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6, nueva época
20 semestre 2003
dossier:
lA (DNTRARREFORMA PENAl
los mass media y la mltura del miedo
(Francesc Barata)
VI%ÚS
Núm. 6 , nueva época
20 semestre 2003
w%s
editorial
REDACCIÓN:
Gabriel Ignacio Anitua
Mónica Aranda Ocaña
Marta Monclús Masó
Núm. 6, nueva época Iñaki Rivera Beiras
20 semestre 2003 Gemma Nicolás Lazo
Pedro Oliver Olmo
4» LA REDACCIÓN
dad del asunto señalado —Ia invasión de las teorías inocuizadoras incluso
sobre la penalidad de niños— y nuestra necesidad de demostrar una sensi-
bilidad hacia América Latina, justifican la introducción, aunque breve, de
este trabajo.
La tercera sección está monográficamente dedicada al dossier La contra-
rreforma penal, procesal, penitenciaria en el Estado español. Más allá de
cuanto se ha dicho al inicio de esta Editorial sobre este tema, cabe ahora des—
tacar a quienes han contribuido a la confección del Dossier, los/as cuales son:
Jaume Asens (abogado, miembro de la Comisión de Defensa del Colegio de
Abogados de Barcelona), Patricia Faraldo (profesora titular de Derecho Penal
de la Universidad de A Coruña), José A. Ramos Vázquez (becario del Depar—
tamento de Derecho Penal de la Universidad de A Coruña), Luz María Puen-
te (doctora por la Universidad de A Coruña), Ignacio Muñagorri (profesor ti-
tular de Derecho Penal de la Universidad del País Vasco), Guillermo Portilla
(catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Jaén), Alaitz Cruz de
Apaolaza (del Instituto Internacional de Sociología Jurídica de Oñati), Purifi-
cación Garcia Mateos (de la Universidad Complutense de Madrid), José Luis
Segovia (de la Asociación Apoyo de Madrid), Enrique Martínez Reguera la
Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía y Gabriel Anitua (miembro
de la Redacción de esta revista); se incluye también dentro del Dossier otro
Manifiesto contrario a tal reforma que ha sido elaborado y firmado por di-
versas asociaciones y grupos sensibles a la peligrosidad revelada por la acti-
vidad del legislador español. Como se ve, el Dossier está elaborado por un
elenco importante, variado y representativo de los/as diversos/as actores/as
que conforman el mundo del sistema penal.
La cuarta sección, como en ocasiones anteriores, continúa abocada al exa-
men de La lucha contra la cárcel en la España de los años 70, que confec-
cionan Ios/as amigos/as del Col-lectiu Arran de Barcelona.
Finalmente, la quinta sección, destinada a Comentarios de libros, incluye
en esta ocasión algunos que consideramos importantes para la tarea de di-
vulgación cultural que también emprendimos desde aquí.
Deseamos anunciar a los/as lectores/as que para el próximo número he-
mos pensado presentar un Dossier monográficamente dedicado al tema
"Funcionariado penitenciario y cárcel". Se trata, creemos, de un importante
tema tan pocas veces abordado y que estimamos decisivo para comprender,
y para aprender, en su conjunto, algo más del universo carcelario, en el cual
interactúan diversos actores.
Para terminar, y como en ocasiones anteriores, queremos enviar desde
aquí un saludo y agradecimiento a cuantos/as han colaborado en este nú-
mero; sin su concurso no hubiese sido posible la confección del presente.
- Número anterior de PANÓPTICO -
Editorial
Cárcel y movimientos sociales. Respuesta
de la Redacción
ARTÍCULOS DE FONDO
La cárcel dentro de la cárcel: el régimen
cerrado, Pedro Cabrera y Julián Ríos
Sobre la prisión de inocentes en España.
A propósito de la prisión provisional y
sus proyectos de ampliación,
Gabriel Ignacio Anitua
Recluso en Holanda, Jolande uit Beijer-
se y René van Swaaningen
Washington, capital-caricatura del Esta-
do penal americano, Loic Wacquant
MOVIMIENTOS SOCIALES
Fundación del Observatorio Europeo so-
bre Condiciones de Encarcelamiento
Informan desde la Organización Mundial
Contra la Tortura. Conclusiones del Comité Contra la Tortura de las Naciones
Unidas sobre España, OMCT
La APDHA anuncia acciones “legales contra un periodista, APDHA
Comunicado de la APDHA ante las nuevas reformas legislativas
Calumnias periodísticas contra ASAPA, ASAPA
Primera sentencia contra la Xunta de Galicia por las pensiones, PreSOS-Galiza
Manifiesto contra las reformas legales del Gobierno, ASAPA '
Otra Garzonada, Cruz Negra Anarquista
España: aumentan los enfermos psíquicos en la cárcel, denuncian los capella-
nes, Zenit
Manifiesto de apoyo a la juez Ruth Alonso, Salhaketa-Bizkaia
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R
N¡:.
ARTÍCULOS DE FONDO
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X
Y.
ARTÍCULOS DE FONDO
Cohen había estudiado las noticias Dichos autores plantean que los
publicadas por la prensa británica medios de comunicación son una
sobre los encuentros de jóvenes que poderosa herramienta en “la pro-
tuvieron lugar, entre 1964 y 1967, ducción y reproducción de la estruc-
en las ciudades de Brighton y Clac- tura social; constituyen industrias
ton, y los disturbios entre los grupos de la conciencia que modelan el co-
de mods y rockers. Cohen partió de nocimiento y lo ordenan a través de
la idea de que "una dimensión cru- estructuras ideológicas que asegu-
cial para entender la reacción de los ran su cohesión y el mantenimiento
agentes de control social y la opi- del orden social establecido". Es de-
nión pública ante la desviación es la cir, los medios de comunicación re-
naturaleza de las informaciones que producen los discursos dominantes
se recibe sobre el conflicto" (Cohen, que otorgan significado a la reali-
1972) dad mediante la creación de imáge-
Tal vez, como entonces planteó nes públicas.
Cohen, tengamos que hablar de los El interés que los nuevos teóricos
medios de comunicación como los de la desviación otorgaron a los
nuevos empresarios mora/es. Ellos mass media quedó patente en 1973
se encargan de designar la desvia- con la publicación de The Manufac—
ción, ellos aportan importantes con- ture of News. Social problems, de-
tenidos simbólicos sobre los contor- viance and the mass media, bajo la
nos normativos de la sociedad. Nos dirección de Cohen y Young. Dicho
informan sobre lo erróneo y lo acer- trabajo marcó un hito en la com-
tado, sobre los límites sobre los cua— prensión sociológica de los medios
les no hay que aventurarse y sobre de comunicación, fue un intento de
las formas de la maldad. llevar al estudio de los media la tra-
La idea de la construcción mediáti- dición sociológica empeñada en
ca de los pánicos morales fue tam- descubrir los sistemas ideológicos
bién explorada por un conjunto de que operaban en las instituciones
investigadores del Centro de Estu— sociales, en este caso en las indus—
dios Culturales de la Universidad de trias mediáticas. Los numerosos tra-
Birmingham, entre los que cabe des— bajos que conforman el volumen,
tacar Stuart y su equipo. Estos auto- un total de treinta, abordan algunos
res publicaron, en 1978, Policing the de los temas sobre los cuales se edi-
Crisis. Mugging, the State, and Law ficará la teoría de la comunicación
and Order, donde ponían de mani- de los últimos treinta años.
fiesto cómo a finales de los años se- Estos primeros estudios sobre los
tenta la prensa inglesa creo un ima- medios de comunicación y la ¡ma-
ginario del delito relacionado con los gen del delito intentan dar respues-
nuevos grupos de inmigrantes. Los ta a tres preguntas: ¿quién controla
mensajes mediáticos y las reacciones los media y con qué intereses?,
institucionales produjeron la estig- ¿qué imágenes de la desviación
matización de jóvenes negros antilla- construyen las industrias mediáti-
nos que la prensa transformó en la cas? y ¿cuáles son las influencias de
figura del delincuente extranjero. las noticias criminológicas?
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“<?
Los mass media v la cultura del miedo
Iósofo Lluís Duch sintetiza en la pre- simulacro del que nos habla Baudri-
gunta: ¿cómo me encuentro? Este Ilard. Una encuesta realizada en Es-
intento de exploración de las pro— paña por la empresa Eco Consul—
pias intimidades se ha convertido en ting, en junio de 1998, revela que
el criterio sobre el cual se construye las informaciones de sucesos y de—
buena parte de los valores de la lla— portes son las más creíbles para los
mada posmodernidad. Es un yo ciudadanos y las menos fiables las
cambiante que se mueve por los im- relacionadas con la política (El País,
pulsos de la emocionalidad3. 14 dejulio de 1998). A un 78,6% de
Como hemos dicho, la crisis de la los ciudadanos les parece creíble las
modernidad se manifiesta en una informaciones de sucesos, mientras
nueva experiencia del devenir histó- que las del ámbito dela política na-
rico. Asistimos a una prominencia cional sólo merecen la confianza del
del presente y la aceleración impa- 30,8% de los encuestados.
rable del tiempo. El diapasón me— Y esta atracción por el suceso cri—
diático marca cada vez más el ritmo minal tiene lugar cuando contem-
social, repercutiendo en la experien- plamos una sociedad que se mues-
cia ética y en la adopción de valores. tra insegura. En la mayoría de los
El nuevo presente acelerado y efí- países europeos, la seguridad públi-
mero ha pulverizado un pensamien- ca es uno de los tres temas que más
to tradicional que se asentaba en preocupan a los ciudadanos. Es un
una relativa quietud social que per- miedo difuso, un miedo ante lo im—
mitía abordar la realidad exterior, previsible que alimenta el gran ne-
un reloj de arena que daba tiempo a gocio de la seguridad. En países
que el individuo creara lazos de con— como Canadá y Estados Unidos la
fianza con su entorno. gestión de los miedos se ha conver-
Tales sofocos llevan a una profun- tido en una materia muy rentable y
da crisis de credibilidad que hace la seguridad privada gasta el doble
que los ciudadanos se refugien en el quela pública.
viejo y ancestral espacio de la ver- En todo lo expuesto encontramos
dad: los sentimientos. En el desierto una gran paradoja: esta sociedad
de los meta-relatos han aparecido que se siente profundamente inse-
Ios micro-discursos que ofrecen un gura se muestra fascinada por el
sentir ala ciudadanía. Pequeñas ver- consumo de relatos violentos y
dades con una gran carga emotiva, transgresores. Son las dos caras de
como las historias de la nota crimi— la moneda: una espanta y nos hace
nal. Es decir, estamos ante una ver- huir, la otra nos atrae con su oscura
dadera crisis de credibilidad que profundidad y la observamos desde
afecta al orden simbólico: Ios gran- un espacio sin riesgo.
des relatos ya no son tan creíbles y Esa nueva visibilidad mediática
se afianza el interés por lo minúscu- sobre la criminalidad adquiere en el
lo, lo cotidiano, lo íntimo. El suceso momento presente las característi-
criminal, considerado como una de- cas de un verdadero ritual. En los
manda de realidad remite a una nuevos escenarios mediáticos la cri-
búsqueda de autenticidad frente al minalidad parece revivir la antigua
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'K7º
Los mass media v la cultura del miedo
los directamente implicados y los mientos. Ambos grupos son los más
operadores del control social for— proclives a adoptar los puntos que
mal. Ninguna otra referencia a los sobre la criminalidad le ofrecen los
organismos o entidades que tam— medios. En la mayoría de los casos
bién tienen relación con dicha pro- produce una gran preocupación que
blemática social. La simplificación la respuesta alarmista sólo se centre
lleva a que la información quede re- en la petición de una mayor repre-
ducida a una especie de caricatura sión contra determinados comporta-
entre buenos y malos. mientos. Como dice Eduardo Galea-
Este proceso de visibilidad, como no: "Cada vez que un delincuente
ya puso de manifiesto Mark Fishman cae acribillado, la sociedad siente un
(1978) en su trabajo La fabricación alivio ante la enfermedad que le aco-
de las noticias, puede crear verdade- sa". Es decir, la muerte de cada mal-
ras "olas artificiales de criminali- viviente produce efectos terapéuti-
dad". Es decir, construye una per— cos sobre los bienvivientes. Nos re—
cepción que no existe en la realidad. cuerda que estamos salvados del
Podemos decir que la visibilidad mal que nos acecha.
que ofrecen los medios de comuni-
cación puede calificarse de alarmista, La sociedad de las
sesgada y, aunque efímera, dotada "cabezas de turco"
de una poderosa capacidad para re-
forzar entre la ciudadanía esquemas La visibilidad a la que hacemos refe-
simbólicos sobre el orden y la mora— rencia conlleva lo que, en términos
lidad. Las noticias criminales repre- de teoría de la comunicación, se co-
sentan un tipo de orden que ordena noce como tematización, es decir la
la moralidad; es decir, dicen qué y capacidad que tiene la prensa de
quién es correcto, a la vez que pro- construir la agenda pública, de in-
porcionan un sentido de la justicia. fluir poderosamente en el debate
Y todo ello produce gran preocu- político y social. Esta idea ha sido
pación porque los desacuerdos exis- desarrollada por Thompson (1998)
tentes entre los especialistas sobre la afirmando que el campo de visión
posibilidad de establecer una rela- social está estructurado por las or-
ción directa entre la violencia social ganizaciones mediáticas. En este
y la mediática se convierten en con- sentido, los investigadores Schlesin-
senso cuando se estudia la sensa- ger y Tumber (1993) han puesto de
ción de inseguridad que producen manifiesto como los mass media
las olas informativas. Podemos esta- crean imágenes públicas en torno al
blecer una relación entre estos pro- crimen que después tienen una gran
cesos informativos y determinadas influencia en la toma de decisiones
reacciones de alarmismo social. Una institucionales.
información que afecta de forma En las últimas décadas hemos vis—
particular a los grupos sociales más to como los alarmismos mediáticos
débiles y a aquellos que ideológica- han movilizado a la clase política y
mente se muestran más predispues- judicial. Podemos decir que los ope-
tos a no tolerar dichos comporta- radores del sistema penal están de-
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"W
Los mass media v la cultura del miedo
NOTAS:
1. Algunos de los programas fueron 3. Tal y como sugiere Lipovetsky en su
Código Uno, de TVE-1, Al filo de la ley, libro La era del vacío, dicha crisis de va-
de Antena 3 TV, y La máquina de la ver— lores es perceptible en una generalizada
dad, de Tele 5. En 1991, Televisión Espa- desorientación social que en los países
ño|a había puesto en marcha el progra- desarrollados lleva a una creciente de—
ma Quién sabe dónde con un gran éxito manda de los profesionales de la psico-
de audiencia. logía de las profundidades.
2. El actor de televisión y ex futbolista 4. La estrategia de ofrecer seguridad
0. J. Simpson fue detenido el 17 dejunio para conquistar votos ha contagiado a
de 1994 acusado de haber asesinado a buena parte de las formaciones políticas.
cuchilladas a su mujer. Su detención, En Europa ha sido utilizada en la mayo—
tras una persecución policial transmitida ría de los últimos procesos electorales,
en directo por las principales cadenas de entre los que cabe citar los de Gran Bre—
televisión, fue seguida por 95 millones taña, Francia, Bélgica y Grecia.
de norteamericanos.
22
't7º
las criminologia: _
auglpsaipiias: realismo
mmmoloqrro vs.
trimmologia de la
intolerancia 4» MARTA MONCLÚS MAsÓ*
ración personal, de trabajo duro y cias sustanciales, que van desde po-
otros valores de clase media" (2001: siciones liberales, a enfoques conser—
81). De esta disolución del pilar fun- vadores y hasta planteamientos ul-
damental de la sociedad este autor trarreaccionarios (como es el caso de
extrae la consecuencia que la próxi- Di Iulio).
ma generación de delincuentes ju- Una figura clave en este proceso
veniles será especialmente violenta, de transformación de la criminolo—
predatoria y perversa. Y la solución gía positivista en una criminología
que propone para estos jóvenes de- administrativa o tecnocrática ha
lincuentes, mayoritariamente ne— sido James Q. Wilson, conocido tan-
gros, es el internamiento en "insti- to por su libro Thinking About Cri—
tuciones residenciales, privadas, ba- me, publicado en 1975, como por
sadas en una iglesia, a cargo de ser asesor de la Administración Rea—
hombres y mujeres negros integran- gan. Pero además delos que partici-
tes de la gran población negra ur- pan directamente en el diseño de
bana que paga impuestos, trabaja las políticas penales asesorando a
duro, profesa su culto con fe y cría los gobiernos de turno, los criminó-
buenos niños. Pienso en ellos como logos de derechas han tenido mu—
un 'kibutz negro urbano'", dice este cha influencia en la política legislati-
autor (DI IULIO, 2001: 82-83). va, ya que sus postulados son muy
funcionales para el control penal de
El_as_censo de la las cada vez más excluyentes socie-
_crrmmologra de la dades actuales.
mtolerancua El rasgo común más destacable de
los criminólogos de la intolerancia
En los años setenta aparecen, enton- es su desinterés por las causas del
ces, muchas voces críticas hacia la delito, por considerar que supone
rehabilitación, tanto por su inutili- una pérdida de tiempo sin aplica-
dad en cuanto al cumplimiento de su ción práctica para el control del cri-
objetivo de reinserción, como por ser men. En este sentido, señala WIL-
muy benevolente con el delincuente SON que el hecho de conocer las
y carecer de eficacia preventivo-ge— causas del delito no suministra a los
neral. Las críticas a la pena rehabili- políticos elementos prácticos para
tadora y a la criminología etiológica reducir los índices de criminalidad.
del welfare tendrían consecuencias Para ello hay que partir de una pers-
nefastas. La voz de alarma la dieron pectiva diferente, no hay que pre-
Tony PLATT y Paul TAKAGI en su artí- guntarse por la "causa" del proble-
culo de 1978 “Intelectua/s for Law ma, sino por los instrumentos que
and Order", en el que ya señalan la pueden modificar sus efectos: “se
existencia de una nueva escuela de puede disuadir a un delincuente in-
pensamiento conservador, entre los crementando los costes o reducien-
que mencionan a James Q. Wilson, do Ios beneficios del delito, pero
Ernest van den Haag, Norval Morris, esta estrategia no aborda para nada
entre otros (2001). Sin embargo, en- las 'causas' de la criminalidad“, dice
tre los distintos autores hay diferen- este autor (1985:48).
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R
*;
ARTÍ(ULOS DE FOND(L
son el punto de partida de un mayor res que los causados por el delito
deterioro en los barrios. Ello lo callejero. Además, este último no
ejemplifican con la metáfora de las puede "ser puesto aparte del proce-
"ventanas rotas": "si una ventana so histórico que marginaliza millo-
de un edificio está rota y se deja sin nes de individuos lanzándolos al
reparar, el resto de las ventanas se— desempleo o al callejón sin salida de
rán rotas pronto [...] porque una los 'sin trabajo'“ (op. cit.:132).
ventana sin reparar es señal de que Como se ha mencionado más arri—
a nadie le preocupa, por lo tanto ba, también es común entre los cri-
romper más ventanas no tiene costo minólogos de derecha el abandono
alguno" (2001:69). Para evitar ese del objetivo rehabilitador, ya que
deterioro, sostienen, un buen recur- sólo sirve para excusar el crimen y di-
so consiste en sacar a la policía fue- luir el sentido de la responsabilidad,
ra de sus patrulleros y hacer que pa- que se traslada del criminal a la so-
trullen los barrios a pie, ya que de ciedad. Andrew VON HIRSCH es par-
este modo se eleva el nivel de orden tidario de limitar la indeterminación
público en esos barrios. Esta policía de las sentencias como consecuencia
no tendría tanto la finalidad de per- del objetivo rehabilitador; para este
seguir delitos, sino que más bien le autor neoretribucionista, si la pena
correspondería combatir las con- sejustifica, es por su merecimiento y
ductas desordenadas o antisociales ya no por la idea de utilidad (1998).
como el vagabundeo, la mendici- Por su parte, LOGAN señala que las
dad, Ia prostitución, etc. (op. instituciones que apuntan a la reha-
cit.:67-79; KELLING, 2001:87—89). bilitación suelen transmitir un men-
De esta teoría de las "ventanas ro- saje confuso, en el sentido de que
tas" se deriva la técnica de policía "los delitos son el resultado de defi-
intensiva conocida como "tolerancia ciencias sociales y personales (de
cero", que se implantó en Nueva oportunidad, conocimiento, habili-
York durante el gobierno de Rudolf dades, hábitos, temperamentos,
Giuliani —su impulsor fue William etc.), y de que la sociedad tiene la
Bratton, jefe de la policía munici- responsabilidad de corregir esas de-
pal— y que se ha propagado a tra- ficiencias". Para este autor hay que
vés del planeta a una velocidad ful- dejar claro que el encarcelamiento es
minante (WACQUANT, 2000:24-40). un castigo por un acto humano vo—
Así pues, es en la calle donde los luntario (2001 :110-112).
criminólogos de derecha pretenden Los criminólogos dela intolerancia
dar la batalla contra el delito, olvi- sustituyen el objetivo rehabilitador
dando que también los poderosos por una búsqueda de eficacia en el
cometen delitos. Como señalan control del delito (FEELEY y SIMON,
PLATT y TAKAGI, pese a que es cier- 1995: 33-39); es decir, pretenden
to que el crimen convencional des- hacer más dificultosa la comisión de
valoriza la calidad de vida de la cla- determinados delitos —especial-
se trabajadora, también los "delitos mente los que atentan contra la pro-
de cuello blanco" causan elevadísi- piedad— e incrementar el riesgo de
mos daños, que pueden ser mayo- ser capturado y castigado. Empiezan
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J
N:.
ARTÍ(ULOS DE FONDO
tras las rejas muy probablemente re- un nuevo delito de robo de arma de
duciría la tasa de delitos violentos fuego (2001: 95-96). La propuesta de
en un 10%" (2001:107-108). controlar la tenencia ilícita de armas
A estos experimentos de neutrali— es compartida por la mayoría de cri-
zación colectiva (se encierra a am— minólogos de derecha, quienes por
plias categorías de personas) o se- otra parte muestran un rotundo re—
lectiva (se intenta determinar me- chazo al establecimiento de límites a
diante estudios predictivos quiénes la tenencia de armas por parte de la
serán los individuos con alto riesgo gente "obediente a la ley", ya que
de reincidencia) se les critica la im- consideran que las mismas son fun-
posibilidad de predecir quién come— damentales para la autodefensa fren-
terá delitos en el futuro. Tal imposi- te al delito (WILSON, 2001: 89-91;
bilidad plantea dos problemas: el KOPEL, 2001: 92-94).
llamado falso negativo, es decir, no Hay una desconfianza en torno a
condenar a sujetos con alto riesgo la capacidad del Estado de defender
de reincidencia; y el problema del del delito a sus ciudadanos. Por ello
falso positivo, consistente en conde- muchos autores abogan porla auto-
nar a sujetos con bajo riesgo de defensa y por la tenencia legítima de
reincidencia. En la práctica, señala armas. Quizá el máximo exponente
MATHIESEN que para dar eficacia a de esta postura sea SNYDER. Sus pa-
tales políticas, se incurre en el falso labras producen escalofríos: ”La no-
positivo, de modo que se encarcela ción de que los ciudadanos deben
a un gran número de individuos que dejar que el crimen sea manejado
no habrían cometido nunca otros por el Estado, y no deben resistir
delitos (1996:113-134). personalmente, es una monstruosa
La regla Three strikes and you're colaboración a la conducta inmoral
out ordena la prisión perpetua para [...]. Decir que las víctimas deberían
las personas que sean condenadas cooperar porque ninguna billetera o
por tercera vez por un delito grave, automóvil vale una vida, es raciona-
sin excepciones, y constituye una lizar la cobardía moral [...]. Su bille-
plasmación de estas políticas de inca- tera o su automóvil a lo mejor no va-
pacitación. Esta regla se instituyó por len su vida, es verdad, pero su liber-
primera vez en el Estado de Washing- tad y su dignidad sí [...]. El crimen
ton a través de una iniciativa popular. violento florece, en buena medida,
Sin embargo, su surgimiento no fue porque cada uno de nosotros se re-
tan espontáneo entre los residentes husa a condenar al criminal violento
de Washington, sino que tras esta ¡ni- con nuestras acciones en el preciso
ciativa podemos ver la sombra de los momento en que esa condena se re-
criminólogos de la intolerancia como quiere [...]. Los criminales manten-
John CARLSON. Este autor también drán el control hasta que aprenda-
es el instigador de otro proyecto le- mos y enseñemos que combatir el
gislativo denominado "tiempos du- delito es responsabilidad de todos“
ros para el delito armado", que persi- (2001:116-117).
gue Ia obtención y el uso de armas Las consecuencias inmediatas de
ilegalmente, mediante la creación de la implementación de todas estas
31
¡
Nrº.
ARTÍCULOS DE FONDO
políticas diseñadas por los criminó— Señala YOUNG quela nueva teoría
logos de la intolerancia son un ex- de la desviación de los años sesenta
ponencial crecimiento de los índices centró su atención fundamental—
de encarcelamiento. En los Estados mente en la desviación expresiva y
Unidos, en 1975, la población reclu- en los "delitos sin víctimas" (uso de
sa era de 380.000 personas, diez marihuana, prostitución), y por ello
años más tarde el número de presos abogó por la no intervención, ya
había llegado a 740.000, para supe- que en estos casos el control del de-
rar el millón y medio en 1995 y ro- lito no era más que una interferen-
zar los dos millones a fines de 1998 cia innecesaria en la libertad indivi—
(que supone un índice de encarcela- dual (1977:98). Pero la nueva teoría
mientos de 650 por cada 100.000 de la desviación tampoco tenía nin—
habitantes), con un crecimiento guna propuesta práctica alternativa
anual promedio de casi el ocho por frente a otro tipo de delitos, como
ciento durante la década de los no- los delitos contra las personas y
venta. Si a ello se le añaden las ci- contra la propiedad. Por ello señala
fras de las personas condenadas a YOUNG que los teóricos de los se-
prisión en suspenso (probatíon) y senta no se tomaron en serio el pro-
las puestas en libertad condicional blema del delito, que en muchos ca-
(parole), se concluye que alrededor sos si tiene víctimas que sufren sus
de 5,7 millones de personas se en- efectos. Además, indica este autor,
cuentran bajo control penal (WAC- la imagen idealizada del delincuente
QUANT, 2000:88—93). propia de estos teóricos no se ade—
cua a la realidad, ya que a menudo
La formulación de éste actúa contra los intereses de
un modelo político clase: "es un hecho que la mayor
alternativo: el parte de los delitos de la clase tra-
realismo radical bajadora se comete dentro dela cla-
(a de Izquierdas) se y no entre clases" (op. cit.:111).
Frente a esta constatación, YOUNG
En contraposición teórica con ese se propone desarrollar una crimino-
modelo criminológico de derechas, logía de la clase obrera que se tome
surge también en el área anglosajo- en serio el problema del delito. Si es
na una perspectiva criminológica y cierto que el crimen callejero provo-
de política criminal heredera de los ca sufrimiento humano y desastre
postulados izquierdistas de los se— personal, hay que abogar por algún
senta. Se suele hablar de realismo tipo de control social; pero ese con-
radical 0 de izquierdas a partir dela trol del crimen callejero sólo puede
publicación, en 1975, del artículo de lograrse con efectividad por la pro—
lock YOUNG “Criminología dela cla- pia comunidad inmediatamente in-
se obrera". En éste YOUNG inicia volucrada, sin necesidad de organis-
una modificación de las posturas mos policíacos externos ni de nuevas
que había sostenido durante los cárceles (op. cit.:124).
años sesenta, calificándolas de “ro- En el artículo mencionado se pue—
mánticas" e "idealistas". den ya entrever algunos presupues-
32
“<?
Las criminolom'as amlosaionas
lugar a una “solución" individualis- dades sociales (ya que tal desigual-
ta, que se concreta en el delito. La dad es lo que genera la privación re-
ventaja del concepto de privación lativa, principal causa del delito, se-
relativa es que sirve para explicar los gún ellos). Pero señalan que tam-
delitos de las sociedades opulentas bién es necesario diseñar políticas
y, por otro lado, tal explicación del que reduzcan el impacto del delito a
delito lo sitúa en todas las capas so- corto plazo, para de este modo po-
ciales, alejándose dela idea según la der competir con las campañas de
cual el delito es monopolio de las "ley y orden" lideradas por la dere-
clases bajas. De este modo también cha (2001:14-19).
se opone a la criminología de dere- Además, los realistas de izquierda
chas, que se ocupa en exclusiva del son conscientes de que los delitos
"delito callejero". En cambio, el rea- afectan en mayor medida a las cla—
lismo radical se ocupa tanto de los ses trabajadoras, que son las más
delitos de la calle como de los deli- vulnerables al mismo. Es decir, cons-
tos de los poderosos (2001 :1 1—14). tatan que el delito se produce ma—
Por otra parte, el realismo de iz- yoritariamente dentro de la misma
quierdas pretende combatir el im- clase social, son intra-clase y intra—
posibilismo del "nada funciona", raza, y no inter—clases como sugería
sostenido tanto por las posiciones el idealismo de los años sesenta.
idealistas de izquierdas delos seten- Para ellos, hay que abandonar la vi—
ta como por la criminología de de- sión del delincuente como un mo-
rechas. Señala MATTHEWS que re- derno "Robin Hood", el delincuente
chazar la posibilidad de la reforma no roba a los ricos para dárselo a los
penal no supone adoptar una posi- pobres, no desafía las relaciones de
ción de neutralidad, sino más bien propiedad, sino que sus actos son
dar apoyo —aunque sea por omi- expresión de los mismos valores de
sión— a la ascendente criminología la sociedad capitalista. Esta imagen
dela intolerancia (1987:85-91). Para no implica olvidarse de los delitos
LEA y YOUNG es necesario observar de los poderosos, que también afec-
qué es lo que funciona y qué no en tan fundamentalmente a la clase
el sistema de justicia criminal. Y a trabajadora. Más bien el realismo de
partir de ello diseñar una estrategia izquierdas subraya que la clase tra-
de intervención en el control del de- bajadora es víctima de los delitos
lito que tenga en cuenta todos los provenientes de todas las direccio-
niveles: las causas del delito, el con— nes (YOUNG, 1993:28-39). Por ello
trol social ejercido porla comunidad hay que tomarse en serio el proble—
y por las instituciones y la situación ma del delito y diseñar políticas con—
de la víctima. Estos autores puntua— cretas para reducir su impacto en la
lizan que el sistema de justicia cri- clase trabajadora, que esla que más
minal no puede ser la forma princi- sufre sus efectos. Pero reconoce
pal de control del delito, sino quela YOUNG que "ser realistas respecto
prevención debe venir fundamental- del delito como problema no es una
mente de la aplicación de políticas tarea fácil“ (1993:28).
sociales que reduzcan las desigual— Según sus propios ideólogos prin-
34
v
Las criminolonías anglosaionas
35
N
x:.
ARTÍCULOS DE FONDO
36
235 muúmco
“<?!
Manifiesto
No a la (outra—reforma
penal, nrocesal.
Denitenziaria
I clima de alarma social que se no han sido juzgadas, se instauran
viene potenciando desde hace los juicios rápidos que hacen prácti-
tiempo no favorece en absolu— camente imposible la preparación
to que podamos reflexionar con se— de la defensa, se aumentan las con-
renidad sobre la “inseguridad ciuda- denas para las pequeñas infraccio-
dana" y mucho menos buscar sus nes y para los reincidentes, y se difi—
raíces, para poder abordarla de la culta la utilización de formas de
mejor manera posible. Todo lo con- cumplimiento de pena que implican
trario, el Gobierno reduce práctica- salidas de prisión, como puede ser
mente Ia cuestión de la seguridad el cumplimiento en centro de trata—
delos ciudadanos al problema dela miento de drogodependencias o la
pequeña delincuencia, y por ello salida en tercer grado para trabajar.
pone en marcha medidas como el El denominador común de todas
"Plan de Lucha contra la Delin- estas reformas es la vuelta a la
cuencia", desde el que se propone pena de prisión como única solu-
un derecho penal y penitenciario ción para los conflictos sociales y,
basado en el castigo a la persona por tanto, la confianza absoluta en
que ha cometido el delito, sin que la contundencia del castigo, por en-
esto sirva para prevenir futuros cima de la finalidad de reeducación
delitos, facilitar la incorporación y reinserción social que deben tener
social de la persona, ni tampoco las penas privativas de libertad se-
para reparar el daño realizado a la gún establece la Constitución Espa-
víctima. ñola, olvidando asimismo otros de—
Este Plan modifica entre otros tex- rechos fundamentales, como el de-
tos Iegales, el Código Penal, la Ley recho a una defensa con garantías
Orgánica General Penitenciaria, la y/o a la presunción de inocencia.
Ley de Enjuiciamiento Criminal y la El perfil del pequeño delincuente
Ley Orgánica del Poder Judicial. Con es el de una persona con graves di-
dichas reformas se generaliza el uso ficultades sociales, familiares y per-
dela prisión para personas que aún sonales, que enla mayoría delos ca-
39
)! MOVIMIENTOS SO(TAI EG
*s
sos comete un delito motivada por porar socialmente a quienes se han
su adicción. Estas personas son las podido beneficiar de ellas.
que, en un ochenta por ciento, lle- Estamos convencidos que una
nan las prisiones en España. verdadera justicia, que prevenga la
Creemos que, si lo que realmente exclusión social y el delito y que ga-
se pretende es proteger la seguri- rantice la seguridad de todos los
dad ciudadana, esto no se consigue ciudadanos, sólo es posible invir-
con una mayor aplicación de la pri- tiendo para que en nuestros barrios
sión, sino todo lo contrario, y así lo y pueblos se desarrollen políticas
afirma el propio Ministerio del In- sociales, educativas y laborales ade—
terior en un informe del año 2001 cuadas, utilizando alternativas a la
(Estudios e investigaciones de la prisión de tipo terapéutico, extendien-
Central Penitenciaría de Observa- do medidas sociosanitarias que ya se
ción, Ministerio del Interior, 2001), han mostrado útiles en la prevención
en el que señala que a mayor dure- del delito (por ejemplo el programa
za y duración de la pena de prisión, de metadona) y, en general, otras me-
más reincidencia: "todas las medi— didas dirigidas a terminar con la ex—
das que influyen en condiciones clusión social y la pobreza que, en la
más suaves de cumplimiento como mayoría de los casos, son la causa de
reducciones de condena, participa- la delincuencia.
ción en actividades y programas de Curiosamente, el Estado español
tratamiento, clasificación en tercer está a la cabeza de los países que
grado, permisos de salida, etc., re- menos gastan en protección social
sultan ser causa de una menor rein- según el último informe de Euros—
cidencia". Por ello, en este mismo tat, coincidiendo con que en los paí—
informe, la Central Penitenciaria de ses donde el gasto social es mayor,
Observación aconseja que "si real- el nivel de delitos disminuye. Las
mente queremos defendernos de personas y entidades que se adhie-
nuevos delitos, el camino no parece ren a este Manifiesto muestran su
ser el endurecimiento delas penas y disconformidad por el carácter re-
de las condiciones de cumplimien- presivo de las reformas legislativas
to". De hecho, no se ha realizado que se están poniendo en marcha, y
una exí5luación dela aplicación de apuestan por la justicia social como
las medidas alternativas a la pri- el mejor camino para la seguridad.
sión contempladas en el Código Pe-
nal de 1995 y en el Reglamento Pe- Remitir: nombre de la persona o
nitenciario que permita concluir asociación, DNI/CIF, domicilio de la
que éstas no han servido para evi- asociación, y firma o sello a:
tar la reincidencia y que es necesa-
rio un endurecimiento general del Federación Andaluza de Drogode-
Código Penal. Sin embargo, en las pendencias y Sida - ENLACE
escasas ocasiones en las que se han C/ Marqués de Pickman, 49,
aplicado, son muchas las personas y Planta 2“, 41005 Sevilla
asociaciones que dan testimonio e-mail: f—enlace©f-enlace.org
real de que han servido para incor- Fax: 95 457 55 36
40
R?
Acompañando a la contra-reforma...
43
JN:.
MOVIMIENTOS SOCIAI FS
ción violenta de la adhesión al tra- las actitudes coercitivas sobre las ¡n—
tamiento ocasiona un daño de difí- tervenciones clínicas, como lo de-
cil reparación, con efectos terribles muestran los casos de esposamien-
sobre futuros tratamientos para el to a la cama de personas convale-
paciente, generando cepas de VIH cientes con la connivencia de los
resistentes a la acción de los cócte- profesionales sanitarios, según se
les inhibidores. Sin embargo, las ci- ha puesto de manifiesto por la Co-
fras facilitadas por la Administra— ordinadora Estatal de Solidaridad
ción penitenciaria denotan otra rea- con las Personas Presas ante el Co-
lidad; ellos hablan de una adhesión mité Contra la Tortura dela ONU22.
elevada, con altos índices de cola- En este sentido, reproducimos el
boración..., como siempre, la lucha informe elaborado por la Sociedad
de cifras genera confusión. Española de Sanidad Penitenciaria,
En este sentido, mencionar como dirigido al Parlamento Español, con
elemento descriptivo la situación re- el objeto de denunciar la grave si-
cientemente denuncia en el CP de tuación del sistema sanitario peni—
Pereio A (Ourense), donde la Admi- tenciario:
nistración penitenciaria acordó su- ”…en el momento actual el siste-
primir la administración de medica- ma sanitario penitenciario es invia-
mentos de ultima generación, del ble, anticuado y no puede garan-
tipo COMBIVIR, para substituirlos tizar una atención sanitaria a los
por formatos ya caducos y casi reti- reclusos similar a la del resto de
rados del mercado por la industria los ciudadanos, […] Creemos que
farmacéutica, del tipo EPIVIR y RE- usted debe saber que: 1.- La dispen—
TROVIR. Esta circunstancia fue reco- sación de medicamentos en la in-
nocida por el gobierno español, en mensa mayoría de los Centros Peni—
respuesta a la pregunta parlamenta- tenciarios sé está realizando de for—
ria realizada por el diputado del Gru- ma ¡lega/, dado que se realiza a
po Mixto C. Aymerich; el gobierno través de botiquines cuya gestión,
respondió en el sentido de justificar compra de medicamentos y conser—
la medida de recorte farmacológico, vación corre a cargo del personal
sobre la base del cumplimiento por penitenciario del centro (médicos,
parte de la Administración del prin- ATS-DUES y auxiliares de clínica) y no
cipio de economía y eficacia... de farmacéuticos como exige la Ley
del Medicamento y las leyes autonó—
Negligen_te manejo micas sobre este tema. [… ]. 2.— Dada
y tratamiento la absoluta carencia de equipos es—
clm¡co pecializados, los médicos de prisio-
nes se ven obligados a realizar fun-
Un área de amplio efecto sobre la ciones asistencia/es especializadas,
calidad de vida del preso/a enfer- como puede ser: la atención a en-
mo/a consiste en el cumplimiento fermos infectados de SIDA, que de-
de las adecuadas medidas de mane- bido a la falta de directrices organi—
jo y control médico del/a enfermo/a. zativas —puesta de manifiesto por
En los centros penitenciarios priman Sociedades como GES/DA— están
49
Á
*;
MOVIMIENTOS SOCIALES
prendida entre 2,5 y 3,5 €. Por lo cado el artículo 196.2 del Reglamen-
tanto, la Administración no ha pro— to Penitenciario por padecer infec-
cedido a pagar con carácter retroac— ción por VIH en estadio avanzado.
tivo las prestaciones congeladas de Dado que siguen muriendo perso-
forma ilegal desde 1991, no ha pro- nas no condenadas a muerte, la ex-
cedido a restablecerlas de oficio, se carcelación por enfermedad no debe
ha limitado a dictar un Oficio en el estar condicionada a la buena con-
sentido de establecer el pago de la ducta (art. 104 RP), no debe practi-
PNC para aquellas personas que lo carse únicamente en situaciones pre-
soliciten. Además, en una interpre- agónicas y no debe ser considerada
tación restrictiva de la sentencia, una progresión "especial" de grado
proceden a deducir del pago total penitenciario; no es un premio ni un
los gastos de alimentación antes ci— elemento reeducador ni reinsertador.
tados, por lo que el pago final de la Esta medida, establecida en el art.
prestación se reduce al 40% total de 196 del RP y en el art. 80.4 del Códi—
la cantidad asignada. En este senti- go Penal, es SIN DUDA una protec-
do es importante hablar dela vía de ción de carácter humanitario, que
impugnación realizada por las com— preserva el cumplimiento efectivo del
pañeras del CAXPOU29 de Ourense, derecho a la vida incardinado en el
que han conseguido una nueva sen- art. 15 de la Constitución Española,
tencia del TSJG, por la que se le tratándose por tanto de la aplicación
asigna al preso/a el 100% dela pres— y protección de un derecho de rango
tación, sin deducciones procedentes fundamental, de eficacia directa, al
de los gastos de manutención”. que están sujetos lo poderes públicos
y el ordenamiento jurídico“, y cuyo
Excarcelación y reiterado incumplimiento e inaplica-
suspensión de la pena ción supone la comisión de'un grave
ilícito penal por parte de los respon—
Durante el año 2000 fallecieron por sables políticos de la prisión.
SIDA 23 internos, a los que se suma- Reproducimos a continuación la
rán Ios/as presos/as que fallecieron valoración y análisis realizados por
en libertad condicional, un total de Joaquín Sánchez Covisa Villa, fiscal
65 personas a las que se había apli- de la Audiencia Provincial de Ma-
l" o ' ;
54
"<?
Sida+rárrel=a nena de muerte
55
X
x¡
MOVIMIENTOS SOCTAI FS
El 059011 de la UB presenta el
informe sopra las condicioqu de
encarcelamrento en Cataluna
El pasado día 15 de octubre fue nombres y apellidos de los presos-
presentado en rueda de prensa víctimas de los mismos, indicación
el informe "Análisis de las con- de núm. de diligencias judiciales y
diciones de| encarcelamiento en Ca- de los Juzgados de Instrucción don-
talunya", elaborado por un equipo de se tramitan).
de investigación del Observatori del 10) Déficit de puestos de trabajo
Sistema Penal ¡ els Drets Humans de para los presos.
la Universitat de Barcelona. En dicha 11) Situación de indefensión jurí-
presentación se explicaron las líneas dica (Catalunya cumple a finales de
generales de la investigación que se 2003 los 20 años de transferencias
traducen en la existencia de 175 si- penitenciarias y aún no se han crea-
tuaciones problemáticas, las cuales, do los Servicios de Orientación Jurí-
a su vez, han sido reconducidas a un dico-Penitenciaria que existen en
total del 14 problemáticas eje, en el otras Comunidades Autónomas del
sentido de que las mismas atraviesan Estado español).
toda la problemática carcelaria anali- 12) Orientación ideológica de un
zada. Estas problemáticas eje son: sector del funcionariado penitencia-
1) Aumento dela cantidad de pre- rio, de filiación ultraderechista y
sos/as y masificación de los centros. que aboga por soluciones mera—
2) Falta de profesionales en las mente "regimentales", de orden y
cárceles. disciplina.
3) Predominio de la disciplina por 13) Aplicación restrictiva de la le-
encima de la rehabilitación. gislación penitenciaria.
4) Fracaso de los objetivos reso- 14) Política de opacidad delos res—
cializadores. ponsables políticos penitenciarios
5) Existencia de condiciones de (en alusión a que la Secretaría de
vida degradadas. Ejecución Penal prohibió la entrada
6) Grave deterioro de la salud y en la totalidad de las cárceles a los
mortalidad. investigadores del Observatorio).
7) Sufrimiento psicológico y fami-
liar. Al dia siguiente, la prensa escrita,
8) Graves discriminaciones por ra— radiofónica y televisiva se hizo eco
zones de género, etnia y nacionali- del Informe aludido de modo am—
dad. plio. Ante esa divulgación periodísti-
9) Constatación de casos de tortu- ca, el titular de la Secretaría de Eje—
ra y malos tratos (señalados con los cución Penal del Departament de
66
El OSPDH de la UB K
¡K
Justicia del gobierno catalán, Ramón El Informe completo puede ser
Parés, descalificó el informe, tachó consultado en la Web del Observa-
de “radicales" a los autores y señaló torio: www.ub.es/ospdh (dentro de
que ha encargado otro informe al su apartado de investigaciones).
Institut Catalá de Drets Humans.
< <
.¡ .x. > .
.wá?%g
' _ (_ .—
… pnuúrnco
K
y
Manifiesto contra las
reformas penales del
Gobierno
as asociaciones y colectivos conflictividad y la violación de dere-
abajo firmantes queremos ma— chos fundamentales en las cárceles.
nifestar nuestra radical oposi- La delincuencia es expresión de
ción a la práctica totalidad delas re— conflictos sociales, al menos en par-
formas penales propuestas por el te, por lo que la solución debe ser
Gobierno del Partido Popular. social. Por el contrario, las reformas
Consideramos que los aspectos suponen una profundización en el
esenciales de la reforma son contra— conocido fenómeno de la "crimina-
rios a los derechos humanos, a los lización de la pobreza". Las refor-
textos internacionales y a la Consti- mas basadas en la tolerancia cero
tución. Así, la inhumanidad de las con el pequeño delincuente produ-
penas de prisión de hasta 40 años; la cen el aumento de la represión fren—
exclusión del acceso al tercer grado te a los sectores sociales más desfa-
yla libertad condicional en unos pla- vorecidos, que precisamente por
zos que hacen ilusorias las finalida- ello se ven inmersos en este tipo de
des constitucionales de la pena; la actividad ¡legal. La reforma tiene
generalización dela prisión provisio- una orientación xenófoba, clasista y
nal; el incremento de las penas para socialmente excluyente.
muchos delitos; la extraordinaria pe- Las reformas se basan en la difu-
nalización dela reincidencia; el trato sión de datos inexactos, cuando no
dado a los extranjeros, etc. manifiestamente falsos, sobre creci—
El conjunto de las reformas con- miento dela criminalidad, con el fin
duce a un mayor hacinamiento en de señalar a los sectores sociales
unas prisiones ya masificadas por más desfavorecidos como culpables
efecto del Código Penal de 1995. Te- de todos los peligros existentes, so—
niendo en cuenta las condiciones en bre todo a los inmigrantes.
las que se encuentran las cárceles Una mayor seguridad, para que
que no son capaces de proteger los tod©s disfrutemos pacíficamente
derechos fundamentales a la vida, a de nuestros derechos y de nuestra
un trato digno, a la salud, ni en las libertad, no se consigue con la más
antiguas cárceles, ni en las nuevas dura represión, con el palo y tente
construidas en las dos últimas déca- tieso a los sectores sociales más des-
das o las siete previstas, se incre- favorecidos, sino con la inclusión de
mentará peligrosamente el nivel de la política criminal en la política so-
71
R
N:.
DOSSIER SOBRE LA (ONTRARREFORMA PENAL
73
)! DO€€IER SOBRE LA (ONTRARREFORMA PENAL
Panorama de la
contrarreforma penal
del 2003 4» ALAITZ CRUZ DE APALOAZA
sona en prisión. Causará tal sensa- tradas en la cama, vuelven a ser pe-
ción de impotencia entre los presos ligrosas y hay que encerrarlas hasta
que es seguro el aumento de conflic- que vuelvan a debilitarse o hasta la
tividad en las prisiones. muerte.
En cuanto la reforma de los arts. El aumento del límite de cumpli-
90 y 91 del CP, referentes a la liber- miento efectivo a 40 años (art. 76
tad condicional, con la exigencia de CP) puede considerarse trato inhu—
cubrir la responsabilidad civil, el mano y degradante, y atenta ade-
“Gobierno Popular" da un paso más más contra el principio de resociali-
para castigar la pobreza y para fa- zación que señala el art. 25 de la
vorecer a los adinerados. Tal como Constitución. El CGPJ basó la consti-
señaló el Consejo General del Poder tucionalidad de la reforma en que
Judicial, la exigencia de satisfacción con el sistema de ejecución de pe-
de la responsabilidad civil para el nas español se puede reeducar y
acceso a la libertad condicional y al reinsertar a los presos y, además, el
tercer grado debe referirse a las po- preso puede conservar la esperanza
sibilidades de reparación de acuer- de ser liberado.
do con la situación económica del Esto es mentira. Este aumento del
penado en el momento en que haya límite de cumplimiento efectivo,
de adoptarse la resolución sobre su junto al endurecimiento de los re—
progresión de grado. No puede cas- quisitos para obtener beneficios pe—
tigarse la insolvencia. nitenciarios, va a suponer una au—
El requisito de colaboración activa téntica "cadena perpetua/pena de
contra la organización terrorista es muerte" para muchas personas que
como poco inútil, por lo menos para sufren enfermedades físicas y men-
los fines que sele pretenden, ya que tales graves y que no son excarcela-
no tiene sentido que a una persona das. Con esta medida, el gobierno
que ha pasado 40 años en prisión y dice querer prevenir, asustar a los
que fue detenida bajo la Ley Antite- futuros delincuentes/terroristas. Lo
rrorista (interrogatorios, incomuni- que no se dice es que ya en la im—
cación, tortura sistemática) se le exi— posición de la pena se tuvo en cuen—
ja que dé datos nuevos y "útiles" a ta la gravedad del delito, por lo que
las autoridades. esta nueva diferenciación de trato
La reforma del art. 93 del CP (re— entre unos presos y otros atenta
vocación de la libertad si cambia al— contra el derecho a la igualdad y
guna de las circunstancias que faci- castiga doblemente a un sector muy
litó su concesión) nos recuerda a la concreto (que no es únicamente el
regresión a segundo grado, es decir, delos condenados por delitos de te-
al re-encarcelamiento de las perso- rrorismo) dentro de las prisiones.
nas que son excarceladas por pade- La gran mayoría de la población
cer una enfermedad grave e incura- española no sólo no sabe lo que
ble y que, una vez en la calle, mejo- ocurre dentro de las cárceles que
ran su estado de salud. Entiende la ellos pagan, sino que se cree el dis-
institución que esas personas, al no curso del gobierno y de los medios
tener ya que estar todo el día pos- de comunicación al respecto. Los
85
J
N:.
DOSSIER SOBRE LA CONTRARREFORMA PENAL
nidad pública, que no se haya im- único que se conseguirá es más de-
plantado en todas las prisiones el lincuencia, más cárceles y más pre-
Programa de Intercambio de Jerin- sos. El Estado español está siguien-
guillas, y que se hayan "habilitado" do el ejemplo de prisión de Estados
unidades hospitalarias en el exterior Unidos (legislativa, social y arquitec-
de las prisiones que no respetan los tónicamente), el país con el índice
mínimos derechos de cualquier per— más alto de personas encarceladas
sona enferma, aunque esté presa, de todo el mundo. Sabemos, por
deja claro el poco interés de la ad- tanto, que un mayor castigo no re-
ministración por la salud de estas duce la delincuencia, lo que sí hace
personas. es aumentar el número de personas
La cárcel no respeta la dignidad encarceladas, aquellas que quedan
delas personas que la habitan, por- marginadas en el reparto cada vez
que la cárcel es antinatural y sólo más desigual de la riqueza o aque-
sirve para castigar. Una cárcel, se le llas que ponen en duda la legitimi—
hagan las mejoras que se le hagan, dad del Estado. Hay que apartar a
será siempre una cárcel; y todo lo esos miles de personas del escapa-
que se les pueda ayudar a los presos rate público del "España va bien".
nunca podrá llegar a neutralizar el Estas reformas no son un hecho ais-
daño quela prisión les ha hecho. La lado, son un eslabón más en la ca-
solución de la delincuencia no está dena que nos acabará amarrando al
en el castigo; y mientras éste sea la Estado controlador que ya tenemos
única respuesta a los crecientes pro- y al Estado totalitario que ya se
blemas de desigualdad social, lo anunda.
88
K
Y
Vuelta a las ravemas
penales: de) suma de
la remserrmn & la pura
retribución (“ josé LUIS SEGOVIA BERNA BE
(EQUIPO ] URÍDICO DE LA
ASOCIACIÓN Apoyo, MADRID)
ses, a lo que Wacquant llama “Esta— digo Penal nada menos que en tres
do penitenciario"? Minimizada la de las reformas, con una tramita-
función de nivelar asimetrías socia- ción parlamentaria cronológica des-
les, procurar la justicia yla igualdad acompasada y con serios desajustes
en las relaciones sociales, el nuevo de sistemática y aun alguna contra-
Estado se caracteriza por reducir su dicción entre ellas. No es éste el lu-
protagonismo a labores de blindaje gar de hacer un desarrollo técnico
de fronteras, defensa de intereses de las mismas. Con todo, no dejare—
geoestratégicos (propios y nortea— mos de mencionar qué principios
mericanos, o en el orden inverso, si consagrados en el Derecho Penal
se prefiere) y al mantenimiento del después de siglos son pisoteados
orden público interno. groseramente. Así acontece con la
En este contexto, resulta singular— presunción de inocencia, la irretro-
mente grave, especialmente por la actividad de las normas restrictivas
pasividad con que asiste complacida de derechos, el derecho penal de
la ciudadanía, el proceso de quiebra mínima intervención, el principio de
de pactos básicos de convivencia so- humanidad, el abandono de las teo-
cial. Me refiero al contrato social, rías absolutas respecto a la legitima-
asentado en el valor de la coopera— ción de la pena, la independencia
ción y la solidaridad, merced al cual judicial. Los avances del humanita-
en el Estado Social y Democrático3 rismo penal en el alero y, en no po-
los trabajadores sostienen a los que cos casos, como intentaremos mos-
no trabajan, los sanos a los enfer- trar, despeñados al abismo de un
mos, los jóvenes a los viejos... Ello derecho penal retributivo impropio
está dando paso a un modelo de de nuestro tiempo (o, tristemente,
corte ultraliberal e individualista quizá no tanto).
que incentiva que cada uno se bus- El factor legitimador Que ha per-
que la vida con su plan privado de mitido cambios tan sustanciales ha
pensiones, su seguro privado médi- sido la "inseguridad ciudadana".
co... ¡quien pueda pagárselo, natu- No, naturalmente, la que provoca la
ralmente! La cobertura de necesida— precarización del empleo, ni la ele-
des básicas se va transfiriendo a ma- vada cifra de los delitos contra los
nos de particulares, con evidente trabajadores, ni la criminalidad que
afán de lucro, obviando el interés facilita la vulnerabilidad en que
general que se supone a lo público. sume a los ciudadanos la Ley de Ex-
En el ámbito penal, las herramien- tranjería —al privar a los inmigran-
tas concretas que han posibilitado tes sin papeles de derechos huma-
este espectacular viraje, que nos re- nos fundamentales—, 0 el problema
trotrae a siglos atrás, es todo el ro- ecológico, o las crecientes amena—
sario de medidas legales ya en vigor zas a la vida yla salud por parte de
y pendientes de aprobación, cuyo formas de crecimiento desbocado y
listado ocuparía bastantes líneas de no sostenible, 0 el hecho de que, se-
esta colaboración. La falta de siste— gún Europol, el crimen organizado
mática se evidencia, por otra parte, mueve en España un pellizco impor-
en que se abordan reformas del Có- tante equivalente al presupuesto de
90
N?
Vuelta a las cavernas penales
Pero mucho nos tememos que esta virgencita que me quede como esta—
incorporación no consiga dignificar— ba"), el cuestionamiento de la pres-
Ia sino volverla a objetivar. Me expli— cripción, de los techos máximos de
co. Ahora se pretende incorporar a cumplimiento, la drogodependen-
la víctima (incluso a ciertos avatares cia como agravante en vez de cómo
de la ejecución, o como parte en el atenuante, etc., etc. Todo parece ce-
procedimiento de menores), pero der en favor de un derecho penal de
propiamente se hace no como suje- corte más duro, más mecanicista y
to de reparación del daño, sino objetivista, ajeno al ideal humaniza-
como agente vindicativo. De seguir dor de nuestros mejores y más hu-
por esta vía, la víctima se persona no manistas penalistas, y con poco
como quien ha sufrido un injusto margen hermenéutico para el juez.
agravio y merece ser atendida, aco- En definitiva, el endurecimiento del
gida, escuchada, reparada, protegi— sistema penal, el incremento de la
da, sino como instrumento al servi- crispación social y la intolerancia, la
cio de la vindicación formal. Antes disminución del Estado en lo social,
era un mero elemento probatorio en el aumento de violencia general y la
el proceso penal, hoy se la quiere presión mediática amenaza con des-
tomar en mera herramienta vindica- peñarnos a un peligroso abismo del
tiva. Ambas posiciones creo que la que tristemente empezaremos a sa-
cosifican e instrumentalizan, bien lir cuando los ciudadanos medios
sea en aras de impulsar el procedi— experimenten en su carne lo errático
miento penal, bien en aras de satis- de esta dirección.
facer cierta catarsis colectiva y mal Con esas alforjas poco se camina
disimulada sed de venganza privada por el sendero de la reinserción so-
(precisamente para evitar lo cual cial, y mucho se precipita uno a las
surge el Derecho Penal). Desde lue- cavernas del pasado del'que tanto
go creo que este camino, más dia- costó salir y a las que tan precipita-
léctico que dialógico, no es el más da como inadvertidamente nos en—
respetuoso con la víctima. caminamos. Por eso, una vez más,
habrá que recordar la máxima con
Conduyendo que Gandhi prevenía a los muy da-
dos a acudir a las vias expeditivas:
La cosa no ha hecho más que empe- "Cuando el fuego se combate con el
zar. Ahora vendrá la reforma de la fuego, todo acaba en cenizas".
Ley Penal del Menor ("virgencita, Amén.
98
Vuelta a las cavernas nenales K
:K
NOTAS: troactividad a libre disposición de todos.
1. No es el único. Otro ejemplo: "cho- Se facilita enviando un “emilio“ pidién-
rizo chapao, funcionario descansao". dolo a: jsb456©wanadoo.es
2. L. WACQUANT, Las cárceles de la 8. Las funciones pretorianas se refie-
miseria, Alianza Editorial, Madrid, 2000, ren a la salvaguarda de las libertades, la
pp. 79 ss.; y prólogo y postfacio a El en— defensa del interés general expresado en
carcelamiento de América, Virus edito- las leyes y la protección de los vulnera-
rial, Barcelona, 2002 bles (niños, incapaces, pobres...).
3. Así no es de extrañar que una ley tan 9. F. CARRARA, Programa de Curso de
"social" como la que regula el voluntaria— Derecho criminal, Buenos Aires, 1944,
do en España hable del Estado como ”de vol. II, pp.400 ss., citado por L. FERNÁN—
Derecho", cayéndose escandalosamente DEZ AREVALO y B. MAPELLI, Práctica fo—
de la definición del modelo de organiza- rense penitenciaria, Civitas, Madrid,
ción política, lo de “Social y de Derecho", 1995,11.
por más que aparezca consagrada nada 10. |. RIVERA BEIRAS, La devaluación
menos que en el art. 1 dela Constitución. de los derechos fundamentales de los re-
Nada extraño, cuando líneas más adelan— clusos, Bosch, Barcelona, 1997.
te, en la exposición de motivos, se nos 11. Cfr. Auto TC 15/1984 de 11 de ene-
dice quela responsabilidad sobre la cues- ro que señala quela reeducación ola rein-
tión social ya no es del Estado, sino serción social del penado no constituye
"compartida" con las ONGs, en una peli— un derecho fundamental, sino ”un man-
grosa confusión entre responsabilidad dato del constituyente al legislador para
(que compete al Estado merced al art. 9.2 orientar la política penal y penitenciaria,
CE) e intervención, de la que deben ser mandato del que no se derivan derechos
protagonistas todos los actores sociales. subjetivos"; ola STC 2/1987 de 21 de ene-
4. C. ROXIN, Política Criminal y sistema ro que señala que "el art. 25.2 confiere
de Derecho Penal, Bosch, Barcelona, como tal un derecho amparable“. Más
1972. contundente aún la STC 19/1988 de 16 de
5. Ya ha tenido que pronunciarse el febrero que señala que de la redacción del
Tribunal Supremo en STS 03.07.03 (po- art. 25.2 dela Constitución "no se sigue ni
nente A. Martínez Arrieta) recordando el que tales fines reeducadores y resociali-
que "el objeto del proceso es el enjuicia- zadores sean los únicos objetivos admisi-
miento de la conducta objeto de la acu- bles de la privación penal de la libertad
sación, pero a quien se condena es a una […] El mandato presente en el enunciado
persona"; y que "las especificidades de inicial de este art. 25.2 tiene como desti—
los llamados juicios rápidos, particular- natarios primeros al legislador penitencia-
mente referidos a la celeridad en el en- rio y a la Administración por él creada [...]
juiciamiento, no pueden alterar el régi- no cabe, pues en su virtud, descartar sin
men de garantías del justiciable y deben más, como inconstitucionales todas cuan-
propiciar una especial sensibilidad del tas medidas privativas de libertad —ten-
órgano jurisdiccional para procurar que gan o no el carácter de 'pena'— puedan
la persona y su conducta puedan hacer parecer inadecuadas por su relativamente
valer todos los instrumentos de defensa corta duración, para cumplir los fines allí
que sean pertinentes y necesarios para la impuestos a la Ley y a la Administración
realización de la justicia" penitenciarias". Lo mismo se diga, como
6. Cfr. D. WAGMAN, Estadística, delito desarrolla I. RIVERA BEIRAS, o. c., pp. 324
e inmigración, Madrid, 2002. Pone de ss., de la noción de "aplicación progresi-
manifiesto la falta de adecuación de las va" susceptible de ser exigida “únicamen—
cifras policiales a la realidad. Algunos ca- te si la Administración tiene medios para
sos de grosera evidencia. ello y no cuando realmente exista la im-
7. Julián c. RÍOS MARTÍN tiene un es- posibilidad material de satisfacerlo" (Auto
tudio monográfico cuestionando la re— TC 302/1988 de 14 de marzo).
99
R DOSSIER SOBRE LA CONTRARREFORMA PENAL
102
"<7€
La excusa del terrorismo
Detenciones en Torá
A primeros de abril, un espectacular operativo policial de mossos d 'esqua-
dra y dela guardia civil, respaldado por numerosos agentes de paisano, tras
tomar el pequeño pueblo de montaña de Torá (Lleida) detenía a tres jóve—
nes. La orden de detención que les imputaba delitos de terrorismo y orde—
naba su incomunicación provenía del juzgado n.º 5 de la Audiencia Nacio-
nal, del cual es titular el juez Baltasar Garzón. Fuentes policiales atribuyeron
a los detenidos diversas acciones contra oficinas bancarias y contra un re—
petidor de telecomunicaciones. Sin embargo, cuando escasos días más tar-
de el juez dicta una orden de ingreso en prisión delos detenidos, los hechos
en los que se basa la imputación se reducen a tan sólo dos acciones de los
años 2000 y 2001. En los registros efectuados en viviendas y un local de los
detenidos, y durante los cuales la policía se llevó material, no se han en-
contrado ni armas ni explosivos ni nada que permitiera atribuirles ninguna
vinculación a un grupo o banda armada. Las únicas pruebas son las decla-
raciones autoinculpatorias obtenidas por la policía. Al respecto hay que re—
saltar que uno delos detenidos tuvo que ser hospitalizado con una crisis de
ansiedad tras pasar por dependencias policiales, y desde el centro médico
fue llevado a la cárcel. Por ello su familia y allegados han denunciado pú-
blicamente que el detenido fue torturado. Las declaraciones de este joven
son la base de la acusación contra los otros dos detenidos.
Además, durante su incomunicación, para no ahorrarle ningún dolor
añadido a las familias, la policía dio información falsa acerca de dónde se
encontraban los jóvenes, lo que ocasionó a sus allegados viajes inútiles a
Madrid, Barcelona y Lleida. Asimismo, grupos de apoyo a los detenidos
denunciaron también el estado de sitio que vivió y sigue viviendo Torá,
con un desproporcionado despliegue policial y la situación de alarma so- ,
cial que ha provocado.
Aún hoy los tres jóvenes se encuentran encarcelados en prisiones ma- “
drileñas (J. V. en Soto del Real, y los otros dos, J. T. y A. C. en Alcalá Meco),
a la espera de que el tribunal decida sobre los recursos contra las deten-
ciones presentados por sus defensas.
Muestras de apoyo
A mediados de abril, en Barcelona 6 presos de la 63 galería de la Modelo
llevaron a cabo una huelga de hambre en solidaridad con los presos de
Torá y reivindicando los 4 puntos de lucha delos presos. En Torá han sido
numerosas, diarias en algunos casos, las concentraciones de repulsa en la
calle. El 12 de abil, unas 1.200 personas se manifestaron en un emotivo
acto por el centro de Lleida en solidaridad con los encarcelados.
Para más información, hay una pagina web de la Coordinadora Anti-
rrepresiva de Ponent: http://www.sindominio.net/suportponent/
103
……ARREEQRMA£ENAL
Por otro lado, los cinco detenidos relacionados con ateneos libertarios
y grupos anarquistas a mediados de febrero en Barcelona y Almería (ver
Molotov de abril), y acusados igualmente de delitos de terrorismo por su-
puestos sabotajes (también incomunicados en aplicación de la legislación
antiterrorista y que denunciaron torturas y malos tratos), están todos en
libertad bajo fianza. El último de ellos en quedar en libertad bajo una
cuantiosa fianza fue el joven detenido en Almería, que permaneció in-
gresado en el hospital de la cárcel de El Acebuche, tras su paso por de-
pendencias policiales. Fue el último en prestar declaración ante el juez. La
Audiencia Nacional no se ha pronunciado todavía sobre las peticiones de
inhibición de este tribunal especial presentadas por los abogados defen-
sores para que el caso pase a un juzgado ordinario de Barcelona.
Apdo. 5 28091 G
Cnspmt©)'ahoo.e
104
%?
Los niños como
ns;runrenio de
varianza, control ¡:
hostigamiento (Ml ENRIQUE MARTÍNEZ REGUERA
ta, y que tenían razón, hasta dar a telar, por eso yo lo denomino "Mo—
cada uno lo suyo: los niños cuyos nopolio".
padres tiene recursos, son propie- Aparato en principio conectado
dad privada de la familia; mientras mediante un "convenio". Y aquí es
que los niños a la intemperie, son en donde mi presunción de las bue—
propiedad de todos, un bien co- nas intenciones del legislador em-
mún, de interés público y pública pieza a desvanecerse, porque el
utilidad o aprovechamiento. "convenio" no es tal, sino todo lo
Yo me esfuerzo en suponer que en contrario: una contrata a la baja, de
principio las intenciones del legisla- prestación de servicios subvenciona—
dor no fueron malas: como a los dos; y ¿quién decide los intereses a
“hijos de familia bien" sus abundan- proteger?, ¿el subvencionante o el
tes recursos Ies permitían presagiar subvencionado?: de nuevo el Estado
un futuro satisfecho, a los “hijos sin confundiendo los intereses públicos
suficientes recursos", con todos los con los privados o, por ser más
riesgos que eso conlleva, el Estado exacto, los intereses que están a la
también tenía que garantizarles intemperie con los intereses instala-
algo: que en el futuro serán útiles y dos en el Poder.
rentables, aprovechables. Máxime cuando en esta contrata
Para eso, todos los hijos a cuyos de prestación de servicios subven-
padres se retira la tutela, o aquellos cionados, la parte contratante, por
a quienes se les puede retirar (todos ley y de modo explícito, se reserva
los niños "en riesgo" son expropia- todos los derechos, so pretexto de
bles), fueron encomendados en ré- que lo hace por el bien del menor; y
gimen de monopolio a una institu- atribuye a la parte contraria todos
ción pública, gestora de su vigilan- los deberes, bajo riesgo de que si no
cia, custodia o corrección, ora con achanta se queda sin subvención.
carácter inmediato ora cautelar o Dándose la esperpéntica situación
anticipatorio. de que por sistema sean el político y
Pero como ese Monopolio no pue- el administrativo de turno quienes
de ejercer ta| vigilancia y control dictan al perito lo que se ha de ha-
mediante una simple Comisión, so- cer, al profesional, al veterano en ha—
bre miles de niños y sobre miles de cerlo, educador, psicólogo... puesto
adultos que se relacionan a diario que el Monopolio, por el bien del
con esos niños, entonces se vio obli— menor, se reservó todos los derechos
gado a organizar todo un gigantes- y a los del Aparato sólo les quedó la
co aparato y sistema de vigilancia, obligación de atenerse a lo que les
custodia y corrección, integrado por manden o quedarse sin subvención
miles de funcionarios y ONGs y em- o ser despedidos.
presas y fundaciones y profesionales Y yo me pregunto: ¿cómo podrán
y mano de obra y voluntarios y ciu- garantizar los derechos del “cliente"
dadanos asustados que reclaman quienes no pueden defender ni los
más control. Aparato que está co- propios? Si un especialista no puede
nectado en su totalidad y con abso- ni discrepar sobre lo que mejor con-
luta dependencia a la Comisión Tu— viene, si un educador ni siquiera con-
vc
Los niños como instrumento
serva la capacidad para defender los pasar algo al chaval con el que tie-
derechos que corresponden a sus de— nes relación académica o del que
beres, ¿cómo podría defender los eres monitor de tiempo libre o en-
derechos del educando? No, un suje- trenador deportivo? Algo, aun po—
to así se convierte en mera fuerza niendo el mayor empeño: torcerse
coercitiva, en mero vigilante de los un pie o caerse de una tapia. Pues
deberes que le han dictado para el bien, todo ese riesgo también entra
educando. bajo el área de vigilancia del Mono-
Conocí a unos veteranos educa- polio cautelar, todo eso nos convier-
dores que se quejaban igual que su te en sujetos de sospecha preventi—
ONG de verse obligados por sistema va y de adopción de precauciones.
a determinadas intervenciones que Por eso, cada vez más, las relaciones
consideraban gravemente inmora- familiares, las clínicas, las académi-
les, deseducativas, atentatorias con- cas, cualquier relación con un niño,
tra su propia dignidad y la de sus está teniendo que ser reglamentada
"clientes" menores. Los educadores y hay que dedicar la mayor parte del
tenían dos opciones: o denunciar y tiempo no al niño, sino a elaborar
perder el puesto de trabajo, o ha— ¡nagotables partes e informes que
cerse cómplices de aquella infamia; resguardarán nuestra propia espal-
y su ONG: 0 perderla subvención, o da frente a cualquier azar. Todos vi-
someter o expulsar a aquellos edu- gilantes para eludir entrar en área
cadores. En unas Jornadas sobre Tu- vigilada.
tela y Reforma acabo de conocer a En las escuelas los profesores
otra docena de monitores que me cada vez dedican más tiempo a ela-
confiesan ser "vomitivo" (sic) lo que borar informes que luego estarán en
están viendo y teniendo que hacer manos de miles de vigilantes: comi-
con sus muchachos en sus centros; sión de escolarización, comisión de
tienen dos opciones: o endurecer su seguimiento familiar, comisión de
conciencia y hasta su consciencia absentismo, comisión delo que sea;
para soportarlo, o emigrar, o cam- los médicos que antes hacían el ju-
biar de profesión (conozco decenas ramento hipocrático, ahora para
que por decencia lo están hacien- proteger sus espaldas parecen jura—
do), porque en el Monopolio Estatal mentados con la Institución Tutelar
no volverán a encontrar un puesto y están conectados a esas redes y
de trabajo. comisiones; las trabajadoras socia-
Por otra parte, como el concepto les que antes buscaban recursos di-
de "riesgo" es tan indeterminable rectos para ofrecerles a sus "clien-
que hasta incluye la noción de tes", ahora dedican su tiempo a re-
"azar", y al azar todos estamos so- cabar información como policías de
metidos, el alcance de esa facultad paisano; hasta el policía que antes
"inmediata" de vigilancia y control se limitaba a gestionar el obligato-
se vuelve universal, atemporal, om- rio carnet de identidad para un ado-
nímoda: ¿quién no ha visto alguna lescente, ahora te lo niega si no le
vez posibilidades de riesgo en su re— consta quién eres tú respecto a ese
lación con un niño?, ¿no le puede adolescente: conozco a una abueli-
107
R
xr.
DOSSIER SOBRE LA (ONTRARREFORMA PENAL
maestros 0 alumnos tenían diferen- no les debe preocupar. Tal vez toda-
cias y reclamaban ante sus propias vía no sea la ley del más fuerte, pura
instancias académicas; hoy las rela- y dura, porque todavía no estamos
ciones académicas toman forma de acostumbrados a infligir daños sin
comparecencia, parte, expediente, sentirnos afectados, pero es su in-
sanción, para que vayan aprendien- exorable y sofisticado anticipo: la ley
do el cambio de sistema. del que disfruta de más abogados,
A ciertos monitores de los que ya de más recursos jurídicos, de más se-
os hablé les dijeron tal cual, que el guros de responsabilidad civil...
seguro de responsabilidad civil que frente al que se halla a la intemperie.
subscribían era para protegerles de ¡Qué quieren que les diga!, que
la responsabilidad de los posibles otro mundo es posible y que para
“daños que pudieran infligir" a sus éste conmigo que no cuenten.
encomendados. Ya está previsto:
"infligir daños" a los encomendados Madrid, 24-11-2003
ea.0f9
maldor0f©pang
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0 Barcel
103 0808
A p do . 24
109
……
Régimen abierto y
terce_r grado: la lenta
¡ranura de una
GSDQÍ8I128 (Mi PURIFICACION GARCÍA MATEOS
115
……LQNIRARBEHIRMA£ENAL
la reforma de los
ºrg;ynuestqs_de la
Dus¡on nrowsronal
(Ml PATRICIA FERALDO CABANA
(Profesora titular de Derecho Penal,
Universidad de A Coruña)
* Este artículo recoge algunas de las consideraciones expuestas en otro que, con
el título “El proyecto de reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal en materia de
prisión provisional", fue publicado en Actualidad Penal, núm. 25, semana del 16 al
22 de junio de 2003.
116
'l?º
La reforma de los nresunuestos
125
………ML
waa&g&srarkr _
regulacion del €0B'll$0
segun el Provertp de
Reforma del (odrgo
Penal Ó» Luz MARÍA PUENTE ABA
(Doctora en Derecho,
Universidad de A Coruña)
132
K
?
La noción de "bien jurídico" per— del poder punitivo por tomarla ne-
mite identificar el objeto lesionado cesaria. Esto se hace mediante la
como algo valorable por el derecho. identificación de la intervención pe—
Hasta allí ningún inconveniente. El nal con una efectiva “tutela“ 0 “pro-
problema radica en la necesidad de tección" del bien jurídico. Algo que
señalar un delito —y por tanto una de ninguna manera puede compro-
pena— cuando se quiere poner de barse, pues la sociología más bien
manifiesto la existencia de una le- nos demuestra lo contrario.
sión a algo valioso. Así, los bienes jurídicos pasan de
No me parece mal reconocer que ser un principio limitador de la cri-
existen vulneraciones o lesiones no minalización, a ser algo que cuando
deseadas, más bien todo lo contra— resulta lesionado es tutelado me-
río. El problema, no obstante, radi- diante la aplicación de una pena, y
ca en confundir esa lesión (llamé- de allí a que todo bien jurídico debe
mosle "bien jurídico vulnerado") ser tutelado mediante la criminali-
con la imposición legal o efectiva de zación. Una curiosa serie de pasajes
una pena (lo que es presumido por que debilita el real sentido de límite
el concepto "bien jurídico tutelado fortaleciendo un único bien jurídico:
penalmente"). la voluntad punitiva del Estado.
El concepto de "bien jurídico" es Queda una última utilización dela
central dentro del derecho penal. Un idea de bien jurídico tutelado. Si
derecho penal liberal solamente bien se puede comprobar que no se
puede reprimir lesiones a bienes jurí- protege el bien jurídico castigando
dicos, con lo que se excluye la pena— a quien lo vulnera, de todas formas
lización de conductas que no afec— algunos grupos de presión insisten
ten a terceras personas (insisto con en la importancia de darle significa-
lo de “personas" puesto que, tradi— ción penal al bien jurídico. Realizan
cionalmente, se ha entendido que ello pues entienden que la función
sólo los animales humanos podían simbólica de señalar penas legal-
ser titulares de bienes jurídicos). mente no es desdeñable. Lo sostie-
Pero, con posterioridad, el con- nen, desde posiciones conservado-
cepto de "bien jurídico" se trastoca ras, quienes siguen abogando porla
para conformar la trampa mediante penalización del aborto (aunque se
la cual el poder penal se justifica y practiquen casi medio millón de
se amplía, utilizando la ampliación abortos y se persiga efectivamente
de los “bienes jurídicos". un número contable con los dedos
La trampa consiste en que el de la mano) para señalar que es
"bien jurídico" deja de ser un límite algo "malo". También lo hacen, des—
para el legislador, para pasar a ser de posiciones progresistas, las femi-
una justificación de su actuar. Es de nistas que piden el aumento de pe-
esta forma que se sostiene que to- nas para autores de violencia do-
dos los bienes jurídicos deben ser méstica o de otros delitos que se
"tutelados" por la ley penal. Dicha castigan en pocos casos, pues de-
supuesta protección al bien jurídico fienden el sentido que esa penaliza-
es lo que legitima la intervención ción transmite.
135
M
N:. DOSSIER SOBRE LA CONTRARREFORMA PENAL
136
K
7
la utilizaríón del
Derech_p Penal: de las
garantias del
audadgno & la
remesm de la
…º… Ó»I nacio Muña orril.aguía
(%]níversídad el País Vasco/
Euskal Herriko Unibersítatea)
mente aséptico que deben ser “neu- nal que maneja conceptos como "no-
tralizados". persona", son de una magnitud tal
En una lectura conjunta del traba- que, de producirse la misma, podría
jo de Jakobs antes citado, no veo desaparecer definitivamente el Dere-
más justificación al Derecho Penal cho Penal como racionalizador del ¡us
del enemigo que un intento por par- puniendi del Estado.
te de este autor de introducir dentro Todo lo que de sólido había en la
de un concepto unitario a individuos ciencia del Derecho Penal parece
de muy diferentes características ahora desvanecerse en el aire. Inclu—
como son el delincuente sexual, el so aquellas conquistas que, hace ya
terrorista, el disidente político o el más de dos siglos, permitieron aca—
extranjero. El intento teórico de eli- bar con el reino del terror y del arbi-
minar Ias garantías penales para es- trio y ver nacer lo que hoy se llama
tos presuntos enemigos de la socie- derecho penal; es decir, incluso
dad, a la que, supuestamente, ponen aquellos principios que constituyen
en peligro, ya es de por sí intolerable; todo un símbolo de nuestra civiliza-
pero el hecho de intentar criminali- ción y que ahora amenazan con de-
zar con una fórmula tan extraordina- rrumbarse. Poco puede hacer, cier-
riamente vaga a todo aquel que de- tamente, el teórico del Derecho Pe-
cida posicionarse en contra del siste- nal frente a todos los abusos del
ma muestra a las claras el estado Poder. Tan sólo le cabe mostrar
involutivo en el que se encuentra el cómo sobran voces ansiosas por po-
sistema penal en la actualidad. nerse del lado del más poderoso,
Por todo ello, creo que es el mo- vulnerando el auténtico sentido del
mento de denunciar no sólo los ex- Derecho Penal en cuanto que Mag-
cesos del Poder en sus diversas ma- na Charta del delincuente.
nifestaciones, sino también los in- La vieja historia, en efecto, nos
tentos de justificación de todo ello dice que Elías jamás murió y que fue
por parte de cierta doctrina penal. arrebatado a los cielos en un carro
Hablando claro y para concluir: el flamígero tirado por caballos de
sistema ha entrado en una dinámica fuego. De idéntico modo, la capaci—
de exclusión de todo aquel que dad de muchos teóricos de conten-
muestre su rechazo a convertirse en tarse con ser profetas del poderoso
un súbdito fiel del mismo. El Derecho jamás desfallece, al igual que tam-
Penal se ha convertido, en manos del poco Io hace la capacidad de repre-
nuevo Leviatán de la sociedad globa— sión del sistema, que tan sólo busca
lizada, en un torrente de Quisón al el momento propicio para mostrar-
que conducir a los nuevos sacerdotes se en toda su gloria.
de Baal, al nuevo enemigo. Malos tiempos para el Derecho
Y construcciones como la Jakobs Penal son, sin duda, aquéllos como
sirven al sistema como referente teó- éste en los que la vuelta de Elías
rico para todo ello. Las consecuencias profetiza la llegada del fuego de
de la implantación de un Derecho Pe- Yahveh sobre su único enemigo real:
nal del enemigo, de un Derecho Pe- la Libertad.
153
R
Nr. DOSSIER SOBRE LA CONTRARREFORMA PENAL
la configuración del
horno ¿arar ¿omo
exnresron de los
nuevos modelos del
Derecho Penal
imperial 4… Guillermo Portilla
(Catedrático de Derecho Penal dela
Universidad dejaén)
165
H DOSSIER SOBRE LA (ONTRARREFORMA PENAL
Xr.
NOTAS: términos militares, en el sentido de mos-
trar Ia defensa de la seguridad nacional
1. Empleo el término "multitud" en la desvinculada del control de cualquier ins-
acepción de Negri/Hardt; se trata de una titución. Cfr. Polizia globale. Verona,
categoría posmoderna que alude a las 2003, pp. 81-85. En sintonía con esta crí-
nuevas fuerzas del movimiento migrato- tica, Rolf Góssner sostiene que desde el
rio, los grupos antiglobalización o los atentado se ha producido en Alemania
nuevos sectores no productivos, etc. En un debate histórico sobre la seguridad,
opinión de estos autores se trata de las elaborándose dos paquetes de medidas
subjetividades productivas y creativas de antiterroristas y el desarrollo de diferen-
la globalización que aprendieron a nave— tes órganos de seguridad. Indica Góssner
gar en estos gigantescos mares. Cfr. Im— que ya en los años noventa se adoptaron
perio, Barcelona, 2002, p. 70. los controles en los espacios públicos
2. Giorgio Agamben: Homo sacer. El (observación a través de vídeos) asi como
poder soberano yla nuda vida, Valencia, las medidas internas para "limpiar" con
1998, pp. 211 y ss. medios preventivos y represivos a pertur-
3. Relata Primo Levi que con ese térmi- badores y marginados. En definitiva, si
no los veteranos del campo de concentra— antes eran los comunistas, la extrema iz-
ción designaban a los débiles, los ineptos, quierda y los terroristas las amenazas del
los destinados a la selección. Cfr. Si esto es sistema, ahora, con el proceso de moder-
un hombre, Barcelona, 2001, p. 151. nización, las nuevas amenazas potencia-
4. Giorgio Agamben, op. cit., p. 18. les son las organizaciones criminales y los
5. Ibídem, p. 31. extranjeros así como la criminalidad juve—
6. Cfr. Hannah Arendt, Los orígenes nil, lo que conlleva medidas legales de
del totalitarismo. Imperialismo, Madrid, carácter radical y de un poder legal abso-
2002, pp. 402-438. luto. Cfr. "'Innere Sicherheit' im perma-
7. En la Modernidad tardía se ha ge— nenten Ausnahmezustand". en Kriminali—
nerado, sugiere Young, tanto una inse- tát und Sicherheit, Berlín, 2002, p. 27.
guridad económica como antológica, 9. Cfr. R. Herrera, "El mundo después
cuanto una discontinuidad de las vidas de Manhattan”, en El Viejo Topo, n.º 159,
personales y sociales, a la vez que una pp. 41 —42. El 11 de septiembre como coa-
tendencia excluyente respecto del des- rtada para la represión es también el ar-
viado. Interpreta acertadamente Young gumento de Anne Lútkes, al considerar
que en la sociedad fordista "se ha cons- que, tras el atentado, el concepto de se—
truido un binario de inclusión/exclusión, guridad interior se ha convertido en una
en el cual el excluido vive dentro de un simple coyuntura y la política de seguri-
área especialmente segregada como dad ha reclamado su propio significado
moral y socialmente inconfundible. La interno, en el que la seguridad interior es
inclusión y la exclusión se producen si— históricamente un concepto legal de lu—
multáneamente; esto significa que se cha y, sin embargo, una salida política del
trata de una sociedad bulimica, en la Estado de Derecho. Cfr. "Zur Einleitung:
cual la masiva inclusión cultural está Sicherheit — (K) ein Thema fúr die Kom—
acompañada por una exclusión sistemá- munalpolitik fúr ein Konzept der Inneren
ticamente estructural" (p. XXXI). Cfr. Sicherheit mit Augenma3", en Kriminali—
lock Young, La sociedad excluyente. Ex— tát und Sicherheit, Gerald Munier (Coor-
clusión social, delito y diferencia en la dinador), Berlín, 2002, p. 11
Modernidad tardía, Madrid, 2003. 10. En opinión de |. Monal, se aplicará
8. Como ha indicado Dal Lago, el 11 de indistintamente al terrorismo y a los mo-
septiembre ha reorientado la filosofía de vimientos antiimperialistas. Cfr. "El mun-
la seguridad global que plantea un con— do después de Manhattan", en El Viejo
flicto generalizado sobre la seguridad en Topo, n.º 159, p. 43.
166
'Wº
La confinurarión del horno sarpr
11. Con acierto advierte Kunz que la ria", en New Left Review, n.º 21, julio—
política criminal de la segunda moderni- agosto 2003, pp. 5 y ss.
dad post-industrial se define como polí— 18. Cfr. NLR, n.º 21, pp. 14 y ss.
tica de la seguridad interior, como una 19. Cfr. M. Foucault, Saber y verdad.
nueva lógica de seguridad, ya que se tra— Nuevo orden interior y control social,
taría de una estrategia de exclusión de Madrid, 1991, p.164.
aquellas personas consideradas peligro- 20. Cfr. Foucault, op. cit., p.165.
sas. Cfr. Karl-Ludwig Kunz, Búrgerfrei— 21. Se trata de espacios en los que el
heit und Sicherheit. Perspektiven von Derecho se ausenta ya que el Estado pre-
Strafrechtstheorie und Krimina/po/itik, tende lograr un control absoluto dela si-
Berna, 2000, p. 9. tuación. Supuestos como la inmigración
12. Cfr. Guillermo Portilla, ”La legisla- ilegal, el terrorismo, el tráfico de drogas,
ción de lucha contra las no-personas: re- etc., serían ejemplos adecuados a esta
presión legal del 'enemigo' tras el aten- realidad.
tado del 11 de septiembre de 2001", 22. Cfr. Foucault, op. cit., p. 166. La
Mientras tanto, n.º 83, 2002. negrita empleada en el texto es mía. Este
13. Como expone Foucault, esta idea sistema de información general que hoy
aparece expresada con mucha claridad aparece representado, entre otros, por el
en todos estos teóricos y también en sistema de videovigilancia implantado
Rousseau, quien afirma que el criminal en la mayoría de los países de Europa.
es considerado como un enemigo inter- Un control exclusivo de la microdelin—
no. Asimismo, considera Foucault que la cuencia, ya que generalmente las gran-
idea del criminal como enemigo interno, des defraudaciones o las estafas inmobi—
como aquel individuo que rompe el pac- liarias no se efectúan en las calles.
to que teóricamente había establecido 23. Cfr. Ibídem, p. 166.
con la sociedad, es una definición nueva 24. Un planteamiento similar sustenta
y capital en la historia de la teoría del cri- Loic Wacquant al considerar que la idea
men y la penalidad. Si el crimen es un de Foucault de ramificación y descentra-
daño social y el criminal un enemigo de lización del control social ha quedado
la sociedad, si el crimen es una pertur- desfasada frente a una revolución que ha
bación para la sociedad y nada tiene que sacudido la penalidad en todos sus as-
ver con la ley divina, natural, religiosa, pectos, regresando la cárcel a un papel
etc., es claro quela ley no puede prescri- del que parecía que se alejaba, redise-
bir una venganza, la redención de un pe- ñando la geografía urbana y, en particu-
cado. Cfr. M. Foucault, La verdad y las lar, aquellas zonas de contención en la
formas jurídicas, Barcelona, 1980, p. 93. que se acumulan las fracciones peligro—
14. Al defender una concepción con- sas del subproletariado postindustrial (p.
tractual de la vida social, Beccaria consi— 7). Piensa este autor que la extensión de
deraba que aquellos que no respetaban la vigilancia electrónica en los espacios
las condiciones impuestas por el contrato públicos, la represión creciente de la pe-
debían ser excluidos de la sociedad: des— queña delincuencia de calle, de conduc—
terrados. Cfr. M. Foucault, De los delitos y tas pre-criminales o de incivilidad urba—
delas penas, Barcelona, 1983, p. 96. na, la difusión global de la tolerancia
15. Esla idea delos castigos al nivel de cero en estilo neoyorquino (ya sea retóri-
escándalo, la verguenza, la humillación ca o práctica) que determina el incre-
de quien cometió la infracción. Cfr. M. mento constante dela población carcela-
Foucault, La verdad y las formas jurídi— ria, supone realmente el tratamiento pu-
cas, p. 94 nitivo reservado a los usufructuarios de
16. Cfr. Foucault, op. cit., p.97. la asistencia social: en todos los países
17. Robert Brenner y Mark Glick, "La capitalistas dominantes, los gobiernos
Escuela de la regulación: teoría e histo- han estado regulando los desórdenes ge-
167
R
Y. DOSSIER SOBRE LA (ONTRARREFORMA PENAL
168
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La configuración del homo sanºr
169
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xr. DOSSIER SOBRE LA (ONTRARREFORMA PENAL
170
La configuración del homo <arpr K
Y
uso por afectar al derecho a la imagen y cuatro años, que se agravará si la asisten-
al derecho a la autodeterminación como cia se presta de modo continuado.
integrante del derecho de personalidad 45. Cfr. el artículo 4.
del art. 2 Abs. I, art. 1 Abs. I dela GG. Cfr. 46. Así, el art. 226 del Código Procesal
Wilhelm Achelphler und Holger Niehaus, Penal italiano permite la interceptación
Videoúberwachung — Das Wachsame de las comunicaciones o de conversacio-
Auge des Gesetzes, p. 135. Los citados nes durante cuarenta días como máxi-
autores discuten si realmente tales me- mo, aunque prorrogables.
dios han tenido efectos preventivos gene- 47. El Capítulo cuarto contiene las dis-
rales ya que no han logrado disminuir la posiciones relativas a la seguridad y a la
delincuencia, llegando a la conclusión de circulación vial. El art. 17 autoriza la in-
que el sistema de videovigilancia en calles movilización, retirada de la circulación,
y lugares públicos sólo cumplen un papel el cacheo, la venta o destrucción de los
simbólico, que no llegará a tener ningún vehículos que se encuentren en las vías
efecto en el ámbito de la prevención pe- abiertas a la circulación pública. Con
nal y, además, es incomprensible desde el arreglo al art. 78.22, los agentes de la
punto de vista de la verdadera función Ii- policía judicial están facultados para
beral delos espacios públicos. Como con- practicar, en los lugares y por el periodo
trapartida, se Iesionará el derecho a la de tiempo que el juez determine, los
personalidad de un gran número de ciu- controles de identidad previstos en el
dadanos y sirve a la exclusión de los gru— art. 78.2, así como el cacheo de perso-
pos marginales en el interior dela ciudad. nas en lugares públicos (art. 23) y el con-
Cfr. op. cit., 138—144. trol de los vehículos que circulan, o que
41. Se permite la expulsión del extran— están estacionados en la vía pública o en
jero no residente legalmente en España lugares de acceso público. Por otro lado,
que haya cometido una falta. La expul— se permite acceder al registro de vehícu-
sión se realizará en tres días y, mientras los sin permiso judicial, incluso existe la
este hecho se produce, se le internará en posibilidad de inspeccionar el vehículo
un centro de detención. sin la presencia del propietario (art. 23).
42. Incorpora al Código Penal italiano Del mismo modo, se autoriza a la policía
una serie de preceptos y modifica otros. y a los servicios privados de seguridad a
Por otra parte, la Ley de 14 de diciembre realizar cacheos en aeropuertos, puer-
de 2001, n.º 432, convierte en Ley el De- tos, recintos deportivos, grandes alma-
creto-Ley de 12 de octubre de 2001, nº cenes y otros lugares públicos (art. 25
370. En la misma se prevén medidas ur- que reforma el artículo 282.8 del Código
gentes para reprimir y contrarrestar la fi- procesal penal).
nanciación del terrorismo internacional. 48. El Capítulo quinto hace referencia
El artículo segundo sanciona los actos de a las disposiciones que refuerzan la Iu-
violación de las disposiciones referentes cha contra el terrorismo. Conforme al
a la exportación de bienes, servicios y ca- mismo, se puede hacer uso delas nuevas
pitales, contenidas en los reglamentos tecnologías de información y de comuni—
adoptados por el Consejo de la Unión cación durante un periodo de tiempo
Europea. que se eleva hasta el 31 de diciembre de
43. Con tal propósito, ha reformado el 2003. En caso de que existan sospechas
artículo 270 bis CP italiano. Los compor- de terrorismo u otros delitos muy gra-
tamientos descritos en este precepto se ves, se concede la facultad a la autoridad
sancionan con penas de siete a quince policial para la conservación delos datos
años de prisión. que poseen los proveedores de Internet
44. El art. 270 castiga cualquier acto de mediante la puesta a disposición de la
ayuda a los integrantes de una asociación autoridad de los códigos necesarios para
terrorista con la pena de prisión de uno a descifrar las comunicaciones (art. 29). A
171
R
N:
DO€€IER SOBRE LA (ONTRARREFORMA PENAL
172
La configuración de] homo sarer K
¡
departamento gubernamental. La policía aplicación dela ley. El secretario de Esta-
no necesita una base razonable para do puede revocarlas y prorrogarlas por el
pensar que el archivo de que se trate espacio de un año.
contiene elementos que demuestran el 70. La derogación de este precepto se
delito, sino que basta la simple sospe- realiza en virtud del art. 15 de la citada
cha. Tampoco se requiere autorización Convención, que permite esto en caso
judicial. Asimismo, la Parte undécima de guerra o de otro tipo de amenazas.
posibilita el control de los datos de las 71. Concede al FBI un amplio poder de
comunicaciones. Cfr. Secciones 102-107. acceso a expedientes personales (educa—
63. Junto a estas medidas que serán tivos, médicos, financieros, mentales),
analizadas más adelante, la Parte décima sin control judicial. Cfr. el Título V, Sec-
otorga una serie de competencias a la ción 507. Ha incrementado la competen-
policía que posibilitan, por ejemplo, el cia del gobierno sobre las “investigacio-
ocultamiento de la identidad mediante nes secretas». Cfr. Título IX, Secciones
el uso de disfraces, la obtención de hue— 901-905. Otorga a las Fuerzas de Seguri-
llas dactilares o fotografías de los sospe- dad el control, sin orden judicial, de to-
chosos. Cfr. Secciones 89-95. dos los teléfonos 0 cuentas de Internet
64. Cfr. art. 21.1, Parte cuarta. vinculadas a un supuesto terrorista. Por
65. El grupo terrorista internacional otra parte, se exige a las empresas de In-
ha de estar sometido al control o in- ternet que permitan el acceso a los co-
fluencia de personas fuera del Reino Uni- rreos electrónicos del sospechoso. Con la
do. De los arts. 21-23 se desprenden los nueva ley, un agente puede conseguir el
rasgos del sospechoso de terrorismo in- control de la comunicación electrónica
ternacional. Cfr. art. 21.2, y 21.3, Parte mediante una orden judicial cuando ar-
cuarta. gumente que es relevante para una in-
66. El art. 22 permite la deportación y vestigación criminal. Cfr. sobre la regula-
expulsión de los sospechosos de terroris- ción delos sistemas de control de las co-
mo internacional. municaciones electrónicas referentes a
67. Cfr. art. 23. En supuestos en los los sospechosos de terrorismo, el Título
que el extranjero no pueda ser deporta- II, Secciones 201-225. Finalmente, se ele-
do porque corra el riesgo de ser tortura— van las sanciones por actividades terro-
do 0 asesinado en su país de origen, las ristas —cfr. Título VIII, Sección 810—, y
detenciones pueden llegar a ser indefini- se controla el blanqueo de dinero —cfr.
das. La detención está sujeta a la revisión Título III, Secciones 301-303, Subtítulo
de la Comisión Especial de Apelación de A, Secciones 311-330—. Sobre el secreto
Inmigración. bancario, cfr. Secciones 351-366.
68. El 27 de noviembre de 2001, la Cá- La ACLU (American Civil Liberties
mara de los Lores modificó el texto. A Union) ha criticado acertadamente casi
propósito de la detención indefinida de todos los apartados de la presente ley. Se
estos sospechosos, la Cámara ha defen- ha manifestado contraria a las modifica-
dido la necesidad de Iimitarla a un pe- ciones introducidas en el control telefó-
riodo de tiempo y podría cesar el día 10 nico y en la vigilancia por las autoridades
de noviembre de 2006. También ha criti- de Internet. También ha cuestionado la
cado los excesivos poderes que se otor- desmesurada capacidad del Gobierno
gan a la policía y a los agentes de adua— para llevar a cabo investigaciones secre-
nas, ya que pueden aplicarse tanto en la tas o el acceso del FBI a los expedientes,
lucha antiterrorista como en el control sin tener que demostrar evidencia de un
de la seguridad cotidiana. delito. Por otro lado, si se tiene en cuen-
69. El art. 28 establece que la dura- ta que el FBI ya contaba con una amplia
ción de las Secciones 21-23 expira al fi- competencia para supervisar el teléfono
nal del periodo de 15 meses desde la y comunicaciones de Internet, entonces
173
)
Nr. DOSSIER SOBRE LA (ONTRARREFORMA PENAL
174
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La configuración del horno sarr=r
del Código Penal militar faculta al Presi- 82. La ACLU manifiesta que la Admi-
dente para intervenir contra cualquier nistración se ha propuesto sustituir la
persona que actúe como espía y sea juz- justicia ordinaria por tribunales milita-
gado por un consejo de guerra general o res. La Orden no sólo limita los derechos
por una comisión militar. Por otro lado, del terrorista sospechoso —Ios tribuna-
el art. 104 autoriza el Consejo de Guerra les se emplearán contra los que sean de-
contra todo el que ayude, o lo intente, al finidos como terroristas por el Fiscal Ge-
enemigo con munición, fuentes, dinero, neral—, sino que los elimina. En suma, la
o de otro modo… Estas disposiciones se ACLU considera que la creación de los
aplicaron en 1942 por el Tribunal Supre- tribunales militares representa la proba—
mo —caso Quirin, 317 U.S.1 1942—, ble abrogación del sistema civil de liber-
cuando el presidente Roosevelt juzgó, a tades, ya que sólo pueden dirigirse con-
través de tribunales militares, a sabotea- tra un grupo de personas definidas y no
dores alemanes que habían llegado en contra los 20 millones de inmigrantes
un submarino a las costas de EEUU. En- (no-ciudadanos, y por ende, sujetos sos-
tre ellos se encontraba —curioso parale- pechosos) que habitan en EEUU.
lismo histórico— un ciudadano de EEUU. 83. Cfr. art. |, 8. La Constitución reco—
81. Como características singulares de noce la creación, en determinadas cir-
estos tribunales podemos contemplar las cunstancias, de los tribunales militares
siguientes. En ellos es el propio Presi- contra enemigos beligerantes en tiempo
dente quien decide quién debe ser juz- de guerra, pero, de ningún modo, puede
gado militarmente; se admite la deten- justificar el concepto de terrorista que
ción indefinida de los no-ciudadanos aparece en la Ley Patriótica.
acusados de terrorismo; éstos no tienen 84. En 1992, Estados Unidos ratificó la
derecho de apelación pero sí pueden dis- Convención internacional de derechos ci—
poner de letrado. Se trata, en definitiva, viles y políticos que protege la seguridad
de un juicio secreto carente del principio personal frente a la detención arbitraria
de presunción de inocencia, en el que los —art.9— y el derecho a un juicio justo —
autos son secretos y del que sólo se in- art.14—. Sin embargo, el inciso f de la
formará del nombre y la condena final Sección primera de la Orden establece
(que puede llegar a ser la de muerte). que las comisiones militares no se regirán
Para la condena basta con el voto de dos por la aplicación de los principios legales
tercios de los miembros del tribunal. Cfr. y del sistema de pruebas del proceso pe-
inciso A de la Sección tercera. nal general de los tribunales federales.
175
Huye, hombre, huye (3& edición)
Xosé Tarrio
El caso de Xosé Tarrío destaca por tratarse de un
preso que no se ha resignado a sufrir y observar
impasible las numerosas injusticias de las que se
nutre la vida de la prisión, lo que le ha costado la
acumulación de numerosas condenas y ser objeto
de una represión constante y obsesiva bajo la eti-
queta de FIES (Ficheros Internos de Especial
Seguimiento). Huye, hombre, Huye es mucho más
que un diario de prisión, es una denúncia descar-
nada, día a día, de los acontecimientos que han
marcado la realidad de la prisión, durante el
gobierno PSOE, destapando el engaño a voces de
la cárcel como institución supuestamente reso-
cializadora.
VIRUS Panóptico,
355 págs., 13 €
EL E'NCARCELAMIENTO DE
AMERICA
Una visión desde el interior de la industria
penitenciaria de EE.UU.
Daniel Burton-Rose, Dan Pens y Paul Wright
Este libro es una selección de artículos publicados en
Prison Legal News, una revista independiente editada
íntegramente por personas presas, en los que se reco-
gen de manera temática investigaciones y denuncias
¿_
Í".
en torno a los cambios en la legislación penal, la
manipulación mediática, la censura, las torturas y
diferentes formas de humillación en las prisiones, la
¿¡¡
º”— Ml.—LM”.qu
explotación laboral, el negocio de las prisiones pri-
vadas, el racismo, los nuevos modelos de aislamien-
to para acabar con actitudes rebeldes y también, '-'"º """ºº" desd…
mdusnio Pºnilen<¡º ¡º'eríoc ¿. ¡º
por supuesto, las formas de resistencia y luchas de "'º de EE.UU,
las personas presas.
VIRUS Crónica,
376 págs., 15 €
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Justicia. Los dos primeros aún Ilega- Fichero de Internos de Especial Segui-
rán a recibir el próximo mes de di- miento. La política de módulos de ais-
ciembre el caluroso aplauso del pue— lamiento, que debia tomarse como
blo en el 25 aniversario de la Consti- una medida excepcional y limitada en
tución. La reforma penitenciaria, si el tiempo, se ha transformado en ma-
formalmente recoge una gran ampli- nos de los diferentes gobiernos en
tud de derechos para los presos (in- arma para justificar políticas de ex—
troduce y formaliza el derecho a per- cepcionalidad y desigualdad en el tra-
misos penintenciarios, el acceso a la tamiento penitenciario de presos y
libertad condiconal o la tutela del presas. Si bien dicho artículo defiende
juez de vigilancia penitenciaria), in- el caracter excepcional, en el tiempo,
troduce puntos de fuga en su aplica- de las medidas de aislamiento, la rea-
ción, que hoy con más de 50.000 pre— lidad ha permitido la permanencia en
sos en las cárceles, rebajan cuando dichos módulos de algunos presos
no anulan cualquier mérito que en su durante más de 10 años.
día se le hubiera querido anotar. En 1979, García Valdés cerraba
El hacinamiento es ley, las muer- toda posibilidad de dar un estatuto
tes en "extrañas“ circunstancias, las especial a los presos políticos por
torturas, la falta de higiene, el SIDA, cuanto una "democracia no los te—
Ias politoxicomanías no tratadas, la nía". Venticinco años despúes se ha
tuberculosis, las hepatitis B o C, las modificado dicho concepto. No hay
enfermedades mentales, las mujeres oficialmente presos políticos, pero sí
presas con su hijos, las políticas de situaciones excepcionales de trata-
dispersión penitenciaria. miento penitenciario aplicadas a de-
La reforma, sin parangón en la Eu- terminados grupos de presos, es de-
ropa de la época —según manifesta— cir, la ley no es igual para todos. La
ron algunos de sus “prestigiosos" clasificación en FIES, las políticas de
hacedores—, consagra una figura en dispersión penitenciaria y la reciente
su Artículo 10 de siniestras conse— creación en la Audiencia Nacional de
cuencias. En este artículo se define el un nuevo juzgado de vigilancia peni—
régimen de aislamiento como de ne- tenciaria para los llamados delitos de
cesario para reinsertar a los presos terrorismo, no hace más que enalte-
más desocializados, exigiendo una cer Ia creación de leyes y situaciones
mayor vigilancia y control, así como especiales para presos especiales.
la limitación de sus actividades en La supuesta igualdad ante la ley
común con los demás internos; "o cae a ojos de cualquier mirada críti-
sea, que para reinsertar la los presos ca. Los grupos de apoyo a presos y
teóricamente más —desocializados presas son perseguidos e ilegaliza-
sólo sele ocurre a la ley la aplicación dos como hace 25 años se persiguió
de medidas de aislamiento social a los grupos de apoyo a COPEL.
que, como és lógico, tienden a po- Ha habido cambios, claro, que
tenciar la desozialización"3. protegen la impunidad de carcele-
Las políticas de aislamiento consa— ros, Ia desidia de los equipos de tra-
gradas en la Ley General Penitenciaria tamiento y la rutina como políticas
han permitido la creación del FIES el de reinserción.
183
J
X:. LA LUCHA EN LA CÁRCEL - ESPANA Años 70
Ha habido cambios, claro, y la amparando la práctica de malos tra—
misma ley penitenciaria aprobada tos y torturas en el 2003.
con las alharacas del consenso sigue
Mana lose
Carrera"N
Cárcel y Derechos Humanos
Nekane San Mi quel.
Heraduo B
NOM- Rober10 Mº'º“º||¿¿r|.1.
5…u.siºiº'- pedro
Nekane San Miguel. María José Carreras,
Pa¡,._11ar'nOro Mike!
Heraclio Barona, Roberto Moreno, Patxi
Zamora, Mikel Sarasketa, Pedro Ibarra
Gakoa liburuak
80 págs., 9 €
184
h “ —=* = & ¡“Nin—x“
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/
Una mirada al sistema carcelario mexicano K
:K
Una mir_ada al sistema bre las fuentes primarias y secunda-
carcelario mex¡cano rias de información. Asimismo se ad—
Martín Gabriel Barrón Cruz vierte ello en la humildad con la que
INACIPE, realiza su "mirada" sobre determi-
México DF, 2002, 211 págs. nados aspectos del sistema carcela-
rio. No quiere decir ello que nuestro
El libro en comentario resulta de autor no tenga importantes tesis de
trascendental importancia para el fondo, sino que las mismas no serán
marco geográfico donde fue publi- un impedimento para hacerse pre-
cado. Pero también tiene utilidad, guntas que vayan más allá, o en con-
como modelo, para los futuros estu- tra, de las mismas. Esas preguntas,
dios a realizar en otras latitudes. sencillas pero con una gran carga de
En efecto, es previsible que los profundidad, no serán respondidas
trabajos críticos sobre los sistemas directamente por el autor, sino que
carcelarios continúen realizándose serán el punto de partida para exhi-
con base en la tradición foucaultia- bir una importante cantidad de ma—
na 0 bien en la marxista. Esto no su- teriales con los que el lector podrá
pone ningún inconveniente, aunque sacar sus propias conclusiones.
ese marco teórico necesariamente El libro se divide en dos grandes
ha de completarse con referencias partes: una donde analiza el desarro-
—y, sobre todo, aplicándolo— a la llo de los presidios en la época colo-
concreta materialidad histórico-so- nial, y otra que se centra en el caso
ciológica que se analiza. Ello debe concreto del penal de Belén —en la
hacerse, al estudiar una institución ciudad de México— durante un perí-
como la prisión, teniendo en cuenta odo fundamental de la historia mexi-
el contexto de su origen en el siglo cana. La perspectiva histórica, aun—
XIX. Como ejemplos anteriores, en que no lo diga el autor expresamente,
el marco de estudios españoles, se inscribe dentro de las "genealogí-
puede citarse el excelente trabajo de as" entendidas como "historias del
tesis doctoral del historiador Justo presente". La búsqueda de momen-
Serna Alonso (Presos y pobres en la tos fundacionales, o de ruptura, per-
España del XIX. La determinación miten detenernos con preocupación
social de la marginación, Barcelona, sobre las continuidades que todavía
PPU, 1988) y, asimismo, el gran tra- se destacan. Así, la permanente crisis
bajo de tesis de Pedro Oliver Olmo del supuesto ideal resocializador del
(Cárcel y sociedad represora. La crí— sistema penitenciario es destacada
mínalízacíón del desorden en Nava- con la cita hecha en las primeras pá-
rra —siglos XVI a XIX—, Vitoria, Uni- ginas del libro a Manuel de Lardizábal
versidad del País Vasco, 2001 —co— (el más destacado penalista ilustrado
mentado en Panóptico, n.º 3—). en lengua castellana, nacido en la ciu-
También es historiador de forma- dad mexicana de Tlaxcala): ”la expe-
ción el autor del presente libro, el riencia acredita todos los días que to-
mexicano Martín Gabriel Barrón dos o los más que van a presidios o
Cruz. Esta formación se advierte en arsenales vuelven peores, y algunos
la minuciosidad con que trabaja so- enteramente incorregibles“.
187
)! COMENTARIOS DE UBROS
N¡¡
Que la cárcel no beneficia ni a sus Delito y Modernidad
sacrificados "clientes" ni a la socie- John Lea
dad en su conjunto, y que en todo Traducción A. Piombo
caso es funcional a los grupos que México, Siglo XXI (en prensa)
ejercen el control dentro y fuera dela
prisión —y a la misma idea de con- La obra que se comenta pretende
trol, y a la de poder—, parece una contribuir, como así lo manifiesta su
afirmación obvia. Pero justamente autor, a la creación de un nuevo
por ello es importante ver que esa marco de trabajo para comprender,
funcionalidad existía ya en las insti- desde la criminología, los cambios
tuciones de encierro utilizadas por la que se están produciendo en las for—
Corona española en el México colo- mas claves de delincuencia y otros
nial, ejemplificadas especialmente en aspectos del sistema socio-econó-
el libro con los presidios, arsenales y mico de las sociedades capitalistas
hospitales utilizados por los tribuna— contemporáneas. Para ello recurre
les dela Inquisición, así como por los al análisis histórico del control del
tribunales civiles, en especial los de delito estableciendo siempre en su
la "Acordada" de 1719 (que seguiría discurso una conexión con los pro-
teniendo influencia en el México in- cesos económicos, sociales y políti-
dependiente). cos desde el nacimiento de la mo-
La segunda parte se proyecta sobre dernidad hasta la actual época pos—
un presidio concreto: la cárcel de Be— tmoderna. Pese a tener la obra su
Ién. Esta institución se crea en 1863, anclaje geográfico principalmente
cuando se intenta aplicar un proyec- en el Reino Unido, su análisis es
to político liberal en México, y será igualmente aplicable a todo el mun-
clausurada en 1933. El autor la estu— do occidental, ya que recorre el des-
dia, empero, hasta la fecha de 1910 arrollo evolutivo —en todas sus fa-
cuando la Revolución mexicana de— ses— de la modernidad.
rroca a la dictadura de Porfirio Díaz Alo largo del texto, John Lea ana-
que había aplicado los principios liza las relaciones sociales del control
"científicos" del positivismo a todos del delito, entendidas como el com—
sus actos de gobierno (y también a plejo de relaciones sociales que hace
los represivos). En los intersticios de dela criminalización una posibilidad
los archivos, estadísticas, historias clí- objetiva, cuyos actores se interaccio—
nicas, fotografías, proyectos de refor- nan con la finalidad del manejo y el
ma, disposiciones administrativas y control de la delincuencia. Su análi—
demás fuentes primarias, el autor sis parte de una breve referencia al
descubre la realidad del proyecto pe— control premoderno del delito y a su
nitenciario positivista en México y, consolidación con el nacimiento de
desde el presente, nos permite averi— la modernidad, para finalizar su an—
guar Ios orígenes de los principios danza histórica en el convencimien-
que aún continúan estando vigentes to de que el actual control autorita—
en el penitenciarismo oficial. rio del delito propio de las socieda-
des postmodernas supone, lo que él
Gabriel Ignacio Anitua denomina, un "regreso al futuro".
188
N?
Delito v Modernidad
191
Nota editorial
Os recordamos lo importante que resulta para mantener una publicación -
como Panóptico la existencia de suscripciones y, por lo tanto, os anima- -
mos a que os suscribáis, rellenando el formulario adjunto y enviándolo a :
la dirección de Virus editorial.
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Apellidos .................................................
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C.P. .......... Población ............... Provincia ............
Teléfono .................................................
Correo electrónico ..........................................
DOMICILIACIÓN BANCARIA
9
I Panóptico de Bentham es la figura arquitectónica de todos los
mecanismos de poder que, todavía en la actualidad, se disponen
en torno a lo anormal, tanto para marcarlo como para modificar—
lo. Conocido es su principio: en la periferia, una construcción en forma
de anillo; en el centro, una torre, ésta con anchas ventanas que se abren
en la cara interior del anillo. La construcción periférica está dividida en
celdas., cada una de las cuales atraviesa toda la anchura de la construc-
ción. Tienen dos ventanas, una que da al interior, correspondiente a las
ventanas de la torre, y la otra, que da al exterior, permite que la luz atra-
viese la celda de una parte a otra. Basta entonces situar un vigilante en
la torre central y encerrar en cada celda a un loco, un enfermo, un con—
denado, un obrero o un escolar. Por el efecto de la contraluz, se pueden
percibir desde la torre, recortándose perfectamente sobre la luz, las
pequeñas siluetas cautivas en la celda de la periferia. Tantos pequeños
teatros como celdas, en los que cada actor está solo, perfectamente indi-
vidualizado y constantemente visible. El dispositivo panóptico dispone de
unas unidades especiales que permiten ver sin cesar y reconocer al punto.
En suma, se invierte el principio del calabozo; o más bien de sus tres fun-
ciones —encerrar, privar de luz y ocultar— no se conserva más que la pri-
mera y se suprimen las otras dos. La plena luz y la mirada de un vigilan-
te captan mejor que la sombra, que en último término protegía. La visi-
bilidad es una trampa...
Cada cual, en su lugar, está bien encerrado en una celda en la que
es visto de frente por el vigilante; pero los muros laterales le impiden
entrar en contacto con sus compañeros. Es visto pero él no ve; objeto de
una información, jamás sujeto en una comunicación. La disposición de su
aposento, frente a la torre central, le impide una visibilidad axial; pero las
divisiones del anillo, las celdas bien separadas, implican una invisibilidad
lateral. Y ésta es garantía del orden…