicoria..., recuerdo de las amarguras padecidas en Egipto.
a una novia», e. d., se les despedirá colmados de dones de oro y plata. 9 No... CRUDO: como hacían algunos pueblos de la región del Nilo o ciertos sarracenos semi-
3 QUE SE SIENTA: así si, como parece por el contexto, alude al Faraón; o QUE SE HABÍA DE SEN- salvajes de la Arabia Pétrea.
TAR, si alude al primogénito, como también cabe admitir. |] ANDA TRAS LA MUELA: empujando y i ' CEÑIDOS VUESTROS LOMOS : e. d., levantados a la cintura los vuelos de la túnica, para caminar
naciendo girar la piedra molar en ruda faena. expeditamente. || PASCUA: voz que suele interpretarse «paso» (del ángel destructor), aunque Hanmel
7 Ni UN PERRO: para dar a entender que reinará plena paz al salir de Egipto. y Couroyes la relacionan con el egipcio y le dan el primero la significación de recuerdo (cf. v.14:
«será para vosotros memorable»), y el segundo la de golpe.
0 2 PRIMERO DE LOS MESES-, el de abib, o de la primavera y las espigas, que después fue apelli-
1 ~ dado nisdn y corresponde en parte a marzo y en parte a abril.
13
PASARÉ DE LARGO POR: lit. saltaré, e. d-, perdonaré.
1 4 FISSTA... PERPETUA: la Pascua que, sustituyendo con valor espiritual totalmente diverso
3 CORDERO: el H sé es propiamente una res ovina o caprina de cualquier género y edad. Luego a la antiquísima fiesta naturística de primavera, aquí se prescribe al pueblo de Dios, se vino cele-
el texto (v.5) concreta más. brando hasta la destrucción del templo de Jerusalén por Tito.
•* COMPUTANPO...: la frase según Zolli—que supone existía una especie de equivalencia entre 15 PANES ÁCIMOS: aunque al principio la fiesta de los ácimos tuviera carácter diverso a la de la
el cuerpo del cordero y el corpus familiar—indica que los comensales así agregados eran compu- Pascua, ala cual seguía, con el tiempo fusionáronse conceptual y prácticamente. En la Biblia hasta
tados o idealmente incluidos en el cuerpo del animal. Y sólo las personas previamente así computa- se denorwna la Pascua «fiesta de los ácimos».
das para la comida del cordero podían tomar parte en ella, [i PUEDE COMER : porque era preciso co- 21 INMOLAD LA PASCUA: este vocablo indica aquí, por metonimia, el cordero pascual.
merlo entero en una sola comida. De ahí se exigiese un número determinado de personas, luego *> EHEMMINADOR: es el ángel encargado de la vengan» divina.
concretado en diez.
108 ÉXODO 12 M
—13 • ÉXODO 1 3 r — 1 4 B
109

raón que se sen l ti bu en el trono, hasta el y n o h a b í a n podido detenerse ni t a m p o c o séptimo será fiesta en h o n o r de Yahveh. eso inmolo yo a Yahveh t o d o primer na-
7
del cautivo i|tie yacía en la cárcel, junta- habían podido hacerse con provisiones. Se comerán panes ácimos durante siete cido macho y rescato t o d o primogénito
mente con lodos los primogénitos de las 40
La estancia de los hijos de Israel en días, y n o se te verá p a n fermentado, ni de mis hijos. 1(i Esto será c o m o señal
bestias. •'" Por la noche levantóse el F a - Egipto fue de cuatrocientos treinta años. se te vea levadura en t o d o tu término. simbólica en tu m a n o y c o m o frontal
8
raón, él y todos sus servidores y todos •*i Y fue precisamente al cabo de cuatro- En aquel día se lo contarás a tus hijos, entre tus ojos, ya que con m a n o poderosa
los egipcios, y hubo un gran clamor en cientos treinta años, en aquel mismo día, diciendo: «Es p o r lo que Yahveh hizo nos sacó Yahveh de Egipto».
por mi c u a n d o salí de Egipto». 9 Y esto 17
Egipto, pues no habla casa donde n o cuando salieron todas las huestes de Yah- Y acaeció que, cuando el F a r a ó n
hubiera un muerto. u I lamo entonces el veh de la tierra de Egipto. * 42 Noche de será como señal simbólica en tu m a n o , dejó partir al pueblo, D i o s no los condujo
Faraón a Moisés v Anión, aún de noche, vela fue aquélla para Yahveh para sacar- c o m o recuerdo entre tus ojos, para que por el camino del país filisteo, aunque
y dijo: «Idos, salid de cu medio de mi los de la tierra de E g i p t o ; esa noche es la ley de Yahveh sea en tu boca, porque era más próximo, porque dijo D i o s : « N o
pueblo, lanío VO-HIIIOS como los hijos de noche de velar en h o n o r de Yahveh para con m a n o fuerte te sacó Yahveh de Egip- sea que, al verse ellos frente a u n a guerra,
Israel, y marchad a servir a Yahveh c o m o todos los israelitas en sus futuras gene- to. * 1° Observa, pues, este estatuto, e n el se arrepientan y t o r n e n a Egipto». * 1 8 Así,
dijisteis. •*•' l o m a d vuestro ganado mayor raciones. * tiempo señalado, de año en a ñ o . pues, Dios hizo rodear al pueblo por el
y menor, conforme imllrusleis, y partid, 43 " Y cuando Yahveh te haya conducido camino del desierto hacia el m a r R o j o ;
Después dijo Yahveh a Moisés y
y bendecidme Ininhicu a mi". l l Los egip- A a r ó n : «Esta es la ley de la P a s c u a : a la tierra de los cananeos, c o m o juró a y los hijos de Israel subieron de la tierra
cios instaban al pueblo |hebreo|, dándole ti y a tus padres, y te la haya dado, de Egipto bien armados. * l 9 Moisés t o m ó
no coma de ella ningún e x t r a n j e r o ; 4 4 t o d o 12
prisa para que Nitliese del pats, porque consagra a Yahveh t o d o primer nacido, consigo los restos mortales de José, pues
siervo adquirido p o r dinero después que
decían: «Vamos u morir lodos nosotros». y de todo primer parto de los animales que éste había conjurado solemnemente a los
34 lo hayas circuncidado p o d r á comerla.
Hl pueblo caru/> Noble los hombros su 45 te pertenecen, los machos serán para Yah- israelitas, diciendo: «Dios velará segura-
El domiciliado y el mercenario no la
masa, aún sin fermenlar, envueltas las ar- comerán. 4(l Se comerá en u n a misma veh. 1 3 Mas todo primer nacido del asno mente por vosotros y subiréis de aquí
tesas en sus maíllos. ,:> Ahora bien, los casa; n o sacarás fuera de la casa n a d a lo rescatarás con u n cordero, y si no lo con vosotros mis huesos».
hijos ile Israel hablan hecho como Moisés de la carne ni le quebrantaréis hueso. * quieres rescatar, lo desnucarás. Rescata 20 Partieron de Sukkot y a c a m p a r o n
dijera: hablan pedido prestados objetos 47
T o d a la comunidad de Israel celebre también todo primogénito de hombre en- luego en Etam, en el límite de! desierto. *
de plata y o r o y vestidos; •l" y Yahveh la Pascua. 4 8 Si u n inmigrante m o r a con- tre tus hijos.* 14 Y cuando mañana te 21
Yahveh subía al frente de ellos, de día
había hecho que el pueblo hallase gracia tigo y quiere celebrar la Pascua de Y a h - pregunte tu hijo, diciendo: «¿Qué significa en una columna de nube, para guiarlos
a los ojos du los egipcios, los cuales se veh, todos sus varones deberán ser cir- esto?», dirásle: «Con m a n o fuerte nos por el camino, y de noche en columna
los prestaron. Do esla suerte despojaron cuncidados, y entonces acerqúese a ce- sacó Yahveh de Egipto, de la casa de la de fuego, para alumbrarlos, caminando
a los egipcios. lebrarla y sea c o m o el natural del p a í s ; esclavitud; 15 y sucedió que, habiéndose así de día y de noche. * 2 2 La columna de
37 pero ningún incircunciso coma de ella. obstinado el F a r a ó n en no dejarnos par- n u b e no se retiraba de delante del pueblo
Partieron, pues, los hijos de Israel ele 4 tir, Yahveh mató a todos los primogénitos
'' Habrá una misma ley para el indígena durante el día, ni la de fuego d u r a n t e la
R i t m á i s hacia Sukknl, en número de unos en el país de Egipto, desde el primogénito
y para el inmigrante que m o r a entre vos- noche.
seiscientos mil hombres do n pie, sin con- de los hombres hasta el del g a n a d o ; p o r
tar los párvulos.* •'* Además nublo con oiros->.
ellos numerosa muchedumbre, y ganado -*1» Así lo hicieron todos los hijos de
menor y mayor, y gran cantidad de bes- Israel; como Yahveh había ordenado a
3
tias. * '' Y cocieron la masa que habían Moisés y Aarón, así o b r a r o n . 5> Y acae- Paso del mar' Rojo
sacado de Egipto, fabricando panes áci- ció que aquel mismo día Yahveh sacó
mos, pues aquella no había fermentado, del país de Egipto a los israelitas p o r I A J Yahveh h a b l ó a Moisés, dicien- seguirá, mas m e glorificaré en el F a r a ó n
ya que habían sido expulsados de ligiplo unidades militares. • " d o : 2 «Di a los hijos de Israel que y en t o d o su ejército, y sabrán los egip-
se vuelvan y acampen frente a Pihajirot, cios que yo soy Yahveh». Y así lo hicieron.
entre Migdol y el mar, delante de Baal- 5
Anunciósele, entre t a n t o , al rey de
sefón; acampad de cara a él junto al
Ley conmemorativa del éxodo y consagración de los mar. * 3 El F a r a ó n dirá de los israelitas:
Egipto que el pueblo había h u i d o , y,
m u d á n d o s e el corazón del F a r a ó n y sus
primogénitos. Partida de Egipto «Se h a n extraviado en el país, el desierto servidores respecto al pueblo, dijeron:
les h a cerrado el c a m i n o » . 4 Y o endureceré «¿Qué hemos hecho, que h e m o s dejado
•j o ' Habló después Yahveh a Moisés, poderosa; no se coma, pues, pan fermen- entonces el corazón del F a r a ó n y os per- p a r t i r a I s r a e l de n u e s t r o servicio?»
* « diciendo: - «l 'onsrtgiame todo pri- tado. 4 Hoy salís vosotros, en el mes de
m o g é n i t o ; todo primer uncido entre los Abib. 5 Asi, pues, cuando Yahveh te haya
conducido al país de los cananeos, de 9
hijos de Israel, lauto en hombres c o m o en •JO
1
COMO SEÑAL...: estas palabras, entendidas materialmente, dieron lugar entre los hebreos
animales, es mío». los hittitas, de los amorreos, de los jív- " 1 3 al uso de las filacterias de frente y brazos (cf. Dt 6,4-9, y Mt 23,5).
3
Dijo, pues, Moisés al pueblo: «Acor- veos y de los yebuseos, que juró a tus ASNO : se le consideraba animal impuro, que no podía, por tanto, ser ofrecido en sacrificio.
daos de este día en mío habéis salido de padres darte, país que m a n a leche y miel, II CON UN CORDERO : Ut. con una cabeza de ganado ovino o caprino. El mismo rescate regía para las
observa en este mes el rito siguiente: demás bestias domésticas inmundas.
Egipto, de la casa do la servidumbre, pues 6
17
DEL PAÍS FILISTEO: porque este duro pueblo habría puesto resistencia armada al paso de los
Yahveh os ha sacado do aquí con mano siete días comerás panes ácimos, y el hebreos, desanimándolos en su marcha hacia la tierra prometida.
18
20
BIEN ARMADOS: para otros en buen orden, o provistos de cinco ejércitos c. Sam.
37
RAMF.S£S: cf. l , t l . II SIIKKOT: parece forma hebraizante del egipcio Tiekw o Thukhe, región ETAI^: es difícil determinar su situación y sospéchase sea forma hebraizante del egipcio
al este de Gosen, donde se halhibii l'itom (cf. I , I I ) , en la actual Wadi Tumilát, al oeste de Ismailia. Klietem
21
'fortaleza'.
38
NUMEROSA MUCUEHUMIIRI'.: no sólo la no comprendida en los 600.000 varones adultos, sino NUBE: en ella vivía Yahveh o el ángel que le representaba; desde ella hablaba a Moisés y
los no israelitas, a que se refieren Núni 1 r ,4 y Lev 24,10 ss. transmitía sus órdenes. La columna aparece concebida como un núcleo de fuego rodeado de una
41
AQUEL I>IA: 15 de abril (cf. v.fi y 13,4). || LAS HUESTES DE YAHVEH: e. d., el pueblo hebreo, nube de humo, resultando a la vista del pueblo hebrea oscura durante el dia y resplandenciente
organizado, a su salida de Ltúpto, en escuadrones, semejaba un ejército, cuyo caudillo era Yahveh en la noche. -
Sebaot
42
o de los ejércitos. 2
45
NOCHE DE VELA: para proteuer a Israel; otros entienden noche de observación (de la luna nueva). 1/1 JUNTO AL MAR: para evitar a su pueblo, nada aguerrido aún, encuentros con los filisteos,
SE COMERÁ EN UNA MISMA CASA: aunque de un mismo cordero participen miembros de otras les manda torcer el camino y desde Gosen bajar a Pihajirot, frente a Baalsefón o monte de
familias, con arreglo a lo ya dicho. II Ni LE QUEBRANTARÉIS HUESO: asf se garantizaba la conservación Yébel-Attalía. Realmente se desconoce el punto preciso por donde el pueblo hebreo atravesó el mar
integral de la familia, simbolizada en el cuerpo del cordero, escribe Zolli. San Juan (19,36) aplica Rojo. De modo aproximado se señala el brazo septentrional del golfo de Suez, que se adentraba
esas palabras a Jesús, cordero divino de la Pascua cristiana (cf. 1 Cor 5,7). en tierra bastante más que hoy.
110 ÉXODO 1 4 *-*1 ÉXODO 1 6 ^ 111
6
Aquél hizo enganchar su carro y t o m ó la columna de n u b e se retiró de delante
consigo a su pueblo, 7 cociendo seiscientos y colocóse a sus espaldas. 2 0 Intercalóse,
carros de guerra selectoj y todos los ca- pues, entre el real egipcio y el c a m p a m e n t o
rros de Egipto, con oficiales escogidos al de Israel; y c u a n d o oscureció, la n u b e Canto triunfal de Moisés. Rumbo a Elhn
frente de todos ellos. 8 Yahveh endureció a l u m b r ó la noche, de suerte que un c a m p o
el corazón del F a r a ó n , rey de Egipto, no se acercó al o t r o durante la noche | C i Entonces Moisés y los hijos de Israel entonaron cántico a Yahveh y dije-
quien persiguió a los hijos de Israel, los toda. * *• *» r o n así:
cuales partían jubilosos. * * Persiguiéron- 21
Extendió Moisés la m a n o sobre el «A Yahveh cantaré, | que soberanamente se ha glorificado; |
los, pues, los egipcios y les dieron alcance mar, y Yahveh retiró el m a r mediante un precipitó en la m a r caballo y caballero. *
t o d a la caballería, los carros del F a r a ó n recio viento solano que sopló t o d a la 2
Es Y a h mi fuerza y mi potencia, | mi salvación se ha hecho.
y sus jinetes y su ejército—mientras acam- noche, dejó al m a r seco, y las aguas se El es mi D i o s ; he de encomiarle; | el D i o s de mi p a d r e ; lo ensalzaré. *
p a b a n junto al mar, cerca de Pihajirot, hendieron. 2 2 Entonces los hijos de Israel
frente a Baalscfon. entraron en medio del m a r p o r lo enjuto, 3
Luchador es Y a h v e h ; | Yahveh es su nombre.
1° Estaba ya cerca el F a r a ó n , c u a n d o y las aguas formaban c o m o un m u r o a 4
Del F a r a ó n los carros y el ejército precipitó en la m a r ; |
los israelitas alzaron los ojos, y he aquí su derecha e izquierda. 2 3 Los egipcios la flor de sus adalides fue tragada en el m a r Rojo.
que los egipcios venían en su persecución. los persiguieron, y t o d a la Caballería del 5
Los cubrieron las olas del Océano, | bajaron c o m o piedra a lo profundo.
Entonces concibieron gran pavor y cla- F a r a ó n , sus carros y sus caballeros pene-
maron a Yahveh los hijos de Israel, u di- traron tras ellos al medio del mar. 2 4 Era 6
Es tu diestra, Yahveh, admirable en potencia; |
jeron a Moisés: llegada la vigilia matutina c u a n d o oteó Yahveh, tu diestra aplasta al enemigo;
—¿Fallaban acaso tumbas en Egipto Yahveh el c a m p a m e n t o de Egipto desde 7
y en tu majestad magna derruecas a tus adversarios; |
p a r a que nos hayas traído a morir en el la columna de fuego y nube y conturbó a das suelta a tu furor, que cual rastrojo los devora.
desierto? ¿Qué has hecho ahí con nos- la hueste egipcia. * 2 5 Atascó las ruedas 8
Al soplo de tu cólera agolpáronse las aguas, | irguiéronse las ondas c o m o un dique,
otros, sacándonos de Egipto? 1 2 ¿No es de sus carros, haciéndolos avanzar m á s
congeláronse las olas en medio de la m a r . *
esto lo que te advertimos allí c u a n d o te pesadamente; de suerte que los egipcios 9
dijeron: « H u y a m o s de delante de Israel, Decíase el enemigo: 'Perseguiré, daré alcance, |
decíamos: «Déjanos que sirvamos a los repartiré el botín, | en ellos saciárasc el alma mía;
egipcios, pues más nos vale servir a los pues Yahveh pelea por ellos contra los
egipcios». desenvainaré mi espada, los expulsará mi m a n o ' . *
egipcios que morir en el desierto»? 10
Soplaste con tu aliento: los recubrió la m a r ; |
13 20
Contestó' Moisés al pueblo: Y Yahveh dijo a Moisés: «Extiende hundiéronse c o m o p l o m o en las aguas impetuosas.
— N o temáis, estad tranquilos, y veréis tu m a n o sobre el mar, y las aguas se 11
la salvación que Yahveh lleva hoy a cabo tornarán sobre los egipcios, sus carros y ¿Quién c o m o tú entre los dioses, Yahveh? |
por vosotros; pues del m o d o que habéis caballeros». 2 7 En efecto, Moisés extendió ¿Quién es a ti semejante, magnífico en santidad,
visto hoy a los egipcios, no volveréis a la m a n o sobre el mar, y al rayar el alba, terrible en actos gloriosos, o b r a d o r de maravillas?
12
verlos nunca jamás. I 4 Yahveh combatirá el m a r volvió a su estado natural, mientras Extendiste tu diestra y los tragó la tierra.
13
p o r vosotros, y vosotros quedaos quietos. los egipcios huían precisamente a encon- Con tu gracia acaudillaste al pueblo que redimieras; |
15
Dijo entonces Yahveh a Moisés: trarse con aquél, precipitando así Yah- con tu poder lo guiaste hacia tu morada santa.
«¿Por qué clamas a mí? D i a los hijos veh a los egipcios en medio del mar.
28 14
de Israel que se pongan en marcha. i6 Tú T o r n a r o n a juntarse las aguas y cubrie- Oyéronlo los pueblos y temieron; | sobrecogió el pavor a los moradores de Filistea. *
15
alza tu vara, extiende tu m a n o sobre el ron los carros y los jinetes, t o d o el ejército Conturbáronse entonces los caudillos de Edom, |
m a r y lo hendirás, y los hijos de Israel del F a r a ó n que había penetrado en el el temblor se apoderó de los príncipes de M o a b ;
penetrarán en medio del m a r a pie en- mar detrás de los israelitas, sin que esca- todos los habitantes de C a n a á n se estremecieron de susto. *
juto. 1 7 Yo, por mi parte, endureceré el para ni uno. 2 9 Los israelitas, en cambio, 16
Espanto y terror cayeron sobre ellos; |
caminaron a pie enjuto p o r medio del
c o r a z ó n de los egipcios y entrarán en pos al sentir de tu brazo la grandeza enmudecieron cual piedra;
de vosotros, y yo me glorificaré en el mar, mientras las aguas formaban u n hasta que pasó tu pueblo, ¡oh Yahveh!, | hasta que pasó el pueblo que adquiriste.
F a r a ó n y en t o d o su ejército, en sus m u r o a su diestra y su siniestra. 3 0 Así
salvó Yahveh aquel día a Israel del poder
c a r r o s y sus caballeros. 1 8 Así reconocerán 1 7 L o introdujiste tú y lo plantaste en la m o n t a ñ a de tu heredad,
los egipcios que soy Yahveh, c u a n d o me de Egipto e Israel contempló a los egipcios en el lugar que para tu m o r a d a elegiste, Yahveh,
muertos a orillas del mar. 31 Vio, pues,
haya cubierto de gloria a costa del F a r a ó n , el santuario, Señor, que tus m a n o s fundaron. *
sus carros y sus caballeros». Israel el gran poderío que Yahveh había 18
¡Ha de reinar Yahveh p a r a siempre jamás!»
19 ejercitado contra los egipcios, y el pueblo
El ángel de Dios que m a r c h a b a al temió a Yahveh y creyó en El y en Moisés,
frente de las huestes de Israel movióse su siervo.
y fue a ponerse detrás de ellos, y también 11 5 ' CÁNTICO: epinicio sublime y bello, constituye el llamado «Cántico de Miriam» una de las
" perlas de la lírica hebraica. Tras dos versos que anuncian el tema general, una primera parte
(w.3-1 2 ) celebra el paso portentoso del mar Rojo describiendo el triunfo de Dios; la segunda (vv.13-
17) es quizá anticipada descripción de la entrada y establecimiento en Canaán, destacando el fin que
8 se propuso en la rotunda victoria, y créese pudo ser rehecha más tarde. || CANTARÉ: es la voz colecti-
JUBILOSOS: hebr. con mano alzada, e. d-, triunfantes, con coraje, con la frente alta; otros «inso- va del pueblo, que tanta parte tiene en toda la poesía hebraica con su dominante carácter coral.
lentemente», «a viva fuerza», o también «guiados por un alto poder». 2
Mi POTENCIA: e. d., aquel a quien debo mi fuerza o potencia. También puede traducirse
20
ALUMBRÓ LA NOCHE: el texto está corrupto y las versiones divergen. La nuestra procura ce- el hebr.: mi cántico, e. d., por metonimia, aquel a quien canto.
ñirse a H.—Prps: «Y la nube hízose densa tiniebla y pasaron (o «y transcurrió» c. G) la noche sin que 8
Tu CÓLERA: O bien tus narices, tu rostro. II CONGELÁRONSE: e. d., los abismos, o sea las olas
se acercara...» del mar que formaron doble muralla a ambos lados de la parte seca (14,22).
24
VIGILIA MATUTINA: es la tercera de las tres en que dividían la noche, comprendiendo el » EL ALMA MÍA: así lit-, quizá en el sentido de *mi avidez, mi ansia de venganzas. [| EXPULSARÁ;
tiempo que media entre las dos de la mañana y la salida del sol. de su posesión; también «exterminará».
14
Los MORADORES DE FIUSTEA: e. d., los belicosos habitantes de la región marítima del país
cananeo, el cual de ellos recibiría el nombre de Palestina.
15
17
EDOM... MOAB: edomitas y moabitas, que habían de oponerse al paso de Israel por sus tierras*
LA MONTAÑA DE TU HEREDAD: O morada de la residencia de Dios en la tierra. Se ha querido
referir al monte Sión y al templo de Jerusalén (o de Zorobabel); pero es expresión que aparece en la
112 ÉXODO 1 5 " — 1 6 ÉXODO 1 6 ^ - ^ 113
J9
C u a n d o la caballería del F a r a ó n , con medio del mar. 2 0 Entonces María, la p r o - el desierto, y he aquí que; la gloria de veh: M a ñ a n a es día de reposo, el santo
Sus carros y jinetes, hubo entrado en fetisa, h e r m a n a de A a r ó n , t o m ó el adufe Yahveh se apareció en la nube. H En- sábado en h o n o r de Y a h v e h ; lo que ha-
medio del m a r , volcó sobre ellos Yahveh en su m a n o y todas las mujeres salieron tonces habló Yahveh a Moisés, diciendo: béis de cocer, cocedlo [ya], y lo que habéis
12
las aguas marinas, mientras los hijos de tras ella con adufes, d a n z a n d o en corro. * He oído las murmuraciones de los hijos de hervir, hervidlo; t o d o el sobrante rete-
21
Israel habían caminado a pie enjuto por Y M a r í a respondía a los hijos.de Israel; de Israel. Habíales en estos términos: «Al néoslo, guardáoslo hasta el día siguiente».
24
atardecer comeréis carne y por la m a ñ a n a G u a r d á r o n l o , pues, hasta el día siguien-
«Cantad a Yahveh, que soberanamente se ha glorificado; os saciaréis de p a n ; conoceréis, pues, que te, c o m o Moisés ordenara, y n o hedió ni
precipuo en la m a r caballo y caballero». * yo soy Yahveh, Dios vuestro». se agusanó.
13
22
Después Moisés hi/o partir del mar Allí Yahveh le impuso [al pueblo] ley E n efecto, a la tarde subieron las 25 Y dijo Moisés: «Comedio hoy, pues
Rojo a los israelitas, quienes se dirigieron y derecho, y allí le adiestró, 2 6 y dijo: codornices y cubrieron el c a m p a m e n t o , hoy es sábado, consagrado a Y a h v e h ;
y por la m a ñ a n a había u n a capa de rocío hoy no lo hallaréis en el campo. 2 6 L o
hacia el desierto de Sur, por el cual cami- «Si escuchas atentamente la voz de Yah-
alrededor de él. * 1 4 C u a n d o se evaporó recogeréis seis días, mas al séptimo es
naron tres días sin hallar agua. 2i Y lle- veh, tu Dios, obras lo recto a sus ojos, sábado, en él n o lo habrá».
la capa de rocío, advirtieron que había
garon a Mará, de cuyo agua no pudieron das oídos a sus m a n d a t o s y observas sobre la superficie del desierto u n a cosa 27
beber, porque era amarga. Por esto llamó- todas sus leyes, no enviaré sobre ti nin- El día séptimo sucedió que algunos
menuda, a m o d o de escamas, m e n u d a del pueblo salieron a recogerlo y n o lo
se aquel sitio Martí ( amargura).* 2 4 Y guna de las dolencias que m a n d é a los c o m o escarcha sobre la tierra. 15 C u a n d o encontraron. 2 8 Yahveh entonces dijo a
el pueblo m u r m u r ó contra Moisés, di- egipcios, p o r q u e yo soy Yahveh, tu m é - lo vieron los hijos de Israel, díjéronse Moisés: «¿Hasta c u á n d o rehusaréis o b -
ciendo: «¿Qué vamos a beber?» 2 5 Moisés dico». unos a o t r o s : «¿Qué es? (man-hu)». Pues servar mis m a n d a t o s y mis leyes? 2 9 C o n -
27
clamó a Yahveh, y Yahveh le mostró u n Luego llegaron a Elim, donde había n o sabían lo que era. Moisés les dijo: siderad que Yahveh os h a señalado el
m a d e r o , que él lanzó al agua, y las aguas doce fuentes y setenta palmeras, y allí, «Es el p a n que os ha d a d o Yahveh para s á b a d o ; por eso en el día sexto os da p a n
se tornaron dulces. j u n t o al agua, acamparon. * alimento. 16 Esto es lo que Yahveh ha para dos días; quédese cada u n o en su
o r d e n a d o : «Recoged de él cada uno con sitio, nadie salga de su lugar el día sép-
arreglo al propio sustento: un ómer por timo». 3 0 Descansó el pueblo, pues, el
Las codornices y ©1 m a n á cabeza, según el número de vuestras per- séptimo dia.
sonas; cada uno recogerá para la gcnlc Jl
que haya e n . s u tienda».* La casa de Israel llamó [a aquel
art s 6
1 fi ' P ' d ° de Elim, llegó toda la Dijeron, pues, Moisés y A a r ó n a todos alimento] manná, y era semejante a semilla
17
A" comunidad de los hijos de Israel los hijos de Israel: «A la tarde conoceréis Los israelilas hiciéronlo así, y reco- de cilantro, blanco, y su sabor c o m o de
al desierto de Sin, entre Hiim y el Sinaí, que Yahveh es quien os h a sacado del gieron unos más y otros menos. 18 Luego torta hecha con miel. * 3 2 Moisés dijo:
el día quince del segundo mes después país de Egipto, 7 y por la m a ñ a n a veréis midiéronlo con el ómer, y ni quien había «Llenad * de ello u n ómer, a fin de con-
de su salida de Egipto. * 2 En el desierto, la gloria de Yahveh, pues ha oído vuestras recogido m u c h o tuvo de más, ni quien servarlo para vuestros descendientes, p o r
toda la reunión de los hijos de Israel murmuraciones contra E l ; p o r q u e nos- recogiera poco tuvo de menos. C a d a u n o que vean el p a n con que os alimenté en
m u r m u r ó contra Moisés y Aarón, •> y les otros, ¿qué somos p a r a que m u r m u r é i s había recogido lo que precisaba p a r a su el desierto c u a n d o os saqué del país de
dijeron: «¡Ojalá hubiéramos muerto a ma- contra nosotros?» S Y agregó M o i s é s : s u s t e n t o . 1 9 Y díjoles Moisés: «Nadie dejeEgipto». 3 3 Y Moisés dijo a A a r ó n : «Coge
nos de Yahveh en el país de Egipto, cuan- «[Veréis la gloria de Dios] al daros Y a h - de sobra para la m a ñ a n a siguiente». una vasija, mete dentro u n ómer completo
d o nos sentábamos j u n t o a la olla de la veh esta tarde carne p a r a comer y p o r la 20
Mas no escucharon a Moisés, y al- tic maná y colócalo delante de Yahveh,
carne, cuando comíamos pan hasta har- m a ñ a n a p a n para saciaros, pues Yahveh gunos dejaron sobrante para el día si- a fin de conservarlo para vuestros des-
tarnos! Pues nos habéis sacado a este ha oído las murmuraciones que habéis guiente, pero se llenó de gusanos y hedió; cendientes». * -,4 De acuerdo con la orden
desierto para m a t a r de h a m b r e a toda formulado contra El; porque ¿nosotros y Moisés se irritó contra ellos. 2 1 Reco- que Yahveh había d a d o a Moisés, A a r ó n
esta multitud». qué somos? Vuestras quejas no van diri- gíanlo, pues, todas las m a ñ a n a s , cada púsolo * delante del Testimonio para con-
4
Yahveh dijo entonces a Moisés: «He gidas contra nosotros, sino contra Y a h - uno según el sustento que necesitaba, y servarlo.
aquí que os lloverá pan del cielo y saldrá veh». c u a n d o calentaba el sol, derretíase. 35
Los israelitas comieron el m a n á du-
9 22
el pueblo y recogerá su ración diaria, a Dijo después Moisés a A a r ó n : «Di A h o r a bien, el dia sexto recogieron el rante cuarenta años, hasta su llegada a
fin de que yo le pruebe, examinando si a t o d a la asamblea de los hijos de Israel: doble de alimento, dos ómer cada uno, tierra habitada, o sea hasta que llegaron
a n d a o no según mi ley. 5 Pero el día Acercaos a Yahveh, p o r q u e ha oído vues- y fueron todos los príncipes de la comu- a la frontera del país de C a n a á n .
sexto, cuando preparen lo que hayan traí- tras murmuraciones». J " Y sucedió que, nidad y contáronselo a Moisés. * 2 3 Díjo- 36
Y el ómer es u n a décima parte del efá.
do, sea el doble de lo que recogen cada c u a n d o hablaba A a r ó n a la c o m u n i d a d les él: «Esto es lo que h a indicado Yah-
día», de los israelitas, volvieron la cara hacia
13
SUBIERON LAS CODORNICES: providencial, aunque no propiamente milagroso, fue el abatirse
épica cananea de Baal, de Ugarit, no posterior al año 1400 a. C. Esta y otras coincidencias del cán- sobre el campamento israelita de aquellas bandadas de tales- aves, que en primavera suelen transmi-
tico de Miriam con el característico paralelismo repetido o climático peculiar de los viejos poemas grar de África a regiones más templadas del norte.
16
cananeos, cual el de la épica de Ugarit, pugna con la atribución de nuestro arcaico epinicio a época OMER : medida cuya capacidad exacta desconocemos; como señala el v.36, era la décima parte
tardía (incluso posterior en parte al destierro para algunos). Gomo afirma Albright, no hay razón del 2efá. Cf. Gen 18,6, nota.
2
para traerlo a fecha más tardía que el s.XIII a. G. CONTÁRONSELO: sin duda porque, no estando aún instituido el sábado, no comprendían el
20
PROFETISA: e. d., favorecida con particulares comunicaciones de Dios e impulsada por su motivo
31
de haber recogido doble ración.
santo espíritu a hablar y obrar. H ADUFE: o pandero morisco: otros, «címbalo, tamboril». MANNÁ : en consonancia con tncin-hu (v.i5)t según etimología popular o juego de vocablos.
21
CANTAD...: es casi el primer verso del Cántico de Moisés, que a modo de estribillo entoná- Como la caída de aquél guarda cierta analogía con la trasudación de ciertos árboles, cuyas hojas,
base2 3tras cada estrofa por el coro de María y sus compañeras de danza. picadas por insectos, despiden una sustancia dulce que la acción del sol hace desprenderse a tierra
MARÁ: a unos 40 kilómetros del paso aproximado del mar Rojo existe todavía la llamada en forma de gotas, autores racionalistas han afirmado que no fue otra cosa el maná sino el producto ,
«Ayn Musa», o fuente de Moisés, no faltando en la costa occidental de la península sinaítica otros de uno deesos árboles, como, v.gr., el tarfá o tamarindo de Arabia. Se evidencia la falsedad de tal '
manantiales de aguas más o menos salitrosas. aserto advirtiendo que el maná se daba todo el año y el fruto del tarfá sólo en junio; el uno caía con
27 el rocío matutino, el otro sólo al mediodía; el uno bastaba para alimentar a una gran multitud, el
ELIM: es un oasis situado a 54 millas de Ayn Musa, y suele identificarse con Wadi Garandel,
en la península del Sinaí. || SETENTA PALMERAS: número sagrado en que parece vislumbrarse un otro es tan raro que sólo a pocas personas puede dar alimento, según testimonio de viajeros. Fue,
recuerdo de setenta familias, en conexión con el número de naciones que recoge la tradición judía. pues, verdadero pan celeste y excelente figura de la divina Eucaristía, llamada pan del cielo por el
mismo Jesu-Cristo. ¡| CILANTRO: hierba umbelífera de tallo de seis a ocho decímetros de altura,
1
EL DÍA QUINCE DEL SEGUNDO MES: O sea, exactamente al cabo de un mes de la salida, pues flores rojizas y simiente elipsoidal, estomacal y aromática.
16 que ésta tuvo lugar el 15 del mes primero o abib (marzo-abril). 33 DELANTE DE YAHVEH: que residía en el arca, donde se encerraban las tablas de la ley con
ld
114 ÉXODO 1? 1—18 * ÉXODO 1 8 * — 1 9 116

los había librado. 9 Jetro alegróse de t o d o agotaréis totalmente así t ú c o m o el pueblo


el bien que Yahveh había hecho a Israel, que te acompaña, pues ello es demasiado
La roca, d e H o r e b . Victoria sobre los a m a l e q u i t a s librándolo de m a n o de los egipcios. I 0 Je- pesado p a r a ti; n o puedes hacerlo tú solo.
tro exclamó: «¡Bendito sea Yahveh, que 19 Escucha a h o r a mi voz; yo te daré un
•I fj l T o d a la comunidad de los hijos os ha salvado de la m a n o de los egipcios consejo, y D i o s sea contigo. Sé tú ante
Yahveh, diciendo: «¿Está Yahveh en me- y de la m a n o del F a r a ó n y ha librado al
*• * de Israel partió del desierto de Sin, Dios el representante del pueblo y lleva
dio de nosotros, sí o no?»
haciendo sus etapas de acuerdo con las 8 pueblo del poder egipcio! n A h o r a reco- sus asuntos a El. 2 0 Enséñales las órdenes
Luego vinieron los amalequitas y pe- nozco que Yahveh es más grande que y las leyes y dales a conocer el camino
órdenes de Yahveh, y a c a m p ó en Refi- learon contra Israel en Refidim. 9 Y dijo todos los dioses; precisamente en la cir- que han de seguir y lo que h a n de hacer.
dim; y no había agua para que el pueblo Moisés a J o s u é : «Escógenos unos h o m - cunstancia en que se habían c o m p o r t a d o 21
Pero escoge de entre t o d o el pueblo
bebiese. * 2 El pueblo entonces contendió bres y sal m a ñ a n a a cambatir contra tiránicamente contra dicho pueblo». * h o m b r e s c a p a c e s , t e m e r o s o s de D i o s ;
con Moisés, y dijo: « D a d n o s agua para Amaleq \ Y o estaré sobre la cima del 12
Después Jetro, suegro de Moisés, t o m ó hombres de confianza, enemigos del lucro
que bebamos». Contestóles Moisés: «¿Por collado con la vara de Yahveh en la un holocausto y sacrificios para ofrendar- ilícito, y colócalos sobre el pueblo c o m o
qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis mano». 1° Josué hizo como Moisés le or- los a Dios. Y A a r ó n y todos los ancianos jefes de mil, jefes de cien, jefes de cincuen-
a Yahveh?» 3 Así, pues, el pueblo sintió denara, peleando contra A m a l e q ; y M o i - de Israel vinieron a comer con el suegro ta y jefes de diez. 2 2 Juzguen ellos al
allí sed de agua, y m u r m u r ó contra Moi- sés, A a r ó n y J u r subieron a la cima del de Moisés delante de Dios. * pueblo en todo t i e m p o ; llévente a ti los
sés y dijo: «¿A qué viene eslo de habernos collado. n Y acaeció que c u a n d o Moisés 13 asuntos importantes, y, en cambio, t o d o
sacado de Egipto para matarnos de sed, alzaba sus brazos ", Israel prevalecía; mas Al día siguiente, Moisés sentóse para
administrar justicia al pueblo, y el pueblo asunto de poca m o n t a júzguenlo ellos.
a nosotros, nuestros hijos y nuestros ga- c u a n d o los dejaba caer, ganaba Amaleq. Así aliviarás el peso que tienes encima,
12 permaneció en pie junto a él de la m a ñ a n a
nados?» 4 Entonces clamó Moisés a Yah- C o m o los brazos de Moisés estuvieran compartiéndolo ellos contigo. 2 3 Si haces
veh, diciendo: cansados, cogieron una piedra, se la pu- a la tarde. 1 4 Viendo el suegro de Moisés
t o d o lo que éste hacía respecto al pueblo, esto y Dios te lo ordena, podrás resistir,
—¿Qué haré con este pueblo? P o r poco s i e r o n d e b a j o y s e n t á r o n l e s o b r e ella, y, además, t o d o este puehlo podrá re-
mientras A a r ó n y Jur sostenían los brazos dijo:
me apedrean. gresar en paz a su lugar.
5 de aquél, el uno por u n lado y el otro por —¿Qué significa esto que haces con el
Contestó Yahveh a Moisés: 24
o t r o ; así mantuviéronse firmes los brazos pueblo? ¿Por qué le sientas lú solo y toda Moisés escuchó la voz de su suegro
—Pasa al frente del pueblo y t o m a de él hasta ponerse el sol. 13 Josué ex-
contigo algunos de los ancianos de Israel,
la gente está plantada junto a ti de la c hizo todo lo que había indicado. 2 5 Es-
terminó a Amaleq y su pueblo al filo de m a ñ a n a a la tarde? cogió, pues, Moisés, de entre t o d o Israel,
y coge también en tu m a n o la vara con la espada. 15 Contestó Moisés a su suegro: hombres capaces y los estableció jefes
que golpeaste el Nilo, y marcha. 6 H e 14 — P o r q u e el pueblo viene a mí para sobre el pueblo; jefes de mil, de cien, de
aquí que yo estaré delante de ti allá sobre Luego dijo Yahveh a Moisés: «Es-
cribe esto para recuerdo en un libro y consultar a Dios; l 6 c u a n d o tienen u n a cincuenta y de diez; 2 6 y ellos juzgaban al
la peña, en H o r e b ; golpearás en la roca cuestión vienen a mí, y yo juzgo entre pueblo en t o d o t i e m p o ; los asuntos graves
y saldrá de ella agua para que beba el encarece a Josué que yo borraré por com-
pleto la memoria de Amaleq de debajo u n o s y otros y les doy a conocer los esta- llevábanlos a Moisés, pero todos los leves
pueblo. tutos de Dios y sus leyes. los decidían ellos. 2 ? Luego despidió M o i -
del cielo». I 5 Y Moisés construyó un altar,
Hízolo, pues, así Moisés a vista de los al cual puso por n o m b r e «Yahveh nissi» 17 M a s el suegro de Moisés le dijo: sés a su suegro, quien se marchó a su
7
ancianos de Israel. Y puso por n o m b r e (= Yahveh es mi bandera), 16 y dijo: «En — N o está bien lo que haces. 1 8 Os tierra.
a aquel lugar Massá y Meribá, en razón verdad [alzo] la m a n o hacia el trono de
de la reyerta (rib) de los hijos de Israel Y a h ; guerra tendrá Yahveh con A m a l e q
y p o r q u e habían tentado (nassotam) a d e generación en generación». * En el Sinaí: preliminares d e la promulgación de la ley
1Q 1 Al tercer mes de salidos de Egipto la tierra, * mas vosotros constituiréis para
Visita de Jetro a Moisés *• •» los hijos de Israel, precisamente mí u n reino de sacerdotes y u n a nación
aquel día, llegaron al desierto de Sinaí. * santa. Estas son las palabras que habla-
2
•I Q l Jetro, sacerdote de M a d i á n , sue- J e t r o , suegro de Moisés, vino con sus H a b i e n d o , pues, partido de Refidim, lle- réis a los hijos de Israel». *
*• O gro de Moisés, oyó t o d o lo q u e hijos y la mujer de Moisés al desierto, garon al desierto de Sinaí, y a c a m p a r o n 7
Fue, pues, Moisés y llamó a los an-
D i o s había hecho a favor de Moisés e d o n d e a c a m p a b a , en la m o n t a ñ a de Dios, en el desierto; allí a c a m p ó Israel frente a cianos del pueblo y les expresó todas es-
Israel, su pueblo; c ó m o Yahveh había
6
y pasó recado a Moisés: «Yo, Jetro, tu la m o n t a ñ a . tas palabras que Yahveh le había m a n -
3
sacado a éste de Egipto. 2 Y t o m ó Jetro, suegro, vengo a ti con tu mujer acompa- Moisés subió hacia Dios, y Yahveh dado. 8 Y t o d o el pueblo contestó a una
suegro de Moisés, a Seforá, esposa del ñ a d a de sus dos hijos». le gritó desde la m o n t a ñ a diciendo: «Así y dijo: « C u a n t o h a dicho Yahveh hare-
mismo, después de haberla éste despe- 1 Moisés entonces salió al encuentro de has de decir a la casa de Jacob y comuni- mos». Y Moisés refirió a Yahveh las pa-
dido, * 3 y a dos hijos de ella, cuyos s u suegro y, prosternándose, le besó, y, carás a los hijos de Israel: 4 Vosotros labras del pueblo. 9 Luego dijo Yahveh
nombres eran el uno Gucrsotn, p o r q u e luego de haberse saludado m u t u a m e n t e , habéis visto lo que he hecho a los egipcios a Moisés: «Mira, yo vendré a ti en espe-
había dicho: «Inmigrante (guer) he sido e n t r a r o n • en la tienda. 8 Moisés contó a y c ó m o os he llevado en alas de águila y sa nube, a fin de que el pueblo oiga que
en tierra extraña», 4 y el o t r o Eliézer, su suegro t o d o lo que Yahveh había os he traído a mí. 5 A h o r a bien, si escu- hablo contigo y también crean en ti siem-
p o r q u e [dijera]: «El Dios de (EIohé) m i hecho al F a r a ó n y los egipcios por a m o r cháis atentamente mi voz y guardáis mi pre». Y Moisés c o n t ó a Yahveh las pala-
padre es m i auxilio (ezrí) y me ha salvado d e Israel, todos los trabajos que les habían pacto, seréis entre todos los pueblos mi bras del pueblo.
de la espada del Faraón». 5 Así, pues, acaecido en el camino y cómo Yahveh propiedad peculiar; porque mía es toda 10
Entonces Yahveh dijo a Moisés: «Ve
el Decálogo o Testimonio de la revelación de Yahveh. Esto, referido aquí por anticipación, sucedería SE HABÍAN COMPORTADO TIRÁNICAMENTE : el texto es algo dudoso y parece decir que justa-
después de construido el tabernáculo (cf. 25,16.21). mente en estas circunstancias, cuando el orgullo e insolencia de los egipcios habíanse movido contra
los israelitas, es donde se había puesto de manifiesto la grandeza y poder de Yahveh.
"7 16• REFIDIM: al sudoeste de la península del Sinai, de localización imprecisa. 12
A COMER: e. d., a participar en el banquete del sacrificio de gracias, en que se comía de la
1 * ALZO LA MANO: alzar la mano hacia el solio de Yah o Yahveh es una_ manera simbólica carne de las víctimas ofrecidas. || DELANTE DE DIOS: e. d., del altar.
de jurar. Otros prefieren corregir H leyendo: «¡Mano a la bandera de Yah!»; o bien, «Por cuanto se
ha alzado una mano contra la bandera de Yah» (cf. Kit). 19 i £ l U E L D f * : e r a justamente el primero del tercer mes o novilunio.
• REINO DE SACERDOTES: alúdese con tal expresión a un reino ideal, cuyos subditos todos rio»
18 » DEÍPEDIDO: en un principio acompañó a Mofees a Egipto (cf. 4,20). den ciiltp al verdadero Dios (cf. Is 6i,6 y »-• Pe 2,5.0).
116 ÉXODO 19 " — 2 0 " ÉXODO 2 0 1 S — 2 1 8 117
al pueblo, intímalo a que se santifique hoy fuego, y subía su h u m o como el h u m o de
y m a ñ a n a y se laven sus vestidos. * n Que 13 N o matarás. siempre ante vosotros su temor para que
u n h o r n o , y toda la m o n t a ñ a temblaba re-
estén prestos para el tercer día, pues el ciamente, l ' El sonido de la corneta iba 1 4 N o adulterarás. n o pequéis.
21
'5 N o hurtarás. Y el pueblo perseveró lejos, mientras
día tercero descenderá Yahveh a vista de haciéndose cada vez más intenso: M o i -
10 No atestiguarás en falso contra t u Moisés se acercó a la oscura nube donde
t o d o el pueblo sobre la m o n t a ñ a del Si- sés hablaba y Dios le respondía con ta- estaba Dios.
naí. 1 2 Y le señalarás al pueblo u n lími- ñante voz. * 2 0 Descendió, pues, Yahveh prójimo. 22
sobre la m o n t a ñ a del Sinaí a la cima del '? N o apetecerás la casa de tu próji- Entonces dijo Yahveh a Moisés: «Así
te alrededor, diciendo: « G u a r d a o s de su-
m o n t e ; y c o m o Yahveh llamase a M o i - m o ; no codiciarás su mujer, ni su siervo, h a s de decir a los hijos de Israel: Vos-
bir a la m o n t a ñ a ni de locar su pie; cual- otros habéis visto que os he hablado des-
quiera que tocare la m o n t a ñ a morirá sin sés hacia la cumbre de la m o n t a ñ a , subió ni su sierva, ni su toro, ni su asno, ni n a d a
Moisés. d e el cielo. * 2 3 N o hagáis junto a mí dio-
remedio. 13 N o la t o q u e m a n o alguna, de lo que pertenece a tu prójimo». *
ses de plata ni dioses de o r o ; no os los
pues será apedreado o asaeteado; sea ani- 21
Y Yahveh dijo a Moisés: i 8 T o d o el pueblo percibía los truenos, hagáis. * 2 4 M e erigirás un altar de tierra
mal, sea hombre, no vivirá. En s o n a n d o —Baja, conjura al pueblo p a r a que n o los relámpagos, el sonido de la trompeta y sobre él ofrecerás tus holocaustos y tus-
la corneta subirán ellos a la m o n t a ñ a » . irrumpa hacia Yahveh para observar y y la m o n t a ñ a h u m e a n t e ; y el pueblo te- víctimas de acción de gracias, tus reses
14
Luego bajó Moisés del m o n t e al pue- caigan muchos de él. 2 2 Y que también los mía * y temblando se mantenía lejos. menores y vacunas. En cualquier lugar
blo, santificó a ésle y ellos lavaron sus sacerdotes que se acercan a Yahveh se 19 Dijeron, pues, a Moisés: donde yo haga c o n m e m o r a r m i nombre,
vestidos. '5 Y dijo a la gente: «Estad pre- santifiquen, n o sea que Yahveh irrumpa —Habla tú con nosotros y te escucha- vendré a ti y te bendeciré. * 2 5 Si me fa-
p a r a d o s para dentro de tres días; no os contra ellos. r e m o s ; mas no hable con nosotros Dios, bricas un altar de piedra, n o lo labres de
lleguéis a mujer». 23
16
Contestó Moisés a Y a h v e h : no sea que m u r a m o s . sillares, pues al pasar tu escoplo sobre
Al tercer día, en c u a n t o fue de m a - —El pueblo no p o d r á subir al m o n t e 20 R e s p o n d i ó Moisés al p u e b l o : ella, la habrás profanado. 26 T a m p o c o su-
ñana, h u b o truenos, relámpagos y u n a Sinaí, porque tú mismo se lo has prohi- — N o temáis, pues D i o s h a venido a birás a mi altar p o r gradas, a fin de que
nube densa sobre la m o n t a ñ a , percibién- bido diciendo: «Delimita la m o n t a ñ a y fin de probaros y al efecto de que esté tu desnudez n o quede en él a descubierto. *
dose también u n sonido m u y fuerte de declárala sagrada».
24
corneta; y t o d o el pueblo que estaba en M a s Yahveh le r e s p o n d i ó :
el c a m p a m e n t o se estremeció. 1 7 Moisés — E a , baja, y luego sube trayendo a
hizo que saliese del c a m p a m e n t o el pue- A a r ó n contigo; pero los sacerdotes y el Código d e la alianza: sobre la vida y la libertad
blo al encuentro de Dios, y se p a r a r o n pueblo no traspasen los límites p a r a subir
al pie de la montaña. 18 La m o n t a ñ a del a donde Yahveh, no sea que irrumpa con-
Oí ' »Es(as son las leyes que les pro- lir libre», * entonces su dueño lo condu-
Sinaí h u m e a b a toda, p o r q u e Yahveh ha- tra ellos.
25 ^ * p o n d r á s : 2 C u a n d o compres un es- cirá ante Elohim, lo acercará a la puerta
bía descendido sobre ella en medio de Moisés bajó al pueblo y se lo dijo. clavo hebreo, te servirá seis años, m a s al o a las jambas, le h o r a d a r á el dueño la
séptimo saldrá libre gratuitamente. * 3 Si oreja con u n punzón y quedará p o r sier-
entró solo, solo saldrá; si estaba casado, vo suyo p a r a siempre. *
El Decálogo saldrá su mujer con él. 4 Si su a m o le hu- 7
C u a n d o u n h o m b r e venda a su hija
biera d a d o mujer y ésta le hubiere parido p o r esclava, n o saldrá c o m o salen los es-
Oft i Entonces habló Dios, p r o n u n - Yahveh, tu D i o s ; p o r q u e Yahveh n o juz- hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán de clavos masculinos. * 8 Si ella desagrada a
^ "
2
ciando todas estas p a l a b r a s : * gará inocente a quien profiera en vano su a m o y él saldrá solo. 5 Pero si el siervo su a m o , que la había destinado para sí",
«Yo soy Yahveh, tu Dios, que te he su nombre. * dijese terminantemente: « A m o a mi due- déjela rescatar, m a s no estará autorizado
sacado del país de Egipto, de la casa de 8
Recuerda el día del s á b a d o p a r a san- ño, a mi mujer y mis hijos; n o quiero sa- a venderla a gente extranjera tras haber
esclavitud. tificarlo. * 9 Seis días trabajarás y harás
3
N o tendrás o t r o dios frente a mí. todas tus labores; 10 m a s el séptimo es de
4
N o te fabricarás escultura ni imagen al- descanso, consagrado a Y a h v e h ; n o ha- 17
guna de lo que existe arriba en el cielo, rás ningún trabajo ni tú, ni tu hijo, ni t u No APETECERÁS..., NO CODICIARÁS: dos mandamientos, más bien que uno, dada la índole de
o abajo en la tierra, o por bajo de la tie- hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu gana- la pasión
22
y la materia sobre que versan estas prohibiciones.
rra en las aguas. * 5 N o te postrarás ante do, ni el inmigrante que está dentro de Los vv.22-26 constituyen un apéndice sobre el altar. De aquí a 23,33, el conjunto de leyes
tus p u e r t a s ; u p o r q u e en seis días hizo que 2encierran suele denominarse «Código de la alianza».
ellas ni las servirás; pues yo, Yahveh, tu 3
JUNTO A MÍ: e. d., asociándomelos; o bien «en lo que a mí respecta».
Dios, soy Dios celoso, que castigo la ini- Yahveh los cielos y la tierra, el m a r y t o d o 24
D E TIERRA: e. d., no de glebas, al estilo de las arae graminae de los romanos, sino, en opinión
quidad de los padres en los hijos hasta la cuanto h a y en ellos, y el séptimo descan- de Robertson, un altar construido con elementos del suelo, piedras, preferentemente sin desbastar.
tercera y cuarta generación de quienes só; por eso bendijo Yahveh el día del sá- La expresión equivaldría a santuario.
26
m e o d i a n ; * Opero uso de misericordia b a d o y lo santificó. GRADAS: el altar de gradas era conocido en Canaán y Egipto en el s. XIV. Si se alude a la
talla de piedras—escribe Cazelles—, es que la tradición israelita admitía el valor religioso del mon-
hasta la milésima generación con quienes l 2 H o n r a a tu p a d r e y a tu m a d r e p a r a tón de piedras toscas. Para hacer de tal montón un bello cubo regular, como los altares cananeos y
me a m a n y guardan mis mandamientos. que se prolonguen tus días sobre la tierra egipcios, hubiese sido indispensable tallarlo, y el Código se opone por respeto a la tradición. Todo
1 N o profieras en vano el n o m b r e de que Yahveh, tu Dios, va a darte. eso es una prueba más de la alta fecha del «Código de la alianza». ¡I No QUEDE A DESCUBIERTO: parece
aludirse aquí al manto ritual egipcio (un simple paño que cae de la cintura a las rodillas), mientras
10 que los cilindros palestinenses, que tienen carácter religioso y datan de los Bronces II y III, dan
SE SANTIFIQUEN: la santificación o purificación que les pedía Dios no era únicamente la cor-
poral (abluciones y limpieza de vestidos, abstención de cosa impura...), sino la del alma, que es como traje ritual una amplia toga.
la que sobre todo estima. || EL TERCER DÍA : o pasado mañana.
19
MOISÉS HABLABA: e. d., formulaba consultas al Señor. || TONANTE VOZ: o truenos. p "I 2 HEBREO: 'ibri es denominación que sólo se da a los hebreos en sus relaciones con Egipto al
"• * comienzo de su historia, desapareciendo al final de Jueces (cf. 1 Sam 14,21), que distingue
OA ! ESTAS PALABRAS: llamadas en otros lugares (34,38; Dt 4,13) das diez palabras» o decálogo, hebreo de israelita. El que aquí se use como denominación nacional prueba, al decir de Cazelles,
4 í)
código fundamental entre Dios y su pueblo. Repítense, con accidentales variantes, en Dt 5,6-2 r. que el «Código» fue redactado antes de que los recuerdos del Éxodo Ea gastasen por influjo paiesti-
- Estos vv. son un desarrollo de los vv.2-3, que contienen el primer mandamiento. nense. || GRATUITAMENTE: aún dará un paso adelante Deut (i5,i3ss.) al ordenar se dé al esclavo decla-
5 LA INIQUIDAD DE LOS PADRES: frente a pasajes bíblicos (cf. Dt 26,16; Ez 18,20) de tesis indivi- rado horro un donativo extraordinario por sus seis años de servicio.
dualista—cada cual paga sus culpas y no deben morir los hijos por las de los padres—aaui se sienta 6
ANTE ELOHIM : puede entenderse ante su santuario o altar, como luego se acudía a nuestras
más bien la tesis solidarista, pero matizada no de un deseo de venganza de parte de Dios, sino como iglesias juraderas para confirmar de modo solemne las declaraciones hechas. Mas cabe interpretar:
efusión de su infinita caridad. los dioses = jueces. Significaría, pues, según los rabinos, el tribunal competente compuesto de tres
7
EN VANO: e. d., no profieras [lit. no tomes en tu boca] sin razón, irreverentemente. jueces.
8 7
SANTIFICARLO: O consagrarlo a Dios y su cuito. Los ESCLAVOS MASCULINOS: e. d,, a los siete años.
118 ÉXODO 21 •—22» ÉXODO 22 *-» 119

sido desleal con ella. * 9 Si la destina para m a d u r a , herida p o r herida, contusión p o r


su hijo, la tratará conforme al derecho contusión. Código de la alianza: sobre la propiedad
de las hijas. 1 0 Si él t o m a r a otra para sí, 26
C u a n d o alguno hiriere en un ojo a y las costumbres
no disminuirá a la primera su alimento, su siervo o a su sierva y se lo inutilizare,
n
su vestido y su derecho conyugal. * Y si lo dejará en libertad p o r compensación 2
i »Si el ladrón fuere sorprendido u n a fiera], la presentará en testimonio y
no le proporcionase estas tres cosas, ella de su o j o . 2 7 Si saltare un diente de su sier-
p o d r á salirse gratuitamente sin pago de vo o de su sierva, lo dejará en libertad p o r
22 en el acto de perforar u n m u r o y no indemnizará la bestia despedazada.
14
fuere herido y muerto, no constituirá de- 13 Cuando alguno pidiere prestada a
rescate. compensación de su diente. lito de sangre. 3 2 Si hubiere salido ya el
12 28
su amigo [una bestia] y se estropeare o mu-
Quien hiera a un h o m b r e de suerte C u a n d o una res vacuna acorneare a sol, será reo de delito de sangre. D e b e r á riere en ausencia de su d u e ñ o , [el presta-
que muera, morirá sin remedio; " m a s un h o m b r e o a una mujer y muriere, el indemnizar; si no tiene [con qué], será tario] estará obligado a resarcir. 15 i4 Si su
si n o le hubiere acechado, sino que Dios animal será lapidado y no se comerá su vendido p o r su robo. dueño hubiere estado presente, n a d a pa-
le hizo caer en su m a n o , yo te señalaré lu- c a r n e ; pero el dueño de la res será a b - 4
3 Si se le hallare vivo en su p o d e r el gará [el otro]. Si hubiere sido t o m a d a en
gar en d o n d e pueda refugiarse.* l 4 E n suelto. 29 M a s si el animal fuere acornea- cuerpo del delito, sea animal v a c u n o u alquiler, estará comprendida en el precio
cambio, c u a n d o uno trama contra su pró- dor de antiguo, y, habiendo sido adver- ovino o asno, pagará el doble. del alquiler.
jimo, m a t á n d o l o con alevosía, lo prende- tido el dueño, n o lo hubiere guardado y I6
5 4 C u a n d o un hombre, pastoreando en 15 C u a n d o un h o m b r e sedujere a u n a
rás p a r a malario, aunque sea de mi altar. aquél matare a un h o m b r e o u n a mujer,
c a m p o o viñedo, dejare suelto su g a n a d o doncella no desposada y yaciere con ella,
15
Quien hiera a su padre o a su ma- la res será lapidada y también su dueño
o paciere en c a m p o de otro, pagará con deberá dotarla y tomarla p o r esposa.
dre, será muerto. será muerto. 3<> Pero si [a éste] le fuese im- 17
16 Si el padre de ella rehusare terminan-
lo mejor de su c a m p o y lo mejor d e su
16
Quien rapte a un hombre, ya lo haya puesto precio de rescate, pagará en res- temente dársela, [el seductor] pagará el
viña.
vendido, ya se halle todavía en su poder, cate de su vida tanto c o m o se le impusie- 6
5 C u a n d o se propagare un fuego y, ha- dinero correspondiente a la dote de las
deberá ser muerto. re. * 31 Si el animal vacuno acornea a un doncellas. *
llando espinos, se consumiere la hacina,
17
El que trate indignamente a su padre muchacho o a u n a muchacha, se procede-
o las mieses, o el campo, deberá resarcir 18
t7 N o dejarás que viva ninguna hechi-
o su madre, será muerto. * rá con él a tenor de tal ley. 3 2 Si el animal
vacuno acorneare a un siervo o una sier- el d a ñ o quien hubiere prendido el luego. cera.
' 8 C u a n d o riñeren unos hombres y uno 7
<s C u a n d o uno hubiere conliado a su "18 Cualquiera que yaciere con bestia
hiriere a otro con una piedra o con el pu- va, se pagará a su dueño treinta siclos de amigo dinero u objetos en custodia y fue- deberá ser muerto.
ño, y no muriere, mas hubiere de guardar plata y la res será lapidada. ren robados de la casa de esta persona, si 20
19 Quien ofrezca sacrificios a los dio-
33
cama, l* si se levantare y anduviere por la C u a n d o u n o abriere u n a cisterna o si se descubre al ladrón, pagará el doble. * ses *—fuera de Yahveh- - s e r á consagrado
calle a p o y a d o en un bastón, el que lo hi- alguno la excavare y, n o cubriéndola, ca- s
7 Si no se hallare el ladrón, el deposita- al exterminio. *
rió será absuelto; pero le indemnizará el yese en ella un animal vacuno o un asno, rio comparecerá ante Elohim [para com- j N o maltratarás al inmigrante ni le
tiempo de su forzado descanso y sufragará 3 4 lo pagará el dueño de la cisterna: resar- p r o b a r mediante juramento] si no puso oprimirás, pues inmigrantes fuisteis vos-
los gastos hasta su completa curación. cirá en dinero al a m o de la bestia y lo la m a n o en la propiedad de su prójimo. *
20 9 otros en el país de Egipto.
C u a n d o u n o hiera a su siervo o su muerto será para aquél. 8 En t o d o caso de fraude, trátese de 22
2i N i maltrataréis a ninguna viuda ni
35
sierva con un bastón y muriere en sus ma- C u a n d o el toro de alguien hiriere al toro, asno, res menor, vestido o cualquier huérfano.
nos, será desde luego castigado; 2 I pero toro de otro, de suerte que muera, se ven- o t r o objeto perdido, del que uno diga: 23
22 Si de algún m o d o le afligieres y él
si sobrevive un día o dos, n o será casti- derá el t o r o vivo y se repartirán el precio; «Esto es de cierto», la cuusa de ambas clama a mí, yo escucharé ciertamente su
gado, porque hacienda suya es. y también el muerto se dividirán. 3 Í M a s partes vendrá ante Elohim; aquel a quien
clamor; 2423 se encenderá mi cólera y os
22 Elohim condene pagará a su prójimo el
C u a n d o se pelearen unos hombres e si fuere notorio que aquel t o r o acornea- mataré a espada y quedarán vuestras m u -
hirieren a una mujer encinta, de suerte ba de antiguo y su dueño n o lo tuvo guar- doble.
jeres viudas y vuestros hijos huérfanos.
que abortare sin ningún otro daflo, el cul- dado, éf.e pagará irremisiblemente t o r o io 9 C u a n d o u n o hubiere d a d o a su ami- 25
24 Si prestares dinero a [alguno de]
pable será multado con la multa que le p o r toro, y el m u e r t o será p a r a él. go en custodia asno, g a n a d o vacuno u mi pueblo, al pobre que vive contigo, n o
imponga el marido de la mujer y pagará 1
3j Si u n o roba un animal vacuno o u n o ovino, o cualquier o t r a bestia, y ésta mu- le tratarás c o m o duro acreedor, no le im-
p o r intermedio de arbitros; 2 3 pero si re- ovino y lo degüella o lo vende, pagará
sultare d a ñ o , darás " vida por vida, 24 ojo cinco reses mayores p o r el vacuno y cua-
riere, o se estropeare, o fuere r o b a d a sin p o n d r á s interés. 2625 Si tomas en prenda
que hubiere testigo, " J O interpóngase en- el m a n t o de tu prójimo, se lo devolverás
p o r ojo, diente p o r diente, m a n o p o r ma- tro menores p o r el ovino.
no, pie por pie, * 2 5 quemadura p o r que-
tre ambas partes el j u r a m e n t o a Yahveh antes de ponerse el sol; 2726 porque es su
[para comprobar] si p u s o su m a n o en la único cobertor, es el vestido de su piel,
8 propiedad de su prójimo; el dueño de la ¿en qué iba a acostarse?; y sucederá que,
DESAGRADA : no place ya a su amo, de quien las esclavas venían a ser ordinariamente esposas de bestia le aceptará y [el depositario] nada
segunda categoría. || EXTRANJERA: no israelita. c u a n d o clame a mí, le escucharé, pues soy
10
Su ALIMENTO: R. Noth (1955) traduce: su placer conyugal, su honorable posición en el harén pagará. 1 2 n Pero si le hubiere sido roba- misericordioso. *
ni su1 3 derecho a ser madre. da de junto a sí, indemnizará -a su due- 28
27 N o m u r m u r a r á s de D i o s ni malde-
Dios LE HIZO CAER : atribuyese a Dios cualquier hecho pensando que nada ocurre sin su par- ño. 13 i2 Si hubiere sido despedazada [por cirás al príncipe de tu pueblo. *
ticular providencia. || DONDE PUEDA REFUGIARSE: son las ciudades de asilo, que luego se establecerían
(cf. Núm 35,9-28: Dt IQ.I-13; Jos 30). También el altar disfrutaba de ese privilegio; con él se
tendía a evitar apasionadas venganzas. 2 2 76 Su AMIGO: comp. Cicerón «multa deposita apud amicos» y Gayo «fiducia cum amico...»,
17
TRATE INDIGNAMENTE: o cause deshonor; lit. maldiga. Cf. Dt 44,7. ™" ™8
* según cita B. Cohén.
24
Ojo POR OJO: es la llamada «ley del tallón», que los saduceos querían se aplicase con rigor, 7 DEPOSITARIO: lit. dueño de la casa [donde se ha constituido el deposito o custodia]. Lo mismo
pero que muchos judíos, siguiendo la tradición, pretendían debía aplicarse de manera mitigada, o se lee
17
en el Código de Hammurabi 120. || ELOHIM: vide 21,6 nota.
sea pagando indemnización. Esta dura ley, común a todos los antiguos códigos, fue abolida por I6 LA DOTE : o sea, según Dt 22,29, 50 siclos, los cuales recibía el padre de la joven al verificarse
Jesu-Cristo (Mt 5,38). la promesa
20
de matrimonio.
3
° RESCATE : por preferir éste la familia del muerto a la pena capital. 19 CONSAGRADO AL EXTERMINIO: es expresión muy frecuente para indicar la persona o cosa
consagrada
27
a Dios por vía de castigo y como anatema, equivaliendo a exterminada, extirpada...
26Su ÚNICO COBERTOR: señálase que hoy mismo es corriente entre los árabes el tosco capote
que les sirve de sobretodo en el día y manta en la noche.
28
27 No MURMURARÁS o blasfemarás contra Dios: otros, no denostarás a los jueces o magistrados
(cf. GV), interpretación corriente en los comentaristas ya desde Aben Ezra. I! PRÍNCIPE: alude al
jefe nómada. Noth y Alt creen que aquí narí indica al representante de la tribu en la asociacióa
de éstas.
120 ÉXODO 2 2 . " — 2 3 2 ' ÉXODO 23 2 8 —24 l S 121
29
2s N o retrasarás la ofrenda de tu c o - estará con su m a d r e y el séptimo me lo y h a r é que t o d o s tus enemigos vuelvan t o d a esa t i e r r a . 3 1 Fijaré t u s confines desde
secha m a d u r a y tus caldos; el primogéni- darás. ante ti la espalda. 2 S M a n d a r é delante de el m a r R o j o hasta el m a r de los filisteos
t o de tus hijos m e has de entregar. * 31
30 Gente santa me habéis de ser; n o ti los avispones, los cuales p o n d r á n en y desde el desierto hasta el río [Eufrates];
30 fuga ante tu presencia a los jivveos, los pues pondré en tus manos a los habitantes
29 Igualmente harás respecto tal primer comeréis carne despedazada [por fiera] en
p a r t o de] t u torada y tu r e b a ñ o ; siete días el c a m p o ; echádsela a los perros. cananeos y los hittitas. 2 9 N o los expul- del país y los arrojarás de tu presencia. *
32
sare de tu presencia en u n solo a ñ o p a r a N o pactarás alianza c o n ellos ni con
que el país n o se convierta en desierto y sus dioses. 3 3 N o habitarán en tu tierra,
Más leyes del Código d e la alianza las fieras del c a m p o n o se multipliquen no sea que te hagan pecar contra mí,
contra ti. 30 Poco a poco los arrojaré de sirviendo a sus dioses, pues ello te sería
O O ' » N o propales falso r u m o r ; n o y ninguno comparecerá ante mí con las delante de ti, hasta que hayas crecido causa de tropiezo».
" * » juntes tu m a n o con el malvado pa- m a n o s vacías, i 6 También la fiesta de la de suerte que puedas t o m a r posesión de
ra atestiguar en falso. * siega, de las primicias de tus trabajos,
2
N o sigas a la multitud para hacer el de aquello q u e sembrares en el campo,
mal, ni depongas en litigio inclinándote y la fiesta de la recolección, al final del Ratificación d e la alianza. Las tablas d e la ley
a la mayoría para torcer la justicia ». 3 N i año, c u a n d o bayas recogido del c a m p o
al p o b r e " favorecerás en su proceso. [los frutos de] tus trabajos. * , 7 Tres veces o 4 1 Después dijo Dios a Moisés: «Su- dab, Abihú y setenta de los ancianos de
4
C u a n d o encontrares el toro de tu ene- al a ñ o comparecerá la totalidad de tus «^» be a Yahveh tú, A a r ó n , N a d a b y Israel, 1 0 y vieron al Dios de Israel: bajo
migo, o su asno, extraviado, se lo condu- varones ante la presencia de Yahveh, el Abihú, con setenta de los ancianos de sus pies había c o m o u n pavimento de
cirás desde luego. * 5 C u a n d o vieres el as- Señor. Israel, y adoraréis desde lejos. 2 Luego baldosas de zafiro y semejante en claridad
n o de quien te aborrece caído bajo su car- 18 se acercará Moisés solo a Yahveh, mas al mismo cielo. n El n o blandió su m a n o
N o ofrecerás junio con pan fermen- sobre los notables de entre los hijos de
ga, guárdate de desampararlo, antes bien tado la sangre de mi sacrificio, y la grasa ellos n o se acercarán ni subirá el pueblo
con él». Israel; m a s ellos, después de haber con-
le has de ayudar c [a levantarlo]. de mi fiesta n o se dejará hasta la m a ñ a n a
6 3
Moisés vino y contó al pueblo todas templado a Dios, comieron y bebieron.*
N o tuerzas el derecho de tu [compa- siguiente. *
triota] indigente en su proceso. 1 9 L o mejor, las primicias de tu tierra, las palabras de Yahveh y (odas sus dis- i 2 Y Yahveh dijo a Moisés: «Sube don-
7
Aléjate de t e d a palabra falsa, y a traerás a la casa de Yahveh, tu Dios. posiciones. Y el pueblo entero respondió de mí a la m o n t a ñ a y estáte allí, pues te
inocente y justo n o hagas morir, pues N o cocerás el cabrito en la leche de su a u n a voz y dijo: «Cuanto h a hablado daré las tablas de piedra con la ley y los
y o n o absolveré al culpable. 8 N o aceptes madre. * Yahveh cumpliremos». * 4 Luego escribió mandamientos que he escrito para ins-
regalos, porque el regalo ciega a los más 20 Moisés todas las palabras de Yahveh y, truirlos». 13 Levantáronse Moisés y Josué,
H e aquí que yo envío un ángel de- su ministro, y Moisés subió a la m o n t a ñ a
clarividentes y tuerce las causas de los lante de ti p a r a guardarte por el camino levantándose temprano p o r la mañana,
construyó al pie de la m o n t a ñ a un altar de Dios. l 4 M a s a los ancianos habíales
justos. y p a r a conducirte al lugar que he prepa- dicho: «Quedaos aquí hasta q u e volvamos
9 con doce massebás, conforme a las doce
N o vejarás al inmigrante, pues vos- rado. 2 I Sé circunspecto en su presencia
tribus de Israel. 5 Y encargó a los jóvenes a vosotros. M i r a d , con vosotros están
otros conocéis su estado de ánimo, ya y escucha su voz; n o le seas rebelde, israelitas que ofreciesen holocaustos y sa- A a r ó n y J u r ; quien tenga algún pleito
que inmigrantes fuisteis en el país de p o r q u e n o perdonará vuestra infidelidad, crificaran novillos como victimas pacíficas acuda a ellos».
Egipto. pues mi n o m b r e está en él. * 2 2 P o r el
10 en honor de Yahveh. '' Entonces l o m ó 15 Subió, pues, Moisés a la m o n t a ñ a , y
D u r a n t e seis años sembrarás tu tierra contrario, si escuchas atentamente su voz Moisés la mitad de la sangre y púsola
y recogerás su p r o d u c t o ; n pero el sépti- y haces cuanto yo diga, seré enemigo de la nube cubría el monte. 16 L a gloria de
en copas y la otra mitad la derramó Yahveh asentóse sobre la m o n t a ñ a del
m o la dejarás descansar y de barbecho tus enemigos y oprimiré a los que te
sobre el altar. ^ Y cogió el libro de la
p a r a que coman los pobres de tu pueblo o p r i m a n ;
23
p o r q u e mi ángel caminará Sinaí, y la n u b e la cubrió durante seis
alianza y lo leyó en presencia del pueblo, días. Al séptimo día Yahveh llamó a
y las bestias del campo pasten lo sobrante. delante de ti y te conducirá donde el el cual exclamó: «Todo lo que h a dicho Moisés de en medio de la n u b e . 1 7 Y el
Así harás también con tu viña y tus olivos. amorreo, el hittita, el perezeo, el cananeo, Yahveh haremos y obedeceremos». 8 M o i - aspecto de la gloria de Y a h v e h era a la
12
Te dedicarás a tus faenas durante 2el4 jivveo y el yebuseo, y los exterminaré. sés entonces cogió la sangre, roció con vista de los hijos de Israel c o m o fuego
seis días, pero holgarás el séptimo, p a r a N o te prosternarás ante sus dioses ni
ella al pueblo ,y dijo: « H e aquí la sangre devorador sobre la cima de la m o n t a ñ a .
que descansen tu toro y tu asno y respiren los servirás, ni imitarás las obras de aqué- de la alianza que Yahveh h a p a c t a d o 18
Moisés penetró p o r medio de la n u b e
el hijo de tu esclava y el inmigrante. llos, sino que los destruirás p o r c o m p l e t o '
25 con vosotros conforme a todas estas pa- y subió al monte, y estuvo Moisés en la
13 Prestad atención a todo lo que os y destrozarás sus massebás. Pero servi-
labras». * m o n t a ñ a cuarenta días y cuarenta noches.
réis a Yahveh, vuestro Dios, y bendeciré"
he dicho y n o invocaréis el n o m b r e de
tu p a n y tu agua y alejaré la enfermedad 9
Luego Moisés subió c o n A a r ó n , N a -
dioses extraños; n o se oiga de tu boca. de en medio de ti. * 2 6 N o h a b r á en tu
14
Tres veces al a ñ o celebrarás fiesta territorio mujer que aborte o estéril; col-
31 Tus CONFINES: son, por el Este, e¡ mar Rojo, e. d., el brazo más oriental del mismo, o sea el
en m i h o n o r . I 5 G u a r d a r á s la fiesta de los maré el n ú m e r o de tus días. 2 7 Enviaré golfo elamírico; por el Oeste, el mar de losfilisteoso Mediterráneo: por eí Sur, el desierto, e. d., la
ácimos. Siete días comerás ácimos, c o m o p o r delante de ti mi terror, pondré en Arabia Pétrea: y hacia el Norte, el río Eufrates. Tales fueron los límites alcanzados bajo la monarquía
te ordené, por el tiempo establecido del derrota a todos los pueblos adonde llegues de David.
mes de Abib, pues en él saliste de Egipto";
3 LAS PALABRAS DE Y...: e. d., el Decálogo y el Código de la alianza (cf. 20,1.22 y notas).
2Í>
24 8 HA PACTADO : esta alianza tan solemne del pueblo israelita con Dios es figura de la nueva,
28 COSECHA MADURA: o abundosa. Otros, «tus vinos». hecha por Jesu-Cristo mediante su cruz y sangre preciosísima con la naturaleza humana, según
testimonio del mismo Salvador en el momento de instituir la sagrada Eucaristía: «Esta es mi sangre
y O ! No JUNTES TU MANO : e. d., no te asocies, no seas cómplice, no apoyes. —dijo—de la nueva alianza» (Mt 21,28).
í. \t 4- 5 Tu ENEMIGO : aunque la piedad hacia éste no se halla excluida de la ley antigua, antes 11 No BLANDIÓ : para castigar a quienes habían visto a Dios, cosa penada con muerte, según creía
bien se impone, resulta muy inferior a la del Evangelio, como puede corroborarse comparan- el pueblo (cf. Gen 16,13), |¡ GoMiEjíPtí...; celebraron el banquete ritual,
do Dt 22,4 con Mt 5,43-48.
16
AL FINAL DEL AÑO: agrícola y civil, de septiembre a octubre.
18
GRASA DE MI FIESTA: e. d., la de las víctimas sacrificadas en mi solemnidad. Con estos animales,
cuya sangre era vertida, ofrecíanse tortas de flor de harina sin fermento alguno (cf. Lev 7,11 -17 y 2,11).
1» No COCEUXS: tratábase de evitar todo acto que pueda parecer inhumano o supersticioso.
21 Mi NOMBRE ESTÁ EN ÉL: e. d., es mi representante y habla en mi nombre.
25
PAN... AGUA: indican aquí, como es frecuente, comida... bebida.
122 ÉXODO 25 x-*« ÉXODO 25 21 —26* 123
21
Pondrás el propiciatorio sobre la parte que salgan del candelabro, un botón bajo
El a r c a , la mesa d e los p a n e s , el c a n d e l a b r o superior del arca, y e n el arca meterás los d o s brazos siguientes y otro botón
el testimonio que yo te daré. 22Aüí me bajo los dos brazos últimos; q u e a r r a n -
encontraré contigo, y desde encima del quen del c a n d e l a b r o ; así para los seis
O C x Yahveh habló a Moisés, diciendo: modelo del tabernáculo que yo te m o s -
propiciatorio, de entre los dos querubines brazos que partan del candelabro. 3 6 Ta-
" * ' 2 « D i a los hijos ele Israel que me traré y según el modelo de todos los
que están sobre el arca del testimonio, te les botones y brazos formarán un solo
traigan una ofrenda; de lodo h o m b r e cuyo utensilios, así harás ".
10 comunicaré t o d o lo que haya de orde- cuerpo con el candelabro; todo ello será
Fabricarás ° un arca de madera de narte para los hijos de Israel.
acacia, cuya longitud sea de dos codos de una pieza de o r o p u r o labrada a cin-
23
y m e d i o ; su anchura, de codo y medio, y H a r á s , además, una mesa de madera cel. 3 7 También harás p a r a él siete lám-
de codo y medio su altura. * n La reves- de acacia, cuya longitud será de dos co- paras, que colocarás encima, de suerte
tiréis de o r o p u r o , recubriéndola por den- dos; su anchura, de un codo, y su altura, que proyecten la luz sobre el lado de
tro y por fuera, y harás sobre ella en de codo y medio. 2 4 La revestirás de oro enfrente. * 3 8 Sus despabiladeras y sus pla-
t o r n o u n a guirnalda de o r o . 12 Fundirás, puro y le pondrás u n a guirnalda de o r o
además, para ella cuatro anillos de o r o , alrededor. 2 5 Le harás en torno un listel
que p o n d r á s sobre sus cuatro ángulos, de u n palmo, labrando u n a guirnalda de
dos anillos de un lado y dos de otro. oro alrededor de su listel. 2 6 Luego le
13
También harás varales de madera de harás cuatro anillos de o r o y pondrás
acacia, los que revestirás de o r o ; ^ i n - estos anillos en los cuatro ángulos supe-
troducirás los varales p o r los anillos a riores de las cuatro patas de la mesa.
27
los costados del arca, para, mediante ellos, Los anillos irán pegados al listel para
transportarla. 15 Los varales permanece- meter por ellos los varales, a fin de trans-
rán en los anillos del arca, sin separarlos p o r t a r la mesa. 2 8 Fabricarás los varales
de e l l a . , 6 E n el arca p o n d r á s el testimonio de madera de acacia y los revestirás de
que te he de dar. oro, y con ellos se transportará la mesa.
2!
> Además, fabricarás sus fuentes, sus na-
l ' H a r á s también u n propiciatorio de vetas, sus copas y sus tazas, con las cuales
oro p u r o , cuya longitud será de dos codos se harán las libaciones; las harás de o r o
y medio, y de codo y medio su anchura. * puro. * JO y pondrás ante mí de continuo,
18
Luego fabricarás dos querubines de o r o , sobre la mesa, el pan de la proposición. *
31
de trabajo cincelado los harás, en los H a r á s también un candelabro de o r o
dos extremos del propiciatorio; w harás", p u r o ; estarán trabajados a cincel el can-
pues, un querubín a u n extremo y otro delabro, su pie y su fuste, y arrancarán
querubín al o t r o ; estos querubines los del mismo candelabro sus cálices, sus
harás formando una sola pieza con el bulbos y sus flores. 3 2 Seis brazos saldrán
propiciatorio, a sus dos extremos. 2 0 Los de sus costados: tres brazos del candela-
querubines tendrán sus alas extendidas bro, de un lado, y tres del olro costado.
33
Tres cálices a manera de flor de almen-
Efod del Museo de Cluny dro, compuestos de botón y flor, habrá El candelabro (reconstrucción)
en cada u n o de los dos brazos laterales;
corazón la diere gustosamente íicepcaréis así en los seis brazos q u e salen del cande- 3tillos
9
portapabilos serán de o r o p u r o . *
ofrenda para mí. 3 Esta es la ofrenda que labro. 3 4 E n el fuste del candelabro h a b r á U n talento de o r o p u r o emplearás en
tomaréis de ellos: oro, plata y b r o n c e ; cuatro cálices en forma de flor de almen- la fabricación del 4candelabro con todos
4
púrpura violácea y púrpura escarlata y dro, con sus botones y flores; 35 h a b r á estos utensilios. * o M i r a y hazlo con-
carmesí, y lino fino y pelo de c a b r a ; forme al modelo q u e se, te h a m o s t r a d o
5
pieles de carneros teñidas de rojo, pieles un b o t ó n bajo los dos primeros brazos i en la m o n t a ñ a .
de tajas y maderas de acacia; * 6 aceite Arca de la alianza con los querubes
p a r a el candelabro, aromas para el óleo (reconstrucción)
de la unción y para el incienso perfumado;
7 El tabernáculo o inorada
piedras de ónice y piedras de engaste en alto, cubriendo con ellas el propicia-
p a r a el efod y para el pectoral. * 8 y /,az. torio y los rostros de ellos vueltos el fí\ 1
»Harás el tabernáculo con diez bines artísticamente trabajados. 2 La lon-
me * un santuario para que habite en u n o al o t r o ; hacia el propiciatorio estarán • " " tapices de lienzo de lino retorcido, gitud de cada tapiz será de veintiocho
medio de ellos. 9 En todo conforme al vueltos los rostros de los querubines. * de púrpura violácea, p ú r p u r a escarlata y codos, y la anchura, de c u a t r o ; u n a misma
carmesí, en los cuales representarás queru- medida tendrán todas las cortinas. 3 Cinco
O K 5 PIELES DE «TAJAS* : son para algunos las del dugong o vacamarina, común en el mar Rojo. 1)
~ 7 ACACIA: la especie seial o tortilis, que aún crece en la península sinaitica. 29
D E ÓNICE: O cornalina; lit. de sófmm. II EFOD: era vestidura sagrada sin mangas, que sobre las NAVETAS de incienso, o también escudillas... Desde luego es discutible la identificación de
demás se ponían los sacerdotes israelitas. El del sumo sacerdote era distinto. Algunos creen que esos3 0cuatro recipientes nombrados; algs. vierten: platos, copas, aguamaniles, pateras.
tenían forma de mandil o delantal. PAN DE LA PROPOSICIÓN, O presentación: decíase por estar siempre colocado en la presencia
1 de Vahveh. Era ofrenda que hacíanle los sábados los israelitas. Su número—como el de las tribus
° ARCA : esta arca, o cofre imitado de los egipcios, era destinada a encerrar, no, como en los mis-
terios de Isis, secretos vergonzosos o ridículos, sino los títulos de la alianza de Dios con Israel, o sea de Israel—era de doce, y luego servían de alimento a los sacerdotes. Constituyen hermosa figura de
las dos tablas de piedra en que estaba estampado el Decálogo (Testimonio o Ley), que luego recibió la sagrada Eucaristía.
37
Moisés. ENCIMA: e. d., sobre el fuste y cada brazo del candelabro. || LADO DE ENFRENTE: O parte
17 anterior del candelabro, hacia la cual daba la boca de las lámparas.
PROPICIATORIO : trátase de la tapa o cobertura del arca en que se verificaba cierto rito expiatorio, 38
conforme puede leerse en Lev 16,11 ss. 39
PLATILLOS PORTAPABILOS : o recipientes pequeños donde se recogían las cenizas, etc.
20 TALENTO: suele admiárse que pesaba aproximadamente 49 kilos; otros lo fijan en 42,5, 45 y
QUERUBINES : ya aparecieron en Gen 3,24, custodiando la entrada del Edén. Ahora parecen
formar el trono de Dios, que descansaba sobre el arca (cf. t Sam 4,4, etc.). Los monumentos egipcios hasta 52. Como moneda, su valor era de 3.000 siclos, y la forma del talento hebreo era más o menos
presentan también genios alados rodeando a la divinidad. esferoidal u ovoide.
Í24 ÉXODO 26 *-85 ÉXODO 26 «—27 n
125
de las cortinas estarán unidas la u n a a la tabernáculo, veinte tablones para el lado 36
P a r a la entrada de la tienda fabri- 3 7 Y harás p a r a la cortina cinco columnas
otra, y las otras cinco estanín también del Négueb o sur. 1 9 Bajo los veinte tablo- carás u n a cortina de color púrpura viole- de acacia, que recubrirás de o r o ; también
juntas en una. * 4 H a r á s unas presillas nes p o n d r á s cuarenta basas de plata; d o s ta, p ú r p u r a escarlata y carmesí, de lino sus escarpias serán áureas. Fundirás para
de p ú r p u r a violeta en el borde d e la basas bajo cada uno de los tablones para tino de hilo torzal, obra de recamador. * aquéllas cinco basas d e bronce.
cortina q u e remata la primera serie; lo sus d o s espigones respectivos. 20 p a r a el
mismo harás en el borde ele la cortina segundo flanco del tabernáculo, 21
p o r el
que ocupa el extremo de la serie segunda. norte, otros veinte tablones, y cuarenta
5
Cincuenta presillas liarás en el primer basas de plata: dos basas bajo cada uno El altar de los holocaustos, eí atrio
22
tapiz y p o n d r á s otras cincuenta en el de los tablones. Para el lado posterior
*% "7 ! »También harás el altar de m a -quince codos de cortinas, con sus tres
borde de la cortina que ocupe el extremo del tabernáculo, 23
hacia poniente, harás seis
« • dera de acacia, de cinco codos de Columnas y sus tres b a s a s ; * 15 y p o r el
de la segunda serie, procurando se corres- tablones. También harás otros dos para longitud y cinco de a n c h u r a ; el altar otro costado también quince codos de
p o n d a n entre sí las presillas. 6
Harás, los ángulos del fondo del tabernáculo,
será c u a d r a d o , y su altura, de tres codos. cortinas, c o n sus tres columnas y sus
además, cincuenta corchetes de o r o y I 2 * los cuales estarán emparejados p o r la 2
E n sus cuatro ángulos p o n d r á s sendos tres basas. ] 6 L a puerta del atrio tendrá
juntarás las c o n inas una a otra p o r medio parte inferior, y del mismo m o d o esta- cuernos, que saldrán de él, y los recubri- u n a cortina de veinte codos, de p ú r p u r a
de los corchetes, de suerte q u e el taber- ránlo * p o r arriba a la altura del primer rás de bronce. 3 Luego harás sus reci- violácea, p ú r p u r a escarlata y carmesí y
náculo forme un lodo. anillo. Así serán los d o s tablones q u e pientes p a r a las cenizas grasas, sus pa- de batista de hilo torzal, o b r a de reca-
7
H a r á s también cortinas de pelo de h a n de formar los dos ángulos. * 2 5 Serán, letas, sus aspersorios, sus trinchantes y m a d o r ; sus columnas serán cuatro, y cua-
cabra, para que cubra a m o d o de tienda pues, ocho tablones con sus basas de sus braseros; todos sus utensilios los fa- tro sus basas. I 7 Todas las columnas de
el tabernáculo; fabricarás tales cortinas p l a t a : dieciséis basas, dos p a r a cada u n o bricarás de bronce. * 4 H a r á s también para
en n ú m e r o de once. 8 L a longitud de de los tablones. 2<> Fabricarás también tra- el altar u n enrejado de bronce en forma
cada cortina será d e treinta codos, y la vesanos d e madera de acacia: cinco para de red, y a sus cuatro extremos pondrás
anchura, de c u a t r o ; u n a misma medida los tablones de u n lado del tabernáculo, sobre la red cuatro anillas de bronce;
tendrán las once cortinas. » Cinco de ellas 2 7 cinco p a r a los del segundo costado del 5
unirás aparte y las otras seis p o r su l a d o ; tabernáculo y cinco p a r a los de la parte la colocarás bajo el reborde saliente del
la sexta cortina la doblarás sobre el frente posterior de la m o r a d a , hacia poniente. altar, en la parle inferior, de suerte que
de la tienda. 10 Pondrás cincuenta presillas 2 8 El travesano central estará en medio de la red llegue hasla la mitad del aliar.*
6
en el borde d e la cortina extrema de la los tablones, pasando de u n extremo al H a r á s , asimismo, para el altar unos
primera serie, y cincuenta al borde d e la otro. 2 9 Cubrirás de o r o los tablones e varales de madera de acacia y los cubri-
cortina extrema de la segunda. " Luego igualmente harás de o r o los anillos de rás de bronce. 7 Los varales se meterán Altar de cuernos. (Gressmann, lám.184.
harás cincuenta broches de bronce y me- los mismos p o r donde h a n de entrar las p o r las anillas, de m o d o q u e los varales
terás los broches p o r las presillas, uniendo piezas traveseras; también recubrirás de estén a los dos lados del altar p a r a trans-
así la tienda para q u e forme un todo. o r o estos travesanos. 3 0 Erigirás el taber- portarlo. 8 L o fabricarás hueco, de m a - en t o r n o al atrio estarán abrazadas p o r
l 2 Respecto a la parte q u e sobra de las náculo según el modelo exacto q u e se te dera; c o m o te h a sido m o s t r a d o en la aros de plata, y sus escarpias serán a r -
cortinas de la tienda, la mitad sobrante ha m o s t r a d o en la m o n t a ñ a . m o n t a ñ a se hará. génteas, y sus basas, de bronce. 1 8 L a
9
colgará sobre la parte posterior del ta- 31 Además, harás el atrio del tabernácu- longitud del atrio será de cien c o d o s ;
bernáculo ; 1 3 y el codo q u e de u n o y Además, harás u n velo d e lienzo d e lo. Del lado del Négueb, al mediodía, el la anchura, de cincuenta, y la altura [en
o t r o lado sobra en la longitud de las lino retorcido, de p ú r p u r a violeta, p ú r p u r a alrio tendrá cortinas de lino fino de hilo sus cortinas], de cinco, de lienzo de lino
cortinas d e la tienda quedará colgando escarlata y carmesí, representando en él torzal, en u n a longitud de cien codos a torzal, y las basas de sus columnas, d e
sobre los costados del tabernáculo a u n o 3q2u e r u b i n e s t r a b a j a d o s a r t í s t i c a m e n t e .
19
u n o de los costados. 1° Sus columnas se- bronce. T o d o s los utensilios del taber-
y o t r o lado, cubriéndolo. * 1 4 Además, Lo colgarás de cuatro columnas de rán veinte, con sus veinte basas de bron- náculo p a r a su servicio general, todas sus
h a r á s a la tienda u n a cubierta de pieles acacia recubiertas de o r o y con escarpias ce; las escarpias de ias columnas y sus estacas y todas las estacas del atrio se-
de carnero teñidas d e rojo, y encima una áureas, y apoyadas sobre cuatro basas anillos serán de plata. n Asimismo, en r á n de bronce. *
cubierta de pieles de tajas. de plata. * 3 3 Y colgarás el velo bajo los el lado del n o r t e h a b r á a lo largo corti- 20
corchetes, y allí, a la parte interior del Ordenarás a los hijos de Israel q u e
nas en u n a extensión de cien codos, y te proporcionen aceite p u r o de olivas
15
Igualmente harás de m a d e r a de aca- velo, meterás el arca del testimonio, sir- sus columnas serán veinte, c o n sus vein- machacadas p a r a el candelabro, a fin de
cia tablones p a r a el tabernáculo, emplea- viéndoos el velo d e separación 34
entre el te basas de b r o n c e ; y las escarpias de alimentar la l á m p a r a de continuo. * 2 l E n
dos c o m o pies derechos. i<> L a longitud Santo y el Santísimo. * Colocarás el las columnas y sus anillos serán de plata. la tienda de reunión, fuera del velo q u e
de cada tablón será de diez codos, y propiciatorio encima del arca del testi- 12
A lo ancho del atrio, p o r el lado del h a b r á delante del testimonio, A a r ó n y
35
c o d o y medio la anchura. 17 C a d a tablón m o n i o en el Santísimo. Luego p o n d r á s oeste, h a b r á cortinas en u n espacio de sus hijos la prepararán [para q u e arda]
tendrá d o s espigones p a r a ensambladura la mesa fuera del velo, y el candelabro cincuenta c o d o s ; sus columnas serán diez, desde la tarde a la m a ñ a n a , en presencia
m u t u a de los tablones; así harás p a r a frente a la mesa, junto al costado del con sus diez basas. 1 3 A lo ancho dei de Yahveh. Esta será n o r m a perpetua
t o d o s los tablones del tabernáculo. 1 8 H a - tabernáculo, al mediodía, y la mesa la atrio, p o r la parte de levante, tendrá de los israelitas p o r generaciones suce-
rás, pues, los tablones c o n destino al situarás al lado del norte. cincuenta codos. 1 4 E n u n costado h a b r á sivas. *

36
0£ 3
CINCO...: así ambos grupos de cinco cortinas, tapices o telas venían.a formar como dos UNA CORTINA: era el velo exterior. |¡ OBRA DE RECAMADOR, o sea de bordador de realce, aunque
*•" grandes tiendas, unidas a su vez por presillas en toda su longitud. no se tratara, desde luego, de figuras o dibujos.
13
EL CODO. ...- como las cortinas del tabernáculo tenían 28 codos y las de la tienda o pabellón 3
que recubrían aquél 30, el codo que a cada lado del tabernáculo excedía quedaba colgando hasta O"7 PARA LAS CENIZAS GRASAS: de las víctimas quemadas en el altar.
5
el suelo, ocultando así los ricos tapices interiores. ~ * REBORDE SALIENTE : o entablamento.
14
24
ESTARÁN EMPAREJADOS: o duplicados. II Los DOS ÁNGULOS: el verso resulta oscurísimo. Algunos 19
EN UN COSTADO: e. d., de la puerta que había en el centro de la parte oriental.
dan esta explicación como probable: los dos tablones o postes angulares tenían doble espesor que ios Su SERVICIO GENERAL O COMPLETO : de montaje del mismo, como martillos, etc.
20
demás y resultaban cuadrados, sobresaliendo un tanto por los dos lados exteriores; se elevaban hasta ACEITE PURO DE OLIVAS MACHACADAS: e. d., aceite virgen. II D E CONTINUO: e. d., todas las no-
el primer anillo (por arriba), donde se les unían los primeros travesanos. ches,2 1 no día y noche como la lámpara cristiana ante el Santísimo.
32
ESCARPIAS: ganchos o clavos; G y V traducen capiteles. TIENDA DE REUNIÓN: o de la audiencia, del convenio...; cf. 25,22.
33
EL SANTÍSIMO: lit «el Santo de los Santos», donde Yahveh residía. Era la parte más interna:
un cuadrado de diez codos, e. d., de cerca de cinco metras de lado, mientras el Santo medía el doble.
126 ÉXODO 2 g * - 2 T ÉXODO 28 28 —29» 127

los fijarás a las dos hombreras del efod, do entre él en el santuario a n t e Yahveh
Los ornamentos sacerdotales p o r debajo y p o r delante, próximos a y cuando salga, y así n o muera. *
36
la juntura de la hombrera, por encima Harás, además, u n a lámina de oro
n o l »Y tú h a z venir junto a ti de en violeta, púrpura escarlata, carmesí y lino del cíngulo del efod. 2 8 El pectoral se puro, y sobre ella grabarás c o m o se gra-
^ O m e d i o de los hijos de Israel a fino de hilo torzal lo fabricarás. * J 6 Será unirá por sus anillos a los anillos del 3 7 ba un sello: Consagrado a Yahveh. *
A a r ó n , tu h e r m a n o , y sus hijos, p a r a cuadrado, doble, de u n p a l m o de longi- efod mediante un cordón de púrpura La colgarás de un cordón de color vio-
que sean mis sacerdotes: Aarón, N a b a d y tud y otro de anchura. 1 7 Lo rellenarás violeta, de suerte que quede el pectoral leta e irá sobre la tiara, colocándose 3S
en
Abihú, Elazar e Itamar, hijos de Aarón. de una guarnición de pedrería con cua- encima del cíngulo del efod y n o pueda la parte delantera de ella. Estará so-
2
H a r á s a A a r ó n , tu hermano, vestidu- tro filas de piedras. E n la primera fila, desprenderse de él. 2 9 Así, A a r ó n lle- bre la frente de A a r ó n , de suerte que
3
ras sagradas para honor y ornamento. una cornalina, un topacio y u n a esme- vará los nombres de los hijos de Israel Aarón sea portador de las faltas cometi-
Y hablarás a todas las personas hábi- r a l d a ; * ' S e n la segunda, u n rubí, u n grabados en el pectoral del juicio, sobre das por los hijos de Israel al ofrecer
les a quienes he d o t a d o de sentido artís- zafiro y u n jaspe; 1 9 en la tercera, u n su corazón, c u a n d o entre en el santuario, cualquiera de sus santas ofrendas; estará,
tico p a r a que hagan las vestiduras de ópalo, una ágata y u n a amatista; 2 0 en para que sirva de perpetuo recuerdo ante pues, continuamente sobre su frente, para
A a r ó n , a fin de consagrarle por sacerdote la cuarta, u n crisólito, un sóham y un Yahveh. que hallen benevolencia delante de Yah-
mío. 4 Estas serán las vestiduras que h a n ónice. Al colocarlas irán engastadas en veh. *
de hacer: pectoral, efod, m a n t o , túnica 30 En el pectoral del juicio p o n d r á s el 39
También tejerás la túnica de lino
de tejido de punto, tiara y cinturón. Y urim y el tummim, para que estén sobre
fino en labor de p u n t o y harás una tiara
h a r á n vestiduras sacras para tu herma- el corazón de A a r ó n al presentarse él de lino fino y, asimismo, u n cinturón de
no Aarón y para sus hijos, a fin de que ante Y a h v e h ; llevará, pues, A a r ó n cons- labor de recamado.
m e ejerzan las funciones sacerdotales; * tantemente sobre su corazón delanle de 40
Fabricarás además para los hijos de
5 Yahveh el juicio de los hijos de Israel. * A a r ó n túnicas, y les harás cinturones, y
y se servirán de oro, p ú r p u r a violeta,
3!
p ú r p u r a escarlata, carmesí y lino fino. También harás el m a n t o del efod asimismo los proveerás de mitras para
6
H a r á n el efod de oro, p ú r p u r a vio- t o d o de púrpura violácea. , 2 l!n su parle dignidad y ornamento. 4¡ Revestirás con
leta, p ú r p u r a escarlata, carmesí y lino superior una ¡ihcrtiira habrá en el cen- ello a Aarón, tu h e r m a n o , y con él a
fino de hilo torzal, elaborado artística- tro, la cual llevará en l o m o una orla sus hijos, y los ungirás, los consagrarás
mente. * 7 Llevará unidas dos hombreras, de tejido, que vendrá a ser como la aber- y santificarás para que m e sirvan c o m o
[por las cuales] estará ligado en sus dos tura de un coselete, para que no se rom- sacerdotes. * 4 2 Hazles también zaragüe-
extremos. 8 El cíngulo que llevará enci- pa. 3 3 En el ruedo inferior del m a n t o pon- lles de lino para cubrir la carne de su
m a el efod para atarlo arrancará del drás granadas de p ú r p u r a violeta, púr- desnudez; llegarán desde los lomos hasta
mismo y será de la misma labor: de oro, p u r a escarlata y carmesí, t o d o alrededor; los muslos. 4 3 A a r ó n y sus hijos los lle-
p ú r p u r a violeta, púrpura escarlata, carme-
sí y batista de hilo torzal. 9 y tomarás y alternando con ellas, campanillas de varán c u a n d o entren en la tienda de re-
Perspectiva del patio y el santuario o r o : 3 4 una campanilla de oro y u n a gra- unión o al acercarse al altar p a r a oficiar
dos piedras de ónice, sobre las cuales
grabarás los nombres de los hijos de Is- nada, una campanilla de oro y una gra- en el santuario, a fin de que no se car-
rael, 10 seis nombres en u n a de las pie- oro. 21 Las piedras corresponderán a los nada sobre la orla inferior del m a n t o , guen de culpa y mueran. Esta es u n a
dras y los otros seis en la otra, p o r orden nombres de los hijos de Israel: doce, se- lodo alrededor. •" Aarón lo llevará al norma perpetua p a r a él y su posterior
de su n a c i m i e n t o . 1 1 Grabaréis sobre estas gún los nombres de ellos; estarán gra- oficiar, para que se oiga el tintineo cuan- descendencia.
dos piedras los nombres de los hijos badas c o m o sellos, cada u n a con su n o m -
de Israel, como hace el lapidario al gra- bre con arreglo a las doce tribus.
22
bar u n sello; engastadas en filigranas de Fabricarás también sobre el pectoral
orp las harás. * 1 2 Después colocarás las cadenetas de oro p u r o , trenzadas a m a - La consagración sacerdotal. El holocausto cotidiano
dos piedras sobre las h o m b r e r a s del efod, nera de cordón. 2 3 También harás sobre
cual piedras de recuerdo para los hijos el pectoral dos anillos de oro, ponién- OQ ' »Esto es lo que con ellos has de presentarás en ella j u n t o con el novillo
de Israel. Llevará así A a r ó n sus nombres dolos a los dos extremos del pectoral. ~**3 hacer p a r a consagrarlos en sacer- y los dos carneros.
24 4
sobre sus dos h o m b r o s ante la faz de Meterás los dos cordones de o r o p o r dotes míos. T o m a un novillo y dos car- H a r á s llegar a A a r ó n y sus hijos a
Yahveh para recuerdo. * los dos anillos de los extremos del pec- neros sin tacha, * 2 y panes ácimos, tor- la entrada de la tienda de reunión y
toral; 25 ligarás los dos cabos de los dos tas sin levadura amasadas con aceite y los lavarás con agua. 5 Luego cogerás
13
H a r á s también filigranas de oro, 1 4 y cordones a los dos broches, y fíjalos así pastelillos ácimos u n t a d o s con aceite: las vestiduras y revestirás a A a r ó n con
dos cadenillas de oro puro, que entrela- en las h o m b r e r a s del efod p o r su parte con flor de harina de trigo los harás. la túnica, el m a n t o del efod, el efod y
3
zarás a manera de cordón, fijando las delantera. 2 6 harás después dos anillos Y los p o n d r á s en u n a canastilla y los el pectoral, y le ceñirás c o n el cíngulo
cadenillas así entrelazadas en las filigra- de oro, que p o n d r á s en los dos extremos
30
nas. 15 Además, harás el pectoral del jui- inferiores del pectoral, sobre el b o r d e URIM y TUMMIM: e. d., etimol. quizás «Luz e Integridad». V dice «Doctrina y Verdad», y G,
cio, trabajado artísticamente; como la interior que mira hacia el efod. 2 7 T a m - «Revelación y Verdad». Generalmente créese eran dos piedras distintas de las doce del racional, una
bién harás otros dos anillos de o r o y de las cuales daría respuesta afirmativa, y la otra, negativa. Dios manifestaba ordinariamente su
obra del efod lo h a r á s : de oro, p ú r p u r a voluntad por medio de ellas, hasta que se construyó el templo de Jerusalén. Desde entonces suscitó
el Señor profetas a quienes consultar. \\ Juicio: destino, sentencia u oráculo.
35
No MUERA: el sonar de las campanillas avisaba al pueblo del momento más solemne de la
ceremonia y movía al sumo sacerdote a una mayor reverencia al ingresar en el lugar santo. Así
O Q 4 TIARA: otros, «mitra» y también «turbante pontifical», Distingüese de las mitras o turbantes evitaba
36
el incurrir en castigo de muerte por Yahveh.
^ ^ 6 de los sacerdotes (cf. v.40). 3
LÁMINA: diadema dícesele en 39,30.
D E ORO, PÚRPURA VIOLETA: e. d., de hilos de oro. púrpura violeta. 41
8 CONTINUAMENTE: entiéndese durante el oficio.
11 CONSAGRARÁS: lit. llenarás sus manos, e. d., pondrás en ellas, en señal de investidura, el
12
FILIGRANAS: O monturas, engastes, engarces o broches.
PIEDRAS DE RECUERDO: O que hagan se acuerde Dios de las doce tribus. símbolo de las cosas que el consagrado ha de tratar y administrar.
* 5 Juicio: decisión o fallo; porque de él sacaba el sumo sacerdote ei oráculo que decidía en cues-
tiones graves y difíciles. 2 Q ' PARA CONSAGRARLOS: se repetirán durante siete días las siguientes ceremonias: ablución de
17.20 PIEDRAS: SU identificación es insegura. Asi nuestro ÓPALO es para otros ágata, jacinto. I) " ^ pies y manos, imposición de las vestiduras sacerdotales, unción y tres sacrificios: un novillo
SÓHAM; cf. 25,7. y ÓNICE : otros, berilo, diasprot jaspe, etc. por el pecado, un carnero por la consagración y otro carnero ofrecido en holocausto.
ÉXODO 29 S T —30 2 0 129
128 ÉXODO 2 9 6-3«
purificarás el altar mediante esta tu ex- m a ñ a n a e idéntica libación; es un sacri-
del efod. 6 Colocarás después sobre su n e r o : la cola, el sebo que cubre las en- unción, y le ungirás para consagrarlo. ficio a fuego de suave olor en h o n o r de
cabeza la tiara y encima de ella pondrás trañas, el redaño del hígado y los dos Í7 D u r a n t esiete días realizarás la expia- Yahveh. 4 Z Será holocausto perpetuo de
la diadema sagrada. 7 Y tomarás el óleo ríñones, con la grosura que los envuelve, ción del altar y lo santificarás; el altar vuestras generaciones a la entrada de la
de la unción y lo derramarás sobre su y la pierna derecha; porque es un carne- resultará así santísimo; todo cuanto toque tienda de reunión delante de Yahveh,
cabeza, ungiéndolo. 8 Luego haz se acer- ro de consagración. 2 3 [Cogerás] asimis- el altar quedará santificado. * donde yo me reuniré con vosotros para
quen sus hijos y revísteles la túnica, 9 y m o de la canastilla de los ácimos que hay 3" A h o r a bien, esto es lo que has de hablarte allí. 4 3 En ella me citaré con los
ceñirás el cinturón a A a ron y sus hijos, ante Yahveh u n a hogaza de pan, u n a ofrecer sobre el altar: dos corderos aña- hijos de Israel, y [la tiendal será santi-
les atarás las mitras, y el sacerdocio les torta de p a n de aceite y un pastelillo, les cada día perpetuamente. 3 9 U n o de los ficada p o r mi majestad. 4 4 Santificaré la
24
pertenecerá por ley perpetua. Así con- y lo colocarás todo sobre las palmas corderos lo ofrecerás p o r la m a ñ a n a y el tienda de reunión y el altar, y también
sagrarás a Aarón y sus hijos. de las m a n o s de Aarón y sobre las de otro al atardecer; 4 0 y con el primer cor- santificaré a A a r ó n y sus hijos para que
10
Después aproximarás el novillo ante sus hijos, y lo meceréis c o m o la tenufá dero la décima parte de u n efá de flor de sean mis sacerdotes. 4 5 Moraré, pues, en
la tienda de reunión, y A a r ó n y sus hi- delante de Yahveh. * 2S Luego lo cogerás harina amasado con u n cuarto de hin medio de los hijos de Israel y seré su
jos pondrán sus manos sobre la cabeza de m a n o s de ellos y lo harás quemar en de aceite de oliva virgen y una libación de Dios. 4<> Y reconocerán que yo soy Yah-
del novillo, n Degollarás el novillo de- el altar sobre el holocausto c o m o suave un cuarto de hin de vino. * 4 1 El segundo veh, su Dios, que los h a sacado de tierra
lante de Yahveh a la entrada de la tien- olor ante Yahveh. Es un sacrificio a fuego cordero lo ofrecerás al atardecer, acom- de Egipto para habitar en medio de ellos.
da de reunión. 1 2 Luego cogerás la san- en h o n o r de Yahveh. 2 S Y t o m a r á s el pañándole con la misma oblación de la Yo, Yahveh, su D i o s .
gre del novillo y la aplicarás con tu dedo pecho del carnero de la consagración co-
sobre los cuernos del altar y derramarás rrespondiente a A a r ó n y lo mecerás c o m o
toda la sangre [restante] al pie de éste. tenufá delante de Yahveh; y ésa será tu Más prescripciones relativas al culto
13 T o m a r á s también toda la grasa que porción. 2 7 Del carnero de la consagra-
cubre las entrañas, el redaño de encima ción correspondiente a A a r ó n y sus hijos O A ' « F a b r i c a r á s , además, un altar sobre él expiación u n a vez al a ñ o en
del hígado y los dos ríñones con la gro- consagrarás el pecho de la tenufá y la "5" donde q u e m a r el incienso: de ma- vuestras sucesivas generaciones. Será cosa
sura que los envuelve y lo harás arder pierna de la terumá, que hayan sido, res- dera de acacia lo has de hacer. 2 Su lon- santísima p a r a Yahveh».
en el altar. 1 4 M a s la carne del novillo, pectivamente, mecidos y alzados. * 2 8 Tal gitud será de un codo, y de un codo su 11
Luego Yahveh h a b l ó a Moisés, di-
con su piel y sus excrementos, lo que- será la porción destinada a A a r ó n y sus anchura; será cuadrado y tendrá dos co- ciendo: 12 « C u a n d o enumeres a los hijos
m a r á s en fuego fuera del campamento. hijos por estatuto perpetuo que observa- dos de altura; formarán sus cuernos un de Israel para hacer su censo, cada u n o
Es u n sacrificio por el pecado. rán los hijos de Israel, p o r q u e es u n a cuerpo prominente. 3 L o revestirás de oro presentará a Yahveh rescate p o r su p r o -
15
Después cogerás un carnero, y Aarón terumá; y en los sacrificios de acción de puro, tanto su placa superior c o m o sus pia persona al ser contados, para que
y sus hijos impondrán sus manos sobre gracias de los israelitas h a b r á terumá, partes laterales y sus cuernos; y le harás no caiga sobre ellos, en su e m p a d r o n a -
la cabeza del carnero. 1» Y lo degolla- siendo su ofrenda alzada en h o n o r de en torno u n a guirnalda de oro. 4 Harásle miento, plaga alguna. 13 Esto dará cada
rás, y tomarás su sangre y rociarás con Yahveh. dos anillos de oro debajo de la guirnal- u n o que pase al registro: medio siclo
ella el altar, t o d o alrededor. 17 Luego 29
Las vestiduras sagradas de A a r ó n da, a sus dos c o s t a d o s ; los p o n d r á s a según el siclo del santuario—este siclo es
descuartizarás el carnero, lavarás sus en- serán, después de él, para sus hijos, p a r a sus dos lados para meter por ellos los de veinte güeras—; medio siclo será la
trañas y sus patas y las colocarás encima que sean ungidos y consagrados con ellas. varales con que transportarlo. 5 Los va- terumá (o tributo) a Yahveh. * 1 4 T o d a
de sus porciones y su cabeza. 1 8 Y harás 30
Las vestirá durante siete días quien de rilles los fabricarás de madera de acacia persona comprendida en el censo, de
y los revestirás de oro. (l Colocarás el veinte años para arriba, d a r á esa teru-
arder t o d o el carnero en el altar. Es un entre sus hijos le suceda en el cargo de
altar delante del velo que está ante el má a Yahveh. 15 N J el rico d a r á más ni
holocausto a Yahveh, olor suave, com- sacerdote, c u a n d o entre en la tienda de arca del testimonio, frente al propiciato-
bustión en h o n o r de Yahveh. reunión para oficiar en el santuario. el pobre menos del medio siclo al entre-
19 rio que hay encima del testimonio, don- gar la terumá a Yahveh p o r el rescate de
Cogerás luego el otro carnero, y 31 Luego cogerás el carnero de la con- de me reuniré contigo. 7 A a r ó n q u e m a r á
A a r ó n y sus hijos i m p o n d r á n sus m a n o s vuestras personas. 16 Percibirás, pues, de
sagración y harás cocer su carne en lugar en él incienso a r o m á t i c o ; cada m a ñ a n a , los hijos de Israel este dinero del rescate
sobre la cabeza del carnero. 2 " Lo dego- santo. * 32 A a r ó n y sus hijos c o m e r á n a al preparar las lámparas, lo quemará. y lo destinarás al servicio de la tienda de
llarás y, t o m a n d o un poco de su sangre, la entrada de la tienda de reunión la 8 También lo ha de quemar c u a n d o al reunión, y servirá a los israelitas de re-
la p o n d r á s sobre el lóbulo de la oreja carne del carnero y el p a n de la canas- atardecer coloque A a r ó n las lámparas cuerdo ante Yahveh p o r el rescate de
derecha de A a r ó n , sobre el lóbulo de la tilla. 33 Igualmente comerán aquello con [sobre el candelabro]. Será u n perfume vuestras personas».
oreja derecha de sus hijos, sobre el pul- que se haya hecho la expiación al consa- continuo ante Yahveh en vuestras suce- 17
gar de_ la m a n o derecha de ellos y sobre grarlos, al santificarlos; mas el extraño sivas generaciones. g N o ofreceréis sobre Además. Yahveh habló a Moisés, di-
el pulgar de su pie derecho, y derrama- no ha de comer de ello, p o r q u e son cosa él perfume extraño, ni holocausto, ni ciendo: I 8 «Harás también u n a pila de
rás la sangre sobre el altar en derredor. * santa. 34 s i sobrare carne de la consagra- oblaciones; tampoco derramaréis allí nin- bronce, con su base de bronce, p a r a las
21 Después cogerás de la sangre que ha- ción o p a n p a r a el día siguiente, quema- guna libación. * 10 Sobre sus cuernos hará abluciones, y la colocarás entre la tienda
brá sobre el altar y del aceite de la unción rás lo sobrante a fuego; no se comerá, expiación A a r ó n una vez al a ñ o ; con la de reunión y el altar y p o n d r á s agua en
y asperjarás a A a r ó n , sus vestidos, sus p o r q u e es cosa santa. sangre de los sacrificios expiatorios h a r á I ella. 1 9 A a r ó n y sus hijos se lavarán en
hijos y los vestidos de sus hijos con él. 35
H a r á s , pues, respecto a A a r ó n y sus ella las m a n o s y los pies. 2 0 C u a n d o pe-
Así quedará consagrado él, y con él sus hijos conforme a cuanto te he o r d e n a d o ;
vestidos, sus hijos y los vestidos de sus los consagrarás durante siete d í a s . 3 6 Ofre- 37
QUEDARÁ SANTIFICADO: e. d., vedado al uso profano. Sólo la destrucción o el rescate podía
hijos. cerás diariamente en expiación u n novi- arrancarlo del culto divino (cf. 34,19-20; Núm 17,2-3, y Lev 6,11).
22 40
Después tomarás la grasa del car- llo [como sacrificio] por el pecado, y LA DÉCIMA PA.RTE: equivalía a unos cuatro litros y era exactamente un ómer. II H I N : medida
de líquidos que valía la sexta parte del efd, o sea de seis a seis litros y medio. Un cuarto de hin equi-
valía, pues, aproximadamente a 1,50 litros.
20
LA PONDRÁS: en la oreja, como símbolo de la audición de la palabra divina; en el pulgar de 9
la diestra, simbolizando el buen obrar, y en el pulgar del pie derecho, simbolizando el recto caminar. OA EXTRAÑO: o profano; e. d., contrario al reglamento.
24
TENUFÁ: es la ofrenda presentada ante Yahveh con un movimiento de vaivén desde el altar al *) " 13 EL SICLO DEL SANTUARIO : o sea la ley del siclo o peso sagrado, depositado en e lsantuario.
sacerdote oferente. Algunos opinan que era diverso del siclo usual y de valor más elevado. El siclo pesaba 14.20 gramos
27
TERUMÁ: ofrenda alzada o de elevación ante Yahveh y destinada luego a los servidores del y, por no usarse estonces moneda acuñada, tenía además valor monetario. || GÜERAS: moneda de
santuario. valor aún no precisado.
'1 EN MIGAR SANTO: ei patio del tabernáculo. Cf. ht¡v 8,31, gover-Cantera B
130 dxono 30 2 1 — 3 1 "
ÉXODO 3 1 1 8 — 3 2 88
181
30
nclicn en l.i lirmln ilc reunión se lavarán do. Ungirás también a A a r ó n y sus
con agua |>:ii a que no mueran, y lo mis- hijos y los consagrarás para que me sir- tlrpado del medio de su pueblo. 15 Seis petua. '" Será sefial perpetua entre mí y
mo c u a n d o se acerquen ni altar para van de sacerdotes. 31 Y hablarás a los días se trabajará, m a s en el séptimo día los hijos de Israel, pues en seis días
oficiar, para hacer (|tirnmr a Yahveh un hijos de Israel, diciendo: «Oleo de unción habrá descanso, reposo absoluto consa- hizo Yahveh el cielo y la tierra, y el día
sacrificio de cnnihunl Ion. 2 1 Se lavarán, sagrada será éste p a r a vosotros * de ge- grado a Yahveh; t o d o el que haga cual- séptimo descansó y t o m ó respiro».
pues, las manos y ION pies, y n o morirán. neración en generación. 3 2 N o se derra- quier obra en el dia del sábado morirá 18
T a n p r o n t o c o m o El acabó de ha-
Tal será el csliilulo perpetuo p a r a ellos, m a r á sobre carne de h o m b r e ni haréis irremisiblemente, i* Observarán, pues, los blar a Moisés en la m o n t a ñ a del Sinaí,
para Aarón y MI descendencia, de gene- otro semejante a él por su composición; israelitas el sábado, celebrándolo de ge- le dio las dos tablas de la Ley: tablas de
ración en generación». es cosa sagrada, y cosa sagrada será para neración en generación c o m o alianza per- piedra escritas con el dedo de Dios.
" Asimismo, Yahveh habló a Moisés, vosotros. 33 Cualquiera que elabore otro
diciendo: 2 J «Y tú cógete perfumes de parecido o quien pusiere de él sobre un
primera calidad: de mirra virgen, qui- profano será extirpado de su pueblo».
34
Violación del p a c t o : el becerro d e oro
nicnlos siclos; de cinamomo aromático, Dijo también Yahveh a Moisés:
doscientos cincuenta, o sea la mitad; y «Proporciónate a r o m a s : nataf, u ñ a oloro- OO ' M a s , viendo el pueblo que M o i - aquí que es un pueblo de d u r a cerviz.
de caña aromática, doscientos cincuenta; sa, g á l b a n o ; aromas e incienso p u r o , que « * « sés tardaba en bajar de la monta- 10 A h o r a bien, déjame que se encienda mi
24
de casia, quinientos, según el siclo del entrarán a partes iguales. * 3 5 Con ello ña, se congregó en torno a A a r ó n y di- cólera contra ellos y los consuma; m a s
santuario, y de aceite de oliva, u n hin. harás u n perfume, una droga aromática jéronle: yo te haré una gran nación».
25 11
Fabricarás con ello óleo para la unción elaborada según el arte del perfumista, —Ea, haznos un dios que vaya delante Moisés e n t o n c e s , i m p l o r a n d o a n t e
santa, u n perfume elaborado según el salada, pura, santa. * 3« Parte de él lo de n o s o t r o s ; pues ese Moisés, ese h o m b r e Yahveh, su Dios, dijo: «¿Por qué, ¡oh
arte del perfumista; será el óleo p a r a la reducirás a polvo finísimo y lo pondrás que nos ha sacado de Egipto, no sabemos Yahveh!, se ha de inflamar tu cólera con-
unción sagrada. 26 C o n él ungirás la tien- delante del testimonio en la tienda de qué ha sido de él. * tra tu pueblo, a quien has sacado de Egip-
da de reunión y el arca del testimonio, reunión, donde yo me citaré contigo. Será 2
Respondióles A a r ó n : to con gran poder y m a n o fuerte? 1 2 ¿Por
27
y la mesa con todos sus utensilios, y para vosotros cosa santísima. 3 7 N o ha- —Arrancad los zarcillos de oro que lle- qué h a n de poder exclamar los egipcios,
el candelabro con todos sus instrumen- réis para vuestro uso, cuanto a su com- van en las orejas vuestras mujeres, vues- diciendo: «Con d a ñ a d a intención los h a
tos, y el altar de los perfumes, 2 8 y el posición, de ese perfume que has de ela- tros hijos y vuestras hijas y I raédmelos. * sacado, para matarlos en las m o n t a ñ a s
altar del holocausto con todos sus uten- borar. Será p a r a ti cosa santa, consagrada 3 Arrancóse, en electo, todo el pueblo y exterminarlos de sobre la haz de la tie-
silios, y la pila y su base. 2 9 Los consa- a Yahveh. 3S El individuo que elabore los zarcillos de oro que llevaba en sus rra»? Aplaca el furor de tu cólera y arre-
grarás asi, y se harán cosa santísima; algo semejante para aspirar la fragancia orejas y trajéronlos a A a r ó n . 4 El recibiólo piéntete del mal1 J [que has fulminado] con-
todo el que los (oque quedará santifica- será extirpado de su pueblo». d e sus m a n o s , le dio forma c o n el buril tra t u pueblo. Acuérdate de A b r a h a m ,
y transformólo en u n becerro de fundi- de Isaac y de Israel, tus siervos, a quienes
ción. Entonces exclamaron: «¡Este es tu juraste p o r ti mismo y les dijiste: «Multi-
Los artífices del santuario. Santificación del sábado dios, Israel, el que te h a sacado de Egip- plicaré vuestra descendencia c o m o las es-
to!» 5 C u a n d o A a r ó n vio esto, fabricó un trellas del cielo, daré a vuestra prole t o d a
Oí 1
Y habló Yahveh a Moisés, di- y t o d o su instrumental, el altar de los altar delante de él y echó u n pregón, di- esta tierra a que m e h e referido para 4
que
" * ciendo: 2 « M i r a , he llamado n o - perfumes, 9 el altar de los holocaustos y ciendo: «Mañana habrá fiesta en honor la posean en herencia eterna». 1 Y Y a h -
minalmente a Besalel, hijo de Uri, hijo todos sus utensilios, la pila y su base, de Yahveh». <> Al dia siguiente levantá- veh se arrepintió del mal que había indi-
de Jur, de la tribu de J u d á , * 3 y lo he 10
las vestiduras litúrgicas, las vestiduras ronse temprano, ofrecieron holocaustos y cado haría a su pueblo. *
presentaron victimas pacíficas; luego el 15
Volvióse Moisés y descendió de la
henchido del espíritu de Dios, en habi- sagradas del sacerdote A a r ó n y las ves-
pueblo se sentó a comer y beber, y des- m o n t a ñ a con las dos tablas de la Ley en
lidad artística, inteligencia y saber en » tiduras de sus hijos p a r a el ministerio pués levantáronse p a r a divertirse.
toda suerte de trabajos; 4 para idear pro- sacerdotal, * n el óleo de la unción y el 7
la m a n o , tablas escritas por a m b o s l a d o s :
yectos, para labrar el oro, la plata y el incienso aromático para el santuario. L o Yahveh dijo entonces a Moisés: «Ve, por ésta y la otra cara estaban escritas.
bronce; s para tallar piedras y engastar- h a r á n conforme a cuanto te he m a n - baja, p o r q u e tu pueblo, que saqué de tie- 16 E r a n las tablas obra de Dios, y la es-
las, p a r a labrar la madera, para reali- dado». rra de Egipto, se ha c o r r o m p i d o ; 8 se h a n critura grabada sobre las mismas era es-
zar t o d a clase de labores. <> Y mira que 12
Y habló Yahveh a Moisés, dicien- a p a r t a d o p r o n t o del camino que les había critura divina.
asocio a él a Oholiab, hijo de Ajisa- do : 13 «Habla tú a los hijos de Israel y prescrito; se han hecho u n becerro de 17
Josué oyó el vocerío del pueblo, que
mak, de la tribu de D a n ; y he infundido diles: En verdad debéis guardar mis sá- metal, se h a n prosternado ante él, le h a n gritaba, y dijo a Moisés:
talento en el corazón de todos los h o m - bados, p o r q u e es una, señal entre vosotros ofrecido sacrificios y h a n e x c l a m a d o : — H a y vocerio de guerra en el campa-
bres entendidos en arte, para que ejecu- y yo en vuestras sucesivas generaciones, «¡Este es tu dios, Israel, el que te ha saca- mento.
ten c u a n t o te he o r d e n a d o ; 7 la tienda do de Egipto!» 9 Y a ñ a d i ó Yahveh a Moi- 18
Contestó Moisés:
p a r a que se sepa que yo soy Yahveh,
sés: «He observado a este pueblo, y he
de reunión, el arca del testimonio, el quien os santifica. 1 4 Guardaréis, pues, el
propiciatorio que lleva encima y todos sábado, p o r q u e es santo p a r a vosotros;
los utensilios de la tienda; 8 la mesa y quien lo profane deberá ser muerto, pues — N o es vocerío de cantos de victoria
sus utensilios, el candelabro de oro p u r o I t o d o aquel que trabajare en él será ex- ni vocerío de cantos de r o t a ;
vocerío de alaridos es lo que oigo.
34
NATAF: resina desconocida. Para algunos, el estacte o goma olorosa del estoraque de los dro- 19
guistas. || UÑA OLOROSA: sustancia córnea, odorífera, sacada de ciertas conchas parecidas a una uña Y sucedió que, acercándose al cam- arrojó las tablas de su m a n o y las q u e b r ó
que se extrae de un pez común en el mar Rojo y la India. || GÁLBANO: resina olorosa del arbusto pamento, observó el becerro y las danzas al pie de la m o n t a ñ a . 2 0 Luego t o m ó el
llamado férula, que vive en Siria y Arabia. en corro, y, encendido en ira Moisés, becerro que habían hecho, quemólo en
35
SALADA: O mezclada con sal. Otros vierten «mixtionada», y otros, como Ehrlich, Zolli, etc.
entienden aquí: purificada, pura.
2
Oí H E LLAMADO NOMINALMENTE : llamar a uno por su nombre en la Biblia es expresión que 3v 2 • N D I O S : ( ? U E a n o s e t r a t e a q u i d e ver dadera idolatría (cf. v.5): pedirían sencillamente una
° *1 denota elección especial de una persona para negocio importante. 2
imagen sensible de Yahveh, cuyos signos habían cesado desde que Moisés subió al monte.
o VESTIDURAS LITÚRGICAS o de ceremonia. Otros entienden que, diversas de las sacerdotales, VUESTROS HIJOS : en G falta, pero entre los orientales no eran desusados ios pendientes o zar-
eran las ropas de trabajo, usadas en las labores más rudas del templo, o másbien los paños de embala- cillos en las orejas masculinas, especialmente de los jóvenes.
14
do o envoltura de los objetos sacros al transportarlos (cf. 39,1, con Núm 4,4-15), SE ARREPINTIÓ: véase el poder grande que tiene la oración del justo. «Sententia Dei—escribe
San Jerónimo—sanctorum precibus frangitur» (In Ezech., c.13).
132 ÉXODO 32 * 1 —33*
ÉXODO 33 *•—34 '» 133
2S
ti CUCIÍO y lo molln husí» dejarlo hecho re, al propio pariente», Hicieron, pues,
polvo, esparciéndolo ileMpuciu en el agua, los hijos de Leví conforme a la palabra Moisés. 1 0 T o d o el pueblo veía la colum- conocerá que hemos hallado gracia a tus
que hizo beber a lo» hijos de Israel." de Moisés, y aquel dia cayeron del pue- na de nube parada a la puerta del pabe- ojos yo y tu pueblo? ¿ N o será viniendo
21
Y dijo Moisés a A a r ó n : blo unos tres mil hombres. 2 9 Y dijo M o i - llón y levantábase, y cada uno se proster- tú con nosotros? Asi nos distinguiremos
—¿Qué te lia hecho este pueblo p a r a sés : «Consagraos hoy » a Yahveh, proce- naba a la puerta de su propia tienda. yo y tu pueblo de cuantos pueblos exis-
11
que hayas alraklo sobre él tan enorme diendo cada u n o contra su hijo y su her- Yahveh hablaba con Moisés cara a ten sobre la h a z de la tierra.
17
pecado? m a n o , y haciéndoos dignos de que se cara, c o m o conversa un h o m b r e con su Dijo Yahveh a Moisés:
22
Respondió A a r ó n : os dé hoy bendición». a m i g o ; luego volvía al c a m p a m e n t o ; pero —También esto que has dicho haré,
— No se encienda la ira de mi señor; 30
Y acaeció que a la m a ñ a n a siguien- su ministro Josué, hijo de N u n , u n jo- pues has hallado gracia a mis ojos y te
tú sabes que este pueblo es inclinado al te dijo Moisés al p u e b l o : «Habéis come- ven, n o se apartaba del interior de la conozco p o r tu n o m b r e .
mal. 2-' Dijéronme, pues: «Haznos un dios tido enorme pecado, mas subiré ahora a tienda. 18
Entonces dijo Moisés:
12
que marche al frente de nosotros, por- Yahveh; quizá obtenga perdón a vuestro Y Moisés dijo a Y a h v e h : — P o r favor, muéstrame tu gloria. *
19
que ese Moisés que nos sacó de Egipto delito». 3 I Volvió, pues, Moisés a Yah- —Mira, tú me dices: «Conduce arri- Respondió Y a h v e h :
no sabemos qué h a sido de él». 2 4 Les veh, y dijo: ba a este pueblo», m a s tú n o me haces — Y o haré pasar delante de ti toda mi
dije entonces: «Quien tenga oro desprén- —¡Ay! Este pueblo h a cometido enor- saber a quién enviarás conmigo, a pesar bondad y proclamaré ante ti el n o m b r e
dase de él», y ellos m e lo h a n dado y m e pecado, pues se ha fabricado un dios de que m e has dicho: «Te conozco p o r de Yahveh y haré merced a quien se la
lo h e echado al fuego y h a salido ese de o r o . 3 2 A h o r a bien, ¡si quisieras perdo- tu nombre y, además, has hallado gracia haga, y tendré piedad de quien la tenga. *
becerro. nar su pecado!; pero si n o , bórrame del a mis ojos».* 13 A h o r a bien, si he ha- 20
Y añadió:
25 libro que has escrito. llado gracia a tus ojos, dame, p o r favor, — N o p o d r á s ver mi faz, pues el h o m -
C u a n d o vio Moisés que el pueblo a conocer tus designios p a r a que yo te bre n o puede verme y vivir. *
33
a n d a b a a su albedrío, pues A a r ó n le Contestó Yahveh a Moisés: comprenda y halle a tus ojos gracia. Y 21
había d a d o suelta, exponiéndole al es- —Al que peque contra mí lo borraré Dijo todavía Y a h v e h :
considera que esta nación es pueblo tuyo.
carnio de sus enemigos, 2 0 se plantó a la de mi libro. * 3 4 Ve, pues, ahora, conduce 1-1
—Ve ahí un lugar junto a m í ; tú te
entrada del c a m p a m e n t o y exclamó: «¡A al pueblo donde te he indicado; mira, Respondió Yahveh: pondrás encima de la roca; 2 2 y al pasar
mí los de Yahveh!», y se le j u n t a r o n mi ángel irá delante de ti. Pero el día ¿lis c 111 L- lie ilc acompañarle en per- mi gloria acaecerá que te p o n d r é en u n a
todos los hijos de Leví. 2 7 Díjoles enton- de mi venganza castigaré sobre ellos su sona y proporcionarle reposo? hendidura de la roca y te cubriré con
15
ces: «Así h a dicho Yahveh, D i o s de Is- pecado. * Replicóle Moisés: mi m a n o mientras p a s o ; 2 3 luego apartaré
rael: Ponga cada uno su espada al cos- 35
Yahveh hirió, pues, al pueblo p o r —Si no vienes personalmente, no nos mi m a n o y verás mis espaldas, m a s mi
tado, pasad y repasad por el c a m p a m e n t o haber a d o r a d o el becerro que A a r ó n hagas partir de a q u í ; 1 6 p u e s ¿en qué se faz n o se p o d r á ver.
de puerta en puerta y matad cada uno fabricara.
al propio h e r m a n o , al propio comparte-
Yahveh renueva la alianza con Israel
Yahveh perdona a Israel. Orden de partida O A ' Y Yahveh dijo a Moisés: «Tállate iniquidad, el crimen y el pecado, pero no
* * " dos labias de piedra como las pri- lo deja impune en m o d o alguno, antes
Q Q * Después dijo Yahveh a Moisés: te de encima tus galas, y yo sabré lo que niriim, v yo escribiré sobre las labias las casliga la iniquidad de los padres en los
«5«* «Ve, sube de aquí, tú y el pueblo he de hacerte». 6 Los hijos de Israel, en piiliihin* que habla sobre Lis primeras hijos, y en los hijos de los hijos hasta la
que sacaste de Egipto, hacia la tierra que efecto, despojáronse de sus galas desde que IIIIVIIIIIHIV. 2 lisia presto mañana tem- tercera y cuarta generación!
juré a A b r a h a m , Isaac y Jacob, dicien- el m o n t e de H o r e b . prano, y sube de madrugada a la m o n t a ñ a 8
Moisés se apresuró a prosternarse en
d o : ' L a daré a tu posteridad' 2 (enviaré 7 del Sinai y preséntate a mí allá sobre la tierra, y a d o r ó , 9 y dijo:
Moisés [en cada etapa] cogía la tien-
delante de ti un ángel y expulsaré al ca- cima del monte. 3 Nadie suba contigo ni —Señor, si h e hallado gracia a vues-
da y desplegábala fuera del c a m p a m e n t o ,
naneo, el amorreo, el hittita, el pere- aparezca nadie en toda la m o n t a ñ a , ni tros ojos, tenga a bien mi Señor andar en
lejos del mismo, y le había d a d o el n o m -
zeo, el jivveo y el yebuseo), * 3 a tierra tampoco el ganado m a y o r ni el m e n o r medio de nosotros. Ciertamente es un
bre de «tienda de reunión». Y sucedía
que m a n a leche y miel; pues yo n o subiré pacerán hacia este monte». 4 Moisés, en pueblo d u r o de cerviz; pero perdona nues-
que t o d o el que quería dirigirse a Yahveh
en medio de ti, p o r q u e eres u n pueblo efecto, talló dos tablas de piedra c o m o tra iniquidad y nuestro pecado y haznos
h a b í a de salir hacia la tienda de reunión
las primeras y, levantándose p o r la m a ñ a -
d u r o de cerviz, n o sea que tenga que ex- fuera del c a m p a m e n t o . * 8 A h o r a bien, propiedad tuya.
terminarte en el camino». na temprano, subió a la m o n t a ñ a del 10
Yahveh r e s p o n d i ó :
c u a n d o Moisés salía p a r a ir a la tienda,
Sinai, c o m o Yahveh le h a b í a ordenado,
4
C u a n d o el pueblo oyó estas duras levantábase todo el pueblo y permanecía — H e aquí que yo pacto alianza: reali-
después de haber t o m a d o en sus manos
palabras, hicieron duelo y nadie se ata- derecho a la entrada de su propia tienda zaré ante t o d o tu pueblo maravillas que
las dos tablas de piedra.
vió con sus galas. 5 Y habló Yahveh a y seguía con la vista a Moisés hasta in- jamás fueron obradas en toda la tierra
Moisés: «Di a los hijos de Israel: Sois gresar éste en el pabellón. 9 En entran- 5
Yahveh descendió en la nube, se paró ni en ninguna nación; y todo el pueblo
un pueblo duro de cerviz; un solo m o - do Moisés, sucedía que bajaba la co- junto a él y p r o c l a m ó el n o m b r e de Yah- en medio del cual te encuentras contem-
m e n t o que subiese en medio de ti, te l u m n a de nube y parábase a la puerta veh. 6 Pasó, pues, Yahveh p o r delante de plará la obra de Yahveh, pues es terrible
habría de exterminar; ahora, pues, quíta- de la tienda, y [Yahveh] hablaba con él y exclamó: lo que voy a hacer contigo, n Cumple
—¡Yahveh es Yahveh, D i o s clemente y aquello que hoy te o r d e n o : he aquí que
2° AGUA: del arroyo que del Horeb bajaba (cf. Dt 9,21). Parece claro tratarse de una ordalia misericordioso, paciente y m u y bonda- yo expulsaré delante de ti al amorreo, al
cual la que se impone a la adúltera (cf. Núm 5,11 ss.). doso y leal, 7 que conserva la piedad hasta cananeo, al hittita, al perezeo, al jivveo
3
3 Mi LIBRO: el Libro de la Vida, que registra todos los seres vivos, es frecuentemente citado la milésima generación, que p e r d o n a la y al yebuseo. 1 2 G u á r d a t e de pactar alian-
en la Biblia (cf. Is 4,3; Sal 69,29, etc.), asi como en otros pueblos, y particularmente en el Egipto
antiguo. ,
34 2
Mi VENGANZA: lit. mi visita. La visita del Señor puede ser de consolación o, como aquí y fre- > T E CONOZCO POR TU NOMBRE: especial estima y familiaridad (cf. 31,2, nota).
18
cuentemente, de venganza y castigo. Tu GLORIA: e. d., tu majestuoso rostro.
2 1
El v. entero forma como un paréntesis que, recordando la promesa divina a Moisés (cf. 23, * EL NOMBRE DE Y.: o sea el carácter de la persona significada en él; en este caso la bondad
33 20 ss.), explica la forma en que Yahveh les había de dar posesión de la tierra prometida. libremente favorecedora y piadosa, como dice a continuación (cf. 34,6 ss.), que contienen la proclama-
ción admirable de ese y otros atributos divinos.
' LA TIENDA: GS precisan «su tienda», y el texto se referiría para algunos a la tienda de Moisés. 20
Parece aludir más bien al tabernáculo provisional. No PUEDE VERME y luego continuar viviendo: idea que ya hemos anotado anteriormente.
Por eso el Señor encubre con su divina mano el paso de su majestad.
ÉXODO 34 2 3 —35 1 7 135
lMI
134 ÉXODO 3 4
29
la fiesta de la recolección al tornar del C u a n d o bajó Moisés d e la m o n t a ñ a
año. * del Sinaí, trayendo en su m a n o las dos
Éa con los habitantes de la 1 ierra a que durante siete días comerás panes ácimos, 21
Tres veces al año comparecerá t o d o tablas de la Ley al bajar de la montaña,
te diriges, p a r a que no constituyan en c o m o te ordené, en el tiempo señalado
varón tuyo a presencia del Señor, Y a h - no sabía que la tez de su r o s t r o se había
medio de ti un Id/o; '•' por el contrario, del mes de A b i b ; pues en el mes de Abib
veh, Dios de Israel; 2 4 p u e s arrojaré a puesto radiante en su conversación con
derruirás sus alunes, luirás pedazos sus saliste de Egipto.
naciones de delante de ti y ensancharé El. * 3 0 A h o r a bien, A a r ó n y todos los
Massebás, y sus tiseras has de talar. * 19 T o d o primer nacido es mío y todo lus fronteras y nadie codiciará tu tierra hijos de Tsrael m i r a r o n a Moisés, y he
i* En verdad no adorarás a otro dios; primer p a r t o macho de tu ganado, ya cuando subas, tres veces al año, a contem- aquí que la tez de su rostro resplandecía,
plar la faz de Yahveh, tu Dios. por lo que temieron acercarse a él. 3 1 Pero
25
N o ofrecerás junto con p a n fermen- Moisés los llamó, y A a r ó n y todos los
t a d o la sangre de mi sacrificio, y no guar- príncipes de la c o m u n i d a d se volvieron
darás hasta la m a ñ a n a siguiente el sacri- a él, y Moisés les habló.
32
ficio de la fiesta de la Pascua. * Después de esto acercáronse todos
26
Las primicias de los primeros frutos los hijos de Israel, y el les ordenó todo
de tu tierra traerás a la casa de Yahveh, lo que Yahveh le dijera en la montaña
tu Dios. del Sinaí. 33 C u a n d o Moisés acabó de
N o cocerás el cabrito en la leche de su hablar con ellos, se puso u n velo sobre el
madre. rostro. * 34 M a s al entrar Moisés a pre-
27
Y Yahveh dijo a Moisés: «Escríbete sencia de Yahveh p a r a h a b l a r con El,
estas palabras, porque a tenor de ellas quitábase el velo hasta su salida, y cuando
he pactado alianza contigo y con Israel». salía, comunicaba a los hijos de Israel
2B
Moisés permaneció allí con Yahveh lo que se le había ordenado. 3 5 Los israe-
iiiarcnía días y cuarenta noches, sin co- litas miraban entonces el rostro de Moisés,
mer pnn ni beber agua; y escribió sobre porque la tez de su faz resplandecía; y
las tablas las palabras de la alian/a, los luego Moisés volvía a cubrir su rostro
diez mandamientos. * hasta que entraba a hablar con Yahveh.

La ofrenda para la construcción del santuario


QC ' Y convocó Moisés a t o d a la co- y p a r a el sahumerio perfumado, 9 piedras
« * 3 munidad de los hijos de Israel y de sóham y piedras de engaste para el
les dijo: «Estas son las cosas que Yahveh efod y p a r a el pectoral. 1 0 Vengan todas
ha encargado se c u m p l a n : 2 Seis dias se las personas entendidas en arte que hay
(> ti 1111 jj 11 i'i. mas el séptimo será para vos- entre vosotros y hagan cuanto h a orde-
otros sanio, sábado de descanso absoluto nado Yahveh: 11 el tabernáculo, su tienda
en honor ile Yahvrh. Toda persona que y su cubierta, sus corchetes, sus tablas,
en él trabajare será muerta. •' N o encen- sus travesanos, sus columnas y sus basas;
deréis fuego 011 ninguna de vuestras mora- 1 2 el arca y sus varales; el propiciatorio y
das el din del sábado». el velo que lo cubre; 1 3 la mesa y sus
* I.IICKO habló Moisés a toda la comu- varales y todos sus utensilios, y el pan
nidad de los hijos de Israel, diciendo: de la proposición; 1 4 e l candelabro para
Diosa de la fertilidad: de la tumba tercera de Minst-el- «Esto es lo que Yahveh h a ordenado en el a l u m b r a d o con sus utensilios y sus
Beida (primera jniuul del siglo XVIJ. (De Schaeffer, o.c, sus propios términos: 5 Recoged de entre lámparas, y el aceite del candelabro; 1 5 el
frontispicio.)
vosotros una oblación p a r a Yahveh. T o d a altar de los sahumerios y sus varales; el
persona de corazón generoso aportará la óleo de la unción, el sahumerio aromático
p o r q u e Yahveh tiene por n o m b r e Celoso: mayor, ya m e n o r ; 2 0 sin embargo, el pri- oblación de Y a h v e h : oro, plata y bron- y la cortina de la puerta para la entrada
D i o s celoso es. * I 5 Cuida de no pactar mer fruto de asno lo rescatarás con un ce; * s telas de p ú r p u r a violácea, escarlata, del tabernáculo; 1 6 el altar de los holo-
alianza con los moradores del país, porque cordero, y si n o lo quieres rescatar, lo carmesí, lino fino, pelo de cabra, 7 pieles caustos con su rejilla de bronce, sus vara-
se prostituirán tras sus dioses, les ofrece- desnucarás. Rescatarás t o d o primogénito de carnero teñidas de rojo, pieles de tajas les y todos sus utensilios; la pila y su
r á n sacrificios y se te invitará y comerás de tus hijos, y n o comparecerás ante mí y madera de acacia, 8 aceite p a r a el can- p e a n a ; I 7 las cortinas del atrio con sus
de sus sacrificios; l 0 y tomarás a sus hijas con las m a n o s vacías. delabro, a r o m a s p a r a el óleo de la unción columnas y sus basas, y la cortina de la
21
p a r a tus hijos, y sus hijas se prostituirán Seis días trabajarás, m a s en el sép-
tras de sus dioses y harán también prosti- timo descansarás; también en la arada y
tuirse a tus hijos en pos de los mismos. 22 AL TORNAR: e. d., cuando está para dar nacimiento a otro nuevo,
en la siega descansarás. 25
No OFRECERÁS...: e. d., no inmolarás la víctima pascual sin retirar antes toda levadura, sím-
17 22
N o te fabricarás dioses de fundición. Celebrarás la fiesta de las semanas, bolo2 8del clausurado período de la vida agraria.
18
G u a r d a r á s la fiesta de los ácimos; de las primicias de la siega del trigo, y ESCRIBIÓ: Yahveh mismo, si atendemos a Dt 10,2-4.
2 9 RADIANTE: lo de cornuta facies, que dice la Vulgata, ha de entenderse metafóricamente
*\A, 1 3 MASSEBÁS: O estelas. || ASERÁS: O aserim: estacas sagradas, ramaje y hasta árboles enteros para3 3expresar los rayos de luz y gloria que despedía su rostro.
^ plantados en los lugares del culto, especialmente junto a los altares de Baal, y con carácter D E HABLAR: en su solemne comunicación al pueblo. En ésta y al ingresar en el tabernáculo
sagrado. Quizá se preparasen y esculpiesen artísticamente y simbolizaran la diosa a que con aquél a tratar con Dios, Moisés permanecía con el rostro descubierto. En su vida ordinaria cubríase con
daban culto. De los cananeos los tomaron los israelitas. Aserá era también el nombre de la diosa el velo de que trata hermosamente S. Pablo en 2 Cor 3,7-18.
siríaca de la fecundidad, llamada Astarté o Astóret; a ella dieron también a menudo culto idolátrico
los israelitas, generalmente con Baal. 35 »« • P e aquí a 39,31 consigna la ejecución de lo ordenado en caps, 25 a J J ,
14-26 Encierran un Código de alianza resumido, denominado «Antiguo Decálogo», reiterándose
prescripciones de anteriores capítulos, agrupadas en diez preceptos, diversos de los del Decálogo
de 20,2-17. A éstos aludirán las diez palabras del v.28.
136 ÉXODO 35 1S —36 "
12
entrada del atrio; 1 8 las estacas del ta- das aquellas mujeres que por sus dotes ar- ÉXODO 36 —37 10 13?
bernáculo y las estacas del atrio con sus tísticas se sentían de ello capaces hilaron
cuerdas; i ' l a s vestiduras litúrgicas para pelo de cabra. 27 L O S magnates a p o r t a r o n
presillas de color p ú r p u r a violeta en el nes. 25 Asimismo, p a r a el o t r o flanco del
oficiar en el santuario, las vestiduras sa- piedras de sóham y piedras de engaste pa- borde de la cortina que se hallaba al ex- tabernáculo, el lado del norte, hizo otros
gradas p a r a A a r ó n , el sacerdote, y las ra el efod y el pectoral, 2 8 aromas y aceite
vestiduras de sus hijos para el ministerio
tremo de la primera serie, e igualmente se veinte tablones, 2 6 con sus cuarenta basas
para el alumbrado, para el óleo de la un- hizo en el borde de la cortina que estaba de plata: dos basas bajo cada uno de los
sacerdotal». ción y p a r a el sahumerio aromático. 29 T o - en el extremo de la serie segunda. 1 2 Hi-
20 tablones. 2 7 Para el fondo del tabernácu-
Salió, pues, toda la asamblea de los do h o m b r e y mujer israelita cuyo cora- ciéronse cincuenta presillas en una cor- lo, hacia poniente, hizo seis tablones,
hijos de Israel de la presencia de M o i - zón se movió a contribuir para la obra tina y otras cincuenta en la extremidad 28
y además dos tablones p a r a los ángu-,
2I
sés, y todos aquellos a quienes su co- que Yahveh había encargado p o r medio de la cortina de la segunda serie, corres- los del tabernáculo en el fondo. 2 ' Aqué-
razón impulsaba y su espíritu movía ge- de Moisés, presentaron a Yaveh ofrenda pondiéndose las presillas entre sí. 13 Tam- llos habían de estar emparejados p o r la
nerosamente a ello vinieron a ofrecer la voluntaria. bién se hicieron cincuenta corchetes de parte inferior, y del mismo m o d o hacia
30
oblación de Yahveh para la obra de la Luego Moisés dijo a los hijos de Is- oro y juntáronse unas a otras las cortinas a m b o s lados estarían emparejados p o r
tienda de reunión y p a r a t o d o su culto rael: «Mirad, Yahveh h a llamado nomi- por medio de corchetes, y así el taber- arriba a la altura del primer anillo. Así
y para los ornamentos sagrados. 22 Acu- nalmente a Besalel, hijo de Urí, hijo de náculo vino a formar un cuerpo. hizo en los dos tablones para los dos án-
dieron, pues, los hombres y las mujeres; Jur, de la tribu de Judá, 3 1 y lo h a llena- 14 gulos. 3 0 Eran, pues, ocho tablones con
H i z o , además, cortinas de pelo de ca-
todos los de corazón bien dispuesto apor- do de un espíritu divino, en sabiduría e sus basas de p l a t a : dieciséis basas, dos ba-
bra a m o d o de tienda sobre el tabernácu-
taron fíbulas, arracadas, anillos, collares inteligencia, ciencia y pericia para t o d a lo, fabricando once de tales cortinas. sas bajo cada tablón. 31 También hizo tra-
y t o d a suerte de joyas de o r o ; también clase de t r a b a j o ; 3 2 p a r a planear o b r a s de 15
La longitud de cada u n a era de treinta vesanos de madera de acacia: cinco para
todos aquellos que presentaron agitando arte, para labrar el oro, plata y bronce, codos y de cuatro la a n c h u r a ; una misma los tablones de un lado del tabernáculo,
una ofrenda de oro a Yahveh. 2 3 y t o a - a 33
para tallar piedras de engastar, para medida tenían las once cortinas. 16 Unió
32
cinco p a r a los del otro y otros cinco
persona que poseia púrpura violácea, púr- labrar madera, para ejecutar toda clase de uparle cinco de ellas y las otras seis por p a r a los tablones de la parte posterior del
pura escarlata, carmesi, batista, pelo de obras de arte. 3 4 También ha d o t a d o su mi ludo. ''' Además colocó cincuenta pre- tabernáculo, hacia poniente. 3 3 E hizo el
cabra, pieles de carnero teñidas de rojo corazón del don de la enseñanza; tanto a nllliis en el borde de la cortina que ocu- travesano central de suerte que corriese
o pieles de tajas, las trajeron. 24 Cuantos él c o m o a Oholiab, hijo de Ajisamak, de puhu el extremo de la primera serie, po- por medio de los tablones de un extremo
quisieron elevar ofrenda de plata y bron- la tribu de D a n . 35 Les ha henchido el co- niendo otras cincuenta al borde de la cor- a otro. 3 4 Recubrió de oro los tablones, y
ce aportaron la ofrenda a Yahveh y cuan- razón de talento para ejecutar t o d a labor lina de la serie segunda. I 8 E hizo cincuen- de oro hizo también los anillos de los mis-
tos tenían madera de acacia para cual- de artífice, de artista tejedor, de recama- ta broches de bronce p a r a unir la tienda, mos, p o r los cuales h a b í a n de pasar las
quier obra de la empresa trajéronla. dor en p ú r p u r a violeta, p ú r p u r a escarla- de suerte que formase un cuerpo. piezas traveseras, que fueron asimismo re-
23 Además, todas las mujeres hábiles para ta, carmesí y lino fino, y de simple teje- cubiertas de oro.
I" rubricó también para la tienda una
ello hilaron con sus propias m a n o s y tra- dor, para llevar a cabo cualquier trabajo 35
cubierta de pieles de carnero teñidas de Hizo, además, el velo de p ú r p u r a vio-
jeron el h i l a d o : de púrpura violeta, púr- o proyecto artístico. * rojo, y por encima una cubierta de pieles lácea, p ú r p u r a escarlata y carmesí y ba-
pura escarlata, carmesí y batista. 2 6 Y to- do IH/IIX. tista de hilo torzal, representando en él
¿ll
l,urm> hi/o para el tabernáculo los querubines de labor artística. 36 Fabricó
Construcción del tabernáculo IMIIIOIH'S (ID madera tic acacia verticales. para el mismo cuatro columnas de acacia,
" I II 11111 |J, í 11 • 11 de cada tablón era de diezrevestidas de o r o ; sus escarpias eran tam-
nn i Así, pues, Besalel, Oholiab y to- blaron a Moisés, diciendo: «El pueblo codos, y ile codo y medio de anchura. bién de oro, y fundió p a r a ellas cuatro
« 5 0 do h o m b r e capacitado artística- trae más de lo que precisan los trabajos 2^ Cada tablón lenía dos espigones, que basas de plata.
se correspondían entre sí. D e igual m o d o 37
mente en quienes Yahveh había infundido para la obra que Yahveh ordenó ejecu- También hizo p a r a la entrada de la
talento e inteligencia para saber realizar tar». 6 Entonces Moisés m a n d ó que se hi- *c hi/.o con todos los tablones del taber- tienda u n a cortina de p ú r p u r a violeta,
23
todos los trabajos de la obra del santua- ciese correr la voz por el c a m p a m e n t o , náculo. Fabricó, pues, los tablones pa- p ú r p u r a escarlata carmesí, lino fino de
rio, lo ejecutaron todo conforme a lo que diciendo: «Ningún h o m b r e ni mujer trai- ra el tabernáculo: veinte tablones p a r a el hilo torzal, obra de recamador. 3S E hizo
Yahveh había ordenado. ga más para la contribución al santua- lado del Négueb, al sur; 2 4 y colocó cua- las cinco columnas de dicha cortina con
2
Moisés convocó a Besalel, Oholiab y rio»; y se le ordenó al pueblo cesara de renta basas de plata debajo de los veinte sus escarpias, revistiendo de o r o los ca-
todos los hombres de dotes artísticas en traer. 7 L o a p o r t a d o era ya bastante para tablones, dos basas bajo cada u n a de las piteles de aquéllas y sus aros, mientras
cuyo corazón había infundido talento, a cuantos trabajos había que realizar, y labias p a r a sus dos respectivos espigo- j que sus cinco basas eran de bronce.
t o d o el que se sentía animado a t o m a r aun sobraba.
8
parte en la realización de la obra, 3 y co- T o d o s los m á s diestros artistas que
gieron de delante de Moisés toda la ofren- trabajaban en la obra hicieron el taber-
da que los hijos de Israel habían traído náculo de diez cortinas de lino fino re- Ejecución del arca y otros objetos del santuario
p a r a la ejecución de las obras en servicio torcido, p ú r p u r a violeta, p ú r p u r a escar-
del santuario. Entre tanto, aquéllos se- lata y carmesí; con querubines, de traba- O'J ' Besalel construyó también el ar- | oro p u r o , cuya longitud era de dos codos
guíanle aportando cada m a ñ a n a nuevas jo artístico los hicieron. ' L a longitud de "5 • ca de madera de acacia, cuya lon- y medio, y de codo y medio su anchura.
7
ofrendas voluntarías; 4 hasta tal punto, una cortina era de veintiocho codos, y la gitud era de dos codos y m e d i o ; su an- E hizo dos querubines de oro, cincela-
que todos los peritos que ejecutaban las anchura de cuatro, siendo todas las cor- chura, de codo y medio, y de codo y me- dos, que arrancaban de los dos extremos
distintas obras del santuario vinieron ca- tinas de igual medida. 1 0 C a d a cinco cor- dio su altura. 2 Revistióla de oro puro p o r del propiciatorio; 8 un querubín a u n ex-
da u n o desde su respectiva labor, 5 y ha- tinas uniólas u n a a o t r a . * u Luego puso dentro y fuera y le hizo u n a guirnalda de tremo y otro al o t r o ; e hizo que estos
9
o r o alrededor. 3 Además fundió con des- querubines arrancaran del propiciato-
35
CORAZÓN: e. d., la «mente», la «inteligencia», pues aquél era para los hebreos sede de ésta y del tino a ella cuatro anillos de oro, que co- rio, a sus dos extremos. Los querubines
pensamiento. II TALENTO: O sabiduría, e. d., ingenio, habilidad. II ARTÍFICE: O artesano que labra locó sobre sus cuatro ángulos, dos de un extendían sus alas en alto, cubriendo c o n
metal, piedra o madera. lado y dos del otro. 4 Luego hizo varales ellas el propiciatorio, y sus rostros vuel-
OC 1 0 UNIÓLAS: el sujeto de este verbo y de los siguientes de este capítulo puede entenderse de madera de acacia, que revistió de oro, tos el u n o al otro y m i r a n d o hacia el p r o -
* * " que es el artífice especializado a quien Besalel dio el respectivo encargo, o éste mismo, si no Sf 5
e introdujo los varales p o r los anillos a piciatorio.
quiere explicar de modo impersonal, como puede hacerse. los costados del arca, p a r a transportarla i° También construyó una mesa de m a -
de u n a p a r t e a otra. d e r a de acacia, c u y a longitud era de d o s
6 c o d o s ; su anchura, de uno, y de c o d o y
Fabricó también un propiciatorio de
12
ÉXODO 38 —39 " 139
138 ÉXODO 3? Ü—38 « 22
lumnas y sus aros eran de plata. 1 2 P o r Besalel, hijo de Urí, hijo de Jur, de la
el lado occidental había cortinas en u n a tribu de Judá, realizó t o d o lo que Yahveh
medio su altura, n Luego la revistió de botones y sus flores. 18 Seis brazos salían longitud de cincuenta c o d o s ; las colum- había ordenado a Moisés, 2 3 colaborando
o r o p u r o y le hizo alrededor una guirnal- de sus costados: tres de un lado y tres del nas de aquéllas eran diez, con sus diez con él Oholiab, hijo de Ajisamak, de la
da de oro, 1 2 corriendo, además, en torno otro, i* E n uno de los brazos había tres basas; y los garfios de las columnas y sus tribu de D a n , artífice y artista tejedor y
de la mesa u n listel de un palmo, al cual cálices a manera de flor de almendro, b o - aros eran de p l a t a . 1 3 Por el lado de orien- recamador en p ú r p u r a violeta, p ú r p u r a
p u s o t o d o alrededor un reborde de oro. tón y flor, y tres en forma de flor de al- te, al levante, había cincuenta c o d o s : escarlata, carmesí y lino fino. 2 4 T o d o el
13
Y rundió con destino a la mesa cuatro m e n d r o , b o t ó n y flor, en el otro brazo. 14 cortinas en extensión de quince codos oro empleado en la obra, en los distintos
anillos de oro, que colocó en los cuatro Igualmente en los seis que salían del can- por un costado, con tres columnas y sus trabajos del santuario, es decir, el o r o
ángulos, uno en cada pata de la mesa. delabro. 2 0 E n el [fuste] había cuatro cá- tres b a s a s ; 1 5 y por el o t r o costado, a un ofrecido en tenufá, fue veintinueve ta-
lices en forma de flor de almendro, con lado y otro de la entrada del atrio, quince lentos y setecientos treinta siclos, a tenor
sus botones y sus flores. 2 1 H a b í a u n bo- codos de cortinas, con sus tres columnas del siclo del santuario. 2 5 Y la plata de
tón bajo los dos brazos primeros que y tres basas. 16 Todas las cortinas de en los e m p a d r o n a d o s en el censo de la comu-
arrancaban del candelabro, u n botón bajo torno al atrio eran de lino fino e hilo tor- nidad alcanzó a cien talentos y mil sete-
cientos setenta y cinco siclos, según el
los dos brazos siguientes y otro botón ba- zal. 1 7 Las basas de las columnas eran de
siclo del santuario. 2 6 U n bega por cabeza,
jo los dos últimos. 2 2 Tales botones y bra- bronce, y las escarpias de las mismas y sus o sea medio siclo, del siclo del santuario
zos formaban u n solo cuerpo con el can- uros, de plata, estando también revesti- p a r a t o d o h o m b r e comprendido en el
delabro, siendo t o d o ello de oro p u r o la- dos de plata sus capiteles; y todas las co- -censo desde veinte años p a r a arriba, esto
b r a d o a martillo. 2 3 También hizo las sie- lumnas del patio estaban abrazadas por es, p a r a seiscientos tres mil quinientos
te lámparas del mismo, sus despabiladeras uros de piala. I 8 La cortina de la entrada cincuenta. 2 7 Los cien talentos de plata
y sus platillos portapabilos, de oro p u r o . del ittrio era trabajo de recamador, de utilizáronse p a r a fundir las basas del san-
24
U n talento de oro p u r o empleó en la púrpura viólela, púrpura escarlata, car- tuario y las basas del velo: p a r a cien basas
fabricación del candelabro y todos sus IIIPNI y h u i t í n c hilo lor/nl; de veinte co- cien talentos, un talento por basa. 2 8 C o n
utensilios. lín* ilo longitud y cinco de altura en el los mil setecientos setenta y cinco siclos
25 lincho, correspondiéndose con las corti-
Hizo también el altar del incienso, de fabricáronse escarpias para las columnas,
madera de acacia; su longitud era de un niis del atrio. ''' 1 as columnas de éstas se recubrieron sus capiteles y se las pro-
codo, y de un codo su anchura, c u a d r a d o , oran cuatro, con sus cuatro basas de veyó de aros. JM El bronce ofrecido en
Transporte piote'-iotutl de nave eeipcio de dioses y de dos codos de altura; de él sobresa- bronce, sus escarpias de plata y sus capi- tenufá subió aílletenta talentos y dos mil
(Jm-mtos, o.c, p.426.) cuatrocientos siclos. 3 0 C o n él se fabrica-
lían sus cuernos. 16 L o recubrió de oro teles y aros revestidos de plata.
211
14
Los anillos ¡han inmediatos al listel, p u r o ; su parte superior, sus paredes late- Todas las estacas del tabernáculo y ron las basas de la entrada a la tienda
p a r a meter por ellos los varales a fin de rales alrededor y sus cuernos e hízole en ilcl atrio, lodo alrededor, eran de bronce. de reunión, el altar de bronce con su
Jl
transportar la mesa. I5 Los varales fabri- torno una guirnalda de oro. 2 7 También l a s cuentas del tabernáculo, del ta- enrejado de lo mismo y todos los utensi-
le hizo dos anillos de oro debajo de su hiM'niU'iiln del testimonio, que se llevaron lios del altar, 31 i a s basas del atrio, las
cólos de madera de acacia y los revistió
guirnalda a sus dos costados, en sus dos ti cubo dr orden de Moisés por obra de de la entrada del mismo y todas las estacas
de oro, destinándolos al transporte de la del tabernáculo y las del patio en derredor.
mesa. 16 También hizo de oro puro los lados, p a r a meter por ellos los varales con loa li'vllii» hn|o In dirección de llamar,
utensilios que habían- de ir sobre la mesa: que transportar el arca. 2 8 Hizo los vara- I1IJ0 del micerilnlc Aurnii. l i u i o n éstas.
sus fuentes, copas y tazas, con las cuales les de madera de acacia y los recubrió
hacían las libaciones. de oro.
29
1 7 Fabricó asimismo el candelabro de También confeccionó el óleo santo Los o r n a m e n t o s sacerdotales. Recapitulación
oro p u r o ; el candelabro tenía basa y fus- de la unción y el incienso aromático, pu-
te cincelados a martillo; y formaban u n a ro, elaborado según el arte del perfu-
mista. O Q ' D e las telas de p ú r p u r a violeta, grabadas c o m o se graban los sellos, con
pieza con el candelabro sus cálices, sus los nombres de los hijos de Israel. 7 Y co-
•'*' púrpura escarlata y carmesí hicie-
ron las vestiduras litúrgicas para el minis- locáronlas sobre las h o m b r e r a s del efod,
terio en el santuario, y ornamentos sa- a m o d o de piedras de recuerdo p a r a los
Ejecución del a l t a r de los holocaustos, la pila y el atrio grados para A a r ó n , c o m o Yahveh orde- hijos de Israel, c o m o Yahveh ordenara
nara a Moisés. 2 Hízose, pues, el efod, a Moisés.
8
OO ' Hizo asimismo el altar d e los h o - varales de m a d e r a de acacia, que revistió de oro, p ú r p u r a violeta, p ú r p u r a escar- Fabricóse después el pectoral, labor
***» locaustos, de madera de acacia: de bronce. 7 E introdujo los varales p o r lata, carmesí y lino fino de hilo torzal. artística c o m o el trabajo del efod: de
3
era su longitud de cinco codos, y otros las anillas a los lados del altar, para Laminaron los lingotes de o r o y los oro, p ú r p u r a violeta, p ú r p u r a escarlata,
cinco codos su anchura, cuadrado, y su transportarlo mediante ellos; e hízolo cortaron en filamentos p a r a entretejerlo carmesí y batista de hilo torzal. 9 Era
altura de tres codos. 2 En sus cuatro án- hueco, de madera. en el tejido de p ú r p u r a violeta, en el de c u a d r a d o ; doble fabricaron el pectoral;
8 su longitud era de un palmo, y de un
gulos hízole sendos cuernos, que, for- Hizo también la pila de bronce y su púrpura escarlata, en el de carmesí y en
m a n d o u n cuerpo, salían del altar, el cual base de lo mismo, con los espejos de la el lino fino, resultando u n a labor artís- palmo también su anchura, doble. 1 0 En-
recubrió de bronce. 3 Fabricó también to- milicia femenina que prestaba servicio a t ica. 4 Hicieron al efod hombreras pega- gastaron en él cuatro filas de piedras.
dos los utensilios del altar: los ceniceros, la entrada de la tienda de reunión. das, [mediante las cuales] estaba aquél En la primera fila, u n a cornalina, un topa-
9 cio y u n a esmeralda; n en la segunda,
las palas, los aspersorios, los trinchantes Además construyó el atrio; del lado unido p o r sus dos extremos [superiores].
y los braserillos; todos sus utensilios hí- del Négueb, al mediodía, estaban las cor-
5
Y el cíngulo que para atarlo llevaba en- un rubí, u n zafiro y u n jaspe; 1 2 en la
zolos de bronce. 4 Hizo, además, para el tinas del atrio, de batista e hilo torzal, en cima arrancaba del mismo y era de la tercera, u n ópalo, u n a ágata y u n a a m a -
altar u n enrejado de bronce en forma de una extensión de cien c o d o s ; 1° sus co- misma l a b o r : de oro, p ú r p u r a violeta, tista; I 3 en la cuarta, u n crisólito, u n
red, bajo el reborde saliente, por la par- lumnas eran veinte, con sus veinte basas p ú r p u r a escarlata, carmesí y lino fino sóham y u n ónice. T o d a s ellas iban engas-
te inferior, de forma que la red llegaba de bronce; las escarpias de las columnas torzal, conforme Yahveh había ordenado tadas en sus engastes de oro. 1 4 L a s pie-
hasta la mitad del altar. 5 Y fundió cua- y sus anillos eran de plata. n Del lado del 11 Moisés. 6 Luego hicieron las piedras dras correspondían a los nombres d e los
tro anillas p a r a los cuatro ángulos del n o r t e había cien codos [de cortinas]; sus de sóham, engastadas en filigranas de oro, hijos de Israel; eran doce, conforme a
enrejado de bronce, a fin de meter p o r columnas eran veinte, con sus veinte ba-
alloo !,-,<. wat-aloe 6 T^aQrnips f a b r i c ó l o s sas de bronce; las escarpias de las co-
140 ÉXODO 39 " — 4 0 »
ÉXODO 40 1 M " 141
27
los nombres de ellos; estaban entalladas los zaragüelles de lino, de lino fino en 24
c o m o sellos, cada una con su nombre, con hilo torzal; 2S 2oy el cinturón de batista ungirás el tabernáculo y cuanto en él Luego colocó el candelabro en la
arreglo a las doce tribus. retorcida, de púrpura violeta, púrpura hay, y lo consagrarás juntamente con to- tienda de reunión, enfrente de la mesa,
15
Pusieron también sobre el pectoral escarlata y carmesí, trabajo de recama- dos sus utensilios, y será santo. io Ungirás al costado meridional del tabernáculo,"
25
cadenetas de oro puro, trenzadas a mane- do, tal c o m o Yahveh había ordenado a asimismo el ajtar del holocausto y sus y colocó encima las lámparas ante Yah-
ra de cordón. 16 Asimismo fabricaron dos Moisés. utensilios, y consagrarás el altar, y será veh, como éste m a n d a r a a Moisés.
engastes de oro y dos anillos áureos, colo- 2g
30 Luego hicieron de o r o p u r o la lá- el altar santísimo. n Igualmente ungirás 26
También puso el altar de o r o en la
cando éstos a los dos extremos del pecto- mina, diadema de santidad, sobre la cual la pila y su basa y la consagrarás. tienda de reunión, delante del velo, 2 7 y
7 12
ral. ' Los dos cordones de oro pasáronlos escribieron una inscripción a m o d o de Después harás avanzar a A a r ó n y quemó sobre él perfume fragante, con-
por los dos anillos a los extremos del grabado de sello: Consagrado a Yahveh; sus hijos hacia la puerta de la tienda forme Yahveh había ordenado a Moisés.
28
pectoral, [18] y ligaron los [otros] dos ca- 3031 y fijaron en ella un cordón de color de reunión y los lavarás con agua. 13 Y Y colocó la cortina a la entrada del
bos de los dos cordones a los dos engastes, violeta p a r a ponerla sobre la tiara, en revestirás a A a r ó n con las vestiduras sa- tabernáculo.
29
que fijaron en las dos hombreras del efod lo alto, conforme Yahveh m a n d a r a a gradas, lo ungirás y le consagrarás para Luego dispuso el altar del holocausto
por la parte delantera. [19] Luego hicieron Moisés. que ejerza el sacerdocio a mi servicio. a la entrada del tabernáculo de la tienda
dos anillos de oro, que colocaron a los 31
32 Quedó así acabada toda la o b r a I 4 Luego harás llegar a sus hijos, los ves- de reunión y ofreció sobre él el holocausto
dos extremos inferiores del pectoral, so- del tabernáculo de la tienda de reunión. tirás con túnicas, 15 los ungirás c o m o un- y la oblación, tal c o m o Yahveh ordenara
bre el borde interior que mira hacia el Hiriéronla los hijos de Israel; conforme a giste a su padre y ejercerán el sacerdocio a Moisés.
11 mi servicio. Su unción les conferirá un 30
efod. I8 2o También hicieron otros dos ani- cuanto Yahveh había ordenado a Moisés, También instaló la pila entre la tien-
llos de oro y los fijaron a las dos hom- así hicieron. 3233 Después llevaron a M o i - sacerdocio perpetuo de generación en ge- da de reunión y el altar, poniendo en ella
breras del efod, p o r debajo y p o r delante, sés el tabernáculo, la tienda y todos sus neración». agua para hacer las abluciones; 31 Moisés,
próximos a la juntura de éste [mediante utensilios: sus corchetes, sus tablones, sus "' Moisés lo hizo; conforme a cuan- A a r ó n y sus hijos se l a v a b a n e n ella las
aquéllas] por encima del cíngulo del efod. 33 travesanos, sus columnas y sus b a s a s ; to Yiihvch habíale o r d e n a d o , así hizo. manos y los pies; 3 2 c u a n d o ^ h t r a b a n en
19
2i El pectoral ligáronlo p o r sus anillos 3 4 la cortina de pieles de carnero teñidas " l'Tn'liviimrntc, el primer mes, e! año la tienda de reunión y al acercarse al
34
a los anillos del efod, con un cordón de de rojo, la cortina de pieles de tajas y «puntido, rl din primero, fue erigido el altar, lavábanse, c o m o Yahveh había or-
púrpura violeta, de suerte que el pectoral el velo protector; [35] el arca del testimo- llinri 111U11I0. I" Moisés levantó el tuher- denado a Moisés. 33 Igualmente levantó el
quedara encima del cíngulo del efod y nio y sus varales y el propiciatorio; 35 36 la nnciilo, colocó sus basas, puso sus tablo- atrio alrededor del tabernáculo y del altar,
no pudiera desplazarse de sobre esle úl- mesa, todos sus i6
utensilios y el pan de la nes, añadió sus travesanos y alzó sus y colocó la cortina a la entrada del atrio.
timo, c o m o Yahveh había ordenado ¡i presentación; n el candelabro [de oro] columnas, I 9 Luego desplegó la tienda en- Con esto Moisés r e m a t ó la obra.
Moisés. puro con sus lámparas dispuestas en fila cima del tabernáculo y dispuso sobre ella 34
Entonces la n u b e cubrió la tienda
20
22 A s i m i s m o hicieron el m a n t o del V todos sus utensilios, así c o m o el aceite la cubierta de la tienda, por encima, cual de reunión, y la gloria de Yahveh llenó
efod, trabajo de tejedor, todo de púrpura del a l u m b r a d o ; 3718 e l altar de oro, el Yahveh ordenara a Moisés. el tabernáculo. 35 Moisés no pudo ya en-
violeta; 21 2 3 la abertura del m a n t o iba en óleo de la unción, el incienso aromático 20
Después cogió y depositó el testimo- trar en la tienda de reunión, porque la
3» y la cortina de la entrada de la tienda; nio en el arca, colocó en el arca los varales n u b e posada sobre ella y la gloria de
e]centro del mismo, como la abertura de 3 9
el altar de bronce con su enrejado de y puso el propiciatorio encima del arca, Yahveh habían henchido el tabernáculo.
un coselete, y con una orla de tejido para lo mismo, sus varales y todos sus uten-
22
que no se rompiese; 24 sobre el ruedo silios ; la pila y su b a s a ; [*B] las cortinas por iirrihii. ¿ l l'iiloiuvs trasladó el arca 36
En todas sus marchas, los hijos de
inferior del m a n t o pusieron granadas de del atrio, las columnas y sus basas, 4 0 la ni liibrniiUiilo, col^ó el velo protector y Israel partían cuando la n u b e se alzaba
p ú r p u r a violeta, p ú r p u r a escarlata, car- cortina para la entrada del atrio, sus cubrió asi el urca del testimonio, conforme de sobre el tabernáculo; 3 7 mas si la nube
mesí y lino fino * de hilo torzal. 2325 T a m - cuerdas y sus estacas y todos los utensi- Ynhvch había m a n d a d o a Moisés. no se elevaba, no emprendían el camino
bién hicieron campanillas de o r o puro, lios del servicio del tabernáculo para la
22
Asimismo instaló la mesa en la tien- hasta el día en que se alzaba. 3 S P o r q u e
colocando las campanillas en medio de tienda de reunión; 4 1 las vestiduras litúr- da de reunión, en el flanco septentrional la n u b e de Yahveh permanecía sobre el
las granadas, en el ruedo inferior del gicas para oficiar en el santuario, los del tabernáculo, p o r fuera del velo; 2 3 y tabernáculo durante el día, y de noche
m a n t o , t o d o alrededor, alternando con ornamentos sagrados para el sacerdote dispuso ordenadamente sobre aquélla los había en ella fuego a vista de t o d a la
las g r a n a d a s : 24 26 una campanilla y u n a A a r ó n y las vestiduras de sus hijos para panes delante de Yahveh, tal c o m o Y a h - casa de Israel en todas sus jornadas.
granada, u n a campanilla y una granada, el ministerio sacerdotal. 4 2 Conforme a veh había ordenado a Moisés.
sobre la orla inferjor del m a n t o t o d o cuanto Yahveh había o r d e n a d o a Moisés,
alrededor, para oficiar, conforme Yahveh así hicieron los hijos de Tsrael todos los NOTAS CRITICAS
ordenara a Moisés. trabajos. 4 3 Moisés examinó toda la obra
25 CAP. I : * ins c SamGT».
27 Además hicieron las túnicas de lino y vio que la habían realizado; tal c o m o
fino, trabajo de tejedor, para A a r ó n y Yahveh ordenara, así la habían hecho. CAP. 3: • SamGV nos llama] ' asi c GV; H y no.
CAP. 4: • asi c ims SamSV; H Yéter] » ptps su hijo; cf 2,22.
para sus hijos; 2S 2s 'a tiara de lino fino, Y Moisés los bendijo. CAP. 5: » así c Sam] 6 quizá «y tu pueblo se halla en falta».
los ornamentos de las mitras de lino fino. CAP. 8: 'para esta puntuación del texto cf Kit] * asi c SamGS(V); H era.
CAP. 10: »asf c GST 0 '; H e'!] " asi c G(V); H entenebrecido] c asi c Sam vers; Hperdona, como
dirigiéndose a Moisés] d ins c 2niss SamGV.
Erección y consagración del santuario CAP. 16: • así c Sara G; H sing.] " Sperber prp 1 «y los sacó».
CAP. 17: • asi c G (cf Kit); H Mañana ya...] " así c Sam vers; H su mano.
API ' Y habló Yahveh a Moisés, di- testimonio, y tenderás la cortina a la CAP. 18: "quizá mejor 1 c Sperber Sam (G b ) y lo introdujo en (o lo condujo a).
™ " ciendo: 2 « E 1 día primero del pri- CAP. 20: * as) c SamGV (cf. 20); H veía.
entrada del tabernáculo. 6 Colocarás t a m - CAP. 2t: '• ast c 6mss QG b (i)TV;alH no] » GV dará.
mer mes erigirás el tabernáculo de la tienda bién el altar del holocausto ante la entrada CAP. 22: " a otros dioses 1 SamG (cf Kit).
de reunión. 3 Allí depositarás el arca del del tabernáculo de la tienda de reunión. CAP. 23: • ins c G] " asf H; Kit con mlt corrige: magnate (cf Lev 19,15)] « así c Kit etc.; H
testimonio y la cubrirás con el v e l o . 4 Tam- 7
P o n d r á s la pila entre ésta y el altar y errp] a así c GV; H bendecirá.
bién meterás en él la mesa y dispondrás su echarás en ella agua. 8 Alrededor dispon- CAP. 25: * así c SamG; H háganme] " asi c SamGS; H haréis] " asi c SamG; H plur,
a p a r a t o y colocarás el candelabro y enci- drás el atrio y colocarás la cortina de CAP. 26: "así (emparejados) c SamG; H íntegros o perfectos (cf 36,29), ......
m a las lámparas. ¡ Pondrás el altar de ingreso a éste. CAP. 30: " asi c G; H mi.
9 CAP. 31: » asi c GV; HS y en (cf Kit).
o r o para el perfume delante del arca del Luego t o m a r á s el óleo de la unción y CAP. 32: " quizá 1 c GVT° os habéis consagrada. ."....'". " ...
CAP. 39: * así ins c smss SamG.
LEVÍT1C0 2 !—3 7 143

La «minjá» u oblación
1 C u a n d o alguno ofrezca un sacrificio azkará de la misma y la h a r á arder en el
2 de oblación a Yahveh, consistirá su altar c o m o sacrificio ígneo, de olor grato
ofrenda en ñor de harina, sobre la cual a Yahveh. 10 L o restante de la oblación
verterá aceite y p o n d r á incienso. * 2 L a será para A a r ó n y sus hijos, cual porción
traerá a los hijos de A a r ó n , sacerdotes, santísima del sacrificio ígneo en h o n o r de
y t o m a r á de allí u n p u ñ a d o lleno de Yahveh.
dicha flor de harina y dicho aceite con 11
Ninguna oblación que ofrezcáis a
t o d o el incienso, y en seguida el sacerdote Yahveh estará hecha con masa fermenta-
h a r á arder esta azkará en el altar, en da, pues ni de levadura ni de miel habéis
calidad de sacrificio ígneo de olor grato de ofrecer sacrificio ígneo a Y a h v e h . 1 2 L o
a Yahveh. * 3 L o demás de la oblación
E V O será para A a r ó n y sus hijos, como por-
podréis presentar a Yahveh como ofrenda
de primicias, mas no subirán al altar
ción santísima del sacrificio ígneo en h o - como sacrificio de olor grato. 13 T o d a
nor de Yahveh. ofrenda de tu oblación sazonarás con
4
C u a n d o ofrezcas sacrificio de obla- sal, y n o has de dejar que falte de aquélla
ción cocida al h o r n o , será de flor de hari- la sal de la alianza de tu D i o s ; sobre
na, cu (orlas ácimas amasadas con aceite todas tus oblaciones ofrecerás sal. *
o unlli'lus sin levadura untadas de aceite. 1 4 Y, si ofrecieres a Yahveh oblación
El holocausto: su ley ' SI lu OIÍTIKIM lucre una oblación hecha de primicias, le ofrecerás espigas tostadas
cu Mirlen, será llor de harina amasada al fuego, grano tierno molido, como obla-
1 10 con aceite y á c i m a ; * " l a partirás en ción de tus primicias. 1 5 Sobre ella verterás
I Llamó, pues, Yahveh a Moisés y M a s si la ofrenda es de ganado me-
hablóle desde la tienda de reunión, nor, de corderos o de cabras para holo- pedazos y verterás sobre ella aceite; es
una oblación. 7 Si tu ofrenda fuere obla-
aceite y p o n d r á s encima incienso; es u n a
diciendo: 2 «Habla a los hijos de Israel causto, ofrecerá macho sin tacha, H lo oblación. 16 El sacerdote q u e m a r á c o m o
y diles: C u a n d o alguno de vosotros ofrez- degollará delante de Yahveh en el lado ción hecha en cazuela, será de flor de azkará del mismo una parte del grano
ca a Yahveh una ofrenda de animales," lo septentrional del altar, y los hijos de harina con aceite. 8 La llevarás a Yahveh molido y del aceite, además de todo el
h a r á de entre el ganado mayor o el me- Aarón, sacerdotes, derramarán su sangre aderezada de esas diversas maneras y incienso, a m o d o de sacrificio ígneo en
nor. * en torno al altar. I 2 Después la cortará en preséntala al sacerdote, que la acercará h o n o r de Yahveh.
3
Si su ofrenda es holocausto de ganado trozos, que, con la cabeza y el redaño, al altar. 9 El sacerdote t o m a r á de ella la
mayor, presentará macho sin defecto y lo arreglará el sacerdote encima de la13 leña
ofrecerá a la entrada de la tienda de dispuesta sobre el fuego del altar. La-
reunión p a r a que sea acepto a Yahveh. vará con agua las entrañas y las patas, y El sacrificio pacífico
4
P o n d r á su m a n o sobre la cabeza de la entonces el sacerdote lo presentará t o d o
víctima y le será acepta, sirviéndole de y lo hará arder en el altar. Es un holocaus-
' Si su ofrenda fuere un sacrificio grasa que hay sobre ellos, la que está
expiación. * 5 Luego degollará ante Yah- to, un sacrificio por fuego de olor grato
veh el becerro, y los hijos de Aarón, a Yahveh. 3 pacífico, si ofrece de la vacada, ya sobre los lomos, y el redaño que cubre
sacerdotes, ofrecerán la sangre, derramán- 14 macho, ya hembra, lo ofrecerá ante Yah- el hígado, el cual quitará de encima de
Si su ofrenda a Yahveh consiste en
dola alrededor del altar situado a la en- un ave, presentará su ofrenda escogiendo veh sin tacha. * 2 I m p o n d r á su m a n o sobre los ríñones. 5 Los hijos de A a r ó n lo h a r á n
6 la cabeza de la víctima, q u e inmolará a arder entonces encima del altar, sobre el
t r a d a de la tienda de reunión. * Después tórtolas o pichones. 1 5 Y el sacerdote la
desollará la víctima y la partirá en trozos, pondrá en el altar, le retorcerá la cabeza, la entrada de la tienda de reunión, y los holocausto colocado en la leña que h a y
7 sacerdotes, hijos de A a r ó n , derramarán sobre el fuego, c o m o sacrificio ígneo de
y los hijos de A a r ó n , sacerdotes ", harán quebrándola con las u ñ a s ; la h a r á arder
fuego scbre el altar y a c o m o d a r á n la sobre el altar mientras exprimirá su san- la sangre alrededor del altar. 3 [El ofe- olor grato a Yahveh.
6
leña sobre el fuego. * Seguidamente los gre sobre la pared de éste. 16 Le quitará rente] ofrecerá del sacrificio pacífico p o r Si su ofrenda en sacrificio pacífico a
mismos sacerdotes, hijos de Aarón, dis- el buche con el plumaje y lo arrojará junto fuego a Yahveh la grasa que cubre las Yahveh pertenece al g a n a d o menor, m a -
p o n d r á n los trozos, la cabeza y el redaño al altar, a la parte de oriente, en el lugar entrañas y toda la grosura q u e ' e s t á ad- cho o h e m b r a , ¡o ofrecerá sin defecto.
sobre la leña que está encima del fuego de las cenizas. 1 7 Después hendirá el ave herida a ellas, 4 y los dos ríñones y la 7
Si trae c o m o ofrenda un cordero, lo
del altar. 9 Lavará con agua las entrañas por la parte de las alas sin separarlas y
y las patas de la víctima, y después el h a r á l a arder sobre el altar, encima de la
O ! OBLACIÓN: así traducimos siempre el hebr. minjá 'don, regalo'. Designa en la liturgia he-
sacerdote lo h a r á arder todo en el altar; leña colocada sobre el fuego. Es un holo- ~* braica especialmente el sacrificio incruento (frente al zébaj); es oblación pacífica y ofrenda
es un holocausto, un sacrificio ígneo de causto, u n sacrificio ígneo, de olor grato vegetal sobre todo. Cuando es de materia líquida suele llamarse nések 'libación'.
olor grato a Yahveh. * 2
a Yahveh. AZKARÁ : o sacrificio de recuerdo, memorial, que rememora con su olor suave ante Yahveh
la acción del oferente para que sea propicio a éste. Otros vierten perfume, y, en realidad, es la parte
de la oblación que, como la grasa de los sacrificios cruentos, destínase a ser quemada en ofrenda
de grato olor a Yahveh.
5
•i 2 OFREZCA A YAHVEH : todos los sacrificios que van a enumerarse fueron instituidos por Dioa SARTÉN: O tartera o chapa.
• con tres fines: apartar a los israelitas del culto de los ídolos, ayudarlos a tributar al Señor el de« 13 SAL DE LA ALIANZA : todavía usan los orientales frecuentemente la sal para sellar un pacto.
bido culto y producir la purificación exterior y legal. Es símbolo de mesa común y, con ello, de unión amistosa y fidelidad.
4
PONDRÁ SU MANO,..: como para simbolizar la solidaridad del oferente con la víctima y que
§¡i cierto modo él mismo era en ella ofrecido. O 1 SACRIFICIO PACÍFICO : propiamente «de las prosperidades»; hacíase ya en acción de gracias
* BECERRO: O toro, pues ambas cosas pueden indicar el giro hebraico, ^ por un bien recibido (eucarístico), ya implorando una gracia especial (impetratorio). Pertene-
• LAVARÁ: aludiendo al oferente o quizá con sentido impersonal; Sara GV plural. || SACRIFICIO cía, sobre todo, al culto privado y distingüese esencialmente del holocausto, porque en el pacífico
latim? e, d,, combustión integramente dedicada a Dios, redúcese a la grasa y la sangre la parte reservada a Dios, mientras que pecho y muslo destíñanse al
sacerdote, y el resto de la carne, al festín de los oferentes.
144 LEVfwco 3 8 — 4 l S LEVfflCO 4 19 —5» 145

presentará ante Yahveh, 8 p o n d r á su m a - misma y la degollará ante la tienda de tienda de reunión, y t o d a la sangre [res- damente haciendo alguna de las cosas ve-
no sobre la cabeza de la víctima y la reunión; y los hijos de A a r ó n derramarán tante] la derramará al pie del altar de dadas p o r los mandamientos de Yahveh
degollará delante de la tienda de reunión, la sangre de la víctima alrededor del altar. los holocaustos, que está a la entrada de y se hace así culpable, 2 8 cuando llegue a
y los hijos de A a r ó n derramarán su sangre
14
D e ella presentarán c o m o su ofrenda, lu íienda de reunión. 19 A continuación percatarse del pecado cometido presen-
alrededor del altar. 9 D e la víctima pací- en calidad de sacrificio ígneo a Yahveh, retirará d e la víctima t o d a s u grasa y la tará c o m o ofrenda p o r su pecado u n a
fica presentará en sacrificio ígneo a Yah- la grasa que recubre las entrañas y toda m a n d a r á quemar en el a l t a r ; 2 0 hará, pues, cabra sin tacha; 2 9 p o n d r á su m a n o so-
veh la grasa de aquélla: la cola entera, la grosura que está adherida a e l l a s , 1 5 los con el novillo conforme hizo respecto al bre la cabeza de la víctima expiatoria y
que quitará desde junio al espinazo, y la dos ríñones con la grasa que los cubre, la novillo del sacrificio p o r el pecado [pro- la inmolará en el sitio de los holocaustos.
grasa que recubre las entrañas, con t o d a que está sobre los lomos, y el redaño de pio]; de igual suerte obrará con él. El 30
El sacerdote t o m a r á a continuación de
la grosura adherida a ellas; 10 y los dos sobre el hígado, q u e quitará de encima sacerdote ofrecerá así expiación p o r la la sangre de ella con su dedo, y la p o n d r á
de los ríñones. 1 6 Entonces el sacerdote comunidad, y aquél le será perdonado. sobre los cuernos del altar de los holocaus-
ríñones c o n la grasa que los cubre, la 21
lo h a r á arder en el altar cual manjar Sacará el novillo fuera del campamento tos, y t o d a la restante la derramará al pie
que está sobre los lomos, y el redaño de y lo q u e m a r á de igual m o d o q u e quemó
sobre el hígado, q u e quitará de encima ofrecido mediante el fuego en olor grato. del altar. 3 1 Luego apartará toda la grasa,
el primero. Tal es el sacrificio p o r el
de los ríñones. " Lntonces el sacerdote T o d a la grasa es p a r a Yahveh. como fue a p a r t a d a la grosura del sacri-
17 pecado de la comunidad.
lo h a r á arder en el aliar, c o m o alimento Es u n estatuto perpetuo p a r a vues- ficio pacífico, y el sacerdote la h a r á ar-
22
de sacrificio ígneo para Yahveh. tras generaciones en todos los sitios en Si el que pecare fuese u n príncipe der en el altar c o m o olor grato a Yahveh.
12
Si su ofrenda consiste en u n a cabra, que moréis: n o comeréis ni grasa ni san- y hubiere hecho p o r inadvertencia cual- El sacerdote expiará así p o r la dicha per-
la presentará delante d e Yahveh, 13 im- gre». * quiera de las cosas q u e los mandamien- sona y se le perdonará. 3 2 Si presentare
p o n d r á su m a n o sobre la cabeza de la tos de su Dios vedan hacer, incurriendo un cordero c o m o ofrenda suya por el pe-
así en falta, 2 3 c u a n d o después llegue a cado, traerá u n a h e m b r a sin t a c h a ; 3 3 pon-
conocer el pecado cometido presentará drá su m a n o sobre la cabeza de la vícti-
c o m o ofrenda suya un macho cabrío sin ma expiatoria, la degollará en sacrificio
Sacrificio por el pecado o expiatorio delicio, '•< impondrá su m a n o sobre la por el pecado donde se inmolan los h o -
cnbe/.ii del animal y lo degollará en el locaustos. '4 El sacerdote t o m a r á a con-
1
Yahveh habló a Moisés, diciendo: I y el redaño de sobre el hígado, q u e qui- lugar donde se degüella el holocausto dc-
4 2
«Habla a los hijos de Israel en tará de encima de los ríñones, de igual
10
lanle de Yahveh; es un sacrificio p o r el
pecado. 2 5 Luego el sacerdote t o m a r á con
tinuación con su dedo sangre de la víc-
tima expiatoria y u n t a r á con ella los cuer-
estos términos: Sí alguno hubiere pecado modo que se retira del toro del sacrificio nos del altar de los holocaustos, y t o d a
p o r inadvertencia contra cualquiera de pacífico, y el sacerdote lo hará arder sobre su dedo de la sangre de la víctima expía-
u la restante la verterá al pie del altar.
los mandamientos de Yahveh, haciendo el altar de los holocaustos. La piel del l o n a y untará con ella los cuernos del 33
aliar de los holocaustos, y la restante la Luego le quitará t o d a la grasa, c o m o
alguna d e las cosas q u e ellos prohiben; novillo y t o d a su carne con su cabeza, se retira la grasa del cordero en el sacri-
3 si fuere el sacerdote ungido quien h a sus patas y entrañas con sus excrementos, venera al pie de dicho altar. 2& Q u e m a r á '
12 sobre ésle loda la grasa, c o m o [hizo con] ficio pacífico, y el sacerdote la hará arder
pecado, haciendo así culpable al pueblo, t o d o el novillo, en suma, lo sacará sobre el altar con los sacrificios ígneos a
presentará a Yahveh por el pecado come- fuera del c a m p a m e n t o a sitio p u r o , donde la grosura del sacrificio pacífico. El sacer-
dolc olivi/rn'i nsl expiación por el peca- Yahveh. El sacerdote ofrecerá así expia-
tido u n novillo sin defecto en sacrificio se vierten las cenizas, y lo quemará sobre ción p o r tal persona, p o r el pecado q u e
expiatorio. * •* Conducirá el novillo a la leña; sobre el vertedero de la ceniza será do di'l pilncipc y le será perdonado.
cometió, y se le perdonará.
entrada de la tienda de reunión ante q u e m a d o *. •" Si alf.uno del pueblo peca inadverti- |
13
Yahveh, i m p o n d r á su m a n o sobre la ca- Si pecare p o r inadvertencia t o d a la
beza del novillo y degollará a éste a asamblea d e ]srael, q u e d a n d o la falta
5
presencia de Yahveh. Luego el sacerdote oculta a los ojos de la comunidad, e
ungido tomará de la sangre del novillo y hiciere alguna de las cosas q u e los m a n - Sacrificios por determinados pecados y el delito
la llevará a la tienda de reunión, 6 y, damientos de Yahveh prohiben, incurrien-
14 1
mojando el sacerdote su dedo en la san- do en culpabilidad, tan p r o n t o como
gre, h a r á con ella siete aspersiones ante llegare a conocerse el pecado cometido 5 »Si u n a persona pecare porque, ha- de alguna de esas cosas: 5 quien se h a y a
biendo oído los términos de u n con- hecho r e o de alguna de tales materias
Y a h v e h h a c i a el velo del s a n t u a r i o . * ofrecerá la comunidad u n novillo c o m o juro y sido testigo [de algo]—lo haya vis- confesará aquello en q u e h a faltado, 6 y
7
Después el sacerdote untará de esa san- sacrificio expiatorio y lo conducirá d e - to o lo haya sabido—, n o lo declara, car- traerá a Yahveh, c o m o expiación p o r el
15
gre los cuernos del altar d o n d e se quema lante de la tienda d e reunión. Los a n - gando c o n su iniquidad; * 2 o si alguno pecado que h a cometido, u n a h e m b r a del
el incienso oloroso ante Yahveh, en la cianos de la comunidad p o n d r á n sus m a - tocare en cualquier cosa impura, ya el ca- rebaño, oveja o cabra, en sacrificio ex-
tienda de reunión, y derramará toda la nos sobre la cabeza del novillo ante Y a h - dáver de u n a fiera impura, ya el de u n a piatorio, y el sacerdote h a r á p o r él expia-
sangre restante del novillo al pie del altar veh y se inmolará el novillo en su presen- bestia doméstica impura, ya el de u n rep- ción de su pecado.
lf
de los holocaustos, situado a la entrada cia. > El sacerdote ungido llevará enton- til impuro, y sin haberse dado cuenta de 7
Si sus medios n o le permiten ofrecer
de la tienda de reunión. » A continuación ces parte de la sangre del novillo a la
17
ello hácese impuro * y culpable; 3 o si t o - u n a res menor, presentará a Yahveh, en
retirará t o d a la grasa del novillo sacrifica- tienda de reunión, mojará en ella su care inadvertidamente u n a impureza h u - expiación de la falta que h a cometido, dos
do p o r el pecado, la grosura que envuelve dedo y h a r á siete aspersiones ante Y a h - mana de cualquier clase, con la q u e se tórtolas o dos pichones, u n o c o m o sacri-
18
las entrañas y toda la que está adherida veh, hacia el velo; luego p o n d r á parte contraiga mácula, pero luego se da cuen- ficio p o r el pecado y otro en holocausto.
a ellas, s los dos ríñones con la grasa que de esa sangre sobre los cuernos del altar ta y se hace reo de culpa; 4 o si alguno ju- 8 Los llevará al sacerdote, quien ofrecerá
les recubre, la q u e está sobre los lomos, que está delante d e Yahveh, situado en la ra, escapándosele irreflexiblemente de los primero lo que es para el sacrificio expia-
labios, jura obligándose a algo para mal torio ; retorcerá su cabeza, hincándole las
• 7 Ni GRASA NI SANGRE: como ciertos órganos internos (v. gr., los ríñones, el corazón), se con- a p a r a bien en cualquiera de las cosas que uñas cerca de la nuca, sin separarla p o r
sideraban, escribe Zolli, asiento de fuerzas animísticas. suelen proferir los hombres irreflexiva- completo; 9 luego rociará c o n sangre de
mente con juramento, y n o lo advierte, la víctima expiatoria la p a r e d del altar,
3 EL SACERDOTE UNGIDO: e. d., el sumo sacerdote. || SACRIFICIO EXPIATORIO: o por el pecado. m a s luego se d a cuenta, hácese culpable y al pie de éste exprimirá la sangre restan-
4 6
Trátase de faltas de comisión que no lesionan los derechos ajenos.
SIETE : número sagrado, como ya hemos visto.
12 Lo SACARÁ: la carne de la victima por el pecado no podía ser ni quemada como holocausto CONJURO: O adjuración del juez que toma declaración.
ni comida por el sacerdote, como manchada por la culpa del oferente.
13
LEVÍT1C0 5 1 0 — 8 1 2 LEVÍTICO 6 " — 7 147
146
ardiendo sobre el altar, sin apagarse. El con aceite en u n a sartén, la llevarás es-
te; es un sacrificio p o r el pecado. 1 0 C o n lo, alguna de las cosas vedadas por los
sacerdote quemará íeña sobre él cada ma-
mandamientos de Yahveh, e incurre en caldada, la partirás en trozos y la ofrece-
el segundo hará u n holocausto según rito
culpa y carga con su iniquidad, I s llevará ñana y dispondrá encima el holocausto y rás en grato olor a Yahveh. * 22i¡ Hará
usual, y el sacerdote hará expiación por hará arder sobre él la grasa de los sacri- esta oblación el sacerdote, de entre sus
él del pecado que cometió y se le perdo- del rebaño al sacerdote un carnero sin
tacha, según tu estimación, como sacri- ficios pacíficos. t3 6 U n fuego continuo ar- hijos, ungido en su lugar; es estatuto per-
nará. derá sobre el altar sin apagarse. p e t u o : entera será q u e m a d a a h o n r a de
11
Si sus medios no bastan para ofre- ficio por el delito. El sacerdote h a r á ex- 14
piación por él, teniendo en cuenta que lo 7 La ley de la oblación es ésta: la Yahveh. *
cer dos tórtolas o dos pichones, presen- ofrecerán los hijos de A a r ó n a presencia 23
ha hecho sin saber, y se le perdonará. I Í ¡ A S Í , pues, t o d a oblación de un
tará c o m o ofrenda por el pecado come- 19 de Yahveh ante el altar. Ug [El sacerdo- sacerdote será enteramente quemada, no
tido un décimo de efó de flor de harina Es u n sacrificio p o r el delito; ha delin-
quido realmente contra Yahveh». te] retirará de ella un p u ñ a d o de flor de se comerá».
en sacrificio expiatorio. No echará sobre harina de la oblación con su aceite y todo 24,17
7 También habló Yahveh a Moisés,
ella aceite ni p o n d r á encima incienso, ya ^ 0 Y habló Yahveh a Moisés, dicien- el incienso que corresponde a la oblación,
que es un sacrificio por el pecado. '2 La d o : * 2 2 ] «Si alguno pecare y cometiere y lo h a r á arder en el altar cual olor agra- diciendo: 25, 8 «Habla á" A a r ó n y a sus hi-
llevará al sacerdote, quien cogerá de ella prevaricación contra Yahveh, ya negan- dable, c o m o azkará pata. Yahveh. 1*9 El jos en estos términos: Esta es la ley del
un p u ñ a d o lleno como azkarú de la mis- do a su prójimo un depósito, o un objeto resto de ella lo comerán Aarón y sus hi- sacrificio por el p e c a d o : la víctima ofre-
m a y la h a r á arder sobre el altar con los confiado a sus manos, o u n a cosa que ha jos; la comerán sin levadura en lugar sa- cida por el pecado se degollará delante
sacrificios ígneos ofrecidos a Yahveh. Es r o b a d o , ya detentando algo a su prójimo, Íliado; cu el atrio de la tienda de reunión de Yahveh en el mismo lugar donde es
3
un sacrificio por el pecado. '-1 El sacerdote 22 ya hallando una cosa perdida y negán- litn de comerla. I7 l n N o se la cocerá con inmolado el holocausto; es cosa santísi-
h a r á expiación por él, por el pecado que dola, o jurando en falso respectó a cual- levadura; la entrego como porción de ma. 2'iioEl sacerdote que la ofrece en sa-
cometió en alguno de esos puntos, y se quiera de las cosas que los nombres sue- aquéllos en mis ofrendas ígneas; es cosa crificio por el pecado, la comerá; la h a
le perdonará. Corresponderá al sacerdo- len hacer, pecando con ellas; 42¡ c u a n d o «mitísima, como el sacrificio por el peca- de comer en lugar santo, en el atrio de la
te, como en el caso de la oblación». * haya así pecado y delinquido, restituirá d o V <•! «icrilic'iíi por el delito, ' " n ' l o d o tienda de reunión. 27 20 T o d o lo que toca-
14
Y a h v e h habló a Moisés, diciendo: lo que r o b ó o detentó, o el depósito que M'i uiiiii iilino rntre los hijos de Anión la re su carne quedará santificado, y si una
15 se le confió, o la cosa perdida que halló, podrá coniei; es ley perpetua puní vucs- vestidura fuere salpicada con sangre de
«Si alguno comete prevaricación y peca 5
24 o cualquier cosa de aquellas sobre que trnN descendientes respecto a las ofrendas ella, lavarás en lugar santo lo salpicado. *
p o r inadvertencia en lo relativo a las co- j u r ó en falso, lo restituirá por su íntegro iH
sas consagradas a Yahveh, presentará del lañáis a Yiilive/i; hielo lo que las toque 2\ La vasija de barro en que haya sido
valor, añadiendo a ello un quinto, lo cual quedará santificado». * cocida será q u e b r a d a ; m a s si fue cocida
rebaño, como sacrificio por su delito a entregará a aquel a quien pertenece en el
Yahveh, un carnero sin tacha apreciado en vasija de cobre, ésta se fregará y lim-
día en que satisfaga p o r su culpabilidad. '"i.! Aún habló Yahveh a Moisés, di- piará con agua. 29 2 2 T o d o varón de entre
en tantos siclos de plata, según el sido 6
25 C o m o reparación a Yahveh por el de- ciendo: 2«i3«Esta será la ofrenda que
del santuario, c o m o sacrificio por el de- los sacerdotes podrá comerla; es cosa san-
lito presentará del rebaño al sacerdote un Aarón y sus hijos ofrecerán a Yahveh el tísima. 3023 En cambio, n o se comerá nin-
lito. * í6 Además, indemnizará el perjui- carnero sin tacha, según tu tasación del dia de su unción respectiva: u n décimo
cio causado al santuario, añadiendo a guna víctima ofrecida p o r el pecado, cuya
sacrificio por el delito. 726 El sacerdote ha- de í'/ií de flor de harina, como oblación sangre debe llevarse a la tienda de reunión
ello un quinto, y lo entregará al sacerdo- rá p o r él la expiación ante Yahveh, y se regular, la mitad de ella por la m a ñ a n a para hacer la expiación dentro del san-
te; éste h a r á expiación por él ofreciendo le perdonará cualquier hecho con que ha- y fu otra por la larde. * 2i, 4 Se preparará t u a r i o ; será q u e m a d a en fuego.
el carnero del sacrificio por el delito, y se ya delinquido».
le perdonará.
1 7 Y si alguno peca haciendo, sin saber-
Más leyes suplementarias sobre los sacrificios
1
Esta será la ley del sacrificio por crificio expiatorio cual el sacrificio por el
El holocausto diario 7 el delito; es cosa santísima. 2 E n el delito; una misma ley t e n d r á n : al sacer-
lugar en que se degüella el holocausto se dote que verifica la expiación con la víc-
C 8, Y habló Yahveh a Moisés, dicien- y cubrirá con los zaragüelles de lino su degollará la víctima p o r el delito, y su tima corresponderá ésta. 8 E n cuanto al
** d o : 9 2 «Da orden a Aarón y sus hijos carne, y a continuación retirará la ceniza sangre se derramará sobre el altar todo sacerdote que ofrece el holocausto de al-
en estos términos: Esta será la ley del ho- a que el fuego redujo el holocausto sobre alrededor. 3 Se ofrecerá t o d a la grasa de guno, le corresponderá la piel de la vícti-
locausto: el holocausto se mantendrá ar- el altar y la depositará al costado de éste. ella: la cola, la grasa que envuelve las en- ma que haya ofrecido. 9 T o d a oblación
diendo sobre el hogar encima del altar " 4 L u e g o , s e despojará de sus vestiduras trañas, 4 los dos ríñones con la grosura cocida en el h o r n o y t o d a la preparada
toda la noche hasla la mañana, y el fue- y, revestido de otras ropas, sacará la ce- que los recubre, adyacente a los lomos, en cazuela o en sartén pertenecerá al
go del altar será continuo en él.* 10 3 El niza fuera del campamento, a u n lugar y el redaño del hígado, que se retirará de sacerdote oferente. 10 M a s t o d a oblación
sacerdote se revestirá de su túnica de iino puro. 12 s En t a n t o , el fuego se m a n t e n d r á sobre los ríñones. 5 El sacerdote lo hará a m a s a d a con aceite o seca será p a r a to-
arder en el altar como sacrificio ígneo ofre- dos los hijos de A a r ó n indistintamente.
11
13
cido a Y a h v e h ; es un sacrificio p o r el deli- Esta será la ley del sacrificio pacífico
15
LA OBLACIÓN: e. d., la harina restante, como el resto de la minjá, será para él. to. 6 T o d o varón de entre los sacerdotes que se ofrecerá a Yahveh. 12 Si se ofre-
PREVARICACIÓN : el hebr. indica transgresión grave, y algunos entienden defraudación sacri- podrá comerlo. L o ha de comer en lugar ciere en acción de gracias, se ofrecerán
lega. Trátase, en efecto, a veces de omisión en la entrega de lo debido al santuario o los sacerdotes, con el sacrificio eucaristico tortas ácimas
como, v. gr., diezmos o primicias; mas otras~(cf. v.17), de verdaderas faltas de comisión no especi- s a n t o ; es cosa santísima. Tal será el sa-
ficadas, quizá un perjuicio a objetos sagrados, etc. II SACR. POR su DELITO: o de reparación del delito
o la culpa; otros, cíe multa, por el quinto, que en este concepto había de pecharse además del valor
18
del objeto pagado o restituido. El rito era aquí similar al del sacr. expiatorio, y la diferencia entre ll Lo QUE LAS TOQUE: ya persona, ya cosa, será tenida como sagrado, y sólo cumplidos ciertos
el sacr. por el pecado y el sacr. por el delito parece consistía en que este último no se ofrecía sino en ritos podrá pasar a servicios profanos.
e! caso especial de haber el oferente contraído deuda para con Dios o con el prójimo. || APRECIADO 20
13 REGULAR: lit. perpetua, e. d., durante los días que durasen los ritos de la consagración de
EN TANTOS srcLos: lit., según tu estimación (cr. v.18); e. d-, la de Moisés, así como luego trátase de Aarón y sus sucesores en el sumo sacerdocio (cf. Ex 29,35).
la del sacerdote; o sea, según la valoración monetaria que se le dé, ofrecida en sustitución del car- 2I
i4 ESCALDADA: otros, bien caliente, desleída, revuelta, mezclada revolviendo.., || PARTIRÁS EN TRO-
nero mismo. ZOS: así interpretamos c. S. El v. no ofrece en H sentido seguro.
J 22
20 Aquí inician el c.6 la Vulgata y otras edics.; mas sigue el tema del c.5. 27
I5 EN SU LUGAR: e. d., como sucesor suyo en el pontificado o sumo sacerdocio.
2o LAVARÁS: con tales.abluciones, los utensilios a los que el contacto con la carne y la sangre
9
£u 2 HOLOCAUSTO: trátase del sacrificio hecho en nombre del pueblo todo, no de los privados, de la víctima hubiere comunicado carácter sagrado, lo perderán (cf. v.lS u ).
como en c.l; ofrecíase dos veces al día: a la mañana y a la tarde.
LEVÍTICO 8 "-*9 149
143 LENTIGO 7 u — 8 *
22
entonces Moisés a la comunidad: «Esto A continuación hizo traer el segando
amasadas con aceite, galletas ácimas un- sacrificio Ígneo a Yahveh, será extirpado es lo que Yahveh ha m a n d a d o hacer». carnero, el carnero del sacrificio de ¡a
6
tadas de aceite y flor de harina escaldada de su pueblo. 2 6 Ninguna clase de sangre Luego Moisés m a n d ó se acercaran consagración, y A a r ó n y sus hijos impu-
en tortas amasadas con aceite. 13 Presen- comeréis dondequiera que habitareis, ni A a r ó n y sus hijos y los lavó con agua. sieron sus m a n o s sobre la cabeza de la
tará su ofrenda juntamente con tortas de de aves ni de ganados. 2 7 T o d a persona 7 A continuación puso sobre aquél la tú- res. 2 3 Degollósela, y Moisés t o m ó de su
pan fermentado como homenaje y acción que coma cualquier clase de sangre será nica, le ciñó con el cinturón, le vistió con sangre y aplicóla sobre el lóbulo de la ore-
de gracias de su sacrificio pacífico. 1 4 Ofre- extrañada de su pueblo». el m a n t o , púsole encima el efod y ciñóle ja derecha de A a r ó n , sobre el pulgar de
cerá parte de cada una de estas ofrendas
28
A ú n habló Yahveh a Moisés, dicien- con el cingulo del efod, atándoselo. 8 Des-
c o m o terumá a Y a h v e h ; le corresponderá d o : 2 9 «Habla a los hijos de Israel .y diles: pués le puso el pectoral, en el cual colocó
al sacerdote que haya vertido la sangre Quien ofrezQa a Yahveh sacrificio pacífico el urim y el tummim. 9 También le puso
le traerá su ofrenda tomada de su sacri- 1 a tiara sobre la cabeza, encima de la cual
del sacrificio pacífico. * 15 La carne del sa-
ficio de paz. 30 s u s propias m a n o s presen- colocó delante la lámina de oro, la diade-
crificio pacífico de acción de gracias será m a de la santidad, como Yahveh había
comida el mismo día de su ofrenda; no tarán lo que corresponde a Yahveh en
calidad de sacrificio ígneo: presentará la o r d e n a d o a Moisés. 10 En seguida Moisés
se dejará nada de ella para la m a ñ a n a si- t o m ó el óleo de la unción y ungió el ta-
guiente. * ,f> Sin embargo, si el sacrificio grasa con el pecho, éste para mecerlo
bernáculo y cuanto en él había, consa-
es ofrecido cumpliendo un voto o con como tenufá delante de Yahveh. 3 1 Luego grándolos. 11 Roció con él siete veces el
carácter voluntario, se comerá el día mis- el sacerdote hará arder la grasa sobre el altar, y ungió el altar y todos sus utensi-
m o de su ofrenda, m a s podrá comerse al altar, y el pecho será para A a r ó n y sus lios y la pila y su base, para consagrarlos.
día siguiente lo que restare. 1 7 La carne hijos. 32 D e vuestros sacrificios pacíficos 12
Luego derramó el óleo de la unción
que todavía sobrare de la víctima, al ter- daréis, además, c o m o terumá al sacerdote sobre la cabeza de A a r ó n y le ungió, para
cer día será quemada en fuego. 18 Si algu- la pierna derecha. 33 Aquel de entre los consagrarle. '-'Tras esto, Moisés m a n d ó
no comiere de la carne de su sacrificio pa- hijos de Aarón que haya ofrecido la sangre NP mvivarnn los hijos de Aarón, los revis-
cifico en el tercer día, no será acepto, no del sacrificio pacífico y la grasa, tendrá la tió con lns lúriinis, ciñóles el cinlurón
se le tendrá en cuenta al oferente del mis- pierna derecha c o m o porción. 34 Porque y les puso lns miltas, conforme Yahveh
m o ; se considerará c o m o cosa hedionda, yo t o m o de los hijos de Israel, en sus sa- ordenara u Moisés. I 4 Fnlonces mandó
y la persona que coma de ella incurrirá crificios pacíficos, el pecho de la tenufá acercar el novillo del sacrificio por el pe-
en iniquidad. 1 9 La carne que tocare cual- y la pierna de la terumá y los doy al sacer- cado, y Aarón y sus hijos impusieron
quier impureza no podrá comerse; se dote Aarón y sus hijos como derecho sobre él sus manos. 15 Moisés lo degolló,
quemará en fuego. F.n cuanlo a la carne cierno respecto a los israelitas. 35 Tal es t o m ó su sangre, la aplicó con su dedo
[incontaminada!, toda persona pura po- la parte que p o r derecho de unción co- sobre los cuernos del altar, todo alrede-
drá comerla. 2 " La persona que coma car- rresponde a A a r ó n y sus hijos en los sa- dor, y purificó así el altar de pecado; la
ne del sacrificio pacífico ofrecido a Yah- crificios ígneos a Yahveh desde el día en sangre frestantcl derramóla al pie del al-
veh teniendo sobre sí una impureza, será que los promovió al oficio sacerdotal res- tar, consagrándolo así para realizar sobre
extirpada de su pueblo. 2 1 Y si alguno hu- pecto a Yahveh. 36 g s ] 0 que Yahveh or- él la expiación. * lfl Después tomó toda
biere tocado cosa impura—impureza hu- denó se les diera desde el día en que los la grasa que recubre las entrañas, el re-
m a n a , o animal impuro, o cualquier abo- ungió, por parte de los hijos de Israel, d a ñ o del hígado y los dos ríñones con
minación * impura—y comiere de la car- como estatuto perpetuo en sus genera- su grasa, e hízolo arder Moisés en el altar.
17
ne del sacrificio pacífico de Yahveh, ese ciones sucesivas. Hl [reslo del] novillo, su piel, su carne
tal será exterminado de su pueblo». 37 Esta es la ley del holocausto, de la y sus excrementos, lo quemó fuera del
22 campamento, como Yahveh había man-
Todavía habló Yahveh a Moisés, di- oblación, del sacrificio por el pecado, del
d a d o a Moisés. 1 8 Luego hizo le acerca-
ciendo: 2 3 «Habla a los hijos de Israel en sacrificio por el delito, del sacrificio ofre- ran el carnero del holocausto, y A a r ó n
estos términos: N o comeréis n a d a de gra- cido el día de la consagración y del sa- y sus hijos impusieron sus m a n o s sobre
sa de res vacuna, oveja o cabra. 24 P o d r á crificio pacífico, 38 q u e Yahveh ordenó a Sumo sacerdote
la cabeza del carnero; 19 Moisés lo dego-
utilizarse para cualquier uso grasa de ani- Moisés en la m o n t a ñ a del Sinaí el día lló y derramó la sangre sobre el altar, todo
mal muerto y grosura de animal destro- en que m a n d ó a los hijos de Israel pre- alrededor. 2 0 Cortó el carnero en trozos, su m a n o diestra y sobre el dedo g o r d o de
zado por las fieras, pero en m o d o alguno sentar sus ofrendas a Yahveh en el de- y Moisés hizo arder la cabeza, las por- su pie derecho. * 2 4 Luego m a n d ó acer-
la comeréis. 25 P o r q u e todo el que coma sierto del Sinaí». ciones y la grasa; 2 ' y, haciendo lavar las carse a los hijos de A a r ó n ; Moisés u n t ó
grasa de animal que puede ofrecerse en | entrañas y las patas con agua, Moisés con sangre el lóbulo de la oreja derecha
hizo arder t o d o el carnero en el altar, de los mismos, el pulgar de su m a n o dies-
como holocausto de agradable olor y sa- tra y el dedo g o r d o de su pie derecho,
Consagración sacerdotal de Aarón y sus hijos crificio por fuego en h o n o r de Yahveh, vertiendo la sangre [restante] sobre el con-
conforme ordenara Yahveh a Moisés. torno del a l t a r . 2 5 Después cogió las partes
1 Luego Yahveh habló a Moisés, di- de los ácimos, 3 y congrega a toda la co- grasas: la cola y t o d a la grosura de encima
8 ciendo : * 2 «Toma a Aarón y a sus munidad a la puerta de la tienda de re-
hijos consigo, las vestiduras, el óleo de la unión». 4 Moisés hizo como Yahveh le 15
unción, el novillo para el sacrificio por ordenara, y congregóse la asamblea a la CONSAGRÁNDOLO: es la consagración del altar de los holocaustos mediante los tres sacrificios:
el pecado, los dos carneros y la canastilla entrada de la tienda de reunión. 5 Dijo expiatorio, holocausto y pacífico, en los cuales actúa de sacerdote consagrante el propio Moisés. En
adelante será a los descendientes masculinos de Aarón a quienes se reservará el sacerdocio.
23
DEGOLLÓSELA: lit., degollóllal, sujeto indeterminado, o Moisés, como concreta V. II SOBRE
14 EL LÓBULO...: rito simbólico, como significando que el sacerdote ha de tener en todo tiempo abiertos
y TERUMÁ y en v.30 TENUFX: es el rito descrito en Ex 29,24-28.
5
los oídos para escuchar la voz de Dios; dispuestas las manos para hacer constantemente su volun-
* ! COMIDA : en el banquete subsiguiente al sacrificio y que tenía lugar en las proximidades del tad, y sus pies, para andar por la vía de sus santos mandamientos. Originariamente, el rito tiene un
santuario. sentido de defensa frente a las fuerzas maléficas y se aplica a las partes más expuestas a los ataques
de éstas: cabeza y extremidades, como a las puertas de la casa y las lindes de los campos.
Q
0
1 El capítulo presente refiérenos la puntual ejecución de las prescripciones divinas que Ex 28
y 29 enumera. Cf también Ex c.40.
150 LEVÍTICO 8 28—9 á l
LEVÍTICO 0 2 3 — 1 0 I 7 151
de las entrañas, el redaño del hígado, los así a A a r ó n y sus vestiduras, juntamente
dos ríñones con su grasa y la pierna de- con sus hijos y las suyas. pechos y la pierna derecha los meció reunión y, c u a n d o salieron, bendijeron al
3
recha. 2 6 D e la canastilla de los ácimos i Y dijo Moisés a A a r ó n y sus hijos: A a r ó n como tenufá, conforme Moisés ha- pueblo; entonces se manifestó la gloria
que estaba ante Yahveh cogió una torta «Coced la carne a la entrada de la tienda bía ordenado. de Yahveh a todo el pueblo. 2 4 D e delante
ácima, u n a torta de p a n de aceite y una de reunión y allí la habéis de comer con 22
Después A a r ó n elevó sus m a n o s ha- de Yahveh salió fuego y consumió, so-
galleta, y lo colocó sobre las grasas y el p a n que hay en la canastilla de la con- cia el pueblo y le bendijo, y bajó de cele- bre el altar, el holocausto y las grasas; al
encima de la pierna derecha. 2 7 Entonces sagración, conforme me fue ordenado " di- b r a r el sacrificio p o r el pecado, el holo- verlo, t o d o el pueblo gritó de júbilo y se
lo puso t o d o sobre las palmas de la m a n o ciendo: «Aarón y sus hijos lo comerán». causto y el sacrificio pacífico. 23 Luego prosternaron rostro en tierra.
32
de A a r ó n y las de sus hijos y lo hizo mecer Lo que sobre de la carne y del p a n lo
Moisés y A a r ó n entraron en la tienda de
t o d o c o m o tenufá ante Yahveh. 2 8 Moisés quemarás en el fuego.
33
lo t o m ó luego de m a n o s de aquéllos y lo N o saldréis de la entrada de la tienda
hizo quemar en el altar encima del holo- de reunión hasta que pasados siete días
causto:" tal es el sacrificio de consagración se cumpla el tiempo de vuestra consagra-
de grato olor, sacrificio ígneo a Yahveh. ción, pues las ceremonias de ésta durarán Castigo de Nadab y Abihú. Algunos deberes sacerdotales
29
Después cogió el pecho [de la res] y siete días. 3 4 Tal c o m o se h a hecho hoy,
mecióla c o m o tenufá ante Yahveh; era la ordenó Yahveh se hiciese [en adelante] I A ] N a d a b y Abihú, hijos de Aarón,
para vuestra expiación. 35 A la entrada de m a n d a d o . * 2 Entonces salió fuego de de-
porción que del carnero del sacrificio de * * * t o m a n d o sendos incensarios, pu- lante de Yahveh y los devoró, muriendo
consagración correspondía a Moisés, co- la tienda de reunión permaneceréis día y
noche p o r espacio de siete días, guardan- sieron en ellos fuego, sobre el cual colo- ante el Señor. 3 Moisés dijo entonces a
m o Yahveh a Moisés ordenara. * 3 0 Des- caron incienso y presentaron ante Yahveh A a r ó n : «Eso es lo que había indicado
pués t o m ó Moisés aceite de la unción y do la prescripción de Yahveh para que no
m u r á i s , p u e s así m e fué o r d e n a d o » . un fuego extraño que El no les había Yahveh al decir:
sangre de encima del altar y roció a A a r ó n 36
y sus vestiduras, a la vez que a sus hijos A a r ó n y sus hijos hicieron cuantas cosas
Yahveh m a n d a r a p o r m e d i o de Moisés. «En los allegados a mi mostraré que soy santo,
y las vestiduras de sus hijos, consagrando y a la fu/ de lodo el pueblo seré glorificado».

Y Aarón guardó silencio. * ' 2 Moisés dijo a A a r ó n y a sus hijos


Aarón inaugura el ministerio sacerdotal 4
(Alego Moisés llamó a Misael y El- supervivientes Elazar e I t a m a r : «Tomad
sal'án, hijos de Uzzie), tío de Aarón, y la oblación que resta de los sacrificios
1 del ara. 10 Luego hizo arder en el altar (lijóles: «Acercaos, retirad a vuestros her- ígneos ofrecidos a Yahveh y comedia sin
A h o r a bien, sucedió al octavo día
9 que Moisés llamó a Aarón y sus hijos la grasa, los ríñones y el redaño del híga- manos de delante del santuario afuera del levadura junto al altar, pues es cosa san-
campamento». * 5 Acercáronse, pues, y los tísima. 13 La comeréis en lugar s a n t o ;
y a los ancianos de Israel, [2] y dijo a d o del sacrificio p o r el pecado, conforme
retiraron con sus túnicas a las afueras del porque es tu derecho y el derecho de tus
A a r ó n : 2 «Cógete un ternero para el sa- Yahveh había ordenado a Moisés. n L a
c a m p a m e n t o , c o m o Moisés había indica- hijos en las ofrendas ígneas a Yahveh,
crificio por el pecado y u n carnero para carne y la piel quemóla totalmente fuera
do. 6 Moisés dijo entonces a A a r ó n y a pues así m e ha sido m a n d a d o . 1 4 T a m -
el holocausto, sin defecto ambos, y ofré- del c a m p a m e n t o ; 1 2 también degolló el EIa/.ar e llamar, sus hijos: « N o descuidéis bién el pecho de la tenufá y la pierna de la
celos delante de Yahveh, 3 y a los hijos holocausto, y habiéndole presentado la por desaliño vuestras cabe/as, ni rasguéis terumá comeréis en lugar p u r o tú y tus
de Israel les hablarás en estos términos: sangre los hijos de Aarón, la derramó so- vuestras vestiduras, para que 110 muráis
Coged un m a c h o cabrío p a r a el sacrificio bre el contorno del altar. 1 3 Luego le saca- y no se irrite Yahveh conlra toda la co-
hijos e hijas contigo, pues c o m o derecho
por el pecado, y un becerro y un cordero ron el holocausto cortado en trozos, junto munidad; mas vuestros h e r m a n o s y t o d a . tuyo y de tus hijos han sido asignados
añales y sin defecto p a r a el holocausto, con la cabeza, y lo hizo arder sobre el I11 casa de Israel deploren la quema que sobre los 5
sacrificios pacíficos de los israe-
4
y u n t o r o y un carnero para el sacrificio altar, 1 4 Lavó las entrañas y las patas y Yahveh ha suscitado. * 7 D e la entrada de litas. 1 Tales pecho de la tenufá y pierna
pacífico, que se inmolará ante Yahveh, lo hizo arder encima del holocausto en la tienda de reunión no saldréis para que de la terumá se los traerá juntamente con
y una oblación amasada con aceite, por- el altar.
15
no muráis, porque el óleo de la unción las grasas destinadas a los sacrificios íg-
que hoy Yahveh se os aparecerá», i A continuación presentó la ofrenda de Yahveh lleváis sobre vosotros». Ellos neos, para balancearlos c o m o tenufá de-
5
Trajeron, en efecto, a la entrada de del pueblo, y cogiendo el m a c h o cabrío o b r a r o n conforme a la orden de Moisés. * lante de Y a h v e h ; y corresponderán a ti
la tienda de reunión lo que Moisés había que a éste correspondía p a r a el sacrificio 8
Y Yahveh habló a A a r ó n , diciendo: y tus hijos cual derecho perpetuo, según
9
ordenado, y toda la comunidad se acercó p o r el pecado, lo degolló y ofreció en « N o beberás tú, ni contigo tus hijos, ha ordenado Yahveh».
y se m a n t u v o en pie ante Yahveh. 6 Dijo sacrificio por el pecado como el primero. vino ni hidromel c u a n d o hayáis de entrar 16 C o m o Moisés buscara con ahinco el
16
entonces Moisés: «Esto es lo que Yahveh Presentó el sacrificio y lo verificó según en la tienda de reunión, para que n o mu- macho cabrío del sacrificio p o r el p e c a d o ,
h a ordenado hagáis para que su gloria el rito establecido. 1 7 Después ofreció la ráis; es u n estatuto perpetuo de genera- se encontró con que había sido quema-
se os manifieste». I Luego Moisés dijo a oblación, e hinchiendo de ella su m a n o , ción en generación. * 10 Y es para que do. Entonces se irritó contra Elazar e
A a r ó n : «Aproxímate al altar y celebra tu la hizo arder sobre el altar, independien- distingáis entre lo santo y lo profano y Itamar, hijos de A a r ó n , supervivientes,
sacrificio por el pecado y tu holocausto; temente del holocausto de la m a ñ a n a . entre lo puro y lo i m p u r o ; H y enseñéis diciendo: 1 7 « ¿ P o r qué n o habéis comido
luego ofrece expiación por ti y p o r el 18 Igualmente inmoló el toro y el carnero a los hijos de Israel todas las leyes que en el santuario la víctima del sacrificio
pueblo, haz la ofrenda del pueblo, y ex- como sacrificio pacífico del pueblo, y ha- Yahveh les h a prescrito p o r medio de por el pecado, puesto que es cosa santí-
pía por él como Yahveh lo ha prescrito». biéndole presentado la sangre los hijos Moisés». sima y [Yahveh] os la h a d a d o p a r a qui-
8 A a r ó n , pues, se acercó al altar y degolló de A a r ó n , la roció sobre el c o n t o r n o del tar la iniquidad de la c o m u n i d a d , ofre-
el becerro del sacrificio por el pecado to- altar. 1 9 Las partes grasas del t o r o y del
cante a él mismo. 9 Los hijos de A a r ó n c a r n e r o : la cola, la enjundia que envuelve H,
le presentaron la sangre; él mojó su dedo los intestinos, los ríñones y el redaño del 1 0 \ J ° S : los mayores, según Ex 6,23. II EXTRAÑO: e. d., irregular, antirreglamentario.
en ella y la aplicó sobre los cuernos del hígado, 2 0 los colocaron sobre los pechos Los ALLEGADOS A MÍ: o quienes se me acercan, e. d., los sacerdotes. \\ MOSTRARÉ QUE SOY
SANTO : exigiéndoles no sólo santidad de vida, sino puntual observancia de ritos.
altar, vertiendo la sangre [restante] al pie | e hizo arder las grasas en el altar. 2 1 L o s 4
HERMANOS: aquí en el sentido de parientes: primor, cf. Gen 13,8.
6
7
No DESCUIDÉIS : dejando crecer el cabello en señal de duelo por los muertos.
29
COGIÓ EL PECHO: en cambio, la pierna derecha, que en los sacrificios pacíficos ordinarios co- 9
No SALDRÉIS: quiere decir durante ef septenario solemne de la consagración.
rrespondía igualmente al sacerdote celebrante, ahora es quemada. HIDROMEL: O licor embriagador, alcohol. En hebreo, sekar, indica genéricamente toda bebida
fermentada: de miel, manzana, dátiles, cebada, etc. En adelante traduciremos hidromel y, a veces
licor.
28
LEVÍTICO 1 1 —12 * 153
1S
152 LEVÍTICO 10 —11« ver quedará i n m u n d o hasta la tarde. *
28
ma de ella algún cadáver de los dichos,
Quien transporte su cadáver deberá la- la tendréis p o r impura. *
39
var sus vestiduras y hasta la tarde será Si muriese algún animal que os sirve
ciendo expiación p o r ésta a n t e Yahveh? * ofrecido su sacrificio por el pecado y su i n m u n d o ; son impuros para vosotros. de alimento, quien tocare su cadáver
18
Mirad. N o habiendo sido llevada su holocausto ante Yahveh y me h a n acae- 29
Serán i m p u r o s especialmente p a r a quedará impuro hasta la tarde. 4 0 Y el
sangre al interior del santuario, debíais cido estas cosas; si hubiese comido yo vosotros, entre los animalejos que se arras- que c o m a de su carroña deberá lavar
haber comido la victima en el santuario hoy el sacrificio expiatorio, ¿sería esto tran sobre la tierra, los siguientes: la co- sus vestidos y permanecerá impuro hasta
conforme se me había ordenado» \ 1 9 En- grato a Yahveh?» 2 0 Moisés lo oyó y pa- madreja, el ratón y los lagartos en sus la tarde; también quien transporte su
tonces A a r ó n dijo a Moisés: «Hoy han reció bien a sus ojos. distintas especies; 30 el anaká, el kóaj, la cadáver h a b r á de lavar sus r o p a s y será
tetad, el jómet y el tinsémet. * 3 1 Estos se- impuro hasta la tarde.
rán especialmente impuros para vosotros 41
T o d o animalejo que se arrastra so-
entre todos los reptiles; cualquiera que bre la tierra es cosa abominable; n o se
Animales puros e impuros los toque estando muertos quedará impu- debe comer. * 4 2 T o d o el que camina so-
ro hasta la tarde. 3 2 T o d o objeto sobre bre el vientre y t o d o el que a n d a a cuatro
1
Y habló Yahveh a Moisés y I el cual caiga alguno de ellos estando muer- patas o mayor n ú m e r o de ellas, de entre
U Aarón, diciéndoles: 2 «Decid a los ]
nación las siguientes, que no deberán co-
merse, serán cosa abominable: el águila, tos quedará i n m u n d o ; sea cualquier uten-
silio de madera, vestido, piel o saco, todo
todos los animalejos que se arrastran
sobre la tierra, no habéis de comer, por-
hijos de Tsrael lo siguiente: Estos son los el quebrantahuesos, el águila n á u t i c a ; *
animales que podéis comer de entre todas
14
el milano y el buitre en sus distintas instrumento con el cual se haga una labor que son cosa abominable. 4 3 N o hagáis
especies; 15 toda especie de cuervos; 16 el cualquiera, habrá de ser metido en agua abominables vuestras personas con cual-
las bestias que hay sobre la tierra; * 3 t o d o y permanecerá i m p u r o hasta la tarde;
el que tiene pezuña hendida y casco par- avestruz, el halcón, la gaviota y t o d a es- quiera de estos animalejos que se arras-
pecie de azores; 17 el b u h o , el mergo, el entonces será puro. 33 T o d a vasija de ba- tran ni os hagáis impuros con ellos, pues
tido y que rumia, entre los animales, po-
déis comerlo. 4 Pero de entre los que ibis; 18 el cisne, el pelícano, el buitre egip- rro en cuyo interior caiga alguno do ellos con ellos os contamináis. 4 4 Porque yo
cio; 1 9 la cigüeña, toda especie de garza, quedará impura en todo su contenido, y soy Yahveh, vuestro D i o s ; santifícaos,
rumian o poseen la pezuña hendida n o se la luiehrnrá. -W T o d o manjar comesti-
la abubilla y el murciélago. pues, y sed santos, porque santo soy y o ;
comeréis los siguientes: el camello, pues, ble sonic el que enyete anua quedará y no habéis de contaminar vuestras perso-
20
aunque rumiante, n o tiene pezuña hendi- T o d o insecto alado que a n d a a cua- impuro, y todo liquido potable quedará nas con cualquiera de esos animalejos que
da ; será impuro p a r a vosotros; 5 ni el tro patas constituirá abominación para contaminado en cualquier vasija que esté. se arrastran sobre la tierra. * 4 5 Pues yo
conejo, pues, aunque rumiante, no tiene v o s o t r o s ; * 2I pero de entre ellos podréis 35
T o d o objeto sobre el cual caiga al- soy Yahveh, que os ha sacado de Egipto
pezuña hendida; i m p u r o será para vos- comer los que tienen por cima de sus guno de sus cadáveres será i m p u r o ; hor- para ser vuestro Dios, y habéis de ser
o t r o s ; * 6 ni la liebre, que es rumiante, patas delanteras otras dos con las cuales nos y fogones serán destruidos; son im- santos, porque yo soy santo.
pero no tiene hendida la pezuña; será saltar sobre el sucio. 2 2 D e entre ellos p o - puros y los tendréis por i n m u n d o s . 3 6 Sólo 46
impura para vosotros; 7 ni el puerco, pues dréis comer éstos: toda especie de lan- fuentes y cisternas, depósitos de agua, Tal es la ley relativa a las bestias,
tiene pezuña hendida y casco partido, pero gosta, el solam en sus distintas especies, permanecerán p u r o s ; pero quien tocare las aves, todos los seres vivientes que
no r u m i a ; será impuro p a r a vosotros. * De el ¡argot en sus distintas especies, el jagab el cadáver de ellos será impuro. * 3 7 Si se mueven en las aguas y todos los
su carne n o comeréis ni tocaréis el c a d á - en sus distintas especies.* 2 ) M a s t o d o cae alguno de sus cadáveres sobre semi- animales que se arrastran sobre la tie-
ver; son impuros para vosotros. otro insecto alado d o t a d o de cuatro pa- lla de sembradura que haya de sembrarse, rra ; 4 7 para establecer separación entre
9
D e entre cuantos animales hay en el tas será abominación p a r a vosotros. quedará p u r a ; 3 a pero si se hubiere ver- lo puro y lo i m p u r o y entre el animal que
agua, podéis comer éstos: todos los q u e 24
C o n estos animales os contaminaréis; tido agua sobre la semilla y cayese enci- puede ser comido y el que no puede
poseen aletas y escamas er las aguas, ya cualquiera que toque su cadáver quedará serlo».
en los mares, ya en los ríos, podréis c o - impuro hasta la tarde, * 2 5 y todo aquel
mer. 10 M a s de entre t o d o lo que pulula que transporte alguno de sus cadáveres
en las aguas o vive en ellas, cuantos ca- habrá de lavar sus vestiduras y quedará
recen de aletas y escamas en los mares y impuro hasta la tarde. 2f> T o d o animal do- Ley relativa a la parturienta
ríos, serán cosa abominable para vosotros. tado de pezuña hendida, p e r o n o partida
11
Serán, pues, para vosotros u n a a b o m i - completamente, ni rumiante, será impuro •j n 1 Y Yahveh h a b l ó a Moisés, di- menstrual, será impura. * 3 Al octavo día
nación; n o comeréis de su carne y a b o - para vosotros; cualquiera que le toque •*•" c i e n d o : 2 « H a b l a a los hijos de se circuncidará al niflo. 4 [La puérpera]
rreceréis sus cadáveres. 1 2 Todo lo que en quedará contaminado. 2 7 Entre todos los Israel en estos términos: U n a mujer que permanecerá en casa purificándose de su
las aguas no tenga aletas ni escamas, s e r á animales cuadrúpedos, todos los que an- concibe y da a luz u n hijo será i n m u n d a sangre treinta y tres días más, sin tocar
abominación para vosotros. dan sobre sus plantas serán impuros para siete días; como en los de su impureza ninguna cosa sagrada ni penetrar en el
13
D e entre las aves tendréis en a b o m i - vosotros; cualquiera que toque su cadá-
2
? SOBRE sus PLANTAS O palmas: los que, como los gatos, perros, etc., poseen pies con uñas a
modo 30
de dedos y alargados en forma de manos.
17 No HABÉIS COMIDO: según 6,19, los sacerdotes debían comer una parte del macho cabrío Ignóranse los animales a que corresponden esos nombres. De ordinario créese designan cinco
ofrecido en expiación del pecado del pueblo, con lo que en algún modo aniquilaban tal pecado y especies de lacértidos. El anagá suele identificarse con la musaraña, el erizo, etc.; el kóaj, con el ca-
aplacaban a la divinidad (cf. o, 15). maleón, el cocodrilo, el topo, etc.; la letaá, con la salamandra; el jómet, con la lagartija y el limaco;
el tinsémet, con el camaleón y el topo.
2
36 CISTERNAS: las cisternas o depósitos de agua, tan preciosa en Oriente por su escasez, no
1 -f^ ESTOS SON LOS ANIMALES: tales leyes sobre los animales puros e impuros, además de su
oportuno valor higienice en Oriente, tendían fundamentalmente a la educación civil y moral quedan contaminadas: bastará extraer en seguida el animalejo muerto, mas quien lo saca queda
del pueblo escogido, inculcándole el sentimiento de ser una nación consagrada a servir a su Dios impuro.
38
con pureza y santidad especiales. 41
AGUA SOBRE LA SEMILLA : con lo que la inmundicia penetraría en ésta.
5 CONEJO: otros entienden erizo, puercoespín, jerbo, «Klippdachs». SE ARRASTRA: el verbo 'arrastrarse, pulular, hormiguear', aplícase a los numerosos gusanos de
13 ss. N 0 p o c a s d e estas denominaciones zoológicas son discutibles, y su interpretación varía la tierra
44
y los animalejos acuáticos.
mucho, así en versiones antiguas y modernas comeen léxicos. PORQUE SANTO SOY YO: el inculcar profundo respeto a Dios es la primera consecuencia de
20 ANDA A CUATRO PATAS: será o expresión pop dar para distinguirlos de los otros volátiles, como tanta circunspección en el uso y contacto de los animales.
si dijera: de más de dos patas; o bien adición al texto (cf. Dt 14,19).
22
SOLAM...: transcribimos esos tres nombres hebreos, de los que sólo sabemos que denotan l O 2 SERÁ IMPURA : lo mismo ocurría en otros pueblos. Esa impureza recuerda el impuro origen
clases de langostas. Sobre su excepción, compruébese Dt ibid. y Mt 3,4 y Me 1,6. ' ** cje[ hpmbre por efecto del pecado de los primeros padres.
24
CON ESTOS: enumeran los w.24-29 aquellos animales que no sólo están vedados como ali-
mento, sino que contaminan a quien toca su carroña o carne muerta, incapacitándolo legalmente
para cualquier acto del culto,
B 19
154 LEVÍTICO 1 2 13
LEVÍTICO Í Í M ^ IÍSS
santuario hasta que se cumplan los días sacrificio p o r el pecado. 7 [Aquél] lo ofre-
de su purificación. 5 M a s si da a luz una cerá ante Yahveh y hará expiación por rojizo, se presentará al sacerdote. 2!> El no se h a propagado, ni hay en ella pelo
hija, será impura dos semanas, c o m o en ella, y quedará pura de su flujo de san- sacerdote lo examinará, y si el aspecto amarillento, ni el aspecto de la tina es
su menstruación, y permanecerá en casa gre. Esta es la ley de la puérpera de varón es de estar m á s h u n d i d a que la pie! y su de ser m á s profunda que la piel, 33 [eí
sesenta y seis m á s purificándose de su o de hembra. 8 Sí ella no dispusiere de pelo se ha vuelto blanco, el sacerdote le enfermo] h a b r á de cortarse el pelo, pero
sangre. * medios bastantes para ofrecer res menor, declarará impuro. Trátase de llaga de sin raparse !a parte tinosa; y el sacerdote
* C u a n d o se hayan cumplido los días tomará dos tórtolas o dos pichones; lo lepra que h a b r o t a d o en la úlcera. 2 1 M a s recluirá al tinoso siete días p o r segunda
de su purificación, por hijo o por hija, lle- uno para holocausto y lo otro para sa- si el sacerdote examina la llaga y ve que vez. 3 4 C u a n d o al séptimo día el sacer*
vará al sacerdote, a la entrada de la crificio por el pecado, y el sacerdote ofre- no hay en ella pelo blanco ni está más dote examine la tifia, si comprueba que
tienda de reunión, un cordero añal para cerá expiación p o r ella y quedará puri- profunda que la piel y ha t o m a d o color ésta no se h a extendido p o r la piel ni
holocausto y u n pichón o una tórtola en ficada». * pálido, entonces el sacerdote lo recluirá su aspecto es de estar m á s h u n d i d a que
siete días. 2 2 Y si luego se extendiese la piel restante, el sacerdote lo declarará
ampliamente por la piel, el sacerdote lo puro, y [el tinoso] lavará sus vestidos y
declarará i m p u r o ; trátase de llaga de le- será puro. 35 Pero si la tina se extendiere
Ley sobre la lepra pra. 2 3 Si, en cambio, la mancha conti- considerablemente por la piel después de
n ú a localizada, sin extenderse, trátase de haber sido aquél declarado p u r o , 3 6 y el
•f O 1 Yahveh habló a Moisés y a Aa- la piel, el sacerdote lo declarará i m p u r o : la cicatriz de la úlcera, y el sacerdote lo sacerdote lo examinase y viese que la
*• «* ron, diciendo: 2 « C u a n d o a un es lepra. declarará puro. tifia se h a extendido por la piel, el sacer-
h o m b r e le saliere en la piel de su car- 9
C u a n d o se manifieste en u n a persona 24 dote no tendrá necesidad de indagar si
Asimismo, cuando u n h o m b r e tiene el pelo se ha puesto amarillento; es im-
ne tumor, "sarpullido o m a n c h a blanca la afección leprosa será llevada al sacer- en su piel quemadura de fuego y se forma
que se torne en su piel c o m o llaga de dote. 10 El sacerdote la examinará, y si puro. 3 7 En cambio, si la tina ha perma-
sobre ella u n a m a n c h a de u n blanco necido estacionada en su aspecto y h a
lepra, será conducido al sacerdote A a r ó n hubiere en la piel tumor blanco que ha rojizo o blanca, * 2 5 el sacerdote la exa-
o a sus hijos los sacerdotes. * 3 El sacer- vuelto albino el pelo y en el t u m o r un minará, y si el pelo se ha vuelto albino
b r o t a d o en ella pelo negro, entonces está
dote examinará la llaga en la piel de la revivir de carne viva, * 11 es lepra invete- c u r a d a ; es p u r o , y p u r o lo declarará el
en la mancha y el aspecto de ésla es ha- sacerdote.
carne: si el pelo de la llaga se ha vuelto r a d a en la piel de su carne, y el sacerdote llarse más profunda que la piel, es lepra
blanco y la llaga parece m á s profunda lo declarará i m p u r o ; no lo recluirá, por- que ha brillado en la q u e m a d u r a ; el >K
que la piel de su carne, es llaga de lepra. Si hombre o mujer tuvieren en la
que es impuro. sacerdote lo declarará i m p u r o ; trátase
Y el sacerdote, u n a vez examinado, lo piel de su cuerpo numerosas m a n c h a s
i 2 Pero si la lepra ha brotado de tal de llaga de lepra. 2h En cambio, si el blancas, * 3 9 el sacerdote lo examinará, y
declarará i m p u r o . * 4 Mas si hay en la m o d o en la piel que h a cubierto toda la sacerdote la examina y ve que en la man-
piel de su carne mancha blanca, pero no si hay en la piel de su cuerpo manchas
piel del afectado desde la cabeza a los cha no hay pelo blanco ni está más hun- de u n blanco mate, trátase de bóhaq (exan-
aparece más profunda que la piel, ni su pies, según t o d o lo que aparece a los dida que la piel restante y h a t o m a d o un
pelo se h a vuelto blanco, el sacerdote tema benigno), que ha b r o t a d o en la
ojos del sacerdote, * 13 éste lo examinará, t o n o pálido, el sacerdote lo recluirá siete piel; es p u r o .
recluirá al así afectado durante siete días. y si la lepra ha cubierto toda su carne, días. 2 7 Al séptimo, el sacerdote lo exa- 40
5 C u a n d o a u n h o m b r e se le cayere
Al séptimo, el sacerdote lo examinará, declarará p u r o al llagado; t o d o él se ha m i n a r á ; si [la mancha] se hubiere ex- el pelo de la cabeza, si es calvo de atrás,
y si la llaga conserva el mismo aspecto, vuelto blanco, es puro. 14 M a s el día que tendido considerablemente por la piel, el es puro. 4 i Y si su cabeza se pelase por
sin extenderse p o r la piel, el sacerdote aparezca en él la carne viva será i m p u r o ; sacerdote lo declarará i m p u r o ; trátase su parte delantera, es calvo de frente; es
15
lo recluirá siete días por segunda vez. cuando el sacerdote observe la carne de llap.a de lepra. 2K l*cro si la mancha si- puro. 4 2 Pero si en la calvicie de atrás o
6
Al séptimo lo examinará el sacerdote viva lo declarará i m p u r o ; la carne viva gue localizada, sin extenderse por la piel, en la delantera existe llaga blanca rojiza,
otra vez, y si la mancha ha t o m a d o color es impura, es lepra. ¡6 Pero si la carne y ha cobrado color pálido, es la escara es lepra que ha b r o t a d o en su calva o
pálido y no se ha extendido por la piel, viva cambia y se torna blanca, irá al de la quemadura, y el sacerdote lo de- su antecalva. 4 3 El sacerdote la examinará,
el sacerdote lo declarará p u r o ; es mera sacerdote. 17 El sacerdote lo examinará, clarará p u r o , pues trátase de la cicatriz de y si observa que la costra de la llaga es
erupción. [El enfermo] lavará sus vesti- y si la llaga se ha vuelto blanca, el sacer- la quemadura. blanca rojiza en su calva o antecalva,
dos y será p u r o . ^ Pero si la erupción se dote declarará p u r o al llagado, p o r q u e 29 teniendo aspecto semejante al de la lepra
puro es. Igualmente, c u a n d o un h o m b r e o una
extendiere considerablemente por la piel mujer tuviere una llaga en la cabeza o de la piel del cuerpo, 4 4 trátase de un
después de haberse él presentado al sacer- 1s
Y c u a n d o un cuerpo tuviere en la en la barba * 3 0 y el sacerdote examina h o m b r e leproso, es i m p u r o ; el sacerdote,
dote para su purificación, se presentará piel u n a úlcera que se ha curado, * 1 9 pero la llaga y comprueba que su aspecto es sin titubear, lo declarará i m p u r o ; en la
8
otra vez al sacerdote. Este lo examina- sobreviniere en el sitio de la úlcera una de ser m á s profunda que la piel y en cabeza tiene la lepra.
rá, y si la erupción se ha extendido por costra blanca o u n a mancha de un blanco ella el pelo es amarillo y ralo, el sacer- 45
Respecto al leproso que padezca esta
dote lo declarará i m p u r o ; es tina, o sea afección, llevará sus vestidos rasgados,
5
lepra de la cabeza o de la barba. 3 1 Pero dejará crecer libremente el cabello de su
Si... UNA HIJA: esta doble duración del periodo de impureza parece efecto del bajo concepto si el sacerdote observa la afección de la cabeza y se t a p a r á hasta el bigote y gri-
que del sexo femenino tenía la antigüedad, o también derivará de haber sido la mujer quien inició tina y comprueba que tiene el aspecto tará: «¡Impuro, impuro!» 4 ' E n tanto le
el pecado. de ser más profunda que la piel restante
8
Si ELLA NO DISPUSIERE : la madre de Jesús, en su pobreza, hubo de acogerse a esta tolerancia dure la afección será i m p u r o ; impuro es.
de la ley en pro de la clase humilde (cf. Le 2,24). ni [por otra parte] hay en ella pelo ne- Permanecerá aislado; su m o r a d a será
gro, el sacerdote recluirá al tinoso du- fuera del campamento. *
i 3 2 LEPRA: es notable la precisión con que el capítulo describe los síntomas de esta terrible rante siete días. 3 2 En el séptimo lo exa- 47
C u a n d o aparezca en un vestido man-
' ^ enfermedad, en Oriente harto frecuente y contagiosa. Las prescripciones que. severamente minará el sacerdote, y si ve que la tina cha de lepra, sea vestido de lana, sea
se imponen al enfermo están llenas ele práctico valor higiénico, y por otra parte tendían a inculcar
horror al espantable mal, figura del pecado. II LA PIEL DE SU CARNE: la parte lampiña de la piel, a
diferencia
3
del cuero cabelludo.
1
SE HA VUELTO BLANCO: trátase de la llamada lepra blanca (primer caso de lepra). 24
QUEMADURA DE FUEGO: es la quinta especie de lepra, efecto de quemadura.
° TUMOR BLANCO : es el segundo caso o especie de lepra, cuando, ya avanzada, no sólo ha ata- 29
cado2 la epidermis, sino los tejidos más profundos. LLAGA EN LA CABEZA: sexta especie (tina).
38
i18 CUBIERTO LA PIEL: tercera, especie de lepra, más benigna y de curación fácil, MANCHAS BLANCAS: erupción cutánea no contagiosa.
46
UIOBRA: O inflamación purulenta, es la cuarta especie de lepra. DEL CAMPAMENTO: mientras los israelitas caminaran a través del desierto. Asentados ya en
Palestina, fuera de poblado. Sin embargo, que los leprosos convivían también con sus conciudadanos
lo prueban^ Re 7,3-4, y Le 17,12-13.
íS LEVÍTICO 1 4 1*-*T 15?
156 LEVÍTICO 1 3 *•—14
victima ofrecida por ei delito es para ei quierda, siete aspersiones ante Yahveh.
de ] ¡ n o ; * 4 S o en tela tejida o de p u n t o lo encerrará por segunda vez otros siete sacerdote; es cosa santísima. 1 4 Luego el 2» Luego el sacerdote aplicará parte del
de lino o lana, o en una piel, o en cual- días. 55 C u a n d o el sacerdote examine la sacerdote t o m a r á sangre del sacrificio p o r aceite que hay en su palma sobre el
quier objeto de cuero, * 4 9 si la m a n c h a mancha después de haber sido lavada, si el delito y lo p o n d r á sobre el lóbulo de lóbulo de la oreja izquierda de quien
en el vestido, o la piel, o tela tejida o observa que no ha cambiado su aspecto la oreja derecha de quien se purifica, se purifica, sobre el pulgar de su m a ñ o
de p u n t o , o cualquier objeto de cuero ni tampoco se ha extendido, [el objeto] sobre el pulgar de su m a n o diestra y diestra y sobre el dedo gordo de su pie
es verduzca o rojiza, trátase de lepra y es impuro, lo quemarás en el fuego; hay sobre el dedo gordo de su pie derecho. * derecho, encima del lugar [untado con]
deberá ser mostrada al sacerdote. 5 0 El corrosión en su envés o su derecho. 15
Asimismo cogerá el sacerdote del log la sangre del sacrificio p o r el delito.
sacerdote examinará la mancha y tendrá -só M a s si el sacerdote lo examina y ve de aceite y, vertiéndolo sobre su palma 29
El resto del aceite que queda sobre
encerrado siete días el objeto afectado. que la mancha ha t o m a d o color pálido izquierda, 1(í el sacerdote mojará su dedo la palma del sacerdote lo verterá en la
51
Al séptimo examinará [de nuevo] la después de ser lavada, la rasgará del derecho en el aceite que hay sobre su cabeza de quien se purifica, p a r a ofrecer
m a n c h a ; si ésta se ha extendido p o r el vestido, la piel, la tela tejida o de punto. palma izquierda, y con su d e d o h a r á reparación p o r él ante Yahveh. 30 Luego
57
vestido, la tela tejida o de punto o la M a s si reapareciera de nuevo en el siete aspersiones de aceite delante de Yah- ofrecerá una de las tórtolas o de los pi-
piel, cualquiera que sea el empleo a que vestido, la tela tejida o de p u n t o , o cual- veh. 17 Del resto del aceite que hay so-
el cuero se destine, la mancha es lepra quier objeto de piel, es una recrudescen- bre su palma, el sacerdote aplicará u n a
maligna; [el objeto] es impuro. 5 2 Se que-
mará el vestido, la tela tejida o de pun-
cia; quemarás en el fuego el objeto en
que hubiere aparecido la mancha. 58 p o r
parte sobre el lóbulo de la oreja de quien
se purifica, el pulgar de su m a n o diestra 1
to, sea de lana o de lino, o cualquier el contrario, el vestido, la tela tejida o y el dedo gordo de su pie derecho, por
objeto de piel en donde se encuentre de punto o cualquier objeto de piel que encima de la sangre del sacrificio de re-
mancha, p o r q u e es lepra peligrosa; en el hayas lavado y de que haya desaparecido paración. ' 8 E 1 aceite restante de encima
fuego se quemará, 53 si el sacerdote la la mancha, será lavado segunda vez y de la palma del sacerdote lo derramará
examina y observa que la mancha no quedará puro. 59 Tal es la ley de la m a n - Nobre la cabeza de quien se purifica, y
se h a extendido p o r el vestido, la tela cha de lepra en vestido de lana o lino, o el sacerdote ofrecerá expiación por él
nnle Ynlivch. ' ' ' A continuación, el sacer-
tejida o de p u n t o o cualquier objeto de
piel, ~4 el sacerdote dará orden de que
laven el objeto en que está la mancha, y
tela tejida o de p u n t o , o cualquier objeto
de piel p a r a declararlo puro o impuro». dote ofrecerá el sacrificio por el pecado
y hará expiación por quien se purifica,
4
por su impureza; finalmente, inmolará
el holocausto. 2 0 El sacerdote ofrecerá
esle holocausto y la oblación en el altar
Purificación del leproso. Lepra de las casas y hará expiación p o r él, y será p u r o .
21 Fragmento del Levitico en escritura hebrea anti-
l Y Yahveh habló a Moisés, di- después podrá entrar ya en el c a m p a m e n t o , Si es pobre y carece de medios to- gua (s.IV a. C.?}, hallado en una de las cuevas
H ciendo: 2 « E s t a será la ley impues- pero ha de permanecer siete días fuera
de' su tienda. 9 Al séptimo se rapará [de
mará un solo cordero p a r a el sacrificio
de reparación para la tenufá, a fin de
del mar Muerto
ta al leproso c u a n d o haya de purificarse:
será llevado al sacerdote, 3 y el sacerdote nuevo] t o d o el pelo: su cabeza, su bar- ofrecer el rito expiatorio por él; y una
saldrá fuera del campamento, lo exami- ba, sus cejas; t o d o su pelo cortará. Des- décima |dc c/i/| de llor de harina ama- chones de que haya conseguido proveer-
n a r á y, si está curada la llaga de la le- pués lavará sus vestidos, b a ñ a r á su cuer- nada con uceile, para la oblación, y un se: " el uno en sacrificio p o r el pecado
po en el agua y será puro. 10 Al octavo IÍ>K de aceite, 2 2 y asimismo dos tórtolas y el otro en holocausto, además de la
pra, 4 el sacerdote ordenará se tomen para
día cogerá dos corderos sin defecto y u n a o dos pichones, según sus posibilidades, oblación, y el sacerdote celebrará el rito
el que ha de purificarse dos pájaros pu- de los cuales será el uno p a r a el sacri-
ros vivos, madera de cedro, púrpura es- cordera añal sin tacha, tres décimos [de expiatorio por quien se purifica delante
carlata y un hisopo. * 5 Luego m a n d a r á efá] de flor de harina a m a s a d a con aceite, ficio por el pecado y el otro p a r a el de Yahveh. 3 2 Tal es la ley de aquel que
como oblación, y un log de aceite. * n El holocausto. 2 3 Al octavo día llevará tales tiene llaga de lepra y n o le alcanzan los
el sacerdote degollar u n o de los pájaros cosas al sacerdote p a r a su purificación,
sacerdote purificador colocará al h o m - medios para su purificación [normal]».
encima de una vasija de loza con agua a la puerta de la tienda de reunión, 33
Yahveh habló a Moisés y a A a r ó n ,
viva. * 6 A continuación cogerá el pájaro bre que se purifica, junto con tales ofren-
das, delante de Yahveh, a la entrada de ante Yahveh. 2 4 El sacerdote t o m a r á el diciendo: 3 4 « C u a n d o hayáis llegado a la
vivo y la m a d e r a de cedro, la p ú r p u r a cordero del sacrificio de reparación y el
la tienda de reunión. 1 2 Luego t o m a r á tierra de C a n a á n que os he de dar en
escarlata y el hisopo y los mojará, junto log de aceite y los mecerá el sacerdote posesión y ponga yo llaga de lepra en
el sacerdote u n o de los corderos y lo
con el pájaro vivo, en la sangre del ave- ofrecerá en sacrificio por el delito, junto con el balanceo de la tenufá, delante de alguna casa del país que poseeréis, * 3 5 el
cilla degollada encima del agua viva.
7 con el log de aceite, y lo mecerá c o m o Yahveh. 2 5 Después degollará el cordero propietario de la casa irá a dar aviso
Rociará luego siete veces a quien ha tenufá ante Yahveh. 13 A continuación del sacrificio p o r el delito y cogerá el al sacerdote, diciendo: «He advertido en
de purificarse de la lepra, y así lo puri- degollará el cordero en el sitio donde se sacerdote sangre de esta víctima y la mi casa como u n a afección». 3« El sacer-
ficará, soltando luego el pájaro vivo por inmola el sacrificio p o r el pecado y el p o n d r á sobre el lóbulo de la oreja dere- dote, antes de ir él mismo a examinarla,
el c a m p o . * 8 El que se purifica lavará holocausto, en el santuario; pues, al igual cha de quien se purifica, sobre el pulgar ordenará que desocupen el edificio, p a r a
sus vestidos, se r a p a r á t o d o el pelo y se que en el sacrificio p o r el pecado, la de su m a n o diestra y sobre el dedo gordo que n o se contamine t o d o lo que h a y
b a ñ a r á en agua, y quedará de nuevo p u r o ; de su pie derecho. 2 6 Entonces el sacer- en la casa; después el sacerdote entrará
dote verterá del aceite sobre su palma a examinar la casa. 3 7 Si al examinar la
47
MANCHA: lit. erupción de lepra: no parecen ser sino manchas producidas por la humedad y izquierda, 2 7 y con su dedo derecho hará, plaga observa en las paredes de la casa
falta4 8de aire, que van extendiéndose poco a poco por el tejido, royéndole. del aceite que hay sobre su palma iz- la m a n c h a a m o d o de cavidades verduz-
TELA TEJIDA O DE PUNTO: O bien la trama o estambre de tela de lino o lana.
4
1 ^M PUROS: e. d-, que la ley permite comer. II PÚRPURA ESCARLATA: al parecer, hilo o cinta de
ese color para ligar el hisopo al palito de cedro, y simbolizaba la sangre renovada. || HISOPO: 14
LA PONDRÁ: estas unciones y aspersiones, que coinciden con las de la consagración de Aarón
para asperjar y simbólico también por sus propiedades purgativas. y sus hijos (8,23), venían como a conferir a la persona que se purifica la calidad de miembro de la
5
AGUA VIVA : o corriente, procedente de manantial y no de cisterna. comunidad religiosa.
7 34
SOLTANDO LUEGO EL PÁJARO : en el pájaro puesto en libertad puede verse una figura del aleja- EN ALGUNA CASA: la lepra de éstas parece cosa análoga a la de los vestidos: un deterioro pro-
miento o desaparición de la lepra, de la plena libertad civil readquirida, en consecuencia, por el le- ducido por causa externa, como la humedad (salitre, moho...), por ejemplo. Se la representa como
proso. El rito es, pues, estrictamente eliminatorio. castigo de Dios, aunque no sea preciso ver en ella ei resultado de su acción inmediata.
10 LOG: medida de líquidos equivalente a medio litro aproximadamente.
17 10
LEVÍTÍCO 1 5 —16 í&a
18S LEVÍTÍCO 1 4 8 8 — 1 5 l a _ ;
bañará en agua t o d o su cuerpo y per- menstruación o p a s a d o su período, se
cas o rojizas y el aspecto de las mismas el que durmiere en la casa habrá de lavar manecerá impuro hasta la tarde. 17 Y toda equipararán todos los días de ese flujo a
es de profundizar en la pared, 3 8 el sacer- sus vestidos, y asimismo habrá de la- ropa o piel sobre la cual cayere polución los días del flujo mensual; permanecerá
dote entonces saldrá del edificio • a la varlos el que comiere dentro del edificio. será lavada con agua y quedará impura impura. 2 6 T o d o lecho sobre el que se
48
puerta de la casa y clausurará ésta p o r En cambio, si llegare el sacerdote y, hasta la tarde. acueste durante el tiempo de su flujo
siete días. 3 9 Al séptimo volverá el sacer- examinando, viere que la mancha no se 18 equivaldrá para ella al lecho durante su
dote* y si al examinar ve que la mancha C u a n d o u n a mujer hubiere yacido
ha extendido por la casa después de h a - con un h o m b r e y se produjere polución,período, y cualquier objeto sobre el que
se h a extendido por las paredes de la ber sido ésta revocada, el sacerdote de- se siente será i m p u r o como c u a n d o se
casa, 4t> el sacerdote m a n d a r á que arran- se b a ñ a r á n [ambos] en agua y serán im-
clarará pura la casa, pues la plaga ha puros hasta la tarde. >9 C u a n d o una mu-
trata de la impureza de su menstruación.
quen las piedras en que aparece la man- desaparecido. 4 9 Para purificar la casa jer tenga flujo, si se trata del [natural]
27
Cualquiera que los toque será impuro
cha y las arrojen fuera de la ciudad^ en tomará dos pájaros, madera de cedro, y habrá de lavar sus vestidos, se bañará
lugar impuro. 4 I Después hará raspar la flujo de sangre en sus partes, permanece-
púrpura escarlata e hisopo. 50 Degollará rá siete días en su impureza legal, 2 0 y en agua y quedará i m p u r o hasta la tarde.
casa por dentro todo alrededor ¡de la uno de los pájaros sobre una vasija de cualquiera que la toque será i m p u r o 28
Si ella sanare de su flujo, contará
mancha], y arrojarán el polvo así ras- barro llena de agua viva. S1 T o m a r á lue- hasta la tarde. 212o T o d o aquello sobre
pado " fuera de Ja ciudad a lugar impuro. go la madera de cedro, el hisopo, la siete días [desde su curación] y luego que-
42
Y cogerán otras piedras y las pondrán que se acueste durante su período de dará pura. 2 9 Al octavo cogerá dos t ó r t o -
púrpura escarlata y el pájaro vivo y los impureza será impuro, y t o d o aquello
en sustitución de las primeras, tomando, mojará en la sangre del pájaro degollado las o dos pichones y los llevará al sacerdo-
asimismo, otro mortero p a r a revocar la encima de lo cual se siente, i m p u r o será.
te, a la entrada de la tienda de reunión.
y en el agua viva y rociará la casa siete 22
2i Cualquiera que toque el lecho de ella
casa. veces. 5 2 Purificará así la casa mediante 30 Con el u n o celebrará el sacerdote u n
so ludirá de lavar los vestidos, se b a ñ a r á
sacrificio p o r el pecado y con el o t r o u n
43 la sangre del pájaro, y el agua corriente en agua y permanecerá i m p u r o hasta la
Si la m a n c h a volviere a salir en la y con el pájaro vivo, la madera de cedro, holocausto, y ofrecerá el sacerdote expia-
casa después de arrancadas las piedras larde. 2, 22 T o d o el que toque u n muebleción por ella ante Yahveh en razón del
el hisopo y la p ú r p u r a escarlata. 53 Lue- cualquiera sobre el cual ella se siente
y tras haber raspado la casa y haberla go soltará el pájaro vivo fuera de la flujo que la hacía impura. 3 1 Así, pues,
revocado, 4 4 irá ei sacerdote y Ja exami- ciudad por el campo. Así h a r á expiación
deberá lavar sus vestidos, se bañará en advertiréis se guarden » los hijos de Israel
nará, y si ve que la mancha se ha exten- itutm y quedará impuro hasta la larde. de su impureza, no sea que mueran en
por la casa, y será pura. \"\ Y KI el tocare aljj.o |que se enaiciilrel
dido p o r la casa, trátase de lepra maligna ella al contaminar m i tabernáculo, que
en la casa; ésta es impura. 4 5 Entonces 54
Esta es la ley p a r a t o d a suerte de encima del lecho o del mueble sobre está en medio de ellos.
se demolerán la casa, sus piedras y su plagas de lepra, p a r a la tina, 5 5 para la que ella se sentó será impuro hasta la 32
maderamen y todo el revoco de la casa, lepra del vestido y de la casa 5o y p a r a Tal es la ley de quien padece gono-
t a r d e 1 . 2 4 S i un h o m b r e yace con ella,
y lo sacarán fuera de la ciudad a lugar las costras, la erupción y las m a n c h a s la impureza de ésta recaerá sobre él du- rrea, tiene polución que le haga impuro,
impuro. 4ft Quien penetrare en la casa b l a n c a s ; 5 7 para enseñar c u á n d o u n a cosa rante siete días, y t o d a cama sobre la 33 de la impura en su menstruación, del
cualquiera de los días por que se la es impura o c u á n d o es pura. Tal es la que él se acueste será impura. que padece flujo, ya h o m b r e , ya mujer, y
clausuró, será impuro hasta la tarde. 4 7 Y ley tocante a la lepra». del varón que cohabita con mujer in-
25
C u a n d o u n a mujer tenga flujo de m u n d a » .
sangre muchos días sin ser tiempo de su

Impurezas sexuales
1 C ' Y habló Yahveh a Moisés y a quien padece flujo será impuro. 1° Quien La fiesta de la expiación
* * * A a r ó n , diciendo: 2 «Hablad a los toque cualquier cosa que haya estado
hijos de Israel y decidles: T o d o h o m b r e debajo de él será inmundo- hasta la tar- < C ' Ynlivcli habló a Moisés después que se revestirá' después de haber b a ñ a d o
que padezca gonorrea en su miembro es de, y el que la transporte h a b r á de lavar * ™ de la muerte de los dos hijos de en agua su cuerpo. s D e la asamblea de
p o r tal flujo impuro. 3 Estos son los ca- sus vestidos, se b a ñ a r á en agua y perma- Aiiróii, que c u a n d o se presentaron ante los hijos de Israel recibirá dos machos
sos en que su flujo produce impureza: necerá i m p u r o basta la tarde. n T o d o Yiihveh hubieron de morir. 2 Dijo, pues, cabríos en sacrificio por el pecado y u n
ya deje m a n a r su miembro el flujo, ya aquel a quien tocare el que padece flujo Yahveh a Moisés: «Di a tu rtermano carnero para holocausto. 6 A a r ó n ofre-
su m i e m b r o retenga el flujo, su impureza sin haberse lavado las m a n o s en agua, Aarón que no entre nunca en el santuario, cerá el novillo que le corresponde en sa-
tendrá lugar. * 4 T o d o lecho sobre el cual lavará sus vestidos, se b a ñ a r á en agua en la parte interior del velo, delante del crificio por el pecado, a fin de celebrar el
se acueste quien padezca de ello será y quedará i m p u r o hasta la tarde. 1 2 La propiciatorio que está sobre el arca, p a r a rito expiatorio por sí y p o r su casa. 7 C o -
i m p u r o , y todo mueble encima del cual vasija de barro que t o q u e el que padece que no muera, pues yo m e aparezco en gerá después los dos machos cabríos y
se siente, i m p u r o quedará. 5 Quien tocare flujo se quebrará, y toda vasija de m a - una nube encima del propiciatorio. * 3 Con los colocará delante de Yahveh, a la en-
su lecho habrá de lavar sus vestidos, se dera será lavada en el agua. 13 C u a n d o estos requisitos penetrará A a r ó n en el san- trada de la tienda de reunión. 8 Y A a r ó n
bañará en agua y será impuro hasta la el que padece flujo sane de su gonorrea, tuario : se proveerá de u n novillo p a r a sa- echará suertes sobre los dos machos ca-
tarde. G Quien se siente sobre el mueble contará siete dias para su purificación. crificio p o r el pecado y un carnero como bríos: u n a suerte p a r a Yahveh y la otra
d o n d e se haya sentado el que padece Luego lavará sus vestidos, bañará su holocausto. 4 Se revestirá de una túnica para Azazel. * 9 Luego A a r ó n ofrecerá el
flujo, deberá lavar sus vestidos, se bañará cuerpo en agua corriente y será puro. sagrada de lino, llevará sobre su carne macho cabrío que haya tocado en suerte
en agua y permanecerá impuro hasta la 14
Al octavo día cogerá dos tórtolas o zaragüelles de lino, se ceñirá un cinturón a Yahveh y celebrará con él un sacrificio
tarde. 7 El que tocare el cuerpo de quien dos pichones e irá ante Yahveh, a la de lino y con u n a tiara de lino se envolverá por el pecado. 10 En cambio, el macho
padece flujo habrá de lavar sus vestidos, entrada de la tienda de reunión, y los [la cabeza]; son vestiduras sagradas de cabrío que p o r suerte hubiese salido a
se bañará en agua y quedará i m p u r o entregará al sacerdote. 1 5 El sacerdote cele-
hasta la tarde. s Si el que padece flujo brará con el tino sacrificio p o r el pecado •f fi 2 LA PARTE INTERIOR DEL VELO: e. d., el Santísimo, que estaba detrás del segundo velo y
escupe sobre u n h o m b r e puro, éste habrá y con el otro u n holocausto, y ofrecerá ' ^ donde se hallaba el arca. Sólo el sumo sacerdote podía penetrar allí una vez en el año y tras
de lavar sus vestidos, se bañará en agua asi expiación ante Yahveh por el enfermo solemnes
8
requisitos, que el v.3 señala. Cf. Heb Q,6-i2.
y permanecerá impuro hasta la tarde. a causa de su flujo. AZAZEL: discútese qué indique propiamente este vocablo. Para muchos representaría un ser
9
T o d o aparejo sobre el cual cabalgue hostil a Yahveh y morador del desierto: mas las antiguas versiones ven en él más bien un término
16
C u a n d o u n h o m b r e tuviere polución calificativo deí animal mismo por su papel de «alejar» el pecado o de «ser alejado». Otros juzgan es
un nombre abstracto: desaparición total, etc., o bien, el mal. Desde luego, el rito a que se refieren los
3 versículos sobre Azazel significa que los pecados del pueblo son exterminados y cancelados W
RETENGA EL FLUJO: algunos c. SamG prosiguen «impuro es todo el tiempo que durare absoluto,
el flujo de su miembro o la obstrucción del mismo».
M 5
160 LEVÍTICO ÍS11"38 LEVÍTICO 16 —18 161

Azazel lo colocará vivo delante de Yah- m a n o s sobre la cabeza de éste y confesará tos, de la tienda de reunión y del altar; celebrar expiación p o r todos los pecados
veh, p a r a celebrar el rito expiatorio sobre sobre él todas las iniquidades y transgre- y por los sacerdotes y p o r toda la gente de los hijos de Israel una vez al año».
él, enviándolo seguidamente al desierto. siones de los hijos de Israel en toda suerte de la comunidad hará la expiación. 34 g s t o E hizose tal como Yahveh ordenara a
11 Ofrecerá, pues, A a r ó n su novillo co- de pecados, las depositará sobre la cabe- lo tendréis c o m o estatuto perpetuo p a r a Moisés.
rrespondiente del sacrificio por el pecado, za del macho cabrío y lo enviará al de-
a fin de hacer expiación por sí y por su sierto, mediante un h o m b r e preparado
casa, y degollará su novillo del sacrificio para el caso. * 2 2 El macho cabrío llevará L u g a r d e sacrificio y empleo de la s a n g r e
p o r el pecado, l 2 Luego t o m a r á de enci- sobre sí hacia tierra desierta todas las ini-
ma del altar que está ante Yahveh u n pe-
betero lleno de brasas y sus dos puños
llenos de sahumerios aromáticos en pol-
quidades de ellos, y se le dejará libre en
el desierto. *
23 Después entrará Aarón en la tienda
n i Yahveh habió a Moisés, dicien-
do : 2 «Habla a A a r ó n , a sus hijos
y a todos los israelitas, y diles: Esto ha
ese h o m b r e será extirpado de su pueblo. *
1° Asimismo, cualquier varón de la casa
de Israel o de los forasteros, m o r a d o r en-
vo, que meterá en el interior del velo. de reunión, se despojará de las vestiduras ordenado Yahveh, en los siguientes tér- tre ellos, que comiere cualquier clase de
1 3 Depositará el perfume sobre el fuego, de lino de que se había revestido al pe- m i n o s : 3 Cualquier sujeto de la casa de sangre, volvené mi rostro contra el tal que
delante de Yahveh, para que la n u b e de netrar en el santuario y las dejará allí. Israel, si desea degollar res vacuna, cor- haya comido sangre y le exterminaré de
incienso envuelva el propiciatorio que está
24
Lavará su cuerpo con agua en lugar dero o cabra en el campamento, o pre- en medio de su pueblo. * u Porque el
encima del testimonio y él no muera. * santo, se p o n d r á sus vestiduras y, salien- tende degollarlo fuera del mismo, 4 y no principio vital del cuerpo está en la san-
do, celebrará su holocausto y el holo- lo lleva a la entrada de la tienda de re- gre, y yo os la he concedido sobre el
1 4 T o m a r á entonces sangre del novillo, y
causto del pueblo, y hará el rito expiato- unión para presentarlo como ofrenda a altar a fin de celebrar la expiación por
con su dedo rociará la superficie del pro-
rio por sí mismo y por el pueblo. 2 5 H a r á Yiilivuli ante su tabernáculo, será culpa- vuestras personas, pues la sangre opera
piciatorio, hacia oriente; y delante del
arder en el altar la grasa del sacrificio ble de sangre tal h o m b r e ; ha derramado la expiación en virtud de la vida que en-
propiciatorio h a r á siete aspersiones de esta
por el pecado. 2 6 Respecto al que condujo sangre y ese hombre será exterminado de traña. 12 Por eso he dicho a los hijos de
sangre con su dedo. 1 5 Después degollará
el macho cabrío a Azazel, lavará sus ves- en medio de su pueblo. * 5 Es a fin de que Israel: Nadie de entre vosotros comerá
el macho cabrío del sacrificio p o r el pe-
tidos, bañará su cuerpo en agua y después los lujos di* Israel tr:iig:m las víctimas que sangre, ni tampoco el forastero que m o r a
cado del pueblo y llevará su sangre a la
entrará en el c a m p a m e n t o . 2 7 El novillo MK'lrn decollar en el c a m p o y las presenten en medio de vosotros la ha de comer.
parte interior del velo, haciendo con esta 11
del sacrificio p o r el pecado y el m a c h o nnrii Yiilivrli «I tui'criliHC 11 la cnlrmlu de l o d o hombre, así de los hijos de Israel
sangre como hizo con la sangre del no-
cabrío del sacrificio por el pecado, cuya tu tienda de reunión y sean inmoladas en como de los inmigrantes que moran entre
villo: la rociará sobre el propiciatorio y
sangre fue introducida para celebrar la honor 11 Yahveh como sacrificio pacílico. vosotros, que cazare pieza de pelo o plu-
delante del mismo.
expiación en el santuario, serán sacados " I'I sacerdote rociará la sangre sobre el ma de que e••lícito comer, derramará su
16 D e esta suerte purificará al santuario fuera del c a m p a m e n t o y q u e m a r á n en el nltar de Yahveh, a la entrada de la tienda sangre y la c j b r i r á con tierra, * 14 p o r q u e
de las impurezas de los hijos de Israel y fuego su piel, su carne y sus excremen- de reunión, y hará arder la grasa en'olor el principio vital de toda criatura es su
sus transgresiones en toda suerte de pe- tos; 2 8 quien los queme lavará sus ves- agradable a Yahveh. i Por tanto, no ofre- s a n g r e " ; por eso digo a los hijos de Is-
cados. Lo mismo procederá respecto a la tidos y b a ñ a r á su cuerpo en agua, tras cerán nunca más sus sacrificios a los sá- rael: N o comeréis la sangre de ningún
tienda de reunión, que mora con ellos en de lo cual entrará en el campamento. tiros, con los cuales se prostituyen; ésta ser, pues la vida de toda carne es su san-
medio de sus ¡mpurc/.ns. * 17 Nadie esta- será ley perpetua para ellos [los israelitas] gre; quien la comiere será exterminado.
rá en la tienda de reunión cuando él en- 2
9 Esto será para vosotros estatuto per- en sus diversas fjeneracíones. * '5 Toda persona que coma bestia muer-
tre a celebrar el rito expiatorio en el san- petuo : en el mes séptimo, el diez del mes, ta o despedazada por fiera, sea indígena
tuario y hasta que él salga y haya hecho mortificaréis vuestras personas y no ha- " Asimismo les dirás: Cualquier indivi- o extranjero, lavará sus vestidos, se ba-
la expiación por sí, su casa y toda la asam- réis ningún trabajo, tanto el indígena co- duo di* I11 cusa de Israel o forastero 1110- ñará en agua y será impuro hasta la tar-
blea de Israel. 18 Luego saldrá hacia el m o el extranjero que m o r a accidentalmen- indoi en medio de vosotros que ofrezca un de; luego será puro. lt> Si no los lava ni
altar que está ante Yahveh y celebrará te entre vosotros; * 30 porque en ese día holocausto o un sacrificio pacifico, 9 y no baña su cuerpo, cargará con su iniquidad».
por él el rito expiatorio; y tomará sangre se hará la expiación p o r vosotros a fin lo Inilu» a lu entrada de la tienda de re-
del novillo y sangre del m a c h o cabrío y de purificaros; de todos vuestros pecados unión pura ofrecerlo en h o n o r de Yahveh,
la aplicará sobre los cuernos del altar todo seréis limpios delante de Yahveh. 31 D í a
alrededor. 19 Con su dedo rociará siete de reposo solemne será p a r a vosotros y
veces de la sangre sobre el mismo, y de mortificaréis vuestras personas. Es ley per- Leyes sobre el matrimonio y la castidad
esta suerte la purificará y santificará de petua. 3 2 Realizará la expiación el sacer-
las impurezas de los hijos de Israel. dote que haya sido ungido y hubiera sido •I Q ' Yahveh h a b l ó a Moisés, dicien- país de C a n a á n , adonde os llevo, habéis
20
C u a n d o haya acabado de celebrar el consagrado como sacerdote en vez de su *• O d o : 2 «Habla a los hijos de Israel de hacer; ni conforme a sus leyes proce-
rito expiatorio del santuario, de la tienda padre, y se revestirá de las vestiduras de y diles: Y o soy Yahveh, vuestro Dios. deréis. 4 Practicaréis mis decretos y o b -
de reunión y del aliar, acercará el m a c h o lino, las vestiduras sagradas. * 33 Celebra- 3 N o obraréis según práctica de Egipto, servaréis mis leyes, caminando por ellas.
cabrío vivo, 2J Aarón impondrá sus dos rá el rito expiatorio del Santo de los San- donde morasteis, ni conforme al uso del Y o soy Yahveh, vuestro Dios. 5 G u a r d a -
•t 'J 4 A L A ENTRADA : a fin de prevenir el peligro de idolatría y como confiriendo carácter sagrado
' * al degüello de todo animal apto para el sacrificio (Lev 1,3-6), manda el Señor que antes de
13
No MUERA: ya por su osadía y falta de respeto al ver el propiciatorio del arca, donde residía decollar las víctimas sean ofrecidas a Dios a la puerta del tabernáculo, cosa que sólo en el desierto
Yahveh; ya por efecto de su majestad sublime. podía hacerse y abrogó Moisés poco antes de entrar en la tierra de promisión, como se ve en 12,6-7,
16 11-12 y 20-22 del Dt.
EL SANTUARIO-.. LA TIENDA DE REUNIÓN: aquí indícase por aquel nombre el Santísimo, y por
el segundo, el espacio comprendido entre los dos velos. Así, pues, los dos juntos indican todo el 1 SÁTIROS: H seirim 'peludos, chivos'; eran ordinariamente en la imaginación popular demonios
tabernáculo, que quedaba enteramente expiado. en forma
9
de machos cabríos, moradores del desierto.
21 SOBRE LA CABEZA: el rito de poner las manos sobre la cabeza del animal se observaba en la LA ENTRADA DE LA TIENDA DE REUNIÓN: señálase un único templo y un único altar, innovación
mayor parte de los sacrificios. Aquí el simbolismo era más solemne, ya que al referido ademán uníase importante que Dt 12.5-14 refrendará.
la confesión pública de los pecados del pueblo, que eran así transmitidos a la víctima expiatoria. 10 as. COMIERE SANGRE: como elemento y símbolo de la vida en el animal, resérvase para ser
22 ofrecida a Dios en sustitución de la vida humana. Sirve así de expiación que aplaca la cólera divina
TIERRA DESIERTA: de donde más no volviese, como simbolizando el olvido absoluto de los
pecados expiados. En la época del segundo templo, el macho cabrío era precipitado desde un ro- por los pecados del hombre y de rescate de la vida de éste ante Yahveh. Cf. Ex 12,7-24.
13
quedal y desaparecía despedazado. DERRAMARÁ SU SANGRE : nueva prescripción de respeto a la sangre de todo animal comestible
29
MORTIFICARÉIS: mediante ayuno severo. y que no puede ofrecerse en sacrificio: ha de esparcirse por el suelo y cubrirse con tierra. Era un
' 2 SACERDOTE: e. d-, sumo sacerdote sucesor de Aarón y de los pontífices siguientes freno más a los crueles instintos primitivos.
Kover-Canti>ra e
LEVÍTICO 1 9 a"a* 163
162 LEVÍTICO 18 6 — 1 9 5

20
Yahveh, inmoladlo de m o d o que os gran- Si un h o m b r e yace con u n a mujer,
réis, pues, mis leyes y mis decretos, y, cubriendo su desnudez además de la de
guardándolos, vivirá aquel que los prac- ella, mientras viva. * jeéis su favor. 6 El día en que lo sacri- teniendo comercio con ella, y ésta es u n a
i g N o te llegarás a u n a mujer durante fiquéis, o al siguiente, será c o m i d o ; lo que esclava desflorada ya por otro y que no
tique. Y o soy Yahveh.
quede hasta el tercer día será q u e m a d o en ha sido ni rescatada ni manumitida, ha-
6 N i n g u n o de vosotros deberá acercar- su impureza para descubrir su desnudez. el fuego. ^ Pues si se comiere algo al tercer brá castigo, m a s no serán muertos, por-
se a cualquiera de sus parientes consan- 20 N o cohabitarás con la mujer de tu
día, sería cosa h e d i o n d a ; n o sería acepto que ella no era libre. 21 Por su delito trae-
guíneas para descubrir su desnudez. Y o , prójimo; te contaminarlas con ella. [el sacrificio]. 8 Y quien lo comiere car- rá él a Yahveh, a la entrada de la tienda
Yahveh. * 21 N o darás ninguno de tus descendien- gará con su iniquidad, p o r q u e h a b r á pro- de reunión, u n carnero en sacrificio repa-
i N o descubrirás la desnudez de tu pa- tes p a r a que sea ofrendado a Moloc, pues fanado una cosa a Yahveh consagrada, y rador.
22
El sacerdote celebrará p o r el pe-
dre ni la de tu madre"; es tu m a d r e , no no has de profanar el n o m b r e de tu Dios. tal persona será extirpada de su pueblo. cado cometido rito expiatorio ante Y a h -
descubrirás su desnudez. Yo, Y a h v e h . *
8
N o descubrirás la desnudez de la mu- 22 N o yacerás con varón como se coha-
9
C u a n d o recojáis la cosecha de vues- veh mediante el carnero del sacrificio ex-
jer de tu p a d r e ; es la desnudez de tu bita con mujer; es cosa execrable. 23 N 0 tro país, n o llevarás la siega hasta el bor- piatorio ; de esta suerte será p e r d o n a d o el
tendrás comercio carnal con ninguna bes- de extremo de tu c a m p o , ni espigarás tu pecado que cometió.
padre, 23
9 cosecha. * 10 T a m p o c o tu viña racimarás C u a n d o hayáis entrado en la tierra
La desnudez de tu h e r m a n a , hija de tia, p a r a contaminarte con ella; ni la mu- ni recogerás los granos de tu viña caídos; [prometida] y hayáis plantado toda clase
tu padre o hija de lu madre, nacida en jer se prestará a copularse con u n a bestia; déjalos para el pobre y el forastero. Y o , de árboles frutales, consideraréis sus fru-
casa o nacida fuera, no descubrirás.* es una infamia. Ynlivch, vuestro Dios. tos como incircuncisos; tres años serán
24
!0 La desnudez de la hija de tu hijo o N o os ensuciéis con ninguna de estas
de la hija de tu hija no descubrirás, por- cosas, pues con todas ellas se h a n m a n -
11
No hurtaréis, ni mentiréis, ni os en- p a r a vosotros por incircuncisos y n o se
gaitaréis unos a otros. comerán. * 24 Ál cuarto a ñ o , todos sus
que son desnudez tuya. * chado los pueblos que voy a arrojar de
"• No juraréis por mi n o m b r e en falso, frutos2 5 serán consagrados en loor de Y a h -
n L a desnudez de la hija de la mujer delante de vosotros. 25 El pais se ha con-
núes profanarías el n o m b r e de tu Dios. veh. Al quinto a ñ o comeréis ya sus fru-
de tu padre, nacida de tu padre, que es taminado y he decidido castigar su ini- Yo. Yiilivch. * tos, a u m e n t a n d o así con ellos vuestras
tu hermana, no descubrirás. quidad, de suerte que el país ha vomitado 11
No explotarás a tu prójimo ni le dcs- cosechas. Y o , Yahveh, vuestro Dios.
12 N o descubrirás la desnudez de la her- a sus habitantes. 26 G u a r d a d , pues, vos- |io|utrti; el 111 lililí 1 del |iimnlci'o lio lo has 2,1 No comeréis n a d a con sangre, ni
m a n a de tu p a d r e ; es carne de tu padre. otros mis leyes y mis decretos y no come- di' retener en lu poder linsln la mañana practicaréis adivinación, ni haréis sorti-
13 N o descubrirás la desnudez de la her- táis ninguna de esas abominaciones, ni siguiente. legios. *
m a n a de tu m a d r e ; es carne de tu madre. el indígena ni el extranjero que m o r a entre 14 27
N o raparéis en círculo el extremo late-
14 No insultarás al sordo, ni ante el cie-
N o descubrirás la desnudez del her- vosotros. 27 pues todas esas abominacio- no colocarás tropiezo, sino que has de te- ral de vuestra cabeza ni rasurarás el extre-
m a n o de tu p a d r e ; no te acercarás a su nes hanlas cometido las gentes que te han iiii'r 11 tu Dios. Yo, Yahveh. m o lateral de tu b a r b a . *
mujer; es tía tuya. precedido en el país, y se h a m a n c h a d o 28
i 1 No cometerás injusticia en juicio, ni N o haréis incisión en vuestra carne
15
N o descubrirás la desnudez de tu la tierra. 2 8 N o os vaya a vomitar el país, favorecerás (indebidamente] al pobre, ni a causa de u n m u e r t o , ni os haréis tatua-
n u e r a ; es la mujer de tu hijo; no descu- si lo mancháis, c o m o h a vomitado al pue- le pondrás de parte del p o d e r o s o ; con je. Y o , Yahveh.
brirás su desnudez. blo que había antes de v o s o t r o s ; 2 9 porque liiMkhi luis de juzgar n tu prójimo. 29
N o deshonrarás a tu hija, prostitu-
16
N o descubrirás la desnudez de la mu- cualquiera que cometa alguna de tales 1,1
No linduras difamando por entre tus yéndola, a fin de que el país n o se prosti-
jer de tu h e r m a n o ; es desnudez de tu abominaciones, serán extirpadas las per- I MIH I111I1I1I1111111; mi pcimiiiir/cns indife- tuya también y llene de libertinaje.
hermano. sonas que así obren de en medio de su rente líenle til pelillo de lu prójimo. Yo, 111
Observaréis mis sábados y venera-
!7 N o descubrirás la desnudez de u n a pueblo. 30 Observad, pues, mis m a n d a - Yuliveh. réis mi santuario. Y o , Yahveh.
mujer y de su hija, ni tomarás la hija de mientos a fin de no practicar ninguna de I ' Nn odiarás a tu hermano en tu cora- 31 N o recurriréis a los nigromantes ni a
su hijo ni la hija de su hija p a r a descu- esas costumbres abominables que se h a n zón, mus reprenderás a tu prójimo para los adivinos; n o los consultaréis, conta-
brir su desnudez; son parientes consan- practicado antes de vosotros y de no con- nn cargarle de pecado p o r su causa. 1 8 N o minándoos con ellos. Y o , Yahveh, vues-
guíneas; es una infamia. taminaros con ellas. Y o soy Yahveh, vues- Ir vengues ni guardes rencor a los hijos tro Dios.
l 8 N o tomarás a una mujer junto con tro Dios». de tu pueblo; amarás a t u prójimo c o m o 32
Deberás levantarte ante las canas y
su h e r m a n a para hacer de ella rival, des- II li mismo. Y o , Yahveh. honrarás la presencia del anciano, y te-
|g
Guardaréis mi estatutos. N o aparea- merás a tu D i o s . Y o , Yahveh.
rás I us bestias siendo de diferente espe- 33 Si u n extranjero viene a m o r a r con-
Leyes relativas a la vida moral y religiosa cie, ni sembrarás tu c a m p o con semillas tigo en vuestra tierra, no le molestéis.
de grano heterogéneo, ni llevarás vestido 3 4 Al inmigrante que m o r a con vosotros
1 Q ' Y Yahveh habló a Moisés, di- tra m a d r e y vuestro p a d r e y guardar mis tejido de heterogéneo hilo. * lo consideraréis c o m o indígena y le a m a -
•l ** ciendo: 2 «Habla a t o d a la asam- sábados. Y o , Yahveh, vuestro D i o s .
4
blea de los hijos de Israel y diles: Sed san- N o os volveréis hacia los ídolos ni os
1 G 9 No LLEVARÁS LA SIEGA. ..: medidas sociales plenas de compasión hacia el menesteroso, que,
tos, p o r q u e santo soy yo, Yahveh, Dios fabricaréis dioses de fundición. Y o , Y a h - * •* reiteradas frecuentemente al pueblo hebreo (23,22; Dt 24,19, etc.), engendraron en su pecho
vuestro. veh, vuestro D i o s . nobles sentimientos humanitarios.
5 12
3 C a d a u n o habéis de respetar a vues- C u a n d o inmoléis sacrificio pacífico a No JURARÉIS..., PUES PROFANARÍAS: nótense estos pasos del plural al singular o al contrario,
frecuentes en la Biblia, que ya se dirigen a todos, ya a cada uno.
18
Los HIJOS DE TU PUEBLO : o sea tus compatriotas. A ellos se restringe aquí la prohibición de
odio1 9y venganza (cf. Mt 5,43-48).
1 Q ó Sus PARIENTES : con tal precepto propónese Dios cortar la concentración de las familias en No APAREARÁS : bizarra prohibición de las mezclas contra natura, que sin duda inculcaba la
* ^ sí mismas y estrechar los lazos de la humanidad mediante la mezcla de razas, li DESCUBRIR pureza de costumbres y religión. Cf. Dt 22,10-n.
su DESNUDEZ
9
o vergüenza: es eufemismo para indicar las relaciones sexuales. 23
COMO INCIRCUNCISOS: lit. como si fuesen su prepucio: e.d., dejaréis sin cortar los primeros
NACIDA FUERA del techo paterno, de padre extraño. frutos de esos árboles tiernos, similares a niños sin circuncidar.
10
18
SON DESNUDEZ TUYA: e. d., son como tu propia carne. 26
CON SANGRE: e. d., carne de que no se ha sacado la sangre, como en los animales ahogados,
HACER DE ELLA RIVAL : así se evitarían entre hermanas odiosas rivalidades, frecuentes entre etcétera (cf. 1 Sam 14,32: Act 15,20.29).
las mujeres de un mismo varón en aquella época, en que la poligamia era lícita. Otros interpretan 27
EXTREMO LATERAL : prohíbese aquí (según Maimónides, «para alejar a los hebreos de las
«para un harén». costumbres paganas») el redondear el borde de la cabellera sobre la cabeza y destruir el de la barba.
21
MOLOC: llamado también Melkom (cf. i Re ll,5-7), era el dios de los arnmonitas, y una I -os rabinos entienden da extremidad de la cabeza», o sea «aquella cabellera que iguala los témpora-
idolátrica superstición hacía pasar por el fuego en su honor a los propios hijos. Mas vide «Sefa- lúa a la parte posterior a las orejas».
rad» (1955) 243-
LEVÍTICO 2 0 2 * — 2 1 z * 165
3a 2S
164 LEVÍTICO 1 9 — 2 0
causan repugnancia. M M a s a vosotros mueve p o r la tierra y o s h e separado
ras como a ti mismo, pues inmigrantes efá justo, u n hin justo. Y o , Yahveh, D i o s he d i c h o : Poseeréis su tierra, yo os la como impuro. 2 6 Sedme, pues, santos,
vuestro, q u e os saqué de tierra de Egipto. daré en posesión, u n pais q u e m a n a leche porque santo soy y o , Yahveh, y o s h e
habéis sido en el país de Egipto. Y o , Y a h -
37
Guardaréis todas mis leyes y todos y miel. Y o soy Yahveh, vuestro Dios, separado d e entre los pueblos p a r a q u e
veh, vuestro Dios. seáis míos.
35
N o cometeréis injusticia en juicio, en mis decretos, y los practicaréis. Y o , Y a h - que os h e apartado de entre los pueblos.
25 27
la medición, en el peso, n¡ en la cabida. veh». Habéis de distinguir entre animales pu- El h o m b r e o la mujer en quienes
36 ros e impuros y entre aves impuras y resida espíritu de muerto o de adivino
Tendréis balanza exacta, peso justo, u n
puras, y n o contaminaréis vuestras perso- serán reos de m u e r t e ; se los lapidará;
nas c o n bestia, a v e o n a d a de lo q u e se serán responsables de su propia muerte». *
Leyes penales
* > n 1 Y habló Yahveh a Moisés, dicien- m u e r t o s ; ellos son responsables de su
Leyes sobre la santidad de los sacerdotes
• * " d o : * 2 «También has de decir a los muerte. padre o su m a d r e se h a de contaminar.
01 1 Y dijo Yahveh a Moisés: «Habla
hijos de Israel: Cualquier h o m b r e de entre ' 4 El h o m b r e q u e se desposa c o n u n a •» * a los sacerdotes aaronitas y diles: ,2
N o saldrá del santuario ni profanará el
los israelitas o de los forasteros q u e en mujer y su madre, comete un incesto; él santuario de su Dios, pues lleva sobre sí
Nadie se contamine con cadáver de algu-
Israel moran q u e diere a alguien de su y ellas serán quemados en la hoguera, a fin
no ilc sus conciudadanos, 2 c o m o n o se la consagración p o r el óleo de la unción
descendencia a Moloc, será muerto sin de q u e tal vileza n o exista entre vosotros. de su Dios. Y o , Yahveh. * 1 3 T o m a r á p o r
remedio; la gente del país lo lapidará. I rule de sus parientes más próximos, c o m o
15 El h o m b r e que se entregare a comer- esposa u n a mujer en su doncellez. 1 4 N o
3 madre, padre, hijo, hija, hermano, 3 o
Y o mismo volveré mi rostro contra ese cio carnal con bestia, morirá irremisible- 16 lainhién hermana doncella, que habita viuda, repudiada, deshonrada o prostitu-
h o m b r e y lo exterminaré de en medio de mente, y mataréis la bestia. Si u n a
¡unto ¡1 él por no haber t o m a d o aún ta, sino a doncella de las de su pueblo
su pueblo, pues ha entregado descenden- mujer se allegare a cualquier bestia para esposo, con la cual podrá contaminarse. * lomará p o r e s p o s a , 1 5 a fin de n o profanar
cia suya a M o l o c para contaminar mi ayuntarse con ella, matarás a la mujer y 4
NI se hit tic contaminar un marido con su posteridad en medio de su pueblo,
santuario y profanar mi nombre santo. la bestia; serán muertas sin remisión; MI» piulrnlcs, profanándose. * ' N o se ra- pues yo soy Yahveh, q u e lo santifico».
4
Y si la gente del país cerrare los ojos han merecido su muerte. IHHIUI I ti itilii'/ii, ni se corlarán el borde "> Asimismo, Yahveh habló a Moisés,
respecto de ese h o m b r e , al d a r descen- '7 Si un h o m b r e se desposa con h e r m a n a Inicial de su Imrlin, ni liarán incisión en diciendo: l 7 « l l a b i a a A a r ó n en estos tér-
dencia suya a Moloc, y n o lo hace morir, suya p o r parte de padre o de madre, y su t u r n e . * " l'crmiineccrán sanios para minos: N i n g u n o de tu estirpe, en sus
5
volveré mi rostro contra aquel hombre tienen recíproco comercio carnal, es u n a su Dios y no profanarán el n o m b r e de su diversas generaciones, q u e tenga defecto,
y su casta y le extirparé de en medio de ignominia; serán exterminados a presen- divinidad, pues son ellos quienes han de se acercará a ofrecer el p a n de su D i o s .
su pueblo, a él y a lodos los que tras él cia de sus conciudadanos. H a descubierto ofrecer los sacrificios ígneos a Yahveh, 18
E n verdad, ningún h o m b r e q u e tenga
se prostituyan a Moloc. la desnudez de su h e r m a n a ; cargará c o n alimento de su D i o s ; p o r eso h a n de ser defecto se acercará, c o m o ciego, cojo, de
6
Si u n a persona recurre a los nigro- su pena. * santos. * nariz hendida o de miembros despropor-
mantes y a los adivinos para prostituirse i» El h o m b r e q u e yaciere con mujer 7
N o tomarán por esposa mujer pros- cionados, 1 9 o individuo q u e posee rotura
con ellos, yo volveré mi rostro contra esa menstruante y descubriere la desnudez tituía ni deshonrada, ni tampoco h a n de de pie o m a n o , 2 0 o j o r o b a d o , o enano, o
persona y la exterminaré de en medio de ésta, ha descubierto su propio flujo y II M i tul' mujer repudiada de su marido, con una nube en el ojo, o sarnoso, o her-
de su pueblo. ella ha descubierto su flujo sanguíneo; niii't |i'l Min'ldoli'l rslá consagrado a su pélico, o con los testículos aplastados.
7
Santifícaos, pues, y sed santos, pues a m b o s serán extirpados de en medio de I líos » I o consldniínis como sanio, por- •'-' Ningún hombre del linaje del sacerdote
8
yo soy Yahveh, vuestro Dios. Observad su pueblo. que él ofrece el pun de tu Dios; santo Aarón que tenga defecto se acercará a
19
mis leyes y practicadlas. Y o soy Yahveh. T a m p o c o descubrirás la desnudez d e será parn ti, pues santo soy y o , Yahveh, ofrecer los sacrificios ígneos de Y a h v e h ;
que os santifico. la hermana de tu madre ni de la h e r m a n a tille- o s * santifico. 9 La hija de un sacer- tiene u n defecto, n o se acercará a ofrecer
9
Cualquier h o m b r e que maldiga a su de tu padre: porque es descubrir la des- dote que se deshonra prostituyéndose, a el p a n de su Dios. 2 2 P o d r á comer el p a n
padre o su madre será reo de muerte: nudez de su pariente consanguíneo: car- de su Dios, procedente de las cosas santí-
su p a d r e d e s h o n r a ; s e r á q u e m a d a en
ha maldecido a su padre o su m a d r e ; él darán con su pena. fuego. simas y de las s a n t a s ; * 2 3 sin embargo,
es responsable de su propia muerte. 20
El hombre que yaciere con su tía h a no entrará hasta el velo ni se acercará al
10 i" El sumo sacerdote, superior a sus altar, p o r q u e tiene defecto, y n o h a d e
Si un hombre comete adulterio con descubierto la desnudez de su t í o : car- hermanos, sobre cuya cabeza fue derra-
la mujer de su prójimo, el adúltero y la earán con su pecado: sin hijos m o r i r á n . profanar mi santuario, pues yo soy Y a h -
m a d o el óleo de la unción y a quien se veh, q u e los santifico». *
adúltera serán muertos * sin remisión. *i El h o m b r e q u e toma la mujer de su confirió el derecho de vestir las vestiduras
11
El hombre que yaciere con la mujer hermano comete crimen a t r o z ; ha des- [sagradas], n o descuidará su cabeza ni 24 y Moisés h a b l ó [así] a A a r ó n y sus
de su padre, la desnudez de su padre ha cubierto la desnudez de su h e r m a n o ; que- rasgará sus vestidos. * n T a m p o c o se lle- hijos y a todos los hijos de Israel.
descubierto; serán muertos los d o s ; su darán sin hijos. gará a ningún muerto, ni a u n p o r su
sangre recaiga sobre ellos. 22
G u a r d a d , pues, todas mis leyes y
12
Si un hombre yace con su nuera, todos mis decretos y practicadlos, a fir> 27
ESPÍRITU DE MUERTO: O demoníaco. I! D E ADIVINO: o de hechicería.
a m b o s serán muertos sin remedio; come- de q u e no os vomite la tierTa adonde V o Oí 3
PODRÁ CONTAMINARSE: e. d., le será lícito acercarse a su cadáver o tomar parte en su fu-
tieron grave impudicia: ellos son respon- os conduzco para que habitéis en ella. *• • ñera!.
sables de su muerte. ' 3 Si un h o m b r e yace 23 N o sigáis las leyes de las naciones h q u e 4
U N MARIDO: e. d., el sacerdote con el contacto del cadáver de sus parientes [conyugales].
con varón como se cohabita con mujer, arrojo de delante de vosotros, pues ellas La interpretación del v. es dudosa; V traduce «ni con el príncipe de su pueblo...»; otros, «él, que
ambos han cometido abominación: serán han practicado todas esas cosas y m e es señor
5
entre sus conciudadanos*.
6
No SE RAPARÁN: hábitos supersticiosos frecuentes en duelos y funerales (cf. 19,27).
ALIMENTO: lit. pan de su Dios. Repite a menudo la Biblia esta expresión, que considera los
T i l ' F.l cap cmliene rigurosas medidas contra la superstición o idolatría y contra la inmoral'" Kiicrificios a la divinidad como algo similar al manjar para el hombre.
*" dad. La primera píntase a menudo en la biblia bajo la metáfora de la infidelidad conyugal 1
° DESCUIDARÁ : en señal de duelo. Otros, «descubrirá», «rapará».
u otios pecados deshonestos, ya que se considera a Yahveh y al pueblo elegido como unidos p ° r 12 22 No SALDRÁ : para ir a hacer duelo y tomar parte en ceremonias por un difunto.
los vínculos
17
de matrimonio sagrado. SANTÍSIMAS: ofrendas, como los panes de la proposición, sacrificios por el pecado, minjd u
DESPOSA CON HERMANA: como en i8,g. prohíbese el matrimonio con hermanastra. 11 SERÁN oblación, etc. || SANTAS: v.gr., la carne de los sacrificios pacíficos.
EXTERMINADOS: generalmente se cree que alude con probabilidad a la excomunión civil, aunque 23
EL VELO: O primera cortina que separaba el atrio, donde los sacrificios eran ofrecidos, y el
algunos creen que a la muerte física. II CARGARÁ con la pena correspondiente a su iniquidad.el her- hehal o santo.
mano, principal culpable.
22-23 Cf. 18,24-29.
166 LKVÍTICO 2 2 1 - a » LEVÍTICO 22 30
— 2 3 2"> 167

30
Será comido el mismo día, n o dejaréis réis mi santo n o m b r e , a fin de que sea yo
Santidad de las víctimas y los sacrificios: sus requisitos d e él p a r a la m a ñ a n a s i g u i e n t e . Y o , santificado en medio de los hijos de Israel.
Yahveh. Yo, Yahveh, que os santifico, 3 3 que os
15
O O 1 Y h a b l ó Yahveh a Moisés, di- además. * Los [sacerdotes] no profana- 31 Guardaréis mis mandamientos y los saqué de la tierra de Egipto p a r a ser
« « ciendo: 2 « D i a Aarón y sus hijos r á n las cosas santas de los hijos de Israel practicaréis. Y o , Yahveh. 3 2 N o profana- vuestro Dios. Y o , Yahveh.
que traten con veneración las ofrendas que hayan ofrecido c o m o terumá a Y a h -
16
santas que m e aonsagren los hijos de veh, * ni los cargarán con la iniquidad
Israel y no profanen mi santo nombre. de la culpa que cometerían comiendo sus
3
Ley sobre los días de fiesta
Yo, Yahveh. Diles: En la serie de vues- dones sagrados; pues yo soy Yahveh, que
tras generaciones, todo h o m b r e de vues- los santifico». A O 1 Y h a b l ó Yahveh a Moisés, dicien- día en que habréis traído la gavilla de la
tra estirpe que teniendo sobre sí u n a 17 Y habló Yahveh a Moisés, diciendo; " • * d o : 2 «Habla a los hijos de Israel y tenufá, contaréis siete semanas completas;
l(
impureza se acerque a las cosas santas ts «Habla a A a r ó n y sus hijos y a todos diles: Las fiestas de Yahveh que cele- > hasta el día siguiente al séptimo sábado
que los hijos de Israel consagren a Yah- los israelitas y diles: Cualquier varón de braréis como asambleas santas, mis so- habéis de contar cincuenta días, y [enton-
veh, será excluido de delante de mí. Y o , la casa "de Israel o de los inmigrantes en lemnidades, son éstas. * 3 Trabajaréis seis ces] ofreceréis u n a oblación nueva a Y a h -
Yahveh. 4 Ningún h o m b r e de la descen- Israel que presente su ofrenda en cum- días, mas el séptimo será día de absoluto veh. * 17 Traeréis de vuestras m o r a d a s para
dencia de Aarón que sea leproso o padezca plimiento de un voto cualquiera suyo o reposo y asamblea santa; ningún trabajo la tenufá dos panes, hechos con dos déci-
gonorrea comerá ofrendas santas hasta como u n a ofrenda suya cualquiera vo- liméis; es día de descanso consagrado a mas de flor de harina y cocidos con leva-
que se purifique. Asimismo, quien toque luntaria que ofrezcan a Yahveh en h o l o - Yalivelí dondequiera que moréis. dura, c o m o primicias a Y a h v e h . 1 8 Y ofre-
a cualquier contaminado por cadáver, o causto, 1 9 [habrá de ser aquélla], p a r a 4
listas son las fiestas de Yahveh, las ceréis con el pan siete corderos añales
por individuo que haya tenido polución, que alcancéis benevolencia, macho sin de- asambleas santas que habéis de celebrar sin defecto, u n novillo joven y dos car-
5 o por varón que toque cualquier reptil fecto, de la vacada, de las ovejas o de las n i su tiempo. 5 El mes primero, a catorce neros; constituirán un holocausto p a r a
que le contamine, o por persona que le cabras.
20
N o ofreceréis ninguno que ten- del tiles, al crepúsculo, será la Pascua de Yahveh con su oblación y su libación,
contamine con cualquier impureza suya; ga tacha, pues no se os aceptaría favora- Yiiliveli. " II día quince de ese mismo sacrificio ígneo de olor grato a Yahveh. *
|,J
6
[en resumen], toda persona que lo toque, blemente. 21 Si alguno ofrece a Y a h v e h mes será la lieslti de los ácimos en honor Ofreceréis también un m a c h o cabrío, en
quedará impura hasta la tarde y no come- sacrificio pacífico de g a n a d o mayor o de Yahvelí; siete días comeréis ácimos. sacrificio p o r el pecado, y dos corderos
rá de las cosas santas sino después de menor p a r a cumplir un voto o c o m o
7
El día primero tendréis reunión en el añales, en sacrificio pacífico. 2 0 El sacer-
haberse b a ñ a d o el cuerpo en agua; 7 pues- ofrenda voluntaria, [el animal] habrá d e santuario; no realizaréis ninguna clase de dote los mecerá con el p a n de las primi-
trabajo servil. 8 Ofreceréis sacrificios íg- cias c o m o tenufá ante Yahveh < además
to el sol, quedará puro y después podrá ser sin defecto para que sea aceptable; n o
neos a Yahveh por espacio de siete días; de los dos corderos > *; serán cosa sa-
comer de las ofrendas sanias, porque son habrá en él mácula alguna. * 22 [jji q u e grada en h o n o r de Yahveh y correspon-
su alimento. 8 N o comerá de bestia muerta padezca] ceguera, fractura, mutilación, úl- el séptimo habrá asamblea s a n t a ; ninguna
derán al sacerdote. 2 1 En ese mismo día
o despedazada por fiera, pues se conta- cera, sarna o herpe no lo ofreceréis a obra servil haréis».
proclamaréis una solemnidad, tendréis
minaría con ella. Yo, Yahveh. 9 G u a r d a - Yahveh ni celebraréis con ellos sacrificio " Y Ynliveh habló a Moisés, diciendo: una asamblea en el santuario y no haréis
111
rán, pues, mis preceptos para que no ígneo sobre el altar en h o n o r de Yahveh. "II11I1I11 11 los hijos de Israel y diles: ningún trabajo servil; es ley perpetua en
23
contraigan pecado con tal motivo y no Res vacuna o menor c o n algún miem- < muido IIIIVHI* entrado en el país que todos los puntos donde moréis y en vues-
mueran por ello, si profanaren las cosas b r o sobrado largo o corto la podrás hacer yo UN voy 11 dur y seguéis su núes, traeréis tras diversas generaciones. 2 2 Y c u a n d o
santas. Y o soy Yahveh, que los santifico. ofrenda voluntaria, mas en cumplimiento ni sacerdote una gavilla, primicia de vuos- seguéis la mies de vuestro país no llevarás
24
te Ningún extraño comerá cosa santa; de voto no seria acepta. N o ofreceréis Ini siega. " El mecerá la gavilla ante Yah- tu siega hasta el extremo de tu c a m p o ni
tampoco el huésped de un sacerdote ni a Yahveh animal de testículos magullados, veh para atraeros benevolencia; el día espigarás las espigas caídas de tu haza
el jornalero comerán cosa santa. * ' ' Pero aplastados, arrancados o cortados; n o Nl|iiiU'iilo al sábado la mecerá el sacerdo- segada: las dejarás para el pobre y el
cuando un sacerdote ha adquirido un hagáis eso en vuestra tierra;
2S
ni a d q u i - te. * u Y el día en que hiciereis mecer la extranjero. Y o , Yahveh, vuestro Dios».
esclavo mediante su dinero, éste podrá rido de m a n o del extranjero ofreceréis Itiivllla ofreceréis un cordero sin mácula,
comerla, así c o m o también los nacidos n a d a de eso como alimento de vuestro añal, en holocausto a Yahveh, 13 junta- 23
Y habló Yahveh a Moisés, diciendo:
en su casa p o d r á n comer de su pan. 1 2 La Dios, pues llevan en sí u n a mutilación, mente con su oblación, consistente en 24
«Habla _a los hijos de Israel en estos
hija del sacerdote, cuando se casare con tienen mácula y no os harían aceptos». dos décimas [de efá] de flor de harina términos: En el mes séptimo, primer día
u n h o m b r e extraño, no podrá comer de
26
Y habló Yahveh a Moisés, diciendo: amasada con aceite, ofrecidas por fuego del mes, tendréis u n descanso solemne,
la terumá de las cosas s a n t a s ; * 13 mas
27
«Ternero, cordero o cabrito, c u a n d o a Yahveh en olor grato, y su libación de c o n m e m o r a c i ó n a son de t r o m p e t a y
si la hija deJ sacerdote quedare viuda o nace, permanecerá siete días bajo [la u b r e ] vino de u n cuarto de hin. 1 4 N o comeréis asamblea santa. * 2 S N o haréis ninguna
repudiada, sin tener descendencia, y h a de su madre, y desde el día octavo en pan ni grano tostado o fresco hasta este clase de trabajo servil y ofreceréis a Y a h -
vuelto a la casa de su padre c o m o en su adelante será acepto como ofrenda ígnea día, en que traigáis la ofrenda de vuestro veh sacrificios ígneos».
2 Dios. Es u n estatuto perpetuo en la serie 26
juventud, entonces p o d r á comer ella del p a r a Yahveh. 8 N o degollaréis en u n También habló Yahveh a Moisés, di-
de vuestras generaciones, doquiera que
pan de su p a d r e ; pero ningún extraño mismo día vaca u oveja juntamente c o n habitéis. ciendo: 2 7 « P e r o el día décimo de ese
comerá de él; 1 4 si alguno come cosa su cría. * 29 C u a n d o ofrezcáis un sacrificio séptimo mes es el día de las Expiaciones;
santa p o r inadvertencia, restituirá al sacer- de gracias a Yahvelí, l o ofreceréis d e t5 A partir del día siguiente al sábado, t e n d r é i s a s a m b l e a s a n t a , m o r t i f i c a r é i s
dote la cosa sagrada, y añadirá un quinto forma que se os acoja favorablemente.
O Q 2 ASAMBLEAS SANTAS : o reunión en el santuario. Las grandes solemnidades obligatorias al
O^ 10
EXTRAÑO: entiéndase a la trib sacerdotal de Leví. ^ • ^1 1 israelita adulto eran tres: Pascua, Pentecostés y Tabernáculos (cf. Ex 23,14-17).
fc> m 12 No PODRÁ COMER : pues al casars< pa*ó de la familia paterna a la de su marido. SÁBADO : según práctica judía, tal sábado denota el día primero de la solemnidad pascual,
14 e. d., el 15 de Nisán, jornada de sabbat 'reposo', como indican los vv.7-8. Otros, quizá más acor-
Si ALGUNO: e. d., de los laicos y contra 'o que el v.io ordenaba. La pena es la del sacrificio des con el contexto, interpretan el sábado que cae dentro de la semana de Pascua (cf. w.15-16).
por 1el
5
delito: resarcimiento del daño y multa de un quinto (cf. 5,16). Aquí sabbat — «plenilunio», dice Zolli.
No PROFANARÁN : dándoselas a comer a los profanos o no sacerdotes, aunque sean israelitas. i168 OBLACIÓN NUEVA: e. d., hecha con harina de la nueva cosecha.
A éstos
21
se refiere el los siguiente. Su OBLACIÓN Y su LIBACIÓN: semejantemente a las del holocausto de Pascua eran estas de
SIN DEFECTO: así inculcaba la ley en el pueblo generosidad y nobleza de sentimientos y res- Pentecostés, a los cincuenta días de aquéllas (cf. Núm 28,28).
peto2 8sumo a la Divinidad. 24
EL MES SÉPTIMO: su día primero inicia el año civil hebreo. Cosnidérase descanso absoluto,
CON SU CRÍA: parecía crueldad, y la ley quería imbuir sentimientos delicados (cf. Ex 23,iq), como un sábado. Lo mismo ocurría (v.32) del día o al 10
LEVÍT1CO 2 4 v¿
—25 : 169
168 LEVímco 23 2S —24 "
[divino] y le maldijera, condújosele a M o i - cualquier otra persona morirá sin remi-
vuestras personas y ofreceréis sacrificio habéis de celebrar c o m o asambleas santas sés. El n o m b r e de la m a d r e de aquél era sión; 1 8 y quien hiera mortalmente a u n a
ígneo a Yahveh. 2 S Ese día no realizaréis para ofrecer sacrificios ígneos a Y a h v e h : Selomit, hija de Dibrí, de la tribu de Dan.* bestia h a b r á de restituirla, animal p o r
ningún trabajo, porque es día de expia- holocaustos y oblaciones, víctimas y liba- 12
Pusiéronlo en prisión hasta que [Moi- animal. 1 9 Si un individuo produce u n a
ciones, a fin de que se expíe por vosotros ciones, cada u n o en su respectivo d í a ; sés] les declarase lo que Yahveh disponía. herida a su conciudadano, tal como hizo,
ante Yahveh, vuestro Dios. 19 T o d a per- 38 [esto] sin contar los sábados de Yahveh, 13
Y Yahveh habló a Moisés, diciendo: asi se le h a r á : 2 0 fractura por fractura,
14 ojo por ojo, diente p o r diente; según la
sona que no se mortifique será extermi- vuestros dones, vuestros votos y todas «Saca al blasfemo fuera del campamen-
n a d a de en medio de su p u e b l o , 3 0 y todo vuestras ofrendas voluntarias que acos- to, y cuantos le h a n oído impongan sus lesión que produjere al h o m b r e , así se le
aquel que hiciere un trabajo cualquiera tumbráis dar a Yahveh. m a n o s sobre la cabeza del mismo, y luego hará a él. 2 1 Quien m a t a r e u n a bestia
39
en ese mismo día lo exterminaré de en A h o r a bien, el día quince del séptimo lapídelo t o d a la asamblea. 15 Después ha- habrá de indemnizarla; mas quien m a t e a
medio de su pueblo. 31 N o haréis ningún mes, cuando hubiereis recolectado los fru- blarás a los hijos de Israel, diciendo: un h o m b r e , será muerto. 2 2 U n a misma
trabajo. Es ley perpetua para vuestras tos de la tierra, celebraréis la fiesta de Cualquier h o m b r e que maldijere a su n o r m a tendréis, así p a r a el inmigrante
generaciones en dondequiera que habitéis. Yahveh p o r espacio de siete días: el día D i o s cargará con su pecado, 16 y el blas- como p a r a el nacional, pues yo soy Y a h -
32 femador del n o m b r e de Yahveh morirá veh, vuestro Dios».
Será día de reposo absoluto p a r a vos- primero h a b r á descanso absoluto, y lo 23
otros y mortificaréis vuestras personas; mismo el octavo. * 40 El primer día esco- sin remisión, toda la comunidad lo lapi- Anuncióselo Moisés a los hijos de
el día nueve del mes por la tarde, desde la geréis frutos de árboles hermosos, palmas dará irremisiblemente; el inmigrante, de Israel, quienes sacaron al blasfemo fuera
tarde a la tarde siguiente, guardaréis re- de palmeras, ramas de árboles frondosos igual modo que el nacional, será muerto del campamento y lo lapidaron, haciendo
poso». y de sauces de arroyos, y os regocijaréis c u a n d o blasfemare dicho n o m b r e . los hijos de Israel tal c o m o Yahveh or-
33 denara a Moisés.
Y habló Yahveh a Moisés, diciendo: ante Yahveh, vuestro Dios, siete días. * ''' El h o m b r e que hiera mortalmente a
34 41
«Habla a los hijos de Israel en estos Celebraréis esta fiesta en h o n o r de Y a h -
t é r m i n o s : El día quince de ese séptimo veh por siete días cada a ñ o ; es ley perpe-
mes se celebrará por espacio de siete tua para vuestras generaciones; la cele-
42 Leyes sobre el año sabático y el jubilar
días la fiesta de los tabernáculos en h o n o r braréis el séptimo mes. Habitaréis siete
3S
de Yahveh. * El primer día h a b r á asam- días en cabañuelas; todos los indígenas años. * 9 En el mes séptimo, el diez de
blea santa y no haréis ningún género de de Israel m o r a r á n en cabanas, *
43
para OC ' Y Yuhvcli habló a Moisés en la
trabajo servil. 3* D u r a n t e siete días ofre- que sepan vuestros descendientes que en ««* montada del Sinal, d i c i e n d o : 2 «Ha- mes, harás resonar la corneta; en el día
bla a los hijos de Israel y diles: C u a n d o de las Expiaciones haréis resonar t a m -
ceréis a Yahveh sacrificios ígneos, y al cabanas hice yo habitar a los hijos de bién la bocina en t o d o vuestro país. *
hayáis e n t r a d o en el país que os quiero
octavo tendréis una santa asamblea, y Israel c u a n d o los saqué de Egipto. Y o , dar, la tierra descansará su sábado en ho-
10
Y santificaréis el a ñ o quincuagésimo y
ofreceréis a Yahveh sacrificio ígneo: es el Yahveh, vuestro Dios». nor de Yahveh. * 3 Seis años sembrarás promulgaréis en el país emancipación pa-
44
aséret; n o haréis ninguna clase de tra- Moisés, en efecto, promulgó las so- lu c a m p o y seis podarás tu viña y recoge- ra todos cuantos lo h a b i t a n ; será p a r a
bajo. * lemnidades de Yahveh a los hijos de rás su p r o d u c t o ; 4 mas al séptimo la tie- vosotros u n a ñ o de jubileo, y cada u n o
37
Estas son las fiestas de Yahveh que Israel. rra g o / a r á de descanso absoluto, un pe- podrá recobrar su propiedad y t o r n a r a
riodo de reposo en h o n o r de Y a h v e h ; no su familia. * n El a ñ o quincuagésimo será
Ni'inhi'iirAx lu uinipo ni piularás lu viña. para vosotros a ñ o de jubileo: n o sembra-
Disposiciones particulares " No tu'KiintM lo que produjeren los restos réis, ni segaréis la germinación espontá-
nea del territorio, ni vendimiaréis los ra-
<lt' lu última sit-gn ni vendimiarás los ra-
n i n o s de lu cepa sin p o d a r ; a ñ o de des- cimos de sus cepas sin p o d a r ; 12 p o r q u e
*) A 1 ^ n a b l ó Yahveh a Moisés, di- delante de Yahveh. ^ Sobre cada fila colo-
1 :insi) sení para el suelo.* 6 El producto es el jubileo, y debe ser sagrado para vos-
^ • ciendo: 2 «Ordena a los hijos de carás incienso p u r o , que servirá al p a n di' lu tierra durante su reposo os servirá o t r o s ; comeréis el producto espontáneo
Israel que te traigan aceite puro de olivas como azkarú ofrecida p o r fuego a Yahveh. di' comida a ti, a tu siervo, a tu criada, a del c a m p o .
8
prensadas para el candelabro, a fin de C a d a sábado, regularmente, lo dispon- lu jornalero y al forastero que m o r a n con- 13
mantener encendidas las lámparas de con- drás siempre así ante Yahveh, de parte En este a ñ o jubilar volveréis cada u n o
tigo; ' asimismo, a tus ganados y a los a vuestra propiedad. 1 4 Así, pues, si ven-
tinuo. 3 L a aderezará Aarón por fuera del de los hijos de Israel, en virtud de alianza uniniales salvajes de tu país servirá todo
velo que se halla ante el testimonio de perpetua. 9 [Los panes] serán p a r a Aarón dieres algo a tu prójimo o adquirieres al-
Mi producto de alimento. guna cosa de su m a n o , no os perjudiquéis
la tienda de reunión, [para que arda] de y sus hijos, que los comerán en lugar
continuo en presencia de Yahveh, de la santo, pues ha de ser cosa santísima que, * C o n t a r á s igualmente siete semanas de unos a o t r o s . 1 5 [Lo] comprarás de tu p r ó -
noche a la m a ñ a n a ; es ley perpetua para entre las ofrendas ígneas a Yahveh, le año, siete veces siete años, de suerte que jimo teniendo en cuenta el n ú m e r o de
v u e s t r a s g e n e r a c i o n e s . 4 D i s p o n d r á las el tiempo de las siete semanas de años te años transcurridos después del jubileo, y
corresponde por estatuto perpetuo».
lámparas sobre el candelabro de o r o puro, 10 h a r á u n período de cuarenta y nueve en razón del n ú m e r o de años de cosecha
Surgió u n a vez entre los hijos de Is-
siempre delante de Yahveh. rael el hijo de u n a mujer israelita y a la
3
Y tomarás flor de harina y cocerás de vez de u n egipcio, y movióse u n a querella 11
BLASFEMARA: los judíos llevaron la veneración al nombre de Yahveh aí punto de creer
ella doce tortas de dos décimas [de efá] en el c a m p a m e n t o entre aquel m u c h a c h o 24 que no ha de tomarse en boca, y ni en la oración osaron pronunciarle.
cada una. 6 Las dispondrás en d o s filas, y u n h o m b r e israelita. u C o m o el hijo de
2 B8,
a seis por fila, sobre la mesa de o r o puro, la mujer israelita blasfemara el n o m b r e DESCANSARÁ SU SÁBADO: e. d,, al igual que los hombres tienen su descanso semanal'
54
25 el suelo lo gozará cada siete años. Ese reposo tenía triple finalidad al menos: acatar a Dios
como dueño absoluto del suelo, dar ocasión a que éste reparase sus fuerzas y no se esquilmara y
Los TABERNÁCULOS: O las cabanas. Recibía este nombre (en hebr. sukkot) porque los israe- la ayuda a la clase menesterosa, que durante ese año disfrutaba de los frutos espontáneos de la
litas moraban durante ella en cabañuelas de ramas, para memoria de su habitación bajo tiendas
durante su permanencia en el desierto (cf. v.43). tierra (cf. Ex 23,10-11).
36
ASÉRET: indica, en técnica litúrgica, la asamblea y festividad solemnes con que se clausu- 5 Los RESTOS DE TU ÚLTIMA SIEGA: e. d., lo nacido espontáneamente de campo en barbecho
raba la fiesta de los ázimos el último día de éstos. por 8germinación de los granos caídos en la última siega.
39
LA FIESTA DE YAHVEH: todos los varones israelitas adultos habían de concurrir en peregri' SIETE SEMANAS DE AÑOS: el jubileo—llamado así de yobel 'cuerno de carnero' o corneta con
nación al templo, según se lee en Ex 23,17 y 34,23: Dt 16,16. que la solemnidad era pregonada—corresponde al sábado o semana de días y al año sabático o
40
ARBOLES HERMOSOS: los israelitas interpretaban-este pasaje, al menos en los últimos siglo9 semana
9
de años.
antes de Cristo, tomando ramas de naranjos y limoneros con sus frutos pendientes, las cuales lie' 10
MES SÉPTIMO: primero del año civil; comenzaba en la mitad segunda de septiembre.
vaban en procesión jubilosa unidas a ramas de palmera (cf. Neh 8,15). RECOBRARA SU PROPIEDAD: con esta ley tiraba Dios a impedir que los ricos acrecentaran de
42
Los INDÍGENAS DE ISRAEL: no los extranjeros, por tanto, si no eran prosélitos. En la Pascua continuo sus riquezas y se multiplicaran de día en día los esclavos.
no ocurría así (cf. Ex 12,48, v Núm q,i4).
18
170 LKVÍT1CO 2 5 -*''
LEVÍTICO 25 * 8 —26 2b
171
16
[que quedan] te h a de vender él. Cuan- no se reputarán como sitas en el c a m p o ;
t o m a y o r fuere el n ú m e r o de estos años, gozarán de derecho de retracto, y en el contigo hiciere fortuna junto a ti y, en m o si se tratase de tiempo que ha servido
tanto m á s subirás el precio de venta, y año jubilar saldrán libres. 3 2 Respecto a cambio, tu h e r m a n o empobreciere junto en su casa un j o r n a l e r o . 5 1 Si todavía que-
c u a n t o menor fuere, tanto m á s lo bajarás, las ciudades de los levitas, las casas de las a él y se vendiere al inmigrante que con- dan muchos años, con arreglo a ellos p a -
pues el n ú m e r o de cosechas es lo que te ciudades de su propiedad gozarán de tigo m o r a o a descendiente de familia de gará su rescate, atendiendo a su precio
v e n d e . 1 7 N o os perjudiquéis unos a otros; derecho perpetuo de rescate a favor de los extranjero, 4 8 [el nacional] poseerá, des- de c o m p r a ; 5 2 si faltan pocos años hasta
antes bien, temerás a tu Dios, pues yo soy levitas. * M Si alguno de los levitas no * pués que se hubiere vendido, derecho al el jubilar, hará la cuenta con él, restitu-
Yahveh, vuestro Dios. retrae la casa vendida en ciudad de su po- rescate; uno de sus hermanos podrá res- yendo su rescate con arreglo a esos años.
18
Cumplid mis leyes y guardad mis pre- sesión, ella quedará libre en el jubileo, catarle, 4 9 o lo rescatará su tío o un hijo 53
Será en su casa como un jornalero con-
ceptos y practicadlos, para que habitéis en pues las casas de las ciudades Ievíticas de su tío, o bien uno de sus parientes pró- tratado p o r a ñ o ; no le m a n d a r á con du-
el país tranquilamente. , 9 La tierra dará constituyen su propiedad en medio de los ximos dentro de su familia, o, si se hiciere reza en tu presencia. 5 4 Si n o es rescata-
su fruto, y comeréis a saciedad, y habi- hijos de Israel. 3 4 Los ejidos que corres- con medios, él mismo se podrá rescatar. do de alguna de esas maneras, saldrá li-
ponden a las ciudades de aquéllos no po- 50
taréis seguros en ella. 2 0 Y si preguntáis: Calculará con su comprador [el tiempo bre el año del jubileo, él y sus hijos con-
¿Qué comeremos durante el año séptimo, drán ser vendidos, porque constituyen transcurrido] desde el año que se vendió sigo. 55 Porque a mí me pertenecen c o m o
pues ni sembraremos ni recogeremos nues- propiedad perpetua de los mismos. * a él hasta el año del jubileo, y su precio siervos los hijos de Israel; siervos míos
tra cosecha?, 2 1 yo os otorgaré mi bendi- 35 Si tu h e r m a n o empobreciere y caye- de venta se regulará p o r el número de son, a quienes saqué de Egipto. Y o , Y a h -
ción en el sexto año y producirá frutos re a tu lado en indigencia, le socorrerás años [así obtenido], computándolos co- veh, vuestro Dios.
para tres años. * 2 2 En el año octavo sem- como b a inmigrante y forastero para que
braréis, y comeréis de la cosecha añeja pueda vivir junto a ti. 36 N o tomarás de
hasta el año n o v e n o ; hasta que llegue su él usura ni interés, mas temerás a tu Dios
cosecha comeréis la añeja. y deja que tu h e r m a n o viva a tu lado.
Exhortación final
23
El suelo no se venderá a perpetuidad, 37 N o le darás tu dinero a usura ni p o r
interés le entregarás tus víveres. 3 8 Y o soy O £* 1 »No os fabriquéis ídolos, ni os las coyundas de vuestro yugo y os h e
porque la tierra es mía, ya que vosotros « « erijáis imágenes lidiadas ni masse-
Yahveh, tu Dios, que os saqué de Egipto hecho caminar [de nuevo] con erguida
sois inmigrantes y alojados míos. 2 4 En bus, ni coloquéis cu vuestro pais piedras
t o d o el territorio de vuestra propiedad para daros el país de C a n a á n , a fin de ser frente.
esculpidas para prosternaros unte ellas, 14
concederéis derecho a rescatar la tierra. vuestro Dios. Pero si no me escucháis y n o prac-
25 39 p o r q u e yo soy Yahveh, vuestro Dios. ticáis todos estos preceptos, 15 si menos-
Si tu h e r m a n o empobreciera y vendiere C u a n d o empobrezca tu h e r m a n o jun- 2
Guardaréis mis sábados y veneraréis mi
de su propiedad, su pariente más próxi- io a ti y se te venda, no le harás ejecutar preciáis mis leyes y detestáis mis decretos,
santuario. Y o , Yahveh. n o cumpliendo todos mis preceptos y
m o vendrá y retraerá la venta hecha por trabajo de siervo. • 4 0 Será en tu casa co- 3
su familiar.* 2<> Si alguno no tuviere res- mo un jornalero, cual un forastero; h; sta Si camináis según mis leyes, guardáis q u e b r a n t a n d o mi alianza, 16 también yo
catador, mas llegare a encontrar medios el a ñ o jubilar servirá contigo. 4 1 E n t o n - mis preceptos y los practicáis, 4 os envia- haré esto mismo con vosotros y os envia-
suficientes para su retracto, 2 7 tendrá en ces saldrá libre de tu casa, él y sus hijos ré lluvias a su debido tiempo, la tierra ré en castigo terror, consunción y fiebre,
cuenta los años transcurridos desde :u con él, y tornará a su familia y a la p o - dará sus productos y el árbol del c a m p o que apagan la vista y consumen la vida;
venta e indemnizará el valor restante al sesión de sus padres volverá. 4 2 P o r q u e su fruto. 5 La trilla se prolongará entre en vano sembraréis vuestra semilla, pues
individuo a quien la había vendido, tor- son mis siervos, a quienes saqué de Egip- vosotros Imnlii ln vendimia, y la vendimia la comerán vuestros enemigos. 17 Diri-
n a n d o así aquélla a su propiedad. 2 8 Pero to; no serán vendidos c o m o se vende a u n iiUiin/iiiii hasta la siembra, y comeréis giré mi rostro contra vosotros y seréis
si no halla medios bastantes para indem- esclavo. 4 3 N o le m a n d a r á s con dureza, vucslro pi\n biislji la saciedad, y habila- derrotados anle vuestros adversarios; os
nizarlo, lo vendido quedará en poder del mas temerás a tu Dios. 4 4 En cuanto a los réis t r a n q u i l a m e n t e en v u e s t r a t i e r r a . subyugarán quienes os odian y huiréis sin
c o m p r a d o r hasta el año jubilar, y en el siervos y siervas que hayas de adquirir, * Daré paz al país, de suerte que dormi- que nadie os persiga.
jubileo saldrá libre y volverá a posesión los compraréis de los pueblos circunve- réis sin que nadie os t u r b e ; haré desapa- 18
Y si, a pesar de ello, n o me escu-
del vendedor. cinos. * 4 5 También de los hijos de los fo- recer del país las bestias dañinas, y la es- cháis, continuaré castigándoos siete veces
p a d a n o pasará por vuestra tierra. 7 Per-
29 rasteros que moran junto a vosotros p o - más por vuestros p e c a d o s ; 19 quebrantaré
Si un h o m b r e vende una casa habi- dréis comprarlos, y de sus familias q u e seguiréis a vuestros enemigos, que sucum-
birán ante vosotros a espada. 8 Cinco de vuestro obstinado orgullo y pondré vues-
table en ciudad amurallada, cabrá su re- con vosotros habitan, y nacidos en vues-
entre vosotros perseguirán a cien, y cien tro cielo [duro] c o m o hierro, y vuestra
tracto hasta cumplirse el año de su ven-
t a ; u n año durará su derecho de rescate.
tra tierra; ellos p o d r á n convertirse en p r o -
de los vuestros h a r á n huir a diez mil, y tierra c o m o bronce. 2 0 Se consumirán en
30 piedad vuestra. 4 6 Los podréis dejar en el vacío vuestros esfuerzos, pues vuestra
M a s si no se retrajere antes de cumplir- herencia a vuestros hijos después de v o s - vuestros enemigos sucumbirán delante de
se un año entero, entonces la casa que se vosotros a espada. ' M e volveré hacia tierra n o dará sus productos, ni los ár-
otros, sirviéndoos de ellos como esclavos boles en el c a m p o darán sus frutos. 2 1 Y si
halla en ciudad dotada de murallas que- para siempre; pero tratándose de vues- vosotros, os haré fructificar y os multi-
dará a perpetuidad para el comprador en plicaré, y afirmaré mi alianza con vos- continuáis o b r a n d o en oposición a mí y
tros hermanos, los hijos de Israel, n o o s no queréis escucharme, os heriré siete ve-
la serie de sus generaciones; no será li- dominaréis unos a otros con dureza. otros. 10 Seguiréis manteniéndoos de la
b e r a d a en el jubileo. 31 Las casas de las cosecha añeja, de tal m o d o que habréis ces más según vuestros pecados [merecen];
22
aldeas desguarnecidas de muros en tor- 47
Si un inmigrante o forastero que vive de sacar la antigua p a r a hacer sitio a la enviaré contra vosotros las fieras del
nueva. n Colocaré en medio de vosotros campo, que os dejarán sin hijos, y exter-
21
PRODUCIRÁ FRUTOS: sólo del año 162 a. G. (1 Mac 6,53), dura época de luchas por otra parte, mi tabernáculo, y mi alma n o sentirá has- minarán vuestro ganado, y os diezmarán,
dícese que, siendo año sabático, hubo escasez de vituallas. _ tío. 1 2 E n medio de vosotros deambularé, de suerte que vuestros caminos queden
25
PARIENTE: lit. goel 'rescatador, redentor', e. d., el pariente con derecho a adquirir la pro- y seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi desiertos. 2 3 Si a u n con estas cosas no
piedad del familiar vendedor y aun la esposa del familiar muerto sin hijos. En cierto modo es similar pueblo. l 3 Y o soy Yahveh, vuestro Dios, aceptáis mi admonición y seguís siéndome
a! retracto, i! Su FAMILIAR: lit. su hermano. . ,. • que os saqué de la tierra de Egipto, de adversos, 2 4 también yo os seré hostil, os
32 CIUDADES DE LOS LEVITAS: como eran su única propiedad, gozaban sin limitación del dere- suerte que no fueseis sus esclavos; he roto heriré a mi vez siete veces m á s p o r vues-
cho de rescate tanto el vendedor como los otros levitas. Adquiridas por uno de éstos, en el jubileo
volvían sus casas al dueño primitivo. tros pecados, 25 atraeré contra vosotros la
J4
EJIDOS: terrenos de cerca de medio km. en torno a una ciudad levítica (cf. Niím 35,2).
" SE TE VENDA: en pago de deudas, caso de servidumbre frecuente en lo antiguo.
44
D E LOS PUEBLOS CIRCUNVECINOS : esta ley, que toleraba la esclavitud de los paganos respecto 2 ( 1 16 Os ENVIARÉ: la amenaza tremenda de Yahveh señala estos castigos: 1.», derrota ante el
al pueblo elegido, seria abolida por Jesu-Cristo, en cuyo código moral no existe diferencia entre * * " enemigo invasor (v. 17); 2.0, esterilidad del campo (v.io); 3.°, fieras (v.22); 4.0, peste (v.25):
1 S.°, hambre (v.26), llevada, por fin, a extremos horribles de aniquilamiento de personas y cosas
judío y griego (cf. Rom 10,12).
(y.20 ss.). I! FIEBRE: otros, tisis.
172 LEVÍTICO 26 2 e —27' LEVÍTICO 2 7 8 " 3 4 173
espada ejecutora de la venganza del pacto la espada, y caerán sin q u e nadie los per- diez. 8 Pero si la persona [en cuestión] es el jubileo, se le tendrá c o m o consagrado
y, c u a n d o os recojáis en vuestras ciudades, siga. 3 7 Tropezarán los u n o s con los otros demasiado pobre para satisfacer esa va- a Yahveh, cual un c a m p o dé jérem; su
enviaré la peste en medio de vosotros y c o m o a la vista de la espada, aun c u a n d o loración, lo h a b r á de presentar ante el propiedad corresponderá al sacerdote. *
quedaréis entregados a merced del ene- nadie ios persiga, y n o podréis resistir sacerdote, quien lo evaluará, haciendo el
22
Si alguno consagra a Yahveh un cam-
migo. 26 U n a vez que os haya quebrado ante vuestros enemigos. 3 8 Pereceréis en- sacerdote la estimación de acuerdo con po adquirido por él que no figuraba en-
el sostén que constituye el pan, diez mu- tre las naciones, y el país de vuestros ene- los recursos del formulador del voto. tre los campos de su patrimonio, 2 3 el
jeres bastarán a cocer vuestro pan en un migos os devorará. 3 9 Vuestros supervi- * Si es animal que puede ofrendarse a sacerdote calculará el importe de esa va-
solo h o r n o , y os lo distribuirán tan tasado vientes se consumirán por su iniquidad Yahveh, todo lo que de él se dé a Yahveh loración por lo que falta hasta el año del
que comeréis y no os saciaréis. en las tierras de vuestros enemigos, y
27 resultará cosa santa. 10 N o se le cambiará jubileo, y el mismo día habrá de pagar la
Si, a pesar de todo, n o me escucháis también por las iniquidades de sus padres, valoración, como cosa consagrada a Y a h -
c o m o ellos, se consumirán. ni se le trocará bueno por malo o malo
y obráis contra mi deseo, 28 y 0 obraré por b u e n o ; y si se reemplaza un animal veh. 2 4 El a ñ o del jubileo volverá el c a m p o
contra vosotros con furor y os castigaré 40
Entonces confesarán su iniquidad y p o r otro, él y su sustituto serán cosa a aquel de quien lo había c o m p r a d o y lo
a mi vez siete veces por vuestros pecados. la de sus padres p o r las infidelidades que santa, n Pero si es animal impuro, de que poseía como patrimonio rústico. 25 T o d a
29
Comeréis la carne de vuestros hijos y h a n cometido conmigo, y además, que no se puede hacer ofrenda a Yahveh, se valoración será según el siclo del santua-
la de vuestras hijas devoraréis. 30 Derrui- ellos m e h a n sido contrarios. 4 1 También presentará el animal ante el sacerdote, rio; a veinte güeras por siclo.
ré vuestras bamot, destruiré vuestros jam- yo obraré hostilmente respecto a ellos y 12
y el sacerdote lo evaluará, según sea
26
Pero al primogénito del ganado, que
manim, arrojaré vuestros cadáveres sobre los conduciré a país enemigo; pero en- b u e n o o m a l o ; conforme lo estime el como tal pertenece a Yahveh, nadie lo
las estelas de vuestros ídolos y mi alma tonces se humillará su corazón incircun- sacerdote, así será. 13 Si [quien hizo voto] podrá consagrar; sea ternero o cordero,
os aborrecerá. * 3 1 Reduciré a ruinas vues- ciso y expiarán su iniquidad. 4 2 Y yo re- le quiere rescatar, habrá de añadir sobre es de Yahveh. 27 SJ f u e r e animal i m p u r o ,
tras ciudades, devastaré vuestros santua- cordaré mi alianza con Jacob, así c o m o la valoración hecha su quinta parte. se le rescatará con arreglo a la estimación
rios y no aspiraré más el grato olor de también mi pacto con Isaac, e igualmente 14 y se agregará sobre ello la quinta parte;
Si alguno consagra su casa como cosa
vuestros sacrificios. 3Z Yo mismo asolaré mi pacto con A b r a h a m recordaré, e igual-
santa a Yahveh, el sacerdote la evaluará, si no fuere rescatado, se venderá al precio
el país, de suerte que queden de ello h o - mente me acordaré del p a í s . « p e r o [antes] de estimación. 28 Pero todo jérem que al-
la tierra habrá de ser a b a n d o n a d a por según sea buena o mala; conforme la es-
rrorizados vuestros enemigos que en él time el sacerdote, asi será. I 5 Pero si quien guno haya consagrado a Yahveh de cuan-
se establezcan. 3 3 Y a vosotros os despa- ellos, a fin de que así salde ella sus sába-
dos en la desolación producida p o r au- realizó la consagración desea rescatar su to le pertenece, hombre o bestia o c a m p o
r r a m a r é p o r las naciones y desenvainaré casa, habrá de agregar la quinta parte del de su propiedad, no podrá ser vendido
la espada tras de vosotros; vuestra tierra sencia de aquéllos, quienes expiarán su
iniquidad, por c u a n t o menospreciaron mis dinero de la evaluación a este precio, y ni rescatado. T o d o jérem es cosa santísi-
quedará asolada, y vuestras ciudades, re- así quedará por suya. ma para Yahveh. 2 9 Ninguna persona que
ducidas a escombros. decretos y su alma detestó mis leyes. 16
34
44
M a s tampoco, a pesar de t o d o , c u a n d o Si un hombre consagra a Yahveh un haya sido consagrada c o m o jérem podrá
Entonces la tierra se resarcirá de sus c a m p o de su patrimonio, la valoración ser redimida; será m u e r t a irremisible-
estén en país enemigo los h a b r é rechazado
sábados todo el tiempo que dure la deso- será a la medida de su s e m b r a d u r a ; la mente. *
ni detestado hasta exterminarlos y rom-
lación y mientras vosotros estéis en el per mi alianza con ellos, p o r q u e yo soy sembradura de un jómer de cebada tásese
3
t>Todo diezmo de la tierra, ya de las
país de vuestros enemigos; la tierra des- Yahveh, su D i o s ; 4 5 sino q u e recordaré, cu cincuenta siclos de plata.* 1 7 S i con- semillas de la tierra, ya de los frutos de
cansará entonces, saldando así sus sába- en favor suyo, la alianza c o n sus antepa- sagrare su campo :i partir del arto del los árboles, pertenece a Y a h v e h ; es cosa
dos. * 3S T o d o el tiempo que dure la de- sados, a quienes saqué del país de Egipto, jubilen, so niunlciulri'i esta valoración in- consagrada a Yahveh. 3> Si alguno quiere
vastación reposará por lo que n o descansó a la vista de las naciones, a fin de ser su tegra; !ft mas si consagrare su campo des- rescatar parle de su diezmo, añadirá en-
en vuestros sábados, c u a n d o habitabais Dios. Y o , Yahveh». pués del jubileo, el sacerdote evaluará el cima el quinto. J2 Asimismo todo diezmo
en ella. 3 6 A quienes de vosotros sobrevi- precio según los años que queden hasta del g a n a d o mayor y menor; de cuanto
46
van infundiré tal pusilanimidad en sus Estos son los estatutos, los decretos el a ñ o jubilar, reduciéndolo proporcional- pasa bajo el cayado [pastoril], todo deceno
corazones en las tierras de sus enemigos, y las leyes que Yahveh estableció entre El mente de la valoración 1 9 Si el que ha será consagrado a Yahveh. * 33 N o se in-
que el ruido de una hoja agitada Jos pon- y los hijos de Israel, en la m o n t a ñ a del consagrado el c a m p o quiere rescatarlo, dagará si es bueno o malo, ni se cambiará,
drá en fuga, y huirán como se huye de Sinaí, p o r medio de Moisés. añadirá un quinto sobre el precio de la y si se trocare, él y su sustituto serán
estimación y q u e d a r á p o r suyo. 20 Pero si cosas santas y no p o d r á n ser rescatados».
34
n o rescata el c a m p o y se vendiere a o t r o Tales son los preceptos que prescri-
Los votos y los diezmos h o m b r e , ya no p o d r á ser rescatado; 2 1 an- bió Yahveh a Moisés para los hijos de
tes bien, cuando el c a m p o quede libre en Israel en la m o n t a ñ a del Sinaí.
O*? ' Y habló Yahveh a Moisés, di- tu valoración será de t r e i n t a siclos. 5 Si
« • ciendo: 2 «Habla a los hijos de Is- se t r a t a de personas d e cinco a veinte 16
JÓMER: primitivamente, la carga de un asno, como su nombre indica: es medida de capaci-
rael y diles: C u a n d o un h o m b r e trate de años, al varón lo estimarás en veinte siclos dad para áridos. Su valor es incierto: de 364 litros, según unos, hasta 394, aproximadamente, para
cumplir u n voto a Yahveh referente a y a la hembra en diez. 6 s i fuere de u n otros. Valía diez veces el efá.
21
personas [rescatándolas] con arreglo a tu mes a cinco años, lo e v a l u a r á s al varón ]ÉREM: etimológ., separación, prohibición; en griego, «anaíhema». Era donación irrevocable
hecha a Dios, ya por ofrecimiento libre de cosas, animales o aun personas (jérem de consagración),
estimación;* 3 si se trata de que valores en cinco siclos de plata y a la h e m b r a ya por decisión de autoridad competente, que condenaba aquéllas a destrucción total, a menos de
a u n varón de veinte a sesenta años, lo en tres. 7 Si es de sesenta a ñ o s en adelan- limitación expresa (j, de execración),
29
estimarás en cincuenta s i d o s de plata, se- te, tu valoración será, t r a t á n d o s e de varón, CONSAGRADA COMO JÉREM: por autoridad pública. Era caso raro, decretándose sólo en tiem-
gún el siclo del santuario. 4 Si es mujer, quince siclos, y tratándose de h e m b r a , pos antiguos (así cf. Núm 21,2; Jos 7: 1 Sam 15).
32
BAJO EL CAVADO: se ha de tener en cuenta la costumbre israelita de sacar cada día los re-
30
baños por una puerta estrecha, junto a la cual se hallaba el pastor con un cayado, a cuyo toque los
BAMOT: bamá designa un lugar de culto o santuario situado en una altura, li JAMMANIM: numeraba. Anualmente hacíase lo mismo para marcar con un color cualquiera el diezmo de las reses
para algunos, estelas consagradas al sol, o más bien quizá (RB [1948] 251) pebeteros que coronaban del hato debido a^Dios,
a veces el altar exornándolo. II ESTELAS: así algs. como Neiman; otros, «montón o rimero de piedras»
(Obermann); otros, «imágenes destruidas» (Zorell).
34
D E sus SÁBADOS: e. d., del reposo de los años sabáticos y jubilares que le habéis negado. H
SALDANDO sus SÁBADOS: o indemnizando sus reposos.
2
Voro REFERENTE A PERSONAS .- trátase de la indemnización que debe pagar craien. ha hecho
27 voto de consagrar al servicio de Yahveh a sí o 3 otra persora,
174 LEVÍTICO

NOTAS CRITICAS

CAP. I : ' a s i puntuamos con V (cf Kit)] "asi c ¡mss SamGST0; H el sacerdote.
CAP. 5: a* asi H; Kit c 0w 3-4 1 y luego se da cuenta; otros c G d l c final de v . '
CAP. 7: 7mss SamST 1 reptil (o insecto) y no abominación.
CAP. 8: a asi c GST°; cf V sicut praecepit mihi Dominus; H ordené.
CAP. 10: a"así c ST'V; H .yo había ordenado (cf Kit).
CAP. 14: así c STV; H crrp.
CAP. 15 : " V om T23] " así c Kit, «] prb c SamS..., GV»; H apartaréis.
CAP. 17: a en su alma (vida) add H; di c GSV.
CAP. 20: a 1 C GVS plur, H sing; y di la dittografía de H: un hombre que comete adulurí, 0 c N Ú M E R O S
la mujer, al comienzo del v] * asi c ims Sam vers, cf 18,28; H sing. °n
CAP. 21: aa Sam GV los.
CAP. 23: a «frt di» anota Kit.
CAP. 25: ins c VJ b ins c GV; otros con G del c fina] del v.

El censo de Israel
1
Y h a b l ó Yahveh a Moisés en el ! se filiaron por familias y casas patriar-
I desierto del Sinaí, en la tienda de cales, c o n t a n d o los hombres desde los
reunión, el u n o del segundo mes del año veinte años p a r a arriba, cabeza p o r ca-
segundo después que salieron los israe- beza, 1 9 conforme Yahveh había orde-
litas de tierra de Egipto, diciendo:* n a d o a Moisés. Este hizo, pues, el censo
2
«Haced el censo de t o d a la asamblea de ellos en el desierto del Sinaí.
20
de los hijos de Israel por familias y ca- D e ios hijos de R u b é n , primogénito
sas patriarcales, c o n t a n d o los nombres de Israel, sus descendientes, p o r familias
de t o d o s los varones cabeza por cabeza. y casas patriarcales, e n u m e r a n d o nomi-
3
Registraréis tú y A a r ó n , de veinte años nalmente, cabeza p o r cabeza, todos los
para arriba, a todos los aptos p a r a el varones de veinte años p a r a arriba, to-
servicio militar en Israel según sus agru- dos aptos para el servicio militar, 2 1 los
paciones castrenses. 4 Os asistirán sendos e m p a d r o n a d o s de la tribu de R u b é n re-
hombres por Iribú, cada uno cabe/a de sultaron cuarenta y seis mil quinientos.
su respectiva casa patriarcal. 22
De los hijos de Simeón, sus descen-
5
Estos son los nombres de los indivi- dientes, por familias y casas patriarca-
duos q u e os a y u d a r á n : por R u b é n , Eli- les a , e n u m e r a n d o nominalmente, cabeza
sur, hijo de Sedeur; 6 por Simeón, Selu- p o r cabeza, todos los varones de vein-
miel, hijo de Surisadday; 7 p o r Judá, te años p a r a arriba, todos aptos p a r a el
Najsón, hijo de A m m i n a d a b ; 8 por Issa- servicio militar, 2 3 los e m p a d r o n a d o s de
car, N a t a n a e l , hijo de Suar; 9 por Zabu- la tribu de Simeón fueron cincuenta y
lón, Eliab, hijo de Jelón; 10 de los hijos nueve mil trescientos.
de J o s é : p o r Efraím, Elisamá, hijo de 24
D e los hijos de G a d , sus descen-
A m m i h u d ; p o r Manases, Gamaliel, hijo dientes, por familias y casas patriarcales,
de P e d a h s u r ; " por Benjamín, Abidán, enumerados nominalmente, de veinte años
hijo d e G u i d o n í ; i 2 p o r D a n , Ajiézer, para arriba, todos aptos p a r a el servicio
hijo d e Ammisadday; 13 por Aser, Pa- militar, 25 los e m p a d r o n a d o s de la tribu
guiel, hijo de O k r á n ; • ' ' p o r Gad, Elya- de G a d fueron cuarenta y cinco mil seis-
saf, hijo de Deuel; I 5 por Neftalí, Ajirá, cientos cincuenta.
hijo d e Enán. 16 Tales son los escogidos 2
<» D e los hijos de Judá, sus descen-
de la asamblea, los príncipes de sus tri-
bus paternas, los jefes de las legiones de dientes, por familias y casas patriarcales,
Israel». * enumerados nominalmente, de veinte años
para arriba, t o d o s aptos para el servicio
2
17 T o m a r o n , pues, Moisés y A a r ó n a militar, ? los e m p a d r o n a d o s de la tribu
estos h o m b r e s que habían sido designa- de Judá fueron setenta y cuatro milo
dos n o m i n a l m e n t e 18 y convocaron toda seiscientos.
la asamblea el u n o del segundo mes y 2
8 D e los hijos de Issacar, sus descen-

Toro alado asirlo de Khorsabad, del Oriental Institute, de Chicago •I l


AÑO SEGUNDO: e. d., un año después de partir de Egipto, construido ya el tabernáculo
' TIENDA DE REUNIÓN (EX 40,17) y celebrada la Pascua (Núm 9,1-5).
16
LEGIONES: lit., «millares»; era, con familias y casas patriarcales, otra división de la tribu
israelita, pero más que de naturaleza étnica, como ellas, jurídica o militar.
29 54 NÚMEKOS 2 '-'** 177
176 NÚMEROS 1 -

42
dientes, p o r familias y casas patriarcales, De * los hijos de Neftalí, sus des-
enumerados nominalmente, de veinte años cendientes, por familias y casas patriar- 'Disposiciones sobre el modo de acampar y partir
para arriba, todos aptos para el servicio cales, enumerados nominalmente. de vein- 1
tos. i 2 J u n t o a él a c a m p a r á la tribu de
militar, 29 los e m p a d r o n a d o s de la tribu
de Issacar fueron cincuenta y cuatro mil
te años para arriba, todos aptos para el
servicio militar, 4 3 los e m p a d r o n a d o s de
2 Y habló Yahveh a Moisés y A a -
rón, diciendo: 2 «Los hijos de Israel Simeón, con el adalid de los hijos de
cuatrocientos. la tribu de Neftalí fueron cincuenta y a c a m p a r á n cada u n o bajo su bandera, Simeón, Selumiel, hijo de Surisadday.
30
D e los hijos de Zabulón, sus des- tres mil cuatrocientos. con arreglo a las enseñas de sus casas 13 Su cuerpo de ejército, o n ú m e r o de
cendientes, por familias y casas patrian 44
Tales son los e m p a d r o n a d o s que re- patriarcales; a c a m p a r á n en derredor de e m p a d r o n a d o s , es de cincuenta y nueve
cales, enumerados nominalmente, de vein- gistraron Moisés y Aarón juntamente con la tienda de reunión, dándole frente. mil trescientos. 1 4 También la tribu de
3
te años para arriba, todos aptos para el los príncipes de Israel, que eran doce, Los que acampen a vanguardia, ha- G a d , con el jefe de los hijos de G a d ,
servicio militar, 3 I los e m p a d r o n a d o s de uno p o r cada casa patriarcal. 4 5 Resulta- cia el oriente, serán los de la bandera Elyasaf, hijo de Deuel". 15 Su cuerpo de
'id tribu de Zabulón fueron cincuenta y ron, pues, todos los e m p a d r o n a d o s de del c a m p a m e n t o de Judá, por sus uni- ejército, o n ú m e r o de e m p a d r o n a d o s , es
siete mil cuatrocientos. los hijos de Israel, con arreglo a sus fa- dades militares, con el caudillo d e los de cuarenta y cinco mil seiscientos cin-
32 milias, de veinte años en adelante, todos
Entre los hijos de José: de los hijos
de Efraim, sus descendientes, por fami- aptos para el servicio militar, 4 6 seiscien-
lias y casas patriarcales, enumerados n o - tos tres mil quinientos cincuenta. *
4 Dan A ser Neftalí £> '
minalmente, de veinte años para arriba, ? Mas los levitas, según su tribu pa- 62700 41500 S340Q
todos aptos para el servicio militar, 3 3 los 41
e m p a d r o n a d o s de la tribu de Efraím fue-
triarcal, n o fueron e m p a d r o n a d o s entre
aquéllos, 4 S pues Yahveh habló a M o i - r& ¡
ron cuarenta mil quinientos. 3 4 D e los sés, diciendo: 4 9 « S i n embargo, n o em- Mrraritns
hijos de Manases, sus descendientes, por padronarás a la tribu de Leví, ni forma- 6*n
familias y casas patriarcales, enumerados rás su censo entre los hijos de I s r a e l ; *
nominalmente, de veinte años para arri- 50
en cambio, encomienda a los levitas
*
Cuersüiiilas Aarón
ba, todos aptos p a r a el servicio militar,
35
los e m p a d r o n a d o s de la tribu de M a -
nases fueron treinta y dos mil quinientos.
36
el cuidado del tabernáculo del testimo-
nio y todos sus utensilios y cuanto a él
se refiere. Ellos transportarán el taber-
P 7500 TABERNÁCULO y
Sacerdotes
II
D e los hijos de Renjamín, sus des- náculo y todos sus utensilios, estarán
cendientes, por familias y casas patriar- Queatitas
encargados de su servicio y a c a m p a r á n 8600
cales, enumerados nominalmente, de vein- en torno al tabernáculo. 51 C u a n d o éste
te años para arriba, todos apios para el haya de ponerse en marcha, los levitas „s
servicio militar, 3 7 los e m p a d r o n a d o s de
la tribu de Benjamín fueron treinta y
lo desmontarán, y c u a n d o el tabernáculo
h a y a de hacer alto, los levitas lo arma- I9 Gad
45650
Simeón
59300
Rubén
46500 H
cinco mil cuatrocientos. r á n . El extraño que se acerque será muer-
38 to. * 52 Los hijos de Israel acamparán
D e los hijos de D a n , sus descen- en su respectivo c a m p a m e n t o y bajo su
dientes, p o r familias y casas patriarcales, respectiva bandera, según sus agrupacio- ¡)istril»u:ión de las tribus israelitas en el campamento
enumerados nominalmente, de veinte años n e s castrenses. 5 3 Los levitas, en cambio,
p a r a arriba, todos aptos para el servicio a c a m p a r á n alrededor del tabernáculo del
militar, 3 9 los e m p a d r o n a d o s de la tribu hijos de J u d á , Najsón, hijo de A m m i n a - cuenta. 16 El total de los e m p a d r o n a d o s
de D a n fueron sesenta y dos mil sete-
testimonio, para que la ira [divina] n o dab. * 4 Su cuerpo de ejército, o n ú m e r o del c a m p a m e n t o de R u b é n asciende a
descargue sobre la asamblea de los hijos de e m p a d r o n a d o s , es de setenta y cua- ciento cincuenta y u n mil cuatrocientos
cientos.
40
de Israel; y los levitas estarán encarga- tro mil seiscientos hombres. 5 J u n t o a él cincuenta, según sus unidades castren-
D e los hijos de Aser, sus descen- d o s de la guarda del tabernáculo del tes- a c a m p a r á la tribu de Issacar, con el ada- ses. M a r c h a r á n los segundos.
dientes, por familias y casas patriarcales, timonio». lid de los hijos de Issacar, Natanael, 17
A continuación partirá la tienda de
enumerados nominalmente, de veinte años
hijo de Suar. * Su cuerpo de ejército, o reunión, el c a m p a m e n t o de los levitas,
p a r a arriba, todos aptos para el servicio 54 Hiciéronlo así los israelitas; confor-
n ú m e r o d e e m p a d r o n a d o s , asciende a cin- [situado] en medio de los otros c a m p a -
militar, 41 los e m p a d r o n a d o s de la tribu m e a cuanto Yahveh ordenara a Moisés,
de Aser fueron cuarenta y u n mil qui- así lo hicieron. cuenta y c u a t r o mil cuatrocientos. 7 Tam- mentos. Tal como acampen, así parti-
bién * la t r i b u de Zabulón, con el jefe de r á n : cada u n o en su sección, con arre-
nientos.
la tribu de Z a b u l ó n , Eliab, hijo de Jelón. glo a sus banderas.
8 18
Su c u e r p o de ejército, o n ú m e r o de A poniente estará la b a n d e r a del
e m p a d r o n a d o s , es de cincuenta y siete c a m p a m e n t o de Efraím, p o r sus unida-
46
SEISCIENTOS. ..: es el número que señaló en la percepción del tributo del santuario (Ex 38,26). mil cuatrocientos. 9 El total de los em- des militares, con el caudillo de ios hijos
49
No EMPADRONARÁS A... LEVÍ: por estar exenta del servicio militar y adscrita al del santua- p a d r o n a d o s del c a m p a m e n t o de J u d á as- de Efraím, Elisamá, hijo de A m m i h u d .
rio. Su puesto se llena haciendo a los hijos de José, Efraim y Manases, jefes de sendas tribus, com- 19
ciende a ciento ochenta y seis mil cua- Su cuerpo de ejército, o n ú m e r o de
pletándose asi el número de doce en éstas. trocientos, p o r sus agrupaciones castren- e m p a d r o n a d a s , es de cuarenta mil qui-
51
SERÁ MUERTO: cf. t Sam 6,19; 2 Sam 6,6-7. nientos. 20 J u n t o a ella estará la tribu
ses. P a r t i r á n en vanguardia.
10 de Manases, con el adalid de los hijos
La b a n d e r a del c a m p a m e n t o de R u -
bén estará a l mediodía, por sus unidades de Manases, Gamaliel, hijo de Pedan-
castrenses, c o n el caudillo de los hijos sur. 21 Su cuerpo de ejército, o n ú m e r o
de R u b é n , Elisur, hijo de Sedeur. 1 ! Su de e m p a d r o n a d o s , es de treinta y dos
cuerpo de ejército, o n ú m e r o de e m p a d r o - mi! doscientos. 22 También la tribu de
n a d o s , es d e cuarenta y seis mil quinien- Benjamin, con el jefe de los hijos de

3
JUDÁ: ocupa esta tribu el primer puesto de vanguardia, como anticipo de su futura soberanía
en el reino temporal por David y luego en el mesiánico.
¿a 20
LIS NÚMEROS 2 3 21 51
NÚMEROS 3 " 179
23 30
Benjamín, A b i d á n , hijo de Guidoní. Su Su cuerpo de ejército, o número de
cuerpo de ejército, o número de empa- e m p a d r x n a d o s , son cincuenta y tres mil las familias de Leví según sus casas pa- las columnas que r o d e a b a n el atrio, sus
d r o n a d o s , es de treinta y cinco mil cua- cuatrocientos. 3 1 El total de los e m p a d r o - triarcales. casas, sus estacas y sus cuerdas.
21 38
trocientos. 2 4 El total de los empadrona- n a d o s del c a m p a m e n t o de Dan asciende D e Guersón descienden la familia Frente al tabernáculo, al este, ante
dos del c a m p a m e n t o de Efraím asciende a ciento cincuenta y siete mil seiscien- de los libníes y la de los simíes: tales la tienda de reunión, a oriente, acampa-
22
a ciento o c h o mil cien, distribuidos según tos. M a r c h a r á n a retaguardia, según sus son las familias de los guersonitas. Sus ban Moisés y A a r ó n y sus hijos, encar-
sus unidades castrenses. Partirán los ter- banderas. empadronados, c o n t a n d o todos los va- gados del cuidado del santuario en lo
ceros.
32
Tales fueron los empadronados de rones de un mes en adelante", fueron tocante a cuanto los israelitas habían de
25 La b a n d e r a del c a m p a m e n t o de D a n , los hijos de Israel según sus casas pa- siete mil quinientos. 2 3 Las familias de atender; y el extraño que se acercase de-
p o r sus unidades castrenses, estará al triarcales. El total de los registrados en los guersonitas a c a m p a b a n detrás del ta- bía morir. 3 9 El total de los levitas em-
norte, con el caudillo de los hijos de los diversos c a m p a m e n t o s con arreglo a bernáculo, al poniente. 2 4 El caudillo de padronados que Moisés y A a r ó n regis-
D a n , Ajiézcr, hijo de Ammisadday. 2 6 Su sus agrupaciones castrenses es de seis- la casa patriarcal de los guersonitas era traron por orden de Yahveh, según sus
cuerpo de ejército, » número de e m p a d r o - cientos tres mil quinientos cincuenta. Elyasaf, hijo de Lael. 2 5 En la tienda de familias, de todos los varones de un
nados, es de sesenta y dos mil setecien-
33
M a s los levitas, conforme Yahveh or- reunión, los hijos de Guersón tenían a mes en adelante, fue de veintidós mil.
40
tos. 2 7 J u n t o a ella acampará la tribu de denara a Moisés, n o fueron incluidos su cargo el tabernáculo y la tienda, su Y Yahveh dijo a Moisés: « H a z el
Aser, con el adalid de los hijos de Aser, en el censo con los hijos de Israel. 3 4 Los cubierta, la cortina de entrada en la censo de todos los primogénitos varones
Paguiel, hijo de O k r á n . 2 8 Su cuerpo de israelitas obraron de acuerdo con cuanto tienda de reunión, 2 6 las cortinas del atrio, de los hijos de Israel de u n mes p a r a
ejército, o número de e m p a d r o n a d o s , es Yahveh había prescrito a Moisés: así la cortina de entrada del mismo que arriba, y toma cuenta de sus n o m b r e s .
de cuarenta y un mil quinientos. 29 T a m - a c a m p a r o n p o r banderas y así empren- está alrededor del tabernáculo y del altar 4 1 Y tomarás p a r a mí—yo, Yahveh—a los
bién la tribu de Neftalí, con el jefe de dieron la marcha, cada uno según su y las cuerdas para t o d o su servicio. levitas, en sustitución de todos los pri-
27
los hijos de Neftalí, Ajirá, hijo de Enán. familia y con arreglo a su casa patriarcal. D e Quehat proceden la familia de mogénitos de los hijos de Israel, y el
los amramíes, la familia de los isharíes, ganado de los levitas, en lugar de t o d o s
la familia de los jebronitas y la familia los primogénitos del g a n a d o de los hijos
de los o//,ielíes. Tales son las familias de Israel». 4 2 Moisés, en efecto, e m p a d r o -
La institución de los levitas. Rescate de los primogénitos de los quehalitas. ¿* Sus empiulromiilos', nó 11 todos los primogénitos entre los
1 c o n t a n d o todos los varones de un mes israelitas, c o m o Yahveh habíale m a n d a d o .
Esta era la descendencia de A a r ó n ciones sacerdotales; y el extraño que se
3 < y Moisés - * el día en que Yah- acerque será muerto».
n Y Yahveh habló a Moisés, dicien-
en adelante, fueron ocho mil tres 'cien- 4 3 Y fue el total de los primogénitos va-
tos, encargados del cuidado del santuario. rones, contados nominalmente, de edad
veh habló a Moisés en la montaña (leí 29
L a s familias de los hijos de Quehat de u n mes en adelante, según su e m p a -
Sinaí. 2 H e aquí los nombres de los hi- d o : ' 2 « E n cuanto a mí, he aquí que he
t o m a d o a los levitas, de en medio de a c a m p a b a n en el flanco meridional del dronamiento, veintidós mil doscientos se-
jos de A a r ó n : el primogénito N a d a b ,
luego Abiliú, Ela/ar c llamar. 3 Tales los hijos de Israel, en lugar de todo pri- tabernáculo. 3 0 El jefe de la casa patriar- tenta y tres.
44
son los nombres de los hijos de Aarón, mogénito, primer nacido de los israeli- cal de las familias quehatitas era Eliza- Entonces habló Yahveh a Moisés,
los sacerdotes que fueron ungidos y con- tas. Para mí, pues, serán los levitas, fiín ben Uzziel. 3 1 A su cargo estaban el diciendo: 45 «Toma a los levitas en lu-
sagrados para ejercer el sacerdocio. 4 N a - 13
p o r q u e mío es t o d o primogénito. El urca, la mesa, el candelabro, los altares, gar de todos los primogénitos de los hijos
d a b y Abihú murieron ante Yahveh al día en que herí a estos todos en el país los utensilios sagrados con los cuales se de Israel y el g a n a d o de los levitas en
ofrecer fuego irregular en presencia de de Egipto consagré para mí a t o d o pri- ejerce el culto y el velo y lodo lo locante sustitución del ganado de aquéllos; y los
Yahveh en el desierto del Sinaí y no mogénito de Israel, tanto de los h o m - 11 su servicio. u lil jefe supremo de los levitas me pertenecerán. Y o , Yahveh.
tuvieron hijos. Y Elazar e I t a m a r ejer- bres c o m o de los ganados; a mí m e per- levitas era Elazar, hijo del sacerdote 4 6 Y para el rescate de los doscientos
cieron el sacerdocio a las órdenes de tenecen. Y o , Yahveh». Aarón y superintendente de los encarga- setenta y tres en que los primogénitos
A a r ó n , s u padre. * 14 dos de atender al cuidado del santuario. de los hijos de Israel exceden a los levi-
También habló Yahveh a Moisés en 33
5 el desierto del Sinaí, diciendo: l 5 H a z el De Merarí descienden la familia de tas, 4 7 tomarás cinco siclos p o r cabeza;
Yahveh habló a Moisés, diciendo: los majlíes y la familia de los musíes: los t o m a r á s según el siclo del santuario,
6 « H a z s e acerque la tribu de Leví y censo de todos los hijos de Leví, p o r
sus casas patriarcales, según sus familias. tales son las familias de Merarí. 3 4 Sus de veinte güeras. * 4 8 Entregarás el dinero
preséntala ante el sacerdote Aarón, para e m p a d r o n a d o s , c o n t a n d o todos los varo- a A a r ó n y sus hijos c o m o rescate de los
que estén a su servicio. 1 Atenderán al T o d o s los varones de u n mes en ade-
lante empadrónalos». * 16 Moisés los em- nes de u n mes en adelante, fueron seis excedentes». 1 9 Moisés cogió el dinero del
cuidado del mismo y al de toda la comu-
nidad ante la tienda de reunión, minis- p a d r o n ó conforme a la orden de Yahveh, mil doscientos. 35 El jefe de la casa pa- rescate de cuantos excedían al n ú m e r o
t r a n d o el servicio del tabernáculo. * 8 Ten- tal c o m o éste habíale mandado °. triarcal d e las familias meraritas era Su- de los rescatados p o r los levitas. 5 0 T o m ó
d r á n a s u cargo todos los utensilios de . . ! ? Estos son, por sus nombres, los hi- riel, hijo de Abijáil. A c a m p a b a n al cos- el dinero correspondiente a los primogé-
la tienda de reunión < y el cuidado propio jos de Leví: Guersón, Q u e h a t y Merarí. t a d o septentrional del tabernáculo. 3 6 Es- nitos de los hijos de Israel: mil trescien-
18 t a b a n encome-ndados al cuidado de los tos sesenta y cinco siclos, según el siclo
de los hijos de Israel, prestando el servi- Y éstos son los nombres de los hijos
cio del tabernáculo > b . 9 Entregarás, de Guersón por sus familias: Libní y hijos de Merarí las m a d e r a s del taber- del santuario. 5 l Y Moisés entregó el di-
pues, l o s levitas a A a r ó n y sus hijos, Simí. 1 9 Los hijos de Q u e h a t según sus náculo, sus travesanos, sus columnas, sus nero de los rescates a A a r ó n y sus hijos,
c o m o donados enteramente a él por parte familias: A m r a m e Yishar, Jebrón y basas y t o d o s sus utensilios con cuanto de acuerdo con la orden de Yahveh,
de los israelitas. 10 Y encomendarás a Uzziel. 2 0 Y los hijos de Merarí, p o r a su servicio corresponde; 3 7 asimismo, conforme Yahveh m a n d a r a a Moisés.
A a r ó n y sus hijos que c u m p l a n sus fun- sus familias, Majlí y Musí. Estas son
SICLO DEL SANTUARIO: cf. Ex 30,13, nota.

4
NALUB Y ABIHÚ: cf. Lev 10,1-3. II FUEGO: entiéndase sacrificio ígneo.
3 7
ATENDERÁN...: e. d., serán coadjutores del sacerdote oficiante en los sacrificos y, además,
ayudarán
15
a ios israelitas oferentes de víctimas.
EMPADRÓNALOS: lo son al poco de nacer y no a los 20 años, como en las demás tribus; es que
los levitas <ran consagrados a Dios a modo de rescate de los.primogénitos de Israel, y, siendo éstos
de toda edad, si no se hubiera contado sino a los levitas de 20 años, su número, ya reducido, habría
resultado insuficiente para dicho fin (cf. Ex 13,2-3: Lev 27,26).
27 8
NÚMEROS 4 -~5 181
1 26
180 NÚMEROS 4 "
servicio en ellos; prestarán, en suma, t o d a dos los que prestaban servicio en la tien-
la asistencia que aquéllos reclamen. * 2 7 A da de reunión y cuyo censo hicieron M o i -
las órdenes de A a r ó n y sus hijos estará sés y Aarón, según orden de Yahveh
Segundo censo de los levitas. Sus, deberes en las marchas t o d o el servicio de los guersonítas para transmitida por Moisés.
3
1 cuanto han de transportar y ejecutar; 8 Los e m p a d r o n a d o s de los hijos de
Y h a b l ó Yahveh a Moisés y A a - chantes, paletas, aspersorios, todos los
4 rón, diciendo: * 2 « H a z el censo de utensilios del altar; y extenderán sobre
vosotros les señalaréis nominalmente " to-
d o lo que h a n de llevar. 2 8 Este será en
Guersón p o r sus familias y sus casas,
39
desde edad de treinta años en adelan-
los hijos de Quehat, entre los hijos de él una cubierta de piel de tajas, y colo- la tienda de reunión el servicio de las te hasta los cincuenta, todos los obligados
Leví, por familias y casas patriarcales; carán sus varales. 15 A a r ó n y sus hijos familias guersonítas, quienes realizarán a servicio con una actividad cualquiera en
3
de treinta años en adelante hasta cin- habrán concluido de cubrir el santuario su cometido bajo la dirección de Itamar, la tienda de reunión, 4 0 ésos, e m p a d r o n a -
cuenta, todos cuantos están obligados a con todos sus utensilios al moverse el hijo del sacerdote A a r ó n . dos según sus familias y sus casas, fueron
servicio, que han de prestar su cometido campamento, y sólo después de eso ven- 29
En cuanto a los hijos de Merarí, dos mil seiscientos treinta. 4 1 Tales fueron
en la tienda de reunión. * d r á n los hijos de Q u e h a t a transportarlo, les harás el censo p o r sus familias y sus los filiados de las estirpes guersonítas, t o -
4
El servicio de los hijos de Quehat para que n o toquen las cosas santas y casas paternas. 30 E m p a d r o n a r á s , desde dos los que desempeñaban servicio en la
en la tienda de reunión será éste: las mueran. Tal es el cargo de los hijos de la edad de treinta años en adelante hasta tienda de reunión, a quienes Moisés y
cosas más sagradas. 5 C u a n d o haya de Q u e h a t en la tienda de reunión. * 16 L o los cincuenta, a todos los que h a n de Aarón e m p a d r o n a r o n p o r orden de Yah-
levantarse el c a m p o vendrán Aarón y sus encomendado a Elazar, hijo del sacerdote cnlrar en servicio p a r a realizar u n a fun- veh.
hijos y descolgarán el velo interior, con Aarón, será el aceite del a l u m b r a d o , el ción en la tienda de reunión. 31 Esto es 42
Los e m p a d r o n a d o s de las estirpes me-
que cubrirán el arca del testimonio. 6 So- incienso de los perfumes, la oblación per- lo que habrán de portar, p o r lo que res- raritas por sus familias y casas patriarca-
bre ella p o n d r á n una cubierta de piel de petua, el óleo de la unción, el cuidado pecta a su servicio en la tienda de reunión: les, 43
de treinta años para arriba hasta
tajas y encima de ésta * echarán p o r la de t o d o el tabernáculo con cuanto le ios tablones del tabernáculo, sus travesa- cincuenta, todos los obligados a servicio
parte superior un p a ñ o todo de púrpura corresponde, así en el santuario como nos, sus columnas y sus basas; -^asimis- para alguna actividad en la tienda de re-
violeta, y colocarán los varales. * 7 So- en sus utensilios». mo, las columnas que rodean al al rio, unión, 4 4 ésos, e m p a d r o n a d o s por fami-
17
bre la mesa de los panes de proposición Y Yahveh habló a Moisés y Aarón, con sus hasas, estacas y cuerdas; en resu- lias, ascendieron a tres' mil doscientos.
extenderán un p a ñ o de p ú r p u r a violeta diciendo: 1 8 « N o deis lugar a que desapa- men, todos sus instrumentos y lo preciso 45
Tales fueron los filiados de las estirpes
y encima colocarán las fuentes, incensa- rezca la tribu familiar quehatita de en a su servicio; nominalmente les asigna- meraritas, cuyo censo hicieron Moisés y
rios, portaofrendas y copas de libación; medio de los levitas. l 9 Para que vivan réis los objetos cuyo transporte les in- A a r ó n p o r orden de Yahveh a Moisés.
el pan perpetuo quedará encima. 8 Sobre y no mueran c u a n d o se lleguen a las cumbe. 3 3 Tal será el menester encomen- 4Í>
La totalidad de e m p a d r o n a d o s que
ellos tenderán un paño carmesí y lo en- cosas santísimas haced así con ellos: d a d o a las familias meraritas para el ser- Moisés, Aarón y los príncipes de Israel
volverán con una cubierta de piel de Aarón y sus hijos vendrán y asignarán vicio de la tienda de reunión, dirigidos registraron a los levitas con arreglo a sus
tajas, colocando luego los varales. 9 To- a cada uno su propio servicio y le dirán por Itamar, hijo del sacerdote Aarón». familias y sus casas, 4 7 desde la edad de
m a r á n u n paño de púrpura violeta y lo que han de transportar, 2" no sea que 34
Asi, pues, A a r ó n y los príncipes de treinta años para arriba hasta los cincuen-
cubrirán el candelabro del a l u m b r a d o y entren u n solo instante a mirar lo santo la comunidad hicieron el censo de los ta, destinada a realizar algún servicio o
sus lámparas, despabiladeras, recipientes y mueran». qiicliiililiis Ncy,ún sus fnniilias y casas, tarea de transporte en la tienda de re-
21
p a r a pabilos cortados y todos los vasos Yahveh habló a Moisés, diciendo: ^ dcstld edad ilr Irvinlii luios para arriba unión, 4,í fue de ocho mil quinientos
del aceite de los que se sirven p a r a el 2 2 «Haz también el censo de los hijos de hasta los cincuenta, adscrilos lodos al ser- ochenta. 4 '' Según la orden de Yahveh
10
candelabro. Y lo pondrán con todos Guersón, según sus casas y familias. vicio de una función cualquiera en la tien- transmitida por medio de Moisés, se asig-
sus utensilios una cubierta de piel de 23 Los e m p a d r o n a r á s desde treinta años da de reunión. 3 6 Sus e m p a d r o n a d o s , se- nó a cada u n o su servicio y lo que ha-
tajas, colocándolo luego sobre las anga- para arriba hasta la edad de cincuenta, K¡ln sus familias, fueron dos mil setecien- bía de transportar, y fueron señalados
rillas. n Encima de altar de oro exten- a todos los obligados a prestar servicio tos cincuenta. 3 7 Tales fueron los empa- como ° Yahveh ordenara a Moisés.
derán u n p a ñ o de púrpura violeta,- que ejerciendo alguna actividad en la tienda d r o n a d o s de las familias q u e h a t i t a s ; to-
recubrirán con una cubierta de piel de de reunión.
tajas, y colocarán sus varales. , 2 Cogerán 24
H e aquí la misión de las familias
t o d o s los utensilios requeridos p a r a el de los guersonítas en el servicio y trans-
Servicio que emplean en el santuario y, porte : 25 transportarán los tapices del ta- Sobre expulsión de impuros, restitución de bienes y celos
poniéndolos en un p a ñ o de p ú r p u r a vio- bernáculo y la tienda de reunión, su cu-
1
ciendo : 6 «Di a los hijos de Israel: C u a n -
leta, los taparán con una cubierta de bierta y la cubierta de tajas que se pone
piel de tajas y lo colocarán encima de encima de aquélla, la cortina que da 5 Y h a b l ó Y a h v e h a Moisés, dicien-
do : 2 « O r d e n a a los' hijos de Israel do un h o m b r e o mujer cometiere algún
las parihuelas. 13 Y limpiarán de cenizas entrada a la tienda de reunión, 2 S las que despidan del c a m p a m e n t o a todos los pecado en perjuicio del prójimo, incu-
grasas el altar, sobre el cual extenderán cortinas del atrio, la colgadura de la leprosos, t o d o s los enfermos de gonorrea rriendo en prevaricación contra Yahveh
un p a ñ o de p ú r p u r a escarlata; 14 pondrán puerta de ingreso en el atrio que rodea y los c o n t a m i n a d o s p o r cadáver. 3 T a n t o y haciéndose por ello culpable, 7 confesa-
encima todos los utensilios requeridos el tabernáculo y el altar, con sus cuerdas varones c o m o h e m b r a s alejadlos, echad- rá el pecado que h a cometido y restituirá
p a r a el servicio de a q u é l : braserillos, trin- y todos los utensilios necesarios para el los fuera, p a r a que n o c o n t a m i n e n sus el objeto del delito en su pleno valor, y,
c a m p a m e n t o s , en m e d i o d e los cuales yo añadiendo a ello un quinto, lo entregará
habito». 4 Los hijos d e Israel hiciéronlo a aquel a quien lesionó. * 8 M a s sí el tal
A * DICIENDO : lo que sigue no es sino una ampliación algo modificada de las instrucciones dadas así, arrojándolos del c a m p a m e n t o ; con- h o m b r e no tiene goel a quien pueda res-
* en el cap. anterior. Créese puede reflejar una época m.ás avanzada. forme Y a h v e h o r d e n ó a Moisés, así hi- tituir dicho objeto, entonces lo que ha
3
SERVICIO: el hebreo sabá denota servicio militar y tiene aquí particular sentido. Los levitas cieron los israelitas. de restituirse corresponde a Yahveh, en
son como la milicia sagrada del Señor. E n cuanto al servicio de que ahora se trata, del v.47 parece 5 T a m b i é n h a b l ó Yah-veh a Moisés, di- beneficio del sacerdote, sin contar el car-
deducirse que es el transporte del tabernáculo con sus cosas anejas. Cuando ya los levitas no tu-
vieron qué realizar, David rebajó la edad requerida para el ministerio levttico a 20 años (cf. 1 Cr 23,
24-26), en vez de los 25 que antes con carácter general se precisaban (cf. 8,24) y de los 30 que nues- 26
TODA LA ASISTENCIA concerniente a aquéllos: desmontar, embalar, transporte, etc.
tro v. exige a los quehatitas, quizá por necesitar mayor prudencia y fuerza para transportar las cosas
más sagradas. 7
6 C A QUIEN LESIONÓ: entiéndase a los representantes de su derecho, pues el texto supone que
TAJAS: cf. Ex 25,5, nota. H COLOCABAN LOS VARALES: sin duda, sólo quitados para envolver " el prójimo dañado murió. En Lev 5,21-26 se le supone vivo aún.
«! arca, ya que, según Ex 25,15, no debían nunca quitarse de ésta.
i> SÓLO DESPUÉS: nótese la gran reverencia de qm 86 rodea a, las SS8SS sagradas.
182 NÚMEROS 5 9 " 8 1 NÚMEROS 6 1 - 2 7 183
ñero expiatorio con que se ofrecerá ex- maldición. 2 0 M a s si has sido infiel a t u
piación p o r el culpable. * 9 Toda terumá marido y te has mancillado y ha tenido Ley del nazareato. Bendición sacerdotal
de cualquier cosa santa que los hijos de contigo comercio carnal individuo que n o
Israel ofrezcan al sacerdote, será p a r a és- sea tu esposo—^entonces el sacerdote
te. 1 0 Las ofrendas santas de cada u n o le
corresponderán a él; lo que uno da al
conjurará a la mujer con juramento im-
precatorio y le dirá—, ¡Yahveh te haga
6 1 Y habló Yahveh a Moisés, dicien-
do : 2 «Habla a los hijos de Israel y
para el holocausto, u n a cordera añal sin
tacha para el sacrificio p o r el pecado y u n
diles: Si u n hombre o u n a mujer ha he- carnero sin defecto p a r a el sacrificio pa-
sacerdote, para éste será». * motivo de maldición y execración en me- cho solemnemente voto de nazareo p a r a cífico, 15 u n a panera de panes ácimos de
, n Y habló Yahveh a Moisés, diciendo: dio de tu pueblo, poniéndote lacias las consagrarse a Yahveh, * 3 se abstendrá de flor de harina, tortas amasadas con aceite
12
«Habla a los hijos de Tsrael y diles: caderas e hinchado tu vientre; * 2 2 y vino y licor embriagador, no beberá vi- y galletas ácimas u n t a d a s de aceite, junta-
C u a n d o la mujer de un hombre cual- penetre esta agua p o r t a d o r a de maldi- nagre de vino ni de hidromel; tampoco mente con su oblación y sus libaciones.
16
quiera se descarría y le es infiel, 13 y yace ción en tus entrañas, haciendo hinchar tu beberá zumo de uvas ni comerá uvas fres- El sacerdote lo ofrecerá delante de Y a h -
con ella un individuo en comercio car- vientre y enflaqueciendo tus caderas!»; y cas ni secas. 4 Mientras d u r a su nazarea- veh y hará el sacrificio por el pecado y el
nal, pero queda el hecho oculto a los ojos la mujer responderá: «Amén, amén». * to, n o comerá n a d a de cuanto produce la holocausto del nazareo. 1 7 C o n el carne-
23 vid, ni siquiera los agraces ni los p á m p a - ro hará [éste] un sacrificio pacífico a Y a h -
de su marido p o r haberse ella mancillado Luego el sacerdote escribirá estas mal-
en secreto y n o existir testigos contra ella diciones en u n a hoja y las desleirá en las nos. 5 Mientras dure el voto de su naza- veh junto con la panera de los ácimos,
ni haber sido sorprendida, I 4 si le sobre- aguas amargas portadoras de maldición *, reato no pasará navaja sobre su cabeza; ofreciendo luego el sacerdote su oblación
viene espíritu de celos y recelare de su 24
y hará beber a la mujer el agua amarga hasta que se haya cumplido el periodo por y su libación. 18 Entonces el nazareo ra-
mujer, habiéndose ella mancillado real- de maldición, a fin de que penetre en ella que se consagró a Yahveh será considera- pará, a la entrada de la tienda de reunión,
mente o sin que ella haya incurrido en para amargura. 2 ' El sacerdote t o m a r á de do s a n t o ; dejará crecer libremente la ca- su cabeza consagrada, y t o m a n d o su ca-
deshonor, is tal h o m b r e conducirá a su m a n o de la mujer la oblación de celos, y bellera de su cabeza. 6 En todo el tiempo bellera consagrada, la echará al fuego que
esposa hasta el sacerdote y llevará p o r mecerá como una tenufá la oblación de- de su consagración a Yahveh c o m o iia- arde bajo el sacrificio pacífico. " Después
ella la ofrenda correspondiente: un dé- lante de Yahveh y la acercará al altar. * zarco no se acercará a ningún cadáver. el sacerdote cogerá la espaldilla, ya coci-
7
cimo de efá de harina de cebada. N o ver- 26 Ni por su padre o madre, por su herma- da, del carnero, una torta ácima de la pa-
Entonces el sacerdote cogerá de la obla-
terá aceite encima ni p o n d r á sobre ello no o hermana, si muriesen, se ha de con- nera y una galleta ácima, y lo colocará
ción un p u ñ a d o c o m o azkará y la h a r á todo sobre las palmas del nazareo, des-
incienso, porque es u n a oblación de celos, taminar, porque lleva sobre la cabeza la
arder en el altar, y después h a r á beber consagración a su Dios. 8 T o d o el tiem- pués de haberse éste r a p a d o su [cabelle-
oblación conmemorativa en recuerdo de el agua a la mujer. * 2 7 H e c h o lo cual, po de su nazareato está consagrado a ra] consagrada. 2 0 El sacerdote los mece-
u n a falta. ' 6 El sacerdote hará que se ocurrirá que, si se ha mancillado y h a sido Yahveh. rá c o m o tenufá ante Y a h v e h ; es cosa san-
aproxime [la mujer] y la colocará delante infiel a su marido, las aguas portadoras ta que corresponde al sacerdote, a m á s
de Yabveh. 1 7 Luego el sacerdote (ornará de maldición penetrarán en ella p a r a ser- 9
M a s si alguno muriese j u n t o a él sú- del pecho de la tenufá y de la pierna de
agua santa en un vaso de barro y, cogien- le amargas, y se hinchará su vientre, y en- bitamente y se contaminare así su cabe- la terumá; luego p o d r á ya el nazareo be-
do el sacerdote polvo del suelo del ta- flaquecerán sus caderas, y tal mujer será za consagrada, r a p a r á su cabeza el día de ber vino. * 21 Tal es la ley del nazareo que
bernáculo, lo echará en el agua. J 8 El objeto de maldición en medio de su pue- su purificación; el día séptimo la rasura- ha hecho u n voto, referente a la ofrenda
sacerdote mantendrá en pie a la mujer blo ; 2 8 pero si no se h a mancillado y es rá, i" p.l octavo día llevará al sacerdote que ha de presentar a Yahveh con moti-
delante de Yahveh, la descubrirá la ca- pura, quedará ilesa y tendrá descenden- dos tórtolas o dos pichones n la entrada vo de su consagración, fuera de lo que
beza y p o n d r á sobre sus palmas la obla- cia». de la tienda de reunión. " 1:1 sacerdote sus posibilidades alcancen; según el voto
29 ofrecerá el uno en sacrificio por el peca-
ción conmemorativa, o sea la oblación de Esta es la ley de los celos, c u a n d o que haya formulado, así hará de acuerdo
celos, en tanto que en la m a n o del sacer- u n a mujer se h a descarriado después de do y el otro en holocausto, celebrando con la ley de su nazareato».
dote están las amargas aguas portadoras casada y se h a mancillado, 3 0 o c u a n d o a por él el rito expiatorio en razón de haber
de maldición. 1 9 Entonces el sacerdote un h o m b r e le acomete espíritu de celoti- pecado a causa del m u e r t o ; y aquel mis- 22
Yahveh h a b l ó a Moisés, diciendo:
conjurará y dirá a la mujer: «Si no ha ya- pia y recela de su esposa; entonces pre- m o día santificará [de nuevo] su cabeza; 2 3 «Habla a A a r ó n y sus hijos en estos tér-
12
cido contigo varón y si no te has desca- sentará a la mujer ante Yahveh y el sacer- y se consagrará nazareo a Yahveh por m i n o s : Así habéis de bendecir a los hijos
rriado y mancillado desde que estás bajo dote la aplicará t o d a esta ley. 31 El m a - el tiempo de su n a z a r e a t o , y traerá un de Israel; les diréis:
la potestad de tu marido, queda inmune rido quedará así libre de culpa, mientras cordero añal c o m o sacrificio p o r la culpa,
24
de estas aguas amargas p o r t a d o r a s de la mujer cargará con la suya. no contándose el tiempo precedente p o r Yahveh te bendiga y guarde;
25
haberse c o n t a m i n a d o su nazareato. haga brillar Yahveh su rostro sobre ti
8 [y séate propicio;
GOEL: aquí el pariente más próximo de una persona, al cual asiste el derecho o el deber de 13
Esta es la ley del n a z a r e o : el día de 26
reclamar
10
justicia, defendiendo los derechos de aquél a quien representa. cumplirse el t i e m p o de su nazareato se le y p o n g a Yahveh su rostro sobre ti y
D E CADA UNO: el texto es ambiguo; ¿de cada sacerdote?; para algunos debe entenderse que, [la paz te conceda.
aparte la porción alzada o TERUMÁ de las víctimas (cf. Lev 7,31-36) correspondiente al sacerdote que conducirá a la e n t r a d a de la tienda de
realiza el sacrificio, el resto de víctimas y oblaciones será para el israelita oferente del sacrificio pa- reunión, 14 y p r e s e n t a r á c o m o ofrenda su- 27
Así invocarán mi n o m b r e sobre los
cífico (cf. Lev 7,11 ss.). ya a Yahveh un c o r d e r o añal sin mácula hijos de Israel, y yo los bendeciré».
21
22
LACIAS LAS CADERAS: alusión a ía esterilidad, tan infamante para una israelita.
2
AMÉN: e. d., así sea, así es; pues el vocablo, que luego pasó a la liturgia cristiana y de ahí a f\ . NAZARENO O NAZAREO: en hebr. nazir, 'lo separado', de la raíz nazar, que en conjugación nifal
nuestras lenguas, tiene ese sentido y sirve para ratificar lo antes dicho. significa 'dedicarse a, absteniéndose de algo', y en hifil, 'separar consagrando'. Era consagración
25
MECERÁ: era el rito usual con las carnes de las víctimas (cf. Lev 7,30), y a veces también con personal, temporal o perpetua, de ascética abstinencia en honor de Yahveh. Aquí la ley regula un
la minjá u oblación vegetal. hecho que aparece como uso inveterado, de que el texto sagrado ofrece ejemplos notables tanto en
26
AZKARÁ: cf. Lev 2,2, nota. Aquí sugiere recuerdo desfavorable al oferente. antiguos tiempos de la historia israelita (así Sansón, Samuel..-; cf. Jue 13,5: 1 Sam 1,11; Am 2,11;
Lam 4,7; 1 Mac 3,49) como en los primeros tiempos del cristianismo (Le 1,15; Act 18,18 y 21,23).
Lo concerniente al nazareato ha sido aplicado por varios autores a Jesu-Cristo: «Quoniam nazareus
vocabitur» (Mt 2,23). S. Gregorio Nacianceno, S. Gregorio Magno y Sto, Tomás consideran al na-
zareo precursor de los religiosos.
20
PECHO Y PIERNA: correspondían al sacerdote en el sacrificio corriente (Lev 7,34).
184 NÚMEROS 7 %~: NÚMEROS 7 38 8
- * 185

de flor de harina amasada con aceite, para clos.fsegún el siclo del santuario, ambas
la oblación; 3 8 un incensario de oro de llenas d e flor de harina a m a s a d a con
Ofrendas de los jefes de las tribus de Israel diez siclos, lleno de perfume; 3 9 un no- aceite, p a r a la oblación; 6 2 u n incensario
villo, un carnero y un cordero añal, para de o r o d e diez siclos, lleno de perfume;
63
18
el holocausto; 4 0 u n macho cabrío, para un novillo, un carnero y un cordero
7 1 Y acaeció que el día en que terminó El segundo día ofrendó Natanael,
Moisés de erigir el tabernáculo, de hijo de Suar, príncipe de Issacar. 19 Pre- el sacrificio expiatorio; *i y para el sa- añal, p a r a el h o l o c a u s t o ; 64 un macho
ungirlo y consagrarlo con todos sus uten- sentó su ofrenda, consistente en u n a fuente crificio pacífico, dos reses vacunas, cincocabrío, p a r a el sacrificio expiatorio; 6 5 y
silios, así como el altar con sus utensilios de plata de ciento treinta siclos de peso, carneros, cinco machos cabríos y cin- para el sacrificio pacífico, dos reses va-
t o d o s ; c u a n d o los h u b o ungido y consa- una copa argéntea de setenta siclos, según co corderos añales. Esa fue la ofrenda cunas, cinco carneros, cinco machos ca-
grado, * 2 los príncipes de Israel, jefes de el siclo del santuario, ambas llenas de de Selumiel, hijo de Surisadday. bríos y cinco corderos añales. Tal fue la
42
sus casas patriarcales, presentaron sus flor de harina2 0 a m a s a d a con aceite, p a r a ofrenda de Abidán, hijo de Guidoní.
El día sexto correspondió al príncipe
66
ofrendas; eran ellos los príncipes de las la oblación; un incensario de oro de
21
de los hijos de G a d , Elyasaf, hijo de El día décimo correspondió al prín-
tribus, quienes habían presidido el censo. diez siclos, lleno de p e r f u m e ; u n novillo, D e u e l ; 4 3 su ofrenda fue: u n a fuente de
cipe de los hijos de D a n , Ajiézer, hijo de
3
Y trajeron su ofrenda ante Y a h v e h : un carnero 2y2 un cordero añal, p a r a el plata de ciento treinta siclos de peso y Ammisadday. 6 7 Su ofrenda fue: u n a fuen-
seis carros cubiertos y doce reses v a c u n a s : holocausto; u n m a c h o cabrío, p a r a el
23
te de plata de ciento treinta siclos de peso
u n a copa argéntea de setenta siclos, según
un carro por cada dos príncipes y sendas sacrificio expiatorio; y para el sacrificio y una copa argéntea de setenta siclos,
el siclo del santuario, ambas llenas de flor
reses vacunas p o r cada uno, y los pre- pacífico, dos reses vacunas, cinco carne- de harina amasada con aceite, para la según el siclo ^el santuario, ambas llenas
sentaron delante del tabernáculo. 4 En- ros, cinco machos cabríos y cinco corderos oblación; 4 4 u n incensario de oro de diezde flor de harina a m a s a d a con aceite,
tonces Yahveh habló a Moisés, diciendo: añales. Esa fue la ofrenda de Natanael, siclos, lleno de perfume; 4 5 Un novillo, para la oblación; 68 un incensario de oro
5
«Acéptaselo p a r a emplearlo en el ser- hijo de Suar. un carnero y u n cordero añal, para el de diez siclos, lleno de perfume; 69 un
vicio de la tienda de reunión, y dáselo a 24
El tercer día correspondió al príncipe holocausto; 4 6 u n m a c h o cabrío, para el
novillo, u n carnero y u n cordero añal,
los levitas, a cada u n o según su respectivo de los hijos de Zabulón, Eliab, hijo de p a r a el h o l o c a u s t o ; 7 0 u n m a c h o c a -
sacrificio expiatorio; 4 7 y para el sacrificio
6
servicio». Recibió, pues, Moisés las ca- Jelón. 2 5 Su ofrenda fue: u n a fuente de pacífico, dos reses vacunas, cinco carne- brio, p a r a el sacrificio expiatorio; ' l y
rretas y las reses vacunas y dióselas a los -plata de ciento treinta siclos de peso, u n a ros, cinco machos cabríos y cinco corde- para el sacrificio pacífico, dos reses va-
levitas. 7 D o s carretas y cuatro reses en- copa argéntea de setenta siclos, según el ros añales. Tul l'uc la ofrenda de Elyasaf, cunas, cinco carneros, cinco machos ca-
tregó a los hijos de Guersón, con arreglo siclo del santuario, ambas llenas de flor hijo de Deuel. bríos y cinco corderos añales. Tal fue
a su servicio. 8 A los hijos de Merarí dio de harina 2< amasada con aceite, para la 48
El séptimo día Correspondió al prín-la ofrenda de Ajiézer, hijo de A m m i -
c u a t r o . carros y ocho reses vacunas, en oblación: i un incensario de 27
o r o de diez cipe de los hijos de Efraím, Elisamá, sadday.
72
virtud de la función que habían de cum- siclos, lleno de perfume; un novillo, hijo de A m m i h u d . 4 9 Su ofrenda fue: una El día undécimo correspondió al prín-
plir bajo la dirección de Itamar, hijo del un carnero 2y8 un cordero añal, para el fuente de plata de ciento treinta siclos de cipe de los hijos de Aser, Paguiel, hijo de
sacerdote A a r ó n . 9 Pero a los hijos de holocausto; u n m a c h o cabrío, p a r a el
29
peso y una copa argéntea de setenta siclos, Okrán. 73 Su ofrenda fue: una fuente de
Quehat no dio nada, p o r q u e tenían a su sacrificio expiatorio; y p a r a el sacrificio según el siclo del santuario, ambas llenas plata de ciento treinta siclos de peso y
cargo las cosas sagradas, que habían de pacífico, dos reses vacunas, cinco carne- de flor de harina amasada con aceite, para u n a copa argéntea de setenta siclos, según
transportar a hombros. ros, cinco machos cabríos y cinco corde- la oblación; 5 " un incensario de oro de el siclo del santuario, a m b a s llenas de
10 Los príncipes presentaron también la ros añales. Esa fue ¡a ofrenda de Eliab, dio/ siclos, lleno de perfume; 5I un novi- flor de harina a m a s a d a con aceite, p a r a
ofrenda para la dedicación del altar el día hijo de Jelón. llo, un carnero y un cordero añal, para la oblación; 7 4 un incensario de o r o de
en que se ungió éste, y ofrecieron ellos su 30
El cuarto día fue el príncipe de los el holocausto; " un macho cabrío, para diez siclos, lleno de perfume; 7 5 un novi-
oblación ante el altar, u Yahveh dijo en- hijos de R u b é n , Elisur, hijo de Sedeur. el sacrificio expiatorio; 53 y p a r a el sacri-
llo, un carnero y u n cordero añal, para
tonces a Moisés: «Venga u n príncipe cada 31 Su ofrenda consistió en u n a fuente de ficio pacífico, dos reses vacunas, cinco el h o l o c a u s t o ; 1 6 u n macho cabrío, para el
día a presentar su ofrenda p a r a la dedi- plata de ciento treinta siclos de peso, una carneros, cinco machos cabríos y cinco sacrificio expiatorio; 7 7 y p a r a el sacrificio
cación del altar». copa argéntea de setenta siclos, según el corderos añales. Tal fue la ofrenda de pacífico, dos reses vacunas, cinco carne-
12
El que presentó su ofrenda el día siclo del santuario, ambas llenas de flor Elisamá, hijo de A m m i h u d . ros, cinco machos cabríos y cinco corde-
54
primero fue Najsón, hijo de A m m i n a d a b , de harina 3 2amasada con aceite, p a r a la El día octavo correspondió al prín- ros añales. Tal fue la ofrenda de Paguiel,
de la tribu de Judá. * ' 3 Consistió su ofren- oblación; u n incensario de o r o de diez
33
cipe de los hijos de Manases, Gamaliél, hijo de Okrán.
78
da en u n a fuente de plata de ciento treinta siclos, lleno de perfume; un novillo, hijo de Pedah-sur. 5 5 Su ofrenda fue: una El día duodécimo correspondió al
siclos de peso, una copa argéntea de un carnero y un cordero añal, p a r a el fuente de plata de ciento treinta siclos de príncipe de los hijos de Neftalí, Ajirá,
34
setenta siclos, conforme al siclo del san- holocausto; un macho cabrío p a r a el hijo de Enán. 7 9 Su ofrenda fue: u n a
peso y u n a copa argéntea de setenta siclos,
3S
tuario, ambas llenas de flor de harina sacrificio e x p i a t o r i o ; y para el sacrificio según el siclo del santuario, ambas llenas fuente de plata de ciento treinta siclos de
a m a s a d a con aceite, para la oblación; pacífico, dos reses vacunas, cinco carne- de llor de harina amasada con aceite, para peso y una copa argéntea de setenta siclos,
14
un incensario de oro de diez siclos, ros, cinco machos cabríos y cinco corderos la oblación; 5I' un incensario de o r o de según el siclo del santuario, a m b a s llenas
lleno de perfume; 15 un novillo, u n carnero añales. Esa fue la ofrenda de Elisur, hijo diez siclos, lleno de perfume; 57 un novi- de flor de harina amasada con aceite, p a r a
y un cordero añal, para el holocausto; de Sedeur. llo, un carnero y un cordero añal, p a r a la oblación; 8 0 un incensario de o r o de
]6
un macho cabrío, para el sacrificio ex- 36
El día quinto correspondió al princi- diez siclos, lleno de perfume; 8 l un n o -
el holocausto; 5 8 un m a c h o cabrío, p a r a el
piatorio ; 17 y para el sacrificio pacífico, pe de los hijos de Simeón, Selumiel, hijo sacrificio expiatorio; 5 9 y para el sacrificio
villo, un carnero y un cordero añal, p a r a
37
dos reses vacunas, cinco carneros, cinco de Surisadday. Su ofrenda fue: u n a pacífico, dos reses vacunas, cinco carne- el h o l o c a u s t o ; 8 2 u n macho cabrío, p a r a el
machos cabríos y cinco corderos añales. fuente de plata de ciento treinta siclos de ros, cinco'machos cabríos y cinco corderos sacrificio expiatorio; 8 3 y p a r a el sacrificio
Esta fue la ofrenda de Najsón, hijo de peso, u n a copa argéntea de setenta siclos, añales. Tal fue la ofrenda de Gamaliél, pacífico, dos reses vacunas, cinco carne-
Amminadab. según el siclo del santuario, a m b a s llenas hijo de Pedah-sur. ros, cinco machos cabríos y cinco corderos
60
El día noveno correspondió al prín- añales. Tal fue la ofrenda de Ajirá, hijo
cipe de los hijos de Benjamín, Abidán, de Enán.
hijo de Guidoní. 61 Su ofrenda fue: u n a 84
"7 * EL DÍA: entiéndase en sentido amplio, pues aquí supónese ya realizado el censo, que se inició Esto es lo que fue ofrecido p o r los
* un mes después de terminado el tabernáculo (cf. Ex. 40,2.17). fuente de plata de ciento treinta siclos de príncipes de Israel en la consagración del
12
" • El capítulo ofrece el documentado y monótono registro oficial de la presentación de ofren- peso y u n a copa argéntea de setenta si- aliar el día que fue u n g i d o : doce fuentes
'das por las tribus según el orden de su emplazamiento en torno al tabernáculo.
8S
186 NÚMEROS 7 822 NÚMEROS 8 2 " 9 ¿'¿ 187

de plata, doce copas argénteas, doce in- expiatorio, doce. 8 8 El total del ganado tienda de reunión, bajo la inspección de a partir de cincuenta a ñ o s se retirará del
censarios de oro. 85 C a d a fuente de plata vacuno para el sacrificio pacífico fueron Aarón y sus hijos; tal c o m o Yahveh desempeño de ese servicio y ya n o ten-
pesaba ciento treinta sidos, y cada copa, veinticuatro novillos; carneros, sesenta; ordenara a Moisés respecto a los levi- drá que prestarlo más. 2 6 Podrá ayudar a
setenta, siendo toda la plata de estos machos cabríos, sesenta, y corderos aña- tas, así hicieron con ellos. sus hermanos en la tienda de reunión
23
utensilios dos mil cuatrocientos siclos, les, sesenta. Tal fue la ofrenda para la Y Yahveh h a b l ó a Moisés, dicien- practicando la vigilancia, pero servicio
según el siclo del santuario. 86 D o c e in- dedicación del altar después de ser éste d o : 2 4 « E s t a es la ley Concerniente a los propiamente no ha de prestar. Así obra-
censarios de oro, llenos de perfume, de ungido. levitas: desde veinticinco a ñ o s en ade- rás respecto a los levitas en cuanto a sus
89
diez siclos cada incensario, conforme al C u a n d o Moisés entraba en la tienda lante h a de entrar a prestar servicio, obligaciones ministeriales».
siclo del santuario, siendo t o d o el oro de reunión para hablar con El, oía la ocupado en la tienda de r e u n i ó n ; * 2 5 m a s
de los incensarios ciento veinte siclos. voz que le hablaba de encima del propi-
87
T o d o el g a n a d o vacuno para el holo- ciatorio, situado sobre el arca del testi-
causto fueron doce novillos; los carneros, monio, entre los d o s querubines; y le Celebración de la Pascua. La columna de nube
doce, y los corderos añales, doce, con sus hablaba. *
oblaciones, y los chivos p a r a el sacrificio Q 1 Y habló Yahveh a Moisés en el de- tal será exterminado de su pueblo; p o r
«' sierto del Sinaí el primer mes del a ñ o no haber presentado la ofrenda de Yahveh
segundo posterior a la salida de Egipto, a su tiempo, tal h o m b r e cargará con la
El candelabro. Consagración de los levitas diciendo: 2 « C e l e b r e n los hijos de Israel pena de su pecado. 1 4 Y si m o r a r e con
la Pascua a su tiempo. * 3 L a celebraréis vosotros un inmigrante y quisiere celebrar
1 Y h a b l ó Yahveh a Moisés, diciendo: hacer el rito expiatorio p o r los levitas. a su tiempo debido, catorce de este mes, la Pascua en h o n o r de Yahveh, la cele-
8 2
«Habla a A a r ó n y dile: C u a n d o 13 Luego colocarás a los levitas ante A a r ó n al crepúsculo; conforme a todas las dis-
posiciones y órdenes rituales de la misma,
brará como d i s p o n e la ley de la Pascua
y su ordenanza. U n a misma ley regirá p a r a
coloques encima del candelabro las lám- y sus hijos y los mecerás c o m o tenufá
paras, hacia la parte anterior del candela- ofrecida a Yahveh. 1 Separarás así a los
4 la celebraréis». 4 Moisés, pues, m a n d ó a vosotros, tanto respecto al extranjero co-
b r o alumbrarán las siete lámparas »». 3 Hi- levitas de entre los hijos de Israel, a fin los hijos de Israel que celebrasen la Pas- mo al indígena».
zolo, pues, así A a r ó n , colocando encima de que m e pertenezcan, u Hecho esto, cua, s y la celebraron el día catorce del is El d í a e n q u e se erigió el tabernáculo,
del candelabro, hacia la parte anterior, los levitas entrarán a servir en la tienda mes primero, al crepúsculo, en el desierto la nube cubrió a éste, [es decir], a la tienda
sus lámparas, tal c o m o Yahveh m a n d a r a de reunión, y los purificarás y los mecerás del Sinaí. Según lodo lo que Yahveh ha- del testimonio; y por la tarde h u b o sobre
I6 bía m a n d a d o a Moisés, así hicieron los
a Moisés. 4 Y ésta era la hechura del c o m o tenufá, p o r q u e m e son dados él c o m o apariencia de fuego [que duró]
israelitas. hasta la m a ñ a n a . * l6 Así sucedía cons-
c a n d e l a b r o : labor cincelada de o r o ; desde enteramente de entre los hijos de Israel
su pie hasta sus flores" era cincelado; en lugar de todos los nacidos primero,
6 tantemente: l a n u b e lo cubría de día * y
H u b o , sin embargo, unos hombres
según el modelo que Yahveh había mos- todos los primogénitos de entre los israe- contaminados p o r cadáver h u m a n o que una apariencia d e fuego p o r la noche.
17
trado a Moisés, así hizo el candelabro. litas. Los h e t o m a d o p a r a mí. 17 Pues no podían celebrar aquel día la Pascua; En cuanto l a n u b e se alzaba de sobre
5
Y Yahveh h a b l ó a Moisés, diciendo: mío es t o d o primogénito de entre los presentáronse, pues, aquel mismo día ante la tienda, los h i j o s de Israel poníanse en
5
«Toma a los levitas de en medio de los hijos de Israel, tanto h o m b r e s c o m o bes- Moisés y Aarón, y dijéronle: * 7 «Estamos marcha, y d o n d e se p a r a b a la nube, allí
lijos de Israel y purifícalos. 7 Para puri- tias; los consagré p a r a mí el día en que contaminados por cadáver h u m a n o , :por a c a m p a b a n los israelitas. i 8 A la orden
herí a t o d o primogénito en el país de qué se nos ha de vedar el presentar la de Yahveh p a r t í a n y a la orden de Y a h -
ficarlos harás con ellos así: rocíalos con
Egipto. 18 Y he t o m a d o a los levitas p a r a ofrenda de Yahveh a su licnipo en medio veh a c a m p a b a n ; en t a n t o que la n u b e
agua lustral; luego pasarán la navaja por que sustituyan a t o d o primogénito de los
t o d o su cuerpo, lavarán sus vestidos, y hijos de I s r a e l , " y los he entregado c o m o de los hijos de Israel?» 8 Moisés les res- estaba p a r a d a s o b r e el tabernáculo per-
p o n d i ó : «Esperad, para que sepa lo que manecían a c a m p a d o s . 19 A veces la n u b e
así se purificarán. * 8 Después tomarán d o n a d o s a A a r ó n y sus hijos de entre
un novillo, j u n t o con su oblación de flor los israelitas, para que presten el servicio Yahveh ordena acerca de vosotros». 9 Y se detenía m u c h o s días sobre el taber-
de harina a m a s a d a con aceite, y tú coge- p o r los hijos de Israel en la tienda de Yahveh habló a Moisés, d i c i e n d o : 1 0 «Ha- náculo; los h i j o s de Israel observaban la
bla a los hijos de Israel en estos términos: prescripción d e Y a h v e h y n o partían.
rás otro novillo p a r a el sacrificio expia- reunión y para ofrecer expiación por ellos, 20
Otras, la n u b e permanecía sobre el ta-
Si uno cualquiera de entre vosotros o de
torio. 9 H a r á s que se aproximen los levitas de suerte que n o sobrevenga plaga en los bernáculo c o r t o n ú m e r o de días; a la or-
vuestros descendientes se contamina por
ante la tienda de reunión y congregarás israelitas c u a n d o se acerquen al santua- un cadáver o se halla en un viaje largo, den de Y a h v e h a c a m p a b a n y a la orden
t o d a la comunidad de los hijos de Israel. rio». celebrará la Pascua en h o n o r de Yahveh. de Yahveh p o n í a n s e en m a r c h a . 2Í A ve-
10
Entonces haz que se acerquen los levitas 1
1 La celebrarán en el mes segundo, el día ces la n u b e q u e d á b a s e sólo desde la tarde
ante Yahveh y que los hijos de Israel 20 Moisés y A a r ó n y t o d a la asamblea catorce, al crepúsculo, comiéndola con a la m a ñ a n a , y a l z a d a la n u b e p o r la m a -
impongan sus m a n o s sobre los levitas. * de los hijos de Israel hicieron así con panes ácimos y hierbas amargas. i 2 N o ñana, ellos p a r t í a n ; o bien [quedaba] u n
11 los levitas; c o m o Yahveh ordenara a M o i -
A a r ó n mecerá a los levitas como tenufá dejarán n a d a de ella para la m a ñ a n a si- día y u n a n o c h e , y, alzada luego la n u b e ,
delante de Yahveh, a m o d o de ofrenda sés tocante a los levitas, 2así 1
hicieron con guiente ni le quebrarán hueso alguno; se- emprendían e l l o s la m a r c h a ; 2 2 o [queda-
de los hijos de Israel, quedando así capa- ellos los hijos de Israel. Los levitas se gún todo el estatuto de la Pascua la han ba] dos días, u n m e s o m á s largo tiempo,
citados p a r a el servicio de Yahveh. * Los purificaron y lavaron sus vestidos, y
I2
de celebrar. 1 3 M a s el h o m b r e que, estando permaneciendo l a n u b e sobre el taber-
levitas i m p o n d r á n sus manos sobre la A a r ó n los meció c o m o tenufá ante Y a h - p u r o y no hallándose de camino, dejare, náculo y r e p o s a n d o sobre él, y entonces
cabeza de los novillos, y ofrecerás con veh e hizo p o r ellos 22
el rito expiatorio n o obstante, de celebrar la Pascua, ese los hijos de I s r a e l estaban a c a m p a d o s y
el u n o u n sacrificio por el pecado y con p a r a purificarlos. Después los levitas
el o t r o un holocausto a Yahveh, a fin de entraron a desempeñar su función en la
89 24
CON E L : e. d., con Yahveh. \\ LE HABLABA: de estas reuniones y coloquios con Dios, cuya DESDE VEINTICINCO: esta disposición modifica un tanto la de !Núm 4,3.
promesa recoge Ex 25,22, llamóse al tabernáculo que encerraba el arca «tienda de la reunión» (cf. Ex 2
33,7-n. y nota). Q7 CELEBREN LA PASCUA: es la segunda tras la salida de Egipto. Goin tal motivo precisáronse algu-
* 6
ñas disposiciones sobre casos particulares (w.6.14). Cf. Ex 12.
7
Q ROCÍALOS: sobre la consagración sacerdotal cf. Ex 29 y Lev 8. Aquí, como en el Lev 21,7, al no presentarse sistematizada la legislación, aparece claro, y hasta
*-* 1 ° Sus MANOS : como para expresar que toda la comunidad ofrecía a los levitas el culto divino el estilo lo dice, que a partir del Éxodo es el Pentateuco un libro dte memorias, escrito al compás
cual1 1delegados de ella. de los acontecimientos y no redactado con posterioridad a los h e c h o s , con el sosiego que demanda
MECERÁ A LOS LEVITAS: e. d., realizará con ellos la ceremonia del balanceo o meeimiento toda obra de arte.
15
(cf. Ex 29,24-28, y Lev 7,30). EL DÍA...: recuérdase el hecho de Ex 40,34-38, como premisa c i é lo que sigue.
2 a 28 ;
188 NÚMEROS 9 10 NÚMEROS 1 0 * » • — 1 1 x»y

33
no p a r t í a n ; sólo c u a n d o ella se alzaba veh partían, guardando el precepto de según sus agrupaciones castrenses, cuan- P a r t i e r o n , pues, de la montaña de
levantaban el c a m p o . 2 3 A la orden de Yahveh tal como había sido transmitido do se ponían en camino. Y a h v e h , [haciendo! tres días de camino;
29
Yahveh a c a m p a b a n y p o r orden de Yah- p o r Moisés. Moisés dijo a la sazón a J o b a b , hijo el a r c a de Yahveh m a r c h a b a delante de
de Reuel, madianita, c u ñ a d o de Moisés: ellos d u r a n t e los tres días de ruta, para
—Nosotros partimos hacia el lugar del buscarles lugar donde hacer alto. 3 4 L a
Las trompetas de plata y partida de Sinaí que Yahveh ha d i c h o : Y o os lo daré. Ven nube d e Yahveh iba sobre ellos de día
con nosotros y te trataremos bien, pues desde que arrancaban del campamento.
35
1A i Yahveh habló a Moisés, dicien- del desierto del Sinaí p o r etapas, y la n u b e Yahveh ha prometido felicidad a Israel. * Y c u a n d o el arca emprendía la marcha,
*•" d o : 2 «Hazle dos trompetas de pla- se detuvo en el desierto de Paran. * 1 3 Así 3" Mas él le replicó: exclamaba Moisés:
t a ; las harás labradas a martillo y te ser- levantaron el c a m p o p o r vez primera al — N o iré, sino que a mi país, a m i lu- «¡Levántate, Yahveh;
virán p a r a convocar a la comunidad y dar m a n d a t o de Yahveh, transmitido por M o i - gar de origen quiero irme. sean dispersados tus enemigos;
la señal de mover el c a m p o . 3 C u a n d o sés. 1 4 Partió en vanguardia la b a n d e r a 31 [Moisés] insistió: y h u y a n quienes te aborrecen
suenen ambas, se congregará j u n t o a ti del c a m p a m e n t o de los hijos de J u d á , — P o r favor, no nos dejes, pues p a r a d e ante tu r o s t r o ! » *
t o d a la multitud a la puerta de la tienda conforme a sus divisiones castrenses, y eso conoces los sitios d o n d e hemos de 36
de reunión. 4 Si se toca u n a sola, concu- acampar en el desierto y nos servirás de Y c u a n d o se detenía, decía:
al frente de su tropa iba Najsón, hijo de «¡Vuélvete \ Yahveh, a ° las gentes de
rrirán d o n d e ti los príncipes, los jefes de A m m i n a d a b . 15 Acaudillando el ejército guía. 3 2 Si vienes con nosotros, te haremos
las agrupaciones de Israel. 5 C u a n d o to- formado por la tribu de los hijos de Issa- partícipe de aquel bien con que Yahveh las tribus de Israel!»
quéis alarma, se p o n d r á n en marcha los car estaba Natanael, hijo de Suar. 16 Ca- nos ha de favorecer.
c a m p a m e n t o s situados a oriente.* 6 Cuan- pitaneando el ejército que formaba la tri-
do deis por segunda vez toque de alarma,
bu de ios hijos de Zabulón iba Elíab, hijo
partirán los campamentos situados al me-
diodía *; se tocará, pues, alarma para la de .Telón. 1 7 C u a n d o el tabernáculo fue Del Sinaí a Qadés: incidentes y descontento del pueblo
partida de aquéllos. 7 También p a r a con- desmontado, emprendieron la marcha los
hijos de Guersón y los de Merarí, p o r t a - •I •! ' Y acaeció que el pueblo c o m e n t ó —¿Por qué tratas mal a tu servidor?
dores del tabernáculo. a lamentarse unie Yahveh de que ¿Y p o r qué no he hallado gracia a tus
i 8 Partió a continuación la b a n d e r a del le iba mal. Oyólo Yahveli. y ardió su có- ojos, para que hayas echado sobre mí la
c a m p a m e n t o de R u b é n , según sus divi- lera y su fuego se encendió contra aquél, carga de lodo este pueblo? ¿Soy yo
siones militares, y al frente de su tropa y devoró el extremo del c a m p a m e n t o . 2 El quien lo ha concebido? ¿Soy yo quien lo
iba Elisur, hijo de Sedeur. 19 Acaudillan- pueblo clamó entonces a Moisés, el cual ha parido, para que m e digas: Llévalo
do el ejército formado por la tribu de los imploró a Yahveh, y el fuego se apagó. en tu regazo c o m o lleva la nodriza al niño
3
hijos de Simeón iba Selumiel, hijo de Diose, pues, a aquel sitio el n o m b r e de de pecho, hasta la tierra que prometiste
Suri-sadday, 2<> y capitaneando al ejército
Tubera ( = incienso), p o r q u e habíase en- con juramento dar a sus padres? 13 ¿De
cendido (baará) contra ellos el fuego de dónde saco yo carne p a r a dar a todo este
que formaba ía tribu de los hijos dé G a d , Yahveh.
Elyasaf, hijo de Deuel. 21 Luego empren- pueblo, pues se me quejan diciendo: D a -
dieron la marcha los quehatitas, porta-
4
Y la chusma que iba en medio del nos carne que comamos? 14 Y o solo n o
dores del bagaje s a g r a d o ; y para c u a n d o pueblo concibió grande apetito, y tam- puedo llevar la carga de t o d o este pue-
llegaron, ya se había m o n t a d o el taber- bién los israelitas volvieron a llorar, di- blo, pues es demasiado pesada para mí.
,5
náculo. ciendo: «¿Odien nos dará a tornar carne? De tratarme así, m á t a m e más bien, p o r
Cuerno que anunciaba el año jubilar, y trompetas 5
22 Después partió la b a n d e r a del cam- Nos acordamos del pescado que de bal- favor, si lie hallado gracia a tus ojos, para
de comíamos en Egipto, de los cohom- que de ese m o d o no vea yo m á s mi des-
p a m e n t o de los hijos de Efraím, según
bros, melones, puerros, cebollas y ajos. ventura.
gregar a la comunidad tocaréis, pero sin sus divisiones castrenses, y al frente de '' l.ín cambio, ahora nuestra vida se mar- 16
tañidos recios. 8 Los hijos de Aarón, los su tropa iba Elisamá, hijo de A m m i h u d . Yahveh contestó a Moisés:
23 chita; no hay n a d a ; no tenemos a la vista —Reúneme setenta hombres de entre
sacerdotes, tocarán las trompetas, y esto Acaudillando al ejército formado p o r sino maná». 7 El m a n á era como semilla
os servirá de estatuto perpetuo en vues- la tribu de los hijos de Manases iba G a - los ancianos de Israel, de los que te consta
de culantro, y su aspecto era semejante son ancianos del pueblo y magistrados
tras generaciones. ' C u a n d o salgáis en son maliel, hijo de Pedah-sur, 2 4 y capitanean- al bedelio. 8 El pueblo se desparramaba
de guerra en vuestro país contra el ene- do al ejército que formaba la tribu de los suyos; llévalos a la tienda de reunión,
para recogerlo; luego lo molían en moli- donde se estén contigo. 17 Bajaré y habla-
migo que os ataca, tocaréis a clamor las hijos de Benjamín, Abidán, hijo de G u j - nos o lo machacaban en morteros y lo
trompetas, y vendréis a la memoria de doní. ré contigo allí y tomaré del espíritu que
25
cocían en ollas y hacían de él tortas, cuyo hay en ti y lo infundiré en ellos, para que
Yahveh, vuestro Dios, y seréis salvados Luego púsose en marcha, conforme sabor era semejante al de bollos de aceite.
de vuestros enemigos. I 0 En vuestros días a sus divisiones militares, la bandera del 9 lleven contigo la carga del pueblo y no
C u a n d o de noche caía el roció sobre el la lleves tú solo. 18 Y al pueblo d i r á s :
de júbilo, en vuestras fiestas y neomenias, c a m p a m e n t o de los hijos de D a n , a re- c a m p o , caía también el m a n á sobre él.
tocaréis las trompetas durante vuestros taguardia de todos los campamentos, y al Santifícaos para m a ñ a n a , pues comeréis
10
holocaustos y sacrificios pacíficos, para frente de su tropa iba Ajiézer, hijo de Moisés oyó al pueblo llorar en sus carne, ya que habéis llorado a oídos de
diversas familias, cada uno a la puerta Yahveh. diciendo: «¿Quién nos dará a co-
que os sirvan de recuerdo delante de vues- Ammisadday. 2 6 Acaudillando al ejército
tro Dios. Yo, Yahveh, Dios vuestro». de su tienda, y la ira de Yahveh encendió- mer carne? Ciertamente é r a m o s felices en
que formaba la tribu de Aser iba Paguiel, se grandemente, desplaciendo también a
'1 Y ocurrió que en el a ñ o segundo, se- hijo de Okrán, 27 y capitaneando al ejér- Egipto». Yahveh os dará carne para que
g u n d o mes, día veinte del mes. la nube cito formado por la tribu de los hijos de
Moisés, u Entonces dijo Moisés a Yah- comáis. * 1 9 N o un dia ni dos comeréis, ni
se elevó de sobre el tabernáculo del tes- Neftalí iba Ajirá, hijo de Enán. 2 S Tal era
veh: cinco, ni diez, ni veinte días, 2 0 sino u n
timonio, 12 y los hijos de Israel partieron el orden de marcha de los hijos de Israel,
29
CUÑADO: otros, «suegro», pues la imprecisión que a veces tienen en hebreo los nombres de
parentesco permite estas vacilaciones de interpretación.
5 35-56 Estas fórmulas hiciéronse usuales al partir y pararse el arca (cf. Sal 6768,r).
•JA
1
TOQUÉIS ALARMA: lit. «en teruah», con aclamaciones, según algs. La teruaii fue primitiva-
" mente, según Hurnbert, un grito o canto guerrero. 18
12 BÜ . p A R A N : región semidesértica que, arrancando de la montaña del Sinai, se prolonga por •i -I SANTIFÍCAOS: e. d., disponeos adecuadamente, por medio de purificaciones y otros ri-
cerca de 200 kilómetros hasta el límite sur de Palestina. • * tos, para la demostración que Dios va a hacer de su poder.
21 8
190 NÚMEROS 1 1 12 9 2S
NÚMEROS 12 13 191
28
mes entero, hasta que os salga por las profetizan en el c a m p a m e n t o » . Enton- 9
Y encendióse c o n t r a ellos la ira de sumida». 1 3 Moisés clamó a Yahveh, di-
narices y os cause repugnancia; p o r cuanto ces Josué, hijo de N u n , ministro de Moisés Yahveh, y fuese. 1 0 Y t a n p r o n t o como ciendo:
habéis rechazado a Yahvch, que está en desde su adolescencia, t o m ó la palabra —¡Oh Dios, p o r favor, cúrala!
la nube h u b o desaparecido de sobre la
medio de vosotros, y habéis llorado ante él y dijo: '* Y Yahveh respondió a Moisés:
—Señor mío, Moisés, prohíbeselo. tienda, he aquí que M a r í a vióse cubierta
diciendo: «¿Por qué salimos de Egipto?» —Si el padre de ella la escupiera al ros-
21
Moisés respondió: 2
9 Pero Moisés le replicó: de lepra, blanca c o m o la nieve. A a r ó n
volvióse hacia M a r í a y hétela leprosa, tro, ¿no quedaría cubierta de o p r o b i o
—Seiscientos mil hombres de a pie cuen- —¿Estás celoso de mí? ¡Pluguiera a Dios siete días? Sea recluida siete días fuera
ta el pueblo en medio del cual vivo, ¿y tú que t o d o el pueblo de Yahveh fuesen pro- ' i Entonces dijo A a r ó n a Moisés: «¡Per-
del campamento y después p o d r á ser re-
dices: les daré carne y comerán u n mes fetas, p o r q u e Yahveh les hubiera infun- dón, mi señor; te ruego no nos tomes en admitida.
entero? 2 2 ¿Es que, si se les degollasen car- dido su espíritu! * cuenta el pecado que neciamente hemos
1 5 María fue, pues, excluida siete días
neros y reses vacunas, les bastaría eso? 3
0 Y Moisés se retiró al c a m p a m e n t o cometido! 1 2 Por favor, n o sea ella como fuera del c a m p a m e n t o , y el pueblo n o em-
¿Es que, si se reuniesen para ellos todos con los ancianos de Israel. el nacido muerto, que al salir del vientre prendió la marcha hasta que M a r í a fu"
3
los peces del mar, les sería suficiente? ¡ Entonces se levantó un viento envia- de su m a d r e tiene ya su carne medio con- vuelta a admitir.
23
Yahveh replicó a Moisés: do por Yahvé, que trajo codornices de la
—¿Es corto el brazo de Yahveh? Pron- parte del m a r y las dejó caer en derredor
to verás si se te cumple o no mi palabra. del c a m p a m e n t o en u n a extensión de u n
24
Moisés salió entonces y transmitió al día de camino por u n a y otra dirección Envío de exploradores
pueblo las palabras de Yahveh. Luego y hasta la altura de unos dos codos sobre
reunió setenta hombres de entre los an- la superficie del suelo. * 3 2 El pueblo se I O ' 16 Después el pueblo partió de Ja- blo que en ella habita, si es fuerte o débil,
cianos del pueblo y los colocó alrededor dedicó t o d o aquel día, t o d a la noche y •1 ** serot y a c a m p a r o n en el desierto si escaso o n u m e r o s o ; 2 0 i 9 y c ó m o es lá
de la tienda. 2 5 Yahveh descendió en una todo el día siguiente a recoger codorni- de Paran.
2
tierra en que él mora, si buena o m a l a ;
n u b e y le h a b l ó ; después t o m ó del espíri- ces; el que menos, recogió diez ¡ameres, i Y Yahveh h a b l ó a Moisés, diciendo: y cómo son las ciudades donde habita, si
tu que estaba [en Moisés] y lo infundió y las extendieron ampliamente alrededor •\> «Lnvía hombres que exploren la tierra abiertas a fortificadas; 2120 y c ó m o es el
en los setenta ancianos; y en cuanto el del c a m p a m e n t o . 3 3 A ú n tenían la carne de Caimán, que yo doy a los hijos de Is- suelo, si feraz o estéril, si hay árboles en
espíritu descansó sobre ellos, pusiéronse entre los dientes, todavía no se había rael; un hombre por tribu patriarcal en- él o no. Animaos y coged frutos de la tie-
a profetizar; pero ya nunca volvieron a consumido, cuando la cólera de Yahveh viaréis, todos príncipes en el pueblo. 4¡ En- rra». Era entonces el tiempo de las pri-
hacerlo. * 2 * D o s hombres, llamados el estalló contra el pueblo e hizo Yahveh en viólos, pues, Moisés desde el desierto de meras uvas.
u n o Eldad y el o t r o M e d a d , se habían éste espantosa carnicería. M Diose a aquel Paran, según la orden de Yahveh, todos 22
2i Subieron, pues, y exploraron el país
quedado en el c a m p a m e n t o , y el espíritu lugar el nombre de Quibrot ha-taavá ^ s e - ellos jefes entre los israelitas. 5 4 Sus n o m - desde el desierto de Sin hasta Rejob, ca-
reposó también sobre ellos, pues eran de pulturas del ansia), por cuanto allí ente- bres eran éstos: P o r la tribu de R u b é n , mino de Jamat. * 2322 Y r e m o n t a r o n el
los designados, a u n q u e no habían ido a rraron (qaberú) al pueblo concupiscente Sammúa, hijo de Zakkur. 6¡ P o r la de Si- Négueb y llegaron a H e b r ó n , donde esta-
la tienda y profetizaban en el campamen- (ha-mitavvim). 3S
De Quibrot ha-taavá meón, Safat, hijo de Jorí. ? 6 Por la de ban Ajimán, Sesay y Talmay, descendien-
Juila, Kaleb, hijo de Yefunné. 87 Por la de tes de H a a n a q . H e b r ó n había sido cons-
to. 27 U n muchacho corrió a comunicár- p a r t i ó el pueblo hacia Jaserot, detenién-
Issaiar, Igal, hijo de José. ' g P o r la de truida siete años antes que Soan de Egip-
selo a Moisés, diciendo: «Eldad y M e d a d dose allí. H'i'iiini, Oseas, hijo de Nun. , 0 o P o r la to. * 2423 Llegaron también al valle de
de Iti'iijiuiifii. I'tilll, hijo de Kafií. " m Pol- Fískol, donde cortaron u n sarmiento con
Murmuraciones de María y Aarón y su castigo la tribu ile Zabulón, Guddiel, hijo de Sodí. un racimo de uvas, que t r a n s p o r t a r o n
I2
n l'or la de José e hijos de Manases ", entre dos en una pértiga, y granadas e
i n 1 María y A a r ó n m u r m u r a r o n de a la entrada de la tienda y llamó a A a r ó n G a d d í , hijo de Susí. 13 i2 Por la de D a n , higos. 25 24 A aquel sitio se le denominó
* • • Moisés con motivo de la mujer y María. Salieron a m b o s 6 y dijo/es * E l : Ainmiel, hijo de Guemal-lí. 1*13 P o r la de valle de Eskol, a causa del racimo (eskol)
cusita que había t o m a d o , pues habíase Ascr, Setur, hijo de Mikael. l 5 i4 Por la que de allí habían cortado los hijos de
«Escuchad, os ruego, mis palabras: de Neftalí, Najbí, hijo de Vafsí. 16i¡ Por
desposado con u n a mujer cusita. * 2 Di- Si hay entre vosotros un profeta " de Y a h - Israel.
j e r o n : «¿Tan sólo con Moisés ha hablado la de Gad, Gueuel, hijo de M a k i . 17 i $ Ta- 26
en visión a él me revelo, [veh °, les son los nombres de los varones que 25 Al c a b o de cuarenta días se volvie-
Yahveh? ¿No h a h a b l a d o también con y " en sueños le hablo. ron de explorar el país. 2726 Emprendieron,
Moisés envió a explorar el país. Y a
nosotros?» Y Yahveh lo oyó. 3 Moisés 7
N o ocurre así con m i servidor Moisés, pues, el regreso y llegaron donde Moisés
Oseas, hijo de N u n , puso p o r n o m b r e
era h o m b r e muy humilde, más que h o m - que es fiel en t o d a mi casa. Josué. * y A a r ó n y toda la c o m u n i d a d de los is-
bre alguno sobre la tierra. 4 Y de impro- 8
Boca a boca h a b l o con él, raelitas, en el desierto de Paran, en Qadés,
I8
viso dijo Yahveh a Moisés, A a r ó n y M a - en visión directa y no p o r enigmas, n Moisés enviólos a explorar el país y dieron cuenta a ellos y a t o d a la asam-
ría: «Salid los tres a la tienda de reunión». y la figura de Yahveh contempla. de C a n a á n , y les dijo: «Subid ahí al N é - blea y les m o s t r a r o n los frutos del país. *
Salieron, pues, ellos tres, s y, descendien- ¿Cómo hablar n o recelasteis gueb_ y r e m o n t a d l u e g o la m o n t a ñ a r Y contáronle [a Moisés] y dijeron:
19
do Yahveh en la columna de nube, paróse contra m i siervo Moisés?» i 8 Observad la tierra, cómo es, y al p u e - I «Hemos llegado hasta la tierra a d o n d e
25
PROFETIZAR: aquí—como en i Sam ro,5 ss., 19,20 ss., etc.—denota singular emoción sobre- 1 ^ 17 i6 TALES SON... : Albright ha defendido recientemente la antigüedad de este documento. ||
natural, durante la cual, entrando quizá en especie de éxtasis, aquel a quien Yahveh comunicaba * OSEAS: hebr. Hosea 'salvación'; JOSUÉ, hebr. Iehosúa 'Yahveh es la salvación', como pronós-
aquélla, prorrumpía en alabanzas a Dios, hablaba en su nombre, etc. II NUNCA VOLVIERON A HACERLO: tico de la que por su medio Dios realizaría.
e. d., que aquellos ancianos a quienes se comunicó ante el pueblo el espíritu de Moisés, su autoridad 22
y pericia de gobierno, cesaron de profetizar, e. d., de tener aqueílas manifestaciones externas y ex- 2i CAMINO DE JAMAT o EMAT: frente a tal interpretación corriente, el P. Ubach traduce «[fins
traordinarias del espíritu. a] Lebó d'Emath», identificando la primera con el actual Ain Lebue, a unos 25 kms. al NNE. de
29 Baalbek. Señalaba la frontera septentrional de Palestina.—EL DESIERTO DE SIN señala el que se ex-
PLUGUIERA: generosa exclamación henchida de gozo ante el bien espiritual del prójimo tiende desde Qadés a la frontem sur paíestinense, y REJOB es la región aí SO. del Hermón, al norte
(cf. Le 9,54-55). del lago Hule o Merom.
31
SOBRE LA SUPERFICIE : refiérese la expresión al vuelo corto y a ras de tierra que esas aves tie- 23
22 SOAN: O Tanis, la gran ciudad egipcia en la cercanía de Gosen, existente ya unos 2.500
nen cuando, procedentes del golfo Arábigo, vuelan al NO. y, empujadas por el viento, son obligadas años a. de C. y notablemente embellecida y fortificada por Ramsés II.
a prolongado vuelo, que las deja sin fuerzas. 27
26 QADÉS : de allí habían salido los exploradores. Qadés Barnea se ha localizado modernamente
f O * MUJER CUSITA: sin duda Seforá, observa S. Agustín; aunque madianita, se la llamaría, cusita en Ayn Qedeis y su región. Es fuente situada a un centenar de kms. al sur de Gaza, a vuelo de
• *! —anota la Biblia del Pont. Ist. Bíblico—, porque los cusitas o etíopes todavía en el s.VII a. C , pájaro, en el límite del Négueb y la meseta de Tih.
en tiempo de Assarhaddón (681-668), habitaban Arabia.
192 NÚMEROS 13 29 —14 1T NÚMEROS 14 1 8 -" 193

nos enviaste, y realmente m a n a leche y taña, y el cananeo m o r a a la orilla del flor, conforme has declarado, diciendo: secuencias d e vuestro libertinaje, hasta
miel, y ved aquí sus frutos. 2928 Ahora mar y a la vera del J o r d á n » . 313o Kaleb l 8 Yahveh es paciente y rico en miseri- q u e vuestros cadáveres se consuman en
que el pueblo que habita el país es recio, trató de acallar a) pueblo, excitado contra cordia, perdonador del pecado y el cri- el desierto. 3 4 C o n arreglo al número de
y las ciudades, fortificadas y muy gran- Moisés, y exclamó: men, m a s nada deja impune, castigando días que empleasteis en explorar la tierra,
des Allí hemos visto también a los des- — S u b a m o s p r o n t o y nos apoderare- el pecado de los padres en los hijos hasta cuarenta días, habéis de expiar vuestras
mos del país, pues seguramente le ven- la tercera y cuarta generación. 1 9 Perdona, iniquidades; p o r cada día u n a ñ o , o sea
ceremos. por favor, el pecado de este pueblo según cuarenta a ñ o s ; así conoceréis mi aver-
32
3! Pero los hombres q u e habían subido la magnitud de tu misericordia y confor- s i ó n . * 3 5 Y o , Yahveh, lo h e dicho: en
con él dijeron: me h a s soportado a este pueblo desde verdad así trataré a t o d a esta comuni-
— N o podemos subir contra aquel pue- Egipto hasta aquí. d a d perversa que se h a amotinado con-
20
blo, pues es m á s fuerte q u e nosotros. Yahveh respondió: t r a m í ; en este desierto serán aniquilados
33 32 Y divulgaron falsos rumores ante — L o perdono conforme a tu súplica; y ahí morirán».
21
los hijos de Israel sobre la tierra que ha- pero como yo vivo y la gloria de Yah- 3
& Los hombres q u e Moisés había en-
bían explorado, diciendo: «El país por veh hinche toda la tierra, 2 2 ninguno de viado a explorar el país y que, regresan-
donde hemos pasado al hacer su explo- los hombres que h a n visto mi gloría y los d o , habían hecho .murmurar contra él
ración es u n a tierra que devora a sus prodigios que h e o b r a d o en Egipto y el a toda la comunidad, p r o p a l a n d o falsos
propios habitantes, y t o d a la gente que desierto, y m e h a n tentado ya diez veces, rumores acerca de la tierra, 3 7 aquellos
hemos visto en medio de ella son hombres y no han escuchado mi voz, 2 3 h a de ver hombres que habían divulgado rumores
Momia ae Ramsés 11. (Gressmann, o.c, Iám.43.) altos. 3433 Allí hemos visto a los gigantes la tierra que prometí con juramento a sus malintencionados relativos al país, murie-
descendientes de H a a n a q , de la raza de padres, ninguno de los que me han me- ron de muerte súbita decretada por Y a h -
los nefilim, resultando nosotros, tanto a nospreciado la verá. 2 4 Sin embargo, a mi veh. 3 8 M a s Josué, hijo de N u n , y K a -
cendientes de H a a n a q . 30 2 9 Amaleq habi- siervo Kaleb, en premio de haber tenido
ta en el pais del N é g u e b ; el hittita, el nuestros propios ojos c o m o a los de ellos, leb, hijo de Yefunné, q u e d a r o n con vida
diferente espíritu y haberme permanecido de entre aquellos hombres que habían
yebuseo y el amorreo habitan en la m o n - cual langostas». *
fiel, le introduciré en el país donde él pe- ido a explorar el país.
netró, y su posteridad lo poseerá. ^ Mas
el amalequita y el cananeo habitan en la •''' C u a n d o Moisés comunicó todas es-
Rebellón y castigo del pueblo llanura. Volveos m a ñ a n a y marchad h a - tas cosas a los hijos todos d e Israel, el
cia el desierto camino del m a r Rojo. * pueblo se afligió m u c h o . 4 0 A la m a ñ a n a
i Entonces se alzó toda la mulliiud no les tengáis miedo». I 0 M a s t o d a la c o - siguiente m a d r u g a r o n y subieron hacia
N y empezó a d a r voces, y el pueblo munidad trató de lapidarlos. Entonces la
26
Y Yahveh habló a Moisés y A a r ó n ,
diciendo: 2 7 « ¿ H a s t a c u á n d o [sufriré a]
la cumbre d e la m o n t a ñ a , e x c l a m a n d o :
— H e n o s aquí dispuestos a subir al
se pasó llorando aquella noche. 2 T o d o s gloria de Yahveh se apareció sobre la
los hijos de Israel m u r m u r a b a n contra tienda de reunión a todos los hijos de esta comunidad perversa que m u r m u r a lugar que Yahveh h a dicho, pues h e m o s
Israel, n y Yahveh dijo a Moisés: contra mí? H e oído las quejas que contra pecado.
Moisés y contra Aarón, y toda la comu-
—¿Hasta cuándo me va a ultrajar este mí profieren los hijos de Israel. 2 8 D i l e s : 41
Moisés replicó: ¿Por qué pretendéis
nidad exclamó: «¡Si siquiera hubiésemos C o m o yo vivo, palabra de Yahveh, que
muerto en Egipto! ¡Que n o hayamos muer- pueblo? ¿Hasta c u á n d o se negará a creer transgredir la orden de Yahveh? Eso n o
conforme habéis hecho llegar a mis oídos, tendrá éxito. 4 2 Pues Yahveh n o está en
to en este desierto! 3 ¿Por qué nos conr en mí, con tanto prodigio como he obra- asi procederé con vosotros. * -M) lin este
duce Yahveh a este país para que perez- do en su seno? 12 Le heriré de peste y lo medio de vosotros, n o subáis, y así n o se-
desierto caerán vuestros cadáveres; todos réis derrotados frente a vuestros enemi-
camos a espada? ¡Nuestras mujeres y aniquilaré, y haré de ti y de la casa de tu los que fuisteis e m p a d r o n a d o s , sin excep-
nuestros pequeñuelos servirán de botín! padre • una nación mayor y m á s poderosa gos. 4 3 Pues el amalequita y el cananeo
ción, desde la edad de veinte años en ade- están allí contra vosotros y caeréis a
¿No nos convendrá m á s volver a Egipto?» que él. lante y que habéis m u r m u r a d o contra mí.
4 13
Y contestó Moisés a Y a h v e h : espada, p o r cuanto os habéis a p a r t a d o d e
Y decíanse unos a o t r o s : «¡Pongamos 3U
Vosotros n o habéis de entrar en el país Yahveh y el Señor n o estará y a c o n vos-
un jefe y (ornemos a Egipto!» —Entonces lo sabrán los egipcios, de donde, alzando mi m a n o , juré os haría h a -
5 otros.
Moisés y A a r ó n se inclinaron enton- en medio de los cuales sacaste por tu p o - bitar, a excepción de Kaleb, hijo de Ye- 44
ces rostro en tierra ante toda la congre- der a este pueblo, * 1 4 y se lo dirán b los funné, y Josué, hijo de N u n . 3 1 En cambio, Ellos se obstinaron en querer subir
gación de los israelitas. 6 Y Josué, hijo habitantes d e esta tierra, quec h a n oído a vuestros pequeñuelos, de quienes habéis a la cumbre de la m o n t a ñ a , m a s ni el
de N u n , y Kaleb, hijo de Yefunné, dos que tú, Yahveh, estás en medio de él y d i c h o : Servirán de botín, a ésos los in- arca de la alianza de Yahveh n i Moisés
de los que habían explorado el país, ras- que te apareces a él cara a cara, que t ú troduciré, y conocerán la tierra q u e h a - se movieron de en medio del c a m p a m e n -
garon sus vestiduras, 7 y dirigieron la pala- nube se posa sobre ellos y q u e marchas béis desdeñado. 3 2 Vuestros propios ca- to. 4 5 L o s amalequitas y los c a n a n e o s ,
a su frente en columna de nube de día dáveres caerán en este desierto. 3 3 Y vues- que habitaban en aquella m o n t a ñ a , b a -
bra a toda la comunidad de los israelitas,
y en columna de fuego de noche. 15 Si, tros hijos a n d a r á n errantesd cuarenta años jaron y los derrotaron y dispersaron h a s -
diciendo: «La tierra que hemos recorrido ta Jormá. *
p a r a explorarla es una tierra m u y buena. pues, haces morir a t o d o este pueblo c o m o p o r el desierto y pecharán con las con-
8
Si Yahveh nos es propicio, n o s introdu- un solo hombre, las gentes que h a n oído
cirá en ese país y nos lo entregará; es tu fama se expresarán diciendo: 1 6 « ¡ P o r -
tierra que m a n a leche y miel. 9 Pero n o que n o h a p o d i d o Yahveh llevar a este
25
os rebeléis contra Yahveh ni temáis a la pueblo a la tierra que les había prometi- VOLVEOS MAÑANA: es frase irónica.
28
gente del país, pues serán pasto n u e s t r o ; do con juramento, por eso los h a hecho CONFORME... A MIS OÍDOS: e. d., que preferían morir en el desierto antes que arriesgarse en la
su protección se ha a p a r t a d o de ellos, morir en el desierto!» 17 Ahora, pues, conquista de Canaán. Cf. I Cor 10,10 y Heb 3,12-19.
34
mientras que Yahveh está con n o s o t r o s ; muéstrese grande la potencia de mi Se- Mi AVERSIÓN: e. d., lo que significa mi hostilidad, o mi venganza (cf. GV).
45
DISPERSARON: o los fueron machacando hasta JORMÁ. Sólo por anticipación denomínase así
a la ciudad de Sefat, no lejos de Bersabee; cf. Núm 21,3 y Jue 1,17.
34
33 NEFILIM: o gigantes (cf. Gen 6,4). Las construcciones ciclópeas de algunas ciudades cana-
neas y la historia de David y Goliat confirman estos informes de los exploradores, cuyo pecado fue
el de desconfiar de Yahveh.
M 13 CONTESTÓ MOISÉS: hermosa esta contestación de Moisés, tan humilde, lleno de amor
•• hacía su pueblo, olvidado de sí v celoso del honor de Yahveh.

Bover-Címkta T
194 NÚMEKOS 1 5 1 " 3 NÚMEROS Í5 34—16 21 195

asamblea. 3<t Pusiéronle en prisión, por- pura violeta en el fleco de cada ángulo. *
30
que a ú n no se había declarado lo que ha- Tales ñecos os servirán para que, cuan-
Disposiciones diversas bía de hacerse con él. 3 5 Y Yahveh dijo do los veáis, os acordéis de todos los
20
a Moisés: «Ese h o m b r e será entregado preceptos de Yahveh y los practiquéis, y
1
1P Y a h v e h h a b l ó a Moisés, dicien- a Yahveh. C o m o primicias de vuestra a la muerte, apedreándole t o d a la comu- no os dejéis arrastrar p o r [los apetitos
•1«* d o : 2 «Habla a los hijos de Israel harina elevaréis u n a torta a m o d o de nidad fuera del campamento». 3 6 Así, del vuestro corazón y vuestros ojos, me-
y diles: C u a n d o hayáis llegado a la tie- terumá; como la 2terumá 1
de la era la ha- pues, sacóle t o d a la asamblea fuera del diante los cuales os dejáis seducir. 4 0 A
rra de vuestra m o r a d a , que yo os voy béis de ofrecer. D e Jas primicias de campamento, lo lapidaron y murió, co- fin de que recordéis y cumpláis todos
a dar, * 3 y queráis celebrar u n a ofrenda vuestra harina daréis a Yahveh terumá m o Yahveh ordenara a Moisés. mis mandatos y seáis santos ante vues-
p o r fuego a Yahveh, un holocausto o en vuestras diversas generaciones. 37
Y habló Yahveh a Moisés, dicien- tro Dios. 4 1 Y o , Yahveh, vuestro Dios,
22
u n sacrificio en cumplimiento de voto u Si faltáis p o r inadvertencia, no cum- d o : 3 8 H a b l a a los hijos de Israel y diles que os saqué de la tierra de Egipto p a r a
ofrenda voluntaria o con motivo de vues- pliendo todos estos preceptos que Y a h - que se hagan flecos en los ángulos de sus ser el Dios vuestro. Y o , Yahveh, vuestro
tras fiestas p a r a ofrecer ganado mayor o veh ha comunicado a Moisés, * 2 3 cuan- vestidos y que pongan un cordón de púr- Dios».
menor de olor grato a Yahveh, 4 quien to Yahveh p o r medio de Moisés os h a
le presente su ofrenda ofrecerá [a la vez] ordenado desde el día en que lo m a n d ó
p o r oblación un diezmo [de efá] de flor en adelante p o r la serie de vuestras ge-
de harina a m a s a d a con u n cuarto de neraciones, 2 4 si se hizo p o r inadverten- Sedición de Coré, Datan y Abirón
hin de aceite. 5 Asimismo, u n c u a r t o cia, sin que la asamblea se diera cuenta,
de hin de vino p a r a la libación, que agre- toda la comunidad ofrecerá u n novillo 1 í\ ' D e s c a r á r o n s e * Coré, hijo de Yis- cio? " Por eso tú y t o d a tu facción os
garás al holocausto o a cualquier sacri- joven en holocausto de olor grato a * " har, hijo de Quehat, hijo de Leví, habéis a m o t i n a d o contra Y a h v e h ; pues
ficio por cada cordero. 6 P o r u n carnero, Yahveh, con su oblación y su libación, y Datan y Abirón, hijos de Eliab ", hijo Aarón, ¿qué es p a r a que murmuréis con-
en cambio, ofrecerás c o m o oblación dos según lo prescrito, además de un m a c h o de Pnl-lúc, hijo de R u b é n , 2 y se suble- tra él?»
décimos de flor de harina amasada con cabrío en sacrificio p o r el pecado. 2 S El varon contra Moisés con doscientos cin- 12
Y Moisés envió a llamar a D a t a n y
u n tercio de hin de aceite, ' y de vino, sacerdote celebrará la expiación p o r t o d a cuenta hombres de los hijos de Israel, Abirón, hijos de Eliab, quienes replicaron:
p a r a la libación, un tercio de hin, que la asamblea de los hijos de Israel, y les principes de la comunidad, miembros del «No iremos; 13 ¿es poco habernos hecho
ofrecerás a Yahveh en sacrificio de grato será perdonado, pues fue una inadverten- consejo, personas de renombre. 'Amotiná- subir de una tierra que m a n a leche y miel
olor. 8 Pero si deseas ofrecer un novillo cia y h a n presentado ante Yahveh c o m o ronse contra Moisés y Aarón y les dijeron: para hacernos perecer en el desierto, p a r a
en holocausto u otro sacrificio en cum- ofrenda suya un sacrificio ígneo y otro «¡Es demasiado por vuestra parte!, pues que, además, te erijas también en señor
plimiento de un voto o como sacrificio p o r el pecado, a causa de su descuido. t o d a la comunidad, todos ellos son san- nuestro? ! 4 E n verdad, no nos has traído
pacífico a Yahveh, ,; se ofrecerán con el 2,1 Así se obtendrá perdón para t o d a la tos, y en medio de ellos está Yahveh; a u n país que m a n a leche y miel, ni nos
novillo, e n - c o n c e p t o de oblación, tres asamblea de los hijos de Israel y p a r a el ¿por qué os erguís por cima de la congre- has d a d o posesiones de campos o viñas;
décimos de flor de harina a m a s a d a con inmigrante que m o r a en medio de ellos, gación de Yahveh?» 4 Moisés oyó esto y ¿pretendes arrancar los ojos de esta gente?
medio hin de aceite; l 0 y para la libación pues el descuido pesó sobre t o d o el pue- se inclinó rostro en tierra. 5 Luego habló N o iremos». * 15 Moisés se enojó m u c h o y
ofrecerás medio hin de vino: es un sacri- blo. a Coré y toda su facción, diciendo: «Ma- dijo a Y a h v e h : «¡No te vuelvas hacia su
ficio por fuego, de olor grato a Yahveh. 27
itana dará a conocer Yahveh quién es oblación! N i u n asno he t o m a d o de ellos
11
Así se hará 12 " p o r cada res vacuna, Si es u n a sola persona la que peca suyo y suitlo para acercarse a El, y al ni he hecho mal a u n o solo de ellos».
carnero, cordero o cabrito. [l 2 ] Según el | p o r inadvertencia, ofrecerá u n a cabra que haya escogido luirá (¡tic se le acer-
n ú m e r o de víctimas que ofrezcáis, así añal en sacrificio p o r el pecado. 2 8 El que. * <> Haced esto: Cogeos los incensa- "' Y Moisés dijo a C o r é : « M a ñ a n a pre-
haréis por cada una de ellas. [I3] T o d o sacerdote h a r á expiación ante Yahveh por rios, Coré y todos sus secuaces, * 7 y sentaos tú y toda tu facción delante de
indígena obrará de acuerdo con estas la persona que sin premeditación pecó m a ñ a n a poned en ellos fuego y echad Yahveh; tú, ella y A a r ó n . 1 7 Y t o m a d
prescripciones al ofrecer un sacrificio por p o r descuido, realizando p o r ella el rito encima perfume delante de Y a h v e h ; el cada u n o vuestro incensario, en el que
29 pondréis incienso, y presentad cada u n o
fuego de olor grato a Yahveh. P 4 ] Si expiatorio, y se le perdonará. El indí- hombre a quien Yahveh escoja, ése será
u n extranjero que m o r a con vosotros o gena de entre los hijos de Israel y el el santo. ¡Es demasiado p o r vuestra par- vuestro incensario delante de Yahveh, [o
quien en medio de vosotros vive p o r siem- extranjero que m o r a en medio de vos- te, oh hijos de Leví!» sea] doscientos cincuenta incensarios; tú
pre quiere hacer un sacrificio ígneo de otros tendréis u n a misma ley p a r a el también y A a r ó n con sendos incensarios».
8
olor agradable a Yahveh, del m o d o que que peque por inadvertencia. Moisés dijo asimismo a C o r é : «Escu- '8 T o m a r o n , pues, cada u n o su incensa-
vosotros hacéis h a r á él; 13 i4 vosotros y 30
M a s la persona que comete u n a ac- chad, p o r favor, hijos de Levi. 9 ¿Es poco rio, pusieron en ellos fuego y echaron
el extranjero residente 1 4 u » u n a misma ción deliberadamente, tanto el indígena para vosotros que el D i o s de Israel os encima incienso, y se estuvieron firmes
ley tendréis; es ley perpetua p a r a vues- como el inmigrante, ultraja a Yahveh, y haya separado de la comunidad israelita, a la entrada de la tienda de reunión con .
tras sucesivas generaciones; lo mismo re- tal persona h a de ser extirpada de en aproximándoos a sí para desempeñar el Moisés y A a r ó n . 19 C o r é había congre-
girá ante Yahveh para vosotros que para medio de su p u e b l o ; * 31 por cuanto h a servicio del tabernáculo de Yahveh y estar gado contra ellos a t o d a la comunidad a
el extranjero. i 5 1 6 U n a misma ley y una menospreciado la palabra de Yahveh y al frente de la comunidad c o m o ministros la entrada de la tienda de reunión. Y en-
sola n o r m a tendréis vosotros y el extran- ha violado su precepto, tal persona será rsuyos? "> Además, os ha hecho sus alle- tonces la gloria de Yahveh se hizo patente
jero que m o r a con vosotros». g a d o s a ti y a todos tus hermanos, hijos a t o d a la asamblea. 2 0 Yahveh h a b l ó a
exterminada sin remedio, h a de cargar
(de Leví, ¿y reclamáis también el sacerdo- Moisés y A a r ó n , diciendo: 2 l «Separaos
con su iniquidad».
16 32
i 7 Y habló Yahveh a Moisés, di- Mientras los hijos de Israel estaban
38
ciendo: 17 i8 «Habla a los hijos de Israel y en el desierto sorprendieron a u n h 3o3m b r e Flecos: hebr. sisit. Son unos cordones compuestos de seis hilos de lana retorcida que penden
diles: 18
C u a n d o hayáis entrado en el que recogía leña en día de sábado. Los un palmo, aproximadamente, en los cuatro ángulos del tal-lit o manto con que los judíos se cubren
país adonde yo os llevo ] ' y comáis del que le habían cogido en tal acto lo pre- en funciones litúrgicas sinagogales. En la antigüedad usáronse exteriormente con mayor amplitud,
recordemos las franjas o fimbrias que los fariseos coetáneos de Jesús usaban por ostentación (cf. Mt
p a n de la tierra, ofreceréis u n a terumá \ sentaron a Moisés, a A a r ó n y a t o d a la 23,5)-
1 £ 5 SE LE ACERQUE : en el ministerio sagrado del altar.
•I ff 2"16 Son disposiciones complementarias a las de Lev 1-3. I U 6 INCENSARIOS : en monumentos egipcios aparecen turíbulos en forma de paleta de brasero de
1 \J 22-31 Cf_ Lev 4,13-21: 27-31, cuyas leyes paralelas ofrecen aquí leves, variantes, quizá en mango más o menos caprichoso y artístico y rematado en cubetilla o recipiente, de forma diversa,
para las brasas en que echar el incienso.
parte nacidas de la diversidad de los tiempos. 14
30
DELIBERADAMENTE: lit, a mano abada, e, d., con franco desprecio de la ley. ARRANCAR LOS OJOS: cegarles y engañarles.
196 NÚMEROS 16 22
—17 * NÚMEROS 1 ? 6 — 1 8 " 197

de en medio de esa comunidad, que voy la hoguera y esparza el fuego a cierta reunión, delante del testimonio, donde sacó de la presencia de Yahveh todas las
a aniquilarlos en u n abrir y cerrar de distancia, porque son objetos consagra- suelo comunicarme contigo a . 52o Y acae- varas a todos los israelitas, y cada u n o
ojos». 2 2 M a s ellos se prosternaron sobre dos. 38 3 Los incensarios de esos que se h a n cerá que la vara del h o m b r e que yo escoja t o m ó la suya. 1025 Y dijo Yahveh a M o i -
sus rostros y exclamaron: «¡Oh Dios, Dios acarreado la muerte con su pecado los florecerá; así acallaré en torno mío las sés: «Torna a poner la vara de A a r ó n
del espíritu de toda carne!, ¿un solo h o m - transformaréis en láminas delgadas p a r a murmuraciones que los israelitas profieren delante del testimonio, a fin de conser-
bre h a pecado, y te encolerizarás contra recubrir el altar, porque se los presentó contra vosotros». varla para que sirva de admonición a los
6
t o d a la comunidad?» 2 3 Entonces Yahveh "ante Yahveh y están santificados. Servirán 2i H a b l ó , pues, Moisés a los hijos de hijos rebeldes y cesen sus murmuraciones
habló a Moisés, diciendo: 2 4 « H a b l a a la de advertencia a los hijos de Israel». 39 4 El Israel, y todos sus príncipes le entregaron en torno mió y no mueran * 1126 Hízolo
asamblea en estos términos: A p a r t a o s de sacerdote Elazar cogió los incensarios de vara, cada príncipe su vara respectiva, Moisés; c o m o Yahveh había ordenado,
los alrededores de la m o r a d a de Coré, bronce que habían presentado los abra- tribu p o r tribu, es decir, doce varas, y así hizo.
12
D a t a n y Abirón». sados y los laminó p a r a revestimiento del entre ellas la vara de A a r ó n . '22 Moisés 27 Entonces los hijos de Israel habla-
25
Moisés se levantó y fue hacia D a t a n altar, 40 5 como memorial p a r a los hijos colocó las varas ante Yahveh en la tienda ron a Moisés, diciendo: «He aquí que
y Abirón, seguido de los ancianos de de Israel, a fin de que ningún extraño que del testimonio. 8 23 y ocurrió que al día nos consumimos, que perecemos, t o d o s
Israel. 2<> Y habló a la comunidad, di- n o p e r t e n e c i e s e a la d e s c e n d e n c i a d e siguiente, c u a n d o llegó Moisés a la tienda nosotros perecemos. 1328 T o d o el que se
ciendo: «Alejaos de j u n t o a las tiendas A a r ó n se aproximara a quemar incienso del testimonio, hete aquí que la vara de aproxima al tabernáculo de Yahveh muere
de estos hombres perversos y n o toquéis delante de Yahveh y n o corriera la suerte Aarón, correspondiente a la tribu de Leví, sin remedio; ¿vamos a expirar hasta el
nada de cuanto les pertenece, p a r a no de C o r é y su facción, c o m o Yahveh le había florecido: había retoñado, arrojado último hombre?»
ser envueltos en sus pecados». 2 7 Separá- había ordenado p o r medió de Moisés. flores y fructificado almendras. 924 Moisés
41
ronse, pues, de en torno a la m o r a d a " de 6 Al día siguiente, toda la comunidad
Coré, D a t a n y Abirón, mientras D a t a n de los hijos de Israel m u r m u r ó contra
y Abirón habían salido ,y se mantenían Moisés y A a r ó n , diciendo: «Vosotros ha- Funciones y derechos d e los levitas
en pie a la entrada de sus tiendas con sus béis m a t a d o al pueblo de Yahveh». 42 7 Y
m u j e r e s , sus h i j o s y sus p e q u e í í u e l o s . acaeció que, al amotinarse la comunidad 1 8 ' ^ Yahveh dijo a A a r ó n : «Tú y parte interior del velo: < t a l es el servicio
28 Entonces dijo Moisés: «En esto reco- contra Moisés y contra A a r ó n , volvieron ^O tus hijos y tu familia contigo pe- que habéis de p r e s t a r > *; c o m o servicio
noceréis que Yahveh me ha enviado para el rostro hacia la tienda de reunión, y he charéis por las faltas cometidas contra el de puro regalo os concedo el sacerdocio,
realizar todas estas acciones, pues no pro- aquí que la nube habíala cubierto y apa- santuario, y tú y tus hijos contigo seréis y el extraño que se aproxime será muer-
ceden de mi propio impulso. 2 9 Si como reció la gloria de Yahveh. 43 8 Moisés y responsables de la irregularidad de vues- to». *
muere cualquier h o m b r e murieren éstos Aarón llegáronse delante de la tienda de tro sacerdocio. * 2 C u a n t o a tus herma- s Y Y'ahveh habló a A a r ó n : «He aquí
y corrieren la suerte de todos los mortales, reunión, 4 4 s y Yahveh habló a Moisés nos de la tribu de Leví, la tribu de tu pa- que te otorgo lo que ha de reservarse de
es que Yahveh n o m e ha enviado; -,0 mas y Aarón », diciendo: 4 5 io «Apartaos de en dre, allégalos a ti p a r a que se u n a n con- las terumás que se m e h a g a n ; de todas
si Yahveh hace una cosa maravillosa y medio de esa comunidad, que voy a ani- tigo y te ayuden c u a n d o te halles con tus las cosas consagradas de los israelitas, las
la tierra abre su boca-y los traga con todo quilarlos en un abrir y cerrar de ojos». hijos ante la tienda del testimonio. 3 Y doy a ti y a tus hijos como prerrogativa
cuanto les pertenece, y bajan vivos al Ellos se prosternaron sobre su rostro. ¡Henderán al cuidado tuyo y al de la tien- correspondiente a vuestra unción a per-
46
seol, entonces sabréis que estos hombres n Y Moisés dijo a A a r ó n : «Coge el da cillera, sólo que no han de acercarse petuidad. * 9 D e los dones santísimos, fue-
h a n despreciado a Yahveh». * 31 y suce- incensario y p o n en él fuego de encima a los objetos sagrados ni al aliar, para ra de lo que es quemado, te corresponde-
dió que, en a c a b a n d o de pronunciar estas del altar y echa incienso; luego ve con que no mueran ni ellos ni vosotros. 4 De- rá lo siguiente: todas las ofrendas de
palabras, se hendió el suelo bajo sus pies. presteza a la comunidad y ofrece expiación berán ser tus adjuntos y atender al cuida- aquellos en sus diversas oblaciones, sa-
32
La tierra abrió su boca y los tragó junta- por ellos, p o r q u e h a estallado la cólera do de la tienda de reunión, a cuanto su
crificios p o r el pecado y sacrificios p o r
mente con sus casas, t o d a la gente de de Yahveh y ha comenzado el azote». servicio requiere; ningún extraño se acer-
47 cará a vosotros. 5 Y vosotros tendréis a el delito que m e presenten; c o m o cosa
C o r é y t o d a su hacienda. 3 3 Descendieron, 12 T o m ó , pues, A a r ó n el incensario, con- santísima, pertenecerán a ti y a tus hijos.
pues, vivos al seol con t o d o lo que les forme había indicado Moisés, y corrió al vuestro cuidado el servicio del santuario 10
y el del altar, p a r a que mi indignación no L a s comerás en lugar santísimo; t o d o
pertenecía, y la tierra se cerró sobre ellos medio de la comunidad, c u a n d o he aqui varón las podrá comer. Las considerarás
y desaparecieron de en medio de la comu- que el azote había comenzado en la gente; caiga m á s sobre los israelitas. 6 P o r q u e he
aquí que yo he sacado a vuestros herma- como algo santo. * u También te corres-
nidad. 3 4 A sus gritos todo Israel que él puso incienso e hizo la expiación p o r el ponderá esto: la terumá de sus dones en
estaba en torno de ellos echó a huir, pues pueblo. 4 8 i3 C o m o él se colocase entre los nos los levitas de entre los hijos de Is-
rael, entregándolos en d o n a vosotros, todas las temí fas de los israelitas; lo doy
decían: «¡No sea que nos trague la tierra!» vivos y los muertos, la plaga cesó. 4 9 i4 Los a ti, y contigo a tus hijos e hijas, c o m o
35 muertos de esta plaga fueron catorce mil como d o n a d o s a Yahveh p a r a servir en
Asimismo, un fuego procedente de Yah- la tienda de reunión. 7 Pero tú y tus hijos derecho a perpetuidad. T o d o el que en
veh abrasó a los doscientos cincuenta setecientos, sin contar los que perecie- tu casa fuere p u r o lo p o d r á comer. *
ron con motivo de la sedición de Coré. contigo cumpliréis vuestra función sacer-
h o m b r e s que habían ofrecido el incienso. 50 dotal en t o d o lo referente al altar y a la
12
T o d o lo mejor del aceite, t o d a la flor
36 15 A a r ó n volvióse j u n t o a Moisés, a la
i Yahveh habló a Moisés, diciendo: del mosto y del trigo, las primicias que
37 entrada de la tienda de reunión, p o r q u e
2 « D i a Elazar, hijo del sacerdote A a r ó n ,
q u e retire los incensarios de en medio de el azote habíase detenido.
17 * ° Quedó tan grabado este hecho en los israelitas, que hasta del tiempo de los Macabeos se
• ' guardan siclos con una vara en el reverso, adornada de tres flores, que se supone ser la de
Aarón.
La vara florida de Aarón •f Q ! FALTAS CONTRA EL SANTUARIO: lit. iniquidad del santuario, e. d., toda negligencia de los
" ^ sacerdotes en el cumplimiento de su ministerio, además de las faltas cometidas contra la
n ' l S Y a h v e h habló a Moisés, dicien-
d o : 2 n «Habla a los hijos de Israel
y t o m a de ellos u n a vara p o r cada tribu,
rás el n o m b r e de cada u n o de ellos sobre
cada vara. 3 i 8 E l n o m b r e de A a r ó n lo
escribirás en la vara de Leví, p o r q u e
santidad
7
del santuario. Para borrarlas se instituye la fiesta expiatoria de que habla Lev 23,26 ss.
PARTE INTERIOR DEL VELO: e. d., el Santo, situado entre el velo exterior y el interno, lugar
sólo a los sacerdotes asequible. \\ PURO REGALO : o don gratuito de Dios.
8
Lo QUE HA DE RESERVARSE : o bien, como otros, «el cuidado de» las terumás u ofrendas en especie,
d e parte de todos sus príncipes, con arre- h a b r á u n a vara especial por cada jefe para10que de todo se haga el uso que la ley (Lev 7,30-38) dicta.
glo a sus tribus, o sea doce varas. Escribi- de tribu. 4 i? L a s colocarás en la tienda de EN LUGAR SANTÍSIMO: e. d., en el atrio, delante del santuario.
11
LA «TERUMÁ» EN TODAS LAS «TENTIFÁSK e. d., la parte que se eleva ante Yahveh en todas las
30 oblaciones mecidas que se le presentan.
S E O L : O región de loa muertos (cf. Gen 37,35).
8
NÚMEROS 1 9 20 " 199
l ! t ?
198 NÚMEROS I8 —1&
rá sus vestidos y b a ñ a r á su cuerpo con dará impuro durante siete días. 15 T o d o
el servicio de la tienda de reunión, y ellos a g u a ; tras esto podrá entrar en el campa- recipiente descubierto que no tenga sobre
ellos entregan a Yahveh, a ti las regalo.
13
Los primeros frutos de cuanto hay en cargarán con la iniquidad del pueblo. Es m e n t o ; sin embargo, el sacerdote que- sí cobertera atada será impuro. 16 Quien-
ley perpetua en vuestras sucesivas gene- dará i m p u r o hasta la tarde. 8 También el quiera que en pleno campo toque u n cuer-
sus tierras que ellos presenten a Yahveh que h a q u e m a d o la vaca ha de lavar sus
raciones, y en medio de los israelitas no po víctima de la espada, u n muerto, un
serán p a r a t i ; t o d o el que en tu familia sea vestidos y b a ñ a r su cuerpo en agua, que-
h a b r á n de tener heredad. 2 4 P o r q u e yo hueso h u m a n o o una tumba, quedará im-
p u r o lo p o d r á comer. > 4 Todo jérem en d a n d o impuro hasta la tarde. 9 U n hom- puro siete días. 1 7 Para este h o m b r e im-
Israel p a r a ti será. * ' 5 T o d o primer naci- doy a los levitas en posesión el diezmo bre, p u r o recogerá las cenizas de la vaca puro se cogerá ceniza de la hoguera del
do de cualquier criatura, h o m b r e o ani- que los israelitas elevarán c o m o terumá a y las depositará fuera del campamento, sacrificio por el pecado y se verterá enci-
mal, que presenten a Yahveh, será p a r a Yahveh; por eso les he dicho: en medio en lugar p u r o ; se conservará p a r a la co- m a agua corriente dentro de u n vaso.
ti. Sólo habrás de rescatar el primogénito de los hijos de Israel n o tendrán here- m u n i d a d de los israelitas con destino al 18
Luego un h o m b r e p u r o t o m a r á hiso-
del h o m b r e ; asimismo, rescatarás el pri- dad». agua lustral. Es u n sacrificio p o r el pe- po, lo mojará en el agua y rociará la tien-
25
mogénito del animal impuro. 16 En cuan- Y Yahveh habló a Moisés, diciendo: cado. 10 El que haya recogido las cenizas da y todos los objetos y personas que allí
2
to al rescate, será desde la edad de un <> «Hablarás a los levitas y les dirás: de la vaca deberá lavar sus vestidos y que- se encuentren, como también al que haya
mes, y conforme al valor de estimación: C u a n d o recibáis de los hijos de Israel el d a r á i m p u r o hasta la tarde. Los hijos de tocado hueso o persona traspasada o
cinco siclos de plata, según el siclo del diezmo que os he dado en herencia, ele- Israel y el inmigrante que m o r a entre ellos muerta o alguna sepultura. 1 9 El h o m b r e
santuario, que es de veinte güeras. I 7 N o varéis de ello u n a terumá p a r a Y a h v e h : tendrán esto por ley perpetua. puro rociará al inmundo el tercero y sép-
rescatarás, sin embargo, el primer fruto el décimo del diezmo. 2 7 Y se os reputará 11 timo días, y cuando al séptimo día lo
como terumá vuestra, al igual que el tri- Quien tocare el cadáver de u n h o m -
de u n a vaca, oveja o cabra; son cosa sa- haya purificado, lavará sus vestidos y se
go de la era y el fruto m a d u r o del trujal. * bre cualquiera, permanecerá i m p u r o sie-
grada. Su sangre la derramarás en el altar te días. * 1 2 El tercero y el séptimo se pu- b a ñ a r á en agua, y por la tarde quedará
23
y harás arder su grasa en ofrenda ígnea Así elevaréis también vosotros a Y a h -
rificará con aquella agua y quedará lim- puro. 2 0 M a s el h o m b r e que se haga in-
de olor agradable a Yahveh. 1 8 Pero su veh la terumá de todos los diezmos que pio; pero no lo quedará si n o se purifica m u n d o y n o se purifique será extirpada
carne será para t i ; c o m o el pecho de la recibáis de los hijos de Israel, y c o m o te- el tercero y el séptimo d í a s . ] 3 T o d o el que de en medio de la comunidad, pues ha
tenufá y la pierna derecha, te correspon- rumá ofrecida a Yahveh daréis al sacerdo- loque un muerto, el cadáver de una per- contaminado el santuario de Yahveh; el
derá. * 1 9 Todas las terumás de las cosas te A a r ó n participación en ello. 2 9 D e to- sona, y no se purifique, contaminará la agua lustral no ha sido vertida sobre él,
santas que los israelitas elevan a Yahveh das las donaciones que percibáis, eleva- m o r a d a de Yahveh, y esa persona será es impuro. 2I Esto será para vosotros ley
doy a ti, y a tus hijos y tus hijas contigo, réis * la terumá a Yahveh, y precisamente exterminada de Israel; por cuanto el agua perpetua. Respecto a quien haya hecho
p o r derecho perpetuo. Es u n a alianza de de t o d o lo mejor del diezmo, c o m o canon lustral no ha sido derramada sobre él, se- la aspersión del agua lustral, h a b r á de la-
sal perdurable ante Yahveh, para ti y tu sagrado que de ello hay que satisfacer. rá impuro, continuando a ú n en él su im- var sus vestidos, y el que toque el agua
descendencia». * «) Luego les dirás: C u a n d o hayáis eleva- pureza. lustral será i n m u n d o hasta la tarde. 2 2 T o -
20
Y Yahveh dijo a A a r ó n : « N o po- do la flor de él, lo restante será compu- 14
do lo que toque quien es impuro se im-
Esta es la ley: c u a n d o u n h o m b r e purifica, y la persona que lo toque queda-
seerás heredad alguna en su país ni parti- tado a los levitas c o m o el producto de la muera en u n a tienda, t o d o el que penetre
era y el del trujal. 3 1 L o podréis comer en rá i n m u n d a hasta la tarde».
cipación en medio de ellos; yo soy tu por- en ésta y cuanto en la tienda se halle que-
ción y tu heredad en medio de los israe- cualquier lugar, vosotros y vuestras fa-
litas. 2 1 Y mira, a los hijos de Leví les doy milias, pues constituye vuestro salario p o r
por herencia todo diezmo percibido en vuestro servicio en la tienda de reunión.
Israel, para compensación del servicio que
32
Así, pues, u n a vez que hayáis ofrecido La roca de Meribá. Ante UEdom. Muerte de Aarón
h a n de prestar en la tienda de reunión. lo mejor de ello, no cargaréis con ningún
22 pecado por ello ni habréis profanado las O A ' T o d a la comunidad de los hijos ni granados, ni hay agua para beber?»
Por tanto, los israelitas no se aproxima- 6
r á n a ésta sin incurrir en pecado y morir, cosas santas de los hijos de Israel, y n o ^ " de Israel llegó al desierto de Sin en Entonces Moisés y A a r ó n se retiraron
3
sino que el levita es quien llevará a c a b o moriréis». el primer mes, y el pueblo se estableció de la comunidad, a la entrada de la tien-
m Qadés. Allí m u r i ó M a r í a y allí fue se- da de reunión, y se prosternaron rostro
pultada. en tierra, y la gloria da Yahveh se les apa-
2 reció. 7 Yahveh h a b l ó a Moisés, dicien-
La vaca roja. El agua lustra!: ceremonial de purificación C o m o faltase el agua para la comuni-
dad, ésta se amotinó contra Moisés y d o : s « T o m a la vara y congregad a la co-
contra A a r ó n . * 3 El pueblo se querelló m u n i d a d tú y tu h e r m a n o A a r ó n , y a los
10 x
Y habló Yahveh a Moisés y sencia de aquél. 4 Luego el sacerdote Ela- de Moisés y se expresó en estos térmi- ojos de aquéllos di a la roca que b r o t e
*• ** A a r ó n , diciendo: 2 «Esta es la pres- zar t o m a r á sangre de ella con su dedo y nos: «¡Que no expiráramos c u a n d o pere- a g u a ; harás m a n a r p a r a ellos agua de la
cripción legal que Yahveh ha promulga- h a r á siete aspersiones en dirección al fren- cieron nuestros h e r m a n o s ante Yahveh! roca y darás de beber a la comunidad y
do y éstos sus términos: Indica a los hijos te de la tienda de reunión. 5 Se q u e m a r á 4
Pues ¿por qué habéis traído a la comu- su ganado». * 9 Moisés cogió la vara de
de Israel que te proporcionen una vaca la vaca ante sus ojos; la piel, carne y san- nidad de Yahveh a este desierto para m o - delante de Yahveh, conforme le ordena-
roja sin defecto, que no tenga ninguna ta- gre de la misma se q u e m a r á n juntamente rir aquí nosotros y nuestro ganado? 5 ¿Y r a ; 10 luego Moisés y A a r ó n reunieron a
ra corporal y sobre la cual no se haya con su excremento. 6 Después el sacerdo- p o r qué nos habéis subido de Egipto p a r a la comunidad ante la roca, y [el primero]
puesto a ú n yugo alguno. * 3 L a entrega- te t o m a r á m a d e r a de cedro, hisopo y gra- conducirnos a este pésimo lugar, que ni les dijo: «¡Escuchad, rebeldes! ¿Podremos
réis al sacerdote Elazar y se la sacará fue- na, y las arrojará en medio de la hoguera es sitio de sementera, de higueras, viñas sacaros agua de esta r o c a ? » * n Y M o i -
r a del campamento, degollándola en pre- de la vaca. * 7 Por fin, el sacerdote lava-
11
14
JÉREM: lo consagrado por anatema y substraído al uso profano; cf. Lev 27,2;. Tocar cadáver humano causaba más prolongada impureza que la producida por el cadáver
18
Su CARNE : toda la carne de los primogénitos ofrecida, no sólo pecho y espaldilla derecha, como de animal (Lev 11,24), porque la muerte en el hombre es el salario del pecado. Lo mismo ocurría
en los sacrificios pacíficos. en otros pueblos. ••
19
ALIANZA DE SAL: e. d., irrescindible (cf. Lev 2,13). 2
27 SE AMOTINÓ: rebelión diversa de la que Ex 17,1-7 nos refirió.
FRUTO MADURO: lit. plenitud, lo que el lagar rebosa, o el mosto o vino nuevo. 20 8
LA VARA: e. d., el prodigioso bastón de Moisés, depositado, según V.Q, ANTE YAHVEH, e. d.,
•f Q 2 ss ' VACA ROJA: las cenizas de esta vaca escogida—y roja como la sangre, medio expiatorio ante1 el arca santa.
' ^ por excelencia—echadas en el agua daban a ésta virtud particular, convirtiéndola en la llamada ° PODREMOS. .. ?: en esta pregunta ven San Agustín y otros Padres desconfianza en Dios, y por
agua lustral, sagrada y purificadora de la más grave impureza 'egal: la producida por contacto de ello (y el reiterado golpear) fueron castigados él y Aarón,
cadáver (cf. 5,2).
0
MADERA DE CEDRO, etc.: cf. la purificación del leproso, en Lev 14,4.
12
200 NÚMEROS 2 0 —21 M s
NÚMEKOS 2 1 201
sés alzó su m a n o y golpeó la roca con su —Subiremos p o r la calzada, y si yo y
vara dos veces. Entonces brotó agua abun- mis ganados bebemos de tus aguas, pa- sido m o r d i d o y la mire, vivirá». 9 Moisés De Beer ° marcharon a M a t t a n á , 1 9 de
dante, y la comunidad bebió, así como su garé su precio; n o se trata de otra cosa fabricó, efectivamente, u n a serpiente de M a t t a n á a Najaliel, de Najaliel a Bamot
g a n a d o . 12 Yahveh dijo a Moisés y a Aa- sino de que m e dejes atravesar de paso. bronce y púsola sobre la pértiga; ahora 20
y de Bamot al valle del campo de Moabl
r ó n : «Por cuanto no habéis creído en mí,
20
M a s él respondió: bien, c u a n d o una serpiente mordía a un a la cumbre del Pisgá, que domina e,
p a r a hacer brillar mi santidad a los ojos —¡No pasarás! h o m b r e , si éste miraba a la serpiente de
yermo. *
de los israelitas, no introduciréis esta co- Y salió E d o m a su encuentro con pue- bronce, conservaba la vida. *
10 21 Israel envió mensajeros a Sijón, rey
m u n i d a d en la tierra que les he dado». blo numeroso y fuerte poder. 21 Y c o m o Los hijos de Israel partieron y acam-
13 p a r o n en Obot. n Luego partieron de de los amorreos, diciendo: 2 2 Déjame pa-
Estas son las aguas de Meribá ( = que- E d o m rehusara a los israelitas el paso p o r
su territorio, éstos se desviaron de él. * Obot y a c a m p a r o n en Iyyé ha-abarim, sar p o r tu tierra. N o nos desviaremos por
rella), donde los hijos de Israel se quere-
llaron (rabil) contra Yahveh, y El se glo- 22
Partieron, pues, de Qadés, y los hi- en el desierto situado delante de M o a b , labrantíos ni viñedos, no beberemos agua
rificó con ellos. jos de Israel, toda la comunidad, llegaron al naciente. 12 Partieron de allí y acampa- de los p o z o s ; p o r el camino real marcha-
14 Moisés envió desde Qadés mensaje- a la m o n t a ñ a de H o r . * 2 3 Yahveh habló r o n junto al torrente de Zared. 1 3 M a r - remos hasta que pasemos tu frontera».
23
ros al rey de Edom, diciendo "•: a Moisés y A a r ó n en la m o n t a ñ a de H o r , charon de allí y acamparon allende el Ar- Pero Sijón no concedió a Israel paso
—Así se expresa tu h e r m a n o Israel: Y a frontera de la tierra de Edom, diciendo: nón, en el desierto, que sale del territorio p o r su territorio, antes bien reunió a todo
sabes cuántas tribulaciones nos h a n aque-
24
«Es preciso que A a r ó n se reúna a su de los amorreos, pues el A r n ó n constitu- s u pueblo y, saliendo al encuentro de Is-
j a d o : 1 5 cómo bajaron nuestros padres a pueblo, pues no entrará en la tierra que he ye la frontera de M o a b entre M o a b y el rael hacia el desierto, llegó a Yahsá y ata-
Egipto, y hemos m o r a d o allí muchos dado a los israelitas, p o r cuanto habéis si- amorreo. 1 4 P o r eso se dice en el Libro có a Israel. 2 4 Sin embargo, Israel lo hirió
años, y los egipcios nos maltrataron, así do rebeldes a mi orden en las aguas de de las guerras de Yahveh: a filo de espada y conquistó su tierra des-
c o m o a nuestros padres; i6 pero nosotros Meribá. * 2 5 T o m a a A a r ó n y su hijo Ela- «... Vahed en Sufá y los valles de el A r n ó n hasta el Y a b b o q , hasta los
clamamos a Yahveh, el cual escucho nues- zar y súbelos a la m o n t a ñ a de H o r . del A r n ó n , * 15 y la vertiente de los valles ammonitas, pues Yazer" era la frontera
26
Despoja a A a r ó n de sus vestiduras y que se extiende por donde A r se asienta,
tro clamor y envió u n ángel que nos sacó de los hijos de A m m ó n . * 2 5 Israel t o m ó
de Egipto, y he aquí que nos hallamos en vísteselas a su hijo Elazar, p o r q u e A a r ó n y se apoya en la frontera de Moab».
todas aquellas ciudades y se estableció en
Oadés, ciudad de tu frontera extrema. ha de unirse [a sus antepasados] y mori- 10 todas las ciudades de los amorreos, en
17 rá allí». 2 7 Moisés hizo c o m o Yahveh h a - Y de allí fueron a lieer ( pozo), que
Permítenos pasar, si te place, p o r tu tie- Jesbón y todas sus villas anejas. 2 6 Porque
bía ordenado, y subieron ' a l a m o n t a ñ a es el pozo del cual dijo Yahveh a Moi-
r r a ; no atravesaremos sembrados ni vi- Jesbón era la ciudad de Sijón, rey de los
de H o r a la vista de toda la comunidad. sés: «Reúne al pueblo y le daré agua».
ñedos, ni beberemos agua de los pozos; 2,1
Moisés despojó a Aarón de sus vesti- 1 ^ Entonces Israel entonó este cántico: amorreos, y éste había combatido contra
seguiremos el camino real sin desviarnos
ni a derecha ni a izquierda, hasta que hu- duras y vislióselas a su hijo Elazar, 29 y «¡Brota, pozo! ¡Cantadle! el rey anterior de M o a b y habíale arre-
yamos franqueado tu frontera. allí, en la cumbre del monte, murió Aa- !8 Pozo que excavaron príncipes, batado t o d o su territorio hasta el A r n ó n .
27
18 Pero Edom le replicó: rón. Luego Moisés y Elazar descendieron que a l u m b r a r o n los nobles del pueblo Por eso dicen los poetas gnómicos:
—¡No pasarás por mí, a fin de que no de la m o n t a ñ a . 302g C u a n d o vio toda la con el cetro, con sus cayados». |
tenga que salir con la espada a tu encuen- comunidad que A a r ó n había expirado, to-
tro! da la casa de Israel lo lloró p o r espacio «¡Venid a Jesbón, | sea reconstruida y fortificada I la ciudad de Sijón!
19 Los hijos de Israel le contestaron: de treinta días. •H Pues fuego ha salido de Jesbón, [ una llama de la ciudad de Sijón,
que ha devorado ¡1 Ar de M o a b | y ha tragado " las alturas del Arnón.
2
'> ¡Ay de ti, M o a b ; | estás perdido, pueblo de K e m ó s !
H a entregado a sus hijos a la huida, |
La e t a p a d é H o r a los. llanos d e M o a b : sus incidencias y al cautiverio a sus hijas, | a Sijón, rey 'de los amorreos *.
30
¡ Los hemos asaeteado! ' Destruido está | Jesbón hasta D i b ó n .
contra D i o s y contra Moisés: «¿Por qué
2 1*• i C u a n d o el cananeo rey de Arad,
que habitaba el Négueb, tuvo no- nos habéis hecho subir de Egipto para m o -
3
H e m o s devastado hasta Nófaj, | que está junto a ' M e d a b á » .

ticia de que Israel venía por el camino rir en el desierto, pues no hay ni p a n ni l E Israel se estableció en la tierra del Edreí. * 3 4 M a s Yahveh dijo a Moisés:
de Atarim, atacó a Israel y le hizo algunos agua, y nuestra alma siente hastío de este amorreo. 3 2 Moisés envió a explorar a «No le temas, pues le he entregado en tu
prisioneros. * 2 Entonces Israel formuló alimento miserable?» 6 Yahveh envió en- Yazer, y •> la conquistaron junto con " sus m a n o con t o d o su pueblo y su tierra. L e
un voto a Yahveh, y dijo: «Si entregas a tonces contra el pueblo serpientes abra- villas anejas, expulsando a los amorreos tratarás c o m o h a s t r a t a d o a Sijón, rey de
este pueblo en mi mano, consagraré sus sadoras, que mordieron al pueblo, mu- que allí habitaban. los amorreos, que habitaba en Jesbón».
ciudades al exterminio». 3 Yahveh oyó riendo m u c h a gente de Israel, 7 El pueblo 33
Después cambiaron de dirección y 35
Y le derrotaron a él, a sus hijos y t o d o
la voz de Israel y entregó al cananeo en acudió a Moisés, exclamando: «¡Hemos subieron camino de Basan, saliéndoles al su pueblo, hasta n o dejarle u n supervi-
su mano a ; aquél consagró al exterminio pecado p o r haber hablado contra Yah- encuentro Og, rey de Basan, acompaña- viente, y se apoderaron de su territorio.
(ya-jarem) a ellos y sus ciudades, y llamó veh y contra ti; ruega a Yahveh que apar- do de t o d o su pueblo, p a r a atacarlos en
por eso al lugar Jormá. te de sobre nosotros las serpientes!» M o i -
4
Desde la m o n t a ñ a de H o r emprendie- sés suplicó, en efecto, por el pueblo, 8 y
9
r o n la marcha camino del m a r Rojo, con- Yahveh dijo a Moisés: «Hazte u n a ser- SERPIENTE: su efigie suspendida es—dice Tertuliano—figura de la cruz del Señor, que
torneando la tierra de E d o m ; pero en el piente abrasadora b y colócala sobre u n a nos libra de las serpientes del pecado (o asaltos del diablo), a la vez que nos muestra suspendido en
camino se desalentó el pueblo, 5 y habló pértiga, y acaecerá que todo el que haya ella y muerto el pecado. Cf. en Jn 3,14-15 la declaración del propio Jesu-Cristo sobre tal simbologia.
La serpiente de bronce conservóse en el templo hasta la época de Ezequías (cf. 2 Re 18,4).
14
LIBRO. ..: créese era una antología de cantos épicos populares en que se celebraban las victorias
21 obtenidas por Israel con auxilio de Yahveh. Semejante, si no idéntico, sería el Libro del Justo, citado
SE DESVIARON: danda un rodeo por el este, en vez de penetrar en Ganaán por la ruta del sur,
más2 2directa y franqueable. en Jos
20
10,13 y 2 Re 1,18. i| VAHED... : es frase cuyo sentido exacto se desconoce.
MONTAÑA DE HOR: una tradición que remonta a Flavio Josefo (Ant., IV, 4,7) la sitúa en las EL YERMO: lit. el Yesimón; región desértica de Judá, al NE. del mar Muerto.
24
cercanías de Petra, donde existe la que los árabes apellidan «montaña del profeta Aarón», de 1.328 me- EL ARNÓN HASTA EL YABBOQ: estos dos afluentes del Jordán en la TransJordania formaban
tros de altitud. las fronteras
29
septentrional y meridional de la nación ammonita.
24 KEMÓS: o Gamos. Era la divinidad más venerada entre los moabitas (cf. 1 Re rr,7). La ins-
SE REÚNA A SO PUEBLO: e. d., a sus antepasados, dejando esta vida.
cripción del rey Mesa, de Moab, la recuerda reiteradamente.
33
% I ' ARAD; hoy Teil-Arad, a unos 35 kilómetros de Hebrón por el sur. BASAN: es el nombre de la llanura feraz—rica en pastos y excelente ganadería—que se extiende
al oeste del monte Haurán. U EDREÍ : hoy Deraa.
NÚMEROS 22 29—23 9 203
28
202 NÚMEROS 22 Í- la boca del asna, la cual dijo a Balaam: Y a h v e h : — H e pecado p o r q u e n o sabía
—¿Qué te he hecho p a r a que me hayas que tú estabas ante mí en el c a m i n o ;
pegado con ésta tres veces? * ahora, pues, si ello no te agrada, quiero
29
Contestó Balaam a la b u r r a : volverme.
Balaq y B a l a a m — P o r q u e te has b u r l a d o de m í ; ¡si
35
El ángel de Yahveh contestó a Ba-
tuviera a m a n o u n a espada, a h o r a mismo l a a m : —Vete con esos hombres, pero lo
OO !
Los hijos de Israel partieron y 1 4 Entonces los príncipes de M o a b fueron te m a t a b a ! que yo te indique, eso sólo hablarás.
a Balaq, al que dijeron: «Balaam se negó
* " " a c a m p a r o n en las l l a n u r a s de 30
Replicó el asna a B a l a a m : Y Balaam m a r c h ó con los príncipes de
a venir con nosotros».
M o a b , a la otra orilla del J o r d á n por Je- — ¿ N o soy la misma burra tuya que Balaq.
15
ricó. * 2 Balaq, hijo de Sippor, vio todo Balaq volvió de nuevo a enviar prín- siempre hasta hoy has m o n t a d o ? ¿Acaso
36
C u a n d o Balaq oyó que llegaba Ba-
lo que Israel había hecho a los amorreos, cipes en mayor n ú m e r o y más ilustres he tenido nunca la costumbre de portarme laam, salió a su encuentro a u n a ciudad "
3
y M o a b concibió gran pavor ante aquel que aquellos otros. , 6 Llegados a Balaam, de M o a b situada en el límite del A r n ó n ,
así contigo?
pueblo, p o r q u e era numeroso, y llenóse dijéronle: tocando a la frontera. 3 7 Balaq dijo a
de inquietud ante los hijos de Israel. 4 Di- — N o — r e s p o n d i ó él.
—Así ha dicho Balaq, hijo de Sippor: 31
Yahveh abrió entonces los ojos de Balaam:
Te ruego no rehuses venir a mí, l 7 pues
jo, pues, M o a b a los ancianos de M a d i á n : —¿No había yo enviado con insistencia
« A h o r a esaa multitud devastará todos Balaam, quien, viendo al ángel de Yahveh
te h o n r a r é con copiosa recompensa y t o d o a llamarte? ¿Por qué n o viniste a mí?
nuestros alrededores como u n t o r o lame cuanto me digas haré. Ven, pues, por p a r a d o en el camino con la espada des-
envainada en la m a n o , se inclinó y se ¿No puedo realmente recompensarte? *
y devora la hierba del campo». Balaq, favor, y maldíceme a este pueblo. 38
hijo de Sippor, era rey de M o a b por aquel prosternó rostro en tierra. 3 2 Díjole el Y Balaam respondió a Balaq:
18 T o m ó la palabra Balaam y dijo a los ángel de Y a h v e h : — Y a he venido a t i ; m a s ¿podré acaso
tiempo. 5 Y envió mensajeros a Balaam, servidores de Balaq:
hijo de Beor, a Petor, que está junto al —¿Por qué pegas a tu asna, ya van tres hablar algo? La palabra que D i o s ponga
— A u n q u e Balaq me diera llena su casa veces? Mira, yo he salido para oponerme en m i boca, ésa hablaré.
río, a su propia patria, para llamarle di- de plata y oro, n o puedo transgredir la 39
ciendo: «He aquí que u n pueblo ha sali- a ti", pues tu T viaje es pernicioso a mis Y Balaam fuese con Balaq, y llegaron
orden de Yahveh, mi Dios, contravinién- a Quiryat-Jusot. * 4 0 Balaq degolló ganado
do de Egipto y ve ahí" que h a cubierto dola, en cosa chica ni grande. 1 9 Sin em- ojos. * •'•' El asna me ha vislo y se ha
la superficie del país y se h a asentado desviado tic mi tres veces con ésla; .\7 110 " mayor y menor y envió [de ello] a Balaam
b a r g o , permaneced, os ruego, aquí esta y los príncipes que le a c o m p a ñ a b a n . •*! A
frente a mí. * 6 A h o r a , pues, ven, por fa- noche p a r a que yo sepa lo que Yahveh se me hubiera a p a r t a d o , ya le habría yo
vor, maldíceme a este pueblo, porque es m a t a d o ciertamente y a ella la habría la m a ñ a n a siguiente, Balaq t o m ó a Ba-
puede decirme de nuevo. laam y le hizo subir a Bamot-Baal, desde
m á s fuerte que y o ; quizá así podré de- 20 dejado con vida.
rrotarlo y expulsarlo del país, pues sé D u r a n t e la noche llegóse D i o s a Ba- 34 donde se divisaba el extremo del pueblo. *
Balaam dijo entonces al ángel de
que aquel a quien tú bendices es bende- laam, y le dijo: «Ya que esos hombres
cido, y maldecido aquel a quien tú mal- han venido a llamarte, levántate, vete con
ellos, pero sólo has de hacer lo que yo te
dices».
dijere». 21- Levantóse Balaam por la m a ñ a - Primeros obstáculos de Balaam
7
Partieron los ancianos de M o a b y los na, aparejó su asna y partió con los prín-
ancianos de M a d i á n provistos de los emo- cipes de M o a b . n o ' Balaam dijo a B a l a q : «Constrú- tirado. * 4 D i o s salió al encuentro de Ba-
lumentos p o r el vaticinio, y c u a n d o lle- 22 M a s encendióse D i o s en cólera por- ^ * * yrine aquí siele aliares y prepárame laam, quien le dijo: «He preparado siete
garon a Balaam expusiéronle las palabras que hubiera partido, y el ángel de Yahveh en esle lugar siele novillos y siele carne- aliares y he sacrificado un novillo y u n
de Balaq. 8 Díjoles él: «Pernotad aquí esta se plantó en el camino p a r a detenerle. ros». * 2 Balaq hizo c o m o Balaam dijera carnero sobre cada altar». 5 Yahveh puso
noche y yo os daré respuesta conforme Iba él m o n t a d o en su asna y dos servidores y * ofreció un novillo y un carnero sobre u n a palabra en boca de Balaam, y dijo:
Yahveh m e diga». Y los príncipes de suyos le a c o m p a ñ a b a n . * 2 3 C u a n d o el as- cada altar. 3 Luego dijo Balaam a Balaq: «Torna a Balaq, y hablarás así». 6 Volvió,
M o a b quedáronse con Balaam. 9 Dios na vio al ángel de Yahveh p a r a d o en el «Quédate junto a tu holocausto, y yo pues, a él, y he aquí que estaba p a r a d o
vino [en sueños] a Balaam y le dijo: camino con su espada desenvainada en me voy a ir; quizá Yahveh venga a mi junto a su holocausto, a c o m p a ñ a d o de
—¿Quiénes son esos hombres que están la m a n o , desvióse del camino e íbase por encuentro, y cosa que m e revele te la todos los príncipes de M o a b . 7 El profirió
contigo? el c a m p o ; Balaam comenzó a pegar a la comunicaré». Y m a r c h ó a u n lugar re- su poema, y dijo:
10
Respondió Balaam a D i o s : b u r r a p a r a volverla al camino. 2 4 Enton-
«Desde A r a m h a m e hecho venir Balaq. el rey de M o a b , desde las m o n t a ñ a s del
—Balaq, hijo de Sippor, rey de M o a b , ces el ángel de Yahveh situóse en u n —¡Ven, maldíceme a J a c o b ! | ¡Ven, impreca a Israel! * [este:
los ha enviado a mí [a decirme]: u Mira el sendero que corría entre las viñas, bor- 8 — ¿ C ó m o he de maldecir a quien D i o s no ha maldecido?
pueblo que h a salido de Egipto y ha 25 deado por a m b o s lados de u n a tapia.
El asna, que vio al ángel de Yahveh, Y ¿cómo voy a execrar a quien n o execró Yahveh?
cubierto la superficie del país; ven, pues0, 9
ahora y maldícemele; quizá así pueda yo se arrimó a la pared y oprimió contra Pues desde la cima de las rocas lo contemplo | y desde las colinas lo diviso
vencerle y expulsarle. ella el pie de Balaam, que continuó pegán-
dola. 26 El ángel de Yahveh tornó a pa- 28
12
Contestó Dios a Balaam: DIJO: según San Gregorio Niceno, la burra no profirió palabra articulada, sino lanzó un grito
sar, colocándose en u n a angostura donde ordinario bajo los golpes que recibía: cuius vocem quasi articulatam historia narravit. Balaam, que
— N o has de ir con ellos ni" maldecirás tenía el hábito de sacar augurios del grito de los animales, comprendió fácilmente a su asna. San
no había camino p a r a desviarse ni a de-
a ese pueblo, porque es bendito. Pedro en 2,2.15, añade el cardenal Meignan, al decirnos que el animal mudo habló con voz humana,
13 recha ni a izquierda. 27 Al ver el asna al
C u a n d o Balaam se levantó p o r la ángel de Yahveh, tumbóse bajo Balaam, refleja la creencia común judía.
32
mañana, dijo a los príncipes de Balaq: quien se puso furioso y golpeó a la b u r r a Tu VIAJE... : o bien «el camino que sigues me contraría».
37
«Idos a vuestra tierra, porque Yahveh con el bastón. 28 A b r i ó entonces Yahveh 39
RECOMPENSARTE : otros, «tratarte con honor» o «colmarte de honores».
se ha negado a dejarme ir con vosotros». QUIRYAT-JUSOT: o «ciudad de las rutas», por hallarse en una encrucijada probablemente. Debía
de estar
41
emplazada al norte del Arnón.
BAMOT-BAAL: e. d., alturas [sagradas] de Baal, monte no lejos del Pisgá.
O O x LLANURAS: hebr. arabot, que designa las esteparias llanadas del curso bajo del Jordán,
^ "•5 tanto en su margen derecha como en la izquierda. O Q 31 SIETE : este número es sagrado, como más de una vez se ha dicho.
PETOR: la Pitru de las inscripciones asirías, a la orilla derecha del Eufrates y a pocos kilómetros ^ ^ VENGA A MI ENCUENTRO: e. d-, se me revele. |[ LUGAR RETIRADO: o solitario, o colina pelada,
de Karkemisch. || A su PROPIA PATRIA: Ht. al país de los hijos de su pueblo (ammó), 14 mss. SamSV, según7
otros. Prps. a H varías correcciones.
1. arrimón 'Ammón'. |[ San Cirilo Alejandrino, Teodoreto y otros creen que Balaam era un hechicero. POEMA: o canto solemne, parábola. || ARAM: era región junto al Eufrates, donde estaba Petor,
San Ambrosio llega a compararlo con Caifas, que también profetizó sin saber lo que decía. Los patria de Balaam. II MONTAÑAS DEL ESTE : Albright cree puede ser denominación cananea del Anti-
menos, con Tertuliano y el Tostado, lo tienen por profeta del verdadero Dios, mas de vida des- líbano (cf. Gen 10,3).
arreglada.
22
ÉK PORQUE HUBIERA PARTIDO : con internos afanes de lucro.
204 NÚMEROS 23 10 —24 * NÚMEROS 2 4 s-28 205

ve ahí u n pueblo que m o r a aparte ) y entre las gentes n o se reputa. * 5


10
¿Quién podría contar el polvo de Jacob | y enumerar la cuarta parte de Israel? ¡Qué bellas son tus tiendas, oh J a c o b ; | tus pabellones, o h Israel!
¡Muera m i alma con la muerte de los justos | y sea mi fin cual el suyo "!» * 6 Dilátanse c o m o valles, | cual jardines a la vera de río,
como áloes " que plantara Yahveh, | cual cedros junto a las aguas.
7
11
Entonces Balaq dijo a B a l a a m : truyó siete altares, sacrificando un novillo El agua desborda de sus cubos | y su sementera en agua rebosa.
—¿Qué me has hecho? P a r a maldecir y u n carnero sobre cada altar: 15 Luego M á s poderoso que Agag es su rey, | y exaltado su reino. *
8
a mis enemigos te hice venir, y he aquí dijo Balaam" a B a l a q : «Quédate aquí Dios, que le sacó de Egipto, I es p a r a él como el vigor del búfalo.
que los h a s bendecido. junto a tu holocausto, mientras salgo ahí Devora las naciones enemigas suyas, | y quebranta sus huesos I
12
C o n t e s t ó él y dijo: —¿No habré yo al encuentro». 16 Yahveh vino al encuen- y con sus flechas los traspasa.
9
de anunciar cuidadosamente lo que Y a h - tro de Balaam y, poniendo palabra en su D o b l a las rodillas, se t u m b a c o m o león 1 y c o m o leona; ¿quién le h a r á levantar?
veh pone en mi boca? boca, dijo: «Torna a Balaq, y hablarás ¡Bendito quien te bendiga, I y quien te maldiga sea maldito!»*
13
Balaq le dijo: —Ven, por favor, con- así». 1 7 Llegóse a él y hallóle de pie j u n t o 10
Encendido en ira Balaq contra Ba- jeros que tú m e enviaste, diciendo: 1 3 A u n -
migo a o t r o sitio desde donde puedas a su holocausto, a c o m p a ñ a d o de los prín- laam, púsose a palmotear, y dijo a Ba- que Balaq m e diese tanta plata y oro
divisarle—sólo su parte extrema verás, cipes de M o a b . Balaq le p r e g u n t ó : «¿Qué laam : como cabe en su casa, n o podría trans-
mas no t o d o — , y maldícemelo desde allí. * h a dicho Yahveh?» 1 8 Entonces él profirió — T e llamé p a r a maldecir a mis ene- gredir la orden de Yahveh, haciendo de
14
Llevóle entonces al C a m p o de los su poema, y dijo: migos, y los has bendecido ya tres veces. * propio impulso cosa buena ni m a l a ; lo
Vigías, en la cumbre del Pisgá, y cons- H ¡Ya estás huyendo a tu país! Había que diga Yahveh, eso diré? 1 4 A h o r a , pues,
«¡Alzate, Balaq, y escucha; | préstame oídos, hijo de Sippor! prometido colmarte de honores, pero mira que me voy a mi pueblo, ven y te enun-
19
N o es D i o s h o m b r e p a r a mentir, ¡ ni hijo de h o m b r e p a r a arrepentirse. que Yahveh te h a privado de recompensa. ciaré lo que ese pueblo h a de hacer al
12
¿Es El quien dice y no hace, [ o promete y no cumple? Balaam replicó a Balaq: tuyo en días venideros.
20
Ve ahí que he recibido orden de bendecir; ] bendijo d y no puedo revocarlo. ¿No había yo h a b l a d o a los mensa- Y Balaam pronunció su poema, y dijo:
21
N o se percibe iniquidad en Jacob, | n o se ve maldad en Israel. 15
«Oráculo de Balaam, hijo de Beor, | y oráculo del varón de ojos'cerrados *,
Yahveh, su Dios, está con él, | y en él resuena la aclamación p o r rey. "> oráculo tic quien oye las palabras de D i o s I y conoce la ciencia del Altísimo,
22
Dios, que le sacó de Egipto, | es p a r a él cual el vigor del búfalo. * de quien ve las visiones del Omnipotente, | cae y se le abren los ojos.
23 N o existe, en verdad, magia en Jacob | ni hechicería en Israel. 17
Lo veo, mas no a h o r a ; I lo diviso, pero n o de cerca:
O p o r t u n a m e n t e a Jacob se dirá i y a Israel lo que Dios quiere hacer. U n a estrella sale de Jacob, ¡ y u n cetro de Israel surge,
24
H e aquí un pueblo que se yergue cual leona | y se alza como león; y quiebra las sienes de M o a b | y el cráneo " de t o d o s los hijos de Set. *
n o se acostará hasta que devore presa | y la sangre de sus víctimas beba». 18 E d o m se va empobreciendo, I y empobrécese Seir, su enemigo,
25 28 mientras Israel se va enriqueciendo. *
Balaq dijo entonces a Balaam: Y Balaq condujo a Balaam a la cima 19
D e Jacob sale el D o m i n a d o r | y quien aniquila de la ciudad el residuo».
—¡Ya que n o puedas maldecirle, al del Peor, que domina el yermo. * 2!> Ba-
20
m e n o s no le bendigas! laam dijo a Balaq: Luego, al ver a los amalequitas, Balaam pronunció su parábola, y dijo:
2S
Y respondiendo Balaam, dijo a Balaq: —Construyeme aquí siete altares y pre- «P.s Amaleq el primero de los pueblos, I m a s su final será perpetua ruina».
—¿No te lo anuncié diciendo: T o d o lo p á r a m e siete novillos y siete carneros.
30 21 Luego, mirando :i los quíneos, profirió su oráculo, y dijo:
que Yahveh diga, eso h e de hacer? Balaq hizo según Balaam había indi-
27
Entonces Balaq dijo a B a l a a m : cado, y ofreció un novillo y u n carnero «Fuerte es tu m o r a d a | y tu nido colocado en la roca; *
—Ven, p o r favor; te llevaré a otro en cada altar. 22
sin embargo, Qayin será asolado, | esperando que Assur te conduzca cautivo. *
lugar. Quizá parezca bien a D i o s que m e 23
los maldigas desde allí. Todavía profirió su oráculo, y dijo:
24
«¡Ay, quién vivirá c u a n d o Dios tal haga! | D e Kittim arribarán navios
que oprimirán a Assur y oprimirán a Eber,
Últimos vaticinios de Balaam a u n q u e él también a la ruina camina». *
25
Luego fue B a l a a m y partió, volviéndose a su país. También Balaq prosiguió
*) A 1
H a b i e n d o visto Balaam que era rostro hacia el desierto. 2 Balaam alzó sus su camino.
™ " grato a los ojos de Yahveh el ben- ojos y vio a Israel a c a m p a d o por tribus,
decir a Israel, no fue, c o m o las otras veces, e invadiéndole el espíritu de Dios, 3 p r o - 7
en busca de augurio, sino que enderezó su nunció su poema, y dijo: EL AGUA: ya símbolo de vegetación frondosa, ya de abundante posteridad (cf. Prov 5,16, etc.). I!
AGAG: cf. 1 Sam 15.
«Oráculo de Balaam, hijo de Beor, oráculo del varón de ojos cerrados ",* 3
9 Cf. Gen 40,9.
4
oráculo de quien oye las palabras de Dios, ° PALMOTEAR : era señal de desprecio hacia el enemigo.
17
VEO: el profeta divisa en lontananza el porvenir de Israel, que culminará en la obra mesiáni-
de quien ve las visiones del Omnipotente, | cae y se le abren los ojos. * ca. II ESTRELLA: tal fue David, y luego Aquel de quien este rey fue figura. Por tanto, esa estrella
9
que se levantará sobre Jacob, ese cetro que quebrantará a los moabitas y los enemigos todos de
10
MORA APARTE : corrió selecto y privilegiado, muy superior a los demás. Israel, es el Mesías. Así lo dejan entrever lo solemne del tono y la brillantez de las metáforas y lo
13
CUARTA PARTE: e. d., uno de los cuatro campamentos aludidos en c.2. reconocen la tradición judía y cristiana. Muchos vierten «cometa» y perciben enceste pasaje resonan-
PARTE EXTREMA: otra diversa de la de 22,41. Con estos cambios de puntos de mira queríase cias astrológicas. 11 CETRO: e. d., anota Kit «stella crinita», G «hombre», S «príncipe», T° «Mesías». II
influir
22
en el del augurio, según creencia supersticiosa. Los HIJOS DE SET: e. d., los moabitas, así designados simbólicamente.
BÚFALO: O unicornio. Balaam pensaría en el toro salvaje, que los monumentos asirios repre- 18
EDOM: la Idumea, que David conquistó (cf. 2 Sam 8,14), se va empobreciendo, etc. Así creemos
sentan
28
a menudo. puede interpretarse el v., objeto de tantas correcciones críticas, después de conocer la lección que
PEOR: monte al norte del Pisgá, donde se rendía licencioso culto a la obscena divinidad Baal- ofrece el libro La guerra de los hijos de la luz contra los hijos de las tinieblas, descubierto en 'Ain Fes-
Peor, que San Jerónimo comparaba al Príapo de los clásicos. kha en 1948.
21
3-16 Ojos CERRADOS: sentido inseguro; si bien algunos rabinos infieren de este v. que Balaam NIDO: hebr. «ken», en asonancia con «quíneos» o «kenitas» y «qáyin»,
24 era ciego o tuerto, la común opinión ve en él una indicación del éxtasis profético, en que los
22
QÁYIN: profecía cumplida ya cuando los kenitas fueron reducidos a esclavitud, con los israeli-
tas, por los asirios de Tiglatfalasar o Tiglatpiléser III (cf. 2 Re 15,29), ya en la expedición de Assar-
sentidos
4
exteriores están cerrados, y abiertos los interiores. haddón, hacia el 676 a. C.
- CAE: sentido dudoso; esta caída referiríase a la fuerza de la inspiración, que da en tierra con el 24
KITTIM : Chipre y los habitantes del occidente de Palestina; cf. Gen 10,4. II ASSUR : los asirios. 1!
vidente, violento acceso que el profeta fiel al Señor no padece. EBER : índica los pueblos de allende ej Eufrates.
NÚMEROS 2 5 x —26 9 NÚMEROS 26 10'-'4 207
206
el D a t a n y el Abirón, miembros del con- los semidaítas; por' Jéfer, la familia de los
sejo de la comunidad, que se amotinaron jefritas. 33 Selofjad, hijo de Jéfer, n o tuvo
Apostasía de Israel en Sittim contra Moisés y A a r ó n c u a n d o la facción hijos, sino hijas. Los nombres de las
de Coré se rebeló contra Yahveh, 1° y la hijas de Selofjad fueron: Majlá, N o á ,
O C i Mientras Israel estuvo de asiento io Yahveh habló a Moisés, diciendo: tierra abrió su boca y los tragó junta- Joglá, MiJká y Tirsá. 34 Tales s o r l ] a s
« * » en Sittim, el pueblo comenzó a H «Pinejás, hijo de Elazar, hijo del sacer- mente con Coré, mientras moría la fac- familias de Manases, y sus empadronados
prostituirse con las hijas de M o a b . * 2 Es- dote A a r ó n , h a desviado m i furor de ción, devorando el fuego a doscientos ascendían a cincuenta y dos mil setecien-
tas invitaron al pueblo a los sacrificios de sobre los israelitas p o r el celo que, riva- cincuenta hombres, p a r a que sirvieran de tos. 35 y éstos son los hijos de Efraím
sus dioses, y el pueblo comió [en sus lizando con el mío, ha desplegado en m e - escarmiento, u M a s los hijos de Coré n o según sus familias: p o r Suíélaj, la familia
festines idólatras] y se prosternó ante los dio de ellos, evitando que yo en mi celo1 murieron. de los sutaljitas; p o r Béker, la familia
dioses de ellas. •' Israel se consagró a haya aniquilado a los hijos de Israel. 12
Hijos de Simeón según sus familias: de los bakritas; p o r Tajan, la familia de
Baal-Peor, y se encendió la ira de Yah- 12 Por eso di[go?]: « H e aquí que yo esta- p o r Nemuel, la familia de los nemuelitas; los tajanitas. 36 Hijos de Sutélaj: p o r Erón,
veh contra Israel. 4 Dijo, pues, Yahveh blezco con él mi alianza de p a z ; * n se le p o r Yamín, la familia de los yamínítas; la familia de los eronitas. 37 Tales son las
a Moisés: «Coge a todos los jefes del concederá p a r a siempre a él y sus des- por Yakln, la familia de los yakinitas; familias de los hijos de Efraím con arreglo
pueblo y cuélgalos en h o n o r de Yahveh cendientes después de él la dignidad sacer- 13 p o r Zéraj, la familia de los zarjitas; a sus e m p a d r o n a d o s : treinta y dos mil
cara al sol, de suerte que la cólera de dotal a base de esta alianza, en recom- p o r Saúl, la familia de los s a u l i t a s . i 4 Tales quinientos. Estos son los hijos de José
Y a h v e h se aparte de Israel». 5 Entonces pensa de haberse m o s t r a d o celoso p o r su son las familias de los simeonitas: veinti- según sus familias.
Moisés dijo a los jueces de Israel: « M a t a d D i o s y haber realizado expiación p o r los dós mil doscientos. 38 Hijos de Benjamín según sus familias:
cada u n o a aquellos de vuestros hombres hijos de Israel». 1 5 Hijos de G a d según sus familias: por por^ Bela, la familia de los belaítas; p o r
que h a n servido a Baal-Peor». 14 El n o m b r e del israelita muerto, m a t a - Sefón, la familia de los sefonitas; p o r Asbel, la familia de los asbelitas; p o r Aji-
s E n esto he aquí que u n h o m b r e de do juntamente con la madianita, era Zim- Jagguí, la familia de los jagguitas; p o r SU- ram, la familia de los ajiramitas; 39 p o r
los hijos de Israel llegó y trajo a sus rí, hijo de Salú, príncipe de una familia de MÍ, la familia de los sunitas; ] * p o r Ozní, Sufam ", la familia de los sufamítas; p o r
h e r m a n o s ' u n a madianita a los propios la tribu de Simeón. ' 5 La mujer madianita l.i familia de los oznilas; por Er, la familia Jufam, la familia de los jufamitas. 4 U Hijos
ojos de Moisés y de toda la comunidad muerta llamábase Kozbí, hija de Sur, el de los eritas; ' ' ' p o r Arod, la familia tic de Bela fueron: Ard y N a a m á n . Por Ard,
de hijos de Israel, a la sazón que ellos cual era cabeza de estirpe en u n a tribu los a r o d i t a s ; por Ariel, la familia de los la familia de los arditas; p o r N a a m á n ,
lloraban a la entrada de la tienda de de M a d i á n . * arielitas. 18 Tales son las familias de la familia de los naamanitas. 4 l Tales son
reunión. * 7 Violo Pinejás, hijo de Elazar, id y Yahveh habló a Moisés, diciendo: los hijos de G a d según sus e m p a d r o n a d o s : los hijos de Benjamín según sus familias,
hijo del sacerdote Aarón, y, surgiendo de 17 «Atacad a los madianítas y dadles muer- cuarenta mil quinientos. y sus e m p a d r o n a d o s : cuarenta y cinco
en medio de la comunidad, t o m ó una te, ix pues ellos os h a n atacado con las 19
Hijos de J u d á : E r y Onán. E r y mil seiscientos.
20 42
lanza en su m a n o , " penetró tras aquel seducciones que h a n cometido contra vos- O n á n murieron en tierra de C a n a á n . Los Estos son los hijos de D a n según sus
israelita en su tienda y Iraspasó a los otros en lo relativo a Peor y en el asunto hijos de Judá, según sus familias, fueron: familias: por Sujam, la familia de los
dos, al israelita y a la mujer, por el vientre. de Kozbí, hija de un príncipe de M a d i á n , por Selá, la familia de los selaítas; por sujamitas. Tales son las familias de D a n
E n seguida detúvose la plaga sobre los compatriota de ellos, muerta el día del reres, la familia de los parsitas; p o r Zé- con arreglo a tas familias de ellos. 4 3 T o -
hijos de Israel. * 9 Los muertos en aquel azote sobrevenido p o r causa de Peor». inj, la liiiiiiliii de los /arjilas. 21 Los hijos das las familias de Sujam según sus empa-
azote fueron veinticuatro mil. de l'eivs fueron: por Jesrón, la familia tic d r o n a d o s : sesenta y cuatro mil c u a t r o -
los jesroniías; por Jamul, la familia de los cien I os.
janiulílas. 22 Estas son las familias de Judá 44
H i j o s de Aser según sus familias:
Segundo censo de Israel con arreglo a sus e m p a d r o n a d o s : setenta p o r Yimná, la familia de los yimnaí-
y seis mil quinientos. tas; por Isví, la familia de los isviítas;
45
OC ijg Después de esta plaga sucedió Y los hijos de Israel que salieron de la 2' Hijos de Issacar según sus familias: por Beriá, la familia de los benitas. Por
«O P i q u e Yahveh h a b l ó a Moisés y tierra de Egipto fueron: por" Tola, la familia de los tolaítas; por los hijos de Beriá: p o r Jéber, la familia
5 Puá, la familia de los puaítas; 24 p o r Ya- de los jebritas; p o r Malkiel, la familia de
Elazar, hijo del sacerdote A a r ó n , dicien- Rubén, primogénito de Israel. Hijos 46
d o : 2 « E m p a d r o n a d p o r familias a t o d a de R u b é n : por ° H e n o k , la familia de los sub, la familia de los yasubitas; p o r Sim- los rnalkielitas. El n o m b r e de la hija
47
la comunidad de los israelitas, a todos henokitas; p o r Pal-lú, la familia de los rón, la familia de los simronitas. 2 5 Estas de Aser era Sara. Tales son las fami-
los aptos p a r a el servicio militar en Israel, p a l - l u i t a s ; 6 p o r J e s r ó n , la f a m i l i a de son las familias de Issacar con arreglo a lias de los hijos de Aser con arreglo a sus
de veinte años en adelante». * 3 Moisés y los jesronitas; p o r Karmí, la familia de sus e m p a d r o n a d o s : sesenta y cuatro mil e m p a d r o n a d o s : cincuenta y tres mil cua-
el sacerdote Elazar los empadronaron * en los k a r m i t a s . 7 Tales son las familias de los trescientos. trocientos.
48
las llanuras de M o a b , junto al Jordán, rubenitas. Sus e m p a d r o n a d o s fueron cua- 26 Hijos de Zabulón según sus familias: Hijos de Neftalí según sus familias:
frontero a Jericó \ 4 de veinte años para renta y tres mil setecientos treinta. 8 Hijos p o r Séred, la familia de los sarditas; p o r p o r Yajseel, la familia de los yajseelitas;
arriba, conforme había ordenado Yahveh de Pal-lú: Eliab. 9 Los hijos de E l i a b : Elón, la familia de los elonitas; por Yaj- por Guní, la familia de los gunitas; 4 9 p o r
a Moisés. < N e m u e l > ", D a t a n y Abirón. Estos son leel, la familia de los yajlelitas. 2 7 Tales Yéser, la familia de los isritas; p o r Sil-lem,
son las familias de los zabulonitas con la familia de los sil-leraitas. s o Tales s o n
OC ! SITTIM: e. d., 'acacias'; es la postrera etapa de los israelitas, ya junto a los vados del Jordán, ü arreglo a sus e m p a d r o n a d o s : sesenta mil las familias de Neftalí con arreglo a las
^"" PROSTITUIRSE: e. d., se entregó al libertinaje. quinientos. familias de éstos, y sus e m p a d r o n a d o s :
6
8
LLORABAN: a causa de la peste con que Dios los estaba azotando (w.8-g). 28 Hijos de José según sus familias: cuarenta y cinco mil cuatrocientos.
12
TIENDA: O alcoba; alude a la qubhah, aquí edículo para la prostitución sacra. Manases y Efraím. 29
Hijos de M a n a s e s :
51
Estos son los e m p a d r o n a d o s de los
ALIANZA DE PAZ O pacífica se llama a esta promesa de Dios de colmar a Pinejás y los suyos de p o r Makir, la familia de los makíritas. hijos de Israel: seiscientos u n mil sete-
bienes y favores: el sacerdocio, etc. Efectivamente, éste no salió de su familia hasta Antíoco Epifanes;
es decir, duró con ella unos novecientos cincuenta años. M a k i r engendró a Guilad. P o r Guilad, cientos treinta.
52
15
MADIÁN: los madianítas eran pueblo nómada, que vagaban por los territorios de gentes la familia de los guiladitas. 30 Estos son Y Yahveh h a b l ó a Moisés, diciendo:
sedentarias. les hijos de G u i l a d : por ° Yézer, la familia 53 «A éstos se repartirá el país en concepto
de los yezritas; p o r Jéleq, la familia de los de herencia, c o n arreglo al n ú m e r o d e
O C 2 EMPADRONAD: el nuevo censo hácese al cabo de treinta y nueve años del primero (cf. c.i). 54
~ " El orden de las tribus es idéntico, pero se detallan las familias que aquéllas comprendían. j e l q u i t a s ; 31 por '• Asriel, la familia d e personas. A 1 m á s n u m e r o s o h a r á s m a -
Originariamente, se dice, ambos censos serían un único documento. Noth (frente a quienes, como los asrieliías; por '• Sékem, la familia de los yor su porción y al m á s p e q u e ñ o h a r á s
Cross, lo derivan del censo de David) cree indudable que nuestro capitulo es en sus orígenes históricos sikemitas; Hpor° Semidá, la familia de parte m e n o r ; a cada u n o se le d a r á su
«pre-monarchial».

NÚMEROS 26 ñb—27 " NÚMEROS 27 w—28 209
herencia proporcionalmente a sus empa- Elazar e Itamar. 61 N a d a b y A b i h ú mu- nidad de Yahveh no sea c o m o rebaño sin sulte ante Yahveh p o r él el juicio de los
dronados. 5S Sólo que la tierra será repar- rieron al ofrecer un fuego extraño ante p a s t o r » . * 18 Yahveh contestó a Moisés: urim. A sus órdenes saldrán y a sus órde-
tida p o r sorteo; heredarán según los n o m - Y a h v e h . 62 Sus e m p a d r o n a d o s fueron «Cógete a Josué, hijo de N u n , h o m b r e nes regresarán él, y con él todos los hijos
bres [inscritos] de sus tribus patriarcales. veintitrés mil, todos varones de u n mes de espíritu; impon sobre él tu m a n o . * de Israel y t o d a la comunidad». *
22
56
Por sorteo se repartirán la propiedad en adelante; realmente éstos n o fueron 19 Preséntale ante el sacerdote Elazar y Moisés hizo c o m o Yahveh le orde-
del país, entre la numerosa c o m o entre e m p a d r o n a d o s entre los [demás] hijos de toda la comunidad y entronízale jefe a pre- nara. T o m ó a Josué y lo presentó ante
la escasa». Israel, p o r q u e no se les dio propiedad en sencia de ellos. 2 0 Le investirás de tu auto- el sacerdote Elazar y ante t o d a la comu-
57
Estos son los e m p a d r o n a d o s de los medio de los israelitas. ridad, a fin de que le obedezca t o d a la nidad, e impuso sobre él sus m a n o s y lo
levitas según sus familias: por Guersón, 63 Tales son los registrados por Moisés comunidad de los israelitas. 2 1 D e b e r á pre- entronizó jefe, según Yahveh había m a n -
la familia de los guersonitas; p o r Quehat, y el sacerdote Elazar c u a n d o hicieron el sentarse al sacerdote Elazar p a r a que con- d a d o p o r medio de Moisés.
la familia de los quehatitas; por Merarí, la censo de los hijos de Israel en las llanadas
familia de los merariías. 5 8 Tales son las de M o a b , junto al J o r d á n fronterizo a
familias de Leví: la familia de los lobnitas, Jericó. * M Entre ellos n o existía ya nin- Sacrificios d e los d í a s festivos
la familia de los jebronitas, la familia de guno de los e m p a d r o n a d o s por Moisés y
los majlitas, la familia de los musitas, el sacerdote A a r ó n c u a n d o hicieron el O O 1 Y h a b l ó Yahveh a Moisés, di- dero. Es un holocausto de olor g r a t o ,
la familia de los coreítas. Y Quehat en- censo de los hijos de Israel en el desierto " " " c i e n d o : * 2 « M a n d a a los hijos de u n sacrificio ígneo p a r a Yahveh. 1 4 Y sus
gendró a A m r a m . 5 g El n o m b r e de la del Sinaí, 65 pues Yahveh había dicho de Israel y diles: Cuidaréis de presentarme libaciones serán: medio hin de vino p o r
mujer de A m r a m era Yokébed, hija de ellos: « M o r i r á n sin remisión en el desierto, a debido tiempo mi ofrenda, mi manjar, novillo, u n tercio de hin p o r carnero y
Leví, que parió su madre ' a Leví en sin quedar de ellos ninguno, si n o es constituido p o r los sacrificios ígneos de un cuarto de hin p o r cordero. Tal es el
Egipto. Ella le dio a A m r a m , a A a r ó n , Kaleb, hijo de Yefunné, y Josué, hijo olor a m i grato. 3 También les d i r á s : holocausto de novilunio, [que h a de
Moisés y a María, h e r m a n a de ellos. de N u n » . * Esle es el sacrificio p o r fuego que ofre- ofrendarse] en cada novilunio de los me-
60
Naciéronle a A a r ó n : N a d a b , Abihú, ceréis a Y a h v e h : corderos añales sin ses del a ñ o . 1 5 Asimismo se ofrecerá u n
mácula, dos cada día en holocausto per- macho cabrío en sacrificio p o r el pecado,
petuo. 4 U n o de los corderos lo ofrece- además del sacrificio perpetuo y su liba-
D e r e c h o h e r e d i t a r i o d e las hijas. J o s u é sucede a Moisés rás por la mañana y o l r o al crepúsculo ción.
vespertino; 5 y para la oblación, un déci- 16 El mes primero, a catorce días del
m o de efá de flor de harina amasada mes, será la Pascua de Yahveh. 17 El día
O *7 i Acercáronse entonces las hijas de I tener 9hijo, traspasaréis la herencia a su con un cuarto de hin de aceite de oliva
« • Selofjad, hijo de Jéfer, hijo de Cuf- hija;. y si no l ütiene hija, se la daréis a quince de ese mes h a b r á fiesta; se come-
machacada. 6 Es u n holocausto perpe- rán ácimos durante siete días. 1 8 El día
iad, hijo de Makir, hijo de Manases \ hijo sus hermanos. Si no tuviere hermanos, tuo que fue ofrecido sobre la m o n t a ñ a
de José. Y éstos son los nombres de las la daréis a los h e r m a n o s de su p a d r e ; primero h a b r á convocación s a n t a ; no h a -
del Sinaí en olor grato, sacrificio por réis ninguna obra servil. 19 Y presentaréis
hijas de aquél: Majlá, Noá, Joglá, Milká u y si su padre careciere de hermanos, a fuego para Yahveh. 7 La correspondiente como sacrificio p o r fuego, en holocausto
y Tirsá. 2 Presentáronse, pues, ante M o i - su pariente más próximo dentro de su libación tic vino * será de un cuarto de a Yahveh, dos novillos, un carnero y
sés, ante el sacerdote Elazar y ante los familia, el cual la heredará. Esto será ///// por ciidn c o r d e r o ; en el santuario siete corderos añales sin defecto. 2 0 Y
príncipes y toda la comunidad a la entra- para los hijos de Israel regla de derecho, ofrendaras la libación tic vino. H VA se- prepararéis como oblación de ellos: tres
d a de la tienda de reunión, diciendo: conforme Yahveh h a ordenado a Moisés». gundo cordero lo ofrecerás por la tarde décimos de flor de harina a m a s a d a con
3 12 Y Yahveh dijo a Moisés: «Sube a
«Nuestro padre murió en el desierto, al crepúsculo; obrarás c o m o para la obla- aceite p o r el novillo y dos décimos p o r
p e r a él n o intervino en la facción de los esta m o n t a ñ a de los A b a r i m y otea la ción de la m a ñ a n a y su libación; es un el carnero. 2 i Sendos décimos habéis de
que se conjuraron contra Yahveh, en e! 13 tierra que he d a d o a los hijos de Israel. * sacrificio por fuego de olor grato p a r a preparar p o r los siete corderos. 2 2 Ade-
b a n d o de Coré, sino que murió por su Después que la hayas contemplado, te Yahveh. más, un m a c h o cabrío en sacrificio p o r
pecado, y n o tuvo hijos. * [ ] ¿Por qué el reunirás también tú a tu pueblo, 1 c4 o m o
4
9 el pecado p a r a hacer la expiación p o r
se reunió A a r ó n , tu h e r m a n o , * por Ll día del sábado ofreceréis b dos cor-
n o m b r e de nuestro padre h a de ser ex-
deros añales sin defecto, y c o m o oblación, vosotros. 2 3 Ofreceréis t o d o esto sin con-
cluido de en medio de su familia debido cuanto en el desierto de Sin, c u a n d o la tar el holocausto de la m a ñ a n a , que es
a n o h a b e r tenido hijo? Dadnos <• propie- rebelión de la comunidad, contravinis- dos décimos de flor de harina amasada
con aceite y su libación. 10 Es el holo- holocausto perpetuo. 2 4 Tal haréis cada
dad territorial entre los hermanos de nues- teis mi orden de glorificarme a sus ojos uno de los siete días, a m o d o de alimento
mediante el [logro de] agua. Estas son causto del sábado, p a r a cada sábado,
tro padre». además del holocausto perpetuo y su ígneo de olor grato a Yahveh, además
4
5 Moisés presentó la causa de ellas las aguas de Meribá, de Qadés, en el libación. del holocausto perpetuo que h a de ha-
5 desierto de Sin». cerse y de su libación. 2 5 Al séptimo, día
ante Yahveh, 6 y éste respondió a M o i -
sés, diciendo: 67 «Dicen bien las hijas de 15 Entonces Moisés habló a Yahveh, n El día primero de cada mes ofrece- celebraréis asamblea santa y os absten-
Selofjad; dales, desde luego, propiedad diciendo: 16 «Yahveh, D i o s del espíritu réis en holocausto a Yahveh dos novi- dréis de t o d o trabajo servil.
hereditaria entre los hermanos de su padre de t o d a carne, establezca sobre la comu- llos, u n carnero, siete corderos añales,
sin defecto; l2y tres décimos de flor de 26 El día de las primicias, c u a n d o pre-
y transmíteles la herencia de éste. ' j Y a nidad un varón 17 que salga delante de
harina a m a s a d a con aceite, c o m o obla- sentéis una oblación de la nueva cosecha
los hijos de Israel hablarás en estos tér- ella y marche a su frente y la acaudille a ción p o r cada u n o de los novillos; dos >a Yahveh en vuestra fiesta de las sema-
minos : 8 C u a n d o un h o m b r e muera sin su salida y su regreso, p a r a que la comu- décimos de flor de harina a m a s a d a con nas, tendréis u n a asamblea santa; no eje-
27
aceite, c o m o oblación p o r el carnero, cutaréis obra alguna servil. Ofreceréis
63 1 3 y un décimo de flor de harina amasada en holocausto de olor grato p a r a Yahveh
Si se comparan los dos censos, sinaitico y moabita, se echará de ver que siete tribus, tres de
ellas de la división de Judá, han crecido en número, y otras cinco, de ellas tres de la división de Rubín, con aceite, c o m o oblación por cada cor- | dos novillos, un carnero, siete corderos
han decrecido. La menos numerosa ahora era la de Simeón, reducida a la mitad, sin duda por el 17
castigo referido en 25,9. Los levitas, contados siempre aparte, resultan acrecidos (cf. 3,9 y 26,62). Su SAUDA v su REGRESO: e. d., su salida a campaña y su vuelta, en todo momento, bajo la
65
MORIRÁN: cf. 14,22-31 y léase Hebr 3,18; 4,11. imagen del pastor y adalid, aludiendo a todas las actividades del jefe.
18
21
D E ESPÍRITU: e. d., de sabiduría o pericia de gobierno (cf. Dt 34,9)-
3 JUICIO DE LOS «URIM»: sobre este juicio, hilo u oráculo, véase Ex 28,30, nota.
POR SU PECADO: e. d., el pecado general de incredulidad (c.14).
27 I 2 Los ABARIM: cadena de montañas al este del mar Muerto, cuyas cimas más destacadas OQ ! Este capítulo y el siguiente son a modo de explanación de otras disposiciones de Lev, y
eranÍ¿ el Pisgá, el Peor y el Nebó. Desde allí se oteaba hermosa vista de la tierra prometida.
TE REUNIRÁS A TU PUEBLO: a rus antepasados muertos (cf. Gen 25,8 y Núm 31,2). ^ c> especialmente de su c.23.
32 211
NÚMEROS 28 2 8 _ 2 9 81 NÚMEROS 29 —30
210.
32
El día siete: siete novillos, siete car- corderos añales sin tacha. 3 7 Asimismo ",
añales. 2 8 Y su oblación de flor de harina p a r a ofrecer expiación por vosotros. 3 1 L o su oblación y sus libaciones correspon-
ofreceréis además del holocausto perpe- neros, catorce corderos añales sin defec-
a m a s a d a con aceite consistirá en tres dé- 33 dientes al novillo, el carnero y los* cor-
tuo y de su oblación—todos ellos sin to. Asimismo, su oblación y sus liba-
cimos por cada novillo, dos décimos p o r deros con arreglo al n ú m e r o de ellos,
ciones p o r los novillos, los carneros y
el carnero 2 9 y sendos décimos p o r los tacha "—y con su libación respectiva. conforme a lo estatuido. 3 8 Además, u n
los corderos, con arreglo al n ú m e r o de
siete corderos, 3 0 con un m a c h o cabrío
ellos, según lo prescrito p a r a ellos. 3 4 Ade- m a c h o cabrío en sacrificio p o r ej pecado
más, u n m a c h o cabrío en sacrificio p o r sin contar el holocausto perpetuo, la
el pecado, sin contar el holocausto per- oblación del mismo y su libación.
Sacrificios de las fiestas otoñales petuo, su oblación y su libación.
39
Tales son los sacrificios que habéis
35 de ofrecer a h o n r a de Yahveh en nues-
El octavo día será p a r a vosotros
n n ! »En el mes séptimo y día pri- del holocausto perpetuo, su oblación y aséret; no realizaréis ningún trabajo ser- tras fiestas, fuera de vuestros votos y
™«» mero del mes celebraréis convoca- su libación. vil. * 3 6 Y ofreceréis c o m o holoca"usto, en ofrendas voluntarias, en vuestros holo-
17 caustos, oblación, libaciones y sacrificios
ción santa y no habéis de ejecutar obra Y el segundo día: doce novillos, dos sacrificio por fuego de olor grato p a r a
alguna servil: será para vosotros día de carneros, catorce corderos añales sin de- Yahveh, u n novillo, u n carnero, siete pacíficos».
tañido de trompetas. * 2 Ofreceréis como fecto. * 1 8 Y su oblación y sus libacio-
holocausto de olor grato p a r a Y a h v e h : nes p o r los novillos, los carneros y los
un novillo, u n carnero, siete corderos aña- corderos, con arreglo al n ú m e r o de ellos,
les sin defecto. 3 L a oblación correspon- conforme a lo estatuido. 1 9 Asimismo, u n Ley sobre los votos, especialmente femeninos
diente de flor de harina a m a s a d a con m a c h o cabrío en sacrificio p o r el pecado,
aceite será tres décimos p o r el novillo, sin contar el holocausto perpetuo, su
dos décimos por el carnero •* y u n déci- oblación y sus libaciones. OA ' Moisés h a b l ó a los hijos de Is- habíase ligado, y Yahveh la perdonará.
10
m o por cada u n o de los siete corderos.
2
" El día tercero: once novillos, dos •*" niel con arreglo a cuanto Yahveh El voto de u n a viuda o repudiada,
5 Asimismo, u n m a c h o cabrío en sacri- carneros, catorce corderos añales sin habíalo ordenado. 2 También habló Moi- t o d o aquello con que haya ligado su
ficio p o r el pecado p a r a ofrecer expia- tacha. 2 l También su oblación y sus liba- sés 11 los jefes ile las tribus israclilas, di- persona, permanecerá firme p a r a ella.
ción p o r vosotros, 6 sin contar el holo- ciones p o r los novillos, los carneros y ciendo: «lisio es lo que ha m a n d a d o 11 Y c u a n d o [una mujer] h a hecho voto
los corderos, según el n ú m e r o de ellos, Y a h v e h : •'Si un h o m b r e ha hecho voto en casa de su m a r i d o , o se ha c o m p r o -
causto de novilunio y su oblación, el
conforme a lo estatuido. 2 2 Además, u n a Yahveh o h a formulado juramento metido mediante j u r a m e n t o a u n a abs-
holocausto perpetuo y su oblación y sus
libaciones reglamentarias. Es un sacri- macho cabrío en sacrificio por el pecado,
obligándose a una abstención, n o violará tención, * 1 2 si su m a r i d o , habiendo te-
su p a l a b r a : obrará conforme a cuanto nido noticia de ello, guarda silencio res-
ficio ígneo a Yahveh tic grato olor. sin conlar el holocausto perpetuo, su ha proferido su boca.
7
El diez de ese séplimo mes tendréis oblación y su libación. pecto de ella y n o la desaprueba, todos
4
asamblea en el santuario y os mortifica-
23
El día c u a r t o : diez novillos, dos car- Pero si u n a mujer h a hecho voto a sus votos seguirán firmes, c o m o también
réis. N o realizaréis trabajo alguno. * 8 Pre- neros, catorce corderos añales sin de- Yahveh y se ha ligado de m o z a con al- lo serán los compromisos con que ella
sentaréis en holocausto de olor grato a fecto. 2 4 Asimismo", su oblación y sus punu obligación estando aún en casa de haya ligado su persona. 13 Pero si, p o r
Yahveh u n novillo, u n carnero, siete cor- libaciones p o r los novillos, los carneros su pudre, ^ y habiéndose enlerado su pa- el contrario, su m a r i d o , el día en que se
dre ilrl voló y la abslención a que se entere de ello, lo anula, n a d a de c u a n t o
deros añales sin tacha. 9 También su obla- y los corderos, en proporción al n ú m e r o
de ellos, según lo estatuido. 2$ Además, ha obligado, guarda silencio respeelo a salió tic los labios de ella, tanto lo que
ción de flor de harina a m a s a d a con acei- ella, lodos los votos serán firmes y toda
te: tres décimos por el novillo, dos déci- u n m a c h o cabrío en sacrificio p o r el respecta a sus votos c o m o lo tocante a
abslención a que se ha comprometido sus compromisos de abstención, será vá-
m o s p o r el carnero, 1 0 sendos décimos pecado, sin contar el holocausto perpe- será válida también. 6 M a s si su padre
p o r los siete corderos. H Asimismo a u n tuo, su oblación y su libación. lido; su m a r i d o lo h a anulado, y Yahveh
m a c h o cabrío en sacrificio expiatorio, sin
2
<¡ El día q u i n t o : nueve novillos, dos
el día en que tiene noticia de ello se le la perdonará. 1 4 T o d o voto y todo com-
opone, todos sus votos y abstenciones promiso p o r j u r a m e n t o a mortificarse p o -
contar el sacrificio por el pecado para carneros, catorce corderos añales sin ta- con que se ha ligado carecerán de valor,
la expiación y el holocausto perpetuo cha. 2 7 Asimismo, su oblación y sus liba- drá su esposo ratificarlo o anularlo. *
y Yahveh la perdonará, pues que su 15
M a s si su marido guarda silencio res-
con su oblación y su libación. ciones por los novillos, los carneros y padre se h a opuesto a ella.
12
El día quince del séptimo mes ten- los corderos, con arreglo al n ú m e r o de pecto a ella hasta el dia siguiente, rati-
7
dréis convocación santa; n o ejecutaréis ellos, según lo estatuido. 2 8 Además, u n A h o r a bien, si t o m a r e esposo estando ficará así todos sus votos y t o d o s los
ningún trabajo servil y celebraréis fiesta macho cabrío en sacrificio por el pecado, sujeta a sus votos o p o r promesa incon- compromisos que sobre ella pesen; él
siderada salida de sus labios con que se los h a venido a confirmar p o r h a b e r
a Yahveh durante siete días. * 13 Ofrece- sin contar el holocausto perpetuo y su
oblación y su libación. haya obligado, 8 si su m a r i d o h a tenido g u a r d a d o silencio respecto a ella el día
réis en holocausto, en sacrificio ígneo de
olor grato p a r a Yahveh, trece novillos, 29
El día sexto: ocho novillos, dos car-
noticia de ello y el día en que se ente- en que de ello se enteró. 16 Y si preten-
ra g u a r d a silencio respecto a ella, sus vo- diera él anularlos después del día de
dos carneros, catorce corderos añales, to- neros, catorce corderos añales sin defec- tos serán firmes, c o m o también lo serán
dos sin tacha. 14 Su oblación de flor de to. 30
Asimismo, su oblación y sus liba- haberse enterado, cargaría con la falta
las abstenciones con que ella haya li- en que ella incurriese».
harina a m a s a d a con aceite: tres décimos ciones por los novillos, los carneros y gado su persona; 9 pero si su marido
p o r cada u n o de los trece novillos, dos los corderos, en proporción al n ú m e r o de 1 7 Tales son los estatutos que Yahveh
objeta algo en contra el día en que se significó a Moisés p a r a la relación entre
décimos p o r cada u n o de los dos carne- ellos, según lo estatuido. 3 1 Además, u n entera, entonces él anulará el voto que
ros 15 y sendos décimos p o r los catorce m a c h o cabrío por el pecado, sin contar marido y mujer, y también entre el pa-
ella tenía sobre sí y la promesa inconsi- dre y su hija, mientras ella vive nubil en
corderos. 1 6 Asimismo, u n m a c h o ca- el holocausto perpetuo, su oblación y su derada salida de sus labios con la cual
brío en sacrificio p o r el pecado, además libación. casa de su padre.

1
MES SÉPTIMO: comienzo del año civil. Su primer día era anunciado por el sonar de las 35
29 trompetas. Otros dicen «por las aclamaciones».
7
ASÉRET: véase Lev 23,36, nota.
EL DIEZ: es el día llamado más tarde de las Expiaciones (cf. Lev ió).
12 O í ] 11 EN CASA DE SU MARIDO: bajo su potestad, y no la paterna, como en v.4.
CONVOCACIÓN SANTA: es la fiesta de los Tabernáculos, de Lev 23,33-36. Sobresalía por el gran <f VF 14 L Q S j u d¡os restringían al ayuno y abstinencia (cf. 29,7) el sentido de esta ley, sosteniendo
número de holocaustos en ella ofrecidos al Dador de todo bien por el beneficio de las cosechas. que para solas estas dos cosas tiene derecho el marido, opinión que compartieron San Agustín y
17
EL SEGUNDO DÍA, DOCE: e. d., que el número de novillos sacrificado va disminuyendo uradual- otros intérpretes.
mente en una unidad, hasta ser, el séptimo día, siete, número simbólico
As
NÚMEROS 31 8e —32 " 213
212 NÚMEROS 3 1 1 - "
nocido varón, el total de almas era treinta nado, y lo entregó a los levitas, que des-
y dos mil. empeñaban el servicio del tabernáculo de
36
La mitad o porción correspondiente Yahveh, conforme Yahveh m a n d a r a a
Derrota de los madianitas. Ley sobre e¡l botín a los que habían salido a la guerra fue: Moisés.
48
reses de ganado menor, trescientas trein- Después acercáronse a Moisés los
Oí ' Y h a b l ó Yahveh a Moisés, di- hayan tenido ayuntamiento con varón, ta y siete mil quinientas, 3 7 y de ese ganado jefes de las unidades militares, los kiliár-
** *• ciendo: * 2 «Venga de los madiani- conservadlas en vida para vosotros. 1 9 En menor, el tributo p a r a Yahveíft seiscien- eas y los centuriones, 4£l y dijeron a M o i -
tas a los hijos de Israel; después te jun- cuanto a vosotros, acampad fuera del tas setenta y cinco cabezas. § G a n a d o sés : «Tus servidores h a n hecho el c ó m p u t o
tarás a tu pueblo». 3 Moisés habló al pue- campamento siete días. T o d o s los que vacuno, treinta y seis mil; y :li tributo de los combatientes que había a nuestras
blo en estos términos: «Armad" de entre habéis m a t a d o a u n a persona" o tocado p a r a Yahveh, setenta y dos. 3 9 Asnos, órdenes y n o h a faltado ni uno de ellos.
vosotros hombres para ir a c a m p a ñ a que a u n muerto os purificaréis el tercero y treinta mil quinientos; y su tributo para 50 En consecuencia, presentamos cada u n o
salgan contra Madiíin, a fin de ejecutar el séptimo día, así vosotros como vues- Yahveh, sesenta y uno. 4 0 Personas, die- c o m o ofrenda a Yahveh lo que apresó
en él la venganza de Yahveh. 4 Mil por tros prisioneros. 2<> Purificad también t o d o ciséis mil; y su tributo para Yahveh, en objetos de o r o : brazaletes, ajorcas,
tribu de todas las de Israel enviaréis a vestido, t o d o objeto de piel, t o d a m a n u - treinta y dos almas. 4 1 Moisés entregó el anillos, arracadas y collares, con objeto
la guerra». 5 Fueron, pues, e n t r e g a d o s " factura de pelo de cabra y t o d o utensilio tributo c o m o terumá de Yahveh al sacer- de expiar por nuestras personas ante Y a h -
d e las legiones de Israel mil por cada de madera». dote Elazar, conforme Yahveh había or- veh». 51 Moisés y el sacerdote Elazar acep-
21 d e n a d o a Moisés. taron de ellos el o r o : t o d a suerte de obje-
tribu, o sea doce millares a r m a d o s para El sacerdote Elazar dijo a los gue-
el combate. * 6 Moisés los envió a la rreros que habían ido al c o m b a t e : «Esta
42
En cuanto a la mitad correspondien- tos artísticamente trabajados. 5 2 Y t o d o
guerra mil p o r tribu, y con ellos a Pi- es la prescripción legal que Yahveh h a te a los hijos de Israel que Moisés había el oro de la terumá que elevaron a Yahveh
nejás, hijo del sacerdote Elazar, que lle- ordenado a Moisés: 2 2 El oro, la plata, a p a r t a d o de la de los guerreros, 4 3 esa de parte de los kiliáreas y los centuriones,
v a b a consigo los objetos sagrados y las el bronce, el hierro, el estaño y el plomo, mitad de la comunidad fue: ganado me- fue dieciséis mil setecientos cincuenta si-
trompetas de alarma. 7 Y pelearon contra 23
t o d o lo que resiste el fuego, lo haréis nor, trescientas treinta y siete mil qui- d o s . 33 Los simples combatientes habían
M a d i á n , c o m o Yahveh había m a n d a d o pasar p o r fuego y será p u r o ; sin em- nientas reses; 4 4 ganado vacuno, treinta pillado cada u n o p a r a sí. 5 4 Y Moisés y
a Moisés, y les m a t a r o n a todos los va- bargo, h a b r á de ser purificado además y seis mil; - , 5 asnos, treinta mil quinientos; el sacerdote Elazar t o m a r o n el oro de los
46
rones. 8 Entre los caídos de aquél figura- p o r el agua lustral. Y t o d o lo que n o personas, dieciséis mil. 4 7 Moisés t o m ó kiliáreas y los centuriones y lo llevaron
b a n los reyes de M a d i á n : Eví, Réquem, aguanta el fuego lo pasaréis por el agua. de dicha mitad de los israelitas u n o " de a la tienda de reunión c o m o recuerdo de
24 cada cincuenta, de los hombres y del ga- los hijos de Israel ante Yahveh.
Sur, Jur y Rcba, cinco reyes madianitas. El día séptimo lavaréis vuestros vesti-
También mataron a - e s p a d a a Balaam, dos y seréis p u r o s ; ya después podréis
hijo de Bcor. Q Los hijos de Israel se entrar en el campamento».
llevaron cautivas a las mujeres de Ma- 25 También habló Yahveh a Moisés, di- Concesión de la TransJordania
dián y sus pequcñuelos y saquearon todo ciendo : 2 6 «Haz el c ó m p u t o del botín co-
su ganado, todos sus rebaños y t o d a su gido en hombres y ganado, tú con el OO ' Los hijos de R u b é n y los hijos de el país; luego desanimaron a los hijos de
hacienda. i n Incendiaron todas sus ciu- sacerdote Elazar y los jefes de familia de " ~ (iml poseían numerosos rebaños Tsrael para que n o fuesen a la tierra que
dades en los diversos puntos de su resi- la comunidad, 2 7 y dividirás p o r mitad el Nimiiimenlc iihuiuliiiiU-s, y contemplando Yahveh les había d a d o . 1" Aquel día se
dencia y todos sus campamentos. n Lue- botín entre los combatientes que h a n ido el pnís de Yii/er y el de Cialaad, vieron encendió la ira de Yahveh, y juró dicien-
go cogieron t o d o el botín y toda la presa a la guerra y toda la comunidad. * 2 8 Y que el lugar era región adecuada para re- d o : 1' «Los hombres de veinte años en
hecha en hombres y en ganado, 1 2 y con- apartarás para Yahveh c o m o tributo de baños. 2 Asi, pues, los hijos de G a d y los adelante que h a n subido de Egipto n o
dujeron los cautivos, el botín y la presa los guerreros salidos a la expedición un de Rubén llegáronse y dijeron a Moisés, verán la tierra que prometí con j u r a m e n t o
a Moisés, al sacerdote Elazar y a la co- alma de cada quinientas, así de los h o m - al sacerdote Elazar y a los príncipes de a A b r a h a m , Isaac y J a c o b , p o r q u e no me
m u n i d a d de los hijos de Israel, que esta- bres como del ganado mayor, de los asnos la c o m u n i d a d : h a n permanecido fieles, 1 2 a excepción de
ba en el campamento situado en las lla- y del ganado menor. 2 9 L o cogeréis de la 3
—Atarot, D i b ó n , Yazer, N i m r á , Jes- Kaleb, hijo de Yefunné, el quenizí, y J o -
nadas de M o a b , junto al J o r d á n frontero mitad que les corresponde y lo entregarás bón, Elalé, Sibmá a , N e b ó y Beón, * 4 la sué, hijo de N u n , pues h a n permanecido
a Jericó. 1 3 Moisés, el sacerdote Elazar al sacerdote Elazar c o m o terumá p a r a tierra que Yahveh ha sometido a la co- fieles a Yahveh». 13 Y se inflamó la cólera
y todos los príncipes de la comunidad Yahveh. 3 0 Y de la mitad correspondiente munidad de Israel es tierra de rebaños, de Yahveh contra Israel e h izóles a n d a r
salieron a recibirlos fuera del campamen- a los hijos de Israel t o m a r á s uno ' de cada y tus servidores los poseen. errantes por el desierto cuarenta años
to. 1 4 Enojóse Moisés contra los jefes del cincuenta, así de los hombres c o m o del 5
Y añadieron: hasta extinguirse t o d a aquella generación
ejército, kiliáreas y centuriones que tor- ganado mayor, de los asnos y del ganado —Si hemos hallado gracia a tus ojos, que había o b r a d o el mal a los ojos de
n a b a n de la expedición guerrera, 15 y les menor, de t o d o animal; y lo entregarás sea d a d o ese país en propiedad a tus ser- Yahveh. 1 4 Y a h o r a que estáis en lugar
dijo: «¿Pero ° habéis dejado con vida a a los levitas que tienen a su cargo el servi- vidores; no nos hagas pasar el Jordán. de vuestros padres, os habéis levantado
todas las mujeres? "> ¡Mirad! Ellas indu- cio del tabernáculo de Yahveh». 6
31
Y contestó Moisés a los hijos de G a d vosotros, ralea de hombres pecadores,
jeron a los hijos de Israel, p o r instiga- Moisés y el sacerdote Elazar hicieron y a los hijos de R u b é n : p a r a acrecentar m á s la ira de Yahveh
ción de Balaam, a apostatarl de Yahveh como Yahveh ordenara a M o i s é s . 3 2 Y fue —¿Irán vuestros h e r m a n o s a la guerra contra Israel. 1.5 Pues si cesáis de seguirle,
a causa de Peor, sobreviniendo el azote el botín—el remanente de la presa cogida y os quedaréis vosotros aquí tranquila- continuará dejándole todavía en el de-
contra la comunidad de Yahveh. 1 7 Aho- p o r la gente de guerra—: ganado menor, mente? 7 ¿Por qué queréis desanimar a sierto y ocasionaréis la ruina a t o d o este
ra, pues, m a t a d a todo varón entre los seiscientas setenta y cinco mil cabezas; * los hijos de Israel para que n o pasen a la pueblo».
33
párvulos y a toda mujer que haya cono- ganado vacuno, setenta y dos m i l ; 3 4 as- tierra que Yahveh les ha dado? 8 Así hi- 1* Entonces se le acercaron y dijeron:
cido varón cohabitando con él. 1* En nos, setenta y un mil; 35 y en cuanto a cieron vuestros padres c u a n d o los envié —Edificaremos aquí apriscos para nues-
cambio, a todas las muchachas que n o personas, de mujeres que no habían co- desde Qadés-Barnea a explorar el país. tros rebaños y ciudades para nuestras fa-
s> Subieron hasta el valle de Eskol y vieron m i l i a s ; * t 7 p e r o nosotros m a r c h a r e m o s
O 1 ! Y HABLÓ: el relato de 25,16-18 se reanuda aquí. 3
^ *2 7 5 LEGIONES: lit., millares; cf. 1,16, nota.
POR MITAD: cf. reparto similar en 1 Sam 30,24. Mas ahora el no combatiente es obligado a
32 6
ATAROT,.. : poblaciones sitas entre el Arnón y el Yabboq, en el reino de Sijón (cf. 21,24).
Cf. w.34-38 y Jos 13,17-20 y 25-27. II BEÓN: en Baal-Meón en v.38.
dar al santuario contribución diez veces superior a la del guerrero. l FAMILIAS: el vocablo hebreo índica «niños y mujeres», el elemento débil,y no combatiente
32
EL REMANENTE: tras las pérdidas producidas por el combate o las marchas y los degüellos eje general.
reses para manutención de los israelitas,
214 NÚMEROS 32 1 8 —33 2 NÚMEROS 3 3 3 " M , 215
ceñidos y armados " al frente de los israe- —Si los hijos de G a d y los de R u b é n veh. Y éstas son sus j o m a d a s con arreglo 31
Partieroí? de Moserot y acamparon en
litas hasta que los hayamos introducido atraviesan con vosotros el Jordán, arma- a sus puntos de partida. 3 Partieron de Bcne-yaaqán. 3 2 Partieron de Bene-yaa-
en su lugar, y mientras nuestras familias dos todos para la guerra delante de Y a h - Ramesés el primer mes, el día quince del q á n y a c a m p a r o n en J o r - h a - g u í d g a d .
quedarán en las ciudades fortificadas, a veh, y el país es sometido ante vosotros, mes primero. Al dia siguiente de la Pascua 33
Partieron de Jor-ha-guidgad y a c a m p a -
causa [de posibles ataques] de los habi- les daréis la tierra de Galaad en posesión; salieron los hijos de Israel con m a n o al- ron en Yotbata. 3 4 Partieron de Y o t b a t a
tantes del país. * 1 8 N o volveremos a nues- 30 pero si n o , n o se establecerán en medio zada, a los ojos de todos los egipcios, * y a c a m p a r o n en A b r o n á . 3 5 Partieron de
tras casas hasta haber puesto a cada uno de vosotros en la tierra de C a n a á n . 4
mientras los egipcios enterraban a todos A b r o n á y a c a m p a r o n en Esyón-guéber.
31
de los hijos de Israel en posesión de su Los hijos de G a d y los hijos de R u - sus primogénitos, a quienes Yahveh les 36
Partieron de Esyón-guéber y acam-
herencia. 1 9 P o r q u e no queremos poseer bén contestaron, diciendo: había herido de muerte, pues Yahveh paron en el desierto de Sin, o sea Qadés.
n a d a con ellos del J o r d á n en adelante, — L o que Yahveh ha hablado a tus h a b í a ejecutado justicia en sus dioses. 37
Partidos de Qadés, acamparon en la
puesto que nos ha locado nuestra heren- servidores, haremos p u n t u a l m e n t e . 3 2 N o s - 5
Partieron, pues, los hijos de Israel de m o n t a ñ a de H o r , en la frontera del país
cia aquende el Jordán, hacia el oriente. * otros pasaremos a r m a d o s delante de Y a h - Ramesés y a c a m p a r o n en Sukkot. 6 Par- de E d o m . 3 8 El sacerdote A a r ó n subió al
20
Moisés les respondió: veh al país de C a n a á n , p a r a que nos quede tieron de Sukkot y acamparon en E t a m , m o n t e H o r p o r orden de Yahveh, y allí
—Si hacéis esto, sí marcháis armados nuestra propiedad raíz hereditaria del lado al extremo del desierto. 7 Partieron de murió el a ñ o cuarenta de la salida de los
a la guerra delante de Yahveh, * 21 y cada opuesto del Jordán. E t a m y se volvieron hacia Pi-hajirot, si- hijos de Israel de tierra de Egipto, el mes .
u n o de vuestros guerreros pasa el J o r d á n 33
Moisés dioles a los hijos de G a d y a t u a d a frente a Baalsefón, y a c a m p a r o n quinto, a primero del m e s . 3 9 Tenía A a r ó n
a la faz del Señor hasta que haya expulsa- los hijos de R u b é n y a media tribu de delante de Migdol. 8 Partieron de Pi-haji- ciento veintitrés años c u a n d o murió sobre
do de su presencia a los enemigos, 2 2 y Manases, hijo de José, el reino de Sijón, rot y atravesaron p o r medio del mar ha- la m o n t a ñ a de H o r . 4 0 Entonces tuvo no-
sólo os volvéis después que el país haya rey de los amorreos, y el reino de Og, rey cia el desierto, y anduvieron tres jornadas ticia el cananeo, el rey de Arad, que m o -
q u e d a d o subyugado con ayuda de Yah- de Basan, el país con sus ciudades, junta- en el desierto de E t a m , a c a m p a n d o en raba en el Négueb, tierra de C a n a á n , de
veh, entonces quedaréis libres de toda mente con el alfoz; las ciudades del país Mará. ' Partieron de M a r á y llegaron a que venían los hijos de Israel.
responsabilidad respecto al Señor y res- circundante. l l i m , donde había doce fuentes de agua 41
Partieron del m o n t e H o r — y acam-
pecto a Israel y tendréis esta tierra en 34 y selenla palmeras, y allí acamparon.
Los hijos de G a d reedificaron a D i - paron en Salmonat. 4 2 Partieron de Sal-
propiedad p o r voluntad de Yahveh. 2 3 Pe- bón, Atarot, Aroer, 3S Atrot-Safán, Y a - '" Partieron de Ivlim y acamparon a ori- monat y a c a m p a r o n en Punón. * 4 3 Par-
ro si no obráis así, mirad que pecáis con- zer, Yogvohá, 3 6 Betnimrá y Betharán, llas del mar Rojo. M Partieron del mar tieron de Punón y a c a m p a r o n en Obot.
tra Yahveh y sabed que vuestro pecado ciudades fortificadas y apriscos p a r a los Rojo y acamparon en el desierto de Sin. 44
12 Partieron de Obot y acamparon en lyyé-
os a l c a n z a r á . u Construios, pues, ciudades rebaños. 37 Los hijos de Rubén reedifica- Partieron del desierto de Sin y acam-
haabarim, frontera de M o a b . 4 5 Partieron
p a r a vuestras familias y apriscos para ron a Jcsbón, Elalé, Quiryatáyim, 3 8 N e b ó p a r o n en Dofqá. ) 3 Partieron de Dofqá
y a c a m p a r o n en A l u s . 1 4 Partieron de Alus de Iyyim y a c a m p a r o n en D i b ó n - G a d .
vuestros ganados, y haced lo que vuestra y Jiaal-Meón, m u d a d a s de n o m b r e , y 4
6 Partieron de D i b ó n - G a d y a c a m p a r o n
boca h a proferido. Sibmá, y apellidaron con sus" [anti- y a c a m p a r o n en Refidim, donde no había
25 agua para que bebiera el pueblo. >5 Par- en Almón-diblatáyim. 4 7 Partieron de Al-
Los hijos de G a d y los hijos de R u - guos] nombres las ciudades que reedifi- món-diblatáyim y a c a m p a r o n en los m o n -
bén contestaron a Moisés diciendo: caron. * tieron de Refidim y a c a m p a r o n en el de-
39 sierto del S/naí. tes de Abarim, delante de N e b ó . 4 8 Partie-
— T u s servidores h a r á n conforme el se- Los hijos de Makir, hijo de Manases, ron de los montes de A b a r i m y a c a m p a r o n
2 1,1
ñ o r ordena. * 6 Nuestros niños, nuestras m a r c h a r o n a G a l a a d y se a p o d e r a r o n de l.iK'p.n partieron del desierto del Si- en los llanos de M o a b , a orilla del J o r d á n ,
mujeres, nuestros rebaños y t o d o nuestro ella, atrojando a los amorreos que allí tial y acamparon en Ouibrol-ha-taavá. frontero a Jcricó. *» A c a m p a r o n junto al
g a n a d o quedarán ahí, en las ciudades de habitaban. 40 Moisés dio Galaad a Makir, I' Partieron de Quibrol-ha-laavá y acam- Jordán desde Bel-hayesimot hasta Abel-
Galaad, 2 7 y tus servidores, todos los ar- hijo de Manases, que se estableció en ella. paron en Jascrot. l s Partieron de Jaserot ha-sittim, en las llanadas de M o a b .
m a d o s p a r a la guerra, m a r c h a r á n a com- 41 Yair, hijo de Manases, fue y se a p o d e r ó y acamparon en Ritma. 1 9 Partieron de 50
Y habló Yahveh a Moisés en los lla-
batir a la faz de Yahveh, según mi señor de las aldeas de ellos, denominándolas Rilmá y a c a m p a r o n en Rimmón-peres. nos de M o a b , a orillas del Jordán, fron-
2(1
dispone. Javvot-Yair. * 4 2 Asimismo, N ó b a j fue y Partieron de Rimmón-peres y acampa- tero a Jericó, diciendo: 51 «Habla a los
28
Entonces Moisés dio orden respecto se a p o d e r ó de Q u e n a t y sus aldeas anejas ron en Libná. 2 I Partieron de Libná y hijos de Israel y diles: C u a n d o paséis el
a ellos al sacerdote Elazar, a Josué, hijo y la denominó N ó b a j , con arreglo a su acamparon en Rissá. 2 2 Partieron de Rissá J o r d á n hacia la tierra de Canaán, $2 a r r o -
de N u n , y a los jefes de familia de las tri- n o m b r e . y acamparon en Quehelata. 2 3 Partieron jaréis de delante de vosotros a todos los
bus de Israel, 2 9 y díjoles Moisés: de Quehelata y a c a m p a r o n en el m o n t e habitantes del país, y destruiréis todas
de Séfer. 2 4 Partieron de la m o n t a ñ a de sus piedras grabadas y todos sus simula-
Séfer y a c a m p a r o n en Jaradá. 2 5 Partie- cros, y demoleréis todas sus batnot. * 33 T o -
Itinerario de Israel desde Egipto al Jordán r o n de J a r a d á y a c a m p a r o n en Maqhelot.
26 maréis posesión de la tierra y la habitaréis;
Partieron de M a q h e l o t y acamparon
en Tájat. 2 7 Partieron de Tájat y acampa- a vosotros he dado el país para que lo
OO 1
Estas son las jornadas de los hi- caudillaje de Moisés y A a r ó n . * 2 Moisés 28
ron en T é r a j . Partieron de Téraj y acam- poseáis. 5 4 Os repartiréis el país p o r sorteo,
* ' ' * jos de Israel, que salieron de tierra puso por escrito las salidas de aquéllos p a r o n en M i t q á . 2 9 Partieron de M i t q á y según vuestras familias; a los m á s n u m e -
de Egipto p o r unidades militares bajo el en sus diversas etapas, p o r orden de Y a h - a c a m p a r o n en Jasmona. 3 0 Partieron de rosos daréis heredad mayor, y a los m á s
Jasmona y a c a m p a r o n en Moserot.* escasos les daréis m e n o r herencia. A q u e -
17 llo que le toque en suerte a cada uno, suyo
19
EN LAS CIUDADES...: es la primera sedentarización de Israel antes de la conquista.
AQUENDE EL JORDÁN : los territorios de Galaad fueron abandonados entre bronce II y Hie-
3
rro I, según las últimas exploraciones. Podían, pues, muy bien reclamarlos esas tribus. CON MANO ALZADA: e. d., animosamente; otros «a viva fuerza» (cf. Ex 14,8, nota).
20
25
DELANTE DE YAHVEH: e. d., delante del arca y bajo la dirección de Yahveh. 3 0-36 JASMONA: aquí trasponer los w.36 b -4i a , según Ewald. Así resuelve felizmente la dificultad
38
EL SEÑOR : respetuoso tratamiento que dan a Moisés. que ofrece la larga etapa de ESYÓN-GUBBER a Qadés, aquélla a escasa distancia de Elat (1 Re 2,26),
MUDADAS DE NOMBRE : por encerrar el que llevaban nombre de falsa divinidad. De ahí quizá sobre el golfo del mar Rojo, llamado por ello «elanítico».
42
la abreviación Beón (v.3). ]\ CON sus ANTIGUOS NOMBRES: otros prefieren entender «con sus propios PUNÓN: otros leen c. SamGLSV Piñón o Finón, como en Gen 36,41 y r Gr 1,52. Entre los
nombres», v. gr., Dibón-Gad, etc. greco-latinos Phaenon, célebre por sus minas de metales, donde trabajaron y murieron tantos cris-
41
ELLOS: e. d., los indígenas amorreos. ¡\ JAWOT-YAIR: e. d., aduares o aldeas (formadas por tianos bajo Diocleciano. Todavía hoy existen las ruinas llamadas Hírbét Fenán, al norte de Petra,
tiendas de nómadas) de Yair. unos 60 kms. al sur del mar Muerto.
52
PIEDRAS GRABADAS: hebr. maskit, de significación no segura, ya piedras con figuras grabadas
QO * JORNADAS : o etapas del itinerario, cuarenta y dos, contando los puntos de partida y llegada. o esculpidas, ya pared decorada con imágenes. \¡ SIMULACROS: imágenes de las falsas divinidades, en
" u En general las conocíamos ya por Ex 12,37 a 19,2 y Núm 10,12 a 13,1; otras son nuevas. metal fundido. || BAMOT: véase Lev 26,30.
NOMEHúa 33 6 6 — 3 4 2 8 NÚMEROS 35 1 " w 217
210
será; lo recibiréis en propiedad según en vuestros ojos y cual aguijones en vues-
vuestras tribus patriarcales. 5S M a s si n o tros costados, y os acosarán en la tierra C i u d a d e s levíticas y c i u d a d e s d e asilo
arrojáis de delante de vosotros a los m o - donde habitéis, * 56 y resultará que os
radores del país, acaecerá que los que trataré a vosotros c o m o había decidido o e ' Y habló Yahveh a Moisés en los ra los hijos de Israel, el forastero y el que
hayáis dejado de ellos serán c o m o espinas tratarles a ellos». •**» llanos de M o a b , a orillas del Jor- mora en medio de vosotros, esas seis ciu-
dán, frontero a Jericó, diciendo: 2 «Orde- dades servirán de asilo para que se refugie
na a los hijos de Israel que de la heredad allá lodo el que m a t e a u n a persona sin
F r o n t e r a s d e la t i e r r a p r o m e t i d a de su posesión den a los levitas ciudades premeditacióm.
1,5
p a r a habitar, habiéndoles también de en- M a s si lo hirió con instrumento de
1
béis de repartiros como heredad p o r sor- tregar los ejidos en torno a esas ciudades. hierro y fallece en consecuencia, es u n
3 "A Y habló Yahveh a Moisés, di-
ciendo: 2 «Habla a los hijos de Is- teo, el cual h a ordenado Yahveh se entre-
3
Tendrán las ciudades para habitar, y sus
ejidos serán p a r a sus ganados, sus re-
homicida; el m a t a d o r morirá sin remi-
sión. * 17 Si lo hiere de u n a pedrada de
rael y diles: C u a n d o entréis en el país de gue a las nueve tribus y a la media tribu
b a ñ o s y todos sus animales. 4 L o s ejidos que pueda morir y muere, es un homicida;
C a n a á n , ésta será la tierra que os tocará [restante]; 1 4 p o r q u e la tribu de los hijos
en posesión: e( país de C a n a á n en toda de R u b é n , según sus familias; la tribu de
de las ciudades q u e habéis de d a r a los el m a t a d o r morirá sin remisión. l s O si le
levitas comprenderán, desde la muralla da un palo de que pueda morir y muere,
su extensión. * 3 Tendréis por costado m e - los hijos de G a d , según sus familias, y de la ciudad p a r a afuera, mil codos en
media tribu de Manases h a n recibido ya es un homicida; el m a t a d o r morirá sin
ridional desde el desierto de Sin, siguien- derredor. 5 Y mediréis por fuera de la ciu- remedio. 19 El vengador de la sangre m a -
do la frontera de E d o m ; y p a r a vosotros su heredad; 15 dos tribus y mitad de otra dad a la parte de oriente dos mil codos; a tará por sí mismo al homicida; c u a n d o
la frontera meridional por oriente comen- h a n recibido su heredad en la parte de la parte meridional, d o s mil c o d o s ; a la lo encuentre, lo matará. 2l> Y si p o r odio
zará en el extremo [sur] del m a r de la allende el J o r d á n frontero a Jericó al este parte de poniente, dos mil codos, y a le da un empujón o le arroja algo delibe-
Sal; * 4 luego la frontera se os torcerá al o saliente». la parte septentrional, dos mil codos, que- radamente y muere, 2 1 o si p o r enemistad
16
sur, p o r la pendiente de Aqrabbim, y Y dijo así Yahveh a M o i s é s : 1 7 «Estos d a n d o la ciudad en el centro. Eslo ten- lo hiere con la m a n o y muere, el agresor
pasará hacia Sin; yendo a salir por el son los nombres de los que os han de dréis c o m o ejidos de las ciudades. * '' Es- morirá sin remisión; es un homicida. El
sur de Qadés-Barnea, dará en Jasar-addar repartir b la tierra: el sacerdote Elazar y tas * mismas ciudades que habéis de dar vengador de la sangre m a t a r á al homici-
y pasará a A s m ó n ; * 5 luego la frontera Josué, hijo de N u n . ts Además, escogeréis a los levilas serán las seis ciudades de asilo da cuando lo encuentre.
torcerá desde A s m ó n hacia el torrente de un príncipe p o r cada u n a de las tribus que estableceréis para que se refugie allá 22
Egipto, yendo a salir al m a r . * para hacer la distribución " del país. 19 H e el homicida, y, además de ellas, daréis M a s si casualmente, sin enemistad,
6 E n cuanto a la frontera occidental, aquí los nombres de esas personas: por otras cuarenta y dos ciudades. 7 El total le da un empujón, o le arroja cualquier
tendréis como tal el mar grande. Este será la tribu de Judá, Kaleb, hijo de Yefunné; de las ciudades que habéis de dar a los objeto sin premeditación, 2 3 o sin verle
p a r a vosotros el confín occidental. * 211
por la tribu de los hijos de Simeón, Sa- levitas, juntamente con sus ejidos, será de¡ó caer sobre él u n a piedra que pueda
7
P o r frontera septentrional tendréis la muel, hijo de A m m i h u d ; 2 I p o r la tribu cuarenta y ocho ciudades. 8 E n cuanto a causar la muerte, y muere, n o siendo él
siguiente: desde el m a r grande os traza- de Benjamín, Elidad, hijo de K i s l ó n ; 2 2 p o r las ciudades que habéis de dar de la p r o - entonces su enemigo ni buscando su d a ñ o ,
24
la comunidad juzgará entre el q u e h a
réis u n a línea hasta el monte H o r ; * 8 des- !a tribu de los hijos de D a n , c o m o prínci- piedad de los hijos de Israel, de quienes
m a t a d o y el vengador de sangre, según
de el m o n t e H o r la trazaréis hasta la en- pe, Buqquí, hijo de Yoglí; 2 3 en cuanto ¡enjillí inris coceréis mayor porción, y me-
nor de ION que menos posean: cada uno estas leyes. 25 La comunidad librará al
t r a d a de Jamat, y la frontera alcanzará a los hijos de José, por la tribu de los homicida de m a n o del vengador de la
hasta Sedad; * 9 luego se adelantará la hijos de Manases, c o m o príncipe, J a n - cederá de sn.s ciudades pnn\ los levitas a
la medida de la heredad que haya reci- sangre y le tornará a la ciudad d e asilo,
frontera hacia Sifrón, yendo a parar a niel, hijo de Efod. 2 4 Y por ia tribu de los donde se habia refugiado, y allí perma-
Jasar-enán. Tal será p a r a vosotros el con- hijos de Efraírn, como príncipe, Quemuel, bido».
necerá hasta la muerte del sumo sacer-
fín septentrional. * hijo de Siftán; 2 5 por la tribu de los hijos dote a quien se ungió con el óleo sagrado. *
1° Os trazaréis » c o m o frontera oriental de Zabulón, c o m o príncipe, Elisafán, hijo * Habló Yahveh a Moisés, diciendo: 2
' " « H a b l a a los hijos de Israel y diles: 6 M a s si el homicida saliere del límite de
la línea desde Jasar-enán hacia Sefam; de P a r n a k ; 2 6 p o r la tribu de los hijos de su ciudad de asilo adonde se había refu-
11
Issacar, como príncipe, Paltiel, hijo de C u a n d o hayáis pasado el J o r d á n a la tie-
la frontera bajará desde Sefam a Riblá,
rra de C a n a á n , n os escogeréis ciudades giado, 2 7 y el vengador de la sangre lo
al oriente de Ain, y seguirá descendiendo Azzán; 2 7 p o r la tribu de los hijos de Aser, hallare fuera del límite de su ciudad de
hasta tocar la orilla oriental del m a r de c o m o príncipe, Ajihud, hijo de Selomí, que serán para vosotros ciudades de asilo,
28 donde se refugiará el homicida que mate asilo, adonde se refugiara, y matare al h o -
K i n n é r e t ; * 1 2 luego bajará la frontera has- y p o r la tribu de los hijos de Neftalí, micida, n o será responsable de esta san-
a una persona sin premeditación. * 1 2 T a -
ta el Jordán, desembocando en el m a r de como principé, Pedahel, hijo de A m m i h u d .
les ciudades os servirán de asilo frente al gre, 2 8 p o r q u e el homicida debe permane-
29
la Sal. Tal será para vosotros el país con Estos son aquellos a quienes m a n d ó goel, para que el homicida n o muera antes cer en su ciudad de asilo hasta la muerte
arreglo a sus fronteras circundantes». Yahveh repartir en herencia la tierra d e de su comparecencia en juicio ante la co- del sumo sacerdote. Sólo después de m o -
1 3 Y Moisés dio orden a los hijos de C a n a á n entre los hijos de Israel». munidad. * 13 En cuanto a las ciudades rir éste p o d r á el m a t a d o r regresar a la
Israel, diciendo: «Este es el país que ha- que habéis de señalar, tendréis seis ciu- tierra de su propiedad. 2 9 Estas disposi-
dades de asilo. 14 Fijaréis tres ciudades de ciones constituirán p a r a vosotros n o r m a s
55
AGUIJONES: e. d., despertarán como éstos vuestra curiosidad, mostrándoos sus ceremonias allende el J o r d á n y otras tres en la tierra de derecho en vuestras sucesivas genera-
supersticiosas, y os arrastrarán a ellas como caballo espoleado. de Canaán. Serán ciudades de asilo. 15 Pa- ciones p o r doquiera habitéis.
O A 2 CANAÁN EN TODA SU EXTENSIÓN: en realidad, el país que ahora se delimita no lo poseyeron
" ^ " los hebreos sino en la época de David y Salomón y luego en la de los asmoneos (s.II a. C ) .
5
El c.3 puede cf. c. Jos 15,1-4 y Ez 47,13-21. OC Dos MIL CODOS: o mil pasos. El codo común vale 0,450 m.
4
MAR DE LA SAL: O Muerto, o mar de Lot. Contiene un 20 por 100 de sal. •JO» 11 Asegura Maimónides que las 48 ciudades levíticas eran de refugio, no diferenciándose
5
AQRABBIM: O de los escorpiones; el actual Naqb es-Safa, al SO. del mar Muerto. mis unas de otras sino en que las seis determinadas como tales habían de hospedar gratuitamente
TORRENTE DE EGIPTO : el actual Wadi el Ari, en la frontera palestino-egipcia. a ios refugiados. ÍJ SIN PREMEDITACIÓN: así se protege de la venganza de sangre al homicida involun-
6
7
MAR GRANDE: el Mediterráneo. tario; mas el asesinato era penado con pena capital.
Os TRAZARÉIS UNA LÍNEA: J. Reider propone interpretar os estableceréis, moraréis. II MONTE 12
GOEL: vengador de la sangre aquí; véase Lev 25,25.
HOR: 8
no el de 20,22, etc., sino otro hacia el NE. de Tiro. 16 as. T N S T R U M E N T Ü : ¿S(-e (hierro, piedra, palo) presuponía intencionalidad homicida.
LA ENTRADA DE JAMAT: O Lebó de Emat (cf. Núm 13,21, nota). 25
9
Según Maimónides, permitió Dios se prolongase el destierro de esas personas por dos razo-
JASAR-ENÁN: entre Damasco y el Haurán. nes: i. a , dar tiempo al culpable para arrepentirse y a la familia del interfecto para que se aplacase
•> RIBLÁ: diversa de la ciudad de igual nombre a orillas del Orantes. G lee Arbeld. II A I N : la su ira; 2,*, rodear de respeto la persona del pontífice,
fuente, fontem Daphmim. II MAR DE KINNÉRET: O lago de Genesaret.
218 NÚMEROS 3 5 3 0 — 3 6 1 3 NÚMEROS 219
30 33
A todo aquel que matare a una per- Pues n o habéis de profanar el país en la de Issacar, Igal. 1 0 Por la de Zabulón, Gadiel, liíjo de Sodí. 1X Por los hijos (o la estirpe) de José
sona se le condenará a muerte por decla- que vivís, ya que la sangre profana la y tribu de Manases, Gaddí, hijo de Susí. ' 2 Por los hijos (o Ja estirpe) de José y tribu de Efraírn, Oseas,
, ración de testigos; m a s un solo' testigo tierra, y no puede hacerse expiación p o r hijo de Nun».a
no será testimonio suficiente contra u n a ésta respecto a la sangre que en ella h a CAP. 14: ins c SamGL1] b o 1 c G (cf SV): y también todos] c ins c STV] a así c V; H pasto-
persona para que muera. 3I No aceptaréis sido derramada sino mediante la sangre reando.
rescate p o r la vida de un homicida que de quien la vertió. 34 jsjo habéis de conta- CAP. 15: a V ofrece en w 12-16 texto más breve con diversa numeración que H; ponemos la
es reo de muerte, pues ha de ser muerto minar " la tierra en que habitáis, en medio de éste entre & [ ] j b aquí add H la comunidad; «di c S (V)...» anota Kit.
CAP. 16: así (u «obraron desvergonzadamente») ° Hitan, a base del árabe. Otros lo creen errp
sin remisión. 3 2 T a m p o c o aceptaréis res- de la cual yo también m o r o , pues yo,
(Kit 1 prb se levantó) o interpretan: ganó para su causa, produjo una escisión, etc] b H add .y On, que
cate por quien se ha refugiado en la ciudad Yahveh, m o r o en medio de los hijos de no puede mantenerse; Kit 1 hu 'él' (=el cual [era])] « así c 26 50,8; H Pélet] ú prb tras morada o ta-
de asilo, para que vuelva a habitar en el Israel». bernáculo haya de entenderse de Yahveh (Kit)] ° ins c GS.
pais, hasta la muerte del [sumo] sacerdote. CAP. 17: aa así c 4mss SamGV; H con vosotros.
CAP, 18: a Ht. y prestaréis servicio «di (dittogr)» (Kit)] b di toda de H, c ca I2mss GV.
CAP. 20: a íns c GV] b Sperber 1 y lo subió o hizo subir.
CAP. -21: ins c SamG(S)] b G mss LV serp. de bronce como 9] e así c G; H y del desierto; V de
Ley sobre .el m a t r i m o n i o d e las, h e r e d e r a s solitudine (cf Sam)] d así c GL; H fuerza] eg así c G; H los señores de] f texto errp de difícil recons-
trucción, pues divergen las verss antiguas] así (al) c 2mss SamG(S); H hasta (ad)\ b~b así c G;
Q<? ' Los jefes patriarcales de la fa- lofjad. Se casarán con quien les plazca, 11 conquistaron.
***' milia de Galaad, hijo de Makir, con tal que lo hagan dentro de u n a fami- CAP, 22: a íns c GLSV] be íns c mlt mss SamGSTJ(TQi4 mss)] c iris c i6mss SamGT3] a así c
mi! mss SamGLSVF; H no] Íns c S1 5V P (cf SamGL)] * así c SamGV; H el] g así c GSVT; H quizá]
hijo de Manases, de las estirpes descen- lia de su tribu paterna, 7 para que la h
una ciudad (ir): prps 1 Ar; cf 21 .
dientes de José, se acercaron y formularon herencia de los de Israel n o pase de una i !AP. 23 : " aquí add H Balaq y Balaam, que di 2mss G (cf 30)] b así c vers; H él] c ins c 3mss
demanda ante Moisés y los príncipes jefes tribu a otra, sino que los israelitas han GSJ d así H, a1 «prb c SamGT0» bendigo (Kit).
de familia de los israelitas, 2 y dijeron: de retener cada u n o la heredad de su tribu CAP. 24; así prb c V, anota Kit; H perfectois)] b prps 1 terebintos; mss GLVT3(S) tiendas]
«Yahveh m a n d ó a mi señor que repartiera paterna. 8 T o d a hija que herede p a t r i m o - " UNÍ c Sam y Jcr 48 4 5 ; H devastará. b
a los israelitas por sorteo el país en con- nio en una tribu israelita h a b r á de casarse ( !AP, 26; * asi c Kit; J1 hablaron) d\ diciendo de H] c ins c Kit] ú di según Kit (ex 12)] e así
cepto de heredad. Asimismo, a mi señor con u n o perteneciente a familia de la tribu 1 .tiiwiHuiuGHV; II Scfuftnn\ 'iwlcKit; lia día.
i !AC. 371 * i Í ai Id iu|uí de lu familia de Manases; pero cf V] b así c SamGV; H da.
le fue ordenado por Yahveh diera a sus de su padre, para que todos los israelitas ('•Al*. 4H: * in* ».' t ¡"""SV) '• ÍIIN c t ¡V| " rl inciso sobra aquí, quizá trsp del fin de v 27.
hijas la heredad de Selofjad, nuestro her- mantengan su patrimonio paterno ' y n o CAI», ay¡ * i:w c SamCSV y im*| '' ins c SainSV y mss.
m a n o . * 3 M a s si ellas se casan con alguien
pase éste de una tribu a otra, por cuanto CAP. 3Í.' "ÍWÍ C 5um",*,*GSV; 11 armaos\ l' créese prb la lección de G fueron contados; V de-
de [otra] tribu israelita, su patrimonio se las iribus de los hijos de Israel han de derunt] ° en vez de «¿Pero...» con matiz, exclamativo, SamGLSV suponen: ¿por qué...) a así c T
substraerá al de nuestros padres e irá a estar vinculadas cada u n a a su herencia». (cf GSV); H aentregar] ° H uno cogido; pero cf GSV.
acrecer la herencia de la tribu de aquellos 10 CAP. 32: así c 38; H Sebam] b así c GV; H apresurados] ° así c GS; H om.
Conforme ordenó Yahveh a Moisés, CAP. 34: a así c Kit; H desearéis] b así c S y v 29; H tomarán posesión] c así c GS; H tomar
con quienes se casan, disminuyéndose así hicieron las hijas de Selofjad, ' i y Maj- posesión.
nuestra herencia de ese modo. 4 Y cuando lá, Tirsá, Joglá, Milká y N o á , hijas de CAP. 35: a Por y estas, Hl y a] b plur c 4mss SamGST (V ?).
llegue el jubileo para los hijos de Israel, Selofjad, casáronse con hijos de sus tíos.
su heredad será añadida a la posesión de 12
Casáronse, pues, dentro de las familias
la tribu a que ellos pertenezcan, subs- de los hijos de Manases, hijo de José, y la
trayéndose de la herencia de la tribu de heredad de ellas quedó en la tribu de la
nuestros padres». familia de su padre.
s Moisés, p o r m a n d a t o de Yahveh, dio 13 Estos son los preceptos y leyes, que
orden a los hijos de Israel, diciendo: prescribió Yahveh por medio de Moisés
«Dice bien la tribu de los hijos de José. a los hijos de Israel en las llanadas de
6
H e aquí puntualmente lo que h a orde- M o a b , j u n t o al Jordán, frontero a Jericó.
n a d o Yahveh respecto a las hijas de Se-

36 SELOFJAD: cf. 27,1-11. II HERMANO: aquí, compañero de tribu.

NOTAS CRITICAS
CAP. I : H add sus empadronados; «di c i7mss GST](Sam)» Kit] b ins c iomss SamGV(S).
a

CAP. 2: ins y c 5mss SamS como 14.z2.2g} hb así logmss SamV como 1 14;
a
H Reuel.
CAP. 3: «di» anota Kit, basado en contexto] «frt add, cf V in 7 $» (Kit)] c así c 16 y 51 cf (V);
a

H se le había mandado'] a H add sus empadronados; c SV] e íns c ims SamV como 22.24I f así c G ms8 ;
H seis.
CAP. 4: a ins c 2mss SamGTJ] b así c G como 32; H en custodia] c así c ims SamGVST1; H que.
El v ofrece señales
&
de errp.
CAP. 5: ms c GV; cf 18.
CAP. 8: aa V ofrece texto mucho más amplio] b así c Sam (cf GV); H su flor.
CAP. 9: aíns c GLSVP.
CAP. 10: LG add tercero y cuarto toque para que partan los campamentos situados al O. y
el N.; cf V: igual harán losc restantes, haciendo0 sonar fuertemente las trompetas para la marcha] b así H;
Kit «I frt asiéntate [en]»] ins c G ^ L W C T ) .
CAP. 12: a ins c G^GV] b así c LV; H profeta de vosotros, vuestro profeta] c Yahveh trsp tras
díjoles (cf Kit)] ri ins c SamGS(V).
CAP. 13: *cf en Kit las transposiciones que han sufrido los versos 7, 10 y 11. Leeríase; «7 Por
DEUTERONOMIO 1 :

pues el juicio es de Dios. L a causa dema- donde acampar de noche en el fuego,


siado difícil p a r a vosotros remitídmela, para mostraros el camino que habíais
que yo la oiré». 18 E n esa misma ocasión de seguir, y de día en u n a nube.
34
os prescribí t o d o lo que debíais hacer. Yahveh oyó el son de vuestras pala-
19 Y partimos de H o r e b y atravesamos bras, se encolerizó y juró, diciendo:
35
t o d o el inmenso y espantoso desierto «Ningún h o m b r e de la presente malva-
que habéis visto camino de la m o n t a ñ a da generación ha de ver la hermosa tie-
del amorreo, conforme Yahveh, nues- rra que juré dar a vuestros padres, 3 6 ex-
tro Dios, nos había m a n d a d o , y llega- cepto Kaleb, hijo de Yefunné, el cual
mos a Qadés-barnea. * 2 0 Entonces os la verá y yo le daré a él y sus hijos la
dije: «Habéis llegado a la m o n t a ñ a del tierra que h a pisado, p o r q u e ha seguido
amorreo, que Yahveh, nuestro Dios, nos plenamente a Yahveh».
va a dar. 21 M i r a ; Yahveh, tu Dios, ha 37
Yahveh se irritó también • contra mí
D E U T E R O N O M I O entregado ante ti el pais; sube, toma de por culpa vuestra, diciendo: «Tampoco
él posesión, como te ha prometido Y a h - tú has de penetrar allá. 3 8 Josué, hijo de
veh, D i o s de tus padres. N o tenias ni te N u n , tu ministro, ése entrará allá; aní-
asustes». * 2 2 Y acudisteis a mí todos y male, pues él pondrá en posesión de ella
dijisteis: «Enviemos delante de nosotros a Israel. 3 9 Vuestra familia, de la que di-
hombres que nos exploren el país y nos jisteis: «Servirá de botín», y vuestros hi-
informen acerca del camino p o r donde jos, que todavía no disciernen el bien
hemos de subir y las ciudades a que he- y el mal, ésos entrarán allá, a ellos la
mos de llegar». 2 3 Y parecióme bien la daré y la poseerán. * 4() En cuanto a vos-
Primer discurso de Moisés: evocación histórica propuesta y lomé de entre vosotros doce otros, p o n e d r u m b o y partid en direc-
nomines, uno por tribu. 2 4 lulos empren- ción al desierto camino del mar Rojo».
1
Estas son las p a l a b r a q u e h a b l ó dieron ln mincha y subieron hacia la
I Moisés a t o d o Israel dsel otro lado
padres, a A b r a h a m , Isaac y Jacob, así
c o m o a su descendencia después de ellos».
9
41
Entonces tomasteis la palabra y m e
montana, licuaron hasta el valle de LSIÍOI dijisteis: «Hemos pecado contra Yahveh.

del Jordán, en el desierto, en el A r a b a , Y en aquella sazón os hablé así: y exploraron la región. Luego tomaron Subiremos y pelearemos conforme a cuan-
. frente a Suf, entre Paran y Tófel, Labán, « N o puedo encargarme de vosotros yo en su m a n o frutos del país y bajaron a to Yahveh, nuestro Dios, nos h a ordena-
Jaserot y Di-zahab * 2 Once ¡ornadas ha y solo. 1° Yahveh, vuestro Dios, os ha mul- nosotros y diéronnos respuesta diciendo: do». Y, ciñéndoos c a d a u n o vuestras ar-
desde H o r e b hasta. Qadés-barnca, camino tiplicado, y heos aquí h o y tan n u m e r o - «Buena es la tierra que Yahveh, Dios mas, soñasteis fácil subir a la m o n t a ñ a .
de la m o n t a ñ a de Seir. * •' Y sucedió que sos como las estrellas del ciclo. u ¡Yah- nuestro, nos da». 2 6 Sin embargo, os ne- 4 2 M a s Yahveh m e dijo: «Diles: N o su-
el a ñ o cuarenta, el mes undécimo, el veh, Dios de vuestros padres, os aumen- gasteis a subir, y os rebelasteis contra la báis ni guerreéis, pues yo n o estoy en
primero del mes, habló Moisés a los te mil veces más de c o m o sois y bendiga orden de Yahveh, vuestro Dios. 2 7 Y mur- medio de vosotros, p a r a que no seáis
hijos de Israel de acuerdo con todo lo según os h a prometido! 1 2 M a s ¿cómo murasteis en vuestras tiendas y exclamas- derrotados ante vuestros enemigos». 4 3 Y o
que habíale m a n d a d o Yahvch respecto a puedo yo solo soportar vuestra carga, Irire "Por odio a nosotros nos ha sacado os hablé, mas n o escuchasteis y fuisteis
ellos, * 4 después de haber él batido a vuestro peso y vuestros litigios? 13 P r o - Viilivrli ¡W In I1V1111 de ligiplo para cn- rebeldes al m a n d a t o de Yahveh y os
Sijón, rey de los amorreos, que habita- curaos de vuestras tribus hombres sabios, III'UIU'IHI* en manos del a m o n e n y ani- obstinasteis en subir a la m o n t a ñ a . 4 4 L o s
ba en Jesbón, y a Og, rey de Basan, inteligentes y expertos, y los p o n d r é a quilamos. ' " ¿ A d u n d e VUIIIOM a subir? amorreos, que habitan aquella m o n t a ñ a ,
que m o r a b a en Astarot y Edreí. 5 Allen- vuestro frente». 14 Vosotros m e respon- Nuestros hermanos lian intimidado nues- salieron a vuestro encuentro y os persi-
de el Jordán, en la tierra de M o a b , disteis y dijisteis: «Bien está lo que has tro corazón al decir: un pueblo más guieron c o m o hacen las abejas y os de-
Moisés comenzó a explicar esta ley, di- propuesto hacer». 15 Entonces t o m é a los grande y más numeroso * que nosotros, rrotaron en b Seir hasta Jormá. 4S E n t o n -
ciendo: principales de vuestras tribus, hombres ciudades grandes y fortificadas hasta el ces os volvisteis y llorasteis ante Yah-
sabios y expertos, y los constituí cabezas cielo y también a los anaquitas hemos veh, pero Yahveh n o escuchó vuestro
<> «Yahveh, nuestro Dios, nos habló en vislo allí». 29 Y o os contesté: « N o os clamor ni os prestó oídos. 4 6 Y permane-
sobre vosotros, jefes de mil, de cien, de
H o r e b de este m o d o : « H a r t o habéis m o - espantéis ni tengáis miedo de ellos; cisteis en Qadés m u c h o tiempo, el tiem-
cincuenta y de diez, e inspectores de
r a d o ya en esta m o n t a ñ a . * 7 Volveos y 111
Yahvch, vuestro Dios, que m a r c h a de- po que allí habéis m o r a d o .
vuestras tribus. '6 Y en aquel tiempo di
partid, llegaos a Ja montaña de ios a m o - lante de vosotros, combatirá p o r vosotros
orden a vuestros jueces, diciendo: «Es-
rreos y hacia todos sus pueblos vecinos, lo mismo que a favor vuestro ha hecho
cuchad imparcialmente los pleitos entre
en el A r a b a , la M o n l a ñ a , la Sefelá, el en Egipto a vuestros propios ojos, 31 y
vuestros hermanos y juzgad con equidad 1 «Después nos volvimos y partimos
Négueb y la cosía del mar, país de los
cananeos, y al Líbano hasta el río gran-
entre u n o y su h e r m a n o o inmigrante. *
17
N o hagáis en juicio acepción de per-
en el desierto, donde has visto que Yah-
veh, tu Dios, te ha llevado c o m o u n h o m -
2 hacia el desierto, camino del m a r
de, el río Eufrates. * 8 Mirad. Y o os he bre lleva a su hijo, p o r t o d o el camino
Rojo, como Yahveh m e ordenara, y an-
s o n a s ; escuchad al pequeño como al
d a d o esa tierra; id y (ornad posesión de
grande; no os dejéis intimidar p o r nadie, que habéis a n d a d o hasta llegar a este duvimos rodeando la m o n t a ñ a de Seir
la tierra que Yahvch juró dar a vuestros lugar». 32
A u n con esto n o confiasteis muchos días. * 2 Entonces Yahveh m e ha-
3
en Yahveh, vuestro Dios, 33
que os pre- bló, diciendo: «Lleváis demasiado tiem-
•f 1 EL ARABA: el término designa, en general, región desierta y estéril, esteparia y desolada, aplí- cedía en el camino p a r a buscaros lugar p o girando en t o r n o a esta4 m o n t a ñ a ,
volveos en dirección norte. M a n d a al
* candóse aquí a la depresión profunda y pavorosa que se extiende desde el mar Muerto al golfo pueblo, diciendo: C u a n d o paséis p o r te-
déla Aqabá, en una longitud de 180 kilómetros.
2
3
HOREB: así llama habitualmente Dt al Sinaí.
MES UNDÉCIMO: llamado luego sebaí; corresponde parte a enero y parte a febrero,
«-i» Cf. Ex 18,13-26. i9-"<¡ Cf. N ú m 13 y 14.
21
7
MONTAÑA: designa la vasta meseta que forma la parte central de Palestina, lí SEFELÁ: ( = País MIRA : Ya hemos indicado lo a menudo que el discurso bíblico, máxime los de Moisés en Dt,
Bajo, la Plana), toda la parte baja y más o menos ondulada del oeste del Jordán, desde los primeros pasa del plural al singular, dirigiéndose ya a la colectividad, ya particularmente a cada individuo de
contrafuertes occidentales de la región propiamente montañosa a la costa del mar Mediterráneo, ocu- ella,3 9o viceversa.
pada por los filisteos. ![ NÉGUEB: la región meridional de Palestina desde la parte baja de los montes FAMILIA: aquí el hebr. taf comprende mujeres y niños.
de Hebrón hasta Qadés. Estas y el ARABA son las regiones naturales de la tierra prometida.
16
HERMANOS: aquí vale «connacionales, consanguíneos». 1-J7 Cff. Ntfm 10,14-21 y ai hasta v.33.
222 DEUTEROIÍÓMIO 2 »-2S DEUTEKONOMIO 2 29
3 10
223
14
rritorio de vuestros hermanos los hijos El tiempo que estuvimos caminando dinero. Déjame sólo pasar, ~9 como han sagramos al exterminio, como habíamos
de Esaú, que habitan en Seir, os teme- desde Qadés-Barnea hasta que pasamos hecho conmigo los hijos de Esaú, que hecho con Sijón, rey de Jesbón, exter-
r á n ; tened, pues, m u c h o ' c u i d a d o . 5 N o el torrente Zéred fueron treinta y ocho habitan en Seir, y los moabitas, que mo- minando cada ciudad en hombres, mu-
los ataquéis, pues yo n o os he de dar de a ñ o s ; hasta extinguirse toda la genera- r a n en Ar, hasta que atraviese el Jordán jeres y niños. 7 M a s el ganado y el botín
su tierra ni el espacio de la pisada de ción de hombres de guerra que había en hacia la tierra que Yahveh, nuestro Dios, de las ciudades lo saqueamos para nos-
u n pie, pues he entregado c o m o posesión el campamento, conforme les había Y a h - nos da». 3 0 Pero Sijón, rey de Jesbón, otros.
a Esaú la m o n t a ñ a de Seir. <• Les c o m p r a - veh jurado. 15 También la m a n o de Y a h - n o quiso dejarnos pasar p o r él; pues 8
veh dejóse sentir en ellos p a r a dispersar- Asi, pues, en aquel tiempo tomamos
réis con plata los víveres que habéis de Yahveh, tu Dios, había endurecido su toda la tierra de m a n o de los dos reyes
comer, y aun el agua que bebáis se la los de en medio del c a m p a m e n t o hasta espíritu y hecho inflexible su corazón
adquiriréis p o r dinero; ^ pues Yahveh, tu su extinción. p a r a entregarlo en tus manos, como al
16
Dios, te ha bendecido en todas tus em- Y sucedió que cuando todos los h o m - presente ocurre.
presas: ha cuidado de tu viaje p o r este bres de guerra se hubieron extinguido 31
Yahveh m e dijo: «Mira, he comen-
vasto desierto y hace ya cuarenta a ñ o s p o r muerte en medio del pueblo, 1 7 Y a h - zado a entregarte a Sijón y su tierra;
que Yahveh, tu Dios, está contigo y n o veh m e habló, diciendo: 1 8 « T ú pasarás empieza a ocupar su territorio». 3 2 Salió,
hoy la frontera de M o a b , p o r Ar, 1 9 y pues, Sijón contra nosotros, acompaña-
te aproximarás p o r frente a los hijos do de t o d o su pueblo, para combatirnos
de A m m ó n . N o los has de hostilizar ni en Yahsa. 3 3 Y Yahveh, nuestro Dios,
atacar, pues n o he de ponerte en posesión los entregó en nuestras m a n o s y le derro-
del país de los ammonitas, p o r q u e lo he tamos a él, sus hijos y t o d o su pueblo.
entregado en herencia a los hijos de 34
En aquel tiempo conquistamos todas
Lot. ( 20 También él es considerado como sus ciudades y consagramos al exterminio
tierra de refaítas; los refaítas habitaron 11 cada ciudad en hombres, mujeres y
en ella antiguamente, y los ammonitas niños, sin dejar superviviente. * 3 5 Sólo
los denominan zamzummim, 21 pueblo el cumulo saqueamos para nosotros y el
grande, numeroso y de gran talla, como bolín de las ciudades que hablamos con-
los anaquitas; pero Yahveh los extermi- quistado. -lf' Desde Aroi-r. que está a la
n ó ante los ammonitas, quienes los des- orilla del torrente Anión, y la ciudad
poseyeron del país y se establecieron en que está en el valle, hasta Galaad, no
su lugar; 2 2 lo mismo que Yahveh había hubo ciudad que fuera s o b r a d o escarpada
hecho en orden a los hijos de Esaú, m o - para nosotros. Todas nos las entrego
7'i/ni amnrreo radores en Seir, c u a n d o exterminó a los Yahveh, nuestro Dios. 3 7 Sólo a la t i a r a
horritas delante de ellos, y los despla- de los hijos de A m m ó n no te acercaste, a
has carecido do nada». s Atravesamos, zaron y se establecieron en su lugar hasta
pues, por "• nuestros hermanos los hijos toda la orilla del torrente Y a b b o q y las
el día de hoy. 2 3 Igualmente en cuanto a i iniliiili's de la montaña, así c o m o a to-
de Esaú, moradores en Seir, camino " del los jivveos, que m o r a b a n en aldeas h a s -
A r a b a desde Elat y Esyón-guéber, y lue- do lo que Ynhvt'h, Dios iiueslro, h.ibia-
ta Gaza, kaftoritas salidos de Kaftor los m>\ " prohibido.
go giramos, t o m a n d o el camino del de- exterminaron y se establecieron en su
sierto de M o a b . lugar.) * 2 4 Preparaos, partid y pasad el
9
Yahveh díjome entonces: « N o hosti- torrente A r n ó n . Mira, he entregado en 1
»l.liego nos volvimos y subimos
lices a M o a b ni trabes con él combate,
pues n o te he de dar su país en posesión,
tu m a n o a Sijón, rey de Jesbón, el a m o -
rreo, y t o d o su país. Comienza a ocupar-
3 camino del Basan, y Og, rey del
Basan, salió a nuestro encuentro con
ya que he entregado A r p o r herencia a le ; traba, pues, guerra con él. 2 5 H o y lodo su pueblo en son de guerra hacia
los hijos de Lot. * ( ' " A n t i g u a m e n t e ha- mismo comienzo a infundir espanto y liilrcí. * 2 Yahveh m e dijo: « N o le te-
bitaron allí los Emim, pueblo grande, temor de ti en los pueblos que hay de- nnis; pues lo he entregado en tu m a n o
numeroso y de procer estatura c o m o los bajo del cielo, los cuales al tener noticia con todo su pueblo y su tierra. Le tra-
a n a q u i t a s ; * n también ellos, c o m o los de ti temblarán y se llenarán de p a v o r larás como has t r a t a d o a Sijón, rey de
anaquitas, eran considerados refaítas; a tu presencia».
pero los moabitas los llamaban Emim. los amorreos, que habitaba en Jesbón».
3
12
E n Seir habitaron asimismo antigua- 26
Efectivamente, Yahveh, nuestro Dios,
Entonces envié embajadores desde entregó en nuestras m a n o s también a
m e n t e los horritas; mas los hijos de Esaú
el desierto de Quedemot a Sijón, rey de Og, rey del Basan, y a todo su pueblo,
los desplazaron y exterminaron y se es-
tablecieron en su lugar, c o m o h a hecho
Jesbón, con palabras de paz, diciendo:
27 y lo derrotamos hasta n o dejarle u n o L... ... ,_J
Déjame pasar p o r tu tierra, m a r c h a r é con vida. 4 E n aquella sazón conquista-
Israel respecto a la tierra que posee y queconstantemente por la calzada, sin des- Sarcófago anlropuide de arcilla de fíct-Seán.
Yahveh les diera.) * mos todas sus ciudades. N o h u b o ciu- (Watzinger, «Denkmáler Palástinas», I, lám. 24.)
viarme ni a derecha ni a izquierda. 2 8 M e dad que n o les t o m á s e m o s : sesenta ciu-
u A h o r a levantaos, pasad el torrente venderás p o r plata víveres p a r a que y o dades, t o d a la región de A r g o b , el reino amorreos de la TransJordania, desde el
Zéred». Y atravesamos el torrente Zéred. coma, y m e darás agua que b e b a p o r de Og, en Basan. 5 T o d a s éstas eran ciu- torrente A r n ó n hasta el m o n t e H e r m ó n .
dades fuertes: alta muralla, puertas y ( 9 L o s sidonitas llaman al H e r m ó n Sjr-
9 MOAB: también los moabitas y los ammonitas (V.IQ), descendientes de Lot, estaban empa- cerrojos; sin contar las ciudades abier- yón, y los amorreos lo denominan Se-
rentados con Israel, lo mismo que los idumeos, aunque en grado menor. |[ AR, capital de Moab, tas, en grandísimo n ú m e r o . 6 Y las con- j nir.) * 10 Todas las ciudades de la alti-
tómase
10
aquí, como en v.29, por toda esa nación.
EMIM: O emitas 'terribles'. Pueblo antiguo y de gigantesca raza, como los anaquitas y los
refaítas (cf. Gen 14,5 y 2 Sam 21,16-20).
10-12 Paréntesis de índole etnográfica, que interrumpe el texto, aunque, reflejando partes muy 3 4 CONSAGRAMOS AL EXTERMINIO: O anatema, iit. «hicímoslos jérem».. Cf. Lev 27,28-29.
antiguas,
12
esté lleno de valor histórico. Lo mismo ocurre en 20-23. O 1-11 Cf. Núm 21,33-35-
Inspirado en Gen 36.
23
KAFTOR: identifícasele con Greta, de donde los filisteos inmigraron en Palestina (cf. Gen 10,14). ** 9 Los SIDONITAS O sidonios son los fenicios. !l SIRYÓN... SENIR: los descubrimientos arqueológi-
eos de los últimos tiempos han venido a corrobo: ar la exactitud de los datos acumulados en estos
DEUTERONOMIO 4*** 225
224 DEUTER0NOM30 3 "•

país en cuya posesión vais a entrar. 6 Ob- debajo del cielo. * 20 M a s a vosotros os
planicie, todo G a l a a d y todo Basan has- merosos rebaños—quedarán en las ciu- servadlos y practicadlos, pues constitu- tomó Yahveh y sacó del h o r n o de hierro
ta Salká y Edreí, ciudades del reino de dades que os he dado 2 0 hasta que Y a h - yen vuestra sabiduría e inteligencia a los de Egipto, para que le sirvieseis c o m o pue-
Og, en Basan, n Porque sólo Og, rey veh conceda a vuestros hermanos reposo, ojos de los pueblos, quienes, c u a n d o ten- blo de su propiedad que ahora sois. *
del Basan, había quedado del remanente como a vosotros, y también ellos hayan gan noticia de todas estas leyes, dirán: 21
Y Yahveh se airó contra mi por culpa
de los refaítas. Su lecho, u n lecho de t o m a d o posesión de la tierra que Yahveh, «¡Realmente es un pueblo sabio e inteli-
vuestro Dios, les da al otro lado del Jor- vuestra y juró que no pasaría yo el Jor-
hierro, consérvase en R a b a t de los A m - gente esta gran nación!» 7 Pues ¿qué na- dán ni entraría en la tierra excelente que
m o n i t a s ; es de nueve codos de largo y dán. Entonces volveréis cada u n o a la ción hay tan grande que tenga los dioses
heredad que os he dado». * Yahveh, tu Dios, te da en posesión.
cuatro de ancho f con arreglo al codo tan cercanos a sí c o m o lo está Yahveh, 22
Pues yo voy a morir en este país, sin
21
corriente. * En aquel tiempo di orden a Josué, nuestro Dios, cuantas veces le invoca- atravesar el Jordán, mientras vosotros le
l 2 E n aquel tiempo t o m a m o s posesión diciendo: «Tus ojos h a n sido testigos de mos? 8 ¿Y cuál es la gran nación que p o - pasaréis y tomaréis posesión de esa her-
de aquella tierra. Desde Aroer, a orillas t o d o lo que Yahveh, nuestro Dios, h a sea estatutos y decretos t a n justos como mosa tierra. 23 G u a r d a o s de olvidar la
del torrente A r n ó n , y la mitad de la hecho con estos dos reyes. Así h a r á Y a h - t o d a esta ley que hoy expongo ante vos- alianza que Yahveh, vuestro Dios, pactó
m o n t a ñ a de GaJaad con sus ciudades, lo veh con todos los reinos p o r donde has otros? con vosotros y de fabricaros escultura re-
di a R u b é n y G a d . * 13 El resto de Ga- de pasar. 22 N o los temas, pues el mismo 9
G u á r d a t e , pues, y ten mucho cuida- presentativa de c u a n t o Yahveh, tu Dios,
laad y t o d o el Basan, reino de Og, lo Yahveh, vuestro Dios, es quien peleará
por vosotros». do de n o olvidarte de las cosas que tus te ha p r o h i b i d o ; 2 4 p u e s Yahveh, Dios
di a la mitad de la tribu de Manases: ojos han visto y no se aparten de tu co- tuyo, es fuego devorador, u n D i o s ce-
23
toda la región de Argob. A todo el Ba- Entonces supliqué a Yahveh, di- razón en todos los días de tu vida, mas loso.
san se denomina tierra de los Refaím. ciendo : 24 «¡Señor, Yahveh! Tú has co- hazlas saber a tus hijos y a los hijos de 25 C u a n d o hayas » engendrado hijos y
!t Yair, hijo de Manases, se cogió toda menzado a mostrar a tu servidor tu gran- tus hijos. 10 El día que estuviste delante nietos y hayáis envejecido en el país, si
la región de A r g o b hasta la frontera de deza y el poder de tu m a n o : pues ¿qué de Yahveh, tu Dios, en H o r e b , c u a n d o os depraváis y fabricáis escultura figura-
los guesuritas y los maakitas, y apellidó Dios hay en el cielo ni en la tierra que Yuhveh me dijo: «Congrégame al pueblo tiva de cualquier cosa y obráis lo malo
al Basan con su n o m b r e : Javvot-Yair ejecute obras y proezas como las tuyas? puní que le litigas oír mis palabras a fin a los ojos de Yahveh, vuestro b Dios, de
25
hasta el día de hoy. I 5 A Makir le di Permíteme pasar para que vea yo la de que npirmliin 11 temerme cuantos días suerte que le irritéis, 26 p o n g o por testi-
Galaad. 16 A los rubenitas y los gaditas hermosa tierra de allende el Jordán, esa vlvmi miliir lu ilerrii y las enseñen ¡1 sus go contra vosotros al cielo y la tierra
les di de Galaad hasta el torrente Ar- bella m o n t a ñ a y el Líbano». 26 M a s Yah- hijos», " e n t o n c e s os acercasteis y per- que pronto habéis de perecer sin remisión
nón, constituyendo el límite el medio veh estaba irritado contra mi p o r culpa manecisteis al pie de la montaña, mien- en el país hacia el cual p a r a entrar en su
del torrente, hasta el torrente Y a b b o q , vuestra y no me escuchó, antes bien m e tras el m o n t e ardía en fuego hasta el co- I posesión pasáis el J o r d á n . N o prolonga-
frontera de los hijos de A m m ó n ; " e l dijo: «¡Bástete! N o vuelvas a hablarme razón del cielo, entre la oscuridad, nu- réis los días en él, pues seréis completa-
A r a b a también, con el J o r d á n como con- más de este asunto. 2 7 Sube a la cumbre bes y densa niebla. ' 2 Y Yahveh os habló
del Pisgá y alza tus ojos hacia el poniente, mente exterminados. 2 7 Yahveh os disper-
fín, desde Kinnéret hasta el m a r del de en medio del fuego: vosotros oíais ru-
el septentrión, el sur y el oriente y mor de palabras, mas no percibíais figu- sará por las naciones y quedaréis pocos
Araba, el m a r de la Sal, al pie de las
vertientes del Pisgá, al oriente. *
contempla con tus ojos, pues n o has de ra Hialina, sino la voz. * ' 3 El os comuni- en n ú m e r o entre las gentes p o r las que
pasar este J o r d á n . 2 8 D a instrucciones a có »II iilinn/11, que os m a n d ó cumplir: las Yahveh os ha de llevar. 28 Allí serviréis
18 En aquella sazón os di orden di-
ciendo: «Yahveh, vuestro Dios, os ha
Josué, confórtale y anímalo, p o r q u e él <IUv piil/ilu.n. que escribió sobre dos (a- a dioses, obras de m a n o s h u m a n a s , m a -
lo atravesará al frente de este pueblo y liln» de pledia. * >•> I 11 aquella sa/ón Yah-dera y piedra, que ni ven, ni oyen, ni co-
d a d o esta tierra en propiedad; todos los él le p o n d r á en posesión de la tierra que
hombres aptos para la milicia pasaréis, veh me IIIIIIUIÓ que os enseñase leyes y men, ni huelen. 29 D e allí buscarás" a
ves». 2g Y nos q u e d a m o s en el valle en- decretos para que los practicaseis en la Yahveh, lu Dios, y lo hallarás si lo bus-
armados, delante de vuestros hermanos, frente de Bet-Peor. cas con todo tu corazón y toda tu alma.
los hijos de Israel; * 19 sólo vuestras mu- tierra que pasabais a poseer. 30
En tu angustia, c u a n d o todas estas co-
jeres, niños y rebaños—sé que tenéis nu- " Tened mucho cuidado de vosotros sas te hayan alcanzado, ai fin de los tiem-
ya que ninguna figura visteis el día que pos, te volverás a Yahveh, tu Dios, y es-
Yahveh os h a b l ó en H o r e b de en medio cucharás su voz; Ji p o r q u e Yahveh, D i o s
Exhortación final del primer discurso de Moisés del fuego—, 16 no sea que os corrompáis tuyo, es Dios misericordioso: n o te a b a n -
1
y os fabriquéis escultura, figura de algún donará, ni destruirá, ni se olvidará de la
«Ahora, pues, escucha, Israel, las de lo que Yahveh h a o b r a d o en lo refe- ídolo, representación masculina o feme- alianza que a tus padres j u r ó . 3 2 Pues pre-
4 leyes y decretos que os enseño a rente a Baal-Peor: c ó m o Yahveh, tu Dios,
exterminó de en medio de ti a t o d o h o m -
nina, 17 imagen de alguna bestia de la tie- gunta, por favor, a los tiempos antiguos
practicar, a fin de que viváis y entréis a rra, representación de cualquier ave ala- que te han precedido, desde el día en que
poseer la tierra que Yahveh, Dios de bre que había seguido a Baal-Peor; * 4 en da que vuela por el cielo, 18 figura de al- Dios creó al h o m b r e sobre la tierra, y de
vuestros padres, os da. * 2 N o añadáis cambio, vosotros, que os habéis adherido gún ser que se arrastra por el suelo, ima- un extremo al otro del cielo, si h a suce-
n a d a a lo que yo os ordeno, ni omitáis a Yahveh, vuestro Dios, estáis hoy todos gen de cualquier pez que vive en las aguas dido cosa tan grande c o m o ésta o si se
n a d a de ello, observando los preceptos vivos. 5 M i r a d : os he enseñado leyes y debajo de la tierra; 19 y no sea que, alzan-
decretos conforme m e o r d e n ó Yahveh, ha oído n a d a semejante. 33 ¿Ha oído nun-
de Yahveh, Dios vuestro, que yo.os pres- do al cíelo tus ojos y viendo el sol, la luna,
mi Dios, p a r a que obréis así en medio del las estrellas, todo el cortejo celeste, te de- ca un pueblo la voz de D i o s h a b l a n d o de
cribo. 3 Vuestros ojos h a n sido testigos
jes seducir y te prosternes ante ellos y les en medio del fuego, c o m 34
o tú la has oído,
relatos bíblicos, y ambos nombres propios aparecen en los textos de Ugarit hallados en Ras Shamra des c u l t o ; siendo así que Yahveh, tu Dios, y ha seguido viviendo? O ¿ha intentado
y en los documentos de Boghazkoy. los h a concedido a todos los pueblos de jamás un dios venir a escogerse u n a na-
ii REMANENTE: o resto de los refaítas: GV de la raza de los gigantes. || LECHO DE HIERRO: sm ción de entre otras m e d i a n t e p r u e b a s , p r o -
duda es el sarcófago donde Og estaba enterrado, que sería de basalto.
12-22 Cf. Núm 32. Y para vv.23-29 cf. Núm 27, etc.
17 12
EL ARABA: o parte baja, es aquí la cuenca del Jordán. No PERCIBÍAIS FIGURA ALGUNA: para dar a entender que Dios carece de forma concreta y es
18 Os 01: a las tribus de Rubín y Gad y a la mitad de la de Manases. puro espíritu. De ahí la prohibición del primer precepto del Decálogo sobre representaciones de la
20 REPOSO: e. d., la trana.uilidad de una residencia fija. divinidad (cf. Ex 20,4-5).
13
1 LAS DIEZ PALABRAS: e. d., los diez mandamientos; cf. Ex 20,1, y 34,28.
LEYES : o estatutos. En general son los principios básicos de la ley moral y religiosa. El vo- 19
4 cablo suele ir unido a decretos o dictámenes, que indican generalmente disposiciones reglamer¡T
CORTEJO CELESTE: cf. Gen 2,1. || Los HA CONCEDIDO: abandonando a los pueblos gentiles a la
idolatría.
2
tarias más particularizadas y concretas. ° PUEBLO DE SU PROPIEDAD O propio suyo: cf. Ex ig,5.
3 Cf. NvtoíSi las,
Bover-Cantera 8
35 DKUTHKONOMIO 5 ia
—6 s 227
226 DEUTERONOMIO 4

poderosa y brazo extendido; por eso Mices ellos y sus hijos! 3 0 Ve y diles:
digios, maravillas y guerra, y con m a n o des de allende el Jordán, al oriente, 4 2 pa- Yahveh, tu Dios, te m a n d ó guardar el «¡Volveos a vuestras tiendas!» 31 Tú, em-
poderosa, brazo extendido y grandes te- ra que se refugiara allá el homicida que día del sábado. pero, quédate aquí conmigo, pues deseo
rrores, conforme a cuanto Yahveh, vues- mata a su prójimo p o r inadvertencia y sin 16
H o n r a a tu p a d r e y tu m a d r e como exponerte todos los preceptos, leyes y or-
tro Dios, hizo con vosotros en Egipto en que anteriormente le odiase. Huirá, pues, te h a ordenado Yahveh, tu Dios, para denanzas p a r a que se los enseñes y los
vuestros propios ojos? 35 Se te ha hecho a u n a de esas ciudades, y salvará la vida: que se prolonguen tus días y seas feliz so-
u
ver para que sepas que Yahveh es Dios Béser, en el desierto, en la altiplanicie, bre la tierra que Yahveh, tu Dios, va a
y n o hay otro fuera de él. }b Desde el cie- para los rubenitas; R a m o t , en Galaad, darte.
lo te ha hecho oir su voz para instruirte y para los gaditas, y Golán, en el Basan, ' ' N o matarás.
sobre la tierra te ha mostrado su inmenso para los manasitas. 18
N o cometerás adulterio.
44
fuego, de en medio del cual has oído sus Esta es la ley que Moisés expuso a 19
N o hurtarás.
palabras. 37 Y porque a m ó a tus padres los hijos de Israel. * 4 5 Estos son los pre- 20
N o levantarás falso testimonio con- »i-MjrA* •y*'"' ••
y escogió a "su descendencia después de ceptos, las leyes y los decretos que M o i - tra tu prójimo. -¡
ellosd, te sacó él de Egipto a presencia sés promulgó a los israelitas al salir éstos 21
N o codiciarás la mujer de tu próji- ¡.•'•irtV'Sij.*
suya y mediante su gran poderío, 38 des- de Egipto, * 4 6 del o t r o lado del J o r d á n , mo. N o apetecerás su casa, su campo, su
poseyendo a tu paso a naciones más gran- en el valle frontero a Bet-Peor, en la tie- siervo, su sierva, su toro, su asno ni nada \tWft%?>fJt"-'1'"
des y m á s fuertes que tú, p a r a conducirte rra de Sijón, rey de los amorreos, que ha- de lo que a tu prójimo pertenezca».
y darte su tierra en posesión, c o m o hoy bitaba en Jesbón, a quien Moisés y los 22
Tales palabras habló Yahveh a t o d a
ocurre. hijos de Israel derrotaron a su salida de vuestra comunidad, en la m o n t a ñ a , de en
3» Reconoce hoy y reflexiona que Yah- Egipto. 47 Y ocuparon su país y el país medio del fuego, la nube y la niebla den-
veh es el [solo] Dios arriba en los cielos de Og, rey del Basan, dos reyes amorreos sn, con voz recia, y no añadió más. Y las
y abajo sobre la tierra; no hay otro. de la TransJordania, al naciente; 4 8 desde •"«Tibió sobre dos tablas de piedra, las
40
Observarás, pues, sus leyes y preceptos Aroer, que está situada a la orilla del to- nuiles me ciilrqti'i.
que yo hoy te prescribo, a fin de que seas rrente A r n ó n , hasta la m o n t a ñ a de Sión, '•' Y MIIITIIIÓ que r n m u l o oísteis lu voz
feliz, y tus hijos después de ti, y para que o sea el H e r m ó n , *• 4 9 y t o d a la Estepa do i'ii medio de In llnirlilii y lu montuna
prolongues los días sobre el suelo que (o A r a b a ) del otro lado del Jordán, al nidia en aquel liiego, os acercasteis a mi
Yahveh, tu Dios, te da p a r a siempre». oriente, hasta el m a r del A r a b a , al pie lodos vuestros jefes de tribu y vuestros an- .,3t
41
Entonces Moisés separó tres ciuda- de las vertientes del Pisgá. cianos, 2 4 y exclamasteis: «Mira, Yahveh,
nuestro Dios, nos ha mostrado su gloria
y su grandeza y hemos oído su voz de en
Segundo discurso de Moisés: el Decálogo y su autoridad medio del fuego. H o y hemos visto que
TJ'^i»;' : > v i 1'" -C* .
puede Dios hablar al hombre, y éste se-
m * !.!'-,' ">' . :>r*v*v-
1 Moisés convocó a t o d o Israel y le dirás culto, pues yo, Yahveh, tu Dios, soy ytiir con vida. ^ Ahora bien, ¿por qué he-
5 dijo: «Escucha, Israel, las leyes y de- D i o s celoso, que castigo la iniquidad de itini ilc muí Ir, pues este gran fuego nos
cretos que yo hablo a tus oídos, y aprén- los padres en los hijos hasta la tercera y iltiviililliW SI roiilliiiiuiuos oyendo la voz
Nu.s/i, de h. roo a. C , con ios man-
delos y cuida de practicarlos. 2 Yahveh, cuarta generación de quienes me o d i a n ; ile Yillivi'li, niii'stio Dios, muí Iremos. damientos de Dt 6,4
10 '" Poique ¿quién es el inoi'liil, sea quien
nuestro Dios, pactó alianza con nosotros pero uso de misericordia hasta la milé-
en H o r e b . 3 N o con nuestros padres pac- sima generación con quienes m e a m a n y Inore, que huya oído como nosotros la
tó Yahveh esta alianza, sino con nosotros, guardan mis mandamientos. VII/. ilo Dios vivo hablando de en medio practiquen en la tierra que voy a darles
nosotros los que estamos aquí hoy, vivos 11
N o tomes en vano el n o m b r e de Yah- del fileno, y haya q u e d a d o con vida? en posesión».
todos. 4 C a r a a cara habló Yahveh con veh, tu D i o s ; pues Yahveh no dejará im- " Aproxímate tú y escucha t o d o cuanto 32
Poned, pues, cuidado en hacer cuan-
vosotros en la m o n t a ñ a de en medio del pune a quien tome en vano su n o m b r e . illee Yahveh, nuestro Dios, y tú nos di- to Yahveh, vuestro Dios, os h a ordena-
fuego— 5 en aquella sazón estaba yo en- 12
G u a r d a r á s el día del s á b a d o , santi- rus lodo lo que Yahveh, Dios nuestro, d o ; n o os desviéis ni a derecha ni a iz-
tre Yahveh y vosotros p a r a comunicaros ficándolo, c o m o Yahveh, tu Dios, te ha lo liuhlc, y escucharemos y lo haremos». quierda. 33 Seguid puntualmente el ca-
las palabras • de Yahveh, p o r q u e tuvis- m a n d a d o . 13 Seis dias trabajarás y harás •"< Yuhvch oyó el sonido de vuestras pa- m i n o q u e Yahveh, vuestro Dios, os h a
teis miedo del fuego y n o subisteis a la todas tus labores. 1 4 M a s el séptimo es de lubrus al hablarme vosotros y díjome: m a n d a d o , p a r a que viváis y seáis felices
m o n t a ñ a — , y dijo *: 6 «Yo soy Yahveh, descanso, consagrado a Yahveh, tu Dios. «Me oído el son de las palabras de ese y prolonguéis los días en la tierra que
tu Dios, que te ha sacado de la tierra de N o harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, pueblo que te h a h a b l a d o ; está bien todo vais a poseer.
Egipto, de la casa de la servidumbre. * ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu cimillo han dicho. 2 9 ¡Ojalá pudieran con-
"i N o tendrás o t r o dios ante mí. toro, ni tu asno, ni ninguna bestia tuya, servar ese corazón, g u a r d á n d o m e santo
8
N o te fabricarás escultura nib ima- ni tu forastero que m o r a dentro de tus lemor y observando siempre todos mis
gen alguna de lo que existe arriba en el puertas, a fin de que descansen, c o m o tú, preceptos a fin de que fuesen eternamente
cielo o abajo en la tierra, q p o r bajo de tu siervo y tu sierva. 15 Y acuérdate que
la tierra en las aguas. fuiste esclavo en tierra de Egipto, y Y a h -
' N o te postrarás ante ellas ni les ren- veh, tu D i o s , te sacó de allí c o n m a n o El amor y reverencia a Yahveh, único Dios
' »Estos son los preceptos, leyes y or- tu hijo, todos los días de tu vida, y p a r a
44-49 Estos versos constituyen la introducción del segundo discurso de Moisés.
45
PRECEPTOS: lit., testimonios [de la voluntad divina]. Otros vierten «admoniciones, adverten- 6 denanzas que Yahveh, vuestro Dios, que sean luengos tus días. 3 Escucha, pues,
Israel, y cuida de practicarlos, a fin de
cias»4 8de carácter pedagógico, dentro de la legislación de Moisés. inundó se os enseñara a poner en prácti-
SIÓN, O SEA EL HERMÓN: es un nombre de esta montaña, además de los dichos en 3,9. La ca en la tierra que entráis a poseer, 2 a fin que seas dichoso y os multipliquéis m u -
grafía hebrea es diversa de la del Sión jerosolimitano. S dice Siryún. ile q ue temas a Yahveh, tu Dios, y obser- cho, c o m o Yahveh, el Dios de tus pa-
ves todas sus leyes y preceptos, que yo dres, te predijo [en] * u n país que m a n a
C 5 ESTABA YO ENTRE... : en su calidad de mediador es Moisés figura de Jesu-Cristo, llamado por leche y mieL
** San Pablo (Heb 8,6) «Melioris Testamenti mediator». le he prescrito, tú, y t u hijo, y el hijo de
6-33
Cf. Ex 20,2-21, que encierra menos detalles, viveza e interés.
DEUTEKONOMIO 7 T¿
' 229
228 DEUTERONOMIO 6 *—7 *

propiedad entre t o d o s los pueblos que amará, bendecirá y multiplicará, y bende-


4
Escucha, Israel: Yahveh. nuestro lfi N o tentaréis a Yahveh. vuestro Dios, existen sobre la haz de la tierra. 7 N o se cirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu
D i o s , Yahveh es u n o . * 5 Amarás, pues, c o m o le habéis tentado en Massá. * " D e - ha prendado de vosotros Yahveh y os ha tierra, tu trigo, tu mosto y tu aceite, las
a Yahveh, tu Dios, con todo tu corazón, béis guardar puntualmente los m a n d a - elegido p o r q u e seáis m á s numerosos que crías de tus vacadas y el acrecentamiento
con toda tu alma y con toda tu fuerza. mientos de Yahveh, sus preceptos y las todos los demás pueblos, pues sois el más de tu rebaño sobre la tierra que juró a
6
Y estas palabras que hoy te ordeno es- leyes que os ha prescrito. I 8 H a r á s lo rec- insignificante de todos ellos; 8 sino que, tus padres había de d a r t e . 1 4 Bendito serás
tarán grabadas sobre tu corazón. 7 Las to y bueno a los ojos de Yahveh, para que llevado de su a m o r a vosotros y p o r guar- entre todos los pueblos; n o h a b r á en ti
inculcarás a tus hijos y hablarás [siempre] seas venturoso y entres a poseer la exce- dar el j u r a m e n t o que j u r ó a vuestros pa- varón ni hembra estéril, ni tampoco en
de ellas, ya permanezcas en tu casa, ya lente tierra de la que Yahveh juró a tus dres, os sacó Yahveh con potente m a n o tus g a n a d o s . 1 5 Yahveh apartará de ti toda
andes de viaje, al acostarte y al levantar- padres " habia de arrojar ante ti a todos y os rescató de la casa de esclavitud y po- enfermedad, y ninguna de las malignas
te. 8 Las atarás c o m o una señal sobre tu tus enemigos, c o m o Yahveh h a prome- der del F a r a ó n , rey de Egipto. 9 Recono- epidemias de Egipto, que sabes, dejará
m a n o y serán c o m o frontales entre tus tido. ce, pues, que Yahveh, tu Dios, es el Dios, caer sobre ti, sino que las descargará en
ojos. * 9 También las escribirás sobre las 20
C u a n d o tu hijo te pregunte el día todos tus enemigos. 1 6 Aniquilarás a todos
j a m b a s de tu casa y en tus puertas.* de m a ñ a n a , diciendo: «¿Qué significan es- los pueblos que Yahveh, tu Dios, te en-
10
tos preceptos, estatutos y decretos que tregue; tus ojos no se compadecerán de
Y c u a n d o Yahveh, tu Dios, te haya ellos, y no rendirás culto a sus dioses,
introducido en la tierra que juró a tus Yahveh, nuestro Dios, os ha ordenado?»,
21 pues sería para ti un lazo.
padres, a A b r a h a m , Isaac y Jacob, te dé responderás a tu hijo: «Eramos escla-
ciudades grandes y hermosas que tú no vos del F a r a ó n en Egipto, y Yahveh nos 17 s i dijeses en tu c o r a z ó n : «Esas na-
has edificado, " casas repletas de toda sacó de allí con m a n o potente. 2 2 Yahveh ciones son más numerosas que yo, ¿cómo
suerte de bienes que tú no has llenado, obró a nuestros propios ojos, en Egipto, p o d r é d e s p l a z a r l a s ? » 1 8 N o las t e m a s :
cisternas excavadas que tú no cavaste, vi- milagros y prodigios grandiosos, contra acuérdate bien de lo que Yahveh, tu Dios,
ñas y olivares que no has plantado, , 2 y el Faraón y toda su casa, 2 3 y nos sacó de hizo con el F a r a ó n y t o d o Egipto, " de
comas y te hartes; 13 i2 guárdate de olvi- allí, a fin de conducirnos para darnos la las grandes plagas que tus ojos contem-
dar a Yahveh, que te sacó de la tierra de tierra que prometió con juramento a nues- plaron, y los prodigios y maravillas, y la
Egipto, de la casa de esclavitud. tros padres. 2 4 Y Yahveh nos ordenó prac- polenle m a n o y el brazo extendido con
[13] Temerás a Yahveh, tu Dios, y a él ticar todos estos decretos temiendo a Y a h - que Yahveh, tu Dios, te sacó. Lo mismo
servirás, y jurarás en su nombre. l 4 N o veh, nuestro Dios, para que fuésemos hará Yahveh, D i o s tuyo, con todos los
iréis en pos de otros dioses, de los dioses siempre felices y nos conserve la vida, pueblos de que tienes miedo. 2 0 Además,
c o m o al presente. 2 5 Y se nos reputará Yahveh, tu Dios, enviará contra ellos
de tus pueblos circundantes; I 5 pues Dios
como justicia si procuramos cumplir to- avispones hasta extinguir a los que hu-
celoso es Yahveh, tu Dios, que está en bieren q u e d a d o y se hubieren ocultado
medio de t i ; no sea que la cólera de Yah- dos estos preceptos ante Yahveh, D i o s
nuestro, según nos h a m a n d a d o . de tu presencia. 2 1 N o tiembles ante ellos,
veh, tu Dios, se encienda contra ti y te pues Yahveh, tu Dios, está en medio de
extermine sobre la haz de la tierra. ti, como un Dios grande y terrible. 2 2 Yah-
veh, tu Dios, arrojará a estas naciones de
delante de ti poco a p o c o ; n o podrás
Orden de exterminio de los cananeos exterminarlas rápidamente, para que no
1
se multipliquen contra ti las fieras del
ellas; n o darás tu hija a su hijo ni t o m a - (itirnrm íntiihi. (Schaefer-Andrae, o.c, p.503.) campo. * 2 3 Pero Yahveh, tu Dios, las
7 « C u a n d o Yahveh, tu D i o s , te haya
introducido en el país al cual vas a rás para tu hijo a su hija, 4 porque apar- entregará a tu paso y las perturbará con
entrar para tomarlo en posesión, y haya taría a tu hijo de seguirme y serviría * a gran perturbación hasta que sean aniqui-
arrojado de delante de ti a muchas na- otros dioses, de suerte que la ira de Y a h - el Dios fiel que guarda la alianza y mi- ladas. 2 4 Entregaré a sus reyes en tu m a n o
ciones: al hittita, al guirgaseo, al amorreo. veh se encendería contra vosotros y pron- sericordia por mil generaciones con quie- y harás desaparecer sus nombres de debajo
al cananeo, al perezeo, al j i w e o y al ye- to os aniquilaría. 5 P o r el contrario, ha- nes le a m a n y observan sus preceptos; del cielo; nadie p o d r á resistirte hasta que
buseo, siete naciones m á s numerosas y béis de hacer con ellos así: demoleréis sus 1° pero castiga personalmente a quien le los hayas exterminado. 2 5 Q u e m a r á s en
poderosas que t ú * : 2 y c u a n d o Yahveh, altares, destrozaréis sus massebás, tala- 01II11", aniquilándole; n o se retrasa m u - fuego las esculturas de sus dioses; n o
tu Dios, te las haya entregado y las hayas réis sus aserás y daréis fuego a sus escul- cho con quien le o d i a : en persona le da codiciarás la plata ni el oro que las cubre
derrotado, las consagrarás al exterminio. turas; 6 porque eres un pueblo consagra- su merecido. H G u a r d a , pues, los precep- ni te lo apropiarás, n o sea que caigas
N o pactarás alianza con ellas ni las ten- do a Yahveh, tu Dios, quien te h a esco- tos, leyes y decretos que hoy te he orde- con ello en u n a trampa, pues es u n a
drás compasión. } N o emparentarás con gido para que constituyas pueblo de su nado poner en práctica. abominación p a r a Yahveh, tu Dios, 2 6 y
12
Y sucederá que, en recompensa de no has de introducir tal abominación en
CL 4 Este verso, susceptible de varias matizadas versiones y que hemos traducido con arreglo haber escuchado estos decretos y haber- tu casa, pues serías jérem ( = anatema)
^ a GV y la interpretación judía más constante, encierra la fórmula de profesión de fe del judaismo los g u a r d a d o y cumplido, también Y a h - c o m o ellas. Detéstalas en absoluto y a b o -
(la Sema 'Escucha') y es el v. bíblico de más veneración para éste, que en sus oraciones matutina y veh, tu Dios, guardará el pacto y la bene- mínalas por completo, pues son jérem.
vespertina repite los vv.4 a o del capítulo.
8
volencia que j u r ó a tus padres. , 3 Y te
La interpretación literal del v. dio origen al uso judío, ya anterior a Jesu-Cristo, de las filacte-
22
rias o cajitas herméticas de cuero pendientes de largas correas para sujetarlas, ya al brazo izquierdo, LAS FIERAS DEL CAMPO: sobre el peligro aquí aludido cf. 2 Re 17,25.
ya a la frente. La del brazo contiene un trocito de pergamino en que van escritos cuatro pasajes bí-
blicos: Ex 13.1-10. y 11-16: Dt 6,4-g, y 11,13-21. La frontal mayor, guarda esos mismos pasajes,
mas escritos en sendos trozos de pergamino, colocados en cuatro compartimientos que dividen la
cajita.
9
Este v. dio lugar a otro uso judío: el de la mezuzá, tubito o cajita que encierra en breve perga-
mino los pasajes Dt 6,4-n, y 11,13-21, y se coloca en la parte interior del jambaje de la casa. El de-
voto judío lo toca y besa reverente al entrar y salir de ella.
16
LE HABÉIS TENTADO: cf. Ex 17,1-7.

7 1-5 Cf. Ex 34,10-16.


e
DEUTERONOMIO 9 10* 231
230 DKUTEKONOMl'O 1
8 —9 "
de aquéllos, sino a causa de la impiedad de ambas mis manos, haciéndolas pedazos
de esas naciones las expulsa ante ti Yah- a vuestros propios o j o s . l s Luego me pros-
veh, t u Dios, y a fin de cumplir la palabra terné ante Yahveh c o m o la vez primera,
Recuerdo de los beneficios de Yahveh que el Señor juró a tus padres, A b r a h a m , cuarenta días y cuarenta noches, sin comer
1 Isaac y Jacob. 6 H a s de saber, por tanto, pan ni beber agua, p o r todos los pecados
O «Observad todos los preceptos que | Yahveh, í u D i o s , p o r la excelente tierra que n o p o r tu justicia te da a poseer que habíais cometido o b r a n d o lo que
° yo h o y os m a n d o cumplir, a fin de que 11
te h a b r á d a d o . Y a h v e h , tu Dios, esta bella tierra, pues disgustaba a Yahveh y provocándole a
que viváis y os multipliquéis, y vayáis y G u á r d a t e bien de olvidar a Yahveh, que eres pueblo de d u r a cerviz. ira. 19 Porque concebí gran temor ante la
toméis posesión de la tierra que Yahveh tu Dios, dejando de observar sus m a n d a - 7
R e c u e r d a , n o olvides que irritaste a cólera y enojo con que Yahveh se había
prometió con juramento a vuestros pa- mientos, decretos ,2
y leyes, que yo hoy Y a h v e h , tu Dios, en el desierto; desde el airado contra vosotros para exterminaros.
dres. 2 Recordarás t o d o el camino que te prescribo; n o sea que c u a n d o hayas día en que saliste del país de Egipto Y el Señor escuchóme también aquella
Yahveh, tu Dios, te h a hecho a n d a r estos comido y estés ya h a r t o , y 13construyas h a s t a vuestra llegada a este lugar habéis vez. 2 0 También con Aarón habíase Y a h -
cuarenta años por el desierto a fin de hermosas casas y las habites, y se mul- sido rebeldes a Yahveh. 8 En [el mismo] veh irritado grandemente, hasta querer
humillarte, probarte y saber lo que en- tipliquen tus vacadas y rebaños, y se H o r e b provocasteis su enojo, y el Señor aniquilarlo, y Ijubc también de interceder
cierra tu corazón, y si observas o n o aumente tu plata y1 4tu oro, y se acrecienten se encolerizó contra vosotros, estando a por él en aquella sazón. 2 t Después cogí
sus mandamientos. 3 Te h a humillado y todos tus bienes, se engría tu corazón p u n t o de aniquilaros, 9 c u a n d o subí a la el [instrumento de] pecado que os habíais
te ha hecho padecer h a m b r e ; luego te y olvides a Yahveh, tu Dios, que te sacó m o n t a ñ a a recoger las tablas de piedra, hecho, el becerro, y lo quemé en fuego,
ha alimentado con m a n á , que no conocías de la tierra de Egipto, de la casa de escla- las tablas de la alianza que Yahveh había lo hice trozos, moliéndolo bien hasta que-
15
ni habían conocido tus padres, a fin de vitud, que te ha conducido por el de- pactado con vosotros, y permanecí en la dar pulverizado, y lancé su polvo al to-
que supieses que n o sólo de p a n vive el sierto vasto y terrible, con serpientes de m o n t a ñ a cuarenta días y cuarenta noches, rrente que baja de la m o n t a ñ a .
h o m b r e , pues el h o m b r e vive de t o d o lo hálito abrasador y escorpiones, región sin p r o b a r pan ni beber agua. 10 Yahveh 22
También en Taberá, Massá y Qui-
que sale de la boca de Yahveh. * 4 Tu árida carente de a g u a ; que hizo 16 brotar nw fin regó las dos tablas de piedra escri- brot-ha-taavá enojasteis constantemente a
vestido no ha envejecido encima de ti para ti agua de la roca aridísima; * que t m por i'l dedo do Dios, sobre las cuales Yahveh. 2 3 Y cuando el Señor os envió
ni se hincharon tus pies con esos cua- en el desierto te ha alimentado de m a n á , entunan Indas las palabras quu Yahveh desde Qadés-Harnea, diciendo: «Subid y
5
renta años. * Reconoce, pues, en tu co- i que tus padres no conocieron, a fin de habla hablado con vosotros en la monta- lomad posesión de la tierra que os doy»,
razón que, c o m o suele un h o m b r e corregir humillarte y ponerte a prueba para que ña, del medio del luego, el día de la asam- os rebelasteis contra la orden de Yahveh,
a su hijo, te ha corregido Yahveh, tu al cabo pueda hacerte bien, 17 y que n o blea. * 11 Y sucedió que, al cabo de cua- vuestro Dios, y no le disteis fe ni escu-
D i o s . 6 Observa, p o r tanto, los m a n d a t o s pensases en tu interior: Mi propia fuerza renta días y cuarenta noches, Yahveh me chasteis su voz. 2 4 Habéis sido rebeldes
de Yahveh, tu Dios, a n d a n d o en sus y el vigor de mi brazo me h a n traído dio las dos tablas de piedra, las tablas a Yahveh desde el día que os conocí.
caminos y temiéndole. esta prosperidad. 1 8 Debes, pues, acor- del pacto, 1 2 y me dijo: «Levántate, baja 25
7 pronto de aquí, pues tu pueblo, al que M e prosterné, pues, ante Yahveh cua-
P o r q u e Yahveh, tu Dios, te conduce darte de Yahveh, t u Dios, p o r q u e él es renta días y cuarenta noches que estuve
a u n a tierra excelente, pais de torrentes quien te da fuerza p a r a adquirir prospe- lias sacado de Egipto, se ha depravado.
I'ITSIO se han apartado del camino que postrado, pues el Señor había h a b l a d o
de agua, de fuentes y profundos h o n t a - ridad, a fin de cumplir la alianza que de exterminaros. 2 6 Y supliqué a Yahveh
nares que brotan en las vegas y las mon- juró a tus padres, según ahora aparece. le» lutlilii nidi'imilo; se han fabricado una
19 lllllIHuí tundida». " Dljiínir Yahveh tam- y dije: «Señor, Yahveh, n o destruyas a tu
tañas. * * Tierra de trigo, cebada, viñas, M a s acaecerá que si por ventura ol- pueblo y tu heredad, que has rescatado
lilín: «lie vKIo 11 ese pueblo y, mira, es
higueras y g r a n a d o s ; tierra de olivares, vidases a Yahveh, tu Dios, y anduvieres un piieliln ile dura cerviz. I 4 Déjame para con tu grandeza, que has sacado de Egipto
productores de aceite, y de miel. 9 País tras dioses ajenos y les dieres culto y que los aniquile y borre su n o m b r e de con poderosa m a n o . * 2 7 Acuérdate de tus
donde no comerás p a n con mezquindad, adorares, os declaro formalmente hoy que (k'hajo del cielo y haré de ti u n a nación siervos, de A b r a h a m , Isaac y J a c o o ; n o
en donde n o carecerás de n a d a ; país pereceréis por completo. 2 0 C o m o las na- iiinn fuerte y numerosa que él». 15 Volvi- vuelvas la vista a la dureza de este pueblo,
cuyas piedras son hierro y de cuyas mon- ciones que Yahveh va aniquilando a t u nie, pues, y bajé del monte, mientras la ni a su perversidad, ni a su pecado; 2 8 n o
tañas extraerás el cobre. * 10 Así, pues, paso, así pereceréis, en pago de no h a b e r montaña consumíase t o d a en fuego, lle- sea que el país de d o n d e le h a s sacado
c u a n d o comas y te hartes, bendecirás a escuchado la voz de Yahveh, vuestro D i o s . vando en mis m a n o s las dos tablas de diga: «Porque Yahveh no h a podido con-
In iilimi/a. I 6 Fijéme, y, efectivamente, ha- ducirlos a la tierra que les había p r o m e -
bláis pecado contra Yahveh, vuestro D i o s ; tido, y p o r odio a ellos los ha sacado para
Infidelidades de Israel contra Yahveh os habíais fabricado u n becerro de fundi- hacerlos morir en el desierto». 29 Son,
ción, os habíais a p a r t a d o p r o n t o del ca- sin embargo, tu pueblo y tu heredad, que
1
»¡Escucha, Israel! H o y pasas el Jor- n a r á y subyugará ante ti, que los despo- mino que Yahveh os ordenara. 1 7 En- has sacado con tu gran potencia y tu
9 dán p a r a ir a desposeer a naciones seerás y aniquilarás con rapidez, c o m o tonces cogí las dos tablas y las arrojé brazo extendido».
mayores y más fuertes que t ú ; ciudades Yahveh te h a p r e d i c h o . 4 C u a n d o Yahveh,
inmensas y fortificadas hasta el cielo, 2 a tu Dios, los rechace de delante de ti, n o
u n pueblo grande y de elevada estatura, has de pensar en tu corazón diciendo:
los descendientes de los anaquitas, que «Por mi justicia me h a traído el Señor a
tú conoces y de quienes h a s oído decir: t o m a r posesión de esta tierra»; pues, de-
Correspondencia a la misericordia de Yahveh
«¿Quién se m a n t e n d r á firme ante los hijos bido a la impiedad de esas naciones, pues, u n arca de m a d e r a de acacia, tallé
de Anaq?» 3 H a s de saber hoy que Y a h - Yahveh las ha desposeído ante ti. 5 N o 1 D ' w ^ n a 1 u e ' tiempo díjome Y a h -
*•" ven: Tállate dos tablas de piedra dos tablas c o m o las primeras y subí a
veh, tu Dios, es quien pasará ante ti p o r tu justicia ni por la rectitud de t u la m o n t a ñ a con las dos tablas en la m a n o .
como fuego devorador; El los extermi- corazón vas a entrar en posesión del país como las primeras y sube a mí, a la mon- 4
taña. Hazte también u n arca de madera. El escribió sobre las tablas, conforme
3
2
Escribiré sobre las tablas las palabras al primer escrito, las diez palabras que
Q Jesu-Cristo empleó estas mismas palabras en el punto de las tentaciones (Mt 4,4). Yahveh os había h a b l a d o en la m o n t a ñ a ,
0 4
ENCIMA DE TI: e. d., en tu cuerpo. G añade ni tampoco las sandalias. que había en las primeras, que rompiste,
7-10 Nótese esta especie de Laudes Palestinas. y las colocarás en el arca. 3 Fabriqué, de en medio del fuego, el día de la asam-
9
PIEDRAS SON HIERRO: parece aludir al basalto, piedra dura y negra, semejando al hierro (cf.3,11),
muy frecuente en Palestina septentrional. Sin embargo, la TransJordania posee también minas de 10
dicho metal, como las de Piñón, Cf. Núm 33,42, nota. LA ASAMBLEA: O reunión del pueblo para oir la voz de Dios (cf. Ex 19,17)-
15
SERPIENTES DE HÁLITO ABRASADOR: O venenosas, áspides. G y V añaden y dipsas, serpientes
<) «-*• Cf. Ex 32,11-13.
muy venenosas que causan sed ardiente (en griego, Síiya) con su picadura y acarrean pronto la muer-
t». Cf. Núm 20,2-11.
8 1 0
" DEUTERONOMIO 1 1x l 12 2
233
232 DEUTERONOMIO 10 —ll

huerto d e hortalizas. * H M a s la tierra estos m a n d a t o s q u e y o os ordeno cum-


blea, y Yahveh m e las entregó. 5 Y o m e Yahveh, t u Dios, c o n t o d o t u corazón que pasáis a ocupar es u n país de mon- plir, a m a n d o a Yahveh, vuestro D i o s ;
13
volví y bajé de la m o n t a ñ a y deposité y t o d a tu alma, g u a r d a n d o los precep. tañas y vegas, q u e de l a lluvia del cielo siguiendo todos sus caminos y adhirién-
las tablas en el arca que había fabricado, tos de Yahveh y sus leyes que hoy te se abreva. 1 2 Es u n país de q u e cuida doos a él, 2 3 Yahveh arrojará a todas
14
y allí quedaron, según m e ordenara Yah- he ordenado, para q u e seas feliz? Mi- Yahveh, tu Dios, cuyos ojos están siem- esas naciones de delante de vosotros y
veh. ra q u e a Yahveh, t u Dios, pertenecen el pre puestos en él desde el comienzo hasta desposeeréis a naciones mayores y m á s
6 Los hijos de Israel partieron de Bee- cielo y el cielo de los cielos, la tierra y el final del a ñ o . fuertes que vosotros. 2 4 T o d o el lugar que
15
rot-bené-Yaaqán hacia Moserá. Allí m u - cuanto h a y en ella. * Sólo de tus p a - 13
Y acaecerá que, si obedecéis puntual- huelle la planta de vuestro pie será vues-
rió A a r ó n y allí fue enterrado, pasando dres se prendó Yahveh para amarlos, y mente los preceptos q u e y o mismo os he tro ; desde el desierto al ° Líbano y desde
a ejercer el sacerdocio en lugar suyo su escogió a su posteridad después de ellos, d a d o h o y para a m a r a Yahveh, vuestro el río, el río Eufrates, hasta el mar Occi-
hijo Elazar. * 7 D e allí partieron a G u d - a vosotros, de entre todos los pueblos, Dios, y servirlo c o n t o d o vuestro cora- dental se dilatará vuestro territorio. 2 5 N a -
16
god, y de G u d g o d hacia Yotbá, tierra como aparece hoy. Circuncidad, pues, zón y toda vuestra alma, 1 4 concederé * la die os podrá resistir. Yahveh, vuestro
de torrentes de agua. el prepucio de vuestros corazones y n o lluvia a vuestra tierra a su tiempo, la Dios, infundirá miedo y terror hacia
8 7
E n aquella sazón Yahveh separó la endurezcáis m á s vuestra cerviz. * 1 Por- primera lluvia y la tardía, y cosecharás vosotros sobre la h a z d e t o d a la tierra
tribu de Levi para transportar el arca que Yahveh, vuestro Dios, es el D i o s de tu grano, tu mosto y t u aceite. * 1 5 D a r é " que habéis de pisar, conforme os h a
de la alianza de Yahveh, para estar en los dioses y el Señor de los señores, el asimismo hierba a t u c a m p o p a r a t u prometido.
su presencia, servirle y bendecir en su Dios grande, poderoso y terrible, el cual ganado, y te alimentarás y saciarás. 2
6 M i r a : yo os p r o p o n g o bendición y
n o m b r e hasta el día de hoy. 9 Por eso no tiene acepción 18
de personas ni admite '* Tened mucho cuidado, n o sea q u e maldición;
27
la bendición, si escucháis
Leví n o tuvo parte ni heredad con sus s o b o r n o ; que hace justicia al huérfano vuestro corazón se haga tan abierto, os los preceptos de Yahveh, vuestro Dios,
h e r m a n o s : Yahveh es su heredad, con- y la viuda y a m a al inmigrante, propor- descarriéis y sirváis a dioses extraños y que h o y os doy; 2 8 y la maldición, si n o
forme Yahveh, tu Dios, le dijo. cionándole pan y vestido. * 19 A m a d , pues, los a d o r é i s ; * I 7 porque la cólera de Yah- atendéis a los preceptos de Yahveh, Dios
' ° Yo m e estuve en la montaña, c o m o al extranjero, porque extranjeros 2U
fuis- veh so encendería contra vosotros y ce- vuestro, y os apartáis del camino q u e
en tiempo atrás, cuarenta días y cuaren- teis en la tierra de Egipto. Temerás a rnirla el cielo, n o habría lluvia, el suelo hoy os señalo para ir en p o s de dioses
ta noches, y Yahveh me escuchó tam- Yahveh, t u Dios, y a él servirás, te adhe- no iliii'ln KII fruto y pereceríais pronto extraños que no conocéis.
21
bién esta vez y * renunció a exterminarte, rirás a él y en su n o m b r e jurarás. El sobro la (ierra excelente q u e Yahveh os 2
'' Y c u a n d o Yahveh, tu Dios, te haya
i ' Y díjome Y a h v e h : «Ea, disponte a par- es el objeto de tu alabanza y él tu Dios, entrega. introducido en la tierra q u e vas a p o -
tir al frente del pueblo para q u e vayan que hizo p o r ti esas grandes y prodigio- 22
18
G r a b a d , pues, estas palabras en vues- seer, pronunciarás la bendición sobre el
y tomen posesión de la tierra q u e juré sas cosas q u e tus ojos han visto. En tro corazón y vuestras almas, y ligadlas m o n t e Guerizim y la maldición sobre la
dar a sus padres». número de setenta personas bajaron tus c o m o señal sobre vuestra m a n o y sirvan m o n t a ñ a de Ebal. * 3 0 Sabed q u e tales
12
Y ahora, Israel, ¿qué te pide Yah- padres a Egipto, y a h o r a Yahveh, t u c o m o frontales entre vuestros ojos. l9 En- m o n t a ñ a s están al otro lado del Jordán,
veh, t u Dios, sino que le temas, sigas t o - Dios, te h a multiplicado c o m o las es- señádselas a vuestros hijo hablando de detrás del camino del poniente, en el
dos sus caminos, y lo ames, y sirvas a trellas del cielo. ellas, ya reposes en tu casa, ya vayas de país del cananeo, que habita en el Ara-
m i n i n o , ya te acuestes, ya te levantes. ba, frente a Guilgal, cerca de la encinaa
' " Y la» escribirá* sobre las jambas de de Moré. * 3> Pues vais a atravesar el
I11 cima y en tus IMII'I'IIIS, " puní que vucs- Jordán para ir a t o m a r posesión de la
Nuevos motivos de amar a Yahveh; promesas y amenazas tios dlus y los (lias ilc vuestros hijos so- tierra que Yahveh, vuestro Dios, os d a ,
bre el suelo q u e Yahveh juró a vuestros y la poseeréis y habitaréis. 3 2 Cuidad, pues,
1
» A m a r á s , pues, a Yahveh, tu de Eliab, hijo d e R u b é n , c u a n d o la tierra patitos darles sean tan numerosos cual de cumplir todas las leyes y todos los
U D i o s , y observarás siempre sus abrió su boca y los tragó c o n sus fami- ios días del ciclo sobre la tierra.
11
decretos q u e h o y os expongo.
preceptos, leyes, ordenanzas y mandatos. lias, sus tiendas y todos los bienes de Pues si observáis puntualmente todos
2
Reconoced hoy—ya q u e n o [se trata] que disponían, en medio de Israel. ' Pues
de vuestros hijos, que nada saben ni han vuestros ojos h a n sido testigos de todas
percibido la corrección de Yahveh, vues- las hazañas q u e Yahveh h a realizado.
8
Unicidad del santuario
t r o Dios—su grandeza, su m a n o poderosa G u a r d a d , pues, todos sus preceptos, que
y extendido brazo, 3 los prodigios y ha- hoy os * prescribo, para que cobréis fuef I O 1 »Estos son las leyes y los decre-
2
Debéis destruir p o r completo todos
zañas q u e obró en medio de Egipto res- za y entréis y os adueñéis de la tierra *•& tos q u e cuidaréis de practicar en los lugares donde h a n d a d o culto a sus
a
pecto al Faraón, rey de Egipto, y a todo de que vais a pasar a posesionaros, ' y la tierra q u e Yahveh, Dios de vuestros dioses los pueblos de que vais a apropia-
a
su país; 4 y lo que hizo al ejército egip- fin de q u e prolonguéis los días sobre I padres, os ha concedido p a r a q u e la p o - ros: sobre las altas m o n t a ñ a s , encima de
9
cio, a sus caballos y sus carros, sobre tierra q u e Yahveh juró d a r a vuestro seáis cuantos días viváis sobre el suelo. las colinas y bajo t o d o árbol frondoso. *
6
los cuales precipitó las aguas del m a r padres y su descendencia, país q u e fluy
e
R o j o mientras ellos os perseguían, y leche y miel. "> P o r q u e el país adon<J
1
Yahveh los aniquiló hasta el presente; vas a entrar para t o m a r d e él posesió* •• -f ! ° REGABAS CON EL PIE : la falta de lluvias hacía que en Egipto todo el agua hubiera de obte-
5
y lo que con vosotros hizo en el desier- no es c o m o la tierra de Egipto, de d o C ' ' nerse a fuerza de duros esfuerzos de manos y pies.
14
t o hasta q u e llegasteis a este lugar; 6 y de salisteis, en la cual s e m b r a b a s tu s** LA PRIMERA LLUVIA: e. d., la de otoño, época de las sementeras; y LA TARDÍA o de primavera.
Euera de estas dos épocas, apenas llueve en Palestina.
lo q u e hizo con D a t a n y Abirón, hijos milla y regabas c o n el pie, c o m o 16
VUESTRO CORAZÓN SE HAGA TAN ABIERTO: e. d., os hagáis tan tolerantes (Meck).
29
Guerizim y Ebal son dos montes fronteros uno de otro, situados en el centro casi del país de
aquende (para Moisés: allende) el Jordán.
6-7
Cf. Núm 3 3 , s o 6 ^ , de donde pasó aqui, indebidamente, según los críticos. 30 DETRÁS DEL CAMINO DEL PONIENTE: O bien, a espaldas ( = al oeste) de la importante vía que
1 A^ 16
14
EL CIELO DE LOS CIELOS: O el cielo más interior, el cielo más alto. - atravesaba de norte a sur la meseta de Palestina occidental. || GUILGAL O Gálgala: al este de Naplusa
CIRCUNCIDAD: casi en iguales términos hablará San Pablo a los judíos de su tiempo, seg1-*¿ (ant. Sikem) existe Guiuleiguil. |¡ ENCINA DE MORÉ: cf. Gen 12,6.
.puede verse en Ep. a los Romanos, 2,25.28.29. Circuncidar el corazón es expresión metafórica ^.f
equivale a «mortificar las malas pasiones» o «podar los afectos desordenados» del corazón. Endura •f O 2 LAS ALTAS MONTAÑAS : acostumbraban los gentiles a practicar su culto en montes y collados,
la cerviz es, igualmente, otra metáfora. _ ^ ' ^ por creerse allí más próximos a la divinidad. La oscuridad de los bosques, a la vez que llenaba
18 las almas de misterioso respeto, favorecía también, por desgracia, ciertas prácticas secretas de muy
HUÉRFANO... VIUDA... INMIGRANTE: son de notar las amables y delicadas atenciones que ^Lj,
tres categorías de seres merecen al Deuteronomio-—Para los inmigrantes, extranjeros o foraste*^ dudosa moralidad.
cf. Ex 22,2120. y 23.0; Lev IQ,34....
- DEUTERONOMIO 1 2 S2
—13 235
lw
234 0EÜTER0N0M10 1 2 32
de abominaciones, q u e aborrece Yahveh, l T o d a s las cosas que yo o s c m a n d o
pues incluso q u e m a r o n en el fuego a sus cuidaréis de practicar, sin añadir ni qui-
3
Demoleréis sus altares; haréis pedazos hayas prometido, n i tus ofrendas volun- hijos e hijas en h o n o r d e sus divinidades. tar nada.
sus massebás, * destruiréis sus asirás y tarias, ni la terumá de tu m a n o ; '8 sino
quemaréis a! fuego » las esculturas de sus que lo comerás en presencia de Yahveh,
dioses; así extirparéis su n o m b r e de en el lugar que Yahveh, tu Dios, h a y a Precauciones contra la idolatría
aquel lugar. elegido, tú con tu hijo, tu hija, tu siervo,
4
N o haréis lo mismo respecto a Y a h - tu sierva y el levita que vive en tus ciuda-
1
veh, vuestro Dios, 5 sino que buscaréis el des, y te regocijarás ante Yahveh por I O 2 »Si surgiese en medio de ti p r o - Yahveh, tu Dios, te da p a r a habitar oigas
lugar que Yahvch, Dios vuestro, escogie- cuantos bienes adquieras.
19
G u á r d a t e de •!• «* feta o visionario y te anunciare decir: 1 3 i 4 H a n salido de en medio de ti
re de entre todas vuestras tribus, para po- a b a n d o n a r al levita mientras mores en señal o prodigio, 23 y viniere a verificarse hombres indignos que han seducido a sus
ner allí su nombre y habitarlo, y allá tu país. la señal o prodigio que te había pronosti- conciudadanos diciendo: «Vamos y sir-
iréis ",* 6 Allá llevaréis vuestros holocaus- 20
C u a n d o Yahveh, tu Dios, haya dila- c a d o , diciendo: «Vayamos tras dioses ajé- vamos a otros dioses», que n o conocéis, *
14
tos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, tado tus fronteras, según te ha prometido, nos—que no conoces—y sirvámoslos», i5 inquirirás, indagarás y te informarás
3
la terumú de vuestras manos, vuestros vo- y digas: «Quisiera comer carne», porque 4 no escucharás las palabras de ese p r o - bien. Si ves que el hecho es cierto y segu-
tos y ofrendas voluntarias y los primogé- tu alma apetece comer carne, podrás co- feta o ese visionario, p o r q u e Yahveh, ro, que se ha cometido tal abominación
nitos de vuestro ganado mayor y menor. merla a medida de tus deseos. 2 1 Si estu- vuestro Dios, desea p r o b a r o s p a r a saber en medio de ti, l 5 u pasarás a cuchillo a
7
Alli comeréis delante de Yahveh, vues- viere demasiado lejos de ti el lugar que si lo amáis con t o d o vuestro corazón y
tro Dios, y os regocijaréis, vosotros y Yahveh, tu Dios, escogiere para poner toda vuestra alma. 4 5 H a b é i s de caminar
vuestras familias, por todas las adquisi- allí su nombre, podrás degollar de tu ga- en pos de Yahveh, vuestro D i o s ; a El
Icmcréis, guardaréis sus preceptos, escu-
ciones con que Yahveh, tu Dios, te haya n a d o mayor y menor que Yahveh te h a y a
charéis su vo/., le serviréis y a El os adhe-
bendecido. * concedido, conforme te he m a n d a d o , y rlrílt. *n Y esc profeta o esc visionario
8
N o obraréis conforme a n a d a de lo lo podrás comer en tus ciudades en la Nora m u r r i o por haber predicado la apos-
22
que hacemos aquí hoy, cada cual según medida que tu alma apetezca. Exacta- UINIM i'onmi Yahveh, I11 * Dios que l e "
bien le parece, ' pues hasta ahora no ha- mente lo mismo que se come la gacela sacó de la tierra de ligiplo y te libró de la
béis llegado al lugar de descanso ni a la y el ciervo lo c o m e r á s ; el impuro y el casa de esclavitud—, para desviarle del
2i
posesión que Yahveh, tu Dios, os da. puro podrán a u n a comerlo. Sólo h a s camino que Yahveh, tu Dios, te ha orde-
10
Mas pasaréis el Jordán y habitaréis en de perseverar firme en abstenerte de la n a d o seguir. Asi extirparás el mal de en
el país que Yahveh, vuestro Dios, os da sangre, pues la sangre es la vida, y no medio de ti.
24
en herencia y os concederá reposo de has de comer la vida con la carne. No
vuestros enemigos circundantes, y mora- la c o m e r á s ; sobre la tierra la verterás •'7 Si tu h e r m a n o 0 , hijo de tu m a d r e ;
zs 111 hijo, tu hija, la esposa que reposa en
réis tranquilamente. " Acaecerá entonces c o m o agua. N o la has de comer, para Bamah o lugar alto de Petra
que al lugar que Yahveh, vuestro Dios, que seas feliz, y tus hijos después de ti, I11 seno o el amigo luyo identificado con-
haya elegido para m o r a d a de su n o m b r e c u a n d o obres lo recto a los ojos de Yahveh ll|lo, le Imita ru secreto, diciendo: «Va-
llevaréis t o d o lo que os o r d e n o : vuestros
26
Sin embargo, las ofrendas sagradas 1110* y «livamoi a IIÍOM-N cxlraiios», que los habitantes de esa ciudad, conságrala
holocaustos, sacrificios, diezmos, la teru- que te son obligatorias y las propias de lú no conoce* ni tampoco tus padres, al exterminio, así c o m o a cuanto exista
má de vuestras m a n o s y t o d o lo más se- tus votos las tomarás e irás al lugar que 'H entre los dioses de los pueblos que os en ella y ¡1 su ganado, a filo de espada.
2 circundan, ya próximos a ti, ya de ti ale- i()
n Juntarás t o d o su botín en medio de
lecto de los votos que hubiereis hecho a Yahveh haya elegido, ? y ofrecerás tus
lados, ile u\\ extremo al otro de la tierra; su plaza y quemarás totalmente en el
Yahveh. 1 2 Y os regocijaréis ante Y a h - holocaustos, la carne y la sangre, sobre " u n o accederás ni escucharás, ni tus ojos
veh, vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos, el altar de Yahveh, tu D i o s ; en cambio, fuego la ciudad y su presa a honra de
le mirarán compasivos, ni le compadece- Yahveh, tu Dios. Quedará así convertida
hijas, siervos y siervas, y el levita que m o r a derramarás la sangre de tus [otros] sa- rás ni encubrirás, 9 io antes le denuncia-
en vuestras ciudades, p o r q u e n o tiene par- crificios encima del altar de Y a h v e h , t u en perpetuo m o n t ó n de ruinas, sin ser
28 ría" sin falta; tu m a n o será la primera más edificada. * 17 i 8 N o se te pegará a las
te ni heredad con vosotros. 1 3 G u á r d a t e Dios, m a s podrás comer la c a r n e . G u a r - mío en él se ponga para hacerle morir, y
de ofrecer tus holocaustos en cualquier da y escucha todas estas palabras que te m a n o s n a d a del jérem, a fin de que Y a h -
i l o m i c s la m a n o de iodo el pueblo. i o n Lo
veh se vuelva atrás del furor de su cólera
lugar que veas; 14 antes bien, en el sitio ordeno, a fin de que seas venturoso tú, y lapidarás hasta que muera, p o r q u e ha tra-
que Yahveh escogiere en u n a de tus tri- tus hijos después .de ti, perpetuamente, y te conceda misericordia, te tenga piedad
lado de a p a r t a r t e de Yahveh, tu Dios,
bus, allí has de ofrecer tus holocaustos por realizar lo bueno y lo recto a los ojos que te sacó de Egipto, de la casa de escla- y te multiplique, c o m o prometió con ju-
y allí harás t o d o lo que yo te ordeno. de Yahveh, tu Dios. vitud. u i 2 Y t o d o Israel lo oirá y temerá, ramento a tus p a d r e s , * I 8 j9Caso de que
15 29 y n o volverán a cometer m a l d a d como escuches la voz de Yahveh, tu Dios, guar-
Sin embargo, a t o d o tu gusto, podrás C u a n d o Yahveh, t u D i o s , h a y a ani-
ésta en medio de ti. d a n d o todos sus m a n d a t o s que hoy te
degollar y comer carne en todas tus ciu- quilado delante de ti a las naciones que
prescribo, haciendo lo que es recto a los
dades, según la bendición que Yahveh, te diriges a despojar y hayas t o m a d o p o - 12
13 C u a n d o en u n a de las ciudades que ojos de Yahveh, tu Dios.
tu Dios, te haya otorgado. El i m p u r o y sesión de ellas y habites en su t i e r r a , 3 0 ten
el puro podrán comerla, c o m o ocurre con cuidado, n o sea que te dejes seducir, si-
la gacela y el ciervo. * i* Sólo de la sangre guiendo su ejemplo, después de haberlas
13
os habéis de abstener; la verterás sobre exterminado ante ti; y p a r a que n o in-
la tierra c o m o agua. quieras por sus dioses, diciendo: «¿Cómo 1 ^0 6
i4 INDIGNOS: o perversos: íit. «de Belial», como si dijera «diabólicos».
1 17 MONTÓN DE RUINAS: hebr. tell, término técnico que designa en la arqueología oriental
17
N o has de comer en tus ciudades el servían estos pueblos a sus dioses?; así el montículo artificial formado por las ruinas de un poblado antiguo y por los elementos sobre ellas
acumulados con el tiempo.
diezmo de tu grano, de tu mosto, ni de haré también yo». 31 N o obres tal respecto 17
t8 SE TE PEGARÁ A LAS MANOS: e. d., quedará en tu poder, te quedarás con...
tu aceite, ni los primogénitos de tu ganado a Yahveh, tu Dios, p o r q u e ellos cometie-
mayor o menor, ni n a d a de cuanto en voto ron en el culto de sus dioses t o d a suerte

5
7
Mandamiento destinado a asegurar la unidad, y con ella la pureza, del culto divino.
15
COMERÉIS: en el banquete sagrado que celebraban las oferentes (cf. Lev 7,15)-
GACELA,.., CIERVO: ambos animales, puros, mas no aptos para el sacrificio, tómanse aquí
como ejemplo de aquellos que cualquier persona, en estado de pureza o de impureza legales, podía
degollar y comer en un lugar cualquiera.
236 DETJTERONOMIO 1 4 l " ¡ - DETJTERONOMIO 1 4 29
15 28
237

a ñ o y lo depositarás e n tus ciudades, * tus ciudades, y comerán y se saciarán, a


Leyes sobre usos paganos, carnes comestibles y diezmos 29 y vendrá el levita—pues n o tiene con- fin de que Yahveh, tu Dios, te bendiga
tigo porción ni herencia—, y el inmigran- en t o d a obra que tu m a n o acometa.
i «Hijos sois de Yahveh, vuestro la garza real en sus diversas especies, la te, el huérfano y la viuda que viven en
H D i o s . N o os tatuéis ni os decalvéis abubilla y. el murciélago.l* Asimismo será
entre los ojos p o r un muerto, * 2 pues eres impuro para vosotros t o d o insecto a l a d o ;
un pueblo santo para Yahveh, tu Dios, y no se le comerá. 2 0 Podéis comer t o d a Sobre él año de remisión y los primogénitos del ganado
Yahveh te h a escogido a fin de que cons- ave pura.
tituyas para El pueblo de su propiedad 2i N o comeréis ninguna bestia m u e r t a ; •i C ' »A1 c a b o de [cada] siete años ha- en el país; p o r eso te ordeno diciendo:
entre todos los pueblos que sobre la haz la podrás dar al inmigrante que m o r a en *•" ras remisión. * 2 L a m a n e r a de rea- H a s de abrir ampliamente tu m a n o a tu
de la tierra existen. tus ciudades, y él podrá comerla, o vén- lizarla será la siguiente: t o d o acreedor h e r m a n o , a tu pobre y tu indigente en
3
N o conwréis • cosa abominable algu- dela a u n extranjero, pues tú eres u n pue- renunciará al préstamo que hubiere hecho tu país.
na. 4 Estos son los animales que podréis blo consagrado a Yahveh, tu Dios. N o a su prójimo. N o apremiará a su prójimo, 12 Si se vende a ti tu hermano, hebreo
comer: toro, res lanar y res c a b r í a ; * cocerás cabrito en la leche de su madre. * a su h e r m a n o *, p o r q u e se ha proclamado o hebrea, te servirá seis años, y al séptimo
5
ciervo, gacela, gamo, cabra montes, an- 22 Separarás puntualmente el diezmo de la remisión en h o n o r de Yahveh. * 3 En le enviarás, libre, de tu lado. 13 M a s cuan-
tílope, búfalo y g a m u z a ; 6 y t o d o animal t o d o el p r o d u c t o de tu sementera, que c u a n t o al extranjero, p o d r á s apremiarle; do lo despidas de ti libre, no lo enviarás
de pezuña hendida y casco partido, y que b r o t a del c a m p o cada a ñ o , 23 y lo comerás mas lo que tengas prestado a tu hermano de vacío; t i l e cargarás cumplidamente
10 remitirás; * pues en absoluto no debe con presentes de tu rebaño, tu era y tu
haber pobre en medio de ti, porque el lagar; le darás de aquello con 15que Y a h -
Señor te bendecirá copiosamente en la veh, tu Dios, te h a bendecido. Y recor-
tierra que Yahveh, tu Dios, te da en he- darás que fuiste esclavo en el país de
rencia y posesión, 5 siempre que escuches Egipto, y Yahveh, tu Dios, te rescató;
alciilanu-nte la voz del Señor, tu Dios, por eso te ordeno hoy tal cosa. 16 Pero
para guardar y practicar loda esta pres- s¡ acaece que te dice: « N o quiero salir de
cripción que le inlimo hoy. " Pues Yahveh, 111 lado», pues1 7ama a ti y tu casa y le va
tu Dios, te ha bendecido como habíate bien contigo, cogerás una lezna y h o -
predicho; y prestarás a muchas naciones, radarás su oreja contra la puerta, y será
mas tú no tomarás p r e s t a d o ; dominarás tu esclavo para siempre. Lo mismo harás
a muchos pueblos y n o te dominarán. * con tu sierva. 18 N o consideres cosa dura
7
C u a n d o haya en medio de ti un pobre, dejarle libre, pues te ha servido seis años
entre alguno de tus hermanos, en alguna a razón de doble soldada de un jornalero;
Tres templos de Meggido, del s.KlX a. C. («The Bibl. Arch.», VII [1944] %-4-) de I us ciudades de la tierra que Yahveh, y Yahveh, tu Dios, te bendecirá en cuan-
lu Dios, le va a dar, no endurecerás tu to hagas. *
rumia, podéis comer. 7 Pero entre los ru- ante Yahveh, tu D i o s , en el lugar que coi II/ÓII ni cernirás lu mano a fu hermano i ' T o d o primogénito m a c h o que nazca
miantes o que tienen la pezuña hendida haya escogido p a r a hacer allí habitar su i 1111 i Hi-111 o; H11 nlrs ni contrario, le abrirás en tu ganado mayor o menor, lo consa-
n o comeréis los siguientes: el camello, la n o m b r e ; el diezmo de tu grano, tu m o s t o desde luego tu muño y le prestarás lo grarás a Yahveh, tu Dios. N o trabajarás
liebre y el conejo, que rumian, mas n o y tu aceite, y los primogénitos de tu gana- necesario a la indigencia que padezca. con el primogénito de tu ganado vacuno,
poseen la pezuña partida; serán impuros do mayor y menor, a fin de que aprendas ' G u á r d a l e no sea que se suscite en tu co- ni esquilarás al primogénito de tu r e b a ñ o .
20
p a r a vosotros. 8 T a m p o c o el cerdo, pues a temer siempre a Yahveh, tu Dios. 24 jyias r a / ó n esle pensamiento perverso: «Se acer- Ante Yahveh, tu Dios, lo has de comer
tiene la pezuña hendida, pero no r u m i a ; si el camino es para ti excesivo, de suerte ca el a ño séptimo, año de la remisión», y cada año, tú y tu casa, en el sitio que
será impuro para vosotros. N o comeréis que n o puedes transportarlo porque está [en consecuencia] mires con malos ojos Yahveh haya elegido. * 21 Pero si tuviere
de su carne ni tocaréis su cadáver. demasiado lejos de ti el lugar que Yahveh, a tu h e r m a n o indigente y no le des nada, algún defecto, si fuere cojo, ciego o con
9
D e entre todo lo que vive en el agua, tu Dios, hubiere elegido p a r a poner allí p o r q u e clamaría contra ti a Yahveh y se alguna otra tara, no lo sacrificarás en h o -
podéis comer lo siguiente: cuanto posee su nombre, c u a n d o Yahveh, tu Dios, te te reputaría c o m o pecado. 10 Le has de nor dé Yahveh, tu D i o s ; 22 en tus ciudades
aletas y escamas podéis comer; 10 mas no haya bendecido, 25 lo trocarás por plata, dar generosamente, sin que se apene tu lo comerás, el i m p u r o igual que el p u r o ,
habéis de comer n a d a de lo que carece de cogerás el dinero en tu m a n o y marcharás corazón cuando le des; pues con motivo como la gacela o el ciervo. 2 3 Sólo que
al sitio que Yahveh, tu Dios, haya esco- de esto Yahveh, tu Dios, te bendecirá en no has de comer su sangre; la derramarás
aletas y escamas; será cosa impura p a r a
gido. 26 Emplearás el dinero en t o d o lo todas las empresas donde pongas tu m a n o . sobre la tierra c o m o agua.
vosotros. que tu alma apetezca, en g a n a d o m a y o r
11 11
Podéis comer t o d a ave pura, l 2 M a s o menor, en vino, hidromel y t o d o cuan- Ciertamente n o faltarán menesterosos
h e aquí de lo que no podréis comer: el to apetezcas; y lo comerás allí, en presen-
águila, el quebrantahuesos, el águila náu- cia de Yahveh, t u Dios, y te regocijarás, 2 8 CADA TRES AÑOS: asi como el diezmo anual tiene carácter cultual y religioso, este trienal re-
tica; 1 3 el milano b y el buitre < y el mi- tú y tu casa. 2 7 Y n o a b a n d o n a r á s al levita viste nota de beneñeencia en pro de las clases más débiles de la sociedad.
l a n o * en sus distintas especies, 14 y t o d a que m o r a en tus ciudades, pues no posee Hj C 1 REMISIÓN: cf. el año sabático en Lev 25,1-7.
clase de cuervos, 15 y el avestruz, el hal- contigo porción ni herencia. 2 RENUNCIARÁ,AL PRÉSTAMO: O bien dejará sin vigor su derecho a reclamar la deuda (otros
cón, la gaviota y t o d a suerte de azores; traducen soltará o aflojará su mano); pues, según la mayoría de los modernos comentaristas, se tra-
16
el buho, el ibis, el cisne; 1 7 el pelícano, 28 Al fin de [cada] tres años separarás taría no de una condonación de la deuda, sino de una moratoria durante el año sabático, en que no
el buitre egipcio, el m e r g o ; 1 8 la cigüeña, t o d o el diezmo de tu cosecha en aquel había cosecha. Envolvía siempre una prueba de condescendencia compasiva hacia el deudor. El
texto de H ofrece alguna dificultad en su estado actual. II HERMANO: entiéndase compatriota.
6
PRESTARAS: hay judíos que han inferido de aquí la íícítud de la usura con los extranjeros,
como si fuera Dios capaz de recompensar la piedad para con sus hermanos permitiendo cosa tan
1 T"M 1 Sois: GV sed. II Os DECALVÉIS ENTRE LOS OJOS O sobre la frente en honor de un muerto:
prohibe aquí el Señor ritos paganos de! culto a los muertos. injusta. Lo que se autoriza es el préstamo a interés, no el usurario. ^
4-2° Sobre estos animales puros e impuros cf. Lev 11,2-23 y su anotación. 18 D E DOBLE SOLDADA: parece indicar que el esclavo ha economizado a su dueño el doble del
21 BESTIA MUERTA: e. d., animales ahogados o muertos de muerte violenta. II El versículo dis- salario habitual de un jornalero. ,
tingue el guCT o inmigrante, de morada permanente entre el pueblo israelita, y el wkrt 9 extran- 20 ANTE YAHVEH... : e. d., en el santuario, celebrando un sacrificio pacífico y el banquete sub-
jero, que sólo transitoriamente se halla entre aquél. siguiente (cf. Lev 7.35,' Gen 31,54; y la ley de Núm 18,15-18),
238 DEUTERONOMIO 1 6 l~' 2U 20
• DEUTERONOMIO 1 6 17 239
21
sabios y c o r r o m p e las p a l a b r a s de los N o te plantarás ningún árbol en ca-
Fiestas principales del año. Los jueces justos. * 20 Plena justicia h a s de perseguir, lidad de aserá j u n t o al altar de Yahveh,
p a r a que vivas y poseas la tierra que Y a h - tu Dios, que te fabriques. 22 Ni te erigirás
veh, tu Dios, va a darte. massebú, pues lo detesta Yahveh, tu Dios.
1 R 1 " G u a r d a e * m e s de Abib y celebra i días comerás ázimos y el día séptimo será
•» " la Pascua en h o n o r de Yahveh, tu asamblea solemne en h o n o r de Yahveh,
D i o s ; porque en el mes de Abib te sacó tu D i o s ; no realizarás ningún " trabajo. *
una noche de Egipto Yahveh, Dios tuyo. * 9 Te contarás siete semanas desde que Leyes sobre apostasía, solución de causas graves
2 Inmolarás como Pascua a Yahveh, tu principia a meterse la hoz en la mies. *
10
y deberes del rey
Dios, g a n a d o menor o mayor, en el lugar Y celebrarás la fiesta de las semanas en
h o n o r de Yahveh, tu Dios, como tributo
que Yahveh haya escogido para hacer que
allí m o r e su nombre. * 3 N o podrás comer
con ello p a n fermentado; durante siete
días comerás en ella ázimos en calidad de
generoso de tu m a n o , que des según lo
que Yahveh, tu Dios, te haya bendecido.
11
Y te regocijarás en presencia de Y a h -
n 1
» N o inmolarás a Y a h v e h , tu Dios,
res de g a n a d o m a y o r o m e n o r que
tenga defecto, cualquier m a l a cualidad,
de obrar según la doctrina que te enseñen
y con arreglo a las instrucciones que te
d e n ; no te desviarás ni a derecha ni a iz-
pan de aflicción (porque de prisa saliste veh, tu Dios, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, pues es abominación p a r a Yahveh, tu quierda de la resolución que te comuni-
del país de Egipto), a fin de que recuerdes tu sierva y el levita que vive en tus ciuda- Dios. quen. '2 El h o m b r e que procediere con
2
todos.los.dias.de'íu vida aquel en que saiis- des, el inmigrante, el huérfano y ¡a viuda Si se hallare en medio de ti, en alguna soberbia, sin atender al sacerdote esta-
que habitan en medio de ti en el lugar que de las ciudades que Yahveh, tu Dios, te blecido allí para servir a Yahveh, tu Dios,
Yahveh, tu Dios, haya escogido para m o - conceda, h o m b r e o mujer que hubiere co- o al juez, morirá, extirpando así de Israel
rada de su nombre. , 2 T e acordarás de metido el mal a los ojos de Yahveh, tu el mal. n Y t o d o el pueblo lo oirá y te-
que fuiste esclavo en Egipto y guardarás Dios, violando su alianza, 3 y se hubiere merá, y n o obrará m á s con altivez.
y cumplirás todos estos estatutos. Ido a servir a dioses extraños y los hubiere 14
C u a n d o hayas e n t r a d o en el país que
13 a d o r a d o , al sol *, la luna o toda la milicia Yahveh, tu Dios, te va a dar y hayas to-
Celebrarás la fiesta de los tabernácu-
cclcslc. cosa que yo he prohibido, 4 y te m a d o posesión de él y te hayas estable-
los durante siete días, c u a n d o hayas reco-
lucre a l u m n a d o y lo oyeres, indagarás cido, si dices: «Quisiera poner sobre mí
gido la cosecha de tu era y tu lagar.
bien. Sí se comprueba que la cosa es
14 D u r a n t e tu fiesta te regocijarás, tú, tu un rey, c o m o todos los pueblos que me
cierta y segura, y se ha cometido tal abo- circundan», '5 puedes libremente poner so-
hijo, lu hija, tu siervo, tu sierva, el levita,
minación en Israel, 5 sacarás a las puertas bre ti u n rey, que Yahveh, tu Dios, elija;
el inmigrante, el huérfano y la viuda que
de tu ciudad " a ese h o m b r e o esa mujer establecerás sobre ti un rey de en medio
viven 111 tus ciudades. 15 siete días feste-
que hubieren cometido esa mala acción
jarás a Yahveh, tu Dios, en el lugar que de t u s h e r m a n o s ; n o podrás colocar sobre
y los lapidaréis p a r a que mueran. * 6 P o r
escogiere Yahveh; pues Yahveh, Dios tu- ti a h o m b r e extranjero, que n o sea tu her-
confesión de dos o tres testigos será con-
yo, te bendecirá en todas tus cosechas y
d e n a d o a morir el reo de m u e r t e ; no se m a n o . 16 Pero n o h a de mantener n u m e -
en toda obra de tus manos, y estarás real- rosos caballos ni h a r á volver al pueblo
le iniilurri por deposición de sólo un tes-
En torno a una aserá. (Gaílang, o.c. 35.i mente alegre. a E g i p t o p a r a multiplicar la caballería,
llK". ' lin primer lunar descargara en él
16
Tres veces al a ñ o comparecerá t o d o puní h u i d l o morir la minio de los testigos, p o r q u e Yahveh os h a d i c h o : « N o torna-
te de tierra egipcia. 4 N o se te verá levadu- varón tuyo ante Yahveh, tu Dios, en el y después la m a n o de todo el pueblo. Asi réis más por este camino». * 1 7 N i ha de
ra en t o d o tu término durante siete días, y lugar que haya escogido: en la fiesta de extirparás el mal de en medio de t i . * poseer gran número de mujeres, para que
de la carne que hayas sacrificado la tarde los ázimos, en la de las semanas y en la no se descarríe su corazón, ni se procura-
del día primero no deberá quedar nada de los tabernáculos. Y no ha de compare- »Si le resulta demasiado difícil una rá a b u n d a n c i a extremada de plata y o r o .
causa judicial relativa ya a delito de san- 18
p a r a la m a ñ a n a siguiente. 5 N o podrás cer ante Yahveh con las m a n o s vacías. * E n c u a n t o se siente sobre su trono real,
17
C a d a u n o según sus posibilidades, de are, ya a colisión de derechos, ya a lesio- se escribirá él en u n libro u n duplicado
sacrificar la Pascua en cualquiera de tus nes, cuestiones litigiosas en tus puertas,
ciudades que Yahveh, tu Dios, va a dar- acuerdo con !a bendición que Yahveh, tu de esta ley custodiada p o r los sacerdotes
Dios, te haya otorgado. irás y subirás al lugar que Yahveh, tu levitas. 19 Y lo tendrá consigo y leerá en
te, 6 sino en el lugar que eligiera Yahveh, Dios, haya elegido, ' y te llegarás a los
tu Dios, para hacer habitar su nombre, 18 Te establecerás jueces y comisarios él t o d o s los días de su vida, p a r a apren-
sacerdotes levitas y al juez que haya p o r der a temer a Yahveh, su D i o s r g u a r d a n d o
allí* inmolarás Ja Pascua, p o r la tarde, en cada una de las ciudades que Yahveh,
aquellos días, y consultarás, y te indicarán t o d o s los extremos de esta ley y cumplien-
al ponerse el sol, tiempo de tu salida de tu Dios, te ha de dar según tus tribus,
el fallo de derecho de la causa. 10 Obrarás do estas disposiciones; 20 a fin de que su
Egipto. 7 La cocerás y la comerás en el y juzgarán al pueblo con juicio justo. *
de acuerdo con la sentencia que te hayan c o r a z ó n n o se engría sobre sus h e r m a n o s
lugar que Yahveh, tu Dios, haya elegido, 19 N o torcerás el derecho, n o harás acep-
declarado desde aquel lugar que Yaveh ni se desvíe de la ley ni a derecha ni a
y a la m a ñ a n a siguiente podrás dar la ción de personas, no admitirás cohecho,
hubiere escogido y cuidarás de actuar con- ¡
vuelta y marchar a tus tiendas. * 8 Siete porque el soborno ciega los ojos de los izquierda, y p r o l o n g u e los días de su rei-
forme a c u a n t o te hayan indicado. n H a s I
n a d o , él y sus hijos, en medio de Israel.

fZ ' MES DE ABIB: llamado después del destierro Nisán (cf. Ex 12,1; 13,4).
I u
2 GANADO MENOR O MAYOR: en Ex te se ordenaba fueran reses ovinas o caprinas, luego pre-
19
LAS PALABRAS: e. d., incluso la sentencia o la causa de personas justas.
valeció el cordero. II EN EL LUGAR: hasta seis veces prohibe este capitulo celebrar las tres grandes 5
fiestas anuales judías en particulares residencias. . 17 A LAS PUERTAS DE TU CIUDAD: lugar habitual de reuniones y juicios (cf. Gen 23,3, nota)
7 La ejecución de la pena capital tenía lugar fuera de aquéllas para no contaminar la ciudad con
COCERÁS: el verbo hebreo correspondiente debe entenderse a la luz de la disposición de
Ex 12,0, que instituye la Pascua. II TIENDAS: e. d., habitaciones; la expresión recuerda la vida nó- el cadáver
7
del reo (Lev 24,14; Núm 15,35).
mada anterior del pueblo israelita. DESCARGARÁ EN ÉL... LA MANO: esta regla descansaba en el supuesto de que nadie querría
s
ASAMBLEA SOLEMNE: hebr., aséret (cf. Lev 23,36). deponer
16
sin completa certidumbre de culpabilidad del acusado.
5
SIETE SEMANAS: es la fiesta de Pentecostés o de las Semanas, que empezaban a contarse desde No HA DE MANTENER: sabias medidas basadas en la experiencia que ofrecían los monarcas
el comienzo de la siega de la cebada, en abril (cf. Ex 23,16; 34,22; Lev 23.15)-, _ orientales, envueltos en fasto y sensualidad (cf. 1 Re 10.26-28 y 11,1-8).
16
18
TODO VARÓN; en edad reglamentan!. La mujer sólo acudía por devoción.
JUECES: según los rabinos, habla entre los judíos tres clases de tribunales: el superior o
Sanedrín, compuesto de un príncipe y 70 jueces; el de las ciudades considerables, de 23 jueces.
y ei de \m aldeas, de sólo tres. || COMISARIOS: cf, Ex 5,6. nota.
240 DEUTKRONOMlO 1 8 1—19 3 DEUTEKONOMIO 19' 241
allá todo homicida. * 4 Y éste es el caso a una de aquellas ciudades, 1 2 los ancianos
del homicida que se refugia allí y puede de su ciudad enviarán a prenderlo de allí
Sobre la tribu de Leví, la magia y los profetas conservar la vida: quien mate a su próji- y lo entregarán en manos del vengador
m o sin intención y sin que anteriormente de la sangre, de suerte que muera. * í} No
4 O ' »Los sacerdotes levitas, toda la veh todo hombre que hace tales cosas, y le odiase. 5 Así, quien va con su compa- te compadecerás de él, y extirparás de
*• O tribu de Leví, no tendrán parte ni por causa de estas abominaciones, Yah- ñero al bosque a cortar leña, y, blan- Israel la {efusión de] sangre inocente * y
herencia en medio de Israel. Se manten- veh, tu Dios, va a arrojar a esas naciones diendo su mano el hacha para talar el serás venturoso.
drán de los sacrificios í¡;neos de Yahveh de delante de ti. 13 Has de ser perfecto árbol, se sale el hierro del mango y le 14
N o correrás atrás el mojón de tu
con relación a Yahveh, tu Dios. * I 4 Pues da al otro y muere, ése podrá refugiarse
y de su patrimonio. 2 N o poseerán, pues, prójimo que fijaron los antiguos en la
esas naciones que tú vas a expulsar es- en una de aquellas ciudades, y conservará posesión que heredarás dentro de la tierra
heredad en medio de sus hermanos; Yah- la vida; 6 no sea que el vengador de la
veh será su patrimonio, conforme se le cuchan a agoreros y adivinos, mas a ti que Yahveh, tu Dios, en propiedad va a
sangre, mientras hierve en ira su corazón,darte. *
predijo. 3 Este será el derecho de los sacer- no te consiente lo mismo Yahveh, tu persiga al homicida y le dé alcance, si 15
dotes de parte del pueblo, de parte de Dios. Un solo testigo no valdrá contra un
15 el camino fuese muy largo, y lo hiera
quienes ofrezcan un sacrificio, sea res U n profeta de en medio de ti, de hombre respecto a cualquier crimen, de-
mortalmente, cuando él no era reo de
vacuna o de ganado menor: se dará al tus hermanos, como yo, te suscitará Yah- lito o falta que haya cometido; una causa
muerte, pues que tiempo atrás no le odia-
sacerdote la espaldilla, las quijadas y el veh, tu D i o s ; a él escucharéis.* ^ E x a c - será firme por declaración de dos o de
ba. 7 Por eso yo te ordeno diciendo: Tres
cuajar. * 4 Le has de dar las primicias de tamente tal como pediste a Yahveh, tu tres testigos. if> Cuando surja un testigo
ciudades te reservarás. 8 Y cuando Yah-
tu grano, de tu mosto y de tu aceite, y las Dios, en Horeb, el día de la congrega- perverso contra un hombre, acusándolo
veh, tu Dios, dilate tus fronteras, como
primicias del esquileo de tu rebaño; 3 pues ción, diciendo: « N o quiero oir más la de una transgresión, 17 los dos hombres
juró a tus padres, y te conceda toda la
que tienen el pleito se presentarán ante
Yahveh, tu Dios, le ha escogido de entre voz de Yahveh, mi Dios, ni ver más tierra que a tus padres prometió dar 9 si
todas tus tribus, para que él y sus hijos este gran fuego, para que no muera». Yahveh, delante de los sacerdotes y jueces
cuidas de practicar toda esta ordenación
ministren siempre en el nombre de Yah- i ' Y Yahveh me dijo: «Está bien lo que que haya por aquellos días. 18 Los jueces
que ahora te prescribo, amando a Yahveh,
veh. 6 Si un levita quiere venir de una han dicho: 18 les suscitaré un profeta de indagarán bien; si ven que el testigo es
tu Dios, y caminando siempre por sus
en medio de sus hermanos, como tú, y un testigo falso, que ha depuesto falsedad
de tus ciudades de todo Israel, donde vías, entonces (e agregarás tres ciudades
contra su hermano, " haréis con él lo
habitualmente mora, y entrar a su pleno pondré mis palabras en boca de él, quien más sobre aquellas tres, 1U a fin de que
que él pretendía hacer con su hermano.
albedrío en el lugar que Yahveh elija, * les hablará todo lo que yo le ordene. no se derrame sangre inocente en medio
D e esta suerte extirparás el mal de en
7
ejercerá su ministerio en nombre de Yah- ig Y acaecerá que al hombre que no es- de tu país, que Yahveh, tu Dios, te ha
medio de ti. 2 0 Los demás oirán y temerán
veh, su Dios, con todos sus hermanos cuche mis palabras, que él pronunciará de dar en posesión, y recaiga sobre ti
y no volverán más a cometer maldad
levitas que allí ante Yahveh estuvieren. en mi nombre, yo le pediré de ello cuenta. culpa de sangre.
20 como ésta en medio de ti. 21 N o tendrás
8 Comerá * igual porción que los demás, Sin embargo, el profeta que tenga la
prescindiendo de lo que produzcan sus osadía de hablar en mi nombre cosa que
11
Mas si acaeciere que un hombre odia conmiseración: vida por vida, ojo por
bienes patrimoniales. * no le he mandado decir, y que hable en a su prójimo y le acecha, se lanza contra ojo, diente por diente, mano por mano,
9 Cuando hayas entrado en la tierra nombre de dioses extraños, ese profeta él, le hiere mortalmente y muere, y huye pie por pie.
que Yahveh, tu Dios, te dé, no aprenderás morirá. 2< Ahora bien, si dices en tu co-
a imitar las abominaciones de aquellas razón: «¿Cómo he de conocer la palabra
naciones. 10 N o ha de hallarse en ti quien que Yahveh no ha hablado?», [tendrás El derecho de guerra
haga pasar a su hijo o su hija por el esta señal]: 2 2 Lo que el profeta pretenda
fuego, ni autor de adivinaciones, ni agore- decir en nombre de Yahveh, si la cosa O A ' «Cuando salgas a la guerra contra al pueblo, diciendo: «¿Quién es el hombre
ro por las nubes, ni adivino, ni mago,* no tiene lugar y no se realiza, es palabra " " tus enemigos y veas caballos y que ha edificado una casa nueva y no la
n ni encantador, ni consultor de espec- que Yahveh no le ha dicho; con presun- carros y • una hueste más numerosa que ha estrenado? Vaya y vuelva a su casa,
tros o adivinos, ni evocador de muertos. ción la pronunció el profeta; no tengas tú, no los temas, pues está contigo Yah- no sea que muera en el combate y la
12 Porque constituye abominación de Yah-1 miedo de él. veh, tu D>os, que te subió de la tierra de estrene otro hombre. * ' Y ¿quién es el
Egipto. 2 Y al acercaros al combate, el individuo que ha plantado una viña y
sacerdote se llegará y hablará al pueblo no ha comenzado a disfrutarla? Vayase
Sobre las ciudades de asilo y la prueba testifical 3
y le dirá: «Escucha, Israel: os acercáis y torne a su casa, no sea que muera en
hoy a la lucha contra vuestros enemigos. la pelea y otro hombre la disfrute. 7 Y
en, medio de la tierra que Yahveh, tu N o desmaye vuestro corazón, no temáis, ¿quién es el individuo que se ha despo-
1 Q 1 »Cuando Yahveh, tu Dios, haya ni os turbéis, ni os espantéis ante ellos,
Dios, te dé en posesión. 2 Arreglarás el sado con una mujer y aún no se ha casado
"• *» exterminado a las naciones cuya 4
porque Yahveh, vuestro Dios, marcha
camino y dividirás en tres partes el terri- con ella? Vayase y torne a su casa, no
tierra va a darte, y las hayas desplazado con vosotros para pelear en favor vuestro
torio de tu país, que Yahveh, tu Dios, sea que muera en el combate y otro
y te hayas establecido en sus ciudades contra vuestros enemigos y daros la vic- hombre la tome por esposa». 8 Después
y sus casas, 2 te reservarás tres ciudades te dará a poseer, a fin de que pueda huir
toria». 5 Luego, los comisarios hablarán los jefes volverán a hablar al pueblo y

O 3 Comentaristas hay que piensan habla aquí Moisés no de los sacrificios pacíficos ofrecidos 3
1 O ARREGLARÁS EL CAMINO : por donde se acuda expedita y prontamente a las tres ciuda-
I " en el templo, sino de los animales que los israelitas mataban en sus casas, y de aquí nacería J
12
des de refugio de la TransJordania (cf. Núm 35,13).
la diferencia observada entre este pasaje y otros de Lev y Núm en orden a los derechos sacerdotales. Lo ENTREGARÁN al vengador de la sangre (hebr. goel; cf. Núm 35,12), haciéndolo como
« Si UN LEVITA: invitase prudentemente a los levitas que ejercieran su ministerio en santuarios brazo ejecutor de la justicia pública. Tan hábilmente fue suavizando la ley mosaica las duras cos-
y altares regionales suprimidos a acogerse al santuario central, donde continuarían gozando de igua- tumbres de la época.
les derechos que en su anterior puesto. 14
MOJÓN: trátase aquí de los que separaban una heredad de otra, cosa tan sagrada en todos
8 Lo QUE PRODUZCAN: O bien, el producto de vender su patrimonio. Texto dudoso; algunos los pueblos, que el esclavo entre los romanos convencido de haberlos cambiado era condenado a
corrigen: prescindiendo de los sacerdotes de los ídolos y los adivinos (cf. Lev 25,32). muerte. Hasta se les ofrecían víctimas y ofrendas. Ovidio nos asegura en un poema que se les in-
1° PASAR POR EL FUEGO: cf. Jer 7,31; Ez i6,2t, etc. molaba un cordero y se los regaba con su sangre.
13
CON RELACIÓN A YAHVEH : o en tus relaciones con Dios. 5
5
1 U N PROFETA: San Agustín, San Cipriano y los Santos Padres en general piensan que es
Jesu-Cristo. Otros entienden la serie de profetas que culminará en el Mesías.
20 VUELVA A SU CASA: estas prescripciones de exención militar son una prueba más del se
rido humanitario de que todo el Dt está impregnado.
242 ÜEÜTERONOMIO 20 "—2113 - DEUTERQNOMIO 2 1 1 4 22 15
243

dirán: «¿Quién es el hombre medroso y que n o forman parte de estas naciones. * tu mujer. '4 jvtas si después resulta que en tu casa y estará contigo hasta que tu
blando de corazón? Vayase y vuelva a su 16
Pero de las ciudades de estos pueblos n o la quieres, la dejarás marchar libre, hermano la reclame y se la devuelvas.
3
casa para que no intimide" el corazón de que Yahveh, tu Dios, te va a dar en po- pero en modo alguno la venderás por Igualmente harás respecto a su asno, y
sus hermanos conforme lo está su propio sesión, no dejarás viva alma alguna, 1 7 sino dinero. N o la reducirás a esclavitud, por lo mismo has d e hacer c o n su manto y
corazón». ' Cuando los jefes hayan aca- que consagrarás a completo exterminio al cuanto la has desflorado. con toda cosa perdida de tu hermano que
bado de hablar al pueblo, se instituirán hittita, al amorreo, al cananeo, al perezeo, 15
Cuando un hombre tenga dos muje- se le extravíe y tú halles; no podrás
a la cabeza de aquél jefes militares. al jivveo y al yebuseo, conforme Yahveh, res, la una amada, la otra aborrecida, y desinteresarte de ellas.
10 4
Cuando te aproximes a una ciudad tu Dios, te ha ordenado, l 8 a fin de que ambas le parieren hijos y fuera el hijo Si ves caídos en el camino el asno d e
para combatirla, le brindarás [primero] no o s enseñen a imitar todas las abomi- primogénito de la aborrecida, * 1 6 resul- tu hermano o su toro, no te desentenderás
con la paz. u Y si te da respuesta de paz naciones que han cometido en el culto tará que el día de dejar en herencia a sus de ellos; le has de ayudar a levantarlos.
5
y te abre las puertas, todo el pueblo que de sus dioses y pequéis contra Yahveh, hijos lo que poseyere, no podrá considerar N o llevará la mujer traje de varón ni
en ella se encuentre quedará por tributario vuestro Dios. primogénito al hijo de la amada frente al vestirá el varón vestido de mujer, pues
17
tuyo y te servirá. I 2 Mas, si n o trata pa- 19
Si sitias una ciudad largos días para primogénito de la aborrecida, sino que constituye abominación para Yahveh, tu
ces contigo y te declara la guerra, la si- pelear contra ella y tomarla, no destruirás ha de reconocer como primogénito a éste, Dios, todo aquel que hace tales cosas. *
tiarás, 13 Yahveh, tu Dios, la entregará en su arbolado, aplicándole el hacha; pues entregándole doble porción de todo cuan- 6
Si tropiezas en tu camino c o n un
tu mano y pasarás a cuchillo a todos sus de él has de comer y n o lo debes talar; to posea, pues es la primicia de su vigor y nido de pájaro, en cualquier árbol o sobre
varones. 1 4 Sólo las mujeres, los niños, el porque ¿son acaso los árboles del campo tiene derecho de primogenitura. * el suelo, c o n polluelos o huevos y la
ganado y cuanto botín hubiere en la ciu- hombres que puedan venir contra ti du- l 8 Cuando un hombre tenga un hijo madre echada sobre los pollos o sobre
dad guardarás para ti y disfrutarás de los rante el asedio? * 2 0 Sólo los árboles que desnaturalizado y rebelde, que no escucha los huevos, 7
n o cogerás a la madre c o n
despojos de tus enemigos, que Yahveh, tu sabes no son frutales podrás destruir y ta- la voz de su padre ni la voz de su madre, las crías; has de soltar a la madre, y p o -
Dios, te ha entregado. 15 Así has de hacer lar para construir ingenios contra la ciu- y le corrigen y no les hace caso, 19
le drás coger para ti las crías, a fin de q u e
con todas las ciudades muy alejadas de ti dad que te hace guerra, hasta que se rinda. cogerán su padre y su madre y lo llevarán seas venturoso y vivas largos años.
8
u los ancianos de la ciudad y a la puerta Cuando construyas casa nueva, harás
de su lugar, 2" y dirán a los ancianos un pretil a tu terrado, para que no cargues
de su ciudad: «liste hijo nuestro es des- culpa de sangre sobre tu casa si alguien
Prescripcion'es varias naturalizado y rebelde, no obedece nues- cayera de él.
tra voz, es un libertino y un borracho». 9
N o sembrarás tu viña con semilla de
Oí l »Si en la tierra que Yahveh, tu desnucada en el arroyo, * 7 y tomando la 21
Y todos los hombres de la ciudad lo dos clases, para que no se convierta en
"^ Dios, va a darte en heredad, fuere palabra, dirán: «Nuestras manos no han lapidarán con cantos y morirá. Así extir- sagrada la cosecha: la semilla que siem-
hallado un muerto tendido en el campo derramado esa sangre, ni nuestros ojos parás el mal de en medio de ti, y todo bres y el producto de la viña. * 1 0 N o
sin que se sepa quién lo mató, 2 saldrán 10 han visto; 8 perdona, Yahveh, a tu Israel lo oirá y temerá. ararás con res vacuna y asno juntamente.
tus ancianos y tus jueces y medirán la pueblo Israel, a quien rescataste, y no 22
Cuando un hombre se hubiere hecho
11
N o vestirás de ropa tejida de lana y
distancia del cadáver a las ciudades cir- imputes el derramamiento de sangre ino- reo de un delito penado con muerte y lino a un mismo tiempo. *
cundantes. 3 Y en la ciudad que resulte cente a tu pueblo Israel». D e esta suerte fuere muerto y se le colgare de un ma- 12
Te harás unos cordones sobre las
más próxima al muerto tomarán los an- la sangre le será perdonada; 9 y así extir- dero,* - ' su cadáver n o pernoctará sobre cuatro puntas del manto c o n que. te c u -
cianos de la misma, en la vacada, una parás de en medio de ti la efusión de el madero, sino que lo has de enterrar el bras. *
ternera, a la que aún n o se haya hecho sangre inocente, si haces lo recto a los mismo día; pues un colgado es objeto de '•> Si un hombre casare con una mujer
trabajar ni haya llevado yugo. 4 Los an- ojos de Yahveh. maldición divina, y no has de contaminar y luego de haberse llegado a ella la cobra-
10
cianos de aquella ciudad bajarán la bece- Cuando salgas a la guerra contra la tierra que Yahveh, tu Dios, va a darte. * re aversión, 14 y la imputare ciertas accio-
rra a un valle de arroyo perenne, en el tu enemigo *, y Yahveh, tu Dios, lo entre- nes culpables, y esparciese sobre ella mala '
cual no se haya arado ni sembrado, y allí, gue en tu mano y le hagas prisioneros, nn ¡
»Si ves extraviada una res del ga- fama, y dijere: «Me he casado c o n esta
en el arroyo, desnucarán la ternera. * 11 si ves entre lo cautivado una hermosa **£t nado vacuno de tu hermano o del mujer y me he llegado a ella y n o he en-
s 15
Entonces se acercarán los sacerdotes hi- mujer y te prendas de ella y la quieres ganado menor, n o te desentenderás de contrado en ella doncellez», entonces el
jos de Leví porque a ellos escogió Yahveh, tomar por esposa, 1 2 la introducirás en ella, sino que la has de conducir a tu padre de la muchacha y su madre coge-
tu Dios, para que le sirvan y para bende- tu casa y se rapará la cabeza y se arre- hermano. 2 Pero si tu hermano n o está rán y llevarán la [prueba de la] virginidad
cir en el nombre de Yahveh, y según su glará las uñas. * 1 3 Luego se quitará el cerca de ti o no le conoces, la recogerás de la muchacha a los ancianos de la ciu-
decisión ha de resolverse todo litigio y vestido de prisionera, se asentará en tu
toda contusión. 6 Todos los ancianos de casa y llorará a su padre y su madre un
15
aquella ciudad, más próximos al cadáver, mes entero. Después de esto podrás lle- TENGA DOS MUJERES : es un esfuerzo más de la ley mosaica por suavizar las antiguas costum-
-se lavarán las manos sobre la becerra garte a ella y tomarla por esposa, y será bres1 7poligámicas. I! ABORRECIDA: e. d., menos estimada.
Su VIGOR: e. d-, su virilidad (cf. Gen 40,3)-
22
15 23
SE LE COLGARE de un madero o árbol: después de ajusticiado (cf. Jos 8,29, etc.).
ESTAS NACIONES: e. d., las cananeas. Si parecen duras en oídos modernos estas disposicio- MALDICIÓN DIVINA: cf. en Gal 3,13 la aplicación que del texto hace San Pablo.
nes, adviértase que, en comparación de la ferocidad usada en las guerras por los pueblos orientales,
pueden pasar por suaves. El trato con los vencidos está regulado por el mayor o menor peligro O O 5 Fin inmediato de este precepto no fue sólo impedir prácticas idolátricas, sino conservar
religioso-moral que para Israel envolvían (cf. 7,16). *•"' la distinción natural de sexos, que no cabe descuidar sin menoscabo de la pureza: verdad
19
QUE PUEDAN VENIR CONTRA TI DURANTE EL ASEDIO: otros, «para que hayan de ser sitiados reconocida hasta por los paganos. «Nonne videntur contra naturam vivere qui conmmutant oum
(o atacados) por ti». Es curiosa esta prudente beneficiosa ley de respeto al árbol, y especialmente faeminis vestem?», dice Séneca en su epíst. 122.
9
al frutal, tan útil al hombre. No SEMBRARÁS TU VIÑA: el texto debe de referirse a siembras en los espacios intermedios
de las cepas. Unos dan por razón de este precepto que hacerlo así esquilma las tierras. Maimóni-
O
fc
"I 4 Para este rito sagrado se requiere que la ternera sea no trabajada y el terreno sin roturar des, en cambio, dice que iba la ley contra la superstición de los zabienses, quienes sembraban en
' (cf. Ex 20,24). La sangre de aquélla, arrastrada por la corriente del arroyo de ese valle (am- sus campos cebada y uvas pasas en honor de Ceres y Baco. Ij SE CONVIERTA EN SAGRADA: e. d., se
bas cosas indica el hebr. ndjal), venía a expresar que los comarcanos quedaban libres de todo te confisque en beneficio del santuario. Otros prefieren dar a la expresión sentido de antífrasis:
reato de sangre. santificarse o declarar sagrado significaría profanarse.
6 11
12
SE LAVARÁN LAS MANOS: en protesta de inocencia. Recuérdese a Pilato (Mt 27,34). ROPA TEJIDA.,.: hebr. saatnez, que se cree voz egipcia significativa de tejido hecho de lana
Ceremonia simbólica destinada a mostrar que dejaba la cautiva su raza de origen para entrar y lino a la vez.
por adopción en el pueblo de Dios, 12 CQRDONSS-: flecos o borlas; cf. Lev 15,37-41, nota.
19
16 16
- DEUTERONOMIO 2 3 " — 2 4 245
244 DEUTERONOMIO 22 23
5
de tus ciudades que bien le parezca. N o Si u n h o m b r e está recién casado, n o
dad, a la puerta. 1 6 El padre de la joven pues la h a desflorado; no podráre pudiar- le vejarás. saldrá a la guerra ni se le impondrá pres-
dirá a los ancianos: «He d a d o mi hija a la en toda su vida. 17 tación personal alguna. Quedará libre pa-
30
i 8 N o h a b r á hieródula entre las hijas
este h o m b r e p o r esposa y la ha cobrado i Nadie t o m a r á a la mujer de su pa- de Israel, ni existirá hieródulo entre los ra su casa durante un año, para que pue-
aversión, 1 7 y ved que él le" imputa cier- dre ni descubrirá el borde de la colcha israelitas. * 18 i9 N o traerás salario de pros- da dar contento a la esposa que h a to-
tas acciones culpables, diciendo: « N o he de su progenitor. * tituta ni precio de perro a la casa de Yah- mado.
6
hallado en tu hija doncellez». Sin embar- veh, tu Dios, en concepto de voto, porque N o se t o m a r á en prenda el molino de
go, aquí tenéis las pruebas de la virgini- O O 12 »E1 que padezca trituración de a m b o s son abominación de Yahveh, tu m a n o ni la muela superior, pues sería
dad de mi hija». Y desplegarán la ropa " « * testículos o mutilación de ó r g a n o Dios. * prendar la vida.
ante los ancianos de la ciudad. 1 8 Enton- genital no será admitido en la comunidad 19
20 N o prestarás con usura a tu her-
7
Si se hallare un hombre que haya rap-
2
ces los ancianos de aquella ciudad coge- de Yahveh. ¡ El mamzer no entrará en m a n o , ni usura de dinero, ni de víveres, tado a una persona de sus hermanos de
rán al h o m b r e y lo castigarán. 1!> Le im- la comunidad de Yahveh, ni aun su 3
dé- ni de cosa alguna que se dé a interés. entre los hijos de Israel, ya lo hubiese re-
pondrán multa de cien siclos de plata, cima generación entrará en ella. * 4 N o 20
2i Al extranjero podrás prestar a inte- ducido a la esclavitud, ya lo hubiere ven-
que entregarán al padre de la muchacha, entrará en la comunidad de Yahveh amr rés, m a s a tu h e r m a n o no se lo exigirás, dido, ese ladrón ha de morir. Así extirpa-
por haber difundido mala fama sobre una mónita ni moabita, ni aun su décima ge- p a r a que Yahveh, tu Dios, te bendiga en rás el mal de en medio de ti.
doncella de Israel; y quedará p o r mujer 4neración ha de entrar en ella jamás. t o d a s tus empresas sobre el país al cual 8 En caso de llaga de lepra cuídate de
suya, a la cual no podrá repudiar en toda 5 Por el hecho de que no vinieron a vues- vas para t o m a r l o en posesión. o b r a r con t o d o esmero; conforme a cuan-
su vida. 2 0 Pero si el hecho fuera cierto, tro encuentro con pan y agua en el cami- 21
22 C u a n d o hagas un voto a Yahveh, tas instrucciones os den los sacerdotes le-
que n o se halló doncellez en la mucha- no c u a n d o salíais de Egipto, y porque t u Dios, no has de tardar en cumplirlo; vitas, de acuerdo con lo que les he pres-
cha, 2 1 conducirán a la joven a la puerta [el rey de Moab] alquiló contra ti a Ba- pues Yahveh, tu Dios, te lo reclamará y crito, cuidaréis de hacer. 9 Recuerda lo
de su casa paterna y los hombres de su laam, hijo de Beor, de Petor 5 de Mesopo- habría en ti pecado. 2223 Pero si te abstie- que Yahveh, tu Dios, hizo a María en el
ciudad la apedrearán hasta que muera, tamia, para que te maldijera. 6 Pero Y a h - nes de hacer voto, no tendrás culpa. camino c u a n d o salíais de Egipto.
veh, tu Dios, no quiso escuchar a Ba- 2J 10
p o r q u e ha cometido una villanía en Is- 2.f Cuidarás de cumplir lo que salga de Si has d a d o a tu prójimo algo en
laam, sino que El te trocó la maldición
rael al prostituirse en la casa de su padre. en bendición, pues Yahveh, tu Dios, te tus labios, c o m o has prometido espontá- préstamo, no entrarás en su casa para co-
Así extirparás el mal. de en medio de ti. ama. 67 N o te cuidarás de la paz y bienes- neamente u Yahveh, tu Dios, y lo has ger su prenda. ' ' Te quedarás fuera, y el
22
Si un h o m b r e es hallado yaciendo tar de ellos jamás en los días de tu vida. pronunciado con tu boca. hombre a quien has prestado te sacará la
con mujer casada, morirán a m b o s a dos, 7
8 N o abominarás del idumeo, pues es
24
25 C u a n d o penetres en la viña de tu prenda al exterior. ' 2 Si es h o m b r e pobre
el h o m b r e que yacía con la mujer y la mu- hermano tuyo. T a m p o c o a b o m i n a r á s del prójimo, podrás comer uvas a tu albe- no te acostarás con su prenda. * 13 Le has
jer misma. Así extirparás el mal de Israel. egipcio, porque fuiste inmigrante en su drío, hasta saciarte; pero no las meterás de devolver sin falta la prenda al ponerse
23 el sol para que p u e d a acostarse en su man-
Si una muchacha virgen está prome- tierra. 89 Los hijos que les nazcan, a la en tu zurrón. 25 26 C u a n d o entres en el
tida a un h o m b r e , y otro hombre la en- tercera generación p o d r á n ingresar en la c a m p o de trigo de tu prójimo podrás to y te bendiga, y se te reputará c o m o ac-
cuentra en la ciudad y yace con ella, 2 4 sa- comunidad de Yahveh. a r r a n c a r espigas con tu m a n o ; mas no ción benéfica ante Y a h v e h , tu Dios.
14
caréis a los dos a la puerta de aquella has de blandir la hoz en la mies de tu N o explotarás al jornalero pobre y
9
ciudad y los lapidaréis hasta que m u e r a n : i o C u a n d o salgas a c a m p a ñ a contra prójimo. desventurado, sea d e tus hermanos, sea
a la muchacha, en razón de que no pidió tus enemigos, guárdate de t o d o acto in- de inmigrantes que m o r a n en tu tierra, en
socorro, estando en la ciudad, y al h o m - decente. i°n Si hubiere contigo alguno O A 1 »( liando un h o m b r e toma una tus ciudades. '5 El m i s m o dia le has de
bre, p o r el hecho de haber desflorado a que por accidente nocturno no fuera pu- ~ ™ mujer y se casa con ella, si resulla dar su salario y no dejarás se ponga el sol
la mujer de su prójimo. Así extirparás el ro, saldrá fuera del c a m p a m e n t o , n o en- que ella no encuentra gracia a los ojos sin entregárselo, p o r q u e es pobre y sus-
mal de en medio de ti. 2 5 Pero si el h o m - trará en medio del real.* "12 Y sucederá de aquél por haberle hallado algún in- pira por él; de esa s u e r t e n o clamará con-
bre encuentra a la muchacha desposada que al declinar la tarde se b a ñ a r á en agua conveniente, le escribirá un libelo de di- tra ti a Yahveh y n o cargarás con u n a
en el campo, y, sujetándola violentamen- y a la puesta del 12sol p o d r á reintegrarse vorcio, se lo entregará a la m a n o y la culpa.
te, yace con ella, morirá solamente el al campamento. i 3 Tendrás fuera del despedirá de su casa. * 2 Saldrá, pues, ella 16
N o han de ser m u e r t o s los padres
h o m b r e que con ella ha yacido; M mas real un 13
lugar señalado, y saldrás allá fue- del domicilio de él, y p o d r á ir y casarse por culpa de los h i j o s , ni los hijos serán
a la muchacha no harás n a d a ; la joven ra. * i 4 Y llevarás en tu equipo u n a es- con otro n o m b r e . 3 Si este h o m b r e último muertos por culpa d e los p a d r e s ; cada
n o es merecedora de muerte, porque es taca, y cuando hayas de evacuar fuera, le cobra aversión, le escribe libelo de re- uno ha de ser m u e r t o p o r su propio pe-
excavarás con ella, te acuclillarás y lue- cado. *
c o m o si un h o m b r e se abalanza sobre pudio, se lo pone en la m a n o y la despide
go taparás tu deyección; 14 i5 p o r q u e Y a h -
o t r o y le quita la vida; así es este caso. veh, tu Dios, marcha en medio de tu cam- de su casa, o si muriere el último varón 17 N o torcerás el d e r e c h o del inmigran-
27
C u a n d o él la encontró en el campo, la pamento para salvarte y entregar tus ene- que la t o m ó p o r esposa, 4 su primer ma- te ni * del h u é r f a n o , ni prendarás el ves-
muchacha desposada dio voces, pero no migos a tu p a s o ; por lo cual tu real debe rido, que la repudió, n o p o d r á volver a tido de la viuda. 18 T e acordarás de que
tuvo quien la socorriese. ser santo, para que El n o vea en ti n a d a t o m a r l a por esposa, después de haberse fuiste esclavo en E g i p t o , y Yahveh, tu
28 Dios, te rescató de allí; p o r eso te orde-
Si un h o m b r e halla a u n a muchacha inconveniente y se retire de ti. ella mancillado, porque esto constituiría
virgen que aún no está prometida y la abominación ante Yahveh. D e esta suer- no yo que hagas e s o .
ls 19
agarra y yace con ella y son sorprendi- i 6 N o entregarás a su a m o esclavo que te no acarrearás pecado a la tierra que C u a n d o siegues la mies en tu cam-
dos, 2 9 el h o m b r e que ha yacido con ella junto a16 ti busque refugio huyendo de su Y a h v e h , tu Dios, te va a dar en herencia. po y dejes en él o l v i d a d a una gavilla, n o
pagará al padre de la joven cincuenta si- señor. i 7 Contigo m o r a r á , en medio de
clos de plata y quedará p o r esposa suya, ti, en el lugar que haya escogido, en una 17
m HIERÓDULA... HIERÓDULO: hebr. quedesd, qadés, indican aquellos que sacrificaban su pu-
reza al servicio de una divinidad inmunda (Astarté, etc.).
18
30
i Gf. Lev 18,8. El descubrir el borde de la colcha de su padre alude a relaciones incestuosas 19 SALARIO DE PROSTITUTA : expresión figurada para denotar el salario fruto de la prostitución. j|
con una de las mujeres de su progenitor. PERRO: e. d., el hieródulo. Cf. el KÍVOISOS griego.
O "3 23 MAMZER: en general, tradúcese por «bastardo, ilegítimo, espúreo»; sería, pues, el hijo O A l LA DESPEDIRÁ: sobre la tolerancia de la ley mosaica con las arraigadas costumbres de
*• ^ de unión prohibida bajo pena de exterminio en la legislación de Moisés. Tal dice la Misnd. **^ 1 2 divorcio, que aquélla se esfuerza en refrenar, cf. Mt 10,7-Q.
Fundamentados en Zac 9,6 y Ne 13,23, créese generalmente que el término se refiere a hijos te- 1<¡
Su PRENDA : el texto supone tratarse de su manto (cf. Ex 22,25).
nidos de uniones vedadas con mujeres paganas. POR su PROPIO PECADO: es el principio de la responsabilidad individual, frente al castigo de
10 la familia del criminal, usual en otros pueblos orientales.
n ACCIDENTE NOCTURNO: es eufemismo por polución nocturna.
12
13 SALDRÁS ALLÁ FUERA: para tus necesidades naturales, como, sobrentiende V,.
20
246 DEUTERONOMIO 2 4 —26 '
DEUTERONOMIO 2 6 • 27 ° 247

te volverás a recogerla; será p a r a el in- virato». * 8 Entonces los ancianos de aque-


lla ciudad le llamarán p a r a interpelarle. m e o errante fue m i p a d r e y bajó a Egipto o b r a d o conforme a cuanto m e h a s m a n -
migrante, el huérfano y la viuda, a fin de
que Yahveh, tu Dios, te bendiga en toda Si se presenta y dice: « N o me agrada des- y establecióse allí c o m o inmigrante con d a d o . * 1 5 Contempla desde tu santa m o -
posarme con ella», 9 su cuñada se acerca- pocas personas; mas allí se convirtió en rada, desde los cielos, y bendice a tu
obra de tus m a n o s . 20 C u a n d o varees tus u n pueblo grande, potente y numeroso. *
olivos no someterás a rebusca las r a m a s ; rá a él en presencia de los ancianos, le qui- 6
pueblo, Israel, y el suelo que nos h a s
Luego los egipcios nos maltrataron, nos dado, c o m o jurasteis a nuestros padres,
al inmigrante, el huérfano y la viuda per- tará el calzado de su pie y le escupirá a la oprimieron y nos impusieron d u r a servi-
tenecerá. 2 1 C u a n d o vendimies tu viña no cara, y, t o m a n d o la palabra, d i r á : «¡Asf tierra que destila leche y miel».
d u m b r e . 7 C l a m a m o s entonces a Yahveh, 16
En este día, Yahveh, tu D i o s , te
harás rebusco tras de ü ; para el inmigran- se hace con el h o m b r e que rehusa edificar D i o s de nuestros padres, y Yahveh es-
te, el huérfano y la viuda será. 2 2 Recuer- [a casa de su h e r m a n o ! » * 10 Y se le a p o - ordena practicar estas leyes y decretos;
cuchó nuestra voz y m i r ó nuestra mise-
da que fuiste siervo en tierra de E g i p t o ; dará en Israel: «La familia del descal- ria, fatigas y opresiones. s Sacónos, pues,
p o r eso te m a n d o hacer esto. zado». Yahveh de Egipto con m a n o poderosa
11 C u a n d o se pelearen entre sí dos h o m - y brazo extendido y en medio de gran
O C ' « C u a n d o hubiere contienda en- bres y la mujer del u n o se acercare a li- terror, prodigios y maravillas; 9 y no§
«•» tre unos hombres y se presentaren brar a su marido de las m a n o s de quien h a conducido a este lugar, d á n d o n o s este
a juicio, se les juzgue y sea absuclto el ino- lo golpea, y alargare ella su m a n o y le país, tierra que m a n a leche y miel. 1° A h o -
cente y c o n d e n a d o el culpable; 2 si resul- agarrare p o r sus partes, 1 2 cortarás a ella ra, pues, he aquí que he traído las pri-
ta que éste es reo de azotes, el juez le h a r á la m a n o , sin tenerla compasión. micias del producto del suelo que tú,
echarse en tierra y m a n d a r á lo azoten en 1 3 N o tendrás en tu bolsa diversas pe- Yahveh, me has dado». Y lo colocarás
su presencia con golpes de n ú m e r o p r o - sas : grande y chica. * 1 4 N o poseerás en ante Yahveh, tu Dios, y te prosternarás
porcionado a su culpabilidad. 3 Cuaren- tu casa diversos efás: grande y chico. delante de su divina presencia, n Y te
ta azotes le m a n d a r á dar, n o m á s ; no sea 15 H a s de tener pesa cabal y justa, efá ca- regocijarás p o r todos los bienes que
que, p a s a d o ese número, continúe d á n d o - bal y justo tendrás, p a r a que sean dilata- Yahveh, tu Dios, hubiere d a d o a ti y
le excesivos golpes y quede tu h e r m a n o dos tus días en la tierra que Yahveh, tu tu casa, asi tú c o m o el levita y el inmi-
envilecido a tus ojos. * Dios, te va a dar. 16 P o r q u e constituye grante que viven en medio de ti. Ofrendas a los muertos. (Hans Haas, «Bildeatlas
4 zur Reí.»)
N o pongas bozal al buey mientras abominación de Yahveh, tu D i o s , t o d o 12
aquel que hace tales cosas, t o d o el que C u a n d o hayas acabado de diezmar
trilla. t o d o el diezmo de tu cosecha, al tercer
5
C u a n d o unos h e r m a n o s vivan juntos comete injusticia.
año, el a ñ o del diezmo, lo darás al levita, obsérvalos y cúmplelos con t o d o tu co-
y u n o de ellos muera sin tener un hijo, la 1? Acuérdate de lo que Amaleq te hizo
en el camino a tu salida de E g i p t o ; * i 8 có-
al inmigrante, al huérfano y la viuda, para razón y t o d a tu alma. * 17 H o y h a s hecho
mujer del difunto no habrá de casarse fue- que c o m a n en tus ciudades y se sacien.
mo, sin temor de Dios, te salió al encuen- afirmar a Yahveh que va a ser tu Dios,
ra con h o m b r e e x t r a ñ o ; su c u ñ a d o se lle- 13 Y dirás ante Yahveh, t u D i o s : «He
tro, en el camino, y acometió tu retaguar- y [prometidol a n d a r en sus caminos,
gará a ella y la tomará por esposa y cum- extirpado de casa lo consagrado y, ade- guardar sus leyes y preceptos y decretos,
plirá con ella la ley del levirato. * 6 El pri- dia, a todos los que venían tras de ti fa- más, lo he d a d o al levita, al inmigrante,
tigados, c u a n d o te hallabas c a n s a d o y ago- y escuchar su voz. i 8 Y Y a h v e h te ha
mogénito que ella dé a luz deberá llevar ni huérfano y la viuda, conforme a t o d o
tado. 1 9 Así, pues, c u a n d o Yahveh, tu hecho aseverar hoy que has d e serle su
el n o m b r e del h e r m a n o difunto, p a r a que el prccoplo que me prescribiste; no he pueblo peculiar, como te h a b í a prometi-
su n o m b r e n o sea b o r r a d o de Israel. 7 Pe- Dios, te haya concedido reposo de l o d o s triispiiMulo ninguno de tus mandatos ni
tus enemigos de alrededor, en la tierra que do, y guardar todos sus p r e c e p t o s ; 19 y
ro si al h o m b r e n o le agrada t o m a r a su los lie olvidado, n No lie comido de ello
Yahveh, tu Dios, te va a dar en posesión, 1:1 [en cambio] te elevará por e n c i m a de
cuñada, ésta subirá a la puerta donde los durante mi duelo, ni me he llevado de
raerás de bajo el cielo la m e m o r i a de A m a - todas las naciones que hizo, e n loor, re-
ancianos, y d i r á : «Mi c u ñ a d o se niega a ello nada en estado de impureza, ni he
leq ; n o lo olvides. * n o m b r e y gloria, y serás un p u e b l o con-
perpetuar el n o m b r e de su h e r m a n o en d a d o de ello p a r a un m u e r t o ; h e escu- sagrado a Yahveh, tu Dios, según ha
Israel; n o quiere cumplirme la ley del le- c h a d o la voz de Yahveh, mi D i o s ; h e
prometido».

Primicias y diezmos. Conclusión Tercer discurso de Moisés: solemne renovación


n £? ' « C u a n d o hayas entrado en la tie- do p a r a hacer allí habitar su n o m b r e .
3
de la alianza
~ ™ rra que Yahveh, tu D i o s , te va a Y te presentarás al sacerdote q u e p o r
dar en herencia y hayas t o m a d o posesión aquellos días haya, y le d i r á s : «Declaro *yn 1 Moisés y los ancianos de Israel do lo hayas atravesado a fin de entrar
de ella y en ella te hayas establecido, 2 co- hoy a Yahveh, mi * D i o s , que h e e n t r a d o " ' dieron orden al pueblo, diciendo: en la tierra que Yahveh, tu D i o s , te va a
gerás u n a parte de las primicias de todos en la tierra que Yahveh juró a nuestros «¡Guardad t o d o el m a n d a t o que hoy os dar, tierra que m a n a leche y m i e l , c o m o
los productos del suelo que coseches en padres nos daría». 4 Entonces el sacer- intimo! Yahveh, Dios de tus padres, te predijo.
2 4
la tierra que Yahveh, tu Dios, te dé, lo dote t o m a r á de tu m a n o la cesta y la Acaecerá que el día que pases el Jor- Así, pues, c u a n d o vadeéis el J o r d á n ,
colocarás en u n a cesta y lo llevarás al depositará ante el altar de Y a h v e h , tu d á n hacia la tierra que Yahveh, tu Dios, erigiréis estas piedras que h o y os ordeno
lugar que Yahveh, tu Dios, h a y a elegi- Dios. 5 Y continuarás diciendo: « U n ara- te va a dar, te erigirás grandes piedras en el monte Ebal y las e n l u c i r á s con cal.
y las enlucirás con cal. 3 Escribirás sobre 5
Después construirás allí u n altar a
OIZ 33 CUARENTA: luego el número redújose a treinta y nueve (cf. 2 Cor ir,24). ellas todas las palabras de esta ley cuan- Yahveh, tu Dios, altar de p i e d r a s ; n o
^^ SIN HIJO: Neufeld sugiere que significó "sin hijo varón», mientras sólo el hijo pudo here-
dar: mas indicó «sin prole» cuando el derecho de herencia extendióse a las hijas. ¡¡ LEY DEL LEVI- 5
RATO: cf. Gen 38,8, nota. 0fcv£ ARAMEO: llámase tal a Jacob porque moró largo tiempo en Aram o Mesopotamia. [] PA-
7
PERPETUAR EL NOMBRE DE SU HERMANO: procurándole descendencia que lo lleve. * DRE: antepasado. || POCAS PERSONAS: setenta, según Gen 46,26 y Ex 1-5.
14
9
EDIFICAR LA CA.SA: e. d., dar familia a su hermano. Al dejarse descalzar, el pariente renunciaba PARA UN MUERTO: las ofrendas a éstos eran corrientes en la antigüedad y no sólo entre los
a todos sus derechos sobre la mujer y propiedades del muerto, pues el ceder la sandalia era símbolo egipcios. Aquí creen algs., como Cazelles, se aluda mis probablemente al dios de la vegetación, que
de renuncia a los bienes hereditarios (cf. Rut 4,1-11). muere en verano, Adonis o Aíeyn Baal. En este ritual agrícola expuesto con motivo del diezmo del
13-14 DIVERSAS PESAS O «EFÁS»: cf. Ex 16,13-36, una para compras y otra para ventas. tercer año se trataría de una de las manifestaciones de la lucha contra los cultos cananeos, que cons-
i ' - i » AMALEO.: cf. Ex 17,8-16,, Ejecutó esa sentencia contra él (v.19) S«nil cuatrocientos años tituye el fondo del Dt. La versión sería: «No he comido de ello como raimiento de] lamentación; no
más tarde. he consumido de ello como [alimento] impuro; no he dado de ello al [Dios] Muerto».
16 «». Concluye el segundo largo discurso con estas mutuas promesas entre Dios c Israel.
248 DEUTERONOMIO 2 7 8—28 " DEUTERONOMIO 2 8 12_*8 249

16 Maldito quien menosprecie a su p a - tre, en el fruto de tu ganado y en el fracasarás en tus empresas y estarás, en
blandirás instrumento de hierro sobre fruto de t u suelo, sobre la tierra que
dre y su m a d r e . Y todo el pueblo dirá: verdad, siempre oprimido y despojado,
ellas. * D e piedras sin labrar construirás Yahveh, tu Dios, juró a tus padres darte.
Amén. sin que haya quien te auxilie. 30 j e des-
el altar a Yahveh, tu Dios, sobre el cual 12 Y Yahveh te abrirá su rico tesoro, el posarás c o n u n a mujer, y otro h o m b r e
ofrecerás holocaustos a Yahveh, Dios i? Maldito quien haga retroceder el cielo, concediendo a su tiempo la lluvia la desflorará; edificarás u n a casa, y n o
tuyo. 7 Allí inmolarás victimas pacíficas hito de su prójimo. Y t o d o el pueblo necesaria a t u tierra y bendiciendo toda la habitarás; plantarás u n a viña, y n o la
y comerás y te regocijarás ante Yahveh, dirá: Amén. o b r a d e tus m a n o s ; de suerte q u e pres- disfrutarás. 3 1 T u res vacuna será dego-
tu Dios. 8 Y escribirás sobre las piedras 18 Maldito quien descarríe a u n ciego tarás a m u c h a s naciones, y tú n o toma- llada a tus propios ojos, y n o comerás
todas las palabras de esta ley: escúlpelas del camino. Y t o d o el pueblo dirá: A m é n . rás prestado. 1¡ Yahveh te constituirá ca- de ella; t u asno será arrebatado en t u
esmeradamente». 1 9 Maldito quien tuerza el derecho del beza y n o cola, y estarás siempre encima presencia, y n o se te devolverá; t u ga-
9 Moisés y 1os sacerdotes levitas h a - inmigrante, el huérfano y la viuda. Y y n o debajo si obedeces el m a n d a t o de nado menor caerá en m a n o s de tus ene-
blaron a t o d o Israel, diciendo: «¡Calla y todo el pueblo dirá: Amén. Yahveh, tu Dios, q u e h o y te intimo para migos, sin q u e tengas quien te socorra.
escucha, Israel! Hoy te has convertido 20 Maldito quien yaciere con la mujer que cuides de practicarlo; 1 4 y n o te 32
Tus hijos y tus hijas serán entregados
en pueblo de Yahveh, tu Dios. 1 0 Escu- de su padre, pues descubre el borde de apartarás ni a derecha ni a izquierda de a otro pueblo, y t u s ojos lo contempla-
cha, pues, la voz de Yahveh, D i o s tuyo, la colcha de su padre. Y t o d o el pueblo ninguno d e los m a n d a t o s q u e h o y te rán y estarán t o d o el día desfallecidos
y practica todos sus mandatos y leyes dirá: Amén. ordeno, yendo tras dioses extraños para por ellos, m a s t u m a n o se revelará im-
que h o y yo te prescribo». 21 Maldito quien se ayunte c o n cual- servirlos. potente. 3 3 El fruto de tu suelo y toda t u
11
Y Moisés ordenó aquel día al pue- quier bestia. Y t o d o el pueblo d i r á : labor lo devorará u n pueblo q u e n o c o -
15 M a s sucederá q u e si n o escuchas la
blo, diciendo: 1 2 « E s t o s h a n de estar so- Amén. noces; en tanto q u e tú no dejarás d e
22 Maldito quien yaciere con su herma- voz de Yahveh, t u Dios, cuidando de estar siempre oprimido y vejado. 3 4 Loco
bre el m o n t e Guerizim para bendecir al practicar todos sus preceptos y leyes, que
pueblo c u a n d o hayáis pasado el J o r d á n : na, hija de su padre o hija d e su m a d r e . te volverás ante el espectáculo q u e tus
hoy te intimo, te sobrevendrán todas estas ojos han de contemplar. 35 j e herirá
Simeón, Leví, Judá, Issacar, José y Ben- Y t o d o el pueblo dirá: Amén. maldiciones y te alcanzarán: i 6 Maldito
jamín. * 13 Y -estos otros permanecerán 23 Maldito quien yazga c o n su suegra. Yahveh de úlcera maligna, de q u e n o
serás en la ciudad y maldito en el cam- podrás sanar, en las rodillas y las pier-
en el m o n t e Ebal p a r a la maldición: Y t o d o el pueblo dirá: A m é n . po. ' ' M a l d i t a s tu cesla y tu artesa.
R u b é n , G a d y Aser, y Zabulón, D a n y 24 Maldito quien matare a su prójimo nas, desde la planta del pie a la coronilla.
<H Malditos el fruto do lu vientre y el
Neftalí. 1 4 Y los levitas t o m a r á n la pala- en secreto. Y t o d o el pueblo dirá: A m é n . fruto de tu suelo, el parto de tu vacada
bra y dirán a todos los hombres de Is- 25 Maldito quien acepte s o b o r n o p a r a 3'' Yahveh te conducirá a ti y al rey
y las crías de tu rebaño. 19 Maldito en que sobre ti establezcas a u n a nación
rael en voz alta: * quilar la vida a un inocente. Y t o d o el tu entrar y maldito en tu salir.
15
pueblo dirá: Amén. que n o conocíais ni tú ni tus padres, y
Maldito el h o m b r e q u e haga escul- 20 Yahveh enviará contra ti la maldi- allí darás culto a dioses extraños, madera
tura o imagen fundida, abominación d e 2i' Maldito quien n o mantenga todas *
ción, la consternación y la amenaza en y piedra. 3 7 Serás objeto de a s o m b r o , p r o -
Yahveh, obra de las m a n o s de artífice, las palabras de esta ley, poniéndolas en verbio y mofa entre todos los pueblos
todas las empresas q u e h a s de llevar a
y la erija en secreto. Y t o d o el pueblo práctica. Y t o d o el pueblo d i r á : Amén. c a b o hasta q u e seas destruido y pronto donde Yahveh te conduzca. 3 8 Echarás
responderá y dirá: Amén. perezcas a causa de la maldad de tus mucha semilla en el campo y cosecharás
iliciones, por las cuales me has abando- poco, pues la devorará la langosta.
nado, •" Ynlivrh luirá que se le pegue 31' Plantarás y cultivarás viñas, mas vino
Sanciones de la ley; bendiciones y maldiciones lu pesie liuslii que clin le aniquile sobre no has de beber ni vendimiarás, pues lo
el suelo cuya posesión vas 11 entrar a habrá devorado el gusano. 4<> Tendrás oli-
no 1 »Y sucederá que si escuchas la 7 P o n d r á Yahveh en derrota ante ti a lomar. 2 2 Yahveh te herirá de tisis, de vares en todo tu término, mas no te has
« O voz de Yahveh, tu Dios, cuidando los enemigos q u e contra ti se levanten. liebre, tic ¡nllamación, de gangrena, de de ungir con aceite, pues se caerán tus
de practicar todos sus preceptos, que hoy Por u n camino te saldrán y p o r siete espada *, de q u e m a d u r a y de gorgojo, aceitunas. 4 1 Engendrarás hijos e hijas,
te ordeno, Yahveh, tu Dios, te exaltará huirán a tu presencia. 8 Yahveh o r d e n a r á que te perseguirán hasta q u e perezcas. * pero n o serán para ti, p o r q u e m a r c h a r á n
por cima de todas las naciones de la a la bendición q u e esté contigo en t u s •'3 Y tu cielo de encima d e tu cabeza al cautiverio. 4 2 T o d o árbol tuyo y el
tierra. 2 Y vendrán sobre ti todas estas cilleros y en todas tus empresas, y te será de bronce, y tu tierra de bajo tus producto de tu suelo lo devastará la lan-
bendiciones y te alcanzarán p o r escuchar bendecirá en el país q u e Yahveh, t u pies, de hierro. 24 Yahveh convertirá la gosta. 4 3 El extranjero que en medio de
la voz de Yahveh, t u D i o s : * Dios, va a darte. ' Yahveh te constituirá lluvia de tu país en polvo y arena, que ti vive subirá m á s y más arriba por cima
3
Bendito serás en la ciudad y bendito pueblo a Sí consagrado, conforme te h a descenderán del cielo sobre ti hasta tu de ti, mientras tú caerás m á s y m á s
en el c a m p o . 4 Bendito el fruto de t u j u r a d o , si guardas los m a n d a t o s de Y a h - destrucción. 25 Y Yahveh te postrará de- abajo. 4 4 El te prestará y tú n o le p o d r á s
veh, t u Dios, y andas p o r sus caminos. prestar; él será cabeza, pero tú serás
r r o t a d o ante tus enemigos; p o r u n ca-
vientre, el fruto de tu suelo y el fruto d e
10 Y todos los pueblos de la tierra verán mino saldrás contra él y por siete caminos cola. 4 5 Y te sobrevendrán todas estas
tu bestia, el parto de tus vacadas y las maldiciones, que te perseguirán y alcan-
ante él huirás; y servirás de h o r r o r para
crías de tu rebaño. 5 Benditas t u cesta que el n o m b r e de Yahveh es invocado
todos los reinos de la tierra. 26 Xu cadá- zarán hasta aniquilarte, por no haber
y t u artesa. 6 Bendito en tu entrar y sobre ti y te temerán, n Yahveh te h a r á
ver será pasto de todas las aves del cielo escuchado la voz de Yahveh, tu Dios,
bendito en tu salir. * rebosar d e bienes en el fruto de t u vien-
y bestias de la tierra, sin q u e haya quien guardando los mandatos y leyes que te
las espante. ordenó; 4 6 serán como u n signo y u n
12 Las tribus designadas para bendecir al pueblo desde lo alto del Guerizim son las descen- prodigio en ti y en tu descendencia p a r a
27 dientes de Raquel y Lia, mujeres de Jacob. Las maldiciones quedan encomendadas a los hijos 27 Yahveh te herirá con la úlcera de siempre.
de sus criadas. Las tribus de Efraim y Manases están comprendidas en el nombre de José. Rubén y Egipto, c o n hemorroides, sarna y tina,
Zabulón, que acompañan a las otras cuatro al monte Ebal, van para igualar el número, y se las es- de q u e n o podrás sanar. 28 También te 4
7 E n pago de n o haber servido a Y a h -
coge porque Rubén había perdido el derecho de primogenitura y Zabulón era el menor de los herirá Yahveh con demencia, ceguera y veh, tu Dios, con alegría y buen corazón,
hijos de Lía. . turbación de espíritu, 29 d e suerte q u e p o r la abundancia de todo, 4 8 habrás de
14
DIRÁN: siguen las maldiciones; las bendiciones pueden deducirse por oposición. andarás a tientas en pleno mediodía, c o m o servir a tus enemigos que Yahveh en-
O Q 2 BENDICIONES: mientras éstas ocupan los w.2-14, las maldiciones—de trágico vigor—toman a tientas a n d a el ciego en la tiniebla; y viará contra ti, en hambre, sed, desnu-
™ " mucha mayor amplitud (w.15-68). Es que al pueblo conmueve más el temor al castigo que las
promesas de premio. El carácter temporal y material de unas y otras estriba en que ambas se refieren 11
QUEMADURA: la producida en las cosechas de cereales por el viento del este, llamado kham-
a la nación como tai y no a sus individuos. rin. Otros: añublo o tizón. II GORGOJO: otros, ictericia o amarillez.
6
E N TU ENTRAR Y... EN TU SALIR: e. d., en todas tus actividades y empresas.
4S> 8
250 DEUTERONMIO 2 8 29 DEUTEKONOMIO 2 9 " - * * 251
dez y penuria t o t a l ; y colocará sobre tu palabras de esta ley consignadas en este zado se h a deteriorado en vuestro pie. visto sus abominaciones e inmundicias»
cuello un yugo de hierro hasta que te libro, temiendo este n o m b r e glorioso y 6
5 N o habéis comido pan ni bebido vino leño y piedra, plata y o r o , que entre
aniquile. 4 9 Yahveh traerá contra ti, como terrible, Yahveh, tu Dios, 5 9 Yahveh cau- ni hidromiel p a r a que supieseis que yo, ellos existen. * 1817 N o haya, pues, entre
en vuelo de águila, un pueblo de lejos, sará grandes plagas en ti y tu posteridad, Yahveh, soy vuestro Dios. 7 6 Llegasteis vosotros h o m b r e o mujer, familia o tribu
del cabo de la tierra, un pueblo cuya plagas grandes y duraderas y enferme- a este lugar y salieron a nuestro encuen- cuyo corazón se desvíe h o y de Yahveh,
lengua no entenderás; 5Ü gente de rostro dades malignas y persistentes. 60 Pasarán tro en son de guerra Sijón, rey de Jes- nuestro Dios, p a r a jr a servir a los dio-
fiero, que no respetará al anciano, ni a ti todas las epidemias de Egipto, ante bón, y Og, rey del Basan, y los derrota- ses de esas naciones, a fin de que n o exista
del niño tendrá compasión. 51 Devorará las cuales tanto temiste, y se pegarán a mos. 87 Luego nos a p o d e r a m o s de su entre vosotros raíz que produzca vene-
el fruto de tus ganados y el fruto de tu ti. 6 1 Además, Yahveh hará venir sobre país y lo dimos en herencia a los rube- no y ajenjo, 1 9 i s y resulte que, al oir las
suelo hasta aniquilarle; que no te ha ti, hasta exterminarte, toda enfermedad y nitas, a los gadítas y a medía tribu de palabras de este j u r a m e n t o , se prometa
de dejar grano, mosto ni aceite, el parto toda plaga que no está escrita en el libro M a n a s e s . 9 8 G u a r d a d , pues, los términos la bendición dentro de su corazón, di-
de tu vacada ni las crías de tu rebaño de esta ley, >>2 y quedaréis pocos hombres de esta alianza y cumplidlos, a fin de ciendo: « M e irá bien aunque prosiga
hasta exterminarte. 5 2 Te asediará en to- después de haber sido c o m o las estrellas que prosperéis en cuanto emprendáis. a n d a n d o según lo obstinado de m i co-
das tus ciudades hasta que caigan tus del cielo en multitud, p o r cuanto no es- l°9 H o y estáis t o d o s vosotros en presen- razón»; de suerte que habría de arran-
altas e inaccesibles murallas, que eran cuchasteis la voz de Yahveh, tu Dios. cia d e Yahveh, vuestro D i o s : vuestros carse lo regado con lo seco. * 2 0 i9 Yahveh
63
tu confianza, en todo tu país; te sitiará, Y acaecerá que conforme Yahveh se
pues, en todas tus ciudades, en t o d a la gozó en haceros bien y multiplicaros,
tierra que Yahveh, tu Dios, te h a b r á asi se gozará en destruiros y aniquilaros
d a d o . 5* D u r a n t e el asedio y la opresión de sobre el suelo d o n d e vas a entrar
a que te someta tu enemigo comerás el p a r a t o m a r su posesión, 6 4 y te desparra-
fruto de tu vientre, la carne de tus hijos mará Yahveh p o r todas las naciones de
y tus hijas, que Yahveh, tu Dios, te un extremo al o t r o de la tierra, y allí
haya concedido. * 5 4 El h o m b r e más de- servirás a dioses extraños que no c o n o -
licado entre vosotros y el sumamente cíais ni tú ni tus padres, m a d e r a y pie-
tierno mirará con malos ojos a su her- dra. 6 5 En aquellas naciones n o disfruta-
m a n o , a la esposa de su corazón y al rás tranquilidad ni tendrá p u n t o de repo-
resto de sus hijos que le quedaren, * so la planta de tu píe, y Yahveh te d a r á
55
de suerte que no dará a ninguno de allí un corazón trémulo, desfallecimiento
ellos parte de la carne de sus hijos, que añorante de ojos y congoja de espíritu.
comerá p o r no haberle quedado ningu- ''" T u vida aparecerá frente a ti c o m o
n a otra cosa durante el asedio y la opre- pendiente de un hilo, y noche y día te-
sión a que te someterá tu enemigo en merás, sin estar seguro de tu vida. 6 7 Por
todas tus ciudades. 5 6 La mujer más deli- la m a ñ a n a dirás: «¡Quién m e diera fuese
cada entre vosotros y la más tierna, que la tarde!», y a la tarde exclamarás: «¡Quién
p o r ternura y delicadeza n o haya pro- me diera fuese la m a ñ a n a ! » D e b i d o al í)i.«.-. Iiitiifm. (IV Bittd..., «Yazilikaya», lám.27.)
b a d o a posar la planta de su pie sobre espanto de tu corazón con que te estre-
la tierra, mirará con malos ojos al esposo mecerás y p o r el espectáculo que h a n de
de su corazón, a su hijo y su hija, 5 7 a contemplar tus ojos. ' 8 Yahveh te h a r á adalides, vuestros jueces *, vuestros an- no querrá perdonarle, pues entonces la
las secundinas procedentes de su seno y regresar a Egipto en navíos por el ca- cianos, vuestros magistrados, t o d o s los cólera de Yahveh y su celo se encenderán
a los hijos que dé a luz, pues, en penuria mino del que yo te dijera: N o volverás hombres de Israel; t i , 0 vuestros niños, contra tal h o m b r e y descargará sobre él
de t o d o , los devorará a ocultas, durante a verle m á s ; y allí seréis vendidos a vuestras mujeres, tu extranjero que mora toda la maldición escrita en este libro, y
el asedio y la opresión a que te ha de vuestros enemigos por esclavos y escla- en medio de tu c a m p a m e n t o , desde tu Yahveh b o r r a r á su n o m b r e de bajo el
someter tu enemigo en tus ciudades. * vas y no h a b r á c o m p r a d o r . * leñador a tu a g u a d o r ; ' 2 n p a r a que en- cielo. 212o Yahveh lo separará, para des-
58
Si n o cuidas de practicar todas las tres en la alianza y j u r a m e n t o de Yahveh, ventura, de todas las tribus de Israel,
tu Dios, que Este va a pactar hoy conti- conforme a todas las maldiciones de la
go, 13 12 a fin de constituirte hoy en pue- alianza consignadas en el libro de esta
Bondad y justicia de Yahveh blo suyo y ser El para ti tu Dios, según ley. 22 2t Y dirá la generación venidera,
te prometió y conforme j u r ó a tus pa- vuestros hijos que surjan después de vos-
O Q ' 69 »Estas son las palabras del t o d o s sus servidores y t o d o su país; 3 2 las dres, a A b r a h a m , Isaac y Jacob. 14 ¡3 Y otros, y el inmigrante que llegue de un
™«* pacto que Yahveh ordenó a M o i - grandes pruebas que vuestros ojos con- n o con solos vosotros pacto yo esta país lejano, c u a n d o contemplen las pla-
sés concertar con los hijos de Israel en templaron en esos m a g n o s portentos y alianza y este juramento, I 5 i4SÍno con gas de aquella tierra y las enfermedades
la tierra de M o a b , además de la alianza prodigios. 4 3 M a s hasta el dia de h o y quien está hoy aquí presente con nos- con que la h a b r á herido Yahveh— 23 22 azu-
que con ellos pactó en H o r e b . Yahveh n o os ha d a d o corazón p a r a otros ante Yahveh, nuestro Dios, y con fre y sal, q u e m a d a toda su tierra; no se
2
i Moisés convocó a todo Israel y les comprender, ojos p a r a ver ni oídos p a r a quien n o lo está. sembrará, ni brotará, ni crecerá en ella
16
dijo: «Vosotros habéis visto t o d o lo que oir. 3 4 C u a r e n t a años os he guiado p o r 15 Vosotros sabéis, en efecto, cómo hierba alguna, c o m o en la destrucción
Yahveh realizó a vuestros propios ojos el desierto; vuestros vestidos no se h a n m o r a m o s en tierra de Egipto y c ó m o de Sodoma y G o m o r r a , A d a m a y Se-
en la tierra de Egipto con el F a r a ó n , envejecido sobre vosotros ni vuestro cal- pasamos a través de u n a serie de pueblos boyim, que Yahveh asoló en su cólera
por que hemos p a s a d o ; 1 7 i 6 y habéis y su furor—, 2423 dirán, pues, entonces
33
FRUTO DE TU VIENTRE : hebraísmo por tu prole. A tales extremos llegóse en el cerco de Sa- OQ 17
i6 ABOMINACIONES E INMUNDICIAS: e. d., sus ídolos.
19
maría, en el s.IX a. C. (cf. 2 Re 6,26-29) y en Jerusalén el año 70 d. G. 18 Lo REGADO CON LO SECO: dudoso: parece expresión proverbial, mediante la cual Moisés
34
37
LA ESPOSA DE SU CORAZÓN: üt. esposa de su seno, su esposa querida ( = v.56). quiere indicar que la idolatría del israelita presuntuoso que juzgase su felicidad asegurada por el pacto
í8
D E SU SENO : iit. de entre sus pies, por eufemismo. con Yahveh puede acarrear la ruina de la comunidad toda, haciendo sean arrancados j'ustos (re-
NAVÍOS: los de los traficantes de esclavos, como los fenicios. Confirma el hecho la historia, gados) y pecadores (secos). La Vulgata: et absumat ebria sitientem, los ebrios acarrearían la ruina
ranto de la época de la caída de Jerusalén como de la de Adriano. II Yo TE DIJERA: cf. 17.16. de los sedientos o inocentes.
28
252 DEUTERONOMIO 2 9 3 0 *° DEUTERONOMIO 3 1 1 - 2 6 253
todos los pueblos: «¿Por qué trató así tierra, atrayendo sobre ella todas las
Yahveh a este país? ¿Qué significa el maldiciones escritas en este libro; 2827 y
ardor de esta enorme cólera?» 25 24 y se Yahveh los arrancó de su país con ira, Postreras disposiciones de Moisés
contestará: «Porque a b a n d o n a r o n el pac- furor y grande indignación, y los arrojó
to de Yahveh, Dios de sus padres, que a otra tierra, como ocurre hoy día. Oí ' Y fue Moisés y habló » a Israel ron, pues, Moisés y Josué y se presentaron
29
con ellos había concertado al sacarlos 28 Las cosas secretas corresponden a •*•* entero todas b estas palabras, 2 y en la tienda de reunión. 15 Entonces Yah-
del país de Egipto; 2625 y se fueron a Yahveh, nuestro D i o s ; mas las reveladas, les dijo: «Hoy tengo ciento veinte a ñ o s : veh apareció en la tienda en columna de
servir a dioses extraños y se prosternaron a nosotros y nuestros hijos por siempre, ya no puedo salir y entrar. Además, Yah- nube, la cual se colocó a la puerta de la
ante ellos, dioses que no conocían y él para que practiquemos todas las pala- veh me ha d i c h o : « N o pasarás este Jor- tienda.
16
no les había atribuido». 27 26 Por eso se bras de esta ley. dán». * 3 El mismo Yahveh, tu Dios, pa- Y Yahveh dijo a Moisés: «He aquí
encendió la ira de Yahveh contra esta sará delante de ti, El aniquilará ante ti que tú vas a reposar con tus padres, y este
esas naciones, de suerte que las desplaces. pueblo se alzará y se prostituirá yendo
Josué mismo pasará a tu frente, como tras dioses extraños del país en medio del
Promesas de redención y últimas exhortaciones Yahveh ha indicado. 4 Y Yahveh las cual va a entrar, y me a b a n d o n a r á y que-
tratará según trató a Síjón y Og, reyes brantará la alianza que con él pacté. *
11 17
On * »Y suceder;'! que c u a n d o te so- Pues esta ley que hoy te prescribo de los amorreos, y a su país, a los cua- Aquel día mi cólera se encenderá contra
* * " brevengan todas estas cosas, la no es demasiado difícil para ti ni fuera les exterminó, 5 y los entregará ante vos- él y los a b a n d o n a r é , y ocultaré de ellos
bendición o la maldición que hoy te he de tu alcance. 1 2 N o está en el cíelo, o ros y haréis con ellos conforme a toda mi rostro, y servirá de presa y le alcanza-
expuesto, si las tomas a pecho, en medio para poder decir: «¿Quién subirá por nos- la orden que os he d a d o . 6 Esforzaos, rán muchos males y aflicciones, y en tal
de las naciones a las que Yahveh, tu otros al cielo, nos la cogerá y nos la pues, y cobrad á n i m o ; no temáis ni os ocasión dirá: «¿No será p o r q u e mi D i o s
Dios, te haya desterrado, 2 y te vuelves hará oir para que la practiquemos?» asustéis ante ellos, porque Yahveh, tu no está en medio de mí p o r lo que m e
hacia Yahveh, tu Dios, y escuchas su " T a m p o c o está al otro lado del mar, Dios. El mismo camina contigo; no te han alcanzado tales desgracias?»* 1 8 Pero
voz conforme a cuanto hoy te ordeno, para poder decir: «¿Quién pasará p o r dejará ni te a b a n d o n a r á » . aquel día yo ocultaré ciertamente mi ros-
tú y tus hijos, con todo tu corazón y nosotros al o t r o lado del mar, nos la 7
Moisés llamó a Josué y le dijo en tro, a causa de t o d o el mal que h a b r á
t o d a tu alma, 3 Yahveh, Dios tuyo, cam- cogerá y nos la h a r á oir, p a r a que la presencia de todo Israel: «Esfuérzate y cometido, pues que se volvió a dioses ex-
biará tu destino, se compadecerá de ti practiquemos?» 1 4 Sino que está muy cerca cobra ánimo, pues tú conducirás" a este traños.
y tornará a jumarte de en medio de de ti, en tu boca y en tu corazón, p a r a pueblo a la tierra que Yahveh juró a sus " A h o r a bien, escribios este cántico y
t o d o s los pueblos entre los cuales te poder cumplirla. padres les daría, y tú se la entregarás enseñadlo a los hijos de Israel, ponedlo
15
había dispersado. * 4 A u n q u e estuviesen Mira, te he expuesto la vida y el en herencia. 8 Y Yahveh mismo marcha- en su boca, a fin de que este canto m e
t u s proscritos en el extremo de los cielos. bien, la muerte y el mal. 16 Si escuchas rá delante de ti, El estará contigo; no te sirva de testimonio contra los israelitas;
la ley de Yahveh, tu Dios \ que hoy te p i o - 20
de allí te juntará Yahveh, tu Dios, y de ha de dejar ni te a b a n d o n a r á ; no temas pues le conduciré a la tierra que p r o -
allí te recogerá, 5 le conducirá a la tierra mulgo, a m a n d o a Yahveh, D i o s tuyo, ca- ni tengas pavor». metí con j u r a m e n t o a sus padres, y m a n a
que tus padres poseyeron, y la poseerás, m i n a n d o por sus vías, g u a r d a n d o sus pre- * Moisés escribió esta ley y la entregó leche y miel, y comerá y engordará, y
y El te favorecerá y te multiplicará más ceptos, leyes y decretos, vivirás y te m u l - 11 los sacerdotes hijos de Ecví, que trans- luego se volverá hacia dioses extraños, y
que a tus padres. * 6 Yahveh, tu Dios, tiplicarás, y Yahveh, tu Dios, te bende- portaban el ítroi de la aliím/a de Yahveh, los servirán, y me despreciarán, y que-
circuncidará tu corazón y el corazón de cirá en la tierra a d o n d e vas a entrar p a r a a los uncíanos de Israel. '" Y Moisés brantarán mi alianza. 21 Y sucederá que,
tu prole, p a r a que ames a Yahveh, tu
Dios, con todo tu corazón y toda tu
tomar de ella posesión. 1 7 Pero si tu co-
razón se vuelve y n o escucha y te dejas
l es dio orden diciendo: «Al c a b o de cada
siete años, en el tiempo señalado del
c u a n d o le alcancen numerosos males y
aflicciones, este cántico, c o m o q u i e r a que
alma p o r a m o r de tu vida. 7 En cam- seducir y te postras ante dioses extraños a ñ o de la remisión, en la fiesta de los n o ha de apartarse de la memoria y b o c a
bio, Yahveh, Dios tuyo, verterá todas y los sirves, 18 os declaro hoy que pere- tabernáculos, u c u a n d o viniere t o d o Is- de su posteridad, dará testimonio contra
estas maldiciones sobre tus enemigos y ceréis sin remisión, no permaneceréis m u -
rael a comparecer ante Yahveh, tu Dios, él de que conozco sus inclinaciones, en
cho tiempo en el país, para entrar en el
tus odiadores que te h a n perseguido. en el lugar que haya escogido, leerás esta virtud de las cuales obra hoy, antes de h a -
8 cual, a fin de poseerlo, atraviesas tú el
Y volverás a escuchar !a voz de Yahveh Jordán. l9 Pongo hoy por testigos contra ley ante t o d o Israel y a sus oídos. 1 2 Re- berlo conducido a la tierra que prometí
y cumplirás todos sus preceptos que hoy vosotros el cielo y la tierra; os he ex- une al pueblo, hombres, mujeres y niños, con juramento». 2 2 Y aquel día Moisés
te ordeno. ' Yahveh, tu Dios, te prospe- puesto la vida y la muerte, la bendición y al extranjero que m o r a en tus ciudades, escribió este cántico y lo enseñó a los
rará sobreabundantemente en t o d a acti- y la maldición; escoge, pues, la vida, a a fin de que escuchen y a p r e n d a n a temer hijos de Israel.
23
vidad de tu(s) manoCs)», en el fruto de fin de que vivas tú y t u descendencia, a Yahveh, vuestro Dios, y cuiden de prac- Y dio orden a Josué, hijo de N u n , y
t u vientre, el fruto de tu ganado y el 20
a m a n d o a Yahveh, tu D i o s ; escuchan- ticar todas las palabras de esta ley. 13 Y dijo: «Esfuérzate y ten ánimo, pues t ú
fruto de tu suelo, pues Yahveh volverá do su voz y adhiriéndote a él, pues es vuestros hijos, que [aún] no la conocen, conducirás a los hijos de Israel a la tierra
a complacerse en hacerte bien, como se tu vida y la prolongación de tus días, escucharán y aprenderán a temer a Yah- que les prometí con juramento, y yo seré
gozó en vuestros padres, 10 si escuchas a fin de habitar sobre la tierra que Y a h - veh, D i o s vuestro, todos los días que contigo».
24
la voz de Yahveh, tu Dios, g u a r d a n d o veh, D i o s tuyo, j u r ó darles a tus padres, viváis sobre la tierra a d o n d e vais a pasar, A h o r a bien, c u a n d o Moisés h u b o aca-
sus preceptos y estatutos consignados en A b r a h a m , Isaac y Jacob». atravesando el Jordán, con objeto de po- bado de escribir en un libro las palabras
el libro de esta ley; si te vuelves a Yah- seerla». de esta ley hasta terminarlas, acaeció q u e
25
veh, Dios tuyo, con t o d o tu corazón 14 Moisés dio orden a los levitas, trans-
y t o d a tu alma. Y dijo Yahveh a Moisés: «He aquí portadores del arca de la alianza de Y a h -
que se acerca el día de tu m u e r t e : llama veh, diciendo: 2 6 «Tomad el libro de esta
3
CAMBIARÁ TU DESTINO : o te repondrá en tu lugar, como suele hoy interpretarse H, en vez a Josué y presentaos en la tienda de re-
30 5
de cambiará tu cautiverio o «volverá tus cautivos». unión, p a r a que le dé instrucciones». Fue-
ley y colocadlo al lado del arca de la
alianza de Yahveh, vuestro Dios, d o n d e
Palabras que se cumplieron después de la cautividad de Babilonia y volverán a cumplirse
cuando los judíos se tornen a Jesu-Cristo, lo cual anuncia San Pablo (Rom 11,25) Que sucederá
cuando la plenitud de las naciones entre en la Iglesia. 2
?1 I6
SALIR
Y ENTRAR: o ir y venir, e. d., acometer ninguna empresa, hacer nada.
" '1 7 REPOSAR CON TUS PADRES: e. d., dormir el sueño de la muerte, morir.
Los ABANDONARÉ... SERVIRA: nótese el paso frecuente de una persona a otra
21
254 "" DKUTEKONOMIO 3 1 " 32 20 DEUTKRONOMIO 3 2 "* 8 255

será testimonio contra ti, * 2 7 porque co- tierra. 29 Pues sé que después de mi muer- pues son generación perversa, | hijos en quien no existe lealtad.
nozco tu rebeldía y tu dura cerviz. H e te os corromperéis de seguro y os aparta- 21 Provocáronme a celos con lo que Dios no es, I enfureciéronme con sus ídolos v a n o s ;
aquí que, viviendo todavía yo con vos- réis del camino que os he o r d e n a d o ; m a s yo también los provocaré con lo que pueblo no es, | con una nación loca irritarélos. *
otros hoy, habéis sido rebeldes a Y a h v e h ; en tiempos venideros os acaecerá la des- 22
Pues se ha encendido el fuego de mi cólera I y quemará • hasta el fondo del seol;
¡cuánto más lo seréis después de mi muer- gracia, pues habréis hecho el mal a los devorará ' la tierra y sus productos | y abrasará " las bases de los montes.
te! 28 Reunid en mi derredor a todos los ojos de Yahveh, irritándole con vuestra 23
Acumularé desgracias sobre ellos, | agotaré yo en ellos mis saetas.
ancianos de vuestras tribus y vuestros actuación». 24
Extenuados de hambre, devorados por la fiebre | y la peste mortífera h a n de ser.
30
inspectores, que quiero pronunciar en sus Moisés profirió a oídos de t o d a la Los dientes de las fieras m a n d a r é contra ellos |
propios oídos estas palabras y t o m a r é comunidad de Israel las palabras de este y el veneno de las bestias que reptan en el polvo.
c o m o testigos contra ellos al cielo y la cántico hasta su conclusión. 25
Por fuera asolará la espada, | y dentro de las cámaras el p a v o r ;
así al joven c o m o a la doncella, | al lactante con el encanecido.
Cántico de Moisés 26
H u b i e r a dicho y o : «Los barreré de u n soplo, |
b o r r a r é su recuerdo de en medio de los hombres»,
OO ' «Prestad oídos, ¡oh cielos!, que quiero hablar, I 27
si n o temiese yo el escarnio del enemigo | y que lo entiendan mal sus adversarios;
Ota y escuche la tierra los dichos de mi boca.
2 no sea que profieran: «Nuestra m a n o h a vencido, | no es Yahveh quien h a o b r a d o t o d o
Gotee cual la lluvia mi doctrina, | destile cual rocío mi palabra;
28 Pues son gente sin consejo, | e inteligencia n o existe en ellos». * [esto». *
c o m o chubasco sobre el césped, | c o m o aguacero sobre la hierba.
3 29 Si fueran sabios, comprenderían estas cosas, | meditarían en su suerte final.
Pues quiero proclamar el n o m b r e de Y a h v e h ; | dad gloria a nuestro Dios. 30
4 ¿ C ó m o podrá u n o solo perseguir a mil, | y dos a diez mil poner en fuga;
Es la R o c a ; perfecto es su obrar, | pues todos sus caminos son justicia.
sino p o r q u e su R o c a hales vendido | y Yahveh los h a entregado?
Es Dios fiel y sin perversidad, | es justo y recto. * 31
5 Pues no es cual nuestra R o c a la de ellos: | jueces son nuestros mismos enemigos.
Mal se han » p o r t a d o con El hijos degeneradosb, | generación mala y perversa. 12
6 V.n verdad, de la cepa de Sodoma procedente es su cepa, | y de las campiñas de
¿Así pagáis a Yahveh, | o h pueblo vil e insensato? MIS uvas son uvas emponzoñadas, I tienen racimos a m a r g o s . * [Gomorra;
¿No es El tu padre, que te c r e ó ; | El quien te hizo y te h a afirmado? 33
lis su vino veneno de dragón | y de áspides mortífera ponzoña.
7 34
Recuerda los días antiguos, | considera los años de las pasadas generaciones; « ¿ N o se hnlhi él oculto junio a mí, | sellado en mis tesoros?*
interroga a tu padre, y te indicará; | a tus ancianos, y ellos te dirán: 35
Correspondente a mí la venganza y el pago | para el m o m e n t o en que sus pies res-
8 C u a n d o el Altísimo asignó a las naciones su heredad, I p o r q u e próximo está su día de ruina, | y precipítase su destino fatal». [balen;
c u a n d o puso separación entre los hombres, 36
Pues ha de hacer justicia a su pueblo Yahveh, | m a s guardará piedad a sus servidores,
fijó las fronteras de los pueblos I atendiendo al número de los hijos de Israel. * c u a n d o vea que su fuerza h a desaparecido | y que no existen ya ni el esclavo ni el libre, *
9 37
Pues la porción de Yahveh es su pueblo, ! Jacob es su legítima hereditaria. D i r á : «¿Dónde están sus dioses, | la roca en que se a m p a r a b a n ;
10 38
Lo encuentra en tierra desértica, [ en yermo, henchido del ulular de la estepa; los que comían la grasa de sus sacrificios, | el vino de sus libaciones bebían?
10 cerca cual de vallado, lo atiende, | cuídalo c o m o a la niña de sus ojos. Levántense y os socorran, | y os sirvan ' de protección.
11
C o m o el águila provoca al vuelo a su nidada | y revolotea p o r cima de sus polluelos, •"> Ved ahora que soy yo, yo mismo, | y fuera de mí n o existe otro D i o s ;
así extiende El sus alas, lo recoge | y lo lleva sobre sus plumas remeras. * yo mulo y resucito, | hiero y yo mismo s a n o ; | y nadie de mi m a n o lo substrae.
12 40
Yahveh solo lo guía, I no hay con El ningún dios extraño. I 11 vi'idiul, ni cielo elevo mi mano, | y digo: « C o m o he de vivir eternamente,
41
13
Hácele escalar las alturas del país, ] y come° de los frutos de los c a m p o s ; a n u i d o iifllc el niyo de mi espada | y empuñe en mis m a n o s el juicio,
dale a chupar miel de la peña | y aceite del d u r o pedernal; * lomaré venganza de mis adversarios, | y a quienes me aborrecen daré el pago.
42
1 4 cuajada de vacas y leche de ovejas | con grasa de corderos, Embriagaré con sangre mis saetas | y mi espada carne d e v o r a r á ;
carneros nacidos en Basan y machos cabríos, | con la flor m á s exquisita del trigo; en la sangre de muertos y cautivos, I en la cabeza de bravos del enemigo».
bebe, además, sangre de uva espumosa. * 4
< A d a m a d , ¡oh naciones!, a su pueblo, | p o r q u e vengará la sangre de sus servidores,
15 Come Jacob y se sacia ", lomará venganza de sus adversarios | y expiación h a r á p o r la sangre m a n a n t e de ' su
engorda Yesurún y respinga: | engordas, te cebas, póneste lustroso. [pueblo.
A b a n d o n a entonces a Dios, su Hacedor, | y desprecia a su R o c a salvadora.* 44
16 Provócanle a celos con dioses ajenos, ] con abominaciones lo irritan. F u e , pues, Moisés, a c o m p a ñ a d o de cuiden de practicar t o d o s los términos de
17
Sacrifican a demonios que no son dioses, | a dioses que ignoraban, Josué, hijo de N u n , y p r o n u n c i ó todos los esta ley. 4 7 P o r q u e n o es palabra baladí
a nuevos, recién llegados, I a quienes vuestros padres no reconocieron. [mado. vocablos de este cántico a oídos del pue- para vosotros, pues es vuestra vida, y con
!8 La R o c a que te había engendrado a b a n d o n a s | y olvidas al Dios que te había for- blo. 45 Y c u a n d o h u b o Moisés concluido ella viviréis largo tiempo sobre la tierra
de hablar estas palabras a t o d o Israel, a d o n d e vais a pasar p a r a t o m a r de ella
19 Yahveh lo vio y molestóse, | enojado p o r sus hijos e hijas. 46
les dijo: «Prestad atención a las pala- posesión».
20 Dijo, p u e s : —Les esconderé mi rostro, | veré cuál es su fin; bras con que hoy os a m o n e s t o , a fin de 48
Aquel mismo día habló Yahveh a
26 que las intiméis a vuestros hijos, p a r a que Moisés, diciendo: 4 5 , «Sube a esta m o n t a -
DEL ARCA: en cuyo interior se hallaba depositado el Decálogo. Allí serviría de testimonio
contra Israel de haber sido oportunamente prevenido por Dios. «Aquí tenemos—dice en su nota
21
la Bibl.4 del Pont. Ins. Blbl.—los comienzos del canon de los libros sagrados del A. T.» Lo QUE DIOS NO ES: lit. un no-Dios, paralelo al posterior un no-pueblo. || NACIÓN LOCA:
OO LA ROCA: es denominación metafórica de Dios, peña de refugio para su pueblo. por medio de estos bárbaros, que no merecen el nombre de pueblo, Dios dará a Israel pena ade-
" " 8 AL NÚMERO DE LOS HIJOS DE ISRAEL : quizá porque, al distribuir toda la tierra, Dios reservó cuada a su culpa de adorar a quien no merecía el nombre de Dios. Cf. como oportuno comentario
ya la región cananea a su pueblo escogido.—G lee «hijos de Dios», y sobre este texto fúndase una a estas palabras—según anota la Bib. del Pont. Instl Bíbl.—Jue 3,5-7.12-14; 4,1-3; 6,1-6; 2 Re 17,
curiosa tradición de 70 ángeles, custodios de las 70 naciones del mundo. El custodio de Israel es el 7-23; 24,1-20; Jer 5,14-19; y la aplicación profunda de San Pablo en Rom 10,16 a 11,12.
27
propio Yahveh antes de serlo S. Miguel. HA VENCIDO: O bien «es poderosa». Los enemigos habrían atribuido a debilidad de Yahveh
11
PROVOCA AL VUELO: otros, «vigila, despierta». y victoria
2 2
propia el castigo dado por Dios a su pueblo mediante aquéllos.
13
ALTURAS : Israel escaló victorioso los más seguros y defendidos puntos del enemigo. I] DURO »-
32
« Aquí, como en w.32-35, se refiere, metafóricamente, a los enemigos de Israel.
PEDERNAL: alude hiperbólicamente a la naturaleza del suelo palestinense, dotado, no obstante, por 34
Su CEPA: la cepa o viña de Israel, imagen reproducida en Is 5,1-7 y Sal 79,9-17.
la Providencia de singular fecundidad. E L : e. d., Israel, que Dios—que habla en 34-35—guarda en reserva (cf. Is 49,2); o bien
14
NACIDOS EN BASAN: O raza del B., o también: toros del B. (cf. Núm 21,33). II LA FLOR MÁS ella refiriéndose a la maldad de las gentes, que se archivará por Dios, cual viejos documentos, en
EXQUISITA DEL TRIGO: lit., la grasa (o redaño) de los ríñones del trigo. sus tesoros o archivos hasta el día del juicio (cf. Os 13,12; Job 14,17).
36
" YESURÚN: lit. «el justito» o lealito es apelación diminutiva—y al parecer irónica—de Israel. CUANDO VEA: e. d., cuando no quepa ya humana esperanza, Dios salvará a Israel.
60 DEUTERONOMIO 3 3 8~19 zo<
256 DBUTERONOMIO 3 2 —33 '

8 Y a Leví dijo:
ñ a de Abarim, al m o n t e N e b ó , que está blo, si P o r cuanto prevaricasteis contra
en el país de M o a b , frontero a Jericó, y mí en medio de los israelitas en las aguas «Tus tummim y urim sean p a r a tu varón santo
contempla la tierra de C a n a á n que doy de Meribá de Qadés, en el desierto de Sin, que probaste en Massá, | p o r quien contendiste junto a las aguas de M e r i b á ; *
en posesión a los hijos de Israel. 5 0 Es ya que no me proclamasteis santo en me- * el que dijo a su padre | y a su m a d r e : ' N o lo he visto',
preciso que mueras sobre la m o n t a ñ a dio de los hijos de Israel. 5 2 En verdad, y a sus h e r m a n o s n o reconoció, | y a sus propios hijos ignoró.
adonde hayas subido y que te reúnas a [sólo] de lejos contemplarás el país; m a s Porque guardaron tu palabra | y tu alianza observaron,
10
los tuyos, como murió A a r ó n , tu herma- allá no entrarás en la tierra que doy a los enseñarán tus ordenanzas a Jacob | y tu Ley a Israel,
no, en el m o n t e H o r y se reunió a su pue- israelitas». ofrecerán timiama ante tu rostro | y holocausto sobre tu altar. *
it Bendice, ¡oh Yahveh!, su poderío, | acepta las obras B de sus m a n o s .
Aplasta los lomos de sus adversarios, | sus enemigos, quienquiera q u e lo ataca». *
12
Y a Benjamín dijo:
h
«El predilecto de Yahveh m o r a en seguro, | El Excelso r o n d a sobre él t o d o el día
Bendición de Moisés a las tribus israelitas y entre sus h o m b r o s mora». *
13
Y a José dijo:
l Esta es la bendición con que Moisés, h o m b r e de Dios, bendijo a los hijos
33 de Israel antes de su muerte. * D i j o : «Bendita de Yahveh sea tu tierra, | con el r a u d a l del cielo por arriba,' I
con el m a r abisal que yace a b a j o ; *
14
2
Yahveh vino del Sinaí | y fulguróles * desde Seír; C o n el raudal de los frutos del sol | y el raudal de los renuevos de la l u n a ; *
15
brilló desde la m o n t a ñ a de Paran. | con la cúspide de las m o n t a ñ a s antiguas | y el raudal de los collados e t e r n o s ; *
16
Acompañábanle" miríadas de santos", | a su diestra una ley de fuego" p a r a ellos; con el raudal de la tierra y su plenitud | y el favor de quien m o r ó en la zarza;
3
en verdad a m ó a los pueblos. | T o d o s los ' santos están a tu vera, descienda sobre la testa de José | y la coronilla del príncipe de sus hermanos. *
17
y ellos postrados a tus pies | reciben tus decisiones. * C o m o primogénito de t o r o es p o r su majestad; | cuernos de búfalo son sus c u e r n o s ;
4 con ellos acornea a las naciones, | a una con los confines de la tierra.
U n a Ley nos ordenó Moisés, | posesión suya es la comunidad de J a c o b . *
5 ¡Tules son las miríadas de Efraím! J ¡Tales son los millares de M a n a s e s ! » *
Y fue rey en Yesurún | al congregarse los caudillos del pueblo |
a u n a con las tribus de Israel. * 18
Y a Zabulón dijo:
6 «Viva Rubén y no muera, | aunque, sean sus hombres p o c o numerosos». * «¡Gózate, Zabulón, en tu salida! | ¡Alégrate ] , Issacar, en tus tiendas!
19
Convocarán a las gentes a la m o n t a ñ a , | inmolarán allí víctimas justas,
7 Y respecto a J u d á pronunció csla [bendición]: p o r q u e c h u p a r á n la abundancia de los mares, | y ios tesoros ocultos en la arena». *
«¡Escucha, Yahveh, la voz de J u d á I y a su pueblo guíalo!
" ¡Su m a n o por él combata I y auxilio contra sus enemigos sea!» *
8 URIM, TUMMIM: vide nota a Ex 28,30. H Tu VARÓN SANTO: otros añaden c. G *da a Leví, tu
hombre santo», llamándose así a aquél por su fidelidad a Dios en el hecho que narró Ex 32,26-29,
y al qu« alude el v.9 («ni aun de sus hermanos...»), jl CONTENDISTE: cf. Ex 17,1-7, y Núm 20,1-13.
1 "• '" KtUoH vv. suponen completo cambio de estico, metro y contenido respecto al resto déla
BENDICIÓN: estas bendiciones de Moisés antes de morir, insertas (w.6-26) en un himno
33 al Dios de Israel, traen a la memoria las de Jacob moribundo (Gen 49). Se nota en ellas un
poesía.
111
Para .ilyunus, I.t bendición originaria de Leví sería la del v . n .
OHÍUCICKÁN...: mas lil. pondrán t. en tu nariz... || ENSEÑARÁN: G. E.Wright («Vet. Test.»,
orden diverso, el silenciar a Simeón y el no proferir palabra de reproche. Créese que el poema 1954) destaca que la enseñanza y la exposición de la ley eran de las principales misiones de la tribu
pudo2 recibir su forma integral en el s.XIl a. C. de Leví.
DEL SINAÍ: la asociación de Yahveh con las montañas es tema frecuente en la poesía de esta 11
APLASTA o golpea. Este término méhas es característico de la poesía cananea y la hebrea.
época. Aquí alude a la teofanía a que se refiere E.x ly (cf. Jue 5.4-5; Sal 6758,7-9; Hab 3,3-15; Sal Aparece en las cartas de Amarna y la época ugarítica y en el A. T. frecuentemente: Núm. 24,8-7;
1718,8-16). Tales teofanías aparecen envueltas en las imágenes de un cataclismo de la naturaleza. Hab. 3,13; Sal 18,22; 2 Sam 22,39; Sal 38,22-24.—Interpretamos aquí el texto consonánt. de H
3
El versículo es oscurísimo, pues H, como en v.2, no se ha conservado bien. Ambos versículos según Cross-Freedman; otros «y de quienes le odian para que no (?) se yergan».
con 26-29 constituyen para Cross y Freedman un poema que parece arrancado de un rico corpus 12
ENTRE sus HOMBROS MORA: puede entenderse que Benjamín goza de los cuidados protectores
de literatura israelita de tipo similar. Gordis sugiere que 3-5 y 26-29 serían una eulogia unificada, de Yahveh, en paralelismo con el primer estico, o bien que Yahveh mora entre las espaldas, a hom-
un canto de alabanza a Jas tribus de Yesurún, que tiene la Ley como heredad propia y al Dios de bros de Benjamín, e. d-, en sus montañas, aludiendo a la residencia de Yahveh en el santuario ben-
Israel como su protección; el v.2 sería una teofanía introductoria. En imágenes, forma y vocabula- jaminita de Nob durante el reinado de Saúl o en Bet-El, donde Dios se apareció a Jacob y moró
rio ofrecen importantes paralelos en la literatura ugarítica y las odas heroicas características del después, e. d., tuvo altar y recibió culto (cf. Biblia del Pont. inst. BJbl.).
antiguo Israel. Damos versión lo más ceñida posible a H y próxima a V, sin atrevernos a seguir las 13
CON EL RAUDAL: o lo mejor. Corresponde a las bendiciones del pasaje paralelo de Gen 49,
encontradas correcciones propuestas (cf. Kit y Cross-Freedman). Créese que el sentido probable 25-26. En ambos, las bendiciones de fertilidad, la peculiar terminología, la tendencia a personificar
del pasaje es que los israelitas recogieron a los pies del Sinaí de la boca de Dios la ley que les en- las fuerzas naturales y especialmente el estilo respectivo sugieren un precedente cananeo, como seña-
tregó (cf. Ex 20,1-22). Otros más bien ven aquí en este exordio de la bendición de Moisés la asam- lan Cross-Fr. Anotemos con éstos que la bendición implica la primacía de José entre las tribus.
blea o concilio celeste de Yahveh con su hueste angélica prosternada ante El—que es rasgo carac- Según ellos, las mencionadas variantes surgirían en la época de la transmisión oral de la bendición
terístico de la poesía religiosa cananea—cuando Aquél revélase en majestad y sale a ejecutar proezas original. || MAR ABISAL: el Océano o el Abismo aquí están probablemente personificados (cf. Gen
de tremendo poder. Las literaturas asiro-babilónica, cananea e hittita ofrecen poemas muy simila- 42,25; Hab 3,10; Ex 5,8, y frecuentemente en poesía ugarítica).
res por sus imágenes, motivos poéticos y modos de expresión. 14
4-5 O sea los más exquisitos frutos producidos por el sol y ios más exquisitos productos de las
UNA LEY... ISRAEL. Estos versículos parece formaban parte de la introducción original a lunas, e. d., frutos del influjo lunar, madurados bajo su acción.
la colección de bendiciones. Aquélla se ha transmitido muy mal, y parte de ella créese hoy ver en * 15 LA CÚSPIDE: e. d., lo más excelente, la crema.
2ib, que allí estaría dislocado. Por otra parte, entre 5 y 6 se ha debido de perder parte del texto, 16
QUIEN MORÓ EN LA ZARZA: Cross-Fr. 1. sel morador del Sinaí». || LA CORONILLA: sienes o frente.
pues falta la rúbrica ante la bendición de Rubén. El término qodqod es característico de las poesías ugarítica e israelita antigua (cf. Gen 49,26; Núm
5
FUE REY: resultó rey, entiéndese Moisés, según la mayoría.de intérpretes judíos y cristianos, 24,17; Dt 33,20; Salm 68,22).
aunque por el texto más parece se trata de Dios liberador de Israel, al que hizo su pueblo; entonces 17
PRIMOGÉNITO DE TORO: asi interpretamos c. GSV; H lit. «su toro primog. es su majestad».
se vierte «Yahveh hízose rey en Y.» (así Konig ..). La majestad del toro simboliza el poderío político y militar, y sus cuernos son las tribus de Efraím y
6
Poco NUMEROSOS : las repetidas incursiones que la tribu de Rubén hubo de sufrir de parte Manases, hijos de José. || BÚFALO: cf. Núm 23,22, nota. || A UNA CON: otros corrigen H levemente
de los ammonitas en la duodécima centuria la redujeron considerablemente, hasta casi desapare- y vierten: atacan los confines...
cer en la décima. 19
CONVOCARÁN. ..: interprétase alusión a algún culto del norte de Israel en el Tabor o el Carme-
7
Su MANO...: estilo muy dudoso. Prps. muchas correcciones: «su descendencia...» (Albright), lo. || Los MARES: e. d., el Mediterráneo y el de Genesaret, entre los cuales se halla el territorio ocu-
etcétera. Intentamos sujetarnos a H (cf. V). II Sus ENEMIGOS: quizá aluda especialmente a las in- pado por las tribus de Zabulón e Issacar.
trusiones filisteas, frecuentes en los siglos XII y XI a. C.
Bover-Cantera
258 DEUTER0NOM10 33 20 —34
BEUTERONOMÍO 3 4 *" l S 259
20YaGaddijo:
«¡Bendito quien ensanchó a Gad, | Gad*, cual leona, túmbase en acecho, | cumplieron así los días del llanto de due- cual Moisés, a quien conoció Yahveh ca-
y devora brazo y también cabeza. * lo p o r Moisés. * ra a c a r a ; * t i en razón de todos los m i -
9
2i Y escogió las primicias para sí, I pues allí la porción del caudillo estaba reservada; A h o r a bien, Josué, hijo de N u n , fue lagros y prodigios q u e Yahveh le envió
luego se presentó a los príncipes del pueblo, | lleno del espíritu de sabiduría, porque a hacer en la tierra de Egipto, contra el
exigió se cumpliera la justicia de Yahveh | y sus decretos para con Israel». * Moisés había impuesto sus m a n o s sobre F a r a ó n , sus servidores y t o d o su país,
12
" Y a Dan dijo: él. L o s hijos d e Israel le obedecieron e hi- y en razón de toda la potente mano y
cieron c o m o Yahveh h a b í a ordenado a las grandes maravillas que Moisés obró
«Dan es un cachorro de león | que salta huyendo de una víbora». • Moisés. a los ojos de todo Israel.
23 Y a Neftalí dijo: 10 Y a n o se levantó en Israel profeta
«Neftalí está saciado de favor, | y lleno d e la bendición de Yahveh,
oeste y mediodía heredará». * 8
1
TREINTA DÍAS: como en la muerte de Aarón (cf. Núm 20,29).
24
Y a Aser dijo: ° CONOCIÓ: O bien, trató.
«El m á s bendito de los hijos es Aser, | es el favorito de sus hermanos |
y b a ñ a su pie en aceite. *
25
H i e r r o y cobre sean tus cerrojos | y dure tu vigor c o m o tus días. *
26
N i n g u n o h a y c o m o el dios de1 Yesurún, | q u e cabalga los cielos en tu ayuda
y en su excelsitud las nubes,
27
m o r a d a del D i o s de la antigüedad | y expandimiento de los brazos del Eterno. NOTAS CRITICAS
A n t e ti expulsó al enemigo | y decretó: ¡Destruye!*"
28
Israel a c a m p a en seguridad, | tranquilamente aparte mora m Jacob.
Sobre un país de grano y mosto | en verdad sus cielos gotean rocío. CAP. I : a así c SamGVar...; H alto] b así H; GSV de.
29
¡Dichoso tú, Israel! | ¿Quién semejante a ti, CAP. 2: * así c GV; otros vierten H : a distancia de] c b así V y SamG (cf Kit). a
pueblo q u e halla seguridad en Yahveh, ('.M'. 4: * hayáis SamLSV] *» así c SamGSV; H tu] así SamV; H buscaréis] así plur c SamGSV;
cuyo escudo es tu ayuda | y cuya espada es tu gloria? 11 KÍtitf.
Tus enemigos te adulan, | pero t ú hollarás sus espaldas». * CAP. *: a UN! C nnm GSV; 11 mnul " add v c 6imss VarSamST'V, y Ex 20,4] ° di y c 57mss
VarGST»»V ay Ex 20,5.
CAP. 6: a parece faltar algo en H] b 631TIS3bVarGSamGST 1
add tu Dios.
CAP. 7: aasí c ims VarSamGV; H plur] así c i o b (y ims; cf Kit); H plur.
M u e r t e d e Moisés CAP. 10: ins c 38mss VarSamG (cfb Kit).
CAP. 11: • así c VarSamGSV; H te] SamGV dará] c así prb (cf Jos 1,4); Hjy eí] a así c (Sam)
J GSASymThLV; cf Gen 12,6; H las encinas o terebintos.
O A Y subió Moisés de las llanuras he puesto ante los ojos, m a s allá n o h a s CAP. 12: a - a así c G y 7,5; H quemaréis ai fuego... destruirás] b así c Sam(G)V; H irás y Kít
* * " de M o a b a la m o n t a ñ a de N e b ó , de pasar». propone di yaallá irás como dittogr] ° te SamGSV.
en la cumbre del Pisgá, situado frente a 5
M u r i ó , pues, alli Moisés, servidor de CAP. 13: así c SamG; H vuestro (así V)] b así c SamG; H os (así V)] c algs c SamG 1 hijo de tu
Jerícó; y Yahveh le mostró t o d a la tierra Yahveh, en el país de M o a b , conforme pniírr o] d así c G; H matarás.
de Galaad hasta D a n , 2 t o d o Neftalí, la a la disposición de Yahveh. 6 Y se le en- CAÍ». 14: " usl c SamGSV; íf comas] b así c Lev 11,14] c prps di y el milano c smss SamG y
I.I'V I I , >•»•
tierra de Efraím y Manases, y t o d a la tie- terró en el valle d e M o a b , frente a Bet : * uní i' íiniin H;IIH; 11 v (i su fii'nruinn; tilosa, anota Kit.
rra de J u d á hasta el m a r último; * 3 el Peor, sin q u e nadie hasta el día presente <:»!•. HId
CAP. : * ins c Ki(; cí" Ünm (f¿,it)l *'ÍIIH c («JIIIHH VarSam)GS; cf Kit.
Négueb, la llanura, la vega dé Jericó, ciu- haya conocido su sepultura. 7 Tenía M o i - CAP. 17 ; a" cf Kit] b 11madd al hombre o la mujer; di c GV.
dad de las palmeras, hasta Sóar. * Díjole sés c u a n d o murió ciento veinte a ñ o s ; n o CAP. I« : a asi c Sam " GV; H comerán] b ins c V.
Y a h v e h : «Esta es la tierra respecto a la se había debilitado su vista ni su vigor CAP. 10 ; a así c 2mss SamGSV (cf 21,9); H sangre del inocente.
cual juré a A b r a h a m , Isaac y Jacob, di- perdido. s Los hijos de Israel lloraron a ( '.AP. 2 0 : a ins c SamGV] b asi c SamGSV (cf 1,28); H se disuelva.
C A P . 21 : aasí c Var (cf Kit); H plur.
ciendo: «A tu posteridad la daré». T e la Moisés en los llanos de M o a b treinta días; C A P . 27, : a ins c GSV etc.
20 CAP. 24 ; a ins c GSVP etc; pero cf Kit.
ENSANCHÓ: Cross-Fr. prefieren 1. «el anchuroso país de Gad». Era ésta la más pujante y vigo- CAP. 26 : a así c G (cf Kit); H tu.
rosa2de
1
las tribus del oeste del Jordán. CAP. 27 : a ins c VarSamG y Gal 3,10 (cf Kit).
ESCOGIÓ... RESERVADA: Gross-Fr. corrigen H—al parecer crrp.—, interpretando: «Y él busca lo CAP. 28 : espada; SamV sequía, y así quizá 1, según algs.
más excelente para sí, pues ansia la porción de un caudillo». El resto del v.2r creen dichos autores C A P . 2Q : a* así c Jos 23,2; H tribus; Gb1 nuestros jefes de tribus.
está aquí dislocado y pertenecería a la introducción (cf. v.5). H ESTABA RESERVADA. ..: algunos, basados C A P . IO : 45mss VarSamGSV plur] ins cb G; cf 11,27,
en G, 1. el vocablo hebreo unido con e¡ siguiente: «y se congregaron los prínc. del p.»—Gad logró C A P . 31 ' M C G J I acabó M. de hablar] ins c 28mss VarGSV] c así c ca 5mss SamV; HG
dilatado territorio en la TransJordania, primicias de la conquista; mas, habiendo figurado luego en
la vanguardia de los conquistadores de la Cisjordania, exigió se cumplieran los decretos (la justicia) entrarás. b
de Dios (cf. Núm 32,1-36). C A P . 3 2 ; • plur c SamGV; H sing] así c SamG; H no hijos suyos por su mácula] c SamG(S)
22 nutriófe] d ins c (Sam)G] e así (fut) c SamG; H pretér] 1 así c SamGSV; H sing] • así c acadio (v. Tur-
SALTA HUYENDO DE UNA VÍBORA; o serpiente. Así quizá con autores modernos (cf. Gen 49,17); Sinaí) o 1 c GV a la tierra de.—Los fragmentos de Dt 32 descubiertos en Qumrám presentan rasgos
en vez de se lanza desde el Basan. comunes c G no hallados en otros mss hebreos.
23
24
OESTE: así quizá mejor que el mar de Galilea y el Sur. Cf. Jos 19,32-30. CAP. 33: "así HSam; algs corrigen c GSV nos; otros prp a su pueblo; punto dudoso] b así (con
25
EN ACEITE: e. d., en abundancia. él lit) c T oí V (cf G); H y vino de] c así add c T°] d así V; prp 1 por 'esdat lamo, 'aseru yetim 'marcha-
27
El v. ofrece dificultades de significado y métrica. ron los poderosos';e Beeston vierte H: «Vino con huestes de Qadesh y a su diestra guerreros de allí
MORADA DEL. ..: así, con leve corrección, puede interpretarse esta «crux», según pordis. Cabe (o ángeles suyos)»] r así c G; H sus; 1 «a su vera»8 c V; de todas suertes hay paso de la 2.a a la 3. a pers,
reconstruir con Cross-Fr.: «su refugio (el de Yesurún) es el dios de la antigüedad; bajo él están los frecuente en nebr] Cross-Frzedman 1 c G ven] así c GV; H sing] h así 'Eli, c Cross-Fr; H junto a él;
brazos
29
deí Eterno». Otras versiones son más alejadas. prps otras correes (cf Kit) * así c 2mss T° y Gn 49,25; H de rocío] ' así quizá add c Cross-Fr metri
QUIÉN SEMEJANTE A TI : seria para Cross-Fr. un cruce hipermétrico de dos antiguas variantes. 11 causa. La voz ses o yasés sería además ej de paranomasia c Issacar] k así add c Cross-Fr, que suponen
HALLA SEGURIDAD: O también «se salva». |[ CUYO ESCUDO...: así corrigiendo ligeramente H con ta aquí una más amplia haplografía] l así c GST 0] V; H «como Eí, oh Yesurúm»] m así c críticos; H podría
crítica; más lit. «escudo de tu socorro» o «tu escudo salvador» y «espada de tu triunfo» o «tu espada verterse «aislada, la fontana de J.>, y aludiría al pueblo hebreo, separado por Dios de las demás
victoriosa». || T B ADULAN: O «se te fingirán sumisos». II HOLLARAS SUS ESPALDAS: e. d., los subyugarás. naciones.

34 2
EL MAS ÚLTIMO: el Mediterráneo.
SAGRADA BIBLIA
BIBLIOTECA V E R S I Ó N C R I T I C A S O B R E
DE
LOS T E X T O S HEBREO Y GRIEGO
AUTORES CRISTIANOS
POR El, RVDO. P.
Declarada de interés nacional
JOSÉ M A R Í A BOVER, S. I. (t)
ESTA COLECCIÓN SE PUBLICA BAJO LOS AUSPICIOS Y ALTA
DIRECCIÓN DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA
FRANCISCO CANTERA BURGOS
CATEDRÁTICO D E HEBREO EN LA "UNIVERSIDAD CENTRAL
LA COMISIÓN D E DICHA PONTIFICIA Y DIRECTOR DEL INSTITUTO ARIAS MONTANO D E ESTU-
UNIVERSIDAD ENCARGADA D E LA D I O S HEBRAICOS Y ORIENTE P R Ó X I M O . DE LA REAL
ACADEMIA DE LA H I S T O R I A
INMEDIATA RELACIÓN CON LA B. A. C ,
E S T A I N T E G R A D A E N E L A Ñ O 1957

POR LOS S E Ñ O R E S S I G U I E N T E S : CUARTA EDICIÓN .


Notablemente corregida y mejorada en el
PRESIDENTE:
A. Testamento; revisada en el Nuevo por el
Excmo. y Kvdmo. Sr. Dr. Fr. F R A N C I S C O BARBADO
R . P . ]•' F I, I X P U Z O , S . I.
V I E J O , O. 1'., Obispo de Salamanca y Gran Canciller
de la Pontificia Universidad. tROMKSOK DJi I.A UNIYIíKSIJMD GREGORIANA DE ROMA

VICEPRESIDENTE: I l m o S r - D r . LORENZO TURRADO,


Rector Magnifico.
1

VOCALES: R P D r . Fr. AGAPITO SOBRADILLO,


O. F . M. C , Decano de la Facultad de Teología;
M . I . Sr. Dr. I.AMUKRTO DE E C H E V E R R Í A , Decano de
la Facultad de Derecho; M. I . Sr. D r . BERNARDO R I N -
CÓN, Decano de la Facultad de Filosofía; R. P . D r . JOSÉ
JIMÉNEZ, C. M. F . , Decano de la Facultad de.Huma-
nidades Clásicas; R. P. Dr. Fr. ALBERTO COLUN-
GA, O . P . , Catedrático de Sagrada Escritura; reveren-
d o P . D r . B E R N A R D I N O LLORCA, S. I . , Catedrático de
Historia Eclesiástica.
SECRETARIO: M . I . Sr. Dr. L u i s SALA B A L U S T , Profesor.

LA E D I T O R I A L CATÓLICA, S. A . APARTADO 466 BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS


MADRID • MCMLVII
MADRID • MCMLVII
JOSUÉ 11—2 8
261

Promesa divina a Josué. Hacia Canaán


•1 1 Y después de la muerte de Moisés, I el campamento lly mandad al pueblo en
•1 siervo de Yahveh, sucedió que Yah- estos términos: Preparaos viático, por-
veh habló a Josué, hijo de 2Nuri y minis- que dentro de tres días atravesaréis ese
tro de Moisés, diciendo: «Moisés, mi Jordán para ir a tomar posesión de la
siervo, ha muerto. Ahora, pues, ve y pasa tierra que Yahveh, vuestro Dios, os da
ese Jordán, tú y todo este pueblo, hacia en herencia».
la tierra que yo les doy a los hijos de Is- 12
Y a los rubenitas, los gaditas y la
rael. 3 Todo lugar donde sentéis la plan- mitad de la13tribu de Manases habló Josué,
ta de vuestros pies os lo doy, como he diciendo: «Recordad lo que os ordenó
dicho a Moisés. 4 Desde el desierto y el Moisés, siervo de Yahveh, al decir: Yah-
Líbano * hasta el río grande, o Eufrates, veh, vuestro Dios, os ha otorgado el repo-
todo el país de los hittitas, y hasta el mar so y concedido este país. * 14 Vuestras
grande, a poniente, será vuestra fronte- mujeres, vuestros pequefluelos y vuestros
ra. * 5 Nadie resistirá ante ti en todos los ganados quedarán en la tierra que os
J O S U É días de tu vida; como fui con Moisés, es- dio Moisés aquende el Jordán; mas vos-
taré contigo; no te dejaré ni te abando- otros, todos los obligados al servicio mili-
naré. 6 Cobra ánimo y sé fuerte, porque tar, habéis de pasar armados delante de
tú has de dar posesión a este pueblo de vuestros hermanos y los ayudaréis, 15 has-
la tierra que a sus padres juré le entrega- ta que Yahveh conceda a vuestros herma-
ría. 7 Solamente, (en ánimo y esfuérzate nos reposo, como a vosotros, y tomen
mucho, cuidando tic obrar en absoluta también ellos posesión de la tierra que
conformidad con la ley que Moisés, mi Yahveh, vuestro Dios, les va a dar, y
El libro de Josué se nos presenta como íntimamente ligado, literaria e históri- siervo, te ordenó; no te apartes de ella ni podáis volver al país patrimonio vuestro
camente, con el Pentateuco. No es de maravillar que entre esos libros exista rela- a derecha ni a izquierda, a fin de que obres y lo poseáis, el cual os dio Moisés, siervo
ción análoga a la que medió entre los dos primeros caudillos de Israel. Narra en prudentemente doquiera fueres. 8 No se de Yahveh, aquende el Jordán, al oriente».
aparte de tu boca este libro de la ley, an- 16
Ellos contestaron a Josué, diciendo:
estilo sencillo y en forma esquemática, no sujeta a rigurosa sucesión cronológica, tes medita en él día y noche, para que
la historia,' más que de la conquista de Palestina, de la penetración israelita en «Cuanto has ordenado haremos, y adon-
procures obrar conforme a cuanto en él dequiera que nos envíes iremos. " De
la tierra prometida bajo el caudillaje de Josué, lugarteniente y sucesor de Moisés; está escrito, pues entonces prosperarás en igual suerte que obedecimos a Moisés,
y la distribución del país cananeo entre las doce tribus. Termina, como Deuterono- tus empresas y lograrás éxito. 9 ¿No te lo te obedeceremos. Quiera sólo Yahveh es-
mio. con la despedida y muerte del héroe. he ordenado'yo? |('olira ánimo y sé de- lar contigo como estuvo con Moisés.
Sobre el autor del libro escribe el P. Juan Prado: «Josué, sucesor de Moisés cidido! No lemas ni tengas miedo, pues "'Todo aquel que contravenga tus órde-
contigo cuta Yahveh, lu Dios, por don- nes y no obedezca tus disposiciones, todo
entre los profetas (Eci 46,1), si no todo el libro (como, siguiendo a los Talmudis- dequiera que vayas». lo que le mandes, será muerto. Tú, en
tas y a algunos Padres, piensan muchos modernos), parte a lo menos, tal vez verdad, cobra ánimo y sé esforzado».
10
notable, dejó por escrito. Con ello, utilizadas además otras fuentes, se escribió la Dio, pues, orden Josué a los comisa-
historia de aquel tiempo, en la forma que se conserva, antes de la época de David rios del pueblo, diciendo: [H] «Recorred
o poco después*.
En él sobresalen tres conocidos hechos prodigiosos: el paso del Jordán, la toma
de Jericó y la espontánea sumisión de los gabaonitas. Alguna vez recuerda deter- Los espías isra ílitas en Jericó
minada colección de cantos épicos nacionales, como el Libro del Justo, del que 1
Y Josué, hijo de Nun, envió en —Cierto es que los hombres vinieron
cita una estrofa. Es de resaltar la importancia que Josué encierra para el cono-
cimiento de la antigua geografía política de Palestina, recogiendo elementos «que re-
2 secreto desde Sittim dos espías, di- a mí, pero no sabía de dónde eran; 5 es-
ciendo: «Id y explorad el país, especial- tábase a punto de cerrar la puerta de la
montan fácilmente—dice el P. Abel—a casi un miíenio antes de la era cristiana». mente Jericó». Marcharon, pues, y lle- ciudad al oscurecer, cuando salieron los
El estado del texto es bastante imperfecto, ofreciéndonos a veces conservación garon donde una ramera por nombre hombres. No sé dónde habrán ido; per-
más fidedigna la versión griega de los Setenta, la cual parece probar la existencia Rajab y se aposentaron allí. 2 Y diósele seguidlos aprisa, que de seguro los alcan-
aviso al rey de Jericó, diciendo: «Mira, zaréis.
en aquel de algunos retoques y glosas más o menos amplios. En la cueva 4 de Qum- 6
Ella, sin embargo, habíalos subido al
unos hombres de los hijos de Tsrael han
rám han aparecido dos mss. de Josué, ambos seguidores de la Vorlage del texto griego. llegado acá durante la noche para explo- terrado y los había escondido entre haces
El lector que desee conocer amplia y profundamente los problemas que el Libro rar la tierra». 3 Entonces el rey de Jericó de lino que sobre el terrado tenía dispues-
de Josué suscita puede recurrir a la documentada obra Commentarius in librum mandó decir a Rajab: tos. 7 Los hombres [enviados] salieron en
Iosue (París 1938), en la que nuestro compatriota P. Andrés Fernández, S. I., —Echa fuera a esos hombres llegados persecución de ellos camino del Jordán,
ha renovado por completo el trabajo del P. F. Hummelauer (1903) con investi- a ti y que han entrado en tu casa, pues hacia los vados, y una vez que los perse-
gación de primera mano y la más adecuada bibliografía. han venido a espiar todo el país. guidores hubieron salido tras ellos, cerróse
4
La mujer tomó a los dos hombres, los la puerta.
8
escondió y dijo así: Aún no se habían echado a dormir los

4
•J EL DESIERTO... : son los límites del país: desde el desierto o Négueb (S.) hasta el Líbano (N.).
' y desde el Eufrates (E.) al mar Grande o Mediterráneo (O.).
13 RECORDAD : cf. N ú m 32.
10
JOSUÉ 3 - 263
202 JOSUÉ 2»—3»
bras de Yahveh, vuestro Dios». 10 Dijo del arca de la alianza, 1 5 en cuanto los
espías, c u a n d o subió Rajab a donde ellos, allí ocultos tres días, hasta que ellos vuel- también Josué: «En esto conoceréis que que la llevaban llegaron al J o r d á n y los
al terrado, [9] y dijo a los h o m b r e s : van, y luego proseguid vuestro camino. D i o s vivo está en medio de vosotros y pies de los sacerdotes que la transporta-
9
—Sé que Yahveh os ha entregado el 1 7 Los hombres le dijeron: h a de arrojar ciertamente de delante de ban se mojaron en la orilla de las aguas
país, que nos ha invadido el terror a •—Nosotros te saldaremos el juramento vosotros a los cananeos, hittitas, jivveos, —pues el J o r d á n se desborda p o r todas
vosotros y que todos los habitantes de que nos has exigido. 18 Mira, c u a n d o en- perezeos, guirgaseos, amorreos y yebu- sus riberas t o d o el tiempo de la siega—,
la tierra h a n temblado a presencia vues- tremos en el país, este cordón de hilo 16
seos. 11 H e aquí que el arca de la alianza las aguas que bajaban de arriba se
tra, 1° pues hemos oído c ó m o Yahveh escarlata lo atarás a la ventana p o r donde del Señor de toda la tierra va a entrar detuvieron y se alzaron formando un m o n -
secó ante vosotros las aguas del m a r Rojo nos has descolgado, y reúne contigo en delante de vosotros en el J o r d á n . 1 2 A h o r a tón, muy lejos p o r A d a m , ciudad situada
c u a n d o salíais de Egipto y lo que hicisteis casa a tu padre, tu madre, tus h e r m a n o s bien, t o m a o s doce hombres de las tribus hacia la parte de Sartán, y las que des-
con los dos reyes amorreos de allende el y toda la familia de tu padre. 1 9 Resultará de Israel, uno por cada tribu, 1 3 y c u a n d o cendían al m a r del Araba, el m a r Salado,
Jordán, Sijón y Og, a quienes consagras- que cualquiera que saliere fuera de las las plantas de los pies de los sacerdotes acabaron p o r desaparecer, y el pueblo
teis al exterminio. " C u a n d o lo hemos puertas de tu casa será responsable de su portadores del arca de Yahveh, Señor p u d o pasar p o r frente a Jericó. * 17 Los
sabido ha desmayado nuestro corazón y muerte y nosotros quedaremos sin culpa; de toda la tierra, se posen en las aguas sacerdotes que t r a n s p o r t a b a n el arca de
n o ha vuelto a levantarse el ánimo en mas de cualquiera que estuviere contigo del J o r d á n , éstas cortarán su curso, las la alianza de Yahveh se mantuvieron fir-
ninguno por causa vuestra; pues Yahveh, en casa hacémonos responsables si se aguas que bajan de arriba, y se p a r a r á n mes en lo seco, en medio del Jordán,
vuestro Dios, es Dios arriba en el cielo pone en él la m a n o . * 20 Pero si delatas formando un montón». * mientras t o d o Israel pasaba a pie enjuto,
y abajo sobre la tierra, ' 2 A h o r a , pues, nuestro caso, quedaremos libres del jura- 14
Sucedió, pues, que c u a n d o el pueblo hasta que el pueblo entero acabó de atra-
juradme, os ruego, por Yahveh, que, c o m o mento que nos has exigido. partió de sus tiendas p a r a pasar el Jordán, vesar el J o r d á n .
21
he tenido compasión de vosotros, tam- Contestó ella: precedido de los sacerdotes portadores
bién vosotros la tendréis de m i familia, y —Sea como decís.
me habéis de dar [de ello] señal cierta, Y los despidió y se fueron.
13
y guardaréis la vida a mí padre, mi Ella ató el cordón de escarlata a la
madre, mis hermanos, mis hermanas y ventana.
Erección de monumento conmemorativo del paso
22
a t o d o s los suyos, y salvaréis nuestras Partieron, pues, y llegaron a la m o n -
personas de la muerte. taña, donde permanecieron tres días hasta 4 > Y c u a n d o todo el pueblo hubo aca-
b a d o de pasar el J o r d á n , Yahveh
sué erigió doce piedras en el lecho del
Jordán, d o n d e se habían posado los pies
14Contestáronle los h o m b r e s : el regreso de íos perseguidores, los cuales habló a Josué, diciendo: 2 «Cogeos de de los sacerdotes portadores del arca de
-—Si no delatas nuestro caso, compro- los buscaron por lodo el camino, mas n o entre el pueblo doce hombres, u n o por la alianza, y allí se encuentran hasta el
metemos nuestra vida por vosotros de los hallaron. 23 Entonces volviéronse los cada tribu, ¡ y dadles la siguiente orden: presente día.
que, cuando Yahveh nos dé el país, hemos ilos hombres, bajaron de la m o n t a ñ a , T o m a o s de ahí, de en medio del Jordán, , ] 0 Los sacerdotes que llevaban el arca
de usar contigo de benevolencia y lealtad. repasaron [el río] y llegaron a Josué, hijo del sitio donde los pies de los sacerdotes permanecieron firmes en medio del Jor-
15
Ella los descolgó con una cuerda por de N u n , y contáronle cuanto les h a b í a se han mantenido firmes, doce piedras, dán hasta que se dio cumplimiento a
la ventana, pues su casa hallábase adosada acaecido. 2 4 Y dijeron a Josué: «Cierta- transportadlas con vosotros y colocadlas cuanto Yahveh h a b í a ordenado a Josué
a la misma pared de la muralla y en la mente, Yahveh ha entregado en nuestras en el lunar donde habéis de pernoctar que indicara al pueblo, conforme a t o d o
muralla vivía; * 1(> y les dijo: m a n o s el país entero, e incluso todos sus cstn noche». lo que Yahveh m a n d a r a a Moisés; y el
4
—Idos hacia la m o n t a ñ a p a r a que no m o r a d o r e s h á l l a n s e d e s c o m p u e s t o s de l.lumó, pues, Josué a los doce hom- pueblo se apresuró a pasar. H C u a n d o el
den c o n vosotros los perseguidores y estad miedo ante nosotros». bres que había designado de entre los pueblo entero terminó la travesía, el arca
hijos de Israel, u n o p o r cada tribu, 5 y de Yahveh y los sacerdotes colocáronse
díjoles Josué: «Pasad ante el arca de de nuevo a la cabeza del pueblo. 1 2 Los
Paso del Jordán Yalivvh, vuestro Dios, al medio del Jor- hijos de R u b é n , los de G a d y la media
5
dán, y cargaos cada u n o una piedra sobre tribu de Manases pasaron armados de-
1 Levantóse Josué muy de m a ñ a n a y Y Josué dijo al p u e b l o : «Santifícaos,
3 partieron de Sittim y llegaron hasta p o r q u e m a ñ a n a obrará Yahveh en medio
el h o m b r o conforme al n ú m e r o de tribus
de israelitas, 6 a fin de que quede esto
lante de los israelitas, como Moisés había-
les indicado. 1 3 U n o s cuarenta mil solda-
el Jordán, él y todos los israelitas. Allí de vosotros maravillas». 6 Luego h a b l ó c o m o recuerdo en medio de vosotros. dos a r m a d o s desfilaron ante Yahveh en
detuviéronse antes de pasar, 2 y al cabo Josué a los sacerdotes, diciendo: « T o m a d C u a n d o el día de m a ñ a n a os pregunten son de guerra hacia los llanos de Jericó.
el arca de la alianza y pasad delante del 14
de tres días recorrieron el campamento vuestros hijos, diciendo; ¿Qué significan Aquel día glorificó Yahveh a Josué
los oficiales 3 y dieron orden al pueblo, pueblo». T o m a r o n , pues, el arca de la p a r a vosotros estas piedras?, 7 les respon- en presencia de t o d o Israel, y le respe-
diciendo: « C u a n d o veáis el arca de la alianza y m a r c h a r o n al frente del pueblo. deréis que las aguas del J o r d á n se escin- taron, c o m o habían respetado a Moisés,
7
alianza de Yahveh, vuestro Dios, y a los Yahveh dijo a Josué: « H o y voy a dieron ante el arca de la alianza de Yah- t o d a su vida.
sacerdotes levitas que la llevan, empren- comenzar a engrandecerte a los ojos de veh, a su paso por el J o r d á n desapare- u Y Yahveh h a b l ó a Josué, diciendo:
deréis la marcha vosotros mismos desde t o d o Israel, para que sepan que, c o m o cieron las aguas del r í o ; y estas piedras 16
« M a n d a a los sacerdotes que trans-
vuestro sitio y partiréis tras ella— 4 mas estuve con Moisés, estoy contigo. 8 Y tú servirán de m o n u m e n t o conmemorativo portan el arca del testimonio q u e suban
entre vosotros y ella h a b r á u n a distancia da orden a los sacerdotes portadores del a los hijos de Israel para siempre». del J o r d á n » . 1 7 Josué, pues, dio orden
arca de la alianza, diciendo: C u a n d o lle- 8
de u n o s dos mil c o d o s ; n o os acercaréis Los israelitas hiciéronlo así, conforme a los sacerdotes en estos términos: «Subid
a ella—, p a r a que sepáis el camino p o r guéis cabe las aguas del Jordán, os para- ordenara Josué, y cogieron del medio del del Jordán». 1 8 Y acaeció que en cuanto
donde habéis de ir, pues no habéis pasado réis en él». 9 Josué dijo a los hijos de J o r d á n doce piedras, c o m o Yahveh había los sacerdotes portadores del arca de la
por tal ruta antes de ahora». * Israel: «Acercaos acá y escuchad las pala- indicado a Josué, según el n ú m e r o de las alianza de Yahveh subieron del medio del
tribus de los israelitas, y las pasaron Jordán, y las plantas de los pies de los
consigo al sitio donde habían de pernoc- sacerdotes se alejaron hacia tierra enjuta,
O 15 DESCOLGÓ : el P. F.-M. Abel, que ha estudiado las estratagemas del Libro de Josué (RB, 1949). tar, colocándolas allí. 9 P o r su parte, J o -
** hace interesante paralelo de Rajab con otras meretrices grecorromanas que prestaron su ayuda las aguas del J o r d á n tornaron a su lugar
en circunstancias similares.
19 13
SERÁ RESPONSABLE DE su MUERTE: lit. su sangre sobre su cabeza. CORTARÁN..., MONTÓN: así H, que aquí sólo menciona las aguas superiores. V (cf. S): «las
aguas
lfi
de abajo correrán y se disiparán, mientras las que vienen de arriba...»
4 ADAM: hoy Tell-ed-Dámieh. II MAR SALADO: es el mar Muerto.
Dos MIL CODOS: e. d., como un kilómetro, pues el codo común tiene 0,450 metros.
264 JOSUÉ 4 19 - 24 JOSUÉ 5 1 — 6 6 265

22
y corrieron, c o m o anteriormente, p o r to- instruiréis a vuestros hijos contestando:
das sus riberas. Israel atravesó este J o r d á n a pie enjuto, La circuncisión, la Pascua y visión de Josué
19 23
El pueblo subió del J o r d á n el diez pues Yahveh, vuestro Dios, secó las
del mes primero y a c a m p a r o n en Guilgal, aguas del J o r d á n ante vosotros hasta que
en la frontera oriental de Jericó. * 2 0 J o -
sué erigió en Guilgal aquellas doce piedras
pasaseis, como lo hizo Yahveh, Dios vues-
tro, respecto al m a r R o j o , que se secó
5 1 Y sucedió que c u a n d o todos los
reyes amorreos que vivían allende el
manecieron en su puesto del c a m p a m e n t o
hasta que se curaron. 9 Y Yahveh dijo a
J o r d á n , a poniente, y t o d o s los reyes Josué: «Hoy he quitado (gabloti) de en-
cananeos, que m o r a b a n junto al mar, cima de vosotros el oprobio procedente
oyeron que Yahveh había secado las aguas de Egipto». Y se denominó a aquel lugar
del J o r d á n hasta que hubieron pasado, Guilgal hasta el día de hoy.
> desmayó su corazón y perdieron el ánimo 10
Los hijos de Israel a c a m p a r o n en
ante los israelitas. * Guilgal, y celebraron la Pascua el día
2
E n aquella sazón dijo Yahveh a J o - catorce del mes, a la tarde, en los llanos
sué: «Hazte cuchillos de pedernal y cir- de Jericó. n Y comieron de los productos
cuncida a los hijos de Israel p o r segunda del país al día siguiente a la P a s c u a :
vez». 3 Hízose, pues, Josué con cuchillos panes ácimos y grano tostado ese mismo
de pedernal y circuncidó a los israelitas día. 1 2 Y al día siguiente de comer p r o -
en el Collado de Aralot. * 4 Esta es la ductos del país cesó el m a n á , y ya n o
razón p o r la que Josué los circuncidó; tuvieron m a n á los israelitas, sino que
t o d o el pueblo salido de Egipto, los va- aquel mismo a ñ o comieron de los frutos
rones, la totalidad de los hombres de de la tierra de C a n a á n .
Kiirrra habían muerto en el desierto, p o r 13 Y acaeció que estando Josué en [tie-
el camino, c u a n d o salieron de Egipto. rra de] Jericó, levantó los ojos, y, mi-
' Ahora bien, lodo el pueblo que salió rando, he aquí que estaba en pie ante él
estabu circuncidado, niienlras que el na- un h o m b r e con una espada desnuda en la
cido en el desierto, durante el viaje, tras m a n o . Josué fuese hacia él y díjole:
su salida de Egipto, n o había sido circun- —¿Eres de los nuestros o de nuestros
cidado ; 6 pues los hijos de Israel andu- enemigos? *
vieron cuarenta años p o r el desierto hasta l" C o n t e s t ó :
que se extinguió toda la gente, los h o m - •—No, sino que soy príncipe del ejército
bres de guerra salidos de Egipto, porque de Y a h v e h ; llego ahora.
no habían escuchado la voz de Yahveh, a 15 Josué cayó rostro en tierra y pros-
los cuales juró Yahveh n o les dejaría ver ternóse y le dijo:
la tierra c|iic había prometido a sus padres —¿Qué dice mi señor a su siervo?
din lo-., llena que mana leche y miel. • 6 Respondió el príncipe del ejército de
' Y a los hijos de aquéllos, que suscitó Yahveh a J o s u é :
en su lugar, los circuncidó Josué, pues —Descálzate, p o r q u e el lugar d o n d e
eran incircuncisos, p o r q u e n o los habían estás es santo.
circuncidado durante el viaje. 8 Y c u a n d o Josué hízolo así.
acalló la gente t o d a de circuncidarse, per-

Tomia d e Jericó

6 1 Jericó estaba cerrada y bien can-


d a d a por miedo a los hijos de Israel;
sacerdotes llevarán delante del arca siete
trompetas de cuernos de carnero, y al
nadie osaba salir ni entrar. * 2 Y Yahveh séptimo día daréis vuelta a la ciudad
dijo a Josué: «Mira, he entregado en tus siete veces mientras los sacerdotes t o c a n
que habían cogido del J o r d á n . 2 1 Y dio ai ante nosotros hasta que lo hubimos a t r a - m a n o s a Jericó y su rey: h o m b r e s de las trompetas. * 5 Y ocurrirá que, al sonar
los hijos de Israel la orden siguiente:: vesado, 2 4 p a r a que reconozcan t o d o s l o s guerra. 3 R o d e a d la ciudad todos los com- el cuerno de carnero, c u a n d o oigáis el
« C u a n d o el día de m a ñ a n a pregunteni pueblos de la tierra que la m a n o d e batientes a , d a n d o u n a vuelta en t o r n o sonido de la trompeta, t o d o el pueblo
vuestros descendientes a sus padres, di-- Yahveh es poderosa y a fin de que t e m á i s de ella; asi harás durante seis días. 4 Siete p r o r r u m p i r á en gran alarido y se vendrá
ciendo: ¿Qué significan estas piedras?,, a Yahveh, vuestro D i o s , en t o d o t i e m p o » .
C ! AMORREOS: entiende por tal los pueblos que ocupaban las montañas del interior, el oeste de
^ Jordán, y por cananeos, los habitantes de la costa mediterránea.
A ' ' MES PRIMERO : e. d., el de Nisán (— marzo-abril). Era en la primeraiquincena de abril, cuando 3
COLLADO DE ARALOT: e. d., llamado luego de Aralot o «de los prepucios».
™ en el caluroso valle del Jordán suelen ya segarse las mieses y el rio bajaba henchido, siendo 13
Con esta visión (que, según Noth, tuvo lugar no en Guilgal, sino en Jericó y tras su con-
por ello más patente el milagro. quista) se acentuaba la semejanza entre Josué y Moiíés, asegurándose al nuevo caudillo la asistencia
de Yahveh en la tarea que asumía. Ni los ejércitos paganos despreciaban la significación del auxilio
de sus dioses (cf. P. Abel).
£ ! CERRADA: e. d., con las puertas cerradas. !| BIEN CANDADA: O con barricadas.
v 4
SIETE: parece tener aquí una intención ritual. La magia de ese número, corriente en los
pueblos de la antigüedad, tenía gran boga especialmente en Babilonia.
266 JOSUÉ 6 a - 27 JOSUÉ 7 1 - " 267

abajo la muralla de la ciudad, y el pueblo veh. Sólo quedará con vida Rajab, la
escalará cada u n o p o r el sitio de enfrente ramera, y cuantos estuvieren con ella en Prevaricación de Akán y derrota de Israel
de si». * casa, p o r q u e ocultó a los emisarios que
6
L l a m ó , pues, Josué, hijo de N u n , a habíamos enviado. 18 Vosotros, en verdad,
los sacerdotes y díjoles: « T o m a d el arca
de la alianza y siete sacerdotes lleven
guardaos bien de lo consagrado al exter-
minio, n o sea que, llevados de la codicia •>,
7 1 M a s los israelitas cometieron pre-
varicación en el anatema, pues A k á n ,
Dios de Israel: A n a t e m a existe en medio
de ti, Israel; no podrás resistir ante tus
cojáis de lo d a d o al anatema, expongáis hijo de K a r m í , hijo de Zabdí, hijo de enemigos hasta que apartéis d e en medio
sendas trompetas de cuerno de carnero
precediendo al arca de Yahveh». 7 Al pue- a maldición al real de Israel y le acarreéis
Zéraj, de la tribu de J u d á , t o m ó d e lo de vosotros el anatema. 1 4 M a ñ a n a p o r
consagrado al exterminio, y la cólera de la m a ñ a n a acercaos con arreglo a vuestras
blo dijo: «Pasad y dad vuelta a la ciudad, la desgracia. 19 T o d a la plata, o r o y o b - Yahveh se encendió contra los israelitas. *
y vayan los a r m a d o s delante del arca de jetos de cobre y hierro serán consagrados 2
tribus, y la tribu que designe Yahveh se
Envió Josué desde Jericó u n o s h o m - acercará p o r familias; la familia que Yah-
Yahveh». 8 Y así que Josué h a b l ó al a Yahveh, ingresando en su tesoro». bres a H a a i , situada j u n t o a Bet-aven, al
pueblo, los siete sacerdotes portadores de 20
G r i t ó , pues, el pueblo, tocaron las veh designe se acercará p o r casas, y la
oriente de Bet-El, y les dijo: «Subid y casa que designe Yahveh se acercará p o r
las siete trompetas de cuerno de carnero trompetas, y c u a n d o la gente oyó el sonido explorad el país». Subieron, pues, los
delante de Yahveh desfilaron, haciéndolas de la trompa, alzaron gran alarido, y se varones. 15 El que sea cogido c o n el ana-
hombres y exploraron a Haai. 3 C u a n d o tema será q u e m a d o en la hoguera con
sonar, y el arca de Yahveh los seguía. vino abajo la muralla, y el pueblo escaló regresaron donde Josué, dijéronle: «No
9
La gente a r m a d a precedía a los sacer- la ciudad, cada u n o p o r la parte que tenia todo lo suyo, p o r h a b e r traspasado la
es preciso que suba t o d o el pueblo; suban alianza de Yahveh y por c u a n t o h a come-
dotes que tocaban las trompetas y la enfrente, y se a p o d e r a r o n de ella. 2 1 Ex- u n o s dos mil o tres mil hombres y batirán
retaguardia m a r c h a b a tras el arca, ca- terminaron a filo de espada a todos cuan- tido una vileza en Israel».
a Haai. N o obligues a ir allá a t o d o el 14
m i n a n d o y tocando las t r o m p e t a s . 1 0 A h o - tos en la ciudad vivían, t a n t o h o m b r e s pueblo, p o r q u e son pocos». 4 Subieron, Levantóse, pues, Josué m u y de m a -
ra bien, Josué había d a d o orden al pueblo, como mujeres, mozos c o m o ancianos, e pues, allá del pueblo como tres mil h o m - ñana e hizo que se acercara Israel p o r
diciendo: « N o gritéis, ni hagáis oir vuestra incluso el ganado mayor, el menor y los bres, los cuales huyeron ante los habi- tribus, cayendo ia suerte en la tribu de
voz, ni salga de vuestra boca palabra asnos. tantes de Haai. 5 Los haaítas les mataron Judá. 1 7 Hizo se acercaran las familias »
hasta el día en que os diga: ¡Lanzad el 22
M a s Josué había advertido a los dos unos treinta y seis hombres, los persi- de Judá, y cayó la suerte en la de Zéraj.
alarido! Entonces gritaréis». * n E hizo hombres que habían explorado el p a í s : guieron desdo delante de la puerta hasta M a n d ó acercarse a la de Zéraj por casas "
que el arca de Yahveh diera vuelta a la «Id a casa de la ramera y ' s a c a d de allí Sebarim y los batieron en la bajada. El y tocó en suerte a la de Zabdí. 1 8 Hizo
ciudad una vez, y luego se volvieron al a la mujer y t o d o lo suyo, conforme le corazón del pueblo se disolvió e hízose acercar a la casa de Zabdí p o r varones,
c a m p a m e n t o , donde pasaron la noche. jurasteis». 23 Los jóvenes espías fueron, c o m o agua. * y cayó la suerte en A k á n , hijo de K a r m í ,
12 Y m a d r u g ó Josué a la mañana si- pues, y sacaron a Rajab, a su padre, su hijo de Zabdí, hijo de Zéraj, de la tribu
6
madre, sus hermanos y c u a n t o tenía, y a Josué rasgó sus vestiduras, se postró de Judá.
guiente, y los sacerdotes lomaron el arca rostro en tierra ante el arca de Yahveh 19
de Yahveh. 13 Los siete sacerdotes porta- toda su familiac sacaron, y los pusieron Entonces Josué dijo a A k á n :
hasta la tarde, tanto él c o m o los ancianos —Hijo mío, da h o n r a a Yahveh, D i o s
dores de las siete trompetas de cuerno de en seguro fuera del c a m p a m e n t o de Is- de Israel, y echaron polvo sobre sus ca-
carnero ante el arca de Yahveh iban rael. * 2 4 Luego prendieron fuego a la de Israel, y préstale acatamiento; declá-
bezas. 7 Y exclamó J o s u é : «¡Ay, Señor rame, por favor, qué has h e c h o ; no m e
caminando y tocando las trompetas, mien- ciudad con cuanto encerraba. Sólo la mío, Yahveh! ¿Por qué has hecho pasar a
tras los soldados los precedían y la reta- plata, el o r o y los objetos de cobre y lo ocultes.
este pueblo el Jordán para entregarnos 20
Y respondió A k á n a Josué, y dijo:
guardia m a r c h a b a tras el arca de Yahveh, hierro depositaron en el tesoro de la en mallos de las amárreos y aniquilarnos?
a n d a n d o y tocando las trompetas. 14 Al casa de Yahveh. 2 5 M a s a Rajab, la r a m e - — En verdad, he pecado contra Yahveh,
¡Ojalá nos hubiéramos decidido a que- Dios de Israel, pues he hecho esto y e s t o : '
segundo día dieron otra vez la vuelta a ra, su familia y t o d o s los suyos, conservó darnos al otro lado del J o r d á n ! 8 Perdón, 21
la ciudad y t o r n a r o n al c a m p a m e n t o . Josué la vida; y ella ha habitado en medio Vi entre el botín un m a n t o hermoso de
Señor, ¿qué voy a decir después, que Is- Sinar, doscientos siclos de plata y u n
Así lo hicieron seis días seguidos. de Israel hasta el día de hoy, p o r cuanto rael ha vuelto la espalda ante sus enemi-
15
Al séptimo se levantaron c u a n d o que- ocultó a los emisarios que Josué h a b í a lingote de oro de cincuenta sicios de peso,
gos? ¡Lo oirán los cananeos y todos
b r a b a el alba y dieron vuelta a la ciudad enviado p a r a explorar a Jericó. los habitantes del país y se volverán contra y, codicioso de ello, lo cogí, y he aquí
de igual m a n e r a siete veces. Sólo aquel
26
En aquella sazón Josué hizo una im- nosotros y raerán nuestro n o m b r e de la que está escondido en la tierra en medio
día dieron siete veces vuelta a la ciudad. precación, diciendo: «¡Maldito ante Y a h - tierra! ¿Qué harás, pues, por tu gran de m i tienda, hallándose el dinero debajo
16
Y acaeció que a la séptima vez los veh el h o m b r e que se disponga a recons- nombre?» del m a n t o . *
22
sacerdotes t o c a r o n las trompetas, y Josué truir esta ciudad de Jericó! A costa de su Josué envió emisarios, que fueron
1° Y dijo Yahveh a J o s u é : «¡Levántate! corriendo a la tienda, donde encontraron
dijo al p u e b l o : «¡Lanzad el alarido, pues primogénito la cimentará y a costa de su ¿Por qué te postras sobre tu rostro? ! 1 Is-
Yahveh os h a entregado la ciudad! 17 La hijo menor asentará sus puertas». * 2 7 Y oculto el m a n t o y debajo el dinero. 2 3 C o -
rael ha p e c a d o ; además h a n quebrantado giéronlos de en medio de la tienda y se
ciudad y t o d o cuanto contiene será con- Yahveh anduvo con Josué, cuya fama la alianza que les propuse, e incluso han
sagrada al exterminio en h o n o r de Y a h - se divulgó p o r toda la tierra. los llevaron a Josué y todos los israelitas,
t o m a d o del anatema, h a n r o b a d o , lo han y los depositaron ante Yahveh. 2<t Enton-
encubierto y lo han puesto entre sus ba- ces Josué, a c o m p a ñ a d o de Israel entero,
gajes. 1 2 Por eso los israelitas no pueden cogió a A k á n , hijo de Zéraj, la plata, el
5 ALARIDO : grito de guerra, terrible clamor gutural onomatopéyico. Para Humbert serla viejo ya resistir frente a sus enemigos; volverán m a n t o y la b a r r a de oro, sus hijos, sus '
rito yahvista y usábase en el momento en que el ejército se lanzaba al ataque o al asalto. Comp. el ante ellos la espalda p o r haberse conver- hijas, su g a n a d o vacuno, sus asnos, su
dAaTiá griego y el barritús germano y romano. tido en anatema. Y a no volveré a estar
g a n a d o menor, su tienda y todo c u a n t o
10
No GRITÉIS: contrasta esta maniobra silenciosa, estratagema castrense muy usada para enga- con vosotros si no elimináis de en medio
de vosotros el a n a t e m a . 1 3 Levántate, san- poseía, y subiéronlos al valle de A k o r .
ñar al enemigo, con la fanfarria cuotidiana de los sacerdotes antes explicada. Es antinomia que rompe 25
Josué dijo: «¿Por qué nos has pertur-
la unidad de la composición por haber el autor amalgamado redacciones o documentos diversos del tifica al pueblo y d i : «Santifícaos para
mismo hecho (cf. Abel). m a ñ a n a , p o r q u e así h a dicho Yahveh, b a d o ? Pertúrbete hoy Yahveh». Y t o d o
23
FUERA DEL CAMPAMENTO: como paganos e incircuncisos para que no lo profanaran. Mas I s r a e l lo apedreó y después los quemaron
luego Rajab (v.25) habitó en medio de Israel, casó con varón israelita y de ella procedió en su día el
Mesías
26
(cf. Rut 4,21: Mt 1,5). "7 1 COMETIERON... : e. d., prevaricaron reservándose parte del objeto de anatema.
A COSTA DE SU PRIMOGÉNITO...: e. d., a! echar los cimientos de la ciudad perderá a su pri- 5 SEBARIM: 'canteras, quebradas...', escarpe en el desfiladero del wadi Abu-el-Feid.
mogénito; al rematar la reconstrucción perderá a su benjamín (cf. 1 Re 16,34). 2
i MANTO DE SINAR: e. d., de Sumer o Babilonia (cf. Gen 11,2), que en aquel tiempo los fabri-
caba excelentes y multicolores.
268 JOSUÉ 7 2 6 —8 2 6 JOSUÉ 8 "—&" 269
en la hoguera, además de lapidarlos. I con lo que Yahveh cesó en el furor de su m a n o que tenía extendida con el dardo
26 holocaustos a Yahveh e inmolaron víc-
Luego alzaron sobre él un gran m o n - 1 su cólera. Por eso se ha llamado a aquel hasta que hubo exterminado a todos los timas pacificas. * 32 Y escribió allí sobre
tículo de piedras, todavía hoy subsistente, | lugar hasta a h o r a valle de Akor. * habitantes de Haai. 2 7 Sólo el ganado y las piedras una copia de la ley de Moisés
la presa de aquella ciudad aprehendió Is- que [éste] escribió en presencia de los hi-
rael para sí, conforme a la orden que jos de Israel. * 33 Israel e n t e r o , sus ancia-
Toma de Haai. Confirmación de la alianza Yahveh había d a d o a Josué. 2 S Josué in- nos, los oficiales y los jueces estaban en
cendió a H a a i y la redujo a perpe*-io pie a uno y o t r o lado del arca, ante los
1 Y dijo Yahveh a Josué: « N o temas 14 Visto lo cual p o r el rey de H a a i , dié- m o n t ó n de ruinas hasta el día de iiuy.
8 ni desmayes. T o m a contigo a toda ronse prisa, levantáronse t e m p r a n o y sa- 29
Al rey de Haai lo colgó de un árbol
sacerdotes levitas p o r t a d o r e s del arca de
la alianza de Yahveh, t a n t o el inmigrante
la gente de guerra y ve y sube a H a a i ; lieron las gentes de la ciudad al encuentro hasta la tarde; mas a la puesta del sol, como el israelita nativo, la mitad de Is-
mira, he entregado en tus m a n o s al rey de Israel para combatir, él y todo su pue- Josué ordenó bajasen su cadáver del ár- rael d a n d o frente a la m o n t a ñ a de G a j r i -
de H a a i , su pueblo, su ciudad y su tierra. blo, al lugar convenido, frente al A r a b a ;
2
H a z con Haai y su monarca c o m o hi- m a s él no sabía que tenía una emboscada
a espaldas de la ciudad. 1S Josué e Israel I 1
ciste con Jcricó y su rey, salvo que su !
botín y su g a n a d o lo apresaréis p a r a vos-
otros. Tiende una emboscada a la ciudad
entero, fingiéndose derrotados ante ellos,
huyeron camino del desierto, l 6 C o n v o -
Mmmf • '•••* V •",,»
***•
Vi
i
a espaldas de ella». cado entonces t o d o el pueblo que había
3
Dispúsose, pues, Josué con t o d a la en la ciudad para correr en su persecu-
gente de guerra para subir a H a a i , y es- ción, persiguieron a Josué y se alejaron
cogiendo Josué treinta mil guerreros va- de la villa. 1 7 N o quedó nadie en H a a i ni
lientes, los envió durante la noche, * 4 y en Bet-El que no saliese tras Israel, y
les dio instrucciones diciendo: «Mirad, dejaron abierta la ciudad para perseguir
poned emboscada a la^ ciudad por detrás a los israelitas. i s Entonces dijo Yahveh
de ella; no os alejéis m u c h o de la ciudad a Josué: «Extiende hacia H a a i el d a r d o
y estad todos prestos. 5 Y o con la gente que tienes en la m a n o , porque voy a en-
que me a c o m p a ñ a nos acercaremos a la tregar la ciudad en tu poder». Extendió,
ciudad, y resultara que c u a n d o salga a pues, Josué hacia la ciudad el dardo que
\ ik>
en su m a n o llevaba, I 9 y en cuanto él ex-
nuestro encuentro, c o m o la ve/ primera,
huiremos ante ellos. <' Hilos saldrán tras tendió la m a n o , los emboscados surgieron \?&#\IM
de nosotros hasta que los hayamos inco- rápidamente de su puesto, corrieron y
m u n i c a d o con la ciudad, pues se dirán: llegaron a la ciudad, se apoderaron de Asalto de las plazas fuertes de Canaán. (Schaeffer-Andrae, o.a, 392.)
H u y e n ante nosotros c o m o la vez prime- ella y diéronse prisa a darla fuego. 2 0 C u a n -
ra. 7 Mientras huimos ante ellos, [7] sur- do los hombres de H a a i se volvieron mi-
giréis de la celada y os apoderaréis de la r a n d o atrás y vieron que el h u m o de la bol y lo arrojaran a la entrada de la puerta zim y la otra mitad d a n d o frente a la
ciudad, pues Yahveh, vuestro Dios, la ciudad subía hacia el cielo, carecieron de de la ciudad y pusieran sobre él un gran montaña de Ebal, según habia o r d e n a d o
• entregará en vuestra m a n o . 8 C u a n d o ha- escape p o r ningún lado, pues el pueblo m o n t ó n de piedras, hasta hoy subsis- Moisés, siervo de Yahveh, la primera vez,
yáis t o m a d o la ciudad, prendedla fuego. que iba huyendo hacia el desierto se volvió tente. * que se bendijese al pueblo de Israel.
30
Habéis de hacer conforme a la indicación contra los perseguidores. 2 i Josué y t o d o Entonces Josué construyó un altar 34 Después de esto leyó todas las palabras
de Y a h v e h ; mirad, yo os lo ordeno». Israel, viendo que los emboscados habían a Yahveh, Dios de Israel, en la m o n t a ñ a de la ley, la bendición y la maldición,
' Josué los envió, y partieron a la em- t o m a d o la ciudad y que el h u m o de ésta de P.hul, •" según había ordenado Moisés, conforme a cuanto estaba escrito en el
subía, volvieron atrás y derrotaron a los niervo de Yahveh, a los hijos de Israel, libro de la ley. 35 N o hubo palabra, de
boscada, estableciéndose entre Bet-El y
de H a a i . 2 2 P o r su parte, aquéllos salieron conforme está escrito en el libro de la ley cuantas Moisés m a n d a r a , que n o leyese
H a a i , al occidente de H a a i , en tanto que Josué ante t o d a la comunidad de Israel,
de la ciudad al encuentro de éstos, que de Moisés: un altar de piedras en bruto,
Josué pasó aquella noche en medio del sobre las cuales n o se haya blandido ins- mujeres, niños y extranjeros q u e i b a n en
p u e b l o . 1 0 A la m a ñ a n a siguiente m a d r u g ó q u e d a r o n envueltos d e a m b o s lados p o r
trumento de h i e r r o ; y ofrecieron sobre él medio de ellos.
y pasó revista a su gente, y al frente de los de Israel, quienes los batieron, hasta
ella subió, en unión con los ancianos de el p u n t o de no dejar superviviente ni fu-
Israel, a Haai. u T o d a la gente de guerra gitivo. 2 3 A d e m á s prendieron vivo al rey
que le acompañaba subió también y se de H a a i y lo condujeron a Josué. Los gabaonitas
fueron acercando hasta llegar frente a 24 C u a n d o terminó Israel de m a t a r a
Haai, al norte de la cual acamparon, de- todos los habitantes de H a a i en el campo, 1 Y sucedió que al oir esto todos los 3
j a n d o el valle entre él y H a a i . 1 2 Entonces
t o m ó unos cinco mil hombres y tendió
en el desierto p o r d o n d e aquéllos le ha-
bían perseguido, y cayeron todos ellos a
9 reyes situados a la otra orilla del
M a s c u a n d o los habitantes de G a b a ó n
supieron lo que Josué había hecho con
J o r d á n , en la m o n t a ñ a , en el llano y a Jericó y H a a i , 4 usaron también ellos de
c o n ellos una celada entre Bet-El y H a a i , filo de espada hasta su total exterminio, lo largo de la costa del mar grande, en astucia y fueron y se proveyeron de víve-
a poniente de la ciudad. 13 El pueblo dis- volviéronse todos los israelitas a H a a i y la dirección al Líbano, el hittita, el amorreo, res *; t o m a r o n sacos viejos para sus asnos,
puso el campamento situado al norte de pasaron a cuchillo. 2 5 La totalidad de los el cananeo, el perezeo, el jivveo y el ye- odres viejos de vino, rotos y recosidos,
la ciudad y su retaguardia al occidente caídos en aquel día, t a n t o hombres c o m o buseo, 2 se confederaron a una para lu- 5
calzados gastados y remendados p a r a
de la misma, y Josué m a r c h ó aquella n o - mujeres, resultó ser doce mil, todos los char de c o m ú n acuerdo contra Josué e sus pies y vestidos m u y usados sobre sí;
che al medio del valle. m o r a d o r e s de H a a i . 2 6 J o s u é n o recogió Israel. además, t o d o el p a n de su provisión era

2« VALLE DE AKOR: o de la conturbación; de la raíz hebrea 'akar, como Akdn. 29


HASTA HOY SUBSISTENTE: vetase todavía hasta las excavaciones de Mme. Judith Krause-
3
¿Cómo conciliar estos 30.000 soldados con los 5.000 del v.12? Unos lo juzgan falta del copista Marguet,
31-32
realizadas de 1933 a 1935.
8 por 3.000 c. algs. mss G. El P. Fernández cree que, como G, el texto primitivo pasaba de 11b al 32
LIBRO DE LA LEY: alusión a Dt 27,1-8; cf. Ex 20,25.
COPIA DE LA LEY: hebr. misné Tora, un duplicado o repetición de la ley. Parece indicar una
14; lo restante sería anotación marginal. parte de la ley mosaica, quizá las maldiciones de Dt 28, o mejor, el Decálogo.
JOSUÉ 10 ' - 3 0 271
270 JOSUÉ 9 8—10 8
decir a Josué, al c a m p a m e n t o d e Guil- que los g u a r d e n ; 1" m a s vosotros n o os
seco y desmigajado. 6 Y se dirigieron a efecto, y llegaron a las ciudades de aqué- gal: « N o retires t u m a n o de tus servido- detengáis; perseguid a vuestros enemigos
Josué, al c a m p a m e n t o de Guilgal, y dijé- llos al tercer día. Eran sus ciudades G a - res; sube pronto a nosotros y sálvanos y pícadles la retaguardia; n o los dejéis
ronle a él y a los israelitas: b a ó n , Kefirá, Beerot y Quiryat-yearim. y ayúdanos, pues se h a n coligado contra penetrar en sus ciudades, p o r q u e Y a h -
1s
—Venimos de lejano país; ahora bien, Los israelitas n o los batieron, a causa nosotros todos los reyes amorreos q u e veh, vuestro Dios, los h a entregado en
pacta alianza con nosotros. del juramento que en nombre de Yahveh, habitan en la montaña». * 7 Josué subió, vuestras manos».
7 20
L o s israelitas contestaron a los jiv- D i o s de Israel, habíanles hecho los prín- efectivamente, de Guilgal, a c o m p a ñ a d o C u a n d o Josué y los hijos de Israel
veos: cipes de la c o m u n i d a d ; mas la asamblea de t o d a la gente de guerra, todos * los acabaron de desbaratarlos con muy gran-
8
—Quizá habitéis en medio de nosotros; entera m u r m u r ó contra los p r í n c i p e s . i ' Y obligados al servicio militar. Y Yahveh de derrota, hasta aniquilarlos, y los q u e
¿cómo, pues, vamos a pactar con vosotros la totalidad de éstos dijo a la comunidad dijo a J o s u é : « N o los temas, pues los lograron escapar se salvaron de ellos
alianza? toda: he entregado en tu m a n o ; ninguno de acogiéndose a las ciudades fortificadas,
21
8 Ellos respondieron a Josué: —Nosotros mismos les hemos prestado ellos resistirá ante ti». 9 Josué llegó a regresó sano y salvo t o d o el pueblo al
—•-Somos tus siervos. j u r a m e n t o en n o m b r e de Yahveh, D i o s ellos de improviso, tras haber subido toda c a m p a m e n t o , donde Josué, a M a q q e d á ;
I0
—¿Quiénes sois y de dónde venís?—dí- de Israel; ahora, pues, n o podemos t o - la noche desde Guilgal. Yahveh los nadie movió su lengua contra los hijos
joles Josué. carlos. 2 0 H e m o s de hacer esto con ellos, c o n t u r b ó en presencia de Israel, de suer- de Israel. *
22
9 te q u e les ocasionó en G a b a ó n grave Entonces dijo Josué: «Abrid la boca
Contestáronle: a la vez que les conservamos la vida p a r a
— D e tierra muy lejana h a n venido tus que n o descargue la cólera divina sobre derrota y los persiguió p o r el camino de de la cueva y sacadme de ella esos cinco
23
servidores al renombre de Yahveh, tu nosotros p o r el juramento q u e les h e - la subida de Bet-jorón y fueles batiendo reyes». Hiriéronlo así, y sacáronle de
2i
Dios, pues hemos oído su fama y cuanto mos prestado. Y añadieron los prín- hasta Azeqá y M a q q e d á . * 11 Y ocurrió la cueva aquellos cinco m o n a r c a s : el rey
o b r ó en Egipto, 10 así c o m o t o d o lo q u e cipes : que c u a n d o huían ante Israel y se halla- de Jerusalén, el de H e b r ó n , el de Yarmut,
2<
ha hecho a los dos reyes de los amorreos —Vivan, m a s sean * leñadores y agua- ban precisamente en la bajada de Bet- el d e Lakís y el de Eglón. * C u a n d o h u -
que había allende el Jordán, Sijón, rey dores de toda la comunidad. jon'in, Yahveh arrojó contra ellos desde bieron sacado a aquellos monarcas ante
22
de Jesbón, y Og, rey del Basan, que habi- C u a n d o les h u b i e r o n h a b l a d o l o s el elrlo grandes piedras hasta A / c q á , y Josué, llamó éste a los israelitas todos y
t a b a en Astarot. n Nuestros ancianos y príncipes, Josué hízolos llamar [a los ga- murieron, resultando más numerosos los dijo a los jefes de los guerreros q u e lo
todos los habitantes de nuestro país n o s baonitas] y les habló, diciendo: que perecieron a consecuencia del pedrisco habían a c o m p a ñ a d o : «Acercaos y poned
dijeron a s í : « T o m a d en vuestras manos —¿Por q u é n o s engañasteis al decir: que los muertos a espada p o r los hijos vuestro pie sobre los cuellos de estos
provisión para el camino e id a su encuen- Vivimos m u y lejos de vosotros, c u a n d o de Israel. * reyes». Aproximáronse, en efecto, y p u -
25
tro y decidles: Siervos vuestros somos: •n medio de nosotros habitáis? M A h o r a ' 2 Entonces, el día en q u e Yahveh en- sieron su pie sobre sus cuellos. Y di-
pactad, pues, ahora alianza con nosotros. ¡lien, malditos seáis, y n o faltará entre tregó a los amorreos en m a n o s d e los joles J o s u é : « N o temáis n i desmayéis,
12
H e aquí nuestro p a n ; caliente ln toma- vosotros servidor, ni leñador, ni aguador israelitas, habló Josué a Yahveh y dijo cobrad ánimos y mostraos fuertes, por-
m o s en provisión de nuestras casas el dí:i para la casa de mi Dios. a la vista de Israel: que así h a d e hacer Yahveh con todos
24 los enemigos vuestros c o n quienes p e -
en q u e salimos para venir a vosotros; Ellos respondieron a Josué y dijeron: «¡Sol, detente en G a b a ó n ,
vedlo aquí d u r o y desmigajado. n Estos —Se anunció a tus servidores lo q u e y lú, luna, en el valle de Ayyalón!
leéis». 26 Después de esto, m a n d ó J o -
son los odres de vino que henchimos nue- Yahveh, tu Dios, había ordenado a M o i - sué matarlos e hízolos colgar en cinco
'» Y «ICII'IVOM? el sol
vos, y vedlos rotos, y estos nuestros ves- sés, su siervo, de que os entregara el país árboles, de los cuales estuvieron suspen-
y ln tti mi se paró
tidos y zapatos se h a n desgastado p o r lo entero y destruyera a t o d o s los habitantes didos hasta la larde. 2 7 Al tiempo de p o -
IIIISIII que la gente se h u b o vengado
m u y largo del camino». del mismo delante de vosotros, y cobran- nerse el sol, Josué o r d e n ó q u e los baja-
14 de sus enemigos».
Los israelitas cogieron de las provi- do gran temor p o r nuestras vidas ante sen de los árboles y arrojasen a la cueva
2S
siones de aquéllos sin consultar el orácu- vosotros, hicimos eso. A h o r a , pues, he- linio está escrito, c o m o se sabe, en el donde se habían ocultado, colocando lue-
lo de Yahveh. '5 Josué hizo paz con ellos nos aquí en tu m a n o ; h a z c o n nosotros I lino del J u s t o : « Y paróse el sol en me- go a la boca d e la caverna grandes pie-
y selló con ellos alianza garantizándoles lo que te parezca mejor y más recto. dio del cielo y n o se dio prisa a ponerse dras, hasta h o y mismo [subsistentes].
la vida, jurándoselo también los príncipes
26
E hízolo así con ellos y los libró de iiisl un día entero». * 14 N i antes ni des- 28
Aquel día, Josué t o m ó a M a q q e -
de la comunidad. m a n o s de los hijos de Israel, y n o los pués hubo día como aquel en q u e Yah- dá y la pasó a filo de espada, así c o m o
27
i<> Al c a b o de tres días de pactada con m a t a r o n ; mas los destinó aquel día a veh escuchase la voz de u n h o m b r e , pues a su r e y ; y consagró al exterminio a
ellos alianza, tuvieron noticia de que eran ser leñadores y aguadores para la comu- Yahveh peleaba p o r Israel. 1 5 Luego J o - ella " y a cuantas personas en ella h a -
vecinos suyos y m o r a b a n en medio de nidad y p a r a el altar d e Yahveh, hasta sué con Israel entero t o r n ó al campa- bía, sin dejar r a s t r o ; e hizo c o n el rey
ellos. 17 Los hijos de Israel partieron, en ahora, en el lugar que El escogiere. mento de Guilgal. de M a q q e d á c o m o hiciera c o n el de J e -
1,1
Aquellos cinco reyes huyeron y se ricó. 2 9 Luego p a s ó Josué, y c o n él t o d o
escondieron en la cueva de Maqqedá. Israel, de M a q q e d á a Libná, y la c o m b a -
Victorias sobre los reyes del mediodía 17
Anunciáronselo a Josué, diciendo: « H a n tió. 3o Yahveh entregó también en m a n o s
sido hallados los cinco reyes ocultos en de Israel la ciudad y su m o n a r c a , y él
la cueva d e M a q q e d á » . 18 Josué dispuso: la pasó a filo de espada, así como a
1 lí l Sucedió, pues, q u e cuando A d o - cir a H o h a m , rey de H e b r ó n ; a P i r a m ,
« R o d a d grandes piedras a la b o c a de la cuantas personas en ella había, sin d e -
* " ni-zédeq, rey de Jerusalén, oyó que rey de Y a r m u t ; a Yafía, rey d e Lakis, y
a Debir, rey de E g l ó n : •* «Subid a m í . cueva y colocad junto a ella hombres jar allí viviente; c o n su rey hizo c o m o
Josué había t o m a d o a H a a i y consagrá-
dola al exterminio, y conforme había tra- a y u d a d m e y batiremos a G a b a ó n , por-
tado a Jericó y su rey había hecho con que h a celebrado paces con Josué y los
H a a i y su m o n a r c a , y que los habitantes hijos de Israel». 5 Reuniéronse, pues, y 1 AU *> No RETIRES TU MANO: e. d., no abandones ni niegues tu apoyo y protección.
subieron cinco reyes de los a m o r r e o s : í o - l í SUBIDA DE BET-JORÓN... BAJADA DE BET-JORÓN: cf. A. Fernández, ibíd. 142.
de G a b a ó n habían firmado paces con Ts- 1
1 OCURRIÓ : el relato parece amalgamar dos versiones: una hablaría de piedras caídas del cíele
rael y vivían entre ellos, 2 concibieron gran el rey de Jerusalén, el rey de H e b r ó n , o bólidos, qiíe a veces cubren toda una región de una capa de fragmentos pétreos; otra, de piedras
temor, p o r q u e G a b a ó n e r a ciudad gran- el rey de Y a r m u t , el rey de Lakís y el de Rianizo (cf. Abel, RB [1949] 333, y Eci 46,1-6).
13
de, como u n a de las ciudades reales, y rey de Eglón, así ellos c o m o sus ejérci- LIBRO DEL JUSTO: v. p.287 y cf. Núm 21,14. I! PARÓSE EL SOL: acerca de esa detención del sol,
más importante que H a a i , siendo, además, tos, y a c a m p a r o n frente a G a b a ó n y la i 1 decir vulgar humano, puede verse A. Fernández, ibid. 145 ss-
21
todos sus h o m b r e s valientes. 3 Así, pues, combatieron. Movió SU LENGUA : ni los perros mismos, que con tanta facilidad ladran, les ladraron, e. d..
I 6 L a s gentes d e G a b a ó n enviaron a volvieron los combatientes a su campamento incólumes con toda tranquilidad (cf. Ex 11,7),
Adoni-zédeq, rey de Jerusalén, envió a de-
Sl
272 JOSUÉ 10 3 1 -—ll 1 1
JOSUÉ 11 "—12 273

go. 12 Josué t o m ó todas las ciudades d e muerte. * I 8 M u c h o tiempo hizo Josué la


había hecho con el de Jericó. 3 1 Después con Eglón; consagróla al exterminio con estos reyes, así c o m o a todos sus m o - guerra a todos estos reyes. 19 N o hubo
pasó Josué, a c o m p a ñ a d o de t o d o Israel, cuantos habitantes contenía. narcas, y pasólos a cuchillo, consagrándo- ciudad que celebrase paces con los hijos
38
desde Libná a Lakís, y la sitió y comba- Después Josué, y con él todo Israel, los a exterminio, conforme Moisés, sier- de Israel, a excepción de los j i w e o s , mo-
tió. 3 2 Yahveh entregó a Lakís en manos se volvió contra Debir y combatió con- vo de Yahveh, había ordenado. 13 Sin radores de G a b a ó n . T o d a s las conquis-
de Israel, que la t o m ó al segundo día y tra ella. 3 9 Apoderóse de ella y su monar- embargo, Israel no incendió a ninguna taron en combate, 2 0 pues fue designio
la pasó a cuchillo con cuantas personas ca y todas sus ciudades [anejas], las pa- de las ciudades todavía erguidas sobre de Yahveh obstinar el corazón de aqué-
había en ella, exactamente c o m o hicie- saron a filo de espada y consagraron al sus montículos, con la sola excepción llos para la lucha c o n t r a Israel, a fin de
ra con Libná. - u Entonces H o r a m , rey exterminio a cuantas personas en ella de Jasor, que Josué quemó. 1 4 Los hijos que se les consagrara al exterminio sin
de Guézer, subió en ayuda de Lakís; había, sin dejar superviviente; conforme de Israel se apoderaron de todo el botin tenerles compasión, antes bien aniqui-
m a s Josué le d e r r o t ó a él y su pueblo, hiciera con H e b r ó n , así hizo con Debir de estas ciudades y los g a n a d o s ; p e r o lándolos, como Yahveh había ordenado
hasta no dejarle superviviente. 3 4 Después y su rey, y c o m o había hecho con Libná metieron a cuchillo a la totalidad de las a Moisés. *
Josué, e Israel entero con él, pasó de y su monarca, personas hasta aniquilarlas, sin dejar u n a 21
4 Por aquel tiempo también llegó J o -
Lakís a Eglón, y la sitiaron y combatie- o Así fue batiendo Josué t o d o el país, sola alma. 15 Tal c o m o Yahveh había sué y exterminó a los anaquitas de la
ron. 3 5 Tomáronla aquel mismo día y la la m o n t a ñ a , el Négueb, la llanura, las o r d e n a d o a Moisés, su siervo, así m a n d ó m o n t a ñ a , de H e b r ó n , de Debir, de A n a b
pasaron a filo de e s p a d a ; y aquel mis- vertientes y a todos sus reyes, sin dejar Moisés a Josué y así hizo Josué, sin y de todos los montes de Judá e Israel,
m o día consagró al exterminio a cuantas superviviente, y consagró al exterminio a omitir n a d a de cuanto Yahveh a Moisés consagrándolos Josué al exterminio, así
personas en ella existían, exactamente t o d o ser vivo, conforme ordenara Yah- ordenara. como a sus ciudades. 2 2 N o quedaron
c o m o hiciera con Lakís. veh, Dios de Israel. 4 1 Batiólos Josué 16
Conquistó, pues, Josué t o d o aquel anaquitas en todo el territorio de los
36
Luego Josué, a c o m p a ñ a d o de Israel desde Qadés-Barnea hasta Gaza, y todo país, la región m o n t a ñ o s a , el Négueb israelitas; sólo en Gaza, Gat y A s d o d
entero, subió de Eglón a H e b r ó n y la el país de Gosen hasta G a b a ó n . 42 J o - entero, toda la tierra de Gosen, la región quedaron algunos. 2 3 Así, pues, Josué
combatieron. 3 7 Apoderáronse de ella y sué t o m ó todos estos reyes y su tierra hnjii, el Araba, la parte montuosa de conquistó el país entero conforme a cuan-
la pasaron a filo de espada, así c o m o a de una sola vez, pues Yahveh, D i o s de Israel y sus regiones bajas, l 7 desde la to Yahveh había hablado a Moisés, y
su rey, todas sus ciudades [anejas] y Israel, luchaba p o r éste. 4 3 Después J o - m o n t a ñ a pelada que sube hacia Seir y Josué diolo por herencia a Israel, con
cuantas almas en ella había, sin dejar sué e Israel entero con él regresaron al hasta Baal-Gad, en el valle del Líbano. arreglo a su distribución por tribus. Y el
superviviente, exactamente c o m o hiciera c a m p a m e n t o , a Guilgal. al pie del m o n t e H e r m ó n . Y prendió a país descansó de la guerra.
todos sus reyes, a quienes hirió y dio

Conquista del norte de Canaán


Lista de monarcas vencidos
n i E n c u a n t o Yabin, rey de Jasor,
tuvo noticia [de lo ocurrido] m a n -
d ó avisar a Y o b a b , rey de M a d ó n ; al
ante Tsrael; desjarretarás sus caballos y
a sus carros de guerra darás fuego».
7
Efectivamente, Josué y con él t o d a •I n 1 Estos son los reyes del país que 7
Estos son los reyes del país que de-
rey de Simrón, al rey de Aksaf; * 2 y a la gente de guerra llegaron de improviso 1" los hijos de Israel batieron y de rrotaron Josué y los israelitas a la otra
los reyes situados en la parte norte, en contra ellos junto a las aguas de M e r o m ctiyns ticrriiü lomaron posesión al olro parte del Jordán, al occidente, desde
la m o n t a ñ a , y en la llanura al sur de * y cayeron sobre ellos b . 8 Yahveh los en- ludo del Jordán, al orienle, desde el to- Baal-Gad, en el valle del Líbano, h a s t a
rrente Arnón hasta la m o n t a ñ a de Her- la m o n t a ñ a pelada que sube hacia Seír,
K i n a r o t , y en la región baja, y en las tregó en m a n o s de los israelitas, quie-
món y el Araba entera, a la parte orien- y Josué la dio en herencia a las tribus
alturas de D o r , por el p o n i e n t e ; * 3 y a nes los batieron y persiguieron hasta
los cananeos de oriente y de occidente, Sidón, la g r a n d e ; hasta Misrefot-mayim tal: 2 Sijón, rey de los amorreos, mora- de Israel, con arreglo a sus particiones,
8
dor en Jesbón, d o m i n a b a desde Aroer, en la m o n t a ñ a , en la tierra baja, en el
a los amorreos, a los hittitas, a los pere- y hasta la vega de Mispé, al oriente; y A r a b a , en las vertientes, en el desierto
zeos, a los yebuseos, en la m o n t a ñ a , y estuviéronlos m a t a n d o hasta n o dejar- situada a orillas del torrente Arnón, el
centro del valle y la mitad de Galaad, y en el N é g u e b : de los hittitas, los a m o -
a los j i w e o s del pie del H e r m ó n en el les u n o a vida. * ' Josué hizo con ellos rreos, los cananeos, los perezeos, los jiv-
territorio de Mispá. 4 Salieron, pues, ellos según le había indicado Y a h v e h : des- hasta el torrente de Y a b b o q , confín de
los hijos de A m m ó n ; 3 y hacia el Araba veos y los yebuseos.
con todos sus ejércitos, un pueblo n u m e - jarretó sus caballos y pegó fuego a sus 9
roso, tan a b u n d a n t e c o m o la arena que carros. hasta el mar de Kinrot, al oriente, y El rey de Jericó, u n o ; el rey de H a a i ,
h a y a orilla del mar, y caballos y carros hasta el mar del A r a b a o m a r de la Sal, situado al lado de Bet-El, u n o ; 1° el rey
te Entonces volvióse Josué y se apode- de Jerusalén, u n o ; el rey de H e b r ó n ,
en gran abundancia. * 5 Coligáronse to- al oriente, camino de Bet-hayesimot, y
ró de Jasor, a cuyo m o n a r c a m a t ó a uno; •' el rey de Y a r m u t , u n o ; el rey
dos aquellos reyes y fueron y acamparon por el sur, al pie de las vertientes del
espada. E n verdad, Jasor era antigua- de Lakis, u n o ; ! 2 el rey de Eglón, u n o ;
juntos cerca de las aguas de M e r o m Pisgá. * Y el territorio de Og, rey de
mente la cabeza de todos aquellos rei- el rey de Guézer, u n o ; 13 el rey de D e -
Basan, de los restos de los Refaím, resi-
p a r a luchar contra Israel. * nos. li Y m a t a r o n a filo de espada a bir, u n o ; el rey de Guéder, u n o ; 1 4 e l
6 dente en Astarot y Edreí. 5 D o m i n a b a en
Dijo Yahveh a J o s u é : « N o tengas cuantas personas m o r a b a n en ella, con- rey de J o r m á , u n o ; el rey de A r a d , u n o ;
la m o n t a ñ a de H e r m ó n , Salká y todo
m i e d o de ellos, pues m a ñ a n a a estas ho- sagrándola al exterminio, sin q u e que- 15 el rey de Libná, u n o ; el rey de Adul-
el Basan, hasta el confín de los guesu-
r a s yo los entregaré a todos ellos muertos d a r a u n alma, y a Jasor le prendió fue-
ritas y los maakatitas, y la mitad de Ga- lam, u n o ; 1 6 el rey de M a q q e d á , u n o ;
laad hasta » la frontera de Sijón, rey de el rey de Bet-El, u n o ; 1 7 el rey de T a p p u a j ,
•f "I 1 - 2 JASOR: es villa citada desde el s.XV a. C. en textos egipcios, y en el XIV en cartas de Jesbón". 6 Moisés, siervo de Yahveh, y uno; el rey de Jéfer, u n o ; i 8 el rey d e
• * El-Amarna. Su jurisdicción, según prueba la estela de Seti I hallada en Beisán, se extendía los hijos de Israel los derrotaron, y Moi- Afeq, u n o ; el rey del Sarón, u n o ; 1 9 el
hasta el principado de Pella. Aquí cítanse como reyes vasallos de Yabín: al de MADÓN, hoy Madin, tés, siervo del Señor, entregó su país en rey de M a d ó n , u n o ; el rey de Jasor,
ll Soo ms. al S. de Hattin; al de SIMRÓN, O mejor Simo'on, en Simoniya, del lado de Nazaret: al de uno; 2 0 el rey de Simrón b , u n o ; el rey
herencia a los rubenitas, los gaditas y
AKSAF, de la tribu de Aser, asociado a Acre en los documentos egipcios; y a otros que se repartían de Aksaf, u n o ; 2 i el rey de T a n a k , u n o ;
las montañas en el norte y la llana vecina del lago de Kinnéret. H KINAROT: e. d., Genesaret o lago la mitad de la tribu de Manases.
de Tiberíades. En 12,3 Kinrot.
* CARROS : ya en dichas cartas comunicase al Faraón que los reyes de Akka y Akshapa han ata- 17
LA MONTAÑA PELADA : otros (cf. Musil) interpretan la montaña de Jalaq.
cado a las bandas enemigas con 50 carros de guerra (cf. Jue 5,1-3). 20
Este pasaje significa tan sólo que al mover guerra a los israelitas se condujeron de modo
5
8
MEROM: ¿el actual Meirusa, a unos 6 kms. al O. de Safed, en la Galilea superior? —escribe San Agustín—que no merecieron misericordia (Quaest. 8 in los.).
SIDÓN LA GRANDE: por la fama y apogeo que a la sazón gozaba aquella metrópoli de Fenicia. i|
MISPÉ: cf. v.3 Mispá. Propónese la uniñcación de ambas lecturas.
274 JOSUÉ 12 22—13 a» JOSUÉ 13 »»—14 " 275

el rey de M e g u i d d ó , u n o ; 2 2 e l rey de región de D o r , u n o ; el rey de las gen- nasés, con arreglo a sus familias. 30 Su te- mitad de los hijos de M a k i r , según sus
Quedes, u n o ; el rey" de Y o q n o a m del tes de Guilgal, u n o ; * 2 4 e l rey de Tirsá, rritorio fue: desdé Majanáyim, t o d o el familias.
32
Carmelo, u n o ; 2 3 el rey de D o r , de la uno. El total de los reyes, treinta y uno. Basan, t o d o el reino de Og„ rey del Ba- Tal es lo que distribuyó en herencia
s a n ; todas las aldeas de Yair situadas en Moisés en los llanos d e M o a b , allende el
31 33
el Basan, sesenta ciudades; la mitad de Jordán frontero a Jericó, al o r i e n t e . A la
Reparto del país. Porciones en TransJordania
1 14
•I O Josué era anciano, e n t r a d o en Sólo a la tribu de Leví no dio here-
* •» años, y díjole Y a h v e h : «Tú estás ya d a d ; < I o s sacrificios ígneos d e > " Y a h -
viejo, metido en años, y resta muchísima veh, D i o s de Israel, constituyen su here-
tierra que conquistar. 2 H e aquí el país dad, conforme le h a b í a dicho.
15
que queda todavía: las regiones todas de Y dio Moisés [su parte] a la tribu de
los filisteos y la totalidad de los guesuri- los hijos de R u b é n , con arreglo a sus fa-
tas; 3 desde el Sijor, que corre ante Egip- milias. l 6 Su territorio fue desde Aroer,
to, hasta el confín de E q r ó n al norte, situada a orillas del torrente de A r n ó n y
[país] que se atribuye a los cananeos [y se la ciudad que está en medio del valle y to-
reparte entre] los cinco principes de los da la llanura próxima a • M e d b á , 1 7 Jes-
filisteos: el de Gaza, el de A d d o d , el de b ó n y todas las ciudades situadas en el
Asqualón, el de G a t y el de E q r ó n ; * 4 y l l a n o , D i b ó n , Bamot-Baal, Bet Baal
los jivveos * están al sur; t o d o el territo- Meón. iSYahsa, Quedemot, Mefáat,
rio de los cananeos y M e a r á , que perte- 19
Quíryatáyim, Sibmá y Séret ha-Sájar, Filisteos luchando. (Gressmann, o.c, lám.49.)
nece a los sídonios, hasta Afeq, hasta el en la m o n t a ñ a del valle; 2 0 Bet Peor, las
confín de los a m o r r e o s ; 5 el país de los estribaciones del Pisgá, Bet ha-Yesimot, (¡iilíiml. A s í a n » , Edreí, ciudades del rei- tribu de Leví n o dio Moisés heredad, p o r -
21
guiblitas y el Líbano entero al este, desde todas las ciudades de la llanura y el no de Og en el linsnn, fueron para los hi- que Yahveh, Dios de Israel, es su heredad,
Baal-Gad, al pie de ta m o n t a ñ a de Her- reino entero de Sijón, rey de los a m o - jos de Makir, hijo de Manases, para la según habíaselo indicado.
m ó n , hasta la entrada de Jamat. 6 A t o - rreos, que reinara en Jesbón, a quien de-
dos los habitanlcs de la m o n t a ñ a desde rrotó Moisés, con los príncipes de M a -
el L í b a n o hasta Misrcfoí-mayim, todos d i a n : Eví, Réquem, Sur, Jur, R e b a , jefes Territorio d e las demás tribus. Hebrón, para Kaleb
los sidonitas, yo los expulsaré de delante de Sijón moradores del país.
de los hijos de Israel; pero tú distribuye 22
También a Balaam, hijo d e Beor, el 1 J 1 Esto es lo que recibieron en he- fiel a Yahveh, mi D i o s . 9 Y en aquel día
dicha tierra por sorteo a Israel en con- adivino, dieron muerte a espada los is- * ™ rencia los hijos de Israel en tierra Moisés hizo j u r a m e n t o diciendo: E n ver-
cepto de herencia, como te he ordenado.
7
raelitas con los demás que m a t a r o n . 2 3 L a de C a n a á n , que les distribuyeron el sacer- dad, la tierra que h a n pisado tus pies
A h o r a , pues, reparte ese territorio en frontera de los hijos de R u b é n la cons- dofe Elaznr y Josué, hijo de N u n , y los constituirá tu herencia y la de tus hijos
herencia entre las nueve tribus y la me- tituía el J o r d á n y su región ribereña. Tal cabezas de fntniliii tic las Iribus israelitas. para siempre, p o r c u a n t o h a s permaneci-
dia tribu de Manases». 8 C o n la mitad fue la heredad de los hijos de Rubén, se- 2
Señalóse su hrrodnd 11 snrleo, como Yah- do fiel a Yahveh, mi Dios. 10 A h o r a bien,
restante, los rubenitas y los gaditas reci- gún sus familias, con las ciudades y sus veh ordenara por medio de Moisés, a las he aqui que Yahveh me ha conservado la
bieron la herencia que habíales d a d o M o i - aldeas. nueve tribus y a la media tribu de Ma- vida c o m o predijo hace cuarenta y cinco
sés allende el Jordán, a oriente, confor- 24
También dio Moisés a la tribu de nases; i porque Moisés había d a d o la he- años, desde que tal afirmó a Moisés, cuan-
m e les diera Moisés, siervo de Y a h v e h : G a d , a los gaditas, con arreglo a sus fa- rencia de las otras dos tribus y media al do Israel a n d a b a p o r el desierto. A h o r a
9 desde Aroer, situada a orillas del torren- milias. 2 5 Su territorio fue: Yazer y todas u n o lado del Jordán, y a los levitas no les tengo ya hoy ochenta y cinco a ñ o s ; " m a s
te de Arnón y la ciudad que está en me- las ciudades de Galaad, la mitad del país dio heredad en medio de aquéllos; 4 y por aún estoy h o y tan vigoroso c o m o el día
dio del v ,,ie, y la llanada entera desde de los hijos de A m m ó n hasta Aroer, que cuanto los hijos de José constituían dos en que Moisés m e envió: mi fuerza de
M e d b á nasta D i b ó n ; I 0 todas las ciuda- se halla frente a R a b b á ; 26 y desde Jes- Iribus, Manases y Efraím, y a los levitas entonces y mi fuerza de ahora es la misma
des de Sijón, rey de los amorreos, que b ó n a R a m a t ha-Mispé y Betonim, y de no se había d a d o participación en el te- para la guerra, p a r a salir y p a r a entrar. *
12
reinó en Jesbón, hasta el territorio de los Majanáyim hasta el territorio de D e b i r ; rritorio, sino ciudades de residencia, con A h o r a , pues, dame esta m o n t a ñ a a q u e
hijos de A m m ó n ; n Galaad y el territorio 27 se refirió Yahveh aquel día; p o r q u e ya
y en el valle, Bet-haram, Bet-Nimrá, sus ejidos para sus bienes y hacienda ga-
de los guesuritas y los maakatitas, la m o n - Sukkot y Safón, restos del reino de Sijón, n a d e r a ; 5 como Yahveh había m a n d a d o oíste entonces que en ella están los a n a -
t a ñ a entera de H e r m ó n y t o d o el Basan m o n a r c a de Jesbón; el J o r d á n y su región a Moisés, así hicieron los hijos de Israel quitas y h a y ciudades grandes y fortifica-
h a s t a S a l k á ; 1 2 el reino entero de Og, en ribereña hasta el extremo del m a r d e K i n - y repartieron la tierra. das; quizá Yahveh m e asista y logre y o
6
el Basan, el cual reinó en Astarot y Edreí néret, al o t r o lado del J o r d á n , al oriente. Los hijos de J u d á acercáronse a Josué arrojarlos, c o m o Yahveh indicó».
y constituía u n resto de los Refaím, a 28
Tal es la heredad de los hijos de G a d , en Guilgal, y Kaleb, hijo de Yefunné, el 1 3 Josué bendijo a Kaleb, hijo de Ye-
quienes Moisés había derrotado y des- según sus familias, con las ciudades y sus quenizeo, le dijo: «Tú sabes bien lo que funné, y concedióle H e b r ó n en heredad.
plazado. 13 M a s los hijos de Israel no ex- aldeas. Yahveh dijo a Moisés, varón de Dios, res- 14 Por eso H e b r ó n h a constituido h a s t a
pulsaron a los guesuritas y los m a a k a t i - 29
Asimismo, Moisés dio [su parte] a pecto a mí y acerca de ti, en Qadés-Bar- hoy la heredad de Kaleb, hijo de Yefun-
tas, quienes han venido h a b i t a n d o en me- la mitad de la tribu de Manases, y fue nea. * 7 Cuarenta años tenía yo cuando né, por haberse mantenido fiel a Yah,veh,
dio de Israel hasta hoy. p a r a la media tribu de los hijos de M a - Moisés, siervo de Yahveh, m e envió des- Dios d e Israel. 1 5 El n o m b r e de H e b r ó n
de Qadés-Barnea a explorar el país, y dile era anteriormente Quiryat-Arbá ( = c i u -
1 1 2i LAS GENTES DE GUILGAL : otros vierten y corrigen H: (el rey de) los pueblos galileos o (el rey el informe con arreglo a lo que m e dicta- dad de A r b á ) , el cual fue el h o m b r e m á s
* ~" de) Goyyim, en Galilea. Sabido es que existían dos Galileas, una alrededor del lago de Gene- ba el corazón. 8 Mis hermanos, que ha- grande de entre los anaquitas. Y el país
saret y otra en torno a Cafarnaún, Tiro y Ptolemais, llamada Galilea Gentium a causa de ios numero- bían subido conmigo, intimidaron el co- descansó de la guerra.
jos gentiles que la habitaban. razón del p u e b l o ; pero yo m e mantuve
•JO 3 SIJOR: según algs. sería voz egipcia (Sei-Jor) equivalente a hebr. ndjal 'río'; para otros es 6
• ^ nombre que indica diversos canales y brazos fluviales, y quizá el canal fronterizo oriental 11
QUENIZEO: probablemente por ser oriundo de Quenaz, nieto de Esaú.
junto al curso inferior del brazo peluslnico del Nilo. SALIR Y ENTRAR: e. d., para toda suerte de funciones. Cf. Dt 31,4.
JOSUÉ 15 47 —17 7 277
276 JOSUÉ 1 5 1 - 4 9
en la frontera de A s d o d y sus a l d e a s ;
47
sus aldeas. 5 S Jaljul, Bet-Sur, Guedor,
Asdod, sus ciudades anejas y sus al- 59
Maarat, Bet-Anot, Elteqón: seis ciu-
deas; Gaza, sus ciudades anejas y sus al- dades y sus aldeas. 6 0 Quiryat-Baal, esto
La porción de Judá deas, hasta el torrente de E g i p t o ; y el m a r es, Quiryat-Yearim y H a r a b b á : dos ciu-
grande, con su territorio costero. dades y sus aldeas.
•I C l T o c ó la suerte a la tribu de los conforme al m a n d a t o de Yahveh a J o s u é : 48 1,1
Y en la m o n t a ñ a : Samir, Yattir, S o - En el desierto: Bet-ha-Arabá, Mid-
* •* hijos de Judá, con arreglo a sus Quiryat-Arbá, el padre de Anaq, o sea kó, 4 9 D a n n á , Quiryat-Sanná, esto es, D e -
familias, hacia la frontera de Edom por din, Sekaká, w Nibsán, Tr-hammélaj (Ciu-
Hebrón. u Kaleb expulsó de allí a los tres bir; 5° A n a b , Estemó, Anim, 51 G o s e n , dad de la Sal) y En-gaddí: seis ciudades
el lado sur del desierto de Sin, en el ex- hijos de A n a q : Sesay, Ajimán y Talmay, Jolón y G u i l ó : once ciudades y sus aldeas. y sus aldeas.*
tremo meridional [de Canaán]. 2 Su lí- descendientes de Anaq. 15 Desde allí su- 52 Y A r a b , D u m á , Esán, 53 Y a n u m , Bet-
mite meridional parte desde el extremo M Los hijos de Judá no pudieron expul-
bió contra los habitantes de Debir, cuyo tappúaj, Afeqá, 5 4 Jumtá, Quiryat-Arbá, sar a los yebuseos, habitantes de Jerusa-
del m a r de la Sal, de la lengua [de mar] nombre era antes Quiryat-séfer. 16 Y dijo o sea H e b r ó n y Sior; nueve ciudades y lén; y los yebuseos han quedado con los
que mira a mediodía; 3 luego córrese ha- Kaleb: «Quien bata a Quiryat-séfer y la sus aldeas. 55 Y M a ó n , Karmel, Zif, Yut- hijos de Judá, en Jerusalén, hasta el dia
cia el sur de la subida de Aqrabbim, pasa tome recibirá por mujer a mi hija Aksá». tá, 56 Yizreel, Yoqdeam, Zanoaj, 5 7 Maq- presente.
17
a Sin y sube al sur de Qadés-Barnea; pasa Y conquistóla Otniel, hijo de Quenaz, qayin, G u i b á y T i m n á : diez ciudades y
a Jesrón, sube hacia Adar y se vuelve ha- hermano de Kaleb, el cual diole su hija
cia Q a r q á ; 4 luego pasa por Asmón, co- Aksá por esposa.
rre hacia el torrente de Egipto y viene ' 8 Y sucedió que, al irse ella [con su Territorio asignado a los hijos d e José
a salir al mar. Tal es vuestra frontera me- marido], persuadióla * de que pidiese a su
ridional. 5 El confín oriental es el mar de padre un campo, y c o m o descabalgara del
la Sal hasta la desembocadura del Jor- 1 fi 1 ^ ' o s m J o s c ' e J ° s é tocó en suer- mar, del lado norte de M i k m e t a t ; da la
asno, díjole K a l e b : vuelta hacia el este hasta Taanat-Siló y
dán, y l a frontera p o r el lado norte par- ••*•" te desde el J o r d á n frontero a Je-
—¿Qué te p a s a ? * ricó hasta las aguas de Jericó, al oriente: pasa por ella, al oriente de Yanúaj. 7 D e
te de la lengua de mar, a la extremidad 19
Contestó ella: «Concédeme u n fa- el desierto que sube desde Jericó por la Yanúaj baja a Atrot y N a a r a t , toca en
del J o r d á n ; 6 sube hacia Bet-Joglá, pasa vor: puesto que me has d a d o tierra de Jericó y saie al Jordán. 8 Desde Tappúaj
monlaúa a Bel-EI: 2 | y el limite] continúa
al norte de Bet-Arabá, sube hasta la peña secano, dame también tierras de regadío». dirígese el límite hacia el oeste al valle de
desde Hel-lil, en l u z , y pasa al confín de
de Bohan, hijo de R u b é n ; 7 luego el lími- Y dióle regadío superior y regadío in- los arquilas, A t r o t ; •' luego desciende a Qaná y tiene su salida en el mar. Esta es la
te sube a Debir desde el valle de A k o r y ferior. * occidente en dirección al término de los heredad de la tribu de los efraimitas con
p o r el lado norte mira a Guilgal, que se 20
Esta es la heredad de la tribu de los yafletitas hasta el confín de Bet-jorón de sus familias. 9 Además, las ciudades de
halla enfrente de la subida de Adum- hijos de Judá, con arreglo a sus familias. abajo y hasta Guézer, yendo a terminar los hijos de Efraím situadas aparte en
mim, situada al sur del valle; luego el lí- 21
Las ciudades del extremo de la tri- en el mar. 4 Recibieron así heredad los medio de la heredad de los hijos de M a -
mite pasa a las aguas de I ji-Semes, yendo bu de Judá hacia la frontera de E d o m , hijos de J o s é : Manases y Efraím. nases; todas las ciudades y sus aldeas.
a desembocar a En Rogucl. * 8 Sube des- en el Négueb, e r a n : Qabseel, Eder, Yagur, 5
La frontera de los hijos de Efraím,
10
Y no expulsaron a los cananeos que
22
pués el límite por el valle de Uen-Hinnom, Quina, D i m o n á , A d a d á , 2 3 Quedes, Ja- con arreglo a sus familias, fué [la siguien- habitaban en Guézer, y los cananeos h a n
p o r la vertiente del Yebusco por la parte sor, Yitnán, 2 4 Zif, Télem, B e a l o t , 2 5 Jasor te]: por oriente constituye el confín de su venido residiendo hasta el presente en m e -
sur, o sea Jerusalén; sube luego el confín la nueva, Queriyyot-Jesrón •>, o sea Ja- heredad Alrot Addnr hasla Hcl-jorón de dio de Efraím, pero sometidos a presta-
p o r la cumbre de la montaña que se halla sor, 2 6 y A m a m , Sema, Moladá, 2 7 Jasar- Suso; '•luego el limite continúa hacia el ción tic servicio personal.
enfrente del valle de H i n n o m , al occiden- gaddá, Jesmón, Bet-Pélet, 2 8 Jasar-sual,
te, y a la extremidad del valle de Refaím, Bersabee, Bizyoteyá, 29 B a a l á , Iyyim,
al norte. 9 El límite va después desde la Esem, 3" Eltolad, Kesil, J o r m á , 3 1 Sique- Porción de Manases
cima de la m o n t a ñ a a la fuente de las lag, M a d m a n n á , S a n s a n n á , 3 2 Lebaot, Sil-
aguas de Neftoaj y sigue hacia las ciuda-
des montañosas de Efrón, dirigiéndose
hacia Baalá, o sea Quiryat-ycarim. I 0 Des-
jim y En-Rimmónc;
ciudades y sus aldeas.
33
en total, veintinueve

En la Sefelá (o región baja): Estaol,


n 1
Luego cayó la suerte a la tribu
de Manases, pues era el primogé-
nilo de José, a Makir, primogénito de
sus hijas son los siguientes: Mailá, N o á
Joglá, Milká y Tirsá. 4 Y se presentaron
ante Elazar, el sacerdote, y ante Josué,
de Baalá, el confín vuélvese hacia el po- Sorá, Asna, 3 4 Zanoaj, En-gannim, T a p - Manases, padre de Galaad, que era hom- hijo de N u n , y ante los príncipes, dicien-
niente, hacia el monte Seír; pasa por el puaj, Enáyim, 35 Y a r m u t , A d u H a m , So- bre de guerra, y asígnesele G a l a a d y el do : «Yahveh m a n d ó a Moisés que se nos
flanco del lado norte del monte Yearim, kó, Azeqá, 3 6 Saaráyim, Aditáyim, G u e - Masan. 2 Los restantes hijos de Manases diera heredad en medio de nuestros pa-
o sea Kesalón; baja a Bct-Semes y pasa derá y G u e d e r o t á y i m : catorce ciudades y tuvieron también su parte, conforme a sus rientes». Dieseles, pues, heredad, por or-
a Timná. n El límite sale a la vertiente de sus aldeas. 3 7 Y Senán, Jadasá, Migdal- familias: los hijos de Abiézer, los hijos den de Yahveh, en medio de los herma-
E q r ó n , p o r el lado norte, dobla hacia Sik- G a d , 3» Dilán, Mispé, Yoqteel, 3 9 Lakís, de Jéleq, los hijos de Asriel, los hijos de nos de su padre. 5 Y tocaron a M a n a s e s
k e r ó n , pasa por el monte Baalá, sale a Bosqat, Eglón, 4 0 K a b b ó n , Lajmás, Kit- Sékem, los hijos de Jéfer y los hijos de diez suertes, aparte de la tierra de Ga-
Yabneeí y va a parar al mar. 12 La fron- l i s , 4 1 Guederot, Bet-Dagón, N a a m á , M a q - Semidá. Tales fueron los hijos varones de laad y el Basan, situadas allende el Jor-
tera occidental es el mar grande y su zona q u e d á : dieciséis ciudades y sus aldeas.
Manases, hijo de José, según sus familias. d á n ; 6 p o r q u e las hijas de Manases he-
3
42 P e r o Selofjad, hijo de Jéfer, hijo de Ga- redaron posesión en medio de los hijos
costera. Tales son las fronteras circun- Y Libná, Éter, Asan, 4 3 Yiftaj, Asna, laad, hijo de Makir, hijo de Manases, no de aquél, y el país de G a l a a d fue p a r a los
dantes de los hijos de J u d á , según sus fa- Nesib, 4 4 Q u e i l á , Akzib, M a r e s á : nueve tuvo hijos, sino hijas, y los nombres de restantes hijos de Manases. 7 Y el con-
milias. ciudades y sus aldeas. 4 5 Eqrón, con sus
13
A Kaleb, hijo de Yefunné, dio Josué ciudades anejas y sus aldeas; 4 S desde 61-62
u n a parte en medio de los hijos de Judá, E q r ó n al mar, t o d o lo que se encuentra Las exploraciones llevadas a cabo en 1954-55 al N. del desierto de Judá junto a Qumrám,
han descubierto tres poblados o fortalezas antiguas: Hirbet es-Samrah, H. Abu Tabaq y H. el Ma-
qári, que se identifican con Middin, Sekaka y Nibsan, así como 'Ir ham-melaj se identifica con
H. Qumram, y Buqé'ah con 'emeq akór, o valle de Akor.
•f K 7 EN-SEMES: fuente del Sol. Puede verse para toda esta parte del capítulo A. Fernández,
2
* 1 8 Problemas de topografía val-, 182 ss., etc., y Com. los., 199 ss. BET-EL, EN LUZ: parece indudable que ambos nombres indican una misma ciudad: Luz,
DESCABALGARA DEL ASNO : otros (cf. ST) «se inclinó desde el asno», GV «ella suspiró mientras 16 llamada luego Bet-El.(Existía, además, el monte de Bet-El, y parece que en los versos 1-2, elH,
iba caballera en su borrico». I! ¿QUÉ TE PASA?: lit. ¿qué tienes? hoy confuso y al que no se ha dado solución satisfactoria, alude ya a la montaña, ya a la ciudad.
19
FAVOR: O regalo; lit. bendición. |l SECANO...: O «ya queme has entregado en la región del Ne'gueb De no modificar H, quizá en v.i se indique la ciudad y en 2 toda la montaña así llamada, de la que
(e. d., en tierra árida me has colocado como dote), dame, pues, manantiales de aguas. Y diole fuentes se concreta un punto: Luz,
uperior es y fuentes inferiores, de suerte que pudiesen regar tanto el terreno superior como el inferior»
(sef, Fernández, Com. los., 205-6).
278 JOSTTÉ 17 8 —18 1 2 JOSUÉ 18 i a —19 21 279

prestación personal a los cananeos, m a s desde el J o r d á n ; sube por el flanco de la subida de A d u m m i m , y baja a la peña
fin de M a n a s e s arranca de Aser hasta Jericó, p o r el n o r t e ; asciende por la m o n -
M i k m e t a t , emplazada frente a Sikem, y no los expulsaron completamente. de Bohan, hijo de R u b é n ; ['8] luego el
taña, al occidente, y sus extremos llegan límite pasa p o r el lado septentrional de
corre luego hacia el sur, hacia los habi- 1 4 A h o r a bien, los hijos de José habla-
ron a Josué, diciendo:
al desierto de Bet-aven. ü D e s d e allí el frente al A r a b a y baja a ésta. 1 9 El límite
tantes de En Tappúaj. * 8 El territorio de límite pasa a Luz, p o r el flanco sur de pasa luego p o r el lado septentrional de
T a p p ú a j tocó a Manases; pero Tappúaj, —¿Por qué me has d a d o en herencia esta ciudad, o sea Bet-El; baja después Bet-Joglá y va a salir p o r el n o r t e de la
situada en el confín de Manases, pertene- una sola porción y un solo lote de tierra, hacia Atrot-Addar, en la m o n t a ñ a que lengua del m a r de la Sal, a la extremidad
ce a los hijos de Efraim. 9 Después el lí- c u a n d o somos un pueblo numeroso, al existe al sur de Bet-jorón de a b a j o . 1 4 Lue- sur del J o r d á n . Tal es el límite meridional.
mite baja al valle de Q a n á ; al sur del va- que * Yahveh ha bendecido hasta tal ex- go el límite se inclina y tuerce hacia el 20
El J o r d á n servíale de límite p o r el lado
lle, estas ciudades pertenecieron a Efraim tremo? oeste, p o r la parte sur de la m o n t a ñ a oriental. Tal es la heredad de los hijos
en medio de las ciudades de M a n a s e s ; y 15 Contestóles Josué: que está enfrente de Bet-jorón, en el sur, de Benjamín, con arreglo a sus límites
el límite de Manases corre p o r el norte —Si sois pueblo numeroso, subid al y sus extremos van a dar hacia Quiryat- circundantes y conforme a sus familias.
del valle y va a salir al mar. 10 Del lado bosque y haceos allí tala en tierra del pe- Baal, esto es, Quiryat-yearim, ciudad de 21
Y las ciudades de la tribu de los hi-
sur pertenece a Efraim y del lado norte rezeo y de los refaítas, puesto que la m o n - los hijos de Judá. Este era el lado occiden- jos de Benjamín fueron, con arreglo a sus
a Manases, y su término era el mar, con- t a ñ a de Efraim os viene angosta. tal. 15 El lado sur parte del extremo de familias: Jericó, Bet-Joglá, el valle de
finando con Aser por el norte y con Issa- 16 Los hijos de José le respondieron: Quiryat-yearim; el límite se adelanta hacia Quesís, 2 2 Bet ha-Arabá, Semaráyim, Bet-
car p o r el este. — N o nos basta la m o n t a ñ a , y [por otra occidente, prolongándose hasta la fuen- El, M A v v i m , Para, Ofrá, 2 4 K e f a r ha-
11 te de las aguas de Neftoaj. 16 Luego el
Manases tenía en lo de Issacar y lo parte] todos los cananeos que habitan en A m m o n á , Ofní, G u e b a : doce ciudades
de Aser: Bet-seán y sus ciudades anejas, la tierra del valle poseen carros de hierro, límite baja a la extremidad de la m o n t a ñ a y sus aldeas; 25 G a b a ó n , R a m a , Beerot,
Yiblam y sus anejas, los habitantes de tanto los de Betseán y sus ciudades ane- situada enfrente del valle de Ben-hinnom, 26 Mispé, Kerifá, M o s á , 2 7 R é q u e m , Ir-
D o r y sus ciudades anejas, los moradores jas c o m o los de la llanura de Yizreel. * que está en el valle de Refaím p o r el peel, Tárala, 2 8 Selá, Elef, Yebús, o sea
de En-dor y sus ciudades anejas, los habi- 17
Dijo entonces Josué a la casa de J o - n o r t e ; después baja al valle de H i n n o m , Jerusalén; Guibat y Quiryat: catorce ciu-
tantes de T a n a k y sus ciudades anejas y sé, a Efraim y M a n a s e s : al lado sur del Yebusco, y desciende a dades con sus aldeas. Esta fue la heredad
los habitantes de Meguiddó con sus ciu- —Eres u n pueblo numeroso y tienes Eii-Kogucl. 17 Después se inclina Inicia de los hijos de Benjamín, según sus fa-
dades anejas: la región de los tres colla- gran fuerza; n o tendrás u n a suerte sola, el norte y sale a Unseincs, l 8 desde donde milias.
dos. * 1 2 Los hijos de Manases n o logra- 18
antes bien la m o n t a ñ a será t u y a ; aun- se dirige a Ouelilot, que está enfrente de
r o n t o m a r esas ciudades, y así los cana- que es bosque, lo talarás, y tuyos serán
n e o s c o n s i g u i e r o n s e g u i r m o r a n d o en sus confines, porque has de arrojar a los
aquel país; 13 y c u a n d o los israelitas co- cananeos aunque posean carros de hie-
b r a r o n m á s fuerza, impusieron servicio de rro y sean fuertes. Porciones d e Simeón, Zabulón, Issacar, Aser, Neftalí,
Dan y Josué
Distribución d e tierra en SHó y porción d é Benjamín I Q t Y tocó la segunda suerte a Si- hay frente a Y o k n e a m . ' 2 D e Sarib tuerce
4«/ meón, a la tribu de los hijos de hacia el oriente, hacia levante, hasta el
< Q * Congregóse t o d a la comunidad de Yahveh constituye su heredad; y G a d , Simeón, con arreglo a sus l'aniilias, y término de Kislot-Tabor; luego va a salir
i™ de los hijos de Israel en Silo y R u b é n y la mitad de la tribu de Manases su heredad se hallaba en medio de la a Dabcrat y sube a Yafía. 13 Desde allí
establecieron allí la tienda de reunión. h a n recibido la heredad allende el Jordán, de los hijos de Judá. 2 Tenían en su here- pasa al este, hacia saliente, a Gat-Jéfer,
El país habíaseles sometido. * 2 Quedaban al oriente, que Moisés, siervo de Yahveh, dad : Bersabee, Seba *, M o l a d á , 3 Jasar- a Et-Qasín; luego se adelanta hacia Rim-
a ú n entre los hijos de Israel siete tribus les diera». sual. Bala, Esem, * Eltolad, Betul, Jormá, món y tuerce» hacia Neá. 1 4 Después el
que no habían recibido su heredad. 3 Dijo, 8
F u e r o n , pues, los hombres y partieron, ' Siquelag, Bet h a - M a r k a b o t , Jasar-Susá, límite vuélvese p o r el lado n o r t e hacia
II J a n n a t ó n y va a salir al valle de Yiftaj-El.
pues, Josué a los hijos de Israel: «¿Hasta y Josué dio a quienes m a r c h a b a n p a r a llet-lebaot y Sarujén: trece ciudades y 15
cuándo vais a mostraros negligentes en ir t o m a r nota del país la orden siguiente: sus aldeas. 7 Ayin, R i m m ó n , Éter y A s a n : [Comprende también] Qattat, N a h a l a l ,
a ocupar la tierra que Yahveh, D i o s de «Id y recorred la tierra y t o m a d nota, y cuatro ciudades y sus aldeas. 8 Y todas Simrón, Idalá, Betléjem: doce ciudades
vuestros padres, os h a concedido? 4 Es- volved a mí. pues os echaré suertes aquí las aldeas que existen en t o r n o a estas con sus a l d e a s . 1 6 Esta es la heredad de los
cogeos tres hombres p o r tribu para que ante Yahveh, en Silo». 9 Los hombres ciudades, hasta Baalat-Beer, o R a m a t - hijos de Zabulón según sus familias; éstas,
los envíe y vayan y recorran el país y m a r c h a r o n , en efecto; recorrieron el país, Négueb. Esta es la heredad de la tribu las ciudades y sus aldeas.
tomen de él nota escrita, a los efectos y lo describieron p o r ciudades en siete de los hijos de Simeón, según sus familias.
9
1 7 A Issacar tocó la cuarta suerte: a
del reparto de heredad entre ellos, y me partes, en un libro, y luego volvieron a U n a parte del lote de los hijos de Judá los hijos de Issacar, según sus familias. *
la traigan a . * 5 Os la dividiréis en siete Josué, al c a m p a m e n t o de Silo. i° Josué constituyó la heredad de los simeonitas, 18
Su territorio comprende Yizreel, K e -
partes: Judá quedará en su término al echóles suertes en Silo ante Yahveh y pues la porción de los hijos de J u d á resultó sulot, Sunem, 19 Jafaráyim, Sión, Anaja-
mediodía, mientras la casa de José que- repartió allí mismo el país a los hijos demasiado grande p a r a ellos. Y los hijos rat, 20 Rabbit, Quisyón, Ebes, 2 ' R é m e t ,
dará p o r su territorio al norte. 6 T o m a d de Israel, con arreglo a sus secciones. de Simeón tuvieron su heredad dentro de En-gannim, En-jaddá y Bet-passés; 2 2 y
n o t a del país en siete partes y m e traeréis 11
Y salió la suerte de la tribu de los la tribu de J u d á . el confín toca el T a b o r , Sajasimá y Bet-
acá su descripción, y echaré suertes para hijos de Benjamín, con arreglo a sus 10 Y la tercera suerte tocó a Zabulón, semes, y va a terminar en el J o r d á n :
vosotros aquí, ante Y a h v e h , nuestro Dios. familias, y tocóles en suerte el territorio con arreglo a sus familias. El confín de dieciséis ciudades con sus aldeas. 2 3 E s t a
7
Porque los levitas no tienen parte en situado entre los hijos de J u d á y los de su heredad extiéndese hasta Sarid. * 11 Su fue la heredad de la tribu de Issacar,
medio de vosotros, ya que el sacerdocio José. 12 Y su límite parte, p o r el norte, frontera sube hacia el oeste, hacia Maralá, eegún sus familias, las ciudades y sus
toca en Dabbéset y llega al torrente que aldeas.

•f "7 7ll EL SUR : o también la derecha, que de ambos modos puede interpretarse H.
* LA REGIÓN DE LOS TRES COLLADOS : o bien, con otros, «las tres regiones montuosas»; o con
V (y G) «et tertia pars urbis Nopheí».
16
1 n^ 10-16 Cf. para los limites de Zabulón, Fernández, Probl, 71-74..
den verse ambas obras para las fronteras de las demás tribus.
10
Com. los., 228 ss. Pue-
CARROS r>E HIERRO: e. d., carros de guerra guarnecidos de planchas metálicas. ZABULÓN: Josefo, más preciso, le hace lindar al este con el lago de Genesaret, al oeste con
el Mediterráneo, al sur con Issacar y al norte con Neftalí.
•I1 Q l
SILO: alHpermaneció 369 años el tabernáculo con el arca de la alianza. 1 7 Tocó: una de las partes más ricas de Palestina, o sea el llano de Esdrelón.
4
^ TOMEN NOTA ESCRITA.: e. d., hagar.» el plano o la descripción, describan.
JOSUÉ 2 0 9 — 2 1 1 9 281
280 JOSUÉ 192*—20 8
Jericó, designaron a Béser, en el desier- para el inmigrante que m o r a en medio'
24
Y tocó la suerte quinta a la tribu de los hijos de Neftalí, conforme a sus to, en la llanura de la tribu de R u b é n ; de ellos, p o r que se refugie allí cualquiera
de los hijos de Aser, según sus familias. * familias, las ciudades y sus aldeas. a R a m o t , en Galaad, de la tribu d e Gad, que matare a u n a persona inadvertida-
40
25 Su término c o m p r e n d e : Jelqat, Jalí, A la tribu de los hijos de D a n , se- y a Golán, en el Basan, de la t r i b u de mente, para que n o m u e r a a m a n o s del
Beten, Aksalf, 2 6 Alammélek, A m a d , Mi- gún sus familias, le salió la suerte sépti- Manases. 9 Estas fueron las ciudades de vengador de la sangre hasta comparecer
sal; y toca en el Carmelo, p o r el oeste, ma. * *' Y el límite de su heredad in- refugio p a r a todos los hijos de Israel y ante la comunidad.
y en el río Libnat; 2 7 luego tuerce hacia cluía: Sorá, Estaol, Ir-semes, 4 2 Saalab-
el oriente hasta Bet-Dagón y toca en bín, Ayyalón, Yitlá, 4 3 Elón, Timná,
Z a b u l ó n y el valle de Yiftaj-El, p o r el Eqrón, 4 4 Elteqó',
45
Guibbetón, Baalat, Ciudades levíticas
norte, [y luego] Bet ha-Emeq y Neiel, Yehud, Bene-Beraq, Gat-Rimmón,
46 1
y se prolonga hacia Kabul, p o r la iz- M e ha-Yarqón y h a - R a q q ó n , con el pl Los jefes de familia de l o s levi- nados». * 3 Dieron, pues, los hijos de Is-
quierda, 28 y A b d ó n , Rejob, J a m m ó n y territorio de enfrente de Joppe. 4 7 Pero ™* tas acercáronse al sacerdote Ela- rael de su heredad a los levitas esas ciu-
Qaná, hasta Sidón la grande. 2g Después el territorio de los hijos de D a n salió zar, a Josué, hijo de N u n , y a los jefes dades y sus ejidos, conforme a lo que
el límite tuerce hacia R a m a , hasta la fuera de su potestad, y así los danitas de familia de las tribus israelitas, 2 y ha- Yahveh les m a n d a r a .
ciudad fortificada de T i r o ; se vuelve ha- subieron y lucharon contra Lésem, la 4
Salió la suerte p a r a las familias de
cia Josa, y sus fronteras se prolongan tomaron, pasáronla a cuchillo y la ocu- los quehatitas, y tocaron p o r sorteo a los
hacia el m a r por el lado de Akzib, paron y se asentaron en ella y la deno- hijos de A a r ó n , el sacerdote, de entre
30 [comprendiendo además] U m á , Afeq y minaron Lésem-Dan, conforme al n o m - los levitas, trece ciudades de la tribu de
R e j o b : veintidós ciudades y sus aldeas. bre de Dan, padre de ellos. 4 8 Tal es la J u d á , de la tribu de Simeón y de la tribu
31 Esta fue la heredad de la tribu de los heredad de la tribu de los hijos de D a n , de Benjamín. 5 A los restantes hijos de
hijos de Aser con arreglo a sus familias. según sus familias; éstas las ciudades y Quehat, de las familias de * la tribu de
32 A los hijos de Neftalí tocó la suer- sus aldeas. Efraím, de la tribu de D a n y de la media
49
te sexta; a los hijos de Neftalí, según C u a n d o concluyeron de distribuir el tribu de M a n a s e s [tocaron] por sorteo
sus familias. * '3 y s u frontera va desde país con arreglo a sus fronteras, los israe- diez ciudades. 6 A los hijos de Guersón,
Jélef, desde el encinar de Besaanannim, litas dieron a Josué, hijo de N u n , u n a de las familias de * la tribu de Issacar,
Adamí ha-Néqueb y Yabneel hasta Laq- heredad en medio de ellos. 50 Según la de la tribu de Aser, de la tribu de Neftalí
qum, llegando sus extremos al Jordán. orden de Yahveh, concediéronle la ciu- y de la media tribu de Manases, [tocáron-
34
Luego el límite se vuelve hacia occi- dad que pidió: Timnat-Séraj, en la mon- les] en el sorteo trece ciudades. ' Y a los
dente, a Aznot-Tabor, y desde allí se taña de Efraím, y edificó la ciudad y se hijos de Merarí, con arreglo a sus fami-
adelanta hacia Juqoq, y linda con Za- estableció en ella. lias, [cayéronles] en suerte doce ciudades
51
bulón, por el sur, y con Aser, al oeste, Esas son las heredades que Elazar, de la tribu de R u b é n , de la tribu de G a d
y con el Jordán ", en el este. 35 Las ciuda- el sacerdote; Josué, hijo de N u n , y los y de la tribu de Zabulón. 8 Dieron, pues,
des fortificadas s o n : ha-Siddim, Ser, Jam- jefes de familia de las tribus de los hijos los hijos de Israel, p o r sorteo, a los le-
mat, Raqqat, Kinneret, 36 A d a m a , h a - de Israel distribuyeron p o r sorteo en vitas estas ciudades y sus ejidos, conforme
R a m á , Jasor, 37 Quedes, Edreí, En-Ja- Silo, ante Yahveh, a la puerta de la tien- ordenara Yahveh por medio de Moisés.
sor, 38 Yirón, Migdal-El, Jórem, Bet-Anat da de reunión, a c a b a n d o así de repartir * De la tribu de los hijos de J u d á y
y Bet-semes: diecinueve ciudades y sus el país. de la tribu de los de Simeón dieron las
aldeas. 39 Esta es la heredad de la tribu siguientes ciudades mencionadas n o m i -
nalmente, 10 que fueron asignadas a los
hijos de A a r ó n pertenecientes a las fa-
Las ciudades de refugio milias quehatitas, de los hijos de Leví,
pues a ellos tocó la suerte primera.
11
fíi ' ^ na
b l ó Yahveh a Josué, dicien- no entregarán en sus m a n o s al homici- Diéronles, p u e s : Quiryat-Arbá, p a d r e
" " d o : 2 «Habla a los hijos de Israel y da, pues que m a t ó a su compañero sin éste de A n o q , la cual es H e b r ó n , en la
diles: Señalaos las ciudades de refugio darse cuenta y sin tenerle rencor ante- montaña de J u d á , con los ejidos que
que os indiqué p o r medio de Moisés, * riormente. 6 H a b i t a r á en aquella ciudad la r o d e a n ; J2 m a s el c a m p o de la ciudad
3 p a r a que huya y se acoja allá el homi- hasta que comparezca en juicio ante la y sus aldeas diéronlos en propiedad a
cida que haya m a t a d o a alguien p o r in- asamblea y hasta la muerte del s u m o Kaleb, hijo de Yefunné. 13 A los hijos
advertencia, sin intención; y que os sir- sacerdote que lo fuere por aquellos días. del sacerdote A a r ó n dieron H e b r ó n y su
van de refugio contra el vengador de la Entonces el homicida podrá volver y ejido, ciudad de refugio del homicida;
sangre. 4 [Aquél] huirá a u n a de estas penetrar en su ciudad y su casa, en la Libná y sus ejidos, 1 4 Yattir y Esternón
ciudades y, deteniéndose a la puerta de ciudad de d o n d e huyó». con sus ejidos respectivos, 'S Jolón y D e -
la ciudad, expondrá su caso ante los an-
7
Consagraron, pues, a Quedes, en G a - bir con los suyos, < ' > y Ayin, Y u t t á y
Estela de Kas ünamra con el dws tiaaí. (J. Fi- Bet-semes con sus respectivos ejidos: nue-
cianos de aquella villa, quienes lo acoge- lilea, en la m o n t a ñ a de Neftalí; a Sikem, negan, «Light f. d. Anc. Past»)
rán en ella j u n t o a sí, le darán residencia en la m o n t a ñ a de Efraím; a Quiryat- ve ciudades de esas dos tribus.
17
y m o r a r á con ellos. 5 C u a n d o llegue en Arbá, o sea H e b r ó n , en la m o n t a ñ a de bláronles en Silo, en el país de Car.aán, D e la tribu de Benjamín: G a b a ó n
su persecución el vengador de la sangre J u d á ; 8 y allende el Jordán, al oriente de diciendo: '«Yahveh o r d e n ó p o r medio de y G u e b a con sus ejidos, '8 y A n a t o t y
Moisés que se nos diesen ciudades de Almón con los suyos: cuatro ciudades;
19
24 residencia y sus ejidos para nuestros ga- La totalidad de las ciudades de los
32
ASSER: SU territorio, en la costa, era feracísimo y abundaba en trigo y aceite.
NEFTALÍ: su lote, el más septentrional y variado, era montañoso por el norte. El sur, en cam- 2
bio, 4 0con sus hermosas vegas, era el jardín de Palestina. Oí CIUDADES leviticas: sus listas (y las de 1 Cr 6), lejos de ser elucubración sacerdotal tardía,
DAN: tocóle la parte más chica, lo cual le obligó a subir al norte a fundar. ™ * como quería Wellhausen, reflejan, según estudios topográficos y arqueológicos recientes, un
sistema de la era davídica. Mas si la forma actual puede datarse entre 975 y 950, sus raíces se retro-
traen a la época de la conquista.
2
Os INDIQUÉ: cf. Ex 21,13, y Núm 25,9 y 34-
282 JOSUÉ 2120—22 9
JOSTJÉ 22 1 M 1 283
34
sacerdotes hijos de A a r ó n eran trece ciu- Y a las familias de los restantes
dades c o n sus ejidos. levitas, hijos de Merarí, [concediéronles]: de su propiedad, del cual habíanse a p o - de Israel? ¡No fue él el único h o m b r e que
20
A las familias de los restantes levi- de la tribu de Zabulón, Y o q n e a m y su derado conforme al m a n d a t o de Yahveh pereció por s u crimen!»*
21
tas hijos d e Q u e h a t habían caído en suer- ejido, Qartá y el suyo, 35 Dimná y su p o r conducto de Moisés. 10 Llegados a las Entonces los hijos de R u b é n , los h i -
te ciudades d e la tribu de Efraím, 21 y ejido, y Naalal y el suyo: cuatro ciuda- zonas del J o r d á n situadas en tierra de jos de G a d y la mitad de la tribu de M a -
diéronles la ciudad de refugio del homi- des; 36 de la tribu de Rubén—al otro C a n a á n , los hijos de Rubén, los hijos de nases t o m a r o n la p a l a b r a y dijeron a los
22
cida, Sikem, con su ejido, en la m o n t a ñ a lado del Jordán frontero a Jericó, la ciu- G a d y la media tribu de Manases edifica- jefes de las tribus de I s r a e l : «¡El, Elohim,
de Efraím, y Guézer y su ejido, 2 2 y dad de refugio de los homicidas *—, B é - r o n allí u n altar j u n t o al Jordán, u n altar Yahveh, El, Elohim, Y a h v e h , sabe bien,
Quibsáyim y Bet-Jorón c o n sus ejidos ser, en el desierto, en la llanura °, con su muy destacado. * n Los israelitas oyeron e Israel mismo h a de saber: si con ánimo
respectivos: cuatro ciudades. 2 3 D e la ejido; Yahsa y el suyo, [3 ?] y Quedemot decir: « H e aquí q u e los hijos de R u b é n , de rebeldía o p o r infidelidad a Yahveh,
23
tribu de D a n : E/teqó» y G u i b b e t ó n con y Mefaat c o n sus ejidos correspondien- los de G a d y la mitad de la tribu de M a - no n o s salve * hoy, * p o r construirnos
sus respectivos ejidos, 2 4 y Ayyalón y tes: c u a t r o ciudades; 3738 y d e la tribu d e nases h a n construido u n altar frente al un altar para a p a r t a r n o s de seguir a Y a h -
G a t - R i m m ó n con los suyos: cuatro ciu- G a d , la ciudad de refugio del homicida, país de C a n a á n , hacia las zonas del Jor- veh; y si h a sido p a r a ofrecer sobre él
dades. 2 5 Y de la mitad de la tribu de R a m o t , en Galaad, y su ejido, Majaná- dán, allende la tierra de los israelitas». holocaustos y oblaciones y p a r a celebrar
12
M a n a s e s : T a n a k y su ejido y Gat-Rim- yim y el suyo, [39] Jesbón y Yazer y sus C u a n d o los hijos de Israel oyeron esto, sacrificios pacíficos, Yahveh mismo lo in-
24
món" y el suyo: dos ciudades. 26 El total ejidos respectivos; en total, cuatro ciu- la comunidad entera de los israelitas con- quiera! O si más bien n o hicimos esto
de las ciudades y sus ejidos correspon- dades. 38 4o L a totalidad d e las ciudades gregóse en Sitó p a r a salir a pelear contra movidos p o r inquietud y p o r la conside-
dientes a las familias de los restantes hijos atribuidas p o r sorteo a los hijos de M e - ellos. ración de q u e el día d e m a ñ a n a puedan
13
de Quehat eran diez. rarí, con arreglo a sus familias, los cua- Y los israelitas enviaron d o n d e los preguntar vuestros hijos a los nuestros,
27
A los hijos d e Guersón, de las fa- les formaban el resto de las familias de hijos de R u b é n , los hijqs de G a d y la me- diciendo: ¿Qué tenéis vosotros 2 5[que ver]
milias de los levitas, [concediéronles]: los levitas, fueron doce ciudades. dia tribu d e Manases, al país de Galaad, con Yahveh, D i o s d e Israel? Yahveh
de la media tribu de Manases, la ciudad 39
4i Todas las ciudades de los levitas a Pinejás, hijo del sacerdote Elazar, 1 4 y ha puesto el J o r d á n c o m o frontera entre
con él a doce príncipes, un príncipe p o r nosotros y vosotros, hijos d e R u b é n e hi-
d e refugio d e homicidas Golán, en el en medio d e ]a posesión d e los hijos de
Basan, c o n su ejido, y Beesterá con el Israel fueron cuarenta y ocho, c o n sus las casas patriarcales de cada u n a de las jos de G a d ; n o tenéis parte en Yahveh.
s u y o : d o s ciudades; 2 8 de la tribu de ejidos. 40 42 C a d a u n a d e esas ciudades tribus de Israel; cada u n o de ellos era Así, pues, vuestros hijos podrían ser cau-
Issacar, Quisyón y D a b e r a t con su ejido poseía en torno a sí su ejido; lo mismo jefe de su familia dentro de las comunida- sa cíe que nuestros 2<1
hijos dejasen de temer
respectivo, 2 9 y Y a r m u t y En-gannim con ocurría para todas esas ciudades. des de Israel. 15 Llegaron, pues, donde los a Yahveh. Por eso dijimos: H a g á m o n o s
el s u y o : cuatro ciudades; 30 de la tribu de 41
43 Dio, pues, Yahveh a Israel la tie- hijos de Rubén, los hijos de G a d y la me- construir un 27
altar, n o para holocausto n i
Aser, Misal y A b d ó n con su correspon- rra entera que a sus padres habia jurado dia tribu d e Manases, a la tierra de G a - sacrificio, sino c o m o testimonio entre
31 laad, y hablaron c o n ellos, d i c i e n d o : nosotros y vosotros y nuestras generacio-
diente ejido, y Jeiqat y Rejob con el dar, la ocuparon y habitaron en ella.
suyo: cuatro ciudades; 32 y ¿e ¡ a tribu 42 44 Yahveh concedióles reposo t o d o en 16 «Así h a dicho la c o m u n i d a d entera de nes posteriores d e q u e q u e r e m o s rendir
de Neftalí, la ciudad de refugio del h o - derredor, conforme a c u a n t o jurara a Y a h v e h : ¿Qué prevaricación es esa q u e culto ante él a Yahveh con nuestros h o l o -
micida, Quedes, en Galilea, con su ejido, sus padres, y ninguno d e sus enemigos habéis cometido contra el D i o s de Israel, caustos, sacrificios y víctimas pacíficas, y
J a m m o t D o r y el suyo, y Q a r t á n y su les resistió; a todos ellos los entregó volviéndoos hoy de en pos de Yahveh, al p a r a q u e el día de m a ñ a n a n o puedan
ejido: tres ciudades. 3 3 El total de las Yahveh en sus m a n o s . «45 N o falló ni construiros un altar en vuestra rebeldía decir vuestros hijos a 2 los nuestros: N o
ciudades de los guersonitas, con arreglo una d e cuantas buenas promesas había actual contra Yahveh? I 7 ¿No teníamos tenéis parte en Yahveh. 8 Pensamos, p u e s :
a sus familias, eran trece ciudades y sus Yahveh formulado a la casa de Israel; bastante con el crimen de Peor, del que Si en lo futuro dijeren tal a nosotros o
ejidos. todas tuvieron cumplimiento. hasta el día presente n o nos hemos puri- nuestros descendientes, p o d r e m o s repli-
ficado, a pesar de la plaga que acarreó a car: Mirad la figura del altar de Yahveh
la comunidad d e Yahveh? * l s ¡Y vos- que hicieron nuestros padres, n o p a r a h o -
otros os apartáis hoy de seguir a Yahveh! locaustos ni sacrificios, sino p a r a que sir-
Las tribus, transjordánicas regresan a su territorio Ocurrirá que os rebelaréis h o y contra viese de29testimonio entre nosotros y vos-
Yahveh y m a ñ a n a se encolerizará contra otros. * ¡Lejos d e nosotros el intento
QQ t Entonces Josué llamó a los rube- doos a El y sirviéndole con t o d o vuestro la comunidad toda d e I s r a e l . ' 1 9 Cierta- de rebelarnos contra Yahveh y a p a r t a r n o s
^ ^ nitas, los gadítas y la mitad de la corazón y t o d a vuestra alma». « L u e g o mente, si [os resulta] i n m u n d a la tierra hoy d e seguirle, construyendo u n a l t a r
tribu de Manases, 2 y di joles: «Habéis bendíjolos Josué y los despidió, y ellos que constituye vuestra propiedad, pasaos para holocaustos, oblaciones y sacrificios,
g u a r d a d o c u a n t o os m a n d a r a Moisés, sier- partieron hacia sus tiendas. al país posesión de Yahveh, donde el ta- aparte del altar d e Yahveh, nuestro Dios,
vo de Yahveh, y habéis obedecido mi voz 7 Moisés había d a d o a media tribu de bernáculo de Yahveh reside, y estableceos que 30
está ante su tabernáculo!»
en t o d o lo q u e os h e ordenado. 3 T o d o Manases posesión en el Basan, y Josué en medio de nosotros, p e r o n o os rebeléis " C u a n d o el sacerdote Pinejás y los
este largo tiempo hasta h o y n o habéis contra Yahveh ni os .constituyáis en re- príncipes de la comunidad y los jefes d e
diósela a la otra mitad entre sus h e r m a n o s
a b a n d o n a d o a vuestros hermanos y h a - beldía respecto a nosotros, edificándoos los millares de Israel que le a c o m p a ñ a b a n
del lado a c á del J o r d á n , a occidente.
béis observado puntualmente el m a n d a t o C u a n d o Josué los despidió para sus tien- u n altar, aparte del altar de Yahveh, nues- oyeron las palabras q u e habían p r o n u n -
de Yahveh, vuestro Dios. 4 A h o r a , pues, das y los bendijo, 8 indicóles también: tro D i o s . 2 0 ¿No cometió A k á n una preva- ciado los hijos de R u b é n , los hijos de G a d
que Yahveh, D i o s vuestro, h a d a d o repo- «Volvéis a vuestras m o r a d a s c o n abun- ricación en lo relativo al anatema y se y los hijos de Manases, pareciéronles bien.
so a vuestros hermanos, conforme les h a - dantes riquezas, con g a n a d o m u y n u m e - desató la cólera sobre t o d a la comunidad 31 Y Pinejás, hijo d e Elazar, el sacerdote,
bía prometido, volveos e idos a vuestras roso, con plata, oro, cobre, hierro y ves-
tiendas en la tierra de vuestra posesión, tidos, en gran c a n t i d a d ; repartid con vues- I0
y que Moisés, siervo de Yahveh, os otorgó tros h e r m a n o s la presa d e vuestros ene- 2 2g LAS ZONAS: guelüot puede también significar «recintos religiosos de cantos rodados,
allende el Jordán. 5 Sólo q u e habéis de ~'" círculos de piedras, crómlechs» (cf. 18,17). II DESTACADO: vistoso o visible.
migos». 17
CRIMEN DE PEOR: cf. Núm 25,1 ss. || A PESAR DE: o «y [por el cual] sobrevino...».
cuidar de poner en práctica los m a n d a t o s 9 Tornáronse, pues, los hijos de R u b é n , 20
¡No FUE ÉL...!: o también «aunque era... un solo hombre no murió [él solo]...».
y la ley que Moisés, siervo de Yahveh, os los hijos d e G a d y la mitad d e la tribu 22
EL, ELOHIM, YAHVEH: acumula aquí para mayor solemnidad tres nombres de la Divinidad
prescribió, a m a n d o a Yahveh, vuestro de Manases, y partieron d e los hijos de en hebreo.
28
Dios, caminando íntegramente p o r sus Israel, d e Silo, en el país d e C a n a á n , para Nótese que la pasión con que responden los injustamente acusados náceles expresarse en
vias, g u a r d a n d o sus preceptos, adhirién- dirigirse a la tierra d e G a l a a d , territorio forma falta de regularidad sintáctica. II FIGURA: e. d., copia. Por lo visto, hablan dado al monumento
la forma del altar del Señor, acrecentando asi la indignación de sus hermanos de otras tribus.
M a JOSÜÉ 24*-118 285 1
284 JOSÜÉ 22 —24
condújele p o r t o d o el país de C a n a á n , delante de nosotros a todos los pueblos
dijo a los hijos de R u b é n , los de G a d yl naán, a los israelitas, a quienes trajeron multipliqué su descendencia y dile a Isaac. y a los amorreos, que habitaban el país.
4
los de M a n a s e s : « H o y hemos compren-- la respuesta. M A g r a d ó la noticia a los A Tsaac di por hijos a Jacob y Esaú, y N o s o t r o s , pues, serviremos a Yahveh, por-
dido que Yahveh está en medio de nos-- hijos de Israel, los cuales bendijeron a concedíle a Esaú en posesión la m o n t a ñ a que es nuestro Dios.
otros, pues n o habéis cometido esa pre-- Dios y no hablaron más de mover guerra de Seír, y Jacob y sus hijos bajaron a 1 9 Objetó Josué al p u e b l o :
varicación contra El. De esta suerte ha-- para devastar el país en que m o r a b a n los Egipto. 5 Después envié a Moisés y A a r ó n — N o podréis servir a Yahveh, porque
béis librado a los israelitas de la m a n o de; hijos de R u b é n y de Gad. 34 Por su parte, y herí a Egipto con * lo que hice en medio es un Dios santo, un D i o s celoso; no per-
Yahveh». los hijos de R u b é n y los de G a d dieron de él, tras lo cual os saqué. 6 S a q u é , pues, donará vuestras transgresiones y peca-
32 20 1
Luego Pinejás, hijo de Elazar, el sacer-• n o m b r e a aquel altar diciendo: «En verdad a vuestros padres de Egipto y llegasteis dos. * Si abandonáis a Yahveh y servís
dote, y los principes volviéronse de junto> servirá entre nosotros de testimonio (ed) al m a r ; los egipcios persiguieron a vues- a dioses extraños, se volverá y os dañará
a los hijos de Rubén y los hijos de G a d , de que Yahveh es nuestro Dios». tros padres con carros y caballeros hasta y consumirá, después de haberos favore-
del país de Galaad, hacia la tierra de Ca- el m a r R o j o . 7 Clamaron ellos a Yahveh, cido tanto.
quien puso tinieblas entre vosotros y los 21 El pueblo respondió a Josué;
egipcios; luego volcó sobre ellos el mar, •—No; en verdad a Y a h v e h hemos de
Exhortación d e Josué a Israel que los cubrió. Vuestros ojos h a n visto servir.
lo que hice en Egipto. Luego habitasteis 22 Y replicó Josué al p u e b l o :
O O 1 Pasó m u c h o tiempo desde que b a t e p o r vosotros, c o m o os había p r o - en el desierto muchos años, ' y os traje —Testigos sois vosotros contra vosotros
« * * Yahveh había concedido a Israel metido. 11 Cuidaos, pues, diligentemente al país de los amorreos, que m o r a b a n al mismos de que habéis escogido a Yahveh
reposo respecto a todos sus enemigos cir- de a m a r a Yahveh, vuestro Dios. 12 Por- o t r o lado del Jordán, y pelearon contra para servirle.
cundantes, y Josué era viejo, entrado en que si os apartareis y os uniereis al restó vosotros, y los entregué en vuestras ma- —Testigos somos—exclamaron.
años. 2 Convocó, pues, Josué a sus an- de esas naciones que han quedado con nos y ocupasteis su tierra, y los aniquilé 2 3 — A p a r t a d , pues, los dioses extraños
cianos, jefes, jueces y oficiales, y díjoles: vosotros, emparentaréis con ellas, y con delante de vosotros. 9 Balaq, hijo de Sip- que hay entre vosotros e inclinad vuestro
«Yo estoy ya viejo, metido en años. 3 Ya ellas os mezclaréis, y ellas con vosotros; por, rey de M o a b , se levantó y combatió corazón hacia Yahveh, D i o s de Israel.
24
habéis visto t o d o lo que Yahveh, vuestro 1 3 sabed de cierto q u e Yahveh, vuestro con Israel y llamó a Balaam, hijo de Beor, El pueblo contestó a J o s u é :
D i o s , h a hecho a todas estas naciones por D i o s , n o volverá a expulsar de ante vos- para que os maldijera; lí) mas no quise —A Yahveh, nuestro Dios, serviremos
causa vuestra, pues Yahveh, vuestro Dios, otros a esas naciones, m a s os servirán de escuchar a Balaam, y os hubo de bendecir y su voz hemos de obedecer.
25
es quien ha peleado por vosotros. 4 Mirad, red y lazo y c o m o látigo en vuestros cos- y os salvé de manos de aquél, 'i Y atra- Así pactó Josué alianza con el pueblo
yo os he distribuido por sorteo, en con- tados y espinas en vuestros ojos, hasta que vesasteis el J o r d á n y llegasteis a Jericó; en aquel día y le impuso ley y derecho
cepto de herencia, y con arreglo a vues- desaparezcáis de sobre esta excelente tie- los habitantes de Jericó, los amorreos, los en Sikem. 26 Luego consignó Josué estas
tras tribus, esas naciones que quedan a rra que Yahveh, vuestro Dios, os h a dado. perezeos, los cananeos, los hittitas, los palabras en el libro de la Ley de Dios, y
partir del Jordán, y todas las que yo ex- 14 A h o r a bien, he aquí que yo voy ya guirgaseos, los j i w e o s y los yebuseos lu- cogió una piedra grande y la erigió allí
terminé hasta el m a r grande, al poniente. por el camino de t o d o lo terreno: reco- charon contra vosotros, m a s yo los en- bajo la encina que había en el santuario
5 El mismo Yahveh, vuestro Dios, las re- noced, pues, con t o d o vuestro corazón y tregué en vuestras manos.12 Y m a n d é ante de Yahveh. * 27 Josué dijo a t o d o el pue-
chazará de delante de vosotros y las a r r o - toda vuestra alma que ni u n a sola de vosotros avispones que los echaron de blo: «Mirad, esta piedra servirá de tes-
jará de vuestra presencia y ocuparéis su cuantas palabras prometedoras pronunció delante de vosotros, [como a] los dos re- timonio contra vosotros, pues ella ha oído
tierra, c o m o Yahveh, vuestro Dios, os h a Yahveh, vuestro Dios, acerca de vosotros, yes de los a m o r r e o s ; mi fue mediante tu todas las palabras q u e Yahveh nos ha di-
prometido. 6 Esforzaos, pues, m u c h o en ha salido fallida; todas se os h a n cumpli- espada ni tu arco. I3 Y os he dado una cho, y también contra vosotros, para que
guardar y practicar c u a n t o está consig- do, n o ha fallado de ellas ni una. 1 5 Y su- tierra en que no os habéis fatigado y ciu- no reneguéis de vuestro Dios». 2 8 Luego
n a d o en el libro de la ley de Moisés, sin cederá que, así c o m o os h a n acaecido dades que no construísteis, para que ha- Josué despidió al pueblo, m a n d a n d o a
apartaros de ello ni a derecha ni a izquier- todas las buenas cosas que Yahveh, vues- bitarais en ellas; viñas y olivos que no cada u n o a su heredad.
da, 7 sin mezclaros con esas naciones que tro Dios, os había predicho, de igual suer- habéis plantado disfrutáis. 1 4 Ahora, pues, 29
Sucedió que después de estas cosas
h a n q u e d a d o entre vosotros. N o mentéis te atraerá Yahveh sobre vosotros todas temed a Yahveh, servidlo con integridad murió Josué, hijo de N u n , siervo de Y a h -
siquiera el nombre de sus dioses, ni juréis las palabras amenazadoras, hasta que os y lealtad y apartad los dioses que sirvieron veh, a la edad de ciento diez años. 3 " En-
en su nombre a , ni los sirváis, ni os pros- haga desaparecer de sobre la excelente vuestros padres al o t r o lado del río y en terráronlo en el término de su heredad,
ternéis ante ellos, * 8 sino adherios a Y a h - tierra que Yahveh, vuestro Dios, os ha Egipto y servid a Yahveh. 1 5 Y si os des- en Timnat-Séraj, situada en la m o n t a ñ a
veh, vuestro Dios, c o m o lo habéis hecho c o n c e d i d o . 1 6 Si quebrantáis la alianza que agrada servir a Yahveh, escogeos hoy a de Efraím, al norte de la m o n t a ñ a de
hasta hoy. ' Yahveh ha arrojado de ante Yahveh, vuestro Dios, os ha impuesto y quien deseáis servir, sea a los dioses a que Gaas b . 3 ] Israel sirvió a Yahveh todos los
vosotros a grandes y poderosas naciones, andáis sirviendo a dioses ajenos y os pros- sirvieron vuestros padres allende el río, días de Josué y la vida entera de los an-
en tanto que a vosotros nadie os ha podi- ternáis ante ellos, la ira de Yahveh se sea a los dioses de los a m o r r e o s , en cuyo cianos que sobrevivieron mucho tiempo a
d o resistir hasta ahora. 10 U n o solo de encenderá contra vosotros y p r o n t o pere- país habitáis; pues yo y mi casa servire- Josué, y que sabían c u á n t o Yahveh había
vosotros puede poner en fuga a mil, por- ceréis sobre la buena tierra que os h a m o s a Yahveh. hecho en p r o de Israel.
32
que el mismo Yahveh, vuestro Dios, com- dado». 16 Entonces el pueblo respondió y dijo: Los huesos de José, que los hijos de
—¡Lejos de nosotros el abandonar a Israel habían subido de Egipto, los ente-
Yahveh para servir a dioses extraños!, rraron en Sikem, en la porción de c a m p o
Despedida de Josué y renov; ción de la alianza en Sikem 1 7 pues Yahveh, nuestro Dios, es quien que J a c o b c o m p r a r a a los hijos de J a m o r ,
nos hizo subir a n o s o t r o s y nuestros pa- padre de Sikem, p o r cien m o n e d a s ; y fue-
OA ' Luego congregó Josué a todas las —Así h a dicho Yahveh, D i o s de Is- dres del país de Egipto, de la casa de es- ron c propiedad de los hijos de José.
33
™ • tribus de Israel en Sikem y con- rael: «Vuestros padres—Téraj, p a d r e de clavitud, y el que o b r ó a nuestros propios También Elazar, hijo de A a r ó n , m u -
vocó a los ancianos de Israel, a sus jefes, A b r a h a m y padre de Najor—habitaron de ojos esos grandes prodigios y nos ha guar- rió y lo sepultaron en Guibat-Pinejás, hijo
jueces y oficiales, y se presentaron ante antiguo allende el río [Eufrates] y sirvie- d a d o a lo largo del c a m i n o que anduvimos suyo, al cual se le había d a d o en la m o n -
Yahveh. 2 Josué entonces dijo al pueblo ron a otros dioses. 3 Y tomé a vuestro y en todos los pueblos p o r medio de los taña de Efraím.
entero: p a d r e A b r a h a m del otro lado del río y cuales pasamos. l s Y a h v e h ha arrojado
19
No PO»RÉIS...: así les intima a reflexión sobre la promesa que iban a hacer.
7
No MENTÉIS SIQUIERA : o bien, no invoquéis, no glorifiquéis.
24 26
BAJO LA ENCINA: O terebinto (cf. Gen 12,8 y 35,4).
286 JOSUÉ

NOTAS CRITICAS

GAP. I : * el Líbano ese H; pero di ese c GV; Kit add «vel pot di y el Líbano*.
CAP. 6: * Abel trasp aquí hombre de guerra (o guerreros valientes) de v 2] b así c G (cf 7,21);
H consagréis al exterminio] ° así c GSV; H las familias de ella.
GAP. 7: * así c r>c mss Eb 26 (cf GV), o la tribu (cf S); H familia] b así c algs mss SV; H varo-
nas; frt di, anota Kit
CAP. 8: * H marchó... valle; ¿1 comob v 9 «pernoctó-., pueblo»?; al prpn di v 13 c G.
CAP. Q: • aasí c algs mss vers (cf b12)] así c GSTV; H y fueron.
CAP. 10: así c GV; H y todos] üasí c mlt mss G m s s T l p r ; H ellos.
CAP. I I : * Kit c G 1 1 enfrente dé] Abel ad bahar c G = en plena montaña.
CAP. 12: * ins c G (cf G b )] b así c G*V; H Simrón Mcrodn.b
CAP. 13: * H acaba el v 3; Kit propone acabarlo tras sur] Kit aquí di c G (cf v 33)] c prps
hasta, en vez de junto a o sobre de H.
0
CAP. 15: a así c V... (cf Jue 1,14); H ella persuadió a él] b así c Kit (cf GS); H como dos ciudades] .1 U E C E S
así c Ne 11 2 9 (cf Kit); H Ayin y Rimmón.
CAP. 17: a* H pueblo numeroso hasta que; prps 1 que o porque (cf Kit).
CAP. 18: asi 1 c V (cf Kit); H y vendrán a mi.
CAP. 19: *bprps di Seba como repetición, ccon lo que resultan las trece ciudades de H, o bien 1
Sema
6
(cf Kit)] cf 21,3 5; H Rimmón Amtoar] así c crítica (cf Kit); H Ebrón] d H Judá del Jordán]
así c G a + m a B ; H Eltequé.
CAP. 21: * así H; prps 1 prb según sus familias, de (cf T y GSV y v 7)] b como en 19,44] c 1 prb El libro de los Jueces, aunque no enlazado literalmente con el de Josué, conti-
Yibleam] * ins prb c GV (cf 20,8 y biCr 6,63)1 B ins c GV (cf 20,8). núa la historia de éste, del que a las veces reproduce textualmente algún pasaje,
CAP. 22: * así GSV; H saines] falta el nombre y prps ins Kd 'Testimonio' o Guilad 'montículo y abarca una duración de casi dos siglos; precisando más, el período que va del
de Test' (cfS). laao ó 1300 ÍI la entronización de Baúl en 1040. Tras dos breves prólogos sobre la
CAP. 23: *así SVT; H hagáis jurar.
CAP. 24: * así c G b ; H como; Kit «1 prb c Ga-(-mBB (cf SV) con portentos que] b G add: «y pusie- condición política y religiosa del pueblo, expone, con muy diversa amplitud, la
ron con él en el monumento donde lo enterraron los cuchillos de piedra con que había circuncidado historia de aquellos libertadores providenciales de Israel en momentos difíciles,
a los hijos de-Israel en Guilga!...» (cf Gen 39,19)] c así H; SV fue o quedó como; G a l U que había luego reconocidos como jueces y gobernantes de la nación. Remata con dos apéndi-
dado por propiedad.
ces referentes a la idolatría de los danitas y al casi total exterminio de la tribu de
Benjamín.
El autor del libro, según la opinión más corriente, fue Samuel o algún escritor
desconocido del tiempo de David o de Salomón, que tuvo a la mano y utilizó tradi-
ciones o documentos contemporáneos a los hechos narrados. Por lo demás, a pesar
de su discutida cronología, el libro es calificado entre los más notables de la litera-
tura mundial y uno de los más sorprendentes de la antigüedad por la perfección
artística de sus relatos, cuales son los cuadros breves, diáfanos, llenos de vida,
de las victorias de Israel sobre Canaán bajo la.guía de la heroína Débora; la his-
toria del rey Abimélek y su trágico fin, cautivadora como una novela moderna;
o tu fábula asombrosa de los árboles que se eligen un monarca; o la historia de
Sansón y sus heroicas hazañas; o la apasionante y trágica historia de la hijita de
Ji'flé; o la deliciosa narración de los ídolos de Miká y el robo audaz de los mismos
por los danitas.
Además, esmalta el libró, como piedra preciosa de sin igual valía, uno de los
ejemplos más bellos de la primitiva poesía hebraica: el antiquísimo canto de guerra
que la sugestiva Débora entona con motivo del trágico fin del general enemigo
Sisara, cuya madre aguarda vanamente el retorno del hijo, familiarizado con la
victoria, y con puntos de conexión con la primitiva poesía ugarítica. Tal joya
literaria, una de las páginas más antiguas de la Biblia, es, también, documento
preciadísimo por las noticias que nos da sobre las condiciones de la vida religiosa
y civil del pueblo israelita en tiempos de la victoriosa campaña contra Canaán.
Albright cree que el canto puede ser fechado arqueológicamente hacia 1125 a. C,
fecha que coincidiría de modo excelente con las características literarias y políti-
Vasija de Lakis cas del relato.
El texto griego de los LXX, notablemente diverso del masorético, se considera, en
g meral, como superior a éste.
288 JUECES 1 1 8
- ' JUECES 1 S4
2 1T
289
Bet-Semes, ni a los de Bet-Anat y se esta- tinaron en mantenerse en Har-Jeres, Ayya-
Nuevas conquistas de Israel y resistencias cananeas bleció en medio de los cananeos que m o - lón y Saalbim; mas c u a n d o la m a n o de
raban en el país; y los habitantes de Bet- la casa de José se hizo más fuerte sobre
Semes y de Bet-Anat les estuvieron sujetos ellos ', fueron sometidos a prestación per-
1 1 Y acaeció que después de la muerte
de Josué, los israelitas consultaron a
1 7 Luego Judá prosiguió con su h e r m a ,
n o Simeón y derrotaron a los cananeos a servicio de prestación personal.
34
sonal. 3 6 La frontera de los idumeos > se
Yahveh, diciendo: «¿Quién de nosotros que m o r a b a n en Sefat, la que consagra- Los amorreos rechazaron a los hijos extendía desde la subida de A q r a b b i m ,
h a b r á de subir primero contra los cana- ron al exterminio y se le dio el n o m b r e de D a n hacia la m o n t a ñ a , sin permitirles de Sela p a r a arriba.
neos para combatirlos?» 2 Y Yahveh con- de Jormá. * i 8 T o m ó también Judá a Gaza, bajar a la l l a n u r a . 3 5 Los amorreos se obs-
testó : «Judá subirá: he aqui que le entre- Asquelón y E q r ó n con sus respectivos al-
go el país en sus manos». 3 Entonces dijo foces. 1 9 Yahveh fue con Judá, que ocupó
J u d á a su h e r m a n o Simeón: «Sube con- la m o n t a ñ a , pero n o pudo ' expulsar a los Situación religiosa de Israel: su infidelidad
migo a la suerte que m e ha tocado y habitantes de la llanura, pues poseían
peleemos contra los cananeos, y también carros de hierro. 2 0 C o m o Moisés había 1 El ángel de Yahveh subió de Guil- ¡ veh. 13 A b a n d o n a r o n , pues, a Yahveh y
yo te acompañaré a la tuya». Y fuese con
él Simeón. 4 Subió, pues, Judá, y Yahveh
indicado, dieron H e b r ó n a Kaleb, quien 2 gal a Bokim * y dijo: «Yo os he su- sirvieron a Baal y las astartés. * 1 4 L a
arrojó de allí a los tres hijos de A n a q , bido de Egipto y os he conducido a la cólera de Yahveh encendióse contra Is-
21
entregó en sus m a n o s a los cananeos y los En cambio, los hijos de Benjamín ' n o tierra que prometí con juramento a vues- rael y los entregó en m a n o s de saqueado-
perezeos, y derrotaron en Bézeq a diez expulsaron a los yebuseos, que habitaban tros padres; y había dicho: ' N o romperé res que los despojaron, y los vendió a
mil hombres. 5 C o m o hallasen a Adoni- en Jerusalén, y los yebuseos h a n conti- jamás mi alianza con vosotros, 2 pero vos- sus enemigos de alrededor, de suerte que
Bézeq en Bézeq, pelearon con él y derro- n u a d o m o r a n d o en Jerusalén con los ben- otros n o habéis de pactar alianza con los ya n o pudieron hacer frente a sus ad-
t a r o n a los cananeos y los perezeos. 6 A d o - jaminitas hasta el día de hoy. habitantes de este país; demoleréis sus versarios. 1 5 C a d a vez que salían a cam-
ni-Bézeq huyó, m a s ellos le persiguieron 22 altares'. M a s no habéis obedecido mi voz. paña, la m a n o de Yahveh les era ad-
La casa de José subió también hacia
y prendieron, y amputáronle los pulgares Bet-El, y Yahveh estuvo con ella. 2 3 Los de ¿Qué habéis hecho a h í ? 3 En consecuencia,
de sus m a n o s y p i e s . 7 Y dijo Adoni-Bézeq: dicha casa hicieron una exploración en he dicho también: N o los arrojaré de
«Setenta reyes con los dedos de sus m a n o s Bet-El, ciudad llamada antiguamente Luz. delante de vosotros y los tendréis por ene-
y pies a m p u t a d o s recogían las migajas 24
Los vigías apercibieron a u n h o m b r e migos'', y sus dioses os servirán de la/o».
4
bajo mi mesa. Conforme hice, así me que salía de la ciudad y le dijeron: «Mués- C u a n d o el ángel de Yahveh h u b o pro-
paga Dios». Y condujéronle a Jerusalén, tranos, por favor, el acceso a la ciudad y nunciado estas palabras a todos los hijos
donde murió. te concederemos gracia». 2 5 Enseñóles él de Israel, el pueblo alzó su voz y r o m p i ó
8
Los hijos de J u d á combatieron contra por dónde penetrar en la ciudad, y ellos a llorar (yibkú). 5 P o r eso denominaron
Jerusalén y la tomaron, pasaron a sus mo- pasaron a ésta a filo de espada, pero de- a aquel lugar Bokim, y ofrecieron allí sa-
radores a cuchillo y prendieron fuego a jaron libre a aquel h o m b r e y t o d a su fa- crificios a Yahveh.
la ciudad. 9 Después bajaron los hijos de milia. 2 6 El fuese a tierra de los hittitas, 6
C u a n d o Josué despidió al pueblo, los
J u d á a luchar contra los cananeos que y edificó u n a r i u d a d , a la que llamó Luz, hijos de Israel se m a r c h a r o n cada u n o a
habitaban la M o n t a ñ a , el Négueb y la n o m b r e que todavía hoy perdura. su territorio, a l o m a r posesión del país.
Sefelá. * I 0 Judá dirigióse [primero] contra 27
Manases, en cambio, n o desplazó a 7
Y el pueblo sirvió a Yahveh toda la vida
los cananeos que m o r a b a n en Hebrón los de Bet-Seán y sus ciudades anejas, n de Josué y todos los días de los ancianos
—cuyo n o m b r e era anteriormente Quir- a los de T a n a k y las suyas, ni a les habi- que a Josué sobrevivieron y habían visto
yat-Arbá—y derrotaron a Sesay, Ajimán tantes de D o r , Iblam y M e g u i d d ó y sus las grandes obras que Yahveh realizara a
y Talmay. H D e allí m a r c h ó contra los respectivas ciudades anejas; y los cana- favor de Israel. 8 Luego m u r i ó Josué, hijo
habitantes de Débir, cuyo n o m b r e era an- neos se obstinaron en permanecer allí. do Nun, siervo de Yahveh, a la edad de
tes Quiryat-Séfer, 1 2 y Kaleb dijo: «Quien 28
Sin embargo, después que Israel c o b r ó ciento diez a ñ o s ; lo enterraron en
bata a Quiryat-Séfer y la tome, recibirá fuerza, hizo tributarios a los cananeos, el término de su heredad, en Timnat-
a mi hija Aksá por esposa». 1 3 Y conquis- aunque expulsar no los expulsó. Jeres °, en la m o n t a ñ a de Efraím, al norte
29
tóla Oniel, hijo de Quenaz, h e r m a n o me- Efraím t a m p o c o arrojó a los cana- del m o n t e G a a s . 10 También t o d a aquella
n o r de Kaleb, quien le dio a su hija Aksá neos que h a b i t a b a n en Guézer, y los ca- generación se reunió con sus padres, y Cabeza de amonta o amorreo. (Gressmann, o.c.
p o r mujer. , 4 Y sucedió que al m a r c h a r naneos continuaron viviendo en medio de surgió tras ella otra que no conocía a Iám.5.)
ella [con su esposo], él la indujo * a pedir aquél. Yahveh ni tampoco la obra que éste
30
a su padre un" campo. C o m o descabal- Zabulón no expulsó a los moradores había llevado a cabo en pro de Israel. versa, como el Señor había predicho y
gara ella de su asno, preguntóle K a l e b : de K i t r ó n ni a los habitantes de N a h a l o l ; ' l A s í , pues, los israelitas o b r a r o n el conforme Yahveh les j u r a r a ; y púsoles "
—¿Qué te pasa? 15 Contestóle: —¡Concé- y los cananeos permanecieron en medio mal a los ojos de Yahveh y sirvieron en grave aprieto.
deme un favor! Va que me has d a d o tierra de ellos y fueron sometidos a servicio de a los Baales, * 1 2 a b a n d o n a r o n a Yahveh, 16
Yahveh suscitó jueces que los libra-
de secano, dame tierras de regadío. prestación personal. D i o s de sus padres, que los había sacado sen de sus saqueadores, * 1 7 mas tampoco
Y diole Kaleb el regadío superior y el 3i Aser n o expulsó a los habitantes de de tierra de Egipto, y fuéronse tras dio- escucharon a sus jueces y se prostitu-
regadío inferior. A k k ó , ni a los m o r a d o r e s de Sidón, ni ses extraños, entre las divinidades de los yeron siguiendo a dioses extraños, a quie-
16 Los hijos del ° Quenitá, c u ñ a d o de a los de Majalab \ Akzib, Jelbá, Afiq y pueblos circundantes, y se prosternaron nes adoraron. P r o n t o se desviaron del
Moisés, subieron de la ciudad de las Pal- R e j o b ; 3 2 y los aseritas se establecieron ante ellos, provocando así la ira de Y a h - camino en que anduvieron sus padres
meras con los hijos de Judá al d e s i e r t o " en medio de los cananeos que m o r a b a n
qué está al sur de Arad, y fueron y se esta- en el país, pues n o los arrojaron.
blecieron entre los amalequitas e . * 33
Neftalí no expulsó a los habitantes de O 1
! SIRVIERON A LOS BAALES : e. d., se entregaron a la idolatría, rindiendo culto a las representa-
ciones de los dioses locales masculinos de Canaán.
13
9 LAS ASTARTÉS: e. d., las imágenes de la divinidad femenina adorada en Canaán.
•1 16
MONTAÑA, NÉGUEB, SEFELÁ: cf. Dt 1,7, nota. Para w.9-20 vide Jos 15.
^ CIUDAD DE LAS PALMERAS: e. d., Jericó. II AL SUR DE ARAD: entendemos H, en el Négueb o 16 JUECES : caudillos extraordinarios que Dios suscitó en su pueblo para salvarlo en estos graves
sur 1de Judá por la parte de Arad. momentos de esta época. Su nombre, sofetim, recuerda el que Tiro y Cartago daban a magistrados
7 de funciones análogas a las de los cónsules romanos: suffetas.
JORMÁ: nombre derivado de jérem 'anatema...*: cf. Ex 22,20, nota.
Bover-Cimtera 10
22
290 JUECES 2 " 3 JUECES 3 23 —4 " 291
al obedecer los m a n d a t o s de Y a h v e h ; contra Israel, y dijo: «Por cuanto este
que la e m p u ñ a d u r a penetró también tras llegó tocó la trompeta en la m o n t a ñ a ,
n o o b r a r o n ellos así. 1 8 C u a n d o Yahveh pueblo h a q u e b r a n t a d o la alianza que
yo prescribí a sus padres y no h a obede- la hoja y la grasa la tapó, pues él no sacó de Efraím, y los israelitas bajaron de la
les suscitó jueces, Yahveh estaba con el
cido mi voz, 21 tampoco yo volveré a del vientre la daga, ícuya hoja] salió p o r m o n t a ñ a con él y se colocó a su frente,
juez y los salvaba de manos de sus ene- 28
arrojar de delante de ellos a ninguno de el recto. * 23 E h u d salió al corredor, ce- Díjoles: «Seguidme, p o r q u e Yahveh ha
migos los días todos del juez, pues Y a h -
los pueblos que dejara Josué c u a n d o m u - r r a n d o tras sí las puertas de la cámara, entregado en vuestras m a n o s a vuestros
veh se compadecía de los gemidos que
rió; 22 a fin de con ellos p r o b a r si Israel que dejó candadas. * 24 Marchóse, pues, enemigos, los moabitas». Bajaron, pues,
les arrancaban sus vejadores y opreso-
y c u a n d o llegaron los servidores reales y tras él, t o m a r o n a M o a b los vados del
res. 1!> M a s , en muriendo el juez, vol- guarda o no los mininos ° de Yahveh,
marchando por ellos c o m o los guardaron vieron que las puertas de la cámara alta J o r d á n y no dejaron pasar a nadie. 29 j ¿ n
víanse y o b r a b a n peor que sus padres,
sus padres». 2i Dejó, pues, Yahveh allí estaban candadas, dijeron p a r a sí: «Segu- aquella ocasión hicieron a M o a b diez mil
yéndose tras dioses extraños p a r a servir-
a aquellas naciones, sin apresurarse a ramente está haciendo alguna necesidad bajas, todos hombres robustos y guerreros
los y a d o r a r l o s ; no a b a n d o n a b a n sus m a -
expulsarlas, y no las entregó en m a n o s en la habitación de t o m a r el fresco». * valientes, sin que se escapara ni u n o .
las acciones y su empedernida conducta. 25
de Josué. Esperaron tanto, que estaban confusos, 30 Y en aquel día quedó sometido M o a b
20 Encendióse, pues, la ira de Yahveh
y viendo que él n o abría las puertas de bajo el poder de Israel, y el país vivió
la cámara, t o m a r o n la llave y abrieron y tranquilo ochenta años.
encontraron que su señor yacía en tierra, 31
Sucedióle [a Ehud] Samgar, hijo de
Restos cananeos. Judicaturas de Otniel, Ehud y Samigar muerto. 2& Mientras ellos habían estado Anat, que m a t ó a los filisteos seiscientos
titubeando de acá p a r a allá, E h u d se hombres con una aguijada de los bueyes,
1
Estas son las naciones que Yahveh leció la m a n o de aquél, n El país estuvo escapó^ sobrepasó el sitio de los ídolos
3 dejó p a r a mediante ellas p r o b a r a Is- en paz cuarenta años, y murió Otniel, y se puso a salvo en Seirá. 27 £ n cuanto
salvando también él a Israel.
rael, a cuantos no habían conocido ningu- hijo de Ouenaz.
na de las guerras de C a n a á n : 2 — s ó l o a 12 Mas los israelitas volvieron a obrar
fin d e q u e las g e n e r a c i o n e s i s r a e l i t a s
aprendieran a adiestrarse en la guerra;
mal a los ojos de Yahveh, quien infundió
vigor a Eglón, rey de M o a b , contra Tsrafel,
Débora y la derrota de Sisara
exclusivamente aquellos que antes no las p o r q u e se portaron mal a los ojos de 1
habían conocido— 3 los cinco príncipes de
los filisteos, todos los cananeos, los sido-
Yahveh. 13 Eglón reunió en torno suyo a
los hijos de A m m ó n y Amaleq y fue y de-
4 Mas los israelitas volvieron a obrar ción que vas a emprender, pues Yahveh
Jo malo a los ojos de Yahveh, una entregará a Sisara en m a n o s de una mujer.
rrotó a Tsrael y ocupó b la ciudad de las vez m u e r t o E h u d . 2 En consecuencia, Yah- Y D é b o r a fue y m a r c h ó con Baraq a
nios, los jivveos ft que habitan la montaña
Palmeras. I 4 En consecuencia, los israeli- veh los entregó en m a n o s de Yabín, rey Quedes. 10 Baraq convocó en Quedes a
del Líbano, desde el monte Banl-lícrmón
de C a n a á n , que reinaba en Jasor. El Zabulón y Neftalí y subió seguido de diez
hasta la entrada de Jamnl. 4 Sirvieron, tas estuvieron sometidos a Eglón, rey de
M o a b , dieciocho años. 1 5 Pero los hijos general de su ejército era Sisara, que mil hombres, y con él también D é b o r a .
pues, para p r o b a r con ellas a Israel, a
de Israel clamaron a Yahveh, quien les h a b i t a b a en Jaróset-Goyim. * 3 Los hijos 11 A h o r a bien, Jéber, el quenita, habíase
fin de saber si obedecerían los mandatos
suscitó un libertador: Ehud, hijo de Güe- de Israel clamaron a Yahveh, pues [Ya- separado de los otros quenitas, de los
que Yahveh había ordenado a sus padres
ra, benjaminita, h o m b r e zurdo. Los israe- bín] tenía novecientos carros de hierro y descendientes de J o b a b , c u ñ a d o de M o i -
mediante Moisés. 5 Así los israelitas ha-
litas enviaron por medio de él un presente había oprimido con violencia a los israe- sés, y había extendido sus tiendas h a s -
bitaron en medio de los cananeos, los
a Eglón, rey de M o a b . * 16 Hízose E h u d litas Uníanle vcinle años. ta la Encina de Seannim *, próxima a
hittitas, los amorreos, los perezeos, los
4 Ahora bien, Débora, profetisa, mujer Quedes.
iivveos y los yebuseos, 6 y t o m a r o n a las una daga de dos filos, cuya longitud era 12
un gómed, y se la ciñó por bajo del ves- de Lappidol, juzgaba p o r aquel tiempo a Y fuele anunciado a Sisara que Baraq,
hijas de éstos p o r esposas suvas y entre-
tido, al flanco derecho. * I 7 El ofreció el Israel. 5 Sentábase bajo la palmera lla- hijo de A b i n ó a m , había subido al m o n t e
garon sus propias hijas a los hijos de los
presente a Eglón, rey de M o a b , que era m a d a de Débora, entre R a m a y Bet-El, Tabor, 13 y reunió todos sus carros, n o -
mismos, y sirvieron a sus dioses.
h o m b r e m u y grueso, i 8 C u a n d o h u b o aca- cu la montaña de Efraím, y los israelitas vecientos carros de hierro, y toda la gente
7 A h o r a bien, los israelitas hicieron lo subían a ella a juicio. »Ella envió a con que contaba, desde Jaróset-Goyim
malo a los ojos de Yahveh, olvidaron a b a d o de ofrecerlo, despidió a la gente que
lo había llevado; 1 9 pero él se volvió desde llamar a Baraq, hijo de A b i n ó a m , de hasta el torrente Quisón. 1 4 Dijo entonces
Yahveh, su Dios, v sirvieron a los baales Quedes de Neftalí, y díjole: D é b o r a a B a r a q : «Apréstate, pues éste
y las astartés. 8 Encendióse por ello la los ídolos que h a y junto a Guilgal y
— H e aquí lo que ordena Yahveh, Dios es el día en que Yahveh h a puesto a
ira de Yahveh contra Israel y los vendió exclamó:
de Israel: Ve y ocupa el m o n t e l a b o r , Sisara en tus m a n o s . ¡He aquí que Yah-
en m a n o s de Kusán-Risatáyim, rey de —¡Oh rey, tengo que decirte un secreto!
t o m a n d o contigo diez mil hombres de los veh sale delante de ti!» Baraq bajó enton-
A r a m N a h a r á y i m ; y los israelitas estu- Dijo Eglón: «¡Chist!»; y salieron de
hijos de Neftalí y Z a b u l ó n . 7 Yo atraeré ces del m o n t e T a b o r seguido de diez
vieron sometidos a Kusán-Risatáyim ocho iunto a él todos los que con él estaban. *
a ti, hacia el torrente Quisón, a Sisara, mil hombres, ls y Yahveh desbarató a
años. * 9 Luego, los hijos de Israel clama- 20 Entonces E h u d se allegó a él—que se
general del ejército de Yabín con sus Sisara y todos sus carros y todo su ejér-
r o n a Yahveh. quien les suscitó un liber- encontraba solo sentado en la cámara
carros y su multitud y lo p o n d r é en tus cito a filo de espada ante Baraq. El propio
tador, y los salvó: Otniel, hijo de Ouenaz, alta de t o m a r el fresco—, y dijo E h u d :
manos. Sisara h u b o de descender de su carro y
h e r m a n o menor de Kaleb. 1" El espíritu de «Tengo que comunicarte u n a palabra de 8
Contestóle B a r a q : huir a pie. 16 Baraq persiguió a los carros
Yahveh le invadió y juzgó a Israel, y parte de Dios». El rey alzóse sobre el tro-
—Si vienes conmigo, iré; m a s si con- y al ejército hasta Jaróset-Goyim, y t o d a
salió a la guerra, y Yahveh entregó en no, 21 y E h u d alargó su m a n o izquierda y,
migo no vienes, no he de ir. la hueste de Sisara cayó a filo de espada,
sus m a n o s a Kusán-Risatáyim, rey de t o m a n d o la daga de su flanco derecho, cla- 9
R e s p o n d i ó ella: sin que quedara ni uno.
A r a m N a h a r á y i m , contra el cual preva- I vóla en el vientre de aquél, 22 de tal suerte
—Iré, desde luego, contigo; pero n o 1 7 Sisara huyó a pie a la tienda de
ha de ser p a r a ti la gloria en la expedi- Jael, esposa de Jéber, el quenita, pues
8 KUSÁN-RISATÁYIM: según A. Malamat (JoNES, 1054) pudiera ser el mismo invasor sirio que
3 el papiro Harris egipcio llama Arsu. A fines del s.XIlt o principios del XII, Kusham Rishataim 22
( = el doblemente malo) sería un príncipe loca] hurrita aue se impuso en la región siria (Aram Nah.: POR EL RECTO: la última voz es dudosa en su significado. Otros vierten: «después él salió por
cf. Gen 24,10) y extendió su dominio hasta Palestina del sur y Egipto. Para Kusán cf. Hab 3,7. la ventana*,
23
o «por secreto lugar», «por un escondite»..., etc.
1 5 ZURDO : mejor—dado el contexto fnótese cómo se ciñó la daga al lado diestro)—débil o maní 24
CORREDOR: atrio o pórtico (de columnas).
co del brazo derecho, que vierten otros. GV «ambidextro». HACIENDO ALGUNA NECESIDAD: lit., por eufemismo, cubriendo sus pies.
16
GÓMED: según unos, equivalente a un palmo, y para otros, a un codo. 2
1' ÍDOLOS O estelas. Era topónimo a la orilla derecha deljardán (cf. Jos 4,19). TT JARÓSET-GOYIM: O Jar. de los paganos, hoy Yaritie, entre Haifa y Nazaret,
JUECES 5 1 2 - S 1 293
292 JUECES 4 1 8 — 5 1 1
i2
¡Despierta, despierta, Débora; | despierta, despierta, entona el cantar!
había paz entre Yabín, rey de Jasor, y la martillo, se llegó a él, calladamente, hin- ¡Álzate, Baraq, | prende tus cautivos ", | oh hijo de Abinóam! *
casa de Jéber, el quenita. 18 Jael salió al cóle la estaca en la sien hasta clavarse 13 Entonces bajó Israel' a ejemplo de los caudillos, ¡
encuentro de Sisara y le dijo: «¡Entra, en tierra; pues él habíase dormido pro- el pueblo de Yahveh bajó en su ' apoyo cual los héroes.
señor mío, entra junto a mí, no temas!» fundamente, y se desvaneció y murió. * 14
Llegan desde Efraím los que en Amaleq moran; | tras éle Benjamín marcha con
22
Penetró, pues, en la tienda de ella, que Cuando apareció Baraq, que venía per- sus » tropas.
le tapó con un cobertor. 19 Díjole él: siguiendo a Sisara, Jael salióle al encuen- Desde Makir bajaron los caudillos | y de Zabulón los que portan bengala. *
«Dame de beber, por favor, un poco de tro y le dijo: «Ven, y te mostraré al 15
Los príncipes de' Issacar están con Débora, | y Neftalí >, al igual que Baraq,
agua, porque tengo sed». Abrió ella el hombre que buscas». El entró a donde ella tras él precipitóse en la llanura.
odre de la leche, diole de beber y lo y halló que Sisara yacía muerto, con la En los clanes de Rubén | largas fueron las deliberaciones ". *
tapó [de nuevo]. 2 0 El le dijo: «Estáte a estaca en la sien. 16
¿Por qué permaneciste en las majadas, | escuchando los caramillos de los pastores?
la puerta de la tienda, y si alguien viene 23 Así humilló D i o s aquel día a Yabín,
y te pregunta diciendo: ¿Hay aquí algún rey de Canaán, ante los hijos de Israel. En los clanes de Rubén | largas fueron las deliberaciones.
17
hombre?, respóndele que no». 2 1 Después 24
Y la mano de los israelitas fue hacién- Galaad allende | el Jordán reposaba, | y D a n ' siguió morando en las naves.
Jael, mujer de Jéber, cogió una estaca dose cada vez más pesada sobre Yabín, Aser permaneció | del mar a la ribera, [ reposando en sus puertos;
18
de • la tienda, tomó en sus manos un rey de Canaán, hasta que lo aniquilaron. Mas Zabulón es un pueblo que desafió la muerte, |
lo mismo que Neftalí, encima de las mesetas.
19
Vinieron los monarcas, pelearon, | combatieron entonces los reyes de Canaán,
Canto de Débora en Tanak, junto a las Aguas de Megiddó; | no consiguieron botín de plata.*
20
Desde el cielo lucharon las estrellas, | desde sus órbitas lucharon contra Sisara.
21
Los arrastró el torrente de Quisón, | el torrente antiquísimo, de Quisón el torrente.
1 En aquel día, Débora, con Baraq, hijo de Abinóam, entonó este canto:
5 2
«Cuando los adalides han tomado las riendas en Israel, |
¡Alma mía. camina con denuedo!*
'•' I nlonccs resonaron los cascos de los caballos, I el galopar y galopar de sus cor-
cuando el pueblo se ha ofrecido voluntario, 1 ¡bendecid a Yahveh! * •''«Maldecid a Mero/ dijo el ángel de Yahveh—, [celes.*
3 Escuchad, reyes; I príncipes, prestad oídos; | yo a Yahveh | quiero cantar, maldecid mtuiuliimcnlc 11 sus moradores;
entonaré un himno a Yahveh, | Dios de Israel. * pues no vinieron | en socorro de Yahveh, | en socorro de Yahveh con los bravos.
24
4
Yahveh, cuando saliste de Seír, | cuando desde los campos de Edom avanzaste, ¡Bendita Jael entre las mujeres, | esposa de Jéber el quenita, |
la tierra retembló, I gotearon »también los cielos, | también las nubes gotearon agua. entre las mujeres que están en la tienda sea bendecida!
25
s Los montes conmoviéronse" | delante de Yahveh [Dios] del Sinaí, Agua pidió él, [ diole leche; I en copa de honor j sirvióle cuajada.
26
delante de Yahveh, | Dios de Israel. Llevó su izquierda a la estaca | y su diestra al martillo de los artesanos;
a Sisara golpeó, le hendió el cráneo, | quebró y perforó la sien.
27
6 En los días de Samgar, hijo de Anat, | en tiempo de Jael, quedaron abandonadas las A los pies de ella rodó, cayó tendido, | a sus pies rodó y cayó;
y senderos tortuosos habían de tomar los caminantes. * [rutas, donde se desplomó, allí cayó exánime.
7 2H
Faltaron los caudillos, | en Israel faltaron, | hasta que surgió ° Débora, A la vcnlana | se asomó grilando m | tras las celosías | la madre de Sisara:
i
surgió como una madre en Israel. * «¿i'or qué larda lanío en llegar su carroza? I ¿Por qué son tan lentos sus carros de
8 Dioses nuevos se escogían, | a las puertas estaba ya la guerra; [guerra?»
2<
no se veía escudo o lanza I entre cuarenta mil en Israel. * » De sus damas, la más sabia " le responde, | y ella con sus palabras se contenta:
,0
«Seguramente han hallado | y se reparten botín: | una, dos doncellas por cada
9 Mi corazón se vuelve a los jefes de Israel, I lelas de colores como botín para Sisara, | [guerrero,
y a los voluntarios del pueblo: | ¡Bendecid a Yahveh! uno, dos mantos recamados para el cuello de la reina °». *
10 Los que cabalgáis asnas blancas, | los que os sentáis sobre tapices |
y quienes por la ruta camináis: cantad; * •" ¡Así, Yahveh, perezcan todos tus enemigos |
11 por voz de los repartidores de la presa, | entre los bebederos, | celébranse los triun- y sean quienes te " aman como el brillar del sol en toda su potencia!
los triunfos de su mando en Israel. [fos de Yaveh, Y el país gozó de paz por espacio de cuarenta años.
Entonces bajó a las puertas el pueblo de Yahveh. *
2 12
! HINCÓLE : en el proceder de Jael para con Sisara, refugiado en la tienda de ella como en sa- 14
Nótese la aliteración de H : Uri, urí Deborá; urí, urí dabberí sir...
grado, adviértense circunstancias injustificables. DESDE EFRAÍM: enumera entre las tribus que cooperaron a formar el ejército de Israel a
Efraím, radicado (así H) en la región montañosa de los amalequitas. Otros (cf. Kit) corrigen H,
C 2 CUANDO...: es v. muy diversamente interpretado; v.gr., Brachmann (J.Q.R., 1949), relacio- leyendo c. G al Th, etc.: desde Efraím se dirigieron al valle.
^ nándolo con Dt 33,1-2: «Cuando revelaciones fueron reveladas en Israel...» Otros: «se han sol- 15
Y NEFTALÍ...: versión dudosa como el texto; cf. nota crítica. || F N LOS CLANES: O familias;
tado la cabellera». otros: junto a los torrentes, etc. || RUBÉN... : el poeta empieza a enumerar las tribus negligentes o sor-
3 5
" Pearle s. Wood ve aqui alusión a la tradición de que Yahveh hízose en el Sinaí Dios de los das 1a9 la llamada de Baraq. || DELIBERACIONES: ansiedad de espíritu, perplejidad de corazón.
israelitas. Descríbesele viniendo del sur de Palestina en ayuda de éstos. TANAK... MEGIDDÓ: e. d., en el distrito de T., junto a la corriente llamada Aguas de M. La
6
JAEL: texto dudoso que algs. modifican, leyendo «yugo» o esclavitud. ]| QUEDARON ABAND. LAS arqueología ha venido a comprobar que la ocupación de ambas ciudades no fue simultánea, sino
RUTAS:
7
algs. modifican ligeramente H : «cesaron las caravanas». complementaria. Tanak era la capital del distrito cuando Megiddó hallábase en ruinas (Albright).
FALTARON LOS CAUDILLOS: otros, «quedaron abandonadas las aídeas» (el país abierto o los luga- El canto de Débora habría de fecharse entre 1150 y 1125 (Wright).
res indefensos); otros, «cesó el caudillaje en Isr., cesó». 21
TORRENTE ANTIQUÍSIMO : o histórico, célebre por recuerdos hazañosos; otros: fltorr. batalla-
8
A LAS PUERTAS...: e. d., el estrépito bélico resonaba ya en las puertas de las ciudades. Asi dor 2o2 agresivo». Para V, sería nombre propio: «torr. Quedumim».
quizá10 H; pero prefiérese corregir (cf. Kit): dioses a que hasta entonces no habían temido. El verso tiene en hebreo evidente harmonía imitativa: az halemú iqquevé sus, middaharot,
QUE CABALGÁIS ASNAS BLANCAS (otros, «aleonadas, bayas, overas...»): e. d., los nobles, así como daharot abbirav.
luego alude a magistrados y simples peatones. || CANTAD: O meditad. 30
Albright compara este tricolon con paralelismo repetitivo o climático con el de la Épica de
11
REPARTIDORES DE LA PRESA: texto y versión inseguros. Serían los voceros que asignan a cada Aqhat (Daniel) y de Baal en la poesía ugarítica.
uno su porción correspondiente en el botin. Schultens lo refiere a quienes distribuyen, mediante el
sorteo de flechas, esa porción. Otros vierten: «los flecheros» o saeteros. Piatti, en trabajo reciente,
vierte: «Los que andáis por los caminos, apresuraos a la voz de quienes están dispuestos entre las fuen-
tes» Otros c. Budde modifican H y leen: «los que juegan» o bromean; o más frecuentemente (cf. Kit,
Zorell): «los flautistas»... || ENTONCES...: cf. Piatti: «desciende mientras tanto a las puertas, pueblo
de Yah,».
294 JUECES 6 i-2" JUECES 6 2r —-7* 295

fortificación con piedras bien apiladas y en la era: si hubiere rocío sólo sobre el
toma el segundo toro y ofrécelo en holo- vellón y t o d a la tierra está seca, conoceré
Gedeón causto con la madera de la aserá que que has de salvar a Israel por mi m a n o ,
hayas cortado». 2 7 Cogió, pues, Gedeón según has afirmado». * J i Y así sucedió.
1 14
M a s los israelitas hicieron lo malo Entonces volvióse a él Yahveh y dijo: diez hombres de entre sus servidores e Levantóse de m a d r u g a d a , comprimió el
6 delante de Yahveh, quien los entregó —Vete con esa tu fuerza y salva a Israel hizo conforme Yahveh le había indicado; vellón y exprimió el rocío del mismo,
en m a n o s de M a d i á n durante siete años. del poder de M a d i á n . ¡Yo te envío! mas como temía a su familia y a los
2 15 hombres de la ciudad si lo ejecutaba de
La m a n o de M a d i á n cargó fuertemente Contestóle:
sobre Israel; y p o r causa de los madia- —¡Perdón, mi señor!, ¿con qué puedo día, hízolo de noche. 2 S C u a n d o se levan-
nitas los israelitas se valieron de las ca- yo salvar a Israel? H e aquí que mi clan t a r o n p o r la m a ñ a n a los hombres de la
vernas que hay en las montañas, las cue- es el más mísero de Manases, y yo soy el ciudad y vieron demolido el altar de Baal
vas y los fortines. •' Siempre que Israel más chico en la casa de mi padre. y cortada la aserá que había junto a él,
había sembrado, los madianitas, con los 16
M a s Yahveh le respondió: y ofrecido ei segundo t o r o encima del
amalequitas y los hijos de Oriente, subían — Y o seré c o n t i g o , y d e r r o t a r á s a nuevo altar edificado, 2 9 dijéronse unos a
contra aquél, * 4 acampaban frente al mis- los madianitas como si fuesen u n solo o t r o s : «¿Quién h a hecho tal cosa?» E in-
m o y devastaban los productos de la hombre. dagaron e inquirieron y díjoseles: «Ge-
tierra hasta que se llega a Gaza, sin dejar
17
Díjole entonces G e d e ó n : deón, hijo de Joás, ha hecho eso». 3 0 En-1
vitualla en Israel, ni g a n a d o m e n o r o —Si he hallado gracia a tus ojos, dame tonces los hombres de la ciudad indicaron
a Joás:
mayor, ni asnos. 5 Porque " llegaban ellos u n a señal de que tú eres quien hablas
con sus ganados y sus tiendas, numerosos conmigo. 18 Te ruego n o te vayas de este —Saca a tu hijo y muera, pues ha de-
como langostas; ellos y sus camellos eran lugar hasta que yo vuelva a ti y te ofrezca rruido el altar de Baal y ha talado la
innumerables, y venían al país para de- mi presente y te lo ponga delante. aserá que había junto a él.
vastarlo. 6 Israel cayó así en gran miseria Respondió Y a h v e h : 31 Mas Joás replicó a todos los que cs-
p o r causa de los madianitas, y los israe- — M e quedaré hasta que vuelvas. tuban ante él:
19
litas clamaron a Yahveh. Gedeón se marchó, aderezó u n cabri- —¿Acaso pretendéis tlelénder la causa
7 to y, con un efá de harina, panes ácimos; de Baal? ¿Lo queréis salvar? Quien pre-
Clamaron, pues, los hijos de Israel a
Yahveh p o r causa de Madián. 8 Y Yah- luego puso la carne en un canastillo y tenda defender su causa, será muerto an-

'i
veh envió a los israelitas un profeta, que el caldo en una olla y se lo sacó debajo tes de m a ñ a n a . Si es dios, combátale él,
les dijo: «Así ha dicho Yahveh, Dios de del terebinto y se lo ofreció. * 2 0 Díjole el puesto que ha derruido su altar.
32
Israel: Yo os saqué de Egipto y os liberté ángel de D i o s : «Toma la carne y los Por eso aquel día se llamó a Gedeón
de la casa de la esclavitud; » os salvé del panes y colócalo sobre aquella peña, y el Yerubbaal, diciendo: «Pugne Baal (yareb-
poder de los egipcios y de la m a n o de caldo viértelo»; e h í z o l o a s í . 2 1 Entonces el Baal) contra él, puesto que h a derruido
todos vuestros opresores; los arrojé de ángel de Yahveh extendió la p u n t a del su aliar».
vuestra presencia y os entregué su tierra; bastón que llevaba en la m a n o y tocó la " Ahora bien, lodos los madianitas, los
10
y dije: «Yo soy Yahveh, vuestro D i o s ; carne y los panes y, saliendo fuego de la iimalcquilas y los lujos de Orienlc se
no veneréis a los dioses de los amorreos, peña, consumió la carne y los p a n e s ; y el reunieron a una, pasaron el Jordán y
en cuyo país habitáis»; pero n o escu-
ángel de Yahveh desapareció de su vista.
22
a c a m p a r o n en la llanura de Yizreel. 3 4 Y
C u a n d o Gedeón reconoció que era el el espíritu de Yahveh revistió a Gedeón, El dios lunar de Ur. (Jeremías, o.c, p.305.)
chasteis mi voz». ángel de Yahveh, exclamó:
11
Y vino el ángel de Yahveh y sentóse quien tocó la trompeta y los de Abiézer
35
bajo el terebinto de Ofrá, perteneciente —¡Ay, Señor mío Yahveh, que he visto se congregaron en su seguimiento. Ade-
a Joás, el abiezrita, estando Gedeón, su al ángel de Yahveh cara a cara! más envió mensajeros p o r t o d o Manases llenando u n a taza de agua. 3 9 Y Gedeón
hijo, batiendo el trigo en el lagar p a r a
23
M a s Yahveh le dijo: y también ellos fueron convocados en dijo a D i o s : « N o se encienda tu ira con-
pos de él; y envió asimismo emisarios a tra m í ; sólo esta vez hablaré. Permíteme
ocultarlo a los madianitas. * 1 2 Y se le —¡Salud a ti, no temas, n o has de
morir! Aser, Z a b u l ó n y Neftalí, que salieron a su pruebe sólo u n a vez más con el vellón.
apareció el ángel de Yahveh y le dijo: encuentro.
—¡Yahveh es contigo, oh guerrero va-
24
Así, pues, construyó allí Gedeón u n Te ruego quede seco únicamente el vellón
36 4
liente! altar a Yahveh, y le denominó «Yahveh- Y dijo Gedeón a D i o s : «Si quieres y haya rocío sobre t o d a la tierra». <> Y
13
Respondióle G e d e ó n : Salom». Existe hoy todavía en Ofrá de salvar p o r mi medio a Israel, como has Dios hizo así en aquella n o c h e ; h u b o
—¡Perdón, señor! Si Yahveh está con los Abi-Ezríes. * indicado que estás dispuesto, 3 7 he aquí sequedad sólo sobre el vellón y sobre
25 que yo voy a colocar un vellón de lana t o d a la tierra h u b o rocío. -
nosotros, entonces ¿por qué nos h a acae- Y ocurrió que en aquella misma n o -
cido t o d o esto?, y ¿dónde están todas sus che díjole Y a h v e h : « T o m a el toro que
maravillas que nos han contado nuestros tiene tu padre y u n segundo toro de siete
padres, diciendo: Yahveh nos sacó de años y derriba el altar de Baal propiedad Derrota de los madianitas
Egipto? Pero ahora Yahveh nos ha des- de tu padre, y corta la aserá que está
a m p a r a d o y entregado en m a n o s de M a - junto a él. * 26 Edifica luego un altar a 1 2
M a d r u g a r o n , pues, Yerubbaal, o Y dijo Yahveh a G e d e ó n : «La gente
dián. Yahveh, tu Dios, sobre la cumbre de esa
7 sea Gedeón, y todo el pueblo que le que te a c o m p a ñ a es sobrado numerosa
p a r a que entregue yo a M a d i á n en sus
a c o m p a ñ a b a , y acamparon junto a la
fuente de J a r o d ; y el campamento de m a n o s ; n o vaya a gloriarse Israel frente
£Z 3 HIJOS DE ORIENTE U orientales: es denominación general para las tribus nómadas del desierto M a d i á n quedábale a la parte norte, al a mí, diciendo: M i m a n o m e ha salvado.
^ a oriente de Moab y Ammón. pie del collado de M o r é , en la llanura. •' A h o r a , pues, h a z pregonar p o r el pue-
11
EN EL LAGAR : y no en la era, para substraer el trigo a la rapiña madianita.
19 EFÁ: cf. Gen 18,6, y Ex 16,16.
24
YAHVEH-SALOM: e. d., Yahveh [es] salud o paz. Cf. v.23: «Salud ( = paz) a ti».
25 37
U N SEGUNDO TORO DE SIETE AÑOS: algs. 1. «en verdad el toro (di. segundo)». Quizá de esa edad, Rocío SÓLO SOBRE EL VELLÓN: este rocío suele considerarse como símbolíj de la gracia. Para
simbolizando los siete años de opresión (v.i) y contra lo reglamentario, que era que tales víctimas no San Ambrosip (serm.9), es Cróto en e¡ seno de María,
pasasen de tres años. || ASERÁ: cf. Ex 34,15. '
JUECES 8 1"22 297
296 JUECES 7
sioneros a los dos príncipes de M a d i á n , siguieron a los madianitas y llevaron las
Oreb y Z e e b ; y m a t a r o n a Oreb en la peña cabezas de Oreb y Zeeb a Gedeón, al otro
blo lo siguiente: Quien tema y tiemble, 1 4 Su compañero le contestó diciendo: de Oreb, y a Zeeb en Yéqueb-Zeeb. Per- lado del Jordán. *
vuélvase y se retire del m o n t e de Galaad». —Eso no es otra cosa que la espada
Volviéronse, pues, del pueblo veintidós de Gedeón, hijo de Joás, el israelita. D i o s
mil hombres y quedaron diez mil. * 4 M a s h a entregado en sus manos a M a d i á n y Nuevos triunfos, gobierno y muerte de Gedeón
Yahveh dijo a G e d e ó n : «Aún es la gente t o d o el campamento.
demasiado n u m e r o s a ; bájalos hacia el 15 Al oir Gedeón el relato del sueño y 1 Los hombres de Efraím dijéronle [a los que habitaban en tiendas al este de
agua y allí te los p r o b a r é ; y de quien yo
te diga: Este ha de ir contigo, ése irá
su interpretación, se prosternó adoran-
do ; en seguida tornó al campamento de Is-
8 Gedeón]: Nóbaj y Yogbohá, y derrotó al ejército,
12
—¿Qué significa lo que has hecho con que se hallaba confiado. Zébaj y Sal-
contigo; y de cuantos te indique: Este rael y dijo: «¡Levantaos, p o r q u e Yahveh nosotros, de n o convocarnos c u a n d o has munná huyeron, y él los persiguió, pren-
n o vaya contigo, ése no te acompañará». h a entregado en vuestro poder el campa- partido a combatir contra Madián? dió a dichos dos reyes de M a d i á n y sem-
5
Bajó, pues, al nucblo hacia el agua, y mento de Madián!» I S Dividió a los tres- Y tuvieron con él fuerte altercado. b r ó el terror en todo el ejército.
Yahveh dijo a G e d e ó n : «A t o d o el que cientos hombres en tres cuerpos, puso 2
M a s contestóles: '-' C u a n d o Gedeón, hijo de Joás, re-
lama con su lengua el agua c o m o la trompetas en m a n o s de todos ellos y cán- —¿Qué he hecho yo en comparación gresó de la batalla p o r la subida de Je-
lame el perro, lo pondrás aparte, y [de taros vacíos y antorchas en las bocas de 4
de vosotros? ¿No es mejor el rebusco de res, 1 cogió prisionero a un muchacho de
otro lacroi a cuantos se pongan en cu- éstos, 1 7 y díjoles: «Observadme y haced Efraím que la vendimia de Abiézer? 3 En la gente de Sukkot y le interrogó. El le
clillas para beber».* 6 Y el n ú m e r o de lo mismo que yo. Mirad, al llegar yo al vuestras m a n o s h a puesto D i o s los prín- puso p o r escrito los nombres de los prín-
los que lamieron el agua fue de trescien- extremo del campamento, tal c o m o yo cipes de M a d i á n , a Oreb y Z e e b ; ¿qué cipes de Sukkot y sus ancianos: setenta
tos h o m b r e s ; todo el resto de la gente haga habéis de hacer; 18 c u a n d o yo y 15
podia yo haber hecho en comparación de y siete personas. Luego llegó a las gen-
se acuclilló para beber el agua llevándose cuantos me a c o m p a ñ a n toquemos la trom- vosotros? tes de Sukkot y dijo: «Ahí tenéis a Zé-
la m a n o a la boca. peta, tocadla también vosotros alrededor C u a n d o pronunció estas palabras remi- baj y Salmunná, con motivo de los cua-
7 Entonces dijo Yahveh a G e d e ó n : «Con de t o d o el campamento y exclamad: ¡Por tió la ira que contra él habían concebido. les me ultrajasteis, diciendo: ¿Acaso es-
estos trescientos hombres que lian lamido Yahveh y por Gedeón!» 4
Gedeón llegó al Jordán, lo alravesó lán ya en tu poder los p u ñ o s de Zébaj y
19
el agua, os salvaré y pondré a M a d i á n en Gedeón y los cien hombres que con con los trcscienlos hombres que le acom- Salmunná para que h a y a m16o s de dar p a n
tus manos. T o d a la demás gente, vayase él iban llegaron al extremo del campa- p a ñ a b a n , fatigados, pero prosiguiendo la a tus hombres cansados?» Y cogió a los
cada u n o a su casa». 8 Entonces cogieron * mento c u a n d o empezaba la segunda vela persecución ». 5 Dijo, pues, a los habitan- ancianos de la ciudad, y espinas del de-
los cántaros de la turba de * m a n o s de ésta nocturna, precisamente c u a n d o a c a b a b a n tes de S u k k o t : sierto y cardos, y trilló con ellos a los
17
e igualmente sus trompetas, y [Gedeón] de relevar a los centinelas. Entonces [Ge- — P o r favor, dad unas tortas de p a n ciudadanos de Sukkot. * También derri-
despidió a todos los oíros israelitas cada deón y sus acompañantes] tocaron la a la gente que m e sigue, pues están can- b ó la torre de Penuel y dio muerte a los
uno a su tienda, quedándose con los trompeta e hicieron pedazos los cántaros sados y voy persiguiendo a Zébaj y Sal- hombres de la ciudad.
trescientos hombres. Ahora bien, el cam- que llevaban en la m a n o , * 20 e inmedia- m u n n á , reyes de M a d i á n .
18
Después dijo a Zébaj y Salmunná.
pamento de Madián hallábase por debajo tamente los tres grupos de ejército co- 6
M a s los príncipes de Sukkot replica- —¿De qué clase eran los hombres a
del otro, en la llanura. menzaron a tocar las trompetas y que- ron : quienes matasteis en el T a b o r ?
9
Aquella misma noche le dijo Yahveh b r a r o n los cántaros y, blandiendo las an- ¿Acaso eslán ya en (11 poder los pu- Contestaron:
a G e d e ó n : «Levántate, baja contra" el torchas en la m a n o i z q u i e r d a ' y en la ños de Zébaj y Salniíinn.i para que haya- - Eran idénticos a ti; cada u n o " tenía
campamento, pues lo he entregado en diestra las trompetas p a r a tocar, grita- mos de dar pan a tu ejército? * el aspecto de hijo de rey.
tus m a n o s ; 10 m a s si temes atacar, baja r o n : «¡La espada por Yahveh y por Ge- 7 Contestó G e d e ó n :
19
Respondió él:
tú al campamento con Pura, tu siervo, deón!» " 21 Y se quedaron parados cada —Pues bien, c u a n d o Yahveh haya pues- —¡Hermanos míos, hijos de mi m a d r e
11
y escucha lo que h a b l a n ; entonces co- u n o en su puesto en derredor del campa- to en mis m a n o s a Zébaj y Salmunná, tri- eran, vive Yahveh! Si los hubieseis deja-
brarás ánimo y atacarás al campamento». mento, mientras t o d o éste r o m p i ó a co- llaré vuestras carnes con espinas del de- do vivir, n o os habría m a t a d o .
Bajó, pues, él con Pura, su siervo, hasta rrer, gritar y huir. 2 2 E n tanto que los sierto y con cardos. 20
Y dijo a Yéter, su primogénito:
el extremo de las avanzadillas del cam- trescientos hacían sonar las trompetas, 8 De allí subió a Penüel y les dijo cosa —Levántate, mátalos.
pamento. 1 2 Los madianitas, los amale- Yahveh hizo que esgrimieran en t o d o e semejante, pero la gente de Penuel le con- Pero el muchacho n o desenvainó la es-
quitas y todos los hijos de Oriente yacían el real la espada unos contra otros, y el testó como habían respondido los h o m - p a d a ; pues tenía miedo, p o r q u e era toda-
t u m b a d o s en el valle, como langosta en ejército huyó hasta Bet-ha-Sittá, p o r la 9
bres de Sukkot. [Gedeón] replicó a los vía joven. 21 Y Zébaj y Salmunná dijeron:
multitud, y sus camellos eran innumera- parte de Sererá ', hasta la ribera de Abel- de Penuel diciendo: « C u a n d o regrese en «Levántate tú y arremete contra n o s o t r o s ;
bles como la arena que hay a la orilla Mejolá, hacia T a b b a t . 2 3 Y convocados paz, derribaré esta torre». * pues cual es el h o m b r e es su fuerza». Le-
del mar. 13 Llegóse Gedeón, y he aquí los israelitas de Neftalí, Aser y todo M a - 10
nases, persiguieron a los madianitas. Zébaj y Salmunná estaban en Qar- vantóse, pues, Gedeón y m a t ó a Zébaj y
que u n h o m b r e refería a su compañero un
24 qor con su ejército de u n o s quince mil Salmunná, y cogió las medias lunas que
sueño y decía: Entonces Gedeón envió emisarios p o r hombres, resto del ejército entero de los sus camellos llevaban al cuello.
—Mira, he soñado un sueño: parecíame toda la m o n t a ñ a de Efraím, diciendo: hijos de Oriente, pues habían caído cien- 22
Entonces los israelitas dijeron a Ge-
que u n a hogaza de pan de cebada r o d a b a «Bajad al encuentro de los madianitas y to veinte mil hombres capaces de mane- d e ó n :
p o r el campamento de Madián, y llegó cortadles los vados hasta Bet-Pará y el jar espada. n
Gedeón subió camino de —Impera tú sobre nosotros, tanto tú
hasta la tienda, la embistió y la tiró", Jordán». Entonces todos los efraimitas se
volcándola hacia a r r i b a c , de suerte que congregaron y ocuparon las aguas hasta
la tienda cayó c . Bet-Bará y el J o r d á n . 2 5 Y cogieron pri- 25
PEÑA DE OREB: O del Cuervo. || OREB Y ZEEB, etc. : uno de tantos ejemplos de paranomasta
por derivación, como abundan en Jueces: v.gr., 1,5; 7,25 9,6; 11,25: 13,25. [| YÉGUEB-ZEEB: e. d-,
lagar o trujal del lobo.
*7 3 MONTE DE GALAAD: para algs., sería uno de los nombres del Gelboé; otros corrigen así, o
' 5 leen
-6
presto por del monte. Otros, como Moore y Kit-, diversamente. Q 6 REPLICARON (lit., replicó, pero cf. Kit): por temor a las represalias madianitas. || PUÑOS: los
QUE LAMA EL AGUA... : e. d., los soldados Que se echen de bruces, sin miedo a que el enemigo ^ vencedores aparecen en monumentos egipcios y asirios arrastrando a los cautivos con un cordel
les sorprenda. Los otros apenas se atreverán, medrosos, a agacharse un poco para coger el agua con atado9 a las muñecas.
la mano. En H v.6 pone «llevándose la mano a la boca» tras «lamieron el agua», que trasp. Kit. Si CUANDO REGRESE EN PAZ: O bien, al volver sano y salvo, o victorioso.
lamieron, COMO EL PERRO, no sería llevándose la mano a la boca, sino con su lengua, como add. tra§ 16
TRILLO: o quizá amansó (o hizo obedecer, como quiere D. W. Thomas, a base del árabe).
lamieron G al y otros.
I 9 LA SEGUNDA VELAJ entre los judíos corría de medianoche al canto del galio,
298 JUECES 8: -9 Ü JUECES 9 10 - 38 299
28
como tu hijo y el hijo de tu hijo; pues nos Quedó, pues, humillado M a d i á n a n - 10
Entonces los árboles dijéronle a la higuera: I «¡Ven tú, reina sobre nosotros!»
has salvado de m a n o de M a d i á n . te los hijos de Israel y no volvió a levan- 11
Y díjoles la higuera:
23 tar cabeza, y el país gozó de paz p o r es-
Mas replicóles G e d e ó n : «¿Habré de renunciar a mi dulzura, I a mi sabroso fruto,
— N o imperaré yo en vosotros, ni en pacio de cuarenta años, mientras vivió p a r a ir a mecerme sobre los árboles?»
vosotros ha de imperar mi hijo; Yahveh Gedeón. 2 9 Yerubbaal, hijo de Joás, mar- 12
Dijeron, pues, los árboles a la vid: | «¡Ven tú, reina sobre nosotros!»
imperará en vosotros. chó y habitó en su c a s a . 3 0 Y tuvo Gedeón 13
Y díjoles la vid:
24 setenta hijos, nacidos todos de él; pues
Y añadióles G e d e ó n : «¿Habré de renunciar a mi mosto, I que alegra a Dios y los hombres,
— U n favor os p i d o : déme cada u n o tuvo muchas mujeres. * 3 I Y su concubi- p a r a ir a mecerme sobre los árboles?» *
los anillos de su botín. na, que residía en Sikem, también le pa- 14
Dijeron entonces los árboles al c a m b r ó n : | «¡Ven tú, reina sobre nosotros!»
Pues [los enemigos] llevaban anillos de rió un hijo, a quien puso él p o r n o m b r e 15
Y el c a m b r ó n dijo a los árboles:
oro porque eran israelitas. Abimélek. 3 2 Después Gedeón, hijo de «Si de verdad me ungís | por rey sobre vosotros,
25 Joás, murió en buena vejez y fue sepul-
Contestaron: venid a refugiaros bajo mi s o m b r a ;
—Los daremos gustosos; tado en la sepultura de Joás, su padre, pues, si no, saldrá del c a m b r ó n fuego I y devorará los cedros del Líbano».
y, extendiendo un m a n t o , cada u n o echó en Efrá de Abiézer.
33
allí los anillos de su botín. 2<> Y resultó el A h o r a bien, c u a n d o Gedeón h u b o 16
Ahora, pues, si en verdad y con rec- sikemitas se fiaron de él,
27
y salieron al
peso de los anillos de oro de su botín que muerto, los hijos de Israel volvieron a titud habéis procedido al proclamar rey campo, vendimiaron sus viñas, pisaron la
él pidiera mil setecientos siclos de oro, prostituirse tras los Baales, y establecie- a Abimélek, si habéis o b r a d o bien con uva y celebraron alegre fiesta; entonces
aparte de las medías lunas, las cadenillas r o n p o r su Dios a Baal-Berit. * 3 4 Y n o Yerubbaal y con su casa, y si le habéis entraron en la casa de su Dios, comieron,
de perlas y los vestidos de p ú r p u r a que se a c o r d a r o n los israelitas de Yahveh, su t r a t a d o con arreglo a la obra de sus ma- bebieron y maldijeron a Abimélek. 2 8 Y
llevaban k!s reyes de Madián, además de Dios, que les había librado de todos sus nos, 1 7 —pues mi p a d r e combatió por dijo Gáal, hijo de Obed": «¿Quién es Abi-
los collares que sus camellos traían al cue- enemigos en derredor; 3 5 ni tuvieron be- vosotros y, arriesgando su vida, os salvó mélek y quién es Sikem para que hayamos
llo. * 2 7 Gedeón hizo de ello un efod y nevolencia con la casa de Yerubbaal-Ge- de m a n o s de Madián—, I 8 mientras vos- de servirle? d ¿No es el hijo de Yerubbaal,
depositólo en su ciudad, en Ofrá; y allí deón, en correspondencia a t o d o el bien otros os habéis alzado hoy contra la casa y Zebul su lugarteniente? ¡Sirvan ellos a
se prostituyó t o d o Israel con motivo de que él había hecho a Israel. de mi padre y habéis m a l a d o a sus hijos, las gentes de Jamor, antepasado de Si-
aquel objeto, que resultó u n a t r a m p a pa- setenta hombres, sobre una misma pie- kem! (l ¿Por qué le hemos de servir nos-
ra Gedeón y su casa toda. * dra, y habéis constituido rey sobre los si- otros? 2 9 ¡Quién pusiera a este pueblo en
kemitas a Abimélek, hijo de su esclava, mi m a n o , y yo eliminaría a Abimélek!
porque es h e r m a n o vuestro; 1 9 [en resu- Y yo diría e a éste: ¡Refuerza tu ejército
Fratricidio y tiranía de Abimélek. Apólogo de Jotam men] si con verdad y rectitud habéis obra- y sal!»*
do respecto a Yerubbaal y su casa en este 30
C o m o oyese Zebul, gobernador de
1 Abimélek, hijo de Yerubbaal, mar- Abimélek asalarió hombres miserables y día, disfrutad con Abimélek y él también la ciudad, las palabras de Gáal, hijo de
9 c h ó a Sikem, a los hermanos de su livianos, que lo siguieron. 5 Y vino a casa disfrute con vosotros. 20
Pero si no, salga Obed, se encendió en cólera, 3 I y envió
de Abimélek fuego, que devore a los ha- emisarios a Abimélek arteramente ', di-
madre, y habló a ellos y toda la familia de su padre, en Ofrá, y asesinó a sus her-
del padre de su madre, diciendo: 2 «De- m a n o s , hijos de Yerubbaal, setenta h o m - bitantes de Sikem y Bel-Milló, y salga
ciendo: «He aquí que Gáal, hijo de Obed",
cid, p o r favor, de m o d o que oigan todos bres, sobre u n a misma piedra; pero so- también fuego de los habítanlcs de Sikem
los sikemitas: ¿Qué es mejor p a r a vos- brevivió J o t a m , el hijo m e n o r de Y e r u b - Het-Mil-ló, que devore a Abimélek». y sus hermanos han venido a Sikem y es-
baal, p o r q u e se escondió. l1
Inmediatamente J o t a m huyó y púsose 3tán 2
soliviantando a la ciudad contra t i ;
otros, que os dominen setenta hombres, asi, pues, levántate de noche con la gen-
6
Entonces se juntaron todos los habi- a salvo, m a r c h a n d o a Beer, donde per-
todos hijos de Yerubbaal, o que m a n d e maneció p o r miedo a su hermano, Abi- te que contigo tienes y tiende una embos-
en vosotros uno solo? Y recordad que tantes de Sikem y todo Bet-MiMó, y fue- cada en el c a m p o ; 3 3 y m a ñ a n a , al salir el
mélek.
soy hueso vuestro y carne vuestra». 3 Los ron a proclamar rey a Abimélek junto a la
22 sol, levántate p r o n t o e irrumpe sobre la
h e r m a n o s de su m a d r e hablaron acerca encina de la massebá • que hay en Si- Abimélek imperó sobre Israel tres ciudad; c u a n d o él y el pueblo que le acom-
de él estas palabras a los oídos de todos kem. * 7 M a s c u a n d o se lo anunciaron a años. 2 3 Luego suscitó Dios un mal espí- paña salgan contra ti, haz con él confor-
los sikemitas, y su corazón se inclinó a J o t a m , fue y, colocándose en la cumbre ritu entre Abimélek y los habitantes de m e se te presente a mano». 3 4 Abimélek
Abimélek; pues dijeron: «Es nuestro her- del m o n t e Guerizim, alzó su voz, gritó y Sikem, y los sikemitas traicionaron a Abi- y toda la gente que estaba con él se levan-
mano». 4 Y diéronle setenta siclos de pla- díjoles: «¡Escuchadme, sikemitas, y así os mélek; 2 4 devolviendo de esta suerte la taron durante la noche y tendieron u n a
ta del templo de Baal-Berit, con los cuales escuche D i o s ! violencia hecha a los setenta hijos de Ye- celada contra Sikem, divididos en cuatro
rubbaal y haciendo recaer su sangre so-
cuerpos. 3 5 Gáal, hijo de Obedc, salió y
8
F u e r o n u n a vez los árboles | a ungir sobre ellos rey. bre su h e r m a n o Abimélek, que los^había
m a t a d o , y sobre los habitantes de Sikem, se p a r ó a la entrada de la puerta de la ciu-
Y dijeron al olivo: | «Reina sobre nosotros».* | 9 M a s el olivo díjoles:
«¿Habré de renunciar a mi grosura, I con la ata!" se h o n r a a Dios y los hombres, que le habían ayudado a matar a sus her- dad, y Abimélek, con la gente 3 que le se-
manos. 25
Así, pues, los sikemitas le co- guía, surgió de la emboscada. 6 C u a n d o
p o r ir a mecerme sobre los árboles?»* vio a la gente, Gáal dijo a Z e b u l :
locaron en las cimas gente emboscada,
26 que saqueaban a cuantos pasaban junto —¡Mira la gente que desciende de las
CADENILLAS DE PERLAS: lit. gotas, que otros traducen «perlas, pendientes...». a ellos por el camino, de lo cual se dio avi- cumbres de los montes!
27
EFOD: cf. Ex 28,6 ss. Es de suponer, dice San Agustín, que añadirían otros varios objetos Contestóle Z e b u l :
sagrados, de los cuales abusaría el pueblo más tarde, usurpando funciones sacerdotales que los lle- so a Abimélek.
2 —¡Se te hace hombres la s o m b r a de
varían al cisma y la idolatría. De todos modos no faltó Gedeón, ya que en varios lugares le alaba la 6 A h o r a bien, llegó Gáal, hijo de Obed,
Escritura. con sus hermanos y pasaron a Sikem. Los los montes!
30
SETENTA: número sagrado, como los de Yerubbaal Que 2,5, etc.), Ahab (2 Re 10,1-7), etc.
33
BAAL-BERIT: e. d., Baal (señor) de la alianza, como el deus fidei de los romanos.
6
Q BET MIL-LÓ: la casa de M., parece era cierta fortificación en la acrópolis de Sikem. 13
•J s
Los ÁRBOLES: olivo, higuera y viña—dice Beda—representan no personajes históricos, sino ALEGRA A DIOS: e. d., cuando se vierte en los sacrificios a honor suyo. Es expresión figurada,
los hombres de bien, que se hacen útiles al prójimo y trabajan por la gloria de Dios, cada uno donde como
29
la de decir que las víctimas dan olor grato a Dios,
la Providencia le coloca. El cambrón simboliza en este antiquísimo apólogo al funesto Abimélek, ¡QUIÉN PUSIERA !...: e. d., ¡Ojalá estuviera en mis manos este pueblo...! Palabras con que el
aventurero Gáal, tras haber espoleado el orgullo nacional de los sikemitas, los incita arteramente a
codicioso de la dignidad que Gedeón y sus hijos no ambicionaron. que lo nombren su adalid.
9 Mí GROSURA: la grosura o grasa del olivo, e. d., el aceite.
3T 8 JUECES 1 0 9 — 1 1 18
301
300 JUECES 9 —10

37
m o n t e Salmón en unión de t o d a la gente tir de] aquel a ñ o a los israelitas durante servido a otros dioses; p o r eso no volveré
M a s G á a l volvió a hablar de nuevo
y dijo: que le a c o m p a ñ a b a y, t o m a n d o el ha- dieciocho años, a todos los hijos de Israel a salvaros. 1 4 ¡Id y clamad a los dioses que
cha ' en su m a n o , cortó u n a r a m a de ár- que vivían al otro lado del Jordán, en el habéis escogido; ellos os salven al tiempo
—Ve allí gente que baja del ombligo país de los amorreos, situado en Galaad.
del país y u n a sección que viene p o r el bol, la alzó, púsosela sobre el h o m b r o y de vuestra angustia!
9 15
dijo al pueblo que con él estaba: «Lo que Así, pues, los hijos de A m m ó n pasaron M a s los hijos de Israel dijeron a
camino de la encina de los agoreros. * el J o r d á n p a r a combatir también contra
38 habéis visto que he hecho, apresuraos a Yahveh:
Zebul le r e s p o n d i ó : J u d á , Benjamín y la casa de Efraím, e Is-
hacerlo c o m o yo». 4 9 Entonces cortó tam- —¡Hemos pecado! ¡Haz con nosotros
— ¿ D ó n d e está ahora la boca con que rael estuvo en grande angustia.
bién t o d a la gente cada u n o una rama, si- lo que mejor te parezca; pero sálvanos
decías: ¿Quién es Abimélek p a r a que ha- 10
M a s los israelitas clamaron a Yah-
guieron a Abimélek, colocáronlas contra hoy, por favor!
yamos de servirle? ¿No es ése el pueblo a veh, diciendo: 16
el salón, al cual con ellas prendieron fue- Y retiraron de en medio de ellos los
quien despreciaste? ¡Sal, por favor, ahora — H e m o s pecado contra ti; ciertamen-
go, de suerte que murieron también to- dioses extranjeros y sirvieron a Yahveh,
y pelea con él! te hemos a b a n d o n a d o a Yahveh *, nues-
39 das las personas de la torre de Sikem, cuyo espíritu n o puedo resistir más las
Entonces Gáal salió al frente de los tro Dios, y hemos servido a los Baales.
como unos mil entre hombres y mujeres. fatigas de Israel.
sikemitas y peleó contra Abimélek; 40 pe- 11
Y contestó Yahveh a los hijos de Is- 17
50 Después Abimélek m a r c h ó a Tebés, Los hijos de A m m ó n se concentra-
ro éste le persiguió y él huyó a su presen- rael :
a la cual puso sitio y t o m ó . 51 H a b í a en ron y a c a m p a r o n en Galaad y los israeli-
cia, y yacieron muchos muertos hasta la —¿Acaso " los egipcios, los amorreos, tas se reunieron asimismo y acamparon
entrada de la puerta. 4> Abimélek se que- medio de la ciudad u n a torre fuerte, don-
los hijos de A m m ó n , los filisteos b , 1 2 los en Mispá. 1 8 El pueblo, los príncipes de
dó en 8 A r u m á , mientras Zebul expulsó de se refugiaron todos los hombres y m u -
sidonitas, los amalequitas y los madiani-
jeres, los habitantes todos de la ciudad, Galaad, se dijeron unos a o t r o s : «¿Quién
a Gáal y sus hermanos, impidiéndole per- tas ° n o os oprimieron y clamasteis a mí será el h o m b r e que inicie la lucha contra
manecer en Sikem. 4 2 Y acaeció que al día que, encerrándose dentro, subieron al te-
y os libré de sus manos? 13 Sin embargo,
cho de la torre. 52 Abimélek llegó hasta los hijos de A m m ó n ? El será el caudillo
siguiente el pueblo salió a! campo y le die- vosotros me habéis a b a n d o n a d o y habéis de todos los habitantes de Galaad».
r o n aviso a Abimélek, 4 3 quien t o m ó a su la misma, la combatió y se acercó hasta
gente y la repartió en tres cuerpos, y ten- su puerta p a r a prenderla fuego. 53 Enton-
dió u n a celada en el campo, y cuando vio ces una mujer arrojó u n a muela encimera
que el pueblo salía de la ciudad, surgió de molino sobre la cabeza de Abimélek Jefté y su hija
contra ellos para batirlos. 4 4 Abimélek y y le fracturó el cráneo. 54 El apresuróse a
•1 I 1 A h o r a bien, Jefté, el galaadita,
el cuerpo * que le a c o m p a ñ a b a irrumpie- llamar al joven que le servía de escudero, los hijos de A m m ó n y Yahveh los entrega
*• * era un guerrero valiente, a u n q u e en mi poder, ¿seré yo vuestro jefe?
r o n con fuerza y se pararon a la entrada y le dijo: «Desenvaina tu espada y m á - hijo de prostituta; y había engendra- 10
de la puerta de la ciudad, en tanlo que ios tame, para que no se diga de m í : U n a m u - Contestaron los ancianos de G a l a a d
do Galaad a Jefté. 2 La esposa de éste a Jefté:
otros dos cuerpos se desplegaron, atacan- jer Jo mató». Su criado, entonces, lo tras- habíale d a d o hijos, que c u a n d o crecieron
do a cuantos estaban en el campo, y los pasó y murió. 55 En cuanto los israelitas —¡Yahveh sea testigo entre nosotros
expulsaron a Jefté y le dijeron: « N o has de que tal c o m o h a s dicho, así hemos de
derrotaron. 4 5 Abimclek combatió contra vieron que había muerto Abimélek, m a r - de heredar en casa de nuestro padre,
la ciudad t o d o aquel día, la tomó, mató chó cada u n o a su casa. hacer!
56
p o r q u e eres hijo de otra mujer». * 3 H u y ó , 11
Entonces Jefté partió con los ancia-
a la gente que había en ella, arrasó la ciu- Así retribuyó D i o s a Abimélek el mal pues, Jefté de sus hermanos y se estable-
dad y la sembró de sal. nos de Galaad y el pueblo le constituyó
que había hecho a su padre, m a t a n d o a ció en el país de T o b . Y juntáronsele a
46 jefe y adalid, y Jefté pronunció todas sus
Al tener de ello noticia, los habitan- sus setenta hermanos. 5 7 D e igual suerte, Jefté hombres miserables, que le acom- palabras, ante Yahveh, en Mispá.
tes de la torre de Sikem se replegaron a t o d o el mal cometido p o r los habitantes p a ñ a b a n en las correrías. 12
Después Jefté envió mensajeros al
la fortaleza del templo de El-Berit. * 47 Y de Sikem hízolo D i o s revertir sobre la ca- 4
A n d a n d o el tiempo, los hijos de A m - rey de los hijos de A m m ó n " , diciendo:
fue comunicado a Abimélek que todos los beza de éstos, en quienes se cumplió la m ó n movieron guerra contra Israel. 5 Y —¿Qué tienes conmigo, p a r a que hayas
moradores de la torre de Sikem se habían maldición de J o t a m , hijo de Yerubbaal. c u a n d o los ammonitas atacaron a Israel, venido contra mí a hacer guerra a mi
reunido, y 4 8 entonces subió Abimélek al los ancianos de Galaad fueron en busca país?
de Jefté al país de T o b , 6 y dijéronle: 13
Y contestó el rey de los hijos de
—Ven y serás nuestro jefe p a r a que A m m ó n a los mensajeros de Jefté:
Otros jueces. Nueva defección y castigo de Israel luchemos contra los hijos de A m m ó n . — P o r q u e Israel se a p o d e r ó de mi tierra,
7
Pero Jefté replicó a los ancianos de desde el A r n ó n hasta el Y a b b o q y el
1 A l Después de Abimélek surgió pa- vot Yair, en la tierra de Galaad. * 5 Lue- Galaad: Jordán, c u a n d o subió de Egipto. A h o r a ,
*" ra salvar a Israel Tola, hijo de go murió Yair y fue sepultado en K a m ó n . — ¿ N o sois vosotros los que m e odias- pues, devolved/a b en paz.
P u á , hijo de D o d ó , de la tribu de Issacar, * Los hijos de Israel volvieron a o b r a r teis y expulsasteis de casa de m i padre? 14
Jefté volvió a enviar de nuevo men-
el cual habitaba en Samir, en la m o n t a ñ a el mal a los ojos de Yahveh y sirvieron a ¿Por qué, pues, venís a h o r a a mí cuando sajeros al rey de los hijos de A m m ó n ,
de Efraím. 2 Juzgó a Israel por espacio de los Baales, Astartés, a los dioses de Siria, os veis en aprieto? 15
y díjole: «Así ha dicho Jefté: N o t o m ó
veintitrés años, y murió, y fue sepultado de Sidón, de M o a b , a los de los hijos de 8
Y contestaron los ancianos de G a l a a d Israel la tierra de M o a b ni el país de los
en Samir. A m m ó n y a los de los filisteos; y a b a n d o - a Jefté: hijos de A m m ó n ; 16 pues, c u a n d o subió
3
Tras él surgió Yair, el galaadita, quien n a r o n a Yahveh y n o le sirvieron, i Encen- — P o r eso precisamente venimos ahora de Egipto, Israel caminó p o r el desierto
juzgó a Israel veintidós años. 4 T u v o trein- dióse, pues, la cólera de Yahveh contra a ti, para que vengas con nosotros y hasta el m a r Rojo y llegó a Qadés. 1 7 E n -
ta hijos, que cabalgaban en treinta asnos Israel y los vendió en m a n o s de los filis- pelees con los hijos de A m m ó n y nos tonces envió mensajeros al rey de E d o m ,
y poseían treinta ciudades, a las cuales se teos y en m a n o s de los hijos de A m m ó n , sirvas de jefe a todos los habitantes de diciendo: «¡Permíteme pasar p o r tu tie-
8
viene llamando hasta el día de hoy Jav- los cuales oprimieron y vejaron [a par- Galaad. r r a ! » ; m a s el rey de E d o m n o quiso
9
Respondió Jefté a los ancianos ga- escuchar, y enviólos t a m b i í n al rey de
37
OMBLIGO DEL PAÍS O de la tierra: denominación de cierta altura próxima a Sikem, quizá una laaditas: M o a b , quien tampoco accedió; e Israel
cumbre redondeada que recibe metafóricamente ese nombre por su forma, cual ocurre en los «mam- —Si me hacéis volver p a r a guerrear con h u b o de quedarse en Qadés. * 1 8 L u e g o
blas», «mamas» o «tetas» de! español.
46
EL-BERIT: e. d., Dios de la alianza. V añade: «donde había hecho alianza con él, y de esta 2
alianza había recibido el nombre aquel lugar, que era muy fuertes. •1 •!
1 1
No HAS DE HEREDAR: el hijo de esposa secundaria, como el ilegítimo, carecía del derecho
de sucesión.
10 TREINTA CIUDADES: cf. i Cr 12,23. I! JAWOT YAIS: cf. Dt 3,14. 17-J8 Qf. Núm 20,14-21, y 21,23. Allí no se menciona esa embajada a Moab,
302 JUECES 11 »—12 * JUECES 12 5 —13 T 303
m a r c h ó a través del desierto, dio la vuelta V de aquí a los hiios d e A m m ó n . 30 j ¡ n ¡ z o bres de Galaad y atacó a Efraím; y los y fue sepultado en Piratón, en la tierra
al país de F.dom v a la tierra de M o a b , Jefté u n voto a Y a h v e h , a saber: «Si p u - galaaditas batieron a los de Efraím, por- de Efraím, en la m o n t a ñ a de los amale-
llegó al oriente de la misma y acampó sieres a los a m m o n i t a s en mi m a n o , q u e é s t o s h a b í a n d i c h o : « ¡ H u i d o s d e quitas.
a la otra orilla del Anión, sin penetrar 31 aquel que saliere p o r las puertas d e Efraím sois vosotros, galaaditas, en m e -
en el confín de M o a b . va q u e el Arnón mi casa a mi e n c u e n t r o c u a n d o yo regrese dio de Efraím y en medio de M a n a s e s ! » *
5
constituye el límite de M o a b . 19 Envió en p a z de los hijos d e A m m ó n , será o a r a Los de Galaad t o m a r o n los vados del
entonces Israel embajadores a'Sijón, rey Yahveh v lo ofreceré en holocausto».* J o r d á n a los de Efraím, y resultó q u e
de los amorreos. rev de Jcsbón, y díjole: 3 2 Pasó, pues, Jefté hacia los a m m o n i - c u a n d o los fugitivos decían: «¡Déjame
«¡Déjanos pasar por tu país hasta el tas para combatir c o n t r a ellos, y Yahveh p a s a r ! » , p r e g u n t á b a n l e s los g a l a a d i t a s :
sitio donde debo ir!»; 2 n pero Sijón se los entregó en su m a n o . " Desde Aroer «¿Eres efrateo?», y contestaba: «No», *
negó a di'hir" pasar a Israel p o r su térmi- hasta que llegas a M i n n i t , veinte ciudades, 6
entonces le decían: « D i , pues, schib-
no, convocó a todo su pueblo, acampó y hasta Abel-Keramim, les infligió m u y bólet», m a s él pronunciaba sibbólet, pues
en Yahsa v luchó con Israel. 21 Y Yahveh, grande derrota, q u e d a n d o los ammonitas n o acertaba a pronunciarlo correctamente,
Dios de Israel, entregó a Sijón y t o d a su sometidos a los hijos d e Tsrael. y ellos lo prendían y lo degollaban junto a
gente en manos israelitas, que los derro- 3t Volvióse, pues, Jefté a Mispá, a su los vados del Jordán. Y cayeron p o r
taron, o c u p a n d o , en consecuencia, t o d o casa, y he aquí eme su hija sale a su aquel tiempo de Efraím cuarenta y d o s
el país de los amorreos, q u e habitaban encuentro con adufes y danzas. E r a ella mil hombres. *
aquella tierra; 2 2 v conquistaron el terri- única; no tenía otro hijo o hiia q u e ella «. i Jefté fue juez de Israel seis años. Luego
torio entero de los amorreos desde el 33
Al verla él, rasgó sus vestiduras y ex- Jefté, el galaadita, murió y fue enterrado
A r n ó n al Y a b b o q y del desierto al Jordán. clamó :
23 en su ciudad" de Galaad.
Así, pues, habiendo Yahveh, Dios de —¡Ay, hiia m í a ! M e h a s dejado p o r
Israel, expulsado a los amorreos de de- 8 Tras él juzgó a Israel Ibsán, de Belén.
completo afligido: tú misma h a s venido 9
Tuvo treinta hijos y treinta hijas, q u e
lante de su pueblo israelita, ;,lo vas tú a ser causa de mi desgracia, pues he dado
ahora a arrojar de su posesión? 2 4 ¿No casó fuera, y también trajo de fuera trein-
mi palabra a Yahveh y n o puedo volverme ta doncellas para sus hijos. Fue juez de
es cierto q u e tu desplazas a quien K e m ó s , atrás.
tu dios, te ha hecho expulsar, y nosotros Israel siete años. 10 Luego Ibsán murió
36 —¡Padre mío!—contestóle ella—, si
desplazamos a todo aquel a quien Yah- y fue sepultado en Belén.
has dado la palabra a Yahveh, h a z con-
veh, nuestro Dios, ha hecho expulsar por forme proferiste, puesto q u e Yahveh te 11 Después d e él juzgó a Israel Elón,
a m o r nuestro? 25 Ahora bien, ¿acaso vales ha concedido venganza de tus enemigos, el zabulonita, q u e fue juez de Israel diez
t ú más a u e Balao, hijo de Sippor. rev los hiios de Ammón. años. 1 2 Luego Elón, el zabulonita, murió
de M o a b ? /'Contendió acaso con Israel? 37 p>iio asimismo n su p a d r e : y fue enterrado en el país de Zabulón.
¿Por ventura c o m b a t i ó contra ellos? — ¡Otórgame este favor!: déjame libre 13 Tras él juzgó a Israel A b d ó n , hijo
26
Llevando Tsrael trescientos años de re- dos meses para que vaya y vague ' p o r de Hil-lel, de Piratón. 14 Tuvo cuarenta
sidencia en Jesbón y ciudades anejas, en las montañas llorando c o n mis compa- hijos y treinta nietos, q u e cabalgaban
Aroer" y las suyas y en cuantas ciudades ñeras mi virginidad. * sobre setenta pollinos, y i'uc juc/. de Israel
c o m o se asientan en la orilla del Arnón. 38 —¡Vete!—contestó él, y dejóla m a r - p o r espacio de ocho años. * 15 Luego m u - Objeto de culto en arcilla.
¿por q u é n o las habéis rescatado en todo (Watzinger, o.c.
char por d o s meses. M a r c h ó , pues, con rió A b d ó n , hijo de Hil-lel, el piratonita, lám.2Q.)
ese tiempo? 2 7 Y o n o te h e faltado, mien- sus compañeras y lloró su virginidad p o r
tras tú te portas mal conmigo al pelear los montes. 3I> Al cabo de dos meses,
contra mi. ¡Yahveh, el Juez, ¡uzctiie h o v regresó a su padre, quien cumplió c o n Nacimiento prodigioso d e Sansón
entre los hijos de Israel y los hijos de ella el voto q u e hiciera. Ella n o había
Ammón!» conocido varón. Y quedó c o m o costum- l o l M a s los israelitas volvieron a comas n a d a impuro, * 5 p o r q u e h e aquí
28
Pero el rey de los ammonitas n o bre en Tsrael 4 0 a u e anualmente fuesen las •*• «^ obrar lo malo a los ojos de Y a h - que concebirás y parirás u n hijo, sobre
escuchó las palabras que Jefté habíale doncellas israelitas a endechar a la hiia veh, quien los entregó en m a n o s de los cuya cabeza n o pasará navaja, pues el
enviado a decir. 2 9 F.l espíritu de Yahveh de Jefté, el galaadita, p o r espacio de filisteos p o r espacio de cuarenta años. niño será nazareo consagrado a D i o s des-
vino sobre Jefté, ouicn, atravesando G a - 2
c u a t r o días en el año. A h o r a bien, había u n h o m b r e de Sorá, de el seno m a t e r n o , y él h a de comenzar
laad y Manases, pasó a Mispá de Galaad, de la familia de los danitas, llamado a salvar a Israel de m a n o s de los filisteos».
6
M a n o a j . Su esposa era estéril y n o tenía L a mujer fue y dijo a su esposo l o
hijos. 3 Y apareciósele el ángel a la mujer siguiente: « U n h o m b r e de D i o s h a ve-
Sedición d e los efrai mitas. Nuevos jueces y le dijo: «Mira, tú eres estéril y no has nido a m í ; su semblante e r a c o m o el de
tenido descendencia; pues bien, conce- un ángel, m u y terrible. N o le h e pregun-
l O l Confabuláronse los hombres de grave contienda c o n los hijos de A m m ó n birás y darás a luz u n hijo. 4 A h o r a , pues, tado de d ó n d e venía n i m e h a revelado
* ^ Efraím, y, pasando a Safón, dijeron y os pedí auxilio, pero n o m e librasteis de guárdate de beber vino o hidromel, y n o su n o m b r e ; 7 pero m e h a d i c h o : H e aquí
a Jefté: sus manos. 3 Viendo, pues, q u e no había a
—¿Por q u é has ido a combatir contra quien me socorriese, m e jugué la vida 4
los hijos de A m m ó n y a nosotros n o nos V pasé contra 1os ammonitas, y Yahveh I ^ HUÍDOS o tránsfugas: ]a frase encerraba un insulto para Jefté y los suyos.
5
has convocado para ir contigo? ¡Hemos los puso en mis manos. ¿Por q u é , pues, * 6 EFRATEO: entiéndase aquí efraimita.
SCHIBBÓLET: palabra cuya inicial schin es una fricativa alveolar sorda similar a la ch francesa,
de pegar fuego a tu casa contigo dentro! os hatéis alzado loy contra m í p a r a que los efraimitas pronunciaban como s silbante ordinaria.
2
Respondióles Jefté: combatirme? 14
CUARENTA... Y TREINTA... SOBRE 70 POLLINOS: siempre el número sagrado.
—Tuvimos yo y mi pueblo entablada •* Luego reunió Jefté a todos los hom»
•SO 4 GUÁRDATE DE BEBER...: el hecho que destaca el texto sagrado era extraordinario entre los
' ^ filisteos, grandes bebedores, como la Biblia pone reiteradamente de relieve y lo confirma la
EN PAZ: e. d., victorioso, felizmente, sano y salvo. arqueología, pues las cráteras de viho y jarros de hidromel o licor filisteos en cerámica de este nom-
bre son frecuentísimos.
Mí VIRGINIDAD: e. d., la desgracia—para una hebrea—de no deja? posteridad.
304 JUECES 13 8 —14 B JUECES 14 1 0 —15 "' 305
que concebirás y parirás un hijo; ahora !* M a s el ángel de Yahveh contestó a t o m ó en su m a n o y prosiguió el camino En tres días n o lograron descifrar el
bien, no bebas vino ni hidromel ni comas M a n o a j : comiendo, y c u a n d o llegó a d o n d e su padre enigma. l s Al séptimo " día dijeron ellos
n a d a impuro, p o r q u e el niño será nazareo — A u n q u e me retuvieses no comería de y su madre, dioles y comieron; mas n o les a la mujer de Sansón: «Persuade a tu
consagrado a Dios desde el seno materno tu manjar; mas si quieres celebrar u n refirió que había raspado la miel del marido que nos declare el enigma; de lo
hasta el día de su muerte». holocausto a Yahveh, ofréceselo. cadáver del león. contrario pegaremos fuego a ti y a la
8 10
M a n o a j invocó a Yahveh y dijo: «Per- Pues no sabía M a n o a j que era u n ángel Luego bajó " su padre en busca de casa de tu padre. ¿Nos habéis invitado
dón, Señor; te ruego que el h o m b r e de de Yahveh. 17 Preguntó aquél a éste: la mujer, y Sansón celebró a allí u n ban- acá ' p a r a despojarnos?» * l6 La mujer d e
Dios que enviaslc venga de nuevo a nos- —¿Cuál es tu nombre, para que c u a n d o q u e t e ; pues así solían hacer los mozos. Sansón púsose a llorar junto a él y ex-
11
otros para que nos indique qué hemos se cumpla tu promesa te honremos? En cuanto ellos le vieron, t o m a r o n a clamó:
18
de hacer con el niño que nazca». 9 D i o s Y el ángel de Yahveh le contestó: treinta compañeros p a r a que estuvieran —¡Sólo m e tienes odio y no me a m a s !
escuchó la súplica de Manoaj, y el ángel —¿A qué viene eso de preguntar m i con él; 1 2 y Sansón díjoles: H a s propuesto un enigma a los hijos de
divino llegó otra vez donde la mujer n o m b r e , siendo él misterioso? —Permitid os p r o p o n g a un enigma; si mi pueblo y n o m e lo has declarado.
19 m e lo declaráis dentro de los siete días
mientras se hallaba sentada en el c a m p o ; T o m ó , pues, M a n o a j el cabrito y la Contestóle:
pero M a n o a j , su esposo, n o estaba con oblación y lo ofreció sobre la peña a del convite y acertáis, os h a b r é de dar — N o se l o h e declarado n i a m i p a d r e
ella. 10 La mujer se apresuró a correr Yahveh, o b r a d o r de m i s t e r i o s e a la vista treinta túnicas y treinta m u d a s de ves- ni a mi madre, ¿y te lo iba a declarar a ti?
p a r a anunciárselo a su marido, y dijole:"' de M a n o a j y su mujer. 2 0 Sucedió, pues, tidos ; * 13 pero si no podéis explicármelo, 17
Ella le estuvo llorando los siete días
« H e aquí que se me ha aparecido el que, al subir de sobre el altar la llama m e habréis de dar vosotros otras tantas que tuvieron convite, y, al séptimo, San-
h o m b r e que vino a mí el otro día», n Y hacia el cielo, el ángel de Yahveh elevóse túnicas y juegos de vestidos de fiesta. són, c o m o le apremiara, se lo explicó; y
M a n o a j se levantó y marchó tras su es- en la llama del altar; y al verlo M a n o a j y Respondiéronle: ella declaró el enigma a los hijos de su
posa, y, llegado al hombre, le p r e g u n t ó : su mujer, cayeron rostro a tierra. 2 1 El — P r o p o n tu enigma p a r a que lo es- pueblo. 1 8 Así, pues, el día séptimo, antes
—¿Eres tú el varón que habló a esta ángel de Yahveh ya no volvió a apare- cuchemos. de que el sol se pusiera, los hombres de la
cerse a M a n o a j y su esposa. Entonces 14 ciudad dijeron a S a n s ó n :
mujer? Entonces les dijo:
— Y o soy—contestó. comprendió que era el ángel de Yahveh, —Del que come salió comida
2 22
l Dijo Manoaj: y dijo M a n o a j a su mujer: y del fuerte salió dulzura.
— C u a n d o se verifique tu promesa », —¡Moriremos de cierto, pues hemos
¿qué n o r m a h a b r á de guardarse con el visto a D i o s ! —¿Qué es m á s dulce que miel | y qué más fuerte que león?
21
niño y qué se ha de hacer? Y contestóle su esposa:
13 Y respondióles:
Respondió el ángel de Yahveh a Ma- — Si Yahveh hubiera querido hacernos
noaj: perecer, no habría aceptado de nuestra —Si n o hubieseis arado con mi novilla,
— D e t o d o lo que dije a la mujer" ha parle holocausto y oblación, ni nos h u - tampoco m e descifraríais el enigma.
de guardarse. 14 N o comerá de nada que biera mostrado todas estas cosas, ni ahora
19
proceda de la vid, ni beberá vino ni nos habría hecho oír cosas semejantes. * E invadióle el espíritu de Yahveh dido en ira, subió a casa de su padre.
24
hidromel, ni comerá n a d a i m p u r o ; t o d o M á s tarde, la mujer dio a luz u n y bajó a Asquelón, m a t ó de ellos a trein- 2 0 Y la mujer de S a n s ó n fue d a d a al com-
cuanto la ordené observará ". hijo, al cual puso por n o m b r e Sansón; ta hombres, cogió sus despojos y entregó pañero del mismo q u e la había servido
15 así los vestidos de fiesta a quienes ha- de amigo del esposo. *
Dijo entonces M a n o a j al ángel de y el niño creció y Yahveh lo bendijo.
25 bían declarado el enigma. Luego, encen-
Yahveh: El espíritu de Yahveh comenzó a ins-
—¡Permite te retengamos y preparemos pirarle en Majané-Dan, entre Sorá y Es-
u n cabrito p a r a servírtelo! taol.
Proezas de Sansón sobre los, filisteos
4
Matrimonio de Sansón con una filistea 1C ' A l cabo de cierto tiempo, en la
* «* época de la siega de los trigos,
Fuese, pues, S a n s ó n y capturó tres-
cientas zorras y, c o g i e n d o unas teas, ató
fue Sansón a visitar a su mujer llevando a aquéllas p o r el r a b o y colocó en medio,
1 A 1 Bajó Sansón a Tímná y vio allí filisteos, quienes p o r aquella época d o -
m i n a b a n en Israel. *
u n cabrito, y dijo: «Voy a llegarme a entre cada dos colas, u n a tea. 5 Luego
*™ a u n a mujer de las hijas de los m i mujer en la c á m a r a » ; m a s el padre
5
Bajó, pues, S a n s ó n b con su p a d r e prendió fuego a las t e a s y soltó [las zo-
filisteos; 2 y c u a n d o subió [a su casal de ésta no le permitió entrar 2 y mani-
y su m a d r e » a Timná, y c u a n d o llegóc rras] p o r las mieses d e los filisteos, de
contóselo a su padre y su madre, y dijo: festó :
a las viñas de Timná, he aquí que u n león suerte que incendió h a c i n a s y mieses,
— H e visto en Timná a u n a mujer de
joven salió rugiendo a su encuentro. 6 E n -
—Pensé, desde luego, que la habías viñas y ' olivos. 6 Y p r e g u n t a r o n los filis-
las hijas de los filisteos; a h o r a bien, to- c o b r a d o decidida aversión y la entregué
tonces invadió a Sansón el espíritu de teos:
m a d l a p a r a mi p o r esposa. a t u compañero de b o d a ; pero ¿acaso
3
Yahveh y lo despedazó c o m o se despeda- —¿Quién h a hecho e s t o ?
Advirtiéronle su padre y su m a d r e : no es su h e r m a n a m e n o r m u c h o más
zaría u n cabrito, sin que tuviera n a d a Se respondió:
— ¿ N o hay entre las hijas de tus pa- hermosa que ella?; ten a bien tomarla —Sansón, el yerno del timnita, p o r
rientes y en I » 1 pueblo ninguna mujer, en la m a n o ; m a s a su padre y su m a d r e en su lugar.
n o refirió lo que había h e c h o ; 7 y bajó haber t o m a d o éste a s u hija y haberla
p a r a que vayas a tomar esposa de entre 3
Sansón le r e s p o n d i ó :
y habló a la mujer, la cual agradó a dado al c o m p a ñ e r o d e aquél.
los incircuncisos filisteos? —Esta vez no habré cargado con nin-
4
Sansón. 8 Al cabo de algún tiempo volvió Entonces subieron l o s filisteos y pren-
M a s Sansón replicó a su p a d r e : guna responsabilidad frente a los filis-
p a r a tomarla p o r esposa, y, apartándose dieron fuego a ella y la casa de " su padre.
— T ó m a m e a ésa, pues m e ha agradado. teos si les causo algún daño. 7
del camino para ver el cadáver del león, Díjoles Sansón:
Su padre y su madre no sabían que
esto venía de Yahveh, pues El trataba de ol servó que había en su cuerpo un en-
que se diese ocasión p o r parte de los jambre de abejas y miel. 9 El la raspó y 12-13 TÚNICAS: otros, «camisas, sábanas...»; hebr. sadin corresponde al griego y latín sindon, pieza
o túnica
15
de lienzo fino. || MUDAS DE VESTIDOS: O vestidos de fiesta.
23 AL SÉPTIMO DÍA : las fiestas de boda duraban siete días.
Ni... MOSTRADO: esto es, dice S. Jerónimo, no nos habría revelado lo por venir. 20
COMPAÑERO: vuelto Sansón a casa de sus padres, pensarían los filisteos vengarse de la furia
4
del joven esposo entregándola a uno de los 30 compañeros (paraninfos en Grecia) de boda, y precisa-
14 SE DIESE OCASIÓN: o motivo de represalias y castigo. mente al amigo íntimo del esposo, jefe de los jóvenes que escoltaban al novio.
30fj JUECES 15 8 — l © 9 JUECES 16 z9-«* 307

—Puesto que obráis así, en verdad os 12


Y le dijeron: subieron a ella siete nervios frescos aún trayendo consigo la plata [prometida].
aseguro que n o h e de parar hasta ha- — H e m o s bajado a prenderte p a r a en- no enjutos y lo ató con ellos. 9 Tenía 19 Ella adormeció a Sansón sobre sus
berme vengado de vosotros. tregarte en m a n o s de los filisteos. ella Rentes en acecho apostadas en la rodillas, llamó al h o m b r e [apostado al
8
Y los batió completamente con gran- Les contestó Sansón: alcoba; y di jóle [a Sansónl: «¡Los filis- efecto] e hizo cortara las siete guedejas
de estrago, y luego bajó y se estableció — J u r a d m e que n o me habéis de eje- teos sobre ti, Sansón!» El r o m p i ó los de la cabeza de aquél. C o n ello comenzó
en la garganta rocosa de Etam. * cutar vosotros mismos. nervios c o m o se r o m p e u n hilo de esto- él a deprimirse e y su fuerza se retiró de
9
Entonces subieron los filisteos y acam- 13
Y respondiéronle diciendo: pa c u a n d o siente el fuego. N o se descu- él. 20 Entonces exclamó ella: «¡Sansón, los
p a r o n en Judá y se extendieron hasta — N o ; te ataremos ciertamente y te brió, pues, [el secreto de] su fuerza. filisteos sobre ti!» Despertó él de su sueño
10
Lejí. >o Preguntaron los hombres de J u d á : entregaremos en su poder, pero m a t a r Entonces dijo Dalila a Sansón: y dijo para sí: «¡Saldré c o m o otras veces
—¿Por qué habéis subido contra nos- no te mataremos. — M i r a , m e has engañado y m e has y me desembarazaré!»; m a s él no sabía
21
otros? Y lo ligaron con dos cordeles nuevos dicho mentiras. Declárame ahora, por que Yahveh habíase retirado de él. Así,
Y contestaron: y lo subieron del roquedal. favor, c ó m o se te puede atar. pues, los filisteos lo apresaron, le saca-
11 ron los ojos, lo bajaron a Gaza, lo ahe-
— H e m o s subido a apresar a Sansón, 14
C u a n d o él llegó a Lejí, los filisteos Contestóle:
p a r a hacer con él lo que él hizo con nos- subieron a su encuentro gritando jubilo- —Si me ligaran bien con siete cordeles rrojaron con cadenas y veíase reducido
otros. samente; mas el espíritu de Yahveh le nuevos, con íos cuales no se haya hecho 2a2 dar vueltas a u n a muela en la cárcel.
11
Y tres mil hombres de J u d á bajaron invadió y los cordeles que tenía a los aún ninguna operación, quedaría debi- Pero el cabello de su cabeza comenzó
a la garganta rocosa de E t a m y dijeron brazos resultaron c o m o hilos de lino que litado y vendría a ser como un h o m b r e a 7crecerle después de haber sido rapado.
a Sansón: se q u e m a n a fuego, de suerte que sus cualquiera. -1 I.os príncipes de los filisteos se re-
12
—¿No sabes que los filisteos imperan ligaduras se deshicieron de sobre sus T o m ó , pues, Dalila cordeles nuevos unieron para ofrecer un gran sacrificio
sobre nosotros? ¿Qué significa esto que m a n o s . 1 5 C o m o encontrase una quijada y lo ató con ellos, y le dijo: «¡Sansón, a Dagón, su dios, y celebrar fiesta, pues
con nosotros has hecho? de asno fresca aún, alargó la m a n o , la los filisteos sobre ti!» En tanto, los ace- dijeron:
Replicóles él: cogió y m a t ó con ella a mil h o m b r e s . chadores estaban apostados en la alcoba.
«Dios ha puesto en nuestras manos |
— C o m o m e trataron a mí, asi les he 16
Y exclamó Sansón: Y él rompió como un hilo las cuerdas
a Sansón, nuestro enemigo».
t r a t a d o yo. de sobre sus lirn/os.
IJ 24
Y dijo entonces Dalila n Sansón: Y cuando el pueblo le vio alabaron
— H a s t a aquí me has engañado y me a su Dios, porque decían:
«Con la quijada de u n asno | bien los he arreadoc;
has dicho mentiras. Declárame con qué «Dios h a puesto en nuestras m a n o s |
con la quijada de un asno | a mil hombres he batido».
se te podría atar. a Sansón ', nuestro enemigo,
17
Respondióle él: al que devastaba nuestro territorio |
Y c u a n d o acabó de hablar, arrojó cavidad rocosa que en forma de] pila —Si tejes las siete guedejas de mi ca- y nos causaba tantas bajas».
la quijada de su m a n o , y denominóse existe en Lejí y brotó de ella agua, que beza con los lizos, ° y los clavas con una
25
aquel lugar Ramat-Lejí ( = altura de la bebió, recobrando así su espíritu y re- clavija [al muro], quedaría debilitado y Y c u a n d o se les alegró el corazón,
quijada). 18 Luego tuvo mucha sed, e in- animándose. Por eso la puso por n o m b r e vendría a ser como un hombre cualquiera. * dijeron: «¡Llamad a Sansón p a r a que
vocó a Yahveh, y exclamó: «Tú mismo En ha-Qorc ( = fuente del que invoca), 14
Adormecióle, pues, ella, tejió las siete nos divierta!» Llamáronle, pues, de la
has concedido p o r medio de tu siervo que existe todavía al presente en Lejí. Ruédelas de la cabezo de i1/ con los li- prisión y h u b o de hacer juegos ante ellos.
20
esta gran victoria, ¿y voy ahora a morir [Sansón] juzgó a Israel, en tiempo zas" y los clavó con la clavija v díjnlc: Y habíanle colocado entre las columnas.
de los filisteos, p o r espacio de veinte 2,1
de sed y caer en m a n o s de los incircun- «¡Sansón, los filisteos sobre ti!» Entonces Sansón, entonces, dijo al lazarillo que
cisos?» '9 Entonces D i o s hendió la [con- años. él despertó de su sueño y arrancó la cla- lo llevaba asido de la m a n o : «Déjame
vija del telar y la urdimbre. " Y no se y haz que t o q u e las columnas sobre las
supo \cl set rete/] de su fuer7.a d . cuales se asienta el edificio p a r a que m e
27
i' Díjole ella: «;.Cómo afirmas: te amo, apoye en ellas». A h o r a bien, la casa
Dalila y la r u i n a d e Sansón cuando tu corazón no está conmigo? Ya estaba llena de h o m b r e s y mujeres y en-
van tres veces que te has burlado de mí, contrábanse allí todos los príncipes de
1 C ' M a r c h ó Sansón a G a z a y vio mujer cuyo n o m b r e era Dalila. 5 Y los sin declararme en qué estriba tu enorme Israel, y sobre la azotea había tres mil
^•" allí a u n a prostituta y llegóse a príncipes de los filisteos subieron a d o n d e fuerza». 16 Sucedió, pues, que, como le hombres y mujeres que contemplaban los
ella. 2 Y se dio noticia * a los de Gaza. ella y dijéronle: «Sedúcelo y observa d ó n - importunase ella con sus palabras todos juegos de Sansón.
28
Sansón entonces in-
Diciendo: «Sansón ha venido acá». En- de estriba su enorme fuerza y cómo le los días y lo atormentase y él se angus- vocó a Yahveh, y exclamó: «Señor mío,
tonces lo cercaron y acecharon t o d o el podríamos vencer y lo ataríamos p a r a tiara hasta desear la muerte, 17
le descu- Yahveh, acuérdate, p o r favor, de mí.
día" en la puerta de la ciudad. Luego reducirlo. N o s o t r o s te daremos cada u n o brió t o d o su corazón y le dijo: « N o ha D a m e fuerza sólo por esta vez, ¡oh Dios!,
se estuvieron toda la noche callados, di- mil cien siclos de plata». 6 Preguntó, pues, pasado navaja p o r mi cabeza, pues soy para que me vengue de los filisteos, t o -
ciendo: «Hasta alborear la m a ñ a n a que Dalila a Sansón: nazareo consagrado a Dios desde el seno m a n d o venganza p o r mis dos ojos».
29
Y
le mataremos». 3 Sansón durmió hasta —Declárame, p o r favor, d ó n d e estri- de mi m a d r e . Si fuere r a p a d o , desapare- palpando Sansón las dos columnas cen-
la media noche, y entonces se levantó, ba t u enorme fuerza y con qué habías cerá de mí mi fuerza y quedaría debili- trales sobre las que estribaba el edificio,
agarró las hojas de la puerta de la ciu- de ser a t a d o p a r a reducirte. tado y vendría a ser c o m o un hombre se apoyó sobre ellas, en la una con la
dad y las dos jambas, las arrancó junta- 7
Respondióle S a n s ó n : cualquiera».* J8D a ]¡la v ' ° 1 u e & ' e ' l a " diestra y en la otra con la izquierda.
mente con la b a r r a y, cargándoselas so- —Si m e ataran con siete nervios fres- bía descubierto todo su corazón y envió
30
Y dijo: «¡Muera yo con los filisteos!»,
bre los h o m b r o s , las subió a la cumbre cos que a ú n no se hubieren secado que- a llamar a los príncipes de los filisteos, a la vez que se estiró con fuerza, y la
del m o n t e que está enfrente de Hebrón. daría debilitado y vendría a ser c o m o diciendo: «Subid esta vez; pues m e h a casa se desplomó sobre los príncipes y
4
M a s sucedió después de esto que se o t r o h o m b r e cualquiera. declarado t o d o su corazón». Los prínci- ¡ t o d o el pueblo que en ella h a b í a ; de
e n a m o r ó en el valle de Soreq de una 8
Entonces los príncipes de los filisteos pes de los filisteos subieron, en efecto, I suerte que los muertos que su m u e r t e
13-14
CLAVIJA: otros, peine de tejedor.
f: 1 7 RAPADO: para los Padres de la Iglesia, la cabellera de Sansón era señal exterior de la fuerza
8
Los BATIÓ COMPLETAMENTE : lit, les hirió pierna sobre muslo, o en pantorrilia y IOITKV
como dicen otros. Es locución proverbial. I ** que Dios le habla prometido mientras la H evara en señal de su consagración a El.
31 7
308 JUECES 1 6 —18 JUECES 1 8 8-22 309
produjo fueron muchos más que los que a enterrar entre Sorá y Estaol, en la otros * en el país, rico de" recursos; y bien, considerad lo qué habéis de ha-
en vida había m a t a d o . * 3 ' Después ba- sepultura de M a n o a j , su padre. El había estaban lejos de los sidonios y sin tener cer». 15 Dirigiéronse, pues, allá y fueron
jaron sus h e r m a n o s y loda su familia juzgado a Israel por espacio de veinte relación con nadiec. 8 Después regresaron a la casa del joven levita, la casa de
paterna, quienes, tomándolo, lo subieron años. a sus hermanos, Sorá y Estaol, y éstos Miká, y le saludaron. 16 Mientras los seis-
les preguntaron: cientos hombres, ceñidos de sus armas
—¿Qué traéis? de guerra, pertenecientes a los hijos de
Idolatría de los danitas 9
Contestaron: D a n , permanecían parados a la entrada
de la puerta. 1 7 Los cinco que habían
n 1
H u b o [por entonces! u n h o m b r e
de la m o n t a ñ a de Efraím, cuyo
n o m b r e era Mikayehu. 2 Y dijo a su
7
H u b o , asimismo, un joven de Belén
de Judá, de la familia de este n o m b r e ,
el cual era levita ° y m o r a b a allí c o m o
—Aprestémonos y subamos contra
ellos, pues hemos visto el país y es muy
bueno. ¿Os estáis inactivos? N o seáis
ido a explorar el país subieron ° y lle-
garon allá, apoderándose de la estatua,
perezosos en partir, m a r c h a n d o a ocu- el efod, los terafim y la imagen fundida,
madre: forastero e . * 8 Partió este h o m b r e de la
ciudad de Belén de J u d á p a r a residir par aquella tierra. * 10 C u a n d o lleguéis, mientras el sacerdote estaba ante la puer-
—Los mil cien s i d o s de plata que te ta de entrada con los seiscientos hombres
donde hallase lugar, y llegó en su pere- entraréis en un pueblo que vive tranquilo
fueron robados, y por los cuales proferiste y el país es espacioso. E n verdad Dios ha armados. 18 Aquéllos, pues, penetraron
maldición, que incluso yo he tenido que grinación a la m o n t a ñ a de Efraím a casa
puesto en vuestras m a n o s u n lugar que en la casa de M i k á y t o m a r o n la esta-
oir..., mira, esa piala está en mi poder, de Miká.
9 no carece de nada de cuanto hay en la tua, el efod, los terafim y la imagen de
yo la hurté *. Preguntóle M i k á : tierra. fundición, y díjoles el sacerdote:
Y exclamo su m a d r e : —¡Bendito seas —¿De dónde vienes?
de Yahveh, hijo mió! Respondió él:
3
Devolvió él los mil cien siclos de —Soy un levita de Belén de Judá, y
plata a su madre, la cual dijo: «Consa- voy a m o r a r donde encuentre sitio.
gro solemnemente por mi m a n o ese dine- 10 Miká le contestó:
ro a Yahveh en favor de mi hijo, para —Quédate conmigo y m e servirás de
hacer u n a estatua fundida». " Ahora, p a d r e y sacerdote; en cambio, te daré
pues, te lo devuelvo ". 4 C u a n d o él h u b o yo diez siclos de plata por a ñ o , u n juego
devuelto el dinero a su madre, t o m ó completo de vestidos y tu sustento.
ésta doscientos siclos de plata y los en- Y fue el levita , u y accedió a habitar
tregó al fundidor, quien hizo de ellos con aquel h o m b r e , para quien fue el
i»na estatua fundida, que quedó en casa muchacho como uno de sus h i j o s . 1 2 M i k á
de Mikayehu. * *•> De esla suerte luvo un consagró al levita, y el joven le sirvió
santuario el tal Miká, y fabricó un efod de sacerdote, y quedóse en la casa de
y terafim y consagró a uno de sus hijos Miká. '•' Entonces dijo M i k á : «Ahora sé
p a r a que le sirviera de sacerdote. <> Por que me ha de favorecer Yahveh, pues
aquellos días no había rey en Israel; tengo a este levita p o r sacerdote».
hacía cada cual lo que bien le parecía.

Los danitas roban el ídolo y conquistan Lais


X
1R *>or a c l u e ü o s a l a s n o naD a
' rey haces en este lugar?, ¿qué tienes tú p o r
A O e n Israel, y por el mismo tiempo aquí?
la tribu de D a n buscábase una posesión 4 Y contestóles:
d o n d e establecerse, pues hasta aquel m o - — M i k á m e h a hecho esto y esto, y
mento no le había tocado heredad algu- me h a t o m a d o a sueldo y le sirvo c o m o
na en medio de las tribus de Israel. sacerdote.
2
Enviaron, pues, los hijos de D a n desde
5
Dijéronle entonces ellos: Semitas prisioneros. (Gressnann, o.c, lám.38 fig.86.)
Sorá y Estaol cinco hombres de su es- —Consulta, p o r favor, a D i o s p a r a que
tirpe, varones esforzados escogidos de sepamos si h a de ser feliz el viaje que 11
Partieron, pues, de allí, de la estirpe —¿Qué estáis haciendo?
entre todos ellos, para que explorasen llevamos. 19
6
de los danitas, de Sorá y Estaol, seis- Contestáronle:
el país y lo reconociesen. Y dijéronles: Respondióles el sacerdote: cientos hombres, ceñidos con armas. 1 2 Y —Calla; p o n la m a n o en tu boca y ven
«Id a examinar el país». Ellos llegaron —Id en p a z ; el viaje que lleváis está subieron y acamparon en Quiryat-Yea- con nosotros y nos servirás de padre y
a la m o n t a ñ a de Efraím, hasta la casa bajo la mirada de Yahveh. rim, en Judá. P o r eso se h a denominado sacerdote. ¿Es mejor p a r a ti ser sacer-
de Miká, y pasaron allí la noche. 3 Mien- 7
Luego partieron los cinco hombres, hasta el día presente a aquel lugar Ma- dote de la casa de u n h o m b r e o serlo
tras estaban cerca de la casa de Miká llegaron a Lais y vieron que el vecinda- jané-Dan ( = c a m p a m e n t o de D a n ) ; y de u n a tribu y u n a estirpe en Israel?
reconocieron la voz del joven levita, y, rio habitaba confiado, a usanza de los está detrás de Quiryat-Yearim. 1 3 D e allí 20
Alegróse el corazón de! sacerdote y,
llegándose allá, le dijeron: sidonios, tranquilo y despreocupado, • sin pasaron a la m o n t a ñ a de Efraím y lle- t o m a n d o el efod, los terafim y la imagen,
—¿Quién te h a traido por aquí?, ¿qué que nadie hiciese n a d a que ofendiese a garon hasta casa de Miká. fuese con aquéllos. 2 l Luego dieron la
14
3 Entonces, los cinco hombres que ha- vuelta y partieron, habiendo puesto de-
° MUERA YO ...: no fue suicidio este acto de Sansón, sino lícita venganza de su honor ultrajado bían ido a explorar la tierra de Lais lante de sí las mujeres y los niños, el
y de las injurias hechas a su religión y pueblo. dijeron a sus h e r m a n o s : «¿Sabéis que g a n a d o y lo más precioso ".
4 22
FUNDIDOR: otros, «batihoja» u «orfebre*. en estas casas hay u n efod, terafim y C u a n d o ya estaban lejos de la casa
17 4-5
SANTUARIO: lit. casa de Dios o capilla privada. Al verter el pasaje procuramos ajusfar- u n a estatua y escultura fundida? A h o r a de M i k á , los h o m b r e s ' que vivían en
nos 7a H; suele preferirse corregirlo. || EFOD: cf. Ex 28,6-12- II TERAFIM: cf. Gen 31,1.
Este episodio corresponde a tiempos posteriores a Josué y tiende a mostrarnos el carácter de Q 9
APRESTÉMONOS : cf. la profecía de Jacob en Gen 49 sobre Dan. |[ BUENO : V añade «la tie-
esa época y cómo, disminuido el fervor de Israel, entró en la idolatría. rra es muy rica y fértil... no lo aplacéis. ¡Vamos, poseámosla! No costará trabajo».
310 JUECES 18 2 3 —1& 1 * JUECES 19 ia
—20 1 2 311
las casas contiguas a la de M i k á fueron tenía, y cayeron sobre Lais, u n pueblo a Belén de Judá y me dirijo a mi casa ', 25
M a s aquellos hombres no quisieron
convocados y persiguieron a los hijos tranquilo y confiado, y lo pasaron a filo y no hay nadie que quiera acogerme en escucharle. Entonces el huésped t o m ó a
de D a n . 2 3 Dieron voces a éstos, quienes, de espada, pegando además fuego a la su domicilio. 1 9 Tenemos paja c o m o fo- su concubina y sacóla fuera, donde ellos,
volviendo el rostro, dijeron a M i k á : ciudad. 2 8 N o h u b o quien la librara, pues rraje para nuestros asnos, y también p a n que la conocieron, abusaron de ella t o d a
—¿Qué te pasa, que has juntado gente? se hallaba muy lejos de Sidón y n o tenía y vino para mí, tu servidora y el criado que la noche hasta la m a ñ a n a , y al rayar el
24
Contestó: relación con n a d i e " ; y estaba en el valle viene con tu servidor ' ; n o nos falta nada. alba la despidieron. 2 6 Al a p u n t a r la ma-
— M i dios, que había yo hecho, m e de Bet-rejobot. Luego reconstruyeron la 20
Dijo entonces el viejo: ñ a n a llegó la mujer y cayó tendida a la
habéis quitado, así c o m o el sacerdote, y ciudad y habitaron en ella. 29 Denomina- —¡La paz sea contigo!-Yo m e encargo puerta de la casa del h o m b r e donde estaba
os marcháis; ¿qué más tengo?; ¿cómo, r o n a la ciudad D a n , del nombre de D a n , de cuanto necesites; pero no has de pasar su marido, hasta que fue de día. 2 7 P o r la
pues, me decís: qué te pasa? padre de ellos e hijo de Israel; pero pri- la noche en la plaza. m a ñ a n a levantóse su m a r i d o , abrió la
25
Replicáronle los hijos de D a n : meramente el n o m b r e de la ciudad fue 21
Así, pues, le llevó a su casa, echó puerta de la casa y salió para proseguir
—¡No hagas oir tu voz entre nosotros, Lais. 30 Los danitas se erigieron la escul- pienso a los asnos, luego laváronse los su viaje, y he aquí que su concubina yacía
n o sea que algunos hombres irascibles tura de Miká, y Jonatás, hijo de Guer- pies y comieron y bebieron. tendida a la puerta de la casa con las m a -
os acometan y pierdas tu vida y la vida som, hijo de Manases, así él c o m o sus 22
Hallábanse refocilando su corazón, nos sobre el umbral. 2 8 Díjole él: «¡Le-
de tu familia! hijos, fueron sacerdotes de la tribu de c u a n d o he aquí que los hombres de la vántate y vamos!», mas nadie le respondió.
26
Los danitas prosiguieron su camino, D a n hasta el día del cautiverio del país. ciudad, gente endiablada, cercaron la casa, El h o m b r e cargóla sobre el asno y fue y
31
y, viendo M i k á que ellos eran más fuer- Así, pues, tuvieron erigida la imagen llamaron violentamente a la puerta y se partió a su pueblo. * 2 9 Llegado a su casa,
tes, dio la vuelta y regresó a su casa. que Miká había hecho cuanto tiempo es- dirigieron al anciano dueño de la casa, cogió un cuchillo, y, asiendo a su concu-
27
Cogiéronse, pues, [los danitas] lo que tuvo la casa de Dios en Silo. diciendo: bina, la desmembró en doce partes, que
M i k á había fabricado y al sacerdote que —¡Saca al h o m b r e que h a entrado en envió p o r t o d o el término de Israel. ' Y a
tu casa, p a r a que lo conozcamos! los emisarios que mandó dio la orden si-
23
El dueño de la casa salió a ellos y guiente: «Así diréis a todo israelita: ¿Ha
Crimen d e G u i b á y g u e r r a c o n t r a Benjamín les dijo: acaecido cosa como esta desde el día en
—¡No, mis hermanos, por favor, no que los hijos de Israel subieron del país de
l obréis m a l ; puesto que esle hombre ha Egipto hasta hoy? ¡ Reflexionad sobre ello,
1 Q Acaeció por aquellos días que no tu domicilio». 10 Pero el h o m b r e n o quiso entrado en mi casa, no cometáis esa in- tomad consejo y decid!» ' 3 0 Y t o d o el que
* " habia rey en Israel, y un levita pasar allí la n o c h e ; y se levantó, partió famia! * 2 4 Ahí está mi hija, que es don- lo veia exclamaba: « N o h a acaecido ni
que m o r a b a en la parte extrema de la v llegó hasta enfrente de Yebús, o sea, cella, g y la concubina de é l g ; permitid- se h a visto cosa semejante desde el día
m o n t a ñ a de Efraím t o m ó p a r a sí una Jerusalén, a c o m p a ñ a d o de sus dos asnos me las h saque; podéis violarlas " y haced que los israelitas subieron de tierra de
mujer concubina de Belén de Judá. 2 Su aparejados y de su concubina. con ellas * lo que mejor os parezca; pero Egipto hasta ahora. ¡Reflexionad sobre
concubina le fue infiel • y se marchó de 11 C u a n d o llegaba j u n t o a Yebús, el a este h o m b r e n a d a hagáis de semejante ello, t o m a d consejo y hablad!»
su lado a casa de su padre, a Belén de día estaba muy avanzado, y dijo el cria- infamia.
Judá, donde permaneció algún tiempo: do a su señor:
cuatro meses. 3 Su marido fue y marchó —¡Vamos, dirijámonos a esta ciudad
tras ella con objeto de hablarla al cora- de los yebuseos y pernoctemos en ella!
zón para hacerla volver, t o m a n d o consi- 12
M a s replicó su señor: Las tribus israelitas castigan a' Benjamín
go a su criado y un par de asnos. Llega- — N o nos h e m o s de dirigir a u n a ciu-
do* & casa del padre de la muchacha, éste, dad de gente extraña, que n o figura entre O A l Salieron, pues, todos los israeli- envié por todo el territorio de la heredad
c u a n d o lo vio, acogióle con alegría. 4 Su los hijos de Israel, m a s pasaremos de ^ " tas y se congregó la asamblea c o m o de Israel, ya que h a n cometido un crimen
suegro, padre de la joven, lo retuvo, y largo hasta Guibá. u n solo h o m b r e , desde D a n hasta Bersa- atroz y u n a infamia en Israel. 7 A q u í estáis
comieron y bebieron y pasaron allí la 13
Dijo asimismo a su c r i a d o : bee y el país de Galaad, junto a Yahveh, todos vosotros, israelitas; ¡tomad aquí en-
noche c . 5 Al cuarto día se levantaron de —¡Vamos, lleguemos a u n o de aque- en Mispá. * 2 Los jefes del pueblo entero tre vosotros resolución y consejo!»
mañana, mas él se dispuso a partir; y llos lugares y pernoctemos en G u i b á o y * todas las tribus de Israel se presenta- 8 Entonces t o d o el pueblo se levantó
el padre de la muchacha dijo a su yerno: Rama! ron a la asamblea del pueblo de D i o s en c o m o u n solo h o m b r e , diciendo: «¡No
«Reconfórtate t o m a n d o un bocado, y des- 14
Pasaron, pues, de largo y prosiguie- n ú m e r o de cuatrocientos mil hombres de hemos de tornar nadie a nuestra tienda
pués marcharás». 6 Sentáronse, pues, y ron el viaje y púsoseles el sol junto a a pie armados de espada. 3 Los benjami- ni irnos a nuestra casa! 9 A h o r a , pues,
comieron y bebieron los dos juntos. Lue- G u i b á de Benjamín. 15 Allí dejaron el nitas tuvieron noticia de que los hijos de esto es lo que h e m o s de hacer a G u i b á :
go el padre de la muchacha dijo al h o m - camino para entrar a pernoctar en Gui- Israel habían subido a Mispá y dijeron ¡Subiremos " contra ella p o r sorteo! 10 T o -
bre: «¡Dígnate, p o r favor, pasar aquí la bá. [El levita] entró y tuvo que instalarse los israelitas: «¡Hablad! ¿Cómo ha sido maremos de cada u n a de las tribus de
noche y alégrese tu corazón!» 1 El h o m - en la plaza de la ciudad, pues no h u b o ese delito?» 4 Y t o m a n d o la palabra el Israel diez hombres p o r cada cien, cien
bre levantóse para marchar, pero su sue- quien los acogiera en casa para pasar levita, marido de la mujer muerta, dijo: p o r cada mil y mil p o r cada diez mil, con
gro le porfió y quedóse a pernoctar allí. la noche. 16 M a s he aquí que un viejo «Llegué con mi concubina a Guibá de objeto de ir a buscar víveres para el ejér-
8
Al quinto día m a d r u g ó mucho para venia, a la tarde, de sus faenas del cam- Benjamín p a r a pernoctar, 5 y se alzaron cito, a fin de que vaya a tratar a G u i b á
emprender la marcha, mas el padre de po, y era el h o m b r e de la m o n t a ñ a de contra mí los ciudadanos de Guibá, ro- de Benjamín c o m o lo merece la villanía
la muchacha dijo: «¡Repara las fuerzas, Efraím, a u n q u e m o r a b a c o m o inmigrante dearon hostilmente la casa de noche con que ha hecho en Israel». n Reuniéronse,
p o r favor, y aguarda hasla que decline en Guibá, mientras la gente del lugar intención de matarme, y abusaron de mi pues, todos los israelitas contra dicha ciu-
el día!» Y comieron ambos. 9 C u a n d o el era benjaminita. 1 7 Alzó, pues, él los ojos, concubina de forma tal que murió. 6 Y o dad, unidos c o m o u n solo hombre. 1 2 L a s
h o m b r e se levantó p a r a marchar, él, su y, viendo al viajero en la plaza de la ciu- cogí m i concubina, hícela pedazos y los tribus de Israel enviaron gente p o r la tribu
concubina y su criado, di jóle su suegro, dad, dijo el a n c i a n o :
p a d r e de la m u c h a c h a : «¡Mira, por fa- —¿Adonde vas y de d ó n d e vienes? 23
HA ENTRADO EN MI CASA: los derechos de hospitalidad son en Oriente sagrados.
vor!, el día declina a punto dé anoche-
cer "; pernocta aquí y alegra tu c o r a z ó n ;
18 Contestóle el levita:
— E s t a m o s de paso de Belén de Judá
19 28
DÍJOLE: pensando que ella descansaba, como agrega V.
m a ñ a n a os levantaréis t e m p r a n o p a r a hacia el extremo posterior de la mon- 1
DESDE DAN HASTA BERSABEE : son los extremos de norte y sur de Palestina, respectivamen-
p o n e r o s de camino y puedes llegar a taña de Efraím, de d o n d e yo soy; he ido 20 te. Equivale, pues, a decir: todo Israel, de un cabo al. otro.
312 JUECES 20 1 M S JUECES 2 0 " — 2 1 2 1 313
entera de Benjamín, diciendo: «¿Qué sig- entonces), diciendo: «¿Debo subir de nue-
nifica esta gran maldad que se h a cometi- vo a la guerra con los hijos de Benjamín, destruían, cogiéndolos en medio. 4 3 D e el total de los caídos de Benjamín en
esta suerte envolvieron a los benjaminitas, aquel día veinticinco mil armados de es-
do entre vosotros? I3 Ahora, pues, entre- mi hermano, o debo cejar?» Y Yahveh
los persiguieron, hollándolos sin" descan- p a d a , t o d o s ellos h o m b r e s valientes.
gad a los malvados de G u i b á p a r a que contestó: «Subid, porque m a ñ a n a los en» 47
so hasta enfrente de Guibá, por la parte Seiscientos hombres que habían vuelto
los matemos y se extirpe de Israel la mal- tregaré en tus manos».
dad». Mas no quisieron los benjaminitas 29
Israel puso emboscadas en torno a oriente. 4 4 Cayeron de Benjamín dieciocho la espalda y huido al desierto hacia la
mil hombres, todos ellos hombres vale- peña de R i m m ó n , permanecieron en di-
escuchar la voz de sus hermanos, los is- G u i b á . 3 0 Y los israelitas subieron al tercer
rosos. 4 5 Entonces los otros benjaminitas cha peña cuatro meses. 4 8 Luego los israe-
raelitas; l 4 a n l e s bien congregáronse de día contra los hijos de Benjamín y dispu-
volvieron la espalda y huyeron hacia el litas se volvieron contra los hijos de Ben-
las ciudades en Ciuibá para subir a gue- siéronse en orden de batalla contra G u i b á
desierto, en dirección a la peña de Rím- jamín y pasaron a filo de espada a cuantos
rrear con los hijos de Israel. 15 Aquel día c o m o otras veces. 31 Los benjaminitas sa-
món, y [los de Israel] hicieron en las cal- quedaban de la ciudad ', así hombres como
hízose el censo de los benjaminitas de las lieron al encuentro del pueblo, dejándose
zadas rebusco de cinco mil hombres y ganados y todo lo que se hallaba; pegando
ciudades, resullando veintiséis 0 mil h o m - incomunicar con la ciudad; ellos comen-
persiguiéronles de cerca hasta G u i d o m , fuego además a cuantas ciudades encon-
bres armados de espada, fuera de los ha- zaron a causar algunos muertos de entre
bitantes de Guibá ". 16 Entre t o d a esta el pueblo israelita, como las veces ante- causándoles dos mil bajas. 4 6 Fue, pues, t r a b a n al paso.
gente había setecientos h o m b r e s escogi- riores, por las calzadas, u n a de las cuales
dos y zurdos, leídos los cuales eran capa- sube a Bet-EI y la otra a G u i b á p o r el
ces de tirar con la honda una piedra a u n campo, ocasionando unas treinta bajas Restauración de la tribu de Benjamín
cabello sin que marraran. i 7 H e c h o tam- israelitas. 3 2 Y los benjaminitas se dijeron:
n i i Los israelitas habían hecho jura- conocido ayuntamiento de varón, lo ex-
bién el censo de los hijos de Israel, sin «Están derrotados ante nosotros c o m o an-
" ^ m e n t ó en Mispá, diciendo: «Nin- terminaréis, b mas a las doncellas conser-
contar los benjaminilas, resultaron cua- teriormente»; pero los israelitas h a b í a n vareis la vida. Y así lo hicieron b; i 2 resul-
guno de nosotros h a de dar su hija a los
trocientos mil hombres diestros en mane- d i c h o : « H u y a m o s p a r a alejarlos de la ciu- benjaminitas por esposa». 2 Y el pueblo t a n d o que hallaron, entre los m o r a d o r e s
jar la espada, todos ellos gente de guerra. dad hacia las calzadas». 33 En consecuen- vino a Bet-EI, donde permaneció ante de Yabés de Galaad, cuatrocientas don-
18
Fueron, pues, los israelitas y subie- cia, todos los israelitas a b a n d o n a r o n su Dios hasta la tarde, y, alzando la voz, cellas que no habían conocido varón por
ron a Bet-EI, donde consultaron a D i o s puesto y se dispusieron en orden de ba- prorrumpieron en gran llanto. 3 Y excla- ayuntamiento carnal, a las cuales lleva-
y dijeron: talla en Baal-Tamar, y la emboscada de m a r o n : «¿Por qué, ¡oh Yahveh!, Dios de ron al c a m p a m e n t o de Silo, situado en
—¿Quién de nosotros subirá primero a Israel lanzóse fuera de su posición desde Israel, ha sucedido esto en Israel, que se tierra de Canaán. ' 3 La asamblea entera
combatir con los hijos de Benjamín? el descampado de * Gueba. 3 4 Y llegaron eche hoy de menos en él u n a tribu?» 4 Al envió emisarios para que parlamentaran
Y contestó Yahveh: frente a Guibá diez mil hombres escogidos día siguiente m a d r u g ó el pueblo y cons- con los hijos de Benjamín que se hallaban
—Primero Judá. • de lodo Israel, y la batalla hízose m u y truyeron allí u n altar y ofrecieron holo- en la peña de R i m m ó n y les invitasen a
i ' Por la m a ñ a n a levantáronse los hijos recia; mas [los de Benjamín] n o se d a b a n caustos y víctimas pacíficas. 5 Y dijeron firmar paces. 14 Los benjaminitas volvie-
de Israel y acamparon contra Guibá. cuenta del d a ñ o que se les venía encima. los israelitas: «¿Quién es el que de cual- ron, en efecto, aquel día y diéronles las
20 35
Luego salieron a combatir contra Ben- Y Yahveh derrotó a Benjamín ante Is- quiera de las tribus de Israel no subió a mujeres supervivientes de Yabés de G a -
jamín, y los israelitas se prepararon con rael, y los israelitas m a t a r o n aquel día a la asamblea ante Yahveh?» P o r q u e se ha- laad; pero no h u b o bastantes p a r a ellos
ellos en orden de batalla hacia Guibá. veinticinco mil cien hombres, t o d o s ellos bía hecho juramento solemne respecto a así.
21
Los benjaminitas salieron de Guibá, y a r m a d o s de espada. 3<s Los benjaminitas quien no hubiera'subido ante Yahveh, en 15
El pueblo se compadeció de Benja-
aquel día dejaron muertos en tierra vein- vieron que estaban derrotados, y los is- Mispá, diciendo: «Será muerto sin remi-
mín, pues Yahveh había producido u n a
tidós mil hombres de Israel. 2 2 Sin em- raelitas cedieron terreno a Benjamín, pues sión». 6 Y, dolidos los israelitas de lo he-
brecha en las tribus de Israel; l<> y los an-
bargo, el ejército israelita se rehizo y vol- confiaron en la emboscada que habían cho con Benjamín, su hermano, decían:
cianos de la comunidad dijeron: «¿Qué
vió a disponerse en orden de batalla en tendido junto a G u i b á . 3 7 Los emboscados «Hoy h a sido cercenada de Israel una
haremos p a r a proporcionar esposas a los
el mismo sitio donde se ordenaron el se apresuraron a acometer a G u i b á y, tribu. 7 ¿Qué haremos " con los que h a n
que quedan?», por cuanto las mujeres ha-
primer día; 2 3 pues los israelitas habían desplegándose, pasaron a t o d a la ciudad quedado en lo que toca a esposas, pues
b í a n s i d o e x t e r m i n a d a s de B e n j a m í n .
subido a Bet-EI'', llorado ante Yahveh a filo de espada. 3 8 Los israelitas tenían que nosotros hemos jurado p o r Yahveh
17 «[Debe conservarse] a Benjamín la p o -
convenida con los de la e m b o s c a d a ' la no darles nuestras hijas p o r mujeres?»
hasta la tarde y consultado al Señor, di- 8 sesión de lo s a l v a d o c p a r a que n o se
ciendo : «¿Debo volverme a acercar a com- señal de que hiciesen éstos subir de la ciu- Dijeron asimismo: «¿Quién de entre las
extinga de Israel una tribu; * 18 pero nos-
batir con los hijos de B e n j a m í n ' , mi dad u n a gran h u m a r e d a . 3 9 A h o r a bien, tribus de Israel no subió ante Yahveh en
otros no podemos darles esposas de entre
hermano?», y Yahveh había respondido: c u a n d o los israelitas volvieron la espalda Mispá?» Y hete aquí que ninguno de Ya-
nuestras hijas, p o r q u e los israelitas hemos
«Subid contra él». 2 4 Así, pues, los israe- en el combate y los de Benjamín c o m e n - bés de Galaad había ido al campamento,
hecho juramento, diciendo: ¡Maldito
a la asamblea. 9 Efectivamente, pasada re-
litas dirigiéronse contra los hijos de Ben- zaron a causar algunas bajas entre l o s quien dé u n a mujer a Benjamín!» 1 9 M a s
vista al pueblo, he aquí que allí no había
jamín ' el segundo día, 2 5 y los benjami- hombres de Israel, m a t a n d o a unos trein- dijeron luego: «He aquí que está inmedia-
ninguno de los habitantes de Yabés de
nitas, saliendo a su encuentro desde Gui- ta hombres, pensaron: «De seguro e s t á n ta la fiesta anual de Yahveh en Silo, em-
Galaad.
bá el día segundo, tendieron en el suelo derrotados ante nosotros c o m o en el p r i - plazado al norte de Bet-EI, al oriente de
de entre los hijos de Israel a dieciocho mer combate». 4<> M a s entonces empezó a i" Entonces la asamblea envió allá doce
la calzada que sube de Bet- El hacia Sikem,
mil hombres más, todos ellos armados de subir de la ciudad la colunma de h u m o , y al sur de Leboná». 2 0 Y dieron orden a
mil hombres de entre los m á s valientes
espada, 26 Entonces todos los israelitas ! , y c o m o volviesen la cara atrás los ben- y les m a n d ó lo siguiente: «Id y pasad a
los benjaminitas, diciendo: «Id y preparar
el pueblo entero, subieron y vinieron a jaminitas, he aquí que [el h u m o de] la u n a emboscada en las viñas. 2 i Estad aler-
filo de espada a los habitantes de Yabés
Bet-EI, donde lloraron, permanecieron an- ciudad entera subía al cielo. 4 ' Los israe- de Galaad, incluso mujeres y niños. *
ta, y c u a n d o las hijas de Silo hayan salido
te Yahveh, ayunaron aquel día hasta la litas entonces dieron media vuelta, mien- p a r a danzar en corro, salid de improviso
n Pero esto es lo que habéis de hacer: de las viñas, ráptese cada u n o su respecti-
tarde y ofrecieron ante Yahveh holocaus- tras los benjaminitas fueron presa de h o - A t o d o varón y a t o d a mujer que haya
t o s y víctimas pacíficas. 2 7 Asimismo, los rror, pues vieron que la desgracia llegá-
hijos de Israel consultaron a Yahveh (pues bales ya. 4 2 Volvieron, pues, la espalda
p o r aquellos días estaba allí el arca de ante los israelitas, dirigiéndose hacia el 10
D i o s , 2 8 y Pinejás, hijo de Elazar, hijo de camino del desierto; m a s el combate los Ol PASAD...: negarse a concurrir a una asamblea general se tenía por crimen de lesa patria.
A a r ó n , prestaba su servicio ante ella por alcanzó y los que salían de la c i u d a d ' los ** ' 1 7 LA POSESIÓN DE LO SALVADO: O lo que resta; no es seguro el sentido del pasaje, que mu-
chos modifican (v. nota critica). Otros interpretan; «Este es el último resto de B,; ciertamente no
puede «er exterminada..,»
314 JUECES 2 1 2 2 - 2 S JUECES 815

v a m u j e r d e e n t r e las hijas d e Silo y ro, d e las d a n z a r i n a s q u e h a b í a n r a p t a d o ; tunado)] ( 'así H fadam); Kit 1 «c G ^ S y m U S " Aram», Siria] d «y ellos enviaron (a los cinco h . >
m a r c h a d al p a í s d e Benjamín. 2 2 C u a n d o luego partieron y regresaron a su heredad 1 Kit] e así H (cf V); Kit 1 la servidumbre] f G Miká y loa h.
v e n g a n sus padres o h e r m a n o s a quere- y reedificaron las c i u d a d e s y h a b i t a r o n C A P . I O : R Kit «I c G ^ L U V p r b y se irritó (contra él)»] b (y llegó) c G a l S & ..; tí y lo llevó («y
l l a r s e contra vosotros ", les diremos e : S e d - e n ellas. le movió a venir» algs)] ° Kit c G m s s L : pernoctó] d H a d d : pernocta, he aquí que declina eí día,
24 doble lección q u e di c Kit (cf V)] e así c Kit (cf 29); H a la casa de Yahveh, quizá defendible, inter-
n o s b e n i g n o s p a r a c o n e l l o s , p o r q u e e n la T a m b i é n l o s i s r a e l i t a s se f u e r o n e n - pretando a la buena de Dios, como árabe «a bab Allah»] ¡ c mlt mss V S T t ) p r ; H plur] 8 _ g «di» Kit]
g u e r r a n o le l i e m o s t o r n a d o u n a m u j e r t o n c e s d e allí c a d a u n o a s u t r i b u y s u b
K i t l sing] l " 1 ins c Kit (cf G a . . . ) ,
p a r a c a d a u n o . Un v e r d a d , v o s o t r o s n o f a m i l i a , p a r t i e n d o d e allí c a d a u n o p a r a G A P . 20: a ins c G a V] b ins c G ] c algs c G a l S h V . . . (cf Kit): veinticinco] d H add se empadro-
se l a s h a b é i s d a d o , p u e s e n t o n c e s h a b r í a i s su h e r e d a d . 25 Por a q u e l l o s días n o h a b í a naron setecientos hombres escogidos; pero cf Kit (y GSV)] ° ins c vers, cf 18,26] f Kit di los hijos
i n c u r r i d o ei\ c u l p a » . * rey e n Israel; cada u n o o b r a b a c o m o m e - de] B H a d d y] h descampado H ; «1? c G a ] S l l V... al occidente de» (Kit)] l H a d d espada; «dLcSVs Kit]
1
23 L o s h i j o s d e B e n j a m í n h i c i é r o n l o a s í j o r le p a r e c í a . H pliífj h así quizá c Kit, o verter a cada parada; otros c Gb... «desde Nojá» etc] ' H sólo
dice de la ciudad; Kit p r p d i ; cf V.
y t o m a r o n e s p o s a , c o n arreglo a su n ú m e -
C A P . 2 1 : a H add a (respecto a) ellos; «di c G a » Kit] ^ ins c G1' (cf V)] c Kit 1 c G m a a cómo
sobrevivirá (lo q u e a Benj. q u e d ó a salvo)] ü c G S h V ; H a nosotros] e Kit diréis.
22
Es pasaje difícil por el estado actual d e H . Creemos haber interpretado el texto correcta-
mente. Otros vicilcn; «Perdonadles de haber tomado (cf. mss. G) cada uno su mujer como en la
guerra...», etc.

NOTAS CRITICAS

CAP. I: « a » / c ( J V . . . W J < W I . Í . I S ) ; Helia le] " asi e j o s ; H d] »as/ c K i t ; H de Q.; C+""...


Jobab el Q., cf 4,1 ll * 11 drelVllo de ,/mí.l; pero cf. Kit que 1 des. de Aiad\ • así c Kit (cf G»»«L'K);
H y fue y se establead crin el ¡niebla] ' ins c 2 ( mRs; cf Jos 15,(13 G T V ] " otros, como Kit, 1 c Jos Judá]
h
así p r b c Jos 19,20 (cf Kit); 11 Ailab] ' ins c G (cf Jos IQ.47)I J así c Kit (cf); H amoneos.
C A P . 2: • algs 1 c G <¡i Het-Iil cerca de la casa de Israel» (cf Kit)] » así c V a r G L V . ..¡Halos
costados] c ca 8mss Tos 10,50 y 24,30 VS T.-Séraj] •' G L ' (cf V) estuvieron] a así c Kit (cf V); H sing.
C A P . 3 : " K i t I hitlitas; cf Jos 11,3! " a s í c G V ; H plur.
C A P . 4 : a así o Saanayim c K (cf Kit), QSaanannim.
C A P . 5 : * Kit 1 c T se inclinaron] b c G T S ; H fluyeron] " así G L ' V ; H surgí] " SAr tus cauti-
vadores] o c Kit; H bajed) el resto] ' a s í c G b n , cf 2 3 ; H mi] ' c Kit... (cf V ) ; H ti] » c Kit; H tus]
1
c T (GVS); H en] 1 así c muchos críticos; otros: «y-Nef. con Bar.», Kit xy cual Issacar así B . t ; H e
fs. así B . ] ü c v i 6 ] ' H add por qué, que di c 2mss V T A r ] m Kit y otros 1 c T y mi ó] n c SV (una
sapientior); H plur] ° c Kit; otros «para mi o su cuello*; H (cuellos de botín)] p así c SV; H le.
C A P . 6 : a H add subían, que o m c SV (cf Kit).
C A P . 7: a _ a así c muchos críticos (cf Kit); H «cogieron la provisión las gentes en su manos] b H y
cayó] c _ c a d d (Kit)] u - 11 Kit'prcjpune 1 : y en la diestra la espada, gritaron: «¡Por Yahveh y por Ge-
deónb] e así c G b L ' ( V ) ; H y en todo] ' algs 1 c 20mss Seredd; cf K i t al pie de; otros «a partir de»,
más lit «por (la parte de)».
C A P . 8: a tras fatigados, algs c Kit «1 c G^L'S 11 » y hambrientos] b lit uno (y así V T ) ; «frt di»
Kit] e Kit 1 c G b 4 m a B : (como de hombre) es tu fuerza.
C A P . 9 : " a s ! p r b ; H Mussab] b c G b ; H que conmigo (o en mí)] c c G m 8 s V ; H Ebed] ú-ú así H ,
c r r p ; p r p s «el hijo d e Yer. y su p r e f e c t o Z e b . ¿no sirvieron a los h o m b r e s de Jamor...?»; Kit cree
p r b 1... «¿serviránle los hotnb. de J...?» o c G m B S «que sirva él a los h o m b . de J...»] e c G ; H él dijo
(díiose?)] f a s ( H , pero Kit, c Moore y Budde, «1 frt» a Arumd] 8 así H ; Kit 1 c G m 8 s se volvió a]
1 c ' Q m i » y . j i |„ s c u e r ¡ „ , j ] 1 así (su hacha) p r b c G s l S"L(S); H las hachas.
C A P . 10: a ins c 6mss ( j a L 1 V ] b a s í c G a l L 1 S V . . . ; H ríe losegip.,de los amorr., de los hiiosdeA.,
de losfil] " Madidn c G ; H Maón; V c G m s s SymS 1 1 Canaán.
C A P . I I : ' Kit cree prb 1 Moab aquí y en 13,14,27,28,30, y 31] b c C ' ^ L ' V ; H a ellas] c c
G a l L 1 S"Aeth N ú m 20,2f, H no se fió de Isr.] " c G b n V . . . , cf 3 3 ; H Aror] « c Seb G» 1 ...; H el]
' asi p r b (cf Kit); H baje.
C A P . 12: a a s í G a l SS"; H no tú (me ayudabas)] b c GLHVS), H las ciudades de.
C A P . I 3 : a mlt mss G S V L 1 ; H plur] "- " H trae todos estos verbos en 3"p.s.f.; Kit 1 c G 3 a p .
s.m.] c c G a l + m a a S b L U V ; H y acaeció algo prodigioso.
C A P . 14: a a s í G ' S ; H mí] """ «di?» Kit] « c Kit (cf); H llegaron] " - " Kit prefiere: Sansón en
busca de s. m. y celebraron] e Kit: «1 c G b a L ' S cuatro en v 14 seis; imss m u y antig. en 14 siete)?]
1
así c 5mss (cf T ; V ad nuptias); H acaso no.
C A P . 15: a ins c T ; cf G V ] b ins c ca somss G a i S h S...] c así quizá (cf GS); otros desollé por
completo; H un asno, dos asnos; cf V «(con la quij. de) un borríquillo de asnas los borré».
C A P . 16: a ins c G ] b Kit c contexto; H la noche] '-' ins c Kit (cf C - ' L ' S 1 1 ] "-<' ins c G " . . . ]
e
c ff'S1...; H com. eiía a debilitarle] ' ins c Kit.
C A P . 17: a prps trsp aquí b " b de v 3 ; otros corrig H de diverso modo (cf Lagrange)] c " c prps
varias correces a H ] d Kit l c L 1 apremió al levita, otros «pernoctó el lev.».
Qfg, 1$; *"» K i t 1 5, q. faltase de nada] " rjuiíá así c K i t : cf G V ; H heredero de! poder (9 sfot"
RUT 1 '"2<l 317

Elimélek en Moab. Fidelidad de su nuera Rut


1
Sucedió, pues, por los días en que réis venir conmigo? ¿Tengo yo aún hijos
I gobernaban los jueces, que hubo en mis entrañas que puedan llegar a ser
hambre en el país, y partió de Belén de vuestros maridos? 12 ¡Volveos, hijas mías,
Judá un hombre a morar como huésped andad, pues yo soy muy vieja para tomar
en la campiña de Moab, él, su mujer y marido! Aunque yo dijere: [Todavía] ten-
sus dos hijos. 2 El nombre de tal individuo go esperanzas, e incluso esta noche 13tuviera
era Elimélek; el de su esposa, Noemí, y el ya esposo y hasta diera a luz hijos, ¿aca-
R U T de sus dos hijos, Majlón y Kilyón, [todos] so los habíais de esperar hasta que fuesen
efrateos, de Belén de Judá; los cuales mayores? ¿Os retraeríais por ellos sin
llegaron a los campos de Moab y se tomar marido? No, hijas mías; pues soy
establecieron allí. 3 Y murió Elimélek, ma- demasiado desventurada para vosotras,
rido de Noemi, quedando ella con sus porque la mano de Yahveh se ha des-
dos hijos. * Estos casáronse con mujeres atado contra mí.

A la ruda y ensangrentada época de los Jueces—en momentos de paz y en


sosegado rincón del país—pertenece el asunto del librito de Rut, cuadro magnífico
de la vida rural de Judea por entonces, en que cuatro breves capítulos nos narran
un tierno episodio familiar de los antepasados de David: la restauración de una
línea aparentemente extinguida.
Sus tres principales personajes hdllanse dibujados de mano maestra y en pocos
rasgos. Noemí, la anciana agobiada por la desgracia, que, entregada al cuidado
del bienestar de su nuera, viuda y plena de experiencia, halla en su sagacidad
habilísimo modo de dotarla de esposo. Booz, el labrador experto, que sabe mante-
ner en su casa una ética piadosa, y no sólo atiende solícito al trabajo de sus gaña-
nes, sino que él mismo sabe en él acompañarlos. Caritativo y respetuoso del honor
femenino y consciente de su deber, es premiado con una esposa ideal. Y Rut, la
extranjera que, rebosante de veneración, obediencia y amor para con su suegra
en desventura, hácese israelita y adoradora de Yahveh. Llega a Belén como men-
diga, y su laboriosidad logra universal respeto, así como su espíritu dócil la con-
vierte en esposa de un varón prestigioso y, por ende, en antepasada del segundo
Trabajos ruraírs. (Oe (Iressniiinn, n.<\, lñm.75 IÍLí.165.)
David, el Mesías, asegurándola eterno puesto de honor.
Antiguamente el libro de Rut se juntaba al de los Jueces, casi a manera de
apéndice, si bien los judíos lo colocan entre los hagiógrafos. moabitas, la una de nombre Orpá y la 14 Ellas alzaron el grito y echáronse a
No consta que su autor sea Samuel, como muchos han pensado, si bien aquél, otra llamada Rut, y moraron allí como llorar de nuevo. Luego Orpáa besó a su
maestro en el arte narrativo, ofrezca estrecho parentesco no sólo con el creador unos diez años. 5 Luego murieron también suegra y se volvió a su pueblo , pero Rut
de las historias de los patriarcas en Gen, sino con el narrador de la viva exposi-
ellos dos, Majlón y Kilyón, y quedó la se adhirió a ella. 15 Dijo entonces Noemí:
esposa sin sus dos hijos y sin su marido. —Mira, tu cuñada se ha vuelto a su
ción de .2 Sam 9 a 21. Lo más probable parece ser que el libro se compusiera du- 6
Fue entonces ella con sus dos nueras y se pueblo y a sus dioses; vuélvete tú también
rante la época de los Reyes, y para muchos, como Alphons Schulz, no más tarde tornó de la campiña de Moab, porque en 6pos de tu cuñada.
de los primeros años de David. Otros, como Edward Robertson, lo datan como había oído en el campo moabita que l Pero Rut exclamó:
del s. IV a. C. Sería la obra de un escritor judío desconocido cuya inspiración Yahveh había mirado por su pueblo, dán- —No me instes a que te deje, volvién-
procedería de tres fuentes: la tradición, la historia de Judá y Tamar y la alusión dole pan. i Salió, pues, en compañía de dome de junto a ti; a donde tú vayas iré
de Oseas al «salario de prostitución sobre todas las eras de grano» (g,i). sus dos nueras, del lugar donde se hallaba, y donde tú mores moraré; tu pueblo será
El estilo es sencillo y diáfano, no sin alguna prolijidad, y la lengua es muy
y emprendieron 8el camino para volver a mi pueblo, y tu Dios, mi Dios. ll Donde
tierra de Judá. Mas Noemí dijo a sus tú mueras, moriré yo y allí seré enterrada.
próxima al tipo clásico. Los arameísmos que contiene—y que no todos admiten—, dos nueras: ¡Yahveh me haga esto y añada estotro;
tal vez se expliquen satisfactoriamente por el hecho de que el libro se leía en pú- —Andad, volveos cada una a casa de te aseguro que sólo la muerte pondrá
blico anualmente durante la época de Pentecostés. Goethe calificó a Rut como vuestra madre. Yahveh os favorezca como separación entre ambas!
<tel más amable breve conjunto que ha llegado a nosotros en los aspectos épico e lo habéis hecho vosotras con los difuntos 18 Viendo, pues, que se obstinaba en
idílico». Nada de extraño tiene que la viveza dramática del libro haya atraído y conmigo. 9 Concédaos Yahveh que ha- ir con ella, [Noemí] cesó de insistir, i» Ca-
a nuestros autores de comedias bíblicas y haya dado origen a piezas tan hermosas lléis reposo cada una en casa de su marido. minaron las dos hasta que llegaron a
cual La mejor espigadera, de Tirso de Molina. Y las besó, y ellas alzaron la voz y Belén; y cuando entraron en Belén alteró-
rompieron a llorar. 10 Y dijéronla: se toda la ciudad a causa de ellas, y las
—En verdad, contigo nos volveremos a mujeres exclamaban: «¿Es ésta Noemí?»
20
tu 11pueblo. Ella les dijo: «No me llaméis ya Noemí
Mas Noemí replicó: (mi suavidad), llamadme Mará (amarga),
—Volveos, hijas mías, ¿por qué que- porque de amargura me ha llenado Sad-
318 RUT 121—2 ai
RUT 2 22—4 * 319
22 23
22 Y Noemí dijo a R u t , su n u e r a : Juntóse, pues, p a r a espigar, a las
day. 2 1 Colmada partí y de vacío m e h a Así volvió Noemí, y con ella R u t la —Mejor es, hija mía, q u e salgas con criadas de Booz hasta acabar la siega
hecho volver Yahveh. ¿Por qué, pues, m e moabita, su nuera, de los campos de sus criadas, n o sea q u e te molesten en de las cebadas y la de los trigos, y luego
habéis de llamar Noemí, cuando Yahveh M o a b . Y llegaron a Belén al comenzar la otro campo. se volvió a ' su suegra.
ha d a d o testimonio contra mí * y Sadday siega de las cebadas.
me h a hecho desgraciada?»
Booz, ugoel)
Rut. e s p i g a d o r a , y su e n c u e n t r o con Booz 1
algún joven, ya pobre, ya rico. n P o r tan-
1 Tenía Noemí un pariente p o r parte y has venido a u n pueblo que n o conocías
3 Y díjole Noemí, su suegra:
—Hija mía, ¿no debo buscarte lugar to, hija mía, n o t e m a s ; t o d o cuanto me"
2 de su marido, h o m b r e muy rico, de antes. I 2 ¡Yahveh recompense tu acción y
de descanso p a r a que seas feliz? 2 A h o r a
bien, Booz, con cuyas criadas has estado,
digas te lo haré, porque sabe bien t o d a
la asamblea de m i pueblo que eres mujer
la familia de Elimélek y de n o m b r e Booz. sea t u galardón completo p o r parte de es nuestro próximo pariente. Mira, esta virtuosa. 1 2 A h o r a bien, aunque en ver-
2
Y R u t la moabita dijo a N o e m í : Yahveh, Dios de Israel, bajo cuyas alas noche albielda la parva de las cebadas. dad soy goel, existe u n goel m á s próximo
—Déjame ir al campo y espigaré, con has venido a cobijarte! 3
13
Lávate, pues, y úngete, échate encima que yo. I 3 Pasa [ahí] la noche, y a la m a -
tu permiso, las espigas detrás de aquel Ella contestó: tu manto * y baja a la era. Procura n o ser ñana, si él quiere ejercer el derecho de
en cuyos ojos hallare gracia. —¡Halle yo siempre gracia a tus ojos, vista del individuo hasta que haya él aca- goel, q u e lo ejerza; m a s si n o quiere ac-
—Vele, hija mía—respondióle. * mi señor; pues tú m e has tranquilizado y b a d o de comer y beber; 4 y c u a n d o él se tuar contigo como goel, yo ejerceré el de-
3
Fuese, pues, y, llegando, se puso a has sabido hablar al corazón d e tu sierva, acueste, n o t a bien el lugar donde yace; recho, vive Yahveh. Estáte acostada h a s -
espigar en el c a m p o detrás de los sega- a u n q u e y o n o sea ° ni como u n a de tus después irás, le destaparás la parte de los ta la m a ñ a n a .
dores. A h o r a bien, llevóle casualmente criadas! pies y t e acostarás, y él te indicará lo que 14
Yació, pues, ella a los pies de él hasta
su fortuna a u n a parcela del c a m p o de 1 4 Y a la h o r a de la comida díjole B o o z : debes hacer. la m a ñ a n a , y entonces se levantó antes
Booz, el cual era de la familia de Elimé- —Acércate acá y come del pan y moja 5 Ella le dijo: de q u e una persona pueda reconocer a
lek. 4 Y h e aquí que Booz llegó de Belén tu r e b a n a d a en el vinagre. — T o d o lo q u e j / w " dices haré. o t r a ; porque pensó: «Que n o se sepa que
y dijo a los segadores: Sentóse, pues, ella ai lado de los sega- 6
Bajó, pues, a la era e hizo puntual- ha ven ido la mujer a la era». 1 5 Luego
—¡Yahveh sea con vosotros! dores, y él cogió y le ofreció" trigo tos- mente c u a n t o su suegra habíale manda-' dijo: «Daca el m a n t o que llevas encima y
Y ellos le contestaron: tado, y ella comió, sacióse y dejó de do. 7 B o o z comió, bebió y se alegró de agárralo fuerte». Sujetóle ella, y él midió
—¡Yahveh te bendiga! sobra. I 5 Luego se levantó p a r a espigar, c o r a z ó n ; luego fuese a acostar al extremo seis efás de cebada. Cargólo después so-
5
Booz preguntó luego al criado que y liooz dio orden a sus criados diciendo: del m o n t ó n de grano. Entonces llegóse bre ella, la cual marchó * a la ciudad.
estaba al frente de los segadores: «Podrá espigar también entre las gavillas ella calladamente, destapó la parte de los 16 C u a n d o llegó d o n d e su suegra, ésta
—¿De quién es esa muchacha? sin que la avergoncéis. i<> E incluso dejaréis píes de él y se acostó. 8 Y sucedió que a la preguntó:
6
Y contestó el mayoral de los segado- caer p a r a ella algo d e los manojos y lo media n o c h e el h o m b r e sintió u n escalo- —¿Qué h a sido de ti, hija mía?
res diciendo: abandonaréis p a r a que ella espigue, y n o frío, y, volviéndose a mirar, h e aquí q u e Y [Rut] contóle t o d o lo que aquel h o m -
—Es una joven moabita que ha regre- la chilléis». 1 7 Así, pues, estuvo ella espi- una mujer estaba acostada a sus pies. bre había hecho p o r ella. 1 7 Y a ñ a d i ó :
sado con Noemí de la campiña de M o a b , gando en el c a m p o hasta la tarde, desgra- 9 Díjole é l : Estas seis efás de cebada me h a d a d o ,
7
y h a dicho: Permíteme espigar y recoger n a n d o luego lo que había rebuscado, q u e —¿Quién eres? pues dijo/de ": «No debes volver a tu sue-
entre las gavillas, detrás de los segadores. resultó como u n efá de cebada. 1 8 E n t o n - —Soy R u t , tu sierva—contestóle—. De- gra de vacío».
Así, pues, h a venido y ha estado en pie ces se lo cargó y fuese a la ciudad, bes extender sobre tu sierva el borde de i 8 [Noemí] dijo:
desde entonces, p o r la m a ñ a n a , hasta mostrando' a su suegra lo q u e había tu m a n t o , pues t ú eres goel. * —Quédate tranquila, hija m í a , hasta
ahora, sin permitirse ni u n corto des- 10 que sepas c ó m o resulta la cosa, pues ese
espigado. Luego [Rut] sacó y diole lo que El e x c l a m ó :
canso ". dejara sobrante después de saciada. 19 Y —¡Bendita seas de Yahveh, hija m í a ! h o m b r e n o parará mientras n o haya r e -
8 Entonces Booz dijo a R u t : díjole su suegra: Este ú l t i m o acto tuyo de piedad h a sido suelto el asunto h o y mismo.
—¿Oyes, hija mía? N o vayas a espigar — ¿ D ó n d e h a s espigado h o y y dónde aún m e j o r q u e el primero, n o yendo tras
a o t r o campo, ni tampoco pases de aquí; has actuado? ¡Bendito sea quien se haya
así, pues, júntate con mis criadas. ' Fíjate interesado p o r ti!
en el c a m p o que segaren y vete tras ellas. C a s a m i e n t o d e R u t y genealogía d e David
Ella manifestó a su suegra con quién
H e aquí q u e doy orden a los criados
había trabajado, y dijo:
p a r a que n o se te (oque; y c u a n d o tengas
—El n o m b r e de la persona c o n quien 1 P o r s u parte, Booz subió a la puer- la de c a m p o que fue de nuestro pariente
sed, te dirigirás a las vasijas y beberás
de lo q u e beban los criados. hoy h e trabajado es Booz. 2 0 Dijo enton- 4 ta d e la ciudad, y, sentado allí, he Elimélek. 4 H e resuelto comunicártelo pa-
10 ces N o e m í a su n u e r a : aquí q u e a c e r t ó a pasar el goel de quien ra decirte: «Adquiérela ante los aquí sen-
Ella inclinó su rostro, postrándose en
—Bendito sea de Yahveh, pues n o h a había h a b l a d o Booz. Dijo éste: «Fulano tados y en presencia de los ancianos d e
tierra, y le dijo: mi pueblo. Si quieres ejercer el derecho
negado su piedad n i a los vivos n i a los de Tal, llégate, siéntate aquí». Llegóse él
—¿A qué se debe que haya encontrado
difuntos. y se s e n t ó . * 2 Después Booz t o m ó diez de goel, ejércelo; y si n o quieres ejercer-
yo gracia en tus ojos, de suerte q u e te h o m b r e s d e entre los ancianos de la ciu- lo *, comunícamelo p a r a q u e y o lo sepa,
hayas interesado p o r m í , siendo y o u n a Y agrególe N o e m í :
—Ese h o m b r e es pariente cercano nues- dad, y d i j o : «Sentaos aquí»; y se senta- pues nadie más que t ú tiene derecho a ac-
extranjera? ron. 3 E n t o n c e s dijo al goel: tuar c o m o goel, y y o detrás de ti.
11
Y Booz respondió y le dijo: tro, es u n o de nuestros goeles. *
2i Afirmó R u t la m o a b i t a : — N o e m í , q u e h a vuelto de la campi- Y él contestó:
— M e h a n contado bien todo lo q u e
—Además m e h a dicho: Incorpórate a ña de M o a b , h a puesto en venta la parce- — Y o ejerceré ese derecho.
h a s hecho c o n t u suegra después de la
muerte de tu marido, y c ó m o has aban- mis criadas ' hasta q u e hayan a c a b a d o
d o n a d o a t u padre, tu m a d r e y tu patria, toda m i siega.
O í* EXTENDER las alas (iit. el ala) del manto sobre una mujer es desposarla.
2
E N CUYOS OJOS HALLARE GRACIA: e. d., que quiera hacerme tal favor. fy 1 PUERTA DE i,h qypAp; sobre este punto cf, Gen «3,tQ, note,
"GOELES: cf. Lev 25,35 nota.
5 22
320 RUT 4 '

5
M a s Booz replicó: mujer que va a entrar en tu casa seme-
—El día en que compres el campo de jante a Raquel y a Lía, las cuales dos h a n
m a n o s de N o e m í , también " habrás adqui- edificado la casa de Israel!
rido a R u t la moabita, mujer del difunto, ¡Adquiere poderío en Efrata,
para reafirmar el n o m b r e del muerto so- C o b r a n o m b r a d l a en Belén!
bre su herencia.
6
Entonces dijo el goel: 1 2 ¡Sea tu casa como la de Peres, el que
—rAsí] n o puedo ejercer ese derecho, T a m a r parió a Judá, por la posteridad
no sea que perjudique mi herencia. Usa que Yahveh te diere de esta joven!
13
tú de mi derecho de goel, p o r q u e yo no Booz t o m ó , pues, a R u t y ella fue
puedo ejercitarlo. su esposa. Luego él llegóse a ella y Y a h -
7 En otro tiempo había en Israel res- veh la concedió gravidez, y dio a luz u n
pecto al rescate y los cambios p a r a rati- hijo. u Entonces las mujeres dijeron a
ficar t o d o acto la costumbre siguiente: el N o e m í : «Bendito sea Yahveh, que no h a
uno quitábase su zapato y dábalo a su dejado que te faltase hoy u n goel. ¡Sea,
compañero. Tal era el m o d o de atestiguar pues, en Israel pronunciado su nombre! *
15
S A M U E L
en Israel.* 8 Dijo, pues, el goel a B o o z : El será p a r a ti consuelo del alma y sos-
— C ó m p r a l o tú para ti—y se descalzó tén de tu vejez, ya que lo h a parido t u
su zapato. 9 Entonces Booz dijo a los an- nuera, que tanto te ama, la cual vale m á s
cianos y a t o d o el pueblo: p a r a ti que siete hijos». 16 Y Noemí, to-
—Vosotros sois testigos hoy de que ad- m a n d o al niño, lo puso sobre su- regazo
quiero de m a n o s de Noemí t o d o lo que y sirvióle de aya. 17 Las vecinas, p o r su Los dos libros de Samuel, dos partes de una misma obra, en la versión de los
fue de Elimélek y cuanto perteneció a parte, diéronle n o m b r e diciendo: «¡Ha LXX y en la Vulgata reciben el nombre de I y II de los Reyes, denominación
Kilyón y Majlón. i" Además, a R u t la nacido un hijo a Noemí!», y le llamaron más justa, dado que el título de L i b r o s d e S a m u e l sólo conviene propiamente a
moabita, mujer de Majlón, adquiérola Obed. Este fue el p a d r e de Jesé, p a d r e parte del libro primero de este nombre.
p a r a mí por esposa, a fin de mantener de David.
Dicho libro primero tiene por objeto la historia de aquel juez-profeta, una de
el n o m b r e del difunto sobre su herencia '8 Estas son las generaciones de Peres:
y para que el nombre del muerto no des- Peres engendró a Jesrón, 19 y Jesrón en- las más nobles figuras de la Biblia, bajo cuya judicatura adviene la monarquía,
aparezca de entre sus hermanos y de la gendró a Rara, y R a m engendró a A m - que inicia ya la lucha con el sacerdocio en el rey Saúl, de trágica y lamentable
puerta de su lugar. Testigos sois de ello minadab, 2 0 y A m m i n a d a b engendró a desventura. Riquísimo en material para la historia de la cultura y la civilización,
hoy. Najsón, y Najsón engendró a Salmá, 2 1 y ofrece bellas narraciones y cuadros históricos: así los que describen la limpia y
11
Y todo el pueblo que hallábase en Salmá engendró a Booz, y Booz engendró desinteresada amistad de David y Jonatás y sus diversas peripecias; la huida de
la puerta y los ancianos dijeron 0 : a Obed, 2 2 y Obed engendró a Jesé, y Jesé David y su encuentro con Saúl en la caverna de Engaddi; el episodio de Nabal /
—Testigos somos. ¡Yahveh haga a la engendró a David. y su mujer Ahigail; la escena del conjuro de la pitonisa de Endor; la batalla del
7 monte Gilboa o Gelboé con la nmcrlc de Saúl v sus hijos... Aún esmaltan el libro
RESPECTO AL RESCATE Y LOS CAMBIOS : para V. Colomí sería una endíadis, debiendo entender-
se: «rpsp. al cambio (o cesión) del [derecho al] rescate». cantos conmovedores, cual la elegía a esos regios fallecidos.
14
Su NOMBRE : el del goel, aquí refiriéndose al descendiente. Otros lo refieren a Yahveh o al
difunto esposo de Rut. El texto es inseguro. (G, tu nombre.) ¡ C ó m o h a n c a í d o los valientes!

Por todo ello, y por la honradez e imparcialidad del narrador y lo castizo de su


prosa (de las más correctas y puras de la Biblia), es obra maestra de la literatura
N O T A S C R I T I C A S hebraica.
CAP. I ; aa ins C G] b GSV me ha maltratado, humillado, oprimido. No le va en zaga el segundo libro, que comprende la historia de David. Es
CAP. 2: quizá 1 c V desde por la man.] b G no ha descansado en el campo; V y no ha vuelto a juzgado como modelo de historia cortesana, libre de toda menguada adulación.
casa; H, como traduce Ferrara, está su estada en la casa un poco] c GS om negación; prps lu 'ojalá El desconocido autor, que parece haber vivido después de la división del reino
fuera...', en vez de lo 'no'] d c Joüonf y otros, 1 yisbor 'le hizo gun montón de' (cf G)] e H vattére (en 929) y antes de la deportación a Nínive (en 722), utilizó como fuentes el
'y vio'; c SV etc 1 vattar 'y mostró'] H criados; pero cf Kit] c Kit basado en T etc; H quedóse
viviendo, continuó morando. L i b r o del J u s t o y probablemente también los escritos de los profetas Samuel, Na-
CAP. 3: a así G; H plur] b H o m me; pero cf ST etc] c H om me; pero cf SVT] úHyél mar- tán y Gad. El autor, imparcial, nada oculta, sombras o luces de sus personajes;
chó; c S etc a1 v ella marchó] e H om me; add c vers. pero sabe infundir a todas sus páginas, aun las más sombrías, un hálito de religioso
CAP. 4: 1 c GSVT en 2.a p y no 3. a sing como H] s así c LSV; H y de] " prps c G... puerta entusiasmo, patente, sobre todo, en la historia de David.
dijeron: «Testigos somos»; y los ancianos dijeron: «-Yahveh...»
Ejemplo de las bellezas que abrillantan la obra es el relato del triste episodio
de David, Betsabee y Urías, y el notable apólogo con que el profeta Natán recri-
mina al monarca su amor adúltero con la infiel esposa del fidelísimo capitán, a
quien el rey hace miserablemente eliminar. No menos patético y emocionante es el
trágico drama de la rebelión de Absalón contra su padre, en que los personajes
están dibujados con mano maestra de psicólogo y los sucesos se narran íntimamente
trabados con una lógica necesaria.
En la cueva cuarta del mar Muerto, o de Murabb'aat, ha aparecido un fragmento
hebreo de Samuel que discrepa del masorético y «constituye—dice F. M. Cross—
prueba directa de que hubo textos hebreos palestinenses de Samuel» del tipo utili-
zado por los LXX, la cual es la «versión literal y fiel de. su predecesor hebreo».
pm,p.r-C-ri."t.''-r*
1 SAMUEL á 1 "' 4 * 323

/ S A M U E L Canto de Ana. La familia d e Eli


Z ' Y A n a púsose a o r a r y exclamó:
«M i corazón h a exultado en Yahveh, | mi frente en mi Dios " se h a enaltecido;
N&iciímmnto de Samuel mi boca se h a abierto contra mis rivales, | pues m e h e regocijado con tu ayuda. *
2
N o hay santo c o m o Yahveh, | en absoluto, n o hay o t r o fuera de ti, |
1 ni hay roca c o m o el D i o s nuestro.
I H a b í a un hombre de R a m a t á y i m ,
un sufita » de la m o n t a ñ a de Efraím,
ni hidromel, sino que estaba vertiendo mi
espíritu ante Yahveh. * ' 6 N o tomes a tu
3
N o habléis ya tantos dichos altaneros, | de vuestra b o c a la insolencia apártese;
pues u n D i o s es Yahveh que sabe t o d o , | y El solo" aprecia en justo las acciones.
llamado Elqaná, hijo de Yerojam, hijo sierva p o r u n a mujer perversa, ya que, 4
de Elihú, hijo de Toju, hijo de Suf, efrai- llevada de la vehemencia de mi cuita y El arco de los fuertes se ha hecho añicos, I y los débiles se h a n ceñido de fuerza.
5
mita. 2 Tenía dos mujeres; el n o m b r e de aflicción, h e hablado hasta aquí. P o r u n trozo de p a n los hartos se alquilaron, | de trabajar cesaron los hambrientos.
u n a era Ana y el de la otra Peninná. Pe- 17
Y respondió Eli diciendo: La estéril h a parido siete veces | y la abundosa en hijos marchitóse.
ninná tenía hijos, pero Ana' carecía de —¡Vete en paz y el Dios de Israel te 6 Yahveh m a t a y vivifica, | sumerge en el seol y [de allí] extrae.
7
e l l o s . 3 Subía, pues, este h o m b r e todos los cumpla la petición que de El h a s solici- Yahveh enriquece al igual que empobrece, | abate y también encumbra.
años desde su ciudad a a d o r a r y ofrecer tado! 8 Levanta del polvo al mísero, | del estiércol eleva al indigente,
sacrificios al Señor de los ejércitos en Silo, !8 Y ella contestó: p a r a hacerle sentar entre los nobles, | y u n trono honroso darles en herencia.
donde los dos hijos de Eli, Jofní y Pine- —¡Halle tu sierva gracia a tus ojos! P o r q u e son de Yahveh los pilares del orbe, I y El encima de ellos asentó el m u n d o .
jás, eran sacerdotes de Yahveh. 4 Llegado E m p r e n d i ó , entonces, la mujer su ca-
9
Los pasos de sus fieles El vigila; | en cambio, en las tinieblas perecerán los m a l o s ;
el día en que Elqaná ofrecía su sacrificio, mino y comió, y su semblante no volvió por cuanto con la fuerza no prevalece el h o m b r e .
10
acostumbraba a dar a Peninná, su mu- a estar c o m o de primero. Yahveh a sus adversarios desbarata, I el Excelso c tronaráles en los cielos;
jer, y a todos los hijos e hijas de ella, por- 19 Yahveh h a b r á de juzgar los últimos confines de la tierra, |
A la m a ñ a n a m a d r u g a r o n y, después
ciones de la víctima. 3 A Ana, empero, d a r á a su rey potencia | y exaltará la frente de su Ungido.
de a d o r a r a Yahveh, regresaron y fuéron-
d a b a una sola porción, aunque b él a m a b a
se a su casa de R a m a . Elqaná conoció a 11
a A n a ; m a s Yahveh habíala hecho es- Luego volvióse Elqaná a R a m a , a su cendencia de esta mujer en gracia al d o n
Ana, su mujer, y acordóse de ella Y a h -
téril. 6 Y su rival la zahería con continuas casa, y el niño quedó sirviendo a Yahveh, que a Yahveh h a consagrado!» Y regre-
veh. í 0 Y aconteció que, al cabo del de-
pullas a fin de humillarla porque Yahveh
bido tiempo, después de haber A n a con- bajo la vigilancia del sumo sacerdote Eli. saban a su residencia. 21 Yahveh visitó,
había cerrado su seno. 7 Y así sucedía '• 12
A h o r a bien, los hijos de Eli eran efectivamente, a Ana, la cual concibió y
cebido, parió un hijo, al que puso p o r
a ñ o tras a ñ o cada v e / que ellos subían" u n o s malvados, no reconocían a Yahveh, parió tres hijos y dos hijas. En tanto, el
n o m b r e Samuel, p o r q u e se dijo ella: «De
a la casa de Y a h v e h ; de esta suerte la 13
ni las obligaciones de los sacerdotes pa- joven Samuel iba creciendo en la presen-
Yahveh lo solicité (sehiltiu)». 2 l Y subió
mortificaba; por lo cual Ana lloraba y no r a con el pueblo i . A cada persona que cia de Yahveh.
su m a r i d o , Elqaná, con t o d a su familia
comía. 8 Decíale, pues, Elqaná, su mari- ofrecía sacrificio, llegaba el m u c h a c h o del 22
A h o r a bien, Eli era m u y anciano y
p a r a ofrecer a Yahveh el sacrificio anual
\ d o : Ana, ¿por qué lloras, y p o r qué no sacerdote, c u a n d o se cocía la carne, con tuvo noticia de cuanto hacían sus hijos a
y su voto. 2 2 Pero A n a no subió, pues dijo
comes, y por qué se llena de pesadumbre la horquilla de tres dientes en la m a n o y t o d o Israel, y que cohabitaban con las m u -
a su m a r i d o :
t u corazón? ¿No valgo yo p a r a ti más que 14
picaba en la caldera, o en el puchero, jeres que servían a la puerta del taber-
diez hijos? —[No subiré] hasta que el niño haya o en la olla, o en el perol, y todo lo que náculo. 2 J Y él les dijo: «¿Por qué hacéis
sido destetado y lo lleve yo a presentar sacaba la horquilla se lo apropiaba el cosas tales, que yo mismo me he entera-
9
[Un año] levantóse Ana, después que ante Yahveh y se quede allí para siempre. sacerdote. Así hacían con todos los israe- d o p o r t o d o el pueblo de vuestras perver-
23
hubieron comido y bebido en Silo—se ha- A lo que respondió Elqaná, su m a - litas que iban a Silo. 1 5 También antes de sas acciones? 2 4 N o , hijos míos, que n o es
llaba entonces Eli sentado en su sitial jun- rido: que q u e m a r a n la grosura venía el criado buena la noticia que oigo, hacéis prevari-
t o al jambaje del templo de Yahveh—, * — H a z lo que mejor te parezca; qué- del sacerdote y decía a la persona que car al pueblo de Yahveh. 2$ Si un h o m b r e
10
y ella tenía el espíritu amargado, y pú- date hasta que lo destetes. ¡Yahveh cum- ofrecía el sacrificio: « D a m e la carne a fin peca contra otro hombre, D i o s interviene
•sose a orar ante Yahveh, llorando copio- pla tu " palabra! d e asarla p a r a el sacerdote, pues no te c o m o arbitro; pero si el h o m b r e peca con-
samente. ll E hizo u n voto diciendo: «Se- Quedóse, en efecto, la mujer y a m a - aceptará carne cocida, sino cruda». 1' Y si t r a Yahveh, ¿quién puede interceder p o r
ñ o r de los ejércitos, si te dignas mirar la m a n t ó a su hijo hasta que lo destetó. aquella persona le decía: «Hay q u e que- él?» M a s n o escuchaban la voz de su p a -
aflicción de tu sierva y te acuerdas de mí, 24
C u a n d o lo h u b o destetado, lo subió m a r primero la grasa; después cogerás dre, porque Yahveh deseaba quitarles la
y, no olvidándote de tu esclava, concedes consigo, y además un becerro de tres años ', cuanto te plazca», respondía: « N o ; a h o - vida. * 26 E n tanto, el joven Samuel iba
a tu sierva un hijo varón, lo dedicaré a un efá de harina y u n odre de vino, y lle- r a lo has de entregar, y si n o lo haces, lo creciendo y era grato así a Yahveh c o m o
Yahveh todos los días de su vida, y la vólo a la casa de Yahveh, a Silo. El niño t o m o p o r fuerza». 1 7 Era, pues, el pecado a los hombres.
navaja no pasará por su cabeza». * 12 Y era aún pequeñuelo. 2 S Sacrificaron, pues, d e estos jóvenes muy grave a los ojos de 27
c o m o se alargara ella en sus plegarias a el becerro y llevaron al niño a E l i ' . 26 Y U n h o m b r e de Dios llegó [por e n t o n -
Yahveh, p o r q u e la gente menospreciaba ces] a Eli y le dijo: «Así hg^dicho Y a h -
Yahveh, púsose Eli a observar su boca. exclamó ella: «Perdón, mi señor. Por t u las ofrendas al Señor.
13
Pero A n a hablaba en su corazón: sólo vida, señor mío, yo soy aquella mujer que veh: ¡Ciertamente yo me revelé a la casa
18 de tu padre cuando estaban en Egipto in-
sus labios se movían, mas n o se percibía estuvo aquí en tu presencia implorando a En cuanto a Samuel, servía a n t e Yah-
su voz. P o r eso Eli la tomó por ebria, 1 4 y Yahveh. 2 7 P o r este niño hice oración a veh, m u c h a c h o ceñido de un efod de lino. tegrando la casa de F a r a ó n ! 2 S Y le esco-
díjole: Yahveh y me ha concedido la gracia q u e
19
C a d a a ñ o hacíale su m a d r e u n a túni- gí p o r mi sacerdote de entre todas las tri-
le pedí. 2 S Y o a mi vez lo consagré al Se- ca pequeña y se la llevaba c u a n d o subía bus de Israel para que subiese a m i altar,
—¿Hasta c u á n d o vas a mostrarte em- con su m a r i d o a ofrecer el sacrificio anual. quemara perfumes y llevase el efod en mi
briagada? ¡Arroja de ti tu vino! ñ o r ; todos cuantos días viva estará a
Yahveh consagrado». Y se prosternaron
20
Luego bendecía Eli a Elqaná y a s u m u - presencia, y concedí participación a la ca-
15
M a s A n a contestó diciendo: jer, diciendo: «¡Concédate Y a h v e h des- sa de tu padre en todos los sacrificios íg-
allí ante el Señor».
— N o , mi señor; soy una mujer de es-
píritu atribulado y n o he bebido ni vino
O 2 51 Mí FRENTE: más lit. mi cuerno, símbolo del poder.
•1 9
COMIDO Y BEBIDO: e. d., celebrado el banquete de ritual. " YAHVEH DESEABA...: estas palabras no significan sino que se había endurecido el corazón
* n
LA NAVAJA: cf. Lev 6,1 ss y nota 2. de los hijos de Eli, y Dios quería hacer ejemplar castigo.
15
HIDROMEL O licor: cf. Lev io,g, nota.
324 I SAMUEL 2 29
3 17 I SAMUEL 3 18
- 325

neos de los israelitas. 29 ¿Por qué, pues, a Tsrael, y n o h a b r á jamás un anciano en cosa y tal otra si m e ocultas algo de cuan- tierra n i n g u n a de las palabras que iba pro-
' pisoteáis mis sacrificios ígneos y las obla- tu casa. i3 Sin embargo, no apartaré a to- to te ha manifestado! * n u n c i a n d o . 20 Así, pues, t o d o Israel, des-
ciones que yo ordené ofrecer en mi san- dos los de tu raza de j u n t o a mi altar, a i" Contóle, entonces, Samuel todas las de D a n hasta Bersabee, reconoció q u e
tuario e , y respetas a tus hijos más que a fin de que tus ojos se consuman y desfa- palabras sin encubrirle n a d a . Y [Eli] ex- Samuel era verdadero profeta de Yahveh.
21
mí, cebándoos con lo mejor de todas las llezca tu alma; pero la mayor parte de tu c l a m ó : «¡Es Y a h v e h ; haga lo que más le Y Yahveh c o n t i n u ó apareciéndose erj
ofrendas de Israel, r»i pueblo? 30 p 0 r eso familia morirá en edad v i r i l ' . * 34 y te agrade!» Silo, pues ya se h a b í a manifestado a Sa-
Y a h v e h , D i o s de Israel, dice así: Y o ha- servirá de señal esto que acaecerá a tus 1» En tanto, Samuel iba creciendo y muel allí " m e d i a n t e la palabra de Yah-
bía afirmado que tu casa y la casa de tu dos hijos. Jofní y Pinejás: en un mismo Yahveh estaba con él, y n o dejó caer en veh d .
padre andarían en mi presencia perpetua- día morirán ambos. 35 y me suscitaré u n
m e n t e ; m a s ahora—declara Yahveh—, sacerdote fiel que obre según mi corazón
¡lejos de mi tal idea!; a quienes me hon-
ren honraré, y los que me menosprecien
y mi ánimo, y le construiré casa estable y Victoria filistea, captura del arca y muerte de Eli
caminará siempre delante de mi Ungido.
serán afrentados. 31 H e aquí que vienen 36 Sucederá entonces que t o d o el que ha- 1
Y la palabra de Samuel llegó a todo yeron a sus tiendas respectivas. La derrota
días en que cortaré tu brazo y el brazo
de la casa de tu padre, haciendo que na-
ya quedado de tu familia vendrá a pros-
ternarse ante él por una moneda de plata
4 Israel. [Y por aquellos días se juntaron fue enorme, pues cayeron de entre los
die llegue a viejo entre los tuyos. 3 2 Y con- o una torta de pan, y dirá: Colócame, por los filisteos contra Israel] * y salieron los israelitas treinta mil infantes, n y el arca
templarás la angustia del hogar ' en me- favor, en una función sacerdotal cualquie- israelitas a combatir contra ellos, acam- de D i o s fue presa y murieron los dos
dio de todos los beneficios que se hagan « ra p a r a poder comer un pedazo de pan». p a n d o junto a Eben-ha-Ezer, mientras los hijos de Eli, Jofní y Pinejás.
filisteos sentaron en Afeq sus reales. 2 Y 12
Y u n benjaminita corrió del campo
dispusiéronse los filisteos en orden de de batalla y llegó aquel mismo día a
batalla contra Israel, y, entablada la lid, Silo, rasgados sus vestidos y cubierta de
fue derrotado Israel por los filisteos, quie- polvo la cabeza. I 3 C u a n d o él llegó, he
Vocación de Samuel nes de las filas enemigas tendieron muer- aquí que Eli se hallaba sentado en su
tos en el c a m p o a unos cuatro mil h o m - sitial a la vera de la carretera y expec-
1 bres. 3 T o r n ó , pues, el pueblo al campa- tante G, pues su corazón estaba inquieto
3 El joven Samuel servia a Yahveh
bajo la vigilancia de Eli. Y era por
— H e m e aquí, pues que me has lla-
mado.
m e n t o , y los ancianos de Israel dijeron: p o r la suerte del arca de Dios. Entró,
«¿Por qué nos ha derrotado hoy Yahveh pues, el sujeto en la ciudad comunicando
aquellos días rara la palabra de Y a h v e h : Entonces comprendió Eli que Yahveh delante de los filisteos? Traigámonos de la noticia, y toda la villa prorrumpió en
la visión prol'ética no era frecuente. * llamaba al joven. ' Y dijo Eli a Samuel: Silo el arca de la alianza de Yahveh y lamentos. I 4 Oyó, pues, Eli el ruido de
2
Aconteció, pues, cierto día que estaba —Vete a acostar, y si se te llama, dirás: venga en medio de nosotros p a r a que la grita, y dijo: «¿Qué ruido tumultuoso
acostado en su sitio habitual Eli. cuyos Habla, Yahveh, que tu siervo escucha. nos salve del poder de nuestros enemi- es ése?» Entonces llegó apresuradamente
ojos habían comenzado a cegar y no po- Marchóse, pues, Samuel y se acostó en gos». 4 Así, pues, el pueblo m a n d ó men- el mensajero y dio a Eií la n o t i c i a . 1 5 Con-
día ver; 3 y i a lámpara divina aún no se su sitio. 10 Y vino Yahveh y se colocó y sajeros a Silo y trajeron de allá el arca taba a la sazón Eli noventa y ocho años
había apagado, y Samuel estaba acosta- llamó c o m o otras veces: de la alianza del Señor de los ejércitos, y su vista había cegado y n o podía ver.
do en el templo de Yahveh. donde se ha- —¡Samuel!, ¡Samuel! que reina sobre los querubines, viniendo ' 6 Dijo, pues, a Eli aquel h o m b r e :
llaba el arca de Dios. ** Y llamó Yahveh: Samuel contestó: con el arca de la alianza ele Dios los dos
—¡Samuel! * —Habla, que tu siervo escucha. hijos de Eli, Jofní y Pinejás. 5 Y c u a n d o —Yo soy el que acaba de llegar del
llegó al c a m p a m e n t o el arca de la alian- campo de batalla y me he escapado hoy
11
Y éste contestó: Entonces dijo Yahveh a Samuel:
—¡Heme aquí! — H e aquí que voy a hacer en Israel una za de Yahveh, todos los israelitas levan- del combate.
5 —¿Qué ha pasado, hijo mío?—pregun-
Y corrió al punto a Eli y dijo: cosa que a todo aquel que la oiga le reti- taron tan gran algazara que r e t u m b ó la
— H e m e aqui, pues que me has lla- ñirán a m b o s oídos. 12 Aquel día yo cum- tierra. 6 Oyeron, pues, los filisteos el ruido tó él.
mado. pliré a Eli todo lo que he afirmado respec- del griterío y dijeron: «¿Qué significa esa I " A lo que respondió el p o r t a d o r de
Pero él respondió: to a su casa, desde el comienzo al fin. gran algazara del c a m p a m e n t o hebreo?» la nueva y dijo:
— N o te he l l a m a d o ; vuélvete a acos- '3 Ya le he anunciado que he de castigar Y supieron que había llegado al c a m p a - — H a huido Israel frente a los filisteos,
tar. para siempre a su casa; por cuanto" que, m e n t o el arca de Yahveh. 7 Temieron, sobreviniendo p o r añadidura u n a gran
Y se marchó a acostar. 6 T o r n ó Y a h - sabiendo que sus hijos ultrajaban a Dios °, pues, los filisteos, pues dijeron: « H a ve- derrota en el pueblo, y, además, h a n
veh a llamar nuevamente: no los corrigió. I 4 Por eso he jurado a la nido D i o s " al campamento», y exclama- m u e r t o tus dos hijos, Jofní y Pinejás, y ^
•—¡Samuel! casa de Eli que n o será expiado su cri- r o n : «¡Ay de n o s o t r o s ; p o r q u e n o h a el arca de Dios ha sido apresada.
Y éste se levantó y se dirigió a Eli y men jamás, ni con sacrificios ni con ofren- sucedido tal cosa anteriormente! s ¡Ay de 18
Y en cuanto le m e n t ó el arca de
dijo: das. nosotros! ¿Quién nos librará de m a n o s Dios, cayó Eli de la silla hacia atrás, al
— H e m e aquí, pues que m e has lla- 15 Acostóse luego Samuel hasta la m a - de este poderoso Dios? ¡Ese es el D i o s lado de la puerta, y se quebró la nuca y
mado. ñana, y entonces abrió las puertas de la que hirió a Egipto con toda suerte d e murió, pues era ya anciano y pesado.
M a s respondió: casa de Yahveh. Samuel temía manifes- plagas en el desierto! 9 ¡Oh filisteos, co- H a b í a juzgado a Israel durante cuarenta
•—No te he llamado, hijo m í o ; vuélvete tar a Eli la visión. 16 M a s llamó Eli a Sa- b r a d ánimo y portaos virilmente, a fin años. 1 9 Su nuera, la mujer de Pinejás,
a acostar. muel y dijo: de que n o hayáis de servir a los h e b r e o s se hallaba encinta y para dar a luz, y en
7
Samuel no conocía aún a Yahveh, c o m o ellos os h a n servido a v o s o t r o s ; oyendo la noticia de haber sido presa el
•—¡Samuel, hijo mío!
pues todavía no le había hecho Yahveh p o r t a o s como varones y pelead!» 1° C o m - arca de Dios y que habían m u e r t o su
—¡Heme aquí!—contestó él. batieron, efectivamente, los filisteos, sien- suegro y su marido, se inclinó y parió,
ninguna revelación. 8 Y tornó Yahveh a 17 Y preguntó [Eli]:
llamar a Samuel por tercera vez, y' él se do derrotados los israelitas, quienes h u - j pues fue acometida de improviso p o r sus
•—¿Qué es lo que te ha dicho? Por fa- dolores. 2<>Y al tiempo de morir, dijé-
levantó y se fue a Eli y dijo: vor, no me lo ocultes. ¡Dios te haga tal

17
33
Tu RAZA: la descendencia de Eli se consumirá de tristeza. Cf. 1 Re 2,27.35. Dios TE HAGA TAL COSA : esta fórmula de imprecación, característica de Samuel y Reyes,
constituye como el esquema o marco que el escritor ofrece en sustitución de los males que real-
O t ERA RARA: e. d., no se hallaba establecida por Dios como institución regular, cual poco des- mente mencionaria la persona que pronunciaba la maldición. Equivalía a: «tales y tales castigos
^ pues; 1 Sam 10,5-13 y 19,20-24 (Vaccari, Bíblica [1938] 313)- te dé el Señor si hicieres (o no hicieres) tal cosa».
326 1 SAMUEL 4 » x — - 6 * I SAMUEL 6 B—7 9
327

ronla las que la asistían: «No temas, pues alusión a h a b e r sido presa el arca de filisteos, cinco tumores de o r o y cinco segando el trigo en el valle, y, alzando
h a s parido u n hijo»; mas ella no respon- D i o s y m u e r t o su suegro y su marido. ratones de oro, p o r cuanto sufrís una mis- los ojos, divisaron el arca, a cuya vista *
dió ni prestó atención. 2I Sin e m b a r g o ,
22
Y a g r e g ó : «La gloria ha desaparecido ma plaga todos vosotros * y vuestros prín- se llenaron de alegría. 1 4 Y llegó el carro
puso p o r n o m b r e al niño Ikabod ( = n o de Israel, pues ha sido apresada el arca cipes. 5 Haréis, pues, unas figuras de vues- al c a m p o de Josué el betsemesita y se
h a y gloria), como diciendo: «La gloria de Dios». tros tumores y otras de los ratones que p a r ó en él. H a b í a allí u n a piedra gran-
(kabod) h a desaparecido de Israel»; en os destruyen el país, y daréis gloría al de. E hicieron astillas la madera del
Dios de Israel. Quizá aligere el peso de c a r r o y ofrecieron las vacas en holocaus-
su m a n o de sobre vosotros y de sobre t o a Yahveh. 1} Y los levitas habían
vuestros dioses y vuestra tierra. 6 ¿Y p o r bajado el arca de Yahveh y el cofrecito
El arca entre los filisteos qué habéis de endurecer vuestro corazón que estaba junto a ella, donde se conte-
6
c o m o endurecieron el suyo los egipcios nían los objetos de oro, y la colocaron
1
Cogieron, pues, los filisteos el arca Luego la m a n o de Dios cargó pesa- y Faraón? ¿No tuvo, después de haberlos sobre aquella gran piedra, y las gentes
5 de Dios y la condujeron desde Eben- damente sobre los asdodeos, y los llenó vejado, que dejarlos partir libremente? de Bet-semes ofrecieron aquel día holo-
ha-Ezer a Asdod. 2 Entonces, los filisteos de espanto, hiriéndolos con tumores, tan- 7
Así, pues, construid un carro nuevo y caustos y sacrificios a Yahveh.
16
Los
t o m a r o n el arca de D i o s y la metieron en to a A s d o d como a su c o m a r c a " . 7 Los t o m a d dos vacas recién paridas sobre las cinco príncipes de los filisteos lo vieron
el templo de D a g ó n , colocándola j u n t o ciudadanos de Asdod, viendo que tal su- cuales no haya pesado nunca el yugo; y se tornaron aquel m i s m o día a E q r ón.
17
a su imagen. 3 A la m a ñ a n a siguiente m a - cedía, dijeron: «¡No siga el arca del Dios y uncid al carro las vacas y, retirándoles Los tumores de o r o que los filisteos
drugaron los asdodeos, y he aquí que de Israel con nosotros, pues su m a n o h a sus becerros, encerradlos en el establo. ofrecieron como expiación a Yahveh son
D a g ó n yacía de bruces en tierra, delante descargado duramente sobre nosotros y 8 éstos: p o r Asdod, u n o ; p o r Gaza, u n o ;
Y tomad el arca de Yahveh y colocadla
del arca de Yahveh. Cogieron, pues, a sobre D a g ó n , nuestro dios». 8 M a n d a - en el carro, poniendo junto a ella, en un
por Asqalón, u n o ; p o r Gat, u n o ; p o r
D a g ó n y lo volvieron a su puesto. 4 A la ron, pues, aviso y convocaron junto a sí Eqrón, uno. I s Y los ratones de oro fue-
cofrecito, los objetos de oro que le habéis
a todos los príncipes de los filisteos y di- ron como el n ú m e r o de todas las ciu-
ofrecido en expiación, y dejadla libre que
jeron : dades filisteas de los cinco principados,
se vaya. ' Prestad atención enlonees: si,
—¿Qué hacemos con el arca del D i o s tanto ciudades fortificadas c o m o no m u -
t o m a n d o el camino de su país, sube hacia
de Israel? radas. Lo atestigua la piedrac grande so-
Bet-semes, ella es la que nos ha causado
A lo- que contestaron: bre la cual colocaron el arca de Yahveh
este grave d a ñ o ; mas si no ocurre así, sa-
—Llévese el arca del D i o s de Israel a existente hasta a h o r a en el c a m p o de
bremos que n o nos ha tocado su m a n o :
Josué el betsemesita.
Gat. es u n accidente fortuito que nos h a su-
Y trasladaron, efectivamente, el arca del cedido. 19 Y no se alegraron los hijos de Ye-
Dios de Israel. 9 M a s en cuanto la trasla- 10 Hiciéronlo, pues, aquellos hombres y konyái entre las gentes de Bet-semes,
daron, la m a n o de Yahveh originó en la t o m a r o n dos vacas recién paridas y las p o r q u e observaron el arca de Yahveh,
ciudad enorme perturbación e hirió a los uncieron al carro, mientras a los becerros y m a t ó de entre ellos • a setenta hombres '.
ciudadanos todos, chicos y grandes, de los retuvieron cerrados en el establo, Y el pueblo se llenó de duelo p o r h a b e r
suerte que les salieron tumores. 10 E n t o n - i' Luego pusieron el arca de Yahveh en hecho Yahveh en la gente tan gran m o r -
ces enviaron el arca de Dios a E q r ó n ; el carro con el cofrecilo y los ratones de tandad. * 20 Y exclamaron las gentes de
m a s en cuanto el arca de D i o s llegó a o r o y las figuras de los tumores. ' 2 Y las Bet-semes: «¿Quién puede permanecer
E q r ó n , los eqronitas clamaron diciendo: vacas se fueron derechas p o r el camino de ante Yahveh, este Dios santo? ¿Y d ó n d e
«¡Han trasladado a nosotros el arca del Bet-semes; siguiendo una misma ruta, subirá al alejarse de nosotros?» 21 M a n -
Dagón, Bajorrelieve de Nínive. (Jeremías, o.c, Dios de Israel para que m e m a t e a mí y a m a r c h a r o n mugiendo, sin torcer ni a dere- daron, pues, emisarios a los habitantes
fig.194.) mi pueblo!» 11 Así, pues, m a n d a r o n aviso cha ni a izquierda. Los príncipes de los de Kiryat-Yearim, diciendo: «Los filis-
congregando a todos los príncipes de los filisteos fueron detrás de ellas hasta el teos h a n devuelto el arca de Yahveh.
m a ñ a n a siguiente levantáronse de madru- filisteos, y dijeron: «Enviad el arca del confín de Bet-semes. Bajad y lleváosla».
gada, y he aquí que Dagón yacía de bru- Dios de Israel y tórnese a su lugar para 13
Estaban entonces los betsemesitas
ces en tierra delante del arca de Yahveh, que no m e m a t e a mí y a mi pueblo»;
mientras la cabeza de D a g ó n y las palmas pues sobrevino mortal perturbación en
de sus m a n o s yacían cortadas junto al t o d a ciudad, descargando allí durísima-
u m b r a l . Sólo su tronco * había quedado mente la m a n o de Dios. 1 2 A u n las perso- Derrota fiíistea. Samuel, juez de Israel
de él. 5 Por eso hasta el día de hoy los nas que no morían eran llagadas de tu-
mores, subiendo los alaridos de la ciudad 1
sacerdotes de D a g ó n y cuantos entran en Fueron, pues, los habitantes de
su templo no pisan sobre el umbral de hasta el cielo. 7 Kiryat-Yearim y subieron el arca de
de en medio de vosotros los dioses ex-
tranjeros y las Astartés y disponed vues-
D a g ó n , en Asdod. Yahveh, llevándola a casa de A b i n a d a b , tro corazón p a r a con Yahveh y servidle
sobre la colina, y consagraron a su hijo a El solo; y El os librará del poder de
Elazar p a r a guardar el arca de Yahveh. los filisteos». 4 Los israelitas arrojaron,
2
£1 arca de Yahveh es devuelta a Israel Y p a s ó m u c h o tiempo después que efectivamente, los Baales y las Astartés
fue el arca depositada en Kiryat-Yearim, y sirvieron a sólo Yahveh. 5 Y o r d e n ó
esto es, veinte años, y t o d a la casa de Samuel: «Congregad a t o d o Israel en
6 1 Así, pues, el arca de Yahveh estuvo
en el campo filisteo siete meses. 2 En-
n o la remitáis de vacío, m a s ofrecedle u n a
expiación. Entonces sanaréis y os será Israel suspiró • en pos de Yahveh. 3 En- Mispá para que yo implore p o r vosotros
tonces convocaron los filisteos a los sacer- n o t o r i o por qué n o se h a retirado su m a n o tonces Samuel habló a toda la familia a Yahveh». 6 Congregáronse, pues, en
dotes y los adivinos, diciendo: de vosotros. israelita diciendo: «Si os convertís a Yah- Mispá y sacaron agua y la d e r r a m a r o n
—¿Qué hacemos con el arca de Yah- 4
Y preguntaron: veh con t o d o vuestro corazón, apartad ante Yahveh, y aquel día a y u n a r o n di-
veh? Declaradnos c ó m o la h e m o s de en- —¿Cuál es la ofrenda expiatoria que
viar a su lugar. hemos de ofrecerle?
3 19
Y contestaron: A lo que replicaron: OBSERVARON: sin duda curioseando indiscretos || SETENTA: niítrlero sagrado.
—Si mandáis el arca del D i o s de Israel, —Según el n ú m e r o de los principados
21
I SAMUEL 8 —9 " 329
T 20
328 I SAMUEL 7 —8 21 H a b i e n d o oído, pues, Samuel todas j de su ruego y nómbrales u n rey». 22 g n -
las palabras del pueblo, las expuso a tonces dijo Samuel a los israelitas: «¡Idos
c i e n d o : « H e m o i pecado contra Y a h - Yahveh. Y dijo Yahveh a Samuel: «Aden- | cada uno a vuestra ciudad!»
ronlos atacando hasta p o r bajo de Bet-
veh». Y Samuel Juzgó a los israelitas en kar. i 2 Allí cogió Samuel una piedra y la
Mispá. * colocó entre Mispá y Sen, denominán-
7
C u m u l o los filisteos tuvieron noticia dola Eben-ha-Ezer (Piedra del socorro), Saúl y su visita a Samuel
de tinc los israelitas se habían reunido diciendo: «Hasta aquí nos h a socorrido
en Mispá, subieron contra Israel los Yahveh». 1 Vivía p o r entonces un individuo t se h a acabado ya en nuestros zurrones y
principes filisteos, oído lo cual por los
israelitas temieron ante la presencia de
13 Así, pues, los filisteos quedaron hu- 9 de Guibá * de Benjamín, llamado
Quis, hijo de Abiel, hijo de Seror, hijo
n o tenemos qué ofrecer al varón de
D i o s ; ¿qué nos queda?
millados y no volvieron más a invadir
los filisteos, 8 y dijeron a Samuel: « N o los confines de Israel, y la m a n o de Yah- de Bekorat, hijo de Afiaj, benjaminita. 8
Y el criado t o r n ó a responder a Saúl,
ceses de clamar p o r nosotros a Yahveh, veh se m a n t u v o contra los filisteos mien- Era h o m b r e pudiente. 2 Tenía un hijo diciendo:
nuestro D i o s , para que nos salve del po- tras duró Samuel. 14 Y volvieron a Is- llamado Saúl, de elevada estatura y be- — H e aquí que se halla en mi poder
der de los filisteos». * T o m ó , pues, Sa- rael las ciudades que a los israelitas ha- llo, y n o había entre los israelitas nadie un cuarto de siclo de plata. Se lo daré,
muel u n corderito lechal y lo ofreció bían arrebatado los filisteos, desde E q r ó n má's gallardo que él, superando a todo
íntegro en holocausto a Yahveh. Y clamó pues, al varón de D i o s p a r a que nos
hasta G a t y sus comarcas: t o d o lo res- el pueblo p o r su estatura de espaldas indique nuestro camino.
Samuel a Yahveh p o r Israel, y Yahveh
le escuchó. io A h o r a bien, mientras Sa-
cató Israel del poder filisteo. Y h u b o arriba. 3 Habíansele perdido a Quis, pa- i 9
(Antiguamente, en Israel, c u a n d o la
muel ofrecía el holocausto, los filisteos paz entre los israelitas y los amorreos. dre de Saúl, unas" asnas, y dijo Quis a | gente iba a consultar a Dios, decía así:
se acercaron a guerrear contra Israel; 1 5 A h o r a bien, Samuel fue juez de Is-
m a s Yahveh t r o n ó aquel día sobre los rael t o d a su vida; 16 e iba todos los años
filisteos con gran estruendo y los des- y giraba visita p o r Bet-El, Guilgal y
concertó y fueron derrotados p o r Israel. Mispá, juzgando a Israel en todos esos
11 Entonces salieron de Mispá los israe- lugares. 17 Luego tornaba a R a m a , donde
litas y persiguieron a los filisteos y fué- I tenía su casa, y allí juzgaba a Israel, y
allí mismo edificó u n altar a Yahveh.

Israel pide un rey


8 1 C u a n d o Samuel fue anciano, de-
signó a sus dos hijos para jueces de
—Este será el derecho del m o n a r c a
que ha de reinar sobre vosotros: t o m a r á
Israel. 2 El n o m b r e de su primogénito vuestros hijos y los empleará en su c a r r o -
era Joel, y el del segundo, Abiyyá, que za y en sus caballos y para que corran
ejercieron su judicatura en Bersabee. delante de su carroza. xl Los n o m b r a r á
3
Mas sus hijos no siguieron su ejemplo, jefes de mil y de cincuenta soldados, uti-
sino que se inclinaron al lucro ilícito, lizándolos también para labrar sus la- lit'cua íle asnos. (I'iilion, «ílist. d'Israel», p.123.)
recibiendo regalos y torciendo la justicia. brantíos, segar sus mieses y fabricar sus
4 armas de guerra y el atalaje de sus ca-
Reuniéronse, pues, todos los ancianos
de Israel y se fueron a Samuel, a R a m a , rros guerreros. , 3 Y t o m a r á a vuestras Saúl, su hijo: «Toma contigo u n o de los «Ea, vamos al vidente»; pues al que hoy
5 hijas c o m o perfumeras, cocineras y pa-
y dijéronle: «Ten en cuenta que tú criados y anda, vete a buscar las asnas». llamamos 'profeta' llamábase antigua-
estás viejo y tus hijos no siguen tu ejem- naderas. 14 Y se apoderará de vuestros 4
Atravesaron, en efecto, la montaña mente 'vidente' c .)
plo. A h o r a bien, desígnanos un rey para campos, vuestros viñedos y vuestros oli- de Efraím y pasaron p o r el territorio 1° Entonces dijo Saúl a su c r i a d o :
que nos gobierne, como lo tienen todos vares mejores y los d a r á a sus servidores.
de Salisá, m a s no las hallaron. Pasaron —¡Tienes razón, ea, vayamos!
los pueblos». 6 A Samuel le pareció mal 15 Exigirá, además, el diezmo de vuestras
sementeras y vuestras viñas para darlo a luego p o r el territorio de Saalim, y tam- Y se fueron a la ciudad donde vivía
la proposición cuando dijeron: «Danos poco. Atravesaron también el país ben- el varón de Dios.
u n rey para que nos gobierne»; mas hizo sus eunucos y sus servidores. 16 Y cogerá
vuestros siervos y siervas y vuestras me- jaminita, pero no las encontraron. 5 Cuan- n
Mientras subían la cuesta de la ciu-
oración a Yahveh. i Y Yahveh dijo a
Samuel: «Atiende la voz del pueblo en jores reses vacunas y vuestros asnos y do entraban en el país de Suf, dijo Saúl dad, hallaron unas doncellas que salían
todo lo que te digan, pues no te recusan los empleará p a r a sus trabajos. 1 7 Y to- al criado que le a c o m p a ñ a b a . por agua, y les dijeron:
a ti, sino que a mí es a quien rechazan mará el diezmo de vuestros rebaños, y —Ea, volvámonos, n o sea que mi pa- —¿Está aquí el vidente?
para que no reine sobre ellos. 8 Confor- vosotros mismos seréis sus siervos, l 8 Y dre, desentendiéndose de las asnas, esté 12
Y ellas les respondieron diciendo:
me h a n hecho conmigo desde el día en aquel día alzaréis el grito a causa del inquieto p o r nosotros. —Sí, ahí e s t á " delante de ti; d a t e
que los subí de Egipto hasta el presente, rey que vosotros os escogisteis: pero Yah- ° Y díjole el c r i a d o : prisa ahora, p u e s " h a llegado a la ciu-
que me han a b a n d o n a d o y servido a otros veh no os atenderá entonces. — M i r a que vive en esta ciudad un dad p o r q u e h o y el pueblo celebra sacri-
dioses, así hacen también contigo. 9 A h o - 19 varón de D i o s que es h o m b r e m u y esti- ficio en el bamá. * 13 Tan p r o n t o c o m o
ra bien, atiende su clamor, pero antes Mas el pueblo negóse a atender el
razonamiento de Samuel, y exclamó: m a d o : t o d o cuanto predice sucede pun- entréis en la ciudad lo hallaréis antes de
adviérteles bien y expónles los derechos tualmente. Vamos allí. Tal vez nos in- que suba a la altura a comer, p o r q u e el
del rey que va a reinar sobre ellos». — N o , sino que un rey h a de haber so-
bre nosotros; 2 0 para que seamos también dique algo acerca del a s u n t o en que an- pueblo n o comerá hasta que él h a y a
1° Refirió, pues, Samuel todas las pa- c o m o los demás pueblos y nos gobierne damos. * I llegado, pues tiene que bendecir el sa-
labras de Yahveh al pueblo, que le re- nuestro rey y salga al frente de nosotros , 7 Y dijo Saúl a su criado : crificio; después los invitados pónense a
clamaba un rey. u Y dijo: y pelee nuestros combates. Vamos, pues; mas ¿qué hemos de comer. Conque subid, p o r q u e lo encon-
«levar a este h o m b r e ? ; pues la provisión traréis al m o m e n t o .

•7 6 DERRAMARON: ceremonia simbólica cuyo sentido nos da la paráfrasis caldea diciendo que
* derramaron su corazón como agua ante el Señor mediante la penitencia. El rito practicábanlo ALGO. .. ANDAMOS : o también, camino o viaje que hemos emprendido.
.los hebreos posteriores en la fiesta de los Tabernáculos (Jn 7,37). .DAMA: o lugar alto, altura, aquí lugar de culto ortodoxo (cf. Lev 26,30, nota).
xu lx 9
380 1 SAMUEL 9 " 10 I SAMUEL 1 0 11 331
14
Subieron, en erecto, a la ciudad, y t —¿No soy yo un benjaminita, de la comunidad de profetas, e invadiéndole el1 ahora, pues, compareced ante Yahveh
cuando ellos culriiliiiii en el pueblo, he más pequeña de las tribus de Israel? ¿Y espíritu de Dios, púsose a profetizar eni por el orden de vuestras tribus y fami-
aquí que Samuel sulia al encuentro de mi familia no es acaso la más insigni- medio de ellos. n De suerte que los ques lias»,
ellos puní subir u la altura. 15 Ahora ficante de las familias de la tribu de Ben- le conocían de antes, como le vierani zo y Samuel mandó acercarse a todas
bien, un din miles de la venida de Saúl, jamín? ¿Por qué, pues, me hablas de esta profetizando entre los profetas y las gen-- las tribus de Israel, y cayó la suerte en
Yalivch habíale 16hecho revelación a Sa- manera? tes, comenzaron a decir entre sí: «¿Quéí la tribu de Benjamín. 21 Entonces mandó
muel, diciendo: «Mañana, a esta mis- 22
Entonces Samuel cogió a Saúl y a le ha pasado al hijo de Quis? 12 ¿Tambiéni acercarse a la tribu de Benjamín por fa-
ma honi, le enviaré un hombre del país su criado y los condujo dentro de la Saúl está entre los profetas?» Y con-- milias, y tocó la suerte a la familia de
de Benjamín, al cual,ungirás por jefe de sala, poniéndole a la cabeza de los con- testó uno del lugar diciendo: «¿Pues quiéni Matrí, y mandó acercarse a la familia
es el padre de ellos?» Por eso quedói de Matrí por individuos', y recayó la
mi pueblo Israel; y él salvará a mi pue- vidados, que eran unas treinta personas. como proverbio: «¿También Saúl está en--
blo del poder de los filisteos, por cuanto 23
Y Samuel dijo al cocinero: «Sirve la suerte en Saúl, hijo de Quis. 22 Y lo
tre los profetas?» 13 Luego acabó de pro-• buscaron, mas no fue hallado. Entonces
he reparado en la aflicción de' mi pue- porción que te entregué y de la cual te fetizar y llegó a la altura •.
blo, pues su clamor ha llegado hasta dije: Ponía aparte». 24 El cocinero sacó, 14
consultaron de nuevo a Yahveh:
mí». 17 Así, pues, en el momento en que en efecto, la pierna con la parte inmedia- Y un tío de Saúl preguntó a éste; —¿Ha venido ya aquí ese * varón?
Samuel vio a Saúl, Yahveh le dijo: «He ta ' y lo puso ante Saúl, y Samuel dijo: y a su criado: Y contestó Yahveh:
aquí el varón de quien te18 hablé. Este «Ahí tienes lo que quedó reservado; sír- —¿Adonde habéis ido? —Ve ahí que está escondido entre los
reinará sobre mi pueblo». Y acercóse vetelo y cómelo, porque a debido tiempo Y contestó: bagajes.
23
Saúl a Samuel en medio de la puerta y fue reservado para ti cuando invité al —A buscar las pollinas; pero, viendoi Fueron, pues, corriendo y lo traje-
dijo: pueblo». Comió, pues, Saúl aquel día que no las hallábamos, nos dirigimos ai ron de allí, y al comparecer en medio
—Indícame, por favor, dónde está la con Samuel. 25 Luego descendieron del Samuel. del pueblo resultó que aventajaba a todo
casa del vidente. santuario a la ciudad y aderezaron un 15 Entonces dijo el tio de Saúl: el pueblo de espaldas arriba. 24 Samuel
19
Y Samuel le contestó diciendo: lecho para Saúl en el terrado, 26 y se —Cuéntame lo que os ha dicho Sa-• entonces dijo a todo el pueblo:
—Yo soy el vidente. Sube delante de acostó '. Al rayar el alba, Samuel llamó muel. —¿No veis al que ha escogido Yah-
16
mí a la altura y comeréis conmigo hoy, a Saúl en el terrado \ diciendo: «Leván- Y dijo Saúl a su tío: veh? No hay uno como él en todo el
y mañana temprano te dejaré partir y te tate y te despediré». Levantóse, pues, —Nos ha manifestado que las asnas pueblo.
manifestaré todo cuanto encierra tu co- Saúl, y27 los dos, él y Samuel, salieron habían parecido. Y toda la gente gritó diciendo:
razón. 20 Y respecto a las asnas que se fuera. Cuando descendían por el ex- Mas respecto al asunto del reino no —¡Viva el rey!
25
perdieron hoy hace tres días, no te in- tremo de la ciudad, Samuel dijo a Saúl: le contó lo que Samuel habíale dicho. A continuación Samuel expuso al
quietes por ellas, pues han sido halla- «Di al muchacho que pase delante de 17 Samuel convocó entonces al pueblo pueblo las prerrogativas regias y lo con-
das. Además, ¿a quién pertenece todo lo nosotros y tú párate un momento, pues ante Yahveh en Mispá, 18 y dijo a los signó en un libro, que colocó delante de
más preciado de Israel? ¿No es tuyo y tengo que comunicarte lo que ha dicho israelitas: «Así ha dicho Yahveh, Dios Yahveh. Luego despidió Samuel a todo
de21toda la casa de tu padre? Dios». de Israel: Yo subí a Israel de Egipto y el pueblo a sus respectivas casas. 26 Tam-
A lo que Saúl replicó diciendo: os rescaté de las manos de los egipcios bién Saúl marchó a su casa, a Guibá,
y de las manos de 9 todos los imperios yéndose con él los guerreros a quienes
que os oprimían; ' mas vosotros hoy Dios movió el corazón. 27 Pero algunos
habéis despreciado a vuestro Dios, que sujetos despreciables dijeron: «¿En qué
Saúl es ungido rey os salvó de todos vuestros males y tri- nos puede ayudar ése?» Y lo menospre-
bulaciones, y habéis exclamado: ¡No'; ciaron y no le ofrecieron presente algu-
1 A t Samuel tomó entonces el frasco que recibirás de su mano. 5 Después lle- un rey has de poner sobre nosotros!; no. Pero él hizo como que no lo oía '.
* " del óleo y lo vertió sobre la cabeza garás a Guibá-Elohim, donde hay una
de Saúl, a quien besó, diciendo: «He guarniciónc de filisteos, y allí, cuando
aquí que Yahveh [te ha ungido por prín- entres en la ciudad, te encontrarás con
cipe sobre su pueblo, Israel, y tú domina- una comunidad de profetas que bajan Saúl derrota a los ammonitas y es reconocido rey
rás en el pueblo de Yahveh y lo librarás de la altura precedidos de salterios, tam-
del poder de sus enemigos de alrede-
dor] *. Y tendrás esta señal de que Yah-
veh te2 ha ungido por príncipe de su here-
bores,
6
flautas y cítaras y profetizando.
Entonces te invadirá el espíritu de Yah-
veh y profetizarás con ellos y quedarás
n 1
Ahora bien, Najas, ammonita,
subió y puso sitio a Yabés de
Galaad; y todos los habitantes de Ya-
de sus bueyes y preguntó: «¿Qué tiene el
pueblo que llora?» Y le refirieron las6 pa-
labras de los habitantes de Yabés. En
dad : cuando hoy te hayas separado de mudado en otro hombre. 7 Y cuando te bés dijeron a Najas: cuanto las oyó, el espíritu de Dios arre-
mí, hallarás dos hombres junto al se- acaezcan estas señales, haz lo que se te —Cierra un pacto con nosotros y te bató a Saúl, quien se encendió tanto en
pulcro de Raquel, en los confines de ofrezca8 a mano, pues Dios está conti- serviremos. cólera, ^ que tomó una pareja de bueyes
Benjamín, en Selsaj, los cuales te dirán: go. * Luego bajarás a mi encuentro a 2
Y contestóles Najas, ammonita: y, haciéndola pedazos, los envió por todo
«Han parecido las asnas que fuiste a Guilgal, y he aquí que yo descenderé —Pactaré con esta condición: sacaros el confín de Israel con mensajeros que
buscar; he aquí que tu padre no se cuida hacia ti para ofrecer holocaustos y ofren- a todos el ojo derecho, causando con ello dijesen: «A quien no salga en pos de
de las asnas y está, en cambio, intran- dar víctimas pacíficas. Siete días me aguar- oprobio a todo Israel. Saúl y en pos de Samuel, así se les hará
quilo por vosotros y dice: ¿Qué haré darás hasta que yo llegue a ti y te declare 3
Los ancianos de Yabés le dijeron: a sus bueyes». Cundió el temor de Yah-
en lo de mi hijo? * 3 Y pasarás más ade- lo 9que has de hacer». —Concédenos siete días para que en- veh entre la gente,8 y todos salieron como
lante, y cuando llegues a la encina del Y sucedió que, apenas volvió Saúl la viemos mensajeros por todo el término un solo hombre. Y [Saúl] los pasó re-
Tabor * encontrarás allí tres hombres que espalda para separarse de Samuel, Dios israelita; y sí no hay quien nos socorra, vista en Bézeq, resultando trescientos mil
suben hacia Dios, a Bet-El, uno porta- le trocó el corazón en otro y todas aque- nos rendiremos a ti. israelitas y treinta mil varones de Judá.
dor de tres cabritos, otro de tres tortas llas 10señales se verificaron aquel mismo 4 9
Llegaron, pues, los mensajeros a Gui- Y encargó a los mensajeros que habían
de pan, y el tercero de un odre de vino.
4
día. Fuéronse, pues, desde allí • a Gui- bá de Saúl y repitieron aquellas palabras llegado: «Decid así a los habitantes de
Y te saludarán y te darán dos panes, bá, y he aquí que surgió frente a él una en los oídos del pueblo, y toda la gente Yabés de Galaad: Mañana, cuando más
2 alzó el grito y rompió a llorar. 5 y he caliente el sol, seréis libertados». Fueron,
fi EN SELSAJ: así H, prb. errp. (cf. Kit); algunos leen «hacia el mediodía».
I " 7
Lo QUE SE TE OFREZCA... : o bien, obra con arreglo a las circunstancias.
aquí que Saúl llegaba del campo detrás | pues. los mensajeros y dieron la noticia
332 I SAMUEL 1 1 10
12 "
I SAMUEL 1 2 18
—13 i r
333
a los habitantes do Ynbés, los cuales va a reinar sobre nosotros? Entregadnos el que habéis cometido a los ojos de servidle con entero corazón. 21 N o os des-
se llenaron de júbilo. i<> Lmonces los ya- esos sujetos para que los matemos. Yahveh pidiendo para vosotros un rey.
13 viéis tras las cosas vanas, que ni ayudan
besitas dijeron fu Najas]: « M a ñ a n a nos Pero dijo Saúl: 18
ni salvan, pues son vanidad. 22 Porque
Invocó Samuel, en efecto, a Yah-
rendiremos a vosolros y haréis de nos- — N a d i e ha de morir en este día, ya veh, y Yahveh envió truenos y lluvias Yahveh, en gracia de su gran nombre,
olios lo que mejor os parezca». n A la que Yahveh ha salvado hoy a Israel. en aquel mismo día; y todo el pueblo a su pueblo no a b a n d o n a r á , pues ha
14
mañana siguiente dispuso Saúl al pueblo Y Samuel dijo al pueblo: concibió gran temor a Yahveh y a Sa- tenido a bien Yahveh haceros su pueblo.
en lies cuerpos y penetraron en medio —Venid, vamos a Guilgal para que muel. " T o d a la gente dijo a Samuel: 2-' En c u a n t o a mí, líbreme Yahveh de
del c a m p a m e n t o enemigo al tiempo de confirmemos allí la monarquía. pecar contra El cesando de rogar por
15 —Ruega por tus siervos a Yahveh, tu
la vela matutina, combatiendo a los am- M a r c h ó , pues, todo el pueblo a Guil- Dios, para que no m u r a m o s , pues a to- vosotros, antes bien os he de mostrar
moniliis hasta que el día comenzó a ca- gal, y allí proclamaron rey a Saúl en dos nuestros pecados hemos añadido la el camino bueno y recto. 2 4 Así, pues,
lcular. Y sucedió que los que escaparon presencia de Yahveh, en Guilgal; e in- maldad de reclamar p a r a nosotros un temed a Yahveh y servidle en verdad,
fueron de tal suerte dispersos, que no m o l a r o n allí ante Yahveh víctimas p a - rey. con t o d o vuestro c o r a z ó n ; pues ved«
quedaron dos juntos. * cíficas. Y Saúl y todos los israelitas tu- cuántas cosas grandes ha realizado con
20 Entonces Samuel dijo al pueblo:
<2 Entonces dijo el pueblo a Samuel: vieron allí grandísimo júbilo. vosotros. 25 Pero si persistís en el mal,
— N o temáis; vosotros habéis cometi-
—¿Quiénes son los que decían: Saúl do esta m a l d a d ; pero, no obstante, no vosotros y vuestro rey pereceréis.
os apartéis de en pos de Yahveh, sino

Samuel declina la judicatura


1 O i Entonces Samuel dijo a todos los de Egipto, y los asentó en este lugar.
Guerra con los filisteos y pecado de Saúl
9
* *• israelitas: Pero ellos olvidaron a Yahveh, su D i o s , holocausto y los sacrificios pacíficos». Y
4 O ' Tenía Saúl, c u a n d o alcanzó el rei-
—Ya veis que os h e atendido en cuan- y los entregó en poder de Sisara, jefe del *«' ofreció el holocausto. I 0 Y c u a n d o acaba-
no, . . . a ñ o s , y reinó sobre Israel
t o me habéis propuesto y os he n o m b r a d o ejército de Jasor, y en m a n o s de los ... y dos a ñ o s . * 2 Y se escogió tres mil ba de ofrecerlo, llegó Samuel, y Saúl le
u n rey. 2 A h o r a bien, ya tenéis rey a filisteos y en poder del rey de M o a b , hombres • de Israel, de los cuales dos mil salió al encuentro para saludarlo. Samuel
vuestro frente. Y o ya estoy viejo y enca- los cuales hicieron guerra contra ellos. estuvieron con Saúl en Mikmás y en el preguntó:
necido y mis hijos están con vosotros; 10 Entonces clamaron a Yahveh y dije- m o n t e de Bet-EI, y mil estuvieron con —¿Qué has hecho?
ante vosotros he vivido desde mi juven- ron: «Hemos pecado, pues hemos aban- J o n a t á s en G u i b á de Benjamín; y al resto i ' A lo que Saúl contestó:
tud hasta la h o r a presente. 3 Aquí me d o n a d o a Yahveh y rendido culto a los del pueblo lo m a n d ó a sus moradas res- — C o m o vi que se me dispersaba la
tenéis, declarad contra mí, ante Yahveh Baalcs y las Astartés; mas ahora líbranos pectivas. * 3 Y Jonatás destrozó a la guar- gente, tú no habías venido en el plazo
y en presencia de su Ungido, a quién de manos de nuestros enemigos y te ser- nición de filisteos que había en Gueba, señalado y los filisteos estaban reunidos
arrebaté el buey, a quién tomé el asno, viremos». " Envió, pues, Yahveh a Ye- y " los filisteos lo supieron, y Saúl m a n d ó en Mikmás, 12 pensé: «Ahora van a bajar
a quién oprimí, a quién vejé, de quién rubbaal, a Baraq', a Yiftaj y a S a m u e l ' , tocar la trompeta p o r t o d o el país, di- los filisteos contra mí a Guilgal sin haber
acepté soborno para cegar mis ojos con y os libertó del poder de vuestros ene- ciendo : «Óiganlo los hebreos» b . 4 Y todos yo aplacado a Yahveh»; y entonces m e
ello; y yo os lo restituiré. * migos de alrededor y vivisteis tranquilos. los israelitas oyeron decir: «Saúl ha des- decidí a ofrecer el holocausto.
4 12
Ellos respondieron: M a s viendo que Najas, rey de los am- trozado la columna lilislea c Israel liase i-' Y dijo Samuel a Saúl:
— N o nos has oprimido, ni nos has monitas, venía contra vosotros, me di- p o r t a d o bochornosamente con los filis- —Has o b r a d o neciamente; si" hubieras
vejado, ni has aceptado n a d a de m a n o s jisteis: « N o [queremos seguir así]; u n rey teos»; y entonces la gente se congregó observado la orden que Yahveh, tu Dios,
de nadie. ha de reinar sobre nosotros»; c u a n d o alrededor de Saúl en Guilgal. 5 Los filis- te había d a d o , he aquí que Yahveh ha-
5 Yahveh, nuestro Dios, es vuestro rey.
Y él díjoles: teos, por su parte, se reunieron para gue- bría asegurado para siempre tu reinado
—Yahveh es testigo con respecto a 13 A h o r a bien, ya tenéis el rey que habéis rrear contra Israel en número de tres" sobre Israel. I 4 Pero ahora tu reinado no
vosotros, y testigo su Ungido, en este elegido, que vosotros pedisteis; ya veis mil carros, seis mil jinetes e infantería se consolidará; Yahveh se ha buscado
dia, de que nada [reprobable] habéis ha- que Yahveh ha colocado sobre vosotros tan copiosa como la arena que hay a la un hombre conforme a su corazón y le
llado en mis manos. u n monarca. 14 Si teméis a Yahveh, y le orilla del mar. Subieron, pues, y acam- ha constituido jefe sobre su pueblo, por-
Y contestaron: servís y escucháis su voz, y n o sois re- paron en Mikmás, al oriente de Bet-aven. que no has observado lo que te había
—Testigo es. beldes al m a n d a t o de Yahveh, tanto vos- 6 Los israelitas se vieron estrechados, opri- ordenado Yahveh.
6 Y añadió Samuel al pueblo: otros c o m o el rey que reina sobre vos- mida la gente [por el enemigo], y el pue-
blo se ocultó en las cavernas, en las hen- 15 Luego fuese Samuel y partió de Guil-
—-Sí, testigo* Yahveh, que formó a Moi- otros 15
viviréis tras Yahveh, vuestro Dios. * gal, prosiguiendo su camino, mientras el
sés y a Aarón y subió a vuestros padres Pero si no atendéis la voz de Yahveh diduras de las rocas, en las fosas y en las
cisternas. ' Y u n cierto número de hebreos resto del pueblo subió en pos de Saúl al
desde \a tierra de Egipto. 7 A h o r a bien, y sois rebeldes al m a n d a t o divino, la encuentro del pueblo combatiente. Llega-
presentaos, pues os voy a juzgar ante m a n o de Yahveh pesará sobre vosotros ', pasaron el Jordán d hacia la tierra de Gad
16 y de Galaad. Saúl estaba todavía en Guil- dos, pues, de Guilgal' a Guibá de Benja-
Y a h v e h " respecto a t o d o s los beneficios c o m o pesó sobre vuestros padres. Aho- mín, Saúl pasó revista al pueblo que se
ra continuad ahí y veréis la maravilla gal, y todo el pueblo temblaba, medroso,
que Yahveh os ha hecho a vosotros y al seguirlo. encontraba con él: unos seiscientos h o m -
vuestros padres. 8 C u a n d o Jacob llegó que 17
Yahveh va a hacer a vuestros ojos. bres. 16 Saúl, su hijo Jonatás y la gente
a Egipto con sus hijos y los egipcios los ¿No es a h o r a la época de la siega del
trigo? Pues voy a invocar a Yahveh, y 8 El esperó siete días, según el plazo que les acompañaba estaban asentados
oprimieron", vuestros padres c l a m a r o n a
enviará truenos y lluvia, p a r a q u e com- fijado por Samuel; pero Samuel no llegó en Guibá de Benjamín, y losI 7 filisteos
Yahveh, y Yahveh envió a Moisés y a prendáis y veáis q u e ha sido delito grave a Guilgal, y la gente comenzó a dispersár- habían a c a m p a d o en Mikmás. El ejér-
A a r ó n , quienes sacaron a vuestros padres sele, 9 Entonces dijo S a ú l : « T r a e d m e el cito de descubierta salió del c a m p o d e

11 11
LA VELA MATUTINA O de la alborada era la tercera de las divisiones de la noche*
13 ' Falta el número de esos años en H y versiones.
2- > GUIBÁ DE BENJAMÍN : se identifica con Te!l el Ful, de goo m. y a unos kms. al N. de Jeru-
3 salén. Es la Guibat de Tos 18,28, la Guibat-Saúl de 1 Sam 11,4, y la Guibá de otros muchos textos.
PARA CEGAR MIS OJOS CON ELLO: y así no ver el delito. Gordis prp. corregir; «... tomé
12 4
dinero de rescate o cohecho, testificad contra mí* (o declarádmelo).
Diverso de Gueba, colina de 677 m., en Benjamín también y a pocos kms. al N. de Jerusalen. La
similitud de nombres habría originado confusiones en los textos. La Guebo del v.3 es la Gmbat-
VIVIRÉIS TRAS Y.: e. d., tendréis vida próspera siguiendo a Y. Elohim de 10,5. ~
18 1D
I SAMUEL 1 4 Z ( > - 4 8 335
334 I SAMUBL 1 3 —14

que habla en el c a m p a m e n t o de los filis- y habiendo cogido g a n a d o lanar y vacuno


los filisteos en tres cuerpos: tino tomó el p a r a afilar sus respectivas rejas de a r a d o , jteos fue siempre en a u m e n t o , y Saúl dijo y becerros, los degollaron en el suelo, de
camino de Ofrá, hacía In tierra de Sual; * azadones, hachas y aguijadas" respecti- al sacerdote: «¡Retira tu m a n o ! » 20 Al suerte que el pueblo comiólo con la san-
18 o t r o cuerpo se dirigió por el camino vos. 21 Costaba dos tercios de siclo el punto, Saúl y t o d a la gente que estaba gre. * 3 3 Y se lo comunicaron a Saúl,
de Bet-jorón, y el cuerpo tercero t o m ó afilado d e las rejas y los azadones, y u n con él p r o r r u m p i e r o n en gritos guerreros diciendo:
la dirección de In frontera « que se alza tercio de siclo las hachas y el montaje y se dirigieron al lugar de la lucha, y he — M i r a que el pueblo está pecando con-
sobre el vallo de Seboím, hacia el de- de las aguijadas. 2 2 Aconteciendo, pues, aquí que habían vuelto sus espadas unos tra Yahveh comiendo carne con sangre.
sierto. * que el día de la pelea no se encontró contra otros, y la perturbación era enor- —¡Habéis prevaricado—exclamó é l — ;
19 Ahora bien, n o se encontraba un ni espada ni lanza en poder de cuanta me. 2 1 L o s hebreos que ya de antes se r o d a d m e aquí' u n a piedra grande!
herrero en lodo el territorio israelita, pues t r o p a a c o m p a ñ a b a a Saúl y a Jonatás. e n c o n t r a b a n entre los'filisteos y habían 34
Y agregó Saúl:
los filisteos habíanse d i c h o : «Para que Sólo pudieron hallarse en Saúl y Jonatás, salido c o n ellos en el ejército, volvieron — D e s p a r r a m a o s entre la gente y de-
no rubriquen los hebreos ni espadas ni su hijo. la espalda también, incorporándose a los cidles que m e traiga cada cual su toro y
lan/iis». • -'» De suerte que todos los israe- 23 israelitas que estaban con Saúl y Jonatás.
Y u n cuerpo de filisteos salió hacia 22 su cabeza de g a n a d o menor, para que los
litas teniun que bajar a donde los filisteos la garganta de M í k m á s . A s i m i s m o , t o d o s los israelitas que degolléis aquí y luego lo comáis; y así
habíanse escondido en la m o n t a ñ a de no pecaréis contra Y a h v e h comiéndolo
Efraím, c u a n d o oyeron que los filisteos con sangre.
Heroísmo de Jonatás. Temerario juramento de Saúl habían h u i d o , se lanzaron también en su 3<i
En consecuencia, t o d o el pueblo trajo
persecución, c o m b a t i é n d o l o s . 2 3 Así, pues,
aquel día Yahveh salvó a Israel; y la lo que tenía en su poder aquella noche y
1 A i Cierto día dijo Jonatás, hijo de | es que Yahveh los ha entregado en nues- lo degollaron allí. Y Saúl construyó u n
* ™ Saúl, a su joven armígero: «Ea, tras manos. Tal será nuestra contraseña. pelea continuó hasta Bet-aven.
altar a Yahveh; éste fue el primero que
pasemos a la guarnición filistea que está n Mostráronse, pues, los dos a la guar- 24
Estaban los israelitas aquel día exte- él edificó a Yahveh.
del o t r o lado». Y n o le comunicó n a d a nición filistea, y los filisteos dijeron: n u a d o s «, y Saúl imprecó al pueblo, di- 56 Luego p r o p u s o Saúl:
a su padre. 2 Saúl estaba asentado en la — M i r a d a los hebreos, que salen de ciendo: «Maldito sea el h o m b r e que pro- —Bajemos esta noche en persecución
extremidad de Guibá, bajo el granado las cuevas donde se habían escondido. bare bocado hasta la tarde, c u a n d o me de los filisteos y saqueémoslos' hasta
q u e había en Migrón, y la gente que se 12 Y los individuos de la guarnición diri- haya vengado de mis enemigos». Y nin- que raye el alba y n o dejemos uno a vida.
hallaba con él era unos seiscientos hom- gieron la palabra a Jonatás y su escudero, guno del pueblo p r o b ó alimento. 2 5 » Lle- 37
— H a z lo que bien te parezca—replicó
bres. * 3 y Ajiyyá, hijo de Ajitub, her- diciendo: gó entonces toda la gente a u n bosque [el pueblo].
m a n o de Ikabod, hijo de Pincjás, hije —Subid a nosotros y os contaremos d o n d e había miel en la superficie del Pero el sacerdote a d v i r t i ó :
de Eli, sacerdote de Yahveh en Silo, lle- ma cosa. c a m p o » . 26 E n t r ó , pues, el pueblo en el
vaba el efod. Y el pueblo no sabía qu< —Acerquémonos aquí a D i o s .
Entonces Jonatás dijo a su escudero: bosque, y he aquí que destilaba miel; 38
Preguntó, pues, Saúl a D i o s :
J o n a t á s se había marchado. 4 En medie —Sube detrás de mí, pues Yahveh los pero nadie llevó su m a n o a la boca,
del desfiladero p o r que trató Jonatás de ha entregado en poder de Israel. —¿Iré tras los filisteos? ¿Los entregarás
pues el pueblo temió la imprecación. * en m a n o s de Israel?
llegarse a la guarnición de los filisteos 13 27
Subió, pues, Jonatás gateando, se- M a s Jonatás no había oído el jura- M a s [Yahveh] no le contestó aquel día.
había p o r un lado un pico de roca y otro
pico rocoso por o t r o : el u n o se llamaba guido de su escudero; y los filisteos * m e n t o de su padre al pueblo y alargó Y entonces exclamó Saúl:
Boses, y el otro, Senne. 5 U n o de los fueron cayendo ante Jonatás, mientras * el extremo de la vara que llevaba en la —Acercaos aquí t o d o s los jefes del
peñones estaba situado al norte, hacia el escudero los iba r e m a t a n d o detrás de m a n o , la mojó en un panal de miel y se pueblo e indagad y ved en qué h a con-
M i k m á s , y el o t r o al mediodía, hacia él. 14 Esta fue la primera matanza, en la llevó la m a n o a la boca, con lo que se le sistido este pecado h o y ; 3 9 pues, vive Yah-
G u e b a . 6 Dijo, pues, Jonatás al joven, cual Jonatás y su escudero dieron muerte encendieron los ojos. * 2 8 Entonces u n o veh, salvador de Israel, que, a u n q u e la
su escudero: a unos veinte hombres c o m o en la mitad del pueblo habló y dijo: culpa sea de Jonatás, m i hijo, ha de
del espacio de una yugada de tierra. ls Y — T u p a d r e h a lanzado clara impreca- morir.
—Ven, pasemos a la guarnición de esos cundió el pánico en el ejército, en el ción contra el pueblo, diciendo: ¡Maldito Y nadie en t o d o el pueblo le respondió.
incircuncisos; quizá haga Yahveh algo campo y en todo el pueblo "; incluso la sea quien tome hoy alimento! Y la gente 40
Entonces dijo a todos los israelitas:
a nuestro favor, pues a Yahveh n a d a le guarnición y el ejército de vanguardia se encuentra desfallecida. —Vosotros quedaos a un lado, y yo y
impide el salvar con mucha o con poca se llenaron de pavor; y el país se estre- Y Jonatás exclamó:* mi hijo Jonatás estaremos del o t r o .
gente. meció y sobrevino u n terror sobrenatural. 19
— M i p a d r e h a perjudicado al país. Y el pueblo dijo a S a ú l :
7
Y le respondió su escudero: 16 C o m o los centinelas que Saúl tenía ¡Mirad c ó m o se h a n encendido mis ojos — H a z como te plazca.
— H a z todo lo que te dicte el c o r a z ó n ; en Gueba ° de Benjamín observaran que con sólo p r o b a r u n p o c o de esta miel! 41
Dijo, pues, Saúl a Y a h v e h : «¡Dios
3
me tienes cordialmente identificado con- la multitud a se agitaba e iba de acá ' p a r a * ¡Cuánto m á s si el pueblo hubiera co- de I s r a e l k , d a a conocer la verdad!» Y ca-
tigo. allá, 1 7 dijo Saúl a la gente que le acom- m i d o hoy del botín hallado al enemigo! yó la suerte sobre Jonatás y Saúl, y el
8
Entonces añadió J o n a t á s : p a ñ a b a : «Pasad revista y ved quién se Ciertamente entonces, ¿no se habría hecho pueblo salió libre. 4 2 Entonces p r o p u s o
—Mira, vamos a pasar a esos hombres ha ido de entre nosotros». Pasaron, pues, estrago m a y o r en los filisteos? Saúl: «¡Echad suertes entre mí y J o n a t á s ,
y nos vamos a m o s t r a r a ellos; 9 si nos revista y faltaban Jonatás y su escudero. 31 Y batieron aquel día a los filisteos mi hijo!» Y tocó la suerte a Jonatás.
gritan: 'Esperadnos hasta que lleguemos 1 8 Entonces dijo Saúl a Ajiyyá: ' «Apro- desde M i k m á s hasta Ayyalón, y la tropa 43
Y dijo Saúl a J o n a t á s :
a vosotros', nos quedaremos parados y xima el efod»; pues aquel día él llevaba el se hallaba agotada en extremo. 32 El pue- —Declárame qué has hecho.
no subiremos d o n d e ellos. 1° Pero si nos efod con los hijos de I s r a e l ' . 1 9 Y mien- blo lanzóse, pues, gritando sobre el botín, Y Jonatás se lo manifestó, y dijo:
dicen: 'Subid a nosotros', subiremos; pues tras habló Saúl al sacerdote, el tumulto

17 2« ENTRÓ, PUES, EL PUEBLO EN EL BOSQUE : así H; pero es probable haya que interpretar de
18
EJÉRCITO DE DESCUBIERTA: O pelotón de devastación y saqueo que hacía la algara.
VALLE DE SEBOÍM: O de las Hienas, hoy Wadí Abu-Dabá', baiando hacia Jericó. acuerdo con la lección de G a que nos referimos en nota al v. anterior: «El pueblo llegó a los
19 panales de miel».
El texto—dice Albright—prueba que el monopolio del hierro por los filisteos, que lo usan 27
ya en los siglos XII y XI, como los hittitas desde el XIV, obstruyó el empleo de tal metal por los SE LE ENCENDIERON LOS OJOS: e. d., se reanimó, encandilándose sus ojos.
28
israelitas hasta aquellas centurias. Y LA GENTE SE ENC. DESF. : sería reflexión del soldado. Suele mirarse como paréntesis debido
al autor: «Y la tropa estaba fatigada», y se suprime como adición (cf. Kit).
32
2 CON LA SANGRE: e. d., sin desangrarlo bien.
MIGRÓN: ciudad entre Gueba y Mikmás; prps. 1. ba-Migrán o en la era.
l BAMUELí 1 * " li> I SAMUEL 15 19
—16 * 337
ÓOO
•\ •

—He probado un poco de miel con sus enemigos: contra los moabitas, los / Ve y extermina a esos pecadores de a m a - veh y he seguido el camino que m e había
el e x i u n i o de la vara que llevaba en a m m o n i t a s , contra E d o m , contra el rey' / lequitas y combátelos hasta que los ani- trazado, y así he traído a Agag, rey de
In nimio. Heme aquí: moriré. de Soba y contra los filisteos; y por! quiles. I 9 ¿Por qué, pues, no has obedecido Amaleq, y he consagrado al exterminio
44
Y contestó Saúl: dondequiera que había ido, había ven-' la voz de Yahveh y te has lanzado al a los amalequitas. 2 1 Si bien el pueblo
—¡Esto y esto me lingo Dios si cierta- cido. 4 8 Además, realizó proezas, destrozó botín y has o b r a d o mal a los ojos de ha cogido de la presa ovejas y bueyes, las
mente n o mueres, .loríalas! a los amalequitas y libró a Israel de ma- Yahveh? primicias del anatema, para inmolarlas
2
45
M a s el pueblo dijo a S a ú l : nos de los que lo asolaban. 4Q Los hijos " Y Saúl contestó a Samuel: a Yahveh, su Dios, en Guilgal.
22
—¿Va a morir Jonatás, que ha traído de Saúl fueron: Jonatás, ísvi y Malki-súa; —Pues ya h e escuchado la voz de Y a h - Y Samuel exclamó."
a Israel tan gran salvación? ¡Quita allá! y el n o m b r e de sus dos hijas era: el de la
¡Vive Yalivch que no ha de caer en tierra —¿Acaso se complace Yahveh tanto en holocaustos y sacrificios
primogénita, M e r a b , y el de la más pe-
un solo tabello de su cabeza!, pues con queña, Mikal. 5 0 La mujer de Saúl llamá- cuanto en que se obedezca su voz?
asistencia de Dios ha procedido en es- base Ajinóam, hija de Ajimaas, y el jefe H e aquí que la obediencia vale m á s que el sacrificio,
te di». de su ejército, Abner, hijo de Ner, tío y la docilidad m á s que la grosura de los carneros.
23
Así, pues, la multitud salvó a Jonatás de Saúl, 5I pues Quis, padre de Saúl, y Pues como el pecado de adivinación es la rebeldía,
y no murió. 4 * Cesó luego Saúl de perse- Ner, padre de Abner, eran hijos de Abiel. y c o m o delito de idolatría la c o n t u m a c i a "
guir a los filisteos, los cuales m a r c h a r o n 52
Y la guerra contra los filisteos fue p o r cuanto rechazaste la palabra de Yahveh,
a sus tierras. muy viva en tiempo de Saúl, y a todos El te h a rechazado de la dignidad real. *
47
Y Saúl alcanzó la dignidad real sobre los hombres fuertes y valientes que Saúl z 4 Entonces Saúl dijo a Samuel: poder real de Israel para entregarlo a
Israel y combatió alrededor contra todos veía los atraía a sí. — H e pecado, p o r q u e he transgredido otro mejor que tú. 2 ' Además, el que es
el m a n d a t o de Yahveh y sus órdenes; la Gloria de Israel, ni miente ni se arre-
pues he temido al pueblo y atendido su piente, pues no es u n h o m b r e p a r a arre-
Nueva falta de Saúl clamor. 2 5 Pero ahora te ruego perdones pentirse.
mi pecado y vuélvete conmigo para que 3" Y exclamó [Saúl]:
10 adore a Yahveh. — H e pecado; mas ahora h ó n r a m e ante
•f C ' V dijo Samuel a Saúl: « M e ha Entonces Yahveh habló a Samuel, 26
^ «* enviado Yahveh para ungirte rey diciendo: «Estoy arrepentido de haber M a s Samuel contestó a Saúl: los ancianos de mi pueblo y ante Israel,
sobre Israel, su pueblo. Ahora bien, es- constituido rey a Saúl, porque se ha apar- — N o volveré contigo, ya que has des- y vuelve conmigo p a r a que adore a Y a h -
cucha el tenor de las palabras de Yahveh. tado de mí y no ha d a d o a mis órdenes echado el m a n d a t o de Yahveh y Yahveh veh, tu Dios.
2 te h a rechazado p a r a que n o sigas siendo 3' Samuel, entonces, volvióse en p o s
Así h a dicho Yahveh Sebaof. H e consi- cumplimiento». " Samuel s s afligió y es-
derado lo que Amaleq hizo a Israel, cómo tuvo clamando a Yahveh toda la noche. rey de Israel. de Saúl y éste a d o r ó a Yahveh. 3 2 Luego
12 27
se le opuso en el camino c u a n d o éste A la mañana siguiente, Samuel m a d r u - Y al volverse Samuel p a r a marchar, dijo Samuel: «Traedme a Agag, rey de
subía de Egipto. * 3 Pues ahora ve y des- gó para ir al encuentro de Saúl, y tuvo [Saúl] le asió p o r el extremo del m a n t o , Amaleq». Y Agag se dirigió a él m u y
troza a Amaleq y extermínale con cuanto aviso, diciendo: «Saúl ha llegado a Kar- el cual se rasgó. 2 8 Dijole entonces Sa- o r o n d o ; pues Agag se decía: «Ciertamen-
posee, sin compadecerte de él; antes bien, mel, y he aquí que se ha erigido u n muel: te, el a m a r g o r de la muerte está pasado». *
33
m a t a r á s hombres y mujeres, muchachos m o n u m e n t o y luego ha d a d o la vuelta y, —Yahveh h a arrancado h o y de ti el Pero Samuel le dijo:
y niños de pecho, toros y ovejas, camellos pasando adelante, h a bajado a Guilgal».
y asnos». 13
Samuel se fue entonces a Saúl, y Saúl « C o m o tu espada ha dejado sin hijos a tantas mujeres,
4
Convocó, pues, Saúl al pueblo y pasó- le dijo: de igual suerte quedara sin ellos, entre las mujeres, tu madre».
le revista en Telam *, [resultando] dos- —¡Bendito seas de Yahveh! ¡Ya h e
Y lo descuartizó Samuel ante Yahveh no volvió a ver a Saúl. Sin embargo,
cientos mil de a pie y diez mil hombres cumplido el m a n d a t o de Yahveh!
en Guilgal. Samuel lloró a Saúl p o r q u e Yahveh se
de Judá. 5 Y llegóse Saúl hasta las ciuda- > 4 Y preguntó Samuel: 34
Después, Samuel marchó a R a m a y arrepintiera de haber constituido a Saúl
des de Amaleq y se apostó en el valle. —Pues ¿qué son esos balidos de ovejas
6 Saúl subió a su casa, a G u i b á de Saúl. rey de Israel.
Entonces dijo a los quenitas Saúl: «An- que llegan a mis oídos y el mugido de 35
Ya Samuel hasta el día de su muerte
dad, retiraos, salid de en medio de los vacada que estoy o"endo?
15
amalequitas para que no os destruya jun- Y respondió Saúl:
tamente con ellos, pues vosotros usasteis — L o s hemos traído de los amalequitas,
de benignidad con todos los hijos de Israel pues el pueblo ha perdonado lo mejor David es ungido rey y llamado a la corte de Saúl
c u a n d o subían de Egipto». Los quenitas del rebaño y la vacada para ofrecer sacri-
se retiraron, en efecto, de en medio de ficio a Yahveh, su D i o s ; m a s lo restante 1 fi ' Y ^ ° ^ a n v e ' 1 a Sarnuel: — T o m a r á s contigo una ternera y dirás :
los amalequitas, 7 y Saúl desbarató a los lo hemos destruido. ^ " —¿Hasta c u á n d o vas a estar la- He venido a ofrecer sacrificio a Yahveh.
3
amalequitas desde Ilavilá " hasta la en- N> Entonces dijo Samuel a Saúl: m e n t á n d o t e p o r Saúl, habiéndole yo re- E invitarás a Jesé al sacrificio, y yo te
trada de Sur, que se halla al este de Egip- —Deja que te revele lo que Yahveh chazado para que n o reine sobre Israel? indicaré lo que has de hacer, y me ungirás
to. 8 Y cogió vivo a Agag. rey de Amaleq, me ha dicho esta noche. Llena tu cuerno de óleo y a n d a : voy a al que yo te diga.
4
y consagró al exterminio a todo el pueblo, Y contestó: enviarte a Jesé betlemita, porque he visto Hizo, pues, Samuel lo que Yahveh
pasándolo a cuchillo. " Pero Saúl y el —Habla. entre sus hijos un rey a m i gusto. había indicado, y llegó a Belén. Los an-
2
pueblo se compadecieron de Agag y de 17
Y dijo Samuel: Y objetó Samuel: cianos de la ciudad salieron, llenos de
lo mejor del ganado menor y vacuno, — ¿ N o es cierto que, siendo tú pequeño —¿Cómo voy a ir? ¿Para que lo sepa tímido respeto, a su encuentro y pregun-
las reses gordasc y los corderos, y de Saúl y me mate? taron :
a tus propios ojos, llegaste a ser cabeza
todo lo bueno, y no quisieron destruirlo. de las tribus de Israel y Yahveh te ungió Pero Yahveh respondió: —¿Es para bien tu venida?
En cambio, exterminaron todas las cosas por rey de los israelitas? lf* Yahveh te 23
viles y de poca estimación. había marcado el camino y había d i c h o : CONTUMACIA : o insubordinación. Sentido inseguro.
32
MUY ORONDO O gozoso: el texto es dudoso; para algs. podría aludir a la danza funeral
Ccf. Gaster, JBL, 1948): otros, «temblando, con paso vacilante» (asi VG, cf. Kit); otros, «entre
2
cadenas». Luego V traduce: «De este modo separa de la vida la amarga muerte»; otros, suprimien-
H E CONSIDERADO...: O bien, he decidido pedir cuenta o castigar... do, dicen: ¡ Ciertamente es amarga la muerte 1
/
338 I SAMUEL 1 6 ° 17 '
e 88
I SAMUEL 1 7 - 339
5 — P a r a bren—contestó él—. H e veni- día en adelante. Luego Samuel fue y
do a ofrecer sacrificio a Yahveh. Purificaos marchó a Rama. siclos de hierro y precedíale su escudero.* se llenaron de temor. 25 Y u n israelita ex-
14 8
y venid conmigo al sacrificio. A h o r a bien, el espíritu de Yahveh Paróse, pues, y gritó a los escuadro- c l a m ó : «¿Habéis visto a ese individuo q u e
Y purificó a Jesé y a sus hijos y los habíase alejado de Saúl y agitábalo u n nes de Israel y díjoles: «¿Por qué salís se adelanta? Pues sale a desafiar a Israel,
invitó al sacrificio. mal espíritu m a n d a d o p o r Yahveh. * 15 Y en orden de batalla? ¿ N o soy filisteo y y a quien lo m a t e lo colmará el rey de
6 vosotros servidores de Saúl? ¡Escogeos cuantiosas riquezas, le dará su hija en
C u a n d o llegaron ellos y vio a Eliab, los servidores de Saúl le dijeron:
pensó: «¡Seguramente ante Yahveh está — H e aquí que te agita un mal espíritu u n o y baje a mí! 9 Si, peleando conmigo, matrimonio y a la casa de su padre la exi-
su ungido!» i Pero Yahveh dijo a Samuel: enviado p o r Dios. 16 M a n d e nuestro se- m e vence y m e mata, seremos vuestros mirá de tributos en Israel». 26 y preguntó
« N o te fijes en su aspecto ni en lo elevado ñor, pues tus siervos están a tu dispo- servidores, y si lo venzo yo y m a t o , seréis David a los que le rodeaban, diciendo:
de su estatura; pues le h e descartado, sición: Busquen u n sujeto que sepa tocar subditos nuestros y nos serviréis»."> Y —¿Qué se h a r á a la persona que m a t e
p o r q u e Dios no se fija * en lo que se el arpa, y, c u a n d o te acometa el mal agregó el filisteo: «Yo he provocado hoy a ese filisteo y quite de Israel semejante
fija el h o m b r e , pues el h o m b r e mira la espíritu m a n d a d o p o r Dios, tocará y te a duelo a los batallones de Israel; venga oprobio? M a s , al fin, ¿quién es el incir-
externa apariencia, m a s Yahveh m i r a el p r o b a r á bien. * un h o m b r e y combatiremos cuerpo a cunciso filisteo p a r a r e t a r c o n palabras d e
11
corazón». Y contestó Saúl a sus servidores: cuerpo». 11 C u a n d o Saúl y todos los is- escarnio a los escuadrones de D i o s vivo?
8 Entonces Jesé llamó a A b i n a d a b y lo —Buscadme, pues, u n h o m b r e que t o - raelitas oyeron las palabras del filisteo, 27 Y le repitió la gente las mismas p a -
hizo pasar ante Samuel, quien dijo: «Tam- que bien y traédmelo. q u e d a r o n atónitos, sobrecogidos de enor- labras, diciendo:
18
poco a éste h a elegido Yahveh». 9 y Jesé Intervino entonces u n o de los criados me espanto. —Así se h a r á al que lo mate.
hizo pasar a Sammá, y dijo Samuel: y dijo: i 2 David era hijo de un h o m b r e efrateo, 28 Eliab, su h e r m a n o mayor, le oyó
« T a m p o c o a éste ha escogido Yahveh». — H e aquí que yo tengo noticia de u n de Belén de Judá, que se llamaba Jesé y hablar con la gente y se encendió en ira
10 tenía ocho hijos. Este h o m b r e , en la épo- contra David, y exclamó:
Así fue Jesé haciendo pasar a siete de hijo de Jesé betlemita, diestro en tañer y
sus hijos delante de Samuel, m a s Samuel h o m b r e óptimo, buen guerrero, perito en ca de Saúl, era ya anciano, m u y entrado —¿A qué has venido aquí y a quién
dijo a Jesé: « N o h a elegido Yahveh a el decir, de gallarda figura, y está Yahveh en años. 1 3 Los tres hijos mayores de Jesé has confiado aquel poco de rebaño en el
ninguno de éstos». con él. habían partido a la guerra en pos de Saúl. desierto? Conozco tu insolencia y la m a -
11 19
Luego Samuel preguntó a Jesé: Envió, pues, Saúl mensajeros a Jesé, Y los nombres de los tres hijos suyos que licia de tu c o r a z ó n : sin duda, a ver la
—¿Están todos los muchachos? diciendo: « M á n d a m e a David, tu hijo, habían ido a la guerra eran Eliab, el pri- batalla es a lo que has venido.
29
A lo que respondió: que a n d a con el rebaño». 20 Y Jesé t o m ó m o g é n i t o ; A b i n a d a b , el segundo, y Sam- Y contestó D a v i d :
•—Aún queda el más pequeño, pues se un asno cargado de p a n *, u n odre de má, el tercero. 1 4 David era el más peque- —¿Qué he hecho yo ahora? ¿No era
halla pastoreando el r e b a ñ o . vino y u n cabrito, y lo envió a Saúl ño, y los tres mayores habían m a r c h a d o acaso mera conversación? * 30 y s e des-
Y dijo Samuel a Jesé: p o r medio de David, su hijo. 21 Y llegó en pos de Saúl. 15 M a s David iba y venía vió de su lado, dirigiéndose a otra parte,
•—Envía a buscarlo, pues n o nos sen- David a Saúl y fue admitido a su pre- de junto a Saúl p a r a pastorear el rebaño donde hizo la misma pregunta, y la gente
taremos a la mesa hasta que venga acá. sencia, y [el rey] lo estimó grandemente y de su p a d r e en Belén. í6 Y el filisteo se le repitió la misma respuesta de antes.
le n o m b r ó su escudero. 2 2 Luego Saúl adelantaba m a ñ a n a y tarde y alardeaba 31
Las palabras que había p r o n u n c i a d o
12 Envió, pues, Jesé p o r él y lo hizo p o r espacio de cuarenta días. 1 7 A h o r a David fueron oídas, y se las comunicaron
envió a decir a Jesé: «Te ruego se quede
venir. Y era rubio, de hermosos ojos bien, Jesé dijo a David, su hijo: «Toma a Saúl, quien lo envió a buscar. 32 Y D a -
David a mi servicio, pues h a hallado
y grato aspecto. Y Yahveh indicó: «Ea,
gracia a mis ojos». 2 3 Y c u a n d o el espíritu este cfá de grano tostado y estos diez pa- vid dijo a Saúl:
úngelo, pues éste es». 13 T o m ó , pues, Sa- nes y corre, llévaselo al c a m p a m e n t o a
malo asaltaba a Saúl, t o m a b a David el —¡No desmaye el corazón de n a d i e "
muel el cuerno del óleo y lo ungió en tus hermanos. >8 Lleva también estos diez por ése! Tu siervo irá y peleará con ese
a r p a y tocaba, lo cual d a b a a Saúl alivio
m e d i o de sus h e r m a n o s , y el espíritu quesos de leche al kiliárea y visita a tus filisteo.
y le sentaba bien, pues se retiraba de él
de Yahveh invadió a David desde aquel i h e r m a n o s para ver si están bien, y coge 33
el mal espíritu. M a s Saúl replicó a D a v i d :
alguna contraseña suya. * 1 9 Saúl y ellos —Tú n o puedes dirigirte a ese filisteo a
y todos los israelitas están en el valle de pelear con él, pues eres muchacho, y él,
Elá combatiendo con los filisteos». 20 M a - guerrero desde su mocedad.
El gigante Goliat drugó, pues, David a la m a ñ a n a siguien- 34
David, empero, contestó a Saúl:
te, encomendó el rebaño a u n r a b a d á n , — T u siervo h a sido pastor del rebaño
n i Y los filisteos congregaron sus
tropas para la guerra y se reunie-
r o n en Sokó de Judá, a c a m p a n d o entre
entonces de las huestes * filisteas el reta-
dor, p o r n o m b r e Goliat, de G a t , de u n a
altura de seis codos y palmo. * 5 U n yelmo
cargó y m a r c h ó conforme Jesé le había de su p a d r e , y c u a n d o venía el león o el
ordenado. Llegó precisamente al reducto oso y se llevaba del rebaño u n a res m e -
de los carros en el m o m e n t o de salir el nor, 35 yo salía tras él y lo hería y la res-
S o k ó y Azeqá, en Efes-dammim. 2 Saúl de bronce cubría su cabeza e iba vestido ejército formado en batalla y alzar el gri- cataba de sus fauces, y si se volvía él con-
y los israelitas se j u n t a r o n también y de u n a coraza de escamas, siendo el peso to de combate. 21 Israelitas y filisteos dis- tra mí, lo a g a r r a b a p o r las quijadas y lo
a c a m p a r o n en el valle de Elá ( = del de la coraza de cinco mil siclos de bronce. pusiéronse en orden de pelear, escuadro- desquijaraba y m a t a b a . 36 T a n t o al león •
6
Terebinto) y se dispusieron en orden de Cubrían sus piernas grebas de bronce nes contra escuadrones. 22 Y David depo- c o m o al oso h a m a t a d o tu siervo, y ese
batalla frente a los filisteos. 3 Los filisteos y llevaba sobre sus espaldas una jabalina, sitó su carga en m a n o s del guardián de filisteo incircunciso será c o m o u n o de
estaban en el monte, de u n lado, y los también de bronce. * 7 El asta de su lanza bagajes y corrió hacia las filas, y, en lle- aquéllos, ya que ha desafiado con escar-
israelitas en el monte, del otro lado, y era c o m o u n enjullo de tejedor, y- la gando, preguntó a sus h e r m a n o s p o r su nio a las tropas de D i o s vivo.
entre ellos mediaba el valle. •» Y salió m o h a r r a de la misma tenía seiscientos 37
salud. 23 Estaba h a b l a n d o con ellos, cuan- Y añadió D a v i d :
do he aquí que el mediador llamado G o - —Yahveh, que me h a librado de las ga-
liat el filisteo, natural de G a t , salió de sus rras del león y de las garras del oso, m e
1 4 MAL ESPÍRITU: eran tales la tristeza y malestar de Saúl, que, dominado por una especie
1 **CL
16
de manía persecutoria, parecía estar bajo el influjo de un poder superior.
escuadrones filisteos y pronunció las mis- librará también de m a n o s de este filisteo.
m a s palabras, y David lo oyó. 24 En cuan- Dijo entonces Saúl a D a v i d :
TOCARÁ Y TE PROBARÁ BIEN O calmará: con ello mostraban los hebreos que conocían el in-
flujo de la música sobre sentimientos y afectos. to vieron a aquel h o m b r e , todos los israe- —Vete, y Yahveh sea contigo.
38
litas esquivaron huidizos su presencia y Saúl vistió con sus propias vestídu-
4
1 *7'
6
EL RETADOR O mediador: quizá, escribe Buhl, el compromisario que se presentaba en
desafío o duelo entre dos ejércitos; el campeador. 7
18
ENJULLO: O bien palo de tizo de los tejedores (Yigael Yadín).
JABALINA: venablo o pica; otros, clava, maza; GV, «escudo» o peto. . CONTRASEÑA: es la prenda o garantía de la puntual ejecución de un encargo.
29
CONVERSACIÓN; O bieri: ¡No ha sido más que una palabra (o pregunta)!
89 58 I SAMUEL 1 8 1 " 2 6 341
340 I SAMUEL 1 7 -

ras a David, Ir puso tm yelmo de bronce 52 Entonces se alzaron los hombres de


sobre la cuhr/ii y lo iinnó de una coraza. Israel y Judá d a n d o grandes gritos, y per- Amistad entre David y Jonatás y celos de Saúl
39 Después, d u e n d o su propia espada siguieron a los filisteos hasta la entrada
a David " I'IK'ÍIIIÍI de sus vestiduras, éste de Gat' y hasta las puertas de Eqrón, ca- •f O ' E n a c a b a n d o [David] de hablar P o r q u e Saúl pensó: « N o es preciso que
inlenló inminiir, ya que no estaba avezado yendo muertos muchos filisteos en el ca- * ** a Saúl, el alma de Jonatás quedó mi m a n o le toque, pues ya le alcanzará
a |¡ii|iicllo). Dijo, pues, DavM a Saúl: mino desde ' Saaráyim hasta Gat y Eqrón. prendada del alma de David, y Jonatás la m a n o de los filisteos». ' 8 M a s David
« N o puedo caminar con esto, porque no 53 Y c u a n d o volvieron los israelitas de lo quiso c o m o a sí mismo. 2 Y Saúl lo to- contestó a Saúl:
longo costumbre». Y David quitóselo de perseguir a los filisteos, saquearon su m ó aquel día consigo y no le permitió —¿Quién soy yo y quién es mi paren-
cncimu. '"' Tomó entonces su cayado en volver a casa de su padre. 3 Jonatás, p o r tela *, la familia de mi padre, en Israel,
la m a n o , se escogió cinco guijarros del su parte, celebró alianza con David, pues para que yo venga a ser yerno del rey?
tórrenlo, púsolos en el zurrón de pastor lo estimaba c o m o a su propia p e r s o n a ; 4 y, 19
A h o r a bien, sucedió que c u a n d o vino
que llevaba y, con el morral y la h o n d a despojándose del m a n t o que llevaba en-
en la mano, se dirigió al filisteo. 4 1 T a m - cima, se lo dio a David, y asimismo sus
bién el filisteo fue acercándose a David,
precedido de su escudero. 4 2 C u a n d o el
vestiduras e incluso su espada, su arco y
su cinturón. 5 y c u a n d o salió David de
expedición, dondequiera que Saúl lo en-
#5' 'U
filisteo miró y vio a David, lo menospre-
ció, porque era u n m u c h a c h o , rubio, de viaba, lograba éxito. Luego Saúl lo colo-
lindo aspecto. 4 3 Y dijo el filisteo a D a - có al frente de sus soldados y fue grato
vid : «¿Soy yo acaso algún perro para que a t o d o el pueblo, así c o m o también a los
te llegues a mí con un palo?» Y el filisteo servidores de Saúl.
maldijo a David por sus dioses,* 4 4 y luego 6 Mas sucedió que al llegar ellos, de
dijo a D a v i d : «¡Ven a mí, que yo entre- vuelta David de matar al filisteo, las mu-
garé tu carne a las aves del cielo y a las jeres salieron de todas las ciudades de
rieras del campo!» Israel, c a n t a n d o y d a n / a n d o , al encuen-
45
Entonces replicó al filisteo: «Tú vie- tro del rey Saúl, con tamboriles, regocijo
nes a mi con espada, lanza y escudo; mas y sistros. ^ Y, danzando, las mujeres can-
yo voy a ti e n n o m b r e de Yahveh Sebaot, t a b a n y decían:
Dios de los escuadrones de Israel, a quien «Saúl venció a sus mil Asiático tocador de lira tras su asno. («The
tú has injuriado. 4 6 H o y te entregará Yah- y David a sus diez mil». Bibl. Archaelogist» [1941J fig.3.)
8
veh en mis manos, y te mataré y cortaré Ello irritó sobremanera a Saúl, y ta-
la cabeza, y daré hoy mismo tu cadáver L U - L ^ U ^ l A ^ les palabras le desagradaron, pues pensó: el tiempo de dar la hija de Saúl, M e r a b ,
y los cadáveres& del ejército filisteo a las «A David han aplicado los diez mil y a a David, ésta fue d a d a p o r m u j e r a A d r i e l ,
aves del cielo y fieras de la tierra; y sabrá Espinilleras de Chipre y Karkemis. (K. Galling, mí los miles. N o le falta más que la rea- el mejolatita. 2 0 Por otra parte, Mikal,
toda la tierra que hay Dios en ' Israel, «Bibl. Reall.o, 89.) leza». '' Y a parlir de aquel día, Saúl miró hija de Saúl, a m a b a a David, y c u a n d o
47
y toda esta multitud conocerá que Yah- a David con malos ojos. se lo anunciaron a Saúl le agradó la noti-
veh no salva con espada ni lanza, pues campamento. 5 4 David cogió la cabeza 10
Sucedió, pues, que al día siguiente el cia, 2 I pues Saúl pensó: «Se la daré y ella
Yarweh es el dueño de la guerra y os pon- del filisteo y la llevó a Jerusalén, y colocó mal espíritu enviado p o r Dios se apoderó le servirá de lazo para que la m a n o de
drá en nuestras manos». él en su propia tienda las armas del mismo. de Saúl, el cual púsose arrebatado en me- los filisteos caiga sobre él». Dijo, pues,
48
Y sucedió que c u a n d o el filisteo fue 55 Ahora bien, c u a n d o Saúl había visto dio de casa. Tocaba entonces el arpa D a - Saúl a D a v i d : «Por segunda vez podrás
y se puso en marcha, dirigiéndose al en- a David salir al encuemro del filisteo, ha- vid como los demás días, y Saúl tenía su hacerte hoy mi yerno». * 2 2 Y m a n d ó Saúl
cuentro de David, éste se apresuró a co- bía preguntado a Abner, jefe del ejército: lanza en la m a n o . n Y blandió Saúl la a sus servidores: «Hablad a David con-
rrer hacia la línea de batalla, al encuentro — ¿De quién es hijo ese muchacho, A b - lanza, p e n s a n d o : «Clavaré a David en la fidencialmente, diciendo: Ya ves que el
del filisteo. 4<> Entonces David se llevó la ner? pared». Mas David se a p a r t ó de delante rey te tiene afecto y todos sus servidores
m a n o al zurrón, cogió de él una piedra, Y Abner había respondido: d e él por dos veces. 1 2 Entonces Saúl temió te quieren; a h o r a bien, hazte yerno del
chasqueó la honda e hirió al filisteo en la —¡Vive tu alma, oh rey, que no lo sé! a David, pues Yahveh estaba con él y de rey». 23 Los servidores de Saúl, en efecto,
frente, clavándose la piedra en ésta y ca- 5<> Entonces habia dicho el rey: Saúl se había retirado. 13 Y Saúl lo apartó hicieron llegar tales palabras a oídos de
yendo aquél de bruces en tierra. 50 Así —Pregunta de quién es hijo el m o z o . de sí y lo constituyó kiliárea e iba y venía David, mas David replicó: «¿Tan sencillo
venció David con la h o n d a y la piedra 57 Y al volver David de m a t a r al filis- al frente del pueblo. I 4 David salía bien es a vuestro parecer llegar a ser yerno
al filisteo; lo hirió y lo m a t ó , sin que tu- teo, le cogió A b n e r y lo condujo a pre- de todas sus empresas, porque Yahveh del rey? Yo soy un h o m b r e pobre y de
viera David en la m a n o espada alguna. sencia de Saúl, c u a n d o venía con la ca- estaba con él. 15 Viendo, pues, Saúl sus baja condición». 2 4 Los servidores de Saúl
51 Luego David echó a correr y se acercó beza del filisteo en la m a n o . 58 Preguntóle grandes éxitos, tuvo miedo de él. i 6 En le dieron aviso, diciendo:
al filisteo, y, cogiéndole la espada, la sacó Saúl: cambio, t o d o Israel y Judá a m a b a a D a - —David ha contestado estas palabras.
de la vaina, lo remató y cortó con ella la — M u c h a c h o , ¿de quién eres hijo? vid, p o r q u e iba y venía al frente de ellos. 25
Y Saúl respondió:
cabeza. Los filisteos, c u a n d o vieron que —Soy hijo de tu servidor Jesé betlemi- 1 7 Entonces dijo Saúl a D a v i d : —Decidle a David así: Al rey n o le
su campeón había muerto, emprendieron ta—contestó David. —Mira, te voy a dar por mujer a Me- interesa la dote, sino cien prepucios de
la huida. rab, mi hija m a y o r ; sólo deseo que seas filisteos p a r a vengarse de los enemigos
u n valiente y combatas las batallas de reales.
4 Yahveh. C o n ello pensaba hacer caer a David
* Aquí añade el texto griego: David replicó: «No, tú eres peor que un perro».

I O 2 1 POR SEGUNDA VEZ: así puntúa H; otros: «dijo... S. a D. por segunda vez; ahora...» (Bibl.
* ° Bonn, etc.); o bien: «con la segunda pued*s ser ahora yerno mío» (Bibl. Herder)... La prí-
mera vez es la referida en v.17.
29 2S
342 I SAMUEL 1 8 19 I SAMUEL 1 9 2 * — 2 0 2 " 343
en poder de los filisteos. 2<i Transmitie- p o r esposa. Y Saúl vio y comprendió que a él el espíritu divino, de suerte que ca- en presencia de Samuel, y yació en tierra
ron a David dichas palabras los servidores Yahveh estaba con D a v i d ; y Mikal, su m i n ó profetizando hasta su llegada a N a - desnudo t o d o aquel día y t o d a la noche.
de Saúl, y a David le agradó la condición hija, lo a m a b a . 2 9 Y volvió a temer Saúl yot de R a m a . 2 4 Y él también se despojó Por eso dicen: «¿También Saúl figura en-
puesta para llegar a ser yerno del rey. a David más que antes; y fue Saúl mientras de sus vestidura! y se p u s o a profetizar tre los profetas?»
N o se h a b í a c u m p l i d o a ú n el p l a z o , vivió hostil a David. 3 0 Por otro lado, los
27
c u a n d o David fue y p u n i ó con su gente jefes de los filisteos salieron a campaña,
y m a t ó a doscicnlos filisteos, y llevó sus y siempre que lo hicieron tuvo David m a -
prepucios y le dio til rey el n ú m e r o com- yor éxito que todos los servidores de Saúl, Pacto entre David y Jonatás
pleto para llegar a ser yerno del monarca. p o r lo que se hizo su n o m b r e m u y fa-
28 Entonces Saúl diole a su hija Mikal moso. O r t ! David, entonces, huyó desde N a - —¿Quién me lo comunicará en caso de
™" yot de R a m a , y, llegado ante J o - dar tu padre dura respuesta?
11
natás, le dijo: Y j o n a t á s respondió a D a v i d :
—¿Qué he hecho yo? ¿Cuál es mi delito —¡Ea, salgamos al c a m p o !
Huida d e David y cuál mi crimen contra tu padre, para Salieron, pues, a m b o s "al c a m p o , 1 2 y
que trate de quitarme la vida? dijo Jonatás a D a v i d :
| Q ' Y Saúl habló a J o n a t á s y a t o d o s pues, Mikal a David p o r u n a ventana y 2
— ¡ Q u i t a allá!—contestóle—; n o m o - —Testigo ° sea Yahveh, Dios de Israel,
•1»» los servidores de m a t a r a David. él se m a r c h ó y h u y ó , poniéndose a salvo. rirás; sabe que m i padre no hace cosa de que m a ñ a n a * o pasado " a estas horas
M a s Jonatás quería m u c h o a éste. 2 Así, 13 Entonces cogió Mikal el terafim y lo chica ni grande que n o m e la comunique. habré sondeado a mi padre, y si veo que
pues, Jonatás avisó a David, diciendo: colocó sobre el lecho y, poniendo a su ¿Por qué, pues, me había de ocultar mi pa- está bien dispuesto o n o • p a r a con D a -
«Saúl, mi padre, t r a t a de m a t a r t e ; por cabecera u n p a ñ o de pelo 14
de cabra, lo dre este intento? Eso n o es posible. vid, entonces yo te lo avisaré y haré llegar
t a n t o , ten cuidado m a ñ a n a t e m p r a n o , per- cubrió con el cobertor.* C u a n d o m a n d ó 3
M a s David volvió a insistir », diciendo: a tus oídos. 1 3 ¡Yahveh haga tal cosa y
3
manece en secreto y ocúltate. Y yo sal- Saúl emisarios para prender 15
a David, ella — T u p a d r e sabe m u y bien que cuento aun tal otra a J o n a t á s ! Ciertamente, si
dré, p r o c u r a n d o estar j u n t o a mi padre dijo: «Está e n f e r m o » . Luego t o r n ó Saúl con tu afecto, y h a b r á dicho: N o sepa se empeña mi padre en cometer ese crimen
en el c a m p o donde tú estés, y hablaré a a m a n d a r emisarios que viesen a David, esto J o n a t á s , no sea que se disguste. Sin contra ti, yo te lo descubriré y te dejaré
mi p a d r e de t i ; y veré lo que h a y y te lo diciendo: 1«Traédmelo 6
en el lecho p a r a e m b a r g o , por Yahveh y por tu alma, que partir para que marches en paz; y ¡Yah-
comunicaré». 4 H a b l ó , pues, J o n a t á s en matarlo». Llegaron, en efecto, los emi- sólo hay c o m o un paso de la muerte a mí. veh sea contigo c o m o h a estado con mi
favor de David a Saúl, su padre, y díjole: sarios, y he aquí que hallaron en el lecho 4
Dijo J o n a t á s a D a v i d : p a d r e ! * 1 4 Y entonces, si' vivo todavía,
« N o quiera el rey cometer agravio contra al terafim con 1 7u n p a ñ o de pelo de cabra —¿Qué m e p r o p o n e s , p a r a q u e yo te usa tú conmigo de la clemencia de Y a h -
su servidor David; pues él no te ha fal- a su c a b e c e r a . Y dijo Saúl a M i k a l : lo realice?* veh; y si' m u e r o , * , 5 n o retirarás jamás
tado, ya que su proceder te ha sido suma- 5
—¿Por qué me has engañado así y has Y contestó David a J o n a t á s : tu benevolencia de m i familia ni c u a n d o
mente beneficioso. 5 Y expuso su propia dejado que se vaya m i enemigo y se es- — M i r a , m a ñ a n a es el novilunio, en que destruya Yahveh a cada u n o de los ene-
vida y m a t ó al filisteo, concediendo así cape? yo debería sentarme a comer con el rey; migos de David de sobre la h a z de la
Yahveh una gran victoria a t o d o Israel. Y respondió Mikal a Saúl: déjame, pues, partir y m e ocultaré en el tierra, * l 6 ya que J o n a t á s h a celebrado
T ú lo viste y te alborozaste; ¿por qué, —El m e dijo: D é j a m e marchar, o, si c a m p o hasta la tarde ' del tercer día ». * alianza con la casa de David y Yahveh
pues, quieres hacerte reo de sangre ino- no, te m a t o . 6
Si tu padre llega a advertir mi ausencia, exigiría cuentas a los enemigos de David.
cente, d a n d o muerte a David sin causa?» 18 H u y ó , pues, David, se puso en salvo dirás: «David me ha pedido con insisten- 17 Volvió Jonatás a prestar juramento
6
Saúl escuchó el razonamiento de Jona- y fuese a donde Samuel, a R a m a , refirién- cia licencia para una escapada rápida a a David por el a m o r que le tenía, pues
tás y j u r ó : «¡Vive Yahveh, que n o ha de dole t o d o cuanto Saúl le había hecho. Belén, su ciudad, p o r q u e celebra allí toda lo quería c o m o a sí mismo. í 8 Y agrególe
ser muerto!» 7 L l a m ó entonces Jonatás a Luego partió él c o n Samuel y se estable- la familia el sacrificio anual». 7 Si con- J o n a t á s : « M a ñ a n a es novilunio y se te
David y le refirió todas estas palabras, ció en Nayot. i ' Y se le anunció a Saúl, testa: «Bien está», tu siervo puede estar echará de menos, pues estará vacante tu
y condujo J o n a t á s a David a presencia diciendo: « H e aquí 20
que David está en en paz; mas si se encoleriza, sabe que se asiento. 19 A h o r a bien, pasado m a ñ a n a ,
de Saúl y se q u e d ó junto a él c o m o antes. Nayot de R a m a » . M a n d ó entonces Saúl halla decidido a cometer el crimen. 8 Ten avanzado el d í a ' , te dirigirás al lugar
8 Luego t o r n ó a encenderse la guerra, y emisarios p a r a prender a David, los cua- piedad de tu siervo, ya que con pacto en donde estuviste oculto el día de la actua-
David salió a pelear contra los filisteos, y, les vieron a la congregación de profetas n o m b r e de Yahveh le has hecho entrar ción y quédate j u n t o a aquella colina
haciendo en ellos u n a gran riza, huyeron que presididos p o r Samuel profetizaban; en tu intimidad, y si hay en mí algún pétrea *.
de su presencia. 9 Y el espíritu malo en- y entonces el espíritu divino invadió a los delito, m á t a m e tú mismo, pues ¿para qué 20 » Y o dispararé tres saetas p o r aquel
viado p o r Yahveh invadió a Saúl, y ha- emisarios de Saúl y 2se pusieron a profe- me has de conducir hasta tu padre? lado c o m o si tirara al b l a n c o ; 2 i y orde-
llándose Saúl en su casa con su lanza en tizar también e l l o s . * ' Dieron, pues, aviso 9
Y exclamó J o n a t á s : naré al c r i a d o : '¡Ve a buscar las saetas!'
la m a n o mientras David tocaba el arpa, a Saúl y m a n d ó otros emisarios, y t a m - —¡Desecha de ti tal idea! Pues de saber Si dijese al m u c h a c h o : 'Mira, las saetas
10 intentó Saúl clavar a David con la lanza bién ellos pusiéronse a profetizar. E n t o n - yo que m i p a d r e había resuelto el crimen están m á s acá de ti, cógelas'; entonces
ces volvió a m a n d a r a terceros emisarios,
contra la pared, mas David eludió el gol- contra ti, ¿no te lo haría saber? ven, pues es que estás a salvo y n a d a
mas también éstos pusiéronse a profeti-
pe de Saúl y la lanza clavóse en el m u r o , zar. 2 2 M a r c h ó , pues, Saúl en persona a 1° Y preguntó David a J o n a t á s : ocurre, ¡vive Yahveh! 2 2 Pero si le digo al
teniendo David que huir y escaparse, R a m a y llegó a la gran cisterna que hay
n * En aquella misma noche * Saúl envió en Sekú » y preguntó diciendo:
emisarios a la casa de David p a r a cus- — ¿ D ó n d e están Samuel y D a v i d ? 2 f ) 4 ¿QUÉ ME PROPONES...?: ocomo vierte V: «lo que dijere tu alma te haré»; GT (cf. Kit)
todiarlo y m a t a r l o a la m a ñ a n a siguiente. Y contestaron: * * " 5 «lo que anhele tu alma», o bien «qué deseas y te lo haré».
Pero avisó a David Mikal, su mujer, di- —Están en N a y o t de R a m a . 13
NOVILUNIO; en ellos celebraban los hebreos fiesta, como se lee en Núm 10,10.
c i e n d o : «Si n o te pones en salvo esta no- 23 ¡ YAH. HAGA TAL COSA..- Í: como si dijese Jonatás: ¡ Yah. rae castigue con tales y cuales males
Fuese, pues, allá e invadióle también si, obstinado mi padre en dañar a David, no se lo revelo 1 Procuramos seguir a H y Kit al verter
che, m a ñ a n a serás muerto». 1 2 Descolgó, los vv.12-13, conservados de forma distinta en GV.
14
CLEMENCIA DE YAHVEH: o digna de Yahveh, e. d., máxima.
15-J6 Procuramos al traducir estos w . ajustamos a H, dudoso. En vez de «ya que Jon... David»,
Kit 1. c. G: «y si fuese borrado el nombre de Jon. de junto a la casa de D.». II A LOS ENEMIGOS DE
•I Q 1 3 TERAFIM: O simulacro de un dios doméstico (cf. Gen 31,19; Jue 17,5). DAVID; eufemismo por «a David».
• •? 20 LA CONGREGACIÓN DE PROFETAS : TJliendorff, a base de los dialectos sud-semíticos, propone 19
DÍA DE LA ACT.: parece equivale a «el día de marras», e. d., del suceso narrado en 19,2-7. H
(«Vet Test.», 1956) interpretar 'Sénior, prinsep? entre los profetas». COL. PÉTREA: «montón de piedras...»: así c G y crítica; H(V) la piedra de Ezel.
344 I SAMUEL 2 0 23
—21 "
i SAMXTEL 217—22 13
345
32
joven: 'Mira, las saetas están m á s allá de Y contestó Jonalás a Saúl, su padre, 11
ti', parte, pues te incita a hacerlo Yahveh. y le dijo: fuese profano, ¡cuánto más hoy se habrá Entonces se levantó David y h u y ó
23
Y en cuanto a los asuntos que hemos —¿Por qué ha de morir? ¿Qué ha hecho? u n o mantenido santo en el cuerpo! * aquel día de la presencia de Saúl y fuese
7
tratado tií y yo, Yahveh sea testigo entre 33
Entonces Saúl blandió su lanza con- Entrególe, pues, el sacerdote el pan a Akís, rey de Gat. 1 2 Y los servidores
los dos para siempre». tra él con ánimo de herirlo, y comprendió sagrado por no haber alli otro que el de de Akis le dijeron: «¿No es éste David,
24
Así, pues, ocultóse David en el cam- Jonalás que era cosa resuelta p o r parte proposición, que se había retirado de la rey del país? ¿No es ese de quien se canta
po, y llegó el novilunio y sentóse el rey de su padre m a t a r a David. 3 4 Levantóse, presencia de Yahveh, para poner pan ca- en las danzas:
a la mesa» a comer. 2 5 El rey se scnló, pues, Jonatás de la mesa, ardiendo en ira, liente, el mismo día en que lo tomaron. «Saúl ha herido a sus mil
8
c o m o siempre, en su sitial de junto n la y n o p r o b ó b o c a d o aquel día segundo del Encontrábase allí aquel día encerrado y David a sus diez mil»?
pared, y Jonatás se colocó ciclante ', y sen- novilunio, pues estaba a p e n a d o p o r la ante Yahveh uno de los servidores de Saúl 13
llamado Doeg, idumeo, mayoral de los David paró la atención sobre estas
tóse A b n e r al lado de Saúl, v se advirtió suerte de David, ya que su padre lo había palabras y concibió serio temor frente a
vacío el puesto de David. ><< Mas aqueldenostado. pastores de Saúl. 9 Y dijo David a Aji-
mélek : Akis, rey de Gat. 1 4 Y, simulando ante
día n o dijo nada Saúl, pues pensó: «Será 35
A la m a ñ a n a siguiente salió Jonatás
—¿No tienes aquí a m a n o u n a lanza ellos haber perdido su juicio, se condujo
una casualidad, no se hallará p u r o , se- al c a m p o , según lo a c o r d a d o con David,
guramcnlc no eslá purificado». 2 7 M a s en compañía de un rapazuelo. 3 6 Y dijo o una espada? Porque, como la orden del c o m o furioso en m a n o s de los mismos y
llegó el día segundo del novilunio, y el al m u c h a c h o : «Corre, busca las saetas rey urgía, no he traído conmigo ni mi púsose a escribir signos c en las hojas de
puesto de David continuó vacío, y dijo que voy a tirar». El rapaz echó a correr espada ni mis armas. las puertas y a dejar correr su saliva p o r
Saúl a J o n a t á s : 10
Y contestó el sacerdote: la barba. * 15 Por lo cual dijo Akís a sus
y él lanzó la saeta de suerte que lo pasara. servidores: «Ya veis que este h o m b r e es
—¿Por qué no ha venido el hijo de Jesé 3 7 Llegado, pues, el muchacho al sitio de —Ahí está, envuelta en un p a ñ o detrás
del efod, la espada de Goliat el filisteo, a loco, ¿por qué, pues, lo habéis conducido
ni ayer ni hoy al banquete? la saeta lanzada por Jonatás, gritóle éste, hasta mí? i& ¿Necesito yo locos, para que
28 quien tú mataste en el valle del Terebinto.
Y contestó Jonatás a Saúl: diciendo: «¿No está la saeta más allá de me hayáis traído a éste a que haga locuras
—David m e pidió apretadamente licen- ti?» 3 8 Y de nuevo gritó Jonatás al mu- Si la quieres tomar, tómala; pues aquí no
ante mí? ¿En mi casa va a entrar un h o m -
cia para ir a Belén, 2 9 diciendo: «Déjame c h a c h o : «Corre, date prisa, no te deten- hay m á s que ésta.
bre c o m o éste?»
ir, por favor, pues celebramos el sacrificio gas». Recogió, pues, el criado de Jonatás Y replicó D a v i d :
familiar en la ciudad y u n o de mis her- las saetas y trájoselas a su s e ñ o r . ¡ 9 El m u - — N o la hay c o m o ella, dámela.
m a n o s me ha recomendado que vaya. Así, chacho nada entendió," solamente Jonatás
pues, si he hallado gracia a tus ojos, per- y David estaban al cabo. 4 0 Entregó, pues,
míteme dé una escapada y visite a mis j o n a t á s sus armas al mozuelo, y díjole: David, en Moab. Saúl da muerte a los sacerdotes de Nob
hermanos». Por eso n o h a venido a la «Vete, llévalas a la ciudad». 41 I d o el m u -
mesa del rey. n o 1 Partió, pues, de allí David y se el hijo de Jesé campos y viñedos y os va
20
chacho, David surgió de j u n t o a la colina
Entonces se encendió en cólera Saúl pétreak y, cayendo rostro en tierra, se ™" escapó a la caverna * de A d u M a m ; a n o m b r a r a todos kiliáreas y centurio-
contra Jonatás y díjole: prosternó tres veces ante J o n a t á s ; y luego sabido lo cual bajaron donde él sus her- nes, 8 que os habéis conjurado todos con-
—¡Oh hijo de perversa y rebelde!, ¿es se besaron m u t u a m e n t e y lloraron el u n o m a n o s y t o d a su familia. 2 Y juntáronse tra mí, sin que haya habido quien me re-
que no sé yo que eres amigo' del hijo de con el otro, y más todavía David. 4 2 Al al mismo todas las personas en situación velara la alianza de mi hijo con el hijo de
Jesé, para ignominia tuya y deshonra de fin dijo Jonatás a D a v i d : «Vete en p a z ; a p u r a d a , c u a n t o s h o m b r e s t e n í a n un Jesé ni quien entre vosotros se compade-
la vergüenza de tu madre? * 31 Pues mien- lo que los dos nos hemos j u r a d o en n o m - acreedor y lodos los descórnenlos, y se ciese de mí y me descubriera que mi hijo
tras el hijo de Jesé viva sobre la tierra no bre de Yahveh, diciendo: 'Yahveh sea erigió en caudillo de ellos, congregándose ha sublevado a mi servidor contra mí para
estarás tú seguro ni tampoco tu reino; testigo entre a m b o s y entre mi descen- en t o r n o a él unos cuatrocientos hombres. que me tienda emboscadas °, como de pre-
3
con que envía por él y préndemelo, p o r q u e dencia y la t u y a . . . ' ; sea p a r a siempre...» D e allí marchó David a Mispá de M o a b sente?
es reo de muerte. y dijo al rey moabita: «Permite se queden 9 Entonces contestó Doeg, el idumeo,
mi padre y mi madre con vosotros hasta que se encontraba entre los criados de
que yo sepa lo que Yahveh dispone de Saúl, y dijo:
mí». 4 En efecto, los presentó al rey de
David en Nob y Gat M o a b y se quedaron con él en tanto que
— Y o he visto llegar al hijo de Jesé a
N o b , donde Ajimélek, hijo de Ajitub;
4 David permaneció en el fortín. 10
quien consultó a Yahveh p o r él y le su-
Oí ! Levantóse, pues, David * y partió, A h o r a bien, ¿qué tienes a m a n o ? ; d a m e 5
™^ mientras Jonatás se fue a la ciudad. cinco molletes de p a n o lo que se p u e d a Y el profeta G a d dijo a D a v i d : « N o ministró víveres, dándole, además, la es-
2
David m a r c h ó a N o b , donde el sumo hallar. sigas en la fortaleza, parte y márchate a p a d a de Goliat el filisteo.
sacerdote Ajimélek. Ajimélek salió con 5
Y contestó el sacerdote a David di- tierra de Judá». Partió, pues, David, y H El rey m a n d ó entonces a llamar al
reverente temor al encuentro de David y ciendo : fuese al bosque de Jaret. 6 Y enteróse Saúl sumo sacerdote Ajimélek, hijo de Ajitub,
díjole: — N o tengo a m a n o p a n c o m ú n , sino de q u e David y la gente que le a c o m p a ñ a - y a t o d a la familia de su padre, los sacer-
•—¿Cómo estás solo, sin que nadie ven- consagrado; si al menos tu gente se h a ba habían sido descubiertos. Se hallaba dotes que estaban en N o b . Llegaron, pues,
ga contigo? guardado de mujer... * entonces Saúl sentado en G u i b á bajo el todos ellos al rey, >2 y dijo Saúl:
3
Y respondió David al sacerdote Aji- 6
Entonces David respondió al sacerdo- tamariz que hay en la altura ", con la lanza —Escucha, por favor, hijo de Ajitub.
mélek : te y le dijo: en la m a n o y r o d e a d o de todos sus servi- Y él respondió:
—El rey m e h a encargado un asunto dores, 7 y dijo Saúl a su séquito, que esta- — H e m e aquí, señor.
—En verdad, si las mujeres nos estu-
y me ha d i c h o : «Nadie sepa del negocio ba en torno s u y o : 13 Y díjole Saúl:
vieron vedadas anteriormente, c u a n d o salí,
a que te envío y lo que te he ordenado». y los cuerpos de los muchachos se man- —Escuchadme, por favor, benjamini- —¿Por qué os habéis conjurado con-
P o r eso he citado a mi gente en tal lugar. * tenían puros, aunque el motivo del viaje tas, ¿es que os va a dar a todos vosotros tra mí tú y el hijo de Jesé, dándole p a n

30
¡HIJO DE PERVERSA Y REBELDE!: como si dijera «hijo de mala ramera». 6
CUERPOS: lit. vasos o instrumentos, eufemismo de miembros, según opinión corriente. Otros
3 entienden: las ropas, etc. El sentido del v. no es seguro; mas parece que David alega que si en ante-
Oí 5
H E CITADO: O quizá mejor «he licenciado a mi gente para...» (Eitan). riores expediciones, de carácter profano, guardaban sus tropas continencia, cuánto más en ésta, que
'•' • CONSAGRADO: estos panes eran tenidos por sagrados y sólo podían comerlos los sacerdotes él declara tener carácter sagrado.
(Lev 24,5-9). II Si AL MENOS...: O ¿se han abstenido los mozos de mujer? 14
SIGNOS: lit. taws (¡i, en antiguo alfabeto y).
14
346 I BAMUEL 22 —23" I SAMUEL 2 3 " — 2 4 " 347

y una espada y coiiNiilfando a Dios por de Yahveh. 18 Entonces dijo el rey a tú has de reinar sobre Israel y yo seré le buscaré entre todos los millares de
él para que w nl/nrii contra mí, tendién- Doeg: tu segundo; y aun mi padre Saúl lo Judá.
dome iitii Imii/ii» ", como al presente? 24
—Vuélvete tú y mata a los sacerdotes. comprende así». í 8 Luego afirmaron los Alzáronse, pues, y regresaron a Zif,
H Y conleMó Ajimélek al rey, di- Y volviéndose Doeg, el idumeo, aco- dos su alianza en presencia de Yahveh, delante de Saúl. David y su gente se
ciendo: metió a los sacerdotes y mató en aquel y David quedóse en Jores, mientras Jo- hallaban entonces en el desierto de Maón,
—¿Pues quién entre todos tus servido- día a ochental9 y cinco portadores del natás marchó a su casa. en la llanura que hay al mediodía de
res es tmi luí como David, yerno además efod de lino. Después [Saúl] pasó a 19
En tanto, los zifeos subieron donde Yesimón.
del rey, jefe de" tus 15guardias reales y cuchillo a Nob, ciudad de los sacerdotes, 25
Partió, pues, Saúl con los suyos en
honrado en tu casa? ¿Acaso ha sido lo mismo a hombres que a mujeres, mu- Saúl, a Guibá, diciendo:
—David está oculto entre nosotros en su busca; mas habiéndoselo anunciado
hoy la primera vez que he consultado a chachos que niños de pecho, y reses a David, retiróse a la roca que hay" en
Dios por él? ¡Lejos de mí [otra idea]! vacunas, asnos20 y ovejas cayeron al filo los fuertes de Jores, en el collado de Ja-
kilá, que está al sur de Yesimón. * 20 Aho- el desierto de Maón. Cuando lo supo
¡No impute el rey a su siervo ni a toda la de la espada. Sólo se escapó un hijo Saúl, marchó en persecución de David
casa de su padre cosa alguna, pues tu de Ajimélek, hijo de Ajitub, llamado ra bien, si cumple a tu deseo, ¡oh rey!,
Abiatar, que huyó en pos de David. 2 l Y descender, desciende; a nuestra cuenta por el desierto de Maón. 26 E iba Saúl
siervo no sabía de todo ese asunto ni y su gente por un flanco de la montaña,
poco ni mucho! Abiatar refirió a David cómo Saúl había queda el ponerlo en manos del monarca.
matado a los sacerdotes de Yahveh. 21
Saúl exclamó: y David y los suyos por el otro. Dábase
16 Mas el rey exclamó: 22 prisa David en escapar de Saúl, mas
—Morirás'sin falta, Ajimélek, así como Entonces dijo David a Abiatar: «Ya —Benditos seáis de Yahveh, ya que
comprendí aquel día que, estando allí os habéis compadecido de mí. 22 Id, pues, Saúl y su gente tenían cercados a David
toda la casa de tu padre. y sus hombres para prenderlos. 27 Pero,
17
Y dijo el rey a la guardia que le Doeg, el idumeo, se lo participaría se- por favor, y cercioraros bien y averi-
guramente a Saúl; yo soy el culpable de en esto, llegó un mensajero a Saúl, di-
rodeaba: guad e inspeccionad el lugar donde él ciendo: «Apresúrate a venir, pues los
que hayan muerto todas las personas de hace sus correrías *, pues me consta que
—Volveos y matad a los sacerdotes la casa de tu padre. 23 Quédate conmi- filisteos han hecho una incursión por el
de Yahveh, pues también ellos están él emplea muchos ardides. * 23 Observad, país». Entonces Saúl hubo de desistir
go, no temas, pues quien atente contra pues, y explorad todos los escondrijos
mancomunados con David, y por cuanto tu vida atentará contra la mía. Ten por de la persecución de David y partió con-
sabían que iba huido y no me lo mani- cierto que junto a mí estarás bien guar- donde suele ocultarse y volved a mí al tra los filisteos. Por eso denominan a
festaron. dado». lugar señalado y bien informados e iré aquel lugar Sela-hammajleqot (Peña de
Pero los servidores del rey no quisie- con vosotros. Y si está en ese país, yo las separaciones).
ron poner sus manos en los sacerdotes

Victoria de David en Queilá y persecución de Saúl David, en la cueva d e En-guedí


** O ' Más tarde avisaron a David, di- —Trae el efod. n i 1 Subió, pues, David de allí y es- Abandonó, pues, Saúl la cueva y siguió
"•«* ciendo: «He aquí que los filisteos to Y luego exclamó David: " ™ tablecióse en los puntos fuertes su camino. 9 Y a continuación se levan-
están atacando a Queilá y saquean las —Yahveh, Dios de Israel, tu siervo ha de En-guedí. 2 Y acaeció que cuando tó David y, saliendo de la cueva, gritó
eras» . 2 Consultó entonces David a Yah- oído decir que Saúl se dispone a venir tornó Saúl de perseguir a los filisteos, tras Saúl, diciendo: «¡Mi señor el rey!»
veh, y dijo: ¿Iré y derrotaré a aquellos a Queilá para destruir la ciudad por mi le avisaron diciendo: «He aquí que Da- Miró entonces Saúl tras sí, y David se
filisteos?» Y Yahveh manifestó a David: causa. " ¿Me entregarán en su poder los vid está en el desierto de En-guedí».
3
inclinó rosto en tierra y se prosternó. 10 Y
«Ve, pues derrotarás3 a los filisteos y habitantes de Queilá? ¿Bajará Saúl, como Entonces tomó Saúl tres mil hombres dijo David a Saúl:
librarás a Queilá». Mas la gente de tu siervo ha oído decir? ¡Yahveh, Dios escogidos de todo Israel y partió en —¿Por qué das oídos a las palabras
David le dijo: «Ya ves que nosotros aquí de Israel, manifiéstaselo a tu siervo! busca de David y su gente hasta el ro- de quien te dice: Mira que David maqui-
mismo, en Judá, estamos temerosos; —Bajará—respondió Yahveh.
quedal de Yeelim. 4 Y llegó a unos apris- na tu ruina? n He aquí que hoy han po-
¡pues cuánto más si vamos a Queilá con- 12 cos de ovejas, en el camino, donde ha- dido ver tus ojos que Yahveh te había
David preguntó: bía una cueva, y entró Saúl para evacuar. entregado en mis manos dentro de la
tra los batallones filisteos!» 4 Tornó, pues, —¿Nos entregarán los habitantes de Y David y los suyos5 se hallaban en el
David a consultar una vez más a Yahveh, cueva, y se habló * de matarte, pero me
Queilá a mí y a mi gente en poder de fondo de la caverna. Entonces los par- apiadé" de ti y dije: No he de poner mi
y le respondió Yahveh diciendo: «Ea, Saúl? tidarios de David dijéronle: «Aquí tienes
baja a Queilá, pues yo5 entregaré a los mano en mi señor, porque es el ungido
Y contestó Yahveh: el día del cual te ha dicho Yahveh: Mira de Yahveh. i 2 Mira, pues, padre mío,
filisteos en tu poder». Marcharon, en —Os entregarán. que yo pondré a tu enemigo en tus ma-
efecto, David y su gente a Queilá y atacó 13 y ve la orla de tu manto en mi mano;
a los filisteos, se llevó sus ganados y les Levantóse entonces David con los nos para que hagas de él lo que mejor por cuanto al cortar la orla de tu manto
causó gran derrota, salvando así David suyos, unos seiscientos hombres, y sa- te parezca». Levantóse, pues, David y no te he matado, comprende y ve que
a los habitantes de Queilá. lieron de Queilá, caminando a la ventura. cortó 6calladamente la orla del manto de no hay en mí ni mala intención ni culpa
Y cuando Saúl tuvo noticia de que David Saúl. Pero, hecho, le remordió a Da- alguna, ni he faltado contra ti, mien-
6 había huido de Queilá, desistió de salir.
(Ahora bien, cuando Abiatar, hijo vid la conciencia por haber cortado la tras tú pones 13asechanzas a mi persona
de Ajimélek, huyó hacia David, a Quei- 14 Moró, pues, David en el desierto, orla del manto de Saúl, 7 y dijo a su para matarla. Juzgue Yahveh entre los
lá, se bajó el efod en la mano.) en los fuertes, y fijó su asiento en la gente: «¡No quiera Dios que haga yo dos y vengúeme Yahveh de ti; pero mi
7
Y le fue comunicado a Saúl que montaña, en el desierto de Zif; y Saúl tal cosa a mi señor, el ungido de Yah- mano no te ha de tocar. 14 Como dice
David había llegado a Queilá, y Saúl lo buscó todos los días, pero Dios no veh, poniendo mi mano en él, pues es el proverbio antiguo: De malos sale mal-
pensó: «Dios lo ha puesto en mis ma- lo entregó en sus manos. 15 Supo, pues, el ungido de Yahveh». 8 Y con sus pa- dad; mas mi mano no te ha de tocar.
labras amonestó David a sus hombres y 15
nos, pues se ha encerrado al meterse en David que Saúl había salido para qui- ¿Tras quién ha salido el rey de Israel?
una ciudad con puertas y cerrojos». 8 En- tarle la vida y se estuvo en el desierto no les permitió lanzarse contra Saúl. ¿A quién persigues? A un perro muerto,
tonces convocó a la guerra Saúl a todo de Zif, en Jores. l 6 Entonces surgió Jo-
el pueblo, para descender a Queilá y natás, hijo de Saúl, y fuese donde Da-
cercar a David y su gente. ' Pero David vid, a Jores, y lo confortó en Dios. 17 Y
supo que Saúl maquinaba su ruina y le dijo: «No temas, porque no te ha de O "i " YESIMÓN: e. d., 'desierto, soledad', al sur de Hebrón (cf. Núm 21,20).
dijo al sacerdote Abiatar: alcanzar la mano de Saúl, mi padre, y "*** 22 }ytE CONSTA; O se me ha informado. Otros; «pensó: [Acaso] lleven a cabo una añagaza»
(Bibl. Bonn). Cf. V.: «él se recela de mí, que yo con cautela le armo asechanzas».
22 43
I tíAMUGL, 2 4 « — 2 5 2 I SAMUEL 2 5 " 349
548
n a d a se h a y a echado de m e n o s en cuanto p o r mi m a n o . 3 4 Pues vive Yahveh, Dios
a unn pitl|]tt. Non, |)iic«, Vahveh arbitro veh en tu poder, n o me has m a t a d o .
20 poseía; pero m e ha vuelto mal por bien. de Israel, el cual m e ha impedido ha-
V |ii/(fiio i'iilm MIIIIHIH. "• Examine y de- Pues si una persona halla a su ene- 22
¡Dios haga a los enemigos de David certe mal, que, si n o te apresuras a venir
ilfiidii mi cntiMi y me haga justicia de migo, ¿le dejará seguir su camino en
tal cosa y tal otra si dejo vivo p a r a m a - a mi encuentro, no le hubiera quedado
tu ataque. paz? ¡Yahveh te recompense lo que h a s
ñ a n a a ninguno de cuantos orinan en vivo a N a b a l para m a ñ a n a ni u n o solo
17
C u a n d o uciiho David de dirigir tales hecho hoy conmigo! 21 Ahora, pues, mira
pared!»*. de cuantos orinan a la pared.
palabras n Saúl, dijo Saúl: que yo sé con certeza que tú has de rei- 23 35
Tan p r o n t o c o m o vio Abigail a D a - Entonces recibió David de manos
—¿I's isla w voz, David, hijo mío? nar y que el reino de Israel se ha de
vid, se apresuró a apearse del asno e de ella lo que le había traído, y le dijo:
Y ni/nudo Saúl la voz, r o m p i ó a llo- consolidar en tus manos. 2 2 Júrame, pues,
inclinó su rostro ante David y se postró —Sube en paz a tu casa; ya ves que
rín-, |N y dijo a D a v i d : ahora, p o r Yahveh, que no destruirás m i
en tierra. 2 4 Y, caída a sus pies, exclamó: he atendido tu ruego y te he guardado
Tú eres m á s justo que yo, pues tú descendencia después de mí ni extingui-
—¡Oh mi señor, yo tengo la culpa!; consideración.
me has colmado de bienes, mientras que rás mi n o m b r e de la casa de mi padre. 36
yo te he a b r u m a d o con males. I 9 Y hoy 23 m a s permite que tu sierva te entere y Fuese, pues, Abigail a N a b a l , y he
Juróselo David a Saúl, y luego partió
has acrecido" el bien que me tienes he- escucha las palabras de tu sierva. 2 5 Por aquí que estaba celebrando en sú casa
Saúl hacia su casa, mientras David y su
cho, ya que, habiéndome entregado Yah- favor, no preste mi señor atención a un festín c o m o un banquete regio. El
gente subieron a su escarpado refugio.
ese malvado de Nabal, porque c o m o su corazón de N a b a l rebosaba contento,
n o m b r e es él: se llama Nabal (vil), y la pues estaba bebido en demasía, por lo
vileza habita en él. Mas yo, tu servido- que ella no le dijo u n a palabra, ni chica
David y Abigail ra, no vi a los criados de mi señor que ni grande, hasta que despuntó el alba.
1 12 tú enviaste. * 2 6 Ahora bien, señor mío. 37
Mas a la mañana siguiente, habiendo
O C M u r i ó Samuel y, reunidos todos Volvieron, pues, atrás los criados de
¡Por vida de Yahveh y por tu vida pro- desaparecido de Nabal la embriaguez, su
* * * los israelitas, lo lloraron y ente- David y llegaron y le comunicaron lo
pia, que Yahveh te ha impedido el de- mujer le refirió lo acaecido, y el corazón
rráronlo en su casa, en R a m a . David ocurrido. 13 Entonces David dijo a sus
se levantó entonces y descendió al de- r r a m a r sangre y hacerte justicia por lus del mismo se le paralizó en su interior
gentes: «Ceñid cada u n o vuestra espada».
sierto de Maón ». propias manos! ¡Sean siempre como Na- y se quedó como de piedra. 3 3 Y al cabo
Ciñó, en efecto, cada u n o su espada, y
2 bal tus enemigos y los que traman el de diez días, Yahveh hirió de muerte a
H a b í a por entonces en M a ó n u n hom- también David ciñó la suya, saliendo en
mal contra mi señor! * 2 7 Ahora acopla Nabal y expiró.
bre cuya hacienda radicaba en el Car- pos de David unos cuatrocientos h o m -
m e l o ; era persona muy rica y poseía este presente que tu sierva ha traído a •,g C u a n d o David supo que había muer-
bres, y doscientos q u e d a r o n al cuidado
tres mil ovejas y mil cabras.* 3 Hallábase mi señor, para que sea entregado a las to Nabal, exclamó: «¡Bendito sea Y a h -
de los bagajes.
a la sazón en el Carmelo dedicado al 14 personas del séquito de mi señor. 2 8 Per- veh, que me ha hecho justicia en la que-
Ahora bien, uno de los criados dio
esquileo de su rebaño. El n o m b r e del dona, te ruego, a tu sierva la ofensa, rella por la afrenta que yo había reci-
aviso a Abigail, esposa de Nabal, dicien-
sujeto era Nabal, y el de su esposa, pues Yahveh h a r á a mi señor casa esta- bido de N a b a l y h a preservado a su sier-
d o : «Mira que David h a enviado unos
Abigail. Era la mujer de buen seso y ble, ya que mi señor combale los comba- vo de obrar m a l ; pues Yahveh ha hecho
mensajeros desde el desierto p a r a salu-
h e r m o s a ; el marido, áspero y de per- tes de Yahveh, y en toda su vida n o se revertir la maldad de N a b a l sobre su
dar a nuestro a m o y los ha tratado sin
versa condición y perlcneciente al linaje hallará en ti maldad. 2 9 Y aunque se propia cabeza!» Luego David envió emi-
consideración. 1 5 Sin embargo, estos h o m -
de Kaleb. levante alguno para perseguirte y aten- sarios que pidieran a Abigail, a fin de
bres habíanse p o r t a d o muy bien con nos-
4 tar a tu vida, la vida de mi señor será lomarla por esposa.
Y llegó a oídos de David en el de- otros, sin que recibiéramos ofensa algu- 411
guardada como en el haz de los vivos Fueron, pues, los servidores de D a -
sierto que Nabal andaba en el esquileo na ni echáramos nada en falta mientras
de sus ovejas, 5 y envió diez jóvenes, a los junio a Yahveh, (u Dios, en lanío que vid donde Abigail, a Karmel, y habla-
anduvimos con ellos por el campo. 16 C o -
que dijo D a v i d : «Subid al Carmelo e id la vida de tus enemigos la lanzará como ron con ella, diciendo:
m o m u r o para nosotros fueron ellos,
a N a b a l y saludadlo en mi nombre. 6 Y del hueco de la honda. * * Y cuando —David nos ha enviado a ti p a r a
tanto de noche c o m o de día, mientras
decidle así a mi h e r m a n o : ¡La paz sea Yahveh haya hecho a mi señor todo el tomarte por su esposa.
estuvimos con ellos pastoreando los re- 4
contigo, con tu casa y con cuanlo po- bien que de ti tiene pronosticado y te ' Entonces ella se levantó, prosternó-
baños. " A h o r a bien, considera y ve lo
sees! 7 He sabido que eslás de esquileo; haya constituido jefe sobre Israel, 3 ' no se rostro en tierra y dijo:
que has de hacer, porque se cierne la
a h o r a bien, tus paslores han estado con servirá de remordimiento ni escrúpulo de — H e aquí tu sierva, dispuesta a ser
desgracia sobre nuestro a m o y sobre t o d a
nosotros, sin que jamás les hayamos m o - conciencia para mi señor haber derra- la esclava que lave los pies de los ser-
su casa, y es él m a l sujeto p a r a atreverse
lestado ni les haya faltado n a d a mien- m a d o sangre sin causa y haberse t o m a d o vidores de mi señor.
uno a hablarle». 42
t r a s h a n permanecido en el Carmelo. 18 mi señor la justicia por su m a n o . Y cuan- Y apresuróse Abigail a levantarse,
Apresuróse entonces Abigail a coger
8 Pregunta a tus criados y ellos te infor- do Yahveh colme a mi señor de bienes, y, m o n t a n d o sobre un asno, a c o m p a ñ a d a
doscientos panes, dos pellejos de vino,
m a r á n . Hallen, pues, eslos jóvenes gra- acuérdate de tu sierva. de cinco criadas suyas como séquito, par-
cinco carneros preparados, cinco seas de 32
cia a tus ojos, ya que han llegado en David dijo a Abigail: tió tras los emisarios de David, y fue su
grano tostado, cien racimos de uvas pa-
buen día. D a lo que tengas a m a n o a
sas y doscientas tortas de higos secos, —¡Bendito sea Yahveh, D i o s de Is- esposa. 4 3 Además se desposó David con
tus servidores y a David, lu hijo». 9 Fue- rael, que te ha enviado hoy a mi encuen- Ajinóam, de Yizreel, y ambas fueron m u -
y, cargándolo sobre los asnos, 1 9 dijo ella
ron, pues, los criados de David y dieron
a sus criados: «Pasad delante de mí, que tro! 33 Y bendita sea tu cordura y ben- jeres suyas. Saúl había d a d o su hija
a Nabal en nombre de David el recado dita seas tú, que me has librado hoy de Mikal, esposa de David, a Paltí, hijo
y aguardaron. 10 Pero Nabal contestó a yo os sigo». Pero a su m a r i d o N a b a l no
le dijo nada. 2 0 Iba ella cabalgando so- derramar sangre y t o m a r m e la venganza de Lais. que era de G a l l i m .
los servidores de David diciendo: «¿Quién
es David? ¿Y quién es el hijo de Jesé? bre un asno y bajaba por un sendero O ¡Z 22 ENEMIGOS DE DAVID: eufemismo por «David», como traduce G (cf. 20,16). |l CUANTOS
H o y a b u n d a n los servidores que se esca- cubierto de la m o n t a ñ a , c u a n d o he aquí ^ ORINAN EN PARED: e. d., los varones; según otros, «ni los perros» (mastín o míngens = perro
p a n de su a m o . ' ' ¿Y voy a coger mi pan que David y su gente bajaban frente a de ganado). Pero M. Bic («Vet. Test.», [1954] 411-16): «los aptos para el culto idólatra».
25
y mi agua y las piezas que he sacrificado ella. La cual entonces se dirigió a su 2Í
NABAL (VIL): vil, abyecto, innoble... es el sentido del vocablo; otros loco (GV «necio»).
para mis esquiladores, y lo voy a entre- encuentro. POR VIDA DE : o i Vive Yahveh y vive tu alma! I! SEAN COMO NABAL: e. d., tan insignificantes
2
' David se había d i c h o : «Verdadera- como él; o bien, váyales como a él.
gar a individuos que no sé de dónde 29
EL HAZ DE LOS vivos: o bien, la bolsa de los vivientes con Yahveh.
vienen?» mente he g u a r d a d o en vano t o d o lo que
ese sujeto tenía en el desierto, sin que
2
CARMELO: hebr. Karmel, aquí ciudad de Judea próxima a Maón.
1 20
350 I SAMUEL, 2 6 -
I SAMUEL 26 21 —28 8
351

David respeta por segunda vez la vida de Saúl se * persigue a la perdiz en los montes? yo no he querido poner mi m a n o en el
21
Entonces dijo Saúl: ungido de Yahveh. 2 4 p o r tanto, así c o m o
OC ' Los /.Heos vinieron a Saúl, a Gui- 10
Y agregó D a v i d : — H e pecado; vuelve, hijo mío David, tu vida ha sido hoy altamente estimada
™" l)á, diciendo: «David está escon- pues en adelante n o te he de hacer mal a mis ojos, así lo sea mi vida a los ojos
—Vive Yahveh; Yahveh se encargará
dido en el collado de Jakilá, al este del alguno, ya que tan preciosa h a sido mi de Yahveh, y él m e libre de t o d a tribu-
seguramente de matarlo, o c u a n d o llegue
Ycsinuin». 2 Levantóse, pues, Saúl y bajó vida a tus ojos. H e o b r a d o neciamente y lación.
su día y muera, o c u a n d o baje a algún
al desierto de Zif a c o m p a ñ a d o de tres combate y perezca. ] l ¡Líbreme Yahveh me he equivocado p o r completo. 25 Y Saúl dijo a D a v i d :
mil israelitas escogidos p a r a buscar a de poner mi m a n o en un ungido de Y a h - 22 David respondió diciendo: —Bendito seas, hijo m í o , D a v i d ; en
David en el desierto d e Zif. 3 Y acampó veh! A h o r a bien, coge la lanza que hay —Aquí está la lanza del rey en mi cuantas empresas acometas triunfarás de
Saúl en G u i b á de Jakilá, que se halla a su cabecera y el j a r r o del agua y va- mano °; pase u n o de tus mozos a cogerla. seguro.
23
al este del Yesimón, j u n t o a la calzada. monos. Yahveh retribuirá a cada u n o conforme Y siguió David su camino y Saúl tor-
David estaba entonces en el desierto, y, 12
T o m ó , pues, David la lanza y el jarro a su justicia y lealtad, ya que, habién- nóse a su casa.
habiendo tenido noticia de que Saúl ve- del agua de la cabecera de Saúl y se fue- dote entregado hoy Yahveh en m i poder,
nia al desierto en su seguimiento, •* envió ron, sin que nadie los viera, ni se diera
espías y supo el lugar exacto a d o n d e cuenta, ni despertase; pues todos ellos
Saúl h a b í a llegado. 5 Entonces se levan- dormían, p o r q u e les había invadido u n a David, en Siquelag, al servicio de los filisteos
m o d o r r a enviada p o r Yahveh.

1 13
C u a n d o David pasó a la parte opues-
ta, se p a r ó en la cima del monte, a lo
lejos, pues había u n gran trecho entre
ellos, 14 y gritó al pueblo y a Abner,
t)n
« •
l Y dijo p a r a sí D a v i d : «Algún
día voy a perecer a m a n o s de
Saúl; n a d a hay p a r a mí mejor que huir
tro meses. 8 Y David subía con su gen-
te y hacía incursiones en los guesuritas ",
los guirzitas y los amalequitas; p o r q u e
a tierra filistea, a fin de que Saúl de- entonces habitaban éstos el país que hay
hijo de Ner, diciendo: sista de perseguirme p o r t o d o el terri- desde Telam", en dirección a Sur, has-
— ¿ N o respondes, Abner? torio de Israel y asi me escape de sus la la (ierra de Egipto. 9 y asolaba David
1 5 A b n e r contestó diciendo: manos». 2 Fue, pues, David y pasó, con el territorio, sin dejar vivo h o m b r e ni
—¿Quién eres tú que así gritas» al setecientos hombres que le a c o m p a ñ a b a n , mujer, y apoderábase de ovejas, reses va-
rey? a Akís, hijo de M a o k , rey de Gat. 3 H a - cunas, asnos, camellos y vestidos, vol-
1 6 David replicó a A b n e r : bitaron, pues, con Akís en G a t David y viéndose después y presentándose a Akís.
—¡F.n verdad que eres un gran h o m - sus hombres, cada u n o con su respectiva 10 Akís decía:
Vasija de arcilla de las halladas en jerusalén bre! ¿Y quién c o m o tú en Israel? ¿Por familia: David con sus dos esposas, Aji- —¿Dónde" habéis estado hoy de co-
v Guézer. (Soloweitschlik.) qué, pues, n o has g u a r d a d o al rey, tu n ó a m la yizreelita y Abigail, mujer que rrería?
señor? Porque u n o del pueblo h a p o - fue de N a b a l , el karmelí. 4 Fuele anun- David respondía:
tó D a v i d y fuese al lugar donde había dido llegarse a m a t a r al rey, tu señor. ciado a Saúl que David había huido a — H a c i a el sur de J u d á , hacia el sur de
a c a m p a d o Saúl, y observó el sitio en Lo que has hecho n o está bien; ¡vive G a t , y no siguió persiguiéndolo. los yerajmeelitas o hacia el sur de los
que estaban acostados Saúl y Abner, hijo D i o s que merecéis la muerte!, pues no 5
Por entonces Daviil dijo a Akís: «Si quenrlas.
de Ner, jefe de su ejército: Saúl yacía habéis guardado a vuestro señor, el un- he hallado gracia a tus ojos, déseme por 11 Pero David no dejaba con vida ni h o m -
en el reducto de los carros y el pueblo gido de Yahveh. A h o r a bien, mira d ó n d e favor un lugar en una ciudad del c a m p o bre ni mujer para conducirlos a G a t , pen-
estaba a c a m p a d o a su derredor. * T o m a n - está la lanza del rey y el jarro del agua p a r a que more allí; pues ¿a qué h a de s a n d o : « N o sea que declaren contra nos-
d o David la palabra, h a b l ó a Ajimélek que había a su cabecera. * habitar tu siervo contigo en la corte del otros y digan: Así ha hecho David». Y tal
el hittita y a Abisay, hijo de Seruyá, 17
Saúl reconoció la voz de David y rey?» * Akís diole, pues, aquel día Sique- fue su procedimiento el tiempo que m o r ó
h e r m a n o de J o a b diciendo: dijo: lag; p o r eso Siquelag h a pertenecido a en territorio filisteo. 1 2 Akís cobró, pues,
—¿Quién quiere descender conmigo —¿Es ésta tu voz, D a v i d , hijo mío? los reyes de J u d á hasta la h o r a presente. confianza en David, diciendo p a r a sí: «Se
d o n d e Saúl, al c a m p a m e n t o ? 18
Contestó D a v i d : 7
El tiempo que permaneció David en ha hecho odioso a su pueblo, a Israel;
Y contestó Abisaí: — M i voz, es ¡oh rey, m i señor! territorio filisteo fue de u n a ñ o y * cua- p o r t a n t o , será siempre mi subdito».
— Y o bajo contigo. Y añadió:
7
Llegaron, pues, David y Abisay, de —¿Por qué persigue m i señor a su
noche, a aquella gente, y he aquí que servidor? Pues ¿qué he hecho ni qué hay
Saúl, acostado, dormía en ei recinto de de malo en mí? 1 9 A h o r a bien, dígnese Saúl y ¡a pitonisa de En-dor
los carros, hincada su lanza en ei suelo escuchar el rey, mi señor, las palabras
a su cabecera, y A b n e r y el pueblo es- de su servidor; si es Yahveh quien te f€S r
' P ° aquellos días convocaron los país a los nigromantes y los adivinos.
t a b a n tendidos a su alrededor. 8 E n t o n - incita contra mi, séale aceptable el olor « O filisteos sus fuerzas a la guerra p a r a 4
Y reuniéronse los filisteos y fueron
ces dijo Abisay a D a v i d : de la ofrenda Ide mi sacrificio!; pero si pelear contra Israel, y dijo Akís a D a v i d : a a c a m p a r en Sunem. Convocó entonces
— D i o s ha entregado hoy a tu enemigo son los hombres, malditos sean ante Yah- —Sabrás que tú y tus h o m b r e s habéis Saúl a t o d o Israel y a c a m p a r o n en Guil-
en tus m a n o s ; ahora bien, déjame lo veh, pues m e h a n desterrado hoy, pri- de salir a c a m p a ñ a conmigo. bOa. 5 M a s c u a n d o Saúl vio el ejército
clave en tierra con su lanza de u n solo vándome de participar en la heredad de 2
David contestó a A k í s : filisteo, temió y su corazón se alarmó so-
golpe, pues no necesitaré repetirlo.
9
Yahveh, diciendo: Vete a servir a dioses —Bien, ahora " sabrás lo que hace tu bremanera. 6 Y consultó Saúl a Yahveh,
M a s David replicó a Abisay: extranjeros. 20 Así, pues, n o caiga p o r siervo. pero Yahveh n o le contestó, ni p o r sueños,
— N o lo m a t e s ; pues ¿quién que haya tierra mi sangre lejos de la presencia de Entonces Akís dijo a D a v i d : ni p o r los urim, ni p o r los profetas. 7 E n -
puesto su m a n o en el ungido de Yahveh Yahveh. ¿A qué ha salido el rey de Is- —Pues yo te confiaré p a r a siempre la tonces dijo Saúl a sus servidores:
quedó inocente?* rael en persecución de u n a pulga c o m o g u a r d a de m i persona. —Buscadme u n a mujer nigromántica
3
A h o r a bien, Samuel h a b í a m u e r t o , y p a r a dirigirme a ella y consultarla.
9 t o d o Israel lo había llorado, y habíalo en- A lo que sus servidores respondieron:
INOCENTE : o bien, quedaría impune. terrado en R a m a , su ciudad. P o r otra —Ahí, en En-dor, h a y u n a pitonisa.
16
¡EN VERDAD QUE ERES...I: lit. (cf. GV), «¿No eres hombre té?> parte, Saúl había hecho desaparecer del! s Disfrazóse, pues, Saúl y púsose otros
9
i SAMUEL 29 8—30 1S 353
352 I SAMUEL 2 8 29*
grato a su señor? ¿No será con las cabezas trado en tu servidor desde el día en que
vestidos y partió iicompañado de sus h o m - 16
Y replicó Samuel: de nuestros hombres? 5 ¿ N o es éste aquel se me presentó a ti hasta la h o r a presente
bres. Y lleyó II donde la mujer de noche, —¿Y por qué me consultas a mí, puesto David de quien cantaban en las danzas para que no pueda yo ir a pelear contra
y dijo: que Yahveh se ha a p a r t a d o de ti y se ha diciendo: los enemigos de mi señor, el rey?
I r niego irie adivines p o r el espíriiu hecho tu enemigo? " H a obrado, pues, Saúl ha muerto a sus mil ' A k í s contestó diciendo a D a v i d :
ile l'llón y hagas se me aparezca al que Yahveh respecto de ti» conforme predijo y David a sus diez mil? — Y o sé que eres tan grato a mis ojos
yo le diré. • por mi medio; y ha arrancado el reino de c o m o un ángel de D i o s ; sin embargo, los
* Llamó, pues, Akís a David y díjole: jefes filisteos h a n dicho: N o ha de ir con
» IVio la imijer r e p u s o : tu m a n o y lo ha d a d o a David, tu c o m p a - —Vive Dios, que eres en verdad recto
— Yii sabes lo que ha hecho Saúl, que ñero. 18 C o m o no escuchaste la voz de nosotros al combate. 10 Por tanto, levan-
y veo con buenos ojos t o d a tu conducta taos por la m a ñ a n a temprano, tú y los
lia exterminado del país a los nigroman- Yahveh y no pusiste en ejecución el ardor conmigo en campaña, pues no he hallado
tes y los adivinos; ¿por qué, pues, armas de su ira contra Amaleq, por eso ha obra- servidores de tu señor que h a n venido
en ti n a d a malo desde el día que llegaste contigo, y, m a d r u g a n d o , partid en cuanto
una t r a m p a a mi vida para hacerme morir? do hoy contigo Yahveh de esa manera. a mí hasta a h o r a ; pero no eres grato a
10
Entonces Saúl le j u r ó por Yahveh, 19
Y Yahveh pondrá también a Israel con- sea de día.
los ojos de los p r í n c i p e s . 1 Asi, pues, vuél- 1' Madrugaron, en efecto, David y su
diciendo: tigo en poder de los filisteos, y m a ñ a n a vete y m a r c h a en paz, para que no disgus-
—¡Vive D i o s que n o te acaecerá p o r estaréis tú y tus hijos c o n m i g o ; también gente a fin de regresar t e m p r a n o al país
tes a los príncipes filisteos. de los filisteos. Mientras tanto subieron
ello mal ninguno! al ejército israelita entregará Yahveh en 8 Y dijo David a A k í s :
11
Preguntó, pues, la mujer: manos de los filisteos. a Yizreel los filisteos.
20 —Pues ¿qué he hecho y qué has encon-
—¿Quién debo hacer que se te aparezca? Inmediatamente cayó Saúl en tierra
— H a z se m e aparezca Samuel—con- de repente, cuan largo era, pues concibió
testó. gran terror por las palabras de Samuel; Saqueo e incendio de Siquelag por los amalequitas
12
Y c u a n d o la mujer vio a Samuel, lan- además estaba desfallecido, porque no
zó tremendos gritos y dijo a Saúl: había probado alimento en todo el día < t n ' Y c u a n d o tres días después lle- d a n d o atrás, sin pasar el torrente de Besor,
—¿Por qué me has engañado? Pues tú ni en toda la noche. *»" garon David y sus hombres a Si- doscientos, que se hallaban rendidos.
21
eres Saúl. Llegóse, entonces, aquella mujer a quelag. los amalequilas habían hecho una 11
Encontraron en el c a m p o un egipc'o,
!3 Y e! rey le dijo: Saúl y, viendo que estaba sumamente tur- incursión en el Négueb y en Skfuelag, y al cual condujeron ante David y le dieron
— N o t e m a s ; pero ¿qué has visto? b a d o , le dijo: habían expugnado a Siquelag y prendídole pan y comió, y luego le dieron a beber
A lo que respondió la mujer: — H e aquí que tu sierva ha escuchado fuego. 2 Luego habían cogido prisioneros agua. I 2 Diéronle además u n trozo de tor-
—Veo un ser sobrenatural que sube de tu voz y he arriesgado mi vida y he aten- a las mujeres y a todos cuantos estaban ta de higos secos y dos racimos de pasas,
la tierra. dido a las palabras que me dijiste; 2 2 ahora en ella, pequeños y grandes, sin m a t a r con t o d o lo cual se r e a n i m ó ; pues no h a -
14
Y preguntóla: bien, escucha, p o r favor, también tú la a ninguno, y se los habían llevado, p r o - bía p r o b a d o b o c a d o ni bebido u n a gota
—¿Qué figura tiene? voz de tu servidora y permite te sirva un siguiendo su camino. 3 Así, pues, llegaron en tres días y tres noches. 13 Entonces
Y contestó: poco de alimento para que comas y así David y su gente a la ciudad y se encon- díjole D a v i d :
—Es un anciano que sube, y está cu- tengas fuerza c u a n d o reemprendas tu ca- traron con que había sido q u e m a d a y sus —¿De quién eres y de dónde procedes?
bierto con un manto. mino. mujeres, sus hijos e hijas llevados cauti-
2J Respondió:
Comprendió, pues, Saúl que era Samuel Mas él rehusó y dijo: vos. 4 Entonces prorrumpieron en grifos —Soy un joven egipcio, siervo de u n
y se inclinó rostro en tierra, haciéndole — N o comeré. David y la genle que le acompañaba y es- amalcquila, y mi a m o me ha dejado aban-
reverencia. Sin embargo, instáronle sus servidores tuvieron llorando hasta que quedaron sin
15 d o n a d o p o r q u e caí e n f e r m o a n t e a y e r .
Dijo Samuel a Saúl: y aquella mujer y, al fin, atendió sus rue- fuerzas para llorar. 5 También las dos es- 14
H a b í a m o s hecho u n a incursión p o r la
—¿Por qué m e has t u r b a d o , haciéndo- gos, y, levantándose del suelo, se sentó posas de David habían sido hechas cauti- región meridional de los kereteos, p o r el
me subir? en el diván. 2 4 Tenía aquella mujer en vas, Ajinóam la yizreelita y Abigail, anti- territorio de Judá y p o r el mediodía de
Contestando Saúl: casa u n ternero cebado y se apresuró a gua mujer de Nabal el karmelí. <> David Kaleb, y hemos q u e m a d o a Siquelag. *
—Estoy en grave a p u r o , pues los filis- matarlo, y, t o m a n d o harina, la amasó y viose en grave aprieto, p o r q u e h a b l ó la 15
David le dijo:
teos me han movido guerra, y Dios se ha coció unos panes sin levadura. 25 Luego gente de apedrearlo, pues t o d o el pueblo —¿Quieres conducirme donde esa
apartado de mí y no me ha respondido sirvióle a Saúl y a sus criados, y comieron. se hallaba en la mayor amargura por sus tropa?
más, ni mediante los profetas ni por sue- A continuación se levantaron y partieron respectivos hijas e hijos. M a s David se Y contestó:
ños; por eso te he llamado, p a r a que me aquella misma noche. confortó en Yahveh, su Dios. 7 Así, pues, — J ú r a m e p o r D i o s que no me has d e
digas lo que he de hacer. dijo David al sacerdote Abiatar, hijo de m a t a r ni m e has de entregar en m a n o s d e
Ajimélek: «Acércame el efod». Y Abiatar mi a m o , y yo te conduciré donde aquella
acercó el efod a David. 8 David consultó tropa.
David es despedido del ejército filisteo a Yahveh, diciendo: 1 6 Condújole, en efecto, y he aquí que
—¿Perseguiré a esa h o r d a ? ¿Le daré estaban desparramados p o r el c a m p o d e
O Q í Los filisteos reunieron todas sus de Israel, el cual está desde hace un a ñ o alcance? todo aquel territorio, comiendo y bebien-
"•' tropas en Afeq y los israelitas acam- o dos * conmigo, sin que haya hallado en —Persigúela—contestóle—, pues cierta- do y celebrando fiesta por t o d o el gran
paron junto a la fuente que hay en Yizreel. él n a d a censurable desde el día en que mente le darás alcance y rescatarás la botín que habían cogido del país de los
2
Y mientras desfilaban los príncipes filis- se pasó a mí" hasta hoy! presa. filisteos y de J u d á . 1 7 David los estuvo b a -
4
teos en secciones de cien y de mil y pasa- Pero los jefes filisteos se irritaron con- 9
Partió, pues, David con seiscientos tiendo desde el crepúsculo matutino hasta
ban David y sus gentes en la retaguardia tra él y le dijeron: hombres que tenía consigo, y c u a n d o ¡le- la tarde, exterminándolos, sin que escapa-
con Akís, 3 los jefes de los filisteos pre- — H a z volver a ese h o m b r e y que se garon al torrente de Besor, una parte que- ra ninguno de ellos, a no ser cuatrocientos
guntaron: torne al lugar que le señalaste y n o vaya dó allí; 10 m a s David continuó la perse- jóvenes que, m o n t a n d o en unos camellos,
—¿Qué significan esos hebreos? con nosotros al combate, no se nos true- cución con cuatrocientos hombres, que- lograron huir. '8 Así, pues, David rescató
Contestó Akís a los jefes filisteos: que en adversario en medio de la batalla;
—¡Ese es David, servidor de Saúl, rey pues ¿por qué medio tratará de hacerse 14
10 KERETEOS: o cereties, procedían probablemente de Creta, estableciéndose en el s.XIII
8
" a. C. en la costa cananea.
EL ESPÍRITU DE PITÓN: O bien, el espíritu conjurador de los muertos.
Pever-Cantcra 12
354 I SAMUEL 30 19 31 í SAMUEL 31 * ilá 355
t o d o cuanto lew niiiiilequitas habían roba- — N o obréis así: después de' que Y a h - toda sü gente b . 7 Viendo, pues, los israe- ídolosc y al pueblo. 10 Luego depositaron
do, recobrando (¡imbién a sus dos esposas. veh n o s lo h a d a d o , n o s h a guardado y litas que m o r a b a n del lado allá del valle las armas de Saúl en el templo de Astarté
i» N o Irn luid) chico ni grande, ni hijos ha entregado en nuestras m a n o s a esa y los que vivían allende el J o r d á n que la y a su cadáver lo fijaron en las murallas
ni lii|»\, ni n a d a de] botín ni de cuanto h o r d a que había venido contra nosotros,
24
gente de Israel h a b í a huido y que Saúl y de Bet-san. n Cuando los habitantes de
los luil)lan cogido: t o d o lo recuperó D a - ¿quién os podrá escuchar tal proposi- sus hijos habían m u e r t o , a b a n d o n a r o n las Y abes de Galaad oyeron lo que los filis-
vid. 20 Cogieron % pues, todos aquellos ción?; p o r q u e la porción del q u e sale al ciudades y huyeron también, y llegaron teos habían hecho c o n Saúl, 1 2 todos los
rebaño^ y vacadas y condujeron delante combate h a de ser igual a la del q u e se los filisteos y se establecieron en ellas. hombres valientes se levantaron y cami-
de él aquel ganado ", exclamando: «Esta queda j u n t o a los bagajes: igualmente h a n H
A la m a ñ a n a siguiente acudieron los naron toda aquella noche, y arrebataron
es la presa de David». de participar. 25 Y desde aquel día en ade- filisteos a despojar a los heridos, y encon- el cadáver d e Saúl y los cadáveres d e sus
2
í Luego fue David donde los doscien- lante lo estableció así c o m o ley y n o r m a traron a Saúl y sus tres hijos que yacían hijos de las murallas de Bet-san y se vol-
tos hombres que, extenuados, habían d e - p a r a Israel, hasta nuestros días. sobre el m o n t e de Guilboa. 9 Cortáronle vieron a Yabés, d o n d e los quemaron.
sistido de seguirle, y a quienes había d e - 2<> C u a n d o David llegó a Siquelag en- la cabeza y lo despojaron de sus armas, 13 Después recogieron sus huesos y los
jado junio al torrente de Besor; y ellos vió de aquel botín a los ancianos de Judá, y lo enviaron p o r t o d o el contorno del enterraron bajo el tamarisco de Yabés,
salieron al encuentro de David y del pue- amigos suyos, diciendo: «Ahí tenéis u n país filisteo p a r a dar la buena nueva a sus ¡ a y u n a n d o siete días.
blo que con él venía, y D a v i d se acercó a presente del botín d e los enemigos de
la gente y los saludó. 2 2 M a s todos los Yahveh». 27 [Mandó] a los d e Bet-El, los
malos y perversos d e entre los hombres de R a m o t del Négueb (o mediodía), los
que habían a n d a d o c o n David comenza- de Yattir, 2 8 ] o s de Aroer, los de Sifmot,
r o n a decir: los de Estemó, 2 9 los de Karmel", los de
—Puesto que n o h a n ido con nosotros, las ciudades de los yerajmeelitas, los de las
n o les daremos del botín q u e hemos re- ciudades d e los quenitas, los de J o r m á ,
c o b r a d o , sino a cada u n o su mujer y sus los de Bor-asán, los de Atak, 30 los de H e -
hijos; cójanlos y vayanse. brón y los de todos los lugares que David NOTAS CRITICAS
23 Pero David r e p u s o : y su gente habían recorrido.

Derrota y ¡muerte d e Saúl CAP. I : & c críticos (cf Kit); H So/im] b c G; H una porción doble, porque...] c así Kit; H hacía
él] d c V; H ella subía] e c S (cf G); H,su] ' c G ; H tres becerros] g prps c G el niño iba con ellos
Oí i
Los filisteos libraron, entre tanto, vaina tu espada y atraviésame c o n ella, (o con ella) y trsp alfindel v 25.
para q u e n o lleguen esos incircuncisos, CAP. 2: ca c G L ¡ H Yahveh] b Hd y no; mlt mss QV: y a él o por él; G L : «y Dios, que sopesa las
*"• batalla con Israel, y los israelitas acciones»] c Kit; H sobre ellos] Kit 1 (cf G): Y ésta era la conducta o costumbre del sacerdote]
a
huyeron frente a los filisteos y cayeron m e atraviesen * y hagan escarnio de mí.» e e
~ Kit 1 c G: miráis... con malos ojos (envidiosamente)] r así quizá H, vertido muy variadamente:
muertos en el monte de Guilboa. 2 En- Pero su escudero n o quiso obedecerle, «cont. al adversario en el tempío» (cf V),g «la aflicción del templo», etc mlt corrigen H (cf Kit); «y
tonces los filisteos dieron alcance a Saúl pues tuvo m u y gran m i e d o ; y entonces cont. con mirada afiigida», con tristeza] lit en todo lo que haga de bueno: el sujeto puede ser inde-
v sus hijos, y mataron a J o n a t á s , a Abina- Saúl t o m ó la espada y se dejó caer sobre finido o bien Yahveh, con paso del estilo directo al indirecto; Kit 1 c T «lo que ;yo haga». Otros «mien-
tras Israel está linio de bienes»] ll Kit add c G a espada.
CAÍ-, J : MI a S,im. (cl'Kit)j " c Kit; 11 por la iniquidad de] « c G; H a ellos] d - a GL1» 1: «YEli
era muy viejo y sus hijos continuaron marchando por caminos q. desagradaban a Yah.» Kit 1 H «se-
tíun )u pal. de Y,» y trsp post a todo Jsr. en 4,1.
CAP. 4: a así add G] b Kit 1 su Dios a ellos (cf G)] c quizá 1 c G junto a la puerta observando el
camino, aunque puntuando mispé 'atalaya (del camino)', en vez de mesappé, por parecemos menos
natural que Eli, ciego, estuviese «observando».
CAP. 5: a C vers, o el tronco de Dagón; H Dagón] b GV add: «Y en medio de su territorio nacieron
ratones y hubo gran confusión de muerte en la ciudad».
CAP.á 6: a c T ; H ellos] b Kit 1 c G a su encuentro] c c Kit (cf); otros todavíae está; H y hasta el
llanto] c G; fí e hirió (entre ios de Betsemes por haber curioseado el arca)] c G; H en el pue-
blo] r H add ya cincuenta mil hombres (cf Kit).
CAP. 7: Kit 1 se volvió o se inclinó tras.
CAP. 9: a C Kit] b c Kit; H las] c Kit prp trsp este v post 11] d" d Kit 1 c G del. 'de vos. el vidente,
ahora hace un instante...] e ins c G T ] f lit y lo que va con ella; algs l c T «y la cola». Luego algs corri-
gen H: «Lo mejor se te ha servido, toma y come, pues se ha guardado para ti hasta ahora para que lo
comieras con Jos invitados», j K c GL (cf Kit); H y habló con Saúl en el terrado. Y levantáronse tem-
prano] h Kit di en el t.
f
CAP. 10: a ins c GV] b algs corrig Débora] c c GSV; H plurj d c G; H allí] c «1 prb a casa» (Kit)]
c ca 35mss GSV (cf Kit); ti a él] B ins Kit (cf G)] h así Kit c G b l ; además di ya] l Kit y otros
críticos prpn a1 c GVL..., en vez de esta frase, y pasado un mes, que encabezaría el C.II.
CAP. 12: íns c G] b Kit add c G y os declararé] c add c G (cf Kit)] d c GS; H Bedán] e Simsón
1 Kit c G'S] f Kit c G'( ba ) add y vuestr. padres para aniquilaros] 8 GV habéis visto.
Murallas cananeas. {Reconstrucción de Gressmann, o.c, íig.647.) CAP. 13: a add c GS] b" ° Kit prp (cf G) los filist. oyeron decir: se han rebelado los hebreos y Saúl
hizo
á
tocar la trompa por todo el país (así Wellhausen; cf Budde)] c c G'S; H treinta (cf Kit y Budde)]
Hcrrp; Kit 1 «y un pueblo numeroso»; otros 1 c G «y ellos pasaron los vados del Jordán»] ° Hío'no';
dad y a'Malkisúa, hijos de Saúl. * 3 Y toda ella. 5 C u a n d o vio su escudero q u e Saúl íu 'si' (cf Kit, Budde)] r así c GL este pasaje om por el escriba] 8 Kit c G de Gueba] h c GSV;
la fuerza de la batalla vino a cargar sobre estaba m u e r t o , se echó también él sobre H rejas.
Saúl, quien, c o m o los arqueros le descu- su espada y m u r i ó con él. 6 Así, pues, en CAP. 14: a_a así H ; mlt prefieren corregirlo c G: «dieron media vuelta ante Jon. y éste los batió
aquel día murieron juntamente Saúl, s u s (o batía) mientras..,] b Kit 1 c G en el ejérc. y el campo; y todo el pueblo, incluso...] ° c Kit; H Guibá]
brieran, fue p o r ellos herido gravemente. * d
Kit 1 c G el campamento] e ins c Kit (cf G)] '-' así c Kit (cf GT) y la mayoría de intérprs; H (cf V)
4
Dijo, pues, Saúl a su escudero: «Desen- tres hijos y su escudero, c o m o también apr. el arca de Dios; pues aquel día el arca de Dios estaba y los hijos de ísr. (GT Ü «est. ante Israel»).
Como es poco verosímil que el arca estuviese entonces en el campamento y no solía interrogarse a
2 Dios por medio de ella, lo probable es que Saúl se referiría al efod] * muchos, en vez de esta frase
Oí DIERON ALCANCE : o bien, persiguieron de cerca.
vi 3 fus,., H.WPQ GRAVEMENTE; G «fue her. en los hipocondrios» (otros: lomos), de H, ins el texto de GL1*: «Y toda la gente que estaba con Saúl eran unos diez mil hombres; y se
356 I SAMUEL

extendió la guerra por todas las montañas de Efraím. Ahora bien, Saúlh conu-lió aquel día un grave
error, pues...» Esta última frase la acepta mayor número de críticos] " h así puede interpret. H;
parece
1
mal conservado; Kit corrig y 1 c G «y habla panalfes?) de miel en la sup...»] ' c G ; H hoy]
batámoslos, prp Kit] k Kit y otros ins c GLL lg V: ¿Por qué no has respondido a tu siervo hoy? Si la
culpa de ello está en mi o en Jonatás, mi hijo, Yahveh, Dios de hracl, da 'Urim'; mas si este delito se I I M V
halla en Israel, tu pueblo, da 'Tummim'] ' c G ; H plur.
CAP. 15: a c Kit; H Telaim] b Kit í Telam] e c T ; H las secundas crías; según Esc. «los erales»;
GV «los vestidos»] a c Sym (Kit); H como idolatría y terafim.
CAP. 16: aa ins c G (Kit)] b Kit 1 (tomó) cincob panes; C\hn un ómer de pan.
c
CAP. I 7: c Kit (cf G); H los campamentos] asi II; (id corazón de mi Señor, y así I Budde, Kit]
g
c G] d c G; H el cadáver] e así Kit «c ismss GST"W»; H para] t Kit c G b l ; H Gay 'el valle']
ins c Kit.
CAP. 18: a H vida; Kit prp 1 mis hermanos v mí fam. por mi vida, la fam. David dedica a Saúl y Jonatás sentida elegía
CAP. 19: a ' a ins c GL, trsp de! fin de v 10 (cf Kit)] b Kit c Budde: «1 d C ' L 1 * la cisterna de la
era que hay aen Sefí». 1 > Después de la muerte de Saúl, vuel- | estoy lleno de vida». * 10 Llegúeme, pues,
CAP. 20: C Kit (cf G); HV y juró de nuevo] b Kit prp «di c G bl »] ° ins c S ] d Kit c Klostermann to David de la derrota de los a m a - a él y lo rematé, pues comprendí que n o
y Budde prp di como en v 5I * punluamos c Kit] ' c G...h (cf Kit); H no] 8 c Jue 19,11; Kit c G «se lequitas, llevaba ya dos días m o r a n d o en había de sobrevivir a su caída. Luego to-
notará tu falta mucho» (o si' le rehará muy de menos)] Kit c G; H al yantar (Esc)] ' c G; H se Siquelag, 2 cuando, al tercero, he aquí que mé la diadema que llevaba en la cabeza
levantó] ' c G ; H prefieres] •' c G (cf v 19); H el mediodía. llegó un h o m b r e del c a m p a m e n t o de Saúl, y el brazalete de su brazo y los h e traído
CAP. 21: * ins c G] " K i t l c G s i ] c Kit anota: «le G'VL 1 wayyatof», que Budde interpreta 'hablaba rasgados sus vestidos y con tierra en la ca- a mi señor, aqiíí.
por los codos', otros 'tocaba el adufe' o tambor, etc. Gehman cree que waytaw y wayyatof pueden beza, y, en llegando a David, postróse en u Entonces David cogió sus vestidos y
representar dos tradiciones textuales. el suelo y le hizo reverencia. 3 Díiole D a - los rasgó, y lo mismo hicieron todos los
J
CAP. 22: u Kit *1 fortaleza, cf 4»] b Kit (c G R1): el bamá o sant. de la alt.; H la colina] c Kit 1 c vid:
hombres que con él estaban. 12 E hicieron
G: contra mí por enemigo] a c G (cf Kit); H allegado (a tus consejos?). —¿De d ó n d e vienes?
CAP. 23: * 1 c Kit (cf G) ha sido su pie rápido; H d. ha estado su pie, quién lo vio] ü c G; fí y se duelo, lloraron y a y u n a r o n hasta la tarde
estableció. a El le respondió: por Saúl y por su hijo Jonatás, p o r el pue-
CAP. 24: otros c G (cf Kit) me negué] b c GTS; H se apiadó] c c G (cf Kit); H has mostrado o — H e huido del c a m p a m e n t o israelita. blo de Yahveh y p o r la casa de Israel;
probado. 4
David le preguntó: pues habían caído a espada. 13 Luego pre-
CAP. 25: a"así c G b m s s ; H Paran. Cf JNES (1948)38. — ¿Qué lia sucedido? Cuéntame. gunte) David al joven que habíale traído
CAP. 26: y turbas ins GV] b prps como el águila (cf G)] c c ca somss TV; H mano. Y replicó: la nueva:
a
CAP. 27: * Kit prp di c G; un año y] b G h di los guesuritas, y así Kit] c c Kit; H desde antiguo] —Pues que la gente ha huido del com- —¿De dónde eres?
c algs mss aTS; GV a auién; H no. Respondió:
CAP. 28: c GV; H tú] b c smss Gl gba V; H ¿i. bate y buena parte del pueblo h a caído y
CAP. 29: M c Kit dos años (cf GL ); H pudiera traducirse: desde tantos días o tantos años] h a perecido, y también Saúl y su hijo J o - —Soy hijo de u n extranjero, amale-
b
ins c vers. natás h a n muerto. quita.
mss b 5 14 Díjole D a v i d :
CAP. 30: * c VG ; H cogió David] así c Kit (cf GV); H condujeron delante de aquel ganado] Entonces David interrogó al joven que
c
c G b ; H «así, hermanos mios, ba»] d c G; Hb Rakal. le d a b a la nueva: —¿Cómo no temiste extender tu m a n o
CAP. 3 I : Kit prp di c Cr] K it di c G también todos sus hombres] c c Kit (cf), H n sus templos
a
—¿Cómo sabes que h a n muerto Saúl y p a r5a m a t a r al ungido de Yahveh?
idolátricos. su hijo Jonatás? 1 Y llamando David a u n o de los cria-
6
Y contestó el joven que le informaba: dos, dispuso: «Llégate y Jmátalo». ó
Y él
- Me encontré por casualidad en el diole un golpe y murió. Y David le
monte de (iuilboa a la su/.ón que Saúl se dijo: «Tu sangre caiga sobre tu cabeza,
había echado sobre su lanza y los carros pues tu propia boca h a testimoniado con-
de guerra y la caballería estaban a punto tra ti al decir: Y o h e m a t a d o al ungido
de darle alcance. ? Entonces él, volvién- de 7Yahveh». *
dose, m e vio y me llamó. Yo respondí: 1 Entonces entonó David esta elegía
18
«Jleme aquí». 8 Y m e dijo: «¿Quién eres?» sobre Saúl y su hijo Jonatás. Y mandó
«Soy un amalequita», contéstele. 9 Y díjo- que se enseñara a los hijos de Judá. H e
me: «Acércate a mí y remátame, p o r q u e se aquí lo que se halla escrito en el Libro de'
ha a p o d e r a d o de mí el espasmo, pero a ú n Y asar: *
19
¡La flor, oh Israel, m u e r t a sobre tus colinas! | ¡Cómo han caído los valientes!
;0
N o lo contéis en G a t , [ n o deis la nueva en las calles de Asquelón;
jara que n o se alegren las hijas de los filisteos, |
}or que n o lo celebren las hijas de los incircuncisos.
1 Montes de Gilboa, | ni rocío ni lluvia | [caigan] sobre' vosotros, campos de muerte • ;
mes h a sido allí rechazado I el escudo de los héroes,
J escudo de Saúl: | no estaba ungido de aceite,
2
m a s de sangre de heridos, ] de grasa de valientes. |
il arco de Jonatás I jamás retrocedió:
i la espada de Saúl | volvió nunca de vacío.
1 Saúl y Jonatás, I amables y carísimos, | ni en vida ni en muerte se h a n s e p a r a d o ;
líos, m á s r a u d o s que águilas, | m á s fuertes que leones.
24 Hijas de Israel, I llorad a Saúl, I
quien ricamente os vestía de escarlata y adornos delicados,

¡> ESPASMO: vértigo o convulsión. |l ESTOY LLENO... : lit. «mi alma está aún toda en mí».
1 18 TUDA*
16
Tu SANGRE... SOBRE TU CABE2A: e. d., tú mismo te has declarado reo de muerte.
H, que ofrece este pasaje alterado, añade aquí la palabra «Arco». ¿Poema del Arco?
tras LIBRO DE YASAR O del Justo (cf. Jue 10,13), sigue en GV: «Considera, Israel, a los que har
muerto en las alturas cubiertos de heridas».
15
35é II SAMUEL 1 2S
—2 u n SAMUEL 2 —3 359
24
el que ornaba vucMros vestidos con paramentos de oro. 15 Dispusiéronse, efectivamente, y des- M a s J o a b y Abisay persiguieron a A b -
25
¡Cómo han caldo lux valientes I en medio del c o m b a t e ! filaron para ser contados doce benjami- ner, y el sol se p u s o c u a n d o ellos llegaron
¡Muerto Jonnlii* sobre tus collados! nitas por la parte de Isbóset, hijo de Saúl, al collado de A m m á , que está frente a
2
6 Angustia siento por ti, | Jonatás, hermano mío, | p a r a mí tan grato. y doce de los servidores de David. 16 Y Guiaj, camino del desierto de Gabaón.
27
finí lii iimor pura mí m á s preciado | que a m o r de mujeres. asiendo fuertemente cada u n o a su con- 25 Y los benjamiuitas se congregaron en
¡Cómo lian cuido los valientes | y h a n perecido las a r m a s guerreras! trario por la cabeza, clavóle su espada en pos de Abner, y, f o r m a n d o u n escuadrón,
el costado, y cayeron todos juntos. P o r se fijaron sobre la cima de u n collado.
lo que se denominó a aquel lugar Jelqat- 26 Entonces A b n e r gritó a J o a b y dijo:
ha-surim", que está en G a b a ó n . 1 7 El —¿Va a devorar la espada eternamen-
combate fue aquel día d u r o en extremo, te? ¿No comprendes que el final tiene que
;••-',••• • • r i f e y A b n e r y los israelitas fueron derrota- ser amargo? ¿Hasta c u á n d o estarás sin
dos frente a los partidarios de David. m a n d a r al pueblo que deje de perseguir
18
Estaban allí tres hijos de Seruyá:. a sus hermanos?
27
J o a b , Abisay y Asael. Asael era ligero de J o a b contestó:
.-;•••,•„ fti-y^-ípígs^ihí-i'--,».-.• pies c o m o una gacela del campo, w y se —Vive Dios que, si n o hubieras habla-
.V.iír:W?.'^liiaSi>B2S»>¿',?.ítÍ5>?:< lanzó en persecución de Abner, sin des- do, la gente no habría cesado de perse-
<Mmm^Mm¡mx^
tem^ viarse ni a derecha ni a izquierda en su guir a sus hermanos antes de m a ñ a n a p o r
m a r c h a tras él. 2 0 Volvióse A b n e r hacia la mañana.
28
atrás y dijo: M a n d ó J o a b entonces tocar la trom-
—¿Eres tú Asael? pa, y se paró toda la gente y n o persiguie-
— Y o soy—respondió. ron más a los israelitas ni volvieron ya a
W*W 21
D ijóle A b n e r : batirse.
29
—Tuerce a derecha o izquierda y aga- Abner y sus hombres caminaron a
rra 11 uno de los jóvenes y cógele sus des- través del Araba fia llanura) toda la n o -
pojos. che, atravesaron el Jordán, recorrieron to-
Arco de un relieve de Zencirli. (Galling, o.c, 115.) Pero Asael no quiso dejar de perseguir- do el Bítrón y llegaron a Majanáyim. *
22 30
lo. A b n e r tornó a decir a Asael: J o a b , p o r su parte, cesó de perseguir a
—¡Quítate de detrás de mí, n o tenga Abner, y, reunida toda la tropa, faltaron
que derribarte en tierra! ¿Cómo podría I de los partidarios de David diecinueve
David en Hebrón. La casa de Saúl y la batalla de Gabaón entonces alzar mi rostro hacia J o a b , tu hombres, además de Asael.
3]
En cam-
hermano? bio, los servidores de David habían heri-
1
habéis ejecutado. 7 Y ahora, mostraos va-
2 Después de esto, David consultó a
Yahveh, diciendo: roniles y sed animosos; pues vuestro se-
23
M a s él se negó a retirarse, y enton- do de muerte, entre
ces Abner lo hirió con el cuento de la lan- bres de Abner, trescientos setenta.
benjaminítas y hom-
32
Lue-
—¿Subiré a alguna de las ciudades de ñ o r Saúl h a m u e r t o , pero la casa de J u d á za en la ingle, de sucrlc que la lanza salió go t o m a r o n a Asael y lo enterraron en la
Judá? m e h a ungido a mí p o r rey suyo». por la espalda y cayó allí mismo muerto. sepultura de su padre, que se hallaba en
8
Y le contestó Y a h v e h : P o r su parte, Abner, hijo de Ner, jefe Luego cuanlos llegaban al lugar en que Hclén. J o a b y los suyos caminaron t o d a
—Sube. del ejército de Saúl, cogió a Isbóset a , hijo Asael había caído muerto se paraban. la noche y les amaneció en H e b r ó n .
[2] —¿Adonde subiré?—agregó P a v i d . de Saúl, y lo llevó a Majanáyim, ' procla-
Respondió: mándole rey sobre Galaad, sobre los asu-
— A Hebrón. n t a s , sobre Yizreel, sobre Efraím, sobre
2
Subió, pues, allí David y con él sus Benjamín y sobre Israel entero. 10 Tenía Muerte de Abner
dos mujeres, Ajinóam la yizreelita y Abi- Isbóset, hijo de Saúl, c u a n d o comenzó a
' Larga fue la guerra entre la casa 7 H a b í a tenido Saúl u n a concubina lla-
gail, mujer que fue de N a b a l el karmelí.
3
También llevó David a los hombres que
reinar sobre Israel, cuarenta años, y reinó
dos años. Sólo la casa de J u d á seguía a
3 de Saúl y la de D a v i d ; pero David m a d a Rispa, hija de A y y á ; y dijo Isbóset '
le seguían, con sus respectivas familias, David. 11 Y el n ú m e r o de días que David iba fortificándose, mientras la casa de a A b n e r :
y m o r a r o n en el alfoz de H e b r ó n . * 4 Lle- reinó en H e b r ó n sobre la casa de J u d á fue Saúl se debilitaba cada vez más. —¿Por qué te has llegado a la concu-
2
garon los hombres de J u d á y ungieron de siete años y seis meses. Naciéronle a David en H e b r ó n varios bina de mi padre? *
8
allí a David por rey sobre la casa de Judá. 12
Abner, hijo de Ner, y los servidores hijos, y su primogénito fue A m n ó n , de A b n e r se irritó grandemente p o r Jas
Luego le pasaron aviso a David dicien- de Isbóset, hijo de Saúl, salieron de M a - Ajinóam la yizreelita; 3 el segundo fue palabras de Isbóset y dijo:
d o : «Los habitantes de Yabés de G a l a a d janáyim hacia G a b a ó n . 13 M a s J o a b , hijo Kilab, de Ábigail, mujer de N a b a l el —¿Soy acaso cabeza de perro, yo que,
h a n enterrado a Saúl». * 5 David envió en- de Seruyá, y los partidarios de David sa- karmelí; el tercero fue Absalón, hijo de contra Judá, uso al presente de benevo-
tonces mensajeros a los naturales de Ya- lieron y los encontraron junto a la alber- M a a k á , h*ia de Talmay, rey de Guesur; lencia con la casa de Saúl, tu padre,
4
bés de Galaad, diciéndoles: Benditos seáis ca de Gabaón, estableciéndose u n o s de el cuarto fue Adoniyá, hijo de Yagguit; respecto a sus parientes y amigos, y n o
de Yahveh, pues habéis realizado tal o b r a un lado de la alberca y otros del opuesto. el quinto, Sefatyá, hijo de Abítal; 5 y te he entregado en m a n o s de David, p a r a
d e misericordia con Saúl, vuestro señor, 14
Dijo entonces Abner a J o a b : el sexto, Yitream, de Eglá, mujer de D a - que tú a h o r a m e eches en cara u n a falta
y lo habéis sepultado. 6 A h o r a bien, Y a h - —Salgan algunos jóvenes y escaramu- vid. Estos le nacieron a David en Hebrón. de cuestión de mujeres? 9 ¡Dios haga a
6
veh use con vosotros de misericordia y cen delante de nosotros. D u r a n t e la guerra entre la casa de A b n e r esto y aun estotro si no procede
fidelidad; y yo también emplearé con vos- Y Joab exclamó: Saúl y la de David, A b n e r fue fortale- con David c o m o Yahveh se lo h a j u r a d o ,
otros esta misma b o n d a d p o r el acto que —¡Prepárense, pues! * ciendo su posición en la casa de Saúl. 10 traspasando el reino fuera de la casa

3 29
O ALFOZ: lit. ciudades; e. d., distrito o término municipal, suburbios. EL BÍTRÓN: O cuenca del rio. Otros, «el desfiladero»; otros, «toda la mañana».
4
•• UNGIERON: trátase del reconocimiento oficial y público; cf. 1 Sam 16,11-13.
14-18 Yadin, basándose en relieve de Tell-Halaf contemporáneo, prueba que éste fue (como en Q 7 CONCUBINA: O esposa de segunda categoría. El harén, a la muerte de un señor, pasaba al
el caso David-Goliat) un combate real para decidir la batalla; mas, habiendo muerto los campeones ** sucesor, y posesionarse de aquél era como afirmar que lo heredaba en sus derechos. Por eso
de ambos ejércitos, fue preciso entablar la lucha. el acto de Abner podía hacer de éste un cpropetidor de Isbáal,
360 I I SAMUEL 3
II SAMUEL 3 S7—5 8 361
de Saúl y estableciendo el trono de David consigo cuantioso botín, A b n e r n o estaba
sobre Israel y sobre Juila, desde D a n ya con David en H e b r ó n , pues éste lo cuanto habí» hecho el rey halló aproba- el día d e h o y h a caído u n principe y
hasta Bersabee! " | Isbóset] n o p u d o re- había dejado partir y él había m a r c h a d o ción a los ojos de la gente. 3 7 Aquel día magnate en Israel? * 3 9 Y o soy al presente
plicar a Abner, porque le temía. en paz. la multitud y todo Israel comprendieron débil, a u n q u e ungido rey, y esa gente,
12 23
Abner envió entonces mensajeros a Llegaron, pues, J o a b y t o d a la tropa que n o había salido del rey el d a r muerte los hijos de Seruyá, son m á s fuertes q u e
David para q u e dijesen en su n o m b r e : que le a c o m p a ñ a b a , y en seguida le con- a Abner, hijo de N e r . 3 8 Después dijo yo. ¡Pague Yahveh al o b r a d o r de maldad
«¿A quién pertenece el país?», [y] dicien- taron la nueva a J o a b , diciendo: « H a el rey a sus servidores: «¿No sabéis q u e conforme a s u malicia!»*
d o : «Celebra alianza conmigo, y mi m a n o venido Abner, hijo de Ner, al rey, y éste
te a y u d a r á a reducir a tu obediencia a lo h a dejado partir y se h a ido tranquila-
t o d o Israel». 1 3 C o n t e s t ó : «Bien, pactaré mente». 2 4 J o a b se fue entonces al rey y Asesinato de Isbóset
contigo; u n a sola cosa te p i d o : n o te dijo: «¿Qué has hecho? Abner h a venido
1
a ti, ¿por qué lo h a s dejado partir y que
has de presentar ante mí si n o traes a
Mikal, hija d e Saúl, c u a n d o vengas a se fuera tranquilamente? 2 5 Conoces a A b - 4 C u a n d o Isbóset *, hijo de Saúl, o y ó hirieron y m a t a r o n , decapitándolo. Des-
que había muerto A b n e r en H e b r ó n , pués t o m a r o n su cabeza y m a r c h a r o n p o r
mi presencia». 1 4 Envió, pues, David men- ner, hijo de N e r ; de seguro que h a venido se desalentó, y t o d o Israel llenóse de el camino del A r a b a t o d a la noche. *
sajeros a Isbóset, hijo de Saúl, diciendo: a engañarte, a indagar c u á n d o sales y turbación. 2 Tenía el hijo de Saúl d o s 8 Llevaron a D a v i d la cabeza de Isbóset,
«Entrégame a Mikal, mi mujer, cuyos c u á n d o entras y a averiguar t o d o lo q u e jefes de algaras: el n o m b r e d e u n o era a H e b r ó n , y dijeron al rey:
desposorios obtuve p o r cien prepucios de haces». 2 6 Y salió J o a b de estar con D a - Baaná, y el del otro, R e k h a b , hijos de — H e aquí la cabeza de Isbóset, hijo
filisteos». 15 Isbóset m a n d ó se la toma- vid y, sin q u e éste lo supiera, despachó R i m m ó n el beerotita, benjaminitas, pues de Saúl, tu enemigo, que atentaba contra
r a n a su m a r i d o , Paltiel, hijo de Lais. emisarios tras de Abner, y lo hicieron Beerot era considerado también como per- tu persona. YahVeh h a concedido h o y al
16 Su esposo la a c o m p a ñ ó llorando en volver desde la cisterna de Sirá. 2 7 C u a n d o teneciente a Benjamín, 3 a u n q u e los beero- rey, mi señor, vengarse de Saúl y su
pos de ella, hasta Bajurim. Allí le dijo Abner llegó a H e b r ó n , J o a b lo llevó aparte titas habían huido a Guittáyim, donde linaje.
A b n e r : «¡Ea, vuélvete!» Y se volvió. del lado " de la puerta, [como] p a r a h a - habitaron hasta el día presente. 4 Ahora '> Mas David contestó a R e k h a b y a su
17 blar con él en secreto, y allí, en venganza bien, Jonatás, hijo de Saúl, tenia un hijo hermano Baaná, hijos de R i m m ó n de
P o r otra parte, Abner habló c o n los tullido tic los (los pies: contaba cinco Hecrot, y les dijo:
ancianos d e Israel, diciendo: «Hace m u - de la sangre de Asael, su h e r m a n o , lo
hirió en la ingle y murió. 28 E n t e r a d o años c u a n d o llegó de Yi/rcel la noticia - ¡Vive Yahveh, que ha librado mi alma
c h o tiempo q u e andáis t r a t a n d o de q u e sobre Saúl y Jonatás y lo cogió su nodriza de toda tribulación! 1 0 E n verdad, al q u e
sea David vuestro rey. 1 8 Pues bien, t a - David de ello, exclamó: « Y o y m i reino
somos inocentes ante Yahveh para siem- y h u y ó , m a s en la precipitación de su me trajo nuevas diciendo: «Saúl h a muer-
cedlo, supuesto q u e Yahveh h a hablado huida cayó él y quedó cojo. Y su n o m b r e to», a u n q u e él se juzgaba p o r t a d o r de
a David diciendo: Por medio de David, pre de la sangre de Abner, hijo de N e r .
29 era Mefibóset" buena noticia, p o r albricias d le hice pren-
mi siervo, salvaré a mi pueblo, Israel, Recaiga ésta sobre la cabeza de J o a b
del poder de los filisteos y de manos de y sobre t o d a la casa de su p a d r e y n o 5
A h o r a bien, los hijos de R i m m ó n el der y m a t a r en Siquelag. n C o n mayor
t o d o s sus enemigos». 1 9 H a b l ó también falte en la familia de J o a b gonorreico, beerotita, R e k h a b y Baaná, se fueron y motivo, c u a n d o hombres malvados h a n
A b n e r a los benjaminitas y luego marchó ni leproso, ni quien ande con muletas, entraron a la h o r a del resistero en casa asesinado a u n h o m b r e justo en su casa
ni quien caiga a cuchillo, ni quien carezca de Isbóset, el cual dormía la siesta. He y su lecho, ¿no deberé reclamar su sangre
a comunicar a David en H e b r ó n cuanto
de pan, * 3 0 ya q u e J o a b y su h e r m a n o aquí que leí portera de la easa, que limpiaba de vuestras m a n o s y raeros de la tierra?
habían a p r o b a d o los israelitas y toda la 12
Abisay h a n asesinado a Abner, por cuanto trif*o, se había adormilado y dormía ". 6 H a - David dio, pues, orden a sus servi-
casa de Benjamín. 2 0 Llegó, pues, Abner dores, y éstos los mataron. Luego les
él m a t a r a a Asael, h e r m a n o de a m b o s , biendo, pues, penetrado ellos hasta el
a H e b r ó n , a David, a c o m p a ñ a d o de centro de la casa, c o m o para coger trigo, cortaron manos y pies y los colgaron
veinte hombres, y David ofreció a Abner en G a b a ó n , durante la guerra». *
31
lo hirieron en la ingle, y luego R e k h a b y su junto a la alberca de H e b r ó n . En cambio,
y las personas q u e con él venían un Y David dijo a J o a b y a t o d a la h e r m a n o Baaná se pusieron en salvo. * t o m a r o n la cabeza de Isbóset y la ente-
banquete. 21 Después Abner dijo a D a v i d : gente que con él estaba: «Rasgad vuestros 7
C u a n d o entraron en la casa, Isbóset r r a r o n en la tumba de Abner, en H e b r ó n .
«Quiero marchar y reunir junto a mi señor vestidos y ceñios, sacos y haced duelo p o r dormía sobre su lecho en la alcoba y lo
el rey a t o d o Israel para q u e concierten Abner». El rey David iba detrás de las
contigo u n pacto y así reines a medida andas. * 3 2 Luego enterraron a A b n e r en
de tus deseos». Despidió, pues, David a H e b r ó n , y el rey alzó el grito y lloró
Abner, y él partió en paz. junto al sepulcro de Abner, y t o d o el David, rey de todo Israel, y victoria sobre los filisteos
22
C u a n d o los subditos de David, y pueblo lloró. 3 3 A d e m á s , el rey e n t o n ó 1
Luego, t o d a s las tribus d e Israel se
J o a b , llegaron de u n a correría trayendo una endecha a A b n e r y dijo: 5 llegaron a David, en H e b r ó n , y ha-
nos de Israel al rey, a H e b r ó n , y el rey
Dcvid pactó con ellos alianza en H e b r ó n ,
«¿Debía A b n e r morir c o m o m u e r e u n m a l v a d o ? blaron diciendo: «Henos aquí; hueso tuyo delante de Yahveh, y ungieron a David
34 Tus m a n o s n o estuvieron jamás atadas, y carne tuya somos. 2 H a c e ya tiempo, p o r soberano sobre Israel. * 4 Treinta años
ni tus pies fueron ligados con grilletes. c u a n d o Saúl reinaba sobre nosotros, eras tenía David cuando subió al t r o n o , y
C o m o se cae en m a n o s de asesinos has caído». tú quien llevabas y traías a Israel, y Yah- reinó cuarenta años. 5 E n H e b r ó n reinó
veh te h a d i c h o : T ú pastorearás a Israel, sobre Judá siete años y seis meses, y en
Y todo el pueblo tornó a llorar a A b - «¡Tal cosa y todavía tal otra h á g a m e mi pueblo, y t ú serás el caudillo de Is- Jerusalén reinó treinta y tres años sobre
ner. 3 5 Luego toda la gente se llegó a Dios, si antes de ponerse el sol pruebo rael». * 3 Llegaron, pues, todos los ancia- t o d o Israel y Judá.
David para hacerle t o m a r alimento, sien- p a n o cualquier otro alimento!» 36 Súpolo 38
d o aún d e día. Mas David juró diciendo: t o d o el pueblo y le pareció bien: t o d o 39
U N PRÍNCIPE, Y UN MAGNATE: e. d., un gran principe o jefe.
UNGIDO REY: O con otros, «y apenas ungido rey». II MÁS FUERTES: parece querer decir David
que le falta poder para castigar a Joab y, además, necesita de los servicios de Joab y no quiere con-
29 trariarle por entonces, por deberle tanto.
QUIEN ANDE con bastón o se apoye en muletas: así vierte también G; V «ni quien maneje el
huso», e. d., varón afeminado. Fsta especie de maldición implica para algs. un deseo asociado a A 6
PARA COGER TRIGO: con que avituallar las tropas.
creencias mágicas. ^ 7
ARABA: e. d-, la llanura del Jordán.
3
° YA QUE. ..: con V y otras versiones también pueden interpretarse estas palabras (cf. V y otras
versiones) como pertenecientes al narrador: «Así, pues, Joab y su h. A. asesinaron...» R 2
LLEVABAS Y TRAÍAS: e. d., quien lo conducías a la guerra y lo volvías de ella.
31 SACOS : el saco de luto, señal también de penitencia o extremada pobreza, era una especie de 3
PACTÓ...: e. d., se comprometió a regirlos según las leyes divinas, y los ancianos, en nombre
cilicio hecho con pelosfde camello Q cabra, del pueblo, le juraron obediencia ante el arca del Señor.
362 II SAMUEL 5 6 —6 3 n SAMUEL 6*- 23 363

6 El rey se dirigió con su gente hacia 17


A h o r a bien, c u a n d o los filisteos su- nadad, guiaban el carro " 4 con el arca sacrificóse u n t o r o y u n cebón, u y David
Jerusalén, contra los yebusitas, moradores pieron que David había sido ungido rey de Dios, y Ajyó m a r c h a b a delante de la iba d a n z a n d o con todas sus fuerzas de-
del país, quienes dijeron a D a v i d : « N o sobre todo " Israel, subieron t o d o s ellos misma. 5 David y toda la casa de Israel lante de Yahveh, e iba ceñido de un
entrarás aquí, porque te rechazarán * los en busca de David, el cual, al saberlo, iban delante de Yahveh con todo entusias- efod de lino. 15 D e esta suerte trasladaron
ciegos y los cojos, como diciendo: «No bajó a la fortaleza. , 8 Y llegaron los filis- mo, entre cánticos' y al son de cítaras, David y toda la casa de Israel el arca de
h a de entrar David aquí». * 7 Sin embargo, teos y se desparramaron por el valle de salterios, adufes, sistros y címbalos. Yahveh, entre aclamaciones y al son de
6
David t o m ó la fortaleza de Sión, que Refaím. * 19 Entonces David consultó a Mas cuando llegaron a la era de N a - trompeta.
]
es la ciudad de David. 8 y aquel día Yahveh, diciendo: kón, Uzzá alargó su mano" hacia el arca s Acaeció que, al entrar el arca de
David dijo: «Todo el que hiera a u n —¿Subiré contra los filisteos? ¿Los pon- de Dios y la agarró, pues los bueyes Yahveh en la ciudad de David, Mikal,
yebusita y llegue al canal y a los cojos y drás en mis manos? se habían resbalado. * 7 La ira de Yahveh hija de Saúl, se asomó a la ventana y
los ciegos odiados del alma de David...» Y Yahveh contestó a D a v i d : se encendió contra Uzzá e hiriólo Dios vio al rey David saltando y danzando
P o r eso se dice: «Ni ciego ni cojo entrará —Sube, pues ciertamente p o n d r é a los allí p o r su temeridad, muriendo allí mis- delante de Yahveh y lo menospreció en
en la c a s a » . * filisteos en tus m a n o s . m o ante el arca de Dios. * 8 David se su interior.
contristó porque'Yahveh había aniquilado 17
9
David habitó en aquel fuerte y lo 20
Fue, pues, David a Baal-perasim y Llevaron, pues, el arca de Yahveh y
llamó «Ciudad de David», e hizo en torno allí los batió, y exclamando: «Yahveh ha a Uzzá, y se h a d e n o m i n a d o aquel lugar la colocaron en su lugar, en medio del
construcciones, desde M i l l o hacia el in- irrumpido en mis enemigos delante de pabellón que David le había preparado,
terior. * lo Y David iba engrandeciéndose mí c o m o irrumpen las aguas». P o r eso ofreciendo luego David holocaustos y sa-
de continuo, pues Yahveh, D i o s de los se denominó aquel lugar Baal-perasim. * crificios pacíficos en presencia de Yahveh.
18
ejércitos, estaba con él. 2
l [Los filisteos] dejaron allí a b a n d o n a d o s C u a n d o David h u b o a c a b a d o de ofrecer
11
Jiram, rey de Tiro, envió embajado- sus ídolos, que fueron llevados a David los holocaustos y los sacrificios pacíficos,
res a D a v i d con maderas de cedro y y su gente. 2 2 Todavía volvieron los filis- bendijo al pueblo en n o m b r e de Yahveh
carpinteros y canteros, los cuales edifica- teos a subir y se esparcieron p o r el valle de los ejércitos, 1 9 y a continuación re-
r o n a David un palacio. 12 Entonces David de Refaím. 2 3 David consultó a Yahveh ", partió a t o d o el pueblo, a toda la multitud
comprendió que Yahveh le había insti- quien respondió: « N o subas; da la vuelta israelita, tanto hombres c o m o mujeres,
tuido rey sobre Israel y había e n c u m b r a d o por detrás de ellos y cae sobre los mismos una torta de pan, u n trozo de carne y
su reino en gracia de su pueblo israelita. p o r enfrente de la arboleda de bakos. * °rci"iónYcon dioses asirius. (Layard, «Mo- un pastel de uvas pasas p a r a cada u n o ,
13 A ú n t o m ó David otras concubinas
24
C u a n d o percibas ruido de pasos entre num. of Niniveh», I, 65.) m a r c h a n d o después toda la gente a sus
y mujeres en Jerusalén después de su las copas de la arboleda de bakos, enton- casas respectivas. *
20
venida de H e b r ó n , y le nacieron a David ces acomete con ímpetu, pues entonces Entonces David se volvió para ben-
m á s hijos e hijas. I 4 Estos son los nombres es que Yahveh ha salido delante de ti para Peres-Uzzá hasta el día presente. * 9 Aquel decir a su familia, y Mikal, hija de Saúl,
de los que le nacieron en Jerusalén: Sam- batir al ejército de los filisteos». 2 5 Hizo, día David temió a Yahveh y dijo: «¿Cómo le salió al encuentro y dijo:
m ú a , Sobab, N a t á n , Salomón, 15 Yibjar, pues, David tal c o m o le había ordenado va a venir a mí el arca de Yahveh?» —¡Qué h o n o r h a alcanzado hoy el rey
Elisúa, Néfeg, Yafía, 16 Elisamá, Elyadá Yahveh, y batió a los filisteos desde Ga- 10 David, pues, n o quiso llevar a su casa, de Israel, despojado de sus vestidos a la
y Elifélet. baón« hasta la entrada de Guézer. a la ciudad de David, el arca de Yahveh, y vista de las criadas de sus servidores,
la dirigió 11 la casa de Ohed-Edom el ni más ni menos que lo hubiera hecho
guillila. * " lil arca de Yahveh perma- cualquier vacuo! *
neció en casa de Obed-Edom de CJat 2
T r a s l a d o del a r c a a J e r u s a l é n < Contestó David a M i k a l :
tres meses, y Yahveh bendijo a Obed- —¡He de saltar, vive Yahveh ', delante
1
cual se denomina * con el n o m b r e de E d o m y a toda su casa. 12 Se lo contaron de Yahveh, que m e escogió para sustituir
Después reunió David nuevamente
6 a todos los hombres escogidos de Yahveh de los ejércitos, que se asienta al rey David, diciendo: «Yahveh ha lle-
n a d o de bendición la casa de Obed-Edom
a tu p a d r e y toda su familia y hacerme
caudillo de su pueblo Israel, y danzaré
Israel, en n ú m e r o de treinta mil. 2 Dis- en ella sobre los querubines. * 3 Subieron,
pusiéronse David y toda la gente que le pues, el arca de D i o s a u n carro nuevo y y t o d o cuanto posee en gracia del arca en presencia de Yahveh! 2 2 Y a ú n m e he
la llevaron de la casa de Abinadad, situada de Dios». Entonces m a r c h ó David e hizo de abatir más y m e he de hacer vil a
a c o m p a ñ a b a y partieron de Baalé-Judá
en la colina; Uzzá y Ajyó, hijos de Abi- trasladar con júbilo el arca de Dios desde tus ' ojos, mas seré h o n r a d o p o r esas
p a r a trasladar de allí el arca de Dios, a la
la casa de Obed-Edom a la ciudad de mismas criadas de que acabas de hablar.
6 David. '3 C u a n d o hubieron andado seis 23
HACIA JERUSALÉN: atacándola, quiso David probablemente señalar su advenimiento al trono A h o r a bien, Mikal, hija de Saúl, n o
con empresa que fuese popular a la vez que provechosa. [1 CIEGOS Y COJOS: situados quizá en las pasos los portadores del arca de Yahveh, I tuvo hijos hasta el día de su muerte. *
murallas como para hacer mofa del ejército de David.
8 6
CANAL: o túnel, acueducto (?); la frase en H queda truncada: en 11,5 termina asi: será capitán SE HABÍAN RESBALADO : otros prefieren la lectura: «la hicieron tambalearse» (cf. GTL) (V «cocea-
y príncipe. Pero Joüon entiende el texto: «Cualquiera que hiera a un jebuseo, hiéralo en la garganta ban 7y la habían hecho inclinar»).
(por cuyas palabras insultantes había ofendido), comprendidos los cojos y los ciegos que han mani- POR su TEMERIDAD : Kit y otros prefieren c. Cr: «porque había alargado su mano hacia el arca».
8
festado
9
odio por David». II LA CASA: o el templo (cf. V). ANIQUILADO : lit. abierto brecha, o en sentido figurado, 'muerte, aniquilamiento'; hebr. paras
MIL-LO: era, según Grdseloff, especie de fuerte macizo destinado a cerrar la brecha de la ciudad peres,
10
de donde el topónimo «Peres-Uzzá»: brecha, aniquilamiento o castigo de Uzzá.
de David.
18
Otros interpretan la acrópolis. Gf. r Re o, 15. OBED-EDOM: era, según 1 Cr 15,17, un levita de la familia de Merarí. (I EL GuirTirA: gueteo
SE DESPARRAMARON O hicieron incursión por el valle o llanura de Refaím o de los titanes o o de19Gat.
gigantes.
20
Cf. luego 21,16-20 y Dt 2,10.20-21. TROZO DE CARNE: hebr. espar, voz egipcia; ¿chuleta?, ¿costilla?; otros, «pastel».
20
IRRUMPIDO EN MIS ENEM. : o bien, roto ante mí a mis enem., como rompen las aguas un dique. II 23
BENDECIR: e. d., dar el saludo de bendición, saludar. || VACUO: un don nadie.
BAAL-PERASIM:
23
e. d.. Señor de irrupciones o dotado de rupturas. No TUVO HIJOS: era la mayor humillación para una mujer judía.
DA LA VUELTA POR DETRÁS: otros «vuélvete de tras ellos». Cf. I Cr 14,14. II ARBOLEDA DE
ÍBAKOS»: hebr. Bekaim, que para algunos sería nombre propio. El baká es árbol arábigo, y suele in-
terpretarse H: dos árboles del bálsamo» o bien «morales»; V «perales».
2
ÍZ
u
BAALÉ-JUDÁ: Kit 1. c. 1 Cr 73,6, Baalá de Judá; llámase también Kiryat-Yearim. || TKASLA-
DAR : la descripción de tal traslado y entronización de David en Jerusalén, según Mowinckel,
debió de quedar como práctica ritual en el templo davídico (cf. Salmo 132). Piénsase por muchos
que David introdujo así en el culto israelita una fiesta del tipo de la del Año Nuevo cananeo. II QUE
SE ASIENTA: o se entronizaba sobre los querub, del arca.
364 n SAMUEL 71-2* I I SAMUEL 7 2 9 1 4
8 365
palabras son verdad, y h a s prometido puesto que tú, ¡oh m i Señor Yahveh!,
Primer proyecto del templo y promesa del trono eterno a tu siervo tales bienes; 2 9 dígnate, pues, eres quien has h a b l a d o , y la casa de tu
a h o r a bendecir la casa de tu siervo a fin siervo será bendita con tu bendición eter-
1
Sucedió, pues, que, m o r a n d o el rey lo castigaré con vara c o m ú n y con casti-
7 en su casa rodeado de la paz que gos h a b i t u a l e s e n t r e h o m b r e s . * I N o
5
de que subsista siempre en tu presencia; namente».
Yahveh le había concedido con todos apartaré de él mi benignidad, c o m o la
sus enemigos, 2 dijo el m o n a r c a al p r o - aparté de Saúl, al cual separé de tu pre- Guerras y victorias de David
feta N a t á n : sencia. 16 Y tu casa y tu reino serán
—Observa que yo habito en una casa afirmados p a r a siempre ante mí": tu t r o n o O ' Sucedió después de esto que David 9
H a b i e n d o oído Tou \ rey de J a m a t ,
de cedro, mientras el arca de D i o s m o r a se consolidará eternamente». " batió a los filisteos y los sometió, que David había destrozado a t o d o el
bajo lona. * 1 7 N a t á n habló a David de conformidad a r r a n c a n d o el m a n d o de la metrópoli de ejército de Hadadézer, 1 0 envió a su hijo
3 N a t á n respondió a! rey: con todas estas palabras y de acuerdo J o r a m c al rey David para saludarle y
18
— A n d a , haz todo lo que te dicte tu con t o d a esta revelación, y entonces felicitarle por cuanto había guerreado con
corazón, pues Yahveh está contigo.
4
penetró el rey David [en la tienda] y,
Aquella misma noche, Yahveh habló puesto ante Yahveh, dijo: «¿Quién soy
a N a t á n , diciendo: 5 «Ve y di a David, yo, Señor D i o s m í o , y quién m i casa
f- Hadadézer y lo había d e r r o t a d o ; pues
Hadadézer era adversario de Tou. [Joram]
era portador de vasos de plata, oro y
mi siervo: Asi ha dicho Y a h v e h : ¿Piensas para que m e hayáis engrandecido hasta cobre. " El rey David los consagró t a m -
edificarme u n a casa para m o r a d a mía? ese extremo? " Pero aún te h a parecido bién a Yahveh con la plata y el o r o que
6
P o r q u e yo no he habitado en casa algu- ello poco, ¡oh mi Señor Yahveh!, y te habla recogido ° de todas las naciones
n a desde el día en que hice subir de has referido a la casa de t u siervo en sojuzgadas: 1 2 de los idumeos ", moabitas,
Egipto a los israelitas hasta la h o r a pre- lejano porvenir. ¿Es ésta la n o r m a del ammonitas, filisteos y amalequitas, y asi-
20
sente, sino que he a n d a d o siempre entre h o m b r e , oh mi Señor Yahveh? " * ¿Y
pabellones en una tienda. 7 P o r donde- qué m á s podría agregarte David?, pues
quiera que he ido con t o d o s los israelitas, tú, Yahveh, mi Señor, conoces a tu siervo.
;'Í$>
21
¿hablé jamás a alguno de los jueces a En gracia de tu palabra y conforme a
quienes confié el gobierno de mi pueblo tu corazón has realizado t o d a esta m a g n a Principes hittitas. («Der Alte Orienta [1919]
22
Israel diciendo: P o r qué no me cons- obra, para hacerlo saber a tu siervo. P o r P-5i.)
truís u n a casa de cedro? s A h o r a bien, eso sois magno, ¡oh Señor mío, Yahveh!,
así has de decir a David, mi siervo: que nadie hay c o m o tú ni existe D i o s m a n o s filisteas. * 2 También destrozó a
Esto h a dicho Yahveh de los ejércitos: alguno fuera de ti, según t o d o lo que los moabitas y, tendiéndolos por el suelo,
23
Y o te saqué de los pastos, de detrás ha llegado a nuestros oídos. ¿Y quién midiólos a cordel: dos medidas de cordel
del rebaño, para que fueses príncipe so- hay c o m o tu pueblo Israel, nación única p a r a hacerlos morir y una medida justa
9
bre mi pueblo Israel, y he estado contigo en la tierra, a la que Dios haya venido p a r a perdonarles la vida. Así quedaron
p o r doquiera que has ido, y he destruido a libertar p a r a sí, c o m o pueblo suyo, y a los moabitas como subditos de David y
a t o d o s tus enemigos delante de ti, y te dar nombradla, y a o b r a r con ella m a r a - tributarios suyos. * ' David batió asimis-
c
h e proporcionado gran renombre, seme- villas y prodigios, arrojando de delante m o a Iladadé/er, hijo de licjob, rey de
jante al n o m b r e de los más grandes que de tu pueblo, a quien rescataste de Egipto, Soba, c u a n d o éste partiera a restablecer
24
existen en la tierra, N> Además, señalaré las naciones gentiles y sus dioses? Has su dominio sobre el río Eufrates. 4 David
u n lugar a mi pueblo Israel y lo fijaré establecido a tu pueblo Israel c o m o pueblo le cogió prisioneros mil setecientos de a
p a r a que m o r e en él sin que sea inquietado tuyo p a r a siempre, y tú, Yahveh, has caballo y veinte mil hombres de a pie, des-
25
m á s ; pues los malhechores n o volverán a sido para ellos su Dios. Ahora, pues, jarretándole además todos los caballos de
vejarlo como al principio, ] 1 desde el día ¡oh Yahveh, Dios!, cumple eternamente tiro, sin dejar de ellos más que cien tiros.
5
en que establecí jueces sobre mi pueblo la promesa que has formulado acerca de Los sirios de D a m a s c o vinieron en soco-
Israel, y haré que descanse de todos sus tu siervo y su casa y o b r a conforme has r r o de Hadadézer, rey de Soba; mas
2S
enemigos. Asimismo, Yahveh te anuncia dicho. Sea magnificado tu n o m b r e p o r David hízoles veintidós mil bajas. s Luego
que El te h a r á una casa, * ! 2 y, c u a n d o se siempre, diciéndose: '¡Yahveh Sebaot es colocó guarniciones en Siria damascena, Jinete con escudo. (Tell Halaf, fig.186.)
c u m p l a n tus días y reposes j u n t o a tus el D i o s de Israel!', y la casa de tu siervo q u e d a n d o los sirios reducidos a servidum-
27
padres, yo suscitaré detrás de ti a u n o David será estable delante de t i - P o r q u e b r e para con David y tributarios suyos.
d e tu progenie, salido de tus entrañas, tú, Yahveh de los ejércitos, Dios de Is- Así dio Yahveh victoria a David donde- mismo del botín de Hadadézer, hijo d e
y afirmaré sólidamente su reino. 13 El rael, te has revelado al oído de tu siervo quiera que fue. 7 Apoderóse David de Rejob, rey de Soba.
13
construirá una casa a mi n o m b r e y con- diciendo: ' Y o te construiré una casa', por los escudos de oro que llevaban encima David adquirió, pues, gran n o m b r a -
solidaré el trono de su reinado para siem- eso tu siervo se ha atrevido a dirigirte los subditos de Hadadézer y los trajo a día, y, a su regreso de batir a los sirios,
28
pre. * i 4 Y o le serviré de p a d r e y él me esta plegaria. Ahora, pues, ¡oh mi Señor Jerusalén. * 8 Asimismo, de Tébaj' y de destrozó a los idumeos ' en el valle de lá
servirá de hijo; que si comete iniquidad, Yahveh!, tú eres el verdadero Dios, y tus Berotay, ciudades de Hadadézer, cogió Sal, en n ú m e r o de dieciocho mil. ' 4 Luego
el rey muchísimo cobre. colocó en Idumea guarniciones, estable-

2
BAJO LONA: O entre cortinas.
7 1
13
• T E HARÁ UNA CASA : hebraísmo por «te asegurara una descendencia o dinastía». 0
O 2! LA METRÓPOLI: parece referirse a la conquista de Gat; cf. r C r r 8 , r .
MIDIÓLOS A" CORDEL : después de reunidos en un punto los cautivos y de haberles mandado
Su REINADO PARA SIEMPRE : no puede aplicarse de lleno más que al Mesías, cuyo reinado será echarse en tierra, los dividió, merced a la medición que el texto señala, en dos partes: una para
eterno, mientras que el de Salomón se acabó con Sedéelas (Dn 2,44); otro tanto puede decirse de lo darles muerte y otra para guardarla. Según el derecho entonces vigente, podía David darles a todos
del v.16 (cf. Act 2,30). muerte o esclavizarlos.
1* VARA COMÚN...: lit. vara de hombres, e. d., como a hombre, no como a rey. ' ESCUDOS: la versión de sélet es incierta: ¿rodela, aljaba, adarga? V «armas», G «brazaletes».
" L A NORMA DEL HOMBRE: o ley ordinaria. La frase puede también tener sentido afirmativo. Este añade que Susakím, rey de Egipto, los tomó cuando subió a Jerusalén, en tiempo de Roboam,
Otros corrigen H: 'y tú anuncias esto al hombre...» (Bibl. Bonn), etc. hijo de Salomón,
366 "" n SAMTTEL 8"—10 *
11 SAMUEL 10 6 —11» 367
despidió. * 5 C o m o se le diese de ello avi-1 luego lo que sea de su agrado». 13 E n t o n -
riéndolas en t o d a la comarca, y t o d o s los m a n d a b a el ejército; Josafat, hijo d e Aji- so ¡1 David, envió gente a su encuentro, ces J o a b y la gente que le a c o m p a ñ a b a
idumeos q u e d a r o n sometidos a David. lud, era canciller; * 17 Sadoq, hijo de Aji- pues los hombres estaban sumamente se dirigieron a pelear contra los sirios,
Yahveh dio victoria a David p o r donde- tub, y Ajimélek, hijo de Abiatar, eran afrentados; y el rey les hizo decir: «Que- que huyeron a la presencia de aquél.
quiera que fue. * sacerdotes; Serayá era secretario; 18 Be- daos en Jericó hasta que vuestra barba 14 C u a n d o los ammonitas vieron que ha-
15 David reinó sobre t o d o Tsrael y prac- nayahu, hijo de Yehoyadá, m a n d a b a a cre/ca y luego volved». blan huido los sirios, diéronse también
ticaba la equidad y la justicia para con los kereteos y los péleteos, y los hijos de '' C u a n d o los ammonitas vieron que ha- ellos a la fuga frente a Abisay y se metie-
t o d o su pueblo. 1 6 J o a b , hijo de Seruyá, David eran ministros. * bían o b r a d o bochornosamente con Da- ron en la ciudad. Entonces J o a b se vol-
vid, despacharon comisión y t o m a r o n a vió de contra los ammonitas y se vino ú
sueldo a los sirios de Bet-Rejob y a los Jertisalén.
Mefibóset, el hijo de Jonatás de S o b a : diez mil infantes, y al rey de 15 Viendo los sirios que habían sido de-
1
M a a k á : mil hombres, y a los de T o b » : rrolados por Israel, reuniéronse en masa.
9 Preguntó D a v i d : «¿Habrá todavía
algún superviviente de la casa de
— N o temas, pues quiero usar contigo
de b o n d a d en gracia de Jonatás, tu padre,
doce mil hombres. ^ Súpolo David y en-
vió [contra ellos] a J o a b con t o d o el ejér-
111
Hadadézer despachó emisarios e hizo
venir a los sirios de allende el río [Eufra-
Saúl, para hacerle yo algún bien p o r y te voy a restituir todas las heredades cito de los más valientes. 8 Los ammoni- tes] que llegaron a Jelam, trayendo a su
a m o r de Jonatás?» 2 Y c o m o tuviera la de tu abuelo Saúl, y tú comerás siempre tas salieron y formáronse en orden de ba- frente a Sobak, general del ejército de
familia de Saúl u n criado p o r n o m b r e a mi mesa. * talla a la entrada de la puerta [de la ciu- Hadadézer. 1 7 Avisado de esto David,
Sibá, se le llamó ante David, y el rey le 8 El se inclinó profundamente, y ex- dad], mientras los sirios de Soba y Rejob congregó a todos los israelitas, pasó el
preguntó: clamó : y la gente de T o b y M a a k á estaban apar- Jordán y llegó a Jelam. Los sirios dispu-
—¿Eres tú Sibá? —¿Qué es tu servidor p a r a que hayas te en el c a m p o . 9 Viendo J o a b que el ata-
siéronse entonces en orden de batalla
—Servidor tuyo—respondió. mirado benignamente a u n perro m u e r t o que contra él había sido dispuesto por
frente y por retaguardia, hizo una selec- contra David y t r a b a r o n pelea con él.
3 El rey agregó: c o m o yo? |fí
9 ción de entre todo lo más escogido de Pero huyeron delante de Israel, y D a -
— ¿ N o existe ya ninguno de la familia Luego el rey llamó a Sibá, criado de
Israel y los dispuso en orden de cómbale vid les mató a los de A r a m setecientos
de Saúl, p a r a que ejercite yo con él la Saúl, y le dijo: « H e dado al hijo de t u
frente a los sirios, 1» entregando el resto servidores de carros y cuarenta mil in-
b o n d a d divina? señor cuanto pertenecía a Saúl y a t o d a
4 del ejército en m a n o s de su h e r m a n o Abí- fames * e hirió a Sobak, jefe del ejército
Contestó al rey Sibá: su casa. 1° Así, pues, tú con tus hijos y
criados le trabajaréis la tierra y recogerás say, quien lo dispuso contra los a m m o n i - de aquéllos, quien murió allí mismo. *
— A ú n vive u n hijo de J o n a t á s , tullido 19
T o d o s los reyes vasallos de H a d a d é -
de a m b o s pies. la cosecha, y así la casa de tu a m o ten- tas. n [Joab le] advirtió: «Si m e aventajan
drá de qué alimentarse; m a s Mefibóset, los sirios, tú m e auxiliarás, y si los a m m o - zer, c u a n d o vieron que habían sido de-
•—¿Dónde está?—le preguntó el rey. rrotados p o r Israel, hicieron paces con
Y Sibá respondió al m o n a r c a : hijo de tu señor, comerá siempre a mi nitas te ganan a ti, yo iré a socorrerte.
12 los israelitas y les quedaron sometidos.
—Está en casa de Makir, hijo de Am- mesa». Sibá tenía quince hijos y veinte Sé fuerte y portémonos valientemente
servidores. n A h o r a bien, Sibá dijo al p o r a m o r de nuestro pueblo y por las Y los sirios temieron ayudar de nuevo a
miel, en Lodebar. los ammonitas.
5 Entonces el rey David envió p o r él m o n a r c a : «Tu servidor b a r á puntualmen- ciudades d e nuestro D i o s ; Yahveh h a r á
p a r a que lo trasladaran desde la casa de te t o d o lo que el rey, mi señor, h a orde-
M a k i r , hijo de A m m i e l , e n L o d e b a r . n a d o a su servidor». C o m i ó , pues, M e -
6
C u a n d o Mefibóset », hijo de Jonatás, fibóset a la mesa de Davidb, c o m o u n o
hijo de Saúl, llegó donde David, cayó de los hijos del rey. 1 2 Mefibóset tenía u n Adulterio de David con Betsabee
sobre su rostro, prosternándose, y David hijo pequeño llamado Miká, y todos los
que moraban en casa de Sibá eran sier- 11 1 A la vuelta de u n año, p o r la épo- purificaba ésta de su impureza menstrual,
exclamó:
vos de Mefibóset. 13 Este habitaba en Je- •1 * ca en que los reyes suelen salir a y luego ella se t o r n ó a su casa. 5 L a m u -
—¡Mefibóset! rusalén, pues comía siempre a la mesa
— H e aquí tu servidor—contestó él. campaña, David envió a J o a b con sus jer concibió y m a n d ó recado a David, avi-
del rey, y era cojo de los dos pies. servidores y t o d o Israel a devastar a los sándole en estos términos: «Estoy en-
7DíjoleDavid:
a m m o n i t a s y sitiar a R a b b á . M a s David cinta».
se quedó en Jerusalén. 6
2
Entonces David despachó este men-
Sucedió que u n a tarde levantóse D a - saje a J o a b : «Envíame a U r í a s el hitti-
Guerra contra Ammón, la Siria y sus aliados vid de su lecho y, paseando p o r la terra- ta»; J o a b m a n d ó , en efecto, a Urías d o n -
za del real palacio, divisó desde lo alto de David, y, ^ llegado Urías a él, David
4 A ! Después de esto, m u r i ó el rey de monitas dijeron a Janún, su señor: «¿Te de la azotea a u n a mujer que se estaba
narece que David auiere hacer h o n r a a le preguntó p o r J o a b , p o r el ejército y la
A " los ammonitas, sucediéndole en e' b a ñ a n d o . E r a la mujer de extraordinaria marcha de la guerra. 8 Después dijo a
t r o n o Janún, su hijo. 2 Dijo entonces D a - *u padre p o r q u e te haya enviado conso- belleza. 3 David envió a preguntar por
ladores? ¿Acaso n o te ha enviado a sus U r í a s : «Baja a tu casa y lávate los pies».
v i d : «Vov a usar de b o n d a d con Janún. ella y se le informó: «Trátase de Betsa-
servidores con el fin de explorar la ciudad Salió, pues, Urías del palacio real, y tras
hijo de Najas, c o m o su padre usó de be- bee, bija de Eliam, esposa de Urías el hit-
y luego destruiría?» 4 T o m ó entonces Ja- él salió también el presente de la mesa
nevolencia conmigo». Envió, pues, David tita». 4 Entonces David comisionó a algu-
n ú n a los servidores de David, les r a p ó del rey. * 9 p e r o Urías se tendió a la puer-
a sus servidores para darle el pésame p o r nos p a r a que se la llevasen, y, llegada ella
la mitad de la b a r b a , les cortó sus vesti- ta del real palacio con los demás servido-
[la muerte de] su padre, y ellos llegaron al donde él, yació con la misma c u a n d o se res de su señor y no bajó a su casa. *
país, a m m o n i t a . 3 Pero los magnates a m - duras p o r medio h a s t a las posaderas y los

4
••A L A MITAD DE LA BARBA : añadiendo así el ridículo a la grave ofensa a tales cortesanos en lo
** GUARNICIONES: O bien, como prefieren otros, gobernadores o prefectos. ' " que se consideraba símbolo de virilidad y valentía.
lfi 18
CANCILLER: o bien, escriba de estado y a modo de cronista oficial. SERVIDORES DE CARROS: lit. carros (cf. V); algs. entienden bigas o parejas de caballos de tiro
1!
KERETEOS Y PÉLETEOS formaban, según Josefo, la escolta o guardia real de David, y eran, al de dos carros.
parecer, en su mayor parte filisteos, y en parte procedentes de Creta (ceretíes o cretenses). |] MINIS-
TROS: o confidentes áulicos; en versión literal, sacerdotes. •f •% s LÁVATE LOS PIES: e. d., tómate un descanso; tal lavado era el primer cuidado habitual entre
T ' * los orientales cuando se venía de camino (cf. Gen 18,4; 19,2, etc.).
USAR DE BONDAD: en Oriente era costumbre de los usurpadores exterminar a todos los mieras 9
9 bros de la dinastía desposeída, y Mefibóset temía igual suerte.
A LA PUERTA: en las dependencias de palacio, donde se alojaba la guardia real.
368 n SAMUEL 11 10i27 H SAMUEL 12 u u
369

1° C o m o le pasaran recado a David di- talla la cólera del rey y te dice: «¿Por qué
ciendo: «Urías no ha bajado a su casa», os habéis aproximado a la ciudad p a r a Censura del profeta Natán a David
David dijo al mismo: combatirla? ¿No sabíais que habían de
— ¿ N o has venido de viaje? ¿Por qué tirar de lo alto de la muralla? 2 i ¿Quién •i O 1 Envió, pues, Yahveh a N a t á n cer- 13 Y David cjijo a N a t á n :
n o has bajado a lu casa? m a t ó a Abimélek, hijo de Yerubaal"? A« ca de David, y c u a n d o llegó a él, — He pecado contra Yahveh.
11
Urías contestó a David: ¿No fue una mujer, que arrojó sobre él le dijo: N a t á n contestó a D a v i d :
una muela encimera desde lo alto de la — Había en una ciudad dos hombres, —Yahveh h a p e r d o n a d o tu p e c a d o : n o
muralla, muriendo a consecuencia de ello u n o ricí) y otro pobre. 2 Tenía el rico gran morirás. * 1 4 Sin embargo, c o m o has m e -
en Tebes? ¿Por qué os habéis acercado c a n t i d a d de g a n a d o l a n a r y v a c u n o . nospreciado a Yahveh con dicha acción,
tanto al m u r o ? » ; tú dirás: «También tu 3 Mientras el pobre no poseía más que el hijo que te va a nacer morirá de cierto. *
servidor Urías el hittita ha muerto». * una corderilla, que había c o m p r a d o y ali- 15 Entonces N a t á n partió a su casa, y
22
Partió, pues, el mensajero y, llegan- m e n t a d o y criado con él y con sus hijos, después Yahveh hirió al niño que la m u -
do, comunicó a David todo lo que había- comiendo de su mismo bocado, bebiendo jer de Urias había parido a David y en-
le encargado J o a b que dijese. 2 3 Y afirmó de su copa y durmiendo en su seno, pues fermó gravemente. 1 6 David imploró a
a David el emisario: era para él a m o d o de una hija. 4 M a s Dios por el niño y guardó ayuno, y, reti-
—Aquellas gentes nos llevaron ventaja llegó una visita al h o m b r e rico y, d á n d o - rándose aparte, pasaba las noches acos-
y salieron al c a m p o contra nosotros, pero le pena t o m a r de su rebaño y vacada con tado en el suelo. 1 7 Y los ancianos de su
les rechazamos hasta cerca de la p u e r t a ; qué preparar un banquete al viajero que palacio llegáronse a él p a r a hacerlo levan-
24
m a s entonces los arqueros dispararon le había llegado, cogió la cordera del tar del suelo; pero él n o quiso ni p r o b ó
Baño. (De Galling, o.c, 79.) contra tus vasallos desde lo alto de la m u - h o m b r e pobre y la p r e p a r ó p a r a el que con ellos alimento. 18 y acaeció que al
ralla y h a n muerto algunos de los subdi- le había venido. séptimo día m u r i ó el niño, y los servido-
•—Estando en Sukkot el arca de Tsrael tos del rey, entre ellos tu servidor Urías 5 Entonces la cólera de David se en- res de David temieron anunciarle que h a -
y Judá y a c a m p a n d o sobre la superficie el hittita. cendió vivamente contra aquel sujeto y bía fallecido, pues se decían: «Si c u a n d o
25
del suelo J o a b , mi señor, y los servidores David indicó al mensajero: dijo a N a t á n : el niño vivía le hablábamos y n o escucha-
de mi señor, ¿voy yo a ir a mi casa a co- —Así has de decir a J o a b : « N o te dis- —Vive Yahveh que el h o m b r e que tal ba nuestras palabras, ¿cómo le vamos a
mer y a beber y a dormir con mi mujer? hizo es reo, en verdad, de muerte, '' y pa- decir: H a muerto el niño? Se p o n d r á
¡Por tu vida y p o r tu alma, yo no haré g a r á la oveja cuatro veces en castigo de peor». * 1 9 M a s David advirtió que sus
tal cosa! esa acción y p o r q u e n o tuvo entrañas de servidores cuchicheaban entre sí y com-
12
David dijo entonces a Urías: misericordia. prendió que el niño había muerto. E n t o n -
—Quédate también hoy aquí y maña- ^ N a t á n dijo entonces a D a v i d : ces preguntó David a sus sirvientes:
n a te despediré. —¡Tú eres ese tal! Así ha dicho Y a h - —¿Ha muerto el niño?
Quedóse, pues, Urías aquel dia en Je- veh, D i o s de Israel: 8 Y o te ungí rey so- — H a muerto—respondieron.
rusalén. 1} Al siguiente " David lo invitó bre Israel, te salvé de m a n o s de Saúl, te 2
" David levantóse entonces del suelo,
a comer y a beber con él y lo embriagó; entregué la casa de tu señor y coloqué en se lavó, se ungió, se m u d ó las vestiduras
p o r la tarde, él se m a r c h ó a acostar con tu seno las mujeres de lu a m o e liicete y, llegándose a la m o r a d a de Yahveh, se
los servidores de su señor, pero no bajó dueño de la casa de Israel y de J u d á ; y prosternó en oración. Luego se reintegró
a sú casa. por si fuera poco, te habría agregado ta- a su palacio, pidió de comer y, habién-
14
A la m a ñ a n a siguiente, David escri- les y cuales cosas. * 9 ¿Por qué has me- dole servido alimento, comió. * 2 i Sus ser-
bió u n a carta a J o a b por medio de Urías. * nospreciado la palabra de Yahveh, ha- vidores le dijeron:
!5 En la carta se expresó en estos térmi- ciendo lo que le es odioso? H a s hecho —¿Qué significa lo que has hecho?
n o s : «Poned a Urías en vanguardia donde perecer a espada a Urías el hittita y te C u a n d o aún vivía el niño, ayunaste y llo-
m á s recia sea la lucha y retiraos de su es- Molino de aceite. (De Galling, o.c, 428.) has cogido p o r esposa a su mujer, hacién- raste, y c u a n d o h a muerto te has levan-
palda, para que sea herido y muera». dole m a t a r a él con la espada de los am- tado y has t o m a d o alimento.
16
Hallándose, pues, J o a b en el asedio de monitas. 10 A h o r a bien, la espada n o se 22
A lo que contestó:
la ciudad, colocó a Urías donde compren- gustes p o r tal cosa, p o r q u e la espada de- h a de a p a r t a r jamás de tu casa en casti- — E s t a n d o aún vivo el niño ayuné y
dió había enemigos más aguerridos. 1 7 L o s vora ora al uno, o r a al otro. Arrecia tu go de h a b e r m e tú menospreciado y to- lloré, p o r q u e pensé: ¡Quizá se compadez-
defensores de la ciudad hicieron u n a sa- ataque contra la ciudad y destruyela». Y m a d o p o r esposa a la mujer de Urías el ca de mí Yahveh y viva el niño! 2 3 Pero
lida y atacaron a J o a b , cayendo algunos tú anímale. hittita. 11 Así ha hablado Y a h v e h : He ahora, muerto ya, ¿para qué había de
26
de los vasallos de David y muriendo tam- La mujer de U r í a s , c u a n d o supo que aquí que yo suscitaré la desgracia sobre ayunar? ¿Puedo yo acaso hacerle volver
bién Urías el hittita. ' 8 Entonces J o a b en- había m u e r t o su marido, hizo duelo p o r ti dentro de t u casa y a tu misma vista de nuevo? ¡Yo soy el que iré hacia él, m a s
vió emisarios para comunicar a David to- su esposo, * 2 7 y, pasado el luto, David te quitaré tus mujeres y las entregaré a él no volverá donde mí!
das las incidencias de la batalla, 19 y or- envió p o r ella y la acogió en su casa, t o - tu prójimo, que yacerá con tus esposas 24
Luego David consoló a Betsabee, su
denó a l mensajero de esta suerte: «Cuan- mándola p o r mujer, y ella le parió u n a la luz de este sol. l 2 Y a que tú has obra- mujer, y, habiéndose llegado a ella, yació
do l a y a s acabado de manifestar al rey hijo. Pero aquella acción que David co- d o a ocultas, yo realizaré estos actos ante con la misma, la cual dio a luz un hijo,
todas las incidencias del combate, 2 0 si es- metiera desagradó a Yahveh. t o d o Israel y a la luz del sol. al que puso p o r n o m b r e Salomón. Y a h -

14
•i O 8 EN TU SENO: e. d., en tus brazos. || LAS MUJERES DE TU AMO: según uso oriental, las mu-
CARTA: es la primera vez que en la Biblia se menciona el uso de ella, pero era mucho mas ' "" ¡eres del rey difunto o destronado pasaban a serlo de su sucesor.
antiguo, según consta de monumentos cuneiformes, etc. 134 H E PECADO: David, sinceramente arrepentido, compuso entonces el salmo 5051.
21
ABIMÉLEK: cf. 9,50-54. 1 8 A YAHVEH: lit. «a los enemigos de Yahveh», por eufemismo (cf. I Sam 25,22).
2Í-27 DUELO: probablemente el duelo oficia! y funerales. Como todos los orientales, daban los * SE PONDRÁ PEOR : o bien: «se podría hacer mal», «haría algún disparate», etc.
hebreos a su dolor formas muy sensibles. El duelo mayor solía durar siete días, en que la gente se 20 SE LAVÓ...: solía hacerse todo esto a la terminación del duelo; y pudo David llegarse a la
destía de cilicio o saco, y terminaba con una comida fúnebre. Luego venían Jas lamentaciones, que morada o tabernáculo del Señor por no haber contraído impureza legal entrando en la cámara mor-
vuraban treinta días. tuoria oí a los funerales del niño.
370 II SAMUEL 12 2S —13 1S n SAMUEL 1 3 16 39
- 371
30
veh lo a m ó 25 y envió al profeta N a t á n , Entonces t o m ó de sobre la cabeza de A m n ó n la cobró u n odio tan enorme, envió a A m n ó n y a todos los hijos del rey.
quien le puso p o r n o m b r e Yedideyah en M a l k a m la corona que llevaba, cuyo peso que la aversión que sintió hacia ella fue 21* Absalón preparó un banquete a modo
consideración a Yahveh. * era de un talento de o r o y que estaba mayor que eí a m o r que la había profe- de festín regio ", y dio instrucciones a sus
26
[Por su parte] J o a b .prosiguió com- guarnecida de piedras preciosas, y fue co- sado. Díjole, pues, A m n ó n : criados, diciendo: «Estad atentos: c u a n d o
batiendo a R a b b á de los ammonitas y to- locada sobre la cabeza de David. A d e - —Levántate, vete. el corazón de A m n ó n esté alegre p o r el
m ó la ciudad real. 21 Entonces envió J o a b más se llevó el botín de la ciudad, abun- 10 Ella le dijo: vino y yo os diga: '¡Herid a A m n ó n ! ' , lo
mensajeros a David, diciendo: « H e asal- dantísimo. * 31 A la gente que había en —No, hermano mío, porgue esta maldad mataréis. N o temáis, ¿no soy yo quien os
tado a R a b b á y he t o m a d o ya la ciudad ella la d e p o r t ó y colocó en el aserrado de de arrojarme sería mayor que la otra a lo m a n d o ? Tened ánimo y portaos c o m o
de las aguas. 28 Así, pues, congrega al piedras, el afilado de hierros y [el laboreo que has cometido conmigo. valientes. 29 Hicieron, pues, los criados
resto del pueblo, asedia la ciudad y apo- con] hachas de hierro, y los hizo traba- 17
Pero él no quiso escucharla y llamó de Absalón con A m n ó n según aquél les
dérate de ella, para que n o sea yo quien jar " en los h o r n o s de ladrillos. L o mis- al criado que le servía y dijo: había o r d e n a d o , y entonces todos los
tome posesión de la misma y se ligue a m o hizo con las otras ciudades de los am- —¡Echad a ésta fuera, de mi lado, y hijos del rey se levantaron y, m o n t a n d o
ella mi nombre». * 29 Reunió, pues, D a - monitas. Después David y t o d o el pueblo cierra la puerta tras ella! cada u n o en su muía, h u y e r o n . 3 0 Estando
vid a t o d o el pueblo y partió hacia R a b - se t o r n a r o n a Jerusalén. * 18
(Llevaba ella u n a túnica larga de ellos en camino, llegó a D a v i d la noticia
bá, la combatió y se a p o d e r ó de ella. amplias mangas, p o r q u e así vestían en en estos términos: «Absalón h a asesinado
o t r o tiempo las hijas del rey, a ú n d o n - a todos los príncipes, sin que haya sobre-
cellas.) Y el criado de aquél sacóla fue- vivido ni uno de ellos». 3 1 Levantóse en
Incesto de Amnón ra y cerró tras ella la puerta. 1 9 E n t o n - seguida el rey, rasgó sus vestiduras y se
ces T a m a r cubrió de ceniza su cabeza, postró en tierra, y t o d o s los servidores
•I O ' Acaeció después de esto que te- su m a n o » . 7 Entonces D a v i d pasó aviso rasgó la túnica larga con mangas que que le asistían rasgaron también sus ves-
*«* niendo Absalón, hijo de David, a T a m a r , que estaba en su casa, diciendo: llevaba puesta y, con las m a n o s en la tidos. 3 2 Entonces Y o n a d a b , hijo de Sima,
u n a h e r m a n a muy hermosa llamada Ta- «Ve a casa de tu h e r m a n o A m n ó n y pre- cabeza, partió d a n d o gritos. hermano de David, t o m ó la palabra y
mar, A m n ó n , hijo de David, se e n a m o r ó párale algo de comer». 8 M a r c h ó , pues, 20
Su hermano Absalón le preguntó: dijo: «No piense mi señor que todos los
de ella. 2 Y se llenó de angustia, llegando T a m a r a casa de su h e r m a n o A m n ó n , el «¿Ha estado acaso contigo mi h e m u m o jóvenes príncipes hayan sido asesinados.
a enfermar por causa de T a m a r , su her- cual estaba acostado. Ella cogió la masa, A m n ó n ? Por ahora calla, hermana mía. Seguramente ha muerto sólo A m n ó n , pues
m a n a , pues ella era virgen y, a juicio de la hiñó, hizo los pastelillos a la vista de Es tu h e r m a n o . N o te preocupes por tal ya lo tenía decidido Absalón desde el
A m n ó n , no se podía intenlar con la mis- aquél y los puso a freír. 9 Luego cogió acción». Y T a m a r permaneció, desolada, día en que aquél violentó a su h e r m a n a
m a n a d a inhonesto. J A h o r a bien, Am- la sartén y la vació ante él; m a s A m n ó n en casa d e s u h e r m a n o Absalón. T a m a r . 3 3 Así, pues, n o dé m i señor el
n ó n tenía un amigo, por nombre Yona- negóse a comer y dijo: «Haced salir a 21
C u a n d o se enteró el rey David de rey trabajo a su imaginación pensando
dab, hijo de Sima, hermano de David, y todos de junto a mí». Saliéronse, pues, todas estas cosas, indignóse muchísimo; que todos los príncipes h a n m u e r t o , por-
era h o m b r e muy sagaz. 4 Preguntóle [a de su lado todas las personas. 10 Entonces pero no quiso inquietar el espíritu de su que sólo A m n ó n h a perecido». 3¿í Absalón
Amnón]: A m n ó n dijo a T a m a r : «¡Tráeme el plato hijo Amnón, porque lo amaba, pues era su huyó. P o r otra parte, el joven que estaba
—¿Por qué vas quedándote tan maci- a la alcoba p a r a que lo c o m a de t u primogénito. 22 T a m p o c o Absalón h a b l ó de centinela alzó la vista y, fijándose,
lento de día en día, o h príncipe? ¿No me mano!» T a m a r cogió los pastelillos que con A m n ó n , ni en bien ni en m a l ; sin vio u n a multitud numerosa que venía por
lo cuentas? había hecho y éntreselos a su h e r m a n o embargo, Absalón odiaba a Amnón por el camino de Joronáyim, por la pendiente.
Contestó A m n ó n : a la alcoba. n C u a n d o ella se los presentó cuanto había ultrajado a su hermana Ta- Llegóse, pues, el eentinela y dio aviso al
— D e T a m a r , la h e r m a n a de Absalón, p a r a que comiese, la asió y díjole: mar. * 23 Sucedió al cabo de dos años rey, diciendo: «He divisado gente por el
mi h e r m a n o , estoy e n a m o r a d o . *
5
—Ven, acuéstate conmigo, herma- que c o m o Absalón tuviera a los esquila- camino de Joronáyim c del lado del m o n -
Y o n a d a b le dijo: na mía.
12
dores en Baal-jasor, cerca de Efraím, in- te». 3 5 Y o n a d a b dijo entonces al rey:
—Métete en cama y fíngete enfermo; M a s ella le contestó: vitó a todos los hijos del rey. 2A Llegóse, «Mira, ya llegan los príncipes. C o m o tu
c u a n d o llegue tu padre a verte, le dirás: — N o , h e r m a n o m í o ; n o m e deshonres, pues, al rey, y dijo: servidor decía, así h a sucedido». 36 Y ape-
Venga, por favor, mi h e r m a n a T a m a r a pues esto n o se hace en Israel. N o come- — H e aquí que t u siervo se halla en el nas acabó de hablar, he aquí que llegaron
darme de comer y prepare ante m i vista tas tal iniquidad. * 13 P o r q u e ¿dónde lle- esquileo; dígnese el rey ir con sus fami- los hijos del rey y, alzando el grito, rom-
el plato p a r a que yo lo vea y c o m a de sus varía yo mi deshonor? Y tú pasarías p o r liares a a c o m p a ñ a r a su servidor. pieron a llorar. También el rey y todos
manos. u n o de los más infames de Israel. H a b l a 25
Mas el rey contestó a A b s a l ó n : los servidores lloraron abundantemente.
6 37
Acostóse, pues, A m n ó n , fingiéndose al rey, p o r favor, p o r q u e él n o se negará — N o , hijo m í o ; n o vayamos todos, En cuanto a Absalón, huyó y m a r c h ó
enfermo, y, c u a n d o llegó el rey a verlo, a hacerme tuya. p a r a n o serte gravosos. d o n d e Talmay, hijo de Ammijur, rey de
14
dijo A m n ó n al m o n a r c a : «Venga, p o r fa- El, empero, n o quiso escuchar su El le instó m u c h o , m a s [David] no Guesur. Y [David] g u a r d ó luto p o r su
vor, mi hermana T a m a r y prepare a m i ruego, y, venciéndola en fuerza, la vio- quiso ir y le dio su bendición de despedida. hijo t o d o el tiempo. 38 Después de huir
vista un par de pasteles y cómalos yo de lentó y yació con ella. 15 Inmediatamente 26
Entonces dijo Absalón: Absalón y partir a Guesur, permaneció
25 —Venga siquiera c o n nosotros m i her- allí tres años. 3 9 Y el ánimo del rey"
E N CONSIDERACIÓN: Yedideyah significa «amado de Yah[veh]»; G ^ h «según la palabra mano Amnón. cesó de manifestarse c o n t r a " Absalón,
( = 2orden) de Y.»
8
SE LIGUE...: O bien, se la denomine con mi nombre. La idea de que una persona adquiere El rey le r e s p o n d i ó : pues habíase consolado de la muerte de
la propiedad sobre alguien o algo al ser pronunciado sobre éste el nombre de aquélla (epiclesis) —¿A qué h a de ir contigo? Amnón.
aparece también en i Re o,3; Jer 7,10 ss.¡ 14,9, y 15,16, etc. 27 Pero Absalón insistió t a n t o , que le
30
MALKAM: es el mismo Molok, dios nacional ammonita. II TALENTO DE ORO: como su peso
era de 43 kilos, excesivo para una diadema, lo probable es que peso equivalga aquí a valor. [| PIEDRAS 22
Ni EN BIEN NI EN MAL: e. d., ni una sola palabra.
PRECIOSAS
31
: otros, una piedra de gran precio.
LA DEPORTÓ... : para emplearla en trabajos públicos, como era usual (cf. Jos 0,21). G y V en-
tienden «los serró e hizo pasar por encima de ellos carros falcados y los partió con cuchillos y los
arrojó a hornos de ladrillos».
4
•f O VAS QUEDÁNDOTE TAN MACILENTO...: otros, «tienes mala cara todas las mañanas»...
I^ 12 No SE HACE: lo prohibe la ley del Levítico (20,17) bajo pena de muerte. En cambio, el
matriolonio entre hermanastros de estirpe regia no era imposible.
n SAMUEL 1 4 2 3 15 14
373
372 n SAMUEL 14 1 - 22
— H o y h a conocido t u servidor que para enviarlo al r e y ; p e r o él n o quiso
ha hallado gracia a tus ojos, ¡oh rey mi ir cerca de Absalón. L e envió éste recado
Vuelta d e Absalón señor!, ya q u e el soberano h a accedido segunda vez, y t a m p o c o quiso ir. 3 0 En-
a la súplica de su siervo. tonces dijo a sus criados: «Ved el c a m p o
•• 4 l Comprendió, pues, J o a b , hijo de —Habla—contestó él. 23
Fue, pues, J o a b y marchó a Guesur de j o a b q u e está junto al m í o y d o n d e
* " Seruyá, que el corazón del rey es- 13 Dijo, pues, la mujer: y trajo a Absalón a Jerusalén. 2 4 Pero 61 tiene c e b a d a ; id y prendedle fuego».
t a b a de parte de Absalón y m a n d ó emi- —¿Cómo has pensado tú cosa semejan- el rey advirtió: «¡Vuelva a su casa y n o En efecto, los criados d e Absalón pren-
sarios a Teqoa, haciendo venir de allí te contra el pueblo de Dios? P o r q u e , al comparezca en m i presencia!» Y Absalón dieron fuego a la finca d e J o a b . 3 i F u e
2
u n a mujer sagaz, a quien dijo: « F i n g e decir el rey aquello, h a venido a decla- tornó a su casa, sin ser admitido a pre- éste y se dirigió a casa d e Absalón y le
estar de duelo, ponte vestidos de luto, rarse culpable p o r n o hacer volver el sencia del monarca. dijo:
sin ungirte de óleo, para q u e parezcas soberano a su desterrado. * , 4 En verdad, 25
N o h a b í a en t o d o Israel h o m b r e t a n —¿Por qué h a n pegado fuego tus cria-
mujer que hace largos días está d e duelo [todos] morimos sin remedio y somos hermoso c o m o Absalón, siendo p o r ello dos a mi finca?
p o r un difunto. 3 Llegarás así al rey y c o m o aguas d e r r a m a d a s en tierra, q u e muy alabado. Desde la planta del pie a 32
Absalón contestó a J o a b :
le dirás tales y cuales cosas». Y J o a b n o se pueden ya recoger. M a s D i o s n o lo s u m o de la cabeza n o había en él — T e envié a decir: Ven acá, pues v o y
le transmitió lo q u e había de decir. quitará la vida de quien idea proyectos tacha. 2 6 C u a n d o se r a p a b a la cabeza—y a m a n d a r t e al rey p a r a q u e le digas:
4
Llegóa, en efecto, la mujer teqoíta para que el proscrito n o permanezca des- cortábase el cabello cada a ñ o , pues le «¿A q u éfinh e venido de Guesur? ¡Mejor
donde el rey, cayó rostro en tierra, h a - terrado de su presencia. * ls Así, pues, pesaba m u c h o y se lo tenía que cortar—, me fuera estar a ú n allí!» Así, pues, h e
ciéndole reverencia, y exclamó: he venido ahora a decir esto al rey m i pesaba el cabello de su cabeza doscientos de ver personalmente al rey, y si soy
—¡Socórreme, o h rey! señor, p o r q u e el pueblo m e h a d a d o mie- siclos del peso real. * 2 7 Absalón tuvo culpable, q u e m e haga morir.
5 do, y tu servidora se h a d i c h o : V o y a
—¿Qué tienes?—díjole el rey. tres hijos y u n a hija, llamada T a m a r , 33
Llegó, pues, J o a b al rey y le dio el
Ella contestó: h a b l a r al rey; quizá haga lo q u e le diga que era mujer m u y hermosa. recado. Este llamó a Absalón, quien vino
lfi
— E n verdad, soy una viuda y ha muerto su sierva; p o r q u e seguramente el rey 2
8 Permaneció Absalón en Jerusalén dos a él y se prosternó, cayendo rostro en
mi marido. 6 Y tenía tu servidora d o s h a de atender, librando a su sierva de años sin comparecer en la presencia del tierra delante del monarca, el cual besó
hijos, los cuales riñeron en el c a m p o y, la m a n o del h o m b r e que trata" de hacer- rey. 2 ' [Un día] m a n d ó llamar a J o a b a Absalón.
n o habiendo quien se interpusiera entre nos desaparecer a m í y a m i Ihijo 7
junta-
ellos, el uno hirió a su h e r m a n o v lo mató. mente de la heredad de Dios. Además,
' Y h e aquí q u e toda la familia se h a pensó tu servidora: L a palabra de m i Rebelión d e Absalón y h u i d a d e David
alzado contra tu servidora y h a n dicho: señor el rev m e tranquilice, pues c o m o
¡Entregadnos al fratricida para q u e lo ángel de D i o s es el rey m i señor p a r a 1 f ! Sucedió después de esto que A b - —Permíteme q u e vaya a cumplir en
matemos en pago de la vida de su her- discernir el bien y el m a l . ¡Y [ahora] * «* salón hízose con carroza y caba- Hebrón u n voto q u e hice a Y a h v e h ;
m a n o , a quien asesinó, y exterminaremos Yahveh, tu Dios, sea contigo! llos, y cincuenta hombres corrían delante 8 pues c u a n d o m o r a b a en Guesur de Siria,
18
incluso al mismo heredero! Con ello van Respondió el rey, diciendo a la mujer: de él. * 2 Levantábase t e m p r a n o y p a r á b a - tu servidor hizo u n a promesa, diciendo:
a extinguir la brasa q u e m e queda, de — N o m e ocultes n a d a de lo q u e te se junto al camino que llevaba a la puerta Si Yahveh m e restituye a Jerusalén, ofre-
suerte que n o reste a mi marido n o m b r e voy a preguntar. de la ciudad, y a t o d o individuo que tenía ceré a Yahveh u n sacrificio.
ni huella sobre la faz de la tierra. Contestó la mujer: algún pleito p o r el que hubiera de pre- 9
Y le contestó el r e y :
8 El rey dijo a la mujer: — H a b l e m i señor el rey. sentirse ante el rey a juicio, lo llamaba —Vete en paz.
19
—Vete a tu casa, q u e y o daré provi- Preguntó entonces el m o n a r c a : Absalón y decía: Fue, pues, y marchóse a H e b r ó n . 10 A b -
dencia acerca de ti. —¿No h a a n d a d o en t o d o esto contigo —¿De qué ciudad eres t ú ? salón, [entre tanto], envió espías p o r todas
9 La mujer teqoíta dijo entonces a! rey: la m a n o de J o a b ? Y respondía é l : las tribus de Israel, diciendo: « C u a n d o
—¡Oh rey, mi señor!, recaiga el pecado La mujer replicó diciendo: —Tu servidor es de tal tribu de Israel. oigáis el sonido de la trompeta, decid:
sobre m í y sobre la casa de mi padre, — P o r vida tuya, ¡oh rey m i señor!, 3
Entonces decíale Absalón: Absalón h a sido proclamado rey e n H e -
m a s el m o n a r c a y su t r o n o queden ino- que n o cabe desviarse ni a derecha n i —Mira, tus razones s o n buenas y jus- brón». n Con Absalón partieron d e Jeru-
centes. a izquierda de cuanto m i señor el rey tas, pero n o tienes quien t e atienda de salén doscientos hombres, invitados, los
10
E1 rey afirmó: acaba d e decir. Realmente tu servidor parte del rey. cuales iban con toda inocencia, sin tener
—Al q u e se meta contigo hazlo venir J o a b es el q u e m e lo ha ordenado y él 4
Y agregaba A b s a l ó n : n o t i c i a d e n a d a . >2 A d e m á s , A b s a l ó n ,
a m í , que n o volverá ya a atacarte. mismo h a puesto en boca d e tu servidora —¡Quién m e estableciera juez en el c u a n d o fue a ofrecer los sacrificios, m a n -
H Contestó ella: todas estas palabras. * 2 0 Tu servidor J o a b país! Vendría a m í t o d o individuo q u e dó llamar b de Guiló, su ciudad, a Ajitófel,
—Acuérdese el rey, p o r favor, de Yah- ideó esta traza a fin de trocar el cariz del tuviese u n pleito o u n asunto judicial y el guilonita, consejero de David. Así, pues,
veh, su Dios, evitando que el vindicador asunto [de Absalón]; pero m i señor es yo le haría justicia. la conjuración hízose poderosa y el pue-
de la sangre aumente la destrucción, y sabio c o m o la sabiduría de u n ángel d e 5
Y c u a n d o alguno se acercaba para blo iba creciendo en t o r n o a Absalón.
que n o hagan perecer a m i hijo. Dios p a r a comprender t o d o cuanto e n prosternarse ante él, le alargaba la m a n o , 13
A h o r a bien, u n mensajero llegó a
El respondió: la tierra pasa. lo cogía y lo besaba. 6 D e esta suerte David diciendo: «El corazón de los is-
2
—¡Vive Yahveh q u e n o h a de caer ' Entonces dijo el rey a J o a b : obraba Absalón con todos los israelitas raelitas se inclina a Absalón». *4 Entonces
en tierra u n solo cabello d e t u hijo! —Accedo a tu pretensión. Ve, pues, y que venían al rey p o r asuntos judiciales, dijo David a t o d o s los servidores q u e
12Entonces 1a mujer dijo: haz volver al joven Absalón. r o b a n d o con ello el corazón a la gente de estaban con él en Jerusalén:
22
—¡Permite hable tu servidora u n a p a - J o a b cayó rostro en tierra, proster- Israel. —Preparaos y huyamos, p o r q u e ante
nándose, y bendijo al rey, y a ñ a d i ó : 7
labra al rey, mi señor! Y aconteció q u e al cabo d e cuatro * Absalón n o tendremos escape; apresuraos
años Absalón expuso al rey: a partir, n o sea q u e se dé prisa y n o s
"I A, l 3 ^ A s PENSADO... : e. d., ¿piensas obrar como quienes tratan de exterminar a mi hijo, ya
' ^ que por un lado rae concedes la gracia de mi hijo fratricida, y niegas por otro al pueblo la 26
LE PESABA: el cabello largo en Oriente considerábase elemento de belleza y señal de virili*
vuelta
14
de Absalón, que tiene la misma culpa? dad. Cortarlo y ofrecerlo en voto a alguna divinidad fue frecuente en lo antiguo.
Dios NO QUITARÁ...: !a frase de H se presta a diversas interpretaciones: G vierte: «¿Quitará
D'as un alma? ¿Piensa El en desechar al desterrado?»; V «nec vult Deus perire animam, sed retractat
cogitans ne penitus pereat qui abiectus est». CORRÍAN DELANTE DE ÉL: abriéndole marcha como escolta de honor.
19
No CABE DESVIARSE NI A DERECHA NI A IZQUIERDA...: e, d., has dado en el blanco.
374 II SAMUEL 15 15—16 2
II SAMUEL 16 3 —17 8
375
alcance, y precipite sobre nosotros la des- dijo a S a d o q : «Vuelve el arca de Dios a
gracia, y destruya la ciudad al filo de la la ciudad. Si hallo gracia a los ojos de — L o s asnos son p a r a la familia real, ahora u n benjaminita! Dejadle que in-
espada. * Yahveh, El m e h a r á tornar y m e la dejará para que cabalgue; los panes y las fruías sulte, p o r q u e Yahveh se lo h a indicado.
15 1?
Los servidores reales contestaron al ver, así c o m o a su m o r a d a ; 26 pero si El de estío, para que c o m a n los criados, y Quizá Yahveh vea m i aflicción y m e
monarca: dice de esta suerte: ' N o m e eres grato', el vino, p a r a que beba el que desfallezca vuelva hoy bienes en vez de la maldi-
— ¡ C o m o prefiera el rey nuestro señor; aquí estoy: haga de mí lo que mejor le en el desierto. ción de este día».
3
aquí están tus siervos! parezca». Entonces el rey p r e g u n t ó : 13 David y su gente prosiguieron su ca-
16 — Y ¿dónde está el hijo de tu señor?
Así, pues, el rey salió seguido de 27 Y añadió el rey al sacerdote S a d o q : mino, mientras Simí iba al mismo tiem-
t o d a su familia, dejando el soberano a «Mirad, volveos tú y Abiatar en paz a la Contestando Sibá al m o n a r c a : po por el flanco de la m o n t a ñ a insultán-
diez concubinas para guardar la casa. ciudad, y con vosotros vuestros dos hijos, — He aquí que h a q u e d a d o en Jerusa- dolo y tirando piedras a la vez y lanzando
17
El rey partió con toda la gente que le Ajimaas, tu hijo, y Jonatás, hijo de Abia- lén, pues se ha d i c h o : H o y m e restituirá polvo. 1 4 Y el rey y t o d a la gente que le
seguía y se pararon en la última casa. * tar. 28 M i r a d , yo voy a detenerme en los la casa de Israel el reino de mi padre. * a c o m p a ñ a b a llegaron fatigados y descan-
18 4
T o d o s sus servidores estaban paradose pasos del desierto hasta que llegue de El rey respondió a Sibá: saron allí.
15
j u n t o a él, mientras todos los keretíes, y vuestra parte alguna nueva que comuni- —¡Para ti t o d o lo que pertenece a En t a n t o , Absalón y t o d o s los israe-
todos los pelelíes", y todos los guittitas, carme». 29 Así, pues, Sadoq y Abiatar vol- Mefibóset! litas entraron en Jerusalén. C o n él iba
en n ú m e r o de seiscientos hombres, que vieron el arca de Dios a Jerusalén y se A lo que Sibá contestó: Ajitófel. 16 Y c u a n d o Jusay el arkita,
habían venido en su compañía desde Gat, q u e d a r o n allí. — Y o m e prosterno; halle yo gracia amigo de David, llegó donde Absalón,
desfilaban p o r delante del rey. i9 El m o - 30
David subía la pendiente de los Oli- a tus ojos, ¡oh rey mi señor!
5
aquél le dijo:
narca dijo a Ittay de G a t : vos llorando y cubierta la cabeza y des- Al llegar el rey David a Bajurim, —¡Viva el rey, viva el rey!
17
—¿Por qué vienes tú también con nos- calzo. También t o d a la gente que le acom- he aqui que sale de allá u n individuo Mas Absalón replicó a J u s a y :
otros? Vuélvete y quédate con el rey, p a ñ a b a llevaba cubierta la cabeza y subía de la familia de Saúl, p o r n o m b r e Simí, —¿Es éste tu cariño a tu amigo? ¿Por
pues tú eres u n extranjero y estás desterra- llorando. 31 Entonces diéronle recado a hijo de Guerá, echándoflej maldiciones. qué no has ido con él?
6
do de tu patria. * 20 ¿Llegaste ayer y te voy David diciendo: Luego se puso a arrojar piedras contra 18 Y contestó Jusay a A b s a l ó n :
hacer hoy a n d a r errante con nosotros —Ajitófel está entre los conjurados con David y lodos los servidores del rey, y — N o ; p o r q u e de quien h a n elegido
mientras marcho sin saber dónde? Vuél- Absalón. entonces lodo el pueblo y lodos los gue- Yahveh y t o d o el pueblo y todos los
vete y llévate a tus h e r m a n o s contigo, David exclamó: rreros valerosos se colocaron a derecha israelitas, de ése he de ser yo y con él h e
y Yahveh use ° contigo de benignidad y —¡Desvanece, oh Yahveh, los designios e izquierda del monarca. 7 Simí, al in- de quedarme. 1 9 En segundo lugar, ¿a
fidelidad. * de Ajitófel! sultarlo, decía: «Anda, a n d a , sanguina- quién voy a servir y o ? ¿ N o es a su hijo?
21
M a s Ittay contestó al rey diciendo: 32
C u a n d o llegaba David a la cumbre rio y perverso. 8 Yahveh h a hecho re- D e la misma m a n e r a que he estado al
•—¡Vive Yahveh y vive el rey, mi señor, donde había de a d o r a r a Dios, he aquí caer sobre ti toda la sangre de la casa servicio de tu padre, estaré al tuyo.
20
que dondequiera que esté mi señor el rey, que le salió al encuentro Jusay el arkita, de Saúl, cuyo t r o n o has usurpado, y el Luego Absalón preguntó a Ajitófel:
sea para muerte, sea para vida, allí estará con la túnica rasgada y tierra sobre la Señor ha entregado el reino en m a n o s — D a d m e vuestro consejo acerca de
también tu servidor! cabeza. 33 David le dijo: «Si sigues ade- de Absalón tu hijo. Ahí tienes tu mere- lo que debemos hacer.
22 cido, pues eres un sanguinario». * 21
Dijo entonces David a I t t a y : lante conmigo, m e servirás de carga; 34 pe- Y Ajitófel dijo a A b s a l ó n :
— A n d a , sigue, pues, adelante. ro si tornas a la ciudad y dices a A b s a l ó n : " Abisay, hijo de Seruyá, preguntó en- — C o h a b i t a con las concubinas de tu
Pasó, pues, adelante Ittay de G a t con 'Quiero ser subdito tuyo, ¡oh rey!; yo era l o m e s al mollinea: padre que él dejó para guardar el pala-
todos sus hombres y t o d a la prole que antes servidor de tu padre, mas a h o r a ¿l'or qué ha de ultrajar ese perro cio. Así sabrá lodo Israel que h a s obra-
con él llevaba. seré servidor t u y o ' ; desbaratarás en favor muerto al rey mi señor? Permíteme pa- do bochornosamente con tu p a d r e y c o -
23 T o d o el m u n d o lloraba a grandes mío el consejo de Ajitófel. 35 Allí tendrás sar allí a fin de cortarle la cabeza. brarán m a y o r denuedo todos tus parti-
10
voces mientras aquella gente iba p a s a n d o ; contigo a los sacerdotes Sadoq y Abiatar, Pero el rey contestó: darios. *
22
m a s el rey estaba patudo ' en el valle del y todas las cosas que oigas de la casa del — ¿Qué nos va a mí y a vosotros, hijos Extendieron, pues, a Absalón el p a -
Cedrón y t o d o el pueblo iba desfilando rey, comunícaselas a dichos sacerdotes. de Seruyá, p o r q u e insulte? Pues si Y a h - bellón sobre el terrado y cohabitó con
por delante de él, camino del g desierto. 36 Tienes allí con ellos a sus dos hijos, veh le ha d i c h o : 'Insulta a David', ¿quién las concubinas de su padre a la vista de
24 Y h e aquí que iba también allí Sadoq, Ajimaas, el de Sadoq, y Jonatás, el de osará decirle: ¿Por qué has o b r a d o así? * t o d o Israel. 23 El consejo que d a b a Aji-
11
a c o m p a ñ a d o de todos los levitas, llevan- Abiatar. M á n d a m e , pues, a decir p o r su Y David agregó a Abisay y a todos tófel era tenido p o r aquellos días c o m o
do el arca de la alianza de Dios, y h colocó medio t o d o lo que oigáis». 3 7 Y Jusay, sus servidores: «He aquí que el hijo oráculo de D i o s ; así era estimado el
el arca de D i o s bajo la custodia de Abia- amigo de David, llegó a la ciudad al tiem- salido de mis entrañas trata de quitarme consejo de Ajitófel tanto p o r David c o m o
tar ", hasla que hubiera acabado t o d o el po en que Absalón entraba en Jerusalén. la vida; ¡cuánto m á s [no p o d r á hacerlo] p o r Absalón.
pueblo de salir de la ciudad. 2 5 Pero el rey

Pugna entre los consejeros de Absalón


Fidelidad de Sibá y ultraje de Simí a David
1 fi l H a b í a p a s a d o David u n p o c o m á s nes, cien racimos de uvas pasas, 2cien frutas
•1" allá de la cima, c u a n d o h e aquí de verano y u n odre de vino. Y el rey
n i Dijo, pues, Ajitófel a A b s a l ó n :
—Permíteme escoger doce mil
hombres e iré y perseguiré a David esta
fatigado y m u y debilitado, le infundiré
pavor y huirá t o d a la gente que está
con él, y heriré al rey solo. 3 Después
2
que Sibá, criado de Mefibóset, vino a su dijo a Sibá: noche y caeré sobre él, y, como se halla haré que t o d o el pueblo se vuelva a ti,
encuentro con un par de asnos apareja- —¿A qué fin h a s traído esto?
dos, sobre los cuales había doscientos pa- Sibá r e s p o n d i ó :
3
EL HIJO DE TU SEÑOR: David alude a Mefibóset, amo de Sibá.
14
HOYAMOS: esta huida fue acto de sabia política, que permitió a David triunfar de su hijo 16 10
8
AHÍ TIENES TU MERECIDO: lit., hete ahí en tu desgracia.
rebelde. En ella se inspiraron los salmos 3 y 4041- ¿QUÉ NOS VA A MÍ Y A VOSOTROS?: e. d., ¿qué nos importa...? O bien, como otros prefieren:
i ' LA ÚLTIMA CASA: otros, «Bet ha-Merjaq», como nombre propio. «¿qué tenéis vos conmigo?», e. d,, el asunto corre por mi cuenta, no os inmiscuyáis (cf. Le 9,52-
19
CON EL REY : con el rey que manda en Jerusalén. 55, y Jn 2,4).
21
?» HERMANOS; aquí con sentido de 'paisanos, compatriotas'. COHABITA: el repugnante acto implicaba, por su significado (cf. 3,7, nota), la ruptura com-
pleta con su padre.
II SAMUEL 17 M—18 18
377
376 n SAMÜEL 1? *-28
harina, grano tostado, h a b a s , lentejas, comiesen; p o r q u e se dijeron: «La gente
como vuelve la esposa a su esposo; tú tal otra. 16 A h o r a bien, enviad de prisa trigo tostado, 29 miel, manteca, ovejas y estará hambrienta, fatigada y sedienta en
sólo buscas la vida de un hombre, ya aviso y pasad recado a David, diciendo: quesos de vaca, presentándoselo a David el desierto».
t o d o el pueblo quedará en paz. N o pases la noche en los vados del de- y al pueblo que le a c o m p a ñ a b a p a r a que
4
La proposición pareció bien a Absa- sierto, sino ve más adelante, p a r a que
lón y a todos los ancianos de Israel. no sea exterminado el rey y t o d o el
5
Sin embargo, Absalón dijo: pueblo que le acompaña».
17
— L l a m a d a Jusay el arkita y oigamos Entre tanto, Jonatás y Ajimaas es- Derrota y muerte de Absalón
qué opina también él. taban apostados en En-Roguel, y, c o m o
6
Llegó, pues, Jusay a Absalón, y A b - no podían dejarse ver e n t r a n d o en la
salón le habló diciendo: ciudad, u n a criada iba a llevarles noti- 1Q * David pasó revista al pueblo que no lo has derribado allí mismo? Enton-
—Ajitófel ha hecho esta proposición; cias y ellos partían y se las comunica- l O le seguía y p u s o al frente del mis- ces m e hubiera creído obligado a rega-
¿debemos hacer lo que ha dicho o no? b a n al rey David. l s Pero u n joven los mo kiliáreas y centuriones. 2 Además larte diez siclos de plata y u n cinturón.
Habla tú". vio y avisó a A b s a l ó n ; m a s ellos dos 'distribuyó David a la gente en tres 12 Pero el individuo contestó a Joab:
7
Y Jusay respondió a A b s a l ó n : partieron apresuradamente y vinieron a cuerpos": un tercio bajo el m a n d o de
— N o es bueno el consejo que h a dado casa de cierto individuo, en Bajurim, que J o a b , otro bajo la dirección de Abisay,
Ajitófel en esta ocasión. poseía u n a cisterna en su patio, y se hijo de Seruyá y h e r m a n o de J o a b , y
8
Y añadió Jusay: metieron dentro. 19 Entonces el a m a co- el otro tercio bajo la dirección de Ittay
— T ú sabes que tu padre y sus h o m - gió y extendió u n a cortina sobre la boca el guíttíta. Luego dijo el rey al pueblo:
bres son esforzados y, p o r añadidura, de la cisterna, esparciendo encima de —También yo saldré con vosotros.
están exasperados c o m o osa en campo aquélla grano desmenuzado. Así n o se 3 M a s la gente r e s p o n d i ó :
privada de sus cachorros. Además, tu n o t ó nada. 20 r j n efecto, llegaron los ser- — N o salgas, pues aunque nosotros em-
padre es h o m b r e aguerrido y no tomará vidores de Absalón a la casa, a donde la prendamos la huida, no se nos tomará
con el ejército ningún descanso esta n o - mujer, y dijeron: en consideración, y aun c u a n d o murié-
che. 9 Sin d u d a que a estas h o r a s se halla — ¿ D ó n d e están Ajimaas y Jonatás? ramos la mitad de nosotros, tampoco
oculto en alguna fosa o en algún otro L a mujer r e s p o n d i ó : se nos haría caso; porque lú vales por
lugar; y sucederá que si al comienzo — H a n pasado el curso del agua. diez mil de nosotros. Así, pues, es mejor
diere sobre los tuyos, llegará alguno a Y ellos hicieron pesquisas; mas, no que permanezcas en la ciudad p a r a so-
saberlo y d i r á : La gente que sigue a hallándolos, se t o r n a r o n a Jerusalén. * corrernos.
4
Absalón h a sido derrotada. 10 Y enton- 21
En cuanto partieron, salieron los otros El rey les contestó:
ces incluso los más valientes, cuyo cora- de la cisterna y m a r c h a r o n a comuni- — H a r é lo que bien os parezca.
z ó n es c o m o de león, desmayarán; pues cárselo al rey David, diciéndole: «Le- Y se p a r ó junto a la puerta, mientras
t o d o Israel sabe que tu padre es un vantad el c a m p o y pasad aprisa las aguas, t o d o el pueblo fue saliendo en cuerpos
héroe y valientes todos los que le acom- p o r q u e Ajitófel ha aconsejado contra vos- de cien y de mil hombres. 5 Entonces el
pañan. n Así,_pues, yo doy este consejo: otros esto». 22 F u e r o n , pues, David y toda rey ordenó a J o a b , Abisay c Ittay, di-
Q u e se reúna en t o r n o a ti t o d o Israel, la gente que le seguía y pasaron el Jor- ciendo: «Trilladme blandamente ¡J mu-
desde D a n hasta Bersabee, tan numeroso dán ; al r o m p e r el alba, ni u n o quedó que chacho Absalón». Y toda la gente oyó
c o m o las arenas de la orilla de! mar, y no lo hubiera atravesado. c u a n d o el rey daba instrucciones a to-
23 dos los jefes respecto a Absalón.
t u misma persona marche en medio de Ajitófel, viendo que n o se había 11
él. 1 2 Entonces iremos a él, cualquiera puesto en práctica su consejo, aparejó Salió, pues, el ejército al c a m p o con-
que sea -el sitio en que se halle, y sobre el asno y se fue a su casa, a su ciudad; tra Israel, y la batalla se t r a b ó en la
él caeremos como cae el rocío sobre la dio instrucciones acerca de su casa y selva de Efraím, 7 donde quedó derrota-
tierra, sin dejar en él y cuantos le acom- después se estranguló y m u r i ó , siendo do el pueblo israelita frente a los subdi-
p a ñ a n ni uno. 13 Y si se refugia en algu- sepultado en el sepulcro de su padre. tos de David y fue grande aquel día la
n a ciudad, todos los israelitas traerán 24
A h o r a bien, David llegó a Maja- m o r t a n d a d : de veinte mil hombres. 8 La
cuerdas a esa villa y la arrastraremos náyim, y Absalón pasó el J o r d á n en guerra se extendió por todo el país, cau-
hasta el torrente, de forma que n o se unión de t o d o s los israelitas. 2 5 En lugar sando aquel día la selva mayor estrago
encuentre allí ni un guijarro. * de J o a b , Absalón colocó al frente del en la gente que el producido p o r la es-
14
Absalón y todos los israelitas excla- ejército a Amasa, el cual era hijo de u n pada.
maron: individuo llamado Yitrá el ismaelita °, fru- 9 Absalón se encontró casualmente fren-
—El consejo de Jusay el arkita es me- to de sus relaciones con Abigail, hija de te a los subditos de D a v i d ; iba Absalón
jor que el d e Ajitófel. Najas, h e r m a n a de Seruyá, m a d r e de m o n t a d o sobre u n mulo, y como se me-
Y a h v e h lo había dispuesto así para J o a b . 2 6 E Israel y Absalón a c a m p a r o n tiera éste bajo el follaje de u n a gran
destruir el consejo, más acertado, de en el país de Galaad. encina, se le enganchó a Absalón la ca-
Ajitófel; por cuanto Yahveh había re- 27
C u a n d o David llegó a Majanáyim, beza en el árbol, quedando colgado en- La llamada «Tumba de Absalón»
suelto atraer la desgracia sobre Absalón. Sobí, hijo de Najas, de R a b b á de los tre el cielo y la tierra, mientras el m u l o
is Entonces Jusay dijo a los sacerdotes Sa- A m m o n i t a s , y Makir, hijo de Ammiel, en que cabalgaba siguió a d e l a n t e . 1 0 Viole — A u n q u e pesara yo sobre mis palmas
doq y A b i a t a r : «Ajitófel h a aconsejado de Lodebar, y Barzil-lay el galaadita, de entonces u n h o m b r e y dio parte a J o a b , mil siclos de plata, no extendería m i
tal y tal cosa a Absalón y a los ancianos Roguelim, 28 trajeron camas", colchas, diciendo: m a n o contra el hijo del rey; p o r q u e a
de Israel, m a s yo h e aconsejado tal y copas y vajilla de b a r r o , trigo, cebada, •—He visto a Absalón colgado de u n a nuestros propios oídos el rey h a d a d o
encina. órdenes a ti, a Abisay e Ittay, diciendo:
ll Y replicó J o a b al que d a b a la n o - ' G u a r d a d m e al muchacho A b s a l ó n ' ; 13y
1 7 1 3 TRAERÁN...: hipérbole para indicar la fuerza irresistible del ejército de Absalón. ticia : si yo hubiera cometido tal perfidia p o r
' 20 CURSO DEL AGUA: voz dudosa y, al parecer, de buscado sentido ambiguo; algs. corrigen: —jQue lo has visto! ¿Por qué, pues, mi cuenta, como al rey no se le oculta
<de aquí hacia el agua».
3T8 n SAMUEL 18 1 4 - 3 3 It SAMUEL 19 li2e 379
cosa alguna, tú entonces te habrías colo- el centinela al terrado de la puerta, sobre
cado al margen.* la muralla, alzó la vista y divisó a un
14
J o a b respondió: h o m b r e solo que corría. * 2 5 El centinela David retorna a Jerusalén
— N o quiero perder así el tiempo con- gritó y dio aviso al rey, el cual dijo: «Si
tigo •>. viene solo, traerá buenas nuevas». Míen- 1 Q ' 2 Y se le dio aviso a J o a b : «Mira y carne mía? ¡Dios m e haga esto y estótrd
Y cogió tres dardos en la m a n o y tras tanto, aquél iba acercándose cada *" que el rey llora y se lamenta p o r añada si no has de ser tú siempre en m i
los clavó en el corazón de Absalón, aún vez más. 2 6 En seguida el centinela divisó Absalón». 2 3 Así, pues, la victoria se trocó servicio el general del ejército en lugaf
vivo pendiente de la encina. 1 5 Entonces a otro h o m b r e que venía corriendo, y aquel día en duelo p a r a t o d o el pueblo, de Joab!» 14 i5 C o n esto el corazón de
acudieron diez jóvenes, escuderos de gritó hacia la puerta y dijo: porque la gente oyó aquel día decir: toda la gente de Judá se volvió c o m o
J o a b ; hirieron a Absalón y lo mataron. — H e aquí que otro" h o m b r e solo vie- «líl rey está atribulado p o r su hijo». un solo h o m b r e y enviaron a decir al
3 rey: «Vuelve con t o d o s tus servidores».
!6 En seguida J o a b m a n d ó tocar la ne corriendo. .i Y el ejército aquel día entró furtiva- 15
trompeta, y el ejército se volvió de per- El rey exclamó: mente en la ciudad, c o m o se introduce a if, Regresó, pues, el rey y llegó hasta
seguir a Israel, pues J o a b p e r d o n ó al —También éste trae buenas nuevas. ocultas un ejército a b o c h o r n a d o cuando el Jordán, y t o d o J u d á había venido a
pueblo. 17 Luego cogieron a Absalón y 27
Agregó el centinela: ha huido del combate. 45 El rey se cubrió Guilgal para salir a recibir al rey y acom-
lo echaron en la selva en u n a gran fosa, — M e parece que el m o d o de correr el rostro y gritó con grandes voces: pañar al m o n a r c a en el paso del J o r d á n .
alzando sobre él u n grandísimo m o n t ó n del primero es el correr de Ajimaas, «¡Absalón, hijo m í o , hijo mío!» 5 6 En- ">17 También Simí, hijo de Guerá, benja-
de piedras; y todos los israelitas huyeron hijo de Sadoq. tonces J o a b vino a donde el rey, a pala- minita, natural de Bajurim, se apresuró a
a sus m o r a d a s respectivas. 18 M a s Absa- A lo que contestó el rey: cio, y dijo: «Has llenado hoy de ver- bajar con la gente de J u d á al encuentro
lón había cogido y se había hecho erigir —Ese es h o m b r e de bien y vendrá con güenza el rostro de todos tus subditos, del rey David. 17 i g Venía a c o m p a ñ a d o de
en vida u n m o n u m e n t o que se halla en alguna buena noticia. que hoy h a n salvado tu vida, la de tus mil hombres de Benjamín. Y Sibá, criado
el valle del R e y ; pues pensó: «Yo n o 2
8 E n esto Ajimaas se acercó" y dijo hijos y tus hijas y la de tus mujeres y de la casa de S a ú l , ' c o n sus quince hijos
tengo ningún hijo que conserve la m e m o - al rey: «¡Paz!» Y se prosternó ante el concubinas, 6 7 a m a n d o a los que te odian y sus veinte criados, irrumpieron en el
ria de mi nombre». Y denominó el m o - rey rostro en tierra y exclamó: «¡Bendi- y odiando a los que te a m a n ; porque J o r d á n antes que el rey u\gy cruzaron *
n u m e n t o con su nombre, que hasta el to sea Yahveh, t u Dios, que h a entre- hoy has demostrado que para ti jefes y el vado a fin de pasar a la familia del
día de hoy se le denomina « M o n u m e n t o gado a las personas que habían levan- subditos nada son; pues ahora he com- monarca y dar cumplimiento a sus de-
de Absalón». * tado las m a n o s contra el rey mi señor!» prendido que si Absalón viviera, aunque seos. Ahora bien, c u a n d o el rey iba a
19
Entonces Ajimaas, hijo de Sadoq, 29
El m o n a r c a p r e g u n t ó : todos nosotros hubiésemos hoy muerto, pasar el Jordán, Simí, hijo de Guerá,
dijo así: —¿Está bien el joven Absalón? te parecería bien. 7 8 Ea, levántate, sal y cayó a sus pies 1920 y dijo al m o n a r c a :
—Permíteme corra a anunciar al rey Ajimaas contestó: habla al corazón de tus subditos, pues — N o m e impute mi señor la culpa
la albricia de que Yahveh le ha hecho — H e visto gran tumulto en el momen- juro por Yahveh que, si n o sales, ni un ni te acuerdes del delito que cometió tu
justicia contra sus enemigos. to en que el subdito del rey, Joab, en- h o m b r e quedará esta noche contigo, y servidor el día en que el rey, mi señor,
20 salió de Jerusalén, guardándolo el m o -
Pero Joab le replicó: viaba a tu servidor ' ; pero n o sé nada. esto será p a r a ti u n a desgracia mayor
— T ú no serás hoy albriciador; otro 30
El rey dijo: que cuantas te h a n sobrevenido desde narca en su c o r a z ó n ; 20 2i porque ya com-
día albriciarás, mas hoy no, ya que el — P o n t e a un l a d o y colócate ahí. tu juventud hasta aquí». prende tu servidor que ha pecado, mas
hijo del rey h a muerto. Situóse, pues, a un lado y se estuvo 89 El rey entonces se levantó y se sentó he aquí que he llegado hoy el primero
21 de toda la casa de José, p a r a bajar a
Y J o a b dijo a u n etíope: allí. 31 H e aquí qtie llegó el etíope y dijo: a la puerta; y c u a n d o se informó a todo
—Ve, cuenta al rey lo que has visto. —Albricias, ¡oh rey, mi señor!, p o r q u e el pueblo diciendo: «lil rey está sentado recibir al rey mi señor». * 2122 Entonces
El etíope inclinóse ante J o a b y echó Yahveh te ha hecho hoy justicia contra en la puerta», t o d a la gente vino a pre- t o m ó la palabra Abisay, hijo de Seruyá,
a correr. * 2 2 Pero Ajimaas, hijo de Sa- el poder de todos aquellos que se habían sentarse ante el rey. y dijo:
9
doq, volvió a insistir y dijo a J o a b : alzado contra ti. 1 .os israelitas entre tanto habían hui- —¿Acaso por esto n o va a ser muerto
—Pues suceda lo que quiera, déjame 32
El rey preguntó al etíope: do a sus respectivas tiendas, [10} y t o d a Simí, habiendo maldecido al ungido de
corra también yo detrás del etíope. —¿Está bien el joven Absalón? la gente disputaba en las tribus todas de Yahveh?
22
J o a b contestó: Y el etíope contestó: Israel, diciendo: «El rey nos salvó del 23 M a s David contestó:
—¿A qué vas a correr, hijo mío, si —Tengan tan mala ventura c o m o el poder de nuestros enemigos y él mismo —¿Qué tengo yo que ver con vosotros,
no se te h a n de dar albricias? joven los enemigos del rey, m i señor, y nos libró de m a n o s de los filisteos, y hijos de Seruyá, p a r a que me seáis hoy
23 enemigo tentador? ¿Puede hoy nadie ser
—Sea lo que sea, correré—insis- cuantos se h a n rebelado contra ti. a h o r a h a huido del país a causa de Absa-
tió él". 33
i Entonces el rey se c o n t u r b ó y, su- lón; , f l n pero Absalón, al que habíamos muerto en Israel?
23
Y le contestó: biendo al aposento de encima de la puer- ungido sobre nosotros, ha muerto en la 24 Y añadió el rey a Simí: « N o m o -
-—Corre. ta, se echó a llorar; y, mientras aridaba, batalla; ¿por qué, pues, demoráis hacer rirás». Y el m o n a r c a se lo juró.
Echó, pues, a correr Ajimaas camino decía así: «¡Hijo mío Absalón! ¡Hijo mío, tornar al rey ' a s a palacio?» ¡í¡2 Estas 24
2s También Mefibóset, hijo de Saúl,
de la vega [del Jordán] y adelantó al hijo mío Absalón! ¡Quién m e diera haber palabras de todo Israel llegaron al m o - bajó al encuentro del rey; y n o h a b í a
etíope. muerto en tu lugar! ¡Absalón, hijo mío, narca *. El rey David envió entonces a cuidado sus p i e s c , ni afeitado su barba,
24 decir a los sacerdotes Sadoq y A b i a t a r : ni lavado sus vestidos desde el día en
Hallábase entonces David sentado hijo mío!»
entre las dos puertas, y habiendo salido « H a b l a d a los ancianos de J u d á diciendo : que el rey había partido hasta el día en
¿Por qué habéis de ser los últimos en que regresó con felicidad. * 25 26 C u a n d o
B
IQ POR MI CUENTA : o «a mi riesgo». Asi «1 frt c 24 mss QGU» (Kit). El K contra su vida o per- hacer tornar al rey a su palacio? 12 i3 Vos- vino a Jerusalén a recibir al m o n a r c a ,
• ^ sona. !| A L MARGEN: o enfrente. otros sois mis h e r m a n o s ; mis huesos y díjole el rey:
18
VALLE DEL REY: probabl. del Cedrón, donde se ve todavía un monumento (v. p.377). m i carne sois. ¿Por qué, pues, vais a ser —¿Por qué n o viniste conmigo, M e -
21
24
ETÍOPE: O bien, lit. kusita. los últimos en hacer volver al rey? 13 i4 Y fibóset?
PUERTAS; la interior, que daba a la ciudad, y la exterior, que miraba al campo,' 26
a A m a s a decidle: ¿No eres tú hueso mío 27 El contestó:

20
1 2i LA CASA DE JOSÉ: e. d., la tribu de Efraím (Gen 41,52) y, por extensión, toda la casa de
' Israel (cf. 15,13)-
24
is Htjo DE SAÚL: propiamente «hijo del hijo de Saúl», como traduce G,
380 II SAMUEL 19 2T —20 s n SAMUEL 2J) ' 381
4
—¡Oh rey, mi señor!, mi criado m e Después el rey dijo a A m a s a : «Con- Abel-Bet-Maaká y levantaron contra la
¿por qué, pues, me ha de recompensar el vócame a la gente de J u d á p a r a dentro
engañó, pues tu servidor le había dicho: m o n a r c a con esa gracia? * ^¡g Permite a ciudad un baluarte que d o m i n a b a las for-
'Aparéjame el asno para que m o n t e en tu servidor se vuelva y muera yo en m i
de tres días y estáte tú igualmente aquí». tificaciones e , y t o d a la gente que seguía a
s
él y marche d o n d e el rey'; por cuanto tu Partió, pues, A m a s a p a r a convocar a Ju- J o a b se puso a batir en brecha la cerca
ciudad, junto a la tumba de m i p a d r e y
servidor es cojo. 2728 Así, pues, él h a m i m a d r e . En cambio, aquí t i e n e s e a
d á ; pero tardó m á s del plazo que se le de la ciudad p a r a derruirla. 16 Entonces
calumniado a t u servidor a m e el rey, m i había señalado. 6 Entonces el rey dijo a una mujer inteligente gritó desde la ciu-
t u servidor K i m h u m ; vaya, con el rey, Abisay: «Ahora Seba, hijo de Bikrí, nos
señor; pero el rey, mi señor, es c o m o un mi señor, y hazle lo que m á s te agrade. d a d : «Escuchad, escuchad. Decid a J o a b :
ángel de D i o s ; h a / , pues, lo que te 38
va a ser más perjudicial que Absalón. Acércate acá p a r a que yo hable contigo».
39 Contestó el rey: T o m a los soldados de tu señor y sal en 17
C u a n d o se aproximó a ella, dijo la
plazca. 2829 Porque, no habiendo merecido —Venga, pues, conmigo K i m h a m y le
del rey, m i señor, toda la casa de mi pa- persecución suya, n o sea que encuentre mujer:
haré lo que te plazca, pues t o d o cuanto a su favor algunas ciudades fortificadas
dre sino la muerte, sin embargo, colo- desees de mí te lo concederé. —¿Eres tú J o a b ?
caste a tu servidor e n d e tus comensales; 39
y lo perdamos de vista». * 7 Salieron, pues, — Y o soy—contestó. Ella le dijo:
40 C u a n d o t o d o el pueblo h u b o pa- en pos d e Abisay "• J o a b , y los keretitas,
¿qué derecho, pues, puedo tener yo aún —Escucha las palabras de t u . servi-
sado el J o r d á n y pasó también el rey, y los peletitas, y todos los guerreros más
p a r a seguir clamando ante el rey? dora.
el m o n a r c a besó a BarziMay y lo bendijo valientes, y partieron de Jerusalén en per-
29
y él se volvió a su lugar. 4 0 4i El rey si- Respondió:
30 El monarca le dijo: secución de Seba, hijo de Bikrí. *
guió adelante hacia Guilgal, y K i m h a m — Y a escucho.
—¿A qué seguir profiriendo discursos? 8 18
continuó con él. T o d o el pueblo de J u d á C u a n d o se hallaban cerca de la gran Y ella habló diciendo:
L o dicho: tú y Sibá repartios las pose-
a c o m p a ñ ó al monarca, y a u n tiempo piedra que hay en G a b a ó n , A m a s a vino —Antiguamente se solía decir: «Consúl-
siones.
30 medio Israel. 4 1 4 2 Y h e aquí que t o d o s a su encuentro. A h o r a bien, J o a b vestía tese con Abel»; y se acababa el asunto. *
3l Entonces Mefibóset respondió al su traje militar •>, sobre el cual, pendiente w
Soy una de las pacíficas y fieles de Is-
rey: los israelitas que venían donde el rey
dijeron al m o n a r c a : de sus caderas, en la vaina ceñía una es- rael y tú tratas de destruir u n a ciudad y
—Cójase incluso todo, pues que el rey, p a d a , que él hizo salir" de aquélla, de tina metrópoli en Israel. ¿Por qué has de
mi señor, ha t o r n a d o en paz a su casa. —¿Por qué te h a n secuestrado nues- suerte que cayese. * 9 J o a b dijo a Amasa: aniquilar la heredad de Yahveh?
31
32 Por otra parte, Barzil-lay, el ga- tros h e r m a n o s los de J u d á y h a n hecho «¿Estás bien, hermano mío?»; y la mano 20
J o a b contestó diciendo:
laadita, había bajado de Roguelim y es- pasar el J o r d á n al rey, a t o d a su familia derecha de J o a b cogió por la barba a Ama-
coltó al rey en el paso del Jordán, con - 11 ejos, lejos de mí el que yo proyecte
y a todas las personas de la comitiva de sa para besarlo.* l 0 S i n que Amasa pu-
ánimo de despedirlo en el mismo. 3233 Era aniquilar ni destruir! 2 I L a cosa no es así,
David? siera atención en la espada que Joab lle-
BarziMay muy anciano, de edad de ochen- 42 sino que un h o m b r e de la m o n t a ñ a de
43 Y replicaron todos los de J u d á a vaba en la m a n o , éste lo hirió con ella Efraím, cuyo n o m b r e es Seba, hijo de
ta años, y había abastecido al rey du- los hijos de Israel: en el bajo vientre y esparció sus entrañas
rante su permanencia en Majanáyim, Bikrí, se h a rebelado contra el rey David.
-- Porque el rey es pariente nuestro. p o r tierra, de suerte que, sin necesidad ¡Entregadle a él solo y m e retiraré d e la
pues era h o m b r e muy principal. 3J 34 Dijo, ¿A qué, pues, os habéis de enojar p o r de repetir el golpe, murió. J o a b y su her-
pues, el m o n a r c a a BarziMay: ciudad!
ello? ¿Hemos comido tal vez a expensas m a n o Abisay continuaron en seguimiento Respondió la mujer a J o a b :
—Sigue conmigo y yo te m a n t e n d r é del rey o cogido algún regalo p a r a nos- de Seba, hijo de Bikrí. u Entre t a n t o , u n — M i r a , se te arrojará su cabeza por
j u n t o a mí en Jerusalén. otros? individuo de los criados de J o a b mantú- cima de la muralla.
3 4 3 5 Pero BarziMay contestó al rey: 43
44 Los hombres de Israel contestaron vose junto al muerto y exclamaba: «¡El 22
Entonces la mujer se dirigió a t o d o
—¿Cuántos pueden ser los años que a los de Judá, y dijeron: que sea partidario de J o a b y el que esté
el pueblo con su habilidad peculiar y cor-
m e q u e d a n de vida, para que suba yo —Diez partes tenemos nosotros en el con David siga a Joab!» ' - A n i u s á yacía
taron la cabeza a Seba, hijo de Bikrí, y se
con el rey a Jerusalén? 353$ Tengo ac- rey y además somos anteriores ' a vos- envuelto en sangre en medio de la ruta,
la arrojaron a J o a b , quien, en consecuen-
tualmente ochenta años; ¿acaso distingo o t r o s ; ¿por qué, pues, nos habéis me- y viendo aquel sujeto que la gente se de-
cia, hizo tocar la trompeta, y todos se
lo b u e n o de lo malo?, ¿o puede t u ser- nospreciado? ¿No hemos sido los prime- tenía, trasladó a A m a s a al campo, fuera
retiraron de la ciudad a sus respectivas
vidor saborear lo que come y lo que ros en tratar entre nosotros de hacer del camino, echando sobre él un p a ñ o ,
moradas. Luego J o a b se volvió a Jeru-
bebe?, ¿o p u e d o ya oir la voz de canto- volver a nuestro rey? pues observó que t o d o el que llegaba jun-
salén, al rey.
res y cantoras? ¿Para qué, pues, va a Y la respuesta de los de Judá fue t o - to a él se paraba. 13 U n a vez quitado del 23
servir tu subdito de carga al rey mi se- camino, todos los hombres siguieron ade- J o a b estaba al frente de t o d o el ejér-
davía más violenta que la de los de cito de Israel, y Benayá, hijo de Yehoya-
ñor? * 3637 T u servidor sólo quería acom- Israel. lante tras J o a b p a r a ir en persecución de
pañar * u n p o c o al rey en el J o r d á n ; Seba, hijo de Bikrí. dá, al frente de los keretitas y los peletitas.
24
A d u r a m estaba encargado de la pres-
14 tación personal; Josafat, hijo de Ajilud,
[Aquél] atravesó todas las tribus de
Israel hacia Abel-Bet-Maaká con todos era canciller; 2 3 Sevá era secretario, y Sa-
Rebelión de Seba los bikritas", los cuales se habían congre- d o q y Abiatar eran sacerdotes. 2 6 A d e m á s ,
gado y vinieron también en pos de él. Irá el yairita era ministro de David. *
13
QA i P o r otra parte, encontrábase allí 1 n o m b r e era Seba, hijo de Bikrí, benja- Llegaron, pues, y asediaron a Seba en
**" casualmente un miserable cuyo | minita; y tocó la trompeta y dijo:
6
Los SOLDADOS DE TU SEÑOR: probabl. el ejército permanente afecto al servicio del rey, por
«Nosotros n o tenemos parte alguna con David | ni herencia c o n el hijo de Jesé.
C a d a u n o a su tienda, ¡oh Israel!»
20 contraposición al improvisado de Amasa. ¡| Lo PERDAMOS DE VÍSTA: O «se nos escape» (cf. V);
otros, «oscurezca nuestros ojos* (Bibl. Bonn)...; cf. Kit.
7
2 8
Los GUERREROS MÁS VALIENTES: los 'guibborim', tropa escogida del rey y su guardia.
En efecto, t o d o Israel se retiró de concubinas que había dejado p a r a cuidar CAYESE: como por acaso, para utilizarla en seguida sin sospecha de Amasa.
9
en pos de David, siguiendo a Seba, hijo el palacio y las puso en u n a casa de vi- POR LA BARBA: gesto frecuente en árabes y otros orientales. |j BESARLO: otros (cf. GV), «abra-
de Bikrí; mientras los de J u d á continua- gilancia, proveyendo a su sustento, pero zarlo»; con este gesto pérfido, que recuerda el de Judas (Le 22.48), dispónese Joab a eliminar a su
r o n j u n t o a su rey desde el J o r d á n hasta competidor en el mando supremo del ejército.
sin cohabitar más con ellas, que estu- I8-19 Pasaje oscuro. Intentamos una versión lo más ceñida posible a H. En general, se prefiere
Jerusalén. 3 Llegó, pues, David a su casa, vieron recluidas hasta el día de su muer- corregir c. G (cf. Kit): «Consúltese a Abel y Dan si han desaparecido los usos de los fieles de Israel».
en Jerusalén, y t o m ó el rey a las diez te en viudedad perpetua. La Bibl. del Pont. Inst. Bíblico: «Desde el principio [del asedio] decíase: Quedan ya (Seba y sus
35
huestes] sólo en Abel; por tanto, han concluido...».
3í LA voz DE CANTORES...: que tenía el rey en palacio para regocijo de los festines. 26
S6 MINISTRO: en el sentido de 8,18, nota.
37 EN EL JORDÁN: e. d., en su paso; otros <al o basta el J.>; cf. Kit.
3S2 II SAMUEL 21 i'23 n SAMUEL 2 2 u¡
383

D a v i d y los g a b a o n i t a s . H a z a ñ a s c o n t r a los filisteos Cántico de acción de gracias de David


1
O | E n tiempo de David h u b o un acercaran de día las aves del cielo y de n n > A h o r a bien, David dirigió a Y a h - I de todos sus enemigos y de la m a n o de
" ^ h a m b r e de tres años seguidos, y noche las fieras del c a m p o . «*•• velí las palabras de este cántico el I Saúl. * 2 Dijo, p u e s :
11
D a v d consultó delante de Yahveh, y Y a h - C u a n d o se le contó a David lo q u e día en que Yahveh lo libró de las m a n o s |
veh contestó: «Es por causa de Saúl y había hecho Rispa, hija de Ayyá, concu-
de su casa sanguinaria; porque m a t ó a bina de Saúl, 1 2 fue David y t o m ó los Yahveh es mi peña, m i baluarte y m i libertador, | 3 Dios mío ', la roca en que me acojo;
los gabaonitas».* 2 Entonces el rey llamó huesos de Saúl y los de su hijo Jonatás mi escudo, mi cuerno salutífero, | mi fortín b y mi refugio; I
a los gabaonitas y los habló. (Ahora bien, de j u n t o a los habitantes de Yabés de salvador mió, de violencia m e libras ". *
4
los gabaonitas no eran hijos de Israel, Galaad, quienes los habían arrebatado de A Yahveh invoco, digno de loa, | y de mis enemigos soy salvado.
sino restos de los amorreos, y los israelitas la plaza de Bet-san, d o n d e los colgaron •'' ' Oleajes de muerte m e envolvían, | me aterraban torrentes perniciosos;
les habían empeñado su j u r a m e n t o ; pero los filisteos el día que éstos m a t a r o n a '' los lazos del seo! m e rodeaban, | ante mí había trampas de muerte.
7
Saúl trató de destruirlos llevado de su Saúl en Guilboa. I 3 E hizo trasladar de Invoqué a Yahveh en mi angustia, | y hacia mi Dios pedí auxilio ";
celo p o r los hijos de Israel y Judá.) 3 Dijo, allí los huesos de Saúl y los de Jonatás, y oyó mi voz desde su templo | y a sus oídos llegó ° mi grito.
pues, David a los gabaonitas: su hijo, y luego recogieron los huesos de " 1 si remecióse y retembló la tierra, ] vacilaron las bases de los cielos
—¿Qué haría yo por vosotros y c ó m o los crucificados 1 4 y los enterraron con se estremecieron p o r q u e encendióse su ira.*
podría d a r reparación a fin de que ben- los huesos de Saúl y los de su hijo J o n a t á s '' II111110 salía de sus narices | y fuego devorante de su boca, |
dijeseis la herencia de Yahveh? en el país de Benjamín, e n Selá, en la y de Lil brotaban brasas encendidas.
4
Contestaron los gabaonitas: sepultura de Quis, su padre, haciéndose i" Los cielos inclinó, descendió luego, | bajo sus pies había densa n u b e ;
II
— N o s o t r o s n o tenemos cuestión con todo lo q u e el rey había ordenado. Tras cabalgó sobre un querube, emprendió vuelo | y planeó ' sobre las alas de 1 viento.
Saúl ni con su casa por plata ni p o r o r o , esto D i o s quedó aplacado respecto al i 2 l l i / o de la oscuridad c o m o tienda en l o m o suyo, |
ni pretendemos hacer morir a nadie en país. iiliiiiihramicnlo de natías, nubes espesas. *
15 " Al liilnor ilt* su presencia se encendieron* I ígneas brasas.
Israel. Entablóse u n a vez m á s la guerra de
5
Díjoles, pues el rey: los filisteos contra Israel, y bajó David, 14 I rouú Ynhvi'li desde el cielo, | su v o / emitió el Altísimo,
L1
— L o que vosotros digáis, os lo haré. a c o m p a ñ a d o de g e n t e c y, asentados en III
liin/ó suelas y dispersólos, I y i'iiyos fulminó '' y los d e r r o t ó . *
Y respondieron al rey: Gob, pelearon contra los filisteos. David Y descubriéronse los lechos de la mar, I quedaron patentes las bases del orbe
— D e la persona que nos destruyó y se fatigó mucho. i6 Entonces surgió Dad, de Yahveh a la amenaza, | al resollar de su nariz el viento.
7
m a q u i n ó contra nosotros para extermi- hijo de loa °, que era u n o de los descen- > De lo alto su m a n o alargó p o r asirme, | extrájome de caudalosas aguas.
18
n a r n o s , de suerte que no subsistiéramos dientes de Rafa, y cuya lanza pesaba M e libró de mis fuertes enemigos ', j y de mis odiadores, m á s potentes q u e yo.
en t o d o el término de Israel, 6 se nos trescientos siclos de bronce, ciñendo, ade- 1 9 M e asaltaron el día de mi infortunio, | m a s Yahveh mi apoyo se h i z o ;
2
entregarán siete individuos, descendientes más, una espada" nueva, e intentó m a t a r « y me sacó a sitio dilatado, | me salvó p o r razón de que me a m a .
21
suyos, y nosotros los crucificaremos ante a David. * 1 7 Pero Abisay, hijo de Seruyá, Yahveh galardonóme conforme a mi justicia, I
Y a h v e h e n Gabaón, en el monte de * le socorrió e hirió al filisteo, m a t á n d o l o . conlóeme a mi inocencia hamc r e t r i b u i d o ; *
22
Yahveh. Entonces los soldados de David le hicieron porque lie guardado de Yahveh las vías, | y de mi Dios, pecando n o he desertado;
23
El rey contestó: este j u r a m e n t o : « N o h a s de salir m á s pues todos sus decretos ante mi eran presentes, | y no aparté de mí sus estatutos.
24
— Y o los entregaré. con nosotros a la guerra, p a r a que n o se Para con El he sitio de íntegro proceder, | y de todo pecado me he guardado.
7 25 Yahveh retribuyóme conforme a mi justicia, | conforme a mi inocencia a sus ojos p a -
E l m o n a r c a p e r d o n ó a Mefibóset, hijo extinga la antorcha de Israel». 26
de Jonatás, hijo de Saúl, p o r el juramento 18
Después de esto h u b o a ú n otra gue- C o n cl piadoso muéstrate piadoso, | íntegro te comportas con el íntegro; [tente.
27
ante Yahveh que había entre ellos, entre rra con los filisteos en G o b . E n ella con el puro manifiéstaste p u r o , | y con el ladino eres cauteloso.
2H
David y Jonatás, hijo de Saúl; 8 pero Sibbekay el jusatita m a t ó a Saf, descen- Al pueblo humilde socorres I ¡ y los ojos abates a l t a n e r o s ' .
29
cogió el rey a los dos hijos que Rispa, diente de Rafa. 1 9 H u b o , además otra T ú eres, en verdad, mi antorcha, Yahveh, | y mi Diosl q u e esclarece mis tinieblas.
30
hija de Ayyá, habíale engendrado a Saúl: guerra en G o b con los filisteos, y Eljanán, Ciertamente, contigo asalto h o r d a e n e m i g a ' | y gracias a mi D i o s muros escalo.
31
A r m o n í y Mefibóset; y a los cinco hijos hijo de Yair e , de Belén, m a t ó a Goliat El proceder de D i o s es intachable, | de Yahveh la palabra, acrisolada,
que Merab», hija de Saúl, había tenido el guittita, el astil de cuya lanza era c o m o escudo es él de cuantos se le acogen.
32
de Adriel, hijo de Barzil-lay el mejolatita, un enjullo de tejedor. 2 0 A ú n h u b o otra Pues ¿quién es dios aparte de Yahveh?, | ¿y quién es R o c a aparte nuestro Dios?
9 33
y los entregó en m a n o s de los gabaoni- guerra en G a t . H a b í a allí u n h o m b r e de El Dios que m e reviste de potencia | y trueca sin peligros m i c a m i n o ; *
34
tas, quienes los crucificaron en el m o n t e elevada estatura q u e tenía seis dedos en que hace mis pies veloces cual de ciervas | y sobre las alturas m e establece;
35
delante de Yahveh, pereciendo los siete cada m a n o y otros seis en sus pies, en el que adiestra mis m a n o s al combate, | mis brazos modela cual arcos de acero.
juntamente. Fueron muertos los tales en total veinticuatro; y era también descen-
los primeros días de la recolección, al diente de los gigantes. 2 1 Desafió, pues,
comienzo de la siega de las cebadas. 1" Ris- con insultos a Israel, pero Jonatás, hijo O 2 1 CÁNTICO : cf. el sal. 1 7 is, paralelo a este notable poema, llamado el Cántico de la Roca por
pa, hija de Ayyá, t o m ó entonces u n saco, de Simí, h e r m a n o de David, lo m a t ó . ^ la imagen empleada en el v.3 ¡ roca y peña son metáforas a menudo empleadas en el A. T. para
22 designar a Dios como nuestro más seguro asilo. Se considera cual testamento del anciano monarca,
se lo extendió sobre el peñasco [y allí Estos cuatro nacieron del linaje de y ha de ser, escribe Albright, de igual época que el calendario de Gézer (s.X) e inscripciones fenicias
permaneció] desde el principio de la siega los gigantes y cayeron a m a n o s de David contemporáneas.
3
hasta que cayeron del cielo sobre aquéllos y de sus servidores. CUERNO SALUTÍFERO : o cuerno de salvación, aludiendo, al parecer, a los del altar de los holo-
las [primeras] aguas, impidiendo se les caustos,
8-16
los cuales conferían derecho de asilo a quienes lograban asirlos.
Ofrece una de tantas descripciones del A. T. en que se nos pinta con deslumbrantes metá-
O "f J~14 Un análisis literario, histórico y teológico de este pasaje puede verse en H. Cazelles, foras la magnífica intervención de Dios por el terremoto y la tempestad.
12
¿
I 6 «Pal. Expl. Q.» (1955) y cf. J. Prado, «Sefarad» (1054)- ALUMBRAMIENTO DE AGUAS: otros, «aguaceros oscuros». O bien corrigen H : así Feigin pro-
' RAFA: e. d., de la raza de gigantes llamados rafaítas (cf. Dt 2,11; 3,11). pone: «*2 Puso oscuridad en torno suyo; I su pabellón es el tamiz del cielo. 1 Los densos nubarrones
de los cielos por su resplandor | ardieron cual brasas de fuego».
15
21
DISPERSÓLOS: e. d., a-los enemigos, de que trata el v.18.
Mi INOCENCIA: lit. la pureza de mis manos.
3' SIN prvLicjRos; lit, intachable, íntegro, recto, derechero, sin estorbas,
14
S6
I I SAMUEL 2 3 —24 " 385
384 H SAMUEL 2 2 —23 1 S

36
una parte de filisteos estaba acampada cio llevaba en la m a n o una lanza, pero
37
Y dísteme tu escudo salutífero, | y tu benevolencia hízome grande. en el valle de Refaim. I 4 David se hallaba [Benayahu] fue contra él con un cayado,
La calzada ensanchabas a mis pasos, I y no titubeaban mis tobillos. entonces en la fortaleza, y había a la sa- arrancó la lanza de mano del egipcio y lo
38
Persigo a mis contrarios y destruyólos, | y hasta desbaratarlos no m e vuelvo. zón en Belén una guarnición filistea.'- Da- mató con su propia lanza. 2 2 Esto hizo
39
Los aplasté " y no lian de levantarse, | bajo mis pies h a n caído. vid tuvo el capricho de beber y exclamó: Benayahu, hijo de Yehoyadá, y gozó de
40
Para la lid me has ceñido de fuerza, | a mis adversarios bajo mí doblegaste. «¡Oniíén me diera a beber agua de la cis- fama entre los treinta héroes. 23 Fue hon-
41
A mis rivales colocas de espalda ante mí, | y a quienes me odian yo los aniquilo ". * Icma de Belén que está junto a la puerta!» rado entre los treinta, sin llegar, sin em-
42
Pedían auxilio", m a s nadie salvábales; I hacia Yahveh, pero n o respondióles. "• Liilonces aquellos tres valientes pe- bargo, a los tres citados, y David lo colo-
43
Los desmenuzo como polvo del suelo, | los huello ' c o m o lodo de las calles. netraron en el c a m p a m e n t o filisteo, sa- có al frente de su guardia.
44
M e has librado de las revueltas de mi pueblo, caron agua de la cisterna de Belén pró- 24
Asael, hermano de J o a b , figuraba en-
m e has puesto " a la cabeza de naciones. I Sírveme un pueblo a mí i g n o r a d o ; xima a la puerta y la llevaron y ofrecieron tre los treinta, con Eljanán, hijo de D o -
45
los extranjeros fíngense sumisos, | me obedecen tan sólo oirme. * a David; mas no quiso bebería y la derra- dó, de Belén; ís Sammá, de J a r o d ; Eliqá,
46
Los extranjeros pálidos se tornan | y salen temblorosos' de sus fuertes. mó como libación a Yahveh, " y dijo: de J a r o d ; 2f> Jeles el pailita; Irá, hijo de
47
Viva Yahveh, bendita sea m i Roca, I y el D i o s • de mi salud sea exaltado. * «¡Líbreme Yahveh de hacer tal! ¿Había Iqqués, de T e q o a ; 2 7 Abiézer, de A n a t o t ;
48
El Dios que la venganza me concede | y sojuzga a los pueblos a mis plantas; de beber yo la sangre de los hombres que Sibbekay, de Jusá; 2íi Salmón, de Ajoaj;
49
aquel que me libró de mis rivales: | pues sobre mis contrarios m e enalteces, | han hecho este viaje con riesgo de su Mahray, de Netofá; ^Jéled", hijo de
del varón violento me liberas. villa?» Y no quiso bebería. Tal hazaña Baaná, de Notafá; Yittay, hijo de Ribay,
50
Por eso he de alabarte, ;oh Yahveh!, J entre los pueblos, y cantaré tu n o m b r e ; rculi/Jiron aquellos tres héroes. de Guibá, de los hijos de Benjamín;
51
el que otorga a su rey grandes victorias | y a su Ungido dispensa su favor, ix También Abisay, hermano de Joab, i0
Benayahu, de Piralón; Hidday, de Na-
a David y su raza p a r a siempre. hijo de Scruyá, era adalid de los treinta, jalé-Gaas; 3> Abibául', de A r b a t ; Azmá-
y enristró su lanza contra trescientos hom- vet el benjaminita; 3 2 Elyajbá, de Saal-
bres, a los que mató, cobrando fama en- bón; Yasén de Nun, hijo des J o n a t á s ;
Ultimas palabras de David. Gestas del ejército davídico tre los treinta. " De los treinta, era el 33
Sammá, de H a r a r ; Ajiam, hijo de Sa-
1
más repinado y fue su jefe; pero no igua- rar, de A r o r ; 34 Elifélet, hijo de Ajasbay,
no Oráculo de David, hijo de Jesé; | oráculo del varón puesto en lo alto, ló 11 los lies primeros. hijo del maakatita; Eliam, hijo de Aji-
" • * ungido del Dios de Jacob, | y dulce cantor de .Israel. * >" llVspués i'Miilml llvniíyiiliii, hijo de tól'cl el guilonita; , 5 Jesray el karmelí;
2
Por mí habla el espíritu de Y a h v e h ; | sobre mi lengua se halla su palabra. * Yehoyadá, hombre valiente de múltiples l'aaray el arbita; 3<l Yigal, hijo de N a t á n ,
3
H a dicho el Dios de Jacob ', I h a m e hablado la R o c a de Israel: proezas, y natural de Qabseel. El mató a de Soba; Bani, de G a d ; 3 7 Séleq el am-
4
El que señorea a los hombres justos, | el que señorea con temor de D i o s ; los dos hijos de " Ariel de M o a b ; además, m o n i t a ; Najray, de Beerot, escudero de
es cual luz matinal cuando el sol se levanta, I u n a m a ñ a n a sin nubes, en un día de nieve bajó y mató un león Joab, hijo de Seruyá; 3 8 Irá, de Yéter;
y hace brillar tras la lluvia el césped de la tierra. * dentro de una cisterna. 21 También mató Gareb, de Yéter; 3 9 Urías el hittita. E n
5
¿No está en verdad así» mi casa junto a Dios, I pues él hizo conmigo p a c t o eterno, a un egipcio de enorme estatura; el egip- total, treinta y siete.
bien regulado en t o d o y observado?;
y toda mi salud, t o d o mi anhelo, | ¿no h a b r á de hacerlos germinar acaso? °
6
Pero los miserables son c o m o espino | que se arroja, todos ellos, | Censo del pueblo. Peste
que n o pueden ser cogidos con la m a n o ; *
7
que si alguien se les llega, | cógense con el hierro | o el fuste de una lanza, 0 4 I Y l o m ó ti encenderse la Ira de los alrededores de Sidón. 7 Y llegaron a
y se los prende fuego» ". * « ^ Ynlivch contra Israel, e incitó n la fortaleza de Tiro y todas las ciudades
8 David contra ellos, diciendo: «Anda, ha? de los jivveos y los cananeos y luego mar-
Estos son los nombres de los héroes de se volvieron tras Elazar sólo p a r a recoger
el censo de Israel y Judá». * charon hacia el mediodía de Judá a Ber-
D a v i d : Isbáal el jakmonita ", jefe de los los despojos. 2
11 Entonces el rey dijo a Joab y a los sabee. 8 Recorrieron, pues, el país y al
tres ', el cual blandió su lanza ' contra Después de él Sammá, hijo de Agüé
jefes del ejército que le a c o m p a ñ a b a n : cabo de nueve meses y veinte días regre-
ochocientos hombres, que m a t ó de u n a el hararita ". Habiéndose reunido los filis-
Recorred todas las tribus de Israel, saron a Jerusalén. 9 J o a b dio al rey el nú-
sola embestida. * teos en L e j í ' , en un lugar donde había u n
9 desde Dan hasta Bersabee, y contad la mero del censo del pueblo, resultando de
Después de él, Elazar, hijo de D o d ó c a m p o lleno de lentejas, y c o m o el pue-
gente, a fin de que yo sepa el número de Israel ochocientos mil guerreros aptos pa-
el ajojita", u n o de los tres campeones. blo emprendiera la huida ante los filis-
ella. ra manejar la espada, y de los habitantes
Estuvo ' c o n D a v i d en Pas-datnmim !
, teos, 1 2 él se plantó allí en medio del cam- 3
Joab contestó al rey: de Judá, quinientos mil hombres.
c u a n d o los filisteos se reunieron allí para po y lo defendió, derrotando a los filis- 10
—Yahveh, tu Dios, multiplique al pue- Después remordióle a David la con-
la guerra y los israelitas se dispersaron; teos. Entonces Yahveh otorgó u n a seña-
10 blo cien veces más de lo que es, y los ojos ciencia por haber contado al pueblo. Di-
pero surgió él y m a t ó a los filisteos, lada victoria.
del rey, mi señor, lo vean; mas ¿por qué jo, pues, David a Yahveh: «He pecado
hasta que su m a n o se rindió y q u e d ó 13 [Por otra parte], tres de los treinta
mi señor el rey gusta de tal cosa? gravemente con lo que he hecho; mas
pegada a la espada. Aquel día Yahveh [jefes] fueron y llegaron a David a la 4
peña", a la fortaleza" de Adul-lam; y Sin embargo, la orden del rey pre- ahora, ¡oh Yahveh!, te ruego perdones
concedió u n a gran victoria a las gentes; valeció sobre el parecer de J o a b y los je- la iniquidad de tu servidor, porque he
fes del ejército, y el uno y los otros salie- o b r a d o muy neciamente». 'I Levantóse
41 ron de la presencia del rey para revistar David por la mañana, y Yahveh habló
COLOCAS DE ESPALDA: e. d-, los hacéis huir, los derrotáis.
45
. FÍNGENSE SUMISOS: O me adulan (fingiendo sumisión). al pueblo de Israel. s Y pasaron el Jor- al profeta Gad, vidente de David, dicien-
47
EL DIOS DE MI SALUD: O de mi salvación, mi Dios salvador. dán y comenzaron por A roer y por a la do: i 2 «Vete y di a David: Esto ha dicho
ciudad que está en medio del valle de Yahveh: tres cosas te p r o p o n g o ; escógete
O "i 1 DULCE CANTOR: O suave, gentil salmista (otros, «favorito de los cánticos»); David es el Gad b y hacia Yazer. <• Luego fueron a una de ellas y yo te la ejecutaré». I 3 Pre-
" mejor poeta lírico de Israel y autor de la mitad de los salmos, a cuya imitación se compusie-
ron muchos de los otros. , Galaad y en el país de los hittitas a Qa- sentóse, pues, Gad a David y se lo c o m u -
24 EL ESPÍRITU DE YAHVEH: los salmos de David tienen a menudo carácter profétteo. des", y después fueron a Dan-Yaan y a nicó y le dijo:
BRILLAR: otros prefieren corregir H, leyendo brotar.
« QUE SE ARROJA: O bien se arranca y repele. O quizá c. etióp., «destinado al fuego».
7
CÓGENSE: otros corrigen H: «córtaselos» c «nadie se les llega sino con...». 24 INCITÓ A DAVID : dice con frecuencia la Escritura que hace Dios lo que sólo permite.
8 HÉROES PE PAVID: los célebres guibborirr.; cf. 20,7. || ¡SEÁAL; cf, Cr 11,11.
llover-Cantera 13
386 n SAMÜEL 24 1 4 - 2 6
IX SAMUEL 387
—¿Qué prefieres te acaezca: tres años David, conforme a la intimación de G a d ,
de h a m b r e en tu país, o tres meses en que según Yahveh había ordenado. 2 0 Y mi-
huyas ante tu enemigo y él te persiga, o rando Arauna, vio al rey y sus servido- CAP. I 5: * así C G^al; H cuarenta] b así (lit y llamó) «ins c G1, cf S»] c c Kit; H iban pasando o
res que se dirigían a él, y salió y se pros- niminaban] d Kit íns e Ittay] eb hins c G] f c Kit; H pasó o vadeó el torrente del C-] * c Kit (cf Gb1a);
que haya tres días de pestilencia en tu tie- 11 por delante del cam. al des.] ' c Kit; H depositaron el arca de Dios mientras Ab. subía] * c G (cf
rra? A h o r a reflexiona y ve la respuesta ternó ante el monarca, rostro en tierra. Kil); II David comunicó.
21
que he de dar al que me ha enviado. Luego Arauna exclamó: CAP. 17: ftc G (cf Kit); H cuando tornen todos, el homb. que tú buscas...] b cf V Kit; Hpuntúa:
14
Entonces David contestó a G a d : —¿Por qué ha venido el rey mi señor Si no, habla atú]a c c 1Ga iCr 2,17; H ei israelita] b
a
ins c G.
— M e veo en gran angustia; prefiero donde su servidor? CAI>. 18: ~ c G ; H y envió D. a la gente] así quizá H; Kit ( c G ' T ) l : Por eso yo mismo comenza-
caer en manos de Yahveh, cuya miseri- David contestó: ré delante de ti; o «No es así; yo lo atravesaré ante ti»] ° ins c GSV] d c G 1 ; H gritó] e c Kit; H cuando
—Para comprarte la era, a fin de cons- Joab env. al fsiervo del rey y a mí tu servidor.
cordia es inmensa, a caer en m a n o s de CAP. io: t - ü enH(cf V) remata el v] b c Kit (cf G 71 ); H pasó (la barca)] c ni sus manos ins c G b ,..,
los h o m b r e s " . truir un altar a Yahveh y que cese la según Kit] " c Kit; H atravesar] e por he aquí, Kit I c Gnu: mi hijo] * c G 1 !- 18 (cf Kit); H David es
1 5 Envió, pues, Yahveh u n a peste a Is- plaga de pesar sobre el pueblo. más nuestro que vuestro.
22
rael, desde aquella m a ñ a n a hasta el tér- Entonces A r a u n a dijo a D a v i d : 0
CAP. 20: * c Kit (cf G); H él los hombres de] b c Kit; II llevaba ceñida la ropa de su vestimenta]
mino fijado, y murieron del pueblo, des- — T o m e y ofrezca el rey mi señor lo que asi prbl, H asalió; Kit c Gb8ella salió] A c Kit; H berim; V «electi»] e pasaje inseguro; cf Kit.
de D a n a Bcrsabee, setenta mil hombres. bien le parezca. Ve ahí los bueyes para n
CAP. 21: C Kit (cf G ASym); H en Guíbd de Saúl, elegido A
de] be c 2mssg qB
1
(T?)S; H Mikal]
16
holocausto y los trillos y los arreos de las " " texto errp; la restauración, a base de G, es conjetural] ins c Kit] c Cr ; H Yaré-oreguim.
M a s como el ángel extendiese la m a n o CAÍ». 22: a así c GS (cf Sai 17is,3)] bb
' falta r en Sal; cf modificaciones que prp Kit] c H porque
sobre Jerusalén para destruirla, Yahveh se reses vacunas para lena. 2 3 A r a u n a , ¡oh oí.; i l l c ( ¡ hSal] rt cGSSa!; H llamé] e
ins c Sal] c mlt mss Sal; II mostróse] • Kit corrige c Sal y add
compadeció de la desgracia y dijo al án- soberano!, lo da t o d o al rey. unmtr.it
1
vi ins c G l ] ' así Kit c G ; H sing] J_J c Sal; H tus ojos sobre los altaneros]n k c Sal; H Yahveh]
gel que había causado el exterminio en el Y añadió A r a u n a al m o n a r c a : Kil (c í i1) l asalto muros o cercas] m c Vroet,S Sal; H y los consumí y los aplasté] H; otros prefieren
p u e b l o : «¡Basta ya, deten tu mano!» El —¡Yahveh, tu Dios, séate propicio! I v (¡I li v aniquilaste] ° c vers r
Sal; H miran a una parte y otra] v II add y los pisoteaba; pero cf Sal]
ángel de Yahveh se hallaba junto a la era 24
M a s el rey contestó a A r a u n a : ' i ' ( i'S Sal; 11 guardaste] así prb; I f se armaban; cf Kit] " II add la Roca; cf Sal.
CAÍ*. 23: *c l.l« ; II Israel] " Kit prp I «¿No está firme... ?»] c así quizá, texto dudoso, cf Kit]
de A r a u n a el yebuseo. 17 David, cuando —No, sino que te la compraré por su '" 11 mil! ¿m dórtih cN/ifn?; di c Kit] " v Kit (cf (J'L l f 1 Cr 11,11); H el que está sentado en cátedra,
'vio que el ángel hería al pueblo, suplicó precio, pues no" he de ofrecer a Yahveh, • I m<l« «11M11 (V)| ' t' f i ; I I W fi'nrinl " r Cr; I I i.-nrn» el más tierno gusanillo,k según vers de V] e c Cr;
1

a Yahveh, diciendo: «Mira que yo soy mi Dios, holocaustos gratuitos. II ttii» <f* Ajojt] ' ln» r Cr| ' r < li; II matul» lo* desafiaron los j'disteos] c Kit; cf 331 iCr 11,34;
el que he pecado y yo he o b r a d o inicua- 25
C o m p r ó , pues, David la era y los 11 i'l fiiríhtl • 1 Kil; 11 U'. OlniH vintrn: «**u mus». 1
un solo cuerpo»] m c G'L IF Cr; H al tiempo
011 ,HN
m e n t e ; pero estas ovejas, ¿qué h a n he- bueyes por cincuenta siclos de plata, y tlfh WrjM] • c Kll¡ el M ; II Kit'riMiil " ¡ñu <• ti" ! " c G " Cr; H Mebunay] " c ca 2omss iCr 11,30
cho? Descarga tu m a n o en mí y en la construyó allí u n altar a Yahveh y ofre- V; lljéleb] 'v Cr; 1II Abi-albón\ - c Kit (cf G l Cr); H Bené-Yasén. b
CAP, c 24: * c G ; II acamparon en Aroer; a la mano derecha de] Kit y otros 1 c G1 en dilección
casa de mi padre». ció holocaustos y sacrificios pacíficos. En- a Gad] c G ' ; H Tajtim-Jodsí] a aquí ins Kit (cf GL 1 *): y escogió David la peste, y era la época de
ts Aquel día vino Gad a David y le di- tonces Yahveh se aplacó respecto al país la sit'fía del trigo.
jo: «Sube, erige a Yahveh un altar en la y cesó la plaga de pesar sobre Israel. *
era de A r a u n a el y e b u s e o » . 1 9 Subió, pues,
25
CESÓ LA PLACÍA: David siguió luego ofreciendo sacrificios en la era de Arauna, u Orna
como dicen los Setenta, y la escogió para erigir sobre ella el templo.

NOTAS CRITICAS

CAP. I : 8 H y campos de primicias; Kit corrige camp. de muerte; otros, «pérfidos»; G «y los camp
sean estériles», V «y no haya camp, de primicias».
CAP. 2: Ba entiéndase Isbáal] b Ject incierta; Kit «1 frt hassiddim», campo de los costados.
CAP. 3 : ins c algs mss GV (cf Kit)] b asíb (al pie) c G; H al medio.
GAP. 4: * ins c 3inss*; cf GSV (cf Kit)] entiéndase Meribáal (cf 1 Cr 8,34)] c así «frt» (Kit)
c G (cf V)] 8d tal vez 1 c T aunque esperaba se le diesen albricias.
CAP. 5: c Kit (cf G); H ( = V) sino echando 4
a] b así c Cr] c V add: diciendo: «¿Subiré contra
los filisteos?,B ¿los pondrás en mis manos?»]. c G Cr; H Gueba.
b
CAP. 6: 1 C Albright que se llamó su nombre, o como otros entienden: «sobre la cual se invoca»]
H repite: muevo; y la llevaron de la casa de Abinadab que estaba sobre la colina1»; di c G b (cf 1 Cr
13.7)] c c Cr (cf G); H toda clase de maderas de ciprés] á ins c vers Cr ims g ] e ins c G1 (cf Kit)
' c G ; Umis.
0
CAP. 7: s así c G en mlt mss; H ti] b así H lit. Prps diversas enmiendas y versiones; cf nota ig]
c G Cr; Hft para tu tierra.
d
CAP. 8: c Kit (cf eG l Cr Gen 22,24); H Bétaj)] b c G» Cr; H Toy] e Cr Hadoram (cf Kit)]
c Cr; H consagrado]
a
«c 9 mss GS
b
Cr»bltKit; H [os sirios] f ins c Kit.
CAP. 9: entiéndase Meribáal] c G ; H mi mesa.
CAP. 10: "a Kit 1: al rey de Maaká y al rey de Tob] b c Kit (cf Cr); H jinetes.
CAP. 11: así *c G'S»; en H las palabras y al día siguiente rematan el v anterior] b así 1 c Kit
(cf GK ta ) y Jue 7,1 ss); H Yerubóset.
CAP. 12: a* C Kit; H los hizo pasar o arrojar.
CAP. I 3: C G l L; H no hay motivo; esta maldad es mayor que dla otra...] b ins c GLV] ec c G'( b );
cf Kit; H sólo dice desde el camino de detrás de él o de poniente] c Kit; H David el rey] o $de per-
seguir», como quieren otros; prps diversasb correcciones e interpretaciones a esas palabras.
CAP. 14: * c mlt mss vers; H y dijo] ins c GV.
I R E Y E S

Adonías y l a sucesión de David en el trono


1

I A h o r a bien, el rey David era viejo,


entrado en años, y, aunque lo cu-
14 Ahora bien, mientras tú estés hablan-
do allí con el rey, entraré yo tras de ti y
brían con ropas, n o entraba en calor. * recalcaré tus palabras».
2 15
Dijéronle entonces sus servidores: «Bús- Entró, pues, Betsabee a donde el rey,
quese a mi señor, el rey, u n a joven don- en su cámara, y el monarca estaba m u y
cella q u e cuide de servirle y lo atienda, anciano, y Abisag la sunamita le servía.
I(>
y c u a n d o se acueste en tu regazo logre Betsabee se inclinó y prosternó ante
el rey, mi señor, entrar en calor». 3 Bus- el rey, el cual preguntó:
R E Y E S caron, pues, una joven hermosa por todo
el término de Israel, y hallaron a A b i s a l ,
— ¿Qué quieres?
17
Contestóle:
la sunamila, y trajéronía al rey. * Era la — Mí señor, t ú juraste p o r Yahveh,
muchacha hermosa en extremo y atendía tu Dios, a tu sierva: En verdad q u e
111 monarca y lo servía, pero el rey no la Salomón, tu hijo, ha de reinar detrás
Conoció. de mí y él se sentará sobre mi t r o n o ;
IH
' Ahora bien, Adonías, hijo ilc J a ^ n i l , mas ahora he aquí q u e ha comenzado
»p iiiKti'lii, tlli'lrtiilo: «Yo reinaré»; e hl- a reinar Adonías, sin que tú a , mi señor,
/osc con cintos y caballos y cincuenta el rey, lo sepas. " H a degollado reses
hombres q u e corrieran ante él. ' ' S u pa- vacunas, animales cebados y reses m e -
dre no le había reprendido en su vida, nores en abundancia, invitando a todos
Los libros J y II de los Revés, que en los L X X y en la Vulgata son, respectivamente, diciendo: «¿Por qué obras así?» Era, ade- los hijos del rey, al sacerdote Abíatar, a
el Ul y el IV, forman una sola obra, que históricamente empalma con los libros de Sa- más, muy bien parecido, y fjagguit] ha- J o a b , general del ejército; pero a Salo-
muel. Abarca la historia de la monarquía hebrea durante unos cuatrocientos años: bíale tenido después de Absalón. ^ El man- món, tu servidor, n o ha invitado. 2 0 E n
tenía tratos con J o a b , hijo de Seruyá, y cuanto a ti, ¡oh rey, mi señor!, en ti
desde el advenimiento de Salomón (c. a. 9 7 1 ) hasta la cautividad de Babilonia (en con el sacerdote Ahiatar, los cuales fa-
$87). De plan similar en su primera parte a Samuel, parécese en lo restante a Jueces. están clavados los ojos de todo Israel,
votvelnn el partido de Adonías. H En cam- esperando les anuncies quién se h a de
Podemos considerarlo dividido en tres partes: a) historia de Salomón: 973-922 illa, rl miu'iilnlr Nndoq, llcnuyiihii, hijo sentar sobre el trono de mi señor, el
(lia n , 4 3 J ; b) historia sincrónica de los reinos separados desde la muerte de Salo- 1I11 Yi'lmvii'lA . ' I pinli'lii Natán, SÍ111I, Kri rey, después de é l ; * 2 1 pues [si no] re-
món a la conquista de Samaría por Salmana^ar V y Sargón II: 922-722 (I r 2 , i V la Ciitloltc tlr valientes de Pnvíd un sultará que c u a n d o el rey, mi señor, des-
a II 17,41); y c) historia del reino de Judá desde la destrucción del reino del Norte o t a b a n con Adonías. * lj C o m o inmolase
canse con sus padres, seremos yo y mi
ente teses menores y mayores y animales
a la conquista de Jermalén por Nabucodonosor: 722-587 (11 18,1 a 25,30). cebados junio a la Piedra de Zojélet. hijo considerados como culpables.
22
En cuanto a la época de redacción y el autor, puede afirmarse que éste vivió en el «lunilla al lado de En-Roguel, invitó a Todavía estaba ella hablando con el
destierro y experimentó por sí mismo la liberación del rev Joaquim o Elyaquim el año 562, lodos sus hermanos, los hijos de! rey, y rey, c u a n d o llegó el profeta N a t á n . 2 3 Y
mas no el final del exilio (538). Con gran número de críticos creemos que el autor de 11 linios los hombres de Judá q u e servían se lo anunciaron al rey, diciendo: «Ahí
ul m o n a r c a : l 0 pero al profeta N a t á n , a está N a t á n , profeta». Y entró a presen-
Reyes es, probablemente, Jeremías, quien parece lo escribió en Babilonia; a no ser cia del monarca y se prosternó ante él,
que, redactado en Palestina, fuese luego publicado en Babilonia por sus discípulos. llenavahu, a la cohorte de valientes y
11 su hermano Salomón n o invitó. rostro en tierra. 24 Luego preguntó N a t á n :
La tradición judía posterior (Baba Batra 15 a) abona esa misma opinión. De todos —Mi señor, el rey, ¿has ordenado t ú :
1
modos, el veraz historiador encuadra en un esquema uniforme el relato sobre la con- 1 Natán habló entonces a Betsabee, Adonías reinará después de mí y él se
ducta religiosa de los reyes. Pues, efectivamente, la obra—se ha escrito con acierto— madre de Salomón, diciendo: «¿No has sentará sobre mi trono? 2 5 Porque h a b a -
obedece a una especie de pragmatismo teocrático, proponiéndose narrar claramente ten ¡ilo noticia de q u e Adonías, el hijo jado y ha inmolado reses vacunas, ani-
de Jagguit, se h a hecho rey, y nuestro males cebados y ganado m e n o r en a b u n -
cómo el destino político dependía de la observancia de la ley. Así, cada monarca es señor David n o lo sabe? * 1 2 A h o r a bien, dancia, y ha invitado a todos los hijos
juzgado con arreglo a su actitud frente a ésta. Para ello el autor aprovecha abundante ea, quiero darte un consejo para que del rey, a los jefes del ejército, y a Abiatar
material, pues su historia tiene literariamente evidente carácter de compilación, a salves tu vida y la vida de tu hijo Salo- el sacerdote, y he aquí que ellos están
base, sobre todo, de tres fuentes escritas: una crónica de Salomón, los anales de los món. 13 Ve y entra a donde el rey David comiendo y bebiendo con él, y dicen:
revés de Judá y los de los monarcas de Israel. Ignórase si se refiere, al citar estas fuen- y dile: ¡Oh rey, mi señor! ¿ N o juraste ¡Viva el rey Adonías! 2 6 Pero a mí. t u
tes, a los registros oficiales del cronista áulico o mazkir que el archivo regio guardaba, tú a tu sierva diciendo: En verdad, Sa- servidor; al sacerdote Sadoq, a Benayahu,
lomón, tu hijo, reinará después de mí, hijo de Yehoyadá, y a tu servidor Salo-
o a obras historiográficas elaboradas por escritores privados a base de tales registros. y él se sentará sobre mi trono? ¿Por qué,
Ningún otro libro del A. T. ofrece material tan rico de datos cronológicos, aunque món no ha invitado. 2 7 ¿Se ha hecho esto
pues, ha comenzado a reinar Adonias?
el problema de su cronología reviste dificultades que ya destacó S. Jerónimo. A ellas p o r orden del rey, mi señor, y n o h a s
no se ha dado aún solución satisjactoria.
1
Perla de ambos libros, y aun de la prosa narrativa hebrea, puede llamarse, ade- ERA VIEJO : tendría algo más de setenta años.
8
más de la vida de Salomón, la historia de los nobilísimos profetas Elias y Elíseo. En LA COHORTE DE VALIENTES: lit. los valientes (hebr. ha-guibborim); cf. a Sam 20,7.
11
NATÁN: cf. su intervención en 2 Sam 7.
el segundo libro sobresale el relato de la terrible caída de la dinastía de Omrí, llena de 20
ANUNCIES: la ley judía nada tenia establecido sobre la sucesión al trono.
vigoroso y dramático realismo.
i Kjüiíjs ¿ -— avi

390 I REYES 1 **-*"


Muerte de David y primeros actos del rey Salomón
d a d o a conocer a tu servidor" quién se 41 Oyólo Adonías, así c o m o todos los
había de sentar sobre el t r o n o del rey, invitados que le a c o m p a ñ a b a n , quienes 1 Los días de David se acercaron a su —Tengo que decirte u n a cosa.
mi señor, después de él?
28
Y el rey David contestó y dijo:
a c a b a b a n de terminar el banquete, y Joab,
al oir el sonido de la trompeta, dijo:
2 término, y dio instrucciones a Salo- R e s p o n d i ó ella:
m ó n , su hijo, diciendo: 2 «Yo parto por el — ¡Habla!
—¡Llamadme a Betsabee! «¿Qué significa ese tumulto que se oye camino de todo lo terreno: cobra ánimo 15 Dijo él:
42
E n t r ó ella a presencia del rey y se en la ciudad?» Aún estaba él h a b l a n d o , y pórtate varonilmente. 3 Observarás los —Tú sabes que la dignidad real m e per-
estuvo en pie anle él. M Entonces el rey c u a n d o he aquí que llegó Jonatás, hijo preceptos de Yahveh, tu Dios, caminando tenecía y que t o d o Israel había puesto en
hizo este j u r a m e n t o : del sacerdote Abiatar, y Adonías le dijo: por sus vías, g u a r d a n d o sus leyes y man- mi sus ojos, esperando había de reinar;
—¡Vive Yahvch, que me h a salvado —Entra, pues tú eres h o m b r e valiente damientos, dictámenes y testimonios, co- mas la dignidad real h a sido transferida
de t o d o a p u r o , 3n que, conforme juré a y traerás buenas nuevas. nm están escritos e n ' l a ley de Moisés, a y correspondido a mi h e r m a n o , p o r q u e
43
ti por Yahvch, Dios de Tsrael, diciendo: J o n a t á s respondió a A d o n í a s di- lin de que tengas éxito en cuanto hagas y Yahvch se lo tenía reservado. J6 A h o r a ,
Ciertamente Salomón, tu hijo, reinará des- ciendo : adondequiera te vuelvas;* 4 con objeto pues, una sola cosa te p i d o ; no me re-
pués de mi y él se sentará sobre mi trono —¡Sí, p o r cierto! Nuestro señor, el rey ile que Yahveh cumpla la palabra que chaces.
en mi lugar, así h e de hacer realmente David, h a proclamado rey a S a l o m ó n , * pronunció acerca de mí cuando dijo: Si — Habla—respondió ella.
44
en el dia presente! y ha enviado con él al sacerdote Sadoq, Ins hijos guardan su camino, a n d a n d o en 17 Y expuso él:
31
Betsabee se inclinó rostro en tierra al profeta N a t á n , a Benayahu, hijo de mí p i r s e n u a Icalmente, con todo su co- —Di. por favor, al rey Salomón, ya que
y se prosternó ante el monarca, y ex- Y e h o y a d á ; a los kereteos y los péleteos, iii/iui y lodu su a l m a * , no te faltará ja- él no le lo ha de negar, que m e dé a Abi-
clamó : quienes lo h a n m o n t a d o en la muía del más hombre sobre el trono de Israel. sng. la sunamita, por esposa.
—¡Viva mi señor el rey David por ' m o n a r c a ; 4 5 y Sadoq, el sacerdote, y N a - ' »l'or otra parle, ya sabes, además, lo I" Betsabee contestó:
siempre! tán, el profeta, lo h a n ungido p o r rey qui' me hi/.o J o a b , hijo de Nrruyá, lo que —Bien; yo hablaré por ti al rey.
32
Luego dijo el rey D a v i d : «¡Llamad- en el Guijón; desde donde han subido lit/n n los dos jefes de los ejércitos de Is- 19
Llegóse, pues, Betsabee al rey Salo-
me a Sadoq, el sacerdote; a N a t á n , el llenos de alegría, y la ciudad está albo- mi'l, Almei, hijo de Ncr, y Amnii'i, liijn món para hablarle sobre Adonías, y el
profeta, y a Benayahu, hijo de Yehoya- r o t a d a ; ése es el tumulto que habéis oido. iU' YIMÍI, n quíi'iu'M niiili'i, wiiiftiiiilii" en monarca se levantó a su encuentro, se in-
dá»; los cuales vinieron ante el monarca. 46 Además, Salomón se ha sentado sobre plena pus. lil Miilf'i'i' del ramada en la Hue- clinó ante ella y sentóse en el solio, h a -
33
Díjoles éste: el trono del reino. 4 7 Asimismo, los ser- lla y nuincliiiiido con sangre de g u e r r a ' ciendo poner otro sitial p a r a la m a d r e
— T o m a d con vosotros a los servidores vidores reales h a n venido a felicitar al el cinlurón que llevaba a s u s 1 lomos del rey, que se sentó a su diestra. 2 0 Dijo
de vuestro señor y montad a Salomón, rey David, nuestro señor, diciendo: \Dios ' y el calzado que llevaba en s u s " pies. ella:
mi hijo, sobre mi propia muía y bajadle ensalce el n o m b r e de Salomón m á s que '• Obra, pues, con arreglo a tu sabiduría —Voy a pedirte u n a cosa insignificante;
al Guijón. * 3 4 Allí únjalo Sadoq, el sacer- tu n o m b r e y engrandezca su t r o n o m á s y no dejes bajar sus canas en paz al seol. no m e rechaces.
dote, con el profeta N a t á n , por rey de que tu t r o n o ! ; y el m o n a r c a se h a incli- 1
l.n cambio, trata con piedad a los hijos Contestóle el rey:
4S
Israel, y tocad la trompeta y exclamad: nado reverente sobre el lecho. Además ile Hiii/illay, el gulaadita, y figuren entre —Pide, m a d r e mía, pues n o te h e de re-
¡Viva el rey Salomón! 35 Luego subiréis ha dicho así: ¡Bendito sea Yahveh, D i o s lo* CIMIK'IIHIIICN de lu inesii, porque de este chazar.
tras él y vendrá, y se sentará sobre mi de Israel, que h a concedido hoy quien minio hii tillt'giiron n mi cumulo yo huia 21
Ella r e s p o n d i ó :
t r o n o y reinará en m i lugar; pues a él se siente en mi t r o n o , viéndolo mis ojos! IIM Almidón, lu lid mallo. K Alil cslá ¡unto —Dése Abisag, la sunamita, p o r esposa
49
instituyo príncipe sobre Israel y Judá. T o d o s los invitados de Adonías que- ii II Ninil, lil|o de ( l u c i a , iviij.iiuinila ilo u tu lit.TiiuiiK) Adonías.
36
Benayahu, hijo de Yehoyadá, respon- daron aterrados, se levantaron y mar- I tu 1111 IIII, el nuil inc Injurió a t m / n i c n t e el 22
Replicó el rey Salomón y dijo a su
dió al rey y dijo: charon cada u n o por su camino. 5n Ado- din de mi partida a Majanáyim; pero dcs- madre:
—¡Amén! ¡Así lo d i s p o n g a " Yahveh, nías, temeroso de Salomón, se levantó, ivndli'i II mi encuentro al Jordán y júrele —¿Y por qué pides tú a Abisag, la suna-
Dios del rey, mi señor! 3? ¡Como Yahveh fuese a la tienda de Yahveh '. y se agarró pin Ynlivch, diciendo: N o te mataré a es- mita, p a r a Adonías? ¡Pide ya p a r a él la
h a estado con mi señor el rey, así esté a los cuernos del altar. 51 Y se le comunicó pndu. y Mas ahora n o le dejes impune, realeza, pues es m i h e r m a n o m a y o r y
con Salomón, y engrandezca su trono a Salomón, diciendo: pu™ eres avisado y sabrás c ó m o has de cuenta con Abiatar, el sacerdote, y J o a b
a ú n m á s que el t r o n o de mi señor, el — M i r a que Adonías tiene miedo del obinr con él, para hacer bajar sus canas hijo de Seruyá! *
rey David! rey Salomón, y se ha asido a los cuernos IIIIIIIM cu sangre al seol.» 23
Y el rey Salomón juró p o r Yahveh,
38
Así, pues, Sadoq, el sacerdote; N a - del altar, e x c l a m a n d o : ¡Júreme hoy el rey i" Durmióse, pues, David con sus pa- diciendo: «¡Tal cosa me haga Dios y aun
tán, el profeta: Benayahu, hijo de Ye- Salomón que n o h a de m a t a r a espada a dres, y fue sepultado en la ciudad de D a - añada tal otra, si no es cierto que a costa
h o y a d á ; los kereteos y los péleteos baja- su siervo! vid. 11 Los días que reinó David sobre Is- de su vida ha pronunciado Adonías esa
52
ron y m o n t a r o n a Salomón sobre la muía Contestó S a l o m ó n : rael fueron cuarenta a ñ o s ; en H e b r ó n proposición! 2 4 Ahora, pues, ¡vive Yah-
del rey David y lo condujeron al Guijón. * —Si fuere virtuoso, n o caerá en tierra reinó siete años y en Jerusalén treinta y veh, que me h a confirmado y asentado
39 El sacerdote Sadoq t o m ó de la tienda ni u n o de sus cabellos; pero si se hallare I res. 12 Y Salomón se sentó en el trono de sobre el t r o n o de David, mi padre, y que
el cuerno del óleo y ungió a Salomón, y maldad en él, morirá. David, su padre, y su reino se consolidó m e h a fundado u n a casa, como había
53
tocaron las trompetas, y t o d o el pueblo Luego el rey Salomón envió gente firmemente. predicho, que hoy h a de ser muerto A d o -
exclamó: «¡Viva el rey Salomón!» 4 0 T o d a para que le hicieran bajar de junto al al-, '•' Llegó Adonías, hijo de Jagguit, don- nías!» 2 5 Y el rey Salomón m a n d ó a Be-
la gente subió tras él, tañendo las flautas " tar, y llegó y se prosternó ante el rey Sa- de Betsabee, m a d r e de Salomón, y ella le nayahu, hijo de Yehoyadá, el cual le aco-
y llena de tan gran algazara, que parecía lomón, quien le dijo: preguntó: metió, de suerte que murió.
iba a desgarrarse la tierra con su vocerío. «¡Vete a tu casa!» —¿Es en son de paz t u venida? 26
Y dijo el rey a Abiatar, sacerdote:
33 —En son de paz—contestó él. «Vete a A n a t o t , a tus campos, pues eres
GUIJÓN : se trata de la fuente llamada hoy «Ain sitti Maryam», en e! valle de Cedrón, al este 14
Y prosiguió: reo de m u e r t e ; m a s hoy n o te haré morir
de Jerusalén.
38
KERETEOS Y PÉLETEOS: cf. 2 Sam 8,i8, nota.
43
I Sí, POR CIERTOI: aquí con sentido totalmente negativo, como «¡Por desgracia, noli
3
ADONDEQUIERA TE VUELVAS: e. d., en cuanto emprendas.
22
PIDE YA... LA REALEZA: cf. 2 Sam 3,7.
392 I REYES Z" O"

en atención a que llevaste el arca del Se- enterrado en su casa, en el desierto. 35 Lue- I REYES 3 8 48 393
ñor, Yahveh, delante de David, mi padre, go el rey instituyó a Benayahu, hijo de
y porque participaste en todas las cuitas Yehoyadá, en sustitución de J o a b , al fren- dia de mi parto, dio a luz también esta
G a b a ó n aparecióse Yahveh a Salomón
de mi padre.» 2 7 Así, pues, Salomón expul- te del ejército, y a Sadoq, el sacerdote, pú- mujer; estábamos juntas, sin que hubie-
en sueños durante la noche, y dijo D i o s :
só a Abiatar del sacerdocio de Yahveh, sole en el lugar de Abiatar. ra con nosotras en casa persona extraña,
36 —Pide lo que deseas te dé.
cumpliendo de esta suerte la palabra que Después el rey m a n d ó llamar a Simí, fuera de nosotras dos. 19 U n a noche m u -
* Contestó S a l o m ó n :
Yahveh había pronunciado contra la casa y le dijo: rió el niño de esta mujer, por haberse
—Tú trataste con gran benignidad a tu
de Eli en Silo. —Construyete una casa en Jerusalén y acostado sobre él; 2 0 y levantóse a media
siervo David, mi padre, porque él caminó
28 La noticia llegó a J o a b , el cual se ha- m o r a en ella; mas no salgas de allí a parte noche, t o m ó a mi niño de junto a mí, pues
en tu presencia con lealtad, justicia y rec-
bía inclinado al partido de Adonías, si alguna; * 37 pues el día que salgas y pases tu servidora estaba dormida, y lo acostó
titud de corazón para contigo; y le has
bien no siguiera el de Absalón e . H u y ó , el torrente Cedrón, sabe de cierto que m o - en su regazo, en tanto que a su hijo muer-
conservado esa gran benevolencia y con-
pues, J o a b a la tienda de Yahveh, y se rirás sin remedio; tu sangre recaerá sobre to lo acostó en mi seno. 2 i Por la m a ñ a n a
cedido un hijo que se siente en su trono,
asió a los cuernos del altar. 2 9 C o m o le tu cabeza.
r o m o ocurre al presente. 7 Ahora, pues, me levanté para a m a m a n t a r a mi niño,
fuera comunicado al rey Salomón que 38 Simí contestó al m o n a r c a : y he aquí que estaba m u e r t o ; mas luego,
|oh Yahveh, mi Dios!, tú has hecho rey
J o a b se había refugiado en la tienda de —Está bien eso; conforme el rey, m i lijándome bien en él, a la luz del día, com-
11 tu siervo en sustitución de David, mi
Yahveh y estaba junto al altar, Salomón señor, ha hablado, así hará tu siervo. probé que no era mi hijo, el que yo había
pudre; mas yo soy un muchacho pequeño,
m a n d ó recado a Benayahu, hijo de Yeho- Y Simí habitó en Jerusalén mucho tiem- mi NC conducirme.* 8 Tu servidor está parido.
yadá, diciendo: «Ve, mátalo». 30 Llegó, po ; 39 mas al cabo de tres años sucedió 22 Replicó la otra mujer:
en medio del pueblo que le escogiste, pue-
pues, Benayahu a la tienda de Yahveh y que dos siervos de Simi huyeron a d o n - — N o es realmente así; mi hijo es el
blo copioso, que no es posible contar ni
di jóle: de Akís, hijo de M a a k á , rey de Gat. C o m o numerar por su multitud. v Da, pues, a lu vivo y lu hijo el muerto.
—Así ha ordenado el rey: sal. le dieran la noticia a Simí, diciendo: «Mira siervo corazón despierto para juzgar 11 tu Mas la otra decía:
M a s él replicó: que tus siervos están en Gat», 4 n fue Simí, pueblo, pura discernir entre el bien y el — N o es así; tu hijo es el muerto y m i
— N o ; pues quiero morir aquí. aparejó el asno y marchó a G a t , donde nuil; pile* ¿quién será enpa/ ile ju/U" 1 " hijo el vivo.
Entonces Benayahu comunicó la res- Akís, en busca de sus servidores. M a r c h ó , Pile lu pueblo I1111 n u m e r o s o ? * De esta suerte altercaban delante del
puesta al rey, diciendo: pues, Simí, y trajo a sus siervos de Gat. "' Ayuuló n los o|os del Setlor el que monarca. 2-' Entonces dijo el rey:
—Así h a hablado J o a b y así h a con- 4 1 Se le informó a Salomón de que Simí Salomón hiihicni pedido tul cosa, n y d¡- —Esta dice: El que está vivo es mi
testado. había partido de Jerusalén a G a t y había jole Dios: «Por cuanto has pedido cosa hijo, y el tuyo el m u e r t o ; y aquélla repli-
31 El rey le replicó: regresado, 4 2 y Salomón m a n d ó a llamar tal y no has pedido para tí larga vida, ni ca: N o es así; tu hijo es el muerto y el
— H a z c o m o ha dicho: mátalo y luego a Simí y le dijo: «¿No te juramenté por riquezas, ni la vida de tus enemigos, sino mío el vivo.
entiérralo; y así quitarás de sobre mí y Yahveh y te advertí solemnemente di- que has pedido inteligencia para compren- 24
Y o r d e n ó el rey:
la casa de mi padre la sangre inocente ver- ciendo: El día en que salgas y andes de acá der el derecho, i 2 mira, hago conforme —Traedme una espada.
tida por Joab. 32 Yahveh llaga revertir la para allá, sabe de cierto que morirás sin has d i c h o : he aquí que te concedo un co- C u a n d o trajeron la espada ante el m o -
sangre de éste sobre su cabeza, pues mató remedio; y me contestaste: Está bien la III/ÓII sabio c inteligente, como no ha narca, 2 5 dispuso el rey:
a dos hombres más justos y mejores que cosa; quedo enterado? 4 3 ¿Por qué, pues, habido unten ilr ti ni después de ti surgi- —¡Cortad al niño vivo en dos partes y
él, a quienes asesinó a espada, sin que lo no has guardado el juramento por Y a h - Ht lili luí I' Aileiiuit, le he euiiiedidu lo que entregad la mitad a la una y la otra mitad
supiera mi p a d r e : Abner, hijo de Ner, veh y la orden que te di?» 4 4 Dijo asimismo no lina pedido; huno liqíie/ns cuino i'lo- a la otra!
general del ejército de Israel, y Amasa, el rey a Simí: «Bien sabes todo el mal ihi; de Huelle que no ha vil habido o l i o cu- 2(1
Mas entonces la mujer cuyo era el
hijo de Yéter, general del ejército de Judá. (pues tu corazón lo reconoce) que hiciste ino ni c u n e los reyes * en lodos lus días ". hijo vivo, como se le conmovieran las en-
33 Vuelva, pues, la sangre de ellos sobre a David, mi p a d r e ; pero Yahveh h a g a H
Y si anduvieres por mis caminos, guar- trañas por su niño, dijo al rey así:
la cabeza de J o a b y la de su descendencia, revertir tu maldad sobre tu cabeza. 4 5 El d a n d o mis preceptos y mandatos, c o m o —¡Perdón, mi señor; dadle el niño vi-
p o r siempre, mientras que David, su lina- rey Salomón, entre t a n t o , sea bendecido anduvo tu padre, alargaré tus días». vo; pero m a t a r n o le matéis!
je, su casa y su trono gocen eternamente y el trono de David permanezca firme " Y despertóse Salomón, y era un sue- —Mientras la otra decía:
de paz de parte de Yahveh. ante Yahveh para siempre». 4& Y el mo- no. C u a n d o llegó a Jerusalén, se presentó —¡No sea ni para ti ni p a r a m í ; que lo
3 4 Benayahu, hijo de Yehoyadá, subió, narca dio orden a Benayahu, hijo de Yeho- nnle el arca de la alianza del Señor y partan!
en efecto; lo acometió y lo m a t ó , y fue yadá, el cual salió, lo acometió y él murió. ofreció holocaustos, sacrificó ofrendas pa- 27
Entonces el m o n a r c a t o m ó la palabra
illleas y dio un banquete a todos sus y sentenció:
servidores. —¡Dadle a aquélla el niño vivo, y n o le
Casamiento, sueño y p l e g a r i a d e Salomón 1,1
Entonces vinieron dos prostitutas al matéis; ésa es su m a d r e !
28
rey y se presentaron ante él. T o d o Israel oyó hablar de la senten-
3 1 El reino quedó consolidado en ma-
n o de Salomón. [' 1 Salomón emparen-
tonces n o se h a b í a edificado casa al n o m -
bre de Yahveh. 3 M a s Salomón a m a b a a
17
Dijo una de ellas:
—Perdón, mi señor; yo y esta mujer
cia que el rey había d a d o y concibieron
respetuoso temor al monarca, pues vieron
t ó con F a r a ó n , rey de Egipto, y habiendo Yahveh, siguiendo los preceptos de D a - habitábamos en una misma casa, y es- que poseía en su interior sabiduría divina
t o m a d o por esposa a la hija de Faraón, vid, su padre; no obstante lo cual, sacri- tando ella en casa di a luz. i 8 Al tercer p a r a administrar justicia.
la condujo a la ciudad de David, hasta ficaba y q u e m a b a incienso en las alturas.
que acabase él de construir su palacio, la 4
M a r c h ó , pues, el rey a G a b a ó n para
casa de Yahveh y la muralla en torno a ofrecer allí sacrificios, por ser el lugar
Jerusalén. * 2 Sin embargo, el pueblo sa- alto más i m p o r t a n t e ; y ofreció Salomón
Administración y felicidad del reino
crificaba en las alturas, pues hasta en- mil holocaustos sobre aquel altar. * 5 E n
' Reinaba e! rey Salomón sobre t o d o 1 áulicos: Azaryahu, hijo de Sadoq, era el
Israel. 2 Estos eran sus funcionarios | sumo sacerdote; 3 Elijóref y Ajiyyá, hijos
36 CONSTRUYETE: con tal orden lo desterraba a Jerusalén y confinaba en su casa.
O 1 CON FARAÓN: Psusenés II, de la 21 dinastía (984-950).
^* 4 MÁS IMPORTANTE: O el mayor, el bamd por excelencia. Localizase en Neby Samwíl y gozaba untes de ser creado el santuario nacional. Este santuario de Gabaón sería transformación de uno de
de singular preeminencia entre las alturas sagradas de las varias tribus donde se rendía culto legal lo.i conservados
7
de época cananea.
MUCHACHO PEQUEÑO: e. d., joven inexperto. Contaba Salomón menos de veinte años.
9
CORAZÓN DESPIERTO: e. d.t inteligencia sagaz, pues para los hebreos era el corazón asiento de
lila, || JUZGAS: O gobernar.
I REYES 5 1-1* 395
-394 I REYES 4 *-8*
Preparativos para la edificación del templo
de Sisa, eran secretarios; Josafat, hijo de Egipto, los cuales trajeron tributo y es- C '15 Jiram, rey de Tiro, envió a sus al mar, y yo las haré expedir en almadías
Ajilud, era el canciller; * 4 Benayahu, hijo tuvieron sujetos a Salomón t o d a su vida. •* servidores cerca de Salomón, c u a n d o por mar hasta el lugar que m e señales;
de Yehoyadá, m a n d a b a el ejército, y Sa- 22 2 L a provisión de boca de Salomón era, oyó que le habían ungido rey en sustitu- allí las haré descargar y tú las t o m a r á s ;
doq y Abiatar eran sacerdotes. 5 Azarya- cada día, treinta coros de flor de harina ción de su p a d r e ; pues Jiram había teni- tú, por tu parte, cumplirás mi deseo, su-
h u , hijo de N a t á n , era superintendente, y y sesenta coros de harina corriente;* do siempre amistad con D a v i d . 2 i 6 Y Sa- ministrando víveres a mi casa». 1024 Así,
23
Zabud, hijo del sacerdote N a t á n , el amigo 3 diez reses vacunas cebadas y veinte de lomón m a n d ó a decir a J i r a m : 3 i 7 « T ú pues, Jiram proveía a Salomón de made-
íntimo del rey; * Ajisar era m a y o r d o m o , y pasto, cien reses de ganado menor, sin sabes que David, mi padre, no p u d o edi- ras de cedro y de ciprés a su voluntad.
Adoniram, hijo de Abdá, el encargado de contar ciervos, gacelas, gansos y aves ce- ficar u n a casa al n o m b r e de Yahveh, su "25 Y Salomón suministraba a Jiram vein-
los tributos.* badas. * 24 4 E n realidad, él señoreaba en Dios, por causa de las guerras en que [sus te mil coros de trigo p a r a el alimento de
7
Tenía Salomón doce gobernadores so- t o d o el lado de acá del río, desde Tifsaj rnemigos] le envolvieron hasta que Yah- su casa y veinte coros de aceite de olivas
bre todo Israel, los cuales abastecían al hasta Gaza, y en todos los reyes de aquen- veh los puso bajo las plantas de sus pies. machacadas. Eso d a b a Salomón a J i r a m
monarca y su casa, estando encargado ca- de el río, y gozaba 25
de paz por todos lados •'IM IVro ahora Yahveh, mi Dios, me ha todos los años. l 2 26 Yahveh concedió a
da u n o del abastecimiento u n mes por en derredor. 5 J u d á e Israel habitaron concedido reposo por todos los lados; ;no Salomón sabiduría, c o m o le había p r o -
8
año. Sus nombres eran éstos: Ben-Jur, tranquilos, cada u n o bajo su p a r r a y su cxhlc enemigo n ¡ suceso adverso. 5 ig He metido, y hubo paz entre Jiram y Salo-
en la m o n t a ñ a de Efraím; 9 Ben-Déquer, higuera, desde D a n hasta Bersabee, mien- iiqul, pues, que he pensado construir un món, y ambos pactaron alianza.
en M a q á s , Saalbim, Bet-semes y Elón tras vivió Salomón. templo ni nombre de Yahveh, mi Dios, I3
27 El rey Salomón impuso u n a pres-
6 r o m o predijo Yahveh a David, mi padre,
hasta" B e t - J a n á n ; * l O B e n - J é s e d , en ¡ 6 Tenía Salomón caballerizas para tación personal a t o d o Israel, consistente
A r u b b o t , correspondiéndole Sokó y todo cuarenta mil caballos de tiro, y doce mil tlii iendo: <dil hijo luyo que pondré un tu en la leva de treinta mil hombres. 1428 El
el país de Jéfer; n Ben-Abinadab, t o d a N a - corceles. * 2 7 7 Los intendentes citados abas-
fat-Dor: Tafat, hija de Salomón, estaba tecían al rey Salomón y a cuantos te-
casada con é l ; * 1 2 Baaná, hijo de Ajilud, nían acceso a la mesa de dicho monarca, ! # T *°t¡ *fc* **
[tenía] T a n a k y Meguiddó, y t o d o Bet- cada u n o en su m e s ; n a d a dejaban que
Seán, que esta junto a Saretán, por bajo faltase. 2 8 s Asimismo hacían conducir la
de Yizreel, desde Bet-Seán hasta Abel- cebada y la paja para los caballos de
Mejolá y hasta allende Y o q m o a m ; l 3 Bcn- tiro y los corceles al lugar donde [el rey]
Guéber, en R a m o t de G a l a a d ; tenía [las se hallaba; cada u n o con arreglo a su
aldeas llamadas] Javvot de Yair, hijo éste turno.
de Manases, situadas en Galaad, y tam- 29
9 Otorgó D i o s también a Salomón sa-
bién la región de Argob, en el Basan: se- biduría y muchísima inteligencia y u n a
senta grandes ciudades m u r a d a s y con ce- mente vastísima, c o m o la arena que hay
rrojos de b r o n c e ; 1 4 Ajínadab, hijo de Id- a la orilla del mar. 3 0 i o L a sabiduría de
dá, en M a j a n á y i m ; l s Ajimaas, en Nefta- Salomón aventajaba a la de todos los
lí, el cual también había t o m a d o por es- orientales y a t o d a la de Egipto. 3 1 n E r a
posa a u n a hija de Salomón, B o s m a t ; tfiiMiii/u* i/e Siilmartüsin Omis/miliin trmtcos de árboles de Fenicia. (Jeremías, o.c, fig.216.)
más sabio que cualquier otro h o m b r e :
lfi Baaná, hijo de Jusay, en Aser y A l o t ; *
m á s que E t á n , el ezrajita; Ernán, Kalkol
17
Josafat, hijo de Paruaj, en Issacar; y D a r d á , hijos de Majol; y su fama se UiyHr milire lu trono, ése edificará la casa II los enviaba al L í b a n o , a diez mil p o r mes,
18 1Q
Simí, hijo de Elá, en Benjamín; G u é - divulgó por todas las naciones circunve- n mi nombre». "20 Ahora bien, ordena que alternativamente: u n mes estaban en el
ber, hijo de Urí, en el país de Galaad, la cinas. 32 i2 Pronunció tres mil proverbios nirlrii puní mi cedros del Líbano, y mis Líbano y dos meses en su casa. Y A d o -
tierra de Sijón, rey de los amorreos, y y fueron sus cánticos mil cinco. * 3 3 i3 T r a - «IrrvoN a c o m p a ñ a r á n a los tuyos, y yo te niram hallábase al frente de dicha presta-
Og, rey del Basan: era el único inten- tó también acerca de los árboles, desde el pitóme el salario de éstos de pleno acuer- ción. t529 Tenía, además, Salomón seten-
dente que había en el país. * cedro del Líbano hasta el hisopo que b r o - do i'on lo que indiques; pues tú sabes que ta mil hombres dedicados al transporte
20
J u d á e Israel eran numerosos, c o m o ta en la pared, y disertó sobre las bestias, no existen entre nosotros hombres que co- y ochenta mil canteros en la m o n t a ñ a ;
la arena que hay a la orilla del m a r en las aves, los reptiles y los peces. 3 4 u Y ve- im/cnn el corte de la m a d e r a c o m o los si- • s 30 sin contar los sobrestantes de Salo-
multitud; comían, bebían y estaban con- nían de todos los pueblos a oir la sabidu- donlos». m ó n que a n d a b a n al frente de los traba-
tentos. 21, Salomón imperaba en todos ría de Salomón, y ° de todos los reyes de '21 C u a n d o Jiram oyó las palabras de jos, en n ú m e r o de tres mil trescientos, los
los reinos desde el río [Eufrates] hasta * la tierra, que h a b í a n tenido noticia de su Salomón, se alegró m u c h o , y exclamó: cuales dirigían a la gente que trabajaba
la tierra de los filisteos y la frontera de sabiduría. «jllcndito sea hoy Yahveh, que h a dado en la obra. 1^31 El rey ordenó que se tra-
11 David un hijo sabio sobre ese numero- jesen piedras grandes, piedras costosas pa-
A 3
CANCILLER: o relator, es el consejero principal del monarca, quien le sugiere y recuerda No pueblo!» 822 Y m a n d ó Jiram decir a ra el cimiento del templo, piedras silla-
^ (mazkir) los negocios más notables que ha de despachar. Otros: cronista... S a l o m ó n : «He oído lo que me enviaste res, * 1 8 32y las labraban los canteros de
6
TRIBUTOS: o tributación personal. 11 decir. H a r é cuanto deseas en lo que Salomón y los de Jiram, así c o m o los
9
11
SAALBIM: prob. la actual Seíbit. || BET-SEMES: hoy 'Ain Sems. || ELON: hoy Jaló. toca a maderas de cedro y de cipreses. guibleos; y p r e p a r a b a n las maderas y las
16
NAFAT-DOR: e. d., región montuosa (otros, costa) de Dor, al sur del Carmelo. ">i Mis subditos las bajarán del Líbano piedras para la construcción del templo.
19
ALOT: incierto; otros Bealot, Maalot...
Por aquí se ve que la división del reino en doce partes sólo parcialmente correspondía a la
división en tribus, por ser éstas desiguales en número y riqueza. I? 1?31 COSTOSAS: o preciadas, o también pesadas, pues tal es la significación etimológica de ye-
22
2 COROS: era medida de áridos (equivalente a 10 efás) o de líquidos (=* lo batos,), y equivalía, ** qarot. II PARA EL CIMIENTO: para nivelar el monte Moriá fueron precisos grandes trabajos, sobre
como el jdmer, a unos 393 litros (según otros, 338, 369, 388....). todu en el ángulo sudoeste, donde hubo que levantar el terreno mediante bóvedas subterráneas.
23
3 DIEZ RESES VACUNAS: de estos datos coligen que la corte de Salomón constaba de unas
14.000 personas. || GANSOS: así c. Bodenheimer; para Fonck es probabilísimamente el csrvus ca-
preolus de Linneo (V bvhdlus).
26
6 CABALLERIZAS: O bien pesebres. || CUARENTA MIL: prps. 1. 4.000 c. 2 Cr 9,25 (cf. Kit). Muchos
interpretan «cuarenta mil (ó 4,000) pesebres (o establos)». II CABALLOS DE TIRO: lit. caballos para su
transporte o para sus carros de guerra (o artillería). || CORCELES : o caballos de silla. Otros prefieren
el sentido jinetes o tropas de caballería, cf. 1 Re 10,26.
' * — - u ~ ' - ~~~>on^ nrnverbio'. Vide introducción Proverbios.
18 3
I REYES 6 7 397
1 11
396 1 REYES 6 -
constituían ' el Santuario. >8 El revesti- de la casa. 2 S Y cubrió los querubines
miento de cedro, al interior de la casa, de oro.
2
presentaba entalladuras en forma de co- " Esculpió todas las paredes de la casa
Construcción del templo loquíntidas y guirnaldas de flores, todo alrededor ' con bajorrelieves de talla re-
de cedro; no aparecía nada la piedra.* presentando querubines, palmas y guir-
1 costado derecho de la casa, y mediante 19
Y sucedió que en el a ñ o cuatro- El Santísimo lo estableció en el fondo naldas de flores, por dentro y fuerano El
6 cientos ochenta de la salida de los una escalera de caracol subíase a las del de la casa, en el interior, para colocar ' pavimento de la casa lo recubrió de
israelitas del país de Egipto, el cuarto a ñ o piso central, y de éste a las del tercero.
9
allí el arca de la alianza de Yahveh. 2 0 El oro, así interior como exteriormente. 3> En
del reinado de Salomón sobre Israel, el Una vez que hubo construido y acaba- Santísimo tenía veinte codos de longitud, la puerta del Santísimo hizo colocar ba-
mes de Ziv, o sea el segundo mes, comen- do la casa, la recubrió con artesonados y veinte de anchura y veinte de alto, y lo tientes de madera de olivo silvestre; y
zó a edificar la casa para Yahveh. vigas de cedro. * >o Luego construyó la recubrió de o r o acendrado, pero el altar el saliente y> las jambas eran de cinco
2
La casa que construyó el rey Salomón edificación de [tres] pisos adosados a to- lil:jilo" de cedro. 2 ' Salomón recubrió esquinas. * -,2 Los dos batientes de la puer-
a Yahveh tenia sesenta codos de longitud, da la casa y de cinco codos de altura [en interiormente la casa de oro acendrado ta eran de madera de olivo silvestre, y
veinte de anchura y treinta codos de al- cada uno] y los trabó a la casa mediante V cerró con cadenas áureas la parte de- sobre ellos esculpió entalladuras de que-
tura. 3 El vestíbulo de delante del templo vigas de cedro.
11
lantera del Santísimo, que revistió de rubines, palmas y guirnaldas de flores,
de la casa tenía veinte codos de longitud, Y Yahveh dirigió la palabra a Salo- oro. * >2 Recubrió de oro toda la casa, v los recubrió de oro, que extendió sobre
a lo ancho de la casa, y diez de latitud a món, diciendo: 1 2 « [ P o r lo que hace a] es- toda ella íntegra; y asimismo cubrió de los querubines y las palmas.
lo largo * de ésta. 4 Hizo también a la ca- ta casa que tú estás edificando, si cami- u n í Indo el aliar del Santísimo. " I I i/o asimismo para la entrada del
sa ventanas cerradas con celosías. 5 Y nas según mis leyes, practicas mis dictá- 21
Mi/o también en el Santísimo los santuario jambas de madera de olivo sil-
construyó, adosada al m u r o de la casa, menes y guardas todos mis mandamien- querubines de madera de olivo silvestre, vestre citadrangulares* 34 y dos batientes
u n a edificación de tres pisos todo en de- tos, a n d a n d o por ellos, entonces te cum- cuva altura era de diez codos. 24 Un ala de madera de ciprés, cada uno de los
rredor de los m u r o s de aquélla: del san- pliré la palabra que hablé a David, tu del querubín medía cinco codos, y cinco cuales se componía de dos piezas girato-
también la otra, resultando diez codos rias. 3-s E hizo esculpir querubines, palmas
del eslíen») d>* un ala al éntrenlo de la v guirnaldas de flores, y los recubrió de
nliii nlil, " I I «efundo querubín inedia oro, ajustándolo exactamente a la talla.
también ille/ codo*, teniendo limbos qtic- •"'También construyó el patio interior,
rtihincH la misma medida c igual talla. con tres hileras de sillares y una hilera
W////MW '•'' La altura de uno de ellos era de diez de vigas de cedro. *
codos, y lo mismo el segundo. 27 Em- 37
El cuarto año, en el mes de Ziv, se
plazó los querubines en medio de la parte echaron los cimientos de la casa de Yah-
interior de la casa; sus alas estaban ex- veh, 3 8 y el año undécimo, el mes de Bul,
playadas, de suerte que el ala del uno o sea el mes octavo, se terminó la casa
locaba en la pared y el ala del otro que- en todos sus aspectos y con arreglo a los
rubín toeiibn a la otra pared; las otras proyectos fijados. Construyóla, pues, en
HIIII I ni AI Minie ln una n la otra, en medio siete años. *

El palacio real y sus anejos. El interior del templo


' También construyó Salomón su ca- sohre cuatro " filas de columnas de cedro,
El templo de Salomón según reconstrucción de Watzinger. («Denk. Palást.», fig.16.) 7 ía en trece años, tras los cuales quedó cubiertas de ramas c o r t a d a s , " también de
Inliilini'iite acabada. 2 Edificó [primero] la cedro. * 3 Y una techumbre de [tablones
< 'mu del bosque del Líbano—cuva lon- del cedro—cuarenta v cinco, a quince por
tuario y del Santísimo; hizo así habita- I padre, 13 y m o r a r é en medio de los israe- gitud era de cien codos, de cincuenta su hilera—descansaba en la parte superior
ciones laterales en todo su derredor. * litas y no a b a n d o n a r é a mi pueblo, Is- mu hura, y su altura de treinta—, basada sobre las vigas maestras, que se apovaban
6
Las habitaciones que formaban el piso b rael».
14
inferior eran de cinco codos de ancho, las U n a vez que Salomón h u b o cons- IH
(¡UIUNALDAS DE FLORES: otros, flores, capullos, rosetones, etc.
del intermedio de seis y las del tercero de truido y acabado la casa, 15 revistió sus 31
('ERRÓ CON CADENAS: insegura interpretación; otros: «hi¿o pasar un velo mediante cadenas
siete; pero dispuso en el m u r o exterior de paredes interiormente con maderas de ce- t\r uní»; V: «fiiando las planchas con clavos de oro».
11
la casa, y en torno de ella, unas disminu- d r o ; desde el suelo hasta las vigas' del l'x SALIENTE Y LAS JAMBAS: el ííyil ¿designan videtur prominentia latemlis parietis... iuxta
ciones para no necesitar empotrar [las vi- techo recubrió interiormente de madera, maiores portas ac postes» (Zorell). Eran de cinco esquinas o pentagonales.
gas] en los m u r o s del edificio. * 7 En la y cubrió el pavimento de aquélla con ta- •"' HILERAS: los turim eran, según Robert, filas de piedra tallada o madera que limitaban el atrio
drl templo.
construcción de éste empleáronse piedras blas de ciprés. l 6 También recubrió los 1 fi
MES DE BUL : o de la lluvia, corresponde a octubre-noviembre. Es nombre muy antiguo.
enteras, tal c o m o de la cantera las traían, veinte codos de la parte posterior de la
de suerte que al edificar la casa no se oía casa con planchas de cedro, desde el sue- y 2~4 CASA DEL BOSQUE DEL L.: se ha supuesto que sería una gran sala hipóstila dividida en
ruido de martillos, hacha ni instrumento lo hasta las vigas ", y lo destinó interior- ' cinco naves de cuatro filas de columnas e iluminadas por tres órdenes de ventanas (sequfim
V mejezot) dispuestas simétricamente a lo largo del lado mavor. Sobre ella alzaríase un plano con
alguno de hierro. 8 La entrada a las ha- mente para debir o Santísimo. 17 Y los tres series de habitaciones (tsela'otl correspondientes a las naves impares de la sala inferior, con
bitaciones del piso inferiorc hallábase al cuarenta codos delante del Santísimo" quince habitaciones por hilera; sobre las naves segunda y cuarta habría dos corredores. Sin em-
bargo, parece más verosímil la hipótesis reciente de N. Hareuveni («Bitzaron», IQS.S), que supone
5
C SANTUARIO: hebr. hekal, es la parte del templo comprendida entre el atrio y el sancta sancto- una sala de cuatro filas de columnas de cedro cubiertas de ramaje de cedro cortado del natural y
" rum (debir o aposento posterior, al que podemos denominar Santísimo). repetidas indefinidamente—de ahí el nombre del edificio—por tres series de grandes espejos fme-
8 jeznt) dispuestos uno frente a otros en dos muros opuestos. Tres corredores o amplias naves (se-
*~
6
El texto más conciso de G está hoy reconocido como mejor.
UNAS DISMINUCIONES: en el grosor o anchura del muro, para que sirvieran, a modo de zapatas, tiuítm) quedaban libres entre las cuatro hileras de columnas. Sobre cada dos de éstas descansaba a
de 9apoyo a las vigas. lo largo del edificio una viga maestra (tsela') que formaban tres hiladas, las cuales servían de apoyo
RECUBRIÓ: o techó en los espacios intermedios entre las vigas del techo (guebim) y las hileras ti 45 tablones o maderos de un metro de ancho que constituían la techumbre de la casa.
de vigas (realmente se ignora el valor exacto del término arquitectónico sederot) con maderas de
cedro.
398 I REYES 7 * " " 22
I REYES 7 -"T 399
sobre las columnas. * H a b í a tres hileras Jiram y lo hizo venir de T i r o . 14 Era hijo
de naves y u n espejo frente a o t r o tres de u n a viuda de la tribu de Neftalí, y su y alzó la columna de la^izquierda y la flores a m o d o de colgantes. 3 0 C a d a basa
veces. 5 Todas las puertas y espejos ° eran padre u n tirio; trabajaba en bronce y denominó «Bóaz». 2 2 C o m o remate de las tenía cuatro ruedas de bronce, con sus
de marco cuadrangular, correspondiéndo- estaba lleno de sabiduría, inteligencia y columnas había u n a especie de flor de ejes también de b r o n c e ; y en los cuatro
se u n espejo frente al otro tres veces. ciencia para realizar cualquier obra en lirio; quedó así r e m a t a d a la fabricación ángulos había unas ménsulas, sobre las
6
Hizo además el pórtico de las co- bronce. Llegó, pues, al rey Salomón e hí- de las columnas. que descansaba el aguamanil; eran de
23 fundición, y frente p o r frente de cada
lumnas, cuya longitud era de cincuenta zole toda la obra. Hizo luego u n m a r de metal fundido,
codos y su latitud de treinta; y enfrente 15 Asi fabricó las dos columnas de bron- de diez codos de b o r d e a b o r d e ; era per- una de ellas estaban las guirnaldas. 31 La
de ellas otro pórtico con columnas y ce, de dieciocho codos de altura cada fectamente r e d o n d o , de cinco codos de basa tenía en la parte superior interna
tejaroz delante. * ' Asimismo hizo el pór- u n a y doce de circunferencia en ambas. altura, y u n hilo de treinta codos ceñíale una abertura para sustentáculo' del agua-
tico del trono, donde él administraba Su espesor era de cuatro dedos> siendo alrededor.* 2 4 P o r debajo del borde or- manil, de un codo de altura; esa abertura
justicia, o Pórtico del juicio; y lo revistió interiormente vacías".* i6 Hizo también lábanle en t o r n o coloquíntidas, diez por era redonda, de la hechura de u n a basa
de cedro desde el suelo a las vigas". capiteles de bronce fundido para poner cada c o d o , d a n d o la vuelta a t o d o el de columna y de codo y medio de diá-
8
También la casa donde él habitaba sobre las cabezas de las c o l u m n a s ; cada mar. Las dos hileras de coloquíntidas m e t r o ; y también sobre la abertura citada
fué construida de igual m o d o , en el otro u n o de los dos capiteles tenía cinco codos hablan sido fundidas a la vez que el mar. había tallas, y los paneles eran cuadrados,
atrio, dentro del pórtico. E hizo una de altura. 17 Asimismo fabricó dos " redes
15
lisie descansaba sobre!'doce toros, de no redondos. * 3 2 Las cuatro ruedas esta-
casa al estilo de este pórtico para la a m o d o de trabajo de trenzado, trenzas
hija de F a r a ó n , que había t o m a d o por a manera de cadenas, p a r a cubrir * los 1t> 2o 3o
esposa. capiteles que coronaban las columnas, —r
9 Todas estas edificaciones eran de nie- siete para un canitel v sietp nnra el otro.

¿2 GL
ll íffni'ín dv .Nii/<»rw!pt ,ii*jfi'm I<VI)II.NJMI<VMII tft: u/itU:ínj.'iT. (Kscala en codos.)

lo» que Iros miraban a septentrión, tres b a n debajo de los paneles y los ejes de las
II oivldcnte, tres a mediodía y tres a ruedas fijados a la b a s a ; y la altura de
El templo de Salomón, seuún "teconstnicciún de Watzinger. (Escala en codos.) oilenlc; el mar asentábase sobre ellos, cada rueda era de codo y medio. 33 L a
i uvas partes traseras todas [volvíanse] ha- factura de las ruedas era como la de u n a
ría dcnlro. 2í> Tenía el mar el grueso de rueda de c a r r o ; y sus ejes, llantas, rayos
dras costosas, talladas a medida, aserradas 18
L a b r ó , además, dos series de granadas ' un palillo, y su borde semejaba al de y cubos, t o d o era fundido. 3 4 Sobre los
con sierras, p o r el lado interior y el exte- alrededor de u n a de las redes p a r a cubrir nuil copa, a m o d o de flor de lirio; cabían cuatro ángulos de cada basa había cua-
rior, desde el cimiento hasta las cornisas, el capitel que c o r o n a b a u n a de las co- en él j o s mil batos. * tro sustentáculos, formando un mismo
11
e igualmente en el exterior hasta el atrio lumnas K, y lo mismo hizo para el o t r o l u b r i c ó las diez basas de bronce, cuerpo fundido con la b a s a ; 3 5 y la parte
grande. 10 También los cimientos eran de capitel. l 9 Los capiteles que había encima emití una de cuatro codos de longitud, superior de ésta r e m a t a b a en una pieza
piedras costosas, grandes, de diez codos de las columnas del pórtico estaban he- cualro de anchura y tres de altura. 2 S La redonda de medio codo de altura, que
y de ocho. n La parte superior era asi- chos en forma de lirio y eran de cuatro factura de las basas era la siguiente: cons- la a b r a z a b a ; y en la parte superior de
mismo de piedras costosas, talladas a codos. 2 0 Los capiteles que c o r o n a b a n las littiianlas paneles insertos entre moldu- la basa, sus apoyos y paneles formaban
medida, y maderas de cedro. 1 2 El atrio dos columnas llevaban en lo alto, junto ras. * 2 g Sobre los paneles que había entre una misma pieza con ésta. 3 6 Sobre las
grande tenía t o d o alrededor tres órde- al m a y o r grosor que se d a b a al otro lado las molduras veíanse leones, reses vacu- planchas de los ejes y sobre los paneles
nes de piedras labradas y una hilera de de la red, doscientas granadas dispuestas nas y querubines, y lo mismo sobre las grabó querubines, leones y palmas, según
vigas de cedro; lo mismo que el inte- en hilera en torno a cada u n o de a m b o s molduras; y por encima" y por debajo el espacio libre de cada listón, y guirnal-
rior de la casa de Yahveh y que el pórtico capiteles. * 2 1 Erigió las columnas en el de leones y reses vacunas, guirnaldas de das alrededor. 3 7 D e este m o d o hizo las
de la casa. pórtico del s a n t u a r i o ; a la columna de
13 la derecha púsola por n o m b r e «Yakín»,
El rey Salomón envió en busca de 23
MAR DE METAL capaz de contener el agua necesaria para las abluciones y otros servicios
6 (cf. reciente estudio de Wybe, BA [1940] 86 ss., y vide frente a este pasaje el de 2 Cr 4,2-5). || D E
TEJAROZ: se ignora exactamente el sentido del vocablo hebreo correspondiente a tejaroz; IIORDE A BORDE: e. d., de diámetro. II CEÑÍALE ALREDEDOR: o rodeaba su contorno exterior, e. d., me-
¿arquitrabe, escalinata, dintel..-? Así el versículo resulta oscuro. día su circunferencia.
*5 COLUMNAS: figuraban en el vestíbulo del templo como ornato simbólico, expresado en sen- 26
BATOS : el bato contenía unos 40 litros.
dos nombres que llevaban: Yakin y Boaz, e. d., «[Yahveh] da estabilidad y fuerza». 28
PANELES: otros, recuadros, tableros, listeles. !| MOLDURAS: o marcos.
20
No tenemos la menor pretensión de haber logrado dar el sentido de este oscurísimo versículo, 31
UNA ABERTURA: O concavidad en la cual encajaba el aguamanil, fuente, barreño, lavatorio
de texto mal conservado, como otros de este capitulo. o pila. Todo el versículo es oscuro y de texto no bien conservado.
400 I REYES 7 88 88 I REYES 8 °"8* 401

verse los extremos de las varas desde el 10


Y acaeció que, c u a n d o los sacerdotes
diez b a s a s ; todas ellas tenían las mismas derecha y cinco a la izquierda, y las santuario, situado delante del Santísimo: salieron del santuario, la nube llenó la
fundición, medida y forma. flores, lámparas y despabiladeras de o r o ; pero sin poderse divisar desde fuera, y casa de Dios, n y los sacerdotes no podían
38
Hizo también los diez aguamaniles 50 las copas, los cuchillos, los aspersorios, allí han quedado hasta el día presente. mantenerse allí para prestar su servicio
de bronce, cada uno capaz de contener los incensarios y los ceniceros de o r o 9
En el arca no había sino las dos tablas por causa de la n u b e ; pues la gloria de
cuarenta boros, y ele cuatro codos de di- puro, y los goznes de oro para las hojas de piedra que Moisés depositara en ella Yahveh había llenado la casa del Señor.
mensión: cada pila descansaba sobre una de la casa interior, del Santísimo, y para en Horeb, c u a n d o pactó Yahveh alianza 12
Entonces exclamó S a l o m ó n :
da las diez basas. 3'> Colocó las basas, 'as puertas del edificio del santuario. con los hijos de Israel a su salida del pais
cinco al lado derecho de la casa y cinco de Egipto.
al costado izquierdo de la misma, y al
m a r púsolo al lado derecho de la casa, "«Dijo Yahveh que en la tiniebla h a b i t a r í a . *
al sudeste. i ' Te he construido, pues, casa donde residas,
40
J i r a m fabricó también los caldcrosK lugar de tu morada sempiterna».
badilas y aspersorios, y terminó de hacer 14
toda la obra que para el rey Salomón llevó Luego volvió el rey su rostro y ben- tu boca y cumplido con tu m a n o , c o m o
a cabo en el templo de Yahveh: "' las dijo a lóela la comunidad de Israel, mien- hoy día sucede. 2 5 Ahora, pues, Yahveh,
dos columnas, las dos esferas de los ca- tras toda la comunidad israelita perma- Dios de Israel, cumple a tu siervo David,
piteles que coronaban las columnas, las necía allí, lí Dijo, pues, él: «Bendito sea mí padre, lo que le prometiste al decir:
dos redes para cubrir los dos capiteles Yahveh. Dios de Israel, que hahló con ' N o te faltará varón ante mí, q u e se
esferoides que remataban las c o l u m n a s : su boca a David, mi padre, v con su mano diente sobre el trono de Israel, con la
42
las cuatrocientas granadas para las dos t u n p l i ó cuanto dijo: " ' ' D e s d e el din en sola condición de q u e tus hijos observen
qui' snque n mi pueblo Israel de I gipto el camino que deben, m a r c h a n d o ante
redes: dos filas de granadas para cada
no he escocido ninimnn cluilnd <lr entre mí como has a n d a d o tú'. 2 6 Así. pues,
r e d " : 43 las diez basas y las diez pilas toda* las iribú* de Israel pura que s<- ¡olí Ytihvchh, Dios de Israel!, confirma,
de encima de ellas: 4 4 el m a r y los doce • construvii una cusa donde esté mi nom- ñor favor, la palabra que proferiste a tu
toros de debajo de él: 4 5 los calderos, las bre, sino que elegí a David para que siervo David, mi p a d r e ; 2 7 aunque ¿será
badilas y los aspersorios. Y todos estos estuviese al frente de mi pueblo Israel' verdad que haya Dios de habitar sobre
objetos que Jiratn fabricó para el r e y , 17
A h r r a bien. David, mi padre, tuvo in- la tierra? H e aquí q u e los cielos y los
Salomón en la casa de Yahveh eran de tcncitn de edificar una casa al nombre de cielos de los cíelos no son capaces de
cobre pulimentado. 4 '' r.l rey hi/olos fun- Yahveh. Dios de Israel;' 8 mas Yahveh dijo contenerte: ¡cuánto menos esta casa q u e
dir en la reción del Jordán, en moldes a mi padre David: 'Por cuanto has tenido he construido! * 2 8 Mas vuelve tu rostro
de tierra arcillosa, entre Sukkot v Sartán. * Aguamanil transportable de Chipre. (Gress- pensamiento de construir una casa a mi a la plegaria y súplica de tu siervo, ¡oh
47
Salomón colocó todos los objetos, por mann, o.c, lám.23.) nombre, lias hecho bien en haberlo pro- Yahveh, mi Dios!, escuchando el grito
su muchísima cantidad, sin inquirir el yectado; ' ' ' m u s n'i no edillciirás la casa, suplicante y la plegaria que tu siervo
peso del cobre. sino t I lio tu hl¡o, salido de lus lomos, ha ante ti eleva h o y ; 2 ' y estando tus ojos
48
Salomón hizo, asimismo, todos los 5
' Así se remató toda la obra que hizo de construir la cdsii 11 mi nombre'. 2 " Y abiertos sobre esta casa noche y día,
otros objetos q u e había en la casa de el rey Salomón en la casa de Yahveh, Yahveh ha cumplido la palabra que pro- sobre este lugar, acerca del cual dijiste:
Y a h v e h : el altar de o r o , la mesa de o r o y Salomón llevó a ella las cosas q u e D a - firió; y me alcé yo en el puesto de mi 'Mi nombre estará allí'; y atendiendo a
sobre la que se habían de poner los panes vid, su padre, había consagrado, la plata, pudre V me senté en el trono de Israel, la súplica q u e tu siervo te formule en
de proposición, 4 9 los candeleras de oro oro y vasos, y depositólo en el tesoro del 11 uno Yahveh había predicho, y he edi- este sitio. 3 0 Escucha, pues, la súplica q u e
puro d e delante del Sumísimo, cinco a la | templo de Yahveh. lii udo la casa al n o m b r e de Yahveh, Dios tu sievo y tu pueblo Israel te hagan en
de Israel. 2 l Allí he dispuesto un lugar este recinto; atiéndela en el lugar de tu
puta el arca que contiene la alianza por morada, en el cielo; escucha y perdona.
Consagración del templo. Discurso y plegaria de Salomón Yaliveh p a c t a d a c o n n u e s t r o s p a d r e s 31 Si alguno pecare contra su prójimo y
cuando los sacó de tierra de Egipto». se le impone autoimprecación, naciéndole
22
1
Entonces congregó Salomón en de- Y Salomón colocóse ante el altar jurar, y viniere a prestarla ante tu altar
8 rredor suyo, en Jcrusalén. a los an-
traslado los sacerdotes y los levitas. 5 El
rey Salomón, a c o m p a ñ a d o de toda la
de Yahveh, en presencia de toda la co- en esta c a s a , 3 2 tú oirás en el cielo e inter-
munidad de Israel, y extendió sus palmas vendrás y harás justicia a tus siervos,
cianos de Israel, a todos los jefes de las comunidad de Israel, que junto a él había al cielo 2 3 y exclamó: «Yahveh, Dios de c o n d e n a n d o al culpable, de m o d o q u e
tribus y príncipes de las familias israelitas, acudido, iba delante del arca, sacrificando Israel, n o h a y Dios como tú, ni arriba hagas revertir su conducta sobre su ca-
para subir el arca de la alianza de Yahveh reses menores y mayores innumerables e en los cielos ni abajo sobre la tierra, beza, y justificando al inocente, retribu-
desde la ciudad de David, esto es, Sión. incontables por su multitud. 6 Los sacer- guardador de la alianza y la misericordia yéndole con arreglo a su justicia. 3 3 C u a n -
2
Y reuniéronse en torno al rey Salomón dotes condujeron el arca de la alianza con tus siervos, q u e caminan en tu pre- do tu pueblo Israel fuere batido del ene-
t o d o s los israelitas en el mes de Etanim, de Yahveh al lugar designado, al Santí- sencia de todo c o r a z ó n ; * 2 4 y que has migo p o r haber pecado contra ti y, vol-
esto es, el mes séptimo, para la festivi- simo de la casa, al Santo de los Santos, cumplido a tu siervo David, mi padre, viéndose a ti y confesando tu n o m b r e ,
dad. * 3 Llegados todos los ancianos de debajo de las alas de los querubines; lo q u e le prometieras, y has hablado con te supliquen y clamen en esta casa. 3 4 tú
7
Israel, los sacerdotes tomaron el arca. pues los querubines extendían las alas
4
y subieron el arca de Yahveh con la sobre el lugar del arca y cubrían ésta y
tienda de reunión y cuantos objetos sa- sus varales por encima. 8 A los varales 12-13 Constituyen estos versos, según afirma la versión de los LXX, un fragmento del libro del
grados había en la tienda. Efectuaron el habíaseles dado tal longitud que pudieran Canto, q u e parece el mismo Cántico de Yasar, mencionado en Jos 10,13 y 2 Sam 1,18. En dicha ver-
sión el texto es más c o m p l e t o : Yahveh puso el trono en los cielos, I y dijo querer morar en la oscuri-
dad- I edifica tú mi casa, una casa que me sirva de habitación, I para que allí yo habite para siempre.
46
REGIÓN DEL JORDÁN: sobre el Kikkar (cf. Gen n . i o , nota). || MOLDES DE TIERRA ARCILLOSA: 23 EXCLAMÓ: la plegaria de Salomón, al par q u e m o n u m e n t o de su piedad, es verdadera obra
tal es la versión más frecuente. Moore propone leer: los pasos de Adara; otros, vado de Adama, literaria, semejante a u n himno q u e remata en multiforme estribillo.
un topónimo. 27 L o s CIELOS DE LOS CIELOS: los cielos m á s altos, el empíreo.
2
Q MES DE ETANIM: otro antiquísimo nombre de mes, llamado después del cautiverio Tisrí;
O ^ r ^ n n n f l e en Darte a septiembre y en parte a octubre.
I REYES 8 aB
— 9 *2 403
a6 8
402 I REYES 8 " *
ante Yahveh resultaba demasiado peque- ante Yahveh, nuestro Dios, p o r espaeio
ño para contener el holocausto, la obla- de siete días '. 66 y Í a\ octavo día des-
escucharás en el cielo y perdonarás el que has elegido y la casa que h e edificado ción y las grasas d e los sacrificios p a - pidió al pueblo, quien bendijo en despe-
pecado d e t u pueblo Israel, y los resti- a t u n o m b r e , 4 9 escucha en el cielo, asiento cíficos. dida al rey y partió hacia sus viviendas,
65 alegre y con el corazón contento p o r
tuirás a la tierra q u e diste a sus padres. de t u m o r a d a , su plegaria y súplica, y les En aquella sazón Salomón, acompa-
35
C u a n d o se cierre el cielo y n o haya harás justicia, 5 0 y perdona a tu pueblo, ñ a d o de todo Israel, una comunidad enor- todos los beneficios q u e Yahveh h a b í a
lluvia porque hayan pecado contra ti, y que pecó contra ti, y todas las rebeldías me procedente desde la entrada de Jamat hecho a David, su siervo, y a su pueblo
te imploren en este lugar y alaben t u n o m - que contra ti cometió, y les otorgarás hasta el torrente de Egipto, celebró fiesta Israel.
bre, convirtiéndose de sus pecados p o r misericordia p o r parte de tus enemigos,
haberlos tú afligido, 36 escúchalos t ú en para q u e tengan de ellos piedad; si pues
el cielo y perdona el pecado de tus siervos son t u pueblo y t u heredad, q u e sacaste
y de t u pueblo Israel, mostrándoles el de Egipto, de en medio del h o r n o de Segunda visión de Salomón y varias disposiciones de éste
buen camino p o r donde h a n de marchar, fundición del h i e r r o . S 2 Estén, pues, abier-
1
y concediendo lluvia sobre la tierra q u e tos t u s ojos a la súplica de tu siervo y al C u a n d o Salomón acabó de cons- real, n y de haber suministrado Jiram,
diste a tu pueblo en herencia. 3 7 Si h u - grito de tu pueblo Israel, p a r a escucharlos 9 truir la casa de Yahveh, el palacio rey de Tiro, a Salomón madera de cedro,
biere h a m b r e en el país o peste, tizón, en t o d o cuanto ellos te invoquen; 5 3 por- real y cuanto deseaba realizar, 2 Yahveh de ciprés y o r o a t o d a su voluntad, Salo-
añublo, langosta o ncguilla, o su enemigo que tú t e los separaste c o m o heredad de se apareció a Salomón segunda vez, como món dio a Jiram veinte ciudades en el
le tuviere cercado en una " de sus ciudades; entre los pueblos todos de la tierra, con- se le apareciera en G a b a ó n . 3 Y díjolc pais de Galilea. 12 Y salió Jiram de Tiro
cualquier plaga, cualquier enfermedad; formé anunciaste p o r medio de Moisés, Yahveh: «Me escuchado la oración y la para ver las ciudades que Salomón había-
38 t o d a oración, toda súplica que formule tu siervo, c u a n d o sacaste a nuestros pa- súplica que me has dirigido: he santificado le d a d o , y como n o le agradaran, 13 dijo:
cualquier h o m b r e o tu pueblo Israel en- dres de Egipto, ¡oh Señor, Yahveh!» esta e n s a q u e has construido, asentando «¿Qué ciudades son estas q u e m e h a s
tero—pues cada u n o conoce la llaga de 54
A h o r a bien, c u a n d o Salomón h u b o yo nlli mi nombro por siempre, y mi1, dado, hermano?», y las denominó «Tierra
su corazón—y extienda sus palmas hacia acabado de dirigir a Yahveh t o d a esta oíos y mi corazón estarán allí lodos los de Kabul», hasta el día presente.* 1 4 J i -
esta casa, 39 tú la escucharás en el cielo, oración y súplica, levantóse de delante dliis. 4 I n cimillo a ll, si eliminas en mi ram había enviado al rey [Salomón] ciento
asiento de tu m o r a d a , y perdonarás e del altar de Yahveh, de estar de rodillas presencia como anduvo David, lu padre, veinte talentos de oro.
intervendrás, y darás a cada u n o según con sus palmas extendidas hacia el cielo, con coril/ón integro y reciamente, obran- 15
Esto es lo relativo a la leva q u e el
su conducta, ya que conoces su corazón; 5 5 y púsose en pie y bendijo a t o d a la do por completo conlorme le he ordenado rey Salomón dispuso p a r a construir la
5
pues tú solo conoces el corazón de todos comunidad de Israel en alta voz, diciendo: y guardas mis leyes y • dictámenes, con- casa de Yahveh y su propio palacio, el
los hijos de los h o m b r e s ; 4 0 para q u e te 5 6 «¡Bendito sea Yahveh, que h a concedi- solidaré el trono de tu reinado sobre Mil-ló y la muralla de Jerusalén, y Jasor,
t e m a n cuantos días vivan sobre la h a z do descanso a mi pueblo Israel, exacta- Israel para siempre, como prometí a tu Meguiddó y Guézer. * 16 F a r a ó n , rey de
padre David, diciendo: N o te faltará varón Egipto, había subido, apoderándose d e
de la tierra q u e diste a nuestros padres. mente c o m o había p r o m e t i d o ; n o m a r r ó
4 sobre el Irono de Israel. - 6 Mas" si, por
1 »Y también al extranjero que n o per- u n a sola palabra de t o d a la buena p r o - Guézer y pegándola fuego, y había m a -
el contrario, os volvicreis vosotros y vues-
tenece a t u pueblo Israel y vino de país mesa q u e anunció p o r medio de Moisés, tros hijos, n o Nignicndomi: ni guardando tado a los cananeos que h a b i t a b a n la
lejano en razón de t u n o m b r e 4 2 —pues su siervo! 5 7 Sea Yahveh, nuestro D i o s , lo» mundillo* y" leve» que os he pronnil- ciudad. Luego habíala d a d o en17 dote a
se oirá hablar de t u gran n o m b r e , tu con nosotros, c o m o estuvo con nuestros üiiilo, v Inoréis H servir n dioses extraños su hija, la esposa de Salomón. * Ahora
poderosa m a n o y t u brazo extendido—, padres; n o n o s deje n i n o s abandone, y los miniareis, ' e x t i r p a r é a Israel de bien, Salomón reconstruyó Guézer, Bet-
c u a n d o venga y o r e en esta casa, 4 3 t ú le 58 m a s incline nuestro corazón hacia sí sobre In lia/ de la tierra q u e les he dado Jorón de A b a j o , * i» liaalal y T a mar',
19
oirás en el cielo, asiento de t u m o r a d a , y para que andemos p o r todos sus caminos y iiri'n/di'r''' de junto a mí la casa q u e he en la región desértica del país, y todas
obrarás de conformidad con cuanto cla- y observemos los m a n d a t o s , leyes y dic- i nnsiiKiiido u mi nombre, y vendrá a ser las ciudades-almacenes que Salomón p o -
me a ti el extranjero, a fin de q u e todos támenes que prescribió a nuestros padres. Isini'l proverbio y ludibrio en todos los seía, las ciudades de los carros y las
los pueblos de la tierra conozcan tu nom- 59 Estas mis palabras que h e pronunciado iMit'blos. H Y esta casa quedará asolada6; ciudades de la caballería, y cuanto Salo-
bre, te reverencien c o m o t u pueblo Israel suplicante ante Yahveh estén presentes inilo el que pase p o r ella se pasmará y món gustó de edificar en Jerusalén, e n
y sepan que tu n o m b r e es invocado en al Señor, D i o s nuestro, de día y de noche, -.llluii'ii a s o m b r a d o , p r e g u n t a n d o : ¿Por el Líbano y en t o d o el territorio de su
esta casa q u e h e construido. para q u e sostenga la causa de su siervo . |iul lia hecho Yahveh así a este país y a m a n d o . *
20
44
»Si saliere t u pueblo a guerrear con- y la de su pueblo Israel como convenga • .lu casa? 9 Y contestarán: P o r q u e aban- En cuanto a la totalidad de la gen-
tra sus enemigos * por el camino q u e les en cada caso; 60 a fin de que sepan t o d o s donaron a Yahveh, su Dios, q u e había te q u e había quedado de los amorreos,
mandes e imploraren a Yahveh vueltos los pueblos de la tierra q u e Yahveh es -metido a sus padres de tierra de Egipto, los hittitas, los perezeos, los jivveos y los
hacia la ciudad q u e tú h a s elegido y la Dios, y n o h a y más. 61 Sea, pues, vues- y se adhirieron a dioses ajenos y los ado- yebuseos, q u e n o formaban parte de los
casa q u e he construido a tu nombre, tro corazón sumiso a la voluntad d e raron y sirvieron; p o r eso atrajo Yahveh hijos de Israel; 2 i a sus descendientes q u e
45 sobre ellos toda esta desventura».
escucharás en el cielo su oración y Yahveh, nuestro Dios, caminando c o n habían quedado después de ellos en el
su súplica y les harás justicia. 4 6 Si h u - arreglo a sus preceptos y g u a r d a n d o sus país, n o habían podido los israelitas ex-
10
bieren pecado contra ti, pues n o hay mandamientos, c o m o al presente». Y acaeció que al cabo de veinte años terminarlos, y Salomón los sometió a pres-
62
h o m b r e que n o peque, e, irritado con Entonces el rey e Israel entero c o n de haber construido Salomón las dos ca- tación personal hasta el día presente.
ellos, los entregares al enemigo, y los él sacrificaron víctimas ante Yahveh. 63 Y« sas: el templo de Yahveh y el palacio 2 2 M a s a los israelitas Salomón n o les e m -
condujeren cautivos sus apresadores a Salomón inmoló, en concepto de sacri-
país adversario, lejano o p r ó x i m o ; 4 7 y, ficios pacíficos que hizo a Yahveh, veinti- 13
e n t r a n d o dentro de sí, en la tierra adonde dós mil reses vacunas y ciento veinte mil Q 15
TIERRA DE
KABUL: ¿tierra de como nada}, en sentido despectivo.
hubieren sido llevados cautivos, clama- de ganado menor. D e esta forma inaugu- ** 16
EL MIL.LO
: cf. 2 Sam 5,9, nota.
ren a ti en el país de su cautiverio", raron la casa de Yahveh el rey Salomón y 17
FARAÓN: e.
d., Siamón (1000-986).
GUÉZER: fue esto antes dei año cuarto de su reinado (cf. Grdseloff, RHJE, I, 91-93, y vide
diciendo: ¡Hemos pecado y o b r a d o per- todos los israelitas. 6 4 E n aquel día con- RB [1947] 276).
4S
versa e impíamente!; y se convirtieren sagró el rey la parte central del atrio q u e 19
CIUDADES-ALMACENES: O de las provisiones. I! CIUDAD DE LOS CARROS: o ciudades-cocheras. II
a ti con todo su corazón y toda su alma, | está delante de la casa de Yahveh, pues CIUDADES DE LA CABALLERÍA : de las grandes caballerizas, etc. Sus establos en Megguiddó eran ca-
en el país d e los enemigos q u e los cauti- ofreció alli el holocausto, la oblación y paces para más de 450 caballos; vide sobre esto y el floreciente período de Palestina por entonces,
varon, y suplicaren a ti vueltos hacia su las grosuras de los sacrificios pacíficos, Albright¿ Archaeology of Palestina (1949) p.is3 ss.
tierra, que t ú diste a sus padres, la ciudad p o r c u a n t o el altar de bronce que h a b í a
404 I REYES 9 2 S 10" I REYES 10 18
—1116 405

pleó c o m o siervos, sino que eran los gue- holocaustos y víctimas pacificas sobre el de o r o batido, gastando en cada uno de dos los reyes de la tierra en riqueza y sa-
rreros, los dignatarios de él, sus genera- aliar que había edificado a Yahveh y que- ellos treinta minas de oro. Y el rey los biduría. 2 4 T o d o el m u n d o trataba de ver
les, sus oficiales y los comandantes de sus maba incienso en el que está ante el Se- colocó en la Casa del bosque del Líbano. * a Salomón, para oir la sabiduría que
carros y caballería. 2 3 Los jefes de los in- ñor. Y acabó el templo. 26 Construyó asi- i 8 Hizo también el monarca un gran Dios había puesto en su corazón. 2 5 Y ca-
tendentes que estaban al frente de las mismo el rey Salomón una flota en Esyon- trono de marfil, que recubrió de oro finí- da uno le traía todos los años su presente,
obras de Salomón eran quinientos cin- guéber, situada junto a Elat, en la costa imo. 19 Tenía el trono seis gradas y e la objetos de plata y oro, vestidos, armas,
cuenta, los cuales inspeccionaban a la del mar Rojo, en el país de Edom. 2 7 Y Ji- parte superior redondeada ' por el res- aromas, caballos y mulos.
gente que trabajaba en la obra. ram envió en la flota a sus subditos, nave- paldo, y brazos a un lado y otro del lugar 2I
' Reunió Salomón carros y caballería,
21 Apenas subió la hija de Faraón de gantes, conocedores del mar, en c o m p a - del asiento, con dos leones de pie junto y poseyó mil cuatrocientos carros y doce
la ciudad de David a la casa que Salomón ñía de los servidores de Salomón. 2 S Y lle- a los brazos. 2» Sobre las seis gradas ha- mil jinetes, que colocó en las ciudades de
habían construido para ella, c u a n d o Sa- garon a Ofir, de donde tomaron o r o en bía colocados a uno y otro lado doce leo- los carros y en Jerusalén, junto al rey.*
lomón edificó el Mil-ló. cantidad de cuatrocientos veinte talentos, nes. N o se había hecho n a d a semejante en 27
El monarca logró que la plata fuera en
25 que llevaron al rey Salomón. *
Salomón ofrecía tres veces al a ñ o ningún otro reino. .lerusalén por su abundancia c o m o las
2
i T o d o s los vasos en que bebía el rey piedras, y los cedros c o m o los sicómoros
Salomón eran de oro purísimo, y toda la que crecen en la Plana. * 2 S Los caballos
Visita de la reina de Sabá y riquezas de Salomón vajilla de la Casa del bosque del Líbano que Salomón poseía importábalos de
era de oro finísimo. N o había plata, pues Egipto ', tle Koa '; mercaderes del rey los
| A ' Noticiosa la reina de Sabá de la fa- tuido rey para que ejercites derecho y no se estimaba en tiempo del rey Salomón. adquirían en Koa g a precio concertado.
22 2
* " ma de Salomón » en el nombre de justicia». Porque el monarca tenía en el mar la " Una cuadriga subíase y se exportaba
Yahveh *, vino para ponerle a prueba con
10
Luego regaló al monarca ciento vein- flota de Tarsis con la flota de Jiram; una desde Egipto por seiscientos siclos de
enigmas. * 2 Entró, pues, en Jerusalén con te talentos de oro, aromas en grandísima ve/ cada Ircs años llegaba la llalli de C u - plata, y un caballo por ciento cincuenta.
muy importante séquito de camellos car- cantidad y piedras preciosas. N u n c a más sis cargada de oro, plata, marfil, monos y Y en las mismas condiciones los importa-
gados de aromas y oro en grandísima llegó tal abundancia de aromas c o m o la pavos reales. * ba:!, por su medio, para los reyes de los
21
cantidad y piedras preciosas, y, llegada que la reina de Sabá regaló al rey Salo- Excedió, pues, el rey Salomón a lo- hitlilas y los monarcas de Siria.
a Salomón, le expresó cuanto tenía pro- món.
pósito de decirle. 3 Salomón le declaró ti Por otra parte, también la flota de
todas sus consultas, sin que ni una sola Jíram, que traía o r o de Ofir, trajo allí Triste fin del reino de Salomón
cosa se le ocultase al monarca y no fuera muchísima cantidad de ricas maderas y
capaz de darle de ella solución. piedras preciosas.* ' 2 El rey fabricó con 11 ' E l rey Salomón a m ó , además de nes q u e m a b a n incienso e inmolaban víc-
4 esas ricas maderas balaustradas para la
C u a n d o la reina de Sabá vio toda la * *• la hija de Faraón, a muchas muje- timas a sus dioses.
sabiduría de Salomón, la casa que ha- casa de Yahveh y el palacio real y cítaras res extranjeras, moabitas, ammonitas, idu- 9
Así, pues, Yahveh irritóse con Salo-
bía construido, 5 los manjares de su me- y arpas para los cantores. N o se ha traído mcas, sidonias c hittitas, 2 de las naciones món, porque había desviado su corazón
sa, la jerárquica colocación de sus digna- ni visto tal m a d e r a preciosa hasta el día ile que habla dicho Yahveh a los hijos de
presente.* de Yahveh, Dios de Israel, que se le ha-
tarios en sus sitiales, las funciones de sus IHIIICI: « N O ni lli'Kiirl* 11 ellas ni ellas se bía aparecido dos veces, , 0 y le había or-
ministros, sus vestidos ", sus provisiones 13 El rey S a l o m ó n dio a la reina de Sabá lli'UiiiMl H v o i o t l o i ; VHiii'iinu-nle Inclina- denado acerca de esta materia no seguir
de bebidas y los holocaustos que ofrecía cuanto ella deseara y pidiera a él, fuera rán viirilro i'oru/i'iii tras de sus dioses».
en la casa de Yahveh, quedóse c o m o sin a dioses ajenos; mas él no observó lo que
de lo que la regaló con la munificencia A ella» se apegó Salomón con amor. ' Tu-
aliento,* 6 y dijo al rey: «Verdad era lo Yahveh le había m a n d a d o . " Y dijo Yah-
que correspondía al rey Salomón. Ella se vo como esposas, con categoría de reinas,
que yo había oído en mí país 7 sobre tus volvió después y m a r c h ó a su país acom- veh a S a l o m ó n : «Por cuanto se ha d a d o
Nctix'iriitiis. y como concubinas trescien- en ti tal maldad y no has guardado mi
cosas y sabiduría; [7] pero no daba cré- pañada de sus servidores.
dito a lo que contaban hasta que he 'Ht; v sus mujeres pervirtieron su cora- alianza y los preceptos que te había orde-
n Ahora bien, el peso del o r o que cada zón. •' l'ues sucedió que, a la vejez de Sa- nado, arrancaré inexorablemente tu rei-
venido y mis propios ojos lo han visto; año llegaba al rey Salomón era de seis-
m a s he aquí que no se me había referido lomón, sus mujeres inclinaron a dioses no de sobre ti y lo daré a un siervo tuyo.
cientos sesenta t a l e n t o s de oro, ,s sin con- n|enns el corazón real, el cual no fue 12
ni la m i t a d : son mayores tu sabiduría y Sin embargo, no lo haré en tus días, en
tar el procedente de los comerciantes y mimNn a la voluntad de Yahveh, su Dios,
excelencias de lo que yo había oído. 8 Fe- del tráfico de los mercaderes, de t o d o s atención a tu padre David; de m a n o de
lices tus gentes c , felices estos tus servido- c o m o el corazón de su padre, David. tu hijo lo arrancaré. 13 Sólo que no le qui-
los reyes de Arabia " y de los g o b e r n a d o - ' Salomón rindió, pues, culto a Astarté,
res, que están siempre ante ti y escuchan res del país. * taré todo el reino, sino que daré una tri-
tu sabiduría. 9 Sea bendito Yahveh, tu diosa de los sídonios, y a Milkom, abo- bu a tu hijo en atención a David, mi
D i o s , que se ha complacido en ti, ponién- ' 6 Así, pues, el rey Salomón fabricó minación de los ammonitas. 6 Hizo así siervo, y a Jerusalén, a la que escogí».
dote sobre el trono de Israel, a causa de doscientos paveses de oro batido, en cada Salomón lo que desplacía a Yahveh, y 1 4 Yahveh suscitó a Salomón un ene-
su a m o r eterno a Israel, y te ha consti- | uno de los c u a l e s empleaba seiscientos no siguió plenamente al Señor, como Da- migo, H a d a d , el ¡dumeo, del linaje real
siclos de o r o , * ' 7 y trescientos escudos vid, su padre. 7 Entonces edificó Salomón, que imperó en E d o m ; 15 porque c u a n d o
en la m o n t a ñ a que está enfrente de Jeru- David derrotó * a los idumeos, al subir
28 salén, un bamá a Kemós, abominación J o a b , general del ejército, a enterrar a los
OFIR: esta famosa región aurífera se ha supuesto situada en la costa oriental de África, en de M o a b , y a Molok, abominación de muertos, exterminó en Edom a todos los
India y aun en España. Créese más probable estuviera en Arabia sudoccidental. los hijos de A m m ó n . * 8 Y lo mismo hizo varones; l 6 (pues J o a b permaneció allí
•f A ! LA REINA DE SABÁ: O de los sábeos, que moraban al SO. det Arabia. Jesu-Cristo elogia p a r a todas sus mujeres extranjeras, quie- seis meses con todo Israel hasta que ani-
* " la diligencia con que la anónima reina corre a experimentar la sabiduría de Salomón, en
contraste con la negligencia iudía, menospreciadora de la palabra del Hiio de Dios (.Mt 22,42). 17
22
MINAS: la mina valla 50 siclos. || Los COLOCÓ: como símbolo de fuerza y riqueza.
5 LA FLOTA DE TARSÍS: e. d., las naves de gran tonelaje y aptas para las largas travesías, hasta
11
SIN ALIENTO: fuera de sí, desmayada de asombro, pasmada de admiración.
y 12 RICAS MADERAS: lit. maderas de almugguim, voz de sentido dudoso: ¿sándalo, coral... la lejana Tarsis, probablemente la Tartessos de la costa sur española.
26
(V pino) ?; cf. 2 Cr 2,8. II Lo mismo ocurre con el término técnico BALAUSTRADAS, cf. 2 Cr 0,11, 27
CARROS .. JINETES: cf. 4,26 y su nota.
15 LA PLANA: sobre la Sefeld cf. Dt 1,7, nota.
D E LOS COMERCIANTES. ..: H es aquí poco seguro y las versiones antiguas varían. Véase Kit:
«de 1<¡
las contribuciones de las ciudades y del lucro de los mercaderes ..»
s^, PAVESES: sinná es el escudo oblongo, maguen (v.17) el escudo redondo. 11 7
BAMÁ: lugar alto o santuario en la altura; cf. Lev 26,30.
17
406 I REYES 1 1 -* a
I REYES 12 !-» 407
quilo a t o d o s los varones i d u m e o s ) ; 1 7 pero Silo; éste iba embozado con u n m a n t o
H a d a d h u y ó juntamente con algunos idu- nuevo, y los dos hallábanse solos en el
meos de los servidores de su padre, para campo. 30 Ajiyyá cogió el m a n t o nuevo
ir a Egipto. H a d a d era entonces un mu- que llevaba sobre sí y lo rasgó en doce Rebelión de las diez tribus
chacho p e q u e ñ o . * I 8 H a b í a n partido de pedazos, * 31 y dijo a Jeroboam: «Cógete
M a d i á n y llegaron a Paran, de donde to- diez trozos, pues así ha dicho Yahveh, * i\ 1 R o b o a m m a r c h ó a Sikem, pues pueblo, que m e ha h a b l a d o así: Alivia
m a r o n consigo algunos h o m b r e s ; luego Dios de Israel: H e aquí que rasgaré el *• & a Sikem había llegado t o d o Israel el yugo que tu p a d r e impuso sobre nos-
llegaron a Egipto, cerca del F a r a ó n , rey reino de m a n o s de Salomón y te daré diez para proclamarle rey. 2 M a s Jeroboam, otros?
del país, el cual le dio casa, le asignó ví- tribus. 32 La otra tribu será para él, en hijo de Nebat, que estaba todavía en ' o Y los jóvenes que se habían criado
veres y le adjudicó tierras. 1 9 H a d a d cayó gracia a mi siervo David y a Jerusalén, la Egipto, adonde había huido p o r causa con él le respondieron diciendo:
muy en gracia a los ojos de Faraón, quien ciudad que yo escogí de entre todas las del rey Salomón, c u a n d o lo supo, se vol- — Así debes replicar a ese pueblo que
le concedió por esposa a la h e r m a n a de su tribus de Israel. 33 Por cuanto m e ' ha vió de Egipto •. 3 Pues le enviaron a lla- te ha hablado en estos términos: T u p a -
mujer, o sea h e r m a n a de la reina Tajpe- a b a n d o n a d o y se ha prosternado ante As- mar, y J e r o b o a m y t o d a la comunidad dre agravó su yugo, mas tú alivíalo so-
nés. * 2 0 La h e r m a n a de Tajpenés le parió tarté, diosa de los sidonios; ante K e m ó s , de Israel llegaron y h a b l a r o n a R o b o a m , bre nosotros; asi les dirás: M i meñique
un hijo, G u e n u b a t , a quien Tajpenés crió dios de M o a b , y ante Milkom, dios de los diciendo: es más grueso que los lomos de mi pa-
4
dentro de la casa de F a r a ó n ; y Guenubat ammonitas, y no ha a n d a d o ' p o r mis — Tu padre nos impuso duro yugo, dre. 11 Ahora, pues, mi padre cargó so-
permaneció en la casa de F a r a ó n entre caminos, poniendo por o b r a lo recto a mus ti'i ahora alivia la dura servidumbre bre vosotros un yugo pesado y yo añadi-
los hijos de éste. 2 ' C u a n d o H a d a d se en- mis ojos, mis leyes y mis dictámenes, co- ile lu padre y el pesado yugo que impuso ré todavía a vuestro y u g o ; mi padre os
teró en Egipto de que David había dor- m o David, su padre. 3 4 Sin embargo, no sobre nosotros, y te serviremos. castigó con azotes, y yo os castigaré con
5 escorpiones.
m i d o el sueño de la muerte con sus padres quitaré de sus m a n o s t o d o el reino, pues Pero él les replicó:
12
y que había muerto J o a b , general del lo mantendré principe todos los días de su - I d o s por tres días y luego volved Al tercer día llegaron J e r o b o a m y
ejército, dijo a F a r a ó n : vida, en consideración a David, mi siervo, a mi. todo el pueblo d o n d e R o b o a m , como el
—Déjame con libertad para ir a mi tierra. a quien escogí, el cual guardó mis m a n d a - Y el pueblo se marchó. rey había indicado al decir: «Volved a mí
22
Contestóle F a r a ó n : tos y mis leyes. 35 Pero tomaré el reino de • Itl rey Kohonm «c ni'oiist*|iS con los al cabo de tres d í a s » , 1 3 y el m o n a r c a con-
—¿Qué echas de menos conmigo para m a n o de su hijo y lo daré a ti: las diez iiiH'Inntm que luilihin cutmlo ni Hervido <lr testó al pueblo duramente, dando de la-
que trates de marchar a tu tierra? tribus; 36 y a su hijo entregaré u n a tribu, Salomón, HII pudro, cumulo vlvlu, di- do el consejo que los ancianos le brinda-
— N a d a — r e s p o n d i ó — , pero te suplico a fin de que David, mi siervo, tenga siem- ciendo: ran. I 4 Hablóles, pues, con arreglo al con-
me dejes partir. pre una lámpara ante mí en Jerusalén, la ¿Qué me aconsejáis responder a este sejo de los jóvenes, diciendo: «Mi padre
23 os impuso u n pesado yugo, y yo le aña-
También le suscitó Dios [a Salomón ciudad que yo me escogí p a r a poner allí pueblo?
7 diré peso; mi padre os castigó con azotes,
otro] enemigo: Rezón, hijo de Elyadá, mi nombre. * 37 A ti te cogeré y reinarás en Y le contestaron así:
quien había huido de Hadadézer, rey de cuanto tu alma desee y serás rey sobre - Si hoy te sometes a este pueblo y ce- y yo os castigaré con escorpiones». 1 5 N o
Soba, su a m o . 2 4 Y r e u n i ó " gente en su Israel. 3 8 Y si obedeces t o d o lo que yo te des unlc ellos, les das oídos y les hablas escuchó, pues, el rey al pueblo; porque
derredor e hízose jefe de una partida cuan- ordene, marchas por m i s caminos y obras liiirmiH palabras, serán tus siervos siem- así lo había dispuesto Yahveh, a fin de
do David destrozó a los árameosc; y lo recto a mis ojos, g u a r d a n d o mis leyes |llt\ cumplir la palabra que el Señor p r o n u n -
" conquistó a D a m a s c o , se estableció en y mandamientos, c o m o hijo de David, m i " Mu» íl nlinmloiió H ioiiNe|o une los ciara por medio de Ajiyyá el silonita a
25 Joiolioam, lujo de Nebat.
ella y reinó " allí. Fue enemigo de Israel siervo, seré contigo y te edificaré u n a casa 1111 huid» \c clin 1111 y timiiilli') u Ion jó-
t o d o el tiempo de Salomón. Y éste e es el firme, cual se la construí a David, y te vi'iieii I|IIP se hnlilan i-rlmlo con el y csln- "' Viendo todo Israel que el rey n o les
mal que hizo ' H a d a d , y se irritó * contra daré a Israel. 39 H u m i l l a r é a la descen- IIIIII 11 su Ncrvlclo, * y ilíjoles: liabia escuchado, el pueblo replicó al m o -
Israel y reinó sobre Edom h . * dencia de David a c a u s a de esto, mas n o ¿<'iui aconsejáis respondamos a este narca, diciendo:
26
También Jeroboam— hijo de Nebat, siempre».
efrateo, de Seredá, cuya madre, llamada 40 Salomón t r a t ó d e d a r muerte a Jero- «¿Qué parte tenemos nosotros con David
Seruá, era una viuda—, siervo de Salo- boam, pero J e r o b o a m fue y huyó a Egip- ni qué suerte de heredad con el hijo de Jesé?
m ó n , se sublevó contra el rey. 2 7 H e aqui to, j u n t o a Sisaq, rey d e l país, y en Egipto lA tus tiendas, Israel! | ¡Ahora mira p o r tu casa, David!»
la razón por que se rebeló contra el m o - permaneció hasta la m u e r t e de Salomón. *
I! Imritrl marchóse a sus tiendas. Tsrael, a fin de devolver el reino a R o -
n a r c a : Salomón construyó el MiMó relle- 41 El resto de las cosas de Salomón
y todo lo que hizo y su sabiduría está
I ' fin cuanto a los hijos de Israel m o - b o a m , hijo de Salomón. 2 2 Pero Yahveh "
n a n d o la brecha de la ciudad de su padre radores en las ciudades de Judá, R o b o a m dirigió la palabra a Semayá, h o m b r e de
David. 2 ' Jeroboam era h o m b r e esfor- consignado en el l i b r o de los hechos de
reinó sobre ellos. 1 8 Entonces el rey R o -
Salomón. 4 2 El tiempo q u e reinó Salomón Dios, diciendo: 2 3 «Di a R o b o a m , hijo de
z a d o ; y Salomón, viendo que el muchacho boam envió a A d o r a m , que estaba en-
en Jerusalén, sobre, t o d o Israel, fue de Salomón, rey de J u d á ; a t o d a la casa
era laborioso, le puso al frente de t o d o el cargado de los tributos; pero Israel en-
cuarenta años. 4 3 D e s p u é s Salomón dur- de Judá y Benjamín y al resto del pueblo
servicio de prestación personal de la casa tero lo apedreó, y m u r i ó ; y el propio m o - lo siguiente: 2 4 Así h a dicho Y a h v e h : N o
de José. 2 9 Por aquel tiempo acaeció que, mióse con sus padres, y fue sepultado en
narca R o b o a m h u b o de apresurarse a
la ciudad de David, s u p a d r e ; y R o b o a m , subiréis ni pelearéis contra vuestros her-
habiendo salido de Jerusalén Jeroboam, montar en su carro para huir a Jerusa-
hijo suyo, reinó en su lugar. manos, los hijos de Israel. Vuélvase cada
le topó en el camino el profeta Ajiyyá de lén. I 9 Así se separó Israel de la casa de u n o a su casa, pues p o r voluntad mía h a
David hasta el día presente. ocurrido eso». Y ellos atendieron a la pa-
"1 9 HADAD: e. d., Hadad II (Grdseloff). 2
" Sucedió, por otra parte, que c u a n d o labra de Yahveh, y se volvieron y fueron,
FARAÓN: e. d., el citado Siamón. !l TAJPENÉS: Grdseloff interpreta «la hermana de su gran Israel entero tuvo noticia de que Jero- conforme a la indicación del Señor.
esposa reab, que esto significaría dicho vocablo egipcio. 25
25
Verso oscuro; H está corrupto y desde el versículo 22 parece ofrecer transposiciones. b o a m había regresado, enviaron a llamar- J e r o b o a m fortificó a Sikem, en la
30
DOCE: Ginsberg cree ha de leerse once, porque, en la monarquía dual de David y Salomón, le a la asamblea y le proclamaron rey so- m o n t a ñ a de Efraím, y residió en ella.
Israel incluía a Benjamín y totaliza diez tribus completas: mientras Judá sólo una. Simeón, cliente bre todo Israel. N o siguió, pues, a la ca- Luego salió de allí y construyó Penuel.
de Judá (Jos 19,1-9), y Leví, cliente de todas, no cuentan. Los sucesores de Salomón se anexionaron sa de David más que la tribu de Judá. 26
Y dijo J e r o b o a m en su corazón: «Aho-
a Judá la mayor parte de Benjamín. 2
36
UNA LÁMPARA: una posteridad que luzca a manera de encendida lámpara. ' R o b o a m , llegado a Jerusalén, con- ra podría volver el reino a la casa de D a -
40
SISAQ: e. d., Sheshonq o Shoshenq I (950-929), que inició su reinado el 24 de Salomón. J| gregó a t o d a la casa de J u d á y a la tribu vid. -1 Si este pueblo sube a celebrar sa-
MUERTE DE SALOMÓN: el 023-2 según resiente estudias de Albright. de Benjamín, ciento ochenta mil h o m - crificios en la casa de Yahveh, en Jerusa-
bres escogidos, aptos p a r a el combate, lén, el corazón de este pueblo puede tor-
con objeto de luchar contra la casa de n a r a su señor, a R o b o a m , rey de Judá,
X I t r j X J5Z3 l ü "

408 • I REYES 12 2S
—131S Lo engañó. 1 9 Y se volvió con él, comió a sus hijos, diciendo: «¡Aparejadme el as-
pan en su casa y bebió agua. 20 Y sucedió no!» Y se lo aparejaron, 21* y partió y ha-
que, estando ellos sentados a la mesa, ha- lló el cadáver del o t r o tendido en el ca-
y m e m a t a r á n y se volverán hacia él». m á s estableció una fiesta en el mes octa- bló Yahveh al profeta que lo había hecho mino y el asno y el león parados j u n t o al
2
8 Y, después de haber reflexionado, el vo, a quince días del mes, a semejanza de volver, 21 el cual gritó al varón de Dios cadáver; el león no había devorado el ca-
rey hizo dos becerros de oro y dijo al la fiesta que se celebraba en Judá, y su- que viniera de Judá, diciendo: «Así ha dáver ni había destrozado el asno. 2 9 El
pueblo': «¡Básteos ya subir a Jerusalén! bió al altar. Lo mismo hizo en Bet-El, dicho Yahveh: Por cuanto has sido re- profeta tomó el cadáver del varón de
¡He aquí, oh Israel, a tu Dios, que te su- para inmolar víctimas a los becerros que belde a la orden de Yahveh y no has obe- Dios, púsolo sobre el asno y lo volvió,
bió de tierra de Egipto!» 2 9 Y puso al uno había fabricado. También estableció en decido el m a n d a t o que Yahveh, tu Dios, llevándolo' a la ciudad del profeta ancia-
en Bet-E!, y al otro lo colocó en D a n . Bet-El a los sacerdotes de los lugares al- te intimó, 22 y te has vuelto y has comido no para hacer duelo por él y enterrarlo.
pan y bebido agua en el lugar acerca del 30
30
Este hecho fue ocasión de pecado para tos que había instituido. * Depositó, pues, su cadáver en su propia
33 q u ; Yahveh te había dicho: ' N o comas sepultura e hicieron duelo por él [dicien-
Israeld, pues el pueblo iba ante el uno El día quince del octavo mes, el mes
hasta D a n . 31 Construyó también santua- que a su albedrío había ideado, subió al
pan ni bebas agua', no entrará tu cadáver do]: «¡Ay, h e r m a n o mío!» 3 i Después de
en el sepulcro de tus padres». * 2 3 Y suce- haberlo enterrado, se dirigió a sus hijos,
rios en las alturas y creó sacerdotes de las altar que construyera en Bet-El y celebró dió que después que él hubo comido pan
una fiesta para los israelitas, ascendiendo y afirmó: « C u a n d o yo muera, me sepul-
últimas extracciones del pueblo, que no y bebido agua ", le apareció el asno al taréis en el sepulcro en que está enterra-
pertenecían a los hijos de Leví. 3 2 Ade- al altar p a r a quemar incienso. profeta que él hiciera volver. 24 Partió és- do el varón de D i o s ; junto a sus huesos
te, y en el camino le sorprendió un león y poned mis huesos1; i2 porque ciertamen-
lo malo, y su cadáver quedó tendido en te se lia de cumplir la palabra que por
El altar de Bet-El y castigo del profeta desobediente el elimino; el asno permanecía junto a él, orden de Yahveh clamó contra el altar
y el Icón también estaba junto al cadáver. de Hel-EI y contra todos los templos de
4 O ' H e aquí que un h o m b r e de Dios sa, no iría contigo, ni comeré pan, ni be- ^ l.os hombres que pasaban y vieron el las alturas de las ciudades de S a m a d a » .
* « * llegó de Judá a Bet-El por manda- beré agua en este lugar; 9 pues así me ha cadáver tendido en el camino y ni león 13
Tras -este acontecimiento, J e r o b o a m
to de Yahveh, mientras Jeroboam esta- sitio ordenado " en nombre de Yahveh, di- imnulo junio a él, llegaron y dijéroulo en no se volvió de su mal camino, antes tor-
ba en el altar, q u e m a n d o incienso. 2 Y ciendo: N o comerás pan, ni beberás agua, lii ciudad d n n d r el profelii anciano liuhi- ne) a crear, de las últimas capas sociales,
gritó contra el altar, por orden de Yah- ni regresarás por el camino que fuiste. inl'ii. >'" ('liando lo oyó el piolóla que ha- sacerdotes de los altos lugares; a t o d o el
10
veh, y exclamó: «¡Altar, altar! Así ha di- M a r c h ó , pues, por otro camino, n o bla hecho volver ni oiro del camino, ex- que deseaba, consagrábalo y hacíale sacer-
cho Yahveh: He aquí que ha de nacer un regresando por aquel por donde había c l a m ó : «Es el hombre de Dios que fue re- dote " de los lugares altos. 3 4 Este hecho '
hijo a la casa de David llamado Josías, venido a Bet-El. belde al m á n d a l o de Yahveh, y éste lo ha fue ocasión de pecado para la casa m de
e inmolará sobre ti a los sacerdotes de los 'i Habitaba en Bet-El un profeta ancia- entregado al león, que lo ha destrozado Jeroboam y de que fuera destruida y raí-
lugares altos que en ti queman incienso, no, y llegaron sus hijos y le contaron ° y inalado, conforme a la promesa que da de sobre la haz de la tierra.
y quemará 8 sobre ti huesos humanos». * cuanto había hecho aquel día el h o m b r e Ynhveh le había hecho». 2 ? Luego habló
3
Aquel mismo día dio una señal, dicien- de Dios en Bet-El, refiriéndole también"
d o : «Esta será la señal de que ha hablado a su padre las palabras que había dirigido
Y a h v e h : He aquí que el aliar se va a par- al rey.* ' 2 S u padre les p r e g u n t ó : «¿Cuál
tir y se derramará la ceniza que hay so- es el camino que ha tomado?» Sus hijos Ajiyyá predice la ruina de Jeroboam. Roboam
bre él». le mostraron ' el camino por donde ha-
M i I'M muii'l lli'inpo m i n i n o Ahly- Ira, mujer de Jeroboam! ¿Para qué lo de
4
Al oir bl rey la palabra del h o m b r e de
Dios contra el altar dé Bet-El, Jeroboam
bía m a r c h a d o el varón de D i o s venido de
Judá, 13 y él intimó a sus hijos: «¡Apare-
1 " yum, Uli>» dv< leioboain, •' v ésu* dijo linuirle olra? Soy enviado a tí con graves
extendió su m a n o desde encima del altar, jadme el asno!» Ellos se lo aparejaron y •i tu niii|pr: «DWponio, por favor, disfrá- milicias. 7 Ve a decir a J e r o b o a m : Así ha
m o n t ó sobre él. 14 Fuese, pues, tras el va- zale, pura que no conozcan que eres la dicho Yahveh, Dios de Israel: Por cuan-
diciendo: «¡Prendedle!» Y al punto secó-
rón de Dios, y, hallándole sentado bajo el o»pomi ile j e r o b o a m , y marcha a Silo. to te exalté de en medio del pueblo y te
se la m a n o que contra aquél había exten- constituí príncipe sobre mi pueblo, Ts-
Mliii, ii 111 osla Ajiyyá, el profeta, el que
dido, y no pudo recogerla hacia sí. 5 El terebinto, díjole:
pionoilicó que yo había de reinar sobre rael, s pues rasgué de la casa de David
altar se partió y vertióse del mismo la —¿Eres tú el h o m b r e de D i o s que h a «'«lo pueblo. ' Toma en tu m a n o diez pa- el reino y lo entregué a ti, y no has sido
ceniza grasa, conforme a la señal que ha- venido de J u d á ? IIPW, lorias, un tarro de miel, y llégate a como mi siervo David, que g u a r d ó mis
bía d a d o el varón de Dios por orden de — Y o soy—respondió. #1; iM lo comunicará lo que ha de ser del preceptos y marchó en pos de mi con t o d o
Yahveh. 6 Entonces el monarca t o m ó la '5 Díjole entonces: nlrlo». * l a mujer de Jeroboam hízolo así; su corazón, haciendo sólo lo recto a mis
palabra y dijo al hombre de D i o s : «Su- —¡Ven conmigo a casa y come algo! lile y marchó a Silo y penetró en casa de ojos, 9 y has o b r a d o peor que todos cuan-
16
plica, por favor, a la faz de Yahveh, tu Mas él replicó: A|lyyrt. Ajiyyá no podía ver, pues sus ojos tos fueron antes de ti, pues has ido y te
Dios, e implora por mí, para que mi ma- — N o puedo volver contigo, ni seguir- liiiblnn quedado inmóviles de vejez. has fabricado dioses ajenos e imágenes
no pueda recogerse hacia mí». El h o m b r e te; no he de comer pan ni beber agua en fundidas para provocarme a ira y me has
de Dios, en efecto, suplicó a Yahveh, y este lugar; i7 pues se me ha dicho' por -, Mas Yahveh había dicho a Ajiyyá:
«Mira, la mujer de Jeroboam va a venir arrojado a tus espaldas: '° por eso he aquí
la m a n o del rey p u d o recogerse hacia él, m a n d a t o de Y a h v e h : N o comas pan ni que voy a atraer la desventura sobre la
y quedó como anteriormente. ' El monar- bebas allí agua, ni' vuelvas a t o m a r el a consultarte acerca de su hijo, que está
enfermo. Asi y así la has de responder. casa de J e r o b o a m y he de quitar la vida
ca entonces dijo al varón de D i o s : camino por d o n d e fuiste. a cuantos orinan en pared, todos sin ex-
Y cuando llegue va a hacerse pasar por
—Ven conmigo a casa p a r a reconfor- is Contestóle: olra». 6 Sucedió, pues, que en cuanto cepción, en Israel, y barreré a la casa de
tarte y te daré un regalo. —También yo soy profeta c o m o tú, y Ajiyyá oyó el ruido de los pasos de ella, Jeroboam cual se barre el estiércol hasta
8
Mas el h o m b r e de Dios contestó al un ángel me ha hablado por orden de que entraba por la puerta, exclamó: «¡En- que desaparece p o r completo. * ll Al que
rey Yahveh, diciendo: Hazle volver contigo
—Aunque me dieses la mitad de tu ca- a tu casa, para que coma pan y beba agua.
22 No ENTRARÁ...: sabida es la importancia que a la sepultura daban los hebreos.
lO 32 UNA FIESTA: Bentzen cree sería una fiesta de la luna llena otoñal, e. d., un festival de M 'o CUANTOS ORINAN...: cf. i Sam 25,22, nota. .. TODOS SIN EXCEPCIÓN: sentido inseguro,
Año Nuevo. En general se supone que más que de verdadera idolatría tratábase de un culto 1 * lit. lo guardado y lo desechado o abandonado; o bien, lo retenido y lo suelto .e. d., «esclavos
ilícito, por la forma, al verdadero Dios. v libres» (cf. 21,21).
2 HUESOS HUMANOS: lo que más podía manchar el altar e inutilizarlo para el culto,
13 i! U N PROFETA ANCIANO : según Josefo, era falso profeta. Según San Éfrén y Teodoreto,
verdadero, aunque echó mano de la mentira para el logro de sus fines.
410 I REYES 14 1¡K¡»
I RETES 14 "—15 " 411
de J e r o b o a m muriere en la ciudad, lo co- bió contra Jerusalén. ' 2í Y se apoderó t o d o cuanto hizo, he aquí que está con- dres, y fue sepultado con ellos en la ciudad
m e r á n los perros, y al m u e r t o en el c a m p o de los tesoros de la casa de Yahveh y del signado en el libro de las crónicas de los de David. E l n o m b r e de su madre era
lo c o m e r á n las aves de los cielos; porque palacio real; t o d o lo cogió, r o b a n d o asi- reyes de Judá. 3Ü Y h u b o guerra entre
Yahveh lo h a dicho. 1 2 Así, pues, tú vete Naamá, a m m o n i t a ; después reinó en su
mismo todos los escudos de oro que Sa- R o b o a m y J e r o b o a m t o d o s los días. lugar Abiyyam, su hijo.
a tu casa; c u a n d o tus pies penetren en la lomón había fabricado. 2 7 El rey R o b o a m 31
Luego R o b o a m durmióse con sus pa-
ciudad, morirá el niño. '3 T o d o Israel ls hizo en sustitución de ellos escudos de
llorará, y lo e n t e r r a r á n ; pues éste será el
solo de los de J e r o b o a m que vaya a p a r a r
a una sepultura, por cuanto que se ha Abiyyam y Asá, reyes de Judá. Nadab y Basa, de Israel
hallado en ¿I algo de bueno hacia Yah-
veh, D i o s de Israel, dentro de la casa de 1C ' E l a ñ o dieciocho del rey Jero- miso a la voluntad de Yahveh, su Dios,
J e r o b o a m . >4 Yahveh se suscitará u n rey * ** boam, hijo de Nebat, comenzó a como el corazón de David, su antepasa-
sobre Israel, que aniquile la casa de Jero- reinar sobre J u d á Abiyyam. 2 Reinó tres do. 1 Sin embargo, en atención a David,
b o a m en esle día y en este m o m e n t o . años en Jerusalén, y el n o m b r e de su ma- Yahveh, su Dios, concedióle una lámpa-
15
Y Yahveh golpeará a Israel, y lo hará ra en Jerusalén, elevando a su hijo después
agitarse * c o m o se agita la caña en el agua, de él y manteniendo en pie a Jerusalén;
5
y arrancará a Israel de esta excelente tie- pues David había o b r a d o lo recto a los
rra que dio a sus padres, dispersándolos ojos de Yahveh y no se había a p a r t a d o
al otro lado del río [Eufrates], p o r cuanto de nada de lo o r d e n a d o , en todos los días
que se -fabricaron liseras, provocando a de su vida, salvo en el asunto de Urías,
cólera a Yahveh. i* Entregará a Israel, h el hillila. ' ' M a s h u b o guerra entre R o -
causa de los pecados que J e r o b o a m h; bonni y J e r o b o a m mientras vivió aquél.
7
cometido y ha hecho cometer a Israe:> I ¡I resto de la historia de Abiyyam y
17 Entonces se levantó la mujer de Je- lodo cuanto hizo está escrito en el libro
r o b o a m y marchó y llegó a Tirsá; enc- de las crónicas de los reyes de Judá. T a m -
entraba p o r el umbral de la casa cuand- bién hubo guerra entre Abiyyam y Jero-
el niño murió. * ( 8 Le enterraron y le llo-i boam. ' Y se durmió Abiyyam con sus
todo Israel, conforme a la palabra qu padres y se le enterró en la ciudad de
Yahveh había pronunciado p o r medio de David, reinando en su lugar Asá, su hijo.
9
su siervo el profeta Ajiyyá. En el a ñ o veinte de J e r o b o a m , rey de
19
El resto de los hechos de Jeroboam, Israel, subió al t r o n o Asá, rey de J u d á .
las guerras que hizo y cómo reinó, todo 1° Reinó cuarenta y u n años en Jerusalén,
ello está escrito en el libro de las crónicas y el n o m b r e de su m a d r e era M a a k á , hija
de los reyes de Israel. 2 0 Los días que Jero- de Abisalorn. 11 Asá o b r ó rectamente a
b o a m reinó fueron veintidós a ñ o s ; luego los ojos de Yahveh, c o m o David, su an-
descansó con sus padres y reinó N a d a b , tepasado. i 2 Extirpó del país a los hieró-
su hijo, en su lugar. dulos y quitó lodos los ídolos que habían
21
R o b o a m , hijo de Salomón, reinó en fabricado sus padres. " E incluso a su
Judá. Tenía cuarenta y un años c u a n d o madre M a a k á la retiró la dignidad de rei-
subió al trono y reinó diecisiete aflos en na madre, porque había fabricado a Ase-
Jerusalén, la ciudad que Yahveh eligiera rá un simulacro ignominioso; y Asá des-
de entre todas las tribus de Israel para truyó el monstruoso ídolo y lo q u e m ó en
poner allí su nombre. Llamábase su ma- el valle del Cedrón. * 1 4 Pero no se quita-
dre N a a m á , ammonita. ron los lugares altos, a u n q u e el corazón
22
Y Judá hizo el mal a los ojos de Y a h - de Asá fue sumiso a la voluntad de Y a h -
veh, y provocaron su enojo m á s que lo veh t o d a su v i d a . l s E introdujo en la casa
de Yahveh todas las cosas sagradas de-
hicieran sus padres, con los pecados que
cometieron. 2 3 También ellos se constru-
Asarhaddon de Asiría con Tirhaqa de Etiopia
y el rey de Tiro, prisioneros, a sus pies. (Schae- 'te dicadas p o r su padre y a u n p o r él m i s m o ,
en plata, o r o y objetos.
yeron lugares altos, massebás y aserás, en- fer-Andrae, p.562.) 16
cima de cualquier colina elevada y bajo Y h u b o guerra entre Asá y Basa, rey
Tipo judío de una de las ciiu . to- de Israel, todo el tiempo de a m b o s . 1 7 B a -
t o d o árbol frondoso. 2 4 Incluso hieródu- bronce y los entregó en m a n o s de los jefes madas por Sheshonq I, au, de
los h u b o en el país; imitaron p o r comple- de la escolta que custodiaban la entrada Jeroboam. (De Jeremías, o.c, sa, rey de Israel, subió contra J u d á y for-
to las abominaciones de las gentes que del palacio real. 2 8 C u a n d o el rey entraba fig.218.) tificó a R a m a , para bloquear a c u a n t o s
Yahveh había arrojado de delante de los en la casa de Yahveh, los alabarderos los intentaran comunicar con Asá, rey d e
hijos de Israel. * llevaban, y luego los volvían a traer a la dre era M a a k á , hija de Abisalorn. * 3 A n - Judá. I 8 Entonces Asá cogió t o d a la plata
25
Y sucedió que, el a ñ o quinto del rey sala de la escolta. duvo en todos los pecados que su padre y el o r o que habían q u e d a d o en los teso-
R o b o a m , Susaq \ monarca de Egipto, su- 29 El resto de las gestas de R o b o a m y había cometido antes de él, y no fue su- ros de la casa de Yahveh, juntamente c o n

17
TIRSÁ: las ruinas de esta primera capital de Israel, y antes, de un estado cananeo, recono- 1 E 2 HIJA: aquí parece que en el sentido de nieta de Abisalorn o Absalom, pues éste no tuvo
ciólas el P. De Vaux el 1946 en sus excavaciones en Tel el-Farah, a 16 kms. al NO. de Nablus. * **1 3 otra hija que Tamar.
Reanudadas aquéllas en 1954, tal identificación júzgase hoy muy probable. SIMULACRO IGNOMINIOSO: en vez de tal, imagen horrenda, espantajo o monstruo a Aserá
24
HIERÓDULOS: sodomitas consagrados a prostitución idolátrica; cf. Dt 23,17, nota. (sobre esta diosa siríaca cf. Ex 34,13), V dice que el rey privó a su madre de la dignidad regia «en
25 los sacrificios de Príapo..., y destruyó su caverna». Gf. G: «despidió a su madre Ana para que no
SUSAQ: o Sheshonq I (cf. 11,40). Ahora sube contra Jerusalén a instigación probablemente
de Jeroboam, con miras a afianzarse en el trono sin tropiezos fuese «manceba», porque había formado una reunión en su bosque sagrado, y Asá destruyó sus
refugios y los quemó...»
I REYES 1 6 18 8a
- 413
412 I REYES 15 19 —16 »
profeta Y e h ú ; 1 3 debido a todos los peca- II ron a los partidarios de Tibní, hijo de
los tesoros del palacio real, y, poniéndo- t r o n o de Israel en el a ñ o dos de Asá, tíos que Basa y Elá, su hijo, habían co- G u i n a t ; y m u r i ó Tibní y reinó Omrí.
21
los en m a n o s de sus servidores, los envió rey de Judá, y reinó sobre Israel dos años. metido y hecho cometer a Israel, enojando El a ñ o treinta y uno de Asá, rey de
26
el rey Asá a Ben H a d a d , hijo de Tabrim- O b r ó lo malo a los ojos de Yahveh y a Yahveh, Dios d-' Israel, con sus ídolos. Judá, c o m e n z ó a reinar sobre Israel Omrí,
14
m ó n , hijo de Jezyón, rey de Siria, que siguió el camino de su padre y los peca- El resto de los hechos de Elá y cuanto [imperando] doce años; en Tirsá reinó seis.
24
residía en D a m a s c o , diciendo: 1 9 « H a y a dos con que hizo pecar a Israel. 2 ? Basa, hizo están escritos en el libro de las cró- V o m p r ó a Sémer el monte de Sama-
alianza entre nosotros dos como la hubo * hijo de Ajiyyá, de la casa de Issacar, se nicas de los reyes de Israel. ría por dos talentos de plata, y lo for-
15
entre mi padre y tu padre. Mira, te he en- conjuró contra él y lo mató en Guibbe- El año veintisiete de Asá, rey de Judá, tificó, d e n o m i n a n d o a la ciudad que ha-
viado un obsequio de plata y oro. Anda, tón, ciudad de los filisteos, cuando N a d a b reinó Zimrí siete días en Tirsá. Hallá- bía construido, con arreglo al nombre de
25
r o m p e tu alianza con Basa, rey de Israel, e Israel entero asediaban a Guibbetón. base el pueblo a c a m p a d o contra Guibbe- Sémer, d u e ñ o del monte, Samaría. Om-
para que se retire de sobre mí». 2 0 Ben 28
Asesinóle, pues, Basa el año tres de Asá, tón, ciudad de los filisteos, i 6 El pueblo rí el obró mal a los ojos de Yahveh y se
H a d a d atendió al rey Asá y envió a los je- rey de Judá, y le suplantó en el trono. sitiador oyó decir: «Zimrí ha a r m a d o una portó aún peor que todos sus anteceso-
29 2
fes del ejército de que disponía contra las Luego que fue rey, batió a toda la casa conjuración e incluso ha m a t a d o al rey». res; " pues anduvo por todos los cami-
ciudades de Israel, expugnando a Iyyón, de Jeroboam. N o dejó de éste ni un alma Y en aquel día todos los israelitas pro- nos de J e r o b o a m , hijo de Nebat, y se
D a n , Abel-bet-Maaká y la región entera hasta que los exterminó, conforme a la clamaron rey sobre Israel, en el campa- dio a los pecados que éste había hecho
de Kinnerot hasta" todo el territorio de palabra que Yahveh había pronunciado
Neftalí. * 21 Al tener de ello noticia Basa, mediante Ajiyyá, el silonita, 3° por causa
cesó de fortificar a R a m a y se volvió c a de los pecados que Jeroboam había co-
Tirsá. 2 2 Entonces el rey Asá convocó a metido y que había hecho cometer a Is-
t o d o Judá sin excepción, y se llevaron las rael, y" por el enojo con que había irrita-
piedras de R a m a y sus maderos, emplea- do a Yahveh,"Dios de Israel.
31
dos por Basa en la fortificación, y el rey El resto de los hechos de N a d a b y
Asá fortificó con ellos a G u e b á de Ben- todo cuanto hizo hállase escrito en el li-
jamín y Mispá. bro de las crónicas de los reyes de Israel.
23 32
El resto de los hechos de Asá, t o d o Y h u b o guerra entre Asá y Basa, rey
su poderío y cuanto hizo y las ciudades de Israel, todo el tiempo de ambos.
33
que fortificó, está consignado en el libro El año tercero de Asá, rey de J u d á ,
de las crónicas de los reyes de Judá. Pero comenzó a reinar Basa, hijo de Ajiyyá,
sólo en su vejez estuvo enfermo de los sobre " Israel, en Tirsá, reinando veinti-
pies. * 2 4 Luego Asá se durmió con sus pa- cuatro años. 3 4 E hizo lo malo a los ojos
dres, y fue sepultado con ellos en la ciu- de Yahveh y siguió el camino de Jero-
dad de David, su antepasado. Reinó en b o a m y los pecados que hiciera cometer
su lugar Josafat, su hijo. a Israel.
2
5 N a d a b , hijo de J e r o b o a m , subió al

.1111,11 lil, («Qumlily Hlutrmi'ti des I'EF», oct. 1935, flg.7.)


Reinado de Basa y sus impíos sucesores hasta Ajab
a
1 C ' Yahveh habló a Jehú, hijo de Ja- Basa y su casa, no sólo por t o d o lo malo mento, ti Oiurl, jefe del ejército. 17 Omrí cometer a los israelitas, irritando a Y a h -
A O naní, contra Basa, diciendo: 2 «Por que hizo a los ojos de Yahveh, agravián- lllhló (trille Guibbetón a c o m p a ñ a d o de veh, Dios de Israel, con sus ídolos.
cuanto, habiéndole vo exaltado del polvo dole con sus actos, para resultar seme- Imtii'l culero. Y pusieron sitio a Tirsá.
27
El resto de los hechos de Omrí, su
y constituido príncipe sobre mi pueblo jante a J e r o b o a m , sino también p o r cuan- I" ('muido vio Zimrí que la ciudad estaba poderío y cnanto " hizo, está escrito en
Israel, has seeuído el camino de Jeroboam to m a t ó a éste. vlrtuiilmculc tomada, se retiró a la ciu- el libro de las crónicas de los reyes de
8
y has inducido a pecar a mi pueblo Tsrael. En el a ñ o veintiséis de Asá, rey de ilmlrln del palacio real, prendió fuego a Israel. 2 S Y se durmió Omrí con sus pa-
irritándome con sus pecados. 3 he aquí que Judá, subió al trono Elá, hijo de Basa, Id ruin con él dentro, y murió;* ' ° p o r los dres, y fue sepultado en Samaría, rei-
yo asolaré la posteridad de Basa y la pos- sobre Israel, en Tirsá, [reinando] dos años. p i r a d o s que había cometido o b r a n d o lo nando en su lugar Ajab, su hijo.
9
teridad de su casa v dejaré a tu casa c o m o Su subdito Zimrí, jefe de la mitad de mulo 11 los ojos de Yahveh, a n d a n d o por
29
Ajab, hijo de Omrí, comenzó a rei-
la de Jeroboam, hijo de Nebat. 4 Al que sus carros de guerra, conjuróse contra él. el ciunino de Jeroboam y entregándose nar sobre Israel el a ñ o treinta y o c h o
de Basa muera en la ciudad lo comerán Hallábase éste en Tirsá bebiendo y em- 111 pecado que éste había cometido, in- de Asá, rey de J u d á ; y reinó Ajab, hijo
los perros, y a quien muera de él en el briagado, en casa de Arsá, m a y o r d o m o de Omrí, sobre Israel, en Samaria, vein-
duciendo a Israel a pecar.
campo lo comerán las aves del cielo». del palacio en Tirsá, * 10 c u a n d o irrumpió 211
tidós años. 30 Y A j a b c hizo lo malo a
El resto de los hechos de Zimrí y la
5
El resto de los hechos de Basa, lo que Zimrí, lo hirió y lo m a t ó , en el a ñ o vein- los ojos de Yahveh más que cuantos le
tisiete de Asá, rey de Judá, y reinó en su conspiración que tramó, he aquí cosas
hizo v su poderío recio están consignados que se hallan escritas en el libro de las habían precedido. 3 ' Y c o m o si no le
en el libro de las crónicas de los reyes de puesto, i' Tan luego c o m o comenzó a rei-
nar, en cuanto se sentó sobre el t r o n o , crónicas de los reyes de Israel. bastara el imitar los pecados de J e r o b o a m ,
Tsrael. 6 Luego durmióse Basa con sus pa- 21
Entonces el pueblo israelita se escin- hijo de Nebat, t o m ó por esposa a Jeza-
dres, y fue sepultado en Tirsá; y reinó acometió a toda la casa de Basa; no le
dejó vivo quien orinase en pared, ni pa- dió en dos partes: la mitad del pueblo bel. hija de Etbaal, rey de los sidonios,
Elá. su hiio, en su luear. siguió a Tibní. hijo de Guinat, para pro- y fue y sirvió a Baal y le a d o r ó . * 3 2 Asi-
rientes, ni amigos. * t 2 Exterminó, pues,
i Por medio del profeta Yehú, hijo de Zimrí toda la casa de Basa p o r medio del clamarlo rey; y la otra mitad a Omrí. mismo, levantó un altar a Baal en el
Jananí, Yahveh dirigió su palabra contra 22
Las gentes que seguían a Omrí vencie- templo de Baal que había construido en
20
KINNEROT: ciudad en Neftalí, no lejos del lago de Genesaret. 18
23
PODERÍO: otros prefieren éxitos; otros, valentía, victoria, hazañas, etc. 31
TOMADA: el año 885, según la cronología propuesta por el P. De Vaux.
COMO SI NO LE BASTARA: O «aún le pareció poco...»; otros, «en ello lo de menos fue...» II SIR-
9
D E SUS CARROS: otros con V «de su caballería». VIÓ A BAAL : introdujo su culto y lo convirtió en religión de Estado.
11
Ni PARIENTES: lit. goeles de él, o sea vengadores de sangre; cf. Lev 25,25.
I REYES 1 1 "—18 41&

414 I RETES 16 " — 1 7 " Yahveh conceda lluvia sobre la haz de al aposento superior, donde él m o r a b a , y
ln fierra. lo acostó sobre su lecho. 2 0 Entonces cla-
" I'uese, pues, ella e hizo conforme a m ó a Yahveh y dijo: «Yahveh, mi Dios,
Samaría. 33 Hizo también Ajab la aserá, reedificó a Jericó; cimentóla en Abiram, 111 palabra de Elias, y comieron durante ¿también a la viuda de que soy huésped
y prosiguió haciendo en agravio de Y a h - su primogénito, y en Segub, su hijo me- ninclio tiempo él, ella y su casa ". 16 El has de haber afligido, haciendo morir a
veh, D i o s de Israel, más ofensas que nor, asentó sus puertas, según la palabra enmuro del harina n o se agotó ni se su hijo?» 21 Y tendióse sobre el niño tres
todos los reyes israelitas que le prece- que Yahveh había pronunciado por me- vació la orza del aceite, según la palabra
dieron. 34 E n s u tiempo, Jiel de Bet-El veces, y clamó a Yahveh, y dijo: «¡Yah-
dio de Josué, hijo de N u n . * (iiii'! Yahveh había pronunciado p o r me- veh, mi Dios, vuelva, te ruego, el alma
dio de Elias. de esle niño a su interior!» 21 Yahveh
17
Después de estas cosas sucedió que escuchó la voz de Elias, y el alma del
El profeta Elias: sus comienzos y su hospedaje en Sareftá cuyo enfermo el hijo de la dueña de la niño volvió a su interior, y revivió. 23 En-
casa, y su enfermedad se agravó tanto tonces Elias t o m ó al niño, bajólo del
1 "7 ! Elias, el tisbita, de los m o r a d o - de aquí y dirígete hacia oriente y ocúltate que ya no le quedó aliento.* 1 8 Dijo, aposento superior de la casa y lo entregó
A
• res en " Galaad, dijo a A j a b : «Vive en el torrente de Kerit, que está al este pues, ella a Elias: a su madre, y exclamó Elias:
Yahveh, Dios de Israel, a quien sirvo, del Jordán. 4 Beberás del torrente, y h e —¿Qué hay entre nosotros dos, h o m - —¡Ve ahí vivo a tu hijo!
d a d o orden a los cuervos para que te bre de Dios? ¿Has venido a mí p a r a 24
La mujer contestó a Elias:
sustenten allí». 5 M a r c h ó , pues, e hizo recordar mi culpa y m a t a r a mi hijo?*
conforme a la palabra de Y a h v e h : partió — A h o r a reconozco que eres varón de
y establecióse en el torrente de Kerit, l u Elias le contestó: Dios y la palabra de Yahveh es verdad
que [discurre] al este del Jordán. 6 Los — Diiine 111 hijo. en lu boca.
cuervos traíanle por la m a ñ a n a pan y lil tomólo del regazo de ella, lo subió
carne, y pan y carne por la tarde, y be-
bía del torrente. 7 Mas sucedió que al
cabo de algún tiempo secóse el torrente, Desafío de Elias a los profetas de Baal
pues no había llovido en el pais.
I O I I'IHIHIOH mucho» dlim, ni correr 1110 entregues en m a n o s de Ajab, a fin
8 Entonces Yahveh le dirigió la pala- * * * del nflo ivrvent, huliló Yuliveh 11 do que me mate? '" ¡Vive Yahveh, tu
bra, diciendo: ' « A p r é s t a t e y vete a Sa- lllim, dliiriulo: «Ve, preséntale it Ajub, Dios, que no ha habido nación ni reino
reftá, que pertenece a Sidón, y habita pues duré lluvia sobre la ha/, de la lie- donde no haya enviado mi señor a bus-
allí. Mira, h e d a d o orden allí a u n a ira». * i Marchó, pues, Elias a presentarse carte! Y c u a n d o decían: ' N o está', hacía
mujer viuda para que te alimente». * a Ajab; y el hambre arreciaba en Sarna- jurar al reino y a la nación que no te
10
Fue, pues, él, marchó a Sareftá, y cuan- rin. •' Ajab llamó a Abdías, m a y o r d o m o habían encontrado. U Y a h o r a tú dices:
do llegó a la puerta de la ciudad, he aquí del palacio, el cual era muy temeroso ¡Ve a decir a t u señor: ahí está Elias!
que estaba allí una mujer viuda recogien- de Ynhvi'h; ' ' p u e s c u a n d o Jezabel hizo 12
A h o r a bien, c u a n d o yo te haya dejado
do leña. Llamóla y dijo: m l r r m l i m r 11 los profetas de Yahveh, el espíritu de Yahveh, te llevará a donde
—Tráeme, por favor, un poco de agua AIIIIIIIN iii|{ló II cien profetas y los ocultó yo no sepa, y llegaré a comunicárselo a
en u n a vasija para que beba. |tnr Huípil» lie clin ili'Mtii cu si'iiiliis ciic- Ajab y, no hallándote, m e matará. M a s
11
Ibase ella a cogerla, y él llamóla y vim, pmveyéiiiliiU'q (Ir JIHII y iigiin, * s Di- tu servidor teme a Yahveh desde su m o -
dijo: ¡o, Muí'», AJuli n Abdliis: «Vele » por el cedad. 1'¿No le han contado a mi señor
—Tráeme, te ruego, un pedazo de p a n Iría llorín 11 lodas las fuentes de agua y lo que hice c u a n d o Jezabel m a t a b a a los
en tu m a n o . lodos lo» valles, por si podemos hallar profetas de Yahveh, c ó m o oculté a cien
12 Replicó ella: lilcihn y conservar con vida caballos y de estos profetas en grupos de cincuenta
—¡Vive Yahveh, tu Dios, que no ten- mulos, y evitamos la destrucción del ga- en sendas cuevas y los mantuve con "pan
go pan cocido, sino tan sólo un p u ñ a d o millo». « Entonces repartiéronse el país y agua? I 4 Y ahora tú me dices: ¡Anda y
de harina en la tinaja y u n poco de aceite puní recorrerlo: Ajab m a r c h ó de su parte di a tu señor: A q u í está Elias! ¡Pero él
en la orza! Precisamente estoy recogien- por un camino, y Abdías partió también me m a t a r á !
do un par de trozos de leña a fin de ir d«> su linio por otro. 15
M a s Elias replicó:
y prepararlo para mí y m i hijo y comér-
noslo y luego morir. ' Y he aquí que, c u a n d o m a r c h a b a —¡Vive Yahveh de los ejércitos, a quien
13 A billas por el camino, salió a su encuen- sirvo, que hoy m e he de presentar a
Di jóle entonces Elias: tro Elias, y habiéndole reconocido, aquél Ajab!
Estatuilla de Baal en bronce de Minet-e! Betda
(s. XV-X1V a. C.) (De Schaefer-Andrae, o.c, — N o temas; ve y h a z c o m o has dicho, postróse sobre su rostro, y dijo: 16
Partió, pues, Abdías al encuentro de
P-2S-)
pero hazme de ello primero u n a torta —¿Tú aquí, m i señor Elias? Ajab y se lo comunicó. Entonces Ajab
pequeña y tráemela; después la h a r á s 8
— Y o mismo—contestóle—. Ve y di a salió al encuentro de Elias, 1 7 y resultó
que en estos anos n o h a de h a b e r ni para ti y tu hijo, 14 porque así h a dicho tu señor: Ahí está Elias. que en cuanto Ajab vio a éste, díjole:
rocío ni lluvia, sino COJJ arreglo a m i Yahveh, Dios de Israel: El cántaro de 9
M a s él r e s p o n d i ó : —¡Hete aquí, oh destructor de Israel!
palabra». * la harina no se agotará, ni la orza del
-—¿Qué pecado he cometido p a r a que 18 Pero él respondió:
2
Y Yahveh le habló diciendo: 3 «Vete aceite carecerá de él hasta el día que
34 17
REEDIFICÓ A JERICÓ: sin tener para nada en cuenta la maldición de Josué (Jos 6,26). || C I - No LE QUEDÓ ALIENTO: del contexto se infiere que el niño se encontraba muerto y no sólo
MENTÓLA EN ABIRAM. SU PRIMOGÉNITO...: no sabemos si el texto quiere aludir a que el hijo de desvanecido.
18
Ajab fuera sacriñeado, según bárbaro rito, para la fundamentación de la ciudad o sus murallas, QUÉ HAY ENTRE NOSOTROS : o bien, qué tengo que ver contigo. Queja amarga que parece
o bien a que el primogénito real murió coincidiendo con tal suceso, así como el segundo fallecería significar: ¿Qué te he hecho yo? ¿Es eso lo que debía yo esperar de la hospitalidad que te he ofrecido?
al plantar las puertas de Jericó; a costa, pues, de ambos hijos se realizarían ambos sucesos.
•I Q 1 DEL AÑO TERCERO: de su permanencia en Sareftá probablemente.
•I "7 t E N ESTOS AÑOS: tres y medio, según puede verse por Le 4,25 y Sant 5,17, y aun por el I O 4 CIEN PROFETAS: las «escuelas de profetas» fundadas por Samuel se hablan perpetuado
' ^ v.i del capítulo siguiente. Josefo (Ant. VIII, 324) habla de una pertinaz sequía en el reinado hasta entonces, y se ignora cuándo desaparecieron.
de Itobal de Tiro (cf. 16,31), narrada también por Menandro de Efeso. || CON ARREGLO A MI PA-
LABRA: e. d., cuando yo diga,
9
SAREFTÁ: puerto fenicio del Mediterráneo entre Sidón y Tiro, de afamados vinos.
416 I REYES 18 19-** I REYES 18 "—19 21
417
— Y o no he destruido a Israel, sino tú testara ni atendiese. 30 Dijo entonces Elias — Divísase una nubécula pequeña co- brióse de nubes con viento, y cayó u n a
y la casa de tu padre, que habéis aban- a todo el pueblo: «¡Aproximaos a mí!» m o la palma de la m a n o de u n h o m b r e , gran lluvia. Ajab m o n t ó y marchó a Yiz-
d o n a d o los mandatos de Yahveh y ha- Y todo el pueblo se acercó a él, que lu cual sube del mar. rccl. 4 6 La m a n o de Yahveh se posó so-
béis a n d a d o en pos de los Baales. ' 9 Aho- reparó el altar de Yahveh, que había Entonces él o r d e n ó : bre Elias, quien, ciñéndose los lomos,
ra, pues, manda aviso y congrega junto sido derruido. 31 Cogió Elias doce pie- —Sube, di a Ajab: U n c e el carro y corrió delante de Ajab hasta que llegó
a mí en el monte Carmelo a todo Israel, dras, según el número de tribus de los buja, para que no te lo impida la lluvia. a Yizreel.
a los cuatrocientos cincuenta profetas de hijos de Jacob, a quien Yahveh hablara 45
Y en brevísimo tiempo el cielo cu-
Baal y a los cuatrocientos profetas de la diciendo: «Israel será tu n o m b r e » ; 32 dis-
aserá, comensales de Jezabel. puso las piedras en forma de altar en
20 M a n d ó , pues, recado Ajab a todos n o m b r e de Yahveh, e hizo alrededor del Elias huye al monte Horeb; su regreso
los israelitas y congregó a los profetas en altar una zanja de una superficie como de
el monte Carmelo. 2 1 Entonces acercóse dos satos de sembradura. * 33 L u e g o dis- 1 0 ' Ajab refirió a Jezabel t o d o cuan- m o t o ; mas Yahveh n o estaba en el te-
Elias a todo el pueblo y exclamó: puso la leña, dividió en trozos el toro
*• •» to había hecho Elias y c ó m o * ha- rremoto. 1 2 T r a s el terremoto, fuego; m a s
—¿Hasta c u á n d o andaréis cojeando con y lo colocó sobre los leños. 34 y dijo: bía m a t a d o a todos los profetas a espada. Yahveh no estaba en el fuego; y después
dos muletas? Si Yahveh es el verdadero «Llenad cuatro cántaros de agua y ver- 2
Entonces Jezabel envió u n mensajero del fuego, el silbo de un vientecico te-
Dios, seguidle; y si Baal, id tras él. tedia sobre el holocausto y la leña "»• u Elias, diciendo: «¡Así me" hagan los nue. 13 C u a n d o Elias lo oyó, tapóse el
Mas el pueblo no le respondió pala- Después dijo: «Repetidlo», y lo repitie- dioses y añadan estotro si mañana a rostro con su m a n t o , y, saliendo, se p a r ó
22 ron. Y ordenó nuevamente: «Hacedlo
bra.* Y Elias dijo al pueblo: estas horas no te pusiere a ti en igual a la entrada de la gruta; y he aquí que
— Y o solo he quedado de los profetas tercera vez». Y por tercera vez lo hicie- estado que uno de aquéllos!» 3 Temió1', llegó a él una voz, que dijo:
de Yahveh, mientras los profetas de Baal ron. 35 D e suerte que las aguas corrían pues, lillas * y, aprestándose, partió, mi- ¿Qué haces aquí, Elias?
son cuatrocientos cincuenta hombres. en torno al altar e incluso se llenó de rando por su vitla, y llegó a Bersabec 14
Contestó:
21
Dénsenos dos toros y escojan ellos para agua la zanja. 36 Llegado el momento en tic .luda, y dejó allí a su criado. 4 Mas - H e ardido en celo por Yahveh, Dios
sí uno, córtenlo en pedazos y colóquenlo que suele ofrecerse la oblación, acercó- «M iiiinvlió por el (lesiono camino de una de los ejércitos; pues los hijos de Israel
sobre la leña sin poner fuego; y yo pre- se el profeta Elias y exclamó: «Yahveh, |i>itiiidn, y lli'nó v Nenióse debajo de unn han a b a n d o n a d o tu alianza, derruido tus
pararé el otro toro, lo colocaré sobre Dios de A b r a h a m , de Isaac y de Israel, irliiiiin, y no deíoó In m u ñ i r , exclamando: aliares y inalado a espada a tus profetas,
leña y tampoco pondré fuego. 24 Luego conózcase hoy que tú eres Dios en Is- «IY1 • luiMu, oh Yahveh! Toma mi vida. y he quedado yo solo; y ahora buscan
invocaréis el nombre de vuestros dioses, rael y yo soy tu siervo y por m3 a7 n d a t o
mientras yo invoco el nombre de Yahveh, tuyo he hecho todas estas cosas. * Con-
y el dios que responda con el fuego, ése téstame, Yahveh, contéstame para que
r iles yo no soy mejor que mis padres».
Luego se t u m b ó y quedó dormido de-
bajo de la retama, y he aquí que un
quitarme la vida.
15 Mas díjole Y a h v e h :
— A n d a , vuélvete a tu camino por el
será el (verdadero] Dios. sepa este pueblo que tú, Yahveh, eres el ángel le locó y le dijo: «¡Levántate, co- desierto hacia D a m a s c o , y c u a n d o lle-
T o d o el pueblo contestó diciendo: (verdadero] Dios, y tú has vuelto atrás me!» <• El miró y vio a su cabecera una gues, unge a Jazael por rey sobre Siria,
—¡Está bien la propuesta! el corazón de ellos». 3S Entonces cayo loria cocida sobre piedras ardiendo 7 y 16
a Jehú, hijo de Nimsí, por rey sobre Is-
25 Entonces dijo Elias a los profetas de fuego de Yahveh, y consumió el holo- 1111 |UIII> con ii^tia, v comió, bebió y r a e l ^ a Elíseo, hijo de Safat, de Abel-me-
B a a l : «Elegios un toro y preparadlo los causto, la leña, las piedras y el 39polvo y »c volvió 11 iiciiHlnr. T o r n ó el ángel de jolá, por profeta en tu lugar. " Y resultará
primeros, pues sois los más numerosos; aun lamió el agua de la zanja. Como V11I1 vtli pul •M'tiimdn vr/, v le locó, y que al escapado de la espada de Jazael
e invocad el n o m b r e de vuestros dioses, viera esto todo el pueblo, cayó rostro ill|n «I «vainille, l o m e , pues el camino lo inularñ .Ichií, y al evadido de la espada
mas no pongáis fuego». 2Ó
Cogieron, en en tierra y exclamó: «¡Yahveh es el [ver- |i|iu> II".III| r i IICIIIIINÍIUIO lni|ici pura ti». de Jcluí lo malura Elíseo. 18 Pero me
efecto, el toro que se les había asignado, dadero]4 0Dios! ¡Yahveh es el [verdadero] " Levnilló.ic, pues, comió y bebió, y con reservaré en Israel a siete mil: todas las
lo prepararon e invocaron el nombre de Dios!» Y díjoles Elias: «Prended a los IHN energías de aquella comida caminó rodillas que no se doblaron a Baal y
Baal, desde la m a ñ a n a hasta el medio- profetas de Baal, que no escape ni uno ctiHi'Piilii días y cuarenta noches hasta todas las bocas que no lo besaron. *
día, diciendo: «¡Oh Baal, atiéndenos!» de ellos». Prendiéronlos, pues, y Elias llori'lt, el monte de D i o s . * 19
Partió, pues, de allí, y se encontró
Pero no había voz alguna ni quien con- los bajó al torrente de Kisón y los hizo u
Allí penetró en una gruta, donde per- a Elíseo, hijo de Safat, el cual estaba
testara, y ellos danzaban junto al altar degollar allí. iiiicló. Yahveh dirigióle su palabra y le arando precedido de doce yuntas de bue-
41
que habían hecho u . 2 7 Al mediodía burlá- Entonces Elias dijo a Ajab: «Sube, ill|<>: /.Qué haces aquí, Elias? yes y él con la duodécima. Elias pasó
base Elias de ellos y decía: «¡Gritad más come y bebe, porque suena ya el ruido I" II respondió: junto a él y le echó su m a n t o encima. *
42 20
fuerte, pues es dios, pero estará cavilan- de la lluvia». Ajab subió, en efecto, a He ardido en celo p o r Yahveh, Dios Entonces él dejó los bueyes y, corrien-
do, o tendrá alguna ocupación, o se ha- comer y beber, mientras Elias ascendió a de los ejércitos; pues los hijos de Israel do tras Elias, dijo:
llará de c a m i n o ; quizá duerma, y ha de la cumbre del Carmelo y se prosternó I11111 a b a n d o n a d o tu alianza, derruido tus —Permíteme vaya a besar a mi p a d r e
despertarse». 2S Gritaban, pues, más fuer- en tierra, puesto su rostro entre las ro- Hilares y matado a espada a tus profetas, y mi madre, y asi te seguiré.
43
te, y, con arreglo a su costumbre, ha- dillas. Y dijo a su c r i a d o : y he quedado yo solo, y buscan mi vida Respondióle:
cíanse incisiones con espadas y lanzas —Sube, por favor, y mira hacia el mar. para arrebatarla. —Ve y vuelve; pues [considera] qué
hasta chorrear sangre por su cuerpo. El subió y miró, y dijo: 11 [El Señor] le dijo: es lo que te he hecho.
29
C u a n d o hubo pasado el mediodía, — N o hay nada. —Sal fuera y colócate en el m o n t e de- 21
Entonces volvióse Elíseo de detrás
estuvieron en paroxismo hasta el momen- Díjole [de nuevo]: lante de Yahveh. Y he aquí que Yahveh de él, cogió una yunta de bueyes y la
to de ofrecer la oblación de la tarde; —Vuelve siete veces. pasa y un viento recio e impetuoso des- inmoló, y con el atelaje de los bueyes
44
pero no hubo voz alguna ni quien con- Mas a la séptima vez dijo: cuaja montes y quiebra peñas delante de coció la carne de ellos y dióla al pueblo,
Yahveh; mas el Señor no estaba en el que la comió. Después [Elíseo] se levantó,
21 viento. Después del viento h u b o u n terre- m a r c h ó tras Elias y entró a su servicio.
COJEANDO CON (O sobre) DOS MULETAS: esta voz es oscura. Joüon la interpreta asi. G «de
ambos pies». Generalmente viértese: claudicando o renqueando entre dos lados o direcciones, y el
profeta se referiría a la fluctuación de Israel entre Yahveh y Baal. Parece probable aluda con ese 1 Q 8 CUARENTA DÍAS : despacio anduvo, puesto que la distancia entre Bersabee y Horeb o Sinaí
irónico «cojear» a las danzas sagradas o movimientos del culto idolátrico de Baal, a que se refiere ' "'1 8 es sólo de diez días de marcha regular.
el versículo 26. SIETE MIL : magnifico ejército de testigos del verdadero Dios en el reino cismático del Norte
32
36
SATOS: medidas de unos trece litros. (tí. Cheminant, Le royaume d'Israel, 932-722 av. /. C , París 1947).
LLEGADO EL MOMENTO: el sacrificio vespertino celebrábase a las tres de la tarde. " L E ECHÓ su MANTO ; con ello se simbolizaba la transmisión de poderes proféticos.
Htver-Canten U
418 I REYES 20 1-' I REYES 20 2 6 —21 2 419
os venceremos». El los atendió e hi- le hizo m o n t a r en su carro. 34 Y díjole
zo así. aquél:
Victoria de Ajab, de Israel, sobre Ben-Hadad, de Siria 20
Sucedió, pues, que, al cabo del año, —Las ciudades que m i padre t o m ó a
B e n - l l a r a d revistó a los sirios, y subió tu padre las devolveré, y te establecerás
Oí) 1
Ben-Hadad, rey de Siria, juntó —Así ha dicho Y a h v e h : ¿Ves t o d a esa a Afeq en son de guerra contra Israel. calles [ d e mercado] en D a m a s c o , c o m o
' * " ' t o d o su ejército y, a c o m p a ñ a d o gran multitud? Mira, yo la voy a poner 27
También los israelitas fueron revista- las estableció m i padre en Samaría; y,
de treinta y dos reyes con caballos y ca- hoy en tus manos, p a r a que sepas que dos, y, después de aprovisionados, m a r - en cuanto a mí, mediante este p a c t o me
rros, subió y puso sitio a Samaría y la yo soy Yahveh. charon al encuentro de aquéllos. Los is- dejarás libre '.
atacó. 2 Y envió emisarios a Ajab, rey 14 Preguntó Ajab: raelitas a c a m p a r o n enfrente de ellos, co- Pactó, pues, [Ajab] alianza c o n él, y
de Israel, a la ciudad, 3 y díjole: —¿Por medio de quién? m o dos hatillos de cabras, mientras los dejóle marchar. *
—Así dice B e n - H a d a d : T u plata y tu Contestó: sirios llenaban el país. * 28 Entonces un
—Así ha dicho Y a h v e h : Mediante los •w Entonces u n h o m b r e perteneciente a
oro son para m í ; asimismo, tus mujeres varón de D i o s acercóse ' al rey de Israel, los discípulos de los profetas dijo a su
y tus gallardos hijos son míos *. soldados de los jefes de provincia. y dijo: «Así ha dicho Y a h v e h : Por cuan-
4 Insistió él: compañero p o r orden de Y a h v e h : «Hié-
El rey de Israel contestó diciendo: to los sirios h a n afirmado: su dios es reme, por favor»; m a s él negóse a he-
— C o m o tú dices, ¡oh rey, mi señor!, —¿Quién entablará el combate? un dios de m o n t a ñ a s , mas n o es dios de rirle. * 36 El le dijo: «Por cuanto no has
tuyo soy y t o d o cuanto tengo. —Tú—respondió. valles; por eso entrego a toda esa gran
5 15 obedecido la voz de Yahveh, he aquí
Y t o r n a r o n los mensajeros y dijeron: Ajab" revistó entonces a los servido- liiiichrdunihrc en tu m a n o , para que re- que, en a p a r t á n d o t e de mí, u n león te
—Así h a dicho Ben-Hadad, a saber: res de los jefes de provincia, y resultaron ConoA'áis que yo soy Yahveh». 29 Y es- matará». Efectivamente, m a r c h ó de junto
Ciertamente te m a n d é a decir: T u plata, doscientos treinta y d o s ; y tras ellos pasó tuvieron acampados unos frente a otros a él y lo encontró un león y lo m a t ó .
tu oro, tus mujeres y tus hijos m e has de revista a t o d o el pueblo, IS
o sea todos los Nieto días; y al séptimo se empeñó la ba- " Halló luego a otro h o m b r e y díjole:
entregar; 6 de cierto m a ñ a n a a estas h o - israelitas: siete mil. Al mediodía hicie- talla, y los israelitas hicieron a los sirios «Hiéreme, p o r favor», y el h o m b r e le dio
ras enviaré a ti mis subditos, que regis- r o n u n a salida, mientras Ben-Hadad be- cien mil bajas de futre los inlítnlcs en tal golpe que le produjo herida cruenta.
t r a r á n tu casa y las casas de tus subditos bía, embriagado, en Sukkot junto con lili mili) 1II11. '" I ow restantes huyeron a 3» l'uése, pues, el profeta y salióle al rey
y echarán m a n o de cuanto haya más los reyes: los treinta y dos reyes que le Ali'q, 11 In iliiiliul; muí lu IIIIII 11II11 se al camino, disfrazado con u n a venda en
precioso a sus" ojos y se lo llevarán. ayudaban. 17 Salieron en cabeza los sol- denploiili'i Noble loi* Niele mil liixiihivs t|iiu los ojos. •''' C u a n d o el rey pasaba, gritó
7
Entonces el rey de Israel convocó a dados de los jefes de las provincias. M a n - (lllciliilnill. I iillllik'-n llcil-l Incliicl huyó, y, él al monarca y dijo:
todos los ancianos del país, y dijo: dó a ver" Ben-Hadad, y diéronle aviso, llegado a la ciudad, huía de aposento — T u servidor había salido a la guerra
—Considerad, por favor, y ved que diciendo: en aposento. y hallábase en el centro de la refriega,
este h o m b r e trata sólo de hacer d a ñ o , — U n o s hombres han salido de Samaría. 11
Dijéronlc sus servidores: «Mira, p o r c u a n d o he aquí que un individuo se llegó
Is
pues h a enviado a reclamarme mis mu- Contestó él: favor; liemos oído decir que los reyes de y m e trajo a otro, diciendo: « G u a r d a a
jeres, mis hijos, mi plata y mi oro, sin — Si han salido en son de paz, pren- lu casa de Israel son reyes clementes; este h o m b r e ; si llegase a faltar, tu vida
que yo se lo haya negado. dedlos vivos; y si h a n salido en son de pongamos, pues, sacos en nuestros lomos responderá p o r la suya o pagarás u n ta-
8 Contestáronle todos los ancianos y guerra, vivos prendedlos. y PIIIKIII i'ti mientras rahezas", y salgamos lento de plata». 40 M a s sucedió que mien-
t o d o el p u e b l o : 1 9 Salieron, pues, éstos de la ciudad, ti I ii'v de Imtiel; tul viv te conceda la iras tu servidor se volvía de acá p a r a allá,
— N o obedezcas ni aceptes. los servidores de los príncipes de las ciu- Vlilii" • " I'inAiiiMuti, pile», de micos los él desapareció.
9 Así, pues, replicó a los mensajeros 2dades, 0
con el ejército que los seguía. llMlliii V ilo «nuil» NMN n i l i r / t u y vinieron A lo que el rey de Tsrael r e p u s o : .
de B e n - H a d a d : Y m a t ó cada u n o al individuo que le ni ley de ImiieT. y dijeron:
correspondía, y huyeron los sirios e Is- — Esa es tu sentencia; tú mismo la has
—Decid a m i señor, el rey: T o d o lo Tu itlervo Hcn-Hadad dice: ¡Concé- pronunciado.
que m a n d a s t e a decir a tu servidor en rael los persiguió. Ben-Hadad, rey de deme lu vida, por favor! 41 Entonces él se quitó rápidamente la
u n principio, lo h a r é ; pero estotro no Siria, púsose en salvo2 J a caballo con * < iiiiieMó él: venda de sobre los ojos, y el rey de Israel
lo puedo hacer. parte de los jinetes. * El rey de Israel
¿lista aún vivo? ¡Es m i h e r m a n o ! reconoció que era u n o de los profetas.
Y marcharon los mensajeros y diéron- salió también y destrozó ' la caballería 11
Aquellos hombres t o m á r o n l o como 42
Este le dijo: «Así h a dicho Yahveh,
le la respuesta. 1° Entonces Ben-Hadad y los carros, causando en los sirios gran
derrota. buen nunurío y se apresuraron a hacer Dios de Israel: P o r cuanto dejaste esca-
envióle a decir lo siguiente: ni 1 vn In declaración del rey y exclamaron: par de tus m a n o s al h o m b r e que yo había
22
—¡Así me hagan los dioses y así to- Entonces acercóse el profeta al rey I lis lu h e r m a n o Ben-Hadad! consagrado al anatema, tu vida respon-
davía añadan si el polvo de Samaría de Israel y dijo: «Ve, adquiere refuerzos Y él dijo: derá p o r su vida, y tu pueblo p o r su pue-
bastare para llenar los p u ñ o s de t o d o el y considera y mira lo que h a s de hacer; ¡Id y traédmelo! blo». 43 Y el rey de Israel partió hacia su
pueblo que me sigue! * porque al cabo del a ñ o el rey de Siria linlonccs Ben-Hadad salió a él, que casa triste e irritado y entró en Samaría.
ti Y contestó el rey de Israel: ha de subir contra ti». 23 Y los subditos
—Decidle: N o se alabe quien se está del rey sirio dijéronle: «Dios de m o n t a -
ciñendo las armas como quien se despoja ñas es su dios; por eso nos h a n vencido;
de ellas. * pero luchemos con ellos en la llanura; Jezabel y la viña de Nabot
12 Sucedió que, cuando tuvo noticia de de seguro los venceremos. 2 4 j j a z lo si-
esta respuesta, estaba el, así c o m o los re- guiente: Quita a cada u n o de los reyes o I • Ocurrió, pasadas estas cosas, que de Samaría. 2 Y Ajab h a b l ó a N a b o t di-
yes, bebiendo en las tiendas, y m a n d ó 2de 5
su puesto y coloca en su lugar bajaes. * " *• N a b o t yizreelita poseía u n a viña ciendo :
a sus servidores: «¡Atacad!», y atacaron Y fórmate un ejército similar al que en Yizreel, junto al palacio de Ajab, rey — D a m e t u viña, a fin de que m e sirva
la ciudad. h a caído de junto a ti, u n a caballería
13 H e aquí que entonces acercóse un semejante y otro tanto de carros, y pe-
profeta a Ajab, rey de Israel, y dijo: leemos con ellos en la llanura; de seguro 27
HATILLOS: Driver 'crías'.
-114
SACOS: o cilicios. || SOGAS EN... CABEZAS: o cuellos, señal de sumisión al vencedor.
135ESTABLECERÁS CALLES: alude al derecho de poner bazares para los israelitas.
10 Si EL POLVO: Ben-Hadad trata de intimidar a Ajab ponderándole el número de sus
20 soldados.
DISCÍPULOS DE LOS PROFETAS: e. d.. al gremio o comunidad de profetas, o bien: uno de los
miembros de la facción o cofradía de profetas (cf. 1 Sam 10,5). || HIÉREME: para poderse presentar
11 No SE ALABE ...: e. d., no debe uno ponderar su victoria antes de dar la batalla. herido ante Ajab y hacerle confesar así más fácilmente su delito de imprudente indulgencia con
20 L E CORRESPONPÍA: lit. a su hombre, e. d., a quien se dirigía contra él (así V). Jien-Hadad.
24 BAJAES: gobernadores de provincia, a la vez jefes militares, entre los sismos.. 1
1 REYES 2 2 1 " 28 421
420 1 REYES 2 1 3 - 29

de huerto de hortalizas, ya que está p r ó - viña de N a b o t el yizreelita, que se negó a Josafat y Ajab, aliados contra los sirios
xima y contigua a mi casa, y yo te daré darte p o r dinero; pues N a b o t n o vive,
a cambio de ella otra viña mejor, o *, si sino que es muerto». '6 Al oir Ajab q u e O O ' P a s a r o n tres años sin guerra en- 13
Entre tanto, el mensajero que había
prefieres, te pagaré en plata el precio de ella. había muerto N a b o t , se levantó p a r a ba-
3
^ ^ t r e Siria e Israel. 2 Al tercer a ñ o , ido a llamar a Miqueas le habló diciendo:
M a s N a b o t respondió a Ajab: jar a la viña de N a b o t de Yizreel y t o m a r Josafat, rey de Judá, bajó a visitar al m o - —Considera, p o r favor, q u e las pala-
—¡Líbreme Yaliveh de darte la heredad de ella posesión. narca israelita. 3 Y dijo el rey de Israel bras de los profetas anuncian unánime-
17
de mis padres! * Entonces Yahveh habló a Elias el tis- a sus servidores: «¡Sabéis bien que R a m o t mente buen suceso al rey; sea, pues, t u
4
Ajab fuese, pues, a casa a m a r g a d o e bita, diciendo: 1 8 «Ve y baja al encuentro de Galaad es nuestra! Y, n o obstante, nos palabra cual la de u n o de tantos y predice
irritado por las palabras que le había res- de Ajab, rey de Israel, que está en Sama- estamos ociosos, sin quitársela al rey de cosa buena.
pondido Nabot el yizreelita, a saber: «No ría. Helo en la viña de N a b o t , adonde h a Siria». 4 Propuso, pues, él a Josafat: 14
Pero Miqueas replicó:
te he de d a r la heredad de mis padres». bajado para t o m a r de ella posesión. 1' Y le —¿Quieres venir conmigo a la guerra —¡Vive Yahveh, que lo que Yahveh m e
Y se acostó en su lecho, volvió el rostro hablarás en estos términos: Asi h a dicho contra R a m o t de G a l a a d ? indique eso he de hablar!
a la pared" y n o p r o b ó b o c a d o . Y a h v e h : ¡Has m a t a d o , pues, y encima h a s ' Y contestó Josafat al rey de Israel: 15
Llegado al rey, díjole éste:
5
Llegósele entonces Jezabel, su esposa, tomado posesión! Asimismo le hablarás — ¡Tú y yo, mi pueblo y t u pueblo, mi —Miqueas, ¿debemos ir a combatir a
y le p r e g u n t ó : diciendo: Así h a dicho Y a h v e h : E n el caballería y lu caballería, somos una mis- R a m o t de Cialaad o debemos desistir?
—¿A qué obedece esa t u desazón y que mismo sitio donde h a n lamido los perros ma cosa! Respondió é l :
n o pruebes bocado?
6
la sangre de N a b o t , t e h a n de lamer los I-"1! Dijo asimismo Josafat al monarca —Sube y tendrás éxito, pues Yahveh
Respondióle él: perros la sangre también a ti». * 20 Y Ajab israelita: la ha de entregar en m a n o s del rey. *
— P o r q u e he hablado a N a b o t yizreeli- dijo a Elias: ¡Consulla, por favor, hoy la palabra 16
Mas el m o n a r c a le dijo:
t a y le he d i c h o : D a m e tu viña por dinero —¿Me has hallado [en falta], enemigo de Ynhveh!» —¿Cuántas veces h e de conjurarte que
o, si prefieres, yo te daré otra viña en su mío? f
' LnlonccN el rey de Israel reunió n los no me digas sino la verdad e n n o m b r e de
lugar; y h a contestado: N o te h e de dar Respondió é l : piiifcliM, en iiúiucrii ele unos euiilroeien- Yahveh?
mi viña. — T e he hallado, p o r cuanto te has pres- l m humillen, y i|||oles: 17 I'.monees contestó:
7
Replicóle Jezabel, su esposa: tado a obrar lo malo a los ojos de Y a h - ¿Ocho Ir 11 cumbnlli' conten Ramot
—¿Y tú ejerces a h o r a la potestad regia veh. 2 1 H e aquí que yo acarrearé sobre (le Cialaad o debo desistir de ello? •—He visto a t o d o Israel |
sobre Israel? ¡Levántate, toma alimento y ti la desgracia, asolaré tu posteridad y Y contestaron: disperso p o r las m o n t a ñ a s
alégrese tu corazón! ¡Yo te daré la viña aniquilaré de Ajab cuantos orinan en pa- a
• Sube, pues Yahveh la entregará en cual rebaño sin pastor.
de Nabot el yizreelita!* red, esclavos o libres, en Israel. 2 2 Y tra- manos del rey.
8 Escribió, pues, ella cartas en nombre taré a tu casa c o m o a la casa de Jeroboam, ' Mas Josafat preguntó: Y decía Y a h v e h :
de Ajab y las selló con su sello, y enviólas hijo de Ncbat, y cual la casa de Basa, ¿No hay aquí todavía algún profeta «Estos n o tienen dueño.
a los ancianos y nobles que había en la hijo de Ajiyyá, por el enojo que [me] has de Yiihvch, puní que interroguemos p o r Tornen e n paz cada u n o a su casa».
ciudad de él, corresidentes de N a b o t . causado y haber inducido a pecar a Israel. 111 medio?
9 23 II
Y escribió en las cartas diciendo: «Pro- También respecto a Jezabel h a h a - H(**|mt*illii el ivv de lintel 11 Josnlal: I» Entonces el rey de Israel dijo a J o -
mulgad u n ayuno y sentad a N a b o t a la blado Yahveh, diciendo: «Los perros co- Aun I|IIIMIII 1111 humille puní i'i'iiMilliir safa I :
cabeza del pueblo. * 1 0 Haced compare- merán a Jezabel en la parcela ° de Yizreel. 11 Viihvelí pul nu medio; pero yo lo (runo ¿No le dije yo que n o me profetiza-
cer ante él a dos hombres perversos que 2 4 Al que de Ajab muriere e n la ciudad, iidlo, pile* nunca me prole!i/u cosa buc- cosa buena, si no mala?
atestigüen en contra suya, diciendo: H a lo comerán los perros, y a quien muriere iiii. «Iiio mullí; es Mitineas, hijo de Yimlá. 1 9 Replicó [Miqueas]:
maldecido a Dios y al rey. Y sacadle fue- en el campo, comeránlo las aves del cielo». No hable el rey así—afirmó Josafat. * — P o r esto, escucha la palabra de Y a h
ra, lapidadle y muera de ese m o d o » . * 2 5 (Realmente, n o h u b o nadie como Ajab " l.ltmii'i, pues, el rey de Israel a u n v e h : H e visto a Yahveh sentado sobre su
n Sus conciudadanos los ancianos y pri- que se vendiera p a r a hacer el mal a los lien, y dijo: t r o n o y a t o d o el ejército del cielo e n pie
mates que habitaban en su ciudad hicie- ojos de Y a h v e h ; pues lo incitaba Jezabel, T i u e p r o n t o a M i q u e a s , h i j o d e j u n t o a E l , a su derecha e izquierda.
r o n conforme les había enviado a decir su mujer. 2* Y obró de m o d o muy a b o - •> 1111IA. 20
Y preguntó el Señor: ¿Quién seducirá
III
Jezabel, según estaba escrito en las cartas minable, siguiendo a los ídolos, como h a - l'l rey de Israel y Josafat estaban sen- a Ajab para que suba y caiga e n R a m o t
que les remitiera. 12 Promulgaron u n ayu- bían hecho los amorreos, a quienes Y a h - hulii* cuela uno e n su t r o n o , vestidos con de Galaad? Y u n o contestó de u n m o d o
no e hicieron sentar a N a b o t a la cabeza veh expulsara delante" de los hijos de I s - vriliihirns reales, en u n a era a la entrada y otro proponía de otro. 2 l Entonces sur-
del pueblo. 13 Entonces llegaron los dos rael.) de l*i puerta de Samaría, y t o d o s los pro- gió u n espíritu y, presentándose ante Y a h -
27
hombres perversos, comparecieron frente C u a n d o Ajab h u b o oído las palabras leliis c h i b a n profetizando delante de ellos. veh, declaró: «Yo le seduciré». P r e g u n t ó -
1
a él y declararon en contra de N a b o t de- de Elias, rasgó sus vestiduras, se echó u n 1 Sedéelas, hijo de Kenaaná, hízose unos le Y a h v e h : «¿De qué manera?» * 2 2 «Sal-
lante del pueblo, diciendo: « N a b o t h a saco sobre su carne y ayunó, y d u r m i ó cuernos de hierro, y dijo: «Así h a dicho dré—respondió—y seré espíritu m e n d a z
maldecido a Dios y al rey». Y sacáronlo con el saco, y a n d a b a abatido. 2* E n t o n - Ynliven: Con éstos acornearás a los sirios en b o c a de todos sus profetas». Díjole
fuera de la ciudad, lo apedrearon, y así ces Yahveh dirigió su palabra a Elias, el liiisla exterminarlos». * 1 2 Y todos los p r o - [Yahveh]: «Lograrás seducirlo; sal y haz-
murió. 1 4 Luego enviaron a decir a Jeza- tisbita, diciendo: M «¿Has visto cómo se lelas profetizaban igualmente, diciendo: lo así». 2 3 A h o r a , pues, h e aquí que Y a h -
bel : « N a b o t ha sido lapidado y ha muerto». h a humillado Ajab delante de mí? P o r '•Sube a R a m o t de Galaad y lograrás éxi- veh h a colocado u n espíritu de mentira
15 C u a n d o Jezabel se enteró de que N a - cuanto se ha humillado en mi presencia, n o to, pues Yahveh la h a entregado e n t u s en la b o c a d e todos los profetas, p o r q u e
bot había sido lapidado y había muerto, traeré la desgracia en sus días; enlos de s u manos».
h a decretado tu desventura».
dijo a A j a b : «Ve y t o m a posesión de la hijo acarrearé la desventura sobre su casa».
3
'y O Tú Y YO : Josafat tenía un hijo casado con una hija de Ajab. Desde este reinado cesan las
Oí 3
LÍBREME YAHVEH: Nabot no quería quebrantar la ley del Levítico (25,23-28). "• luchas fratricidas entre Judá e Israel.
^ •9 7
¿Y TÚ EJERCES..,?: como si dijera: ¡Bonito rey de Israel eres tú! 1
" MIQUEAS: profeta diverso de'uno de los profetas menores, que vivió más tarde.
AYUNO : prescribíase por alguna calamidad pública, y con ello pretendía la reina dar carácter ' CUERNOS DE H. : símbolo de fuerza y alusión a la profecía de Moisés concerniente a Efraírri y
odioso a la negativa de Nabot. || SENTAD: en calidad de acusado. Manases
13
(Dt 33,17), que aplicó al rey Ajab y su vecino de Israel.
10
Dos HOMBRES: la ley exigía dos testigos para condenar a muerte (Dt 19,15-20). SUBE Y TENDRÁS ÉXITO: respuesta irónica que el mismo Ajab penetró.
i ' HAS TOMADO POSESIÓN: e. d., de la propiedad del muerto. || E N EL MISMO SITIO; cumplióse *l U N ESPÍRITU: el del mal (cf. San Juan de la Cruz, edic. BAC, p.640), como en Job 1,6-13
la profecía en la persona de su hijo Joram (2 Re 9,25).
I REYES 423
422 I REYES 22 2*-6*
24
Entonces se acercó Sedéelas, hijo d e b a ñ a r o n en ella, conforme al oráculo que
K e n a a n á ; dio u n a bofetada a Miqueas y Yahveh había pronunciado. NOTAS CRITICAS
exclamó: 39 El resto de los hechos de Ajab, t o d o
—¿Por dónde h a pasado de m í el espí- cuanto hizo, el palacio de marfil que cons-
ritu d e Yahveh p a r a hablarte a ti? truyó y todas las ciudades que edificó, h e CAP. I : * C Seb ca 250mss vers; H ahora] " así H c mlt mss vers; Kit 1 Q- tus servidores] c Kit 1 c
25
aquí q u e está escrito en el libro de las 3mss S haga o c G lms "E lg confirme Y. las palabras de1 mi señor el rey] ' K i t c G*»ST danzando en
Miqueas contestó: coros] • c QQ»V(T); KS (-Kit) tu Dios] < ins c G (Kit).
40
— Y a lo has d e ver en aquel día, cuan- crónicas de los reyes de Israel. * Así, GAP. 2: * H add diciendo; di c G'V] ' c G'L1* (cf Kit); H poniendo] « Kit y otros sangre inocente]
do entres de aposento en aposento para pues, Ajab durmióse con sus padres y rei- * Kit y otros mis] ' G'SVS" Salomón.
esconderte. nó en su puesto Ocozías, su hijo. CAP. 3 : a_a di, anota! Kit. Otros interpretan: que no habrá...
26 41 CAP. 4: * c G; Var (cf V) y] « ins y hasta c Kit] ° ins c cG •>.
Entonces dispuso el rey: Josafat, hijo de Asá, comenzó a rei-
—Coge a Miqueas y condúcelo a Ara- nar sobre J u d á el a ñ o cuarto d e Ajab, CAP. 6: • ins c S] » c G ; r I l ü edificación de tres pisos] c G T ; H medio] ' c G; H paredes] ' c V
(cf Kit); H delante de mi] ' H add la casa, o sea; «di c G...(V> anota Kit] « c Kit (cf)] » Kit c G;
m ó n , prefecto de la ciudad, y Joás, hijo rey de Israel. * 4 2 Tenía Josafat treinta y 11 le revistió] ' así GV] ' prps ins (cf Kit)] * cf GV.
del r e y , 2 7 y di: Asi h a dicho el rey: Poned cinco años cuando subió al trono y reinó CAP. 7: • tres c G Kit] o «1 prb c G capiteles» (Kit)] • c G; H jambas] d c S(V); H el suelo] ' ins
a éste en la cárcel y tcnedle a corta ración veinticinco años en Jerusalén. El n o m b r e 1' ( 11 r c 2mss; H columnas] s c ca 5omss S; H granadas] h c G; kH 4o mismo s. las mold. por encima*]
de p a n y agua hasta que yo vuelva en paz. de su m a d r e era Azubá, hija de Siljí. ' c Kil; 11 el iiipilel o coronamiento] > c 43mss GV; H fuentes] H add para cubrir las dos bolas q.
2 ,
Y replicó M iqueas: 43
Siguió enteramente la conducta de Asá, habla Mthu1 las columnas; «di, cf 41» (Kit).
—¡Si retornas con felicidad, n o h a h a - su padre, sin apartarse de ella, o b r a n d o CAP. 8: « Kil ins c GL 1 ! ¿No está escrito en el libro del Canto... 1] " ins c 35mss GT'SVCr] ° c
(18; 11 «n id lierra] " c smss vers Cr; H sing] ' c Cr (cf GV); H sus cautivadores]' add H y siete días,
blado Yahveh p o r m í ! lo recto a los ojos d e Yahveh. 4 4 Sin em- nifiirn' dliis; ni-ro cf v 66] « ins c GSV.
Y exclamó: bargo, los lugares altos n o se quitaron; ('.»!•. o:» innove™ Orí b ins c GSVCr] ° ins c 15 mss Gb!>SV] « c GTVCr; H enviaré] «cLSAr:
—¡Oídlo, o h pueblos todos! el pueblo seguía a ú n ofreciendo sacrifi- V 'N|i|mn: 11 fxrrí.vrll ' con K (Kit); (¿Cr vors Tadmor.
29 111; • «>prli ill< uní 1I11 Kil 1 jC.r u,i| " Kit c G eí valida de él] " Kit 1 c GLS tus mujeres]
Subieron, pues, el rey d e Israel y J o - cios y quemando incienso sobre las altu-
safat, rey de J u d á , a R a m o t de Galaad. ras.
45
Y Josafat vivió en paz con el rey '.yntrtVI " " Rll I 1 <l iiiiiii i-iilii'aiii» 11V Iriiiiro] '-' c Kit (cf GV); H «y la caravana»] ' así
30
Y dijo el rey de Israel a Josafat: «Voy de Israel. I 1 I I V 1 I I IIMil 11II1IM1III1I.
46
E l resto de los hechos de Josafat, las i l l " 1 Kil Oí (!H>; llfv V)«lum>l '• Kil o C.S se reunieron] ° c Kit; H a ellos] « - ' c G O ' L ;
a disfrazarme " para entrar en batalla, pe- II 11.111 ,, »-inl,ili|n-i.Tiin...r<'iiiiirimJ " c Kit (cf V); H a] 'ins c vers] ' c Kit (cf GSS"Ar);
r o tú lleva tus propias vestiduras». El m o - hazañas que realizó y las guerras que llevó I I .1 ,., ,,-riil) " c GS; 11 Siria] '"" c GLSV; H plural.b
n a r c a israelita, en efecto, se disfrazó y a cabo están consignados en el libro de CAP. 12: » C G"S"V 2Cr 10,2; H se quedó en Eg.] c algs mss vers; H Dios] " c G«S; H a ellos]
e n t r ó e n batalla. 3 1 Y el rey de Siria había las crónicas reales de Judá.
47
Además, •' 11 w .' C.1 (Kit).
d a d o instrucciones a los treinta y dos co- limpió el país del residuo de hieródulos < !AP. 13 : * c GSV: H plur] " c Kit; H ordeno] c c GLSV; H ¡lego' su hijo y te contó] " ins (y) c
m a n d a n t e s d e sus carros, diciendo: « N o que había quedado en los días de Asá, < i'SVI " c GTLV; H uieron] ' c (G)S (cf V); H palabra para mí] ' c ca somss vers; H no] » ins c
< !I.V| ' c V; H y llegó] ' en vez de mis huesos, Kit 1 c GL l g (cf 11,23,18): me a fin de que mis huesos
combatáis a pequeño ni a grande, sino a su padre. ¡«•imanezcan incólumes junto a los suyos] k c GLVS; H plur] 1 c GLT b w S; H con este h.] m c GS;
48
sólo el rey de Israel». 3 2 Y resultó q u e N o había [entonces] rey de E d o m ; II JII'I 1I1/11 de la c.
c u a n d o vieron los jefes de l o s carros a u n gobernador hacía las veces de t a l ' . * < :M>. 14: » ins c Kit] » así (o Sosaq) c KG; HQ.Sisaq.
49
Josafat, se dijeron: «Seguramente ése es Josafat hizo naves de gran tonelaje p a r a CAP. IS: " ins c 52mss vers Cry] " c G ; H sobre] c c GV; H y se quedo] d i n s c G " ] e todo add H ;
el rey d e Israel»; y se dirigieron contra él ir a Ofir p o r o r o ; m a s n o logró partir, ..II < -C1"1)» anota Kit.
p a r a atacarle, y Josafat dio voces; 33
y pues la flota se destrozó en Esyón-gué- CAP. 16:flc 9mss S; Hysobre] b ins c 43mss G] c Hb add hijo de Omrí; di c G bI Kit.
5 ( >p. 17: * por de los mor. en; Kit 1 c G deb Tisbéde] prb 1 su hijo (G plur).
. viendo los c o m a n d a n t e s de los carros que ber. * o Entonces Ocozías, hijo de Ajab, ( '.AP. 18: a* G vamos; Kit ins y pasemos] c 23mss vers; H hizo] ° G b (o Kit) ins e hiriéronlo así.
n o e r a el soberano israelita, dejaron dijo a Josafat: «¡Vayan mis siervos c o n CAP. ig: c GSSb; y todo lo que] b ins c 24mss vers] c c pl mss GSV...; H y vio] A ins c GV.
de perseguirle. 3 4 Pero u n h o m b r e flechó los tuyos en las naves!»; pero n o quiso CAP. 20: "Kit 1 tus muj. y tus hijos para ti son, mas cfv 5] ° c GSV; H tus] ° i n s c G b I ] a G «m-
el arco al azar e hirió al rey de Israel por Josafat. WIIIIIII
II
11 decir tu (así Kit)] " con él ins c G*TV] ' G cogió (asi Kit)] " H add y dijo; di c S (cf GV)]
entre las comisuras der- la loriga. [El rey]
51
D u r m i ó s e Josafat c o n sus padres, y I 6omss GSV; H sing] 1 c Kit; bH yo te dejaré (serían palabras de Ajab).
dijo entonces al conductor de su c a r r o : fue sepultado c o n ellos en la ciudad de ( IAP. 21: • ins c Kit (cf SG)] asi add V; cf 11,20,2] c c 9mss VST, cf 11,9,36; II la barbacana o
milnimrnl.
« D a la vuelta y sácame del c a m p o , porque David, su antepasado. J o r a m , su hijo, rei- CAP. 22: *c 29mss ASymThT (cf V); H el Señor (Adonay)] "asi quizá c Kit yotros; o quizá
estoy herido». 3 5 L a batalla arreció aquel n ó en su lugar. * •illalrÜMite para entrar en combate y vístete mis (cf G) vestiduras»] c cf Kit; H las junturas y la loriga;
52
día, y el rey h u b o de mantenerse erguido P o r su parte, Ocozías, hijo de Ajab, V ifl pulmón y el estómago (G: coraza)»] " hasta la tarde ins Kit c Cr (cf G)] ' así parecen 1 GVST;
en su carro frente a los sirios d y murió empezó a reinar sobre Israel en Samaría 11 ni tírílt'río] ' o quizá 1 «sino un gob. del rey Josafat»].
p o r la t a r d e : la sangre de la herida se de- el a ñ o diecisiete de Josafat, rey de Judá,
53
r r a m ó p o r el fondo del carro. 3 6 Al p o - y reinó dos años sobre Israel. * Y obró
nerse el sol, pasó el pregonero * p o r el lo malo a los ojos de Yahveh, pues siguió
c a m p o , diciendo: «¡Cada u n o a su ciudad el camino de su padre y el de su m a d r e y
y cada u n o a su tierra!» 3 7 Murió, pues, de Jeroboam, hijo de Nebat, que indujo
54
el rey, y fue llevado a Samaría, donde a pecar a Israel. Sirvió a Baal, se pros-
sepultaron al soberano. 3 8 Lavóse el carro ternó ante él y agravió a Yahveh, D i o s de
junto a la alberca de Samaría, y los perros Israel, exactamente c o m o hiciera su p a -
lamieron su sangre y las prostitutas se dre.
39
PALACIO DE MARFIL: U ornado con profusión de marfil, cual lo confirmaron las excavaciones
de IQO8
41
y 1931 en el palacio de Samaría, atribuido a Ajab.
48
Josafat de Judá reinó h.873 u 870-849, y Ajab de Israel, h.869-850 a 883-854.
No HABÍA REY: por estar aquella tierra sometida a Josafat.
49
D E GRAN TONELAJE: lit. de Tarsis; cf. 10,22. II OFIR: cf. 9,28.
51
JORAM : hebr. Yehoram y otras veces Yoram. Nosotros lo transcribiremos en ambos casos con
la forma
2
vulgar Joram. Lo mismo ocurre con su homónimo de Israel.
' Dos AÑOS: h.850-849; según otros, 854-853.
uií
lí REYES 2 425

Elias arrebatado al cielo. Sucédele Elíseo


I I R E Y E S 1
Sucedió que c u a n d o arrebató al cie- res al ser arrebatado de j u n t o a ti, así te
2 lo Yahveh a Elias en u n torbellino, ocurrirá; y si n o , n o será así.
11 Y sucedió q u e iban ellos h a b l a n d o , y
habían partido Elias y Eliseo de Guilgal.
2
Y Elias dijo a Eliseo: he aquí que u n carro de fuego y unos ca-
—Quédate aquí, por favor, pues Yah- ballos de fuego también Separaron a en-
veh me envía hasta Bet-El. trambos, y subió Elias en u n torbellino al
Mas Eliseo replicó: cielo. 1 2 Eliseo lo veía y gritaba: «¡Padre
Elias intima a Ocozías su muerte —¡Vive Yahveh y vive tu alma, que no mío, padre mío, carro y caballería de Is-
te he de abandonar! rael!» Y n o lo vio más. Entonces agarró
1 —Si soy h o m b r e (ish) de Dios, baje Bajaron, pues, a Bet-El, 3 y los discí- sus vestiduras y las desgarró en d o s peda-
Después de la muerte de Ajab,
I 2
Moab se rebeló contra Israel. fuego (esh) del cielo y devóreos a ti y pulos de los profetas q u e en Bet-El había
salieron al encuentro de Eliseo y le dije-
zos. * 13 Luego alzó el m a n t o de Elias, q u e
se le había caído de encima, y, volviéndo-
Ocozías cayóse p o r la reja de su cá- tus cincuenta. ron: se, se p a r ó a la orilla del Jordán. 1+ E n -
m a r a superior en Samaría, y quedó en- Y descendió fuego del cielo y le con- tonces cogió el m a n t o q u e habíasele caí-
n ¿Sabes q u e h o y va a arrebatar Y a h -
fermo. Envió, pues, mensajeros, a quie- sumió a él y a sus cincuenta. Tornó
veh u lu a m o de sobre t u cabeza? do a Elias, golpeó las aguas y exclamó:
nes dijo: «Id a consultar a Baal-zebub, [Ocozías] a enviar a Elias otro jefe de cin- Y contestó: «¿Dónde está Yahveh, Dios de Elias?» Y
dios d e E q r ó n , si curaré de esta » mi en- cuenta con su gente", el cual habló a —También yo lo sé; callad. habiendo golpeado también él las aguas,
fermedad. 3 Entonces el ángel de Yahveh aquél: * Y Elias díjole [nuevamente]: éstas se escindieron a u n lado y otro, y
dijo a Elias tisbita: «Apréstate, sube al —Hombre de Dios: Así dice el rey: Eliseo pasó.
Misen, quédate aquí, por favor, pues
encuentro d e los mensajeros del rey de ¡Date 12
prisa a bajar!
Yulivili mi< vilvlu « Jericó.
15
C u a n d o lo vieron los discípulos d e
Samaría, y diles: ¿Es p o r falta de dios en M a s Elias replicó, y fe' dijo: los profetas, q u e estaban en Jericó, a
—Si soy h o m b r e de Dios, baje fuego Y ni| illó ¿I:
Israel p o r lo q u e vais a consultar a Baal- ¡Vive Yiihveh y vive lu iiliiiu, que 110 d e r l a distancia, exclamaron: «¡El espíritu
zebub, dios de E q r ó n ? * E n vista de eso, del cielo y devórete a ti y tus cincuenta. le lie ile iiliiiiuliiiiiii I ile Elias ha posado sobre Elíseo!»; y,
así dice Y a h v e h : N o h a s de bajar del le- Y descendió fuego ° del cielo, y le con- viniendo a su encuentro, se prosternaron
13 Y vinieron 11 Jericó. ' Los discípulos de
c h o a d o n d e subiste, sino que morirás cier- sumió a él y a sus cincuenta. Y tornó
los profetas que en Jericó había acercá- ante él en tierra. í6 Dijéronle:
tamente». Y Elias se marchó. a enviar tercer capitán de cincuenta con
5 ronse a Eliseo y dijéronle: —Ten a bien considerar que hay entre
Los mensajeros se volvieron a Oco- su gente; y subió, y cuando llegó este ter- - ¿Sahes que hoy Yahveh va a t o m a r tus servidores cincuenta hombres esfor-
zías, quien les p r e g u n t ó : cer capitán de los cincuenta, dobló sus
n tu a m o de encima de t u cabeza? zados; permite que vayan y busquen a
—¿Por q u é , pues, os habéis vuelto? rodillas ante Elias y le suplicó y dijo:
6 Y contestó: tu señor, no sea que lo haya arrebatado
Contestáronle: —Hombre de Dios, aprecia debidamen-
'himhicn yo lo sé; callad. el espíritu de Yahveh y lo haya arrojado
— H a salido a nuestro encuentro u n te, por favor, mi vida y la14vida de estos " Y I IIIIH le dijo |de nuevo]: en alguna de las montañas o en algún
h o m b r e y nos h a d i c h o : I d , volveos al rey cincuenta servidores tuyos. He aquí que (Jiii'iliili' iii|iil, por favor, pues Yah- valle.
que os h a enviado y decidle: Así dice Yah- ha descendido fuego del cielo y ha devo- veh me envía ni Jordán. Mas él respondió:
v e h : ¿Es p o r falta de dios en Israel p o r rado a los dos primeros capitanes de cin- Y replicó él: —¡No los enviéis!
lo q u e t ú m a n d a s a consultar a Baal-ze- cuenta con su gente; mas ahora perdó- ¡Vive Yahveh y vive t u alma, q u e 17 Pero ellos le porfiaron por mucho
bub, dios d e E q r ó n ? E n vista de eso, de name 15
la vida.
no le he de a b a n d o n a r ! tiempo, y él hubo de decirles:
la cama a q u e subiste n o h a s de bajar, si- Entonces el ángel de Yahveh dijo a
Elias: «Baja con él; no le temas». Fue, Y marcharon los dos. 7 Partieron asi- —¡Enviadlos!
n o q u e morirás sin remedio. iiilumo cincuenta hombres de entre los dis- Entonces ellos mandaron cincuenta
7 Preguntóles é l : pues, y bajó con él al rey. 16 Dijo [Elias]
cípulos de los profetas y paráronse én- hombres, que lo buscaron durante tres
•—¿Qué señas tenía el h o m b r e q u e h a al soberano: «Así dice Yahveh: Por cuan- trenle, a lo lejos, mientras ellos dos detu- días y no lo hallaron. 18 Volviéronse, pues,
salido a vuestro encuentro y os h a habla- to has enviado mensajeros a consultar a viéronse junto al Jordán. 8 Entonces Elias a Eliseo, q u e se había quedado en jericó,
do estas palabras? Baal-zebub, dios de Eqrón, como si hu-
i'o)iió su manto, lo plegó y golpeó [con él] y les dijo:
8 Contestáronle: biese en Israel falta de dios, cuya palabra
luí aguas, las cuales se dividieron a u n la- —¿No os dije q u e n o fuerais?
— E r a u n h o m b r e provisto de u n a piel poder consultar, por eso no bajarás del do y otro, y pasaron a m b o s en seco. 19
Y los hombres de la ciudad expu-
velluda y u n cinto de cuero ceñido a sus lecho adonde subiste, sino que morirás de " C u a n d o hubieron pasado, Elias dijo sieron a Eliseo:
lomos. cierto».
H Eliseo: — M i r a , p o r favor; la situación de la
Ocozías exclamó: n Murió, pues, conforme a la palabra
—Pide lo q u e deseas haga yo a tu fa- ciudad es buena, c o m o ve mi señor; pero
—¡Es Elias tisbita! de Yahveh, que Elias había pronunciado,
vor antes d e q u e sea arrebatado de jun- las aguas malas hacen el país estéril. *
9 Entonces envió en su busca u n capi- y subió al trono en su lugar Joram (el año to n ti. 20 Contestó é l :
t á n de cincuenta hombres c o n su gente, segundo de Joram, hijo de Josafat, rey de Contestó Eliseo: — T r a e d m e u n a escudilla nueva y p o -
el cual subió a donde el profeta, que se ha- Judá), pues [Ocozías] no tenía ningún —¡Alcance yo, te ruego, doble porción ned en ella sal.
llaba sentado sobre la cima del monte. hijo. 18
*
en tu espíritu! * Y se la trajeron. 2 1 Entonces él salió
Díjole: El resto de los hechos d e Ocozías se 10
[Elias] respondió: al manantial de las aguas, arrojó allí la
— H o m b r e de Dios, el rey h a dicho: halla escrito en el libro de las crónicas —Cosa difícil has ido a pedir. Si me vie- sal y exclamó: «Así dice Y a h v e h : Y o
¡Baja! de los reyes de Israel.
10
Respondió Elias y dijo al capitán de
los cincuenta: O q DOBLE PORCIÓN: e. d., herede yo de tu espíritu, en calidad de primogénito tuyo, una porción
"* 1doble
2
respecto a la de los otros herederos (cf. Dt 21,17).
•I 1 7 EL AÑO SEGUNDO DE JORAM: O hay aquí error de copista o fue este príncipe asociado al mando CARRO Y CABALLERÍA: el carro y los caballos de fuego de la visión de Eliseo sugiérenle llamar
* por su padre en el decimosexto año del gobierno de Josafat. De no ser así, habría contradicción H Ellas «artillería y caballería (Kit. lee c. GV caballo) de Israel», e. d., su fuerza y defensa principales
COIÍ 3,(,. Jorara de Judá reinó h.853 (otros¡ 84<¡)-843, (cf. 13,14).
1» EL PAÍS: e. d., el terreno; o las mujeres (haciéndoles abortar), según creencia popular.
22
n REYES 3 1 8 —4 T 427
426 n REYES 2 ~312
Bajaron, pues, a él el rey de Israel, E d o m y llenóse de agua el país. 2> A h o r a
saneo estas aguas, de las cuales n o saldrá faron de él y le dijeron: «¡Sube, calvo! Josulal, rey de Judá \ y el rey de Edom. bien, todos los moabitas, teniendo n o -
ya muerte ni esterilidad». 2 2 Y las aguas ¡Sube, calvo!» 2 4 El volvióse p a r a atrás,
11
lilisco dijo al rey de Israel: ticia de que los reyes h a b í a n subido a
q u e d a r o n saneadas hasta el día de hoy, los vio y los maldijo en n o m b r e de Yah-' ¿Qué tengo yo que ver contigo? Ve c o m b a t i r c o n t r a ellos, se m o v i l i z a r o n
conforme a la palabra que Elíseo p r o - veh; y salieron dos osas de la selva y a los profetas de tu padre y tu madre. cuantos eran ya capaces de ceñir tahalí
nunció. * despedazaron de entre ellos a cuarenta y Mas díjole el rey de Israel: y de esa edad p a r a arriba, y se situaron
23
Desde allí subió Elíseo a Bet-El, y dos muchachos. 25 D e allí m a r c h ó al mon- -No; ¡es que Yahveh ha convocado en la frontera. * 2 2 Levantados de m a -
c u a n d o subía por el camino, unos m o - te Carmelo, desde donde volvió a Sa- a estos tres reyes p a r a entregarlos en drugada, como brillase el sol sobre las
zalbetes salieron de la ciudad y se m o - poder de M o a b ! aguas, los de M o a b divisaron las aguas
14
Elíseo replicó: desde lejos rojas c o m o sangre. * 2 3 D i -
—Vive Yahveh de los ejércitos, a quien jeron, pues: «¡Eso es sangre!; seguramente
J o r a t n , r e y d e Israel. G u e r r a con M o a b sirvo, si no fuera p o r q u e respeto la pre- que los reyes se h a n peleado entre sí y se
sencia de Josafat, rey de J u d á , ni te han m a t a d o unos a otros. A h o r a , pues,
1
J o r a m , hijo de Ajab, comenzó a que su padre había hecho. 3 Sin embargo, guardaría consideración ni m e dignara ¡a la presa, Moab!» 2 4 M a s c u a n d o llega-
3 reinar sobre Israel, en Samaría, el se m a n t u v o apegado a los pecados de mirarte. 15 A h o r a , pues, traedme u n ta-
ñedor de arpa.
r o n al c a m p a m e n t o de Israel surgieron
los israelitas y derrotaron a los moabitas,
a ñ o dieciocho de Josafat, rey de J u d á , Jeroboam, hijo de N a b a t , por los cuales
reinó doce años. * hizo pecar a Israel, sin apartarse de ellos. Y sucedió que mientras el tañedor to- que huyeron ante ellos. Aquéllos pe-
4 caba, la m a n o de Yahveh se posó sobre netraron ü [en el país], batiendo a M o a b .
A h o r a bien, Mesa, rey de M o a b , era 25
Luego demolieron las ciudades, y, a r r o -
pastor, y pagaba al rey de Israel u n tri- lilisco, " ' q u e dijo: «Esto dice Y a h v e h :
Id y haced en este valle muchos aljibes, j a n d o cada uno su piedra en t o d o c a m p o
b u t o de cien mil corderos y cien mil 1 fértil, los llenaron de ellas; y cegaron
carneros con su lana. * 5 M a s , muerto ' pues así dice Yahveh: N o veréis viento
todos los manantiales y talaron todo ár-
Ajab, rebelóse el rey de M o a b contra el ni lluvia, mas ese mismo valle se henchirá
bol frutal; hasta el p u n t o de que [sólo]
m o n a r c a israelita. 6 Así, pues, en aquel *)»' lian», y beberéis vosotros, vuestros
quedó la muralla de" Quir-jaréset, y los
día salió el rey de J o r a m de Samaría y UMIIIIIIIIN " v vnt'Hlim bestias de lito. * '* Pe-
honderos la cercaron y batieron. * 2b El
pasó revista a t o d o Israel. 7 Y fue y ni lililí luí pmtvliln poco eslo 11 los ojos
rey de M o a b , viendo que la lucha era
envió aviso a Josafat, rey de J u d á , di- ilc Ynhvelí, y vil 11 enlregar a M o a b en
vuestras manos, i1' Y destruiréis toda ciu- demasiado recia, t o m ó consigo setecien-
ciendo: tos hombres que blandían espada p a r a
— El rey de M o a b se h a sublevado dad fortificada y todas las ciudades más
importantes, talaréis t o d o árbol frutal, abrirse paso hacia el rey de E d o m , m a s
contra mí; ¿quieres venir conmigo a la
cegaréis todos los manantiales de agua n o lo lograron. 2 7 Entonces t o m ó a su
guerra contra M o a b ? hijo primogénito, que había de reinar en
y echaréis a perder con piedras los mejo-
Contestó: res campos». su lugar, y lo ofreció en holocausto sobre
—Subiré. Y o , m i pueblo y mis caballos la muralla. P o r ello sobrevino gran cólera
seremos u n a misma cosa contigo, tu pue- •'" A la m a ñ a n a siguiente, en el m o - contra los israelitas, que se retiraron de
blo y tus caballos. mento en que se ofrece la oblación, h e aquél y se volvieron a su país. *
8 iiquí que llegó el agua de la parte de
Y preguntó:
—¿Por qué camino subiremos?
—Por el camino del desierto de E d o m
—respondió. * Milagros d e Elíseo
9
Partieron, pues, el rey de Israel, el
1
U n a mujer * de un discípulo " de los vecinas vasijas vacías, sin quedarte corta.
rey de Judá y el rey de E d o m , y, tras
h a b e r hecho u n r o d e o de siete días de 4 profetas clamó a Elíseo, diciendo:
4
Luego entrarás y cerrarás la puerta tras
ti y tus hijos, y verterás [aceite] sobre
camino, faltó el a g u a para el ejército y Mi marido, tu siervo, h a muerto, y
el ganado que los seguía. I 0 Exclamó en- ni «abes que tu servidor era temeroso de cada u n a de estas mismas vasijas, p o -
tonces el rey de Israel: Ynlivch. Ahora bien, h a venido el acree- niendo aparte las llenas.
5
—¡Ay! Ciertamente ha c o n v o c a d o Y a h - dor pura convertir en esclavos a mis dos M a r c h ó , pues, la mujer de junto a él,
veh a estos tres reyes para entregarlos en lil|ns. * y, cerrando la puerta tras sí y sus hijos,
1 mientras ellos le acercaban [las vasijas],
m a n o s de M o a b . < 'onlestóle Elíseo:
11 Mas Josafat preguntó: \S)w puedo hacerte yo? Cuéntame, ella vertía [el aceite]. 6 Y c u a n d o estu-
—¿No hay aquí algún profeta de Y a h - , que llenes en casa? vieron llenas las vasijas, dijo ella a u n o
veh, para que consultemos al Señor p o r Respondió ella: de sus hijos:
su medio? Tu sierva no tiene n a d a en casa, a —Acércame a ú n otra vasija.
Y respondió u n o de los servidores del no ser una orza de aceite. Y contestóle él:
rey de Israel, y dijo: ' Dijo entonces él: — N o hay m á s vasijas.
—Aquí está Elíseo, hijo de Safat, que —Ve y pide fuera prestadas a todas las Y entonces se detuvo el aceite. 7 Vino,
Inscripción del rey moabita Mesa
vertía agua sobre las manos d e Elias. *
2 12 17
Y o b r ó el mal a los ojos de Y a h v e h , Aseguró Josafat: (SANADOS...: el ganado que un ejército lleva consigo. Pero cf. nota critica.
a u n q u e n o tanto como su p a d r e y su —Por su medio » se obtendrá la pala- " Y me ERA EDAD PARA ARRIBA: c. d., no sólo los que por su edad eran ya aptos para empuñar
m a d r e ; pues quitó la massebá de Baal b r a de Y a h v e h . Irtfl tltmn4, capaces de ceñir tahalí, sino los de esa edad en adelante.
J
* KH|AS: del color de las tierras que habían atravesado, avivado porlos rayos del sol naciente.
22
LAS AGUAS: es la fuente llamada hoy del Sultán, al pie de la vieja Jericó. '* ()UIR-.IARÉSET, hoy Querat, era la capital del reino moabita.
a
M !i'u.r:uA: parece referirse a la ira celeste despertada por haber los asediantes excitado a Moab
O l DOCE AÑOS: h.853-842. Otros señalan 849-842. 11 U (lem'Mperación.
** * MESA: su triunfo sobre Israel tras la caída de la dinastía de Omrí (h.835 a. C.) celébralo la l
famosa estela del Louvre. A Kr. ACREEDOR, según ley, no tenía derecho para reducir por fuerza a esclavitud a! deudor in-
8
CAMINO DEL DESIERTO: había otro por el monte del mar Muerto vadeando el Jordán. nolvente; pero se había introducido tan fea costumbre.
11 VERTÍA AGUA... : e. d., por sinécdoque, estaba ligado íntimamente a su servicio.
H REYES 4 8e
—5 " . 429
428 n REYES 4 *->
[al lecho] se inclinó [de nuevo] sobre el cuanto p r o b a r o n el potaje, gritaron y
pues, ella y se lo refirió al h o m b r e de yo vaya corriendo h a s t a el h o m b r e de niño, el cual estornudó hasta siete veces, dijeron: «¡La muerte está en la olla, varón
D i o s , quien le dijo: «Ve y vende el aceite Dios y vuelva. y abrió el chiquillo los ojos. 36 Entonces de Dios!» Y no pudieron comerlo. 41 Dijo
23
y paga a tu acreedor •>, y tú y tus hijos Preguntó él: [Eliseo] llamó a Guejazi, y dijo: «Llama él entonces: «Traedme harina», y habién-
vivid de lo restante». —¿Por qué has de ir a él hoy? N o es a nuestra sunamita». Llamóla, y ella vino dola echado en la olla, o r d e n ó : «Servidlo
8 Y sucedió cierto día que pasaba Elíseo novilunio ni sábado. donde él, que le dijo: «Toma a tu hijo». a esta gente para que coma», y no h u b o
37
p o r S u n a m ; y había allí u n a mujer im- Ella r e p u s o : F u e ella y se echó a sus pies, proster- ya nada malo en la olla.
42
portante que le instó porfiadamente a —¡Queda en paz! * nándose en tierra, y luego t o m ó a su Y llegó un h o m b r e de Baal-Salisá y
24
comer, y siempre que pasaba él se llegaba E hizo aparejar el asna e indicó a hijo y se salió. trajo al varón de Dios p a n de primicias,
allí a comer. * '' Y dijo ella a su m a r i d o : su criado: «Guía y anda, no m e detengas 38 Eliseo tornóse a Guilgal. Reinaba el veinte panes de cebada, y carmel en su
«Mira, por favor; yo sé que es un santo mientras cabalgo, sino c u a n d o yo te diga». h a m b r e en el país y los discípulos de los alforja. Y dijo [Elíseo]:
25
varón de Dios el que pasa siempre junto Partió, pues, y llegó al h o m b r e de Dios, profetas se sentaban ante él. Y dijo a su - Dalo a la gente p a r a que coman. *
43
a nosotros. "> H a g a m o s , si te parece, una en el monte Carmelo. C u a n d o el varón de c r i a d o : «Pon la olla grande y cuece un Mas su criado alegó:
habitacioncita de paredes, y pongámosle Dios la divisó desde lejos, dijo a Guejazi, potaje para los discípulos de los profetas». — ¿Cómo he de servir esto a cien h o m -
30
allí una cama, una mesa, u n a silla y u n su siervo: Y u n o de ellos salió al c a m p o para bres?
candelabro, para que, c u a n d o venga a —¡He ahí a nuestra sunamita! 2 6 Corre recoger hierbas, y halló u n a especie de Pero él replicó:
nosotros, se recoja en ella». * 11 Y acaeció ahora, por favor, a su encuentro y dile: cepa silvcslre, de la cual cogió coloquín- Dalo a la gente, que coma, pues
u n día que llegó allá [Eliseo] y se retiró ¿Estás bien? ¿Está bien tu marido? ¿Está tlilus campestres, con q'.:e llenó el vestido. Yahveh dice así: Se comerá y h a b r á de
al aposento y se acostó allí, l 2 Y dijo a bien el niño? Llenado a casa, las cortó en pedazos I sobra.
44
Guejazi, su siervo: «Llama a nuestra su- Y ella contestó: para la olla del potaje, pues no sabia" Sirvióselo, pues, y comieron y sobró,
namita». Llamóla, pues, y ella se pre- —Bien. [lo que ITII|. * 4 " Luego sirvieron a aque- conforme a la palabra de Yahveh.
27
sentó ante él. 13 Y [Eliseo] habíale dicho Y llegó ella al varón de Dios, en la llos hombres pnrn c|iu* comiesen; pero en
[a Guejazi]: m o n t a ñ a , y se abrazó a sus pies. Guejazi
—Dile, p u e s : Mira, has m o s t r a d o por se acercó para rechazarla, pero el h o m b r e
nosotros t o d a esta solicitud, ¿qué cabría de Dios dijo: MÁS prodigios d e Eliseo
hacer por ti? ¿Necesitas se hable p o r ti —Déjala, pues tiene el alma amargada,
1
N a a m á n , jefe del ejército del rey que éste m e m a n d a a u n h o m b r e a que
al rey o al jefe del ejército?
Ella contestó:
y Yahveh habíamelo encubierto y n o m e
lo había manifestado.
2
5 de Siria, era un h o m b r e de conside- lo sane de su lepra? Ciertamente, sabed
— Y o habito en medio de mi pueblo. * * Ella exclamó: ración en la corte de su señor, y muy y ved que él busca achaques contra mí».
8
14Preguntó [Eliseo]: —¿Había pedido yo u n hijo a m i señor? estimado, pues por su medio había Yah- Al tener noticia Eliseo, el h o m b r e de
—¿Qué se podría hacer p o r ella? ¿Acaso no dije: N o me engañes? veh concedido a Siria la victoria. Pero el Dios, de que el rey de Israel había rasgado
29 hombre, que era opulento, estaba lepro- sus vestiduras, envió a decir al m o n a r c a :
— E n verdad, n o tiene hijos y su marido Entonces él o r d e n ó a Guejazi:
es viejo—insinuó Guejazi. —Cíñete los lomos, coge mi bastón en so. * 2 Ahora bien, habían salido los sirios «¿Por qué has rasgado tus vestiduras?
5 u guerrillear y habían cautivado en tierra Venga, pues, a mí, y sabrá que hay p r o -
1 Dijo, pues, [Eliseo]: tu m a n o y parte. Si encuentras a alguno,
—Llámala. n o lo saludes, y si alguien te saluda, no ile Israel a u n a jovencita, que quedó al feta en Israel». 9 N a a m á n llegó, efecti-
L a llamó y se presentó a la puerta, le contestes; y p o n m i bastón sobre el servicio de la esposa de N a a m á n . 3 Y dijo vamente, con sus caballos y su carroza,
is El la dijo: rostro del niño. ella a su señora: «¡Ah, si mi señor pudiera V se paró a la puerta de la casa de Eliseo,
—Al a ñ o próximo, p o r esta fecha, abra- 30 M a s la m a d r e del chico dijo: presentarse al profeta que hay en Sama- 10 el cual le m a n d ó un mensajero, dicien-
zarás a u n hijo. —¡Vive Yahveh y vive tu alma que n o ría! Entonces él lo curaría de su lepra». do : «Ve a lavarte siete veces en el J o r d á n
4
Contestó ella: te he de dejar! [Naamán] fue y contóselo a su señor, y tu carne volverá a ti y quedarás puri-
— N o , mi señor, varón de Dios, no Entonces él se levantó y marchó tras diciendo: ficado». 11 N a a m á n se irritó y partió, di-
debes engañar a tu sierva. ella. 31 Guejazi, en tanto, se había ade- —Tales y cuales cosas ha dicho la ciendo: «Yo me decía: Seguramente sal-
7
1 M a s la mujer concibió y dio a luz lantado a ellos y puso el bastón sobre el joven originaria del país de Israel. drá a mi encuentro y, parándose delante,
5
u n hijo al a ñ o siguiente p o r aquel tiempo, rostro del niño, m a s no dio muestras de El rey de Siria contestó: invocará el n o m b r e de Yahveh, su D i o s ;
c o m o Eliseo la había anunciado. voz ni sentido; p o r lo cual aquél volvióse —Ea, ve; yo enviaré u n a carta al rey agitará su m a n o sobre la parte enferma y
18 Y creció el niño, y sucedió cierto al encuentro de Eliseo y se lo anuncio, de Israel. la lepra curará. * 1 2 ¿Acaso los ríos de
día que, habiendo salido en busca de diciendo: «El niño n o h a despertado». Partió, pues, él, t o m a n d o consigo diez D a m a s c o , el A b a n a y el P a r p a r no son
su padre, donde los segadores, 1 9 dijo él 3 2 Penetró, pues, Eliseo en la casa, y el talentos de plata, seis mil siclos de oro y mejores que todas las aguas de Israel?
a su p a d r e : «¡Mí cabeza, m i cabeza!» niño estaba m u e r t o , tendido sobre su diez m u d a s de vestidos. 6 Llevó también ¿No podría yo, acaso, b a ñ a r m e en ellos
Y él dijo al c r i a d o : «Llévalo a su ma- cama. 3 3 El entró, cerró la puerta, que- al m o n a r c a israelita u n a carta, que decía: y quedar puro?» Así, pues, dio media
dre». 20 El le cogió y lo llevó a su madre, dando ellos dos dentro, y o r ó a Yahveh. «Al presente, c u a n d o recibas esta carta, vuelta y partió enojado. 13 Entonces acer-
y estuvo sobre sus rodillas hasta el me- 3 4 Luego subió, se acostó sobre el niño, sabe que te envío a N a a m á n , mi servidor, | cáronse sus servidores y le h a b l a r o n y
diodía, y murió. 2l Entonces ella subió y poniendo su propia boca sobre la boca para que lo cures de su lepra». 7 C u a n d o dijeron: «Padre, si el profeta hubiese exi-
lo acostó sobre la cama del varón _de de éste, y sus ojos sobre sus ojos, y sus el rey de Israel leyó la carta, se rasgó gido de ti cosa difícil, ¿no la habrías
D i o s y, dejándole cerrado dentro, se salió. palmas sobre sus palmas, y se inclinó Ins vestiduras, y exclamó: «¿Soy acaso ' hecho? Pues ¡cuánto m á s habiéndote di-
22
Luego llamó a su marido, y dijo: sobre él, de suerte que el cuerpo del niño Dios para poder m a t a r y dar vida, pues I cho solamente: Báñate y quedarás puro!»
- E n v í a m e , p o r favor, u n o de los mu- I cobró calor. 35 Después se retiró y paseó
chachos, y u n a de las asnas, p a r a que I por la casa de acá p a r a allá, y subiendo 39
COLOQUÍNTIDAS : planta de frutos muy purgantes, del tamaño de una naranja.
42
CARMEL: créese era una pasta hecha de grano fresco tostado y molido. Cf. Lev 23,14.
8 C l NAAMÁN: dice Josefo que fue quien mató a Ajab. Persiste su memoria en Damasco, y como
SUNAM: villa en el camino de Samaría al Carmelo, hoy Sulam o Solem. ^ recuerdo de su curación se ha construido una leprosería en la casa donde, según tradición, ha-

13
D E PAREDES: no una cabana de enramada en la azotea, muy,usual en Oriente. bitaba.
HABITO EN MEDIO DE MI PUEBLO: parece expresión proverbial, como si dijese: tengo una po- * * AojTABÁt al parecer según el rito de bendición y oblación (cf. Ex 19,24, nota),
sición
23
desahogada y feliz, nada necesito de esos grandes personajes.
REPUSO: e. d., repuso despidiéndose: ¡Queda en paz! ¡Salud! o ¡ Adiós!
II REYES 6 l 0 - s s 431
430 II REYES 51* 69

1 lo, porque los sirios están bajando allá». * arco? Sírveles comida y bebida, p a r a q u e
I 4 Así bajó él y se sumergió en el J o r d á n veh, q u e seguramente c o r r o t r a s él, y 111
id monarca israelita m a n d ó gente al c o m a n y beban, y se vayan luego a su
siete veces, conforme a la indicación del alcanzaré de él alguna cosa!» 2 1 C o r r i ó , limar que le h a b í a dicho el h o m b r e de señor.
varón de Dios. Entonces su carne se pues, Guejazí en pos de N a a m á n , quien, Dios y de que le había prevenido se •" Dispúsoles, pues, u n gran convite, y
t o r n ó cuál la carne de un niño pequeño c u a n d o vio que corría tras él, saltó del guardara, n o sólo u n a ni dos veces. " In- comieron y bebieron; luego los despidió
y quedó pura. carro a su encuentro y p r e g u n t ó :
15 quietado p o r ello el corazón del rey de y marcharon d o n d e su señor. Y a n o vol-
Acto seguido regresó él con t o d a su —¿Va t o d o bien?
Siria, llamó a sus servidores y les dijo: vieron las guerrillas de Siria a p e n e t r a r
comitiva al varón de Dios, entró y, per- 22 —Bien—respondió—. M i señor m e - - ¿ N o m e habéis de comunicar quién en tierra de Israel.
maneciendo en pie ante él, dijo: ha enviado a decir: E n este m o m e n t o ' 2 4 Sucedió después de esto q u e Ben-
es el que avisa al m o n a r c a israelita?
— A h o r a sé que no hay Dios en t o d o acaban de llegar a m í dos jóvenes de la 12
Hailad, rey de Siria, reunió t o d o su ejér-
Contestó u n o de sus servidores:
el m u n d o sino en Israel. Así, pues, acepta m o n t a ñ a de Efraím, pertenecientes a los cilo y subió y puso sitio a Samaría. 2 5 Y
discípulos de los profetas. Ten a bien No, mi señor; sino que Eliseo, el
u n regalo de tu servidor. hubo grande h a m b r e en Samaría, pues
darles u n talento de plata y dos trajes profeta de Israel, comunica al soberano
16 M a s él replicó: la asediaron de forma que llegó a valer
isnielilii las palabras q u e pronuncias en
— P o r vida de Yahveh, a quien sirvo, de fiesta. una cabeza de asno ochenta siclos de
lll nk'obn.
q u e n o he de aceptar n a d a . 23 Respondió N a a m á n : piala, y el cuarto de qab de pepitas1
11 Respondió él:
Y a u n q u e le insistió p a r a que lo acep- —¡Dígnate t o m a r dos talentos! cineiienla siclos.* 26 P a s a n d o el rey p o r
17
Y le instó, y atóle dos talentos de plata lil v ved dónde está y enviaré a
tase, siguió r e h u s a n d o . Luego dijo N a a - cima de la muralla, gritóle u n a m u j e r :
p i l ' l h l i l lll.
mán: en dos talegas y le dio dos m u d a s de
Y lo avisaron, diciendo: ¡Sálvame, o h rey, m i señor!
—Pues si no, concédase, p o r favor, a vestidos, cargándoselo a dos criados su- 27
Aquí esln, en Dolán. Y replicó él:
tu siervo la carga de tierra de u n par yos p a r a que2 4 lo transportasen delante
n I n l n i u r s inundó lilla albullos y cu- Si Yahveh n o te salva, ¿de d ó n d e t e
de muías, porque tu servidor n o h a de de Guejazí. Este, c u a n d o llegó a la
11111 v un lin'ilr 1 onlinm'iile de Iropns, voy a salvar yo? ¿Con algo de la era o
ofrecer holocausto ni sacrificio alguno a colina, lo t o m ó de m a n o s de aquéllos,
IIIIM |II>MIIIIIII il>' IMH'IIC y iviviiiiin lil t'lu- el lugar?
otro D i o s que a Yahveh. * 1 8 Esta sola guardólo e n casa y despidió a aquellos
cosa h a de perdonar Yahveh a tu siervo: h o m b r e s , y se fueron. 25 Luego entró a ilml • ' i >• vnni>' 1I0 111111I1111ÍH1I11 el 11 Indi) 1* Y premunióle el rey:
c u a n d o entre mi señor en el templo de presentarse a su a m o , y Elíseo le dijo: ilol viii.Ni ili> I ll>i» '•, y, NIIIII'IIIIII, vio qui- ¿Qué tienes?
R i m m ó n a adorar allí y él se apoye en — ¿ D e d ó n d e vienes, Guejazí? lín i'|.Mi Un IIIIII'IIIIII I11 l i n d a d , con cnbii- Conlestó ella:
mi m a n o , si yo me prosterno en el templo Respondió: llim y c u n o s . Dljolo, pues, su criado: —Esta mujer díjome: Entrega a tu hijo
de R i m m ó n , mientras él adora » en ese — T u siervo n o ha ido a parte alguna. ¡Ay. mi señor!, ¿qué haremos? para q u e nos lo c o m a m o s hoy, y m a ñ a n a
lugar, Yahveh perdone a tu siervo esta 2(1
Pero él le replicó: '"Contestó: comeremos el mío. 2 9 Cocimos, pues, a
acción. * - i A cuso no b le seguía m i mente cuan- No temas, pues son más los que es- mi hijo y nos lo c o m i m o s ; y yo la dije
19 Contestóle [Elíseo]: d o un individuo saltó de su carroza a tu tán con nosotros q u e los q u e están con al día siguiente: Entrega a tu hijo p a r a
—Vete en paz. encuentro? Has tomado ahora ° dinero y ellos. que lo c o m a m o s , y h a escondido a su
Y [Naamán] partió, alejándose de aquél vestidos para comprar
4
olivares, viñas, " I talonees Eliseo oró y dijo: «¡Abre, hijo.
30
algún tanto. * g a n a d o m e n o r y vacuno, siervos y siervas. Yiihveh, sus ojos p a r a q u e vea!» Y Y a h - C u a n d o el m o n a r c a oyó las p a l a b r a s
20 Díjose entonces Guejazí, criado de
27
M a s la lepra de N a a m á n se os pegará VPII uhrió los ojos del criado, y vio que de la mujer, rasgó sus vestiduras, y c o m o
Elíseo, el varón de D i o s : «Evidentemente, a tí y tu linaje p a r a siempre. lil montaña estaba llena de caballos y pasaba sobre la muralla, el pueblo vio y
mi señor h a sido s o b r a d o m i r a d o con este Y Guejazí salió de la presencia de 111 iros de fuego alrededor de Eliseo. 18 Y advirtió que llevaba interiormente el cili-
N a a m á n , el sirio, al n o querer aceptar Elíseo leproso, [blanco] c o m o la nieve. bajaron [los enemigos] hacia él, y Eliseo cio sobre su carne. 31 Y [el rey] e x c l a m ó :
de su m a n o lo que h a traído. ¡Vive Y a h - oró a Yahveh, y dijo: «Hiere, te ruego, a «¡Así m e haga D i o s y así todavía a ñ a d a
rsla gente de ceguera». E hiriólos de si hoy q u e d a la cabeza de Eliseo, hijo
ceguera, con arreglo a la proposición de de Safat, sobre sus hombros!» 3 2 H a l l á b a s e
Eliseo.* 1 9 Díjoles entonces Eliseo: « N o Eliseo sentado en su casa y sentados c o n
Elíseo y los sirios. Cerco de Samarla es éste el camino ni ésta la ciudad; se- él los ancianos, c u a n d o [el m o n a r c a ] envió
Kuidme y os conduciré d o n d e el h o m b r e p o r delante a u n h o m b r e . Pero antes q u e
1 5
Los discípulos de los profetas di- M a s sucedió que, derribando u n o u n que buscáis»; y llevóles a Samaría. el mensajero llegase a él, dijo a los ancia-
6 jeron a Eliseo: árbol, cayósele el hierro del hacha en el •"' C u a n d o llegaron a Samaría, exclamó
lilisco: «¡Yahveh, abre los ojos de éstos,
nos: «¿Habéis visto c ó m o este asesino
ha enviado a c o r t a r m e la cabeza? Obser-
—Considera, por favor, que el sitio agua, y comenzó a gritar, diciendo: «¡Ay,
d o n d e habitamos en tu presencia es de- mi señor, q u e era prestada!» 6 Preguntó para que vean!» Yahveh abrió sus ojos vad c u a n d o venga el emisario, cerrad la
masiado angosto p a r a nosotros. 2 Permite el v a r ó n de D i o s : «¿Dónde ha caído?» puní que viesen, y he aquí que se hallaban puerta y retenedle en ella. ¡Ya se siente
vayamos hasta el J o r d á n , t o m e m o s de M o s t r ó l e el lugar, y [Eliseo] cortó u n en medio de Samaría. 21 Al verlos, pre- tras él el ruido de los pasos de su a m o ! »
33
allá cada u n o u n a viga y nos h a g a m o s palo, lo arrojó allá, y el hierro sobrenadó. guntó el rey de Israel a Eliseo: Todavía estaba h a b l a n d o con ellos,
allí lugar d o n d e m o r e m o s .
7
Díjole entonces: «Cógelo», y alargó la - P a d r e mío, ¿los m a t o ? c u a n d o he aquí q u e bajó hacia e f e / rey e ,
22
—Id—contestó. m a n o y lo cogió. Respondió: y dijo: «Mira, este m a l procede de Y a h -
3 veh, ¿qué p u e d o esperar ya del Señor?»
U n o de ellos dijo: 8 A h o r a bien, el rey de Siria estaba — N o los mates; ¿vas a m a t a r a quienes
—¡Dígnate venir con tus servidores! en guerra con Israel, y celebró consejo no" has cautivado con tu espada y tu
R e s p o n d i ó él: con sus servidores, diciendo: «Tendamos
U

4
—Iré.
M a r c h ó , pues, con ellos, y llegaron al
emboscada * en tal y tal lugar». 9 El v a r ó n
de D i o s envió recado al rey de Israel,
6 23
KSTÁN BAJANDO: así H, prps. están ocultos (cf. V); otros, «deducuntur» (cf. Kit). _
1H
I IIUIÓLOS: no los cegó Dios en realidad, mas permitió fuesen víctimas de una ilusión.
diciendo: « G u á r d a t e de pasar p o r tal si- CAIIKZA DE ASNO: la necesidad los obligaba a comer carne de este animal impuro, según Lev r l ,
J o r d á n y se pusieron a cortar m a d e r a . jo, II t¿AH: medida de capacidad para áridos; créesela equivalente a un sexto de sed o 1I18 de efd;
rcinli-mlrla, pues, entre litro y medio y dos litros. II PEPITAS: hebr. harsonim 'granos, pepitas o caro-
W»\ liara indicar un alimento despreciable (Im. Low); «bulbi d'ortinogalo»' (Bíblica [1050] 250).
17
18
D E TIERRA: tierra de Palestina, para adorar en ella al Dios de este país, Yahveh.
ESTA SOLA COSA: intérpretes antiguos y modernos suelen justificar la petición de Naamán y
respuesta de Eliseo sólo por tratarse de prestar al rey mero servicio civil.
9
ALGÚN TANTO: lit. un kibrá de tierra. Para kibrá, cf. Gen 48,7, nota.
I I REYES ?i8_gi8 433
uiS

m I I REYES 7
rán m a ñ a n a a estas h o r a s en la puerta de Y había contestado [Eliseo]:
S a m a i i a » . 1 9 M a s el oficial había replica- — He aquí que tú lo has de ver con tus
do al varón de Dios, diciendo: propios ojos, m a s de ello n o comerás.
Final prodigioso del cerco de Samaría nadie
— A u n q u e Yahveh hiciera esclusas en el
2(1
Y sucedióle así, pues el pueblo lo
i hay c ielo, ¿podría ser u n a cosa semejante? atropello en la puerta y m u r i ó .
i Eliseo contestó: 1 hemos c o m p r o b a d o que a U l ? é n d o s e sio»
—Escuchad la palabra de Yahveh. ni se oye voz h u m a n a , n o v d a S ta
1
Así dice el Señor: M a ñ a n a a estas horas caballos y asnos atados y las J diero»
Emigración de la Sunamita. Eliseo en Damasco., Joram
u n sea de flor de harina valdrá, en la como estaban». " Los centinela j n t e r l o r
puerta de Samaría, un siclo, y dos seas de voces y comunicaron la noticw n0cne y Ocozías, reye» de Judá
cebada un siclo también. * del palacio. » El rey levantóse u
y dijo a sus servidores: hecho 1
2 A h o r a bien, Eliseo había hablado I r o Yahveh m e h a hecho ver que m o r i r á
Entonces el oficial sobre cuyo brazo
se apoyaba el rey contestó al h o m b r e de —Voy a deciros lo que nos " f e r í e n -
los sirios: saben que estarnos '
8 a la mujer a cuyo hijo resucitara, di- s in remisión. *
Dios, y dijo: ltarse ciendo: «Apréstate y vete, tú y tu fami- H Y [Eliseo] quedó c o m o petrificado y
— A u n q u e Yahveh hiciese esclusas en tos y h a n salido del real u pa na r a fl de lia, y m o r a fuera donde quieras, pues
el cielo, ¿podría ser eso? en el campo, diciendo: « ^ r v entra- Yahveh ha llamado a la carestía y vendrá
Respondió [Elíseo] : la ciudad, los prenderemos vivos y sohre el país por siete años». 2 La mujer
— H e aquí que lo has de ver con tus remos en ella. „„„,idores tornó fue c hizo como habíale dicho el varón de
propios ojos, m a s no comerás de ello. 13 Entonces u n o de sus servidore Dios; y marchó en unión de su familia y
3
H a b í a cuatro leprosos a la entrada de la palabra y dijo: „„i,;,llos q " e e n inoró siete años en tierra de filisteos. 3 Al
la puerta y se dijeron el u n o al o t r o : - C ó j a n s e cinco de los caballos 4 cabo de siete.años, aquella mujer regresó
«¿Por qué nos q u e d a m o s aquí hasta que de lu tierra (ilistea y fue a reclamar al rey
seamos muertos? 4 Si dijéramos: Vamos por mp cusa y su campo. 4 H a b l a b a a la
a entrar en la ciudad, el h a m b r e reina en mt/i'ni cl iiKiiiiiivii a Guejazí, criado del
la ciudad y moriremos allí; y si nos que- h o m b r e de Dios, y decíale: «Cuéntame,
dáremos aquí, moriremos también. A h o r a , por favor, todas las hazañas que ha hecho
pues, vamos y pasémonos al campamen- Eliseo». 5 Y mientras él contaba al rey
to de los sirios: si nos respetan la vida, cómo había resucitado al m u e r t o , he
viviremos, y si nos matan, pues bien, mo- nqui que la mujer a cuyo hijo resucitara
riremos». 5 Dispusiéronse, pues, a pe- [Eliseo] llegó a clamar ante el m o n a r c a
netrar en el c a m p a m e n t o de los sirios al por su casa y su c a m p o . Y dijo Guejazí:
crepúsculo vespertino, y cuando llega- «¡Oh rey, mi señor!, ésta es la mujer y
r o n al límite del c a m p a m e n t o sirio, se éste es su hijo, a quien resucitó Eliseo».
íl
encontraron con que no había allí nadie. El rey premunió a la mujer, la cual se lo
Plano de la puerta occidental de Samaría
6
El Señor había hecho oir en el real de según Cl. Fisher refirió. I;.l soberano le señaló un eunuco,
Siria ruido de carros, de caballos y de un diciendo: «Haz se le restituya cuanto te-
gran ejército, y dijéronse los unos a los ella h a n quedado (pues van a correr igual nía y todos los productos del c a m p o
o t r o s : «Sin duda el rey de Israel ha alqui- suerte que toda la multitud » que h a pere- desde cl día en que a b a n d o n ó el país has-
lado contra nosotros a los reyes de los cido) y enviémoslos y veamos. In ahora».
hittitas y a los monarcas de Egipto para 14 Tomaron, pues, dos carros con sus ' I'I ¡seo llegó a D a m a s c o , y Ben-Hadad,
venir en contra nuestra». 7 Con esto se caballos, y el rey m a n d ó gente en segui-
ivy lie Siria, estaba enfermo, y se le c o m u -
habían levantado y huido a la h o r a del miento del real de los sirios, diciendo:
nicó la nueva, diciendo:
crepúsculo, a b a n d o n a n d o sus tiendas, ca- «Id a ver». 15 M a r c h a r o n , en efecto, tras
ballos y asnos, el campamento tal como ellos hasta el Jordán, y he aquí que t o d o El hombre de D i o s h a venido h a s t a
estaba, y habían escapado por salvar su nqui.
el camino estaba lleno de ropas y objetos * Entonces el rey dijo a Jazael:
vida. 8 Aquellos leprosos llegaron hasta
el extremo del real, penetraron en una que habían arrojado los sirios en su pre- T o m a en tu m a n o un regalo, ve al
tienda, comieron, bebieron y se llevaron cipitada fuga. Y se volvieron los 16
enviados encuentro del varón de Dios y consulta a
de allí plata, o r o y vestidos, y marcharon y se lo refirieron al monarca. Entonces Yiihveh por su medio si sanaré de esta
a esconderlo. Luego volvieron, penetra- salió el pueblo y saqueó el c a m p a m e n t o i'iilermcdad.
0
r o n en otra tienda, se llevaron de allí tam- de los sirios; de suerte que llegó a darse Jazael marchó, en efecto, al cncuen-
bién y marcharon a ocultarlo. 5 Enton- u n sea de flor de harina p o r un siclo y dos Iro de [Eliseo], t o m a n d o consigo un pre-
ces dijéronse los unos a los o t r o s : « N o seas de cebada p o r un siclo también, se- •icnlc con t o d o lo mejor de D a m a s c o , que
debemos obrar así. Este día es un día gún la palabra de Yahveh. constituía una carga de cuarenta came-
de "albricias y nos estamos callados. Si n El rey había encomendado el cargo llos. Llegó, pues, y se presentó ante él,
esperamos hasta el amanecer, incurrire- de la puerta al oficial sobre cuyo brazo se V dijo:
mos en responsabilidad. Ahora, pues, ea, a p o y a b a ; mas el pueblo lo atropello en la -Tu hijo Ben-Hadad, rey de Siria, me Obelisco negro de Salmanasar III
vamos y demos aviso en el palacio del luí enviado a ti diciendo: ¿Sanaré de esta
puerta, y murió, como había predicho el
rey». 10 Llegaron, en efecto, y llamaron 1 6 Dios enfermedad? turbóse * en e x t r e m o ; y el varón de D i o s
a los centinelas de la puerta ' de la ciudad ^ . " J ' c u a n d o el rey bajó a d o n d e r o m p i ó a llorar. 12 Jazael p r e g u n t ó :
el. is Y resultó según había hablado el va- 1° Contestó Eliseo:
y les dieron aviso, diciendo: «Nos hemos —Ve y dile: «Curarás ciertamente»; pe- —¿Por qué llora m i señor?
llegado al c a m p a m e n t o de los sirios y ron de Dios al rey, c u a n d o dijo: « D o s
seas de cebada por un siclo y u n sea de
flor de harina p o r un siclo también se da-
10
CURARÁS: morirla luego ahogado con el cobertor por Jazael.
7 * SsA: la tercera parte de un efá; cf. Gen 18,6,
n BEYES 9 11 - 22 435
434 I I RfíYES o 1S
—§ 10

11
Jehú salió a los servidores de su se- —Diviso u n a tropa.
Respondió: sobre sí rey. 2 l J o r a m pasó entonces a ñor, quienes le preguntaron ": Y J o r a m dispuso:
— P o r q u e sé el mal que h a s de hacer Seir, con todos sus carros. Y sucedió que —¿Va t o d o bien? ¿Para qué h a venido —Coge un jinete y envíalo a su encuen-
a los hijos de Israel; pegarás fuego a sus él se levantó de noche y " batió a los ¡chí- a ti ese loco? tro para que pregunte si es [gente] de paz.
18
fortalezas, matarás a espada a sus jóve- meos ", que le habian cercado, así c o m o Díjoles él: Partió, pues, u n o m o n t a d o a caballo
nes, estrellarás a sus niños, abrirás el a los comandantes de los carros; pero —¡Conocéis a ese h o m b r e y su palabre- a su encuentro, y dijo:
vientre a sus embarazadas. el pueblo huyó a sus tiendas. 2 2 D e esta ría! —Así dice el rey: ¿Es [gente] de paz?
13
Respondió Jazael: suerte E d o m se sublevó, independizán-
—¿Pues qué es tu siervo, este perro, dose de J u d á hasta el día presente. E n
para que haga esta cosa t a n grande? aquel mismo tiempo se rebeló también
Y contestó Elíseo: Libná.
23
—Yahveh me h a m o s t r a d o que serás El resto de los hechos de J o r a m y
rey de Siria. todo cuanto hizo está escrito e n el libro
i i Jazael partió de junto a Elíseo y llegó de las crónicas de los reyes de Judá. 2 4 Y
a su señor, quien le p r e g u n t ó : J o r a m se durmió con sus padres, y fue '" i'' ¡u 48$* ^ ¡ g j i * ^ ^•N»
—¿Qué te ha dicho Elíseo? sepultado con ellos en la ciudad de D a -
Respondió: vid, reinando en su lugar Ocozías, su
— M e ha dicho que sanarás de seguro. hijo.
i5 25
Al día siguiente, [Jazael] cogió el co- El a ñ o doce de J o r a m , hijo de Ajab,
bertor, empapólo en agua y lo puso sobre rey de Israel, comenzó a reinar Ocozías,
el rostro de Ben-Hadad, y m u r i ó , reinan- hijo de J o r a m , rey de Judá. 26 C o n t a b a
do en su lugar Jazael. Ocozías c u a n d o subió al t r o n o veintidós
16 El a ñ o quinto de J o r a m , hijo de Ajab, años, y reinó u n a ñ o en Jerusalén. El
rey de Israel", subió al t r o n o J o r a m , hijo n o m b r e de su m a d r e era Atalía, hija de
de Josafat, rey de J u d á . 1 7 C o n t a b a treinta Omrí, rey de Israel. 21 Siguió el camino de
y dos años de edad c u a n d o comenzó a la casa de Ajab y, c o m o esta casa, hizo
reinar, y reinó en Jerusalén ocho años. lo malo a los ojos de Yahveh, pues esta-
l 8 Y siguió el derrotero de los monarcas ba emparentado con ella. 2 8 A c o m p a ñ ó
de Israel c o m o había hecho la casa de a J o r a m , hijo de Ajab, en la guerra con
A j a b ; pues tenía por esposa a una hija Jazael, rey de Siria, en R a m o t de Galaad.
de éste. Hizo, pues, lo malo a los ojos de Los sirios hirieron a J o r a m , 2!> y este m o -
Yahveh. 19 Sin embargo, Yahveh no qui- narca regresó a Yizreel a curarse de las
so aniquilar a Judá, en atención a D a - heridas que le habían causado los sirios Jehú ante Salmanasar III (842). Del obelisco negro de este monarca
vid, su siervo, conforme lo había prome- en R a m a c u a n d o combatía con Jazael,
tido : que daría u n a l á m p a r a a él y ° sus rey de Siria. Y Ocozías, hijo de J o r a m , Ri'plk'jiron: Mas Jehú replicó:
hijos perpetuamente. rey de J u d á , bajó a visitar en Yizreel a - iMriilira! Cuénlanoslo. — ¿Qué te importa a ti la paz? P o n t e
20 12
En sus días se rebeló E d o m , sustra- J o r a m , soberano israelita, que estaba en- Contestó él: a mi retaguardia.
yéndose del yugo de J u d á , y proclamaron fermo. Talos y cuales cosas me h a hablado, L a centinela dio a v i s o diciendo:
diciendo: Así ha dicho Y a h v e h : T e h e —El mensajero h a l l e g a d o hasta ellos,
unitiilo por rey sobre Israel. pero n o regresa.
Jehú: sus asesinatos regios • ' líllos apresuráronse a t o m a r cada 19
Envió entonces s e g u n d o jinete, que
uno mi manto, echáronlos a sus pies sobre llegó donde ellos y d i j o :
1 El profeta Elíseo llamó a u n o de los Contestó él: lo* ilt'*iiiidt>s escalones y tocaron la trom- —Así dice el rey: ¿ D e p a z ?
9 discípulos de los profetas y le dijo: — A ti, ¡oh jefe!
6
|it>lM V rucia m a r ó n : Y Jehú contestó:
«Cíñete los lomos, t o m a en tu m a n o esta Este se levantó y entró en casa; y [el iJrlu'i es rey! * —¿Qué te importa a t i l a paz? Pasa a m i
botellita de aceite y vete a R a m o t de Ga- joven] vertió el óleo sobre su cabeza y le 1* Asi, pues, Jehú, hijo de Josafat, hijo retaguardia.
laad. 2 C u a n d o llegues allá, trata de ver dijo: «Así dice Yahveh, D i o s de Israel: ilt> Nliusí, se conjuró contra J o r a m . (Jo- 20
La centinela avisó, d i c i e n d o :
allí a Jehú, hijo de Josafat, hijo de N i m - T e unjo por rey sobre el pueblo de Y a h - IIIIII. i'ii unión de t o d o Israel, h a b í a de- — H a llegado h a s t a d o n d e ellos y n o
sí; entra, haz se levante del círculo de sus veh, sobre Israel. 1 Y exterminarás a la ca- Irmlulo a R a m o t de G a l a a d contra Jazael, regresa. L a forma de g u i a r es c o m o la de
allegados y condúcelo a u n aposento más sa de Ajab, tu señor, y vengaré * en Jeza- ley de Siria; 1 5 pero el rey J o r a m habíase Jehú, hijo de Nimsí, p u e s conduce c o n
retirado. * 3 Luego cogerás la botellita de bel la sangre de mis siervos los profetas viii'llo para curarse en Yizreel de las heri- ímpetu.
IIIIN i|uc le habían causado los sirios, en 21
aceite, la verterás sobre su cabeza y excla- y la de todos los servidores de Yahveh. Entonces o r d e n ó J o r a m :
8
m a r á s : Así dice Y a h v e h : Te unjo por rey Y perecerá t o d a la casa de Ajab, y exter- lu Kiicrra de aquél contra Jazael, rey de —¡Engancha!
sobre Israel. Después abre la puerta y hu- minaré de éste a cuantos orinan en pared, Sltin.) Y dijo J e h ú : «Si estáis conformes, Y se le enganchó el c a r r o . J o r a m , rey
ye sin a g u a r d a r » . 4 M a r c h ó , pues, el joven, a todos sin excepción, en Israel. 9 Y deja- niiilic salga evadido de la ciudad p a r a ir de Israel, y Ocozías, r e y d e J u d á , salieron
• el joven profeta *, a R a m o t de Galaad. ré a la casa de Ajab c o m o la casa de Jero- II comunicarlo en Yizreel». 16 Luego Jehú en su carro respectivo y m a r c h a r o n el a n -
5
Y llegó y, encontrando sentados a los b o a m , hijo de Ñ a b a t , y cual la casa de • n o n i o en su carro y partió p a r a Yizreel, cuentro de Jehú, y v i n i e r o n a hallarle en
jefes del ejército, dijo:, Basa, hijo de Ajiyyá. 1 0 Y a Jezabel la p n r s que allí yacía en cama J o r a m , a la heredad de N a b o t , e l yizreelita. 2 2 A l
—Jefe, tengo u n a cosa que decirte. devorarán los perros en la parcela de Yiz- «|iilen había ido a visitar Ocozías, rey de ver J o r a m a Jehú, le d i j o :
—¿A quién de t o d o s nosotros?—pre- reel, sin que h a y a quien la sepulte» E n I111I11. i'' La centinela que estaba de pues- —¿Hay paz, J e h ú ?
guntó Jehú seguida abrió la puerta y escapó. III l o b r e la torre de Yizreel divisó la t r o p a Y él contestó:
•!•• lililí que venía, y dijo: —¿Qué paz puede h a b e r , persistiendo
1
2
' I >KSNUDOS (lit. Puros) ESCALONES: V «para figurar un tribunal».
ALLEGADOS: O compañeros; lit. hermanos.
n RETES 1010-1* 437
2S 9
436 II REYES 9 —10
15
dose, dijo a t o d o el p u e b l o : «Sois inocen- D e allí partió y encontró a Y e h o n a -
aún" las fornicaciones de Jezabel, t u m a - | dad de David. 2 9 Ocozías h a b í a comenza- tes; h e aquí que yo conspiré contra mi dab, hijo de R e k a b , que venía a su en-
dre, y sus numerosas hechicerías? * do a reinar sobre J u d á el a ñ o undécimo señor y lo m a t é ; mas ¿quién ha m a t a d o cuentro. Saludóle y le dijo:
23
J o r a m entonces volvió las riendas y de Joram, hijo de Ajab. a todos éstos? * 10 Sabed, pues, que ni —¿Es tu corazón sincero respecto a mí"
emprendió la huida, diciendo a Ocozías: 30 u n a sola de las palabras que Yahveh pro- c o m o mi corazón lo es hacia ti?
Jehú llegó a Yizreel. C u a n d o Jezabel
«¡Traición, Ocozías!» 2 4 M a s Jehú cogió el lo supo, se pintó los ojos, se acicaló la ca- nunció contra la casa de Ajab cae p o r tie- Y e h o n a d a b contestó:
arco e hirió a J o r a m entre las espaldas, beza y se asomó a la ventana. * 3 1 Al en- rra. Yahveh h a cumplido lo que predijo — L o es.
de suerte que la saeta le salió por el co- trar Jehú por la puerta, exclamó: «¿Va p o r medio de su siervo Elias». u Enton- Y afirmó Jehú •:
razón, desplomándose en su carro. 2 5 Jehú bien a Zimrí, asesino de su señor?» * 3 2 Je- ces Jehú hizo m a t a r a todos los que ha- —Si lo es, dame tu m a n o .
dijo a Bidqar, oficial suyo: «Cógelo y hú alzó sus ojos hacia la ventana y excla- bían q u e d a d o en Yizreel de la casa de Diole él la m a n o y [Jehú] lo hizo m o n -
arrójalo en la parcela del c a m p o de N a - m ó : «¿Quién está conmigo? ¿Quién?» Y Ajab, a todos sus magnates, familiares y tar sobre su carro, 16 y dijo:
bot, el yizreelita; pues acuérdate de que miraron hacia él dos o tres e u n u c o s . Or-
33 sacerdotes, hasta que n o dejó de él su- —¡Ven conmigo y contempla m i celo
c u a n d o yo y tú cabalgábamos juntos tras denó entonces: «¡Precipitadla!» Ellos la perviviente. p o r Yahveh!
12
Ajab, su padre, Yahveh fulminó contra echaron abajo, y su sangre salpicó el m u r o Luego fue ° y m a r c h ó a Samaría, y, Y lo llevó m o n t a d o en su carro.
17
él esta semencia: 26 'Ciertamente vi ayer y los caballos, los cuales la pisotearon '. en el camino, estando él en Bet-Equed de Llegado a Samaría, m a t ó a cuantos
la sangre de N a b o t y la sangre de sus hi- 3 4 Luego él entró, y tras haber comido y
jos: oráculo de Y a h v e h ; yo te daré la bebido, dijo: «Cuidad, por favor, de esa
paga en esta h e r e d a d : oráculo de Yahveh'. maldita y enterradla, pues es hija de rey».
A h o r a , pues, cógelo y arrójalo en la 3 5 Fueron, pues, p a r a sepultarla, pero n o
parcela, conforme a la palabra de Y a h - encontraron de ella sino el cráneo, los
veh». pies y las palmas de las m a n o s . 3 6 Ellos
27
Ocozías, rey de Judá, viendo esto, volvieron y contáronselo [a Jehú], quien
h u y ó por el camino de Bet ha-gan; pero afirmó: «Es la palabra que Yahveh p r o -
Jehú lo persiguió y exclamó: «¡Heridlo nunció por medio de su siervo Elias tis-
también a él!» Y lo hirieron " sobre el ca- bita: En la heredad de Yizreel 3devorarán 7
r r o en la subida de G u r , que está junto la carne de Jezabel los p e r r o s ; y el ca-
a Yibleam. El huyó a Meguiddó, donde dáver de ésta será, en el predio de Yizreel,
murió. * 2lt Sus servidores lo transporta- c o m o estiércol sobre la superficie del
r o n en carro a Jerusalén y lo enterraron I c a m p o , de suerte que n o se podrá decir:
en su sepultura con sus padres, en la ciu- Esta es Jezabel».

Jehú, rey de Israel


l 6
1 fl Tenía Ajab en Samaría setenta rezca». Entonces les escribió segunda
*" hijos, y Jehú escribió cartas y las carta, diciendo: «Si sois míos y mi voz
envió a Samaría a los magnates de la ciu- obedecéis, t o m a d las cabezas de los hijos
dad \ a los ancianos y a los ayos de Ajab, de vuestro a m o y venid a mí m a ñ a n a a es-
diciendo: 2 «En cuanto llegue esta carta tas horas, a Yizreel». A h o r a bien, los hi-
a vosotros, puesto que están con vosotros jos del rey, en n ú m e r o de setenta, estaban
los hijos de vuestro señor y disponéis de con los magnates 7
de la ciudad, que los
carros y caballos, ciudades" fortificadas educaban. Resultó, pues, que, c u a n d o
3
y armas, escoged al mejor y más apto les llegó la carta, cogieron a los hijos del
de los hijos de vuestro señor y ponedlo rey y degollaron a los setenta, y, ponieri'0
sobre el t r o n o de su padre, y combatid do sus cabezas en cestos, se las r e m i t i e r e e Tributo de Jehú de Israel (en 842). Del obelisco negro de Salmanasar III.
p o r la casa de vuestro señor». 4 M a s ellos a Yizreel. 8 Llegó, pues, u n emisario y '
temieron muchísimo, y dijeron: «Si dos pasó aviso, diciendo: Iim pastores, 13 halló Jehú a los parientes
reyes no pudieron resistirle, ¿cómo lo ha- — H a n t r a í d o las cabezas de los hijo» en ella q u e d a b a n de Ajab, hasta q u e los
do Ocozías, rey de Judá, y p r e g u n t ó : exterminó, conforme a la p a l a b r a que
remos nosotros?» * 5 Y el m a y o r d o m o de del rey. —¿Quiénes sois vosotros?
palacio, el gobernador de la ciudad, los El c o n t e s t ó : Yahveh pronunciara a Elias.
—Colocadlas en dos m o n t o n e s a la e n ' Y contestaron: 18 Entonces Jehú congregó a t o d o el
ancianos y los ayos enviaron a decir a —Somos los h e r m a n o s de Ocozías y
J e h ú : «Somos tus siervos, y t o d o cuanto t r a d a de la puerta hasta m a ñ a n a p o r pueblo y díjoles: «Ajab rindió poco cul-
hemos bajado a saludar a los hijos del rey to a B a a l ; Jehú lo h o n r a r á m u c h o m á s .
n o s indiques haremos. N o proclamaremos m a ñ a n a . ,
y los hijos de la reina. * 19
rey a ninguno. H a z lo que mejor te pa- 9 A la m a ñ a n a siguiente salió y, p a r a A h o r a , pues, convocadme a t o d o s los
n —¡Cogedlos vivos!—ordenó él. profetas de Baal, todos sus servidores y
Prendiéronlos, pues, vivos y los dego- t o d o s sus sacerdotes; nadie falte, p o r q u e
22
¿HAY PAZ?...: e. d., «¿va todo bien?... ¿Cómo puede ir bien...?», o «¿Vienes entono am,¡st°'
lS
llaron junto a la cisterna de Bet-Equed, deseo celebrar un m a g n o sacrificio a Baal;
so?...»
27
II FORNICACIONES: e. d., la idolatría, que destruía la alianza entre Dios y el pueblo. en número de cuarenta y dos hombres, nadie que falte vivirá». Jehú hízolo con
BET HA-GAN: e. d., la casa del huerto, prb. el actual Genin. ,,-
30 SE ASOMÓ A LA VENTANA: la frase aquí (como en Prov 7,6, y acaso en 2 Sam 6,16) tendría ^pt •I11 dejar ni uno de ellos. astucia a fin de exterminar a los a d o r a d o -
tido erótico, según Yeivin, que ha examinado una serie de relieves, grabados en marfil, etc., co n
mujer asomada así: es Astarté, la diosa de la fecundidad y el amor, o la prostituta a caza de pres^ja* " INOCENTES: como aquellas terribles matanzas suscitarían censuras airadas, pretende Jehú
31
ZIMRÍ : llama Jezabel a Jehú de ese modo para echarle en cara su crimen y darle a ente^ tlni a entender al pueblo que todo habíase hecho por voluntad de Dios.
1
que le espera igual suerte que al anterior usurpador. •' Los PARIENTES DE OCOZÍAS: lit. hermanos; eran sus sobrinos o primos, porque sus verdade-
IHN her manos habían ya muerto a manos de los árabes.
1U * Dos REYES : Joram y Ocozías,
n REYES 11*—12* 439
438 "- n REYES 10 2 0 —11 7
l e n d e servicio el sábado, m o n t a r á n la guar- vesl¡duras y gritó: «¡Traición, traición!»
res de Baal. 2 0 Y dispuso J e h ú : «¡Promul- I ron en cloacas [que perduran] hasta hoy. dia en el templo de Yahveh, junto al rey, 15
Pero Yehoyadá, el sacerdote, dio orden
8
gad u n a fiesta solemne en h o n o r de 28 Así extirpó Jehú de Israel a Baal. y rodearéis bien al m o n a r c a , cada uno a los jefes de las centurias, que m a n d a b a n
Baal!» Y la convocaron. 21 Jehú m a n d ó 2 9 Sin embargo, Jehú n o se apartó de se- con sus armas en la m a n o , y quien preten- las Iropas, y les dijo: «Sacadla fuera del
emisarios p o r todo Israel, y vinieron t o - guir los pecados con que Jeroboam, hijo da jienetrar en las filas será m u e r t o ; asi- recinto del templo ', y a quien la siga p a -
dos los adoradores de Baal, sin que fal- de N e b a t , había inducido a pecar a Is- mismo acompañaréis al rey c u a n d o salga sadlo a cuchillo»; pues el sacerdote h a -
t a r a u n o , y entraron en el templo de rael: los becerros de o r o de Bet-El y de y c u a n d o entre». * bía dicho: « N o sea muerta en el templo
Baal, que se llenó de p u n t a a cabo. 22 Di- D a n . * 30 Dijo, pues, Yahveh a J e h ú : 9 Los jefes de centuria ejecutaron pun- de Yahveh». i ó Le echaron, pues, m a n o ,
jo [Jehú] al encargado del vestuario: «Sa- «Por cuanto has o b r a d o puntualmente lo tualmente lo que Yehoyadá, el sacerdote, y c u a n d o penetraba ella en el palacio real,
ca vestiduras para todos los adoradores recto a los ojos de Yahveh y has ejecu- habíales m a n d a d o , y, cogiendo cada u n o por la entrada de los caballos, fue allí
de Baal». Y el les sacó las vestiduras. 23 En- tado en la casa de Ajab exactamente lo a sus hombres, los que entraban el sábado muerta. *
tonces Jehú penetró en el templo de Baal que m i corazón deseaba, tus hijos hasta de servicio juntamente con los que el sá- 17
Yehoyadá pactó la alianza entre Y a h -
con Y e h o n a d a b , hijo de R e k a b , y dijo a la cuarta generación se sentarán sobre el bado salían, vinieron al sacerdote Yeho- veh y el rey y el pueblo de que había de
los adoradores de Baal: «Indagad y ved trono de Israel». 31 Pero Jehú no se cuidó yadá. t° El sacerdote entregó a los jefes ser pueblo de Y a h v e h 4 . 1 8 Y todo el pue-
p a r a que no haya aquí con vosotros nin- de caminar según la ley de Yahveh. D i o s de las centurias las lanzas b y los escudos blo del país e m r ó en el templo de Baal,
guno de los servidores de Yahveh, sino de Israel, c o n t o d o su c o r a z ó n ; no se apar- del rey David que estaban en el templo de lo demolieron, hicieron pedazos comple-
sólo adoradores de Baal». 24 Ellos entra- tó de los pecados con que J e r o b o a m ha- Yiiliveh. " Y los de la escolta real apos- tamente sus altares e imágenes y dieron
r o n p a r a ofrecer sacrificios y holocaus- bía inducido a pecar a Israel. irirnn.su, cada u n o con sus armas en la muerte ante el altar " a M a t t á n , sacerdote
tos. M a s Jehú tenía a p o s t a d o s fuera 32 Por aquellos días empezó Yahveh a iiiano, desde el costado derecho del tem- de Baal. Después el sacerdote [Yehoya-
pchenta hombres y habia dicho: «Quien mirar con hastío " a Israel; y Jazael de- plo hasta el costado izquierdo del mis- dá] puso unas guardias en el templo de
deje escapar a alguno de los hombres que r r o t ó a éstos en t o d o el territorio israeli- mo, eiilre el altar y el edificio, alrededor Yahveh, 19 y, t o m a n d o a los jefes de las
yo entrego en vuestras m a n o s responderá ta, 33 desde el Jordán, por oriente, t o d a del monarca. , 2 Entonces él sacó al hijo centurias, a los carios y a los de la escol-
con su vida de la de aquél». 25 Y c u a n d o la tierra de Galaad, de Gad, de R u b é n y del lev, púsole encima la corona y el tes- ta real y a t o d o el pueblo del país, baja-
se acabó de celebrar el holocausto, dijo de Manases, desde Aroer, situada junto iliuonlo y lo proclamo soberano y lo un- ron al rey desde el templo de Yahveh, en-
i.'/it"; IIICK" hiilieron palmas y gritaron: traron en el palacio real p o r el camino de
Jehú a los de la escolta real y los oficia- al torrente del A r n ó n , y asimismo G a -
•<|Vivu el rey!»* la puerta de la escolta, y él sentóse sobre
les: «¡Entrad, matadlos, no salga ningu- laad y el Basan.
no!» Los m a t a r o n , pues, a filo de espada, 3<t El resto de las cosas de Jehú, y cuan- " A l oír Atalía el ruido del p u e b l o " , el trono de los reyes. 2 0 T o d a la gente del
y los de la guardia y los oficiales los arro- to realizó, y todas sus proezas, he aquí se llegó a la gente en el templo de Yah- país se llenó de regocijo, y la ciudad que-
j a r o n fuera y luego se dirigieron a la mis- que está consignado en el libro de las cró- veh. I 4 Miró, y he aquí que el rey estaba dó tranquila; pues habían m a t a d o a es-
m a ciudad ' del templo de Baal. 2" En- nicas de los reyes de Israel. 35 Y Jehú se sobre el estrado, según la costumbre, y p a d a a Atalía en el palacio real. 2l¡ C o n -
tonces sacaron las massebás" de di- durmió c o n sus padres y lo sepultaron en los cantores ' y las trompetas junto al rey, taba J o á s siete años c u a n d o comenzó a
reinar.
cho templo y las quemaron. * 2 7 Además Samaría, r e m a n d o en su lugar Joacaz, su y loda la gente del país gozosa y tocando
destrozaron la massebá de Baal, demolie- hijo. 36 El tiempo que reinó Jehú sobre Is- ias trompetas. Entonces Atalía rasgó sus
r o n el templo del mismo y lo convirtie- rael fueron veintiocho años, en Samaría. *

Joás, rey de Judá


Atalía, reina de Judá
* O 12 Joás subió al trono el a ñ o sépti- todo " el dinero que cualquier persona ven-
1 ^ ^ mo de Jehú, y reinó en Jerusalén ga en deseo de a p o r t a r al templo de Y a h -
U C u a n d o Atalía, m a d r e de Oco-
zías, vio que había muerto su hijo,
aviso y cogió a los jefes de las centurias
de los carios y de la guardia real, y los hi-
cuarenta años. El n o m b r e de su m a d r e
• 'ni Sihyá, de Bersabee. * 2 3 Joás practicó
veh, * 5^ S e Jo recibirán los sacerdotes
—cada uno de m a n o de su conocido—,
fue y exterminó a t o d a la estirpe real. * zo venir a sí al templo de Y a h v e h ; pactó ln recto a los ojos de Yahveh t o d o el y r e p a r a r á n los desperfectos del templo
2
Pero Yehoseba, hija del rey J o r a m , her- con ellos alianza, les hizo prestar allí ju- tiempo que le dirigió Yehoyadá, el sacer- dondequiera se halle algo que reparar». *
m a n a de Ocozías, t o m ó a Joás, hijo de és- ramento y les m o s t r ó al hijo del rey. * dote. '.1 Sin embargo, no desaparecieron 67 Pero resultó que, en el a ñ o veintitrés
5
te, y lo r a p t ó — a él y su nodriza—de en Asimismo dioles instrucciones, dicien- luí libares altos; todavía el pueblo sacri- del rey Joás, los sacerdotes no habían re-
medio de los hijos del rey que iban a ser do : «Esto es lo que habéis de hacer: 6 la tli'iihii y quemaba incienso en las cimas. p a r a d o [todavía] los desperfectos del tem-
asesinados, escondiéndole en el dormito- tercera parte de vosotros que entráis de plo. 7 8 Entonces el rey Joás llamó al sumo
'K Y dijo Joás a los sacerdotes: « T o d o
rio. Ocultóle * así de la presencia de Ata- servicio el sábado y hacéis la guardia en sacerdote Yehoyadá y a los sacerdotes y
jía y n o fue muerto. * 3 Y permaneció es- el palacio real: [6] u n tercio estará en la • •I dinero consagrado que se traiga al tem-
plo de Yahveh: el dinero corriente * de díjoles: «¿Por qué n o habéis hecho las
condido con ella en el templo de Yahveh puerta de Sur y o t r o tercio en la puerta reparaciones de ios deterioros del templo?
ruda [israelita], el dinero [procedente] del
seis a ñ o s ; Atalia, entre t a n t o , reinaba en de detrás de la escolta real, y haréis la rescate de personas según * * estimación y Así, pues, n o cojáis de a h o r a en adelante
el país. guardia de la casa p o r t u r n o . * 7 Las otras
4
Al séptimo a ñ o , Y e h o y a d á m a n d ó dos partes de vosotros, todos los que sa- H
12
CUANDO SALGA Y CUANDO ENTRE : o bien, en sus idas y venidas, siempre.
26 Ift
Ki. TESTIMONIO: e. d-, el libro de la Ley (Dt 17,18). Kit 1. los brazaletes (o insignias).
29
MASSEBÁS: estelas, monolitos...; cf. Ex 23,24. ECHARON MANO: O prendieron. |¡ ENTRADA DE LOS CABALLOS: puerta de Jerusalén situadaer
No SE APARTÓ... : el celo de Jehú parece haber nacido más de política que de religión. Fue • I .ínyulo sudoeste del recinto del templo y así llamada, según algunos, por haber allí estado las cua .
instrumento de Dios, pero no siempre obró según su espíritu. Por eso íe hizo Dios tributario de Sal- Ini.'i ile los caballos en tiempo de Salomón.
manasar
36
II (858-824) en el año 842.
VEINTIOCHO AÑOS: créese que reinó h.842-815. I O 4'2 EL AÑO SÉPTIMO DE JEHÚ: ca.837, y reinó hasta ca.8oo; otros, 836-797.
l ' "• 5 Parece señalar aquí las tres fuentes de que los ingresos metálicos del ternplo procedían:
1 1 HABÍA MUERTO : h. el año 842. • I 1,ilion que todo israelita empadronado había de pagar, según Ex 30,11-16: el rescate de personas
2
DORMITORIO: lit. aposento de las camas, donde quizá pernoctaban los sacerdotes de guar- . miM.iiinidus por un voto, que podía conmutarse por cierta cantidad, según estimación de los sacer-
dia en el templo.
4y 9 .Inles (cf. Lv 37,2 ss.); y la liberalidad espontánea del pueblo fiel. Cf., sin embargo, notas críticas.
Los GARIOS: sería la guardia real de la reina Atalía. Algunos creen está por keretíes, cere- \ DESPERFECTOS DEL TEMPLO: hacía ciento treinta años que había sido construido y necesitaba
teos o cretenses, o que es el mismo cuerpo. i»-|Mtación por el abandono de los reyes anteriores, sobre todo Atalia.
6
POR TURNO: hebr. massaj, de significado dudoso. Los intérpretes judíos y muchos modernos
traducen 'por turno, alternativamente'; otros, diversamente.
440 lí REYES 12 8 —13 u
II BEYES 1 3 " — 1 4 l0
441
el dinero de vuestros conocidos, sino en- gían cuentas a los hombres en cuyas m a - 12
nos se entregaba el dinero p a r a darlo a El resto de las cosas de Joás, todo 19 Entonces el varón de D i o s enojóse con-
tregadlo p a r a los deterioros del templo». cuanto hizo y su poderío y c ó m o peleó
8
los que hacían las obras, p o r q u e o b r a b a n tra él, y exclamó: « D e haberla herido
t>Los sacerdotes accedieron [de u n lado] contra Amasias, rey de Judá, están escri-
de buena fe. 16, 7 El dinero del sacrificio cinco o seis veces, hubieras batido a los
a no percibir ya dinero del pueblo y [de t o s en el libro de las crónicas de los re-
p o r la culpa c o m o el dinero del sacrificio sirios hasta exterminarlos; m a s ahora,
otro] a no reparar los desperfectos del yes de Israel. W Y durmióse con sus pa- sólo (res veces batirás a los sirios».
templo. 9 i o Entonces Yehoyadá, el sumo por el pecado n o ingresaba en el templo dres, sentándose sobre su trono Jeroboam. 20
de Y a h v e h ; era p a r a los sacerdotes. Y murió Elíseo, y lo sepultaron. E n -
sacerdote, t o m ó un arca, abrió en su tapa J o á s fue sepultado en Samaría con los
l 7 i s P o r entonces subió Jazael, rey de trado el a ñ o % guerrillas de moabiías pe-
un agujero y la colocó junto al altar, a la reyes de Israel.
Siria, y combatió contra G a t y la con- netraban en el país. 2 i Y sucedió que
derecha, e n t r a n d o al templo de Yahveh. 14
A h o r a bien, Elíseo cayó enfermo de
quistó; luego Jazael se dispuso a subir mientras unos enterraban a un h o m b r e ,
' " n C u a n d o observaban que había m u c h o la enfermedad de que había de morir;
contra Jerusalén. 18 i9 M a s Joás, rey de divisaron u n a guerrilla y arrojaron el
dinero en el arca, subían el secretario del y Joás, rey de Israel, bajó a él y lloró en
Judá, t o m ó todas las cosas sagradas que muerto en la sepultura de Eliseo y se
rey y el sumo sacerdote, ligaban en pa-
Josafat, J o r a m y Ocozías, antepasados su-
su presencia y exclamó: marcharon b. En cuanto aquel h o m b r e tocó
quetes y c o n t a b a n el dinero hallado en el —¡Padre mío, padre mío, carro y ca- los huesos de Eliseo, resucitó y se levantó
templo de Yahveh. u i 2 Luego el dinero, yos, reyes de J u d á , habían dedicado, lo
ballería de Israel!
que él mismo había ofrecido y t o d o el o r o en pie. *
debidamente pesado, lo entregaban en 15
Y di jóle Elíseo: 22
que se hallaba en los tesoros del templo Jazael, rey de Siria, había oprimido
m a n o s de los capataces, encargados de la Tonta un arco y flechas.
de Yahveh y del palacio real, y lo envió a a los israelitas t o d a la vida de Joacaz;
casa de Yahveh, los cuales lo gastaban Cogióse el arco y flechas; 16 y dijo Elí- 23
Jazael, rey de Siria, el cual se retiró de m a s Yahveh tuvo piedad de ellos, y
con los carpinteros y constructores que seo 111 rey de Israel: «¡Pon tu m a n o sobre se volvió a ellos en gracia de su alianza
trabajaban en la casa del Seflor, * 1 2 i3 y Jerusalén. el arco!» Puso él su m a n o , y Elíseo colocó
l92o El resto de las cosas de Joás y t o d o con A b r a h a m , Isaac y Jacob, y no quiso
los albañiles y los canteros, y en comprar mis manos sobre las manos del r e y . 1 7 Dijo
cuanto hizo está escrito en el libro de las destruirlos, y hasta el presente n o los h a
madera y piedra de cantería p a r a reparar IrnUiiKTN aquél]: «Abre la ventana de
crónicas de los reyes de Judá. 20 2t Sus ser- arrojado de su presencia. 2 4 Y m u r i ó Ja-
los deterioros de la casa de Yahveh, y en IIMI In niu-nlc». Abrióla, y dijo Elíseo:
vidores se sublevaron, t r a m a r o n una con- zael, rey de Siria, reinando en su lugar
t o d o lo que se gastase en la reparación "|l>l*|»ini!o; y disparó. 11•1'isi-oi exclamó: su hijo Ben-Hadad. 2 5 Y Joás, hijo de
del edificio. 1 3 i4 Pero del dinero ingresado jura y lo m a t a r o n en la casa de MiMó, ••\'« muMn «lo vlilnilii «le Yiihvt'h, sucia
a la bajada de Sil-lá. * 2122 Yozabad, hijo Jonca/., volvió a lomar de m a n o s de Ben-
en el templo de Yahveh n o se hacían en ilc vlcliirlii C1111I111 Silla; pues batirás a
de Simat, y Yehozabad, hijo de Somer. I ladiiil, hijo de Jazael, las ciudades que
éste ni jofainas de plata, ni cuchillos, as- los sirio» en Alcq hnslii exterminarlos».
servidores suyos, lo hirieron, y murió, ésle había cogido en guerra a Joacaz, su
persorios, trompetas ni ningún otro o b - '* Luego indicó: «¡Tuina las Hechas!» Co-
Y fue sepultado con sus padres en la ciu- padre. Tres veces lo d e r r o t ó Joás, recu-
jeto de oro o plata; ' a p i l e s se d a b a a H¡ólus, y dijo al rey de Israel: «¡Hiere la
dad de David, y le sustituyó en el reino p e r a n d o así las ciudades de -Israel. *
quienes hacían las obras, y reparaban con licrra!» Hirióla él tres veces, y se detuvo.
él el templo de Yahveh. 15if, Y no se exi- Amasias, su hijo.

Joacaz y Joás de Israel. Muerte de Elíseo Amasias de Judá y Jeroboain II de Israel


1 O ' E l a ñ o veintitrés de Joás, hijo de Israel; p o r ellos a n d u v o ; e incluso la I A 1 l'l nlln sciiiinilii ilc JUI'IS, hijo do muertos los padres p o r los hijos ni los
•l «* Ocozías, rey de J u d á , comenzó aserá persistió en Samaría. 7 Realmente l™ Iimi 11/, II'V ili< Israel, Midió ni 1 ru- hijos han de ser muertos por los padres,
a reinar sobre Israel, en Samaría, Joacaz, [Yahveh] n o dejó a Joacaz ejército, a no no AiniiNlas, hijo de .loas, rey de J u d á . * sino que cada uno morirá por su propio
hijo de Jehú, reinando diecisiete años. * ser cincuenta de a caballo, diez carros y 1 onlnhii veinticinco arlos de edad cuan- pecado». 7 El batió a diez mil idumeos
2 Y obró lo malo a los ojos de Yahveh diez mil infantes, pues los había destrui- ilu i'nitieu/n 11 reinar, y reinó en Jerusa- en el valle de la Sal y se a p o d e r ó de Sela,
do el rey de Siria, parándoles c o m o el lén vrlnlInnove. El n o m b r e de su m a d r e a la que puso por n o m b r e Yoqteel, que
y siguió los pecados con q u e Jeroboam,
polvo de la trilla. • 111 Yi'hoiiddán, de Jerusalén. ' Y o b r ó hasta el día presente conserva.
hijo de N e b a t , indujo a pecar a Israel; no In i o d o 11 los ojos de Y a h v e h ; aunque 8
se apartó de ellos. 3 Encendióse, pues, la 8 El resto de las cosas de Joacaz y Entonces envió Amasias mensajeros a
t o d o cuanto hizo, así c o m o su poderío, mi n m u í David, su antepasado. Hizo Joás, hijo de Joacaz, hijo de Jehú, rey
cólera de Yahveh c o n t r a los israelitas, y IHiiiliiiiliiionlo lo que había hecho Joás,
los entregó t o d o aquel tiempo en m a n o s he aquí que está escrito en el libro de de Israel, diciendo: «¡Ven, veámonos las
las crónicas de los reyes de Israel. ' Y »II /niilie. ''Sin embargo, n o desaparecie- c a r a s ! » * 9 Y Joás, rey de Israel, m a n d ó
de Jazael, rey d e Siria, y en las m a n o s de IIIII los lugares altos; todavía el pueblo
Ben-Hadad, hijo de Jazael. 4 Mas Joa- Joacaz durmióse con sus padres, y lo se- a decir a Amasias, rey de J u d á : «El
pultaron en Samaría; y reinó en su lugar iil'i'cdii sacrificios y q u e m a b a incienso en
caz imploró a Yahveh, y Yahveh le es- cardo del Líbano despachó embajada al
Joás, su hijo. lus cimas. 5 En cuanto se consolidó el
cuchó, p o r q u e vio la opresión de Israel reino en sus manos, hizo m a t a r a sus cedro del L í b a n o , diciendo: D a tu hija
10
con que lo oprimía el rey d e Siria. 5 Así, El a ñ o treinta y siete de Joás, rey de servidores que habían muerto al rey su a mi hijo p o r esposa; m a s pasaron las
pues, Yahveh o t o r g ó a Israel un liber- J u d á , comenzó a reinar sobre Israel, en padre; ° mas a los hijos de los asesinos bestias salvajes del L í b a n o y hollaron al
tador, y salió d e bajo el p o d e r de los si- Samaría, Joás, hijo de Joacaz, reinando no hizo morir, de acuerdo con lo escrito cardo. * 1° H a s d e r r o t a d o a E d o m , y tu
rios, volviendo los israelitas a m o r a r en dieciséis años. * n E hizo el mal a los cu el libro de la ley de Moisés, donde corazón se h a engreído. Disfruta de tu
sus tiendas c o m o en otro tiempo. * 6 Pero ojos de Y a h v e h ; no se a p a r t ó de todos Yahveh ordenó lo siguiente: « N o serán gloria y quédate en tu casa; pues ¿a qué
no se a p a r t a r o n d e los pecados d e la los pecados de Jeroboam, hijo de Nebat, vas a provocar la desgracia, p a r a que
casa de J e r o b o a m , q u e indujo a pecar a que hizo pecar a Israel; por ellos caminó.

21
ii I 2 PESADO: careciéndose entonces de moneda, reduelan el oro a anillos y lingotes, que pesaban. Tocó LOS HUESOS: los hebreos envolvían a sus muertos en lienzos y los depositaban sin
|| ENCARGADOS: e. A., encargados de las reparaciones o «de la fábrica» (V). írretro en unas a modo de pilas cavadas en la peña.
20
2i CASA DE MIL-LÓ...: palacio en la acrópolis de Jerusalén. Texto dudoso. Cf. 2 Sam 5,9. " LAS CIUDADES: las del oeste del Jordán, no las orientales, sometidas por su hijo y sucesor,
Jrroboam II (14,25-28).

10 J
1 JOACAZ: reinó h.815-801 u 814-798.
SUN LIBERTADOR : quizás el rey asirio Salmanasar o bien Adadnirari III (805-782), que, 1 A 1
8
AMASÍAS: reinó h.800-783, o bien 797-769.
VEÁMONOS LAS CARAS : obedeció este desafio a deseo de vengar el atropello de unos merce-
guerreando contra Damasco, proporcionó algún descanso a los israelitas. narios9 de Samaría, que hablan saqueado territorios del norte de Judá.
l« JoAs de Jud.4: reinó h.801-786. El CARPO pgt, LÍBANO; pompárese este apólogo cor, el de Jot4n en Tue 9,8-15,
442 II REYES 14 11 15 8
II REYES IS 7 " 8 6 ' 443

caigas tú, y J u d á contigo?» * H Pero A m a - dres, en la ciudad de David. 2 1 Entonces hechos de Azarías y t o d o cuanto llevó 2l
El resto de las cosas de Menajem
sias no escuchó; por lo cual Joás, rey de el pueblo entero de Judá t o m ó a Azarías, a cabo está escrito en el libro de las cró- y todo cuanto hizo se halla escrito en el
Israel, h u b o de subir, y viéronse las caras que contaba dieciséis años de edad, y lo nicas de los reyes de Judá. 7 Y Azarías libro de las crónicas de los m o n a r c a de
él y Amasias, rey de J u d á , en Bet-semes proclamaron rey en sustitución de A m a - durmióse con sus padres, y con sus pa- Israel. 2 2 Menajem se d u r m i ó c o n sus
de Judá. 1 2 Los de Judá fueron derrota- sias, su padre. 2 2 El reedificó a Elat y la dres lo enterraron en la ciudad de David. padres, y le sucedió en el t r o n o su hijo
dos p o r Israel, y huyeron cada u n o a su restituyó a Judá, después que el rey se Le sustituyó en el t r o n o su hijo Jotam. Peqajyá.
tienda; 13 y Joás, rey de Israel, hizo pri- h u b o dormido con sus padres. 8
El a ñ o treinta y ocho de Azarías, 23
El año cincuenta dé Azarías, rey de
23
sionero a Amasias, rey de J u d á , hijo de El a ñ o quince de Amasias, hijo de rey de J u d á , comenzó a reinar Zacarías Judá, comenzó a reinar sobre Israel, en
Joás, hijo de Ocozías, en Bet-semes; des- Joás, rey de Judá, subió al trono Jero- sobre Israel, en Samaría, reinando seis Samaría, Peqajyá, hijo de Menajem, rei-
pués lo llevó a Jerusalén y abrió en la boam, hijo de Joás, rey de Israel, en Sa- meses. 9 E hizo lo malo a los ojos de n a n d o dos años. 2 4 E hizo el mal a los
muralla de la ciudad u n a brecha de cua- maría, reinando cuarenta y un años. 2 4 Y Yahveh, c o m o h a b í a n hecho sus p a d r e s ; ojos de Y a h v e h : no se a p a r t ó de los peca-
trocientos codos, desde la puerta de o b r ó el mal a los ojos de Yahveh, sin no se a p a r t ó de los pecados de Jero- dos de J e r o b o a m , hijo de N e b a t , que
Efraím hasta la puerta del Á n g u l o ; 1 4 y apartarse de todos los pecados de Jero- boam, hijo de Nebat, que indujo a pecar indujo a pecar a Israel. 2 5 Su capitán
se apoderó de todo el oro y la plata y b o a m , hijo de Nebat, que indujo a pecar a Israel. 1 0 Y se conjuró contra él Sal-lum, Péqaj, hijo de R e m a l y a h u , se conjuró
de cuantos objetos se hallaban en el a Israel. 25 El restableció la frontera is- hijo de Yabés, quien le hirió en Yi- contra él y lo asesinó en Samaria, en la
templo de Yahvch y en los tesoros del raelita desde la entrada de J a m a t hasta lilruiii" y lo m a t ó , reinando él en su lu- ciudadela del palacio real, así c o m o a
palacio real, y asimismo de rehenes, y el m a r de Araba, conforme a la palabra gar, 'i lil resto de los hechos de Z a c a - A r g o b y Aryeh. C o n t a b a con la ayuda
luego se volvió a Samaría. que Yahveh, Dios de Israel, había p r o - rías hállase escrito en el libro de las cró- de cincuenta h o m b r e s galaaditas. M a t ó l o ,
15 El resto de las cosas que Joás llevó nunciado p o r medio de su siervo el pro- nicas reales de Israel. 1 2 Así tuvo cumpli- pues, y reinó en su lugar. 2 6 El resto de
a cabo, su poderío y la guerra que m a n - feta Jonás, hijo de Amittay, natural de micnto la palabra que Yahveh había di- las cosas de Peqajyá y t o d o cuanto hizo
tuvo con Amasias, rey de Judá, se halla Gatjéfer. c h o 11 .Muí, a saber: «Tus hijos se senta- está consignado en el libro de las crónicas
escrito en el libro de las crónicas de los 26
P o r q u e Yahveh vio la amarguísima * ran r n el I roño de Israel hasta la cuarta
de los monarcas de Israel.
reyes de Israel. 16 Y J o á s se durmió con aflicción de los israelitas, pues no queda- Hi'ilt'iiuiíin». * 27
El a ñ o cincuenta y dos de Azarías,
b a n ni esclavos ni libres, y que no había 11
sus padres y fue enterrado en Samaría N11I lililí. lil|o tic Yuliés, c o m e n / ó a rey de Judá, comenzó a reinar Péqaj,
con los reyes de Israel, reinando en su quien socorriera a Israel. * 2 7 Yahveh n o refluir d mío (ii'inlii y nuevo de Oz/.fus, hijo de Remalyahu, sobre Israel, en Sa-
lugar Jeroboam, su hijo. * había decidido borrar el n o m b r e de Is- rey de Juila, y reinó un mes, en Samaría; maría, reinando veinte años. 2 8 Y o b r ó
17 1,1
Amasias, hijo de Joás, rey de Judá, rael de debajo del cielo, y los salvó p o r pues Mciuijem, hijo de Gadí, subió lo malo a los ojos de Y a h v e h ; n o se
vivió a ú n quince años, después de la m a n o de J e r o b o a m , hijo d e J o á s . desde Tirsá y llegó a Samaría, e hirió a p a r t ó de los pecados de J e r o b o a m , hijo
muerte de Joás, hijo de Joacaz, rey de 28 El resto de las cosas de J e r o b o a m , en cuín ciudad a Sal-lum, hijo de Y a b é s ; de Nebat, que indujo a pecar a Israel.
Israel. 18 El resto de los hechos de A m a - y t o d o cuanto hizo, y su poderío, y c ó m o 10 mulo y reinó en su lugar. 15 El resto 2 9 En tiempo de Péqaj, rey de Israel,
sias está escrito en el libro de las cróni- peleó y c ó m o restituyó D a m a s c o y Ja- de los uclos de Sal-lum y la conspiración vino Tiglat-Piléser, rey de Asiría, y t o m ó
cas de los reyes de Judá. 1 9 T r a m ó s e con- m a t a Israel", he aquí que está escrito que I rumo, he aquí que están escritos en Iyyón, Abel-bet-maaká, Y a n o a j , Quedes,
tra él una conspiración en Jerusalén, y en el libro de las crónicas de los reyes de el libro de IIIN crónicas de los monarcas Jasor, Galaad y la Galilea, t o d o el país
h u y ó a Lakís; pero enviaron a Lakís Israel. 2 9 Y J e r o b o a m durmióse con sus tío U n i d . If' l'.Mlniuvi rusticó Menujom u de Neftalí, a cuyos habitantes llevó cau-
gente en su persecución, y lo m a t a r o n padres, los reyes de Israel, y le sucedió 't'llxt»! y 11 1111111 (11 -. 011 clin fNliilnin. y u tivos a Asiría. 30 y Oseas, hijo de Elá,
allí. 2 0 Transportáronlo sobre caballos y en el t r o n o su hijo Zacarías. «11 IIMIIIIIIII, IHII tiendo desde I ir-,i, por- trumó conjura contra Péqaj, hijo de R e -
fue sepultado en Jerusalén con sus pa- que 1111 /c I111I1I1111 nhlrriit" |his piierlasl"; malyahu, y lo hirió y m a t ó , reinando en
mlniíilx" lit'iitlió el vientre a (odas las su lugar, el a ñ o veinte del reinado de
flIllllllll/llllllS. J o t a m , hijo de Ozzías.
Azarías en Judá, y Zacarías y sus sucesores en Israel " l!| mío treinta y siete de Azarías, 31
El resto de las cosas de Péqaj y
ri'y de Judá, comenzó a reinar sobre t o d o cuanto hizo está escrito en el libro
1 C ' E l a ñ o veintisiete de Jeroboam, hecho su padre, Amasias. 4 Sin embargo, Uliu'l Meniijcm, hijo de Gadí, reinando de las crónicas de los reyes de Israel.
X O rey de Israel, comenzó a reinar los lugares altos n o desaparecieron; t o - lili»/ 111V11 en Samaría. 1 8 Y o b r ó lo malo 32
El a ñ o segundo de Péqaj, hijo de
Azarías, hijo de Amasias, m o n a r c a de davía el pueblo ofrecía sacrificios y que- 11 Ion n|os tic Yahveh, sin apartarse de Remalyahu, rey de Israel, subió al t r o n o
Judá. * 2 C o n t a b a dieciséis años de edad m a b a incienso en las cimas. 5 Y Yahveh linios los pecados de J e r o b o a m , hijo de J o t a m , hijo de Ozzías, rey de J u d á . *
c u a n d o subió al trono, y reinó en Jeru- hirió al rey, que estuvo leproso hasta el Nebiil, que había inducido a pecar a 33 C o n t a b a veinticinco años de edad cuan-
salén cincuenta y dos. El n o m b r e de su día de su muerte, y habitó en u n a casa Uuicl. do comenzó a reinar, y reinó dieciséis
|u
m a d r e era Yekolyahu, natural de Jerusa- aislada; mientras que J o t a m , hijo del I'.11 sus días e , Pul, rey de Asiría, años en Jerusalén. El n o m b r e de su m a -
lén. 3 El obró lo recto a los ojos de Yah- monarca, estaba al frente del palacio y Invadió el país, y Menajem h u b o de dar dre era Yerusá, hija de Sadoq. 3 4 E hizo
veh, de conformidad con cuanto había gobernaba al país. * 6 El resto de los 11 l'ul mil talentos de plata p a r a que le lo recto a los ojos de Y a h v e h ; entera-
iiyiiduse a consolidar el reino en sus m a - mente c o m o había o b r a d o Ozzías, su pa-
1 nos. * 20 Menajem sacó ese dinero a cos- dre, o b r ó él. 3 5 Sin embargo, los altos
° Tu CORAZÓN SE HA ENGREÍDO : era verdad, por las victorias alcanzadas. En castigo de su so- ía de Israel, imponiéndoselo a los pode- lugares n o desaparecieron; todavía el
berbia permitió Dios que cayese en idolatría, como dice 2 Cr 25,14-15-
"26 JEROBOAM II de Israel: h.783-743. rosos, para entregarlo al rey de Asiría, pueblo ofrecía sacrificios y q u e m a b a in-
ESCLAVOS NI LIBRES: O bien, nadie; cf. 1 Re 14,10, nota. 11 ru/ón de cuarenta siclos de plata p o r cienso en las cimas. El edificó la p u e r t a
1111I11 uno. Acto seguido el rey de Asiría superior del templo de Yahveh.
1 "C 1 AZARÍAS: llamado ordinariamente Ozzías en este capítulo, en Cr y en Is, reinó en Judá 36
»c volvió y no se detuvo en el país. A h o r a bien, el resto de los hechos
h.783-742, y según otros, 769-738. Para suprimir la diferencia entre la distancia de los
inicios de los reinos de Átalía y Ajaz y la suma de los reinados intermedios se han ideado varias hi-
pótesis: Rehm con Albright y otros quitan diez años al reinado de Amasias y diez al de Azarías;
u
Vaccari cree más sencillo, de haber yerro del copista, reducir a treinta y dos los cincuenta y dos años Tus HIJOS: con Zacarías acábase, según anunciara el profeta, la dinastía de Jehú y empieza
de Azarías; Thiele juzga que, de no haber yerro de transcripción, precisa contarlos como años de lit iltvadencia de Israel. Zacarías reinó h.746-745; según otros, el 743.
Iu
corregencia con su padre Amasias. Pul., REY DE ASIRÍA: Teglatfalasar o Tiglat-Piléser III, que reinó dieciocho años, del 745
' CASA AISLADA : lit. casa de libertad, quizá eufemismo; otros prefieren entender «exento de los el 7.1JH a. C, Impuso el año 738 el duro tributo a Menajem, que reinó h.745-738.
2
cuidados ilel cargo,», !| GQBERNAPA.,,; üt. administraba justicia. JOTAM: reinó en Judá h.742-735 ó 738-736- Su hijo Ajaz, h.735-715 ó 736-721.
444 n REYES 15 3?—16 2tt U REYES 1 ? i*84 445
de J o t a m y t o d o cuanto llevó a cabo, tra J u d á a Resín, rey de Siria, y a Pé-
h e aquí q u e está escrito en el libro de qaj, hijo de Remalyahu. 38 Y J o t a m se Oseas y eS fin del reino de Israel
las crónicas reales de Judá. 37 Por aque- durmió con sus padres en la ciudad de
llos días comenzó Yahveh a enviar con- David y reinó en su lugar Ajaz, su hijo.
n 1
El a ñ o doce de Ajaz, rey de Judá, mis siervos los profetas». 1 4 Pero ellos n o
Oseas, hijo de Elá, comenzó a rei- quisieron escuchar y endurecieron su cer-
nar sobre Israel, en Samaría, reinando viz, c o m o hicieran sus padres, que n o
Ajaz, rey de Judá nueve años. * 2 Hizo lo malo a los ojos dieron fe a Yahveh, su Dios. 15 Rechaza-
de Yahveh, aunque no en la medida de ron, pues, sus leyes y la alianza que había
1 fi 1 ^ a n o diecisiete ^ e Péqaj, hij° truyó el altar; enteramente de acuerdo los monarcas de Israel que le habían pactado con sus padres, y las amonesta-
A O de Remalyahu, comenzó a reinar con lo que el rey Ajaz había enviado de precedido. 3 C o n t r a él subió Salmanasar, ciones que les había intimado, y m a r c h a -
Ajaz, hijo de Jotam, rey de Judá. 2 Con- D a m a s c o , así hizo Urías, el sumo sacer- rey de Asiria, y Oseas quedóle sometido ron tras la vanidad, haciéndose vanos, y
t a b a Ajaz veinte años c u a n d o subió al dote, antes de que el rey Ajaz regresase y hubo de pagarle tributo. * 4 Pero como tras los pueblos que los rodeaban, y a
trono, y reinó dieciséis años en Jerusa- de D a m a s c o . 1 2 C u a n d o llegó de D a m a s - el rey de Asiria descubriera en Oseas quienes Yahveh había prohibido imitar.
lén; mas no obró lo recto a los ojos de co el monarca, vio el altar, y el rey se Iraición—pues había enviado embajado- 16 A b a n d o n a r o n así t o d o s los m a n d a t o s
Yahveh, su Dios, c o m o su antepasado acercó al mismo, subió a él, [13] hizo res 111 visir del rey de Egipto y n o entregó de Yahveh, su Dios, y se fabricaron dos
David. 3 Siguió, pues, el derrotero de los quemar su holocausto y su oblación, el tributo al rey de Asiria c o m o todos becerros de fundición, hiciéronse aserás y
13
reyes de Israel, e incluso hizo pasar a su d e r r a m ó su libación y esparció sobre lo» «AON -, el soberano asirio lo m a n d ó se prosternaron ante t o d o el cortejo [as-
hijo por el fuego, conforme a las abomi- el altar la sangre de sus sacrificios pací- detener y lo redujo a prisión. * 5 Luego el tral] de los cielos y sirvieron a Baal.
naciones de los gentiles a quienes Y a h - ficos. 14 Y el altar de bronce que estaba rey de Asiria invadió todo el país y se 17 Asimismo hicieron pasar a sus hijos e
veh había arrojado de delante de Israel. * delante de Yahveh hízolo traer de de- diriuin contra Samaría, asediándola du- hijas por el fuego, se entregaron a la adi-
4
Asimismo sacrificó y q u e m ó incienso lante del templo, de entre el altar y el rante liei iiflos. <> l:n el a ñ o noveno devinación y a los encantamientos y se die-
en los lugares altos, y sobre las colinas, templo de Yahveh, y lo colocó al costado < M u , el mimaren asirio t o m ó a Suma- ron a hacer lo malo a los ojos de Yahveh,
y bajo todo árbol frondoso. del [nuevo] altar, hacia el norte. 15 Y el 1I11 y w> llevó iniillvii» 11 Asiria 11 los is- irritándole. ' 8 Y Yahveh enojóse sobre-
5
Entonces Resín, rey de Siria, y Pé- rey Ajaz dio orden al sumo sacerdote nirllhli, exliilileiléuiliiloii en Jclnj y en manera con Israel y los a p a r t ó de su pre-
qaj, hijo de Remalyahu, m o n a r c a de Is- Urías, diciendo: « H a z arder sobre el altar IIIIHII, iln de ( l u / á i i , y en lux ciudades sencia ; no quedó sino la tribu de Judá.
rael, subieron contra Jerusalén p a r a com- grande el holocausto de la m a ñ a n a , la de lu Media. i'' l'cro tampoco J u d á g u a r d ó los pre-
batirla, y pusieron cerco a Ajaz, pues oblación de la tarde, el holocausto y la ' .Sucedió tul porque los hijos de Israel ceptos de Yahveh, su Dios, sino que siguió
n o le pudieron vencer. 6 Por aquel tiem- ofrenda del rey, y el holocausto y la hablan pecado contra Yahveh, su Dios, las costumbres religiosas que Israel ha-
p o * el rey de Eclom reincorporó Elat a oblación de t o d o el p u e b l o ; y sus liba- que los '.'iihiorii de Egipto, de bajo del bía practicado. 2<> P o r eso Yahveh recha-
Edom *, y arrojó de Elat" a los judíos, y ciones y t o d a la sangre del holocausto poder del l a r a ó n , soberano egipcio, y zó a t o d a la estirpe de Israel, la humilló
los idumeos entraron en Elat y se que- y la del sacrificio la esparcirás sobre él. nublan d a d o culto a dioses ajenos, 8 ha- y la entregó en m a n o s de saqueadores
d a r o n allí hasta el día de hoy. * 7 Ajaz, En cuanto al altar de bronce, ya pensaré». blan a d o p t a d o las costumbres religio- hasta que [al fin] la arrojó de su presen-
entonces, envió embajadores a Tiglat-Pi- 16 Y Urías, el sacerdote, hizo puntual- »III« de In» luiciones que Yahveh arrojara cía. 2 t Porque arrancóse Israel de la casa
léser, rey de los asirios, diciendo: «Soy mente lo que el rey Ajaz le había m a n - ile delante de lim Ni achias y las que los de David, y proclamaron rey a J e r o b o a m ,
t u servidor y t u hijo, sube y sálvame de d a d o . 1 7 Asimismo, el rey Ajaz destruyó lev*'» ile UiHrl punletiin en práctica. " Adc- lujo de Ncbat, el cual a p a r t ó a los israe-
la mano del rey de Siria y de la m a n o los listeles que orlaban las basas y ' e l niiti, luí lninellliiN tiiitiliiu lorjndo contra litas de seguir a Yahveh y los indujo a
del soberano de Israel, que se h a n levan- aguamanil que sobre ellos h a b í a c ; y re-
t a d o contra mí». * 8 Y Ajaz t o m ó el oro Viihveh, mi Dios, COSIIN inexactas, y lui- cometer grave pecado. 2 2 Y los hijos de
tiró el m a r de encima de los t o r o s de b r o n - hhinNC eillllciulo lugares altos en todas Israel se entregaron a todos los pecados
y la plata que se encontraba en el tem- ce que lo sostenían y lo colocó sobre u n
plo d e Yahveh y en los tesoros del pa- MIIM ciudades, desde las torres de atalaya que J e r o b o a m había cometido, sin apar-
pavimento de piedra. * i 8 Además, p o r llHKlw la* ciudades fortificadas,* ' " y eri- tarse de ellos; 23 hasta que Yahveh echó
lacio real, y lo m a n d ó c o m o presente al causa del rey d e Asiria, suprimió en la
rey de los asirios. ' El m o n a r c a de Asiria gido /iiii.vA(7>f/.v y (¡serás encima de toda de su presencia a los israelitas, según tenía
casa de Yahveh la tribuna del trono que colina elevada y bajo cualquier árbol predicho por medio de todos sus siervos
lo atendió y subió a D a m a s c o , se apo-
deró de ella y llevó cautivos a sus mora- habían construido en el t e m p l o y la en- tniiitloso; I' y allí, en todos los lugares los profetas, e Israel fue d e p o r t a d o desde
dores a Quir, y dio muerte a Resín. * t r a d a exterior reservada al monarca. * altos, hablan quemado incienso, lo mis- su tierra a Asiria, hasta el día presente.
19 El resto de las cosas de Ajaz y todo " mo que los pueblos q u e Yahveh arrojara 24
El rey de Asiria trajo gente de Babi-
10
El rey Ajaz partió a recibir a Ti- lo que hizo, h e aquí que se halla escrito de delante de ellos; y habían hecho cosas lonia, de K u t á , de Avvá, de J a m a t y de
glat-Piléser, rey de los asirios, a D a m a s - en el libro de las crónicas reales de J u d á . 2
20
mullí», irritando a Y a h v e h ; i y habían Sefarváyim, y los asentó en las ciudades
co, y, como viese el altar que en D a m a s - Y Ajaz se d u r m i ó con sus padres y «eivldci 11 los ídolos, respecto a los cuales de Samaría en sustitución de los israeli-
co había, envió el rey Ajaz a Urías, con ellos fue sepultado en la ciudad de tll|em Yahveh: «No haréis tal cosa». tas; t o m a r o n así posesión de Samaría y
s u m o sacerdote, la representación del al- David. E n su lugar reinó su>.híjo Eze- 1
' Sin embargo, Yahveh había adverti- habitaron en sus ciudades. * 25 C u a n d o
t a r y su modelo, de acuerdo con toda su quías. do 11 Israel y Judá, p o r medio de t o d o comenzaron a m o r a r allí n o temían a
factura. n El sumo sacerdote Urías cons- profeta y todo vidente, diciendo: «Vol- Yahveh, y Yahveh envió contra ellos leo-
vros de vuestros malos caminos y guar- nes, que les h a d a n estragos. 2 6 Entonces
3 dad mis mandamientos y mis estatutos, h a b l a r o n al rey de Asiria, diciendo: «Las
1 C.^ 6
Hizo PASAR A SU HIJO POR EL FUEGO: lo sacrificó a Moloc, según 2 Cr 28,3.
Los JUDÍOS : es la primera vez que aparece en la Biblia este nombre aplicado a los del conforme en t o d o a la ley que prescribí gentes que llevaste a establecer en las
reino7 de Judá, y luego a cuantos recibían antes el de hijos de Israel o israelitas y hebreos. « vuestros padres y que os envié mediante ciudades de Samaría n o conocen el culto
ENVIÓ EMBAJADORES: a pesar de los consejos y seguridades que le daba Isaías. Esta falta de
confianza acarreó al reino los mayores desastres.
9
LLEVÓ CAUTIVOS : era regla constante de política para Tiglat-Piléser deportar a los vencidos •f 7 * Osr.As: fue entronizado por Tiglat-Piléser el año 732 y reinó hasta el 724.
a remotas regiones. > HAI.MANASAR V (726-22), sucesor de Tiglat-Piléser III y predecesor de Sargón II.
17 LISTELES: e. d-, paneles, recuadros, chapas, molduras que circuían y remataban los pedesta- * VIMK: usí interpretamos la voz so con San Jerónimo, a base de inscripciones asirías y iero-
les o soportes del aguamanil del templo, que se movía sobre ruedas. llllli.»*. '
18 TRIBUNA o dosel DEL TRONO: otros, «el pórtico (o galería cubierta) del sábado». Era, con la " I UIIIAN FORJADO... : o bien, perpetrada actos indebidos; hebr. de significación dudosa. || DESDE
entrada privada del rey, atributo de la soberanía de éste, que suprime Ajaz por deferencia al asirio, LM TiwHitii.,.: e. d., desde la más humilde aldea a las más grandes ciudades.
El texto es inseguro. •< EL «IV DE ASOIA: Sargón (722-705).
H REYES 1 8 S - M 447
446 n REYES 17 2 Í —18*
la Nejustán. * 5 Puso su confianza en Y a h - alberca superior, emplazada en la calza-
del Dios del país, y éste h a m a n d a d o n o temeréis a otros dioses. 38 N o olvida, veh, Dios de Israel; y n o h u b o quien le da del c a m p o del b a t a n e r o . * 1 8 Y llama-
contra ellos leones, que los m a t a n , por- réis la alianza que he pactado con vos. igualara entre todos los reyes de J u d á , ron al rey, y salió a ellos• Elyaquim, hijo
que no conocen el culto del D i o s del país». otros ni deis culto a dioses ajenos, 39 s i n 0 lauto los que le siguieron c o m o entre sus de Jilquiyyahu, m a y o r d o m o del palacio,
27
Así, pues, el m o n a r c a de Asiría dio que habéis de darlo a Yahveh, vuestro antecesores. 6 Mantúvose apegado a Yah- con Sebná, el secretario, y Yoaj, hijo de
orden, diciendo: «Llevad allá a u n o de Dios, quien os salvará de m a n o s de todos veh, no se a p a r t ó de su seguimiento y Asaf, el canciller. 19 Y díjoles el rab-sa-
los sacerdotes que de allí deportasteis, y vuestros enemigos». 4 0 Pero ellos n o escu. guardó los preceptos que Yahveh había qué:
• vaya y habite * allí, y enséñeles el culto charon, sino que seguían o b r a n d o con o r d e n a d o a Moisés. 7 P o r eso estuvo —Os ruego digáis a Ezequías: Así dice
del Dios del país». 2 8 Llegó, en efecto, Yahveh con él; t o d o c u a n t o emprendía el gran rey, el rey de Asiría: ¿Qué con-
u n o de los sacerdotes que habían depor- tenía éxito, y se rebeló contra el rey de fianza es esa en que te apoyas? 2 0 ¿Piensas
t a d o de Samaría, el cual se estableció en Asiría, y no le sirvió. 8 El es quien batió que las meras palabras son consejo y fuer-
Bet-El, y les enseñó c ó m o debían rendir ti los filisteos hasta G a z a y su término, za para la guerra? A h o r a bien, ¿en quién
culto a Yahveh. desde las torres de los vigías hasta la ciu- confías para rebelarte contra mí? 21 M i r a
29 M a s cada u n a de aquellas gentes se dnd fortificada. que pones tu confianza a h o r a en el báculo
hicieron sus dioses, que colocaron en los " I-I cuarto a ñ o del rey Ezequías, es de- de esa caña -quebrada de Egipto, en la
edificios de los lugares altos hechos por cir, el séptimo a ñ o de Oseas, hijo de Elá, que, si alguno se apoya, se le hincará en
los 8amaritanos, cada gente en las ciuda- rey de Israel, Salmanasar, m o n a r c a de la m a n o y la taladrará. Tal será F a r a ó n ,
des d o n d e habitaban. 30 Los naturales de Anilla, subió contra Samaría y le puso rey de Egipto, para cuantos confían en
Babilonia los fabricaron a Sukkot-Benot; cerco. * '" Al culi» de tres años la tomó *, él. * 22 Y si m e dijereis: En Yahveh, nues-
los de K u t , a Nergal; los de Jamat, a el 11II11 sexto de li/cqulus, es decir, el a ñ o tro Dios, confiamos, ¿no es el mismo cu-
A s i m á ; 31 los de Avvá, a Nibjaz y Tar- nuevo <lc Oseas, rey de Israel, fue con- yos lugares altos y cuyos altares h a supri-
taq, y los de Sefarváyim q u e m a b a n a sus iiiiixliidit NIIIIIIIIIII. ' ' I I soberano iiNÍrio mido E/equías, mientras ha dicho a J u d á
hijos en el fuego en h o n o r de A d r a m - • tapono 11 |nm Imiii'líln* 11 Asirla y los y Jerusalén: Ante este altar os habéis de
mélek y Anammélek, dioses de Sefarvá- n n n M * en li<luj v n i Jiilior, rio \\v ( l o prosternar en Jerusalén? 23 A h o r a , pues,
yim. 32 Asimismo dieron culto a Yahveh. íibi, y «11 I.11 1 IIIIIIIIII'N (lo Modín; i ' p o r - luí/ una apuesta con mi señor el rey de
t|ilt> 1111 hillililli IIIIIMIIM Ido lil vii/ de Yali Asiría: yo le daré dos mil caballos, si pue-
Y de las más bajas capas sociales hicieron
vi'li, mi Dio», y I111I1I1111 transgredido su des proveerte de jinetes que los m o n t e n .
p a r a sí sacerdotes de los lugares altos, los 24
Y ¿cómo podrías tú hacer volver la es-
cuales les oficiaban en los templos de las 11II1111/11: totlo cuanto ordenara Moisés,
niervo de Ynliveh, ni lo habían escucha- palda a uno solo de los m á s humildes ser-
cimas. 33 Así, pues, reverenciaron a Yah- vidores de mi señor? ¿Tienes puesta tu
veh y también sirvieron a sus dioses, con do ni puesto en práctica.
confianza en Egipto en razón de sus ca-
arreglo al uso de las gentes de donde los " l'n el uño catorce del rey Ezequías, rros y jinetes? * 2 5 P o r otra parte, ¿crees
h a b í a n trasladado. 34 Hasta el día de hoy Nriiiiqiiri'ih, rey de Asiría, subió contra que he subido sin la voluntad de Yahveh
h a n venido o b r a n d o con arreglo a las IOIIHK lim ciudades Ion Hiendas de Judá y a este lugar para destruirlo? Yahveh m e
costumbres antiguas, sin reverenciar a I11* lomo. * n li/emiiiis, rey de Judá, man- ha dicho: Sube contra ese país y arruí-
Y a h v e h y sin obrar conforme a sus propias ilo 11 iltM Ir ni li'V lie Axliln, en I ukls: " l i e nalo.
leyes y ordenanzas y según la ley y el Inllnilii, iclllnU' de mi, y lo (|iic me ini-
m a n d a t o que Yahveh ordenó a los hijos l'oiiKtm limo". Y el nobeiiino usliío im- i" timonees Elyaquim, hijo de Jilquiy-
de J a c o b , a quien puso p o r n o m b r e Is- piiNo 11 I /i'quliitt, rey de Judá, trescientos y a h u ; Sebná y Yoaj dijeron &\ rab-saqué:
rael. 35 Yahveh había pactado con ellos liiloiitoN de piula y treinta talentos de oro. — H a b l a arameo, p o r favor, a tus ser-
alianza y habíales d a d o orden, diciendo: ^ l'/ritiiliiN tuvo que entregar toda la pla- vidores, pues lo entendemos, y n o nos ha-
« N o adoréis a dioses ajenos, ni os pros- ta que no Imlliiha en el templo de Yahveh bles judío a oídos de t o d o el pueblo que
ternéis ante ellos, ni les deis culto, ni les y en ION tesoros del palacio real. 16 Por está sobre la muralla. *
ofrezcáis sacrificios; 36 s ¡ n o que a Y a h - entonces, Ezequías arrancó las guarnicio- 27
Contestóles el rab-saqué:
Sargón II, conquistador de Samaría nes de las puertas del santuario de Yahveh
veh, q u e os subió del país de Egipto con —¿Acaso me h a enviado m i señor a de-
y las columnas q u e el p r o p i o Ezequías,
gran potencia y brazo extendido, a ése arreglo a su costumbre antigua. 4 1 Asi, rey do J u d á , h a b í a recubierto de o r o , y
cir tales cosas a tu señor y a ti? ¿No h a
habéis de temer; ante él os habéis de pues, estas gentes reverenciaron a Y a h v e h sido m á s bien a los h o m b r e s que están
luí cniregó al s o b e r a n o de Asiría. sentados sobre la muralla y h a n de co-
prosternar y a él habéis de dar culto. y sirvieron a la vez a sus ídolos. T a m -
37 Asimismo cuidaréis de practicar siem- bién sus hijos y los hijos de sus hijos " l'ero el rey de los asirios envió desde mer sus excrementos y beber sus orines
pre l o s estatutos, los dictámenes, la ley h a n venido o b r a n d o hasta el día de h o y I ukls 11 I /cquías al tartán, el rab-saris y con vosotros?
y el mandamiento que él os escribió, y lo mismo que sus padres. el rah-MK/iié con u n fuerte ejército, ° los 28 Entonces el rab-saqué, puesto en pie,
cuales subieron y llegaron a Jerusalén* gritó en voz alta, en judío ', y dijo:
y NO situaron 0 j u n t o al acueducto de la —Escuchad la p a l a b r a del gran rey, el
Ezequías de Judá. Senaquerib asedia a Jerusalén
4
J O l El a ñ o tres de Oseas, hijo de Elá, de Yahveh, enteramente c o m o h a b í a o b r a - NEJUSTÁN u objeto de bronce: cf. Núm 21,8-9-
* 0 rey de Israel, subió al t r o n o Eze- do su antepasado David. 4 Suprimió el 13
" SALMANASAR: repite, con variantes, el relato de la toma de Samaría de 17,5-6.
SFNAQUERIB: hijo y sucesor de Sargón. Su expedición tuvo lugar el 701 a. C.
quías, hijo de Ajab, rey de Judá. * 2 Vein- culto de las alturas, q u e b r ó las massebás, 17
El tartán, el rab-saris y el rab-saqué eran, respectivamente, el generalísimo del ejército, el
ticinco años contaba c u a n d o comenzó a taló las aserás y machacó la serpiente d e Irlo de los príncipes y el jefe de los oficiales o de los coperos. Cf. Is 36.
bronce que había fabricado Moisés; p o r - 21
r e i n a r , y veintinueve años reinó en Jeru- ESA CAÑA: alude a Tirhaqa de Egipto, de la dinastía etiópica, que ninguna ayuda eficaz
salén. El n o m b r e de su m a d r e era Abí, que hasta aquel tiempo los israelitas le proNtó
24
a Ezequías. Reinó veinte años y fue vencido y muerto por Asarhaddón.
hija d e Zacarías. 3 Hizo lo recto a los ojos habían q u e m a d o incienso, d e n o m i n á n d o - LA ESPALDA: lit. el rostro. «Hacer volver el rostro» es lo mismo que derrotar.
2f
* ARAMEO: era ya por esta época como la lengua internacional de todo el Asia occidental en-
tre Asiría y Palestina, especialmente en relaciones oficiales, de comercio, etc., quedando cada V&5
inAs reducida el área lingüística del j't«ÍÍP o hebreo.
1 EZEO.UÍAS: reina en Judá 11.715-687, o bien 721-693, como otros prefieren.
II REYES 1 9 *- 20 449
448 n REYES 18 "—19s
había oído que [el rey] habíase retirado de los mensajeros y las leyó; luego subió
rey de Asiria. 2 ' Así dice el rey: N o os de los pueblos a su respectivo país de de Lakís. 9 A h o r a bien, Senaquerib tuvo al templo de Yahveh, y Ezequías las
engañe Ezequías, p o r q u e n o os p o d r á li- m a n o s del rey de Asiria? 3 4 ¿Dónde están noticias acerca de Tirhaqa, rey de Etiopía, extendió delante del Señor, '3 ante el cual
b r a r de mi8 m a n o ; 3 0 ni os haga Eze- los dioses de J a m a t y de A r p a d ? ¿Dónde que decían: «Mira, ha salido a c a m p a ñ a hizo oración, y dijo: «Yahveh, Dios de Is-
quías confiar en Yahveh, diciendo: Y a h - los dioses de Sefarváyim, de H e n á e Ivvá? con ánimo de atacarte». Entonces él tornó rael, que te asientas sobre los querubines,
veh seguramente nos salvará, y esta ciu- ¿Acaso libraron a Samaría de mi poder? a enviar mensajeros a Ezequías, diciendo: tú eres el solo Dios de todos los reinos
35 10
dad no ha de ser entregada en m a n o s del ¿Quiénes son, entre todos los dioses de «Asi habéis de decir a Ezequías, rey de de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra.
rey de Asiria. •" N o deis oídos a Ezequías, los países, los que h a n librado a su tierra J u d á , a saber: N o te engañe tu Dios, en 16
Inclina, ¡oh Yahveh!, tus oídos y escu-

Scnaquerib hace talar los parques. (Jeremías, o.c, fig.339.)

pues así dice el rey de Asiria: Haced pa- de mi m a n o , para que salve Y a h v e h de
ces conmigo, rendios a mí, y comerá cada mi poder a Jerusalén?
u n o de su viña y su higuera y beberá cada 36 El pueblo calló y n o le r e s p o n d i ó
u n o del agua de su cisterna, 3 2 hasta que palabra, pues había orden real que decía:
yo llegue y os traslade a u n a tierra seme- « N o le contestéis». M Entonces Elyaquim.
jante a la vuestra, tierra de grano y mos- hijo de Jilquiyyabu, m a y o r d o m o del pa-
to,, tierra de pan y viñas, país de olivos, lacio, Sebná, el secretario, y Y o a j , hijo
aceite y miel, y viviréis y n o moriréis. de Asaf, el canciller, llegáronse a Eze-
N o deis, pues, oídos a Ezequías, porque quías, rasgadas sus vestiduras, y le co-
t r a t a de seduciros, diciendo: Yahveh nos municaron las palabras del rab-saqué. *
salvará. 33 ¿Han librado acaso los dioses &
Súplica de Ezequías, mensaje de Isaías y liberación
de Jerusalén Toma de Laguis, %0--
hacia 700 a. C.
1 Q ! Cuando el rey Ezequías lo oyó, vivo, y le castigará p o r las p a l a b r a s q u 6 (F. Notscher, o.c,
Yahveh, tu Dios, h a oído. H a z , pues, fig.32.)
^ ** rasgó sus vestiduras, vistióse de
saco y entró en la casa de Yahveh. 2 Asi- oración p o r el pueblo que a ú n queda»-
mismo envió a Elyaquim, m a y o r d o m o del 5 F u e r o n , pues, los servidores de E z e q u í a s c h a ; abre, Yahveh, tus ojos y mira. Escu-
quien confias, p e n s a n d o : N o será entre-
palacio, Sebná, el secretario, y los sacer- a Isaías, 6 el cual les contestó: «Así habéis cha las palabras que Senaquerib ha envia-
nada Jerusalén en m a n o del rey de Asiria.
dotes más ancianos, cubiertos de sacos, d e decir a vuestro señor: Yahveh dice así: 11 do * para escarnecer al Dios vivo. '7 E n
Mira que tú mismo has oído lo que los
a Isaías, el profeta, hijo de Amos. 3 Dijé- N o temas por las palabras que h a s oído,
monarcas asirios h a n hecho en todos los verdad, Yahveh, los reyes de Asiria han
r o n l e : «Así dice Ezequías: D í a de angus- c o n las cuales los criados del rey d e Asiri* asolado las naciones y su tierra, 18 y han
países, consagrándolos al exterminio, ¿y
tia, castigo y ultraje es éste, porque h a n m e han injuriado. 7 H e aquí q u e yo l e echado al fuego a sus dioses, porque no
habrás tú de librarte? I 2 ¿Pudieron acaso
llegado los hijos hasta el cuello del útero infundiré u n espíritu, haciendo o i g a U n eran dioses, sino obra de manos humanas,
los dioses de los pueblos que mis padres
y n o hay fuerza para alumbrarlos.* 4 Quizá r u m o r y se vuelva a su tierra, y en su
destruyeron salvar a aquéllos: a G o z a n , madera y piedra, y por eso los han podido
Y a h v e h , tu Dios, haya oído las palabras país lo haré caer a espada».
Jarán y Résef, y los hijos de Edén, que d e s t r u i r , i 9 A h o r a , p u e s , ¡oh Y a h v e h ! ,
del rab-saqué, a quien envió el rey de 8 El rab-saqué regresó y e n c o n t r ó 9 * Dios nuestro, sálvanos, por favor, de su
oslaban en Telassar? li ¿Dónde está el
Asiria, su señor, p a r a escarnecer al Dios m o n a r c a asirio a t a c a n d o a L i b n á , p u e s m a n o , para que sepan todos los reinos
rey de Jamat, y el rey de Arpad, y el rey
de la tierra que tú, Yahveh, eres el solo
37 de la ciudad de Sefarváyim, de H e n á e
RASGADAS SUS VESTIDURAS : por las blasfemias y amenazas que acababan de oir. Dios».
Ivvá?» 20
Entonces Isaías, hijo de A m o s , envió
14
Q 3
HASTA EL CUELLO DEL ÚTERO : modo proverbial de hablar para decir que se encontraba!5 Ezequías t o m ó las cartas de m a n o s
1 ^ en ?! mayor peligro y que éste era inevtabli.
nnver-Cantera 15
21 2 II REYES 2 0 " - " 451
450 II REYES 1 9 20

su rostro hacia la pared y o r ó a Yahveh, aceite m á s exquisito, su armería y cuanto


a decir a Ezequías: «Así habla Yahveh, Asiría. 2 1 Esta es la palabra que Yahveb exclamando: 3 «¡Ay, Yahveh! Acuérdate, se hallaba en sus tesoros. N o h u b o cosa
D i o s de Israel: H e escuchado lo que me ha pronunciado acerca de él: por favor, de que he a n d a d o en tu pre- que no les mostrara, asi en su casa c o m o
has pedido respecto a Senaquerib, rey de sencia con fidelidad e íntegro corazón, y en todo su dominio.* 1 4 Entonces vino el
he o b r a d o lo bueno a tus ojos». Y Eze- profeta Isaías al rey Ezequías y díjole:
«Te menosprecia, hace mofa de ti, | la virgen hija de Sión. quías lloró con grande llanto. 4 Y ocurrió
M e n e a despectiva la cabeza tras de ti I la hija de Jerusalén. —¿Qué h a n dicho esos hombres y de
22
que aún no había traspuesto Isaías el dónde h a n venido a ti?
¿A quién has escarnecido y ultrajado | y contra quién has levantado la voz? atrio medio, c u a n d o Yahveh le dirigió la Contestó Ezequías:
¡Has alzado en alio tus ojos | c o m r a el Santo de Israel! palabra, diciendo: 5 «Vuélvete y di a Eze- — H a n venido de tierra lejana, de Ba-
23
P o r medio de lus mensajeros" \ has ultrajado al Señor | y has dicho: quías, príncipe de mi p u e b l o : Así dice bilonia.*
— C o n la multitud de mis carros, Yahveh, D i o s de David, tu p a d r e : H e 1 5 Insistió Isaías:
yo he escalado la cúspide de los montes, 1 los últimos rincones del L í b a n o , escuchado tu plegaria, he visto tus lá- —¿Qué han visto en tu casa?
y he tídudo •' sus m i s altos cedros, | sus m á s selectos cipreses, grimas; mira, yo te c u r o ; de aquí a tres
Respondió Ezequías:
y he penetrado" hasta su m á s extremo, | su m á s frondoso bosque. días podrás subir al templo de Yahveh;
24
'' añadiré a tus días quince años m á s y te — H a n visto t o d o cuanto hay en mi
Y o mismo he excavado [un pozo] y bebido | aguas extranjeras casa; n o ha habido cosa en nsis tesoros
y he secado con la planta de mis pies | los brazos del Nilo de Egipto. * libraré de la m a n o del rey de Asiría, y
lo mismo a esta ciudad, a la cual protegeré que no les haya m o s t r a d o .
25
¿ N o lo h a s oído decir? | Desde luengos tiempos lo preparé, por a m o r de mí y p o r a m o r de David,
desde tiempo antiguo lo decidí11; I ahora lo he traído a cumplimiento, mi siervo». 7 Y dispuso Isaías: « T o m a d
y h a servido p a r a trocar en m o n t o n e s de ruinas | las ciudades fortificadas. nuil torta de higos pasos». Cogiéronla y
26 »e ln pusieron sobre la úlcera, y el enfermo
Sus habitantes, impotentes, | q u e d a r o n quebrantados y confusos,
vinieron a ser cual la yerba del c a m p o 1 y el verdor del césped, minó. * H Ahora bien, Ezequías había prc-
cual la grama de ¡os tejados I y mies agostada antes de espigar ". Hiiiilnilo 11 ISIIIIIS:
27 ¿('mil «era A/" wñnl lie que Yahveh Rt'bij Sitiar. (Grcssmann, o.c, üg.lío.)
Conozco c u á n d o te sientas, sales o entras | y c u á n d o te enfureces contra mí. *
2S lll« luí ilt> i i i n i i y |<IHIIT MU I >ii 11 los lies
P o r c u a n t o tu enfurecimiento contra mí | y tu arrogancia h a n llegado a mis oídos, dina ni U'inpln tli'l Noilnr'.' '" Dijo entonces Isaías a Ezequías:
p o n d r é mi anillo en tu nariz ¡ y m i freno en tus labios g
Y CUUII'NII'I huías: —Escucha la palabra de Y a h v e h : 1 7 Mi-
y te haré volver por el camino | por donde viniste. * Esta será de parte de Yahveh la r a ; van a llegar días en que se llevará
29
Y ésta será para tí la señal: este a ñ o verse, mas en esta ciudad n o h a de entrar, señal para ti de que ha de cumplir la a Babilonia cuanto hay en tu casa y lo
se comerá el producto espontáneo de los dice Y a h v e h . 3 4 Y o a m p a r a r é a esta ciudad palabra pronunciada: ¿Quieres que avan- que atesoraron tus padres hasta el día pre-
c a m p o s ; el año segundo, lo que brote sin para salvarla en atención a mí y a David, ce " la sombra diez grados o que retroceda sente ; n o quedará n a d a , dice Yahveh. *
18
sembrar; pero el tercer año sembraréis y mi siervo». otro tanto? Tus hijos salidos de ti, que hayas en-
10
segaréis, plantaréis viñedos y comeréis su 35 Y replicó Ezequías: gendrado, serán cogidos p a r a convertirlos
Y sucedió que en aquella noche salió en eunucos del palacio del rey de Ba-
fruto. 3 0 Lo que quedare a salvo de la el ángel de Yahveh e hirió en el campa- — ¡lis fácil a la sombra adelantarse diez
casa de Judá volverá a echar raíces por «rudos!; puro, en verdad, retroceda diez bilonia.*
m e n t o de los asirios a ciento ochenta y
abajo y a llevar fruto p o r arriba; 3 1 pues cinco mil, y, c u a n d o se levantaron p o r grtulns la sombra. • u Y respondió Ezequías a Tsaías:
de Jerusalén saldrá u n resto y un grupo la m a ñ a n a , todos ellos eran ya cadáver, * 11 I: I.Hiilas, prolclii, chimó 11 Yahveh, c Está bien la palabra de Yahveh que
salvado del m o n t e de Sión. Tal h a r á el 36
Entonces Senaquerib, rey de Asiría, le- lil/.o retroceder la sombra los grados que has pronunciado.
celo de Yahveh de los ejércitos. 3 2 Por vantó el c a m p o y emprendió la vuelta, y había ya corrido en el cuadrante de Ajaz, Pues se dijo: «¡Mientras h a y a en mis
eso, así dice Yahveh respecto al rey de quedóse en Nínive. 37 Y mientras él estaba diez grados. * días paz y seguridad!»*
20
Asiría: postrado en adoración en el templo de • 2 En aquel tiempo, Merodak" Baladán, El resto de los hechos de Ezequías,
Nisrok, su dios, Adrammelek y Saréser, hijo de Daladán, rey de Babilonia, envió todo su poderío y c ó m o hizo la alberca
« N o penetrará en esta ciudad, ni lan- cintas y un presente a Ezequías, pues y el acueducto y condujo el agua £ la
zará allí flecha, ni le h a r á frente con escu- sus hijos, lo m a t a r o n a espada y escaparon
al país de Ararat, succjdiéndole en el liivu noticia de que había estado enfer- ciudad, se halla escrito en el libro de las
do, ni acumulará contra ella baluartes.* mo. * " Ezequías se alegró" con los em- crónicas de los reyes de Judá. 21 Y Eze-
33
P o r el camino que vino ' h a b r á de vol- reino Asar-Jaddón, su hijo.
bajadores y les mostró toda su casa de los quías se durmió con sus padres y reinó
Icsoros, la plata, el oro, los aromas, el J en su lugar su hijo Manases.

Enfermedad y curación de Ezequías. Fin de su reinado


7
TORTA DE HIGOS : esa cataplasma hecha con una especie de higos llamados debélet estaba pres-
Ofk J P o r aquellos días, Ezequías en- «Así h a b l a Y a h v e h : D i s p o n lo referente crita1 1para ciertas enfermedades equinas, según una tablilla de Ras Shamra, escribe Marston.
¿>" fermó de muerte, y llegó a verle a tu casa, p o r q u e vas a morir, y no has Hizo RETROCEDER LA SOMBRA: ct. Ecli 48,23 e ts 38,8.
12
el profeta Isaías, hijo de A m o s , y le dijo: de curar». * 2 Entonces Ezequías volvió MERODAK-BALADÁN : en acadio, Marduk-abbal-iddin. Rey de Babilonia el 722 a. C. y de-
puesto por Sargón de Asiría, intentaba, bajo Senaquerib, recuperar el trono mediante la alianza
24 de los reyes de Palestina y Siria. II Tuvo NOTICIA: el verdadero motivo pudo haber sido el deseo de
AGUAS EXTRANJERAS: las del Nilo. Cf. para todo el pasaje Is 37.
27
SALES O ENTRAS: lit. tu salir y tu entrar (cf. salmo 139,2-3); manera de expresar que Dios, hacer alianza con Ezequías contra Nínive.
13
omnipotente, conoce todo el proceder de Ezequías. 14
SE ALEGRÓ : confiando tal vez más en la ayuda humana que en la divina.
28 D E TIERRA LEJANA: de Babilonia, adoradora de ídolos. Hacer alianza con ellos era, pues, tan
PONDRÉ MI ANILLO EN TU NARIZ: como a bestia salvaje a la que se conduce mediante un anillo
pasado por la nariz, le hará volver a su reino. reprobable
17
a los ojos de Isaías como hacerla con Egipto, cosa que ya había censurado el profeta.
32 MIRA, VAN A LLEGAR DÍAS: esta clara predicción de la cautividad de Babilonia es una de las
ACUMULARÁ... BALUARTES: O bien, amontonará muro de asedio o terraplén.
35
HIRIÓ EN EL CAMPAMENTO: cómo, no se sabe; tal vez de peste. Lo cierto es que fue hecho profecías más sorprendentes de los Sagrados Libros, puesto que ciento diez años antes que se cum-
milagroso y castigo de Dios, medio confesado por el propio rey en sus anales al no hablar de su pliera
19
(cf. 25,1-17), Babilonia poco significaba al lado de la poderosa Asiría.
derrota. ESTÁ BIEN LA PALABRA : o buena es la palabra. Ezequías agradece a Dios con humildad que el
castigo de su real orgullo no sea inmediato, como lo fue el de David.
O A * BeEQufAS ENFERMÓ: los acontecimientos aquí referidos sucederían años antes de la ínva-
^ ^ sión de Senaquerib. Si no, no se entiende lo que sieue de la misión del rey de Babilonia.
Cf. Is 38.
a RETES 22 1
—23 453
452 t i REYES 2 1 1 * 2 e

Josías: hallazgo del libro de la Ley y renacer religioso


Manases de Judá
n n 1 Josías tenía ocho años de edad Ajiqam, hijo de Safan; a A k b o r , hijo de
«íl l D o c e a ñ o s c o n t a b a M a n a s e s retiñirán a m b o s oídos. , 3 Y extenderé so- « " c u a n d o comenzó a reinar, y reinó M i q u c a s ; a Safan, el secretario, y a Asayá,
~ *• c u a n d o subió al trono, y reinó bre Jerusalén el cordel de Samaría y la treinta y un años en Jerusalén. El n o m b r e servidor del monarca, diciendo: 13 «Id y
cincuenta y cinco en Jerusalén. El n o m - plomada de la casa de Ajab, y limpiaré a de su madre era Yedidá, hija de Adayá, consultad a Yahveh por mí, p o r el pueblo
bre de 'su m a d r e era Jcfsí-bah. * 2 El hizo Jerusalén c o m o se limpia un plato, que de Bosqat. * 2 E hizo él lo recto a los ojos y por J u d á entero, acerca de este libro
lo malo a los ojos de Yahveh, imitando se friega y se vuelve boca abajo. * i* Y de Yahveh, y siguió exactamente los d e - que se ha e n c o n t r a d o ; pues grande es la
las abominaciones de los pueblos que abandonaré k> que resta de mi heredad rroteros de David, su antepasado, sin cólera de Yahveh que se ha encendido
Yahveh habia arrojado de delante de los y los entregaré en m a n o s de sus enemigos, apartarse ni a derecha ni a izquierda. contra nosotros p o r q u e nuestros padres
israelitas. •' Reedificó los lugares altos que y servirán del 5 botín y despojo p a r a sus 3
Y sucedió que el a ñ o dieciocho del no h a n obedecido las palabras de este
Ezequías, su pudre, había destruido, erigió adversarios; por cuanto han hecho lo rey Josías envió el m o n a r c a al templo de libro, practicando puntualmente lo que
altares a Baal, hizo una aserá, conforme malo a mis ojos y m e han irritado desde Yahveh a Safan, el secretario, hijo de nos fue escrito».
hiciera Ajab, rey de Israel, y a d o r ó a el día que sus padres salieron 6
de Egipto Asalyahu, hijo de Mesul-lam, diciendo:*
14
El s a c e r d o t e J i l q u i y y a h u , A j i q a m ,
t o d o el ejército [astral] del cielo y le dio hasta el día presente», i Además, M a n a - 4
«Sube donde Jilquíyyahu, el sumo sacer- Akbor, Safan y Asayá se dirigieron a la
4
c u l t o . * A s i m i s m o edificó alturas en la ses derramó muchísima sangre inocente, dote, y que reúna el dinero a p o r t a d o al profetisa Juldá, mujer de Sul-lam, guar-
casa de Yahveh, respecto a la cual había hasta el extremo de henchir a Jerusalén templo de Yahveh, que los guardianes darropa, hijo de Tiqvá, hijo de Jarjás,
Yahveh declarado: «Pondré en Jerusalén de punta a cabo, sin contar su pecado de de la puerta h a n recogido del pueblo; la cual habitaba en Jerusalén, en el se-
mi nombre». 5 Y construyó altares a todo haber inducido a pecar a Judá al obrar •• y que se entregue a los superintendentes g u n d o b a r r i o , y h a b l a r o n con ella. *
lo malo a los ojos de Yahveh. *
el ejército del cielo en los dos atrios del encargados de la obra de la casa de Yah- • 5 Contestóles: «Así dice Yahveh, Dios
templo de Yahveh. 6 H i z o pasar por el 17
El resto de las cosas de Manases y veh, para que lo den a los obreros p o r los de Israel: Decid al h o m b r e que os h a
fuego a su propio hijo, se dio al nefelismo todo lo que hizo, y el pecado que cometió, liitlmjos que se reali/an en la casa del enviado a m í : l ó Asi dice Y a h v e h : H e
y a los encantamientos, e instituyó nigro- he aquí que están consignados en el libro Nril.u 11111 objeto de llevar a efecto la aquí que voy a acarrear desventura sobre
ls
mantes y adivinos; fue pródigo en hacer de las crónicas reales de Judá. Y dur- n<|iiiiiu Ion del edificio; " a los carpinteros, este lugar y sobre sus habitantes: todas
lo malo a los ojos de Yahveh, irritándole. mióse Manases con sus padres, y fue Ion 1 ohMlik h i l e v iilhiiililes, y para com- las cosas del libro que h a leido el rey de
7 Además, el ídolo de Aserá que había enterrado en el jardín de su casa, en el prar IIIIHU'I'II y piedras labradas para re- J u d á ; : 7 en pago de que me h a n a b a n d o -
hecho lo colocó en el templo del que jardín de Uzzá, y reinó en su puesto parar el templo. ' l'cro no se les exigirán n a d o y h a n q u e m a d o incienso a dioses
Yahveh dijera a David y Salomón, su A m é n , su hijo. cuentas del dinero que se ponga en sus ajenos, p r o v o c á n d o m e a enojo con todas
19
hijo: «En esle templo y en Jerusalén, que A m ó n contaba veintidós años cuando manos, porque o b r a n con fidelidad». las obras de sus m a n o s , de suerte que
he escogido de entre todas las tribus de subió al t r o n o , y reinó dos años en Jeru- * Entonces el sumo sacerdote Jilquíy- mi furor se h a encendido contra este
Israel, pondré mi n o m b r e para siempre; salén. El nombre de su m a d r e era Mesul- yahu dijo a Safan, el secretario: «He lugar y no se apagará, is M a s al rey de
8
y n o volveré a permitir que el pie de lémet, hija de Jarús de Yotbá. * 20 E hallado el libro de la Ley en la casa de Judá, que os ha enviado a consultar a
Israel se mueva de la tierra que di a sus hizo él lo malo a los ojos de Yahveh, Yahveh». Y Jilquiyyahu dio el libro a Yahveh, así le habéis de decir: «Así de-
padres, con tal de que se cuide de poner conforme 21
había o b r a d o su padre M a - Salan, quien lo leyó. * y Safan, el secre- clara Yahveh, Dios de Israel, [respecto a]
enteramente en práctica lo que le ordené nases. Siguió enteramente el camino tario, llegó donde el rey y le dio cuenta las palabras que has e s c u c h a d o : * 19 Por
y toda la ley que les prescribió mi siervo que éste había a n d a d o , y sirvió a los ile lo sucedido, y manifestó: «Tus servi- cuanto se ha conmovido tu corazón y
Moisés». 9 Pero ellos no obedecieron, y ídolos a que su padre había servido y dores han recogido el dinero que se ha- te has humillado ante Yahveh al oir tú
Manases los descarrió, induciéndolos a se prosternó ante ellos. 22 Y a b a n d o n ó a llaba en el templo y lo han entregado en lo que he dicho contra este lugar y sus
practicar el mal, aún más que las naciones Yahveh, Dios de sus padres,2¡ y no anduvo manos ile los superintendentes encargados moradores, que h a n de trocarse en desola-
que Yahveh había aniquilado delante de por el camino de Yahveh. Y los servi- de las obras del templo de Yahveh». ción y maldición, y has desgarrado tus
los israelitas. dores de A m ó n se conjuraron contra él I" A s i m i s m o , Safan, el s e c r e t a r i o , d i o vestiduras y llorado ante mí, también yo
10
Entonces habló Yahveh por medio y mataron al rey en su palacio. 24 Mas i'iii'iilu ni rey diciendo: «Jilquiyyahu, el te he escuchado, declara Yahveh. 2 » P o r
d e s u s s i e r v o s los p r o f e t a s , d i c i e n d o : el pueblo del país castigó con la muerte micerdole, me h a d a d o u n libro»; y Safan esto, he aquí que yo te reuniré con tus
a todos los que se habían conjurado con- padres y te recogerás en tu sepulcro en
ti «Por cuanto Manases, rey de Judá, ha levólo ante el monarca.
tra el rey A m ó n y proclamó soberano en 11
realizado estas abominaciones, o b r a n d o su lugar a Josías, su hijo. C u a n d o el rey oyó las palabras del paz, y tus ojos n o verán t o d o el mal que
peor que cuanto hicieran los amorreos libro de la Ley, rasgó sus vestiduras, 12 y yo voy a acarrear sobre este lugar».
2
anteriores a él, c incluso con sus ídolos - El resto de los hechos que A m ó n dio orden a Jilquiyyahu. el sacerdote; a
ha inducido a pecar a Judá, n por eso llevó a cabo está escrito en el libro de las
dice Yahveh, Dios de Israel: H e aquí crónicas reales de Judá. 26 y lo sepulta-
que voy a acarrear tal desgracia sobre ron * en su sepulcro, en el jardín de Uzzá, Reforma religiosa de Josías. Sus sucesores inmediatos
Israel y Judá, que a cuantos lo oigan les y le sucedió en el trono su hijo Josías.
O *J ' Y llevaron al rey la contestación. el m o n a r c a al templo de Yahveh, acom-
Oí * MANASES: reinó en Judá h. 687-642 o, según otros, 693-630. ¿áO [i] Y el rey m a n d ó recado y se
*• * 3 ASERÁ: era, como vimos en Ex 34,13, una diosa cananea, especie de duplicado de Astarté, p a ñ a d o de todos los hombres de J u d á y
simbolizada por el tronco o árbol sagrado. congregaron en torno a él todos los an- todos los habitantes de Jerusalén, y los
13 cianos de J u d á y Jerusalén. 2 y subió
EL CORDEL DE SAMARÍA...: alude al exterminio que los enemigos victoriosos causaron en sacerdotes, los profetas y el pueblo entero,
Samaría y la casa de Ajab. || LIMPIARÉ... : V «raeré a J. corno suelen raerse las tablillas»; y, rayén-
dola,16la volveré y pasaré reiteradamente el estilo sobre su haz». 1
DERRAMÓ MUCHÍSIMA SANGRE: hizo matar gran número de profetas. San Agustín, siguiendo *>2 JOSÍAS: reinó h. 640-609, o bien del 638 al 608, según otros.
3
antigua tradición, le atribuye la muerte de Isaías, que fue aserrado en un árbol hueco donde se ^ **8 SECRETARIO : aquí y versículos siguientes, el inspector del erario del templo.
había refugiado. EL LIBRO DE LA LEY: el Deuteronomio, que probablemente se habría perdido u ocultado
19
AMÓN: reinó h. 642-640, o bien 639-638. reinando los impíos reyes precedentes.
14
18
LA PROFETISA JULDÁ: única mencionada como tal en el Antiguo Testamento.
[RESPECTO A] LAS PALABRAS QUE HAS ESCUCHAPO: en general, los críticos prefieren corregir H:
V «Por cuanto has oído las palabras del libro 1 9 v tu corazón...»
3 ia
454 I I KEYES 2 3 -
II REYES 23 20 —24 6
455
desde el m e n o r hasta el mayor, y él leyó de J u d á habían dedicado al sol a la entra-
en alta voz todas las palabras del libro da del" templo de Yahveh, junto al apo- irritar a Yahveh *, e hizo con ellos exac- crónicas reales de Judá. 2 9 E n sus días,
de la alianza que se había encontrado en sento del eunuco Nctán-mélek, en el Par- tamente lo que hiciera en Bet-El. 2 0 E in- el F a r a ó n N e k ó , rey de Egipto, subió ha-
la casa de Yahveh. 3 El monarca, de pie varim, y los 12 carros del sol los quemó en m o l ó sobre los altares a todos los sacer- cia el soberano de Asiría, en dirección
sobre el estrado, pactó ante Yahveh la la hoguera. * Demolió el rey igualmente dotes de los lugares altos que allí había al río Eufrates; el rey Josías partió a su
alianza de caminar en pos del Señor, los altares situados sobre la terraza de y quemó encima de ellos huesos h u m a n o s . encuentro; m a s luego que aquél le vio,
guardar sus mandamientos, preceptos y la cámara superior de Ajaz, que habían Luego regresó a Jerusalén. lo m a t ó en Meguiddó. * 3 0 Sus servidores
21
leyes con todo el corazón y toda el alma, edificado los reyes de Judá, y los altares Y el rey dio orden a todo el pueblo, lo trasladaron m u e r t o en su carro desde
y poner en práctica las palabras de la que construyera Manases en los dos atrios diciendo: «Celebrad la Pascua en h o n o r Meguiddó y lo llevaron a Jerusalén, en-
alianza escritas en este libro. Y todo el del templo de Y a h v e h ; los desmenuzó" de Yahveh, vuestro Dios, según se halla terrándolo en »u sepultura. Entonces to-
pueblo asinlió al p a c t o . * allí y arrojó el polvo de ellos al torrente escrito en este libro de la alianza. 2 2 En m ó el pueblo del país a Joacaz, hijo de
13
4
El rey ordenó al sumo sacerdote, Jil- Cedrón. A d e m á s , el m o n a r c a mancilló verdad, u n a Pascua c o m o ésta nunca ha- Josías; lo ungió y lo proclamó rey en sus-
quiyyahu; al sacerdote* vicario y a los los lugares altos situados al este de Jeru- bíase celebrado desde los días de los jue- titución de su padre.
guardianes de la puerta que sacaran del salén, al sur del m o n t e de la Perdición, ces que gobernaron a Israel ni en todo 31
C o n t a b a Joacaz veintitrés años cuan-
templo de Yahveh todos los utensilios que edificó Salomón, rey de Israel, en el tiempo de los reyes de Israel y los de
do comenzó a reinar, y reinó tres meses
fabricados para Eaal, p a r a la aserá y h o n o r de Astarté, abominación de los J u d á » . 2 3 Celebróse tal Pascua p o r vez
en Jerusalén. El n o m b r e de su m a d r e era
para t o d o el cortejo [astral] del cielo, y sidonios: de K e m ó s , abominación de primera el a ñ o decimoctavo del rey J o -
Jamutal, hija de Jeremías, de Libná. *
los quemasen fuera de Jerusaléri, en los M o a b , y de Milkom, abominación de sías, en h o n o r de Yahveh, en Jerusalén. 32
14 M
E hizo él lo malo a los ojos de Yahveh,
campos del Cedrón, y llevó las cenizas los ammonitas. * Y destrozó las mas- Asimismo, Josías eliminó a los evo- conforme enteramente a lo que hicieron
a Bet-El. 5 Suprimió, asimismo, los sacer- sebás y taló las ascrás, llenando sus em- cadores de espíritus, a los adivinos, los sus padres. 33 El F a r a ó n N e k ó lo encade-
dotes idólatras que los reyes de J u d á plazamientos de huesos humanos. 15 Ade- trriifliii, los ídolos y todas las abomina- nó en Riblá, en tierra de Jamat, p a r a que
habían instituido para quemar incienso " más, destruyó también el altar que había ciones i|ue se veían en tierra de Judá y no reinara en Jerusalén, e impuso al país
en los lugares altos, en las ciudades de en Bet-El, y el lugar alto que hiciera IriiiMileii, 11 Un lie poner en vigor las pa- un gravamen de cien talentos de plata y
Judá y alrededores de Jerusalén, y quienes Jeroboam, hijo de Nebat, el cual indujo líihm* ili' |ti ley cNcríln en el libro que el un lalento de oro. 34 El Faraón Nekó en-
quemaban incienso a Baal, al sol, la luna, a pecar a Israel, así aquel altar c o m o el «ni ••11I11IM JIIIJIIIVVHIIII luiblii linllndii en el Ironi/ó rey :i Elyaquim, hijo de Josías, en
los signos del zodíaco y t o d o el ejército lugar alto; quemó el lugar alto, reducién- iiMiipIn ilp > nlivi'li, * ' ' Anli'i <le él no lii.nnr de su padre, y le trocó el n o m b r e
celeste. <> Además, hizo sacar de la casa dolo a polvo, y quemó la aserá. IIIIIHI 11'v «Piiii'liinlp, que NC conviniera 11 por el de Joaquim. A Joacaz lo cogió y
de Yahveh la aserá, fuera de Jerusalén, 16
C o m o volviese el rostro Josías, vio
Ynlivoli con lodo ?ui corazón, su alma llevó a Egipto, d o n d e murió. * 3 5 J o a q u i m
al valle del Cedrón, en el cual lo quemó los sepulcros que había allí en el monte, v sus l'ucr/iiM, (leí todo conforme a la ley entregó la plata y el o r o a F a r a ó n ; pero
y lo redujo a polvo, el cual hi/o arrojar y m a n d ó a recoger los huesos de las se- <|p Moisés; y después de él no surgió otro h u b o de gravar al país p a r a pagar el di-
igual. nero, de acuerdo con la orden de F a r a ó n ;
sobre la sepultura de la plebe. 7 También pulturas y los quemó sobre el altar, pro-
demolió las casas de los hieródulos que fanándolo, de acuerdo con la palabra de •"' Sin embargo, Yahveh n o se apartó exigió la plata y el o r o al pueblo del país
había en el templo de Yahveh, donde las Yahveh que pronunció el h o m b r e de de la gran cólera que tenía encendida con- para dar al F a r a ó n N e k ó , según la valua-
Ini Juila, debido a todos los enojos con ción de cada uno.
mujeres tejían unos a m o d o de pabello- D i o s ' que anunció estas cosas. 17 Luego
nes p a r a la aserá. 8 Asimismo, trajo de dijo: los cuntes hiihlulr antuviado Mimases. 2 ' Y •"' J o a q u i m c o n t a b a veinticinco a ñ o s
las ciudades de J u d á a todos los sacer- —¿Qué es aquel m o n u m e n t o que di- 11II111111 Ynhvi'li: «También 11 Judá upar- c u a n d o comenzó a reinar, y reinó once
dotes y profanó los lugares altos donde viso? ían 4 de Mil presencia, c o m o reí iré a Israel, años en Jerusalén. El n o m b r e de su ma-
los sacerdotes habían q u e m a d o incienso, Y respondiéronle los hombres de la V rechazare a esla ciudad, que yo había dre era Zebuddá, hija de Pedayá, de R u -
desde G u e b a hasta Bersabee, y destruyó ciudad: Hedido, Jerusalén, y la casa de la que dije: ma. 3 7 E hizo lo malo a los ojos de Yahveh,
el b a m á de los sátiros, que estaba a la —Es la sepultura del h o m b r e de D i o s Mi nombre estará allí». exactamente cual lo habían hecho sus pa-
,M
entrada de la puerta de Josué, gobernador que vino de Judá y clamó estas cosas lil reslo de los actos de Josías y t o d o dres.
de la ciudad, a la izquierda según se que tú has realizado respecto del altar de lo que hizo está escrito en el libro de las
entra por' la puerta de la ciudad. * 9 Pero Bet-El.
los sacerdotes de los lugares altos no 18 Contestó él:
subían a sacrificar sobre el altar de Y a h - —¡Dejadlo; nadie mueva sus huesos! Kninado de Joaquim y primera deportación a Babilonia
veh en Jerusalén, sino que sólo comían D e esta suerte sus huesos fueron con-
panes ácimos en medio de sus hermanos. servados con los del profeta que había 0 A ' ' n s u s c " a s SUD'° Nabucodono- Yahveh, p a r a quitarlo * de su presencia
10
Mancilló también el Tófet, en el valle venido de Samaría. » " sor, rey de Babilonia, y Joaquim a causa de todos los pecados que M a n a -
de los hijos de H i n n o m , a fin de que 19
Josías hizo desaparecer también to- le rsliivo sometido tres a ñ o s ; luego volvió ses había cometido, 4 y también por la
nadie hiciera pasar por el fuego a su hijo dos los edificios de los lugares altos que 11 rebelarse contra él. * 2 Yahveh envió sangre inocente que h a b í a derramado, ya
ni su hija en h o n o r de M o l o k . * H Supri- había en la ciudad de Samaría y que los iiinlra Joaquim partidas de caldeos, ban- que había llenado de ella a Jerusalén. Por
mió también los caballos que los reyes reyes de Israel habían construido para ilns de sirios, tropas de moabitas y parti- eso no quiso Yahveh perdonar.
ihis de ammonitas, y las m a n d ó contra 5
El resto de las cosas de Joaquim y t o d o
3
luda para destruirla, conforme a la pala- cuartto hizo, está escrito en el libro de
O O EL ESTRADO : o palco reservado al rey, situado junto a una de las columnas que fianquea- bra que Yahveh pronunciara mediante
^ ^ ban la entrada al santuario. las crónicas reales de Judá. 6 Y se durmió
8 mis siervos los profetas. 3 M a s en verdad Joaquim con sus padres, y reinó en su
EL BAMÁ DE LOS SÁTIROS...: o «peludos», genios análogos a los sátiros de la mitología clásica esto sobrevino a J u d á p o r disposición de
(cf. Lev 17,7). Así prob. c. los críticos: pero H dice lit.: «los lugares altos de las puertas», que para lugar Joaquín, su hijo.
algunos serían altares idólatras levantados junto a las puertas de Jerusalén o sobre las torres que 24
protegían las mismas. TERAFIM: cf. Gen 31,19 y 30.
ív
II I° TÓFET : lugar donde los niños eran entregados a las llamas en bárbaro e idolátrico culto. NEKÓ O Nekao II, de la XXII dinastía: sobre su litigio con Josías cf. Couroyer (RB £1948]
PARVARIM : créese era amplia columnata abierta—soleada, según la etimología persa del vo- 3
cablo—, construida a la parte este del patio exterior del templo de Salomón. En 1 Gf 25,18 llámasele 34
' JOACAZ : Joacaz II de Judá reinó el año 609. Su hijo Joaquim reinó del 608 al 598.
Parbar 'atrio, explanada, plaza'... ELYAQUIM: sobre Eliaquim-Yehoiaquim, vide Honeyman (JBL [1948] 17).
13
MONTE DE LA PERDICIÓN: llamado hoy del Escándalo, constituye una de las tres cumbres
del monte de los Olivos. 24 EN SUS DÍAS: el año tercero de su reinado (Dan 1,1), 601; a. C
456 II REYES 2 4 ' — 2 5 n REYES 25 9 - 80 457

7
El rey de Egipto no volvió ya a salir a t o d o s los jefes, a los soldados aguerri- babilonio, vino a Jerusalén, * 9 y q u e m ó todavía en la ciudad. 20 y cogiólos N e -
de su tierra, pues el monarca de Babilo- dos, en n ú m e r o de diez mil deportados, y el templo de Yahveh y el palacio real, y buzaradán, jefe de la escolta, y los llevó
nia se había apoderado, desde el torrente a todos los herreros y los cerrajeros, no prendió fuego a todas las casas de Jerusa- al rey de Babilonia, en Riblá. 21 El sobe-
de Egipto al tío [intrates, de t o d o lo que q u e d a n d o sino las pobres gentes de la lén, toda casa de persona importante. * rano de Babilonia los hirió y m a t ó en
población del pais. * I 5 Deportó asimismo 10 Y t o d o el ejército de los caldeos que Riblá, en tierra de J a m a t . J u d á fue asi
antes perteneciera al soberano egipcio.
8 a Babilonia a Joaquín, y también a la rei- acompañaba * al jefe de la escolta demolió deportado de su tierra.
Joaquín tenia dieciocho años d e edad los m u r o s de Jerusalén en t o d o su derre- 11
c u a n d o subió al trono, y reinó tres meses na madre, a las mujeres del rey, sus eunu- En cuanto al pueblo que quedó en el
cos y los magnates del pais llevó cautivos dor. 11 Y al resto del pueblo que se halla- país de J u d á , que dejó allí N a b u c o d o n o -
en Jerusalén. El nombre de su madre era ba en la ciudad, a los prófugos que se ha-
Nejustá, hija de Elnatán, de Jerusalén. a Babilonia, 16 e igualmente a todos los sor, rey de Babilonia, éste constituyó al
9 guerreros esforzados, en número de siete bían pasado al rey de Babilonia y al resto frente de ellos a Godolías, hijo de Aji-
Y obró lo malo a los ojos de Yahveh, de la gente, deportólos N e b u z a r a d á n , jefe
exactamente c o m o había hecho su padre. * mil; los herreros y los cerrajeros, en nú- qam, hijo de Sefán. 2} C u a n d o todos los
10 mero de mil, toda gente valiente y apta de la guardia. 12 En cambio, de las gentes jefes de la gente de guerra, así c o m o sus
En aquel t i e m p o " subieron los sub- m á s pobres del país, el jefe de la escolta
para la guerra; el rey de Babilonia los hombres, tuvieron noticia de que el rey
ditos de Nabucodonosor, rey de Babilo- dejó parte p a r a viñadores y labradores.
condujo cautivos a esta ciudad. 1 7 Y el de Babilonia había n o m b r a d o a Godolías
nia, a Jerusalén, y la ciudad fue sometida gobernador, se llegaron a Godolías, en
monarca de Babilonia entronizó c o m o 13 Los caldeos destrozaron las colum-
a asedio. n Y Nabucodonosor, rey de Ba- rey, en lugar [de Joaquín], a M a t t a n y á , Mispá, Ismael, hijo de N e t a n y á ; Yojanán,
bilonia, llegó contra la ciudad, mientras nas de bronce que había en la casa de
tío de éste, a quien m u d ó el n o m b r e en el Y a h v e h , las basas y el mar de bronce que hijo de Q a r e a j ; Serayá, hijo de Tanjúmet,
sus servidores la asediaban. 12 Entonces de Sedecías. * el netofatita; Yaazanyahu, hijo del M a a -
Joaquín, rey de Judá, salió hacia el rey h a b í a en dicha casa, y transportaron el
18 b r o n c e a Babilonia. * 14 Cogieron asimis- katita, a c o m p a ñ a d o s todos de su gente.
de Babilonia, en unión de su madre, sus C o n t a b a Sedecías veintiún años cuan-
do empezó a reinar, y reinó en Jerusalén m o las ollas, las paletas, los cuchillos, las' 24 Godolías les prestó juramento a ellos y
servidores, sus jefes y sus eunucos; y el cazuelas y todos los instrumentos de co-
' soberano de Babilonia lo cogió prisione- once años. El n o m b r e de su m a d r e era sus h o m b r e s , y les dijo: « N o temáis ser-
r o el año octavo de su reinado. * 13 Y, co- Jamutal, hija de Jeremías, de Libná. 1 9 E bre con los cuales se hacía el servicio. vir0 a los caldeos; quedaos en el país,
hizo él lo malo a los ojos de Yahveh, 15 El jefe de la escolta t o m ó también los servid al rey de Babilonia y seréis felices».
m o Yahveh había indicado, sacó de allí braseros y los aspersorios, que eran de
t o d o s los tesoros del templo del Señor conforme enteramente a lo que hiciera 25 Pero el séptimo mes, Ismael, hijo de
J o a q u i m . 2 0 Porque llegó la cólera de Y a h - o r o y de plata purísimos. * |(> Y respecto a Netanyá, hijo de Elisamá, de estirpe real,
y los del palacio real e hizo pedazos todos las dos columnas, al mar y a las basas, que
veh contra Jerusalén y Judá hasta el pun- vino a c o m p a ñ a d o de diez hombres e hi-
los objetos de oro que había fabricado Salomón había hecho p a r a la casa de rieron de muerte a Godolías, así c o m o a
Salomón, rey de Israel, para el templo de to de arrojarlos de su presencia. Y Sede-
cías se rebeló contra el rey de Babilonia. Yahveh, el bronce d e todas estas cosas los judíos y los caldeos que estaban con
Yahveh. 14 Y deportó a Jerusalén entero, carecía de peso calculable. 1 7 D e diecio- él en Mispá. 2 6 Entonces se levantó t o d o
cho codos era la altura de u n a de esas el pueblo, chicos y grandes, y los jefes de
columnas, y coronábala un capitel de la gente de guerra, y m a r c h a r o n a Egipto,
Segunda deportación. Godolías en Judá. bronce de cinco " codos de altura; en tor- pues temieron a los caldeos. *
Joaquín liberado no al capitel había c o m o una especie de
red con granadas, t o d o ello de bronce.
27
El a ñ o treinta y siete del cautiverio
de Joaquín, rey de Judá, el día veintisiete
camino del Araba. 5 M a s el ejército de los La segunda columna estaba provista de del mes duodécimo, Evilmerodak, rey de
OC ' Y sucedió que en el a ñ o noveno
caldeos m a r c h ó en persecución del m o - granadas semejantes sobre esa especie de Babilonia, el a ñ o mismo en que comenzó
" * * de su reinado, el décimo mes, a red.
diez del mismo, N a b u c o d o n o s o r , rey de narca y le dio alcance en la llanura de a reinar indultó a Joaquín, rey de J u d á ,
Babilonia, llegó, a c o m p a ñ a d o de todo su Jericó, y entonces t o d o su ejército se dis- 18 El jefe de la escolta cogió a Serayá, sacándolo de la cárcel. 28 y le habló be-
ejército, contra Jerusalén, y la sitió, y cons- persó de junto a él. 6 Prendieron, pues, al sumo sacerdote; a Sofonías, sacerdote se- nignamente y colocó su t r o n o p o r cima
truyeron un m u r o de asedio en derredor rey, y lo subieron d o n d e el soberano de gundo, y a los tres guardianes del um- del de los otros reyes que estaban con él
de la misma. 2 Y la ciudad estuvo cercada Babilonia, en Riblá, y pronunciaron sen- bral, 1 9 y t o m ó de la ciudad a u n eunuco en Babilonia. 29 Asimismo, le m u d ó sus
hasta el a ñ o undécimo del rey Sedecías. tencia contra él. 7 A los hijos de Sedecías que tenía a su cargo a la gente de guerra, vestidos de cárcel, y Joaquín comió siem-
3
A nueve del mes [cuarto], el hambre era los degollaron en su presencia; luego m a n - y a cinco hombres de entre los consejeros pre en su compañía todos los días de su
recia en la ciudad, y el pueblo del país dó sacar los ojos a Sedecías, lo hizo ahe- íntimos del rey que se hallaban en la ciu- vida. 30 En cuanto a su subsistencia, se
carecía de pan. 4 Entonces abrieron bre- rrojar con cadenas y lo condujo a Babilo- dad, al secretario del jefe del ejército que le proveyó de ella, siempre a cargo del
cha en la ciudad, y t o d a la gente de guerra nia. * alistaba a la gente del país, y a sesenta rey, cuotidianamente, t o d o s los días de
huyó durante la noche, por la puerta en-
8
A h o r a bien, el séptimo día de! quinto h o m b r e s del pueblo que se encontraban su vida.
tre los dos muros, situada junto al jardín mes, o sea el a ñ o diecinueve de N a b u c o -
real, mientras los caldeos cercaban la ciu- donosor, rey de Babilonia, N e b u z a r a d á n ,
d a d por todas partes. [El rey] t o m ó el jefe de la escolta, servidor del m o n a r c a
8 EL SÉPTIMO DÍA: según Jer 52,2, el décimo. Corresponde al 15-18 de agosto del 586 en el
sistema del año de accesión, y al 26-29 agosto del 587 por el otro sistema.
» OBRÓ LO MALO: Ezequiel lo compara a león que devora a los hombres y reduce las ciudades » QUEMÓ: el 588 antes de C. [I TODA CASA: lit. y toda casa; pero parece más natural suponer
a desierto Ug,6-7). que el autor quiera limitar el excesivo alcance de la expresión anterior.
12 JOAQUÍN: abundantes fuentes profanas, especialmente asirías, han venido a ilustrar y con- 1 3 BASAS: O grandes soportes, sobre ruedas movibles, del aguamanil del templo.
firmar el texto sagrado. «Yaukin, rey del país de Yahud», aparece en tabletas fechadas en los años 1 5 ASPERSORIOS: o copas.
10-15 de Nabu-Kudur-assur II (605-562), que mencionan el pago de raciones de aceite y cebada 2* MARCHARON: desoyendo las exhortaciones y amenazas de Jeremías.
a los cautivos y artesanos residentes en Babilonia. Prueban, además de la existencia del rey cautivo
en esta ciudad, que los babilonios le reconocían como propio aspirante al trono de la conquistada
Judá: no pudiendo datar por su reinado, datan por su cautiverio. Aqut se afirma que éste se inició
el año octavo de Nabu., e. d-, el 597-596, o el 598-597 si contamos el año de accesión como primero;
cf. 2 Cr 36,10 y Ez 40,1 (vide Finegan: JBL [1950] 61 ss.).
1 4 HERREROS..., CERRAJEROS: O bien, artesanos..., zapadores o ingenieros.
17
MATTANYÁ O Sedecías: reinó del 598 al 587.
7
Lo CONDUJO A BABILONIA: con él se acaba la casa de David, que ocupó el trono quinientas
25 años. El reino de Israel sólo duró doscientos cincuenta.
4:58 II REYES

NOTAS CRITICAS

C A P . I : * IUM c G S V T ] b H add y tomó la palabra; di c G b V ] c así 3mss G S ; H les; V om]


d
H add de Oías; *dl c nonn mss GVT» (Kít).
C A P . 3 : * Kit c mlt mss edd vers; H a él] b ins c G ' G ^ S V ] c 1 quizá c G 1 vuestro ejército] d c G
(cf V); el Q d r 11 .v batieron] e así prps (cf S V T ) ; H dejó sus piedras en.
C A P . 4 : *""• lit de mire las mujeres de los discípulos; Kit 1 sólo de entre los discípulos] b c T V ; H tu
deuda] '' c ( i'SV; II sabían.
C A P . <¡: * c V; 11 vo adoro; frt di (dittogr) «mientras... lugar*, anota Kit] b c V ; H no] e c G L V
(cf Kit)] " i n . H c C . ' V ( c f S ) .
C A P . 6: * asi c V, o c v 9 bajemos; H pondrá mi campamento] b H add para levantarse; di c V ]
c
ins c V (cf Kit)l d c critica] e c Kit (cf 7,2); H e/ mensajero.
C A P . 7: " C S T W (cf contexto); H portero, G V puerta] b c Kít; H repite por dittogr que han quedado
en ella, he aquí que ellos como toda la multitud de Israel] c H add que había dicho; di c SV (cf Kit).
C A P . 8 : * C V ; I ' 1 . V se puso; incierto anota Kit] b H add y Josafat, rey de Judá; «di c G m s B L l B S hS»
(Kit)] c ins c 6omss edd Cr G a I S a V T ; «frt di» sus hijos c G b , anota Kit] d - d prps lo batieron (o mata-
C R Ó N I C A S
ron) los idumeos.
C A P . 9: a " a -sesún Kit add] b SV destruiré, G de mano de] c c 27mss G S V T 1 ; H sing] d c G b a V ;
H hasta] e c 5V(G) (cf Kit)] • asi p r b c vers; H sing.
C A P . 10: a c G ' V ; H Yizreel) b c p e mss ed vers; H sing] c H add y llegó; pero cf G b l V ] d ins
(cf G b l V T ) ] e ins c G(SV)] í pasaje incierto; prps el santísimo (debir)] e 2mss vers massebá; prps
aserá] h así quizá c V ; H mutilar. Así como los anteriores libros bíblicos pueden considerarse a modo de historia
C A P . I I : a C G S V ; H ocultaron] b c GSV = C r ; H sing] e c G ; H ( = V ) plur] d c K i t ; H de la parcial de la humanidad—y especialmente del pueblo hebreo—desde la creación del
guardia (o los que corrían), el pueblo; V «del pueblo q u e corría»; quizá 1 de la guardia y el pueblo]
e
c G V ; M los principes] ' c V (cf Kit); H del interior de las filas; en vez de las filas prps a los atrios] mundo hasta la cautividad de Babilonia, los dos libros llamados PARALIPÓMENOS
* H add y entre el rey y el pueblo (cf Kit)l " así c S T V ; H plur. forman un cronicón paralelo por su amplitud a dicha-historia. Denominanse en
C A P . I 2: n " a para Kit todo add] b - b c Kit (cf G V ) ; 11 su estimación, todo. hebreo Dibré ha-yamim 'sucesos de los días', es decir, anales, crónicas; y los griegos
C A P . 13: a prps todos los años (año por año)] b así p r b (cf G 1 ); H y marchó.
C A P . 14: a así (muy amarga) c GSV p r b ; H guía] b c S; H a Judá en Israel. los llamaron Paralipómenos por creer que su objetivo había sido recoger los hechos
C A P . I 5: a c G l ; H (cf V) en presencia del pueblo] b c G b a (')SV; H había abierto] c H add e hirió; omitidos en las precedentes historias de los Reyes.
pero di c G 1 (cf V) o 1 c G b a S y la hirió (batió)] á asi (y) ins c G S T V ] e en sus días es el final d e
v 18 en H .
No es éste el fin del libro, que hoy goza de un renovado interés (estudios de Kittel,
C A P . 16: a~a c crítica; H «Resín, rey de Siria... Siria»] b c vers; H Elot] c'c H y retiró de sobre ellos Rothstein-Hánel, Welch, Noordtzij, Goettsberger, etc., etc.). El punto de vista de
y el aguam.; Kit cree «frt di c Ve y ret. de sobre ellos] ü ins c pl mss G ^ T 1 . su autor es muy diverso al de Reyes y su versión—ha anotado Yeivin—merece mu-
C A P . 17: a ' a c G W ; H plur. chas veces mayor crédito que la de ese libro. W. Rudolph, que ha estudiado (en
C A P . 18: a así c mss GSymSV; H plur] b c vers; H dirigió] c c Kít 1 estos verbos en sing] d H
add y subieron y llegaron] e él 1 Kit c G b a ( = Is 36)] r add y habló, «di c n o n n mss V Is 36» (Kit)] «Vet. Test.» 1954) las fuentes y los problemas de Crónicas señala como propósito teo-
« c c o m p l mss O r G . . . (cf Kit) SVT 1 ; H su. lógico del libro: la realización de la teocracia israelita. Nos muestra la acción de la
C * P . 19: a c Var*GSV Is 37; H add a él] b V Is 37 servidores] c así c G V ; H f u t u r o ] d c GSV; Providencia divina sobre los reyes de Judd, cuyos reinados eran prósperos cuando eran
H y lo trazaré] e cf Is 37.27] ' c algs mss vers Is 37; H vendrá.
C A P . 20: a p r b ins (Kit)] b c T G S V ; H avanzó] c c compl mss G S Is 39; H Berodak] a c algs fieles a la alianza de Yahveh con su pueblo (sobre todo mediante los patriarcas); des-
mss GSV Is 39; H oyó. graciados, cuando se entregaban a la idolatría y la inmoralidad. Las listas genealó-
C A P . 21 : a así, plur c G S V T 1 ; H sing. gicas, que resumen la historia de Adán a Samuel, tienen el valor histórico de intro-
C A P . 2 3 : a c T y 25,18; H plur] b c G ' S V ; H y quemó] c así c G"(T); H en] d c G S V ( T ) ; H de
entrar en el templo] e así p r b c crítica; H corrió de] l Kit ins c G : cuando estaba Jeroboam en la solem- ducirnos en la constitución de la familia y la tribu entre los antiguos judíos. Por otra
nidad junto al altar v volvió el rostro y alzó sus ojos sobre la sepultura del hombre de Dios] 8 ins c parte, si los datos que añaden a las historias anteriores son escasos, por lo menos
GSV] h G L diez y así p r b 1 (Kit). aclaran a las veces, utilizando tradiciones antiguas, diversos episodios históricos,
C A P . 24: a así add c GV(ST)] b así K d e H V T y algs m s s ; Kit 1 c Q G S «subió (Nab.)»
C A P . 2 5 : a ins C mlt mss S V T Jer 52] b c Jer 52; H tres] c c V Jer 20; H a los siervos de. como el hallazgo de la Tora en tiempo de ]oslas y la muerte de este monarca.
La división actual en dos libros proviene de las versiones, y podemos considerar
en ellos cuatro secciones diversas: la primera (1 Cr caps. 1 a 9,44) contiene las-
mencionadas listas genealógicas; la segunda, los anales de David (10,1-29,30); la
tercera, los anales de Salomón (2 Cr caps. 1 a 9,31); y la cuarta, la crónica de los re-
yes de Judd hasta el decreto de Ciro (10,1 a 36,23).
El autor de las Crónicas, según la antigua tradición de los judíos y la opinión
de muchos intérpretes, aun modernos, es probablemente Esdras. Semejante opinión
puede aceptarse en uno de dos sentidos: o bien en cuanto el libro, redactado por Es-
dras, sufrió posteriormente algunos retoques y adiciones (incluso en época macabea
y con otros puntos de insta, señala Rudolph), o bien en cuanto un escritor posterior
utilizó ampliamente los escritos de Esdras y Nehemías. La fecha de composición que
se da como más probable es hacia el 400 a. C; aunque otros prefieran el siglo III.
Desde luego, la obra revela injñujo de Dt, y son muchos ¡os que creen que Crónicas,
como Sam y Reyes, derivan de fuente común. Sobre su utilización de una fuente
aramea, especialmente al final de la obra, ha escrito recientemente Zimmermann.
i CRÓNICAS 2 1 -* 8 461

Genealogía de Judá hasta el padre de David


I C R Ó N I C A S 1
Galaad. * 24 Después de la muerte de
2 Estos son los hijos de Israel: R u -
bén, Simeón, Levi, Judá, Issacar, Za-
bulón, * 2 D a n , José, Benjamín, Neftalí,
Jesrón, llegóse e Kaleb a Efrat, ' mujer
[que fue] de Jesrón, su padre ', la cual
Gad y Aser. le dio a luz a Asjur, padre de Teqoa.
3 25 Fueron los hijos de Yerajmeel, pri-
Hijos de J u d á : Er, O n á n v Selá; los
Tablas genealógicas: de ¡ Idán a los hijos de Jacob tres naciéronle de la hija de Súa, la ca- mogénito de Jesrón, el primogénito R a m ,
nanea. M a s Er, primogénito de Judá, y Buná, Oren, Osem y Ajiyyá. * 26 A ú n
1 Adán, Set, Enós,; * 2 Quenán, M a h a - san: Sebá y D e d á n . 33 Hijos de M a d i á n :
1 lalel, Y a r c d ; 3 H e n o k , Matusalén, La- Efá, Efer, H e n o k , Abidá y Eldaá. T o d o s
fue malvado a los ojos de Yahveh, que
lo hizo morir. 4 Tamar, nuera de Judá,
tuvo Yerajmeel otra mujer, cuyo n o m b r e
era Atará, la cual fue m a d r e de O n a m .
m e k ; 4 Noé, Sem, C a m y Jafet. éstos fueron descendientes de Queturá. le parió a Peres y Zéraj. El total de los 27
34 Los hijos de R a m , primogénito de Ye-
5 Hijos de Jafet: G ó m e r , M a g o g , M a - A b r a h a m engendró a Isaac. Hijos de hijos de Judá fueron cinco. 5 Hijos de rajmeel, fueron: Maas,' Yamín y Equer.
day, Yaván, Tubal, Mések y Tiras. 6 Hijos Isaac: Esaú e Israel. 3 5 Hijos de Esaú: Peres fueron Jesrón y Jamul. 6 E hijos 28
Y fueron los hijos de O n a m : Sammay
de G ó m c r : Askanaz, Rifat» y Togarmá. Elifaz, Reuel, Yeús, Y a l a m y Coré. 3 S Hi- de Zéraj: Zimrí, Etán, Hernán, Kalkol y Yadá, e hijos de S a m m a y : N a d a b y
' H i j o s de Yaván: El.sá, Tarsis*, Kittim jos de Elifaz: Teman, Ornar, Sefí, G a t a m , y Dardo ": en total cinco. 7 Hijos de b Zim- Abisur. 2Q El nombre de la mujer de
y Rodanim. Quenaz, Timná y Amaleq. 37 Hijos de rí: Karmi, e hijos de" K a r m í : Akar, per- Abisur era Abijáyilg, la cual le parió
8
Hijos de C a m : K u s y Misrayim, Put Reuel: Nájat, Zéraj, Sammá y Mizzá. t u r b a d o r (oker) de Israel, que prevaricó a Ajbán y Molid. 3 0 Los hijos de N a d a b
y Canaán. 9 Hijos de K u s : Sebá, Javüá, 38
Hijos de Seir: Lotán, Sobal, Sibón, en cosas dadas al anatema. 8 Hijo de fueron Séled y Efrayim ", y Séled murió
Sabtá, R a m a y Sabteká. Hijos de R a m a : Ana, Disón, Eser y Disán. 39 Hijos de L o - Etán: Azadas. sin hijos. 3 ] Hijo' de Efrayim <• fue Yisí;
Sebá y Dedán. 10 Kus engendró a Nimrod, tán: Jorí y H o m a m ; y hermana de Lotán 9 hi¡o' de Yisí, Sesán, e hijo ' de Sesán,
Los hijos que le nacieron a Jesrón
el cual comenzó a ser poderoso en !a tie- fue Timná. 4 0 Hijos de Sobal: Alván', fueron: Yerajmeel, Ram y Kclubay. Ajlay. 3 2 Hijos de Yadá, h e r m a n o de
rra. 11 Misrayim engendró a los Ludim, Manájat Ebal, Sefí y O n a m . Hijos de 1° Rain engendró a Amminadab, y Am- Sammay, fueron Yéter v Jonatán, y Yé-
41
los Anamim, los Lehabim, los Naftujim, Sibón: Ayyá y Ana. [ ] Hijo de A n a : Di- minadab engendró a Najsón, príncipe de ter murió sin hijos. 33 Hijos de J o n a t á n
12 los Patrusim, los Kaslujim y los Kaf'to- són. •" Hijos de D i s ó n : Jamrán, Esbán, los hijos de Judá. •• Najsón engendró a fueron Pélet y Zaza. Tales fueron los
rim c , de quienes proceden los filisteos. Yitrán y Kerán. « H i j o s de Eser: Bilhán, Salmá, y Salmá engendró a Booz; 12 Booz descendientes de Yerajmeel. 3 4 Sesán no
1 3 Canaán engendró a Sidón, su primo- Zaavún y Yeuiqán *. Hijos de Disán: Vs engendró a Obed, y Obed engendró a tuvo hijos, sino hijas, y tenía un siervo
génito, y a Jet, l 4 y a los Yebuseos, los y Aran. Jesé; 13 Jesé engendró a Eliab, su primo- egipcio, llamado Yarjá. 3 5 Sesán dio a su
Amorreos, los Guirgaseos, , 5 los Jivveos, 43
Estos son los reyes que reinaron en génito; A h i n a d a b , el segundo; Sima, el hija a su siervo Yarjá por esposa, la
los Arquitas, los Sineos, i<> los Arvaditas, el país de E d o m antes de que reinase u n cual !e dio a luz a Attay. 3 6 Y Attay
tercero; , 4 Netanel, el c u a r t o ; Radday, el
los Semaritas y los Jamatitas. rey en los hijos de Israel: Bela, hijo de q u i n t o ; IS Osem, el sexto; David, el sép- engendró a N a t á n , y N a t á n engendró a
1 7 Hijos de Sem: Elam, Assur, Arpak- Beor, el n o m b r e de cuya capital era Din- timo. * 16 H e r m a n a s de ellos fueron Se- Zabad. 37 Zabad engendró a Efial, y Eflal
sad, Lud y Aram. E hijos de Aram ": Us, habá. 4 4 M u r i ó Bela y reinó en su lugar ruyá y Abigail. Hijos de Seruyá: Abisay, engendró a Obed. 3 8 Obed engendró a
J ul, Guéter y Mas °. 1 8 A r p a k s a d engendró Y o b a b , hijo de Zéraj, de Bosrá. 4 5 Y m u - J o a b y Asael, tres. 17 Abigail dio a luz a Jehú, y Jehú engendró a Azarías. 3 9 Aza-
a Sélaj, y Sélaj engendró a Eber. 19 A Eber rió Y o b a b y le sucedió Jusam, del país Amasa, cuyo padre fue Yéter, el ismaelita. d a s engendró a Jeles, y Jeles engendró
le nacieron dos hijos: el uno llamábase de los temanitas. 4 6 Y murió Jusam y a Elasá. 4 0 Elasá engendró a Sismay, y
l 8 Kaleb, hijo de Jesrón, engendró c de Sismav engendró a Sal-lum. 4 i Sal-lum
Péleg, porque en sus días se dividió (ni- reinó en su puesto H a d a d , hijo de Bedad, Azubá, su mujer", a Yeriot; y éstos son engendró a Yeqamyá, y Yeqamyá engen-
flegá) la tierra; y el nombre de su herma- que derrotó a los madianitas en el campo los hijos de ella: Yéser, Sobab y Ardón. dró a Elisamá.
no era Yoqtán. 2 0 Yoqtán engendró a Al- de M o a b ; y el n o m b r e de su ciudad fue 1 9 M u r i ó Azubá y Kaleb t o m ó por es-
modad, Sélef, Jasarmávet, Yéraj, 2 I H a - Avit. 4 7 M u r i ó H a d a d y le sucedió en el posa a Efrat, quien le parió a Jur. 20 J u r 42
Hijos de Kaleb, h e r m a n o de Yeraj-
doram, Huzal, Diqlá, 22 Ébal, Abimael, t r o n o Samlá, de Masreqá. 4 8 Y murió engendró a Urí, y Urí engendró a Be- meel: Mesa, su primogénito, o sea el pa-
Sebá, 23 Ofir, Javilá y Y o b a b : todos éstos Samlá y reinó en su lugar Saúl, de R e - salel. dre de Zif, y los hijos de Maresá, padre
fueron hijos de Y o q t á n . 2 4 [Descienden jobot del Río. *9 Y murió Saúl y reinó en 43
21 Después llegóse Jesrón a la hija de de H e b r ó n . E hijos de H e b r ó n : Q ó -
de] Sem: Arpaksad, Sélaj, 2 5 Eber, Péleg, su puesto Baal-Janán, hijo de Akbor. Makir, padre de Galaad. C u a n d o la to- raj, Tappúaj, Réquem y Sema.
44
Sema
Reú, 2 6 Serug, Najor, Téraj, 2 7 A b r a m , o 50 M u r i ó Baal-Janán y sucedióle H a d a d . m ó por esposa contaba él sesenta años de engendró a Rájam, padre de Y o r4 5q o a m ;
sea A b r a h a m . 2S Hijos de A b r a h a m : Isaac El n o m b r e de su capital era Pei, y el de su edad, y ella le parió a Segub. 22 Segub y R é q u e m engendró a Sammay. Hijo
e Ismael. esposa, Mehetabel, hija de Matred, hija engendró a Yair, quien poseyó veintitrés de Sammay fue4 6M a ó n , y M a ó n fue pa-
29
Estas son sus generaciones: el pri- de M e z a h a b . ciudades en el país de G a l a a d . 23 p e r o dre de Bet-sur. Efá, concubina de Ka-
mogénito de Ismael fue Nebayot, luego 51 Y m u r i ó H a d a d , e iniciase la serie Guesur y Aram les arrebataron las [lla- leb, dio a luz a Jarán, M o s á4 7 y Gazez,
Quedar, Adbeel, Mibsam, 3 0 Misma, D u - de los jeques de E d o m : el jeque Timná, madas] aldeas de Yair, Quenat y sus al- y Jarán engendró a Gazez. * Hijos de
má, Massá, Jadad, Tema, M Yetur, Nafis el jeque Alyá, el jeque Yetet, * 52 e l jeque deas anejas: sesenta ciudades. T o d o s és- Y o h d a y fueron Réguem, Y o t a m , Guesán,
48
y Q u e d m á : tales fueron los hijos de Is- Oholibamá, el jeque Elá, el jeque Piñón, tos fueron" hijos de Makir, padre de Pélet, Efá y Sáaf. M a a k á , concubina
53
mael. el jeque Quenaz, el jeque Teman, el je-
3 2 Hijos de Queturá, concubina de Abra- que Mibsar, 5 4 e l jeque Magdiel, el jeque
h a m : dio a luz a Zimrán, Yoqsán, Medán, I r a m : tales fueron los jeques de E d o m . O ! No deben sorprender al lextor estas tablas genealógicas, por la importancia que los semitas
M a d i á n , Yisbaq y Súaj. [33] Hijos de Yoq- ~ concedían a su descendencia, máxime los hebreos, constituidos en tribus y familias. Para este
1 capitulo,
15
cf. Gen, cc.35.38 y 46; 1 Re 5,11; Rut 4,1°, etc.
Estas líneas genealógicas son introducción a la historia propiamente dicha, que comienza a
I la muerte de Saúl. Para las de este cap., cf. Gen, c.5-37.
51
DAVID, EL SÉPTIMO : falta un nombre en esta lista. David fue en realidad el octavo. Cf. 1 Sam
16,64; 17,13.
En parte de estas genealogías muchos nombres son también topónimos. 23
GUESUR: los árameos de G. (cf. 2 Sam 3,3). II ALDEAS DE YAIR: cf. Dt 3,14.
25
AJIYYÁ: texto dudoso: los modernos suponen que se trata del nombre de la madre, o bien
prefieren
>f
interpretar con G hermano (o hermanos) del mismo.
> GAZEZ: parece hay entre I03 yv,4& y 47 una laguna, causa de cierta falta, de conexión entre al*
gunos de estos nombres.
v¿ s
462 I CRÓNICAS 2 4 » 4 1X I CRÓNICAS 4 5 463
28
de Sujá, engendró a Mejir, o sea, el pa- Se establecieron en Bersabee, M o -
de Kateb, parió u Séher y Tirjaná. 4 9 Sáaf, tríes, los putíes, los sumatíes y los mis-
dre de Estón. * 12 Estón engendró a Bet- ladá y Jasar-sual; 29 y e n Bilhá, Esem y
padre de M a d m a n n á , engendró' a Sevá, raíes; de éstos procedieron los soratíes y Rafá, Paseaj y Tejinná, p a d r e de la ciu- T e l a d ; 3 0 en Betuel, J o r m á y Siquelag;
padre de Makbcná y padre de Guibá. los estaulíes. 5 4 Hijos de Salmá fueron: dad de Najas. Estos son los hombres de 31 en Bet-Markabot, Jasar-susim, Bet-birí
E hija de Kaleb fue Aksá. 5 0 Estos fueron Bet-léjem y los netofatíes, Atrot-bet- Reká. 13 Los hijos de Quenaz fueron Ot- y Saaráyim: éstas fueron sus ciudades
los hijos de Kaleb: hijos d e " Jur, primo- Y o a b , Jasí-hammanaj-tí y los soríes. 55 Y niel y Serayá. Hijos de Otniel: Jatat y hasta el reinado de David. 3 2 También
génito de Lfrat: Sobal, padre de Quiryat- las familias de los escribas que habitaban Meonotay ". 1 4 M e o n o t a y engendró a Ofrá, sus aldeas: E t a m , Ayim, R i m m ó n , T o -
Yearim; 51 Salina, padre de Bet-léjem; en Y a b é s : los tiraties, los simatíes, los y Serayá engendró a J o a b , padre de G u e - ken y A s a n : cinco ciudades. 3 3 Y todas
Jaref, p^dre .de Bet-gader. 5 2 Sobal, pa- sukatíes. Estos son quíneos, que proce- Jarasim, p o r q u e eran artesanos (jarasim). sus aldeas situadas en t o r n o a estas ciu-
dre de Quiryat-Yearim, tuvo por hijos a dieron de Jamat, padre de la casa de
15 Hijos de Kaleb, hijo de Yefunné: Ir, dades hasta Báal. Estas son las m o r a d a s
Reayá', Jasihammenujot. 53 Y las fami- Rekab.
Elá y N á a m ; e hijos de Elá: Quenaz '• de ellos y sus genealogías.
lias á¿ Quiryat-Yearim fueron: los yi- 34
16 Hijos de YehaHelel: Zif, Zifá, Tiryá Asimismo M e s o b a b , Yamlek, Yosá,
y Asarel. ll Hijos ' de E z r á : Yéter, M é - hijo de A m a s y á ; 3$ Joel, Jehú, hijo de
red, Efer y Y a l ó n ; y Yéter engendró ' Yosibyá, hijo de Serayá, hijo de Asiel;
Descendencia de David a María, Sammay e Isbaj, padre de Es- 36
Elyoenay, Y a a q o b a , Yesojayá, Asayá,
temoa. is ... 1 Y su mujer, la de Judea, Adiel, Yesimiel y Benayá; 3 7 y Zizá, hijo
suyo, J o t a m ; 1 3 hijo suyo, A c a z ; hijo suyo,
3 1 Estos fueron los hijos de David que
le nacieron en H e b r ó n : el primogé- Ezequías; hijo suyo, M a n a s e s ; 1 4 hijo su-
dio a luz a Yéred, p a d r e de G u e d o r ; a
Jéber, p a d r e de Sokó, y a Yequtiel, pa-
de Sifí, hijo de Al-Ion, hijo de Yedayá,
hijo de Simrí, hijo de Semayá. 3 S Estos,
nito fue A m n ó n , de Ajinoam, la yizreeli- yo, A m ó n ; hijo suyo, Josías. 15 Hijos de dre de Zanoaj. Tales son los hijos de
Josías fueron: el primogénito, Y o j a n á n ; así citados nominalmente, son los prínci-
t a ; el" segundo, Daniel, de Abigail de Bityá, hija de F a r a ó n , que Méred t o m ó pes por sus estirpes, y sus familias se
K a r m e l : 2 el tercero, Absalón, hijo de el segundo, J o a q u i m ; el tercero, Sedecías; p o r esposa. 1 9 Y los hijos de la mujer
el cuarto, Sal-lum 16 Hijos de J o a q u i m : multiplicaron copiosamente. 3 9 M a r c h a -
M a a k á , hija de Talmay, rey de Guesur; de Hodiyyá, h e r m a n a de Nájam, padre r o n a la entrada de G u e d o r hasta el
el cuarto, Adonías, hijo de Jagguit; 3 el Yekonyá y Sedecías. de Queilá, fueron Garmí y Estemoa, el
17 oriente del valle, a fin de buscar pasto
quinto, Safatías, de Abital; el sexto, Yi- Hijos de Yekonyá, el C a u t i v o : Seal- maakalila. 2l1 Los hijos de Simón fue- para sus g a n a d o s . * 4o Y hallaron pasto
tream, de su mujer Eglá. 4 Seis le nacieron tiel, < s u h i j o > , 18 Malkiram, Pedayá, r o n : A m m ó n y Kinnií, Iten-Janán y Ti- enjuiidioso y bueno, y la tierra era muy
en H e b r ó n , donde reinó siete años y seis Senassar, Yeqamyá, H o s a m á y N e d a b y á . lón. Hijos ile Yisí: Zójel y Ben-Zójet.
" H i j o s de Pedayá: Zorobabel y Simí. 2 espaciosa, tranquila y apacible, * d o n d e
meses; y en Jerusalén reinó treinta y tres > Hijos de Selá, hijo de J u d á : Er, padre
6 hijos1 de Z o r o b a b e l : M e s u l l a m , Ja- habían habitado anteriormente los des-
años. 5 Naciéronle en Jerusalén los si- de Leká, y Ladá, padre de Maresá, y
nanyá y Selomit, hermana de ellos.* cendientes de C a m k . 4 i Los antes men-
guientes: Sima, Sobab, Natán, Salomón, las familias de la casa donde se trabaja
1(1
/:' hijos de Mesul-lam g : Jasubá, Ohel, el lino de Bet-Asbea, 2 2 y Joaquim, y los cionados nominalmente llegaron en tiem-
los cuatro de Betsabee, hija de Ammiel.
po de Ezequías, rey de Judá, y destruye-
* Asimismo Yibjar, Elisamá 11 , 7 ' ' Elifélet. Berekyá, Jasadyá y Yusab-ébel, o sea, hombres de Kozebá, y J o á s y Saraf, que
cinco. 21 E hijos1' de J a n a n y á : Pelatyá y ron las tiendas de Cam ' y a los meunies
[7] N o g a h \ Néfeg, Yafía, « Elisamá, Bcel- d o m i n a r o n en M o a b y volvieron a Be-
Yesayá; hijo suyoh fue Refayá; hijo su- lén '. Son cosas antiguas. 2 3 E r a n ellos que allí se encontraban, y, habiéndolos
yadá A, Elifélet: nueve ". y T o d o s éstos fue-
yo11, A r n á n ; hijo suyo*1, O b a d y á ; hijo alfareros y habitaban en N e t a i m y G u e - consagrado al exterminio hasta el día
r o n hijos de David, sin contar los hijos
de las concubinas. H e r m a n a de ellos fue suyo h Sekanyá; 2 2 e hijo ' de Sekanyá: derá; m o r a b a n allí en compañía del rey, de hoy, se establecieron en el puesto
Semayá; e hijos de éste: Jatús, Yigal, ocupados en su servicio. * de aquéllos; pues había allí pasto p a r a
Tamar.
Bariaj, Nearyá y Safat: seis. 2 3 Hijos' sus ganados. * 4 2 P a r t e de ellos, o sea
1° El hijo de Salomón fue R o b o a m ; 2
4 Hijos de Simeón: Nemuel, Yamín,
de N e a r y á : Elyoenay, Ezequías y Az- de los hijos de Simeón, se dirigieron a
hijo suyo, Abiyyá; hijo suyo, Asá; hijo Yaríb, Zéraj y Saúl. 2 5 Hijo de éste fue
suyo, Josafat;* n hijo suyo, J o r a m ; hijo r i q a m : tres. 2 4 Hijos de Elyoenay: H o - la m o n t a ñ a de Seir, en n ú m e r o de qui-
dayyahu, Elyasib, Pelayá, Á q q u b , Yoja- Sal-lum; Mibsam, hijo suyo; Misma, hijo nientos hombres, m a r c h a n d o a la cabeza
suyo, Ocozías; hijo suyo, J o á s ; 12 hijo su- suyo. 2 6 Hijos de M i s m a : Jammuel, hijo
nán, Delayá y A n a n í : siete. de ellos Pelatyá, Nearyá, Refayá y U z -
yo, A m a s y a h u ; hijo suyo, Azarías; hijo s u y o ; Z a k k u r , hijo suyo; Simí, hijo su- ziel, hijos de Yisí; 4 3 y batieron a los res-
yo. 2 7 Simí tuvo dieciséis hijos y seis hi- tos de los amalequitas que h a b í a n lo-
jas, pero sus h e r m a n o s no tuvieron mu- grado escapar y habitaron allí hasta el
Más descendientes de Judá. Descendencia de Simeón chos hijos, y sus familias' no se multi- día presente.
1
plicaron tanto c o m o los hijos de Judá.
de N a a r á . 7 Los hijos de Jelá fueron:
4 Hijos de J u d á : Peres, Jesrón, K a r -
mí, Jur y Sobal. 2 Reayá, hijo de Séret, Sójar", Etnán y Qosc. 8 Y Q o s
Sobal, engendró a Yájat, y Yájat engen- engendró a A n u b y Sobebá, asi c o m o a
d r ó a Ajumay y Léhad. Estas son las la familia de Ajarjel, hijo de H a r u m .
Descendientes de Rubén. Gad y media tribu de Manases
familias de los sareatíes. 3 Esta es la es- 9
Pero Yabés fue más ilustre que sus her-
tirpe de" E t a m : Yizreel, Yismá e Yid-
bás. El n o m b r e de su hermana era As-
m a n o s , y su m a d r e púsole de n o m b r e
Yabés, diciendo: «Ciertamente lo he pa-
5 1 Hijos de R u b é n , primogénito de Is-
rael—pues él era el primogénito, mas,
sible inscribirle c o m o tal primogénito;
2
pues J u d á sobresalió en dignidad res-
habiendo profanado el tálamo de su pa- pecto a sus hermanos y de él procede el
lelponí. 4 Penuel fue padre de G u e d o r y rido con dolor (óseb)». 10 Yabés invocó dre, su primogenitura fue d a d a a los hijos príncipe, pero la primogenitura correspon-
Ezer, p a d r e de Jusá. Tales son los hijos al D i o s de Israel, exclamando: «Si me de José, hijo de Israel, a u n q u e n o fue po- de a J o s é — ; * 3 hijos de R u b é n , primogé-
de Jur, primogénito de Efrata, padre de bendijeres copiosamente, y ensanchares
Bet-léjem. 5 A h o r a bien, Asjur, padre de mi término, y estuviere tu m a n o conmigo,
Teqoa, tuvo dos mujeres: Jelá y N a a r á . e hicieres que, libre de mal, n o me aflija A J 1 KELUB: no se le confunda con el hijo de Yefunné (Núm 13,1¿) ni con el hijo de Jesrón,
6
N a a r á le parió a Ajuzzam, Jéfer, Te- mi dolor (osbi),..» Y Dios le concedió ** 2 mencionado
3
varias veces en el c.2,9.18, etc.
mení y Haajastarí. Tales son los hijos ALFAREROS: Diringer (BA [10.40] 72) ha puesto en conexión interesante este pasaje con las
10 que había pedido. " Y K e l u b , h e r m a n o estampas de tinajas de asas «reales», habiéndose también sugerido diversos nombres para la identi-
ficación de Netaim y Guedará.
39
41
ENTR. DE GUEDOR: sería un topónimo; otros corrigen H; desde la entr. de G. (G GeraraJ.
O 10-16 Estos vers. comprenden la descendencia de David hasta la cautividad de Babilonia. Los MEUNÍES: o maonitas (cf. 20,1).
^ Del 17 al 24, los descendientes de la raza real después del cautiverio. ff 2 A JOSÉ, quien tuvo doble parte de herencia, yaque sus hijos, Efraím y Manases, obtuvieron
19
HIJOS DE ZOROBABEL : la descendencia de éste va más allá de los tiempos de Esdras, por lo ** en Canaán sendos territorios.
que suele admitirse que los otros nombres se añadieron luego.
464 I CRÓNICAS 5 * — 6 8
I CRÓNICAS 6 9 - ' 465

nito de Israel: Hcnok, Pal-lú, Jesrón y camellos en n ú m e r o de cincuenta mil, Sadoq engendró a Ajimaas. '35 Ajimaas de Adayá, 4 2 2 7 hijo de Etán, hijo de Zim-
K a r m í . 4 Hijos de Joel: Semayá, hijo suyo; doscientas cincuenta mil reses de g a n a d o engendró a Azarías, y Azarías engendró má, ' hijo de Simi, 4 3 2 8 hijo de Y a j a t ' , hijo
Gog, hijo suyo; Simí, hijo suyo; 5 Miká, menor, dos mil asnos, además de cien mil a Yojanán. l<>36 Yojanán engendró a Aza- de Guersom, hijo de Leví. 4 4 2 9 L o s hijos
hijo s u y o ; Rcayá, hijo s u y o ; Báal, hijo personas. 2 2 Pero cayeron muchos muer- rías, que es quien ejerció el sacerdocio en de Merarí, hermanos de ellos, estaban a la
suyo; 6 Beerá, hijo suyo, a quien deportó tos, pues fue una guerra que venía de el templo que Salomón construyó en Je- izquierda: Etán, hijo de Quisi, hijo de
Tiglat-Pilnéser, rey de Asiría; él fue prín- Dios. Y se asentaron en el puesto de aqué- rusalcn. "37 Azarías engendró a Amaryá, Abdí, hijo de Mal-luk, 45 3o hijo de Jasab-
cipe de los rubenitas. 7 H e r m a n o s suyos, llos hasta el cautiverio. y Amaryá engendró a Ajitub. i 2 38 Ajitub yá, hijo de Amasyá, hijo de Jilquiyyá,
según sus familias, con arreglo a la ins- 23 4,,
Los hijos de la media tribu de M a n a - engendró a Sadoq, y Sadoq engendró a 3, hijo de Amsí, hijo de Baní, hijo de
cripción genealógica de los mismos, fue- ses habitaron en el país comprendido des- S a l l u m . 1 3 3 S SaMum engendró a Jilquiyyá. Sémer, 4732 hijo de Majlí, hijo de Musí,
ron Yciel, el principal, y Zacarías; 8 y Bela, de Basan hasta Baal-Jermón, Senir y la y Jilquiyyá engendró a Azarías. i 4 4 0 Aza- hijo de Merarí, hijo de Leví.
hijo de Azaz, hijo de Sema, hijo de Joel, 48
montaña de H e r m ó n . Eran muy numero- rías engendró a Serayá, y Serayá engen- 33 Sus hermanos, los levitas, estaban
el cual habitaba en Aroer y hasta N e b ó sos. 24 Los jefes de sus familias fueron los d r ó a Yehosadaq. 15 4i Yehosadaq partió encargados de t o d o el servicio del taber-
y Baal-Meón. ' M o r ó asimismo hacia el en la deportación de que Yahveh hizo náculo de la casa de Dios. 4 9 3 4 M a s A a r ó n
este hasta la entrada del desierto que se objeto a Judá y Jerusalén por medio de y sus hijos quemaban incienso sobre el
extiende desde el río Eufrates, pues sus N a b u c o d o n o s o r . [6] '6j Hijos de Leví: altar de los holocaustos y sobre el altar de
rebaños se multiplicaron copiosamente en Guersom, Quehat y Merarí. 172 Y éstos los perfumes con arreglo a t o d o el minis-
el país de Galaad. I 0 Pero en tiempo de son los nombres de los hijos de G u e r s o m : terio del santísimo y para ofrecer expia-
Saúl tuvieron guerra con los agarenos. Libní y Simí. '83 Hijos de Q u e h a t : A m - ción por Israel, conforme a cuanto h a b í a
quienes cayeron en sus manos, y ellos ha- r a m , Yishar, Jebrón y Uzziel. 194 Hijos ordenado Moisés, siervo de Dios.
bitaron en sus tiendas por toda la parte de M e r a r í : Majlí y Musí. Las familias 50
35 Estos son los hijos de A a r ó n : Ela-
oriental de Galaad. de Leví con arreglo a sus casas paternas zar, su hijo; Pinejás, su hijo; Abisúa, su
11
Los hijos de G a d , situados frente a son las siguientes: 2 0 ; De G u e r s o m : Lib- hijo; M 36 Buqqí, su hijo; Uzzi, su hijo; Ze-
ellos, habitaban en el país de Basan hasta ní, hijo suyo; Yájat, hijo s u y o ; Zimmá, rajyá, su hijo; 5237 Merayot, su hijo;
Salká. 12 Joel fue el primero, Safan el se- hijo suvo; 2 I Í , Yoaj, hijo suyo; Iddó, hijo Amaryá, su hijo: Ajitub, su hijo; 5 3 3 8 Sa-
g u n d o ; luego Yanay, y Safat», en el Ba- suyo; Zénij, hijo s u y o ; Yealray, hijo suyo. doq, su hijo; Ajimaas. su hijo.
san. 13 H e r m a n o s suyos, según sus fami- 22 54
7 Hijos de Q u e h a t : Yishar", su hijo; 39 Estas son sus residencias con arre-
lias, fueron: Mikael, M e s u l l a m , Seba. Qóraj. su hijo; Assir, su hijo; 2 3 j Elqaná, glo a sus c a m p a m e n t o s nómadas en su
Yoray, Yakkán, Zía y Eber: siete. I 4 Es- su hijo; Ebyasaf, su hijo; Assir. su hijo: correspondiente territorio: a los hijos de
tos fueron los hijos de Abijúyil, hijo de 24
<)Tájat, su hijo; Uriel, su hijo; Uzziyyá, Aarón, de la familia de los quehatitas
Jurí, hijo de Yaroaj, hijo de Guilad, hijo su hijo, y Saúl, su hijo. 2 5 io Hijos de El- —pues a ellos correspondió la suerte pri-
de Mikael, hijo de Yesisay, hijo de Yaj- q a n á : Amasay y Ajimot. 2 6 n Elqaná, mera 1—, 55 4o les dieron H e b r ó n , en el
dó, hijo de Buz; ' 5 Ají, hijo de Abdiel, hijo suyo"; Sufay", hijo suyo, y N á j a t " , país de Judá, y sus ejidos circundantes;
hijo de Guní, cabeza de las familias de hijo suyo. ?-7|2 Eliab, hijo s u y o ; Yerojam, 56
4i pero el c a m p o de la ciudad y sus al-
ellos. i<> H a b i t a b a n en Galaad, en el Ba- hijo suyo; Elqaná, hijo s u y o ; Samuel, deas diéronlas a Kaleb, hijo de Yefunné.
san y en sus aldeas anejas, y en todos ios hilo suvo'. 2 » | , Hijos de Samuel: el pri- 57
4i Y a los hijos de A a r ó n dieron la
ejidos de Sarón hasta " sus confines. I 7 T o - Clipeo. (Hall, «La sculture babyl. et ass. of Brit. nioeénilo Joel, y el seguíalo Abiyyá '. ciudad" de refugio de H e b r ó n , y Libná
dos ellos fueron inscritos en las genealo- Mus.», lám.41.) 2g
i4 Hijos de Merarí: Majli, hijo suyo'; con sus ejidos, y Yaltir, y Estemoa con
gías en los días de J o t a m , rey de Judá, y Libní, hijo suyo; Simí, hijo suyo; Úzzá, sus ejidos, 5843 y J i l e z ' con sus ejidos, y
en tiempo de Jeroboam, rey de Israel. siguientes: Efer', Yisí, Eliel, Azriel, Jere- hijo s u y o ; 30,5 Sima, hijo s u y o ; Jagguiy- Debir con sus ejidos, 59 44 y Asan con sus
18
Los hijos de Rubén, de Gad", y de la mías, Hodavyá y Yajdiel, hombres exce- yá, hijo suyo; Asayá, hijo suyo. ejidos, y Yuttá con sus ejidosm, y Bet-
media tribu de Manases, gente esforzada, lentes, gente famosa, jefes de sus casas 31, 6 Estos son los que David colocó al semes con sus ejidos; 6045 y de la tribu
hombres portadores de escudo y espada, paternas. 25 Mas prevaricaron contra el frente del servicio del canto de la casa de de Benjamín, Guibón con sus ejidos",
tiradores de arco y adiestrados en la gue- Dios de sus padres y se prostituyeron si- Yahveh a partir de la fijación estable del G u e b a con sus ejidos, Alémet con sus
rra, eran cuarenta y cuatro mil setecien- guiendo a los dioses de los pueblos del arca. 32, 7 Servían ante el tabernáculo de ejidos y A n a t o t con sus ejidos. El total
tos sesenta que salían a campaña. 19 Y mo- país a quienes Yahveh había destruido la tienda de reunión cantando, hasta que de sus ciudades eran trece, con sus eji-
vieron guerra con los agarenos y Yetur, ante ellos. 2 6 Entonces el Dios de Israel Salomón edificó la casa de Yahveh en Je- dos".
Nafís y N o d a b ; 2 0 y recibieron s o c o r r o " suscitó el espíritu de Pul, rey de los asi- rusalén, y ejercían su ministerio con arre- 6146 A los hijos de Q u e h a t restantes
contra ellos, y los agarenos y cuantos los rios, y el espíritu de Tiglat-Pilnéser, rey glo a su reglamento. 33, 8 H e aqui los que diéronles p o r sorteo, " con arreglo a sus
a c o m p a ñ a b a n fueron entregados en sus de Asiría, y deportó a los rubenitas, los prestaban servicio y sus hijos: de los hijos familias, de la tribu de Efraim, de la tribu
m a n o s ; pues los israelitas clamaron a gaditas y la mitad de la tribu de Manases, de los quehatitas: Hernán, el cantor, hijo de Dan y " de la media tribu de Manases,
Dios durante el combate, y los escuchó y los condujo a Jelaj, J a b o r , H a r á y el río de Joel, hijo de Samuel, 3 4 1 9 hijo de Elqa- diez ciudades. 6 2 4 7 A los hijos de Guer-
porque habían confiado en El. 21 Y cap- Gozan, hasta el día de hoy. ná, hijo de Yerojam, hijo de Eliel, hijo de són, según sus familias, tocaron trece ciu-
t u r a r o n el ganado de los d e r r o t a d o s : sus Tóaj, 35 20 hijo de Suf, hijo de Elqaná, hijo dades de Ja tribu de Issacar, de la tribu
de Májat, hijo de Amasay, 3 6 2 i hijo de de Aser, de la tribu de Neftalí y de la tri-
Elqaná, hijo de Joel, hijo de Azarías, hijo bu de Manases, en el Basan. W 4g A los
de Sofonías, 3722 hijo de Tájat, hijo de hijos de Merarí, con arreglo a sus fami-
Descendencia de Leví Assir, hijo de Ebyasaf, hijo de Qóraj, lias, tocaron en suerte, de la tribu de R u -
38 23 hijo de Yishar, hijo de Quehat, hijo bén, de la tribu de G a d y de la tribu de
C '27 Hijos de Lev!: Guersom, Q u e h a t nejas engendró a Abisúa. 5 31 Abisúa en- de Leví, hijo de Israel. 39 24 Luego su her- Zabulón, doce ciudades. 644t> Dieron, pues,
" y Merarí. 2 2 s Hijos de Q u e h a t : A m - gendró a Buqquí, y Buqquí engendró a m a n o Asaf, que asistía a su diestra. Asaf, los hijos de Israel a los levitas esas * ciu-
r a m , Yishar, Jebrón y Uzziel. 3 2 9 Hijos de Uzzí. 632 Uzzí engendró a Zerajyá, y Ze- hijo de Berekyahu, hijo de Sima, 4l>25 hijo dades con sus ejidos. 65 so Y les dieron p o r
A m r a m : Aarón, Moisés y María. Hijos rajyá engendró a Merayot. '33 Merayot de Mikael, hijo de Maaseyá ", hijo de Mal- sorteo de las tribus de los hijos de J u d á ,
de A a r ó n : N a d a b , Abihú, Elazar e Ita- engendró a Amaryá, y A m a r y á engendró kiyyá, 41 26 hijo de Etni, hijo de Zéraj, hijo de Simeón y de Benjamín, esas ciudades
mar. 4 3 0 Elazar engendró a Pinejás, Pi- a Ajitub. 834 Ajitub engendró a Sadoq, y
466 I CRÓNICAS 6 6e
7 *3 24 39 467
I CRÓNICAS 7 —8
73
designadas nomínalmente. <>t>n Y a • loscon sus ejidos, 5 8 R a m o t " con sus ejidos
pertenecientes a las familias de los hijos y Engannim*- con sus ejidos. 7 4 s p D e la a luz u n hijo, a quien puso p o r n o m b r e 30 Hijos de Aser: Yimná, Yisvá, Yisví
de Quchul correspondiéronles por suerte' tribu de Aser, Misal»' con sus ejidos, A b - Beriá, pues que había nacido mientras la y Beriá, y Sara, h e r m a n a de éstos. 31 H i -
ciudades de la tribu de Efraím, 675? y dié- dón con sus ejidos, 75 6o J u q o q con sus desgracia (be-raá) reinaba en su casa. jos de Beriá: Jéber y Malkiel, el cual fue
ronles la ciudad' de refugio de Sikem con ejidos y Rejob con sus ejidos. 76 6t Y de la
24
Hija suya fue Sara, que edificó a Bet- padre de Birzayit e . 3 2 Jéber engendró a
sus ejidos, en la m o n t a ñ a de Efraím, y tribu de Neftalí: Quedes, en Galilea, con Jorón superior e inferior y a Uzén See- Y alie I, Somer, J o t a m y Suá, h e r m a n a de
Guézer con sus ejidos. 6S 5 3 Y Y o q m e a m sus ejidos; J a m m ó n con sus ejidos y Quir- rá. * 2 5 Asimismo fue hijo suyo Réfaj, y ellos. }i Hijos de Yaflet: Pasak, Bjmhal
con sus ejidos y Bet-Jorón con sus ejidos; yatáyim con sus ejidos. Réset, y Télaj, hijo suyo, de quien fue hijo y Asvat: tales son los hijos de Yaflet.
69 34
54 "y de la tribu de Dan, Eltequé con 77
62 A los hijos de Merarí restantes t o - Tajan, 2 6 cuyo hijo fue Ladán, que tuvo Hijos de Sémer: Ají 1 , R o h a g á e , J u b -
sus ejidos y Guibbetón con sus ejidosu, y caron, de la tribu de Z a b u l ó n : Yoqueam por hijo a A m m i h u d , hijo del cual fue bá " y Aram. 35 Hijos ' de Jotam ', herma-
Ayyalón con sus ejidos, y G a t R i m m ó n con sus ejidos y Qartá y los suyos "', Rim- Elisamá, 2 7 de quien fue hijo N o n , cuyo no del m i s m o : Sofaj, Yimná, Seles y
con sus ejidos. 70 j5 Y de la media tribu de m ó n con sus ejidos y T a b o r con sus ejidos. hijo fue Josué. Amal. 3(l Hijos de Sofaj: Súaj, Jarnéfer,
Manases, Tanaqv con sus ejidos, Yiblam " 7863 Y allende el J o r d á n contiguo a Jericó, 28
La heredad raíz de ellos y sus mora- Sual, Berí y Yimrá; 3 7 Béser, H o d , Sam-
con sus ejidos. al oriente del río, de la tribu de R u b é n : das radicaron en Bet-El y sus aldeas ane- má, Silsá, Yitrán y Beerá. 3S Hijos de Yé-
[Tal fue la suerte correspondiente] a las Béser, en el desierto, con sus ejidos, y Ya- jas, y al oriente N a a r á n , y al occidente ter: Yefunné, Pispa y Era. 3 9 Hijos de
79
familias de los hijos de* Quehat restantes. has con sus ejidos; 64 Quedemotw con Guézer y sus aldeas anejas, y Sikem y las Ul-lá: Araj, Janniel y Risyá. 4 0 T o d o s és-
71
56 A los hijos de Guersón tocaron: sus ejidos y Mefaat con sus ejidos. 6¡ Y suyas, hasta Ayyá y sus aldeas. 2 9 Y lo tos fueron hijos de Aser, jefes de fami-
de la familia de la media tribu de M a n a - de la tribu de Gad, R a m o t , en Galaad, con que estaba en m a n o s de los hijos de M a - lias, gente escogida, hombres valientes,
ses, Golán, en Basan, con sus ejidos, y sus 81
ejidos; Majanáyim con sus ejidos, nases era: Bet-seán y sus aldeas anejas, jefes de príncipes, y el n ú m e r o de los ins-
Astarot con los suyos, 7257 D e la tribu de 66 Jesbón con sus ejidos y Yazer coa sus T a n a k y sus aldeas, Meguiddó y sus al- critos entre ellos con aptitud para el ser-
Issacar, Quedes con sus ejidos, Daberet ejidos. deas, D o r y sus aldeas. En estos puntos vicio militar fue de veintiséis mil.
habitaron los hijos de José, hijo de Is-
rael.
Descendientes de Issa< :ar, Benjamín, Neftalí,
Efraím y A s e r Otros descendientes de Benjamín, hasta Saúl y su prole
1
7 Hijos de * Issacar: Tola, Puá, Ya-
sub y Siinron: cuatro. 2 Hijos de
jefes de familia, hombres valientes, en nú-
mero de diecisiete mil doscientos, aptos 8 1 Benjamín engendró a Bela, su pri-
mogénito; Asbel, el segundo; Aji-
Yispán, Eber, Elie!, 2 3 A b d ó n , Zikrí, J a -
nán, 2 4 Jananyá, Elam, Antotiyyá, 2 5 Yif-
T o l a : Uzzí, Refayá, Yeriel, Yajmay, Yib- para el servicio militar. 12 Suppim y J u p -
sam y Samuel, jefes de las casas paternas " pim fueron hijos de Ir, y los Jasim, hijos de ram"-, el t e r c e r o ; * 2 N o j a h , el cuarto, y deyá y Penuel: hijos de Sasaq. 2 6 Y Sam-
de Tola, hombres valientes con arreglo Ajer. Rafa, el quinto. 3 Los hijos de Bela fue- saray, Sejaryá, Atalyá, 2 7 Yaaresyá, Eliy-
a sus generaciones 1 1 ; su n ú m e r o en los 13 ron : Addar, Guerá, Abihud, 4 Abisúa, yá y Zíkri: hijos de Yorojam. 2 8 Estos son
Hijos de Neftalí: Ya jasiel, Guní, Yé-
días de David era de veintidós mil seis- ser y Sal-lum, hijos de Bilhá. N a a m á n , Ajoaj, 5 Guerá, Sefután y Ju- jefes de familia, con arreglo a sus genera-
cientos. 3 Hijos de U z í : Yizrajyá, e hijos 14 fum ". " Estos son los hijos de Fluid": és- ciones capitostes, y habitaban en Jeru-
Hijos de Manases c que le parió su
de Yizrajyá: Mikael, Obadyá, Joel, Yis- concubina siria: dio a luz a Makir, pa- tos son ios jefes de familia que moraban salén. -
2
siyyá: cinco, jefes todos ellos. 4 Con ellos dre de Galaad. 1 5 d Makir t o m ó mujer de en Gucha, y a quienes deportaron a Ma- '' En G a b a ó n habitaron el padre de
había, según sus generaciones, con arre- Juppim y Suppim, y el n o m b r e de su her- uájat:* 7 y N a a m á n , Ajiyyá y Guerá, el G a h a ó n , Yeiel' cuya mujer se llamaba
glo a sus casas paternas, de soldados dies- m a n a era M a a k á , y el n o m b r e del segun- cual fue quien los deportó, y engendró a M a a k á — , 3() y su hijo primogénito A b -
tros en la guerra treinta y seis mil; pues do era Salpejad, él cual tuvo h i j a s , I 6 M a a - Uzzá y Ajijud. 8 Sajaráyim tuvo hijos en dón, y Sur, Quis, Báal, Ner « y N a d a b ,
31
tuvieron muchas mujeres e hijos. 5 Y sus ká, esposa de Makir, dio a luz un hijo, a el país de M o a b después de haber repu- Guedor, Ajyó, Zeker y Miqlo't *, 3 2 M i -
hermanos, teniendo en cuenta el total de quien puso p o r n o m b r e Peres; y el n o m - diado a sus mujeres Jusim y Baará. 9 Y qlot engendró a Sima. Y ellos también ha-
las familias de Issacar, hombres valientes, bre del h e r m a n o de éste fue Seres, cuyos engendró de Jodesch, su esposa, a Y o - bitaron frente a sus h e r m a n o s en Jerusa-
ascendían en conjunto a ochenta y siete hijos fueron U l a m y Réquem. 1 7 Hijos de bab, Sibyá, Mesa, M a l k a m , 10 Yeús, Sa- lén, en unión de éstos.
33
mil inscritos. U l a m : Bedán. Tales son los hijos de G a - keyá y M i r m á ; tales son sus hijos, jefes Y N e r engendró a Quis, Q u i s engen-
* Hijos de Benjamín: Bela, Béker, Ye- laad, hijo de Makir, hijo de Manases. de familia. H Y de Jusim engendró a Abi- dró a Saúl, Saúl engendró a J o n a t á s , Mai-
diael: tres. * 7 Hijos de Bela: Esbón, Uzzí,
18
Su h e r m a n a , Ha-Moléket, parió a Is- tub y Elpáal. 12 Hijos de Elpáal: Eber, kisúa, A b i n a d a b y Esbáal. 3 4 Hijo de J o -
Uzziel, Yerimot e Irí: cinco jefes de fa- hod, Abiézer y Majlá. , 9 Los hijos de Se- Misam y Sémed, el cual construyó a O n ó , natás fue Merib-Báal, y Merib-Báal en-
milias, hombres p r o b o s ; y el n ú m e r o de ntida fueron Ajyán, Sékem, Liqjí y Lod y sus villas anejas. 13 Beriá y Sema, gendró a Miká. 3 5 Hijos de M i k á : P i t ó n ,
sus inscritos ascendía a veintidós mil trein- Aniam. jefes de familia de los moradores de Ay- Mélek, Tarea y Ajaz. i6 Ajaz/engendró a
ta y cuatro. 8 Hijos de Béker: Zemirá, 20
Hijos de Efraím: Sutélaj, Bered, hijo yalón; ellos pusieron en fuga a los habi- Y e h o a d d á , y Y e h o a d d á engendró a Alé-
Yoás, Eliézer, Elyoenay, Omrí, Yeremot, suyo; Tájat, hijo suyo; Eladá, hijo suyo; tantes de Gat. 1 4 Hermanos suyos " fue- met, Azmávet y Zimrí, y Zimrí engendró
Abiyyá, A n a t o t y Alémet, todos éstos fue- Tájat, hijo s u y o ; 2 1 Zabad, hijo suyo; Su- ron Elpáal6, Sasaq, Yeremot, 15 Zebad- a M o s á . 3 7 M o s á engendró a Bina, del cual
ron hijos de Béker. ' Y s e les registró con télaj, hijo suyo; Ezer y Edad. Pero las yá, A r a d , Eder, 16 Mikael, Yispá, Yojá: fue hijo Refayá', cuyo hijo fue Elasá, de
arreglo a sus familias, como a jefes de gentes de Gat, los indígenas del país, los hijos de Beriá. n Y Zebadyá, MesuMam, quien fue hijo Asel. 3 8 Asel tuvo seis hi-
casas paternas, hombres valientes, veinte m a t a r o n p o r q u e habían bajado a coger Jizquí, Jéber, i 8 Yismeray, Yizliá y Y o - jos, cuyos nombres son los siguientes:
mil doscientos. 10 Hijos de Yediael: Bi- sus ganados. 2 2 Efraím, su padre, les hizo bab: hijos de Elpáal. 1 9 Y Y a q u i m , Zikrí, Azriqam, B o q r ú i , Ismael, Searyá, O b a d -
n a n , e hijos de Bihán: Yeús, Benjamín, duelo durante muchos días, y los herma- Zabdí, 2» Elienay, Sildetay, Eliel, 2 i A d a - yá y Janán. T o d o s éstos son los hijos d
Ehud, K e n a a n á , Zetán, Tarsís y Ajisájar. nos de él vinieron a consolarle. 2 3 Luego yá, Berayá y Simrat: hijos de Simí. 2 2 Y Ásel. -19 Hijos de Eseq, h e r m a n o suyoe
H T o d o s éstos fueron hijos de Yediael, se llegó a su esposa, la cual concibió y dio
2 4 BET-JORÓN SUPERIOR E INFERIOR: e. d., Bet-J. de Arriba, o Suso, y de Abajo, o Yuso.
Q * BENJAMÍN ENGENDRÓ: las divergencias existentes entre esta genealogía y la del capitulo an-
" terior y con Gen 46,21, y Núm 26,38, nacen o de errores de copistas al trascribir los nombres
6 pi opios, o de la mezcla de hijos con nietos, o de que esta segunda lista nos da un estado más reciente
HIJOS DE BENJAMÍN: cf. en c.8 w.1-40 otra genealogía más detallada.
.le laí familia benjaminita.
'"7 H se nos ofrece errp., por lo que s u interpretación es ardua.
tu 32 aa
468 1 CRÓNICAS 8 —9 I CRÓNICAS 9 —10 " 469

Ulam, su primogénito; Yeús, el segundo, de arco, y tuvieron numerosos hijos y nie- los quehatitas tenían entre sus hermanos bitaron frente a sus h e r m a n o s en Jerusa-
y Elifélet, el lerccro. 4 0 Fueron los hijos tos: ciento cincuenta. T o d o s éstos fue- a su cargo el pan de la proposición, que lén, en unión de éstos. 3 9 Y N e r engendró
de Ulam guerreros valientes, entesadores r o n descendientes de Benjamín, * habían de preparar cada sábado. 33 Aque- a Quis «, y Quis engendró a Saúl, y Saúl
llos que eran cantores, jefes de las familias engendró a Jonatás, Malki-súa, A b i n a d a b
levítícas, m o r a b a n en los aposentos del y Esbáal. 4 0 Hijo de Jonatás fue Merib-
[templo], exentos de cualquier otro ser- Báal, y Merib-Báal engendró a Miká.
Repobladores de Jerusalén. La descendencia de Saúl vicio, porque habían de ejercer su misión
41
Hijos de M i k á fueron: Pitón, Mélek",
17 de día y de noche. 3 4 Estos son los jefes Tajrea y Ajaz ". 4 2 Ajaz engendró a Ye-
1 T o d o s los israelitas fueron registra- En cuanto a los porteros: Sal-lum,
9 dos en las genealogías y están inscri- A q q u b , Talmón, Ajimán; y Sal-lum, her- de las familias levíticas, jefes con arreglo
a sus generaciones: éstos habitaban en
hoaddú ', y Yehoaddá' engendró a Alé-
met, Azmavet y Zimrí, y Zimrí engendró
tos en el libro de los reyes de Israel; y los m a n o de ellos, era el jefe. 1 8 Y hasta hoy
Jerusalén. a M o s á . 4 3 Y M o s á engendró a Bina, del
de J u d á a fueron deportados a Babilonia, han continuado en la puerta del rey, hacia
35 En G a b a ó n m o r a b a n : el padre de cual fue hijo Refayá, cuyo hijo fue Elasá,
a causa de su infidelidad. * 2 A h o r a bien, el este, siendo los porteros del campa-
G a b a ó n , Yeiel, cuya esposa se llamaba de quien fue hijo Asel. 4 4 Asel tuvo seis
los primeros habitantes que [se reintegra- mento de los hijos de Leví. 1 9 Sal-lum,
ron] a sus posesiones y ciudades, fueron hijo de Qoré, hijo de Ebyasaf, hijo de M a a k á , 3 6 y su hijo primogénito A b d ó n , hijos, cuyos nombres fueron los siguien-
israelitas, sacerdotes, levitas y netineos. * Qóraj, y sus hermanos de su casa paterna, y Sur, Quis, Báal, Ner, N a d a b , 3 7 Guedor, tes: A z r i q a m , Boqrú, Ismael, Searyá,
3
En Jerusalén habitaron de los hijos de los qorjitas, estaban al frente de la tarea Ajyó, Zacarías y Miqlot. 3 S Y Miqlot Obadyá y Janán. Estos fueron los hijos
engendró a Simam. Y también ellos h a - de Asel.
J u d á , de los de Benjamín, de los de del culto, custodiando los umbrales de la
Efraím y de Manases. 4 De los hijos de" tienda. Sus padres habían estado encar-
U t a y , hijo de A m m i h u d , hijo de Omrí, gados del campamento de Yahveh como
hijo de Imrí, hijo de Bani, de" los hijos guardianes de la entrada. * 2 0 Y Pinejás, Muerte de Saúl
de Peres, hijo de Judá. 5 D e los selani- hijo de Elazar, había sido antiguamente
tas": Asayá, el primogénito, y sus hijos. jefe de ellos. ¡Yahveh sea con él! 21 Zaca- 1 Los filisteos combatieron con Is- también, y llegaron los filisteos y se esta-
6
D e los hijos de Zéraj: Yeuel y sus her- rías, hijo de Meselemyá, era portero a la 10 blecieron en ellas.
8
m a n o s ; seiscientos noventa. 7 De los hi- entrada de la tienda de reunión. 22 E) los lltislcos, y cayeron muertos en el mon- Sucedió, pues, que a la m a ñ a n a si-
jos de Benjamín: S a l l ú , hijo de Me- total de los escogidos para porteros en te de Cjuilbou. * 2 Entonces los filisteos guiente vinieron los filisteos a despojar
sul-lam, hijo de Hodayyá, hijo de Has- los umbrales eran doscientos doce, y es- persiguieron a Saúl y sus hijos, y mataron a los caídos y encontraron a Saúl y sus
senuá; s Yibncyá, hijo de Yerojam; Elá, taban filiados con arreglo a sus aldeas. a Jonatás, A b i n a d a b y Malki-súa. hijos hijos, que yacían en el m o n t e de Guilboa.
hijo de U/zí, hijo de Mikrí, y M e s u l l a m , Habíanles establecido en su cargo fijo de Saúl. 3 Y la fuerza de la batalla vino 9 Y le despojaron, llevándose su cabeza
hijo de Sefatyá, hijo de Reuel, hijo de David y Samuel, el vidente. 2 3 Ellos y sus a gravitar sobre Saúl, a quien descubrie- y sus armas, que enviaron por t o d o el
Yibniyyá, 9 y los hermanos de ellos, se- hijos tenían, pues, a su cargo la custodia ron los arqueros, y tembló de terror a c o n t o r n o del país filisteo, para dar la
gún sus generaciones: novecientos cin- de las puertas de la casa de Yahveh, o causa de los tiradores. 4 Dijo, pues, Saúl buena nueva a sus ídolos y al pueblo.
cuenta y seis. T o d o s éstos eran jefes de sea, la casa de la tienda. * 2 4 Había por-
familia en sus respectivas casas patriar- teros a los cuatro vientos: a oriente, oc-
cales. cidente, septentrión y mediodía. 2 5 Sus
10
D e los sacerdotes: Yedayá, Yehoya- hermanos, que m o r a b a n en sus aldeas,
r i b / Y a k í n ; n Azariyá, hijo de Jilquiyyá, habían de venir a estar con los otros por
hijo de M e s u l l a m , hijo de Sadoq, hijo siete días periódicamente; a p o r q u e los
de Merayot, hijo de Ajitub, jefe de la ca- cuatro jefes de los porteros, que eran
sa de D i o s ; l 2 A d a y á , hijo de Yerojam, levitas, estaban de servicio permanente
hijo de Pasjur, hijo de Malkiyyá; Masay, y, además, hallábanse al frente de las
hijo de Adiel, hijo de Yajzerá, hijo de cámaras y los tesoros de la casa de Dios.
27
Mesul-lam, hijo de Mesil-lemit, hijo de Pasaban la noche alrededor de la casa ít u a d
I m m e r ; 13 y los h e r m a n o s de ellos, jefes de Dios, pues les incumbía la vigilancia,
de las correspondientes familias: [en to- y ellos habíanla de abrir cada m a ñ a n a .
tal] mil setecientos sesenta, hombres ex- 28
U n o s tenían a su cargo los objetos del Cabezas amontonadas a las puertas de la ciudad sitiada. (Jeremías, o.c, ..¿.203.)
celentes para « la tarea del servicio de la culto, que habían de meter y sacar debi-
casa de Dios. damente c o n t a d o s . 2 9 Otros estaban encar- a su escudero: «Desenvaina tu espada y 10
Luego depositaron las armas de Saúl
14
D e los levitas, Semayá, hijo de Jas- gados del cuidado de los utensilios, de atraviésame con ella, para que n o lleguen en el templo del dios de ellos, y su cabeza
sub, hijo de Azriqam, hijo de Jasabyá, todos los utensilios del santuario, y de esos incircuncisos y me ultrajen». M a s la clavaron en el templo de D a g ó n .
de los hijos de M e r a r í ; I 5 y Baqbuqyú ', la flor de harina, el aceite, el incienso y su escudero n o quiso, pues tenía enorme 11
C u a n d o todos los habitantes *• de Ya-
Jeres y Galal, y Mattanyá, hijo de Miká, los aromas. 30 F o r m a b a n parte integrante miedo. Entonces Saúl t o m ó su espada y bés de Galaad oyeron todo lo que los
hijo de Zikrí, hijo de Asaf; '6 y Obadyá, de los sacerdotes los que confeccionaban se dejó caer sobre ella. 5 C u a n d o vio su filisteos habían hecho con Saúl, 1 2 levan-
hijo de Semayá, hijo de Galal, hijo de los perfumes a r o m á t i c o s . 3 1 Matatías, u n o escudero que Saúl había muerto, se echó táronse todos los hombres valientes y
Y e d u t ú n ; y Berekyá, hijo de Asá, hijo de los levitas, que era el primogénito de también él sobre su espada y murió. 6 M u - arrebataron el cadáver de Saúl y los ca-
d e Elqaná, el que m o r a b a en las aldeas S a l l u m el qorjita, tenía el cargo de las rieron, pues, Saúl y sus tres hijos; y dáveres de sus hijos y los trasladaron _a
de los netofatíes. cosas que se freían en s a r t é n . 3 2 Algunos de murió juntamente t o d a su casa. 7 Viendo, Y a b é s ; luego enterraron sus huesos bajo
pues, todos los israelitas que m o r a b a n en el terebinto, en Yabés, y a y u n a r o n du-
el valle que [Israel] había emprendido la rante siete días.
40 13
GUERREROS VALIENTES: siempre se señaló esta tribu por su valor en la guerra y habilidad huida y que Saúl y sus hijos habían muer- Así murió Saúl, por la infidelidad
en tender el arco. De ella sacaba el rey Saúl su guardia personal. to, a b a n d o n a r o n sus ciudades y huyeron que había perpetrado contra Yahveh, e "
Q 1 Bs- Cf. Ne 11,1-19, sobre estos primeros repobladores de Jerusalén, etc.
*^ 2 NETINEOS: donados u oblatos, eran servidores del templo de categoría inferior a los levita,
19 I Í J LA TIENDA: e. d., el tabernáculo. 1 0 '-12 Cf. 1 Sam 31,1-13.
I CRÓNICAS 1 1 l9
—12 1T 471
470 I CRÓNICAS 1 0 14
—11 18

26
y la derramó c o m o libación a Yahveh, 19 y Los guerreros valerosos e r a n : Asael,
razón de no haber observado la palabra 1 4 En cambio, no consultó a Yahveh, quien exclamó: «¡Líbreme m i Dios de hacer h e r m a n o de J o a b ; Eljanán, hijo de D o d ó ,
del Señor y también por ir en busca del p o r eso le hizo morir y transfirió el reino a tal! ¿Había yo de beber la sangre de de Belén; 27 Sammot, de Jarod"; Jeles
espíritu de un muerto p a r a consultarle. David, hijo de Jesé. estos h o m b r e s ' , que con riesgo de su el Palti"; 2 8 Irá, hijo de Iqqués, de T e q o a ;
vida la h a n traído?» Y no quiso bebería. Abiézer, de A n a t o t ; 2 9 Sibbekay, de J u s á ;
Tal hazaña realizaron aquellos tres héroes. Yilay», de Ajoaj; 30 M a h r a y , de Netofá;
Coronación de David y toma de Jerusalén. Héroes del rey 20 También Abisay, h e r m a n o de J o a b , Jéled, hijo de Baaná, el netofatita; 31 Yi-
era capitán de los treinta ' ; y él enristró su tay, hijo de Ribay, de G u i b á de Benjamín;
•I "I i Luego t o d o Israel se reunió j u n t o tras el ejército de los filisteos estaba acam- lanza contra trescientos hombres, a los Benayá, de P i r a t ó n ; 3 2 Juray ", de los va-
*• *• a D a v i d , en H e b r ó n , d i c i e n d o : p a d o en el valle de Refaím. * N> David que m a t ó , cobrando " fama entre los trein- lles de G a a s ; Abiel, de A r b á ; 33 Azmávet
«Mira, hueso tuyo y carne tuya somos. * hallábase entonces en la fortaleza, y u n a ta '. 2 i D e los treinta ' era el más reputado elbajurimita'; Elyajbá, de Saalbón; 34 Ya-
2
Hace ya tiempo, incluso cuando Saúl guarnición filistea se encontraba a la sazón y fue su jefe, pero n o igualó a los tres sén el gunita'; Jonatás, hijo de Sagué,
era rey, que tú eras * quien sacaba y 35
en Belén, i? David tuvo un capricho, y primeros. de H a r a r ; Ajiam, hijo de Sakar el
metía a Israel, y Yahveh, tu Dios, te ha exclamó: «¡Quién m e diera a beber agua 22
Después estaba Benayá, hijo de Ye- h a r a r i t a ; Elipélet', hijo de U r ; 36 Jéfer,
dicho: T ú pastorearás a mi pueblo, Israel, h o y a d á ', h o m b r e valiente, de múltiples de M e k e r a t ; Ajiyyá el peionita; 3 7 j e s T ó
y tú serás caudillo sobre Israel, mi pue- proezas y natural de Qabseel. El m a t ó el karmelí; N a a r a y , hijo de Ezbay; 38 Joel,
blo». 3 Llegaron, pues, todos los ancianos a los dos hijos de m Ariel de M o a b ; además h e r m a n o de N a t á n ; Mibjar, hijo de H a -
al rey, a H e b r ó n , y D a v i d pactó allí bajó y m a t ó u n león dentro de u n a cisterna grí; 39 Séleq el a m m o n i t a ; Najray, de
alianza con ellos ante Yahveh, y ungieron en u n día de nieve. 23 El mismo m a t ó a u n Berot, escudero de J o a b , hijo de Seruyá;
a David p o r soberano sobre Israel, con- 40
egipcio de estatura descomunal, de cinco Irá, de Yéter; G a r e b , de Yéter; 41 Urías
forme había dicho Yahveh por medio de c o d o s ; el egipcio llevaba en su m a n o una el hittita; Zabad, hijo de Ajlay; 4 2 Adiná,
Samuel. 4 Y partieron David y t o d o Israel lanza del t a m a ñ o del enjullo de los teje- hijo de Sizá, el rubenita, jefe de los rube-
hacia Jerusalén, o sea, Yebús, pues allí d o r e s ; poro Hcnayá se dirigió a él con u n nitas, de los treinta »; 4 3 J a n á n , hijo de
habitaban los yebuseos. 5 Y los habitantes cayado, arrancó la lan/a de la m a n o del M a a k á ; Josafat el mitnita; 4 4 U z z i y á , de
de Yebús dijeron a D a v i d : « N o entrarás egipcio y lo malo con ella misma. 24 Tules Aslarol; Sama y Ycicl, hijos de J o t a m ,
aquí». Sin embargo, David t o m ó la for- ha/ailas rcnli/ó Hcnayá, hijo de Yelio- de Aroer; 4 Í Ycdiael, hijo de Simrí; Yojá,
taleza de Sión, esto es, la ciudad de David.
6 yadá, y gozó de fama entre los treinta' su hermano, el tisí; 4 6 Eliel el majumita ";
H a b í a dicho D a v i d : «El primero que héroes. 25 G o z a b a de prestigio entre los Yeribay y Yosavyá, hijos de E l n a a m ;
m a t e a u n yebuseo será jefe y príncipe». treinta, sin llegar, sin embargo, a los Yitmá el m o a b i t a ; 4 7 Eliel, Obed y Y a a -
Y J o a b , hijo de Seruyá, subió el primero, tres primeros, y D a v i d lo puso al frente siel, de Mesobayá.
y resultó jefe. 7 David habitó en la forta- de su guardia.
leza, a la cual llamaron por eso ciudad
de David. 8 Y construyó la ciudad alre-
dedor, desde M i l l o hasta la muralla cir-
cundante. Y J o a b reconstruyó el resto Partidarios de David en vida de Saúl y a'l proclamar/lo rey
de la ciudad. 9 David iba siempre engran-
•J O 1 Estos son los que vinieron a D a - yá, el segundo; Eliab, el tercero; i ° n M a s -
deciéndose, pues Yahveh de los ejércitos
estaba con él. *• & vid en Siquelag, estando él a ú n m a n n á , el c u a r t o ; Jeremías, el q u i n t o ;
10
Estos son los jefes de los héroes con impedido de presentarse a Saúl, hijo de n ^ A t t a y , el s e x t o ; Eliel, el s é p t i m o ;
que contaba David, los que se esforzaron Quis, y que figuran entre los valientes 1213 Yojanán, el octavo; Elzabad, el n o -
p o r ayudarle a conseguir su reino con que le ayudaron en la guerra. 2 Maneja- veno; i 3 ! 4 Jeremías, el décimo; M a k b a n -
t o d o Israel y proclamarle rey, según la pa- b a n el arco dispuestos en formación, eran nay, el undécimo. i 4 i s E s t o s eran, entre
labra de Yahveh acerca de Israel.* n Esta ambidextros, así en lanzar piedras c o m o los hijos de G a d , jefes del ejército; el
es la enumeración de los guerreros va- flechas, y pertenecían a los h e r m a n o s de m e n o r m a n d a b a en ciento, y el mayor en
lientes que tuvo D a v i d : Isbáal", hijo de Saúl, de la tribu de Benjamín. 3 El jefe mil. 15] 6 Estos son aquellos que atrave-
J a k m o n í , jefe de los tres % el cual blandió Ajiézer y Joás, hijos de Semaá a , de G u i b á ; saron el J o r d á n el mes primero, c u a n d o
su lanza contra trescientos hombres, que Yeziel y Pélet, hijos de Azmávet; Berek- suele desbordarse p o r todas sus márgenes,
m a t ó de una sola embestida. * 12 Después yá "; Jehú, de A n a t o t ; 4 Yismayá el gabao- y pusieron en fuga a todos los naturales
de él, Elazar, hijo de D o d ó , el ajojita, nita, valiente entre los treinta y colocado de los valles, a oriente y occidente. *
u n o de los tres campeones. 13 El estuvo al frente s u y o ; [5] Jeremías, Yajaziel, Y o - 1^17 También de los hijos de Benjamín
con David en Pas-dammim, c u a n d o los janán, Yozabad, de G u e d e r á ; 3 6 Eluzay, y J u d á llegáronse a David a la fortaleza.
filisteos se reunieron allí para la batalla... " Yerimot, Bealyá, Semaryahu y Sefatyahu 7
1 18 D a v i d salió a su encuentro y se diri-
Y había allí * una parcela de c a m p o llena el jarifita; 6j Elqaná, Yissiyyahu, Azarel; gió a ellos, y dijo:
de cebada, y, c o m o el pueblo emprendiera Yoézer, Y o s o b a m , qorajitas; 7 s Yoelá y
Lanzas. (Galling, o.c, col.390.) —¡Si venís a mí en son de paz para ayu-
la huida ante los filisteos, 14 se plantó él < Zebadyá, hijos de Yerojam, de Guedor.
darme, mi corazón vibrará al unísono
en medio de la parcela y la recobró ' y 89 Y de los gaditas desertaron, pasándo-
de la cisterna de Belén, que está en la se a David ° en el desierto, guerreros va- con vosotros; mas si venís con ánimo de
derrotó ' a los filisteos. Entonces otorgó * puerta!» 18 Al p u n t o aquellos tres [hé- traicionarme entregándome a mis adver-
Yahveh señalada victoria. lientes, avezados a la guerra, diestros en
roes] irrumpieron en el c a m p a m e n t o filis- el manejo de adarga y lanza, de rostro sarios, sin que hubiere injusticia en mis
1 5 Por otra parte, tres de los treinta teo, sacaron agua de la cisterna de Belén, m a n o s , véalo el Dios de nuestros padres
c o m o de león y veloces c o m o las gacelas
caudillos bajaron a la roca d o n d e estaba situada en la puerta, y la llevaron y ofre- y lo castigue!
de los montes. 9 io Ezer era el jefe; Obad-
David, a la fortaleza " de Adul-lam, mien- cieron a David. M a s éste n o quiso bebería
I_9 y 10 17
1 -i 11
" Cf. 2 Sam 5,1-10, y 23,8-39, y sus notas.
15
TRESCIENTOS: cifra más probable que la de 800 de 2 Sam 23,8. '1¿ ' 5 is MES PRIMERO : empezaba en la luna nueva de marzo, en que baja ej Jordán más crecido.
CAUDILLOS: jefes o héroes; «d!» aijptg Kjt-
18 6
472 I CRÓNICAS 12 13 1 CRÓNICAS 1 3 * — 1 5 473
18 la m a y o r parte de ellos g u a r d a b a n fideli-
19 Entonces el espíritu revistió a A m a -
dad a la casa de Saúl. 303i D e los hijos nece a J u d á , para subir desde allí el arca e hiriólo por haber extendido su m a n o
say, jefe de los treinta " [y exclamó]:
de Efraím, veinte mil ochocientos, gue- de Dios, * en la cual es invocado su nom- sobre el arca, y murió allí mismo ante
—¡Por ti, oh David! | ¡Contigo, hijo de bre b, Yahveh, que tiene su trono sobre Dios. " David se contristó porque Y a h -
¡Paz, paz a ti; [Jesé! rreros valientes, hombres r e n o m b r a d o s en
sus familias. 3132 De la media tribu de los querubines. 7 Y m o n t a r o n el arca de veh había aniquilado a Uzzá, y se deno-
paz a aquel que te socorre, D i o s sobre u n carro nuevo, trasladándola minó a aquel1 2 lugar Peres Uzzá hasta el
Manases, dieciocho mil, que fueron desig-
pues te socorre tu Dios! desde la casa de A b i n a d a b , y Uzzá y día presente. Temió, pues, David a Y a h -
nados nominalmente para ir a proclamar
Entonces David los acogió y dióles rey a David. 3 2 3j De los hijos de Issacar, su hermano ° conducían el carro. 8 David veh en aquel día, y dijo: «¿Cómo voy a
puesto entre los adalides de la tropa. peritos en el conocimiento de los tiempos, y t o d o Israel d a n z a b a n delante de Yah- traer
13
a mi casa el arca de Yahveh?»
19
2o También de Manases se pasaron para saber qué había de hacer Israel, sus veh con t o d o entusiasmo, y entre cánticos Y David no llevó el arca a donde él, a
a David c u a n d o éste salió con los filisteos jefes fueron doscientos, y todos sus her- y al son de cítaras, salterios, adufes, cím- la ciudad de David, sino que la hizo
a la guerra contra Saúl; pero David no m a n o s bajo sus órdenes. 3 3 3 4 De Z a b u l ó n , balos y trompetas. 9 M a s c u a n d o llegaron conducir
14
a casa de Obed-Edom, de Gat.
ayudó' a éstos, porque, habido consejo, cincuenta mil, aptos para el servicio mili- a la era de Kidón, Uzzá alargó su m a n o Y el arca de Dios permaneció tres meses
los príncipes de los filisteos le despidie- tar, preparados para el combate con toda p a r a a g a r r a r el arca, porque el ganado en casa de Obed-Edom, en su propia
a 10
ron, diciéndose: «¡Por n u e s t r a s c a b e z a s clase de armas de guerra, y para ayudar' vacuno habíase resbalado . Entonces casa, bendiciendo Yahveh la m o r a d a de
que ha de pasarse a su s e ñ o r S a ú l ! » * a David' sin doblez de corazón. 3 4 3 5 D e se encendió la ira de Yahveh contra Uzzá ii O b e d - E d o m y c u a n t o él tenía.
20
2i Así, pues, c u a n d o se marchó él a Neftalí, mil jefes, y con ellos treinta y
Siquelag, pasáronse a él, de Manases, siete mil hombres provistos de escudo y
A d n á , Yozabad, Yediael, Mikael, Yoza- lanza. 3 5 3 6 D e los danitas, preparados para Nuevos hijos dé David y i ictorias sobre los filisteos
bad, Elihú y Sihletay, kiliáreas de la tribu el combate, veintiocho mil seiscientos.
de Manases. 2]22 Estos ayudaron a David 36
37 De Aser, aptos para el servicio militar, •i A ! Jiram, rey de Tiro, envió a David —Sube, pues te los entregaré.
11
contra las cuadrillas de salteadores, pues preparados para el combate, cuarenta mil. •1" embajadores y, asimismo, maderas Subieron, pues, a Baal-Perasim, y
eran todos ellos guerreros valientes, y 37
38 Y de allende el J o r d á n , de los rube- de cedro, albañiles y artífices en madera batiólos allí David, y exclamó: «Ha irrum-
fueron jefes en el ejército. 2223 Realmente, nitas, los gaditas y la media tribu de para construirle un palacio.* 2 Y com- pido Dios en mis enemigos por mi m a n o
cada día llegaban a David gentes en su prendió David que Yahveh lo había con- como irrumpen las aguas». Por eso se
Manases, provistos de toda clase de a r m a s denominó aquel lugar Baal-Perasim. 1 2 Y
auxilio, hasta el punto de constituirse un guerreras para la lucha, ciento veinte mil. firmado rey sobre Israel, pues había en-
38 salzado grandemente su dignidad real en los filisteos dejaron allí a b a n d o n a d o s sus
gran ejército, como un ejército de Dios. * 39 Todos estos hombres de guerra, or-
23 atención a su pueblo Israel. ídolos, y David dispuso fueran q u e m a d o s
24 Estas son las cifras de los cuerpos denados en formaciones, con corazón sin- 3 en hoguera.
de a r m a d o s para el servicio castrense que cero, llegaron a Hebrón para proclamar A ú n t o m ó David otras mujeres en
13
se llegaron a David, en H e b r ó n , a fin de rey a David sobre todo Israel, y también Jerusalén, y engendró más hijos e hijas. A ú n volvieron los filisteos a hacer
transferirle el reino de Saúl, según manda- t o d o Israel restante estaba concorde p a r a
4
Estos son los nombres de los que le incursión en el valle. 14 Y nuevamente
nacieron en Jerusalén: S a m m ú a y Sobab, consultó David a Dios, y respondióle
to de Yahveh. 2425 Hijos de Judá portado- proclamar soberano a David. 3s, 4 o Y per-
N a t á n y Salomón, 5 Yibjar, Elisúa, Elpé- D i o s : « N o subas tras ellos, vuélvete de
res de escudo y lanza, seis mil ochocientos, manecieron allí con David tres días, co-
let, 6 N ó g a h , N é f e g , Y a f í a , 7 E l i s a m á , junto a los mismos y caerás sobre ellos
a r m a d o s para la guerra. 2526 D e los hijos miendo y bebiendo, pues sus h e r m a n o s por enfrente de la arboleda de Bakos. *
Beelyadá y Elifélet.
de Simeón, guerreros valientes, siete mil les habían preparado comida. 40 4i A d e - K 15
Y c u a n d o percibas ruido de pasos p o r
cien. 2&27 D e los hijos de Leví, cuatro más, los más próximos, y aun los de Issa- Ahora bien, c u a n d o los filisteos oye-
ron que David había sido ungido por las copas de dichos árboles, entonces
mil seiscientos. 2728 Asimismo, Yehoyadá, car, Zabulón y Neftalí, traían víveres en entablarás combate, pues Dios ha salido
príncipe, del linaje de Aarón, a c o m p a ñ a d o los asnos, camellos, mulos y reses vacu- rey sobre Israel entero, subieron todos
los filisteos en busca de David, el cual, al a tu frente para batir el c a m p a m e n t o de
de tres mil setecientos. 2829 Y Sadoq, jo- nas: harina, tortas de higos y uvas p a s a s ; los filisteos». 16 David hizo como le había
saberlo, salió a su encuentro. 9 Y llegaron
ven guerrero valiente, y la casa de su vino, aceite y g a n a d o vacuno y m e n o r o r d e n a d o Yahveh, y batió * al ejército de
los filisteos e hicieron una incursión por
padre, en n ú m e r o de veintidós jefes. 2 9 3 0 Y en abundancia; pues había alegría en el valle de Refaím. 10 Entonces David los filisteos desde G a b a ó n hasta Guézer.
de los hijos de Benjamín, hermanos [de Israel. consultó a Dios, diciendo: 17
tribu] de Saúl, tres mil; pues hasta aquí Y la fama de David se expandió p o r
—¿Subiré contra los filisteos? ¿Los en- todas aquellas tierras, y Yahveh infundió
tregarás a mis manos? su temor sobre todas las gentes.
Traslado del arca de Kiryat-Yearim a Obed-Edom Y contestóle Y a h v e h :

•I O ! David celebró consejo con los ki- Yahveh, nuestro Dios, a n o s o t r o s ; pues
•1 ** liarcas y los centuriones, todos los no nos hemos cuidado de ella en los Traslado del arca a la ciudad de David
jefes, * 2 y dijo a toda la comunidad de días de Saúl». 4 Y t o d a la congregación
Israel: «Si os parece bien, y la cosa pro- dijo que se hiciera así, pues la cosa pare- •| C 1 David se edificó también casas levitas: 5 de los hijos de Quehat, a Uriel,
cede de Yahveh, nuestro Dios, * enviemos ció recta a los ojos de t o d o el pueblo. •1 " en la ciudad de David y preparó el príncipe, y sus h e r m a n o s : ciento veinte;
6
p o r todas partes * y m a n d e m o s recado a 5 Congregó, pues, David a t o d o Israel, u n lugar para el arca de Dios, y desplegó de los hijos de Merarí, Asayá, el prínci-
nuestros h e r m a n o s que h a n quedado en desde el Sijor de Egipto hasta la entrada p a r a ella u n a tienda. 2 Entonces dijo D a - pe, y sus h e r m a n o s : doscientos veinte;
7
todas las regiones de Israel, y juntamente de Jamat, p a r a trasladar el arca de D i o s vid: « N o está permitido transportar el de los hijos de Guersom, Joel, el prínci-
con ellos a los sacerdotes y levitas en sus desde Quiryat-Yearim. * arca de D i o s sino a los levitas, pues pe, y sus h e r m a n o s : ciento treinta; 8 de
ciudades y ejidos, para que se reúnan con 6
Y David ascendió con t o d o Israel Yahveh los escogió para transportar el los hijos de Elisafán, Semayá, el príncipe,
n o s o t r o s ; 3 y volvamos a traer el arca de hacia Baalá o Quiryat-Yearim, que perte- arca del Señor y p a r a servirle perpetua- y sus h e r m a n o s : doscientos; 9 de los hijos
mente», i Y congregó David a t o d o Israel de Ebrón, Eliel, el principe, y sus herma-
19
20 POR NUESTRAS CABEZAS : es fórmula de juramento corriente en las lenguas semitas, según ha en Jerusalén para subir el arca de Yahveh nos: ochenta; 1 0 de los hijos de Uzziel,
explicado V. M. Rogers (JBL, 1955). al lugar que para ella había dispuesto. A m m i n a d a b , el príncipe, y sus h e r m a n o s :
22 4
23 U N EJÉRCITO DE DIOS: e. d., un ejército extraordinario. David reunió a los hijos de A a r ó n y los ciento doce. 11 Después llamó David a los
•J O 5I-I 4 Cf. 2 Sam 6,1-11 y sus notas.
' " EL SIJOR o «torrente de Egipto»: es el rio que separaba a Palestina de Egipto. II LA ENTRADA M 1-17 Cf. 2 Sam 5,11-25, y sus notas.
-DE JAMAT: cf. Núm 13,21. ^ *4 VUÉLVETE DE JUNTO A : otros, da la vuelta por detrás de, c. 2 Sam 5,23.
474 I CRÓNICAS 1 5 12
—16 '
I CRÓNICAS 1 6 475

jefe; su segundo, Zacarías; Uzziel*, Se- interrupción las trompetas ante el arca de
sacerdotes Sadoq y Abiatar, y a los levi- dotes, tocaban las trompetas delante del la alianza de Dios.
arca de Yahveh. Asimismo, O b e d - E d o m miramot, Yejiel, Matatías, Eliab, Benayá,
tas, a Uriel, Asayá, Joel, Semayá, Eliel O b e d - E d o m y Yeiel, con instrumentos
7
En aquel día y aquella sazón, ideó
y A m m i n a d a b , , 2 y ciíjoles: «Vosotros sois y Yejiyyá eran porteros del arca.
músicos ", salterios y cítaras; y Asaf ha- David para alabar a Yahveh por medio
25
los jefes de las familias de los levitas; Así, pues, David, los ancianos de
Israel y los kiliáreas se pusieron en mar- cía sonar los címbalos; 6 mientras los de Asaf y sus h e r m a n o s [el siguiente cán-
santifícaos, vosotros y vuestros hermanos, sacerdotes Benayá y Yajaziel tocaban sin tico]:*
p a r a que podáis transportar el arca de cha para subir el arca de la alianza de
Yahveh, Dios de Israel, al lugar que » la Yahveh, desde la casa de Obed-Edom, 8
¡Celebrad a Yahveh, su n o m b r e proclamad,
he preparado. I3 Por n o haber estado vos- con alborozo. 26 Y habiendo Dios ayu- divulgad en los pueblos sus proezas!*
otros la vez primera, Yahveh, nuestro d a d o a los levitas que llevaban el arca de 9
Cantadle, entonadle himnos, ! haced mención de todos sus portentos.
Dios, nos causó una brecha, p o r q u e n o la alianza de Yahveh, sacrificaron siete 10
Gloriaos en su n o m b r e sacrosanto,
le consultamos como era de rigor». novillos y siete carneros. 2 7 David iba jubile el corazón de los que a Yahveh buscan.
14
Así, pues, los sacerdotes y los levitas 11
Recurrid a Yahveh y a su potencia, | buscad su rostro siempre.
se santificaron para subir el arca de Yah-
veh, Dios de Israel; I 5 y los hijos de los
levitas llevaron el arca de Dios, conforme
había ordenado Moisés de acuerdo con
S\ ® 1 2 Recordad los portentos qtxe ha o p e í a d o , | sus prodigios y fallos de su boca.
13

14
¡Oh prole de Israel, sus servidores!" I ¡Oh hijos de Jacob, sus escogidos!

El, Yahveh, es nuestro D i o s ; ! sus juicios por toda la tierra [imperan].


la palabra de Yahveh, a h o m b r o s , con las 15
Se acuerda" de su pacto eternamente, | de la palabra d a d a a mil generaciones;
varas sobre los mismos. 16 Y David indicó 16
del pacto con A b r a h a m estipulado | y el j u r a m e n t o que a Isaac hiciera,
a los jefes de los levitas que dispusieran a 17
que cual ley a Jacob afirmó luego, | a Israel c o m o alianza perdurable,
sus h e r m a n o s los cantores con instrumen- ls
diciendo: «Te daré la tierra cananea | c o m o vuestra porción hereditarias.
tos músicos, salterios y címbalos, los cua-
les dejasen oir y elevaran alegres sones. " C u a n d o pocos aún eran " en número, | y en el pais escasos y extranjeros,
17
Y designaron los levitas a Hernán, hijo •'•" y erraban de una gente en otra gente I y de un reino a otro pueblo,
de Joel, y de sus hermanos, a Asaf, hijo ;l
im vonsínllc') que nadie los vejase, | y anioncsló por ellos a los reyes:
de Berekyahu; y de los hijos de Merarí, •" «No loquéis mis u n i d o s | y a mis profetas no les hagáis daiio».
h e r m a n o s suyos, a Efán, hijo de Qusa- Música. (Galling, o.c, col.203.)
yahu. i 8 Asimismo, con ellos a sus her- 21
Salmodiad a Yahveh, ¡oh tierra toda! | Su salud anunciad de día en día. *
m a n o s del segundo o r d e n : Zacarías, Uz- 24
Su gloria publicad entre las gentes, | y sobre los pueblos todos, sus portentos.
ziel", Semiramot, Yejicl, Unní, Eliab, Be- ataviado con un m a n t o de lino fino, y lo 25
Porque grande es Yahveh y muy digno de loa,
rlayahu, Maaseyahu, Matatías, Elifelehu, mismo todos los levitas que transporta- y entre todos los dioses es temible;
Miqneyahu, O b e d - E d o m y Yeiel, porte- b a n el arca, los cantores y K o n a n y á , jefe 26
porque ídolos son todos los dioses de las gentes,
ros. 1 9 Los cantores Hernán, Asaf y Etán, en cuanto al transporte de los cantores; y Yahveh, en cambio, fabricó los cielos. *
con címbalos de bronce para hacer reso- 27
y David llevaba encima u n efod de lino. * Majestad y esplendor ante El existen, | fortaleza y contento en su santuario. *
nar. 2 0 Zacarías, Uzziel', Semiramot, Ye- 28
D e suerte que t o d o Israel subía el arca
2S
jiel, U n n í , Eliab, Maaseyahu y Benayahu, de la alianza de Yahveh entre gritos de Ofrendad a Yahveh, ¡oh familias de pueblos!;
con salterios de tonos altos. * 21 Mata- júbilo y sonar de trompetas y t r o m p a s y ofrendad a Yahveh gloria y potencia;
29
tías, Elifelehu, Miqneyahu, Obed-Edom, címbalos, y haciendo oir salterios y cí- ofrendad a Yahveh la gloria de su n o m b r e , | aportad oblación y ante El presentaos.
Yeiel y Uzziyahu" con cítaras acordadas taras. A d o r a d a Yahveh con p o m p a sacra, *
a la octava, para guiar el canto. 2 2 Konan- 29
Y sucedió que c u a n d o el arca de la 30
temblad en su presencia, ¡oh tierra t o d a !
yá e , jefe de los levitas, en cuanto al trans- alianza de Yahveh llegó a la ciudad de Prestó firmeza ' al m u n d o para que n o vacile.
31
porte, dirigirá éste, pues era entendido. * David, Mikal, hija- del rey Saúl, estaba Alégrense los cielos y que la tierra exulte.
23
Berekyá y Elqaná eran porteros del ar- asomada a la ventana, y, al ver al rey D a - Dígase entre las gentes: Yahveh reina.
ca. 2 4 Sebanyahu, Josafat, Natanael, A m a - vid danzando y bailando alegremente, lo 32
R e t u m b e el m a r con cuanto contiene; I jubile el c a m p o y cuanto en él existe;
33
say, Zacarías, Benayahu y Eliézer, sacer- despreció en su corazón. aclamarán entonces los árboles del bosque
ante Yahveh, pues viene | a juzgar a la tierra.
34
Celebrad a Yahveh p o r q u e es bueno, | p o r q u e es su clemencia eterna,
Organización del culto. Himno al Señor 35
y decid: «Sálvanos, ¡oh D i o s de nuestra salud!;
recógenos y líbranos de en medio de las gentes
1 fi ' Llevaron, pues, el arca de D i o s , los israelitas, hombres y mujeres, u n a p a r a poder celebrar tu n o m b r e santo | y poner nuestra gloria en alabarte.
36
^ " y colocáronla en medio de la tien- torta de pan, un trozo de carne y u n pas- ¡Bendito sea Yahveh, Dios de Israel, | p o r los siglos de los siglos!»
da que para ella había desplegado D a v i d ; tel de uvas pasas. *
y ofrecieron holocaustos y sacrificios pa- 4
Asimismo estableció ante el arca de Y exclamó t o d o el pueblo: Amén, y la alianza de Yahveh a Asaf y sus herma-
cíficos ante Dios. 2 C u a n d o David h u b o Yahveh quiesiis ejecutaran el servicio de entonó a Yahveh loores. nos para que ministrasen de continuo de-
37
acabado de ofrecer los holocaustos y sa- entre los levitas, p a r a c o n m e m o r a r las Luego David dejó allí ante el arca de lante del arca, según la prescripción de
crificios pacíficos, bendijo al pueblo en obras de Aquél, dar gracias y alabar a
n o m b r e de Yahveh, 3 y repartió a todos Yahveh, Dios de Israel. 5 F u e r o n : Asaf, el 7
IDEÓ : lit. puso en la cabeza. Otros «encargó por vez primera».
8-36 Cf. para este salmo los salmos 104105,1-15 (para 8-22): 9596,1-13 (para 23-33) y 105106,1 y
1 C 2 0 D E TONOS ALTOS: hebr. al-alamot, de sentido inseguro. Otros: con voces altas o de sopra- 47-488 (para 34-36).
• ^2 2 no, e. d., atipladas, virginales. Prps. 1. al-elamit 'con instrumentos elamíticos'. 23
PROCLAMAD f aclamad o invocad.
E N CUANTO AL TRANSPORTE: o bien «adscritos al tr.»; otros diversamente. 2
!OH TIERRA TODA! : o bien, «todos los de la tierra»«; otros, «por toda la tierra».
27 6 ÍDOLOS: lit. naderías, [vanos] Ídolos.
JEFE... TRANSPORTE DE LOS CANTORES: así quizá; otros entienden «director de la ejecución 27
musical»; y lo mismo en v.22. ANTE EL EXISTEN: e. d., irradia su presencia;.o también «la preceden».
29
3 D E su NOMBRE: e. d., debida a su nombre, digna de él. |] POMPA SACRA: U ornamentos sagra-
1£ TROZO DE CARNE: no es seguro el significado del hebreo espar. que se piensa guarde rela- dos, sacro ornato.
• ^ ción con el egip. seper 'chuleta, costilla'. Otros creen es un manjar de pastelería.
476 1 CRÓNICAS 1 6 8 » - 1 7 '" I CRÓNICAS 1 7 * * — 1 9 " 477

cada día. 3 8 Asimismo, a O b e d - E d o m y a Israel. 4 1 Con ellos a Hernán y Y e d u t ú n eternamente y o b r a conforme has dicho. siervo se h a encontrado con ánimo' para
sus h e r m a n o s g, en n ú m e r o de sesenta y y los restantes elegidos, que fueron de- 24
Permanezca firme y sea engrandecido dirigirle esta plegaria. 2 6 A h o r a , p u e s . ' o h
o c h o ; y a Obed-Edom, hijo de Yeditún, signados nominalmente p a r a celebrar a tu n o m b r e perpetuamente, diciéndose: Yahveh, tú eres el verdadero Dios, y has
y Josa c o m o p o n e r o s . * 3 9 También al Yahveh «porque es su clemencia eterna». «¡Yahveh de los ejércitos es el Dios de Is- prometido a tu siervo tales bienes. 2 7 Díg-
42
sacerdote Sadoq y los sacerdotes herma- Tenían consigo " trompetas y címbalos rael *, y la casa de su siervo David sea nate, pues, bendecir la casa de tu siervo,
nos suyos anle el tabernáculo de Yahveh, que hacían s o n a r ' e instrumentos músi- estable delante de ti! 25 Porque tú, Dios a fin de que subsista ella siempre en t u
en el lugar alto que existía en G a b a ó n , cos p a r a cantar a Dios. Y a ¡os hijos de mío, has revelado al oído de tu siervo que presencia. Pues bendiciéndola tú, oh Y a h -
40
p a r a ofrecer holocaustos a Yahveh so- Yedutún para la puerta. vas a construirle u n a casa; p o r eso tu veh, bendita será p a r a siempre.»
43
bre el altar de los holocaustos, de conti- Luego t o d o el pueblo m a r c h ó , cada
nuo, a la m a ñ a n a y a la tarde, y para t o d o u n o a su casa, y David se volvió para
lo prescrito en la ley que Yahveh impuso bendecir su palacio. Victorias de David. Sus auxiliares
1 O 1 Después de esto, David batió a de Jamat, que David había destrozado
David proyecta edificar el templo * " los filisteos y los sometió, arran-
cando G a t y sus villas anejas de manos
a todo el ejército de Hadadézer, rey de
Soba, 10 envió a H a d o r a m , su hijo, cerca

n 1
Sucedió, pues, que, c o m o morase
David en su casa, dijo David al
profeta N a t á n :
con tus padres, suscitaré como sucesor
tuyo a u n o de tu progenie, que pertenez-
ca a tus hijos, y consolidaré su reino.
de los filisteos. * 2 Destrozó también a los
moabitas, quienes quedaron sometidos
a David y tributarios suyos. 3 Asimismo,
del rey David para saludarlo y felicitarlo
por cuanto había guerreado con H a d a -
dézer y lo había derrotado (pues H a d a d é -
12 David batió a Hadadézer, rey de Soba, en zer era adversario de T o u ) ; [era portador]
—Mira, yo habito en un palacio de ce- El me construirá una casa y consolidaré
J a m a t , c u a n d o éste partió a restablecer
de toda clase de vasos de oro, plata y co-
dro, mientras el arca de la alianza de Yah- su trono p a r a siempre. 13 Y o le serviré su dominio sobre el río Eufrates. 4 David bre. 11 El rey David los consagró también
veh se halla bajo Joñas. * de padre y él m e servirá de hijo; y no le le cogió mil carros, siete mil de a caballo a Yahveh, con la plata y el oro que había
2
Respondió Natán a D a v i d : retiraré mi benignidad, como la retiré de y vcinle mil hombres de a pie. David des- cogido de todas las naciones: de Edom,
— H a z t o d o lo que te dicte tu corazón, aquel que te ha precedido. 14 Y lo estable- jarretó además a todos los troncos tic ca- Moah, los ammonitas, los filisteos y los
pues Dios está contigo. ceré para siempre en mi casa y en mi rei- n o , dejando sólo de ellos cien tiros. ? Mil- amalcquilns.
3
Pero ocurrió que aquella misma n o - no, y su t r o n o será firme perpetuamente.» lonees llenaron los sitios de Damasco para 11
che D i o s dirigió su palabra a N a t á n , 15
Natán habló a David de conformidad A MI regreso" causó a los idumeos
socorrer 11 Hadadc/er, rey de Soba, y Da- en el valle de la Sal dieciocho mil bajas. *
diciendo: 4 « V e y di a David, mi siervo: con todas estas palabras y enteramente vid les causó veintidós mil bajas. 6 Luego 13
Y puso en E d o m guarniciones, y todos
Así dice Y a h v e h : N o me has de edificar de acuerdo con esta revelación; así habló colocó David guarniciones a en la Siria de los idumeos quedaron sometidos a David.
tú la casa para m o r a d a , 5 pues yo no he Natán a David. i<> Entonces el rey David, Damasco, q u e d a n d o los sirios reducidos
puesto ante Yahveh, dijo: «¿Quién soy yo, Y Yahveh salvó a David p o r dondequiera
habitado en casa alguna desde el día en a servidumbre p a r a con David, y tributa- que fue.
que hice subir a Israel hasta el día de hoy, oh Yahveh, Dios, y quién es mi casa para rios suyos. Y Yahveh ayudó a David don-
sino que he a n d a d o de tienda en tienda que hasta tal punto m e hayas elevado? dequiera que fué. ' Y se apoderó David 1 4 A h o r a bien, David reinó sobre t o d o
y de tabernáculo en tabernáculo a . 6 Por 17
Pero aún te pareció esto poco, oh D i o s , de los escudos de oro que traían los sub- Israel, y practicaba la equidad y la justi-
dondequiera que he ido con t o d o Israel, y te has referido a la casa de tu siervo en ditos de Hadadézer y los trajo a Jerusalén. cia en t o d o su pueblo. 1 5 Y J o a b , hijo d e
¿acaso hablé nunca a alguno de los jueces un lejano porvenir, y me has considerado 8
Asimismo, de Tibjat y de K u n , ciuda- Seruyá, m a n d a b a el ejército; Josafat, hijo
cual si fuese h o m b r e excelso, oh Yahveh, des de Hadadézer, cogió David muchísi- de Ajilud, era canciller; 16 Sadoq, hijo de
de Israel a quienes encargara del gobierno
Ajitub, y Abimélek, hijo de Abiatar, eran
de mi pueblo, diciendo: ¿Por qué n o me Dios. * 18 ¿Qué más podría agregarte D a - m o cobre, con el cual hizo Salomón el
sacerdotes; Savsá era secretario; 17 Bena-
construís una casa de cedro? 7 Ahora, vid, pues tú conoces a tu siervo? 1 9 Oh m a r de bronce, las columnas y los utensi-
yahu, hijo de Yehoyadá, m a n d a b a a los
pues, así has de decir a mi siervo D a v i d : Yahveh, en gracia de tu siervo " y confor- lios de bronce.
kereties y los peletíes, y los hijos de D a -
Así dice Yahveh de los ejércitos: Y o te me a tu corazón, has realizado toda esta
s a q u é de la dehesa, de detrás del rebaño, magna obra para dar a conocer todas tus
9
A h o r a bien, habiendo oído Tou, rey vid eran los primeros ai lado del rey.
p a r a que fueses príncipe sobre mi pueblo, grandezas. 2 0 Oh Yahveh, nadie hay c o m o
Israel; 8 y he estado contigo por donde- tú ni existe dios alguno fuera de ti, según
quiera que has ido, he aniquilado a todos todo lo que ha llegado a nuestros oídos. Guerra con los ammonitas y sus aliados
21
tus enemigos delante de ti y te he creado Y ¿qué otra ' nación hay en la tierra
renombre semejante al de los más grandes c o m o tu pueblo, Israel, pueblo al cual 1 Q ' Y después de esto sucedió que res? ¿Acaso no han venido sus servidores
que existen en la tierra; 9 además, señalaré Dios ha venido a redimir para sí c o m o * *» murió Najas, rey de los ammoni- a ti con el fin de examinar la ciudad' y des-
u n lugar a mi pueblo Israel y lo fijaré, y en pueblo [y] a dar/e ' n o m b r a d í a mediante tas, y subió al trono en su lugar su hijo. * truirla * y para espiar el país?» 4 T o m ó ,
2
él m o r a r á sin que sea inquietado más, proezas grandes y terribles, arrojando de Entonces dijo D a v i d : «Voy a usar de pues, J a n ú n a los servidores de David,
pues los malhechores no volverán a con- delante de «tu pueblo, que redimiste de benevolencia con Janún, hijo de Najas, los r a p ó y les cortó sus vestiduras por me-
sumirlo c o m o al principio, 10 y desde el Egipto, a las naciones gentiles 8 ? 2 2 H a s pues su padre la usó conmieo». Envió, dio hasta sus asentaderas, y los despidió.
5
día en que establecí jueces sobre mi pue- constituido a tu pueblo Israel c o m o pue- pues, David embajadores a consolarlo por Partieron algunos y dieron aviso a D a -
blo Israel y humillé a todos tus enemigos. blo tuyo pasa siempre, y tú, Yahveh, has [la muerte de] su padre, y los servidores vid acerca de aquellos hombres, y él en-
A d e m á s te anuncio que" c Yahveh te sido para ellos su Dios. 2 3 Así, pues, o h de David llegaron al país de los ammoni- vió gente a su encuentro, pues los h o m -
edificará • una casa. u Y cuando se ha- Yahveh, la palabra que has pronunciado tas, donde Janún, para consolarlo. 3 Pero bres estaban sumamente confundidos; y
yan cumplido tus días p a r a ir a reunirte acerca de tu siervo y su casa sea firme los magnates ammonitas dijeron a J a n ú n : dijo el rey: «Quedaos en Jericó hasta que
«¿Te parece que David quiere h o n r a r a tu os crezca la barba y luego volved.
6
padre porque te haya enviado consolado- C u a n d o los ammonitas vieron que se
38
YEDITÚN : así H, aunque en algs. mss. y otras veces se le llama Yedutún.
1 C ' " " Cf. 2 Sam 8,1-18, y sus notas.
1 7 1 - 2 7 Cf. 2 S a m 7.1-29, y sus notas. IO 12 A s u REGRESO: e. d., a su regreso de batir a los sirios.
* * 1 7 M E HAS CONSIDERADO... EXCELSO o de alto rango; versión insegura y H errp., cf. 2 Sam 7,
19. Corrigen otros a H de diversos modos: «me has hecho ver la descendencia del hombre (o bien: IV i lQ
~ Cf. 2 Sam 10. y sus notas
la serie de sus sucesores) en auge [continuo]».
478 i CRÓNICAS 19 7 — 2 0 " I CRÓNICAS 2 1 1_2
479
I4
habían hecho odiosos a David, J a n ú n y sea de su agrado». Entonces J o a b y la
los ammonitas enviaron mil talentos de gente que le a c o m p a ñ a b a se dirigió a pa-
plata para tomar a sueldo carros y gente lear contra los sirios, los cuales huyeron El censo ; ' la peste
de a caballo de Mesopotamia, de la Siria a la presencia de aquél. 15 Y cuando los
de M a a k á y de Soba. 7 T o m a r o n , pues, ammonitas vieron que los sirios habían O -I ' Levantóse Satanás contra Israel y dijo al ángel exterminador: «¡Basta; aho-
a sueldo treinta y dos mil carros y al rey huido, se dieron también ellos a la fuga " 1 e incitó a David a hacer el censo ra deten lu mano!» Y el ángel de Yahveh
de M a a k á con su pueblo, los cuales vi- frente a Abisay, h e r m a n o de J o a b , y se de los israelitas. * 2 Entonces dijo David se hallaba j u n t o a la era de O r n a n el ye-
nieron y acamparon frente a Medebá. Y metieron en la ciudad. Entonces J o a b a J o a b y a los jefes del pueblo: busco. "' Y alzó David sus ojos y vio al
los ammonitas se congregaron también se vino a Jerusalén. — I d y haced el c ó m p u t o de Israel des- ángel de Yahveh que estaba entre la tierra
16
C o m o viesen los sirios que habían de Bersabee hasta D a n , y traédmelo para y el ciclo, con la espada desenvainada en
de sus ciudades y salieron a campaña.
8
sido derrotados por Israel, despacharon que yo sepa su n ú m e r o . su m a n o , extendida sobre Jerusalén. E n -
T u v o de ello noticia David y envió 3 tonces David y los ancianos, cubiertos de
[contra ellos] a J o a b con t o d o el ejército emisarios e hicieron venir a los sirios que Contestó J o a b :
—¡Yahveh multiplique a su pueblo cien sacos, cayeron rostro en tierra, 1 7 y dijo
de ° los valientes. 9 Entonces salieron los habitaban de la otra parte del río, p o -
David a D i o s : «¡Yo soy quien dispuse el
ammonitas y formáronse en orden de ba- niéndose al frente de ellos Sofak, jefe del veces más de lo que es! ¡Oh rey, mí señor!,
ejército de Hadadézer. n Avisado de esto ¿no son todos ellos siervos de mi señor? hacer e l censo del pueblo y yo el que he
talla a la puerta de la ciudad; m a s los re- pecado y o b r a d o inicuamente. Pero estas
yes que habían venido de fuera mante- David, reunió a t o d o Israel, pasó el Jor- ¿Por qué intenta mi señor tal cosa? ¿A qué
dán, dirigióse contra ellos y se dispuso ha de ser esto motivo de pecado para ovejas, ¿qué han hecho? ¡Yahveh, mi Dios,
níanse separados en el campo. 10 Y viendo descarga, por favor, tu m a n o en mí y en
en orden de batalla frente a los mismos. Israel?
J o a b que el ataque contra él había sido 4 la casa de mi padre, p e r o en tu pueblo no
dispuesto por frente y por retaguardia, C u a n d o David h u b o ordenado la batalla Sin embargo, la orden del rey preva-
contra los sirios, éstos trabaron combate leció sobre J o a b , y J o a b partió, recorrió baya mortandad!»
hizo una selección de entre todo lo más
escogido de Israel y la dispuso en orden con é l . 1 8 Pero los de Aram huyeron delan- l o d o Israel y luego regresó a Jerusalén. 18 Entonces el ángel de Yahveh m a n d ó
5
de combate contra los sirios, n entregan- te de Israel, y David m a t ó de los sirios Dio, pues, J o a b a David el número a G a d dijera a David que subiese a erigir
do el resto del ejército en m a n o s de su a siete mil soldados de los carros y cua- del empadronamiento del pueblo, resul- un altar a Yahveh en la era de O r n a n el
h e r m a n o Abisay", quien lo dispuso para
renta mil infantes y, además, dio muerte tando el lul;il de Israel un millón cien mil yebuseo. 19 Subió, pues, David conforme
a Sofak, general del ejército. 1!> C u a n d o liiitiihri'N apios puní el tiüHH'jo de la es- 11'' la orden que Gad había pronunciado
ir al encuentro de los a m m o n i t a s . 1 2 Y ad- los subditos de Hadadézer vieron que ha- pada, y ilc Juilrt, i'iiMliiiilenlos selenia mil en nombre de Y a h v e h . 2 0 En esto, volvién-
virtió J o a b : «Si me d o m i n a n los sirios, tú bían sido derrotados por Israel, hicieron n o m i n e s aptos pura la guerra. '' Mas a dose Ornan, vio al á n g e l c , y cuatro hijos
m e auxiliarás, y si los ammonitas te do- paces con David y le quedaron sometidos. Leví y Benjamín no los comprendió en que estaban con él se e s c o n d i e r o n " ; y
minan a ti, yo iré a socorrerte. 13 Sé fuerte Y los sirios no quisieron ayudar m á s a los dicho censo, pues la orden de David era O r n a n hallábase trillando trigo. 21 C o m o
y p o r t é m o n o s valientemente p o r a m o r ammonitas. * abominable a Joab. David se llegase a O r n a n , éste miró, y,
de nuestro pueblo y por las ciudades de viendo al monarca, salió de la era y se
nuestro Dios. Y Yahveh hará luego lo que 7 Este acto desagradó a Dios, que hirió
a Israel. 8 Entonces dijo David a D i o s : prosternó ante David rostro en tierra.
22
«He pecado gravemente p o r haber hecho Entonces David dijo a O r n a n :
Castigo de los a m m o n i t a s y victorias sobre los filisteos tal cosa; m a s ahora te ruego perdones la —Cédeme el sitio de la era para que
iniquidad de tu siervo, pues he o b r a d o construya en él yo un altar a Y a h v e h ;
O A ! A la vuelta de u n año, por la épo-
4
Después de esto hubo aún ' otra gue- muy neciamente». « Y Yahveh habló a dámelo por su precio cabal, a fin de que
" " ca en que los reyes suelen salir a rra con los filisteos en Guézer '. Enton- G a d , vidente de David, diciendo: n>«Vc se retire la plaga de sobre el pueblo.
23
campaña, J o a b , conduciendo la fuerzas ces Sibbekay, el jusatita, m a t ó a Sippay, y habla a David en estos términos: Así Respondió Ornan a D a v i d :
del ejército, devastó la tierra de los a m m o - u n o de los descendientes de los Refaím; dice Y a h v e h : Tres cosas te p r o p o n g o ; —Cógetelo y haga mi señor el rey lo
nitas, y vino y puso sitio a R a b b á ; mas y [los filisteos] fueron sometidos. 5 Toda- escógete una de ellas y te la ejecutaré». que mejor le parezca. Mira, doy los bue-
David se quedó en Jerusalén. J o a b batió vía h u b o otra guerra con los filisteos; y 11 Presentóse, pues, G a d a David y le dijo: yes para holocausto, los trillos para leña
a R a b b á y la destruyó ». * 2 Y t o m ó D a - Eljanán, hijo de Yair, m a t ó a Lajmí, her- —Así dice Yahveh: «Elige: l z o tres y el trigo c o m o oblación: todo lo entrego.
24
vid la corona de Milkom •> de sobre su m a n o de Goliat el gueteo, el asta de cuya años de hambre, o tres meses en que hu- M a s el rey contesto a O r n a n :
cabeza y se la halló el peso de u n talento lanza era c o m o cnjullo de tejedores. 6 Y yas * de tus adversarios y la espada de tu — N o , sino que te lo he de comprar
de oro, habiendo además en ella u n a pie- aún h u b o otra lucha en Gat. H a b í a allí enemigo te vaya al alcance, o tres días de p o r su precio cabal, pues n o tomaré para
dra preciosa; y fue colocada sobre la ca- un h o m b r e de elevada estatura que tenía espada de Yahveh y peste en el país y que Yahveh lo que es tuyo, ofreciendo ' h o -
beza de David. También se. llevó de la seis dedos en m a n o s y pies, en total vein- el ángel de Yahveh vaya haciendo estra- locaustos gratuitos.
25
ciudad u n botín abundantísimo. 3 Sacó ticuatro, y era también descendiente de gos en t o d o el término de Israel». A h o r a , P a g ó , pues, David a O r n a n p o r el
asimismo a la gente que había en ella y Rafa. 7 Desafió, pues, con insultos a Is- pues, ve qué he de responder a quien me lugar, en siclos de oro, el peso de seis-
la colocó ° en [trabajo de] sierras, de pi- rael ; pero Jonatán, hijo de Sima, h e r m a n o ha enviado. cientos. 2 6 Y construyó allí David u n al-
13
quetas de hierro y de hachas". E igual- de David, lo m a t ó . 8 Estos [cuatro] ha- Entonces David contestó a G a d : tar a Yahveh, ofreció holocaustos y sa-
mente hizo David con todas las ciudades bíanle nacido a Rafa en G a t , y perecieron —¡Me veo en gran aprieto! ¡Prefiero crificios pacíficos e invocó a Yahveh, quien
de los ammonitas. Luego David y t o d o el a m a n o s de David y sus servidores. caer en m a n o s de Yahveh, ya que su mi- Je respondió enviando del cielo fuego so-
pueblo se volvieron a Jerusalén. sericordia es abundante, con tal de que bre el altar del holocausto, que consumió
no caiga en m a n o s de los h o m b r e s ! a éste '. 21 Entonces Yahveh dio orden al
14
19
Los SUBDITOS: e. d., los reyes vasallos de Hadadézer, como dice 2 Sam 10,19. Envió, pues, Yahveh u n a peste a Is- ángel, el cual volvió su espada a la vaina.
28
rael y cayeron entre los israelitas setenta P o r aquel tiempo, al ver D a v i d que
1_3
4 8
Cf. 2 Sam 11,1; I2[2Ó],30.31, y sus notas. mil hombres. 15 Y Dios m a n d ó un ángel Yahveh le había respondido en la era de
~ Gf. 2 Sam 21,18-22, y sias notas. a Jerusalén a fin de destruirla, mas cuando O r n a n el yebuseo, ofreció allí sacrificios.
29
estaba para hacerlo, Yahveh echó u n a El tabernáculo de Yahveh que hiciera
mirada y se compadeció de la desgracia Moisés en el desierto y el altar de los h o -

1-22 Qf 2 gajj, 24, y sus notas.


480 i CRÓNICAS 21 30—23 7
I CRÓNICAS 23 8 —24 T 481
locaustos se hallaban en aquella sazón en Dios, porque estaba aterrado p o r la espa-
el lugar alto de G a b a ó n , 3 0 y David n o da del. ángel de Yahveh, Simí. 8 Hijos de L a d á n : el jefe Yejiel, Ze- 24
Tales son los hijos de Leví según sus
tuvo ánimo p a r a ir ante él a consultar a tam y Joel, tres. 9 Hijos de Simí: Selomit, casas patriarcales, los jefes de familia se-
Jaziel y H a r á n , tres. Estos eran los jefes gún el censo de ellos, numerados nomi-
de las casas patriarcales de Ladán. 1° Hi- nalmentc por cabezas. E s t a b a n encarga-
David prepara la edificación del templo jos de Simí: Yájat, Zizá,i, Yeús y Beriá. dos ' de desempeñar el servicio de la casa
Estos eran los cuatro hijos de Simí. n Yá- de Yahveh desde la edad de veinte años
tyty 1 Y dijo D a v i d : «Esta es la casa de sobre Israel p e r p e t u a m e n t e . ' ' Ahora, hijo jat era el jefe; Zizá, él segundo; Yeús y en a d e l a n t e . 2 5 Porque David había d i c h o :
**£* Yahveh, Dios, y éste el altar de los mío, Yahveh sea contigo, para que pros- Beriá no tuvieron muchos hijos, p o r lo «Yahveh, Dios de Israel, ha d a d o descanso
holocaustos para Israel». peres y edifiques la casa de Yahveh, tu cual formaron una sola" familia a los a su pueblo, y habita en Jerusalén p a r a
2
Y dispuso David que se reunieran los D i o s , c o n f o r m e a c e r c a de ti p r e d i j o . efectos de u n censo único. siempre; 2b y ya los levitas n o tendrán ne-
12
extranjeros que había en tierra de Israel, Concédate asimismo Yahveh talento e l 2 Hijos de Q u e h a t : A m r a m , Yishar, cesidad de transportar el tabernáculo y
y señaló canteros para labrar sillares con inteligencia c u a n d o él te encomiende el l e b r ó n y Uzziel, cuatro. 13 Hijos de A m - todos sus utensilios p a r a su servicio».
27
objeto de edificar la casa de Dios. * 3 Asi- gobierno de * Israel, y para observar la r a m : A a r ó n y Moisés. A a r ó n fue separado Así, pues, según las últimas determina-
mismo preparó David hierro en abundan- ley de Yahveh, tu Dios. 13 Entonces pros- p a r a que se le consagrara c o m o santísimo, ciones de David, el c ó m p u t o de los hijos
cia p a r a la clavazón de los batientes de perarás, si cuidas de cumplir las leyes y así él como sus hijos, perpetuamente, para de Leví se hizo de veinte años para arriba.
2li
las puertas y para las grapas, y cobre en preceptos que Yahveh ordenó a Moisés quemar incienso delante de Yahveh, ser- En verdad, su puesto será junto a los
abundancia e incalculable peso. 4 T a m - acerca de Israel. C o b r a ánimo y sé esfor- virle y bendecir en su n o m b r e p o r siem- hijos de A a r ó n , p a r a el servicio de la casa
bién maderas de cedro sin cuento, pues los zado, no temas ni tengas pavor. í4 H e pre. * 1 4 En cuanto a Moisés, el h o m b r e de Yahveh, encargados de los atrios, las
de Sidón y los de Tiro trajeron a David aquí que yo, en medio de mi penuria, he de Dios, sus hijos fueron contados en la cámaras, la purificación de todas las cosas
madera de cedro en abundancia. 5 Por- preparado para la casa de Yahveh o r o en tribu de Leví. 1 5 Hijos de Moisés: Guer- sagradas y la o b r a relativa al servicio de
que David decía: «Salomón, mi hijo, es cantidad de cien mil talentos, plata en un som y Eliézer. i* Hijos de Guersom, el la casa de Dios. 29 Asimismo, de los panes
joven y de tierna edad, y la casa que ha de millón de talentos y cobre y hierro sin ¡cié Siihtifl*. I 7 Los hijos de Eliézer fue- de la proposición, la flor de harina p a r a
edificarse a Yahveh ha de hacerse lo más peso calculable, dada su abundancia. T a m - i o n : el ¡ele Kcjahyá. lilic/i-r no üivo oíros la oblación, las t o n a s finas de panes ázi-
grande posible, para renombre y gloria bién he dispuesto maderas y piedras; y hi¡os; en cambio, los hijos (le Kcjiíhyri mos, la sartén, el a m a s a d o y toda clase de
de todos los países. Quiero, pues, hacer tú podrás añadir sobre ello. 15 Tienes con- fueron numerosísimo.1';. I" I lijos de Yishar: medidas de capacidad y longitud. * 30 D e -
preparativos para ello». David hizo, en tigo obreros en abundancia: canteros, ar- Selomit, el jefe. | l ' Hijos de J e b r ó n : el jefe bían presentarse cada m a ñ a n a para cele-
efecto, abundantes preparativos antes de tífices en madera y en piedras y toda suerte Ycriyyahu; Amaryá, el segundo; Yajaziel, brar y alabar a Yahveh, e igualmente
su muerte. de artistas en cualquier género de traba- el tercero, y Y e q a m a n , el cuarto. 2 0 Hijos cada tarde, 31 y p a r a cualquier ofrecimien-
6
Entonces llamó a Salomón, su hijo, jos. "' De oro, plata, cobre y hierro, no de Uzziel: Miká, el jefe, y Yissiyyá, el se- to de holocaustos a Yahveh en los sába-
y le ordenó edificar una casa a Yahveh, hay número. ¡Disponte, pues, date a la gundo. dos, los novilunios y las solemnidades,
D i o s de Israel. 7 Y dijo David a S a l o m ó n : obra y Yahveh sea contigo!» 2
i Hijos de M e r a r í : Majlí y Musi. Hijos en el n ú m e r o y según el rito relativo a
«Hijo mío, mi proyecto fue construir una 17 Además, David dio a todos los jefes de Majlí: Elazar y Quis. 2 2 Elazar murió ellos, siempre ante Yahveh. 32 Asimismo
casa al n o m b r e de Yahveh, mi D i o s ; 8 pe- de Israel orden de ayudar a su hijo, di- sin tener hijos, sino sólo hijas, a las cuales habían de guardar la vigilancia de la
ro Yahveh me dirigió la palabra, diciendo: ciendo": 18 «¿No está Yahveh, vuestro desposaron los hijos de Quis, sus parien- tienda de reunión, la del santuario y la
H a s d e r r a m a d o sangre en abundancia y Dios, con vosotros y no os ha concedido tes. 2 3 Hijos de M u s í : Majlí, Eder y Yerc- de los hijos de A a r ó n , sus hermanos,
has llevado a cabo grandes guerras; no tranquilidad todo alrededor? Pues ha co- mot, tres. respecto al servicio de la casa de Yahveh.
edificarás u n a casa a mi nombre, pues has locado en vuestras manos a los m o r a d o -
v e n i d o mucha sangre por tierra ante mí. res del país, y la tierra está sujeta delante
9 Mas he aquí que te nacerá un hijo que de Yahveh y delante de su pueblo. 19 Apli- Organización sacerdotal
será h o m b r e de reposo y le concederé des- cad ahora vuestro corazón y vuestro áni-
1
canso de todos sus enemigos de alrededor; mo a buscar a Yahveh, Dios vuestro, y O A También los hijos de A a r ó n tu- ocho jefes de casas patriarcales. 5 Clasi-
pues Salomón será su n o m b r e y paz y disponeos y edificad el santuario de Y a h - " " vieron sus clases. Hijos de A a r ó n : ficáronlos p o r sorteo de unos con o t r o s ;
quietud dará a Israel en sus días. 1° El veh, Dios, para poder llevar el arca de la N a d a b , Abihú, Elazar e Itamar. 2 N a - pues había príncipes del santuario y prín-
construirá una casa a mi n o m b r e , y él alianza de Yahveh y los objetos sagrados d a b y Abihú murieron antes que su pa- cines de Dios tanto entre los hijos de
m e servirá de hijo, y yo seré para él c o m o de Dios a la casa que ha de construirse al dre y n o tuvieron hijos, y ejercieron el Elazar c o m o entre los de Itamar. * 6 $e-
u n p a d r e ; y afirmaré el t r o n o de su reino n o m b r e del Señor». sacerdocio Elazar e Itamar. 3 Y David, mayá, hijo de Natanael, el secretario,
con Sadoq, de los hijos de Elazar, y originario de Leví, los inscribió en pre-
Ajimélek, de los hijos de Itamar, los cla- sencia del rey y de los principes, de Sa-
Organización de los levitas sificó en secciones con arreglo a su fun-
ción en su peculiar servicio. •* Los hijos
doq el sacerdote, de Ajimélek, hijo de
Ebyatar, y de los cabezas de las casas
n o l David era ya anciano y colmado obras de la casa de Yahveh veinticuatro de Elazar resultaron m á s numerosos que patriarcales de los sacerdotes y de los
« * * de días, y proclamó rey sobre Is- mil, y eran comisarios y jueces seis mil; los hijos de I t a m a r en cuanto a jefes de levitas; t o m a n d o alternativamente u n a fa-
5 familia, y los distribuyeron así: para los
rael a Salomón, su hijo. 2 Y reunió a todos cuatro mil, porteros; y cuatro mil cele- milia: una de Elazar y luego una de
los príncipes de Israel, los sacerdotes y b r a b a n a Yahveh con los instrumentos hijos de Elazar, dieciséis jefes de casas Itamar \
7
los levitas, 3 y fueron enumerados los le- que había él hecho » p a r a celebrar a Yah- patriarcales, y para los hijos de Itamar, Y salió la primera suerte a Yehoya-
vitas desde treinta años de edad en ade- veh".
6
lante, y resultó su n ú m e r o , por cabezas, Y distribuyó David en clases confor- O 3 ! 3 SE LE CONSAGRARA COMO SAKTÍSIMO : o quizá «a lo santísimo»; otros, «que santamente se
en cuanto a varones, treinta y ocho mil. me a los hijos de Leví: Guersón, Quehat hiciera cargo de lo. santísimo»; V «ministrar en el Santo de ios Santos».
4 29
D e éstos estaban dedicados a dirigir las y Merarí. ^ D e los guersonitas: L a d á n y EL AMASADO o mejido para la pastelería hecha con pasta rescaldada (o mezclada meneando),
según suele interpretarse. Cf. Ex 21,14.
5
?
Los EXTRANJEROS : e. d.. las cananeos que convivían con los israelitas 2¿t P R ' N C I P E S DEL SANTUARIO Y PRÍNC. DE Dios: parece que ambos son una misma cosa, iden-
tificándose con los jefes de los sacerdotes, a que se refiere 2 Cr 36,14; pero otros interpretan
«los princ. de Dios>, como los jerarcas del templo, excluido el santuario propiamente dicho.
tovft-Cantera
482 I CRÓNICAS 24 8 —25 T I CRÓNICAS 25 9 —26 « 483
8 21
rib, la segunda a Ycdayá, la tercera a Yejdeyahu. * D e Rejabyahu: de los hi-
Jarim, la cuarta a Seorim, 9 la quinta a jos de Rejabyahu, el jefe Yissiyyá. 2 2 D e juntamente con sus h e r m a n o s ejercitados hijos y hermanos, doce; 1 9 la duodécima,
los yisharitas, Selomot; de los hijos de Se- en el canto a Yahveh, todos ellos maes- a Jasabyá, sus hijos y hermanos, d o c e ;
Malkiyyá, la sexta a Miyyamín, io la sép- tros expertos, era de doscientos ochenta 20
tima a H a q q ó s , la octava a Abiyyá, n la lomot, Yájat. 2 3 Hijos de" 'lebrón: el la decimotercia, a Subael, sus hijos y
jefe e Yeriyyahu, A m a r y a h u el segundo,
y ocho. 8 y echaron a suertes el orden hermanos, d o c e ; 2Í la decimocuarta, a
novena a Ycsúa, la décima a Sekanya- del servicio, equiparados el pequeño y el
Yajaziel el tercero, Y e q a m a m el cuarto. Matatías, sus hijos y hermanos, d o c e ;
hu, 12 i a undécima a Elyasib, la duodéci- 24 grande, el maestro con el discípulo. 22
la decimoquinta, a Yeremot, sus hijos
m a a Yaquim, 13 la decimotercia a Juppá, Hijos de Uzziel: M i k á ; de los hijos 9
Y salió la suerte primera de Asaf a y hermanos, d o c e ; 2 3 la decimosexta, a
la decimocuarta a Yesebab ", 1 4 la deci- de Miká, Samir; 25 hermano de M i k á :
José, con sus hermanos e hijos, doce11; J a n a n y a h u , sus hijos y hermanos, d o c e ;
m o q u i n t a a Bilgá, la decimosexta a Asar Yissiyyá; de los hijos de Yissiyyá, Zaca- 24
la segunda, a ' Guedalyahu, con sus her- la decimoséptima, a Yosbeqasa, sus
en Immer, 1 5 la decimoséptima a Jezir, rías. 2 6 Hijos de M e r a r í : Majlí y Musí, y
m a n o s e hijos, doce; i" la tercera, a Zak- hijos y hermanos, d o c e ; 2 5 la decimoctava,
la decimoctava a Happissés, * 16 la deci- los hijos de Uzziyyahu ', su hijo; * 2 7 hijos kar, sus hijos y h e r m a n o s , doce; 11 la a Jananí, sus hijos y hermanos, d o c e ;
m o n o n a a Petajyá, la vigésima a Ezequiel, de Merarí a través de Uzziyyahu', su cuarta, a Yisrí, sus hijos y h e r m a n o s , 2
& la decimonona, a Mal-loti, sus hijos y
17
la vigésimo primera a Yakín, la vigési- hijo; Sóham B, Z a k k u r e Ibrí. * 28 D e Maj- doce; 1 2 la quinta, a Netanyahu, sus hijos hermanos, d o c e ; 27 l a vigésima, a Eliy-
29
m o segunda a Gamul, 18 la vigésimo tercia lí: aluzar, que n o tuvo hijos. De y hermanos, doce; 13 la sexta, a Buqqiy- yata, sus hijos y h e r m a n o s , d o c e ; 28 la
a Delayahu, la vigésimo cuarta a Maaz- Quis: los hijos de Quis: Yerajmeel. 3 0 Hi- yahu, sus hijos y h e r m a n o s , doce; 14 la vigésimo primera, a Hotir, sus hijos y
yahu. 19 Tales fueron los turnos" de ellos jos de M u s í : Majlí, Eder y Yerimot. séptima, a Y esarela, sus hijos y herma- hermanos, doce; 29 i a vigésimo segunda, a
en su ministerio para entrar en la casa de Estos fueron los hijos de los levitas se- nos, d o c e ; 15 la octava, a Yesayahu, sus Guiddalti, sus hijos y hermanos, d o c e ;
Yahveh con arreglo al reglamento que gún sus casas patriarcales. 31 Y echaron hijos y hermanos, d o c e ; 16 la novena, a 30
la vigésimo tercia, a Majaziot, sus hijos
les señalara Aarón, su padre, conforme suertes también ellos, !o mismo que sus Mattanyahu, sus hijos y hermanos, d o c e ; y hermanos, d o c e ; 3 1 la vigésimo cuarta,
hermanos los hijos de A a r ó n , en pre- 17
le había ordenado Yahveh, Dios de Is- la décima, a Simí, sus hijos y herma- a Romamti-Ezer, sus hijos y h e r m a n o s ,
rael. sencia del rey David, Sadoq, Ajimélek y nos, d o c e ; l 8 l a undécima, a Azarel, sus doce.
20 los jefes de las familias de los sacerdotes
D e los hijos de Leví restantes [fue-
r o n jefes de familia]: de los hijos de A m - y los levitas; el jefe de familia, a! igual
ram, Subael; de los hijos de Subael, que su h e r m a n o menor.
Turnos de los pe rteros del templo
13
Clasificación de los cantores OC
¿ "
' Las agrupaciones de los porterosY echaron suertes p a r a cada puerta,
e r a n : D e los qorejitas: Meselem-
lo mismo chicos que grandes, con arre-
OC ! David y los jefes del ejército de címbalos, salterios y cítaras para el yahu, hijo de Coré, de los hijos de glo a sus familias. 1 4 D e l lado de oriente
"w apartaron para el servicio a los servicio de la casa de Dios. Bajo la di- Abiasaj \ 2 Meselemyahu tuvo hijos: el tocó la suerte a Selemyahu; y echaron
hijos de Asaf, Hernán y Yedutún, que primogénito Zacarías, el segundo Yediael,suertes para c Zacarías, su hijo, consejero
tocaban en profético éxtasis » cítaras, sal- el tercero Zebadyahu, el cuarto Yatniel, prudente, y le tocó su suerte al n o r t e .
3 15
terios y címbalos. Y he aquí la enumera- el quinto Elam, el sexto Yehojanán, el A O b e d - E d o m tocóle por el lado del
ción de las personas encargadas de lle- séptimo Elyehoenay. 4 Hijos de Obed- mediodía, y a sus hijos en el almacén de
var a cabo este servicio. * 2 D e los hijos E d o m : Semayá, el primogénito; Yeho- provisiones del templo. " ' A Josa t o -
de Asaf: Zakkur, José, Netanyá, Asarela, zabad, el segundo; Yoaj, el tercero; Sa- cóle p o r el lado de occidente la puerta
hijos de Asaf, bajo la dirección de éste, kar, el c u a r t o ; Natanael, el q u i n t o ;
de Sal-léquet, en el camino de la' subida,
que bajo orden del rey cultivaba la músi- 5 Arnmiel, el sexto; lssacar, el séptimo; correspondiéndose un puesto de guardia
ca sacra. 3 D e Y e d u t ú n : los hijos de Ye- PeuMetay, el octavo, pues Dios le bendi- con el otro. ' 7 Al oriente h a b í a seis por
d u t ú n : Guedalyahu, Yisrí", Yesayahu, jo. 6 A Semayá, su hijo, naciéronle hijos,día °; al norte, cuatro por día; al medio-
Simí", Jasabyahu y Matatías, seis, bajo que d o m i n a r o n en su familia, pues eran
día, cuatro p o r día, y en los almacenes,
la dirección de su padre, Yedutún, que hombres de valía. 7 Hijos de Semayá: de dos en d o s ; 18 en el Parbar, a occi-
pulsaba la cítara en profético éxtasis para Otní, Rafael, Obed, Elzabad y " los her- dente, habia cuatro p a r a la calzada y
alabar y celebrar a Yahveh. 4 D e H e - dos p a r a el Parbar. * I 9 Tales son las
m a n o s de éste, hombres excelentes, Elihú
y Semakyahu. 8 T o d o s éstos eran hijos secciones de los porteros pertenecientes
rnán: los hijos de H e r n á n : Buqquiyya- de O b e d - E d o m ; ellos, sus hijos y sus
hu, M a t t a n y a h u , Uzziel, Subael", Yeri- a los hijos de los qorejitas y los de Merarí.
20
hermanos eran hombres excelentes p o r su Los levitas, hermanos de éstos ', es-
mot ", Jananyá, Jananí, Eliata, Guiddalti, aptitud para el ministerio; sesenta y dos taban al frente de los tesoros de la casa
Romamti-Ezer, Yosbeqasa, Mal-loti, H o - de Obed-Edom. 9 Meselemyahu tuvo hi- de Dios y de los tesoros de las cosas
tir, M a j a z i o t e . 5 T o d o s éstos eran los jos y hermanos, hombres de valía, en consagradas. 21 Los hijos de L a d á n « el
hijos de Hernán, vidente del rey en las n ú m e r o de dieciocho. 10 Josa, de los hijos
guersonita, jefes de la familia de L a d á n
cosas de Dios p a r a exaltar su poder': de Merarí, tuvo como hijos a Simrí, el el guersonita: Yejielí. 2 2 Los hijos de
. y Dios concedió a Hernán catorce hijos Músicos. (Galling, o.c, col.391.) jefe, pues, aunque no fue el primogénito, Yejielí, Zetam y su h e r m a n o Joel, esta-
6
y tres hijas. T o d o s éstos hallábanse bajo su padre le constituyó jefe; n Jilquiyyahu,
ban al frente de los tesoros de la casa
la dirección de sus padres en el canto de rección del m o n a r c a estaban Asaf, Ye- el segundo; Tebalyahu, el tercero; Za- de Yahveh. 25 D e los amramíes, los yis-
la casa de Yahveh con acompañamiento dutún y Hernán. 7 El n ú m e r o de ellos, carías, el cuarto. El total de los hijos yharíes, los jebronitas y los uzzielitas; 2 4 Su-
15
h e r m a n o s de Josa fueron trece. bael11, hijo de Guersom, hijo de Moisés,
JEZIR: una inscripción de la llamada tumba de Santiago cita a varios miembros del orden era prefecto de los tesoros. 2 5 Y de entre
sacerdotal de Bene He?ir, tres de los cuales parece fueron sumos sacerdotes en tiempo de Herodes, 12 A estas secciones de los porteros, a sus h e r m a n o s salidos de Eliézer, cuyo
a que pertenecen esas tumbas (Albright, Arch. Pal., 157). sus cabezas de familia, al igual que a hijo f u e ' Rejabyahu, cuyo hijo fue Yi-
20-3 1 Cf. esta segunda lista de hijos de Leví con la de 23,7-23.
26 sus hermanos, encargáronseles los servi- sayahu, cuyo hijo fue Y o r a m , cuyo hijo
Los HIJOS DE UZZIYYAHU, SU HIJO: texto H inseguro (cf. V: «Filius Oziau Benno»); otros,
«Banis. Kit propone leer y también Ux. su hijo. cios de guardia de la casa de Yahveh.
27
A TRAVÉS DE: así quizá; pero interprétase diversamente.
OK ' TOCABAN EN PROFÉTICO ÉXTASIS; o cultivaban la música y el canto sacros, tocaban y can» 18
• ^ taban inspirados con.., 26 EL PARBAR: cf. 2 Re 23,11 Parbanm.
484 i CRÓNICAS 26 26—27 22 I CRÓNICAS 27 M — 2 8 " 485
23
fue Zikri, cuyo hijo fue Selomit:* 26 este hombres de valía, en n ú m e r o de mil se- David n o tomó el n ú m e r o de quie- que había en la llanura, Baal-Janán, de
Selomit y sus hermanos estaban encar- tecientos, estaban encargados de la admi- nes c o n t a b a n de veinte anos p a r a abajo, (Jucder; al frente de los almacenes de
gados do lodos los tesoros de las cosas nistración de Israel allende el Jordán, al p o r q u e Yahveh había dicho que multipli- aceilc, Y o á s ; 2 9 al frente del ganado vacu-
sagradas que habían consagrado el rey occidente, p a r a todos los asuntos refe- caría a Israel c o m o las estrellas del cielo. no que pacía en el Sarón, Sitray el saro-
24
David, los jefes de las casas patriarcales, rentes a Yahveh y p a r a el servicio del J o a b , hijo de Seruyá, los comenzó a nita, y sobre el g a n a d o vacuno de los
los' kiliáreas, los centuriones y los jefes rey 3 1 E n c u a n t o a los jebronitas, cuyo contar, m a s n o a c a b ó ; y c o n este motivo valles, Safat, hijo d e A d l a y ; 3 0 al frente
del ejércilo; 2 7 habíanlo consagrado de lo jefe era Yeriyyá, según sus generaciones la cólera de Yahveh descargó sobre Is- de los camellos, Obil el ismaelita; al fren-
obtenido en las guerras y del botín para y familias, el a ñ o cuarenta del reinado de rael, p o r lo cual el n ú m e r o de los empa- te de las asnas, Yejdeyahu, de M e r o n o t ;
31
restaurar la casa de Yahveh. 2 8 Asimis- David, hiciéronse pesquisas respecto a los d r o n a d o s n o figuró en el libro ' de Jas y al frente del ganado menor, Yaziz el
mo, iodo lo que habían consagrado Sa- jebronitas, y se hallaron entre ellos h o m - crónicas del rey David. * hagarita. Todos éstos eran intendentes del
25
muel, el vidente; Saúl, hijo de Quís; A b - bres de valía en Yazer de Galaad. 3 2 Los Al frente de los tesoros del m o n a r c a patrimonio del rey David.
32
ner, hijo de N e r , y J o a b , hijo de Seruyá: hermanos de Yeriyyá, hombres de valía, estaba Azmávet, hijo de Adiel; al frente Jonatás, tío de David, h o m b r e inteli-
t o d o lo consagrado" estaba a cargo de eran dos mil setecientos jefes de casas de los tesoros radicados en el campo, gente e instruido, era consejero «; él y
Selomit y sus hermanos. patriarcales, a los cuales el rey David en las ciudades, en las aldeas y en las Yejiel, hijos de J a k m o n í , estaban con los
29 D e los yisharitas, Konanyahu l y sus les encargó de la administración de los torres, Jonatás, hijo de Uzziyahu; 26 a i hijos del m o n a r c a . 3 3 Ajitófel era consejero
hijos estaban adscritos a los asuntos ex- rubenitas, los gaditas y la media tribu Irente de los trabajadores del campo para real, y Jusay el arquim, el antiguo ínti-
teriores [al templo] sobre Israel, en con- de Manases p a r a todas las cosas de D i o s laborar el suelo, Ezrí, hijo de K e l u b ; m o del rey. -i4 Después de Ajitófel fueron
27
cepto de magistrados y jueces. 30 D e los y p a r a todos los asuntos del rey. al frente de los viñedos, Simí, de R a - consejeros Yehoyadá, hijo de Benayahu,
jebronitas, Jasabyahu y sus hermanos, m a ; y al frente del producto de las viñas y Elyatar. El general del ejército real era
y en t as bodegas, Zabdí, de Sifmot; 2» al Joab.
frente de los olivares y los sicómoros
Los jefes del ejército y los de oficios civiles
n*J ]
Los israelitas respecto a su n ú - cuya división comprendía veinticuatro Disposiciones de David sobre la edificación del templo
« • m e r o , los jefes de las familias, los mil hombres, n El octavo, p a r a el octavo
kiliáreas, los centuriones y los oficiales a mes, era Sibbekay, el jusatita, del linaje OQ ' Ahora bien, congregó David en p a d r e ; 7 y afirmaré su reino perpetuamen-
que servían al rey en c u a n t o se refería a de Zéraj, cuya sección constaba de vein- "•** Jerusalén a todos los jefes de Is- te, si se esfuerza en cumplir mis preceptos
las secciones que entraban y salían de ticuatro mil hombres. 12 El noveno, p a r a rael, los jefes de las tribus, los jefes de y dictámenes, como al presente. * A h o r a ,
servicio cada mes, todos los meses del el noveno mes, era Abiézer, de Anatot, las secciones que estaban al servicio de! pues, a los ojos de todo Israel, la comuni-
año, eran en cada una de las divisiones de los benjaminítas, en cuya sección ha- rey, los kiliáreas, los centuriones, los in- dad de Yahveh, y a los oídos de nuestro
veinticuatro mil hombres. 2 M a n d a b a la bía veinticuatro mil hombres. I 3 El dé- tendentes de todo el patrimonio y del ga- Dios, guardad y cuidaos de todos los
primera sección, para el primer mes, Ya- cimo, para el décimo mes, era M a h r a y , n a d o del monarca y sus propios hijos, mandamientos de Yahveh, D i o s vuestro,
sobam, hijo de Zabdiel; y en su sección de Netofá, de la estirpe de Zéraj, cuya j u m a m e n t e con los dignatarios áulicos, a fin de que continuéis en posesión de este
había veinticuatro mil hombres. 3 Perte- sección constaba de veinticuatro mil h o m - los héroes y lodos los hombres valientes. * hermoso país y Jo dejéis en herencia a
necía él a los hijos de Peres y era el jefe bres. 14 El undécimo, p a r a el undécimo •' Y, puesto David en pie, dijo: «¡Escu- vuestros lujos después de vosotros, per-
de todos los comandantes del ejército mes, era Benayá, de Piratón, de los hijos chad, hermanos míos y pueblo mío! Yo petuamente.
abrigaba el proyecto de edificar una casa 9
para el primer mes. * Al frente de la sec- de Efraím, cuya división comprendía Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al
ción del segundo mes estaba Elazar, hijo veinticuatro mil hombres. ! 5 El duodéci- donde reposara el arca de la alianza de Dios de tu padre y sírvelo con corazón
de" D o d a y , el ajojita (cuya división tenía mo, para el duodécimo mes, era Jelday, Yahveh y sirviera de escabel de los pies de íntegro y ánimo complacido, pues Y a h -
también como jefe a Miqlot); y en su de Netofá, del linaje de Otniel, cuya sec- nuestro Dios, e hice preparativos p a r a la veh sondea todos los corazones, y t o d o s
sección había veinticuatro mil hombres. ción constaba de veinticuatro mil h o m - construcción. 3 M a s Dios me indicó: N o los pensamientos y trazas de la mente hu-
5
El tercer jefe del ejército, para el mes bres. edificarás la casa a mi n o m b r e , porque m a n a comprende. Si le buscares, se deja-
tercero, era Benayahu, hijo del sumo ' 6 Los jefes de las tribus de Israel eran eres h o m b r e de guerra y has vertido san- rá hallar de t i ; mas, si lo a b a n d o n a s , te
sacerdote Yehoyadá, y su sección cons- los siguientes: Jefe de los rubenitas: Elié- gre. 4 Sin embargo, Yahveh, Dios de Is- rechazará p a r a s i e m p r e . 1 0 Considera a h o -
t a b a de veinticuatro mil hombres. * Este zer, hijo de Zikri. D e los simeonitas: Se- rael, me escogió de entre t o d a la casa de ra que Yahveh te ha elegido p a r a cons-
Benayahu era u n héroe de los treinta y latyahu, hijo de Maaká. 1 7 D e los levitas: mi padre p a r a que fuera yo rey sobre Is- truir u n a casa c o m o santuario; ¡sé fuerte
hallábase al frente de éstos; y m a n d a b a Jasabyá, hijo de Quemuel. D e A a r ó n : rael por siempre, pues eligió a Judá por y hazlo!
11
la división del mismo A m m i n a d a b , su Sadoq. l s D e J u d á : Eliab e , u n o de los caudillo, y en la casa de J u d á a mi fa- David dio a Salomón, su hijo, el p r o -
hijo. 7 El cuarto, para el cuarto mes, hermanos de David. D e Issacar: Omrí, milia, y entre los hijos de mi p a d r e en mí yecto del pórtico del templo y sus edi-
era Asahel, h e r m a n o de Joel, y después hijo de Mikael. 19 D e Z a b u l ó n : Yisma- se complació p a r a n o m b r a r m e * rey sobre ficios, sus tesoros, sus aposentos superio-
del mismo, Zebadyá, su hijo; y en su yahu, hijo de O'oadyahu. D e Neftalí: t o d o Israel. 5 Asimismo, de entre todos mis res, sus habitaciones interiores y el lugar
sección había veinticuatro mil hombres. Yerimot, hijo de Azriel. 20 D e los hijos hijos—pues Yahveh me h a concedido mu- del propiciatorio; i 2 también el plan de
8 chos hijos—ha escogido a mi hijo Salo-
El quinto, p a r a el quinto mes, era el de Efraím: Oseas, hijo de Azazyahu. D e cuanto tenía en su imaginación respecto
jefe S a m h u t ° el zarjita", cuya sección la media tribu de M a n a s e s : Joel, hijo m ó n para que se siente sobre el trono del a los atrios de la casa de Yahveh y a to-
constaba de veinticuatro mil hombres. de Pedayahu. 21 r j e i a media tribu de reino de Yahveh sobre Israel. 6 Y m e ha das las cámaras de alrededor p a r a los te-
9 d i c h o : Salomón, tu hijo, será quien cons-
El sexto, p a r a el sexto mes, era Irá, Manases en Galaad-: Y i d d ó , hijo de Za- soros de la casa de Dios y los de las cosas
hijo de Iqqués, el teqoíta, en cuya divi- carías. D e Benjamín: Yaasiel, hijo de truya mi casa y mis atrios, pues lo he ele- sagradas; 13 asimismo respecto a las sec-
sión había veinticuatro mil hombres. 1° El Abner. 22 u e ] 3 a r i : Azarel, hijo de Ye- gido para mí c o m o hijo, y yo le serviré de ciones de los sacerdotes y los levitas, a to-
séptimo, p a r a el séptimo mes, era Je- rojam. Tales son los príncipes de las tri-
les, el pelonita, de los hijos de Efraím, bus de Israel.
27 24
CON ESTE MOTIVO: e. d., por causa del censo que dispusiera David.

2S
El texto ofrece interpretación muy insegura y discutida. Procuramos seguir a H a la
luz de V.
28 1
DIGNATARIOS ÁULICOS: lit. eunucos, que solían ejercer aquellos puestos,
486 I CRÓNICAS 28 1 4 —29 l 6 I CRÓNICAS 2 0 16 30
- 487
do lo relativo al servicio de la casa de de plata el peso de plata correspondiente quilinos c o m o todos nuestros padres; ficiente p a r a t o d o Israel. 2 2 Y comieron
Yahveh y a todos los utensilios del mis- a cada una; 18 y p a r a el altar del incienso, cual sombra son nuestros días sobre la y bebieron aquel día delante de Yahveh
mo. I 4 [Además] para el conjunto de los el peso correspondiente de oro acendra- tierra, sin que haya esperanza. ' 6 Yah- con grande alegría y proclamaron rey, p o r
objetos de oro ", el o r o correspondiente d o ; y el diseño de la carroza, o sea los veh, Dios nuestro, t o d a esta multitud de segunda vez, a Salomón, hijo de David,
en peso, para todos los utensilios de cada querubines en oro, que, desplegadas las cosas que hemos p r e p a r a d o p a r a cons- y lo ungieron p o r príncipe, consagrándo-
servicio, y para el total de los objetos de alas, cubrieran el arca de la alianza de truirte u n a casa a tu n o m b r e santo, de le a Yahveh, y a Sadoq c o m o sacerdote.
plata, la plata " correspondiente por 'peso Yahveh. 19 «Todo esto [dijo David] p o r tu m a n o procede y tuyo es todo. 1 7 Sé, 23
Así, pues, Salomón se sentó sobre el
p a r a todos los utensilios de cada servi- escrito de m a n o s de Yahveh se me h a da- Dios mío, que tú pruebas el corazón y t r o n o de Yahveh c o m o rey, en lugar de
cio; 15 asimismo 0 , para los candelabros do a conocer; t o d a la obra del proyecto». a m a s la rectitud; yo con sincero corazón David, su p a d i e ; y prosperó y todo Israel
áureos y sus lámparas, el oro correspon- 20 Y añadió David a Salomón, su hi- he ofrecido espontáneamente todas es- le obedeció. 2 4 T o d o s los jefes, los héroes
diente al peso de cada u n o de los cande- j o : «Cobra esfuerzo y ten ánimo, y p o n - tas cosas, y a h o r a he visto con gozo a tu e incluso todos los hijos del rey David
labros y sus lámparas, y p a r a los cande- te a la o b r a ; no temas ni desmayes, por- pueblo, que aquí se halla, ofrecerte vo- rindieron homenaje al rey Salomón. 25 Y
labros de plata, la plata a correspondiente que Yahveh, m i Dios, está contigo; n o luntarios donativos. 1 8 ¡Oh Yahveh, Dios Yahveh engrandeció sumamente a Salo-
al peso de cada candelabro y sus lámpa- te dejará ni te desamparará hasta acabar de A b r a h a m , de Isaac y de Israel, nues- món a los ojos de t o d o Israel y le revistió
ras, con arreglo al servicio a que cada can- toda la obra para el servicio de la casa tros padres!, conserva perpetuamente es- de una majestad c o m o jamás la había te-
delabro se destinaba; i'1 también p o r peso de Yahveh. 2 1 H e aquí las categorías de to en los pensamientos y designios del nido ningún rey antes de él en Israel.
el oro necesario p a r a cada u n a de las me- los sacerdotes y levitas p a r a todo el ser- ánimo de tu pueblo y dirige su corazón 26
David, hijo de Jesé, reinó sobre Is-
sas de la proposición, y la plata p a r a las vicio de la casa de Dios, y a tu lado es- hacia t i ; 1 9 y da a mi hijo Salomón un co- rael entero. 2 7 El tiempo que reinó sobre*
mesas de plata; 17 y oro purísimo paraa tán prestos en t o d o trabajo t o d a suerte razón íntegro p a r a observar tus m a n d a - Israel fue cuarenta a ñ o s ; en Hebrón reinó
tenedores, aspersorios y jarras, y para las de hombres notables por su arte para mientos, preceptos y leyes, p a r a ejecutar siete años, y en Jerusalén treinta y tres.
copas de oro el peso de oro correspon- cualquier servicio, y los jefes y el pueblo todo y edificar el palacio cuyos prepara- 28
M u r i ó en buena vejez, colmado de días,
diente p a r a cada copa, y p a r a las copas entero para todos tus asuntos». tivos he realizado». riqueza y gloria; y sucedióle en el t r o n o
•'" Después dijo David a toda la asam- su hijo Salomón.
hlrtt: «llIrntUviil a Ynlivelí, vuestro Dios!» 2
'> Ahora bien, los hechos de David, de
Donativos de jefes y pueblo. Plegaria de David V toda 111 multitud bendijo a Yahveh, los primeros a los últimos, están escritos
Dios de sus padres, y se inclinaron y pros- en el libro de Samuel el vidente, en el li-
n n 1 Entonces el rey David dijo a to- lentos de oro, diez mil dáricos, diez mil ternaron ante Yahveh y ante el rey. 21 Y b r o de N a t á n el profeta [3®] y en el libro
• * * ' da ia asamblea: «Salomón, mi lujo, (aícnlos de plata, dieciocho mil talentos al día siguiente inmolaron a Yahveh víc- de Gad el vidente, •"> con toda ia historia
el único a quien Dios ha escogido, es jo- de cobre y cien mil talentos de hierro. * timas y ofrecieron holocaustos en h o n o r de su reinado y su poderío, y las vicisitu-
ven y de tierna edad, y la empresa es gran- 8 Quienes poseían piedras preciosas, las del Señor: mil novillos, mil carneros, mil des que sobrevivieron a él, a Israel y a
de, porque no se destina a u n h o m b r e la entregaron p a r a el tesoro de la casa de corderos con sus correspondientes liba- t o d o s los reinos de aquellos países.
casa *, sino a Yahveh Dios. 2 Y o , pues, Yahveh, en m a n o s de Yejiel el gersonita. ciones, y otros sacrificios en n ú m e r o su-
9
con todas mis fuerzas he preparado para Y el pueblo se alegró de aquellos sus
la casa de mi Dios el o r o p a r a las COSES donativos voluntarios, pues los habían
de oro, la plata para las de plata, el co- ofrecido gustosos a Yahveh con pleno co-
bre para las de cobre, el hierro p a r a las razón, y también David tuvo grande ale-
de hierro y la madera p a r a las de ma- gría.
dera; piedras de ónice, piedras de engas- 1° Y bendijo David a Yahveh en presen- NOTAS CRITICAS
te, lapislázuli, piedras de diversos colo- cia de t o d a la asamblea, y exclamó:
res, toda clase de piedras preciosas y már- «¡Bendito seas tú, o h Yahveh, D i o s de
mol en gran cantidad. * 3 Además, llevado nuestro padre Israel, de siglo en siglo!
11
¡Tuya es, oh Yahveh, la grandeza, el CAP. I : • c ca 30mss GV Gen 10,3; H Difat] •> c GV Gen 10,4; H Tarsisa] c y Kaft. en H trat
de mi amor a la casa de m i Dios, poseo un Filisteos; pero cf Am 0,7] " ins c mssKenl75 G* Gen 10,23] " c 6mss S Gen 10,23: H Mések] ' c mis
peculio de oro y plata, y he aquí que » a poder, la gloria, el esplendor y la majes- mss G1 Gen 36.23; H Alyán] « ins y 1 c G*»V, cf Núm 33,31, Dt 10,6; otros c 22mss G* Gen 36,27
la casa de mi Dios lo doy, además de tad, pues tuyo es cuanto hay en el cielo y Aqdn.
cuanto he preparado p a r a el santuario: y en la tierra! ¡Tuyo es, o h Yahveh, el CAP. 2: "c ca 40mss G m8s ST iRe 5,11; H Dera] """ins c Kit; cf Jos 7,1 y 18] e " t c S ( c f V);
4
tres mil talentos de oro, de o r o de Ofir, reino, y eres quien se erige en caudillo H crrp a Azubá, mujer y; cf Kit] " «frt 1 c G»: Todas éstas correspondían a (Kit)] " c GV; H en]
y siete mil talentos de plata finísima para por cima de t o d o ! 1 2 La riqueza y la glo- '-' c Kit; H y mujer cíe Jesrón (fue también) Abiyyá (cf V)] e c mlt mss G »ST; H Afcihoyü] > c G ' ;
H Appdyim] ' c V; H hijos] ' c V; H ella paria (a Saaf)] * c GV; H sing] ' c Kit, cf 4,2; H Haroe.
revestir los muros del t e m p l o ; 5 para el ria de ti proceden, tú dominas en todo, CAP. 3: * ins c GT] ' 1 prb c 2mss 14,5, 2Sam 5,15 Elisúa] c" « di Kit como dittogr] ' c G ' 1 ' 14,9
oro de lo que ha de ser de oro y la plata en tu m a n o residen la fuerza y el poder, y cf 2Sam 5,16; H Elyadá] e Kit 1 prb siete] ' c algs mss GS; H sing] « ins c Kit] » c GV; H hijos
de lo de plata, y para todos los trabajos y en tu m a n o está el engrandecer y el con- de («di?» Kit)] l así c G bI SV; H crrp, pues falta el sexto hijo de Semayá, a mencs que éste y los otros
que han de ejecutar los artífices. ¿Quién, solidar todas las cosas. 13 Ahora, pues, cinco lo sean de Sekanyá (cf T)] k c Seb pl mss G; H sing.
pues, está dispuesto hoy a ofrecer a ma- o h Dios nuestro, nosotros te celebramos CAP. 4: » c V; H crrp; Estos... (desunt nonn vb) padre de] <• c QG ms »; KV Yisjar] ' ins c TI
nos llenas donativos a Yahveh?» y alabamos tu n o m b r e glorioso. 1 4 Pues, " ins c G'V] e c pl mss GVT; H y Quenaz] ' c pl mss GV; H sing]k » prps c G; H y ella concibió]
6
en verdad, ¿quién soy yo y quién mi pue- * «desunt nonn vb» (Kit)] ' c Kit; H Yasubi-lájem] > c G; H sing] " * «trsp post 41 a» (Kit)] ' c Kit;
Entonces los jefes de las casas pa- H sus tiendas.
triarcales, los jefes de las tribus israelitas, blo, p a r a que tengamos la posibilidad de CAP. 5: » por y Safat: Kit 1 juez o magistrado] b cG»»V; H sobre] « c G " V T ; H Gadi] d G 1 cla-
los kiliáreas, los centuriones y los inten- ofrecer tales donativos? P o r q u e t o d o p r o - maron, V auxiliaron a ellos (los de Itur, etc.); Kit c G " prevalecieron sobre ellos] ' c GVT; H Yc Efer.
dentes de la hacienda real ofrecieron do- cede de ti, y lo que de tus m a n o s había- CAP. 6: * c G'('); H Amminadab] " asi Kit c K y algs mss GS; H(Q)V (os hijos de Elqaná] c G
nativos voluntarios, 7 y dieron para el m o s recibido te hemos d a d o . 15 En ver- (cf iSam 1,1); H Sofay] " prb (cf 19 y iSam 1,1) y TojuoyTúaj] ' ins c G'] ' c G'S (cf iSam 3,2);
servicio de la casa de D i o s cinco mil ta- dad extranjeros somos delante de ti e in- Hk
(cf V) Vassení y Abía] « ins c S] » c algs mss G»S; H Baaseyd] '-' trsp cf 6,2] ' ins c Jos 21,10]
c Jos 21,13; H plur] ' V Heion, Jos 21,15 Jolón] "> ins c Jos 21,19] " ins c Jos 21,17] ° c Jos 21,19;
H(V) según sus familias] "~ " c Kit (cf Jos 21,5); H de la familia de la tribu] « ins c S (cf Jos 21,8)] ' c
2
G l V Jos 21,20; H de]T s por la suerte de ellos (c Jos 21,20), Ha lei término de ellos] l c Jos 21,21; H plur]
LAPISLÁZULI: otros, malaquita o carbunclo, o «piedras de Puc¡»; inseguro. "-» ins c Jos 21,23] c Jos 21,25; H(V)Aner] » c algs mss G T; H(V) Bilam] " c G'T (cf Jos 21,26);
29 7
DÁRICOS: moneda persa de oro, interpretada variadamente: dárica, dracma, sueldo.. Aquí H a lafam., a los hijos de] "Jos 21,29 Yarmut, Jos 19,21 Re'met] ' c Jos 21,29; H Anern] *' c Jos 21,
parece anacronismo, introducido por anticipación. 30; H Masal] »* ¡ns i G C ) + m " Jos 21,34,
488 I CRÓNICAS

CAP. 7: a c S (cf V); H y a los hijos de]"b~ b así H, de puntuación y texto dudosos;c el sentido pare-
ce ser c V: «De la estirpe de Tola contáronse... hombres muy esforzados» (cf Kit)] H add Asriel
(cf
r
V), que Kit di c SI (l oscuro, crrp^cf Kit, que tampoco ofrece solución satisfactoria] e c QGaVST]
oros su hermano (fue R.)] B c KV; Q Rohgd] h así (y J.) c OGV; K Yaibá] l c algs mss G]V;
Hsing]icKit;H(V)Hf'Iem.
I I C R Ó N I C A S
CAP. 8: a C Núm 26,38; H Ajraj] b
c S Núm 26,^9; H Juram}' c c Kit; H Ejud; G b l ( = Jue
3.15) Aod] ácG";H(\nAjyfl e
ins c Kit; cf 17] r ins c G ! 9,36] MnscG"{1) 9,35] " inscG b a VS
b a ]
9,37] ' c G( ) 0,43] Kit 1 c Ec 1 pl mss GS su primogénito; pero entonces ha de corregirse antes Comienzo del reinado de Salomón: su petición a Yahveh
seis y 1 cinco, o filia uno de los hijos.
CAP. 9: ft V de hmel y de Judá] b ins c Kit (cf e7,10.14; Ne 11,4)] e c G 4msB
V; H Baminín] a H
hijos de ha-Siloní; Kit 1 c Núm
« Kit 1 Abner; b
26,20 ha Selaní] ins y 1 c V (cf Kit)] r c Ne 11,17; H Bagbagar]
mas cf 8,33] ins c G^VS cf 8,35] ' c 8,36 ó Yaddd c ca i5mss; H(V) Yara.
1 1 Salomón, hijo de David, se conso-
lidó en su reino, y Yahveh, su Dios,
cia para que acierte a conducirme respec,
to a este pueblo; p o r q u e ¿quién podría,
estaba con él y le engrandeció en extre- gobernar a este tu pueblo tan grande?
C\p. 10: a ins c ms TOB593 S i Sam 31,11.
CAP. I I : ins c GVST; cf 2 Sam 5,2] b c G' + m s s ; H Yasobam] c c G1; KGSV treinta, Q los
a m o . 2 Y habló Salomón a t o d o Israel, a 11
Y respondió D i o s a S a l o m ó n :
capitanas8 u oficiales principales] . d lagunah cf 2Sam 23,9] c insi c 2Sam 23,11] r c G(S) 2Sam 23,12: los kiliáreas, centuriones, magistrados y — Y a que has tenido este deseo, y nQ
H plur] c GS 2 Sam 23,12; H salvó] c v 16; H 1cueva] H add con el ánima de ellos;badi c V] toda suerte de príncipes de Israel entero, has pedido riquezas, bienes, ni gloria, n}
¡ c S ; H tres] * H y no; l e mlt mss GVST v tuvo]n H add hijo de; «di c S 2Sam 23,2* G » (Kif)] jefes de casas patriarcales. 3 Y Salomón la muerte de tus enemigos, ni siquiera larN
m
0
prps por algunos, cf en 2Sam 23,20; H errp] así (ha-Jarodí) c 2Sam 23,25; H ha-Harorí] y con él toda la comunidad m a r c h a r o n gos años de vida, sino que has solicitadQ
c S 2Sam e
23,26;
a
H ha-Peloní] p 2Sam 23,28 Salmón] 1 2Sam 23,30 Jidday]
m8a l
r
c Kit; H el Ba- al lugar alto que había en G a b a ó n , pues sabiduría y ciencia para poder gobernar
'jarumita] c G -t- y 2Sam 23,32; H los hijos de Hasem el Guezonita] c 2Sam 23,34; H Eíí- allí se encontraba la lienda de reunión de a mi pueblo, sobre el cual te he constituís
} al] u c S; H y además de él otros treinta] v así 1, en la duda, con V; H ha-majavim; prps el-Ma* Dios, que había hecho Moisés, siervo de do rey, 1 2 la sabiduría y la ciencia te sor^
janí o el Meoní.
CAP. 12; a c G» VT; H Hassemaí] b así c G b a l ; He Beraká] c
H add a la fortaleza; «di c G» Yahveh, en el desierto.* 4 Fin cambio, D a - concedidas, y, además, te daré riquezas >
anota Kit] á c KGSV; H oficiales: GV add diciendo] c Ga](V); H ayudaron] * c omss GV; H dis- vid había transportado el arca de Dios bienes y gloria, c o m o no las poseyeron^
g desde Quiryat-yearim al sitio que aquél los reyes que te precedieron ni las habrá^
poner, ordenar] ins c G.
CAP. 13: a_a así interpretan algs H, dudoso; otros 1 c G (y la cosa por Yahveh, n. D.) es apro- le había p r e p a r a d o ; pues había desplega- iguales después de ti.
bada] b~ b así Kit cGOC^VT; ligue... nombre: cf además 2 Sam 6,2] c cV;H Ajyó] d prps(cfGV): do para ella una tienda en Jerusalén. u Salomón regresó a Jerusalén del* luN
habíala hecho vacilar. 5
Y el altar de bronce, que había fabrica- gar alto de G a b a ó n , y de la tienda de re\
CAP. 14: aa c GV 2Sam 5.25; H plur. do Besalel, hijo de TJrí, hijo de Jur, esta-
CAP. 15: ins c 4mss VT] b c G b ...; H Ben (cf V y Ben...) y Yaaziel] c c Kit (cf V y Oziel); unión, y reinó sobre Israel. ' 4 Y reunid
ba allí delante del tabernáculo de Yahveh.
H Aziel] d asía c algs mss G; Azazyahu] e c G" a
...V, cf 27. Salomón y la comunidad fueron a con-
Salomón carros y gente de a caballo, y p o \
CAP. 16: c Kit, cf 18,18.20; H Yeiel] b ins pro] ü Kit c G; H su siervo] d c Sal 104105,8; seyó mil cuatrocientos carros y doce mi^
" c imss GVb Sal 104105,12; H erais! ' c G'V; í i firme está el orbe sin 1que vacile] e de él c GVS; sultarle. 6 Subió, pues, allí Salomón ante jinetes, que situó en las ciudades dond^
H de ellos] H add Hernán y Ycdutún; di c Kit] ' Kit (cf 15,16) o c G para hacerlos sonar; H para Yahveh, al altar de bronce, que pertene- estaban los carros y junto al rey en Jeru N
quienes hacíanlos sonar. cía a la tienda de reunión, y ofreció en él salen. * 15 Y el rey puso en Jerusalén la pla%
CAP. 17: a ins c V; cf Kit] b c 2Sam 7,11; H y ] c ~ c Kit 1 te edificaré]8 d 8c 2Sam 7,20; H para mil holocaustos. ta y el oro tan corrientes como las pie%
honrar a tu siervoh_h(cf Kit)] e c G 2Sam 7,23; H una] f 2Sam 7,21; H te] ~ Kit prp 1 su pueblo
la nación gentil] add Dios para Israel;b di c 2Sam 7-26] l ins c 2Sam 7,27. 7
Un aquella noche aparecióse Dios a dras, y la madera de cedro tan a b u n d a n t e
CAP. I 8 : aa ins c iras GbT 2Sam 8,6] c 2Sam 8,13; H Absay, hijo de Seruyá. Salomón, y le dijo: como los sicómoros de la región baja,
!(1
CAP. 19: ins c GS 2Sam 10,3] b Kit 1 espiar o «frt di»] c c GVS; H el ejército] d c VS y 2Sam 10, Pide lo que quieres que le dé. 1 .os caballos que poseía Salomón lo^
14; H Absay. 8 Y contestó Salomón a Dios: importaba de E g i p t o ; traíanlos do Co *>
CAP. 20: a quizá haya de ins aquí c G el pasaje de 2Sam 12,27-29] b c G b a , cf 2Sam 12,30, — T ú has ejercitado gran benevolencia los mercaderes del rey; de C o los com N
iRe 11,5; H Mükam] c c 2Sam 12,31; H (cf V aserró)] d c ims 2Sam 12,31; H sierras] e c 2Sam praban. 1 7 Subían, exportaban de Egipto,
21,18; H se mantuvo] r 2Sam 21,18 Gob. con David, mi padre, y me h a s n o m b r a -
d o rey en su lugar. 9 A h o r a , o h Yahveh un carro p o r seiscientos siclos de plata y
CAP. 21: a C GV 2Sam 24,13;d H seas consumido] b
c GVST 2Sam 24,19; H por] c Kit 1 c un caballo por ciento cincuenta. Igual.,
ms ken586 G caSam 24,20 el rey] Kit 1 c G 1
2Sam 24,20 pasaban] e
así (para ofrecer) c GT; Dios, cúmplase tu promesa a David, mi
mente traían por medio de tales mercade^
H y ofrecer] ins c G ba . padre, pues que me has hecho rey de u n
CAP. 22: aa H dudoso, lit v e'I te déb orden sobre] bc ins quizá (cf v 18). d pueblo numeroso como el polvo de la tie- res p a r a todos los reyes de los hittitas y
CAP. 23: así V (cf t
G); H hice] ins c lomss] c ims; cf 11 y 4,37] ins c Kit (cf V)] e c G b a rra. 1° Concédeme a h o r a sabiduría y cien- los de Siria.
y 24,20; H Sebuel]
a
c pl mss GVT(S); H sing.
CAP. 24: seguimos modificación de Kit c 8mss G ba VS a ;c otros creen que dea Eleazar se registraba
doble porción] !b quizá 1 c G al Jsbaal (así V a ; V Isbaab}] c GV; H sing] c G b a ; H mis hijos]
0_c
ins c mss G , cf 23,19 v V ] ' c G ; H Yaaziyyahu] s c G; H y Sóham. Tratado con el rey de Tiro y preparativos, para el temple*
CAP. 25: a c QGVT; K los profetas] b c 11; H Serí (V Sori)] c ins c ims G b a (cf 17)] d .c G
como 20 y 24,20; H Sebuel] e_e Kit, 1, en vez de estos nombres, muchos imposibles, la siguiente tj 8 Decidió, pues, Salomón edificar palacio donde habitar. 43 H e aquí que yo.
bella plegaria:
«Jonneni Yah jonneni I Eli atta
2u n palacio
u n templo al n o m b r e de Yahveh y
2
real para sí, * j Salomón con-
voy a construir u n a casa al n o m b r e d^
Yahveh, mi Dios, p a r a consagrársela, a,
Guiddalti we-romanti Uzzeká | yoseb be-qasá
Mal-loti hattireni | jinní atta.» t ó setenta mil cargadores y ochenta mil fin de q u e m a r ante él incienso aromática
canteros en la m o n t a ñ a , y c o m o sobres- y para la proposición continua [de los pa-,
0 sea; «Tenrne piedad, Yahveh, tenme piedad; | mi Dios eres tú; [ he engrandecido y exaltado
tu ayuda ] a quien yacía en dura aflicción...» tantes de los mismos, a tres mil seiscien- nesj y los holocaustos de la m a ñ a n a , d^
Algunos explican el hecho singular pensando que los nombres primitivos de tales cantores tos. 32 Luego m a n d ó a decir Salomón a la tarde, de los sábados, de los novilu%
ofrecían cierta semejanza con las frases de esta quizá vieja oración, y alguien modificaría la lista J u r a m , rey de T i r o : «[Ruégote hagas] co- nios y de las solemnidades de Yahveh v
dándoles similitud mayor, en la forma actual] E c V etc; H poder] g «di gloss» Kit] h ins c Kit (cf G)] m o hiciste con David, mi padre, a quien nuestro D i o s ; lo cual ha de durar pot>
1
ins c Kit, ya lo mismo en vv 10,12-18,20 y 21. enviaste cedros p a r a que se edificase u n siempre en Israel. 5 4 M a s la casa que voy
CAP. 26: C G b ; H Asaf] b ins c Kit (cf)] c ins c G*V] d H A Supoím y (a Josa); di c Kit (cf
G ,;mss ) dirto^r] e c contexto; H bígnitas] ' c G ; H (cf V) Ajiyyá] * H sigue hijos del guersoniía de
Ladqn jefes etc; v errp, cf Kit] c V; H y Sebuel cf 23,16] * prps di cuyo hijo fue (iit hijo suyo) 3_
*3 Cf. i Re 3,5-!5 y sus notas, donde se narran estos hechos más ampliamente.
aquí y en lo ]que sigue] J así (y los) 2mss GVS y 29,6; H a lo?] k c Kit, H eí que consagraba (entre-
gábalo a...)] c GV; H Kenanyahu.
1 14-17 Gf. 1 Re 10,26-29 y sus notas.
CAP. 27: a C G; H ofic. de ellos] b ins c Kit; cf 11,12 2 Sam 23,9] c cf 11,27] d c Kit (cf 11); H el
Izraj] e c G, cf 2,12, 1 Sam 16,6; 17,13; H Elihú] ( c G; H el número] «puntuamos V (cf Kit). lis"* Cf. 1 Re s y sus notas.
CAP. 28: a ins c Kit] b H sólo el oro... (cf Kit)] « H add el peso: di c Kit] d ins Q Q,
Qhft £9; a c Y; t i castillo 9 fempío] b ins q Q t
1
490 n CRÓNICAS 2 a-1» H CRÓNICAS 3 4» 491

a edificar será grande, porque nuestro I7j 6 Salomón hizo el censo de todos los
D i o s es mayor que todos los dioses.
6
extranjeros que había en tierra de Israel, Construcción del templo
5 Pues ¿quién será capaz de construirle después del censo que ya de ellos había 1 9
casa, si el cielo y el cielo de los cielos no
pueden contenerlo? ¿Y quién soy yo para
hecho David, su padre, y se hallaron
3 Comenzó, pues, Salomón a cons-
truir la casa de Yahveh en Jerusalén,
El peso de la clavazón ascendía a cin-
cuenta s i d o s de o r o . También revistió de
que le edifique una casa, aunque sólo sea sobre el m o n t e Moriá, donde se había oro las habitaciones superiores. 10 En la
p a r a quemar incienso ante El? 7C A h o r a , aparecido Yahveh * a David, su padre, en casa del santísimo hizo dos querubines,
pues, envíame un h o m b r e perito en tra- el emplazamiento que éste había prepa- labor de estatuario, y las recubrió de oro.
11
bajos de oro, plata, bronce, hierro, tejidos r a d o , en la era de Ornan el yebuseo*. Las alas de los querubines tenían vein-
2
de púrpura, carmesí y p ú r p u r a violácea y Inició la edificación en el segundo mes b, te codos de longitud: el ala del uno, de
que sepa grabar entalladuras, p a r a que el a ñ o cuarto de su reinado. cinco codos, llegaba a la pared del edi-
3
colabore con los artistas que tengo j u n t o Estas son las medidas establecidas p o r ficio, y la otra ala, de cinco codos, toca-
a mí en Judá y Jerusalén, y que David, Salomón p a r a la construcción de la casa ba al ala del o t r o querubín. 1 2 El ala del
mi padre, había preparado. 87 M á n d a m e de D i o s : la longitud, en codos de la me- segundo ° querubín, de cinco codos, llega-
asimismo maderas de cedro, ciprés y otras dida antigua, era de sesenta, y la anchura, ba a tocar la pared de la casa, y la otra
preciosas del L í b a n o ; porque yo sé que veinte codos. 4 El pórtico, que se hallaba ala, de cinco codos, se juntaba al ala del
tus subditos son m u y peritos en cortar frente al santuario de la casa, tenía de an- primer querubín. 13 Las alas de estos que-
las maderas del L í b a n o ; y mis servidores chura diez codos, y su" longitud, corres- rubines medían desplegadas veinte codos,
estarán » con los tuyos, 9 g P a r a preparar- pondiente a la anchura de la casa, era de y ellos estaban de pie, vuelto su rostro h a -
m e maderas en abundancia, pues la casa veinte, y su altura veinte codos"; y lo re- cia la casa. * 14 Y fabricó el velo de púr-
que deseo construir será grande y m a r a - vistió interiormente de o r o puro. 5 Asi- pura violácea, p ú r p u r a escarlata carmesí
villosa. 1 0 9 M i r a : en cuanto a los que se mismo recubrió la casa mayor de made- y lino fino, y sobre él hizo b o r d a r que-
ocupen en cortar madera, daré veinte mil ra de ciprés, y luego la revistió de o r o de rubines.
coros de trigo para sustento " de tus sub- calidad o insmlpió 011 ella palmas y ca- '5 Asimismo hizo delante de la casa dos
ditos, veinte mil coros de cebada, veinte (luuillus. * " Adi'iníis, cubrió la casa de columnas de treinta y cinco codos de al-
mil batos de vino y veinte mil batos de piedras preciosas c o m o ó r n a l o , y el oro tura, y el capitel que las c o r o n a b a era de
aceiten. era oro de Parvaim. * 7 También revistió cinco c o d o s . i 6 Hizo, además, cadenas co-
Ujn Y contestó J u r a m , rey de Tiro, en de oro la casa, las vigas, los dinteles, las m o en el santísimo y las colocó encima
escrito que envió a S a l o m ó n : «Por amor paredes y las puertas; y esculpió querubi- del remate de las columnas. También fa-
de Yahveh a su pueblo te ha constituido nes sobre las paredes. bricó cien granadas, que puso en las cade-
rey sobre él». , 2 n Y añadía J u r a m : «¡Ben- 8 Y construyó el lugar santísimo, cuya nas. * 17 Y erigió las columnas delante del
dito sea Yahveh, Dios de Israel, creador longitud, correspondiente a la anchura de t e m p l o : u n a a la derecha y otra a la iz-
del cielo y la tierra, que h a d a d o al rey la casa, era de veinte codos, y su anchura quierda, y llamó a la de la derecha Ya-
David u n hijo sabio, dotado de pruden- de oíros veinie. Recubriólo de oro finí- kín y a la de la izquierda Bóaz.
cia e inteligencia, a fin de que edifique simo, calculado en seiscientos talentos.
u n a casa para Yahveh y u n palacio real
p a r a sí! 13 i2 A h o r a , pues, te he enviado u n
h o m b r e hábil, d o t a d o de inteligencia, Ju- Otros elementos del templo
ram-Abi, 1 4 i3 hijo de u n a mujer de la tri-
b u de D a n y cuyo p a d r e fue un h o m b r e de A 1 También fabricó u n altar de bronce m a r era de u n palmo, y su borde, labrado
Tiro, el cual sabe trabajar el oro, la plata, ™ de veinte codos de longitud, veinte nomo el b o r d e de u n a copa, semejaba una
el bronce, el hierro, la piedra, la madera, de ancho y diez de altura. 2 E hizo el flor de lirio, y tenía de cabida tres mil
las telas de púrpura, de p ú r p u r a violácea, m a r de metal fundido de diez codos de hatos.
u n b o r d e al otro, redondo enteramente 6
de lino fino y de carmesí, y esculpir t o d a Reconstrucción de una de las Fabricó asimismo diez pilas, y p u s o
clase de entalladuras, y planear toda suer- columnas de bronce del templo y de cinco codos de altura; y ceñíalo cinco a la derecha y cinco a la izquierda,
salomónico, por Chipiez alrededor u n cordón de treinta codos. * para hacer en ellas los lavatarios; allí
te de obras de arte; y a quien podrás po- 3
ner con tus artistas y los artistas de m i se- P o r bajo del borde le circundaban t o d o se lavaba lo utilizado en los holocaustos.
ñ o r el rey David, tu padre. 1 5 1 4 P o r tanto, ciento cincuenta y tres mil seiscientos. en torno figuras de coloquíntidas *, a diez En cambio, el m a r se reservaba p a r a las
pues, m a n d e m i señor a sus servidores el 18
i 7 Destinó de ellos setenta mil a trans- p o r codo, d a n d o t o d a la vuelta al m a r ; dos abluciones de los sacerdotes.
trigo, la cebada, el aceite y el vino a que portistas, ocho mil para canteros en la filas de coloquíntidas a , que habían sido 7 Hizo además diez candelabros de oro,
se ha referido, 1*15 y nosotros cortaremos m o n t a ñ a y tres mil seiscientos como ins- fundidas al fundir aquél. 4 Descansaba de acuerdo con la forma prescrita, y los
maderas del L í b a n o en la medida que pectores p a r a hacer prestar al pueblo ser- sobre doce reses vacunas, que miraban colocó en el templo, cinco a la derecha
precises y te las conduciremos por mar, vicio personal. tres al norte, tres a occidente, tres &\ y cinco a la izquierda. 8 También hizo
en almadías, a Joppe, y tú las transporta- sur y tres a oriente; el m a r reposaba diez mesas, que situó en el templo, cinco
rás a Jerusalén». * sobre ellos, y todas sus partes traseras a la diestra y cinco a la siniestra. Y fabricó
estaban hacia adentro. 5 El grosor del igualmente cien aspersorios de oro. 9 A d e -
"15 JOPPE: hebr. Yafó, hoy Jaffe.
1 "•• Cf. I Re 6,1-38 v 7,15-22.
5
6
CASA MAYOR: O edificio principal, e. d-, el hekhal o santuario.
13
PARVAIM: quizá lugar de Arabia.
HACIA LA CASA : e. d., hacia el santuario o santo. Otros, «hacia el interior».
16
SANTÍSIMO: hebr. debir, texto que parece crrp.; algunos leen <a modo de collar».

4 ••• Cf. 1 Re 7,33-51 y »u» nota».


I I CRÓNICAS 61"16 493
492 n CRÓNICAS 4 10 —5

más hizo el atrio de los sacerdotes, y el Yahveh. 1 7 El rey hízolos fundir en la P l e g a r i a d e Salomón al d e d i c a r el t e r a p k
atrio grande con sus puertas, cuyos ba- región del Jordán, en la tierra arcillosa
tientes recubrió de bronce. 10 Y colocó entre Sukkot y Seredá. i 8 Salomón fabricó
el m a r al costado derecho de la casa, al todos estos utensilios en grandísima can- D 1 Entonces exclamó S a l o m ó n :
este, hacia el sur. * tidad ; realmente no se calculó el peso
11
J u r a m fabricó también las ollas, las del bronce. «Yahveh | dijo habitaría en la tiniebla, *
paletas y los aspersorios. Así dio remate 1 9 Asimismo, Salomón hizo fabricar to- 2 y yo m o r a d a excelsa te he construido, | lugar de tu m o r a d a sempiterna».
j u r a m a la obra que había emprendido dos los utensilios que había en la casa de 3 Luego el rey volvió el rostro y bendi- construido la casa al n o m b r e de Yahveh,
para el rey Salomón en la casa de D i o s : D i o s : el altar de oro, las mesas sobre las jo a t o d a la c o m u n i d a d de Israel—mientras Dios de Israel, u Asimismo he puesto allí
12 las dos columnas, las dos esferas de cuales se colocaban los panes de la p r o p o - t o d a la multitud estaba de pie—, 4 y dijo: el arca, donde está el pacto de Y a h v e h :
los capiteles " que coronaban las columnas sición, 2 0 los candelabros de o r o p u r o con «Bendito sea Yahveh, D i o s de Israel, que la alianza que pactó con los israelitas».
y las dos redes para cubrir las dos esferas sus lámparas, p a r a que ardiesen, según habló por su boca a David, mi padre, i 2 Después Salomón situóse ante el
de los capiteles en las columnas; 13 y la prescripción ritual, ante el santísimo; v con su poder ha cumplido lo prometido altar de Yahveh, en presencia de t o d a la
las cuatrocientas granadas p a r a las dos 21 las flores, las lámparas, las despabila- al decir: 5 'Desde el día que saqué a mi comunidad de Israel, y extendió sus m a -
redes, dos filas de granadas p a r a cada deras, de oro, todo ello de oro purísimo; pueblo de la tierra de Egipto no escogí nos; 13 pues Salomón había construido
22
red, con objeto de cubrir las dos esferas y los cuchillos, los aspersorios, las ca- ninguna ciudad entre todas las tribus de un estrado de bronce, de cinco codos de
de los capiteles que r e m a t a b a n las co- zuelas, los braserillos, de oro fino; y los Israel para edificar allí una casa donde longitud, cinco de ancho y tres de altura,
lumnas ; u y las diez. ° basas con las diez ° ' quiciales del templo para ' sus puertas estuviera mi n o m b r e , ni elegí h o m b r e al- y habíalo colocado en medio del atrio y,
pilas encima; 15 y un m a r con las doce interiores del santísimo, y para * las puer-
reses vacunas debajo; l 6 las ollas, las pale- tas del templo, de acceso al santuario,
tas y los aspersorios ". T o d o s los objetos " eran de oro. í1] Termináronse de este m o -
hízolos Juram-Abi de cabré bruñido para do todos los trabajos que Salomón realizó
el rey Salomón con destino a la casa de p a r a la casa de Yahveh. *

Traslado del arca al templo


1 Y Salomón trajo todas las cosas desde fuera, y han estado' hasta el día
5 que había consagrado David, su pa- de hov. i<> N o bahía en el arca sino las
dre: la plata • y el oro v lodos los objetos dos tablas que Moisés pusiera en el H o -
púsolos en los tesoros de la casa de Dios. * reb, las tablas de la alianza e que Yahveh
2
Entonces congregó Salomón en Jeru- había pactado con los israelitas a su salida
salén a los ancianos de Israel, todos los de Egioto.
jefes de las tribus y los príncipes de las 11 A h o r a bien, c u a n d o los sacerdotes
familias israelitas, p a r a subir el arca de salieron del santuario (como ouiera oue
la alianza de Yahveh desde la ciudad de todos los sacerdotes eme se habían podido
Dnvid, o sea Sión. 3 Y reuniéronse, junto hallar habíanse santificado en la ceremo-
al rev todos los israelitas en la fiesta oue nia sin guardar turnos litúrgicos, i 2 y todos
tuvo lugar el séptimo mes. 4 Llegados los los levitas cantores, Asaf, Hernán. Yedu-
ancianos de Tsrael, los levitas cogieron el tún v sus hijos v hermanos, vestidos de Pala y «cuchara» de Meguiddo y tridente de Guézer.
arca. 3 y subieron ésta juntamente con la lino fino, con címbalos, salterios v cítaras, («The Bibi. Archeologist», IV [1941] 30.)
tienda de reunión y todos los objetos permanecían de pie al oriente del altar,
sagrados que en la tienda había, los cuales y con ellos ciento veinte sacerdotes toca- guno p a r a príncipe sobre mi pueblo Is- poniéndose sobre él, habíase hincado de
transportaron los sacerdotes v" los levi- b a n las trompetas), 13 entonces sucedió rael; 6 pero he escogido a Jerusalén p a r a rodillas delante de foda la comunidad
tas. 6 El rev Salomón y toda !a asamblea que los trompeteros v los cantores deiaban que esté allí mi n o m b r e y he elegido a de Israel. Entonces extendió sus m a n o s
de Israel, congregada junto a él ante el oir a! unísono la alabanza y acción de D a v i d p a r a que se ponga al frente de al cielo, M y exclamó: «¡Oh Yahveh, D i o s
arca, inmolaron reses de ganado menor pracias a Yahveh. Y al elevarse el sonido mi pueblo Israel'. 7 Y David, mi padre, de Israel! N o hay Dios semejante a ti ni
v mavor, innumerables e incalculables por de las trompetas, los címbalos y 1os otros tuvo intención de construir u n a casa al en el cielo ni en la tierra, pues guardas
su mult'tud. 7 Los sacerdotes metieron el instrumentos musicales, y al celebrar n o m b r e de Yahveh, D i o s de Israel; 8 pero la alianza y la misericordia para con tus
arca de la alianza de Yahveh en su lugar, Yahveh dijo a mi padre D a v i d : Por siervos que caminan en tu presencia de
en e! oráculo del templo o santísimo, «a Yahveh, p o r q u e es bueno, cuanto has tenido el intento de edificar todo corazón; is que has mantenido a tu
debajo de las alas de los querubines; p o r q u e es su clemencia eterna», una casa a mi nombre, has hecho bien en siervo, mi padre David, cuanto le prome-
8 de forma que los querubines extendían la casa se llenó de la nube de la gloria ' de concebir tal idea; 9 sin embargo, tú mis- tiste; pues lo declaraste con tu boca y
sus alas sobre el lugar del arca v cubrían Y a h v e h : 1 4 de suerte que los sacerdotes m o no construirás la casa, sino "• tu hiio con tu m a n o lo has cumplido, c o m o el
a ésta y sus varales p o r encima. 9 Pero los no pudieron permanecer en pie p a r a des- que salga de tus lomos, ése edificará la día de hoy. 1 5 A h o r a , pues, Yahveh, D i o s
varales eran un poco más largos y sus empeñar su ministerio a causa de la nube, casa a mi nombre. 1° Y Yahveh ha cum- de Israel, cumple a tu siervo, m i padre
remates se veían delante del santísimo porque la gloria de Yahveh llenaba la plido la palabra que h a b í a pronunciado, David, lo que le prometiste al decir: N o
desde el santuario °, pero no se divisaban casa de Dios. y heme levantado yo en vez de David, te faltará varón en mi presencia que se
mi padre, y me he sentado sobre el trono siente sobre el t r o n o de Israel, con sólo
10
de Israel c o m o Yahveh indicara, y he que tus hijos guarden su camino, andan-
AL ESTE, HACIA EL SUR: e. d., hacia el sudeste. N
22
TERMINÁRONSE: había durado la construcción dei templo siete años y medio.
0 > »'• Cf, 1 Re 8,«-32 y notas.
5 i » - Cf. 1 Re 8,2-11.
494 D CRÓNICAS 6 "-** n CRÓNICAS 7 ^ 495

d o p o r mi ley conforme has a n d a d o tú donarás y darás enteramente con arreglo


delante de mí. 1 7 Ahora, pues, ¡oh Y a h - a su conducta a cada uno, cuyo corazón
veh, D i o s de Tsrael!, confírmese la pala- conoces—pues que tú solo conoces el Sacrificios y fiestas d e la dedicación. Respuesta
bra que hablaste a fu siervo David. 1 8 Pe- corazón de los hijos de los hombres—, de Yahveh
ro ¿será verdad que Dios habite con los 31 a fin de que te teman, a n d a n d o en tus
caminos cuantos días vivieren sobre la 1 11
hombres sobre la tierra? H e aquí que En cuanto Salomón terminó de orar, Acabó, pues, Salomón la casa de
el cielo y el cielo de los cielos n o te pue- haz de la tierra que diste a nuestros pa-
dres.
7 descendió fuego del cielo, consumió Yahveh y el palacio real; y t o d o cuanto
den contener, ¡cuanto menos esta casa el holocausto y los sacrificios, y la gloria su corazón se había propuesto hacer en
que he edificado! " N o obstante, vuelve 3 2 «También al extranjero, que n o per- de Yahveh llenó la casa; * 2 y los sacerdo- la casa de Yahveh y en su propio palacio
Iz
tu rostro a la oración de tu siervo y a tenece a tu pueblo Tsrael, sino que h u - tes n o podían entrar en el templo de Y a h - tuvo feliz cumplimiento. * Entonces a p a -
su ardiente suplica, ¡oh Yahveh, D i o s biere venido de país lejano a causa de veh, p o r q u e su gloria había henchido la recióse Yahveh a Salomón durante la n o -
mío!, escuchando el clamor y la plega- tu gran nombre, tu poderosa m a n o y tu casa del Señor. 3 T o d o s los israelitas vie- che y le dijo: «He oído tu oración y m e
ria que tu siervo formula ante ti, 2 0 es- brazo extendido, c u a n d o viniere a o r a r r o n descender el fuego y la gloria de he escogido este lugar c o m o casa de sa-
t a n d o abiertos tus ojos día y noche sobre a esta casa, 33 tú escúchalo desde el cielo, Yahveh sobre la casa, y, prosternándose crificio. 13 s i yo cerrare el cielo y n o hu-
esta casa, sobre el lugar en que dijiste desde el asiento de tu m o r a d a , y o b r a rostro en tierra sobre el pavimento, ado- biere lluvia, si m a n d a r e a la langosta que
pondrías tu nombre, p a r a escuchar la enteramente de acuerdo con lo que cla- r a r o n y dieron alabanzas «a Yahveh por- devore el país o enviare a la peste contra
14
oración que hace tu siervo vuelto hacia mare a ti el extranjero, p a r a que conoz- que es bueno, p o r q u e es su clemencia mi pueblo, si se humillare m i pueblo,
este sitio. 2 I Escucha, pues, las súplicas can tu n o m b r e todos los pueblos de la eterna». 4 Luego el rey y todo el pueblo sobre el cual es invocado m i n o m b r e , y
de tu siervo y de tu pueblo Tsrael c u a n d o tierra y te teman c o m o tu pueblo Tsrael ofrecieron sacrificios ante Yahveh. orare, buscare m i rostro y se convirtiere
oraren en este recinto; escucha tú mis- y sepan que tu n o m b r e es invocado en 5 El rey Salomón ofreció el sacrificio de sus malos caminos, yo les escucharé
m o desde el lugar de tu m o r a d a , desde esta casa a u e h e edificado. de veintidós mil reses de ganado mayor desde el cielo, 15perdonaré sus pecados y
el cielo, escucha y perdona. 2 2 C u a n d o 34 »Si saliere tu pueblo a campaña con- y ciento veinte mil de g a n a d o menor. Así sanaré su país. Mis ojos estarán en ade-
pecare alguno contra su próiimo y se le tra sus enemigos, siguiendo el c a m i r o inauguraron la casa de Dios el rey y t o d o lante abiertos y mis oídos atentos a la
exigiere juramento, obligándole a pronun- p o r donde le hayas enviado, y te supli- el pueblo. 6 Los sacerdotes manteníanse plegaria hecha en este lugar; 16 pues aho-
ciar una imprecación, si viniere a jurar 1 ' care vuelto hacia esta ciudad aue esco- en pie ejerciendo sus ministerios, así co- ra he elegido y santificado esta casa a fin
delante de tu altar en esta casa, 23 tú es- giste y la casa que he construido a tu mo también los levitas con sus instru- de que permanezca ahí m i n o m b r e perpe-
cúchalo desde el cielo, interven v juzga nombre, 35 esrucha desde el cielo su ora- mentos musicales [de la música] de Y a h - tuamente y estén1 7mis ojos y mi corazón
a tus siervos, castigando al culpable c , ha- ción y su súplica y hazle justicia. veh, que el rey David había construido en ella siempre. E n cuanto a ti, si ca-
ciendo recaer su conducta sobre su ca- 36 » C u a n d o pecaren contra ti—pues no para celebrar al Señor, «porque es su cle- minas ante mí como a n d u v o David, tu
a
beza y declarando inocente al ¡us(o, dán- hav h o m b r e que no peque—v te encole- mencia eterna», e n t o n a n d o los himnos de padre, practicando enteramente lo que
dole así con arreglo a su justicia. 2 4 Y rizares contra ellos y los entregares al David por su m e d i o ; y los sacerdotes te h e o r d el sn a d o , y mis leyes y preceptos
si tu pueblo Tsrael fuese batido del ene- enemigo, v los deportaren sus cautiva- tocaban las trompetas delante de los le- observas, yo consolidaré el t r o n o de tu
migo p o r haber pecado contra ti, y él se dores a país leiano o p r ó x i m o ; 37 s ¡ , reca- vitas, y t o d o Tsrael se mantenía en pie. reino, c o m o pacté con David, tu padre,
convirtiere v confesare tu n o m b r e y ora- pacitando, en la tierra donde fueran lle- 1 Salomón consagró la parte central del diciendo: 1N9 o te faltará varón que domine
re v suplicare delante de ti en esa casa, vados cautivos, se convirtieren a ti y te atrio, que csli'i delante de la casa tic Yah- en Tsrael. M a s si os apartáis y a b a n d o -
25
tú escúchalo desde el cielo, perdona el sunlicaren en el país donde están depor- veh, poique ofreció nlll los holocaustos náis mis leyes y mandamientos, que os he
pecado de tu pueblo Tsrael v vuélvelo al tados, diciendo; H e m o s pecado, hemos y las grosuras de los sacrificios pacíficos, propuesto, y vais a servir a otros dioses
país que diste a él v sus padres. 2 6 C u a n - o b r a d o inicuamente, hemos hecho mal- pues el aliar de bronce que Salomón ha- y los adoráis,
20
os " extirparé de mi país,
b
do el cielo se cerrare v no hubiere lluvia, dad, 38 y se tornaren a ti de t o d o corazón bía construido no podia contener los ho- que os he d a d o , y esta casa, que he con-
p o r q u e hubieren pecado contra ti, e im- v con toda su nlma en la tierra de su locaustos, las oblaciones y las grasas. sagrado a m i n o m b r e , la arrojaré de mi
ploraren vueltos hacia este lugar y ala- 8
cautiverio, donde los hubieren deporta- En aquella ocasión celebró Salomón presencia y la constituiré objeto de2 1fábula
baren tu nombre, y " de su pecado se do, v oraren vueltos hacia su país, que asimismo la festividad durante siete días, y escarnio para todos los pueblos. Y en
convirtieren p o r q u e les hubieres afligi- tú diste a sus padres, la ciudad que es- a c o m p a ñ a d o de t o d o Israel, u n a multitud cuanto a esta casa, tan excelsa, t o d o el
do, 2 7 tú escúchalos desde e el cielo, per- cogiste y la casa qve. he construido a tu grandísima, procedente desde la entrada que pase junto a ella, se p a s m a r á y d i r á :
dona el pecado de, tus siervos y de tu nombre, 39 escucha desde el cielo, desde de J a m a t hasta el torrente de Egipto. 9 Al ¿Por qué ha t r a2t 2a d o Yahveh así a este
pueblo Tsrael, y muéstrales el buen ca- el asiento de tu m o r a d a , su oración y día octavo tuvieron u n a fiesta de clausura, país y esta casa? Y contestarán: P o r q u e
mino p o r el que han de andar, y concé- su súplica, hazles justicia y perdona a tu p o r q u e celebraron durante siete días la a b a n d o n a r o n a Yahveh, Dios de sus pa-
deles lluvia sobre la tierra que diste a pueblo, que ha pecado contra ti. fiesta de la dedicación del altar, y la so- dres, que los sacó del país de E g i p t o ; se
tu pueblo ñor herencia. 4
" «Ahora, Dios mío, ruégote estén lemnidad durante otros siete. * 10 El día h a n adherido a dioses ajenos, se h a n pos-
28
»Si hubiere en el país h a m b r e , o abiertos tus ojos y atentos tus oídos a la veintitrés del mes séptimo, Salomón en- t r a d o ante ellos y los h a n servido; p o r
hubiere peste, o hubiere tizón o goreoio. oración hecha en este lugar. 4 t Ahora, vió al pueblo a sus tiendas alegres y cor- eso h a traído sobre ellos t o d a esta des-
langosta o pulgón, o su enemigo ' le tu- núes, levántate, oh Yahveh. Dios, y ven dialmente satisfechos por los beneficios ventura».
viere asediado en una de e sus ciudades, nara que reposes, tú y el arca de fu po- que Yahveh había hecho a David, a Sa-
cualquier plaga y cualauier epidemia: 2 ? to- tencia; tus sacerdotes, oh Yahveh, Dios, lomón y a Israel, su pueblo.
da oración yb toda súplica que dirigie- sean revestidos de salud, v tus devotos
re cualquier persona o t o d o tu pueblo «icen de la felicidad. 4 2 Oh Yahveh, Dios, 1-11 y 11-22 Cf. 1 Re 8,54-66 y 9,1-9 y sus notas.
Tsrael, reconociendo su propia plaga o no apartes tu rostro de tu ungido, acuér- 9
FIESTA DE CLAUSURA: O reunión festiva; hebr. aséret; cf. Lv 23,36.
el propio dolor, y extendiendo sus ma- date de las benignidades otorgadas a tu
nos hacia esta casa; 30 tú escúchalo des- siervo David»,
de el cielo, asiento de tu m o r a d a , y per-
496 II CRÓNICAS 8 1 — § 8 II CRÓMICAS § 1—10 a

d o y mis propios ojos lo h a n visto; pero asiento, y dos leones manteníanse junto
Otras empresas de Salomón he aquí que no se me había referido ni la a los brazos. 1 9 Asimismo, doce leones
mitad de la magnitud de tu sabiduría! estaban colocados e sobre las seis gradas,
Sobrepujas la fama que había yo oído. a a m b o s lados. N o se había hecho n a d a
8 1 Y sucedió que al cabo de veinte años
de haber edificado Salomón la casa
que p a r a ella había edificado; porque se
dijo: «No debe habitar ninguna mujer mía
7
¡Dichosas tus mujeresc y felices estos tus
servidores, que se hallan siempre ante ti
semejante en ningún reino. 2 0 T o d o s los
vasos de beber del rey Salomón eran dé
de Yahveh y su propio palacio, * 2 recons- en la casa de David, rey de Israel, pues
truyó Salomón las ciudades que J u r a m y escuchan tu sabiduría! 8 ¡Bendito sea oro, y todos los objetos de la casa del
los sitios donde ha estado el arca de Yah-
habíale d a d o y estableció en ellas a los veh son santos». Yahveh, tu Dios, que se h a complacido bosque del Líbano, de o r o puro. D e la
israelitas. 3 Asimismo dirigióse Salomón 42 en ti, poniéndote sobre su trono por rey plata n o se hacía -estimación alguna en
Entonces Salomón ofreció holocaus-
a Jamat-Sobá y se apoderó de ella. 4 Y re- tos a Yahveh sobre el altar del Señor que
de Yahveh, tu Dios, p o r a m o r de tu Dios los días del rey Salomón. 2 1 Porque el
edificó a T a d m o r , en el desierto, y re- a Israel, p a r a afirmarlo perpetuamente, y rey poseía naves que iban a Tarsis con
él había construido ante el pórtico, 13 y lo
construyó " en J a m a t todas las ciudades que cada día había de ofrecer según el te ha colocado a su frente por m o n a r c a los subditos de J u r a m , y una vez cada
di aprovisionamiento. * 5 También recons- m a n d a t o de Moisés, en los sábados, los p a r a administrar derecho y justicia!» tres años venían los navios de Tarsis, tra-
truyeron a Bet-Jorón de arriba y Bet-Jo- novilunios, y las tres solemnidades anua- 9 Después regaló ella al rey ciento veinte yendo oro, plata, marfil, m o n o s y pavos
rón de abajo, ciudades fortificadas, p r o - les : la fiesta de los ázimos, la de las sema- talentos de oro, aromas en grandísima reales.
cantidad y piedras preciosas. Jamás h u b o 22
vistas de murallas, puertas y cerrojos; nas y la de las cabanas. D e esta suerte, el rey Salomón su-
6
e igualmente a Balat con todas las ciu- i4 tales a r o m a s como los que la reina de peró a todos los reyes de la tierra en ri-
Estableció, asimismo, según la regla-
dades de aprovisionamiento pertenecientes
mentación de David, su padre, las dis-
Sabá dio al rey Salomón. queza y sabiduría. 2 3 Y todos los monarcas
al monarca, todas las ciudades de los 10 Los subditos de J u r a m y los subditos de la tierra trataban de ver a Salomón
tintas categorías de sacerdotes respecto a
carros, las ciudades de la caballería y de Salomón que traían oro de Ofir, tra- para oir la sabiduría que Dios había in-
su servicio, y a los levitas en sus ministe-
cuanto Salomón gustó de edificar en Je- jeron también ricas maderas y piedras pre- fundido en su corazón. 2 4 Y cada u n o de
rios de loar a Yahveh y desempeñar su
rusalén, en el Líbano y en todo el terri-
función en presencia de los sacerdotes ciosas; 1 ! y el rey hizo de tales maderas ellos traía su presente: objetos de plata
torio de su dominio. las gradas del templo de Yahveh y del y oro, vestidos, armas, aromas, caballos
con arreglo a la tarea de cada día, y a los
7
A toda la población que había que- porteros en cada u n a de las puertas, se- palacio real y cítaras y salterios p a r a los y m u l o s ; repitiéndose el hecho todos los
d a d o de los hittitas, los amorreos, los gún su sección; pues tal había sido la cantores. N o se había visto antes madera años. 2 5 Salomón poseía caballerizas para
perezeos, los jivveos-y los yebuseos, que orden de David, varón de Dios. 15 N o se como ésta en tierra de Judá. * cuatro mil caballos y carros, y doce mil
no eran de I s r a e l ; 8 a sus hijos » que habían apartaron, pues, de las órdenes ' del rey 12 El rey Salomón regaló a la reina de jinetes, que situó en las ciudades d o n d e
quedado después de ellos en el país, a tocantes a los sacerdotes y los levitas en Sabá cuanto ella apeteció y solicitó, ade- tenía sus carros y en Jerusalén, junto al
quienes los israelitas no habían aniquila- cosa alguna, ni tampoco en lo relativo más de corresponder con exceso a lo que rey. 2 6 D o m i n a b a a todos los reyes, desde
do, Salomón los sometió a prestación per- a los tesoros, i<> D e esta suerte fue llevada ella había traído ai monarca. Después em- el río [Eufrates] hasta el país de los filis-
sonal hasta el día de hoy. 9 En cambio, de a efecto t o d a la obra de Salomón desde' prendió el regreso y m a r c h ó a su tierra teos y hasta la frontera de Egipto. 2 7 E ñi-
los hijos de Israel ° Salomón no utilizó a el día en que se echaron los cimientos de a c o m p a ñ a d a de sus servidores. zo el m o n a r c a que la plata fuese en Jeru-
nadie c o m o siervo para sus obras, pues la casa de Yahveh hasta que remató Sa- '•' El peso del oro que llegaba a Salo- salén tan c o m ú n c o m o las piedras, y los
ellos fueron guerreros, jefes del mismo, lomón > la casa del Señor. món CÍHI'I a n o era de seiscientos sesenta cedros cual los sicómoros de la región
oficiales suyos" y comandantes de sus ca- 17
Entonces marchó Salomón a Esyon- v seis tíllenlos, N sin conlar lo que solían baja por la abundancia. 2 S Se exportaban
rros y de su caballería. io Los jefes de los
guéber y Elot, a la orilla del mar, en el IIIII - ! ION iriil'k'iiiili's y los mercaderes; tam- caballos para Salomón de Egipto y de
gobernadores de que disponía el rey Sa- país de E d o m ; l s y J u r a m , por medio de bién lodos los reyes de Arabia y los go- todos los países.
l o m ó n eran doscientos cincuenta, los cua-
sus siervos, envióle navios y gente cono- bernadores del país traían oro y plata a 20
El resto de los hechos de Salomón,
les estaban encargados de la vigilancia cedora del mar, quienes fueron con los Salomón. '5 El rey Salomón hizo dos- de los primeros a los últimos, he aquí que
del pueblo. subditos de Salomón a Ofir, de donde cientos paveses de oro batido, gastando en están escritos en los discursos del p r o -
11
Y Salomón subió a la hija del Fa- cogieron cuatrocientos cincuenta talen- cada pavés seiscientos siclos de tal oro, feta N a t á n , en la profecía de Ajiyyá el
r a ó n desde la ciudad de David a la casa tos de oro y lo trajeron al rey Salomón. '<• y trescientos escudos de oro batido, silonita y en las visiones de Iddó, el vi-
empleando en cada escudo trescientos si- dente, relativos a Jeroboam, hijo de N e -
clos de o r o ; y púsolos el rey en la casa de bat. * 3 0 Reinó Salomón en Jerusalén sobre
Visita de la reina de Sabá la selva del Líbano. 1 7 También fabricó t o d o Israel cuarenta años. 31 Luego dur-
el m o n a r c a u n gran trono de marfil, que mióse Salomón con sus padres y fue se-
1
H a b i e n d o tenido noticia la reina de 3
C u a n d o la reina de Sabá observó la revistió de o r o puro. 18 El trono tenía seis pultado en la ciudad de David, su padre,
9 Sabá de la fama de Salomón, vino a sabiduría de Salomón y la casa que había gradas y u n escabel de oro fijados a é l a ,
y brazos a u n o y otro lado del lugar del
y reinó en su lugar R o b o a m , su hijo.
Jerusalén con el fin de probarle mediante construido, 4 la comida de su mesa, la
enigmas, a c o m p a ñ a d a de numerosísimo jerárquica colocación de sus servidores
séquito, de camellos cargados de aroma, en sus sitiales, el servicio de sus domésti-
o r o en gran cantidad y piedras preciosas; cos y sus vestidos *, sus coperos y sus tra- Roboatm y la secesión d e Israel
y llegó donde Salomón y habló con él de jes, y los holocaustos " que ofrecía en la
c u a n t o llevaba en su corazón. * 2 Salomón casa de Yahveh, quedóse como sin alien- •i A 1 M a r c h ó R o b o a m a Sikem por- N e b a t , tuvo noticia de ello, él se encon-
le explicó todas las cuestiones que ella le to, 5 y dijo al rey: «¡Verdad era la versión •*•" que todo Israel había venido a Si- traba en Egipto, pues había huido de la
planteó, sin que hubiera cosa que a Salo- que yo había oído en mi país sobre tus kem para proclamarle rey. * 2 A h o r a bien, presencia del rey Salomón; y entonces
m ó n se ocultara y que no pudiera explicar cosas y sabiduría; 6 m a s yo no he dado sucedió que c u a n d o J e r o b o a m , hijo de J e r o b o a m volvióse de Egipto, 3 pues ha-
a la reina. crédito a lo que decían hasta que he veni-

Q i '"• Cf. i Re 9,10-28 y sus notas. n GRADAS: hebr. mesil-lot, expresión técnica de significado no bien conocido.
0 4
REEDIFICÓ: O edificó, amplió, fortificó. I] TADMOR: Tamar (cf. 1 Re 9,18) o Palmira. « - " Cf. 1 Re 11,41-43.

y I - ! 3 T 13-2» Cf. 1 Re 10,1-13 y 10,14-29 con sus notas. 1 0 >-" Cf. 1 Re 12,1-ia
498 n CRÓNICAS 10 4 —11 1 2 n CRÓNICAS 11"—12 " 499

bía enviado a llamarle. J e r o b o a m y t o d o —Así has de decir al pueblo que te h a una de las ciudades, fortificándolas extra-1I i 8 T o m ó R o b o a m p o r esposa a Maja-
Israel vinieron a hablar a R o b o a m di- hablado en estos términos: ordinariamente. Fueron así suyos Judá y | lot, hija de Yerimot, hijo de David, y »
ciendo : Benjamín. \1 Abiháyü, hija de Eliab, hijo de Jesé. " Ella
4
«Tu padre agravó nuestro y u g o ; 13
Los sacerdotes y los levitas de Israel le parió varios hijos: a Yeús, Semaryá y
— T u padre nos impuso u n d u r o y u g o ; m a s t ú alivíalo d e sobre nosotros».
ahora, pues, aligera la d u r a servidumbre entero vinieron a ponerse de su lado des- Zéham. 20 Después de ella t o m ó a M a a k á ,
Así les dirás: «Mi meñique es más grueso de todo el territorio; 1 4 de suerte que los hija de Absalón, la cual le dio a luz a
de tu padre y el pesado yugo que tu padre
que los lomos de mi p a d r e ; n a h o r a bien, levitas a b a n d o n a r o n sus ejidos y su pro- Abiyyá, Attay, Zizá y Selomit. 21 R o b o a m
nos impuso, y te serviremos.
5 mi padre cargó sobre vosotros u n yugo piedad y m a r c h a r o n a Judá y Jerusalén, amó a M a a k á , hija de Absalón, más que
Contestóles él: pesado y yo aún añadiré sobre vuestro p o r q u e J e r o b o a m y sus hijos les hablan a todas sus mujeres y concubinas; pues
—Idos • y volved a mí de aquí a tres yugo. destituido del cargo de sacerdotes de Y a h - tuvo dieciocho mujeres y sesenta concu-
días. veh. 15 y él se n o m b r ó sacerdotes para binas, y engendró veintiocho hijos y se-
Y el pueblo se fue. M i padre os castigó con azotes; 22
6 pero yo con escorpiones». los lugares altos, los sátiros y los becerros senta hijas. R o b o a m estableció a la ca-
El rey R o b o a m se aconsejó de los an- que habían hecho. 16 En pos de ellos vi- beza, c o m o príncipe entre sus hermanos,
cianos que habían estado al servicio de 12 Al tercer día, J e r o b o a m y t o d o el nieron a Jerusalén, a ofrecer sacrificios a Abiyyá, b
hijo de M a a k á , p o r q u e proyec-
23
Salomón, su padre, c u a n d o vivía, pregun- pueblo llegaron donde R o b o a m , como ha- a Yahveh, Dios de sus padres, de todas taba n o m b r a r l o rey. El obró sagaz-
tando: bía indicado el rey, al decir: Volved a mí las tribus israelitas, cuantos se dispusieron mente, d e s p a r r a m a n d o a todos sus hijos
—¿Qué respuesta me aconsejáis que dé al cabo de tres días; 13 y el soberano les cordialmente a buscar a Yahveh, Dios de por todas las regiones de J u d á y Benjamín,
y" por todas las plazas fuertes, y les dio
a este pueblo? replicó d u r a m e n t e ; pues el rey R o b o a m Israel. I 7 Vigorizaron así el reino de Judá
7
Y le contestaron diciendo: a b a n d o n ó el consejo de los ancianos, u y víveres en abundancia y íes procuró es-
y consolidaron a R o b o a m , hijo de Salo- posas a.
—Si hoy" tratas benignamente a este les habló según el consejo de los jóvenes, m ó n , p o r tres a ñ o s ; pues durante un trie-
pueblo y los complaces y les diriges bue- diciendo: nio siguieron los derroteros de David y
nas palabras, serán tus servidores siempre. «Agravaré ° vuestro yugo, Salomón.
8
Pero R o b o a m a b a n d o n ó el consejo y a ú n lo recargaré más.
que los ancianos habíanle d a d o y se acon- M i padre os castigó con azotes;
sejó de los jóvenes que habían crecido pero yo con escorpiones».
j u n t o a él y estaban a su servicio. 9 Díjo- 15
Idolatría d e 'Roboam y su castigo
Así, pues, el rey no escuchó al pueblo,
les, pues:
pues era cosa dispuesta por Dios, a fin •I O 1 M a s sucedió que c u a n d o el rei- lacio real; t o d o lo cogió, llevándose t a m -
—¿Qué me aconsejáis respondamos a de cumplir Yahveh la palabra que había * " bién los escudos de o r o que h a b í a fabri-
n o de R o b o a m se h u b o consolida-
este pueblo, que me ha hablado diciendo: hablado por medio de Ajiyyahu el silo- do y afirmado, a b a n d o n ó la ley de Yah- cado Salomón I 0 — R o b o a m hizo p a r a
Alivia el yugo que nos impuso lu padre? nita a Jeroboam, hijo de N e b a t . 16 Al ver " veh, y con el monarca, t o d o Israel. * sustituirlos escudos de bronce, y los en-
10 2
Y los jóvenes que se habían criado todo Israel que el rey no les había escu- tregó en m a n o de los jefes de la guardia
Y el a ñ o quinto del rey R o b o a m , Sisaq,
con él le respondieron, diciendo: c h a d o , contestó al m o n a r c a diciendo: rey de Egipto, subió contra Jerusalén oersonal que custodiaba la puerta del pa-
- pues fueron desleales a Yahveh— 3 con lacio real; H y siempre que el m o n a r c a
«¿Qué tenemos nosotros que ver con D a v i d ? mil doscientos carros y sesenta mil ele a entraba en la casa de Yahveh, venían los
¿Ni qué herencia t a m p o c o con el hijo de Jesé? caballo, nimilo iiiniinuTiihle el ejército que de la escolla y los llevaban; después los
¡A su tienda, Israel, se vaya cada cual! vlm> n u i él ile Lgipto: libios, sukkíes y volvían al cuerpo de guardia de la escol-
¡Cuida a h o r a de tu casa, o h David!» etiopes. 4 Y se apoderó de las ciudades ta—. I 2 Mas por cuanto R o b o a m habíase
fortificadas de Judá y llegó hasta Jeru- humillado, apartóse de él la ira de Yahveh
Entonces todo Israel partió a sus tiendas. r o n y murió. El rey R o b o a m h u b o de salén. y n o quiso aniquilarlo completamente;
1 7 Pero R o b o a m reinó sobre los hijos de apresurarse a m o n t a r sobre su carro p a r a 5 pues también en J u d á h a b í a a ú n cosas
Israel que m o r a b a n en las ciudades de Entonces el profeta Semayahu vino a
h u i r a Jerusalén. 19 D e esta suerte Israel R o b o a m y a los príncipes de Judá, que se buenas.
Judá. l s Y el rey R o b o a m envió a Ado- se separó de la casa de David hasta el día 13
niram ', intendente del servicio de presta- habían reunido en Jerusalén p o r miedo a Consolidóse, pues, el rey R o b o a m en
de hoy. Sisaq, y les dijo: «Así dice Y a h v e h : Vos-Jerusalén y r e i n ó ; contaba cuarenta y u n
ción personal, m a s los israelitas lo lapida-
otros me habéis a b a n d o n a d o ; pues vo años c u a n d o comenzó a reinar, y reinó
también os a b a n d o n o en m a n o s de Si- diecisiete años en Jerusalén, la ciudad que:
saq». 6 Entonces los príncipes de Tsrael y Yahveh había escogido entre todas las
Reinado de Roboam en Judá el m o n a r c a se humillaron, v dijeron: «¡Jus-
tribus de Israel para poner allí su n o m b r e .
to es Yahveh!» 7 Al ver Yahveh a u e se El n o m b r e de su m a d r e era N a a m á , la
•I 1 1 Llegado R o b o a m a Jerusalén, re- de Yahveh y se volvieron de su m a r c h a habían humillado, diriaió su palabra a ammonita. 1 4 Y él obró el mal, pues n o
* *• unió a la casa de J u d á y la de Ben- contra Jeroboam. Semayahu, diciendo: «Se h a n humillado, dispuso su corazón en busca de Yahveh.
jamín, ciento ochenta mil guerreros esco- 5
R o b o a m , pues, se estableció en Jeru- no los aniquilaré; antes les daré en breve 15
Los actos de R o b o a m , los primeros
gidos p a r a combatir con Israel y restituir salén, y reconstruyó c o m o fortalezas [va- salvación, y mi cólera no se d e r r a m a r á en
V los últimos, están consignados en las
el reino a R o b o a m . * 2 M a s dirigióse la pa- rias] ciudades en Judá. * 6 Edificó así a Jerusalén por medio de Sisaq. 8 Sin em- historias del profeta Semayá y de I d d ó ,
labra de Yahveh a Semayahu, h o m b r e de Belén, Etam, T é q o a , 7 Bet-sur, Sokó, bargo, le h a b r á n de servir, para que co- el vidente, con referencia a los censos
Dios, diciendo: 3 «Habla a R o b o a m , hijo Adul-lam, 8 G a t , Maresá, Zif, 9 A d o r á - nozcan lo que es servirme a mí y servir genealógicos; y a las continuas guerras
de Salomón, rey de Judá, y a t o d o Israel yim, Lakís, Azeqá, 10 Zorá, Ayyalón y a los reyes de los diversos países». entre R o b o a m y J e r o b o a m . 16 Luego R o -
en Judá y Benjamín, en estos términos: H e b r ó n , situadas en J u d á y Benjamín 9 Subió, pues, Sisaq, rey de Egipto, b o a m durmióse con sus padres, y fue se-
4
Así dice Y a h v e h : N o subáis a combatir c o m o ciudades fortificadas. u Y reforzó contra Jerusalén y se a p o d e r ó de los te- pultado en la ciudad de David, sucedién-
con vuestros hermanos. Volveos cada u n o las fortalezas y p u s o en ellas c o m a n d a n - soros de la casa de Yahveh y los del pa- dole en el t r o n o Abiyyá, su hijo.
a vuestra casa, pues de mí h a procedido tes y depósitos de víveres, aceite y vino,
tal cosa». Ellos obedecieron las palabras 12
y asimismo paveses y lanzas en cada

1
1-5» 5 ••• Cf. ! R e i 2 ) í 0 . 2 ^ y 14,21-31 con sus notas. 12 ••• Cf. 1 Re"i4,ai-3i.
2
500 II CRÓNICAS 1 3 * — 1 4
I I CRÓNICAS 1 4 s—15 14
501
ojos de Yahveh, su Dios. [2] Y suprimió Marcsá. * l 0 i)Asá salióle al encuentro y
Abiyyá de Judá los altares del culto extranjero y los luga- se dispusieron en orden de batalla en el
i n l El a ñ o dieciocho del reinado de aromático, ya disponiendo sobre la mesa res altos 32 y quebró las mnssebús y taló valle de Sefat, cerca de Maresá. n i o A s á
* < 5 Jeroboam comenzó Abiyyá a rei- p u r a los panes de la proposición y encen- los aserim; *¡ y m a n d ó a Judá que buscase entonces invocó a Yahveh, su Dios, y
nar sobre Judá. * 2 Reinó tres años en diendo el candelabro de oro con sus lám- a Yahveh, D i o s de sus padres, y practicase dijo: «¡Oh Yahveh, no hay quien pueda
Jerusalén. El nombre de su m a d r e era paras cada tarde; pues nosotros observa- la ley y los mandamientos. 5 4 Además, comparársete c u a n d o se trata de ayudar
Maaká \ hija de Uriel, de Guibá. Y h u b o mos las ordenanzas de Yahveh, nuestro quitó de todas !as ciudades de Judá los [en la pugna] entre u n poderoso y quien
guerra entre Abiyyá y J e r o b o a m . Dios, mientras vosotros lo habéis aban- lugares altos y las estelas solares; y el carece de fuerzas! ¡Socórrenos, o h Y a h -
3
Abiyyá entró en c a m p a ñ a con un ejér- d o n a d o . 12 H e aquí que, a nuestra cabeza, reino reposó bajo su m a n d o . * veh, Dios nuestro!, pues en ti nos apoya-
6
5 Asimismo edificó ciudades fortifica- mos y en tu n o m b r e hemos venido contra
cito de guerreros valientes, cuatrocientos tenemos con nosotros a Dios y sus sacer-
mil hombres escogidos; y Jeroboam se dotes y las trompetas clamorosas para das en Judá, p o r q u e el país estaba tran- esta multitud. ¡Yahveh, tú eres nuestro
p r e p a r ó contra él para la guerra con tocar a clamor contra vosotros. ¡Oh hijos quilo y por aquellos años no h u b o con D i o s ; n o se mantenga firme junto a ti
ochocientos mil hombres selectos, gue- de Israel, no luchéis contra Yahveh, Dios él guerra alguna, pues Yahveh le había h o m b r e alguno!» 1 2 n Y Yahveh desbarató
rreros valerosos. 4 Y Abiyyá se levantó de vuestros padres, p o r q u e n o habéis de otorgado descanso. 7 „ Y dijo él a J u d á : a los etíopes ante Asá y J u d á , y los etíopes
desde [su puesto] sobre el m o n t e de Sema- tener éxito!» «Construyamos estas ciudades y rodeé- huyeron. 13i2 Asá y el pueblo que le acom-
x
ráyim, que está en la m o n t a ñ a de Efraím, • 3 Entre tanto, J e r o b o a m hizo dar u n moslas de muralla, torres, puertas y cerro- p a ñ a b a los persiguieron hasta Guerar, y
y dijo: «¡Escuchadme, oh J e r o b o a m y rodeo a la tropa emboscada p a r a sor- jos, mientras el país aparece franco ante cayeron de los etíopes hasta no quedar de
t o d o Israel! 5 ¿Acaso no sabéis que Y a h - prenderlos por la espalda, de suerte que nosotros, por cuanto h e m o s buscado a ellos nadie con vida, pues q u e d a r o n des-
veh, D i o s de Israel, dio p a r a siempre el se hallaron frente a j u d á y la emboscada Yahveh, nuestro D i o s ; lo hemos buscado trozados ante Yahveh y su ejército; y se
reino sobre Israel a David, a él y sus a espaldas de éste. 1 4 C u a n d o se volvió y El nos ha d a d o reposo todo alrededor». llevaron copiosísimo botín. 1 4 n Asimismo
hijos con un pacto de sal? * 6 Pero Jero- J u d á y se encontró con que tenían el Y construyeron y tuvieron pleno éxito. batieron a todas las ciudades circunveci-
b o a m , hijo de Nebat, servidor de Salo- a t a q u e de frente y p o r retaguardia, clama- 87 Tenía Asá u n ejército de trescientos nas de Guerar, pues invadióles el espanto
m ó n , hijo de David, se alzó y se rebeló r o n a Yahveh, y los sacerdotes tocaron mil hombres de J u d á , portadores de pa- de Y a h v e h ; y ellos saquearon todas las
contra su señor, ' y agregáronse a él h o m - las trompetas. 15 Entonces los hombres yeses y lanza, y de doscientos ochenta mil ciudades, p o r q u e había en ellas copioso
bres vacuos y perversos y se opusieron a de Judá alzaron eí alarido, y sucedió que, de Benjamín, que llevaban escudo y ente- botín. I 5 j4 También atacaron las majadas
R o b o a m , hijo de Salomón, c u a n d o R o - coincidiendo con la grita de ellos, Dios saban a r c o ; todos éstos, guerreros valien- del ganado y apresaron ovejas en a b u n -
b o a m era joven y tímido, y no se mostró derrotó a J e r o b o a m y t o d o Israel delante tes. 9g Salió a c a m p a ñ a contra ellos Zéraj dancia y camellos. Luego regresaron a
lo bastante fuerte frente a ellos. * Ahora de Abiyyá y de Judá. 16 Huyeron, pues, el cusita, c o n u n ejército de un millón de Jerusalén.
bien, vosotros pensáis ofrecer resistencia los israelitas delante de Judá, y Dios los soldados y trescientos carros, y llegó hasta
al teino de Yahveh, que eslá en mano entregó en su m a n o . 17 Abiyyá y su pueblo
de los hijos de David, y sois una gran causaron en ellos enorme m o r t a n d a d , y
m u c h e d u m b r e y tenéis con vosotros los cayeron muertos de Israel quinientos mil El rey Asá y la idolatría
becerros de oro de que J e r o b o a m ha hombres escogidos. >8 D e esta suerte que-
fabricado dioses p a r a vosotros. 9 ¡Habéis
arrojado a los sacerdotes de Yahveh, los
daron humillados los israelitas en aquella
sazón, y los hijos de J u d á se robustecieron 1"C ' Fl rspírlhi de Dios sobrevino a
A/urliis, hijo de Odi'd,* •' quien sa-
hijo do * Oded, el profeta, cobró á n i m o
y siinrimio las abominaciones de t o d o el
hijos de Aarón, y los levitas y os habéis p o r haberse a p o y a d o en Yahveh, Dios lí*'» al encuentro de A'*.í v le dijo: «¡nscu- lorrilorio de .luda y Benjamín y de las
hecho sacerdotes a la manera de los pue- de sus padres. 1 9 Abiyyá persiguió a Jero- ehaclme, oh Asá y lodo Judá v Benjamín! ciudades que había t o m a d o en " la m o n -
blos de los otros países! Cualquiera que b o a m y le t o m ó diversas ciudades; Bet-El Yahveh estará con vosotros mientras vos- taña de Efraím, y renovó el altar que
llega con un novillo y siete carneros para y sus villas anejas, Yesaná y sus ciudades otros estéis con El; si lo buscareis, se existía ante el pórtico de Yahveh. 9 Y con-
que le consagren, nácese sacerdote de dependientes. Efraím y sus villas anejas. dejará hallar de vosotros: mas si lo aban- gregó a todo J u d á y Beniamín y a quienes
esos que n o son dioses. ) 0 Mas en cuanto 20
J e r o b o a m ya n o tuvo más poderío en donareis, os abandonará. 3 P o r mucho de Efraím, Manases y Simeón m o r a b a n
a nosotros, Yahveh es nuestro Dios y no tiempo de Abiyyá, y Yahveh le hirió y tiempo h a estado Israel sin verdadero con ellos; pues de Israel habíanse p a s a d o
lo hemos a b a n d o n a d o ; los sacerdotes que murió. 2 1 En cambio, Abiyyá asió fuerte- Dios, sin sacerdote que le guíe y sin a Asá en gran abundancia al ver que
suministran a Yahveh son los descendien- mente el reino, y t o m ó catorce mujeres y ley; 4 pero c u a n d o en su angustia se con- Yahveh, su Dios, estaba con él. '0 R e -
tes de Aarón, y los ¡evitas [colaboran] engendró veintidós hijos y dieciséis hijas. virtió a Yahveh. D i o s de Israel, v lo buscó, uniéronse, pues, en Jerusalén el tercer
en el servicio del culto, " ya quemando 22
El resto de los hechos de Abiyyá, su el Señor dejóse hallar de aquél. 5 En aque- mes del año quince del reinado de Asá.
11
holocaustos en h o n o r de Yahveh cada proceder y sus palabras, están escritos en llos tietrmos n o había paz ni para quien Y en aquel día ofrecieron sacrificios
m a ñ a n a y cada tarde, así como el incienso el Midrcís del profeta I d d ó . * salía ni para quien entraba, pues existían a Yahveh del botín que' habían t r a í d o :
grandes consternaciones entre todos los setecientas reses de g a n a d o vacuno y siete
habitantes de los diversos países, 6 y en- mil de aanado menor, l 2 Y pactaron bus-
Asá y Judá trechocaban pueblo con pueblo y ciudad car a Yahveh, D i o s de sus padres, con
con ciudad, porque Dios los conturbaba t o d o su corazón y t o d a su alma, 13 y
1 A '23 Abiyyá durmióse con sus pa- hijo. E n su tiempo el país gozó de descan- con t o d a suerte de angustias. 7 M a s vos- cualquiera que no buscase a Yahveh, Dios
•*•" dres, y fue enterrado en la ciudad so diez años. * otros sed fuertes, no desmayéis, pues vues- de Tsrael, sería m u e r t o , así pequeño c o m o
de David, reinando en su lugar Asá, su 2
l E hizo Asá lo b u e n o y lo recto a los tra obra tendrá su recompensa». grande, h o m b r e o mujer. 1 4 Y prestaron
8 C u a n d o Asá oyó estas palabras y la j u r a m e n t o a Y a h v e h en voz alta y con
profecía que había pronunciado Azarias, gritos de júbilo y entre sonar de trompetas
0 1 a3- Cf. 1 Re 15,1-8. Jeroboam reinó h. 922-901; Abiyyá, h. 915-913.
1 ** 5
PACTO DE SAL: o inviolable; cf. Lv 2,13. 5
22 MIDRÁS: vocablo sólo usado aquí y en 24,17, dentro del A. T., con el sentido de narración 9
4 KSTEI.AS SOLARES: pa»-a estas estelas, columnas o simulacros del sol, cf. Lv 26,30.
y comentario exegético o trabajo de investigación sobre escritos antiguos. ¡t ZÉPAJ EL CUSITA o etíope: se le ha identificado con el faraón bubasita Osorkon I: pero tal
identificación hoy se juzga contraria a la historia y la lingüistica.
u 1 "«• Cf. t Re I5.9-I2- Asi reinó h. 913-873,
15 1 •'• Cf. iIRelia.is^y su nota.
502 n CRÓNICAS 15 "—17 • II CRÓNICAS 17 ? —18 " 503
7
y cuernos. 15 T o d o J u d á se alegró del lo trituró y lo quemó en el torrente C e - En el a ñ o tercero de su reinado envió m á m e n t e y construyó en J u d á castillos y
juramento, pues habían jurado de t o d o drón. 17 M a s los lugares altos no fueron a sus príncipes Ben-Jáyil, Abdías, Zaca- ciudades de aprovisionamiento. 13 T u v o
corazón, habían buscado a Yahveh con suprimidos de Israel; y, sin embargo, el rías, Netanel y Miqueas a enseñar por las asimismo muchas obras en las ciudades
t o d a su voluntad y El habíase dejado corazón de Asá permaneció integro toda ciudades de J u d á ; 8 y con ellos a los de Judá, y en Jerusalén hombres de gue-
encontrar de ellos. Y Yahveh concedióles su v i d a . 1 8 El condujo a la casa de Yahveh levitas: Semayahu, N e t a n y a h u , Zebadya- rra, guerreros valientes. 1 4 Este es el censo
descanso en su derredor. las cosas sagradas de su padre y las que h u , Asahel, Semiramot, Jonatás, Adonías, de ellos con arreglo a sus familias. D e
16 Tobías " y Tob-adoniyyá ", levitas, acom- J u d á : kiliáreas, A d n á , el jefe, con tres-
Incluso a M a a k á , m a d r e del rey Asá, él mismo había c o n s a g r a d o : plata, oro y
destituyó éste de su regia dignidad, p o r o b j e t o s . 1 9 Y no h u b o guerra alguna h a s t a p a ñ a d o s de los sacerdotes Elisamá y Ye- cientos mil guerreros valientes; 15 seguíale
haber fabricado a Aserá ignominioso si- el a ñ o treinta y cinco del reinado de Asá. h o r a m . 9 Ellos enseñaron en J u d á y lle- Yehojanán, el jefe, con doscientos ochenta
mulacro. Además, Asá destruyó su ídolo, v a b a n consigo el libro de la ley de Y a h - mil; i<> y junto a él Amasyá, hijo de Zikrí,
v e h ; y dieron la vuelta p o r todas las el cual se había consagrado libremente a
ciudades de J u d á adoctrinando al pueblo. Yahveh, con doscientos mil guerreros va-
Lucha de Asá con Israel y su muerte 10
El terror de Yahveh invadió a todos lientes. 17 D e Benjamín: el valiente gue-
los reinos de los países que rodeaban a rrero Elyadá, a c o m p a ñ a d o de doscientos
se h a escapado de tus m a n o s . s ¿Acaso n o Judá, y n o osaron mover guerra a Josa- mil hombres, a r m a d o s de arco y e s c u d o ;
IR ' ^ "° t r e m t a y s e ' s del reinado
a
l 8 seguíale Yehozabad con ciento ochenta
^ " de Asá subió contra J u d á Basa, constituían los etíopes y los libios un fat. n Parte de los filisteos traían presentes
ejército numeroso con carros y jinetes en a Josafat y un tributo de plata. También mil s o l d a d o s . 1 9 Tales eran los que estaban
rey de Israel, y fortificó a R a m a para al servicio del m o n a r c a , fuera de los que
bloquear a cuantos intentaran comunicar grandísima cantidad? M a s confiaste en los árabes le traían g a n a d o m e n o r : siete
Yahveh, que los entregó a tu poder. 9 Pues mil setecientos carneros y siete mil sete- el rey había emplazado en las ciudades
con Asá, rey de Judá. * 2 Entonces sacó fortificadas p o r t o d o Judá.
Asá la plata y el o r o de los tesoros de la los ojos de Yahveh extienden su m i r a d a cientos machos cabríos.
12
casa de Yahveh y del palacio real y envió por t o d a la tierra p a r a desplegar su fuerza F u e así Josafat engrandeciéndose su-
embajadores a Ben-Hadad, rey de Siria, a favor de quienes tienen corazón perfecto
que residía en D a m a s c o , p a r a decirle: p a r a con El. H a s o b r a d o neciamente en
3
«Haya alianza entre nosotros dos, c o m o esto; pues desde ahora h a b r á guerras Guerra de Josafat de Judá y Ajab de Israel contra Siria
la h u b o entre m i padre y tu padre. Mira, contra ti». 10 Asá encolerizóse contra el
te he enviado plata y oro. A n d a , r o m p e vidente y lo puso en prisiones, pues se 1 O 1 Josafat poseyó riquezas y gloria — N o hable el rey así—replicó Josafat.
8
tu alianza con Basa, rey de Israel, para había irritado con él por este motivo. ^ O en abundancia y emparentó con Entonces el m o n a r c a de Israel llamó
que se retire de sobre mí». 4 Ben-Hadad También vejó Asá en aquella ocasión a Ajab. * 2 Al cabo de u n o s años bajó a a u n eunuco, y dijo: «¡Trae p r o n t o a
prestó oídos al rey Asá, y envió a los algunos del pueblo. visitar a Ajab a Samaría, y Ajab hizo Miqueas, hijo de Yimlá!»
jefes del ejército de que disponía contra
11
H e aquí que los actos de Asá, los degollar p a r a él y la gente que le acom- 9 El rey de Israel y Josafat, rey de
las ciudades de Tsrael, los cuales expug- primeros y los últimos, están escritos en p a ñ a b a numerosas reses de g a n a d o me- Judá, estaban sentados sobre sendos tro-
naron a Iyyón. D a n , Abel-Máyim y todos el libro de los reyes de J u d á e Israel. nor y mayor, y le incitó a subir contra nos, vestidos" de ropas reales, y hallá-
los almacenes de las ciudades de Neftalí.
12
El a ñ o treinta y nueve de su reinado R a m o t de Galaad. -1 Dijo, pues, Ajab, banse en u n a e r a " , a la puerta de la
5
C u a n d o Basa tuvo de ello noticia, cesó Asá enfermó de los pies, hasta agravarse rey ÍW Israel, ti Josalal, rey de J u d á : ciudad de Samaría, y todos los profetas
de construir a R a m a e interrumpió su notablemente su enfermedad; pero ni in- ¿(>u¡i'teN Mihir conmigo a Kamol tic profetizaban ante ellos. 10 Sidquiyyahu,
obra. 6 Entonces el rey Asá t o m ó consigo cluso en ésta buscó el auxilio de Yahveh, Onlmul? ¡lijo de Kcnaaná, hízose unos cuernos
a t o d o J u d á , y se llevaron las piedras y sino a los médicos. 13 Y durmióse Asá Contestóle: de hierro, y dijo: «Así dice Y a h v e h : C o n
m a d e r a m e n de R a m a que Basa había con sus padres y m u r i ó el a ñ o cuarenta y — Y o soy u n a misma cosa contigo, y éstos acornearás a los sirios hasta acabar
empleado en la construcción, y fortificó uno de su subida al t r o n o . 1 4 Sepultáronlo mi pueblo con tu pueblo; te acompaña- con ellos», u Y t o d o s los profetas profe-
con ellos G u e b a y Mispá. en su sepulcro que se había hecho excavar remos en la guerra. tizaban de igual m o d o , diciendo: «Sube
4
7
En aquel tiempo, Jananí, el viden'e, en la ciudad de D a v i d ; y lo acostaron en Josafat dijo asimismo al rey de Israel: a R a m o t de G a l a a d y lograrás éxito,
se llegó a Asá, rey de Judá, y le dijo: u n lecho lleno de aromas balsámicos y «Consulta, p o r favor, en este día la pala- pues Yahveh la h a de entregar en m a n o s
«Por cuanto te h a s apoyado en el rey de variados perfumes, confeccionados con bra de Yahveh». del rey».
Siria y n o has confiado, en Yahveh, tu arte de perfumeros, q u e m a n d o en su h o -
5
Reunió, pues, el soberano de Israel a i 2 A h o r a bien, el mensajero que había
Dios, p o r eso el ejército del rey de Siria n o r u n fuego grande en extremo. los profetas, en n ú m e r o de cuatrocientos ido a llamar a Miqueas, hablóle diciendo:
hombres, y díjoles: — M i r a , las palabras de los profetas
—¿Debo "• partir a la guerra contra R a - son unánimemente favorables al rey; ¡sea,
m o t de G a l a a d o debo desistir? pues, t u palabra c o m o la de u n o de ellos
Josafat de Judá Respondieron: y predice cosa b u e n a !
1 3 Pero Miqueas replicó:
n 1

2
R e i n ó en su lugar Josafat, su
hijo, el cual se fortificó contra Is-
r a e l * y situó soldados en todas las ciu-
4
sino que buscó al D i o s de su padre y
caminó por sus mandamientos, sin imitar
el proceder de Israel. 5 E n consecuencia,
— Sube, pues D i o s le entregará en ma-
nos del rey.
6
M a s Josafat p r e g u n t ó :
—¡Vive Yahveh que lo que m i D i o s
indique, eso hablaré!
Yahveh consolidó el reino en sus m a n o s , — ¿ N o hay aquí todavía algún otro p r o - 1 4 Llegado al rey, díjole el m o n a r c a :
dades de Judá fortificadas y colocó guar-
y t o d o Judá regaló presentes a Josafat, feta de Yahveh p a r a que consultemos —Miqueas, ¿debemos partir a la guerra
niciones en el país de Judá y en las ciu-
quien poseyó riqueza y gloria en a b u n - p o r medio de él? contra R a m o t de G a l a a d o debemos'
dades de Efraím, que Asá, su padre, 7
dancia. 6 Su corazón creció en los cami- Y contestó el rey de Israel a Josafat: desistir?
había conquistado. 3 Yahveh estuvo con
nos de Yahveh y además hizo desaparecer — A ú n hay un varón p o r medio del cual Contestó él:
Josafat, pues siguió los caminos prime-
de J u d á los lugares altos y los aserim. poder consultar a Yahveh, pero yo le —Subid, pues t o d o saldrá felizmente y
ros * de su padre, y no buscó a los Baales,
odio, pues n o m e profetiza cosa buena, serán entregados en vuestro poder.
15
sino siempre desfavorablemente; es M i - M a s el rey le dijo:
queas, hijo de Yimlá. —¿Cuántas veces te h a b r é de conjurar
1 O 1-6 Cf. i Re 15,16-24 y sus notas.

l o i - s < Cf. 1 Re aí.i-37 y sus notas.


1 1 1 Exceptuados los capítulos 18 y io, todo es nuevo aquí en la historia de Josafat.
504 Ii CRÓNICAS iá 1B —19 *
n CRÓNICAS 19 1 0 —20 2 " 505
que n o m e digas sino la verdad en n o m b r e 25 Dispuso entonces el rey de Israel:
de Yahveh? —Prended a Miqueas y conducidlo a 1° En t o d o litigio que viniere a vosotros de he aquí que A m a r y a h u , sumo sacerdote,
16 Respondió entonces él: A m ó n , gobernador de la ciudad, y a Joás, vuestros hermanos moradores en su res- estará al frente de vosotros p a r a todo
— H e visto a todo Israel | disperso por hijo del rey, 2b y decid: Así dispone el pectiva ciudad, ya se trate de delito de san- lo relativo a Y a h v e h ; y Zebadyahu, hijo
las m o n t a n a s cual r e b a ñ o sin pastor. rey: Poned a éste en prisión, alimentadle gre, ya de u n a ley, de u n m a n d a t o , de es- de Ismael, jefe de la casa de J u d á , p a r a
Y dijo Yahveh: «Estos n o tienen se- a p a n y agua en la mínima cantidad nece- tatutos o de dictámenes, ilustradles, a todos los asuntos concernientes al m o n a r -
ñ o r ; | vuélvanse en paz cada u n o a su saria hasta que yo vuelva felizmente. fin de que n o se hagan culpables respec- ca. Tenéis asimismo a vuestra disposi-
casa». 27
Miqueas replicó: to a Yahveh y n o descargue su ira sobre ción a los levitas c o m o escribas. ¡Cobrad
i? Entonces el rey de Israel dijo a J o - —Si en verdad volvieses felizmente, n o vosotros y vuestros hermanos. Hacedlo ánimo, poneos a la obra, y Yahveh sea
sa fat: ha h a b l a d o Yahveh p o r mi medio. así y n o contraeréis responsabilidad. ' l Y con el bueno!»* .
—¿No te dije que n o m e h a b í a de p r o - Y añadió:
fetizar cosa buena, sino muta"? —¡Oídlo, pueblos todos! Josafat derrota a moabiias y ammonitas
18 —¿y 0 es asíe—replicó él—. Escuchad 28
Subieron, pues, el rey de Israel y
la palabra de Yahveh. H e visto al Señor Josafat, rey de J u d á , contra R a m o t de 0 A l Después de esto, los moabitas y vadió en medio de la asamblea a Yaja-
sentado sobre su trono y t o d o el ejército Galaad. 29 y e\ m o n a r c a israelita dijo a ziel, hijo de Zacarías, hijo de Renayá,
* * " los ammonitas, a c o m p a ñ a d o s de
celestial estaba colocado a su diestra y su Josafat: Voy a disfrazarme para entrar R gentes de los meunitas % irrumpieron con- hijo de Yeiel, hijo de M a t t a n y á , levita de
izquierda. 1 9 Y preguntó Y a h v e h : ¿Quién en el c o m b a t e ; pero tú vístete tus propias tra Josafat en son de guerra. 2 Y vinieron los hijos de Asaf. 1S Y dijo: «¡Prestad oí-
seducirá a Ajab, rey de Israel, para que vestiduras». Así, pues, disfrazóse el rey a informar a Josafat, diciendo: «Diríge- dos, oh Judá entero, habitantes de Jeru-
suba y caiga en R a m o t de Galaad? Y uno de Israel y entraron en c o m b a t e . 3 0 A h o r a salén, y rey Josafat! Así os dice Y a h v e h :
se contra ti u n a gran m u c h e d u m b r e pro-
decía de u n m o d o y otro decía de otro.
20
bien, el rey de Siria dio orden a los coman- cedente de allende el mar, de Edom b , y heN o temáis ni tengáis pánico ante esa gran
Entonces salió un espíritu, quien se dantes de sus carros, diciendo: « N o com- aquí que están en Jesesón-tamar, o sea muchedumbre, pues n o es el c o m b a t e
presentó ante Yahveh y declaró: Y o le batáis a chico ni a b grande, sino sólo al En-gaddi». 3 Josafat tuvo miedo, y se dis- vuestro, sino de D i o s . 16 M a ñ a n a descen-
seduciré. Díjole Y a h v e h : ¿De qué ma- rey de Israel». 31 Y sucedió que, al ver los puso a recurrir a Yahveh y promulgó un ded contra ellos: he aquí que ellos subirán
nera? 2 I C o n t e s t ó : Saldré y seré espíritu comandantes de los carros a Josafat, di- ayuno p o r t o d o Judá. 4 Los de J u d á se
por la cuesta de Sis y los hallaréis al final
m e n d a z en boca de todos sus profetas. jéronse: «¡Es el rey de Israel!», y le r o - reunieron para implorar a Yahveh; inclu- del valle, frente al desierto de Yeruel.
R e s p o n d i ó Y a h v e h : Lograrás seducirlo; dearon p a r a atacarle; m a s Josafat clamó 17
so de todas las ciudades de J u d á llega- E n este caso n o tenéis que c o m b a t i r ;
sal y haz así. 2 2 A h o r a , pues, he aquí que y Yahveh le socorrió, y D i o s los apartó ' r o n para suplicarle. 5 Y Josafat, puesto en
situaos allí, estaos firmes., y contemplaréis
Yahveh h a infundido un espíritu de men- de él; 32 pues c u a n d o los comandantes pie, en la casa de Yahveh, en la asamblea la salvación que Yahveh realiza con vos-
tira en boca de todos ' estos tus profetas; de los carros vieron que n o era el m o n a r c a de Judá y Jerusalén, delante del atrio nue-otros, oh Judá y Jerusalén; n o temáis
pero Yahveh h a predicho sobre ti cosa de Israel, se volvieron de perseguirlo. vo, exclamó: «Yahveh, Dios de nuestros ni tengáis p a v o r ; m a ñ a n a salid contra
33
mala. E n cambio, u n individuo flechó el arco ellos, pues Yahveh estará con vosotros».
padres, ¡tú eres Dios en el cielo, y dominas
23 Acercóse entonces Sidquiyyahu, hijo al azar e hirió al rey de Israel entre las 18
en todos los reinos de las gentes, y en tu Entonces Josafat inclinóse rostro en
de K e n a a n á , y abofeteó a Miqueas, y comisuras de la loriga, de suerte q u e m a n o están la fuerza y el poderío, y n otierra, y t o d o J u d á y los habitantes de Je-
dijo: h u b o de decir al auriga de su c a r r o : « D a 1 tu V quien pueda resistirte! 7 ¿No eres tú,
rusalén cayeron de hinojos ante Yahveh,
—¿Por q u é camino se h a p a s a d o el la vuelta y sácame del c a m p o , p o r q u e adorándole. 1!l Y los levitas, de la estirpe
iih DIIIN luii-Mlto, el que desplazaste a los
espíritu de Yahveh de m í p a r a hablarte estoy herido». 34 Y arreció la batalla en de los quehatíes y de los descendientes de
iiiiinitliMVN de esta llena delante de tu pue-
a ti? aquel día, y el rey de Israel h u b o de man- los qorejitas, se levantaron para alabar
blo Israel y los diste a la descendencia do
24 y respondió M i q u e a s : tenerse erguido en el carro frente a los Abraham, tu amigo, para siempre? 8 Ellos a Yahveh, Dios de Israel, con voz altí-
— Y a lo verás aquel día, c u a n d o vayas sirios hasta la tarde, y murió al tiempo de han habitado en ella y ".han edificado en sima.
de aposento en aposento p a r a esconderte. ponerse el sol. la misma un santuario a tu nombre, di- 20 Y levantáronse de m a d r u g a d a y par-
ciendo: 9 «Si n o s sobreviniese desgracia,tieron hacia el desierto de Teqoa, y cuan-
espada vengadora, peste, h a m b r e , nos do salían, paróse Josafat y dijo: «¡Escu-
Reconvención de Jehú a Josafat y reformas de éste presentaremos ante esta casa y ante ti chadme, oh J u d á y habitantes de Jerusa-
lén! ¡Creed en Yahveh, vuestro Dios, y
(pues tu n o m b r e reside en esta casa), y
1 Q 1 Volvióse en paz Josafat, rey de dad p o r ciudad, 6 y advirtió a los jueces: clamaremos a ti en nuestra angustia, y permaneceréis firmes; creed en sus profe-
* «» J u d á , a su casa, a Jerusalén, * 2 y «Mirad lo que hacéis, pues n o adminis- tas y tendréis éxito!» 2 1 Luego, concertado
escucharás y salvarás». , 0 A h o r a , pues,
salió a su encuentro Jehú, hijo de Jananí, tráis justicia por el h o m b r e , sino p o r Y a h - u n acuerdo con el pueblo, designó quie-
he aquí que los hijos de A m m ó n y M o a b
el vidente, que dijo al rey Josafat: «¿Tie- veh, quien está con vosotros en cuestio- nes cantasen a Yahveh. y [le] e n t o n a r a n
y los de la m o n t a ñ a de Seir, en los cuales
nes tú derecho a ayudar a un impío y amar nes de derecho. * 1 A h o r a , pues, resida no permitiste a Israel penetrar a su veni- loas revestidos de ornamentos sagrados,
a los enemigos de Yahveh? C o n esto has en vosotros el temor de Yahveh, obrad da del pais de Egipto, p o r lo cual él se mientras salían al frente de los soldados
atraído sobre ti la cólera de Yahveh. 3 Sin con cuidado, porque en Yahveh, nuestro anartó de ellos y n o lo destruyó, n mira, y decían:
embargo, se h a n hallado en ti cosas bue- Dios, n o existe ni injusticia, ni acepción ellos n o s lo pagan ahora, viniendo a arro- «Alabad a Yahveh,
nas, pues desalojaste del país a las ose- de personas, ni admisión de soborno». jarnos de tu heredad, que tú nos diste en p o r q u e es su clemencia eterna.»
8
ras y dispusiste tu corazón p a r a buscar a También en Jerusalén estableció Jo- posesión. 1 2 ¡Oh Dios nuestro! ¿No ha- 22
Dios». safat levitas, sacerdotes y jefes de las ca- rás justicia en ellos? Pues nosotros care- Y al tiempo que comenzaron los
4
Josafat residió en Jerusalén; luego sas patriarcales de Israel, p a r a adminis- cemos de fuerza frente a esa gran multi- cantos de alegría y laude, Yahveh p u s o
volvió a salir p o r entre el pueblo desde trar la justicia de Yahveh y sustanciar tud que se nos viene encima, y n o sabe- acechadores contra los hijos de A m m ó n
Bersabee hasta la m o n t a ñ a de Efraím, y los litigios de los habitantes de * Jerusa- mos qué hacer, mas en ti tenernos pues- y de M o a b y los de la m o n t a ñ a de Seir
lo convirtió a Yahveh, Dios de sus padres. lén. 9 Y dióles instrucciones, diciendo: venidos contra a Judá, y sucumbieron en
tos nuestros ojos». 1 3 Y t o d o Judá estaba
5
Asimismo estableció jueces en el país, «Habéis de obrar así, con temor de Y a h - en pie delante de Yahveh, incluso sus pe- la lucha. 23 Pues los hijos de A m m ó n y de
p o r t o d a s las plazas fuertes de Judá, ciu- veh, con fidelidad y corazón perfecto. qucñuelos, sus mujeres y sus hijos. M o a b se pusieron contra los habitantes
de la m o n t a ñ a de Seir, consagrándoles al
14
1
EN PAZ: O bien, sano y salvo. Entonces el espíritu de Yahveh in- a n a t e m a y al exterminio, y cuando hubie-.
9 6
ESTÁ CON VOS. EN... DESECHO: O bien, os aliste en los asuntos de justicia.
" Lo RflATfVO A YAHVEH... AI. MONARCA; e. d.¡ los asuntos religiosos y los eivfei
506 II CRÓNICAS 20 2 4 —21 1 S H CRÓNICAS 21 u —22 0 507
r o n aniquilado a los moradores de Seir, Israel. 3 0 En consecuencia, el reino de J o - mejanza de la prostitución de la casa de mujeres, sin dejarle o t r o hijo que a Joacaz,
se entregaron a destruirse los unos a los safat gozó de descanso; su Dios concedió- Ajab, y además has asesinado a tus her- el menor de sus vastagos. 1 8 Después de
otros. 2 4 C u a n d o J u d á llegó a la altura le reposo en todo su alrededor. manos, miembros de la casa de t u padre, todo eslo, Yahveh lo hirió e n sus intes-
desde donde se atalaya el desierto, diri- 31 Reinó, pues, Josafat sobre Judá. C o n - mejores que t ú , 1 4 he aquí que Yahveh he- tinos con una enfermedad incurable. 1 9 Y
gieron la mirada Tiacia la multitud, y h e taba treinta y cinco años c u a n d o subió al rirá con u n a gran plaga a tu pueblo, t u s ocurrió que, pasados días y días, a l llegar
aquí que ellos no eran sino cadáveres que trono, y reinó veinticinco años e n Jerusa- hijos, t u s mujeres y t o d a tu hacienda; el final de los d o s años, saliéronsele los
yacían por tierra, sin que nadie hubiera es- 15 intestinos p o r efecto de su enfermedad,
lén. E l n o m b r e de su m a d r e era Azubá, y t ú adolecerás de graves enfermedades
capado. 2 5 Entonces Josafat y su pueblo hija de Siljí. * 32 Caminó él p o r el derrote- y u n a dolencia de intestinos, hasta que se y murió en medio de terribles padecimien-
llegáronse a saquear el botín de aquéllos; ro de Asá, su padre, y no se desvió de él, te salgan fuera por efecto de la enferme- tos. Su pueblo no hizo e n su h o n o r la pi-
y hallaron gran cantidad de ganado ', y practicando lo justo a los ojos de Yahveh. d a d día tras día». ra acostumbrada, c o m o había hecho a
riquezas, vestidosf y objetos preciosos, 33
Sin embargo, los lugares altos n o des- 16
Entonces despertó Yahveh contra J o - sus padres. 2 0 C o n t a b a treinta y dos años
que cogieron p a r a sí, hasta n o poder aparecieron, pues todavía el pueblo n o r a m el á n i m o de los filisteos y los árabes, c u a n d o subió al trono, y reinó en Jerusa-
transportarlo, y estuvieron tres días sa- había enderezado su corazón hacia el que confinan con los etíopes, 17 y subie- lén ocho años. Se fue sin ser a m a d o y se-
q u e a n d o la presa; tan copiosa era. 2 6 Al Dios de sus padres. r o n contra Judá, la invadieron y se lleva- púltesele en la ciudad de D a v i d , m a s n o
34
cuarto día se congregaron e n el valle de El resto de los hechos de Josafat, de r o n cuantas riquezas se hallaban en el pa- en el sepulcro de los reyes. *
Beraká; allí bendijeron (berakú) a Y a h - los primeros a los últimos, están escritos lacio real, así como también sus hijos y
veh; por esto pusieron por n o m b r e a aquel en la historia de Jehú, hijo de Jananí, que
lugar valle de la Bendición, hasta el día de se halla inserta en el libro de los reyes de
hoy. 27 Entonces volviéronse todos los Israel. Ocozías de Judá y su muerte. Atalía
35
hombres de Judá y Jerusalén, con Josafat Después de esto, Josafat, rey de J u d á ,
a la cabeza, para regresar a Jerusalén lle- se asoció con Ocozías, rey de Israel, q u e n n 1 Los habitantes de Jerusalén p r o - Israel, a la guerra contra Jazael, rey de
nos de alegría, p o r q u e Yahveh les habia o b r ó muy impíamente. 3 6 Y se confederó £á¿* clamaron rey en lugar de J o r a m a Siria, e n R a m o t de Galaad, donde los si-
colmado de gozo sobre sus enemigos. con él para construir navios que navega- Ocozías, el más joven de sus hijos, por- rios * hirieron a J o r a m . 6 Este volvióse
28 E n t r a r o n , pues, en Jerusalén, en la casa sen hasta Tarsis; y fabricaron las naves en que a todos los mayores había'o~ asesina- para curarse en Yizreel deb las heridas
de Yahveh, con salterios, cítaras y trom- Esyón Guéber. 3 7 Entonces Eliézer, hijo d o la b a n d a que había invadido con los que le habían infligido en R a m a , luchan-
petas. de D o d a y a h u , de Maresá, profetizó con- árabes el c a m p a m e n t o . R e i n ó , pues, Oco- do con Jazael, rey de Siria. Ocozías °, hijo
29
Y el terror d e Yahveh sobrecogió tra Josafat, diciendo: «Por haberte asocia-
a todos los reinos de los distintos países do con Ocozías, Yahveh h a destruido tus
c u a n d o tuvieron noticia de q u e Yahveh obras». Efectivamente, los navios se des-
había peleado contra los enemigos de trozaron y n o pudieron ir a Tarsis.
IJMf^w*' -*• imw 1. BU MI HMiiinrm, n.^.^.,^. # » •!••. «HMIWII ni • ) j , m mm

Joram de Judá
1
Oí Josafat se durmió con sus padres c o m o quiera que había prometido conce-
"• * y fue sepultado con ellos e n la ciu- derle u n a lámpara ante síh siempre.
dad d e D a v i d , reinando e n su lugar J o - 8 E n su tiempo se rebeló Edom, sustra-
r a m , su hijo. * yéndose al poder de Judá, y proclamaron
2
Tenía éste varios hermanos, hijos de sobre sí un rey. 9 J o r a m dirigióse alia
Josafat: Azaryá, Yejiel, Zacarías, Azar- a c o m p a ñ a d o d e sus jefes y todos sus ca-
yahu, Mikael y Sefatyahu; todos éstos rros, y, levantándose de noche, batió a los
eran hijos de Josafat, rey de Judá *. 3 Su idumeos, que habían cercado a él y a los
padre habíales d a d o abundantes regalos
en plata, o r o y cosas preciosas, juntamen-
te con plazas fortificadas en J u d á ; pero el
comandantes de los carros. 1 0 N o obstan-
te, E d o m logró sacudirse el imperio d e
J u d á hasta el m o m e n t o presente. P o r
¿±.1
reino habíaselo concedido a J o r a m , pues aquel mismo tiempo rebelóse también, Asedio de una ciudad en presencia de Salmanasar IH. Relieve de Balawat. (Jeremías, o.c, fig.224.)
era el primogénito. 4 Alzóse, pues, j o r a m independizándose de aquél, Libná, pues
sobre el reino de su padre, y, u n a vez con- había a b a n d o n a d o a Yahveh, D i o s de zías, hijo de J o r a m , rey de Judá. * 2 Oco- de J o r a m , rey de Judá, bajó a visitar a J o -
solidado, pasó a cuchillo a t o d o s sus her- sus padres. n Además, J o r a m hizo luga- zías tenía cuarenta y dos años cuando co- ram, hijo de Ajab, en Yizreel, pues estaba
m a n o s , así c o m o también a parte de los res altos e n las ciudades de e Judá, indujo menzó a reinar, y reinó e n Jerusalén un enfermo. 7 L a ruina de Ocozías fue cosa
príncipes de Israel. a la idolatría a los moradores de Jerusa- año. El n o m b r e de su m a d r e era Atalía, de D i o s yendo éste a visitar a J o r a m ;
5
C o n t a b a J o r a m treinta y dos años al lén y descarrió a Judá. hija de Omrí. 3 También él m a r c h ó p o r pues, llegando allí, salió con J o r a m con-
12
comenzar a reinar, y reinó e n Jerusalén Así, pues, llególe u n a carta del p r o - los caminos de la casa de Ajab, pues su tra Jehú, hijo de Namsí, a quien Yahveh
ocho años. 6 Siguió el derrotero de los re- feta Elias, diciendo: «Así dice Y a h v e h , m a d r e le aconsejaba q u e obrara impía- había ungido para aniquilar a la casa de
yes de Israel, c o m o había hecho la casa Dios de David, t u p a d r e : P o r cuanto n o mente. 4 O b r ó , efectivamente, lo malo a Ajab. 8 Y sucedió que, como hiciese Jehú
de Ajab, pues él tenía por esposa a u n a has a n d a d o p o r los caminos de Josafat, los ojos de Yahveh, c o m o los de la casa justicia de la casa de Ajab, se encontró
hija de Ajab; hizo, pues, lo malo a los ojos tu padre, ni e n los derroteros de Asá, rey de Ajab, ya que ellos, para su perdición, a los príncipes de J u d á y a los hijos de los
de Yahveh. 7 Sin embargo, Yahveh no qui- de J u d á , 13 y has seguido las vías d e los fueron sus consejeros después de morir hermanos de Ocozías, que estaban al ser-
so destruir a la casa de David, a causa de reyes de Israel, induciendo a idolatría a su padre. 5 También p o r consejo suyo fue vicio de Ocozías, y los m a t ó . 9 Y buscó
la alianza que con éste había pactado y J u d á y a los habitantes de Jerusalén, a se- y partió con Joram, hijo de Ajab, rey de a Ocozías, que se había escondido e n Sa-
20
20 3 1 - 3 , Cf. i Re 22,41-49 y sus notas. AMADO: O bien, echado menos.

21 l *•• Cf. J Re 22,50-51 y 2 Re 8,16-24 con sus notas, 22 1- Cf. 2 Re 8,25-29 y 9»2 I-2 8. De 10-20 cf. 2 Re II»I-3>
508 II CRÓNICAS 22 10 —23 19 11 CRÓNICAS 2 3 2 0 — 2 4 M
509

maria, y lo prendieron. Entonces condu- t o m ó a Joás, hijo de Ocozías, y lo r a p t ó en las puertas de la casa de Yahveh, a fin
de entre los hijos del m o n a r c a a quienes veh al rey y, penetrando en el palacio rea!
jéronlo donde Jehú, quien lo hizo ma- de que no penetrara impuro alguno por
se estaba m a t a n d o , y lo metió con su no- por la puerta superior, sentaron al m o -
tar "; y lo enterraron, porque dijeron: cualquier motivo. 2 0 Luego t o m ó a los
driza en la habitación de las camas. De narca sobre el t r o n o real. 2 1 Regocijóse
«Es hijo de Josafat, que buscó a Yahveh centuriones, a los nobles, a quienes ejer-
esta suerte Yehosabat, hija del rey J o r a m toda la gente del país, y la ciudad cobró
con t o d o su corazón». Y n o quedó a la cían autoridad en el pueblo y ai pueblo
y esposa del sacerdote Yehoyadá, que era, sosiego, pues Ataiía había sido muerta a
casa de Ocozías quien fuese capaz de rei- entero del país, y bajó de la casa de Yah-
por tanto, h e r m a n a de Ocozías, ocultó al espada.
nar.
10
C u a n d o Ataiía, m a d r e de Ocozías, niño de la presencia de Ataiía y n o lo pu-
vio que había muerto su hijo, se alzó y do m a t a r . 1 2 E! permaneció escondido jun-
destruyó " toda la estirpe real de la casa to a ella s en la casa de Dios seis años. J o a s , r e y de Judá
de Judá. ' ' Pero Y e h o s a b a t ' , hija del rey, En tanto Ataiía reinaba sobre el país.
*) A ' Contaba Joás siete años al empe- de D i o s a su primera condición y la con-
" " zar a reinar, y reinó cuarenta años solidaron. ' 4 C u a n d o hubieron termina-
en Jerusalén. El n o m b r e de su madre era do, presentaron ante el rey y Yehoyadá
Unción de J o á s , m u e r t e d e A t a i í a y r e f o r m a religiosa Sibyá, de Bersabee. * 2 Joás obró lo justo el resto del dinero e hicieron con ello uten-
a los ojos de Yahveh toda la vida de Ye- silios para la casa de Y a h v e h : objetos pa-
« J O ' A h o r a bien, al séptimo año se re- en la m a n o , desde e! lado derecho del hoyadá, sacerdote. -1 Este le casó con dos ra el culto y para los holocaustos, copas
<" " solvió a obrar Yehoyadá, y toman- templo hasta el lado izquierdo del mismo, mujeres, y engendró hijos e hijas. y otros utensilios de oro y plata. Y se ofre-
do a los centuriones Azarías, hijo de Ye- entre el altar y el edificio, t o d o alrededor 4
Después de esto entró Joás en deseos cieron siempre holocaustos en la casa de
r o j a m ; Ismael, hijo de Yehojanán; Aza- del rey. * ' l Entonces sacaron al hijo del de restaurar la casa de Y a h v e h . 5 Reunió,Yahveh, en todo el tiempo de Yehoyadá.
rías, hijo de O b e d ; Maaseyahu, hijo de monarca, pusieron sobre él Ja corona y pues, a los sacerdotes y los levitas y les 15
M a s Yehoyadá hízose viejo y colma-
A d a y a h u , y Elisafat, hijo de Zikrí, los el testimonio y lo proclamaron rey. Yeho- dijo: «Salid p o r las ciudades de J u d á y do de días y m u r i ó ; ciento treinta años
atrajo a a aliarse c o n él. * 2 Recorrieron yadá y sus hijos lo ungieron y exclama- recoged de t o d o Tsrael dinero para repa- c o n t a b a a su muerte. 3 6 Sepultáronlo en
ellos Judá, reunieron a los levitas de t o - r o n : «¡Viva el rey!» rar la casa de vuestro D i o s todos los años, la ciudad de David con los reyes, pues ha-
12
das las ciudades de la misma y los jefes C u a n d o oyó Ataiía el ruido del pue- y ejecutad la cosa con presteza». Pero los bía o b r a d o el bien en Israel, en servicio
de familias de Israel y vinieron a Jeru- blo, q u e corría y aclamaba al monarca, levitas n o se dieron prisa. 6 Llamó enton- de Dios y su templo. 1 7 Después de m o -
s a l é n . 3 T o d a la congregación pactó alian- se dirigió hacia la gente en la casa de ces el rey a Yehoyadá, el jefe, y díjoie: rir Yehoyadá, vinieron los jefes de J u d á
za con el rey en la casa de Dios, y díjolcs Yahveh. 13 Miró ella, y he aquí que el rey «¿Por qué no has procurado de los levitas y se prosternaron ante el rey. Entonces
Y e h o y a d á : « H e aquí q u e el hijo del reyencontrábase de pie sobre su estrado, a la que trajesen de J u d á y Jerusalén el i m - el m o n a r c a les prestó oídos, * 18 y aban-
debe reinar, c o m o Yahveh indicó acerca entrada, y los jefes y los trompeteros es- puesto q u e Moisés, siervo de Yahveh, y d o n a r o n la casa de Yahveh, Dios de sus
de los descendientes de David. 4 Esto es taban junto al soberano; t o d o el pueblo la asamblea de Israel habían prescrito p a -
padres, y sirvieron a las aserás y los ído-
lo que debéis hacer: 5 la tercera parte de del país hallábase alegre y tocaban las ra la tienda del testimonio?» 7 Pues la im-
pía Ataiía y • sus hijos habían destruido los, atrayendo la cólera divina sobre J u -
vosotros q u e entráis de servicio el sába- trompetas, mientras los cantores con ins- dá y Jerusalén p o r este su crimen. 19 El
do, así sacerdotes c o m o levitas, estarán trumentos musicales dirigían los cánticos la casa de Dios c incluso habían emplea-
do puní los Duales todas las cosas sagra- Señor envióles entonces, para hacerlos
c o m o porteros en las puertas del templo; de alabanza. Entonces Ataiía rasgó sus volver a Yahveh, profetas q u e los a m o -
[5] otro tercio estará en el palacio real, y vestiduras y exclamó: «¡Traición, trai- din ile ln cusa de YIIIIVI'II.
nestaran; pero ellos no los escucharon.
el tercio restante en la puerta del F u n d a - ción!» I 4 Yehoyadá dio orden " a los cen- " Y el rey dispuso que lucieran un arca 20
lintonecs el espíritu de Dios revistió
mento, mientras todo el pueblo se hallará turiones encargados de ° la tropa, y díjo- y la colocasen a la puerta de la casa de a Zacarías, hijo del sacerdote Yehoyadá,
en los atrios de la casa de Yahveh. * M a s les: «Sacadla fuera del recinto del templo ", 9
Yahveh, a la parte de fuera. Y pregona- el cual se presentó ante el pueblo y le
no h a de entrar nadie en el templo del Se- y quien la siguiere sea muerto a espada». ron por Judá y Jerusalén que se aportase dijo: «Así dice D i o s : ¿Por q u é transgre-
ñor, sino los sacerdotes y los levitas que Porque había dicho el sacerdote: «¡No la a Yahveh el tributo que Moisés, siervo de dís los preceptos de Yahveh, de suerte que
estén de servicio; éstos entrarán porque matéis en la casa de Yahveh!» 15 Así, pues, Dios, impusiera a Israel en el desierto. no podéis prosperar?; p o r cuanto habéis
10
están consagrados, pero t o d o el pueblo ellos la echaron m a n o , y al llegar ella a Todos los jefes y t o d o el pueblo se ale- a b a n d o n a d o a Yahveh, él también os h a
observará lo ordenado p o r Yahveh. ^ Los la entrada de la puerta de los caballos, en graron, y trajeron el dinero y lo echaron dejado». 2 1 Pero ellos se conjuraron con-
levitas rodearán del t o d o al monarca, ca- el palacio real, diéronle allí muerte. en el arca hasta llenarla. n Y ocurría que tra Zacarías y lo lapidaron p o r orden del
16
da u n o con las armas en la m a n o , y quien Y e h o y a d á pactó alianza entre Yah- a la sazón en que se llevaba el arca a la m o n a r c a en el atrio de la casa de Y a h -
penetrare en el templo será m u e r t o ; ' y veh e y todo el pueblo y el rey de que se- inspección real p o r medio de los levitas,
veh. 2 2 El rey Joás n o se acordó de la be-
escoltaréis al rey cuando entre y cuando rían pueblo de Yahveh. 17 Y el pueblo cuando observaban que había mucho di-
nevolencia que había ejercitado con él
salga». entero penetró en el templo de Baal y lo nero, venían el secretario del rey y el de-
8
Los levitas y t o d o J u d á o b r a r o n en- destruyeron, destrozaron sus altares e imá- legado del sumo sacerdote, vaciaban el Y e h o y a d á , padre de aquél, y m a t ó a su
teramente c o m o Yehoyadá, sacerdote, ha- genes, y a Matan, sacerdoteI Sde Baal, die- arca y luego la cogían y la volvían a su hijo, quien al morir exclamó: «¡Vea Y a h -
bía o r d e n a d o ; y t o m a r o n cada u n o sus ron muerte ante los altares. Después en- sitio. Así lo hacían cada día, y colectaban veh 23
y lo demande!»
dinero en abundancia. I 2 El rey y Yeho- Y sucedió que a la vuelta del año su-
hombres, los que entraban de servicio el cargó Yehoyadá los ministerios de la casa bió contra Joás el ejército de los sirios,
sábado y los que salían, pues el sacerdo- de Yahveh a los sacerdotes y ' los levitas, yadá lo entregaron a ¡os capataces <• de las
obras de la casa de Yahveh, quienes pa- quienes vinieron a J u d á y Jerusalén y des-
te Yehoyadá n o había dejado marchar a a quienes David había distribuido en sec-
garon a los canteros y carpinteros para t r u y e r o n de entre el pueblo a todos los
las secciones salientes. 9 Yehoyadá entre- ciones en la casa de Yahveh para ofrecer reparar la casa de Yahveh, así como a los jefes de éste, enviando t o d o su botín al
gó a los centuriones las lanzas, rodelas y los holocaustos del Señor, conforme está artífices en hierro y cobre para restaurar rey de D a m a s c o .
24
Realmente, el ejér-
escudos que habían pertenecido a David escrito en la ley de Moisés, con alegría y la casa del Señor. 13 Trabajaron, pues, los cito de Siria había venido con escaso n ú -
y estaban en la casa de Dios. 10 Y colocó cánticos, con 19
arreglo a las disposiciones
obreros, y la obra de reparación progresó m e r o de hombres, pero Yahveh entregó
a t o d o el pueblo, cada uno con su dardo de David. Colocó asimismo porteros en sus m a n o s ; ellos devolvieron la casa en sus manos a un ejército numerosísimo,
porque habían a b a n d o n a d o a Y a h v e h
2 o 1 0!••• Cf. 2 Re 11,4-20 y sus notas.
*• ** DARDO: O bien jabalina, venablo... || ENTRE EL ALTAR Y EL EDIFICIO: O bien, «todo a
" 1 4 Cf. 2 Re 12,1-16 y sus notas. De 23-24 cf. ibíd. 17-22 y sus notas.
lo Largo del altar y el edificio del templo». 7
ENTONCES EL MONARCA...: V añade «seducido (o halagado) por sus obsequios».
510 li CÉÓOTCAS 2 4 a s — 2 8 2 l n CRÓNICAS 25 "—26" 511
2?
en Bet-semes, de Judá. 22 L o s a e J u d á fue- Amasias, hijo de Joás, rey de J u d á ,
D i o s de sus padres; de esta suerte hicie- jurado contra él fueron Z a b a d , hijo de r o n derrotados p o r Israel y huyeron cada vivió diez años después de morir Joás,
r o n justicia en Joás. 2 5 C u a n d o se aleja- Simat la ammonita, y Yehozabad, hijo u n o a su tienda; 23 y Joás, rey de Israel,
de Simrit la moabita. hijo de Joacaz, rey de Israel. 26 El resto
r o n de él, como le dejasen con graves en- hizo prisionero a Amasias, rey de Judá,
27 A h o r a bien, lo relativo a sus_ hijos, de los hechos de Amasias, de los prime-
fermedades, sus servidores t r a m a r o n con- hijo de Joás, hijo de Joacaz, en Bet-se-
a las numerosas" profecías pronunciadas ros a los últimos, se halla escrito en el li-
tra él una conjura por el homicidio del
contra él y a la restauración de la casa de
mes; después lo llevó a Jerusalén y abrió bro de los reyes de Judá e Israel. 2 7 Des-
hijo del" sacerdote Ychoyadá, y lo asesi- en la muralla de la ciudad una brecha de
Dios, está escrito en el miarás del libro pués que Amasias dejó de seguir a Y a h -
n a r o n en su lecho, y murió. Sepultáronlo cuatrocientos codos, desde la puerta de
de los reyes. Sucedióle en el trono A m a - veh, urdieron contra él u n a conspiración
en la ciudad de David, m a s no en las se- Efraím hasta la puerta del Ángulo '; 24y en Jerusalén y h u b o de huir a Lakís; pero
pulturas reales. 2<> Los que se habían con- sias, su hijo. se apoderó g del oro y la plata y de cuan- enviaron en su persecución hasta dicha
tos objetos se hallaban en la casa de Dios ciudad y lo m a t a r o n allí. 28 Luego lo car-
al cuidado de Obed-Edom, y de los teso- garon sobre caballos y lo sepultaron con
A masías de Judá ros del palacio real, y asimismo de rehe- sus padres en la ciudad de David''.
nes ; y luego se volvió a Samaría.
O í l Veinticinco años contaba A m a - más otros diez mil hombres y, conducién-
" " sías c u a n d o empezó a reinar, y rei- dolos a la cumbre de la Peña, los arroja-
n ó en Jerusalén veintinueve años. El n o m - r o n desde ella y se estrellaron todos. *
bre de su m a d r e era Y e h o a d d á n , de Jeru- 13 M a s los guerrüleros que Amasias ha- Uzías o Azarías de Judá
salén. * 2 Y obró lo recto a los ojos de bía licenciado, n o dejándolos ir con él a
la guerra, saquearon las ciudades de Judá O tí 1 T o m ó , pues, t o d o el pueblo de truía en el temor * de D i o s ; y en el tiempo
Yahveh, aunque no con íntegro corazón. " " Judá a Uzías, que c o n t a b a a la sa-
desde Samaría hasta Bet-jorón y les cau- en que buscó a Y a h v e h , D i o s le concedió
-* C u a n d o se consolidó el reino en sus m a - zón dieciséis años, y lo proclamó rey en
saron tres mil bajas, apresando copioso éxitos.
nos, hizo m a t a r a sus servidores que ha- lugar de su padre Amasias. * 2 El reedi- 6
botín. Salió y guerreó con los filisteos, de-
b í a n asesinado al rey su p a d r e ; 4 m a s a ficó a Elot y la restituyó al d o m i n i o de
1 4 Después de venir Amasias de batir rribó las murallas de G a t , los m u r o s de
los hijos de los asesinos n o hizo morir *, Judá, después de haberse d o r m i d o el rey
a los idumeos, trajo a los dioses de los Yabné y los de A s d o d ; y edificó ciudades
conforme está escrito en el libro de la ley con sus padres. * 3 C o n t a b a Uzías dieci-
hijos de Seir, los constituyó por dioses en [tierra] de A s d o d y entre los filisteos.
de * Moisés, donde Yahveh ordenó lo si- séis años de edad c u a n d o subió al t r o n o , 7
suyos propios, se prosternó ante ellos y Ayudóle Dios contra los filisteos, contra
guiente: « N o serán muertos los padres
quemó incienso en su honor. 15 Encendió- los árabes, que m o r a b a n en G u r - B a a l " ,
p o r los hijos, ni los hijos han de ser muer-
se por ello la cólera de Yahveh contra y los meunitas. 8 Asimismo, los a m m o -
tos p o r los padres, sino que cada u n o m o -
Amasias y le envió un profeta, y díjole: nitas pagaban tributo a Uzías, cuya fama
rirá por su propio pecado».
5 —¿Por qué has ido a buscar a los dio- se extendió hasta las fronteras de Egipto,
Después Amasias congregó a los de
ses de ese pueblo, que no fueron capaces >mismim!í1s«MU>tftimtmiffttnvtmm {-- porque se había hecho poderoso en sumo
J u d á y los distribuyó p o r familias, bajo
de librarlo de tu m a n o ? grado. 9 Uzías construyó además torres
kiliáreas y centuriones, p o r t o d o J u d á y
16 Y como el profeta le hablara así, con- en Jerusalén, sobre la puerta del Ángulo,
Benjamín; los e m p a d r o n ó desde veinte
testóle : \ sobre la del Valle y sobre el cantón de
años p a r a arriba, y encontró en ellos tres-
—¿Te hemos hecho acaso consejero del •.'l'i¡ i ".1.1 la muralla, y las fortificó.* 1" También
cientos mil hombres escogidos, aptos para
rey? ¡Cesa ya! ¿Por qué he de tener que edificó torres en el desierto y excavó
el servicio militar y capaces de manejar
muchas cisternas, pues tenía numerosos
lanza y pavés. 6 Además, t o m ó de Israel matarte?
Cesó, pues, el profeta, mas dijo: ganados, tanto en la llanura c o m o en la
a sueldo a cien mil guerreros valientes, por
meseta; además poseía labriegos y viña-
cien talentos de plata. 7 M a s un h o m b r e —Sé que Dios h a resuelto destruirte,
pues hiciste eso y n o has escuchado m i dores en los montes y en las regiones
de D i o s llegóse a él, diciendo:
consejo. fértiles, p o r q u e a m a b a la agricultura. *
—¡Oh rey, no vaya contigo el ejército
17 Entonces Amasias, rey de J u d á , t o - 11 Tenía asimismo Uzías u n ejército de
de Israel, pues Yahveh n o está con Israel,
m ó consejo y envió embajadores a Joás, combatientes que salían a hacer correrías,
con todos estos hijos de Efraím! 8 Porque
con arreglo al n ú m e r o del censo de los
si piensas vencer de ese modo c , Dios te hijo de Joacaz, hijo de Jehú, rey de Israel,
diciendo: «¡Ven, veámonos las caras!» mismos hecho p o r Yeiel, el escriba; M a a -
abatirá ante el enemigo, porque Dios tie-
18 Pero Joás, rey de Israel, m a n d ó contes- seyahu, el comisario, y bajo el m a n d o de
ne poder p a r a ayudar y p a r a abatir.
9 tar a Amasias, rey de J u d á : «El cardo del Jananyahu, u n o de los generales del rey.
Contestó Amasias al varón de D i o s :
Líbano despachó embajada al cedro del 12 El n ú m e r o total de los jefes de familias
—¿Y qué hacer respecto a los cien ta- Inscripción de Uzivá o Uzías en Jerusalén.
L í b a n o , diciendo: D a tu hija a m i hijo de los guerreros valientes era de dos mil
lentos que he d a d o a la t r o p a de Israel?
por esposa»; mas pasaron las bestias sal-
(«The Bibl. Arch.», I [1938] fig.3.) seiscientos. 13 Bajo su m a n d o tenían u n
El varón de Dios respondió:
vajes del Líbano y hollaron al cardo. ejército de trescientos siete mil quinientos
—Yahveh tiene p a r a darte m u c h o más y reinó en Jerusalén cincuenta y dos. El
19 Tú dices: «He derrotado por completo á guerreros fortísimos p a r a ayudar al rey
que eso.
10 a E d o m , y tu corazón te lleva a engreír e te. n o m b r e de su madre era Yekolyá, natural contra el enemigo. 14 Uzías suministró
Entonces Amasias licenció a la tro- de Jerusalén. "lObró él lo recto a los ojos
¡Quédate ahora en tu casa! ¿A qué vas a p a r a t o d o el ejército escudos, lanzas, yel-
p a que había venido a él de Efraím, para de Yahveh, de conformidad a cuanto ha-
provocar la desgracia, para que caigas tú mos, corazas y arcos, así c o m o piedras de
que marchase a su tierra; pero ellos se
y Judá contigo?» 2 0 Pero Amasias no es- bía hecho su padre Amasias. 5 Buscó a h o n d a . 15 Y m a n d ó fabricar en Jerusalén
airaron mucho contra Judá y se volvieron D i o s mientras vivió Zacarías, que lo ins-
cuchó, porque era decisión de Dios, a fin máquinas bélicas hechas según arte de
a su país ardiendo en cólera.
11 de entregarlos en m a n o s de Joás, p o r ha-
Amasias cobró ánimo y, acaudillan- Ofi ' "• Cf. 2 Re 14,21-22 y 15,1-7.
do a su pueblo, partió hacia el valle de ber ido a buscar a los dioses de E d o m . "*^*9 2
ELOT: GVS 2 Re 14,22, Elat; hallábase sobre el mar Rojo.
la Sal, y causó a los hijos de Seir diez mil 2"i Subió, pues, Joás, rey de Israel, y vié- CANTÓN DE LA MURALLA: hebr. miqsod; supónese eran dos ángulos en el muro oriental de
b a j a s . 1 2 Los hijos de J u d á capturaron ade- ronse las caras él y Amasias, rey de Judá, Jerusalén,
10
entre la puerta del Agua y las tumbas de los reyes.
CISTERNAS: sin duda las halladas en 1955 por J. T. Milik y Frank M. Cross Jr. en las excava-
ciones de Khirbet Abu Tabaq, Kh. es-Samrah y Kh. el Maqári en El-Bouqei'ah. || LA LLANURA O Se-
<• •"• Ut. 2 Ke 14,1-20. /(rld; cf. 1 Cr 37,28, || LA MESSTA O altiplanicie situada en la Transjordania entre el Arnón y el Jesbón.
12
LA PEÑA (O Séla): topónimo en Edom, donde luego la ciudad de Petra.
II CRÓNICAS 26 i e — 2 8 8 11 CRÓNICAS 28 '—29 * 513
512
veinte mil, todos hombres aguerridos, a los desfallecidos y los condujeron a Jericó,
ingeniería, para que estuviesen emplaza- lerizó, y al airarse contra ios sacerdotes, causa de que habían a b a n d o n a d o a Yah- ciudad de las palmeras, j u n t o a sus her-
das sobre las torres y los ángulos, a fin brotó la lepra en su frente, en presencia veh, Dios de sus padres. 7 Zikrí, valiente m a n o s ; y luego regresaron a Samaría.
de lanzar saetas y grandes piedras. La de los sacerdotes, en la casa de Yahveh, de Efraím, m a t ó a Maaseyahu, hijo del 16
En aquel tiempo el rey Ajaz envió
fama de Uzías difundióse lejos, porque junto al altar de los perfumes. 2 0 Volvie- rey; a Azriqam, jefe del palacio, y a a solicitar au\ilio al rey * de Asiría, 17 y
fue socorrido [de Dios] maravillosamente ron el rostro hacia él Azarías, sumo sacer- Elqaná, segundo después del monarca. vinieron los idumeos nuevamente, derro-
8
hasta hacerse muy poderoso. dote, y todos los sacerdotes, y, observando Y los hijos de Israel llevaron cautivos de taron a Judá y cogieron prisioneros.
16 sus hermanos a doscientos mil: mujeres,
Mas apenas se había consolidado, que tenía la lepra en su frente, lo hicieron 18
Asimismo, los filisteos saquearon las
se ensoberbeció su corazón hasta corrom- salir de allí apresuradamente. Incluso él hijos e hijas, y además aprehendieron de ciudades "de la región baja y el mediodía
perse y prevaricó contra Yahveh, su D i o s ; mismo se apresuró a salir, p o r q u e Yahveh ellos copioso botín, que se llevaron a Sa- de Judá y se apoderaron de Bet-semes,
pues penetró en el santuario de Yahveh habíale herido. 2 1 Así, pues, el rey Uzías maría. Ayyalón, Guederot, Sokó y sus villas
estuvo leproso hasta el día de su muerte, 9
para quemar incienso en el altar de los H a b í a allí u n profeta de Yahveh, por anejas, Timná y sus anejas, y G u i m z ó y
perfumes. 17 Tras él entró Azarías, sumo y habitó en una casa aislada, porque n o m b r e Obed, el cual salió al encuentro sus villas dependientes, y asentáronse allí.
sacerdote, a c o m p a ñ a d o de ochenta sacer- había sido excluido de la casa de Yahveh. del ejército que venía a Samaría y les 19
Porque Yahveh había humillado a J u d á
dotes de Y a h v e h , h o m b r e s valientes,
18
Y Jotam, su hijo, estaba al frente del dijo: «He aquí que en virtud de la cólera a causa de Ajaz, rey de Judá b, pues había
quienes se opusieron al rey Uzías y le palacio real y gobernaba al pueblo del de Yahveh, Dios de vuestros padres, con- hecho a este pueblo disoluto y cometido
dijeron: « N o te corresponde, Uzías, que- país. t r a Judá, él los ha puesto en vuestras t o d a s u e r t e de p r e v a r i c a c i o n e s c o n t r a
22
m a r incienso a Yahveh, sino a los sacer- El resto de los hechos de Uzías, m a n o s , y los habéis m a t a d o con furor Yahveh. 2<> Y vino contra él Tiglat-Pil-
dotes, hijos de Aarón, consagrados para los primeros y los últimos, escribiólos el que h a llegado hasta el cielo. * 10 ¡Y ahora neéser, rey de Asiría; púsole en estrechez,
quemarlo. ¡Sal del santuario, porque has profeta Isaías, hijo de A m o s . 2 3 Y dur- pensáis someter como esclavos y esclavas y no le ayudóc. 2 ' En verdad, Ajaz des-
prevaricado, y esto no te servirá de h o n o r mióse Uzías con sus padres, y sepultaron vuestros a los hijos de Judá y Jerusalén! pojó la casa de Yahveh, el palacio real y
d e l a n t e de Y a h v e h D i o s ! » ' 9 E n t o n c e s lo con sus padres en el c a m p o sepulcral Pero ¿acaso vosotros no tenéis de vuestra de los príncipes, y lo entregó al rey de
Uzías, que llevaba en la m a n o u n incen- de los reyes, porque dijeron: «Está lepro- parte delitos contra Yahveh, vuestro Asiría, m a s de n a d a le sirvió. 2 2 Este mis-
sario para quemar el incienso, se enco- so». Y reinó en su lugar Jotam, su hijo. Dios? 11 Ahora, pues, escuchadme y de- m o rey Ajaz, durante el tiempo en que
volved los prisioneros que habéis cauti-
i se vio en angustia, continuó prevaricando
vado entre vuestros hermanos, porque [de
contra Yahveh. 2 3 Y ofreció sacrificios a
lo contrario] el ardor de la cólera de
Jotam de Judá Yahveh caerá sobre vosotros».
los dioses de D a m a s c o , que lo h a b í a n
derrotado, y dijo: «Puesto que los dioses
12
monitas le hubieron de entregar aquel Entonces algunos hombres de entre de los reyes de Siria los ayudan, les ofre-
27 1
Tenía Jotam veinticinco años año cien talentos de plata, diez mil coros los jefes de los efraimitas, Azarías, hijo
de Yehojanán; Berekyahu, hijo de Mesil-
ceré sacrificios y me ayudarán también a
mí». Pero ellos fueron ocasión de ruina
cuando empezó a reinar, y reinó dieci- de trigo y diez mil de cebada. Esto le
séis años en Jerusalén. El nombre de su a p o r t a r o n también los hijos de A m m ó n lemot; Ezequías, hijo de Sal-lum, y Ama- para él y todo [srael. 2 4 Ajaz recogió los
madre era Yerusá, hija de Sadoq. * 2 E hi- el segundo y el tercer a ñ o . 6 J o t a m hízose sa, hijo de Jadlay, se levantaron contra los utensilios de la casa de Dios, hízolos pe-
zo él lo recto a los ojos de Yahveh, ente- así poderoso, porque m a n t u v o recto pro- venidos de la guerra, ' ' y dijéronles: «No dazos, cerró las puertas de la casa de
ramente como había o b r a d o Uzías, su ceder respecto a Yahveh, su Dios. liahi''ÍN de iiilroducir nci'i los prisioneros, Yahveh, se fabricó altares en todas las
7
El resto de los hechos de J o t a m , todas pues puní provocar el castigo de Yalivch esquinas de Jerusalén, 2 5 y en cada una
padre, aunque no penetró en el santuario
sus guerras y sus empresas, he aquí que colina nosotros pensáis añadir pecados y ilc las ciudades de J u d á erigió lugares
de Yahveh. Mas el pueblo continuaba altos para quemar incienso a dioses aje-
corrompiéndose. 3 Edificó la puerta su- están escritas en el libro de los reyes de delitos a los nueslros. En verdad nuestro
Israel y Judá. 8 C o n t a b a veinticinco años delito es ya grande, y el furor de la ira nos. De esta suerte irritó a Yahveh, D i o s
perior de la casa de Yahveh c hizo muchas de sus padres.
divina gravita sobre Israel».
obras en el m u r o del Ofel. 4 Construyó al comenzar a reinar, y reinó dieciséis 14
asimismo ciudades en la región montuosa años en Jerusalén. 9 Y durmióse J o t a m Entonces los soldados a b a n d o n a r o n 26
El resto de sus hechos y t o d o su p r o -
de Judá y edificó en los bosques castillos con sus padres, y lo sepultaron en la ciu- cautivos y botín delante de los jefes y ceder, los primeros y los últimos, he
y torres. 5 Además peleó con el rey de dad de David, sucediéndole en el trono de toda la comunidad. 15 Y los hombres aquí que ss halla escrito en el libro de
los ammonitas y los venció; y los am- su hijo Ajaz. designados al efecto nominalmente fueron los reyes de J u d á e Israel. 2 7 Y Ajaz dur-
y cogieron a los prisioneros, y a todos mióse con sus padres, y lo enterraron en
aquellos que estaban desnudos los vis- la ciudad, en Jerusalén, pues no lo me-
tieron del botín; vistiéronlos, pues, los tieron en las sepulturas de los reyes de
Ajaz de Judá calzaron, les dieron de comer y beber, los Judá ". E n su lugar reinó su hijo Ezequías.
ungieron, transportaron en asnos a todos
O Q ' Contaba Ajaz veinte años c u a n d o lante de los israelitas; 4 asimismo sacri-
«O subió al t r o n o , y reinó dieciséis ficó y ofreció incienso en los lugares altos,
en Jerusalén; mas no o b r ó lo recto a los sobre las colinas y bajo t o d o árbol fron-
ojos de Yahveh, su Dios, c o m o David, doso. 5 Por lo cual Yahveh, su Dios, lo Ezequías: purificación del templo y restauración del culto
su antepasado. * 2 Siguió, pues, el derro- entregó en m a n o s del rey de los sirios,
tero de los reyes de Israel, e incluso hizo los cuales lo derrotaron y le hicieron O Q 1 Ezequías subió al trono a la edad enteramente c o m o había hecho David,
imágenes de fundición para los Baales; gran cantidad de prisioneros, que lleva- " ' « ' de veinticinco años y reinó en Je- su antepasado.
3 3
quemó incienso en el valle de Ben-Hin- ron a D a m a s c o . Y también fue entregado rusalén veintinueve. El n o m b r e de su El, en el año primero de su reinado,
n ó n y pasó a sus hijos por el fuego, con- en manos del rey de Israel, que causó en madre era Abiyyá, hija de Zacarías. * el primer mes, abrió las puertas de la
2
forme a las abominaciones de los gentiles, él estrago tremendo. 6 Béqaj, hijo de R e - Hizo lo recto a los ojos de Yahveh, casa de Yahveh y las restauró. 4 E hizo
a quienes Yahveh había arrojado de de- malyahu, m a t ó en un día en J u d á a ciento
y
PROFETA : el reino cismático había guardado profetas del verdadero Dios.
27 i " - Cf. 2 Re 15,32-38.
29 1 ••• Cf. 2 Re r8,i-8.
2<5 • "• Cf. 2 Re J6,1-20 y sus notai.
Bover~Ca.ntfirfi 17
S2 20
514 n 29 °-S1 II CHÓNICAS 29 —30 515

venir II los snccrdotes y levitas; reuniólos utensilios que Ajaz en su perfidia apartó cías, y toda persona de corazón genero- sacerdotes n o se hubieron santificado;
en la plaza oriental,* 5 y les dijo: «¡Es- del uso litúrgico durante su r e i n a d o , los so, holocaustos. * 3 2 El n ú m e r o de ho- pues los levitas mostráronse mejor dis-
cucliiiclme, levitas! Santifícaos y santificad hemos preparado y santificado y ya están locaustos que ofreció la comunidad fue pueslos de corazón para santificarse que
lii casa de Yahveh, Dios de vuestros pa- delante del altar de Yahveh». de setenta reses vacunas, cien carneros los sacerdotes. 35 H u b o , pues, holocaus-
dres, y sacad del santuario la inmundi- 20
Entonces el rey Ezequías madrugó, y doscientos corderos, todos ellos para tos en abundancia, además de las grasas
c i a ; * a p o r q u e nuestros padres h a n pre- reunió a los jefes de la ciudad y subió holocausto a Yahveh. 33 y las reses con- de los sacrificios pacíficos y las libacio-
varicado y han cometido la maldad a a la casa de Yahveh. 2 1 Y presentaron sagradas fueron, de ganado mayor, seis- nes correspondientes a los holocaustos.
los ojos de Yahveh, D i o s n u e s t r o ; lo siete novillos, siete carneros y siete cor- cientas, y de ganado menor, tres mil. Así se restableció el servicio de la casa
34
h a n a b a n d o n a d o , han apartado su rostro deros, así c o m o siete machos cabríos en M a s los sacerdotes resultaron pocos y de Yahveh. 3 6 Y Ezequías y t o d o el pue-
del tabernáculo de Yahveh y le han dado expiación del pecado, por el reino, el no bastaban para desollar todas las víc- blo se regocijaron de que Dios hubiese
la espalda. 7 Además, cerraron las puer- santuario y Judá, o r d e n a n d o él a los timas del holocausto; p o r lo que les ayu- predispuesto al pueblo, pues la cosa se
tas del pórtico, apagaron las lámparas, hijos de Aarón, los sacerdotes, que los d a r o n sus hermanos, los levitas, hasta hizo de improviso.
no quemaron incienso ni ofrecieron holo- ofrecieran sobre el altar de Y a h v e h . 2 2 D e - concluir la tarea y hasta que los otros
causto en el santuario al Dios de Israel. gollaron, pues, las reses vacunas, y los
8 P o r ello sobrevino la ira de Yahveh sacerdotes t o m a r o n la sangre y la rocia-
sobre Judá y Jerusalén y les hizo objeto ron sobre el altar; luego inmolaron los Celebración de la Pascua
de espanto, terror y rechifla, como estáis carneros y esparcieron la sangre del mis-
viendo con vuestros propios ojos. 9 Ved mo m o d o , y, finalmente, degollaron los O A ! Después envió aviso Ezequías por apartará de vosotros su rostro si os con-
que nuestros padres h a n caído a espada, corderos y derramaron sobre el altar la * * " t o d o Israel y J u d á y escribió t a m - vertís a El».
y nuestros hijos, hijas y mujeres se hallan sangre. 2 3 Entonces acercaron los machos bién cartas a Efraím y Manases para 10 Y fueron pasando los correos de
en cautiverio. 10 A h o r a proyecto pactar cabríos del sacrificio por el pecado ante que vinieran a la casa de Yahveh, en u n a ciudad a otra por tierra de Efraím
alianza con Yahveh, Dios de Israel, para el rey y la comunidad, quienes impu- Jerusalén, a celebrar la Pascua en honor y Manases y hasta Z a b u l ó n ; pero se
que se aparte de nosotros el furor de su sieron sus manos sobre ellos; 2 4 y los de Yahveh, D i o s de Israel. * 2 El rey, sus burlaban y mofaban de ellos. n N o obs-
cólera. n Hijos míos, no seáis ahora ne- sacerdotes los degollaron y esparcieron príncipes y toda la asamblea acordaron tante, algunos hombres de Aser, Manases
gligentes, pues Yahveh os escogió para la sangre sobre el altar para ofrecer la en Jerusalén celebrar la Pascua en el y Zabulón se humillaron y vinieron a
que estuvieseis ante El sirviéndole, fue- expiación p o r todo Israel, pues el rey mes segundo; 3 porque no la habían p o - Jerusalén. 12 También en J u d á se advir-
seis sus ministros y le quemarais in- había dispuesto que por Israel entero se dido celebrar a su debido tiempo, pues tió la m a n o de Dios para darles corazón
cienso». ofreciera el holocausto y el sacrificio p o r los sacerdotes n o estaban santificados en acorde a fin de cumplir el m a n d a t o del
12 el pecado. 2 5 Asimismo colocó a los le- número suficiente, y el pueblo no se ha- rey y los príncipes en relación con la
Entonces alzáronse los levitas: M á - vitas en la casa de Yahveh con címbalos, bla reunido en Jerusalén. 4 Y la cosa palabra de Yahveh.
jat, hijo de Amasay, y Joel, hijo de salterios y cítaras, según el m a n d a t o de pareció bien a los ojos del rey y a los 13
Azarías, de los hijos de los quehatitas; Reuniéronse, pues, en Jerusalén, u n
David, de G a d , vidente del rey, y del tle toda la comunidad. 5 Y determinaron pueblo numeroso para celebrar la fiesta
de los hijos de Merarí: Quis, hijo de profeta N a t á n , pues la orden procedía pregonar por todo Israel, desde Bersa-
Abdi, y Azarías, hijo de YehaMelel; de de los ácimos en el mes segundo; u n a
de Yahveh p o r medio de sus profetas. liec hasta Dan, para que se viniese a ce-
los guersunnitas: Yoaj, hijo de Zimmá, multitud grandísima. 1 4 Y fueron y qui-
lebrar lu I'UNCIIII en Jeiusalén en honor taron los altares que había en Jerusalén,
y Edén, hijo de Y o a j ; 13 de los hijos de 26
Los levitas colocáronse de pie con ik< Yiilivi'li, Dios de Israel, ya que no
Elisafán: Simrí y Yeiel; de los hijos de los instrumentos de David, y los sacer- y asimismo todas las aras donde se que-
lil IIHIIIIIII cclchuulo iiui la frecuencia maba incienso a los ídolos, y lo arrojaron
Asaf: Zacarías y M a t t a n y a h u ; 14 de los dotes con las trompetas. 2 ? Ezequías or- prescrita. f* Partieron, pues, los correos
hijos de H e r n á n : Yejiel y Simí; y de los denó ofrecer el holocausto sobre el altar, en el torrente Cedrón. '5 Después inmo-
con las cartas de parte del rey y sus laron el cordero pascual, el día catorce
hijos de Y e d u l ú n : Semayá y Uzziel; 15 los y, en el m o m e n t o de empezar el holocaus- príncipes, por todo Israel y Judá, con-
cuales reunieron a sus hermanos y se to, comenzaron el canto de Yahveh y el del segundo mes. En tanto, los sacerde^
forme a la o r d e n " real, diciendo: «Is- tes y los levitas, abochornados, se habían
santificaron; luego vinieron a purificar sonar de las trompetas acompañados de raelitas, volved a Yahveh, Dios de A b r a -
la casa de Yahveh, conforme al m a n d a t o los instrumentos de David, rey de Israel. santificado y ofrecieron holocaustos en la
h a m , Isaac e Israel, y El se tornará a las casa de Yahveh. 16 Colocáronse en su
del rey y las palabras del Señor. 16 Pe- 28
T o d a la comunidad estaba prosterna- reliquias que de vosotros h a n escapado
netraron, pues, los sacerdotes en el inte- da en adoración, mientras resonaban el puesto respectivo conforme a su regla-
de manos de los reyes de Asiría, i N o mento, con arreglo a la ley de Moisés,
rior de la casa de Yahveh para purificarla, canto de los cantores y las trompetas, seáis c o m o vuestros padres y vuestros
y sacaron al atrio del templo toda la todo hasta acabar el holocausto. 2 ' C u a n - hombre de D i o s ; los sacerdotes esparcían
hermanos, que prevaricaron contra Y a h - la sangre, recibida de m a n o de los levi-
inmundicia que hallaron en el santuario do el ofrecimiento del holocausto h u b o veh, Dios de sus padres, y los entregó
de Yahveh; y los levitas lo cogieron para terminado, el monarca y todos los que tas. 17 C o m o quiera que habia muchos
a desolación, cual vosotros estáis viendo. en la asamblea que no se habían santi-
sacarlo fuera, al torrente Cedrón. 17 Co- se hallaban con él se prosternaron en 8
A h o r a no endurezcáis vuestra cerviz,
menzaron la santificación el día uno del adoración. 3 0 Y el rey Ezequías y los ficado todavía, los levitas estaban encar-
c o m o vuestros padres; dad la m a n o a gados de inmolar los corderos pascuales
primer mes, y el día ocho del mismo príncipes o r d e n a r o n a los levitas que Yahveh y venid a su santuario, que El
mes llegaron al pórtico de Yahveh y alabasen a Yahveh con las palabras de para t o d o el que no se hallase p u r o , con-
santificó para siempre, y servid a Yahveh, sagrándolos a Yahveh. 18 Porque una gran
santificaron la casa de Yahveh durante David y Asaf, el vidente, y ellos entona- D i o s vuestro, para que se aparte de vos-
ocho días, acabando el día dieciséis del parte del pueblo, muchos de Efraím, M a -
ron alabanzas con gran júbilo, e incli- otros el furor de su cólera. 9 P o r q u e si nases, Issacar y Zabulón, no se habían
mes primero. 18 Entonces presentáronse nándose, adoraron. 3 l Entonces, Ezequías os convertís a Yahveh, vuestros hermanos
en el palacio del rey Ezequías y dijeron: t o m ó la palabra y dijo: «Ahora habéis purificado y comieron la Pascua sin ajus-
e hijos hallarán compasión en quienes tarse a lo prescrito, 1 9 m a s Ezequías o r ó
«Hemos purificado toda la casa de Yah- sido consagrados a Y a h v e h ; acercaos y les hicieron prisioneros y p o d r á n regre-
veh, el altar de los holocaustos con todos ofreced víctimas y alabanzas en la casa p o r ellos, diciendo: «El buen Yahveh
sar a este país; pues Yahveh, D i o s vues- p e r d o n e 2 0 a t o d o aquel que ha dispuesto
sus utensilios, y la mesa de la proposi- de Yahveh». Y la comunidad presentó tro, es clemente y misericordioso y n o
ción con todos sus objetos; l 9 y todos los víctimas y sacrificios de acción de gra- su corazón p a r a buscar a Dios, a Yahveh,

31
PERSONA DE CORAZÓN GENEROSO: o bien los movidos espontáneamente a ello.
4
PLAZA ORIENTAL: e. d.( el patio de los sacerdotes o explanada al este deí tenlplo. 30 . A EFRAÍM Y MANASES, que no habían sido Llevados en cautividad.
5
I-A INMUNDICIA: e. d., los objeto? idolátricos.
5i6 u CRÓNICAS 30 ^ — 3 1 «
II CRÓNICAS 3 1 * 8 — 3 2 e
517
Dios de sus padres, pero n o reúna la la asamblea mil novillos y siete mil ca-
purificación que el santuario reclama». bezas de ganado menor, y los príncipes de confianza para distribuir las porciones banse a lo santo. * 19 Y p a r a los hijos de
[2i] Y Yahvcli escuchó a Ezequías y per- habían d a d o a la comunidad mil novillos a sus hermanos, así grandes c o m o chicos, Aarón, los sacerdotes, q u e residían en
d o n ó al pueblo. 2 1 Así los israelitas que y diez mil reses menores; y habíase san- equitativamente, según sus secciones * los campos del ejido de sus ciudades,
se encontraban en Jerusalén celebraron tificado gran cantidad de sacerdotes. 2 5 Y — 1 6 sin contar, p o r lo referente a los había en cada ciudad hombres designa-
la fiesta de los ácimos durante siete días se alegraron t o d a la comunidad de Judá, varones, los inscritos genealógicamente de dos nominalmente p a r a distribuir las por-
con grande júbilo, y los levitas y los sacer- los sacerdotes, los levitas, la multitud toda tres años p a r a arriba—, cuantos venían ciones a cada varón de entre los sacerdo-
dotes alababan a Yahveh cada día con que había llegado de Israel y los inmi- a la casa de Yahveh, según tarea de cada tes y a t o d o aquel que h a b í a sido inscrito
toda fuerza "• 2 2 Ezequías habló cordial- grantes venidos de tierra israelita y los día, p a r a servir en sus funciones respec- en el registro genealógico de los levitas.
mente a todos los levitas, que m o s t r a b a n que m o r a b a n en Judá. 2 6 H u b o , pues, tivas con arreglo a sus secciones. ll Esta ,: 20
D e esta suerte hizo Ezequías en todo
gran inteligencia en el servicio de Yahveh, gran júbilo en Jerusalén, porque desde era [la manera de realizar] la inscripción J u d á ; y o b r ó lo b u e n o , lo recto y lo
y dieron cumplimiento " a la fiesta durante los días de Salomón, hijo de David, rey censual de los sacerdotes: p o r sus fami- verdadero ante Yahveh, su Dios. 2 1 Y en
lias; la de los levitas e r a desde la edad t o d a obra que emprendió en lo tocante
los siete días, ofreciendo sacrificios pací- de Israel, n o había habido" cosa seme-
de veinte años en adelante,' según sus al servicio del templo divino, la ley y
ficos y loando a Yahveh, D i o s de sus jante en Jerusalén. 2 7 Luego levantáronse cargos y secciones, 1 8 e inscribíanse en él los mandamientos para buscar la volun-
padres. los sacerdotes y * los levitas y bendijeron con todos sus pequeñuelos, sus mujeres, tad de su Dios, hízolo siempre con todo
23 Y toda la comunidad determinó ce- al pueblo, y su voz fue escuchada y llegó sus hijos y sus hijas: los de t o d o el g r u p o ; su corazón y tuvo éxito.
lebrar la fiesta p o r otros siete días, y ce- su oración a la m o r a d a santa de Yahveh, porque con cargo permanente consagrá-
lebráronla así con gran júbilo; 24 pues al cielo.
Ezequías, rey de Judá, había ofrecido a
Invasión de Senaquerib
Regularización del culto levítico M 1 Después de estos hechos y prue- para ayudarnos y para pelear nuestros
1
d& b a de fidelidad [de Ezequías], vino combates». Y el pueblo cobró confianza
Q1 A c a b a d o t o d o esto, cuantos israe- das a Yahveh, su Dios, trajéronlo y lo Senaquerib, rey de Asiría, y entró en con las palabras de Ezequías, rey de
« 3 1 litas se encontraban allí salieron pusieron en muchos montones. 7 En el J u d á y puso cerco a las plazas fuertes, J u d á .
p o r las ciudades de Judá y destrozaron tercer mes comenzaron a formar aquellos proyectando expugnarlas para sí. * 2 Cuan- 9
Después de esto, Senaquerib,~rey d¿
las massebás, talaron las aserás y demo- montones y acabaron el mes séptimo. do vio Ezequías q u e había venido Sena-
lieron los lugares altos y los altares idó- 8 Ezequías y los príncipes vinieron a ver querib y q u e sus miras eran atacar a Je-
latras p o r t o d o Judá y Benjamín y en los montones, y bendijeron a Yahveh y
Efraím y Manases, hasta acabar con ellos. su pueblo Israel. 9 E interrogó Ezequías a
rusalén, 3 determinó, c o n el consejo de
sus príncipes y sus guerreros más valien- ,1
Luego los israelitas lodos regresaron cada los sacerdotes y los levitas acerca de los tes, cegar los manantiales de las fuentes
u n o a su propia posesión, a la ciudad de montones, '0 y respondióle el sumo sacer- que existían fuera de la ciudad; y ellos
ellos. dote Azarías, de la casa de Sadoq, y le prestaron ayuda. 4 Juntóse, pues, gran
2
Ezequías restableció las categorías de dijo: «Desde q u e empezaron a traer las copia de gente y cegaron todas las fuen-
los sacerdotes y los levitas con arreglo a ofrendas a la casa de Yahveh se h a c o - tes y el lorrenle que discurría por medio
sus clases, cada u n o según su servicio, mido y se h a saciado u n o y h a sobrado del leniloi'io, diciendo: «¿l'or qué han
así de los sacerdotes c o m o de los levitas, en abundancia, pues Yahveh ha bendeci- de venir los reyes de Asiria y han de ha-
para los holocaustos y los sacrificios pa- do a su pueblo, y queda" esta gran can- llar aguas abundantes?» 5 Y, desplegando
cíficos, para q u e ministrasen y celebra- tidad». * el mayor ahinco, reconstruyó toda la mu-
ralla en su parte derruida, alzó sobre
ran y alabaran a Dios en las puertas de 11 Entonces Ezequías dispuso preparar ella a torres y p o r fuera otro m u r o , forti-
los campamentos de Yahveh. 3 [Deter- graneros en la casa de Yahveh, y los ficó a M i l l o en la ciudad de David y
minó] asimismo la parte con q u e el rey, prepararon. ' 2 Y metieron fielmente las fabricó dardos en abundancia y escudos.
de su hacienda, contribuiría para los h o - ofrendas, los diezmos y las cosas consa- 6
Asimismo puso al frente del pueblo
locaustos de la m a ñ a n a y de la tarde, gradas; y al frente de t o d o ello estaba jefes militares, y reuniéndolos en torno
los holocaustos del sábado, de los novi- como jefe K o n a n y a h u , el levita, y c o m o a sí en la plaza de la puerta de la ciudad,
lunios y de las solemnidades, como está segundo, Simí, su hermano. , 3 Yejiel, les habló al corazón, diciendo: 1 «¡Por-
escrito en la ley'de Yahveh. 4 E indicó al Azazyahu, Nájat, Asahel, Yerimot, Y o - taos esforzadamente y cobrad á n i m o ! N o
pueblo q u e habitaba en Jerusalén diesen zabad, Eliel, Yismakyahu, Májat y Be- temáis n i sintáis pavor ante el rey de Tegiatfalasar o Tiglatpüéser 1IÍ (Phul) asedia
a los sacerdotes y los levitas su porción, nayahu eran delegados bajo la dirección Asiria y de t o d a la m u c h e d u m b r e que le una fortaleza. (Jeremías, o.c, ñg.224.)
a fin de que se ocuparan asiduamente en de K o n a n y a h u y su hermano Simí p o r , compaña, pues tenemos con nosotros
la ley de Yahveh. 5 Y a medida q u e m a n d a t o del rey Ezequías y de Azarías, uno m á s grande q u e quien está c o n él. Asiría, mientras él se hallaba sobre L a -
esta disposición se divulgó, los israelitas jefe de la casa de Dios. 14 El levita Coré, 8
El tiene consigo u n brazo de carne, y kís a c o m p a ñ a d o d e sus fuerzas, envió a
fueron a u m e n t a n d o las primicias de gra- hijo de Yimná, portero en la puerta orien- con nosotros está Yahveh, nuestro Dios, sus servidores a Jerusalén, para decir a
no, mosto, aceite y miel y de t o d a clase tal, estaba encargado de los donativos Ezequías, rey de Judá, y a todos los d e
de productos del campo, y presentaron voluntarios hechos a Dios, para distri-
el diezmo de todo, en abundancia. 6 Los buir las ofrendas de Yahveh y las cosas 13
Sus HERMANOS: e. d., sus colegas sacerdotes o levitas.
lg
hijos de Israel y de J u d á q u e habitaban santísimas. 15 Tenía c o m o adjuntos y sub- CON CARGO PERMANENTE CONSAGRÁBANSE A LO SANTO: o al servicio del santuario; el pasaje
en las ciudades de Judá aportaron ' tam- ordinados a Edén, Minyamín, Yesúa, Se- es poco claro e interprétase diversamente. Parece entenderse que, por esa razón, a todas las personas
bién el diezmo del ganado mayor y del mayahu, A m a r y a h u y Sekanyahu, en las de la familia de sacerdotes y levitas se suministraba fielmente alimento de las ofrendas presentadas
menor, y el de las cosas santas consagra- ciudades de ¡os sacerdotes, como personas (cf. V).
O O * gB* Cf. 2 Re 18,13-19.37 y sus notas. Para 24 ss. cf. 2 Re 1-21 y notas.
' L '* , l SENAQUERIB: aunque era contra Egipto contra quien asestaba sus tiros, quiso castigar a
Ezequías por haber intentado alianza contra él con los reyes vecinos. i¡ EXPUGNARLAS: lit. expug-
1" LAS OFRENDAS O contribuciones: hebr. terumd; cf. Núm 18,8-19. narlas abriendo brecha en sus muros, e. d., conquistarlas.
518 32 10-8" II CRÓNICAS 3S 1 -** 519
Judá que so hallaban en Jerusalén: 10 «Así sus [propios hijos] \ salidos de sus entra-
dice Scnnquciíu, rey de A s u r : ¿En qué ñas, lo derribaron a espada. 2 2 D e esta
confiáis |>ara que permanezcáis cercados suerte salvó Y a h v e h a Ezequías y a los Manases y Antón de Judá
i-n Jerusalén? n ¿No os engaña Exequias, habitantes de Jerusalén de m a n o s de Se- 14
para entregaros a la muerte de h a m b r e naquerib, rey de Asiría, y de m a n o s de O O ! Doce años contaba Manases Después de esto, M a n a s e s constru-
y de sed, al decir: Yahveh, nuestro Dios, cualquier o t r o , y les concedió reposo ° **** c u a n d o subió al trono, y reinó yó por fuera de la ciudad de David, a
p o r todos lados. 2 3 M u c h o s llevaron obla- cincuenta y cinco en Jerusalén. * 2 Hizo occidente del Guijón, en el valle, u n m u r o ,
nos librará de m a n o s del rey de Asiría?
ciones a Yahveh a Jerusalén y ricos re- lo malo a los ojos de Yahveh, imitando que llegaba a la puerta de los Peces, y
12 ¿No es el mismo Ezequías quien ha he- las abominaciones de los pueblos que
galos a Ezequías, rey de Judá, quien, a diole la vuelta al Ofel y lo elevó m u y a l t o ;
cho suprimir los lugares altos y los alta- Yahveh había arrojado de delante de los
partir de entonces, adquirió gran presti- y puso jefes militares en todas las ciuda-
res de Yahveh y ha hablado a Judá y israelitas. •' Reedificó los lugares altos que des fortificadas de Judá. 15 Y retiró de la
Jerusalén, diciendo: 'Ante un único altar gio a los ojos de todas las naciones. Ezequías, su padre, había destruido, eri- casa de Yahveh a los dioses extranjeros
os habéis de prosternar y sobre él que- 24 Por aquellos días, Ezequías enfermó gió altares a los Baales, hizo aserás y y a los ídolos, así c o m o todos los altares
maréis incienso'? 13 ¿No sabéis lo que he- de muerte, y, habiendo implorado a Y a h - a d o r ó a t o d o el ejército del cielo y le dio que había construido en el m o n t e de la
m o s hecho yo y mis padres a t o d o s los veh, éste respondióle y le concedió u n a culto. •* Asimismo, edificó altares en la casa de Yahveh y en Jerusalén, y los a r r o -
pueblos de los diversos paises? ¿Acaso señal milagrosa. 2 5 Pero Ezequías n o co- casa de Yahveh, respecto a la cual ha- jó fuera de la ciudad. 16 Luego restauró "
pudieron los dioses de las gentes de esos rrespondió al beneficio que se le h a b í a bía Yahveh declarado: «En Jerusalén es- el altar de Yahveh y ofreció sobre él sa-
países salvar a su tierra de mis manos? hecho, pues su corazón se ensoberbeció, tará mi n o m b r e perpetuamente». 5 Y cons- crificios pacíficos y de alabanza, y ordenó
1 4 ¿Quién hay, de entre los dioses todos y se encendió contra él la cólera divina truyó altares a todo el ejército del cielo a Judá que sirviera a Y a h v e h , Dios de
de esas naciones que exterminaron mis y sobre Judá y Jerusalén. 2<> Sin e m b a r g o , en los dos atrios del templo de Yahveh. Israel. '7 Sin embargo, el pueblo conti-
se humilló Ezequías por haberse enso- 6
padres, que fuera capaz de salvar a su Hizo pasar a sus hijos por el fuego en n u a b a ofreciendo sacrificios en los lugares
pueblo de mis m a n o s p a r a que pueda berbecido en su corazón—tanto él c o m o el valle de Ben-Hinnón, se dio al nefelis- altos, aunque sólo a Yahveh, su Dios.
vuestro D i o s libraros de ella? 15 Ahora, los habitantes de Jerusalén—, y no des- mo, a los encantamientos y a la magia, 18
pues, n o os engañe Ezequías, ni os se- cargó sobre ellos la ira de Yahveh e n e instituyó nigromantes y adivinos; fue El resto de los hechos de Manases,
duzca de este m o d o , ni le deis fe; porque, tiempos de Ezequías. pródigo en hacer lo malo a los ojos de su plegaria a su Dios y las palabras que
si ningún dios de nación o reino alguno 27 Poseyó Ezequías riqueza y gloria Yahveh, irritándole. "I Además, colocó la los videntes le hablaron en n o m b r e de
ha logrado salvar a su pueblo de mi m a n o •grandísimas y se procuró fuertes tesoros imagen del ídolo que había hecho en el Yahveh, Dios de Israel, están consignados
de plata, oro, piedras preciosas, a r o m a s , templo del que Yahveh dijera a David y en la historia de los reyes de Israel. * 1 9 Su
ni de la m a n o de mis padres, ¡cuánto
escudos y toda clase de objetos precio- a Salomón, su hijo: «En este templo y en plegaria y cómo fue atendido, t o d o s sus
menos os ha de librar vuestro Dios de pecados y su prevaricación, y los sitios
mi poder!» sos; 2 8 y almacenes para los productos Jerusalén, que he escogido de entre todas
16 las tribus de Israel, p o n d r é mi n o m b r e en que edificó lugares altos y colocó las
A ú n hablaron otras cosas los servi- de grano, vino y aceite; establos p a r a aserás y las imágenes esculpidas antes de
dores de Senaquerib contra Yahveh Dios t o d a suerte de ganados y apriscos para p a r a siempre; 8 y no volveré a hacer que
el pie de Israel se mueva de la tierra que haberse humillado, están consignados en
y contra su siervo Ezequías. 17 Aquél es- los rebaños. 29 Construyóse asimismo ciu- la historia de los videntes. * 20 y durmió-
cribió, además, unas cartas escarneciendo dades y formóse rebaños de ganado m a - di a sus padres a , con tal de que se cuide
de poner en práctica cuanto le ordené se Manases c o n sus padres, y lo sepultaron
a Yahveh, Dios de Israel, y diciendo yor y menor en abundancia, pues D i o s en el jardín dec su casa, sucediéndole en
contra E l : «Como los dioses de las gen- le otorgó bienes copiosísimos. 30 El mis- medíanle Moisés: toda la ley, los cslalu-
IOM y lai prescripciones». ,J Pero Manases el reino Anión, su hijo.
tes de los otros paises no pudieron librar m o Ezequías cegó la salida superior de 21
las aguas del Guijón y las dirigió hacia descarrió a Judá y los habitantes de Jeru- Anión contaba veintidós años cuan-
a su pueblo de mi m a n o , igualmente no
el lado occidental de la ciudad de David. salén, induciéndolos a o b r a r peor que las do subió al trono, y reinó dos años en
ha de salvar de ella a su pueblo el Dios naciones que Yahveh había aniquilado
de Ezequías». IS Los enviados asirios gri- Ezequías salió airoso en todas sus empre- Jerusalén. 22 E hizo lo malo a los ojos de
delante de los israelitas. Yahveh, conforme había o b r a d o M a n a -
taron con grandes voces, en lengua ju- sas. 3 i Sin embargo, cuando los príncipes
de Babilonia le enviaron embajadores p a r a ses, su padre, y a todas las imágenes ido-
día, al pueblo de Jerusalén que estaba látricas que había fabricado Manases, su
informarse del prodigio ciue había acae- 1° Yahveh habló a Manases y su pueblo,
sobre la muralla para intimidarlos y asus- padre, ofreció A m ó n sacrificios y las a d o -
cido en el país, D i o s lo a b a n d o n ó p a r a p e r o ellos no atendieron, n Por eso trajo
tarlos a fin de apoderarse de la ciudad, Yahveh sobre ellos a los jefes del ejér- ró. 23 M a s n o se humilló él ante Yahveh,
1 9 y hablaron del Dios de Jerusalén como probarlo y conocer t o d o lo que encerra-
cito del rey de Asiría, quienes prendieron c o m o se humillara su padre M a n a s e s ;
de los dioses de los otros pueblos de la b a su corazón. a Manases con garfios, lo ataron con gri- antes bien, el tal A m ó n multiplicó los
tierra, que son hechura de m a n o s hu- 32 El resto de los hechos de Ezequías y l l e t e s y lo c o n d u j e r o n a B a b i l o n i a . * delitos. 24 Sus servidores se conjuraron
manas. sus obras piadosas hállanse escritos en i 2 C u a n d o él se vio en angustia, t r a t ó de contra él y lo asesinaron en su palacio
20
Entonces el rey Ezequías y el p r o - la visión del profeta Isaías, hijo de A m o s , congraciarse con su Dios, y se humilló M a s el pueblo del país castigó con la muer-
feta Isaías, hijo de A m o s , o r a r o n con y " en el libro de los reyes de Judá y de profundamente ante el Dios de sus pa- te a todos los que se habían conjurado
este motivo y clamaron al cielo. 21 Y Y a h - Israel. 33 Y Ezequías se durmió con sus dres. 13 O r ó , pues, a El, que le atendió y contra el rey A m ó n , y proclamó soberano
veh envió un ángel, que aniquiló a todos padres, y lo sepultaron en el camino que escuchó su súplica, volviéndole a Jerusa- en su lugar a Josías, su hijo.
los guerreros valientes, a caudillos y jefes, sube a los sepulcros de los hijos de D a v i d . lén, a su reino. Reconoció entonces M a -
en el campamento del rey de Asiría, quien A su muerte, todo Judá y los habitantes nases que Yahveh es Dios.
h u b o de volverse afrentado a su país, y de Jerusalén le rindieron honores. Y reinó
c o m o entrase en el templo de su dios, en su lugar su hijo Manases.
O-J 1-10 Cf. 2 Re 21,1-26 ysus notas.
" " 1 8 11 REY DE ASIRÍA: Assurbanipal, hijo de Asarhaddón y nieto de Senaquerib.
Su PLEGARIA: la que se lee al fin de muchas Biblias es apócrifa, y debió de ser compuesta
en griego
19
por algún hebreo helenista hacia el tiempo de Jesu-Cristo.
Los VIDENTES : hebr. Jozay, que algunos toman por nombre propio (cf. V).
520 I I CRÓNICAS 3 4 1 " !!6 11 CRÓNICAS 34 M—35 " 521
este lugar y no se apagará. 2 6 M a s al rey y el pueblo entero, desde el m e n o r h a s t a
J o s í a s : renacimiento religioso d e J u d á de J u d á , que os ha enviado a consultar a el mayor, y leyó en alta voz todas las
Yahveh, así le habéis de decir: Así dice palabras del libro de la alianza, encon-
A l C o n t a b a Josías ocho años de edad hijos de los quehatitas, p a r a dirigir los Yahveh, Dios de Israel, [respecto a]' las trado en la casa de Yahveh. 3 i El m o n a r c a
3treinta
^ c u a n d o comenzó a reinar, y reinó
2
y u n o en Jerusalén. * Hizo lo
trabajos; y todos los levitas diestros en
tañer instrumentos músicos 13 estaban al
palabras que has e s c u c h a d o : 2 7 Por cuanto se mantuvo en pie sobre su estrado y
se ha conmovido tu corazón y te has pactó ante Yahveh la alianza de caminar
recto a los ojos de Yahveh y siguió los frente de d los acarreadores e inspecciona- humillado ante D i o s al oir tú sus pala- en pos del Señor, de guardar sus m a n d a -
derroteros de David, su antepasado, sin b a n a todos los operarios e ocupados en bras contra este lugar y contra sus m o - mientos, sus testimonios y sus leyes con
apartarse ni a derecha ni a izquierda. los distintos trabajos; y entre los levitas radores, puesto que te h a s humillado en todo el corazón y toda el alma, poniendo
3
El a ñ o octavo de su reinado, siendo había secretarios, inspectores y porteros. mi presencia, has desgarrado tus vesti- en práctica las palabras de la alianza
14
todavía muchacho, comenzó a buscar al Ahora bien, al extraer el dinero lle- duras y has llorado ante mí, también yo escritas en este libro. 3 2 Y conjuró a cuan-
D i o s de David, su p a d r e ; y en el a ñ o vado a la casa de Yahveh, el sacerdote te he escuchado, oráculo de Yahveh. 28 H e tos se hallaban en Jerusalén y Benjamín
doce empezó a limpiar a J u d á y Jerusalén Jilquiyyahu encontró el libro de la ley de aquí que yo te reuniré con tus padres y te que asintiesen al pacto ', y los habitantes
de los lugares altos, las aserás, las imáge- Yahveh, d a d a p o r medio de Moisés. 1S Y recogerás en paz en tu sepulcro, y tus de Jerusalén o b r a r o n conforme a la alian-
nes esculpidas y las imágenes de fundición. Jilquiyyahu habló a Safan, el secretario, ojos n o verán todo el mal que yo voy a za de Dios, el Dios de sus padres.
4
Y demolieron en su presencia los alta- y dijo: «He hallado el libro de la ley en acarrear sobre este lugar y sus habitantes». 33
Asimismo, Josías hizo apartar t o d a s
res de los Baales y quebró los pebeteros la casa de Yahveh». Y Jilquiyyahu dio el Y ellos llevaron al rey la contestación. las abominaciones de todos los territorios
que había encima de ellos, y r o m p i ó las libro a Safan. 16 Safan llevó el libro al 29
Entonces el rey m a n d ó recado y con- pertenecientes a los israelitas e impuso a
aserás, las imágenes esculpidas y las de m o n a r c a y, además, rindió cuenta al rey, vocó a todos los ancianos de Judá y cuantos se encontraban en Israel el servir
fundición y las redujo a polvo, que espar- diciendo: «Todo lo que fue encomendado Jerusalén. 3 0 Y subió el m o n a r c a al tem- a Yahveh, su Dios. Mientras vivió dicho
ció sobre las sepulturas de quienes les ha- a tus servidores, lo están haciendo. 1 7 H a n plo de Yahveh, a c o m p a ñ a d o de todos los m o n a r c a n o se apartaron, en efecto, de
bían ofrecido sacrificios. * 5 Además que- volcado en la mesa el dinero hallado en hombres de Judá y todos los habitantes
m ó los huesos de los sacerdotes sobre los la casa de Yahveh y lo h a n puesto en m a - ir en pos de Yahveh, Dios de sus padres.
de Jerusalén, y los sacerdotes y levitas,
altares de los ídolos y purificó a J u d á y nos de los superintendentes y de los ope-
Jerusalén. 6 [Lo mismo hizo] en las ciu- rarios». J 8 Y Safan, el secretario, avisó
dades de Manases, Efraím, Simeón y has- entonces al rey, diciendo: «Jilquiyyahu,
ta Neftalí, en sus lugares de alrededor *. el sacerdote, m e ha d a d o un libro», y P a s c u a soilemne bajo Josías. M u e r t e del rey
7
Derribó los altares, machacó y pulve- púsose a leer en él Safan delante del m o -
rizó las aserás y las esculturas y dcsiro/ó narca, i" En cuanto éste oyó las palabras O C ' Josías celebró en Jerusalén la Pas- Jilquiyyahu, Zacarías y Yejiel, prefectos
las columnas solares en todo el lerritorio de la ley, rasgó sus vestiduras, 2 0 y dio * ' • ' cua en h o n o r de Yahveh, e inmo- de la casa de Dios, regalaron, en calidad
de Israel, y regresó a Jerusalén. orden a Jilquiyyahu, a Ajiqam, hijo de laron el cordero pascual el día catorce de víctimas pascuales, dos mil seiscientas
8 Safan; a A b d ó n , hijo de M i k á ; a Safan, del primer mes. * 2 Estableció a los sacer- [reses menores], y de vacunas trescientas.
El año dieciocho de su reinado, para el secretario, y a Asayá, siervo del rey, dotes en sus ministerios y los animó al 9
Y K o n a n y a h u , Semayahu y Netanel, sus
purificar el país y el templo, envió a Sa- diciendo: 2 ! «Id a consultar a Yahveh por servicio de la casa de Yahveh. 3 Y dijo a hermanos, y Jasabyahu, Yeiel y Yozabad,
fan, hijo de Asalyahu, a Maaseyahu, go- mí y p o r lo que queda en Israel y J u d á , los Icvilas qno instruían a todo Israel y jefes de los levitas, ofrecieron a éstos
bernador de la ciudad, y a Yoaj, hijo de acerca de las palabras del libro que se ha rsliihiiu i'imNMKi'iuliis 11 Yahvcli: «Deposi- c o m o víctimas pascuales cinco mil [reses
Yoajaz, el canciller, a restaurar la casa e n c o n t r a d o ; pues grande es el furor de tad el nica MH1I11 cu la casa que construyó menores]'', y de vacunas quinientas. 1 0 Pre-
de Yahveh, su Dios. 9 Presentáronse ellos Yahveh que se ha d e r r a m a d o sobre nos- Salomón, hijo de David, rey de Israel;
al sumo sacerdote Jilquiyyahu, y [le] en- parado así el servicio, los sacerdotes se
otros, porque nuestros padres n o escu- ya no la habéis de transportar a h o m b r o s . colocaron en su puesto, y lo mismo los
tregaron el dinero traído a la casa de charon ' la palabra de Yahveh para obrar A h o r a servid a Yahveh, D i o s vuestro, y a levitas, con arreglo a sus secciones, según
Dios, y que los levitas guardianes de la enteramente conforme a lo escrito en este
puerta habían recogido de Manases, de su pueblo Israel. 4 Y estad preparados' el m a n d a t o del rey. n Luego inmolaron
libro». con arreglo a vuestras familias, según la Pascua, y los sacerdotes rociaron con
Efraím, de t o d o el resto de Israel y de
t o d o Judá y Benjamín, y entre los habi- 22 vuestras secciones, conforme a" las órde- la sangre" y los levitas desollaron las
Entonces Jilquiyyahu y quienes el rey nes escritas de David, rey de Israel, y las víctimas. í 2 Prepararon e asimismo los ho-
tantes de ? Jerusalén. 10 Ellos lo pusieron había enviado « fueron a la profetisa Juldá,
en m a n o s de quienes ejecutabanc la obra de Salomón, su hijo. 5 Estaos en el san- locaustos para distribuirlos a los grupos
mujer de S a l l u m , hijo de T o q h a t , hijo de tuario con arreglo a las agrupaciones de
en la casa de Yahveh en calidad de su- Jazrá, guarda del vestuario, la cual m o - de familias plebeyas a fin de ofrecerlo a
perintendentes, los cuales lo dieron a los las familias de vuestros h e r m a n o s plebe- Yahveh, c o m o está escrito en el libro de
raba en Jerusalén, en el segundo barrio, y
capataces empleados en la casa de Yah- yos, a saber: siempre una compañía de Moisés; y así procedieron con las reses
la hablaron con arreglo a lo indicado.
veh p a r a reparar y restaurar el edificio. 23
Ella les contestó: «Así dice Yahveh, las familias levíticas. 6 E inmolad la Pas- v a c u n a s . 1 3 Después asaron la víctima pas-
11 cua, santifícaos y p r e p a r a d t o d o p a r a
Asimismo lo dieron a los carpinteros Dios de Israel: Decid al h o m b r e que os cual en el fuego, conforme a lo prescrito,
y a los albañiles para la c o m p r a de pie- ha enviado a m í : 2 4 Así dice Y a h v e h : vuestros hermanos, o b r a n d o con arreglo mientras los otros víveres consagrados los
dras de cantería y maderamen p a r a las H e aquí que yo voy a acarrear desventura a lo dispuesto p o r Yahveh mediante Moi- cocieron en ollas, calderos y fuentes y lo
vigas de trabazón y p a r a cubrir de vigas sobre este lugar y sus m o r a d o r e s : todas sés». * repartieron rápidamente entre t o d a la gen-
7
las casas que los reyes de J u d á habían las maldiciones escritas en el libro que Josías dio además a la gente del pue- te del pueblo. 1 4 A continuación apareja-
destruido. * 1 2 Aquellos hombres proce- han leído ante el rey de Judá. 2 5 En pago blo reses de ganado menor, corderos y ron la correspondiente a ellos y los sacer-
dían en su trabajo con lealtad, y figura- de que m e h a n a b a n d o n a d o y h a n que- cabritos, todos en calidad de víctimas dotes; pues éstos, hijos de Aarón, estu-
b a n al frente de ellos c o m o sobrestantes m a d o incienso a otros dioses a fin de pascuales, para cuantos allí se encontra- vieron dedicados hasta la noche a poner-
Yájat y Obadyahu, levitas de los hijos de irritarme con todas las obras de sus m a - ban, en n ú m e r o de treinta mil, y de reses sobre el altar la oblación de los holocaus-
Merarí, y Zacarías y Mesul-lam, entre los nos, m i furor se ha encendidob contra vacunas tres mil. Tales reses pertenecían tos y de las grasas; por eso lo§ levitas
al real patrimonio. 8 También sus prínci- hicieron los preparativos p a r a sí y los
pes ofrecieron un presente a su arbitrio sacerdotes hijos de A a r ó n . '5 T a m b i é n los
al pueblo, a los sacerdotes y a los levitas. cantores, hijos de Asaf, se hallaban en
1-2 Cf. 2 Re 22,1-2. Para 8-28 cf. 2 Re 3,20. Para 29-33 cf. 2 Re 23,1-3.
34 4
PEBETEROS: hebr. hammamim; cf. Lev 26,30. 1-2
Cf. 2 Re 23,21-27.—
11 CARPINTEROS: O bien, con otros, artesanos. 35 6
INMOLAD LA PASCUA: e. d., el cordero pascual.
522 ii CRÓNICAS 3 5 i a — 3 6 8 II CRÓNICAS 3 6 9 - 25 523
su puesto, con arreglo a la orden de las palabras de N e k ó , que procedían de 9 Joaquín tenía diez y " ocho años de 1 7 Trajo, pues, contra ellos al rey de
David, Asal", Hernán y Yedutún, vidente Dios, y vino a dar la batalla en la llanura edad cuando subió al trono; y reinó tres los caldeos, q u e m a t ó a espada a sus j ó -
d«.'l rey; y los porteros estaban en la puerta de IVIeguiddó. * 2 3 Los arqueros dispara- meses y diez días en Jerusalén, o b r a n d o venes en el edificio de su santuario, sin
correspondiente, sin tener necesidad de ron al rey Josías, y el monarca dijo a sus lo malo a los ojos de Yahveh. * ' " A la perdonar a joven ni doncella, a viejo ni
apartarse de su puesto, porque sus herma- servidores: «Llevadme fuera, pues estoy vuelta del año, el rey N a b u c o d o n o s o r decrépito. T o d o lo entregó Yahveh en su
nos, los levitas, les aparejaron lo suyo. gravemente herido». 2 4 Sus servidores lo envió p o r él y le hizo conducir a Babilo- m a n o . ' 8 T o d o s los objetos de la casa de
16 Preparóse así en aquel día t o d o el ser- sacaron del carro, lo m o n t a r o n sobre el nia con los objetos preciosos de la casa de Dios, grandes y pequeños, y los tesoros
vicio de Yahveh para celebrar la Pascua segundo carro que tenía y lo trasladaron Yahveh, y proclamó rey de J u d á y Jeru- de la casa de Yahveh, y los tesoros del rey
y ofrecer sacrificios sobre el altar de Yah- a Jerusalén. Y murió, y fue sepultado en salén a Sedecías, h e r m a n o del deportado. * y de sus príncipes, todo se lo llevó N a b u -
veh, conforme a la orden del rey Josías. u n o de los sepulcros de sus padres, y t o d o n C o n t a b a Sedecías veintiún años cuan- codonosor a Babilonia. 19 E incendiaron
17 Los israelitas que se encontraban allí Judá y Jerusalén hicieron duelo p o r J o - do empezó a reinar, y reinó en Jerusa- la casa de Dios y derruyeron las murallas
celebraron en aquella ocasión la Pascua sías. M Jeremías compuso u n a elegía sobre lén once años.* 12 Hizo lo que desplacía a de Jerusalén, prendieron fuego a todos
y la fiesta de los ácimos durante siete Yahveh, su Dios, y n o se humilló ante [lo sus palacios y destruyeron todos sus ob-
días. 18 N u n c a se había celebrado en Is- que] el profeta Jeremías le [anunciaba] jetos preciosos. 2 0 A los escapados de la
rael u n a Pascua semejante desde los días de parte de Yahveh. 13 Además, se rebeló espada llevólos cautivos a Babilonia, sir-
del profeta Samuel; y ninguno de los contra el rey Nabucodonosor, que le ha- viendo de esclavos a él y a sus hijos hasta
reyes de Israel había celebrado una Pascua bía hecho jurar por el nombre de D i o s ; que dominó el imperio persa, 21 para que
como la que celebró Josias con los sacer- y endureció su cerviz y tornó inflexible su se cumpliera la palabra de Yahveh p r o -
dotes, los levitas, todo Judá e Israel que corazón, sin querer convertirse a Yahveh, nunciada p o r boca de Jeremías; hasta que
el país hubo disfrutado sus sábados, des-

t
se encontraban allí y los habitantes de Dios de Israel. >4 También todos los prín-
Jerusalén.* >9 Esta Pascua se celebró el cipes de Judá y » los sacerdotes y el pueblo cansó t o d o el tiempo de la desolación,
a ñ o dieciocho del reinado de Josías. multiplicaron las prevaricaciones, imi- hasta que se cumplieron los setenta años. *
20 t a n d o enteramente las abominaciones de 22
Después de todo esto, y u n a vez que El año primero de Ciro, rey de Per-
Josías h u b o restaurado el templo, subió las gentes, y contaminaron la casa de Yah- sia, para que se consumara la palabra de
N e k ó , rey de Egipto, para combatir hacia Capitel de Meguiddó veh, que El habia consagrado para si en Yahveh por boca de Jeremías, Yahveh
Karkemis, en dirección al Eufrates. Josías Jerusalén. 15 Yahveh, D i o s de sus padres, despertó el espíritu de Ciro, rey de Persia,
salió a su encuentro,* 2 1 pero aquél envióle Josías, y todos los cantores y cantoras envióles aviso por medio de sus mensaje- quien, de viva voz y también por escrito,
mensajeros diciendo: «¿Por qué te inmis- entonaron sus endechas sobre Josías hasta ros muy pronto y sin cesar, pues tuvo lanzó pregón por t o d o el reino diciendo: *
cuyes en mis asuntos, oh rey de Judá? hoy, y las impusieron c o m o si fueran ley compasión de su pueblo y su m o r a d a ; 23
«Asi dice Ciro, rey de Persia: T o d o s los
N o vengo ' contra ti hoy, sino contra una en Israel. Hállanse escritas en el libro de i* pero ellos escarnecieron a los mensa- reinos de la tierra m e ha d a d o Yahveh,
casa con la que estoy en guerra, y Dios las Lamentaciones. * jeros de Dios, menospreciaron sus pala- Dios del cielo, y El mismo me ha enco-
m e h a ordenado me dé prisa; abstente de
26
El resto de los hechos de Josías, sus bras y se mofaron de sus profetas, hasta m e n d a d o le edifique una casa en Jerusa-
oponerte a Dios, que está conmigo, para obras piadosas de acuerdo con lo pres- que la cólera de Yahveh contra su pueblo lén, de Judá. ¡Quien de entre vosotros per-
crito en la ley de Yahveh, 2 7 y sus actos llegó a tal punto, que no hubo ya re-
que él n o te destruya». * 2 2 Pero Josías tenezca a cualquier parte de su pueblo,
primeros y últimos están consignados en medio. sen " su Dios con él, y parta!»
n o quiso volverse atrás, sino que se buscó
coyuntura p a r a pelear con él y n o escuchó el libro de los reyes de Israel y Judá.
»-i°
10
Cf. 2 Re 24,8-17.
A LA VUELTA DEL AÑO: aquí debe de significar Nisán, que comenzó el 13 de abril el 597
Joacaz y sus sucesores hasta el cautiverio de Judá y el 27 de marzo el 598 (Finegan).
11-12 Cf. 2 Re 24,18-25,11; jer 25,11 ss.; 29,10, y Lev 26,34 s.
2
o e 1 El pueblo del país t o m ó enton- cuando comenzó a reinar, y reinó once i DISFRUTADO SUS SÁBADOS: en el forzado descanso de la tierra durante los años del cautive-
años en Jerusalén, haciendo lo malo a los rio, 22el suelo se resarcía de los años sabáticos no celebrados antes.
« ' * ' ees a Joacaz, hijo de Josías, y lo -23 Cf. Esd 1,1-3.
proclamaron rey, en sustitución de su ojos de Yahveh, su Dios.* 6 Contra él su- 22
AÑO PRIMERO DE CIRO : e. d., como rey de Babilonia, que conquistó en el otoño del 539 a. C.
padre, en Jerusalén. * bió N a b u c o d o n o s o r , rey de Babilonia, Su imperio persa comprendía Persia y Media, Babilonia, Lidia y Siria.
2 y prendiólo con grilletes para conducirlo
C o n t a b a Joacaz veintitrés años cuan-
do comenzó a reinar, y reinó tres meses a ella. 7 N a b u c o d o n o s o r llevó asimis-
en Jerusalén. 3 El rey de Egipto lo depu- m o a Babilonia parte de los objetos de la
so en Jerusalén, y multó al país en cien casa de Yahveh y los colocó en su pala-
talentos de plata y un talento de oro. cio en dicha ciudad.
8
•* Entonces el soberano egipcio entronizó El resto de los hechos de J o a q u i m , NOTAS CRITICAS
rey sobre Judá y Jerusalén a Elyaquim, las abominaciones que cometió y aquello
h e r m a n o de Joacaz, y le trocó el nombre de que se le halló culpable, están escri-
p o r el de J o a q u i m ; y a Joacaz, su herma- tas en el libro de los reyes de Israel y CAP. I : * c GV; H a!] » c V (Coa); H Quevé.
no, lo cogió N e k ó y lo llevó a Egipto. Judá. Luego le sustituyó en el t r o n o Joa- CAP. 2: *c V, cf iRe 5,620; H he aquí que] " c VST(G) iRe 5,1 i j 5 ; Hc majado.
5
J o a q u i m contaba veinticinco años quín, su hijo. CAP. 3: * ins c G] » H add el segundo (¿día ?); di c 3mss GVS (Kit)] fas c Kit] " c GS (cf Kit);
H ciento veinte] e así (otro) c VS; H uno.
CAP. 4: » C iRe 7,24; H errp: reses vacunas... e etc] » c G » iRe 7,41; H y ¡os cap.] c c iRe 7,
18 Cf. 2 Re 22-23.— 20 " 21 Cf. 2 Re 28-30 y 3 Esd 1,25 «s. 43 (cf G); Hht'zo] " c v u y iRe 7,45; H garfios] c V (cf iRe 7,45); H sus obj.] •-' Kit (cf iRe 7,
21 Dios: e. d., el dios egipcio (Rev. Bibl, [1948] 393)- II UNA CASA: O dinastía. M. Alfrink pro- 50); H y la entrada del templo sus batientes] B ins c iRe 7,50.
pone traducir, en vez de «una casa contra la que estoy en guerra», una fortaleza o ciudad de guarni- CAP. 5: »c Gn«VS iRe 7,51; H j la plata] " ins c 24mss GST] « c s m s s G i E e 8,8 «frt» (Kit);
ción,2 2y ver una alusión a Riblah (Bíblica, 1934). H el arca] " c pl mss GST iRe 8,8; H sing] ' ins c (S) iRe 8,9] ' Kit c G ^ O -
SE BUSCÓ COYUNTURA: o bien, se empeñó en. Otros, «se disfrazó para». CAP. 6: * c pl mss G'VS iRe 8,19; H porque] » lit ha de 1 c G con juramento o y jurare (cf Kit)]
25 UNA ELEGÍA: las lamentaciones de que aquí trata no han llegado hasta nosotros. Las que 4
c iRe 8,32; H respondiendo para el c] " ins c mlt mss GVST iRe 8,35] * ins c GVST] ' c G
figuran con ese nombre a continuación de las de Jeremías son apócrifas. rRe 8,37; H plur] ' c G iRe 8,37; H la tierra de] " ins c G.
CAP. 7: » c S >Re 9,4; H y practicando] " c GVS (cf iRe 9,7); H los.
36 '-* Cf. 2 Re 23,30-34-—5_s Cf. 2 Re 23,36-24,6. CAP. 8: " C GV; H cjuc edificó] " c S iRe 9,21; H desde sus hijos] ' H add que; di c 7™sE G v =
524 II CRÓNICAS

i R e O.22I rt c G b a i R e 9,22; H jefes de sus oficiales (otros «principes d e sus tríadas d e guerreros»)]
* c (3mss)f;V(S); H s i n g ] ' c G S T V ; H hasta] « c G b a ( 1 ) ; H su acabar completa.
CAÍ 1 . 0: ft prps 1 el vestido de él, cf i R e 10,5] b c GVS, cf i R e 10,5 el holocausto; H la subida de
él] " c G 1 1 Re 10,8; H hombres] d por fijados a él Kit 1 c i R e 10,19 por detrás de él] • H add allí;
dlc: V 1 Re 10,20 (Kit).
C A P . r o : * iris c G S i R e 72,5] b iris c G i R e 12,7] c L m l t mss eád, B mi padre agravo] a iris
c V a r < s S T ( i R e 12,16 y vio todo)] e c G b l S ; H Hadoram.
G A P . 1 1 : * c G a ( T ) ; H (cf V) «David; (también con) Abih.*] b ins c G V ] c ins c B b B l V] d c Kit;
H y solicitó (para ellos) muchas mujeres.
C A P . 13: a c G S i R e 15,2; H Mikavahu.
C A P . 15: a ins c SV (G a )] b ins c G b a (SV)] c ins c G ] V.
C A P . 17: a H add de David: di Kit c 6mss G b a , cf 16,7 ss] b " b «di (dittogr)» (Kit).
C A P . 18: a c G i R e 22,6; H debemoi] b prps 1 de sus ropas «V honor (púrpura violácea)] c c
i R e 22,15; H debo] d c G i R e 22,18; H desfavorablemente] e c G ; H por eso] f ins c 23mss G a l V S
1 Re 22,23] B c G 1 V S T ; H disfrázate y entra] h c Var *Kc 13 G V S T i R e 22,31; H a] * c G V T ; E S D R A S - N E H E M I A S
H íos sedujo.
C A P . I 9: a C Kit (cf G L V ) ; H y pleitear y se volvieron a.
C A P . 20: a c G b a , cf i C r 4,41; H ammonitas] b c i m s ; H Siria] c H te «di c G b 8 VS» Kit] d c G ;
H a ] e Kit c G ; H entre ellos] f c 7 m s s V ; H cadáveres.
C A P . 2 1 ; a c Sebir ca 40mss G S ; H Israel] b c Kit; H .v a sii5 hyos] c p r b c Sebír pl m s s G V ;
H las montañas de.
C A P . 2 2 : a c pe mss V T 2Re 8,28; H ha-rammim] " c E c 1 ca I2mss G S 2Re 8,29; H porque]
c
c I5mss GVS 2Re 8,29; H Azarías] d c G V ; H le dieron muerte] * c algs mss G V S T 2Re 11,1;
H habló] ' G b l 2Re 11,2 Yehoseba, p r b rectius (Kit)] 8 c G a r S A r 2Re 11,3; H ellos. Complemento natural de las Crónicas y como su segunda parte son los libros de
C A P . 2 3 : a ins c V T (cf Kit)] b c G b a l S 2Re 11,15; H sacó] c c G V ; H registros de] d c V (o fuera
a los patios, cf Kit); H de dentro de las filas] e c 2Re 11,17] f ins c p e mss k e n G V S .
Esdras y Nehemías (o I y II de Esdras), que propiamente forman una sola obra.
C A P . 24: a ins c G V ] b c i4mss G V S T ; H sing] c c G V ; H plur] d c K ( Q multiplicó); cf V la Esdras narra en estilo directo y forma de cronicón la historia de Judea posterior
suma de (dinero), q u e del impuesto percibía». a la ruina del reino de Babilonia, el retorno de una porción de los desterrados a su
C A P . 2 5 : a H ins porque, «di c G V 2Re 14,6» (Kit)] b c VS 2Re 14,6; H la ley en el libro de] patria y los esfuerzos por la restauración nacional. Divídese en dos secciones, relati-
c
c G L V ; H ve, obra, esfuérzale en el combate] d (derrotar, he derrotado) c V (cf S 2Re r 4 , i o y
G T ) ] e c V S T ; H a hacer engreír] ' c algs mss G V S T 2Re 14,13] B c S (Kit); H y todo; 2Re 14,14
J vas al doble regreso: el del año 53S (en tiempo de Ciro) a las órdenes de Zorobabel,
y se apoderó de todo] b c n m r a S 2Re 14,20; H Judd. y el del año 45S (en tiempo de Artajerjes I Longimano: 465-424) a ¡as de Esdras.
C A P . 2 6 : a c algs mss G b a S T A r ; H vn ver] b ¿1 Tur-Baal c V a ? pregunta Kit. En la primera sección (1-6) se compilan diversas fuentes, ya hebreas, ya árameos,
C A P . 28: a frt c i m s G V T , sed cf : u , 4 (Kil); a los reyes] b c Sebir ca I2mss G V S T ; H Israel]
c
así (piel en vez de fue firme (qal) como II] '' c S a ; H Israel. pues el libro se nos ofrece aquí bilingüe. En la segunda (7-10), en forma literaria
C A P . 30: a c i m s G V ; H y con/.] b quizá c Kit; H instrumentos de fuerza (a Yahveh); cf V «los más depurada y con religioso entusiasmo, se ñarra la venida a Jerusalén de Esdras,
instrumentos músicos que correspondían a su oficio»] c c G ; H comieron] d ins c Var g G V S T ] ' ins sacerdote y escriba, con un nuevo contingente de refugiados.
c pl mss G a V S T .
C A P . 3 1 : a ins C G V ] b c G ; H lo que queda] c c G ; H y a. Nehemías, el restaurador de la Ciudad Santa, es el principal protagonista del
C A P . 3 2 : a c ( V ) T ; H sobre las] b ins c SV] c c G V ; H les condujo] d ins c G V S a T . srftundo libro. El celoso e intrépido caudillo, el año 445 (20.0 de Artajerjes I), vuelve
C A P . 3 3 : a c GVS 2Re 21,8; Hseñaléa vuestros] b c K G V ; QSconstruyó] c ins c G (cf 2Re 21,18).
C A P . 34: a c G S ; H inseguro; K escogió las casas de ellos alr.; Q. en sus desolaciones (ruinas) alr.] a Ji'ru.iiili'n, edifica los muros de la ciudad y, con la colaboración de Esdras, renueva
h
c K G V S T ; Q mlt mss y se volvieron a] c c mlt mss G V S T ; H sing] á c Kit (sobre); H y sobre] ¡\ üliuu::a con Dios y completa la reforma del pueblo. Este libro, en gran parte nuto-
e
c mlt mss G S T ; H sing] r c G S 2Re 22,13; H(V) guardaron] g ins c i m s VS, G «dicho», i m s «man- Ibiográfico, es de extraordinaria importancia para la historia postexiliana. En élt
dado»] b c G 2Re 22,17; fj se derramará] i c 2Re 27,18; V porque escuchaste las palabras del libro 21
y hase enternecido...] J quizá (cf 2Re 23,3); H y Benjamín. con estilo nervioso y lleno de vivacidad, se refiere la trascendental proclamación de
C A P . 3 5 : a c K G V ] b c pe mss G V S ; H en] * ins G ' T S ] d c ST(V); H de mano de ellos] e c G la Tora como norma de vida religiosa y moral, el año 444 a. de C.
(cf K i t ) ; H apartaron] ! c G V S ; T tú. El autor créese bastante generalmente que es el mismo de las Crónicas, es decir,
a b
C A P . 3 6 : ins c ms GS 2Re 24,8 (cf Kit)] ins c G ] c c pe mss G (cf Kit) V T Esd 1,3.
Esdras, quien, además de otras fuentes, aprovechó sus propias memorias y las de
Nehemías. Puede admitirse esta opinión en uno de los dos sentidos indicados al ha-
blarse del autor de los Paralipómenos. Hoy insistese por algunos en la tesis de la pre-
cedencia de Nehemías y en colocar a Esdras bajo Artajerjes II: su actuación comen-
zaría el 397 a. C, sólo después de la restauración del segundo templo.

ESDRAS (VULG. I DE ESDRAS)

Vuelta del cautiverio: el decreto de Ciro


1 1 E n el a ñ o p r i m e r o d e C i r o , rey d e p o r escrito, l a n z ó p r e g ó n p o r t o d o s u rei-
* P e r s i a , p a r a q u e se c o n s u m a r a la p a - n o , d i c i e n d o : * 2 « A s í dice C i r o , rey d e
l a b r a de Y a h v e h p o r b o c a d e J e r e m í a s , P e r s i a : T o d o s los reinos de la tierra m e
d e s p e r t ó Y a h v e h el e s p í r i t u d e C i r o , r e y h a d a d o Y a h v e h , D i o s d e l c i e l o , y E l m i s -
d e P e r s i a , q u i e n , d e v i v a v o z y t a m b i é n m o m e h a e n c o m e n d a d o le e d i f i q u e u n a
1
Ciro reconocía la divinidad de Yahveh, d e quien tan parecido era A h u r a m a z d á : dios único
de los persas.
ESDRAS 2 *8 38 527
526 ESDRAS 1 3 2 "
48
los hijos de Resín, los hijos de Neqodá, zil-lay, el galaadita, y se le denominó c o n
casa en Jerusalén, de Judá. 3 Quien de en- t a r las ofrendas voluntarias. ' Y el rey los hijos de Gazzam, 4 9 los hijos de Uzzá, su nombre. 6 2 Estos buscaron sus títulos
tre vosotros pertenezca a cualquier por- Ciro sacó los objetos de la casa de Yah- los hijos de Paseaj, los hijos de Besay, genealógicos, pero n o los hallaron, p o r
ción de su pueblo, sea su Dios con él y veh que N a b u c o d o n o s o r había llevado de 50
los hijos de Asna, los hijos de los meu- lo que fueron excluidos del sacerdocio,
suba a Jerusalén, situada en Judá, y edi- Jerusalén y colocado en el templo de su nitas, los hijos de los nefisíes, 5 1 los hijos
63
y el |¡ohernador les ordenó que no c o -
fique la casa de Yahveh, D i o s de Israel, dios. 8 Sacólos, pues, Ciro, rey de Per- de Baqbuq, los hijos de Jaqufá, los hijos mieran de las cosas santísimas hasta q u e
o sea el Dios que está en Jerusalén. ' Y a sia, por medio de Mitrídates, el tesorero, de Jarjur, 5 2 los hijos de Baslut, los hijos se presentase un sacerdote p a r a [servirse
t o d o sobreviviente, en cualquier sitio don- y los entregó en m a n o s de Sesbassar, de Mejidá, los hijos de Jarsá, 53 los hijos del] urim y el tummim. *
de more, asístanle los hombres de su lu- príncipe de Judá. 9 El número de ellos de Barcos, los hijos de Sisera, los hijos de 64
Toda la comunidad, en su conjunto,
gar con plata, oro, bienes y ganado, ade- es el siguiente: copas de oro, treinta; co- Témaj, 5 4 los hijos de Nesiaj, los hijos de fue de cuarenta y dos mil trescientas se-
m á s de los donativos voluntarios para la pas de plata, mil; cuchillos sagrados, Jatifá. senta almas, ll5 sin contar esclavos y escla-
casa de Yahveh que está en Jerusalén». veintinueve; [10] vasos de oro, treinta; 55
Hijos de los siervos de S a l o m ó n : los vas de las mismas, que eran siete m i l
1
5 Entonces los cabezas de familia de Ju- " vasos de p l a t a " de segundo orden ", hijos de Sotay, los hijos de Hassoféret, trescientos treinta y siete. [66] Asimismo t e -
dá y Benjamín, los sacerdotes y los le- cuatrocientos diez; otros utensilios, mil. los hijos de Perudá, 5 6 los hijos de Yalá, nían doscientos cantores y cantoras. 6 6 S u s
11
vitas, todos aquellos cuyo espíritu había El total de los objetos de oro y plata los hijos de D a r q ó n , los hijos de Guiddel, caballos eran setecientos treinta y seis; sus
despertado Yahveh, se dispusieron a su- eran cinco mil cuatrocientos. T o d o llevó- 57 los hijos de Sefatyá, los hijos de Jattil, mulos, doscientos cuarenta y cinco; 6 7 sus
bir y reconstruir la casa de Yahveh en Je- lo Sesbassar c u a n d o fueron trasladados los hijos de Pokéret-hassebáyim, los hi- camellos, cuatrocientos treinta y c i n c o ;
rusalén. * Y todos sus reinos circundan- los desterrados desde Babilonia a Jeru- jos de Ami. sus ' asnos, seis mil setecientos veinte.
tes les ayudaron en todo * con plata, oro, salén. * 58
El total de los netineos y los hijos 68
Algunos de los cabezas de familia, al
bienes, ganado y cosas preciosas, sin con- de los siervos de Salomón, trescientos llegar a la casa de Yahveh, en Jerusalén,
noventa y dos. ofrecieron espontáneamente donativos p a -
59
Y éstos son los que regresaron de ra la casa de Dios, con objeto de reedifi-
Lista de cautivos que formaron con Zorobabel Tel-Mélaj, Tel-Jarsá, K e r u b , A d d á n e' c a r l a en su e m p l a z a m i e n t o p r i m e r o .
69
1
Immer, los cuales n o pudieron indicar C o n arreglo a sus fuerzas dieron al te-
2 Y éstos son los hijos de la provin-
cia [de Judea] que regresaron del cau-
Quiryat- Yearim ", de Kefirá y Beerot, sete-
cientos cuarenta y tres. 2 6 Hijos de R a m a
su familia y su estirpe [ni] si procedían de
Israel. 6 0 Los hijos de Delayá, los hijos de
soro de la obra sesenta y dos mil dáricos
de oro, cinco mil minas de plata y cien
tiverio, a quienes había deportado a Ba- y Gueba, seiscientos veintiuno. 2 7 Indivi- Tobías, los hijos de N e q o d á , seiscientos túnicas sacerdotales. *
bilonia Nabucodonosor, rey de la mismv. d ¿os de Mikmás, ciento veintidós. 2 8 In- cincuenta y dos. 70
Los sacerdotes, los levitas y parte del
y que volvieron a Jerusalén y Judá, catl» dividuos de Bet-El y Haai, doscientos 61
Y entre los hijos de los sacerdotes: pueblo se establecieron en Jerusalén ", y
u n o a su ciudad; * 2 los que vinieron cor rintitrés. 2 y Hijos de Benó, cincuenta y los hijos de Jabayyá, los hijos de H a q q ó s , los cantores, los porteros y los netineos
Zorobabel, Yesúa, Nehemías, Azarycí'. ;los. -W Hijos de Magbís, ciento cincuenta los hijos de Barzil-lay, el cual había toma- en sus ciudades peculiares, y todos los
Reelayá, M a r d o q u e o , Bilsán, Mispar, Big- v seis. 31. Hijos del otro Elam, mil dos- do p o r esposa a una de las hijas de Bar- israelitas en sus ciudades respectivas.
vay, Rejum, Baaná. cientos cincuenta y cuatro. 3 2 Hijos de
N ú m e r o de los hombres del pueblo d J;:rim, trescientos veinte. 33 Hijos de Lod,
Israel: 3 Hijos de Paros, dos mil ciento Jadid y O n ó , setecientos veinticinco. 3 4 Hi-
setenta y dos. 4 Hijos de Sefatyá, trescien- jos de Jericó, trescientos cuarenta y cinco.
,5
Restauración del culto y reedificación del templo
tos setenta y dos. 5 Hijos de Araj, sete- Hijos de Senaá, tres mil seiscientos
1
cientos setenta y cinco. 6 Hijos de Pájat- treinta. Y llegó el mes séptimo desde que pués de esto, ofrecieron el holocausto
M o a b , descendientes de Yesúa y " Y o a b , 36
Sacerdotes: Hijos de Yedayá, de la
3 los israelitas estaban en sus ciudades •, perpetuo, los de los novilunios y de todas
dos mil ochocientos doce. 7 Hijos de casa de Yesúa, novecientos setenta y tres. y el pueblo se congregó c o m o un solo las solemnidades consagradas a Yahveh
Elam, mil doscientos cincuenta y cuatro. 17
Hijos de Immer, mil cincuenta y dos. h o m b r e en Jerusalén. 2 Entonces Yesúa, y los de cualquiera que presentaba u n a
8
Hijos de Zattú, novecientos cuarenta y '* Hijos de Pasjur, mil doscientos cua- hijo de Yosadaq, con sus hermanos sacer- ofrenda voluntaria a Yahveh. 6 Desde el
cinco. 9 Hijos de Zakkay, setecientos se- renta y siete. 3 9 Hijos de Jarim, mil die- dotes, y Zorobabel, hijo de Sealtiel, con día primero del séptimo mes comenza-
senta. 10 Hijos de Baní, seiscientos cuaren- cisiete. sus hermanos, fueron y construyeron el ron a ofrecer holocaustos a Yahveh, pero
t a y dos. " Hijos de Bebay, seiscientos 40
Levitas: Hijos de Yesúa y Qadmiel, altar del Dios de Israel p a r a ofrecer sobre todavía no se habían echado los cimien-
veintitrés. 1 2 Hijos de Azgad, mil dos- descendientes de Hodavyá, setenta y cua- él holocaustos, c o m o está escrito en la tos del santuario del Señor. 7 Y entrega-
cientos veintidós. 13 Hijos de Adoniqam, tro. 4 i Cantores, hijos de Asaf, ciento ley de Moisés, h o m b r e de Dios. 3 Erigie- ron dinero a los canteros y a los carpin-
seiscientos sesenta y seis. 14 Hijos de Big- veintiocho. ron, pues, el altar sobre sus basas, aunque teros, y comida, bebida y aceite a los si-
vay, dos mil cincuenta y seis. 15 Hijos de 42 estaban con temor de las poblacione.s del donios y a los tirios, p a r a que importasen
Adin, cuatrocientos cincuenta y cuatro. Porteros»: Hijos de Sal-lum, hijos
16 de Ater, hijos de Talmón, hijos de A q q u b , país, y ofrecieron sobre él holocaustos a maderas de cedro desde el Líbano al m a r
Hijos de Ater, de [la familia de] Eze- Y a h v e h : los holocaustos de la m a ñ a n a de Joppe, con arreglo a la autorización
quías, noventa y ocho, 17 Hijos de Besay, hijos de Jatitá, hijos de Sobay, en total
ciento treinta y hueve. y d e la tarde. 4 Celebraron asimismo la que Ciro, rey de Persia, habíales d a d o .
trescientos veintitrés. 18 Hijos de Y o r á , 43 fiesta de los tabernáculos, según está 8
Y en el año segundo de su llegada
ciento doce. 1 9 Hijos de Jasum, doscien- Netineos: los hijos de Sijá, los hijos
de Jasufá, los hijos de T a b b a o t , * 4 4 los prescrito, y el holocausto cuotidiano en a la casa de D i o s , a Jerusalén, en el se-
tos veintitrés. 2 0 Hijos de Guibbar, n o - el n ú m e r o debido, con arreglo a lo ritual- gundo mes, Zorobabel, hijo de Sealtiel;
venta y cinco. 2 1 Hijos de Bet-léjem, cien- hijos de Queros, los hijos de Siahá, los
hijos de Padón, 4 5 los hijos de Lebaná, mente establecido p a r a cada día. * 5 Des- Yesúa, hijo de Yosadaq, y el resto de sus
to veintitrés. 2 2 Individuos de Netofá, cin-
cuenta y seis. 23 Individuos de Anatot, los hijos de Jagabá, los hijos de A q q u b ,
46
ciento veintiocho. 2 4 Individuos de Bet "- los hijos de Jagab, los hijos de Salmay,
Azmávet, cuarenta y dos. 2 5 Hijos de los hijos de Janán, 4 7 los hijos de Guiddel, 63
GOBERNADOR: O virrey de Jerusalén: el nombre del titulo sería, según algs. (cf. Dice. Ges.-
los hijos de Gajar, los hijos de Reayá, Buhl), Sesbassar, o bien Tirsatá, en persa (V Athersatha). || PARA SERVIRSE DEL URIM Y EL TUMMIM:
consultando
69
mediante eilos a Yahveh. Cf. Ex 28,30.
DÁRICOS: cf. 1 Cr 29,7. I¡ MINAS: la mina de plata valla treinta sidos.
1
* Sin duda H ofrécese errp. en los números.
4
1-G3 cf. Ne 7,7-65, con las variantes que sus nombres y cifras ofrecen. ó FIESTA DE LOS TABERNÁCULOS o las cabañuelas: cf. Lev 23,34-43, y Núm 29.12-39.
43
NETINEOS: e. á., donados u oblatos al templo. Cf. Núm 8,19.
528 ESDKAS 3 » 4 1S
ESDRAS 4 14—5 12
529

h e r m a n o s , sacerdotes y levitas, y todos rey de Israel, u Y cantaron alabando y en- r e m a t a n d o las murallas y restaurando sus enviado fue puntualmente leída en mi pre-
los venidos del cautiverio a Jerusalén, em- salzando a Yahveh: «Porque es bueno, cimientos. '3 Ahora, pues, sepa el rey que, sencia, i? y promulgué un edicto ordenan-
pezaron a trabajar, y encomendaron a los porque es su misericordia eterna sobre si esta ciudad se reconstruye y se comple- do hacer indagación, y se ha encontrado
levitas de veinte años para arriba el diri- Israel». Y todo el pueblo lanzaba fuertes tan las murallas, no pagarán más tributo, que esa ciudad desde tiempos antiguos se
gir los trabajos de la casa de Yahveh. gritos de júbilo alabando a Yahveh, p o r impuesto ni gabela; y el rey mismo pade- ha a t / a d o contra los reyes y se han p r o -
9
Yesúa con sus hijos y hermanos, Qad- haberse echado los cimientos de la casa cerá quebranto. * 14 A h o r a bien, p o r cuan- movido en ella revueltas e insurrecciones.
20
miel con sus hijos, los hijos de J u d á ", se de Yahveh. 1 2 M u c h o s de los sacerdotes, to comemos la sal del palacio y no juzga- H u b o en Jerusalén reyes poderosos que
presentaron c o m o un solo h o m b r e para levitas y cabezas de familia, ancianos, que m o s conveniente el estar viendo la afren- dominaron sobre t o d o el territorio de
dirigir a los que trabajan en el templo de habían visto el primer templo, al echarse ta del monarca, por eso m a n d a m o s a in- allende el río y a quienes se pagaban tri-
D i o s ; ° también los hijos de J e n a d a d con los cimientos de este otro templo ante sus formar al rey. I 5 Indagúese en el libro de buios, impuestos y gabelas. 21 A h o r a ,
sus hijos y hermanos levitas °. propios ojos, lloraban en alta voz; m u - las memorias de tus padres, y en ese libro pues, dad orden de hacer parar a esos
10
C u a n d o los albañiles echaron los ci- chos, en cambio, daban gritos de alegría, hallarás y aprenderás que esta ciudad es hombres para que esa ciudad n o se re-
mientos del templo de Yahveh, se pre- alzando su voz; 13 a e forma que el pueblo una ciudad rebelde y perniciosa a los re- construya hasta que no ordene otra co-
sentaron * los sacerdotes revestidos y con no podía distinguir el r u m o r de los gritos yes y a las provincias, y que se han p r o - sa. 2 2 Cuidad de n o ser imprudentes en
las trompetas, y los levitas, hijos de Asaf, de júbilo del r u m o r del llanto de la gente, movido insurrecciones en su interior des- esto, para que no venga a aumentar el
con címbalos, para alabar a Yahveh, de pues el pueblo lanzaba grandes gritos y el de tiempo antiguo. Por eso fue derruida daño en perjuicio de los reyes».
acuerdo con las disposiciones de David, estrépito se oía incluso de lejos. esta ciudad. "«Hacemos saber al rey que, 2-1 En cuanto la copia de la carta del rey
si esta ciudad se reedifica y se completan Artajerjes fue leída ante Rejum, Simsay,
sus murallas, en consecuencia no posee- el secretario, y sus colegas, marcharon con
Interrupción de las obras del templo rás ya en adelante participación del otro premura a Jerusalén, donde los judíos, y
lado del río». les hicieron suspender los trabajos p o r la
' C o m o oyesen los enemigos de J u d á 1 7 El rey envió al jefe de despacho, R e - violencia y la fuerza. 2 4 Inmediatamente
4 y Benjamín que los hijos de la cau-
país se puso a desalentar al pueblo de
j u d á e intimidarlos p a r a que no edifica- j u m ; al secretario, Simsay, y a sus restan- se paró la obra de la casa de Dios en Je-
tividad reedificaban un templo a Yahveh, ran 5 y a sobornar contra ellos conseje- tes compañeros que residían en Samaria rusalén y estuvo suspendida hasta el a ñ o
Dios de Israel, * 2 acercáronse a Zoroba- ros para hacer fracasar el proyecto de y en los otros puntos de allende el río la segundo del reinado de D a r í o , rey de
bel y a Yesúa " y a los jefes de familia, y aquéllos, durante toda la vida de Ciro, siguiente respuesta: Persia.
dijéronles: rey de Persia, y hasta el reinado de D a r í o , «Salud, etc. 1 8 La carta que nos habéis
—Permitid cooperemos con vosotros monarca persa.
6
en la construcción, ya que, al igual que En el reinado de Asuero, al comienzo
vosotros, seguimos a vuestro Dios y a él de su reinado, escribieron u n a acusación Reanudación de las obras del templo
ofrecemos sacrificios desde los días de contra los habitantes de Judá y Jerusalén.
7 y sus colegas los afaresakíes, que estaban
Esar-Jaddón, rey de Asiría, que nos tra-
jotacá.*
Y en tiempo de Artajerjes escribieron
a éste, rey de Persia, Bislam, Mitrídates, 5 1 Y los profetas Ageo y Zacarías, hi-
jo de Tddó, profetizaron en n o m b r e al otro lado del río, enviaron al rey D a -
Tabeel y el resto de los colegas del mismo. del Dios de Tsrnel, su Señor, a los judíos río. * 7 Le enviaron u n a epístola en que
La escritura del memorial estaba hecha que había en Jfrusnlóii y Judá. * 2 Al mis- estaba escrito lo siguiente:
en caracteres árameos y traducida en ara- ino (¡culpo levantáronse Zorobnhel, hijo «¡Al rey Darío paz completa! s Sepa el
meo también. <le Senil ¡el, y Yesúa, hiju de Yosadnq, y rey que hemos ¡do a la provincia de Ju-
8 dea, a la casa del gran Dios, la cual edi-
Rejum, jefe de despacho, y Simsay, comenzaron [de nuevo] a reconstruir la
secretario, escribieron al rey Artajerjes casa de Dios en Jerusalén; y acompañá- fícase con piedras de sillería y se revisten
la siguiente carta contra Jerusalén: * banles los profetas de Dios, que les ayu- de m a d e r a las paredes. La o b r a se va ha-
' « E n t o n c e s , Rejum, jefe de despacho.; daban. ciendo con esmero y progresa en sus ma-
Simsay, secretario, y el resto de sus com-
3
En aquella sazón vino donde ellos Tat- nos. 9 Luego h e m o s preguntado a aque-
pañeros : los de Dayyán•>, Afaresatak, tenay, gobernador del otro lado del río llos ancianos, diciéndoles como sigue:
Tarpel, Afarás, Erek, Babilonia, Susa, [Eufrates]; Setar-Bozenay y sus compañe- «¿Quién os ha d a d o orden de edificar es-
Díhúc, Elam, * io y los otros pueblos que ros, y dijéronles así: «¿Quién os h a d a d o ta casa y rematar esta muralla?» ! 0 Y ade-
Sepulcro de Ciro en Pasagarda el grande e ilustre Asenappar transportó autorización para edificar esta casa y re- más les hemos interrogado por sus n o m -
y asentó en la ciudad de Samaría y en los m a t a r esta muralla?» 4 Seguidamente les bres para comunicártelo y darte p o r es-
3 Pero Zorobabel, Yesúa y los otros restantes lugares allende el río...», etc. dijeron'- de este m o d o : «¿Cuáles son los crito los nombres de los individuos que
11 n o m b r e s de los que construyen este edi- están a la cabeza de ellos, u Y nos h a n
jefes de familia de Israel les contestaron: H e aquí la copia de la carta que le
— N o os es posible edificar con nos- enviaron": ficio?» 5 M a s la mirada de su D i o s se respondido como sigue, diciendo: «Nos-
otros la casa a nuestro D i o s , pues nos- «Al rey Artajerjes, tus servidores, la p o j ó sobre los ancianos de los judíos y otros somos siervos del Dios del cielo y
otros solos la hemos de construir a Yah- gente de allende el río, etc. * 1 2 Sepa el n o les obligaron a parar hasta que llega- de la tierra y reconstruimos la casa que
veh, D i o s de Israel, como Ciro, rey de Per- rey que los judíos que partieron de ti ha- se el dictamen a D a r í o y se remitiese car- fue edificada muchos años ha, y que u n
sia, nos h a ordenado. cia nosotros y vinieron a Jerusalén, están ta de respuesta sobre el asunto. gran rey de Israel construyó y acabó.
6 12
•* Y resultó entonces que la gente del reedificando la ciudad rebelde y malvada, Copia de la carta que Tattenay, go- Pero, habiendo nuestros padres irrita-
b e r n a d o r de allende el r í o ; Setar-Bozenay- do al Dios del cielo, los entregó él en m a -
A ! ENEMIGOS DE JUDÁ: eran principalmente los samaritanos descendientes de los colonos lleva-
^" dos a Israel por Sargón (cf. 2 Re 17,24). 13
28 ESAR-JADDÓN: O Asarhaddón. EL REY MrsMO: otros, «el erario regio». La interpretación es dudosa por ignorarse el valor de
JEFE DE DESPACHO O de cancillería: aram., beel-téem. Según otros, gobernador, generalísimo, la voz appetóm; algs. corrigen y 1. perjuicio, según el persa moderno.
relator, consejero... || Desde aquí a 6,19, el texto emplea, en vez de la lengua hebraica, el arameo,
idioma que utilizaba la cancillería persa en sus relaciones con los pueblos del Asia occidental. C J JUDÍOS : propiamente, ojudeos», de Judea.
9
Los DE DAYYÁN, AFAKESATAK... : otros autores interpretan estos nombres no como gentili- " 6 AFARESAKÍES: como el Afaresatak de 4,9, según algunos, serla no nombre gentilicio (de Ar~
cios,1 1sino como denominaciones de diversas categorías de funcionarios. fasak) o de los pertenecientes al partido persa (farsíes o persianos), sino una categoría de funciona-
EL RÍO : el río por excelencia en este libro es el Eufrates. rios (administradores del territorio...).
530 ESDRAS 5 1S
—6 le

ESDRAS 6 1T
—7 14
531
nos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, templo que hay en Jerusalén, y sea reedi-
el caldeo, el cual demolió esta casa y con- ficada la casa de D i o s en su sitio». 16 En- D i o s con alegría. 1 7 Y ofrecieron con m o - bre: todos ellos eran p u r o s ; e i n m o l a r o n
dujo al pueblo en cautiverio a Babilonia. tonces dicho Sesbassar vino y puso los tivo de la dedicación de esta casa cien la Pascua por todos los vueltos del cau-
• i 3 M a s el a ñ o primero de Ciro, m o n a r c a fundamentos de la casa de Dios en Jeru- novillos, doscientos carneros, cuatrocien- tiverio, por sus h e r m a n o s los sacerdotes
de Babilonia, el rey Ciro promulgó un salén, y desde entonces hasta ahora viene tos corderos, y en concepto de sacrificio y por sí mismos. 2 1 Comieron el banquete
edicto ordenando que esta casa de D i o s reconstruyéndose, pero a ú n no está ter- p o r el pecado por todo Israel, doce ma- pascual los israelitas regresados de la cau-
fuera reconstruida. 1 4 Además, los vasos minada». 17 A h o r a , pues, si le parece al chos cabríos, con arreglo al n ú m e r o de tividad y todos los separados de la im-
de oro y plata de la casa de Dios que N a - rey bien, indagúese en la casa del tesoro las tribus de Israel. ls Asimismo estable- pureza de las gentes del país sumados a
bucodonosor había sacado del templo de del rey, que está en Babilonia, si resulta cieron a los sacerdotes según sus secciones aquéllos para buscar a Yahveh, Dios de
Jerusalén y transportado al templo de Ba- exacto que fue dada por el rey Ciro orden y a los levitas según sus clases para el Israel. * 2 2 Y celebraron con júbilo la fies-
bilonia, sacólos el rey Ciro de este templo de construir esta casa de Dios en Jerusa- servicio de Dios en Jerusalén, c o m o está ta de los ácimos por espacio de siete días,
y los entregó a u n o llamado Sesbassar, a lén, y remítasenos la voluntad del m o n a r - escrito en el libro de Moisés. pues Yahveh habíales llenado de gozo y
quien él había n o m b r a d o gobernador, * ca sobre este asunto». 1 9 Los vueltos del cautiverio celebraron vuelto en su favor el corazón del rey de
15 Asiría para ayudarles en la obra de la
y le dijo: « T o m a estos vasos, llévalos al la Pascua el día catorce del primer mes,
20
pues los sacerdotes y los levitas habíanse casa de Dios, el D i o s de I s r a e l *
purificado c o m o si fuesen u n solo h o m -
Edicto de Darío y dedicación del templo. La Pascua
O 1 Inmediatamente promulgó el rey hombres, p a r a que n o interrumpan los Viaje de Esdras a Jerusalén comisionado por Artajerjes
" D a r í o un edicto y se hicieron inda- trabajos. ' Y las cosas necesarias, y n o -
m a n d a t o s de Yahveh y sus leyes concer-
gaciones en la casa de los archivos donde
se guardaban los tesoros, en Babilonia.
villos, carneros y corderos para los holo-
caustos al D i o s del cielo, trigo, sal, vino 7 1 Después de estas cosas, en el reina-
do de Artajerjes, rey de Persia, Es- nientes a Israel:
2
Y encontróse en Ajmetá, el castillo que y aceite, con arreglo a la orden de los dras, hijo de Serayá, hijo de Azarías, hijo i 2 «Artajerjes, rey de reyes, a Esdras,
está en la provincia de Media, un rollo, sacerdotes de Jerusalén, se les dará cada de Jilquiyyá, 2 h i j o de SaMum, hijo de sacerdote y escriba completo de la ley de
en el cual había escrito lo siguiente: «He- día sin falta, , 0 para que ofrezcan obla- Sadoq, hijo de Ajitub, 3 hijo de Amaryá, Dios del cielo, etc. *
cho m e m o r a b l e : * ciones de olor grato al D i o s del cielo y hijo de Azarías, hijo de Merayot, 4 hijo 13 »Por mí se ha d a d o orden de que,
3 »En el a ñ o primero del rey Ciro pro- rueguen por la vida del rey y de sus hijos. de Zerajyá, hijo de Uzzí, hijo de Buqquí, en mi reino, cualquiera perteneciente al
5
mulgó el rey Ciro un edicto: Respecto a 11
Asimismo decreto que a cualquier h o m - hijo de Abisúa, hijo de Pinejás, hijo de pueblo de Israel, sus sacerdotes y sus le-
la casa de D i o s en Jerusalén, sea recons- bre que infrinja este edicto se arranque Elazar, hijo de Aarón, sumo sacerdote; vitas, que deseare m a r c h a r a Jerusalén,
truida la casa c o m o lugar donde se ofrez- un madero de su casa, y, suspendido, sea
6
este Esdras subió de Babilonia y era un vaya contigo, M pues eres enviado de par-
can sacrificios, y dispónganse sus funda- azotado sobre él, y su casa sea converti- escriba versado en la ley de Moisés, que te del rey y de sus siete consejeros p a r a
mentos. Sea su altura de sesenta codos, da en m o n t ó n de escombros por este m o - diera Yahveh, Dios de Israel, a quien, cuidar en Judá y Jerusalén de lo referente
su anchura de otros t a n t o s ; 4 las hileras tivo. 12 El D i o s que hizo que morase allí c o m o la m a n o de Yahveh estuviese sobre a la ley de tu Dios, que está en tu m a n o ; *
de grandes bloques de piedra, tres, y una su n o m b r e , derribe a t o d o m o n a r c a y él, el rey concedió t o d o lo que había pe- 15 y para llevar la plata y el oro que el rey
hilera de madera, y los gastos sean pa- pueblo que extienda su m a n o para trans- dido. * 7 Subieron también a Jerusalén el y sus consejeros h a n ofrecido voluntaria-
gados por el fisco real. 5 Además, los a ñ o séptimo del rey Artajerjes parle de mente al Dios de Tsrael, cuya m o r a d a está
gredirlo, destruyendo esa casa de Dios en
utensilios de o r o y de plata de la casa los israelitas, de los sacerdotes, los levitas, en Jerusalén, "> y toda la plata y el o r o
Jerusalén. Y o , D a r í o , he promulgado este que halles en la provincia entera de Ba-
de D i o s que N a b u c o d o n o s o r sacó del decreto; sea ejecutado puntualmente». los cantores, los porteros y los netineos.
8
[Esdras] llegó a Jerusalén el quinto bilonia, juntamente con los donativos es-
templo de Jerusalén y transportó a Babi- 13 Entonces Tattenay, gobernador de pontáneos del pueblo y los sacerdotes,
lonia, sean restituidos y tornen al templo allende el r í o ; Setar-Bozenay y sus com- mes, el a ñ o séptimo del m o n a r c a ; * 9 pues
h a b í a iniciado la subida desde Babilonia ofrecidos voluntariamente para la casa de
de Jerusalén, a su sitio adecuado, y sean pañeros, c o m o quiera que el rey D a r í o Dios en Jerusalén. l 7 Por eso mismo c o m -
colocados en la casa de Dios. había enviado tal orden, la cumplieron el día u n o del primer mes y llegó a Jeru-
6 salén el día primero del mes quinto, asis- pra diligentemente con ese dinero reses
»Ahora, pues, Tattenay, gobernador exactamente. 14 Y los ancianos de los ju- vacunas, carneros, corderos con sus obla-
de allende el r í o ; Setar-Bozenay y sus díos edificaban y llevaban adelante con tido por la m a n o bondadosa de su Dios.
1° Porque Esdras había aplicado su co- ciones y libaciones correspondientes, y
compañeros de Afaresak, que estáis al éxito la obra, en consonancia con la p r o - ofrécelos sobre el altar de la casa de vues-
otro lado del río, alejaos de allí, * 7 haced razón a escrutar la ley de Yahveh y su
fecía del profeta Ageo y Zacarías, hijo de
práctica y a enseñar en Israel la ley y los tro Dios, que está en Jerusalén. l 8 Y con
se confieran las obras de esa casa de Dios I d d ó ; y edificaron y remataron la cons- el resto de la plata y el oro procederéis
al gobernador, y los ancianos de los ju- divinos dictámenes.
trucción, según el m a n d a t o del Dios de 11 c o m o mejor os parezca a ti y a tus herma-
díos reconstruyan esa casa de Dios en Israel y conforme a la orden de Ciro, D a - Y ésta es la copia de la epístola que nos, con arreglo a la voluntad de vuestro
su emplazamiento. 8 Y o he promulgado río y Artajerjes, rey de Persia. 15 Y aca- dio el rey Artajerjes a Esdras, sacerdote Dios. 1 9 Los utensilios que se te entregan
u n edicto acerca de aquello que habéis baron * esta casa de D i o s el día tercero y escriba, escriba de las palabras de los
de hacer con esos ancianos de los judíos del mes de Adar, el a ñ o sexto del reinado
para la reedificación de esa casa de D i o s : del rey Darío. * 21
Los SEPARADOS: trátase de los israelitas no llevados en cautividad y que habían permanecido
de las riquezas del m o n a r c a procedentes 16 Los israelitas, los sacerdotes, los le- fieles a Yahveh.
de los tributos de allende el río, serán vitas y los restantes hijos de la cautividad 22
REY DE ASIRÍA: e. d., el rey de Persia, en cuanto heredero del imperio asirio.
puntualmente pagados los gastos a esos realizaron la dedicación de esta casa de 6
"T" ERA UN ESCRIBA : Esdras es el primero que lleva este título, equivalente a docto en la ciencia
8
de la ley mosaica o explicación de las Escrituras.
14
SESBASSAR: e. d., el mismo Zorobabel; cf .1,8. QUINTO MES: e. d., el mes de Ab (julio-agosto). II AÑO SÉPTIMO: e. d., el 398 a. C. de Artajer-
jes II o el 458 a. C. de Artajerjes I. Según Horn y Wood, ese año 7 había de computarse por los
2
£ AJMETÁ: e. d., Agametanu o Ecbatana, capital de la Media y residencia veraniega del rey judíos de Tishrí de 458 a Tishrí del 457, teniendo lugar la aravana de Esdras en la primavera
^ persa. Hoy, Hamadam. del 457-
6
Sus COMPAÑEROS DE AFARESAK: o bien, según otra interpretación (cf. 5,6, nota): «y sus compa- 12-27 Es un nuevo fragmento arameo. COMPLETO: aram. guemir, que para otros seria fórmula
ñeros que habéis de administrar el territorio de allende el Eufrates...». epistolar de abreviación, etc. Y aun prps. 1. selam 'perfecto'.
15 14
ADAR: e. d., el mes último del año judío, correspondiente a febrero-marzo. Lo REFERENTE A LA LEY DE TU DIOS: e. d., cómo se cumplía, inspeccionando, por tanto, las
condiciones religiosas y morales de los judíos de Jerusalén y su región.
532 ESDRAS 7 20
8 22
ESDRAS 8 2Í
9 * 533
p a r a el culto de la casa de tu Dios, de- duría de tu Dios, que posees, establece «La m a n o de nuestro D i o s está a favor plata y el OTO y los utensilios para lle-
posítalos ante el Dios de Jerusalén. 2 0 Y lo magistrados y jueces que administren jus- de cuantos le buscan, mientras su fuer- varlo a Jerusalén, a la casa de nuestro
demás que fuere menester para la casa de ticia a todo el pueblo de allende el río, za y su ira están contra quienes le aban- Dios.
t u D i o s y que necesites dar, lo darás de la a cuantos conocen la ley de tu Dios, y d o n a n » . 2 3 A y u n a m o s , pues, y rogamos a 31
Partimos del rio A h a v á el día doce
casa de los tesoros reales. 2 1 Y yo, el rey enséñasela a quienes la ignoran. 2 6 Y de nuestro Dios por esto, y El nos atendió. del primer mes para ir a Jerusalén, y la
24
Artajerjes, doy orden a todos los tesore- quienquiera que no cumpla la ley de tu Entonces separé a doce jefes de les m a n o de Dios nos protegió y nos libró
ros de allende el río de que cuanto os pi- Dios y la ley del rey, hágase de él riguro- sacerdotes, ' a Serebyá y Y a s a b y á ' , y de las garras del enemigo y de celadas
diere Esdras, sacerdote y escriba de la ley sa justicia, castigándole ya con muerte, con ellos a diez de sus hermanos, 2 ' y durante el viaje. * 3 2 Llegados a Jerusalén,
del Dios del cielo, lo ejecutéis puntual- ya con destierro, ya con confiscación de péseles la plata, el o r o y los utensilios, descansamos allí tres días, 33 y al cuarto
mente, 2 2 hasta cien talentos de plata, bienes, ya con prisión». ofrenda para la casa de nuestro Dios día pesamos la plata, el o r o y los objetos
cien coros de trigo, cien batos de vino y 2
? ¡Bendito sea Yahveh, Dios de nues- que habían ofrecido el rey, sus consejeros en la casa de nuestro Dios, entregándo-
cien de aceite, y sal sin tasa. * 2 3 T o d o lo tros padres, que infundió tales cosas en y sus príncipes y t o d o Israel que se en- los en m a n o de Meremot, hijo de Uriy-
dispuesto por el Dios del cielo sea ejecu- el corazón del monarca, para glorificar c o n t r a b a allí. 2t> Pesé, pues, entregando yá el sacerdote, a quien a c o m p a ñ a b a Ela-
t a d o puntualmente para la casa del Dios la casa de Yahveh en Jerusalén, 2 8 e in- en sus m a n o s seiscientos cincuenta ta- zar, hijo de Pinejás, con los cuales esta-
celestial, a fin de que no se enoje contra clinó sobre mí la misericordia del rey. lentos de plata, objetos de plata p o r va- ban los levitas Yozabad, hijo de Yesúa, y
el reino, el monarca y sus hijos. 2 4 Os ha- sus consejeros y todos sus altos funcio- lor de cien talentos, cien talentos de oro, Noadyá, hijo de B i n n u y . 3 4 T o d o fue con-
cemos también saber que a ninguno de narios! Y yo, confortado por la m a n o 2
' veinte vasijas de oro tasadas en mil tado y pesado, consignándose al mismo
los sacerdotes, levitas, cantores, porteros, de Yahveh, mi. Dios, que sobre mí po- dáricos y dos vasos de hermoso cobre de tiempo t o d o por escrito.
35
netineos y servidores de esta casa de Dios saba, reuní a los principales de Israel brillo áureo, t a n preciosos c o m o el oro. Los que h a b í a n vuelto d e la cautivi-
28
se podrá imponer tributo, impuesto o ga- para que subieran conmigo. Y díjeles: «Estáis consagrados a Yah- dad, los desterrados, ofrecieron c o m o h o -
bela. 2 5 Y tú, Esdras, conforme a la sabi- veh, estos utensilios son sagrados, y esta locaustos al Dios de Israel doce toros
plata y este o r o son una ofrenda volun- por todo Israel, noventa y seis carneros
taria a Yahveh, Dios de vuestros padres. y setenta y siete corderos, y en calidad
29 de sacrificio p o r el pecado, doce m a c h o s
Lista y viaje d e los acompañantes de Esdras Vigilad y guardadlos hasta que los pe-
séis en Jerusalén ante los príncipes de cabríos: todo en holocausto a Yahveh.
36
1 Estos, inscritos genealógicamente, los sacerdotes y los levitas y los jefes de Y entregaron los decretos del rey a los
8 son los jefes de familia que subieron
dos tres días; y fijéme en el pueblo y los
sacerdotes y no encontré allí a ningún familia de Israel, en los aposentos de sátrapas reales y a los gobernadores de
allende el río, los cuales favorecieron al
conmigo de Babilonia en el reinado del hijo de Lcví. * < ' > Entonces m a n d é llamar la casa de Yahveh». 30 Recibieron, pues,
rey Artajerjes. 2 De los hijos de Pincjás, a los jefes Eliézer, Ariel, Semayá, Elna- los sacerdotes y los levitas el peso de la pueblo y la casa de Dios. *
G u e r s o m ; de los hijos de Itamar, Da- lán, Yarib, Elnatán, N a t á n , Zacarías y
niel; de los hijos de David, Jattús, 3 hijo Mesul-lam, y a los instructores Yoyarib
de Sekanyá "; de los hijos de Paros, Za- y Elnatán, l 7 y les ordené dirigirse al E s d r a s inicia la reforma religiosa. Su súplica
carías, y con él fueron filiados ciento cin- jefe I d d ó , en el lugar de Kasifyá, y púse-
1
cuenta varones. 4 De los hijos de Pajat- les en la boca las palabras que habían de Concluidas estas cosas, llegáronse vestido y m i m a n t o , doblé mis rodillas
M o a b , Elyehoenay, hijo de Zerajyá, y hablar a Iddó, sus hermanose los neti- 9 n mí los príncipes diciendo: «El pue- y extendí las palmas de mis m a n o s hacia
con él doscientos varones. 3 D e los hijos neos del lugar de Kasifyá, para que nos blo ile Israel, los sacerdotes y los levitas Yahveh, mi Dios, 6 y exclamé: «Dios
de Zattú ", Sekanyá, hijo de Yajaziel, y trajeran quienes ministrasen en la casa no se han a p a r t a d o de las gentes del mío, estoy avergonzado y confuso para
con él trescientos varones. 6 D e los hijos de nuestro Dios. 18 Y de conformidad país, imitando en sus abominaciones a levantar, ¡oh Dios mío!, mi rostro hacia
de Adín, Ebed, hijo de Jonatás, y con con la m a n o bondadosa de nuestro Dios los cananeos, los hitíitas, los . perezeos, ti; p o r q u e nuestras faltas se h a n multi-
él cincuenta varones. 7 De los hijos de sobre nosotros, nos trajeron a un varón los yebuseos, los ammonitas, los rfioabi- plicado p o r cima de la cabeza y nuestra
Elam, Isaías, hijo de Atalyá, y con él entendido de los hijos de Majlí, hijo de tas, los egipcios y los idumeos*-; 2 pues culpabilidad es grande hasta alcanzar el
setenta varones. 8 D e los hijos de Sefat- Leví, hijo de Israel; a Serebyá con sus h a n t o m a d o de las hijas de ésos para sí cielo. 7 Desde los días de nuestros pa-
hijos y hermanos, en número de diecio- y sus hijos y se h a mezclado la estirpe dres hasta hoy mismo hemos vivido en
yá, Zebadyá, hijo de Mikael, y con él
cho; ' ' y a Jasabyá a c o m p a ñ a d o de Isaías, santa con las gentes del país, y la m a n o gran culpabilidad, y por nuestras iniqui-
ochenta varones. 9 D e los hijos de J o a b , de los hijos de Merarí, y los hermanos de
Obadyá, hijo de Yejiel, y con él doscien- de los jefes y los prefectos h a sido la dades h e m o s sido entregados nosotros,
tos dieciocho varones. 10 D e los hijos de
él y los hijos de los mismos, en total primera en tal prevaricación». 3 C u a n d o . " nuestros reyes y nuestros sacerdotes *
veinte; 2 0 y de los netineos que David y tal oí, rasgué mis vestiduras y mi m a n t o , en m a n o s de los reyes del país, a la espa-
Baní", Selomit, hijo de Yosifyá, y con los príncipes habían puesto al servicio de da, el cautiverio, el saqueo y la afrenta
me a r r a n q u é cabello de la cabeza y la
él ciento sesenta varones. n D e los hijos los levitas, doscientos veinte; todos ellos b a r b a y me senté desolado. 4 Entonces del rostro, c o m o en el día presente. 8 Y '
de Bebay, Zacarías, hijo de Bebay. y con designados nominalmente. congregáronse junto a mí todos los solí- ahora, en un instante, Yahveh, nuestro
él veintiocho varones. ' 2 D e los hijos de citos de las palabras del D i o s d e Israel, D i o s , nos ha concedido la gracia d e dejar
21
Azgad, Yojanán, hijo de H a q q a t á n , y Y allí, a orillas del río Ahavá, pre- a causa de la prevaricación de los vueltos de nosotros u n residuo y darnos u n apo-
con él ciento diez varones. 13 D e los hijos goné u n ayuno de humillación y peniten- del cautiverio, y yo permanecí sentado y yo en su lugar santo, esclareciéndonos
de A d o n i q a m , los últimos, cuyos nombres cia delante de nuestro D i o s impetrando desolado hasta la oblación de la tarde. los ojos nuestro D i o s y concediéndonos
son éstos: Elifélet, Yeiel y Semayá, y un feliz viaje p a r a nosotros, nuestras fa- 5
Al tiempo de la oblación de la tarde un poco de vida en medio de nuestra
con ellos sesenta varones.* 1 4 Y de los milias y t o d a nuestra hacienda. 2 2 Pues m e alcé de mi mortificación; rasgados mi servidumbre. * 9 P o r q u e somos esclavos,
hijos de Bigvay, U t a y " y Z a k k u r ", y con me dio vergüenza solicitar del rey tropa
él setenta varones. y gente de a caballo para protegernos del
>5 Y o los reuní junto al río que corre enemigo en el camino, p o r q u e habíamos 31
hablado al m o n a r c a en estos términos: PRIMER MES: e. d., el de Nisán, correspondiente en parte a marzo y abril.
hacia Ahavá, donde estuvimos acampa- 36
SÁTRAPAS : gobernadores o virreyes de extensas regiones o provincias, frente a los pajavot o
gobernadores de distritos más pequeños.
22
COROS... BATOS: cf. i Re 4,22.
13
Q 8 U N APOYO: o punto de apoyo; lit. un clavo o estaca, donde se sujetaban las cuerdas de la
Los ÚLTIMOS: los otros hablan vuelto con Zorobabel; algs. vierten otros. ^ tienda; equivaldría, pues, a una morada. Por yated. ims. lee yéter 'resto, residuo', además de
8 1!
AHAVÁ : probablemente un canal derivado del Eufrates cerca de Babilonia. 'cuerda, cable'...
534 ESDRAS 9 10
—10 "
ESDRAS 1 0 535

mas en nuestra esclavitud nuestro D i o s betay, el levita. 16 Así, pues, los vueltos Paros: R a m y á , Izziyyá, Malkiyyá, Miy-
tros, ni habéis de procurar jamás su p a z yamín, Elazar, Malkiyyá y Benayá. 2 6 D e
no nos h a d e s a m p a r a d o ; antes bien, ha del cautiverio hiciéronío así, y Esdras, el
ni su bienestar, a fin de que os fortalez-
inclinado sobre nosotros la benevolen- sacerdote, escogió B algunos hombres jefes los hijos de E l a m : M a t t a n y á , Zacarías,
cáis, comáis lo mejor del país y lo dejéis Yejiel, Abdí, Yeremot y Elias. 2 7 D e los
cia de los reyes de Pcrsia, para que nos de familia por las casas patriarcales, to-
en herencia a vuestros hijos p a r a siem- hijos de Z a t t ú : Elyoenay, Elyasib, M a t -
dos ellos designados nominalmente, los
otorgasen c i e n o respiro con objeto de pre». 13 Y después de cuanto nos ha s o - tanyá, Yeremot, Z a b a d y Azizá. 2 8 D e
levantar la casa de nuestro Dios y re- cuales iniciaron las sesiones el día urib
brevenido por nuestras malas acciones y los hijos de Bebay: Yehojanán, J a n a n -
p a r a r sus ruinas y nos diesen un valladar del décimo mes p a r a conocer del asunto. *
nuestra gran culpabilidad, ya que tú, ¡oh 17 yá, Zahbay, Atlay. 2 9 D e los hijos de
en Judá y Jerusalén. * 10 Mas ahora, ¡oh P a r a el día primero del primer mes ha-
Dios nuestro!, nos has imputado0 m e n o s Baní: Mcsul-lam, Mal-luk, Yedayá', Y a -
Dios nuestro!, ¿qué podemos decir des- bían concluido con lo referente al total
culpa de la que merecíamos y nos h a s sub, Seal, Ycramot. 3 ' D e los hijos de
pués de esto?, ya que hemos a b a n d o n a - de los * hombres que se habían casado
concedido un residuo c o m o el presente, Pajat-Moah: Adná, Kelal, Benayá, M a a -
do tus mandamientos, n que prescribis- 14 con mujeres extranjeras.
¿volveremos a violar tus mandamien- seyá, Mattanyá, Bezabel, Binnuy y M a -
te p o r medio de tus siervos los profetas, '8 D e los hijos de los sacerdotes que
tos, emparentando con pueblos que come- nases. 3I De " los hijos de J a r i m : Eliézer,
diciendo: «El país en cuya posesión vais habían t o m a d o mujeres extranjeras ha-
ten tales abominaciones? ¿No te airarías Yissiyyá, Malkiyyá, Semayá, Simeón,
a entrar es un país inmundo p o r la in- lláronse: entre los hijos de Yesúa, hijo
contra nosotros hasta aniquilarnos sin 32
Benjamín, Mal-luk, Semaryá. 3 3 D e los
de Y o s a d a q , y los h e r m a n o s de éste:
mundicia moral de las gentes de esos que quedara resto ni residuo? 15 ¡Oh Y a h - hijos d& J asuin: Mattenay, M a t t a t t á , Za-
territorios y las abominaciones de que Maaseyá, Eliézer, Yarib y Guedalyá,
veh, Dios de Israel!, tú eres j u s t o , pues 19 bad, Elifélet, Yeremay, Manases, Simí.
se han llenado con su impureza de un los cuales se comprometieron, d a n d o la
hemos quedado a m o d o de supervivien- 34
De los hijos de B a n í 1 : M a a d a y , A m -
extremo a otro. l 2 Ahora, pues, n o ha- m a n o , a expulsar a sus mujeres, y su
tes, como al presente ocurre. Henos aquí ram y Joclm, 3S Benayá, Bedyá, Keluhú,
béis de dar vuestras hijas a sus hijos ni donativo expiatorio * consistió en un car-
ante ti con nuestra culpabilidad, q u e n o 36
Neyá, Meremot, Elyasib, 3 7 M a t t a n y á ,
tomaréis sus hijas p a r a los hijos vues- nero por su culpabilidad. 2 0 D e los hijos
se puede mantener en tu presencia». Mattenay, Jaasay, 38 Baní, Binnuy, Si-
de I m m e r : Jananí y Zebadyá. 2> De los
hijos de J a r i m : Maaseyá, Elias, Semayá, mí, 3 9 Selemyá, N a t á n , Adayá, 4 0 M a k -
Yejiel y Uzziyyá. 2 2 Y de los hijos de nadbay, Sasay, Saray, 41 Azarel, Selem-
Arrepentimiento del pueblo y medidas consiguientes Pasjur: Elyoenay, Maaseyá, Ismael, Ne- yahu, Semaryá, 4 2 Sal-lum, Amaryá, José,
43
tanel, Yozabad y Elasá. D e los hijos de N e b ó : Yeiel, Matatías,
1 í\ ' Mientras oraba Esdras y en tan- caería bajo a n a t e m a t o d a su hacienda y 23 Zabad, Zebiná, Yadday, Joel, Benayá.
D e los levitas: Yozabad, Simí, Que-
* " to hacía esta confesión llorando y él sería separado de la comunidad de 44
T o d o s éstos habían desposado muje-
postrado ante la casa de Dios, se congre- layá, esto es, Quelitá; Petajyá, Judá y
los vueltos del cautiverio. res extranjeras, n algunas de las cuales
gó junto a él u n a grandísima multitud 9 Eliézer. 2 4 De los cantores: Elyasib. D e
Entonces todos los hombres de J u d á los p o r t e r o s : Sal-lum, Télem y Urí. | h a b í a n tenido hijos a .
de Israel, hombres, mujeres y niños; y y Benjamín se reunieron en Jerusalén 2
ciertamente lloró el pueblo copioso llan- 5 D e los israelitas: Entre los hijos de
dentro de los tres días, esto es, el mes no-
to. 2 Entonces t o m ó la palabra Sekanyá, veno, a veinte del mes, y t o d o el pueblo 16
DÉCIMO MES: e. d., Tébet o diciembre-enero.
hijo de Yejiel, de los descendientes de hallábase establecido en la plaza de la
Elam, y dijo a Esdras: «Hemos prevari- casa de Dios, temblando debido al caso
cado contra nuestro Dios y hemos to- y también por la lluvia. * 10 Y levantóse
m a d o mujeres extranjeras de las gentes el sacerdote Esdras y díjoles: «Vosotros
del país; ahora bien, cabe aún a Israel habéis prevaricado al casaros con muje-
una esperanza tocante a esto. 3 Firmemos res extranjeras, acreciendo así la culpabi-
a h o r a con nuestro Dios un pacto de lidad de Israel. n A h o r a , pues, rendid h o -
echar fuera a todas las mujeres extranje- nor a Yahveh, Dios de vuestros padres, NOTAS CRITICAS
ras * y los nacidos de ellas, conforme al" y haced su voluntad. Separaos asimismo
consejo de mi señor y de los solícitos de de las gentes del país y de las mujeres CAP. I : a C G 2,8; H con objetos] b~b crrp (Kit); algs 1 dos mil.
los m a n d a m i e n t o s de nuestro Dios, y extranjeras». 12 Y t o d a la comunidad res- C A P . 2 : » C N 7 ; HSerayd] » i n s c N rn G n ] « c N28 gGi8; H hijos de] h•> c NG; H Arim]
óbrese según la ley. 4 ¡Levántate, pues pondió y dijo en alta voz: « c ¡Tal c o m o " H hijos de los port.; mas cf Ne45 G28] ins N 6 J G36 V] c V etc; H om] ins c G45.
que a ti incumbe el asunto, y nosotros has dicho debemos hacer! ' 13 Pero el CAP. 3: a c N 73,18 mss vers; H om] b prps Hodavyá, cf 2,40] c" e prps trsp ante se presentaron
estaremos contigo! ¡Anímate y obra!» pueblo es numeroso y es la estación de como] a c I3códd G 5,57 etc; H se hizo asistir.
5 las lluvias, y no podemos resistir la in- CAP. 4: • ins c G 5,65] " c G 2,16; H Dinayé] " c G¡3; H los de Deha] " en H la separación (o :)
Levantóse, pues, Esdras e hizo jurar va tras el Artajerjes siguiente.
temperie, y el asunto n o es cosa de u n
a los príncipes de los sacerdotes y ° los CAP. 5: "c G(3; H dijimos.
día ni de dos, pues hemos pecado h a r t o
levitas y a todo Israel que harían según CAP. 6:»cG|3V(cfKit).
en este p u n t o ; l 4 quédense nuestros jefes CAP. 8: »c G« 8,28; H de los hijos de S.] » ins c G 8,32 G"P, cf 2,8] c ins c G 8,36 Gp\ cf 2,10]
lo dicho; y juraron. 6 Luego Esdras se
en representación de la asamblea entera, "-» 1 Frt hijo de Zakkur (Kit)] • c G 8,45 Gp; H sing] ' c G 8,46; H y a] ' " ¡ c G 8,54 (cf Kit).
levantó de delante de la casa de Dios
y m a r c h ó al aposento de Yehojanán, hijo
y cuantos en nuestras ciudades h a n t o m a - CAP. 9: *c G 8,66; H los amorreos] •>- b c G 8,74 G'G p C V (cf Kit)] « c algs mss S; H «te has
do mujeres extranjeras vengan a plazos contenido (por bajo de nuestra culpa)».
de Elyasib, donde pasó la noche" sin CAP. 10: • ins c iras (G 8,90 G') G'pS] » c Og r ( G 8,90 to) SV; H en] « ins c ims G (cf Kit) SV]
señalados, a c o m p a ñ a d o s de los ancianos
comer pan ni beber agua, pues hacía d
c G 9,2 G1; Hf marchó] e~ e puntuamos c Var ¡cf Kit); H «así: como tus palabras sobre nosotrosf
de cada ciudad y sus jueces, hasta que se
duelo por la prevaricación de los regresa-
haya apartado de nosotros el furor de ha debhacerse»] c 2mss vers) 8 c G en ciertos mss (o separó para sí c otros mssG, cf Kit): H separa-
dos del cautiverio. 7 Y pasóse un pregón ron] c 2mssk (cf Kit); H «en absoluto [con los] hombres»] 1
c Kit (cf); H culpables] ¡
c G 9,30 b*;
la cólera de nuestro D i o s por este mo- m n n
H y Adayá] c mlt mss vers; H y] ' prps Bigvay] c G (cf Kit) S; H Ueí] " H crrp; prps 1 c
p o r J u d á y Jerusalén a todos los venidos
tivo -'». G 9,36; y ellos despidieron a mujeres e hijos.
de la cautividad para que se reunieran
en Jerusalén; 8 y t o d o el que no viniera 15
Sólo J o n a t á s , hijo de Asahel, y Yaj-
en el plazo de tres días, conforme al zeyá, hijo de Tiqvá, se opusieron a esto,
consejo de los príncipes y los ancianos, siendo apoyados por Mesul-lam y Sab-
9
VALLADAR: O refugio y domicilio seguro, protección.
I U ' MES NOVENO: e. d., Kislev, correspondíante, en parte, a nov. y dic,
NEHEMÍAS 2 • 3 * 537
NEHEMÍAS (VULG. II DE ESDRAS) Diómelas el rey, pues la benéfica m a n o hecho; pues ni a los judíos, ni a los
de D i o s estaba sobre mí. sacerdotes, ni a los magnates, ni a los
9
Llegué, pues, a los gobernadores de prefectos, ni a los restantes que hacían d
allende el río y les entregué las cartas la obra había yo comunicado n a d a hasta
del monarca, el cual había enviado es- entonces.
Oración de Nehemías ante la aflicción de Judea coltándome jefes de t r o p a y gente de a 17 Díjelcs, pues: «Ya veis vosotros la
1 caballo. 10 C u a n d o SanbaMat, el joronita, desgraciada situación en que nos halla-
I Palabras de Nehemías, hijo de Ja-
kalyá. Sucedió en el mes de Kislev
israelitas hemos cometido contra t i , pues
yo y la casa de mi padre hemos pecado.
y Tobías, el siervo ammonita, tuvieron
noticia de ello, desagradóles sobremanera
mos: que Jerusalén está devastada y sus
puertas han sido quemadas a fuego. ¡Ve-
del año veinte que, estando yo en el al- 1 H e m o s o b r a d o pésimamente contra ti, que hubiese venido un h o m b r e para p r o - nid y reedifiquemos la muralla de Jerusa-
cázar de Susa, * 2 llegó Jananí, u n o de y no hemos guardado los mandamientos, curar el bien de los hijos de Israel. * lén y no constituyamos más u n oprobio!»
mis hermanos, con algunos hombres de las leyes y las prescripciones que ordenas- 11
Llegado a Jerusalén, permanecí allí ' 8 Y les referí cómo la m a n o de D i o s
Judá. Pregúnteles p o r los judíos evadidos, te a Moisés, tu siervo. 8 Recuerda, p o r
tres días. 1 2 Y me levanté de noche, to- habíame protegido b o n d a d o s a , y también
supervivientes del cautiverio, y por Jeru- favor, la palabra que intimaste a Moisés las palabras que el rey me había dirigi-
al decir: Si delinquís, os dispersaré entre m a n d o conmigo unos pocos hombres y
salén, * 3 y m e dijeron: «Los supervivien- sin comunicar a nadie lo que mi Dios do. Ellos exclamaron: «¡Levantémonos y
tes que quedan de la cautividad allí en la las naciones; 9 mas c u a n d o os convirtáis
a mí y observéis mis mandamientos y los habíame inspirado en el corazón que hi- construyamos!» Y se exhortaron a sí
provincia, están en gran desventura y ciese por Jerasalén; y n o tenía conmigo mismos provechosamente.
oprobio, y la muralla de Jerusalén ha cumpláis, aunque vuestros expulsos es-
tuvieran en el extremo de los cielos, de otra bestia sino aquella en que yo cabal- " Pero cuando SanbaMat, el joronita,
sido desgarrada y sus puertas destruidas gaba. 13 Y salí de noche por la puerta del y Tobías, el siervo ammonita, y G u é -
a fuego». allí os reuniré y os conduciré de nuevo
4 al lugar que he escogido p a r a que en Valle y m e dirigí hacia la fuente del Dra- sem, el árabe, tuvieron de ello noticia,
C u a n d o oí tales palabras me senté, gón y la puerta del M u l a d a r y examiné se mofaron de nosotros y nos menospre-
lloré e hice duelo por algunos días y ayu- él m o r e mi n o m b r e . 10 Ellos son tus sier-
vos, tu pueblo, al que redimiste con tu la murallac de Jerusalén, que hallábase ciaron y dijeron:
n a b a y oraba ante el D i o s del cielo, 5 y derruida y sus puertas devoradas por el —¿Qué es lo que estáis haciendo?
exclamé: ¡Ay, Yahveh, D i o s del cielo, gran potencia y fuerte mano, n Ruégote,
¡oh Señor!, estén tus orejas atentas" a fuego. 1 4 Y pasé a la puerta de la Fuente ¿Acaso os rebeláis contra el rey?
D i o s grande y terrible, que guardas la y a la alberca del rey, mas no había 20 Y les respondí y les dije:
alianza y la benevolencia a a quienes te la oración de tu siervo y a la plegaria
de tus servidores, que gustan de temer sitio por donde pasase la bestia sobre —El Dios del cielo es quien n o s d a r á
a m a n y observan tus mandamientos! que yo m o n t a b a . 15 Y subí de noche por éxito. Nosotros, sus siervos, vamos a po-
6 tu nombre, y, por favor, concede hoy
Estén tus orejas atentas" y tus ojos éxito a tu siervo y haz que ante ese el torrente y examiné la muralla: después, nernos a la o b r a ; m a s vosotros n o ha-
abiertos para oir la plegaria de tu siervo, h o m b r e logre clemencia. Era yo enton- volviendo, entré por la puerta del Valle béis de tener parte, derecho ni recuerdo
que yo formulo hoy ante ti día y noche ces copero del rey. * y regresé. * l ú Los prefectos no supieron en Jerusalén.
p o r los hijos de Israel, tus servidores, a dónde había a n d a d o yo ni qué había
la vez que confieso los pecados que los

Reconstrucción de la muralla y las puertas. Dificultades


Artajerjes autoriza a Nehemías a regresar a Jerusalén 1
l'.lyiisih, minio saccrilolc, y sus her- hijo de Baaná. 5 A u ' lado restauraron
]
Y en el mes de N i s á n del a ñ o vein- 3 manos sacerdotes fueron y constru- los feqoítas, pero sus primates no doble-
2 te del rey Artajerjes, sucedió que, te-
siervo te agrada, que me envíes a Judea,
a la ciudad de las sepulturas de mis pa- yeron la puerta del (.lunado Menor; con-
sagráronla y colocaron sus hojas; y [si-
garon el cuello en la obra de su Señor.*
6
La puerta de la Vieja restauráronla
niendo el vino ante mí *, álcelo y lo serví dres, para que yo la reedifique.
al monarca. Y estaba yo" triste en su 6 guieron edificando] hasta la torre de Mea, Yoyadá, hijo de Paseaj, y Mesul-lam, hijo
Y respondióme el monarca, que te- de Besodyá; ellos la envigaron y coloca-
presencia.* 2 Y dijome el rey: que consagraron », y hasta la torre de Ja-
nía sentada a su lado a la reina: nael. * 2 Al lado de ellos " construyeron ron sus hojas, cerraduras y barras. * 7 Al
—¿Por qué tienes mal semblante? N o —¿Hasta c u á n d o durará tu viaje y lado de ellos trabajaron en la reparación
los hombres de Jericó y junto a ellos"
estando tú enfermo, n o puede deberse c u á n d o volverás? Melatyá el gabaonita, Y a d ó n el m e r o n o -
construyó Zakkur, hijo de Imrí.
sino a m a l h u m o r a d o corazón. Y plúgole al rey y m e envió, pues yo tita y los hombres de G a b a ó n y de Mispá,
C o b r é entonces muchísimo miedo, 3 y había indicado u n plazo. 7 Luego dije al 3 La puerta de los Peces la edificaran
los hijos de Hassenaá; ellos la envigaron dependientes del solio del gobernador de
dije al rey: monarca: allende el río. s A su lado restauró Uzziel,
—¡Viva el rey para siempre! ¿Cómo y colocaron sus hojas, cerraduras y ba-
—Si le parece bien al rey, dénseme
rras. 4 J u n t o a ellos restauró el m u r o Me- hijo de Jarjayáa, de la corporación de
n o h a de estar triste mi semblante cuan- cartas dirigidas a los gobernadores de los' orfebres, y junto a él trabajó J a n a n -
do la ciudad donde radican las sepulturas remot, hijo de Uriyyá, hijo de H a q q ó s ,
allende el río, p a r a que me dejen pasar y al lado de él" restauró Mesul-lam, hijo yá, del gremio de los perfumistas; ellos
de mis padres está destruida y sus puer- hasta que entre en Judea, 8 y u n a carta de Berekyá, hijo de Mesezabel, junto al reconstruyeron Jerusalén hasta la m u r a -
tas h a n sido devoradas p o r el fuego?
4
dirigida a Asaf, guarda del parque real, cual" trabajó en la restauración Sadoq, lla ancha. * 9 J u n t o a ellos reconstruyó
Replicóme el m o n a r c a : para que me dé maderas con las cuales
—¿Pues qué pretendes? techar de vigas las puertas del castillo 1° TOBÍAS: parece pertenecía a la poderosa familia de los Tobiadas, citada por Joséfo en papi-
Entonces rogué al Dios del cielo, 5 y contiguo al templo, p a r a la muralla de ros recientemente descubiertos y en la entrada de una cámara excavada en la roca del palacio de
luego contesté al rey: la ciudad y p a r a la casa donde he de aquéllos en Ainnlón (cf. Albright, Arch. Pal., 140).
15
—Si le parece bien al m o n a r c a y tu habitar. TORRENTE : e. d., la torrentera del Cedrón.
1> í TORRE DE MEA : hebr. Migdol ha-Med, o de los ciento. [¡ M. Barrow ha estudiado el interés
1 ** de este cap. como fuente para ¡a topografía de Jerusalén antigua.
•i KISLEV: cf. Esd io,g, nota. || AÑO VEINTE: e. d., del reinado de Artajerjes I; por tanto, el 5
No DOBLECARON. ..: e. d., rehusaron colaborar o someterse a los trabajos de restauración en
445 a. de C. II SUSA: era residencia invernal de los reyes persas. servicio del Señor. Otros interpretan de sus señores, o sea, Nehemías y sus colaboradores; otros
2
HERMANOS : este vocablo en el A. T. puede significar también pariente o compatriota o de la (cf. 6Esd 10,3): su señor, e. d., Nehemías.
misma
11
tribu. Aquí (cf. 7,2) trátase de un pariente próximo. PUERTA DE LA VIEJA: así H, y no la puerta Vieja. Algunos entienden «la p. de la ciudad viejas.
ESE HOMBRE: e. d., Artajerjes. Prps. 1., por ha-yesaná, ha-misné: e. d., la p. del segundo recinto o región secundaria de Jerusalén,
entre el primero y el segundo muros en el lado N.
NISAN: es el mes primero del año, correspondiente a marzo-abril. 8 RECONSTRITYESON: otros, «fortificaron, pavimentaron...», sentido incierto.
310-
NEHEMÍAS 4 » — 5 * 539
538 NEHEMÍAS
5
37 ¡No cubras su iniquidad ni su pecado , vuestros hermanos, vuestros hijos y vues-
Refayá, hijo de Jur, jefe de medio distri- t a u r ó otra parte desde el ángulo hasta la tras hijas, vuestra", mujeres y vuestras ca-
to de Jerusalén. 10 Y al lado de él'1 res- sea borrado de tu presencia, pues te han j
puerta de la casa de Elyasib, el sumo agraviado a la vista de los constructores! sas».
t a u r ó el m u r o Yedayá, hijo de Jarumaf, sacerdote. 2 1 Tras él, Meremot, hijo de 6 l5
o C u a n d o nuestros enemigos oyeron
frente a ' su casa; y j u m o a él trabajó Jat- 38 Construimos, pues, la muralla, que
Uriyyá, hijo de H a q q ó s , restauró otra que la cosa nos era conocida, desbarató
tús, hijo de Jasahneyá. 11 Malkiyyá, hijo porción, desde la puerta de la casa de fue toda ella unida hasta media altura,
de Jarim, y Jassub, hijo de Pajat-Moab, pues el pueblo tenía ánimo para trabajar. Dios su consejo; y t o d o s nosotros volvi-
Elyasib hasta el extremo de la casa de és- 7
i Mas sucedió que c u a n d o Sanbal-lat, mos a la muralla, cada u n o a su tarea.
restauraron otra parle y hasta * la torre te. 2 2 Después de él restauraron los sacer-
de los Hornos. 1 2 A su lado restauró, dotes, habitantes en la vega del Jordán. Tobías, los árabes, los ammonitas y los "10 Desde aquel día, la mitad de mis m u -
a c o m p a ñ a d o de sus hijas, Sal-lum, hijo 23
Tras ellos 1 restauraron Benjamín y Jas- asdoditas oyeron que la restauración de chachos trabajaban en la obra, y la otra
de H aflojes, gobernador de medio dis- sub frente a su casa; después de ellos >, la muralla * de Jerusalén había progresa- mitad asían las lanzas •>, los escudos, los ar-
trito de Jerusalén. * Azaryá, hijo de Maaseyá, hijo de A n a - d o y que habían empezado a cerrarse las cos y las lorigas; y los príncipes estaban
13 neyá, restauró cerca de su casa. 2 4 Tras brechas, se airaron grandemente, 82 y con- detrás de loda la casa de Judá. 1 7 n ° Los
La puerta del Valle la restauraron que trabajaban en la muralla c y los aca-
J a n ú n y los habitantes de Z a n o a j ; ellos él restauró otra parte Binnuy, hijo de Je- juráronse todos ellos de m a n c o m ú n para
nadad, desde la casa de Azaryá hasta la venir a atacar a Jerusalén y causarle de- rreadores de las cargas trabajaban [así]:
la construyeron y colocaron sus hojas,
cerraduras y barras, reparando mil codos esquina y el ángulo. 2 5 Palal, hijo de Uzay, sastre. '3 Entonces nosotros oramos a con una m a n o trabajaban en la o b r a y
en la muralla hasta la puerta del Mula- [reparó] por enfrente de la esquina y de nuestro Dios y establecimos contra ellos c o n la o t r a e m p u ñ a b a n el a r m a ; *
18
dar. 1 4 La puerta del M u l a d a r restauróla la torre que sobresale de la casa alta del guardia de día y de noche por razón de i 2 p u e s cada u n o de los constructores
Malkiyyá, hijo de R e h a b , jefe del distrito rey y da al patio de la cárcel; tras él res- los mismos. 104 Y dijo J u d á : tenía su espada ceñida a los lomos. Y el
de Bel-hakkérem; él la edificó y colocó^ tauró m Pedayá, hijo de Paros. 2 6 " A h o r a «¡Ha comenzado a fiaquear la fuerza del que tocaba el cuerno estaba junto a mí.
sus hojas, cerraduras y barras. 1 5 La puer- bien, los netineos habitaban en el Ofel» y el escombro es m u c h o ! [cargador, 19,3 Y dije a los primates, los prefectos y
ta de la Fuente la restauró S a l l ú n , hijo hasta frente a la puerta del Agua, p o r el ¡Nosotros no vamos a poder el resto del pueblo: «La obra es grande y
de Kol-jozé, gobernador del distrito de levante, y la torre que sobresale. 2 7 D e - trabajar en la muralla!»* extensa, y estamos esparcidos sobre la mu-
M i s p á ; él la edificó, la techó y colocó * trás de él los teqoítas restauraron otra n ralla lejos el uno del o t r o ; 2 n i4 dondequie-
parte frente a la torre grande que sobre- 5 Y nuestros adversarios dijeron: « N o ra que oigáis el sonido del cuerno, con-
sus hojas, cerraduras y b a r r a s ; y también lo sabrán ni lo verán hasta que sobreven-
reparó el m u r o de la alberca de Siloé, sale y hasta la muralla del Ofel. gregaos allá j u n t o a n o s o t r o s ; nuestro
gamos en medio de ellos y los matemos y Dios combatirá en favor nuestro». 2 1 is D e
junto al huerto del rey, hasta la gra- 28 hagamos así cesar la obra». 12 6 Y sucedió
dería por la que se baja de la ciudad de Los sacerdotes restauraron por enci- esta suerte realizábamos el trabajo, mien-
ma de la puerta de los Caballos, cada uno que c o m o viniesen los judios que habita-
David. * tras la mitad de aquéllos e m p u ñ a b a n las
frente a su propia casa. 2l> Después de b a n junto a ellos y nos dijesen diez veces:
lanzas desde que despuntaba el alba hasta
16 « D e todos los lugares vuélvense contra
Después de él, Nehemías, hijo de ellos" restauró Sadoq, hijo de Immer, que salían las estrellas. 2 2 1 ( ¡ E n aquella
Azbuq, gobernador de la mitad del dis- frente a su propia casa, y tras él restauró n o s o t r o s » , * 137 emplacé [a todos] en las
partes bajas p o r detrás de la muralla, en misma sazón dije también al pueblo: «Ca-
trito de Bet-sur, restauró hasta enfrente Semayá, hijo de Sekanyá, guardián de la
da uno con su criado pernocte en medio
de los sepulcros de David, hasta la alber- puerta oriental. 30 Después de él, Janan- los puntos descubiertos, disponiendo al
ca artificial y hasta la casa de los héroes. yá, hijo de Selemyá, y J a n ú n , sexto hijo pueblo por familias con sus espadas, sus de jerusalén y sírvanos de noche c o m o
17 de Salaf, restauraron otra parte de la mu- lanzas y sus arcos. * 14n Hecho un recono- centinela y de día en la obra». 2 3 i7 " Y o ,
Después de él restauraron los levitas, mis hermanos, mis muchachos y los h o m -
Rejum, hijo de Baní, al lado del cual res- ralla. Después de ellos" restauró Me- cimiento, mi' levanté y dije 11 los prima-
sul-lam, hijo de Berekyá, frente a su apo- les, 11 los prefecto* y ni resto del pueblo: bres <le guardia que me seguían n o nos
t a u r ó Jasabyá, gobernador de la mitad
del distrito de Queilá, p o r su distrito. sento. 31 T r a s él, Malkiyyá, del gremio de «¡No temáis ante ellos! Acordaos del Se- quitábamos los vestidos, y cada u n o lle-
18 los orfebres °, restauró hasta la casa de ñor, grande y terrible, y combatid por vaba el arma en su diestra '. *
Tras él restauraron sus hermanos, Bin-
nuy', hijo de Jenadad, gobernador de la los netineos y de los comerciantes, frente
mitad del distrito de Queilá. 19 A su lado, a la puerta de ha-Mifqad y hasta la cáma-
ra alta del ángulo. * 3 2 Y entre la c á m a r a
Ezer, hijo de Yesúa, jefe de Mispá, res-
t a u r ó otra porción • por frente a la su- alta del ángulo y la puerta del G a n a d o
Dificultades internas: la usura es corregida por Nehemías
bida de la armería, en el ángulo '. 2 " Des- M e n o r restauraron el m u r o los orfebres
1 Suscitóse un gran clamor del pue- rey ". 5 A h o r a bien, nuestra carne es idén-
pués de él, Baruk, hijo de Zabbay R, res- y los especieros. 5 blo y sus mujeres contra sus herma- tica a la carne de nuestros h e r m a n o s , y
n o s judíos. 2Y había quienes decían: c o m o sus hijos son nuestros hijos; m a s
«Nosotros, nuestros hijos y nuestras hi- he aquí que nosotros tenemos que some-
Precauciones de Nehemías en defensa de las obras jas nos estamos hipotecando *• para obte- ter nuestros hijos e hijas a la esclavitud,
ner grano con que poder comer y vivir». y parte de nuestras hijas están ya reduci-
3
A ^ C u a n d o Sanbal-lat tuvo noticia de calcinadas de entre los montones del es- Decían otros: «Estamos empeñando das a esclavas, sin que p o d a m o s impedir-
" que estábamos reconstruyendo la mu- combro?» 3 3 5 Estaba junto a él Tobías el nuestros campos, nuestras viñas y nues- lo, pues nuestros c a m p o s y viñedos per-
ralla, ardió en ira y se enfureció sobrema- ammonita, y dijo: « A u n q u e ellos edi- tras casas a fin de obtener trigo en esta tenecen a los magnates c ».
nera, mofándose de ios judíos. 234 Y ha- fiquen [lo que gusten], si sube u n a zorra p e n u r i a » . 4 Y otros decían: «Hemos toma-
6
Y o me enojé sobremanera c u a n d o oí
bló en presencia de sus hermanos y del derruirá su muralla de piedras». d o dinero a préstamo para el tributo del su grita y estas palabras, 7 y, habiendo de-
ejército de Samaria, y dijo: «¿Qué hacen 4
36 ¡Escucha, oh D i o s nuestro, pues he-
esos desmedrados judíos? ¿Se les deberá mos sido menospreciados! ¡Haz revierta 10
4 JUDÁ: O sea la comunidad judaica.
dejar? ¿Ofrecerán sacrificios? ¿Acabarán
algún día? ¿Harán revivir las piedras ya
el oprobio de ellos sobre su cabeza, y en- 4 12
6 DIEZ VECES: e. d., a cada paso. I! VUÉLVENSE: H ofrece insegura interpretación y muchos
trégales al saqueo en tierra de cautiverio! lo corrigen
13
ampliamente.
7 PUNTOS DESCUBIERTOS O devastados: así quizá con algunos; otros leen fosas o cavernas. El
1 pasaje es oscuro. Parece que Nehemías coloca a los suyos (o quizá las máquinas de guerra) tras la
2 ACOMPAÑADO DE SUS HIJAS : el sentido de H es ambiguo. Puede verterse: él con sus aldeas ane- muralla, en la parte de abajo y en los sitios en que aquélla quedaba al descubierto, o tal vez, como
jas, y muchos entienden que en la restauración participaron el distrito de Jerusalén y sus aldeas otros quieren, en las trincheras.
anejas. 17
n TRABAJABAN: H es oscuro: prps. 1. G (estaban) armados.
15 23
ALBERCA DE SILOÉ: e. d., estanque o piscina situada a la desembocadura del túnel construido 17 LLEVABA EL ARMA EN SU DIESTRA: texto dudoso. Algs. corrigen así H: otros, como de día.
probablemente por Ezequías. Códices de G om. la frase. V «desnudábase sólo para lavarse».
'.' PUESTA DE HA-MIFQAD: O del censo: conduela desde el este a la piara del templo.
540 NEHEMÍAS 5 8
6 8
NEHEMÍAS 6 * 7 " 54J

liberado conmigo mismo en mi interior, Y t o d a la asamblea respondió: dices, sino que las inventas tú de tu 1+ ¡Acuérdate, o h D i o s m í o , de Tobías,
reprendí a los magnates y los prefectos y —¡Amén!; propia minerva». 9 P o r q u e todos ellos tra- de Sanbal-lat, por tales acciones suyas,
les dije: «¿Exigís usura cada uno a vues- y alabó a Yahveh. Y el pueblo cumplió su taban de atemorizarnos, diciendo para sí: y asimismo de N o a d y á la profetisa y de
tro hermano?» Y convoque contra ellos promesa. * «Desistirán de la obra y n o se hará». los restantes profetas que t r a t a r o n de
u n a gran asamblea, " y (líjeles: «Nosotros, 1 4 Asimismo, desde el día en que [el A h o r a bien, yo cobré más ánimo". amedrentarme!
15
en la medida de nuestras fuerzas, rescata- rey] m e encargó fuese gobernador <• en el 10 Y penetré en casa de Semayá, hijo Ahora bien, la m u r a l l a fue concluida
mos a nuestros hermanos judíos vendidos país de J u d á , desde el a ñ o veinte al año de Delayá, hijo de Mehetabel, el cual el veinticinco de Elul, en cincuenta y dos
a los gentiles, ¿y venderéis vosotros una treinta y dos del rey Artajerjes, por espa- se hallaba recluido, y dijo: días. • l (1 Y cuando lo supieron todos nues-
vez más a vuestros hermanos p a r a que se cio de doce años, ni yo ni mis hermanos —Convengamos en la casa de Dios, tros enemigos, intimidáronse todas nues-
nos revendan a nosotros?» Ellos callaron, comimos de la provisión debida al gober- en medio del santuario, y cerremos las tras naciones circunvecinas, y decayeron
pues no encontraron respuesta. nador. * 15 Los gobernadores anteriores puertas de éste, p o r q u e vendrán a m a - grandemente en su á n i m o , p o r q u e com-
9 que me habían precedido habían gravado
Dije asimismo: tarte y de noche se va a venir a asesi- prendieron que esta o b r a h a b í a sido reali-
— N o está bien lo que vosotros hacéis. al pueblo y percibido de éste, en calidad narte. * zada por nuestro D i o s .
¿No deberíais caminar en el temor de de pan y vino, cada día e cuarenta siclos 11
M a s respondí:
17
Asimismo, por aquellos días, los mag-
nuestro Dios, libres del oprobio de los de plata; además, sus criados tiranizaban —¿Y un h o m b r e c o m o yo ha de huir? nates de Judá multiplicaban sus cartas
gentiles, enemigos nuestros? * 1° También al pueblo; pero yo no obré así a causa ¿Quién, siendo c o m o yo, podría penetrar dirigidas a Tobías, y las recibían de ellos;
yo y mis hermanos y mis muchachos les del temor de Dios. 16 Incluso tomé parte en el santuario y continuar con vida? 18 pues había muchos en Judea ligados p o r
hemos d a d o en préstamo dinero y trigo. en los trabajos de esta muralla y no ad- ¡No entraré! juramento con él, p o r q u e era yerno de
¡Condonemos, os ruego, estos préstamos! quirí ' c a m p o alguno, y todos mis criados 12
Entonces comprendí claramente que Sekanyá, hijo de A r a j , y Yehojanán, su
11
Devolvedles, p o r favor, ahora mismo estaban congregados allí en la obra. 17 Y D i o s no le había enviado, pues había hijo, habíase casado c o n la hija de Me-
sus campos, sus viñas, sus olivares y sus sentábanse a mi mesa los judíos y los p r o n u n c i a d o aquella profecía sobre mí sul-lam, hijo de Berekyá. 1 9 Ellos enco-
casas y aun el débito " del dinero, del trigo, prefectos, en n ú m e r o de ciento cincuenta p o r q u e Tobías y Sanbal-lat habíanle com- m i á b a n m e también los méritos de él y
del vino y del aceite, que habíais de exi- hombres, además de los que venían a p r a d o ; 13 < p u e s estaba vendido > e a fin transmitíanle mis p a l a b r a s . Y ' Tobías en-
girles. nosotros de las naciones circunvecinas. de que yo cobrara miedo y obrara así y viaba cartas p a r a intimidarme.
12 '8 Y cada día se aderezaba a mi costa pecase, y tener ellos en consecuencia esta
Y respondieron: un toro, seis reses menores escogidas y
— L o restituiremos y n a d a les reclama- mala n o t a con que afrentarme.
aves, y cada diez días preparábaseme toda
r e m o s ; haremos c o m o tú dices. clase de vinos en abundancia, y con todo
Entonces llamé a los sacerdotes e hice esto no reclamé la provisión debida al
jurar a aquéllos que cumplirían según
habíase dicho. l-1 Además sacudí mi seno
gobernador, p o r q u e la prestación perso- Precauciones de vigilancia y censo de los repatriados
nal gravaba m u c h o a este pueblo.
y dije: 1
C u a n d o la muralla quedó recons- subido la vez primera e y hallé escrito
—¡Así sacuda Dios de su casa y sus
riquezas a todo aquel que no mantenga
19
¡Oh D i o s mío, acuérdate en mi favor
de cuanto p o r este pueblo he hecho!
7 truida, coloqué las hojas de las puer- en él:
6
tas y encargóse de la vigilancia a los Estos son los hijos de la provincia
esta promesa, y así sea él sacudido y quede porteros, los cantores y los levitas; 2 puse [de Judea] que regresaron de la cautividad
sin nada! ni l'rcnlc de Jerusalén * a Jttnani, mi her- de la deportación q u e había realizado
m a n o , y 11 Jtuianyá \ c o m a n d a n t e del Nahucodono^or, rey de Babilonia, y vol-
castillo, pues era un verdadero hombre vieron ¡1 Jerusalén y J u d á , cada uno a su
Nuevas dificultades leal y temeroso de D i o s más que [otros] ciudad. * 7 Los que vinieron con Z o r o -
muchos. 3 Y díjeles: «Las puertas de Je- b a b e l : Yesúa, N e h e m í a s , Azaryá, R a a m -
6 1 Y sucedió que c u a n d o Sanbal-lat,
Tobías, Guésem el árabe y el resto
yo de m o d o semejante. 5 Entonces San-
bal-lat m a n d ó m e a decir la misma cosa
rusalén no h a n de abrirse hasta que el
sol caliente, y serán cerradasb estando
yá, Najananí, M a r d o q u e o , Bilsán, Mis-
péret, Bigvay, Nejum y Baaná.
de nuestros enemigos tuvieron noticia de por quinta vez con su criado, que traía ellos todavía presentes c , y se mantendrán N ú m e r o de los h o m b r e s del pueblo is-
a
que yo había reconstruido la muralla y en su m a n o una carta abierta, [6] en la c a n d a d a s ; y se hará m o n t e n la guardia raelita: 8 Hijos de P a r o s , dos mil ciento
no quedaba en ella brecha, aunque hasta cual estaba escrito: 6 «Circula entre estas los habitantes de Jerusalén, cada u n o en setenta y dos. 9 Hijos de Sefatyá, tres-
aquel m o m e n t o n o hubiese colocado las gentes el rumor, " y G a s m ú lo afirma •>, su vela y cada u n o delante de su casa». cientos setenta y dos. , 0 Hijos de Araj,
hojas de las puertas, * 2 Sanbal-lat y G u é - de que tú y los judíos proyectáis rebe- 4
M a s la ciudad era extensa y grande, seiscientos cincuenta y dos. n Hijos de
sem me m a n d a r o n a decir: «Ven y con- laros y con tal objeto reconstruyes la pero había dentro de ella poca gente y Pajat-Moab, descendientes de Yesúa y
vengamos en una entrevista en alguna muralla, y que tú has de ser su rey < se- n o había casas reconstruidas. 5 M a s mi J o a b , dos mil ochocientos dieciocho. 1 2 Hi-
de las aldeas * de la vega de Onó». Pero gún tales noticias > c . 7 Además, que has D i o s inspiróme la idea de reunir a los jos de E l s m , mil doscientos cincuenta y
ellos t r a m a b a n hacerme mal, 3 y envíeles designado profetas p a r a que declaren acer- magnates, los prefectos y el pueblo para c u a t r o . 1 3 Hijos de Zattú, ochocientos cua-
mensajeros, diciendo: «Estoy realizando ca de ti en Jerusalén, diciendo: ¡Hay rey hacer el censo. Y encontré el libro del renta y cinco. 1 4 Hijos de Zakkay, sete-
u n a obra importante y no puedo bajar, en J u d á ! A h o r a bien, tales noticias serán registro genealógico e de quienes habían cientos sesenta. l s Hijos de Binnuy, seis-
n o sea que se suspenda la obra c u a n d o sabidas del m o n a r c a ; así, pues, ven y
yo la abandone por bajar junto a vos- p o n g á m o n o s de acuerdo concertadamen-
otros». 4 Y enviaron a mí esa misma te». 8 Pero yo le envié a decir: « N o h a 10
invitación cuatro veces, respondiéndoles ocurrido ninguna de esas cosas que tú RECLUIDO: se ha interpretado muy diversamente este vocablo. En genera!, se afirma que
Semayá, profeta o sacerdote, hallábase excluido por impureza del trato común; otros entienden
en clausura. Hoy créese más bien que alude a determinadas circunstancias proféticas; quizás con
esa reclusión el profeta realizaba acto simbólico, queriendo dar a entender la gravedad del mo-
9 mento que el pueblo judío y Nehemías atravesaban. Otros entienden que «y él (estaba) cerrado»
C LIBRES DEL OPROBIO: O evitando el insulto: otros, fia! menos por vergüenza».
13 se refiere a la casa, y que el profeta que hace la propuesta es Noadya, leyendo asi. en vez de con-
" Mi SENO: el sacudir el seno o regazo (e. d., esa parte del vestido) era acción simbólica para
denotar se arrojaba a uno de la comunidad. vengamos.
14 15
PROVISIÓN DEBIDA AL G. : lit. pan del gobernador, subsidio de víveres correspondiente a su cargo. ELUL : sexto mes del año sagrado, correspondiente a agosto-septiembre.
1
GUÉSEM: recientemente se ha descubierto en una inscripción coetánea el nombre del jefe 6-63
árabe dominante en el sur de Palestina en la época de Nehemías, Gashmu el árabe. í Gf. el pasaje paralelo de Esd 1,1-70.
542 NEHEMÍAS 7 18 T
- * NEHEMÍAS 8 1"18 543
1<s
cientos cuarenta y ocho. Hijos de Be- de Barqós, hijos de Sisera, hijos de Témaj,
56
bay, seiscientos veintiocho, n Hijos de hijos de Nesiaj, hijos de Jatifá. L e c t u r a d e la ley y fi< sata d e los t a b e r n á c u l o s
Azgad, dos mil trescientos veintidós. 1 8 Hi- 57
Hijos de los siervos de Salomón:
jos de Adoniqam, seiscientos sesenta y hijos de Sotay, hijos de Soféret, hijos <le 1
2 Llegó, pues, el mes séptimo y los reuniéronse en torno a Esdras el escriba,
siete. '9 Hijos de Bigvay, dos mil sesenta
y siete. 2 " Hijos de Adín, seiscientos cin-
P e r i d á , 5 8 hijos de Yaalá, hijos de D a r q ó n ,
hijos de Guiddel, 59 hijos de Sefatyá, hijos
8 israelitas residían ya en sus ciudades, para considerar sagazmente las palabras
[t] Entonces congregóse t o d o el pueblo de la ley. 1 4 Y encontraron escrito en la
cuenta y cinco. 2I Hijos de Ater, de [la de Jattil, hijos de Pokéret-hassebayim, c o m o un solo h o m b r e en la plaza que ley que habia prescrito Yahveh por medio
familia de] Ezcquías, noventa y ocho. hijos de A m ó n . <>o Total de los netineos y hay delante de la puerta del Agua, y dijo de Moisés que los israelitas debían m o r a r
22 los hijos de los siervos de Salomón, tres-
Hijos de Jasum, trescientos veintiocho. a Esdras, el escriba, que trajese el libro en las cabanas d u r a n t e la fiesta del sép-
23 cientos noventa y dos.
Hijos de Besay, trescientos veinticuatro. de la ley de Moisés que Yahveh había orde- timo mes; 15 a y que publicasen y prego-
24
Hijos de Jarif, ciento doce. 2 S Hijos de 61
Y éstos son los que regresaron de n a d o a Israel. 2 El día u n o del séptimo nasen " un b a n d o por todas sus ciudades
G u i b ó n , noventa y cinco. 2 6 Individuos Tel-Mélaj y de Tel-Jarsá, K e r u b , A d d ó n mes, Esdras trajo la ley ante la comunidad, y por Jerusalén, diciendo: «Salid al m o n t e
de Bet-léjem y Netofá, ciento ochenta y e Immer, los cuales n o pudieron indicar integrada por hombres, mujeres y cuantos y traed ramos de olivo y ramaje de olivo
o c h o . 2 7 Individuos de Anatot, ciento vein- su familia ni su estirpe, [ni] si procedían eran capaces de entender. 3 El leyóla en la
tiocho. 2 8 Individuos de Bet-azmávet, cua- de Israel. 6 2 Hijos de Delayá, hijos de plaza que hay delante de la puerta del
renta y dos. 2 9 Individuos de Quiryat- Tobías, hijos de N e q o d á , seiscientos cua- Agua, desde por la m a ñ a n a t e m p r a n o a
Yearim, Kefirá y Beerot, setecientos cua- renta y dos. 6 3 Y de entre los sacerdotes: mediodía, en presencia de los hombres,
renta y tres. 3 0 Individuos de R a m a y hijos de Jabayyá, hijos de H a q q ó s , hi- las mujeres y [todos] los capaces de en-
Gueba, seiscientos veintiuno. 3 1 Individuos jos de Barzil-lay, el cual había t o m a d o tender; y los oídos del pueblo entero esta-
de M i k m á s , ciento veintidós. 3 2 Indivi- p o r esposa a una de las hijas de Barzil-lay b a n atentos al libro de la ley. 4 Esdras, el
duos de Bet-El y H a a i , ciento veintitrés. el galaadita, y fue d e n o m i n a d o con el escriba, púsose en pie sobre una tribuna de
33
Individuos del otro N e b ó , cincuenta n o m b r e de éste '.* 64 Estos buscaron sus m a d e r a que habían hecho al efecto, y
y dos. 3 4 Hijos del otro Elam, mil doscien- títulos genealógicos, mas n o los hallaron, j u n t o a él estaban Matatías, Sema, Anayá,
tos cincuenta y cuatro. 3 5 Hijos de Jarim, y fueron por ello excluidos del sacerdocio. Uriyá, Jilquiyyá y Maaseyá, a su derecha,
65
trescientos veinte. 3 6 Hijos de Jericó, tres- Y el gobernador les indicó que no y a su izquierda, Pedayá, Misael, Mal-
cientos cuarenta y cinco. 3 7 Hijos de Lod, comieran de las cosas santísimas hasta kiyyá, Jasum, Jasbaddana, Zacarías y Me-
que se presentase u n sacerdote p a r a [ser- sul-lam. 5 Esdras abrió el libro a la vista
Jadid y O n ó , setecientos veinticinco. 3 8 Hi-
virse del] urim y el tummim. de todo el pueblo, pues él estaba * más
jos de Senaá, tres mil novecientos treinta. elevado que t o d a la gente, y c u a n d o lo
í)(1
39 Sacerdotes: hijos de Yedayá, de la T o d a la comunidad, en su conjunto, abrió, el pueblo entero se puso en pie.
casa de Yesúa, novecientos setenta y tres. eran cuarenta y dos mil trescientas sesenta 6
Esdras bendijo a Yahveh, Dios grande,
40
Hijos de Immer, mil cincuenta y dos. personas, bl aparte de sus siervos y siervas, y respondió t o d o el pueblo, alzando sus
41 los cuales eran siete mil trescientos treinta
Hijos de Pasjur, mil doscientos cuarenta m a n o s : «Amén, a m é n » ; y se inclinaron y
y siete. 4 2 Hijos de Jarim, mil diecisiete. y siete, c o n t a n d o asimismo ellos con dos- prosternaron ante Yahveh, rostro en tie-
43 cientos cuarenta y cinco cantores y can-
Levitas: hijos de Yesúa y Qadmiel, rra. 7 Y Yesúa, BHIIÍ, Sercbyá, Yamín,
de los hijos de Hodyá, setenta y cuatro. toras. 6 8 Además tenían setecientos treinta Ai|i|tih, SiililuMny, lliuliyyii, M a u s e y a ,
44
Cantores: hijos de Asaf, ciento cua- y jflss caballos, doscientos cuarenta y cinco Oiirlilii, A/ariiis, Yo/abad,.lailán y I'elayá,
69
renta y ocho. mulos ', 6 8 cuatrocientos treinta y cinco levitas '', ensenaban al pueblo la ley, y la
45
Porteros: hijos de S a l l u m , hijos de c a m e l l o s y seis m i l s e t e c i e n t o s v e i n t e gente permanecía de pie en su puesto.
Ater, hijos de Talmón, hijos de A q q u b , asnos. 8
Y leyeron en el libro de la ley" de Dios
70
hijos de Jatitá, hijos de Sobay, ciento 69 Algunos de los jefes de las familias con claridad y precisando el sentido, de
treinta y ocho. dieron p a r a la obra. El gobernador dio al suerte que entendieron la lectura.
46
Netineos: hijos de Sijá, hijos de Ja- tesoro mil dáricos de oro, cincuenta as-
sufá, hijos de Tabbaot, 4 7 hijos de Queros, persorios, * quinientas " treinta túnicas 9 Nehemías, que era el gobernador, Es- Escribas. («Ars Asiática», XI íig.35.)
hijos de Siá, hijos de Padón, 4 8 hijos de sacerdotales. 7 I 7 0 Algunos de los jefes de dras, sacerdote y escriba, y los levitas
Lebaná, hijos de Jagabá, hijos de Salmay, familia dieron al tesoro de la obra veinte que instruían a la gente, dijeron a t o d o silvestre, de mirto, de palmas y de árboles
49 mil dáricos de o r o y dos mil doscientas el pueblo: «Este día está consagrado a frondosos p a r a hacer cabanas, como está
hijos de J a n á n , hijos de Guiddel, hijos
minas de plata. 727i Lo que entregó el Yahveh, vuestro D i o s ; no hagáis duelo prescrito». 16 Y salió el pueblo y los trajo,
de Guéjar, 50 hijos de Reaya, hijos de resto del pueblo fueron veinte mil dáricos
Resín, hijos de Neqodá, 51 hijos de Gaz- ni lloréis»; p o r q u e el pueblo entero lloraba
e luciéronse cabanas, cada u n o sobre su
de oro, dos mil minas de plata y sesenta al escuchar las palabras de la ley. 10 Y
zam, hijos de Uzzá, hijos de Paséaj, 5 2 hi- y siete túnicas sacerdotales.
terrado, y en sus patios, y en los atrios
jos de Besay, hijos de Meunim, hijos de díjoles entonces N e h e m í a s : «Id y comed
de la casa de Dios, y en la plaza de la
73
Nefisesim, 53 hijos de Baqbuq, hijos de 72 Los sacerdotes, los levitas, los por- viandas grasas y bebed bebidas dulces, y puerta del Agua y en la plaza de la puerta
Jaqufá, hijos de Jarjur, 5 4 hijos de Baslit, teros, los cantores, y " parte del pueblo ", m a n d a d porciones a quien n a d a tiene de Efraím. 1 7 H i z o , pues, cabanas toda
hijos de Mejidá, hijos de Jarsá, 55 hijos los netineos y t o d o Israel, se establecieron p r e p a r a d o , pues hoy está consagrado a
la comunidad de los regresados del cau-
en sus ciudades. nuestro Señor; y no os entristezcáis, por- tiverio y habitó en las cabanas. En verdad,
que el gozo de Yahveh es vuestra fuerza». desde los días de Josué, hijo de N u n , no
63
11 Y los levitas tranquilizaban a todo el habían hecho así los israelitas liasta aquel
Gf. el pasaje paralelo de Esd 2,1 -70. pueblo, diciendo: «¡Callad, que este día día; y h u b o una alegría muy grande.
es santo, y no debéis entristeceros!» 12 Y el18
[Esdras] leyó en el libro de la ley de
pueblo entero marchó a comer y beber, D i o s diariamente desde el día primero
enviar porciones y celebrar gran algazara,
hasta el último, y celebraron fiesta p o r
p o r q u e había comprendido las palabras
que le habían enseñado. espacio de siete días, y en el octavo fue
la fiesta solemne de clausura, según cos-
13
El segundo día, los jefes de familia de tumbre.
todo el pueblo, los sacerdotes y los levitas
544 NEHEMÍAS 91_í
NEHEMÍAS % ag—10 81 545

Penitencia pública de Israel tú los entregaste en m a n o s de sus adver- nuestros príncipes, nuestros sacerdotes,
sarios, que los oprimieron; y en el tiem- nuestros profetas, nuestros padres y nues-
1
El día veinticuatro de aquel mismo de Moisés, tu siervo. 15 Y dísteles pan del po de su angustia gritaron a ti y tú tro pueblo entero, desde la época de los
9 mes se juntaron los israelitas en u n cielo para su h a m b r e y agua de una roca escuchaste desde el cielo, y, conforme a ' reyes de Asiria hasta el día presente.
ayuno, vestidos de sacos y cubiertos de hiciste brotar p a r a su sed, y les dijiste tu inmensa misericordia, concedisteles •'3 Has sido justo en cuanto nos ha sobre-
tierra. 2 Los del linaje de Israel separá- que fuesen a t o m a r posesión de la tierra quienes los librasen y salvaran de manos venido, pues has o b r a d o lealmente, mas
ronse de t o d o s los extranjeros y, puestos que, a l z a n d o tu m a n o , habías j u r a d o de sus adversarios. 2 8 Pero cuando tuvie- nosotros hemos procedido de m o d o im-
en pie, confesaron sus pecados y las faltas darles. ron descanso, tornaron a obrar el mal pío. , 4 Nuestros reyes, nuestros príncipes,
de sus padres. 3 Y levantáronse en su l<> »Pero ellos y sus padres fueron contu- ante ti y los abandonaste en manos ene- nuestros sacerdotes y nuestros padres no
sitio y leyeron en el libro de la ley de maces, endurecieron su cerviz y no obe- migas, quienes los subyugaron; y ellos han practicado tu ley ni h a n obedecido
Yahveh, su Dios, por espacio de un cuarto decieron tus mandamientos, i ' Se negaron volvieron a clamar a ti, y tú escuchaste tus mandamientos y las amonestaciones
del día, y otro cuarto hicieron la confesión a escuchar y n o se acordaron de las m a - desde el cielo y los salvaste conforme a > que les intimaste. 35 Ellos, en medio de
y se prosternaron ante Yahveh, su Dios. ravillas que con ellos habías o b r a d o ; en- tu misericordia muchas veces. 29 Tú les su reino y de los grandes beneficios que
4
Yesúa, Baní, Qadmiel, Sebanyá, Bunní, durecieron su cerviz y se obstinaron en instaste a convertirse a tu ley, m a s ellos les habías concedido, y en la tierra anchu-
Serebyá, Baní y Kenani alzáronse sobre volverse a ¡a servidumbre en Egipto'. obraron con contumacia y n o escucharon rosa y feraz que pusiste a su disposición,
la tribuna de los levitas y clamaron en Mas tú eres un Dios p r o n t o a perdonar, tus mandamientos y pecaron contra tus no te sirvieron ni se apartaron de sus
alta voz a Yahveh, su Dios. 5 Y dijeron clemente, compasivo, tardo para la ira leyes, practicando las cuales el h o m b r e pecaminosas acciones. 3 6 H e aquí que nos-
los levitas Yesúa, Qadmiel, Baní, Jasab- y a b u n d o s o en benignidad, y no los aban- recibirá vida de ellas; mostraron espaldas otros mismos hoy somos esclavos, y en
neyá, Serebyá, Hodiyyá, Sebanyá y Pe- donaste. 18 Ni siquiera cuando se fabri- rebeldes, y endurecieron su cerviz y no cuanto a la tierra que diste a nuestros
tajyá: «¡Levantaos y bendecid a Yahveh, caron un becerro de fundición y dijeron: escucharon. * 30 Fuiste con ellos magnáni- padres para que comieran sus frutos y
vuestro Dios, de eternidad en eternidad! «¡Este es tu Dios, que te ha sacado de m o muchos años y los apremiaste con sus bienes, he aquí que somos esclavos
Egipto!», y realizaron grandes desprecios. tu espíritu por medio de los profetas, en ella; 3 7 i a C U al multiplica sus productos
¡Y bendígase * el n o m b r e de tu gloria *
19 Pues tú, en tu inmensa misericordia,
excelso c sobre toda bendición y ala- no los desamparaste en el desierto: la
m a s no prestaron o í d o ; y entonces los para los reyes que has puesto sobre nos-
banza!» entregaste en m a n o s de las naciones del otros por nuestros pecados y d o m i n a n
columna g de nube no se apartó de enci- país. 3I Pero, en tu inmensa misericordia,
6 Y dijo Esdras d : «¡Tú solo eres Y a h - m a de ellos de día, para guiarlos por el
sobre nuestros cuerpos y en nuestro ga-
veh! T ú hiciste el cielo, el cielo de los n o los aniquilaste ni abandonaste, pues n a d o a su albedrío, encontrándonos en
camino, ni la columna de fuego durante eres D i o s clemente y misericordioso.
cielos y t o d o su cortejo, la tierra y cuanto la noche, para alumbrarles la ruta h p o r grande angustia.
32 38
hay sobre ella, los mares y t o d o lo que que habían de caminar. 2 0 Y diste tu es- »Ahora, pues, ¡oh Dios nuestro!, Dios l »Con todo esto, nosotros pactamos
contienen; tú das vida a todo ello, y el píritu bueno para instruirlos, y no reti- grande, poderoso, terrible, que guardas la alianza y la escribimos, estampándose en
ejército del cielo te adora. 7 Tú eres, Yah- raste tu m a n á de su boca, y dísteles agua alianza y la compasión, no tengas en la signatura [los nombres de] nuestros
veh, el D i o s que elegiste a A b r a m , lo en su sed. 2 1 Cuarenta años los susten- poco t o d a la calamidad que nos ha so- príncipes, levitas y sacerdotes».*
sacaste de U r de los caldeos y le diste el taste en el desierto, sin que carecieran brevenido a nosotros, a nuestros reyes,
n o m b r e de A b r a h a m . 8 Tú hallaste fiel de n a d a ; sus vestidos n o se envejecieron
su corazón delante de ti y pactaste con ni se hincharon sus pies. 2 2 Dísteles rei-
él la alianza de d a r e a su progenie la nos y pueblos y se los repartiste con arre- Renovación de la alianza con Dios
tierra del cananeo, el hittita, el amorreo, glo a límites precisos, y poseyeron el país 25
el perezeo, el yebuseo y el guirgaseo; y de Sijón ', rey de Jesbón, y la tierra de 1 n '? Sobre el sellado figuraban: Ne- 2 6 Rejum, Jasabná, Maaseyá, 2627 y
tú has cumplido tu palabra, pues eres Og, rey del Basan. 2 3 Y multiplicaste sus * " hernias, el gobernador, hijo de Ja- Ajiyyá, Janán, A n á n , 27 2 g Mal-luk, Ja-
justo. 9 T ú viste la aflicción de nuestros hijos c o m o las estrellas del cielo, y los in- kalyá, y Sidquiyyá, 2 j Serayá, Azarías, rim, Baaná.
padres en Egipto y escuchaste su clamor trodujiste en la tierra de que habías dicho Jeremías, 34 Pasjur, Ámaryá, Malkiyyá, 28
2? El resto del pueblo, los sacerdotes,
4
en el m a r Rojo, 1° y obraste milagros y a sus padres que entrarían a t o m a r pose- 5 Jattús, Sebanyá, Mal-luk. 5 6 Jarim, Me- los levitas, los porteros, los cantores, los
prodigios sobre Faraón, sobre todos sus sión. 2 4 Entraron, efectivamente, los hijos remot, Abdías, 67 Daniel, Guinnetón, Ba- netineos y todos los que se habían m a n -
siervos y sobre el pueblo entero de su y se posesionaron del país; humillaste ruk, 7 8 Mesul-lam, Abiyyá, Miyyamin, tenido separados de la población de las
8
país, p o r q u e sabías que los habían tratado ante ellos a los c a n a n e o s ; habitadores de 9 Maazyá, Bilgay, Semayá: éstos eran comarcas extranjeras y [vueltos] a la ley
hostilmente hirviendo eft odio, haciéndole aquella tierra, y los entregaste en sus sacerdotes. de Dios, sus mujeres, sus hijos y sus
así u n n o m b r e , cual en el día de hoy manos, así a sus reyes como a las gentes 9
in Levitas: Yesúa, hijo de Azanyá: hijas, 2 g todos los capaces de compren-
ocurre. " Y hendiste el m a r ante-ellos, del país, p a r a que los tratasen a su albe- Binnuy, de los hijos de J e n a d a d ; Qad- der e inteligentes, [30] se asociaron a sus
que atravesaron a pie enjuto, mientras a drío. 2 5 Apoderáronse, pues, de ciudades miel; i o n y sus hermanos Sebanyá, H o - hermanos, sus príncipes, y convinieron
sus perseguidores los precipitaste en la fortificadas y u n a tierra feraz, y t o m a r o n diyyá, Quelitá, Pelayá, Janán, " i 2 M i k á , en el pacto y j u r a m e n t o de caminar en la
vorágine c o m o piedra en aguas impetuo- posesión de casa llena de toda suerte de Rejob, Jasabyá, l 2 u Zakkur, Serebyá, Se- ley divina, que fue d a d a por Moisés,
bienes, cisternas excavadas, viñedos, oli- banyá, ° i 4 Hodiyyá, Baní, Beninu. siervo de Dios, y guardar y practicar
sas. n Condujístcles de día mediante una
vares y árboles frutales en abundancia, y 14
is Jefes del pueblo: Paros, Pajat- todos los mandamientos de Yahveh, nues-
columna de nube, y de noche mediante comieron, se saciaron, engordaron y abun- tro Señor, y sus dictámenes y sus leyes;
una de fuego, para alumbrarles el camino M o a b , Elam, Zattú, Baní, 1 5 1 6 Bunní,
daron en delicias por tu magna b o n d a d . * Azgad, Bebay, 1 6 n Adoniyyá, Bigvay, -!03i y que no daríamos nuestras hijas a
por donde habían de marchar. I 3 Y des- 2& »Pero fueron contumaces, se rebela- las gentes del país, ni a sus hijas toma-
cendiste sobre el m o n t e Sinaí y hablaste Adín, 17 i8 Ater, Ezequías, Azzur, ' 8 ) 9 H o -
ron contra ti, arrojaron tu ley a sus es- diyyá, Jasum, Besay, l ^ o Jarif, Anatot, ríamos para nuestros hijos; 31 3j y a los
con ellos desde el cielo, y les diste man- paldas, mataron a tus profetas, que les pueblos del país que traen en día de sá-
datos justos, leyes verdaderas, preceptos Nebay, 202i Magpiás, Mesul-lam, Jezir,
conjuraban se convirtiesen a ti, y e s m e - 2, bado mercancías o toda suerte de grano
y mandamientos buenos; 1 4 y les ense- 22 Mesezabel, Sadoq, Yaddua, 2223 Pe-
tieron graves menosprecios. 2 7 Entonces a vender, no les compraríamos n a d a en
ñaste tu santo sábado, les prescribiste latyá, Janán, Anayá, 2324 Hosea, Janan- sábado o en día santificado: ni en el año
mandamientos, preceptos y ley por medio yá, Jassub, 242? Hal-lojés, Piljá, Sobeq,
23 29
ABUNDARON EN DELICIAS...: O bien, vivieron opíparamente (o en la molicie) por la abun- MOSTRARON ESPALDAS REHELDES o insubordinadas: expresión proverbial tomada de las
dancia de tus bienes. bestias
3s
de carga insumisas o rebeldes.
t EN LA SIGNATURA: O, más lit., en el sellado.
Bover-Cantera
NEHEMÍAS 11 »—12 s!
&47
3 2
546 NEHEMÍAS 1 0 — 1 1 " !
de Miká, hijo de Zabdí, hijo de Asaf, jefe tajyá, hijo de Mesezabel, de los hijos de
séptimo renunciaríamos a los débitos de de nuestro ganado menor, p a r a presen- cantor que e n t o n a b a las laudes " en la Zéraj, hijo de Judá, estaba a las órdenes
cualquier prestatario. * 32 3 3 N o s impusi- oración, y Baqbuqyá, el segundo entre del rey para todos los asuntos del pueblo.
tarlos .en la casa de nuestro Dios a los
sus hermanos, y A b d á , hijo de Sammúa, 25 Y respecto a las villas con sus cam-
mos también la firme obligació.i de dar u n sacerdotes que en el templo de nuestro hijo de Galal, hijo de Yedutún. 18 El total pos, parle de los hijos de J u d á h a b i t a r o n
tercio de siclo al año para el servicio de la Dios ministran. 3 7 3 8 Y a que habíamos c e de los levitas en la ciudad santa era de
casa de nuestro Dios, 3334 para los panes de en Quiryat-arbá y sus aldeas anejas, en
traer a los sacerdotes, a las cámaras de la doscientos ochenta y cuatro. Dibón y sus anejos, en Yeqabseel y sus
la proposición, para la oblación cuotidia- casa de nuestro Dios, las primicias de 19
Los porteros: A q q u b , Talmón y sus caseríos; 2Í ' en Yesúa, en M o l o d á , en Bet-
na, para el holocausto perpetuo, para los nuestras harinas gruesas, de nuestras con- Pélet, 2 7 en Jasar-sual, en Bersabee y sus
sábados y novilunios, para las solemnida- tribuciones en especie, de los frutos de h e r m a n o s , guardianes de las puertas: cien-
to setenta y dos. aldeas anejas; z s en Siquelag, en M e k o n á
des, para las cosas consagradas, para los toda clase de árboles, del vino y del acei- 20 y sus anejas; 2 9 en En-rimmón, en Sorá,
sacrificios por el pecado en expiación por te, y dar la décima parte de los productos El resto de Israel en sacerdotes y le-
vitas residían en todas las ciudades de en Yarniut; 30 Zanoaj, Adul-lam y las vi-
Israel y para cualquier obra de la casa de de nuestro suelo a los levitas, los cuales llas de las mismas, Lakís y sus campos,
J u d á , cada uno en su posesión.
nuestro Dios. 3435 Los sacerdotes, los le- recogerán por si mismos los diezmos en 21 Azeqá y sus aldeas anejas, y h a b i t a r o n
vitas y el pueblo echamos también suertes todas las ciudades donde laboramos. * Y los netineos habitaban en el Ofel; y
38 Sijá y Guispá estaban al frente de los neti- desde Bersabee hasta el valle de H i n n o m
sobre la ofrenda de leña que ha de sumi- 39Y que el sacerdote, hijo de A a r ó n ,
neos 2 2 E1 jefe de los levitas en Jerusalén 31
Los hijos de Benjamín, por su parte,
nistrarse a la casa de nuestro D i o s con estaría con los levitas c u a n d o éstos reci- era Uzzí, hijo de Baní, hijo de Jasabyá, hijo desde G u e b a [en] Mikmás, Ayyá, Bet-EÍ
arreglo a nuestras casas patriarcales, en biesen los diezmos; y los levitas subirían de Mattanyá, hijo de Miká, de los hijos de y sus aldeas anejas, 3 2 A n a t o t , N o b , A n a -
tiempos señalados y anualmente, para que- la décima parte del diezmo a la casa de Asaf, cantores con respecto al ministerio neyá, 3 3 Jasor R a m a , Guittaim, 3 4 Jadid,
marla sobre el altar de Yahveh, nues- nuestro Dios, a las cámaras del almacén de la casa de D i o s ; 2 3 p o r q u e había una Seboím, Nebal-lat, 3 5 L o d y O n ó y " G u e -
tro Dios, como está escrito en la ley. de provisiones; 39 4o porque a esas cáma- orden del m o n a r c a acerca de ellos, y un hajarasim. *
35
36 [Obligámonos] además a traer cada ras h a n de llevar los israelitas y los hijos decreto real sobre los cantores fijaba lo 36
a ñ o a la casa de Yahveh las primicias de de Leví las contribuciones del trigo, del D e los levitas había secciones en Ju-
que habia de dárseles cada día. 2 4 Y Pc- dá y' Benjamin. *
nuestro suelo y las primicias de todo fru- vino y del aceite; y allí estarán los utensi-
to de cualquier árbol; 36 3,- y los primogé- lios del santuario, los sacerdotes de ser-
nitos de nuestros hijos y de nuestros ga- vicio, los porteros y los cantores. Y que
nados, según está escrito en la ley, y los no a b a n d o n a r í a m o s la casa de nuestro Listas. Dedicación de la muralla y reorganización
primogénitos de nuestras reses vacunas y Dios. del culto
fl O t Estos son los sacerdotes y los le- ! tes jefes de familia e r a n : de la de Serayá,
Repoblación de Jerusalén y las ciudades, de Judá •*•« vitas que subieron [a Judea] con j M e r a y á ; de la de Jeremías, J a n a n y á ; 13 de
Zorobabel, hijo de Sealtiel, y Yesúa: Se- l i de Esdras, Mesul.Iam; de la de A m a r y á ,
rayá, Jeremías, Esdras, * 2 Amaryá, Mal- Yehojanán; 1 4 d e la de Mal-Iuk1,
1<*• i Los príncipes del pueblo h a b i t a -
ron en Jerusalén, y el pueblo res-
dayá, hijo de Qolayá, hijo de Maaseyá,
hijo de Itiel, hijo de Yesayá; 8 y sus her- luk, Jylhís, 3 Sekanyá, Rcjum, Mercmot, t á n ; de la de Sebanyá, José; 1 5 de la de
Yona-
tante echó suertes para atraer a habitar manos ° a Gabbay, S a l l a y a : [en total] n o - 4
ldil(>, diiinm'li'm', Abiyyá. ' Miyyaniin, Jaiim, A d n á ; de la de Merayot, Jelqay;
a Jerusalén, la ciudad santa, u n h o m b r e vecientos veintiocho; 9 Joel, hijo de Zikrí, Mnmlvii. Ililp.ií, ''Si'iiiiivíi, Yoyaiiii, Yc- "' de la de Iddá, Zacarías; de la de Guin-
de cada diez, quedando las otras nueve era el jefe de ellos, y Judá, hijo de Hasse- duyrt, ' Nullii, Amou, Jilqiiiyyií, Ycdn- neli'iii, Mesul-lam; " de la de Abiyyá, Zi-
partes en las ciudades. 2 Y el pueblo ben- nuá, ocupaba el segundo puesto en la yi'i ''. Tales eran los jeles de los sacerdotes krí; de la de M i n y a m i n . . . °; de la de
dijo a todos los hombres que se ofrecie- ciudad. y sus hermanos en los días de Yesúa. M o a d y á , P i l t a y ; í 8 de la de Bilgá, S a m ú a ;
ron espontáneamente a m o r a r en Jerusa- 10
D e los sacerdotes: * Yedayá, Yoya- 8
Levitas: Yesúa, Binnuy, Qadmiel, Se- de la de Semayá, Y e h o n a t á n ; * I 9 de la
lén. rib °, Y a k í n ; " Serayá, hijo de Jilquiyyá, rebyá, Judá, Mattanyá, el cual estaba al de Yoyarib, M a t t e n a y ; de la de Yedayá,
3
Estos son los jefes de la provincia que hijo de Mesul-lam, hijo de Sadoq, hijo de frente de las laudes con sus hermanos. * Uzzí; 2 0 de la de Sal-lay, Qal-lay; de la de
se establecieron en Jerusalén. En las ciu- Merayot, hijo de Ajitub, príncipe de la 9
Y Baqbuqyá y Unní, h e r m a n o s de los A m o q , Eber; 21 de la de Jilquiyyá, Jasab-
dades de Judá se asentaron cada uno en casa de D i o s ; 1 2 y sus hermanos, emplea- mismos, estaban frente a ellos en lo rela- yá; de la de Yedayá, Netanel.
su propiedad, en sus ciudades respectivas: dos en el servicio del templo, que eran tivo a las funciones. 22
D e los levitas, en los días de Elyasib,
los israelitas, los sacerdotes, levitas, neti- ochocientos veintidós; y Adayá, hijo de 10 y Yesúa engendró a Joaquim, Joa- Yoyadá, Yojanán y Y a d d ú a fueron ins-
neos e hijos de los siervos de Salomón. * Yerojam, hijo de Pelalyá, hijo de Amsí, quim engendró a Elyasib, y Elyasib a critos los j e f e s ' de familia y los sacerdo-
4
En Jerusalén se avecindaron hijos de hijo de Zacarías, hijo de Pasjur, hijo de Yoyadá. * 11 Yoyadá engendró a * Yona- tes ' hasta ' el remado de D a r í o el Persa. *
J u d á e hijos de Benjamín. D e los hijos de Malkiyyá, 13 y sus h e r m a n o s jefes de fa- t á n y Y o n a t á n engendró a Y a d d ú a . 23
Los hijos de Leví jefes de familia fue-
J u d á : Atayá, hijo de Uzziyyá, hijo de milia, que eran doscientos cuarenta y d o s ; 12
En tiempo de Joaquim, los sacerdo- r o n inscritos en el libro de las Crónicas
Zacarías, hijo de Amaryá, hijo de Sefat- y Amasay, hijo de Azarel, hijo de Ajzay,
yá, hijo de Mahalalel, de los hijos de Pe- hijo de Mesil-lemot, hijo de I m m e r ; 14 y
res; 5 y Maaseyá, hijo de Baruk, hijo de sus hermanos ' eran gente aguerrida: cien- 35
ONÓ Y GUE-HAHRASIM: Onó es una ciudad benjaminita y un valle, que se cree idéntico
Kol-jozé, hijo de Jazayá, hijo de Adayá, to veintiocho. Jefe de ellos era Zabdiel, al «valle de los artesanos».
hijo de Yoyarib, hijo de Zacarías, hijo hijo de Hagguedolim. 36
SECCIONES EN J. Y B.: H es oscuro; lit. secciones de Judá para Benj. (ciertos autores entienden
de el Selaní *. 6" El total de los hijos de 15 D e los levitas: Semayá, hijo de Jas- que «algunas1 categorías levítícas pertenecientes al territorio de Judá pasaron al de Benj.»).
Peres que habitaron en Jerusalén fue de Prps. 1. c. G «para Judá y para Benj.»; e. d., que formaban parte de ambos.
sub, hijo de Azriqam, hijo de Jasabyá,
cuatrocientos sesenta y ocho hombres ap-hijo de Bunní; 16 y Sabbetay y Yozabad, 1 9
tos para el servicio militar. -I ^ Cf. Esd 2,1 y N c h 10,3-9 y.12,12-21.
que, de entre los jefes de los levitas, es- 8
AL FRENTE DE LAS LAUDES: e. d-, como director y encargado del canto litúrgico, de him-
7
Hijos de Benjamín, éstos: SaMú, hijo t a b a n al frente de los17 asuntos exteriores nos 1latréuticos.
0
de Mesul-lam, hijo de Yoed, hijo de Pe- de la casa de D i o s ; y Mattanyá, hijo Lista de sumos sacerdotes posteriores al cautiverio, sucesores de Yosadaq, padre de Yesúa
(cf. 1 C r 5,27-41).
1s
10 3l32
RENUNCIARÍAMOS: otros, «y dejaríamos inculta la tierra y sin reclamar cualquier d e u d lí EILGÁ : de esta familia—señala el P. Abel—procedía el Simón que tuvo conflicto con Onías III
• "" 37
3s HARINAS GRUESAS: O sémola; así cree probable, mejor q u e tTíü$a, Gesenius-Buhli (cf. 2 M a c 3,4].
22
DARÍO EL PERSA: e. d., Darío II] (336-331 a. C ) , destronado por Alejandro Magno.
11 3-19 Para esta primera lista cf. 1 Cr 9,3-171
M 4B
548 NEHEMÍAS 12 - NEHEMÍAS 12 « — 1 3 2* 549

hasta la época de Yojanán, hijo de Elya- la puerta de la Fuente, subieron derechos acción de gracias a Dios. 46 47 T o d o Is- cada día, y entregaban a los levitas las
sib. 2 4 Los jefes de los levitas eran Ja- por la escalinata de la ciudad de David, rael en tiempo de Zorobabel y en la época cosas consagradas p a r a ellos, y éstos las
sabyá, Serebyá, Yesúa, Ben " Qadmiel, y en la vía que sube hacia el m u r o , por cima de Nehemías d o n a b a a los cantores y los daban a los hijos de A a r ó n .
los hermanos de éstos estaban [colocados] de la casa de David, hasta llegar a la porteros las porciones correspondientes a
frente a ellos para alabar y celebrar a puerta del Agua, a oriente.
Yahveh conforme a l o preceptuado por 37
38 El segundo coro de cantores de lau-
David, hombre de Dios, respondiendo un des caminaba por la izquierda m , y yo iba
grupo al olio. 25 Mattanyá, Baqbuqyá, detrás de él con la otra mitad del pueblo, Eliminación de extranjeros. Segundo viaje de Nehemías
Obadyá, Mcsul-lam, Talmón, A q q u b , eran por cima de la muralla, sobrepasando la
porteros que montaban guardia en los al- torre de los H o r n o s y hasta la muralla IO 1
En aquel tiempo leyóse en el libro eran tenidos por personas fieles, y se les
macenes de provisiones de las puertas.
26
a n c h a ; 383(>y luego por cima de la puerta *• «* de Moisés en presencia del pueblo, encomendó el hacer las reparticiones p a r a
Estos vivían en los días de Joaquim, de Efraím, la puerta de la parte vieja, la y se halló escrito en él que los ammonitas
hijo de Yesúa, hijo de Y o s a d a q , y en tiem- sus hermanos.
puerta de los Peces, la torre de Jananel, y los moabitas n o debían penetrar jamás 14
¡Acuérdate de mí p o r esto, oh D i o s
po de Nehemías, el gobernador, y de Es- la torre M e a y hasta la puerta del G a n a d o en la c o m u n i d a d de D i o s , * 2 porque no
dras, el sacerdote y escriba. mío, y no borres [de tu memoria] las obras
Menor, deteniéndose en la puerta de la habían salido al encuentro de los israeli-
39 piadosas que yo hice en la casa de m i
27 En la dedicación de la muralla de Cárcel. * 4 o Los dos coros que entona- tas con pan y agua y habian alquilado a Dios y en su servicio!
Jerusalén m a n d a r o n a buscar a los levitas ban laudes se p a r a r o n en la casa de Dios, B a l a a m p a r a que los maldijese, a u n q u e 15
Por aquellos días observé en Judá
nuestro Dios trocara la maldición en ben- que había quienes pisaban los lagares en
dición. 3 Así, pues, c u a n d o oyeron la ley, sábado, acarreaban los haces y los car-
s e p a r a r o n de Israel a t o d o extranjero. gaban sobre los asnos, y también vino,
4
Antes de esto, el sacerdote Elyasib uva, higos y t o d a clase de transportes,
estaba colocado al frente de las cámaras a que traían a Jerusalén en día de s á b a d o ;
de la casa de nuestro Dios y era pariente y los 4 amonesté en la sazón en que ven-
de Tobías. 5 Y había preparado para éste dían los víveres. " ' También los tirios que
lina enmara grande donde antes se depo- habitaban en aquélla traían pescado y
sitaban las oblaciones, el incienso, los toda suerte de mercancías y las vendían
utensilios, los diezmos del cereal, del vino en sábado a los naturales de J u d á en "
y del aceite, cuanto estaba ordenado dar Jerusalén. ' 7 Entonces reprendí a los mag-
Músicos y coro saludan al rey Ummanxa. (Jeremías, o.c, fig.264.) a los levitas, los cantores y los porteros, nates de J u d á y les dije: «¿Qué significa
y la contribución debida a los sacerdotes. esta mala acción que realizáis, profanando
6
M a s c u a n d o ocurría todo esto, yo no el día del sábado? 18 ¿No hicieron así
de todos los lugares donde moraban para haciendo lo mismo yo, la mitad de los me hallaba en Jerusalén, porque el a ñ o vuestros padres, y nuestro Dios acarreó
hacerlos venir a Jerusalén a celebrar la prefectos que me acompañaban, 4 " 4 1 y los treinta y dos de Artajerjes, rey de Babi- toda esta desventura sobre nosotros y so-
dedicación con ' júbilo, con himnos de sacerdotes Elyaquim, Maaseyá, Minya- lonia, había ido al monarca. Mas al cabo bre esta ciudad? ¡Y vosotros aumentáis
alabanza y cánticos al son de címbalos, mín, Mikayá, Elyoenay, Zacarías, J a n a n - de alnún tiempo pedí permiso al rey 7 y el ardor de la cólera divina contra Israel
salterios y cítaras. 2 8 Congregáronse, pues, yá con las trompetas, 4 l 4 2 y Maaseyá, vine 11 .Urusalén, donde tuve conocimien- profanando el sábado!» i» Sucedió, pues,
los hijos [de Levís] cantores, de la región • Semayá, Elazar, Uzzí, Yehojanán, Mal- to del nial que había hecho lilyasib a fa- que en cuanto quedaron a oscuras los
circundante de Jerusalén, de las villas de kiyyá, Elam y Ezer. E hicieron oír sus vor de Tobías, preparándole una cámara portones de Jerusalén antes del sábado,
los netofatíes, 2 9 de Bet-Guilgal, de la voces los cantores, e Izrajyá era su di- en los atrios de la casa de Dios. 8 M e des- dispuse que se cerraran las puertas y or-
campiña de Gueba y Azmávet; pues ¡os rector. a g r a d ó m u c h o e hice arrojar fuera de la dené q u e n o fueran abiertas hasta p a s a d o
cantores habíanse construido villas alre- 42
43 En aquel día se ofrecieron impor- cámara t o d o el mobiliario de la casa de el sábado. Emplacé, asimismo, junto a las
dedor de Jerusalén. 30 Y los sacerdotes y tantes sacrificios y se regocijaron, pues Tobías, Q y m a n d é que purificasen el apo- puertas algunos de mis servidores para
los levitas se purificaron y purificaron al Dios habíales alegrado con grande júbilo, sento » e hice reintegrar allá los utensilios que ' n o entrase carga alguna en el día
pueblo, las puertas y la muralla. y también las mujeres y los niños se rego- de la casa de Dios, las oblaciones y el in- del s á b a d o . 20 En consecuencia, los mer-
31 caderes y vendedores de t o d a clase de
Después hice subir sobre la muralla cijaron, de suerte que la algazara de Jeru- cienso.
a los príncipes de Judá y formé dos gran- salén oíase desde lejos. 43 44 Además, aquel 10
mercancías hubieron de pasar la noche
des coros y procesiones de cantores de día se establecieron hombres inspectores Supe también que no se habían en- fuera de Jerusalén una o dos veces. 2 1 Y yo
laudes k , [de las que la una marchó] a la de las cámaras de las provisiones, las con- tregado las porciones de los levitas y que los amonesté y les dije: «¿Por qué per-
derecha por cima de la muralla, hacia la tribuciones en especie, las primicias y los los levitas y cantores que habían de rea- noctáis frente a la muralla? Si repetís el
puerta del Muladar; 32 y tras ella ' cami- diezmos, para recoger en ellas, del c a m p o lizar el servicio habian huido cada u n o a hecho, os echaré mano». Desde aquel m o -
naban Hosayá, la mitad de los príncipes su c a m p o . n Y reprendí a los prefectos y m e n t o n o vinieron más en sábado. 2 2 P o r
de las diversas ciudades, las porciones le-
de Judá, 33 y A z a d a s , Esdras, MesuMam, les dije: «¿Por qué ha sido a b a n d o n a d a otra parte, ordené a los levitas que se pu-
gales correspondientes a los sacerdotes y la casa de Dios?» Luego reuní a aquéllos
[34] Judá, Benjamín, Semayá, Jeremías, los levitas; pues Judá sentíase feliz de rificasen el día del sábado. ¡También por
í4
35 y ^ e l ° s hijos de los sacerdotes, con y los restablecí en su puesto. 12 Entonces esto acuérdate de mi, oh Dios mío, y ten
contemplar a los sacerdotes y los levitas t o d o Judá trajo a los cilleros la décima
trompetas, Zacarías, hijo de Yonatán, hi- en sus puestos. 44 45 Estos guardaron las piedad de mí conforme a la grandeza de
jo de Semayá, hijo de Mattanyá, hijo de del cereal, del vino y del aceite. 13 Y dis- tu misericordia!
observancias relativas a su Dios y las to- puse c se encargara de los almacenes de
Mikayá, hijo de Zakkur, hijo de Asaf, cantes a la purificación; y asimismo los
,5
35 y sus hermanos Semayá, Azarel, Mi- las provisiones Selemyá, el sacerdote; Sa- 23
cantores y los porteros, conforme a lo doq, el escriba, y Pedayá, u n o de los le- También por aquellos días vi a judío
lalay, Guilalay, Maay, Netanel, Judá, Ja- preceptuado por David, y " Salomón, su vitas, y c o m o adjuntos de éstos J a n á n , que se habian casado con mujeres asdo
naní, con los instrumentos músicos de hijo; 4 5 4 ( ) porque, ya en los días de David hijo de Z a k k u r , hijo de M a t t a n y á ; pues I ditas, ammonitas y moabitas, 2 4 y de s u
David, varón de Dios. Y Esdras, el escri- 0
y Asaf, desde antiguo, había jefes ° de hijos, la mitad hablaba asdodeo y no sa
ba, iba al frente de ellos. 3637 Llegados a los cantores y cánticos de alabanza y de

»»j9 PüíUTA D* LA PAKTE VIEJA: otros, la puerta Antigua o Vieja; cf. 3,6. nota. EN AQUEL TIEMPO: aludido en el verso último. Para los w . 1-3 cf. Dt 23,3-6.
2M1
850 NEHEMÍAS 1 3

bía hablar judío, o como una especie de contra nuestro Dios 28desposándoos con
lengua mixta de esos pueblos. * 25 Yo los mujeres extranjeras?» Y uno de los hi-
recriminé, los maldije e hice azotar a al- jos de Yoyadá, hijo del sumo sacerdote
gunos de ellos y arrancarles el cabello y Elyasib, era yerno de SanbaHat el joro-
los conjuré en el nombre de Dios: «¡No nita, y lo arrojé de mi lado. * 29 ¡Recuerda,
deis vuestras hijas a los hijos de aquéllos oh Dios mió, en contra de ellos las profa-
ni toméis las hijas de ellos para vuestros naciones del sacerdocio y del pacto del
hijos ni para vosotros mismos! 2Ó ¿No pecó sacerdocio y de los levitas!
30
por esto Salomón, rey de Israel? Aunque De este modo los purifiqué de todo
entre las muchas naciones no hubo rey lo extranjero y restablecí los distintos ser-
semejante a él y era amado de su Dios y vicios de los sacerdotes y 11los levitas, a
Dios habíale constituido soberano de todo cada uno en su ministerio, - y la ofrenda
Israel, también a él le indujeron a pecar de la leña en sus plazos determinados y la
las mujeres extranjeras. 27 ¿Tendremos, de las primicias. ¡Acuérdate de mi para
p -íes, que oir acerca de vosotros que co- bien, oh Dios mío!
me :éis toda esta gran maldad de prevaricar
24
COMO UNA ESPECIE DE LENGUA MIXTA: O bien, la lengua d e este o aquel pueblo.
28
U N O DE LOS HIJOS DE Y O Y A D Á . . . : tratariase de Manases, según refiere Yehudá ben Verga
en su Sébet Yehudá (p.86-87 d e la versión de F. Cantera). T O B I T

NOTAS CRITICAS
I. Eli problema literario
C A P . I : * add c m l t mss GS] b c G ' V (S); H sea, por favor, tu (neja atenta.
C A P . 2: * asi e. d., a mi cuidado c G V ] ' asi c ( ¡ ' (cf V ) ; H no habla yo estado] c asi c algs mss Los TEXTOS.—En la cuarta cueva de Qumrán, descubierta en septiembre de 1952,
G (cf K i t ) ; V murallas] d c mlt mss vers; H sing.
C A P . 3 : * H parece errp] b c Kit; H el] c c Kit; H eííos] " c m l t m s s ; H Jarhayá] c ins c S] el libro de Tobit está representado por tres mss.' uno en hebreo, en piel, y dos en ara-
' c algs mss G ' V ; H y frente a] ' c G í n ciertos códd (cf Kit); H j a ] * c V (cf G ) ; H en futuro] meo, de ellos uno en papiro y el otro en cuero. El texto de ambas recensiones hebrai-
1
c 2mss G"'S; H Baway] '-' H errp (cf Kit)] " H add he-jerah 'en el monte' (V)...; « d l c n o n n m s s ca y aramea—según comunicación de ]. T. Milik («Rev. Bibl.», 1956)—no es exac-
G en varios códd A» Kit]> c Kit; H él] m ins c i m s ] "- " prbl di (Kit)] ° c G ; H sing. Uui\cnle el mismo, pero los dos corresponden, de una manera general, a la recensión
C A P . 4 : a c pl mss vers; H plur] b así quizá o ins las espadas; H y las lanzas] c - c Kit trsp al
fin de v jo] d H add no (hay), di c vers] e H las aguas; cf nota 2 3 i7. littgit del 'i'nlríiis griego, lín Ionio ]>uedan utilizarse dichos hallazgos, disponemos
C A P . 5: a c Kit; H somos muchos] b H add nuestros campos y nuestras viñas (di c Kit)] c c G en de hasla nueve versiones antiguas del texto original, hebreo o arameo: la griega,
mlt códd (cf K i t ) ; H otros] " c Kit; H centésima] e c i m s VS; H gol), de ellos] e c V ; H después] las latinas, la aramea, la siríaca, la armenia, cuatro hebreas, la etiópica, la
f
c algs mss vers; H adquirimos.
C A P . 6: * C Q ° ' ; H ha-Kefarim, que algs interpretan Kéfir, n. propio] ""'' prps 1: diciendo; V : y copta y la arábiga. Las más importantes y directas son la griega y la Vulgata
Gossem dijo] c di c códd de G, cf 7 (Kit); otros vierten «y cosas semejantes»; V «Fropter q u a m latina. De la griega existen tres recensiones bastante diferentes, representadas por
causam...» y sigue c v 7] d c G en varios códd VS; H fortifica mis manos] e di (Kit)] * ins c G en los códices S (Sinaítico), B (Vaticano) y unos pocos cursivos. La Vulgata es versión
varios códd (cf Kit) VS.
C A P . 7: "-11 Kit anota q u e a fananí, mi hermano —ya Jananyd] b c G M ; H cerrarán] c lit y
de un texto arameo, hecha por San Jerónimo con notable celeridad, obra de un solo día.
hasta ellos presentes (e. d., de puesto), y prrps y cuando todavía el sol está (alto}] á V «y puse guar- ESTADO DE LOS TEXTOS.—Dos hechos llaman ¡a atención: la coincidencia sus-
das» ; cf Kit] •-• add anota K i t ] ' asi (él) c Kit; H ellos] « ins c V, cf Esd 2,66] »-'' prbl di c G (Kit],
C A P . 8: » ins C G ] b c G 9,48 V ; H y los levitas] ' c algs mss vers; H en la ley] "-" prps 1 <y p u - tancial de todos los textos y las innumerables discrepancias en lo accidental. Por
blicaron e hicieron correr». una parte, los elementos históricos y doctrinales son absolutamente idénticos en todos
C A P . O : » prps bendijeron] b Kit 1 c G 1 de gloria o c S de su gl.] « c G ' V ; H y excelso] " ins c G ] los textos: las mismas personas, los mismos acontecimientos, las mismas enseñamzas.
* A r «a el y», quizá mejor lectura] ' así c algs mss G ; H su rebeldía] ' c VS; H a la col] " c algs mss
vers; H y la ruta] ' H add y el país de; di c i m s G (Kit)] I 1 c m i t mss G en (Kit). Por otra parte, reina increíble variedad en los pormenores, añadidos, suprimidos, v
C A P . 1 1 : » c Kit cf N ú m 26,20; H el Siloní] b v 6 trsp ante v 5] e c G ' ; H después de él] *-" e r r p ; gran incertidumbre en los nombres de personas y de ciudades y en el cómputo de
p r p s guerreros valientes] e _ e c i m s i C r 9,10; H Y. hijo de Y.] ' c G ; H después de ellos] s c G ' V ; los años.
H el comienzo] h ins c Kit] ' ins c algs mss VS, vide nota 36.
C A P . 12: * c V ; H Guinnetov] " p r p s Adavá, cf H , 1 2 ; i C r 0,12] ° prps 1 Yojandn, cf v 22 s] EL PROBLEMA CRÍTICO.—Aun ciñéndonos a los más caracterizados y fidedignos,
* c G en varios códd (cf Kit); H Q Melihú, K Maluki] ' n o m exc] '"' prps de ¡<15 familias sacerdota- B, S, V, existen tres tipos de textos marcadamente distintos: el más breve de B y los
les] ' c pl mss; H sobre] " prps Binnuy] ' c G ' ; H y] ' ins G ' y «frt 1» (Kit)] k prps y la una dirigía-
Sí] ' c Kit; H ellos] a c Kit; H la parte opuestaO)] " ins c mlt mss vers] °-° Kit p r p 1 tAsaf (c i m s más largos de S y V (independientes y aun incoherentes entre sí). ¿Cuál de ellos
G S A ) . . . era el jefe de (c K G , frente a Q mlt mss V)». representa más fielmente el texto original? ¿Es B quien mutila el original amplio,
C A P . 13: • C Kit; H sing] " c G ' ; H plur] ' c G e n códd S (cf Kit)] " ins c i m s SArl • algs mss o son S y V los que amplifican e interpolan el original breve?
VSA; H y e n ] ' ins c algs mss G en códd VS.
Ante todo conviene recordar que B no por ser más breve es por ello más auténtico,
Ni la brevedad ni la longitud son criterios seguros de autenticidad. Esto supuesto,
existe un hecho en que no se ha reparado bastante. B tiene algunos pasajes (3,16;
9,6...) evidentemente abreviados y aun desprovistos de todo sentido razonable. Luego
los correspondientes textos más extensos de S y V son auténticos, no interpolaciones.
Inversamente, no menos evidentemente consta que a las veces S y V amplifican o
TOBIT 553
552 TOBIT
maravilloso, especialmente lo extraño de la acción maléfica atribuida al demonio
Asmodeo; 3) la supuesta dependencia de Tobit respecto de la fábula del sabio Ahicar.
interpolan. Luego el texto correspondiente de B, más breve, es el auténtico. Conse- La primera es inconsistente, como fundada únicamente en las alteraciones del
cuencia: tanto el texto breve como el largo pueden ser auténticos, según los casos. texto. No se ha probado, ni puede probarse, que las erratas de los textos existentes
Hay que buscar, por tanto, un criterio más seguro de autenticidad. Este criterio es fuesen errores del original. Las mismas divergencias de tales erratas son claro indi-
doble: documental y literario. cio de que no reproducen el texto primitivo.
CRITERIO DOCUMENTAL.—Dado el estado en que se conservan los textos, el cri- No es más sólida la segunda dificultad. La aparición y buenos servicios de un
terio documental no puede tener el mismo valor que posee, por ejemplo, en la crítica ángel no ofrecen para un crítico cristiano, en el caso de Rafael, mayor dificultad que
textual del N. T. Pueden servir como norma directiva tres casos más típicos, que la intervención del ángel que libró a Pedro de la cárcel (Act 12,7-10). La curación
podrían expresarse gráficamente asi: de las cataratas con la hiél del pez es del mismo orden que la del ciego de nacimiento
con el lodo y el agua de Siloé (fn 9,6-7). Y el caso de Asmodeo, si es algo extraño
— B + S Vulg. en el supuesto de la historicidad, resulta absurdo y contraproducente en la hipótesis
— BS + Vulg. d? una novela divinamente inspirada y destinada a la edificación.
— B Vulg. + S La tercera dificultad, basada en la dependencia respecto de la fábula de Ahicar,
flaquea por muchos conceptos. Primero: ¿es tan seguro que Ahicar sea un personaje
En el primer caso la coincidencia de dos testigos independientes a favor de la va- fabuloso? Los papiros árameos de Elefantina del siglo V a. de C, recientemente
riante más extensa suele ser garantía más o menos segura de autenticidad. Al^contra- descubiertos, permiten suponer un fondo de verdad histórica en lo que se refiere de
rio, en los otros dos casos la coincidencia de dos contra uno es un precedente a favor Ahicar. Segundo: ¿es cierto que Tobit dependa de Ahicar? Si tal dependencia exis-
de la variante más breve, si bien en proporción diferente, dado que la independencia tiera, se descubriría principalmente en las sentencias. Ahora bien, entre los varios
de B y S es mucho menor que la que hay entre B y V. Para completar el testimonio centenares de sentencias atribuidas al sabio Ahicar, cinco solamente muestran alguna
documental no pocas veces será necesario o prudente oir también a los otros testigos. afinidad, y bastante remota o problemática, con los consejos de Tobit. (Cf. ÑAU,
CRITERIO LITERARIO.—En los pasajes seguramente auténticos resaltan dos ras- Histoire et Sagesse d'Ahicar l'Assyrien, p.58.) Véase un ejemplo, el más ca-
gos característicos: la espontaneidad primitiva del estilo y el paralelismo rítmico. racterístico:
El estilo es popular, ingenuo, fresco, viviente, con cierta fluidez o profusión algo
DICE AHICAR: DICE TOBIT:
verbosa. Ajenas y aun contrarias a tal estilo son las expresiones cultas, abstractas,
rebuscadas, esquemáticas. El paralelismo, análogo al de los Salmos y de los libros Hijo mío, Lo que tú no quisieras r
sapienciales, se halla en las plegarias o cánticos y en los consejos morales. lo que te parece malo, q u e otro te haga,
Ambos rasgos pueden servir de criterio, a veces segurísimo, para discernir la auten- no has de hacerlo a tu vecino. mira no lo hagas jamás a otro.
ticidad de las variantes más largas. En cuanto al estilo, si la variante más extensa
es de índole popular y se contrapone a una expresión esquemática o abstracta, puede Lo que en Ahicar es consejo genérico de no hacer mal al vecino, es en Tobit la Regla
generalmente considerarse como auténtica. En cuanto al paralelismo, si la variante de oro (cf. Mi 7,12; Le 6,31). Tercero: ¿son auténticas u originales todas las men-
más larga se hace necesaria para restablecerlo o -redondearlo, puede también acep- ciones ¡le Ahicar en Tobit? Fuera de una (11,19), la más anodina, que se puede dar
tarse como original. como auténtica, otras dos no sonya tan seguras (1,22-23; 2<10)> y ' í l última (14,10),
precisamente la más comprometedora, tiene todos los visos de interpolación tardía.
SOLUCIÓN PRUDENCIAL.—Se ha tomado como base de la versión el texto más En conclusión, si no subsisten estas dificultades, no se tienen los argumentos só-
corto de B, porque generalmente es seguro, en el sentido de que nada le sobra; pero lidos, indispensables para poner en duda la historicidad de Tobit.
constando, por otra parte, que algo le falta, se le ha acoplado de un modo orgánico
las adiciones de S (encerradas entre corchetes [ ]) y las de la V (en letras cursivas). A FAVOR DE LA HISTORICIDAD.—Poderosas razones positivas la garantizan:
Semejante procedimiento, al paso que colma las lagunas de B, permite apreciar las 1) El libro tiene todo el aspecto de una verdadera historia. Tantos pormenores como
características de los diferentes textos. Era preferible tener el texto íntegro, aunque se acumulan, personales, históricos, geográficos, cronológicos, dan como la sensación
con alguna glosa, que exponerse a dar un texto mutilado. de realidad histórica. 2) Esta historicidad está corroborada por toda la antigüedad
cristiana, que consideró siempre como reales los hechos narrados en el libro de Tobit,
3) Concuerda con la sagrada liturgia. Toda la razón de ser de la fiesta del arcángel
Rafael es la realidad histórica de los hechos narrados en Tobit. 4) La gran antigüe-
II. El problema histórico dad de los papiros árameos de Elefantina, cuyo arquetipo u original remonta fácil-
mente al s. VI a. d. C , dificulta enormemente la ficción literaria sobre hechos casi
¿El libro de Tobit es propiamente una historia, o bien una novela ejemplar, o, contemporáneos. 5) Restablecidos o corregidos unos pocos nombres, alterados en
entre los dos extremos, una novela histórica? Los antiguos no dudaron siquiera de las versiones, es sorprendente la exactitud histórica de los hechos que se narran, con-
la historicidad del libro. Entre los modernos, muchos protestantes y algunos católicos frontados con lo que sabemos tanto de la historia de Israel como de ¡a historia de
lo consideran como una ficción literaria con escasos (o nulos) elementos históricos. Asiría. 6) La misma moralidad, inculcada en el libro, resulta inconsistente si los
ESTADO DE LA CUESTIÓN.—LO precisa admirablemente el decreto de la Comisión hechos en que se encarna son puras ficciones.
Bíblica de 23 de junio de 1905 (Denz. ig8o). Conforme a él, habrá que considerar
como estrictamente histórico el libro de Tobit si no se demuestra con sólidos argu-
mentos que la intención del hagiógrafo fue escribir una novela ejemplar. ¿Existen
estos sólidos argumentos?
DIFICULTADES CONTRA LA HISTORICIDAD.—Tres se han hecho valer principal-
mente contra el carácter histórico del libro de Tobit: 1) los numerosos errores histó-
ricos, geográficos, cronológicos..., incompatibles con una historia; 2) el elemento
554 TOBIT I 1 " 18 TOBIT l 1 6
—2 1 0
555
de él; y los caminos de la Media queda- de los de Nínive y m e denunció al rey
I. El j u s t o a t r i b u l a d o ron inseguros, y ya n o pude viajar a la sobre que yo los sepultaba; y m e escon-
Media. * dí. Y enterado yo de que era buscado
W Y en los días de Senaquerib iba yo para la muerte, atemorizado, m e fugué.
Genealogía, patria y cautividad. E n Israel y en Nínive cada día por toda mi parentela y los con- 2° Y fueron arrebatados todos mis habe-
1 solaba, y repartía a cada cual de mis res, y no se me dejó nada [que no fuese
Libro de los hechos de Tobit, el de frutos [de los árboles] lo d a b a a los hijos
I Tobiel, el de Hananiel, el de Aduel, de Leví, que ministran en Jerusalén. Y el
haberes, según podía, y hacía limosnas a
mis hermanos [de mi linaje];* 1 7 daba
t o m a d o para el fisco], fuera de Ana, mi
mujer, y Tobías, mi hijo. Y permanecí
el de Gabael, del linaje de Asiel, de la segundo diezmo vendíalo, e iba y lo gas- mis panes a los hambrientos y mis vesti- oculto, porque muchos me querían bien.
tribu de Neftalí, * 2 el cual en los días de taba en Jerusalén cada año. * 8 Y el ter- dos a los desnudos; y si a alguno de 21 Y no transcurrieron cincuenta días an-
Enemesar, el rey de los asirios, fue llevado cer diezmo lo daba [a los huérfanos y a mi linaje veía muerto y echado tras la tes que le m a t a r a n sus dos hijos, que h u -
cautivo de Tisbe, que está a la derecha de las viudas y a los prosélitos agregados a muralla de Nínive, sepultábalo, l 8 Y si yeron a los montes de Ararat. Y reinó
Cades de Neftalí, en la Galilea [supe- los hijos de Israel; recogíalo y se lo daba a alguno m a t a b a Senaquerib el rey, Ásaradón, su hijo, en su lugar. Y cons-
rior], más arriba de Aser, [detrás del ca- cada tercer a ñ o , y lo comíamos, según c u a n d o vino huyendo de la Judea [en tituyó a Ahicar el hijo de Anael, mi her-
m i n o de poniente, a la izquierda de Se- lo ordenado en la ley de Moisés y] según los días del juicio que hizo de él el Rey m a n o , sobre t o d a la contaduría de su
fet). * las recomendaciones que había dejado del cielo por las blasfemias que había reino, y [él tenía la autoridad] sobre t o d a
3
Y o , Tobit, caminaba por los caminos Débora, la m a d r e de [Hananiel] nuestro proferido], sepultábalos secretamente. Por- su administración. * 2 2 E intercedió Ahi-
de la verdad y de la justicia todos los días p a d r e ; pues había yo q u e d a d o huérfano que a muchos [de los hijos de Israel] car por mí, y bajé a Nínive. Ahicar había
de mi vida, e hice m u c h a s limosnas a mis de mi padre. 9 Y cuando me hice h o m - m a t ó en su despecho; [y yo escondía sido [el jefe de los] coperos y guardase-
h e r m a n o s y a los de mi raza que habían bre, tomé por mujer a Ana, del linaje de sus cuerpos y los sepultaba]; y fueron llos y administrador y contador [en tiem-
ido conmigo [a la cautividad] al país de nuestra parentela, y engendré de ella [un buscados p o r el rey Senaquerib sus cuer- po de Senaquerib], y le constituyó Asa-
los asirios, a Nínive. •* Y c u a n d o estaba hijo, y le puse por nombre] T o b í a s ; al pos, y no fueron hallados. * 19 Y fue uno r a d ó n por segunda vez. E r a sobrino mío.
en m i país, en la tierra de Israel, siendo cual desde su infancia enseñé a temer a
yo adolescente, toda l a , t r i b u de Neftalí, Dios y abstenerse de todo pecado.
m i padre, había apostatado de la casa [de !" Y c u a n d o fui llevado cautivo a N í - Ceguera ultrajada
David] y de Jerusalén, la [ciudad] esco- nive, todos mis h e r m a n o s y los de m i
gida de entre todas las tribus de Israel linaje comían de los panes de los genti- 1 C u a n d o [en tiempo de Ásaradón] en lamentación». Y lloré. 1 Y c u a n d o se
p a r a que todas las tribus sacrificasen; y
fue santificado [en ella] el santuario de la
les; " mas yo guardé mi alma de comer
[de los manjares gentílicos], i 2 p u e s m e
2 bajé a mi casa y se me restituyó A n a . puso el sol, fui luego y, cavando u n a fosa,
lo sepulté. 8 Y los vecinos se [me] burla-
m i mujer, y Tobías, m i hijo, en [nuestra]
m o r a d a del Altísimo, y fue edificado para acordaba de Dios con t o d a mi alma. fiesta de Pentecostés, que es la fiesta santa ban diciendo: «Todavía n o tiene miedo,
13
todas las edades del m u n d o . Y [me] dio el Altísimo favor y presti- de las siete semanas, se m e preparó una [después que ya se le h a buscado para]
5
Y todas las tribus que a una habían gio ante Enemesar, y era yo su procura- buena comida, y me recosté p a r a comer. * ser m a t a d o p o r esa faena; y tuvo que
apostatado sacrificaban al becerro de dor. Y me dio facultad de ir a donde 2
Y me fueron presentados muchos man- escapar, y hete aqui que otra vez sepulta
oro, [que había hecho Jeroboam, el rey quisiera, con libertad de hacer cuanto que- jares. Y dije a [Tobías] mi hijo: — A n d a . los muertos». Mas yo, temiendo a Dios
de Israel, sobre todos los montes de la ría. Y me dirigía a todos los que estaban y a ciuicn encontrares de nuestros herma- más que al rev, arrebataba los cadáveres
Galilea]. Y también la casa de Neftalí en cautividad, y les daba avisos saluda- nos |los cautivos ninivilas] necesitado, que de los asesinados, los escondía en mi casa
m i padre. 6 Y yo solo iba frecuentemen- bles. * 14 Y m e iba a la Media [y hacía se acuerda del Señor, tráete acá, [y come- v entrada la noche los sepultaba. 9 Y en la
te a Jerusalén al templo del Señor por las compras p a r a él hasta que murió]. rá juntamente c o n m i g o ] . Y mira que te misma noche di c a b o a la sepultura, y
las fiestas, según está prescrito a todo Is- Y viniendo a Rages de la Media, c o m o aguardo, [hijo, hasta que vuelvas. volviendo a mi casa fatigado, m e eché a
rael por m a n d a m i e n t o eterno, llevando las viese necesitado a Gabaelo el h e r m a n o 3 Y fue Tobías a buscar algún pobre dormir, t o d o sucio, junto al m u r o del
primicias y los diezmos de los frutos y de Gabrías, que era de m i tribu, le entre- de nuestros hermanos]. Y vuelto diio: patio; y mi cara a u e d a b a descubierta [a
las primicias del esquileo [de las ovejas], gué en depósito, bajo recibo firmado de — P a d r e . [Y le diie: — H e m e aauí, hijo. causa del calor]. io Y n o sabía yo que
7
y las d a b a a los sacerdotes hijos de su m a n o , diez talentos de plata en sa- Y respondiendo dijo: — P a d r e , mira], u n o había u n o s pájaros en el m u r o [encima
A a r ó n para el altar. Y el diezmo [del quillos, fruto de los honorarios que yo de nuestro linaje [ha sido asesinado] y de m í ] ; y estando mis ojos abiertos, los
trigo, y del vino, y del aceite, y de los zu- recibía del rey. * 15 Y c u a n d o murió Ene- está tirado en la plaza estrangulado. pájaros dejaron caer estiércol caliente s o -
maques, y de los higos, y] de los demás mesar reinó Senaquerib, su hijo, en lugar 4
Y saltando antes de p r o b a r b o c a d o bre mis ojos, y se roe formaron cataratas
lo llevé [de la plaza] a u n a casa, hasta que en los otos. Y acudí a los médicos [para
1 ! No es seguro que los cuatro nombres, TOBIEL, HANANIEL, ÁDUEL, GABAEL, sean auténti- se puso el sol. 5 Y t o r n a n d o me lavé, y ser c u r a d o ; y c u a n t o más me ungían con
• eos. || Para mejor orientarse podrá ser útil la siguiente cronología adoptada como probable comía mi pan con tristeza. 6 Y recordé la sus medicamentos, t a n t o más se cegaban
por el P. R. Galdos (Comment. in lib. Tobit, p.308): profecía de A m o s [sobre Betel], según mis ojos]. Y no me aprovecharon, [y es-
Nacimiento de Tobit, hacia 735 Ceguera 679 (?) que dijo (8,10): «Se t o r n a r á n vuestras tuve imposibilitado de los ojos c u a t r o
Cautividad, después de 721 Matrimonio de Tobías 675 (?) fiestas en duelo y todos vuestros cantares años. Y todos mis h e r m a n o s se entriste-
Nace Tobías hacia 6Q8 Recobra la vista Tobit 675 (?)
Fuga de Nínive 680 Muere Tobit 633 (?) DIEZ TALENTOS: el talento de plata, suponiendo que pesaba 43,65 kilogramos, equivalía a 8.730 pe-
Vuelta a Nínive 680 Muere Tobías hacia ,. 599 setas. Los diez talentos eran, por tanto, 87.300 pesetas. Cantidad respetable para aquellos tiempos.
2 15
ENEMESAR: es el rey asirio Sargón (721-705). Según competentes asíriólogos, Enemesar Los CAMINOS... INSEGUROS: por la rebelión de los medos contra Senaquerib. Este detalle,
(o Henemessar) corresponde al asirio Kinu-ma-sar, que es la inversión de Sarru-kinu o Sar-gón. || tan conforme a la realidad, es uno de los muchos indicios de historicidad.
TISBE: nombre incierto. W A LA DERECHA: es lo mismo que al S. II ASER: llamada también Asor. j] !6
18
SENAQUERIB: los códices B y S leen equivocadamente Enemesar.
SEFET O Safed: ciudad al O. del Jordán, casi a igual distancia de los dos lagos Hule (.0 Merom) HUYENDO...: cf. 4 Re 19,35-37; 2 Cr 32.21-22: Ts 37,36-38.
21-22
al N. y Genesaret al S. Safed parece ser la ciudad puesta sobre el monte aludida por el divino Maes- Es el primero de los cuatro pasajes en que se menciona a Ahicar. Aunque ausente de V,
tro (Mt 5.14)- parece auténtico. Ahicar, ministro de Senaquerib, fue depuesto y condenado a muerte por una
7 $ calumnia del propio sobrino Nadan. Salvado providencialmente, fue restituido a su primitivo
" LAS DABA: se refiere a las primicias. H EL DIEZMO: era el llamado primero, que se daba a
los levitas. El SEGUNDO destinábase a los banquetes sagrados que debían celebrarse en el recinto cargo por Ásaradón.
del 13
templo. El TERCERO era llamado diezmo de los pobres.
PROCURADOR: más literalmente, comprador.
14
RAGES: al E. y a poca distancia de Teherán. || E N DEPÓSITO: aquí equivale a préstanio. || 2 !
ISE ME RESTITUYÓ: el texto parece[estar alterado, Cf. 1,19.
10
556 TOBIT 2 "—3 TOBIT 3 " " i r 557
cían p o r mí]. M a s Ahicar me m a n t u v o a ella] y le dije: —¿De dónde este cabrito? ses»; y precipitaré la ancianidad [de mi • mus perseverando en oración, con lágrimas
[dos años] hasta que se fue a la Eli- ¿Es tal vez hurtado? Restituyelo a los padre] con dolor a la región de los muer-1 rtiuaba a Dios que la librase de semejante
maida. * amos, pues no [nos] es lícito comer cosa tos. [Mejor me está no ahorcarme, sino aprolño.* " Y al tercer día, al acabar su
11
Y [por aquel tiempo] mi mujer Ana hurtada. 14 Ella dijo: —Regalo es que se pedir al Señor que me muera y no oiga ya anuían, [extendiendo las manos] hacia la
trabajaba en [labores] femeniles; 12 y las rae ha dado encima del salario. Y yo no más escarnios en mi vida.] Por tres días] parte de la veniana, bendijo a Dios, di-
m a n d a b a a [sus] amos, [y le pagaban el la creía, y decía que se restituyese a los y tres noches se estuvo sin comer ni beber; ¡ ciendo:
salario. Y el día séptimo del mes Distro a m o s ; y me enfadaba [por esto] con ella.
cortó la tela y la m a n d ó a los amos], y Ella, replicando, me dijo: —¿Dónde están Bendito eres, Señor, Dios mío [misericordioso],
ellos a su vez le pagaron [todo] el salario, tus limosnas? ¿Y [dónde están] tus justi- y bendito tu nombre, santo y glorioso, por los siglos;
sobreañadiendo el regalo de un cabrito cias? Mira, todas tus cosas se han puesto bendígante todas tus obras para siempre,
[para la mesa], * , 3 C u a n d o entró en mi al descubierto. Y con estas y otras seme- ¡oh Dios de nuestros padres!;
casa [el cabrito] se puso a balar; [y llamé jantes palabras m e zahería. que en medio de tu ira haces misericordia
y al tiempo de la tribulación perdonas los pecados a los que te invocan.
12
Y ahora, Señor, a ti vuelvo mi rostro,
Oración de Tobit. C u i t a y p l e g a r i a de Sara a ti dirijo mis ojos.
1
13 Pido, Señor, que me desates del lazo de este oprobio
3 Y [sobremanera] entristecido [en el alma], me eché a llorar, y comencé a orar
con gemidos diciendo:
o a lo menos que me saques de la tierra.
14
Tú sabes, Señor, que nunca codicié varón.
y que guardé limpia mi alma de toda concupiscencia;
2 15
Justo eres; Señor, y todas tus obras [son justas], y que no manché mi n o m b r e ni el nombre de mi p a d r e
y todos tus caminos misericordia y verdad, en la tierra de mi cautividad.
y juicio veraz y justo juzgas tú por siempre jamás. Nunca me junté con gente dada a diversiones
3 [Y ahora, Señor], acuérdate de mí, y mírame, ni entré a la parte con personas livianas.
y no te vengues de mí por mis pecados Consentí en tomar marido
y p o r mis ignorancias y las de mis padres, con temor tuyo, no por sensualidad.
que pecaron en tu acatamiento. Y, o yo fui indigna de ellos,
4
Por cuanto desoyeron tus mandamientos, . o ellos tal vez no fueron dignos de mí,
p o r esto nos entregaste a la rapiña y cautiverio y muerte pues quizás me reservaste para otro esposo,
y [como] padrón y habladuría y escarnio que no está en manos del hombre su consejo.
en todas las naciones en que nos dispersaste. Unigénita soy para mi padre,
5
Y ahora grandes son tus juicios, verdaderos, ni tiene él [otro] hijo que le herede,
p a r a hacer conmigo p o r mis pecados y los de mis padres, ni pariente cercano ni que tenga hijo,
p o r cuanto n o o b r a m o s tus mandamientos, para que yo m e reserve para ser su mujer.
pues no anduvimos en verdad en tu presencia. Ya para mí perecieron siete:
6 Y a h o r a haz conmigo según tu beneplácito; ¿qué ventaja me trae vivir [másl?
dígnate recoger en paz mi espíritu, Y si no te place enviarme la muerte,
para que sea desatado de sobre la h a z de la tierra dígnate mirarme y apiadarte de mi,
y m e convierta en polvo; y que no tenga yo que oir ya más escarnio.
pues me aprovecha morir [antes] que vivir; Y esto sabe de cierto todo el que te venera,
p o r q u e oí escarnios mentirosos, que su vida, si fuere probada, será coronada;
y es m u c h a dentro de mí la tristeza. y si se hallare en tribulación, será librado;
Ordena, [Señor], sea yo desatado ya de la necesidad, y si fuere castigado, podrá alcanzar tu misericordia.
[déjame que vaya] a la m o r a d a eterna; Que no te huelgas con nuestros estragos;
[y] n o desvíes tu rostro de mí. pues tras la tempestad das la bonanza
7
y tras las lágrimas y el llanto infundes gozo.
El mismo día aconteció a Sara la hija qué razón nos azotas [a causa de tus m a - Sea tu nombre, ¡oh Dios de Israel!,
de Ragüel, en Ecbátana de la Media, que ridos] porque murieron? Vete con ellos; bendito por todos los siglos.
también ella fue escarnecida por [una de] no veamos hijo tuyo ni hija p o r siempre
las criadas de su padre, 8 porque había jamás, matadora de tus maridos. ¿Por 16
Y [en un mismo tiempo] fue escu- le p o r mujer a Tobías e! hijo de Tobit y
sido d a d a a siete maridos, y Asmodeo, el ventura quieres también matarme a mi, chada la oración de ambos en el acata- para atar a A s m o d e o , el demonio malo,
demonio malo, los m a t ó antes de cohabi- como mataste ya a siete maridos? miento de la gloria del gran [Dios]. 17 Y por cuanto a Tobías le correspondía here-
10
tar con ella según [está prescrito] a las Oído esto, se entristeció en extremo fue enviado Rafael para remediar a los darla [con preferencia a todos los que que-
mujeres. Como reprendiese, pues, a la [y se echó a llorar; y subiendo a la azotea dos, cuyas oraciones fueron presentadas a rían tomarla]. En un m i s m o tiempo vol-
criada por su culpa, respondióle ella: de su padre, quiso] ahorcarse. M a s vol- un mismo tiempo en el acatamiento del viendo Tobit [del patio], e n t r ó en su ca-
—¿Has perdido el juicio, que ahogas a viendo sobre sí dijo: N o sea que afrente Señor: a Tobit, para sacarle las cataratas sa, y Sara la de Ragüel bajó d e su azo-
tus maridos? Y a siete tuviste, y ni de u n o a mi padre y le digan: « U n a sola hija que- [de los ojos y que viese con los ojos la luz tea. *
solo de ellos llevaste el n o m b r e . * 9 ¿Por rida tenía, y ésta se ahorcó p o r los reve- de D i o s ] ; y a Sara la de Ragüel, para dar-
10
Quiso AHORCARSE: fue un primer impulso, al cual pronto resistió. Por lo demás, este rasgo no
10
se lee en V.
17
PÁJAROS: según V. eran golondrinas. \\ La adición de V (2,12-18) no parece auténtica. A TOPIT...: tampoco este final se halla en V,
12
DISTRO: es el mes duodécimo o Adar, correspondiente a febn
brero-marzo.
8
Dios permitió que ASMODEO matase a estos SIETE MARIDOS porque se llegabancon ánirflQ
impuro a la doncella, la cual, por otra parte, Dios tenía reservada a marido más digno,
TOBIT 4 1 S — 5 2 559
558 TOBIT 4 1 - 1 8
y fueron bendecidos en sus hijos,
y su posteridad heredará la tierra.
Consejo y encargo de Tobit a Tobías 13
Y ahora, hijo, ama a tus hermanos,
y n o menosprecies altivamente en tu corazón a tus hermanos
á 1 Aquel día acordóse Tobit de la pla- m a n d é la m u e r t e ; ¿por qué n o llamo a y a los hijos e hijas de tu pueblo,
™ ta que había entregado en depósito Tobías, mi hijo, y le doy cuenta [acerca desdeñándote de t o m a r para ti mujer de entre ellos,.
a Gabaelo en Ragcs de la Media, 2 y pen- de esta plata] antes de morirme? 3 Y lla- No consientas que jamás la soberbia
sando ser escuchada su petición de morir- m ó [a Tobías, su hijo, y éste vino a él, y le] domine en tus sentimientos ni en tus palabras;
se, dijo en su corazón: H e aquí que de- dijo: p o r q u e en la soberbia hay ruina e inestabilidad;
y de ella tomó origen todo desastre;
Oye, hijo mío, las palabras de mi boca y en el fausto hay mengua e indigencia grande;
y asiéntalas como cimiento en tu corazón. p o r q u e el fausto es m a d r e del hambre.
C u a n d o Dios recibiere mi alma, 14
A t o d o el que trabajare en tu provecho
sepulta mi cuerpo honrosamente. págale al instante su salario;
A tu madre no la menosprecies, y el salario del jornalero no pernocte en tu p o d e n
hónrala [y no la desampares] Y si tú trabajares en servicio de Dios,
en todos los días de tu vida. te será pagado tu jornal.
H a z lo que sea grato a sus ojos Ten ojo sobre ti, hijo, en todas tus obras,
y no contristes [su espíritu en cosa alguna]. * y muéstrate bien criado en toda tu conducta.
4
Pues debes acordarte, hijo, 15 L o que detestas que haga otro contigo,
que p o r ti pasó muchos peligros en su seno. mira n o lo hagas tú nunca con otro.
Y c u a n d o también ella cumpliere el tiempo de su vida, Vino no le bebas hasta la embriaguez,
sepúltala junto a mí en u n mismo sepulcro. ni te a c o m p a ñ e la embriaguez en tu caminó.
5
T o d o s los días de tu vida, hijo, U C o m e tu p a n con los hambrientos y necesitados,
ten presente al Señor D i o s nuestro; y con tus vestidos cubre a los desnudos.
y guárdate no consientas jamás en el pecado D e todo lo que te sobrare, haz limosna,
ni traspases los preceptos del Señor Dios nuestro. y en el hacerla no sienta envidia tu ojo.
O b r a justicia todos los días de tu vida, n P a r t e tus panes y vierte t u vino entre los justos,
y no andes por los caminos de la injusticia; y n o comas ni bebas de ello c o n los pecadores. *
6 porque, o b r a n d o tú la verdad, 18 Busca siempre consejo del h o m b r e prudente,
lograrás prosperidad en tus obras. y n o menosprecies jamás consejo provechoso.
' Y a todos los que obran la justicia, 19 Y en toda sazón bendice al Señor Dios,
de tus haberes haz limosnas; y pídele que enderece tus caminos:
y no sienta envidia tu ojo y todos sus desigrxos estriben en El para que prosperen.
cuando hicieres la limosna. Pues los pueblos están todos faltos de consejo,
Y no desvíes tu rostro de pobre alguno, mas el Señor es quien da [el buen consejo y] todo lo b u e n o ;
y con ello no se desviará de ti el rostro del Señor. y a quien quiere, humilla, según le place,
8
Según pudieres, sé misericordioso; y le h u n d e hasta el profundo del inlierno.
y conforme tuvieres, haz de ello limosna. Y ahora, hijo, guarda en tu memoria mis preceptos
Si m u c h o tuvieres, da en a b u n d a n c i a ; y n o se borren de tu corazón.
si poco, aun de eso poco da liberaimente.
9
Pues con ello te atesoras un buen caudal 20 Y ahora, hijo mío, te h a g o saber que, plata y le restituyas el recibo. 2 1 Y no te-
para el día de la necesidad. siendo tú muy niño todavía, entregué en mas, hijo, p o r q u e empobrecimos. Tienes
10 Pues la limosna libra del pecado y de la muerte depósito diez talentos de plata a Gabaelo muchos [bienes] si temieres a D i o s y [hu-
y n o deja que el alma entre en las tinieblas. el de Gabrias en Rages, ciudad de la Me- yeres] de todo pecado e hicieres lo que es
11
G r a n confianza en el acatamiento del Altísimo dia, y guardo en mi poder el recibo de su grato en el acatamiento [del Señor D i o s
dará la limosna a todos los que la hacen. mano. Por tanto, busca manera como va- tuyo].
2
' G u á r d a t e , hijo, de toda fornicación, yas a él y cobres la sobredicha cantidad de
y fuera de tu mujer no conozcas otra criminalmente.
T o m a ante t o d o mujer del linaje de tus padres;
n o tomes mujer extraña, II. Lia m e d i c i n a d e Dios
que no sea de la tribu de tu p a d r e ;
pues hijos somos de profetas:
Noé, A b r a h a m , Isaac, Jacob,
Parte Tobías. El ángel Ralael, compañero de viaje
nuestros padres desde tiempos antiguos.
1 [Entonces] respondiendo Tobías, di- ¿cómo podré cobrar [de él] la plata, [cuan-
Acuérdate, hijo, que éstos todos
t o m a r o n mujeres de entre sus hermanos,
5 jo [a Tobit su padre]: T o d o cuanto do ni él me conoce a mí] ni yo le conozco
m e has m a n d a d o lo haré, p a d r e ; 2 m a s a él? [¿Qué señal le daré p a r a que me reco-
A 3 " 1 9 Estos bellísimos consejos son como el testamento espiritual de Tobit a Tobías. Tías
* una breve introducción (3) le recomienda la piedad para con los pobres (3-4) y para con Dios i ' Se reproduce sustancialmente la variante del códice Recíñeme, que parece auténtica. G y
(5-6), la limosna generosa (7-11) y la fidelidad conyugal (12-13). Siguen unos consejos más breves V leen: Derrama tus panes y tu vino sobre la sepultura del justo. En esta forma se halla en el cód. C
sobre la humildad (13), la justicia y la discreción (14), la Regla de oro de la caridad y la temphnza (ig). de la versión siríaca de la Sabiduría de Ahicay y en otras versiones, mas no en todas. En el supuesto
Después de insistir nuevamente sobre la limosna (16-17), recomienda la prudencia en pedir con- de que fuese auténtica, podría interpretarse en el sentido de la versión arábiga publicada por SAL-
sejo (18) y la piedad para con Dios (19). La breve conclusión es un eco de la introducción. La se- HANI : «Hijo mío, derrama tu vino sobre las tumbas de los hombres piadosos antes que beberle con
mejanza de estos consejos con las sentencias de la, Subidmía de Ahitar es muy reducida y remota, hombres malos y vulgares» (ÑAU, O.C, p.159-160).
y la dependencia literaria, rauy insegura,.
560 ÍOSÍT 5 s-lf TOBIT 5 1 8 — S 1 5 561
nozca, y m e crea, y me ció la plata? Ade- ven la luz; viviendo, estoy entre los muer- Y le dijo T o b i t : Vete con salud.] Y salie- tro hijo. 2Í) Pues una vez que el Señor nos
más, los caminos que van a ia Media no tos; la voz oigo de los hombres, mas a r o n a m b o s para marchar. Y el perro del concede vivir, esto nos basta. li Y díjole
los conozco para ir allá. J Entonces, res- ellos no los veo. Y le dijo: Buen ánimo, m u c h a c h o se fue con ellos. Tobit: Deja ese lenguaje, h e r m a n a ; [sano
18
pondiendo Tobit, dijo a Tobías su hijo]: cerca está en los designios de Dios tu cu- Se puso a llorar Ana, su madre, y se irá nuestro hijo, y] sano volverá. Y tus
Tengo en mi poder su recibo, el cual como ración, buen ánimo. Y le dijo T o b i t : T o - dijo a T o b i t : ¿Por qué enviaste a nuestro ojos lo verán. 21 N o temas p o r ellos; por-
tú le muestres, luego te restituirá el dinero. bías, mi hijo, quiere ir a Rages, ciudad de hijo? ¿No es él el báculo de nuestra m a n o , que un ángel bueno lo a c o m p a ñ a en el
Y ahora han pasado ya veinte años desde la Media, a Gabaelo; ¿podrías ir con él e n t r a n d o y saliendo en nuestra presencia? camino, y será feliz su viaje, y tornará
que entregué en depósito esta plata. Y le y guiarle? Y cuando vuelvas te daré tu sa- 1 9 Dinero y más dinero... N o haya tal, sano. 2J Y. cesó de llorar.
entregó el recibo y le dijo: [Y ahora, hi- lario, h e r m a n o . Y le dijo: Yo le llevaré antes vayase al traste a trueque de nues-
jo,] búscate un h o m b r e [fiel] que vaya y le devolveré. Sé todos los caminos, y
contigo, y le daré el salario [hasta que muchas veces fui a la Media y atravesé
vuelvas]. Mientras yo vivo, vete allá y sus llanuras, y conozco los montes y to- El pez. Propuestas de matrimonio con Sara
cobra [de él esta] plata. * dos sus caminos.) n Y le dijo T o b i t : Her- 1
Ellos, a n d a n d o su camino, llegaron hiél es para ungir [los ojos] del h o m b r e
4
Y se fue a buscar un h o m b r e [que via-
jara con él a la Media y fuera práctico en
m a n o , ¿de qué tribu y de qué parentela
eres lú? Indícamelo. 12 Y le dijo: ¿Buscas
6 al atardecer al río Tigris, y acampa- que tenga cataratas en los ojos, y quedará
los caminos]. Y halló un joven gallardo tú tribu o parentela o más Hen un asala- ron allí. * 2 El muchacho bajó a bañarse curado. *
10
[los pies en el río THrís], y saltó del río un Así que [entraron en la Media y]
de fie, ceñido y como dispuesto a empren- riado que viaje con tu hijo? Y le dijo T o -
der un camino. Y no sabiendo que fuese un bit: Deseo, h e r m a n o , conocer [con exac-
pez enorme, y quería tragar [el pie] del mu- estuvieron cerca de Ecbátana, n dijo el
chacho. [Y gritó] diciendo: Señor, me em- ángel al m u c h a c h o : H e r m a n o [Tobías. Y
ángel de Dios, saludóle, 5 [y le dijo: ¿De titud] tu linaje y [cuál es] tu nombre. 13 El biste." 3 Mas el ángel le dijo: T o m a el
d ó n d e eres, buen joven? Y le dijo: De los dijo: Soy Azarías, hijo del gran H a n a - le dijo: H e m e aquí. Y le dijo: Conviene
pez y cógele por las agallas y tíralo hacia que] hoy pernoctemos en casa de R a -
hijos de Israel, tus hermanos, y vine acá a nías, de tus hermanos. * 14 Y le dijo: Sano ti. Y asió el muchacho al pez y lo subió a
trabajar.] Y le dijo: ¿Podría yo emprender vengas [y salvo], h e r m a n o ; y no te enojes gücl. El [hombre] es pariente tuyo, y tiene
tierra. Y comenzó a palpitar junto a sus una hija única p o r n o m b r e Sara. 12 H a -
contigo un viaje a Rages de la Media? Si porque pretendí [conocer la verdad y] pies. 4 Y le dijo el ángel: Corta el pez y
es que eres práctico en aquellos parajes. averiguar tu tribu y tu parentela. Y resul- blaré sobre ella para que te sea dada por
6
sácale el corazón, el hígado y la hiél, [y mujer, pues a ti corresponde su herencia,
Y le dijo el ángel: [Sí], viajaré contigo. ta que eres h e r m a n o mío, de linaje honra- guárdalos contigo; las entrañas tíralas].
do y bueno. Porque conocía yo a H a n a - y lú eres el único de su linaje. Y la m u c h a -
Y soy práctico en este c a m i n o ; [muchas Porque la hiél, el corazón y el hígado sir- cha es hermosa [en extremo, robusta] y
veces viajé a la Media], y posé en casa de nías y a N a t á n , los [dos] hijos del gran ven de medicina provechosa. 5 Y el mu- discreta. [Y su padre es h o m b r e de bien.
Gabaelo, nuestro hermano, [que habita Semeías, c u a n d o íbamos juntos a Jcrusa- chacho hizo como le dijo el ángel; y [ha- 13
lén para a d o r a r [allí| a Dios ofreciendo A ti corresponde en derecho lomarla
en Rages de la M e d i a ; y hay la distancia biendo cortado el pez, recogió la hiél, el
las primicias y los diezmos de ios frutos. por mujer.] Y ahora escúchame. Y o h a -
de dos días de camino contados desdi corazón y el hígado. Parte] del pez asá-
Y no se extraviaron en el extravio de blaré a su padre [acerca de la muchacha
E c b á t a n a hasta Rages; porque eslá en la ronla y la comieron; [lo demás, habiéndo-
esta noche p a r a que la t o m e m o s por no-
montaña]. 7 Y le dijo T o b í a s : Aguárda- nuestros hermanos. [Tus hermanos eran lo salado, lo reservaron], cuanto les bas-
hombres buenos.] De honrada cepa eres, taba hasta llegar a Rages, ciudad de los via], y c u a n d o volvamos de Rages hare-
me, [joven, mientras entroj y lo digo a mi
hermano. Y vengas con gozo. I 5 Mas di- medos. 6 Y caminaban ambos, hasta que mos la boda. P o r q u e sé bien de Ragüel
p a d r e ; [pues tengo necesidad de que ven-
se acercaron a la Media.* 7 Y preguntó que no podrá [defraudártela ni prome-
gas conmigo, y te daré tu salario.] s Y le me: ¿qué salario te habré de dar? ¿Una
dracma por día? Y lo necesario para ti el muchacho al ángel y le dijo: H e r m a n o terla] a otro marido, conforme a la ley de
dijo: A n d a ; y [mira que te estoy aguar-
lo mismo que para mi hijo. 16 Y aún te Moisés, o será reo de muerte, por cuanto
d a n d o , con tal que] no tardes. 9 Y entran- Azarías, ¿para qué sirven Ide medicina]
añadiré sobre el salario, si tornareis ^a- el hígado, el corazón y la hiél del pez? la herencia a I i corresponde recibirla an-
do [Tobías dio cuenta a Tobit, su padre,
nos. I 7 Y se concertaron así. [Y le dijo el 8 Y le dijo: El cora.zón y el hígado, si a tes que a cualquier otro hombre.
y] le dijo: Mira, he hallado [un h o m b r e 14
ángel: Iré con él, y no temas; sanos mar- alguno le atormenta demonio o espíritu Entonces el m u c h a c h o dijo al ángel:
de nuestros hermanos los hijos de Israel]
charemos y sanos volveremos a ti, pues malo, eso hay que quemarlo para que dé H e r m a n o Azarías, he oído decir que la
que viaje conmigo. El le dijo: Llámame
el camino es seguro. Y le dijo: Bendición h u m o delante del hombre o de la mujer m u c h a c h a ha sido d a d a [ya] a siete mari-
acá [al hombre], para que sepa yo [cuál
sea sobre ti, hermano.] Y dijo a T o b í a s : [que padece encuentro de demonio o es- dos, y que todos en el tálamo perecieron
es su linaje] y de qué tribu es, y si es fiel
[Hijo,] apréstate para el camino. Y ten- píritu malo, y huirá de él], y no hay miedo [la misma noche. Y decían q u e un d e m o -
para emprender el viaje contigo. 10 [Y sa-
gáis feliz viaje. Y preparó su hijo lo nece- de que le atormente [nunca j a m á s ] ; 9 la nio los mataba], * 15 Y a h o r a yo soy único
lió Tobías] y le llamó [y le dijo: Joven, el
sario para el viaje. Y díjole su p a d r e : M a r - para mi padre, y me temo que en e n t r a n d o
padre te llama]. Y entró a él. [Y le saludó
Tobit primero. Y le dijo el ángel: Sea con- cha con este h o m b r e [tu hermano]. El Dios
tigo siempre el gozo. Y respondiendo To- que habita en el cielo encaminará prós- fi t LLEGARON... AL RÍO TIGRIS: partiendo de Nínive, situada junto al Tigris, parece extraño
bit le dijo: ¿Qué gozo ya puede haber para peramente vuestro viaje. [El os conserve " que al fin de la primera jornada llegasen al mismo Tigris. Varias soluciones se han dado a esta
roí? Estoy imposibilitado de los ojos y no salvos y os restituya a mí sanos], y su án- dificultad. Para unos, el nombre TIGRIS río es auténtico: hipótesis verosímil, dadas las frecuentes
veo la luz del cielo, antes estoy sumido en gel os acompañe en el camino, [hijo]. alteraciones de los nombres en el texto. Estos suponen que el río mencionado era el Zab superior,
las tinieblas c o m o los muertos, que no [Y Tobías besó a su padre y a su madre. al cual de hecho se llega en una jornada partiendo de Nínive. Para otros, el río Zab llevaba también
el nombre de! Tigris, cuyo afluente es: hipótesis no muy segura. Otros suponen que, caminando
por el valle del Tigris, al fin de la jornada llegaron a un paraje cercano al Tigris. De hecho el texto
no dice que atravesaran el río.
2
C 3 La vanante de S, que tiene visos de ser original, es más precisa y realista, aunque oscura. Mucho se ha discutido sobre la especie del PEZ que embistió a Tobías> sin llegar a solución
^ Dice: «El me dio su escritura, y yo le di una escritura; y la dividí en dos partes, y tomamos satisfactoria. Algunos piensan se tiate del lucio. En el museo bíblico de Montserrat se conserva un
c d^ cual una, y yo la puse con la plata». El sentido parece ser: «El hizo escritura de recibo, que me pez de casi un metro pescado en el Tigris.
6 9
entregó; yo la dividí en dos partes: una me quedé conmigo, y es esta que te entrego ahora: otra la " MEDICINA : la virtud de lanzar los demonios, atribuida al CORAZÓN y al HÍGADO del pez, fue
puse con el dinero». La coincidencia de las dos partes había de ser garantía de autenticidad. sobrenatural o milagrosa. También lo parece la atribuida a la HIÉL para curar las cataratas de los ojos.
13 9
AZARÍAS, HIJO DE... HANANÍAS: Rafael pudo decir esto con verdad por dos razones: 1) porque EN LOS OJOS: el códice S añade: «o para soplar sobre ellos en las cataratas».
tomó los rasgos o fisonomía de Azarías; 2) porque verificaba en sí el significado de los nombres. 14-15 Cf. 3,7. Sobre la expresión LE TIENE AFICIÓN UN DEMONIO conviene advertir: 1) que tal
AZARÍAS significa Socorro de Yahveh; y Rafael había sido enviado por Dios para socorrer a Tobit expresión, exclusiva de B, no parece auténtica; 2) que, aun cuando lo fuera, no es afirmación del
y a Sara. HANANÍAS es lo mismo que gracia (o favor) de Yahveh; y el socorro enviado por Dios era hagiógrafo, sino dicho de Tobías, que se hace eco de lo que había oído decir; 3) que la expresión
realmente hijo de su gracia. Por lo demás, por entonces era conveniente que el ángel no se diera podría tener sentido verdadero; no que el demonio amase a Sara con amor benévolo ni que tuviese
a conocer, en razón de realizar más suavemente los designios de Dios. por ella inclinación sensual, sino que, en castigo de su orgullo, tuviese apetencias irreales y absui>
12
562 TOBIT 6 « — 7
TOBIT T 1 8 — 8 " 563
muera c o m o los primeros; porque le tiene misericordioso [que venga misericordia y
afición un demonio, que a ella no la daña, salud sobre vosotros], Y El os salvará y esto, Ragüel quedó despavorido, sabien- mando su m a n o , la entregó a Tobías por
sino que si u n o quiere llegarse a ella, a tendrá misericordia. Y la misma noche do lo que había acontecido a aquellos sie- mujer, y dijo: Mira, según la ley de M o i -
éste mata. Y ahora temo n o sea que yo tomarás del rescoldo de los perfumes y te maridos introducidos a ella, y entró en sés lómala a tu cargo y llévatela [con sa-
muera y precipite la vida de mis padres a pondrás encima parte del corazón y del temor no le acaeciese a él igualmente. lud] u casa de tu padre. Y el D i o s del cie-
su sepulcro con la pena que tendrán de hígado del pez, y harás h u m o , y lo olerá Y c o m o quedase perplejo y no diese res- lo, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios
mí; y otro hijo no les queda que los se- el demonio, y huirá, y no volverá por los puesta a la demanda, díjole el ángel: N o de Jacob, sea con vosotros, y él os junte
pulte. '" Díjole el ángel: ¿No te acuerdas siglos de los siglos. Jíi La segunda noche temas darla a éste, p o r q u e a este temero- y os dé cumplida bendición y os conceda
de lo que te m a n d ó tu padre sobre que serás admitido al consorcio de los santos so de D i o s se debe por esposa tu hija; por toda felicidad. * 1 4 Y llamó a Edna, su
tomases mujer de la casa de tu padre? patriarcas. En la tercera noche obtendrás esto, otro no p u d o tenerla. Entonces dijo m a d r e ; y m a n d ó traer papel, y redactó
Y a h o r a escúchame, h e r m a n o , pues la la bendición de que nazcan de vosotros hi- R a g ü e l : N o dudo que D i o s ha acogido la escritura del documento matrimonial,
has de tener por mujer. Y del demonio jos incólumes. Y pasada la tercera noche, re- en su acatamiento mis súplicas y lágrimas. y que se la entrega p o r mujer según la
n o tengas cuenta, pues esta misma noche cibirás la doncella con el temor de Dios, Y creo que para esto os hizo venir a mí, ordenación de la ley de Moisés. Y pusie-
ella se te d a r á por mujer. 1 7 Y a ñ a d i ó : llevado del amor de los hijos más que de la p a r a que ésta se uniese a su parentela se- ron los sellos. Y [desde aquel punto] co-
Escúchame, y te mostraré quiénes son pasión, para que dentro de la posteridad gún la ley de Moisés. Y dijo a Tobías: menzaron a comer [y beber] bendiciendo
aquellos contra los cuales puede prevalecer de Abraham consigas la bendición en los [Así lo hago, y ella queda entregada a ti] a Dios. * 15 Y llamó Ragüel a Edna, su
el demonio. Los que de tal manera abrazan hijos. N o temas, pues p a r a ti estaba ella según la ordenación [del libro de Moisés, mujer, y le dijo: H e r m a n a , prepara la otra
el matrimonio, que excluyen a Dios de sí reservada desde la eternidad, y tú la sal- y p o r disposición del cielo está ordenado cámara e introduce a ella allí. * 16 Y mar-
y de su pensamiento y se entregan a su pa- varás, y te acompañará en tu camino. Y que a ti sea entregada]. T o m a [a tu her- chando aderezó el lecho [en la cámara],
sión como el caballo y el mulo, que no pienso que de ella tendrás hijos. 19 Y co- mana] : desde ahora tú eres h e r m a n o suyo según le había dicho, e introdujo allá a
tienen inteligencia, el demonio tiene poder m o oyó Tobías las palabras de Rafael y ella es [hermana] tuya desde [hoy y has- Sara, su hija. Y lloró [sobre ella] y enjugó
sobre ellos. Mas tú, cuando la tomes por [y que era su hermana, de la descenden- ta la eternidad], Y [el Señor del cielo], D i o s sus lágrimas y le dijo: 1 7 Buen ánimo, hi-
esposa, entrado en el tálamo, durante tres cia de la casa de su padre], le cobró [ex- misericordioso, h a r á que logréis la mejor ja. El Señor del cielo y de la tierra te dé
días te abstendrás de llegarte a ella, y no tremado] amor, y su alma pegóse a ella fortuna, [hijo, esta noche, y use con vos- gozo a cambio de esta tu pena. Buen áni-
harás otra cosa que darte con ella a la ora- fuertemente. otros misericordia y paz]. 13 Y llamó [Ra- mo, hija. Y se salió.
ción. Levantaos a m b o s y clamad al Dios güel] a Sara, su hija, [y vino a él], y to-

E n c a s a de R a g ü e l : s e c o n c i e r t a el matrimonio Los esposos, librados del demonio. Convite nupcial


1 1
Y c u a n d o a c a b a r o n de comer y be- del lecho y dijo [a ella]: Levántate, her-
7 Y [cuando] entraron en Ecbátana,
[dícele T o b í a s : H e r m a n o Azarías, llé-
Tobías, su h e r m a n o , r o m p i ó a llorar.
7
Y Edna, su mujer, lloró, y Sara, su hija, 8 ber, [quisieron ir a dormir. Y lleva- m a n a , y oremos, p a r a que el Señor nues-
vame derecho a Ragüel, nuestro hermano. [también lloró]. Y los recibieron con aga- ron al joven] Tobías a ella y lo introduje- tro tenga misericordia de nosotros [y n o s
Y llevóle a la casa de Ragüel. Halláronle sajo. s Y sacrificaron un carnero del reba- ron [en la cámara]. 2 [Tobías] al ir se acor- dé salud]. Roguemos a Dios hoy, mañana
sentado a la puerta del atrio, y fueron los ño y presentaron manjares abundantes. dó de las palabras de Rafael, y t o m ó [de y pasado mañana, porque en estas tres no-
primeros en saludarle. Y él les dijo: Dios 9 [Y c u a n d o se hubieron b a ñ a d o y la- l:i alforja que llcvalial el hígado del pez ches nos unimos a Dios. Y pasada la ter-
os guarde, hermanos, y sed bien venidos vado y se pusieron a la mesa para cenar], v el vorii/on, y los puso encima del res- cera noche, viviremos en nuestro matrimo-
con salud. Y los llevó gozoso a su casa]. dijo Tobías a Rafael: H e r m a n o Azarías, coldo de los perfumes, y dio h u m o . •' Mas nio, l'orque hijos somos de santos, y no
Y Sara les salió al encuentro, y los saludó, habla sobre lo que decías en el camino, así que olió el olor el demonio, [sintién- podemos ¡untarnos como los gentiles, que
y ellos a ella. Y los introdujo en la casa. * [di a Ragüel que m e dé a Sara su hija], dose cohibido] huyóse a las regiones más desconocen a Dios. 5 [Y se levantó, y co-
2
Y mirando Ragüel a Tobías dijo a Edna, y concluyase el negocio. ia Y comunicó el altas de Egipto. Y el ángel [Rafael yendo menzaron a orar y suplicar para que se
su mujer: ¡Cómo se parece [este] mucha- asunto a Ragüel. [Oyó] Ragüel [la p r o - allá lo aprisionó en aquel lugar] y lo ató les concediera salud.] Y comenzó Tobías
[al instante]. * 4 [Y salieron y] cerraron la a decir:
cho a Tobit, mi primo! 3 Y les preguntó puesta], y dijo a Tobías:"Come y bebe y
huélgate [esta noche], pues no hay [hom- puerta [de la cámara]. Levantóse Tobías
E d n a : ¿De dónde sois, hermanos? Y le
dijeron: D e los hijos de Neftalí cautivos bre] a quien corresponda t o m a r a [Sara]
en Nínive. 4 Y les dijo: ¿Conocéis a Tobit, mi hija sino tú, [hermano; ni yo asimismo Bendito eres, Señor, D i o s de nuestros padres,
nuestro hermano? Ellos dijeron: Lo cono- tengo derecho de darla a otro marido fuera y bendito tu n o m b r e santo y glorioso
cemos. * 5 Y les dijo: ¿Está sano? Ellos de ti, pues tú eres m i m á s próximo pa- por [todos] los siglos [de 1os siglos].
dijeron: Vive y está sano. Y dijo T o b í a s : riente]; con todo, te he de manifestar la Bendígante los cielos y la tierra,
Es mi padre. 6 Y saltó Ragüel y le besó, verdad, [hijo]. 11 D i mi hija a siete mari- el mar, las fuentes y los ríos,
y lloró y le bendijo, y díjole: ¡Bendición dos [de entre nuestros hermanos], y cuan- y todas tus creaturas que hay en ellos.
6
sea sobre ti, hijo, que lo eres de u n padre do entraban a ella, morían [todos] duran- T ú hiciste a A d á n del barro de la tierra
h o n r a d o y bueno! Y habiendo oído que te la noche. M a s por ahora, [hijo, come, y le diste c o m o auxiliar a Eva,
Tobit había perdido sus ojos, se afligió, bebe y] huélgate; [y el Señor dispondrá c o m o sostén, a su mujer:
y dijo: ¡Terrible desgracia que haya que- de nosotros]. 12 y dijo T o b í a s : N o come-
d a d o ciego un h o m b r e justo y que hacía ré de aquí ni beberé antes de que me la 13
Eco de estas palabras de Ragüel es la bendición nupcial de la Iglesia en la misa Pro sponso
limosnas! Y echándose sobre el cuello de presentéis y os concertéis conmigo. Oído et sponsa.
14
COMENZARON A COMER: el banquete de hospitalidad se convierte en convite nupcial, aunque
das de goces pecaminosos, ya que de los santos : veía privado, o simplemente que apeteciese el después se celebrará con mayor solemnidad y regocijo por la incolumidad de Tobías.
15
pecado por ser pecado. LA OTRA CÁMARA : no convienen los intérpretes en determinar el motivo por qué se llame
LA OTRA. La explicación más sencilla parece ser que, además de las cámaras ocupadas por la familia
1
SARA LES SALIÓ AL ENCUENTRO : este pormenor tal vez no es auténtico. y de la destinada a los huéspedes, quedaba libes otra cámara, la cual Ragüel mandó preparar como
7 4
Los códices cursivos 44 y 106 completan este diálogo de una manera muy natural: «Díjoles tálamo nupcial para los nuevos esposos.
Edna: ¿Conocéis a Tobit, nuestro hermano? Y la dijeron: ¿El de los hijos de Neftalí? Y dijo: Sí. 3
Y respondieron: Lo conocemos». Bajo estas expresiones antropomórficas: quiere significarse que el demonio se vio forzado a
8 huir a leonas regiones, dónete fue eer\fir>,ado, y como aprisionado por Rafael. Cf. Ap 9,14; 30,1-3,,,
564 TOBIT 8 7 " 2 0 TOBIT 9 ' 10 * 565

de estos [dos] tuvo origen el linaje de los hombres.


Tú dijiste: « Ñ o es bueno estar el h o m b r e solo, Gabaelo, invitado a las bodas
hagámosle un auxiliar semejante a él».
1 Entonces llamó Tobías a Rafael y saquillos con sus sellos, [los contó] y se
7 Y ahora, Señor, tú sabes que no por lujuria
yo tomo por mujer a esta mi hermana, 9 le dijo: * 2 H e r m a n o Azarías, ruego los entregó: [y los pusieron todos jun-
sino por solo a m o r de la posteridad, que escuches mis palabras. Si me entre- tos]. <> Y madrugaron juntos y vinieron a
en que sea bendito tu n o m b r e p o r los siglos de los siglos. gare a ti como esclavo, no pagaré digna- la boda. [Y entraron en casa de Ragüel
Dígnate apiadarte de mí [y de ella], mente tus buenos oficios. Te suplico, em- y hallaron a Tobías puesto a la mesa; y se
y que a m b o s envejezcamos juntamente. pero, que tomes contigo cuatro criados y abalanzó a él y le besó y lloró] y le ben-
dos camellos y vayas a Rages de la Me- dijo a él y a su mujer, [y le dijo: ¡Hon-
8
Y ella dijo con él: Amén, [amén]. u n a de las muchachas y [entrando] vea dia a casa de Gabaelo. Entrégale la es- rado y bueno, hijo de u n varón h o n r a d o
9
Y durmieron a m b o s t o d a aquella no- si vive; y si ha muerto, para que lo sepul- critura y tráeme la plata, y a él hazle ve- y bueno, justo, temeroso de Dios y limos-
che. temos antes que se haga de día, y que na- nir [contigo] a las b o d a s , 3 pues me con- nero! Déte el Señor bendición del cielo,
10
Cerca del canto de los gallos, levan- die se entere. '•* [Y enviaron la muchacha, j u r ó Ragüel a n o partirme. 4 [Tú sabes y a tu mujer, y a tu padre y a tu madre,
tándose Ragüel, [llamó consigo a los cria- y encendieron la lámpara], y habiendo quel estará mi padre contando los días, y al padre y a la m a d r e de tu mujer; y
d o s y] fueron y cavaron una fosa. Porque abierto la puerta entró la muchacha, y y si llego a tardar un solo día, le afligiré veáis vuestros hijos y los hijos de vuestros
dijo: N o sea que también éste muera los halló a los dos salvos e incólumes y dur- en extremo. [Ya ves cómo juró Ragüel, hijos hasta la tercera y cuarta generación;
[y nos hagamos objeto de burla y escar- miendo juntamente. * M Y saliendo les y no puedo quebrantar su juramento]. y sea vuestra posteridad bendecida por el
5
nio], ii Y [cuando acabaron de cavar la participó que vivía [y que nada malo ocu- Y m a r c h ó Rafael [y los cuatro cria- Dios de Israel, que reina por los siglos de
sepultura], vino Ragüel a su casa [y lla- rría], is Y bendijeron Ragüel y Edna al dos y los dos camellos a Rages, ciudad ¡os siglos. ¡Bendito sea Dios, que vi a T o -
mó] a su mujer, Edna, 12 y le dijo: Envía Señor, Dios [del cielo], diciendo: de los medos], y posaron en casa de Ga- bit mi primo, tan parecido a él! Y como
b a e l o ; y le entregó la escritura, y le dio todos dijesen «Amén», se pusieron a la me-
Bendito eres tú. Señor, Dios de Israel, nuevas dé Tobías el hijo de Tobit, que sa, y con el temor de Dios celebraron el
con toda bendición pura y santa, había t o m a d o mujer y que le convidaba festín de las bodas.
y bendígante tus santos y todas tus creaturas, a la boda. El cual [levantándose] trajo los
y todos tus ángeles y tus elegidos
bendígante por todos los siglos.
i* Bendito eres, porque me llenaste de júbilo
y no me acaeció como sospechaba, III. Tristeza convertida en gozo
antes hiciste con nosotros según tu gran misericordia
y alejaste de nosotros al enemigo que nos perseguía.
17 Bendito eres, porque te apiadaste de dos hijos únicos; I n q u i e t u d d e Tobit' y d e A n a . Despedida
h a z con ellos, Señor, misericordia;
haz que ellos te bendigan más colmadamente 4 A i D í a tras día calculaba Tobit, su m á s bien que h a b r á n tenido que hacer
y que te ofrezcan el sacrificio de su alabanza y de su salud. *•" padre, [en cuántos días iría y en allí algún r o d e o ; y el h o m b r e con quien
H a z que lleguen al término de su vida cuántos volvería]; y c u a n d o se cumplie- ir enviamos es fiel, y es uno de nuestros
con salud, con alegría y misericordia. ron los días del viaje y no se presentaba hermanos. N o tengas pena de él, h e r m a -
Y conozca la universalidad de las naciones [su hijo], 2 d i j o : ¿Por qué se tardará mi n a ; ya vendrá]. 7 Y le dijo ella: Calla
que tú solo eres Dios en toda la tierra. hijo y por qué estará allí detenido? ¿Será [y déjame], no m e engañes; pereció m i
que ha sido afrentosamente rechazado? hijo. Y no podía en manera alguna ser con-
!8 Entonces m a n d ó Ragüel a sus cria- biendo en mi casa, y alegrarás el alma de ¿O tal vez h a b r á muerto G a b a e l o y na- solada. Y saliendo cada día a las afueras,
dos llenar la fosa [antes que amaneciese]. mi hija, que tan afligida ha estado]. C u m - die le entrega la plata? 3 Y se afligía en [miraba a una y otra parte] el camino p o r
19
Y dijo a su mujer que dispusiese un plidos los catorce días de la boda, enton- extremo. 4 [Y A n a su] mujer le dijo: Pe- donde había m a r c h a d o [su hijo]; y reco-
convite y aparejase todas las previsiones ces, de todo cuanto tengo, toma de ello reció [mi hijo], [y ya n o está entre los vi- rría todos los caminos por donde esperaba
necesarias para el camino. [Y yendo a la la mitad y marcha con salud a tu p a d r e ; vos], porque h a pasado el tiempo. Y con podía volver, con el fin de verle venir, a ser
boyeriza trajo dos pingües bueyes y cua- y la otra mitad, c u a n d o muera yo y mi lágrimas irremediables comenzó [a llorar posible, desde lejos. Y durante los días n o
t r o carneros, y ordenó que los prepara- mujer, [vuestra es. Buen ánimo, hijo; yo y] a lamentarse [de su hijo] diciendo: comía su pan [y a nadie atendía]; y cuan-
5
sen. Y comenzaron a hacer los prepara- soy tu padre y E d n a tu m a d r e ; de tu fa- ¡Ay de mí, hijo! ¿No me h a de pesar, do se ponía el sol, [entrando en su casa]
tivos]. Y les hizo u n a b o d a de catorce milia somos y de la de tu hermana desde hijo, de que te dejé marchar, a ti, que eres no cesaba de lamentar [y llorar la n o c h e
días, a la que convidó a todos sus vecinos ahora para siempre. Buen ánimo, hijo]. la lumbre de nuestros ojos, báculo de nues- entera] a Tobías su hijo, [y n o t o m a b a
y a todos sus amigos. * 2(> [Y llamó] R a - E hizo escritura de que la otra mitad, des- tra ancianidad, solaz de nuestra vida, es- sueño]; hasta que se concluyeron los ca-
güel [a Tobías y le conjuró diciendo: En pués de su muerte, viniese a manos de To- peranza de nuestra posteridad? Teniendo torce días de la boda»que Ragüel [hizo a
catorce días no te moverás de aquí, sino bías. en ti solo todas las cosas juntamente, no su hija], los cuales le había conjurado
que aquí permanecerás comiendo y be- debimos dejarte marchar de nosotros. * a pasar allí.
6 8
Y Tobit le decía: Calla, no digas eso, [Cuando se hubieron cumplido los ca-
13-16 p a r a e i lector, que conoce la sobrenatural intervención del ángel, resulta algo cómica esta [hermana]; está sano nuestro hijo; [será torce días, entró] Tobías a Ragüel y le
desconfianza o inseguridad de Ragüel.
19
Este convite es en Ja intención de Ragüel el verdadero convite nupcial, que en vez de ¡a
semana ordinaria va a durar dos semanas enteras. No pedían menos las circunstancias providencia-
*~5 Dos rasgos resaltan en todo este hecho: la humilde llaneza y condescendencia del arcángel
les de estas bodas. 9 y el subido color realista de los pormenores, indicio manifiesto de historicidad.
5
1 A^ Estas palabras de Ana, viva expresión del amor maternal y de todo lo que para una madre
representa la vida de! hijo único, nos revelan el inmenso sacrificio que tuvo que hacer, y que
libremente hizo, la Madre del Redentor al entregar la vida de su Unigénito para la redención del
loa hombres.
566 TOBIT 10 9 —11 12
ÍOBIT 1 1 l S — 1 2 8
567

dijo: Déjame ir, porque [sé que] mi p a d r e ralos; ahora son ellos tus padres, Tcomo cuanto sintieron el escozor, frotó sus I sobre su cuello y r o m p i ó a llorar [y le
y mi m a d r e ya no esperan verme más. los que te engendraron. A n d a en paz, ojos, y se desprendieron a m a n e r a de es- dijo: Te vi, hijo, lumbre de mis ojos],
Y ahora te suplico, padre, que me despi- hija]; oiga yo de ti buenas nuevas [mien- camas, de los lagrimales de sus ojos, las Y dijo:
das y pueda yo ir a mi padre. Y a te indi- tras yo vivo]. Y la besó, amonestándole cataratas. 13 Y viendo a su hijo se echó |
qué c ó m o le dejé. g Dijo su suegro: [Qué- que honrase a los suegros, amase al ma- 14
date, hijo], quédate conmigo, y yo des- rido, rigiese la familia, gobernase la casa Bendito eres, Señor, D i o s de Israel,
pacharé [mensajeros] a tu padre y le da- y se mostrase a sí misma irreprensible. * y bendito tu [grande] n o m b r e por los siglos,
r á n nuevas [de I i] y de tus cosas. Y Tobías '3 Y Edna dijo a T o b í a s : [Hijo y] h e r m a n o y benditos todos tus santos ángeles;
le dice: [No puede ser], mas despídeme querido, restituyate el Señor del cielo y p o r q u e tú m e azotaste, y tú te compadeciste de m í :
p a r a irme a mi padre. Sé que mi padre y concédame a mí ver tus hijos y de Sara, he aquí que yo veo a Tobías, mi hijo.
mi madre están ahora contando los días, mi hija, [antes de morirme], para que m e 15
y su espíritu está en ascuas. 10 Levantán- Y entró su hijo [Tobías] gozoso [y [tu] Dios, que te trajo a nosotros, hija, y
goce en presencia del Señor. Y mira, te bendiciendo a Dios], y refirió a su padre bendito tu padre, y tu madre, y bendito
dose Ragüel le entregó a Sara, su mujer, confío a mi hija en encomienda, n o la
y la mitad de Ttodos] sus haberes: siervos las maravillas que le habían acaecido en Tobías mi hijo, y bendita tú, hija. E n t r a
contristes [en todos los días de tu vida. la M e d i a : [que su viaje había sido feliz, en tu casa con salud, con bendición y con
y siervas, bueyes y ovejas, asnos y came- Hijo, vete en paz. Desde a h o r a yo soy
llos, [vestidos], plata [y ajuar], n Y ben- y que traía la plata, y cómo había t o m a d o gozo. Entra, hija. Entró Sara, mujer de
tu madre, y Sara, tu hermana. Tengamos por mujer a Sara la hija de Ragüel, y que su hijo, siete días después, y toda su fa-
diciéndolos, los despidió ísanos] y gozo- todos juntos prosperidad todos los días ella venía y estaba cerca de las puertas de milia, sana, y los ganados y camellos, y
sos. [Y le besó] diciendo: D é o s feliz viaje, en nuestra vida. Y besólos a a m b o s y los mucho dinero de la mujer, y también el di-
Nínive].
hijos, el Dios del cielo. El ángel santo del despidió sanos]. , 4 Y m a r c h ó Tobías [de i 6 Y salió Tobit al encuentro de su nue- nero cobrado de Gabaelo. Y contó Tobías
Señor sea en vuestro camino y os conduzca casa de Ragüel sano y gozoso y] bendi- a sus padres todos los beneficios que Dios
incólumes, y halléis en buen estado a vues- ra, gozoso y bendiciendo a D i o s junto a
ciendo a Dios, [Señor del cielo y de la la puerta de Nínive; y los [de Nínive] que le había hecho por medio de aquel hom-
tros padres y todas sus cosas. [Y vea yo tierra, rey de todas las cosas], por h a b e r bre que le había guiado. 1 8 Y [aquel día]
vuestros hijos] antes de morirme. I 2 Y di- le veían andar [con t o d o su vigor y sin
enderezado felizmente su camino. Y ben- que nadie le llevase de la mano] se ma- fue de gozo para todos sus h e r m a n o s [los
jo a [Sara] su hija: [Ve] a tus suegros, h ó n - decía a Ragüel y a Edna, su mujer. judíos] de Nínive. w Y acudieron [gozo-
ravillaban de que hubiese cobrado visla.
Y Tobías declaraba en presencia de ellos sos a Tobit] Ahicar y N a d a b , sus sobri-
que D i o s se había apiadado de él [y ha- nos, con parabienes por todas las mercedes
L l e g a d a del hijo y de S a r a que Dios le había hecho. Y se celebró la
bía abierto sus ojos], n Y así que se acer-
b o d a de Tobías con gran regocijo duran-
1 có Tobit a Sara, la mujer de Tobías, su
U Y caminaba, hasta que se acer-
caron a Nínive. * 2 Y dijo Rafael
V dándole gracias, llégate a tu padre y bé-
sale. " Y al punto unge sus ojos con la hijo, la bendijo diciendo: Bendito sea
te siete días. *

a T o b í a s : ¿No sabes, hermano, en qué hiél fdel pez] aue traes contigo; y al sen-
estado dejaste a tu padre? 3 Si te parece tir el escozor frotará [la medicinal v lan- Manifestación del ángel
bien, adelantémonos aprisa y prepare- zará de sí las cataratas [y recobrará la vis-
mos la casa en tanto aue siguen despacio ta]. Y verá tu padre la luz del cielo y se
nuestro camino los criados junto con tu gozará con tu vista. Entonces echó a correr •JO i Y [cuando se concluyó la boda] | me libró de ser devorado por el pez; a ti
muier y los animales. 4 Y como le carecie- delante de ellos el perro aue los había * " llamó Tobit a Tobías, su hijo, y le dilemas hizo ver la luz del cielo, y por él
se bien que se adelantaran, dijo Rafael a dijo: Piensa, hijo, en |dar! la paga a este hemos sido culmtulos de todos los bienes.
acompañado en el viaje, y llegando como
varón santo que fue contigo, y aún con- En correspondencia a esto, ¿qué le podre-
Tobías: T o m a en la m a n o la hiél del pez, mensajero, con el halago de la cola mos-
viene aumentársela. 2 Y le dijo: Padre, mos dar que sea digno? 4 Y [le] dijo el
porque va a ser necesaria. Tomó, pues, To- traba contento. anciano [Tobit]: En justicia le correspon-
bías de aquella hiél. Y prosiguieron [am- 9
Y corriendo hacia él, A n a se echó so- [¿qué paga le podré dar? O ¿qué podrá co-
rresponder dignamente a sus beneficios? de [tomarse la mitad de t o d o lo que trajo
bos juntamente] su camino, y se fue con bre el cuello de su hijo y le dijo: Te vi, al venir]. 5 Y llamó al ángel aparte y le
ellos el perro detrás de ellos. hijo. Desde a h o r a puedo morirme. Y llo- N o salgo perjudicado dándole la mitad
5 de los [bienes] que traje [conmigo]. 3 Por- dijo: Dígnate aceptar [como salario tuyo]
A n a estaba sentada en la cima de un raron a m b o s . 10 fY se levantó] Tobit y sa- la mitad de t o d o lo que trajiste [al venir.
altozano, desde donde nodia ver de lejos lía a la puerta ídel atrio], y tropezaba que él m e llevó y me trajo sano, él cobró
el dinero de Gabaelo, él hizo que yo tuviera Y puedes ya irte con salud].
el camino de su hijo. 6 Y mientras desde [con los pies], Y dando la mano a un mu- 6
Entonces, llamando a los dos secre-
aquel sitio atisbaba su llevada m i r a n d o a chacho, salió al encuentro de su hijo. Y su mujer, y él alejó de ella el demonio, oca-
sionó gozo a sus padres, y a mi mismo tamente, les dijo:
u n a y otra parte, le vio a lo lejos, y a! ins- hijo corrió hacia él. Y recibiéndolo en sus
tante reconoció ser su hijo que venía, y brazos, le besó. Y rompieron entrambos a Bendecid al D i o s del cielo y confesadle, | celebrad su magnificencia y confesadle
corriendo dio la nueva a su m a r i d o di- llorar de alegría. Y habiendo adorado a en presencia de todos los vivientes
c i e n d o : Mira, tu hiio viene y también el Dios y dádole gracias, se sentaron. n [Lle- p o r cuantos [bienes] hizo a favor vuestro;
h o m b r e que marchó con él. 1 Y Rafael vaba Tobías en la m a n o la hiél del nez], proclamad honoríficamente las obras de Dios | y n o seáis remisos en confesarle.
dijo ía Tobías antes que se llegase a su y t o m ó a su oadre, y extendió la hiél so- 7
Secreto del rey, bueno es callarlo; | m a s las obras de Dios, glorioso es revelarlas.
padre]: Cuando entres en tu casa, lo pri- bre los oíos de su p a d r e [y lo repitió] di- O b r a d el bien, y no os sobrevendrá el mal.
mero de todo adora al Señor Dios tuyo; ciendo: Buen ánimo, p a d r e . * 1 2 Y en 8 Mejor es oración con ayuno, | y limosna con justicia.
Mejor es poco con justicia, | antes que m u c h o con injusticia.
12
Hermoso ideal de lo que debe ser la madre de familia y ama de la casa. Mejor es hacer limosna, | antes que atesorar oro.
•f "f t V dice: «Cuando volvían, llegaron a Carán, que está a medio camino, en dirección a Ní-
' * nive, el undécimo día». Carán, si la lección es auténtica, no puede ser la conocida ciudad de con entrambas manos de los lagrimales de los ojos». La Vulgata dice: «Entonces, tomando Tobías
ese nombre en la Mesopotamia. El códice S lee Casri, nombre desconocido. Dos códices hebreos de la hiél del pez, ungió los ojos de su padre; y se estuvo así (o aguardó) como casi media hora,
(M v N) leen Akram. ¿Será Kerkuk ?
11-12 Antes de determinar si esta curación de las cataratas fue sobrenatural serla necesario, y comenzó a salir de sus ojos como una membrana de huevo; la cual cogiendo Tobías la sacó de sus
conocer el procedimiento empleado por Tobías según las instrucciones del ángel. En el texto se ojos». La ciencia médica no conoce otro procedimiento para extirpar las cataratas que la operación
reproduce la variante del códice B. Es bastante diferente la del códice S: «Sopló sobre sus ojos...- quirúrgica.
19
y echó sobre él la medicina una y otra vez y desescamó ( ^ quitó las escamas d3 las cataratas ) AHICAR era sobrino de Tobit; NADAB (O mejor NADAN) lo era de Ahicar,
868 TOBIT 12 6—13 8

TOBIT 13 " - " 569


9
P o r q u e la limosna libra de la muerte, | y ella limpia de t o d o pecado,
y hace hallar misericordia y vida eterna. 6
C u a n d o vosotros os volviereis a El
Los que hacen limosnas y obras justas | se verán saturados de vida. con todo vuestro corazón y con t o d a [vuestra] alma
10
Mas los que cometen pecado [e injusticia], | enemigos son de su propia vida. para obrar verdad en su presencia,
11
[Toda la verdad os descubriré, I y] no voy a ocultaros cosa alguna. entonces El se volverá a vosotros,
[Ya os manifesté yj dije con verdad: y no os esconderá [ya más] su rostro.
Secreto del rey, bueno es callarlo; | mas las obras de Dios, bueno es revelarlas. 7
Y [ahoral considerad lo que hizo con vosotros, | y con temor y temblor confesadle;
12 Y ahora, c u a n d o orabas con lágrimas tú y tu nuera Sara, y bendecid al Señor de la justicia,
yo presenté el memorial de vuestra oración y enalteced al Rey de los siglos con vuestras obras.
en el acatamiento [de la gloria] del Santo. 8 Y o en la tierra de mi cautividad le confesaré,
Y c u a n d o escondías los muertos durante el día en tu casa porque manifestó su potencia y su grandeza
y durante la noche los sepultabas, ante u n a generación de pecadores.
asimismo estaba yo junto a tu lado. Convertios vosotros, pecadores, | y obrad justicia delante de El.
13
Y c u a n d o n o emperezaste en levantarte y dejar tu comida ¿Quién sabe si os mirará con a m o r | y usará de misericordia con vosotros?
y fuiste a esconder aquel muerto, 9
A mi Dios yo enaltezco, | y mi alma al Rey del ciclo,
n o se me pasó inadvertida tu buena obra, | antes [entonces] estaba yo contigo. y cantará con júbilo su magnificencia.
Y puesto que eras acepto a Dios, | necesario fue que la tentación te aquilatase. Bendecid al Señor todos sus elegidos, | celebrad días de alegría y alabadle.
14
Y ahora envióme D i o s p a r a curarte a ti | y librar del demonio a Sara, tu nuera. 1° Anuncien todos [los pueblos sus maravillas]
15
Y o soy Rafael, uno de los siete ángeles santos y confiésenle en Jerusalén, [la ciudad santa].
que [asisten] en el acatamiento del Señor, Jerusalén, ciudad del Dios santo,
y presentan las oraciones de los santos, te azotó el Señor por las obras de tus hijos,
y entran en la presencia de la gloria del Santo. * m a s de nuevo se apiadará de los hijos de los justos.
11
16 Confiesa al Señor p o r su magnificencia | y bendice al Rey de los siglos,
Como esto oyeron, se t u r b a r o n los ! de un manjar invisible y de una bebida
p a r a que de nuevo [more su N o m b r e en medio de ti]
dos y temblando cayeron en tierra sobre que los hombres no pueden ver. 2 0 Y a h o r a y sea en ti reedificado su tabernáculo con gozo;
sus rostros, p o r q u e se atemorizaron. 17 Y [bendecid al Señor de la tierra y] confesad 1 2 y El regocije en ti a [todos] los cautivos
les dijo el ángel: N o temáis; paz sea con a Dios, pues subo al que me envió. Y y ame en ti a [todos] los infortunados,
vosotros; bendecid a Dios eternamente. escribid en un libro todas las maravillas por todas las edades del m u n d o .
18 Pues [cuando estaba yo con vosotros], que [os] han acontecido. Y se subió. 21 Y 13
Con luz esplendorosa fulgurarás, | y todos los confines de la tierra te adorarán.
n o p o r mi propia benevolencia, mas por se levantaron, y ya más no le vieron. *
22 Gentes numerosas vendrán [a ti] de lejos | al n o m b r e [santo] del Señor Dios,
voluntad de Dios estaba. Por donde ben- Y [bendecían y cantaban a Dios y le] llevando [sus] dones en sus m a n o s | y ofrendas al Rey del cielo.
decidle a El [y cantadle] eternamente. confesaban [por estas] sus obras grandes
19 Generaciones de generaciones te [cantarán] 1 y te tributarán cantar de júbilo;
C a d a día a n d a b a yo a vista de vos- y admirables y cómo se les había m a - y mirarán tu tierra como santuario,
o t r o s ; y no comía ni bebía, sino que nifestado el ángel del Señor. porque invocarán en ti el Nombre santo;
era visión lo que veíais. Yo me sustento [y celebrarán el nombre de la Elegida I p o r todas las edades del m u n d o ] .
14
M altillos serán todos los </uc te desprecian,
C á n t i c o d e Tobit y condenados todos los que te blasfeman.
Malditos serán todos los que te aborrecen | [y todos los que te dicen palabra dura].
Malditos todos los que te destruyen | y los que arrasan tus murallas,
13 1
Y Tobit escribió una oración para canto de júbilo, y dijo: y todos los que derriban tus torres | [y los que incendian tus moradas].
Y benditos serán todos los que te a m a n | [y los que te edifican], eternamente.
2 15
Grande eres, Señor, eternamente, [ y p o r todos los siglos tu r e i n a d o ; Gózate y regocíjate por los hijos de los justos,
p o r q u e tú azotas y tú salvas, \ hundes hasta los infiernos y sacas de ellos, p o r q u e [todos] serán [de nuevol congregados,
y no hay quien se escape de tu m a n o . * y bendecirán al Señor de los siglos.
3 ¡Oh! Dichosos serán todos los que te a m a n | y los que se gozan de tu prosperidad. *
Confesad al Señor, hijos de Israel, | y en presencia de los gentiles alabadle.
Que por esto os dispersó entre las gentes que le ignoran, 16 Dichosos [todos] cuantos [por ti] se afligieron | p o r todos tus azotes;
para que contéis sus maravillas y les anunciéis porque en ti se gozarán viendo tu gloria I y se regocijarán eternamente.
que no hay fuera de El otro Dios omnipotente. Alma mía, [bendice al Señor, al gran Rey,] I porque librará a Jerusalén, su ciudad.
4 17 Y Jerusalén será reedificada I [para todos los siglos de los siglos.
Proclamad allí su magnificencia, I enaltecedle delante de t o d o viviente,
pues El es nuestro Señor y Dios, | El nuestro Padre por todos los siglos. Dichoso yo si de mi posteridad quedare resto
5 para contemplar la gloria de Jerusalén | y confesar al Rey del cielo.
El nos castigó por nuestras iniquidades, ¡ y El nos salvará por su misericordia,
y nos recogerá de entre todos los gentiles | entre los cuales hayáis sido dispersados- Sus puertas serán edificadas con zafiro y esmeralda]
y con piedras preciosas todo el cerco de sus muros.
1 O 15 RAFAEL significa medicina de Dios o Dios sana. No consta que el número SIETE deba Las torres [con oro serán edificadas] I y los baluartes con o r o acrisolado.
* ^ entenderse matemáticamente. II QUE ASISTEN: como más íntimos confidentes o supremos Sus avenidas con berilo y carbunclo | y con piedra de Sufir serán pavimentadas.
ministros. a Y sus puertas entonarán cánticos de júbilo,
21
SE LEVANTARON: según V, después de haber estado postrados durante tres horas. y en todas sus calles resonará: ¡Aleluya!
•f O 2 ~ 17 El cántico consta de dos partes. La primera (2-ioa) es una alabanza de Dios y un3 Y alabarán diciendo: Bendito sea Dios, | [el Dios de Israel], que la exaltó.
* ^ exhortación a Israel. La segunda (lob-17) es una visión profética de la futura gloria de Is- Y sea su reinado sobre ella I por todos los siglos [de los siglos] y más allá. *
rael : de la vuelta del cautiverio (10-12, 14-16), de la edad mesiánica (13 y 17) y aun de la Jerusalén 15
celeste
2
(17). El principio del versículo es algo diferente en V.
E-l texto griego es algo diferente. Dice en tercera persona: 17
Cf. Ap 2I.T0-2I. II SUFIR: parece responder al hebreo Oftr, que es la región del oro, situada
Bendito sea el Dios viviente por los siglos ¡ y [bendito sea] su reino [eternamente]... probablemente en la Arabia meridional o en el África oriental,
V parece reflejar mejor el original.
10 16
570 TOBIT 1 4 ^ TOBIT 1 5 - 571

padre. Servid al Señor D i o s con verdad él se le dio el pago merecido, y él bajó


Epíl o g o y haced lo que es grato a sus ojos. Y a a las tinieblas. Ahicar hizo limosna y se
v u e s t r o s h i j o s encomendad que hagan salvó del lazo de la muerte, que le había
obras de justicia y limosnas y que se a r m a d o [ N a d a b ] ; pero N a d a b cayó en
Últimos días: profecía y muerte de Tobit acuerden de D i o s y bendigan su n o m b r e el lazo de la muerte y pereció. u Y ahora,
en todo tiempo con verdad y con t o d a hijos, mirad qué hace la limosna y de
4 su fuerza.] Y sepúltame h o n r o s a m e n t e , qué libra la justicia. [Y he aquí que mi
H l Y cesó [Tobit] de su cántico de
alabanza. * 2 E r a de cincuenta y
M á r c h a t e a la Media, porque [creo en
la palabra de Dios y] tengo por cierto y a tu m a d r e conmigo en un mismo ¿se- alma desfallece.] Y diciendo esto desfa-
lleció su alma sobre el lecho [y murió].
ocho años c u a n d o perdió la vista, y des- cuanto habló Jonás el profeta sobre Ní-
pués de ocho años la recobró. Y [des- nive de que será destruida; [y lo que dijo Era de ciento cincuenta y ocho años.
pués de recobrarla vivió con felicidad y] N a h u m , t o d o ocurrirá sobre Asur y Níni- Y lo sepultaron honrosamente [en Ní-
hacía limosnas, y fue adelante en el temer ve; y cuanto dijeron los profetas de Israel, nive]. *
al Señor D i o s y confesar [la grandeza de a quienes envió Dios, t o d o ocurrirá a sus 12 Y cuando m u r i ó A n a [su madre],
D i o s ] . * 3 y envejeció g r a n d e m e n t e . Y tiempos]; pero en la Media h a b r á paz sepultóla [Tobías] con su padre. Y se
[cuando estaba para morir] llamó a [To- hasta cierto tiempo, m á s bien que [en marchó Tobías con su mujer y sus hijos
bías] su hijo y a los siete jóvenes hijos de Asiría y Babilonia; por lo cual sé y creo y los hijos de sus hijos y volvió a sus suegros,
él, y [le hizo recomendaciones y] le dijo: que t o d o lo que dijo Dios se cumplirá y y los halló sanos en buena vejez. [Y habitó
Hijo, t o m a tus hijos. Mira, he envejecido será, y no fallará una sola de sus pala- en Ecbálana con] Ragüel su suegro. 13 Y
y estoy para partirme luego de esta vida. * bras] : cuidó respetuosamente a sus suegros en
su vejez, y les cerró sus ojos, y los sepultó
Y nuestros hermanos [que moran] en la tierra [de Israel] honrosamente [en Ecbátana], y heredó la
serán dispersados [y llevados cautivos] de la tierra buena. hacienda [de Ragüel] y la de Tobit, su
Y Jerusalén quedará desierta, padre. Y vio la quinta generación, los
y la casa de Dios en ella será incendiada, hijos de sus hijos. ' 4 Y m u r i ó de ciento
y quedará en desolación p o r algún tiempo. * veintisiete años en Ecbátana de la M e -
5
Y otra vez se compadecerá Dios de ellos | y los restituirá a la tierra de Israel; Escarabeoide dia. * 15 Y antes de morir oyó el extermi-
y edificarán la casa de Dios, no cual la primera, nio de Nínive, la cual subyugaron N a b o -
hasta que se haya cumplido la sazón de los tiempos. pulcro. [Y el día que sepultes a tu madre,] polasar y Ciaxares [rey de la Media]. Y se
Y tras esto volverán todos de sus cautiverios, n o permanezcáis más en Nínive. [Ni un gozó, antes de morir, sobre Nínive [y
y edificarán a Jerusalén gloriosamente, solo día pernoctes en sus confines; p o r q u e bendijo al Señor D i o s p o r los siglos de
y la casa de Dios en ella será reedificada veo que hay en ella m u c h a injusticia,] los siglos]. Y toda su parentela y toda su
p a r a todas las edades del m u n d o con edificación gloriosa, y su iniquidad acabará con ella. 1 0 H i j o , posteridad perseveró en buena vida y santas
según hablaron de ella los profetas. mira lo que hizo N a d a b con Ahicar, que obras, por lo cual eran aceptos así a Dios
6
Y todas las gentes [las gentes de la tierra] se convertirán le había c r i a d o : c ó m o de la luz lo hundió como a los hombres y a todos los habitantes
y temerán verdaderamente al Señor D i o s ; en las I ¡nieblas y qué cosas le pagó en del país. *
y soterrarán sus ídolos, ¡ [origen de sus errores y extravíos]. retorno. Ahicar, cierto, se salvó; mas a
Y vendrán a Jerusalén y habitarán en ella, 1
y bendecirán todas las gentes al Señor. 14
! CIENTO CINCUENTA Y OCHO AÑOS: según cód. S son sólo ciento doce; según V, ciento dos.
CIENTO VEINTISIETE AÑOS: según B* son ciento siete; según S, ciento diecisiete; según la Vul-
Y se gozarán en ella tocios los reyes de la tierra, | adorando al Rey de Israel. gata,15sólo noventa y nueve.
7
Y su pueblo confesará a Dios, | y el Señor exaltará a su pueblo. NABOPOLASAR y CIAXARES : el cód. B lee equivocadamente Nabucodonosor y Asuero; el cód. S,
Y se gozarán todos los que a m a n al Señor Dios | con verdad y justicia, omitiendo a Nabucodonosor, sólo menciona a Akhiakharo, otra deformación de Ciaxares. Pero no
haciendo misericordia con nuestros hermanos. es improbable que esta mención histórica, ausente de V, sea una interpolación posterior; como tam-
[Y los que hacen el pecado y la injusticia | serán exterminados de toda la tierra.] poco es imposible^queja conclusión Y TODA SU PARENTELA, exclusiva de V, sea una adición tardía
8
Y ahora, hijo, marcha de Nínive, pues damientos, y procura ser misericordioso
acaecerá sin falta lo que habló el profeta y justo, para que te suceda prósperamen-
Jonás. * 9 Y tú observa la ley y los man- te. [Y ahora, hijos míos, escuchad a vuestro

•f A ! Probablemente el texto origina! es el de V: «Et consummati sunt sermones Tobiae», en el


' sentido de «Fin de los hechos de Tobit», que da la versión hebrea N (cf. CALDOS, o.c., p.289).
Es probable que todo lo que precede lo tomase el hagiógrafo de los documentos escritos por Tobi t
y Tobías; mientras que el capítulo 14 es obra del mismo hagiógrafo: algo asi como San Marcos en
su Evangelio reproduce la predicación de Pedro hasta 16,8: mientras que 16,0-20 es obra personal
del evangelista. Es muy verosímil que el hagiógrafo fuera uno de los siete hijos de Tobías mencio-
nados en 14,3.
2
En la cuenta de los años reina notable divergencia entre los códices. Según B, la ceguera so-
brevino a los cincuenta y ocho años de edad y duró ocho años; según V, los años son, respectivamen-
te, cincuenta y seis y cuatro; según el códice Alejandrino (A), ochenta y ocho y ocho...
3-11
Estas últimas palabras de Tobit se dividen en dos partes principales: 1) una serie de pro-
fecías;
4
2) una serie de recomendaciones.
4-7
Cf. Jon 3,4; Na 3,7; Sof 2,13-15.
Profetiza Tobit la cautividad de Judá y la vuelta del cautiverio (4-5a) y la gloria de la edad
mesiánica fsb-7).
8-11 El texto parece haber sufrido alguna alteración. Se c®rtan y entreveran la orden de aban-
donar a Nínive y los consejos morales. Esta \j}t¡m.a mención de Ahicar y Nadw parece una ¡nter-
pSlst9(ó!?i
JUDIT 573

debería basarse en la comparación o contradicción entre un texto críticamente seguro


y unos hechos históricos enteramente ciertos y científicamente comprobados. Ahora
bien, todas las contradicciones que se han señalado estriban en la comparación de
textos críticamente inseguros con datos históricos más o menos problemáticos. Un
caso concreto. En los documentos cuneiformes referentes a Asurbanipal no se mencio-
na la derrota de Holofernes. ¿ Pero semejante silencio es motivo suficiente para negar
la verdad histórica del hecho? ¿No es un recurso antiguo dejar que las derrotas o
reveses los cuente el ciego de París? Otro ejemplo. El capítulo primero del libro se
tiene como el más refractario a toda conciliación entre el relato bíblico y la historia.
¿Quién es ese Arfaxad? Jamás existió rey medo que tal nombre llevase. ¿Se dirá
que es una deformación del nombre de Ciaxares? Pero Ciaxares ni edificó a Ecbátana
ni fue derrotado ni menos muerto por Asurbanipal. Todo esto es verdad. Pero ¿decía
el original hebreo lo que dice la versión griega? Basta una somera comparación de
esta versión con la Vulgata para caer en la cuenta de que los textos actuales están
V D profundamente alterados. Los versículos 13-16 de la versión griega faltan en la Vul-
gata. Además, el orden de la narración es bastante diferente en ambas versiones.
Estas transposiciones y adiciones u omisiones son motivo más que suficiente para adop-
tar una actitud de prudente reserva ante esas narraciones
PROBABILIDAD DE LA VERDAD HISTÓRICA.—No puede negarse que el libro de
Judit se presenta como histórico. Así lo persuade el lujo de pormenores y datos de toda
clase que lo llenan. Por otra parle, fue siempre considerado como histórico por la tra-
E L PROBLEMA DE JUDIT.—Mientras para unos el libro de Judit es una historia dición cristiana, hasta que en el siglo XVI Lutero negó su historicidad. Es, pues,
en todo o en parte, para otros es una ficción literaria. Ante tal dificultad y tan dis razonable considerar como estrictamente histórico el libro de Judit. Las «mentiras»
pares soluciones, la crítica seria exige singular cautela y miramiento. de Judit confirman esta conclusión. Si fuera una novela ejemplar, la ejemplaridad
EL ESTADO DE LOS TEXTOS.—Perdido e! original, probablemente hebreo, se con- de la heroína ideal no debía presentarse oscurecida con esos lunares de insinceridad.
servan dos recensiones independientes: la versión griega y la Vulgata latina. De la En cambio, si tales «mentiras» fueron reales, se explica perfectamente que el autor
versión griega existen tres tipos algo diferentes de los cuedes se derivan la versión sagrado las consignase, sin alabarlas o recomendarlas.
siríaca y la latina prejeronimiana. Lo que con motivo de su versión dice San Jeróni-
mo demuestra la poca seguridad que podemos tener en la reconstitución del original NABUCODONOSOR-ASURBANIPAL.—Entre las variadísimas hipótesis sobre la iden-
perdido. Tres particularidades señala San Jerónimo: i) la variedad viciosísima de tificación del rey asirlo que en el libro se llama Nabucodonosor, dos son las más gene-
muchos códices, que él, naturalmente, quiso amputar; 2) que su trabajo fue obra ralmente acreditadas: la de Asurbanipal y la de Artajerjes III, es decir, la interpre-
de una sola noche o vela («uñara lucubratiunculam»), como la versión de Tobías tación asiría y la medo-persa. Aluna bien, mientras los rasgos medo-persas son sólo
fue obra de un solo día: rapidez extraordinaria, que no le permitiría aquilatar mu- ciertas expresiones sueltas y rasgos superjlciales, no difíciles de explicar, en cambio,
chos conceptos; 3) que su versión fue bastante libre (imcigis sensum e sensu quam el carácter o ¿olor asirio es mucho más extenso y profundo. A ésta, por tanto, es
ex verbo verbum transferens»: ML 29,30,-40). A todo esto hay que añadir la libertad prudente atenerse, mientras no se halle explicación más satisfactoria. En efecto, la
con que suprimió cuanto no entendía («sola ea quae intellegentia integra in verbis coincidencia entre las campañas de Holofernes narradas en el capítulo segundo y las
chaldeis inveni, latinis expressi»: Ib.). Tal es el estado de las versiones que conserva- referidas en los monumentos asirios referentes a Asurbanipal es tan sorprendente,
mos; que si en la sustancia reproducen bien el original, en los pormenores, con todo, que no es posible negar su identidad. Conforme a tal explicación se interpretará el
son bastante inseguras. texto de la versión griega.
E L MARCO HISTÓRICO.—Para apreciar debidamente la historicidad del libro de MORALIDAD DEL LIBRO DE JUDIT.—Judit aparece como ideal de religiosidad, de
Judit hay que fijar el marco histórico, real o fingido, en que se encuadra la narración. amor a Israel, de discreción, de amor conyugal, de castidad y de fortaleza. Por esto
Y aquí de las innumerables hipótesis. ¿ Quién es el Nabucodonosor de que se habla ? mismo sorprende que emplee como ardides de guerra dos medios bastante dudosos,
Para unos es Asurbanipal; para otros, Artajerjes ¡II; recientemente se ha pensado cuales son sus atavíos provocativos y sus mentiras. ¿Qué hay que juzgar de esto?
en un Pseudo-Nabucodonosor, Araka, uno de los reyes vencidos por Darío I. Y como Ante todo hay que asentar esta observación de Sanio Tomás: «ludith laudatur, non
éstas, otras muchas hipótesis. Pero en todas ellas hay un punto oscuro. ¿Se conocen quia mentita est Holoferni, sed propter affectum quem habuit ad salutem populi, pro
suficientemente las verdaderas historias de estos reyes? Sobre todo, ¿se conoce la pri- qua periculis se exposuit» ^2-2 q.no a.3 ad 3). Según esto, aun cuando hubiera
mitiva historia de los reyes medos y su sincronismo con la de los reyes asirlos? Pues lunares en la virtud de Judit, estos defectos no destruían la virtud, que es la que Dios
en Arfaxad, r£y de los medos, radica la principal dificultad del libro de Judit. ahba en ella. Además^aun suponiendo que esos defectos eran en sí pecados, con todo,
la buena conciencia con que procedió Judit los convertía en pecados puramente mate-
PRINCIPIOS DE SOLUCIÓN.—En absoluto es posible un libro divinamente inspira-
riales. Pero ¿es cierto que sus atavíos eran realmente pecaminosos y sus engaños ver-
do, de apariencias históricas, pero en realidad novelesco. jifas para que pueda veri-
daderas mentiras?
ficarse semejante posibilidad se requieren, no sólo por motivos de ortodoxia, sino por
exigencias de la crítica, determinadas condiciones (Denz. ig8o). ¿Se verifican de En cuanto a los atavíos, la Vulgata tiene estas expresiones que faltan en el griego:
hecho éstas en el libro de Judit? «Cui etiam Dominus contulit splendorem; quoniam omnis ista compositio non ex libí-
dine, sed ex virtute pendebat; et ideo Dominus hanc in illam pulcritudinem amplia-
LA NO-HISTORICIDAD, INDEMOSTRABLE.—Ante todo ha de reconocerse que con
vit» (10,4). Sean originales estas palabras, sean, como parece más bien, glosa jeto-
los datos que poseemos no puede demostrarse la no-historicidad. Tal demostración
5?4 JÜDlT I1*6
JUDIT 1 6
—2 * 575
nímiana, es lo cierto que los medios empleados por Judit eran de suyo honestos y toma-
dos con ánimo honesto y buena conciencia. De estos medios podía seguirse un efecto nosor hizo guerra c o n t r a el rey Arfaxad antes lo tenían c o m o u n cualquiera; y a
malo, que Judit sin duda previo. Pero enseña la moral que es lícito emplear un medio en la gran llanura que se extiende en los sus emisarios los despidieron vacíos con
de suyo indiferente con fin bueno, que justifique los malos efectos que tal vez puedan confines de R a g a u . * afrenta tic sus rostros. l 2 Enfurecióse N a -
6
seguirse; los cuales meramente se permiten, no se pretenden. Concurrieron a él todos los habitan- bocodonosor terriblemente contra t o d a
tes de la m o n t a ñ a y todos los de las ribe- aquella licrra. Y juró por su t r o n o y p o r
En cuanto a las mentiras, es muy dudoso, por lo menos, que puedan calificarse de ras del Eufrates, del Tigris y del Hidaspes, su reino tomar venganza de todos los
mentiras formales. La palabra humana, sin duda, está ordenada por Dios a la comu- y de las llanuras de Arioc, rey de los países de Cilicia y de D a m a s c o y Siria,
nicación entre los hombres. De ahí la inmoralidad intrínseca de la mentira. Pero no elamitas; y se agregaron muchas gentes exterminándolos con su espada, y asi-
es menos cierto que el derecho que tienen los hombres a que se los trate con verdad a las huestes de los hijos de Queleúd. * mismo de todos los habitantes en tierra
7
tiene ciertos límites. ¿ Y conserva su derecho a que se lé hable con verdad un injusto Y despachó N a b u c o d o n o s o r , rey de de M o a b , y de los hijos de A m ó n , y de
agresor? Y tal era Holqfernes para Judit. Además, la palabra humana no adquiere los asirios, emisarios a todos los habitan- toda la Judea, y de todos los de Egipto,
su sentido definitivo sino en función de las circunstancias. Ahora bien, las palabras tes de la Persia y a todos los del occidente, hasta llegar a los confines de los dos
los de Cilicia, D a m a s c o , el Líbano y el mares. * '•' Y. el a ñ o decimoséptimo pre-
de Judit eran las de una mujer que venía del campo enemigo. Podían y debían, por Antílíbano, y a todos los que residían sentó batalla con su ejército c o n t r a el
tanto, Holofernes y los suyos recibir con recelo las palabras de Judit y considerarlas en la marina, * s y a los pueblos del rey Arfaxad, y le derrotó en el e n c u e n t r o ;
como un ardid de guerra; y así consideradas dejaban ya de significar lo que significa- Carmelo y de Galaad, a la Galilea supe- y desbarató todo el ejército de Arfaxad,
rían en circunstancias normales. rior y a la gran llanura del Esdrelón, '-> y y toda su caballería, y todos sus carros. *
a todos los que h a b i t a b a n en la Samaría 14
Y se enseñoreó de sus ciudades, hasta
J U D I T , T I P O D E M A R Í A . — J u d i t es figura de María, no sólo en sentido acomoda- y en sus ciudades, y allende el J o r d á n que llegó a Ecbátana, y se apoderó de
ticio, en lo cual no hay ninguna dificultad, sino, probablemente a lo menos, en sentido hasta Jerusalén, a Batane, Quelús y Ca- las torres, y saqueó las casas, y t o d a su
estrictamente típico. Sabido es que todo el A. T., globalmente considerado, es tipo des, a los del río de Egipto y Tafnes y magnificencia redújola a vilipendio. 15 Y
del Nuevo. Esta tipología general se concreta y polariza en los elementos más desta- Rameses y a toda la tierra de Gesén, * apresó a Arfaxad en los montes de R a g a u ,
10
cados, esencialmente constitutivos de la antigua economía. Aquellas personas, por hasta llegar arriba de Tanis y de Mcn- y lo atravesó con sus lanzas y lo exterminó
tanto, cuya intervención activa en Ja nueva economía es preponderante, habrán de fis, y a todos los habitantes de Egipto hasta el presente día.
estar preferentemente figuradas en la antigua. De ahí que Jesu-Cristo esté figurado hasta llegar a los confines de Eliopía. "» Y se volvieron, él y sus abigarradas
11
en todo el A. T. Pero, al lado de Jesu-Cristo, la persona de mayor relieve en la obra Y despreciaron los habitantes de toda mesnadas, multitud de h o m b r e s guerreros
la tierra el mensaje de N a b u c o d o n o s o r , enormemente grande. Y allí se estaban,
de la salud humana es su Madre. Hay que concluir, por tanto, que María habrá de rey de los asirios, y n o se" le asociaron él y su ejército, holgando y b a n q u e t e a n d o
estar figurada en el A. T. proporcionalmente a su acción soteriológica. Y lo habrá de, p a r a la guerra, p o r q u e n o le temían, durante ciento veinte días. *
estar en las personas o hechos que sean de suyo imágenes más expresivas de la salud
humana. Y tal es la hazaña de Judit; que no fue un episodio vulgar en la historia de
Israel, sino un hecho de capital importancia en la historia providencial del pueblo de Planes de Nabucodonosor. Campañas de Holofernes
Dios y déla salud humana, capaz, por tanto, de polarizar en sí la significación global
de la antigua alianza respecto de la nueva. *> l En el a ñ o decimoctavo, el día vein- el plan sobre todo el m a l que p e n s a b a
** I ¡chis del primer mes, en el palacio hacer a la tierra. ' Y ellos dictaminaron
de Nabucodonosor se trató de lomar ven- que debía exterminarse todo ser viviente
ganza de toda la tierra, como él había entre aquellos que no se habían rendido
dicho. * 2 Convocó a todos sus servidores a la palabra de su boca. 4 Y así fue que,
y a todos sus magnates, y tuvo con ellos c u a n d o h u b o d a d o p o r concluido su con-
su consejo secreto. Y por su boca ultimó sejo, llamó N a b u c o d o n o s o r , rey de los
Nabucodonosor y Arfaxad. Guerra entre Asiría y Media 5
ARFAXAD: probalhiriente Deyoces (o Fraortes). ]! RAGAU: llanura que se extiende cerca de
1
Rages (junto a Teherán), la Rabiaba de Tolomeo. Es posible que el nombre de RAGAU esté alterado
I Era el a ñ o duodécimo del reinado
de N a b u c o d o n o s o r , que reinó sobre
y su anchura cincuenta codos. * 3 Sobre
sus puertas había alzado torreones de
o represente
6
otra región diferente de la Ragiana.
HIDASPES: es el río Coaspes o Ulai (actualmente Kerkhán), que desemboca en el golfo Pérsico. ||
ARIOC: podría ser Urtaki, citado en los documentos cuneiformes en que Asurbanipal relata sus
los asirios en Nínive, la gran ciudad, en cien codos, cuyos cimientos tenían la an-
campañas militares. I! Los HIJOS DE QUELEÚD (o Queleúl): texto alterado e ininteligible.
los días de Arfaxad, que reinó sobre los chura de sesenta codos. 4 Sus puertas al- 7
EMISARIOS: que exigiesen la inmediata sumisión de los que aprovechando la guerra con Ar-
medos en E c b á t a n a . * 2 E n t o r n o de Ec- canzaban la altura de setenta codos y la faxad intentaron sacudir el yugo asirio. I! LA MARINA: Fenicia y Filistea.
b á t a n a , Arfaxad había levantado m u r a - anchura de cuarenta codos, para las sa- 7-12
A pesar de la desfiguración de algunos nombres, es sorprendente la coincidencia de todo
llas de piedras talladas de tres codos de lidas de sus carros y para el despliegue este pasaje con lo que Asurbanipal refiere de sí en los documentos cuneiformes. Esta coincidencia
anchura y seis codos de longitud. La o r d e n a d o de su infantería. parece
9
probar dos cosas: 1) la historicidad del libro de Judit; 2) que Nabucodonosor es Asurbanipal.
altura de la muralla era de setenta codos, 5
Por aquellos días, el rey N a b u c o d o - ALLENDE EL JORDÁN: se dice ALLENDE respecto de Asiría. ¡I BATANE o Betune: Betanot o Bet
Ainon, al N. de Hebrón. || QUELÚS: Khalasah, al SO. de Bersabee. II CADES: Cadesbarne, en la
Arabia Pétrea. ¡I EL RÍO DE EGIPTO: el-Arish o Rinocolura. II TAFNES: cerca de Pelusio. || RAMESES:
•f 1
NABUCODONOSOR: probablemente es Asurbanipal, el Sardanápalo de los griegos, que reinó Zoan o Tanis. || GESÉN: en el Bajo Egipto.
12
de 669 a 635 (ó 625). II ARFAXAD: parece alteración de Ciaxares (Uvakhshatra), que reinó en 13_ 6
Los DOS MARES: el Mediterráneo y el Rojo.
Media por los años 625-585 y en 612 destruyó a Nínive. Pero el año duodécimo de Asurbanipal (657) ' Es significativa la omisión de estos vv. en V. ¿No estaban en la versión aramea que tra-
el rey de Media era Deyoces (699-647), que fue quien fortificó a Ecbátana (v.2). Tanto Deyoces dujo S. Jerónimo? ¿O es que él, por no entenderlos, los suprimió? Realmente, como están en el
como su hijo y sucesor Fraortes (647-625) estuvieron en guerra con los reyes asirios. Según esto, es griego son ininteligibles históricamente. De cualquiera de las dos hipótesis es lógico concluir que
verosímil que el original de Judit narrase compendiosamente estas guerras de los primeros reyes el texto está alterado. La alteración pudo consistir en dos cosas principalmente: en la dislocación
medos con los asirios. De hecho, V 1,1-4, antes de mencionar a Nabuc. refiere la historia de Arfa- del pasaje y en atribuir a Arfaxad la derrota de otro rey medo anterior. Y supuesta esta alteración,
xad (Deyoces). Parece, pues, que el prurito de abreviar confundió todas estas guerras, que se atri- cae por su base la mayor dificultad contra la historicidad del libro de Judit.
16
buyeron a Arfaxad (Ciaxares), más conocido como conquistador de Nínive. i! ECBÁTANA: cf. Esd 6, HOLGANDO Y BANQUETEANDO: ¿será éste un rasgo de la proverbial voluptuosidad de Sarda-
2, nota. nápalo (Asurbanipal)?
2-4
El CODO equivalía próximamente a medio metro. O ' DECIMOCTAVO: según V, el decimotercero. || PRIMER MES; Nisán (margo-abril), Comjerua Ja
" primavera, la época d? las campañas, militares,
JUDIT 3 1 —4 8
577
578 JUDIT 2 *~ * 2

asirios, a Holofernes, jefe supremo de su 18


para su abastecimiento, y provisiones Rendición g e n e r a l
ejército, el segundo después de él, y le para tanta gente, y muchísimo oro y plata
dijo: * ' Y enviaron a él delegados con men- ejército y puso guarnición en las ciudades
5
Esto dice el gran rey, el señor de
del palacio del rey.
19
Y salió a la jornada él con toda su 3 saje de paz, diciendo: amuralladas y t o m ó de ellas hombres es-
toda la tierra: Atiende, tú saldrás de tropa con el plan de preceder al rey N a b u -
2
Ahí tienes a los siervos de N a b u c o d o - cogidos c o m o auxiliares. * 7 Recibiéronle
mi presencia y tomarás contigo hombres codonosor y cubrir toda la haz de la nosor, el gran rey, rendidos en tu pre- ellos y toda su comarca con coronas,
confiados en su fuerza: soldados de a pie, tierra hacia el occidente con sus carros, sencia: sírvete de nosotros c o m o fuere danzas y tímpanos. 8 Y arrasó todas sus
hasta ciento veinte mil; multitud de ca- jinetes e infantes selectos. * 2 0 Salió tam- grato a tus ojos. 3 Ahí tienes nuestros fronteras y taló sus bosques, y se le con-
ballos con sus jinetes, doce miríadas. 6 Y bién con ellos una turba abigarrada, nu- cortijos, y t o d a nuestra región, y todos sentía que exterminase t o d o s los dioses
saldrás contra toda la tierra de occidente, merosa como langostas y como la arena los campos de trigos, y los ganados de de la tierra, para que a sólo N a b u c o d o -
p o r cuanto desobedecieron a la palabra de la tierra, innumerable p o r su multitud. ovejas y bueyes, y todas las majadas de nosor adorasen todas las gentes, y todas
21
de mi boca, i Y les intimarás que preparen Desde Nínive marcharon camino de nuestras tiendas, puestos a tu disposición: las lenguas y tribus de ellos le invocasen
tierra y agua, porque en mi> cólera saldré tres días sobre la haza de la llanura de sírvete como mejor te agradare. 4 Ahí tie- como a Dios. 9 Y llegó a la vista de Es-
contra ellos, y cubriré t o d a la h a z de la Bectilet y a c a m p a r o n a distancia de Bec- nes también nuestras ciudades y sus mora- drelón, cerca de Dotea, que está frente a
tierra con los pies de mis tropas, y los tilet, cerca de la m o n t a ñ a que está a la dores: sus siervos tuyos son; ven a su la gran sierra de la Judea. * 10 Y acampa-
entregaré a su pillaje; * s y los heridos de izquierda de la alta Cilicia. * 2 2 Y se apo- encuentro, según parezca bien a tus ojos. ron entre Gebas y la ciudad de Escitas.
ellos colmarán las quebradas y los torren- deró de todo su ejército, infantes, jinetes 5 Presentáronse los hombres a H o l o - Y pasó allí un mes de dias hasta reunir
tes, y el río se desbordará henchido de y carros, y de allí se dirigió a la montaña. fernes y le h a b l a r o n conforme a estas t o d a la impedimenta de su ejército. *
23
cadáveres. 9 Y deportaré sus cautivos a Y cortó a través de Fud y de Lud, y palabras. 6 Bajó a la marina él con su
las extremidades de toda la tierra. 10 Tú saqueó a todos los hijos de Rasis y a los
saldrás y te adelantarás en conquistar p a r a hijos de Ismael, que viven frente al de-
mí t o d a región de ellos, y se entregarán sierto al mediodía de Queleón. * 2 4 Y pasó Resistencia d e Israel
el Eufrates, y atravesó la Mesopotamia, y
a ti, y me los reservarás para el día de la 5
arrasó todas las ciudades amuralladas y 1
Los hijos de Israel que habitaban Y se previnieron o c u p a n d o todas las
reconvención. l r Mas a los que no se
rindan, sin miramiento alguno los entre-
las situadas junto al torrente A b r o n a hasta
llegar al mar. * 2 5 Y se apoderó de las
4 en la Judea oyeron todo cuanto ha- cumbres de los montes elevados, y amu-
rallaron las aldeas que en ellos hay, y
garás a la matanza y al saqueo en toda bía hecho con los gentiles Holofernes, el
fronteras de la Cilicia, y desbarató a general en jefe de N a b u c o d o n o s o r , rey almacenaron vituallas c o m o providencia
su tierra. 12 Pues ¡por mi vida y por mi todos los que se le oponían, y llegó hasta
reino! lo he dicho y lo haré por mis de los asirios, y c ó m o había saqueado y de guerra, pues poco antes habían sido
los confines meridionales de Jafet, frente exterminado todos sus templos. 2 Y te- segados sus campos. 6 Y escribió Joaquín
m a n o s . I 3 Y tú mira de no infringir una a la Arabia. * 2 ° Cercó también a todos mieron ante él desapoderadamente y se el sumo sacerdote, que p o r aquellos días
sola de las palabras de lu señor, antes los hijos de M a d i á n , incendió sus tiendas estaba en Jerusalén, a los habitantes de
estremecieron por Jerusalén y por el san-
cumplirás a la lelra lo que te he ordenado. de campaña y saqueó sus majadas. 2 ? Bajó tuario del Señor su D i o s . 5 P o r q u e habían Betulia y Betomestem, que está delante
Y no tardarás en hacerlo. luego a las llanuras de D a m a s c o en los vuelto recientemente del cautiverio, y se de Esdrelón, frente al vecino llano de
14
Salió Holofernes de la presencia de días de la siega del trigo, incendió todos había congregado nuevamente t o d o el D o t a i n , * 7 diciendo que ocupasen bien
su señor, y llamó a todos los hombres de sus campos, asoló sus ganados de ovejas pueblo de la Judea, y habían sido san- las subítlas de la m o n t a ñ a , pues por ellas
m a n d o y a los generales y jefes del ejército y de bueyes, saqueó sus ciudades, devastó tificados de la profanación los uleusilíos, eslaha la entrada para la Judea, y era
de Asur. 15 E hizo el recuento de todos los sus llanuras y m a t ó al filo de la espada a el altar y el edificio. * 4 Y enviaron des- fácil impedirles que se acercasen, d a d o
hombres escogidos para la campaña, se- todos sus jóvenes. pachos a t o d a la comarca de Samaría, lo angosto del acceso, p o r donde no p o -
gún le había m a n d a d o su señor, hasta y Cona, y Betoron, y Belmen, y Jericó, y dían pasar a la vez m á s de dos h o m b r e s .
28
doce miríadas y ciento veinte mil jinetes Sobrecogió el miedo y temblor de a Coba, y Esora, y al valle de Salen. * 8 Hicieron los hijos de Israel conforme les
a r q u e r o s , 1 6 y los repartió ordenadamente, él a todos los habitantes de la marina,
como se organiza una multitud militar. a los de Sidón y Tiro, a los de Sur y Ocina de Tiro (Paleotiro), destruida durante el reinado de Cambises (520-522); lo cual argüiría gran an-
17
Y t o m ó consigo camellos, asnos y mu- y a todos los de Y e m n a a ; y los q u e mo- tigüedad en el texto original. || OCINA: Acco, llamada después Tolemaida y San Juan de Acre. II
los para su bagaje, en cantidad enorme, raban en Azoto y Ascalón le temieron YEMNAA : Yamnia. Es de notar el perfecto orden de N. a S. en que se mencionan estas siete (u ocho)
y ovejas, bueyes y cabras, sin número, sobremanera. * ciudades. Otro indicio de exactitud histórica.
4 O 6 BAJÓ A LA MARINA: es interesante que, según documentos cuneiformes referentes a Asurba-
HOLOFERNES: parece de origen persa. Era, por tanto, extranjero en Nínive. De hecho no se*le ^ nipal, el año 649 Gezer (al ENE. de Accaron) está ocupada por una guarnición asiría; y hacia
menciona entre los asistentes al consejo secreto. el 648 se habla de una expedición contra Acco.
7 9
TIERRA Y AGUA: con esta fórmula se expresaba la rendición. De este pormenor algunos dedu- ESDRELÓN: el llano de Jezrael, || DOTEA: Dotain, entre Esdrelón y Samaría.
cen el origen medo-persa del libro de Judít. Indicio demasiado endeble. 10
GEBAS: probablemente el monte Geiboé. || ESCITAS: Escitópolis o Betsán.
19-23 El itinerario de esta primera campaña, no obstante la inseguridad de algunos nombres, 3
Este versículo, en que se habla de la cautividad de los judíos y de la profanación del templo,
está bastante definido. Partiendo de Nínive y atravesando la Mesopotamia se dirige hacia Capadocia,
de donde pasa a Cilicia, Pisidia y Lidia, para volver por la Siria y la Arabia. Semejante geografía no
4 4
no se halla en V. Cf. 5,18-19.
tiene nada de fantástica, y la precisión de las marchas es indicio de historicidad. CONA: probablemente entre Dotain y el Jordán. II BETORON: al SO. de Betel o NO. de Jeru-
23
BECTILET o Bectilat: podría ser Bectaialle, en la Siria Cassiótide. |¡ A DISTANCIA DE...: po- salén. II BELMEN : Abel-Mehula, al S. de Cona, no lejos del Jordán; o tal vez Belamón o Belma (hoy
dría traducirse partiendo de... La montaña parece ser e¡ monte Argeo (que V llama Ange), al S. de Belame)} al S. de En-gannim o Ginea. || COBA: tal vez entre Cona y Abel-Mehula. || ESORA o Aisora:
Cesárea de Capadocia. || A LA IZQUIERDA: de quien mira al Oriente: al N., por tanto, DE LA ALTA Asaron, al N. del monte Ebal; o, según otros, Asor (o Hazor), en la Galilea superior. I VALLE DE
Cilicia. SALEN O Aulon Salem: valle del Jordán inferior, o el llano el-Mokna, cerca de Siquem (hoy Naplusa).
6
23
FUD : Pisidia. !| LUD : Lidia. II RASIS (en V, Tarsis): Tarso. || HIJOS DE ISMAEL : árabes. [| QUE- BETULIA : su localización es muy controvertida. Tomando como punto de referencia Esdrelón
LEÓN (V Cellón): la Cálcide, regada por el río Khalos (cerca de Alepo). y Dotain, pueden dividirse las opiniones en tres grupos. Según unos, es Kurun Hattin (el llamado
24
ABRONA: es el Khaboras (hoy KhaburJ, afluente del Eufrates. I! AL MAR: ei golfo Pérsico. I El monte de las Bienaventuranzas), al N. del Esdrelón; o Beth-Ilfa, al E. del Esdrelón, entre Jezrael,
objeto de esta segunda campaña fue sofocar la rebelión de Samas-sum-ukim (hermano de Asur- Gelboé y Betsan. En el extremo opuesto están los que la sitúan al S. de Dotain: o en Sanur, o en
banipal), rey de Babilonia, con quien se habían aliado árabes, amonitas y moabitas. Esto aconte- Messaliye, o en Teíl Kheibar, al NE. o SE-, respectivamente, de Sanur. Otros la sitúan entre Esdre-
cía hacia el año 648. lón y Dotain, o en la cumbre del Sheik Shibel, o en una de las dos aldeas vecinas Barid (o Bared) o
Haraieq el-Malla. Esta posición intermedia, sobre todo Sheik Shibel, es la que mejor responde a
2 5 JAFET: en vez de Nafet, región de los nabateos al E. del mar Muerto. los datos suministrados. (Cf. BRUNENGO, ñ Nabucod. di Giuditta, XVIII. «Cíviltá Cattolíca», 9 [1888]
25-27
23
También esta tercera campaña se relata en los monumentos cuneiformes. 527-35). II BETOMESTEM O Uram el-Bothmeh, a tres Km. al S. de En-gannim (Djenin),
SUR: Tiro (en hebreo Zor, en asirio Surru, hoy Sur). La yuxtaposición de TIRO y SUR, O es
doble versión de una misma palabra original, o, según algunos, SUR representarla la primitiva ciudad
- Bover-Cantera 1?
>78 JUDIT 4 9 — 5 1 8
JtJDlT S 1 »—6 l é S79
o r J e n ó Joaquín el sumo sacerdote y el las ciudades de su herencia al exterminio,
senado de t o d o el pueblo de Israel, que ni el santuario a la profanación y ultraje, señalado fueron exterminados de más en proleja su Señor y se p o n g a de su parte
residían en Jerusalén. * para chacota de los gentiles. 1J Escuchó el m á s con muchas guerras y llevados cau- su Dios y nos hagamos nosotros objeto
9 Y clamaron todos los varones de Is- Señor sus voces y miró su tribulación. tivos a tierra extraña, y el santuario de de escarnio de toda la tierra*.
rael a Dios con gran ahinco y humillaron Y estuvo el pueblo ayunando muchos su Dios se vino por ios suelos y sus ciu- 22
Y aconteció que, en cuanto cesó de
sus almas profundamente. 10 Ellos, sus días en toda la Judea y Jerusalén en dades fueron conquistadas por sus con- hablar Aquior tales palabras, clamoreó
mujeres y sus niños, y sus jumentos, y presencia del santuario del Señor omni- trarios. * i> Poco ha, vueltos a Dios, su- todo el pueblo que cercaba la tienda y se
todos los forasteros y mercenarios, y es- potente. 14 Y Joaquín el sumo sacerdote bieron de la dispersión, en donde habían hallaba en derredor; y los magnates de
clavos comprados, ciñéronse sacos sobre y todos los sacerdotes que asistían en sido dispersados; ocuparon a Jerusalén, Holofernes y todos los que habitaban
sus lomos. lí Y todos los varones y mu- presencia del Señor y los que ministraban d o n d e está su santuario, y se establecieron la marina y la tierra de M o a b dijeron que
jeres y los niños que habitaban en Jerusa- al Señor, ceñidos de cilicios sobre sus en la región montañosa, por estar desier- a Aquior le hiciesen c u a r t o s ; 2 3 que no
lén se postraron delante del santuario, y lomos, ofrecían el holocausto perenne y ta. * 20 Y ahora, señor poderoso, si se vamos a temer frente a los hijos de Israel,
cubrieron con ceniza sus cabezas, y ex- los votos y las ofrendas espontáneas del halla delito en este pueblo y pecan contra c o m o que es un pueblo sin fuerza ni
tendieron sus sacos en presencia del Se- pueblo. ' 5 Y puesta ceniza sobre sus tur- su D i o s ; si descubrimos en ellos semejante poder para a r m a r una hueste poderosa;
ñor. 1 2 Y envolvieron con saco el altar, y bantes, clamaban al Señor con toda su escándalo, subiremos y los derrotaremos;
24
por lo cual subiremos, y servirán de
unánimemente clamaron al Dios de Israel fuerza que visitase con su favor a t o d a 21
pero si n o hay iniquidad en su gente, pasto a la voracidad de t o d o tu ejército,
con ahinco que no entregase sus hijos la casa de Israel. pase de largo mi señor, n o sea que los poderoso Holofernes.
al pillaje, ni sus mujeres a violencia, ni

Consejo d e Aquior nial recibido Aquior, entregado a los de Betulia


1
5 Dieron aviso a Holofernes, general
en jefe del ejército de Asur, que los
allí c o m o advenedizos durante largo tiem-
po. 9 Y les m a n d ó Dios que salieran del
6
1
Así que se calmó el alboroto de
los hombres en torno de la asamblea,
el día de tu iniquidad, n o verás ya mi
hijos de Israel se aprestaban a la guerra; país de su emigración y marchasen a la cara desde este día hasta que tome yo
que habían cerrado los pasos de la mon- tierra de Canaán. Allí se establecieron, Holofernes, jefe supremo del ejército de venganza de esa ralea de los que salieron
taña, amurallado, toda cumbre de m o n t e y se enriquecieron de oro y plata y de Asur, delante de t o d o el pueblo de ex- de Egipto. 6 Y entonces atravesará tus
elevado y puesto emboscadas en los lla- ganados numerosísimos. u ) Bajaron luego tranjeros, dijo a A q u i o r y a todos los costados el hierro de mi ejército y el
nos. 2 Y se enfureció terriblemente, y lla- a Egipto con motivo de la carestía ex- hijos de M o a b : pueblo de mis servidores, y sucumbirás
m ó a, todos los jefes de M o a b y a los tendida sobre toda la tierra de C a n a á n ,
2
Y ¿quién eres tú, Aquior, y los asa- entre sus heridos c u a n d o yo volviere. 7 Y
generales de Antón, todos los sátrapas y allí se estuvieron mientras disfrutaron lariados de Efraím, que vaticinaste entre ahora te conducirán mis siervos a la mon-
de la marina. -1 Y les dijo: Declaradme, del sustento que se les daba. Y vinieron a nosotros, c o m o acabas de hacerlo, y di- taña y te dejarán en una de las ciudades
hijos de C a n a á n , qué pueblo sea ese que ser allí gran muchedumbre y era sin cuen- jiste que n o hiciéramos la guerra contra empinadas, 8 mas no perecerás hasta que
m o r a en la m o n t a ñ a , cuáles las ciudades la gente de Israel, puesto que su Dios seas exterminado a u n a con ellos. 9 Y pues
to su linaje, u Mas levantóse contra ellos
los protegería? ¿Qué Dios, fuera de N a b u - en tu corazón confías que no serán apre-
que habita y la m u c h e d u m b r e de sus tro- el rey de Egipto, y los forzaron astuta-
codonosor? Este enviará sus fuerzas, y los sados, no decaiga tu rostro. Hablé, y no
pas, en qué reside su poder y su fuerza y mente a trabajo y obra de ladrillos; los caerá por los suelos una sola de mis
quién se alzó sobre ellos c o m o rey y humillaron y redujeron a esclavitud. exterminara tic la haz de la tierra, y no
palabras.
m a n d a su milicia; 4 y de dónde ese desdén 12
Ellos clamaron a su Dios, quien castigó los librará su Dios, * ¡ sino que nosotros,
10
de no venir a mi encuentro, a diferencia toda la tierra de Egipto con plagas, para los siervos del rey, los heriremos como a Y m a n d ó Holofernes a sus siervos,
de todos los demás que habitan en oc- las cuales no se hallaba remedio. Y los u n solo hombre, y no sostendrán el ím- que estaban allí presentes en su tienda,
cidente. arrojaron de sí los egipcios. 13 Dios secó petu de nuestros caballos. 4 Porque con que tomasen a Aquior, lo condujesen a
5
Dijole Aquior, jefe de todos los hijos delante de ellos el m a r Rojo* 14 y los ellos los reduciremos a pavesas, y sus Betulia y lo pusiesen en m a n o s de los
de A m ó n : condujo por el camino del Sinaí y de montes se embriagarán con su sangre, y hijos de Israel, n T o m á r o n l o sus siervos
Oiga mi señor la palabra de boca de su Qades Barne. Y expulsaron a todos los sus llanos se henchirán de sus cadáveres, y sacáronlo fuera del c a m p a m e n t o al lla-
habitantes del desierto. 15 Y se estable- y no se mantendrá firme la huella de sus no, y desde la llanura se dirigieron a la
siervo, y yo te declararé la verdad acerca
cieron en la tierra de los amorreos y ex- pies delante de nosotros, sino que irremi- m o n t a ñ a , v llegaron a las fuentes que
de este pueblo que habita esta m o n t a ñ a se halian al pie de Betulia. * 12 Así que los
vecina adonde tú te hallas, y no saldrá terminaron a viva fuerza a todos los siblemente perecerán. Lo dice el rey N a b u -
codonosor, señor de toda la tierra. Pues divisaron los hombres de la ciudad sobre
mentira de la boca de tu siervo. * Este hesebonitas. P a s a n d o luego el Jordán, se la cima del monte, tomaron sus armas y
p u e b l o es o r i g i n a r i o de l o s c a l d e o s . * apoderaron de toda la m o n t a ñ a . * 16 Echa- dijo: N o quedarán vanas las palabras de
7 m i boca. 5 M a s tú, Aquior, mercenario salieron de la ciudad a la cima del monte,
Emigraron primero a la Mesopotamia, ron de su presencia al cananeo y al ferezeo, y todos los honderos ocuparon las subi-
por no haber querido seguir a los dioses al jebuseo y al siquemita, y a todos los de A m ó n , que tales palabras dijiste en I
de sus padres, que vivieron en tierra de gergeseos, y m o r a r o n allí durante largo
caldeos. * 8 A b a n d o n a r o n el camino de tiempo. 17 Y mientras no pecaban contra
sus progenitores y adoraron al Dios del su Dios, gozaban de prosperidad, pues es 18
cielo, ai cual reconocieron c o m o su Dios. un Dios aborrecedor de la iniquidad el EL SANTUARIO... POR LOS SUELOS: esta expresión, ausente en V, es bastante dudosa. Aun ad-
Echados de la presencia de sus dioses, que está con ellos. * 1 8 Pero siempre que mitida su autenticidad, deberá entenderse metafóricamente de las profanaciones de Manases, ya
que a menudo en el libro (4,2; 4,11-13; 8,21; 8,25, etc.) se supone permanecer en pie el templó de
huyeron a la Mesopotamia y m o r a r o n se desviaban del camino que les había Jerusalén.
19
8
VUELTOS A SU Dios: después de las prevaricaciones de Manases. [I D E LA DISPERSIÓN: la
EL SENADO: este hemistiquio falta en V (cf. 15,8). prisión de Manases, de que se había en 2 Cr 33,11, supone la cautividad o dispersión de otros mu-
6
ff Abraham era originario de Ur (al S. de Babilonia). chos, complicados como él en la rebelión contra Asurbanipal, los cuales pudieron volver a Jerusalén
** 7
MESOPOTAMIA : a ía ciudad de Carán (Harán o Garran), al S. de Edesa. antes que Manases.
13-14
La narración de V es bastante más extensa. 21-22 Aquior muestra no conocer el estado actual de Israel.
1s
HESEBONITAS : Hesebón se halla al E. del Jordán, frente a Jericó.
17-18 2
Se enuncia la ley de la providencia de Dios sobre Israel, de la cual es ejemplo insigne la Los ASALARIADOS DE EFRAÍM: parece significar que Aquior y los suyos hablan sobornados por
historia de Judit. 1J
Israel. De todos modos, esta expresión no está en V. _
El LLANO de que se habla es el de Dotain. ;
JTJDIT 7 14—8 2
581
580 JTJDIT 6 1 3 —7 1 3
que no salga de la ciudad u n solo hombre. 2i
Y se congregó t o d o el pueblo, jóve-
das y l a n z a r o n piedras sobre ellos. * bía acaecido. 17 El respondiendo les de- 14
Y se consumirán de sed ellos y sus mu- nes, mujeres y niños, en presencia de
13 Ellos, agazapándose p o r lo bajo del claró lo ocurrido en el consejo de H o l o - jeres y sus hijos, y antes que se desenvai- Ozías y los jefes de la ciudad, y grita-
monte, ataron a Aquior y le dejaron fernes y todo cuanto dijo en medio de los ne la espada contra ellos quedarán tendi- ron a grandes voces y dijeron delante
tendido al pie del m o n t e y se fueron a jefes de los hijos de Asur y t o d o lo que dos por las calles donde viven. 1 5 Y les de los ancianos: 2 4 Juzgue Dios entre
su señor. despotricó Holofernes contra la casa de darás el mal pago merecido, p o r cuanto vosotros y nosotros p o r la grande in-
14
Bajando los hijos de Israel de su Israel. Ifl Y postrándose el pueblo, ado- se rebelaron y n o salieron a tu encuentro justicia que contra nosotros cometisteis,
ciudad, llegaron a él, y habiéndolo des- raron a Dios y clamaron diciendo: * 1 9 Se- pacíficamente. no hablando palabras pacíficas a los hijos
atado, se lo llevaron a Betulia y lo pre- ñor Dios del cielo, atiende a sus altane- 16
A g r a d a r o n sus razones a Holofernes de Asur. 25 Y a h o r a ya n o hay remedio
sentaron a los que por aquellos días eran rías y compadécete de la postración de y a todos sus servidores, y ordenó se hi- para nosotros, sino que nos h a entre-
jefes de la c i u d a d , 1 5 Ozías el de Micas, de nuestro linaje, y mira en este día la faz ciese como habían dicho. 1 7 Alzaron los gado Dios en sus m a n o s , p a r a que su-
la tribu de Simeón, y Cabris el de G o t o - de los que te b a n sido santificados. 2 0 Die- reales los hijos de A m ó n y fueron con c u m b a m o s delante de ellos por la sed
niel y Carmis el de Melquiel. 16 Y convo- ron buen ánimo a Aquior y le alabaron ellos cinco mil de los hijos de Asur, y con grande estrago. 2 6 Y a h o r a llamad-
caron a todos los ancianos de la ciudad, grandemente. 21 Llevóle consigo Ozías des- a c a m p a r o n en el valle y ocuparon las los y entregad t o d a la ciudad p a r a el
y concurrieron todos sus jóvenes y mu- de la asamblea a su casa, e hizo u n convite aguas y las fuentes de agua de los hijos saqueo u la gente de Holofernes y a t o d o
j e r e s a la a s a m b l e a , y p r e s e n t a r o n a a los ancianos. Y durante t o d a aquella de Israel. * 18 Y subieron los hijos de Esaú su ejército. 2 7 Que mejor nos está ser
A q u i o r en medio de t o d o el pueblo, y noche invocaron al D i o s de Israel en y los hijos de A m ó n y se a p o s t a r o n en la presa de su pillaje; pues, a u n q u e reduci-
preguntóle Ozías qué era lo que ha- demanda de auxilio. m o n t a ñ a frente a D o t a i n . Y destacaron dos a esclavitud, vivirá nuestra alma y no
parte de ellos hacia el mediodía y hacia veremos con nuestros ojos la muerte de
nuestros niños ni a nuestras mujeres e
el levante frente a Egrebel, que está cerca
Asedio de Betulia. Consejo de edoinitas y moabitas. hijos desfallecidas sus almas. 2 8 Ponemos
de Cus, sobre el torrente M o c m u r . El res- por testigos contra vosotros el cielo y
Abatimiento de los sitiados to del ejército de los asirios asentó sus
reales en el llano y cubrieron toda la h a /
la (ierra y a nuestro Dios y Señor de
nuestros padres, el cual nos castigará se-
1
Al día siguiente o r d e n ó Holofer- que estaban en Betulia. 7 Inspeccionó las de la tierra, y sus tiendas y bagajes forma-
7 nes a t o d o su ejército y a t o d a su subidas de su ciudad, recorrió los m a n a n - r o n un c a m p a m e n t o de turba numerosa.
Su multitud era enorme. *
gún nuestros pecados y según los peca-
dos de nuestros pa'dres, a fin de no hacer
gente que se le había agregado como tro- tiales de agua, los ocupó luego y puso en según estas palabras en el día de hoy. *
pa auxiliar que avanzasen hacia Betulia ellos destacamentos de hombres de gue- 1 9 Y los hijos de Israel clamaron al Se- 29
Y t o d o s unánimemente rompieron en
y que se adelantasen a ocupar las subi- rra, y él regrese) a su gente. ñ o r su Dios. Pues se había amilanado su gran llanto en medio de la asamblea y
das de la m o n t a ñ a , y que peleasen contra * Llegados a él todos los príncipes de espíritu, por cuanto los habían cercado clamaron c o n grandes voces al Señor.
los hijos de Israel. 2 Y avanzaron aquel los hijos de Esaú y todos los jefes del sus enemigos y no había medio de evadir
día t o d o los valientes. El ejército de los pueblo de M o a b y los generales de la m a - su cerco. 2 0 Permaneció en derredor de 3" Di joles Ozías: Tened buen ánimo,
guerreros era de ciento setenta mil in- rina, dijeron: ellos todo el c a m p a m e n t o de Asur, sus h e r m a n o s ; perseveremos cinco días t o -
fantes y doce mil jinetes, sin contar el ba- 9
Escuche u n a palabra nuestro señor infantes, carros y jinetes, durante,treinta davía, dentro de los cuales el Señor D i o s
gaje y la demás gente, todos ellos de a pie, p a r a que no sobrevenga ningún quebran- y cuatro días. Agoláronsclcs a lodos los nuestro volverá su misericordia sobre nos-
enorme muchedumbre. 3 Y pusieron sus to en su ejército. 10 P o r q u e este pueblo de habitantes tic Hcfuh'a lodos sus depósitos oíros, pues no nos desamparará para siem-
reales en el valle vecino a Betulia, cerca de los hijos de Israel no confían en sus lan- tic agua. * -l También las cisternas se va- pre, 'i Mas si pasaren estos días sin que
la fuente, y se extendieron, a lo ancho, so- zas, sino en las alturas de los montes en ciaban, y no tenían agua p a r a beber a sa- nos venga socorro, haré según vuestras
bre D o t a i n hasta Belbem, y a lo largo, tisfacción un solo día, pues se les raciona- palabras. 32 Y dispersó el pueblo a sus
que habitan, pues n o es fácil el acceso a
ba la bebida. 2 2 Y desmayaron sus niños, viviendas, y se fueron los hombres a las
desde Betulia hasta Ciamón, que está las cumbres de sus montes. u Y ahora, murallas y a las torres de su ciudad, y a
frente a Esdrelón. *. . señor, n o pelees contra ellos, c o m o se y las mujeres y los jóvenes desfallecieron
4 de sed, y se caían p o r las calles de la ciu- las mujeres y a los niños m a n d á r o n l o s a
Los hijos de Israel, c o m o vieron su hace la guerra de huestes dispuestas en sus casas. H a b í a en la ciudad gran de-
multitud, se turbaron p o r demás, y se orden de batalla, y no caerá de tu gente d a d y en los pasos de las puertas, y anda-
b a n agotados de fuerzas. presión.
dijeron los unos a los otros Estos aho- un solo h o m b r e . t 2 Permanece en tus rea-
ra van a sorber la faz de la tierra entera, les, manteniendo en reserva t o d a la gente
,y ni los altos montes, ni las barrancas, ni de tu ejército; y deja que tus siervos se
los cerros aguantarán su peso. 5 Y echan- apoderen de la fuente de agua que m a n a Judit. Reprueba el plan de Ozías e insinúa su proyecto
do m a n o cada cual de su a r m a m e n t o y en- al pie del monte, 13 pues de ella se abaste-
cendiendo hogueras sobre sus torres, per- cen todos los habitantes de Betulia; y 1 P o r aquellos días enteróse de t o d o deón, hijo de Rafaín, hijo de A q u i t o b ,
manecieron en guardia toda aquella no- acabará con ellos la sed, y entregarán su 8 esto Judit, hija de Merarí, hijo de hijo de Elias, hijo de Quelcías, hijo de
che. ciudad; y nosotros y nuestra gente subire-
6 El día segundo sacó Holofernes toda mos a las vecinas cumbres de los montes y Ox, hijo de José, hijo de Oziel, hijo de Eliab, hijo de N a t a n a e l , hijo de Salamiel,
su caballería frente a los hijos de Israel nos apostaremos en ellas p a r a prevenir Helcías, hijo de H a n a n í a s , hijos de Ge- hijo de Sarasadai, hijo de Israel. * 2 Su

17
12-13 A primera vista parece incoherente esta narración. Los asirios llegan a LA CIMA DEL MON- 18
"1» Todo esto falta en V.
TE; sin embargo, los de Betulia OCUPARON LAS SUBIDAS; y al fin los asirios andan POR LO BAJO DEL Cus podría ser Kefr Kud, al E. de Betulia, cerca del cual hay que localizar a Egrebel (o Ekre-
MONTE y dejan a Aquior AL PIE DEL MONTE. Tienen, con todo, explicación en la hipótesis de que bel, 10que podría ser Haraieq el-Malla), junto al cual corría el torrente Mocmur (o Mocmor).
Betulia se hallase en la cima de Sheik Shibei. Muy cerca estaba la de Djebel el-Asy. A ésta habían 28
TREINTA Y CUATRO DÍAS: la V pone solos veinte.
llegado los asirios; los israelitas, al verlos, los acosaron con sus hondas, mientras-ocupaban las subi- A FIN DE NO HACER [Dios]: parece significar: «Castigúenos Dios, mas no nos entregue a los
das a su monte Sheik Shibei. Los asirios entonces abandonaron la cumbre de Djebel el-Asy y ata- enemigos») (cf. V 7,20). O también, comparado con el v.31 y suprimiendo el no (según S), podría
ron a Aquior al pie del monte. significar: «que hagas lo que te decimos».
18-21 La narración de V es más extensa.
Q 1 SARASADAI : entre este nombre y el de ISRAEL hay que intercalar el de Simeón, de cuya tribu
y 3 El VALLE es el que se extiende al N. de Dotain. La dirección Dotain-Belbem es de SO. a NE. era Judit (9,2): o bien hay que sustituir el de Sarasadai por el de Simeón, como hace V. Caso
* La dirección Betulia-Ciamón es de SE. a NO. Estos tres puntos (a manera de triángulo): Dotain flagrante de la corrupción de los textos. El griego omite el nombre de Simeón; V le hace hijo de Ru-
a! S., Belamón al E., Khelmón al N., determinan la posición de Betulia. Otra vez, la hipótesis que me- bén, omitiendo el de Israel.
jor satisface es la de Sheik Shibei.
582 ^ JUDIT 8 »-*• JUDIT 8 30
—9 * 583

de tus días conoció t o d o el pueblo tu noche estaréis a la puerta de la ciudad,


m a r i d o , Manases, de su tribu y parente- de exterminarnos delante de nuestros ene- y saldré yo con mi doncella, y dentro
discreción, por cuanto es bueno el natu-
la, habia m u e r t o en los días de la siega migos. i 6 Vosotros no hipotequéis los pla- ral de tu corazón. 3 0 Pero el pueblo, acu- de los días tras los cuales dijisteis que
de la cebada. 3 Porque, mientras estaba nes del Señor Dios nuestro; pues n o es entregaríais la ciudad a nuestros enemi-
ciado por la sed, nos forzó a hacer con-
encima de los que ataban las gavillas, Dios como el hombre para ser amedren- gos, visitará p o r m i m a n o el Señor a
forme les hablamos y a comprometernos
diole una insolación en la cabeza y cayó tado con amenazas, ni como el hijo del Israel. 34 Vosotros n o inquiráis acerca de
con juramentos, que no hemos de que-
postrado en su lecho, y murió en Betulia, h o m b r e para admitir imposiciones. " P o r mi hecho, pues n o os ¡o diré hasta que
brantar. 31 Y ahora ruega p o r nosotros,
su ciudad, y le sepultaron con sus pa- lo cual, a g u a r d a n d o pacientemente la sal- se haya llevado al cabo lo que pienso
pues eres mujer piadosa, y el Señor en-
dres en el campo situado entre D o t a i n y vación que de El ha de venir, invoqué- hacer. W Dijéronle Ozías y los jefes: A n d a
viará lluvia con que llenen nuestras cis-
Baiamón. * 4 Estaba Judit en su casa pa- mosle pidiendo socorro, y El escuchará en paz, y vaya delante de ti el Señor
ternas, y ya no desfalleceremos.
sando su viudez tres años y cuatro meses. nuestras voces, si tal fuere su beneplácito, 32 Dios para venganza de nuestros enemi-
5
Hizo para sí una cámara en la azotea Díjoles Judit: Escuchadme. Voy a
is Porque no se ha alzado en nuestros gos.
de su casa, se ciñó de cilicio y llevaba so- hacer una c o s a . que alcanzará a genera-
tiempos ni hay en el día de hoy tribu ni 3(1
bre si los vestidos de su viudez, 6 Ayu- ciones de generaciones para bien de los Y saliendo de la cámara, se t o r n a r o n
familia, pueblo ni ciudad que a d o r e n
n a b a todos los días de su viudez, excepto hijos de nuestro linaje. 33 Vosotros esta a sus puestos.
dioses fabricados p o r m a n o de h o m b r e ,
los antesábados y los sábados, las ante- c o m o acaeció en tiempos p a s a d o s ; * ] 9 p o r
neomenias y las neomenias y las festivi- razón de lo cual nuestros padres fueron
dades y regocijos de Israel. * 7 Era extre- entregados a Ja espada y a la rapiña y Oración de Judit
m a d a m e n t e hermosa de rostro y linda de sucumbieron abatidos delante de nues- 1
Postróse Judit con el rostro en el para confusión, y profanaron su seno
aspecto. Su marido, Manases, le habia
dejado oro y plata, esclavos y esclavas,
tros enemigos. 20 M a s nosotros no c o n o -
cimos otro Dios sino a El; por donde
9 suelo. H a b í a echado ceniza sobre su para ignominia. Porque habías dicho;
animales y campos, cuya superintenden- confiamos que no nos mirará con desvío cabeza y descubierto el cilicio que lleva- N o será así. Y ellos lo hicieron. * 3 g n
cia ella tenía. 8 N o había quien de ella ni apartará el rostro de nuestro linaje. ba puesto. Acababa entonces de ofrecerse pago de eilo entregaste sus jefes a la m a -
21
dijese palabra mala, pues era muy te- Pues si somos capturados nosotros, por
merosa de Dios. lo mismo será también c a p t u r a d a t o d a
9
Oyó Judit las palabras inconsidera- la Judea y saqueado nuestro santuario,
das que el pueblo, desalentado por la y a nosotros nos pedirá cuenta con nues-
escasez del agua, había dicho al jefe, y tra sangre de su profanación; 2 2 y la
o y ó también todas las razones que les matanza de nuestros hermanos, y la cau-
dijo Ozías c u a n d o les juró que pasados tividad de la tierra, y el asolamiento de
cinco días entregarla la ciudad a los as¡- nuestra heredad la h a r á recaer sobre nues-
rios. lo Y enviando su doncella, puesta tra cabeza en medio de los gentiles, en
al frente de todos sus haberes, llamó a dondequiera que estemos c o m o esclavos,
Cabris y Carmis, los ancianos de la ciu- y seremos objeto de escándalo y de es-
dad. 11 Venidos a ella, les dijo: —Oíd- carnio» delante de nuestros poseedores.
23
me, jefes de los moradores de Betuüa. P o r q u e nuestra servidumbre no será
N o es razonable ese lenguaje que ha- recibida con benevolencia, antes la con-
blasteis a oídos del pueblo en este día ni vertirá en ignominia el Señor Dios nues-
ese juramento que pronunciasteis entre tro. 2 4 Y ahora, hermanos, persuadamos
Dios y vosotros diciendo que entrega- a nuestros hermanos de que de nosotros
ríais la ciudad a vuestros enemigos si pende la vida de ellos y en nosotros es-
dentro de esos días no se volviere a vos- triba el templo, el santuario y el altar.
25
otros el Señor para socorreros. 12 Y aho- Fuera de todo esto, bendigamos al Se-
ra ¿quiénes sois vosotros, que asi ten- ñor Dios nuestro, que nos prueba lo
tasteis a Dios en el dia de hoy y usurpas- mismo que a nuestros padres. 2 6 Recor-
teis el lugar de D i o s en medio de ios dad cuanto hizo con A b r a h a m , y las
h o m b r e s ? 1 3 Y ahora sondeáis el pensa- pruebas a que sometió a Tsaac, y cuanto
miento del Señor omnipotente, incapaces acaeció a Jacob en Mesopotamia de Si-
c o m o sois de penetrarlo en t o d a u n a ria mientras pastoreaba las ovejas de
eternidad. 1 4 Pues n o alcanzáis el fondo L a b á n , h e r m a n o d e su m a d r e . 2 7 Pues
del corazón h u m a n o ni sorprendéis los como a ellos no los exterminó, sino que
razonamientos de su mente, ¿y cómo pe- los pasó por el fuego para aquilatamien-
netraréis las intimidades del Dios que to de su corazón, t a m p o c o de nosotros Canüza rcül amna. (KeJieve deJ üntisli MÚSCUÍFÍ. Ljaüd, «tile alones ai Assyria», larri.26. .í
hizo todas las cosas y conoceréis su men- t o m ó venganza, sino que p a r a corrección
te y comprenderéis su pensamiento? D e azota el Señor a los que se llegan a El. en Jerusalén, en el templo de Dios, el in- tanza, y su lecho, que vio su felonía, al
ninguna manera, h e r m a n o s ; no provo- 28Díjole Ozias: — T o d o cuanto dijiste, cienso vespertino de aquel día. Y clamó engaño y a la sangre; y heriste a los es-
quéis a ira al Señor Dios nuestro. 1 5 Pues de buen corazón lo dijiste; y n o habrá" Judit con grande voz al Señor y dijo: clavos tras los poderosos y a los p o d e r o -
si dentro de los cinco días no quisiere quien se oponga a tus razones. 2 9 Que 2
«Señor, D i o s dé mi padre Simeón, en sos en sus solios; 4 y entregaste sus m u -
socorrernos, derecho tiene él de prote- n o es hoy cuando se ha hecho patente cuyas m a n o s pusiste la espada para to- jeres al saqueo, y sus hijas a la cautivi-
gernos en los días que quiera o también tu sabiduría, sino ya desde el principio m a r venganza de los extranjeros, que dad, y todos sus despojos al reparto en-
violaron el seno de una doncella para tre tus hijos a m a d o s , íos cuales se in-
inmundicia, y descubrieron sus carnes flamaron en tu celo y a b o m i n a r o n la
3
ENTRE DOTAIN Y BALAMÓ.N: dato importante para la localización de Betulia. 2-4
6
ANTESÁBADOS... ANTENEOMENIAS: no se halla en V. Alusión a ia venganza que los hijos de Jacob, en especial Simeón, tomaron de los sique-
18
V dice simplemente: «no hemos seguido los pecados de nuestras padres». mitas por e] ultraje inferido a Dina, su hermana (Gen 34,1-31).
5 13
584 JUDIT 9 10
JUDIT 10 " — 1 1 1 6 585
contaminación de su sangre y te invoca- sobre sus cabezas y da en m a n o s de esta
r o n en su auxilio. ¡Oh Dios, D i o s mío, viuda la proeza que pensé. 10 Hiere con m o n t a ñ a , sin que falte de sus hombres
escucha también a esta viuda! 5 Pues tú ravíllábanse de su hermosura, y con m o -
los labios de mi seducción al siervo tras u n a sola persona o u n a sola vida. 1 4 Co- tivo de ella a d m i r a b a n a los hijos de
fuiste quien hizo lo que a aquello pre- el príncipe y al príncipe tras su servidor; m o oyeron los hombres tales palabras, y Israel. Y dijo cada cual a su vecino:
cedió, y aquello mismo, y lo que a ello quebranta su altivez por m a n o de mujer. contemplaban su rostro, que era para ¿Quién tendrá en poco a este pueblo, que
11
siguió, y lo» presente y lo futuro tú lo Q u e no está tu potencia con la multi- ellos u n portento n u n c a visto de hermo- posee mujeres semejantes? Pues n o es
dispusiste, y lo que dispusiste se hizo. tud ni tu poderío con los fuertes; antes sura, le dijeron: 15 H a s salvado tu vida razón quede de entre ellos un solo hom-
6
Y se presentaron ante ti los aconteci- de los humildes eres Dios, auxiliador de apresurándote a bajar a la presencia de bre, que, dejados, serían capaces de se-
mientos que tú determinaste, y dijeron: los pequeñuelos, socorredor de los dé- nuestro señor. Y a h o r a llégate a su pa- ducir toda la tierra. 2 0 Y salieron los de
Aquí estamos. Porque todos tus caminos biles, a m p a r a d o r de los desahuciados, bellón, y algunos de nosotros te encami- la guardia personal de Holofernes y todos
están aparejados, y tu juicio estriba en salvador de los desesperados. 12 Sí, sí, n a r á n hasta ponerte en sus m a n o s . 16 Y sus servidores y la introdujeron en el
su presciencia. 7 Pues he aquí que los ¡oh D i o s de mi padre y Dios de la here- cuando estés en su presencia, n o temas pabellón. 21 Estaba Holofernes descansan-
asirios crecieron en poderío, se ufanaron dad de Israel, dominador de los cielos en tu corazón, sino declárale lo que nos do sobre su lecho protegido por el co-
en el caballo y el jinete, se enorgullecie- y de la tierra, creador de las aguas, rey has dicho, y te recibirá bien. 1 7 Y eligie- nopeo, que estaba entretejido de p ú r p u r a
ron en el brazo de sus infantes, confiaron de toda tu creación!: escucha tú mi pie-' r o n cien hombres que la escoltasen a y oro, esmeraldas y piedras preciosas.
en la adarga y en la lanza, el arco y la garia, 13 y dame palabras y astucia para ella y a su doncella, y las condujeron al
22
Anunciáronsela, y salió al vestíbulo.
h o n d a , y no conocieron que tú eres el herida y lesión de aquellos que forjaron pabellón de Holofernes. 18 H u b o concurso L á m p a r a s de plata le precedían. 2 3 C o m o
Señor, que tronchas las guerras. 8 «Señor» planes crueles contra tu alianza y tu casa en t o d o el c a m p a m e n t o , pues había co- llegó Judit a presencia suya y de sus ser-
es tu nombre. Quiebra tú su fuerza con santificada y la cumbre de Sión y la rrido por las tiendas la voz de su llegada. vidores, maravilláronse todos de la her-
tu poder y aplasta su pujanza con tu có- casa de posesión de tus hijos. 1 4 D a a Y viniendo, la rodearon, mientras aguar-
mosura de su rostro. Ella se postró en
lera, porque t r a m a r o n profanar tu san- t o d o tu pueblo y a todas tus tribus co- señal de acatamiento, m a s la levantaron
d a b a fuera del pabellón de Holofernes, los servidores de Holofernes.
tuario, contaminar el tabernáculo donde nocimiento con que entiendan que tú hasta que le dieron aviso de ella. 19 M a -
descansa el n o m b r e de tu gloria, derri- eres Dios, el D i o s de t o d o poderío y
bar con el hierro los cuernos de tu altar. fuerza, y que no h a y otro defensor del
9
Mira su altanería, fulmiilá"*tu cólera linaje de Israel sino tú».
Buen acogimiento y agasajos
"t l Díjole Holofernes: Buen ánimo, ahora el razonamiento que habló A q u i o r
Preparada Judit, sale de Betulia y llega ante Holofernes 1 *• mujer; n o temas en tu corazón, en tu consejo—oímos sus palabras, pues
porque yo jamás hice mal a h o m b r e al- le respetaron los hombres de Betulia, y
1 íi ' ^ a c o n t e c ¡ ° que, cuando cesó de paje, se pasmaron de su hermosura so- guno que quiera servir a N a b u c o d o n o - él les refirió todo cuanto había h a b l a d o
*" clamar al Dios de Israel y dio fin bre toda ponderación y le dijeron: 8 £1 sor, rey de toda la tierra. 2 Y ahora, tu en tu presencia—, 1 0 p o r lo cual, señor
a todas sus palabras, 2 se levantó de su Dios de nuestros padres te conceda ha- pueblo que habita en la m o n t a ñ a , si no poderoso, no te salgas de su dicho, an-
postración, llamó a su doncella y bajó llar gracia y realice tus designios para m e hubiera despreciado, n o habría yo tes deposítalo en tu corazón, pues es ver-
a su casa, en que m o r a b a en los días de glorificación de los hijos de Israel y levantado mí lanza contra ellos; pero d a d e r o ; porque n o es castigada mi gen-,
sábado y en sus festividades. 3 Quitóse exaltación de Jerusalén. 9 Ella adoró a ellos mismos se acarrearon esto. •' Y aho- te ni prevalece espada contra ellos si an-
el cilicio que llevaba puesto y se despojó Dios y les dijo: D a d orden que se me ra dime por qué motivo huiste de ellos tes no han pecado contra su Dios, n Y
de los vestidos de su viudez. Lavó t o d o abra la puerta de la ciudad, y saldré y te viniste a nosotros; pues vienes para ahora, para que mi señor no quede malo-
para la ejecución de las palabras que ha- tu salvación. Buen ánimo, vivirás esta grado y fracasado, sepa que se les viene
su cuerpo, ungióse con perfume espeso,
blasteis conmigo. Y dieron orden a los noche y también en adelante; 4 pues no encima la muerte y que están en las ga-
peinó sus cabellos y tocó su cabeza con rras del pecado, con el cual irritan a su
jóvenes que se le abriese según había h a b r á quien te maltrate, antes te tratarán
la mitra, y se vistió los vestidos de su bien, cual se hace con los siervos de mi Dios siempre que cometen alguna enor-
regocijo, con que solía ataviarse en vida dicho. 10 Y así lo hicieron. Y salió Ju-
señor el rey N a b u c o d o n o s o r . 5 Díjole Ju- midad. i 2 C o m o les faltaron los víveres
de su marido, Manases. * 4 Calzó sus pies dit, ella y su doncella con ella. Observá-
dit: Acoge las palabras de tu esclava, y escaseó totalmente el agua, determina-
con sandalias y se puso los collares, los banla los hombres de la ciudad mientras y hable tu sierva en tu presencia; que no ron echar m a n o de sus jumentos; y t o d o
brazaletes, los anillos y los pendientes y bajaba el monte, hasta que atravesó el diré mentira a mi señor en esta noche. * cuanto Dios particularmente les había
todas sus alhajas, con que se hermoseó valle, y ya no la veían más. 6
Y si te atienes al dicho de tu sierva, vedado comer en sus leyes, decidieron
11
extremadamente, hasta cautivar las mira- I b a n por el valle camino derecho, D i o s lo h a r á contigo a pedir de boca, y consumirlo. 13 Y las primicias del trigo y
das de cuantos hombres se topasen con cuando les salió al paso u n a avanzada mi señor no se verá frustrado en sus los diezmos del vino y del aceite, que ha-
ella. * 5 y dio a su doncella u n pellejo de los asirios. 12 Detuviéronla y pregun- planes. 7 P o r q u e vive N a b u c o d o n o s o r , bían santificado y reservado para los
de vino y una alcuza de aceite, y llenó u n a t a r o n : ¿De quiénes eres, de dónde vienes rey de toda la tierra, y vive su poderío, sacerdotes que están en Jerusalén ante
alforja con harina de cebada, tortas de y adonde vas? Ella dijo: Hija soy de los que te envió a ti para bienandanza de la faz de nuestro Dios, h a n resuelto con-
higos y panes limpios; y liólo t o d o en un hebreos y huyo de su presencia, porque t o d o viviente; por cuanto no ya solos sumirlo, cuando era razón que ni con
envoltorio, que puso sobre ella. van a seros entregados para ser devora- los hombres p o r tu medio le servirán, las m a n o s lo tocase nadie de los del
6
Y salieron a las puertas de la ciudad dos. * 13 Y vengo a la presencia de H o - sino también las fieras del c a m p o y los pueblo. 1 4 Y h a n despachado a Jerusa-
de Betulia, y hallaron apostados junto a lofernes, jefe supremo de vuestro ejército, animales domésticos y las aves del cielo lén, pues también los que allí habitan
ellas a Ozías y a los ancianos de la ciu- para anunciarle palabras de verdad, y mediante tu energía vivirán, acogiéndose hicieron esto mismo, quienes les trajeran
dad Cabris y Carmis. 7 Así que le vieron mostraré en su presencia el camino p o r a N a b u c o d o n o s o r y toda su casa. 8 Por- de allí la condonación de parte del sena-
cambiado su semblante y m u d a d o su ro- donde irá y se apoderará de t o d a la que oímos referir tu sabiduría y todas las do. * 15 y será así que, en cuanto reciban
sagacidades de tu alma, y corrió por toda el aviso y lo pongan por obra, el mismo
la tierra que tú solo eres b u e n o en t o d o día serán entregados a ti para su extermi-
1 0 3
ESPESO: condensado, consistente. II MITRA-: tocado equivalente a la cofia, cintas, peineta, reino, poderoso por tu inteligencia y ad- nio. 16 Por donde yo, tu esclava, enten-
' "4 mantilla o sombrero de otros tiempos. mirable p o r tus campañas de guerra. 9 Y diendo t o d o esto, hui de su presencia, y
BRAZALETES: o también ajorcas, en los brazos o en las gargantas de los pies. ¡| HASTA CAUTI-
VAR: cuanto hizo Judit fue honesto y con ánimo honesto (cf. p.573).
12-13 Estas mentiras tienen muchos atenuantes (cf. p.574). •I 5-19 Cf. 10,12-13.
' ! 4 Este versículo falta en V.
17 20
JUDIT 12 —13 587
586 JTIDIT 11 "—12"
iba tras ella, y su alma recibió una fuer- que en todos los días de m i vida. 19 Y to-
te sacudida, y sentía por ella una concu- m a n d o lo que le había preparado su es-
m e envió D i o s a hacer contigo tales co- que !as conociera de a n t e m a n o ; m e fue- piscencia desapoderada. Desde el primer clava, comió y bebió delante de él. 2 0 R e -
sas, que de ellas se a s o m b r a r á t o d a la tie- ron anunciadas a mí, y yo fui enviada día que la vio andaba acechando la oca- gocijóse Holofernes de tenerla a su vista,
rra, quienesquiera las oigan referir. 1 7 Por- para manifestártelas a ti. sión de seducirla. 17 Dijole Holofernes: y bebió vino y más vino sin mesura,
20
que tu esclava es mujer religiosa y sirve Agradaron sus palabras a Holofernes Ea, bebe y date al regocijo. 18 Dijole Ju- cuanto no había bebido jamás en un solo
noche y día al Dios del cielo. Y ahora y a todos sus servidores, y, maravillados dit: Beberé, sí, señor, p o r q u e el goce del día desde que nació.
permaneceré a tu lado, señor mío, y sal- de su discreción, dijeron: * 2 i De extremo vivir hoy se ha engrandecido en mí más
drá tu esclava cada noche al valle, y a extremo de la tierra no hay mujer se-
haré mi oración a Dios, y El me dirá mejante en hermosura de rostro y discre-
c u á n d o hayan ellos cometido sus peca- ción de palabras. 2 2 Y le dijo Holofer- Hazaña de Judit. De nuevo en Betulia
dos. I 8 Y viniendo te lo anunciaré; y nes: Bien hizo Dios enviándote por de-
saldrás con todo tu ejército, y no h a b r á lante del pueblo p a r a que venga el poder •i O 1 En cuanto se hizo tarde se apre- davía poderío en Israel y potencia contra
quien de ellos te resista. 1 9 Y te condu- a nuestras m a n o s y el exterminio a los que 1** suraron sus siervos a retirarse. Ba- los enemigos, c o m o aun hoy lo h i z o . 1 2 En
ciré por medio de la Judea hasta llegar desprecian a mi señor. M Y ahora, elegante goas cerró el pabellón desde fuera y alejó cuanto los hombres de la ciudad oyeron
delante de Jerusalén, y pondré tu solio eres tú en tu aspecto y apacible en tus a los que allí había de la presencia de su su voz, bajaron apresuradamente a la
en medio de ella, y los manejarás como palabras; p o r q u e si hicieres conforme ha- señor, y se fueron a sus camas, pues esta- puerta de su ciudad y convocaron a los
ovejas que están sin pastor, y no rezon- blaste, tu D i o s será mi Dios, y tú te ban todos fatigados por haberse alargado ancianos de la ciudad. 13 T o d o s corrieron
gará perro con su lengua delante de ti. sentarás en el palacio de N a b u c o d o n o s o r m u c h o el convite. 2 Q u e d ó en el pabellón allá, desde el menor hasta el mayor, pues
P o r q u e estas cosas me fueron dichas p a r a 1 y serás r e n o m b r a d a en toda la tierra. - Judit sola y Holofernes, que se había de- les parecía cosa increíble que hubieran
jado caer sobre el lecho, porque estaba na- vuelto. Abrieron las puertas y las recibie-
d a n d o en vino. 3 Judit dijo a su esclava que r o n ; y encendiendo fuego para alumbrar,
Tres días en el campamento asirio. Convite fatal se estuviera a la entrada de su cámara y formaron corro en torno de ellas. 14 D i -
que aguardase hasta que saliesen, según joles ella a grandes voces: Alabad a Dios,
1 t% ' Y m a n d ó introducirla a donde te- 10
Sucedió al cuarto día que Holofer- la costumbre de cada día; pues había di- alabadle. Alabad a Dios, que no a p a r t ó
•*•" nía repuestos sus objetos de plata, y nes dio un convite a sotos sus siervos, y cho que saldría para su oración, y asi se su misericordia de la casa de Israel, antes
ordenó que se le preparase la mesa con no hizo invitar a ninguno de los funciona- lo había indicado a Bagoas. 4 Habíanse aplastó a nuestros enemigos esta noche
sus mismas viandas y que bebiese de su rios. * " Y dijo a Bagoas, el eunuco, su ido todos de su presencia, y nadie quedó por mi m a n o . ) S Y sacando de la alforja
mismo vino. 2 Dijo Judit: N o comeré de intendente general: A n d a y persuade a en la cámara, desde el m e n o r hasta el la cabeza, mostróla y dijo: Ved ahí la ca-
ellas por temor de que me sean escánda- la mujer hebrea, que posa junto a ti, mayor. D e pie Judit junto al lecho de H o - beza de Holofernes, jefe supremo del ejér-
lo, sino que se me servirán las que con- que se venga a nosotros y c o m a y beba lofernes, dijo en su corazón: Señor Dios cito de Asur, y ved ahí el conopeo bajo
migo he traído. 3 Di jóle Holofernes: Si se con n o s o t r o s , * 1 2 pues sería u n a vergüen- omnipotente, vuelve tus ojos en esta hora el cual dormía su b o r r a c h e r a ; y le hirió
te acaba lo que tienes, ¿de dónde sacare- za para nosotros si a semejante mujer a la obra de mis m a n o s para exaltación el Señor p o r m a n o de mujer. 16 Y vive el
m o s cosa semejante para dártela? Pues la dejamos ir sin haber tenido trato con de Jerusalén. 5 Porque ahora es el tiempo Señor, que me guardó en el camino que
n o se halla entre nosotros nadie de tu ella; p o r q u e si a ésta n o logramos atraér- de venir en socorro de tu heredad y de anduve, porque le sedujo mi faz p a r a su
linaje. 4 Dijole J u d i t : Vive tu alma, señor nosla, luego se burlará de nosotros. , 3 Sa- ejecutar mí designio para aplastamiento perdición, mas no cometió delito conmigo
mío, que n o consumirá t u esclava ío lió Bagoas de la presencia de Holofernes de los enemigos que se alzaron contra que fuese para mí mancilla y vergüenza.
que tiene consigo antes que haga el Señor y entró a ella y le dijo: N o tenga empacho nosotros. 6 Y llegándose al poste que es- 17
Fuera de sí por el asombro t o d o el pue-
p o r mi m a n o lo que decidió. 5 Lleváronla esta linda m u c h a c h a de venir a mi señor taba junto a la cabeza de Holofernes, sacó blo, inclinándose, a d o r a r o n a Dios y di-
a la tienda los servidores de Holofernes, y para ser glorificada en su presencia y de él su alfanje, * 7 y acercándose al lecho, jeron a u n a voz: Bendito eres, ¡oh D i o s
durmió hasta mediada la n o c h e ; y se le- beber vino con nosotros regocijadamente cogió la cabellera de su cabeza y dijo: nuestro!, que aniquilaste en el día de hoy
v a n t ó hacia la vigilia matutina. 6 Y man- y hacerse este día c o m o u n a de las hijas D a m e fuerzas, Señor Dios de Israel, en a los enemigos de tu pueblo. * 18 Y Ozías
dó recado a Holofernes diciendo: Ordene de Asur, que viven en el palacio de N a - esta hora. 8 Y con t o d a su fuerza asestó dijo: Bendita tú, hija, ante el Dios Altí-
mi señor que se permita a tu cierva salir bucodonosor. 14 Dijole Judit: ¿Y quién dos golpes en su cuello y le cortó la ca- simo sobre todas las mujeres de la tierra,
para la oración, 7 D i o orden Holofernes soy yo para contradecir a mi señor? Pues beza. 9 Luego hizo r o d a r su cuerpo desde y bendito el Señor Dios, que crió los cie-
a su guardia personal que no se lo estor- todo cuanto fuere grato a sus ojos, pres- el lecho y quitó el conopeo de las colum- los y la tierra, que enderezó tus pasos p a r a
basen. Permaneció en el c a m p a m e n t o tres ta estoy a hacerlo, y será esto p a r a mí nas. D e allí a poco salió y entregó a su quebrantar la cabeza del jefe de nuestros
días; y salía cada noche al valle de Betu- motivo de regocijo hasta el día de mi doncella la cabeza de Holofernes, 10 y la enemigos. ) 9 Pues n o se apartará eterna-
lia y se bañaba junto a la fuente dei agua muerte. 15 Y levantándose se atavió con metió en la alforja de sus manjares. Y sa- mente tu esperanza del corazón de los
dentro del c a m p a m e n t o . 8 Y en cuanto su traje y con todas sus galas mujeriles, lieron las dos juntamente, según su cos- hombres, que recordarán la fortaleza de
subía del b a ñ o , rogaba al Señor D i o s de y se llegó su esclava y extendieron en el tumbre, a su oración. Y atravesando el Dios. * 20 y esto haga contigo Dios p a r a
Israel que encaminase prósperamente sus suelo para ella frente a Holofernes las c a m p a m e n t o , dieron la vuelta a aquel eterno encumbramiento, que te visite con
pasos para exaltación de los hijos de su pieles que para sus usos diarios había re- valle, subieron al monte de Betulia y lle- sus bienes; p o r c u a n t o n o perdonaste
pueblo. 9 Y entrando limpia, permanecía cibido de Bagoas, para comer recostada garon a sus puertas. tu vida, lastimada por la humillación de
11
en la tienda hasta que hacia el atardecer sobre ellas. i(> E n t r a n d o Judit se recostó. Desde lejos dijo Judit a los que ha- nuestro linaje, antes acudiste en socorro
se le traía el .alimento. * El corazón de Holofernes, fuera de sí, se cían la guardia junto a las puertas: Abrid de nuestro abatimiento, caminando de-
la puerta, e a ; abridla. Con nosotros está rechamente en el acatamiento de Dios.
2 0-23 Esta benevolencia y atenciones de los asirlos fue lo qjie de su hermosura y atavíos Dios, el Dios nuestro, para ostentar to- Y dijo t o d o el p u e b l o : Así sea, así sea.
pretendió y esperó judit. Lo demás sería efecto de la malicia ajena.
•f O 6 Este POSTE próximo a la cabecera del lecho de Holofernes sería la vara o una de las varas
1 O 9 Judit juntaba el ayuno a la oración, previniendo el consejo del divino Maestro (Mt 17, * ** que sostenían el conopeo o mosquitero.
* *•1 0 20; Me 9,28). 17-20 L a tradición cristiana y la sagrada liturgia aplican estas expresiones a la Virgen María
Los FUNCIONARIOS no invitados eran los jefes militares, asirlos, a diferencia de los SIERVOS Corredentora, cuyo tipo fue Judit.
19
o alto personal de su' servicio, que, como él y Bagoas, serían tal ve? persas. El CONVITE no era un Tu ESPERANZA: la confianza que "pusiste en T)im. La Vulgata (v.25} en vez de ESPERANZA
banquete
1
de gala, sino una comida íntima o francachela, en la cual no quería testigos enojosos. lee alabanza, que ofrece sentido más apto.
1 BAGOAS : en persa significa eunuco. Sería, en lenguaje moderno, el jefe de la casa civil de
Holofernes.
588 JUDIT lá 1 —15 6 JUDIT 15 9 —16 9 5»y

barataron con gran estrago hasta más miento del Señor omnipotente para tiem-
allá de D a m a s c o y de sus confines. '' Los po sin fin. Y dijo t o d o el p u e b l o : Así sea.
Previsiones de Judit. Turbación en el campamento asirio demás habitantes de Betulia cayeron so- 11 Saqueó t o d o el pueblo el cumpamen-
bre el c a m p a m e n t o de Asur, lo saquearon lo durante treinta días. Y dieron a Judit
1 4 i Díjoles Judit: Escuchadme, her- de alegría en su ciudad. 10 Viendo Aquior y se enriquecieron en grande. 7 Y los hijos el pabellón de Holofernes y todos sus
*• * manos. Turnad esta cabeza y sus- t o d o cuanto había hecho el D i o s de Is- de Israel, volviendo de la m a t a n z a , , se objetos de plata, los lechos, la vajilla y
pendedla de las almenas de vuestra m u - rael, creyó firmemente en Dios, y cir- apoderaron de lo restante, y las aldeas todo su ajuar. Ella, t o m á n d o l o , lo cargó
ralla. 2 Y ved lo que pasará. C u a n d o raye cuncidó su carne, y quedó agregado a la y cortijos de la m o n t a ñ a y del llano co- sobre su m u í a ; enganchó sus carros y
la aurora y salga el sol sobre la tierra, casa de Israel hasta el día de hoy. gieron copioso botín, pues había u n a can- a m o n t o n ó los objetos unos sobre otros.
tomará cada cual sus armas, y saldréis n C u a n d o despuntó la aurora, suspen- tidad enormemente grande. 12
Concurrieron todas las mujeres de
todos los valientes fuera de la ciudad, a dieron de la muralla la cabeza de H o l o - 8
Y Joaquín el sumo sacerdote y el se- Israel para verla, y le echaron bendiciones.
las órdenes del jefe que les habréis d a d o , fernes, t o m ó cada cual sus armas y salie- n a d o de los hijos de Israel que habitaban Hicieron de ellas u n a danza en su h o n o r .
simulando bajar al llano contra las pri- r o n por cohortes a las vertientes del m o n t e . en Jerusalén vinieron a contemplar los T o m ó ella tirsos en sus m a n o s y los dio
12
meras avanzadas de los hijos de A s u r ; Los hijos de Asur, así que los vieron, bienes que había hecho el Señor a Israel a las mujeres que con ella estaban. * 15 Ella
pero de hecho no bajaréis. 3 Ellos, t o m a n - m a n d a r o n aviso a sus jefes; ellos se diri- y a ver a Judit y hablar con ella palabras y las demás se c o r o n a r o n de olivo. Iba
do sus armaduras, irán a su c a m p a m e n t o gieron a los generales y tribunos y a todos de paz. * 9 Y llegando a ella, bendijéronla ella delante de todo el pueblo en la danza
y despertarán a los generales del ejército los jefes. 13 Acudieron al pabellón de H o - todos a una voz y le dijeron: T ú eres guiando a las mujeres, y seguían todos
de A s u r ; y correrán todos al pabellón de lofernes y dijeron a su intendente gene- e n a l t e c i m i e n t o de J e r u s a l é n , t ú gloria los varones de Israel a r m a d o s y ceñidos
Holofernes, y, como no le hallarán, serán ral: Despierta a nuestro señor, p o r q u e grande de Israel, tú grande h o n o r de nues- de coronas, c a n t a n d o h i m n o s . 1 4 Inició Ju-
presa del terror y huirán de vuestra pre- osaron los siervos bajar a nosotros en tro linaje. 10 Hiciste t o d o esto p o r tu m a n o , dit este cántico de alabanza en todo Israel
sencia. 4 E n t o n c e s , e m p r e n d i e n d o t r a s son de guerra con el intento de acabar acarreaste bienes a Israel, y se complació y coreaba todo el pueblo esta l o a :
ellos vosotros y todos los habitantes de con nosotros. * 14 Entró Bagoas y golpeó Dios en ellos. Bendita seas en el acata-
todos los confines de Israel, dejadlos tei> el velo del pabellón, pues se figuraba que
didos en sus caminos. 5 Mas antes de ha- estaría durmiendo con Judit. l 5 M a s c o m o
cer esto llamadme a Aquior el amonita nadie dio serial de oir, separando las cor-
p a r a que vea y reconozca al que vilipendió tinas, entró en la cámara y le halló ten- Cántico de Judit. Fiestas en Jerusalén. Fin de Judit
la casa de Israel y a él le m a n d ó a nosotros dido m u e r t o en el suelo y que su cabeza
como para la muerte. 6 Y llamaron a había sido separada de él. "> Y lanzó gran-
Aquior de casa de O/.ías. C o m o vino y
vio la cabeza de Holofernes en la mano
des gritos con llanto y gemidos y fuerte
clamor, y rasgó sus vestiduras, n E n t r ó
16 1 Y dijo Judit:
de un h o m b r e en la asamblea del pueblo, luego en la tienda donde estaba alojada Preludiad a D i o s con tímpanos, I cantad al Señor con címbalos,
cayó sobre su rostro y se quedó de piedra. Judit, y n o la halló. Y corrió a la gente y moduladle salmo y loa, | enalteced e invocad su nombre. *
2
1 C o m o lo levantasen, postróse a los pies dijo a gritos: ] 8 Traición h a n hecho los P o r q u e D i o s es quien troncha las guerras, | «Señor» es su n o m b r e .
de Judit y le hizo profundo acatamiento, esclavos. Ignominia h a traído u n a sola Asentó sus reales en medio de su pueblo,
y dijo: Bendita tú en t o d o tabernáculo mujer de los hebreos a la casa de N a b u - hos libró de m a n o s de nuestros perseguidores.
de J u d á y en t o d a nación, que al oir tu codonosor. P o r q u e sabed que Holofernes 3
Vino Asur de los montes, de parte del Aquilón,
n o m b r e se estremecerán. 8 Y a h o r a re- yace en el suelo y su cabeza no está en vino con las miríadas de su ejército.
fiéreme cuanto hiciste en estos días. Re- él. 1 9 C o m o tales palabras oyeron los je- Su multitud obstruyó los torrentes, I su caballería cubrió los collados.
firióle Judit en medio del pueblo cuanto fes del ejército de Asur, rasgaron sus tú- 4
Dijo que incendiaría mis confines, | que mataría mis jóvenes a espada,
había hecho desde el día que salió hasta nicas, y su alma se c o n t u r b ó tremenda- que hollaría con sus pies mis niños de pecho,
el m o m e n t o en que les hablaba. 9 En mente, y se levantó grandísima gritería que entregaría a mis infantes a la presa, | que mis doncellas serían su b o t í n .
cuanto cesó de hablar, prorrumpió-el pue- y estruendo de ellos en medio del cam-
5
blo en grandes gritos de júbilo y dio voces pamento. El Señor omnipotente le dejó burlado, | fracasado p o r m a n o de mujer.
6
Que no cayeron sus valientes a m a n o s de jóvenes,
ni hijos de titanes le asestaron el golpe,
Exterminio de los asirios. Festejos a Judit ni proceres gigantes le asaltaron;
sino Judit, la hija de Merari, [ con la hermosura de su faz le enervó.
1 C ' Esto que oyeron los que estaban a Betomestem, Abelbaim, Cobas y Cola 7
Despojóse el vestido de su viudez | y se vistió su traje de regocijo,
* ** en las tiendas, quedaron atónitos y a todas las comarcas de Israel quienes p a r a encumbramiento de los afligidos en Israel.
a vista de lo o c u r r i d o , 2 y les cogió temblor diesen aviso de lo ocurrido y que todos Ungió su faz con perfumes,
y miedo, y n o había h o m b r e que permane- se precipitasen sobre los enemigos hasta 8
prendió su cabellera con mitra | y vistió estola de lino para su seducción,:
ciese u n m o m e n t o al lado de su vecino, su exterminio. * 5 C o m o lo oyeron los hijos 9
Sus sandalias r o b a r o n sus ojos, | y su hermosura cautivó su a l m a ;
sino que, desbandándose a u n a , huyeron de Israel, todos a una cayeron sobre ellos y tajó el alfanje su cerviz.
p o r todos los caminos del llano y de la los fueron m a t a n d o hasta llegar a Cobas.
m o n t a ñ a . 3 Y los que habían a c a m p a d o Asimismo, los de Jerusalén y de t o d a la
en la m o n t a ñ a cercando a Betulia, se die- m o n t a ñ a sobrevinieron también, pues les 8
ron a la fuga. Entonces los hijos de Israel, había llegado la. noticia de lo sucedido EL SENADO: V dice «Joaquín... con todos sus ancianos». No se trata, por tanto, del sanhedrín,
cuantos guerreros había entre ellos, se en el c a m p a m e n t o de sus enemigos. T a m - de institución posterior, sino de los ancianos o personajes más notables de Jerusalén. Cf. Núm rl.ró;
1 Sam 4,3; 8,4.
precipitaron sobre ellos. 4 D e s p a c h ó Ozías bién los de Galaad y de Galilea los des- 12-13 DANZA... TIRSOS... OLIVO...: estos pormenores no se hallan en V. El TIKSO era una vara
envuelta en hiedra o pámpanos con una pina en la extremidad superior.
x3
I Tr EL INTENDENTE GENERAL, por lo que sigue, es el mismo Bagoas. 1 v fi 1-17 r
^ ' r n n o bellísimo. Su división estrófica no es del todo segura, así por la inseguridad del
4
texto como por lo problemático de la estrófica hebrea. Según el sentido, puede dividirse así:
Preludio (1-2),—-I. Parte narrativa (3-12).—II. Parte lírica (13-16).—Epílogo (17).
1 ^C ABELBAIM aparece ser Belbem (Belamón), a no ser que sea Ahel-Mehula (cf. 4,4; 7,3). II
GOLA O Ceila: lección y significación inciertas.
10 25
590 JUDIT 1 6 -

1° Horripiláronse los persas de su audacia, I y los medos se t u r b a r o n a m e su osadía. *


11
Entonces vociferaron las huestes de Asur,
en presencia de mis pequeños se a m e d r e n t a r o n ,
delante de mis débiles quedaron aterrados,
oyeron su voz y retrocedieron huyendo.
12
Hijos de jóvenes madres los traspasaron, | ¿orno a esclavos fugitivos los h e r í a n ;
perecieron en el fragor de la batalla | a m a n o s de las huestes del Señor.
>- H i m n o s cantaré al Señor, I cantar nuevo cantaré a mi Dios.
Aeñor, grande eres y glorioso, I admirable en tu fuerza, insuperable.
1 4 A ti sirven todas tus creaturas, I porque tú lo dijiste, y fueron hechas.
Enviaste tu espíritu y fueron creadas: n o hay quien se resista a tu voz.
15
Los montes se conmoverán desde sus cimientos con las aguas,
las peñas c o m o cera se derretirán ante tu faz.
M a s para con aquellos que te temen, I tú te mostrarás benignamente propicio.
16
P o q u e d a d es todo sacrificio en olor de suavidad,
cosa mínima toda enjundia ofrecida a ti en holocausto.
M a s los que a ti temen, Señor, I serán grandes a tus ojos para siempre.
17
¡Ay las gentes que se alcen contra mi linaje!
El Señor omnipotente tomará de ellos venganza, I en el día del juicio los visitará. E S T E R
Meterá fuego y gusanos en sus carnes, I y llorarán p e n a n d o eternamente.
ts En cuanto llegaron a Jerusalén ado- codiciaron, mas no la conoció varón en
r a r o n a Dios. Y cuando el pueblo se hubo todos los días de su vida desde que m u r i ó
purificado, ofrecieron sus holocaustos, sus Manases, su marido, y fue reunido a su
v í c t i m a s e s p o n t á n e a s y s u s o f r e n d a s pueblo. 23 Iba avanzando en edad, gran-
19
Consagró Judit los objetos de Holofer- ee sobremanera, y envejeció en casa de
nes, todos cuantos el pueblo le hahía dado, su marido hasta los ciento cinco años.
y el conopeo que para sí t o m ó de su cá- Dio libertad a su doncella. Y m u r i ó en Dos problemas principales presenta el libro de Ester: el de los fragmentos deutero-
m a r a lo consagró como ofrenda a Dios Betulia, y la sepultaron en la cueva se- canónicos y el de su plena historicidad. Ambos hay que resolverlos a base de los datos
20 24
Se estuvo el pueblo regocijándose en pulcral de su marido, Manases. * Hizo conocidos.
Jerusalén, en presencia del santuario, du- luto de ella la casa de Israel por siete días.
D A T O S HISTÓRICOS.—Existen del libro dos recensiones: la hebrea, más breve, y la
rante tres meses, y Judit permaneció con Antes de morir repartió sus bienes entre
ellos. los parientes más próximos de Manases, griega, más larga, que intercala o añade a la hebrea siete fragmentos, llamados deu-
21
Pasados estos días, se t o r n ó cada cual su marido, y entre los de su propio linaje. terocaruínicos. De la griega se conservan tres tipos de texto; el común, el antioqueno
2s
a su propia heredad, y Judit marchó a - Y ya n o h u b o quien atemorizase a los y el representada \mr la versión latina prejeronimiana. La Vulgata latina admite los
Betulia y permanecía ai cuidado de su hijos de Israel en los días de Judit ni des- deuterocanónicos, pero los añade juntos al fin del libro, señalando el lugar a que co-
hacienda, y durante su tiempo se hizo pués de su muerte por largo tiempo. * rresponden. Hay que notar que en el texto hebreo no se menciona ni una sola vez a
famosa n toda la tierra. 2 2 M'"-'*<->< I- Dios ni existe ningún rasgo o elemento propiamente religioso. Este mismo texto, el
1(1 último de los cinco rollos (o Meguil-lot), se leía públicamente en la fiesta de las
Los PERSAS: se mencionan ÍIUUS .| i~ 'ni 'im-tt^s de A>ur. Deshecho, los servidores de Holo-
fernes, que parece eran PERSAS, fueron los primeros^n horripilarse. S u e r t e s o P u r i m , que degeneró en un regocijo enteramente profano. El autor del libro,
23
CIENTO CINCO AÑOS: no es fácil conciliar tal longevidad con los hechos históricos conoci- si no es Mardoqueo, es desconocido. Su objeto es poner de relieve la providencia singu-
dos. Por otra parte, es frecuente en códices bíblicos el error en los números. lar de Dios sobre Israel, librándole del gravísimo peligro de un total exterminio. Por
25
No HUBO QUIEN ATEMORIZASE: no le hubo hasta cuarenta años más tarde, el año 608, en que
Necao. rey de Egipto, derrotó a Joslas (2 Re 23,29). Estos cuarenta años justifican la expresión fin, consta la canonicidad y divina inspiración de las adiciones deuterocanónicas.
LARGO TIEMPO (o, más a la letra, muchos días), con que termina la narración (cf. Jue 3,32; 1 Re 4,
25; 11,32). || Sólo V añade (16,31) la-celebración de una fiesta conmemorativa de esta victoria de O R I G E N D E LAS ApicioNES GRIEGAS.—Existen dos tendencias opuestas. Según
Israel. unos, el actual texto hebreo sería una traducción que suprimió del original los frag-
mentos que la versión griega no hizo sino restablecer y conservar. Según otros, los
fragmentos griegos son adiciones posteriores al original, fielmente reproducido por el
actual texto masorético. Dentro de esta segunda tendencia existen hasta cinco varieda-
des o hipótesis diferentes. Tal variedad de opiniones y su carácter hipotético es un indi-
cio de inseguridad que no recomienda la segunda tendencia o explicación. La primero,
en cambio, se basa en hechos ciertos y en la naturaleza misma de las cosas, que explica
natural y sencillamente. Primero, es inconcebible que Dios inspirase un libro en que
no aparece un solo rasgo religioso ni una sola mención de Dios: tal, que hubiera podido
escribirlo un patriota ateo. Y tal sería el original inspirado, si se conservara fielmente
en el texto masorético. Por otra parte, es muy natural, sobre todo dado el puritanismo
de los judíos en la mención del sacrosanto nombre de Dios, que, una vez destinado el
libro a la lectura pública de la fiesta profana de P u r i m , se suprimiesen los pasajes de
carácter religioso. Por fin—y es un hecho también—, supuesta la ley férrea que eli-
minó todos los códices discrepantes (y de ahí la actual uniformidad de todos los códi-
2 3 4 2 0
592 ESTER [11 —[12 ESTER [12 —l 598

ees hebreos), se conservaron los códices, constantemente utilizados para la pública dos al suplicio. 4 Escribió el rey estos he- mán de H a m m e d a t a , de la estirpe de Agag,
lectura, y desaparecieron todos los demás. Providencialmente, el traductor griego, chos en sus memorias, y escribiólos tam- gozaba de gran favor ante el rey, y busca-
anterior a la eliminación férrea de los códices discrepantes, nos ha conservado íntegro bién M a r d o q u e o . 5 Y dio orden el rey de ba numera de arruinar a M a r d o q u e o y
que M a r d o q u e o sirviese en la corte, y a su pueblo con motivo de los dos eunu-
el texto hebreo original. otorgóle mercedes p o r estas cosas. 6 H a - cos del rey.l *
H I S T O R I C I D A D . — P u e d e distinguirse entre historicidad sustancial e integral o ple-
na aun en los pormenores. Para negar tanto la una como la otra se requieren sólidos
a r g u m e n t o s que prueben de modo positivo que el hagiógrafo no pretendió escribir una Convite de Asuero y destronamiento de la reina Vastí
historia propiamente dicha o que trató libremente los hechos históricos, matizándolos
con pormenores inventados. Supuesto tal criterio, señalado por la Comisión Bíblica 1 ! Y sucedió que en tiempos de Asue- príncipes su hermosura, pues era de bella
(23 junio P905), es innegable la historicidad, sustancial a lo menos, de Ester. Por una •*• ro—el Asuero que reinaba desde la apariencia. I 2 M a s negóse la reina Vastí
parte, no se han presentado todavía esos argumentos sólidos en contra de la histori- India hasta Etiopía, en total ciento vein- a presentarse con arreglo al m a n d a t o que
tisiete provincias—, 2 p o r aquellos días, p o r medio de los eunucos habíale el rey
cidad. Por otra, a favor de ella militan poderosas razones: a) la interpretación histó- c u a n d o se sentaba el rey Asuero sobre el transmitido. El m o n a r c a enfurecióse m u -
rica de los judíos y de la antigua tradición cristiana; b ) la notable precisión de los trono de su reino en la- acrópolis de Susa, cho, y, ardiendo en cólera, 13 preguntó a
datos topográficos, arqueológicos, personales, filológicos, muchos de los cuales han 3
en el año tercero de su reinado, celebró los sabios conocedores de los tiempos °
podido comprobarse gracias a recientes excavaciones; c) la tesis doctrinal de la divina un convite en h o n o r de todos sus prínci- (pues existía la costumbre de someter los
Providencia sobre Israel, que mal podría probarse con hechos imaginarios. Tampoco pes y servidores, [reuniendo asimismo] en asuntos reales a los conocedores de la ley
contra la historicidad integral o verdad histórica de los pormenores existen, ni hoy su presencia a los nobles * de Persia y y el derecho); * 1 4 siendo los m á s allegados
por hoy pueden aducirse, argumentos serios. Para ello sería menester conocer exacta- Media, los primates y los sátrapas. * 4 Des- a él Karsená, Setar, A d m a t a , Tarsís, Me-
plegó así la brillante riqueza de su reino res, Marsená y M e m u k á n , siete príncipes
mente los dos extremos de la comparación: la Persia del tiempo de Jerjes I y el texto
y el esplendor relumbrante de su dignidad de Persia y Media, a quienes era permi-
de Ester. Ahora bien, tanto en lo uno como en lo otro quedan aún muchas cosas por durante ' m u c h o t i e m p o " : ciento ochen- tido contemplar el rostro del rey y ocu-
averiguar. Esto supuesto, la presunción está a favor de la plena historicidad. ta días. 5 Transcurrido este plazo, el rey paban el primer puesto en el reino:
dio a todos los habitantes de la acrópolis 15 —¿Qué ha de hacerse en justicia con
regia de Susa, del grande al chico, un la reina Vastí por no h a b e r cumplido la
convite p o r espacio de siete días en el patio orden del rey Asuero transmitida median-
del jardín del palacio real. * 6 Lino de co- te los eunucos?
16
lor blanco y de color violeta pendía sujeto Entonces contestó M e m u k á n ante el
por cordones de seda m a r i n a y p ú r p u r a rey y los príncipes:
Sueño de Mardoqueo. Mardoqueo en la corte roja a anillas de plata y columnas de már- — N o sólo contra el soberano h a fal-
m o l ; divanes de oro y plata descansaban tado la reina Vastí, sino contra todos los
2
ff 1 El a ñ o segundo, reinando Asue- propias calamidades. Y se dispusieron a sobre un pavimento de piedra esmeral- príncipes y pueblos que existen en las
*• ro el gran rey, el día primero de perecer. 10 Y clamaron a Dios. A su cla- dina, mármol, alabastro y otras piedras provincias todas del rey A s u e r o ; 17 p o r q u e
Nisán, vio un sueño M a r d o q u e o , el de mor, de u n a como fuentecilla se hizo u n preciosas. * 7 I.as bebidas servíanse en co- la conducta de la reina se divulgará entre
Jaír, el de Semeí, el de Cis, de la tribu gran río, agua copiosa. ll D e s p u n t ó la pas de oro y vasos tic variadas formas, y todas las mujeres, provocando el menos-
de Benjamín, * 3 h o m b r e judío, que ha- luz, amaneció el sol; y los humillados a b u n d a n t e vino regio, con regia liberali- precio de las mismas hacia sus maridos,
bitaba en la ciudad de Susa, personaje fueron exaltados, y devoraron a los en- dad. 8 La bebida hacíase con arreglo a la diciendo: 'El rey Asuero ha m a n d a d o in-
notable, que ministraba en la corte del cumbrados en gloria. n o r m a de q u e , n a d i e coaccionase a ello; troducir a la reina Vastí en su presencia
rey. 4 Pertenecía a la cautividad que Na- 12 Y despertando M a r d o q u e o , después pues así lo había dispuesto el monarca, y ella no se h a presentado'. 18 Y hoy
bucodonosor, rey de Babilonia, había de- de ver este sueño, imagen de lo que D i o s o r d e n a n d o a todos sus m a y o r d o m o s de mismo las princesas de Persia y Media
p o r t a d o desde Jerusalén con Jeconías, el tenía decretado hacer, lo tenía fijo en el palacio que se acomodasen al talante de que hayan tenido noticia del acto de la
rey de la Judea. * corazón, y de la m a ñ a n a a la noche se cada uno. 9 También la reina Vastí ofre- reina, dirán [lo m i s m o ] " a todos los prín-
5
Y éste fue su sueño. * esforzaba de todas maneras p o r desci- ció u n convite a las mujeres en el palacio cipes del rey, y se originarán así muchísi-
6
D e pronto, voces y alboroto, truenos frarlo.] real del rey Asuero. 10 Al séptimo día, m o desprecio y cólera. 19 Si al rey le agra-
y terremoto, trastorno sobre la tierra. c u a n d o el ánimo del m o n a r c a hallábase da, emane de él u n edicto real e inscríbase
Y aparecen dos dragones grandes, prepa- Ti O ' M a r d o q u e o m o r a b a en el atrio alegre por el vino, ordenó éste a Mehu- entre las leyes de Persia y Media con ca-
rados, que avanzaron a m b o s p a r a luchar. con G a b a t a y Tarra, los dos eunu- m á n , Bizzetá, Jarboná, Bigtá, Abagtá, Ze- rácter inderogable que Vastí no comparez-
Y lanzaron una gran voz; 7 y a su voz cos del rey, que custodiaban el atrio. tar y Karkás, los siete eunucos que servían ca más a presencia del rey Asuero, y
2
t o d a la nación se aprestó para la guerra, en Y oyó sus designios y averiguó sus in- al rey Asuero, n que trajeran a presencia otorgue el m o n a r c a la realeza de Vastí a
razón de combatir a la nación de los jus- trigas; y entendió que m a q u i n a b a n aten- del m o n a r c a a la reina Vastí con la corona otra más digna que ella. 2 0 Así, el decreto,,
tos. 8 D í a aquel de oscuridad y lobre- tar contra la vida del rey Asuero. Y los real, p a r a mostrar a los pueblos y los que el m o n a r c a promulgue será conocido
guez, tribulación y angustia, vejación y denunció al rey. 3 Y el rey sometió a cues-
trastorno sobre la tierra. 9 Y se turbó toda tión a los dos eunucos, los cuales, ha-
la nación de los justos, temerosa de sus biendo confesado su delito, fueron lleva- 6
D E LA ESTIRPE DE AGAG: cf. : Sam 15,8. Hamán parece no haber sido ajeno a laconspira-
[12 ción de los dos eunucos.
2
r-i -1 EL AÑO SEGUNDO: es el 484 a. de C. II ASUERO: la versión griega lee Artaierjes. Trátase •f 35 SÁTRAPAS: O gobernadores de las mencionadas provincias.
*- 4 de Jerjes I, sucesor de Darío el 485. ' PATIO DEL JARDÍN: se trata de la apadama, o salón del trono, inmensa sala hipóstila, rodeada
PERTENECÍA A LA CAUTIVIDAD: no quiere decir que él hubiera sido trasladado a Babilonia con de jardines.
Jeconías (en 598), sino que pertenecía a una de las familias judías entonces deportadas. El nombre 6
LINO DE C. BLANCO...: así c. Reider («Vet. Test.», 1954). II PIEDRA ESMERALDINA: otros, ala-
babilonio de Mardoqueo parece indicar que había nacido en Babilonia. bastro, pórfido. || ALABASTRO: O nácar (?). \\ OTRAS PIEDRAS PRECIOSAS: ¿mosaicos?; realmente
5-14
Este sueño, que luego (10,4-13) se declara, es imagen del pensamiento dominante del ignoramos qué sea lo designado por el término hebreo sojéret. V, en vez de los dos últimos nom-
libro: la providencia de Dios, que salva a Israel por la oración y por la intervención de Mardoqueo bres13de materiales, dice: escaqueado o «decorado con admirable variedad de figuras*.
y Ester. CONOCEDORES DE LOS TIEMPOS: o astrólogos; prps. 1. jurisperitos (cf. nota crítica).
594 ESTER 121—2"
ESTER 2 1 8
—3 1 3
595

tarde, y p o r la m a ñ a n a regresaba a un cipes y servidores, el banquete de Ester;


en t o d o su reino, que tan dilatado es, y cretos a todas las provincias reales, a cada segundo harén de las mujeres, al cuidado y concedió alivio a las provincias y dio
t o d a s las mujeres darán la h o n r a debida provincia según su escritura y a cada de Saasgaz, eunuco del rey, guardián de presentes con regia munificencia. *
a sus maridos, del mayor al más humilde. pueblo con arreglo a su idioma, dispo- las concubinas. Ya no volvía más junto • * llu ocasión en que se recogían don-
21
La proposición pareció bien al rey niendo que todo marido fuese el que do- al rey, salvo que el m o n a r c a la desease cellas por segunda vez, M a r d o q u e o esta-
y los príncipes, y el m o n a r c a hizo según minara en su casa, y a d a p t á n d o l o a la y fuere llamada nominalmente. ba semado a la puerta del rey. 2 0 Ester
M e m u k á n dijera. 2 2 Así, pues, envió de- lengua del pueblo respectivo. 15
Al llegar a Ester, hija de Abijáyil, no había revelado su origen ni su pue-
tío de M a r d o q u e o , a la que éste había blo, con arreglo a lo que M a r d o q u e o
a d o p t a d o por hija, el turno de entrar a habíale o r d e n a d o , pues Ester ejecutaba
Ester, elegida reina la presencia del rey, no solicitó cosa al- los mandatos de M a r d o q u e o c o m o cuan-
guna, sino lo que indicara Hegay, eunu- do se criaba con él. 21 Por aquellos días,
O i Después de estos acontecimientos, 8 Sucedió, pues, que al divulgarse la co del rey, guardián de las mujeres. Mas estando M a r d o q u e o sentado a la puerta
« c u a n d o la cólera del rey Asuero hú- orden del rey y su edicto y reunirse mu- Ester hallaba gracia a los ojos de cuantos del rey, llenáronse de cólera Bigtán y
bose templado, r e c o r d ó t e Vastí: lo que chas jóvenes en la acrópolis regia de Susa, la veían. 16 F u e llevada Ester ante el rey Teres, dos de los eunucos del rey, de
había hecho y lo que sobre ella habíase confiadas a Hegay, fue llevada también Asuero, a su palacio real, en el mes dé- la guardia del primer umbral, y trataron
decretado. 2 Y dijeron los servidores del Ester al palacio real y confiada al dicho cimo, o sea el mes de Tébet, en el año de echar m a n o al rey Asuero. 2 2 El plan
rey, sus ministros: «Búsquense al rey jó- Hegay, guardián de las mujeres. 5 Plació- séptimo de su reinado. * 17 Y a m ó el rey fue conocido de M a r d o q u e o y lo refirió
venes doncellas de agraciado rostro, 3 y le la joven, que halló gracia ante él, por a Ester más que a todas las mujeres, y a la reina Ester, la cual lo comunicó al
designe el rey funcionarios en todas las lo cual se apresuró a darle sus afeites logró ante él m á s gracia y favor que todas m o n a r c a en n o m b r e de M a r d o q u e o . 2 3 In-
p o incias de su reino que reúnan a todas y raciones y ponerle a su disposición las doncellas, tanto que él púsole la co- dagado el asunto, fue c o m p r o b a d o , y
j a s ióvenes doncellas de agraciada figura las siete muchachas más escogidas del rona real sobre la cabeza y la proclamó aquellos dos fueron colgados de un m a -
en la 'crópolis real de Susa, en el harén, palacio real; y la trasladó con sus d o n - reina en lugar de Vastí. 18 D i o entonces dero, consignando el caso en el libro de
el rey un gran banquete a todos los prín- las crónicas a presencia del rey.

Hamán y el decreto de exterminio de los judíos


1
yendo la suerte en el día trece del mes duo-
3 Después de estas cosas engrandeció
e¡ rey Asuero a H a m á n . hijo de H a m - décimo \ que es el mes de Adar. s E n -

y- í-x ti medata el agaguita, y lo elevó, poniendo tonces dijo H a m á n al rey A s u e r o : « H a y


f su sitial más alto que el de todos los un pueblo dispersado y distribuido entre
príncipes compañeros suyos. * 2 Todos los pueblos p o r todas las provincias de

ai-iv'tir-.
'(¿7 11* ?L-M í 1--Í
los servidores de! rey que estaban a la
puerta del monarca se arrodillaban y
prosternaban ante H a m á n , porque así lo
había m a n d a d o el ley respecto a él; pero
tu reino, cuyas leyes son diferentes de las
d e t o d o pueblo, sin que ellos cumplan
las leyes del rey ni sea conveniente al m o -
narca el tolerarlos. 9 Si place al rey, dic-
M a r d o q u e o no se arrodillaba ni proster- (ese orden de destruirlos y pesaré diez
naba. 3 Y dijeron los servidores del rey mil talentos de plata en m a n o s de los
que estaban a la puerta del m o n a r c a a encargados de la hacienda para que los
M a r d o q u e o : «¿Por qué quebrantas el ingresen en la real tesorería». 10 Entonces
Banquete real asirio. (Fine'gan, , fig.8i.) m a n d a t o regio?» 4 Y sucedió que, como el m o n a r c a quitóse el anillo de su m a n o
se lo dijeran un día y otro y no los es- y diolo a H a m á n , hijo de H a m m e d a t a
cuchase, se lo refirieron a H a m á n para el agaguita, enemigo de los judíos. * ti Y
al cuidado de Hegué, eunuco del rey, guar- celias a la parte mejor del harén. * 10 Es- el rey dijo a H a m á n : «La plata séate con-
ver si se tenían por válidas las excusas
dián de las mujeres, proveyéndolas de sus ter no declaró su pueblo ni su nacimien- cedida a ti, y en cuanto a ese pueblo,
de M a r d o q u e o , pues les había indicado
afeites precisos; 4 y la joven que más agra- to, pues M a r d o q u e o le m a n d ó que no haz con él lo que mejor te parezca». 1 2 F u e -
que él era judío. 5 Vio, pues, H a m á n
agrade al rey reine en vez de Vastí». La lo revelara, u Este se paseaba cada día ron, pues, llamados los secretarios del
que M a r d o q u e o no se arrodillaba ni
proposición plació al monarca y se hizo así. delante del patio del gineceo para saber rey en el mes primero, el dia trece de él,
5 prosternaba ante él, y H a m á n se llenó
H a b í a en la acrópolis real de Susa de la salud de Ester y lo que le sucedía. de ira; 6 mas desdeñando alargar su ma- y se escribió enteramente de acuerdo con
un judío cuyo n o m b r e era M a r d o q u e o , 12
Y al llegar el turno de cada joven para lo que m a n d ó H a m á n a los sátrapas del
n o contra M a r d o q u e o solo—porque le
hijo de Yair, hijo de Simí, hijo de Quis, entrar donde el rey Asuero, después de rey, a los gobernadores que había al
habían informado de qué pueblo era Mar-
benjaminita; 6 el cual había sido deste- haber estado doce meses sometida al re- frente de cada distrito y a los jefes de
d o q u e o — , anheló H a m á n exterminar a
r r a d o de Jerusalén con los cautivos de- glamento vigente p a r a las mujeres (por- cada pueblo; a cada distrito según su
cuantos judíos había en el reino entero
p o r t a d o s en tiempo de Jeconías, rey de que tanto duraba el tiempo de su trata- escritura y a cada pueblo según su len-
de Asuero, al pueblo de M a r d o q u e o .
J u d á , p o r N a b u c o d o n o s o r . rey de Babel. miento cosmético: seis meses con óleo 7 gua ; siendo, en n o m b r e del rey A s u e r o ,
7
H a b í a él criado a Hadassá, o sea Es- En el mes primero, o sea el mes de
de mirra y otros seis con perfumes y Nisán, el a ñ o doce del rey Asuero, se escrito y sellado con el anillo real. 13 Y
ter, hija de un tío suyo, p o r q u e n o tenía
afeites femeniles), 13 la joven ingresaba echó pur, esto es, la suerte, delante de se enviaron decretos, por medio de los
p a d r e ni madre. La joven era de hermosa correos, a todas las provincias del rey,
a presencia del rey; cuanto ella solici- H a m á n , día por día y mes por m e s ; ca-
figura y gentil aspecto, y, al morir su
p a d r e y su madre, habíala a d o p t a d o p o r taba, dábasele p a r a llevar consigo del
hija M a r d o q u e o . * gineceo al palacio real. 1 4 E n t r a b a por la 16
TÉBET: e. d., el mes que corresponde parte a diciembre y parte a enero. ^
18
ALIVIO: para algunos, exención de impuestos; para otros, un día de fiesta.
(_ , . 1
O 97 HABÍA CRIADO: y educado como preceptor y tutor o padre adoptivo.- 10
EL AGAGUITA: e. d., del país de Agag, en la Media. Josefo le llama amalequita.
^ Sus AFEITES Y RACIONES: e. d-, lo concerniente a su aderezo y embellecimiento, comida y EL ANILLO: su entrega equivalía a la transmisión de poderes (cf. Gen 4;,42),
mesa. Cf. situación similar de Dan 1,3-20.
14 8
596 ESTER 3 —4
ESTER [15 1
[145 597
m a n d a n d o destruir, matar y exterminar a ser llevado al cabo, el más distinguido
todos los judíos, desde el joven hasta entre nosotros por su prudencia y seña- MIJ i Y le m a n d ó decir que, entran- 12 Refirieron a M a r d o q u e o las palabras
el viejo, niños y mujeres, en u n mismo lado por su inquebrantable adhesión y do, intercediese ante el rey y le ilc Est'T, I 3 y M a r d o q u e o m a n d ó que
día, el trece del mes duodécimo, o sea el por su constante fidelidad, y que ha lo- rogase p o r su pueblo y por su patria: * le respondiesen: « N o te imagines que
2
de Adar, y saquear sus bienes, 14 y que grado el segundo honor en todos mis «Acuérdate de los días de tu bajeza: los de la casa real h a n de escapar mejor
el texto del documento p o r el que se reinos, H a m á n , 4 nos informó de que cómo fuiste criada p o r mi m a n o . P o r q u e que lodos los demás j u d í o s ; 1 4 antes bien,
promulgaba el decreto en cada provin- entre todas las tribus esparcidas por la H a m á n , el segundo después del rey, ha- si en esla ocasión callas por completo,
cia fuese publicado en todos los pueblos, tierra anda mezclado un pueblo de mala bló contra nosotros, p r o c u r a n d o nuestra los judíos obtendrán alivio y liberación
a fin de que estuvieran prestos para entraña, contrario por sus leyes a t o d a muerte. 3 Invoca al Señor y habla al rey de alguna 01 ra parte, m a s tú y la casa
aquel día. " Los correos salieron presu- nación, y que desdeña continuamente las p o r nosotros. Sálvanos de la muerte».] de tu padre pereceréis. Y ¿quién sabe
rosos por orden del rey, y el edicto fue órdenes de los reyes p a r a que no logre si p a r a un m o m e n t o c o m o éste alcan-
9 Llegó, pues, H a t a k y contó a Es-
dado en la acrópolis real de Susa; y
mientras el rey y H a m á n celebraban b a n -
estabilidad la acción coordenada de nues-
tro intachable gobierno. s Enterados,
4 ter las palabras de M a r d o q u e o . 1 0 Es-
zaste la dignidad real?»
15
Entonces Ester m a n d ó contestar a
quete, la ciudad de Susa estaba en con- pues, de que este pueblo singularísimo, ter entonces habló a H a t a k y le m a n d ó M a r d o q u e o : "i «Ve y congrega a todos
moción. * en perpetua hostilidad contra todo h o m - decir a M a r d o q u e o : n «Todos los servi- los judíos que se hallan en Susa y ayunad
bre, retraído p o r la extraña índole de sus dores del rey y el pueblo de sus provin- por mí, y no comáis ni bebáis por espa-
leyes y malévolo para con nuestros inte- cias saben que a cualquier h o m b r e o cio de tres días, día y noche. También yo,
Ti 3 ' E 1 t r a s l a d o d e l a c a r t a es del mujer que se presente ante el rey, en el
reses, lleva al cabo los peores desmanes, con mis doncellas, ayunaré igualmente;
tenor siguiente:
en razón de que no se logre el buen esta- patio interior, sin haber sido llamados, luego me presentaré al monarca, aunque
El gran rey Asuero a los magistrados
y jefes locales, que le están sometidos, do del reino, * 6 h e m o s dispuesto, en con- u n a ley le condena a morir, salvo cuando no sea conforme a la ley, y si he de pe-
de las ciento veintisiete provincias, desde secuencia, que los que os sean designa- el rey extiende hacia él el cetro de oro recer, pereceré».* 1 7 M a r d o q u e o se fue e
la India hasta la Etiopía, esto escribe: dos en las cartas de H a m á n , que está al para que viva. Y yo no he sido llamada hizo enteramente cuanto Ester habíale
2
H a b i é n d o m e enseñoreado de muchas frente de nuestros negocios y es nuestro p a r a entrar a presencia del rey desde hace mandado.
naciones y subyugado t o d a la tierra, re- segundo padre, sean todos, con sus mu- treinta días».
solví, empero, n o engriéndome con la jeres e hijos, extirpados de raíz p o r las
audacia del poder, , antes gobernando espadas de sus enemigos, sin compasión
siempre con toda clemencia y lenidad, ni miramiento alguno, el día catorce del Oración de Mardoqueo
mantener constantemente tranquilas las duodécimo mes, Adar, del presente a ñ o ,
vidas de los subditos; y en razón de pro- 7
para que esos enemigos de antes y de 113 Y oró al Señor, recordando todas las obras del Señor, 9 y dijo:
porcionar al reino hasta sus últiroos con- ahora, bajando por la violencia a Tos Señor, Señor, rey que t o d o lo avasallas, | pues en tus m a n o s está el universo
fines sosiegp y seguridad, hacer que reflo- infiernos en un solo día, permitan que ' entero, | ni h a y quien pueda oponerte resistencia | como tú quieras salvar a Is-
reciese la paz, tan suspirada por todos los nuestros negocios logren entera estabi- r a e l , I 10 pues tú hiciste el cielo y la tierra | y t o d o cuanto hay de maravilloso
hombres. lidad y tranquilidad p a r a el tiempo ve- bajo el cielo. | 11 Señor eres de todas las cosas, | ni hay nadie capaz de resistir
3
Habiendo yo pedido el parecer de nidero.] a ti, el Señor. | 12 T ú t o d o lo conoces; tú sabes, Señor, | que no porfHivez,
mis consejeros sobre cómo podría esto ni p o r soberbia, ni por pundonor, | hice esto de no acatar al soberbio h a m á n .
13
Porque dispuesto estaba a besar las plantas de sus pies | si esto fuera p a r a
salud de Israel. | '•» Mas lúcelo para no poner la gloria del h o m b r e | p o r encima
Duelo d e los judíos y decisión d e Ester de la gloria de Dios. | Yo a nadie adoraré fuera de li. Señor mió; | y no haré
esto por orgullo. | 15 Y ahora, Señor, D i o s Rey, D i o s de A b r a h a m , | guarda
1
M a r d o q u e o supo t o d o lo que se uno de los eunucos del rey que éste ha- incólume a tu pueblo, | pues tienen puesta la mira en nuestra ruina | y desea-
4 había hecho, y rasgó sus vestiduras bía puesto al servicio de ella, y le m a n d ó r o n exterminar la que de antiguo es tu heredad. | 16 N o menosprecies tu pose-
sión, I que té apropiaste sacándola de Egipto. | 1 7 Escucha mí petición, y sé
y, vistiéndose de saco y [cubierto de] cerca de M a r d o q u e o p a r a averiguar qué
ceniza, salió por medio de la ciudad y era aquello y por qué lo hacia. 6 Salió, propicio a tu herencia, 1 y convierte nuestro luto en regocijo, ! p a r a que viviendo
cantemos a tu n o m b r e , Señor; | y no enmudezcas la boca de los que te ala-
clamó con clamor grande y amargo. * pues, H a t a k hacia M a r d o q u e o , a la pla-
b a n , Señor.
2 Y llegó hasta delante de la puerta del za de la ciudad, que estaba delante de
rey, pues n o se autorizaba el franquear la puerta del rey; 7 y M a r d o q u e o le re- 18 Y todo Israel clamó con t o d a su fuerza al ver la muerte ante sus ojos.]
la puerta regia vestido de saco. 3 Y en firió t o d o lo que había acaecido y el
cada provincia a d o n d e llegaba el m a n d a - dato concreto de la plata que H a m á n
to del rey y su edicto, los judíos tenían había prometido pesar para los tesoros Oración de Ester
gran duelo y ayuno y llanto y l u t o ; saco del rey a cambio de la destrucción de
y ceniza fueron la cama de muchos. 4 Y los judíos. 8 Entrególe asimismo la copia M 4- 1
^ Ester, la reina, recurrió al ceniza y de polvo; y humilló su cuerpo
entraron las doncellas de Ester y sus del tenor del decreto que se había d a d o Señor, sobrecogida por angus- en gran m a n e r a ; y t o d o el lugar de su
eunucos y se lo refirieron. L a reina se en Susa p a r a aniquilarlos, con objeto tias de muerte. 2 Y despojándose de las aderezo de regocijo llenólo con sus tren-
consternó mucho y envió vestidos para de mostrárselo a Ester y darle cuenta de vestiduras de su gloria, se cubrió con ves- zados cabellos. * 3 Y rogó al Señor D i o s
que se los pusieran a M a r d o q u e o , qui- ello, ordenándole además que se presen- tido de angustia y de l u t o ; y en vez de de Israel, y dijo:
tándole de encima su s a c o ; pero n o lo tara al rey a pedirle gracia e interceder soberbios perfumes cubrió su cabeza de
aceptó. 5 Entonces Ester llamó a H a t a k , ante él p o r su pueblo. Señor mío, Rey nuestro, tú eres único: | socórreme a mí, que estoy sola 1 y n o
15 tengo otro auxilio sino a t i ; | 4 p o r q u e mi peligro a mi m a n o está. ¡ 5 Y o oí
L o s CORREOS parecen invención persa del t i e m p o ' d e Ciro y corrían la posta sus corceles,
educados para tai intento. ([ CELEBRABAN BANQUETE: lit. sentábanse a beber.
[15 >-3S
5
[13 INTERESES: los papiros Chester Beatty, recién descubiertos, leen decretos. e pasa insensiblemente del lenguaje indirecto (v. i) al directo (2-3).
16
TK T R E S D Í A S . . . : quiere decir parte de dos noches y u n día entero.
*f y RASGÓ SÜ£ VESTIDURAS, según solían los judíos en duelos y calamidades. 2
fl4 Literalmente, Todo lugar de ornato de regocijo suyo, lleno de sus trenzados cabellos. V tra-
I- d u c e : «Oinniaque loca, in quibus antea laetari consueverat, crinium laceratione comple-
598 ESTER [14 6 —[15" ESTER [15 18 —6 a 599
desde m i infancia en m i tribu paterna | que tú, Seflor, escogiste a Israel d e en- 7
16 Y le dijo: I Respondió Ester y dijo:
tre todas las naciones | y a nuestros padres de entre todos sus progenitores, |
—Te vi, señor, c o m o u n ángel de Dios, Mi petición y mi súplica es: 8 Si h e ,
prometiéndoles una herencia eterna; | y les cumpliste cuanto les dijiste. | ° Y
y se turbó mi corazón c o n el temor de hallado gracia a los ojos del rey y si al
ahora pecamos delante de ti, I y nos entregaste en m a n o s de nuestros enemigos |
7 tu gloria. 17 P o r q u e eres admirable, se- rey place otorgarme mi petición y cum-
p o r haber nosotros d a d o gloria a sus dioses. | Justo eres, Señor. * | 8 Y a h o r a
ñor, y tu faz está llena de gracias. * plir mi deseo, vengan el rey y H a m á n
n o se contentaron con lo acerbo de nuestra esclavitud, | antes determinaron
18 Y mientras hablaba sufrió u n des- al banquete, q u e yo les prepararé maña-
con juramento irrevocable* | 9 anular el decreto de tu boca, | y exterminar t u
mayo. 19 El rey se turbaba, y t o d a la na *, y m a ñ a n a formularé mi súplica con-
heredad, y cerrar la boca de los que te alaban, | y extinguir la gloria de tu tem-
servidumbre regia le d a b a ánimos.] forme a la indicación del rey.
plo y de tu altar, j 1 0 y abrir la boca de los gentiles | para enaltecer las proezas 9
Salió ] l a m a n aquel día gozoso y ale-
de los simulacros | y "engrandecer a un rey de carne eternamente. | u N o entre-
1 Ocurrió, pues, q u e al tercer día gre de corazón, pero al ver a M a r d o q u e o
gues, Señor, tu cetro a los que nada son, | y n o se rían de nuestro hundimiento, |
antes revuelve contra ellos su consejo, | y al que primero se alzó contra nos-
5 vistióse Ester el atuendo real y se en la puerta del rey sin levantarse ni
presentó en el patio interior del real pa- apartarte por él, H a m á n se llenó de ira
otros | dale ejemplar castigo p a r a escarmiento.* | 1 2 Acuérdate, Señor, y h a z
lacio, delante de la c á m a r a regia; y el contra M a r d o q u e o . 1 0 Sin embargo, se
ostentación de ti j en el tiempo de nuestra tribulación; | y a m í dame ardi-
m o n a r c a estaba sentado en su trono real contuvo H a m á n y, llegado a su casa,
miento, rey de los dioses I y dominador de toda potestad. 113 Pon en mis labios
en la regia cámara, enfrente de la entra- m a n d ó recado e hizo venir a sus amigos
palabras apropiadas | ante la presencia del león, | y trueca su corazón en odio
da del pabellón. 2 Y resultó que al ver el y a Zercs, su mujer, u y les contó H a m á n
del que nos hace la guerra | para ruina suya y de los que con él sienten. * | 1 4 M a s
rey a la reina Ester p a r a d a en el patio la abundancia de su riqueza, y la multi-
a nosotros líbranos p o r tu m a n o , j y socórreme a mí, que estoy sola | y que n o
halló gracia a los ojos del monarca, quien tud de sus hijos, y cuánto habíale el m o -
tengo sino a ti, Señor. | T ú de t o d o tienes conocimiento, | 15 y sabes que abo-
extendió hacia Ester el cetro de o r o que narca engrandecido y le había ensalzado
rrecí la gloria de los inicuos | y a b o m i n o el lecho de los incircuncisos y de t o d o
él tenía en la m a n o , y Ester se acercó sobre todos * los príncipes y servidores
extraño. | l 6 T ú sabes la coacción que pesa sobre m í ; | p o r q u e abomino las
y tocó el extremo del cetro. * 3 Y dijole del rey. I 2 Y añadió H a m á n :
insignias de mi encumbramiento, | que están sobre m i cabeza en los días de
el r e y : — T a m p o c o la reina Ester h a llevado
mi exhibición; | las a b o m i n o como estropajo de inmundicia, | y n o las llevo en-
los días de mi recogimiento. * " Y n o comió jamás tu esclava de la mesa de —¿Qué tienes, reina Ester, y cuál es tu con el rey al banquete q u e h a celebrado
H a m á n , | y en nada estimé el convite del rey, | ni bebí vino de libaciones. I petición? Incluso la mitad de mi reino a nadie sino a mí, y también para m a -
18
Y n o se regocijó tu esclava I desde el día de mi exaltación hasta ahora | sino se te dará. * liana estoy invitado por ella con el r e y ;
4 13
en ti solo, Señor Dios de A b r a h a m . | 1 9 ¡Oh Dios, que a todos sobrepujas!, | es- Respondió Ester: pero t o d o esto de n a d a m e sirve en
cucha la voz de los que están en trance desesperado, 1 y líbranos de las m a n o s —Si al rey es grato, venga el rey con tanto vea a Mardoqu'eo, el judío, sen-
de los malvados; i y a mí líbrame de mí ansiedad.J H a m á n h o y al banquete q u e h e prepa- tado a la puerta del rey.
r a d o p a r a él. ' 4 Contestáronle Zeres, su mujer, y t o -
5
Contestó el r e y : dos sus amigos:
— M a n d a d venir sin demora a H a m á n —Preparen u n m a d e r o de cincuenta
Ester ante Asuero; el banquete de la reina para ejecutar lo que h a dicho Ester. codos de altura y m a ñ a n a p o r la m a ñ a -
4 Vinieron, pues, el rey y H a m á n al n a di a! rey .que cuelguen en él a M a r d o -
Í15 ^ ^ue a s ' ^ ue a ' tercer
*a> zando su rostro centelleante d e gloria,
m o n t a d o en cólera, lanzó u n a mirada.
banquete q u e Ester había p r e p a r a d o , 6 y queo, y así irás contenió con el rey al
acabado q u e h u b o su oración, dijo el rey a Ester al beber ci vino: banquete.
se despojó de los vestidos de esclavitud Desmayóse la reina, y se m u d ó su color —¿Cuál es tu petición y se te dará? Y agradó la cosa a H a m á n , e r i z o pre-
y se vistió de gloria. * 5 Así revestida de por el desfallecimiento, y se reclinó so- ¿Cuál es t u deseo? Incluso la mitad de p a r a r el m a d e r o .
esplendor, después de invocar a Dios, bre la cabeza d e la doncella que pre- mi reino obtendrás. *
arbitro universal y salvador, t o m ó consi- cedía.
11
go las d o s doncellas; 6 en la una se apo- Trocó D i o s el espíritu del rey en
yaba, c o m o excesivamente delicada; 7 la b l a n d u r a ; y a l a r m a d o saltó de su trono
y la sostuvo en sus brazos hasta q u e se Exaltación de Mardoqueo y humillación de Hamán
otra seguía alzando la ropa. 3 Estaba son-
rosada en su extremada hermosura. Su recobró. Y la a n i m a b a con palabras de 4
1 Aquella noche Yahveh ahuyentó el Entonces dijo el m o n a r c a :
faz era jovial, c o m o espirando a m o r ; cariño; 12 y le dijo:
—¿Qué te pasa, Ester? Yo soy tu her-
6 sueño del rey, quien dijo: «Traed el —¿Quién está en el patio?
m a s su corazón estaba angustiado p o r el libro de las memorias y crónicas», y fue- (Precisamente llegaba entonces H a m á n
temor. 9 Y habiendo atravesado todas m a n o . Buen ánimo, 13 n o morirás, por-
que nuestro edicto es sólo p a r a el c o m ú n ron leídas delante del rey. 2 Estaba escrito al patio exterior de la casa del rey a p r o p o -
las puertas, se presentó ante el rey. El que M a r d o q u e o había denunciado a Big- ner al rey que se colgase a M a r d o q u e o en
de la gente. 1 4 Acércate.
estaba sentado en el solio de su realeza, !5
Y alzando su cetro lo puso sobre el tán y Teres, dos eunucos del rey, guardia- el madero 1 que p a r a él h a b í a hecho c o -
vestido con t o d o el fausto de su majes- nes del umbral, que trataban de poner su locar.)
cuello de Ester, y la besó, y dijo:
tad, recubierto de o r o y piedras precio-
—Habíame. m a n o en el rey Asuero. i Y preguntó e1 5
Y los servidores del rey respondieron
sas. Estaba terrible sobremanera. 10 Y al- rey: a éste: ,
—¿Qué h o n o r o dignidad se concedió — H e aquí que H a m á n está en el patio.
vit». Y tal es la interpretación común. Con todo, el pormenor de arrancarse los cabellos no está a M a r d o q u e o p o r esto? Y dijo el r e y :
en el griego. Si tal interpretación se acepta—y no se descubre otra más apta—, habrá de admitirse Y contestaron los servidores del rey, - - ¡ E n t r e !
una fuerte hipérbole. Recuérdese que poco después Ester se adereza de nuevo para presentarse al rey. 6
7
A sus DIOSES: Ester se reconoce solidaría con los pecados sociales de Israel. sus ministros: Entró, pues, H a m á n , y le preguntó el
8 monarca:
DETERMINARON CON JURAMENTO: üt. pusieron sus manos. La adición de varios códices sobre — N o se hizo con él nada.
las manos
11
de los Ídolos parece glosa.
AL QUE PRIMERO: Hamán, el iniciador de la persecución. 17
13
APROPIADAS : más a la letra, rítmicas o harmónicas, en el sentido de acomodadas a la situación LLENA DE GRACIAS: era realmente Jcrjes de extraordinaria hermosura, realzada, sin duda,
o bien cadenciosas o gratas. || DEL LEÓN: Asuero. por el ornato regio.
16
LAS INSIGNIAS: regias, principalmente la corona.
C 2 Tocó EL EXTREMO : los orientales tocan y besan las cosas y personas en sef>;\I de respeto y
TlS 4
D E ESCLAVITUD: propios de esclavas. Otros entienden de servicio, es decir, del servicio ** afecto;
3
cf. Gen 47,31 y su cita en Heb 11,21,
LA MITAD DE MI REINO: ceremoniosa hipérbole del antojadizo Jerjes (cí". Me 6,23),
*•"*" divino por medio de la oración y ej ^yuno. 6
AL BEBER: el momento más propicio para lograr mercedes. Otros: durante el festín. ~~
ESTER 7 "-- - [ 1 6 4
601
600 ESTER 6 ?•—7 8

bras, velaron el rostro de H a m á n . * '' En- de H a m á n , con u n a altura de cincuenta


tonces Jarboná, u n o de los eunucos, dijo codos.
—¿Qué debe hacerse con un h o m b r e puerta del rey; no omitas n a d a de cuanto en presencia del rey: ••C'olgadle en ella—ordenó el rey.
a quien el rey desea honrar? 111
has indicado. — H e aquí, además, que la horca que Colearon, pues, a H a m á n en el m a -
11
Y díjose H a m á n en su interior: «¿A Cogió, pues, H a m á n el vestido y el preparó H a m á n para M a r d o q u e o , el que dero que había dispuesto p a r a M a r d o -
quién desea el rey hacer h o n r a r m á s que caballo y vistió a M a r d o q u e o , y le hizo proporcionó bien al rey, se alza en casa queo, y la ira del rey se apaciguó.
a mí?» i Contestó, pues, H a m á n al m o - m o n t a r en la plaza de la ciudad, y gritó
narca : ante él, diciendo: «Así se procede con el
—En cuanto al h o m b r e a quien el rey h o m b r e a quien el monarca desea hon- Edicto en favor de los judíos
desee h o n r a r , s tráiganse las vestiduras rar».
12 1
reales, con que se viste el monarca, y el M a r d o q u e o t o r n ó a la puerta del Aquel mismo día, el rey Asuero vincias que había desde la India hasta
caballo sobre el cual el rey monta, en cuya rey, y H a m á n se apresuró a marchar a su 8 hizo merced a la reina Ester de la Etiopía, en (olal ciento veintisiete provin-
cabeza va puesta una corona real; * 9 en- casa triste y cubierta la cabeza. * 13 H a - casa de H a m á n , el adversario de los ju- cias; a cada provincia con arreglo a su
tregúense el vestido y el caballo en m a n o s m á n contó a su mujer, Zeres, y a todos díos; y M a r d o q u e o obtuvo acceso al rey, escritura, y a cada pueblo según su idio-
de uno de los príncipes reales y los prima- sus amigos, cuanto le había acaecido, y pues Ester había revelado lo que era res- ma, y a los judíos con arreglo a su alfa-
tes, y vístale » al h o m b r e en cuya honra se dijéronle sus amigos" y Zeres, su mujer: pecto a ella. 2 El rey se quitó el anillo, beto y su lengua. * 10 Se escribieron en
complace el rey, y móntelo sobre el ca- «Si M a r d o q u e o , ante quien has comenza- que había hecho retirar de H a m á n , y lo n o m b r e del rey Asuero, selláronse con el
ballo en la plaza de la ciudad, y pregone » do a declinar, pertenece a la raza judía, dio a M a r d o q u e o , a quien puso Ester al sello real y se enviaron las cartas por m e -
delante de él: «¡Así debe hacerse con el no le podrás vencer, sino que sucumbi- frente de la casa de H a m á n . * dio de los correos a caballo, caballeros en
h o m b r e a quien el m o n a r c a desea hon- 3
rás sin remedio frente a' él». Ester volvió a hablar al rey, y, cayendo corceles de la mejor raza de las yeguadas,
rar!» 14
A ú n estaban h a b l a n d o con él, cuan- a sus pies, se echó a llorar y le pidió la [disponiendo]: * n Q u e el rey d a b a permi-
10
Entonces dijo el rey a H a m á n : do llegaron los eunucos del rey y se apre- gracia de que anulara la maldad de H a - so a los judíos que había en cualquiera de
—Apresúrate a coger el vestido y el ca- suraron a conducir a H a m á n al banquete m á n el agaguita y el proyecto que éste las ciudades p a r a agruparse y defender su
ballo c o m o dijiste, y hazlo así con M a r - que Ester había preparado. concibiera contra los judíos. 4 El monarca vida, destruyendo, m a t a n d o y exterminan-
doqueo el judío, que está sentado a la extendió hacia Ester el cetro de oro. En- do a cualquier gente a r m a d a de pueblo o
tonces Ester se levantó y, puesta en pie provincia que los hostilizase, incluidos
delante del rey, 5 dijo: niños y mujeres, y p a r a saquear su b o t í n ;
12
—Si place al rey, y si he hallado gracia y esto en un mismo día en todas las p r o -
Ester salva a su.pueblo y Hiamán es ahorcado ante él, y el m o n a r c a estima la cosa con- vincias del rey Asuero, el trece del mes
1 veniente y soy grata a sus ojos, escríbase duodécimo, o sea el mes de Adar. 13 El
'J Vinieron, pues, el rey y l l a m a n a •' Y respondió la reina Ester y dijo: revocando los decretos del proyecto de texto del documento había de ser p r o -
* banquetear con la reina Bstcr; 2 y al —Si he hallado gracia a tus ojos, ¡oh H a m á n , hijo de H a m m e d a t a , el agaguita, mulgado c o m o ley en cada u n a de las
segundo día, al beber del vino, el monar- rey!, y si place al monarca, concédaseme
que escribió p a r a exterminar a los judíos provincias y publicado en todos los pue-
ca preguntó nuevamente a Ester: mi vida en virtud de mi petición, y mi que existen en todas las provincias del blos, a fin de que estuviesen los judíos
pueblo p o r virtud de mi deseo; 4 ya que rey. 6 Pues ¿cómo podré ver la desven- para aquel día aprestados a vengarse de
hemos sido vencidos yo y m i pueblo para tura que sobrevendrá ¡1 mi pueblo? ¿Y sus enemigos.
que se nos destruya, mate y extermine. Si cómo podré ver la ruina de mi ra/.a?
como esclavos o esclavas hubiéramos sido ' Y contestó el rey Asuero a la reina
vendidos, habría callado, pues tal calami- fL 1 fi ' " e ' a c l l r l a referente a es '° e s
Ester y a M a r d o q u e o , el j u d í o : traslado lo que sigue:
dad n o causaría perjuicio tan grande al — H e aquí que he concedido a Ester El gran rey Asuero a los sátrapas y je-
monarca. la casa de H a m á n y a él le colgaron sobre fes regionales de las ciento veintisiete p r o -
5
Y contestó el rey Asuero y dijo a la el madero p o r q u e extendió su m a n o con- vincias desde la India hasta la Etiopía y a
reina Ester: tra los judíos. 8 Escribid, pues, vosotros los que cuidan de nuestros negocios, sa-
—¿Quién es ése y dónde está aquel al mismos acerca de los judíos como mejor lud. *
que instigó su corazón a obrar así? os parezca en n o m b r e del rey y sellad con
2
M u c h o s frecuentemente, favorecidos
6
Ester respondió: el anillo real; pues u n documento que con la excesiva benignidad de los bienhe-
—El adversario y enemigo es este mal- h a sido escrito en n o m b r e del rey y sella- chores, se infatuaron; 3 y n o sólo buscan
vado H a m á n . do con el anillo real no cabe revocarlo. m o d o de maltratar a nuestros sumisos
Entonces H a m á n se sobresaltó delante 9
Fueron, pues, llamados los secreta- vasallos, sino que, n o pudiendo enfre-
del rey y de la reina. 7 El rey, en su ira, rios del rey en esta ocasión, en el mes ter- nar su engreimiento, aun contra sus p r o -
se levantó del banquete, dirigiéndose al cero, o sea Siván, el veintitrés del mismo, pios bienhechores intentan maquinar. 4 Y
jardín del palacio; mientras H a m á n que- y se escribió conforme a cuanto ordenó no sólo destierran la gratitud de entre los
dóse allí, para pedir p o r su vida a la reina M a r d o q u e o a los judíos y a los sátrapas, h o m b r e s ; antes, ufanados con las fastuo-
Ester, pues vio que p o r parte del m o n a r c a los gobernadores y los jefes de las p r o - sidades de bienes desacostumbrados, se
la desgracia estaba decidida contra él.
8
C u a n d o el rey volvió del jardín def pala-
Palacio persa en Susa. (Pillet, «Le palais de cio al pabellón del banquete, H a m á n ha- 8 VELARON EL ROSTRO: como se cubría el de un condenado a pena capital; G interpreta: de-
Darius I á Suses [1914], p.650.) mudóse o volvió su rostro por pudor o vergüenza. Condamin corrige: «sonrojóse su rostro».
bíase dejado caer sobre el diván en que
2
Ester se hallaba recostada, y el rey excla- LA CASA DE HAMÁN: e. d., todo su patrimonio, confiscado en beneficio de Ester.
—¿Cuál es tu petición, reina Ester, y se m ó : «¿Acaso quiere también hacer violen- 8 9
10
SIVÁN: corresponde a mayo-junio. G «del primer mes, del mes de Nisán».
te dará? ¿Cuál es tu deseo? Incluso la cia a la reina estando dentro de mi casa?» D E LA MEJOR RAZA: así prob. el vocablo persa AJASTERANIM; O bien, con otros, propiedad
mitad de mi reino obtendrás. Apenas profirió la boca del rey tales pala- del rey. I! D E LAS YEGUADAS: otros, diversamente, o corrigen H.
1
El texto de la versión griega está alterado. Se reproduce sustancialmente el de la Vulga-
8
CORONA REAL: tal vez, como en los relieves asirios, un distintivo o adorno a modo de co- [16 ta, más coherente,
2
rona real, que indicaba el carácter regio del corcel. «Prps di» (Kit).
CUBIERTA LA CABEZA: señal entre los orientales de inmenso dolor (cf. 2 Sam 15,30).
6
602 ESTER [ 1 6 —81* ESTER S 1 -»* 603
imaginan poder escapar de la justicia rectí- dirige el reino en el más floreciente estado.
sima de Dios, que todo lo escudriña. '7 Haréis, por tanto, muy bien no d a n d o
5
Muchas veces, a muchos de ios consti- cumplimiento a las letras redactadas por La venganza judía. a fiesta de «Purim»
tuidos en el poder envolviólos en ca- H a m á n el de H a m m e d a t a ; * 1 8 por c u a n t o
1 En el duodécimo mes, esto es, el
lamidades irreparables, haciéndolos cóm-
plices de sangre inocente, la persuasión de
el mismo que tales cosas hizo ha sido pues-
to en un palo, a una con toda su familia, 9 mes de Adar, el día trece, cuando
ella a trescientos hombres, pero en el bo-
tín no pusieron su m a n o . 16 Y el resto de
aquellos a quienes se confiaron los nego- junto a las puertas de Susa, dándole sin llegó el m o m e n t o de que el m a n d a t o del los judíos que había en las provincias del
cios de los amigos, 6 sorprendiendo con demora el pago del merecido castigo Dios, rey y su edicto fuesen ejecutados, en el dia rey se reunieron, y él defendió sus perso-
los paralogismos de la perversidad la universal dominador. ls> Expondréis en en que los enemigos de los judíos espera- nas y les vengó de sus enemigos, m a t a n d o
ingenua hadalguía de los príncipes. 7 Po- público en todas partes el traslado de esta ban enseñorearse de ellos, la cosa se vol- de sus contrarios a setenta y cinco mi),
dréis c o m p r o b a r , no sólo leyendo las his- carta, y permitiréis a los judíos vivir con- vió al revés, pues fueron los judíos quie- mas al .pillaje no alargaron ellos sus m a -
torias antiguas, sino también observando forme a sus leyes con toda libertad; 2 0 y nes se adueñaron de sus enemigos. 2 Y se nos.
17
los hechos que os salen al paso, cuántas prestadles vuestra asistencia para que pue- reunieron los judíos en sus ciudades, de [Fue esto] el día trece del mes de
cosas han sido llevadas al cabo impíamen- dan defenderse de los que en el tiempo de todas las provincias del rey Asuero, para Adar, y descansaron el día catorce del
te por el influjo pestilencial de los que in- la tribulación se alzaren contra ellos, que poner la m a n o en los que buscaban su mismo, al que declararon día de convite
dignamente ocupan el poder. * 8 p o r lo será el día trece del duodécimo mes, Adar, desgracia, y nadie les hizo frente, porque y- alegría, '* Y los judíos de Susa se con-
cual, m i r a n d o a lo por venir, en razón de en un mismo día. 2 1 Porque el Dios que el terror a ellos invadió a todos los pue- gregaron el día trece y el catorce del mis-
que el reino se mantenga tranquilo con t o d o lo domina hizo que este día, en vez blos. 3 Y todos los príncipes de las p r o - mo mes y descansaron el día quince del
paz para todos los hombres, hemos de del exterminio de la raza elegida, fuese vincias, los sátrapas, los gobernadores y mismo, al que declararon día de banque-
proveer, 9 echando m a n o de los cambios para ellos de regocijo. 2 2 Vosotros, pues, los funcionarios del rey a p o y a b a n a los te y alegría. í9 Por eso los judíos del cam-
necesarios y haciendo juicio exacto de las entre vuestras festividades solemnes cele- judíos, porque habíase a p o d e r a d o de ellos po abierto, moradores de pueblos abier-
cosas que se presentan, siempre con equi- brad este día señalado con t o d o regocijo, el espanto por M a r d o q u e o , 4 pues Mar- tos, hacen del día catorce del mes de A d a r
tativas prevenciones.
23
p a r a que ahora y después sea para nos- doqueo era importante en la casa del rey día de regocijo y convite y día de fies-
10
Tal es el caso de H a m á n , hijo de otros y para los bien afectos a los persas y su fama corría por todas las provincias; ta y en que se envían presentes los unos a
H a m m e d a t a , macedonio, en realidad de principio de salud, mas para los que m a - pues el varón M a r d o q u e o iba engrande- los otros.
ciéndose cada día más. 5 Los judíos hirie- 20
verdad extraño a la sangre de los persas quinan contra nosotros, recuerdo de ex- M a r d o q u e o escribió estas cosas y en-
y muy desemejante de nuestra benignidad; terminio. 2 4 T o d a ciudad o región entera ron a todos sus enemigos a golpe de es- vió cartas a cuantos judíos había en las
el cual, con ser un forastero generosamerf- que no haga conforme a esto será asolada pada, con matanza y exterminio, e hicie- provincias del rey Asuero, las próximas
te acogido por n o s o t r o s , * u gozó de la a hierro y fuego con l o d o rigor; y no sólo ron en sus adversarios c u a n t o les plugo.
6
y las lejanas; 2 1 confirmándoles que tenían
benevolencia que abrigamos para con to- quedará intransitable p a r a los hombres, En Susa, la acrópolis regia, m a t a r o n los que celebrar el día catorce del mes de
das las gentes, hasta el p u n t o de ser apelli- sino que para las fieras y aves será eterna- judíos y exterminaron a quinientos h o m - . A d a r y el día quince del mismo, todos los
d a d o padre nuestro, y, acatado por todos, mente detestable.] bres. 7 M a t a r o n asimismo a Parsandata, años, 2 2 c o m o días en que los judíos des-
llegar a ser el segundo personaje, el más Dalfón, Aspata, 8 Porata, Adalyá, Ari- cansaron de sus' enemigos y mes que se
próximo a nuestro trono real, 12 Mas no
14
Los correos, m o n t a d o s en corce- data, ' Parmasta, Arisay, Ariday y Ye- tornó p a r a ellos de tristeza en alegría y de
pudiendo llevar su encumbramiento, tra- 8 les de la mejor raza, salieron acele- zata. i ° l o s diez hijos de H a m á n , hijo de
Hammedata, el enemigo de los judíos;
duelo en día de fiesta. H a b í a n además de
t ó de privarnos del imperio y de la vida; rados y presurosos en virtud del m a n d a t o hacerlos días de banquete y regocijo y de
13
y a nuestro salvador y constante bien- real; y el edicto se promulgó en Susa, la pero no alargaron sus manos al botín. enviarse présenles los tinos a los otros y
11
hechor M a r d o q u e o y a la irreprochable acrópolis regia. 15 M a r d o q u e o salió de la Aquel mismo día llegó el número de donativos a los pobres. 2-' Los judíos ad-
consorte de nuestro reino, Ester, junta- presencia del rey con vestidura regia de los m a t a d o s en Susa, la acrópolis regia, mitieron en su tradición lo que habían
mente con toda la raza de éstos, con las púrpura violácea y tela blanca preciosa, a noticia del rey, ! 2 el cual dijo a la reina comenzado a hacer y lo que les había
r e d o m a d a s argucias de sus artimañas se una corona grande de oro y un jaique de Ester: prescrito M a r d o q u e o . 2 4 Porque H a m á n ,
propuso arruinar; i" pues con semejantes lino finísimo y p ú r p u r a ; y la ciudad de — E n Susa, la acrópolis real, los judíos hijo de H a m m e d a t a , el agaguita, perse-
manejos se figuró sorprendernos solos y Susa se regocijó clamorosa y se alegró.^ h a n m a t a d o y exterminado a quinientos" guidor de todos los judíos, había proyec-
transferir a los macedonios el imperio de i 6 Para los judíos t o d o fue luz y alegría^ hombres y a los diez hijos de H a m á n ; tado c o n t r a r i o s judíos el destruirlos y
los persas. 1 5 Nosotros averiguamos que y regocijo y gloria. " Y e n cada provincia en el resto de las provincias, ¿qué habrán echó el Pur, esto es, la suerte, para ani-
los judíos, entregados al exterminio por y ciudad adonde llegaba el m a n d a t o del hecho? ¿Cuál es tu petición y se te dará, quilarlos y arruinarlos; 2 5 mas al presen-
el más criminal de los hombres, n o eran rey y su edicto, los judíos tenían alegría y cuál es tu deseo todavía y será ejecu- tarse Ester ante el rey, dijo éste en el de-
malhechores, antes se gobernaban por las y regocijo, banquete y día de fiesta; y m u - tado? creto: «Revierta sobre su cabeza el mal-
m á s justas leyes, 16 hijos como son del chos de las gentes del país se hicieron ju- 15 Respondió Ester; vado proyecto que contra los judíos ha-
D i o s viviente, altísimo, máximo, el cual díos, pues habíales invadido el temor a —Si le parece bien al rey, permítase bía m a q u i n a d o y cuélguese a él y sus
a favor nuestro y de nuestros progenitores éstos. también m a ñ a n a a los judíos hacer en Su- hijos en el madero». 2* Por esto llamaron
sa lo mismo que hoy era lícito y se cuel- a aquellos días Purim, según el n o m b r e
7-9 gue en la horca a los diez hijos de H a - de Pur. Así, pues, con arreglo a todas las
Este pasaje, gramaticalmente desarticulado, está alterado. El v.8 verbalmente dice: «y mán. * palabras de esta carta y lo que vieron so-
atender a lo por venir—en orden a que el reino tranquilo para todos los hombres con paz—pro- 14
veeremos». El rey m a n d ó hacerlo así, y el edicto bre esto y lo que llegó a [conocimiento
10
MACEDONIO: redactado el decreto después del desastre* sufrido por Jerjes en la segunda fue promulgado "en Susa; y colgaron a los de] ellos, 2 7 establecieron y aceptaron los
guerra médica, pudo ser que el texto original dijese griego, que el traductor, después de las conquis- diez hijos de H a m á n . 15 Y los judíos que judíos sobre sí y su descendencia y sobre
tas de
17
Alejandro Magno, sustituiría por MACEDONIO. había en Susa se j u n t a r o n de nuevo el día todos sus prosélitos que no habían de
Dada la inmutabilidad de las leyes persas, el decreto de Hamán no se revoca formalmente, catorce del mes de A d a r y m a t a r o n en dejar de celebrar estos dos días con arre-
pero de hecho se lo anuía con un decreto contrario,

Q I 3 Parece cruel el nuevo ruego de Ester; peí adviértase que si no fue acto de legítima defen-
~* sa, porque los habitantes de Susa pretendie n renovar sus ataques, el autor sagrado no nos
propone ejemplo que imitar, sino que vierte los s Ltimientos de él y sus coetáneos.
604 ESTER 9 2 8
—[ll 1

glo a lo escrito acerca de ellos, y a plazo cartas a todos los judíos, a las ciento vein-
fijo todos los a ñ o s ; * 2%y que estos días tisiete provincias del reino de Asuero, con
fuesen recordados y celebrados en cada palabras de paz y verdad; 31 para rati-
una de las generaciones sucesivas, estir- ficar estos días de Purim en sus plazos tal
pes, provincias y ciudades. Y que estos y como se los habla establecido Mardo-
días de Purim no habían de pasar de en- queo el judío y la reina Ester y conforme
tre los judíos ni su memoria, desaparece- ellos mismos habían constituido sobre sus
ría de su descendencia. personas y su descendencia las disposicio-
29 Y la reina Ester, hija de Abijáyil, en nes tocantes a los ayunos y sus lamenta-
unión del judío Mardoqueo, escribió con ciones. 3 2 Y el mandato de Ester ratificó
toda instancia a fin de confirmar esta se- eslas cosas referentes al Purim y fue es-
gunda carta de Purim. 3<> Y enviáronse ' crito en el libro.

Colofón. Nota de la versión griega


•I A ! El rey Asuero impuso un tributo Señor de todos estos males; y obró D i o s
* " sobre la tierra y las islas del mar. las señales y los prodigios y las grandes
2
Y todas las manifestaciones de su pode- cosas, cuales no se han hecho entre los
río y valentía y la patente de nobleza con gentiles. 10 Por esto preparó el Señor dos
que el monarca ennobleció a Mardoqueo Suertes: una para el pueblo de D i o s y
hállanse escritas en el libro de las cróni- otra para todas las demás naciones. n Y
cas de los reyes de Media y Persia. 3 Por- se verificaron estas dos Suertes a su hora
que el judío Mardoqueo fue el segundo y sazón, que fue día de juicio, en el aca-
después del rey Asuero, y grande entre tamiento de D i o s y para todas las nacio-
los judíos, y querido de la multitud de sus nes. 1 2 Y se acordó D i o s de su pueblo,
hermanos; procuró el bien de su pueblo e hizo justicia a su heredad. ' 3 Y serán
y habló a favor de toda su raza. solemnizados por ellos estos días en el
mes de Adar, el decimocuarto y el décimo-
4 quinto del mes, con asamblea y gozo y re-
Í1 0 ^ ^'J° Mardoqueo; «Por dispo-
sición de Dios sucedió esto. * gocijo en presencia de Dios por todas las
5
Pues me acordé del sueño que vi acerca generaciones eternamente en su pueblo de
de estas cosas. Porque nada de ellas re- Israel».]
sultó fallido: 6 la fuentecilla que se hizo
río, y era luz y sol y agua copiosa. El río Í1 1 ' ^' a " ° c u a r t o ' reinando Tolo-
es Ester, la cual tomó el rey por esposa meo y Cleopatra, Dositeo, que
y la hizo reina. * 7 Y los dos dragones so- decía ser sacerdote y del linaje de Leví, y
mos yo y Hamán. 8 Y las naciones, las Tolomeo, su hijo, trajeron la presente car-
reunidas para exterminar el nombre de ta de las Suertes, la cual afirmaron ser
los judíos. 9 Y mi nación es Israel; los auténtica y que había sido traducida por
que clamaron a D i o s y fueron salvados. Lisímaco, hijo de Tolomeo, que vivia en
Y salvó D i o s a su pueblo y nos libró el Jerusalén.] *
27
Todavía se solemniza esa fiesta en las sinagogas, y la víspera es para los judíos día de ayuno.
4
T1 0 DIJO: visto el cumplimiento del sueño misterioso, Mardoqueo le da su interpretación,
*- que expresa el pensamiento dominante del libro.
6
LA FUENTECILLA trocada en RÍO es imagen de ESTER, quien a su vez es tipo de la Reina del
cielo, la Virgen María, mayormente en su oficio de Mediadora universal, como Corredentora, que
salva al pueblo de Dios y celeste intercesora ante el divino Rey.
r-i -t l TOLOMEO: se cree que es Tolomeo VI Filométor (181-146), benévolo con los judíos. 11
L LA PRESENTE CARTA: el mismo libro de Ester, que se envió a todos los judíos. Recuérdese
que el Apocalipsis, por ejemplo, tiene también la forma de carta. II AUTÉNTICA: palabra implícita
en el texto griego. Nótase la autenticidad tal vez por razón de las omisiones hechas en el hebreo. II
TRADUCIDA: bastante tiempo antes probablemente.

NOTAS. "CRITICAS

CAP. I : a otros prp 1 e ins [a los jefes del] ejército de] b~b di c G (KÍt)J ° prpsl! as eyes] <* prbl
e rebelarána (Kit).
CAP. 3 : a i n s c Kit (cf G).
CAP. 5: a ins C G (Kit)] b ins c pe mssb V.
CAP. 6: a C Kit (cf G y I I) ; H plur] c S (cf G); H (cf V) sus sabios.
CAP. g: c Reider, H él envió, SV ellos enviaron, Kit 1 ella envió.
M A C A B E O S

Cuatro libros de los Macabeos son reproducidos en algunas Biblias, pero nosotros
nos ocupamos únicamente de los dos primeros, los únicos canónicos. Suelen agruparse
ambos libros, aunque de diversos autores y de distinta finalidad, porque mutuamente
se completan al narrar casi los mismos hechos.
El nombre Macabeo (del hebreo maqqab y arameo maqqaba) parece significar
martillo, y era el sobrenombre de Judas, tercer hijo del sacerdote Matatías, adqui-
rido como premio a su valor en la lucha contra los ejércitos de los seléucidas. Este
nombre fue amplidndose a toda la familia, y aun designó después a todos los que lu-
charon por la religión y la patria contra los ejércitos invasores.
En efecto, vuelto el pueblo de Israel de Babilonia, conservó en gran parte su fide-
lidad a Dios y a las tradiciones religiosas; pero las potencias vecinas no miraban con
buen ojo la reconstrucción de las murallas del templo y la independencia de Israel.
Los libros de los Macabeos no nos dan toda esta historia, pero sí un compendio de las
luchas que hubieron de sostener por sus principios religiosos y libertad política durante
más de treinta años (168-135 a. de C).
Ayudará quizás a relacionar con la historia profana el siguiente esquema de la
genealogía de los seléucidas, a quienes se hace continua alusión:
Antíoco III el Grande

Seleuco IV Fílopátor Antíoco IV Epifanes


, *• « r A

Demetrio I Soter Antíoco V Eupátor Alejandro Balas

Antíoco VII Demetrio II Antíoco VI Alejandro


Sidetes Nicátor Zebina
AUTORES.—Son judíos y grandes patriotas. El autor del segundo libro se nos pre-
senta llanamente como un mero compilador de la obra, en cinco libros, de Jasan de
drene. En cuanto a la época de composición, por varios indicios sacados del primer
libro, se asigna como fecha probable de su composición el tiempo que precedió a la
muerte de Juan Hircano (106 a. C). El segundo libro pudo escribirse algo antes.
HISTORICIDAD.—El autor del primer libro no nos indica de dónde deduce sus no-
ticias, que, por otra parte, podían quedar aún vivísimas cuando él escribió en testi-
monios oculares, y aun en la propia memoria del autor. Nos declara, además
(16,23-24), que los hechos de Juan estaban escritos oficialmente y bien conservados,
lo que parece podría deducirse de los otros caudillos de Israel. Los documentos que se
citan, la rigurosa precisión topográfica, nos indican a las claras que estamos ante un
1204 I MACABEOS I 1 " 1 7
I MACABEOS 1 " - B T 1205
libro netamente histórico. A mayor abundamiento, la confrontación con la historia ciones. 18 Entró, pues, en Egipto con un naron de armas y vituallas, y reuniendo
profana confirma el valor histórico del libro. La fuente del segundo libro son las obras poderoso ejército, con carros y elefantes, los despojos de Jerusalén, los depositaron
de Jasan. Ño podemos apreciar el valor histórico de este autor; pero si que podemos con caballería y con una gran flota, 1!> e allí, viniendo a ser para la ciudad un gran
afirmar que los hechos escogidos por nuestro compilador son coherentes con la historia. hizo la guerra a Tolomeo, rey de Egipto. lazo. M Fue esta ciudadela una asechanza
El texto del primer libro debió ser originalmente el hebreo. San Jerónimo nos dice: Atemorizado Tolomeo del encuentro, contra el santuario, un adversario perni-
«Maccabaeorum primum librum hebraicum reperi». Pero se perdió el texto original echó a huir, y muchos cayeron heridos. cioso y continuo para Israel. 39 Derrama-
y hoy sólo conocemos la traducción de los Setenta. En cambio, el segundo libro se es- 20 Los sirios se apoderaron de las ciuda- ron también sangre inocente4 en torno del
cribió evidentemente en griego, y San Jerónimo lo afirma categóricamente. des fuertes del país de Egipto, y volvió santuario y lo profanaron. <> A causa de
Antíoco cargado de sus despojos. 21 El ellos huyeron los habitantes de Jerusalén,
CANONICIDAD.—Son libros canónicos y, como tales, tenidos por toda la Iglesia año ciento cuarenta y tres, después de que vino a ser morada de extranjeros. Se
y los Santos Padres como inspirados y divinos. El que no se incluyesen en la Biblia haber subyugado a Egipto, vino Antíoco hizo ex I raña a su 4propia prole, y sus hijos
hebrea hace se los catalogue entre los deuterocanónicos. Sus enseñanzas son copiosí- contra Israel 22 y subió a Jerusalén con la abandonaron. 1 Su santuario quedó
simas: se palpa la providencia de Dios por su pueblo, la justicia de Dios con los peca- poderoso ejército. 23 Entró con insolen- desolado como un desierto; sus fiestas se
dores, su misericordia con los que acuden a El. Hay grandes ejemplos de virtudes cia en el santuario, tomó el altar de oro, convirtieron en duelo, sus sábados en ul-
el candelabro de la luz con todos sus uten- traje, y en desprecio su reputación. 42 Al
morales, sobre todo de fidelidad a los mandamientos de Dios, que les hacía arrostrar silios, la mesa de los panes de la proposi- igual de su gloria creció su deshonra, y su
todos los peligros, y aun la misma muerte, por conservar intactas las tradiciones re- ción, las tazas, las copas, los incensarios grandeza se convirtió en duelo.
ligiosas. de oro, la cortina, las coronas, y arrancó 43
El rey Antíoco publicó un edicto en
todo el decorado de oro que cubría la fa- todo su reino, de que todos formasen un
chada del templo. 24 Tomó asimismo Ja solo pueblo, abandonando cada uno sus
plata, oro y vasos preciosos, y se llevó peculiares leyes. 44 Todas las naciones se
Alejandro Magno. Antíoco Epifanes y su persecución
los tesoros escondidos que pudo hallar. conformaron a la orden del rey. 4S Mu-
Con todo se volvió a su tierra, * 23 ha- chos israelitas se amoldaron a su culto,
biendo hecho gran mortandad y proferi- sacrificando a los ídolos y profanando el
1 Después que Alejandro macedonio, años, multiplicándose los males sobre la
1 hijo de Filipo, partiendo del país tierra.*
11
do palabras muy insolentes. 2* Un gran
duelo sobrevino a Israel en todos los ho-
sábado. 4Ó Envió el rey órdenes escritas
por medio de mensajeros a Jerusalén y a
de Cetim, venció a Darío, rey de los per- De ellos brotó aquella raíz pecadora, gares: 27 se lamentaron los príncipes y los
sas y de los medos, y reinó en lugar suyo, Antíoco Epifanes, hijo del rey Antíoco, las ciudades de Judá, de que todos siguie-
después de haberlo hecho primeramente que estuvo rehén en Roma y se apoderó
ancianos; las doncellas y los jóvenes per- ran leyes extrañas al país; 47 que se prohi-
dieron su vigor, y se alteró la belleza de biesen en el santuario los holocaustos, sa-
sobre Grecia, * 2 combatió muchas gue- del reino el año ciento treinta y siete del
rras, expugnó ciudades fuertes y dio muer- imperio de los griegos. * t 2 Salieron de
las mujeres. 28 Todos los novios entona- crificios y libaciones; 48 que se 4!>
profana-
ron lamentaciones, y hacía duelo la novia sen los sábados y días festivos; que se
te a algunos reyes de la tierra. 3 Atrave- Israel por aquellos días hijos inicuos, que sentada en el lecho nupcial. 29 Se estreme-
só la tierra hasta sus confines, se apoderó persuadieron a muchos diciéndoles: «Ea, contaminasen
50
el santuario y los santos; *
ció la tierra por la consternación de sus que se edificasen altares y recintos sa-
de los despojos de muchas naciones y en- hagamos alianza con las naciones cir- moradores, y toda la casa de Jacob quedó
mudeció la tierra ante él. Su 4 corazón se cunvecinas, pues desde que nos separa- grados e ídolos, y se ofreciesen en sacri-
cubierta de confusión. ficio puercos y otros animales impuros;
engrió e hinchó de orgullo. Juntó po- mos de ellas nos han encontrado calami-
derosísimos ejércitos, 5 sometió a pro- dades sin cuento»; I ! y a muchos les pare- 31 Dos años después envió el rey a un si que dejasen a sus hijos incircuncisos
vincias, naciones y soberanos, que se ció bueno este consejo. 14 Algunos del comisario de los tributos a las ciudades mancharse con toda suerte de impurezas
le hicieron tributarios. 6 Después de todo pueblo se ofrecieron a ir al rey, el cual les de Judá, quien llegó a Jerusalén con po- y abominaciones, de forma que olvidasen
esto cayó en 7el lecho y entendió que se dio facultad de vivir15 según las costum- deroso acompañamiento; * 31 y con falsía la ley y mudasen todas las prescripciones,
52
iba a morir, Llamando a sus oficiales, bres de los gentiles. Levantaron, pues, les dirigió palabras pacíficas, en las que y que quien no obrase conforme a este
nobles que con él se habían criado desde en Jerusalén un gimnasio conforme al esti- ellos creyeron. 32 p e ro de repente se arro- decreto del rey fuese condenado a mo-
la juventud, dividió entre ellos aún en lo de los paganos, l* se restablecieron los jó sobre la ciudad, causando en ella gran rir. *
53
vida su reino. s Había9 reinado Alejandro prepucios, abandonaron la alianza santa, destrozo y33 haciendo perecer a muchos A este tenor escribió a todo su rei-
doce años, y murió. Tomaron posesión se coligaron con los gentiles y se ven- israelitas. Saqueó la ciudad, la entregó no, instituyó inspectores sobre todo el
del poder sus generales, cada uno en su dieron para obrar el mal. * a las llamas y derribó las casas y muros pueblo 54 y ordenó a las ciudades de Ju-
lugar respectivo, * 10 y en cuanto él mu- 17
Una vez que Antíoco consolidó el que la cercaban. 34 Llevaron cautivas a las dá que sacrificasen en cada ciudad. 55 Se
rió, se ciñeron todos la diadema, y sus reino, concibió el designio de dominar mujeres y a los niños y se apoderaron de les unieron a los sirios muchos del pueblo
hijos después de ellos durante muchos Egipto, a fin de reinar sobre las dos na- los ganados. 35 Edificaron en torno a la judío, todos los que abandonaron la ley;
ciudad de David un muro grande y fuer- hicieron mucho mal en el país, 56 y obli-
te, y torres también fuertes, con lo que garon a los israelitas fieles a ocultarse en
1
PAÍS DE CETIM: transcripción del hebreo Kittim, que, habiendo designado un día especial- hicieron de ella una ciudadela. 36 Coloca- toda suerte de escondrijos.
I mente la isla de Chipre (Gen 10,4; Is 23,1), sirvió después para representar las costas del Asia ron allí gente impía, hombres sin ley, que 57
El día quince del mes de Casleu del
Menor y las de Europa oriental y meridional. Aquí se refiere a Macedonia. || DARÍO: se refiere a en ella se hicieron fuertes. 37 La aprovisio- año ciento cuarenta y cinco, edificaron
Darío III Codomano (336-331). II REY DE LOS PERSAS Y DE LOS MEDOS: desde la época de Ciro, estos
dos pueblos reunidos formaban el Imperio medo-persa; así, son frecuentemente asociados en la 24
Biblia. TESOROS ESCONDIDOS : el tesoro del templo y los depósitos de plata de que habla 2 Mac 3,10-12.
9
Sus GENERALES: en los w.9-10 da un resumen de la historia de los diadocos, o sucesores de El botín del templo es calculado en 1.800 talentos (unos dos millones de francos) (cf. 2 Mac'5,21).
30
Alejandro, hasta el advenimiento de Antíoco Epifanes. Dos AÑOS DESPUÉS: el griego y la Vulgata ponen años de días, hebraísmo que significa años
1° TODOS: no designa a todos los oficiales, sino a los cuatro que fundaron un reino (cf. v.7): completos. || ENVIÓ UN COMISARIO: pudo quizás Antíoco quererse vengar de los judíos de la humilla-
Tolomeo'en Egipto, Seleuco en Babilonia y Siria, Lisímaco en Tracia, Casandro en Grecia y Ma- ción por la que le hacían pasar los romanos al intimarle la orden'formal de abandonar Egipto y cesar
cedonia. en su guerra contra Tolomeo.
11 49
EPIFANES : equivale a ilustre; título que tomó Antíoco IV, a quien corresponde el apelativo Los SANTOS: hermoso nombre dado a los adoradores de Yahveh. La Vulgata parafrasea bien:
de raíz pecadora (cf. Dan 11,21). sanctum populum Israel. Se quería probar de ha'cer impuros a los judíos forzándolos a comer manjares
16
ALIANZA SANTA: borrar el signo sagrado de la circuncisión (por medio de una operación quU prohibidos y aun arrastrándolos a la idolatría.
riiraica) era renunciar a la alianza con Dios, por ella simbolizada. ' * FUESE CONDENADO A MORIR: véase en 2 Mac 6-7 la narración del martirio de Eleazar y sus
hermanos, animados por la madre.
1206 I MÁCASEOS 1 B9—2 "
t MACABEOS 2 ie - 81 1207
sobre el altar la abominación de la deso- sacrificaron en el ara erigida sobre el altar
lación, y en las ciudades circunvecinas de de los holocaustos. * 63 Las mujeres que y os enriqueceréis, tú y tus hijos, de plata mos el precepto del rey, violando el día
Judá edificaron altares; * 58 quemaban in- habían circuncidado;! sus hijos eran muer- y oro y muchos presentes». * de sábado». * 35 En seguida los sirios les
cienso en las puertas de las casas y en las tas, según el decreto, <>4 y los niños, sus- l ' A lo que contestó Matatías, dicien- presentaron combate; 3 6 y ellos no les
plazas; 59 y los libros de la ley que halla- pendidos por el cuello. Saqueaban sus ca- do en alta voz: «Aunque tpdas las nacio- respondieron, ni les tiraron una piedra,
ban, los rasgaban y echaban al fuego. sas y daban muerte a quienes los habían nes que forman el imperio del rey le obe- ni taparon sus escondrijos, 37 diciendo:
60
A quien se encontraba con un libro circuncidado. 6S Muchos en Israel se hi- dezcan, abandonando cada uno el culto «Muramos todos en nuestra sencillez, y
de la alianza o mostraba afecto a la ley, cieron fuertes y mantuvieron la resolución de sus 20padres y sometiéndose a sus man- el cielo y la tierra testificarán de nosotros
en virtud del decreto del rey, se le con- de no comer cosa impura, prefiriendo mo- datos, yo y mis hijos y mis hermanos que injustamente nos hacéis perecer».
denaba a morir. * rir a mancharse con los alimentos66y pro- seguiremos la alianza de nuestros padres.
38
Y habiendo entablado combate los si-
6) fanar la santa alianza; y murieron. Muy
Con tal violencia trataban a Tsrael, a 21 Líbrenos Dios de abandonar la ley y rios en día de sábado, murieron ellos, sus
cuantos eran hallados en sus ciudades, un grande fue la ira que descargó sobre Is- sus preceptos. 22 No escucharemos las pa- mujeres, sus hijos 3!> y sus rebaños, hasta
mes y otro mes. * «2 El veinticinco del mes rael. * labras del rey para apartarnos de nuestro unas mil personas. Cuando Matatías y
culto, a la derecha o a la izquierda». sus amigos lo supieron, hicieron por ellos
23
Apenas terminó de proferir estas pa- un gran duelo, 40 pero se dijeron unos a
H a z a ñ a s de M a t a t í a s . L a g u e r r a s a n t a labras, cuando se acercó en presencia de otros: «Si todos obramos como obraron
1 todos un judío para sacrificar en el altar nuestros hermanos, no combatiendo con-
Por entonces se alzó Matatías, hijo
2 de Juan, hijo de Simeón, sacerdote,
plendor le fue arrebatado, y de libre fue
hecha esclava. >2 Y he aquí que nuestro
de Modín, según el decreto del rey. 24 Al
verlo Matatías, se indignó, y sus entrañas
tra las naciones por nuestra vida y por
nuestras instituciones, pronto nos exter-
de los hijos de Joarib, de Jerusalén, que santuario, que era nuestro brillo y nues- se estremecieron; y dejándose conducir de minarán de la tierra». * 41 Y decidieron
vivía en Modín.* 2 Tenía cinco hijos: tra gloria, está desolado, profanado por justa cólera, corrió y le degolló sobre el aquel día: «Quienquiera que sea el horrb-
Juan, apellidado Gaddis;* 3 Simón, lla- las14 gentes. l 3 ¿Para qué ya viviremos?» altar. * 2$ En el mismo instante mató al bre que en día de sábado venga a pelear
mado Tasi; 4 Judas, apellidado Maca- Rasgaron Matatías y sus hijos sus comisario del rey,i que forzaba a sacri- contra nosotros, lucharemos nosotros
beo; * 5 Eleazar, apellidados A varán, y Jo- mantos, se cubrieron de sacos e hicieron ficar, y destrozó el altar. 26 Mostró así contra él. para que no muramos todos,
natás, apellidado Apfus. Y viendo los gran llanto. * 15 Llegaron entonces a la celo por la ley, como lo había hecho Fi- como murieron nuestros hermanos en sus
ultrajes cometidos en Judá y en Jerusa- ciudad de Modín los oficiales del rey, en- nees con Zambri, hijo de Salom. * escondrijos».
lén, 7 dijo: cargados de forzar a la apostasía, para 27
Gritó entonces con voz potente Ma-
42
Entonces se reunió con ellos un gru-
«¡Ay de mí! ¿Por qué nací yo, para ver organizar sacrificios. * 16 Muchos israeli- tatías en la ciudad, y dijo: «¡Todo el que po de asideos, hombres valientes de Is-
la ruina de mi pueblo y la ruina de la ciu- tas se unieron a ellos, mientras Matatías sienta celo por la ley y mantenga la alian- rael, todos adictos a la ley. * 43 Cuantos
dad santa, y para habitar aquí, cuando y sus hijos se mantuvieron firmes, aparta- za, salga de la ciudad en pos de mí!» querían escapar a los males, se unían a
ella es entregada en poder de los enemi- dos de ellos. 17 Los enviados del rey, diri- 28
Y huyeron él y sus hijos a las monta- ellos y les servían de refuerzo. 44 Habien-
gos, 8 y su santuario en poder de extra- giéndose a Matatías, le dijeron: «Tú eres fias, abandonando cuanto poseían en la do formado así un ejército, hirieron a los
ños? Su templo fue tratado como la casa el primero e ilustre y grande en esta ciu- ciudad. * 29 Entonces muchos que bus- prevaricadores en su ira y a los impíos en
de un infame; ' sus utensilios magníficos, dad, apoyado por muchos hijos y parien- caban la 30justicia y la ley, descendieron al su indignación. Los restantes huyeron a
llevados en botín; sus niños, muertos en tes; * l s acércate, pues, el primero y cum- desierto para habitar allí, tanto ellos los gentiles para salvarse. * 45 Recorrieron
las plazas, y sus jóvenes, sucumbidos al ple el decreto del rey, como lo han hecho como sus hijos, sus mujeres y sus reba- Matatías y sus amigos el país, destruyen-
filo de la espada enemiga. 1° ¿Qué nación todas las naciones, los varones de Judá ños, pues los sufrimientos que les acecha- do altares, ** circuncidando a la fuerza a
no ha heredado de su reino, se ha apo- y los que han quedado en Jerusalén. Y se- ban llegaban al colmo. 31 Y así que se cuantos niños incircuncisos hallaron en
derado de sus despojos?* H Todo su es- réis tú y tus hijos de los amigos del rey, anunció a los enviados del rey y a las tro- territorio de Israel. 47 Perseguían a los or-
pas que había en Jerusalén, en la ciudad gullosos, y48 la empresa prosperaba por
57 CASLEU: noveno mes del año judío ( n o v . - d i c ) . II E L AÑO 145 d e la era d e los seléucidas c o - de David, que algunos hombres, infrin- su medio. Vindicaban la ley contra el
rresponde al 167 a. de C. II ABOMINACIÓN DE LA DESOLACIÓN: frase tomada d e Daniel (9,27; 11,31; giendo el mandato del rey, habían baja- poder de los gentiles y los reyes, y no se
12,11) para expresar una abominación sacrilega o un altar pagano levantado en lugar del de los h o l o -
caustos. Esto convertía al templo en desolación o ruina del verdadero culto. do para esconderse en el desierto,32en se- doblegaban
4
ante los pecadores.
60
LIBRO DE LA ALIANZA: el Pentateuco o parte d e él; con todo, pudiera significar, en sentido guida corrieron muchos tras ellos, y los » Al acercarse el tiempo de la muerte
lato, cualquier selección de libros sagrados. alcanzaron; y acampando frente a ellos, de Matatías, dijo éste a sus hijos: «Ahora
61
C O N TAL VIOLENCIA... : la frase es dura de construcción. El sentido parece ser que cada m e s se prepararon a atacarlos en día de sá- domina el orgullo y el castigo, es tiempo
un inspector visitaba las ciudades y ejecutaba a los culpables.
62
bado. 33 Y les dijeron: «Basta ya haber de ruina y de ardiente cólera. * 50 Ahora,
E L VEINTICINCO DEL MES: tardaron, pues, diez días los preparativos (v.57). Este día se consi- resistido hasta ahora. Salid y orad según hijos míos, mostraos celadores de la ley
deró en adelante como el de la profanación (2 Mac 10,5).
<íS
L A IRA : más bien la de Dios q u e la d e Antfoco. Viéndose los judíos acosados por la persecu-
el decreto del rey, y viviréis». 34 Ellos con- y dad vuestra51vida por la alianza de nues-
ción, cayeron en la cuenta d e q u e habían irritado al Señor. testaron: «No saldremos ni observare- tros padres. Acordaos de las hazañas
18
O * MATATÍAS: en hebreo, Mattatiyah = don d e Yahveh; abreviado, es el mismo nombre M a - AMIGOS DEL REY: aquí, como en los clásicos, es u n titulo oficial con q u e son designados l o s
" tías. N o constan sus progenitores. [I M O D Í N : suele identificarse con la actual Mediyeh, al E . d e primeros oficiales d e la corte.
24
Lidda. Sus ENTRAÑAS: literalmente sus renes. Eran considerados los ríñones como sede de la e m o -
2
C I N C O HITOS : todos morirán sucesivamente por el bien d e su patria, como se narrará posterior- ción y sensibilidad. Quiere, pues, indicar la frase una profundísima emoción. || JUSTA CÓLERA:
mente. Se les da a cada uno u n sobrenombre o apellido, tomado de su carácter valentía o proezas. D t 13,9 exigía se matase al instante a quien quería seducir al pueblo con prácticas idolátricas.
4 26
JUDAS... MACABEO: es el más célebre de los hermanos y el q u e Matatías tomará como suce- F I N E E S : su gloriosa hazaña es narrada en N ú m 25.
28
sor. L a palabra makkabaios, del arameo maqqába ( = martillo), parece aludir a su acción de m a r t i - LAS MONTAÑAS: la región montañosa de Judá. q u e ofrecía terreno m u y a p t o para esconderse.
34
llear a los enemigos. VIOLANDO EL DÍA DE SÁBADO: combatiendo para defendernos.
10 40
Q U É NACIÓN: puede referirse Matatías o a los ejércitos sirios, q u e se componían generalmen- PRONTO NOS EXTERMINARÁN : pues si los sirios hubiesen reparado e n q u e n o se resistirían lo»
te d e mercenarios de naciones diversas, o bien a la larga serie de expoliaciones d e q u e habían sido judíos en día de sábado, los hubiesen aniquilado con facilidad.
42
objeto los judíos en el curso de su historia. ASIDEOS: transcripción greco-latina d e la palabra hebrea hasidim, q u e quiere decir piadosos.
14
SACOS o cilicios: vestidos d e duelo consistentes en túnicas groseras. Así se llamaba a una agrupación de judíos que, ya anteriormente a lo« Macabeos, se esforzaba, c o n
15
LLEGARON: la Vulgata parafrasea más q u e traduce. •u apego a la ley, en reaccionar contra las ideas y costumbres helénicas. Algunos se suman a los M a *
17 cábeos, manteniendo, con todo, su organización (cf. 7,13, y 2 M a c 14,6).
T ú ERES EL PRIMERO : comprendían los enviados del rey la importancia d e ganarse el ciudada-
44
no m á s ilustre d e M o d í n , tanto m á s q u e su numerosa parentela le daba u n mayor influjo. PREVARICADORES... IMPÍOS: son los judíos apostatas loa primeros contra quienes se vuelTCDi
i* Bk OUTIOO; de loa buenos por los malos.
13 38

1208 I MÁCASEOS 2 52
—3 1 2
I MACABEOS 3 " 1209
despojos, y Judas t o m ó la espada de A p o - gó hasta el rey, y los pueblos todos h a -
que lucieron en sus tiempos los antepa- se trueca en basura y en gusanos. 63 H o y lonio, de la cual se sirvió siempre al pe- blaban de los combates de Judas.
sados, y alcanzaréis gran gloria y n o m - se ensalza, pero m a ñ a n a no será hallado, lear. 27
C u a n d o el rey Antíoco oyó estas n o -
bre sempiterno. 5 2 ¿No fue, p o r ventura, p o r q u e se h a b r á vuelto al polvo y sus pen- 13
C u a n d o oyó Serón, jefe del ejército ticias, se inflamó en ira y dio orden d e
A b r a h a m hallado fiel en la tentación, y samientos se h a b r á n desvanecido. 6 4 Hi- de Siria, que Judas había juntado mucha reunir las tropas todas del reino, u n ejér-
le fue imputado esto a justicia? * 53 G u a r - jos míos, sed fuertes y combatid vigoro- gente y que un grupo de judíos fieles com- cito poderosísimo. * 28 A b r i ó su erario
dó José la ley en el tiempo de su aflicción, samente por la ley, que p o r ella seréis glo- batía a su lado, 1 4 se dijo: « M e haré fa- y pagó a sus tropas u n a ñ o de soldada,
y vino a ser el señor de Egipto. 5 4 Finees, rificados. 65 Ahí tenéis a Simón, vuestro m o s o y adquiriré gloria en el reino, com- ordenándoles que estuviesen apercibidos
nuestro padre, por su abrasado celo, re- h e r m a n o ; yo sé que es h o m b r e de con- batiendo a Judas y a los suyos, que no para todo. * 29 jyjas viendo el rey que la
cibió la p r o m e s a de u n sacerdocio eter- sejo; escuchadle siempre; él será p a r a vos- hacen caso del decreto del rey»; 15 y s e plata de sus tesoros se acababa y que los
n o . 55 Josué, p o r h a b e r cumplido la pa- otros u n padre. 66 Q u e Judas M a c a b e o , p r e p a r ó y subió con él u n poderoso re- tributos de la región eran exiguos a cau-
labra, llegó a ser juez de Israel. 56 Caleb, esforzado y valiente desde su juventud, fuerzo de impíos, p a r a apoyarle y ven- sa de las disensiones y calamidades que
p o r su testimonio ante la asamblea, re- sea vuestro capitán del ejército y quien garle de los hijos de Israel. 16 C u a n d o se él había ocasionado en la región, al su-
cibió la heredad de la tierra. 5 7 David, p o r dirija la guerra contra los pueblos. * 67 Y acercaba a la subida de Betoron, le salió primir las leyes en uso desde tiempos a n -
su piedad, heredó el t r o n o real p a r a siem- vosotros atraeos a todos los observantes J u d a s al encuentro con pocas tropas. tiguos, 3 0 temió n o tener, c o m o había
pre. * 58 Elias, p o r su a b r a s a d o celo de de la ley y vengad severamente a vuestro 17
Estas, viendo la a r m a d a que venía a su acaecido otras veces, p a r a los gastos y
la ley, fue ascendido al cielo. 59 A n a n í a s , pueblo. 6 8 Devolved a los gentiles su me- encuentro, dijeron a J u d a s : «¿Cómo po- los donativos que repartía antes con lar-
Azarías y Misael, p o r su fe, se libraron de recido y observad los preceptos de la dremos nosotros, tan pocos, pelear contra ga m a n o y mayor prodigalidad que los re-
las llamas. 6 0 Daniel, p o r su inocencia, fue ley». tan poderosa muchedumbre, y menos es- yes antecesores suyos. * 3 1 Hallándose,
69
libertado de la b o c a de los leones; 61 y d e Y bendiciéndolos, fue a reunirse c o n t a n d o extenuados p o r el ayuno de hoy?» pues, en grave aprieto, resolvió irse a
este m o d o veréis de generación en gene- sus padres. * 7 0 M u r i ó el a ñ o ciento cua- 18
Pero Judas contestó: «Fácil es que Persia parar ecoger los tributos de las
ración que t o d o s los que confían en El renta y seis, y fue sepultado en el sepulcro m u c h o s sean entregados en m a n o s de regiones y juntar m u c h o dinero. *
n o descaecen. 6 2 N o temáis las amenazas de sus padres en Modín, y t o d o Israel le p o c o s ; ni ante el Dios del cielo hay dife- 32
Dejó a Lisias, h o m b r e distinguido
de u n h o m b r e pecador, p o r q u e su gloria lloró amargamente. * rencia entre salvar con muchos o con po- y de regio linaje, al frente de los asuntos
cos; 1 9 p o r q u e no depende el triunfo béli- reales, desde el río Eufrates hasta los con-
co de la m u c h e d u m b r e del ejército, sino fines de Egipto, * 33 encargándole educar
J u d a s M a c a b e o . L i s i a s , e n c a r g a d o d e l u c h a r c o n t r a los j u d í o s que del cielo viene la fortaleza. 2 0 Estos a su hijo Antíoco, hasta su vuelta. * 3 4 Le
1 vienen contra nosotros con u n a turba or- confió la mitad de las tropas y los elefan-
q u i d a d ; y su m a n o dirigió bien la libera-
3 Le sucedió en el m a n d o su hijo Ju-
das, apellidado M a c a b e o , 2 a quien ción. 7 D i o en qué entender a muchos re-
gullosa e impía, p a r a perdernos a n o s -
otros, a nuestras mujeres e hijos, y sa-
tes, encomendándole la ejecución de t o -
dos sus designios, particularmente con
apoyaron todos sus h e r m a n o s y cuantos yes y alegró a Jacob con sus hazañas. P o r quearnos ; 21 mientras que nosotros com- respecto a los habitantes de Judea y Je-
se habían unido a su p a d r e y peleaban con los siglos su memoria será bendecida. batimos p o r nuestras vidas y nuestras le- rusalén ; 35 enviar contra ellos u n a a r m a d a
alegría los combates de Israel. 3 Dilató la 8 Recorrió las ciudades de Judá, extermi- yes. 22 Dios i o s aplastará ante nuestros para aplastar y extertninar la potencia de
gloria de su pueblo, revistióse c o m o hé- n ó de ella a los impíos y a p a r t ó de Israel ojos; vosotros, pues, no los temáis». * Israel y las reliquias de Jerusalén, hasta
roe la coraza, se ciñó sus a r m a s bélicas la ira. 9 Se hizo célebre su n o m b r e hasta 23 Así que acabó de hablar, se lanzó sú- b o r r a r del lugar su memoria, * 36 y esta-
y t r a b ó batallas, protegiendo con su espa- el cabo del m u n d o y reunió a los que es- bitamente a ellos, quedando derrotado Se- blecer extranjeros en todos sus confi-
da el c a m p a m e n t o . * * E n sus acciones se t a b a n a p u n t o de perecer. r ó n y su ejército ante sus ojos. 24 judas lo
10 nes, distribuyéndoles por suerte la tierra. *
asemejó al león y al cachorro que ruge A p o l o n i o reunió a las naciones, y u n persiguió por la bajada de Betoron hasta 37
Llevó consigo el rey la otra mitad de
sobre la presa. 5 Persiguió a los malvados gran ejército de Samaría, p a r a luchar con- la llanura, quedando tendidos como unos las tropas, y partió de Antioquía, capital
en sus escondrijos y entregó a las llamas tra Israel. * n Informado Judas, le salió al ochocientos hombres y huyendo los res- de su reino, el a ñ o ciento cuarenta y siete,
a los perturbadores de su pueblo. * 6 Los encuentro, le derrotó y le m a t ó ; sucumbie- tantes al país de los filisteos. 2 5 C o n esto y atravesando el río Eufrates recorría las
malvados retrocedieron de miedo ante él, r o n muchos heridos y huyeron los restan- comenzó a cundir el miedo a Judas y a regiones altas. *
se estremecieron los obradores de la ini- tes. * X2 Se a p o d e r a r o n los judíos de sus sus hermanos, y el terror se apoderó de 38 Escogió luego Lisias a Tolomeo, h i -
52
ABRAHAM: para los hechos de Abraham a Daniel, a que alude Matatías en sus recomendacio- las naciones circunvecinas. 26 Su fama lle- jo de D o r i m e n o ; a Nicanor y a Gorgias,
nes, véase, de Abraham, Gen. 22,r; de José, Gen 39; de Finees, Núm 25,13; de Josué, Jos 1,2-10; 22
de Kaleb, Núm 13,30; de David, 2 Sam 7,13, y con frecuencia en los Salmos; de Elias, 4 Re 2; de Los APLASTARÁ: aquí, como en varios lugares del libro de los Macabeos, se omite, al parecer
Ananías, Dan 3,1; de Daniel, Dan 6,2-29 y 14-27 ss. de propósito, el nombre de Dios. Omisión motivada, sin duda, por el sentimiento de respeto que
57
PARA SIEMPRE: aunque había desaparecido la dinastía de David, Matatías recordaba las pro- los rabinos talmudistas extendieron hasta poner en lugar de Yahveh «el nombre» o «el cielo», y así no
fecías que anunciaban que el trono de David sería restaurado por el Mesías, sin ser después de- pronunciar el nombre inefable.
27
rrocado. ESTAS NOTICIAS : en griego, como en la Vulgata, se pone: estas palabras; pero es un hebraísmo
66 para2 8indicar hechos, sucesos, noticias.
LA GUERRA CONTRA LOS PUEBLOS: la Vulgata, al traducir «bellum populi», en singular, parece
aludir a la guerra santa que el pueblo de Dios acababa de comenzar contra Antíoco. 30
U N AÑO DE SOLDADA: pagando de antemano, esperaba tener Antíoco a sus tropas más adictas.
69
REUNIRSE CON sus PADRES: expresión hebrea para designar la muerte, ya que entonces el alma MAYOR PRODIGALIDAD: era uno de los defectos de Antíoco, según nos cuenta Polibio. Hacía
se reunía en el seol con las de los antepasados. dádivas extravagantes. Asi, por ejemplo, en Naucratis (Egipto) dio una pieza de oro a todos los ha-
70
AÑO CIENTO CUARENTA Y SEIS: de los seléucidas, correspondiente al r66 a. de G. Hacía un bitantes griegos de la ciudad (28,17,11; 28,18,3).
31
año que había comenzado la persecución sangrienta, y tres de la profanación del templo por Antíoco, PERSIA : el autor de los libros macabaicos emplea el nombre Persia en un sentido amplio. Se
3
designan
32
todas las partes del territorio de los seléucidas situadas al otro lado del Eufrates (cf. 6,1.5.56),
Q DILATÓ LA GLORIA: en este pasaje (w.3-9) se cantan anticipadamente las glorias de Judas Ma- D E REGIO LINAJE: en 2 Mac 9,1, Antíoco llama a Lisias su pariente.
33
cabeo. Es un fragmento poético y abundante de imágenes vigorosas. Es patente el ritmo y pa- Su HIJO ANTÍOCO: Antíoco V Eupátor, que reinó después dos años, hasta que fue muerto
ralelismo. por 3su primo Demetrio I.
5 5
ENTREGÓ A LAS LLAMAS: hay episodios (5,5.35.44) que sugieren el sentido literal de esta ex- LAS'RELIQUIAS DE JERUSALÉN: hebraísmo que designa los raros habitantes que se mantenían
presión (cf. 2 Mac 8,6; 10,36), aunque bien pudiera ser una frase figurada que designase únicamente fieles aún en la ciudad santa, a pesar de la matanza y huida de los más.
3
una destrucción completa. ^ ESTABLECER EXTRANJEROS : así lo habían hecho ya Salmanasar y Sargón sobre el territorio de
10
APOLONIO: se supone conocido de los lectores. Según Josefo, era gobernador de Samaría y el las diez tribus cismáticas.
37
que el año precedente había ido a Jerusalén como comisario para la exacción de tributos (cf. 1,30; AÑO CIENTO CUARENTA Y SIETE: 166-165 a. de G. || RECORRÍA: en el c.6 se narrará esta expe-
2 Mac 4,21; 5,24). Dada la hostilidad ancestral entre judíos y samarítanos, es natural que un grupo dición. || REGIONES ALTAS: o montañosas de Persia y Media, en oposición a la llanura de Mesopo-
de éstos se asociase a los asirios. tamia,
11
L E SALIÓ AL ENCUENTRO: según 2 Mac 8,1, tenia entonces, a lo más, 6.000 hombres.
3t>
1210 I MACABEOS 3 4
I MACABEOS 4 * - * * 1211
varones de gran valimiento entre los ami- niza sobre sus cabezas, rasgaron sus ves-
gos del rey; 3 9 y envió con ellos cuarenta tidos 4 8 y extendieron el libro de la ley, Judas, y c o n sus valientes movió el campo manifestaba lo acaecido, 2 l tuvieron gran
mil hombres y siete mil de a caballo para buscando en él lo que los gentiles pregun- p a r a atacar el ejército del rey que estaba m i e d o ; y viendo, ademas, el ejército d e
invadir el país de Judá y arrasarlo, según tan a las imágenes de sus ídolos. * 4 9 T r a - j u n t o a E m a ú s , 4 en tanto que a n d a b a aún Judas en el llano, p r o n t o a la batalla,
22
la orden del rey. 4 0 Se pusieron en mar- jeron los ornamentos sacerdotales y las disperso, lejos del c a m p o , el grueso del huyeron todos hacia la tierra de los fi-
cha con t o d o su ejército y vinieron a acam- primicias y diezmos, e hicieron venir a los ejército. listeos, 2 3 Judas entonces volvió para el
5
par cerca de Emaús, en la l l a n u r a . 4 1 Cuan- nazareos que habían cumplido el tiempo Llegó Gorgias de noche al campamen- botín del c a m p a m e n t o , d o n d e cogieron
d o los mercaderes de la región oyeron el de su voto; 50 y a voces clamaron al cielo, to de J u d a s y no halló a nadie, por lo que mucho oro y plata, y ropas de color de
anuncio de su llegada, t o m a r o n consigo diciendo: «¿Qué haremos de éstos y adon- los buscaba por los montes, diciendo: jacinto y púrpura marina, y grandes ri-
gran cantidad de plata, o r o y criados, y de vamos a llevarlos? * 51 Tu santuario «Estos huyen de nosotros». 6 Al amanecer quezas. * 2 4 Al volver elevaban al cielo
vinieron al campamento de los sirios para está hollado y profanado, tus sacerdotes se dejó ver J u d a s en el llano con tres mil; himnos y alabanzas: «Porque el Señor es
llevarse consigo los hijos de Israel como en duelo y abatimiento, 5 2 y he aquí que sólo que éstos no tenían ni los broqueles bueno, porque su misericordia es eter-
esclavos. También se unieron a ellos tro- las naciones se han coligado contra nos- ni las espadas que deseaban, * 1 mien- na». * 2 5 U n a gran liberación fue obtenida
pas de Siria y del país de los filisteos. * otros p a r a destruirnos. T ú sabes lo que tras veian el c a m p a m e n t o de los gentiles, por Israel aquel día.
42 26
Viendo J u d a s y sus hermanos que se planean contra nosotros. 53 ¿Cómo po- fuerte, atrincherado, rodeado de la caba- Cuantos extranjeros se salvaron vi-
a u m e n t a b a n las calamidades y q u e los dremos sostenernos frente a ellos, si tú llería : t o d o s diestros en el combate. 8 Dijo nieron a anunciar a Lisias t o d o lo suce-
ejércitos a c a m p a b a n en sus fronteras, y no nos ayudas?» 5 4 Y tocaron las trompe- entonces Judas a los hombres que le acom- dido, 2 7 y éste, al oirlo, quedó consternado
conociendo las órdenes del rey que de- tas y clamaron a grandes voces. p a ñ a b a n : « N o temáis su muchedumbre ni y abatido, porque las cosas no habian
cretaban exterminar y acabar con el pue- 55 Después de esto restableció Judas je- os asustéis por su ímpetu. • Acordaos có- acaecido en Israel c o m o él quería y se lo
blo, 43 se dijeron unos a o t r o s : «Levante- fes del pueblo, jefes de millares, de cen- m o fueron salvados nuestros padres en el había m a n d a d o el rey.
tenas, de cincuentenas y decenas; 56 y a 28
m o s la ruina de nuestro pueblo y luche- m a r Rojo c u a n d o el Faraón los perseguía Al a ñ o siguiente reunió un ejército de
m o s p o r nuestro pueblo y p o r el santua- los que edificaban casas, a los que acaba- con potencia armada. 10 Clamemos, pues, sesenta mil hombres escogidos y cinco
rio». * 4 4 Se reunió, pues, la asamblea para b a n de casarse y plantar viñas y a los tí- ahora al cielo que se compadezca de nos- mil de a caballo para exterminar a los ju-
estar prontos a la batalla y p a r a rogar e midos les dijo que se volvieran cada u n o otros y, acordándose de la alianza de díos. 29 Avanzó hacia Judea y a c a m p a r o n
implorar de Dios clemencia y misericordia. a su casa, según la prescripción de la ley: * nuestros padres, destroce hoy a nuestra en Betoron. J u d a s les hizo frente con diez
4
5 Hallábase Jerusalén despoblada co- 57 y levantando el c a m p o , vinieron a acam- vista este campamento, " y conocerán to- mil hombres, 3Ü y al ver tan potente ejér-
m o u n desierto; ninguno de sus naturales par al sur de E m a ú s . 58 Dijo Judas a los das las naciones que hay quien rescata cito, oró, diciendo: «Bendito seas, ¡oh
entraba o salía; su santuario, conculcado; suyos; «Ceñios, portaos c o m o valientes, y salva a Israel». Salvador de Israel!, que quebrantaste el
12
los extranjeros m o r a b a n en la ciudadela, estad prontos a luchar m a ñ a n a t e m p r a n o Alzando los extranjeros sus ojos, vie- ímpetu del gigante por medio de tu sier-
q u e era albergue de los gentiles; el gozo contra estas naciones que se han coligado r o n que venían marchando contra ellos, vo David y entregaste el c a m p o de los fi-
13
había desaparecido de la casa de Jacob, contra nosotros, para destruirnos a nos- y salieron del campo para el combate. listeos en poder de Jonatás, hijo de Saúl,
y la flauta y la cítara estaban mudas. * otros y a nuestro s a n t u a r i o , * 5 9 pues m e - Los de Judas entonces dieron señal con y de su escudero. 3 1 Encierra este campa-
46 Se reunieron y fueron a Masfa, en- jor es morir en el combate que contem- las trompetas, 1 4 y se t r a b ó la lucha, sien- mento en m a n o s de tu pueblo, Israel, y
frente de Jerusalén. pues anteriormente plar las calamidades de nuestra nación y d o derrotados los gentiles, que se dieron queden avergonzados con su ejército y su
había h a b i d o en Masfa un lugar de ora- del santuario. 6 0 ¡Sea la que fuere la vo- a la fuga por el llano. I S Los rezagados pe- caballería. 3 2 Inspírales miedo, abate la
ción p a r a Israel;* 4 7 y a y u n a r o n aquel luntad del cielo, que ella se cumpla!» recieron todos al filo de la espada; y los audaz presunción de su fortaleza, y aver-
día, se vistieron de cilicios y pusieron ce- judíos los persiguieron hasta Guézer y güéncense de su derrota. 33 Abátelos con
hasta los llanos de Judea, de Azoto y de la espada de los que te a m a n , y alábente
Y a m n i a . Q u e d a r o n en el suelo hasta tres con himnos todos los que reconocen tu
J u d a s Macabeo vence a Gorgias. D e r r o t a de Lisias. Purificación mil de ellos. * i6 Volviendo de perseguirlos nombre». 3 4 T r a b a d a entre ellos la bata-
del t e m p l o J u d a s con su ejército, dijo al pueblo: lla, cayeron ante sí del ejército de Lisias
3 7 « N o codiciéis los despojos, pues tene- cinco mil hombres. 3 5 Al ver Lisias la de-
2
1 T o m ó Gorgias consigo cinco mil che, p a r a atacar al c a m p a m e n t o judío y m o s delante el combate, I 8 y Gorgias está rrota de su ejército y la intrepidez del de
4 h o m b r e s de a pie y mil jinetes esco- derrotarlo por sorpresa. Tenía
3
por guías con su ejército en el monte cercano; sino Judas, y c ó m o estaban prontos a vivir o
gidos y levantó el c a m p o durante la no- hombres de la ciudadela. * Tuvo aviso haced frente p o r ahora a nuestros enemi- morir gloriosamente, volvió a Antioquía
gos y combatidles; y después tomaréis y reclutó mercenarios para volver contra
41 Los MERCADERES: este rasgo muestra cuan seguros estaban del suceso de los asirios. || F I - los despojos con seguridad». Judea, acrecentadas sus fuerzas.
LISTEOS: asi traducimos la palabra griega allofylon, en latín alieragenarum, ya que los Setenta les dan 1 9 Estaba a ú n Judas diciendo esto, cuan- 36
Judas y sus hermanos dijeron enton-
habitualmente este nombre. . . . . d o se descubrió una división de Gorgias
43 LEVANTEMOS LA RUINA: la figura representa un edificio semiarruinado que se quiere reparar. ces : «He aquí que nuestros enemigos que-
45 DESPOBLADA: hipérbole evidente por las frases que siguen. || ENTRABA O SALÍA: hebraísmo saliendo del monte, 2 0 los cuales, al ver dan d e r r o t a d o s ; subamos, pues, a puri-
por «circulaba». c ó m o los suyos habían vuelto las espaldas ficar el templo y restablecer el culto». 3 ? Y
46 MASFA: hay varias localidades de este nombre en el A. T.; pero se trata aquí de Masfa de y c ó m o los judíos habían q u e m a d o el cam- reunido todo el campamento, subieron al
Benjamín, cerca y al NO. de Jerusalén (cf. Jos 15,38; 2 Par 16,6). p a m e n t o , pues el h u m o que contemplaba m o n t e de Sión. 3 8 Al ver el santuario de-
48 BUSCANDO EN ÉL: texto bastante oscuro. La Vulgata parece favorecer más bien otro sentido;
el libro en que los gentiles buscaban semejanzas con sus ídolos, como si los gentiles buscasen en las
escrituras textos para recomendar sus prácticas idolátricas para inducir a éstas a los mismos judíos. siria del monte Sión (1,35 s.), que con tal nombre es generalmente designada; pero otros suponen
50 ¿ADONDE VAMOS A LLEVARLOS?: los sacerdotes ponen de relieve el estado de desolación en se trat? de judíos apóstatas de una ciudadela de Emaús, ya que personas de la localidad serían más
que se encuentran, preguntando al Señor cómo harán cesar las obligaciones de los nazareos, ya que aptas para servir de gulas.
6
no pueden conducirlos at templo. TRES MIL: era el cuerpo formado de selección, mandado por Judas en persona. La reserva
56 Los QUE EDIFICABAN CASAS: muchos estaban naturalmente en este caso, pues que habían tenía1 5 otros cuerpos, hasta 7.000 hombres (2 Mac 7.16.22.23).
abandonado sus casas (cf. 2,27-30). TRES MIL: parece ser el número de los muertos en la refriega. H JUDEA: así leemos Ioudaias,
5 8 CEÑÍOS: locución figurada, que alude a la costumbre oriental de levantar su larga túnica por en vez de Iduumaias, como tienen los más de los copistas, al parecer equivocadamente. Lo mismo
medio de un ceñidor cuando se disponían al trabajo o a ir de viaje. en v.29.
2J
JACINTO: púrpura de color violeta. La púrpura marina, obtenida del mure* trunoilus, que
2 HOMBRES DE LA CIUDADELA (O hijos de la ciudadela, más literalmente, con hebraísmo fre- abunda en la costa fenicia, es estimadísima.
4 cuente) ¡ son los que habitan e! ofera o ciudadela. Según unos, pertenecerían a la guarnición 24
AL CIELO: quizás el texto primitivo era Yahveh, en lugar de cielo, que se pondría para evitar
a pronunciación del nombre inefable. No es éste el único caso en que encontramos esta sustitución.
1212 I MACABEOS 4 39
—5 6
M s
I MACABEOS 5 1213
52
sierto, el altar profanado, las puertas que- en la m a ñ a n a del día veinticinco del
m a d a s , las plantes crecidas en los atrios, mes noveno (que es el mes Casleu) del món, y se encontró u n a fuerte a r m a d a y 2 3 T o m ó luego a los judíos que m o r a b a n
c o m o en el bosque o en u n monte, y las a ñ o ciento cuarenta y ocho, 53 y ofrecie- un pueblo numeroso, y a Timoteo por su en Galilea y en A r b a t e s con sus mujeres
habitaciones arruinadas, * 3S> rasgaron sus ron el sacrificio según la ley sobre el nuevo jefe. * 7 Tuvo contra ellos muchos com- e hijos y t o d o cuanto tenían, y los condu-
vestiduras, lloraron con gran llanto, se altar de los holocaustos que habían cons- bates, hasta que fueron derrotados en su jo a Judea con grande regocijo.
e c h a r o n ceniza sobre la cabeza, 4 0 se pos- truido. 5 4 En el mismo tiempo, mes y día, presencia y los deshizo totalmente. 8 T o - 24
Judas el M a c a b e o y su h e r m a n o J o -
t r a r o n rostro en tierra, tocaron las trom- en el que lo habían profanado los gentiles, m ó a Gazer y las aldeas dependientes de natás atravesaron el Jordán y caminaron
9
petas p a r a señales y clamaron al cielo. fue consagrado de nuevo con cánticos y ella, y se volvió a Judea. M a s los genti- tres días de marcha p o r el desierto, 2$ en-
41
Entonces ordenó J u d a s que algunos cítaras, con arpas y címbalos. 55 T o d o el les que habitaban en Galaad se reunie- contrándose con los nabateos, que los re-
tuviesen en jaque a los de la ciudadela pueblo se postró rostro en tierra, adoran- r o n contra los israelitas que m o r a b a n en cibieron pacíficamente y les contaron t o d o
mientras se purificaba el santuario. 4 2 Es- do y bendiciendo al cielo, que les había su territorio, con el fin de exterminarlos; lo ocurrido a sus h e r m a n o s en Galaad, *
cogió sacerdotes irreprochables, celantes encaminado prósperamente. 5 6 D u r a n t e pero ellos huyeron a la fortaleza de D a - 2 6 y que muchos de ellos habían sido he-
de la ley, 41 quienes purificaron el templo ocho días celebraron la dedicación del tema 1° y enviaron cartas a Judas y a sus chos prisioneros en Bosora y Bosor, en
y e c h a r o n las piedras contaminadas a un altar, y ofrecieron con alegría los holo- hermanos, diciéndoles: «Se h a n reunido Alema, Casfor, M a q u e d y C a r n a i m : ciu-
lugar i n m u n d o . * 4 4 Deliberaron qué ha- caustos, e hicieron sacrificios de acción de contra nosotros las naciones circunveci- dades todas éstas fortificadas y grandes; *
b í a n de hacer del altar profanado de los gracias y de alabanza. * 5 7 A d o r n a r o n tam- nas p a r a exterminarnos; n se p r e p a r a n a 2 7 que en las otras ciudades de Galaad h a -
holocaustos, 4 S y se les ocurrió la feliz bién la fachada del templo con coronas venir p a r a apoderarse de la fortaleza en bía también prisioneros, y habían deter-
idea de destruirlo para que n o fuese p a r a de oro y escuditos, y restauraron las en- que nos hemos refugiado; T i m o t e o es el m i n a d o los enemigos atacar el día siguien-
sí c o m o u n oprobio, p o r cuanto los gen- tradas y las habitaciones y les pusieron jefe de su armada. * 1 2 Ven, pues, a h o r a te las fortalezas, apoderarse de ellas y aca-
tiles lo habían profanado. 4 6 Destruye- puertas. 5 S F u e extraordinaria la alegría y líbranos de sus m a n o s , p o r q u e gran nú- b a r con todos ellos en u n solo día.
r o n , pues, el altar y depositaron las pie- del pueblo p o r haber sido sacudido el m e r o de los nuestros h a ya caído, — y 28
Judas, con su ejército, torció la m a r -
dras en el m o n t e del templo, en lugar a oprobio de los gentiles. 5 9 Judas, de acuer- h a n sido muertos todos nuestros herma- cha hacia el desierto, llegando de i m p r o -
p r o p ó s i t o , hasta que viniese u n profeta do con sus h e r m a n o s y con t o d a la asam- nos que habitan en T o b , r o b a d a s sus m u - viso a Bosora; t o m ó la ciudad, pasó al
que decidiese sobre ellas. * 4 7 T o m a r o n blea de Israel, estableció que se celebrasen jeres, hijos y bienes, pereciendo allí c o m o filo de la espada a todos los varones, se
piedras sin labrar, conforme a la ley, y los días de la dedicación del altar a su unos mil hombres». a p o d e r ó de todos sus despojos y la entre-
edificaron u n altar nuevo sobre el modelo tiempo cada año, p o r espacio de ocho 1 4 Se leían a ú n las cartas, c u a n d o he I gó a las llamas. 2 9 Levantando de allí el
a n t i g u o ; 4 8 edificaron el santuario y el in- días, a partir del veinticinco del mes Cas- aquí que de Galilea llegaron, rasgadas las c a m p o durante la noche, se dirigieron h a -
terior del templo, santificaron los atrios, leu, con gozo y alegría. * 6 0 Por aquel mis- vestiduras, otros mensajeros, 1 5 trayendo cia la fortaleza de Dalema. 3 0 Al amane-
49
hicieron nuevos vasos sagrados e intro- m o tiempo edificaron alrededor del m o n t e estas nuevas y diciendo: «Se h a n reunido cer alzaron los ojos y vieron u n a muche-
dujeron en el templo el candelabro, el Sión m u r o s altos y torres fuertes, a fin de contra ellos los de Tolemaida y de Tiro dumbre innumerable que llevaban con-
altar de los perfumes y la mesa. 5 0 Que- que n o pudieran venir los gentiles a h o - y Sidón, y los extranjeros de t o d a Galilea, sigo escaleras y m á q u i n a s para atacar la
p a r a aniquilarnos». 16 C u a n d o oyeron Ju- fortaleza y los combatían. 3 1 Al ver J u d a s
m a r o n incienso en el altar, encendieron llarlo, c o m o habían hecho antes, 6 1 y pu-
las l á m p a r a s del candelabro y ellas lu- das y el pueblo tales palabras, se reunió que el a t a q u e comenzaba y que el griterío
so Judas allí u n a guarnición que lo defen- u n a gran asamblea p a r a deliberar sobre de la ciudad subia al cielo con sonido d e
cieron en el templo. 5 1 Colocaron sobre diera. Fortificó asimismo y protegió a lo que habían de hacer en favor de aque- trompetas y grandes clamores, 3 2 dijo a
la mesa los panes y suspendieron las cor- Betsur, p a r a que el pueblo tuviese u n a llos sus hermanos, que estaban en angus- los de su ejército: «Pelead hoy en favor
tinas. H a b i e n d o puesto así fin a la obra fortaleza p o r el lado de Idumea. tia y eran combatidos p o r estos enemigos. de vuestros hermanos». 33 Y salió con tres
comenzada, se levantaron de m a d r u g a d a 17
D i j o Judas a Simón, su h e r m a n o : «Es- columnas detrás de ellos, mientras se to-
cógete algunos hombres y ve a librar a tus caban las trompetas y o r a b a n en alta voz.
h e r m a n o s que habitan en Galilea; yo y 3 4 C u a n d o la a r m a d a de Timoteo cayó en
Luchas con los países vecinos mi h e r m a n o J o n a t á s nos iremos a G a - la cuenta de que era el M a c a b e o , h u y e r o n
1 laad». 1 8 A José, hijo de Zacarías, y a de su presencia. Les infligió una sangrien-
5 C u a n d o las naciones circunvecinas
oyeron que h a b í a sido edificado el
Les infligió u n a gran derrota, h u m i l l á n -
dolos y t o m a n d o sus despojos. * 4 R e c o r -
Azarías los dejó en Judea p a r a la defen- ta derrota, q u e d a n d o de ellos tendidos en
sa p o r jefes de pueblo, con el resto del el c a m p o aquel dia hasta ocho mil h o m -
altar y renovado c o m o antes el santuario, dó la malicia de los hijos de Beán, que ejército, 1 9 y dióles esta o r d e n : «Estad al bres. 3 5 Luego se dirigió Judas contra M a s -
se irritaron en gran manera, 2 y resolvie- eran p a r a el pueblo un lazo y peligro p o r frente de este pueblo, pero no trabéis fa, la atacó, apoderándose de ella, m a -
ron exterminar a los de la raza de Jacob las emboscadas que tendían en los cami- c o m b a t e contra los gentiles hasta que nos- t a n d o a todos sus varones, t o m a n d o sus
que m o r a b a n en medio de ellos, comen- nos. * 5 Obligólos a encerrarse en unas otros volvamos». despojos y entregándola a las llamas. *
z a n d o en el pueblo a asesinar y exterminar. torres y los asedió; y habiéndolos anate- 36
M a r c h a n d o de allí, t o m ó a Casfor, M a -
3 20
Entre t a n t o , Judas combatía en Idumea matizado, puso fuego a sus torres, q u e Se le asignaron a Simón tres mil h o m - qued y Bosor, y las otras ciudades de G a -
contra los hijos de Esaú y el país de Acra- ardieron junto con todos los que h a b í a bres p a r a ir hacia Galilea, y a Judas ocho laad.
batane, desde el cual hostigaban a Israel. dentro. 6 Pasó de allí a los hijos de A m - mil para ir hacia Galaad. 2 I M a r c h ó Si-
m ó n a Galilea, y después de pelear con- 37
Después de estos sucesos reunió T i -
38
PLANTAS CRECIDAS : nada tiene esto de extraño en país caluroso y después de cuatro años de tra los gentiles muchos combates, fueron m o t e o otro ejército y a c a m p ó enfrente de
desolación. derrotados los gentiles en su presencia, y Rafón, al o t r o lado del torrente. * 3 8 E n -
43
46
CONTAMINADAS: por haber servido para la construcción del altar pagano (1,57). los persiguió hasta la puerta de Tolemai- vió J u d a s a explorar el c a m p a m e n t o y le
E K EL MONTE DEL TEMPLO: lit. en el monte de la casa (de Dios); es a saber, monte Moría da, 2 2 quedando en el c a m p o unos tres mil trajeron este informe: «Todas las n a c i o -
o parte
56
de la montaña de Sión en que surgía el templo. gentiles, de cuyos despojos se apoderó. nes de nuestro alrededor se h a n j u n t a d o
DEDICACIÓN: lit. renovación o la Encenia del Evangelio de San Juan (10,22). En 2 Mac 1,9,
llamada
59
Escenopegia. 6
ESTABLECIÓ OJIE SE CELEBRASEN: esta fiesta, celebrada en los tiempos evangélicos (Jn 10,22), HIJOS DE AMMÓN: pueblo belicoso al N. de Moab, a la izquierda del Jordán.
11
es llamada aún hoy Hanrmkah. TIMOTEO: parece ser distinto personaje del citado en el v.6. Se deduce tal distinción de la
comparación con los pasajes paralelos (2 Mac 12,17; 10,24-28).
25
R 34 ACRABATANE : estaba al SE., en la frontera que separa la Judea de la Idumea. NABATEOS: pueblo nómada de la Arabia Pétrea.
" HIJOS DE BEÁN: no tenemos otra alusión clara en la Biblia a estos hijos de Beán o Bayán. 20 BOSORA. .. BOSOR. ..: no se nos ha conservado ni la exacta trancripción de todos estos nombres
Ni siquiera sabemos si es nombre propio de lugar o de persona. Se han dado varias posibles iden- propios ni su localización e identificación.
35
tificaciones, pero muy inciertas. MASFA: los Setenta tienen varias lecciones distintas.
37
RAFÓN: quizas la Rafana, citada por Plinio como perteneciente a la Decápolis.
1214 I MACABEOS 5 89 64
-

con él (Timoteo) y forman un ejército m u y go a través de la ciudad por encima de los -^ACÁBEOS 6 lrf0
1215
numeroso. 3 9 H a n t o m a d o también a suel- cadáveres. 5 2 Pasaron luego el Jordán, ha-
do a los árabes c o m o auxiliares suyos, y
acampan al otro lado del torrente, prestos
cia la gran llanura que está frente a Bet- -**«. de Antíoco
sán. * 53 Judas, que en la retaguardia re-
a venir al combate contra ti». 4 0 Judas sa- \Recorr,a«>i piIailes
- Antíoco Eupátor, contra «Judea
unía a los rezagados, iba exhortando al Cine „._ C l
*"**** *
lió entonces a su encuentro; pero T i m o - pueblo durante todo el camino, hasta lle- h
*eT»rio^ cuZ°CO ' a s P«vm- que por esta causa m e h a n sobrevenido
teo había ordenado a los capitanes de su gar al país de J u d á . 5 4 Subieron al m o n t e Iel
» e P O r '*' e " El mafd e ? ° y ó . •>«* «a- estas calamidades, y he aquí que muero
ejército: «Si al acercarse Judas y su ejér- Sión con regocijo y alegría y ofrecieron con gran tristeza en tierra extranjera».
cito al torrente de agua pasa el primero holocaustos, porque habían regresado fe- 14
Y llamando a Fílipo, u n o de sus ami-
hasta nosotros, no le podremos resistir; lizmente, sin haber caído ninguno de ellos. gos, le estableció sobre t o d o su reino,
nos vencerá infaliblemente; 4 1 mas si te- 55
Mientras J u d a s y Jonatás estaban en d
o aíu A ? razas
V armas ^¿T** ™ 0 15
entregándole la diadema, su m a n t o y
me y acampa al otro lado del río, pasare-
m o s contra él y prevaleceremos contra él».
Galaad, y Simón, su hermano, en Gali- Macedón£Jandro- C V ^ W a deja
" el anillo y encargándole la instrucción de
lea, frente a Tolemaida, 5 6 oyó José, hijo l o o r f ^ ' U e ¿ Ó su hijo Antíoco y educarle para el trono. *
^ p r i r r o T n t r e 16 M u r i ó allí el rey Antíoco en el a ñ o cien-
42
C u a n d o se acercó J u d a s a la corrien- de Zacarías, y Azarías, jefes del ejército,
te de agua, detuvo a los escribas del pue- las hazañas y combates que habían reali- n o " ! 6 ? " 6 d e tac&tad v , e U a * i n t e " " b a to cuarenta y n u e v e . " AI saber Lisias que
blo j u n t o a la orilla y les o r d e n ó : « N o de- zado, 5 7 y se dijeron: « H a g á m o n o s tam- d o S P " d o > P ° r l u e , c u a n d o r q u e a r l a - P e r ° el rey había muerto, entronizó en su lugar
jéis que nadie acampe, sino vayan todos al bién nosotros célebres yendo a pelear con- a Antíoco, su hijo, a quien de joven había
combate». ' « Y marchando hacia los ene- tra las naciones de nuestro alrededor». educado, y le dio el n o m b r e de Eupátor.
l v P S,er n e n 18
migos, lo atravesó él primero, y en pos de 58 Y dieron orden a los hombres de su ar- "
8ra
° W
riste
re ¿ a r s e H í , e
hüyend
m b a l e y Entre tanto, los de la ciudadela te-
V * a para t l l ^ o c ° n nían asediado a Israel en los alrededores
él t o d o el pueblo. Con su presencia fueron m a d a de marchar contra Yamnia. 5 9 Pero 3
Vino a Persia a V verse
? ' < r r e o a Babilonia
derrotados todos los gentiles, que tiraron salió Gorgias de la ciudad con sus h o m - n
ue del santuario, buscando molestarlos de
?J las tropas¡ ™ ? anunciándole continuo y siendo apoyo para los genti-
sus armas y huyeron al templo de Car- bres y avanzó a su encuentro para com- .«dea hab°a P n S s i d o C a r i m m a d a s a ' ¿ 1 les, i* Judas resolvió exterminarlos y con-
naim. * 4 4 Pero los de Judas t o m a r o n la batirlos. 6() José y Azarías fueron batidos sias había id" con d ™ d a S ; 6 q u e L i . vocó a todo el pueblo p a r a sitiarlos.
ciudad y abrasaron el templo con todos y perseguidos hasta los confines de Judea. « o «1 que ma° y°haWa h f S " " f U e n e c ° " 2 0 Concentrados todos a una, le pusieron
los que en él había. Así fue asolada Car- U n o s dos mil hombres del pueblo de Is- *<"> que se habían f o t » , " d ° a m e I o s > - el cerco el a ñ o ciento cincuenta y fabrica-
naim, y ya n o pudieron hacer frente a Ju- rael sucumbieron aquel día. 61 Acaeció al armas y soldados c n „ ? l d o m u c h o e n ron ballestas y máquinas. 2 1 Pero algunos
das. pueblo esta gran derrota porque no obe- jos t o m a d o s a l o l „ ^ l o S m u c h o s despo- salieron del cerco y, juntándoseles otros
*s Reunió J u d a s a todos los israelitas de decieron a Judas y a sus hermanos, cre- habían d e r r o c i d o V S ! ° S ve™d<*: 7 que de los ¡mpios de Israel, se dirigieron a l
Galaad, desde el m á s pequeño hasta el yéndose capaces de grandes h a z a ñ a s . 6 2 Pe- d ? por él sobre e° a l . a Í T T * 0 " e d i f i c a - rey, diciendo: «¿Hasta c u á n d o dejarás de
d Je
m á s grande, a sus mujeres, sus hijos y ha- ro ellos no eran de la raza de aquellos va- bían rodeado el « m r u s a l é n y ha- hacer justicia y de defender a nuestros
rones en cuyas m a n o s estuvo la salvación llas, c o m o ames e s ^ h f ' 0 d e - 3 ' ? a s m u r a - hermanos? * 22 Nosotros nos sometimos
cienda, una muy grande muchedumbre, sur, s u ciudad. * ' y a s u n i s m ° Bet- voluntariamente a tu padre, obedeciendo
p a r a conducirlos a la tierra de Judá. 4 6 Al de Israel. 63 El valiente Judas y sus herma-
llegar a Efrón, ciudad grande y muy for- nos sí que alcanzaron gran gloria ante t o - sus palabras y siguiendo sus disposiciones;
23
tificada en la embocadura del país, no po- do Israel y ante todas las naciones en que d ó ^ e T r a d n ^ 6 ' r e y e s t a s nuevas que- por causa de esto, los hijos de nuestro
dían dejarla al lado, ni a la derecha ni a su nombre se pronunciaba. * 6 4 T o d o s los pueblo han cercado la ciudad y se h a n
la izquierda, sino que habían de atrave- rodeaban para aclamarlos. vuelto contra nosotros. 24 Además, a cuan-
sarla p o r en medio. 4 7 Los habitantes se 6 tos de nosotros encuentran los matan y sa-
5 Partió luego Judas y sus hermanos a quean nuestras herencias. 2 s Y no sólo
encerraron y obstruyeron las puertas con luchar contra los hijos de Esaú, en el país
piedras. Les envió Judas un mensaje pa- contra nosotros han extendido la m a n o ,
del mediodía, y se apoderó de H e b r ó n y sino contra todos sus pueblos limítrofes.
cífico, 4 8 diciendo: «Dejadnos atravesar de sus aldeas dependientes, destruyó sus 6 hÍ a m a r a ,odos 26
vuestro territorio para ir a nuestra tierra; fortalezas y q u e m ó las torres de su recinto. Ros" v . ^ " ' \ ° ' l S- dosH econtra aquí que hoy mismo están a c a m p a -
la ciudadela de Jerusalén, pa-
nadie os hará d a ñ o ; solamente pasaremos 66
Alzando el campo, se dirigió hacia la gos y les dijo: «Se ha ahuyentado el sue-
no de mis ojos, y mi corazón desfallece por ra apoderarse de ella, y han fortificado el
a pie». M a s no quisieron abrirle. tierra de los filisteos, atravesando Mare- 27
los pesares, n y me digo dentro de m í : templo y la ciudad de Betsur, y si no
4
' Entonces m a n d ó J u d a s pregonar por sa. * 6 7 Cayeron aquel día en la batalla al- lA que grado de aflicción he llegado y en los precedes con rapidez, harán cosas m a -
el c a m p o que tomase posición cada uno gunos sacerdotes, que, queriendo ostentar que profundo abismo me hallo, yo que yores que éstas y no podrás detenerlos».
28
en el sitio en que estaba. 5 0 Los hombres su valentía, inconsideradamf ate salieron era tan bueno y a m a d o en mi gobierno! El rey al oir esto se irritó y convocó
de guerra t o m a r o n posiciones, y atacó a la al combate. 6 8 Se dirigió luego Judas hacia 12
Pero ahora recuerdo los males que hice a todos sus amigos, capitanes de su ejérci-
ciudad todo aquel día y toda la noche; y Azoto, territorio de los filisteos; destruyó en Jerusalén, t o m a n d o todos los utensi- 2 9 to y a los comandantes de la caballería.
la ciudad se rindió en sus manos. s l Pasó sus altares, echó al fuego los simulacros lios de plata y oro que en ella había y en- Le vinieron también tropas mercena-
al filo de la espada a todos los varones, de sus dioses y, después de saquear las ciu- viando un ejército a exterminar los habi- rias aun de otros reinos y de las islas del
arrasó la ciudad y la saqueó, p a s a n d o lue- dades, se volvió a la tierra de Judá. tantes de Judea sin motivo. 13 Reconozco ' mar. 30 El número de sus fuerzas fue d e
£ ELIMAIDE: la lección de otros muchos códices griegos en V parecería suponer que Elimaide
es el nombre de la ciudad. Pero no parece existiese tal ciudad y sí una provincia de este nom-
42 bre 7(Dan 8,2).
ESCRIBAS DEL PUEBLO: eran los oficiales encargados de la leva militar, y hacían el oficio de Su CIUDAD: el pronombre autou tiene un cierto énfasis, ya que la poseía desde hacía mucho
intendentes
43
o ayudas de campo Son ya mencionados desde la época de Moisés (Dt 20,5 ss.; 2 Gr 26,11). tiempo. Por esto resultaba una afrenta dolorosa.
TEMPLO DE CARNAIM: la palabra griega témenos, más que el edificio del templo, significa el 8
CAYÓ ENFERMO: hay tres narraciones de esta enfermedad en los libros de los Macabeos Ade-
recinto o bosque sagrado que acompañaba muchas veces el templo pagano. Quizás querían recu- más de ésta, 2 Mac 1,10-17 y 9,1-29. Las contradicciones aparentes entre las tres narraciones se
rrir al derecho de asilo. resuelven sin gran dificultad.
52 9
BETSAN: actual Beisán, en la ribera derecha del Jordán, al E. de los montes Gelboé. En sus ALLÍ: según San Jerónimo (Comm. in Dan., 11,44-45) y Polibio (31,11), Antíoco murió en
cercanías
63
hay varios vados del río. Tabes, ciudad de Persia, entre Ecbatana y Persépolis.
EL VALIENTE JUDAS: la Vulgata pone viri luda, en lugar de vir ludas. La expresión o aner 15 EL ANILLO: era a la vez el sello regio, y por esto, nueva insignia de la realeza como la corona
loudas
66
es curiosa y pudiera dársele con cierto énfasis, como se hace a Moisés en Núm 12,3. y la púrpura. . , , , , . ,
MARESA : en el camino de Idumea al país de los filisteos. Muchos códices griegos y V ponen 21 D E LOS IMPÍOS DE ISRAEL: en toda esta época hubo renegados que se pusieron de parte de
en su lugar Samaría, que parece más bien un error de copista por transposición de letras. Basta los sirios. Entre ellos, según 2 Mac 13,3-8, estaba Menelao, que habí» comprado el sumo sacerdocio.
echar una ojeada al mapa para convencerse de la falsa lectura.
1216 I MACABEOS 6 3 1 - 8 0 I MACABEOS 68* 121? \ "
cien mil infantes, veinte mil jinetes y trein- ella, m a t a n d o a diestra y siniestra, y t o - ron. S 1 Se lo prometieron con juramento m a n d ó derribar el m u r o de alrededor,
r a y dos elefantes adiestrados p a r a la gue- dos se apartaban de él a a m b o s lados. el rey y los jefes, y con esto salieron de la 63 Luego se partió apresuradamente, y
a r a ; 3 1 éstos, llegando por la Idumea, 4 6 Llegó a los pies del elefante, se puso fortaleza. 6 2 Penetró el rey en el m o n t e volviendo a Antioquía, encontró a Fili-
p c a m p a r o n ante Betsur y la combatieron debajo de él y le mató. Cayó p o r tierra el Sión, y viendo la fortificación del lugar, po dueño de la ciudad, y le atacó, apode-
sor m u c h o s días con máquinas, pero los elefante encima de él, y allí mismo m u r i ó violó el juramento que había hecho y rándose de la ciudad p o r la fuerza.
Xitiados salieron y, luchando valerosamen- Eleazar.
47
te, las incendiaron. Viendo los judíos las fuerzas del rei-
32
Entonces Judas a b a n d o n ó la ciudade- no y el empuje de sus ejércitos, se retira- Báquides y Alcimo, en Judea
la y acampó junto a Betzacaría, frente al r o n ante ellos. 4 S Los del ejército regio su-
c a m p a m e n t o real. * 33 Se levantó el rey bieron a su encuentro hacia Jerusalén, y 1 El a ñ o ciento cincuenta y u n o salió miedo a ellos y el espanto invadió a t o d o
de madrugada y movió el campamento a el rey estableció su c a m p a m e n t o contra 7 de R o m a Demetrio, hijo de Seleuco, el pueblo, pues decían: «No hay en ellos
toda prisa hacia el camino de Betzacaría. Judea y contra el m o n t e Sión. 4!> Hizo la y desembarcó con unos pocos hombres ni verdad ni justicia, pues h a n violado
Dispuestas ya las tropas p a r a el ataque, paz con los de Betsur, quienes salieron de en u n a ciudad marítima, donde comenzó el compromiso y juramento que habían
sonaron las trompetas, 34 M o s t r a r o n a los la ciudad p o r n o tener ya allí víveres con a reinar. * 2 Al entrar en el palacio real hecho».
19
elefantes zumo de uva y moras, p a r a ex- que encerrarse en ella, pues era a ñ o de de sus padres, las tropas se apoderaron Báquides, partiendo de Jerusalén, vi-
citarlos al combate, 35 y fueron distribui- reposo p a r a la tierra. * 50 Se apoderó el de Antíoco y de Lisias p a r a conducírselos. no a acampar en Bezeta y envió a prender
3
dos los animales p o r las falanges, colo- rey de Betsur, y dejó allí u n a guarnición Al saber el hecho, dijo: « N o m e mos- a m u c h o s de los que habían a b a n d o n a d o
cando junto a cada elefante mil hombres, para custodiarla. 5 i Por mucho tiempo es- tréis sus rostros». 4 Las tropas los ma- su partido, y a algunos del pueblo, y los
revestidos con cotas de malla y con yel- tuvo a c a m p a d o contra el santuario, y pu- taron, y se sentó Demetrio en su t r o n o m a t ó , arrojándolos a la gran cisterna.
m o s de bronce en la cabeza; y además, so allí ballestas, m á q u i n a s y lanzallamas, real. 5 Luego vinieron a él todos los ini- 2 0 Confió la región a Alcimo, dejándole
quinientos jinetes escogidos iban alinea- catapultas, escorpiones p a r a lanzar fle- cuos e impíos de Israel, conducidos p o r tropas p a r a auxiliarle. Luego se volvió
dos j u n t o a cada animal; 3 6 éstos prece- chas y hondas. 5 2 Construyeron. también Alcimo, que pretendía el sumo sacer- Báquides al rey. 2 1 Alcimo se esforzaba
dían a la bestia dondequiera que estaba; los judíos máquinas contra sus máquinas, docio ; 6 y acusaron al pueblo ante el por asegurarse en el sumo sacerdocio.
a d o n d e se dirigía ella se dirigían junta- y lucharon durante muchos días; 53 pero rey, diciendo: «Judas y sus hermanos 2 2 Juntáronse a él todos los perturbadores
mente, sin apartarse de ella. 3 7 Sobre cada n o había víveres en los almacenes, por ser h a n hecho perecer a todos tus amigos, de su pueblo, que se apoderaron del país
u n o de ellos iban m o n t a d a s fuertes torres el a ñ o séptimo y p o r q u e los prófugos de y a nosotros nos han expulsado de nues- de Judá y causaron a Israel una gran
de m a d e r a protegidas, y ceñidas con cin- los gentiles refugiados en Judea habían tra tierra. 7 Ahora, pues, envía una per- aflicción. 2 3 Así que vio Judas el gran
chas al elefante, y en cada u n a cuatro consumido el resto de las reservas; 5 4 y sona de tu confianza, que vaya y vea d a ñ o que Alcimo y los suyos hacían so-
h o m b r e s valerosos, que combatían des- c o m o el h a m b r e les acosaba, q u e d a r o n t o d a la ruina que nos h a n causado a bre los hijos de Israel, mayor que el
de ellas, y su indio conductor. * 58 L a c a _ en el santuario unos pocos hombres, y los nosotros y en la región del rey, y cas- causado por los gentiles, 2 4 recorrió en
ballería restante la colocó a a m b o s lados, demás se dispersaron cada uno hacia su tigúelos a ellos y a cuantos les ayudan». t o d o s sentidos t o d o el territorio de Judea,
8
en las dos alas del ejército, p a r a excitar hogar. Eligió el rey a Báquides, u n o de los castigó a los apóstatas y les impidió a n d a r
55 amigos del rey, que m a n d a b a la región p o r la región.
a la lucha y proteger las falanges. Oyó Lisias que Filipo, a quien el rey
39 25
E n cuanto el sol brilló sobre los es- Antíoco a ú n en vida había encomendado del otro lado del río, grande en el reino Viendo Alcimo que Judas y los suyos
cudos de o r o y bronce, brillaron las m o n - que educase a su hijo Antíoco p a r a el tro- y fiel al rey, ° y le envió con el impío se robustecían, y conociendo, además,
tañas c o n ellos, y resplandecían c o m o no, 5 6 había vuelto de Persia y de Media, Álcimo, a quien dio el sumo sacerdocio, que n o podía hacerles frente, se volvió
lámparas de fuego. 4 0 U n a parte del ejér- y con él las tropas que habían acompa- mandándole que tomase venganza de los al rey, acusándolos de delitos. 2 6 Envió
cito real se desplegó en los altos m o n t e s , ñ a d o al rey, y que pretendía poner m a n o hijos de Israel. 10 Poniéndose en camino, el rey a Nicanor, u n o de sus más ilustres
otra en los valles, y avanzaban segura y en los asuntos del reino. 5 7 Se apresuró marcharon con un gran ejército a la tierra jefes y enemigo declarado de Israel, orde-
ordenadamente. +i T o d o s se espantaban Lisias entonces y asintió a volverse, di- de Judá, y enviaron mensajeros a Judas nándole exterminar el pueblo. 2 7 Llegó
al oir los gritos de aquella muchedumbre, ciendo al rey, a los jefes de la a r m a d a y y a sus hermanos con palabras pacíficas Nicanor a Jerusalén con m u c h o ejército
el m a r c h a r de aquella masa y el estruendo a las t r o p a s : «Perdemos de día en día, es- p a r a engañarles. n Pero ellos no dieron y envió con dolo a Judas y a sus hermanos
d e sus armas, pues era u n ejército m u y casean las provisiones, la plaza que ase- crédito a sus palabras, p o r q u e veían que mensajes de paz, 2 s diciendo: « N o h a y a
grande y poderoso. 4 2 Judas se acercó con diamos está fortificada, y debemos ocu- venían con mucho ejército. l 2 U n grupo lucha entre m í y vosotros; yo iré con
su ejército p a r a dar batalla, y cayeron seis- parnos de los asuntos del reino. 5 8 Así, de escribas acudió a Alcimo y a Báqui- poca gente p a r a veros amistosamente».
cientos hombres del ejército real. 4 3 Elea- pues, tendamos la m a n o a estos hombres, des reclamando justicia; 13 y los asideos, 2 9 Vino, pues, a Judas, y se saludaron
zar, apellidado Avarán, vio u n a de las hagamos la paz con ellos y con t o d a su tenidos por los primeros entre los hijos pacíficamente; pero los enemigos estaban
bestias protegida con corazas regias, que nación, 5 9 y dejémosles vivir según sus le- de Israel, les pedían la paz, 1 4 p o r q u e dispuestos a arrebatar a Judas. }í> M a s
sobresalía sobre todas las o t r a s ; e imagi- yes c o m o antes, ya que p o r causa de esas decían: « U n sacerdote del linaje de A a r ó n informado Judas de que venía a él con
n á n d o s e que en ella iba el rey, * 4 4 se sa- leyes, que hemos querido abolir, se h a n ha venido con las tropas y no será injusto dolo, se espantó y n o quiso ya volverlo
crificó a sí mismo para salvar a su pueblo irritado y hecho t o d o esto». 60 A g r a d ó la contra nosotros». 15 El les habló palabras a ver. 3 l Nicanor, c u a n d o vio descubierto
y hacerse u n n o m b r e inmortal. 4 5 Corrió proposición al rey y a los jefes; y les en- de paz, y les juró diciendo: « N o os hare- su proyecto, salió a c o m b a t i r contra Ju-
con arrojo p o r medio de la falange hacia viaron mensajeros de paz. Ellos acepta- mos mal, ni a vosotros ni a vuestros ami- das, junto a Cafarsalama. * 3 2 Cayeron
gos». I 6 Y le creyeron; pero prendió a de las tropas de Nicanor c o m o unos
32 sesenta de ellos y los hizo morir en un cinco mil hombres, huyendo los demás
BETZACARÍA: probablemente al N. de Belén. solo día, según la palabra que está es- a la ciudad de David.
37
CUATRO HOMBRES: así leemos, aunque el número del texto griego críticamente más proba-
ble es 32. Pero es inverosímil, y quizá ha saltado a este versículo desde el 30. Un elefante no puede crita: 1 7 « D e r r a m a r o n en torno a Jeru- 33
Después de estos sucesos subió Ni-
llevar más que cuatro o cinco combatientes. Otros suponen que ponía el texto griego dos o tres, salén las carnes de tus santos y su sangre, canor al monte Sión y salieron del templo
18
que se mudó en dos y treinta. || INDIO CONDUCTOR: como generalmente en tiempo de los seléuci- y no habia quien los enterrase». * El algunos sacerdotes y ancianos del pueblo
das provenían los elefantes de la India, eran conducidos por indios; de aquí que posteriormente
se llamara indio al que conduce el elefante, sin atender a su nacionalidad. "7 l DEMETRIO: era hijo de Seleuco IV y nieto de Antíoco Epifanes. Tenía derecho a la corona:
43
APELLIDADO AVARÁN : la Vulgata pone, al parecer por error, «hijo de Saura»; pero la palabra * pero siendo retenido en Roma como rehén, y sabiendo que los sirios no soportaban el yugo
hijo no está en el griego y además Eleazar era uno de los cuatro hermanos de Judas. de Antíoco V Eupátor, se evadió para hacer valer sus derechos.
49 17
AÑO DE REPOSO: año sabático o año séptimo (v.53), en el que no se cultivaban los campos LAS CARNES DE TUS SANTOS: cita ad sensum y abreviada del salmo 78*2-3,
sino que se recogía únicamente lo que éstos daban espontáneamente. 31
CAFARSALAMA: localidad no identificada, al S. de Jerusalén.
Bovcr-Cantcra 39
I MACABEOS 7 s i 810

para saludarle amistosamente y mostrarle un lenguaje impío conira tu santuario.


los holocaustos que se ofrecían p o r el Júzgale según su maldad».
rey. * 3 4 Pero él, mofándose de ellos y 43
Los ejércitos vinieron a las manos
despreciándolos, los profanó, h a b l a n d o el día trece del mes de Adar, q u e d a n d o I MACABEOS 8 l l — 9 i0
1219
con altivez, 3 5 jurando con ira y diciendo: derrotado el ejército de Nicanor y m u -
«Si Judas y su ejército no se entregan en riendo él mismo el primero en el combate. y e r o nn s u ?S? ' fa l^e z^ S 3 ™ ^1 país; des- l'avoralilcmente. 2 2 Esta es la copia de
mis m a n o s ahora mismo, c u a n d o vuelva 4 4 C u a n d o se dio cuenta su ejército de ao
^rVld unn" /°" a s y fueron reducidos la curta, que grabaron en tablas de bronce
victorioso incendiaré este templo». Y salió que Nicanor había caído, lanzaron las
lleno de cólera. ¡6 Salieron los sacerdotes armas y huyeron. 4 5 Los persiguieron u n a
a
l o s T l e m a s r a S t a d d i a d e h ° y - " < * * y que enviaron a Jerusalén para que les
y, colocados de pie ante el altar y el jornada de camino, desde Adasa hasta
V e
^elesonil r e m o S e lslas
' ^ e alguna fuese 2 !
m o n u m e n t o de paz y alianza:
templo, clamaron diciendo: 3?«Tú, Se- llegar a Gazara, tocando detrás de ellos y esclavizado n ™ " ' l o S h a b í a n sometido - «Prosperidad a los romanos y al pue-
a ] pero que a sus 1 blo judio, por m a r y p o r tierra p a r a
os o u e 1 '„ amigos y
ñor, has elegido esta casa para que en las trompetas de aviso. * 4 6 D e todas las fidelidad " e ü 0 l c o " f i a b a n 1« guardaban siempre, y lejos de ellos la espada y el
ella sea invocado tu n o m b r e y sea casa aldeas circunvecinas de Judea salían para ]
° s revés , Y ab,an
a g r a d o dominar adversario. - 4 Si sobreviene una guerra
de oración y súplica p a r a tu p u e b l o ; acosarlos; y luchando los sirios unos con- Cmos l o s d e Je
C a n t o s o y J°s. Que a los romanos primeramente o a alguno
38 t o m a venganza de este h o m b r e y de tra otros, murieron todos al filo de la 13
cuantos . o " S U n o m b r e ' o s t e m í a n ; de sus aliados en todo su imperio, 2 5 el
re
su ejército, y que perezcan por la espada. espada, sin que quedase de ellos ni u n o ¡ n a r r e i n S ° n P ° r ? U o s a y u d a d o s para pueblo de los judíos les prestará auxilio,
Acuérdate de sus blasfemias y n o per- solo. * 4 ' Cogieron los despojos y el botín, ll o
o .s J* reinan; y los oue nn n,„W„„
d¿sn-?m ' l a l o s q u e n o quieren, según las circunstancias se lo permitan,
mitas que ellos subsistan». y habiendo cortado a N i c a n o r la cabeza 2t
Poder " T " ' S e h a n elevado a gran con plena lealtad. A los combatientes
39 Salió Nicanor de Jerusalén y a c a m p ó y su m a n o derecha, que había alzado entre ellos n,.f 6 T J d e t o d o e s t o > n a d i e n o les darán ni suministrarán trigo, armas,
en Bctoron, donde se le juntó un cuerpo orgullosamente, la transportaron y sus- Para e n l n w dladema
ni viste púrpura plata ni naves. Esto quieren los romanos,
de sirios. 4<> Judas, entre tanto, acampó pendieron a la vista de Jerusalén. 4» El *» senaria S C ^ n e l l a - 15 S e h a n formado y los judíos guardarán sus compromisos
en Adasa con tres mil hombres y oró pueblo se alegró m u c h o , y celebraron l e n t o s vZZ C a d a d í a de
l i b e r a n los tres- sin compensación ninguna. 2 7 Asimismo,
d i c i e n d o : * 4 i «Cuando los enviados del aquel día c o m o día de gran regocijo, n ó t e aUend!n C O ? S e J e r O S > q u e constante- si primero sobreviene u n a guerra a la
rey de los asirios blasfemaron, tu ángel, 4 9 y decidieron que se celebraría cada Pueblo í r r Prospero gobierno del nación judía, los r o m a n o s les ayudarán
Señor, vino y m a t ó a ciento ochenta y a ñ o aquel día el trece de Adar. 50 D u r a n t e y el d o m i n a o n í . m n c a d a a ñ o el mando lealmcnte en la lucha, según las circuns-
cinco mil de ellos. * 4 2 Extermina hoy así un corto tiempo estuvo tranquila la tierra s ú 2S
a este ejército ante nosotros, a fin de de Judá. * °io. yTodÓs obedccen í Í o d a s ua t i e r r a a u n ° I t a n d a s se lo permitan, y a las tropas
ha
y entre tu este solo; ni I auxiliares no les darán ni trigo, ni armas,
que reconozcan los demás que ha tenido 17
E s c o c í e i J f envidia o celos. I ni piala, ni naves, listo quieren los roma-
, ü
^ o V U
A S a
^ l ' ^ ' » . hijo de nos2 yJ guardarán sus compromisos sin d o -
01
lo. ' Según estas cláusulas, se conciertan
Alianza con Roma 30
b
W c o L n S enV
'° a R o m a
P a ™ está- los r o m a n o s con el pueblo judío. Si,
amiStad alianza después de estos acuerdos, unos y otros
horados 1 ? ^ y " y ser
8 ' Oyó J u d a s la fama de los romanos,
de que eran poderosos en fuerzas y
Filipo y a Perseo, rey de Macedonia, y a
los demás que se habían levantado c o n t r a
Veía
a
" q^e el r ^ T f ¡os griegos, pues quisieran añadir o quitar algo, p o d r á n
Isradi a J !? d<T I o s S r i e S o s s o m e t í a hacerlo a su agrado, y lo añadido o qui-
oue se mostraban benévolos con todos ellos, 6 y que Antioco el G r a n d e , rey de a
Roma v ' f r v i d u i 5 b r e . 1» Se dirigieron tado será obligatorio. 3 l En cuanto a los
los oue se les allegaban, y que hacían Asia, que había ido a la guerra contra r
alianza de amistad con los que venían ellos, y que tenía ciento veinte elefantes ° * e T e i y t " T f u e muy l a r g ° : entra- daños que el rey Demetrio les ha hecho,
3 ellos, y que era muy grande su poder. y caballería y carros y un ejército muy términos 2 o S T d ° y ' a l a r o n en estos ya hemos escrito a éste diciendo: «¿Por
- Se le contaron las guerras v hazañas numeroso, habia sido vencido p o r ellos; "nanw v ; í l M a s e l M a c a b e o , sus her- qué haces sentir tu pesado yugo sobre
a 32
fine habían realizado con los gálatas, có- 7
y siendo cogido vivo, le habían impuesto vosotros Pn , a^ h0a c Je Ur dcí °o n n ° S h a n e l l v i a c l ü nuestros amigos y aliados los judíos? Si
mo los habían dominado v sometido a za de „ a t vosotros aban- vuelven a quejarse de ti, sostendremos sus
un gran tributo a él y a los que en el en el númJ 5 ara que
seamos inscritos derechos combatiéndote p o r m a r y por
tributo• 3 lo que habían hecho en la re- reino le sucedieron, y dar rehenes y lo gos» 2 T m 5 ° d e vuestros aliados y ami- tierra».
• <?ión de Fspaña para apoderarse de las p a c t a d o ; es decir: «la Jonia, la Misia y • t s t a s palabras fueron acogidas
rninas de plata v oro que allí hay y para la Lidia, esto es, sus mejores provincias,
someter rodo el país con su prudencia y que ellos, habiéndolas recibido de él, las
paciencia, 4 a pesar de estar ese país muv habían cedido a! rey Eumenes. * 9 Que Muerte de Judas. Primeros triunfos de Jonatás
a!e¡adn de ellos; v cómo a los reyes los griegos habían deliberado ir a ani-
venidos contra ellos desde los extremos quilarlos; pero en cuanto les fue conocido y su eiéro-t "tfat Tb¿° ° y Óe rq u e N i c a n o r que eran numerosas, temieron sobrema-
d^ la tierra los hob ; an derrotado, infli- el propósito, i° enviaron contra ellos u n Súerra. vr,u,:l.. lan
P e c i d o en la , ñ e r a ; huyeron muchos del campo y n o
giéndolos una aran derrota, y los restantes solo general. Les hicieron la guerra y a a quedaron de ellos más que ochocientos
les reicabañ tributo anual. 5 Y qne habían murieron de ellos (¡os griegos) m u c h o s ; úides V vyÓ AAa il oe m
Báqquices n W a r P01 Se unda vez
o a tierra de § Judá, y
i hombres.
vencido en la guerra y habían sometido a ! llevaron cautivos sus mujeres y sus hijos, 2 a a d e r e c h a de su e é I 7 Viendo Judas que su tropa había que-
a
DirS e r O n 0 ' J >-«¡°-
Gáleala v P ° r d C a m m o q u e c o n d u c e d a d o desparramada y que la batalla le
A
,3
HOLOCAUSTOS POK EL KEY: Jeremías (20,7) había recomendado hacerlo, y se ve que después r b e l a L y - ^ ^ P ^ o n en Masalor de era inminente, perdió el ánimo, p o r q u e
y m a t a n d o a no tenía tiempo p a r a volverlos a juntar,
del destierro habían introducido la costumbre de ofrecer holocaustos por los reyes, aunque paganos. hombres muchos 8
40
ADASA: al NE. de Betoron. y sintiendo que desfallecía, dijo a los
41 que le habían q u e d a d o : «Levantémonos,
45
REY DE LOS ASIRTOS: algún códice añade e! nombre de Senaquerib. cuerna v 1 r £ r Í m e r m e s d e l a ñ o d e n t ó cin-
TKOMPETAS DE Avrso: lit. r^n las trompetas de señales; es decir, que con ellas avisaban a salén * y 4 ° S a c a m , P a r o n enfrente de Jeru- marchemos contra nuestros enemigos p a r a
fodos los judíos que habitaos»'" ' país que se lanzasen contra el enemigo en huida.
46
Se
d i r i s i e r o ^ f u n t a r o n el campo y ver si podemos luchar contra ellos». 9 Pro-
50
Ni UNO SOLO: frase hi erbólica, frecuente en la Biblia. bres £ ~ f a t B e r e a c o n v e i n t e m ü h o m - curaban disuadirle, diciendo: «No podre-
CORTO TILMPO: según 9,3, fue la segunda expedición de Báquides, un mes después de la 3
Judas m „ tena
y d o s mil jinetes.* mos; mejor será salvar ahora nuestra
muerte de Nicanor. sa
con t ? e ° n C ? u e g U Í a a c a m p a d o en Ela- vida y volver luego con nuestros hermanos
hom
8
JONIA Y MISIA: así leemos en lugar de India y Media, que parece ser error de copista, Jonia cuales X L , b r e s escogidos, 6 los a combatirlos, pues ahora somos pocos».
10
y Misia son provincias del Asia Menor, ates, viendo la m u c h e d u m b r e de tropas, Pero Judas contestó: «Lejos de mí h a -

AÑO I
es N i s l n ' i W ^ CINCUEN ™ Y DOS: de la era de los seléucidas ( = 160 a. de C ) . El mes primero
4
BERF - 1 jP^^o-abril).
fcusalén. Tamni- l d a d c e r c a n a , a Jerusalén, de identificación discutida. Quizás El Bireh, al N. de
U I MACABEOS 9**-™
125* I MACABÉOS 9 -** 1221

cer tal cosa y huir de ellos; si ha llegado reció ya entre ellos profeta. * 2 8 Reunié- día de sábado con u n numeroso ejército tranquilos y confiados; hagamos, pues,
nuestra hora, muramos varonilmente por ronse todos los amigos de Judas y dijeron h a s t a las márgenes del Jordán. 4 4 Dijo venir airara a Báquides, y en u n a noche
nuestros hermanos y no empañemos nues- a Jonatás:* 2 9 «Desde q u e murió tu her- entonces J o n a t á s a los suyos: «Levanté- los prenderá a todos ellos». 59 Y fuéronse
tra fama». m a n o Judas n o hay hombre semejante m o n o s y luchemos p o r nuestras vidas. a proponerle este consejo. 60 Y, en efecto,
11
El ejército sirio salió del campo y a él en hacer frente a los enemigos, a Pues n o es h o y como ayer y anteayer. * se puso Báquides en m a r c h a con mucha
45
vino a su encuentro. L a caballería se Báquides y a los que odian nuestra na- He aquí que el combate nos acosa por tropa y envió cartas secretamente a todos
dividió en d o s p a r t e s : los honderos y los ción. 3 0 Ahora, pues, te escogemos h o y delante y por detrás; las aguas del Jordán, sus partidarios d e Judea, p a r a que pren-
arqueros m a r c h a b a n en la vanguardia del para q u e seas en su lugar nuestro jefe por todos los lados; las márgenes panta- dieran a Jonatás y a ios suyos, ¡o q u e
ejército; los m á s valientes, en primera y caudillo, que n o s guíes en nuestros nosas y el bosque; no hay medio de esca- no pudieron hacer p o r haberse conocido
linea. I2 Estaba Báquides en el ala dere- combates». 3 1 Recibió, pues, Jonatás en par. 4 6 C l a m a d ahora, pues, al cielo para su designio. <>J Lejos de eso, cogieron los
cha, y la falange avanzó dividida en d o s aquel tiempo el m a n d o y ocupó el puesto q u e seáis salvos de las m a n o s de nuestros partidarios de Jonatás presos a unos cin-
cuerpos al sonido d e las cornetas. 13 Los de Judas su hermano. 3 2 C u a n d o Báquides enemigos». Trabóse la batalla. 4 7 Levantó cuenta hombres del país, cabecillas d e
de Judas dieron también ellos la señal lo supo, le buscaba para matarle. 3 3 Mas la mano Jonatás para herir a Báquides, la conspiración, y los mataron. 6 2 Luego
con las cornetas, y la tierra se estremeció enterándose Jonatás, su hermano Simón pero éste esquivó el golpe retirándose Jonatás y Simón, c o n los suyos, se retira-
con el estruendo de las tropas. La batalla y los que estaban con él, huyeron al de- atrás. 4 8 Entonces, Jonatás y los suyos ron a Betbasi, en el desierto; repararon
se entabló y duró desde la mañana hasta sierto de Tecua y se establecieron, junto a se arrojaron al Jordán y pasaron a nado sus ruinas y la fortificaron. * 63 Informado
la caída de la tarde. 1 4 Viendo Judas q u e las aguas de la cisterna de Asfar. 34 Súpolo a la ribera opuesta, pero los enemigos Báquides de esto, reunió a todas sus
Báquides y sus mejores tropas estaban Báquides un día de sábado y marchó él no atravesaron el Jordán para seguirlos. tropas y avisó a los partidarios de Judea.
49
en el ala derecha, juntó e n torno a sí a con todo su ejército al otro lado dtl Aquel día perecieron u n o s mil h o m - ó4 Vino a acampar ante Betbasi, y durante
todos los m á s animosos, 1 5 derrotó su Jordán. bres de los de Báquides. Vuelto éste a muchos dias la atacó, haciendo construir
ala derecha y los persiguió hasta la mon- Jerusalén, 5 0 edificó plazas fuertes en Ju- máquinas de guerra.
35 Envió Jonatás a su hermano Juan dea, la fortaleza de Jericó, la de Emaús,
taña de Azoto. * 16 Los del ala izquierda, por caudillo del pueblo a rogar a los 65 Jonatás dejó a su hermano Simón
viendo derrotada el ala derecha, fueron la de Betoron, la de Betel, la de Tamnata,
p o r la espalda en seguimiento de Judas
nabateos, sus amigos, que les permitieran la de Paratón y la de Telón, con altas en la ciudad y él salió al c a m (
p o y volvió
depositar su bagaje, que era mucho. 36 Pe- murallas y puertas y cerrojos, - y puso con una pequeña tropa. * '° D e r r o t ó a
Sl
y de los suyos. 1 7 L a lucha se agravó, ros los hijos de Jambri, saliendo de M á - Odomera y a sus hermanos y a los hijos
pereciendo muchos de u n a y otra parte. en ellas guarnición para hostilizar a Is-
18
Pereció también Judas, y los restantes
daba, cogieron a Juan y t o d o lo que tenía rael. 5 2 Fortificó asimismo la ciudad d e de Fasirón en sus tiendas, y comenzaron
y se marcharon con ello. 3 7 Algún tiempo Betsur y Guézer y el alcázar de Jerusalén 6a7 luchar y a adelantar con sus tropas. *
huyeron. >9 J o n a t á s y Simón tomaron a después les anunciaron a Jonatás y a Simón y los suyos salieron de la ciudad,
Judas, su h e r m a n o , y le dieron sepultura y puso en ellas guarniciones y depósitos 68

en la t u m b a de sus padres en Modín. *


Simón, su hermano, q u e los hijos d e de víveres. 5 3 Cogió c o m o rehenes a los q u e m a r o n las máquinas de guerra y
20 J a m b r i celebraban u n a b o d a solemne y hijos de los principales del país y los atacaron a Báquides y lo derrotaron, p o -
L e lloraron, y t o d o Israel hizo p o r él conducirían con gran p o m p a desde M á - niéndole en grande aprieto, pues fracasaba
grandes lamentos, y por muchos días guar- retuvo c o m o prisioneros en la ciudadela 69

daron luto, diciendo: 2 1 «¡Cómo es q u e


daba la novia, hija de u n o de los grandes de Jerusalén. 5 4 El a ñ o ciento cincuenta su plan y su expedición. Enfurecido de
príncipes de Canaán. 3 S Y acordándose y tres, el mes segundo, m a n d ó Alcimo cólera contra los hombres impíos q u e le
h a perecido el campeón, el q u e salvaba
a Isfael!»
entonces de la sangre de su h e r m a n o derribar la muralla del atrio interior del habían aconsejado ir al país de Judea-,
Juan, subieron y se ocultaron al abrigo santuario, destruyendo asi la obra de los hizo matar a muchos7 0de ellos y decidió
22 de u n monte. 3 9 Alzando sus ojos, perci- profetas, y comenzó la demolición; 5 5 pero volverse a su tierra. Al tener Jonatás
L o demás de la historia y guerras
de Judas, sus hazañas y su magnanimi-
bieron un ruido y luego una numerosa entonces mismo sobrevino a Alcimo u n a noticia de ello le envió embajadores p a r a
d a d , n o h a n sido escritas, pues s o n m u y
caravana. El novio c o n sus amigos y apoplejía y q u e d a r o n suspendidos sus p r o - concertar con él7 1la paz y que les entregara
numerosas.
h e r m a n o s salían a su encuentro con pan- yectos. Se le cerró la boca, quedando pa- los prisioneros. Asintió Báquides y acep-
23 deros, instrumentos músicos y m u c h a s ralizada, de m o d o q u e n o p u d o ya p r o - t ó sus proposiciones, jurándole n o hacer
Después de la muerte de Judas se armas. * 4 0 Lanzáronse contra ellos, sa- nunciar palabra ni d a r órdenes en los 7mal 2
alguno t o d o s los días de su vida.
manifestaron los impíos en t o d o el terri- liendo de su escondite, los de Jonatás Le devolvió los prisioneros q u e antes
asuntos d e su casa. 5e> M u r i ó Alcimo en-
torio d e Israel y levantaron cabeza los p a r a m a t a r l o s ; u n gran n ú m e r o sucum- tonces c o n grandes torturas. 5 7 Cuando había cogido en la tierra de J u d á y partió
que o b r a b a n la maldad. 2 4 Sobrevino p o r bieron, y huyeron los restantes al monte, Báquides vio que había muerto Alcimo, de vuelta p a r a su tierra, sin volver 73
más a
aquellos días u n h a m b r e grandísima, y el con lo q u e se apoderaron de todos sus se volvió al rey, y la tierra de Judá gozó venir al territorio de los judíos. Reposó
suelo mismo desertó con ellos. * 2 5 Esco- despojos. 4 1 La boda se convirtió en llanto, la espada en Israel, y J o n a t á s fijó su resi-
de tranquilidad por dos años.
gió Báquides hombres impíos y los esta- y el sonido de sus instrumentos músicos, dencia en Macmas, donde comenzó a
bleció por comandantes de la-región. en lamentación; 4 2 y habiendo tomado 5
juzgar al pueblo e hizo exterminar a los
26 8 Entonces todos los Judíos impíos tu- impíos d e Israel.
Buscaban éstos con pesquisas a los ami- venganza de la sangre de su hermano,
gos de Judas, y los conducían a Báquides, se volvieron a la ribera pantanosa del vieron consejo, acordando esta decisión:
que los castigaba e insultaba. 2 7 F u e esto Jordán. « H e aquí q u e Jonatás y los suyos viven
u n a gran tribulación en Israel, cual no
la h u b o desde el tiempo en que n o apa- 43
Supo Báquides lo ocurrido y vino en Se solicita la alianza de Jonatás. 'Victoria de éste contra Apolonio
1
El a ñ o ciento sesenta, Alejandro i en marcha y t o m ó a Tolemaida, siendo
15
MONTAÑA DE AZOTO : la ciudad filistea de Azoto es bien conocida, pero está muy distante del
actual campo de batalla. Por esto han supuesto algunos una segunda Azoto o un cambio en la lec-
10 Epifanes, hijo de Antíoco, se puso ] bien acogido; y empezó allí a reinar.*
tura (Azor?). Otros creen se puede entender en un sentido más amplio. 44
No ES HOY COMO AYER: hebraísmo para indicar: no es hoy como en otros tiempos; esto
19
MODÍN: cf. 2,i. es, nuestra situación ahora es más peligrosa que nunca.
24
EL SUELO DESERTÓ: frase oscura, que otros comentan: los habitantes de Judea, faltándoles ' 25 BETBASI: sin duda, del lado de Jericó. Identificación insegura.
víveres, se pasaron a los sirios, abandonando el partido ortodoxo. Nosotros preferimos la locución « CON UNA PEQUEÑA TROPA: V, cum numero, que traduce literalmente el griego en arithmo;
poética
27
y figurada que ve un apóstata más en la misma tierra. es hebraísmo (cf. Gen 34,3°; Dt 4,27) que significa un corto número.
DESDE EL TIEMPO EN QUE NO APARECIÓ YA PROFETA: esto es, desde la aparición de Malaquías, *4 ODOMERA: se ignora quién fuese, si oficial de Báquides o jefe de alguna tribu guerrera. Las
último de los profetas. Hacía, pues, más de doscientos años que estaban sin profetas.
2
8 JONATÁS: vivían entonces tres de los cinco hermanos Macabeos. Sería preferido Jonatás traducciones alteran la transmisión del nombre (Odaren, Odoarres).
r» i ALEJANDRO EPIFANES: el Ululo de Epifanes (noble o ilustre) se lo da el texto griego a
por 2sus
9
cualidades guerreras.
ARMAS: quizás para escoltar más solemnemente a los noveles esposos. I ^ Alejandro; V parece dárselo a Antíoco. Antiguas monedas encontradas recientemente
M4
1222 I MACABEOS 10
85 a9
2
Tuvo noticia de ello el rey Demetrio, y, púrpura y una corona de o r o — , p a r a MACABEOS 1 0 - 1223
reuniendo muchas tropas, salió a su en- que mires p o r nuestros intereses y con-
cuentro p a r a darle batalla. 3 Envió tam- serves nuestra amistad».
bién Demetrio a Jonatás cartas amistosas 2
1 Vistióse Jonatás los ornamentos sa- pafa Í Z n , °* das n a d i e f e n d r á derecho dcl sol, pereciendo en aquel día D e m e -
con promesas de engrandecimiento, 4 por- grados en el mes séptimo del a ñ o ciento alguno d f 3 , , 3 C C 1 Ó n j u d i c i a l n i m o l e s t a r « trío. 51
lofT.H elI S p o r n i n
° S ú n m °t>'vo. 3<SDe Envió después Alejandro mensajeros
que decía: «Apresurémonos a hacer la sesenta, en la fiesta de los tabernáculos;
paz con él ames que la haga con Ale- alistó tropas y fabricó muchas armas. del r e v T f ran ali
. « a d o s en los ejércitos 5 2 Tolomeo, rey de Egipto, diciéndoJe:
a
seles e í , ^ t r e m t a m i l h ° ™ b r e S , dándo- «He vuelto ya a mi reino y me he sen-
j a n d r o contra nosotros, 5 pues se acor- 22
Al saber Demetrio estos aconteci-
dará de todos los males que le hicimos a mientos, se entristeció y dijo: 2 3 «¿Qué l a s ti" ° , q , U e c o r r e s p o n d e a todas las tado en el trono de mis padres y reco-
brado el gobierno, después de derrotar a
él, a sus hermanos y a su nación». * Le hemos hecho, -pues Alejandro se nos ha serán c T ^ f d r 6 y ' " * a l g u n o s d c e ! 1 « s Demetrio y entrar en posesión de nuestra
levantado a contraer amistad con los ju- serán colocados en las grandes fortalezas 53
autorizó para juntar tropas, fabricar ar- tierra. Trabé batalla contra él y fue ven-
mas y contarse entre sus aliados y le díos para robustecerse? 2 4 Les escribiré e m n W , ^ a , S l m i s m o designados p a r a los cido con su ejército p o r nosotros, y nos
prometió que le dovolvería los rehenes también yo con palabras persuasivas, ofre- S , % d e ' r e Í n ° *us requieren con- hemos sentado sobre e! t r o n o de su reino.
que tenía en la fortaleza de Jenisalén. ciéndoles dignidades y presentes, para que los t f ' T e e l l o s m i s m o s s e escogerán 54 Establezcamos, pues, ahora amistad en-
7
Vino Jonatás a Jerusalén y leyó las sean mis auxiliares». 2^ Y les escribió en sus u SUS e ércitos
J Y vivirán según tre nosotros; dame ahora tu hija p o r mu-
cartas ante todo el pueblo y ante los los términos siguientes: «El rey Demetrio, sus leyes, como lo h a o r d e n a d o el rey jer, seré tu yerno, y a ti y a ella os daré re-
que se hallaban en la ciudadela. 8 Fueron a la nación judía, salud. 2 6 C o n gran tritn, H " i " * 6 de Juda
' 38 Y l o s
*** dis-
galos dignos de ti».
presa de un gran temor c u a n d o oyeron alegría nos hemos enterado de que habéis dós l i H a seran reg,on de 5
5 El rey Tolomeo respondió diciendo:
guardado fielmente nuestra alianza, per- a n e Samaría
s a ést incorpora
que el rey le autorizaba p a r a juntar tro-
severando en nuestra amistad, sin haberos
rwL2 i° a y consí- ' «Dichoso el día en que has vuelto al país
derados c o m o forman'do u n a sola cir- de tus padres y te sentaste en el trono de
pas. 9 Los de la ciudadela devolvieron a
J o n a t á s los rehenes, que él entregó luego coligado con nuestros enemigos. 2 7 Así, cunscripción, de suerte que no obedezcan su realeza.

Yo estoy p r o n t o a hacer lo
a sus padres; 10 y estableciendo Jonatás pues, continuad a ú n g u a r d á n d o n o s fide- a otra autoridad más que a la del sumo que me has escrito; pero ven a mi encuen-
su m o r a d a en Jerusalén, comenzó a re- lidad a nosotros y os recompensaremos sacerdote. 39 Tolemaida y su territorio lo tro a Tolemaida, p a r a vernos mutuamente
edificarla y renovar la ciudad. n Ordenó con mercedes por lo que hacéis en nues- entrego c o m o obsequio al templo de Je- y 5hacerte yerno mío, conforme decías».
tro favor. 2 S Os perdonaremos muchas rusalén p a r a los gastos necesarios del
7
Salió de Egipto Tolomeo con su hija
a los obreros construir las murallas y
deudas y os daremos regalos. 2 9 Y a desde 4
santuario. o Doy, además, cada a ñ o quin- Cleopatra y llegó5 aS Tolemaida el a ñ o cien-
rodear el m o n t e Sión con piedras sillares, a h o r a yo os descargo y perdono a todos ce mil siclos de plata, lomados del fisco to sesenta y d o s . El rey Alejandro le sa-
c o m o f o r t i f i c a c i ó n . Y así lo h i c i e r o n . los judíos los tributos y el impuesto de real en las localidades convenientes. 4 I To- lió al encuentro, y Tolomeo le entregó su
1 2 Huyeron los extranjeros que había en la sal y de las coronas. * 3 0 A la tercera do lo sobrante que los empleados del fis- hija Cleopatra, y celebró la boda en Tole-
las fortalezas edificadas por Báquídcs, parte de la cosecha y a la mitad del p r o - co no hayan entregado, c o m o en los años maida con gran magnificencia, como sue-
13 59
a b a n d o n a n d o cada uno su puesto para ducto de los árboles frutales, que me precedentes, lo darán de a h o r a en adelan- len los reyes. El rey Alejandro escribió
volverse a su país. 14 Quedaron sólo al- c o r r e s p o n d e n percibir, r e n u n c i o desde te p a r a las obras del templo. 42
Y, ade- también a Jonatás, invitándole a que vi-
6t)
gunos de los que habían a b a n d o n a d o la h o y ; no lo exigiré de la tierra de J u d á más, los cinco mil siclos de plata que cada niese a su encuentro. Y vino Jonatás
ley y los preceptos en Betsur, que les ni de los tres distritos de Samaría y de a ñ o los oficiales percibían p o r cuenta de con p o m p a a Tolemaida, visitó a los dos
sirvió de refugio. Galilea, a ella anejos, desde el día de los tributos del templo, también éstos se reyes y Jes obsequió, así c o m o a sus cor-
15 Al saber el rey Alejandro los ofreci- hoy y p a r a siempre. 31 Jerusalén será ciu- condonan, pues que pertenecen a los sacer- tesanos, con oro, plata y otros muchos re-
mientos que Demetrio había hecho a J o - dad santa y exenta, así como su territorio, dotes que ejercen el culto. 4 3 C u a n d o se galos, concillándose con ello su favor.
natás, y al serle narradas asimismo las de diezmos y tributos. 3 2 Renuncio asi- refugien en el templo de Jerusalén y en "i Entonces se unieron contra él hombres
guerras y las heroicidades que éste y sus mismo a la autoridad sobre la ciudadela cualquier parte de su recinto deudores perversos de Israel, p a6 2r a acusarle; pero
h e r m a n o s habían realizado y los trabajos de Jerusalén, la entrego al sumo sacerdo- de impuestos reales o de cualquier otra el rey no les escuchó, sino que ordenó
que habían soportado, 16 se dijo: ¿Es po- te, que establecerá en ella, p a r a custodiar- deuda, quedarán inmunes y conservarán que le quitasen a Jonatás sus vestidos y le
la, los h o m b r e s que él mismo escogiere. cuanto posean en mi reino. 4 4 El gasto vistiesen de púrpura. Así lo hicieron, y
sible encontrar algún h o m b r e c o m o éste? p a r a la edificación y obras de la restaura- luego le sentó el rey a su lado, y dijo a
63
33
H a g á m o s l o ahora amigo y aliado nuestro. A t o d o s los judíos llevados cautivos de ción del templo correrá a cargo de la ha- los grandes de su corte: «Id con él p o r
17 Y le escribió y le envió u n a carta, la tierra de J u d á a cualquier p u n t o de mi cienda real. 4 5 El gasto p a r a la edificación medio de la ciudad, y pregonad que nadie
cuyo tenor era el siguiente: reino, les devuelvo gratuitamente la liber- de los m u r o s de Jerusalén y las fortifi- se atreva a acusarle, p o r cualquier cosa
18 «El rey Alejandro, a su h e r m a n o tad, y todos serán eximidos de tributos, caciones de su recinto correrá p o r cuenta que sea, y que nadie, bajo ningún pre-
J o n a t á s , salud. 19 H e m o s oído de ti que a u n de los de g a n a d o s . 3 4 Todas las solem- del rey, y asimismo el levantar los m u r o s texto, le moleste».
M
Y cuando vieron sus
eres h o m b r e potente y muy digno de nidades, los sábados, las neomenias, los de Judea». acusadores la honra que p o r pregón se
ser nuestro amigo. 2 0 Así, pues, hoy te días establecidos y los tres días antes y le rendía y que iba vestido de púrpura,
46
constituimos sumo sacerdote de tu nación después de u n a solemnidad, serán todos C u a n d o Jonatás y el pueblo oyeron huyeron todos. " 5 Queriendo honrarle el
y te d a m o s el título de amigo del rey—y le días de inmunidad y de franquicia p a r a estas proposiciones, no las creyeron ni rey, le inscribió en el número de sus prin-
envió al propio tiempo un vestido de todos los judíos residentes en mi reino. * aceptaron, acordándose de los grandes cipales amigos y le puso c o m o general y
males que habia causado en Israel y cuan gobernador de provincia. 66 Y J o n a t á s
muestran que también Alejandro llevó este sobrenombre. Parece que Alejandro no era hijo de An- d u r a m e n t e los había atribulado, 4 7 y se volvió a Jerusalén con paz y gozo.
tíoco, sino que, habiéndose Demetrio hecho odioso a todos, el rey de Pérgamo descubrió un joven decidieron p o r Alejandro, pues había si-
Balas, que se parecía mucho a Antíoco Eupátor, hijo de Antíoco Epifanes, muerto por Demetrio, 67
do el primero que les había hablado de El año ciento sesenta y cinco, D e m e -
y, extendiendo la fama de que era hijo, lo envió a Roma y le hizo decir que se llamaba Alejandro. p a z ; y fueron sus aliados constantemente. trio, hijo de Demetrio, vino de Creta al
Así solicitó el apoyo de Roma. Los romanos le permitieron urgir con las armas sus presuntos de- 4
8 R e u n i ó el rey Alejandro g r a n d e s j r o - país de sus p a d r e s ; * 6 S y habiéndolo sa-
rechos contra Demetrio.
2 9 D E LA SAL: debia constituir la sal del mar Muerto un monopolio ejercido por el Gobierno pas, y a c a m p ó frente a Demetrio. 4£> Tía- bido el rey Alejandro, tuvo gran pena y se
sirio. II LAS CORONAS: era un impuesto pesado que había venido a reemplazar los dones espontá- b a r ó n combate los dos reyes, y huyó el volvió a Antíoquía. 69 Demetrio t o m ó p o r
neos ofrecidos al soberano. Se enviaba a veces a los reyes una corona de oro con la ocasión de una ejército de Demetrio, perseguido por Ale- general a Apolonio, gobernador de la Ce-
victoria o de algún fausto acontecimiento. La costumbre se reglamentó pagando una suma fija anual. j a n d r o , y los dominó. 5 0 El combate con- lesiria, quien juntó u n gran ejército y vina
3 4 LAS SOLEMNIDADES: Pascua, Pentecostés y la fiesta de los Tabernáculos. Los judíos solían t i n u ó m u y encarnizado hasta la puesta a acampar en Yamnia. Desde allí envió
para ellas ir en peregrinación a Jerusalén. Por esto se les dejaban libres tres días antes y después
d^ estas fiestas. II DE INMUNIDAD Y FRANQUICIA: la inmunidad era dispensa de tasas, y la franquicia, 67
exención de trabajos impuestos por la administración. DEMETRIO, HIJO DE DEMETRIO; Demetrio II Hicátor, hijo de Demetrio I Soter, qus hafaj»
sido depuesto por tolas,
1224 I MÁCASEOS 1 0 ™ 11 "
I MACABEOS 1 1 12 39
" 1225
a decir a Jonatás, sumo sacerdote: 7 0 «Tú Azoto, y los dos ejércitos t r a b a r o n b a t a -
eres el único que te levantas contra nos- lla. 7 9 Apolonio había dejado a espaldas
de los enemigos emboscados mil caballos. envidia de su reino, i 2 Y habiéndole qui- meo desplegó su ejército y le fue al en-
otros, y yo he llegado a ser objeto de risa tado su hija, se la dio a Demetrio, rom-
y de oprobio por tu causa. ¿Por qué
80
Supo Jonatás que tenía pre'parada d e - cuentro con poderosas fuerzas, y le puso
piendo con Alejandro y haciéndose pú- en huida. 16 H u y ó Alejandro a la Arabia
osas hacerte fuerte én los montes contra trás de sí u n a asechanza, y a u n q u e u n o s
blica su enemistad. 13 E n t r ó Tolomeo en a buscar allí un refugio, mientras que el
nosotros? 7 ) Ahora bien, si confías en y otros rodearon el campo y lanzaron fle- Antioquía y ciñó su cabeza con la diade- rey Tolomeo triunfó. 1 7 El árabe Zabdiel
tus fuerzas, desciende hacia nosotros a! chas contra el pueblo desde la m a ñ a n a m a de Asia, poniendo así sobre su cabe- corló la cabeza a Alejandro y se la envió
llano y midamos allí nuestras fuerzas, pues hasta la tarde, 8> el pueblo se m a n t u v o za dos diademas: la de Egipto y la de Asia. a Tolomeo. l s Tres días después murió el
conmigo están las ciudades poderosas. firme, como había ordenado Jonatás, h a s - 14
Hallábase p o r aquella sazón el rey rey Tolomeo, y los suyos (egipcios), que
72
Infórmate y sabrás quién soy yo y quié- ta que la caballería se cansó. 8 2 Luego hi- Alejandro en Cilicia, pues se habían estaban en las fortalezas, perecieron a m a -
nes los otros que me prestan auxilio. Ellos zo adelantar Simón sus tropas, y acome- rebelado los habitantes de aquel país. nos de los habitantes de las mismas, i ' D e -
afirman que n o podréis manteneros en pie tió a la falange, pues la caballería estaba 15 C u a n d o supo Alejandro lo ocurrido, metrio empezó a reinar el a ñ o ciento se-
ante nosotros, ya que por dos veces fue- ya debilitada; los sirios fueron derrota- m a r c h ó contra él p a r a combatirle. Tolo- senta y siete.
ron puestos en fuga tus padres en su mis- dos p o r él y puestos en fuga. 8 3 La caba-
m o país. 73 Ahora no podrás contener el llería se dispersó por el llano, y, huyendo
ímpetu de la caballería y del gran ejér- hacia A z o t o , entraron en Bet-Dagón, el Otras victorias de Jonatás
cito en el llano, donde no h a y piedras templo de su ido 1 o, p a r a salvarse. * 8 4 J o -
ni rocas, ni lugar donde refugiarse». natás puso fuego a A z o t o y a las ciudades 20
P o r aquellos días congregó Jonatás cáis. 32 El r e y Demetrio, a Lástenes, su
74 circunvecinas, después de apoderarse de
C u a n d o Jonatás oyó las palabras de a los hombres de Judea p a r a apoderarse padre, salud. * 33 H e m o s decidido favo-
Apolonio, se llenó de indignación; y es- sus despojos, y dio a las llamas el templo de la ciudadela de Jerusalén, contra la recer al pueblo de los judíos, que son
cogiendo diez mil hombres salió dá Jeru- de D a g ó n con los que en él se habían re- cual levantó muchas máquinas de guerra. nuestros amigos y observan lo que es
salén, y su h e r m a n o Simón vino a unirse fugiado. 8 5 Y fueron los que perecieron 21
Pero algunos hombres impíos, que odia- justo con nosotros; a causa de la bene-
con él para ayudarle. 7 5 A c a m p ó junto a por la espada y el incendio unos ocho mil b a n a su propia nación, fueron al rey De- volencia que nos h a n testimoniado 3 4 les
J o p e ; los ciudadanos les cerraron las hombres. metrio y le informaron c ó m o Jonatás ase- confirmamos en la posesión de los terri-
puertas, pues había en ella u n a guarni- 86
Levantó de allí el campamento J o n a - d i a b a la fortaleza. 2 2 Oído esto, se irritó; torios de la Judea y de los tres distritos
ción de Apolonio. Pero la atacaron, 7 6 y tás y vino a acampar junto a Ascalón, cu- y apenas oído, pasó al instante a Tolcmai- de Efraím, Lidda y R a m a t a i m , con t o -
atemorizados los ciudadanos, abrieron las yos habitantes salieron a su encuentro d a y escribió a J o n a t á s que cesase en el das sus dependencias, que, desprendidos
puertas, apoderándose Jonatás de Jope. con grandes agasajos. 8 7 Jonatás se volvió cerco de la ciudadela y viniera a su encuen- de Samaría, se incorporaron a Judea. En
77
Así que Apolonio se informó, sacó después a Jerusalén con los suyos, carga- t r o a Tolemaida inmediatamente para favor de todos los que van a ofrecer sa-
del c a m p a m e n t o tres mil jinetes y nume- dos de rico botín. 8!t C u a n d o el rey Ale- conferir con él. 2 3 Recibido el mensaje, crificios a Jerusalén hacemos esta conce-
rosa tropa 7 8 y se encaminó a Azoto, co- jandro oyó estos sucesos, concedió nue- J o n a t á s ordenó que continuase el cerco, sión: en lugar de los tributos que el rey
m o fingiendo retirarse; pero al propio vos honores a Jonatás, 8 9 le envió la he- y escogiendo algunos ancianos de Israel percibía antes de ellos cada a ñ o , de los
tiempo avanzó hacia la llanura, pues te- billa de oro, que se acostumbra dar a los y sacerdotes, se expuso al peligro. 2 4 H a - frutos de la tierra y dé los árboles. * 35 E n
nía numerosa caballería, en la que con- parientes de los reyes, y le dio el dominio biendo t o m a d o plata, oro, vestidos y cuanto a los restantes tributos que nos
fiaba. Jonatás le siguió detrás del lado de de A c a r ó n y de t o d o su territorio. * otros m u c h o s presentes, partió a presen- pertenecen, diezmos, y tributos que nos
tarse al rey en Tolemaida, y recibió de él pertenecen de las salinas, y los corres-
acogida favorable, 2 5 a pesar de que al- pondientes de las coronas, desde ahora
Muerte de Alejandro y Tolomeo. J o n a t á s y Demetrio. gunos impíos de la nación le acusaban, mismo 36 se los perdonamos todos y n o
26
El rey hizo p o r él lo que habían hecho serán derogados estos favores desde a h o -
Otras victorias de aquél sus antecesores, colmándole de honores ra p a r a siempre. 37 Así, pues, cuidad de
en presencia de todos sus amigos; 2 7 le hacer u n a copia de este decreto y entre-
al borde del camino. 5 Contáronle al rey
1**• l El rey de Egipto juntó tropas in-
numerables como las arenas de la lo que había hecho Jonatás, p a r a hacér-
confirmó en el sumo sacerdocio y en
c u a n t o s h o n o r e s tenía precedentemente
gádsela a Jonatás p a r a que la coloque en
el m o n t e santo y en lugar visible».
orilla del mar, y muchas naves; e inten- selo o d i o s o ; mas el rey calló. e hizo que fuese contado entre sus princi-
6 38
taba apoderarse por engaño del reino de Vino Jonatás al encuentro del rey. a p a l e s amigos. 2 8 Jonatás suplicó al rey Viendo el rey Demetrio que el país
Alejandro y anexionarlo a su propio rei- Jope con toda p o m p a , se saludaron mutua- que librase de tributos la Judea y las tres estaba tranquilo con su dominio y que
no. 2 Se encaminó a Siria, aparentando mente y durmieron allí. 7 Jonatás fue lue- toparquías de Samaría, prometiéndole, en n a d a se le oponía, despachó todas sus t r o -
amistad; los habitantes de las ciudades go con el rey hasta el río llamado Eléutero; cambio, trescientos talentos. * 2 9 Asintió pas, cada uno a sus casas, excepto las
le abrían las puertas y salían a recibirle, después se volvió a Jerusalén. * 8 Mas el el rey, y acerca de todas estas cosas escri- tropas extranjeras que había reclutado en
pues había m a n d a d o el rey Alejandro que rey T o l o m e o se apoderó de las ciudades bió a J o n a t á s cartas de este tenor: las islas de las naciones. P o r esto se atrajo
le saliesen al encuentro, pues que era su de la costa hasta Seleucia marítima, m a - el odio de cuantas t r o p a s habían servido
suegro. 3 Así que Tolomeo entraba en las quinando perversos planes contra Ale- 30 «El rey Demetrio a su h e r m a n o J o - a sus padres. 3 9 Trifón, que había sido
ciudades, ponía en cada u n a de ellas tro- jandro. 9 Envió embajadores al rey D e m e - n a t á s y a la nación de los judíos, salud. antes de los partidarios de Alejandro,
pas de guarnición. 4 Al acercarse a Azoto trio, diciéndole: «Ven, hagamos alianza 31 Os enviamos copia de la carta que he- c u a n d o vio que todas las tropas m u r m u -
le mostraron el templo de D a g ó n incen- entre nosotros, y te daré mi hija, desposa- m o s escrito a Lástenes, nuestro pariente, raban contra Demetrio, se dirigió al árabe
diado, la ciudad y sus arrabales en ruinas, da con Alejandro, y reinarás sobre el rei- acerca de vosotros, p a r a que la conoz- Emalcuel, que criaba al niño Antioco, hijo
los cadáveres esparcidos y los restos de no de tu p a d r e . 1 0 M e arrepiento de haber-
los que habian sido quemados en la gue- le d a d o mi hija, pues h a buscado matar-
rra, pues habían hecho montones de ellos me». * ii Así lo infamaba, p o r q u e tenía 28
LAS TRES TOPARQUÍAS DE SAMARÍA: así traducimos, aunque G y V ponen las tres toparquisa
y la Samaría. Esta última lección parece defecto de copista, ya que mal se explica que Jonatás tenga
83 interés por un país hostil a su pueblo (cf. 10,30).
BET-DAGÓN: O casa de Dagón. Dagón era la divinidad nacional de los filisteos, menciona- 32
da en Jue 16,23 y 1 Re 5,2. Su templo famoso estaba en Azoto. LÁSTENES, su PADRE: padre, como pariente, del v.31, parecen títulos puramente honoríficos
89
HEBILLA DE ORO: O fíbula: servía para fijar sobre el pecho o espalda el manto flotante, y equivalentes a amigo o consejero intimo. Según Josefo (Ant., 13,4,5), Lástenes era cretense y había
7 ayudado con tropas mercenarias a Demetrio a reconquistar su trono. Siendo gobernador de Cele-
11 ELÉUTERO: actual Nahr-el-Kebir, que desemboca al N. de Trípoli. siria, Demetrio le dirige a él esta caita en favor de los judíos.
34
• • 1° HA BUSCADO MATARME: Josefo (Ant., 13,5,6) nos habla de este conato de homicidio, VAN A OFRECER SACRIFICIOS: todo el versículo es oscuro. Parece que se han perdido algunas
palabras o que hay que suplir otras.
T4 33
I MACABEOS 1 1 —12 122T
1226 1 MÁCASEOS 1 1
X
con él los persiguieron hasta Cades, donde unos tres mil hombres. Jonatás se volvió
56
de Alejandro, * 4 0 instándole p a r a que se obligado a huir. Trifón se apoderó de estaba su campamento, y aquí acamparon. a Jerusalén.
74
lo entregase, a fin de que ocupase el trono los ? elefantes y dominó Antioquía. * Perecieron aquel día de los extranjeros
de su padre. Contóle cuanto había hecho 5 Antíoco el joven escribió a J o n a t á s
Demetrio y cómo lodo su ejército le abo- en estos términos: «Yo te confirmo en el
rrecía. Permaneció allí muchos días. sumo sacerdocio, y te constituyo sobre Embajada de Jonatás a Roma y a Esparta. S u muerte
41 Entretanto, envió a pedir Jonatás al los cuatro territorios, 5 8y te concedo ser de
cll
rey D e m ' ¡ ° V c
retirase la guarnición los amigos del rey». Y le envió vajilla 1 O 1 Viendo J o n a t á s que las circuns- men ¡o, hijo de Antíoco, y a Antípatro,
de la ciud ; K , cla u c Jerusalén y de las otras de oro y u n servicio de mesa, otorgándole * ^ tancias le eran favorables; escogió hijo de Jasón, y los enviamos a los r o m a -
fortalezas, poique hacían la guerra a Is- el derecho de beber en vasos de oro, de algunos hombres y los envió a R o m a para nos para renovar con ellos la antigua amis-
rael. 4 2 Respondió Demetrio a Jonatás, vestir p ú r p u r a y usar hebilla de o r o . Y a
59 confirmar y renovar la amistad con ellos. tad y alianza, 1 7 y les hemos dado el en-
2
diciéndole: «No sólo esto te haré a ti y Simón, su h e r m a n o , le estableció gober- Y a los espartanos y a otros pueblos en- cargo de ir a vosotros y saludaros y entre-
a tu nación, sino que te elevaré a mayor n a d o r del país desd.e la Escalera de Tiro vió también cartas en el mismo sentido. garos ^nuestras cartas concernientes a la
3
gloria a ti y a tu nación, c u a n d o encuen- hasta los confines de Egipto. * Partieron, pues, para R o m a , y entrando renovación de nuestra fraternidad. I 8 Y
tre circurislancias propicias. 4 3 Entretanto, 60
Salió luego Jonatás y recorrió el país en el Senado, dijeron: «Jonatás, el sumo ahora nos haréis un favor contestándonos
harás bien enviándome hombres a mi so- del otro lado del río Jordán, c o m o t a m - sacerdote, y la nación de los judíos nos sobre esto».
corro, pues t o d o mi ejército m e h a aban- bién las ciudades; y se le unieron para h a n enviado p a r a renovar entre nosotros 1 9 Esta es la copia de las cartas enviadas
d o n a d o » . 4 4 Jonatás envió a Antioquía combatir con él todas las t r o p a s de Siria. la amistad y alianza que antes existieron». a Onías: 2 0 « A r i o , rey de los espartanos,
4
tres mil hombres de los m á s valerosos, y Vino a Ascalón, cuyos habitantes le hi- Y les fueron dadas cartas p a r a las auto- a Onías, sumo sacerdote, salud: 2 1 Se h a
se dirigieron al rey, quien con su llegada cieron un recibimiento muy h o n r o s o . 6 1 D e ridades de cada lugar, p a r a que pudieran encontrado en un documento escrito so-
se alegró. 4 S Amotináronse en medio de allí pasó a Gaza. Los habitantes de G a z a volver en p a z al país de Judá. bre los espartanos y judíos que ambos son
la ciudad los habitantes en número de le cerraron sus puertas, m a s él la asedió 5 Esta es la copia de las cartas que J o - hermanos y que son del linaje de A b r a h a m .
ciento veinte mil hombres, pretendiendo e incendió sus arrabales y los saqueó. n a t á s escribió a los espartanos: 6 «Jona- 22
Ahora, desde que esto sabemos, nos da-
m a t a r al rey. 4(> Se refugió el rey en su pa- 62 Entonces los de G a z a suplicaron a J o - tás, sumo sacerdote; el senado de la na- réis gusto escribiéndonos si gozáis d e paz.
23
lacio mientras los ciudadanos ocuparon natás y éste los otorgó la p a z ; pero t o m ó ción, los sacerdotes y el restante pueblo Nosotros, a la vez, os responderemos.
las calles de la ciudad y comenzaron a en rehenes los hijos de sus jefes y los envió de los judíos, a los hermanos de Esparta, Vuestro ganado y vuestra hacienda son
combatir. a Jerusalén. Y recorrió así el pais hasta salud. 7 Y a en tiempos pasados fueron nuestros, y lo nuestro, vuestro es. Y esto
47 63 enviadas cartas a Onías, sumo sacerdote, es lo que les encargamos que os digan».
Llamó entonces el rey en su auxilio Damasco. Tuvo entonces noticia J o n a - 24
de parte de Ario, que reinó entre vosotros, Supo Jonatás que los generales de
a los judíos, que todos a una se reunieron tás de que algunos generales de Demetrio
en que se decía que sois nuestros herma- Demetrio habían vuelto para atacarle con
j u n t o a él. se desparramaron por la ciu- se hallaban en Cades de Galilea con n u -
nos, c o m o lo certifica la adjunta copia. tropas mayores que antes, 25 y salió de
dad, 4 8 mataron en aquel dia hasta cien merosa tropa, con la intención de apar- 8
64 Recibió Onías con h o n o r al h o m b r e en- Jerusalén a su encuentro a la región d*
mil, incendiaron la ciudad, cogieron rico tarle de su empresa. El les salió al paso,
49 dejando a su h e r m a n o Simón en la región. viado y t o m ó las cartas en las que se ha- Emat, porque no quiso darles tiempo para
botín aquel día y salvaron al rey. Cuan-
do vieron los habitantes que los judíos 6 5 Simón avanzó contra Betsur y la com-
b l a b a claramente de alianza y amistad. invadir su tierra. * 2IS Envió exploradores
9
A u n q u e nosotros n a d a necesitamos de al c a m p a m e n t o enemigo, quienes al volver
eran dueños absolutos de la ciudad, de- batía muchos días, teniéndola cercada.
estas cosas, teniendo c o m o consolación les anunciaron que tenían orden de caer
cayeron de ánimo, y, suplicantes, clama- 6 6 L e pidieron la paz, que él les otorgó.
las escrituras santas que están en nuestras p o r sorpresa sobre ellos durante la noche.
r o n al rey. diciendo: s0 «Concédenos la Los arrojó de allí y, apoderándose de la 27
m a n o s , 10 todavía hemos procurado en- Así que se puso el sol, Jonatás m a n d ó
paz y que cesen los judíos de combatir ciudad, puso en ella u n a guarnición. 6 7 J o -
viaros quien renueve con vosotros la fra- a los suyos vigilar y estar sobre las a r m a s
contra nosotros y contra la ciudad». 5 i Y natás, con su ejército, acampó junto a las
ternidad y amistad p a r a n o hacernos ex- durante la noche, preparados p a r a la ba-
depusieron las armas e hicieron la paz. aguas de Genesar, y al día siguiente se
traños a vosotros, pues muchos años han talla, y destacó centinelas avanzados al-
C o n esto, 'os judíos consiguieron grande puso en m a r c h a de m a d r u g a d a hacia la
gloria ante el rey y ante todos los de su llanura de Asor, 68 donde le salió al en-
ya transcurrido desde que nos enviasteis rededor del campamento. 2 S Pero los ene-
u n a embajada. H Nosotros, pues, en todo migos, habiendo sabido que J o n a t á s y los
reino, y volvieron a Jerusalén con rico cuentro en la llanura el ejército extran-
tiempo nos a c o r d a m o s incesantemente d e suyos estaban preparados p a r a el c o m b a -
botín. jero, que h a b í a puesto contra él u n a em- vosotros en las solemnidades y en los te, temieron, decayeron de ánimo, encen-
52 Sentóse el rey Demetrio en el trono boscada en los montes. M a r c h a r o n a su
restantes días sagrados, en los sacrificios dieron hogueras en su c a m p a m e n t o y
de su reino, y el país estuvo tranquilo encuentro de frente, 6 ' y los emboscados
que ofrecemos y en las oraciones, c o m o huyeron. * 29 Jonatás y los suyos no se
ante él. -} P £ r ° faltó a t o d o lo que había salieron de sus puestos y trabaron com-
es justo y conveniente acordarse de sus apercibieron hasta la m a d r u g a d a , pues
prometido* y se enajenó a Jonatás, porque bate. ™ Los de Jonatás huyeron todos, no
h e r m a n o s . I 2 N o s regocijamos de vuestra veían las hogueras encendidas. 3(¡ Los per-
n o correspondió a la benevolencia que le quedando ni u n o solo, a excepción de M a -
gloriosa fama. 13 A nosotros nos asedian siguió Jonatás; pero no los alcanzó, por-
h a b í a tenido, y además le molestaba m u - tatías, hijo de Absalón, y Judas, hijo de
muchas tribulaciones y muchas guerras, que habían atravesado el río Eléutero.
cho. 5 4 Después de esto volvió Trifón, tra- Calfi, capitanes de los ejércitos. 7 1 Jonatás 31
ya que nos c o m b a t e n los reyes vecinos Entonces volvió sus armas Jonatás con-
yendo consigo al joven niflo A n t í o c o ; le entonces rasgó sus vestidos, puso polvo
nuestros. 1 4 N o quisimos en estas guerras tra los árabes llamados zabadeos, los de-
proclamó rey y ciñóle la diadema. ^5 En sobre su cabeza y oró. 7 2 Volvió luego
t o r n o suyo se reunieron todas las tropas contra ellos al combate, los derrotó y p u s o
molestaros a vosotros ni a los demás alia- r r o t ó y t o m ó sus despojos. * 3 2 Poniéndo-
dos y amigos nuestros, 15 p o r q u e conta- se de nuevo en marcha, avanzó hacia
que Demetrio había licenciado, y c o m b a - en fuga. 7 3 Viendo esto los suyos, que
m o s con el socorro del cielo, que viene en D a m a s c o , atravesando toda la región.
tieron contra éste, que fue derrotado y huían, se volvieron de nuevo a él, y juntos 33
nuestra a y u d a ; por lo que nos hemos Simón, por su parte, se puso en m a r -
librado de los enemigos, y éstos fueron cha y avanzó hasta Ascalón y las próximas
h u m i l l a d o s . 1 6 H e m o s elegido, pues, a N u - fortalezas; luego se dirigió a Jope y la
39 TRIF?N: personaje muy conocido en la historia profana. Su nombre era DIODOTO; pero
por su afflb'ción y crímenes fue llamado, después que llegó al Poder, Trifón ( = el disoluto). II • J O 225 EMAT: región sobre el Orontes, que recibió aquel nombre de la ciudad de Emat.
EMALCUEL: tomamos la transcripción de V. En G y en los autores profanos, el nómbrese presenta * *• « ENCENDIERON HOGUERAS: es una estratagema con que disimular la retirada y no ser al-
con ortogra™ muy variada. canzados en la huida. Las palabras «y huyeron» faltan en muchos códices griegos y en la Vulgata;
5 6 ELEFANTES: asi traducimos el griego to theria, pues tales eran los animales que componían pero3 1están en otros códices, y por lo menos parece deben sobrentenderse.
el ejército de Demetrio (cf. I , I S ; 16,30). ZABADEOS: no se halla otra mención de esta tribu árabe.
59 LA ESCALERA DE TIRO: según Josefo (Bell, 2,10,2), era así llamada una alta montaña que
te alzaba al borde del mar, cien estadios al N. de Tolemaida.
14 4
1228 I MACABEOS 1 2 S1
—13 " I MACABEOS 1 3 - * 1229

tomó, 3 4 p o r q u e había sabido que los ciu- sus casas, escogiéndote u n o s pocos p a r a a c a m p ó en Adida, frente a la llanura. eterno r e c u e r d o ; y al lado de las p a n o -
dadanos querían entregar la fortaleza a los acompañarte, y ven conmigo a Tolemai- 1 4 C u a n d o supo Trifón que había to- plias, navios esculpidos que pudieran ser
partidarios de Demetrio, y p u s o allí u n a da. T e la entregaré, así c o m o las demás m a d o el m a n d o Simón en lugar de su vistos p o r todos los que navegan p o r el
guarnición p a r a custodiarlo. 35 Vuelto J o - fortalezas, muchas tropas y los oficiales h e r m a n o Jonatás y que se disponía a mar. •'" Este es el sepulcro que levantó
natás, reunió a los ancianos del pueblo y reales. Luego me volveré, pues sólo p a i a entablar batalla, le envió mensajeros 15 di- en Modín y que subsiste hasta el día de
decidió con ellos edificar fortalezas en esto he venido». ciendo: « H e m o s aprisionado a tu herma- hoy. * •" Trifón, precediendo dolosamen-
Judea, 3 6 alzar las murallas de Jerusalén 4
6 Jonatás le creyó e hizo lo que le n o Jonatás por causa de la deuda tjue te con el joven rey Antíoco, le m a t ó ;
32
y levantar un alto m u r o entre la ciudadela decía, licenciando a sus tropas, que se tenía con el tesoro real en los cargos reinó en su lugar y se ciñó la diadema
y la ciudad, a fin de separar aquélla de volvieron a la tierra de Judá. 4 7 Retuvo que desempeñaba. '6 Envía, pues, cien del Asia, causando así una gran calami-
ésta y que quedase aislada, sin que pu- consigo tres mil hombres, de los que talentos de plata y a dos de sus hijos dad sobre el país.
diesen c o m p r a r ni vender. 3 7 Habiéndose envió dos mil a Galilea y mil le acompa- c o m o rehenes, n o sea que al ser libertado 33
Simón construyó las fortalezas de
reunido los obreros p a r a construir la ciu- ñaron. 4 8 Apenas entró Jonatás en T o k - se vuelva contra nosotros, y lo dejaremos Judea. rodeándolas de torres elevadas y
dad, se vino al suelo u n trozo del m u r o maida, cuando los habitantes cerraren ir». 1 7 A u n q u e comprendió Simón que le grandes muros, con puertas y cerrojos,
que da al valle, hacia oriente, y se restau- las puertas, le prendieron a él y a cuantos h a b l a b a n dolosamente, envió el dinero y proveyó a las fortalezas de vituallas.
ró la parte llamada Cafenata. * 3 8 Simón le a c o m p a ñ a b a n y los pasaron p o r la y los dos niños, p o r n o levantar contra 34 Escogió Simón algunos hombres y los
edificó también Adida, en la Sefela, y la espada. 4 9 Luego Trifón envió fuerzas y sí u n a gran enemistad del pueblo, que envió al rey Demetrio para que conce-
fortificó con puertas y cerrojos. caballería a la Galilea y a la gran lla- dirían: 1 8 « P o r q u e n o ha enviado el di- diera al país la remisión de los tributos,
39 Trifón aspiraba a reinar sobre Asia n u r a p a r a aniquilar a todos los partida- nero y los niños, p o r esto pereció Joña- \ por cuanto todos los actos de Trifón h a -
y ceñirse la diadema quitando la vida rios de Jonatás. 50 Supieron que había tas». 1 9 Envió, pues, los niños y los cien bían sido un latrocinio. 3 5 El rey D e m e -
del rey Antíoco. 40 Pero, temiendo que sido preso y m u e r t o Jonatás y los que talentos; pero Trifón faltó a la palabra y trio le hizo responder en conformidad
J o n a t á s n o le dejase y le declarase la le a c o m p a ñ a b a n , y se animaron m u t u a - n o dejó libre a Jonatás. con estas palabras y le escribió la carta
20 3
guerra, buscaba el medio de apoderarse mente, saliendo en formación, prontos Emprendió luego Trifón la marcha siguiente: <>«E1 rey Demetrio a Simón,
de él y m a t a r l o . Se puso en camino y para combatir. 5 1 Viendo los que les per- p a r a invadir la ciudad y devastarla. Hizo sumo sacerdote y amigo de los reyes, y
m a r c h ó a Betsán. 4 1 Salió a su encuen- seguían que estaban decididos a defen- un rodeo p a r a ir a A d o r a ; pero Simón, a los ancianos y a la nación de los ju-
37
t r o J o n a t á s con cuarenta mil hombres, der su vida, se volvieron. con su tropa, se le oponía a su paso díos, salud. H e m o s recibido la corona
52 21
guerreros escogidos, y m a r c h ó sobre Bet- Así se fueron todos, sin ser inquie- dondequiera que él caminaba. Los de de o r o y la palma que habéis enviado, y
sán. 4 2 C u a n d o Trifón vio que Jonatás tados, a la tierra de J u d á , y lloraron a la ciudadela de Jerusalén enviaron mensa- estamos p r o n t o a hacer con vosotros una
venía con tan numeroso ejército temió Jonatás y a sus compañeros. U n gran jeros a Trifón, dándole prisa para que paz completa y a escribir a los intenden-
poner sus m a n o s sobre el, 4 3 le recibió temor se a p o d e r ó de ellos, y t o d o Israel viniese p o r el desierto y les trajese víve- 3tes reales que os perdonen las deudas. *
8
honr-jsamente, le introdujo a todos sus hizo gran duelo. 53 Entonces todas las res. 2 2 Dispuso Trifón toda su caballería T o d o cuanto hemos establecido res-
amigos y le ofreció presentes, ordenan- naciones circunvecinas buscaban aniqui- p a r a llegar aquella noche a auxiliarlos, pecto a vosotros quede estable, y sean
do a sus amigos y a sus tropas que le larlos, pues decian: « N o tienen caudillo pero cayó mucha nieve y n o p u d o llegar vuestras3!l las fortalezas que habéis cons-
obedeciesen c o m o a él mismo. 4 4 Dijo ni quien los socorra; luchemos, pues, a causa de la nieve. Partió y llegó a Ga- truido. Os perdonamos también los ol-
luego a J o n a t á s : «¿Por qué has molestado a h o r a contra ellos y borremos su m e m o - laad, 2 3 y al acercarse a Bascama dio vidos y las ofensas cometidas hasta el
a t o d o el pueblo n o habiendo guerra ria de entre los hombres». muerte a Jonatás, que fue enterrado allí. * día de hoy y la corona que debéis, y si
entre nosotros? 4^ Despáchalos, pues, a 24
D i o Trifón la vuelta y se marchó a su algún tributo se cobraba en Jerusalén, ya
país. no se cobre. 4 0 Si algunos de vosotros
25
M a n d ó Simón recoger los restos de estáis dispuestos J alistaros entre los nues-
Elevación de Simón. Obtiene la libertad del pueb!o su h e r m a n o Jonatás y le dio sepultura tros, alístense y haya paz entre nosotros».
41
1
en M o d í n la ciudad de sus padres. 2 6 T o - El a ñ o ciento sesenta se le levantó a
42
| O Supo Simón que había congrega- por odio se h a n unido todas las naciones d o Israel hizo p o r él un gran duelo y Israel el yugo de los gentiles, y comen-
^ " do Trifón u n numeroso ejército para destruirnos». 7 Al oír estas palabras !e lloró p o r muchos días. 2 7 Construyó zó el pueblo de Israel a encabezar así
para atacar la tierra de Judá y asolarla; se enardeció el espíritu de su pueblo, 8 y Simón sobre el sepulcro de sus padres y las escrituras y c o n t r a t o s : «Año primero
2
y viendo el pueblo espantado y tímido, a grandes voces respondieron diciendo: h e r m a n o s un mausoleo alto, p a r a ser visi- de Simón, gran pontífice, capitán y cau-
43
subió a Jerusalén y convocó al pueblo. «Tú eres nuestro caudillo en lugar de ble desde lejos, con piedras pulidas por dillo de los judíos». * En. aquellos días
3
Los exhortaba diciéndoles: «Vosotros Judas y de Jonatás, tu h e r m a n o . 9 C o m - delante y p o r detrás. 28
Y levantó siete m a r c h ó Simón contra Guézer, cercándola
mismos sabéis lo que yo, mis h e r m a n o s y bate nuestras batallas y h a r e m o s cuanto pirámides, u n a enfrente de otra, dedica- con sus t r o p a s ; construyó máquinas de
la casa de mi padre hemos hecho en nos digas». das a su padre, a su m a d r e y a sus cuatro asedio y las arrimó a la ciudad, abrien-
favor de las leyes y el santuario, las gue- 10 Reunió Simón t o d o s los hombres hermanos. * 29 y i e s p u s o a d o r n o s , ro do brechas y4 4 apoderándose de una de
rras y las apreturas que hemos soporta- guerreros; se dio prisa a terminar las ' deándolas de grandes columnas y colO' las torres. * Invadieron la ciudad los
do. 4 Por esta causa perecieron todos mis murallas de Jerusalén, que quedó forti- c a n d o sobre las columnas panoplias p a r a I que estaban en la m á q u i n a de asedio,
h e r m a n o s en favor de Tsrael y he q u e d a d o ficada en derredor. 11 Envió a Jonatás,
yo solo. 5 Y ahora líbreme Dios de rehuir hijo de Absalón, con fuerzas considera- 23
BASCAMA: lugar desconocido. No se menciona nunca más. \\ FUE ENTERRADO: la Vulgata,
el peligro de m i vida en algún tiempo de bles a Jope, y, echando de allí a los habi- en vez de estas palabras, pone «y sus hijos». Pero en el v.25 se habla sólo de los restos de Jonatás.
28
tribulación, pues n o valgo yo m á s que tantes, m o r ó en ella. * 1 2 Trifón salió de 30
SIETE PIRÁMIDES: evidentemente hizo edificar para sí la séptima anticipadamente.
mis h e r m a n o s ; 6 antes bien, quiero t o m a r Tolemaida con u n numeroso ejército pa- HASTA EL DÍA DE HOY: los escritores antiguos (Josefo y Eusebio) hablan de este sepulcro,
la defensa de mi nación y del santuario, ra invadir el país de Judá, conduciendo que perduraba en su tiempo. Hoy se han hecho indagaciones arqueológicas interesantes y muchos
estudios sobre el tal sepulcro.
de nuestras mujeres e hijos, a h o r a que consigo a Jonatás prisionero. 13 Simón 37
LA PALMA: sin duda, de oro. Era símbolo de victoria, y más en el que llevaba por sobrenom-
bre Nicátor. La Vulgata pone la palabra ininteligible bahem, que muchos suponen una transcrip-
37 ción imperfecta del griego bain.
SE VINO AL SUELO: escogemos esta lección del códice alejandrino y la Vulgata como más
42
coherente. Otros tienen eggisen ( = se acercó). Se pudiera también traducir en pluscuamperfecto: AÑO PRIMERO: se comienza, pues, una nueva era. Se han conservado monedas judías con
había caído, quizás desde el tiempo de Antíoco. números de años que se creen relativos a esta era.
43
GUÉZER: serias razones (cf. 14,7.34; 15,28) aconsejan esta lección, contra el texto griego,
•JO ii CONSIDERABLES: literalmente, suficientes (ikanen). La Vulgata traduce fuerzas nuevas, que pone Gaza. || MÁQUINAS DE ASEDIO: en griego, helépoíis; eran grandes torres rodadas de reciente
' " leyendo kainen. invención.
1230 I MACABEOS 13 * 5 —14 21
I MACABEOS 1 4 2 i M ? 1231
produciéndose en la ciudad una gran con- ciendo de h a m b r e un n ú m e r o considera-
moción. 45 Los habitantes subieron al m u - ble de ellos. 5 0 Clamaron a Simón, pi- llegada. 22 H e m o s consignado p o r escrito al mar, y a Guézer, en los confines de
r o con sus mujeres e hijos, rasgadas las diéndole la capitulación, y él se la otor- en las deliberaciones del pueblo lo que Azoto, en la que antes habitaban los
vestiduras, y a grandes voces clamaban gó, echándolos de allí y purificando la ellos n o s h a n dicho, a saber: Numenio, enemigos, y estableció allí judíos y los
a Simón pidiendo que hiciese la p a z con ciudadela de inmundicias. 5 ' Entró en ella hijo de Antíoco, y Antípatro, hijo de
ellos, 46 y decían: « N o nos trates según t\ día veintitrés del mes segundo del a ñ o proveyó de t o d o lo necesario p a r a su
nuestra maldad, sino según tu misericor- ciento setenta y uno, con cantos de ala-
Jasón, legados de los judíos, h a n llegado defensa. 3 5 Viendo el pueblo la conducta
dia». 4 7 Simón se aplacó con ellos y no a n o s o t r o s para renovar nuestra amistad. de Simón y la gloria que pretendía dar a
banza, palm s y acompañamiento de cí- 25
los combatió m á s ; pero los expulsó de A g r a d ó al pueblo recibir honrosamente su nación, le constituyeron su caudillo
taras, címbalos y arpas, con himnos y
la ciudad, purificó las casas en que h a - cánticos, p o r q u e había sido exterminado a los mensajeros y colocar una copia y sumo sacerdote en premio de haber
bía ídolos, y así hizo su entrada en ella un gran enemigo de Israel. 52 Estableció de sus discursos entre los registros pú- realizado todo esto y por la justicia y
entre himnos y bendiciones. 48 Echó de que cada a ñ o se solemnizara este día. * blicos, p a r a que el pueblo espartano lo fidelidad que m a n t u v o c o n s u nación,
ella t o d a impureza, estableció en ella va- 53
Fortificó la m o n t a ñ a del santuario, p r ó - conserve en la memoria. Y hemos hecho buscando p o r todos los medios ensalzar
rones observantes de la ley, la fortificó y ximo a la ciudadela, y habitó allí él con e s c r i b i r esta c o p i a p a r a S i m ó n , s u m o a su pueblo. 3Í> D u r a n t e su vida, todo
se construyó en ella u n a habitación. los suyos. 54 Viendo Simón que J u a n , su sacerdote». prosperó en sus m a n o s y los gentiles
24
49 Los de la ciudadela de Jerusalén no hijo, era h o m b r e valeroso, le puso c o m o Después de estos sucesos envió Si- fueron arrojados del país que ocupaban,
p o d í a n salir a la región para comprar o caudillo de todas las tropas, con residen- m ó n a Numenio a R o m a con un escudo así c o m o los que o c u p a b a n Jerusalén, la
vender y pasaban grande escasez, pere- cia en Guézer. grande de oro de mil minas de peso, ciudad de David, donde se habían hecho
p a r a renovar la alianza con ellos. una ciudadela, desde la que hacían sa-
25
C u a n d o el pueblo escuchó tales co- lidas, profanando los contornos del san-
E l reinarlo d e Simón sas, se dijeron: «¿Cómo correspondere- tuario y ultrajando grandemente su san-
mos con hacimiento de gracias a Simón tidad. 3 7 Estableció en ella judíos, la for-
•i A ]
El a ñ o ciento setenta y dos re- a los extremos de la tierra, tí Consiguió y a sus hijos? 2 6 Porque han mostrado tificó, para seguridad de la región y de
• " un ió el rey D e m e t r i o sus tropas la paz en toda la tierra y gozó Israel de valor, y tanto él c o m o sus hermanos y la ciudad, y elevó más las murallas de
y pasó a la Media para recoger socorros gran alegría. i2 C a d a u n o se sentaba bajo toda la casa de su padre han combatido Jerusalén. 3S Por esto, el rey Demetrio
con que hacer la guerra a Trifón. 2 Supo su parra o su higuera, y n o había quien y rechazado a los enemigos de Israel y le le confirmó en el sumo sacerdocio, 3 9 y
ATsaces, rey de Persia y Media, que D e - les inspirase temor. 13 Y a no había en h a n asegurado la libertad». Y grabaron le declaró del número de sus amigos, y
metrio había entrado en sus territorios, la tierra quien les hiciese la guerra, y esto en placas de bronce, que colgaron a le otorgó los mayores honores, 40 pues
y m a n d ó a uno de sus generales para reyes enemigos fueron exterminados en u n a columna del m o n t e Sión. 27 Esta es se supo que los romanos habían llamado
cogerle vivo. * 3 Partió éste, y habiendo aquellos días. 1 4 Sostuvo a todos los des- la copia de la escritura: «El día dieciséis a los judíos amigos, aliados y h e r m a n o s
derrotado el ejército de Demetrio, lo pren- validos de su pueblo, se mostró celoso del mes de Elul del a ñ o ciento setenta y y que habían acogido con h o n o r los le-
dió y lo condujo a Arsaces, quien le de la ley c hizo desaparecer a todos los dos, a ñ o tercero del sumo pontificado gados de Simón; 41 que los judíos y sacer-
encarceló. impíos y malvados. 15 Devolvió la gloria de Simón, en Saramel, * 2 8 en la gran dotes habían a p r o b a d o que Simón fuese
4
Disfrutó de tranquilidad la tierra de del santuario y multiplicó los vasos sa- asamblea de los sacerdotes y pueblo, de caudillo y sumo sacerdote por siempre,
Judá t o d a la vida de Simón y se esforzó grados. los príncipes de la nación y ancianos de hasta que apareciera un profeta digno
en obtener la prosperidad de su nación; l<> C u a n d o llegó a R o m a y a Esparta la región, se nos hizo saber esto: En de fe,* 4 2 y que fuese su caudillo; que
fue grato su gobierno y gozó de fama la noticia de la muerte de Jonatás, se los muchos combates que ha presenciado tenga cuidado del santuario: que insti-
todos sus días. * 5 Y añadió a t o d a esta dolieron m u c h o ; , 7 pero al saber que Si- nuestra región, 29 Simón, hijo de Mata- tuya oficiales de obras públicas p a r a ad-
gloria la t o m a de Jope como puerto que m ó n , su h e r m a n o , era el sumo sacerdote tías, de entre los descendientes de Jarib, ministración del país y cuidado de las
le abriese la entrada a las islas del mar. * en su lugar y que dominaba la región y así c o m o sus hermanos, se expusieron al armas y de las fortalezas; 43 qae tenga
6
Extendió los territorios de su nación sus ciudades, l s le escribieron en tablas peligro y h a n resistido a los enemigos cuidado de las cosas sagradas; que sea
y dominó en el país. 7 Recogió muchos de bronce para renovar con él la amistad de su nación para que quedase en pie por t o d o s obedecido; que se inscriban
prisioneros, se adueñó de Guézer, de Bet- y alianza que antes habían hecho con su santuario y la ley; y así adquirieron en su n o m b r e todos los documentos pú-
sur y de !a ciudadela. Q u i t ó de ella las J u d a s y Jonatás, sus h e r m a n o s . 1 9 Las grande gloria para su pueblo. 3 0 Jonatás blicos del país y que vista p ú r p u r a y la
impurezas y no h u b o quien se le opu- cartas fueron leídas en la asamblea del congregó su nación y fue sumo sacerdote fíbula de oro. 4 4 A nadie será permitido,
siera. 8 Cada u n o cultivaba en paz su pueblo de Jerusalén. Esta es la copia hasta que se reunió con los difuntos de ora del pueblo, ora de los sacerdotes,
tierra, y la tierra daba sus productos, de las cartas que enviaron los espar- su pueblo. 3 ! Quisieron luego sus enemi- rechazar alguna de estas disposiciones,
y los árboles del c a m p o su fruto. 9 Los tanos: gos invadir su tierra, devastarla y extender ni contradecir alguna orden dada p o r
ancianos todos, sentados en las plazas, 20 «Los príncipes de los espartanos y sus m a n o s contra el santuario; 3 2 pero él, ni convocar en la región asambleas
hablaban de la prosperidad de su tierra la ciudad a Simón, gran sacerdote; a los entonces se levantó Simón y combatió sin su permiso, ni vestir la púrpura, ni
y los jóvenes vestían como a d o r n o h o n - ancianos, a los sacerdotes y al resto del p o r su nación, y con grandes expensas llevar fíbula de oro. 45 El que obre contra
roso el traje militar. 10 Distribuyó víveres pueblo de los judíos, sus hermanos, salud. propias a r m ó a los hombres valientes de estas disposiciones o violare alguna de
p o r las ciudades y las proveyó de ins- 21 Los mensajeros enviados a nuestro pue- su nación y les pagó la soldada. 33 For-
trumentos de defensa, hasta el p u n t o de ellas será reputado reo.
blo nos h a n hablado de vuestra gloria y tificó las ciudades de Judea y Betsur, 46
A todo el pueblo agradó conferir a
que llegó la fama de su n o m b r e glorioso honor, y nos hemos alegrado con su situada en la frontera de Judea, donde Simón el poder de obrar conforme a
se encontraban antes las armas de los este decreto. 47 Aceptó Simón; m o s t r ó
52
SE SOLEMNIZARA ESTE DÍA; las fiestas se establecían ordinariamente con ocasión de alguna enemigos. Puso allí guarnición de tropas agrado de cumplir las funciones del s u m o
gran liberación. Esta fiesta debió de durar poco, pues en los documentos posteriores no se men- judías; 3 4 fortificó a Jope, situada junto j sacerdocio y de ser su caudillo y etnarca
ciona.
•I M 24 ARSACES; muchos reyes partos llevaron tal nombre. Se trata aquí de Arsaces VT. 27 ELUL: es el sexto mes del año y corresponde próximamente a septiembre. II EN SARAMEL:
' ^ DTSFRUTÓ: el elogio, bellísimo, que se hace de Simón es en gran parte rítmico. Pero no significación y localízación incierta. Por esto algunos, leyendo con la Vulgata Asaramel, que puede
es el paralelismo siempre tan claro en el elogio para que nos atrevamos a darle tipográficamente descomponerse en hatsar-am-el: el atrio del pueblo de Dios, dan un sentido local. Otros lo inter-
forma poética. pretan de un título: sar-am-el: príncipe del pueblo de Dios.
5 41
ISLAS PEL MAR; esta frase significa en la Biblia los países occidentales. PROFETA DIGNO DE FE: parece aludirse al Mesías, cuya venida habían anunciado como cer-
cana varios profetas (Mal, Dan). Con todo, la frase puede ser más general, de cualquier profeta
verdadero.
1232 I MACABEOS 14 48 15 M I MACABEOS 15 27—16 13 1233

de los judíos y de los sacerdotes, ejer- éstas se pusiesen en el pórtico del templo le envió en su ayuda dos mil hombres ajenos, sino la herencia de nuestros pa-
ciendo la suprema autoridad». * en sitio visible, y que se depositase u n a escogidos y plata y oro y muchas alhajas. dres, que fue durante algún tiempo injus-
27
^ D e c i d i e r o n que este documento se copia de ellas en el gazofilacio, a disposi- P e r o él no quiso recibirlo; antes bien, tamente poseída p o r nuestros enemigos.
34
escribiese en láminas de bronce, y que ción de Simón y sus hijos. * revocó t o d o cuanto habia pactado antes Aprovechando la ocasión favorable, he-
con él y se le mostró adverso. 2 S Entonces mos recobrado la herencia nuestra y de
le envió a Atenobio, u n o de sus amigos, nuestros padres. 3 5 Reclamas a Jope y
A l i a n / a de A n t í o c o V I I c o n S i m ó n . P a c t o c o n B o m a . Lucha p a r a conferenciar con él y decirle: «Vos- Guézer; estas ciudades hacían al pueblo
con Antíoco otros ocupáis J o p e , Guézer y la fortaleza y a nuestro país gran d a ñ o : p o r ellas os
de Jerusalén, que son ciudades de mi daremos cien talentos». Atenobio no res-
1 C ' Antíoco, hijo del rey Demetrio, delante de D o r a con ciento veinte mil r e i n o ; 2 9 habéis asolado sus alrededores y p o n d i ó ni palabra, 36 s m o q U e s e volvió
* <* envió desde las islas del m a r cartas combatientes y ocho mil de caballería. causado un gran daño al país y os habéis furioso al rey y le anunció estas palabras
a Simón, sumo sacerdote y etnarca de I 4 Puso sitio a la ciudad, y algunas naves a d u e ñ a d o de muchos lugares de mi reino. de Simón, su magnificencia y todo lo que
30
los judíos, y a toda la nación. * 2 Y eran se le acercaban desde el mar, con lo que A h o r a , pues, entregad las ciudades que había vislo. Enfadóse el rey con gran
las cartas del tenor siguiente: «El rey estrechó la ciudad por tierra y p o r m a r habéis t o m a d o y los tributos de las loca- cólera. 3 7 Trifón, empero, subiendo a
Antíoco a Simón, sumo sacerdote y et- y n o permitió que nadie saliese o entrase. lidades en que domináis, fuera de los una nave, huyó a Ortosias. * 3* El rey
narca, y a la nación de los judíos, salud.
15
Entonces llegó de R o m a N u m e n i o y confines de l a J u d e a ; 3 1 si n o lo hacéis, pa- n o m b r ó a Cendebeo c o m a n d a n t e del lito-
3 los que le a c o m p a ñ a b a n , trayendo car- gad en compensación quinientos talentos
Puesto que algunos malvados se h a n ral y le dio fuerzas de infantería y caba-
apoderado del reino de nuestros padres, tas p a r a los reyes y regiones, escritas al de plata, y p o r los estragos causados y llería. W Le ordenó a c a m p a r enfrente de
quiero recobrar el reino p a r a restablecerlo tenor siguiente: 1 6 «Lucio, cónsul de los por los tributos de las ciudades percibi- Judea, edificar a Cedrón y asegurar sus
tal y c o m o estaba antes. H e reunido, r o m a n o s , al rey Tolomeo, salud. 1 7 H a n dos, otros quinientos talentos; de lo con- puertas y hostigar al pueblo de Israel.
pues, tropas numerosas y he equipado venido a nosotros embajadores de los trario iremos a haceros la guerra». * El rey se fue persiguiendo a Trifón.
judíos c o m o amigos y aliados nuestros, 32 4(1
naves de guerra. * 4 Quiero desembarcar Al llegar Atenobio, el amigo del rey, C u a n d o Cendebeo llegó a Yamnia,
en la región p a r a perseguir a los que h a n enviados por Simón, s u m o sacerdote, y a Jerusalén, vio el esplendor de Simón, comenzó a irritar al pueblo e invadir la
a r r u m a d o nuestro país y asolado m u c h a s p o r el pueblo de los judíos, p a r a renovar sus armarios de vajilla de oro y plata y el Judea, haciendo prisioneros y m a t a n d o .
ciudades de este reino. 5 Xe confirmo, la antigua amistad y alianza, ls H a n traído gran a p a r a t o , y quedó sorprendido. Les Edificó a Cedrón, 4 ' y colocó allí caba-
pues, todas las exenciones de tributos que un escudo de oro de mil minas. 1 9 P o r anunció el mensaje del rey, * 33 y respon- llería y tropas de infantería p a r a hacer
te han hecho los reyes mis predecesores y esto nos pareció bien escribir a los reyes dióle S i m ó n : «Ni h e m o s t o m a d o tierra incursiones p o r los caminos de la Judea,
y regiones que no les causen ningún d a ñ o , ajena, ni nos hemos apropiado bienes c o m o se lo había ordenado el rey.
todas las otras donaciones que te han
ni los ataquen a ellos ni a sus ciudades o
concedido. ft Te concedo acuñar moneda su país, ni presten auxilio a quienes les
propia para tu región; 7 que Jerusalén y hagan la guerra. 2 0 N o s pareció bien re-
el templo sean libres; que queden en Derrota de Cendebeo. M u e r t e de Simón
cibir de ellos el escudo. 2 1 Si, pues, algu-
tu poder todas las armas que has fabri- nos malvados, escapando del país de ellos,
cado y las fortalezas que has edificado 1 fi 1 Subió Juan de Guézer y anunció a enfrente a ellos Juan con su pueblo; y
se refugiaren entre vosotros, entregadlos ^ " su padre, Simón, lo que Cendebeo advirtiendo que el pueblo temía atravesar
y posees; 8 que t o d a la deuda al tesoro a Simón, sumo sacerdote, p a r a que los
real, actual o futura, te sea c o n d o n a d a hacía. 2 Llamó entonces Simón a sus dos el torrente, lo atravesó él el p r i m e r o ;
castigue según su ley». 2 2 L o mismo es- hijos mayores, J u d a s y Juan, y les dijo: y al verlo sus hombres, lo atravesaron
desde a h o r a y para siempre. 9 Y c u a n d o cribieron al rey D e m e t r i o , a Átalo, a
«Yo y mis h e r m a n o s y la casa de mi detrás de él.
entremos en posesión de nuestro reino, Ariarates, a Arsaces 2 3 y a todos los paí- 7
te honraremos a ti y a tu nación y al ses ; a Lampsaco, a los espartanos, a Délos padre hemos combatido los enemigos de Dividió su pueblo en dos cuerpos;
templo con tanta magnificencia, que vues- y a Mindo, a Sición, a Caria, a Samos, a Israel desde nuestra juventud hasta el día puso los jinetes en medio de los infantes,
tra gloria se manifestará por toda la tie- Panfilia, a Licia, a Halicarnaso, a R o d a s , de hoy, y con tal prosperidad actuamos, pues la caballería de los contrarios era
rra». a Fasélida, a C o o , a Side, a Arados, a que obtuvimos varías veces la liberación numerosísima. 8 R e s o n a r o n las t r o m p e -
10
El a ñ o ciento setenta y cuatro, An- Gortina, a G n i d o , a Chipre y a Cirene. de Israel. 3 A h o r a yo soy viejo; pero tas, y Cendebeo y su ejército echaron a
tíoco se puso en marcha hacia el país 24
Y escribieron u n a copia de estas cartas vosotros, p o r gracia de Dios, estáis en huir, cayendo muchos de ellos heridos de
de sus padres, y todas las tropas se le para Simón, sumo sacerdote. e d a d conveniente; t o m a d m i puesto y muerte y refugiándose los restantes en la
unieron a él, de suerte que pocas le que- el de m i h e r m a n o y salid a luchar por fortaleza. 9 Entonces fue herido Judas, el
25 nuestra nación; el auxilio del cielo os h e r m a n o de J u a n ; pero J u a n los persiguió
daron a Trifón. n Perseguido éste p o r El rey Antíoco, pues, a c a m p ó en-
el rey Antíoco, vino huyendo hasta D o r a frente de D o r a y la estrechó, y construyó acompañe». * hasta llegar a Cedrón, que Cendebeo h a b í a
4
marítima. * 1 2 Pues sabía que se le venían p o r segunda vez m á s y más m á q u i n a s Escogió entonces en el país veinte fortificado, , 0 y huyeron hasta las torres
encima calamidades y que las tropas le de guerra, cercando a Trifón de forma mil combatientes y jinetes, que partieron del c a m p o de A z o t o ; Juan la dio al
habían a b a n d o n a d o . 13 A c a m p ó Antíoco que no podía entrar ni salir. * 2« Simón contra Cendebeo, pernoctando en M o - fuego... Sucumbieron de los enemigos h a s -
dín. 5 L e v a n t á n d o s e m u y de m a ñ a n a , ta tres mil hombres y volvió Juan feliz-
4
? ETNARCA: la etimología ( = jefe de la nación) y el significado de esta palabra se vino con el a v a n z a r o n hacia la llanura, y he aquí mente a la Judea.
11
tiempo a restringir a los príncipes vasallos, como, v.gr., Arquelao. que un numeroso ejército de infantería y Tolomeo, hijo de A b u b o s , goberna-
48
GAZOFILACIO: tesoro del templo, donde quedarían también archivados, como se ve, los do- caballería les salía al encuentro. U n t o - d o r militar de la llanura de Jericó, tenía
cumentos importantes. Serviría, pues, a la vez de archivo. rrente había en medio de ellos. 6 A c a m p ó m u c h a plata y oro, 1 2 pues era yerno del

1 **SJ 1 ANTÍOCO : es Antíoco VII Sidetes, así llamado por la ciudad Side de Panfilia, desde donde
fue elevado al trono. Reinó de 139 a 128 a. de C. Parece que en el v.2 (no en el 1 de la Vul-
31
QUINIENTOS TALENTOS DE PLATA: algo más de cuatro millones de francos si se trata de ta-
gata)3 se llama rey por anticipación o porque se arrogó en seguida funciones reales. lentos
32
hebreos; el talento griego valía sólo la mitad.
ALGUNOS MALVADOS: parece aludir enérgicamente a Trifón. EL ESPLENDOR: se ve que Simón había adoptado toda la pompa y magnificencia caracterís-
11 VINO HUYENDO HASTA DORA: la tiranía de Trifón le malquistó con sus .soldados, y se vio tica de las cortes orientales.
37
desamparado Un historiador antiguo nos ha contado que Trifón echaba piezas de plata a lo largo ORTOSIAS: ciudad marítima de la costa fenicia, que debía de estar entre Trípoli y el río
del camino para retardar la marcha de los enemigos. || DORA: está a la orilla del Mediterráneo, entre EIéutero.
Cesárea y el Carmelo. 3
ESTÁIS EN EDAD CONVENIENTE: frase que omite V. Literalmente, pone G: tenéis bastantes
25
EL REY ANTÍOCO: como se ve, se reanuda la narración del sitio de Dora, después del pa-
réntesis, (w. 15-24) en que se nos copia el documento de los romanos en favor de ios judíos.
16 años, es decir, para ser varoniles y poder luchar por vuestra nación.
1S M
1234 1 MACÁBEOS 1 6 -

sumo sacerdote. 1} Su corazón se enorgu- el país y las ciudades de los judíos.19 Envió
lleció tanto, que quiso dominar en la otros mensajeros a Guézer para que se
región, para lo cual meditaba quitar a apoderasen de Juan, y expidió cartas a
traición la vida a Simón y a sus hijos. los generales, convocándoles junto a sí
14
Inspeccionaba Simón las ciudades del p a r a darles plata, oro y regalos. * 2 0 M a n -
territorio para proveer a sus necesidades, dó otros que tomasen Jerusalén y el m o n t e
y bajó a Jericó con Matatías y Judas, del templo. 2 1 Pero un mensajero se ade-
sus hijos, el a ñ o ciento setenta y siete, en lantó corriendo a comunicar a J u a n , en
el mes undécimo, que es el mes Sabat. * Guézer, que había sido asesinado su pa-
15 dre y sus hermanos, y a ñ a d i ó : «Ha man-
Los recibió el hijo de A b u b o s con dolo
en u n a fortaleza pequeña llamada D o c , d a d o asesinos p a r a matarte». 2 2 Quedó
que él había construido. Les dio u n gran completamente fuera de sí al oir esto;
festín, pero ocultó allí algunos hombres. * y prendiendo a los hombres que venían
16 C u a n d o Simón y sus hijos estuvieron p a r a hacerle perecer, los m a t ó , pues sabía
bebidos, se levantó Tolomeo con sus h o m - que intentaban matarle. / / M A C Á B E O S
23
bres, y t o m a n d o sus armas, se precipita- Los demás sucesos de J u a n , sus gue-
ron sobre Simón en la sala del banquete, rras, las hazañas que realizó, la construc-
matándole a él, a sus hijos y a algunos ción de m u r o s que levantó y sus obras
de sus servidores: 1 7 cometiendo así una todas, 2 4 he aquí que están escritas en el
gran traición, devolviendo mal por bien. libro de los anales de su pontificado, a
18 partir del día en que fue hecho s u m o
Luego escribió Tolomeo al rey An-
tíoco Sideles esto y le pidió que le enviase sacerdote después de su padre.
tropas en su auxilio, a fin de entregarle Cartas de los judíos de Palestina a sus correligionarios de E g i p t o
14
15
SABAT: enero-febrero. •I ] «A los h e r m a n o s judíos que moran bimos de nuevo para que vosotros celebréis
19
Doc: NO. de Jericó; sus ruinas son objeto de estudio. •*• en Egipto, los h e r m a n o s judíos que los días de la fiesta de los tabernáculos en
SE APODERASEN DE JUAN: para matarle. Este es el famoso Juan Hircano, padre de Arístó- m o r a n en Jerusalén y en la región de el mes de Casleu. Dada el a ñ o ciento
bulo y Alejandro, que contendieron sobre el poder, que vino a caer al fin en manos idumeas con la
dinastía d- Herodes. Judea, • salud y paz bienhadada. * 2 Ben- ochenta y ocho».
dígaos Dios, acordándose de su alianza 1(
> «Los moradores de Jerusalén y de la
con A b r a h a m , Isaac y Jacob, sus fieles Judea, el senado y J u d a s , a Aristóbulo,
3
. servidores. Q u e a todos os dé corazón consejero del rey T o l o m e o , de la familia
p a r a adorarle y cumplir sus preceptos de los sacerdotes ungidos, y a los otros
con gran corazón y de buen grado. 4 Que judíos de Egipto, salud y prosperidad. *
os abra el corazón a su ley y sus preceptos ti Salvados p o r Dios de grandes peligros,
y os otorgue la paz; 5 escuche vuestras le rendimos solemnes acciones de gracias,
peticiones, se reconcilie con vosotros y estando prontos a combatir en lo futuro
n o os a b a n d o n e en tiempo de desgracia. contra el rey. 1 2 Pues Dios mismo h a
6
Esto es lo que ahora pedimos por vos- lanzado fuera de Persia a los que se
otros. alineaban contra la ciudad santa. B En
^ D u r a n t e el reinado de Demetrio, el efecto, c u a n d o el caudillo enemigo llegó
a ñ o ciento sesenta y nueve, os escribimos a Persia con su ejército, que parecía in-
nosotros los judíos, c u a n d o nos hallába- vencible, en el templo de N a n e a fueron
m o s en la más grave tribulación que nos heridos gracias al engaño de los sacerdo-
sobrevino por aquellos años, desde que tes de Nanea. * 1 4 Antíoco, con sus ami-
J a s ó n y los suyos apostataron de la tierra gos, vino al lugar c o m o p a r a desposarse
santa y del reino. * 8 Incendiaron la puer- con ella y tomar, en consecuencia, a título
ta del templo y d e r r a m a r o n sangre ino- de dote, sus muchos tesoros. 15 Habién-
cente. Pero suplicamos al Señor y fuimos dolos expuesto los sacerdotes de N a n e a ,
escuchados; le ofrecimos sacrificios y flor entró él con poca gente dentro del recinto
de h a r i n a ; encendimos las lámparas y sagrado. U n a vez entrado Antíoco, ce-
presentamos los panes. 9 A h o r a os escri- r r a r o n el templo 16 y, abriendo luego u n a

1
•f A LOS HERMANOS : se ponen como documentos preliminares dos cartas que están en íntima
relación con ]a materia del libro. Se les llama delicadamente hermanos, como formando en Dios
una sola familia. || QUE MORAN EN EGIPTO: había muchos residentes, principalmente en Alejandría,
Leontópolis
7
y otras ciudades del delta.
DEMETRIO II NICÁTOR: subió al trono de Siria después de la muerte de Alejandro Balas, el
año 1167 de los seléucidas. !! LA MÁS GRAVE TRIBULACIÓN: la persecución de Antíoco Epifanes.
° ARISTÓBULO : filósofo peripatético de origen judío que vivía en la corte de Tolomeo V. Fue
favorito y consejero del rey; por eso se le Uama en griego, en sentido amplio, maestro de Tolomeo.
Como se dice que es de la familia de los sacerdotes ungidos, debía de pertenecer a la familia de
Aarón
13
(cf. Lev 4,3.16).
NANEA : la diosa Nanea era el numen patrio de los persas, según Estrabón. Parece idéntica
a la Anat asiría. El templo de Nanea era inmensamente rico.
1236 n MACABEOS 1 r' 2 * 9 as
I I MACABEOS 2 - 123Í

puerta disimulada en el techo, a p e d r a d a s ultrajan con insolencia. 2 9 Trasplanta tu


aplastaron al caudillo y a los que le acom- pueblo a tu lugar santo, c o m o dijo Moisés. po de Moisés, y c u a n d o Salomón pidió tas de los reyes de Persia sobre ¡as ofren-
pañaban, los descuartizaron, y cortándoles 30
Entre tanto, los sacerdotes cantaban que el lugar del templo fuese gloriosamen- das. * 14 D e la misma manera, Judas re-
las cabezas, las lanzaron a los que esta- himnos. 3 i C u a n d o el sacrificio se h u b o te santificado. * 9 También en aquellos unió todos los libros dispersos durante
b a n fuera. * 1 7 Sea bendito por t o d o nues- consumido, m a n d ó Nehemías que derra- documentos se cuenta c ó m o Salomón, p o - la guerra que hubimos de sufrir, y se h a -
tro Dios, que asi ha castigado a los im- masen el agua sobrante sobre unas gran- seyendo la sabiduría, ofreció el sacrifi- llan en nuestro p o d e r . 1 5 Si tuviereis, pues,
píos. 18Debiendo, pues, c e l e b r a r l a puri- des piedras; a h e c h o esto, se encendió cio de la dedicación y terminación del necesidad de ellos, m a n d a d n o s quienes os
ficación del templo el veinticinco del mes u n a llama, que fue absorbida por la luz t e m p l o ; 1° y que como, c u a n d o Moisés los lleven.
Casleu, hemos creído nuestro deber mani- que resplandeció sobre el altar. o r ó al Señor, descendió fuego del cielo "> Estando nosotros a p u n t o de cele-
festároslo, para que también vosotros ce- 33
C u a n d o el suceso se hizo público y que consumió el sacrificio, así también o r ó b r a r ¡a fiesta de la purificación, os escri-
lebréis la fiesta Escenopegia y del fuego contaron al rey de Persia que, en el sitio Salomón al Señor, y descendiendo el fue- bimos: Haréis bien en solemnizar estos
encendido, c u a n d o Nehemías, edificado el en que los sacerdotes llevados prisioneros go, consumió el holocausto, n Y dijo M o i - días, como hacemos nosotros. 1 7 D i o s , que
t e m p l o y el a l t a r , ofreció s a c r i f i c i o s . habian escondido el fuego sagrado, había sés: P o r q u e n o h a sido comida la víctima ha salvado a todo su pueblo, nos ha de-
19
Pues al ser conducidos nuestros padres aparecido agua, con la cual los de Nehe- por el pecado, fue ella c o n s u m i d a . 1 2 T a m - vuelto a toilos su heredad, el reino, el
a Persia, los sacerdotes piadosos de en- mías h a b í a n santificado el sacrificio,* 3 4 hi- bién Salomón celebró la fiesta p o r ocho sacerdocio y la santificación, l s c o m o lo
tonces t o m a r o n ocultamente el fuego del zo comprobar el hecho, cercar el lugar, días. anunció en la ley. Esperamos, pues, de
13
altar y lo escondieron en una cavidad, y lo declaró sagrado; 35 y a los que quiso Estas mismas cosas se refieren en los D i o s que p r o n t o se compadecerá de nos-
c o m o de pozo seco, con lo cual lo ase- gratificar les t o m a b a y repartía el rey documentos y memorias de N e h e m í a s ; y otros, y nos reunirá, de todas las regiones
guraron tanto, que el sitio quedó ignorado ricos presentes. 3 6 Los compañeros de N e - se dice, además, que fundó u n a biblioteca que están bajo el cielo, en el lugar santo,
hemías llamaron a aquel lugar Neftar, que 19
d e todos. 2 0 Transcurridos bastantes años, y reunió en ella los libros de los reyes, los pues nos ha arrancado de grandes m a -
c u a n d o plugo a Dios, Nehemías, enviado se interpreta purificación; pero los más de los profetas y los de David y las car- les y ha purificado el lugar santo».
a Judea p o r el rey de Persia, m a n d ó a le llaman Neftaí. *
los descendientes de los sacerdotes que
lo habían ocultado a buscar el fuego; 1 Prólogo del libro
pero, según ellos nos contaron, n o halla- 2 Se halla en los archivos que el p r o -
feta Jeremías o r d e n ó a los deporta-
20 L a historia de Judas el M a c a b e o y de cosa fácil, sino tarea de sudores y desve-
r o n fuego, sino agua espesa, 2 t de la cual dos t o m a r del fuego sagrado, como antes
sus hermanos, la purificación del gran los. 2 S C o m o el que prepara un banquete,
les m a n d ó que sacasen y se la trajesen. se dijo; 2 y c ó m o les recomendó a los templo y la dedicación del altar, 2 ' así y, buscando agradar a otros, tiene u n a
C u a n d o estaba dispuesto sobre el altar deportados el profeta, entregándoles u n c o m o las guerras sostenidas contra An- tarea pesada, así nosotros, p a r a obtener
l o necesario p a r a el sacrificio, m a n d ó ejemplar de la ley, que n o diesen al ol- tíoco Epifanes y su hijo Eupátor, 2 2 las la gratitud de muchos, hemos s o p o r t a d o
Nehemías a los sacerdotes que con el vido los preceptos del Señor, ni se des- manifestaciones celestes a los que com- con gusto esta tarea. 2 9 Reservando al es-
agua rociasen los leños y lo que encima viasen en sus pensamientos a la vista de batían gloriosamente p o r el judaismo, de critor el narrar detalladamente c a d a cosa,
de ellos había. 22 Hecho eS(0 y pasado los ídolos de oro y plata y el o r n a t o de suerte que, a u n siendo pocos, reconquis- nos hemos esforzado por seguir las re-
u n poco de tiempo, brilló el sol, que que eran revestidos; 3 y diciendo otras tasen t o d a la tierra y pusieran en fuga glas del resumen. 30 Porque, así c o m o
antes estaba nublado, y se encendió un muchas cosas c o m o éstas, les exhortaba u n a multitud de bárbaros, 2 3 y recobrasen el arquitecto de una casa nueva h a de
gran fuego, de suerte que q u e d a r o n todos a n o a p a r t a r jamás la ley de su corazón. el templo, famoso en todo el universo, y pensar en el conjunto de la construcción,
4
maravillados. 23 Y mientras se consumía También está en los documentos que el librasen la ciudad, y restableciesen las le- mientras que el que se encarga de decorar
el sacrificio o r a b a n los sacerdotes y con profeta, por revelación divina, m a n d ó que yes, que se pretendía abolir, habiéndoles y pintar figuras tiene que preocuparse
ellos los asistentes, empezando Jonatás y le siguiesen el tabernáculo y el arca, y sido el Señor propicio con toda benevo- sólo de lo que toca a la ornamentación,
uniéndose a su voz los r e s t a n t e s , 2 4 incluso salió entonces hasta el m o n t e donde subió lencia ; 2 4 toda esta historia fue expuesta así creo yo que pasa entre nosotros.
Nehemías. L a oración era ésta: Señor, 31
Moisés para contemplar la heredad de por Jasón de Cirene en cinco libros, que Profundizar la materia, ordenar la na-
Señor D i o s , Creador de todas las cosas, Dios. 5 Llegado a él, Jeremías halló u n a nosotros procuraremos compendiar en rración, examinarla en todos sus p o r m e -
terrible y fuerte, justo y misericordioso, habitación a manera de cueva, en la cual u n o solo. * 2 5 P o r q u e , considerando la nores: eso compele al que c o m p o n e u n a
rey único y b o n d a d o s o , 2 5 único liberal, depositó el tabernáculo, el arca y el altar multitud de cifras que contienen y la di- historia; 3 2 perseguir, empero, el c o m -
único justo, omnipotente y eterno, que de los perfumes, y cerró la entrada. 6 .Ha- ficultad que hallan, por la abundancia de pendio de la narración, sin llegar a la ex-
salvas a Israel de todos los males, que biendo venido después algunos de los que materia, los que quieren seguir por menu- posición completa de los hechos, es lo
elegiste a nuestros padres y los santificas- le a c o m p a ñ a b a n , para marcar con se- do las narraciones históricas, 2 * hemos que compete al compilador. 3 3 Y aquí,
te: 26 acepta el sacrificio p o r t o d o tu ñales el camino, no pudieron encontrarlo. pretendido solazar el alma de los aficio- pues, comenzamos ya la narración, des-
pueblo Israel, guarda tu heredad y san- 7
C u a n d o Jeremías lo supo, los reprendió, n a d o s a leer y dar a los estudiosos facili- pués de habernos extendido tanto en los
tifícala. 2 7 Congrega a los dispersos de diciéndoles: Este lugar debe quedar des- dad para aprender de memoria, y, en fin, preliminares. Sería u n a locura mostrarse
los nuestros, devuelve la libertad a los conocido basta que Dios reúna a su pue- ser útiles a todos los que cojan este libro. difusos antes de narrar la historia, p a r a
27
que son esclavos entre las naciones, vuelve blo y use con él de misericordia. 8 E n t o n - M a s para nosotros, que hemos empren- luego compendiar ésta.
los ojos a los despreciados y abominados, ces el Señor revelará estos objetos sagra- dido el trabajo de abreviar, n o h a sido
y conozcan las gentes que tú eres nuestro dos, aparecerá la gloria del Señor, y t a m -
Dios. 2 8 Aflige a los que nos oprimen y bién la nube, c o m o se manifestó en tiem-
8

2 13
24
CUANDO SALOMÓN PIDIÓ: cf. 1 Re 8,14: 2 Cr 5,14.
Los LIBROS DE LOS REYES: pasaje muy importante para la historia del canon del A. T.
16
APLASTARON AL CAUDILLO: si, como parece, se trata aquí de la muerte de Antíoco Epífanes, JASÓN PE CJRENE; es presentado como persona conocida a los lectores. Jasón es la forma
hay que coordinar este pasaje con r Mac 6 y 2 Mac o. La conciliación es difícil, tanto que hoy pa- griega, entonces en uso, del nombre hebreo Josué. En 1 Mac 8,17 se habla de un Jasón enviado a
rece ya admitirse, casi generalmente, que el autor inspirado en 2 Mac coloca esta carta al principio Roma por Judas Macabeo, que bien pudiera ser el historiador aquí aludido.
de su obra, sin garantizar la veracidad de los detalles, en lo cual nada hay contra la inspiración.
Es la opinión que ya sostuvieron Sa y Cornely. Precisamente el mismo autor nos dará luego una
versión exacta, corrigiendo las superfetaciones populares.
33
AL RKY: Artajerjes'Longímano, que había protegido a Nehemias.
3
* NEFTAÍ: se ha buscado con poco éxito la raíz semítica de esta palabra: más bien parece ser
de raiz persa o aria, y significa quizás el agua lustral,
1238 I I MACABEOS 3 1 " 2 9
n MÁCASEOS 3 3 0 —4 1 4 1239

H e l i o d o r o en el t e m p l o de Jerusalén n a virtud, yacía m u d o , privado de toda beneficio de la vida. 3 4 Tú, pues, castigado
esperanza y socorro. 3 0 Los judíos, por su por el ciclo, confiesa ante todos el gran
1 15
Hallándose la ciudad santa en com- Los sacerdotes, vestidos de sus túnicas parte, bendecían al Señor, que había glo- poder de Dios». Dicho esto, desapare-
3 pleta paz, observándose exactísima- sacerdotales, se arrojaron ante el altar, y rificado su lugar santo; y el templo, m o -
m e n t o s antes Heno de terror y de turba-
cieron.
•,-> Heliodoro, después de ofrecer un sa-
m e n t e las leyes por la piedad del sumo clamaban al cielo, invocando a Aquel que
sacerdote Onías, y su odio al mal, * 2 su- había puesto la ley sobre los depósitos, ción, rebosaba a h o r a de gozo y alegría crificio a Dios y de desear felices augu-
cedía que has! a los mismos reyes honra- que les fueran conservados intactos a gracias a la manifestación del Señor om- rios a quien le había concedido [a vida, se
b a n el lugar santo y a d o r a b a n el templo quienes los depositaron. lf> El que m i r a b a nipotente. despidió amablemente de Onías y regresó

c o n magníficos dones. 3 Así, Seleuco, rey el rostro del sumo sacerdote quedaba tras- R á p i d a m e n t e , algunos de los com- con sus iropas al rey, 3 ¿ dando testimonio
de Asia, proveyó de su propias rentas to- p a s a d o hasta lo m á s íntimo del alma, por- pañeros de Heliodoro suplicaron a Onías ante todos de las obras del D i o s Altísimo,
dos los pastos necesarios p a r a la liturgia que su aspecto y el color d e m u d a d o trans- que invocase al Altísimo para que le hi- que había visto con sus o j o s . 3 7 Interroga-
d e los sacrificios. 4 Pero u n cierto Simón, parentaba la angustia de su alma. 17 Por- ciese la gracia de vivir al que yacía redu- do Heliodoro por el rey sobre quién sería
d e la tribu de Benjamín, constituido pre- que el temor se reflejaba en aquel varón y cido ya a los últimos alientos. 3 2 El sumo el más apto para enviarle de nuevo a Jeru-
fecto del templo, se enojó con el sumo un temblor de su cuerpo, por los que re- sacerdote, temiendo que el rey se ima- salén, dijo: J s « S i tienes algún enemigo o
sacerdote por causa de la fiscalización del velaba a quienes le miraban la h o n d a pena ginase que los judíos habían cometido al- adversario de lu gobierno, m á n d a l o allá,
mercado de la ciudad. s N o podiendo ven- de su corazón. , 8 Los habitantes salían en gún a t e n t a d o contra Heliodoro, ofreció que vendrá desgarrado a azotes, si es que
cer a Onías, se fue a encontrar a A p o l o - tropel de sus casas a una pública rogati- sacrificio p o r la salud de este hombre. salva la vida; porque verdaderamente hay
33
nio, hijo de Traseas, que por aquel tiem- va, p o r q u e el lugar santo estaba a p u n t o Mientras ofrecía el sumo sacerdote el en aquel lugar una virtud divina. 3 9 El
po era gobernador militar de la Celesiria de ser entregado alx>probio. 19 Las m u - sacrificio expiatorio, los mismos jóvenes mismo que tiene su habitación en los cie-
y Fenicia, 6 y le hizo saber que el gazofi- jeres, ceñidas bajo los pechos de saco, lle- se aparecieron de nuevo a Heliodoro, re- los vela sobre aquel lugar y lo protege, y
lacio de Jerusalén estaba repleto de enor- naban las calles; y las doncellas que esta- vestidos con los mismos ornamentos, y hiere de muerte a los que se acercan con
mes riquezas; que la cantidad de dinero ban encerradas, unas corrían a las puer- estando de pie j u n t o a él, le dijeron: «Da mal fin». 4Ü Así acaecieron los sucesos re-
era incalculable, y que n o se empleaba tas, otras hacia los m u r o s ; algunas mira- m u c h a s gracias a Onías, el sumo sacer- lativos a Heliodoro y a la preservación
para los gastos de los sacrificios; por lo ban recelosamente p o r las ventanas; 2 0 t o - dote, pues p o r él el Señor te concede el del ga/.olilucio.
que era posible hacerlo pasar todo a ma- das, extendidas las m a n o s al cielo, diri-
nos del rey. 7 Apolonio, en conversación g í a n p l e g a r i a s . 21 M o v í a a c o m p a s i ó n
con el rey, le dio cuenta de los dichos te- aquella confusa m u c h e d u m b r e postrada Onías, asesinado
soros. Este, eligiendo a Heliodoro, su mi- en tierra, y la ansiedad angustiosísima del 1
nistro de hacienda, le envió con órdenes
de apoderarse de las mencionadas rique-
sumo sacerdote. 2 2 Mientras ellos, pues,
invocaban al Dios omnipotente para que
4 El antes mencionado Simón, dela-
tor del tesoro y de la patria, hablaba
otras rentas; 9 además de esto, ofrecía
comprometerse p o r escrito a otros cien-
zas. 8 Heliodoro se puso al instante en los depósitos fuesen con t o d a seguridad m a l de Onías, c o m o si fuese éste el que to cincuenta más, si se le concedía insta-
viaje, con el pretexto de inspeccionar las conservados intactos a los que los habían había herido a Heliodoro y el autor de lar por su propia cuenta u n gimnasio y
ciudades de Celesiria y Fenicia, pero en confiado, 2 3 Heliodoro, p o r su parte, eje- t o d a la desgracia. * 2 Al bienhechor de la u n a efebía, e inscribir a los dé Jerusalén
realidad para ejecutar el designio del rey. cutaba su designio. Estaba ya con sus sa- ciudad, al defensor de sus connacionales, c o m o ciudadanos antioquenos. * í 0 Asin-
9 Llegado a Jerusalén, fue recibido amis- télites junto al gazofilacio, 2 4 c u a n d o el al observante fiel de sus leyes, osaba lla- tió el rey; apenas Jasan obtuvo el poder,
tosamente por el sumo sacerdote de la Señor de los espíritus y D u e ñ o del poder m a r l o traidor al Estado. -' A tal extremo se dio luego a introducir las costumbres
ciudad; diole luego cuenta de lo que ha- absoluto hizo de él u n a gran manifesta- llegó la enemistad, que se cometieron ho- griegas entre sus conciudadanos. u A b o -
bía sabido y del motivo de su ve ida, pre- ción, de suerte que cuantos se habían micidios por parte de algunos partida- lió los privilegios regios otorgados p o r
g u n t a n d o si realmente las cosas eran así. atrevido a entrar con él, heridos p o r el rios de Simón. 4 Entonces Onías, viendo benevolencia a los judíos gracias a la
w El sumo sacerdote le objetó que se poder de Dios, q u e d a r o n yertos y despa- lo peligroso de esta rivalidad y que A p o - gestión de Juan, padre de Eupolemo, el
t r a t a b a de depósitos para auxilio de viu- voridos. 2 5 P o r q u e se les apareció u n ca- lonio, gobernador de la Celesiria y Feni- que fue enviado en la embajada para lo-
das y huérfanos; n que u n a parte perte- ballo m o n t a d o por un jinete terrible, ador- cia, estaba enfurecido y atizaba la mal- grar la amistad y alianza con los r o m a n o s ;
necía a Hircano, hijo de Tobias, h o m b r e n a d o de riquísimo c a p a r a z ó n ; lanzándo- d a d de Simón, fue a encontrar al rey, disolviendo instituciones legales, introdu-
de m u c h a consideración, contra lo que se impetuosamente a Heliodoro, le aco- 5 n o c o m o acusador de los conciudada- cía costumbres perversas; 1 2 porque quiso
calumniosamente h a b í a dicho el impío ceó con las patas delanteras. El que lo nos, sino atendiendo al interés c o m ú n y darse el gusto de erigir el gimnasio bajo
S i m ó n ; y que, en fin, la suma de todo era m o n t a b a parecía tener a r m a d u r a de o r o . particular de toda la multitud, 6 pues la misma acrópolis, obligando a los jóve-
de cuatrocientos talentos de plata y dos- 26 Se aparecieron también otros dos j ó - veía que sin la intervención regia era im- nes de las más nobles familias a educarse
cientos de o r o ; 12 que era, pues, del todo venes, llenos de vigor, brillantes de gloria, posible pacificar la situación y contener bajo el petaso. *
imposible cometer tal injusticia contra los magníficamente vestidos; los cuales, co- a Simón en su locura. 13 A tan alto grado llegó el helenismo
7
que habían confiado en la santidad del locándose uno a cada lado de Heliodoro, M u e r t o Seleuco y habiéndose apode- y Ja introducción de costumbres extranje-
lugar y en la majestad inviolable de un le azotaban incesantemente, descargando r a d o del reino Antíoco, p o r sobrenombre ras, p o r la enorme perversidad del impío,
templo h o n r a d o en todo el universo. sobre él continuos golpes. 2 7 Al instante, Epifanes, Jasón, h e r m a n o de Onías, am- más que sumo sacerdote, Jasón, 1 4 que
13
Pero él, Heliodoro, en virtud de las ór- Heliodoro, caído en el suelo y envuelto en bicionaba por malos medios el sumo sa- los sacerdotes ya n o mostraban celo p o r
denes regias que tenía, contestó que aque- profunda oscuridad, fue recogido y puesto cerdocio ; 8 y en u n a conversación con el el servicio del altar; antes, menospre-
llos tesoros habían de ser absolutamente en una litera. 2* El que poco ha, con nu- rey le prometió trescientos sesenta talen- ciando el templo y descuidando los sacri-
entregados al tesoro real. 14 Habiendo, meroso séquito y con segura escolta, en- tos de plata y ochenta ta¡entos más de ficios, se apresuraban a participar en el
pues, fijado un dia, se preparó a entrar traba en el mencionado gazofilacio, era
p a r a inspeccionar tales riquezas antes ahora llevado, incapaz de auxiliarse a sí ^f 91 HERIDO A HELIODORO : otros traducen excitado.
de disponer de ellas; esto produjo n o pe- mismo, y habiendo experimentado visi- •* EFEBÍA : parte del gimnasio reservada a los jóvenes. Transcribimos la palabra griega por no
q u e ñ a perturbación en toda la ciudad. blemente el p o d e r de Dios. 2g El, p o r divi- encontrar traducción apropiada.
12
BAJO LA ACRÓPOLIS: era el monte Sión y, por tanto, el lugar más santo. f¡ PETASO: sombrero
1
de anchas alas con que se protegían contra el sol y la lluvia los gimnastas. Mercurio, protector de
ONÍAS: Onías III, que comenzó el sumo pontificado en ig.6 a. de C. Es siempre alabado en estos ejercicios, va a las veces cubierto de petaso. La Vulgata ha traducido in lupanaribw, dando
el libro por su piedad. un sentido peyorativo; aunque bien puede deciree que en tales ejercicios podían encontrarse peli-
gros contra la castidad.
II MACABEOS 4 * L — 5 ía
1241
1240 n MACABEOS 4 15 -'
bres y comenzó a cometer actos de vio- llevándole Tolomeo aparte hacia u n p e _
lencia bajo el m a n d o de un cierto Tirano, rislilo, como para t o m a r el fresco, hizo
ejercicio prohibido d e l a palestra en maciones de Sóstrates, c o m a n d a n t e de la avanzado en años, pero m á s en crueldad. * cambiar al rey de p a r e c e r , 4 7 y declaró in 0 _
cuanto eran invitados a lanzar el disco. * acrópolis—pues a él pertenecía la exac- 4
i C u a n d o se dieron cuenta del ataque de cenlc de lo que se le acusaba a Menelao
15
Teniendo en n a d a los h o n o r e s patrios, ción de tributos—, a m b o s fueron llamados Lisímaco, u n o s cogieron piedras, otros causante de toda m a l d a d ; y condenó á
estimaban en m u c h o las distinciones grie- con este motivo por el rey. 29 Menelao palos, y algunos, amasando la misma ce- muerte a aquellos desdichados, que, aun-
gas. 1 6 Por causa de esto les sobrevino una dejó c o m o sustituto en el sumo sacerdo- niza que allí había, confusamente la arro- que hubieran tenido que defender su cau-
dura calamidad: aquellos mismos cuya cio a su h e r m a n o Lisímaco, y Sóstrates j a b a n contra los partidarios de Lisímaco. sn ante los escitas, h a b r í a n sido declara-
conducta envidiaban y a quienes en t o d o dejó en su lugar a Crates, gobernador de 42
C o n esta ocasión fueron heridos mu- dos inocentes. 4 8 Sin tardanza sufrieron
querían imitar, se volvieron contra ellos, Chipre. * chos de ellos, algunos derribados y t o d o s el injusto castigo los que habían defen-
30
c o m o enemigos y opresores. 17 N o se vio- D u r a n t e estos sucesos, los tarsenses puestos en fuga, y al mismo sacrilego lo dido la ciudad, el pueblo y los vasos sa-
lan impunemente las leyes divinas; esto y malotas se revolucionaron p o r h a b e r m a t a r o n junto al gazofilacio. grados. 4 9 Por esta causa, hasta los tirios
t s lo que demostrará el tiempo venidero. sido dados en regalo a Antioquia, concu- 43
Sobre estos hechos se entabló un indignados, les hicieron magníficos funel
i g Mientras se celebraban en Tiro los bina del rey. * 3 1 A t o d a prisa salió, pues, juicio contra Menelao. 4 4 C u a n d o el rey rales. 3Ü Entre tanto, Menelao permanecía
juegos quinquenales con asistencia del rey, el rey p a r a apaciguar la sedición, dejando vino a Tiro, tres varones enviados p o r el en el poder gracias a la avaricia de l o s
19
el criminal Jasón envió de Jerusalén es- c o m o lugarteniente a Andrónico, u n o de Senado expusieron ante él la causa. 4 S M e - poderosos gobernantes, aumentando e n
pectadores, que eran ciudadanos de An- sus dignatarios. 3 2 Menelao, juzgando ser nelao, ya perdido, prometió m u c h o dinero maldad y convertido en perseguidor cruel
tioquía, portadores de trescientas dracmas entonces u n a circunstancia favorable, arre- de sus conciudadanos.
a T o l o m e o , hijo de Dorimenes, si le al-
de plata para el sacrificio de Hércules; bató del templo ciertos objetos de oro y canzaba el favor del rey. 4 6 Y , en efecto,
pero los mismos que las llevaban juzga- se los regaló a A n d r ó n i c o ; otros consiguió
ron bien que no se empleasen en los sacri- venderlos en Tiro y en las ciudades de al-
ficios, p o r q u e n o convenía; sino que se rededor. 3 3 C u a n d o Onías supo esto con Persecución de Antíoco Epifanes
destinaron a otros gastos. 2 0 Y así, las certeza, se lo reprochó después de reti-
trescientas dracmas que iban destinadas, rarse a u n lugar de asilo junto a Dafne, 1

según la voluntad del donante, para el cerca de Antioquia. 3 4 P o r esto Menelao,


llamando privadamente a Andrónico, le
5
2
Por este tiempo organizó Antíoco
su segunda expedición contra Egipto;
vergonzosamente lanzado hasta E g i p t o ;
9
y el que a tantos había desterrado de Ia'
sacrificio de Hércules, sirvieron, según de- y sucedió que, por espacio de casi cua- patria murió cu tierra extranjera, huyen,
seo de los portadores, a la construcción azuzaba a que m a t a s e a Onías. Andrónico renta días, p o r toda la ciudad aparecieron do a Lacedemonia con la esperanza d e
de trirremes. fue a ver a Onías y, haciendo juramento en el aire jinetes corriendo con túnicas alcanzar un refugio en consideración a
21 Habiendo sido enviado a Egipto Apo- y dándole la m a n o , le persuadió con dolo d o r a d a s , armados de lanzas, a semejanza su parentesco; 10 y el que a tantos dejó
lonio, hijo de Menestco, para la entroni- (aunque le era sospechoso) a que saliese de cohortes, 3 y escuadrones de caballos sin sepultura, m u r i ó sin ser llorado y pri-
zación del rey Tolomeo Filométor, vino de su asilo; y al instante le mató, sin con- alineados en orden de batalla, ataques y vado de los últimos debeTes: n o fue sepul-
a saber Antíoco que él estaba mal dis- sideración alguna a la justicia. 3 5 P o r este cargas de una y otra parte, agitación de tado en el sepulcro de sus padres.
puesto respecto a su gobierno, y deliberó motivo, no sólo los judíos, sino también escudos, multitud de lanzas, espadas des- il Llegados a oídos del rey estos suce-
c ó m o asegurarse contra él. Llegado a J o - muchos de las otras naciones, se indig- envainadas, lanzamiento de dardos, res- sos, sospechó que la Judea haría defec-
pe, pasó a Jerusalén, * 22 donde Jasón y n a r o n y llevaron a mal la injusta muerte plandores de armaduras de oro y corazas ción; y así, al volver de Egipto, furioso
la ciudad le hicieron u n magnífico reci- de tal varón. 3 6 Vuelto el rey de las regio- de todas clases. 4 Por lo cual todos oraban como u n a bestia, t o m ó la ciudad a m a n o
bimiento, entrando a la luz de las antor- nes de Cilicia, se le presentaron los judíos p a r a que estas apariciones les fuesen de a r m a d a ll y ordenó a los soldados herir
chas y con aclamaciones. D e allí llevó sus de la ciudad de Antioquia y algunos grie- buen augurio. sin compasión a los que cayesen en sus
t r o p a s a Fenicia. gos, enemigos igualmente de la maldad, 5 Difundido el falso r u m o r de que A n - m a n o s y degollar a los que subiesen sobre
23
Tres años después envió Jasón a M e - para hablarle de la muerte inicua de Onías. tíoco había muerto, t o m ó Jasón n o menos los tejados de las casas. 13 Así murieron
37
nelao, h e r m a n o del antes mencionado Si- Se entristeció, pues, Antíoco hasta el de mil hombres y vino a atacar de impro- jóvenes y viejos, perecieron hombres for-
m ó n , para llevar dinero al rey y para fondo del alma y, movido a compasión, viso a la ciudad. Los habitantes corrieron m a d o s y mujeres y niños y fueron dego-
gestionar derechos en asuntos importan- lloró recordando la moderación y sabia a los m u r o s ; pero la ciudad acabó por llados doncellas y niños de pecho. 1 4 En
tes ; 2 4 pero Menelao se ganó al rey, le conducta de Onías; 3 8 y, encendido en ser tomada, y Menelao se refugió en la tres días enteros perecieron ochenta mil
rindió honores, dándose aire de h o m b r e cólera, al instante despojó a Andrónico acrópolis. 6 Jasón hizo sin piedad una personas; cuarenta mil cayeron asesina-
importante, con lo que obtuvo p a r a sí el del m a n t o de púrpura, desgarró los vesti- m a t a n z a de sus propios ciudadanos, das y u n n ú m e r o n o menor fueron ven-
sumo sacerdocio, superando en trescien- dos e hizo le pasearan por toda la ciudad sin reflexionar en que una feliz jornada didas por esclavos. l- N o contento con
y que degradasen a este criminal en el si- contra sus compatriotas es la más triste esto, se atrevió a entrar en el templo m á s
tos talentos de plata a lo ofrecido por
tio mismo en que había impíamente ase- jornada, imaginándose, en cambio, que santo de t o d o el universo, teniendo p o r
Jasón. 25 Habiendo recibido las creden- guia a Menelao, el traidor a las leyes y a
ciales regias, volvió a Jerusalén aquel h o m - sinado a Onías. El Señor le hirió así con alcanzaba trofeos de los enemigos y no de
merecido castigo. los connacionales. 7 Pero ni logró, p o r una la patria. 16 T o m a n d o con sus manchadas
bre que n a d a poseía digno del sumo sacer- m a n o s los vasos sagrados y arrebatando
docio, sino que tenía instintos de tirano
39
M u c h o s fueron los robos sacrilegos parte, adueñarse del poder, y por otra
recibió al fin la confusión c o m o premio las ofrendas entregadas p o r muchos re-
cruel y el furor de u n a fiera salvaje. 26 Y así cometidos en la ciudad de Jerusalén por yes para aumentar la gloria y dignidad
Jasón, que había engañado a su propio Lisímaco, de acuerdo con M e n e l a o ; tan- de sus intrigas, teniendo que marchar fu-
gitivo de nuevo al país de los ammonitas. del lugar, las entregaba a m a n o s p r o -
h e r m a n o , fue a su vez engañado por otro tos, que, difundida fuera la fama, la masa fanas.
se a m o t i n ó contra Lisímaco; pero ya m u - 8 Le alcanzó, pues, el fin de su perversa
y forzado a llegar huyendo al país de los
vida; acosado por Aretas, rey de los ára- 1 7 Hinchado su espíritu de orgullo, A n -
ammonitas. 2 7 Menelao obtuvo el poder, chos objetos de oro estaban dispersos.
bes, huyendo de ciudad en ciudad, perse-
4 tíoco no veía que, por los pecados de los
pero n o cumplía n a d a relativo a la suma o Excitada la multitud y encendida de
guido p o r todos, detestado c o m o após- habitantes de la ciudad, el Señor se había
prometida al rey. 2 8 A pesar de las recla- cólera, Lisímaco a r m ó unos tres mil h o m -
tata de las leyes, execrado c o m o verdugo p o r breve tiempo irritado y que por esto
de la patria y de los conciudadanos, fue desviaba su mirada de aquel lugar. 18 Si
14
Disco: eiercicio favorito en la antigüedad. Se ponía a prueba la puntería y la fuerza lanzando
lejos2 1un disco de piedra o hierro.
29
APOLONIO: parece personaje distinto del homónimo citado en el capítulo anterior. 40
CRATES: siendo un personaje completamente desconocido, ya desde la antigüedad fueron TIRANO: aquí es nombre propio. Otros códices tienen Auram.
varias
39
las lecturas sobre el nombre e hipótesis de esta frase; véase, por ejemplo, la Vulgata.
TARSENSES Y MALOTAS: Tarso y Mallas son ciudades importantes de Cilicia.
1242 H MACABEOS 519—61S f
n MACABEOS 6 "—7 1243
n o Imbiese sido p o r ser ellos culpables que el mismo que los h a b í a establecido;
ele tantos pecados, igual que Heliodoro, y en Garizim, a A n d r ó n i c o ; y además de caer sobre ellos un p r o n t o castigo, es se- llevado, pero, sobre todo, dignas de la
el enviado p o r el rey Scleuco p a r a inspec- éstos, a Menelao, que superó a todos en ñal de gran bondad. 1 4 E 1 Señor aguanta santa legislación establecida por Dios,
cionar el gazofilacio, hubiera éste sentido, maldad contra sus conciudadanos, 23 y ali- con paciencia a las otras naciones, para respondió en consecuencia, diciendo que
apenas puesto el pie, reprimida su auda- mentaba peores sentimientos de odio ha- castigarlas c u a n d o h a n colmado la me- le enviasen cuanto antes al Ades; 2 4 pues
cia por los azotes, i" Pero no escogió el cia los ciudadanos. dida de sus pecados; 15 pero no ha juzga- «es indigno de nuestra edad fingir, n o sea
Señor la nación p o r causa del lugar, sino 24
Además envió Antíoco al odiado A p o - do bien obrar así con nosotros, que sólo que muchos jóvenes sospechen que Elea-
m á s bien el lugar p o r causa de la nación: lonio como jefe de un ejército de veintidós c u a n d o hayamos colmado nuestros pe- zar, a sus noventa años, había abrazado
20
por lo cual, este lugar ha participado mil hombres, con orden de degollar a t o - cados ejerza su venganza. lb Por lo cual las costumbres paganas. 2 5 Ellos mismos,
de las desgracias del pueblo, así c o m o dos los adultos y vender a las mujeres y nunca aparta su misericordia de nosotros; p o r nú simulación y p o r mi a m o r a una
después estuvo asociado a los beneficios; a los niños. 25 Llegó éste a Jerusalén, si- y educando a su pueblo con la adversidad, corta y perecedera vida, serían inducidos
y a b a n d o n a d o a ¡a cólera del O m n i p o - m u l a n d o intenciones pacíficas, y se con- n o le a b a n d o n a . 1 7 Sólo p a r a recordarlo a errar por mí, y atraería yo sobre m i ve-
tente, de nuevo ha sido restaurado con tuvo hasta el día santo del sábado. Pero hemos hecho mención de esto; tras estas jez la afrenta y el o p r o b i o ; 2f> pues aunque
t o d o esplendor al reconciliarse con el al- c u a n d o vio a los judíos celebrar su fiesta, breves palabras, prosigamos la narración. al presente escapare el castigo h u m a n o ,
18
tísimo Señor. m a n d ó a sus tropas t o m a r las armas, * Eleazar, u n o de los primeros docto- no evitaré caer en las m a n o s del O m n i p o -
21
Antíoco, pues, habiendo retirado del 26
y m a t ó a todos cuantos salían p a r a el res, varón ya de edad avanzada y de una tente, vivo o muerto. 2 7 Por lo cual, va-
templo mil ochocientos talentos, precipi- espectáculo; y recorriendo luego la ciudad noble presencia, era obligado, abierta vio- ronilmente ahora entrego la vida, y así
tadamente se m a r c h ó a Antioquía, ima- con las armas, dio muerte a una gran m u - lentamente la boca, a comer carne de apareceré digno de m i ancianidad, 2 S de-
ginándose en su insolencia que podría chedumbre. 2 7 Pero Judas Macabeo, con puerco. 19 Pero él, prefiriendo una muerte jando a los jóvenes el noble ejemplo de
hacer navegable la tierra y viable el m a r ; otros nueve, se retiró al desierto y vivia con gloria a u n a vida con afrenta, iba morir voluntaria y generosamente p o r
tal era la ebria exaltación de su espíritu. * en los montes con los suyos a la m a n e r a voluntariamente al t í m p a n o ; * 2 0 y escu- nuestras venerables y santas leyes». H a -
22
Todavía dejó prefectos que atormenta- de fieras, n o comiendo otro alimento que pía la carne, c o m o deben hacer los que biendo dicho esto, se dirigió en seguida al
r o n al pueblo: en Jerusalén, a u n tal Fi- hierbas p a r a n o tener parte en las profa- tienen valor p a r a rechazar lo que no les suplicio. M Los que le conducían cambia-
lipo, frigio de nación, m á s b á r b a r o aún naciones. es lícito gustar p o r a m o r a la vida. 21 Los ron en dureza la benevolencia q u e poco
que presidían este ilegal sacrificio, por la antes habían mostrado con él, parecién-
amistad que ya de tiempo antiguo tenían dolcs insensatas las palabras proferidas,
S e q u i e r e i m p o n e r !a idolatría. M u e r t e d e Eleazar c o n aquel varón, tomándolo aparte, le •iu Estando a punto de morir por los azo-
exhortaban a hacer traer carnes, cuyo uso tes, exhaló un suspiro y dijo: «El Señor,
1
N o m u c h o tiempo después m a n d ó honra de Dionisio. * 8 Se publicó un edic- estuviese permitido, preparadas por él, y que tiene la santa sabiduría, conoce bien
6 el rey a un anciano ateniense para to en las ciudades griegas vecinas p o r la a fingir que había comido las carnes sa- que, pudíendo librarme de la muerte, so-
obligar a los judíos a a b a n d o n a r las leyes instigación de los de Tolemaida para con- crificadas, según la orden del rey; 2 2 pues porto en mi cuerpo los crueles dolores
de sus padres e impedirles vivir según las ducirse de igual m o d o con los judíos, o b r a n d o así se libraría de la m u e r t e ; y de los azotes; pero m i alma los sufre con
leyes de D i o s ; 2 le m a n d ó profanar el obligándolos a sacrificar, 9 con orden de p o r la antigua amistad entre ellos hacían alegría por el temor de D i o s » . 3 1 Así acabó
templo de Jerusalén y dedicarlo a Júpiter matar a 1os que rehusasen acomodarse a c o n él esta prueba de humanidad. 2 3 Pero él su vida, dejando con su muerte, no sólo
Olímpico, y el de Garizim, conforme al las costumbres griegas. P o r todas partes se él, haciendo sabias reflexiones, dignas de a los jóvenes, sino a todos los de su na-
carácter de los habitantes del lugar, a Jú- veía la desolación. 10 Pues dos mujeres su edad, de la prestancia de su vejez, de ción, un ejemplo de nobleza y u n m e m o -
piter Hospitalario. 3 La introducción de fueron delatadas p o r haber circuncidado su bien ganada y brillante canicie y de la rial de virtud.
esta perversidad fue grave e insoportable a sus hijos; con los niños suspendidos de ejemplarisima vida que desde niño habia
aun para la masa, 4 p o r q u e el templo es- sus pechos, fueron paseadas públicamen-
taba repleto de libertinajes y orgías por te por la ciudad, y luego precipitadas des-
los gentiles disolutos y meretrices; en los de las murallas. n Otros que se habían Los siete hermanos
mismos atrios sagrados tenían comercio ido juntos a unas cavernas cercanas p a r a
con las mujeres e introducían cosas prohi- celebrar en secreto el día séptimo, fueron 1
Aconteció también que siete her- tarle las extremidades, a la vista de los
bidas. 5 El altar mismo estaba lleno de
víctimas impuras, execradas por las leyes.
denunciados a Filipo y entregados a las
llamas, sin que pensasen en defenderse,
7 m a n o s fueron presos con su madre, otros hermanos y de su madre. 5 C u a n d o
y el rey quería forzarlos, desgarrándolos estaba mutilado de todos sus miembros,
6 N o se observaban los sábados, ni se por el respeto a la santidad del día. a golpes de azotes y de nervios de buey, pero a ú n respiraba, m a n d ó el rey acer-
guardaban las fiestas patrias, ni siquiera 12 a comer carnes de puerco prohibidas. * carlo al fuego y freirlo en la sartén. Mien-
podía u n o profesarse judio. 7 P o r el con- Ruego, pues, a aquellos a cuyas m a - 2
nos venga a p a r a r este libro que no se U n o de ellos, hablando en n o m b r e de tras el vapor se difundía a lo lejos, los o t r o s ,
trario, con amarga violencia eran obliga- todos, dijo: «¿Qué preguntas y qué quie- con la madre, se e x h o r t a b a n a m o r i r ge-
dos a celebrar cada mes con sacrificios desconcierten por estas calamidades y que
piensen que estas cosas sucedieron no res saber de nosotros? Estamos proritos nerosamente, 6 diciendo: «El Señor D i o s
el natalicio del rey, y c u a n d o se celebraba
la fiesta de Dionisio eran forzados a re- para ruina, sino para corrección de nues- a m o r i r antes que traspasar las leyes de nos mira y El tendrá verdaderamente com-
correr las calles coronados de hiedra, en tro linaje. 13 Porque no dejar m u c h o tiem- nuestros padres». 3 El rey, como fuera de pasión de nosotros, c o m o lo anunció M o i -
po impunes a los pecadores, sino hacer sí de cólera, m a n d ó poner al fuego sarte- sés en el cántico de protesta contra Israel:
nes y calderas. Apenas comenzaron a her- «Tendrá piedad de sus servidores». *
vir, 4 m a n d ó cortar la lengua al que había 7
M u e r t o el primero de esta forma, con-
C 2 1 NAVEGABLE LA TIERRA: De Jerjes y Caligula nos han conservado las memorias que por hablado en nombre de todos, arrancarle la dujeron al suplicio al segundo. Y habién-
" ridicula vanidad querían hacer la tierra" navegable y llegar a hacer transitable el mar, hasta piel de la cabeza a la manera escita y cor- dole arrancado la piel de la cabeza con
poderse
25
por él pasear a caballo.
TOMAR LAS ARMAS: quizá bajo pretexto de una parada militar, pues salen los judíos a con- 19
templarlos. TÍMPANO: instrumento de suplicio, sobre el cual el paciente era violentamente extendido
para morir a golpes de palo (cf. Hebr 11,35).
1
CADA MES: puede parecer a primera vista este rasgo del texto griego menos propio: pero
6 varias inscripciones mencionan la celebración memval de sacrificios en honor de los reyes •7 1 SIETE HERMANOS: suelen llamarse los siete hermanos Macabeos, pero no porque conste
de Asia y Egipto. II FIESTA DE DIONISIO : o bacanales, celebradas con carácter bullanguero e inmoral ' que perteneciesen a la familia de Judas, sino más bien por la época en. que sufrieron el martirio.
por todos los países sometidos a Grecia, Efa llevaba hiedra, pues, era la planta de.dicadss a Jlacp, o Esta narración viene completada en el apócrifo llamado cuarto libro de los Macabeos.
6
TENDRÁ PIEDAD: Dt 32,16. Están estas frases en el famoso cántico en que Moisés reprocha
claramente al pueblo de Israel sus infidelidades con D¡n«
1244 I I MACABEOS 7
n MACABEOS 7 39—8 2- 1245
los cabellos, le preguntaron si estaba dis- vosotros mismos p o r a m o r de sus leyes».
24 Antíoco se creyó insultado, sospechó 59 El rey, fuera de sí p o r la cólera, se el Señor. 4 I L a última en morir fue la ma-
puesto a comer puerco antes q u e ser ator- ensañó contra éste m á s cruelmente q u e dre, después d e sus hijos. 4 2 Esto baste
m e n t a d o en todos los miembros de su un ultraje en estas palabras. A ú n queda-
contra los otros, llevando m u y a m a l ver- acerca de los sacrificios y crueldades ex-
cuerpo. 8 El respondió en la lengua de sus ba con vida el m á s joven, y el rey no sólo
se b u r l a d o . 40 Así murió éste, limpio de traordinarias de Antíoco.
p a d r e s : «¡No!» P o r lo cual, él sufrió el de palabra le exhortaba, sino q u e hasta
toda idolatría, enteramente confiado en
mismo suplicio q u e el primero. 9 A p u n t o con juramento le prometía hacerle rico y
de exhalar el postrer aliento, dijo: «Tú, dichoso, tenerle p o r amigo y confiarle
criminal, n o s quitas la vida presente; pero h o n r o s o empleo si a b a n d o n a b a las leyes Victorias de Jadas Macabeo
el R e y del universo n o s resucitará a vida de los padres. 25 M a s como el joven n o le
eterna a los q u e m o r i m o s p o r sus leyes». hiciese caso, llamó el rey a la madre y la 1 E n t r e t a n t o , Judas M a c a b e o y los marítimas una invitación p a r a que vinie-
10 Después el tercero fue expuesto a los inducía a q u e diese al m u c h a c h o consejos
saludables. 16 C o m o insistiese él m u c h o ,
8 suyos, e n t r a n d o ocultamente e n las sen a c o m p r a r esclavos judíos, prometien-
t o r m e n t o s ; a d e m a n d a del verdugo, al aldeas, convocaban a sus parientes y a do darles noventa esclavos p o r un talento.
p u n t o sacó la lengua, n y extendió intré- aceptó el persuadir a su hijo; 27 e incli- los q u e habían permanecido fieles al ju- N o se esperaba él la venganza del O m n i -
pidamente las m a n o s , diciendo genero- nándose hacia él y burlándose del cruel daismo, y se reunieron hasta seis mil potente, que iba a caer sobre él. *
samente: «Del cielo tengo estos miem- tirano, en lengua de sus padres le dijo h o m b r e s , 2 e invocaban al Señor para 12
C u a n d o Judas se enteró de la marcha
b r o s ; p o r a m o r de sus leyes los desdeño, así: «Hijo, ten compasión de mí, q u e p o r que mirase p o r su pueblo, p o r t o d o s con- de N i c a n o r , informó a los suyos d e la
esperando recibirlos otra vez de El». nueve meses te llevé en mi seno, q u e te culcado; tuviese piedad del templo, p r o - presencia de aquel ejército. 1 3 U n o s , te-
12 El mismo rey y los que c o n él estaban a m a m a n t é p o r tres años, q u e te crié, fanado p o r h o m b r e s impíos; 3 se compa- merosos y sin fe en la venganza divina,
q u e d a r o n maravillados del valor del j o - te e d u q u é y alimenté hasta esta edad. * deciese de la ciudad, devastada y a p u n t o huyeron, yéndose a otros l u g a r e s . 1 4 Otros
ven, q u e en n a d a tenía los tormentos. 28 Ruégote, hijo m í o , q u e mires al cielo casi de ser enteramente a r r a s a d a ; escu- vendían c u a n t o les q u e d a b a , y al propio
13
M u e r t o éste, se le hizo sufrir al cuar- y a la tierra, y veas todo lo q u e contienen, chase la voz d e las sangres q u e a El cla- tiempo rogaban al Señor los librase del
to los mismos t o r m e n t o s ; 1 4 y poco antes y entiendas q u e de la n a d a lo hizo D i o s , m a b a n ; 4 se acordase de la inicua muerte impío Nicanor, q u e los había vendido
de morir, di jo así: «Dichoso el que muere y t o d o el h u m a n o linaje h a venido así a de niñitos inocentes, y de los ultrajes he- antes de entablarse el combate, 15 si n o
a m a n o s de los h o m b r e s , esperando en la existencia. 29 N o temas a este verdugo, chos contra su n o m b r e , y mostrase su por ellos, al menos p o r consideración a
D i o s ser de nuevo resucitado p o r El. Para antes sé digno de tus hermanos, y recibe odio contra los malvados. las alianzas hechas con sus padres y p o r
ti, la resurrección n o será la vida». 1 5 E n la muerte, p a r a q u e te vuelva a encontrar 5
Puesto el M a c a b e o al frente de sus su venerado y augusto n o m b r e , q u e ellos
seguida trajeron al quinto, y le atormen- con tus h e r m a n o s en el tiempo de la mise- tropas, se hizo invencible a las naciones, invocaban.
t a b a n ; pero él, m i r a n d o al rey, 1 6 le dijo: ricordia». pues el Señor había m u d a d o su cólera en 16
J u n t a n d o el M a c a b e o a los suyos, en
«Tú, a u n q u e mortal, tienes poder sobre 30 Aún h a b l a b a ella, c u a n d o dijo el j o - misericordia. 6 Llegando de improviso a n ú m e r o de seis mil, los exhortaba a n o
los hombres y haces lo que quieres; pero ven: «¿Qué esperáis? N o obedezco las ór- las ciudades y aldeas, las incendiaba; y temer ante el enemigo n i turbarse p o r la
n o creas que nuestra raza haya sido aban- denes del rey; obedezco los mandamien- o c u p a n d o las posiciones m á s favorables, m u c h e d u m b r e d e los gentiles q u e injus-
d o n a d a de Dios. " A g u a r d a y contem- tos de la ley d a d a a nuestros padres p o r ponía en huida a no pocos de sus adver- tamente venían c o n t r a ellos, sino a com-
plarás su gran poder, cómo te atormen- Moisés. 3 1 T ú , a u t o r de todas las calami- sarios. 7 Aprovechaba c o n preferencia la batir varonilmente, * 17 teniendo ante los
tará a ti y a tu descendencia». dades contra los hebreos, n o escaparás noche, c o m o aliada, para tales íncursio ojos el ultraje inferido p o r aquéllos al lu-
l 8 Después de él trajeron al sexto, que, de las m a n o s de Dios. 3 2 Pues nosotros nes. L a fama de su valor se esparcía p o r gar santo, el dolor de la ciudad torturada
estando para morir, dijo: « N o te forjes p o r nuestros pecados padecemos; 3 3 y si doquiera. y la ruina de las instituciones ancestrales.
ilusiones, pues nosotros p o r nuestras cul- el Señor, q u e es Dios vivo, se irrita p o r u n 8
Viendo Filipo q u é progresos hacía 18
«Ellos, dijo, confian en sus armas y en
pas padecemos e s t o : p o r haber pecado m o m e n t o p a r a nuestro castigo y correc- aquel h o m b r e en poco tiempo y cómo su a r r o j o ; nosotros ponemos la confianza
c o n t r a nuestro D i o s n o s h a n sobrevenido ción, d e nuevo se reconciliará con sus iban en ascensión continua sus éxitos, es- en el D i o s omnipotente, q u e puede con
t a n maravillosos castigos. 19 Pero t ú n o servidores; 3 4 pero tú, ¡oh impío y el m á s cribió a T o l o m e o , gobernador militar de u n solo gesto derribar a los que vienen a
te creas q u e vas a quedar impune después criminal de todos los hombres!, n o te en- la Celesiria y Fenicia, p a r a q u e viniese a atacarnos y al m u n d o entero». 19 Y les
de haber osado combatir contra Dios». grías locamente, entregándote a vanas es- a y u d a r en los asuntos del rey. * 9 Este, enumeró los ejemplos de ayudas prestadas
20
Admirable sobre toda ponderación peranzas, cuando levantas la m a n o contra poniendo en seguida m a n o s a la obra, a sus antecesores: la de Senaquerib, en la
fue la m a d r e y digna de ilustre memoria, los siervos de D i o s ; * 3 5 porque aún n o h a s envió a Nicanor, hijo de Patroclo, u n o que perecieron ciento ochenta y cinco mil
que, viendo morir en el espacio de u n solo escapado del juicio de D i o s omnipotente, de los principales favoritos, poniendo ba- h o m b r e s ; * 20 y ] a batalla dada en Babi-
día a sus siete hijos, lo soportaba animo- que vela sobre todo. 3 6 Nuestros herma- jo su m a n d o n o menos de veinte mil h o m - lonia contra los gálatas, en la que, entran-
samente, sostenida p o r la esperanza en nos, después de haber s o p o r t a d o u n p a - bres de todas las naciones, p a r a q u e ex- d o todos en la lucha, ocho mil judíos y
el Señor. 21 Exhortaba a c a d a u n o de ellos sajero t o r m e n t o , h a n e n t r a d o en la alianza terminase t o d o el linaje de los judíos. cuatro mil macedonios, y hallándose és-
en la lengua d e sus padres, y, llena d e de D i o s p a r a u n a vida e t e r n a ; t ú , empero, T a m b i é n se le añadió Gorgias, general tos en grave aprieto, los ocho mil derro-
generosos sentimientos, juntaba u n a fuer- pagarás en el juicio divino el justo castigo m u y experimentado en las cosas de la gue- t a r o n a ciento veinte m i l enemigos gra-
za varonil a su lenguaje tierno de mujer, de tu s o b e r b i a . 3 7 Y o , c o m o mis hermanos, rra. 1 0 Pretendía Nicanor procurar al rey,
22 diciéndoles: « Y o n o sé c ó m o aparecis- cias al auxilio q u e les vino del cielo,
entrego mi cuerpo y mí vida p o r las leyes con la venta de judíos cautivos, dos mil ta-
teis en mi s e n o ; n o os h e d a d o yo el alien- lentos, que debía como tributo a los r o m a - reportándose de esto grandes ventajas. *
de mis padres, suplicando a Dios q u e 21 Después de haberlos alentado con
to y la vida ni combiné yo los elementos p r o n t o se muestre propicio a su pueblo, nos, n y así envió al instante a las ciudades
de vuestro cuerpo. 2 3 P o r esto el Creador estos recuerdos a estar prontos a morir
y q u e tú, a fuerza de tormentos y azotes,
del m u n d o , el a u t o r del m u n d o en su n a - llegues a confesar q u e El es el solo Dios.
cimiento y hacedor de las cosas todas, 38
E n m í y en mis h e r m a n o s se detendrá Q 8 VIENDO FILIPO : este pasaje (8-20) tiene su lugar paralelo en 1 Mac 3-4. Nuestro autor, como
ése os devolverá, en su misericordia, el ^ compilador, ha abreviado mucho. Se encuentra alguna aparente divergencia entre ambas narra-
espíritu y la vida si a h o r a os despreciáis a la cólera del Omnipotente, justamente des- ciones, pero no llegan a engendrar ninguna seria diñrultad. Filipo era el gobernador sirio de Jerusa én.
encadenada sobre t o d a nuestra raza». 11
CIUDADES MARÍTIMAS : especialmente en las costas de Fenicia había un gran comercio de es-
clavos.
16
27
T E AMAMANTÉ POR TRES AÑOS: en Oriente es costumbre no destetar a los niños hasta los tres
SEIS MIL: V pone siete mil. || A NO TEMER: V pone más bien que los exhortaba a no entrar en
y aun los cuatro años. Véase, por ejemplo. Gen 2.1,8; Ex 2,9; 2 Gr 31,T6. componendas
19
con los sirios.
34
SIERVOS DE DIOS: literalmente, siervos de:1 cielo. Locución con que se evita pronunciar el 20
SENAQUERIB: véase 4 Re 19,35.
nombre de Dios. CONTRA LOS GÁLATAS: varios ataques hubo de hordas írálatac ™~+*~ 1 :~-~ '
TI MACABEOS 9 7 L 2 S 1247
1246 3 MÁCASEOS & 22
—§«
p i r a n d o el fuego de su cólera contra los cribió a los judíos la carta aqui tráns-
judíos, dio orden de acelerar la marcha. e n l a , en forma de plegaria. Decía así;
p o r las leyes y p o r la patria, 2 2 dividió su quides y se apoderaron con gran valor |g
de altas fortalezas. Se dividieron el in- Pero cayó Antíoco del coche, que corría «A los honrados ciudadanos judíos, sa-
a r m a d a en c u a t r o c u e r p o s : puso al frente
menso botín, repartiéndolo p o r partes furiosamente. Su caída fue tan desgra- lud, bienestar y dicha perfecta, el rey y
de cada cuerpo a sus hermanos Simón,
José y Jonatás, asignándole a cada uno iguales: una para sí y otra p a r a los perse- ciada, que t o d o s los miembros de su cuer- general Antíoco. 2 0 Si gozáis de b u e n a
po q u e d a r o n quebrantados. 7 El que con salud, vosotros y vuestros hijos, y todos
mil quinientos hombres. 2 S Además man- guidos, los huérfanos, las viudas y los
viejos. * 31 Recogieron las armas y las de- jactancia sobrehumana creía dominar las vuestros negocios van según vuestros de-
dó a Eleazar leer el libro sagrado. Dioles
positaron cuidadosamente en sitios con- olas del m a r y pensaba pesar en una ba- seos, doy gloria a D i o s y pongo mi espe-
por santo y seña: «Auxilio de Dios». T o -
venientes; y el resto del botín lo llevaron lanza la altura de los montes, a h o r a , pos- ranza en el cielo. E n cuanto a mí, sabed
m a n d o Judas el m a n d o del primer cuerpo,
t r a d o en tierra, era transportado en una que esíoy postrado sin fuerzas en el le-
atacó a Nicanor. * 2 4 Gracias al O m n i p o - a Jerusalén. 32 \ Filarco, que acompa-
ñ a b a a Timoteo, le quitaron la vida; era litera, poniendo de manifiesto ante todos cho, recordando con a m o r vuestras prue-
tente, que les vino en su ayuda, mataron
u n h o m b r e impiísimo que había afligido el poder de Dios. 8 H a s t a el p u n t o de que bas de h o n o r y benevolencia. 2 I A mi
m á s de nueve mil enemigos, hirieron y
m u c h o a los judíos. * salían gusanos del cuerpo del impío, y regreso de las regiones de Persia, he caído
mutilaron la mayor parte del ejército de
que, vivo aún, entre atroces dolores, se le en una enfermedad m u y molesta, y h e
N i c a n o r y pusieron a t o d o s en fuga. 2 5 T o - 33 Mientras celebraban ellos su victoria
en la capital de la patria, Calistenes y caían las carnes a pedazos, y el h e d o r de juzgado por esto necesario pensar en la
m a r o n , además, el dinero de los que ha-
bían venido para comprarlos. Después, otros, que habían incendiado las puertas su p o d r e d u m b r e apestaba a t o d o su ejér- seguridad común de todos v o s o t r o s . 2 2 N o
sagradas, se refugiaron en u n a casita, a la cito. 9 Y al que poco antes se imaginaba es que desespere de mi estado; antes al
h a b i é n d o l o s p e r s e g u i d o b a s t a n t e lejos,
26
que ellos pusieron fuego, recibiendo así la tocar los astros, nadie ahora le podía lle- contrario, confío mucho que saldré de
se volvieron, parados p o r la hora, pues
justa paga de su impiedad. 34 y el tres var, p o r la intolerable fetidez. la enfermedad; M pero considerando que
era víspera del s á b a d o ; y p o r esta causa 10
n o continuaron persiguiéndolos. veces criminal Nicanor, que había hecho Herido entonces así, comenzó a de- también mi padre, al partir en c a m p a ñ a
27
venir a miles de mercaderes p a r a la venta poner su gran orgullo " y a entrar dentro hacia las altas regiones, designó sucesor,
H a b i e n d o a m o n t o n a d o las armas de 24
de los judíos, 35 con el auxilio de Dios de si mismo, por el divino castigo, que re- a fin de que, si algo inesperado ocurría
los enemigos y recogido los despojos, ce-
quedó humillado por aquellos que él creía doblaba continuamente sus d o l o r e s . , 2 C o - o llegaban noticias desagradables, n o se
lebraron el sábado, bendiciendo y alaban-
ser más débiles que él; y despojado de sus m o él mismo no pudiese soportar su perturbasen los de su reino, sabiendo a
do al Señor p o r haberlos salvado en aquel
día y decidido mostrarles las primicias brillantes vestiduras, m a r c h a n d o a través p r o p i o hedor, dijo: «Justo es someterse quién pertenecía el gobierno; 2 5 pensando,
a D i o s y que el mortal no pretenda inso- además, que los monarcas limítrofes y
de su misericordia. 2 8 Pasado el sábado, de los campos, c o m o u n fugitivo, llegó
solo a Antioquía, h o n d a m e n t e a p e n a d o lentemente ser c o m o Dios». * u Y supli- vecinos del reino acechan ocasión, en
repartieron u n a parte del botín a los que
por la pérdida de su ejército. 36 y el que caba este malvado al Señor, de quien espera de lo que pueda suceder, he desig-
habían sufrido persecución, a las viudas
había prometido reunir de la venta de los no alcanzaría misericordia, y decía I 4 que n a d o p o r rey a mi hijo Antíoco, a quien
y los huérfanos; el resto se lo dividieron
la ciudad santa, a la que antes iba a muchas veces ya, al recorrer las satrapías
ellos y sus hijos. 2 9 H e c h o esto, todos en jerosolimitanos el tributo p a r a los r o m a -
nos, publicaba ahora que los judíos te- toda- prisa p a r a arrasarla y convertirla superiores, os confié y recomendé a los
c o m ú n hicieron oración, pidiendo al Se-
nían u n Dios que los defendía, y que por en una tumba, la reedificaría y declararía más de vosotros. Le he escrito a él la
ñ o r misericordioso se reconciliase com-
ésto eran invulnerables, p o r q u e seguían libre; ' 5 que a los judíos, a quienes antes carta que va a continuación. * 26 Así, pues,
pletamente con sus servidores. *
30
las leyes prescritas p o r El. n o juzgaba dignos de sepultura, y cuyos yo os exhorto y ruego que os acordéis de
M a t a r o n m á s de veinte mil de las
párvulos había de arrojar en pastos a las mis beneficios, tanto generales como par-
tropas que combatían con Timoteo y Bá-
aves y fieras, los igualaría en todo a los ticulares, y que conservéis vuestra lealtad
atenienses;* 16 q u e el templo santo, antes hacia mí y hacia mi hijo; 2 7 pues estoy
Muerte de Antíoco Epifanes por él saqueado, lo enriquecería de las persuadido de que realizará con dulzura
m á s piadosas ofrendas y devolvería mul- y humanidad yiis intenciones y se mos-
1 conductor de su carro de avanzar sin pa-
Acaeció por aquel tiempo que A n -
9 tíoco h u b o de retirarse ignominio- rarse, p a r a acelerar el viaje. Se cernía so-
tiplicados todos los utensilios sagrados;
que suministraría los gastos relativos a
trará condescendiente con vosotros».
28
Así aquel homicida y blasfemo, presa
samente de las regiones de Persia. * 2 Pues bre él el juicio del cielo, pues orgullosa- los sacrificios de sus propias rentas; 1 7 y, de horribles sufrimientos, murió sobre los
había entrado en la ciudad llamada Per- mente había d i c h o : «En cuanto llegue allí, además, que él mismo se haría judío y montes en tierra extranjera, con una muer-
sépolis, con el propósito de saquear el h a r é de Jerusalén u n a t u m b a de judíos». recorrería todos los lugares habitados para te desgraciada, como la que él a tantos
templo y oprimir la ciudad. P o r esto, la 5 Pero el Señor D i o s de Israel, que t o d o anunciar el poder de Dios. * había d a d o . M Trasladó su cuerpo Filipo,
muchedumbre, alborotada, recurrió a las lo ve, le hirió con u n a llaga incurable y 18
C o m o no cesasen sus sufrimientos, su h e r m a n o de leche, que, teniendo al
a r m a s ; y puesto en fuga Antíoco p o r los terrible a la vista. Apenas acababa de p r o - pues el justo juicio de D i o s había venido hijo Antíoco, se retiró a Egipto, a Tolo-
naturales, h u b o de emprender una reti- ferir estas palabras, c u a n d o se a p o d e r ó sobre él, desesperado de su estado, es- meo Filométor. *
r a d a humillante. 3 Hallándose cerca de de él u n agudo dolor de entrañas, con
Ecbatana, recibió noticia de lo acaecido crueles tormentos interiores; y era m u y i 2 JUSTO ES SOMETERSE: SU arrepentimiento pudiera parecer sincero, pero no era duradero.
a N i c a n o r y al ejército de Timoteo; 4 y justo, pues él h a b í a a t o r m e n t a d o con nu- Como Faraón, sólo acudía a Dios cuando tenia sobre sí el azote.
encendido en cólera, pensaba vengar en merosas e inauditas torturas las entra- 1 5 Los ATENIENSES: es conocida la constitución liberal de que este célebre pueblo disfrutaba.
ñas de otros. * 6 M a s n o por eso desistió Otros, con todo, han creído se trata de un error de copista por antioquenos, y así se reproduciría el
los judíos la injuria de los que le habían privilegio concedido a algunos habitantes de Jerusalén (4,9).
obligado a huir. C o n esto, dio orden al de su arrogancia; lleno de orgullo y res- 17
SE HARÍA JUDÍO: prosélito, que pertenecía también al verdadero Israel de Dios.
25
23 ANTÍOCO: Antíoco V Eupátor. f| LA CARTA QUE VA A CONTINUACIÓN: el autor-compilador no
SANTO V SEÑA: la costumbre de poner tal señal entre los soldados es muy antigua. Jenofonte la transcribe. Se encontraría, sin duda, en la obra de Jasón de Cirene.
alude varias veces a ella. La palabra synthema, que aquí se usa, es la expresión técnica militar. 2!
> HERMANO PE LECHE: O bien, sn sentido más amplio, compañero de infancia o de educación.
24
SE RECONCILIASE: la persecución siria era, en efecto, para ellos una señal de la ira y descon-
tento de Dios.
30
32
TIMOTEO Y BÁQUIDES: dos generales de Lisias, enviados contra Nicanor.
FILARCO: lo traducimos como nombre propio de algún capitán de la armada de Timoteo,
aunque otros, atendiendo al articulo que le precede, piensan más bien en un nombre común: filar-
ca = jefe de tribu.
1s ACAECIÓ: compárese este relato de la muerte de Antíoco con el de i Mac 6,1-16.
9 TERRIBLE A LA VISTA: la traducción literal del griego con la Vulgata es invisible, lo que pare-
cería más bien aludir a una enfermedad interior (quizás la melancolía de que habla i Mac 6,8). Pero
el adjetivo norato parece puede tener también el significado que le adjudicamos.
1248 II MACABEOS 1 0 1 - 2 *
II MACABEOS 1 0 2 4 — 1 1 7
1249
Purificación de] templo. Victoria de Judas 24
Timoteo, empero, q u e antes había incólume y lanzaban flechas y rayos con-
sido derrotado p o r los judíos, juntó una l ra los enemigos, q u e , heridos de ceguera,
•i A l El M a c a b e o y los suyos, prote- to fue denunciado p o r los amigos del rey gran multitud de tropas extranjeras y, sucumbían llenos de espanto. * 3 1 M a t a r o n
• ^ " gidos p o r el Señor, ocuparon el ante E u p á t o r ; y c o m o a cada instante reunida u n a numerosa caballería d e Asia, veime mil quinientos de infantería y seis-
templo y la ciudad. * 2 Destruyeron los se oía llamar traidor, p o r q u e habiendo avanzó con el propósito d e conquistar a ciemos jinetes. 3 2 El mismo Timoteo h u y ó
altares levantados p o r los extranjeros en a b a n d o n a d o Chipre, que Filométor le h a - Judea p o r las armas. * 25 Al acercarse él, a una fortaleza m u y guarnecida llamada
la plaza pública y los santuarios de ídolos. bía encomendado, se había pasado al las t r o p a s del M a c a b e o se volvieron a G u é / c r , donde m a n d a b a Quereas. * 3 3 L a s
3 Después de u n intervalo de dos años, b a n d o de Antíoco Epifanes, desesperado rogar a D i o s ; y cubierta de polvo la ca- fuerzas del Macabeo, llenas de u n a r d o r
purificado el templo, erigieron otro altar, al ver que n o podia desempeñar c o n beza y ceñida de saco la cintura, 2 é se optimista, atacaron d u r a n t e cuatro días
y, con fuego sagrado de pedernales, ofre- h o n r a su dignidad, se dio la muerte enve- p o s t r a r o n al pie del altar, pidiendo a la fortaleza. 3 4 Los de dentro, confiados en
cieron sacrificios, el incienso y lámparas, nenándose. * Dios q u e les fuese propicio: q u e fuese la firmeza del lugar, blasfemaban ince-
14
y pusieron sobre la mesa los panes de la Por entonces, Gorgías, n o m b r a d o ge- enemigo de sus enemigos y adversario de santemente y proferían palabras impías.
proposición. 4 H e c h o esto, rogaban al neral de aquellas provincias, m a n t e n í a sus adversarios, conforme a la promesa 35
Pero al amanecer el quinto día, veinte
Señor, postrados en tierra, q u e n o vol- tropas extranjeras y hostigaba siempre de la ley. 2 7 Terminada la oración, empu- jóvenes de la tropa del Macabeo, encen-
vieran a caer en semejantes males, sino que podía a los j u d í o s . 1 5 Al mismo tiempo ñ a r o n las armas, salieron de la ciudad a didos de cólera p o r las blasfemias, se
que, si volvían a pecar alguna vez, El que él, los idumeos, dueños de excelentes u n a distancia considerable, y c u a n d o es- lanzaron valerosamente al m u r o , y c o n
mismo los castigase con benignidad y n o fortalezas, molestaban a los judíos y, aco- tuvieron cerca de sus enemigos, se de- bravura bestial mataban a cuantos se les
los entregase a los blasfemos y bárbaros giendo a los huidos de Jerusalén, busca- tuvieron. ponían delante. 3 6 Otros escalaron el m u r o
gentiles. 5 El mismo día en que el templo ban ocasiones de alimentar la guerra. * 28
A los primeros resplandores de la igualmente en medio d e la turbación d e
había sido profanado p o r los extranjeros, 16 Las tropas del Macabeo, después de a u r o r a entablaron ambos batalla: los unos los asediados, pusieron fuego a las torres
el día veinticinco del mes de Casleu, ese orar y de pedir a D i o s que viniese en su tenían c o m o prenda del éxito y de vic- y encendieron hogueras, e n que quemaron
mismo se hizo la purificación. 6 Con ale- auxilio, acometieron las fortalezas de los toria, aparte de su valor, el recurso al vivos a los blasfemos. 3 7 Otros franquea-
gría celebraron p o r ocho días una fiesta, idumeos.; 1 7 y habiéndolas atacado con Señor; los otros n o tenían otro guía en r o n las puertas, c o n l o q u e penetró el
al m o d o de la de los tabernáculos, r e - vigor, se hicieron dueños de ellas, recha- el combate q u e su arrojo. 2 ' En lo m á s resto del ejército y se apoderaron de l a
cordando cómo poco tiempo antes habían zaron a cuantos combatían sobre los m u - duro del combate se les aparecieron desde ciudad, d a n d o muerte a Timoteo, q u e se
tenido q u e pasar la fiesta de los taber- ros, degollaron a los q u e caían e n sus el cielo a los enemigos cinco varones había ocultado en u n a cisterna, así c o m o
náculos en los montes y en las cavernas, a m a n o s y m a t a r o n a n o m e n o s d e veinte resplandecientes, m o n t a d o s en caballos a su h e r m a n o Quereas y a Apolófanes. *
la manera d e bestias salvajes. 7 P o r lo mil hombres. con frenos de oro, que se pusieron c o m o 38
Realizada esta acción, c o n h i m n o s y
18
cual, llevando tirsos, ramos verdes y pal- Habiéndose refugiado nueve mil a l capitanes de los judíos. 3 0 D o s de ellos, cantos de alabanza bendecían al Señor,
mas, cantaban himnos de acción d e gra- menos en d o s torres muy fuertes y abas- poniendo en el medio al M a c a b e o , le que tan grandes cosas había hecho p o r
cias al que los había dirigido bien hasta tecidas de t o d o lo necesario p a r a resistir protegían con sus armas, le g u a r d a b a n Israel, concediéndoles la victoria.
la purificación de su lugar sagrado. * 8 Y u n asedio, 19 el M a c a b e o dejó p a r a sos-
p o r c o m ú n acuerdo y decreto determina- tener el cerco a Simón, a José y a Zaqueo
r o n . que toda la nación judía celebraría con h o m b r e s en n ú m e r o suficiente, y él Macabeo contra Lisias y p a z c o n l o s sirios
cada a ñ o estos mismos días. se fue a luchar d o n d e había m á s urgente
9
Tales fueron las circunstancias de la necesidad. 2Ü Los de Simón, ávidos d e
muerte de Antíoco, apellidado Epifanes. riquezas, se dejaron c o m p r a r a precio de H l M u y poco tiempo después, Li-
sias, tutor y pariente del rey y
mente en las miríadas de sus infantes,
en los millares de jinetes y en sus ochenta
1° A h o r a expondremos los sucesos de A n - plata p o r algunos de los q u e estaban en regente del reino, sintiendo mucho pesar elefantes. 5 E n t r a n d o en Judea, se acercó
tíoco Eupátor, hijo del impío, compen- las torres, y recibiendo setenta mil drac- p o r lo sucedido, * 2 juntó alrededor de a Betsur, plaza fuerte de difícil acceso y
diando los males causados p o r las gue- mas les permitieron a algunos escapar. * ochenta mil hombres y t o d a la caballería, distante d e Jerusalén unos cinco estadios,
rras. * n Porque así q u e se hizo cargo 2 1 Informado el M a c a b e o de lo sucedido, y se p u s o en m a r c h a contra los judíos, y la atacó con violencia. * 6 C u a n d o su-
del reino, puso al frente d e los negocios reunió a los jefes del pueblo y los acusó pensando poblar d e griegos la ciudad pieron los del M a c a b e o que Lisias ase-
a u n cierto Lisias, general en jefe de la de haber vendido p o r dinero a sus her- santa,3 someter el templo a tributos, como diaba las fortalezas, r o g a b a n junto c o n
Celesiria y la Fenicia. * n T o l o m e o , lla- m a n o s , dejando escapar a sus enemigos; los otros santuarios de las naciones, y el pueblo al Señor, entre gemidos y lá-
m a d o M a c r ó n , que se h a b í a distinguido 2 2 los hizo matar c o m o a traidores y e n vender cada a ñ o la dignidad d e sumo grimas, q u e enviase u n buen ángel p a r a
p o r observar la justicia en sus relaciones seguida se a p o d e r ó de las d o s torres. sacerdote, * 4 sin tener p a r a n a d a en cuen- salvar a Israel. 7 El mismo Macabeo t o m ó
con los judíos, procuraba reparar las in- 2 3 Condujo a feliz término esta empresa t a el poder d e Dios, sino confiando loca- el primero las armas y exhortó a los d e -
justicias que con ellos se habían come- de armas, m a t a n d o en las d o s fortalezas
tido, tratándolos pacificamente. 13 P o r es- a m á s de veinte mil. 24
TIMOTEO..., QUE ANTES HABÍA SIDO DERROTADO : esta derrota se nos cuenta en 8,30 rs.
30
Dos DE ELLOS: adoptamos esta lectura de la Vulgata, aunque no carece de alguna dificultad,
A ! EL MACABEO : esta narración de la purificación del templo tiene la suya paralela en i Mac
1 U
6,30-54-
pues32 nada se dice de lo que hacen los otros tres ángeles.
_ QUEREAS: como se nos dirá en el v.37, era hermano de Timoteo. Por lo demás, nos es des-
7
TIRSOS ; palabra griega que designa las varitas cubiertas de hojas de hiedra y pámpanos. Aquí conocido.
se toma más en general por ramas cubiertas de hojas. 37
10 E N UNA CISTERNA: la Vulgata pone «in quodam loco». Quizás pudo ser una confusión de
AHORA EXPONDREMOS: empieza a desarrollar otra parte de su historia, según el plan que se lacu y loco.
prefijó
1
al principio del libro (2,21).
! U N CIERTO LISIAS : puede extrañar esta forma de hablar tratándose de una persona conoc-'- % "I t LISIAS: esta campaña de Lisias no parece corresponder a ninguna de las que se nos narran
disima;
13
más bien parece tener un sentido despectivo por el mal que causó a los judies. * " en 1 Mac, sino más bien relatar algo propio y exclusivo. Ya expresamos el paralelismo de
DESEMPEÑAR CON HONRA : el texto probablemente está alterado, y por esto las interpretaciones otra campaña de Lisias (i Mac 6 = 2 Mac 13).
en general
15
y la nuestra en particular son algo hipotéticas. 3
VENDER... LA DIGNIDAD DE SUMO SACERDOTE: Jasón y Menelao habían ya comprado tal digni-
IDUMEOS: así leemos con los códices griegos. La lección de la Vulgata (judíos) es a todas dad a sumo precio. Lisias quería continuar un negocio tan lucrativo y que además hacía del sumo
luces imperfecta. Ya en otros lugares hemos aludido a la confusión de estas dos palabras por su sacerdote un instrumento dócil del rey de Siria.
semejanza,
20
principalmente en griego. 5
CINCO ESTADIOS: el número está evidentemente equivocado, pues Betsur tenía que distar más
SETENTA MIL DRACMAS: la Vulgata duplica la cantidad. La dracma equivalía, aproximadamen- de 925 metros de Jerusalén. Además no concuerda esta medida con la que dan Eusebio y S. Jerónimo.
te, a un franco o peseta. Por esto, algunos códices dan otros números. Ante la inseguridad de otras lecciones, preferimos
mantener la lección críticamente meinr aunnuo ~.-~u~i-i . *• >
1250 II MACABEOS 1 1 8 - ! Sé ;
I I MACABEOS 1 1 —12 1251
más a exponerse con él al peligro, para adelante me esforzaré en favorecer vuestra 34
También los r o m a n o s les enviaron
ir en socorro de sus h e r m a n o s ; 8 y mar- felicidad.
20
En cuanto a ciertos detalles, de haberlo examinado, a fin de que nos-
una carta, que decía así: otros lo expongamos según vuestra con-
charon todos con igual valor, llenos de he d a d o encargo a vuestros mensajeros i «Quinto M e m m i o y Tito Manlio, le-
e veniencia, porque nosotros n o s vamos a
generoso ardor. Y estando todavía cerca a los míos de que os los comuniquen d gados de los r o m a n o s , al pueblo de los Antioquía. 37 p o r tanto, daos prisa y en-
21
de Jerusalén, se les apareció en cabeza un palacra. Pasadlo bien. A ñ o ciento cua" judíos, salud. 35 T_as c o s a s q u e L i s i a s < p a _ viad a algunos p a r a que sepamos cuáles
s
jinete vestido de blanco, blandiendo su renta y ocho, a veinticuatro del mes d n e n t e del rey, os h a concedido, nosotros son vuestras intenciones. 38 Pasadlo bien.
panoplia de oro. 9 Todos a u n a bendije- Dioscorinto». * también os las otorgamos. 36 C u a n t o a Año ciento cuarenta y ocho, el quince del
22
r o n a Dios misericordioso, y se enardeció La carta del rey decía así: lo que él ha creído deber someter al rey, mes de Xántico».
su ánimo, sintiéndose prontos, no sólo a «El rey Antíoco, a su hermano Lisias, enviadnos en seguida a alguien después
23
atacar a los hombres y a las fieras más salud. Habiendo sido trasladado a l ° s
salvajes, sino a penetrar los muros de dioses nuestro padre, y queriendo nos-
hierro. otros que los subditos de nuestro reino Luchas contra los pueblos vecinos
10
Avanzaban en orden de batalla, te- se entreguen 24
sin turbación a sus propios
niendo un auxiliar del cielo y experimen- intereses, * hemos sabido que los judíos 1 9 ' Concluidos estos tratados, se vol- nizada lucha, los de Judas, con el auxilio
tando la misericordia del Señor hacia n o consienten adoptar las costumbres * *• vio Lisias al rey, y los judíos se de Dios, salieron vencedores; y los n ó -
ellos, i' y como leones se lanzaron sobre griegas, c o m o quería nuestro padre, sino entregaron al cultivo del campo. * 2 Pero madas, vencidos, pidieron la paz a Judas,
los enemigos, derribando a once mil in- que prefieren conservar sus costumbres de los jefes que q u e d a r o n en la región, comprometiéndose a darles ganado y ser-
fantes y mil seiscientos jinetes 1 2 y obli- particulares, y p o r esto piden que se les Timoteo y Apolonio, hijo de Genneo, y les útiles en otras cosas. 1 2 Judas, con-
25
gando a huir a todos los demás. La mayor permita vivir según sus leyes. Deseando, Jerónimo y Demofón, y a m á s de éstos vencido de que podían prestarle muchos
parte se salvaron heridos y sin armas, y pues, que también esa nación viva tran- Nicanor, gobernador de Chipre, no les servicios, hizo la paz con ellos; y dadas
el mismo Lisias se puso en salvo huyendo quila, hemos decidido que su templo les dejaban vivir con p a z y sosiego. 3 Por otra las manos, se retiraron a sus tiendas.
parte, los de J o p e cometieron un crimen 13
vergonzosamente. * '3 Pero como no ca- sea devuelto y que vivan 26según las cos- Atacó después una ciudad fuerte, ro-
recía de talento, se echaba a sí mismo la tumbres de sus mayores. * H a r á s , pues, abominable. Invitaron a los, judíos que deada de foso con puentes levadizos y
culpa de su derrota, y comprendiendo bien en enviarles comisionados y concer- m o r a b a n entre ellos, con sus mujeres e altas murallas, poblada p o r gentes de
que los hebreos eran invencibles, porque tar con ellos ¡a paz, para que, conociendo hijos, a subir en unas barcas preparadas todas las naciones, que se llamaba Cas-
combatía con ellos el Dios todopoderoso, nuestras intenciones, tengan buen ánimo p o r ellos, c o m o si no tuviesen contra ellos I pín. * l 4 Los de dentro, confiados en la
enemistad alguna, * 4 sino o b r a n d o con- firmeza de los muros y en la provisión de
les envió mensajeros ' 4 a proponerles u n a y atiendan alegremente a sus propios in-
forme a una decisión t o m a d a en común víveres, se m o s t r a b a n groseros con los
reconciliación en c o n d i c i o n e s perfecta- tereses». p o r la ciudad. Aceptaron ellos, como de Judas, insultándoles y profiriendo blas-
27
mente justas, comprometiéndose ¡i per- La carta del rey al pueblo judío es
deseosos de paz y sin sospechar nada femias y palabras impías. ls Los de Judas,
suadir al rey de la necesidad de hacerse como sigue: m a l o ; pero, llegados a alta mar, fueron invocando al soberano Señor del m u n d o ,
I5
su amigo. Asintió el M a c a b e o a las «El rey Antíoco, al senado de los judíos echados al fondo n o menos de doscientos. que, en tiempo de Josué, derribó, sin arie-
2S
proposiciones de Lisias, m i r a n d o al in- y a los demás judíos, salud. Si gozáis 5
C u a n d o Judas se enteró de la crueldad tes ni máquinas de guerra, los muros de
terés público; y, en efecto, concedió el de salud, esto corresponde a nuestros cometida contra sus connacionales, dio Jericó, atacaron con fiereza la muralla.
rey t o d o cuanto el M a c a b e o había p r o - deseos; también nosotros estamos bien. órdenes a sus h o m b r e s ; e invocando a 16 H a b i e n d o t o m a d o la ciudad p o r la vo-
29
puesto p o r escrito a Lisias en favor de Menelao nos h a comunicado que de- Dios, justo juez, 6 m a r c h ó contra [os ase- luntad de Dios, hicieron en ella una in-
los judíos. seáis volver a estar juntos con los vues- sinos de sus hermanos, y puso durante la mensa carnicería, hasta el p u n t o de que
16
La carta escrita p o r Lisias a los judíos tros, * 30 y a i o s q u e s e pongan en marcha noche fuego al puerto, incendió los navios el estanque vecino, de dos estadios de
era del tenor siguiente: «Lisias, al pueblo hasta el treinta del mes de Xántico, les y m a t ó a cuantos allí se habían refugiado. ancho, parecía como lleno de la sangre
judio, salud. * 1 7 J u a n y Abesalom, vues- concedemos la paz y seguridad. * 31 Los 7
E s t a n d o cerrada la plaza, se retiró, pero que a él había afluido.
tros mensajeros, me h a n entregado una judíos pueden usar de sus comidas y de con el propósito de volver otra vez y 17
comunicación firmada por vosotros, su- sus leyes como antes, y nadie será m o - M a r c h a n d o de allí setecientos cin-
exterminar a t o d a la población de Jope. cuenta estadios, llegaron a Caraca, a los
plicando que se cumplan los puntos en lestado en m a n e r a alguna p o r las faltas 8
Informado de que los de Yamnia que- judíos llamados tubianos. * ' 8 N o encon-
32
ella contenidos. * ' 8 C u a n t o era, pues, pre- cometidas p o r ignorancia. He mandado rían obrar de forma semejante con los traron en este lugar a Timoteo, porque,
ciso someter al rey, se lo notifiqué, y él a Menelao que os confirme en estas se- judíos allí domiciliados, 9 cayó de noche sin conseguir nada, se había ido de aque-
h a otorgado cuanto le pareció admisible. guridades. 33 Pasadlo bien. El a ñ o ciento sobre los yamnitas, incendió el puerto lla región, dejando en cierto lugar una
19
Si perseveráis, pues, vosotros en la mis- cuarenta y ocho, el día quince del m e s con las naves, de m o d o que los resplan- muy fuerte guarnición. i g P e r o los gene-
m a benevolencia hacia el reino, yo en | de Xántico». dores del incendio se veían desde Jeru- rales del Macabeo, Dositeo y Sosípatro,
salén, d i s t a n t e doscientos c u a r e n t a es- m a r c h a r o n contra ella, y m a t a r o n a los
12
SIN ARMAS: lit. desnudos; pero se trata, al parecer, de las armas que habían lanzado para hu~. tadios. que Timoteo había dejado en guarnición,
más 16rápidamente. 10
Alejándose nueve estadios de allí, en en n ú m e r o de más de diez mil.
17
LA CARTA: siguen ahora las cuatro cartas o documentos relativos a la paz. 20
su m a r c h a contra Timoteo, cayeron sobre - El M a c a b e o organizó su ejército p o r
JUAN Y ABESALOM: el segundo no es mencionado en otra parte; el primero podría ser herma- él n o menos de cinco mil árabes y qui- cohortes; puso a aquellos dos al frente
no de Judas (i Mac 2,2). n
2
1 MES DE DIOSCORINTO : lit. mes del Júpiter de Corínto; pero tal mes nos es desconocido en to- nientos jinetes. E m p e ñ a d a u n a encar- de estos cuerpos, y avanzó contra Timo-
dos los calendarios antiguos. Por esto se ha acudido a las hipótesis. La Vulgata pone el mes de Dios'
coro, ya que los cretenses daban este nombre al tercer mes del año. Otros adoptan nuevas transcrin" l O ' AL CULTIVO DEL CAMPO: interrumpido necesariamente durante el tiempo de persecución
ciones. Así, Nácar-Colunga ponen el mes de Xántico, sin duda por semejanza con la fecha de !a y de guerra.
otras2 3 cartas. Nosotros preferimos mantener el texto, aunque oscuro. 3
Los DE JOPE: Jope o Jaffa estaba entonces en poder de los sirios, que tenían allí una guarnición
TRASLADADO A LOS DIOSES: expresión pagana para representar la apoteosis, muy conforma a fi Mac 10,75). Como se verá después, no fue un crimen particular de un grupo, sino de toda la po-
las ideas de Antíoco, que se atribuía el poder de Dios. blación.
25
DESEANDO, PUES: quiere cubrir con capa de generosidad la necesidad, que palpaba de h a 13
CASPÍN: si es, como parece, lugar idéntico al Casfón de 1 Mac 5,26.36, tendríamos en este
cer 2concesiones
9
a los judíos. ' -~ lugar1 7 una descripción más amplia de la toma, que viene sólo afirmada en 1 Mac.
MENELAO: la identidad del nombre ha hecho pensar en el sumo sacerdote, de quien se h Kl CARACA: parece nombre propio, aunque el artículo griego pudiera hacerlo pasar por común
en los capítulos 4 y 5, que pudo después haberse refugiado en Antioquía; pero cuesta mucho im - ( = campo fortificado). La localidad es desconocida y debía de estar cerca de Camión (v.2i). II TU-
narse
30
que los habitantes de Jerusalén se hiciesen representar en situación tan delicada por qri arxSf *~ BIANOS: quizá de la región de Tob, al NO. de Galaad.
XÁNTICO: sexto mes del calendario macedonio (marzo-abril). P° s tata.
1252 II MACABEOS 1 2
21
I I MACABEOS 1 2 • " — 1 3 1253
ten, que tenía consigo ciento veinte mil n u a r siendo en lo sucesivo benévolos con
infantes y mil quinientos jinetes. 2 1 Así los de su linaje; y se volvieron a Jerusalén,
que Timoteo supo la llegada de Judas, próxima ya la fiesta de las Semanas o expiatorio: o b r a bella y noble, inspirada I piadosamente les está reservada u n a mag-
envió las mujeres y los niños y t o d a la Pentecostés. 32
en el pensamiento de la resurrección; nífica recompensa. * 46 y esto es u n pen-
44
impedimenta a un lugar llamado Car- Después de la fiesta llamada Pente- porque si n o hubiera creído que los Sarniento santo y piadoso. P o r esto hizo
nión, pues era un sitio inexpugnable y costés marcharon contra Gorgias, gene- caídos en la batalla resucitarían, superfluo el sacrificio expiatorio p o r los muertos,
de difícil acceso a causa de lo quebrado ral de los idumeos.
33
Este salió con tres y vano era o r a r p o r los muertos. 4 5 A d e - para que fuesen librados del p e c a d o . *
de t o d o el terreno. * mil hombres de a pie y trescientos de a m á s consideraba que a los que mueren |
22 34
Al aparecer la primera cohorte de caballo. Se t r a b ó batalla y sucumbió
35
Judas, el espanto se apoderó de los ene- un corto n ú m e r o de judíos. U n cierto
N u e v a invasión de Judea
migos. Porque la potencia del que todo ¡ Dositeo, jinete bravo del cuerpo de Bace-
lo ve se manifestó de manera tan terrible, | ñ o r , agarró a Gorgias y, tirando fuerte- 1
El a ñ o ciento cuarenta y nueve I n que estaban a p u n t o de quedar sin
que todos se dieron a la fuga, cada uno mente de la clámide, quería coger vivo a
por su lado, de suerte que muchas veces este h o m b r e m a l d i t o ; pero vino sobre él
13 supieron los de J u d a s que Antíoco ley, sin patria y sin templo s a n t o ; y que
E u p á t o r m a r c h a b a contra la Judea con n o permitiese que el pueblo, que apenas
unos se herían a otros y con las puntas un jinete tracio, que le cortó el h o m b r o , numerosas tropas, * 2 y que venía con había comenzado a respirar, cayese some-
36
de las espadas se atravesaban. 2 3 Judas y así p u d o Gorgias huir a Maresa. * Los él Lisias, su tutor y ministro del reino, tido a naciones blasfemas, i 2 C u a n d o t o -
los persiguió con encarnizamiento, hirien- soldados de Esdrín, que habían sostenido C a d a u n o iba al frente de un ejército dos a una rogaron así e imploraron al
do a aquellos criminales y m a t a n d o hasta la lucha por m u c h o tiempo, hallábanse griego de ciento diez mil infantes, cinco Señor misericordioso con lágrimas y ayu-
treinta mil h o m b r e s . 2 4 El mismo Timoteo, extenuados; pero Judas invocó al Señor mil trescientos jinetes, veintidós elefantes nos, y postrados en tierra durante tres
caído en m a n o s de los soldados de Dosi- para que pelease con ellos y fuese su y trescientos carros a r m a d o s de hoces, días continuos, J u d a s los exhortó y m a n d ó
37 3
teo y Sosípatro, instaba con m u c h a astu- caudillo en el combate. E n t o n ó en alta Se había unido a ellos Menelao, que que se preparasen. 13 Después de consul-
cia que le dejasen libre, pues tenía en su voz un canto de guerra en lengua patria, con grande astucia animaba a la lucha a tar aparte a los ancianos, resolvió empren-
poder a muchos de los padres y hermanos y cayendo de improviso sobre los de Antíoco, n o p o r la salud de la patria, der la marcha y resolverlo todo, con el
3
de ellos, que n o lo pasarían bien si le Gorgias, los p u s o en fuga. 8 Retrajo Ju- sino esperando ser restablecido en su dig- auxilio de Dios, antes de que el ejército
mataban. 25 Asegurándoles él con muchas das su ejército y lo condujo a la ciudad n i d a d . * 4 Pero el R e y de los reyes excitó del rey entrase en Judea y se hiciesen
palabras que los restituiría incólumes, le de Odolam. Llegado el día séptimo, puri- la cólera de Antíoco contra aquel mal- dueños de la c i u d a d ; 1 4 e n c o m e n d a n d o la
soltaron, p a r a salvar a sus hermanos. ficados según la costumbre, celebraron v a d o ; pues c o m o Lisias demostrase al rey I suerte de la batalla al Creador del m u n d o
26 que aquél había sido la causa de todos y exhortando a los suyos a luchar vále-
Salió Judas contra C a m i ó n y contra allí el sábado. *
39 los males, ordenó fuese conducido a Berea rosamente hasta m o r i r p o r las leyes, p o r
el santuario de Atargates, y dio muerte a Al día siguiente, como la necesidad
veinticinco mil h o m b r e s . * 27 Después de lo requería, vinieron los de J u d a s para y m u e r t o alh según el estilo de aquel el templo, por la ciudad, p o r la patria y
esta derrota y matanza, dirigió Judas su levantar los cadáveres de los caídos y lugar. * 5 Pues h a y allí una torre de cin- I sus instituciones.
a r m a d a hacia Efrón, ciudad fuerte, donde con sus parientes depositarlos en los se- cuenta codos de alto, llena de cenizas y Condujo su ejército junto a Modín,
m o r a b a Lisias y u n a muchedumbre de pulcros de sus padres. 4 0 Entonces, bajo c o r o n a d a p o r una máquina giratoria que 15 y dio a los suyos el santo y seña: «A la
diversas naciones. Jóvenes robustos, ali las túnicas de cada u n o de los caídos, de todos los lados hace resbalar a la victoria p o r D i o s » ; y con la flor de sus
neados ante los m u r o s , luchaban valero encontraron objetos sagrados de los de- ceniza. * * C o n ella precipitaba el pueblo, jóvenes acometió durante la noche la
sámente, y dentro había gran provisión dicados a los ídolos de Yamnia, que la p a r a d a r la muerte, al ladrón sacrilego o tienda del rey, m a t ó en el campamento
maquinas de guerra y de proyectiles, ley prohibía a los judíos. F u e entonces al a u t o r de algún crimen h o r r e n d o . 7 Con hasta dos mil hombres y el mayor de los
Pero los judíos, invocando al Omnipo- evidente a todos q u e p o r esta causa há- tal muerte m u r i ó el impío Menelao, sin elefantes con la tropa que llevaba en la
lente, que con su potencia aplasta las bían sucumbido. * 4 1 Bendijeron, pues, to- conseguir el h o n o r de la sepultura. 8 M u y t o r r e . I 6 Al fin se retiraron victoriosos, de-
'ÍI?í Z ^f e , n e m i S a s > s e apoderaron de la | dos al Señor, justo juez, que h a b í a mani- justo era que el que cometió tantos peca- j a n d o el campamento lleno de espanto y
dos contra el altar, cuyo fuego y ceniza turbación. 1 7 C u a n d o el día comenzó a
ciudad y.. lanzaron
> p o r tierra
. a veinticinco
. . . festado las cosas ocultas; 4 2 volvieron a
son puros, en la ceniza encontrase su amanecer, t o d o estaba acabado gracias
mu de los que estaban dentro. » Partiendo la oración, rogando que el pecado come-
muerte. - a la ayuda con que el Señor le protegía.
° e alh atacaron a Escitópolis, distante de tido les fuese completamente p e r d o n a d o ; 9
M a r c h a b a el rey a n i m a d o de senti- ) 8 E 1 rey, experimentada la audacia de
Jerusalén seiscientos estadios. * 3<> Pero ha- y el valiente Judas exhortó al p u e b l o a m i e n t o s feroces, dispuesto a tratar a los los judíos, intentaba apoderarse de las
biendo testimoniado los judíos que allí conservarse limpios de pecado, teniendo j u d ios con m á s crueldad que lo había plazas p o r astucia. 1 9 M a r c h ó contra Bet-
m o r a b a n la benevolencia con que los a la vista las consecuencias del pecado h e c h o su padre. 1 0 Informado de ello Ju- sur, fuerte ciudadela de los judíos; pero
escitopolitanos les habían tratado y que de los que habían caído. 4 3 M a n d ó enton- das, m a n d ó al pueblo invocar día y noche era rechazado y derrotado y se sentía
en tos días de su infortunio les habían ces hacer u n a colecta, en que recogió a l Señor, p a r a que ahora, como en otras cada vez menos fuerte. 2 0 Judas hacía He-
guardado m u c h a s deferencias, 3t les die- hasta dos mil dracmas de plata, q u e envió ocasiones, viniese en auxilio de aquellos Igar lo necesario a los de dentro. 2 1 Pero
r o n las gracias, exhortándolos a conti- a Jerusalén p a r a ofrecer un sacrificio
45
Los QUE MUEREN: lit. los que duermen, metáfora paulina y litúrgica, que está inspirada en la
V* R N I 0 N : Parece idéntico al Camotal de i Mac 5,44-
26 CARNIÓ creencia de la resurrección. II PIADOSAMENTE : como lo habían hecho los soldados de Judas, que lu-
_ - • , GATES: diosa siria de la fecundidad; tenía cabeza de mujer y cuerpo de pez. Era adora-
1 r
chaban por sus principios religiosos. La falta que cometieron, y que necesitaba expiación, no anulaba
Principalmente en Ascalón. el mérito de la buena acción, y para la expiación de ella podían ser ayudados con las oraciones de
sciTopous: lit. la ciudad de los escitas. Es Beteán, que recibió su sobrenombre de Escitó- los vivos.
polis 46
PENSAMIENTO SANTO Y PIADOSO: este fragmento afirma valientemente el dogma de la resu-
aproximarlUna C ° a
"k e s c i t a s a " ' introducida. II SEISCIENTOS ESTADIOS: ciento once kilómetros
33
U N r m e n t e ' n U Se I Tc oErOr :e snP° n
den exactamente a la distancia de Betsán a Jerusalén. rrección, la existencia del purgatorio y la utilidad de las oraciones y sufragios por los difuntos.
Mandada r, R™e n o r É C o e ' oficial citado en el v.ig, sino un simple jinete de la caballería judía •JO * EL AÑO CIENTO CUARENTA Y NUEVE: esta campaña, aunque enriquecida con detalles nuevos,
jinete judío ' " °RTÓ EL HOMBRO : de un golpe de sable cortó el hombro y el brazo del ' ** es la misma que se narra en 1 Mac 6,18-47.
3
e
RESTABLECIDO EN SU DIGNIDAD : ya que había sido destituido por Judas cuando los judíos fieles
mplaaam>ien?M:||tp U n a a n t ' 8 u a ciudad cananea, conocida ya en Gen 38,1.12. Se ignora su exacto recobraron su independencia.
legalmente i AURIFICADOS : pues por el trato con paganos y el contacto de cadáveres quedaban 4
REY DE LOS REYES : título que se daban a sí los reyes orientales, pero que se aplica aquí, como
en el N. T. (Le 17,14; 1 Tim 6,5), al Dios verdadero. H BEREA: ciudad de Siria, situada entre Antio-
tos de oro vi? 8 * S A G R A D °s : la VvJgata concreta bien estos objetos llamándolos donarns, esto es, exvo- quía5 y Hierápolis, en la actual Alepo.
ataque a Yaran P U £ , e ? / s t l a n e E to dos los templos paganos. Estos habían sido cogidos en el reciente MÁQUINA GIRATORIA: se trata de una rueda sobre la que se colocaba al condenado: al mnwreo
nía. Un el llevarlos consigo habría siempre un sentido supersticioso o de amuleto. aquélla, lanzaba al condenado en la masa de cenizas ardipn^* — ' -
1254 II MACABEOS 1 3 22—14 1 8

R o d o c o , del ejército judío, descubrió a los dad el lugar santo. * 2 4 Al M a c a b e o le dio


enemigos los secretos. F u e buscado, de- buena acogida, y le hizo gobernador mi- 19 44
I I MACABEOS 1 4 " 1255
tenido y encarcelado. 2 2 P o r segunda vez litar desde Tolemaida hasta la región de
trató el rey con los de Betsur, les tendió los Guerreinos. * 2 5 Pero al llegar a Tole-
la m a n o y la recibió de ellos, y se retiró. maida, los habitantes llevaron muy a mal dados de Judas y cuan animosamente 31 D á n d o s e éste (Nicanor) cuenta de cuan
23
A t a c ó a los de Judas, pero fue vencido. tales tratados, e indignados, n o querían combatían p o r la patria, temía resolver hábilmente había sido vencido p o r aquel
Pero informado de que Filipo, que había cumplir lo estipulado. 2 6 Subió entonces el asunto p o r la sangre. 1 9 P o r eso envió varón (Judas), llegó al augustísimo y san-
q u e d a d o con el gobierno d e los negocios, Lisias a la tribuna, defendió lo mejor p o - a Posidonio, T e o d o t o y Matatías a p r o p o - io íemplo, mientras los sacerdotes ofre-
se había rebelado en Antioquía, quedó sible su causa; los persuadió, aplacó y ner concertar la p a z . 20 Después de un cían los acostumbrados sacrificios, y les
consternado. Luego pidió la paz a los ju- dispuso favorablemente; y luego se vol- largo examen de las condiciones, el gene- mandó que le entregaran a este h o m b r e . *
ral las comunicó a la muchedumbre, y al 3 2 C o m o afirmasen ellos c o n juramento
díos y juró todas sus justas peticiones. Re- vió a Antioquía. Así tuvo lugar la veni-
convenir de c o m ú n acuerdo, hicieron con- que ignoraban dónde estaba el h o m b r e
conciliado ya c o n ellos, ofreció sacrifi- da y retirada del rey. ciertos de paz. 2 I Señalaron el día en q u e que buscaba, extendió su diestra hacia
cios, h o n r ó el templo y trató con h u m a n i - los dos jefes se reunirían p a r a ello solos; el templo, 3 3 y juró así: «Si n o m e entre-
Judas se presentó, y fueron colocadas dos gáis maniatado a Judas, derribaré a ras
Alianza d e Nicanor y Judas y muerte hazañosa de Razias sillas u n a frente a otra. * 2 2 Judas, sin em- de tierra este santuario de Dios, destruiré
b a r g o , había apostado hombres armados el altar y elevaré aquí u n templo magní-
1 en lugares ventajosos, preparados a inter- fico a Baco». * 3 4 Los sacerdotes, tendien-
Tres años después supieron los das estas cosas y mira p o r nuestro país
H de Judas q u e D e m e t r i o , hijo de y nuestra raza abatida con esa tu b o n d a d
venir, n o fuera que los enemigos cometie- do las m a n o s al cielo e invocando al que
sen alguna imprevista perfidia. Así tuvie- sin cesar había combatido p o r nuestro
Seleuco, había desembarcado en el puerto que t e hace amable a todos. , 0 Mientras ron el conveniente coloquio.
de Trípoli con poderoso ejército y flota * Judas subsista, es imposible q u e el Esta- pueblo, dijeron: 3 5 « T ú , Señor de todas
23
2
y se había hecho dueño d e la región, do encuentre la paz». E n a d e l a n t e , N i c a n o r p a s ó a l g ú n las cosas, que de n a d a necesitas, has teni-
dando muerte a Antíoco y a Lisias, n Dicho esto, los restantes amigos del tiempo en Jerusalén sin hacer n a d a injus- do a bien que el templo de tu m o r a d a esté
36
su tutor. 3 U n cierto Alcimo, q u e había rey, que miraban con malos ojos los asun- to, y hasta disolvió las tropas que grega- en medio de nosotros. Conserva, pues,
sido antes sumo sacerdote y q u e en los tos de Judas, inflamaron m á s el ánimo de riamente se le habían juntado. 2 4 A J u - Señor santo de t o d a santidad, de ahora
tiempos de la confusión se había contami- Demetrio. 12 Este llamó en seguida a N i - das le tenía continuamente a su lado, pues para siempre, limpia de t o d a m a n c h a esta
n a d o , pensando q u e n o tenía ya m o d o canor, c o m a n d a n t e anteriormente del sentía hacia él u n a inclinación del afecto. casa, q u e hace poco h a sido purificada».
25 37
Le exhortaba a q u e se casase y tuviese Un c i e n o Razias, uno de los ancianos
alguno de salvación y de acceso al altar cuerpo de elefantes, y le n o m b r ó general
hijos. Y, en efecto, se casó, vivió felizmen- de Jerusalén, fue denunciado a Nicanor.
santo, * 4 vino al rey Demetrio el a ñ o de la armada de Judea, * 1 3 y le hizo par- te y gozaba de la vida. * 2<l Pero Alcimo, Era él amante de los ciudadanos, conoci-
ciento cincuenta y u n o , (rayéndole u n a tir, dándole orden de hacer perecer a J u - al ver la m u t u a benevolencia, t o m ó una do p o r su buena fama y llamado p o r su
c o r o n a de oro, una palma y, además, al- das, dispersar a los suyos y establecer a copia de los pactos concertados y se vino benevolencia p a d r e d e los judíos. 38 E n
gunos ramos de olivo, c o m o los q u e se Alcimo como sumo sacerdote del augusto a Demetrio, acusando a Nicanor de de- efecto, en los tiempos pasados, a! evitar
ofrecían en el templo. P o r aquel día n o templo. 14 Los gentiles, empero, q u e p o r signios contrarios a los intereses del Es- el contacto con los paganos, se había
hizo n a d a más. * 5 Pero encontró una oca- temor de Judas habían huido de la J u d e a , t a d o , puesto q u e había dejado para re- atraído a sí la acusación de judaismo, ex-
sión propicia a su perversidad: habiendo se unieron gregariamente a Nicanor, pen- emplazarle a Judas, enemigo del reino. * poniendo c o n toda entereza p o r ello su
sido llamado a consejo por D e m e t r i o p a r a sando que el infortunio y desgracia de los 27
El rey salió de sí p o r el enojo, e indu- cuerpo y su vida. 3 9 Deseando N i c a n o r
preguntarle sobre las disposiciones y de- judíos serviría a sus propios intereses. cido p o r las calumnias de aquel malvado, dar u n a prueba de su mala voluntad hacia
15
signios de los judíos, él r e s p o n d i ó : 6 «Los C u a n d o los judíos se enteraron de la escribió a Nicanor, diciéndole que le ha- los judíos, envió más d e quinientos solda-
judíos llamados asideos, cuyo jefe es J u - venida de Nicanor y del a t a q u e de los bían desagradado los conciertos hechos y dos a prenderle, 4 0 pues creía que el arres-
das M a c a b e o , fomentan la guerra y las gentiles, se cubrieron de polvo y o r a b a n le ordenaba q u e le enviase sin tardanza to de éste era un gran golpe a todos los
sediciones y n o dejan al reino vivir en al que había establecido a su pueblo p a r a m a n i a t a d o al M a c a b e o a Antioquía. 2> Al judíos. 4 I Estando ya la tropa a punto de
p a z ; 7 p o r lo cual yo, despojado de los siempre y protegido sin cesar, con signos recibir estas órdenes, Nicanor quedó cons- apoderarse de la torre, y forzando la puer-
honores hereditarios (quiero decir del su- manifiestos, su heredad. 16 A las órdenes ternado, y llevó m u y a mal tener que vio- ta de entrada, fue dada la orden de pren-
m o sacerdocio), h e venido a h o r a aquí, de su caudillo, se pusieron desde allí lue- lar lo estipulado, sin que aquel varón hu- der fuego e incendiar las puertas. Estando,
8 m i r a n d o en primer lugar c o n t o d a sin- go en marcha, y se vino a d a r la batalla biese cometido ninguna injusticia. 2 9 Pe- pues, Razias a p u n t o de ser apresado, se
ceridad p o r los intereses del rey, y en se- junto a la aldea de Desau. * 1 7 Simón, ro c o m o n o podía oponerse al rey, aguar- echó sobre su espada, * 4 2 prefiriendo m o -
gundo lugar, p a r a procurar también el h e r m a n o de Judas, había entablado com- daba una ocasión propicia p a r a ejecutar- rir noblemente antes q u e caer en m a n o s
bienestar de mis conciudadanos; pues, p o r bate con N i c a n o r ; pero, turbado u n m o - lo con alguna estratagema. criminales y soportar ultrajes indignos de
43
la temeridad de los anteriormente citados, mento p o r la repentina llegada de enemi- 30
Observando, p o r su parte, el Maca- su propia nobleza. Pero como, a es usa
t o d a nuestra nación sufre tantos males. gos, sufrió u n ligero revés. *8 C o n t o d o , beo q u e Nicanor se conducía con él más de la precipitación de la lucha, n o se hu-
9 D a t e cuenta, pues, tú, ¡oh rey!, de t o - Nicanor, conociendo el valor de los sol- reservadamente y que sus relaciones habi- biese herido con herida mortal, y la t r o p a
tuales eran menos amigables q u e de cos- invadiera ya la casa, corrió resueltamen-
23
QUEDÓ CONSTERNADO: la sublevación de Filipo ponía en grande aprieto a Lisias y Eupátor. t u m b r e , pensó que tal frialdad era u n mal te sobre la muralla 4y4 se arrojó con valen-
Por 24esto convenía a toda costa el hacer la paz con los judíos. indicio; y así, reuniendo a muchos d e los tía sobre la tropa. Se retiraron rápida-
GUERREINOS: el nombre varía en griego; parece tratarse de los habitantes de la famosa ciudad suyos, comenzó a guardarse de Nicanor. mente al verle y se formó u n espacio libre,
' de Gerar (Gen 26,1.6), al SO. de Gaza.
l 21
•J 4 TRÍPOLI: así llamada ( = tres ciudades) porque se componía de tres colonias próximas una SE PRESENTÓ : el texto en ésta y en la frase siguiente es muy incierto y oscuro.
* ^3 a otra. Era una ciudad fenicia antiquísima, al N. de Sidón. 25
LE EXHORTABA A QUE SE CASASE: la paz se creía tan asegurada, que a Nicanor le parecía tiem-
ALCIMO: cf. 1 Mac 7,5. Como Jasón y Menelao, había causado grandes daños a su pueblo con po muy apto para que Judas fundase un hogar y se diese a la vida familiar, en oposición a la guerrera.
la apostasía
4
y la adhesión a las costumbres paganas. 26
PARA REEMPLAZARLE: en el pontificado.
31
12
RAMOS DE OLIVO : éstos eran también de oro y simbolizaban la paz. LLEGÓ AL TEMPLO : según 1 Mac 7,31, antes habían tenido un primer encuentro con Judas en
NICANOR: quizás distinto de su homónimo, hijo de Patroclo, derrotado ya por los judíos Cafarsalama.
(8,9 ss.), pues en el v.18 parece que oye hablar por vez primera del valor de los de Judas. 33
16
A BACO : ya en tiempo de Antíoco Epifanes se había introducido este culto en el templo de
DESAU: no se ha identificado con certeza esta localidad, que es citada aquí como única vez Jerusalén
41
(6,7).
en la Biblia. SE ECHÓ SOBRE SU ESPADA ; el acto, aunque en sí es condenable, por ser un suicidio, tiene unos
rasgos de nobleza que parecen obligarnos a salvar a lo menos la bondad subjetiva de Razias. El es-
critor se pasma ante su arrojo y valentía, sin aprobar el suicidio. Pudiera también concebirse mía
inspiración directa de Dios, corno ia n>,i> t,,„;«- '
24
U MACABEOS 1 5 -*° 1257
45 23
1256 II MACABEOS 1 4 —15
cielos, delante de nosotros u n ángel bue- extendido con tanta insolencia contra la
en medio del cual cayó. 4 5 P e r o , respiran-
46
Allí, completamente exangüe, se a r r a n - n o , que infunda temor y espanto. 2 4 Por la m o r a d a del Todopoderoso. 3 3 Hizo cor-
có las entrañas, las arrojó con ambas m a - grandeza de tu brazo sean heridos los que lar en menudos trozos la lengua de Nica-
d o aún y enardecido su ánimo, se levantó
nos contra la tropa, invocando al Señor llegan blasfemando contra tu pueblo san- nor y echarlos a las aves, y suspender en-
mientras le corría la sangre a torrentes; to». Y con esto terminó.
de la vida y del espíritu p a r a que u n día frente del templo la mano y cabeza c o m o
y a pesar de las graves heridas, atravesó
se las devolviera de nuevo. Y de esta m a -
25
Los de Nicanor avanzaban al son de el precio de su insensatez. 3 4 Y todos, le-
corriendo p o r entre la m u c h e d u m b r e y se vantando los ojos al cielo, bendecían al
p u s o erguido sobre u n a r o c a escarpada. nera murió. * las cornetas y de los cantos guerreros,
26
en t a n t o que los de Judas entablaron glorioso Señor, diciendo: «Bendito el que
c o m b a t e con los enemigos entre oracio- ha conservado p u r a su m o r a d a » . 35 L a
Derrota de Nicanor. Epílogo nes y plegarias. 2 7 Y mientras luchaban cabeza de Nicanor se colgó de la ciuda-
con las m a n o s , o r a b a n a D i o s en su co- dela, patente a todos, c o m o señal mani-
da la comunidad de los judíos. 13 Después r a z ó n ; y así derribaron p o r tierra n o me- fiesta del auxilio del Señor; 3 6 y p o r pú-
1 C ' Informado Nicanor de que las blico decreto determinaron todos n o de-
se le apareció del mismo m o d o o t r o va- nos de treinta y cinco mil h o m b r e s ; y se
* " tropas de Judas a n d a b a n p o r los jar pasar este día sin solemnizarlo 3 7 y
rón, distinguido p o r la b l a n c u r a de sus regocijaron grandemente con el auxilio
lugares de Samaría, pensó atacarlas con manifiesto de Dios. * 2 8 A c a b a d a la con- que se celebrase el trece del mes duodé-
t o d a seguridad en el día de sábado. 2 Los cabellos y p o r su dignidad, n i m b a d o p o r
tienda y entregados a la alegría, hallaron cimo— llamado A d a r en lengua siríaca—,
judíos que le seguían a la fuerza, le dije- u n a admirable y magnífica majestad. un día anles del día de M a r d o q u e o . *
14 que entre los muertos estaba N i c a n o r re-
ron : « N o los mates tan salvaje y bárbara- Onías, t o m a n d o la palabra, dijo: «Es- vestido de su a r m a d u r a . 2 9 E n m e d i o d e 38
mente, sino h o n r a el día que h a sido an- te es el a m a d o r de sus h e r m a n o s , el q u e Así acaecieron los sucesos relativos
u n gran clamor y alborozo, bendijeron al a Nicanor. Y c o m o la ciudad desde aque-
tes h o n r a d o y declarado santo por el que ora m u c h o por el pueblo y la ciudad san- Señor en la lengua patria. 3 0 Y el que en
t o d o lo ve». 3 A lo que aquel tres veces ta : Jeremías, el profeta de Dios. * 1 5 Y cuerpo y alma estaba t o d o c o n s a g r a d o a
llos días ha estado en posesión de los he-
malvado contestó si es que h a b í a Sobe- tendía Jeremías su diestra y entregaba breos, aquí pondré fin a m i narración. *
la defensa de sus conciudadanos y h a b í a 3' Si ésta está felizmente concebida y or-
r a n o en el cielo que hubiera m a n d a d o ce- a Judas u n a espada d e o r o , y al entre- conservado p a r a con sus connacionales el
lebrar el día del sábado. 4 Y c o m o ellos gársela le decía: 1 6 « T o m a esta espada denada, es lo que deseaba y o ; pero si es
afecto de la juventud, ordenó cortar la ca- imperfecta y mediocre, es todo lo que h e
le respondiesen: «Sí, el Señor, Dios vivo, santa, d o n de Dios, con la cual destrui- beza a Nicanor, y su brazo hasta el h o m -
Soberano del cielo, es quien h a ordena- rás a los enemigos». sabido hacer. 4 0 C o m o el beber vino o
bro, y llevarlos a Jcrusalén. •" Llegado sola agua no agrada, mientras que el vi-
d o solemnizar el día s é p t i m o » ; 5 «Pues yo, 1 7 Animados c o n estas t a n hermosas allí, convocó a los connacionales y sacer-
palabras de Judas, capaces de vigorizar no mezclado con agua es suave y produce
contestó él, soy soberano de la tierra, y dotes; y puesto en pie ante el altar, man- agradable deleite, así también la disposi-
m a n d o que se tomen las armas y que se y elevar hasta el heroísmo las almas jó- dó a llamar a los de la cindadela,*
32 ción agradable del relato es lo que agra-
cumpla lo que conviene al rey». C o n to- venes, resolvieron n o atrincherarse en el m o s t r ó a t o d o s la cabeza del impío Ni- da a los oídos del lector. Y con esto ter-
do, n o p u d o realizar su malvado designio. c a m p o , sino lanzarse valerosamente sobre canor y la m a n o que este blasfemo había ¡ mino.
6 Mientras Nicanor soñaba, en su in- el enemigo, y luchando con t o d o valor de-
sensato orgullo, levantar u n trofeo co- cidir la causa, puesto que peligraban la 27
ciudad, la religión y el t e m p l o ; * 8 pues AUXILIO MANIFIESTO DE DIOS: la palabra griega epifaneia parece aludir a alguna aparición
m ú n con Judas y los suyos, 7 el Macabeo, milagrosa que fuese vista por todo el ejército.
puesta incesantemente su plena confian- la solicitud que tenían p o r las mujeres, 31
Los DE LA CIUDADELA : la guarnición se componía de sirios y de judíos apóstatas.
los hijos, los h e r m a n o s y parientes era 37
za en el socorro que obtendría del Señor, LENGUA SIRÍACA : o arameo. Es el dialecto que los judíos palestinenses hablaban en esta época. H
8 exhortaba a los suyos a n o temer el ata- m e n o r que la que sentían p o r la m á s gran- DÍA DE MARDOQUEO: O la fiesta de Purim, cuya institución se nos narra ampliamente en el libro
que de los paganos, sino antes bien, que, de y primera de todas las cosas: el templo de Ester.
38
recordando los auxilios venidos del cielo santo. LA CIUDAD HA ESTADO EN POSESIÓN DE LOS HEBREOS: esta frase parece indicar que Jasón de
19
N o era menor la inquietud de los que Cirene escribía muy poco después de estos acontecimientos y que nuestro autor-compendiador
en tiempos anteriores, esperasen también transcribió simplemente el epílogo de la obra. Pues según 1 Mac 9, después de morir Judas, aún fue
ahora que conseguirían del T o d o p o d e r o - habían quedado en la ciudad, ansiosos ocupada jerusalén por Báquides y Alcimo.
so la victoria. 9 Y los alentaba citándoles por la lucha que se iba a combatir fue-
pasajes de la Ley y de los Profetas; y les ra. 2 0 C u a n d o todos aguardaban el p r ó -
recordaba, además, los combates que ha- ximo desenlace, los enemigos se congre-
bían sostenido, infundiéndoles con esto gaban dispuestos en orden de batalla; los
nuevo aliento. 10 Después de haber reani- elefantes estaban colocados en lugares
m a d o su ardor, les puso a la vista la per- convenientes, y la caballería en las alas;
21
fidia de los gentiles y la transgresión de al ver el M a c a b e o la inmensa muche-
sus juramentos, n armándoles a todos, dumbre, el variado a p a r a t o de las armas
n o tanto con la seguridad de sus escudos y la fiereza de los elefantes, levantando
y lanzas cuanto con la confianza de sus las m a n o s al cielo, invocó al Señor, ha-
alentadoras palabras. Principalmente ale- cedor de prodigios, pues sabía que la vic-
gró a todos con la realización de u n sue- toria no se alcanza p o r la fuerza de las ar-
ñ o absolutamente digno de fe. 1 2 El sue- mas, sino que D i o s la decide, otorgándo-
ñ o fue c o m o sigue: El sumo sacerdote la a los que juzga dignos de ella. 2 2 L a in-
Onías, h o m b r e bueno y b o n d a d o s o , de vocación era como sigue: «Tú, Señor, que
venerable aspecto, de suaves modales, enviaste tu ángel bajo Ezequías, rey de
de distinguido lenguaje, que desde su ni- J u d á , que m a t ó del ejército de Senaque-
ñez se había dado a todas las prácticas de rib a ciento ochenta y cinco mil hombres,
23
virtud, tendía sus m a n o s o r a n d o p o r t o - envía a h o r a también, Soberano de los

•»« SE ARRANCÓ LAS ENTRAÑAS : con la calda le habría quedado el vientre abierto.
E 1 4 JEREMIAS: gozó siempre este profeta de gran popularidad no sólo por el papel importante
1 " que desempeñó en una época dolorosa de la Historia, sino porque en los tiempos evangélicos
y en los posteriores ¿el judaismo fue siempre una figura muy viva en la memoria de todos,
LIBROS POÉTICOS Y DIDÁCTICOS

Si siempre la poesía .es la flor de la civilización de individuos y colectividades,


quizá esto es más verdad en la literatura hebraica, donde la poesía no sólo representa
su porción más antigua, sino que acompaña al pueblo a través de todas las vicisitudes
de su historia, especialmente en la etapa bíblica. Y es que, como ha escrito certero el
Dr. Millas Vallicrosa, «el fondo inefable de la Biblia, o sea la vivencia de un pue-
blo con el Dios de la santidad y de la caridad, busca casi siempre expresarse en estilo
y aun en forma poética».
Dos características tiene la poesía hebreo-bíblica. Es nacional, al celebrar al Dios
del mundo como protector de Israel; y es religiosa, pues el sentimiento de la fe es nota
particular de todas las creaciones de la Biblia. También es naturalista, en el sentido-
de dar a la naturaleza participación directa y universal en la expresión de los senti-
mientos humanos. Toda ella, además, como nuestra poesía española, está empapada
de ideales universales, y una gran unidad de fondo y forma la acompaña en su des-
pliegue espléndido a lo largo de los siglos.
De esas notas peculiares brota el tono sublime que alcanza a menudo la poesía
bíblica, y asimismo la tendencia didáctica que se percibe no ya sólo en las obras maes-
tras del género, cual es el libro de fob, sino hasta en las dominantemente líricas, como
el Salterio. El Creador, la naturaleza, reflejo del mismo, y la religión, son manantial
de inspiración. Y, sin embargo, los poetas hebreos supieron sortear magistralmente el
escollo de la monotonía, variando hasta lo infinito los puntos de vista y recurriendo
al amplío círculo de la vida humana.
CARACTERES TEMÁTICOS DE LA POESÍA BÍBLICA.— En la Biblia podemos señalar
dos grandes direcciones poéticas: un ciclo de lemas fundamentales de inspiración, pro-
cedente de la más alta emoción afectiva, que comprende la poesía lúmnica, la precativa
y la epitalámica; y otro, de menos lirismo, que abarca la poesía didáctica y la pare-
miológica.
A) Poesía hímnica: de la loanza de Dios, del himno aleluyático o canto la-
tréutico. Constituye la más alta vibración del arpa hebrea y domínanla dos notas fun-
damentales: el Dios personal y santo, Padre amoroso de toda la humanidad, y la
interpretación espiritualizada de la naturaleza, análoga a la poesía de San fuan de
la Cruz. Jamás, concluye Millas, una mayor generosidad de loanza, de gratitud euca-
rística, sacudió todas las cosas, las altas como el cedro del Líbano o las humildes
como la flor de los valles, invitándolas a congratularse y exultar en Dios.
B) Poesía precativa: la plegaria o elegía del arrepentimiento, el salmo peni-
tencial. Sobresale por su riqueza de introspección psicológica.
C) Poesía epitalámica: la poesía del rendimiento amoroso, de simbólica inter-
pretación mística, que tiene su cumbre en el Cantar de los Cantares, de tan brillante
continuidad en la literatura mística, judaica y cristiana. En parte podría, cual nota
Millas, considerarse «como gentil confluencia de las dos expresiones poéticas ante-
riores»
D) Poesía didáctica y paremiológica: refuérzase y agudízase el tono sapiencial
que impregna un poco toda la poesía hebraica, ya al debatir problemas como el proce-
der de Dios con justos e impíos—cual en Job, la obra didáctica más acabada de los
hebreos, o en el Eclesiastés o en la Sabiduría—, ya al condensar el fruto de medita-
ciones y experiencias de la vida en comparaciones (masal), como las dé los Proverbios
o el Eclesiástico.
Además, diversos libros de la Biblia han conservado huellas de una poesía popu-
lar y profana, y hasta una poesía épica, aludiendo a colecciones de cantos de este
LIBROS POÉTICOS Y DIDÁCTICOS 607
60$ LIBROS POÉTICOS Y DTDÁCTICÓá
razón humana,..: Dios, origen y destino del hombre, el bien y el mal, la dicha y la
carácter, como el Séfer Miljamot Adonay (Libro de las batallas del Señor) o el desgracia, el derecho y la justicia; en una palabra, la búsqueda de la verdadera feli-
Séfer ha-Yasar (L. del fusto). Tales son, v.gr., el Canto del pozo, el de Débora..., cidad». Así escribe Renard, según el cual la literatura sapiencial bíblica—frente a
que se conservan en Pentateuco y Jueces. la de los sabios del antiguo Oriente, y lo mismo que toda la literatura sagrada—
CARACTERES O ELEMENTOS FORMALES DE LA POESÍA BÍBLICA.—Desde Lowth ofrece estos caracteres: i.°, permaneció sie7npre ¡rrofundamente humana y universal;
(año 1753) viene señalándose como principio esencial de la poesía hebreo-bíblica el 2. 0 , es hondamente moral y esencialmente religiosa y monoteísta.
llamado paralelismo, ley que afecta tanto al fondo como a la forma, pues consiste La literatura didáctica o sapiencial es aún hoy cosa muy propia del genio oriental
en cierta simetría de construcción en los pensamientos, especie de balanceo del espíritu, y como brote espontáneo de la raza semítica. Desde los tiempos más antiguos, los
insatisfecho con el primer borbollar de la frase, que ya repite en un segundo miembro beni Quédem fueron célebres por su aptitud admirable para componer proverbios o'
y con términos análogos el pensamiento expresado en otro anterior (paralelismo sinó- parábolas. No menor predicamento gozó esta literatura, entre los hebreos, lo mismo
nimo), ya pone de relieve la verdad contenida en un primer verso mediante su contraste en la época del Pentateuco que en la de los Reyes (apólogos de fotán y Natán...).
con otra sentencia opuesta en el segundo (paralelismo antitético), ya completa y Para Renard, y prescindiendo de manifestaciones esporádicas anteriores, esta lite-
desarrolla en un segundo verso la idea iniciada en el verso anterior (paralelismo ratura sapiencial habría empezado en Palestina a florecer en la corte fastuosa de
sintético). Así, los versos de Dt 32 citados en la página 29 ofrecen un bello ejemplo Salomón, entre la clase de funcionarios reales que parecen haber formado, junto a
de paralelismo sinónimo o de analogía, y en la página 607, del paralelismo antitético sacerdotes y profetas, un grupo influyente en el gobierno y la vida de la nación. De
(«Mano..,») y del sintético («Como la nieve...»). Tampoco son despreciables otros Salomón se afirma, ponderando su sabiduría, que pronunció tres mil parábolas. Pa-
elementos secundarios, como los estribillos de variadas formas, acrósticos, distribución rece como si la tradición hubiera condensado en él la representación de esa poesía
estrófica, etc., que en la antigüedad bíblica pudieron tener mayor motivo de aplica- gnómica, a la que habría dado forma definitiva. La composición de este género llá-
ción, por ejemplo, fines corales, mnemotécnicos, etc. mase masal o comparación, en que, generalmente a través de una imagen, se ofrece,
El hecho incontrovertible de que las composiciones líricas, en general, se destinaran más que el resultado de una especulación intelectual, el fruto y condensación breve
a ser moduladas con acompañamiento de música (vocal o instrumental) pudo ser causa de la experiencia de la vida: «Como la nieve en el verano [ y cual la lluvia en la
determinante de las variedades métricas que dentro de una composición se aprecian, segada, así cuadran a imbécil los honores» (Prov 26,1).
frente a la mayor regularidad del masal. Otra razón importante también es la hol- De ordinario exprésase en el molde del paralelismo antitético, sobre todo en el
gada libertad con que el vate bíblico daba rienda suelta al caudal de su inspiración. masal llamado melizá: «Mano laboriosa sesá señora, | la indolente será tributa-
Porque, efectivamente, uno de los distintivos de la lírica hebrea es su carácter popular, ria» (Ib. 12,24); especie de epigrama en el cual no es la comparación, sino la anti-
de donde deriva su estrofismo coral. tesis, lo que distingue al discurso.
En cuanto al estilo y lenguaje, la poesía hebraica presenta caracteres que la asi- Existe además la hidá, a modo de juego de palabras y adivinanza:
milan a la restante oriental: a) viveza y valentía de tropos y figuras de pensamiento
(personificaciones, metáforas, apostrofes, imprecaciones); b) tensa sinceridad de la La sanguijuela tiene dos hijas: ¡trae!, |trae!
inspiración, patente en comienzos y finales, en el paso del discurso directo al indirecto, y tres cosas nunca se hartan,
del diálogo al soliloquio; c) más atención al fondo que a la forma; d) figuras del len- y también una cuarta que jamás dice ¡basta!:
guaje, como aliteraciones, asonancias, rimas, acrósticos. Mas, junto a la extraordina- i'l sepulcro, el seno estéril,
ria riqueza de imágenes, sacadas de la naturaleza en su infinita variedad, la poesía la tierra, nunca sacia de agua,
hebrea, muéstrasenos, además, enérgica, viril, de maravillosa fuerza y concisión y y el fuego, que jamás dice ¡basta! (Ib. 30,15-16).
vigorosamente esculpida. ^Finalmente, merece señalarse que se desarrolla desde los
tiempos más remotos (s. XIII a. de C.) hasta fines del siglo III o principios del II de
Cristo.'
POESÍA SAPIENCIAL.—Merece párrafo aparte dentro de la poesía bíblica. La
literatura sapiencial, escribe Renard, es «fruto de un movimiento intelectual religioso
y moral, que ha ejercido influencia profunda, paralela a la de los sacerdotes y profe-
tas, sobre el pueblo judío en todo el curso de su histona». El término Sabiduría, que
caracteriza y da nombre a dicho movimiento, abarca variadísima gama de concep-
tos. Tres son las fuentes de donde mana y recibe sus propiedades la sabiduría israelita:
i. a , el esfuerzo de la inteligencia humana por penetrar y dominar el mundo del espí-
ritu; 2. a , la tradición, que acumula resultados y experiencias de muchas vidas y
generaciones; 3. a , la revelación divina, contenida en la ley mosaica y la predicación
profética. Ciertas características más humanas y universales que reviste la sabiduría
en numerosos textos bíblicos se han de atribuir a la primera de las fuentes. Duesberg
ha estudiado profunda y eruditamente esta literatura sapiencial antigua (egipcia,
caldea y griega...) en su relación con los libros sapienciales de la Biblia.
Los hagiógrafos nos han dejado de la Sabiduría una semblanza divina, al identi-
ficarla con el espíritu de Yahveh, con la Ley y la Alianza; pero guardará siempre
el recuerdo de su origen humano y se persistirá en concebirla como educadora de la
' humanidad.
En cuanto al tema general de dicha literatura, consiste esencialmente, en sentir
del citado sabio, en «la solución práctica de los grandes problemas planteados a la
1
JOB l - " 609
de la restauración (538) o poco después; Ricciotti, hacia la época de Manases;
Merk y Vaccari, hacia el tiempo de Jeremías.
El problema tratado en J o b , aunque ya lo había sido por la literatura babilónica
en el poema del J u s t o p a c i e n t e , no tiene relación con este diálogo acróstico del gé-
nero sapiencial. El género literario de J o b , para unos un poema didascálico de cons-
trucción dramática, es, al decir de Ricciotti, «obra estrictamente semítica, que no tiene
semejanza en nuestras literaturas», pudiendo considerársele como un poema lírico-
filosófico en forma dialogada y con marco dramático. Ya hemos visto que, en esencia,
es una controversia sublime, como señaló Caminero.
J O B Kissane ha estudiado detenidamente su sistema estrófico, realmente espléndido.
En esto, como en otros méritos literarios—profundidad de pensamiento, vigor y maes-
tría de expresión, concisa y viril sobriedad, riqueza y brillo poético, belleza incom-
parable de descripción, como la del caballo, el cocodrilo...—, el libro no tiene par.
Y eso que no se nos ha conservado con toda fidelidad, El texto actual es frecuente-
mente oscuro, y ha sido tarea de pacientísimos investigadores y filólogos restituirlo
y darle la debida claridad. Para ello se han utilizado las versiones, de las cuales
sabido es que la de los LXX es una sexta parte más breve que el texto hebreo.
Compónese el libro de tres partes: el núcleo (3,1-42,6), en verso, más un prólo-
go (1-2) y un epílogo (42,y-i6) en prosa. El prólogo nos da a conocer la persona Acerca de la historicidad de Job, la opinión corriente la admite de buen grado,
del héroe y su familia. Sobre este varón de Idumea, de la época de los patriarcas, si bien sobre ese Job histórico el poeta inspirado elaboró su magnifico poema.
descarga una nube de calamidades, reduciéndolo de su próspero estado a la mayor El influjo ejercido por este libro singular en la universal literatura es incalcula-
miseria. El justo, piadoso y paciente varón resiste la prueba. Tres amigos, Elifaz, ble. En la española, lo mismo en versiones (cual la de Fray Luis, soberbia y llena
Bildad y Sofar, visítanlo en la desgracia y, al oh a Job prorrumpir en amargos la- de aciertos geniales, a pesar de su acomodación a la VulgataJ que en paráfrasis e
mentos, originan una gigantesca polémica (rib) sobre el problema del mal, o, más imitaciones libres (a estilo de los M o r a l e s de San Gregorio Magno, promovidos por
concretamente, sobre la razón de los sufrimientos del justo, tema del libro. En tres San Leandro de Sevilla), ha dejado estela brillantísima.
disputas sucesivas los amigos defienden la tesis tradicional de que Dios da a cada uno
según sus obras en esta vida y que la dicha sigue a la justicia como la desgracia al
pecado. Job protesta de su inocencia y niega el sentido que sus compañeros dan a la
justicia divina. Aquí (c.2tt) se intercala un magnífico poema sobre la Sabiduría en Job, varón justo, es probado por la adversidad
el tono de Prov 8, tras lo cual sigue Job con nueva alocución a Dios, para concluir
apelando al tribunal divino. Sus amigos desisten de seguir acusando; entonces entra viniendo también Satán entre ellos. " Y
1
llabín en el país cíe l / s un varón por dijo Yahveh a Salan:
en escena un cuarto orador, Elihú, que, en cuatro sutiles y ampulosos discursos, ataca
a todos los interlocutores y expone la doctrina de que los castigos impuestos por Dios
I nombre Job. lirn el varón aquel In- ¿l)c dónde vienes?
tegro y recto, temeroso ele Dios y apar- Y Satán respondió a Yahveh diciendo:
tienen valor educativo. Job no responde, y, finalmente, Yahveh hace oir su voz, dán- tado del mal. 2 Y le nacieron sieie hijos — D e d a r unas vueltas p o r la tierra y
dole la razón, aunque sin explicar el misterioso objeto del prolongado debate. En el y tres hijas; 3 y era su hacienda d e siete pasear p o r ella.
8
epílogo corrige también a los tres amigos, y termina el libro refiriéndonos la prosperi- mil ovejas, tres mil camellos, quinientas Y Yahveh dijo a S a t á n :
dad renovada del paciente idumeo. yuntas de reses vacunas y quinientas as- —¿Has p a r a d o mientes en mi servidor
La u n i d a d d e composición del libro, combatida por algunos en estos tiempos, n a s , m á s u n a servidumbre numerosa en J o b , q u e n o le hay c o m o él sobre la tie-
extremo. Era así aquel varón m á s pode- rra, h o m b r e íntegro, justo, temeroso d e
es defendida generalmente por los críticos, mayormente por los católicos. Autores roso q u e todos los habitantes del este. Elohim y a p a r t a d o del mal?
como Dhorme y Kissane, en magníficos estudios, sostienen la autenticidad de las sec- 4
A h o r a bien, sus hijos tenían p o r cos-
9
Y Satán respondió a Yahveh diciendo:
ciones discutidas. La conexión entre las partes en prosa y en verso es manifiesta. t u m b r e ir a celebrar u n convite en la casa —¿Acaso teme de balde Job a Elohim?
10
Pruébase también la trabazón evidente del debate entre Job y sus amigos dentro del de cada uno de ellos en su día, y m a n d a - ¿No has cercado p o r completo de valla
marco histórico, así como la del poema de la Sabiduría y los discursos de Yahveh ban invitación a sus tres hermanas para a él, su casa y cuanto le pertenece? H a s
5
con las dos partes anteriores de la obra, si bien aquí el enlace no sea tan estrecho comer y beber con ellos. Y en cuanto bendecido la obra de sus m a n o s y sus re-
que no permita un lapso de tiempo entre la composición de estos discursos y la de los habían completado el ciclo de los días de baños se h a n desbordado por el país.
precedentes, aun siendo uno mismo el autor. En cuanto a la intervención del cuarto convite, J o b los enviaba a llamar y los 11 Pero ¡alarga tu m a n o y toca lo que él
purificaba; levantándose de m a d r u g a d a , tiene! ¡[Veremos] si n o t e maldice en tu
orador, Elihú, puede admitirse que fue intercalada posteriormente a la obra por el ofrecía holocaustos, según el n ú m e r o de misma cara! *
mismo poeta. En general, los críticos modernos, aun algunos más avanzados, como todos ellos, pues se decía: «¡Tal vez mis 12 Entonces Yahveh dijo a S a t á n :
Peters, admiten que el libro es de un solo autor; si bien es probable que no fuera com- hijos hayan pecado y ofendido a Elohim —Ahí está cuanto posee a tu disposi-
puesto de una sola vez, y de ahí su menor unidad literaria. En cuanto al poema de en su corazón!» Así hacía J o b siempre. * ción, salvo que n o pongas en él tu m a ñ o .
6
la Sabiduría, para Kissane, o es del mismo poeta o éste lo tomó de la tradición lite- Sucedió u n día q u e los hijos de Elo- Y Satán salió d e la presencia de Y a h -
raria, aunque, según él, no se ha conservado en su sitio original. him fueron a presentarse ante Yahveh, veh.
El a u t o r de Job, para Duesberg, sería «un escriba versado en la ciencia de las
Escrituras canónicas, que vivía después del destierro en un ambiente de sabios». Para •I 3
OFENDIDO: lit. bendecido, eufemismo por 'maldecido' (*= v . n y 2,5.9).
Peters y algunos otros vivió hacia el año 300. Mas generalmente se le supone mayor * 6
1L
Los HIJOS DE ELOHIM: e. d., los ángeles. I! SATÁN: e. d., el enemigo.
antigüedad. Kissane y, aproximadamente, Gray, Dhorme... lo llevan hacia la época VE7 EMOS : H ofrece una fórmula elíptica, que implica una imprecación: a¡ Dios haga tal cosa..
sino ...!», y equivale a: ya veremos, de seguro, te juro que...
fover-Cawtí'ra 20
610 JOB l 1 » — 2 U JOB 2 i a —3 « ©11
yantaron su voz y lloraron, rasgando cada con él en el suelo p o r siete dias y siete n o -
1 3 Y acaeció u n día en que sus hijos e hi- capado t a n sólo y o p a r a anunciártelo». * u n o su m a n t o y esparciendo al aire polvo ches, sin que ninguno le h a b l a r a palabra,
18
jas estaban comiendo y bebiendo vino en Aun " hablaba aquél, c u a n d o llegó sobre sus cabezas. * 1 3 Luego se sentaron pues veían que e l dolor e r a m u y grande.
casa d e su h e r m a n o mayor, * 1+ que llegó otro y dijo: «Tus hijos y tus hijas estaban
u n mensajero a Job y dijo: «Las reses va- comiendo y bebiendo vino en casa de su
cunas estaban arando y las asnas pastan- h e r m a n o mayor, ! ' y h e aquí que h a so-
d o junto a ellas, 1 5 c u a n d o irrumpieron brevenido un viento fuerte del lado del Amarga lamentación de Job
los sábeos, las arrebataron, pasando a los desierto y embestido las cuatro esquinas
servidores al filo de la espada. Y m e h e de la casa, que ha caído sobre los m u c h a - 1
Después de esto abrió J o b su boca y maldijo su día. 2 < T o m ó , pues, J o b la
escapado t a n sólo y o p a r a anunciártelo».
• 6 A u n estaba h a b l a n d o éste, c u a n d o
chos y han muerto. Y m e he escapado tan
sólo y o para anunciártelo».
33
p a l a b r a > * y dijo:
20
«¡Pereciera el día en que y o había d e nacer |
llegó o t r o y dijo: «Fuego de Elohim h a Entonces J o b se levantó y rasgó su y la noche que dijo: « U n varón h a sido concebido»! *
caído del cielo y h a abrasado al ganado m a n t o . Luego se rapó la cabeza y cayó 4
¡Fuera tinieblas aquel día: | n o se cuidara Eloah de el desde lo alto, |
y los criados y los h a devorado. Y me h e en tierra y se prosternó. 2 1 Y dijo: «¡Des- ni brillara sobre él la luz! *
escapado tan sólo yo para anunciártelo». * n u d o salí del vientre de mi m a d r e y des- 5
¡Ensuciáranlo tinieblas y sombra, | tendiéranse sobre él nubes, |
17
Todavía hablaba aquél, c u a n d o vino n u d o volveré allá! ¡Yahveh lo dio y Y a h - conturbáranlo eclipses de luz! *
o t r o y dijo: «Los caldeos h a n formado veh lo ha q u i t a d o , el n o m b r e de Yahveh * ¡Apoderárase la oscuridad de aquella n o c h e : |
tres partidas, se han lanzado sobre los ca- sea b e n d i t o ! » * no se uniera a los días del a ñ o , | n o entrara en el c ó m p u t o de los meses! *
22
mellos y se h a n apoderado de ellos y pa- Con t o d o esto n o pecó J o b ni p r o - 7
¡Sí, fuera esa noche estéril, | n o penetrara júbilo en ella! *
sado a cuchillo a los criados. Y m e h e es- firió necedad alguna respecto a Elohim. 8
¡Execráranla los maldecidores del d í a " , | los q u e suelen despertar a Leviatán! *
9
¡Oscureciéranse las estrellas de su alborada, | esperara la luz, y n a d a ! |
¡Y n o viera los p á r p a d o s de la aurora! *
Nuevas pruebas de Job. Visita de sus amigos. 10 p u e s n o cerró las puertas del seno de m i m a d r e | ni ocultó el sufrimiento a mis ojos.
11
1 7 ¿Por qué n o morí al salir del seno, | c u a n d o salí del vientre n o expiré?
2 Y sucedió q u e u n día los hijos de
Elohim vinieron a presentarse ante
Y Satán salió de la presencia de Y a h -
veh e hirió a J o b con u n a úlcera maligna
12
13
¿Por qué m e acogieron dos rodillas, | y a qué dos pechos p a r a que m a m a r a ? *
¡Pues a h o r a estaría recostado, y tranquilo | dormiría entonces, descansaría!
Yahveh, llegando también entre ellos Sa- desde la planta del pie hasta la coro- 14
t á n a presentarse ante Yahveh. 2 Y dijo nilla. C o n reyes y consejeros de país, I que se construyen ° t u m b a s solitarias c , *
15
Yahveh a S a t á n : o con príncipes poseedores d e oro, | que llenan sus casas d e plata. *
8 Entonces cogióse u n trozo de teja p a r a 16
" ¿O [por qué] n o hubiera sido yo c o m o a b o r t o escondido, |
—¿De dónde vienes? rascarse con él y se estaba sentado en me-
c o m o los niños que n o vieron la luz?
Y Satán respondió a Yahveh diciendo: dio d e la ceniza. * 9 Y su mujer le 17
Allí los malvados dejan t o d a turbulencia | y allí descansan los de agotadas fuerzas: *
—De dar unas vueltas por la tierra y pa- dijo:
ts a u n a con los cautivos yacen tranquilos | sin oir ya la voz del capataz.
sear p o r ella. —¿Aún te aferras en t u integridad? 19
3 Allí están el chico y el grande, | y el esclavo, libre de su d u e ñ o .
Y dijo Yahveh a S a t á n : ¡Maldice a Elohim y muérete! * 20
¿Por qué d a r al desgraciado luz, | y vida a los d e a m a r g a d o espíritu?
—¿Has parado mientes en m i servidor 10 Y él le dijo: 2
i A los que esperan la muerte, y n o llega, |
Job, que n o le h a y como él sobre la tie- — C o m o hablaría u n a d e las locas has
rra, h o m b r e íntegro, justo, temeroso de y excavan en su busca más que " para los tesoros:
hablado " también tú". Si aceptamos de 22
Elohim y apartado del mal? A u n sigue Elohim el bien, ¿no hemos de aceptar ellos, que se alegran hasta cxullar ', I se regocijan c u a n d o encuentran u n a t u m b a ;
23
aferrado a su integridad, y en balde me también el mal? a u n h o m b r e cuyo camino está encubierto | y a quien E l o a h cercó. *
incitaste contra él para que lo aniquilara. C o n t o d o esto n o pecó J o b c o n sus
4
Y Satán replicó a Yahveh diciendo: labios.
11 12
—¡Fiel p o r piel! T o d o cuanto el h o m - A h o r a bien, oyeron tres amigos d e AL AIRE : así c. Caminero. Lit. al cielo, que algunos creen glosa.
b r e posee lo dará p o r su vida. * 5 ¡Pero J o b t o d a aquella desgracia q u e le había
extiende la m a n o y toca su hueso y su sobrevenido y se llegaron cada u n o de su O 3 PERECIERA EL DÍA... : desearía Job que se hubieran borrado del calendario esas fechas, aciagas
carne! ¡Veremos si n o t e maldice en t u país: Elifaz, de T e m a n ; Bildad, d e Súaj, ** 4 para él.
misma cara! y Sofar, de N a a m á , los cuales se habían No SE CUIDARA: que Dios, a quien corresponde pronunciar el «Fiat lux!», no se cuidara ni
6 acordara de ello.
Y Yahveh dijo a S a t á n : concertado p a r a venir a darle el pésame 5
ENSUCIÁRANLO: cf. ASTV (vide Kit), G «lleváranselo». Hoy la versión más aceptada e s : '
—Ahi lo tienes a tu disposición, salvo y consolarlo. * 1 2 Y alzaron los ojos d e «vindíquenlo para sí», jj ECLIPSES DE LUZ: producidos por densas nieblas.
6
que le guardes su vida. lejos y n o le reconocieron. Entonces le- AQUELLA NOCHE...: ¡Ojalá que la noche fatal de mi nacimiento no fuera seguida de alba,
para7 que no formara día, como el resto de los del año, y no entrara en el número de los meses I
13
BEBIENDO VINO: como en los días de gran fiesta. Para críticos como Dhorme hay que colocar el v.g ante 7 y 8, que interrumpen la idea del 6;
16
FUEGO DE ELOHIM: e. d., el rayo. lo mismo reclamaría la composición estrófica que parece haber deseado el poeta... t[ ESTÉRIL: sin
17
Los CALDEOS del golfo Pérsico y los límites de los países árabes designaban a los asaltantes concepción ni nacimiento; otros prefieren lúgubre.
8
y saqueadores, árameos, y provenían del este y del norte. Los SÁBEOS (del v.15), procedentes del sur, MALDECIDORES DEL DÍA: O desesperados enemigos de la luz. ¡I Q U E SUELEN DESPERTAR...:
indicaban más bien a los saqueadores árabes. o prestos a despertar a Leviatán, el dragón o monstruo de las aguas, en la mitología popular, cuyo
21
ALLÁ: e. d., al seno de la madre tierra. despertar ocasionará fieros males: eclipses de sol, etc.
9
Y NADA: e. d., y no llegara (cf. G). II PÁRPADOS DE LA AURORA: e. d., albores.
O 4 PIEL POR PIEL...: quizá en el sentido de nuestro «¡Con tal de salvar el pellejo!», como si 12
M E ACOGIERON DOS RODILLAS: ¿a qué se adelantaron a recogerme las rodillas de mi madre?
~* dijera: «¡Mientras a él no le toque!» Pero es proverbio muy diversamente interpretado. Para Job, 14ya que no muerto al nacer, quisiera haber fenecido falto de cuidados.
algunos indica que «la herida de Job no es sino un rasguño; Dios no ha hecho sino tocar al paciente; D E PAÍS: o de la tierra, o bien ministros («arbitros»). || TUMBAS SOLITARIAS: lit. «ruinas, lugar
por eso sigue impasible». También pudiera entenderse: «la piel, incluso la piel, y todo cuanto el devastado o desolado desde antiguo»; «soledades» traduce V, «despoblados» León; parecen aludir
hombre posee...» a los mausoleos, pirámides, etc., que aislados del osario común y aun en sitios apartados se erigen
8
TROZO DE TEJA O casco, tiesto. Para algunos eran tejas de madera, y el vocablo equivale a los grandes personajes: monumentos, por otra parte, quizá ya por entonces expoliados (tal significa
«trozo de madera». || LA CENIZA: el lugar aquí señalado es el mazbeleh o mizhalah, depósito público el vocablo etimológicamente).
15
de basuras, cenizas..., a la entrada de la población. Sus CASAS : aquí más bien sus morades sepulcrales, llenas de objetos preciosos.
9 17-lí>
¡MALDICE A ELOHIM Y MUÉRETE!: quizá dicho sarcásticamente: «¡Sí, sí, bendice (así lit.) ALLÍ: en la sepultura, en el seol, que a todos iguala.
23
a Elohim y muérete!»; cf. Fr. Luis de León: «¡Bendecir a Dios y morir!» CERCÓ: e. d., ha cerrado toda salida.
u DARLE EL PÉSAME: O compadecerse de él.
JOB 5 1 -" 7 613
M 21
612 JOB 3 — 4
24
Pues a m o d o de alimento viene mi suspiro | y corren como el agua mis sollozos; *
Elifaz p r o s i g u e a c o n s e j a n d o a J o b
25
porque, si algo temí, m e sobrevino, | y lo que recelé me acaecía.
26
¡No tengo tranquilidad, ni descanso, I ni r e p o s o : invadió[me] la turbación!»
53 Y o 1mismo
Llama, pues; ¿habrá quien te responda? | Y ¿a cuál de los santos te volverás?"
2
En verdad a u n necio lo asesina el enojo y a un imbécil lo m a t a la cólera. *
vi a u n necio arraigándose | y maldije al p u n t o su m o r a d a :
Reproches y acusación de Elifaz 4 «¡Véanse alejados sus hijos de toda salud! |
¡Sean aplastados en la Puerta y no haya [para ellos] defensor!»*
5 L o que han cosechado " lo devorará u n hambriento, |
" t Entonces t o m ó la palabra Elifaz el temanita y dijo: y hasta de entre los setos lo cogerá, | y los sedientos absorberán b su fortuna,
2
«¿Te pesaría por ventura si intentáramos hablarle!} I ó Pues no b r o t a del polvo la iniquidad | ni de la tierra la desgracia nace, *
7
M a s contener las palabras, ¿quién p o d r á ? *
3
ya que es el h o m b r e quien engendra c la desgracia, 1 c o m o los hijos del relámpago le-
Ve ahí que has aleccionado a muchos, | y tú confortabas las m a n o s flacas: 8 Pero yo a D i o s m e dirigiría | y a Elohim expondría mi causa. [vantan el vuelo. *
4
al que tambaleaba sostenían tus palabras, | y las rodillas decaídas reafirmabas. 9 ¡El, hacedor de cosas grandes e insondables, | de' 1 maravillas sin n ú m e r o ! *
5
M a s ahora te ocurre a ti [lo mismo] y te apesaras; | te alcanza a ti [el golpe] y te turbas. 10 ¡El, que derrama la lluvia sobre la faz de la tierra I
6
¿No era tu piedad tu confianza, | y tu esperanza la integridad de tu proceder? y envía las aguas sobre la faz de los campos!
7
¡Haz memoria! ¿Quién siendo inocente pereció? ¡ 11 Para poner ' a los humillados en altura | y que los afligidos alcancen bienestar. *
y ¿dónde fueron los justos extirpados? 1 2 El desbarata los pensamientos de los astutos | y sus manos no realizan sus cálculos.
8
C o m o tengo visto, quienes labran iniquidad | y siembran desventura la cosechan. 13 Prende a los sabios en su propia astucia | y el consejo de los dolosos nácese preci-
9
Bajo el aliento de Eloah perecen | y al soplo de su nariz son destruidos. * 14 en pleno día tropiezan con tinieblas 1 [pitado:
10
El bramido del león, y la voz del leopardo, | •y, cual si fuera de noche, van p a l p a n d o al mediodía.
y los dientes de los leoncillos: [todo] se q u i e b r a ; * 15 El salva de la espada de la boca de ellos ' | y de la m a n o del fuerte al indigente:
11
el león perece por falta de presa | y los cachorros de la leona se dispersan. 16 así * el pobre concibe esperanza | y la injusticia cierra su boca.
12
A h o r a bien, una palabra díceseme a hurtadillas I y mi oreja capta de ella el susurro: 1 7 ¡Feliz, pues, el h o m b r e a quien corrige Eloah | y la lección de Sadday no desprecia!
13
en las pesadillas originadas p o r visiones nocturnas, | 18 Pues El es quien hiere y quien venda, | llaga y sus m a n o s curan.
c u a n d o cae sopor sobre los hombres, * 19 E n seis calamidades te librará I y en siete n o te alcanzará m a l : *
14
u n temblor me ha sobrevenido y u n escalofrío, |
20 en h a m b r e te redimirá de muerte, I y en guerra, de m a n o s de espada;
y todos mis huesos ha hecho estremecer. 2
15 i de azote de lengua estarás a cubierto | y no temerás correría c u a n d o viniere;*
U n a ráfaga de viento se desliza sobre mi faz, | eriza los pelos de mi carne; 22
16 de correría y penuria " te reirás 1 y n o temerás a las bestias de la tierra.
párase [algo]... | y n o reconozco su semblante; 2
3 P o r q u e ' con las piedras del c a m p o harás alianza, | y la bestia salvaje vivirá en paz
u n a imagen está ante mis ojos I y oigo una voz q u e d a : * 24
17 Y conocerás que tu tienda es [toda] paz, | [contigo. *
¿Podrá un h o m b r e ante Eloah ser justo? 1 ¿Ante su H a c e d o r será puro un varón?
18 y c u a n d o pases revista a tu m o r a d a , n a d a echarás de menos. *
Si ni de sus servidores se fía [ y a sus mismos ángeles imputa vesania, *
19
¡cuánto más a los moradores de casas de b a r r o , I cuyos cimientos están en el polvo!; 25 Y sabrás que tu posteridad es numerosa, I y tus vastagos c o m o yerba de la tierra.
aplástaseles c o m o polilla,* ¡ 2 0 de la m a ñ a n a a la tarde son pulverizados; I 2* Llegarás en [plena] madurez al sepulcro, I c o m o se recogen las gavillas a su tiempo.
27
p o r no haber quien se oponga, perecen p a r a siempre. * Ve ahí; esto es lo que hemos escudriñado. ¡Asi es! | ¡Óyelo J y sábetelo!»
21
¿No se les arrancó la cuerda de su tienda? I Mueren y no de sabiduría. * 1
Según algunos, este versículo ha de anteponerse al H, que opone l.i actitud de Elila/. a la de
24
A M. DE ALIMENTO: O como León en su feliz comento: «antes de mi pan mi sospiro viene
5 2
Job. II Los SANTOS: e. d., los ángeles.
EN VERDAD... : este versículo sigue naturalmente a 4,21 b ; no es de sabiduría de lo que mueren
(siempre el mal gana por la mano, y mi sospiro viene antes que mi descanso)». los hombres; lo que los mata es el disgusto y la indignación.
4-5
¡Véanse sin asistencia judicial en el Forum o plaza de los juicios, situada a la puerta de bla
A 2 Si INTENTÁRAMOS HABLARTE...: verso diferentemente vertido; muchos traducen: «¿te diri- ciudad! Otros no entienden sea ésta la maldición aludida en el versículo anterior. Kit suprime 5 ;
** giremos
9
una palabra? fasí H), lestás deprimido! (o a ti, que estás deprimido)». otros lo modifican y trasladan ante 5a y 5 c el 4,21a. Nosotros respetamos en lo posible H, de que
1
AL SOPLO DE SU NARIZ : es, como dice Fr. Luis, el bufido producido por el enojo. hace León sagaz comentario.
° LEOPARDO : así c. Dhorme; otros león fiero, chacal (hebr. sájal), leona (cf. coment. Fr. Luis)... 11 6
Establece la ecuación entre el mal moral y el físico.
SE QUIEBRA:
13
O bien c. Eitan, desaparece, cesa (cf. niítau en etiópico). 7
HIJOS DEL VELÁMPAGO : parece indican las águilas; pero puede aceptarse también la interpre-
SOPOR: hebr. tardemá, especie de sueño letárgico, profundo y pesado, provocado a menudo tación: los hijos d\ la brasa = las chispas. Fray Luis, «las hijas del ave». Según el Talmud, «los malos
por 16Dios. espíritus»; G «las crías del buitre».
PÁRASE (algo, alguien)...: algunos suponen falte un sujeto, como Elohim en i Sam 38,13; 9
Comienza una doxología en el estilo de los Salmos.
mas, como piensa Stevenson, trátase de una pausa dramática, deliberada y muy natural. II OIGO
UNA voz QUEDA: o también: un silencio, luego oigo una voz. u Los AFLIGIDOS..., BIENESTAR: hebr. qoderim 'enlutados, denegridos...'; yesa 'salud, soco-
18
VESANIA : hebr. tohold, hapax interpretado muy diversamente: pecado, defecto, extravío...; rro', que tienen aquí ese sentido. No precisa, pues, modificarse H,
19
Fr. 1Luis, «torcimiento» (cf. su comentario). SEIS... SIETE: nótese esta figura estilística bíblica para indicar la progresión. Siete (no tra-
9
MORADORES DE CASAS DE BARRO: e. d., los hombres, cuyos cuerpos, asientos del alma, están ducimos «a la séptima», como suele hacerse) es número simbólico, indicando todos los males po-
hechos de barro. 11 Cuyos CIMIENTOS: los de aquéllos, comenta León. sibles. Cf. Fr. Luis.
21
20
D E LA MAÑANA A LA TARDE: equivale a nuestro «de la noche a la mañana». 11 POR NO HABER AZOTE DE LENGUA: e. d., calumnia. Nótese la homofonia de las dos plagas: sot 'azote', y sod
QUIEN SE OPONGA (cf. G, faltos de salvador) ; o bien, sin que nadie pare mientes (cf. León), sin darse 'correría,
23
desvastación'.
cuenta-.. Kit lee «sin renombre*. LAS PIEDRAS...: las interpretaciones dadas al pasaje son múltiples. Dhorme explica que tener
21
SE LES ARRANCÓ...: aiudiendo a su muerte. Cf. el sabroso comento de León. Dhorme cree pacto o alianza con las piedras del campo es estar asegurado de que ellas no invadirán el terreno
que 21 b es el miembro paralelo de 2o b , y 21 a el paralelo de 5,5 b, ante el cual lo traslada. II Y NO para impedirle produzca. Kit c. Rashi corrige H leyendo: ios señores (o hijos) riel campo (o suelo)
DE SABIDURÍA: o faltos de sabiduría, estúpidamente. =s los sátiros.
24
CONOCERÁS...: o sabrás por experiencia que tu tienda o casa es toda paz; pinta ia plena se-
guridad de que disfruta quien pone su confianza en Dios.
614 JOB 6 *-»* JOB 6 2 5 —7 1 0 815
25
¡Cuan poderosas son las palabras rectas!; |
mas ¿qué arguye u n a crítica venida de vosotros?
Job se justifica y queja ante Elifaz y sus amigos 26
¿Pensáis en criticar meras palabras, |
siendo p u r o viento los dichos de un desesperado?*
27
¡Incluso a un huérfano echáis a suerte | y traficáis sobre vuestro amigo! *
2
»* ! Entonces Job tomó la palabra y dijo: 8 Y ahora ¡dignaos volveros hacia mí, | y a vuestra cara n o he de mentir!
2 2
«¡Si pudieía pesaje puntualmente mi disgusto ¡ ' ¡Tornad, pues! ¡No haya iniquidad! ! ¡Tornad! ¡Va mi derecho en ello! *
30
y mi -'nfortunío se pusiera a un tiempo en balanza! ¿Hay en mi lengua iniquidad? | ¿Acaso mi paladar no discierne las cosas malas?
5 Pesaría más que !a arena de los mare , | por eso mis palabras son asollozadas! *
4
Pues en mi Testan clavadas] las flechas de Sadday, |.
cuya ponzoña mi espíritu absorbe: I los terrores de Eloah están alineados contra mí. *
5
Job prosigue su defensa y pide auxilio a Dios
¿Rebuzna el onagro j u n t o a! césped? | ¿Muge el t o r o junto a su pienso?
6
¿Cómese acaso lo insípido sin sal? I ¿Qué gusto hay en la clara de huevo? * 1 ¿No es u n servicio militar el destino del h o m b r e sobre la tierra, I
7
Lo que [aun] tocar rehusaba mi alma,, |
eso, en mi enfermedad", h a venido a ser mi alimento. *
7
2
V n o son c o m o días de mercenario sus d í a s ? *
8
C o m o esclavo qq.- ansia la sombra ! y cual jornalero que espera su salario,
¡Quién me diera se realizase mi petición | y Eloah otorgara lo que espero,
9
y se dignara Eloah aplastarme, | soltase su m a n o y m e acabara!
10
Pues aun sería [esto b] para mí consuelo, | y en el mismo acerbo dolor me regocijaría, |'
p o r n o haber silenciado los decretos del Santo. *
11
¿Cuál es mi fuerza p a r a que yo espere | y cuál mi porvenir p a r a que ensanche mi
12
¿Es mi fortaleza la fortaleza de las piedras? I ¿Es mi carne de bronce? [alma? *
13
H e aquí que no encuentro ayuda alguna en mi |
y t o d a asistencia rne h a sido arrebatada. *
14
En cuanto a quien retira ° de su amigo la compasión, ¡
el t e m o r de Sadday a b a n d o n a . *
15
Mis hermanos me traicionaron c o m o torrente, I c o m o lecho de torrentes pasajeros: *
16
turbios iban por el hielo, ¡ en ellos se escondía la nieve;
17
en cuanto los agostan los calores, desaparecen; |
apenas hace calor, se extinguen en su lecho. *
• 8 Desvían" [buscándolos] las caravanas su ruta, |
a v a n z a n por el desierto y se cxliavían;
19
oteáronlos las caravanas de Tema, | las comitivas de Sabá esperaron en ellos; Vw.lwllwlWfW.liHfl'»»»--!»-.-"^» «.««•IIH-W«-»»""'>'"""H'My
20
q u e d a r o n avergonzadas de haber confiado, | llegaron hasta ellos y se vieron corridas.
2
1 ¡En verdad, ahora estáis indecisos': ! veis u n a cosa horrible y teméis!
22
¿ E s que he dicho y o : « D a d m e , ] y de vuestra hacienda sobornad en mi favor,* Instrumenta!: de ujedor (lanzadera, etc.) (PEQ 73 [JÍMO Mí-)
2S
y libradme de la m a n o del opresor | y del poder de tiranos rescatadme»? 3
24
Instruidme y yo me callaré, | y aquello en que erré explicadme. así heredé yo meses vacuos | y noches de dolor se me asignaron. *
4
Si me acuesto, d i g o : «¿Cuándo me levantaré?» |
Y cada vez que' es de noche ! h a r t ó m e de agitaciones hasta el crepúsculo. *
5
C: 3 ASOLLOZADAS: no hallamos mejor versión que esta de Fr. Luis; o bien, «balbucientes», «car- Mi carne se ha revestido de gusanos y costras terrosas, I
^ 4 gadas de aflicción» (Sutcliffe). mi piel se h a agrietado y supura.
LAS FLECHAS DE S.: e. d-, las calamidades que Sadday o el Omnipotente envía a los hombres, 6 Mis días corrieron m á s r a u d o s que lanzadera \ y h a n cesado, faltos de hilo. *
las cuales afectan directamente al espíritu de éstos. ' A c u é r d a t e de que mi vida es viento, | que mis ojos n o t o r n a r á n a ver la d i c h a : *
6 CLARA DE HUEVO: la primera palabra (hebr. rir) es «saliva, baba»; la segunda (hebr. jablamut) 8 ¡No me divisarán más los ojos del que m e veía, |
sería para unos 'muerte', para otros 'lo amarillo del huevo' o bien 'la verdolaga', una planta gelati-
nosa que crece en las rocas cual el musgo. tus ojos [se fijarán] en mí y ya no existiré!
9
1 Ofrécense variadísimas traducciones de este difícil v., al que se proponen múltiples arreglos. U n a nube se disipa y se va, | así quien baja al seol no sube.
10
La nuestra sigue de cerca a H y V con la corrección arriba indicada, y parece aceptable: «Mi alma N o volverá m á s a su casa, I ni le verá de nuevo su lugar.
ni tocar quería tales cosas: pero ellas en mi enfermedad y mis dolores han venido a ser como mi pan
o alimento cotidiano». Cf. Eitan: «Mi alma es incapaz de reposar; mis entrañas rutan o zumban de 26
sufrimiento». PURO VIENTO : o cosa que se lleva el viento.
I 27
° HABER SILENCIADO U ocultado: así c. Dhorme, o bien «renegado»; suele verterse «contradecir» ECHÁIS A SUERTE: cf. I Sam 14,42. Cabe corregir H, leyendo y traduciendo c. GV: «Incluso
(cf. V, León, Le Hir) o «violar, transgredir» (Renán, Caminero...). sobre
29
un h. os lanzáis (y caváis fosa junto a vuestro amigo)».
II
Mi PORVENIR: lit-, mi fin. SI ENSANCHE MI ALMA: o sea, dilate el pecho, libre del apretamiento INIQUIDAD: maldad, injusticia; «propiamente—escribe certero Fr. Luis—es torcimiento, y
que producen en el alma los males que Job padece sin saber cuánto han de durar; e. d., conciba es- es aquí sacar de sus quicios lo que se dice y el torcerlo a lo peor, que es propio de lo que llamamos
peranza o tenga paciencia (asi V...); Ehrlich y Dhorme vierten «prolongue yo mi vida». calumnia». || VA MI DERECHO o justicia; o bien tengo razón. «Es el examen al cual se somete Job el
13 H E AQUÍ QUE: interpretamos H como SV y Onquelos en Núm 17,28. Otros modifican H. |¡ que hace brillar su justicia—escribe Dhorme—: con ello (bah) se verá que es justo».
ASISTENCIA: «la previsión para el mañana» (Sutcliffe). 1
14 "} SERVICIO MILITAR de tiempo fijo y limitado; asi H sabá, que suele traducirse milicia II EL
Cabría dar a este difícil v. otra interpretación: «El atribulado deberá contar siempre con la
compasión de su amigo, aunque hubiere abandonado el temor de Sadday»; tal versión no está lejos ' DESTINO: la vida G. í! MERCENARIO: O jornalero,
3
_ _ ,
de las de Renán, Segond, Crampón o la Biblia del rabinato francés. Dhorme las cree sobrado sutiles MESES VACUOS: e. d., «vacíos de todo gusto y alivio» (León); o también «de infortunio»; Dhor-
y, corrigiendo H, traduce: «Su compañero ha despreciado la misericordia y abandonado el temor me, «de desengaño». León entiende la frase como elíptica: así soy yo, así anhelo el fin de mis dolores,
de Shaddai», y tal reflexión sería una nota marginal pasada luego ai texto. pues me tocaron meses de miseria...
4
l i Mis HERMANOS: e. d-, mis parientes y conciudadanos me burlaron cual torrenteras de aguas Y CADA VEZ QUE ES DE NOCHE : o quizá habrá de entenderse H «luego cuento los momentos de
intermitentes. la tarde (noche) y hartóme...»; cf. nota crít. Muchos corrigen: «... digo: ¿cuándo vendrá el dial Si
17 me levanto. ¿Cuándo la tarde?, y hartóme...»
Los AGOSTAN LOS CALORES...: o llega la estación seca; versión dudosa. G «se derriten a la
llegada del calor, ya no se sabe de ellos»; V «ternpore, quo fucrint dissipati». <• Mis DÍAS: e. d., los venturosos. || FALTOS DE HILO: O bien «sin esperanza» (cf. V).
7
22 SOBORNAD: cohechad al juez; «» bien, «¡ofreced por mi presentes». ACUÉRDATE: Job se dirige a Dios. I! VIENTO: O bien «un «opio»,
JOB 8 á 0 —9 M
1 9
616 JOB 7"—& 617
•i P o r eso no reprimiré mi boca, ! hablaré en la angustia de mi espíritu, | 20
A h o t a bien, Dios n o desecha al perfecto | ni toma de la m a n o a los malvados»
m e quejaré en la amargura de mi a l m a . 21
Aún " llenará El de risa tu boca | y tus labios de alegría;
12
¿Soy yo el m a r o e! marino dragón, | p a r a que pongas guardia contra mí? * 22
quienes te aboi recen se vestirán de vergüenza,
13
Si digo: «Mi lecho me consolará, ¡ m i cama conllevará mi queja», y la tienda de los malos n o subsistirá».
14
entonces me espantas con sueños | y con visiones me sobresaltas. *
15
Y mi alma preferiría la estrangulación, ¡ la muerte más bien que mis huesos. *
16
¡La desprecio; no he de vivir para siempre! I Déjame ya que mi vida es un soplo * Job confiesa q u e Dios es justo, p e r o aflige al inocente
17
¿Qué es e! hombre p a r a que en t a n t o lo tengas \
y para que pongas eu él tu atención; O
18
p a r a que lo inspecciones cada m a ñ a n a , ! y a cada momento lo escudriñes?
19
¿Hasta c u á n d o no apartarás de mí tu mirada | ** J J o b t o m ó la palabra y dijo:
2
ni m e soltarás lo que t a r d o en tragar mi saliva? «En verdad, yo sé que es así - | y ¿cómo puede un h o m b r e justificarse ante D'os?
3
20
Si he pecado, ¿qué te hago a ti, | oh guardián del hombre? Si quiere disputar con él, ¡ n o responderá a un caigo entre mil.
4
¿Por qué me has puesto por blanco tuyo | y he venido a ser para tib una carga? * El es sabio de corazón y robusto de fuerza, | ¿quién se le opuso que saliera ileso?
5
21
Y ¿por qué no soportas mi pecado | y no dejas pasai mi falta? .E1 que traslada los montes sin que se den cuenta, |
Pues a h o r a m e acostaré en el polvo | y tú me buscarás bien, y ya n o existiré». y que a los trastornó en su íuror. *
6
El que sacude la tierra de su sitio | y sus columnas tiemblan de espanto.
7
El que órdenes da al sol, y [éste] n o sale, |
y encierra las estrellas bajo sello.
Discurso d e Bridad 8
H a extendido los cielos p o r sí solo | y hollado las alturas de la mar. *
9
H a creado la Osa y * Orion, | las Pléyades y las C á m a r a s del Sur. *
8 1
Bildad el suiita t o m ó la palabra y dijo:
10
11
H a c e cosas grandiosas, insondables, | maravillas sin n ú m e r o *
Si pasa j u n t o a mí, yo n o le veo, | y si se desliza, n o le advierto.
2 12
«."Hasta c u á n d o charlarás de ese m o d o j Si saqueara, ¿quién se lo impediría? ¡ ¿Quién le diría: «Qué haces»?
y serán cual viento recio las palabras de tu boca? 13
Eloah no reprime su cólera; ¡ bajo El fueron abatidos los satélites de R á h a b . *
3 14
¿Acaso tuerce Dios el derecho ' o Sadday hace desviar la justicia? ¡Cuánto menos le replicaré yo, | y rebuscaré mis palabras frente a El!
* Si tus hijos le faltaron, | entrególos en m a n o s de su trasgresión; 15
Y o , que, si tengo razón, n o soy respondido' | c u a n d o imploro a m i juez.
5 [masl, si tú recunieres a Dios I y a Spdday implorares, 16
A u n q u e llame yo y El m e responda, ! no podré creer que presta oído a mi V02.
* si fueres p u r o y recto ", ! desde ahora TI velará sobre ti I 17
El, que m e aplasta en torbellino tempestuoso |
y restablecerá tu morada de justo. y multiplica mis heridas sin motivo. *
18
7 y resultará tu antigua suerte cosa insignificante: | N o m e deja t o m a r aliento, | m a s h á r t a m e de amarguras.
¡que tan grande ha de ser tu postrimería!
8
1 9 Si se trata de fuerza, " El es el recio; I si * de juicio, ¿quién lo " emplazará? *
Pues preguma, por favor, a la generación anterior, | 20
Si soy justo, m i boca m e c o n d e n a ; | soy íntegro, y ella m e declara perverso.
y considera la experiencia de los padres, 21
¿Soy íntegro? ¡Yo n o me conozco a mí mismo! | ¡Yo desprecio m i vida!
9 22
p o r q u e nosotros somos de ayer y n o sabemos, | ¡Todo es u n o ! Por eso he d i c h o : | «¡Al íntegro y al malvado extermina!»
23
pues sombra'» nuestros días son en la tierra. Si un azote acarrea de súbito la muelle, I El se mofa del desaliento de los inocentes.
10 24
¿No te instruirán ellos, te hablarán, j y de su corazón sacarán palabras? * Un país ha sido entregado en m a n o s de un malvado, |
11
¿Crece el papiro sin p a n t a n o ? | ¿Crece el junco sin haber aguas? cubre El el rostro de sus jueces; | si no es El, ¿quién es, p u e s ? *
12 25
¡Está aún en su flor, sin ser cortado, I y antes que t o d a otra yerba sécase! Mis ' días h a n sido m á s r a u d o s que correo, | huyeron sin ver la felicidad;
13 26
Así son los destinos de cuantos olvidan a Dios, | se deslizaron c o m o canoas de papiro, ! cual águila que se precipita sobre la presa.
y fasí1 se desvanecerá la esperan/a del impío, 27
Si m e d i g o : «Voy a olvidar m i queja, | cambiaré m i semblante y pondréme alegre»,
14 28
cuya confianza es una telaraña, | y su seguridad u n a casa de araña:* temo todos mis sufrimientos, | sabiendo que tú n o m e declaras inocente.
15 29
¡Apóyase sobre tal casa, y ella no se sostiene; ] se agarra a ella, y no resiste! Si soy culpable, | ¿para qué m e voy a fatigar en vano?
16 30
Verde y jugoso aparece ante el sol, I Si m e lavara con agua de« nieve | y purificase mis m a n o s con lejía,
y por cima de su huerto sobresalen sus renuevos; *
?
i sobre un majano se entrelazan sus raíces, ! en una casa de piedras vive °. *
18
Si su lugar lo trapa I y le reniega: «¡No te vi jamás!», Q 5 Y QUE...: de respetar el que de H, puede entenderse: «sin que conozcan a aquel que los tras-
19
¡ved ahí el que era la alegría de su camino, | y del suelo otros brotan! * ^ tornó...» (así Dillmann, Dhorme...) o, quizá mejor, «sin que se den cuenta que los ha trastor-
nado...». Cf. León, relicísimo.
8
12 LAS ALTURAS DE LA MAR: e. d., sus olas, que se yerguen a modo de montañas. Caminar sobre
Job apostrofa a Dios, que ha encerrado el mar, símbolo de los elementos tumultuosos, en sus las alturas de un país o de algo es dominarlo; por tanto, el hemistiquio equivale a «y domina sobre
límites actuales y ha puesto vigilancia especial a Tannín. monstruosa serpiente venenosa que habita- las olas del mar».
el mar.
14
9
OSA : la Osa mayor, para Ben 'Ezra y otros. Schiaparelli: Aldebarán y las Hyadas. Zorell:
15
M E ESPANTAS: hebr. jittattani, de harmonía imitativa. Arturo: Koehier: Leo. II LAS CÁMARAS O habitaciones del Sur es constelación austral sólo en Job
HUESOS: «por nombre de huesos—anota Fr. Luis—suele esta escritura entender la vida a citada.
quien ellos sustentan». 10
Job repite aquí un v. de Elifaz con cierta ironía.
16
LA DESPRECIO: obj. la muerte. Otros, «me disuelvo o consumo». N. M. Sarní pretiere: «mi 13
RÁHAB : es, con Leviatán y Tannín, uno de los monstruos. Símbolo del mar, el elemento agi-
alma (=yo) prefiere estrangulación, mis huesos ( = yo), muerte». tado e irritado por esencia, que esto significa la raíz del vocablo. Especialmente simboliza el mar
20
Si HE PECADO: es una concesión hipotética: sea así que pequé... || CARGA: O bien, como anota Rojo, de donde su uso como sinónimo de Egipto.
Kií, «scopus», e. d-, 'blanco, meta'. 1
' E N TORBELLINO TEMPESTUOSO O en huracán de tormenta (cf. GSymV): TS por un cabello
Q 1140 D E SU CORAZÓN: sede de la sabiduría y experiencia para los antiguos, extraerán enseñanzas. o una bagatela, en paralelismo con sin motivo del segundo hemistiquio.
19
TELARAÑA: yaqut es arameo bíblico y significa literalm. «efecto o producto del verano» Sí (SE TRATA) DE FUERZA: O bien si (apelo) a la fuerza (cf. León). || ¿QUIÉN LE EMPLAZARÁ?:
(J. Reider).
16
el actual H podría entenderse «¿quién osará ser mi abogado o testigo?» (cf. León).
24
POR CIMA: o sea allende la cerca. U N PAÍS...: es una nueva hipótesis. Dios no sólo no perdona al inocente durante una cala-
17
19
EN UNA CASA DE PIEDRAS : o bien, entre las piedras. midad pública, un azote divino, sino que aun permite sea víctima de los perversos. Entonces los
VED AHÍ... CAMINO: hemos intentado dar un sentido aceptable a H, e. d., helo ahí, arrancado altos magistrados del país, cuyo oficio es deshacer los agravios y oponerse a los malvados, dejan
y marchito (ese vegetal, representativo del impío y su suerte), el que alegraba el camino donde ña- hacer, no ven el desafuero: Dios les vela o cubre el rostro. Aquí Job atribuye a Dios acciones que
recia, Dhorme, «helo ahí podrido sobre iin caminos, éste sólo permite.
«8 JOB &"—ÍG t ó JOB l l 1 — 1 2 » 619
31
entonces tú rae hundirías en la inmundicia u \ y mis vestidos tendrían h o r r o r de mí.
32
Que n o es h o m b r e c o m o yo p a r a responderle, | para que entremos juntos en juicio: * 'Discurso acusatorio d e Sofá*-
33
n o ' hay entre nosotros arbitro | que p o n g a su m a n o sobre ambos,
34 que aparte de encima de mí su vara, | de suerte que su terror n o m e espante. 11 1 Sofar el n a a m a t i t a t o m ó la palabra y dijo:
3* ¡[Entonces] hablaría y n o le temería, I pues que, hallándome así, no estoy en roí!* 2
«¿El charlatán* n o será replicado? | ¿El h o m b r e de labia h a de tener razón?
3
¿Harán callar tus charlas a los hombres, I y te mofarás sin que h a y a quien te con-
4
A h o r a bien, tú dices: «Pura es mi doctrina | y limpio soy a tus ojos». [funda?
J o b p r o s i g u e su q u e j a y se humilla a n t e Dios 5
M a s ¡quién diera que Eloah hablase | y abriera sus labios contigo
6
y te declarase los arcanos de la sabiduría! I
1 fl ' ¡Tedio siente m i alma de mi vida, | daré libre curso c o n t r a mí a mi queja, | — p o r q u e son a m b i g u o s " para el entendimiento—. |
^ " hablaré en la a m a r g u r a de mi alma! ¡Entonces sabrías que Eloah permite se te olvide parle de tu culpa! *
2
D i r é a E l o a h : «¡No m e condenes, | hazme saber por qué te querellas de mí! 7
¿Hallarás tú la esencia de Eloah? | ¿Hasta la perfección de Sadday llegarás °?*
3
¿Acaso te está bien el ser violento, | repudiar la o b r a de tus m a n o s 8
Es más alta que los cielos J , ¿qué h a r á s ? ; | más profunda que el seo!, ¿qué puedes
y complacerte en el consejo de los malvados? * 9
M á s larga que la tierra es su dimensión, I y más ancha que el mar. [saber?
4
¿Tienes tú ojos de carne? | ¿Como ve un h o m b r e ves tú? 10
Si El pasa, y si encierra, | y si cita a juicio, ¿quién le retraerá? •
5
¿Son c o m o días de mortal tus días, tus años como años de varón, 11
P o r q u e El conoce a los hombres engañosos |
6
p a r a que andes averiguando mí falta I e inquiriendo mi pecado? y ve la iniquidad sin que reflexione m u c h o . *
7
¡Sobre que sabes que no soy culpable | ni hay quien de tu m a n o [me] libre! 2
1 El h o m b r e es cosa h u e r a : h a de instruirse; | como pollino salvaje nace el h o m b r e . *
8 T u s m a n o s me moldearon y fabricaron, | ¿y luego * por entero m e vas a destruir? 13
Si tú enderezaras tu corazón | y tendieras hacia El tus m a n o s ,
9
Recuerda que c o m o arcilla me hiciste | y al polvo me harás volver. 14
si la iniquidad que h a y en tu m a n o la alejases •
10
¿ N o me vertiste c o m o leche | y cual queso me cuajaste? y n o permitieses habitar en tu tienda ' la injusticia,
11
D e piel y carne me vestiste, | y me tejiste con huesos y nervios. 1 5 entonces alzarías tu rostro sin mancilla I y serías firme y n o temerías.
12
Luego, de la vida hicísteme gracia I y tu providencia protegió mí espíritu. 16
Pues tú olvidarías la p e n a ; | como aguas que pasaron la recordarías.
13
M a s tales cosas las has tenido ocultas en tu c o r a z ó n ; | 17 Y más brillante que el mediodía surgiría tu existencia, | cual la m a ñ a n a la oscuridad *
yo sé que t o d o esto lo tenías presente. 18 y vivirías seguro, pues habría esperanza | [sería, *
14
Si he pecado, m e vigilas | y de mi falta n o m e declaras inocente. * y cavarías [tu sepulcro], tranquilo te acostarías;*
15
Si he sido malvado, ¡ay de mi!, | y si he sido justo, no alzaré mi cabeza, | 19
reposarías sin que nadie te inquietase | y muchos te adularían.
saciado [como estoy] de ignominia y empapucio de aflicción ". 20
Pero los ojos de los malvados se consumirán |
16
Me levanto' y c o m o leopardo me das caza, | y todo refugio les faltará; I su esperanza será rendir el alma»,
y en mí tornas a hacer ostentación de tu poder. *
17
Renuevas tus ataques contra mí | y acrecientas t u saña conmigo: |
¡[luchan] conmigo t r o p a s de relevo! *
18
J o b r e s p o n d e a Sofar
¿Por qué, pues, m e sacaste del vientre? |
H a b r í a expirado, y ojo ninguno m e hubiera visto. 1
19 12 J o b tornó la palabra y (Jijo;
¡Habría sido yo c o m o si no hubiese existido: |
del vientre a la t u m b a habría sido llevado! 2 «¡Verdaderamente que sois el pueblo | y con vosotros morirá la sabiduría! *
20
¿No son una poca cosa los días de mi existencia"? | 3 Pero también yo tengo, cual vosotros, inteligencia; |
A p á r t a t e e de mí y m e confortaré un poco, n o cedo yo ante vosotros; | ¿y a quién no se le alcanzan cosas como éstas?
21
antes que m e vaya, para no volver, ! a la tierra de tinieblas y sombra, 4 Objeto de risa p a r a su amigo soy yo, | que clamo a Eloah p a r a que responda.
22
tierra de negrura < c o m o oscuridad, sombra > ' y desórdenes, ¡Es•objeto de mofa el justo perfecto!
y donde la claridad misma es cual la oscuridad». 5 ¡Un hachón despreciable, a juicio del dichoso, f adecuado p a r a los de vacilante pief *
32
Job (frente al v.2ü) se ha colocado en la hipótesis de la culpabilidad. Todo es inútil para dis- *| 1 6 AMBIGUOS PARA EL ENTENDIMIENTO: así (lit. dobles) c. Dhorme. También cabría interpre-
culparse. Si trata de purificarse, Dios lo pone aún más manchado. Por otra parte, ¿a quién reclamar * * 7 tar: «¿obles son [tus pecados] en realidad» (cf. León).
justicia? ¡No es El un hombre como yo! Toda discusión jurídica, todo recurso a los tribunales es 10
LA ESENCIA: lit. la naturaleza íntima o íntimo misterio.
imposible. La significación exacta de los verbos del v. parece dudosa. V (cf. G) traduce: «si trastornare
35
ENTONCES: otros, «sin embargo, hablaré sirj temerles. !| PUES QUE HALLÁNDOME ASÍ..., o bien todas las cosas o las encerrare en una, ¿quién...?». Otros I. el v. tras n ; Bickell y otros lo suprimen
«pues no es así [e. d., culpable] como yo me encuentro», no soy así a mis ojos. sin razón.
11
SIN QUE REFLEXIONE MUCHO: lit. y no presta atención. O, acaso: «(y viendo la iniquidad) ¿no
1 A 3 T E ESTÁ BIEN: e. d., dice bien con lo que de vuestra justicia y bondad se pregona (cf. León). la tendrá en cuenta?* (cf. V); otros 1. c. G «y la observa».
12
1 ^ O con otros: «¿es bueno, o un bien para ti, e. d., sacas algún provecho?» || COMPLACERTE: El v. está modelado como un proverbio. Tradúcese variadamente. Nuestra versión parece
el hebr. indica 'brillar, iluminar...', 'aparecer radiante...', que hemos interpretado 'complacerse'; responder bien a vocablos y contexto. Interesante es la de Sutcliffe: «Una persona necia adquirirá
León1 4 entiende bien que «resplandecer sobre el consejo de los malos» es «favorecerlos». talento (hebr. yil-labet 'se hará cuerda') cuando una muía nazca (hebr. yivvaled) garañón». Nótese
No ME DECLARAS INOCENTE: e. d., no me dejas impune, no me absuelves (cf. 9,28). ía aliteración
17
de H.
16 Tu EXISTENCIA: lit. la existencia, el porvenir. H CUAL LA MAÑANA...: sin modificar H, León
M E LEVANTO... Verso difícil y variadamente traducido. T «y él ha levantado su mano...»;
V «y, por mi soberbia...»; otros corrigen H «y, agotado...*. Quizá errp. y el orden actual de los w.15 interpreta sagazmente (cf. V): «Desfallecerás (=cuando te tuvieres por acabado), como alba serás
y 16 no sea el primitivo. (=nacerás como lucero)».
17 18
ATAQUES: lit. testimonios. «Testigos de Dios—comenta León—llama las llagas que tenía y CAVARÍAS: el hebr. jafarta es una «crux interpretum»; su sentido primero es eí que damos de
los dolores que padecía, que lo eran de la saña de Dios para con él». Otros corrigen H: tu hostili- «cavar» (luego escrutar, inspeccionar oteando el peligro...). Algs. interpretan: «aunque te sintieras
dad. || TROPAS DE RELEVO: lit. renuevos y tropa (con hendiadys: se yuxtaponen y coordinan dos vo- abochornado...».
cablos, de los que el segundo es complemento del primero); llama así a sus dolores, que cambian, l O 2 Sois EL PUEBLO : e. d., ía opinión pública. Job, frénicamente, dice a sus falsos consoladores:
sin desaparecer. • ** «En vosotros está el mundo abreviado, vosotros sois los hombres y los sabios, y muertos vos-
otros no habrá más saber*, comenta Fr. Luis. J. Reider interpreta, quizá certero: «Verd. que sois
cosa acabada (cf. el árabe) y con vosotros está la perfección».
5 He aquí una versión más de este discutido v.; es fiel a H y ofrece un sentido muy de acuerdo
con el contexto. El justo es objeto de burla; a juicio del varón de vida regalada es antorcha despre-
ciable y ridicula, a propósito, todo lo más, para aquellos cuyo pie vacila (o necesitados), es decir,
620 JOB 12 6 —13 a JOB 1 3 1 T — 1 4 1 9 621

6
¡Bien tranquilas están las guaridas de los salteadores, | 1 7 ¡Escuchad atentamente m i palabra ] y mi exposición [penetre] en vuestros oídos!
y plena seguridad gozan los que irritan a Dios, | is H e aquí que he p r e p a r a d o un proceso; | sé que soy yo quien tengo razón.
19
aquel que ha llevado a Eloah en su m a n o ! * ¿Quién es el que desea litigar conmigo? | Pues entonces callaré y expiraré.
20
7
Pero interroga a las bestias, y te instruirán; Sólo dos cosas no hagas conmigo: I entonces no me esconderé de tu presencia.
21
y a las aves del cielo, y te darán noticia. ¡Aleja tu m a n o de sobre mí | y tu terror no me espante!
22
8
O a a los reptiles de » la tierra, y te enseñarán, j y le contarán los peces del mar. Luego llama y yo responderé, I o bien hablaré yo y contéstame tú.
23
9
" ¿Quién no reconoce en todos estos seres | que la m a n o de Yahveh • hizo esto? ¿Cuántas son mis faltas y pecados? | ¡Mi transgresión y mi pecado házmelos saber!
24
10 El que tiene en su m a n o el alma de t o d o viviente | y el espíritu de toda carne h u m a n a ". ¿Por qué ocultas tu rostro I y me reputas por enemigo t u y o ? *
25
11
¿No discierne el oído las palabras, | c o m o el paladar gusta el alimento? ¿A u n a hoja volandera vas a amedrentar ¡ y a una pajilla seca vas a perseguir?
2f
12
En los ancianos está el saber | y en la longevidad la inteligencia. > Pues escribes contra mí cosas amargas | y m e imputas las faltas de mi m o c e d a d ;
27
13
Con El [motan] sabiduría y poder, | suyos son consejo e inteligencia. y pones en cepo mis pies I y acechas todos mis pasos: I
14
Si demuele, no será reedificado; | si encierra a alguno, libertado no será; tienes en ti m u y grabadas las huellas de mis pies, *
28
15
si detiene las aguas, sécanse; | y si las suelta, trastornan la tierra. mas ella c o m o u n odre" se consume. I cual vestido a! que royó la polilla. *
16 C o n El [moran] fuerza e ingenio, | son de El el seducido y el seductor;
1' El hace a n d a r a los consejeros descalzos | y a los jueces entontece. *
18
19
D e s a t ó la bimcla'' de los reyes | y a t ó u n ceñidor a sus lomos. * Prosigue Job su discurso
H a c e a n d a r a los sacerdotes descalzos, | y a los Hetanim derriba. *
20
Quita el habla a los m á s expertos, | y el discernimiento de los ancianos arrebata. •I A 1 El h o m b r e , nacido de mujer, | corto de días y h a r t o de inquietud, *
21
D e r r a m a menosprecio sobre los nobles, ¡ y el cinto de los fuertes suelta. * ™ 2 b r o t a y se marchita c o m o flor, | y huye como sombra sin pararse.
22
Desvela a las tinieblas sus secretos | y saca a la luz la sombra. 3
¿E incluso sobre u n [ser] tal abres tus ojos, [ y a f / ' conduces a juicio contigo?
23
Engrandece a las naciones y las destruye, | postra a los pueblos e y los suprime '. 4
¿Quién sacará lo p u r o de lo impuro? I ¡Ninguno!
24
Quita el sentido a los jefes » del país | y los descarría en desierto sin c a m i n o : 5
Si están determinados sus días, | si el n ú m e r o de sus meses te es conocido,
25
ellos a n d a n palpando en las tinieblas sin luz | y titubean * c o m o beodo. si su límite fijaste" y no le traspasará, *
6 a p a r t a de él tu vista y déjalec | hasta que, c o m o un jornalero, cumpla su jornada.
7
P o r q u e el árbol tiene u n a esperanza: j si es cortado, puede a ú n retoñar |
Job sigue refutando a sus amigos. Súplica a Dios y sus renuevos n o cesarán;
8
si su raíz envejece en la tierra | y en el suelo muere su tronco,
1 0 ' H e aquí q u e todo eso * lo h a n visto mis ojos | 9
al olor del agua reflorecerá | y echará ramaje c o m o plantón.
U y mi oreja lo oyó y reparó en ello. 10 M a s el varón muere y es perecedero; I expira el h o m b r e , y ¿dónde está?
2
C o m o sabéis vosotros, sé yo también, | no soy menos que vosotros. 11 Las aguas podrán desaparecer del m a r | y un río agotarse y secarse;*
3
Pero yo a Sadday es a quien hablo | y disputar con Dios quiero. [otros. * i 2 sin embargo, el h o m b r e se habrá acostado y no se levantará; I
4
En cuanto a vosotros, sois unos urdidores de mentira, I médicos inanes todos vos- hasta la desaparición de" los cielos n o se despertará I ni surgirá de su sueño.
5
6
¡Quién diera que callaseis p o r completo, ] pues ello fuera para vosotros sabiduría! 1 3 ¡Quién diera que en el seo! me escondieses I
¡Oíd, pues, mi argumentación", | y a la discusión" de mis labios atended! y ocultases hasta que se aplaque tu cólera!
7
¿A favor de Dios vais a proferir falsedad, I y a su favor vais a decir mentira? M e fijarías un plazo y te volverías a acordar de mí:
8 14
¿Seréis parciales en pro suyo? [ ¿En p r o de D i o s litigaréis? — s i muere un varón, ¿revivirá? —; |
9
¿Será bueno que El os sondee? I ¿Como se engaña a u n h o m b r e vais a engañarle a El? todos los días de mi servicio esperaría | hasta que llegase mi relevo. *
1° El os infligirá ciertamente un castigo, | si en secreto sois parciales. 15
11
M e llamarías, y yo te respondería; | la o b r a de tus manos anhelarías.
¿Acaso su majestad no os aterrará, i ni su pavor caerá sobre vosotros? 16 En vez de contar, c o m o ahora, mis pasos, | no te cuidarías m á s de mi pecado.
12
Vuestras sentencias son máximas de ceniza, | 1 7 Sellada en u n a bolsa estaría mi transgresión, I y tú encubrirlas" m i falta. *
cual respuestas de barro vuestras réplicas. is Pero un monte acabará por caer ' | y u n peñasco se cambiará de sitio,
13
14
¡Absteneos de hablarme y hablaré yo, | y sobrevéngame lo que viniere! 1 9 las aguas desgastarán las piedras, |
15
¿Por qué voy a t o m a r mi carne entre mis dientes | y mi alma exponer en mi palma? * sus lluvias torrenciales g inundan el suele de la tierra,
He aquí que me m a t a r á : n o puedo esperar otra cosa; I mientras que tú has destruido la esperanza del h o m b r e . *
pero debatiré mi conducta ante su faz. *
16
Esto, por otra parte, m e servirá de auxilio: | que ante El n o comparece el impío.
24
OCULTAS TU POSTRO: en señal de irritación, o indiferencia al menos, de Dios.
27
para ejercer la caridad. Si tal versión parece sobrado sutil, pudiera también entenderse: «¡A la ruina, Mis PASOS: lit. mis sendas, aquí el camino recorrido. || TIENES MUY GRABADAS en tu espíritu
desprecio, opina el dichoso, un empellón a aquellos cuyo pie vacila!» o sigues
2
con toda atención. Otros, «tomas las huellas», etc.
6
PLENA SEGURIDAD: Reider prp. interpretar c. el árabe valles habitados. || AQUEL QUE HA LLEVA- 8 ELLA : de conservar este v. en el lugar que hoy ocupa (muchos creen ha de trasladarse después
DO A ELOAH EN SU MANO: e. d., quien no tiene otro Dios que su fuerza. Recuérdese a Virgilio: fldex- de 14,2 ó del 13,24), juzgamos que el pronombre hu del hebreo no puede referirse sino a esa hoja
tra mihi deus». Otros diversamente. arrastrada y pajilla seca que es Job.
17
CONSEJEROS : e. d., los personajes más influyentes. || DESCALZOS : signo de extremado dolor lin-
dante con el desvarío; por eso otros vierten: «arrebata el juicio». i A Es uno de los pasajes más bellos de la Biblia y aun de toda la poesía universal.
18
BANDA: H musar 'disciplina', aquí de sentido dudoso. Fray Luis entiende que Job quiere *^ 5
! INQUIETUD: intranquilidad; otros, «plaga», «tormento*; León, «postema».
significar tanto que Dios rompe las leyes rigurosas de los tiranos como que les quita el ceñidero, o Si ESTÁN: con valor de «ya que están»,.. !l T E ES CONOCIDO: o «pende de ti*.
sea el vestido y ornamento real. 11-12 Parécenos muy acertada la interpretación de León, que juzga que Job no habla por vía
19
ETANIM: se trata de una clase especifica de servidores del templo (cf. N. M. Sarna, JBL, 1955). de semejanza, como muchos afirman, sino por rodeo, queriendo decir: «en cuanto hubiere mar y
nubes, y lluvias, y ríos, dormirá el que una vez muriere». '
•JO 4 MÉDICOS INANES: Iít. médicos de nada, e. d., fantásticos, sin ningún valor. t4 Tal como hoy se ofrece H, la traducción del v. nos parece que no puede ser otra, siendo el
1 yf 14 Da m0 g ¡ a versión íit. de H. Son dos locuciones de tono proverbial, que equivalen a nuestro sentido del segundo hemistiquio: «pues, en tal caao, todos.. .8. Prps. otras soluciones: traslado del v
«jugarse la vida»; o como cuando decimos—escribe León—«traigo el alma en la boca o estoy boquean- desp ués del 19, etc.
do, para significar el último mal y trabajo». Muchos suprimen por qué como dittografía del final 17 SELLADA: e. d., bien .guardada... \\ ENCUBRIRÍAS: lit. pasarías una pincelada (o velo). Otros
del v.13 y dan a la frase sentido afirmativo: «Llevo mi carne...» prefieren: «Sellada... está mi transar, y me has imputado sobradas faltas».
i ' No PUEDO ESPERAR: leyendo c. QGASTV a él en vez de K no, traduciríamos: «Aunque me t« podrán ocurrir todos esos fenómenos; el hombre, sin embargo, seguirá sin esperanza de
matare (o mata), en él esperaré». t mar a la t ierra (cf. León). ^ ''
622 ~~ JOB 14 2 0 — 1 5 " JOB 15»»—le2* 623
20
L o agarras p a r a siempre y desaparece, | cambia de figura y lo despachas. * ! ' N d se enriquecerá ni d u r a r á su forumii, | ni su hacienda se extenderá ya sobre la
21 30
Brillarán con honra sus hijos, y n o lo s a b r á ; I serán despreciados, y n o lo advertirá. N o escapará de las tinieblas: | [tierra. *
22
¡Sólo p o r sí mismo se angustiará su carne, | secará sus renuevos u n a llama | y por el viento será arrebatada su flor '.
y n a d a más que p o r él se lamentará su a l m a ! » * 31
N o confíe vanamente engañado, | pues vanidad serán sus sarmientos *:*
32
sin llegar su día se marchitarán \ | y su ramaje 110 reverdecerá;*
33
tirará, c o m o la viña, su agraz | y dejará caer, c o m o el olivo, su cierna.
Segundo discurso acusatorio de Elifaz 34
35
¡Es que la ralea del impío es estéril, | y fuego devora las tiendas [llenas] de s o b o r n o !
Se concibe pena y se pare iniquidad, | pero su vientre prepara u n engaño».
15 1
Elifaz el lemanita t o m ó la palabra y dijo:
2
3
«¿Responde el sabio con u n a ciencia de aire | e hinche su vientre de solano * Job responde a las injurias de Elifaz y sus colegas
arguyendo con palabra sin utilidad [ y con términos sin provecho?
4
¡Tú vas incluso a destruir la piedad | y a menoscabar la meditación ante D i o s !
5
6
Y a que tu falta inspira tu boca | y adoptas el lenguaje de los astutos, 16 1
t u b o c a te condena y n o yo, j y tus labios testifican contra ti. J o b t o m ó la palabra y dijo:
7 2
¿Has nacido tú el primero de los hombres | y fuiste parido antes que los collados? «¡He oído muchas cosas c o m o éstas! I ¡Consoladores funestos sois t o d o s vosotros!
8 3
¿Acaso oyes tú la confidencia de Eloah | y acaparas en ti la sabiduría? * ¿Habrá u n término p a r a palabras del viento? | ¿O qué es lo que te aguijonea a res-
9 4
¿Qué sabes que n o sepamos? I ¿Qué entiendes que a nosotros se escape? También yo hablaría c o m o vosotros | si vosotros estuvierais en lugar de m í : [ponder?
5
N> ¡También hay cano y anciano entre nosotros, I mayor que tu padre en días! 4 hilvanaría palabras a costa vuestra | y menearía p o r vosotros mi cabeza. *
6
H ¿Son poca cosa p a r a ti los consuelos de D i o s | y palabra que con dulzura se te dice? ¡ Os fortalecería c o n m i boca I y no contendría • el tremor de mis labios. *
12 7
¿Cómo te arrebata tu corazón | y cómo pestañean tus ojos, * 6 [Pero] si hablo, n o se calma mi dolor, | y si ceso, ¿acaso se aparta de mí?
1 3 que vuelves contra D i o s tu coraje | y haces salir dicterios de tu boca? 8
7 A h o r a precisamente m e h a agotado. |
14
¿ Q u é es un h o m b r e p a r a que sea p u r o I y el nacido de mujer p a r a que sea j u s t o ? * ¡Has sembrado desolación en t o d o m i círculo*
15 9
Si en sus santos n o tiene confianza | y los cielos no son puros a sus ojos, 8 y m e has a g a r r a d o cual testigo de cargo,
ts ¡cuánto menos, u n ser abominable y corrompido, | u n h o m b r e que bebe la iniquidad alzándose contra mí m i enfermedad, | que en m i misma cara depone!
17 Voy a explicarte, escúchame, | y lo que vi voy a c o n t a r ; [como agua! 10
18
9 Su furor me h a desgarrado y me h a perseguido; | h a rechinado contra mí sus dientes;
lo que manifiestan los sabios, | sus padres no ocultaron \ m i enemigo aguza sus ojos sobre mí.
1' a sólo los cuales fue d a d o el país, | sin q u e se mezclara extranjero entre ellos. * n
2
i o H a n abierto contra mí su boca, | afrentosamente h a n abofeteado mis mejillas, |
0 T o d o s los días sufre tormento el malvado, | a u n a se h a n a m o t i n a d o contra mí.
y contados años le están reservados al t i r a n o ; 12
n D i o s m e entrega a u n perverso | y en m a n o s de impíos m e arroja.
21 voces espantosas suenan en sus orejas; | en plena p a z lo acomete un bandido. * >312 Tranquilo estaba yo y m e contundió, 1 asióme por la nuca y me hizo pedazos,
22
N o confía escapar de las tinieblas | y [se juzga] reservado " a l a espada. y m e erigió p o r blanco suyo.
23
• Es echado corno pasto a los buitresc; sabe que " su infortunio es inminente. * 14
13 Cércanme sus tiros, | atraviesa mis ríñones sin piedad, | derrama p o r tierra m i hiél,
24
El día de las tinieblas' le espanta ", [ 15
14 m e hiende brecha sobre brecha, 1 embistióme c o m o un guerrero.
10 acometen la ansiedad y la angustia | cual rey aprestado" al asalto.* 1615 H e cosido un saco sobre mi piel | y h u n d i d o en el polvo m i frente. *
2
5 P o r q u e extendió su m a n o contra Dios, | y contra Sadday echábaselas de valiente; 7
l 16 Mi rostro ha enrojecido por el llanto I y cubre mis párpados u n a sombra,
2
<> corría contra El, pegado el cuello | 18
i7 a u n q u e n o haya violencia en mis m a n o s | y mi oración sea pura.
a la espesa barrera de las corcovas de sus escudos. * 19
18 ¡Tierra, no ocultes mi sangre, | y no haya lugar para mi clamor!*
2
? Pues cubrió su rostro de grosura | y había echado grasa en sus ijadas; * 20
l« Todavía al presente está en los cielos quien es mi testigo, |
2
« y habitaba ciudades destruidas, | casas d o n d e ya no se m o r a y aquel que atestigua a mi favor está en las alturas.
p o r q u e amenazan convertirse en m o n t ó n de escombros. 2I
20 Palabreros son mis amigos; | ante Eloah h a n Horado mis ojos. *
20 CAMBIA DE FIGURA el hombre por la muerte (cf. León) y lo envías al seol. 29
Su HACIENDA: es hapax diversamente traducido: prps. múltiples correcciones.
22 La única preocupación del morador del seol serán sus propios sufrimientos. Tul parece ser 31 Otros, considerando errp. el v-, introducen en él cambios más violentos. V. grr: «¿No se
el sentido del v. fíe de su talla! Sabemos que es vanidad: 3 1 su sarmiento...»
2 '2 SIN LLEGAR su DÍA: e. d., prematuramente.
1 vC Elifaz se burla de la sabiduría de Job. II SOLANO: el viento del este es el siroco, viento
dañoso.
8 OYES TÚ...: O como Fr. Luis valientemente: «¿en conseio de Dios metiste oído?»
12 CÓMO...: o bien, con Eitan: «¿Por qué se atreve tu corazón y por qué tus ojos están alza-
1 (Z
0
6
S4 MENEARÍA LA CABEZA: es señal ya de compasión (v. gr. Is 51,14,), ya de desprecio y mofa
(v. gr. Sal 22,8).
dos cuando...?» 5 EL TREMOR: e. d., la turbación y agitación que en sus labios o lenguaje pondría el dolor del
14-15 Cf. 4,17-ig. II Sus SANTOS: e. d., sus ángeles. amigo,
8 y 9
moviéndole a conmiseración.
19 Cf. 19,24. «Esto dice—comenta Fr. Luis—porque no se sospeche que fueron tiranizados 7 8 Ofrecen múltiples dificultades; prps. correcciones sin tasa, y las interpretaciones que
de alguno, y que en odio del tirano escribieron lo que les dictara su pasión». resultan no son plenamente satisfactorias. Intentamos por eso una más, a base de H. El sujeto
21 VOCES ESPANTOSAS; lit. voz de espantos o alarma, que son los gritos de la conciencia y sus de me ha agotado sería o mi dolor de v. 76 (cf. V, Ben 'Ezra...), verdadera obsesión de Job en estos vv.,
remordimientos, los cuales le hacen oir ruidos pavorosos. por considerarlo los falsos amigos como efecto natural de pecados del paciente, o, para otros, Dios.
23 Es ECHADO... : H suele traducirse «errante vaga buscando el pan»; León vierte: «si va a donde El espíritu turbado de Job hace que pase bruscamente a apostrofar a esos mismos sufrimientos,
está el pan», o sea: si se sienta a la mesa (teme lo envenenen). Pero es mucho más probable haya o a Dios, que han deshecho el círculo de familiares y amigos de Job y se han apoderado de él, con-
que 1. c. G ut supra. I! SABE...: H pudiera traducirse: tEi (el tirano) sabe (presiente) que [tiene] en virtiéndose (según sus detractores) en testimonio contra su inocencia. II Y ME HAS AGARRADO...:
su mano el día oscuro (el día de la tiniebla, o sea la muerte, acarreada en la comida emponzoñada)» el texto admitiría aún otra versión: «eí cual (e. d., su bando) se ha apoderado de mí (cf. G; o me ha
(cf. León). _ . estrechado, llenando de arrugas...) a modo de testigos de cargo y se ha alzado contra mi propia fla-
2 4 ASALTO: Reider, a base del árabe, interpreta: «que camina al desastre». queza (o desfallecimiento: algs. c. SV mi calumniador o adversario), que a la cara me replica».
26-27 Estos vv. provienen de Th. En ellos sigue la descripción del malvado atacando a Dios. II 1615 H E COSIDO UN SACO: e. d-, el saco de duelo que puse sobre mi piel se ha adherido a ella
LA ESPESA... ESCUDOS: los soldados, a cuyo frente va el malvado asaltante, han formado con sus como si estuviera cosido. II FRENTE : lit. cuerno; es al símbolo del poder y del orgullo, y Job ha tenido
escudos la tortuga. Prps. diversas modificaciones al texto. que hundirlo, humillado, en el polvo.
2' El tirano, representado como consumado egoísta que engorda despreocupado, ha sembrado 19]8 Mi SANGRE: la que Job ha podido hacer derramar, comenta Fr. Luis. II LUGAR: otros en-
en torno suyo la ruina para acomodarse... tienden obstáculo. || PARA MI CLAMOR: e. d., en donde mi clamor repose.
2I20 PALABREROS SON MIS AMIGOS: así o en vocativo: Escarnecedores míos, amigos mios. Dhor-
JOB ! & * — ! & " 625
624 JOB 16 a2 —18 s -,^. . ___ ,—.
\
4
-21 ¡Ah, sic hubiera arbitro entre un h o m b r e y Eloah | como entre d
u n h o m b r e y su ¡Qh t ú , q u e te desgarras en tu cólera!, | ¿«cuso p o r ti será a b a n d o n a d o el país ]
^22 Ciertamente son contados los años venideros, | [prójimo! * y SQ trasladará al roquedal de su sitio? *
5
y el camino de donde n o h e de volver voy a emprender. * Sí, la luz del malo " se apaga | y n o brilb yii su llama ígnea;
6
la luz se oscurece en su tienda y su lámpara se c*tingue encima de él. *
7
Se acortan sus pasos vigorosos I y le hace lrop¡\'<:r " su p r o p i o designio. *
8
Pues sus pies lo meten en la red, | y sobre malla camina.
Prosigue l a respuesta d e Job 9
Préndele u n lazo p o r el calcañar °, | ardid tren/ndo lo agarra fuerte.
10
Oculta está en tierra su cuerda, | y su trampa sol)re el sendero.
1 H l ¡Mi espíritu se h a agotado, mis días se h a n extinguido, [ 11
P o r todas partes terrores lo t u r b a n , I y lo persiguen paso a paso.
A
• sólo el cementerio m e resta! 12
Su vigor está hambriento | y la desgracia se hulla presta a su costado. *
1
¿No soy objeto de mofa, | y entre amarguras a pasan mis ojos las noches? 13
° D e v o r a r á las partes de su piel", | comerá sus miembros el primogénito de la muerte. *
3
Deposita, pues, mi fianza b junto a t i : | ¿quién chocaría conmigo la m a n o ? * 14
Es a r r a n c a d o de su tienda [que era] su seguro, |
4
P o r q u e tú h a s privado su corazón de raciocinio; | p o r eso n o se h a n de ensalzar. * y puedes conducirlo al rey d e los terrores, *
5
¡Quien denuncia a sus amigos como presa, | los ojos de sus hijos se c o n s u m a n ! * 15
Puedes habitar en su tienda, ya n o suya; | sobre su m o r a d a se esparce el azufre.
6
¡Y me h a n convertido en proverbio c de las gentes, | u n h o r r o r ante ellos d vengo a ser! * 16
P o r abajo sus raices se secan ] y p o r arriba marchítase su ramaje;
7
¡Y se h a n a p a g a d o mis ojos de disgusto, | y mis miembros cual sombra se han con- 17
su recuerdo desaparece de la tierra, I y carece d e n o m h r e sobre la faz del c a m p o .
8
A s o m b r a d a s están de esto las personas rectas, | [sumido e! 18
Se le empuja de la luz a las tinieblas | y del m u n d o se le arroja;
y el inocente contra el impío se indigna; 19
sin prole ni descendencia entre su pueblo | y sin sobreviviente en sus estadas. *
9
m a s el justo se aferra a su camino, j y el de m a n o s puras redobla la energía. 20
D e su destino asómbranse los occidentales, | y los orientales c o b r a n escalofriante
10
E n cambio, vosotros todos f , volved y llegaos, pues: 1 21
¡Sólo esto son las m o r a d a s del injusto | [pavor,
¡no hallaré u n solo sabio entre vosotros! [corazón* y éste es el lugar del q u e n o reconoce a Dios!»
11
M i s días pasaron, mis planes q u e d a r o n deshechos; | los secretos deseos de mi
12
la noche en día t o r n a n : | la luz está próxima a la faz de las tinieblas. *
13
14
¿Esperaré? ¡El seol es mi m o r a d a , | en las tinieblas h e extendido m i lecho! Respuesta d e Job a la sevicia de sus amigos
A la fosa grité: «Tú eres m i p a d r e » ; ! «Mi m a d r e y mi h e r m a n a » , a los gusanos.
15
¿Dónde, pues, está mi esperanza? | Y mi dicha e, ¿quién la divisa? 10
16
¿Descenderán conmigo h al seol? | ¿Nos h u n d i r e m o s a u n a en el polvo?»
* ** 1 J o b t o m ó la palabra y dijo:
2
«¿Hasta c u á n d o afligiréis mi alma | y me moleréis con palabras?
3
Segundo discurso d e Bildad V a n ya diez veces q u e m e ultrajáis, | q u e n o os avergonzáis d e maltratarme.
4
¡Aunque verdaderamente hubiese errado, I conmigo se quedaría mi yerro! *
5
1Q ¿Es bien cierto q u e os engreís contra mí | y q u e m e reprocháis mi oprobio?
6
* ° i Bildad el sujita t o m ó la palabra y dijo: Sabed, pues, que es Eloah quien m e h a d a ñ a d o | y su red a m i alrededor h a tendido.
7
2 Si grito «¡Injusticia!», n o soy r e s p o n d i d o ; | p o r m á s q u e clamo, n o h a y justicia.
«¿Hasta c u á n d o pondréis trabas a las palabras? 1 D a o s cuenta y después hablaremos. * 8
3 Valló mi camino y n o puedo pasar, | y sobre mis senderos puso tinieblas;
¿Por q u é hemos de ser tenidos c o m o bestias | 9
de mi gloria me despojó | y arrancó la corona de mi cabeza.
y hemos de ser impuros a vuestros ojos? * 10
Derrocóme en derredor y desaparezco, I y descuajó c o m o árbol mi esperanza.
1
' Encendio.se * contra mí su cólera | y me juzgó por enemigo suyo ".
m e y otros corrigen c. G el v. leyendo: «Mi clamor h a llegado (o llegue) hasta Eloah; a n t e E l h a n 12
vertido lágrimas mis ojos». A u n a llegaron sus partidas, | abrieron contra mi su camino |
22
2i Otros prefieren traducir H : «Y El (Dios mismo) sea arbitro entre el h o m b r e y Eloah, como y a c a m p a r o n alrededor de mi tienda. *
13
el hiio del h o m b r e con su prójimo».
23
Alejó a mis hermanos de mí, | y mis conocidos n o hacen sino esquivarme. *
22 Este v. ha de ponerse al comienzo del cap. 17, cuya descripción inicia. 14
Desaparecieron mis allegados, | y mis íntimos m e olvidaron". *
•1 •? 3 E l v. pioviene de T h . Job dirígese a Dios, su testigo, a quien presenta la única caución
• * q u e posee: sus sufrimientos, ya q u e ninguno de sus amigos aceptaría ser s u fiador. O t r o s 4
d i c e n : «Hazte mi fiador». || CHOCARÍA: O ¿quién sale fiador p o r m í ? POR TI: e. d., porque tú sufras y perezcas. I! SERÁ ABANDONADO EL PAÍS: por sus habitantes
4
C o n D h o r m e creemos q u e la acción d e Dios mencionada en el primer hemistiquio debe p r o - como 6
en terrible desgracia: o bien, «se despoblará la tierra».
ducir su efecto en los oyentes d e J o b y n o en Dios mismo, como suponen muchas versiones. P a r é - ENCIMA : dícelo por la posición elevada que la lámpara ocupaba en la casa.
7
cenos q u e el sujeto de teromem está encerrado e n la voz corazón de ellos, del anterior hemistiquio. SE ACORTAN SUS PASOS: los largos pasos que el hombre da tanto en plena luz como en estado
O t r o s (cf. Kit, D h o r m e ) corrigen H . feliz,1 2se acortan cuando falta la luz o la adversidad sobreviene.
5
S E CONSUMAN: o se consumirán. E n t r e las múltiples versiones dadas al v., preferimos la de VIGOR: se dan muchas interpretaciones a on 'vigor' (viril, sobre todo). Algunos ven ahí la
D r i v e r - G r a y . O t r a versión q u e nos atrae e s : «Parcialmente a los amigos denuncia; y, mientras, los voz aven 'iniquidad, desgracia'; Dhorme lee «entre sus bienes (fortuna)»; León entiende que «for-
ojos d e sus hijos se consumen». taleza» indica aquí a los hijos, sobre todo al mayor, y «costilla, lado» representaría a la mujer. Nos
6
U N HORROR... : tófet era t a m b i é n el lugar donde se sacrificaba a M o l o c ; Kit 1. mofet 'prodigio, parece, frente a Dhorme, que tanto «vigor viril, virilidad» como «costado, lomo» están tomados en
milagro...'. Otros, como D h o r m e , mantienen H y vierten: «Soy persona a quien se escupe a la cara». su estricto sentido fisiológico.
13
n Sorprende a los exegetas el ritmo de este verso (pero cf. v . i ) : tiene dos cesuras, q u e d a n d o PRIMOGÉNITO DE LA MUERTE: es la enfermedad mortal, o Satán, o la peste personificada, el
la tercera parte en suspenso para ser completada en el v.12. N o todos, sin embargo, admiten esto demonio de la peste, según las varias interpretaciones de los exegetas.
14
(cf. V ) . Kit 1.: «Mis días pasaron a morir (así G ) ; q u e d a r o n deshechos los secretos deseos d e m i PUEDES CONDUCIRLO: O bien, y se le conduce. 1! EL REY DE LOS TERRORES: es el príncipe del
corazón». reino1 9 infernal.
12
El segundo hemistiquio es discutido. L e ó n dice: «Y luz cercana ante faz d e tinieblas», o ESTADAS : lit. domicilios en país extranjero, punto de inmigración.
sea «las faces de tinieblas, esto es, lo hondo de la noche y lo m á s alto della..., le es a él como cuando
x
alborea». D e no aceptar tal interpretación, parece habría d e corregirse H ; así, D h o r m e 1.: «la luz 1 Q CONMIGO SE QUEDARÍA: e. d., a mí solo me incumbiría o afectaría.
1
está más cercana que las tinieblas». -* 1 2 Sus PARTIDAS, hordas o bandas: e. d.t las movilizadas por Dios; en realidad, los mates
que contra Job envió.
13
2
ALEJÓ A MIS HERMANOS: muchos, c. Kit, 1. c. GASymS ms ken3 ° «mis hermanos... se ale-
1 ®Q ¿ H A S T A . . . PALABRAS? T a l parece la mejor versión del actual H . Bildad se dirigiría al a u d i -
torio; Kit 1. c. G : «¿Cuándo pondrás ñn...?» |1 D A O S CUENTA: O reflexionad, c o m p r e n d e d jaron», corrección que el paralelismo ampara; pero el v.14, afirma Dhorme, sostiene a H ( = V).
(Kit entiende o reflexiona; D h o r m e , «prestad oídos»). 14-15 Como el v.14 ofrece dimensiones exiguas y el 15 resulta muy largo, suele hoy leerse
3
N o parecen imprescindibles las correcciones q u e a H se proponen. [[ IMPUROS: e. d., envile- (cf. Kit): «Mantiénense lejos mis allegados y mis íntimos, rite olvidaron los huéspedes de mi casa
cidos, despreciados. G S leen a tus ojos, pues Bildad se dirigiría a J o b . (otros, «mis esclavos»). 15 Y mis criadas».
626 JOB 1 9 " — 2 0 8 JOB 2 0 » — 2 1 " 627

1 5 L o s huéspedes de mi casa y mis criadas m e reputaron extraño, I u n extranjero he sido * El ojo que le había observado n o le ve mas, I ni de nuevo le advierte su domicilio.
10
16 A m i servidor llamé y n o me contestó, | [a sus ojos, Sus hijos indemnizarán a los pobres,
c u a n d o con m i propia boca le suplicaba. y sus propias m a n o s h a n d e restituir su riquezu. *
11
7
1 M i aliento h a sido repulsivo a mi mujer | y h e resultado fétido a mis propios hijos. * Sus huesos estaban llenos d e su vigor juvenil, | mas con él yace e n el polvo.
12
18 H a s t a los rapaces m e h a n despreciado; Si el mal es dulce p a r a su boca, | si le oculla hiijo su lengua,
c u a n d o m e levantaba, m u r m u r a b a n de mí. * [vuelto contra m i . 1' si le conserva y n o le suelta, | si le retiene en medio de su paladar,
14
19 h a n tenido horror de m í todos mis íntimos, | y aquellos que yo más a m a b a se h a n esa su comida en sus entrañas se altera, | rcsiillii veneno d e áspides en su intestino.
15
20
A mi piel : : y a mi c a r n e > " se pegó mi hueso, | y sólo me escapé con la piel de mis L a fortuna que tragó la h a de vomitar, | de su vientre la hace salir D i o s .
16
21
¡Apiadaos de mi, apiadaos de mí, vosotros, mis amigos, | [dientes. * Veneno d e áspides chupaba, | lengua de víbora lo mata.
pues la m a n o de Eloah m e h a herido! t ' N o verá ya los arroyos de aceite reciente *, | los torrentes d e miel y leche cuajada.
M ¿Por qué m e perseguís c o m o D i o s 1 y de m i carne n o os sentís hartos? 18 Devuelve su * ganancia y n o la traga, | del fruto '' tic su comercio n o se goza. ,
23 ¡Quién me diera que se escribiesen mis palabras! I * 9 Pues estrujó, d e s a m p a r ó a los pobres, | r o b ó casas y n o las edificó".
20
¡Quién m e diera que sobre bronce se grabasen! * Y a q u e n o conoció apaciguamiento en su vientre, |
24 ¡Que con punzón de hierro y plomo | p a r a siempre en la roca se esculpiesen! * a pesar d e sus tesoros n o se salvará".
21
25 Y o ya sé que m i redentor vive | y, el último, se erguirá sobre el polvo; * N a d i e escapaba a su voracidad; | p o r eso n o persiste su ventura.
22
26 y a u n después de que esta piel mía h a sido a r r a n c a d a , | en m i propia carne veré a E n el colmo de su abundancia vese en aprieto, | lodos los golpes de la desgracia ' le
23
27 al cual yo h e de ver por mí mismo I y mis ojos contemplarán, y n o o t r o ; [Eloah, C u a n d o está p a r a henchir su vientre, | * [alcanzan.
¡mis emociones se consumen en mi interior! * ¡Dios] desencadena sobre él el ardor d e su saña | y hace sobre él llover en su cólera. *
24
28 Pues si dijeseis: «¿Cómo le perseguiremos | Si huye del a r m a d e hierro, | lo traspasa el arco de bronce.
25
y q u é pretexto d e acusación hallaremos en él e?>>, H a a r r a n c a d o [el dardo] y sale p o r su « espalda, |
29 ¡temed p o r vosotros mismos la espada, | pues sañudas h a n de ser de l a espada las m a s la hoja, p o r su veneno, vierte sobre él terrores. *
26
a fin d e que sepáis que h a y u n juicio!»* [venganzas, T o d a calamidad está reservada para sus tesoros; j lo devorará u n fuego n o atizado, |
q u e h a r á pasto suyo a c u a n t o sobreviva en su tienda. *
27
Los cielos desvelan su falta I y la tierra se alza contra él. *
28
Sofar replica ai Job sobre la suerte del impío Desaparecerán los bienes de su casa, | serán derramados en el día del divino furor.
29
¡Tal es la suerte del h o m b r e malvado p o r parte d e Elohim, |
y la herencia q u e el h o m b r e violento recibe d e Dios!»
20 1
Sofar el n a a m a t i t a t o m ó la palabra y dijo:
2 «Por esto mis pensamientos m e mueven a replicar 1 y a causa de la excitación q u e
3 Oigo u n a lección oprobiosa para m í , | [experimento. Respuesta de Job
y u n soplo salido de mi inteligencia m e hace responder. *
4
¿Sabes bien de siempre, ! desde que el h o m b r e fue puesto sobre la tierra,
21 1
Job tomó la palabra y dijo:
2
5 que el júbilo de los malos es breve, i y la alegría del impío u n instante? « ¡ E s c u c h a d atentamente mi palabra, j y sea esto vuestra consolación!*
6 A u n q u e suba hasta los cielos su altura | y su cabeza toque las nubes, 3
Toleradme y yo hablaré, | y después q u e haya hablado, os burlaréis*,
7 c o m o su basura, perece p a r a siempre; | los que le veían dicen: «¿En dónde está?»* 4
¿Acaso me quejo y o de un hombre? | O ¿por qué n o he d e ser impaciente? *
8 C o m o un sueño, vuela y n o se le halla m á s ; | ahuyéntasele como visión nocturna. 5
Volveos hacia mí y asombraos, | y poned la m a n o sobre la boca;
6
pues c u a n d o h a g o d e ello memoria me horrorizo | y experimenta mi carne un esca-
7
¿Por qué los malos viven, j envejecen y aun son poderosos en fortuna? [lofrio.
i 7 Mis PROPIOS HIJOS: interpretamos, como en ejs. semejantes de la Biblia: «mis hijos de vien- 8
tre», lo mismo que se dice «mi fruto de vientre = mi descendencia». Otros prefieren entender Su prole mantiénese firme a su vista | y sus vastagos [subsisten] b ante sus ojos.
9
(creemos que con menos fidelidad al genio del hebreo) «mis hermanos». Sus casas están pacíficas, sin temor, | y la vara de EÍoah n o [descarga] sobre ellos.
10
18 MURMURABAN de mí: o bien, con Eitan, «me vuelven la espalda». Su toro cubre y n o m a r r a , | su vaca pare y n o aborta.
20 Ofrece muchas dificultades. No juzgamos definitivas las correcciones y soluciones propues- U L a n z a n a sus niños c o m o rebaños, | y sus hijos brincan gozosos. *
tas; por eso dejamos H como está y lo traducimos literalmente. || CON LA PIEL DE MIS DIENTES
sería para algunos *con mis encías»; para otros, «sin nada», y formaría ese segundo hemistiquio 10
un adagio equivalente a «todo lo he perdido». De no aceptar tales interpretaciones inseguras, nos Se supone que el v. ha de trasladarse tras el 19, al cual completa lógicamente.
23
inclinaríamos a la hipótesis de Bickell, Budde... (cf. Kit), suprimiendo «y a mí carne» en el primer CUANDO ESTÁ PARA HENCHIR: prps. correcciones, no exigidas por H. II HACE LLOVER..,:
hemistiquio y leyendo mí carne en mis dientes en el segundo. Otros prefieren corregir H, basándose traducimos el hemistiquio tal como H lo ofrece; también cabría verter: *[la] hace llover sobre él
en G: «En mi piel, mi carne se ha podrido y he roído mi hueso con mis dientes». en su carne»; otros corrigen: «hace llover sus flechas en su carne».
25
2 3 SOBRE BRONCE: hebr. se/er, aquí como asirio siparru 'cobre, bronce'; la usual interpretación Ofrecemos- una versión literal y de cierta novedad. Sólo cambiamos H en lo indispensable
«en 2el libro» no conviene con el verbo siguiente grabar. y unánimemente reconocido. Damos a salaf, propiamente 'sacar la espada de la vaina', el valor de
4 Y PLOMO : créese que dicho metal serviría para rellenar los caracteres grabados; según otros, 'arrancar un dardo u otra arma del cuerpo'; el sentido que damos a baraq, 'relámpago, Fulyor...',
indicaría las láminas sobre que se grababa, Dhorme prefiere suponer que se conocía una aleación está perfectamente reconocido. II TERRORES: e. d., negros presentimientos. El herido ha logrado
de hierro y plomo, en que éste intervenía como materia colorante para permitir al grabador dibujar arrancar de sus carnes el arma, pero la hoja de ésta deja escapar su ponzoña y llena de terrores /¿i
su letra antes de vaciar la piedra. _ ánimo de aquél... Desde luego, cabe aquí traducir: «y la hoja fulgurante de su hígado; sobrevié-
25 REDENTOR: hebr. goel equivale aquí a defensor, refiriéndose, pues, al mediador o abogado. |i nenle (así GV) terrores».
26
E L : aquí 'fiador'; o quizá mejor «que viviendo después» c. Th. J. Meek («Vet. Test», 1956), al cual CALAMIDAD: lit. tiniebla. j| PARA SUS TESOROS: así traducimos H con buena parte de los mo-
seguimos en 26-27 fundamentalmente. dernos (cf. Le Hir, Renán, Caminero...). Otros, como Kit, prefieren corregir H y traducir «la tinie-
27 No OTRO-: así V, e. d., no un extraño. |] Mis EMOCIONES: lit. ríñones, centro de emociones y bla le está reservada» o «le aguarda en secreto». || FUEGO NO ATIZADO O no soplado, e. d., un fuego
sentimientos para los hebreos. del cielo.
29 De no modificar H (cf. Kit), creemos que no cabe traslado más aceptable. Defiéndenle mu- 27-28 prpa. l.v. 27 tras 28. En éste prps. copiosas correcciones, y se interpreta: eUna inunda-
nos exegetas y no suscita graves dificultades. Dhorme prefiere leer en el segundo hemistiquio «cuan- ción arrastrará su casa, aguas impetuosas en el día...»
do la saña se inflame contra las faltas».
. *y •• 42 VUESTRA CONSOLACIÓN: O los consuelos que me proporcionéis.
OA 3 U N SOPLO...: O bien, «mi inteligencia (o espíritu) me sopla la respuesta». Kit 1 c . G : sin *• * Reider corrige y vierte: «Por lo que a mí respecta, si silenciara mi pena, I ¿no me impa-
™ " inteligencia. Otra interpretación: «Y viento más que mi inteligencia me responde» (Szczygiel)... cientaría por enfermedad?»
1
7 BASURA O excremento. Dhorme propone interpretación seductora: g-l-l-u sería un derivado 1 LANZAN : dan suelta a los chícuelos a manadas y sus hijos brincan, cual corderos (así ins. frt,
4el asirio gallu 'un demonio malo'; luego, 'fantasma, espectro', y traduce: «como un fantasma.,.». anota Kit). " ^
628 JOB 2 1 " — 2 2 5 JOB 2 2 9 — 2 3 4 629
6
12 P o r q u e exigías p r e n d a sin razón a tus hermanos 1
C a n t a n c o m o adufe y cítara I y se divierten al son de la flauta. * y los vestidos de los desnudos a r r a n c a b a s , *
13
Acaban sus días en la ventura, | y en u n instante al seol descienden °. • 7
n o dabas agua al desfallecido, | y al hambriento denegabas p a n ;
14
N o obstante, ellos decían a D i o s : «¡Apártate de nosotros, I 8
c o m o h o m b r e fornido que posee el país I y prestigioso establecido en é l ; *
no queremos saber tus c a m i n o s ! * ' a las viudas despedías con las m a n o s vacías, I
15
¿Qué es Sadday para que le sirvamos | y de qué nos serviría el suplicarle?» y los brazos de los huérfanos quebrantabas ";
16
¿No está en m a n o de ellos su ventura, | y el consejo de los malos lejos de i?/°? 10 p o r eso hay a tu alrededor lazos | y te espanla un pavor repentino;
17
¿Cuántas veces se apaga la lámpara de los malos | 11 la luz se ha oscurecido ": no ves, | y u n a inundación de aguas le anega.
y viene sobre ellos su desgracia, | y suertes les reparte en su f u r o r ; * 1 2 ¿No está Eloah en lo alto del cielo? | Y ¡mira la cabeza de las estrellas, qué elevadas! *
18 son como paja delante del viento, | c o m o t a m o que arrebata un torbellino? 1 3 Y tú dijiste: «¿Qué sabe Dios? I ¿Acaso discierne a través de la n u b e densa?
19
¿Reserva P.loah para sus hijos su castigo? | 1 4 ¡Las nubes le son u n velo y no ve, | y por el contorno de los cielos se pasea!» *
¡Déle a él mismo su pago, para que sepa! * 15
¿Vas a seguir tú el camino antiguo, | que hollaron los hombres inicuos, •
20
¡Vean sus propios ojos su ruina I y beba de la saña de Sadday! * 16
los cuales fueron arrebatados antes de tiempo, | volcándose u n río sobre sus ci-
21
Pues ¿qué le interesa su casa después de él, I 17
Ellos, que decían a D i o s : «¡Apártate de nosotros!» ¡ [mientos?
c u a n d o el número de sus meses haya sido quebrado? Pues ¿qué podía hacerles S a d d a y ? ; * 1
22
¿Acaso a Dios se va a enseñar ciencia? | ¡Pues si es El quien juzga a los más elevados! 18
ya que El había henchido su casa de ventura; I
23
Este muere en su pleno vigor, | c u a n d o se halla todo feliz y tranquilo, m a s el consejo de los malos permanecía alejado de E'". *
24
c u a n d o sus ¡jares * están llenos de grasa ' | y la medula de sus huesos bien e m p a p a d a . 19
Los justos lo veían y se alegraban, | y el inocente se mofaba de ellos: *
25
Y aquél muere, con la amargura en el alma, | sin haber p r o b a d o felicidad: 20
«¿No ha sido aniquilado su haber" I y el residuo de ellos lo h a devorado u n fuego? *
26
parejos yacen sobre el polvo, | y los gusanos los cubren. * 21
Reconcilíate, pues, con El y haz la paz; | con tales actos tu ganancia " será buena.
27
Y a conozco vuestros pensamientos | y las argucias que sobre mí ideáis;* 22
Recibe de su boca la enseñanza, | y pon sus palabras en tu corazón.
28
pues vosotros decís: «¿Dónde está la casa del noble | 23
Si te vuelves a Sadday, serás restablecido, I alejarás la desgracia de tu tienda. *
y dónde la tienda que habitan B los impíos?* 24
Arroja, pues, al polvo el o r o | y en los guijarros de los torrentes el Ofir;
29
¿No habéis preguntado a los viandantes?; I y ¿no habéis reconocido sus indica- 25
p o r q u e Sadday será tus lingoles, | y plata a montones para li.
30
En el día del infortunio el malo es guardado, | Iciones? 26
Pues entonces en Sadday te deleitarás | y alzarás tu rostro hacia Eloah.
en el día de las iras se los saca [del peligro]». * 27
L e invocarás y te escuchará, | y tus votos cumplirás.
31
¿Quién le echa en cara su c o n d u c t a ? ; | y lo que h a hecho, ¿quién se lo retribuye? 28 y decidirás u n a cosa y te saldrá bien, ¡ y sobre tus caminos brillará la luz.
32
Y c u a n d o al cementerio es conducido, | sobre un mausoleo vela: 29
Si [te] humillan, dirás: «¡Altanería!»; | pues El salva al que baja los ojos. *
33
dulces le son los terrones del torrente, I y tras él deslila todo el m u n d o , | 3
0 El liberta a cualquiera que sea ' inocente,
así c o m o ante él un sinnúmero. * y p o r la pureza de sus m a n o s serás libertado».
34
¿Cómo, pues, me brindáis consuelos vanos? I
¡Si de vuestras respuestas no queda m á s que falsía!»
Réplica de Job
Nueva acusación de EHfaz
23 1 J o b t o m ó la palabra y dijo:
2 «¡También hoy es amarga * m i queja, I mi m a n o pesa sobre mi gemido! *
¿t¿¡ i Elifaz temanita t o m ó la palabra y dijo:
2 3 ¡Quién diera que supiese yo dónde hallarlo, | que llegase hasta su m o r a d a !
«¿Acaso a Dios puede ser útil un h o m b r e , I 4
Entablaría ante El proceso ! y henchiría m i boca de recriminaciones. *
c u a n d o [sólo] a sí mismo es provechoso el discreto?
3
¿Tiene algún interés Sadday en que tú seas justo, | OO 6 Los DESNUDOS: e. d., los ahora desnudos, o bien desnudos en el sentido de mal cubiertos
o algún lucro en que mantengas íntegros tus caminos? "*** de harapos.
4
¿Acaso por tu piedad te corrige ! y entrará contigo en juicio? 12
8 FORNIDO: lit. de brazo. í[ PRESTIGIOSO: estimado, favorito.
5
¿No es tu malicia grande, | y sin limites tus faltas? Dhorme recuerda a Is 40,26-27, cuyo texto, confrontado con este de Job, muévele a defen-
der H contra supresiones o correcciones. V difiere bastante: «¿no piensas que Díos es más alto
que 1el4
cielo y se eleva sobre la cumbre de fas estrellas?»
12 CONTORNO: el poeta concibe a Dios paseándose por los confines del mundo, en el lugar
COMO ADUFE: suele 1. c. GSTV Ec. i plmss. edd. con ( = al son de) adufe o pandero. Desde en que la bóveda celeste descansa sobre la tierra y las aguas.
luego, puede admitirse esta corrección de la crítica; pero creemos que H pudo tener primitivamente 17
QUÉ PODÍA HACERLES: entiéndese dado el concepto que de Díos habíanse forjado. El sen-
como, luego no comprendida y leída con. El sentido es al modo de cuando decimos en español: tido es excelente. No parece, pues, de necesidad absoluta corregir H leyendo c. GS, como prp. Kit,
«contento como unas castañuelas». Dh., etc., a nosotros y no les,
13
EN UN INSTANTE: e. d., sin larga enfermedad: o bien, «en paz, tranquilamente», según el 18
De no corregir H, tradúzcase: emas I lejos de mí el consejo de los malos!»
sentido
14
etimológico de la raíz. 19 Lo VEÍAN: e. d., veían la ruina de los perversos.
Tus CAMINOS: O exigencias. Los caminos de Dios son sus obras, en cuanto las impone, como 20 EL RESIDUO DE ELLOS: e. d.f lo que dejaron al morir. Todo el v. es el grito de júbilo de los
aquí, o bien en cuanto las realiza (cf. 40,19). justos ante la ruina del impío.
17
LA LÁMPARA: e. d., la felicidad. II SUERTES: en vez de «suertes» asignadas por Dios, GSV 23-24 Traducimos fielmente H. No nos parece de rigurosa precisión corregirlo. Mas suele
«dolores».
19 hacerse, leyendo (cf. Kit, Dh,..): «Si te vuelves a S. v te humillas, sí alejas la injusticia de tu tienda,
RESERVA ELOAH : Kit y otros leen No reserva {al por Eloah). La idea expresada en el hemis- entonces estimarás al oro como polvo y como guijarros de los arroyos eí [oro de] Ofir». G omite el
tiquio es el argumento que los amigos de Job esgrimen cuando se ven forzados a comprobar que el v. 24, lo cual apoya el sentido independiente de los vv.23 y 24.
malo2 0prospera aquí abajo. || SEPA: o se entere. 29 Traducimos H cual hoy se ofrece: «si tratan de humillar», gritarás: «¡Altanería!» o «¡Alti-
Su RUINA o pérdida suele interpretarse el hebr. kidó, hápax, que probablemente ha de corre- vos!», «helos en alteza», que traduce Fr. Luis. Mas créese que H está errp. y prps. varias correccio-
girse: edó, 'su desgracia' (así Raschi, etc.), o ido 'su infortunio' (así otros). nes: «El es quien abate el orgullo y salva...»
26
PAREJOS: Ht. a una, juntamente. i| Los GUSANOS: O la gusanera o la podre.
27
YA: lit. he aquí que, sí, ciertamente. || ARGUCIAS: Ht. maquinaciones. O O 2 AMARGA: H rebelión, que estaría usado como adjetivo, siendo el sentido del v.: «A pesar
28 ^ * * de vuestros discursos, sigo sin poder contener (es rebelde) mi queja*. I! El segundo hemisti-
30
NOBLE: aquí tiene el sentido peyorativo de tirano.
EN EL DÍA: asi entendemos c. Dhorme, sin corregir H, como indica Kit; lit. «ai día de... quio, que hemos traducido lit., equivale a «Quisiera reprimir mi gemido, pero la mano que ahoga
son conducidos» (cf. V). Otros: «para el día... se le deja». mis sollozos parece sobrado pesada». Kit prp. 1. su mano, e. d., la de Dios.
33 4
TERRONES DEL TORRENTE: O guijas del río, Alude, como ha escrito Zolli, a la inhumación RECRIMINACIONES: querellas, demandas; también pruebas, argumentaciones.
de los muertos en un lecho de río o torrente.
83® JOB 23 a—24 « JOi» 24 l í —25 a
5 12
Sabría las palabras que me replicase | y comprendería lo que me dijera. Desde la ciudad, los hombres se lumcnlun, I y el alma de los heridos pide auxilio,
6
¿Acaso con gran derroche de fuerza disputaría conmigo? | m a s Eloah no escucha la oración '. *
N o ; sólo tendría que prestarme atención.* 1 3 Ellos forman parte de los rebeldes a l¡i luz, I no h a n conocido los caminos de ella
7 y n o frecuentaron sus senderos. * -
Entonces el justo discutiría con El [ y me libraría para siempre de mí j u e z " . *
8 u
Si voy al oriente, no está, | y al occidente, n o lo distingo. Al alba ' se levanta el asesino, | mata al puliré y 111 indigente,
9 y en la noche ronda el ladrón K
C u a n d o ° me torno a! norte, n o lo diviso; |
15
me vuelvo" al mediodía, y t a m p o c o lo v e o . * Y el ojo del adúltero espía el crepúsculo, | se <hVo: «No m e divisa ojo»,
10 y un velo p o n e a su faz.
Y a que El conoce mi proceder, | que m e pruebe al crisol: saldré como el o r o . *
11 16 T a l a d r a en la oscuridad las casas, | de día se ocultan, | no h a n conocido la l u z . *
A su paso adhirióse mi pie; | su camino guardé sin desviarme.
1 2 Del precepto de sus labios no" m e apartaba, ! 1 7 Pues c o m o m a ñ a n a es p a r a todos ' ellos la sombra, |
en mi seno" oculté las palabras de su boca. p o r q u e están familiarizados™ con los terrores do las tinieblas.
13 18
M a s El ha tomado decisión ', y ¿quién le hará volver atrás?; | Ligeros son " a l a superficie del agua, I maldito es su predio en el país;
lo q u e su alma ha proyectado, El hará. n o se dirige el pisador hacia la viña de ellos °. *
14 19
P o r q u e El ejecutará mi sentencia | c o m o otras muchas de las suyas. * Sequía y calor arrebatan las aguas de la nieve, I el scol a los que h a n p e c a d o " .
15 20
P o r eso, a su presencia, estoy c o n t u r b a d o ; I si reflexiono, tengo pavor de El. Olvídalo el mismo seno materno, I
16 deléitanse [en él] los gusanos; ] no es recordado más.
D i o s h a enervado mi corazón, | y Sadday m e h a aterrado.
17
Ciertamente no he perecido en medio de las tinieblas | ¡Y, c o m o un árbol, es destrozada la injusticia!*
21
ni la oscuridad ha envuelto mi faz '. Alimentaba a la estéril que no d a b a a luz, |
y. en cambio, a la viuda no trataba bien. *
22
M a s aquel que con su poder mantiene en vida a los poderosos, |
Prosigue la réplica a Elifaz levántase y [el otro] n o cree vivir" más. *
23 Le concede el que se apoye con seguridad, |
0 A 1 Por
¿ U aun
1 ^> q u e a Sadday n o le h a n sido ocultados los tiempos, | pero sus ojos están fijos en los caminos de él'. *
24
~ " aquellos que le reconocen no h a n visto los días de E l ? * Fueron elevados por un poco, nías ya no existen', | pues se hundieron c o m o todos
2
[Hay quienes] * echan atrás los mojones, | y c o m o cabeza de espiga cayeron mustios. * [mueren,
25
r o b a n el rebaño " y lo pastorean l u e g o " ; Si no es así, ¿quién m e desmentirá | y reducirá a Ja n a d a m i palabra?»
3
el asno de los huérfanos se llevan, | toman en prenda el buey de la viuda;
* los mendigos tienen que apartarse del camino, |
a u n a h a n de ocultarse los pobres del país. * Respuesta de Bildad
5
Cual° onagros en el desierto, | salen a ' s u trabajo,
en b ú s q u e d a afanosa de la presa, I hallándose a la tarde sin» p a n para los h i j o s ; *
6
en los campos, por la noche ' recolectan | 25 1 Bildad de Suaj t o m ó la palabra y dijo:
2
y vendimian tardíamente la viña del m a l v a d o ; «Posee El espantable dominio, I entroniza la paz en sus alturas. *
7 3
desnudos pasan la noche, faltos de vestido | y sin cobertor contra el frío; ¿Tienen número sus tropas? I ¿Y contra quién no se alza su emboscada *?
4
8 p o r el aguacero de las m o n t a ñ a s son calados, | ¿Y c ó m o puede ser justo un h o m b r e ante Dios? |
y, faltos de abrigo, se pegan al roquedal. ¿Cómo puro será el de mujer nacido?
5
9 A r r a n c a n del pecho al huérfano I y t o m a n en prenda al pequeñuelo del' pobre. Si a u n la luna no resplandeceb \ y las estrellas no son puras a sus ojos,
6
10 D e s n u d o s andan, sin vestido, | y, hambrientos, traen una gavilla. * ¡cuánto menos u n h o m b r e , simple gusanera, |
n Entre sus m u r o s * exprimen el aceite, | pisan los lagares y tienen sed. y u n hijo del h o m b r e , m e r o gusanillo!»*

* PRESTARME ATENCIÓN: otros, como Eitan, «¿No es su sola ocupación el atacarme?!, e. d., no 12 Tras la descripción de lo que pasa en los campos, lo que ocurre en la ciudad. || Los HOMBRES:
hace7 caso de mis argumentos. otros 3 prefieren 1. c. S moribundos.
EL JUSTO: e. d., el mismo Job. Pero las vers. parecen suponer texto diverso en vanos pun- 1 Según Dhorme, el sitio propio de este v., que trata de una categoría de criminales enumera-
tos (cf. Kit). Dh limitase a corregir el primer vocablo del v. y traduce: «El advertiría (echarla de ver) dos en los w . 14-16, es tras i6 b . Defléndense también otros traslados: 14° tras v. 15.16" tras 17a, etc.
al hombre justo que discute...»: H queda así claro. 16 TALADRA: el ladrón, de 14»; otros 1. taladran (el asesino, el ladrón y el adúltero), en plural,
' El v. lo hemos corregido atendiendo a la crítica, basada en V y S; sin embargo, parécenos como H en b y c.
que H podría recibir sin enmiendas una interpretación razonable: «al norte, cuando El opera allí 18-24 Este pasaje describe el castigo y muerte de los malvados. Dhorme, considerándolo como
y no lo diviso; se oculta en el sur y tampoco lo veo». _ continuación normal de 27,13. aboga por su traslado a ese lugar.
10 CONOCE MI PROCEDER: tal suele interpretarse la expresión dérek immadí. Sin embargo, Dh, 18
Los malos son cosa leve, sin consistencia: flotan o los arrastra la corriente con facilidad.
apoyado en S, lee: «conoce mi marcha y mi parada» (cf. Sal 138139,1-3)- Cf. G: «huyen con rapidez como sí se deslizaran sobre agua»,
14
Mi SENTENCIA: e. d., su decreto o sentencia respecto a mí (cf. GV). 20 De respetar H, creemos habría de traducirse así. De ordinario prps. múltiples enmiendas.
V, como en v. anterior, traduce todo en sentido optativo: «Olvídese de él la misericordia..., sea que-
O A 1 Puesto que S. conoce todos los tiempos, ípor qué los justos no han de ver la manífesta- brantado como árbol que no da fruto».
™ * ción de la justicia divina aqui abajo? Dhorme postula la supresión de no en el primer hemis- 21 ALIMENTABA: O favorecía, era amigo de; otros corrigen H c. T (cf. G): maltrató. Mas parece
tiquio, Joüon opina que el min que precede a S. es causal; se interpretaría, pues: «¿Por qué por S. pueden defenderse H y la versión de V («pavit»); aludiría a favores a las estériles con fines inconfe-
no fueron ocultados los tiempos, y aquéllos...?» sables, mientras abandona a las pobres viudas.
4
MENDIGOS... CAMINO: los w.4-8 parece han de desplazarse tras el o; en efecto, esos w . d e s - 22' MANTIENE EN VÍDA : o también agarra, arrastra. !| PODEROSOS : o tiranos.
criben el estado de los pobres, tiranizados por los malvados; el o torna a las violencias de éstos. 2 3 El malo vive tranquilo, confiado en su ventura, estribándose en su casa, que juzga firme;
5 Difícil es acertar con el texto primitivo de este v. Cf. en notas criticas correcciones; otros, pero los ojos de Dios están fijos, vigilan la conducta del pecador.
como Dh, Kit..., prpn. muchas más. [I EN BÚSQUEDA AFANOSA...: lit. buscadores afanosos de; cf. Fr. Luis 21 El v., muy difícil, nos ofrece ahora los verbos en pl.; indudablemente el pasaje no ha conser-
««madrugantes a la presa »• madrugan a la presa», versión que nos atrae; cf. Is 5,11. El sentido del v. vado bien su primitivo estado. Mas hemos preferido sujetarnos a H sin decidirnos por una de las
nos parece claro: los indigentes, incluso arrojados de los caminos, se ven obligados a vivir como mil correcciones que suelen proponerse; asi Kit c. otros 1. en b (cf. G) «como el armuelle que se coge».
onagros; ocultos en el desierto, salen de sus abrigos en busca de alimento, sorprendiéndoles la tarde
sin pan para sus pequeñuelos. El v.6 pintará sus esfuerzos por lograrlo durante la noche. Otros in-
terpretan la última parte del v.: «Buscando alimento en la estepa, comida para sus hijos» (o ten la
estepa, que carece de alimento para sus hijos»)...
2 OC6 CUÁNTO
2 La doxología de estos seis w . , opinan algunos autores, por un accidente del texto, ha que-
dado cortada y achicada, y ha de continuarse en 26,5 ss.
MENOS : Bildad nada nuevo dice en este capítulo, que, más que respuesta a Job, pa-
10 UNA GAVILLA: he aquí lo que queda a favor de la victima del opresor, para quien se almacena, rece escribe Schultens—trompetazo de retirada y no toque de combate.
$a "cambio, todo el fruta de la recolección (v.6).
632 JOB 261—27" JOB 27 u —28» 633
11
Y o os enseño el m o d o de obrar de DJON; | los designios de Sadday n o os oevíto. *
Contestación d e Job 12
Si todos vosotros lo habéis comprobado, | ¿por qué obráis vanamente cosa v a n a ? *
13
¡Este es el lote del h o m b r e culpable J e parlo de a Dios l
26 1
y la herencia q u e los tiranos reciben de Suriiliiy!
14
15
Si sus hijos son numerosos, es para la csptiiln, | y sus vastagos n o se sacian de pan. *
J o b t o m ó la palabra y dijo: Los supervivientes del mismo s o n eniernulo* por la muerte, |
2
«¡Cómo h a s ayudado al débil, | y a socorrido al brazo inválido!* y sus viudas n o [los] lloran. *
3 16
¡Cómo h a s aconsejado al insipiente | y cuánto talento has manifestado! * Si a m o n t o n a r e plata como polvo [ y como lodo neumulare vestidos, *
4 17
¿Para quién has proferido palabras? | Y ¿cuya es la inspiración q u e ha salido d e ti? acumulará él, m a s u n justo se vestirá de ellos | y la plata heredará el inocente.
5
Los m a íes se estremecen | p o r debajo de las aguas y sus habitantes. * !8 Edificó su casa c o m o u n nido | y cual cabana que fabricara u n guarda. *
6 19
7
El seo! ante lil está desnudo | y carece de velo el Abaddón. * ¡Rico se acuesta y n o tornará a hacerlo b; | ha nhjcrlo Jos ojos y ya n o existe!
8
El extiende el aquilón sobre el vacío, 1 cuelga la tierra sobre la nada. * 20 Terrores le sobrecogen en pleno díae; | de noche lo ha arrebatado u n torbellino;
Encierra las aguas en sus nubarrones | y bajo su peso n o revienta la nube. 21
9
llévalo el solano, y se va, | y lo arranca del sitio en q u e se encuentra.
Encubre la faz de la luna llena" \ desplegando' su n u b e sobre ella. 22
10
Y se le echa encima sin compasión; j ante la m a n o que lo hiere trata en vano de
Ha trazado un circulo" sobre la haz de las aguas | hasta el confín entre luz y tinie- 23
1
bátense palmas a su costa | y sílbanlo desde su propio lugar.* [huir;*
1 Las columnas del cielo se tambalean ¡ y a su amenaza se empavorecen. * [blas. *
12
C o n su poder hendió el m a r , | y con su inteligencia quebró a R á h a b . *
13
14
Su " aliento h a exornado los cielos, | su m a n o atravesó la serpiente huidiza. * La sabiduría divina
T a l e s son los contornos d e sus obras, I ¡y cuan débil eco hemos oído de E l ! ;
y el t r u e n o de su potencia, ¿quién p o d r á percibirlo?»* OO
Job continúa su discurso ™° 1 Ciertamente l a plata tiene un venero, ] y el o r o u n lugar donde se purifica; *
2
el hierro se extrae del suelo | y una piedra se funde haciéndose cobre.
27 i J o b continuó pronunciando su discurso, y dijo: *
3
Término pónese a las tinieblas | y hasta el extremo límite se excava ¡
2 «¡Vive Dios, que h a descartado mi derecho, | y Sadday, que h a amargado mi alma!; la piedra oscura y sombría. *
4
3 L a gente de la lámpara excava galerías, | q u e son olvidadas del p e a t ó n , j
en tanto permanezca t o d o mi espíritu en mí | y el soplo d e Eloah en mis narices,*
4 que se retuercen, en trazado zigzagueante, lejos de la h u m a n i d a d . *
mis labios n o pronunciarán falsedad | ni m i lengua ..proferirá mentira. 5 Tierra de la que sale el p a n |
5
Lejos de mí q u e os dé la r a z ó n : | hasta q u e expire n o m e apartaré de mi inocencia; y cuyo subsuelo está trastornado como p o r el f u e g o ; *
6
a mi justicia m e he aferrado y n o la dejaré; | 6 sus piedras son fuente de lapislázuli | salpicado de áureas partículas;
m i corazón n o increpa a ninguno de mis días. * 7
senda q u e n o conoció el ave rapaz | ni la columbró el ojo del buitre; *
7
Tenga la suerte del impío mi enemigo, ! y mi adversario la del injusto. 8 n o la pisaron las bestias fieras J n i pasó p o r ella el leopardo.
8
Pues ¿cuál es ía esperanza del malvado c u a n d o fenece, | 9
Al pedernal aplicó su m a n o , | descuajó de raíz las m o n t a ñ a s . *
c u a n d o Eloah reclama su alma? *
9 11
¿Acaso oirá Dios su grito de auxilio | cuando le sobreviniere la angustia? MODO DE OBRAR: lit. la mano, órgano de la acción (cf. Jer r6,2i). Cánsanse inútilmente los
!0 ¿Podrá deleitarse en Sadday? | ¿Invocará a Eloah en todo tiempo?* amigos de Job, pues no ignora él la conducta de Dios, y, justamente explicando eí proceder divino
para1 2con los malos, ha mostrado lo inocuo de las exhortaciones que se le dirigen.
Oíi 23 Es una ironía que continúa en v.3. Lo HABÉIS COMPROBADO: C. d., que no existe ninguna esperanza para el malo (8,13-15). Y íi
~^ CUÁNTO: hebr. la-rob; lit. en gran cantidad; Kit 1. LABBUR: «talento, prudencia, inteligen- incluyen a Job entre los malvados y niegan su justicia, ¿a qué el vano e inútil intento de volverlo a
cia, al inculto has dado a conocer». Dios? Con esta salida se cerraría el discurso de Job. Desde aquí es una descripción de los males
5 que alcanzan al pecador y sus descendientes, tesis que Job ha combatido, especialmente en el c.21.
Los MANES: cf. Is 14,9 y Prv 9,18; o bien los muertos, como en Sal 8788.11. Algs. corrigen H
«los 6manes tiemblan bajo tierra, las aguas y sus habitantes se espantan*. Así lo constata Dhorme, señalando que este v.13 toma la argumentación en el momento preciso en
ABADDÓN: es la región de los muertos, equivalente a seol. Para la idea de nuestro versículo que Sofar la dejó, en 20,29. Así, pues, allí el último discurso de éste, desaparecido del texto actual,
cf. Prv 15,11. comenzaría realmente en el v.13, proseguiría con 24,r8-24, y remataría con los w . 14-24 del c.27.
7-12 Por eso algs. restituyen ante v.13 la fórmula introductoria: «Sofar el naamatita tomó la palabra y dijo».
10
Constituyen interesante descripción cosmológica. 14
U N CÍRCULO...: represéntase la tierra como rodeada de un océano, semejante al apsú de los 15
No SE SACIAN DE PAN: e. d., perecen de hambre.
babilonios. Allí se mostraba «el fundamento de los cielos», que coincidía con el horizonte. ¡| CON- LA MUERTE: equivale a decir la peste, personificada por la muerte como en otros pasajes
FÍN...: constituido por el horizonte. bíblicos, y tercer azote de la humanidad, que se menciona tras la espada y el hambre. Para el segundo
11
COLUMNAS DEL CIELO: e. d., las montañas, sobre las cuales estriba la bóveda celeste. hemistiquio cf. Sal 7773,64.
12 16-17
PODER...: cf. Jer 10,12. Dios hendió el mar, como Marduk—explica Dhorme—hiende el Estos w . , de paralelismo cruzado, recalcan la doctrina de los amigos de Job, para quienes
cráneo de Tiamat en el momento de la creación. El mar, aquí personificado, identifícase en el segun- los bienes de este mundo no perduran en manos del pecador, sino que pasan a las de los justos.
18
do hemistiquio con Ráhab; sobre éste cf. 3,8, nota. COMO UN NIDO: así interpretamos con varios exegetas la voz as, siguiendo vocablos paralelos
15
Cf, V y T, Igualmente aceptable nos parece la versión «su viento (T «el viento de su boca») del árabe y el asirio; otros prefieren la significación de su homónimo polilla (cf. V) o corrigen H,
barrió los cielos». || LA SERP. HUIDIZA, según Is 17,1 (y cf. T), es leviatán, monstruo caótico, del que leyendo c. GS araña.
algo1 4dijimos en 3,8 y 7.12. 22-23 pintan la expulsión del malvado, entregado a la vindicta pública.
23
EL TRUENO DE SU POTENCIA: manifestación de la amenaza de Dios (cf. v . n ) . DESDE SU PROPIO LUGAR: otros «por todas partes».
1
Su DISCURSO: hebr. masal 'parábola, sentencia...'. II El v. sería, según algunos críticos, adi- O Q i BS- Esta perícopa en loor de la divina Sabiduría puede dividirse en tres partes (cf. Ceup-
27 ción accidental al texto al separar 17,2 de 26,4. Si como prps. se desplaza 26,5-14 tras 25,6, "" pens): el hombre puede alcanzar, por su arte, cierta sabiduría, aunque imperfecta (vv.i-n);
el discurso de Job prosigue naturalmente por 17,2, sin necesidad de fórmula introductoria. el hombre, por su arte e industria, no conoce la senda de la verdadera sabiduría (w.12-19); Dios
3
6
EL SOPLO o hálito de Eloah es el principio de vida que insufló en el hombre. sólo3 conoce tal vía y posee esa sabiduría verdadera (vv.20-28),
No INCREPA.-. : e. d., mi conciencia no me reprocha ninguno de los actos de mi vida. Algunos Los mineros excavan y exploran la piedra, la montaña rocosa, hasta traspasarla, saliendo a luz
corrigen
8
H y 1. «no se avergüenza de mis días»; quizá no sea preciso. por 4layparte opuesta a la boca de la misma.
Damos una versión muy probable de H, sin modificarle (cf. Budde, Zorell, etc.). Otros intro- 6
Seguimos reciente interpretación de L. Waterman en importantes extremos. La «gente
ducen cambios (cf. Kit). V ha seguido otro de los sentidos del verbo heb. yi'bsá 'lograr un lucro ilí- de la lámpara» son los mineros. ¡| Los PEATONES: lit. el pie, la parte por el todo !| FUENTE DE LAPIS-
cito', y tradujo: «¿cuál es la esp. del hipócrita si roba por avaricia y no libra Dios su alma?» LÁZULI... PARTÍCULAS: alusión a las piritas de hierro.
1 3
o Job se niega a admitir la suposición de que el malvado pueda nunca rogar a Dios, pues éste El poeta contrapone lo que ocurre en la superficie del suelo y lo que tiene lugar en sus entra-
no le escuchará. Sus amigos le exhortan constantemente a hacerlo, pero desconocen la inocencia de ñas, que nos describe a continuación.
Job. Además, ¿cómo admitir que ese impío va a deleitarse en el Omnipotente, como el piadoso que 7
9
EL AVE RAPAZ: e. d., aquella de más poderoso vuelo y vista más penetrante,
ruega todo el día? Job es, pues, incurable: si no se acepta su justicia, nada queda por hacer. APLTCÓ-; sobrentiéndese con el v,3 «í hombre o s<rt
JOB 2 8 1 0 — 2 9 " JOB 29 18 —30* §36
634
13 La bendición del desgraciado subía IIIINIII mi. I y yo alegraba el corazón de la viuda.
10 E n las rocas abrió galerías, | y cuanto hay de precioso contemplaron sus ojos, 1 4 H a b í a m e vestido de justicia y ella me revestía, I era mi equidad cual m a n t o y tiara.
H Se exploraron los manaderos * de los ríos | y lo escondido sacóse a luz.
15 Ojos era yo p a r a el ciego I y pies para el cojo constituía;
!2 M a s la sabiduría, ¿por dónde se encuentra, I y cuál es el lugar de la inteligencia?
lf' era un padre p a r a los menesterosos I y I11 cansa del desconocido e x a m i n a b a ;
13 N o conoce el h o m b r e su venero" | ni se halla en la tierra de los vivientes. i ' yo quebraba las muelas del injusto | y de ÑUS dientes hacía soltar la presa.
14El abismo dijo: «No está en mí», | y el mar declaró: « N o está conmigo». 18 Decía para mi: «Viejo' expiraré | y cual ln mena multiplicaré los d í a s . *
1 5 N o se da a cambio de ella el oro macizo | ni p o r plata se la compra. 1» M i raíz está abierta a las aguas | y el roclo m- deposita de noche sobre mi ramaje.
1 6 N o es evaluada con el oro de Ofir, | la cornalina preciosa o el zafiro. *
17
N o la igualan el oro ni el vidrio, j ni cabe trocarla p o r vaso de oro fino. *
18 Los corales y el cristal de roca, ¡ni mencionarlos!, |
y la adquisición de la sabiduría sobrepasa a la de las perlas. *
19 N o le es comparable el topacio de Etiopía, | ni con el o r o p u r o es evaluada.
20
¿De dónde, pues, proviene la sabiduría, | y cuál es el lugar de la inteligencia?
21
Ocultóse a los ojos de t o d o viviente | y al ave de los cielos fue velada.
22 El Orco y la Muerte dijeron: |
«¡Por nuestros propios oídos, de ella tuvimos noticia!»*
23 Elohim conoció el camino de ella, | es El quien supo su paraje,
24 pues El columbra hasta los confines de la tierra I y ve cuanto hay bajo los cielos;
25 al dar peso al viento | y aforar las aguas con medida,
26 al trazar a la lluvia ley I y camino al fragor del trueno,
27 entonces la vio y la exploró, I la estableció e incluso la escudriñó. *
28 Y dijo al h o m b r e : «¡Mira! El temor de A d o n a y es la sabiduría, I
y apartarse del mal, la inteligencia».

Discurso o poema de Job


l J o b continuó pronunciando su discurso, y dijo: * Almazara. (De Macalister, «The excavat. of Gezer», 11 [1912J tig.257.)
2 «¡Quién m e diera estar cual en los meses de a n t a ñ o , |
c o m o en los días en que Eloah me guardaba! [las tinieblas. *
3 C u a n d o hacia El brillar • su l á m p a r a sobre mi cabeza | y a su luz caminaba yo por 20
4
Mi gloria será siempre nueva en mí | y mi arco renovará sus tiros en mi m a n o .
Cual era yo en los días de m i madurez, | c u a n d o Eloah protegía " m i tienda. - 21
Ellos me escuchaban y quedaban callados ' | y esperaban mi opinión. *
í C u a n d o Sadday estaba aún conmigo I y en t o r n o a mí hallábanse ° mis muchachos. * 22
Tras mi decir, n o replicaban, | y sobre ellos destilaba mi palabra. *
23
6 C u a n d o mis pies bañábanse en manteca I M e aguardaban cual se aguarda la lluvia | y abrían su boca c o m o a lluvia tardía.
24
y la roca derramaba para mi" arroyos de aceite. * Si les sonreía, no osaban creerlo, |
7 C u a n d o salía a la puerta alta de la ciudad | y en la plaza instalaba m i asiento. * y el resplandor de mi rostro no desperdiciaban.*
25
8 Veíanme los jóvenes y se retiraban humildes, | Y o les escogía el camino y sentábame en cabeza, | m e colocaba c o m o un rey entre
y los ancianos se levantaban y permanecían en pie; c o m o quien consuela a afligidos *. [la t r o p a ;
9 los magnates contenían sus palabras I y se ponían la palma en su boca;
1° la voz de los jefes enmudecía I y pegábaseles la lengua al paladar.
H Oreja que me oía me felicitaba | y ojo que m e veía testimoniaba en favor mío, * Prosigue el discurso de Job
12 pues yo libraba al pobre que grita, I al huérfano y sin valedor.

16
CORNALINA: hebr. sóham, traducido por ónice, electrum, sardónica, ágata...
30 3 ¡Mas ahora ríense de mí | quienes son m á s jóvenes que yo,
17 aquellos a cuyos padres yo desdeñaba | poner con los perros de m i g a n a d o ! *
VIDRIO: entonces raro y precioso; fabricábase especialmente en Fenicia. 2
18
ADQUISICIÓN O extracción; algs. modernos interpretan «un saquito (lleno) de sabiduría». || Incluso la fuerza de sus m a n o s , ¿de qué m e hubiera servido? |
SOBREPASA: e. d., en dificultad y, por tanto, en valor. Su a vigor había perecido todo entero a ,
3
22
EL ORCO: hebr. Abaddón. Por la penuria y el h a m b r e extenuados, | roían las raíces h de la estepa; |
2
' LA EXPLORÓ: O indagó. Asi Reider con el árabe y el arameo. su madrec era el desierto y el yermo.
4
Cogían el armuelle y hojas dela matorral, | y raíces de retamas eran su alimento.
O Q ! Job torna al tema de su defensa, resumiendo su caso en tres puntos: su felicidad pasada,
"*-J su desgracia presente, su justicia de siempre. Es el problema que sus amigos no han logrado
resolver. La exposición de Job es ahora más completa y nos ofrece su masal: parábola, discurso o 18
poema por excelencia. De ahí, indica Dhorme, la expresión más solemne que adopta ya desde el VIEJO EXPIRARÉ: seguimos la corrección de Dhorme como la más probable entre las múlti-
comienzo o anuncio mismo del discurso, iniciado con un arranque patético. ples interpretaciones que H ha sugerido. Lo mismo hacemos respecto al segundo hemistiquio. I! CUAL
3
LÁMPARA... LUZ: son símbolos de la felicidad y la rectitud, como en Salmos, etc. LA ARENA: así ST c. H; GV cual una palmera; una vieja tradición rabínlca, que aparece ya en^ el
4
MADUREZ o edad viril, lrt. otoño. || Mi TIENDA: e. d., mi morada y familia. Talmud y es seguida por autores modernos, cual el ave fénix. La comparación con la palmera liga
- MUCHACHOS : o c. V «hijos»; pinta la felicidad familiar en la tienda de Job. muy bien con el v.19.
21
' DERRAMABA PARA MÍ: Dhorme (como en 28,3) prefiere no corregir H y traducir: «la roca ama 22
ELLOS...: e. d., los príncipes y jefes de w.9-10, cuya descripción proseguiría aquí.
tornábase...», y súpome conmigo (V «para mí»), pasado del v.5. DESTILABA o caía gota a gota mi palabra: imagen feliig para denotar que se concedía a la au-
' CIUDAD: hebr.cjueret, forma más antigua que quiryat y latente en Cartago, Cartagena, etc. II toridad de Job cuanto tiempo quería para exponer sus ideas.
24
LA PLAZA: situada en la puerta de la villa, correspondía al /oran latino y el agora griega. Allí se reunía No OSABAN CREERLO: tan desusado e inesperado les parecía. ]| EL RESPLANDOR (O la luz) de
la asamblea popular y tenían su asiento los ancianos y magistrados del pueblo. Entre ellos sentábase mi rostro: símbolo de su alegría y de la sonrisa.
Job, lleno de consideración. 1
MAS AHORA. ..: de las ilusiones y felicidad de antaño vuelve Job a la triste realidad de lo P r e "
11-20 Budde, seguido por gran parte de los críticos modernos, los pasa tras los w.21-25, los
euales eontraúan la descripción de la actitud de los primates anta Job,
30 senté. JJ MÁS JÓVENES QUE YO: e, d., los chicuelos o mozalbetes.
636 JOB 3 0 8 — 3 1 s JOB 31 " ' 6S7
5 3
Expulsados de la sociedad, I gritábase tiras ellos como tras el ladrón, * ¿Acaso n o es la desgracia para el injusto, | y lu adversidad p a r a ¡os obradores de ini-
4
* m o r a n d o en las escarpas de los torrentes, | en los agujeros del suelo y las rocas, ¿No ve El mis caminos | y cuenta todos mis pasos? [quidad?
7 s
entre los matorrales rebuznaban, | se aglomeraban bajo los espinos. ¿He caminado con falsia | y se apresuró hacia el engaño mi pie?
6
8 C h u s m a vil y genle innominada, | expulsada a latigazos del país. ¡Péseme en balanza justa | y conozca íilotih mi integridad!
9 7
Y a h o r a soy su canción 1 y he venido a ser objeto de sus hablillas.* Si mi paso se desviaba del camino | y tras mis ojos iba m i corazón, |
i" A b o m í n a n m e , se han alejado de mí 1 y no se retraen de escupirme a la cara. y si a mis m a n o s pegábase mancilla,
l J Pues él solió su cuerda y m e ha maltratado, | 8
¡siembre yo, y otro coma, | y mis vastagos scun desarraigados!*
9
10 mismo que quien arrancó de su rostro ' el freno. * Si mi corazón fue seducido por mujer | y a la puerta de mi prójimo estuve al acecho,
12
A mi' diestra levántase la canalla, | impelieron mis pies, I 1° ¡muela para otro m i mujer I y sobre ella otros se encorven! *
11
y prepararon contra mí sus perniciosas rutas. * Pues es una impudicia, j es una falta criminal: *
13
H a n destruido mi sendero, | a m i infortunio c o o p e r a n ; | ' 2 \Es" fuego que devora hasta el A b a d d ó n | y totla mi cosecha consumiría °! *
13
n o hay quien contra ellos [me] ayude. Si yo menospreciaba el derecho de mi siervo | y de mi sierva en su a litigio conmigo,
14 14
Irrumpen c o m o p o r ancho portillo, | bajo los escombros se h a n revuelto. ¿qué puedo hacer c u a n d o D i o s se levante?; |
15
Terrores se han t o r n a d o contra m i ; | bárrese c o m o por el viento mi dignidad | y c u a n d o inspeccione, ¿qué le responderé? [seno materno?
15
y cual nube se h a disipado mi ventura. ¿Acaso quien m e hizo no le hizo en el vientre? I ¿Y no nos formó u n o mismo en el
i* Y a h o r a en mí derrámase mi alma, | se apoderan de mí días de aflicción. * " • ¿ R e h u s é lo que deseaban a ios pobres I y dejé desfallecer los ojos de la viuda?
17 17
D e noche, como que son traspasados mis huesos I y mis venas no descansan. * ¿Comí solo mi pedazo de pan | y de él no comió el huérfano
18 18
Con grande fuerza agarra El ¡ mi vestido, 1 cíñeme como el gorjal de mi túnica. * mientras El desde mi infancia crióme como un padre | y desde el vientre de mi ma-
19 19
M e ha derribado en el fango | y he quedado semejante al polvo y la ceniza. Sí veía a quien perecía miserable sin vestido | [dre fui guiado ''1*
2
° Grito hacia ti y no me respondes, | permanezco en pie y no me haces caso". y que un menesteroso no tenía con que cubrirse,
21 20
Te has vuelto cruel para conmigo, | con todo el vigor de tu m a n o me persigues. ¿no me bendijeron ÍUS lomos | y del vellón de mis corderos se calentó?*
22 21
M e levantas sobre el viento, me haces cabalgar, | y c o m o en tormenta me deshaces Si elevé amenazante m i m a n o contra el huérfano, | p o r q u e yo veía en la puerta m i
23 22
¡Ciertamente, yo sé que m e conduces a la muerte | [en agua. * ¡mi espalda de su nuca se desprenda I y mi bruzo de su h ú m e r o se desgaje! * [apoyo, *
23
y al p u n t o de cita de t o d o viviente! Pues el terror de Dios me abrumaba ' \ y ante su majestad no podía resistir.
24 24
Sin embargo, yo n o extendí la m a n o contra el pobre \ si en su infortunio gritaba ¿Constituí al oro en mi conlian/a, I y dije al o r o fino: «Mi seguridad»?
25 25
¿No había yo llorado con el de vida dura? | [hacia mí* ¿Regocijábame de que fuese copiosa mi fortuna I y de que mi m a n o hubiese ganado
26
¿ N o se había contristado mi alma por el menesteroso? [la oscuridad! ¿Acaso, c u a n d o yo veía el sol que brillaba I [mucho?
26
¡Cuando esperaba yo la felicidad, vino la desventura; | aguardaba la luz y llegó y la luna que caminaba esplendorosa,
27 27
¡Mis entrañas han hervido sin descanso, | se m e han presentado días de aflicción! fue seducido en secre*o mi corazón | y a mi m a n o besaba mi boca? *
28
¡He a n d a d o denegrido sin ardor de sol, 1 me he alzado en la asamblea, gritaba; 28 ¡También ~sto hubiera sido u n a falta criminal, | pues habría negado al Dios de
29 29
he resultado un hermano para los chacales | y un compañero p a r a los avestruces! ¿Alegrábame acaso del infortunio de mi enemigo i [lo alto!
3° M i piel se ha ennegrecido sobre mí | y mis huesos se h a n quemado por la fiebre. y jubilaba yo porque u n mal le había alcanzado?
31 30
¡Mi cítara h a servido p a r a el duelo, | y mi caramillo p a r a voz de lloradores! ¡Antes ni permití pecar a m i garganta, | reclamando su vida en u n a imprecación!
31
¿No afirmaron las gentes de mi tienda: |
«Quién presentará a uno que de su carne no se haya saciado?
Sigue el discurso de Job 32
33
A la intemperie no p c r n o i l a h a el extranjero: | mis puertas abría al caminante «.
" ¿Encubrí como un hombre mis transgresiones, | ocultando en mi seno mi falta, *
31 1
¡Había yo concertado alianza con mis ojos (
34
p o r q u e temiera a la gran m u c h e d u m b r e | y el desprecio de los linajes me espantara, |
de suerte que yo quedase callado sin atreverme a salir a la puerta? [day!
y no prestaba atención a doncella! [desde las alturas? 35
¡Quién diera que D i o s 1 m e escuchase! | ¡He aquí mi firma! ¡Respóndame Sad-
2 ¿Cuál es, pues, la parte que envía Eloah desde arriba | y el lote que remite Sadday E n cuanto al libelo que ha escrito mi colitigante, *
36
5
.Reducidas esas personas a Ja vida del desierto, cuando aparecen en poblado, todo él se con ¿no lo llevaría yo sobre mi espalda, | no me lo anudaría a modo de corona ¡1 *
37
mueve de terror y les vocifera, indignado, como a ladrón. El n ú m e r o de mis pasos le manifestaré; [ c o m o u n príncipe me presentaré a él.
11
^ Cf. Lam 3,14.
SOLTÓ SU CUERDA: así c. K (cf. GV); otros prefieren el qeré (cf. TS), «soltó la cuerda de mi
arco», e. d., me debilitó. El sujeto aquí seria Dios, y en la primera interpretación, el enemigo, que, O -I 8 Mis VÁSSAGOS O retoños significan aquí las plantas que brotan de la tierra más bien que
sueltas las amarras con que Job le tenía atado como animal doméstico, maltrata y oprime a su anti- " *1 0 sus hijos (así V).
guo dueño. Quienes optan por Q. traducen el segundo hemistiquio: «y dejaron caer el freno ante mí». MUELA... : según la opinión común, seguida por T y V, tiene ese verbo aquí un sentido obs-
Hemos seguido a Dhorme en la exegesis de este v., tenido como casi ininteligible y vertido de los ceno, el de 'tener comercio con alguien'
más1 2variados modos. 11
Para algunos, el v. es una glosa extraña a Job. [| CRIMINAL: así ha de 1. c. TV según Dhorme;
Es otro v. de difícil y discutidísima interpretación. Ignórase el sentido exacto de pirjaj, que H dice propiamente falta que es preciso someter a los jueces.
hemos traducido canalla (cf. castell. y cat.) y que suele verterse «crías (T «hijos»), populacho, ralea, 12
18
ABADDÓN: o seol u orco (cf. 16,6 y 18,22).
banda...». Algunos vierten: «la juventud o el populacho álzase insolente contra mí». Otros prefieren MIENTRAS E L . . . : así quizá. Otros prefieren otras correcciones y versiones del texto, qui^á
modificar H: «A derecha se levantan testigos, en la trampa han echado mis pies. Y han terraplenado mal 2conservado.
contra mí rutas [].» 0
Sus LOMOS o ríñones: e. d., sus carnes; Job personaliza—en figura admirable, señala Dhor-
16
DERRÁMASE: e. d., fundida bajo ios golpes de la adversidad. me—la parte del cuerpo que se aprovecha del beneficio.
!7 TRASPASADOS: e. d., por el dolor. H VENAS: así B. 'Ezra, Quimjí, Raschi...; otros, «quienes me 21
_ EN LA PUERTA MI APOYO: e. d., porque (o cuando) veía que en el lugar donde se administraba
roen»
1
(cf. V); el texto alude con las venas (e. d., las arterias) a las pulsaciones aceleradas por la fiebre. justicia, en el tribunal, contaba yo con ayuda.
8 Consideramos como sujeto a Dios, que agarra al enemigo por el vestido y, cual forzudo gue- 22
27
Su HÚMERO: lit. su caña; otros, <codo».
rrero,
22
apriétale el cuello como capilla o cabezón de túnica. Mi MANO BESABA MI BOCA: e. d., en ademán de adorar dichos astros.
Dios sigue jugando con el paciente, que, tras haber sido tirado en el lodo, es alzado por los 33 COMO UN HOMBRE (así VS): e. d., como el vulgo; T (Valera...) «como Adán». Algs. corrigen:
aires, en los que cabalga como nubécula juguete del viento, hasta reventar en agua, cual nube en de los hombres.
tempestad.
24
{{ DESHACES EN AGUA: o también, me haces temblar al fragor de la tormenta. 35
H E AQUÍ MI FIRMA: Sutciíffe prp. verter «Este es mi deseo: que Dios me responda y que mi
Aceptamos correcciones y exegesis de Dhorme a este v., que parece harto mal conservado. adversario haya escrito una denuncia». || LIBELO o rollo es la requisitoria que contra Job ha escrito
Otros c. Dillman corrigen: «El que se ahoga, ¿no alarga la mano?, ¿no grita en su infortunio?» Rei- su contendiente o colitigante.
der vierte; «En verdad El no alarga su mano contra el débil; ¿hay alguna ventaja para El en su in- 36
Lo LLEVARÍA SOBRE MI ESPALDA...: e. d., pondría en evidencia el libelo o acta de acusación,
fortunio?* blandiéndolo como trofeo y haciendo corona con que adornarse.
638 JOB 31 a8 —33» JOB 33 1 0 — 3 4 " 639
38
Si contra mí gritaba mi tierra | y con ella lloraban sus surcos *; '0 M a s ve ahí que El inventa reproches" contra mí, | me reputa enemigo suyo,
11
39 si yo había comido su fruto sin dinero | y hecho exhalar el alma a su d u e ñ o , * p o n e en el cepo mis pies, | espía todas mis sendas». [el h o m b r e ,
40 12
¡en vez de trigo broten espinas, | y en lugar de cebada, hierba hedionda!» * ¡Ahora bien, en esto n o tienes razón, te replicaré! | Puesto que Eloah es mayor que
15
Acabáronse las palabras de Job. ¿por qué contiendes c o n El | porque a todas sus palabras n o contesta? *
14
Pues D i o s u n a vez habla, I y dos veces, sin reparar en ello.*
ts En sueño, visión nocturna, | c u a n d o cae letargo sobre los h o m b r e s , | mientras duer-
Intervención de Elihú: exordio *6 entonces hace revelación al oído de los hombres, | [men en el lecho, *
y con amonestaciones a ellos los a n o n a d a ; *
17
O O l Y aquellos tres hombres cesaron cuanto no habían hallado4 respuesta y ha- p a r a a p a r t a r al h o m b r e de envoltura " [ y su cuerpo ' del varón esconde,
18
Oía d e replicar a Job, porque se tenía bían condenado a Job. * Elihú, pues, ha- librando a su alma de la fosa, | y su vida de atravesar el canal. *
por justo. * 2 Entonces se encendió la có- bía esperado mientras hablaban * con Job, 19
Le corrige ' mediante dolor en su ' lecho I y un continuo temblor de sus huesos; *
20
lera de Elihú, hijo de Barakel, el buzita, porque eran más viejos que él en días; su vida hácele sentir hastío ' del alimento, | y su alma, de la comida favorita;
5 21
de la familia de Ram. Inflamóse contra mas, viendo que n o había [otra] res- su carne desaparece de la vista, | y sus huesos, que no se veían, se transparentan; *
22
Job su cólera porque pretendía tener ra- puesta en la boca de los tres h o m b r e s , su su alma se acerca a la fosa, | y su vida a la morada de los muertos '.
zón frente a Elohim, 3 y también contra cólera se inflamó. 6 Y Elihú, hijo de Ba- 23
Si existe j u n t o a él un ángel, | un mediador de entre mil, | p a r a declarar al h o m b r e su
24
sus tres amigos se encendió su enojo, por rakel el buzita, t o m ó la palabra y dijo: y que se apiade de él y diga: «¡Líbralo ' de descender a la fosa, | [deber ",
he hallado el rescate de su alma m !: *
«Soy m e n o r en edad—y vosotros ancianos; | p o r eso h e tenido miedo y temido—decla- 25
7 su carne engorda ' c o n vigor juvenil, | torna a los días de su adolescencia;
Me decía yo: «¡La edad hablará— | [raros mi saber, 26
invoca a Eloah, y éste se complace en él, | que ve su rostro con júbilo | y vuelve al
y la muchedumbre de años dará a conocer la sabiduría!» 27
canta él ante los hombres y dice: | [hombre su justicia;
8
Pero hay un soplo " en el h o m b r e | y el espíritu de Sadday hácele inteligente; « H a b í a pecado y torcido el derecho, | mas TI no me ha d a d o mi merecido. *
9
no son los ancianos quienes son sabios, | ni los viejos los que comprenden lo justo. 28 H a eximido a mi alma de pasar por la fosa | y mi vida ve la luz».
1° P o r eso he dicho: ¡Escuchadme! | ¡Manifestaré mi saber también yo! 29
11 H e aquí todas las cosas que hace Dios, | dos y tres veces con el h o m b r e ,
He aquí que he esperado vuestras palabras, | prestaba oído a vuestros razonamien- 30
p a r a retraer de la fosa su alma, | u fin de que sea a l u m b r a d o con la luz de los vivos.
hasta que escudriñaseis vocablos, [tos; 31
¡Atiende, J o b , escúchame, ! calla, y yo hablaré!
*2 en vosotros fijaba mi atención. | Mas ve ahí que no hay quien redarguya a Job, | 32
Si tienes algo que decir, replícame, | habla, pues yo deseo darte la r a z ó n ;
ni quien entre vosotros replique a sus dichos. [bre!» * 33
si n o , tú escúchame, | calla, y yo te enseñaré la sabiduría».
13
P a r a que no digáis: «¡Hemos hallado la sabiduría, I D i o s le rechaza, n o un h o m -
14
El n o ha dirigido contra mí sus palabras ° I ni con vuestros dichos le he de replicar.
15 H a n sido vencidos, no han respondido más, | les han fallado palabras.
1* H e a g u a r d a d o ; mas, ¡pues que no hablan, I ya que se h a n p a r a d o y n o h a n replicado,
Segundo discurso de 'Elihú
17
responderé yo también por mi parte, | mostraré mi saber también y o !
1 8 Pues estoy pleno de palabras, | mi soplo interior m e insta. "id
1 9 H e aquí que en mi seno está c o m o vino sin escape, I cual [vino] que revienta " los *» ~ ' Y Elihú t o m ó la palabra y dijo:
2
20 ¡Hablaré para desahogarme, | abriré mis labios y replicaré! [odres nuevos. «Oíd, sabios, mis palabras, | y vosotros, doctos, prestadme o í d o ;
3
21 N o haré acepción de personas, \ ni a nadie a d u l a r é ; pues la oreja discierne los vocablos, | c o m o el paladar gusta la comida.
4
22 p o r q u e yo n o sé adular; | m e llevaría entonces m i Hacedor. Examinemos por nosotros lo que es justo, | indaguemos entre nosotros lo que es
5
P o r q u e J o b ha d i c h o : «Soy justo, | mas Dios ha descartado mi derecho; [bueno.
6
respecto a mi derecho paso por mentiroso; | mala es mi suerte " a u n q u e no haya pe-
Argumentación de Elihú 7
8
¿Qué h o m b r e hay cual J o b , | que bebe la burla c o m o agua, [cado»_ *
a n d a en compañía con los obradores de iniquidad | y camina con hombres malvados?
9
Pues él ha d i c h o : «Ningún provecho saca el h o m b r e | de poner su complacencia en
33 1° Así, pues ", ¡oh h o m b r e s cuerdos!, escuchadme, [Elohim».
1 Así, pues, ten a bien, ¡oh Job!, escuchar mis palabras ] ¡Lejos de D i o s la m a l d a d I y de Sadday la injusticia!
11
y a t o d o s mis discursos presta o í d o : Pues la obra del hombre, El se la paga, | y según la conducta de cada uno, El le trata.
2 Ves que he abierto mi boca, I ha hablado mi lengua en mi paladar. [pura verdad. 12 E n verdad, Dios n o obra el mal | y Sadday n o tuerce el derecho.
3 M i rectitud de corazón [dicta] palabras de ciencia', ¡ mis labios p r o n u n c i a n la 13
4 Sus PALABRAS: las del hombre; Kit prefiere corregir H, como es corriente, leyendo mis pala-
» El espíritu de D i o s me h a hecho, 1 y el soplo de Sadday m e vivifica.
5 ¡Si puedes, replícame, I apréstate ante mí, tente firme! ' [bien. bras14(G) o fus palabras (Budde...).
6 SIN REPARAR EN ELLO: O «sin que se fije uno en ello». El sentido es incierto.
H e aquí que yo soy c o m o t ú p a r a Dios, | de arcilla he sido m o d e l a d o yo t a m - 15
EN SUEÑO: cf. 4,12 ss.
7
Así, pues, m i terror n o te espantará, | y mi carga sobre ti no gravitará. * 16
CON AMONESTACIONES: otros prefieren corregir: «mediante apariciones». || Los ANONADA: O
8
N o h a s hecho sino decir a mis orejas, I y el son de los vocablos h e o í d o : aterra, así interpretamos H a la luz de GSA.
18
9 «¡Puro soy, sin transgresión; | limpio estoy, y n o tengo falta! EL CANAL: sería equivalente a bajar al seo! desde la tumba; derivando la imagen del aspecto
B- 3 9 HABÍA COMIDO la fuerza o producto del suelo sin pagarlo es aprovecharse de lo perteneciente de las
15
tumbas fenicias, adonde se descendía por un pozo vertical.
a otros. II HECHO EXHALAR EL ALMA: e. d., causado un gran dolor. U N CONTINUO: comp. V «todos los huesos de él hace marchitar», que ha leído c. los mss.
4 Occ'OrThST be-rob y no ue-rib de Occ" y transformado c. Th el sentido del hebreo etán,
° HIERBA HEDIONDA: según algunos, la mercurial u ortiga muerta. 21
... SE TRANSPARENTAN o clarean, Lácense visibles: así interpretamos c. Yahuda y V; otros
1") 1 SE TENÍA POR JUSTO: lit. «era justo a los ojos de él» (asi V), y resultaba inútil argüirle. Mu- prefieren
24
«y sus huesos se han adelgazado, no son ya visibles» o «aparecen descarnados sus huesos».
" * " clios, c. GSymS, leen «era justo a los ojos de ellos; concluyendo asi una condenación de Dios, EL RESCATE: constituido por el sufrimiento y la conversión y presentado por el ángel a Dios
castigador del inocente. Contra tal resultado intolerable se yergue Elihú. para2 7salvar ai culpable en trance de muerte.
3
HABÍAN CONDENADO A JOB: muchos, con la tradición masorética, corrigen: «así hab. cond. No ME HA DADO MI MERECIDO: no me ha pagado en la misma moneda o según mi culpa;
a Dios». propónense varias correcciones a H (cf. Kit y en contra Dh).
13
L E RECHAZA: algs. corrigen: «D. nos instruye». Q,4, 6 PASO POR MENTIROSO: dudoso sentido (cf. V); pero no nos atrevemos a aceptar las corree-
O O 7 Mi TERROR: Elihú alude irónicamente a las consideraciones de Job en 9,34 y 13,21. || M> " T . ciones propuestas: soy engañado (Duhfh), El miente (cf. G: Dhorme), sufro contra mi derecho
" ^ CARGA: presión o autoridad. Otros leen c. G mi mano. (Ebrhch), «contra mi derecho so,y bati'áo» (Szraygieí).,,
JOB 35 9 —36 21 641
640 JOB 34 1 S —39 8
9
13 Por la multitud de las opresiones se grita, |
¿A quién encomendó su ° tierra | y a quién puso sobre el m u n d o entero? se clama bajo el brazo de los magnates.
14
Si El tornara * a sí * su soplo 1 y su espíritu e retirara hacia sí, 10
Pero no se ha" d i c h o : «¿Dónde está liloali, nuestro" Creador, |
15
expiraría toda carne a u n a | y el h o m b r e al polvo retornaría. que hace resonar los cantares en la noche,
16
Si tienes inteligencia, escucha esto, | presta oídos al son de mis palabras. [ras tú? 11
que nos instruye más que a las bestias de la tierra, ¡
17
Realmente, ¿podrá gobernar quien odia el derecho? i ¿Y al Justo poderoso condena- y más que a las aves del cielo nos hace sabios?»
18
A aquel que dice ' a un rey: «¡Infame!»; | a los nobles: «¡Malvados!» 12
Entonces grita—pero El no responde— | a causa de la soberbia de los malos.
19
El que no hace acepción de los príncipes | ni da la preferencia al rico sobre el pobre, 13
Es inútil realmente: Dios no oye | y Sadday 110 lo percibe.
p o r q u e obra de sus m a n o s son todos ellos; 14
¡Cuánto menos c u a n d o dices que no lo percibes, |
20
en un instante mueren, y en plena noche | se revuelve un pueblo y desaparecen, | que el litigio" está ante El y lo esperas,* gresión •!
eliminándose así sin esfuerzo a un poderoso. * 15
y ahora [al afirmar] que su cólera no castiga nada | y que no conoce bien la trans-
21
P o r q u e sus ojos [están fijos] sobre los caminos del hombre, | y todos sus pasos 16
J o b , pues, abre en vano su boca I y sin ciencia alguna multiplica las palabras.»
22
n o existen tinieblas ni sombra densa | [observa;
d o n d e se escondan los obradores g de iniquidad.
23
24
P o r q u e El no impone al h o m b r e un plazo" I para que vaya ante Dios a juicio;
quebranta a los grandes sin previa indagación | y coloca a otros en su lugar.
Elihú prosigue su discurso
25
Al efecto conoce sus acciones, | trastórna.'os ' en la noche y son aplastados.
26
27
C o m o a m a l v a d o s 1 los vapulea, | * en sitio donde [todos] lo ven; 36 ' Y prosiguió Elihú y dijo:
por cuanto se a p a r t a r o n de su seguimiento ! y no atendieron a todas sus n o r m a s , 2
«¡Espérame u n poco y te instruiré, I
28
haciendo llegar hasta El el clamor del débil, I de forma que oiga el grito de los pobres. pues hay todavía cosas que decir en defensa de Eloah!
29
Si El reposa, ¿quién le inquietará?; | si vela su rostro, ¿quién le percibirá?; 3
Cargaré mi saber de lejos | y a mi Hacedor daré razón;
pues sobre naciones e individuos El vigila ', * [pueblo. * 4
30 pues, en verdad, n o son mentira mis palabras, I
evitando reine h o m b r e malvado, | ninguno de los que constituyen u n lazo para el
31 m es un perfecto en saber quien está junto a l¡.
P o r q u e ¿acaso te dirá Dios: «He sido engañado™; I no obraré ya" m a l ; * 5
32 Sí, Dios es grande * en fuerza | y no desprecia al puro de " c o r a z ó n ;
si he errado °, instruyeme; | si he cometido injusticia, no volveré a hacerlo»? 6
n o deja vivir al malvado | y hace justicia a los pobres,
33
¿A.caso deberá El dar el pago según tu parecer? I Ya que has menospreciado [mi 7
no arrebata al justo su derecho ". |
ya que tú eres quien aprecias, y no yo, | di, pues, lo que sabes. [juicio p]> Y pusoc a los reyes sobre el trono | e hízolos sentar p a r a siempre. M a s se engrieron.
34
Los hombres cuerdos me dirán, | y t o d o varón sabio que me escucha: 8
Y hételos * aprisionados en grilletes, I son presos en lazos de miseria.
35
«Job no habJa con ciencia ¡ y sus palabras n o son razonables». 9
Luego les declara su obra | y sus transgresiones, [es decir], que eran obstinados,
36
Pero * J o b ha de ser examinado hasta el fin | por [susl respuestas como de hombres !
° y náceles revelación al oído, por vía de advertencia, j
37
p o r q u e añade a su pecado otra transgresión: | entre nosotros palmea | [inicuos; y m a n d a que se conviertan de la iniquidad.
y multiplica sus palabras contra Dios». * 11
Si escuchan y son dóciles, ¡ acaban sus días en la felicidad | y sus años en las delicias.
12
M a s , si no atienden, pasan por el canal | y expiran sin discernimiento. *
13
Pero los malvados de corazón acumulan la cólera, |
Tercer discurso de Elihú n o gritan c u a n d o los ha e n c a d e n a d o ; *
14
muere en plena juventud su alma, I y su vida en la adolescencia.
15
El salva al pobre mediante su pobreza, |
35 1 Luego t o m ó Elihú la palabra y dijo:
2
y por la tribulación, u n a revelación al oído les h a c e ; *
«¿Has reputado esto c o m o juicioso, ! 16
e incluso te apartará de las fauces de la angustia:
has dicho para t i : «Tal es mi justificación ante D i o s » ? * h a b r á abundancia sin estrecheces en lugar de esto, I
3
Y a que dices: «¿Qué interés tengo yo ", I qué provecho saco de mi p e c a d o ? » * , y l o s alimentos de tu mesa serán plenamente pingües. *
4 17
yo te daré respuesta, 1 y a tus amigos contigo. C u a n d o tomes el castigo del malvado, | le cogerán el castigo y la justicia. *
5 18
M i r a a los cielos y ve; | contempla las nubes, que están más altas que tú. Cuida de que no te seduzca la riqueza ' | y la copia de s o b o r n o n o te extravie. *
6 19
Si pecas, ¿qué le haces? | Y si se multiplican tus transgresiones, ¿qué le causas? ¿Puede compararse tu grito hacia El' en la angustia |
7
Si eres justo, ¿qué le das? I O ¿qué recibe de tu m a n o ? y t o d o s los despliegues de la fuerza?*
8 20
A u n h o m b r e c o m o tú puede afectar tu maldad, I y a un mortal tu justicia. N o suspires tras la noche ¡ para que suban los pueblos en vez de ellos.
21
G u á r d a t e de volverte hacia la iniquidad, |
20 Procuramos seguir fielmente a H. Elihú insiste en la igualdad de ricos y pobres ante Dios-
Todos perecen en un abrir y cerrar de ojos (en un «guiño» o instante); el poderoso o tirano puede 14-15
ser víctima de una conmoción popular y pasa o desaparece, eliminado o depuesto por aquélla s'11a Seguimos la versión de autores como Dhorme. Otros, diversamente. Cf. V: «Aun cuando
gran esfuerzo (no «con manos). Mas prps. múltiples correcciones. Así recientemente Sutcliffe: «y dijeres: No atiende: júzgate en su presencia y espéralo: pues ahora no conoce su furor ni venga con
medianoche expiran. El bate a los nobles y pasan; aparta a los fuertes con poder invisible». rigor el crimen».
29
INQUIETARÁ: así, además de declarar el culpable, sin corregir H; V «si concede la paz, ¿quién
hay que le condene?» || PUES SOBRE... : lit. y sobre nación (o naciones) y sobre hombre uno (o indiví' O C 1 2 EL CANAL: cf. 33,18 y 28; V... «la espada».
dúos). Hemos aceptado la corrección de Ehrlich y la exegesis de quienes ligan el hemistiquio con v.3°- *JvJ1 5 13 MALVADOS DE CORAZÓN: O de perversos sentimientos. V (y Dh) «hipócritas».
Prps. otras enmiendas. 16
POBRE... POBREZA: O humillado... (afligido)..., humillación (aflicción ,.).
30
Traducimos lo más literal posible, dejando correcciones propuestas. Quizá pudiera verterse I a Todo él considérase dudoso, y Ehrlich renuncia a entender ios vv.16-19.
17
segunda parte del v., tal como hoy se conserva: «porque constituye trampas o lazcs para el pueblo*' CUANDO TOMES de nuevo a tu cuenta el castigo del impío, recibiendo de nuevo la facultad de
cf. T y comp. V: «El es quien hace reinar a un hombre hipócrita por los pecados del pueblo». juzgar (?). Eí v. es un enigma, proponiéndose múltiples correcciones. V vierte: «Causa tua quasi
31-32 Ofrecen, sobre todo el v.31, un texto alterado, que los críticos corrigen muy diversamente' impii
18
iudicata est, causam iudiciumque recipies».
Hemos aceptado la exegesis de quienes, como Kit, ven en ambos vv. palabras de Dios; otros piensa0s Verso difícil y controvertido: lit. sería «porque cólera no sea que te seduzca (o te atraiga y
que pertenecen al pecador arrepentido: para V serían más bien de Elihú. Las del 31 «porque a Di° saque) en riqueza (otros: castigo, etc.) ..». Prpn. diversas correcciones y versiones; V: «No te domine,
el Que dijo» interprétanse de varios modos. Algs. corrigen: «Si un descreído dice a Eloah: He síd° pues, la ira de suerte que oprimas a alguno...»
seducido...» 19-20 Otros dos w . enigmáticos, cuyo sentido exacto se nos escapa. Damos la versión que nos
37
Procuramos traducir el v. lo más lit. posible. Otros corrigen H. parece más literal, corrigiendo en el 19 no por hacia El. Comp. la versión de V: «Depone magnitu-
dinem tuam absque tribulatione, et omnes robustos fortitudine. Ne protrahas noctena, ut ascendant
Q C 2 TAL ES MI JUSTIFICACIÓN. ..: otros, siguiendo a GSTV, «más justo soy que Dios». populi pro eis».
" ^ ' Seguimos en lo posible a H. Otros corrigen: «¿Qué te importa? ¿Qué te hago si pero?'
Bover-Cantera 21
642 JOB 36 22—37 19 JOB 37 20 —38 2 * 643
pues p o r eso has sido probado * p o r la aflicción. 20
22 ¿Acaso se le cuenta c u a n d o yo hablo? I C u a n d o un h o m b r e habla, ¿acaso es infor-
Si Dios es excelso por su fuerza, | ¿quién es maestro como El? 21
23 Y ahora no se veía ya la luz, I hallábase oscurecida por las nubes, [mado?
¿Quién puede señalarle su conducta? | pero un viento ha pasado y halas barrido.
Y ¿quién podría decirle: «¡Has cometido injusticia!»?* 22
24 Del norte viene el d o r a d o resplandor, |
Acuérdate de engrandecer su obra, | que h a n cantado los hombres.
25 en t o r n o a Eloah es una magnificencia a t e r r a d o r a . *
T o d o s los hombres la contemplan, I el h o m b r e la ve de lejos. 23
26 ¡Sadday! no podemos alcanzarlo, I es grande en fuerza y juicio, |
Sí, Dios es grande y no lo comprendemos; | el número de sus años es insondable. es maestro l de justicia, no oprime;
27
C u a n d o atrae las gotas de agua, | cuajan en lluvia a m o d o de inundación * 24
28 por eso le h a n de temer los h o m b r e s ; |
que vierten las nubes, I destilan sobre el h o m b r e en abundancia. *
29 ¡ni siquiera mira El a t o d o s los sabios de corazón!»
Además, ¿quién b entenderá el despliegue de las nubes, | los fragores de su tienda? *
3" H e aquí que extiende p o r encima su l u z 1 | y cubre las raíces de la m a r ; *
31 pues mediante ellos cumple la sentencia ] sobre los pueblos, |
da alimento en abundancia. Intervención de Yahveh
32
A r m a sus m a n o s del rayo | y le da orden contra el escudo. *
33 Le anuncia en su voz de trueno, | y el ganado también al avecinarse la tempestad ' . * 0 0 1 Y Yahveh respondió a J o b del seno de la tempestad y dijo:
2
« ¿ Q u i é n es ese que oscurece la Providencia | con discursos vacíos de sentido?*
3
Ciñe, pues, tus ríñones cual varón, | voy * a pregunlarte y tú me instruirás. *
Elihú sigue su discurso 4
5
¿ D ó n d e estabas al fundar yo la tierra? | Indícalo si llega a ello tu inteligencia.
¿Quién fijó sus medidas? ¿Lo sabrías? | O ¿quién extendió el cordel sobre ella?*
O "7 ' T a m b i é n por eso palpita mi corazón | y salta fuera de su sitio. 6
¿Sobre qué se asentaron sus basamentos I o quién colocó su piedra angular,
" * 2 Escuchad atentamente el estrépito de su voz ¡ y el ruido que de su boca sale. 7
entre los cantos a coro de las estrellas del alba |
3
P o r t o d o el cielo lo desencadena, | y su fulgor alcanza a los extremos de la tierra. * y aclamaciones unánimes de los hijos tic lílohim?
4 8
Tras él ruge una voz; | truena con su voz gloriosa ¿Quién" encerró con doble puerla el mar, |
y no detiene los rayos * | c u a n d o su voz se ha oído. c u a n d o , borboteando, salía del materno seno,
5 9
Obra * Dios con su voz maravillas, | hace grandes cosas que n o comprendemos, c u a n d o le puse nube por vestido | y nubarrón por pañales?*
6
c u a n d o a la nieve dice: «¡Cae a tierra!», | 1° Luego me le tracé el linde | y coloquéle cerrojo y puertas.
y a las lluvias del a g u a c e r o 0 : «¡Sed fuertes'!» n «¡Hasta aquí llegarás—díjele—y no sobrepasarás; [
7
En la m a n o de toda la humanidad pone un sello, | y aquí se romperá" la soberbia de tus olas!»
de suerte que todos los h o m b r e s " descansen de su t a r e a . * 1 2 ¿Has m a n d a d o , en tu vida, a la mañana, | enseñado a la a u r o r a su lugar,
8
Y la fiera entra en su guarida | y en sus enhiles permanece. 13 p a r a que coja los bordes de la tierra I y de ella se sacuda a los malvados? *
9
Del sur llega el huracán I y del norte ' el frío; 1 4 Cambiase cual la arcilla de un sello ! y se presenta • c o m o u n vestido. *
10
p o r el soplo de Dios prodúcese el hielo, | y la extensión de las aguas se solidifica. 1 5 Entonces niégase a los malos su luz I y se quiebra el brazo levantado. *
16
11 A veces carga El a la nube de rayo ', I esparce el n u b a r r ó n su fulgor, ¿Llegaste tú hasta las fuentes del m a r | y en el fondo del océano circulaste?
2
1 y éste, d a n d o vueltas, | va* circulando, con arreglo a sus designios, 1 7 ¿Se te han franqueado las puertas de la muerte |
para hacer cuanto El les ordena | sobre la haz de su ' brbe terráqueo: y viste las puertas [del país| de la s o m b r a ? *
13 ya para castigo y para maldición ', ] ya para misericordia le hace alcanzar su fin. * 18 ¿Has considerado las extensiones de la tierra? I Indícalo, si la conoces toda.
1 4 ¡Presta oídos a esto, oh J o b ; | párate y considera las maravillas de Dios! 1 9 ¿De qué lado la luz habita?, I y las tinieblas, ¿cuál es su sitio,
15
¿Sabes acaso c ó m o los rige Eloah | 20 p a r a que las conduzcas a su zona I y les enseñes las veredas de su casa? *
y cómo hace resplandecer la luz del rayo de sus n u b e s ? * 21 ¿Lo sabes? ¡Pues entonces ya habías nacido |
1 ¿Conoces k el secreto de gobernar las nubes, |
6
y es considerable de tus días el c ó m p u t o ! *
22
los prodigios de la medición de las nubes"? ¿Llegaste a los depósitos de nieve | y viste los depósitos de granizo
1 7 Tú, cuyos vestidos están calientes I c u a n d o sosiega la tierra al viento del sur, 23 que yo reservé para el tiempo de angustia, I p a r a el día de batalla y combate? *
18 24
¿extenderás tú con El las nubes, I sólidas c o m o espejo de metal fundido? ¿Por qué camino la luz ' se distribuye,
1 9 ¡Haznos saber qué le hemos de decir: | y el solano se extiende por la tierra?
nosotros n o argumentaremos más a causa de las tinieblas! 22
EL DORADO RESPLANDOR: lit. el oro. Alude al estado del cielo cuando los rayos del sol orlan
23
las nubes expulsadas por el viento. Kit y otros leen zóhar 'brillo, resplandor'. II EN TORNO A ELOAH... :
SEÑALARLE: V «¿escudriñar...?», prefiriendo el sentido de 'visitar, inspeccionar', que tam- «Eloah entra, terrible en majestad» (D. W. Thomas).
bién2 7tiene el verbo.
2
ATRAE: Sutcliffe 1. suelta. || CUAJAN: O bien 1. «caen». II A MODO DE INUNDACIÓN: cf. el acad. OQ OSCURECE: e. d-, pretende empañar. || LA PROVIDENCIA: lit. «el consejo» de Dios.
3
edn; 2 8sentido dudoso. Otros corrigen: de infortunio, destructora. * * ^5 CIÑE TUS RÍÑONES O lomos: e. d., prepárate a luchar como un valiente.
29
EL HOMBRE: algs. 1. la tierra. \\ Algunos colocan tras este v. el 31. EXTENDIÓ... CORDEL: tender un cordel indica los preliminares de la construcción.
9
30
DESPLIEGUE: Sutcliffe «balanceo, equilibrio». I| Su TIENDA: e. d., la bóveda celestial. La mar recién creada es asimilada al niño que acaba de nacer: Dios la vistió con una nube
32
CUBRE con agua las raíces o profundidades del mar. Otros: «su raíz con el mar». y la 1fajó con un nubarrón (nube oscura) a modo de mantillas.
3
ARMA • lit. cubre. Otros prefieren corregir H: «ha alzado con las dos manos un relámpago» o La tierra es como un tapiz sobre el cual se entregan en la noche a la orgía los hombres liber-
miza el rayo con sus manos». Cf. V: «en sus manos esconde la luz». || CONTRA EL ESCUDO: Kit c. Ols- tinos. Mas llega la aurora, coge en un momento el tapiz por los cuatro extremos y lo sacude. Según
hausen, etc., corrigen «blanco, objetivo». G. R. Driver, el vocablo—en este pasaje astronómico—designaría el «Canis Maior» y «Canis Minor».
33 14
Procuramos dar una interpretación ceñida a H en este difícil y asendereado v. Respetamos H CAMBIASE...: e. d., la tierra, a la luz matutina, cual la arcilla de un sello; Dh, «pónese como
y suponemos al-alolah 'junto a la tempestad'. Otros «... derriba por su medio a los pastores, el ganado la tierra sigilada», e. d., hácese rosada a la luz del sol. jt SE PRESENTA por los pliegues de su corteza
convierte en holocausto», etc. como vistoso vestido... _
ts EL BRAZO LEVANTADO: según Driver, designaría la Línea del Navegante: Sirius (Canis
O"7 3 Lo DESENCADENA: o «lo hace relampaguear» (Eitan). Maior), Procyon (Canis Minor), Castor y Pólux (Geminorum).
^ ' 7 EN LA MANO . PONE UN SELLO: e. d., la cierra, impidiéndole actuar. Otros prefieren corre- 17
LAS PUERTAS DE LA MUERTE: franquean el seol. H PUERTAS: G «porteros».
20
gir H: «Tras de t. la humanidad sella la puerta». LES ENSEÑES: O, con otros, «las lleves por los senderos».
13 21
PARA MALDICIÓN: otros corrigen; v. gr., Dhorme, «cumple su voluntad», enmienda que tam- Lo SABES : aumenta aquí la acerba ironía del discurso.
23
bién1 5nos parece aceptable. II PARA MISERICORDIA... : o beneficio. Yo RESERVÉ...: el granizo es uno de los instrumentos especiales de las venganzas de Yahveh
Los RIGE O gobierna y manda a los meteoros...; para V, las lluvias. y un elemento de las teofanías.
644 JOB 3 8 2 5 — 3 9 1 3 _Jou 3 9 "j—40 10
; 645
25
¿Quién abrió al aguacero atarjea | y camino al r o d a r de los truenos
26 15 E T ^ ^ a n d o n a e n tierra sus huevos | y sobre el suelo los calienta;*
p a r a hacer llover sobre tierra sin hombres, | sobre desierto en que n o hay ser hu- 16 B o l v , d a de que un pie puede aplasiai los | y una bestia salvaje los puede pisotear,
2
? para saturar de agua desiertos y yermos, I [mano;* e s a u r a con sus hijos cual si no fiictim suyos; |
y hacer brotar de tu estepa ' yerba verde? a e su vano esfuerzo está sin cuidado. *
28 ¿Tiene la lluvia padre? I O ¿quién engendró las golas de rocío?
29 18 1 q i U e E I o a h ! a P r i v ó d e s a b i o instinto | e inteligencia n o le concedió;
¿De qué vientre sale el hielo?, | y la escarcha del cielo, ¿quién la da a luz? 19 . í . a s | t a n P r o n t o c o m o en alto se yergue, 1 riese del caballo y su jinete. *
30 C o m o piedra condénsanse las aguas, I y la haz del abismo se congela. 20 Í'¡S?S lV corcel
valentía? \ ¿Revistes tú su cuello de temblorosa c r i n ? *
31
¿Puedes anudar tú acaso los lazos de las Pléyades 2t pí a J? , e t ú b n n c a r c o m ° langosta? I ¡Su espléndido relincho da terror!
o bien soltar las cuerdas del O r i o n ? * 22 . ' a , fn e l v a l l e y alégrase con brío, | parte ni encuentro de las armas,
32
¿Haces salir la C o r o n a a su tiempo?; | y la Osa con sus hijos, ¿guiaslos t ú ? * 23 i ' e í e P a v o r y n o se asusta | ni ante Ja espada retrocede.
33
¿Conoces tú " las leyes de los cielos? | ¿Realizas acaso su prescripción en la tierra? * 24 ír° el r e s u e n a la
aljaba, | la llama de la lan/11 y la del d a r d o .
34
¿Alzarás tu voz hasta las nubes, | logrando que te inunde una masa de agua? ?<; ™ r v o r o s o e impaciente sorbe la tierra, | no sé contiene al toque del clarín.
35
¿Lanzarás los relámpagos, e irán | y te d i r á n : «Henos aquí»? • " A l sonar la trompeta, dice: «¡Ea!», |
36
¿Quién puso sabiduría en el ibis | o quién dio al gallo inteligencia? * 2 6 d Í l e l ' ° S olfatea el c o m b a t e : | la tonante voz de los jefes y el alarido.
37
¿Quién puede contar las nubes a conciencia | y quién inclina los odres de los cielos,* 27 ^Q ° a S O ' > ° r t U m d u s t r i a emplumece el gavilán, | despliega sus alas hacia el s u r ? *
3
» c u a n d o se aglutina el polvo en u n a masa I y los terrones péganse entre sí? ¿ S e r e m o n t a por orden tuya el águila f,y el halcón pone en lo alto su nido?
39
¿Cazas tú acaso presa a la leona | y de los leoncillos colmas el apetito Sobre la roca habita y pasa la noche, | encima de un picacho de la roca y u n a atalaya;
40 c u a n d o en los cubiles están acurrucados, I cuando se agazapan en el jaral al acecho? desde
allí acecha la comida, | sus ojos desde lejos la aperciben.
41
¿Quién prepara al cuervo su provisión | Y sus polluelos lengüetean ' la sangre; I ¡donde hay cadáveres allí está!»
c u a n d o sus crías gritan hacia Dios, | c u a n d o rebullen faltos de comida? ,,1 Y Yanvt
= h se dirigió a J o b y dijo: [derá?»
32
2 «¿Acaso disputará con Sadday el censor? 1 El que critica a Eloah, ¿a esto respon-
33
3 Y J o b respondió a Yahveh y dijo:
Sigue eíl discurso d e Y a h v e h 34
4«Si he sido ligero, ¿qué le replicaré? | Mi m a n o pondré sobre m¡ boca.
35
l 5 H e h a b l a d o una vez y no responderé " m á s ; | tíos veces, y n o volveré a hacerlo».
OQ ¿Sabes tú * el tiempo de parir * las rebecas? |
«*»» ¿Has observado el p a r t o de las ciervas?*
2 ¿De su gestación has contado los meses I y conoces la época de su parto? Continúa el discurso d e Y a h v e h
3
Se agachan, paren " sus hijos, 1 sus carnadas depositan. *
4
En el desierto hácense fuertes sus crias, crecen, parten y a ellas no vuelven.
5 Y Yahveh contestó a J o b del seno de la tempestad, y dijo: *
¿Quién al onagro puso en libertad | y quién desató las a m a r r a s del asno salvaje," 2
6 al cual señalé por casa la estepa | y por m o r a d a suya la tierra salitrosa? 7 «Cíñete, pues, como u n varón, tus ríñones: | voy a preguntarte y tú me instruirás.
7 3
Ríese del estrépito de la ciudad, | no oye los gritos del arriero, 8 ¿Es que verdaderamente vas tú a casar mi juicio? |
8 e x p l o r a c las montañas, pasto suyo, | y a n d a buscando t o d o lo verde. ¿Me vas a condenar para que tú quedes justificado?
9 4
¿Acaso querrá el búfalo servirte, 1 pasar la noche junto a tu pesebre? Q ¿Tienes tú un b n i / o c o m o el de Dios | y con voy. como la suya truenas?*
?
i" ¿Atarásle en el surco su c o y u n d a " ? I ¿Rastrillará los llanos tras de ti? * lo ¡Adórnate de altivez y elevación [ y vístete de gloria y majestad!*
1 6
1 ¿Te fiarás de él por ser m u c h a su fuerza, | y a b a n d o n a r á s a él tu tarea? n ¡Derrama los transportes de tu cólera | y mira a todo soberbio y humíllalo!
7
i 2 ¿Confiarás en él, en que acarree tu grano | y tu era allegue? * 12 ¡Mira a t o d o altivo % abátelo ¡ y aplasta a los malvados en su sitio!
8
13 El ala del avestruz es c alegre, 1 13 ¡Ocúltalos a una en el suelo, | sus personas encarcela en el c a l a b o z o ! *
9
está d o t a d a de fuertes plumas como la cigüeña, y de p l u m a j e ; * i4 ¡E incluso yo te alabaré | porque tu diestra te alcanzó la victoria!
io 15 H e aquí, pues, el Behemot, b que yo crié b contigo; | hierba cual el buey come. *
26 Una sorprendente anomalía de la naturaleza: la lluvia derrochada vanamente sobre lugares
desérticos
3
e inhabitados.
* Los LAZOS y CUERDAS con que están sujetos los astros al cielo. H ORION, al que se identificaba esta voz (cf. Kit). Sin embargo, la mayor discusión de este v. difícil radica en su segundo h e m i s -
con Nemrod, es, como dice Dh, una especie de Prometeo encadenado. tiquio, verdadera crux interpretum. Quizá pudiera verterse: «si [se atiende] a la pluma, es graciosa
3 2 LA CORONA: hebr. mazzarot; para algunos sería, como mazzalot, los signos del Zodiaco o y voladora (o quizá espléndida)», o también «en verdad plumas como d e cigüeña por su plumaje»
los planetas. Michaelis y otros ven en ese vocablo un plural de majestad, e indica la Corona por (cf. Kit). Se dan aún otras muchas interpretaciones; cf. V : «La p l u m a del av. es semejante a las
excelencia, la Corona boreal. || LA OSA: otros, Véspero o Venus. Cf. Job 9,0. p l u m a s del herodio y del gavilán». Para la versión q u e arriba damos habría quizá q u e modificar
33
Su PRESCRIPCIÓN : el escrito y prescripción o régimen del cielo sobre la tierra es, como dice ligeramente H (cf. D h ) , q u e parece u n tanto errp.
Zorell, «ille ordo quo sidera cursu suo res terrenas determinant». Otros vierten :•« ¿Te das cuenta 14 L o s CALIENTA: e. d., los deja calentar o empollar.
en la tierra de cuanto Ten ellos] está escrito?» Los judíos dieron luego al pasaje sentido astrológico. 16 Es DURA con sus crías «para no (estimarlas) suyas»; así lit.; Kit prefiere corregir H : «como
Kit corrige «los escritos (o prescripciones) de la tierra». no suyas». \\ D E SU VANO ESFUERZO: e. d., de las fatigas pasadas antes en la postura, etc., no se preocu-
36
F.L IBIS: anunciador de las crecidas del Nilo. Otros: en los ríñones, las entrañas, i! AL GA- p a : tiénenía sin cuidado. O t r o s : «abandonando sus crías (el fruto de sus afanes) sin preocuparse».
LLO: anunciador del día y pregonero de la lluvia; otros, al corazón... 18 El poeta cierra su descripción con una pincelada q u e traza la celeridad del avestruz, en con-
37
CONTAR: Reider interpreta explorar. traste con esas otras cualidades. || D E L CABALLO Y SU JINETE (cf. Ex 15,1): e. d., el cazador a caballo;
esta palabra le lleva suavemente a tratar de este animal.
O Q ! LAS REBECAS : yael es la cabra montes, rupicapra, rebeca, gamuza, antílope. Los exegetas 19 TEMBLOROSA CRIN: lit. lo q u e se agita o tiembla; otros (así V), «relincho».
" " que mantienen en H el tiempo y borran del parto, refieren aquél a la época del celo en el macho 26 EMPLUMECE O echa p l u m a ; es verbo denominativo d e ebrá 'pluma', q u e no reaparece en H ,
o a cosas menos verosímiles. sino está desfigurado en el v.13. Otros vierten: «emprende el vuelo», cuyo sentido ofrecería parale-
3
Sus CAMADAS DEPOSITAN o sueltan, asi de jabal 'feto, fruto' (cf. el árabe). lismo más riguroso con el segundo hemistiquio.
5 ASNO SALVAJE : arod es el nombre arameo del onagro.
10 Hemos traducido H literalmente; «atar en el surco», e. d-, «arar». Muchos siguen a Beerfcf. GS) Í A l g y 2 ? Cf, 38,1 y 3.
y traducen: «¿Atarás a su cuello una cuerda, rastrillará los surcos detrás de ti?»; Kit sólo modifica T"V 4
9 U N BRAZO... : o poder. |[ C O M O EL DE D I O S . . . : lit. «como D i o s . . . como El».
¿Lo atarás... con su coyunda...? I¡ RASTRILLAR: o bien, labrar, arar. 5 10 La ironía continúa en este v. y ss.
12
Traducimos lit. H, según Q y su puntuación, y c. vers. Pero, dada la desigualdad actual de s n Sus PERSONAS: lit. sus caras.
los hemistiquios, parece muy verosímil la opinión de quienes prefieren atender al K y hacen el 10. 5 B E H E M O T : designa aquí el hipopótamo, que, como notaron sorprendidos los antiguos,
primer hemistiquio: «Confiarás en él, en que vuelva, para que recoja tu grano en tu era» (cf. Kit, a pesar d e su fuerza extraordinaria, se alimenta d e vegetales, como el buey. G. R. Driver (1956)
Dh, etc.). 11 Tu ERA: e. d., la parva de ella. cree se trate más bien del cocodrilo.
1 3 Es ALEGRE: O quizá, con otros, «despliégase o bátese alegre»; prps. correcciones varias a
JOB 41 1 —42 8 647
1X 28
646 JOB 4 0 - -
Ai '2 N o hay audaz que lo despierte. |
11 " ^ ¿Y quién es el que ante él" se m a n t e n d r á ? *
16 Ve, pues, su fuerza en sus ríñones, | y su vigor en los músculos de su vientre. * 2
3 " ¿Quién me adelantó beneficios p a r a que yo le pague? | ¡Cuanto h a y bajo todos los
12
n Atiesa su cola c o m o un cedro, 1 los nervios de sus muslos están entrelazados. * 3
4 N o silenciaré sus miembros, | [cielos, mío es! *
13
18 Sus huesos son [como] tubos de b r o n c e ; ¡ sus miembros, c o m o barras de hierro, ni lo que al vigor respecta y gracia de su estructura.
14
i 9 E s la obra maestra de D i o s ; | dioie su espada su Hacedor como presente;* 4 c
5 ¿Quién ha alzado la delantera de su vestido? | lili su doble coraza , ¿quién penetra? *
15
2o pues tributo le aportan las m o n t a ñ a s , | así c o m o todas las bestias salvajes que allí 5
6 Las puertas de su boca ", ¿quién abrió? | En derredor de sus dientes [reina] espanto.
16
2i Bajo los lotos se tumba, I en escondrijo de cañas pantanosas; [retozan. 6
7 Su espalda ' son hileras de escudos, | clausurada cual por sello de piedra ':
17
22 los lotos le recubren de sombra, | rodéanle los sauces del torrente. 7
8 están aproximados u n o a otro [ y ni un soplo pasa entre ellos;
8
9 cada cual a su c o m p a ñ e r o está pegado, | forman liloque y n o se separan.
9
io Su estornudo ' hace brillar la luz, | y son sus ojos cual los párpados de, la aurora. *
10
n D e su boca b r o t a n antorchas, j chispas de luego se escapan.
1]
12 D e sus narices sale h u m a r e d a , | cual [de] caldero encendido e hirviente*. *
12
13 Su aliento enciende los carbones | y una llama emerge de su boca.
13
14 En su cuello asiéntase la fuerza | y ante el brinca la violencia. *
I4
15 Las mamellas de su carne son compactas; | están lirmísimas en ella y n o se m u e -
15
16 Su corazón es d u r o c o m o piedra I y duro cual la muela inferior. * [ven. *
16
17 C u a n d o se yergue, temen los adalides | y anle las fracturas se retiran. *
,7
18 A quien da alcance, la espada nada supone,
ni la lanza, ni el a r m a arrojadiza, ni la punta de saeta;
18
19 considera al hierro c o m o paja, ] al bronce cual madera carcomida.
19
2o En fuga no le pone el disparo del arco, | pajilla le resultan las piedras de la h o n d a .
20
2i Cual pajilla reputa el arma arrojadi/a | y se burla del silbido del venablo.
2,
22 Debajo de sí [lleva] punías de leja, I un Irillo va pasando sobre el l o d o . *
22
23 H a c e hervir el abismo c o m o olla, | (rucea el mar en un pebetero.*
23
24 Tras sí va dejando vereda luminosa: | ¡una melena cana diríase el a b i s m o ! *
24
Caza del hipopótamo en Egipto. (Pintura tum- 2 Í ¡No hay en la tierra parejo suyo; | él, creado impávido!
25
bal de Tebas. De Wilkinson, «Ancient Egyp- 26 ¡Mira de frente a t o d o lo altivo, | es rey sobre todas las bestias feroces!» *
tians», 2.a ed., II p.148.)

i§23 Si el río está bravio, n o se c o n m u e v e él, |


Contestación de Job y epílogo
tranquilo está aunque salte un J o r d á n hasta su boca, *
19
24 ¿Se le prenderá acaso c p o r sus ojos? I ¿Se taladrará con espinas11 sue n a r i z ? * 42 x Y J o b respondió a Yahveh y dijo:
20 2
25 ¿Pescarás con anzuelo al Leviatán | y con cordel sujetarás su lengua? * «Sé que todo lo puedes | y que no te es imposible plan alguno.
21 3
22
26 ¿Por su nariz harás pasar u n junco | y c o n gancho taladrarás su quijada? * '¿Quién es ese que oscurece la Providencia IL sin sabiduría?* |
27 ¿Multiplicará él hacia ti los ruegos? \ ¿Te h a b l a r á lisonjas?*
23 28 ¿Celebrará alianza contigo? | ¿Lo t o m a r á s p o r servidor perpetuo? 1
24
29 ¿Jugarás tú con él cual con u n pájaro | y lo atarás p a r a solaz de tus niñas? * ^•f 2 No HAY AUDAZ.., o atrevido que lo despierte o provoque. Otros prefieren leer: «¿No
25
30 ¿Traficarán con él los asociados? | ¿Se le repartirán entre los mercaderes?* * " es cruel cuando se le despierta?»
2
26 j Damos la versión literal de H, Su difícil acoplamiento al contexto ha hecho que los exegetas
3i ¿Acribillarás de dardos su piel, 1 y con el arpón de peces su cabeza? propongan varias correcciones. Según Kit, tendríamos: « ¿Quién le hizo frente y quedó salvo? ¡Nadie
27
32 ¡Pon sobre él tu m a n o : | piensa ya en el combate, no volverás a hacerlo! bajo todos los cielos!* Parece que estos tres primeros vv. del cap. se nos ofrecen en estado muy
28
i H e aquí que su esperanza queda burlada, | con sólo r su vista es derribado. * diverso del primitivo; es posible que en ellos hablara Dios en primera persona (hay huellas de esto
en mss. y vers.); entonces ese tercer v. no estaría tan desencajado como hoy del contexto.
4
5 Su DOBLE CORAZA: e. d., la formada por la piel y las escamas del cocodrilo. Para otros, su
doble9
mandíbula.
ll
l6 MÚSCULOS: GTV interpretaron «ombligo». io El sol, en su salida, hace estornudar a la bestia, y las gotas que ella salpica del agua bri-
12
i7 ATIESA: pone tensa: GSAry B.'Ezra: «yergue, endereza». II Sus MUSLOS: TV «sus testícu- llan al sol.
1
os». II ENTRELAZADOS: León interpretó: «Menea su cola como un cedro (o «su cola cuando apetece 13
*12 ENCENDIDO: atizado, de fuego bien avivado y encendido.
e s como cedro»), niervos de sus vergüenzas enhetrados». 14 BRINCA LA VIOLENCIA: o la fuerza (c. Martín Cross).
14 14
19 Su HACEDOR: de respetar H, no creemos pueda ser otra la versión (cf. V y la Bible du 15 LAS MAMELLAS: O papada (parte colgante).. II ESTÁN FIRMÍSIMAS EN ELLA: o están adhe-
rabbinat franjáis); su espada serían los dientes incisivos del hipopótamo, excesivamente largos. ridas15 a ella (H en sing.); otros, «se hace presión sobre ella».
Piero muchos exegetas se deciden por corregir H en variados intentos; el que parece más plausible ]ó DURO CUAL LA MUELA: macizo cual muela de molino; cf. V: «y se apretará como yunque
d ría (cf. Kit y Dh): «El, que ha sido creado tirano de sus compañeros» (e. d., los animales del v.zo). de martillador».
1
18
23 ESTÁ BRAVÍO: Kit c. Beer cree que quizá ha de 1. c. G se desborda. *17 Así ti, que no creemos ofrece sentido rechazable en absoluto, aunque prps. múltiples
19
24 Pasaje irónico. Algunos vierten el verso en sentido afirmativo. correcciones: así, per los adalides (V, «ángeles»), las olas (y. gr., Mandellíern, Budde, Ehrlich, Dh...),
20 por fracturas—que serían aquí los quebrantos que la bestia puede ocasionar—, las olas del mar
25 LEVIATÁN o cocodrilo: cf. $,\$- Para G. R. Driver se trataría más bien de una gran ser-
piente o de un monstruo marino: ballena, etc. (Dh...) o ante sus dientes los héroes (Kit c. Giesebrecht); por se retiran («purgabuntur» V, cf. León),
21 tiemblan, etc.
26 El v. recuerda el trato dado a los prisioneros por los reyes asirios. H JUNCO: a modo de 21
cuerda. || GANCHO: hebr. joaj 'espina, espino, gancho...', «alesna» (Fr. Luis). 22 Las asperezas de la piel del cocodrilo son agudas como puntas de teja; así su vientre va
22
27 Si el domesticar al búfalo era imposible (31,9 ss.), más inverosímil es la domesticación del dejando
22
en el lodo la huella que dejaría un trillo.
cocodrilo, 23

También podría gustarte