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EPIDEMIA

Muchos de nosotros conocemos la palabra epidemia, o podemos deducir que una


epidemia hace referencia a un virus que ataca directamente a un mismo grupo de
personas o animales, en una misma población o lugar en igual periodo de tiempo,
lo que conlleva a generar un sinnúmero de alarmas entre sus habitantes.

El hecho de llegar a una población una epidemia en particular, hace que esta
entre en estado de pánico y es allí, donde el terror y el miedo se propaga de una
manera tan rápida que se puede convertir en el problema más grande que el
producido por el mismo virus, pues estas especulaciones van llevando a su paso,
teorías de toda índole y con un toque un poco dramático y peligroso que la
posibilidad que el mismo virus pueda tener en realidad. Nos alertamos tanto ante
una eventual epidemia, sin detenernos a pensar por un instante, de su origen la
causa o razón que desencadena el ya mencionado detonante, de dichas alarmas.

En estos momentos tan difíciles por los cuales estamos atravesando, podemos
percibir que el virus más grande y aterrador que nos ataca en estos tiempos es el
de la indiferencia, puesto que creemos que pocas personas o ciertos grupos
serán los afectados, si miramos a nuestro alrededor podemos ver que somos mas
los tocados por este virus , el mismo que nos incapacita, nos congela de
sentimientos y acciones el que ataca el alma y el corazón , nos enceguece de tal
forma que nos condena a ser seres totalmente egoístas .

Pero que podemos hacer para frenar esta epidemia? La respuesta la podemos
encontrar en cada uno de nosotros, si nos tomamos un tiempo para reflexionar y
darnos cuenta, que el anticuerpo para el virus epidémico de la indiferencia se
encuentra en un sencillo acto de dar sin esperar retribuciones, congelar amargura
odio y rencor, y así dar paso al sentimiento más complejo pero a la vez tan bello
como lo es la gratitud. Si tan solo el 1% de la población fuésemos más humanos y
menos egoístas, seguramente no tendríamos que aprender a vivir para sobrevivir
ante una eventual epidemia. En el corazón de cada persona puede estar la cura
para muchos males que nos aquejan como humanos, que vamos por la vida
haciendo daño por buscar solamente el beneficio personal, y que nos damos
cuenta de ello, cuando llega a nuestra puerta un virus como el presente, que nos
aterriza a este mundo para detenernos a pensar y darle importancia a lo
importante, que es el saber vivir sin dañar, ni tomar más de lo que puede ser
permitido para dejarle espacio al otro. El reinventarnos y dejar el egoísmo a un
lado podría ser la otra oportunidad que la vida nos regala.
REFERENCIAS

 Blanco, Á. G. (1999). La exposición, un medio de comunicación (Vol. 55).


Ediciones Akal.
 Dawkins, R., & Suárez, J. R. (1979). El gen egoísta. Barcelona: Labor.
 Yulis A. Calderón (2017,diciembre,16) Concurso de Oratoria. Blog
Narración y Oralidad.
 Watts, S. (2000). Epidemias y poder. Andres.

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